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REPASO UNIDADES 5 - 8
¿LA POSICIÓN SUBJETIVA?
No es la mera subjetividad.
No es el mero determinismo de los mecanismos, se trata del factor electivo… ante dichos determinismos
En Lacan se vincula a lo que él llama organización subjetiva, configuración subjetiva, estructura subjetiva o
modalidades del sujeto (en ningún momento estructura psicopatológica o estructura clínica, si
estructuras freudianas –pero no están en Freud)
UNIDAD Nº 5: ADOLESCENCIA
Las metamorfosis señaladas por Freud son las que atañen al objeto y a las metas sexuales. Dice:
“la pulsión sexual era hasta entonces predominantemente autoerótica; ahora halla al objeto sexual. Hasta e se momento
actuaba partiendo de pulsiones y zonas erógenas singulares que, independientemente unas de otras, buscaban un cierto
placer en calidad de única meta sexual. Ahora es dada una nueva meta sexual…”
Freud, S. (1905) “Tres ensayos para uma teooría sexual”.
En: Obras completas. Vol. 7 Bs. As. Amorrortu Editores (1979). Pág. 189.
Lo nuevo es, entonces:
a) El hallazgo del objeto sexual, hallazgo señalado por Freud como un re -encuentro, y
b) La nueva meta.
c) la reunión de las dos corrientes dirigidas al objeto: la sensual y la tierna; así como también la “ separación tajante entre lo
masculino y lo femenino”. Pág. 189
Se reeditan las preguntas que quedaron sin responder en la infancia y resurge la pregunta por el deseo del Otro y lo
inquietante de la pulsión traumática.
Las soluciones encontradas en la infancia resultan insuficientes. Hay la posibilidad de un nuevo tipo de goce tras la madurez
sexual.
El sujeto debe renunciar a los objetos incestuosos, los padres son en esta etapa condenados como objetos sexuales (Freud,
1905, p.205-208).
Presencia de angustia.
Los determinantes de la elección de objeto ya están planteados pero se deber hacer una elección en la existencia…
“De este modo aborda un dramaturgo (Frank Wedekind), en 1891, e l asunto de qué es para los muchachos hace r el amor con
las muchachas, marcando que no pensarían en ello sin el despertar de sus sueños”
Lacan, J. (1988). “El despertar de la primavera”.
En: Intervenciones y textos 2. (pp.109 - 113) Bs.As.: Manantial.
“Intercambiando el relato de sus sueños se encaminan hacia la dialéctica de lo que es ser amado por el otro (…) querer
alcanzarlo al hacer el amor”. (…)
“Cuando surge la cosa, ya sea en los sueños, las transformaciones s del cuerpo, una primera erección, este efecto de
surgimiento que es real hace que cualquier palabra que e l otro le diga, las palabras de las que el niño transformado en púber
disponía hasta e se momento, no se correspondan con lo que le ocurre ”
Alexandre Stevens “La adolescencia, síntoma de la pubertad.”
El interrogante por lo que soy a nivel del sexo, encuentra una falta de saber en lo real.
No hay saber a nivel de lo real y eso “traumatiza” (Lacan, J. Los no incautos…)
Encuentro con lo imposible de la relación sexual. Ante el encuentro con esa imposibilidad el sujeto “adolescente” debe construir
sus respuestas, el síntoma aparece aquí como respuesta subjetiva a lo real del sexo. La adolescencia misma en una respuesta
sintomática a ese real.
UNIDAD Nº 6: ANOREXIA Y BULIMIA
Que no se trata de la alimentación, quiere decir que la función alimenticia esta erotizada, en un doble sentido (deseo y
goce). El problema de la anorexia no es que no come, es que come nada.
Nada: implica un orden simbólico, como el caso de los sesos frescos, que roba nada…
Introducir ese objeto puede tener la potencia, de tener a la madrea a la merced del niño… el poder contra la omnipotencia
del Otro materno, es decir “no” en el plano de la acción, pone en jaque su dependencia comiendo nada… la hace a ella
dependiente de su deseo, de él… la pone a merced de su capricho…
Versagun (Sem 4 Cap. 11) más que frustración, es la negación de un don, la negación de un objeto de amor… no es lo que es
efectivamente, sino de una promesa introducida por lo dicho… la presencia del objeto es signo de amor, es un juego simbólico,
no se trata de la necesidad, sino de una causalidad familiar…
En cuanto entra en la dialéctica de la frustración el objeto real no es en sí mismo indiferente, pero no tiene ninguna necesidad
de ser específico.
Aunque no sea el pecho de la madre, no por ello perderá nada del lugar que le corresponde en la dialéctica sexual, cuyo
resultado es la erotización de la zona oral.
Lo que desempeña aquí el papel esencial no es el objeto, sino el hecho de que la actividad ha adquirido una función
erotizada en el plano del deseo, el cual se ordena en el orden simbólico.
Las anoréxicas que rechazan ingerir comida más allá de los límites. Se convierten en expertas en dietética, controlan el
valor proteico, calorías etc… planifican el menú anticipadamente, pueden cocinar con esmero pero no comen… esmeradas y
dedicadas a su trabajo, suelen ser dóciles y sumisas salvo si se les pide que coman… son excepcionales si conservan su
posición anoréxica.
Poseen gran culpa cuando la abandonan (cuando comen!), y allí comienzan las conductas purgativas y ejercicios físicos
interminables.
Hacen causa de la renuncia… del rechazo del alimento… comen nada en la medida que esa nada es lo que interponen
a la demanda del Otro.
La anorexia por bulimia, aquellos que comen sin límites, del atracón sigue el vómito, se llenan para provocar un vacío, la
inanición llega por el exceso. La compulsión por comer, alimenta la culpa y le sigue el rechazo, le sigue el vómito… la
culpa suele ser el motivo que lleva a consulta.
Bulimia sin vómito. La ingesta compulsiva, lleva al auto-desprecio y la culpa… la culpa es un signo de la cobardía ante el
deseo… se defienden de la falta en ser, taponando la esquicia… la ansiedad por comer rellena el cuerpo, que cuando más
se llena, más se deforma… quedando repleto de nada… todo lo que comió es nada… lo que importa es lo que aún no
comió… por eso tiene que seguir comiendo… como el anoréxico el bulímico come nada, este último se desprecia por
no saber parar de comer, este padecimiento lo puede llevar a la consulta.
En efecto, se trata únicamente de lo que da lugar a una satisfacción sustitutiva de la saturación simbólica. Sólo esto puede
explicar la verdadera función de un síntoma como el de la anorexia mental. Ya les dije que la anorexia mental no es un no
comer, sino un comer nada.
Nada, es precisamente algo que existe en el plano simbólico. (…) Este punto es indispensable para comprender la
fenomenología de la anorexia mental. Se trata, en detalle, de que el niño come nada, algo muy distinto que una negación de
la actividad. Frente a lo que tiene delante, es decir, la madre de quien depende, hace uso de esa ausencia que saborea.
Gracias a esta nada, consigue que ella dependa de él. Si no captan esto, no pueden entender nada, no sólo de la anorexia
mental, sino también de otros síntomas, y cometerán las faltas más graves.
(Seminario 4, clase 11)
Pero el niño no se duerme siempre así en el seno del ser, sobre todo si el Otro, que a su vez tiene sus ideas sobre sus
necesidades, se entromete, y en lugar de lo que no tiene, le atiborra con la papilla asfixiante de lo que tiene, es decir
confunde sus cuidados con el don de su amor.
Es el niño al que alimentan con más amor el que rechaza el alimento y juega con su rechazo como un deseo (anorexia
mental).
Confines donde se capta como en ninguna otra parte que el odio paga al amor, pero donde es la ignorancia la que no se
perdona.
A fin de cuentas, el niño, al negarse a satisfacer la demanda de la madre, ¿no exige acaso que la madre tenga un deseo
fuera de él, porque es éste el camino que le falta hacia el deseo?
(La Dirección de la cura, apartado 5)
El problema es la culpa relativa a traspasar el límite que se impone respecto a mantener rechazado el objeto interpuesto
en la demanda.
El problema es que ella, se hace síntoma para los otros, pero no para ella misma… no come y se va reduciendo a nada,
provocando la angustia del otro, juega con su pérdida… con su desaparición… “con el fantasma de su desaparición”
(Sem. 11), lo que es un modo de operar sobre el deseo del Otro… “el niño evoca comúnmente el fantasma de su propia muerte
en sus relaciones de amor con sus padres”.
Fantasear desaparecer, puede ser un fantasma universal, pero llevarlo a la acción pulsando sobre el cuerpo, es otra cosa.
La pulsión autofágica, de auto-devoración, una pulsión de la cual el anoréxico se hace objeto, reduciendo a nada, separarse
del Otro en lo real a falta de hacerlo en lo simbólico.
Ahora bien, para responder a esta captura, el, sujeto (…) responde con la falta antecedente (alienación), con su propia
desaparición, que aquí (a nivel de la separación) sitúa en el punto de la falta percibida en el Otro.
El primer objeto que propone a ese deseo parental cuyo objeto no conoce, es su propia pérdida -¿puedes perderme? El
fantasma de su muerte, de su desaparición, es el primer objeto que el sujeto tiene para poner en juego en esta dialéctica
(del sujeto y el Otro) y, en efecto, lo hace -como sabemos por muchísimos hechos, la anorexia mental, por ejemplo. Sabemos
también que el niño evoca comúnmente el fantasma de su propia muerte en sus relaciones de amor con sus padres.
Una falta cubre a la otra. Por tanto, la dialéctica de los objetos del deseo, en la medida en que efectúa la juntura del deseo del
sujeto con el deseo del Otro -hace tiempo les dije que era el mismo-, pasa por lo siguiente: no hay respuesta directa. Una falta
generada en el tiempo precedente sirve para responder a la falta suscitada por el tiempo siguiente. (Sem 11, clase 16.)
NOSOGRAFIA LACANIANA
Distintas nociones de cuerpo relativas al modelo explicativo de la psicosomática.
FPS como expresión anómala de un simbólico en lo real. Un modo de goce singular –no toda psicosomática entra en esta
nosografía. Un goce autístico que cede al sujeto supuesto saber.
La HOLOFRASE: Lo psicosomático, aunque no es un significante, es algo que, al fin y al cabo, sólo es concebible en la
medida en que la inducción significante a nivel del sujeto ocurrió de una manera que no pone en juego la afánisis del
sujeto. (Lacan, 1964 p. 235).
La solución de lo real del goce por lo simbólico
El goce especifico en el fenómeno psicosomático.
La función de lo escrito
Fixierum y enraizamiento imaginario
Cuerpo como superficie de inscripción y órganos internos.