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LA BUENA SUERTE

INTRODUCCIÓN BY SANDRA GONZALEZ


Este es uno de los primeros libros de desarrollo personal que
he leído. Tras escuchar a Alex Rovira en una conferencia,
supe que quería leerlo. En esta obra encontrarás algunos de
los principios y actitudes fundamentales que toda persona
necesita practicar para convertirse en protagonista de su
vida. Y es la Suerte no es algo que se encuentra fuera, sino
dentro de cada uno de nosotros.

Te recomiendo este libro si eres una persona interesada en


el Desarollo Personal y quieres empezar a cambiar “tu
suerte” tanto en tu vida personal como profesional.

Primera Parte: El Encuentro


David y Víctor son amigos de la infancia que dejaron de
verse cuando contaban con 10 años. En el momento de su
reencuentro, con 64 años ya, David empieza a contarle a
Víctor que su vida había sido un cúmulo de despropósitos,
pues sus padres habían heredado una gran fortuna que con
el paso de los años y después de una serie de infortunios se
fue reduciendo hasta su completa desaparición. Cuenta
David que incluso llegó a pasar hambre “la mala suerte
siempre ha estado conmigo”.

Víctor a su vez le cuenta que a pesar de que su familia era


de origen humilde, empezó a trabajar con 10 años y poco a
poco fue subiendo de categoría hasta ser portero de hoteles
de 5 estrellas, de pronto se dio cuenta de que “podía tener
suerte, si se lo proponía”. Adquirió un taller a punto de
cerrar, y tras 10 años de trabajo, innovación y reinversiones
en el negocio, se convirtió en un fabricante exitoso de
bolsos de piel. Al oír esto David le preguntó si no creía que
aquello había sido simplemente suerte. Para poder
contestarle, Víctor le comentó que su abuelo le había
contado un cuento para explicarle las diferencias entre la
Suerte y la Buena Suerte. Y es que la Suerte (como que te
toque la lotería) es aquella que no depende de uno mismo,
mientras que la Buena Suerte si depende de uno mismo. El
cuento se llama: La Leyenda del Trébol Mágico.
Primera Regla de la Buena Suerte: La Suerte no dura
demasiado tiempo, porque no depende de ti. La Buena
Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

Segunda Parte: La leyenda del Trébol Mágico

El Reto de Merlín
En un reino muy lejano, un mago llamado Merlín retó a todos
los caballeros del reino a encontrar un Trébol Mágico de 4
Hojas que brotaría en 6 noches en algún lugar del Bosque
Encantado. Este trébol dotaría a su dueño de una Suerte
Ilimitada.

Al oír esto la gran mayoría de los caballeros, tras el


entusiasmo inicial por conocer el extraordinario poder el
Trébol Mágico, empezaron a desmoralizarse tras hacer las
reflexiones siguientes: “cómo encontrar un minúsculo trébol
de cuatro hojas en tan extenso lugar?” “este reto no se
puede alcanzar”.Sólo dos caballeros aceptaron el reto, Nott
el caballero con capa negra y Sid el caballero con capa
blanca.

Segunda Regla de la Buena Suerte: Muchos son los que


quieren tener Buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a
por ella.
El Gnomo, Príncipe de la Tierra
Los dos caballeros emprendieron pues su viaje al Bosque
Encantado. A la mañana siguiente tras llegar a su destino,
Nott, decidió que su estrategia sería la de preguntar a los
habitantes del bosque cuál sería el lugar donde podría nacer
el trébol. Así que se dirigió a hablar con el Gnomo: Príncipe
de la Tierra que conoce palmo a palmo todos los rincones
de ese bosque. Sin embargo, el Gnomo contestó a Nott que
en aquel bosque era imposible que naciera ningún trébol,
pues nunca había visto ninguno en toda su vida y le preguntó
a Nott si Merlin no habría intentado engañarle.

Tras despedirse del Gnomo, Nott algo desanimado decidió


esperar al día siguiente para proseguir su búsqueda y
empezó a experimentar lo que se siente cuando alguien te
dice que tu suerte no es posible: miedo.

A su vez Sid tuvo esa mañana exactamente la misma idea,


decidió hablar con el Gnomo, el cual enfurecido por volver a
escuchar la misma pregunta le contestó de mala manera
que alli no podía crecer ni nunca crecerá ningún trébol. A
diferencia de Nott, Sid se dió cuenta de que seguramente
tanto Merlín como el Gnomo decían la verdad, y que si no
podía crecer ningún trébol en esas tierras entonces el hecho
de seguir buscando no le serviría de nada. Decidió entonces
preguntar por qué nunca había brotado ningún trébol en ese
bosque, a lo que el Gnomo le contestó que era por la tierra,
nadie se había molestado en “renovarla, cambiar la tierra
vieja por tierra nueva”, “pues sólo haciendo cosas nuevas
pueden obtenerse cosas nuevas”, le dijo.

Antes de despedirse el Gnomo le indicó que había algo de


tierra fértil en un territorio anexo al Bosque, al que Sid
acudió para llenar un par de alforjas que cargó en su caballo.
Antes de que oscureciera, escogió un lugar del bosque que
le pareció apropiado, arrancó las hierbas, sacó la tierra vieja
y extendió la nueva. Mientras esperaba el momento de
quedarse dormido pensó que aunque nunca hubieran nacido
tréboles en ese bosque no significa que en el futuro no
pudieran darse. Se durmió imaginando que el trébol brotaba
entre la tierra nueva, eso le permitía no pensar en las pocas
probabilidades de éxito que tenía.
Tercera Regla de la Buena Suerte: Si ahora no tienes Buena
Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de
siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente
crear nuevas circunstancias.

La Dama del Lago


Durante el 4ª día Nott pensó que no podía fiarse del Gnomo,
seguramente le engañaba así que decidió buscar a alguien
que desmintiera lo que le había dicho. Tras varias horas se
encontró con un gran lago al que se acercó para beber y oyó
la voz de La Dama del Lago, “Tu y tu caballo estáis
despertando a mis nenúfares, ellos duermen por el día y
cantan por la noche. Si los nenúfares no cantan, el agua no
se evapora y el lago se desborda y por ello muchas plantas
y árboles podrían morir ahogados ¡cállate y desaparece! ¡no
despiertes a mis nenúfares!”

¡Alto! le contestó Nott, “no me interesan tus problemas, sólo


quiero hacerte una pregunta”. Tras escuchar la pregunta la
Dama del Lago comenzó a reír, pues los tréboles necesitan
muchas agua para crecer y en ese bosque no hay arroyos ni
charcos, y por lo tanto no hay ni habrá nunca tréboles en ese
bosque. Nott volvió a sentir un miedo todavía más intenso,
quizás a él nunca le llegaría la suerte.

Sid también decidió buscar a la Dama del Lago para


preguntarle cuanta agua necesitaba un trébol para nacer.
De nuevo la Dama del Lago preocupada por sus nenúfares
instó a Sid a irse rápidamente, sin embargo, Sid interesado
por el problema de aquella bella criatura decidió escucharla.
De nuevo la Dama del Lago contó su historia explicando su
malestar por tener que pasar días y noches en vela, para
velar por sus nenúfares. Sid decidió ayudarla, y tras saber
que un trébol necesita agua en abundancia para crecer,
cavó un surco desde la orilla del lago hasta el terreno dónde
había puesto tierra nueva. Y así se creó un arroyo en el
Bosque Encantado que nunca antes había existido, la Dama
del Lago por fin podía descansar en paz.

Cuarta Regla de la Buena Suerte: Preparar circunstancias


para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio
beneficio. Crear circunstancias para que otros también
ganen atrae la Buena Suerte.

La Secuoya, Reina de los Árboles


Al comenzar el tercer día, Nott decidió hablar con la
Secuoya: Reina de los Árboles, pues era el habitante más
antiguo del Bosque, seguramente sería la única que podría
desmentir lo que le habían contado hasta ahora.
Desgraciadamente la Secuoya le respondió lo mismo que el
Gnomo y la Dama del Lago, nunca había nacido ningún trébol
en ese bosque. Nott se sintió deprimido, abatido, víctima de
un engaño y sin posibilidades de éxito.

Sid, cada día más satisfecho, también acudió a hablar con


la Secuoya para informarse acerca de cuánta luz necesitan
los tréboles para crecer. “Igual cantidad de luz que de
sombra” contestó, “sin embargo no encontrarás un lugar así
en este Bosque”, y es que nadie se ha molestado nunca en
eliminar ramas muertas y hojas secas para que la luz entre
en el bosque, la gente siempre deja las cosas para mañana.

Era ya muy tarde, estaba oscureciendo, pero Sid recordó lo


que la Secuoya le había recomendado ”No lo dejes para
mañana”. Así que se dispuso a pesar de la hora que era a
despear la copa de los árboles cercanos a su parcela y sintió
que disfrutaba cada vez más con su cometido. Una vez más
esa noche imaginó que el Trébol Mágico brotaba en aquel
lugar que él mismo había creado.

Quinta Regla de la Buena Suerte: Si “dejas para mañana” la


preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá
nunca llegue. Crear las circunstancias requiere dar un
primer paso…¡Dalo hoy!

Ston, la Madre de las Piedras


Nott pasó el 5º día vagando por el bosque. No quería sentirse
ridículo volviendo sólo al castillo, pues le costaba mucho
reconocer sus errores y siempre solía responsabilizar a los
otros de sus fracasos. Pasó el día pensando por qué era tan
desgraciado, qué estaba haciendo mal y como no le quedaba
nada más que hacer decició hablar con Ston: la madre de las
piedras, pues quería confirmar con alguien más lo que ya
sabía: el Trébol Mágico no nacería y él no era una persona
con suerte. Ston le confirmó por fin lo que pensaba, no ha
habido ni nunca habrá tréboles en estas tierras.

Sid se levantó feliz. Como este era el último día decidió


meditar bien en qué lo emplearía y para inspirarse decidió
subir al punto más alto del bosque. Allí encontró a Ston. Esta
le comunicó a Sid que dónde había piedras no podían crecer
los tréboles de 4 hojas, los de 3 si porque crecen con más
fuerza, pero los de 4 necesitan un terreno totalmente libre
de piedras. Al oír esto, Sid volvió rápidamente a su parcela
y retiró todas las piedras que encontró en la misma.

Él sabía que a menudo, los elementos clave solamente se


descubren en los pequeños detalles. Aún cuando parece que
está todo hecho, si uno mantiene una actitud adecuada,
siempre puede encontrar nuevas pistas que garanticen el
éxito. Se alegró de haber podado el día anterior las ramas,
aunque fuera muy tarde ya, de lo contrario hoy no hubiera
tenido tiempo para resolver este importante detalle.
Sexta Regla de la Buena Suerte: Aun bajo las circunstancias
aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no
llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias
aparentemente innecesarias…, pero ¡imprescindibles!

El Encuentro de los Caballeros en el Bosque


La última noche Nott se encontró con Sid cerca de su
parcela, “cómo te va” le preguntó. Sid le contó todo lo que
había hecho desde el momento en que el Gnomo le dijo que
no podían crecer tréboles en el Bosque. “Te has vuelto
loco?!” le replicó Nott, al fin y al cabo nadie sabía si el Trébol
Mágico nacería justo ahí, la probabilidad era mínima. Tras
esto Nott desapareció y Sid sorprendido pensó ” Merlín dijo
que podríamos encontrar el Trébol Mágico, pero no dijo que
no fuera necesario hacer algo”.

Septima Regla de la Buena Suerte: A los que sólo creen en


el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que
se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.

La Bruja y el Búho visitan a Nott


Esa noche la Bruja Morgana visitó a Nott para ofrecerle un
trato: matar a Merlin, a cambio de entregarle el Trébol
Mágico, pues ella decía que si sabía dónde brotaría. Nott que
estaba tan desengañado, se dejó seducir por las palabras de
la Bruja que insistía en que Merlin le había engañado y
tomado por tonto. Al acceder a su petición, la bruja le
desveló a Nott que el Trébol nacería en el jardín del Palacio
Real. Así que el caballero, muy enfadado, emprendió el
camino de vuelta.

Octava Regla de la Buena Suerte: Nadie puede venderte


suerte. La Buena Suerte no se vende. Desconfía de los
vendedores de suerte.
La Bruja y el Búho visitan a Sid
Lo mismo ocurrió con Sid, pero esta vez la bruja quería que
este se marchara para encontrar ella misma el Trébol
Mágico, así que le contó que Merlín les había engañado y
que quién arrancara el Trébol moriría a los 3 días, pero que
si nadie lo arrancaba entonces sería Merlin el que moriría en
su lugar. Sin embargo, Sid reflexionó y decidió no creerla. Al
fin y al cabo él sabía que era importante no cambiar su
cometido por el de otra persona (la bruja), decidió
mantenerse fiel a su propósito y confiar en lo que le había
dicho Merlin.

Novena Regla de la Buena Suerte: Cuando ya hayas creado


todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para
que la Buena Suerte llegue, confía.

El viento, Señor del Destino y de la Suerte


En la mañana del 6º día, nada sucedió, Sid pensó que en
cualquier caso estos últimos días habían sido apasionantes
y que creía haber hecho lo correcto. De pronto, el viento
sopló y trajo consigo miles de semillas del Trébol de la
Suerte, dejándolas caer por todo el bosque. De hecho, todos
los años el viento traía por estas fechas un sin fin de
minúsculas pepitas de color verde que los habitantes del
lugar consideraban molestas, puesto que pensaban que no
servían para nada. Aquellas semillas que cayeron en la
parcela de Sid dieron lugar a varios Tréboles Mágicos de 4
hojas.

Décima Regla de la Buena Suerte: Crear Buena Suerte es


preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la
oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está
ahí! Por tanto: Crear Buena Suerte únicamente consiste en…
¡crear circunstancias!
El reencuentro con Merlin
Nott cabalgó en dirección al castillo hasta la mañana
siguiente. Allí se encontraba Merlin que conociendo las
intenciones de Nott, había ordenado enlosar todo el jardín
para dar a entender a Nott que en aquel lugar no iba a nacer
ningún Trébol Mágico tal y como le había contado la Bruja.
” Te abandonaste a ti mismo, no creíste en ti” le dijo,
“esperaste siempre que los demás te regalaran su suerte”.
Al final, Nott regresó a su castillo donde permaneció sólo
largo tiempo.

Cuando Sid llegó a la ciudad, quiso compartir con Merlin su


alegría por haber encontrado no uno, sino un puñado de
Tréboles Mágicos, y agradecerle el haberlo conseguido.
Merlín le felicitó recordándole a Sid que él era el auténtico
merecedor de tal regalo por haber decidido ser la causa de
su propia Buena Suerte.

Tercera Parte: El reencuentro


Al acabar el cuento, David tenía una lágrima rodando por su
mejilla, estaba reflexionando sobre la enorme casualidad
que suponía encontrarse con Víctor después de tantos años
y que justo ahora le contara ese cuento por azar. Sin
embargo, tras pensarlo un rato se dió cuenta de que no había
sido casualidad puesto que tras tantos infortunios en su vida
él llevaba tiempo deseando recuperar a su viejo amigo
Víctor, tener una cara conocida con la que hablar y venía
buscándole desde hacía un tiempo. David se dio cuenta de
que en realidad él mismo había creado las circunstancias
para encontrarse con Víctor y su recompensa era esta
maravillosa fábula. David se entusiasmó al pensar que él
también podía crear Buena Suerte y decidió añadir una regla
más al cuento de su amigo:
“El cuento de la Buena Suerte…nunca llega a tus manos por
casualidad”

CONCLUSIÓN BY SANDRA GONZALEZ

Este libro es excepcionalmente recomendable para aquellas


personas que se inician dentro del campo del Desarrollo
Personal o Profesional, pues tras leerlo no sólo te llevas
numerosas claves que te llevarán a tomar acción para
alcanzar aquello que desees en tu vida, sino que además a
medida que lo vas leyendo puedes sentir cómo tu energía,
disposición y motivación al cambio van creciendo capítulo
tras capítulo.

En La Buena Suerte encontrarás una nueva perspectiva de


la realidad, que puede ayudarte a marcar un “antes y un
después” en tus forma de ver y hacer las cosas. Narrada en
forma de fábula, nos permite reconectarnos con esas
placentera sensación que suponía leer cuento fantásticos
cuando éramos niños.

Puntos Débiles:
 Es posible que las personas con amplios conocimientos en
Desarrollo Personal y Proactividad tengan ya muy sabidos
los consejos que se proponen en el libro.
 Puede parecer excesivamente simple o infantil según quién
lo juzgue.

Puntos Fuertes:
 Este libro contiene numerosas claves o “reglas” que
recogen la esencia fundamental del propósito del libro.
 El aprendizaje que se propone está bien ordenado, es muy
claro y fácil de entender por cualquier persona.
 Puede ser utilizado por niños y jóvenes.

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