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Epicteto de Frigia (55-135)

Tu felicidad depende de tres cosas, todas las cuales están en tu poder: tu voluntad, tus ideas sobre
los eventos en los que te involucras y el uso que haces de tus ideas.

El hombre no está preocupado tanto por problemas reales como por sus ansiedades imaginadas
sobre los problemas reales.

La clave es acompañar a las personas que te animan, cuya presencia es lo mejor posible.

Es más necesario que el alma se cure que el cuerpo; porque es mejor morir que vivir mal.

Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.

No vivas según tus propias reglas, sino en armonía con la naturaleza.

La libertad es la única meta digna en la vida. Se gana ignorando cosas que están más allá de
nuestro control.

Ninguna persona es libre que si no es dueña de sí misma.

Puedes ser invencible si nunca emprendes combate de cuyo regreso no estés seguro y sólo cuando
sepas que está en tu mano la victoria.

La riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocos deseos.

Cualquier persona capaz de molestarte se convierte en tu maestro; alguien puede molestarte solo
cuando te permites ser molestado por él.

No busques que los acontecimientos ocurran como tú deseas, deja que sucedan como suceden, y
todo te irá bien.

Si se habla mal de ti, y si es verdad, corregirte a ti mismo; si es una mentira, ríete de ella.

Las opiniones y los problemas de otras personas pueden ser contagiosos. No te sabotees a ti
mismo adoptando involuntariamente actitudes negativas e improductivas a través de tus
amistades con otros.

El que se ríe de sí mismo nunca se queda sin cosas de las que reírse.
Epicuro de Samos (341-270 a.C.)

Los bienes son para aquellos que saben disfrutarlos.

Es absurdo pedir a los dioses aquello que uno no se puede procurar por sí mismo.

La muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que está lejos de los primeros y,
cuando se acerca a los segundos, éstos han desaparecido ya.

Los pilotos habilidosos ganan su reputación de tormentas y tempestades.

No es tanto la ayuda de nuestros amigos como la confianza de su ayuda.

El hombre es rico desde que se familiariza con la escasez.

Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco.

Si quieres ser rico, no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.

El que no está satisfecho con poco, no está satisfecho con nada.

La justicia es la venganza del hombre social, como la venganza es la justicia del hombre salvaje.

Es mejor para ti estar libre del miedo tumbado en una paleta, que tener un sofá de oro y una mesa
rica y llena de problemas.

La vida del necio está vacía de gratitud y llena de temores.

La desgracia de los sabios es mejor que la prosperidad de los necios.

No eches a perder lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que tienes ahora fue
una vez cosas que solo deseabas.

No es lo que tenemos, sino lo que disfrutamos lo que constituye nuestra abundancia.

Comer y beber sin un amigo es como devorar como el león y el lobo.

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