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2011-22945
Control de Contaminantes
Jabón
Puede encontrarse en polvo, crema, líquido y pastillas. Proviene de una mezcla de grasas y
álcali. Es por lo general una sal sódica o potásica que resulta de la reacción química entre
un álcali como hidróxido de potasio o de sodio y un lípido. Esta reacción se conoce como
saponificación. El lípido puede ser de origen vegetal o animal. El jabón es soluble en agua.
Tradicionalmente es un material sólido, pero, puede encontrarse en forma líquida disuelto
en agua.
Los jabones limpian las grasas en presencia del agua porque son solubles en ambos
compuestos. El jabón moja la grasa y la disuelve en el agua.
Procedencia
Según una de las leyendas sobre su origen, el jabón se descubrió en Italia. Se cuenta que en
el Monte Sapo, cerca de Roma eran realizados sacrificios animales. Las cenizas y la grasa
de los animales quemados era arrastrada al río, donde los esclavos lavaban la ropa de sus
amos. Pronto se descubrió que el agua jabonosa lavaba mejor la ropa y el jabón fue creado.
Sin embargo, los restos de jabón más antiguos son de origen babilonio y datan del 2800 a.
C.
Detergente
Es una sustancia química con la propiedad de disolver la suciedad y las impurezas sin tallar.
Se pueden definir como detergentes todas aquellas sustancias que tienen un efecto
limpiador o detergente sobre una superficie. Se conoce como detergente a cualquier
sustancia con la propiedad de disolver otra sustancia.
Procedencia
Hace 6000 años, los egipcios inventaron el jabón. Desde entonces, el lavado de ropa y
vajilla avanzó muy poco. El poder detergente de algunas sustancias sintéticas fue
descubierto en 1913 por A. Reycher, químico belga, comenzando así su desarrollo
industrial.
Hoy, la mayoría de los detergentes sintéticos, ofrecen una muy buena eficacia de limpieza.
Se ha dado respuesta a demandas específicas con productos para ropa fina y protectores de
la piel.
Por leyes internacionales, todos los detergentes deben ser biodegradables aunque eso no
garantiza que sean inocuos para el entorno.
Diferencias entre Jabón y Detergente
Fosforo en Detergente
Problemas Ambientales
Los dos productos tienen problemas ambientales asociados. Mientras el TPFS es un
elemento muy conocido (lleva muchos años en el mercado) y se conoce su inocuidad y su
biodegradabilidad completa, es acusado de contribuir a la eutrofización (crecimiento
excesivo de algas), problema que se elimina al depurar las aguas residuales urbanas, algo
que prácticamente va a suceder en toda Europa en breve. También hay que citar que él solo
no puede ser el causante de la eutrofización, ya que para que crezcan las algas se necesita el
fósforo, pero también nitrógeno, carbono, etc. Por otro lado, los detergentes sin fosfatos
llevan compuestos químicos en su formulación de efectos poco conocidos en el medio
ambiente a largo plazo y con un uso masivo (las zeolitas están consideradas no nocivas ni
peligrosas), llegando a ser más difíciles de eliminar que los fosfatos en las plantas de aguas
residuales. De hecho, se prohibió hace años el uso de detergentes con fosfatos en algunos
países sin que por ello estén solucionando sus problemas medioambientales de
eutrofización, porque, una vez depuradas las aguas residuales urbanas, se ha visto que la
mayor parte del fosfato procede de los abonos y de los desechos naturales y animales sin
tratar, siendo estos problemas de más difícil solución.
Molécula de Jabón
Como si se tratara de una batería con polos positivo y negativo, una molécula de jabón
también tiene dos extremos de diferente afinidad.
La Figura representa una molécula de jabón. En rojo, la cabeza, con carga, es afín al agua
porque son de polaridad similar. La cadena azul, denominada lipofílica, es afín a las grasas
y repele al agua (CLAYDEN, 2005). A causa de esta estructura, el jabón posee una doble
afinidad hacia la polaridad de otras moléculas y puede orientarse según el medio donde se
encuentre.
Una molécula de jabón, la cabeza roja con carga interactúa con el agua, mientras que la
cadena azul sin carga se mezcla con las grasas o aceites.
Molécula de Detergente
Los jabones y detergentes están compuestos por cadenas de carbono largas y no polares,
con un extremo de poste. La siguiente figura representa una estructura de detergente típica:
Los detergentes tienen una estructura muy similar, pero el grupo final tiene una carga
positiva, que se llama detergente catiónico; o una carga negativa, y luego un detergente
aniónico. Son sales derivadas de ácidos carboxílicos y el más común es el detergente
aniónico lauril sulfato de sodio.
Proceso
Saponificación
Se entiende por saponificación la reacción que produce la formación de jabones. La
principal causa es la disociación de las grasas en un medio alcalino, separándose glicerina y
ácidos grasos. Estos últimos se asocian inmediatamente con los álcalis constituyendo las
sales sódicas de los ácidos grasos: el jabón. Esta reacción se denomina también
desdoblamiento hidrolítico y es una reacción exotérmica.
Así es como al mezclar los ácidos grasos (principales componentes de las grasas animales y
de los aceites vegetales) con una solución alcalina (hecha a partir de una mezcla de agua y
un álcali, como por ejemplo la sosa), se obtiene el jabón (que será realmente suave, porque
además el otro subproducto que se obtiene de esta reacción es la glicerina).
El álcali es imprescindible para que se produzca esa reacción, pero hay que tener en cuenta
que por sí solo es un elemento cáustico muy peligroso, cuyo manejo implica tomar una
serie de precauciones muy importantes para manipularlo con seguridad. Los álcalis más
utilizados en la fabricación del jabón son la sosa (hidróxido sódico, NaOH) y la potasa
(hidróxido potásico, KOH).
Como se mide el Agua
MBAS
Las sustancias activas al azul de metileno (SAAM) un colorante catiónico, transfieren el
azul de metileno desde una solución acuosa a un líquido inmiscible en equilibrio. Esto
ocurre durante la formación de un par iónico entre el anión (SAAM) y el catión azul de
metileno. La intensidad del color resultante es una medida de las sustancias activas al azul
de metileno. Los tensoactivos aniónicos se encuentran entre las muchas sustancias naturales
y sintéticas activas al azul de metileno. El método es relativamente simple y preciso,
comprende tres extracciones sucesivas desde un medio acuoso ácido con exceso de azul de
metileno a una fase orgánica de cloroformo, seguida de la lectura del color azul de dicha
fase orgánica mediante espectrofotometría a 652 nm.
El método es aplicable para la determinación de tensoactivos aniónicos en aguas
superficiales y en aguas residuales pero debe tenerse en cuenta la posible presencia de otro
tipo de sustancias activas al azul de metileno. Mediante este método es posible la
determinación de concentraciones de SAAM A partir de 0.50 mg/L en las condiciones de
trabajo del laboratorio.
Limitaciones e Interferencias
Las interferencias positivas resultan por la presencia de otras especies activas al azul de
metileno. Los sulfonatos orgánicos, sulfatos, carboxilatos, fenoles, los tiocianatos
inorgánicos, cianatos, nitratos y cloruros pueden en mayor o menor grado transferir el azul
de metileno a la fase clorofórmica.
Remover Detergente
Se inyectan para ello grandes cantidades de aire, bajo un espesor pequeño de agua; debe
efectuarse, además, un tratamiento complementario de las espumas concentradas, por
evaporación, o con carbón activo. Conviene conocer el contenido en fosfatos del agua
tratada y reducirlo si es necesario.
Se observa una primera fase en la que la cantidad de ozono que debe emplearse varía en
forma logarítmica en función de la reducción del contenido en detergente.
Una vez alcanzado un cierto grado de eliminación (70 a 95 % según los casos) se
comprueba la presencia de un contenido residual de detergentes que no puede destruirse.
Este contenido residual, sin embargo, es siempre inferior a los valores que pueden
considerarse excesivos por sus efectos indirectos.
No influyen sobre la dosis de ozono ni el tiempo de contacto ni la inyección en varias fases.
Acción del carbón activo: el carbón activo elimina los detergentes duros por
adsorción. Su poder de retención es mucho más elevado para los detergentes que
para los fenoles (2 a 5 veces, según los carbones), para una misma concentración
final en el equilibrio. Se utiliza, generalmente, carbón activo en polvo inyectado en
la fase de decantación en la que el pH no desempeña un papel importante. Pueden
conseguirse reducciones del 50 % del contenido en detergentes con dosis de 12,5 a
25 g/m3 de agua, según la naturaleza de los detergentes y el tipo de decantador
utilizado (estático o de lecho de fangos concentrados en carbón).
Cuando el contenido en detergentes es muy fuerte, debe recurrirse a una filtración sobre
carbón activo en grano.
Acción combinada del ozono y del carbón activo: Puede ser interesante combinar
el carbón activo en polvo con el ozono si los contenidos en detergentes presentan
puntas de fuerte concentración o si se quiere llegar a un contenido residual muy
pequeño (el umbral de percepción es aproximadamente 0,01 mg/l).
Este esquema de tratamiento sólo puede admitirse si no se necesitan dosis fuertes de carbón
activo en polvo durante períodos largos. En caso contrario, es más económico el empleo
único de carbón activo en grano.