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¿Qué es la afasia?

La afasia es un trastorno a consecuencia de una lesión a las partes del cerebro


responsables por el lenguaje, y puede causar problemas con cualquiera o todas las
siguientes destrezas: la expresión, la comprensión, la lectura y la escritura.

Las lesiones al hemisferio izquierdo del cerebro causan afasia para la mayor parte de
los derechos y alrededor de la mitad de los zurdos. Las personas que experimentan
daños al hemisferio derecho del cerebro pueden tener otras dificultades además del
habla y el lenguaje.

Las personas con afasia pueden también tener otros problemas, como disartria, apraxia,
o problemas de deglución.

¿Cuáles son algunos de los síntomas o características observables de la afasia?


Algunas personas con afasia tienen problemas en el empleo de las palabras y las
oraciones (afasia expresiva). Algunas tienen problemas en entender a los demás (afasia
receptiva). Otras personas con afasia tienen problemas tanto de expresión como de
comprensión (afasia global). La afasia puede causar problemas con el lenguaje oral
(expresión y comprensión) y con el lenguaje escrito (lectura y escritura). Por lo general
existen mayores dificultades con la lectura y escritura que con la expresión y
comprensión orales.

La afasia puede ser leve o grave. La gravedad de los problemas de comunicación


depende de la cantidad y ubicación del daño cerebral.

El paciente con afasia leve


puede ser capaz de mantener una conversación normal en muchas circunstancias
puede tener problemas en entender el lenguaje cuando sea largo o complicado
puede tener problema en hallar las palabras (anomia) para expresar una idea o
explicarse-esto es similar a tener una palabra "en la punta de la lengua"
El paciente con afasia grave
puede que no entienda nada de lo que se le diga
puede decir poco, o nada en absoluto
puede usar aproximaciones de frases comunes, como "sí", "no", "hola" y "gracias"
Características de la afasia expresiva
La persona usa sólo palabras sueltas al hablar (por ej., los nombre de los objetos)
Habla en frases cortas y fragmentarias
Omite las palabras más cortas como "el/la", "de", "y" (así que el mensaje suena como
un telegrama)
Coloca las palabras en el orden equivocado
Intercambia los sonidos o las palabras (por ej., usa "mesa" para "cama", o "plavalatos"
para "lavaplatos")
Inventa palabras (por ej., jerga)
Conecta palabras inexistentes y palabras reales con facilidad, pero lo que dice no tiene
sentido
Características de la afasia receptiva
La persona necesita tiempo adicional para entender mensajes orales (por ej., cómo
traducir de un idioma extranjero)
La persona tiene gran dificultad en poder seguir el habla rápida (por ej., las noticias de
radio o televisión)
Malinterpreta las sutilezas del lenguaje-entiende por literal el lenguaje figurado (por ej.,
"llueve a cántaros")
Es frustrante para la persona que tiene afasia y para el oyente, puede tener como
consecuencia la interrupción total de la comunicación
Con mucha frecuencia, la persona con afasia tiene, en diferentes medidas, dificultades
tanto expresivas como receptivas.

¿Cómo se diagnostica la afasia?


El patólogo del habla y el lenguaje (también llamado en español logopeda,
fonoaudiólogo, terapeuta del habla o foniatra) colabora con la familia del paciente y con
otros profesionales (médicos, enfermeros, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales,
terapeutas físicos, trabajadores sociales) para discutir todas las necesidades de la
persona. Por ejemplo, la persona que ha sufrido un derrame cerebral con frecuencia
tiene problemas físicos, como debilidad en un lado del cuerpo, que hacen que sea
preciso el tratamiento de un terapeuta físico u ocupacional.

El patólogo del habla y el lenguaje evalúa a la persona y determina el tipo y la gravedad


de la afasia. Se efectúa la evaluación analizando los siguientes aspectos de la
comunicación:

El habla
Facilidad de la expresión oral, timbre de la voz y volumen
Con cuánta claridad habla la persona
Fuerza y coordinación de los músculos necesarios para hablar (lengua, labios)
La comprensión
Comprensión y uso del vocabulario (semántica) y la gramática (sintaxis)
Comprensión y capacidad de responder tanto a preguntas simples cuyas respuestas
sean sí o no (por ej., ¿Te llamas Miguel?) como a preguntas que requieran respuestas
más complejas (por ej., ¿Para qué se usa el martillo?)
Comprensión de formas más prolongadas del discurso-la persona escucha un cuento o
una narración expositiva y contesta preguntas sobre los hechos de lo leído (las
respuestas se hallan en el pasaje) y preguntas deductivas (el paciente tiene que llegar
a una conclusión basada en la información obtenida durante la lectura)
Capacidad de seguir instrucciones cada vez más largas y complejas
Capacidad narrativa (muestra de lenguaje) tanto de manera oral como por escrito
La expresión
¿Puede la persona indicar los pasos necesarios para completar una tarea, o puede
narrar centrándose en un tema y siguiendo una secuencia de sucesos?
¿Puede describir la "trama" en una imagen que muestra acción?
¿Es su narración coherente o es difícil de entender?
¿Puede recordar las palabras que necesita para expresar las ideas?
¿Se expresa la persona en oraciones completas, oraciones telegráficas o frases, o
palabras sueltas?
La comunicación social
Destrezas de comunicación social (lenguaje pragmático)
Capacidad de interpretar o explicar bromas, comentarios sarcásticos, lo absurdo de
narraciones o ilustraciones (por ej., ¿Por qué resulta extraño ver a una persona vestida
con traje de baño en la nieve?)
Capacidad de iniciar una conversación, turnarse durante la misma, y expresar las ideas
con claridad y utilizando palabras y oraciones variadas
Capacidad de aclarar o reformular cuando su interlocutor no entienda lo que le ha dicho
La lectura y la escritura
Lectura y escritura de letras, palabras, frases, oraciones y párrafos
Otros
La deglución (si fuere necesario)
La capacidad de utilizar instrumentos de comunicación aumentativa o alternativa (si
fuere necesario)

DISLALIAS
¿QUÉ SON LAS DISLALIAS?

Las dislalias son alteraciones en la articulación de algún o algunos fonemas bien por
ausencia o alteración de algunos sonidos concretos del habla o por la sustitución de
estos por otros, de forma improcedente, en personas que no muestran patologías del
sistema nervioso central, ni en los órganos fonoarticulatorios a nivel anatómico.
Estas alteraciones perduran más allá de los cuatro años, hasta entonces aparecen
muy frecuentemente. Son las más frecuentes y conocidas de todas las alteraciones del
lenguaje.

¿QUIÉNES SON LOS NIÑOS Y NIÑAS CON DISLALIAS?

Los niños y niñas que presentan dislalias en su habla presentan:

Una presencia de errores en la articulación de sonidos del habla (Sustitución, distorsión,


omisión o adición) al principio, en medio o al final de las palabras, tanto en su lenguaje
coloquial como en repetición de esos sonidos cuando se le da un modelo de palabra
que los contenga.

Suele tener más de cuatro años.

No existe evidencia, ni diagnóstico de hipoacusia, trastornos neurológicos, deficiencia


mental, ni cambio idiomático.

CLASIFICACIÓN DE LAS DISLALIAS.

Existen muchas clasificaciones de las dislalias, nosotros hemos seguido la etiológica de


PASCUAL (1988).

Dislalia evolutiva o fisiológica: Para articular correctamente los fonemas de un idioma


se precisa una madurez cerebral y del aparato fonoarticulador. Hay una fase en el
desarrollo del lenguaje en la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas; a
estos errores se les llama dislalias evolutivas. Normalmente desaparecen con el tiempo
y nunca deben ser intervenidas antes de los cuatro años, sobre todo /r/ y sinfones.

Suelen producir cierta angustia en algunos padres que creen ver en ellas un síntoma de
retraso y se les debe aconsejar que hablen claro a su hijo/a, abandonando los patrones
de persistencia del lenguaje infantil. La mejor intervención es convencer a la familia para
que dejen esos malos hábitos.

Dislalia audiógena: Su causa está en una deficiencia auditiva. El niño o la niña que no
oye bien no articula correctamente, confundirá fonemas que ofrezcan alguna semejanza
al no poseer una correcta discriminación auditiva. A este tipo de alteraciones se les
denomina dislalias audiógenas. El deficiente auditivo presentará otras alteraciones del
lenguaje, fundamentalmente de voz y el estudio de su audiometría nos dará la pauta
sobre la posible adaptación de prótesis. La intervención irá encaminada básicamente a
aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz o corregir los fonemas alterados e
implantar los inexistentes

Dislalia orgánica: Las alteraciones de la articulación cuya causa es de tipo orgánico se


llaman dislalias orgánicas.
Si se encuentran afectados los centros neuronales cerebrales (SNC) reciben el nombre
de disartrias y forman parte de las alteraciones del lenguaje de los deficientes motóricos.

Si nos referimos a anomalías o malformaciones de los órganos del habla: labios, lengua,
paladar, etc. se les llama disglosias.

Dislalia funcional: Es la alteración de la articulación producida por un mal funcionamiento


de los órganos articulatorios. El niño/a con dislalia funcional no usa correctamente
dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de
tipo orgánico. Es la más frecuente y sus factores etiológicos pueden ser:

Falta de control en la psicomotricidad fina. La articulación del lenguaje requiere una gran
habilidad motora. Prueba de ello es que aquellos fonemas que precisan un mayor control
de los órganos articulatorios, especialmente de la lengua, son los últimos que aparecen
( /l/, /r/ /r/ y sinfones).

Déficit en la discriminación auditiva. El niño/a no decodifica correctamente los


elementos fonémicos de su idioma y no percibe diferenciaciones fonológicas del tipo
sordo/sonoro, dental/velar, oclusivo/fricativo, etc., produciendo errores en la imitación
oral.

Errores perceptivos e imposibilidad de imitación de movimientos.

Estimulación lingüística deficitaria. Ello explica la frecuencia de dislalias en niños/as de


ambientes socioculturales deprivados, abandonados, en situaciones de bilingüismo, etc.

De tipo psicológico: sobreprotección, traumas, etc, que hacen persistir modelos


articulatorios infantiles.

Deficiencia intelectual. Las dislalias son un problema añadido a los del lenguaje del niño
o la niña deficiente. Su corrección hay que plantearla a más largo plazo, es más lenta y
estará condicionada por su capacidad de discriminación auditiva y su habilidad motora.

Cuando nos referimos a la dislalia habitualmente se refiere a la dislalia funcional y los


tipos de errores más habituales son: sustitución, distorsión, omisión o adición.

Disortografía
Disortografía
ETIOLOGÍA:
Concierne a las perturbaciones de la utilización escrita de la lengua; frecuentemente va
unida a los retrasos del lenguaje oral , como sintomatología de una silesia no apreciada,
resultante de una aprendizaje defectuoso o de un medio cultural desfavorable, como
falta de atención o de lectura comprensiva.
Hay cuatro tipos de faltas de ortografía
Las fallas referidas a la trascripción puramente fonéticas de la formación del lenguaje
hablado.
Las faltas de uso que varían según la complejidad ortográfica de la lengua, cuando las
palabras se sobrecargan de letras no pronunciadas.
Las faltas de gramática.
Las faltas referidas o palabras homófonas.
Entre los principales factores causales de las dificultades de ortografía encontramos:
Hábitos defectuosos de estudio (muchos niños proceden de manera poco afectiva al
estudiar palabras de ortografía dudosa, debido a la enseñanza inadecuada de esta
materia y de la composición escrita).
Falta de interés y actitudes favorables.
Limitaciones en conocimientos básicos sobre la fonética y estructura de la palabra.
Lenguaje deficiente, especialmente anomalías de pronunciación.
Escritura lenta e ilegible.
Defectos visuales.
Discriminación auditiva insuficiente.
Bajo rendimiento intelectual.
DETECCIÓN:
Las producciones escritas delatarán los errores cometidos por el niño, y para no
confundirlo con un error de escritura, el docente deberá tener claro que se manifiesta
como una particular dificultad para la expresión lingüística gráfica, conforme a las reglas
del idioma.
Es importante detectar, que clase de disortografía es, para luego articular el tratamiento
adecuado.
observar si se trata de mala ortografía que afecta la articulación del lenguaje. Son niños
inteligentes que cometen faltas corrientes y sintácticas, que desconocen en mayor o
menor grado la estructura gramatical de la lengua.
niños que desfiguran la lengua, que parecen no haber aún automatizado la adquisición
de la ortografía.
cuadro disortográfico de niños con bajo nivel intelectual, concominante a retraso en la
lecto-escritura.
El maestro deberá detectar el origen de las dificultades a fin de orientar correctamente
al niño ( y a los padres); en el caso, por ejemplo de hallar deficiencias visuales o
auditivas, que por diversos motivos no hayan sido detectadas antes del ingreso a la
escuela, para realizar la consulta a especialista. A veces faltas que se arrastran durante
años pueden ser corregidas a tiempo y con un buen tratamiento.
DIAGNÓSTICO
Tendrá paso luego de realizar la corrección minuciosa de las producciones escritas del
niño y confeccionar el registro de errores ortográficos para individualizarlos.
Para diagnosticar, las técnicas son:
Dictado
Copia fiel de un texto
Copia de un texto con otro tipo de letra ( pasar de imprenta a cursiva)
Elaborar redacciones libres
Estos materiales se pueden usar en reiteradas oportunidades para luego corregir y
realizar la clasificación de errores.

TRATAMIENTO
Para enseñar la ortografía, el maestro deberá tener en cuenta:
Que el aprendizaje ortográfico es un proceso que requiere una dirección hábil y experta,
porque los alumnos aprenden con distinto ritmo y de manera diferente, los métodos
deben adaptarse a la variedad.
Que debe ayudar a cada niño a descubrir métodos que faciliten la fijación y evocación
de la forma correcta de escribir las palabras.
Que la corrección debe adaptarse a las necesidades de cada niño y a las características
de las faltas.
Que para asegurar la retención son necesarios los periodos de practica y ejercitación
Los principales objetivos de la enseñanza de la ortografía son:
Facilitar al niño el aprendizaje de la escritura correcta de una palabra de valor y utilidad
social.
Proporcionar métodos y técnicas para el estudio de nuevas palabras.
Habituar al niño al uso del diccionario.
Desarrollar una conciencia ortografica, es decir, el deseo de escribir correctamente y el
habito de revisar sus producciones escritas.
Ampliar y enriquecer su vocabulario grafico

¿Qué es la disgrafía?
Se conoce como disgrafía el fenómeno por el cual una persona (normalmente un niño o
una niña) presenta serias dificultades para escribir bien, ya sea por cuestiones de
ortografía, caligrafía o ambos tipos de problemas a la vez. Se trata, por consiguiente, de
un grupo de trastornos de la expresión escrita, que a su vez puede ser englobado en la
categoría de trastornos específicos del aprendizaje.

A su vez, en la práctica la disgrafía va frecuentemente acompañada de otros trastornos


específicos del aprendizaje, como la discalculia o la dislexia.

Los componentes de la escritura que pueden verse afectados por la disgrafía son
variados, de modo que los síntomas de esta alteración también lo son. Entre los más
destacados se encuentran los siguientes, teniendo en cuenta siempre el rango de edad
al que pertenece la persona.

Caligrafía inconsistente o tan extraña que cuesta de leer.


Problemas para acentuar.
Mala gestión de los espacios entre palabras, frases y líneas.
Mala puntuación.
Problemas gramaticales.
Sustitución de letras.
Uniones extrañas de palabras.
Agarre inapropiado del lápiz o bolígrafo.
Tipos de disgrafía
Los casos de disgrafía pueden ser clasificados en dos tipos principales, según las
características de las dificultades al escribir.

Disortografía
Consiste en la presencia de problemas significativos en el aprendizaje de las normas de
ortografía en la práctica de la escritura.

Disgrafía motora
Esta forma de disgrafía tiene que ver con los problemas de postura, coordinación e
integración entre movimientos e información visual en lo que se refiere a la escritura
Además de estos dos tipos, hay casos en los que es difícil clasificar lo que ocurre, dado
que se da una gran variedad de síntomas.

Prevalencia: ¿qué porcentaje de niños la presentan?


Aunque actualmente hay pocos datos al respecto, se estima que alrededor de un 3% de
los niños y niñas presenta unos problemas para cumplir las normas ortográficas que
pueden considerarse casos de disgrafía, mientras que el resto de dificultades asociadas
a la escritura se presentarían con una frecuencia algo menor.

Causas

Lo que produce la disgrafía aún no se conoce bien, pero lo más probable es que detrás
de la mayoría de los casos existan varias causas actuando a la vez. Por ejemplo, pueden
estar actuando predisposiciones genéticas que lleven a producir un diseño de encéfalo
en el que las estructuras neuronales que deben coordinarse para producir la escritura
no estén tan bien conectadas como deberían, o bien pueden ocurrir lesiones cerebrales
perinatales que afecten a estos grupos de neuronas.

Así pues, las causas de la disgrafía son inespecíficas, en el sentido de que diferentes
variables pueden estar actuando como génesis en su aparición en los primeros años del
desarrollo durante la infancia. A su vez, cuando más se prolongue la etapa en la que
hay graves problemas a la hora de escribir, más difícil de superar será este fenómeno,
pues aparecen expectativas pesimistas, dando paso a la profecía autocumplida.

Posiblemente varios tipos de malformaciones y de microlesiones conduzcan a


resultados parecidos, dado que no hay una región cerebral fácilmente identificable que
se encargue por sí sola de posibilitar la escritura. Además, la disgrafía también puede
ser causada por una dinámica de aprendizaje perjudicial, o incluso por el efecto del
estrés y la ansiedad anticipatoria vinculada a la actividad de escribir.

Tratamiento para la disgrafía


Al ser un trastorno que se da en la infancia, es necesario intervenir en ella cuanto antes
para que sus efectos negativos no se acumulen haciendo que el niño o niña quede en
una situación de vulnerabilidad en su trayectoria de aprendizaje. El objetivo de estas
iniciativas será compensar esa situación de desventaja a través de un esfuerzo extra
para escribir bien que debe ser canalizado a través de las técnicas de aprendizaje y
entrenamiento adecuadas, para no producir agotamiento y frustración.

La principal técnica de intervención es el encadenamiento, es decir, el


perfeccionamiento de habilidades específicas que poco a poco van convirtiéndose en
algo más sofisticado y que puede ser integrado en aprendizajes anteriores. Por otro
lado, esta forma de entrenamiento y aprendizaje (que debe ser guiada por un
especialista) debe ser acompañada por intervenciones dirigidas a lidiar con los
problemas de creencias, expectativas y autoestima que suelen ir de la mano de la
disgrafía.

Al mismo tiempo, mientras no se produzca un acercamiento entre el nivel de escritura


que se tiene y el nivel de escritura mínimo exigible, es bueno presentar alternativas en
los métodos de evaluación de aprendizaje, como por ejemplo los exámenes orales. De
esta manera no se impedirá el desarrollo de otras aptitudes cognitivas, evitando así que
no aparezca un grave cuello de botella de aprendizaje por culpa de tener dificultades en
un área específica del comportamiento, en este caso la escritura.
Disfonía
Es el nombre que recibe todo trastorno de la voz cuando se altera la calidad de esta en
cualquier grado exceptuando el total, en cuyo caso se denomina afonía. Las disfonías
pueden ser de varios tipos según su etiología y manifestaciones clínicas .La voz es el
sonido que, producido por la laringe a partir del aire pulmonar espirado, es luego
amplificado y modificado por las cavidades de resonancia, pero también es una
expresión de la persona en su globalidad. Se le conoce coloquialmente como ronquera.

Clasificación
Disfonías funcionales
Están causadas por un abuso vocal (sobreesfuerzo), por una mala técnica vocal, o por
ambas causas.

Disfonías funcionales simples: sin complicación laríngea.


Disfonías funcionales complicadas: nódulos, seudoquiste seroso, edema fusiforme,
edema crónico, pólipos, quiste mucoso de retención, hemorragia submucosa, úlcera
aritenoidea.
Formas particulares de disfonías funcionales: Disfonía infantil, alteraciones de la muda
vocal, disfonía del cantante (disodea), monocorditis vasomotora, voz de bandas
ventriculares, disfonías psicógenas por inhibición, disfonías espasmódicas, alteraciones
vocales en la patología psiquiátrica.1
Disfonías orgánicas
Es la alteración de la voz producida por una lesión anatómica en los órganos de la
fonación.

Enfermedades congénitas de la laringe.


Alteraciones laríngeas.
Alteraciones extralaríngeas.
Disfunción de origen hormonal.
Disfunción de origen neurológico.
Alteraciones de origen traumático y quirúrgico.
Etiología
Entre las causas más frecuentes:

Resfriado
Laringitis aguda. Es la causa más frecuente de disfonía. Está asociada a infecciones
respiratorias agudas y es autolimitada.
Laringitis crónica. Generalmente se relaciona con uno o varios irritantes: tabaco,
ambientes laborales contaminados, infecciones respiratorias repetidas, tos prolongada,
uso de medicación inhalada, etc.
Lesiones benignas de las cuerdas vocales:
El edema de Reinke es producido por acumulo de material mucoide en el espacio de
Reinke como resultado de irritación crónica e inflamación; es más frecuente en mujeres
y se relaciona con el abuso de voz y el consumo de tabaco
Los nódulos vocales suelen ser el resultado del abuso de la voz y de factores
psicológicos. Otras causas que pueden tener un papel en su etiología son: infecciones,
alergias y reflujo
Los pólipos se relacionan con irritación crónica de las cuerdas vocales por tabaco o
abuso de la voz o reflujo.
Disfunciones neurológicas. Múltiples enfermedades neurológicas pueden producir
disfonía por disfunción o parálisis unilateral o bilateral de las cuerdas vocales que
pueden relacionarse con: enfermedades malignas, iatrogenia quirúrgica, trauma,
esclerosis múltiple, parálisis pseudobulbar, enfermedad de Parkinson, etc.
Enfermedades sistémicas. La amiloidosis laríngea, las enfermedades autoinmunes con
afectación articular (artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, Enfermedad de
Sjögren) y el hipotiroidismo.
Lesiones malignas. El cáncer de laringe se relaciona con el consumo de tabaco (mayor
exposición, mayor riesgo) y con el alcohol.2
Tratamiento
Para rehabilitar la voz se debe de conocer:

La etiología de la disfonía.
Su mecanismo de producción-patogenia.
Las características personales y anímicas del paciente, y sus circunstancias de salud.
Y a partir de ello, diseñar un protocolo de trabajo que será exclusivo para cada paciente,
pero suficientemente elástico para introducir cambios. La reeducación vocal en una
disfonía tendrá como objetivo reordenar la fisiología alterada. Ello puede hacerse:

Reeducando el círculo vicioso del sobreesfuerzo vocal.


Poniendo en marcha técnicas que ayuden a compensar el déficit orgánico, favoreciendo
una mejor dinámica vocal.
Informando al paciente de la naturaleza de sus dificultades vocales, ayudándole a
explorar y experimentar sus posibilidades vocales reales.
En la primera fase de entrenamiento, es importante: analizar con exactitud las actitudes
vocales, los movimientos a realizar, las sensaciones a percibir. En la fase de uso, lo
esencial es darse cuenta de cuando se usa un mecanismo de esfuerzo o erróneo, y
darse tiempo para corregirlo.

La dispraxia:
La dispraxia o trastorno del desarrollo de la coordinación es uno de los trastornos del
neurodesarrollo, en el que los niños y niñas que la sufren muestran una gran dificultad
a la hora de realizar actividades y movimientos coordinados, supongan gestos simples
o acciones que impliquen una secuenciación de movimientos.

Síntomas
Los síntomas más evidentes son la presencia de torpeza, descoordinación y lentitud
motoras, interfiriendo con la vida habitual y el desarrollo del sujeto. Es frecuente que se
tengan dificultades en el mantenimiento postural y a la hora de realizar actos que
requieran movilidad fina, precisando de ayuda para realizar acciones básicas.

También pueden aparecer comportamientos inmaduros y dificultades sociales. No es


infrecuente que existan problemas comunicativos. Sin embargo estas alteraciones no
tienen que ver con la existencia de ninguna discapacidad psíquica, teniendo quienes
padecen dispraxia una inteligencia normal.

A diferencia de la apraxia, en que se pierden facultades adquiridas previamente, la


dispraxia se caracteriza porque el sujeto nunca ha llegado a desarrollar la capacidad de
secuenciar correctamente sus movimientos. Es frecuente que los primeros síntomas ya
sean observables durante los dos primeros años de edad, siendo común que presenten
retrasos en el desarrollo de la motricidad y tarden más de lo habitual en alcanzar algunos
de los hitos del desarrollo.

Aunque surge durante la infancia también se observa en adultos, siendo importante


iniciar el tratamiento cuanto antes de cara a disminuir el estigma social y las posibles
consecuencias a lo largo del desarrollo. Tiende a haber comorbilidad con otros
trastornos, tales como otros problemas motores o con TDAH.
Tipos de dispraxia
Al igual que ocurre con las apraxias, existen diferentes tipos de dispraxia en función del
tipo de en qué parte del proceso de movimiento o del organismo se produzca la
dificultad. Destacan especialmente cuatro tipos.

1. Dispraxia ideacional
Este tipo de dispraxia se caracteriza por el hecho de que el problema no es únicamente
a nivel motor, sino que el sujeto presenta dificultades para planificar a nivel de idea la
secuencia de movimientos necesarios para realizar una acción concreta.

2. Dispraxia ideomotora
En la dispraxia ideomotora la principal dificultad se encuentra de en el seguimiento de
la cadena de movimientos necesarios para llevar a cabo una acción sencilla. La
dificultad se da únicamente a nivel motor, pudiendo el sujeto realizar la acción
correctamente en la imaginación. A menudo la dificultad se vincula a la utilización de un
instrumento u objeto.

3. Dispraxia constructiva

Se trata de un tipo de dispraxia en la que quien la padece tiene dificultades para


entender las relaciones espaciales y actuar conforme a ellas. Por ejemplo, un niño con
este problema tendrá problemas para realizar una copia de una imagen o a la hora de
organizarse.

4. Dispraxia oromotora o apraxia verbal


En este tipo de dispraxia el sujeto presenta dificultades en la coordinación de los
movimientos necesarios para comunicarse oralmente, a pesar de saber qué quiere
decir. Se dificulta producir sonidos inteligibles.

Causas de la dispraxia
Las causas de la aparición de la dispraxia no son totalmente conocidas, pero se
sospecha de que se deben a alteraciones existentes a lo largo del neurodesarrollo que
generan que las áreas cerebrales vinculadas a la integración de la información motora
y su secuenciación no maduren correctamente. Estas áreas cerebrales están ubicadas
en la parte posterior de los lóbulos frontales y alrededor de la cisura de Rolando.

Por lo general se debe a causas innatas, pero puede verse provocada por lesiones,
enfermedades y traumatismos durante la infancia.

Tratamiento y estrategias terapéuticas


La dispraxia es un trastorno que no tiene un tratamiento curativo, si bien es posible
emplear diferentes estrategias de cara a mejorar la adaptación de los afectados al medio
y enseñarles a realizar las diferentes acciones. El tratamiento de la dispraxia es
multidisciplinar, teniendo en cuenta tanto lo clínico como especialmente lo
psicoeducativo.
De cara a ayudar a estos menores se emplean a menudo estrategias como la terapia
ocupacional de cara a estimular al sujeto y contribuir a desarrollar su capacidad para el
movimiento. Otro elemento a destacar es la fisioterapia.

La logopedia también suele ser imprescindible de cara a educar al menor y permitirle


que desarrolle la coordinación necesaria para poder emitir palabras correctamente. A
nivel educativo puede ser necesario establecer planes individualizados que tengan en
cuenta las dificultades del menor. También puede ser de gran utilidad el uso de terapia
expresiva o de técnicas que permitan fomentar la autoestima del niño, que puede estar
disminuido ante la percepción de sus dificultades. El entrenamiento en habilidades
sociales también facilita una correcta vinculación con el medio. La psicoeducación tanto
para ellos como para el entorno puede ser de gran ayuda de cara a facilitar el desarrollo
normativo del sujeto y la comprensión de las dificultades en él existentes.

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