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UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA


ESCUELA PROFESIONAL DE
MEDICINA HUMANA

ADMINISTRACION Y GERENCIA EN
SALUD
TEMA: INDICADORES DE SALUD

DOCENTE : Mc. Mg. CAYO LEVEAU BARTRA.

INTEGRANTES : FUCHS ALVÁN JOSE ROLANDO.

CICLO : VIII

FECHA : 07/01/2019

PUCALLPA – PERÚ

2018
INDICADORES

Los indicadores son instrumentos de medida que pueden ser usadas para describir y
comprender como funciona la calidad de un sistema o una actividad en concreto, en el
área específica de la salud, nos brindan información relativa a varios aspectos de la salud
de la población: indicadores de dinámica demográfica (esperanza de vida, mortalidad y
natalidad, en tanto indicadores de la salud de la población), estadísticas de morbilidad
(Cantidad de personas que enferman en un lugar y un período de tiempo determinados en
relación con el total de la población) e información sobre la población con cobertura de
salud.

Intentan medir u objetivar en forma cuantitativa o cualitativa, sucesos colectivos


(especialmente sucesos biodemográficos) para así, poder respaldar acciones políticas,
evaluar logros y metas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) los ha definido como
“variables que sirven para medir los cambios”

Un indicador ideal debe tener atribuciones científicas de:

 Validez: debe medir realmente lo que se supone debe medir.


 Confiabilidad: mediciones repetidas por distintos observadores deben dar como
resultado valores similares del mismo indicador.
 Sensibilidad: ser capaz de captar los cambios.
 Especificidad: reflejar sólo cambios ocurridos en una determinada situación.

Los indicadores pueden ser simples (por ejemplo, una cifra absoluta o una tasa de
mortalidad) o compuestos, es decir, construidos sobre la base de varios indicadores
simples, generalmente utilizando fórmulas matemáticas más complejas.

ESPERANZA DE VIDA AL NACER


Es un indicador que resume las condiciones de mortalidad de una distribución amplia de
personas, con vidas que pueden ser de muy distinta duración. Lo que se calcula es el
número promedio de los años que llegan a vivir una generación de personas nacidas a la
vez, desde el momento de su nacimiento hasta su extinción. (puede igualmente calcularse
la esperanza de vida desde cualquier otra edad exacta, en cuyo caso tendremos la
esperanza de vida a la edad en cuestión)
Es uno de los indicadores más conocidos sobre la mortalidad de las poblaciones. Su
cálculo requiere conocer cuál c2on qué frecuencia fallecen las personas en cada una de
las edades, información con la cual puede construirse una tabla de eliminación. En dicha
tabla, edad a edad, constan cuántos llegan vivos a su inicio, cuantos fallecen antes de la
siguiente edad y cuantos sobreviven, qué probabilidades tienen, por tanto, de seguir vivos
o de morir en cualquier intervalo de edad, y cuantos años se han vivido en total en cada
edad o en todo el ciclo de vida conjunto.

Generalmente las tablas de mortalidad se construyen para generaciones simuladas,


usando en realidad la mortalidad por edades de un cierto año (estudiar generaciones
reales, aunque es perfectamente posible, supone esperar a su extinción, y resulta difícil
acumular la información necesaria). De hecho, este es el uso más corriente de la expresión
“esperanza de vida”: a partir de los datos de mortalidad de las personas de distintas edades
en un periodo concreto, se construye la tabla de mortalidad de una generación ficticia que
a lo largo de su vida fuese muriendo, hasta extinguirse, con la misma intensidad en cada
edad con que mueren las personas en ese periodo concreto.
Si el cálculo se ha hecho así, el término “esperanza de vida” resulta engañoso, porque
parece reflejar expectativas futuras, cuando el indicador en realidad refleja únicamente
las condiciones de la mortalidad presente. Su interpretación correcta, por muy retorcida
que parezca, debería ser “el número medio de años que viviría una generación que, nacida
el año XXXX, fuese muriendo a lo largo de sus sucesivas edades con la misma intensidad
con que se muere en cada edad ese determinado año”. Por ejemplo, la esperanza de vida
femenina del año 2000 en España estaba en torno a los 82 años, pero no es cierto que las
mujeres nacidas ese año vayan a vivir un promedio de 82 años. Sería cierto sólo si durante
el próximo siglo, y hasta que se extinga por completo la generación femenina nacida en
el año 2000, no se produjese ningún cambio en la supervivencia por edades. Es casi seguro
que esa generación tendrá una vida media muy superior a los 82 años, por poco que haya
retrocesos en la mortalidad en los años posteriores.

La Esperanza de Vida ¿Cómo se calcula? ¿Qué significa? La Esperanza de vida es una


medida resumen sobre el nivel de la mortalidad que expresa el promedio de años que se
espera viva una persona bajo las condiciones de mortalidad del período en que se calcula
y constituye de hecho un indicador sintético por excelencia para caracterizar las
condiciones de vida, de salud, de educación y de otras dimensiones sociales de un país o
territorio. Estas características han hecho que la esperanza de vida sea uno de los
indicadores fundamentales seleccionado por las Naciones Unidas para medir el desarrollo
humano de los países. Para su cálculo se parte de un instrumento de carácter estadístico-
matemático que permite medir las probabilidades de muerte o de vida de una población
en función de su edad, que conjuntamente con el sexo constituyen los dos atributos
demográficos fundamentales de la misma. Este instrumento se denomina tabla de
mortalidad o tabla de vida. La lógica de la construcción de las tablas de mortalidad se
basa en el principio de la teoría de probabilidades y se parte en su construcción de obtener
las probabilidades de muerte o de vida de la población a partir de los datos reales de
defunciones, nacimientos y la población, con los desgloses correspondientes por
territorios, sexo y edades. Es decir se calculan las tasas de defunciones por sexo y edad y
por un procedimiento matemático se convierten en probabilidades de muerte y a partir de
estas se derivan las otras funciones de la tabla hasta llegar a obtener la esperanza de vida.
Para realizar un cálculo consistente de la esperanza de vida y del resto de las funciones
de las tablas de mortalidad o de vida, se requieren estadísticas también consistentes de las
variables demográficas señaladas como las que se disponen en el caso de nuestro país y
que permiten calcular y no estimar la esperanza de vida. La esperanza de vida que más
habitualmente se utiliza y difunde es la esperanza de vida al nacer (a los 0 años), pero
también ésta se calcula y se da a conocer para cada edad, sexo y territorio, por lo tanto no
es correcto decir que todos los cubanos tendrían una esperanza de vida de 77,97 años,
sino que esa es la esperanza que tendrían los que nacieron en el 2005-2007. Para que se
comprenda mejor, si se toma como ejemplo una persona de 45 años, su esperanza de vida
sería de 34,97 años en el 2005-2007, si a este valor se añade a los 45 años que tiene,
entonces su esperanza de vida llegaría a ser 79,97 años, superior en más de dos años a la
de un niño que naciera en igual período. Por la complejidad de la construcción de una
tabla de mortalidad y el consecuente cálculo de la esperanza de vida y lo sensible que
resulta un aumento o disminución en el número de defunciones, se recomienda trabajar
por períodos de años trienales y no hacer cálculos por niveles territoriales desagregados,
como municipios, asentamientos poblacionales y otros espacios donde puede haber
variaciones aleatorias de un año a otro en el número de defunciones y por tanto la
esperanza de vida presenten variabilidades en su comportamiento ajenos a los reales
valores de los niveles de mortalidad.

TASA DE NATALIDAD

se conoce como tasa a un recurso que permite reflejar la relación que existe entre una
cantidad y la frecuencia que posee un cierto fenómeno. Se trata, por lo tanto, del vínculo
que se puede trazar al comparar dos magnitudes.

La tasa de natalidad (también definida como tasa bruta de natalidad o,


simplemente, natalidad) es la cantidad proporcional de nacimientos que tiene lugar en
una comunidad en un lapso de tiempo determinado. Se trata de una variable que permite
medir la fecundidad, es decir, la culminación efectiva del proceso iniciado a raíz de
la fertilidad o la abundancia de la reproducción de los seres humanos.

Esta estadística muestra la cantidad de niños que nacieron en un determinado año en una
cierta población por cada 1.000 ciudadanos. Por ejemplo: si la tasa de natalidad de un
pueblo X es del 12%, está señalando que allí se producen 120 nacimientos al año por cada
1.000 habitantes.

La tasa de natalidad es un dato de fácil interpretación, pero que puede resultar poco útil
para comparar países con diferentes realidades demográficas. Las naciones pueden
presentar grandes diferencias de la edad de su población, lo que tiene incidencia directa
en la tasa de natalidad.

Cabe mencionar que la tasa de natalidad está vinculada a los nacidos vivos. El indicador
ayuda a calcular el crecimiento demográfico de una población: si en una ciudad la tasa de
natalidad es baja y la edad general de los habitantes es avanzada, la fuerza productiva
enfrentará problemas en el corto o medio plazo.

En esos casos, los gobiernos suelen fomentar la inmigración de parejas jóvenes ya que,
además de sumarse al mercado laboral, es probable que tengan hijos que también pasen
a formar parte, en el futuro, de la población económicamente activa del lugar.

La importancia del control de la natalidad


Un índice bajo de natalidad es 15 por mil y muy alto, 25 por mil. Sin embargo, en los
países con un nivel de desarrollo económico bajo, éste puede alcanzar los 30 por mil. Un
exceso en el nivel demográfico puede ser sumamente perjudicial para la economía de un
país y la calidad de vida de sus habitantes.

Desde hace décadas, se buscan formas para reducir la tasa de natalidad en el mundo.
Como la especie humana ha crecido tanto a nivel demográfico, y continúa haciéndolo,
comienza a representar un enemigo importante que atenta con la subsistencia de la especie
y del planeta en general. Sin embargo, mientras muchos países se suben al tren y apuestan
por medidas para controlar el crecimiento de la población, otros continúan trayendo niños
y más niños al planeta. Lamentablemente, en los países donde nacen más niños,
las posibilidades de progreso son casi nulas, por lo que terminan teniendo un exceso de
población y cada vez menos recursos y oportunidades para asegurarles el bienestar.

Si bien existen muchísimas medidas para el control poblacional de otras especies, como
la esterilización en animales domésticos, no los hay para la humanidad. Cientos de
personas emiten discursos para promover la castración en los perros, sin embargo, son las
mismas que traen más niños a este mundo, donde los recursos son cada vez menores y la
tasa de natalidad parece no disminuir ni mínimamente.

El control de la natalidad debería ser una medida obligatoria en todos los países. Al igual
que ocurre con las mascotas, es imprescindible que se controle el crecimiento
demográfico de nuestra especie, en base a los recursos con los que se cuenta. Sólo de este
modo se puede alcanzar una calidad de vida adecuada para todos los habitantes.

TASA DE FECUNDIDAD
se denomina tasa al coeficiente que alude al vínculo existente entre dos
magnitudes. Fecundidad, por su parte, refiere a la fertilidad y a la capacidad para producir
o reproducir.
La idea de tasa de fecundidad revela la cantidad media de nacimientos por mujer que
existiría si la totalidad de las mujeres vivirían durante toda su etapa de fertilidad y dieran
a luz según la tasa de fecundidad media de cada edad. Se trata de una variable que mide
el posible alcance de las modificaciones demográficas de un territorio.
Es posible diferenciar entre dos clases de tasas de fecundidad: la tasa de fecundidad
general y la tasa global de fecundidad. La tasa de fecundidad general es el índice que
refleja la cantidad nacimientos con vida que se registra en un año por cada 1.000
mujeres de entre 15 y 49 años de edad. La tasa global o mundial de fecundidad, en
cambio, señala la cantidad promedio de nacimientos de aquellas mujeres que completaron
su ciclo reproductivo en un cierto país.
Supongamos que, en un año, en un pueblo nacen 125 niños y hay 2.500 mujeres en edad
fértil (entre 15 y 49 años). La tasa de fecundidad general, expresada por cada 1.000
mujeres, es de 50.
Es decir, podemos determinar que la fórmula para poder conseguir la tasa de fecundidad
general es la siguiente: el número total de nacimientos de un país o zona dividido por la
población femenina que está en edad fértil (15 a 49 años) y luego el resultado se multiplica
por 1.000.
La tasa global de fecundidad, que suele mencionarse simplemente como tasa de
fecundidad, indica cuál es la cantidad media de nacimientos que se producirían en un año
si todas las mujeres de una región sobreviven su etapa fértil y tienen hijos según la tasa
de fecundidad por edad. Esta tasa está cayendo a nivel global en la mayor parte de los
países industrializados.
La citada tasa de fecundidad se ha convertido en uno de los indicadores demográficos
básicos que se utilizan para poder conocer a fondo la realidad de un país. No obstante, no
podemos pasar por alto que junto a la misma se recurre a estudiar y a acometer la
realización y el cálculo de otros citados indicadores. En el caso de lo que es la fecundidad
en sí están algunos como los siguientes:
 La tasa de fecundidad por edad de la madre.
 El indicador coyuntural de fecundidad.
 La edad media de maternidad. En este caso, podemos decir que para poder obtener
este parámetro hay que hacer uso de datos tales como la tasa de fecundidad o el
mencionado indicador coyuntural de fecundidad.
 El porcentaje de nacidos por orden de nacimiento.
 El porcentaje de nacidos de madre no casada. Este hace referencia a lo que son
mujeres solteras, viudas o divorciadas.
la tasa de fecundidad general, en demografía, es una de las medidas de la fecundidad referida a la
fecundación o relación que existe entre el número de nacimientos ocurrido en un cierto periodo de
tiempo y la cantidad de población femenina en edad fértil en el mismo periodo. El lapso es casi siempre
un año, y se expresa como el número de nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil habitantes en
un año.
Tasa de la tasa de fecundidad general
La fórmula de la tasa de fecundidad general es:
Donde:
TFG:Tasa de fecundidad general
B: Número total de nacimientos
49NF15: Población femenina en edad fértil (15-49 años)
Es mucho más exacta para medir y comparar la fecundidad entre países que la tasa
bruta de natalidad, pues considera los factores de estructura por sexo y edad que
afectan de manera importante a la tasa bruta.

INDICADORES DE LA MORTALIDAD MATERNA


Para conocer la incidencia de la mortalidad materna se debería relacionar las muertes
maternas con el conjunto de mujeres dentro del cual ocurren estas muertes. Desde que se
consideran muertes maternas a las ocurridas durante el embarazo, parto o puerperio, el
grupo de mujeres dentro del que se producen las muertes maternas serían todas las
embarazadas, no obstante, en reemplazo de éstas se considera: los nacidos vivos, las
mujeres en edad productiva y las mujeres expuestas al riesgo de muerte materna, cada
una de estas alternativas dan origen a los siguientes indicadores de la mortalidad materna:
TASA DE MORTALIDAD MATERNA.
Es un indicador que relaciona la muerte materna con todas las mujeres en edad fértil. Si
bien es cierto que ésta es una solución operativa a las dificultades que entraña el cálculo
del número de embarazos, es de advertir que esta forma de trabajo subestima la tasa de
mortalidad materna desde que no todas las mujeres en edad reproductiva están expuestas
al riesgo de embarazo y muerte materna.
Razón de mortalidad materna, se calcula dividiendo las muertes maternas con el número
de nacidos vivos, ambos ocurridos en el mismo período de tiempo. El principal efecto
sería la sobre-estimación de la incidencia de mortalidad materna, desde que el
denominador se ve reducido debido a que no todos los embarazos terminan en un nacido
vivo ya que algunos concluyen con un aborto o con nacido muerto. Las distorsiones que
se introducen en este caso están vinculadas a la estructura y nivel de la fecundidad, así
como a la estructura por edad de las mujeres en edad reproductiva.

Probabilidad de morir por causa materna, es un indicador de cohorte o de “generaciones”


y se refiere a la probabilidad que tiene una mujer de morir por causa materna durante el
período reproductivo, en este caso se debe precisar el grupo o cohorte inicial de mujeres
expuestas al riesgo de morir por estas causas, en teoría tendrían que ser todas las mujeres
que cumplen los 15 años de edad.
La mortalidad materna o muerte materna es un término estadístico que describe la muerte
de una mujer durante el embarazo, el parto o el posparto. El que un embarazo o parto
desemboque en la muerte de la mujer refleja problemas estructurales, tanto de acceso al
control de natalidad como de atención a la salud.
Naciones Unidas estima que en 2015 se producirán unas 303 000 muertes maternas
aproximadamente una defunción materna cada dos minutos de las cuales, menos del 1%
se producirán en países desarrollados. Sin embargo, un estudio de The Lancetseñala que
la cifra ha descendido continuamente desde 526.300 en 1980 hasta 342.900 en 2008, y
que en este último año el número sería de 281.500 si no se incluyen las causadas por
el VIH. La mayoría de estas muertes son médicamente prevenibles desde hace décadas,
ya que existen tratamientos y terapias que se conocen y aplican en todo el mundo desde
La Organización Mundial de la Salud define la defunción materna como «la muerte de
una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación
del embarazo, independiente de la duración y el sitio del embarazo, debida a cualquier
causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por
causas accidentales o incidentales». Por lo general se hace una distinción entre «muerte
materna directa» que es resultado de una complicación del propio embarazo, parto o su
atención, y una «causa de muerte indirecta» que es una muerte asociada al embarazo en
una paciente con un problema de salud preexistente o de reciente aparición. Otras
defunciones ocurridas durante el embarazo y no relacionadas con el mismo se
denominan accidentales, incidentales o no obstétricas.
La mortalidad materna es un evento centinela que vigila la calidad de los sistemas de
salud en los estados y países del mundo. Hay factores asociados a la muerte materna que
no implican un buen o mal estado de salud general, como son el aborto clandestino y las
muertes relacionadas a la violencia contra la mujer. El índice de muerte materna
vinculado al aborto clandestino es 2,95 veces más elevado que el de embarazos que llegan
al parto. Se ha reportado además que cerca del 10% de las muertes maternas ocurren más
allá que los 42 días del puerperio, por lo que algunas definiciones se extienden más allá
del puerperio tardío e incluyen hasta un año tras el parto. Se reconoce que los datos
recibidos de mortalidad materna son incompletos, ya que menos del 40% de los países
miembros de la OMS reportan de manera correcta, sistemática y en forma verificable sus
niveles de mortalidad materna.
CAUSAS PRINCIPALES
En el ámbito mundial, aproximadamente un 80% de las muertes maternas se deben a
causas directas. Las cuatro causas principales son las hemorragias intensas (generalmente
puerperales), las infecciones (septicemia en la mayoría de los casos), los trastornos
hipertensivos del embarazo (generalmente eclampsia) y el parto obstruido. Las
complicaciones de un aborto peligroso son la causa de un 13% de esas muertes. Entre las
causas indirectas (20%) se encuentran enfermedades que complican el embarazo o son
agravadas por él, como el paludismo, la anemia, el VIH/SIDA o las enfermedades
cardiovasculares.
Las principales razones por las que las mujeres embarazadas, en especial en áreas rurales,
no acuden a los establecimientos de salud para recibir atención materno-infantil, son el
costo, temor, el mal trato recibido, el tiempo de espera, vergüenza y distancia al centro
asistencial más cercano.6
En 2006, sólo un 60% de los partos que tuvieron lugar en países en desarrollo contaron
con la presencia de asistentes de partería cualificados. Eso significa que unos 50 millones
de partos domiciliarios no contaron con dicha asistencia. La cobertura oscila entre el 34%
en África Oriental y el 93% en Sudamérica. Más allá de las causas o circunstancias
patológicas que desencadenan el fallecimiento, existen dos factores que condicionan de
manera trascendente el riesgo de muerte de una mujer durante el embarazo, parto y
puerperio: la precocidad del diagnóstico y la eficacia del tratamiento. En el primer caso
se reconocen tres momentos de retraso en la atención efectiva de las complicaciones. 1.-
Al decidir solicitar atención 2.- Al trasladar a la mujer a la unidad de salud 3.- En recibir
atención específica efectiva.

LA MORTALIDAD INFANTIL
La Mortalidad Infantil, es un variable demográfica que indica el número de niños menores
de un año de edad fallecidos a lo largo de un periodo de tiempo determinado.
Por lo general, la mortalidad infantil es expresada como tasa o índice, y es aquella que da
la proporción existente entre el número de niños menores de un año fallecidos en
el curso de un año y el número de nacimientos vivos durante el mismo año. Se expresa
en tanto por ciento o tanto por mil, y se agrupa por edad o meses de nacimiento, sexo,
localidad o país, o grupo social.
La mortalidad infantil se suele distinguirse por varias categorías: neonatal precoz, que
abarca desde el nacimiento hasta la primera semana de vida; neonatal, hasta el primer mes
de vida; y postneonatal, desde el nacimiento hasta un año de edad. Aunque la tasa de
mortalidad infantil se mide sobre los niños menores de 1 año, también se ha medido
algunas veces en niños menores de 5 o 9 años, esta categoría que abarca a niños mayores
de un año, se llama infantil.
Es importante señalar que la tasa de mortalidad infantil refleja mucho mejor los efectos
del nivel socio-económico de un país que la tasa de mortalidad general. El primer año de
vida es el más crítico en la vida de los seres humanos y combatir la mortalidad en ese año
requiere de un nivel cultural que los países más atrasados no tienen.
La mortalidad infantil en los países desarrollados suele ser muy baja; en el 2008, fue
del6,2% en E.E.U.U. y del 3,9% en Alemania. En cambio los países subdesarrollados
siguen presentando tasas muy elevadas, como en los casos de Haití con 60%, de Bolivia
con 45%, y de la gran mayoría de los países africanos, en donde supera los 100 por mil;
por ejemplo,Niger con 116,6% y Angola con 180% (registrada como la peor del mundo).
La erradicación de enfermedades, los cuidados prenatales, las condiciones de higiene, así
como el número de centros de salud y su equipamiento por número de habitantes, son
unos de los muchos factores que favorecen a la reducción de la tasa de mortalidad infantil,
se espera que en los próximos años siga disminuyendo en los países menos desarrollados.
El concepto de mortalidad infantil es aquel que se utiliza para designar al fenómeno
que supone la muerte de niños antes de cumplir un año de edad. Este concepto se utiliza
como estadística o como dato para calcular la calidad de vida de los niños en diferentes
regiones del planeta y en él influyen profundamente cuestiones como el acceso a la salud
y a la alimentación, así como también al medio ambiente sano. Cuando el índice de
mortalidad infantil de una región o país es muy elevado, se presenta un serio problema
social y demográfico ya que supone que la población no tiene asegurada una buena
calidad de vida en términos generales.
El índice de mortalidad infantil se realiza a partir de los datos que centros de salud,
hospitales y clínicas relevan sobre la muerte o deceso de niños menores de un año. Para
establecer un parámetro, ese índice se toma sobre un número de cada mil nacimientos, en
proporción cuántos de ellos no han llegado a sobrevivir al año de vida. Se considera que
el tiempo estimado en un año es aquel en el que el niño/niña recién nacido se encuentra
en mayor estado de fragilidad y puede sufrir más fuertemente cualquier tipo de condición
de enfermedad. Esto se debe principalmente a que a lo largo del año el niño/niña no sólo
desarrollan en gran parte su organismo (los órganos vitales) si no que además, desarrollan
su sistema inmunológico, aquel que los protege de la embestida de virus, bacterias y otras
enfermedades.

La mortalidad infantil, a diferencia de otros índices demográficos, demuestra cabal y


fielmente la calidad de vida de una población ya que representa el escaso acceso a la salud
y a una buena alimentación que los niños (el futuro de la sociedad) pueden tener, así como
también nos hablan de importantes índices de pobreza y de ausencia de políticas de Estado
pensadas para paliar o solucionar esos problemas. Por lo general, las estadísticas de
mortalidad infantil son muy bajas o nulas en los países del Primer Mundo mientras que
los países en desarrollo las presentan como uno de sus indicadores más elevados.

DESNUTRICION
El término desnutrición hace referencia a un estado patológico ocasionado por la falta de
ingestión o absorción de nutrientes. De acuerdo a la gravedad del cuadro, dicha
enfermedad puede ser dividida en primer, segundo y hasta tercer grado.

En ocasiones, el trastorno puede ser leve y presentarse, sin síntomas, por una dieta
inadecuada o mal balanceada. Sin embargo, hay otros casos más graves, en los que las
consecuencias pueden llegar a ser irreversibles (aunque la persona continúe con vida),
ocasionados por trastornos digestivos y problemas de absorción.
La fatiga, los mareos, los desmayos, la ausencia de menstruación, el crecimiento
deficiente en los niños, la pérdida de peso y la disminución de la respuesta inmune del
organismo son algunos de los síntomas que pueden llegar a alertar sobre un posible
cuadro de desnutrición.
Por lo general, esta afección vinculada a la nutrición se puede corregir con la reposición
de los nutrientes que faltan y, si está ocasionado por un problema específico del
organismo, con un tratamiento adecuado que contrarreste la deficiencia nutricional. Si no
se detecta a tiempo o no se recibe la atención médica necesaria, la desnutrición puede
llegar a ocasionar discapacidad, tanto mental como física, enfermedades y hasta incluso
puede resultar mortal.
La desnutrición es, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la
principal causa de muerte de lactantes y niños pequeños en países en vía de desarrollo.
Por eso, prevenir esta enfermedad se ha convertido en una prioridad para la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
TASA DE DESNUTRICION
TASA DE DESNUTRICIÓN CRÓNICA PARA NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS DE EDAD

Relación porcentual entre el número de niños menores de 5 años que presentan desnutrición
crónica (retardo en talla), expresado como porcentaje de la población total de ese grupo de edad
en el año considerado.

FÓRMULA DE CÀLCULO

Donde: DC5 = Tasa de desnutrición crónica para niños menores de 5 años de edad en un año o
periodo determinado (t). NDC5 = Número de niños menores de 5 años de edad que tienen
desnutrición crónica en un año o periodo determinado (t). NT5 = Total de la población de niños
menores de 5 años de edad en el mismo periodo (t). K = 100.

DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES RELACIONADAS

Desnutrición.- Estado patológico resultante de una dieta deficiente en uno o varios nutrientes
esenciales o de una mala asimilación de los alimentos.

Desnutrición Crónica.- La desnutrición crónica se ve reflejada en el crecimiento alcanzado en


longitud o talla para la edad del niño en una visita determinada. El retardo en el crecimiento de
los niños conocido como desnutrición crónica, (longitud o talla baja) se debe a un prolongado
aporte insuficiente de nutrientes o enfermedades infecciosas recurrentes.

Longitud o Talla.- Es la medida que refleja la estatura o altura de las personas. Para todos los
indicadores que incluyen longitud o talla, longitud acostada debe ser usada para niños menores
de 24 meses y talla parada, para niños de 24 meses y mayores. El indicador de desnutrición
crónica se mide en centímetros (cm).

METODOLOGÍA DE CÁLCULO

Este indicador se obtiene de dividir el número de personas menores a 5 años de edad que tienen
desnutrición crónica en un año o periodo determinado (t) entre la población del mismo grupo
de edad en un año o periodo determinado (t), multiplicado por cien. A partir de la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición (2012), sección “antropometría y presión arterial” se obtiene la
desnutrición crónica de la siguiente manera:

 Para la toma del peso, longitud y talla se usan dos mediciones y en el caso de haber una
diferencia de ± 0.5 kg para peso y ± 0.5 cm para talla, se toma una tercera medición. El
valor final es la media entre las dos mediciones. En caso de haber una tercera medición,
esta representa la media de las dos mediciones más cercanas.
 Una vez que se tienen calculadas las variables edad en días, peso, longitud y talla se
procede a estandarizar los valores longitud o talla para la edad, peso para la longitud o
talla y peso para la edad en base al Manual Anthro y a las tablas de patrones de
crecimiento de la OMS.
 Se toma en cuenta la variable estandarizada de longitud o talla para la edad para el
cálculo de la desnutrición crónica. En este sentido las personas menores de 5 años de
edad con retardo en talla son registradas como las que tienen un puntaje estandarizado
menor a -2.0 desviaciones estándar. En este procedimiento se corrigen los valores
extremos para este indicador; así se eliminan los valores que están fuera del intervalo -
6.0 y +6.0 desviaciones estándar

Tabla 1. Valores plausibles de los indicadores antropométricos en niños menores de 5 años de


edad

Indicador Puntaje Z
Longitud oTalla para la edad -6.0 y +6.0
Peso para la edad -6.0 y +5.0
Peso para la talla/longitud -5.0 y +5.0

Para el cálculo del indicador de desnutrición crónica se toma en cuanto los puntajes
estandarizados para las personas menores de 5 años, edad que corresponde a 59 meses. Según
el Manual Anthro de la OMS, 59 meses equivalen a 1.826 días.

LA ANEMIA
En el Perú, la anemia constituye un problema de salud pública grave, dada la elevada
prevalencia de 43.6% entre los niños de 06 a 35 meses, al 2016, y casi 6 de cada 10 niños,
entre los 6 y 12 meses, se encuentran con anemia (59.3%). Se estima que hay 620 mil
niños anémicos a nivel nacional y su incidencia, durante sus primeros años de vida y en
la etapa posterior, está relacionada con la desnutrición infantil.
A nivel mundial, se estima que la deficiencia de hierro es la causa más frecuente de
anemia. Otras deficiencias, como la deficiencia de folato, vitamina B12, vitamina A,
pueden también causar anemia, así como las infecciones agudas o crónicas, la parasitosis,
la intoxicación por metales pesados y las enfermedades hereditarias o adquiridas que
afectan la síntesis de hemoglobina y la producción o supervivencia de los glóbulos rojos.
A nivel mundial países como el Reino Unido, Alemania y Finlandia tienen niveles de
anemia del orden del 13 al 14% en niños de 6 a 59 meses.
Entre las consecuencias que desencadena la anemia, hay que enumerar el aumento de
complicaciones obstétricas (hemorragia) y de la mortalidad materna; la reducción de la
transferencia de hierro al feto; el aumento del bajo peso al nacer y la mortalidad neonatal;
la afección al desarrollo psicomotor del niño y a su rendimiento escolar; la reducción de
la capacidad intelectual y capacidad física y de trabajo, y deterioro del estado físico.
Los departamentos con mayor número de niños con anemia son Puno, Junín, Piura, Cusco
y Loreto, cada uno con más de 35 mil niños afectados por este mal. Si bien la prevalencia
en Lima Metropolitana está por debajo del promedio nacional (32.6% en el 2016), en
números absolutos representa, junto con Callao, aproximadamente 160 mil niños y niñas
de entre 6 y 35 meses y encabezan la lista de ámbitos con mayor cantidad de niños
anémicos en el país. Son 16 departamentos, entre los cuales Puno (76%), Madre de Dios
(58.2%), Apurímac (56.8%), Pasco (56.1%), Loreto (55.6%), los que encabezan la lista
con niveles de anemia por encima del promedio nacional
REFERENCIAS

Autores: Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Publicado: 2010. Actualizado: 2012.
Definicion.de: Definición de tasa de natalidad (https://definicion.de/tasa-de-natalidad/)

Autores: Julián Pérez Porto y María Merino. Publicado: 2014. Actualizado: 2016.
Definicion.de: Definición de tasa de fecundidad (https://definicion.de/tasa-de-
fecundidad/)

I Definicion ABC https://www.definicionabc.com/social/mortalidad-infantil.php

Autor: Julián Pérez Porto. Publicado: 2008.


Definicion.de: Definición de desnutrición (https://definicion.de/desnutricion/)

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