Sei sulla pagina 1di 4

DIFAMACIÓN: APLICACIÓN DE LA «EXCEPTIO

VERITATIS» [R.N. 4446-2006, TUMBES]

Fundamento destacado.- Cuarto: Que la aplicación de la exceptio veritatis (artículo ciento treinta y
cuatro del Código Penal), a efectos de conducir a la exención de la pena, está condicionada -entre
otros supuestos- a que el querellado pruebe el hecho, cualidad o conducta (denunciados como
difamatorios) que le atribuye a un funcionario público (querellante) referidos al ejercicio de sus
funciones; que el objeto de acreditación en la exceptio veritatis, para que, no obstante la lesión del
honor del funcionario público, despliegue sus efectos eximentes, debe ser la concreta imputación
atribuida al querellado; que en el presente caso si bien el querellado Silva Gallo presentó prueba
instrumental sobre investigaciones realizadas al querellante por irregularidades e ilícitos
funcionales, aquella no tiene aptitud para acreditar la veracidad de la específica imputación objeto
de proceso (esto es, que el querellante estafó a tres mil trescientos agricultores cuando era asesor del
Proyecto Especial Binacional Puyando Tumbes) ni, por ende, conducir a la exención de la pena.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA PENAL PERMANENTE
R.N. 4446-2006, Tumbes

Lima, dieciocho de febrero de dos mil ocho

VISTOS; interviniendo como ponente el señor Vocal Supremo Pedro Guillermo Urbina Ganvini; el
recurso de nulidad interpuesto por el querellado Higinio Silva Gallo contra la sentencia de vista de
fojas trescientos ochenta y dos, del cuatro de septiembre de dos mil seis, que confirmando la
sentencia de primera instancia de fojas ciento setenta y cinco, del veintidós de junio de dos mil
cuatro, declaró infundada la exceptio veritatis interpuesta por el querellado Higinio Silva Gallo y lo
condenó como autor del delito contra el honor-difamación por medio de prensa en agravio de
Gastón Saavedra Mejía a dos años de pena privativa de libertad suspendida por un año bajo reglas
de conducta y ciento veinte días multa, y revocándola en el extremo que fija en dos mil nuevos soles
el monto de la reparación civil a favor del agraviado, lo fijó en tres mil nuevos soles; de conformidad
con el dictamen del señor Fiscal Supremo en lo Penal; y

CONSIDERANDO:

Primero: Que el querellado Silva Gallo en su recurso formalizado de fojas trescientos noventa y
cinco aduce que la Sala Superior que lo condenó carecía de competencia, que cuando se efectuaron
las publicaciones periodísticas el querellante Saavedra Mejía tenía la calidad de empleado público
(asesor del Proyecto de Irrigación Tumbes) por lo que la exceptio veritatis es arreglada a ley; que en
la ampliación de su recurso de nulidad de fojas trescientos noventa y nueve alega que existe prueba
de que el querellante cometió graves irregularidades y tiene abierta una investigación fiscal por
estos hechos, que obró en ejercicio de su libertad de opinión, que no se probó que declarara ante la
prensa, que presentó tacha contra los testigos Ketty Elizabeth Costa García y Mercedes Boggie de
Terranova, la cual no se resolvió, y que la ley no exige que quien invoque la exceptio veritatis deba
aceptar la autoría del delito de difamación.

Segundo: Que, según el escrito de querella de fojas tres, el querellado Silva Gallo, en la edición del
treinta y uno de enero de dos mil cuatro del Diario La República, acusó al querellante Saavedra
Mejía de estafar a tres mil trescientos agricultores cuando era asesor del Proyecto Especial
Binacional Puyando Tumbes.

Tercero: Que si bien la Ejecutoria Suprema de fojas trescientos veinticinco, tras declarar nula la
sentencia de fojas trescientos cuatro, del veintiséis de septiembre de dos mil cinco, mandó que la
Sala Penal Superior emita nuevo fallo, los miembros de la Sala Especializada en lo Penal de Tumbes
estimaron que la emisión de la citada sentencia (que confirmaba la condena contra el querellado
Silva Gallo) implicaba un adelantamiento de criterio (por su contacto anterior con el objeto del
proceso), razón por la cual, para evitar nulidades posteriores (y en resguardo del derecho
constitucional al juez imparcial que compone el derecho al debido proceso), llamaron al órgano
judicial llamado por ley para que se avoque al proceso (fojas trescientos veintiocho), sin que se
advierta ilegitimidad alguna en dicho procedimiento.

Cuarto: Que la aplicación de la exceptio veritatis (artículo ciento treinta y cuatro del Código Penal), a
efectos de conducir a la exención de la pena, está condicionada -entre otros supuestos- a que el
querellado pruebe el hecho, cualidad o conducta (denunciados como difamatorios) que le atribuye a
un funcionario público (querellante) referidos al ejercicio de sus funciones; que el objeto de
acreditación en la exceptio veritatis, para que, no obstante la lesión del honor del funcionario público,
despliegue sus efectos eximentes, debe ser la concreta imputación atribuida al querellado; que en el
presente caso si bien el querellado Silva Gallo presentó prueba instrumental sobre investigaciones
realizadas al querellante por irregularidades e ilícitos funcionales, aquella no tiene aptitud para
acreditar la veracidad de la específica imputación objeto de proceso (esto es, que el querellante estafó
a tres mil trescientos agricultores cuando era asesor del Proyecto Especial Binacional Puyando
Tumbes) ni, por ende, conducir a la exención de la pena.

Quinto: Que la prueba de cargo obrante en autos indica que el querellado Silva Gallo, en efecto,
declaró ante la prensa las frases imputadas; que ello se infiere de los siguientes datos: i) a fojas
nueve consta la instrumental en que el Diario La República da traslado a las frases vertidas por el
querellado debidamente identificado (sin que este -como muestra de su objeción a lo afirmado por
el medio de prensa hubiera solicitado rectificación o aclaración alguna); y, ii) tanto las testigos
Ketty Elizabeth Costa García (fojas veintiocho) y Mercedes Boggio de Terranova (fojas treinta),
como el propio querellante Saavedra Mejía (fojas veinticuatro) afirmaron que escucharon al
querellado proferir similares expresiones en ocasiones diversas; que de la revisión de autos no se
aprecia que el querellado Silva Gallo interpusiera tacha (objetando su capacidad o imparcialidad)
contra las referidas testigos de cargo Costa García y Boggio de Terranova.

Sexto: Que, finalmente, las expresiones vertidas por el querellado Silva Gallo no están justificadas
por el derecho a la libertad de opinión, pues este tiene como uno de sus límites ponderativos el
principio de proporcionalidad, en virtud del cual no están amparados los supuestos en que para
formular una idea u opinión determinados se emplean expresiones ultrajantes, desprovistas de
fundamento -desconectadas de una finalidad crítica o informativa- e innecesariamente ofensivas
para su propósito.

Por estos fundamentos: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas


trescientos ochenta y dos, del cuatro de septiembre de dos mil seis, que confirmando la sentencia de
primera instancia de fojas ciento setenta y cinco, del veintidós de junio de dos mil cuatro, declaró
infundada la exceptio veritatis interpuesta por el querellado Higinio Silva Gallo y lo condenó como
autor del delito contra el honor-difamación por medio de prensa en agravio de Gastón Saavedra
Mejía a dos años de pena privativa de libertad suspendida por un año bajo reglas de conducta y
ciento veinte días multa, y revocándola en el extremo que fija en dos mil nuevos soles el monto de la
reparación civil a favor del agraviado, lo fijó en tres mil nuevos soles; con lo demás que contiene; y
los devolvieron.

S.S.
SALAS GAMBOA
PONCE DE MIER
URBINA GANVINI
PARIONA PASTRANA
ZECENARRO MATEUS

Potrebbero piacerti anche