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Género y
Juego
Índice
Agradecimientos 26
Género y Juego
“Cada uno decide con quién puede jugar y con qué puede jugar. Si a mí me gusta jugar al
fútbol y a algunas chicas no les gusta, no hay ningún problema. Cada uno tiene derecho a
jugar a lo que quiere, y cada uno elige a qué quiere jugar...” Mara, 8 años.
Decidí comenzar esta editorial con la palabra de una niña porque representa el espíritu de IPA
Argentina, una Asociación que tiene como misión la Defensa del Derecho de los niños y niñas
a jugar en nuestro país y en la posibilidad de darle voz a la infancia para que todos los adultos
escuchemos lo que ellos/ellas necesitan y les interesa para ensayar la vida, es decir ¡para jugar!
La Declaración Internacional por el Derecho del Niño y la Niña a Jugar sostiene que el juego
es instintivo, voluntario y constituye una manera de expresarse, no un mero pasatiempo. Pero,
en muchos casos, ese juego/juguete que el mercado impone, alimenta en forma encubierta
estereotipos que niños y niñas incorporan involuntariamente a través de la educación formal y
no formal que reciben sin malas intenciones desde sus adultos, pero que invade sus elecciones
y decisiones de vida, formando parte de su forma de considerar a los otros y a ellos mismos.
Es por esto, y por muchas otras razones, que se dan como consecuencia en la sociedad de
hoy, que esta problemática crece en forma alarmante tomando formas de violencia y muerte.
IPA Argentina institucionalmente ha tomado la decisión de realizar esta publicación dedicada a
la temática específica de Juego y Género para que nos represente en un decir teórico, creativo y
lúdico, pero que a la vez pueda ser tomada como iniciativa de otras que nos ayuden a reflexionar
como sociedad sobre esta alarmante problemática.
No solo nos dirigimos a los profesionales de la educación y a padres sino también a gober-
nantes que elaboran y votan políticas públicas donde la infancia y sus derechos pocas veces
están en las prioridades de agenda de nuestro país.
IPA Argentina propone la polisensorialidad a la hora de jugar con la infancia, tanto para el
diseño de los espacios como para el de los objetos lúdicos, ya que consideramos que la infancia
toda tiene que ser educada integralmente desde la cuna teniendo en cuenta sus singularidades
y sus diversidades de necesidades e intereses. Por esta razón, frente a la convocatoria que reali-
zamos para la presentación de trabajos de esta publicación, fueron seleccionados un repertorio
integrador de múltiples lenguajes y formatos literarios que abordan la temática desde esa mira-
da lúdica, expresiva y creativa.
Sostenemos que defender el derecho a jugar en la infancia es también defender la ternura
como valor universal de la infancia en el planeta, sin distinciones de razas, religiones ni géneros.
Agradecemos a los autores de estas publicaciones por su dedicación y generosidad volunta-
ria en la elaboración de los textos y sus derechos de autor.
También agradecemos a quienes multipliquen esta publicación para que cada vez más
adultos se cuestionen y recreen los formatos convencionales con que educamos y jugamos con
la infancia. Sólo así, transformando creencias establecidas en el tiempo, lograremos cambios
sociales que mejoren las vidas de las personas.
IPA Argentina, los espera siempre para sumarse a trabajar juntos por el Derecho de los niños
y las niñas a jugar.
Un afectuoso saludo,
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Género y Juego
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Género y Juego
Para poder deconstruir los juegos “normativos” antes y después del nacimiento de un niño, recae
infantiles, es importante recordar que los imagina- sobre él o ella un universo no diferenciado: una
rios frente a las expectativas de rol de género, nacen matriz de identidad la cual es existencial y no expe-
desde el momento en que podemos hacer referen- rimentada por ellos en sí mismos. Es gracias a esta
cia a la sociedad como una forma de organización matriz -construida socialmente- que van emergien-
establecida, instituyéndose con el paso de los años do a través de sus Ciclos Vitales, las fases gradua-
una conserva cultural la cual va determinando el les de su yo, a partir de los papeles simbólicos y
producto fijado para cada una estas -normas y específicos que el adulto le presenta.
leyes-; las cuales, en algunos casos, se consolidan
silenciosamente. Con el tiempo, algunas formas de
organización permanecen estereotipadas y otras
tienden a modificarse dependiendo de las necesi-
dades específicas de interrelación, conjugándose “Hasta hoy en día
simultáneamente con los cambios de paradigma de
una sociedad. algunos juegos siguen
Es por esto, que las expectativas de rol de géne- estando atravesados por
ro, se han ido consolidando a través de los años, por estereotipos de rol de
medio de creencias que sostienen las lógicas del género, siendo reforzados por
sistema binario del sexo: hombre y mujer. Por ende,
aún tiene cabida pensar, que la “masculinidad” y la una visión adultocentrista
“feminidad” deben dar cuenta de las construcciones como “verdaderos” y “válidos”
sociales heteronormativas1 del sexo. para cada sexo.”
¿Cómo se transmiten los roles al interior de
las nuestras nodos sociales? y ¿Qué influencia
tienen en la construcción identitaria en la infancia y
adolescencia?
Las civilizaciones han asignado tareas, actitudes, De allí que los niños y las niñas mediante la
características de personalidad, comportamien- observación y repetición de acciones, actividades y
tos, prácticas y dinámicas que dan cuenta de los actitudes sociales, muestren a través de sus juegos
quehaceres específicos de hombres y mujeres, con el deber ser que los referentes más cercanos a su
el fin de delimitar sus roles sociales. La palabra rol propio sexo realizan. No hasta hace mucho tiempo
(role) deriva del latín rotula. Antiguamente en Grecia era más usual encontrar niñas jugando roles refe-
y Roma las partes dramáticas del teatro, estaban rentes a lo femenino, transmitidos por su madre,
escritas en “rollos” y los apuntadores las leían a tías, abuelas, profesoras, etc., y a los niños jugando
los actores para que las memorizaran. Fue hasta roles referentes a lo masculino transmitido por los
los siglos XVI y XVII, con el surgimiento del teatro varones adultos. Hasta hoy en día algunos juegos
moderno que estas partes dramáticas fueron leídas siguen estando atravesados por estereotipos de rol
en “roles” o fascículos de papel. “De esta manera de género, siendo reforzados por una visión adulto-
cada parte de la obra teatral se convirtió en un rol” centrista como “verdaderos” y “válidos” para cada
(Moreno, 1993)2 sexo.
Los roles que jugamos en la cotidianidad no De hecho, para nadie es un secreto que en plena
surgen del yo (self), sino que más bien es el yo el posmodernidad, la familia y los círculos sociales
que se construye de nuestros papeles: es decir, son que celebran el nacimiento de un/a niño/a antes de
nuestros roles los precursores del yo. De hecho, que nazca, se les asignan de manera estándar las
formas de vestir, los colores de su ropa, los colores
1Régimen sociopolítico y económico que impone las prácticas
de su habitación y de sus objetos, los muñequitos
heterosexuales mediante diversos mecanismos sociales (ar-
de las sábanas, los del papel celofán, sus jugue-
tístico, educativos y religiosos), como único modelo válido de
tes y peluches; todo esto dependiendo del sexo
relación afectiva y de parentesco.
anunciado.
2 Moreno, J.L. (1993) PSICODRAMA. Buenos Aires: Lumen.
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Género y Juego
Las dinámicas y organizaciones sociales han niños y los/las adolescentes. Somos en sus apren-
cambiado través de los años por tanto también las dizajes el pivote que permite y acompaña en sus
prácticas que hombres y mujeres asocian gene- diferentes experiencias lúdicas, en la exploración
ralmente a las expectativas de su rol de género. del medio, en su arte y la literatura: sus fantasías,
¿Cómo pedirle entonces a un niño que no juegue sentimientos, temores, inquietudes y deseos más
con elementos de la cocina o con muñecas?, o primigenios.
una niña que no juegue fútbol, con carros o herra- Si para nosotros las y los adultos es impor-
mientas, cuando somos conscientes que a través tante comprender el mundo interno de los niños
de los ciclos de la vida, los adultos desarrollamos y niñas, debemos empezar a flexibilizar nuestras
afinidades y afectividades por una actividad u otra propias conservas culturales, ser conscientes del
independientemente del rol de género que “asumi- momento en que estamos intentando moldear sus
mos”. Y en suma, cómo pedirle a los niños y niñas, propios dialectos por medio de nuestros mandatos.
que no experimenten e interactúen con los diferen- Debemos empezar a reconocer que el juego en la
tes objetos y prácticas sociales que se encuentran infancia es diverso, multifacético y fantasioso; que
diariamente, si es gracias a su curiosidad y a su por medio de éste los niños y las niñas logran elabo-
espontaneidad, que desarrollan su creatividad, sus rar las situaciones que han vivido pasivamente en la
vínculos y sus afinidades, mientras exploran paulati- realidad; que gracias a él tienen acceso al recono-
namente sus habilidades motrices, sociales, somáti- cimiento del mundo y a la exploración de sus cinco
cas, psíquicas y fisiológicas. sentidos; que gracias a sus deseos, a su curiosidad
Los niños y las niñas encuentran un universo y el nuestro acompañamiento el juego puede ser
complejo de objetos los cuales, que para ellos, un medio y fin de estimulación de su imaginación,
no tienen asociados un género en sí mismos: son creación y aprendizajes.
substancialmente polisemánticos, carentes de la Para deconstruir pragmáticamente los juegos
funcionalidad que la sociedad le ha asignado. Estos “normativos” en la infancia es necesario permitirles
empiezan hacerse extensiones de su cuerpo, logran- que ellos sean los expertos a la hora de escoger
do mediatizar sus deseos más instintivos; somos un juguete sin importar si es un carro, una pelota,
nosotros, las y los adultos quienes caemos en la una muñeca, un ejemplar de cocina, un avión, un
trampa prejuiciosa, absoluta e incluso ya obsoleta, villano, una barbie, un héroe, un tren, un peluche
de enseñarles que los juguetes y sus prácticas de rosado, café, azul, etc. Mientras que la labor de las
juego pertenecen o no a su sexo específico; y de y los adultos está puesta en la calidad del acompa-
esta manera vamos coercitivamente acotando la ñamiento: cuidando su integridad física y afectiva,
exploración de sus habilidades para una actividad u validando, estimulando y conteniendo la exploración
otra. de sus relatos, sus habilidades motrices, psíquicas
No puedo dejar de resaltar el papel fundante que y sociales, ya que estas influyen directamente en la
tenemos en la construcción identitaria de las/los construcción subjetiva del niño.
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Género y Juego
Recomendado
“Jugar es un acto político” de
Aida Reboredo
Sonia Zacarías.
Docente de Educación Fisica y Técnica Nacional en
Recreación.
Ludoeducadora IPA.
Bibliografía consultada:
REBOREDO, Aida: “Jugar es un acto político”,
México, Ed. Nueva Imagen, 1983.
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Género y Juego
Es como que en situaciones cencia, todo se pone en cuestión, ces, permitiría desarticular estos
que tienen que ver con la libre y el tema de la percepción de la mecanismos que marginan,
exploración a través del juego, excitación sexual sentida en el excluyen. En relación al tema de
hay mucha sanción entre lo que cuerpo, en muchos casos lleva la estereotipos y su cuestionamien-
debe ser y lo que uno desea delantera. Por ello, para aquellos to ¿Se pueden trabajar cuestio-
hacer. que trabajamos con adolescen- nes relacionadas al género en la
Yo creo que el límite de lo que tes, es bueno observar y estimular infancia?
una desea hacer está en el respe- que se integren aspectos relacio- Absolutamente, y en este
to al otro y en la no violencia, en nados al encuentro con el otro, al aspecto, el juego se convierte en
lo que la otra persona no está juego, a la reflexión, a las posi- un aliado importante a la hora
dispuesta aceptar y en lo que sí. bilidades de examinar el propio de desarmar estereotipos. Por
cuerpo, conocerlo y cuidarlo, de ejemplo, cuando las docentes de
manera de habilitar la decisión nivel inicial proponen el juego en
libre de elegir con quiero relacio- los diferentes rincones, para que
“Seguro, y el tema de la narme. Eso también es cuidarme. los niños y niñas elijan libremen-
reflexión en te, se tiende a imponer implícita
Pienso que en estos casos, o explícitamente dónde deberían
adolescentes en jugar, como el llamado “rincón de
donde se abordan cuestiones que
muy importante porque tienen que ver con la conciencia la casita” y que yo en mi etapa
ayuda a tomar de sí, el jugar como una acción de docente elegía llamar “rincón
teñida de deseo, de encuentro, de las dramatizaciones”, porque
conciencia de sí mismos consideraba que allí los niños y
de diversión, de comunicación en
y de los demás.” esta etapa de la adolescencia, es niñas podían construir diferen-
crucial. tes situaciones, por ejemplo, un
negocio, una plaza…no sólo las
Seguro, y el tema de la asociadas a vivencias en el ámbi-
¿Qué vinculación podemos reflexión en adolescentes en muy to doméstico y los roles asocia-
establecer entre el desarrollo de importante porque ayuda a tomar dos al mismo. Es decir, es muy
la sexualidad, el género y el juego conciencia de sí mismos y de los importante que se habilite a los
en la infancia y adolescencia? demás. Acompañar los espacios niños -varones- a jugar libremen-
de reflexión grupal especialmen- te en estos espacios y que ellos
En realidad está todo integra- te, y remarco grupal, porque en
do, podemos decir que sólo a también reconstruyan situaciones
los y las adolescentes la perte- domésticas y de crianza. Hay una
los fines de un análisis científico, nencia grupal es prácticamente
de investigación u opinión, se gran cantidad de varones que
la necesidad de la construcción expresan claramente sus ganas
pone el foco en alguno de estos de su propia identidad. Es muy
conceptos. Pero en realidad, de tener hijos o hijas, y la fami-
enriquecedora y necesaria, y liarización con las acciones de
sexualidad, género y juego están sería conveniente que tenga en
integrados. Por eso es tan inte- cuidado a través de juego, abre
cuenta las cuestiones que llevan mayores posibilidades para su
resante el nombre de “educación a los estereotipos. Me detengo
sexual integral” en referencia al construcción y desarrollo.
aquí para hacer un señalamien-
programa de educación sexual en to: la posibilidad de reflexión,
las escuelas, porque en realidad visibilización y cuestionamiento
tiene que ver con un universo inte- a los estereotipos, previene la
grado que involucra al juego, la adhesión (principalmente en los
familia, el género, la no violencia, varones) a modelos más rígidos “Es decir, es muy
la prevención de enfermedades o pilares más fuertes, ligados a importante que
de trasmisión sexual, en fin, con enunciados de corte machista.
una cantidad aspectos vincula- se habilite a los niños
El concepto de género incluye el
res que hacen a un desarrollo cuestionamiento de los roles y -varones- a jugar
integral. fundamentalmente los estereoti- libremente en estos
Ahora bien, esta integralidad va pos que la cultura impone, o trata espacios y que ellos
a tener su expresión en la infan- de imponer a estas clasificacio-
cia, y su expresión en la adoles- nes binarias de mujer y varón. también reconstruyan
cencia. En la infancia depende del Por lo tanto, quien se sale de esa situaciones domésticas
estadio de desarrollo. En principio norma, es mirado como alguien y de crianza.”
nos encontramos con cuestiones extraño y no perteneciente al
más “caóticas” que las y los adul- conjunto social destinado por su
tos tenemos que ir dándole un condición sexual y de clase.
sentido, ayudando, acompañando
a esta construcción. En la adoles-
El concepto de género enton-
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Género y Juego
Por ello es muy importante ahora, por las posibilidades de avance aunque que falta mucho –
trabajar temáticas vinculadas a despliegue. así como falta en todo el mundo-
género desde la infancia… Inclusive con lo referido al Es innegable que milenios de
Sí, desde que se nace. ¿Por lenguaje. El lenguaje también patriarcado no se deconstruyen
qué celeste y rosa para vestir, construye y es constituyente. Si de manera rápida, más bien es un
para los accesorios, juguetes a un niño que asiste al jardín le proceso paulatino, con avances y
rosaditos y suavecitos para las preguntamos por sus amigos, él retrocesos. Sin embargo, lo que
niñas, juguetes azules y pelotas niño se va a referir a los varones, ha producido “niunamenos”1 es
para los varones? Todo esto hace porque él también está constru- muy importante a nivel social y
a la conformación de los estereo- yendo el lenguaje. Mucho más comunitario. Porque el “niuna-
tipos de género. A ver, las mujeres tarde se naturaliza que el plural menos” incluye a niños, niñas y
también manejamos a la edad en el español incluye -o parecería adolescentes que son las pobla-
adulta, ¿por qué no tener autos que incluye- a ambos géneros. ciones con más alto riesgo de ser
para hacer que manejamos desde En realidad no es así. Por eso vulnerabilizadas, tanto como las
pequeñas? Pero más allá del uso es importante preguntar por lo mujeres, y este sentido el empe-
de juguetes que acompañan el amigos y también por las amigas, zar a tomar conciencia de las
juego, y que permiten a los niños de manera que logre construir diferentes violencias hacia niños,
y niñas proyectarse a futuro, con el lenguaje, que es la herra- niñas y adolescentes, permite
la posibilidad de experimentar mienta de elaboración más mayores posibilidades de denun-
con diferentes juguetes, permite exquisita que tenemos los seres cia y visibilización. De todos
mayor flexibilidad, creatividad y humanos, su identidad de géne- modos, tocando este punto, aún
desarrollo, muy diferente a algo ro de una manera más integral. 1 Ni una Menos, es el lema elegido por un
más estereotipado “con esto sí, Tiene que ver con una apertura de colectivo de organizaciones de mujeres
con esto no, no te subas a un pensarse a uno mismo y pensar y de defensa de Derechos Humanos,
árbol, no te ensucies el vestidito a los demás desde una actitud entidades gubernamentales y no guber-
con tierra”. de respeto, de convivencia en la namentales en Argentina, para acom-
diversidad. pañar un conjunto de acciones sociales
(marchas, pronunciamientos, activida-
Claramente, trabajar género Como profesional especiali- des) que intentaron visibilizar la temática
desde la infancia va más allá de zada: ¿Cómo ve en la actualidad de la violencia hacia la mujer, y alertar por
una cuestión meramente preven- a nuestro país en relación a la el aumento considerable en los últimos
tora a futuro, sino que tiene que temática de género en infancia? años de femicidios (violencia seguida de
ver con la realidad concreta de ¿Dónde estaríamos parados? muerte de niñas, adolescentes y adultas)
un niño o niña en el aquí y en el Yo creo que ha habido un gran en todo el territorio argentino.
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Género y Juego
Opinión
Juego sin género
Federico García
Coord. De la Comisión de Diversidad
ATCPEA
Escribo este artículo sobre la temática de género cer cuando observamos que un niño elije jugar a
en los juegos de los chicos y chicas, como padre de juegos pensados como femeninos o niñas que
una nena de 3 años, sin dejar de lado mi experiencia juegan juegos pensados como masculinos. Aquí se
en la infancia y mi orientación sexual. genera un movimiento en el cual, adultos (padres,
Creo que una de las cosas que más recordamos madres, docentes, u otros), intentamos evitar estos
de nuestras infancias son las horas de juego que juegos no convencionales o acordes a lo normativo,
tuvimos solos, con hermanos, amigos; madres y/o y forjamos un camino, una tendencia preestablecida
padres, sin duda el arte de jugar es un momento comprando los colores y materiales “apropiados”
de conexión donde nosotros ponemos nuestras para cada género. ¿Pero qué pasa si niñas y niños
emociones, vivencias, imaginaciones y deseos, y a tienen el deseo de ese juego, considerado “opues-
su vez, el juego nos da un aprendizaje, un desarrollo to”? ¿Qué pasa si un varón quiere jugar a la casita o
y también un divertido momento. una nena quiere manejar un tractor? Simplemente,
no pasa NADA, porque para ellos es un simple
juego, donde buscan una diversión, un aprendizaje
o reflejar lo que ven de las y los adultos con los
que comparten. Podemos pensar que el varón está
Podemos pensar que el jugando a formar una familia, a cuidar de sus hijos,
varón está jugando a formar a organizar una casa y la nena tal vez aprender a
una familia, a cuidar de sus manejar, aprender a tener precaución en el manejo
(como seguro vio a su mamá o tía hacerlo) entre
hijos, a organizar una casa otros sentidos.
y la nena tal vez aprender Sin embargo, es preciso diferenciar esta clase
a manejar, aprender a tener de juego libre, con aquél que acontece en aquellos
precaución en el manejo niños o niñas que se encuentran en el proceso de
adoptar una expresión de género distinta a la que
(como seguro vio a su mamá actualmente tiene. En estos casos, es a través del
o tía hacerlo) entre otros juego donde puede manifestarse ese profundo
sentidos. deseo personal. Podemos pensar que el juego vehi-
culiza o manifiesta ese complejo proceso de asun-
ción de la identidad, que bien sabemos comienza en
la infancia, extendiéndose hasta la adolescencia y
Desde chicos nuestra sociedad nos empieza juventud.
a marcar ciertos patrones culturales y esperadas Como adultos (madres, padres, docentes, socie-
tendencias por parte de los adultos, como por dad en general) pienso que lo más importante es
ejemplo otorgarle determinado género a los juegos dar el apoyo, la confianza y la posibilidad de buscar,
y a las cosas; por eso los grandes esperamos que explorar y aprender quienes son, porque cualquier
una niña juegue con muñecas, a hacer las compras desarrollo posterior va a estar acompañado por la
o juegue a cocinar, en cambio los niños mientras confianza que le supimos dar.
jueguen con autos, tractores y aviones todo marcha Para terminar, quisiera compartir que mi hija
sobre ruedas. ¿Pero qué pasa cuando somos tiene dos papás, y como muchos papás y mamás, le
adultos? Queremos que los hombres cocinen, que damos libertad para jugar, libertad para que exprese
mantengan el orden y el aseo del hogar, mientras su imaginación...Ella elige jugar con sus bebés, se
que de las mujeres sepan manejar, que sean inde- disfraza de princesa, se pone zapatos con taco, en
pendientes económicamente, entre otras expectati- fin, arma juegos como cualquier otra niña que elige
vas, cruzando esos mismos límites que ponemos a ese tipo de juegos y juguetes. Es decir, nosotros
nuestros hijos e hijas de pequeños. como su familia sostenemos y apoyamos sus inte-
Creo que también existe cierta creencia que el reses desde muy pequeña. Porque no importa a lo
juego tiene el poder de determinar un “cambio” en que elija jugar...sino que lo que importa es que sea
la orientación sexual. Estos temores suelen apare- libre y sostenida en el juego que la haga feliz.
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Género y Juego
Cuento
La pequeña flor
Patricia Leovigilda Soto González.
Alumna de la maestría de Educación Sexual
Centro de Integral de Sexualidad y Educación Sexual
(CISES) Xalapa México.
Había una vez un campo muy hermoso lleno de muchas flores, que disfrutaban del sol, del aire y de la
lluvia. Había flores de muchos tamaños, unas pequeñitas que apenas eran unos brotecitos y otras muy
grandes que asomaban sus pétalos enormes al sol. Estaban las flores rosas, unas más rosas que otras,
que disfrutaban de reunirse para platicar entre ellas sobre otras flores rosas, sobre flores pequeñas, sobre
semillas; en fin, de lo que hablan las flores rosas. También estaban las flores azules, unas azul cielo y otras
azul marino, que solían competir entre si y platicar sobre flores rosas; vamos, sobre lo que platican las
flores azules.
Un día de primavera se conocieron Rosa y Azul, dos hermosas flores que desde que se vieron por prime-
ra vez sintieron algo muy especial el uno por el otro, ya no pudieron estar lejos, jugaban, cantaban, platica-
ban mucho, y poco a poco llegaron los besos y los abrazos, se dieron cuenta que estaban enamorados y
decidieron formar una familia.
– Oye Rosa, dijo Azul, sabes que te amo y quisiera que tú y yo sembremos una semilla.
Rosa aceptó, le gustaba mucho la idea de formar una familia, de cuidar y de llenar de amor a esa semilla
que en algún momento se convertiría en una hermosa flor, justo como ellos.
– Si, si quiero plantar una semilla contigo Azul, dijo Rosa llena de emoción.
Y así con mucho amor, sembraron una semilla pequeñita. Aunque esa semillita era como todas las
demás, cafecilla y arrugada, para Azul y para Rosa era una semillita muy especial, todos los días y en todo
momento, la cuidaban, le hablaban, la protegían y esperaban con mucha emoción el día en que esa semilli-
ta floreciera.
Por fin llegó el tan esperado día, llenos de emoción
estaban a la expectativa de que esa semilla, ahora
convertida en flor, se abriera para ver el color de sus
pétalos...
Esta flor no era una flor común, sus pétalos eran
diferentes, no eran rosas o azules, no eran de un
solo color como el de los demás, como los de Azul
o como los de Rosa, esto creó mucha confusión en
sus padres.
– ¿Qué pasa? dijo Rosa – no entiendo lo que suce-
de, ¿porqué nuestra semilla se transformó en esta
flor tan diferente?
Rosa y Azul no entendían lo que pasaba, se
sentían tristes, solos y confundidos, pensaban que
habían hecho algo mal, se miraban sin encontrar
respuestas.
Cuando las demás flores veían a esta pequeña flor,
hacían comentarios que erandolorosos, decían
cosas como:
¡Es una flor fenómeno!
¡Qué rara es esa flor!
¿Qué le pasó a esa flor?
tan especial, nunca permitían que lo que los demás vengo hay más flores como ella y de muchos otros
decían la dañara, sabían que tenían que hacer algo colores, tantos y tantos colores diversos, no son
pero no sabía qué. lo que los demás decían la daña- muchas pero siguen siendo hermosas.
ra, sabían que tenían que hacer algo pero no sabía – ¡¿Cómo?! – exclamó Rosa – ¿en el campo hay
qué. más flores como nuestra pequeña flor?
Un día otra flor, llamada Fucsia, les dijo: – Si –dijo la abeja– como su pequeña flor; bueno,
– Deberían arrancarle los pétalos a esa flor, y no idénticas pero si muy parecidas hay muchas
dejarle solamente los de un color. variedades de colores, ¿no lo sabían?
– Pero eso será doloroso – dijo Rosa. Azul dijo,
– Si, pero eso es mejor, que ser un fenómeno – – No, pensamos que era única, ¿puedes llevarnos
replicó Fucsia. donde has visto a las otras?
– Pero ¿cuáles le quitamos? – preguntó Rosa. – Claro –dijo la abeja– con mucho gusto, oye
– Quítenle los que tenga menos – contestó pero ¿porqué dices que es única? Acaso ¿no todos
Fucsia – así le será menos doloroso. somos únicos, especiales e irrepetibles?. No tienen
de qué preocuparse, su pequeña flor es hermosa
Rosa y Azul no querían hacer eso, no estaban tal cual es, es una flor que crecerá sana y llena de
convencidos, su flor era bella tal cual estaba, la amor.
verdad no sabían qué hacer. Sin embargo, tenían
que tomar una decisión. – Todas las flores tienen su belleza y su particu-
laridad –continuó la abeja mientras los guiaba al
Un día pasaba por ahí una abeja, se acercó a la campo con flores de colores– su perfume y colores,
pequeña Flor que era muy llamativa, la pequeña su esencia es lo que las hace especiales, únicas e
Flor se veía feliz, era un retoño aún, pero era muy irrepetibles y nunca dejan de ser una flor
hermosa, al ver que la abeja se acercaba, Azul y
Rosa quisieron espantarla para que no lastimara a Cuando Rosa y Azul escucharon a la abeja y
su pequeña florecita. conocieron otras flores de pétalos multicolores,
se sintieron mejor, entendieron que su pequeña
– ¡Aléjate!, ¡Vete! flor podría vivir una vida plena y feliz, sin tener que
– ¡No la toques!, ¡no te acerques! arrancar sus pétalos rosas o sus pétalos azules.
La abeja se sorprendió ante esta reacción, inme- Sabían que no estaban solos, ahora estarían mas
diatamente, quiso disculparse unidos en el amor, por fin volverían a disfrutar del
– Lo siento mucho, no quise molestar, es que me sol, de la lluvia y del viento junto con su pequeña flor
parece tan hermosa esta pequeña flor, de donde de pétalos multicolor.
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Género y Juego
Club en Parque Camet. Sábado por la mañana. ¡Son nenas! ¡Tres nenas!
Un sol de invierno apenas suficiente. Las divisiones Un par de minutos después los entrenadores
infantiles de rugby juegan los sábados por la maña- llaman a sus equipos. Se distribuyen en la cancha y
na. Padres al costado de la cancha, apiñados alre- comienza el partido. Al principio nuestros jugadores
dedor del mate y los bizcochitos. Hijos que corren a parecen no querer interactuar con las niñas, la acti-
las órdenes de los entrenadores haciendo la entrada tud corporal los delata, las enfrentan tímidamente,
en calor. quizás con temor, con vergüenza o todo eso junto.
A los lejos, cruzando las canchas pobladas Pero en algún momento que no alcanzo a identifi-
de otros chicos, se ve venir a los integrantes de car, el círculo mágico se cierra, entonces ahí, en la
la división invitada para jugar con nuestros hijos. cancha, ya no hay dos equipos y tres nenas, sino
Parece que nada va a alterar la rutina de un sábado dos equipos de rugby que juegan juntos a lo que
en el club. Poco a poco se van acercando hasta las decidieron jugar.
canchas donde juegan los infantiles. De pronto, y De regreso a casa, un solo comentario de mi hijo,
a la manera de las películas de Hollywood sobre fue diferente al de otras ocasiones:
eventos catastrófico, que comienzan mostrando la
cotidianidad de una ciudad que luego es tragada por - “jugaban bien las nenas…” comentó como al
un terremoto o invadida por un virus mortal, ocurre pasar.
lo inusual. Junto a los niños y los entrenadores del - “Seeeeee…..”, le dije yo. Intentando darle un
club visitante… ¡tres niñas! tono rutinario a mi respuesta.
¡Tres niñas vestidas para jugar!
¡Tres niñas vestidas para jugar al rugby! * Héctor Carrer, además de ser Educador con una
Camiseta, pantalones cortos, medias, botines y amplia trayectoria en educación y ser director educa-
protector bucal. tivo de Tierra de Juego, es un “veterano” de rugby (y
Los entrenadores de ambos equipos se saludan un apasionado de este deporte) y papá de un jugador
y comienzan a dialogar. Nuestros hijos, que pararon de rugby infantil. Héctor ha expresado en numerosas
de correr, miran al otro equipo, los observan como ocasiones lo importante que ha sido este deporte en
quien mira un extranjero que habla una lengua extra- su vida de niño y de adulto.
ña. Sonríen nerviosos, hacen comentarios en voz
baja. Se acercan a los padres y, con cara de haber
visto un extraterrestre, exclaman:
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Género y Juego
“(…) La paz es la navidad, y un regalo como actividad privilegiada de la infancia. Sino que
sorprendente, vamos más allá, y lo pensamos como un complejo
Tener derecho a jugar y que sonría la gente”1 entramado, una herencia cultural que permite la
transmisión de acciones, posiciones, roles e imagi-
narios que van moldeando nuestra identidad. El
juego como función inherente al ser humano, permi-
Pensaba en el conjunto de palabras que forman te y trae una inconmensurable cantidad de enun-
parte del título de este pequeño artículo: juego, ciados traducidos en lenguaje, formas de crianza,
género, construcción, cultura, paz… maneras de vincularse, de aprender, de sentir y de
vivir que nos excede y transforma. El juego comu-
Palabras cargadas de sentido, multiplicidad de nica. El juego trae consigo la historia de la humani-
significados que entrelazados, irán delineando una dad. A través del mismo, se activan los sentidos, se
nueva trama. Como un tapiz, cuyas lanas de colores clarifica el caos de sensaciones primarias, el juego
van creando un dibujo, así iremos tejiendo nuevos integra pensamiento, sentimiento y acción. El juego
significados. Pero primero, les voy a proponer un mismo es lenguaje. A su vez, el juego es un dere-
juego: cho2 (que no siempre está garantizado).
Recuerden el patio de su escuela. Es el recreo,
están ahí viendo a tod@s...¿a qué juegan l@s
chic@s? ¿cuánto espacio ocupan los varones y
cuánto espacio ocupan las mujeres? ¿los varones y
las mujeres juegan juntos? ¿a qué juegan? ¿o juegan
separados? ¿qué les dejan hacer a las chicas y qué
no? ¿y a los varones? ¿y a tod@s? “El juego trae consigo
Seguramente, las escenas que cada quien pudo la historia de la humanidad.”
recrear fueron diferentes, sin embargo no temo
equivocarme que esas escenas traducen relaciones
sociales y principalmente, relaciones de género.
Vale aclarar que cuando nos referimos a género, lo
hacemos pensando en el sentido amplio del térmi-
no, que involucra tanto a mujeres como a varones. ¿Cómo no referirnos entonces a su poder social,
Es decir, aprendemos a ser hombres y mujeres multiplicador y transformador?
según lo que las sociedades van definiendo como lo Por ello, no es casual que nos encontremos ante
propio de lo femenino y masculino, y lo que debe ser una suerte de revisión que está poniendo en cues-
un hombre y una mujer (Tarducci, Zelarallán, 2010) tionamiento el juego, el jugar y los juguetes, en rela-
Podemos afirmar entonces, que las relaciones ción a determinadas formas de reproducción simbó-
de género atraviesan todo el conjunto social, donde lica, de estereotipos, y de funciones sociales (tanto
el juego, el jugar y los juguetes no son la excepción privadas como públicas), poniendo en tensión la
(Demarco, Andrade 2010). A partir de aquí, comien- cuestión del control social y el espacio de libertad,
za nuestra propuesta: como aquellas condiciones de igualdad y desigual-
dad de quienes juegan. Desde que la modernidad
¿Por qué hablar de juego y género? ¿Por qué estableció el concepto de infancia, ha encontrado
hablar de paz? en el juego, el jugar y los juguetes, el principal medio
Cuando hablamos de juego, no nos estamos de modelamiento de roles y funciones sociales,
refiriendo únicamente al concepto/acción del jugar, especialmente atribuidas a las categorías mujer-va-
rón, y de clase social.
1 Extracto del poema “La Paz” de Alfonsina Storni. Lo aprendí
de memoria a los 10 años, en la escuela n°12 de Morón. Fue la 2 Art. 31 de la Convención de los Derechos del niño, la niña y
señorita Azucena quien nos enseñó a recitar poemas de memo- adolescentes: “Los Estados Partes reconocen el derecho del
ria, jugando con el cuerpo, la voz, la expresión. Ese aprendizaje niño al descanso y esparcimiento, al juego y las actividades
a manera de juego, quedó en la memoria, junto a los juegos y recreativas propias de su edad y a participar libremente en la
juguetes de mi infancia que me siguen acompañando. vida cultural y de las artes”
16
Género y Juego
Dar cuenta del carácter político y cultural del ce nuestro mundo, porque reconoce la diferencia
juego, nos permite desnaturalizar determinadas y no la considera como “lo que falta”, sino como
concepciones acerca del mismo, de aquellos juegos “lo que complementa”. Diversidad que permite la
y juguetes socialmente “esperados” para varones aceptación y el respeto por el otro/otra, de quien
y mujeres1. Y también, cuestiones que hacen a la puedo aprender y a quien puedo enseñar. Con quien
desigualdad social y de acceso e inequidad. Por puedo jugar y descubrir nuevos mundos, nuevas
otro lado, nos habilita a plantearnos el interro- posibilidades.
gante: ¿existe lugar para las infancias múltiples y Resulta evidente que no es ingenuo ni aleatorio,
diversas2? el modo en cómo pensamos el juego, qué tipo de
juegos ofrecemos y sostenemos como adult@s y
cuáles juguetes seleccionamos para jugar con niños
y niñas. Por ello nos encontramos en un momento
histórico que nos habilita a pensar y repensar los
modos de vincularnos, las posiciones que asumi-
mos y los roles que desempeñamos…hoy más
convencid@s que en otros tiempos, del carácter
altamente contingente de los mismos: nada hay de
natural aquí, todo es construcción.
Y el juego, pensado también desde esta óptica,
nos provee de una oportunidad única: por el y a
través de el, la de construir nuevas posiciones socia-
les, nuevos roles que permitan una mayor equidad
e igualdad. La vivencia de la no violencia. Nuevos
modos de vivir la corporalidad y el movimiento sin
prejuicios. Generar lazos de cooperación, de solida-
ridad, de intercambio… ¿acaso todo esto no sucede,
cuando los niños y las niñas se reúnen a jugar? Si
no han logrado hacerlo, l@s animo a que observen
cómo juegan libremente l@s niñ@s: Se ponen de
acuerdo, se invitan entre sí, se ayudan mutuamente,
crean universos, respetan y hacen respetar lo pacta-
do, se divierten, ponen el cuerpo y el movimiento:
todo esto es lo que trae el juego consigo.
Cuando hablamos de equidad, de igualdad en
las oportunidades y en las relaciones de género, de
respeto, de diversidad, de creación, de vínculos, de
no violencia…estamos hablamos nada más ni nada
menos, que de paz.
La paz es posible, y el juego y el jugar nos
demuestran que podemos hacerla realidad todos
Ahora bien, pensar el juego desde una perspec- los días.
tiva de género, no sólo aporta elementos valiosos
a este análisis del juego, al enmarcar las prácticas
lúdicas dentro de un contexto político-histórico-cul- Bibliografía consultada:
tural. También nos permite comenzar a construir el - Caba, B., Aubert, E (s/a): “Cuadernillo para el
camino que nos ayude a pensar y generar nuevas uso y facilitación del espacio de juego rodante “La
alternativas, nuevos modos de comunicarnos, Jueguería” –IPA Argentina, Buenos Aires.
tendientes a superar la categoría binaria “varón-mu- - Convención Internacional de los Derechos del
jer” y poner a jugar la diversidad en la construccio- Niño.
nes de identidad de género. Diversidad que enrique-
- Demarco, L., De Isla M., Isnardi, J. (2010) “Equis:
1 Aquí nos estamos refiriendo a aquellos juegos y juguetes de
la igualdad y la diversidad de Género desde los
marcado corte sexista: determinación de los colores para los
primeros años”. 1° ed. Las Juanas Editoras, Buenos
juguetes, juegos más suaves y tranquilos para las niñas, de ma-
Aires.
yor destreza corporal para los varones, juguetes que claramente
establecen estereotipos de roles, entre otros. - Marina, M. (2011): Educación Sexual Integral:
2 Por infancias múltiples y diversas entendemos aquellos niños para charlar en familia”-1°ed.-Ministerio de
y niñas que no “entran” en la categoría binaria hombre-mujer, ni- Educación de la Nación, Buenos Aires.
ños y niñas con discapacidad, niños y niñas de contextos desfa-
vorecidos, y de sectores minoritarios. Es decir, un gran conjunto
de la población infantil que queda excluida del conjunto social.
17
Género y Juego
Propuesta lúdica
Máscaras
18
Género y Juego
¡Impri
mí,
líneas recortá por
punte l
crear adas y as
perso a
najes!
19
Género y Juego
¡Impri
Juego cooperativo fichas mí, recortá
, pegá las
empe e l t a b
El Arca de Noé zá a ju lero y
Cynthia Camauer
gar!
Diseñadora gráfica, Creadora de WendelTreppe.
Miembro IPA.
Agradecemos a cada uno de los profesionales que forman parte de esta publicación. Su
compromiso por la causa y su aporte desinteresado nos ayuda a “creer” en que un cambio a
mediano plazo es posible.
Te agradecemos a vos, lector y lectora, por tomarte un tiempo para leer sobre la temática. Si
logramos que al menos una persona con trato directo con niños y niñas revise en su interior la
postura ante la temática esta publicación ha cumplido su cometido.
Agradecemos a todos los que comparten en las redes, recomiendan a amigos y a los
medios de comunicación porque todos nos ayudan a poner el tema sobre la mesa.
Agradecemos a todos los que transforman su mundo, porque solo así transformaremos el
mundo y lo haremos un lugar más inclusivo, tierno y justo para grandes y niños.
Y por último, agradecemos a todos los voluntarios y voluntarias, que desinteresadamente,
trabajan por la misión de la asociación y a los miembros de la organización que gracias a su
confianza y aportes se hace posible la tarea diaria.
IPA Argentina
Agosto 2016
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Asociación Internacional por el
Derecho del Niño/a a jugar OSC
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