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Ej.: el padre es civilmente responsable por los actos de su hijo menor de edad.
Para que haya responsabilidad civil es necesario que haya daño y perjuicio.
La Responsabilidad Penal, aparece como una sanción la que será muy severa
cuanto mayor sea la perturbación social.
La responsabilidad contractual
Es cuando el perjuicio resulta de la inejecución o del incumplimiento de la obligación
nacida de un contrato.
Art. 1147.- Código civil. El deudor, en los casos que procedan, será condenado al
pago de daños y perjuicios, bien con motivo de la falta de cumplimiento de la
obligación, o por causa de su retraso en llevarla a cabo, siempre que no justifique
que el no cumplimiento procede, sin haber mala fé por su parte, de causas extrañas
a su voluntad, que no pueden serle imputadas.
La responsabilidad delictual
El término de delito posee aquí un sentido muy distinto del que reviste en derecho
penal, donde designa una categoría de inflaciones.
La falta delictual se caracteriza por la intención del autor del daño, quien ha querido
realizarlo. En materia contractual, se denomina falta contractual o delito y en materia
extra contractual, falta dolosa o dolo.
La responsabilidad cuasí-delictual.
Es si el daño causado ha sido involuntario, o si no se ha tenido la intención de dañar,
o un daño causado por otro, que aunque siendo ajeno, debe uno responder por él,
por algún motivo.
Esto quiere decir que, para que exista responsabilidad civil es necesario que exista
primero una obligación.
a) La obligación legal stricto sensu. Que es aquella que resulta de un texto especial
que obliga al cumplimiento de una obligación determinada.
La Responsabilidad Civil.
Los Cuasicontratos.
De acuerdo con el artículo 1370 del código civil, Los compromisos que se forman
sin convención resultan unos por la autoridad de la ley.
Para que la responsabilidad sea contractual uno de los requisitos que debe de
reunirse es que el daño resulte del incumplimiento de la obligación nacida del
contrato.
a) El demandante.
Extiende por eso, en primer término, que la víctima debe alegar una situación
conforme con la moral y, derecho. En consecuencia rechaza la acción formulada
por una concubina para reparación del perjuicio que le haya causado la muerte
accidental de su concubinario.
Con mayor firmeza, la corte de casación exige para reparación del daño moral
causado por la muerte o las lesiones de una persona con respecto a la cual sentía
afecto el demandante, un vínculo de parentesco o por afinidad.
La acción ejercida por los parientes, para reparación del perjuicio personal que
experimentan, debe distinguirse de aquella otra que pueden entablar en carácter de
herederos, para reparación del perjuicio sufrido por su causante.
La acción de reparación del perjuicio, incluso moral, infligido a su causante, se
transmite a los herederos.
Los acreedores pueden ejercer la acción de reparación del perjuicio material, incluso
corporal sufrido por su deudor; pero no por el perjuicio moral.
b) El demandado
La competencia.
Las reglas de competencia de atribución aplicables a la acción de responsabilidad
civil son, en principio la de derecho común. Pero la víctima posee la facultad de
plantear la acción de responsabilidad civil ante la jurisdicción represiva cuando pide
la reparación del daño causado por una infracción.
Es preciso considerar por una parte, la acción por la cual puede obtener esta
reparación de la víctima: la acción de responsabilidad civil por otra parte, el
contenido de la obligación. La reparación en sí misma.
Se formaría uno, por otro lado, una idea inexacta del ámbito de la responsabilidad
civil si se imaginara que se halla limitado a los accidentes.
El vendedor que entrega con retraso la cosa vendida puede causar un perjuicio
al comprador.
El escritor que ofende una reputación, causa un daño la lista de los daños es, por
desgracia, infinita. Todos ellos plantean un problema de responsabilidad civil.
Los tribunales han tenido que resolver, con ayuda de esos textos legales, los
problemas más modernos (accidente de automóviles, daños causados por la
electricidad, etc.).
Se explica así que los manuales de derecho civil que, todavía hace pocos años, no
dedicaban sino algunas páginas a la responsabilidad civil, le conocieron hoy amplio
lugar, y que varias obras se hayan consagrado a su estudio exclusivo.
El accidente que les sobreviene les otorga, pues, el derecho a las prestaciones de
la seguridad social. ¿Hay que concluir diciendo que ya no existe problema de
responsabilidad? En modo alguno.
El problema cambia de enfoque, sencillamente. En efecto, la seguridad social
demanda al autor del daño para el reembolso de las prestaciones que ha abonado.
DEPARTAMENTO: Biblioteca.
MATRICULA: 16-7644