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La mantis religiosa es un insecto de tamaño mediano muy reconocible

y conocida por la extraña posición de sus patas delanteras, con las


que parece que está rezando.
Hoy en día, no solo se encuentra en estado salvaje sino también como
mascota exótica en algunos hogares. Los amantes de los insectos ven
en este bello ejemplar, una especie con muchas cualidades
estéticas interesantes. A continuación te comentamos más al
respecto.
Características de la mantis religiosa
La mantis religiosa es un insecto que mide entre 10 y 12 cm de largo.
Cabe destacar que las hembras suelen ser un poco más grandes que
los machos. Tiene un tórax alargado y dos largas antenas que le salen
de la cabeza.

Resulta muy interesante el hecho de que, sus patas delanteras, que


parecen tener siempre en posición de rezo, cuentan con espinas que
ayudan a atrapar y retener a las presas.

El color de las mantis religiosa depende del medio en el que haya


hecho la última muda de piel. Su color puede variar del verde al
pardo, con la finalidad de ayudarle a camuflarse.
Es decir, si muda en una zona con mucha hierba, será verde. Si
abunda la paja, será de tonos amarillentos o pardos. Por eso, la
mantis se camufla muy bien en su hábitat y es difícil verla.
Una de las características de las mantis y del resto de la especie de
mantidae, es que puede mover la cabeza 180º para observar
también por encima de su espalda.
Su esperanza de vida es de alrededor de un año, y pasan por 6
mudas para alcanzar el tamaño de adulto. Nacen de huevos que
ponen las hembras (cientos en cada puesta), y cuando son jóvenes,
tienen el mismo aspecto que una mantis adulta, pero en mucho
menor tamaño.
Al contrario de lo que alguna gente cree, la mantis religiosa no es
venenosa ni pica. Además, ayuda a controlar las plagas de ciertos
insectos en los espacios abiertos. Por lo que podríamos decir que
incluso es beneficioso tener mantis en nuestros jardines.
Comportamiento
La mantis es carnívora y una depredadora paciente. Es capaz de
aguardar a su presa, a quien espera casi inmóvil y ataca por sorpresa
y con rapidez.
Las mantis religiosas se alimentan, sobre todo, de: polillas,
moscas, grillos, saltamontes y otros insectos de tamaño
pequeño. Aunque hay testimonios que indican que, en caso de
oportunidad, las mantis pueden cazar y comer anfibios o reptiles, e
incluso pájaros pequeños.
Un estudio afirma que las mantis religiosas cazan pequeños pájaros
(como colibríes) más a menudo de lo que pensamos. Además, cazan
ayudándose de sus poderosas patas delanteras, que disparan a
una velocidad imperceptible para el ojo humano, y con sus espinas
atrapan a sus presas.
Las mantis son insectos solitarios que normalmente viven
independientes.Solamente se reúnen para aparearse, y si coinciden
dos o más machos, lucharán hasta la muerte. Solo el último vivo podrá
aparearse. Es conocido el comportamiento que tienen algunas
hembras de comerse la cabeza del macho tras aparearse, pero es una
conducta menos común de lo que se cree.
Hábitat
La mantis religiosa surgió en Europa y Asia, y el hombre la introdujo
artificialmente en Norteamérica. Hoy pueden encontrarse mantis en
toda Europa, los dos tercios superiores de Asia, casi toda
Norteamérica, y en un par de localizaciones del centro de África y en
la parte más al sur de Sudamérica.
La mantis es un insecto de campo y se encuentra en huertas,
pastizales o sitios poco humanizados en general. No es un insecto que
nos vayamos a encontrar paseando por la ciudad. Si no que le gusta
poder camuflarse entre la hierba, las hojas y las ramas de los árboles.
Solo así puede esperar a su presas aprovechando el entorno.
Mantis como mascota
A pesar de ser un insecto carnívoro de un tamaño más grande que el
habitual (aunque en comparación con el reino de los insectos se
considera que es de tamaño mediano), que caza presas de su tamaño
o más grandes, como pájaros, las mantis se han puesto de moda
como mascotas.
Para tener una mantis como mascota, se necesita un terrario en el que
pueda vivir. No debe ser tan grande que no pueda encontrar sus
presas, pero tampoco tan pequeño que no disponga de espacio para
moverse. Para alimentarla, deben suministrársele insectos vivos que
pueda cazar. Debe rociarse el terrario cada día con agua fresca, para
mantener un buen nivel de humedad, y para que pueda beber las
gotas de agua condensada.
Se puede cazar una mantis religiosa en un jardín o comprar huevos en
una tienda especializada. Eso sí, deben vivir separadas, ya que si
no, pelearían entre ellas.

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