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Existen cuatro tipos de interacciones fundamentales en la naturaleza:

Esta es una interacción solo atractiva, ya que dos cuerpos con masa siempre tienden a atraerse
por la fuerza de gravedad

Es la más conocida de las interacciones, es


muy débil y afecta a todas las partículas. Actúa
a grandes distancias al igual que el
electromagnetismo, pero sólo tiene carácter
atractivo. A distancias atómicas, y en
comparación con el resto de interacciones es
. la más débil de todas las interacciones.

En el siglo XVII el gran físico inglés Isaac Newton establece que dos cuerpos cualesquiera se
atraen con una fuerza que es directamente proporcional al producto de sus masas e
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa.

𝐺𝑀⋅𝑚
𝐹=
𝑟2
G es la denominada constante de gravitación universal y su valor en unidades S.I. es:

G = 6 ,67⋅10−11 N m2 kg¬-2

Esta fuerza es la que mantiene a los planetas orbitando y girando alrededor del Sol, y es la
misma que hace caer una manzana del árbol cuando está madura.

La interacción electromagnética actúa entre


partículas con carga eléctrica. Este tipo de
interacción incluye a la fuerza electrostática, que
actúa entre cargas en reposo, y el efecto combinado
de las fuerzas eléctrica y magnética que actúan entre
cargas que se mueven una respecto a la otra

La fuerza electromagnética también tiene un alcance infinito, actúa a grandes distancias, pero
es mucho más fuerte que la fuerza de la grav edad. A diferencia de la gravitación que siempre
es atractiva, la fuerza eléctrica puede ser tanto repulsiva como atractiva, según si las cargas son
del mismo signo o de signo contrario.

La ley que enunció Coulomb en 1875 dice: “la fuerza electrostática entre dos cargas
puntuales es proporcional al producto de las cargas e inversamente proporcional al
cuadrado de la distancia que las separa, y tiene la dirección de la línea que las une. La
fuerza es de repulsión si las cargas son de igual signo,y de atracción si son de signo
contrario.”
Los fenómenos eléctricos y magnéticos han sido observados desde la antigüedad, pero fue a
partir de 1800 cuando los científicos descubrieron que la electricidad y el magnetismo son dos
aspectos fundamentales de la misma interacción. Primero fue Oersted quien descubrió que
una corriente eléctrica influye sobre un imán colocado cerca de ella, y Ampère demostró que
ello se debe a que una corriente produce una fuerza magnética a su alrededor. Finalmente, en
1831 Faraday descubrió que se genera una corriente eléctrica en un alambre conductor cuando
éste se mueve junto a un imán.

Medio siglo después, Tomás Edison tuvo la idea de utilizar el descubrimiento de Faraday para
generar corriente eléctrica y distribuirla por medio de cables por la ciudad de Nueva York. La
primera planta eléctrica de la historia fue inaugurada en 1881. Consistía en enormes turbinas
de vapor que hacían girar grandes bobinas de alambre conductor alrededor de imanes. Debido
al efecto Faraday, se generaba una corriente eléctrica que se transmitía por toda la ciudad. La
energía térmica se convertía, así, en energía eléctrica.

Toda la electricidad que consumimos hoy en día se genera gracias al efecto Faraday. Lo único
que varía es el mecanismo utilizado para hacer girar una bobina alrededor de un imán; este
mecanismo puede ser el flujo de agua en una presa, el funcionamiento de un motor de
combustión de petróleo, la presión del vapor de agua calentada por el uranio en una planta
nuclear, etcétera.

Esta interacción es la responsable de mantener unidos a los nucleones (protones y


neutrones) que coexisten en el núcleo atómico, venciendo a la repulsión
Ç electromagnética entre los protones que poseen carga eléctrica del mismo signo
(positiva) y haciendo que los neutrones, que no tienen carga eléctrica, permanezcan
unidos entre sí y también a los protones.

Esta interacción, recién descubierta en el siglo XX, es la fuerza nuclear fuerte. Es mucho más
intensa que la electromagnética y, a la vez, es de muy corto alcance; actúa únicamente en el
núcleo, razón por la cual no forma parte de nuestra experiencia diaria. Un protón en el núcleo
es atraído por los otros protones y neutrones por la fuerza nuclear fuerte, cuya intensidad es
unas 1 000 veces mayor que la fuerza de repulsión electromagnética. A pesar de su fuerte
intensidad, su efecto sólo se aprecia a distancias muy cortas del orden del radio atómico,
distancias de 1 fm.
Según el modelo estándar, los protones y neutrones ( denominados hadrones) están formados
por quarks. La interacción nuclear fuerte hace que los quarks se mantengan unidos mediante el
intercambio de gluones. Decimos que la partícula mediadora de este tipo de fuerza es el
gluón.

El protón y el neutrón son un tipo de hadrones llamados bariones (que quiere


decir que tienen masa alta). la interacción nuclear fuerte, es la interacción que
permite unirse a los quarks para formar hadrones. La interacción
electromagnética se da entre partículas cargadas eléctricamente, aquí las
partículas también tienen carga, la carga de color.

Existen unas reglas para que se acoplen los quarks, y dependen de lo que los científicos han
llamado “color”, por analogía con lo que normalmente entendemos como tal. Tenemos tres
colores: rojo, azul y verde. Para que una unión pueda ser llevada a cabo, el resultado ha de dar
color blanco, y es análogo a mezclar diversas tintas para conseguir el color deseado. Por
ejemplo, el protón está formado por dos quarks del tipo llamado arriba y un quark del tipo
llamado abajo, de forma que uno es rojo, otro azul y otro verde.

Unos diez mil millones de veces más débil que la


electromagnética y con un alcance aún menor que la
interacción fuerte, esta fuerza la encontramos en los
llamados fenómenos radiactivos de tipo beta, que no
son otra cosa que desintegraciones de partículas y
núcleos atómicos.

La palabra “débil” deriva del hecho de que su campo de fuerzas es menor que el que
produce la interacción nuclear fuerte; aun así esta interacción es más fuerte que la
gravitación a cortas distancias

La desintegración beta, emisión beta o decaimiento beta, es un proceso mediante el cual un


nucleón inestable emite una partícula beta (electrón o positrón) para compensar la relación de
neutrones y protones del núcleo atómico. Si esta relación es inestable, algunos neutrones pueden
convertirse en protones. Como resultado de esta mutación, cada neutrón emite una partícula
beta y un antineutrino electrónico o un neutrino electrónico.
La partícula beta puede ser un electrón, en una emisión beta menos (β–), o un positrón, en una
emisión beta más (β+). La diferencia fundamental entre un electrón (β–) y la de un positrón (β+)
con respecto a la partícula beta correspondiente es el origen nuclear de aquéllos: no se trata de
un electrón ordinario expulsado de un orbital atómico.

Cuando un núcleo sufre un decaimiento radiactivo tiende a alcanzar su estabilidad. En


ocasiones el núcleo hijo es estable pero en otras sigue siendo radiactivo y decae a su vez, en
forma sucesiva hasta que uno de los núcleos producidos es estable. Los físicos llamaron
interacción nuclear débil a la responsable de procesos en los cuales ciertas partículas “cambian
de identidad” y debido a ello decaen en otras partículas.

Para describir el fenómeno, hay que volver a referirse a los quarks. Recordemos que un protón
consta de dos quarks arriba y uno abajo, pues bien, la interacción nuclear débil provoca que
uno de los quarks down se convierta en un quark up, de forma que el protón se transformará
en un neutrón. La interacción nuclear débil, se acopla a un tipo de carga llamada sabor, que la
poseen los quarks y los leptones. Esta interacción débil es la causante de los cambios de sabor
en estas partículas, en otras palabras es la responsable de que los quarks y leptones decaigan
en partículas más livianas, además es la que produce desintegraciones beta. Según el modelo
estándar, las partícula mediadoras de este tipo de interacción son los bosones W y Z que son
partículas muy masivas.
La fusión nuclear es un proceso en el cual dos núcleos
atómicos se unen para formar un núcleo más pesado. La
fusión es la fuente de energía natural del Sol y las estrellas. La
fusión de núcleos ligeros genera enormes cantidades de
energía, que es el punto de fusión nuclear, que teóricamente
puede producir energía 3 y 4 veces más que la fisión, la
misma masa de combustible. Una reacción de fusión nuclear
por lo tanto requiere que dos núcleos se unen y esto es muy
costoso en energía porque los granos tienden a repeler a
causa de sus cargas eléctricas, tanto positivos.

La energía necesaria para las temperaturas de fusión son decenas enorme, de millones de
grados, como en el corazón de las estrellas.

Cuando núcleos ligeros se fusionan, el núcleo creado así termina en un estado inestable y trata
de encontrar un estado estable de menor energía. Para eso, expulsa una o más partículas
(fotones, neutrones, protones, núcleos de helio,
según tipo de reacción).

La generación de electricidad mediante la fisión


nuclear durante mucho tiempo, pero la fusión
nuclear sigue siendo controlada por los
investigadores que están experimentando desde
la década de 1950.

Con la fisión nuclear, los científicos están trabajando con núcleos pesados.

Los productos de fisión son los restos de un núcleo pesado de uranio o plutonio que se
fragmentó tras la captura de un neutrón.

El núcleo de uranio o plutonio es generalmente fragmentado en dos piezas de tamaños


desiguales, una base ligera con 80 a 110 nucleones y un núcleo más pesado de 130 a 155
nucleones.
La distribución de los productos de fisión del núcleo depende
poco de que la fisión del uranio-235 o plutonio-239. Ambos
fragmentos son altamente radiactivos inestables en el
momento de su creación. Un núcleo de uranio-235 que
contiene 143 neutrones y protones, 92, 61% de los neutrones,
mientras que para los fragmentos estable, ligera y pesada
debe contener menos de 57%.

Estabilidad será a costa de una cascada de decaimiento beta,


que se convierten en protones neutrones. La fisión nuclear es
la desintegración de un núcleo en dos núcleos más ligeros.
Esto va acompañado de una ráfaga de calor, es decir, la energía.

La fisión libera une gigante energía, como una forma de radiación, en comparación, un gramo
de uranio 235 libera tanta energía como la quema de varias toneladas de carbón, y 69 000
veces más energía que un gramo de aceite.

Los neutrones liberados por fisión son de alta energía y si no se frenan, se puede inducir nuevas
fisiones y la reacción continúa y se acelera.

Esto es lo que ocurre en los reactores nucleares, la reacción auto-sostenible. Pero, si se le


permite aumentar el número de neutrones presentes, la reacción puede ser explosiva, en el
caso de la bomba atómica (bomba A).

Tiempo para volver a la estabilidad es muy variable. Algunos días son suficientes para un
producto de fisión a 140 nucleones, mientras que un fragmento de 137 nucleones a otros 30
años a 99 nucleones, 210 000 años.

El combustible gastado de un reactor de alta después de dos o tres años de funcionamiento


todavía contiene una fracción importante de fragmentos de fisión inestable.

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