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Temática: Salud

Modalidad: Conferencia
Título: “La Evolución de la Revolucionaria Menstruación”

Autores: Dra. en Ed. Julieta Jiménez Rodríguez.


M en CEF. Ma. Isabel Quinto Rodríguez

Descripción institucional.
Docentes de Tiempo Completo y Medio Tiempo, del Plantel “Dr. Ángel Ma. Garibay Kintana” de la
Universidad Autónoma del Estado de México.
Palabras clave: Menstruación, adolescentes, objetos de uso menstrual.
Dirigido a: Profesores, orientadores, padres de familia, adolescentes y público en general.
Introducción
Este trabajo, se basa en la experiencia y vivencias personales que han desencadenado los adolescentes de nuestro
plantel, a partir de los temas sobre sexualidad que se ven en clase, en donde los alumnos van despejando sus
dudas respecto a su edad y al entorno en donde se desarrollan, ya que han surgido muchas preguntas, en donde
la mayoría cuentan con información errónea. Sin embargo, sus valores de cooperación y ayuda se aprecian
desinhibidos al hablar de la menstruación, tema que en siglos pasados no se atrevían a comentar entre mujeres
adultas y mucho menos en la sociedad, es por ello que nos atrevemos a mencionar la evolución de la revolución,
que ha provocado el hablar de temas en sexualidad a nivel escolar.
Con este trabajo, se demuestra la conducta que sigue el alumno ante el comportamiento de la menstruación, de
los varones ante sus compañeras y el demostrado entre ellas.
Hablar de la menstruación hoy en día, es un tema en el cual, la generación de adolescentes entre los 14 y 15
años, en donde se lleva a cabo esta indagación en ambos géneros, es algo muy natural y sin prejuicios de un
tema quizá no desde el punto de vista fisiológico, pero sí como una situación de incomodidad que a toda mujer
le suele pasar, en los momentos inesperados.
Siendo así que, se aprecia un espíritu de valores, respeto y confianza, en relación al género opuesto en cuanto a
prestar ayuda en situaciones de apuros, así como la forma en que viven estos momentos de prevención,
tratamiento, sensibilidad y economía de las adolescentes.
Es un trabajo de carácter cualitativo permitiendo la descripción de los hechos sobre el comportamiento actual
de los adolescentes ante el ciclo menstrual a través de estudios de caso, aplicados a alumnos del nivel medio
superior, a través de encuestas y lo que se encontró como una realidad empírica.
Para este fin, se ha tenido en cuenta a los alumnos del Plantel “Dr. Ángel Ma. Garibay Kintana” de la Escuela
Preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de México, en el periodo comprendido del semestre 2017-
2018, del grupo 10, en la asignatura de Salud Adolescente.
El motivo por el cual, nos lleva a determinar la realización de este trabajo, es el comportamiento que tiene el
joven bachiller recién ingresado a la Universidad, sobre el quehacer frente a los accidentes ocasionados en las
nuevas jóvenes universitarias ante la presencia del periodo menstrual y hacer una comparación y actualización
de nuestro libro de texto respecto al tema e ir desenmascarando los falsos mitos, creencias y costumbres sobre
la menstruación, creando nuevas actitudes como compañeros de estudios, ante los procesos fisiológicos de una
mujer. Implementándose la siguiente metodología:
1. Se selecciona el grupo primero diez del turno matutino del primer semestre, de la unidad de aprendizaje
Salud adolescente, por ser uno de los grupos en donde se lleva a cabo la impartición diaria de clase y
contar con la mejor disposición de tiempo y avance programático.
2. Se aplica cuestionario tipo encuesta (previo pilotaje) a todos los alumnos del grupo, en donde hay 14
hombres y 24 mujeres. Se aprovecha esta disparidad de género, para determinar si existe desinhibición
de ambos géneros y puedan manifestar libremente sus contestaciones.
3. Posteriormente se analizan ambos cuestionarios de acuerdo a sus respuestas, para dar paso a la
interpretación de los datos
Objetivo
Conocer la apreciación que tiene la nueva generación de adolescentes ante la situación egosintónica y
egodistónica, sobre el proceso físico-social de la menstruación.
Desarrollo
La menstruación, en los tiempos de la prehistoria, era considerada como superstición, porque los cazadores se
sentían amenazados por los animales, al ser atraídos por el sangrado menstrual. Los persas (800 A.C.)
consideraban a la menstruante impura y la aislaban en un cuarto por cuatro o más días alejada de fuego y agua.
“La mitología maya veía como un castigo la menstruación, luego de que la diosa Luna (que representaba lo
femenino, la sexualidad y la fertilidad) desobedeciera las reglas de la alianza al dormir con el dios Sol: creían
que la sangre menstrual se guardaba en trece frascos y que se transformarían en serpientes, venenos, insectos y
enfermedades, aunque también pensaban que se podían convertir en plantas medicinales” /supercurioso.com
Al pasar de los años en diferentes culturas, a la mujer se le consideraba ser melancólica, enfermiza por estar
mal alimentada y ser fuente de infecciones, se le prohibían realizar actividades físicas y mentales, viajar en tren,
carruaje o automóvil y por lo tanto, ser inferior al hombre.
Fue hasta el siglo XX, cuando se descubrieron las funciones de los órganos genitales, orientados a la gestación,
logrando eliminar algunas supersticiones con respecto a la menstruación.
Mucha de la información de antaño, fue manifestada por hombres, ya que las mujeres no se atrevían a hablar
de estas cosas.
La vestimenta, usada en los años 1700 y anteriores, consistía en una camisa desde los hombros hasta las
pantorrillas, como ropa interior para hombres y mujeres, durante el día y la noche. En 1757, el médico Reinhard,
mencionó que la mujer no debía usar ropa interior cerrada, porque sus genitales debían ser ventilados para que
la humedad no permaneciera y evitar el mal olor. El color preferible para este periodo era el negro.
¿Qué se empleaba para absorber el flujo menstrual?
En el antiguo Egipto, usaban una especie de tampones, a base de papiros ablandados y hierbas. En Roma, las
mujeres usaban pieles de animales: compresas de lana.
Las griegas, preferían un pequeño trozo de madera envuelto en pelusas, telas y otros materiales similares.
Hipócrates las recetaba como “tratamiento” para asegurar un mínimo de higiene.
Las nativas americanas usaban corteza de cedro como toallas sanitarias y como pañales.
La tribu Arikara de Norteamérica, utilizaba la piel del búfalo, del que no se desperdiciaba nada.
En la época medieval, lo femenino estaba rodeado por un sentimiento de vergüenza religiosa lo que deducía
que, ninguna hablara de cuando le venía la menstruación, el hecho de sangrar colocaba a la mujer en un lugar
no muy apetecible.
En Europa entre los años 1700 y 1900, las mujeres sangraban sobre su propia ropa, sin cambiarse durante días
y era común que llevaran ramilletes de flores atados al cuello o la cintura, para disimular el olor de la sangre.
Por ello también vestían de colores oscuros en “esos días”.
Durante la Revolución Francesa, las mujeres empezaron a usar ropa interior y las actrices de teatro portaban
esponjas, cojines o almohadillas que hacían de tela, para su periodo. Posteriormente en 1800, ya se empleaban
toallas de tela, almohadillas, trapos, esponjas, pieles, compresas y otros materiales absorbentes, que se lavaban
y volvían a usar.
A finales del siglo XIX, surge la cinta sanitaria de Indiana, un cinturón que se usaba debajo de la ropa. Desde
finales de 1800 hasta 1920, se podían comprar almohadillas o compresas lavables sujetas a esa cinta alrededor
de la cintura.
Y es, a partir de 1960 cuando se crean las toallas sanitarias con adhesivo.
Ahora hay métodos alternativos para la conservación del ambiente (opción ecológica): Copas menstruales que
funcionan acumulando, no absorben como una tolla o un tampón. Está hecha de silicón médico, tienen una vida
útil de 5 años, por lo cual es reutilizable y amigable con el ambiente, sólo necesitas limpiarla y darle buen
cuidado. Toallas de tela, hechas de materiales no agresivos. Esponjas marinas, que solo necesitan mojarlas en
agua tibia, exprimirlas y colocarlas, terminado éste, se colocan en un recipiente con agua y dos gotas de aceite
esencial durante la noche, se enjuagan a la mañana siguiente, se dejan secar y se guardan hasta el nuevo ciclo,
además permiten mantener relaciones sexuales con comodidad. Ropa interior de tela, similar en apariencia a la
común, resistentes a las manchas y anti olores, compuestos por capas absorbentes y antibacterianas, son
reutilizables y se lavan como el resto de la ropa interior.
La encuesta aplicada a los hombres nos menciona que la mayoría de ellos, saben el concepto de menstruación
y otros tienen la idea de que se trata. Dicen saber cuándo una chica está menstruando, por sus cambios de humor,
formas de ser, nerviosismo y sus actitudes hacia ellos o con otras personas.
Físicamente lo notan por su forma de caminar que es con un aspecto cansado, porque se quejan de cólicos, y en
algunas ocasiones por su mal olor.
Saben que usan toallas sanitarias en su mayoría y que otras mujeres usan tampones. Y solamente un varón sabe
que también se usan copas. El 75% conoce lo que es una toalla sanitaria, el 56.25% sabe o tienen idea de cómo
es un tampón y el 31% menciona que las chicas usan pastillas.
A la pregunta: ¿Ayudarías a una compañera, si tiene un accidente manchando su ropa por estar menstruando?
¿Cómo? Todos responden afirmativamente, de una forma discreta, con calma, haciendo saber que no tiene por
que sentir pena, si ella requiere de una toalla sanitaria, están dispuestos a comprarla y/o avisar a otra persona
para que le auxilie. De igual modo, están dispuestos a prestarle su chamarra o sudadera para que se cubra.
La encuesta de las chicas nos da los siguientes resultados
Manifiesta el 50% que durante su periodo menstrual todas sus actividades son normales, el 25% no realizan
ejercicios como nadar, correr, levantar cosas pesadas. El resto deja de realizar actividades cotidianas y descansa.
El 75% presenta dolor tipo cólicos en abdomen y cadera, superándolo en su mayoría con antiespasmódicos,
compresas calientes, acostarse en posición fetal e ingesta de bebidas calientes como té. Y únicamente el 16%
refiere no presentar cólicos y actuar normalmente. Y el resto, presenta cefalea, náuseas, vómito y tensión de
cuello y espalda.
En cuanto a su apetito, se observa que el 60 % presenta hambre, evitando ingerir alimentos irritantes como
picante, chocolate, mientras que el 28% deja de comer al experimentar el dolor abdominal y es así que el 12%
no experimenta cambios en su alimentación.
Por lo tanto, si no se satisface este apetito, tiende la población en estudio, a presentar cambios de conducta, que
en su mayoría se presentan como: sensibilidad a regaños, ausencia de un compañero-novio, estrés y se la pasan
llorando por nada, mientras que el 16% dice sentirse feliz y actuar de una forma normal.
Es así, que otro método para recuperar energía corporal, es con el reposo, distracciones, ya que,
aproximadamente el 85% la recupera mediante el sueño.
Por otro lado, las chicas de hoy en día, discurren a la protección, prevención y cuidado de la menstruación,
mediante el uso de las toallas sanitarias, debido a que por su corta edad y falta de experiencia y costumbre, no
usan el tampón. Las toallas sanitarias que más aplican son las que contiene “alitas”, por su soporte, las que
mejor se adhieren, además de su comodidad. En una minoría usan toallas nocturnas de mayor absorción, por el
temor a mancharse. Para esta edad, aún no existe una repercusión económica para su adquisición, ya que es la
madre quien solventa este gasto, que aproximadamente está entre los 20 y 100 pesos al mes. El consumo de
estas es de por lo menos dos toallas por día, mientras dura el ciclo menstrual.
Con respecto al uso de prendas, la mayoría opta por vestir ropas holgadas y de colores obscuros, siendo que el
25% no es limitante para usar ropa más ajustada y de colores.
La menstruación era considerada un mito, en donde no se hablaba de ello ni entre mujeres, era un tema pudoroso
que estaba prohibido hablar de ello.
Actualmente el término de menstruación, se puede relacionar como una palabra sinónima, del cual las mujeres
por “discreción o exhibición” la usan como: Estoy en mis días, estoy indispuesta, me está bajando aceite, estoy
con Andrés el que viene cada mes, o bien periodo o regla.
Es por eso que su estado emocional lo interpretan de la siguiente manera:
12% Satisfacción: egosintonía, al no presentar un embarazo
4% Esperanza: de que ya se acabe y de que no va a ser mamá, por el momento
4% Bronca: cuando se le está molestando
38% Tristeza: dada la egodistonía de desesperación que se manifiesta en esos días.
21% Incertidumbre: al no saber la otra persona, lo que siento en esos momentos, porque estoy sola sin novio.
17% Indiferencia: me da igual
Conclusión
La generación adulta es la que sigue mitificando a la sexualidad, como algo de lo que no se debe conocer, hablar
y hacer en público.
Y un ejemplo a ello, es la juventud actual, al convivir y dar testimonios de cómo viven su sexualidad y los
logros y desavenencias que han tenido, debido a la mala información adquirida en su entorno por amigos,
padres y otras personas; debemos prevenir los peligros a los que pueden estar expuestos, hablando y conociendo
la verdad, así como fomentar los valores con respecto a la sexualidad.

Referencias
Guadarrama M, Luis Jesús. (1999), Biología Humana, Libro de texto, Toluca, México. Universidad Autónoma
del Estado de México.
Jiménez R, Julieta. (2010), Hombre y Salud. Libro de texto. Toluca, México. Universidad Autónoma del Estado
de México.
Pérez V, Orestes. (2016). Salud Adolescente. Libro de texto. Toluca, México. Universidad Autónoma del
Estado de México.
http://rnovelaromantica.com/index.php/articulos-y-noticias/todos-los-articulos/item/sabias-que-la-
menstruacion
http://de10.com.mx/parejas/2015/01/26/alternativas-las-toallas-sanitarias-y-tampones-conven
https://supercurioso.com/menstruacion-en-el-pasado-contener/

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