Sei sulla pagina 1di 30

Cuando una célula se va a reproducir lo primero que hace es duplicar su

material genético, (ADN) por medio de un proceso llamado replicación, en el


cual se obtiene una copia exacta de ADN para cada célula hija.
De acuerdo a la teoría celular establecida por el
biólogo alemán Rudolf Virchoff en el siglo XIX, “las
células sólo provienen de células”.
Todos los organismos vivos tienen un ciclo de vida,
compuesto de etapas que se van alcanzando de
manera consecutiva en el tiempo. Las células, como
componentes básicos de todos los organismos,
también atraviesan fases temporales que conforman
su ciclo denominado ciclo celular. La célula aumenta
su tamaño, el número de componentes intracelulares
(proteínas y organelos), duplica su material genético y
finalmente se divide.
El ciclo celular es una serie de eventos moleculares secuenciales y unidireccionales
cuya función es la duplicación del ácido desoxirribonucleico (ADN) para generar dos
células hijas, cada una con una copia idéntica de material genético. En las células
eucariotas, este conjunto de procesos se divide claramente en dos etapas:
la interfase, que incluye todo el periodo en que la célula no está dividiéndose, y
la división celular.
El ciclo celular es la base para la reproducción de los organismos. Su función no es
solamente originar nuevas células sino asegurar que el proceso se realice en forma
debida y con la regulación adecuada (con controles internos para evitar la posible
creación de células con múltiples errores).
La creación de nuevas células permite al organismo mantenerse en un constante
equilibrio, previniendo así aquellos desórdenes que puedan perjudicar su salud
(enfermedades congénitas, cáncer, etc.).

Una célula recién formada no puede volver a dividirse inmediatamente: tiene un


tamaño más pequeño que lo normal y, sobre todo, tiene menos ADN de lo que
necesita para poder hacerlo. Por lo tanto, antes de entrar otra vez en división la
célula debe, por lo menos, crecer y duplicar su ADN. Estos son los procesos más
importantes que van a ocurrir durante la interfase. Durante toda la interfase, el
material genético se encuentra en estado de cromatina, ADN asociado a histonas
que se encuentra desenrollado en forma de largas hebras. ..

Teniendo en cuenta los procesos que ocurren, la interfase se divide en tres


subetapas: G1, periodo S y G2.

El periodo G1 recibe su nombre del término inglés Gap Growth o Gap1 (Intervalo 1),
la célula expresa sus genes, sintetiza activamente proteínas y aumenta su masa y
tamaño debido a la continua síntesis de todos sus componentes, hasta alcanzar el
de una célula normal. La cromatina se descondensa gradualmente hasta adoptar
una conformación totalmente extendida (correspondiente a la doble hélice). El
periodo G1 tiene una duración entre 6 y 12 horas. Los cromosomas constan de una
sola cromátida cada uno y la membrana nuclear está presente.
Casi al final del periodo G1 la célula alcanza un momento clave, llamado el "punto
de restricción". Si lo supera, la célula prosigue el ciclo celular, desencadenando los
procesos que le llevarán a una próxima división. Justo después de este punto de
restricción la célula alcanza un primer punto de control del ciclo celular. En este
momento se comprueba que se den varias circunstancias, imprescindibles para que
continúe el ciclo celular:
1. La existencia de factores externos que promuevan el avance del ciclo, es
decir, factores de crecimiento y proliferación celular.
2. Que la célula haya crecido lo suficiente.
3. Que el material genético esté intacto.
Si se dan todas esas condiciones, la célula pasa al siguiente estadio del ciclo, el
periodo S (de síntesis).
El periodo S (del inglés Synthesis) representa "Síntesis". Al principio de la fase S se
sintetizan las histonas; después se va a producirse la replicación del ADN, de modo
que los cromosomas van a pasar de estar formados por una sola cromátida a tener
dos cromátidas hermanas cada una. La fase S no posee un punto de control como
tal, aunque sí está controlada la posibilidad de que el material genético se replique
varias veces, lo que alteraría la ploidía de la célula: el inicio de la replicación necesita
que un conjunto de proteínas, llamadas ORC, se unan a los orígenes de replicación.
Otro grupo de proteínas, llamadas proteínas complejo pre-replicación se une al ORC.
Las proteínas reguladoras del ciclo celular lo que hacen es eliminar el complejo de
pre-replicación, impidiendo que vuelva a unirse al ADN. Tiene una duración de unos
6-8 horas.
En el periodo G2 del inglés Growth o Gap2 (Intervalo 2), la célula vuelve a manifestar
una intensa actividad metabólica, sintetizando gran cantidad de proteínas,
relacionadas con el despliegue del aparato mitótico, especialmente tubulina para la
formación de microtúbulos, que serán necesarios durante la división celular.
Comienza la condensación de los cromosomas y el ensamblado de las estructuras
especiales requeridas para la mitosis y la citocinesis. En las células animales, durante
este periodo se produce la duplicación de los centriolos, que participarán en la
separación de las cromátidas. Al final del periodo G2 existe un nuevo punto de
control, en el que la célula comprueba que se den las siguientes condiciones:
1. Que el material genético se haya duplicado.
2. Que el material genético no tenga errores.
3. Que el ambiente extracelular sea adecuado.
En cierto momento del ciclo celular, la célula
“decide” si va a dividirse o no. Cuando las células
normales cesan su crecimiento por diversos
factores, se detienen en un punto tardío de la fase
G1. En algunos casos, las células pasan de la fase
G1 a un estado especial de latencia, llamado
G0, en el cual pueden permanecer durante días,
semanas o años.
Lo cual no significa que entren en reposo ya que estas células presentan un
metabolismo activo, pues si estas células reciben el estímulo adecuado abandonan
el estado G0 y entran al G1. Algunas poblaciones celulares altamente especializadas
como las fibras musculares o neuronas al entrar en estado G0 abandonan
indefinidamente el ciclo celular.
Al salir de una mitosis, la célula entra, en principio, en una fase G1. Sin embargo,
para que esta etapa avance es necesario que el medio le proporcione determinados
factores de crecimiento producidos por las células que la rodean. Si esto no ocurre,
la célula inicia un periodo denominado G0 que en muchos textos es definido como
una fase de quiescencia.

En nuestro organismo, las células de la piel, por ejemplo, se dividen hasta una
vez al día. Las células del recubrimiento estomacal se dividen todos los días. La
mayoría de nuestras células nerviosas y musculares no vuelven a dividirse una
vez han madurado (se encuentran en G0) y si una de estas células muere, no se
repone. Las células del hígado se dividen sólo una o dos veces al año o ante
estímulos como una lesión en el tejido. Sin embargo, el hecho de que estén en G0,
sin dividirse, no implica inactividad; ya que los hepatocitos (células del hígado), por
ejemplo, se encuentran entre las células más activas de todo el organismo desde un
punto de vista metabólico.
Una fase en la que la célula se asegura de que existen las condiciones idóneas para
poder dividirse, denominada Gap1 (G1); una fase de replicación de ADN nuclear,
Fase S (S); otra fase donde se verifica que la duplicación de ADN se realizó de
manera completa y sin errores, denominada Gap2 (G2); y finalmente, una fase de
segregación de las cromátidas (Fase M o mitosis).
En cada ciclo celular se distinguen por tanto varias fases: la interfase (etapa en la
que la célula duplica su contenido), la mitosis (etapa en la que los componentes se
separan a polos opuestos de la célula) y citocinesis (separación física de las dos
células hijas).
La división de la célula consta de dos procesos fundamentales: la división del núcleo
(cariocinesis), más conocida como mitosis o fase M, y la división del citoplasma,
con el reparto de los organelos entre las células hijas, que se denomina citocinesis.
Mitosis
El ciclo celular se divide en interfase y mitosis, en
interfase se duplica el material genético y por medio
de la mitosis ese material se reparte por igual entre
las dos células hijas. Así, a partir de una célula madre
por mitosis se obtienen dos células hijas con igual
dotación cromosómica que la progenitora.
La mitosis es el proceso de división de las células
somáticas, fundamental en la proliferación celular
que tiene lugar durante el desarrollo embrionario, el
crecimiento y el mantenimiento de los tejidos.
Supone una reorganización drástica de todos los
componentes celulares, pero muy especialmente de
los cromosomas, cuya segregación a cada una de las
células hijas debe ser muy precisa y estar finamente
regulada y coordinada con la separación física de las
nuevas células (citocinesis).
Durante la mitosis, la maquinaria celular se especializa en llevar a cabo los distintos
procesos que tienen lugar en la célula: condensación de la cromatina, formación del
huso mitótico, segregación de los componentes y fisión celular.
La mitosis es el proceso que garantiza el reparto equitativo del material genético
entre las células hijas. Es imprescindible para que ambas células puedan
desarrollarse correctamente, y realizar las funciones que tienen encomendadas en
el organismo. Para que se produzca el ADN, que previamente se ha duplicado
durante la fase S, se asocia con el aparato mitótico, un elemento del citoesqueleto
formado fundamentalmente por microtúbulos y estructuras relacionadas (centriolos
en las células animales).
La mitosis es un proceso continuo: una vez que ha comenzado, prosigue hasta el
final sin interrupción o la célula muere.
El proceso por el cual una célula somática1 (célula corporal), se divide y origina dos
células hijas con la misma información genética requiere tres procesos: INTERFASE,
MITOSIS (profase, metafase, anafase y telofase) y CITOCINESIS.

Significado biológico de la mitosis


A nivel genético representa un sistema de reparto equitativo e idéntico de la
información genética. Ambas células hijas tendrán la misma información genética.
A nivel celular la mitosis permite la perpetuación de una estirpe celular y la
formación de colonias de células (clones celulares).
A nivel orgánico.- Mediante el proceso de la mitosis se lleva a cabo la reparación
y regeneración tejidos, como son los casos de cicatrización y regeneración de la piel.
La mitosis permite que todas las células de un organismo pluricelular, a excepción
de las células sexuales, dispongan de idéntica información genética. La mitosis
permite el crecimiento de los organismos pluricelulares por aumento del número de
células que conforman su masa corporal constituida por los tejidos y los órganos
que forman a los aparatos y sistemas.
Para su mejor comprensión el proceso de mitosis, se divide en 4 fases consecutivas
y cada fase se identifica por hechos específicos. Estas fases, en orden secuencial
son: profase, metafase, anafase y telofase.

1
Células del cuerpo.
FRASE PARA RECORDAR: PROMETAANATELO
En los organismos animales, la mitosis se lleva a cabo en las células somáticas o
corporales. La mitosis permite:
-el crecimiento por aumento en el número de células,
-la reparación y renovación de los tejidos, y
-la formación de un organismo multicelular a partir del cigoto, durante el desarrollo
embrionario.

1. Profase 2. Metafase 3. Anafase 4.Telofase

1.- Profase
Es la primera de la mitosis. Comienza con la condensación de
los filamentos de ADN que forman los cromosomas.
Paralelamente, se aprecia la paulatina desaparición de la
membrana nuclear y del nucléolo, los cuales, al final de esta
etapa, ya no están presentes.
En el citoplasma celular, el citoesqueleto se reacomoda para dar
paso a la formación de una serie de microtúbulos que se dirigen
hacia los cromosomas con el fin de adherirse en los
centrómeros. Esta nueva estructura se conoce como el nombre
de huso mitótico o huso acromático.
En las células animales, se forman desde los centriolos unas fibras adicionales que se
conocen colectivamente como áster. La profase es la etapa más larga de la mitosis; puede
durar hasta 30 minutos.
2.- Metafase
En esta etapa cada cromosoma duplicado se desplaza hasta
situarse en el plano central o ecuatorial del citoplasma (placa
metafásica). Esto se da gracias a la red de fibras del huso
acromático la cual, desde ambos polos de la célula, ayuda a los
cromosomas duplicados a alinearse en el centro de las células.
Dependiendo del tipo de célula, esta fase puede durar hasta 20
minutos.
3.- Anafase
En esta etapa comienza la separación de los cromosomas
duplicados, de la siguiente manera: los centrómeros se dividen
y cada cromosoma se separa en dos cromátidas hijas. Los
centrómeros emigran a lo largo de las fibras del huso
acromático en direcciones opuestas, arrastrando cada uno en
su desplazamiento a una cromátida hija. De esta forma, en cada
polo celular quedará la misma cantidad de cromosomas hijos.
Es la fase más corta de la mitosis; dura aproximadamente cinco minutos, pero constituye la
fase decisiva porque en ella se realiza la distribución de las dos copias de la información
genética original.
4.- Telofase
Esta etapa se caracteriza por la llegada de los cromosomas
hijos a los polos celulares. El huso se desintegra, los
cromosomas comienzan a descondensarse, para volver a
adoptar la de delgadas hebras y aparece el nucléolo.
Paralelamente, la membrana celular comienza a
reorganizarse para aislar las copias del material genético del
citoplasma.
Esta etapa dura 20 minutos. Al final se observan dos núcleos
casi completamente formados; ambos en un solo citoplasma.
A continuación, tiene lugar la división del citoplasma
(Citocinesis)

La división del citoplasma celular, llamada citocinesis, ocurre de forma diferente en


células animales y vegetales, debido a que estas últimas no solo deben crear una
nueva membrana celular, sino también nueva pared.
En las células animales, los elementos del citoesqueleto (concretamente los
microfilamentos de actina y miosina) forman un anillo ecuatorial justo por debajo de
la membrana que se va estrangulando, formando una invaginación anular de la
membrana. Esta invaginación acaba por cerrarse, formándose las dos células hijas.
En las células vegetales el proceso es más complejo porque además de la nueva
membrana tiene que formarse la pared celular que se sitúa entre las nuevas células.
En este caso se produce una acumulación de vesículas procedentes del aparato de
Golgi en la zona ecuatorial de la célula. Estas vesículas llenas de carbohidratos los
precursores de la pared celular, de forma que cuando se fusionan entre sí dan lugar,
por una parte, a las membranas entre las nuevas células, y por otra a la nueva
pared.
Al terminar la mitosis se han formado dos células hijas, las cuales son idénticas tanto
en su contenido genético como en su contenido de citoplasma. Son genéticamente
idénticas ya que cada una recibió una copia exacta de los cromosomas de la célula
madre. Las dos células hijas resultantes entran en interfase para después volver a
dividirse.
Todos los procesos que se llevan a cabo durante el ciclo celular, son estrictamente
regulados por un sistema de control del ciclo celular, que determina que todos
los eventos se realicen en el momento adecuado, en el orden correcto y una sola
vez cada ciclo celular. En él participan principalmente las proteínas reguladoras
conocidas como ciclinas (llamadas así porque regulan el ciclo celular),
encontrándose en diferentes concentración en la célula a lo largo del ciclo y las cdk
o quinasas (quinasas dependientes de las ciclinas) que necesitan de las ciclinas
para activarse, ya que se unen a las quinasas y regulan su actividad.
Hay cuatro clases de ciclinas que son: G1, G1/S, S y M, que actúan en diferentes
momentos del ciclo celular. Las quinasas (Cdk) están presentes en las células
eucariotas durante todo el ciclo celular y su actividad depende de la unión con
diferentes ciclinas, formando el complejo Cdk-ciclina que induce el inicio de
diferentes procesos del ciclo y a lo largo de éste actúan diferentes ciclinas, de
acuerdo a la fase de que se trate.
A lo largo del ciclo existen puntos de control, principalmente en las fases G1, G2 y
hacia el final de la mitosis. La regulación en G2 asegura que la replicación esté
completa antes de la división celular y que el ADN no presente danos. Este último
aspecto también es revisado en G1, evitando así la replicación de material genético
dañado.
El ensamblaje entre estas dos moléculas, su activación y posterior inactivación son
los procesos centrales que dirigen el paso de una etapa a otra en el ciclo celular.
Las principales acciones del sistema de control del ciclo celular requieren de un
tiempo para completarse. Si un punto de control desencadena el comienzo de la
siguiente fase sin que se haya terminado la anterior, puede ocasionar danos
irreparables en la célula y en sus hijas.

Puntos de control del ciclo celular y de la mitosis


Punto de control G1
Para que la célula supere este punto
debe cumplir algunos requisitos,
como tamaño adecuado,
disponibilidad de alimento, señales
de crecimiento, y que el ADN no
presente daños ni alteraciones. Si
en algún momento uno de ellos no
se cumple, el sistema de control se
detiene para dar tiempo a que se
generen estas condiciones.
Punto de control G2
En este punto se controlan el
tamaño de la célula, la calidad de la
replicación del ADN y las
condiciones que presenta el entorno para la división.
Punto de control de la mitosis
En este punto, la célula regula el correcto alineamiento de los cromosomas en el
plano ecuatorial de la célula para asegurar una distribución equitativa del material
genético a las células hijas.

Sabías que: El gene p53 que está en el brazo corto del cromosoma 17, sintetiza la proteína
p53 que detiene el ciclo celular, evitando que entre a la fase S cuando detecta daño en el
ADN, obligando a la célula a autodestruirse (apoptosis). En cerca del 50% de los cánceres
humanos existe una mutación en el gene p53, lo que permite que las células con el ADN
dañado continúen dividiéndose.

Cáncer: descontrol de la división celular


En ocasiones, las células sufren alteraciones del material genética, lo que provoca
trastornos de diversos tipos. Estas alteraciones se denominan mutaciones y sus
efectos en el organismo son muy variados. Si la mutación se produce en alguno de
los genes implicados en la regulación del ciclo celular, el individuo puede desarrollar
un cáncer, el que se caracteriza por una proliferación celular rápida y

descontrolada.

El cáncer se inicia cuando un grupo de células de un


lugar específico del organismo comienza a dividirse
de manera inusual, lo que origina una masa de células
denominada tumor.

Hay tumores benignos, que son los que están


restringidos a un lugar determinado, y otros
malignos, que son aquellos cuyas células pueden
invadir otros tejidos, “viajando” en la sangre o en la
linfa, proliferando y produciendo más tumores
malignos. Este fenómeno se denomina metástasis y es propio de la mayoría de los
tipos de cáncer.

Si bien en muchos casos la causa del cáncer tiene un componente hereditario,


existen factores ambientales que pueden actuar como agentes que pueden producir
mutaciones en el ADN. Algunos de ellos son la contaminación, la exposición a rayos
UV, el consumo de tabaco o la inhalación de ciertas sustancias químicas, entre
otros.

Por otro lado, existen evidencias de que la infección de ciertos virus está asociada
a algunos tipos de cáncer, como es el caso del virus del papiloma humano, que
puede provocar cáncer cervicouterino. Todos los factores, ya sean químicos, físicos
o biológicos, que causan algún tipo de cáncer se denominan agentes
carcinógenos.

Actualmente se conocen al menos dos grupos de genes cuya alteración puede


generar cualquier tipo de cáncer. Estos son:

• Protooncogenes. Grupo de genes cuya función es estimular la división celular y


que, en condiciones normales, están presentes en las células. Cuando se produce
una mutación en alguno de ellos, se generan oncogenes o genes causantes de
tumores, cuya expresión provoca un aumento descontrolado del crecimiento y la
reproducción celular.

• Genes supresores de tumores. Genes que inhiben la división celular, ya sea


deteniendo el ciclo o bien produciendo la muerte de la célula (apoptosis). Se activan
cuando la célula ha sido infectada por un virus. La mutación, por ejemplo, del gen
p53 y la consiguiente formación de una proteína p53 no funcional puede ocasionar
cáncer de colon y recto, mamas, pulmones, vejiga y cerebro.

Apoptosis. Las células tienen un ciclo de vida, vale decir, surge una nueva célula,
crece, se reproduce y muere. La apoptosis o muerte celular programada es una
secuencia de acontecimientos que termina con la muerte celular controlada por la
propia célula. Ocurre en el período de formación de los órganos, cuando se requiere
eliminar células, también cuando en un tejido hay sobrepoblación de células, o
cuando el ADN de las células ha sido severamente dañado.
La metástasis es la capacidad de las células cancerosas de penetrar los vasos
sanguíneos y viajar por la sangre hacia otros tejidos donde inicia un nuevo tumor.
Los tumores benignos no pueden diseminarse, los tumores malignos son los que
tienen la capacidad de prolongarse por metástasis.
La muerte celular puede presentarse mediante dos mecanismos:
• Apoptosis o suicidio celular. Este mecanismo tiene un orden (genéticamente
programado) que como sabes es desencadenado por el envejecimiento celular, en
el cual las células reducen su tamaño debido a la incapacidad de producir
nuevas moléculas. Este mecanismo no afecta a células vecinas, sólo en las células
programadas para esto. Ocurre en todos los tejidos del cuerpo y es una manera de
mantener la forma y función de los órganos, así como de eliminar células
defectuosas o malignas.
• Necrosis. Es la muerte patológica de un conjunto de células o de cualquier tejido
del organismo, provocada por un agente nocivo que causa una lesión tan grave que
no se puede reparar o curar. Por ejemplo, el aporte insuficiente de sangre al tejido,
un traumatismo, la exposición a la radiación ionizante, la acción de sustancias
químicas o tóxicos, una infección o el desarrollo de una enfermedad autoinmune o
de otro tipo. Una vez que se ha producido y desarrollado la necrosis es irreversible.
2
Las aportaciones conceptuales de diversas investigaciones realizadas durante la segunda mitad de
la década de los cincuenta y principios de los sesenta, permitieron a Francis Crick formular el dogma
central de la biología molecular, que describe el flujo de la información genética.

Meiosis
La meiosis produce células haploides con combinaciones genéticas únicas
Es un proceso de división celular propio de organismos con reproducción sexual,
mediante el cual se forman los gametos (gametogénesis). A partir de cada célula
diploide de las gónadas se originan espermatozoides y óvulos funcionales, todos
haploides.
La meiosis es un proceso de división que
supone reducción cromosómica. A partir de
una célula diploide (2n), que posee, por
tanto, dos dotaciones cromosómicas (es
decir, parejas de cromosomas), se obtienen
cuatro células hijas, cada una de ellas con
una sola dotación cromosómica (n).
Asegurando de esta forma, un número
constante de cromosomas a la
descendencia, donde la mitad del ADN es
aportado por el padre y la otra mitad por la
madre.

La meiosis está precedida de una interfase en la que se produce la duplicación del


ADN.

Las características básicas son:

A partir de una célula 2n se obtienen 4 células n genéticamente diferentes entre


sí y de la célula madre. El número de cromosomas se reduce a la mitad.

Se produce el fenómeno de recombinación genética o intercambio de material


genético entre cromátidas de cromosomas homólogos.

Consta de dos divisiones sucesivas, Meiosis I y Meiosis II. La primera se denomina


meiosis reduccional y la segunda ecuacional.

2
Genes, genomas y metagenomas: de Mendel a Venter-Rosa María Gutiérrez y Enrique Merino
En los humanos, el número cromosómico diploide es 46
y el número haploide (n) es 23. Cuando un
espermatozoide y un ovocito se fusionan en la
fecundación, cada gameto es haploide, lo que contribuye
con un conjunto de cromosomas; así el numero diploide
(2n) se recupera en el huevo fecundado (cigoto).

La meiosis
permite la
recombinación de los cromosomas
homólogos de los progenitores y se
intercambia la información genética.
Como se mencionó anteriormente, al
unirse ambas células haploides paternas
en la fecundación, se genera un cigoto
diploide que dará origen a descendientes
con el número de cromosomas propio de
la especie. Es así como cada progenitor aporta la mitad de su código genético a la
célula hija.

La meiosis brinda un mecanismo efectivo por el cual el ADN de los dos padres puede
ser reclasificado y recombinado en nuevas formas, por esta razón no hay dos seres
humanos que sean exactamente iguales.
La meiosis asegura que cada nueva generación sea única y tenga nuevas
posibilidades.

En la especie humana, con sus 23 pares de cromosomas, las posibilidades de


combinación de los cromosomas son de 2 elevado a la potencia 23, es decir, este
mecanismo es capaz de dar lugar a la formación de 8´388,608 gametos distintos
a partir de cada célula.

En general, la meiosis consiste en dos divisiones nucleares y citoplasmicas,


denominadas la primera y segunda divisiones meióticas, o simplemente meiosis I
y meiosis II. Cada una de ellas consta de cuatro fases denominadas profase,
metafase, anafase y telofase.

En la meiosis I, cada par homólogo de cromosomas se sitúan en los distintos


núcleos de las células formadas.

En la meiosis II, las cromátidas hermanas de cada cromosoma se separan


distribuyéndose en los núcleos de las células hijas. Por lo tanto, la meiosis da por
resultado cuatro células con cromosomas haploides.
La interfase que sucede previo a la meiosis es
idéntica a la que ocurre antes de la mitosis. En
dicha etapa previa se producen tres fases.

Fase G-1

La célula inicia su crecimiento, se forman las


organelos y se produce la síntesis de proteínas.
En esta fase la célula aumenta de tamaño.

Fase S

Es más larga que en la mitosis. Se produce la replicación del ADN, y como resultado
los cromosomas, que hasta ahora tenían una sola cromátida, se duplican quedando
con dos cromátidas idénticas. Dicha duplicación da lugar a que el núcleo ahora tenga
el doble del ADN y de proteínas que al principio.

Fase G-2

Esta etapa es más corta que en la mitosis, y en ocasiones no se presenta. Los


cromosomas comienzan a condensarse. Los centriolos se duplican y empiezan a
dirigirse a cada polo de la célula.

MEIOSIS I

Profase I

Se produce la síntesis de ARN en el


núcleo. La carioteca permanece inalterada
hasta el final de toda la fase. La profase I
se divide en cinco etapas.

-Leptoteno: los cromosomas empiezan a


condensarse y se
anclan a la
membrana nuclear.
-Zigoteno: los cromosomas homólogos (materno y paterno) comienzan a
aparearse. Cuando homólogos se aparean cada gen queda
yuxtapuesto a su homologo. La unión o sinapsis se produce
a lo largo de todo el
cromosoma. Cada
par de cromosomas
fusionados forma un
bivalente,
constituido por
cuatro cromátidas. El apareamiento es
posible gracias a la formación del Complejo
Sinaptonémico.

-Paquiteno: en esta etapa se produce el


llamado “crossing-
over”, donde las
cromátidas
homólogas no
hermanas se
entrecruzan para
intercambiar
material genético.
El lugar de entrecruzamiento se denomina
quiasma.

-Diploteno: se separan los

cromosomas apareados, pero quedan


unidos por el quiasma. En la
formación de los óvulos humanos
(ovogénesis) el proceso meiótico se
detiene en el diploteno hacia el
séptimo mes de gestación,
reiniciándose cuando la niña alcanza la pubertad. Esta pausa se denomina dictiotene.
-Diacinesis: los bivalentes se preparan para acercarse a la zona ecuatorial de la
célula. Comienza a desaparecer la membrana nuclear y el
nucléolo. Finaliza la síntesis de ARN.

Metafase I
Cada par de cromosomas homólogos
(bivalentes) se desplaza hacia la zona
ecuatorial de la célula. Las cromátidas
se disponen en grupos de a cuatro
(tétrada). Como lo hacen al azar, existe
un 50 % de posibilidades de que la
descendencia obtenga los cromosomas
homólogos maternos o paternos.
Anafase I
Cada uno de los cromosomas homólogos
recombinados es arrastrado por el huso y
conducido hacia los respectivos polos.
Este proceso se denomina segregación o
disyunción de los cromosomas homólogos.
La distribución al azar de los homólogos es una
fuente de variabilidad; en cada meiosis.

Es importante fijarse en un hecho distintivo


de la anafase de la meiosis I, que no
comparten ni la anafase de la meiosis II ni la
anafase de la mitosis. Este hecho consiste en que los cromosomas homólogos se
separan pero, al mismo tiempo, las dos cromátidas de cada cromosoma, por la
acción de unas moléculas llamadas shugoshinas, deben permanecer unidas por los
centrómeros. Esto se consigue porque las cohesinas centroméricas no son
degradadas por las separinas.

Telofase I
Cada cromosoma tiene dos cromátidas unidas
a un centrómero. En la telofase I comienza a
formarse la carioteca en cada célula haploide y
el nucléolo. Luego ocurre la citocinesis y se
forman dos células con la mitad de los
cromosomas de la célula original: células hijas
haploides.
MEIOSIS II

Después de una breve interfase, durante la cual no ocurre la replicación del ADN o
los cromosomas, se inicia la meiosis II, Los pasos de la meiosis II son idénticos a
los de la mitosis de las células somáticas.
Las cromátidas de los cromosomas homólogos se sitúan en cada célula hija.

Profase II
Los cromosomas se condensan, se engrosan y se
hacen visibles. Los centriolos, conectados entre
sí por medio de filamentos, se dirigen a los polos
opuestos de la célula y se forma el huso
meiótico. Desaparece el nucléolo y la membrana
nuclear.

Metafase II
Los cinetócoros de cada cromosoma se unen
a las fibras del huso acromático recién
formado. Los cromosomas dobles con
porciones de material genético intercambiado
se ubican en línea recta, en el plano
ecuatorial de la célula. Las cromátidas se
disponen en grupos de a dos, a diferencia de
lo que sucede en la metafase I que lo hacen
de a cuatro, formando tétradas.

Anafase II
Los centrómeros de cada cromosoma se
dividen y las cromátidas se separan y se
desplazan hacia los polos opuestos a través
del huso acromático. A partir de ahora,
cada cromátida es un cromosoma.
Telofase II

Cada cromosoma simple se agrupa en los polos


opuestos de la célula. Desaparecen los centriolos
y el huso acromático. Comienzan a formarse la
membrana nuclear y el nucléolo. El citoplasma
empieza a dividirse a la altura de la placa
ecuatorial dando por resultado dos células hijas.
Las dos sucesivas divisiones dan lugar a cuatro

núcleos haploides con una


combinación diferente de genes.
Se produce cuatro células hijas
haploides 2n.

En resumen, la meiosis permite la obtención de


células especializadas con un papel
fundamental en la reproducción sexual. A raíz
del entrecruzamiento de cromosomas
homólogos, la meiosis hace posible la génesis
de gametos muy variados. A partir de células
diploides se obtienen gametos haploides que,
tras la fecundación, dan lugar a la primera
célula diploide de todo organismo superior, con
la cantidad de cromosomas propia de la
especie.
Aneuploidías: problemas en la separación de los cromosomas homólogos

Las aneuploidías corresponden a anomalías que se evidencian en el número de


cromosomas de un individuo y se producen por la no disyunción (separación) de los
cromosomas homólogos durante la etapa de anafase I. Las más comunes y viables
son las monosomías y trisomías.

Las reglas de la transmisión de las características de la célula madre a la célula hija y de los padres a los
hijos, o herencia, no se entendieron claramente sino hasta principios del siglo XX. El monje G. Mendel
estableció las leyes de la herencia en 1865, unos cuantos años después de la publicación del libro El
origen de las especies; sin embargo, no se reconoció su importancia sino hasta su “redescubrimiento” en
1905 por De Vries.
Los genetistas, como Mendel y De Vries, no estudiaban la molécula, estudiaban cambios heredables en
los organismos: color de las semillas, forma de las flores, etc. Estos cambios visibles o fenotipos
representan, a nivel de organismo, cambios en la información genética.

Potrebbero piacerti anche