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CONSTRUYENDO HISTORIA

Desde el nacimiento de nuestra institución como colegio, este se ha destacado


primordialmente porque está al servicio de las personas de módicos recursos económicos,
brindándoles la mejor calidad académica y disciplinaria, siempre en búsqueda de la
excelencia tratando que nuestras estudiantes al terminar el ciclo básico o de media técnica
tengan definido un proyecto de vida exitoso. El nombre de COMERCIAL SANTA RITA ha
trasegado por ser: Parroquial, Departamental, Nacionalizado y hoy Municipal, pero
persistentemente manteniendo la filosofía y políticas con las que fue creado por el
presbítero Javier Castrillón Retrepo de la parroquia Santa Rita.
La cultura institucional en la que nos encontramos inmersos, Directivos, Docentes,
Estudiantes y Padres de familia convergemos en la intencionalidad tanto de las políticas, la
excelencia académica, como de la misión institucional de brindar oportunidades de
educación a las jóvenes facatativeñas, trabajando muchas veces en contra de las
costumbres sociales del momento en las que la juventud no siente que la educación les
brinde una expectativa positiva de vida; además, de todo tipo de distractores, desde la
televisión, pasando por los grupos de amigos, la internet con sus redes sociales y todos los
conflictos que allí se generan, es así que todas nuestras acciones van encaminadas a dar
cumplimiento en buena forma a la misión y visión, esto lo vemos en los resultados que
desde tiempo atrás se hacen notorios con los buenos puntajes y reconocimientos merecidos
que se tienen de las pruebas Saber de Tercero, Quinto, Séptimo, Noveno y Once, resultados
de los que nos sentimos orgullosos siendo conocedores que éstos no son por casualidad
sino consecuencia del trabajo mancomunado, permanente y desinteresado de toda una
comunidad.
Con alarde podemos decir que nuestras egresadas han sido desde la primera infancia, en
buena parte resultado de la misión Santaricense, sin desconocer que algunas de ellas han
llegado en momentos diferentes, pero en quienes aún alcanzamos a sembrar esa cultura :
espiritual, personal, académica, convivencial y ciudadana, que siempre nos ha
caracterizado.
Hoy y visto desde las estadísticas podemos decir que los resultados alcanzados son
producto de un trabajo comunitario con niñas quienes en su mayoría están en nuestra
institución desde el grado preescolar; también, es cierto que la competencia por mantener
las posiciones de privilegio de acuerdo a la clasificación que da el Icfes se volvió un reto
permanente, lo que significa que no basta con cumplir con nuestra misión sino sobresalir
entre colegios de índole oficial y privados, no solamente de nuestro municipio sino también
a nivel regional y nacional.
Con altísimo grado de preocupación percibo una dificultad adicional que hace referencia a
la deserción, este caso analizado desde la sencillez, como es el hecho de cambiarse de
colegio, encontramos que cuando se van niñas que no han demostrado sentido de
pertenencia y que sus objetivos riñen con la filosofía institucional, pues ni notamos la
ausencia de ellas, por el contrario hacemos comentarios desobligantes sobre la
responsabilidad de las familias que se retiran, ahora en el extremo opuesto está la deserción
masiva de buenas estudiantes, niñas que se han caracterizado por tener un alto sentido de
pertenencia y que además demuestran niveles superiores en su responsabilidad
académica, perdiendo de ellas la historicidad que le ha dejado el colegio, pero por encima
de todo perdiendo de ellas los futuros buenos resultados de esas pruebas saber. Estos
espacios que se deben llenar con niñas que llegan de otras partes y quienes pueden
terminar siendo bachilleres de esta institución, pero que no tienen ni la cultura, ni la
filosofía, ni el nivel académico y comportamental nuestro, ni el carácter que nos hace
únicos, entonces podemos ver como dejaremos de construir historia.
La motivación de la deserción es diversa, sin embargo predomina un pensamiento más o
menos generalizado y hace referencia al exceso de trabajo innecesario especialmente de
tareas que no tienen ningún sentido académico y que no les deja nada productivo distinto
al de llenar hojas o hacer ejercicios sin retroalimentación únicamente para colocar una nota
que visto desde lo académico no refleja ningún proceso ni apunta al cumplimiento de
logros, o peor aún, no busca demostrar ninguna competencia; resultado de esto, se
evidencia el presente año en el que muchas de nuestras responsables y buenas estudiantes
nos abandonan, este tema ha hecho carrera inpopular en nuestra institución y es posible
que desde la cantidad de tareas estemos erróneamente midiendo la calidad y exigencia de
algunas de las asignaturas.
Hago un llamado urgente a que nosotros, que somos los llamados a orientar y persuadir
permanentemente a las estudiantes, en vez de evadir un sistema educativo que es cada vez
menos llamativo, hagan parte dinámica del proceso educativo particular de nuestra
institución e invitemos a todas estas niñas para que continúen con nosotros construyendo
la historia del COMERCIAL SANTA RITA, con actividades y tareas que justifiquen en tiempo
invertido en ellas, permitiendo el desarrollo de su personalidad con tiempo libre para no
quemarlas antes de tiempo, para que la estadía en esta institución sea cada día más
agradable y ganemos no solo la voluntad de las buenas estudiantes sino la capacidad de
mejorar cada día y de convertir las letras filosóficas de la misión y la visión en una realidad
permanente para toda nuestra comunidad educativa.

Carlos Julio Torres Beltrán.

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