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Casa en el pinar de Ofir

Antonio Barrionuevo

La casa en el pinar de Ofir es un


intenso y bello ejemplo de construcción
de raíces tradicionales y modernas en
arquitectura. La primera impresión no
dista de la que percibimos al contemplar
las construcciones tradicionales de mu-
ros de piedra, perimetralmente trazadas
con claridad y rotundidad, que encierran
el espacio de la habitación dentro de
una nave techada por faldones de barro
cocido. El empleo de sillares de piedra
como sistema constructivo de muros,
36 chimenea y suelos; la madera para las
cerchas de formación de cubiertas y de
las carpinterías, vienen a incrementar
esta sensación.
Enfrentada a esta visión observamos
con igual intensidad que determinados
límites han sido estratégicamente reem-
plazados por pórticos de hormigón de
gran luz. Y cómo el frontal de la nave
que contiene la sala de estar es ahora
de una diferente materia: un gran vidrio.
La disolución de los límites de la
nave, que deja de ser un cuerpo ce-
rrado, también queda manifiesta en el
mayor vuelo del tejado, materialmente
suspendido por el pórtico, atemperando
la radiación y el calor solar al tiempo que
se formaliza como plano independiente.
El sutil retranqueo de los extremos de la
habitación proporciona la necesaria es-
tanqueidad al espacio interno de la casa.
Y así la entrega de la viga de hormigón
con el cerramiento lateral se resuelve
en un espacio libre y desmaterializado
como una composición enfatizada de
Casa de Féiras en Ofir (1957-58)

1. Vista del ángulo suroeste

2. Vista del ángulo sureste

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3. Vista general de la sala de estar con el formas puras. arroja la luz en la sombra. Un banco re-
comedor al fondo Muros, pilares, vigas, cerchas, cubier- produce la estancia tradicional al exterior
4. Detalle del rincón de comedor, con la tas, cerramientos, ventanas, bajantes, de la puerta de entrada.
entrada de luz lateral rasante son elementos que también se mani- El muro de piedra que se dispone al
fiestan con individualidad y autonomía. fondo de este edículo, da la condición
Esta flexibilidad de la composición, que de habitabilidad y de recogimiento a
desarrolla los principios culturales de la este pórtico y constituye el elemento
nueva plástica, es la base de la orga- definidor del segundo tramo del camino,
nización general de la planta, que se que se hace interior al cruzar el umbral
resuelve como la trama de dos naves que de la entrada.
se asocian formando una T. El territorio Aquí el camino que vertebra la casa
de la casa queda así ordenado en tres se define como espacio generado en
ámbitos que se especializan según su paralelo al muro de piedra que divide
orientación al fuerte viento del norte, a la la nave principal. Esta fachada interior,
radiación solar y a las vistas. Al norte el bañada por la luz cenital dispuesta so-
área de la entrada y espalda de la casa bre la entrada, acentúa el carácter de
al viento; al oeste la de servicio con la calle a la que se abren las puertas de
entrada de la cochera y la relación con la acceso a las distintas dependencias: en
cocina; y al sur el ángulo señalado con la el recinto exterior, la puerta de conexión
fuente, protegido de los vientos, soleado con la cochera y la puerta de la casa;
y con vistas al mar, como prolongación en el recinto intermedio, la entrada a la
del estar y de los dormitorios. sala formalizada por una pared baja y un
Apertura y contención. Nuevas formas armario, o la puerta al área de servicio;
para una nueva forma de vivir, extendien- y en su tercer recinto, ángulo del jardín
38 do la casa al paisaje. Sin embargo donde desde donde recibe luz natural, el acceso
vemos con mayor intensidad la fusión de al área de los dormitorios. El pavimento
tradición y modernidad es en la forma del sigue siendo de piedra, como en el ex-
espacio adoptado para la circulación y terior, marcándose así su condición de
membración de la casa. elemento continuo.
Este espacio es, en esencia, un El tercer tramo de este camino es un
camino que comienza en la propia espacio lineal que recorre el eje mayor
cancela de acceso a la finca y termina de la nave de dormitorios, iluminado a
3 en las estancias de mayor privacidad, través de lucernarios espaciados, estra-
los dormitorios. En su primer tramo se tégicamente abiertos en la cubierta. Un
define por un pavimento de piedra que juego de luces y sombras caracteriza
cruza un pequeño prado, adaptándose a la secuencia de este pasaje. Es así, a
las ondulaciones del terreno, del que se través de este hilo conductor, secuencia
bifurca una rama que rodea la cochera gradual de la luz solar, como las dos
para el ingreso rodado. naves se sueldan y forman una unidad
El camino se va convirtiendo en calle arquitectónica.
al acercarse a un alto muro sin huecos, Femando Tavora, en su escrito de
limite trasero de la sala de estar. Calle explicación de la casa, afirmaba que “la
que se concreta en un soportal de abrigo casa casi no es un edificio”. De hecho, la
de la puerta de la casa, obtenido por la casa es más: se asemeja a un pequeño
prolongación de muros y de la cubierta poblado donde se reúnen varios edifi-
de la cochera. Así se acondiciona esta cios, cada uno identificado con la forma
delicada antesala de la casa, como cor- constructiva de la nave, en la que su
taviento y como lugar que modela la luz posición relativa acota y define espacios
natural a través de una ventanita, que exteriores que extienden la casa a toda la
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5. Planta, alzado oeste y secciones

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parcela y, en definitiva, al paisaje. Donde
el espacio público de paso -camino, calle
y pasaje- las articula y las vertebra para
formar una única entidad arquitectónica.
La casa de Ofir es una arquitectura
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que nace integrando el profundo cono-
cimiento de la tradición constructiva,
adquirido en el estudio de la arquitectura
popular por la que ha expresado “sentir
un amor sin límites por todas las manifes-
taciones de la arquitectura espontánea
de su país” y de su participación activa
en los movimientos de la vanguardia cul-
tural internacional. Ideada como casa de
vacaciones para la familia del constructor
Fernando Ribero da Silva, Távora nos
comentó que él atravesaba un perio-
do de gran productividad intelectual y
necesitaba proyectar para plasmar sus
ideas. Construida en escasos meses,
en el transcurso de la fase final de obra
realizó uno de sus frecuentes viajes a
Europa, concretamente a Alemania. A
su regreso encontró sobre el tablero de
40 dibujo, la invitación para la cena que la
familia había organizado para la inau-
guración, una agradable sorpresa: todo
estaba dispuesto siguiendo fielmente sus
7 planos y especificaciones.
La casa que pertenece a un tiempo, a
un lugar, a una familia y a un arquitecto,
también es una casa viva hoy como ayer.
Como toda aquella obra que pertenece
a la historia de la arquitectura. Estando
presente en la conciencia de todos, ayu-
dándonos a desarrollar mejor nuestros
proyectos, como el conocimiento de
otras arquitecturas ayudaron a Távora a
realizar el suyo en Ofir.

Antonio Barrionuevo es Profesor


Titular de Proyectos en la Escuela de
Arquitectura de Sevilla

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6. Sección por la cocina y el estar y detalle
del hogar

7. Vista de la sala de estar y su relación con


el jardín

8. Fachada sur del cuerpo de dormitorios

9. Vistas del área de acceso a la casa: el


camino, la aparición del soportal hasta el
banco y la ventanita que arroja luz en la
sombra

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