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ALEGATO DE CLAUSURA
PETICION CONCRETA:
Solicito
1
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Ob. Cit. p. 110-120.
2
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Ob. Cit. p. 120.
SELVA”, ubicado en el AA.HH Sánchez Cerro, donde se encuentra a consumidores
y vendedores de Droga”.
EL TESTIGO SO3, POOL NAVARRO PAREDES, AL INTERROGARSELE SI
RECORDABA SOBRE SU ACTUACIÓN EN LA INTERVENCIÓN DEL ACUSADO,
DIJO QUE NO RECORDABA, INCLUSO SE LE MENCIONÓ LA FECHA DE LA
INTERVENCIÓN Y VOLVIO A RATIFICAR NO RECORDAR, COMO TAMBIÉN
DIJO NO CONOCER AL ACUSADO.
SEÑOR JUEZ, COMO SABEMOS EL ÚNICO TESTIMONIO DEL EFECTIVO
POLICIAL NELSON RICARDO ARANGO JANAMPA QUIEN FUE EL QUE
INTERVINO A MI PATROCINADO E HIZO SU REGISTRO PERSONAL A MI
PATROCINADO, HA SOSTENIDO ANTE SU DESPACHO QUE SU ACTUACIÓN
EN EL OPERATIVO DE INTERDICCIÓN Y DETENCIÓN, LO REALIZARON
PORQUE TENIAN INDICIOS E INFORMACIÓN QUE EN EL LUGAR SE ESTABA
COMERCIALIZANDO DROGA COSA CURIOSA PORQUE HA SOSTENIDO QUE
SABEN Y CONOCEN QUE DICHO LUGAR ES MUY CONOCIDO POR VENDERSE
ESTA SUSTANCIA ILÍCITA. ENRONCES NO ESTAMOS ANTE UN OPERATIVO
DE INTERDICCIÓN PARA GOLPEAR AL NARCOTRÁFICO
ESTE TESTIGO POLICIAL HA DECLARADO tener experiencia en estas
actuaciones de interdicción; sin embargo de manera indirecta y muy sugestiva se
refieren a mi patrocinado, al sostener que tenían indicios.
ETA PRUEBA NO APORTA NINGÚN INDICIO QUE ACREDITE QUE JAIME
MARTÍN SANDOVAL AGURTO HAYA EJECUTADO ALGÚN ACTO DE TRÁFICO
Y CON ELLO PROMOVER O FAILITAR EL CONSUMO ILEGAL DE LA DROGA
INCAUTADA CANABIS SATIBA MARIHUANA. ESTA ERA PARA SU CONSUMO.
Según el artículo 46° del Código Penal [texto original]. En todo caso, corresponde ubicarla en el
límite inferior de la pena básica, esto es, ocho años, a partir del cual procede reducir hasta por
debajo del mínimo legal, atendiendo a otras circunstancias atenuantes y al mismo
iii) Que, la recurrente cometió el delito inducida por su CONSUMO tal como es de verificarse
CON LOS DOCUMENTOS ADJUNTOS, por lo que resulta prudente ubicar la pena por debajo
del mínimo legal, con sujeción estricta a los principios de proporcionalidad, lesividad, culpabilidad
y humanidad de la pena;
iv) Que, la imposición de una pena con el carácter de efectiva resulta innecesaria, en tanto que
existen medios alternativos que, igualmente, permiten alcanzar objetivos constitucionales de la
pena, es decir, la rehabilitación y reincorporación del penado a la Sociedad -Inciso 22 del artículo
139° de la Constitución Política del Estado-; y,
v) Que, no concurren razones fundadas para estimar que la suspensión de la pena no disuadirá
al encausado Jaime Martín Sandoval Agurto, a cometer un nuevo delito.
Generalmente, por encima de esas cantidades los usuarios suelen tener que probar la finalidad
de consumo para no quedar atrapados por figuras de tráfico, que en ocasiones los conducen a
prisión, invirtiéndose así ilegítima e inconstitucionalmente el principio de inocencia que debe
primar en materia penal.
Para determinar la pena concreta se deben considerar que no posee antecedentes penales, el
daño causado, edad
Según el jurista peruano José Ugaz, la confusión entre la teoría y la práctica obedece también
a la “mala redacción de esta norma [que] parecería indicar que si uno posee drogas en cantidades
superiores a las mencionadas y no las va a consumir de inmediato, comete un delito”. Ugaz
señala también que el artículo 299 es una norma derivada y subordinada del artículo 296 del
Código Penal, el cual “es absolutamente claro en señalar que únicamente se sancionan las
conductas destinadas al tráfico, es decir a la venta ilegal de drogas. Esta posición ha sido
ratificada por la Corte Suprema, la que ha señalado que solo es delito la posesión de drogas con
fines de tráfico ilícito, por lo que la posesión para fines distintos (como el consumo o la donación),
carece de relevancia penal”.
Como se ha señalado antes, a pesar de que la posesión de drogas para el propio consumo no
está prohibida, dos tercios de las intervenciones policiales por motivos de lucha contra el tráfico
ilícito de drogas están dirigidas a los usuarios. Y de estos, la mayoría es detenida por uso de
cannabis. Estas cifras son desproporcionadas y ponen en evidencia que la policía no está
destinando los recursos a combatir el crimen organizado sino a reprimir a los consumidores.
Derecho a la legalidad.
Es pertinente enfatizar que el derecho a la legalidad resulta trascendental para el ser humano, y
es indudable que los actos de autoridad deben llevarse a cabo con estricto apego a lo señalado
por el ordenamiento jurídico vigente, para con ello evitar que se vulnere la esfera jurídica de las
personas en reclusión, como en el presente caso, por tanto al haber mantenido en prisión al
sentenciado por un tiempo mayor al que le impusieron los órganos jurisdiccionales resulta
incontrovertible que se tradujo en una violación a su derecho a la legalidad.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el “Caso Tristán Donoso vs. Panamá”, en
sentencia del 27 de enero de 2009, párrafo 119; asentò que: “en una sociedad democrática el
poder punitivo sólo se ejerce en la medida estrictamente necesaria para proteger los bienes
jurídicos fundamentales de los ataques más graves que los dañen o pongan en peligro. Lo
contrario conduciría al ejercicio abusivo del poder punitivo del Estado”.
A esto señalamos, que la enervación de la presunción de inocencia que atiende a toda persona
procesada por un delito requiere que conjuntamente a la sindicación incriminatoria efectuada en
contra de esta, se observe la concurrencia de elementos de pruebas idóneas, pertinentes,
coherentes y útiles[3].
Sobre este punto existe la necesidad imperante de la presentación predilecta para la distribución
al menudeo de drogas, conforme lo refieren fuentes de información autorizadas, como DEVIDA
y la UNODC[4], respecto a la subcultura de las adicciones que aquejan a nuestra sociedad.
Entre los argumentos para enervar la presunción de inocencia señalando la ubicación exacta del
lugar donde se produjo la intervención y puede o no ser un lugar catalogado como un punto
crítico de expendio de drogas al menudeo en la capital, esto según los datos que maneja la
agencia CEDRO[5] y el contenido del Dictamen Fiscal acusatorio.
Sobre la flagrancia delictiva, en los argumentos se puede emplear los lineamientos de inmediatez
personal y temporal delineados en reiterados pronunciamientos del Tribunal Constitucional[6],
donde se encuentra la flagrancia como un argumento que vulnera la presunción de inocencia.