Contrapunto.

Publicación de Crítica e Información Literaria

Número 43 (diciembre 2017)
Índice
ISSN: 2340-8081
Firma invitada
Comité de Redacción 4 Bénédicte de Buron-Brun: “La obra de Francisco Umbral: seducción,
fascinación y pasión”
Dirección Coordinación
Fernando Larraz María Álvarez Miradas
Cristina Suárez 6 “Conviértete y cree en la subcultura: la librería Gigamesh como
referente de la ciencia ficción española actual”, por Gisela Baños
Firma invitada De aquí y de allá Dirección de Arte Ros y Javier Helgueta Manso
Javier Helgueta Cristina Suárez Ainhoa Rodríguez
Biblioteca Clásica
Miradas Alrededores Diseño y maquetación 15 “‘Solo encontré una verdad en la vida y la he perdido’”, por Nieves
Álvaro Ley Alejandro Rivero Ainhoa Rodríguez Marín Cobos
Biblioteca Clásica Polifonías Difusión y gestión web
18 Inéditos
Soledad Abad Raquel López Soledad Abad
Ainhoa Rodríguez
Inéditos Voces Víctor M. Rodríguez Reseñas
Yasmín Sadeghi Paula Mayo 22 Diálogo con las Artes
28 De aquí y de allá
Diálogo con las Artes Artículos 42 Alrededores
Víctor M. Rodríguez Fernando Larraz 48 Polifonías

Artículos
Consejo de Redacción 54 Adrián Iglesias Isasi: “La presencia de la mujer en el teatro de la
Javier I. Alarcón, Gema Cuesta, Esther Gómez, Adrián Iglesias, Cristina Grecia Clásica: creación, actuación y asistencia”
Martínez, Eduardo Montoza, Patricia Pizarroso, Cristina Somolinos

Corrección
Yara Pérez

Colaboran en este número

Gisela Baños Ros, Bénédicte de Buron-Brun, Gonzalo Escribano Roca,
Lorina Långstrump, Nieves Marín Cobos, Yalda Puercoespina, Raquel
Reyes Martín, María Sánchez, Pablo Sotoca Orgaz

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 Firma invitada
La obra de Francisco Umbral: seducción, fascinación y
pasión
L
eí a Francisco Umbral por
primera vez en 1975; su novela,
Las Ninfas, acababa de ser
galardonada con el Premio Eugenio
Nadal. Seducida por su escritura, enlacé
con las publicaciones siguientes hasta
hoy día, que sigo descubriendo textos
suyos. Umbral (1932-2017), periodista
–aunque sin carné– y escritor, fue sin
duda alguna el mejor prosista de la
segunda mitad del siglo xx. Su grandiosa
obra no solo abarca todos los géneros,
sino que ha contribuido a regenerarlos
mediante una escritura experimental
que desemboca en un hibridismo entre
técnicas periodísticas y literarias que
dota sus letras de nobleza al articulismo
y revitaliza la literatura española. Sin
contar con que es un escritor ineludible
para quien quiera acercarse a la Historia
de España del siglo pasado.
Ahora bien, cada uno de
nosotros tiene una sensibilidad distinta
y responde a la lectura según su yo
y sus circunstancias orteguianas, de
tal modo que nuestro acercamiento
personal de tal o cual autor emprende
mil rutas distintas; de ahí el interés de
cruzar las percepciones del público
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en general y de los investigadores
en particular. Si el primer paso para
comprar o tomar prestado algún libro,
más allá de la atracción de la portada o
de las recomendaciones de los críticos,
docentes o amigos, radica en la seducción,
mi condición de alumna francesa
resultó encandilada de inmediato por
la prosa poética umbraliana. En efecto,
la musicalidad de una lengua exótica
(cualquiera que no sea la materna lo
es) produce o rechazo o magnetismo, y
el español “suena  bonito”,  como dirían
mis estudiantes. Además, cuando el
escritor se permite inventar, crear, forjar
palabras que ni siquiera existen en los
diccionarios, le va quitando a la joven
principiante las dudas y los miedos
a crear neologismos y a hablar de
manera incorrecta, lo que otorga mucha
libertad. Esto es vital para el aprendizaje
de un idioma, porque le quita a uno la
vergüenza, el amor propio y el qué van a
pensar los otros; y a hablar otro idioma
solo se aprende hablando y hablando,
aunque sea a tropezones. Tampoco
restemos el carácter misterioso que
emana de una lengua que no es suya, por
las palabras, por supuesto, pero también
por las incógnitas de la sociedad y los
referentes culturales que cabe descifrar.
A estas experiencias de la vida creo
que les debo mi carrera de profesora
universitaria, que me ha permitido
compartir mi dedicación a la enseñanza
del castellano (con cierta afición y
práctica como traductora e intérprete) y
mi pasión por la investigación, bifacética
en mi caso: en torno a la terminología
y la traducción, por una parte, y la obra
umbraliana, por otra.
Pronto, esta seducción se tornó
fascinación cuando pude adentrarme
con soltura en los entresijos de la
escritura, que me abrió las puertas de
un mundo por descubrir y profundizar.
Porque Umbral no sólo es estilo: es
conocimiento. Su trinidad personal
(política, mujeres y literatura) abarca
la Historia de España del siglo xx, con
más cambios en los últimos veinticinco
años que en siglos, y su papel político,
diplomático, comercial a nivel mundial;
su interés por las mujeres hace del
escritor uno de los mejores retratistas
de la femineidad y de su contrario, de
la tormenta que desataron “las suecas”
en este ámbito varonil y latin lover, o
sea, declaradamente machista para las
nacionales que tomarían la sartén por
el mango y, tras un giro copernicano,
llegarían a ser más “progres” que muchas
europeas; su hondo conocimiento de
la literatura lo convierte en uno de los
intelectuales más cultos de su generación y
seguramente de las presentes y venideras.
A lo cual habría que añadir el mundo de
las artes, en particular la pintura –en
sus años mozos dudó en ser pintor o
escritor– y la escultura, una pasión que
dejó su impronta en numerosos prólogos
de libros y catálogos de exposiciones
y una estela pictolingüística que
singulariza su obra. Personalmente, le
debo el acercamiento a varios artistas y
la lectura de numerosas obras de autores
españoles, norteamericanos, filósofos,
lingüistas alemanes o eslavos y quedan
pendientes otros tantos.
Es sabido por cualquier
extranjero con afán de ser bilingüe que
la etapa más difícil es el entendimiento
del humor y la ironía y en eso Umbral
es toda una escuela, junto a su poética
lírica, buque insignia de su obra. Con
los años la fascinación por su escritura
se ha convertido en pasión. Una pasión
que intento transmitir a los estudiantes,
los compañeros y los amigos. No
hay mayor placer que descubrir a un
escritor, adentrarse en un terreno casi
virgen en cuanto a la investigación
y, sobre todo, cuando se trata de un
grafómano tan prolífico, multigénero
(poeta, cronista, reportero, columnista,
ensayista, novelista, autor de teatro,
memorialista…), que ha sabido romper
las fronteras de la literatura, siguiendo los
consejos de Ortega, para quien “El que
no se atreva a innovar que no se atreva
a escribir”, con un talento sin par hasta
hoy. Sin lugar a dudas, Umbral merece
ser leído, estudiado, no solo por su estilo
sino porque es la memoria histórica de
la España del siglo veinte. Más que un
maestro, Francisco Umbral nos justifica
a mí y a toda mi generación.
Bénédicte de Buron-Brun
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 Miradas
Conviértete y cree en la subcultura: la librería Gigamesh
como referente de la ciencia ficción española actual
U
no de los firmantes de
este reportaje, filólogo de
formación, es un converso
reciente y quiere dar testimonio de ello:
ha comenzado a leer ciencia ficción hace
bien poco y razones no le faltan. Para
cumplir su objetivo se ha aliado con una
física teórica que siempre vivió por y para
la ciencia. Solo desde esta insólita –y por
supuesto temporal e interesada– alianza
de ciencias y letras podría explicarse
de manera completa qué es la ciencia
ficción, cuáles son los motivos por los que
se está detectando un número creciente
de conversos procedentes del bando de
los realistas y por qué estos comienzan
a hacer peregrinaje al mayor templo de
este género en Europa: la barcelonesa
librería Gigamesh.
En primer lugar, resulta difícil
escabullirse hoy día del impacto de
este género y en general del fantástico,
especialmente por su presencia habitual
en la cartelera de las últimas décadas. Los
motivos de este repunte son diferentes a
aquellos de la Edad de Oro de la ciencia
ficción (1939-1966) impulsados por
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la fe en un progreso derivado de los
avances científicos. Ahora vivimos una
época de sobreconciencia individual y
colectiva por el carácter de actualidad
y presentización que provocan las
redes sociales. Y también empezamos a
experimentar fehacientemente el desastre
ecológico que afecta al planeta, así como
las posibles “patologías” concernientes a
la realidad virtual y el cruce de fronteras
transhumanistas que hasta ahora solo
había presentado la ficción. En este
contexto, la hipermodernidad para
Lipovetsky, existe un temor reinante, una
crisis del concepto futuro que motiva
el resurgimiento, en las sociedades
occidentales, desde la religiosidad y la
superstición a la producción y consumo
de objetos ficcionales que plantean
situaciones clave para la especie y el
planeta desde perspectivas normalmente
apocalípticas; no hay distancia entre estas
realidades: ambas vuelven a poner la
escatológica –aunque mayoritariamente
laica– en el centro de las preocupaciones
humanas.
En segundo lugar, se descubre que
la ciencia ficción no nos puede ser ajena
incluso como filólogos. Al acercarse a
los grandes textos del siglo pasado este
interés casi obligado y primeramente
escéptico se acaba convirtiendo en
un placer. Dado que las productoras
están hoy día más preocupadas por
lo neobarroco que rodea una obra
cinematográfica en la era del croma –
salvo excepciones donde importa más
el argumento: Predestination (2014);
Interestellar (2014); La Llegada (2016) –,
volver a los orígenes literarios permite
descubrir la verdadera dimensión del
género: es imposible negar la eficacia
narrativa de Asimov, la trascendencia
conceptual de Dick o la altura literaria
de Lem o Bradbury. Y de aquí se puede
saltar, ya incluso sin red, a la actualidad:
la profundidad científica de Greg Egan,
la combinación de calidad y éxito
Fotografía cedida por Gigamesh
comercial de Cixin Liu, Ted Chiang o
Ken Liu y el protagonismo consolidado
de las mujeres: no solo han ganado en
la última edición de los Premios Hugo
todas las categorías literarias, entre ellas
el segundo premio consecutivo en novela
para N. K. Jemisin, sino que algunas
como Ursula K. Le Guin se postulan al
Premio Nobel.
Esperamos que este reportaje
contribuya a tomar conciencia de la
relevancia del género a nivel literario
y filosófico en estos tiempos críticos,
especialmente en España. Nos parecía
imprescindible hablar desde una
librería que se ha convertido en el
centro neurálgico de muchos de estos
procesos. Pero antes conviene hacer
una aproximación histórica que sitúe a
Gigamesh en el conjunto.
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 La ciencia ficción en España
Las incursiones españolas en diversos
campos, desde la literatura a la ciencia,
suelen ir con retraso. Esa regla general
también se cumple en los dominios de
la ciencia ficción, aun cuando se pueda
hablar de una temprana “protociencia-
ficción” entre mediados del xix y la
Guerra Civil, según la gran antología del
género en España. Posteriormente, se
puede decir que, tras un tímido arranque
en los años sesenta, deudor siempre de
la producción literaria extranjera, la
ciencia ficción española se asienta en los
años setenta y ochenta donde Domingo
Santos, en calidad de escritor y editor,
constituye una especie de “patriarca”
del género. Aparecen las traducciones,
los primeros libros patrios –sobre todo
los conocidos como “bolsilibros”–, las
revistas (Nueva Dimensión) y fanzines,
las colecciones en editoriales (Bruguera,
Superficción, Minotauro u Orbis) e
incluso algunos programas de televisión:
conocida y asumida la tradición y la
actualidad del género más allá de nuestras
fronteras, este toma autoconciencia
de sí mismo en España y opera con las
perspectivas, elementos, herramientas y
dinámicas propias.
Sobre esa base se explica el
estallido de los años noventa. Además
de las anteriores, otras editoriales se
interesan en un negocio al alza; a los
autores consagrados que continúan
escribiendo –Bermúdez Castillo y, sobre
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todo, Elia Barceló– se les suman César
Mallorquí, Rafael Marín o Juan Miguel
Aguilera; la producción artesanal de
fanzines se multiplica. Los actores
previos de este proceso continúan,
por tanto, su andadura al tiempo que
aparecen nuevos agentes que impulsan
en direcciones inéditas y con fuerza
redoblada la ciencia ficción española.
Por ejemplo, destaca la creación de
la asociación AEFCFT, promotora de
los encuentros Hispacon, la antología
Visiones o los premios Ignotus.
Estas iniciativas dedicadas
también a la fantasía y el terror u otras
más recientes como el Festival Celsius,
que congrega cada año en Avilés a
los mejores creadores nacionales
e internacionales, permiten lograr
objetivos comunes a estos géneros
tradicionalmente desdeñados por la
Academia: promoción, reconocimiento
y visibilidad. Precisamente, ya en la era
digital, resulta indispensable también
la actividad de los portales webs, blogs
y foros de diversa calidad y cuentas de
Twitter o Facebook encaminados en
la empresa común de desbloquear los
prejuicios y de presentar una pasión
sostenida no solo por el goce irracional,
sino por las cualidades irrebatibles de
los grandes escritores en ciencia ficción.
No es un camino de rosas, sino de
multitud de disputas entre generaciones
y facciones, pero estos espacios permiten
a lectores y autores actuales –Emilio
Bueso, David B. Gil o Félix J. Palma–
hallar espacios que les identifican y
favorecen el encuentro, la expresión y
el intercambio a partir de una simpatía
común por estas modalidades genéricas
en sus muy variadas producciones –cine,
cómic, literatura–.
Gigamesh ha sido importante en
las dos últimas etapas aquí referidas,
capaz de adaptarse al medio para cumplir
su función, sin perder la esencia que El papa Alejo. Fotografía de León Cuervo
impulsó inicialmente a un joven librero ficción: interpretación de una novela
y editor de Barcelona.   marginal (1972) del profesor Juan Ignacio
Ferreras hasta la presencia habitual de
artículos científicos y monográficos
Gigamesh en toda esta historia en revistas o editoriales académicas en
el siglo xxi, fue importante la labor de
En el año 1984, Alejo Cuervo Rieger
las revistas de los años noventa, pues
(Barcelona, 1959) funda una pequeña
suponían uno de los pocos espacios
librería en Barcelona en el local de
donde se podían plantear cuestiones
su madre –dedicada a la cerámica–,
más profundas del género. La propia
mientras continúa sus estudios y trabaja
Gigamesh, fundada en 1983 y dirigida
para Ediciones Martínez Roca. Desde
por el mismo Alejo Cuervo hasta 1993,
entonces, después de haber convocado nace con esa vocación ensayística en
premios, creado fanzines y revistas, sus primeros números como fanzine y
fundado una editorial, abierto una revista. Su presencia se mantendrá hasta
nueva librería de grandes dimensiones, 2006 en diferentes etapas en las que se
Gigamesh se ha situado en la vanguardia sucedieron otros directores, Julián Díez
y la cúspide del género fantástico, y o Juan Manuel Santiago, de reconocido
dentro de él, de la ciencia ficción, a nivel prestigio.
cuantitativo y cualitativo.
Mayor dimensión ha alcanzado la
Los años noventa también fueron editorial homónima que Alejo Cuervo
los de la creciente profesionalización crea en 1999 a raíz de la deriva que el
del acercamiento a la ciencia ficción mundo editorial, tendente al monopolio
en España. En el periodo que va desde de unas pocas marcas, estaba tomando
el pionero ensayo La novela de ciencia por aquellas fechas. A imitación del
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 impulso inicial de la editorial Minotauro,
clave en la panorámica hispánica, en
las últimas décadas del xx, en la que se
tradujeron algunos de los principales
escritores de ciencia ficción en España
y se mantuvieron en catálogo varias
décadas, Ediciones Gigamesh ha tratado
y trata hasta nuestros días de descubrir o
rescatar autores imprescindibles: Alfred
Bester, Karel Čapek o Tim Powers. No
obstante, en la idiosincrasia de Gigamesh
ha estado desde su fundación un lema
propio de toda editorial pequeña:
publicar aquello que les gustaba como
lectores, aquello que les resultaba
apetecible. Olfato no les ha faltado; y la
prueba archiconocida es la publicación
de Canción de Hielo y Fuego de George
R. R. Martin muchos años antes de que
HBO decidiera adaptarla a la televisión.
Nadie duda que este ha sido el gran
espaldarazo para el proyecto Gigamesh,
pero no deben olvidarse las décadas de
esfuerzo previo ni que en ese contexto
posterior de boom casi repentino se
mantengan las líneas maestras iniciales,
dignas de una editorial independiente,
aquellas que han impulsado desde el
comienzo la vocación de Alejo Cuervo
y sus colaboradores por un género
injustamente infravalorado: las del
lector apasionado e incluso egoísta, al
preocuparse exclusivamente por lo que
le gusta a uno mismo y por convencer
a los demás para que vean que es muy
bueno. Solo desde ahí se puede ser un
buen librero y un editor honesto.
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Un templo nuevo para esta
antigua religión
Con ocasión de una breve estancia
en Barcelona, ciudad de editoriales y
librerías por excelencia, conocimos
Gigamesh. Para algunos la ubicación de
la librería nueva no es casual: está situada
en la barcelonesa Carrer de Bailèn 8, del
mismo modo que en la Calle Bailén 8
de Madrid se encuentra el Arzobispado.
Es por esto por lo que algunos la llaman
“El templo”. Ahora bien: no un templo de
sabiduría a la vieja usanza, sino de “vicio
y subcultura”, como reza el eslogan de su
cartel, al que bien podría acompañar un:
“Que nadie entre aquí sin saber jugar a las
Magic”. Y el detentor de esta antiquísima
religión es el Papa Alejo, o al menos
así le ha recreado en la saga de cómics
Fanhunter el ilustrador barcelonés Cels
Piñol.
Nos esperan quinientos metros
cuadrados de arenas movedizas: entrar
aquí supone tanto para el friqui como
para el incauto altas probabilidades
de salir, muchas horas después, dando
testimonio de lo placentero que es el
infierno de lo fantástico. Esta entrañable
blasfemia se percibe desde la entrada,
donde nos acoge uno de los guardas
y emisarios de Gigamesh, el conocido
como #LibreroDelMal. Quien quiera
estar al tanto de las últimas novedades
en ciencia ficción, fantasía o terror, en
libros, cómics o series debe acudir al
mostrador de Gigamesh o al Twitter
Nuestro guía Antonio Torrubia y el carrito #CómoOdioGigamesh nos esperan.
de Antonio Torrubia (@Toliol), figura
imprescindible y omnipresente en este
campo. Nuestro psicopompo –no sé si
lector de Dante, pero sí de Lovecraft–
nos guía para ir descubriendo las
peculiaridades de este lugar.
Antes de comenzar el recorrido
por los estantes y las góndolas nos
salen al paso unos divertidos carritos
para los clientes con el hashtag
“#CómoOdioGigamesh”. “Se cuenta
que las gentes salen de aquí bastante
cargadas, a su pesar” nos dice el librero.
El no iniciado está llamado a capitular
entre los coloridos y atestados anaqueles,
pues la ordenación de los libros es
singular. Los volúmenes se han colocado
por editoriales, así que el comprador
está obligado a gozar del entretenido
detenimiento que toda librería –y toda
biblioteca– exigen incluso en los tiempos
Fotografía cedida por el autor
del vértigo. Este pasadizo lateral por el
que hemos accedido es el más largo al
ir desde la entrada hasta un callejón sin
salida –en cuya puerta se nos recuerda
orwelliamente que “Big Brother is
watching you”–, donde se encuentran
los libros de saldo, un “espacio conocido
como La Desolación de Smaug”, afirma
nuestro librero-guía. A su lado, una
flecha que reza “El túnel del tiempo”
nos indica que el resto del pasillo está
distribuido cronológicamente según
la fundación de las colecciones de
género fantástico: “desde las primeras
argentinas y mexicanas de los años
cuarenta y cincuenta hasta las editoriales
punteras en la actualidad”. Las galerías
contiguas se hallan dedicados a los
hermanos advenedizos y rebeldes del
mundo libresco, el cómic y la novela
gráfica; no incunables sino íncubos,
Contrapunto, n.º 43 | 11
 Fotografía de Javier Helgueta Manso Ilustración de Enrique Jiménez Corominas. Fotografía de Javier Helgueta Manso
estos decidieron hace mucho tiempo esta sección-círculo, en donde otros Tronos, Doctor Who o Star Wars no Nos vamos con la sensación de
cohabitar con dibujantes y pintores. diablos, compañeros del Librero del podían faltar en un ambiente de estas no haber dejado atrás toda esperanza,
Mal, dedicarán el tiempo que necesites características. Así husmeando por los como en La Divina Comedia, pero sí
Hasta aquí queda referida tan
a comprender las características, reglas recovecos y así oteando por las alturas, algunos euros. Entre esta circunstancia y
solo la mitad del templo. En el resto
y peculiaridades de estas opciones del descubrimos la cripta que todo templo la noche cerrada que ya es, no podemos
se pueden encontrar otros sectores
ocio tan parecidas en realidad a las ha de tener: una salita acristalada que deleitarnos en los otros santuarios que
del ocio, aunque raro es el peregrino
novelas que dejamos atrás: se trata de sirve de lugar de encuentro para autores componen el que han dado en llamar
llegado desde lejanas tierras que no se
vivir otras vidas, en el convencimiento y lectores, un espacio maravilloso el Triángulo friqui de Barcelona: hasta
siente atraído por múltiples tentaciones:
de que los amantes del género fantástico rodeado por vitrinas en cuyo interior se veintitrés centros de ciencia ficción,
los otros pasillos contienen centenares
están, según el fundador de este mundo, esparcen componentes de cada uno de fantasía, terror o manga, de libros,
de juegos de mesa, desde clásicos
Alejo Cuervo, “mejor preparados para los géneros y sectores que hemos podido cómics, videojuegos, series, juegos de
reconocidos como Catan o Carcassone
enfrentarse a los conflictos que las ir disfrutando a lo largo de la librería: mesa y rol en las inmediaciones del
hasta especialidades para coleccionistas
personas formadas en los valores del joyas librescas, naves espaciales, juegos Arco del Triunfo. Como en el de las
sibaritas o jugadores experimentados; así
realismo” porque para ellos “es casi de mesa desplegados en plena acción. Se Bermudas, se dice que aquí la gente
también, en la línea de los wargames que
automático entender la misma realidad nos echa la hora encima y abandonamos también desaparece para siempre, a
predomina en alguno de los escondrijos,
desde distintos puntos de vista” (Roca estos oscuros lugares preguntándonos si fin de vivir otras vidas más excitantes.
sorprenden las interminables hileras de
2012). en la noche las miniaturas no cobrarán
cartas Magic, de las que Alejo Cuervo Situada en el centro de los mapas de esta
vida, como en tantas películas, y
fue introductor también en nuestro país. En este horror vacui dominante región –que se pueden encontrar por
proseguirán su combate. El Librero del
Toda esta zona se haya presidida por una cualquier resquicio libre fue una internet–, escondida en plena Barcelona,
Mal nos escolta al portón de la salida y se
monumental ilustración fantástica de oportunidad para rematar un proyecto se halla Gigamesh, librería, tienda y,
despide hasta nuestro próximo tuit.
Enrique Jiménez Corominas (Valladolid, ideado por y pensado para friquis del por momentos, museo para antiguos
1969) que enmarca el mostrador de más allá. Merchandising de Juego de y modernos, clásicos y excéntricos,

12 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 13


creyentes y, últimamente, conversos, de
la subcultura. Se recomienda visitarla
presencialmente, porque no hay nada
como un viaje a Barcelona que tenga
como parada Gigamesh. Pero existe
también la posibilidad de recorrer sus
pasillos a través de google maps (www.
Gisela Baños Ros y Javier Helgueta Manso
14 | Contrapunto, n.º 43
Biblioteca Clásica
gigamesh.com/libreria), de seguir su
actividad en redes sociales, de escuchar
las presentaciones y mesas redondas
en directo por su canal de Youtube y
de consultar el catálogo completo de
Gigamesh a través de Lektu.
“Solo encontré una verdad en la vida y la he perdido”
E
n 1975, Francisco Umbral
publicaba Mortal y rosa. Lo
hacía tras la muerte de su
hijo Pincho, a la edad de cinco años,
a causa de la leucemia. El texto, de
naturaleza compleja, incatalogable y
altamente lírica, queda así marcado
por la experiencia desgarradora de la
enfermedad y la muerte del pequeño. De
la vastísima obra publicada por el autor
castellano, que engloba desde una gran
diversidad de novelas a las columnas
periodísticas que tanta fama le dieron,
es sin duda este libro el que ha obtenido
mayor reconocimiento por parte de la
crítica y ha podido contribuir incluso a
matizar entre el público lector esa imagen
de escritor furibundo y ególatra a la que
el propio Umbral contribuyó con ciertas
actitudes públicas. Las características
más sobresalientes de la prosa umbraliana
hallan en este texto su máximo
exponente: su dominio particular de la
expresión poética y la vivencia en y por
la palabra aparecen con una perfección
inusitada. Su personalísima voz autorial,
que atraviesa su producción narrativa
y periodística confiriéndole unidad,
alcanza una capacidad de sugestión y
comunicabilidad tal que trasciende toda
alusión a la autobiografía o la autoficción
de las que la crítica se ha servido para
encasillar el conjunto de su obra y se
abre a una experiencia estética mayor en
su demanda de una palabra que pueda
cerner los grandes universales humanos
que son el tiempo, el dolor y la muerte.
La fuerza de la palabra poética
en Mortal y rosa es brutal y se impone
de principio a fin. La indeterminación
de su género ha dado lugar a una
prolija discusión entre la crítica. Sin
entrar a valorar la pertinencia de este
debate para la apreciación de la obra,
conviene apuntar que los estudiosos han
propuesto desde la categoría de novela
lírica, rastreable en otros libros del autor,
a la de diario, que él mismo apunta
en el texto. Adoptando un acuerdo
de mínimos quizás excesivamente
generalista, se antoja adecuado hablar
de un artefacto poético-literario en que
la contundencia de la palabra prevalece
sobre toda posibilidad de argumento.
La constatación del paso del tiempo,
Contrapunto, n.º 43 | 15

la paternidad como recuperación del
propio yo infantil y el trauma de la
enfermedad y la muerte del hijo son
los principales ejes temáticos que esta
palabra explora y con los que golpea
al lector. Despliega el autor una prosa
fuertemente lírica (incluye incluso algún
poema) que le permite crear potentes
imágenes y escenas en que aborda, desde
una perspectiva subjetiva pero a pesar
de ello (o por ello mismo) universal,
distintas caras de estos asuntos esenciales
de la condición humana. Merecen
especial atención el momento inicial
de autorretrato en el espejo, el corte de
uñas al hijo que retrotrae a los cuidados
de la madre y establece un continuum
generacional de otro modo imposible, o
las desgarradoras tribulaciones sobre la
muerte tras la pérdida.
La palabra se va tejiendo ante
los ojos del lector en su ambición de Porque el yo poético de Mortal y
aprehender el tiempo que discurre rosa escribe por el hijo y para el hijo, pero
16 | Contrapunto, n.º 43
cuando este muere se queda solo con su Son incontables las obras que
palabra, la cual no le devolverá a quien han tratado la muerte y la pérdida del
ha perdido, sino que, al contrario, solo ser querido a lo largo de la Historia de
le recuerda que ya no está. El yo quiere la literatura. Mortal y rosa, al eludir toda
ser diálogo con el Otro y no puede. Se posibilidad de encasillamiento por la
encierra en su dolor, en su condición fuerza de un yo doliente que es mucho
mortal y muriente, en su reflexión sin más que eso, se ha granjeado un merecido
salida ni sentido posible, en su monólogo y destacado lugar entre la literatura
ante falta del único interlocutor deseado. luctuosa por el carácter único de su
La pura subjetividad dolida y doliente propuesta, por la absoluta conmoción
que vertebra el texto alcanza entonces su que esta prosa causa, por la belleza radical
capacidad sugestiva más alta. El hijo es nacida del dolor más desgarrador que
ahora presencia de la ausencia, ausencia mora en sus páginas, por la excelencia
presente, recuerdo del pasado que solo literaria de su autor en esta búsqueda
inexorablemente, dando lugar a un
constata el vacío del ahora. Dolor y de la palabra precisa que se escapa en
texto orgánico, que nace, se desarrolla
belleza nacen el uno del otro, por el Otro: la aprehensión de una vida igualmente
y muere como lo hace el yo poético
dolor de la ausencia, belleza de la palabra fugitiva. Como las grandes obras
en continua auto-exploración que lo
que la reclama. Pero el libro, como el maestras, Mortal y rosa habla y hablará
atraviesa. Desde unos inicios en que se
tiempo, como el propio yo, se coagula sin cesar al haber logrado convertir
alternan la reflexión sobre la existencia,
y detiene, muere, porque ya no hay ni el dolor más radicalmente íntimo en
especialmente sobre la paternidad y la
tiempo ni vida que asir. El desgarro del un llanto colectivo que estremece a
recreación en los placeres femeninos,
que nace la palabra invita a una relectura cualquier lector que se acerque a la obra
el yo se metamorfosea, a causa de la
de la obra y la figura del autor desde la para quedar roto, sin posibilidad de
enfermedad y la muerte del hijo, en
perspectiva de la búsqueda en y por la catarsis, desvalido ante todas las muertes
un doliente inconsolable incapaz de
escritura del sentimiento inefable del sufridas y por sufrir, y aun así aliviado
comprender el absurdo que supone la
vivir –tanto más del vivir sufriendo– que por el rumor de esa lágrima tan personal
pérdida de un vástago. Se convierte el yo
nutre toda su producción y halla aquí su que precisamente por su carácter único
en su propio dolor, en puro dolor, que
máxima expresión. se vuelve inmensamente universal.
desea morir sin saber cómo, que acaba
muriendo en vida. El yo se hace verbo,
Nieves Marín Cobos
el verbo se hace carne. Es un verbo
exacerbado por lo erótico, primero, y
lo mortal, después, en que se crea, se
recrea y se destruye un yo que acude a
la palabra en la duda y la desesperación.
Contrapunto, n.º 43 | 17
 Inéditos
Corazón en guerra

Me duele levantarme y me duerme el dolor.

Todo se me declara guerra

y has agotado las bragas blancas que utilizábamos como bandera de la paz.
Ahora ya ni puedo rendirme.
Quiero darme la vuelta como un calcetín
¡Y mira que hay quilómetros!
Y aún me tocan tus bombas. (Ínfimo y humilde homenaje a Gloria Fuertes)
-Perdona, ¿me dejas?
Traspasas mis fronteras  Y me dejé.
cerradas al dinero Me dejé querer,
y abiertas a personas. me dejé amar,
me dejé besar,
Nací sin el cartel que reserva el derecho de admisión. me dejé engañar,
Y ojalá ese señor nos hubiera hecho de barro para tapar la porosidad por la que te me dejé dañar,
me escuelas. me dejé llorar,
me dejé secar,
Y tienes esa sonrisa de delfín que luego viola. me dejé pensar,
Y esa ternura de orca que luego mata. y volví a empezar.

No eres humo pero sí nicotina. Yalda Puercoespina

No eres cigarro y me conviertes en cenicero o en colilla. 

Cuán poderoso te veo sin ser nadie en el mundo.

Tú.

Deja de declararme la guerra sin gritar.

Las batallas silenciosas son las más devastadoras.

Guerrillero que camina a hurtadillas.

Guerrillero calzado con puntas de ballet.
Guerrillero al fin y al cabo. 

Lorina Långstrump

18 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 19

 Cómo se dibuja a un profe Flechas literarias
o a una seño de infantil

Para dibujar a un profe,

o a una seño de Henry Miller
infantil, usa acuarelas
Del centro a la periferia, de la periferia al centro; y de nuevo a la periferia. Alcalá
alegres
de esas que te hacen feliz. de Henares: 4 minutos. Y entonces es cuando siento la fuerza inconmensurable de
una sexualidad desatada. En lugares sombría o lúcidamente inesperados. O a las 8
Con colores pinta sueños de la mañana, línea 7, Madrid disperso y punzante. El vellocino de oro resumiendo
cuando está con los pequeños. sus destellos en un horizonte desconocido. Las suaves mujeres que aparecen y
Por eso lleva pinturas,
desaparecen. Mi vida resumida en 2 encuentros sexuales; esto es inadecuado, pero
para crear aventuras.
–aventuras emocionantes no por ello totalmente incierto. Y la tierra de nadie de saberse aún vivo. Más vivo;
de enanitos y gigantes–. todavía más vivo. En las yemas y en las llamas de los dedos dulcemente deformados.

Los lunes es gran poeta, y Todo el sexo es, digamos, una forma de amor, o al menos los dos conceptos
baila como una veleta. El se solapan bastardamente, se acuestan y se abandonan, se conjugan y se resienten
martes nariz de payaso, y del otro, como de sí mismos. Y alguna vez imagino mundos nuevos e ignotos en las
hace trucos con un vaso. caderas de una mujer; y mundos cálidos y conocidos en los pechos de una amante ya
explorada, resistencias, vecindad e ilusión de mutuo vacío y renacimiento; y mundos
El miércoles luce sonrisa
que brilla hasta en su camisa. aletargados y salvajes en los preludios de los efebos.
Si lleva chándal y zapatillas,
Henry Miller se interroga y me interroga y me mira a los ojos, me rechina los
corre, corre. ¡A ver si le pillas!
dientes, me descompone la trivial mirada aséptica. Hablar del fuego (o del juego) es
El jueves canción y ukelele hablar de ti y de mí, de mujeres y de hombres, y de lo que te haría mientras duermes
y su colonia ¡qué bien huele! y duermo y parecemos ser uno y lo mismo, figura transparente de curvas inauditas,
descendentes precipicios y triángulos resplandecientes como cuevas de luz que se
El viernes parece cansada
abren al tacto. Heridas entre las piernas: intersecciones y encrucijadas; y el delito
pero lleva cara de hada.
de querer ser otro dentro. Ser otro ser. Dentro. En las calles de París o bajo el sol de
El lunes vuelvo contento California. O en las afueras de Madrid. ¿Qué otra cosa podría ser? ¿Qué otra cosa
¡porque quiere leernos un cuento! podría decir ya?

Para dibujar a un profe, Solo invitarles a clavarse una aguda flecha en las entrañas leyendo, lamiendo
o a una seño de y soñando las historias de Miller.
infantil, usa acuarelas
alegres Miller en la oscuridad. A escondidas o a plena luz del sol. Todos en la
de esas que te hacen feliz. oscuridad...

Pablo Sotoca Orgaz Gonzalo Escribano Roca

20 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 21

 Diálogo con las Artes
público –lo que se vio materializado
en la ovación en la que, con mérito,
desembocó la representación– y que lo
hizo reflexionar ante las analogías con
nuestra realidad contemporánea.

Es encomiable la labor realizada,

Voces de mujer en el teatro universitario tanto a nivel actoral como de dirección,
para la confección de Mujeres. Sumada
Mujeres a una gran dirección de las transiciones
Dirección y adaptación de Tío Vania de Antón Chejov, Bodas de entre monólogos, que hace pensar
sangre y El público de Federico García Lorca, Juicio a una zorra de en una obra homogénea y no en
Miguel del Arco y Matando horas de Rodrigo García: Iria Moreno y una soldadura de textos, sorprende
María del Mar Rebollo principalmente la profesionalidad de
Interpretación: Noelia Martín, Pilar Pecharromán, Valeria las actrices que encarnan los papeles,
Shelkovnikova y Verónica Jiménez tanto por su calidad artística como por
Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa la verdad que transmitían, maneras que
17 de noviembre hacen olvidar al espectador que lo que

T
odo acontecimiento que consiga
aunar conceptos últimamente
tan dispares como son juventud
y arte merece ser celebrado. En esta
ocasión, el privilegio recae sobre la
ciudad de Madrid, que este noviembre
ha visto renacer el FESTEU, el Festival
Universitario de Teatro, después de
casi quince años sin celebrarse. Creado
en el año 2000 por la Universidad
Complutense, las compañías teatrales
de las universidades públicas de Madrid
tienen la posibilidad de participar con el
objetivo de fomentar el teatro entre los
universitarios madrileños; como ya lo
hiciera La Barraca con Federico García
Lorca (Granada, 1898-Granada, 1936),
estas compañías impulsan el talento
joven, y eventos como el FESTEU
visibilizan a los que podrían ser los
actores y dramaturgos del futuro. En
esta tercera edición, acogida por los
teatros Fernán Gómez y Conde Duque,
participan seis universidades madrileñas
en sesiones individuales comprendidas
entre el 17 y el 24 de noviembre.
La compañía encargada de
inaugurar el festival fue el Teatro Estudio
de la Universidad de Alcalá, con una
obra titulada Mujeres, bajo la dirección
de Iria Moreno y María del Mar
Rebollo. Mediante la sucesión de cinco
monólogos de personajes femeninos, se
plantean temas tan universales como el
amor frustrado, la libertad –o la ausencia
de ella– y el sufrimiento. Su voz procede
de contextos dispares, algo que no les
impide compartir intereses, anhelos y
frustraciones: desde la Rusia zarista que
construye Antón Chejov (Taganrog,
Rusia, 1860-Baden, Alemania, 1904)
en Tío Vania o las primeras décadas de
España en Bodas de sangre de Federico
García Lorca, hasta llegar a la actualidad
de la mano de Rodrigo García (Buenos
Aires, Argentina, 1964) en Matando
horas, no sin pasar por la aparente
indeterminación espaciotemporal
presente en El público de Lorca o por la
actualización del personaje de Helena de
Troya en Juicio a una zorra de Miguel del
Arco (Madrid, 1965). Aunque el discurso
que se nos hace llegar es relativamente
uniforme, destaca la variedad de
tonos con los que se transmite, pues el
espectador es testigo de la frustración en
el personaje de Elena en Tío Vania, de la
tragedia lorquiana de la novia que pierde
a su prometido y a su amante en la misma
noche, de la desenfadada actitud de
Helena de Troya, del afán de superación
en la rutinaria vida de la protagonista de
Matando horas y del total desconcierto
de la Julieta resucitada por Lorca; un
crisol de actitudes ante la existencia
que permite la instantánea empatía del
está presenciando es teatro universitario;
el escenario vacío sin más utilería que
una cámara fotográfica, unos carteles o
una botella de cava, permite focalizar la
atención sobre la actriz, sin distracciones
triviales. Otros aspectos escenográficos a
destacar son el cuidado del vestuario, que
evidencia el contraste cronológico de las
protagonistas, o el uso de la música para
conectar las distintas escenas.
La voz de cinco mujeres, tan
diferentes y parecidas a la vez, adquiere
vida en Mujeres para dejar en un
inmejorable lugar a la Universidad de
Alcalá, así como al teatro universitario
en general. Una esperanzadora forma
de dar comienzo a la tercera edición
del FESTEU, y a lo que se espera sea
el resurgir del teatro universitario
madrileño.
Adrián Iglesias Isasi

22 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 23

 Terror cósmico
Stranger Things, segunda temporada
Creadores: Matt y Ross Duffer
Intérpretes: Millie Bobby Brown, Winona Ryder, David Harbour,
Finn Wolfhard, Noah Schnapp
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 9 episodios (45-50 minutos aproximadamente c/u)
la anterior, con una suerte de “triángulo
amoroso” un tanto forzado y la aparente
desunión de personajes cuyo principal
interés residía en la relación entre
ellos. De igual modo, la creación de un
antagonista en la figura de Billy (Dacre
Montgomery) resulta superflua respecto
a la narración principal y no se explica
anteriormente, en esta temporada el
origen del mal no se concreta en un
animaloide terrorífico. La sombra
maléfica que los acecha va más allá del
puro instinto, situándose en una lógica
inhumana que no está en este mundo,
en una suerte de terror cósmico que se
asimila a los mundos imaginarios de

S
tranger Things ha vuelto. La serie en sí misma como motivo narrativo Lovecraft.
estadounidense, creada por los independiente. Lo que, en mi opinión,
Pese a las bondades que se
hermanos Duffer, fue una de las sí es un acierto, es la incorporación al
dibujan en el horizonte de Stranger
más gratas sorpresas del año 2016. La elenco de Sean Astin, que interpreta a
Things, esta última temporada no resulta
ficción, ambientada en los años 80 y que Bob, el novio de Joyce Byers (Winona
tan efectiva. Desde el punto de vista de
se definía por sus constantes alusiones Ryder). Su figura es una referencia en
la narración, es innecesariamente lenta
a producciones cinematográficas y sí misma (es Mickey en Los Goonies
durante los primeros capítulos. Los
y el inolvidable Sam de El Señor de los
de la cultura popular de la época, fue hilos conductores que se van abriendo
Anillos), mientras que la inocencia de
igualmente afortunada en la creación entre los diferentes personajes crean
su personaje y las enseñanzas que trata
de personajes. Si bien muchos de ellos lagunas argumentales inexplicables (el
de transmitirle a Will (no demasiado
se inspiraban en prototipos ochenteros, “olvido” de Hopper, interpretado por
acertadas) son una auténtica alegoría en
lo cierto es que el hilo conductor de la David Harbour, es un ejemplo de ello).
contra del bullying, o acoso escolar, en
búsqueda del desaparecido Will (Noah Y es que era difícil para los creadores de
castellano.
Schnapp) acababa por dotarles de la serie superar las expectativas puestas
entidad propia. La aparición de Eleven Mención aparte merece la sobre ella manteniendo su esencia. De
(Millie Bobby Brown), protagonista evolución de un personaje como Eleven, todos modos, si bien el argumento no
femenina elevada a icono, aportaba los narrado a través de flashbacks y a quien ha superado su comparación con la
superpoderes psíquicos a una producción se le reserva un capítulo propio situado primera temporada, el universo Stranger
impecable en cuanto a la inclusión de personajes y adiciones nuevas al reparto, fuera de Hopkins. Respecto a este último, Things se ha mantenido con dignidad. Su
elementos de ciencia ficción. y se asiste a la evolución de los primeros. se destaca su sugerente estética y el hecho aporte más significativo probablemente
Sin entrar en detalles concretos de que las “cosas extrañas” pueden, haya sido la dimensión más profunda
La segunda temporada de (tranquilos, se tratarán de evitar los quizá, salir de un entorno conocido y y perversa de un mal que amenaza con
Stranger Things tenía las expectativas spoilers aquí), una novedad es que el extenderse a otras zonas del panorama extenderse. Estaremos atentos ante lo
muy elevadas. Eran muchas las miradas grupo de niños protagonista cuenta con norteamericano en temporadas futuras. que ese terror nos tiene que ofrecer,
puestas sobre la producción, que toma un nuevo elemento: Max, interpretado Y no es solo la historia la que se ramifica, deseando que los giros argumentales
los hilos sueltos que deliberadamente por Sadie Sink. Su presencia creará sino también el terror omnipresente del estén a la altura de lo que esperamos de
liberó en el último episodio de la cierta controversia en una pandilla que Upside Down. En este sentido, si bien se ellos.
anterior y vuelve a situarse en Hopkins, se aleja de la unidad que la caracterizaba ha perdido el elemento casi mágico que
Raquel López López
un tranquilo pueblo estadounidense en la primera temporada. Es este uno el desconocimiento de esa dimensión
“donde nunca pasa nada”, un cliché en sí de los puntos donde la producción ha paralela suscitaba en el espectador
mismo. Allí encontramos a los mismos quedado debilitada en comparación con

24 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 25

 Que la poesía nos salve de la existencia
La extinta poética
Dirección del texto de Eusebio Calonge por Paco de la Zaranda
Compañía Nueve de nueve: Carmen Barrante, Laura Gómez-Lacueva,
Ingrid Magrinyá y Rafael Ponce
Teatro Corral de comedias de Alcalá de Henares
24-25 de noviembre
con intervenciones que alternan la voz
interior del personaje con la expresión
de sus sentimientos mediante acciones
aparentemente irracionales; diálogos
incoherentes, reiterativos e incluso
guturales, en los que el grito y el silencio
funcionan como piezas fundamentales
para la confección del discurso
físico como gestual y vocal. El resultado
son personajes que deambulan, con
movimientos desacompasados y
expresiones que destilan una angustia
amarga, que en ocasiones puede llevar
al equívoco de la sobreactuación para
el espectador; craso error, pues sus
grotescas actuaciones no son más que el

C
uando la agitación y la rutina
funcionan como motores
imparables de la civilización, los
elementos de disfrute como el arte pasan
a un segundo plano frente a los aportes
del consumismo express. Este rechazo es
más evidente si se habla del seno de una
familia desestructurada y asediada por
los problemas, como la que la rebautizada
Zaranda (Jerez de la Frontera, 1978) –
ahora también conocida como Teatro
Inestable de Ninguna Parte– presenta en
La extinta poética; sin embargo, en toda
oscuridad es posible encontrar luz, aquí
condensada en la hija discapacitada.
“La poesía es mi alimento”, dice entre
balbuceos, y es que es precisamente
esto lo que nos ofrece la obra: lo poético
como sustento. La compañía dramática
Nueve de nueve trabaja bajo la dirección
de Paco de la Zaranda con un texto de
Eusebio Calonge, en el que se presenta el
sufrimiento de una familia desolada en
el periodo previo a la boda de una de sus
hijas, el único aliciente en su rutinaria
existencia –aparte del consumo ingente
de barbitúricos–, marcada por el cuidado
de una hija con una discapacidad severa,
por cuya condición sienten un profundo
asco. El problema llega en el momento
en el que sus píldoras antibaby no
hacen efecto y debe enfrentarse a un
embarazo no deseado y al abandono de
su prometido. “¡Já! La esperanza” es su
sentencia; tan breve como irrebatible,
porque la esperanza no es más que una
ínsula cuando la tormenta arrecia.
Los problemas cotidianos que
asolan a tantas familias se materializan
en La extinta poética como una
exposición grotesca de su realidad,
dramático. Pero, a pesar de tanta reflejo evidente del sufrimiento que les
referencia a la oscuridad y al pesimismo supone existir.
de su título, lo que realmente impera
De nuevo, La Zaranda se sumerge
en esta obra es la luz. La obra en sí es
en ese abismo que es la condición
un canto al arte y a la poesía; un canto
humana para extraer todo el lodo
crudo y grotesco, sí, pero es que en los
que hay en ella; sin embargo, esta vez,
submundos del alma humana también
ahogado en ese lodo, han encontrado el
habita esa belleza poética que cristaliza
diamante más bello y se lo han regalado
en la danza de la discapacitada expresión
al espectador bajo un nombre tan
viva del anhelo de belleza de la que su
acertado como contradictorio. De nuevo
vida carece. Debe destacarse, por lo
lo hacen alejados de la dramaturgia
tanto, la estimable labor de Paco de la
comercial y sin otro objetivo que el de
Zaranda y Eusebio Calonge, por haber
hacer lo que han venido haciendo todos
sido capaces de extraer tanta belleza de
estos años: puro arte. La extasiante
una historia tan miserable.
experiencia a la que somete La extinta
Para poner sobre la escena poética y su visualidad son, sin lugar a
todo esto es fundamental la labor dudas, tan contundentes como el tema
actoral, que conlleva tal dificultad que que presenta. La indiferencia no se
permitiría la elisión de cualquier tipo encuentra en la programación.
de escenografía; y, sin embargo, esta se
Adrián Iglesias Isasi
hace imprescindible en determinados
momentos, configurando una mímesis
sujeto-objeto que contribuye a la
transmisión del mensaje que se escribe.
Su perfecto acoplo al característico
método interpretativo de La Zaranda se
manifiesta en pura visceralidad, y en una
ingente cantidad de trabajo, tanto a nivel

26 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 27

 De aquí y de allá
Belén Gopegui, Quédate este día y esta noche conmigo
B
ertolt Brecht en su poema Malos
tiempos para la lírica anuncia:
“El árbol deforme del patio /
denuncia el terreno malo, pero / la
gente que pasa le llama deforme / con
razón”. Belén Gopegui (Madrid, 1963)
en Quédate este día y esta noche conmigo
escribe sobre esos árboles deformes y,
sobre todo, del terreno malo que pisan.
No es la primera vez que acusa este
terreno, este tiempo, esta situación social
y económica; la novelista madrileña ya
lo hizo en anteriores novelas como El
comité de la noche (2014), El padre de
Blancanieves (2007) y regresa de nuevo
al terreno de la informática –tal como
hizo en Acceso no autorizado (2011)–
aunque esta en ambos casos solo sirva
para unir el hilo argumental.
Quédate este día y esta noche
conmigo es un currículum escrito a
cuatro manos entre un joven veinteañero
llamado Mateo y una mujer sexagenaria,
Olga, dirigido hacia Google con la
intención de descolocar a la empresa,
mandando una petición totalmente
atípica en comparación con los
28 | Contrapunto, n.º 43
Currículum del presente
Barcelona, Random House
186 páginas, 17 euros
formularios, las casillas a rellenar y las
utilidades que exige esta multinacional
estadounidense. Lo hacen, eso sí,
interpelando a la compañía y al discurso
de Silicon Valley constantemente. Entre
tanto, aparece en distintos puntos de este
currículum el informe que un becario
o becaria ha redactado respecto a ellos social, cultural y económico en el que
y que habla del ser humano y de lo ha crecido cada uno de los individuos
humano en tercera persona. es el que determinará, finalmente, a qué
tienen derecho en su futuro. Del diálogo
Acusan a Google –cuyo objetivo
entre los dos personajes se desprende
según las palabras de la propia empresa
que cuantos menos recursos tiene una
“es organizar la información del mundo
persona, más dificultad tendrá a la hora
y hacerla accesible”–, de utilizar su poder
de conseguir esas aptitudes que se le
para vender los datos y la privacidad
exigen, ya sea un máster internacional o
de millones de usuarios a empresas, de
un inglés fluido gracias a los viajes que
ordenar la jerarquía de enlaces en los
en la niñez una familia se pudo permitir
que hacemos click para que distintas
para que los hijos fuesen al extranjero.
páginas reciban dinero y de convertirse
El mérito aparece de esta manera como
de esta forma en un servicio dominado
una forma más de clasificar social y
por el beneficio o la rentabilidad, pese
económicamente a la población, pues este
a presentarse como un sistema objetivo
discurso desecha los “árboles torcidos”
que busca favorecer a la humanidad.
de los que habla Brecht para seleccionar
Se le acusa, finalmente, de que es una
los sanos y hermosos de ver, obviando
empresa privada y por tanto decide qué
siempre el terreno tan distinto del que
tipo de información puede ser común y
parten, las distintas circunstancias.
accesible dentro del gran universo de la
red y cuál no, ejerciendo su particular Sobre árboles torcidos también
censura en provecho del capital. Hay escribió Nicanor Parra en Manifiesto,
que aclarar, además, que el lector no se alegando que “El poeta está ahí / Para
enfrentará solo a un currículum o a una que el árbol no crezca torcido”. Quizá los
interpelación a Google. La novela se basa escritores no puedan evitar que existan
en el diálogo entre los dos personajes bosques de árboles torcidos, pero,
que quieren “hablar del yo, de su como Gopegui, sí existen escritores que
precariedad, de su condición narrativa”. denuncian el suelo en donde crecen y
Se organiza de esta forma una novela tratan de transformarlo mediante su
dialogada o de pensamiento, en la que palabra. Un último aviso para lectores es
mostrarán sus dudas, sus convicciones y que no esperen un mensaje claro, Gopegui
sus expectativas de futuro y, sobre todo, da rienda suelta a la confrontación de
denunciarán este terreno malo que se argumentos a veces espesos entre los
ha mencionado: el discurso no solo de dos personajes, buscando una lectura en
Google, sino de distintas multinacionales algunos momentos exigente pero, pese
basado en la meritocracia. Gopegui a ello, sin perder el estilo poético que la
cuestiona en esta novela que esta escala caracteriza.
de valor sea real, puesto que el contexto
Raquel Reyes Martín
Contrapunto, n.º 43 | 29
 Porque para que la vida sea vida es necesario vivirla dureza que contiene una de las historias, La autora ha hecho un gran trabajo
la de Crina, una joven rumana que es de documentación sobre la situación
Carmen Amoraga, Basta con vivir
engañada para venir a España, donde de estas mujeres que son engañadas y
Barcelona, Destino
le espera un futuro poco prometedor maltratadas y de las que se abusa a diario
320 páginas, 18,90 euros

C
en la prostitución. La otra trama es la en nuestras calles. Refleja, además, de
armen Amoraga (Picaña, 1969) que tiene como protagonista a Pepa, una manera muy clara la invisibilidad
acaba de publicar su nueva una mujer de mediana edad resignada de las mismas y, en general, de todo
novela Basta con vivir en la a vivir porque es lo que corresponde aquello que no nos afecta directamente.
que, de nuevo, indaga sobre cuestiones hacer. Aunque se trata de dos mujeres Amoraga demuestra que, prestando un
fundamentales en su literatura como muy diferentes tienen un punto en poco de atención, podemos ser de gran
el amor o la vida. En obras como Algo común: el amor es lo que las ha llevado ayuda y es que, uno de los temas de
tan parecido al amor (2007), finalista del a su situación actual. A pesar de que el esta obra es la solidaridad, si bien esta
Premio Nadal, El tiempo mientras tanto carácter de Pepa siempre fue serio y de nunca es desinteresada. El problema
(2010), finalista del Premio Planeta, o su supuesta incapacidad para ver el lado que encontramos en esta novela es que
La vida era eso (2014), ganadora del positivo de las cosas es cuando su novio, la resolución del caso parece precipitada
Premio Nadal, Amoraga ya exploraba Ramón, se marcha cuando pierde todo y escasa, y habría ganado el final de la
en las vidas humanas, que relata con el interés por la vida. En la convalecencia obra con un desarrollo más extenso.
naturalidad y ahondando en los sucesos de una grave enfermedad termina A esto hay que añadir el hecho de que
de las mismas, así como en los procesos también la relación con sus amigas y aparezcan frases escritas en rumano que,
que llevan de uno a otro y que construyen queda resignada al cuidado de la madre si bien dan verosimilitud a la historia,
esa supuesta linealidad que constituye cuando esta queda tempranamente son poco accesibles para el público y
la vida. Sin embargo, y aunque recorre viuda. Crina, la menor de una familia desconectan al lector de la trama.
un gran espectro de circunstancias, su humilde que se esfuerza para conseguir
principal atención se centra en torno Soledad Abad Lavín
que pueda acceder a la universidad para
al amor y lo instala como uno de los estudiar Medicina, se escapa de casa con
inicialmente, como independientes,
hitos existenciales de sus personajes su novio en busca de un nuevo futuro
intercalándose los capítulos de una y
mostrando diferentes casos como el de juntos, lejos de Rumanía. Cuando llega a
otra como si de dos títulos diferentes
la esposa abnegada, la despechada o España descubre que el que considera su
se tratara. Esta exposición invita a una
la niña que sueña con el príncipe azul, novio no es más que un miembro de una
lectura atrayente, pues las intrigas no se
entre otros. Como se puede apreciar, sus red de trata de personas. A lo largo del
resuelven instantáneamente, sino que,
personajes son, especialmente, mujeres y texto Amoraga presenta la vida cotidiana
al encontrarnos con la otra historia,
se ven construidas en torno a este factor de sus protagonistas, así como de los
se dilatan, al menos, un capítulo
de lo amoroso como parte determinante personajes que los acompañan, distando
más. Esto ocurre de forma más clara
de su personalidad. mucho unas de otras, pues no escapa de
durante la primera parte del libro y se
En este último título la autora va diluyendo hasta que, en la última, relatar los episodios de abusos físicos y
presenta una novela construida en los dos relatos quedan conectados. El psicológicos a los que se ven sometidas
torno a dos historias que son mostradas, estilo claro y sencillo contrasta con la Crina y sus compañeras.

30 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 31

 ¿Muriendo en vida o viviendo en muerte?
J
ulio José Ordovás (Zaragoza, 1973)
cursó estudios de Periodismo e
Hispánicas y comenzó sus andanzas
literarias en el mundo de la crítica,
donde destacó con brillantez, a pesar
de su juventud. Tras años reseñando
historias en ocasiones fantásticas y, en
tantas otras, no tan conmovedoras,
decidió dar el salto definitivo puesto
que él pasaría a ser el protagonista: de
ser el crítico al criticado, con todas las
consecuencias que ello conlleva. Con
una producción literaria en la que ha
cultivado todo tipo de géneros, desde
la poesía o la prosa hasta la crónica de
viajes o la autobiografía, a día de hoy,
Ordovás colabora como crítico literario y
articulista en varios periódicos y revistas,
como ABC, Heraldo de Aragón, Clarín
o Revista de Occidente. Su última obra,
Paraíso Alto, se sitúa como la segunda
de sus novelas por detrás de una gran
trayectoria de textos de otras temáticas.
En Paraíso Alto, Ordovás, en
apenas ciento treinta páginas y dividido
en dos partes muy breves, pinta un
mundo depravado y tenebroso tratado
con la máxima naturalidad posible desde
el punto de vista del personaje principal,
del que apenas tenemos información,
tan solo que es una especie de “ángel”
que ayuda a los suicidas que acuden
32 | Contrapunto, n.º 43
Julio José Ordovás, Paraíso Alto
Barcelona, Anagrama
131 páginas, 16,90 euros
al pueblo donde habita y transcurre la
historia, con el mismo nombre de la
obra: Paraíso Alto. Esta ayuda se limita a
escuchar historias, a pasar el último rato
de su vida junto a ellos, a comprenderlos,
a apoyarlos… En la novela se encuentra
un gran compendio de personajes
secundarios que se van sucediendo con
la intención de suicidarse y, justo antes
de esto, exponen al protagonista los
motivos por los que han llegado a ese
estado de desesperación en el que la vida
no tiene valor ninguno. Simplemente ha
dejado de importarles, o tal vez piensen
que más allá de ella hay algo que, al fin y lectura, cuando por primera vez surge el
al cabo, no puede ser peor que lo que les reencuentro entre este y un viejo amorío
ha tocado soportar hasta el momento. que afirma haber realizado un largo viaje
con el único objetivo de comprobar si el
Existe en todo este complejo
protagonista seguía con vida tras tanto
literario una sátira bastante tenebrosa
tiempo sin noticias suyas, a lo que él
de la vida en la que se muestra un
no responde. Deja así una incógnita y
claro inmovilismo hacia el cambio, que
es el propio lector quien debe decidir si
lleva a los personajes a su destino final.
realmente este vive con su inmovilismo,
Ninguno tiene la voluntad de vivir y
o si es este inmovilismo precisamente el
el único que ha decidido sobrevivir a
que no lo deja vivir.
la vida es ese personaje principal tan
enigmático que, voluntariamente, toma
Esta se constituye como una
la decisión de renunciar a su anterior novela seria de reflexión tratada desde
propósito de suicidarse para ayudar a una mirada burlona y tenebrosa en la
otros que, a diferencia de él, sí tienen que Ordovás expone un problema al
el valor necesario para afrontar su lector usando un lenguaje desenfadado
triste final. Una obra que no deja de que engancha hasta la página final y al
sorprender en todo momento, pues trata mismo tiempo no causa ni mucho menos
un tema casi prohibido en la literatura indiferencia, sino todo lo contrario. Tal
contemporánea, como es el suicidio, vez sea esta una queja social que recoge
con un lenguaje claro, sencillo y hasta toda la desesperación interior del autor,
podría decirse que poético, mediante tapada por la elegancia de las palabras.
el cual, el autor se ríe de sí mismo. Se
Cristina Martínez Cava
destaca la indiferencia de los personajes
hacia el tema de la muerte dado que la
ven como algo natural que debe llegar
de una manera u otra. El protagonista se
muestra a sí mismo como una mezcla de
ángel y demonio que contiene una serie
de elementos típicamente humanos,
aunque, en ocasiones, esta lectura tan
fúnebre pueda llegar a hacer pensar al
lector que realmente se trata de la propia
muerte que espera impaciente una nueva
víctima que llevar hacia su territorio. Esta
cuestión queda abierta hasta el final de la
Contrapunto, n.º 43 | 33
 “Escribir algo para contar otra cosa” Secretos familiares, relaciones que se artísticas: una canción, una obra de
rompen, la travesía que supone un teatro, un poemario o un concierto de
María Gainza, El nervio óptico
embarazo en la vida de una mujer, la jazz. Todas las historias que componen
Barcelona, Anagrama
aventura del matrimonio y, finalmente, El nervio óptico son felices, tristes,
160 páginas, 16,90 euros

E
la enfermedad. Sin embargo, pese a este melancólicas y esperanzadoras, en
l nervio óptico es el encargado de último relato más agridulce, Gainza mayor o menor medida. Cada uno de los
transmitir toda la información deja, en cada uno de sus capítulos, capítulos, que pueden llegar a entenderse
visual desde la retina hasta el una sensación de tranquilidad y de como pequeños ensayos independientes,
cerebro. Gracias a este nervio, el ojo, aceptación ante las dificultades del día presenta una amalgama de sensaciones,
que es un receptor de luz, se conecta a día. El arte y la sensibilidad artística colores y texturas escogidas con mucho
con el cerebro, el órgano encargado de se definen como herramientas idóneas cuidado y sensibilidad. Pese a sus
procesarla a gran velocidad. María Gainza para poder canalizar todas aquellas diferencias, todos ellos están unidos
(Buenos Aires) se inspira en la mirada experiencias rutinarias. De hecho, la a través de la prosa de una autora que
y la visión para crear una obra peculiar narradora de El nervio óptico utiliza cada construye una obra singular.
en la que sus experiencias personales uno de los lienzos como catarsis ante su
y algunos cuadros se funden en cada Muchos defienden que las mejores
propio dolor, como una purificación
uno de los once capítulos o pequeños obras son aquellas que ofrecen, al lector,
emocional a través de las pasiones que la
ensayos que componen El nervio óptico. multitud de interpretaciones posibles y
inundan en determinados momentos de
diferentes significados. El nervio óptico
Se trata de una obra a medio camino su existencia.
conecta la vida y el arte teniendo siempre
entre la novela de autoficción, la crónica
El arte ofrece la posibilidad, a en cuenta que cada uno es dueño de una
y el ensayo en la que la autora presenta a
cada ser humano, de trascenderlo y experiencia y una perspectiva propia.
una narradora de clase alta que describe
experimentarlo de formas diversas. Gainza motiva la reflexión personal y
los claroscuros de una vida imperfecta
En esta obra, Gainza presenta las remueve la sensibilidad de todo aquel
marcada por algunas peculiaridades de desenmarañar una madeja de vivencias,
sentimientos e incertidumbres. Podemos experiencias de una mujer y su relación que se acerca a su obra. Ha sido capaz de
la Historia del Arte.
hallar, a lo largo de la narración, obras personal con algunos cuadros, pero “escribir algo para contar otra cosa”.
En El nervio óptico, su narradora muchas otras personas no sienten esa
tan diversas como las escenas de caza Paula Mayo Martín
relaciona algunos cuadros con la vida misma conexión con esos lienzos o
pintadas por Dreux, el mar de Courbet
de sus autores y con la suya propia. Esa con esos autores. Estos lazos entre la
o la rotundidad del arte de Rothko. Son,
conexión entre el arte y la experiencia experiencia y el arte son tan particulares
vital puede deberse a diversos factores: todas ellas, pequeñas joyas escondidas y que, en algunas ocasiones, pueden
quizás un cuadro se encontraba en alejadas del canon artístico dominante, llegar a desorientar a un lector poco
una sala de espera o, en una tarde gris, pero con significado propio. Quizás esta habituado a ver la vida como un lienzo
otro lienzo descansaba, prácticamente particularidad, su menor repercusión cambiante. No obstante, todos hemos
olvidado, en un pasillo de uno de los en el imaginario colectivo, es la que las podido conocer, en algún momento,
museos públicos de Buenos Aires. conecta con la narradora y protagonista, esos mismos sentimientos a través del
Independientemente de estos hechos, la que también vive una existencia sencilla arte pictórico o de otras expresiones
narradora viaja en sus recuerdos y trata de y, no por ello, menos trepidante.

34 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 35

 Distintas identidades, una vida como en la más cruda posguerra, la con un claro propósito, esto es, dejar
descripción fiel de las calles de la capital constancia expresa de un capítulo que
Almudena Grandes, Los pacientes del doctor García
con que la autora decora la trama apenas ha sido escrito por unos cuantos
Barcelona, Tusquets
recuerda poderosamente a las obras del y que apenas ha sido leído por muchos
763 páginas, 22,90 euros

H
maestro canario. En menor medida, menos. De esta forma, como viene
a llegado a las librerías un pero con el mismo cuidado en los siendo habitual en todos los volúmenes
nuevo volumen de Episodios detalles, Grandes ubica a sus personajes de la serie, la singularidad del relato
de una Guerra Interminable, la en otras ciudades como Berlín y Buenos reside en la frágil línea que separa
saga literaria que se inauguró con gran Aires. Igualmente, se observa en la verdad de verosimilitud –“si la norma
éxito de ventas, hace casi ocho años, narración una representación fidedigna de la Historia es la verdad, la norma
con Inés y la alegría (2010). En esta del lenguaje: el de las clases altas en las de la Literatura es la verosimilitud”, ha
ocasión, Almudena Grandes (Madrid, fiestas de la época, el de los voluntarios señalado Grandes a la hora de presentar
1960) entretiene a sus lectores con de la División Azul, las variantes del su último libro–. Desfilan, pues, por la
Los pacientes del doctor García, una español (porteño, mexicano…), etc. multitud de capítulos que componen
historia de espionaje y clandestinidad Además, resulta especialmente llamativo la novela numerosas figuras históricas
con la Segunda Guerra Mundial y las el empleo que se hace de la onomástica, como, entre otros, Juan Negrín y Pablo
décadas siguientes como telón de fondo. puesto que personajes como Benigna, de Azcárate, por un lado, y Josef Hans
Con esta última publicación, la serie Experta o Amparo, sin duda, hacen Lazar y Otto Rolf Skorzeny, por otro,
literaria, cuyas novelas se encuentran honor a sus nombres. Ahondando en las además de la mencionada Stauffer. Con
estrechamente relacionadas entre sí, ha figuras más destacadas de la novela, si el la típica intriga del thriller americano
vencido su ecuador puesto que, hasta el protagonista masculino de este episodio que logra captar la atención del público
momento, han visto la luz cuatro textos es el ficticio doctor García, que se ve y con un desenlace algo agridulce, puede
diferentes y está previsto que en los amistad, la lealtad entre dos personas, obligado a cambiar de identidad para que hasta lacrimógeno, Los pacientes del
próximos años se publiquen dos más. Guillermo García Medina y Manuel continuar con vida –al igual que su amigo doctor García se erige como una digna
Arroyo Benítez, que, sin conocerse Manuel–, la mujer en torno a la que continuación de unos episodios de los
El argumento de esta obra
previamente, ven unidos sus destinos girarán sus idas y venidas es una persona que todavía se pueden esperar muchas
apela directamente a la memoria, al
durante la guerra civil y hasta el final de real: Clara Stauffer, destacado miembro más horas de lectura.
recuerdo de quienes siguieron luchando,
sus vidas. de la Sección Femenina y la encargada de
arriesgando sus vidas en complejas Cristina Suárez
operaciones secretas, con el objetivo de Además de en el nombre de la ayudar a los prófugos de la justicia aliada
reinstituir la República española, pero saga en la que se recogen las últimas y refugiarlos en la España de Francisco
también es la historia de una oscura novelas de Grandes –a excepción de Los Franco para, posteriormente, conseguir
telaraña tejida entre falangistas y nazis besos en el pan (2015)–, no puede negarse que viajasen a la Argentina de Juan
para conseguir que aquellos acusados de que esta última publicación también se Domingo Perón y se instalasen allí para
crímenes contra la humanidad salieran encuentra plagada de reminiscencias vivir tranquilos y olvidarse del miedo
indemnes y escapasen de los tribunales del Madrid más galdosiano. Si bien que nace de la persecución. Así, ficción y
internacionales. Asimismo, uno de los estos relatos se emplazan tanto en el realidad, invención e historia, convergen
hilos que vertebran la narración es la transcurso de la guerra civil española a lo largo de más de setecientas páginas

36 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 37


C
armen Peire (Caracas, 1952)
reside desde 1965 en España,
donde trabaja como profesora
y escritora. También imparte talleres
literarios para jóvenes y colabora en el
suplemento literario Los Diablos Azules y
en el periódico InfoLibre. Sus cuentos han
sido recogidos en numerosas antologías
publicadas tanto en España como en
México. Cuenta con dos libros de relatos
propios,  Principio de Incertidumbre
(2006) y Horizonte de sucesos (2011), así
como con la novela En el año de Electra
(2014).  visibilizando colectivos oprimidos sin
Cuestión de tiempo es su tercera
obra de relatos cortos. Peire escribe
veintidós mundos en los que el espacio
y el tiempo se configuran como los
ejes fundamentales que constituyen la
trayectoria vital de cada cuento, dejando
que el lector se adentre en el interior
de la vida de cada personaje. Así pues,
se conoce la existencia de una mujer
que siente la necesidad de volver a la
casa de su niñez para poder tomar una
dura decisión (“La casa de los veranos”),
la historia de un niño que juega con
faldas, pintalabios carmesí y tacitas
de té, pero que no es aceptado por sus
padres (“Estrella dulce”); también se
encuentran sucesos insólitos, cuando se
narra cómo una familia olvida las cenizas
38 | Contrapunto, n.º 43
Viviendo a destiempo
Carmen Peire, Cuestión de tiempo
Palencia, Menoscuarto
137 páginas, 15,90 euros
de la abuela en la mesa del restaurante
donde han comido (“Tiempo añadido”),
la trágica historia de dos hermanos
luchando por el poder de la casa (“La
primera derrota”), o la búsqueda de la
identidad de Alicia, a cuyo respecto
cabe preguntarse si el reflejo que ve en el
espejo es ella realmente o es la reina de
corazones (“Alicia según Chung Tzú”).
La narración de Cuestión de
tiempo es muy sencilla, apenas hay tintes
burlescos o irónicos: salvo en el relato
titulado “Venganza”, en el resto destaca
la sensibilidad con la que Peire trata a
sus personajes. Se trata de una autora
que escribe lo justo y necesario para que no hay antecedentes de lo que ha
sus finales sean arrolladores y provoquen pasado, aparece un personaje que huye,
un momento de silencio en el lector para por lo tanto ya se tiene esa sensación de
que pueda asimilar y comprender lo que velocidad, además la brevedad del relato
acaba de suceder, o, incluso, para que hace que esta rapidez se intensifique
trate de imaginar cuál es el desenlace de aún más. Cuestión de tiempo es eso
cada historia, pues hay cuentos en los que mismo: un libro que recoge relatos con
no se especifica cuáles son las decisiones desenlaces que son de una manera
que finalmente toman sus personajes, u otra dependiendo de una cuestión
como ocurre en “La cara de camello es de tiempo, segundos en los que los
alargada”. Esto hace que el libro tome personajes actúan, piensan, o actúan sin
un carácter misterioso, despertando la pensar y que condicionan los finales y su
curiosidad del lector. propia vida. Relatos protagonizados por
mujeres, personajes anónimos, jóvenes
La emoción que la autora plasma
que quieren ser y descubrirse y niños
en sus relatos se ve representada,
que desean ser aceptados. Relatos en
principalmente, por mujeres
los que Peire trata con total naturalidad
protagonistas que crean una atmósfera
la búsqueda de la identidad sexual,
de soledad en la que, en ocasiones,
el espacio se ve reducido y necesitan
caer en tópicos. Son narraciones escritas
buscar su identidad, sentirse libres. “Un
para reflexionar y el lector no queda
segundo, cinco minutos” es un claro
impasible ante estos, pues Peire cuenta
ejemplo: la autora en ningún momento
historias que afectan a todo el mundo:
precisa lo que está ocurriendo, pero
la sensación de no estar en el espacio
el lector es capaz de entender lo que
adecuado, o ese vivir a destiempo tan
se narra, el ahogamiento que siente la
marcado en su obra.
protagonista durante un segundo, pero
que para ella es una eternidad. La autora Esther Gómez Berrueco
relata a cámara lenta todo lo que ocurre.
Este mismo sentimiento se ve reflejado
en “Fuga” y la protagonista huye de él,
de los niños, e incluso podemos llegar a
pensar que también huye de ella misma
y del espacio tan reducido en el que vive,
pero, en cambio, el tiempo es contrario a
“Un segundo, cinco minutos” porque los
sucesos ocurren de forma precipitada,
Contrapunto, n.º 43 | 39

V
icente Molina Foix (Elche,
1946), con su nueva obra, El
joven sin alma, se retrotrae
a su infancia y juventud para mostrar
aquellos años de lucha universitaria,
creación artística, descubrimiento de la
sexualidad y ansia de reconocimiento.
Narra la gestación de una generación
literaria, que duró demasiado poco,
pero que marcó el devenir literario de
unos cuantos jóvenes cinéfilos: Pere
Gimferrer, Ana María Moix, Vicente
Carnero, Leopoldo María Panero y, con
perdón de Castellet, Terenci Moix. El
recuerdo de los novísimos más nuevos,
la coqueluche, se une a la rememoración
de los últimos años del franquismo
en los que desde las universidades se
intenta debilitar al régimen. No obstante,
lo colectivo no eclipsa a lo individual y
Foix se desnuda y muestra el desarrollo
y crecimiento de un joven sin alma
que está descubriendo su sexualidad,
dando rienda suelta a sus inquietudes o
aprendiendo a relacionarse. El cine, ya
sea de la mano de los otros novísimos o
del mismo Foix, también se convierte en
una pieza vertebradora del relato: Film
Ideal, Fritz Lang y su Mabuse, Godard
o Truffaut. El joven desdoblado, pues,
sorprende por su culturalismo, pero
igualmente por su frialdad y asepsia.
40 | Contrapunto, n.º 43
La coqueluche
Vicente Molina Foix, El joven sin alma
Barcelona, Anagrama
368 páginas, 20,90 euros
El tono tan marcadamente
distante para con sus compañeros de
generación y, en general, para todo
aquello que rodeaba al joven Foix se
acentúa con el desdoblamiento del
narrador: primera y segunda persona. En
la primera parte de la obra esta segunda
persona es la que toma la narración e
insta al joven adorador de Cela a hablar,
a contar aquello que, como sucede con
los recuerdos de la infancia, se recuerda
de manera nebulosa, si bien las notas
guardadas permiten rememorar con
mayor lucidez. Pero, poco a poco, la
primera persona se va imponiendo y que gracias a su ingenio literario y
queda atrás la de aquel señor que en creativo permite al lector algo avispado
un tiempo actual le instaba a narrar, a acercarse al nacimiento cultural, sexual
contar, a crear. Este cambio narratológico e intelectual del escritor alicantino.
es, sin duda, el reflejo de la evolución del Un reto intelectual, pero, desde luego,
autor y, en consecuencia, del personaje. una aventura que va más allá del
No obstante, su voz, también, deja mero entretenimiento, pues supone la
espacio a sus compañeros de generación, desnudez de una serie de escritores que
ya sea mediante la transcripción de marcaron el devenir literario, al menos,
conversaciones mantenidas en sus parcialmente, de la España de los últimos
particulares sesiones o la de cartas años del franquismo y que obliga al
todavía guardadas junto a los abrigos lector a repensar conceptos como el
de piel. Por tanto, más que una novela de generación literaria; también otros
del “yo”, es una novela polifónica, pues menos académicos: la locura, el amor,
cualquier voz cabe, ya que el hombre el sexo o la inexperiencia existencial.
presente es gracias al conjunto de ellas. Por todo ello es una novela sobre la
memoria, el miedo, la incertidumbre, el
El estilo se impregna de citas
recuerdo y el descubrirse sin temor, pero
y referencias culturales o cultas que
con dolor, el de Ana, el de Ramón, el de
describen el universo teórico de los
Leopoldo. Foix, pues, enseña aquello que
novísimos, si bien esta tendencia
indudablemente le marcó en su escritura
culturalista, no impide que el lenguaje
y en su vida. Aquello que ahora se
sea sobrio, preciso y sencillo. De esta
almacena en cajones de un piso sin alma.
forma, junto con otras técnicas como el
uso de diferentes voces y géneros, a veces María Sánchez
dramático, a veces poético, se acerca al
estilo y tono de los inicios que eran
finales de la coqueluche y, por tanto, no
es solo un recuerdo meramente fáctico,
sino, también, un recuerdo creativo y
literario. Un recuerdo que explica otros
tipos de resistencia antifranquista,
alejados del que llevaban a cabo las tres
furias a las que Foix intentaba agradar
sin acertar en el modo o la manera.
Foix crea un universo completo
que conjuga ficción con realidad y
Contrapunto, n.º 43 | 41
 Alrededores
Cuando una puerta se cierra y ya no quedan ventanas
Mohsin Hamid, Bienvenidos a Occidente
Traducción de Luis Murillo Fort
Barcelona, Reservoir Books
176 páginas, 17,90 euros
los personajes también se corresponden
con cualquier refugiado de cualquier
país que tiene que dejar su casa. Con
esta técnica, que el pakistaní relaciona
con el impresionismo y el puntillismo,
busca en el lector la necesidad de
ampliar estos puntos, de hacerlos aptos
para cualquier contexto cercano. De
hecho, el recorrido geográfico de los
personajes es el del propio autor a lo
largo de su vida. Países como Grecia,
personas refugiadas metiéndonos en su
piel. Hace hincapié en la idea de que la
vida siempre sigue incluso entre bombas,
que la gente trabaja y se enamora, ríe
y tiene hijos, entierra a sus muertos y
continúa luchando.
La primera parte de la novela trata
el maldito poder de la guerra para torcer
la vida y su cotidianeidad, mientras que
la segunda mitad se adentra más en el
lenguaje del cuento, mostrando paisajes

M
e considero pro-migración.
Personalmente, creo que
existe el derecho de migrar
de la misma manera que existe el derecho
de amar a quien tú quieras, de creer en
lo que desees o de decir lo que quieras
decir. Con estas palabras se autodefine
Mohsin Hamid (Pakistán, 1971) autor
de Bienvenidos a Occidente, una fábula
cruda y actual sobre la realidad de los
refugiados que actualmente dejan sus
respectivos hogares para cruzar un
raído Viejo Continente que cada vez
resulta menos acogedor. La vida del
escritor pakistaní es un buen ejemplo
del rico tapiz de la multiculturalidad y el
mestizaje. Después de pasar su infancia
en Estados Unidos, vuelve a Lahore, su
ciudad natal hasta los 18 años. Regresa
después a California, para vivir luego en
Londres y Nueva York. Actualmente, su
residencia está en Pakistán pero vive a
caballo entre Grecia, Londres e Italia.
Con una prosa directa y poética, cualquier ciudad pequeña de cualquier
tanto en el número como en la propia continente en medio de una guerra civil,
naturaleza de las palabras, Hamid
presenta a los jóvenes Nadia y Said, que
viven en un país en guerra, sin especificar
cuál, como ya hiciera el autor en su
obra Cómo hacerse asquerosamente
rico en el Asia emergente. Si bien
pudiera ser Kabul, Damasco, Bagdad o
Inglaterra y finalmente Estados Unidos
reales de ciudades tales como Londres
son los escenarios donde la pareja de
o Mikonos y la situación de asedio
jóvenes ve cómo su vida en común se
actual que sufren estas urbes y también
diluye entre las mareas de gente que al
las personas que allí llegan. A pesar
igual que ellos aún persiguen sueños y
del caos que implica la búsqueda de la
anhelos con cada migración. El amor, el
supervivencia diaria, la rutina acaba por
sexo, la religión, la familia y la amistad
florecer en medio de tanta violencia.
son temas universales que aparecen
“La gente encuentra cosas que hacer,
tratados de diferentes maneras y desde
personas con las que estar, tiempo para
las opuestas perspectivas de Nadia,
pensar en su futuro”, comenta Hamid.
mujer segura, independiente y nada
La esperanza en un futuro optimista es
religiosa, y de Said, un joven muy unido
reflejo del propio pensamiento del autor,
a su familia y que encuentra en la fe y
quien confía en esta visión positiva como
la oración una manera de sentir que aún
única herramienta para seguir luchando
pertenece a algún lugar y lo vive como
por la igualdad. Una novela que te
un acto de amor. La pareja cruza puertas
absorbe para luego escupirte dejándote
mágicas que llevan a improvisados
con la responsabilidad de tener que
campos de refugiados o edificios okupa,
enfrentarte a lo leído, a comprender
entre otros. Es recurrente en la obra del
que por mucho que pases la última
autor el uso de elementos surrealistas
página, esto sigue ocurriendo. Una
dentro de situaciones reales y, en este
novela necesaria, rotunda. Una fábula
caso, es el lector quien se sirve de estas
preciosa de esas noticias e imágenes que
elipsis espaciotemporales para imaginar
por desgracia engrosan las filas de lo
lo que vive un refugiado en la odisea del
cotidiano.
trayecto: el dolor físico y psicológico,
la humillación. Hamid humaniza a las Yasmin Sadeghi

42 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 43


S
e habían vendido más de 400.000
ejemplares de Margarita Dolcevita
en Italia cuando el libro salió al
mercado editorial español. La novela
de Stefano Benni (Bolonia, 1947) es la
historia de una joven de quince años,
Margarita, a la que su abuelo apoda
“Dolcevita”. Y es ella quien cuenta, en
primera persona, lo que pasa en su
familia a partir del día en que se empieza
a construir una casa al lado de la suya, un
edificio que impedirá que Margarita siga
viendo las estrellas desde su ventana. Y
no será eso lo único que alteren los Del
Bene –Stefano Benni parece no dejar
ningún nombre al azar en la novela–, los
dueños de esa extraña casa con forma
de cubo, cuando empiecen a ser vecinos
suyos. Los nuevos inquilinos parecen ser
una familia modelo, y la de Margarita
hará todo lo posible por cambiar sus
costumbres para adaptarse a las de ellos.
Tendrá que ser la propia Margarita,
ayudada por su abuelo y su hermano
pequeño, Heráclito, la que intente salvar
a su excéntrica familia. Y es que cada uno
de los miembros de su familia posee una
personalidad completamente diferente a
la del resto. Margarita es una adolescente
creativa, que no duda en inventar
palabras, historias, construir comienzos
44 | Contrapunto, n.º 43
¿Y la familia? Bien, gracias
Stefano Benni, Margarita Dolcevita
Traducción de Celia Filipetto
Barcelona, Blackie Books
214 páginas, 19,90 euros
de novelas que nunca termina (“le dio
tiempo a escribir 47 comienzos de
novela y a desecharlos todos”) y escribir
lo que ella llama “poemas feos”. Su
abuelo, Sócrates, es un hombre alocado
que trata de evitar supuestos complots
del “Poder”. Heráclito, el pequeño de la
familia, destaca por su inteligencia –sin
embargo, no por ello deja de tener un
comportamiento de preadolescente–.
Giacinto, el hijo mayor, es un adolescente
con las hormonas a flor de piel, ultra de
su equipo de fútbol favorito. Y los padres
de Margarita: Fausto y Emma. Él, amante
de las antiguallas y manitas oficial de la de la imaginación, una escuela de teatro
casa; ella, fiel seguidora de las telenovelas y lectura en vivo itinerante. Asimismo,
y coleccionista de cupones. Benni es conocido por abordar
desde la ficción la sátira mordaz de la
La obra retrata a la familia de
sociedad italiana, apoyándose, para
Margarita, con sus cualidades, sus
ello, en fórmulas como la caricatura y la
defectos y sus peculiaridades, que
permeabilidad de géneros. El autor, sin
vivirá los cambios condicionados por
duda, se parece a Margarita, dado que
los nuevos vecinos y la presión social
ambos se rebelan contra las injusticias
de parecerse a ellos. Stefano Benni
que los rodean: el escritor del best-
entrelaza la comedia con un realismo
seller italiano, para protestar contra los
mágico dirigido por la voz de la propia
recortes a la cultura y la educación en
Margarita. Pero Margarita Dolcevita
el gobierno de Mateo Renzi, decidió
deja entrever, además, una crítica a una
rechazar el Premio Nacional Vittorio de
sociedad consumista y trata temas de
Sica. Sin duda, Margarita habría hecho
interés social como son la destrucción
lo mismo.
del planeta y la globalización; todo ello
escrito en un ritmo ágil y una narración María Álvarez Villalobos
cargada con la esperanza de una joven
para quien el mundo puede ser un lugar
mejor. Se utiliza la historia de una chica
que rebosa imaginación para plantear la
situación de alienación social a través de
modelos que se consideran “perfectos”
como ideal a alcanzar. Cuando el mundo
es imperfecto y la diversidad debería
enriquecerlo, salirse de lo “normal” es
castigado y quien lo hace, es eliminado.
Esta novela de Stefano Benni hace reír,
pensar e identificarse o simpatizar con la
protagonista y la visión de ese singular
mundo cargado de matices únicos.
El uso que hace el escritor boloñés
del humor en la obra recuerda en muchas
ocasiones al del autor Italo Calvino. Y
no es de extrañar, dado que los dos son
amigos y cocreadores de la Pluriversidad
Contrapunto, n.º 43 | 45
 Coreografiando la diáspora embargo, parecen estar inevitablemente protagonista viaja alrededor del mundo,
conectadas y, por más lejos que vaya la es un ejemplo de la diáspora de la que
Zadie Smith, Tiempos de Swing
narradora –que llegará a ser la asistente todos, hoy en día, parecemos participar:
Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino
personal de una estrella pop que fue su nunca ha estado en la tierra natal de su
Barcelona, Salamandra
ídolo en la infancia, a la cual ayudará a madre, Jamaica, pero ha ido al África
432 páginas, 16,99 euros

¿Q
fundar un colegio en una villa africana–, que se esconde en sus orígenes; ha
uién nos habla en no podrá escapar de ese lazo inicial. abandonado su Londres natal para vivir,
Tiempos de Swing, la Stacey es su opuesto y, al mismo tiempo, principal aunque no exclusivamente, en
nueva novela de Zadie un recordatorio de lo que ha querido Nueva York. Por lo tanto, la pregunta
Smith (Brent, 1975)? En las primeras dejar atrás. Porque, en su adultez, el inicial tiene un doble sentido que no pasa
páginas encontramos algunas señas personaje central está en constante por alto el lector: la identidad de quien
de la identidad de la narradora: es conflicto entre el mundo frívolo de su nos habla, su existencia personal, es
alguien cuya vida profesional y personal jefa, donde el dinero es capaz de hacer solo la punta de un iceberg que esconde
acaba de colapsar. La razón de este cualquier cosa, y la conciencia política y siglos de historia. Junto con una prosa
colapso es todavía desconocida para moral de su madre; entre su deseo por ágil, la efectividad de la novela está en
quienes leemos, pero sabemos que vino alejarse de los espacios que definieron su capacidad de construir un personaje
acompañado de una atención fuera de su infancia –su trabajo la lleva a viajar complejo, profundo en interesante, con
lo normal. La protagonista es, además, por Nueva York, Berlín, Australia, el cual no podemos evitar sentir empatía.
fanática de la película que da título a África, etc.– y el pasado que vuelve Vivimos con ella las contradicciones del
la novela. Este episodio introductorio, constantemente para recordarle que hay mundo moderno. Buscamos con ella sus
contenido en unas pocas páginas, cierra cosas que forman, para bien o para mal, orígenes y su historia y redescubrimos un
con la aparición de un correo electrónico parte de ella. presente que no está tan lejos del pasado
anónimo que contiene un vídeo subido como quisiéramos pensar. La novela de
Estas contradicciones son el
a internet y la afirmación de que, ahora desapercibido. La primera es tímida, a Smith se mueve como una bailarina a
reflejo de un conflicto inicial: hija de
sí, la gente sabrá quién es realmente la veces un poco sumisa, pero estudiosa través de distintos tiempos y lugares para
un matrimonio mixto, el tono de su
protagonista. e inteligente; la segunda es irreverente, construir un retrato profundo y humano
piel la ubica en un punto medio difícil
La novela es una reconstrucción altanera y completamente desinteresada de la identidad difusa y compleja a la cual
de precisar. No sabe si escuchar las
de la vida y la identidad de la narradora. El de todo lo que no es baile. Ambas son un estamos acostumbrados en la actualidad.
raíces africanas que su madre no deja de
centro de su historia es Stacey, una amiga reflejo de sus familias. La protagonista recordarle o asumir la vida londinense de Javier Ignacio Alarcón
de la infancia con la cual compartía el es hija de un hombre trabajador y una su padre. Esa imprecisión será el punto
interés por el baile. Aunque pasaban casi madre intelectual, cuyas aspiraciones de inicio de su amistad con Tracey, que
todo el tiempo juntas, el contraste entre políticas la llevarán lejos. El padre de también es hija de un matrimonio mixto.
las dos chicas es palpable: la narradora, Stacey ha estado en la cárcel en repetidas Este problema, que refleja la compleja
a pesar de su pasión, no tiene futuro ocasiones y su madre, de una educación cuestión de la identidad en el mundo
de bailarina por sus pies planos; Stacey, pobre, ordena su existencia en torno contemporáneo, cobra una relevancia
en cambio, posee un talento natural a su hija. Estas diferencias terminarán particular en Tiempos de swing. La
indiscutible que a nadie puede pasar distanciándolas. Pero sus vidas, sin

46 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 47

 Polifonías
Literatura: vida como labranza
Antonio Rivero Taravillo, Vilanos por el aire
H
ombre de pensamiento fuerte
y sensible a partes iguales, este
filólogo, ensayista, narrador,
traductor y, sobre todo, poeta, llamado
Antonio Rivero Taravillo (Melilla, 1963)
es un humanista de nuestro tiempo.
Además de la constante actividad
poética, de las importantes y diversas
publicaciones, los muchos libros
traducidos y los consiguientes premios,
es un autor de presencia notoria en la
red. El fiel seguimiento digital de que su
obra goza explica la transubstanciación
de su blog en libro: Afán de permanencia.
Entradas del blog “Fuego con Nieve”
(2010).
Este último hecho resulta
relevante para el estudioso de la literatura
actual: no solo porque, de algún modo,
sustituye el casi desaparecido género
epistolar del XXI, sino porque mediante
el seguimiento de tal actividad, el amigo
facebookiano o follower tuitero puede
asistir a la extimidad del pensamiento
—no solo literario— y acto creador,
si el escritor —y en este caso sucede
casi diariamente— publica aforismos,
fragmentos o poemas en ese espacio
estrecho y apretado del muro o del
48 | Contrapunto, n.º 43
Sevilla, La Isla de Siltolá
100 páginas, 10 euros
timelime, de modo que asistimos a los
borradores de textos que luego pasarán
a engrosar volúmenes en formato libro
y soporte papel, a la puesta en escena
del taller semipúblico del escritor, a las
costuras de la creación.
Al revés de lo que sucede con
las cartas, el género de las formas
hiperbreves —aforismos, chistes,
microensayos, palíndromos— se ha
visto beneficiado por la llegada de estas
plataformas 2.0. Y es fácil adivinar que, a
raíz de ello, el propio autor o sus editores
se hayan planteado Vilanos por el aire,
la reunión, por primera vez en su vida,
de una colección de aforismos en esta
editorial tan preocupada por el género.
Aforismos, en el sentido amplio
del término, porque, al igual que ocurre
en tantos libros de este tipo, se presentan
numerosos textos breves de diversa
naturaleza: aforismos sensu stricto,
escenas, fragmentos, greguerías, haikus,
microensayos, algún microrrelato,
redefiniciones, refranes trocados, y otros
tantos ejemplos de géneros complejos de
sistematizar, a camino entre el fragmento
humorístico, la opinión o la pregunta.
Esta podría ser una división a grandes
rasgos de las tres inquietudes literarias
y vitales del autor: el mundo que le
cuestiona y el cuestionamiento de/ante
el mundo; el parecer convencido sobre
aspectos muy diversos del día a día y, en
tercer grado, la expresión desenfadada o
sarcástica sobre hechos indudables que
hieren su moral o inteligencia.
También es tripartita la división
del propio libro: “Escribir”, “Lascas
de realidad” y “Glosario editorial”. El
primero aborda las inquietudes de un
profesional —por vocación— del oficio
de la escritura en todos los aspectos
habidos y por haber. Bien es cierto que
el iniciado podrá entender y degustar
mejor muchos de los fenómenos que
estos aforismos expresan: el significado
esencial de la poesía o de los otros
géneros que practica Rivero Taravillo,
los rigores a los que está sometido
el traductor, la falta de tiempo para
emprender todos los proyectos, la
verborrea y desfachatez descarada de los
malos escritores, los usos del acto de la
creación y sus erratas; en resumen, reza
uno de sus aforismos que “Escribir es
cribar” (33). En el segundo, “Lascas de
realidad”, se comparte la observación
personal del mundo —como lo haría
el buen novelista, pero también el
epigramático latino— a través de una
serie de aforismos y fragmentos que
expresan recuerdos líricos, anécdotas de
la intrahistoria civil, epifanías cotidianas
o malas prácticas de la sociedad. El
lirismo de algunos puede llevar a
emplear el concepto “aforema”, acuñado
y practicado por Miguel Ángel Arcas.
En cualquier caso, Rivero Taravillo
demuestra ser una persona, ante todo,
atenta a la realidad porque “La vida es
lo que sucede a tus espaldas, mientras
tú estás escribiendo tus versitos” (19). El
tercer apartado lo ha titulado “Glosario
editorial” para, con su depurado humor
y elaborado sarcasmo, poder dar cuenta
de los turbios o hilarantes entresijos
del mercado literario. Estos breves
diccionarios resultan una práctica
que goza de cierta tradición y resulta
bastante habitual entre los aforistas
actuales: Rafael Argullol, Andrés
Neuman o Rodrigo Cortés, entre
otros. Esperamos que no se cumpla su
definición de lectores: “Protagonistas
de muchos cuentos irlandeses, también
conocidos como fantasmas” (91) y que
los filamentos que nos propone estén
llamados a posarse en los ojos de otros
hombres para germinar lo que a todo
escritor se le escapa de las manos.
Javier Helgueta Manso
Contrapunto, n.º 43 | 49

Marina Garcés, Nueva ilustración radical
Colección “Nuevos Cuadernos Anagrama”
C
omo parte de la inauguración
de la serie “Nuevos Cuadernos
Anagrama”, la editorial catalana
ha contado con la participación de la
filósofa Marina Garcés (Barcelona,
1973). Se trata de una de las voces
críticas más influyentes del panorama
nacional, razón por la que ha sido una
de las elegidas en la recuperación de la
colección. Esta se compone de textos
breves que, como se define desde la
editorial, tratan de “ejercer de portavoz
de las inquietudes de nuestro tiempo”.
Sin duda alguna, el ensayo de Garcés,
publicado también en catalán, cumple
dichos requisitos.
En Nueva ilustración radical se
plantea, en primer lugar, una reflexión
acerca de la condición de nuestro
tiempo, que la autora califica como
“póstuma”. Se trata de un concepto por
el que el ser humano ha despertado
de la idea de progreso infinito que la
modernidad trajo consigo. Las crisis
económicas, medioambientales y panorama, en una huida hacia un futuro
humanas que se llevan produciendo
en las últimas décadas se sitúan en lo
que la autora denomina “catástrofe del
tiempo”, por la que la humanidad ya no
se encuentra inmersa en un “tiempo que
suma”, sino en un “tiempo que resta”. Las
50 | Contrapunto, n.º 43
La ilustración como actitud
Barcelona, Anagrama
80 páginas, 7,90 euros
condiciones de vida que nos prometía
el estado de bienestar capitalista se
traducen en una situación de precariedad
colectiva, por la que la vida misma
se encuentra en el límite. Ante dicho
incierto del que vislumbramos un fin
cada día más cercano, el conjunto de la
sociedad se “agarra a un clavo ardiendo”,
coloquialmente hablando. Es en este
punto donde el lector puede reflexionar
acerca de esa poderosa corriente anti
ilustrada surgida en países con una
sólida tradición ilustrada, aunque resulte
paradójico. El signo catastrofista de los
tiempos conduce a una disyuntiva que
parece inapelable: condena o salvación.
Ambas opciones llevan al ser humano
a una credulidad acrítica: por un lado,
la humanidad está derrotada y no hay
nada que podamos hacer; por otro,
el abandono en pos de una sociedad
utópica en la que el ser humano delega
su esperanza en la inteligencia artificial,
acrítica y aproblemática.
Para luchar contra las narraciones
apocalípticas, la autora propone una
vuelta al origen, un rechazo frontal
de un saber que nos sitúa en el límite
de “lo vivible”. Se trata de una nueva
“ilustración radical”, cuyo objetivo es
el de someter cualquiera de los saberes
de nuestro tiempo a examen. No se
trata de un acceso privilegiado a una
verdad absoluta que, por definición, le
está negada al hombre en su condición
imperfecta, sino una apuesta por la
mejora de nuestras condiciones de vida a
través de la crítica, del saber en sí mismo.
Dicha crítica radical debe comenzar en
la educación. En palabras de Foucault,
citado por Garcés, “toda forma de saber
conlleva relaciones de poder”. Olvidar
dicha relación y aceptar sin crítica el
conocimiento que llega a nosotros
segmentado deriva en un analfabetismo
ilustrado, una suerte de saber acrítico y,
por tanto, inútil. La saturación de saberes
autorreferenciales acaba abandonándose
a un solucionismo utópico, a una suerte
de inteligencia artificial que se encargaría
de solucionar los problemas valiéndose
de un conjunto de conocimientos
inalcanzables para el ser humano.
Sin embargo, la “ilustración radical”
propuesta por la autora no puede aceptar
dicha delegación de la inteligencia. El
ser humano es imperfecto, pero tiene la
capacidad de construir su propio espacio
de “lo vivible” haciendo uso de su propia
razón, de la que duda como principio.
En definitiva, lo que la autora
propone en el ensayo es una vuelta al
origen del saber mismo, redefiniendo los
dogmas que se asientan en una sociedad
en la que, pese a la educación general
y al acceso ilimitado a cualquier forma
de conocimiento, se siguen cometiendo
atrocidades en el entorno natural y
sobre otros seres humanos. El ensayo,
sincrético y denso, que bien merece una
segunda o tercera lectura, es una llamada
de aviso ante una humanidad que
acepta resignada un abismo que parece
inevitable, y que observa impotente cómo
los saberes que se supone que le definen
como ser ilustrado resultan inútiles ante
los grandes problemas que le acechan
en un tiempo póstumo. La propuesta
de Marina Garcés quema en las manos
de pura actualidad, proponiendo una
postura crítica que resulta necesaria ante
las dificultades a las que nos enfrentamos
en la actualidad.
Raquel López López
Contrapunto, n.º 43 | 51
 Pensando poéticas interseccionales
María Sánchez, Cuaderno de campo
Madrid, La Bella Varsovia
92 páginas, 12 euros
equiparar el valor y la complejidad de
las vidas animales, Sánchez nos hace
empatizar emocionalmente con ellos.
Sangran, sufren y aman de la misma
manera que los protagonistas humanos
revaloriza el saber oral transmitido por
sus antepasados (y particularmente, su
abuelo). El conocimiento popular se
entremezcla con la técnica científica,
destruyendo mitos y estereotipos

L
a revolución será interseccional de su poesía. En particular, en un gran contra “lo provinciano” y creando una
o no será mi revolución. Este número de los textos la autora relaciona concepción holística de los rituales de
leitmotiv, muy popular en las lógicas de liberación/opresión rebelión ecofeminista.
feminista con las estructuras de poder
manifestaciones por los derechos de Así pues, mujer, animal
con las que los humanos interactuamos
la mujer o por los derechos de las y pueblo se nos presentan como
con los animales: “Pero yo sangro. Animal
personas LGBTQ, es producto de nuevos elementos interrelacionados estética
o mujer: hecha de sueño y lágrimas”.
acercamientos políticos a las cuestiones y temáticamente en una recolección
Mujer y animal son así aliados frente
de identidades marginales. Sin duda, poética tan reivindicativa como sensible
a las mismas dinámicas patriarcales/
todos negociamos distintas identidades y emocional. Sánchez recupera en su
especistas que se confabulan para
en todo momento, algunas privilegiadas poesía una materialidad del cuerpo muy
manipular o invisibilizar su sufrimiento
y otras menos. Muchas veces, la lucha olvidada a menudo en artes y debates
(o alegría). No obstante, su poética crea
por la aceptación social de una se hace ecofeministas. Cuerpos femeninos,
vínculos que sobrepasan el binomio, pues
a expensas de la otra, pues tendemos (no)humanos, y no alienados por la
a la representación femenino-animal se
a imaginar representaciones de la gran urbe reivindican su existencia y
le añade el factor de lo rural. Si hay algo
identidad de una manera esencialista, la validez de sus experiencias sobre
por lo que se caracteriza la normatividad
pura. Es por esto por lo que muchos cualquier tipo de teorización. Son
feminista es por enfatizar las vivencias
movimientos artístico-culturales están cuerpos cuyas propiedades sintientes
femeninas en espacios urbanos. Desde
apostando por el desarrollo de productos justifican su empoderamiento y la
los primeros movimientos sufragistas
que encarnen un sentido de coalición necesidad de tenerlos en cuenta a la
hasta las estéticas de algunos grupos de
entre estructuras de poder que pueda hora de elaborar estrategias incluyentes
punk feminista, la ciudad se configura
en cualquier espacio político. Con
dar soluciones eficientes a los problemas como un elemento fundamental y único
esta obra, Sánchez abre la puerta a la
que distintos colectivos pueden sufrir donde posicionar la lucha feminista.
con la que dota a los animales no introducción de temáticas marginales
(ya sea en materia de representatividad Esto no es así en el caso de Sánchez,
humanos. En su lírica, la autora realiza dentro de la poesía feminista (marginal
en el arte o en reivindicación de quien subvierte esta lógica incorporando
un retrato de la experiencia “animal” que ya de por sí), enriqueciendo y dando
derechos). El nuevo poemario de María localizaciones y ethos comúnmente
imita las actitudes, sentimientos y deseos visibilidad a sectores olvidados como
Sánchez (Córdoba, 1989), Cuaderno de asociados a lo rural a su poesía. Así,
humanos, haciendo que se desarrolle una el rural y creando “alianzas” con luchas
campo, es sin duda un ejemplo claro de nos encontramos con representaciones
balanza entre ambas que, eventualmente, antiespecistas. En definitiva, Cuaderno
cómo combinar la lucha feminista con el que van desde el uso de la fauna típica
sentimos como partes de un mismo de campo propone una reflexión tan
animalismo y la defensa de la vida y las del imaginario ganadero (vacas, ovejas),
ente. Al enfatizar la “humanidad” de la personal como colectiva que desencializa
tradiciones rurales en España; conflictos hasta el establecimiento de lógicas
experiencia animal, Sánchez configura la representación femenina y feminista.
sociales de aparente diferencia radical epistemológicas que difieren de los
un discurso innovador en relación con patrones urbanos. De este modo, en lugar Alejandro Rivero Vadillo
(incluso contradictorios) pero con un
los acercamientos teórico-poéticos de glorificar el método de adquisición
gran número de elementos en común.
tradicionales dentro del pensamiento de conocimiento urbano, es decir, el
El Cuaderno de campo de María animalista. En vez de partir de una base académico, Sánchez lo combina mientras
Sánchez destaca ante todo por la agencia abstracta (o incluso científica) para

52 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 53

 Artículos
cuestiones es, muchas veces, el mismo una comparativa entre los siglos v y iv
que lo hace tan atractivo: la diferencia a.C.
cronológica, causante de la ausencia de
Es en este punto donde podemos
gran cantidad de testimonios escritos
hacernos ya la pregunta pertinente que
que podrían alterar la percepción
dé paso al estudio: ¿jugaba la mujer
histórica que predomina en el
griega algún tipo de papel dentro de las
pensamiento contemporáneo. El amplio
representaciones teatrales de la Grecia
intervalo temporal que separa nuestros
Clásica?
La presencia de la mujer en el teatro de mundos establece una problemática en
la Grecia Clásica: creación, actuación y cuanto a la conservación de fuentes se
asistencia refiere; de este modo, los investigadores
Contexto social
carecen en muchas ocasiones de
los medios suficientes para dar una Antes de ahondar en la cuestión
Adrián Iglesias Isasi respuesta concluyente a las preguntas anterior, conviene establecer una
que se plantean en sus investigaciones. breve aproximación al conjunto de la
Este es precisamente el caso de la sociedad griega del siglo v a.C., y más
tarea que nos compete, en la que la concretamente a la posición que ocupaba
poca documentación con la que los la mujer en su organización. A pesar
La presencia de la mujer en las el debate más difícil de cerrar en este especialistas trabajan juega un papel de que en este periodo histórico tiene
representaciones teatrales de la Grecia ámbito; ante la falta de documentación primordial en su ausencia de conclusión. lugar el florecimiento de la democracia
Clásica ha sido siempre objeto de debate —fruto de la devastación que supone ateniense, nos encontramos ante un
El objetivo principal que nos
entre los especialistas en la materia. En el paso del tiempo en un elemento tan sistema social binario, fundamentado en
hemos marcado será el de conocer el
realidad, por la situación que vivían delicado como el recipiente textual—, se la desigualdad ante la distinción entre
estado de la cuestión con respecto al
las mujeres hasta hace relativamente hace prácticamente imposible dilucidar ciudadanos y no ciudadanos, en el que
tema, es decir, en qué punto se encuentra
poco tiempo, la figura de la mujer en ciertas cuestiones que aún hoy en día los no ciudadanos eran los extranjeros
el estudio de la presencia femenina
la literatura y en el teatro ha sido un se encuentran de actualidad. Cualquier en la Grecia Antigua. El análisis se va
—también conocidos como metecos—
hervidero de controversias que no nuevo descubrimiento arqueológico a centrar, fundamentalmente, en la
y los esclavos, quienes carecían de
hace más que generar estudios ante los que pueda arrojar algo de luz sobre la Época Clásica del teatro griego —más
los derechos fundamentales que sí
nuevos hallazgos que van surgiendo; la presencia femenina en el teatro clásico concretamente en el siglo v a.C., cuando
disfrutaban los ciudadanos. Las mujeres
prohibición de actuar a la que tenían que es de una importancia trascendental, la cuestión plantea de forma más difusa
griegas, indiferentemente de si su
enfrentarse las mujeres en la Edad Media desde el momento en que permite la sus resultados—, y más concretamente
condición era o no la esclavitud, carecían
proliferación de aquellos estudios que de los derechos que sí disfrutaban sus
y en siglos posteriores, así como la no en el aspecto del público, al ser el que
han tratado de definir cuál era el papel padres, maridos e hijos, y por lo tanto se
asistencia al teatro isabelino son algunos más interés ha despertado entre los
de las mujeres en este universo. quedaban fuera del conjunto social de la
de los puntos más interesantes en lo especialistas y el que más dudas suscita.
ciudadanía.
relativo a este estudio. Sin embargo, es el El principal problema que surge También se hará un breve acercamiento
mundo clásico, por su lejanía diacrónica, a la hora de tratar de responder a estas a la situación posterior, para propiciar

54 | Contrapunto, n.º 43 Contrapunto, n.º 43 | 55

 Esta exclusión social significaba
el destierro perpetuo de la vida pública
ante la constitución de una sociedad
plenamente patriarcal, en la que la
mujer no solo no tenía la posibilidad
de votar, de participar en las asambleas
o de formar parte del gobierno,
sino que se llegaba a impedir que
abandonase el hogar o que accediese
a la educación. Esta minusvaloración
de la figura femenina llegaba al punto
de supeditarlas de por vida al hombre
encargado de su protección, que sería su
padre durante la infancia y su marido en
la vida adulta —práctica conocida como
kyrios, que incluso podía derivar en la
sustitución del nombre de la susodicha
por apelativos relativos a su tutor, como
“hija de…” o “mujer de…”, perdiendo así
totalmente su identidad—. El tutelaje
por parte del hombre suponía para las
mujeres, como se ha dicho, la pérdida
casi total de su autonomía, pérdida
que era directamente proporcional a
la condición de la mujer: cuanto más
elevado era el estatus de la misma, mayor
dependencia de la figura masculina;
y es que no todas tenían las mismas
responsabilidades sociales, sino que
cuanto mayor era la posición social que
ostentaban, mayor era su necesidad de
hacerse ver como una “figura respetable”,
siempre en beneficio de la imagen de su
marido. Paradójicamente, las mujeres
que disfrutaban de un mayor grado
de libertad eran las hetairas o heteras,
mujeres dedicadas a la cortesanía que,
56 | Contrapunto, n.º 43
aunque también estaban inevitablemente
subordinadas al hombre como las demás,
tenían ingresos propios derivados de la
prostitución, lo cual les permitían una
mayor autonomía que la de las mujeres
que vivían a costa de sus padres o
maridos. La legislación de la comunidad
griega no consideraba, en definitiva, a la
mujer como un individuo con libertad
total, sino que su subordinación a la
figura masculina la situaba dentro del
conjunto de los no ciudadanos; era una
pertenencia, una propiedad del hombre
y de su libertad.
Posiblemente, el germen de
esta misoginia pueda localizarse en la
arcaica visión de la mujer como un ser
malvado y desprovisto de alma, símbolo
del vicio, lo que la llevaba a ser “acusada
y públicamente rechazada por su
irracionalidad y la lascivia” (Molina Ruíz,
2014: 4). El sentimiento de atracción
que ejerce la mujer en el hombre era
tergiversado y reinterpretado como
brujería, algo similar a un exorcismo
que genera impulsos de carácter animal
e incita al hombre ser partícipe del
pecado femenino. El resultado de esta
trasnochada creencia es el encierro de
la mujer en el gineceo —la parte de la
casa donde se alojaba la mujer— y el
rechazo de su educación por miedo a
que desarrollen su inteligencia.
La suma de estos hechos se
evidencia como una clara predominancia
de la figura masculina sobre la femenina
en todos los aspectos de la vida social. en la actualidad es escasa y casi
Los continuos menoscabos de una siempre secundaria, ya que no se extrae
civilización patriarcal hacia sus mujeres directamente de escritos de estudiosos,
consiguieron consolidar los cimientos sino de los escolios, de las didascalias,
de lo que será la organización del teatro de ciertos tratados de gramáticos —
griego del siglo v a.C., que se erigirían entre los que destaca el Onomastikón de
como un símbolo de la mentalidad Pólux— e históricos, del arte de la época
androcéntrica de sus miembros. o de las propias obras teatrales que se
han conservado, por lo que en ningún
caso el investigador se encuentra ante
La mujer en el teatro griego una fuente directa que explique con
Es ahora, tras la contextualización, seguridad cuál era la organización de
cuando se hace necesario mirar atrás y este teatro y si la mujer tenía un lugar en
retomar la cuestión que nos planteábamos él.
con anterioridad: ¿cabe la posibilidad de Nos estamos refiriendo aquí a una
que las mujeres tuviesen algún tipo de presencia de la mujer ajena a la creación,
papel en los espectáculos teatrales de la pues, como bien subraya Germán Molina
Antigua Grecia? La respuesta es una clara en La mujer en Grecia y Roma (2014),
negativa si contemplamos esta presencia los documentos conservados hoy día
como una presencia activa, es decir, si lo son, con absoluta certeza, de autoría
que se plantea es si las mujeres griegas masculina. La mujer como dramaturga
podían o no ser actrices, así como formar —o como escritora en general— cumple
parte del coro; sin embargo, los estudios un papel fantasmal en la historia de
relativos a la mujer como miembro del la literatura. Hasta el contundente
público asistente a las representaciones desarrollo del movimiento feminista y
no terminan de decantar a los
la aparición de escritoras como Mary
especialistas de un lado o del otro, por lo
Wollstonecraft y Olimpia de Gouges en el
que han surgido tanto teorías positivas
siglo xviii, no ha proliferado la literatura
que secundan la presencia femenina en
de la mujer creadora; y no precisamente
los espectáculos, como teorías negativas
porque no las hubiese, sino porque la
que rechazan este hecho.
visibilidad que recibían era mínima y la
La problemática que rodea al historia se ha encargado de ocultarlas,
estudio del teatro griego Clásico se debe, convirtiéndolas en objeto de debate
principalmente, a la ausencia de fuentes universal. Esta problemática también
fiables en las que basar una investigación puede ser aplicable a la época Clásica, y
de rigor. La información que se maneja quizá el hecho de que no se conserve una
Contrapunto, n.º 43 | 57
 producción literaria femenina no se deba
a la ausencia de mujeres creadoras, sino
a que la historia está condicionada por
la mentalidad patriarcal del momento y
de los años posteriores. Sin embargo, es
una cuestión que difícilmente consiga
respuesta ante la falta de testimonios;
además, en lo relativo a la producción
dramática, queda descartada desde el
momento en que se prohíbe que la mujer
presente sus textos en festivales.
El aspecto que menos dudas
suscita dentro de esta temática es
el de las personas que durante las
representaciones tenían su lugar sobre el
escenario; es decir, el conjunto de actores
encargados de representar las obras y el
coro. En lo relativo al apartado actoral,
conviene comenzar dejando patente
de la existencia de una prohibición
expresa que recaía sobre la mujer a la
hora de actuar, por lo que la teoría de
la actriz en el teatro Clásico de Grecia
queda irrebatiblemente descartada
—exceptuando casos anecdóticos en
los que la mujer haya recurrido al
travestismo para formar parte de la
escena, hipótesis que no atañen a este
estudio—. La figura del actor era aún más
trascendente en el teatro clásico que en
la actualidad, pues eran los encargados
de hacer llegar al pueblo los textos. El
griego no asistía al teatro en busca de
nuevas tramas e intrigas, sino que acudía
a las representaciones conocedor ya de
los textos que iban a ser recitados por los
58 | Contrapunto, n.º 43
actores, aumentando así la implicación
de este al erigirse como lo fundamental
el cómo, y no el qué; estas y otras
cuestiones secundarían la necesidad de
la mujer en las representaciones en aras
de la verosimilitud, pero subyugados
a la mentalidad patriarcal de la época,
sacrificaban el realismo y no permitían
la presencia femenina sobre el escenario,
al igual que ocurriría siglos después en el
teatro isabelino. Los estudios certifican
la total ausencia de mujeres entre las
compañías actorales durante la época
Clásica, ya que eran los hombres quienes
se encargaban de representar todos
los papeles; incluso los femeninos, que
estaban reservados para aquellos actores
jóvenes de rasgos más afeminados y voz
dulce, para así conservar el elemento de
verosimilitud de los personajes en la obra.
La transmutación de género era posible
gracias a la caracterización del actor
mediante unos ropajes de color rosado
—representativos del sexo femenino—,
así como de máscaras integradas
dentro del sistema convencional de la
época, que permitían que el público
reconociese en los actores masculinos a
un personaje femenino. De esta forma,
ya encontramos un primer indicio de
discriminación sexual en el teatro clásico
al sacrificar la verosimilitud de la que
Aristóteles hacía gala en su Poética —
donde defiende que en las tragedias uno
de los elementos más determinantes es la
verosimilitud— por evitar la implicación
de la mujer en el teatro. Esta mentalidad
misógina era traspasada igualmente al
coro, donde también las mujeres tenían
el acceso restringido no solo en el puesto
de corifeo, sino también en el de coreuta.
No obstante, aunque es irrebatible
que la participación directa le estaba
totalmente prohibida a la mujer griega,
en lo relacionado con la implicación
indirecta no existe una convicción
unilateral por parte de los especialistas.
Como se ha advertido con anterioridad,
uno de los principales factores que
hacen tan complicado desvelar este
interrogante es que las fuentes que se
conservan, aparte de no ser concluyentes
por admitir varias interpretaciones, son
escasas. Conviene recordar también que
el teatro ático, por la época en la que se
inscribe, es un teatro hecho por y para
hombres, pues todos los que de él beben
—actores, coreutas, jurados, autores…—
poseían la ciudadanía griega; este hecho,
sumado a que muchas mujeres apenas
podían siquiera salir de sus casas y que
en la mayoría de los otros espectáculos
tenían vetada la entrada, sirven como
alicientes para plantearse si solían formar
parte del público.
Antes de nada, es necesario
destacar, para no dar lugar a equívocos,
que aquí nos estamos refiriendo a
la situación de la Grecia del siglo
v a.C. y principios del iv a.C; las
épocas posteriores han otorgado a
los investigadores testimonios lo
suficientemente fiables como para tener
en cuenta de la asistencia de la mujer a
estos espectáculos. En este tiempo, y
a diferencia de la actualidad, el teatro
era un evento muy arraigado en la vida
social del pueblo; algo prácticamente
ineludible al que asistían grandes
multitudes de forma cotidiana. Entre
los asistentes, los testimonios indican
que no solo podían encontrarse los
ciudadanos, sino que también se
permitía la entrada a forasteros, niños
y esclavos, lo que haría suponer que
también se permitía las mujeres tenían
acceso por ser un espectáculo “para
todo el pueblo”; el objetivo último se
relaciona con la adquisición del efecto
catártico, de la catarsis, una dimensión
incluso medicinal, lo que la llevó a ser
considerada una necesidad de salud
pública, primordial para asegurar el
bien social. Sin embargo, como ya se ha
anticipado, en este caso las evidencias
no son suficientemente claras como para
considerarlas determinantes, aunque
es un buen presagio que no existan
testimonios de leyes que lo prohibiesen
de manera explícita.
Los testimonios más estudiados
entre los que se conservan son los
que se localizan dentro de los propios
textos teatrales de las comedias, en
los momentos de interacción entre los
personajes y el público. Los estudios
sobre el tema demuestran que, cuando
algún personaje incita a la participación
popular llamando la atención o haciendo
Contrapunto, n.º 43 | 59
 comentarios sobre los espectadores, no
se recogen casos en los que se apele a las
mujeres directamente. Sin embargo, sí que
se han recopilado algunos testimonios
que podrían ser determinantes a favor
de la teoría negativa; en este punto, se
hace necesario tener muy presente que
la base de la comedia es el humor, y que,
por consiguiente, cualquier información
que pretenda extraerse de entre sus
referencias puede llevarnos a equívoco
al estar la realidad que se quiere ofrecer
trastocada en pos de la comicidad.
En algunas obras del comediógrafo
Aristófanes como Las nubes o Las aves,
aparecen testimonios que sostienen que
no hay mujeres en la grada; el motivo
reside en que están en casa esperando a
sus maridos, y será cuando estos lleguen
y relaten lo que han presenciado cuando
podrán conocer la obra representada.
Desde la perspectiva que rechaza el
sí, estos datos son concluyentes a la
hora de atestiguar que durante las
representaciones teatrales las mujeres se
encontraban recluidas en sus casas. Sin
embargo, se hace necesario ahora tener
en cuenta un aspecto clave como es el
factor cómico, ya que el investigador
está tratando, en este caso, con una
comedia, y como tal asienta sus bases
sobre el humor y la crítica; por lo tanto,
estas referencias que lleva a cabo el autor
podrían no ser más que una manera de
humillar públicamente a las mujeres
presentes haciéndoles ver que su lugar
no se encontraba entre el público —
60 | Contrapunto, n.º 43
argumento totalmente sostenible
teniendo en cuenta la misoginia que
caracterizaba a Aristófanes, quien
pudo utilizar esas obras para criticar
que se permitiera la entrada en sus
representaciones—. La incertidumbre
que envuelve estos ejemplos no permite
discernir si nos encontramos ante una
referencia verídica o un chiste sexista con
el único objetivo de provocar la carcajada
entre los asistentes. Así, al admitir estos
documentos interpretaciones múltiples,
no pueden clasificarse como definitivos
para atestiguar la no presencia de la mujer
en el recinto teatral, puesto que el hecho
de que este tipo de alusiones cómicas
tuviesen continuidad en los textos de
Menandro, de época Postclásica, hace
decantar en parte la balanza hacia la
teoría que defiende el sí.
Por otra parte está la tragedia,
cuyos textos no pueden ser tenidos
en cuenta por los investigadores ante
la inexistencia de cualquier tipo de
interacción entre actores y espectadores.
No obstante, es paradójico y conviene
remarcar el hecho de que la mujer, a
pesar de tener un papel tan residual en
la sociedad ateniense, adquiriera un rol
protagonista en las obras trágicas: Medea,
Ifigenia, Andrómaca, Electra…. Se hace
necesario acudir a fuentes externas,
entre las que destaca un dato muy tenido
en cuenta a pesar de no ser más que
una leyenda imposible de verificar; esta
leyenda asegura que durante una de
las representaciones de Las Euménides
de Esquilo, la caracterización de las
furias fue tan terrorífica que, al salir a
escena, provocaron varios abortos entre
las mujeres embarazadas. La historia,
extraída parece ser del Onomástico de
Pólux, ha sido rechazada por la mayoría
de los especialistas al considerarla
un elemento irrelevante a la hora de
elaborar un juicio sobre la presencia o
no de la mujer en la tragedia ática. El
profesor Máximo Brioso, uno de los
mayores especialistas españoles en el
tema, defiende que este argumento no es
más que “una simple tontería emanada
de la imaginación de algún lector o una
pintoresca deducción a partir del propio
texto de Esquilo” (Brioso, 2005: 78).
De nuevo nos encontramos ante unos
testimonios imposibles de determinar
como concluyentes, esta vez ante la falta
de pruebas que testifiquen su veracidad.
Dentro del conjunto de
testimonios ajenos a los textos teatrales
que se han estudiado, aparecen otros más
trascendentes, a pesar de no llegar a ser
plenamente determinantes. El primero
de los documentos a tener en cuenta es
un comentario del gramático Ateneo,
quien aseguraba que el comediógrafo
Alcibíades era admirado por las mujeres
del público, además de por los hombres.
En sintonía con el comentario de Ateneo
está otro de Platón, quien habla de la
preferencia de la mujer por la tragedia
frente a la comedia. Al ser la Grecia
Clásica la “madre de la tragedia”, estas
palabras del filósofo por antonomasia
pueden interpretarse como un dato
que de relevancia a la teoría positiva.
Aunque críticos como Máximo Brioso
defiendan que no se puede determinar
como un argumento concluyente
porque las palabras del filósofo griego
son algo confusas, consideran esta idea
como “un resquicio para confirmar la
interpretación positiva” (Brioso, 2005:
97). Estos comentarios críticos podrían
servir para iluminar en cierta medida la
gran problemática que gira en torno al
tema.
Aparte de las cuestiones
puramente teatrales, debe tenerse en
cuenta el contexto sociopolítico en el
que se inscribe la controversia. En una
sociedad tan patriarcal como la griega,
en la que la atmósfera de misoginia
es tangible, como se ha ido viendo
durante el desarrollo de este estudio,
es necesario plantearse la ausencia de
testimonios sobre la mujer espectadora
como fruto del desprestigio social.
Los especialistas también han tenido
en cuenta esta variable dentro de sus
investigaciones; Máximo Brioso recoge
la siguiente afirmación en Las mujeres
¿espectadoras del teatro clásico griego?:
“Posiblemente, si había mujeres sentadas
entre el público, nombrarlas hubiera
sido admitir que el auditorio no era solo
la comunidad de los ciudadanos, que era
la convención establecida y reconocida,
Contrapunto, n.º 43 | 61
 y, además, se hubiera faltado al decoro,
como, según veremos, para las damas
respetables en el caso de los procesos”
(Brioso, 2005: 96). A esto debe sumarse
que el problema podría residir en la
organización del teatro, ya que Alexis,
comediógrafo hermano de Menandro,
aseguraba que las mujeres se sentaban en
las partes traseras del graderío, razón por
la que no destacarían entre un público
mayoritariamente masculino. No debe
creerse como una verdad absoluta que
si no existen evidencias de alusiones a
mujeres de entre el público es porque
no están presentes, sino que cabe la
posibilidad de que estas, al igual que en
el resto de los aspectos de la vida social,
fuesen ignoradas y olvidadas.
No será hasta la primera mitad
del siglo iv a.C. cuando esta difusa
línea de controversias acerca del tema
deje entrever una respuesta clara. Esta
es una etapa de la historia griega más
progresista, en la que la mujer recibe
más atención por parte de la sociedad
—con un consecuente aumento de sus
derechos—. En lo relativo al tema que
aquí se está trabajando, también es
posible encontrar un aumento y una
clarificación de las referencias acerca de
la mujer espectadora. A diferencia de los
que ocurría en el siglo anterior, sí que
existen datos concluyentes y no meros
indicios, como demuestran los textos de
Alexis, quien habla de mujeres sentadas
entre el público de sus representaciones.
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Incluso algunos críticos como R.C.
Beacham llegan a asegurar que es tal el
progreso en este ámbito que se establecen
asientos honoríficos reservados a mujeres
importantes —como sacerdotisas— en la
Atenas Helenística. De este modo, en el
siglo iv a.C. desaparece la polémica que
tantos quebraderos de cabeza ha dado a
los estudiosos del tema con la aparición
de testimonios que certifican, ahora sí
de forma concluyente, la presencia de la
mujer en el teatro griego clásico.
Conclusión
Aunque no se puede defender la
valoración positiva como un hecho
irrefutable, a partir de la información con
la que los investigadores han trabajado
se puede considerar la posibilidad de que
sí hubiese una presencia femenina en el
teatro ático del siglo v a.C. La ausencia
de documentos y la escasa seguridad que
otorgan los mismos al especialista dejan
lugar a muchas dudas, pero a la hora de
contrastar unos datos con otros, parece
tener más cohesión con la realidad la
teoría positiva.
Es, en definitiva, muy probable que
sí asistiesen las mujeres al teatro en época
Clásica a pesar de lo poco documentada
que estaba su presencia, lo cual podía
deberse, quizá, a la marginación sexual.
Parece más contundente la teoría que
defiende que las mujeres que asistían
a las representaciones teatrales eran
tan marginadas que para los autores ignorar su presencia en los registros.
teatrales no formaban parte del mismo.
No obstante, es una controversia
Las referencias iban dirigidas a los
que aún continúa estando presente,
varones adultos en la mayoría de casos,
y que lo estará a expensas de nuevos
por formar parte del conjunto de los
testimonios que certifiquen una u otra
ciudadanos; pero eso no quiere decir
hipótesis. La investigación actual carece
que estas alusiones abarcadoras no
de los medios suficientes para arrojar luz
incluyesen a los niños, los esclavos y las
sobre el asunto, por disponer únicamente
mujeres. La asistencia femenina en la
de documentos fiables posteriores al
época debió ser, eso sí, muy escasa, y es
siglo v a.C. Será necesario esperar a la
muy probable que las pocas que asistían
aparición de nuevos testimonios, pues
fuesen las mujeres con mayor libertad
sin una base sólida y fiable, el debate
—las heteras— y menor repercusión
continuará activo.
social, lo que supone un plus a la hora de
Bibliografía
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