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Grandes mujeres de la cultura amazigh de ayer y

hoy
diciembre 07, 2018

Muchas mujeres canarias tienen miedo de la cultura amazigh porque la

relacionan equivocadamente con el Islam y el tratamiento que el Islam hace de

las mujeres, la falta de libertades, etc... pero el papel de la mujer en la cultura

amazigh norteafricana contrasta enormemente con el papel de la mujer dentro

del mundo musulmán.

A pesar de los siglos de islamización, las poblaciones amazigh no han adoptado

las costumbres islámicas de la poligamia, el matrimonio con menores o la

obligación del velo. Al contrario que el papel secundario que han jugado las

mujeres en el mundo islámico, la historia de la cultura amazigh está llena de

grandes mujeres que influyeron en el devenir de sus pueblos.

Mujeres que dieron el origen a todo un pueblo tras un viaje a través el desierto

como Tin Hinan la madre de los tuareg, que unificaron un pueblo como la

canaria Andamana, que actuaban de mediadoras en los conflictos como Tibiabín

y Tamonante de Fuerteventura
Mujeres guerreras que lideraron la lucha contra la invasión romana como Rala

Bouya, que lucharon contra el Islam y la invasión árabe como Dahya Kahina o

que comandaron la resistencia contra la invasión francesa como Lalla Fadhma

n´Soumer, Zhora Drif o Djamila Bouhired.

Pero también mujeres que lucharon o luchan en el ámbito cultural, identitario,

político y social como Taos Amrouche, la primera mujer norteafricana en

publicar una novela, la escritora marroquí Malika Oufkir, la feminista y ex

ministra de cultura argelina Khalida Toumi o la activista pro derechos

humanos Khadija Azalam.

Líderes militares y madres espirituales, guardianas de las tradiciones y la

herencia cultural, reinas y activistas políticas. A lo largo de la historia, la mujer

amazigh siempre fue responsable de la gestión de los asuntos económicos,

sociales, culturales e incluso religiosos. Fuente de vida y prosperidad, en las

sociedades amazigh nunca se les otorgó un bajo estatus como en Europa o en el

mundo árabe.

Andamana, Tibiabín y Tamonante

Y es que en la cultura amazigh el papel de la mujer es central no solo como

portadora del linaje sino como transmisora de la cultura y educadora. Por


ejemplo, en las comunidades nativas canarias las mujeres tenían un papel

preponderante como dadoras de vida, transmisoras de la herencia ancestral y

transformadoras del equilibrio de las energías que nos rodean.

En Gran Canaria, Andamana, era una poderosa sacerdotisa, una atidamana.

Junto a su marido Gumidafe unificó la isla, hasta entonces dividida en doce

cantones, facilitando el paso crucial en todo pueblo de una organización tribal

hacia un Estado centralizado. De esta forma puso las bases para el desarrollo

económico, social y cultural de su pueblo. Andamana, fue una poderosa

sacerdotisa, una mujer de poder al igual que Tibiabín y Tamonante en

Fuerteventura, dos mujeres muy respetadas que mediaban en los conflictos y

presidian las ceremonias.

Leonardo Torriani aporta algunos detalles sobre la función de estas

mujeres; Tibiabin era considerada una mujer fatídica y de mucho saber, quien,

por revelación de los demonios o por juicio natural, profetizaba varias cosas

que después resultaban verdaderas, por lo cual era considerada por todos

como una diosa y venerada y gobernaba las cosas de las ceremonias y los

ritos, como sacerdotisa. Tamonante regía las cosas de la justicia y decidía las

controversias y las disensiones que ocurrían entre los poderosos o principales

de la Isla.

Las crónicas de la conquista nos muestran muchos ejemplos de mujeres muy

respetadas y de gran autoridad. Niza en el Hierro, Aregoma en la Gomera,

Guayafanta en La Palma. Sobre esta última isla, Abreu Galindo afirmó que las

mujeres awara no eran de menos corpulencia que los hombres, que se

caracterizaban por sus ánimos varoniles y que en su ferocidad ejecutaban sin

perdón a los cristianos.


El mismo autor inmortalizó la pelea entre una cuadrilla de colonos herreños y la

palmera Guayanfanta, mujer “de grande ánimo y gran cuerpo, que parecía

gigante”. Relata como los cristianos la cercaron, peleó con ellos lo que pudo y,

viéndose acosada, embistió a un cristiano y, tomándolo debajo del brazo, se iba

para un risco para arrojarse al vacío con él y, a pesar de que acudió otro

cristiano y le cortó las piernas, cayeron por el barranco.

Otro ejemplo de mujer con autoridad lo encontramos en el análisis filológico del

nombre de una mujer canaria de 35 años vendida como esclava en el mercado

de Valencia. Su nombre Attanatda, según traducción de Ignacio Reyes,

significa "he aquí la decisión o autoridad misma".

Las maguadas o sacerdotisas eran muy respetadas. En Gran Canaria Abreu

Galindo nos cuenta una historia de la madre de un guayre (capitán de guerra),

llamado Aymediacoan, que era "una canaria religiosa tenida entre todos 1os

canaríos en gran reputación y veneración de santidad, la cual era como madre

de la maguadas". Cuando Doramas, que era el jefe de guerra, junto con los

guayres y el Faican (sumo sacerdote) acuerdan matar a unos ochenta

prisioneros que habían hecho por falta de provisiones para mantenerlos. Esta

madre de las maguadas lo impide y su decisión es respetada, dejando libres a los

prisioneros. Una actitud profundamente humanista que veremos una y otra vez

en otras heroínas amazigh como Lalla Fadhma N´Soumer o la reina Dhiya y que

contrasta enormemente con el salvajismo que usaron romanos, franceses y

españoles.
Tamesmant

Una mujer que se rebeló contra la ocupación romana del norte de África fue la

reina guerrera Tamesmant [ⵜⵜⵜ:ⵜⵜⵜlⵜ], conocida también como Lalla

Bouya. A comienzos del siglo III d.n.e, el dominio romano sobre las provincias

del Norte de África, empezó a declinar y a debilitarse debido tanto a la crisis

política que padecía el Imperio Romano durante la llamada Anarquía Militar

entre los años (235_270) d.n.e. como a la resistencia armada de las

comunidades tribales amazighs expulsadas fuera de las fronteras del Limes

Romano. Estos sucesos tuvieron graves repercusiones sobre la vida de los

colonos romanos dentro de las provincias africanas y por este motivo, las

grandes familias latifundistas de la aristocracia local, empezaron a organizar su

propia guardia privada para proteger sus intereses y propiedades dentro de sus

villas de los ataques rebeldes. Al mismo tiempo cada aristócrata ejerció sus

derechos administrativos y jurídicos sobre las zonas bajo su control. Este nuevo

sistema les dio suficiente poder a los gobernadores aristocráticos de las


provincias africanas, para emprender una serie de guerras de expansión y
apoderarse de los fértiles terrenos de las tribus amazighs, los cuales fueron

expulsados de sus tierras y confiscadas sus propiedades por rebeldía. Los que

ofrecieron resistencia fueron esclavizados sufriendo un trato duro y brutal.

Muchas tribus mauris que aun seguían bajo control romano, quedaron

destruidas económicamente, debido a la ley de sanción de terrenos aplicada por

los colonos romanos y a la enorme presión tributaria. Estos hechos desataron la

ira de los nativos y su descontento, reflejada en la violencia de sus disturbios y

sublevaciones en todas la provincias norteafricanas.

Para sofocar una revuelta que habían emprendido las tribus Mauris del norte

dentro del territorio romano en África, en el año 270 d.n.e, el Emperador

Domiciano II puso al mando de las guarniciones de la Mauretania Tingitana

(aproximadamente la mitad norte del Marruecos actual y parte del noroeste de

Argelia) a Sicilius, un latifundista romano de la aristocracia que poseía más de

875 hectáreas de terreno. La nueva campaña de militar romana se prolongó

durante cinco años. Los romanos quemaron y destruyeron multitud de

comarcas y ciudades rebeldes, como en el caso de Benassa, Luculissida y

Tamuda.

En el año 272 d.n.e. nace Tamesmant en el seno de una familia noble amazigh,

cuyos derechos sobre la región de Tebirnayni, habían sido prohibidos por los

romanos. Su padre “ Yarmah “, fue uno de los líderes de la revuelta que

desataron los clanes mauris de esta región montañosa situada al noroeste de la

provincia de la Mauretania tingitana, en primavera del año 275.

El ejército romano llegó a esas tierras explotando y esclavizando a quienes

encontraron por delante. Pero las tribus les hacen frente y en la “ Batalla de

Tebirnayni “ los mauris fueron derrotados y su sublevación fue aplastada. Para


que su victoria sobre los rebeldes fuese definitiva y total, los romanos decidieron
saquear y destruir la ciudad fortaleza de Tebirnayni, haciéndose con un rico

botín de guerra. Los romanos redujeron la ciudad a cenizas y escombros a su

paso, cubriendo sus calles con cadáveres crucificados de cientos de sus

habitantes. Tamesmant solo tenía tres años de edad cuando presencio el

asesinato de los miembros de su familia por los romanos.

Tamesmant fue capturada y enviada a Roma para su educación al ser adoptada

por el comandante romano Sicilius, en una práctica habitual ya que los hijos

romanizados de los jefes nativos tienen valor político y pueden ser una carta

importante en un futuro para la defensa de los intereses de Roma. Pero tras la

muerte de Sicilus, Tamesmant se convirtió en su heredera. Pero el gobernador

de la provincia romana de la Mauretania Tingitana, consideraba que

Tamesmant no tenía derecho sobre su legado, al no ser hija legitima de Sicilius,

y organizó una campaña militar para deponer el gobierno de Tamesmant en las

tierras de su padre adoptivo en el año 292.

Pero Tamesmant logró escabullirse a la región montañosa de Tebirnayni, donde

fue recibida por sus compatriotas y protegida entre los suyos. Allí usó sus

conocimientos para reconstruir las defensas de la ciudad de Tebirnayni, y

empezó a adiestrar a un ejército bien organizado y preparado en el arte de la

lucha, convenciendo a las tribus amazigh mauris que apoyasen su causa frente a

la dominación romana.

Bajo la dirección de Tamesmant los Mauris de la región de Tebirnayni se

sublevaron en el año 296. Las fuerzas insurgentes dirigieron sus ataques hacia el

norte cayendo sobre la guarnición de Tamuda. El ataque de la insurgencia

nativa fue breve y provocó la rendición de los romanos y su retirada de esa zona.

Pero la victoria de Tamesmant se extendió como la pólvora y provocó que una


simple revuelta se convirtiera en una revolución antirromana en toda la

provincia de la Mauretania Tingitana.

La revolución se trasladó a las zonas montañosas en donde se fortaleció

provocando insurrecciones de esclavos y clanes mauris. En un periodo de cuatro

años, toda la Mauretania Tingitana se vio sumida en la lucha de liberación. Los

romanos fueron derrotados en Gandusi, en Lixus y Frigiday. Roma no pudo

hacer frente a la rebelión al no poder enviar sus legiones para sofocar la

rebelión, puesto que estaban ocupadas frenando el avance y los continuos

ataques de los pueblos bárbaros del norte y el nordeste de Europa en sus

fronteras en Germania, Dacia y Dalmacia.

A comienzos del siglo IV, casi toda la región norte y sudoeste de la Mauretania

Tingitana se había liberado del yugo del dominio romano, formando un área

independiente dentro de los límites del Imperio. De esta forma la denominada

revolución de Tamesmant quebró los cimientos del Imperio Romano en África,

contagiando la revolución a todas regiones de las provincias africanas que no

tardaron a seguir su ejemplo.

En el año 304 se reunieron en Tebirnayni los líderes de las tribus amazigh

mauris independientes, para proclamar el Reino Independiente Mauri

eligiendo a Tamesmant como su primera reina. Su primer acto como monarca

de los mauris fue dirigir una campaña militar para liberar las regiones del sur y

el sureste de la provincia de la Mauretania Tingitana. Los romanos fueron

derrotados en Benassa, en Temussida, Sale, Luculissida y en Volúbilis acabando

definitivamente con la presencia romana en esta región.

En el año 371, algunos clanes mauris los “Bekatas” del este de la Mauritania
Tingitana, acudieron en auxilio al rey de los mauris Dan I, para apoyarles en su
lucha contra los romanos. Finalmente los mauris vencieron a los destacamentos

Romanos de Tazuda y Rusadir, permitiendo que el Reino Mauri anexionase

estos territorios aumentando sus fronteras hasta el Río Molouch al este, hasta el

Río Sale al sur, las costas mediterráneas al norte y las costas atlánticas al oeste,

conformando en el noroeste africano un estado amazigh independiente bajo la

dinastía de Tamesmant.

La revolución de Tamesmant había destruido los cimientos de la dominación

romana no solo en la Mauretania Tingitana, sino en todo el Norte de África.

Esto hizo que Tamesmant se convirtiera en un modelo de reina guerrera. A su

muerte había logrado crear en su persona un símbolo de la resistencia amazigh

contra los europeos, constituyéndose en la viva imagen de la libertad para su

pueblo. Su hazaña aún perdura en la memoria y es transmitida de generación en

generación.

Tin Hinan

En las sociedades tuareg, a pesar de la islamización, las mujeres conservan una


gran libertad, se casan con quien ellas quieren, tienen bastante libertad sexual
antes del matrimonio, no llevan velo y son las propietarias de la tienda y de los

enseres del campamento que heredan de madres a hijas.

En las sociedades amazigh el linaje es generalmente matrilineal, es decir tu

linaje lo marca el linaje de tu madre. Tin Hinan, también conocida

como Tamenoukalt (reina) o Tamnugalt en el Azawad, fue una reina

guerrera y es el ancestro mítico de los tuareg del Haggar, considerada madre

espiritual de todas las tribus tuareg.

Tin Hinan significa literalmente "la de las tiendas" y juega un gran papel en la

protección de sus tribus, ya que siempre fue considerada el símbolo de la

estabilidad social, política y espiritual. Y es que dentro de la sociedad tuareg se

hace un símil a la organización social con la organización de una jaima o tienda.

Tin Hinan fue una princesa bereber del siglo IV de nuestra era, perteneciente a

la tribu que ocupaba Tafilet, un importantísimo oasis de paso obligado ya que es

el último antes de llegar a los montes Atlas en Marruecos. En esa época el

emperador romano Constantino se había convertido al cristianismo que había

pasado a ser la religión oficial del imperio. Las revueltas contra el poder romano

se suceden.

Era alta y delgada, de raza blanca, de origen noble y conocedora del idioma y la

escritura de los habitantes originales del Norte de África. Provenía de una de las

tribus amazigh del desierto, una raza anterior a la colonización árabe que se

extendía desde Egipto a las Islas Canarias, y no se sabe si escapó de su familia, si

huyó de un matrimonio concertado, o si sobrevivió a una razzia sobre su clan.

El hecho es que Tin Hinan huye de Tafilet en compañía de una sirviente de


nombre Takamat y se adentra en el desierto. Siguiendo antiguas rutas
caravaneras y orientándose con ayuda de las estrellas, se dirigió hacia el Este,

atravesando mil cuatrocientos kilómetros de arenas ardientes hasta llegar a las

cercanías de Tamanrasset, en las faldas de las montañas el Ahaggar, una zona

fértil de pequeños ganaderos y agricultores.

No se sabe en qué momento ni de qué manera, Tin Hinan la princesa recién

llegada del desierto a lomos de una camella blanca, se las arregló para unificar a

los distintos clanes de señores, vasallos, pastores y agricultores y dotarles de

una identidad nueva y común.

Tin Hinan tuvo tres hijas: Tinert, el antílope, antepasado de los Inemba;

Tahenkot, la gacela, antepasada de Kel Rela y Tamérouelt, la liebre, antepasado

de los Iboglân. Por su parte, Takama, la doncella, tenía dos hijas que recibieron

los palmerales de la zona que aún poseen sus descendientes como regalo de

Tamnugalt.

Dhiya o Kahina
Unos siglos más tarde, en el siglo VII, los imperios romanos y bizantinos

estaban colapsándose, circunstancia que aprovecharon los árabes, venidos de

Oriente Medio, para hacer incursiones y conquistas en el norte de Africa. El

mundo estaba transformándose, fue un periodo de enormes cambios. En ese

mundo surgirá la figura de la reina Daya Ult Yenfaq Tajrawt (585-702

d.n.e.) más conocida como Dhiya [ⵜⵜⵜⵜⵜ], Dihiya, Tihiya o Damya, que

significa literalmente "hermosura" y que también fue conocida por los árabes

como Kahina (la hechicera).

En el año 665, los musulmanes conquistan la ciudad de Susa (Túnez), cerca de

Cartago, que estaba dominada por los bizantinos. En el año 670, Uqba if Nafi es

nombrado gobernador de la provincia de Ifriqiya (Tunez), que era un gran

territorio aún sin conquistar por la feroz resistencia que las tribus amazigh.

Uqba parte con un ejército de más de diez mil hombres, con la intención de

conquistar todo el norte de Africa. Por su parte Bizancio, que también era

atacado por los musulmanes por la zona de la península de Anatolia, decide

retirar sus tropas de Cartago, lo cual facilita la invasión árabe.

El árabe Ubqa fue brutal, astuto e implacable, fue despiadado con las

poblaciones locales. Usando el terror como práctica habitual para someter a los

bereberes y, bajo la excusa de que eran enemigos de la fe, les impuso altísimos

impuestos lo que le permitía tener siempre un poderoso ejército.

Pero el avance de los árabes desde el Este fue frenado en la región actual del

Aures, una cordillera montañosa fronteriza entre Tunez y Argelia. Allí los

guerreros amazigh detuvieron durante 80 años el avance invasor. Las tribus

amazigh estaban lideradas por Aksil [ⵜⵜⵜⵜⵜ] que significa "el leopardo",
también conocido como Caesilius o en árabe como Kusayla o Kasila, un valeroso

guerrero jefe de la tribu de los auraba y líder de la Confederación Sanhaya.

Fue una época de continua lucha entre musulmanes y bizantinos, que eran

apoyados por los visigodos. Las confederaciones tribales amazigh lucharon

tanto contra los bizantinos que habían conquistado su tierra y contra los

musulmanes que intentaban conquistarla, pero visto el avance árabe, finalmente

se aliaron a los bizantinos contra el nuevo invasor.

En el año 675, Ubqa es sustituido por Maslama. De este no se sabe muy bien

cuáles fueron sus conquistas, pero sí que supo atraerse a las confederaciones

bereberes dirigidas por Aksil, para así unirse a ellos y enfrentarlos con los

bizantinos. Incluso consiguió que se hicieran musulmanes, asegurándoles plena

igualdad fiscal con los árabes así como el derecho a parte del botín obtenido de

los bizantinos.

Pero con la llegada al poder en Damasco del califa Yazid I, en el año 682 Ubqa

ibn Nafi es nombrado de nuevo gobernador de Ifriqiya. Llega a la provincia con

un gran ejército y la misión de llegar a las costas del océano Atlántico e

incumple todos los acuerdos que los anteriores gobernadores musulmanes

habían acordado con el pueblo amazigh.

Para hacer frente a los musulmanes se crea una coalición formada por los

bizantinos y la confederación bereber dirigida por Aksil, la cual es vencida, Aksil

es capturado y el resto de sus fuerzas se retira a las montañas. El nuevo

gobernador somete a otras tribus a las que les impone fuertes tributos y la

obligación de hacerse musulmanes. Uqba ibn Nafi dirige entonces a sus

hombres en una expedición a través del norte de África, llegando finalmente al


Océano Atlántico y marchando hacia el sur hasta los ríos Draa y Sous en la costa

atlántica de Marruecos.

Pero Aksil consigue escaparse y unir a todas las tribus bereberes, incluida la

tribu de zenata de los deyrawa liderada por la reina Dhiya. También establece

una coalición con los bizantinos. La expedición de Uqba ibn Nafi es

emboscada, a su regreso del Atlántico y Uqba ibn Nafi es derrotado y muerto en

la batalla de Tehouda (Thabudeos), al sur de Vescera, en el año 683. Como

resultado de esta aplastante victoria, Aksil se queda prácticamente dueño de

todo el norte de África, e incluso ataca y toma la ciudad de Kariuan. Los árabes

fueron expulsados de la zona de lo que hoy es Túnez durante casi una década y

son obligados a retirarse a Egipto.

Los árabes tardaran siete años en ser capaces de volver hacer una expedición a

la zona. Durante este tiempo los bizantinos refuerzan todas sus ciudades y Aksil

queda como rey independiente en gran parte del territorio. Pero en el año 688

se produce la batalla de Mamma donde, ampliamente superados en número, los

auraba fueron derrotados y Aksil asesinado. A partir de este momento la

resistencia amazigh continuaría bajo el liderazgo de Dhiya de la tribu zenata de

los deyrawa que había luchado junto a Aksil en Tehouda.

Dhiya, era hija de Tatīt o Mātiya (Mateo), hijo de Tifān (Teófano) y pertenecía a

una familia bereber romanizada. Los historiadores musulmanes la han descrito

como bella en su juventud, de larga cabellera negra, profundos ojos y madre de

tres hijos (dos varones y una hija llamada Khenchela). Estas características se

solían atribuir a las hechiceras, y fue uno de los motivos para el apodo "kahina",

que frecuentemente se atribuye a quienes se consideraba adivinadores del

futuro.
Cuando Dhiya comienza a destacarse en política era ya viuda y quizás bastante

anciana, según Ibn Jaldún tenía ya 67 años. Tras haber participado en la lucha

contra las tropas árabes en Tehuda (683), donde murió Uqba ibn Nafi, Dhiya se

puso al frente de sus tropas contra los refuerzos árabes enviados desde el

Oriente en el año 688. Tras la batalla de Mamma, donde muere Kusaila, Dhiya

se enfrenta y derrota a los árabes cerca del uadi Nini, próximo a la localidad hoy

llamada Khenchela.

Posteriormente, en el año 693, el califa Abd al-Malik envía un ejército de

40,000 hombres comandados por Hasan ibn al-Nu'man a Cirenaica y

Tripolitana para eliminar la amenaza bizantina en el norte de África. Avanzan

sin encontrar resistencia hasta que llegan a Túnez, donde capturan Cartago y

derrotan a los bizantinos y a las tribus amazigh alrededor de Bizerte.

Pero Dhiya consiguió derrotar a los árabes en Meskiana, persiguiéndolos hasta

Tripolitania e incluso Cirenaica, en el norte de la actual Libia. Tras estas

victorias, Kahina retornó al Aurés habiendo liberado el territorio entre las

montañas Aures y el oasis de Ghadames. Se dice que Dhiya siempre trató bien y

con gran humanidad a los cautivos, incluso dejándolos libres.

Al darse cuenta de que el enemigo era demasiado poderoso y regresaría, Dhiya

inició una campaña de tierra quemada ya que al pasar el desierto libio y no

encontrarse con tierras que saquear en Túnez dificultaría la posibilidad de

conquista de los árabes que llegarían debilitados. Sin embargo, el resultado fue

el contrario al esperado por ella. Mientras que la medida tuvo poco impacto en

las tribus nómadas del desierto y de las montañas que la aceptaron sin

problemas, muchas en las tribus sedentarias de las llanuras y los oasis dejaron

de apoyar a Dhiya e incluso pidieron ayuda a los árabes. Debilitada por tales

defecciones, Dhiya sufrió una derrota y buscó refugio en una ciudadela


bizantina en las proximidades de Biskra. Finalmente fue forzada a una última
batalla en Tarfa en el año 702. Dhiya fue muerta y la resistencia amazigh, que

con un puñado de guerreros había contenido el avance del Islam durante más de

80 años, fue derrotada.

A día de hoy la feroz resistencia de Dhiya representa la fuerza, la determinación,

la valentía, el orgullo, el liderazgo y la dignidad de un pueblo.

Lalla Fadhma n’Soumer

Durante el siglo XIX Francia se lanza a desarrollar un imperio colonial en Africa

y conquista Argelia. Una importante líder de la resistencia en la batalla contra

los franceses fue Lalla Fadhma n’Soumer. Su vida se ha convertido en un

símbolo de la resistencia de los amazigh contra la ocupación francesa. Una

batalla que costó la vida a aproximadamente un tercio de la población nativa

entre los años 1830 y 1872.


Lalla Fadhma era una mujer de una gran piedad y fuerza. Era una mujer

"santa", al igual que Dhiya en Túnez o Andamana en Canarias, con poderes

espirituales incluyendo la habilidad de tener visiones sobre el futuro y curar

enfermedades.

Fadhma nació en el pueblo de Werja en 1830, precisamente el año en que se

inicia la ocupación francesa en Argelia. Solo tiene 16 años cuando los franceses

ocupan su hogar, la Cabilia argelina, en 1847. Pero, una vez más la cabila se

convertiría en el núcleo desde el cual la resistencia lucha y Fadhma se une a los

líderes de la resistencia de la región; Si Mohamed El-Hachemi y Mohamed El

Amdjed Ibn Abdelmalek (apodado Bou-Baghla).

Bou-Baghla fue probablemente un ex teniente del ejército del Emir Abdelkader,

derrotado por última vez por los franceses en 1847. Al negarse a rendirse, Bou

Baghla se retiró a la zona de la Cabilia. Desde allí, comenzó una guerra contra

los ejércitos franceses y sus aliados, a menudo empleando tácticas de guerrilla.

Era un luchador implacable, muy elocuente y muy religioso. Fadhma y Bou-

Baghla eran almas gemelas que luchaban por la libertad de su pueblo.

Durante la batalla de Tachekkirt, liderada por Bou-Baghla en ese momento, el

mariscal Jacques Louis Randon fue capturado, pero logró escapar más tarde.

Pero tras la muerte de Bou-Baghla en 1854, Fadhma recibió la jefatura de

combate por parte del gran consejo de combatientes y de importantes figuras de

las tribus cabilias. Fadhma lidera una fuerte resistencia contra el ejército francés

de 13,000 hombres del mariscal Randon. Armada con una fe inquebrantable, se

lanzó en sangrientas batallas para hacer retroceder al enemigo dando una

lección de coraje y determinación. Durante la famosa batalla de Oued Sebaou, y

con tan solo 24 años, Fadhma encabezó un ejército de hombres y mujeres; tomó
el control y llevó a su pueblo a la victoria, una victoria que resonó a través de
toda la Cabilia. Las mezquitas y zawiyas cantaron alabanzas en honor a la

heroína del Djurdjura.

No dispuesto a aceptar la derrota, Randon pidió refuerzos. Sus fuerzas eran

ahora de 35,000 hombres. Marcho sobre la Cabilia y exigió a la gente de la

ciudad de Azazga, una de las mayores de la región, que lo ayudaran a acabar con

Fadhma N'Soumer y terminar con "su leyenda y sus malas acciones". La

respuesta a su emisario fue "Vaya a la persona que lo envió y dígale que nuestros

oídos no pueden escuchar el idioma del que nos pide que traicionemos”. Tal era

la lealtad y el respeto de la gente por Fadhma. En respuesta, Randon prometió a

la gente de Azazga una lluvia constante del fuego de sus cañones. Uno tan solo

puede imaginar la brutalidad empleada por los franceses contra las gentes de

Azazga que fueron derrotadas.

Fadhma no se rindió y movilizó a su gente para "luchar por la tierra y la

libertad, ellos son nuestra constante y son sagrados. No pueden ser objeto de

concesiones ni de regateo ”. Su fuerte personalidad y sus discursos inspiradores

tuvieron una gran influencia en toda la Cabilia, como lo demuestra el sacrificio y

la determinación de la gente durante todas las batallas que allí se lucharon,

especialmente las victorias de Icherridene y Tachkrit que tuvieron lugar del 18 al

19 de julio de 1854 y que resultaron en una gran cantidad de perdidas, más de

800 muertos, para las tropas francesas.

Derrotado, Randon finalmente solicitó un alto el fuego de cinco años que

Fadhma aceptó. La intención de Fadhma era usar el período de alto el fuego

para mejorar su organización y reforzar sus tropas. Los campos fueron arados y

sembrados y se instalaron fábricas de armas en muchos lugares de la región. Sin

embargo, al igual que con Samori Toure o Behanzin, los franceses no respetaron
el alto el fuego. En 1857, tan solo tres años después, rompieron su palabra y
lanzaron ofensivas en todas las grandes ciudades que hasta ese momento habían

permanecido fuera de su alcance.

En un último y supremo esfuerzo de lucha por la libertad Fadhma apeló a la

gente. Rodeada por mujeres de la región, Lalla Fadhma dirigió la lucha. Sin

embargo, perdieron la batalla y Fadhma fue arrestada el 27 de julio de 1857. Los

franceses destruyeron su rica biblioteca, que contenía una amplia colección de

trabajos científicos y religiosos de la región, al tiempo que confiscaron su dinero

y propiedades, que ella había utilizado para cuidar y apoyar a los discípulos de la

zawiya (comunidad espiritual) de su padre.

Debido a los duros rigores de su encarcelamiento, a la noticia de la muerte de su

hermano y a la frustración de verse incapaz de actuar contra la agresión y

colonización francesa, Lalla Fadhma murió en 1863, seis años después de su

captura, cuando tan solo tenía 33 años. Los franceses la apodaron la Juan de

Arco de Djurdjura, comparación que ella nunca aceptó.

Si quieres el ejemplo de una mujer que por su coraje, piedad, fuerza y carisma

pudo derrotar al poderoso ejército francés incluso capturando a uno de sus

mariscales. Si quieres el ejemplo de una mujer que poseía una rica biblioteca de

obras científicas y religiosas. Si quieres el ejemplo de una mujer que lideró a

hombres y mujeres en la batalla y ganó. Si quieres el ejemplo de una mujer que

sirvió a su gente liderándola, ahí tienes el nombre y el ejemplo de Lalla Fadhma

N'Soumer.

La historia registrará que los franceses, al igual que anteriormente los romanos

y los españoles en Canarias, siempre fueron gentes sin honor ni palabra que

utilizaron todas las artimañas y trucos sucios que pudieron encontrar ... e
incluso con todo el poder de sus superioridad armamentística y numérica,

nunca podrían haber ganado sin usar la mentira y la traición.

Djamila Bouhired

Djamila Bouhired fue hija de una familia de clase media de madre tunecina y

padre argelino. Se opuso al dominio colonial francés de Argelia y se unió al

Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN) mientras era una activista

estudiantil. Allí trabajó como oficial de enlace y asistente personal del

comandante del FLN Yacef Saadi en Argel.

En abril de 1957 fue capturada por los franceses y torturada para obtener

información. No divulgó ninguna información repitiendo "Argelia es nuestra

madre" mientras estaba siendo torturada. Según Bouhired, la tortura se

prolongó durante un total de 17 días.


En julio de 1957 fue juzgada por haber puesto una bomba un café, junto a otra

luchadora por la libertad argelina, Djamila Bouazza, de 19 años. En ese

momento, un abogado francés llamado Jacques Vergès, simpatizante de la causa

de los nacionalistas argelinos, se enteró de su caso y decidió representarla en lo

que sería un juicio histórico. Vergès acusó al gobierno de haber cometido los

actos imputados en su defensa, pero a pesar de sus esfuerzos, fue condenada a

muerte por guillotina.

Vergés coescribió una petición al gobierno argumentando razones por las cuales

Bouhired no debería recibir la pena de muerte. Muchos grupos se formaron en

toda Argelia y en el extranjero intentando convencer al gobierno de no matar a

Bouhired. En particular, la princesa Laila Ayesha de Marruecos se comunicó con

René Coty, el presidente de Francia en ese momento, y le pidió que conmutara

la pena de muerte a Bouhired.

Finalmente Bouhired cumplió condena en la prisión de Reims hasta 1962. A

medida que se acercaba el final de la guerra de Argelia, y bajo los acuerdos de

Evian, fue liberada junto con muchos otros prisioneros argelinos. Djamila

Bouhired fue una de las muchas mujeres que lucharon por la emancipación y la

igualdad de la mujer en la nueva Argelia independiente.

Zhora Drif
Zohra Drif Bitat nació en Tissemselt, Argelia y es una abogada retirada y

vicepresidente del Consejo de la Nación, la cámara alta del Parlamento argelino.

Drif es conocida por haber sido miembro del Frente de Liberación Nacional

(FLN) durante la guerra de independencia argelina.

Sus ideales eran a la vez feministas y anticoloniales. En la escuela, aprendió

sobre la Era de la Ilustración, la Revolución Francesa de 1789 y las libertades

individuales, aspectos que contribuyeron a su postura ideológica durante la

revolución argelina.

Jugó un papel activo en las actividades del FLN. Junto a Djamila Bouhired y

Hassiba Ben Bouali, buscó obtener apoyo entre las mujeres de Argel para el

movimiento de liberación nacional. También jugó un papel ayudando a ocultar a

los miembros masculinos de FLN durante la persecución policial de 1956. Drif

frecuentemente ha explicado la importancia de las mujeres en la revolución.

Ella y otras mujeres fueron reclutadas porque podían mezclarse fácilmente con

las francesas, lo que les permitió cruzar las fronteras entre la casbah y la zona

francesa de Argel. Al quitarse la vestimenta tradicional musulmana y cambiar su

apariencia, a Drif y otras mujeres del FLN se les permitió moverse libremente

por la ciudad.

El 30 de Septiembre de 1956 fue enviada a colocar una bomba en un café de la

Rue Michelet frecuentado por colonos franceses. Llevaba el pelo a la moda

parisina y entró en el bar, dejando su bolso al lado de un taburete antes de irse.

Tres personas murieron y decenas resultaron heridas en el bombardeo. Esta fue

una de las primeras acciones de la Batalla de Argel.


Drif fue capturada a principios de octubre de 1957 junto con Saadi Yacef y

condenada por terrorismo a 20 años de trabajos forzados por el tribunal militar

de Argel. Tras su encarcelamiento inicial, fue trasladada a varias prisiones

francesas. En 1960, mientras estaba en prisión, publicó un tratado de 20

páginas, titulado La muerte de mis hermanos (en francés: la Mort de mes

frères). En prisión continuó sus estudios legales. Su pena fue conmutada por

Charles de Gaulle con motivo de los acuerdos de Evian y la independencia de

Argelia en 1962.

En su libro autobiografico dice "Quizás el lector de hoy espere que me

arrepienta de haber colocado bombas en lugares públicos frecuentados por

civiles europeos. No me arrepiento. Hacer eso sería ocultar el problema central

del colonialismo de poblamiento y hacer pasar a los civiles europeos de la

época (en el mejor de los casos) como simples turistas que visitan Argelia o (en

el peor de los casos) como los herederos "naturales" de nuestra tierra en lugar

de nosotros, sus legítimos hijos (...)

En cuanto a los civiles que murieron durante la guerra de liberación nacional,

si son argelinos, propondría que vayan a los combatientes de la FLN y les

pregunten: '¿Por qué morimos?' Sé que el FLN responderá: "Estás muerto

porque tus vidas formaban parte del precio que teníamos que pagar para que

nuestro país fuera libre e independiente.

Y si son franceses, les propondría que vayan a ver a las autoridades francesas

y pregunten: '¿Por qué morimos?' No sé qué dirían las autoridades francesas,

pero les propondría la única verdad real que existe: "Usted murió porque

estaba entre los cientos de miles de europeos que usamos para subyugar y

ocupar un país extranjero, Argelia. para que pudiéramos convertirla en


nuestra colonia de poblamiento. [desplazando a la población nativa]"
Samia Lakhdari

Samia era una estudiante de segundo año de derecho que respondió al

llamamiento lanzado el 19 de mayo de 1956 que instaba a los estudiantes

argelinos a abandonar las sillas de la universidad y unirse a los guerrilleros para

fortalecer la revolución argelina que se encontraba en su segundo año.

Samia, como la mayoría de los argelinos, decidió sacrificar sus estudios para

unirse a la causa de la Revolución independentista. Samia realizará muchas

operaciones en Argel. Siendo una de las primeras activistas junto con Djamila

Bouhired y Zhora Drift en poner una bomba en la batalla de Argel. Samia fue

condenada a muerte en ausencia, al igual que Zohra Drif, durante el juicio del

caso de Djamila Bouhired y Djamila Boubacha.

Zohra Drif, en su libro "La Batalla de Argel desde dentro: Memorias de una

luchadora por la libertad" dice; En junio de 2012, Samia Lakhdari, mi amiga,

mi hermana de lucha, se fue, de la misma manera en la que había vivido:

discretamente, de puntillas. Después de haberla enterrado en un anonimato

virtual, me di cuenta de que iba a enterrar a muchos en las mismas


condiciones, no solo a mí misma, sino a todos nosotros, una generación nacida
bajo la oscuridad de la ocupación. La ocupación colonial, construida sobre un

sistema de opresión absoluta, de la negación total de nuestro ser colectivo, de

nuestros derechos a la libertad y la dignidad...

Djamila Boupacha

A principios de la guerra de Argelia, Djamila Boupacha trabajó como aprendiz

en el Hospital Béni Messous, pero no pudo obtener un certificado de

capacitación debido a su raza y religión.

En 1960 fue arrestada por intentar bombardear un café en Argel. Su confesión -

obtenida mediante tortura y violación - y su consiguiente juicio afectaron a la

opinión pública francesa sobre los métodos utilizados por el ejército francés en

Argelia, después de la publicidad que le dieron al caso Simone de Beauvoir y

Gisèle Halimi. Boupacha fue condenada a muerte el 29 de junio de 1961, pero

recibió una amnistía bajo los acuerdos de Evian y luego fue liberada el 21 de
abril de 1962.
El 10 de febrero de 1960, las tropas francesas allanaron la casa de Boupacha y la

arrestaron a ella y a toda su familia. Posteriormente fueron llevados a un cuartel

militar en El Biar donde fueron golpeados e interrogados. Boupacha fue

posteriormente trasladada y torturada en la prisión de Hussein Dey. La tortura

incluyó una violencia sexual brutal. Bajo tortura, Boupacha confesó haber

colocado una bomba en un restaurante de la Universidad el 27 de septiembre de

1959.

La tortura fue una experiencia común para las mujeres que fueron arrestadas

durante este conflicto, y la violación se usó sistemáticamente para aterrorizar y

avergonzar a la comunidad argelina. La importancia del caso de Boupacha

radica en su decisión de presentar una demanda contra sus torturadores.

Aunque no negó su afiliación al FLN y su compromiso con la independencia de

Argelia, argumentó que una confesión lograda bajo tortura no debería ser

admisible ante el tribunal militar que debía juzgarla.

Al trabajar con la abogada tunecina francesa Gisèle Halimi, Boupacha llevó su

caso de tortura a juicio y causó un escándalo en Francia y Argelia, obteniendo

una amplia atención pública después de que Simone de Beauvoir publicara un

artículo en Le Monde, un prestigioso periódico francés, que describía el caso.

Boupacha también obtuvo el apoyo de destacados artistas e intelectuales, como

Henri Alleg, André Philip y Pablo Picasso.

La virginidad violada de Boupacha y su pureza física y metafórica fueron objeto

de un intenso escrutinio tanto en el caso judicial como en los medios de

comunicación. Las prácticas de humillación sexual del ejército francés sobre la

población argelina ya eran conocidas por el público en general, pero el caso de


Boupacha arrojó luz sobre qué cuán lejos llegaría el ejército para proteger a sus

torturadores de la persecución judicial.

Los funcionarios franceses en Argelia obstaculizaron el acceso de Boupacha a la

defensa legal, negando las visas de su abogado que le permitirían estar en

Argelia para las citas en el tribunal. Estos obstáculos llevaron a De Beauvoir a

establecer el Comité Djamila Boupacha en París. Este comité jugó un papel

decisivo en el aumento de la indignación pública, y también hizo campaña para

eliminar el caso de la jurisdicción argelina; esta campaña tuvo éxito y el caso fue

transferido a Francia en diciembre de 1960.

Los Acuerdos de Evian que dieron a Boupacha su libertad también significaron

que sus torturadores recibieron la misma inmunidad, que en última instancia no

pudieron ser procesados y escaparon impunes.

Gisèle Halimi

Gisèle Halimi es una abogada tunecina, activista feminista y ensayista. Nacida

en Túnez, el 27 de julio de 1927, de madre judía y de padre bereber. Fue educada


en un liceo francés en Túnez, y luego asistió a la Universidad de París,

graduándose en derecho y filosofía.


Fue asesora legal del Frente de Liberación Nacional de Argelia, especialmente

en el caso de la activista torturada y violada Djamila Boupacha. En 1961 escribió

un libro, con una introducción de Simone de Beauvoir, para defender dicho

caso.

En 1971 fundó el grupo feminista Choisir ("Elegir"), para proteger a las mujeres

que habían firmado el Manifiesto de los 343 admitiendo haber tenido abortos

ilegales. En 1972, Choisir se convirtió en una organización claramente

reformista, y lanzó una campaña que tuvo una gran influencia en la aprobación

de la ley que permitía la anticoncepción y el aborto.

En 1981 fue elegida para la Asamblea Nacional de Francia, como socialista

independiente, y fue diputada por Isère hasta 1984. Entre 1985 y 1987 fue

legada francesa en la UNESCO.

Khalida Toumi
Khalida Toumi es una política argelina. Fue ministra de Comunicación y Cultura

de Argelia hasta abril de 2014. También es activista feminista. Nació en 1958 en

Ain-Bessem, Bouira, en el norte de Argelia, e ingresó en la Universidad de Argel

en 1977 para obtener una licenciatura en matemáticas. Después de graduarse de

la École Normale Supérieure, enseñó matemáticas hasta 1993.

Como activista feminista, en 1981, fundó el Collectif féminin para oponerse al

respaldo estatal al discriminatorio Código de Familia de Argelia. Presidió la

Asociación para la Igualdad entre Hombres y Mujeres. En 1985, cofundó y se

convirtió en miembro del comité ejecutivo de la Liga Argelina de Derechos

Humanos, y en 1990 fundó la Asociación Independiente para el Triunfo de los

Derechos de las Mujeres.

Toumi se opuso firmemente a la ideología islamista y respaldó la cancelación de

las elecciones legislativas de enero de 1992, que daban al Frente de Salvación

Islámico (FIS) la oportunidad de ganar. Consideró que la FIS exhibía

"absolutamente todos los ingredientes clásicos de los movimientos populistas

totalitarios". Viajó a los países occidentales para brindar una perspectiva

antiislamista.

Como miembro de Rassemblement pour la Culture et la Démocratie (RCD),

ganó un asiento en la asamblea nacional argelina y fue vicepresidenta nacional

de derechos humanos y asuntos de la mujer de RCD. Después de profundos

desacuerdos con el presidente de la RCD, Saïd Sadi, rompió las relaciones con la

RCD en enero de 2001, en el punto más alto de la crisis en su Cabilia natal;

posteriormente fue expulsada del RCD. En mayo de 2002, se convirtió en

ministra de cultura y comunicación, así como en portavoz del gobierno, la

primera mujer en ocupar ese puesto. Ocupando ese cargo ministerial en varios
legislaturas hasta el año 2014.
Taos Amrouche

Pero las mujeres amazigh no son solo reinas o guerreras, también son poetas,

cantantes y escritoras como Taos Amrouche (1913-1976). Taos nació en Túnez y

se convertiría en la primera mujer amazigh en publicar una novela.

Su familia se había convertido al cristianismo y había huido de Argelia. Pero a

través de la influencia de su madre, que era una famosa cantante de Cabila, su

herencia cultural amazigh estará presente durante toda su carrera y su estilo

literario reflejaría las tradiciones orales de la Cabilia bereber.

En 1939, en el Congrès de Chant de Fès, recibió una beca para estudiar en la

Casa Velázquez en España, donde investigó los vínculos entre las canciones

populares bereberes y españolas.


Su primera novela autobiográfica fue Jacinthe noir, que se publicó en 1947.

Otras novelas suyas fueron a Grain magique (1966), Rue des

tambourins (1969) y L’Amant imaginaire (1975)

Aunque escribió en francés, cantó en cabilio. Su primer álbum Chants berbères

de Kabylie (1967), una colección de canciones tradicionales de la Cabilia fue un

gran éxito. Otros de los álbumes que grabó fueron Chants sauvés de

l'oubli ("Canciones salvadas del olvido"), Hommage au chant

profond("Homenaje a una canción profunda"), Incantations, meditations et

danses sacrées berbères ("Encantamientos, meditaciones y danzas sagradas

bereberes") en 1974, y Chants berbères de la meule et du berceau ("Canciones

bereberes de la piedra de molino y la cuna" en 1975.

Taos fue una activista política en cuestiones amazigh y una de los fundadores de

la Academia Bereber en 1966

Malika Oufkir

Pero Taos Amrouche no es la única mujer amazigh que es activista política.


Malika Oufkir, nacida en 1953 es una escritora marroquí hija del general y
primer ministro de Hassan II, Mohammed Ufqir, que dirigió un fallido golpe

militar contra dicho rey.

Tras el fallido golpe su familia fue encarcelada en condiciones infrahumanas

durante más de 20 años. Las dramáticas circunstancias de ese cautiverio las

relatará en su libro Stolen Lives: Twenty Years in a Desert Jail,. La vida de

Malika Oufkir ha inspirado a muchos a defender los derechos de los presos

políticos.

Jorge Dorta

http://menceymacro.blogspot.com

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