Nombre: Hernández Morales Jessica Áglae

Economía Mexicana I Grupo: 606

Tarea 1. Criterios generales de política económica 2019

Las perspectivas económicas y los lineamientos de política fiscal y económica

para 2019 que se plantean dentro del documento están basados primeramente en
un análisis macroeconómico de aspectos que atañen a la situación interna del país
pero también a sucesos globales de los países que fungen en la actualidad como
grandes potencias, las cuales, según sus tomas de decisiones, ya sean
económicas o políticas, pueden afectar o beneficiar a la economía mexicana.

Los documentos del Fondo Monetario Internacional (FMI) son algunos en los que
están basados este marco macroeconómico de gran importancia y se habla de
una situación global que se ha de ver marcada por un decrecimiento en el 2019
con respecto al 2017-2018 en grandes económicas como lo son la estadounidense
y la japonesa, y claro, principalmente también por cómo se han de desarrollar las
tensiones comerciales de las que se ha tenido conocimiento previo, como sucedió
con la renegociación del TLCAN (Ahora USMCA).

Concentrándonos más en el caso específico de la economía mexicana se prevé

un crecimiento menor de las exportaciones no petroleras, considerando como
base el año anterior (2018); así como también se estima continúe creciendo el
consumo, lo cual, evidentemente sería un factor positivo para el aumento del PIB.
Para el caso de los niveles inflacionarios, se espera que el 2019 cierre con una
inflación de 3.4% estimada por el Banco de México, con un tipo de cambio nominal
de 20.00 pesos por dólar. Sin embargo, también se estima que la cuenta corriente
de la balanza de pagos, registre un déficit equivalente al 2.2% del PIB.
Debido a los constantes riesgos a los que está sujeto el entorno macroeconómico
para la economía mexicana como lo es: una mayor desaceleración de la economía
mundial, conflictos de orden jurídico en lo que respecta a políticas de comercio
internacional, y el avance de los conflictos comerciales mundiales, como el riesgo
de contagio de algunas tensiones geopolíticas, las decisiones que se tomen en el
interior del país como también las medidas de política económica juegan un papel
sumamente importante para definir el rumbo del país, por lo que fundamental no
dejar de prestar atención a la implementación de medidas que permitan aumentar
la demanda agregada del país, la implementación de programas sociales y de
inversión como también la asignación eficiente de los recursos.

Por tanto, dentro de este tercer apartado como también en la Ley de Presupuesto
y Responsabilidad Hacendaria se sientan las bases para definir los precios del
petróleo según criterios históricos y de los mercados internacionales, para no caer
en situaciones de especulación o sobrevaluación o viceversa, así como también
se busca establecer bien los criterios bajo los cuales será posible recaudar
recursos, como también cómo deberán ser destinados y hacia qué sectores de la
economía y en caso de haber superávit o déficit cómo ha de poder resolverse, sin
desatender las necesidades de la sociedad.

Como se muestra en el documento, resulta una propuesta bastante atractiva y

bien fundamentada bajo bases teóricas propias de una economía neoliberal que
profesa el libre mercado como un punto a favor de todas las economías. Sin
embargo, es importante voltear a ver que ya para este primer trimestre, el
panorama que se escribió es muy distinto al que se está viviendo.

Como primeros signos, vemos que las estimaciones para el crecimiento de México
como también para la inflación se han visto bastante inestables y con variaciones
constantes, lo cual no sorprende, cuando justamente como indicó la ANTAD hace
menos de una semana, el aumento de las ventas ha incrementado tan sólo el
2.5%, cifra inferior a las que habían venido manejando, dando claras muestras de
que el consumo se ha visto disminuyendo, como también lo han hecho las
inversiones directas por sucesos de incertidumbre.

Así mismo, no considero que estos criterios de política económica para 2019
vayan por un camino completamente correcto, pues si bien debido al tamaño de la
economía mexicana no puede haber una fuerte inyección de inversión en ciencia y
tecnología, como también en educación, los niveles de recursos que se destinan a
tales sectores no permiten que exista un verdadero desarrollo que permita se
puedan crear verdaderas cadenas de valor que nos den verdaderos resultados
que podamos considerar como puntos de crecimiento, y qué hablar de desarrollo,
cuando el enfoque va más hacia temas macroeconómicos que microeconómicos
que atienden a la salud y educación de la sociedad mexicana, y la consolidación
de trabajos formales, que, desde mi punto de vista, son temas de vital importancia,
ya que también si hubiera mayor formalidad, las cifras no se verían tan disfrazadas
como hoy día y quizás eso también podría ayudar a que los temas
macroeconómicos puedan ser manejados desde una visión más pulcra y que
verdaderamente ayude a la economía mexicana y ataque esos problemas que no
son tan fáciles de visualizar.