LA ZARAGOZA DE LAS MUJERES.

CALLEJERO.

Carmen Romeo Pemán (Dir.)

Gloria Álvarez Roche
Cristina Baselga Mantecón
Concha Gaudó Gaudó
Inocencia Torres Martínez

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tLA ZARAGOZA DE LAS MUJERES. CALLEJERO.

Edición
Septiembre 2010
Segunda edición revisada, 2018

Tirada
500 ejemplares

Edita
Ayuntamiento de Zaragoza
Área de Presidencia de Derechos Sociales
Concejalía Delegada de Educación e Inclusión

Coordinación
Servicio de Igualdad
casamujer@zaragoza.es

Autoras
Carmen Romeo Pemán (Dir.)
Gloria Álvarez Roche
Cristina Baselga Mantecón
Concha Gaudó Gaudó
Inocencia Torres Martínez

Colabora
Pilar Laura Mateo

Diseño gráfico
Aurora Verón

Fotografías
Aurora Verón
José Juan Verón

Ilustración portada
Pilar García Verón

Impresión
Calidad Gráfica S.L.

ISBN
978-84-8069-607-4

Depósito Legal
Z 894-2018

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LA ZARAGOZA DE LAS MUJERES.
CALLEJERO.

Carmen Romeo Pemán (Dir.)

Gloria Álvarez Roche
Cristina Baselga Mantecón
Concha Gaudó Gaudó
Inocencia Torres Martínez

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Zaragoza quiere rendir homenaje a aquellas mujeres que nos han guiado para llegar
donde estamos. Y una buena forma es visibilizarlas y honrarlas dedicándoles espacios
públicos. Pero nombrar sólo no sirve. Debemos recuperar la memoria de estas mujeres,
de las presentes y de las pasadas, de las “conocidas” y de las “anónimas”, de las que tie-
nen nombre propio o de las que son un colectivo. Por eso es todo un honor poder reeditar
y actualizar el callejero de la Zaragoza de las mujeres que ya se publicó en 2010.

La señalética que nos marca el nombre de la calle o plaza por la que transitamos es
mucho más que eso. Es una herramienta pedagógica. Porque en la ciudad todo educa,
también los nombres de los espacios públicos. En el deseo de trabajar por construir una
ciudad educadora, tenemos que hacernos conscientes de que esos detalles, como nomi-
nar algo, nos sirven para construir memoria y para educar, para aprender, para suscitar la
curiosidad. De ahí uno de los valores de este callejero, que nos sirve para poder profun-
dizar en quién es esa mujer a la que mencionamos cada día, casi sin ser conscientes de
que estamos refiriéndonos a una persona, pero cuyo nombre reconocemos como familiar.

Y es que, además, es una petición expresa que ha surgido dentro del II Plan de Igualdad
para la ciudad de Zaragoza: visibilizar mujeres y denominar calles. Es una obligación
social y, por supuesto, política, referenciar mujeres. Construir nuestra memoria como
sociedad sin ignorar a la mitad de la población. Reconocer las contribuciones que diver-
sas mujeres han realizado para progresar como sociedad, tanto con aportes trascenden-
tales como con su trabajo cotidiano, anónimo, colectivo. Porque necesitamos narrar una
historia colectiva en la que las mujeres estén presentes, así como identificar mujeres que
nos puedan servir de referencia en la construcción de nuestras identidades.

Por todo esto, debemos agradecer enormemente el exhaustivo trabajo de las autoras y
del personal del Servicio de Igualdad, que han puesto su empeño en poder actualizar
este callejero para que nuestra memoria siga fresca y puesta al día, y para que Zaragoza
no olvide a sus mujeres.

Arantza Gracia Moreno

Concejala Delegada de Educación e Inclusión

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Tres de las musas de Francisco Rallo que coronan la trasera del Teatro Principal (1970):
Talía, musa de la comedia, Melpómene, de la tragedia y Terpsícore, de la danza.
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Si nos preguntáramos quién hace las calles de la ciudad o de quién son, seguramente responderíamos
que de las personas que las habitamos y las recorremos cada día prestándoles nuestro calor y nuestra
personalidad, como lo hacemos con nuestras casas. Y es que las calles son nuestra segunda casa, o
mejor dicho, parte de ella, ya que en la idea actual de la urbe, la arquitectura, el asfalto y el cemento
conviven con las emociones, las ideas, la creatividad, las ilusiones y los ritmos de la ciudadanía. Esa es
una de las razones por las que las cuidamos, las llenamos con nuestra actividad y las singularizamos
poniéndoles el nombre de personas a las que queremos honrar por su especial contribución a la mejo-
ra de nuestra vida y al progreso de la humanidad.

Desde ese punto de vista, un callejero no es solo una guía o mapa que radiografía las calles de una ciu-
dad para ayudarnos a transitarla, sino también una herramienta que nos permite conocer su idiosin-
crasia, su historia y sus valores, objetivo este que La Zaragoza de las mujeres cumple de sobras. Es
este un callejero “peculiar”, puesto que se propone destacar la importancia que tiene para nuestra
identidad mantener en los nombres de las calles la memoria de aquellas personas, hombres y muje-
res, que nos han ayudado a avanzar.

Hay que reconocer, sin embargo, que ese cometido no se ha venido adoptando desde un enfoque
imparcial y equitativo. Es más, una somera observación de los nombres de las calles de la ciudad de
Zaragoza nos puede llevar a pensar que las mujeres apenas hemos contribuido a la labor común, que
hemos sido poco creativas, poco generosas y poco trabajadoras puesto que hay una diferencia impor-
tante entre el número de calles que llevan nombre masculino y femenino. De hecho, de las 3.230 calles
que en 2016 están registradas en el callejero oficial, 1.463 llevan nombre de personas concretas y, de
estas, 1.234 tienen nombre de varón y 229 de mujer de las cuales 41 son santas. Del resto de los topó-
nimos (1.667) solo 142 están en femenino (oficios, monasterios, advocaciones de la Virgen...) ¿Será que
una vez más no se está haciendo justicia al peso y la presencia que las mujeres tienen y han tenido en
la historia y la sociedad?

De esta constatación han partido las autoras para realizar un excelente trabajo de recopilación e inves-
tigación que, por una parte, quiere llamarnos la atención sobre la cantidad de mujeres librepensantes,
que, habiendo realizado una contribución a la sociedad de calidad indudable y presentando una trayec-
toria modélica, siguen sin tener espacio en las calles de nuestra ciudad y, por otra, quiere hacernos
conocer la importancia de las mujeres que sí están nombradas en ellas.

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En este contexto hay que situar la elaboración de un callejero como este. Sus páginas nos ofrecen
una exhaustiva recopilación de las calles que en la ciudad llevan nombre de mujer, incluidas algunas
de las que en otro tiempo hubo y que hoy están desaparecidas. Con él descubrimos una Zaragoza
distinta, y nos aporta elementos para entenderla de otra manera pues, más que un callejero al uso,
La Zaragoza de las mujeres es además de una investigación histórica, un estudio urbano y una peque-
ña enciclopedia de mujeres realizada con el rigor propio de quien confía en que se extraerán unas
conclusiones acertadas de su lectura.

El primer capítulo delimita en clave histórica el concepto de urbe que se maneja a lo largo del
texto. En él se explica cómo surgieron los primeros nombres de las calles y cuál fue su origen
(asunto que, por cierto, no se empezó a estudiar hasta el siglo XIX), a la vez que nos descubre la
ligazón de la nomenclatura urbana con la vida cotidiana y con las actividades que a lo largo de los
siglos han realizado las mujeres; calles denominadas la Aguadora, la Pastora o la Camisera dan
buena cuenta de ello.

El capítulo “Biografías y calles”, núcleo del callejero, es en sí mismo un trabajo de índole enciclopé-
dica que recoge por orden alfabético las biografías de las mujeres, aragonesas o no, que dan nombre
a algunas calles de Zaragoza así como la historia de esos apelativos que aluden a profesiones, acti-
vidades o advocaciones femeninas y que desde antiguo forman parte del imaginario popular. Esta
información resulta tanto más útil en cuanto que permite rastrear los criterios de selección utiliza-
dos para poner determinados nombres a determinadas calles. Por ende, y puesto que las mujeres
elegidas son solo una pequeña muestra del caudal femenino existente (en este caso, son todas las
que están, pero no están todas las que son), el capítulo nos ilustra a la perfección sobre lo que a este
respecto falta por hacer.

También los Apéndices finales tienen un significativo valor pues de forma sencilla, pero no por eso
menos sólida, aportan una interesante reflexión de las relaciones socio-económico-ideológicas que
tienen lugar dentro del fenómeno urbano. Así, las listas de calles por distritos urbanos y sus corres-

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pondientes mapas nos van indicando cuál es el lugar otorgado a las mujeres célebres en la ciudad
y la fecha de la entrada en los sucesivos callejeros nos revela de golpe en qué etapas políticas se
nombró a más mujeres, a cuáles de ellas se eligió y cómo y por qué se llevó a cabo esa tarea. En ese
sentido cabe destacar que, a la luz de las dataciones, la mayoría de las nomenclaturas femeninas
han sido fruto de las acciones positivas llevadas a cabo en los últimos tiempos, hecho que nos da
cuenta de la importancia de estas acciones y que pone de manifiesto cómo la sociedad aún no es
capaz motu proprio de pagar la deuda contraída con las mujeres.

Por último, me gustaría poner de relieve el esfuerzo que se adivina tras la elaboración de esta obra.
A la vista del cuidado con el que está realizada, es fácil suponer que las autoras se habrán encon-
trado en su investigación con problemas de todo tipo; calles con el mismo nombre, nombres de
calles de origen popular en las que no consigue instalarse el nombre oficial y calles rebautizadas
una y otra vez según los acontecimientos políticos. También encontrar la biografía de algunas muje-
res ha tenido que resultar una ardua tarea dada la escasez de fuentes con las que contaban, pero
ellas han resuelto todos esos obstáculos de manera impecable, me consta que buscando barrio a
barrio, haciendo entrevistas a la vecindad y consultando documentación sin dejarse vencer por las
dificultades y sin escatimar tiempo ni trabajo.

El magnífico resultado final demuestra que este Callejero no es uno más, sino que se trata de una
excelente herramienta que además de ayudarnos a conocer mejor nuestra ciudad, nos revela una
parte de la trama humana que la atraviesa evidenciándonos que no hay aspecto, por irrelevante que
parezca, que se pueda obviar si realmente queremos conseguir un trato justo y una verdadera igual-
dad entre mujeres y hombres.

Pilar Laura Mateo

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Fuente de la Samaritana. Escultura de autor desconocido, fundida en 1866 en los talleres de Antonio Averly.
Estuvo en la plaza de la Seo hasta 1960, actualmente se encuentra en la plaza del Justicia.

1. El significado de los topónimos
y la memoria de las mujeres
En los nombres de las calles –topónimos urba-
nos- se conservan los nombres y la huella de
unas cuantas mujeres destacadas, no muchas,
que han logrado hacerse un espacio entre tantos
nombres de varones. Por otro lado, las escasas
mujeres que han sobrevivido al paso del tiempo
inmortalizadas en las placas de las calles se han
vuelto desconocidas por el mecanismo de la
designación toponímica.
La memoria de un topónimo, si no se recuerda su razón y
su origen, siempre es opaca, y muchas veces ciega, porque
pasa a designar a un nuevo referente –a la calle, en este
caso- y el significado original pierde su sentido, se fosiliza.
Para recuperar el significado original, en el caso de los
topónimos que proceden de nombres de personas –antro-
pónimos-, hay que recuperar las biografías y el contexto en
que pasaron a designar al nombre de lugar. Si en los estu-
dios toponímicos esta tarea no es fácil, a veces imposible,
porque se ha perdido la motivación original o se ha encu-
bierto con falsas leyendas, en el caso de las mujeres donde
la motivación original nunca estuvo clara, la reconstrucción
del proceso es mucho más difícil. Por ejemplo, en el caso
de la Bozada la documentación histórica nos ha permitido
identificarla con un antropónimo y con una mujer, pero
carecemos del contexto que motivó la denominación de las
calles Infantas y La Reina, por lo que sólo hemos podido lle-
gar a estos topónimos por suposiciones y aproximaciones.
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El caso de la calle de María Teresa resulta esclarece-
dor. La actual calle Escultor Salas, desde 1935 hasta
1943, se llamó de María Teresa. El nombre de una
mujer sin apellidos nos hacía pensar en una persona
noble y conocida en la ciudad, como fue la Infanta María
Teresa de Vallabriga, pero nos sorprendía que apare-
ciera en una barriada obrera y en un callejero republi-
cano. La razón es que cuando se denominó la calle el
nombre ya estaba fosilizado en un topónimo. En el siglo
XIX la Torre de la Infanta María Teresa era muy famosa
en la zona en la que después estuvo la calle. Cuando los
terrenos de la torre pasaron a manos de nuevos propie-
tarios se siguieron llamando de María Teresa, como la
antigua torre, porque las torres zaragozanas, como las
quintas romanas, llevaban nombres propios de muje-
res. Y, cuando se urbanizó esa parte del barrio, María
Teresa se había convertido en una desconocida por su
asociación al topónimo, es decir, por el mecanismo de
la designación toponímica.
Para reconstruir el contexto que ha motivado la deno-
minación de las calles hemos contrastado los calleje-
ros con estudios de calles y con estudios históricos.
En algún documento hemos observado algún error de
precisión histórica. Por ejemplo, según algunos auto-
res la calle de El Pilar desapareció en los años veinte,
pero Antonio Beltrán documenta bien la fecha de des-
aparición en 1954. En este caso, y en otros semejan-
tes, hacemos referencia a la documentación en que
nos hemos basado para fijar el contexto.
Y la mejor fuente de contextualización han sido las actas de
los plenos del Ayuntamiento y los expedientes de denomi-
nación, cuando hemos podido llegar a ellos, aunque los
expedientes tardan en llegar al callejero, y no todos llegan.
Si conocemos el acta del Ayuntamiento de 1940 en la que
se denominó la calle de Santa Quiteria, sabremos que Santa
Quiteria no está en el callejero ni por santa ni por mujer,
sino por una ermita de la provincia de Huesca: “donde se
escribieron páginas brillantes de heroísmo en la historia de
la Guerra Civil”. Y, si sabemos que el paseo Infantes de
España se puso en el mismo pleno del Ayuntamiento que la
plaza de la Reina Sofía, también sabremos que en ese topó-
nimo el término infantes se refiere a sus hijos, aunque sólo
uno sea varón y príncipe de Asturias.
2. Las biografías: mujeres conocidas,
poco conocidas y desconocidas
1. Las conocidas. Son mujeres que han sido muy bio-
grafiadas, pero casi siempre desde un punto de vista
androcéntrico. En estos casos hemos reducido las bio-
grafías a una dimensión apropiada para un callejero y
las hemos reescrito desde un punto de vista más inte-
gral. Hemos intentado poner de relieve aquellos
aspectos de su personalidad que la historia oficial
había silenciado o, simplemente, no había resaltado
suficientemente, precisamente por ser mujeres.
2. Las desconocidas. A las desconocidas de épocas ante-
riores hemos intentado acercarnos a través de docu-
mentaciones directas e indirectas, pero no siempre
hemos llegado a sus vidas: Mercedes en el Centro,
María Duce en San José, Doña Teodora Giménez en el
Arrabal y Teresa Gil en el barrio de San Pablo siguen
siendo nuestras grandes desconocidas. La falta de
documentación nos provoca dudas sobre las identida-
des de la Reina, Infantas, Dama, Marigaita, Mari Gil y
Margarita Peco.
Otras son desconocidas, o casi desconocidas, porque
han sido desplazadas por las figuras de los varones.
El barón consorte de Purroy tiene dedicada una calle
en el Barrio Oliver, en cambio nunca la tuvo su mujer,
la novena baronesa, y la calle dedicada a una antepa-
sada suya, a la sexta baronesa, desapareció.
Actualmente conocemos la biografía del barón con-
sorte José María Dara, pero se han desdibujado las
biografías de las baronesas titulares. La calle Leonor
de Castro existió en el siglo XVI, se suprimió en el XVII
para dedicarla a sus descendientes varones, “bailes”
de Aragón, se recuperó en el XVIII por la importancia
de su palacio, pero en ese mismo siglo fue sustituida
por el nombre de Antonio Gavín, Justicia de Aragón.
Hoy la calle y la figura de Leonor de Castro son casi
desconocidas. La calle de la Señora de Botorrita, casa-
da con Juan Fernández de Heredia, cambió su nombre
por el de Conde de Contamina, un descendiente de la
familia de su marido. Y, cuando en 1863 se unificó el
nombre de las calles que eran rectas o casi rectas, la
del Príncipe desplazó a la de las Infantas.
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Entre las desconocidas, constituyen un caso particular las
propietarias de terrenos. No hemos podido acceder a las
vidas de Plácida Angulo en la Bozada, Lorenza Duaso en
Garrapinillos, María Luisa Giner en Valdefierro, Rosa
Portolés en Montañana, porque sus nombres, que suelen
figurar con el nombre propio y un apellido, sólo constan en
expedientes legales o fiscales. Además, suponemos que,
dado el sistema de rotulación de las calles en los nuevos
ensanches, María Duce y Teodora Giménez podrían ser unas
propietarias de terrenos cuyos nombres sobrevivieron por
un tiempo.
Nos ha costado identificar a Gutiérrez de la Bozada, una pro-
pietaria de terrenos que dio nombre a una calle, hoy desapa-
recida, y a todo un barrio. De esta señora de la Bozada ni
siquiera conocemos el nombre propio, ya que en los docu-
mentos sólo aparecían sus dos apellidos, por lo que inicial-
mente se supuso que era un varón, y aparecía como el señor
Gutiérrez de la Bozada. Pero el caso de la Bozada no era
nuevo. En el siglo XVIII, la calle de Margarita Peco se llamaba
calle “del” (sic) Peco, como si estuviera dedicada a un varón.
3. Las poco conocidas. Son mujeres que han sido poco o mal
biografiadas. En este apartado merecen una mención espe-
cial las mujeres de hombres famosos. Francisca Bayeu fue
la mujer de Goya, Silveria Fañanás la de Ramón y Cajal,
Catalina Salazar la de Cervantes, Isabel Ram la de
Berenguer Bardají, Justicia de Aragón, Leonor de Castro la
de Francisco de Gurrea, gobernador de Aragón, y la Señora
de Botorrita la del Señor de Botorrita. En la documentación,
sus vidas son meros apéndices de las de sus maridos, esbo-
zos que sirven para ilustrar y completar el panorama fami-
liar del varón célebre. A partir de unos datos, escasos y
diseminados en las biografías masculinas, hemos intentado
hacer unas biografías más completas, no necesariamente
más extensas, para acercarnos a su perfil de mujeres.
Poco conocidas y mal biografiadas han sido las profesiona-
les de los barrios. A estas mujeres, generalmente trabajado-
ras de “a pie”, hemos intentado llegar con la información de
familiares, personas allegadas, juntas vecinales, asociacio-
nes de barrios y centros de la tercera edad. A pesar de nues-
tro interés, no hemos obtenido suficientes datos para las
biografías de Dorotea Arnal, comadrona de Casetas, y
Águeda Centenera, maestra de Garrapinillos. En cambio sí
que hemos llegado a las de las maestras Manolita
Marco y Pilar Figueras en Juslibol, María Teresa Giral
en Montañana, Matilde Sangüesa en el Arrabal y
Agustina Rodríguez en Santa Isabel. También hemos
reconstruido la biografía de Teresa Sarrato, enfermera
visitadora en la Bozada y la de María del Carmen
Soldevila, asistenta social en el Barrio Oliver. La profe-
sora Pilar Lapuente, del barrio de Santa Isabel, ha
redactado su propia biografía. Con nuestras biografías
hemos querido contribuir al homenaje que ya les rin-
dieron sus familiares, amigos y vecinos cuando solicita-
ron que sus nombres rotularan las calles de los barrios
en los que habían dejado honda memoria.
3. El contexto: la historia de las calles
La costumbre de dar nombre a las calles empezó a des-
arrollarse a partir de la segunda mitad del siglo XV. En la
Edad Media los nombres eran descriptivos, funcionales o
genéricos. Las calles, conocidas con varias denominaciones,
tenían nombres de gremios, de propietarios y de referencias
espaciales. De esta época sólo hemos documentado con
nombre y apellido a Teresa Gil. En los siglos siguientes se
cambiaron algunos nombres, se añadieron otros, se dejaron
de usar algunos de los que tenía una misma calle y muchos
callizos se englobaron en las calles principales. El nombre
de Teresa Gil se sustituyó por Castellana, o comienzo del
camino que llevaba a Castilla. Este nombre descriptivo, de
referencia espacial, resultaba más funcional para los gana-
deros de la Mesta.
La rotulación se normalizó con el callejero de 1863, a partir
del cual, las calles fueron un lugar privilegiado para contar
la historia general, y la historia local, así como para con-
servar la memoria de sus protagonistas. A su vez, los
acontecimientos y los personajes que figuran en ellas
nos permiten conocer episodios de la historia, tenden-
cias políticas de los equipos de gobierno, movimientos
sociales y, en el caso de calles con nombres de mujeres,
la relevancia que se les otorgó en determinados momen-
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tos históricos. Por otra parte, la historia y el trazado de
las antiguas calles y caminos explica parte de la morfo-
logía actual de la ciudad.
En el callejero de Zaragoza se exaltan los orígenes del
reino de Aragón y su expansión. Ligadas a esos
momentos aparecen la reina Petronila y las reinas con-
sortes, Ermesinda de Aragón, Felicia, Inés de Poitiers,
Constanza de Sicilia y Violante de Hungría, que fueron
piezas clave de una política de alianzas matrimoniales
mantenida en la Corona de Aragón.
Con los rótulos de las calles podemos reconstruir casi todo
el proceso del Compromiso de Caspe, acontecimiento tras-
cendental en el devenir del reino de Aragón. Aunque en
menor proporción que los hombres, figuran mujeres impor-
tantes en la trama de este episodio: María de Luna, Leonor
de Aragón, Yolanda de Bar e Isabel Ram. También están pre-
sentes doña Blanca de Navarra y las infantas de la nueva
dinastía salida de Caspe, María de Aragón y Leonor de
Aragón. Todas ellas fueron mujeres con un gran protagonis-
mo en una complicada red de relaciones políticas y
familiares de la realeza aragonesa. En este contexto
urbano, las antiguas calles de Infantes e Infantas, al
margen de su origen, nos evocan, con facilidad, a los
legendarios Infantes e Infantas de Aragón, hijos de
Fernando de Antequera, que tan famosos se hicieron en
la literatura y en las leyendas del pueblo.
Los Sitios de Zaragoza están recogidos con tal profusión que
podemos hablar de un Callejero de los Sitios. Zaragoza quiso
mantener viva la heroicidad de sus gentes y se apresu-
ró a rotular las calles con gestas y héroes que las
recordaran. De hecho, las heroínas de los Sitios fueron
las primeras mujeres que entraron a formar parte del
callejero con nombre y apellidos.
Se remodeló y se transformó el paisaje urbano de Zaragoza
como consecuencia de la destrucción de la ciudad en la
Guerra de la Independencia y de las desamortizaciones.
Desapareció el cinturón de propiedades religiosas que difi-
cultaba la expansión de la ciudad y se urbanizaron espacios
interiores ocupados por los edificios conventuales y sus
anexos. Abundantes conventos y huertas pasaron a manos
de nuevos propietarios que dieron nuevo uso a los edificios
y, con el tiempo, se urbanizaron los terrenos. Como conse-
cuencia de la desamortización desapareció el convento de
las Vírgenes por falta de número, las Descalzas fueron
trasladadas a las Fecetas y las dominicas de Santa Fe al
convento de Santa Inés. Una parte del convento de las
Franciscanas de Altabás se convirtió en la Posada Nueva
de Altabás, en terrenos de las mismas monjas se contruyó
la estación del Norte y en los terrenos del convento de
Nuestra Señora de Jesús nació el barrio de Jesús.
Las inscripciones dedicadas a Isabel II y a su madre en
un monumento junto al río Huerva, la calle y la plaza de
Isabel II, la asociación de la antigua calle de La Reina
con Isabel II, la fuente de la Princesa, la calle y la plaza
de la Princesa reflejan el ambiente isabelino de la
Zaragoza decimonónica.
La concepción imperialista y católica de la España fran-
quista le concedió una calle importante a Isabel la
Católica. También le dedicó una calle a Germana de
Foix, la segunda mujer de Fernando el Católico y, junto
a ellas, a varias abadesas y a un gran número de san-
tas. Con los cambios de ubicación de Santa Teresa
seguimos la historia del Convento de los Carmelitas y
las intenciones del régimen franquista que buscaba
para la santa una calle en un barrio más céntrico que el
de las Delicias. Para exaltar las gestas de la Guerra Civil
se cambiaron nombres que se habían puesto durante la
II República. El nombre de Niceto Alcalá Zamora fue
sustituido por el del Santuario de Nuestra Señora de la
Cabeza, el del periodista republicano José Nakens por
Santa Quiteria y la de los Capitanes Galán y García
Hernández por Marina Moreno.
Los nombres de las calles también fueron reflejo de
algunas actividades cotidianas de las mujeres, quienes,
como los hombres, fueron propietarias y regentaron
mesones, corrales y hornos. Los mesones están bien
documentados en la toponimia zaragozana. Eran sim-
ples posadas o casas de beneficencia privadas que
daban hospedaje gratis a los transeúntes durante dos o
tres días, como el de Mosén Francho en la calle de los
Mesones. Fueron mesones famosos el de la Alfóndiga,
el del Caballo, el de la Campana, el de la Cruz, el del
Gallo, el de la Rabosa, el de Benito, el de Mancurro, el
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de San Jerónimo (hoy posada), el del Ángel. (Cfr. Ansón
Calvo: 19-20). Unas veces el mesón daba nombre a la
calle, como sucedió en la calle de los Mesones o en la
calle del Mesón de la Dama. Otras veces era al revés, el
mesón tomaba el nombre de la calle. El Mesón de las
Doncellas se llamaba así por estar en la calle de las
Doncellas y el Mesón de la Galera por estar en la calle
de la Galera.
Los corrales eran lugares industriales que daban nom-
bre a las calles en los que estaban ubicados. En la calle
Marigaita estaba el corral de la Marigaita, donde se fun-
dió la campana de la Torrenueva que pesaba 220 quin-
tales. Pero también el corral podía tomar el nombre
de la calle. En el siglo XV fue famoso el de los
Pelliceros, en el Coso de los Pelliceros, “cuya indus-
tria debía ser poco grata para la vecindad, que esqui-
vaba la zona”. (Cfr. Falcón: 82). La campana Valera se
vació en el corral de las Eras de la Puerta del Sol y la
de San Pablo en el corral del Portillo. (Cfr. San
Vicente: 212 y 307). En el siglo XVII, en el callizo del
Infierno estaban el corral de Infierno y el corral de
Artillería. (Cfr. Ansón Calvo: 22).
Los hornos han sido un referente frecuente para la denomi-
nación de calles. En el siglo XV existían la calle del Forno
de [Margarita] Peco, el callizo del Forno del Hospital, el
callizo del Forno del Salvaje, callizo del Forno de Tarba,
nombre antiguo de la ciudad francesa de Tarbes. (Cfr.
Falcón, 1981), y el apellido de un antiguo linaje arago-
nés. En el callejero de 1863 desaparecieron cuatro
calles que llevaban el popular nombre de horno, la del
Horno (en el Arrabal), la del Horno de la Munición (hoy
Zurita), la del Horno de Rincón (pasó a ser León) y la del
Horno de Santa Cruz (hoy Santa Cruz).
En el siglo XIX, la burguesía, siguiendo la tradición de la
nobleza del Antiguo Régimen, construyó abundantes
casas de recreo con nombres de mujer, inspirados en
los de las villas o quintas romanas, como La Quinta
Julieta y La Perfumista. También las torres o casas de
campo solían llevar nombres de mujeres relacionadas
con las familias de los propietarios, como Torre
Condesa, Torre de la Señora Infanta, Torre del Rosario,
Torre Genoveva y Torre Ramona.
La presencia de nombres de mujeres en la expansión de
los barrios de la Cartuja Baja, Montañana y Santa Isabel
nos hace pensar en unas juntas de gobierno municipales
muy sensibilizadas con la acción positiva. Y el barrio de
la Bozada, sensibilizado con el pacifismo, el feminismo y
la acción social, eligió para sus calles los nombres de
Marianela García Villas, Las Madres de la Plaza de Mayo
y Teresa Sarrato.
Carmen Soldevila y Teresa Sarrato representan la importante
labor social de las asistentes sociales y enfermeras visitadoras.
Hasta la creación del cuerpo de enfermeras en 1915, la enfer-
mería fue atendida por las congregaciones religiosas. En la
Guerra de la Independencia , la Junta de Zaragoza enco-
mendó a las Hermanas de la Caridad de Santa Ana el
Hospital de Nuestra Señora de Gracia. En 1919 se creó un
Comité de Enfermeras Domiciliarias para visitar hogares
necesitados y para divulgar las prácticas de higiene, que
fueron las precursoras de las “Enfermeras Visitadoras
Sanitarias” (1933). En 1929, la Cruz Roja ya había elabora-
do un reglamento para sus enfermeras visitadoras. Estas
enfermeras, conocidas como “misioneras de la higiene”,
cumplieron una extraordinaria labor social hasta que se
crearon los Centros de Salud (Reforma Sanitaria de 1986).
La denominación de una zona del Actur con nombres de
mujeres feministas reveló la voluntad de acción positiva de
los primeros ayuntamientos democráticos. Con los nuevos
nombres se recuperó la memoria de la “Asociación Nacional
de Mujeres Españolas”, una importante institución feminista
fundada en 1918 por María Espinosa. La ANME reivindicó los
derechos de las mujeres y defendió el sufragio femenino con
la revista Mundo Femenino y con la organización de múltiples
actividades. En su seno nacieron la “Juventud Universitaria
Femenina” y el “Consejo Supremo Feminista de España”.
Pertenecieron a la ANME Clara Campoamor, Victoria Kent y
María de Maeztu.
Por otro lado, la historia de las calles nos permite conocer la con-
figuración urbana. Algunas calles de antigua denominación, con-
servadas en el censo de 1723 y en el plano de 1769, cambiaron el
nombre en el siglo XIX pero conservan el antiguo trazado, como
puede apreciarse en la calle de Casta Álvarez (antigua Hilarza), en
la de Boggiero (antigua Teresa Gil), y en la de Agustina de Aragón
(antigua calle Barrio Curto).
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La pervivencia de antiguos nombres, relacionados con los
trazados de viejos caminos y acequias, explica algunas
actuaciones urbanísticas aparentemente caóticas. Por ejem-
plo, se conservan el camino de la Mosquetera y el del
Sábado, uno de cuyos tramos se ha convertido en la calle de
Genoveva Torres. La calle de doña Blanca de Navarra sigue
el trazado de un camino que separaba parcelas y la calle de
Santa Teresita discurre por una antigua acequia.
4. Monasterios, conventos y beaterios
Los monasterios, conventos y beaterios tuvieron gran impor-
tancia en la configuración urbanística de la ciudad. Según la
RAE son edificios en los que vive una comunidad. Los
monasterios normalmente están fuera de la ciudad, y los
conventos y beaterios en el recinto urbano.
En nuestra relación incluimos todos los monasterios y
conventos, de frailes y monjas, que están denominados
bajo una advocación femenina, aunque, a veces, el nombre
femenino no aparezca en el topónimo porque se ha produ-
cido una elipsis. Los hemos seleccionado porque hacen
referencia a la Virgen y a las santas, modelos católicos de
mujeres, y porque sus advocaciones han originado nom-
bres de mujeres. Además, incluimos todos los de monjas,
aunque no tengan denominación femenina, porque impli-
can actividades de mujeres.
Los monasterios fundados lejos de las ciudades son más
antiguos que los conventos y beaterios urbanos, pero su
incorporación al callejero fue más tardía y recibió un trata-
miento toponímico diferente. En cambio, los monasterios
situados fuera de la muralla romana, extramuros, se incor-
poraron pronto a la vida urbana y fueron denominados como
los conventos y beaterios.
Las calles procedentes de monasterios extramuros, de con-
ventos y beaterios urbanos no llevan la entrada “monasterio
de”, “convento de” y “beaterio de” porque desde el principio
se denominaron directamente con el nombre con que eran
conocidos en la ciudad. A ellas debían su nombre las calles
Las Descalzas, Las Fecetas, Recogidas, Santa Catalina,
Santa Fe, Santa Inés, Santa Lucía, Santa Mónica, Santa Rosa,
Sepulcro y Vírgenes.
Las calles que comienzan por “monasterio de” son más tar-
días, casi todas fueron denominadas durante el franquismo,
y no deben su nombre a la ubicación de los monasterios en
la ciudad. Unas se refieren a monasterios zaragozanos y
otras a monasterios de fuera de Zaragoza.
Cuando se retomó el nombre de un antiguo monasterio zarago-
zano para nombrar a una calle nueva que estaba lejos del
monasterio antiguo, se produjo un “doblete toponímico” entre la
calle antigua, cercana al monasterio, y la nueva. De esta forma
las calles antiguas de Las Descalzas, Monserrate, Santa
Catalina, Santa Clara y Santa Lucía forman un “doblete” con las
nuevas Monasterio de las Descalzas Reales, Monasterio de
Montserrat, Monasterio de Santa Catalina, Monasterio de Santa
Clara y Monasterio de Santa Lucía.
Las calles dedicadas a monasterios no zaragozanos comien-
zan todas por “monasterio de” y están repartidas por los
barrios. La mayoría en el barrio de las Fuentes, porque, cuan-
do se urbanizó el barrio, se decidió que las calles de un sector
llevarían nombres de monasterios. Como consecuencia, hay
veinticuatro calles dedicadas a monasterios de advocación
femenina en las Fuentes, tres en San José, dos en el Arrabal,
dos en Valdefierro y una en Torrero. La única calle dedicada a
un monasterio de advocación femenina en el barrio de
Torrero, cuyo nombre para algunos procede de Miguel de
Torrero, propietario de Luna (Zaragoza), es la del Monasterio
de Nuestra Señora de Monlora, de Luna, al que estaba muy
vinculada la familia Torrero.
En las calles que comienzan por “monasterio de” se
está originando un nuevo cambio toponímico de elipsis
por “acortamiento”. En unas se produce el acortamien-
to de la advocación religiosa, que no aparece en el
nombre de la calle, y en otras se está suprimiendo la
entrada “monasterio de”.
En el primer caso, el nombre se queda reducido al nombre
del monasterio, como sucede con las calles Monasterio de
Alahón, de Guayente, de la Rábida, de Leyre, de la Oliva, de
Obarra, de Piedra, de Poblet, de Roncesvalles, de Rueda, de
Samos, de Sigena, de Veruela. Pero, si el monasterio estaba
dedicado a “Nuestra Señora de” se prescinde de la entrada
“monasterio de” y la calle pasa a la lista de calles dedicadas
a Nuestra Señora, que no proceden todas de monasterios.
23
Por ejemplo, en unos callejeros encontramos la calle del
Monasterio de Nuestra Señora los Ángeles y en otros la calle
Nuestra Señora de los Ángeles y lo mismo sucede con la calle
Monasterio de Nuestra Señora de Monlora o calle de Nuestra
Señora de Monlora.
Monasterios. Las fundaciones monásticas fueron un ele-
mento clave en la evolución histórica de Aragón, porque,
además de canalizar la vida espiritual controlaban la activi-
dad económica de su entorno. Los reyes aragoneses los con-
virtieron en importantes instrumentos políticos, como
enclaves fronterizos contra los enemigos, como activadores
de repoblación y como soluciones a problemas personales,
unas veces de dote y otras de sucesión dinástica. Los de las
órdenes militares, acordes con el espíritu de cruzada de la
Reconquista, fueron protegidos por los reyes de Aragón,
sobre todo a partir del polémico testamento de Alfonso I, el
Batallador, que les dejaba el reino en heredad.
La fundación de monasterios femeninos era una forma de
mecenazgo, una tarea de reyes, nobles y burgueses que cre-
aban empresas familiares para la educación y colocación de
mujeres de la familia. Así pues, los monasterios femeninos
resultaron altamente elitistas, generalmente para mujeres
de la nobleza que podían pagar la dote que se exigía. Los de
monjas cistercienses y benedictinas adoptaron las reglas
masculinas feminizando el texto. La Orden del Císter, cuyas
abadesas gozaron de gran poder, fue una de las más presti-
giadas entre las hijas de la familia real y la aristocracia. Inés
de Poitiers se retiró al Monasterio de Fontevrault (Francia) el
primer monasterio femenino cisterciense, fundado en 1098,
que sólo admitía a mujeres nobles y de familia real, y Teresa
Gil de Vidaurre al monasterio cisterciense de la Zaída que
ella había fundado en 1265, extramuros de Valencia. Ana
Abarca de Bolea y la nieta de la Señora de Botorrita fueron
abadesas de Monasterio de Casbas (Huesca).
La situación cambió a partir de la Baja Edad Media con la
fundación de monasterios urbanos para las mujeres de la
casa real y de la nobleza y con la aparición de las órdenes
mendicantes. En el monasterio de las Canonesas del Santo
Sepulcro, fundado en 1300, ingresaron las mujeres de las
familias más nobles de Zaragoza y en 1584 llegaron a
Zaragoza las monjas del convento cisterciense de Santa
Lucía. Las nuevas órdenes mendicantes de dominicas y
clarisas compaginaron el origen encumbrado de sus
prioras con una gran labor social y tuvieron gran presti-
gio en la casa real aragonesa. En 1234 doña Ermisenda
de las Cellas, tía de doña Teresa Gil de Vidaurre, fundó el
Monasterio de Clarisas de Santa Catalina y en 1300 la
reina doña Blanca fundó el Monasterio de Dominicas de
Santa Inés.
Con la evolución del espacio urbano de Zaragoza, los
monasterios que estaban fuera de la muralla romana se
fueron incorporando al recinto ciudadano porque “estas
fundaciones eran el medio más adecuado, según las cos-
tumbres dominantes, para conseguir la urbanización de
los barrios deshabitados más distantes del centro de la
vida social: santificaban los lugares circunvecinos y les
daban paz y seguridad” (Ximénez de Embún, I: 111).
Cuando se construyó la muralla de ladrillo, en el siglo
XIV, los monasterios de Santa Catalina y Santa Inés que
habían sido fundados extramuros pasaron a ser intra-
muros y el nombre de monasterio se fue sustituyendo
por el de convento.
Conventos. En la Edad Media convento significaba asamblea
o reunión de una comunidad religiosa o clerical. Pero su
denominación, poco a poco, se fue reservando para las
casas urbanas donde vivían religiosas, o religiosos, bajo una
regla monástica, para las casas de las órdenes mendicantes,
para las sedes de las congregaciones religiosas surgidas a
partir del Concilio de Trento y para los beaterios convertidos
en conventos.
Los conventos de franciscanas y dominicas aparecieron
pronto en el panorama urbano, ya que los franciscanos y
los dominicos, desde sus orígenes, contemplaron la exis-
tencia de ramas femeninas, acogidas a la Segunda
Orden, paralelas a las masculinas, regidas por la
Primera Orden. Además, Santa Clara una monja francis-
cana de la Segunda Orden, en 1253, redactó una regla
para las monjas con la que se creó la Orden de Santa
Clara o de monjas clarisas, a la que se acogieron las
franciscanas que estaban en Zaragoza desde 1234.
En 1298, con la Decretal Periculoso del Papa Bonifacio VIII se
impuso la clausura femenina y se prohibió salir de los
monasterios a las monjas de todas las órdenes religiosas. A
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partir del Concilio de Trento (1545-1563) la clausura fue obli-
gatoria y más rigurosa. Como consecuencia del rigor de la
clausura que dificultaba la vida mendicante e impedía que
las monjas realizaran una vida activa fuera del convento,
surgieron nuevas congregaciones religiosas femeninas regi-
das por constituciones, cuyas sedes se conocieron con el
nombre de conventos.
Beaterios. En el siglo XII aparecieron en el norte de
Francia, Bélgica y Alemania las beguinas, que en España
se llamaron beatas. Los beaterios eran casas urbanas en
las que vivían en comunidad grupos de mujeres que no
cumplían los requisitos exigidos para entrar en un con-
vento porque no podían pagarse ni el hábito ni la dote, o
eran viudas, o no eran nobles. Hacían voto de castidad,
pero podían dejar la comunidad para casarse. Los beate-
rios solían estar en casas cercanas a los templos y eran
una especie de conventos sin reglas monásticas especí-
ficas. Estos conventos de segunda categoría, muy nume-
rosos en la Edad Media, tuvieron una gran aceptación
popular y cumplieron una importante función social.
También eran beaterios las casas de “arrepentidas”, de
“recogidas” o de la “penitencia” en las que se recogía a muje-
res de conducta reprobable o que habían cometido adulterio.
En Zaragoza era costumbre en Semana Santa recoger
a las mujeres mundanas en apartamentos del Hospital
de Nuestra Señora de Gracia. En la actual calle
Boggiero estuvo la casa de la Penitencia, primero cár-
cel de la Inquisición y más tarde albergue para muje-
res de mala reputación. En el siglo XIX, en el palacio de
San Juan de los Panetes estuvo el asilo [sic. beaterio]
de las Arrepentidas creado por la vizcondesa de
Jorbalán. En Granada, Mariana Pineda pasó sus últi-
mos días de cárcel en el beaterio de las Arrecogías de
Santa María la Egipciaca.
En el IV Concilio de Letrán, 1215, se decidió que todas las
comunidades de nueva aparición tendrían que asumir
una de las reglas monásticas ya existentes y se descon-
fió de las comunidades que no estuvieran controladas
por la iglesia. En el Concilio de Vienne, 1311, se obligó a
las beguinas, y beatas, a ingresar en alguna orden
monástica. A partir de entonces los beaterios se acogie-
ron a las reglas monásticas, generalmente a la Tercera
Orden, que era apropiada para las monjas seglares. A
raíz del Concilio de Trento (1545-1563), que no recono-
ció como religiosas a las beatas que no siguieran una
orden monástica, los beaterios se transformaron en
conventos canónicos.
Los beaterios creados a partir del siglo XVI se solían lla-
mar conventos y surgían, bajo una advocación religiosa,
al amparo de alguna orden monástica o de alguna nueva
congregación. En Zaragoza estaban repartidos dentro
del recinto urbano, a ellos debían su nombre calles como
Beatas, Recogidas y Vírgenes.
En la urbanización de Zaragoza constituyeron un caso
particular los conventos y beaterios del barrio de la
Morería, porque tras la conversión obligada de los moris-
cos en 1526, de forma paulatina, la “morería cerrada” fue
ocupada por cristianos viejos y por enclaves religiosos.
Allí se establecieron el beaterio de Santa Fe, (1553), el
beaterio de las Recogidas, (1583) y el convento de las
Descalzas de San José (1588).
A partir del siglo XVI, las organizaciones seglares dedi-
cadas a la enseñanza de niñas y a recoger niños aban-
donados adoptaron la forma de beaterios que se
acogían a las “constituciones” de las congregaciones.
De este tipo de beaterios surgieron la Compañía de
María, las Ursulinas y las Hijas de la Caridad. La calle
de las Beatas fue cambiando su nombre por el la
Enseñanza, cuando el beaterio de las Hijas de María,
fundado en 1697, se constituyó en el convento de la
Compañía de María o de la Madres de la Enseñanza,
cuyo edificio se construyó en 1744, desaparecido al
abrir la calle de San Vicente de Paúl.
Los beaterios también se llamaron “emparedamientos”
o “eremitorios”, pero estos términos, en realidad, se
referían a las celdas individuales en las que se retira-
ban las mujeres para dedicarse a la vida ascética.
Aunque esta práctica, común a hombres y mujeres,
había existido en la antigüedad, se desarrolló nueva-
mente en zonas urbanas, en el siglo XIII, con un impor-
tante protagonismo femenino. Como las celdas solían
estar tapiadas, las mujeres que vivían en ellas eran
conocidas como las “emparedadas” o “muradas”.
25
5. El espacio urbano
La aparición de los nombres de mujeres está relacionada
con los cambios en el espacio urbano y con la manera de
configurarse la morfología de la ciudad. Hasta el siglo XX
Zaragoza presentaba un caótico trazado medieval que ape-
nas rebasaba el círculo de la ciudad romana, en cuyo interior
todavía quedaban zonas por urbanizar, sobre todo en los
barrios que habían surgido entre las murallas romanas y el
muro de ladrillo del siglo XIV, en los que tenían sus principa-
les propiedades los enclaves religiosos. Además, la
inmovilidad de una sociedad en la que la iglesia poseía la
mayor parte del espacio urbano, una nobleza aragonesa
en decadencia que había abandonado sus casas de la
ciudad, los daños producidos por la Guerra de la
Independencia y los efectos del régimen absolutista con-
dujeron a un lento desarrollo urbano en el que los nom-
bres de las mujeres tenían poca cabida.
Desde antes del siglo XIX los antiguos monasterios, con-
ventos y beaterios iban dejando sus huellas en el callejero.
Beatas, Carmen, Las Fecetas, Monjas, Santa Catalina,
Santa Fe, Santa Inés, Santa Engracia, Santa Lucía, Santa
Mónica, Recogidas, Sepulcro y Vírgenes son nombres de
instituciones conventuales. En cambio, cuando la nobleza
abandonaba sus casas se iban perdiendo los nombres de
las calles en las que habían estado sus residencias,
como sucedió con la calle de la Baronesa de Purroy, con
la de Leonor de Castro y con la de la Señora de Botorrita.
También se perdió el nombre de la torre del Duque, per-
teneciente a los duques de Villahermosa. La actual calle
Duquesa de Villahermosa se debe a la condición de hero-
ína de doña María Manuela de Pignatelli y no a su condi-
ción de duquesa.
Las reformas urbanas más importantes comenzaron en la
Zaragoza isabelina y se produjeron en tres fases principales.
La primera, reflejada en el callejero de 1863, afectó al casco
urbano tradicional y a los ensanches dentro de la ciudad. A
pesar de que entraron muchos nombres nuevos sólo se
denominaron cuatro calles con nombres propios de heroí-
nas de los Sitios, Casta Álvarez, Agustina de Aragón,
Condesa de Bureta y Manuela Sancho, y se dedicó una plaza
a la reina Isabel II.
La segunda fase fue la del ensanche burgués de finales del
siglo XIX y principios del XX. En esta fase llama la
atención la falta de un verdadero plan de ensanche
hasta la aparición del anteproyecto de Dionisio
Casañal (1904-1906), supervisado por Ricardo
Magdalena, que ordenaba el crecimiento de la ciu-
dad hacia el sur. Este ensanche serviría de enlace
con los barrios periféricos que se iban configuran-
do desde finales del siglo XIX. En las nuevas calles
del ensanche aparecieron los nombres de la Reina
Cristina, María Agustín y las Damas. También se
dedicó una avenida a la Reina Victoria, que no llegó
a ser oficial. Unos años más tarde se cambio el
nombre de la calle Nueva del Ensanche por el de
María Lostal.
La tercera fase, que se produjo a lo largo del siglo XX, se
caracterizó por la expansión urbana hacia el extrarradio
y por las nuevas parcelaciones de terrenos en las que los
vendedores se organizaron en juntas. A pesar del
aumento de calles, fueron muy pocas las dedicadas a
mujeres como reflejaron el callejero republicano y los
callejeros franquistas.
En 1931 había 352 calles oficiales o públicas y 385 par-
ticulares cuya nomenclatura no consta en expediente.
(Cfr. Butera: 41). Las calles particulares dependientes
de los propietarios de terrenos recibieron un tratamien-
to singular. Las Juntas de Propietarios establecían los
deberes y obligaciones de los nuevos propietarios para
los usos del agua, los caminos y la tierra en común. Así
surgieron las barriadas, urbanizaciones privadas, con
calles también privadas, al margen del Ayuntamiento,
en las que los propietarios parcelaron los terrenos,
establecieron los servicios básicos, diseñaron la red
urbana y pusieron el nombre de las calles. La nueva
barriada y las calles principales solían recibir los nom-
bres con los que estaban registradas las fincas. En el
registro figuraban con un nombre propio y un apellido o
con dos apellidos sin nombre. En este caso se ocultaba
el género de los propietarios y sistemáticamente se
atribuía a varones, como sucedió con Gutiérrez de la
Bozada. Si había que denominar varias calles en una
misma barriada elegían los nombres los propietarios, a
veces, de acuerdo con los nuevos vecinos, y con crite-
rios muy variables.
26
En la II República el Ayuntamiento negoció con los
representantes de los barrios parcelarios para asumir
la municipalización de servicios, pero esta no se hizo
efectiva hasta las Ordenanzas de 1940. Cuando el
Ayuntamiento se hizo cargo de estas parcelaciones,
unas veces respetó los nombres que habían puesto
los propietarios, sobre todo si se habían hecho popu-
lares, como en el caso de la Bozada, y otras los cam-
bió, como en el caso de las calles dedicadas a las
propietarias Plácida Angulo y María Luisa Giner. En
este contexto resulta difícil la identificación de
Mercedes, María Duce y Doña Teodora Giménez (o
Teresa Giménez) por la condición particular de las
calles que llevaban sus nombres. En los barrios
rurales todavía se conservan calles con nombres de
propietarios de fincas, Lorenza Duaso en
Garrapinillos, y de dueños de caminos de herederos,
como el de Rosa Portolés en Montañana.
Por otro lado, las calles de los barrios rurales no
entraron en el nomenclátor del Ayuntamiento de
Zaragoza hasta el final del siglo XX y todavía no están
todas incluidas. Así pues, cuando algunas calles de
estos barrios aparecieron en los callejeros como nue-
vas podían llevar años rotuladas. En cambio, algunas
que ya habían sido nombradas o propuestas antes de
entrar en el nomenclátor del Ayuntamiento todavía no
figuran y otras han sufrido variaciones. Por ejemplo,
las calles dedicadas a mujeres canarias que figuraban
en la lista de calles de Montañana no aparecen ni
están rotuladas. Y la calle de La Velillanas de Juslibol
se ha convertido en Velillana, quizá por un eufemismo,
como ya había sucedido en el siglo XIX con el cambio
de la calle de Las Urreas por Urrea.
En las nuevas calles las mujeres iban conquistando el
espacio público con grandes dificultades, dependiendo
siempre de las políticas nacionales y municipales. Los
nuevos barrios fueron los más receptivos con las polí-
ticas de igualdad y con las medidas de acción positiva.
6. Las Reales Órdenes
y el callejero de 1863
Las Reales Órdenes de 1846, 1848, 1858, 1860 y 1861, que
prescribían una serie de medidas para la nueva ordenación
urbana en toda España, cristalizaron en 1863 en el que
podemos considerar el primer callejero de Zaragoza:
Descripción de las calles, plazas, plazuelas, puertas y pase-
os de la ciudad de Zaragoza, con expresión de sus actuales
límites y de sus denominaciones antigua y moderna. Las
Reales Órdenes tuvieron una rápida acogida en una
Zaragoza que en esos momentos se estaba recuperando
de los desastres de la guerra y ayudaron a poner orden
en el caos urbano, heredero de la estructura medieval y
acrecentado por las consecuencias de una guerra que
había dejado la ciudad prácticamente en ruinas.
En la Real Orden de 1846 se estableció que todas las poblaciones
importantes del Estado redactaran un plano más geométrico. En
1848 la obligación se extendió a todas las capitales de provincia. En
Zaragoza, para definir con exactitud el espacio urbano, estos planos
afectaban sólo a la ciudad intramuros, no a los arrabales. En 1857 el
Ayuntamiento de Zaragoza decidió rectificar algunas calles y darles
una alineación uniforme con nombre único. En 1860 el arquitecto
municipal José de Yarza Miñana confeccionó el plano geométrico.
(Cfr. Yeste, 1998). La Real Orden de 1858 obligaba a la rotulación y
numeración de calles y plazas.
El callejero de 1863 reflejaba el cambio del trazado de muchas calles
para adaptar la fisonomía de la ciudad al nuevo plano de Yarza. El
nuevo trazado se organizaba en torno a tres grandes calles transver-
sales, la calle Mayor (prolongada) la calle Torre Nueva y el Coso (uni-
ficando sus diferentes nombres), y a tres perpendiculares, la recién
nombrada de Don Jaime I (antes Cuchillería, Virgen del Rosario, Baja
de San Pedro y San Gil) y dos nuevas, en proyecto, la calle Alfonso I y
la calle San Vicente de Paul. Se dio una numeración moderna a las
casas, se estableció la categoría de las vías públicas y se modificaron
los nombres de muchos topónimos urbanos. Para la nueva denomi-
nación de calles se tuvieron en cuenta los siguientes criterios:
Refundir en un solo nombre los distintos tramos de una calle
recta o casi recta. En esta refundición se perdieron nombres de
mujeres, como Infantas, Concepción, Monjas, Recogidas, Santa
María la Mayor y Virgen del Rosario, entre otras.
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Fragmentar las calles articuladas por los recodos. La calle de la
Condesa de Bureta fue el resultado de la fragmentación de la calle
Morata y de la unión de un fragmento de la calle Morata con la calle
de Antón Trillo, cuyo nombre se reservó para la subida, que se con-
virtió en calle, evitando así la repetición de Antón Trillo.
Unificar las denominaciones. Las calles que tenían varios nombres
conservaron solo uno, elegido por su antigüedad o por su populari-
dad. Pero si se consideraba que no era relevante se cambiaba por
otro nuevo. Por ejemplo, el nombre de la calle de las Fecetas des-
apareció por su falta de relevancia. La popular calle de las Urreas se
convirtió en Urrea para dar un trato más digno a una familia conocida
por sus insignes varones. La calle de Marigaita, llamada también del
Río, perdió el nombre popular de Marigaita.
Evitar la repetición de nombres. Y se dio el caso de que un nombre
repetido, como el de Santa Fe, desapareció por completo. La plaza de
Santa Fe se convirtió en Salamero para honrar a este héroe de la
Guerra de la Independencia, y la calle de Santa Fe se perdió como
resultado de la unificación de los cinco tramos, cinco calles, para for-
mar la calle Azoque. Actualmente se ha recuperado el nombre de
Santa Fe para una de las calles del Arrabal.
Cambiar algunos topónimos urbanos. Los tradicionales nombres
genéricos y populares se cambiaron por nombres propios de per-
sonas célebres, por acontecimientos gloriosos y por héroes del
cristianismo. Fruto de esa orden fue la incorporación al callejero de
las primeras heroínas de los Sitios de Zaragoza, Agustina de
Aragón, la Condesa de Bureta, Casta Álvarez y Manuela Sancho.
También se reflejaron en el callejero los acontecimientos que ellas
habían protagonizado. Manuela Sancho sustituyó a Pabostre,
cerca de la Puerta Quemada, donde había tenido lugar su actua-
ción heroica, y en honor a Agustina de Aragón se conservó el nom-
bre de la calle del Portillo, donde había realizado su gesta. Se
dedicó una plaza a la nueva soberana y la plaza del Carmen pasó
a ser la de Isabel II.
En los ensanches y arrabales, sin regular por las Reales Órdenes
del XIX, hubo muchas calles particulares que no se convirtieron en
oficiales hasta 1940. Con la municipalización de estas calles des-
aparecieron nombres de mujeres, unas propietarias de los terre-
nos que se parcelaban, y otras como María Duce, Teodora
Giménez y Mercedes, que no hemos llegado a identificar. La crea-
ción de nuevos barrios fue un momento oportuno para la entrada
de nombres de mujeres en el callejero, pero esto se realizó depen-
diendo siempre de las políticas municipales.
7. La conquista del espacio público.
Las mujeres en los callejeros
Hemos seguido un doble proceso para fijar la fecha de
denominación de las calles. Por un lado hemos intentado
localizar los expedientes de las calles y las actas de los
plenos, porque nos proporcionaban fechas concretas,
pero como no hemos podido llegar a todos, nos hemos
aproximado a las fechas consultando callejeros y estu-
dios. Por otro lado, para evitar las clasificaciones excesi-
vamente prolijas, hemos seleccionado doce callejeros
significativos, dos del siglo XIX, ocho del XX y dos del XXI.
En la ordenación por callejeros, las calles cuya fecha de
denominación está entre dos de ellos las hemos incluido
en el posterior. Por ejemplo, una calle denominada entre
1982 y 1989 la llevamos al callejero de 1989.
Pero, si una calle aparece denominada en un pleno del
mismo año que un callejero seleccionado, la dejamos en
él, porque los expedientes y las denominaciones de los
plenos tardan en llegar a los callejeros. Esta situación
afectaba especialmente a los callejeros de 1982 y 2009,
años en los que se denominaron muchas calles con
nombres de mujeres. Por ejemplo, hemos incluido en el
callejero de 1982 las calles de Clara Campoamor, Maria
del Carmen Soldevila, María Zambrano, Isabel Zapata y
María de Zayas, porque se pusieron en plenos del año
1982, aunque no aparecían en el callejero de ese año. Lo
mismo sucedió con las nuevas incorporaciones del año
2009, unas se incorporaron pronto y otras no. En el
pleno del Ayuntamiento del 29 de mayo de 2009, con
motivo de la aplicación de la Ley 52-2007, denominada
Ley de la Memoria Histórica, se decidió cambiar los
nombres de calles con connotaciones políticas franquis-
tas y se acordó que todas las calles que cambiaban de
nombre simultanearían las dos denominaciones duran-
te dos años, es decir, hasta el año 2011. En estos casos,
hemos incluido los nuevos nombres, y los propuestos,
en el callejero de 2009 y hemos seguido el mismo crite-
rio en las calles que se han añadido hasta el año 2017.
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También hemos incluido las calles desaparecidas y las reu-
bicadas, porque representan el doble silenciamiento de las
mujeres y porque son un reflejo de la historia, de los cambios
en la morfología urbana y de las distintas políticas de los
equipos de gobierno.
Aunque en los topónimos no nos hemos referido a los nom-
bres de los mercados, espacios ocupados tradicional-
mente por mujeres, nos parece oportuno señalar que en
el año 2010 hay registrados 78 mercados, de los cuales
sólo tres llevan nombres de mujeres, Altabás, Pilar y
Puerta del Carmen. En cambio hay 22 con nombres pro-
pios masculinos.
Desde el siglo XV hasta el callejero de 1863. Hasta
el siglo XIX no aparecieron las guías urbanas y los
callejeros como hoy los entendemos. De este siglo
son las guías de Miguel Borau de Latrás, las de
Joaquín Yagüe, la Guía urbana de 1860, que recoge
grandes cambios en el nomenclátor de las calles, y
el primer callejero oficial del Ayuntamiento de 1863.
Por lo tanto, para la relación de calles antiguas, nos
hemos basado en estudios que incluyen localizacio-
nes, listados y, a veces, la razón del nombre de
algunas calles.
Para las calles anteriores al siglo XIX hemos seguido
varios estudios. El de Isabel Falcón sobre el siglo XV.
El de Gaudioso Giménez, Los nombres de las calles de
Zaragoza en el siglo XV. El de Carmen Gómez sobre la
parroquia de San Felipe en 1530. El estudio del plano
de Wyngaerde (1563) de Guillermo Fatás y Gonzalo
Borrás. El Callejero de la parroquia de San Pablo de
Zaragoza, en el siglo XVII de Carmen Ansón, que inclu-
ye el censo de 1723. El Diario de Zaragoza de 1797. El
plano de Zaragoza de Carlos Casanova (1769), inclui-
do en La historia de la economía política de Aragón de
Ignacio de Asso (1783). La Descripción de la antigua
Zaragoza y de sus términos municipales de Tomás
Ximénez de Embún y las Notas históricas sobre el
barrio Zaragozano de la Seo de Ángel Canellas.
Para las calles del siglo XIX. La relación de calles de
1814-1820 elaborada por Carmen Sobrón (1995; 2004).
El diccionario de Madoz (1845-1850): Diccionario geográ-
fico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de
Ultramar. Aragón. Zaragoza. La Guía de Zaragoza de
1860: Guía de Zaragoza, o sea, breve noticia de las antigüe-
dades, establecimientos públicos, oficinas y edificios que
contiene. Precedida de una ligera reseña histórica de la
misma. El callejero de 1863: Descripción de las calles, pla-
zas, plazuelas, puertas y paseos de la ciudad de Zaragoza,
con expresión de sus actuales límites y de sus denomina-
ciones antigua y moderna, el primero que de forma siste-
mática incorporó nombres propios de personas notables.
El estudio de Joaquín Tomeo Benedicto (1881): Las calles
de Zaragoza. Etimología histórica de sus nombres y breve
relato de sus monumentos y tradiciones.
Los callejeros de 1901 y 1932. Para las calles del siglo
XX, hasta la Guerra Civil, hemos seleccionado la rela-
ción de calles de Ximénez de Embún (1901) y el calleje-
ro republicano de 1932. Entre 1901 y 1932, sólo se
dedicaron tres calles a mujeres: una a la Princesa de
Asturias, otra a la Reina Madre doña Victoria, y otra a la
heroína María Agustín. La calle de Jesús se debía a un
monasterio masculino bajo la advocación de Nuestra
Señora de Jesús. Las calles de la Madre Rafols, la de la
Madre Sacramento y la de la Reina María Cristina eran
de la época de Primo de Rivera, aunque aparecieron en
el callejero republicano de 1932.
En la República desapareció la calle Mercedes, se dedi-
có una calle a la Maternidad y se conservaron los nom-
bres de las calles dedicadas a las propietarias de
terrenos Plácida Angulo, Gutiérrez de la Bozada, María
Duce, Teodora Martínez y María Teresa. Todas desapa-
recerían en 1943. La municipalización de las calles fue
una buena oportunidad para hacer desaparecer los
nombres de estas mujeres. En los años setenta se recu-
peró el nombre de la Bozada para el barrio, porque se
había popularizado entre los vecinos y, además, se
creía que era un varón. Desapareció el nombre de la
plaza de Isabel II que pasó a llamarse plaza del Pueblo.
29
El resultado global se impone. Muchas calles antiguas
con nombres de mujeres desaparecieron antes del siglo
XX, y las de las propietarias lo hicieron en 1943. Las que
quedaban en los primeros años del franquismo estaban
dedicadas a santas, reinas, heroínas y notables.
El franquismo: callejeros de 1944 y 1964. En el fran-
quismo hemos considerado dos etapas, y, para ello, nos
hemos basado en dos callejeros reveladores, el de 1944
y el de 1964.
En 1940 el Ayuntamiento había asumido la municipali-
zación de las calles y el 30 de abril de 1943, por acuerdo
municipal, se decidió imprimir un nuevo nomenclátor de
calles de la ciudad, en el que se recogieran los cambios
que habían tenido lugar desde 1936. Estos cambios se
reflejaron en el callejero de 1944, el primer callejero
reformado del franquismo. En él aparecían muchos
cambios de nombres de calles ya existentes por otros
más representativos para el nuevo régimen: “Se cambió
el nombre de ciento cincuenta y dos calles y plazas y se
dio nombre a treinta y seis calles nuevas” (Butera, 2007:
92), pero sólo diecisiete estaban relacionados con nom-
bres de mujeres.
Los cambios habían comenzado en 1936 con el nombra-
miento del primer alcalde del Movimiento Nacional,
Miguel López de Gera. El día 2-9-1936, a los dos meses
escasos del Alzamiento, se cambió el nombre de la calle
de Galán y García Hernández por el de Marina Moreno y
le dedicaron una calle a la requeté Agustina Simón.
Entre los nuevos nombres aparecían tres heroínas,
Juliana Larena, María Lostal y la Duquesa de
Villahermosa, una reina, doña Blanca de Navarra, una
advocación a la Virgen, Zaragoza la Vieja, y tres santas,
pero una de ellas, Santa Quiteria, no entraba en el calle-
jero por ser santa, sino porque hacía referencia a una
de las gestas de la Guerra Civil. También se puso una
calle a la propietaria María Luisa Giner, que desapare-
ció en 1972. En este callejero que exaltaba los valores
religiosos y tradicionales aparecieron nombres de
mujeres relacionados con el teatro, María Guerrero, con
la música, Matilde de Lerma, y con la jota, Pilar Gascón,
porque el franquismo asimiló el folclore como una de
sus manifestaciones.
En 1964 se habían consolidado los ensanches y ya se
habían parcelado y urbanizado algunos barrios.
Zaragoza experimentó un gran crecimiento urbano que
requirió nombrar muchas calles en poco tiempo. En esa
avalancha entraron cincuenta y cuatro calles relaciona-
das con nombres de mujeres, pero sólo la mitad se refe-
ría a personalidades de mujeres, las restantes estaban
dedicadas a advocaciones de la Virgen y a santas. En los
nombres se repetían los mismos criterios de selección
que en las etapas anteriores. Nueve reinas relacionadas
con la Corona de Aragón, la Reina Felicia, Inés de
Poitiers, la Reina Petronila, Constanza de Sicilia, doña
María de Luna, Yolanda de Bar, Doña Blanca de Navarra,
Isabel la Católica y Germana de Foix. También se dedicó
una calle a la Reina Fabiola y otra a una constelación con
nombre de reina antigua, Berenice. Dos fundadoras de
órdenes religiosas, la Madre Barat y Santa Joaquina de
Vedruna. Y ya se introducían algunas novedades. Se
dedicaron tres calles a las joteras Felisa Galé, Pascuala
Perié y María Virto, dos a las escritoras no religiosas
Eugenia Bueso y Juana de Ibarbourou, una a la música
Pilar Bayona, una a la actriz Raquel Meller y otra a Eva
Duarte, una primera dama, no reina.
La transición: callejero de 1977. En la etapa de transición
hemos seleccionado el callejero de 1977, porque con él
recogemos los últimos años del franquismo y los prime-
ros de la joven democracia. La delicada coyuntura del final
de un régimen y el comienzo de otro afectó directamente
a un tema tan polémico como la presencia de las mujeres
en los espacios públicos. El resultado del miedo a nombrar
y del miedo a pronunciarse a favor de las mujeres se refle-
jó en una ausencia de nuevos nombres. El callejero de
1977 sólo incorporaba cinco mujeres, Concepción Arenal,
abogada y feminista del siglo XIX, Pilar Lorengar, música,
Lolita Parra, de la burguesía zaragozana, Felisa Soteras,
de la Sección Femenina, y Dorotea Arnal, comadrona de
Casetas. Se mantuvo el nombre de una propietaria de
terrenos para denominar al barrio de la Bozada, cuya calle
había desaparecido en 1943. Las otras novedades eran
veinticuatro calles relacionadas con advocaciones a la
Virgen y tres dedicadas a santas. El resultado era elocuen-
te y en las etapas sucesivas habría que luchar para impo-
ner la acción positiva y para lograr la presencia de las
mujeres en un espacio tan significativo como el de las
placas de las calles de la ciudad.
30
La democracia y la acción positiva:
el caso del Actur y el callejero de 1982
El caso del Actur. En 1972 (BOE: 22-02-1972) el Ministerio de la
Vivienda, para resolver el problema de la falta de viviendas en la ciu-
dad, aprobó la delimitación de los terrenos que iban a conformar el
nuevo barrio Rey Fernando dentro del Plan Actur, con una capacidad
para unos 150.000 ó 200.000 habitantes. En 1980 las obras de urba-
nización llevaban tal retraso que se cuestionó la utilización del adjetivo
“urgente” (Actur significa ACTuaciones URbanísticas URgentes). Por
otra parte, como fruto de la aplicación de la acción positiva, una medi-
da con la que ya había soñado Cristina de Pizán en La Ciudad de
las Damas (1405), se había decidido que un sector del nuevo
barrio llevara nombres de mujeres escritoras y feministas. En
1980 ya estaba trazada la zona de las nuevas calles que se iban
a rotular con esos nombres, pero sólo se puso el nombre a las
dos que la vertebraban, Rosalía de Castro y Gertrudis Gómez de
Avellaneda, porque las otras estaban sin acabar. En plenos pos-
teriores, a medida que se iban abriendo las calles, se iban
poniendo los nombres que ya estaban seleccionados.
El callejero y los plenos del Ayuntamiento de 1982. En 1982
se dedicaron dos calles a advocaciones marianas y dos a santas.
Pero ya apuntaba una nueva política para con las mujeres. Se
incluían diecisiete nombres de mujeres entre los que sólo había
una monja, Isabel de Santo Domingo. Se dedicó una calle a María
del Carmen Soldevila, asistente social del Barrio Oliver, y otra a
Catalina Salazar, junto a la de su marido Miguel de Cervantes. El
nombre de María Moliner sustituyó al del General Millán Astray y
la calle de los Sitios pasó a llamarse Josefa Amar y Borbón. Se
siguieron nombrando calles con joteras, porque en Aragón la jota
es popular (del pueblo) y no propiedad de un régimen político, así
que se dedicó una calle del Arrabal a Pilarín Andrés, otra del
barrio de la Jota a Asunción Delmás y otra a Isabel Zapata en el
Parque Grande. Y en todos los callejeros posteriores se fueron
incluyendo más joteras.
En 1980 habían aparecido las dos pioneras del Actur: Rosalía
de Castro y Gertrudis Gómez de Avellaneda. Las consideramos
pioneras porque en 1980 ya se había pensado incluir a mujeres
escritoras y feministas en el nuevo barrio que se estaba urba-
nizado en esos momentos, cuyas calles aún no tenían nombre.
Y en los plenos del año 1982, aunque no aparecían en el calle-
jero de ese año, en el Actur se pusieron los nombres de las
calles María Echarri, Mariana Pineda, Concepción Saiz de Otero,
María Zambrano y María Zayas.
Frutos de la acción positiva:
el callejero de 1989
En el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza del 25-1-1989 se
aprobó una ordenanza para la rotulación de las calles, modifica-
da en 1993 y 2000, con criterios tan generales que daban cabida
a las medidas de acción positiva y a la denominación de calles
con nombres de personas vivas. “En el nomenclátor de las vías
urbanas se utilizarán, prioritariamente, los nombres que, por su
significación, merezcan ser perpetuados, principalmente relacio-
nados con la historia, cultura y topografía de la ciudad y de
Aragón” cuya denominación “podrá hacerse de oficio o a instan-
cia de parte.” Asimismo se acabó con el problema de las deno-
minaciones en las calles particulares: “las vías que se abran en
terrenos particulares no podrán ostentar nombre alguno sin
autorización municipal”.
El callejero de 1989 ya recogía a todas las escritoras y femi-
nistas que se habían seleccionado para el Actur: Rosa Chacel,
María Espinosa, María de Maeztu, María Montessori,
Margarita Nelken, Victoria Ocampo, Emmeline de Pankhurst,
Emilia Pardo Bazán, Violeta Parra, Sor Juana Inés de la Cruz,
Flora Tistán, Mary Wollstonecraft, Virginia Woolf y Margarita
Xirgú. Además se acordó que a medida que se fueran abrien-
do nuevas calles en esa zona se seguirían incluyendo nom-
bres de mujeres, como sucedió unos años después con los
andadores de Paula Montal (callejero de 1999) y Pilar
Cuartero (callejero de 2006).
La acción positiva también se dejó notar fuera del Actur.
Aparecieron las calles de Genoveva Torres en el Centro, Rosa
Molas en Casablanca, María Blasco en el barrio de la Jota y
Jerónima Zaporta en la Cartuja Baja. Se puso el nombre de Reina
Sofía a una plaza del barrio de San José. Dos calles recibieron el
nombre de dos mujeres de hombres célebres casi desconocidas,
Silveria Fañanás en el Centro e Isabel Ram en la Bozada. En este
barrio, además, se dedicó una calle a la pacifista Marianela
García Villas y otra al movimiento pacifista de mujeres, Madres
de la Plaza de Mayo, porque se entendía que feminismo y paci-
fismo eran solidarios. En esta década fueron apareciendo las pri-
meras maestras y enfermeras visitadoras, mujeres que habían
trabajado en los barrios y por los barrios. Eran los homenajes de
los vecinos a mujeres que habían sido significativas en sus vidas
cotidianas. En 1989 ya tenían calle las dos maestras de Juslibol,
Pilar Figueras y Manolita Marco, y la enfermera Teresa Sarrato
en la Bozada.
31
El último callejero del siglo XX: 1999. Acabó el siglo
con evidentes muestras de acción positiva y con el
reconocimiento del trabajo de muchas mujeres desco-
nocidas, sobre todo el de las maestras de los barrios
que habían hecho una gran labor social y de alfabetiza-
ción: Águeda Centenera en Garrapinillos, Agustina
Rodríguez en Santa Isabel y Matilde Sangüesa en el
Arrabal. Un caso de gran relevancia era el de Pilar
Lapuente, una joven investigadora del barrio de Santa
Isabel a la que los vecinos le dedicaron una calle a los
treinta y dos años.
Aparecieron los nombres de dos mujeres famosas
en el mundo del cine, Rafaela Aparicio, actriz, en el
Actur, Pilar Miró, directora, en el Barrio Oliver. En el
barrio de San José le dedicaron una calle a la locu-
tora aragonesa Conchita Carrillo. En el barrio de
Santa Isabel le dedicaron una calle a la escritora
Rosa María Aranda y en el de Montañana otra a la
propietaria de terrenos Rosa Portolés. Se rindió
homenaje a las mujeres pacifistas con las figuras de
Teresa de Calcuta en la Bozada y Rigoberta Menchú
en Santa Isabel.
Como en los callejeros anteriores, seguían apare-
ciendo calles con nombres de santas, reinas y jote-
ras. En la lista de nuevos nombres figuraban una
abadesa, dos fundadoras de órdenes religiosas, dos
santas, cuatro reinas y dos infantas aragonesas. La
abadesa Ana Abarca de Bolea en el Arrabal. Las fun-
dadoras, Paula Montal en el Actur y Antonia de
Oviedo en el Centro. Santa Alodia y Santa Nunila en
Santa Isabel. Las reinas, Andrómeda en Valdefierro,
Reina Ester en el Casco Histórico, Ermesisnda de
Aragón en Montecanal y Reina de Portugal en Santa
Isabel. Las infantas aragonesas, Leonor de Aragón
en la Cartuja Baja y María de Aragón en las Fuentes.
Y tres joteras: Jacinta Bartolomé en Monzalbarba,
Mercedes Cartiel en el Casco Histórico y Teresa
Salvo en la Jota.
En total más de veinte calles con nombres de mujeres,
en las que ya se iba ampliando la gama de profesiones,
representaban esa pequeña conquista del espacio
público que las mujeres habían ido logrando a lo largo
del siglo XX.
El siglo XXI. Los primeros años: el callejero de 2007.
Con ironía podríamos decir que en los primeros años
del siglo XXI volvíamos a los primeros del siglo XX, de
nuevo la incorporación de nombres de mujeres al calle-
jero volvía a ser escasa.
Se pusieron tres calles relacionadas con monasterios de
advocación femenina, se dedicaron dos a santas, Santa
Bárbara y Santa Eulalia, aunque ésta entró en el callejero
por un topónimo, una a Cleopatra, pero no por ser reina
antigua, sino por una película, y una a un oficio de muje-
res, La Aguadora, que tampoco entraba por el nombre
femenino, sino por un cuadro de Goya.
No obstante se pusieron once nombres referidos a
mujeres concretas, casi todos en los barrios, donde
las juntas de gobierno estaban sensibilizadas con la
recuperación de la memoria de las mujeres. Se dedi-
caron dos calles a joteras, a Piedad Gil en la Jota y a
Pilar de las Heras en el Arrabal, y nueve a destacadas
figuras aragonesas. Tres en el barrio de Santa Isabel,
a Pilar Delgado, actriz y directora de teatro, a
Concepción Gimeno, feminista y periodista, y a Avelina
Tovar, profesora. En el Actur una a Pilar Cuartero,
maestra, continuando los acuerdos de 1989 para la
denominación de calles en este barrio. En Torrero una
a Sheila Herrero, deportista. En San José una a Ana
María Navales, escritora. En las Delicias una a Amparo
Poch, médica. En el Actur una a Joaquina Zamora, pin-
tora y profesora. Y en el Centro una a Ángela López,
profesora. Pero eran pocas, la historia se repetía,
avanzábamos poco y había que plantearse un nuevo
impulso de la acción positiva.
La Ley de la Memoria Histórica y el nuevo impulso de
la acción positiva: el callejero de 2009. Más de cua-
renta mujeres, seleccionadas de un amplio espectro
profesional y social, para nombrar calles nuevas y
para sustituir a nombres de connotación política fran-
quista, eran la muestra de una voluntad política a
favor de la causa de las mujeres y el comienzo de una
nueva andadura. A las mujeres y a los movimientos
sociales comprometidos con la mitad de la humanidad
nos corresponde estar vigilantes para que estas líneas
de actuación se fortalezcan y no se quiebren.
32
8. Últimas aportaciones hasta el callejero
de 2017
Entre los años 2010 y 2017, se han ido incorporando nuevas
calles con nombres de mujeres.
En Valdespartera se ha seguido con el criterio de nom-
brar calles con títulos de películas y en el Parque Goya
con títulos de cuadros de Goya, a través de los que van
entrado nombres femeninos. Con las constelaciones de
Valdefierro siguen llegando mujeres de la mitología y en
Arcosur a través de nombres de monumentos.
Desde el año 2010, se han ido asomando algunas muje-
res como María Jesús Ibáñez, geógrafa, Pilar Almenar y
Pilar Gea, maestras de Movera, Aurora Tarragual, jote-
ra, y Ana Belén Fernández Trasobares, deportista. Y el
año 2017 Desideria Giménez, de las Juventudes
Socialistas Unificadas.
En el año 2016 el Gobierno Municipal, recogiendo el espí-
ritu de los programas de acción positiva, incorporó seis
calles dedicadas a mujeres significativas. Así lo recogía
el Heraldo de Aragón el día 25 de julio de 2016.
El Gobierno de Zaragoza ha aprobado dedicar seis nuevos
viales a otras tantas mujeres para así compensar el "des-
igual" reparto entre nombres masculinos y femeninos en el
callejero de la ciudad.
Las homenajeadas serán Enriqueta Castejón, una de las
primeras mujeres farmacéuticas de España, la pintora
zaragozana María Pilar Burges Aznar o Pierrette Gargallo,
hija del célebre pintor Pablo Gargallo, que posibilitó la lle-
gada de las obras de su padre a la ciudad.
Del mismo modo, tendrán su calle la documentalista e
investigadora Concepción Contel Barea y la bailarina Ana
Laguna, además de la activista hondureña asesinada
Berta Cáceres.
9. Consideraciones finales
El callejero es una objetivación de la memoria y del olvido de
las mujeres. Memoria para las que están, cuyas biografías
hemos podido recuperar. Olvido para las mujeres cuyas
vidas no hemos podido recuperar, para las que han desapa-
recido y para las que nunca han estado.
A lo largo del siglo XX la mujer se fue asomando con
timidez a los rótulos de las calles. Este proceso era
fruto de una sensibilización de los equipos de gobierno
de la ciudad y de la presencia de muchas mujeres en el
Ayuntamiento y en las juntas locales y vecinales. Como
se puede apreciar, la incorporación crece cuando se
aplican las medidas de acción positiva y cuando en los
ayuntamientos se ejerce una política feminista.
33
A pesar de los esfuerzos de los equipos democrá-
ticos de gobierno por incluir nombres de mujeres,
a pesar del sentimiento de conquista del espacio
público que tenemos las mujeres, en el callejero
de 2017, como se desprende de los datos anterio-
res, la cuota de las mujeres representadas sigue
siendo todavía muy escasa. Si a esto añadimos
que en los expedientes de denominación de las
calles no se incorporan suficientes datos para
recuperar las biografías, las figuras de las que
habían logrado sobrevivir amenazan con caer en
un nuevo olvido.
35
Agustina de Aragón, heroína de los Sitios, escultura de
Mariano Benlliure, ubicada en la plaza del Portillo desde 1908.

Abarca de Bolea, Ana. (Zaragoza o Siétamo, Huesca, 1602-
Casbas, Huesca, 1685). Abadesa y escritora. Ana Francisca
Abarca de Bolea y Mur perteneció a una familia de rancio
abolengo. A los tres años ingresó en el convento cisterciense
de Casbas, regido por mujeres de la nobleza, del que fue aba-
desa desde 1672 hasta 1678, a cuyas expensas se construyó
el retablo de Nuestra Señora de la Gloria. En el convento
aprendió latín y música, y comenzó su vocación literaria.
Estuvo muy vinculada al círculo de Lastanosa, mantuvo
una relación epistolar con Ustárroz, el cronista del reino, y
participó en varios certámenes poéticos. Baltasar Gracián
la elogió en su Tratado de la agudeza y arte de ingenio. Tiene
una obra extensa y algunos poemas en aragonés.
Destacan sus obras: Catorce vidas de Santas de la Orden del
Císter, una genealogía femenina de la orden, Vida de la glo-
riosa santa Susana, Historia del aparecimiento y milagros de
Nuestra Señora de la Gloria y La vigilia y octavario de San
Juan Bautista, una miscelánea típica del barroco, concebi-
da con una trama de novela pastoril.
En 1172, doña Oria (Aurea), condesa de Pallars, mandó cons-
truir el monasterio de Nuestra Señora de Casbas, de la
Orden del Císter, que extendió su patrimonio rural por la
ribera del río Alcanadre.
El pleno del Ayuntamiento del 21-11-1990 puso su nom-
bre a la calle del Arrabal que va de Veintitrés de Abril a
la avenida de Cataluña.
Ágreda, Sor María Jesús de. (Ágreda, Soria, 1602-1665).
Consejera de reyes. María Coronel y Arana, conocida como la
“Venerable”, pertenecía a una familia noble, cuyos padres
habían fundado el monasterio de la Inmaculada Concepción
del que ella llegaría a ser abadesa a los diecisiete años. Era
una adolescente cuando alcanzó gran fama por su santidad,
inteligencia y misticismo. Experimentó varias “muertes mís-
ticas”, con arrobamiento y levitación, y se decía que poseía el
don de la “bilocación”. Fue procesada por el Santo Oficio,
pero salió absuelta. Después del proceso, su fama creció
38
tanto que el rey Felipe IV fue a visitarla a Ágreda y de su
encuentro surgió una relación epistolar, desde 1643 hasta
1665, en la que la monja le daba consejos morales y teológi-
cos. Las Cartas entre la monja y el rey tienen gran interés por
el retrato psicológico de la soledad del rey y porque revelan
el gran conocimiento sobre el comportamiento humano de
una monja que nunca había salido del convento de Ágreda.
Otra obra importante, Mística Ciudad de Dios, fue un libro muy
popular en su época del que escribió dos versiones. La pri-
mera la quemó ella misma por mandato de un religioso, por-
que las mujeres no podían escribir sobre temas teológicos.
La segunda se publicó después de su muerte.
Su nombre aparece en el callejero desde 1964 en la calle del
barrio de San José que comienza en la calle Argentina y
acaba en la de Vicente Blasco Ibáñez.
Aguado, Lola. (Calanda, Teruel, 1922-Madrid, 1981).
Periodista y escritora. María Dolores Palá Berdejo, conoci-
da como Lola Aguado, era hija de Francisco Palá, un nota-
rio famoso, hizo el bachillerato en el instituto Miguel
Servet de Zaragoza, se licenció en Filología Románica,
estudió piano en el conservatorio de Madrid y se casó con
Emiliano Aguado, con cuyo apellido firmó sus escritos. Fue
colaboradora de Pueblo (1946-52), El Alcázar (1953-58),
Revista Española (1953-54), Historia y Vida, Panda y Gaceta
Informativa. Redactora de la Gaceta Ilustrada (1958- 97) y
del diario Ya a partir de 1980.
El 29-5-09 la calle del Coronel Reig, en Casetas pasó a deno-
minarse Lola Aguado. Comienza en la carretera de Logroño
y termina en la plaza de Santiago Ramón y Cajal.
Aguadora, La. Mujer que tenía por oficio llevar o vender
agua. Era uno de los duros trabajos de las mujeres del pue-
blo llano. Goya, en un óleo, pinta una figura femenina con la
que inmortaliza y dignifica a las aguadoras, empleando la
misma técnica y la misma composición que había utilizado
para los retratos de los burgueses y los nobles.
En el año 2000 se creó el barrio Parque Goya y se deci-
dió que sus calles estuvieran referidas a cuadros del
pintor y a sus estudiosos. Comienza en Las Mulillas y
termina en Volaverunt.
Agüesca, Teresa. (Huesca, 1654-¿?). Grabadora. Comenzó en el
taller de su padre Jerónimo, que estaba comisionado para ilus-
trar las tesis de la Universidad Sertoriana. Juntos elaboraron el
escudo de los Lastanosa, a cuya tertulia pertenecieron, y los de
ocho familias emparentadas con ellos. Entre sus obras indivi-
duales abundan las ilustraciones de obras eruditas, grabados
para portadas de libros y escudos de armas. A los nueve años se
convirtió en una famosa grabadora con una lámina que repre-
sentaba a San Antonio con el Niño Jesús. También se dedicó a la
pintura bajo la dirección de su tío Lorenzo, el autor del fresco de
la bóveda de la iglesia de San Lorenzo. Sus obras se conservan
en el Museo Provincial de Huesca.
El 29-5-09 la calle Posición San Simón del Picarral pasó a lla-
marse Teresa Agüesca. Comienza en el camino de Juslibol y
termina en la avenida de Monte Perdido.
Agustín Linares, María. (Zaragoza, 1784-Alagón,
Zaragoza, 1831). Heroína del Segundo Sitio de Zaragoza,
aunque ya era famosa en el Primer Sitio por sus tareas
abasteciendo agua, comida y municiones a los soldados
en los puestos de combate. Fue la única zaragozana
inválida de guerra o “impedida de un balazo”, a causa de
la bala que la dejó inútil e inhabilitada para el trabajo.
Hija de una humilde familia de la parroquia de San Gil,
sus padres eran Antonio, natural de Bádenas, y Catalina,
de Rueda de Jalón. Desde niña trabajó de criada en casa
de don Ramón Ocaña, en la calle Sacramento, donde
conoció a Ramón Roncal que también estaba de criado
en la misma calle, con quien se casó en 1805. El matri-
monio pasó grandes penurias y enfermedades. Se quedó
viuda en 1819 y en 1830 se volvió a casar con Antonio
Buisán, natural de Asín (Zaragoza). El nuevo matrimonio
se instaló en la Torre del Maestro de Postas, en el camino
de Alagón, donde murió María. En su partida de defun-
ción se lee: “No dejó hijos, no hizo testamento; enterrada
como pobre de solemnidad en el fosal de San Pablo”. En
1815, Palafox le concedió una pensión vitalicia de dos
reales diarios por los servicios prestados y el escudo de
distinción, concerniente al Primer Sitio.
En 1908 se puso su nombre al paseo llamado de las Tapias o
del Campo Sepulcro, que iba desde la puerta del Carmen
hasta la Puerta Sancho y circunvalaba el lugar de la batalla
de las Eras del Rey, “para recordar el valor de la intrépida
joven que a los veintidós años, despreciando el fuego del ene-
migo y hasta su herida, en los Sitios de Zaragoza de 1808 y
1809 salió a proveer de cartuchos y aguardiente a sus defen-
sores (en la batalla de las Eras)”. Su nombre figura en el
monumento de las heroínas de la plaza del Portillo.
39
Almenar Bases, María Pilar. (Barrio de Santa Isabel,
Zaragoza, 1953). Maestra Nacional. Esta hija de Alejandro y
Rosario, conocidos agricultores del barrio, fue alumna de
Agustina Rodríguez, una de las primeras maestras que entró
en nuestro callejero. Ejerció en varios centros de Zaragoza,
obtuvo destino definitivo en un pueblo del Valle de Arán y
pronto pasó a Villamayor. Desde 1982 hasta 2013 fue una
maestra muy reconocida en el barrio de Movera. Estuvo
veinticinco años en la escuela “Pedro Orós”, cuyo huerto
lleva su nombre. Después se trasladó a “El Espartidero”,
donde se jubiló el año 2013.
Su pasión por la enseñanza la llevó a una constante forma-
ción. Se especializó en Preescolar y realizó abundantes tra-
bajos de Educación Infantil, muchos de ellos con María Pilar
Gea García.
El año 2010, a propuesta de los vecinos, la Alcaldía de
Movera solicitó al Ayuntamiento de Zaragoza que dedicara
sendas calles a dos de sus maestras: María Pilar Almenar
Bases y a María Pilar Gea García. El 18 de junio de 2010, el
Gobierno de Zaragoza, según consta en el expediente
903.467/09, acordó dar el nombre de María Pilar Almenar
Bases a un andador del barrio con entrada por el camino
Torre el Hornero. No tiene salida.
Almunia de doña Godina, La. Doña Godina (Ricla, ¿?–La
Almunia, 1177). Propietaria de terrenos agrícolas. Esta hija
de Antón Aurelia, el segundo tenente de La Almunia, era una
terrateniente de Ricla que se había casado en primeras nup-
cias con Rodrigo Pérez de Urrea, señor de Épila y Urrea. En
segundas nupcias se casó con Blasco Blázquez, terratenien-
te de La Almunia, donde pasó a ser la señora principal. El ori-
gen de la relación de la propietaria con el nombre del pueblo
está en la donación de los terrenos agrícolas que hizo doña
Godina, viuda de Blasco Blázquez, en 1176. El municipio se
llamaba La Almunia y en 1785 se añadió “de doña Godina”
(Ubieto, 1985: 672).
La calle, que debe su denominación al municipio del
mismo nombre, aparecía en el callejero de 1964 como La
Almunia, pero en el callejero de 2009 figura como La
Almunia de doña Godina. Va de la avenida de Pablo
Gargallo a la de la Almozara.
Altabás. (Desaparecida). Debía su nombre al convento de las
Madres Franciscanas de Altabás o Monjas de Altabás. Estaba
en la llamada calle de las Monjas, muy cerca del convento
mercedario de San Lázaro.
 Era un convento de franciscanas concepcionistas, bajo la
advocación de Nuestra Señora de Altabás. Las concepcio-
nistas, fundadas en 1489 por Beatriz de Silva, originaria-
mente pertenecían al císter, en 1494 se acogieron a la
Orden de Santa Clara y desde 1511 tuvieron una regla pro-
pia. El convento de las franciscanas de Altabás, había sido
fundado en 1547 por doña Juana de Reus, una noble zara-
gozana, “junto a una antigua ermita de la Madre de Dios,
que se llamó primeramente de Altabaff, que corrompido
se dice Altabás. Tiene dos iglesias, una pequeña con su
coro para las religiosas y la otra que sirve de parroquia del
Arrabal” (San Vicente, 1991: 117). En 1853 abrieron la pri-
mera escuela gratuita para niñas en el barrio con el nom-
bre de colegio de la Concepción. En los años cuarenta edi-
ficaron un nuevo convento, fuera de los límites de la parro-
quia de Altabás.
El término “Altabás” hace referencia al nombre que recibía una
parte del actual Arrabal, el antiguo “rabal” de curtidores al otro
lado del Puente de Piedra. Es también un apellido, quizá de ori-
gen toponímico, y en Aragón, además, un nombre de mujer
debido a la advocación de la Virgen de Altabás.
En el siglo XIX existían la calle de Altabás que comunicaba
con el Puente de Piedra y la plaza de Altabás en la que con-
fluían varios caminos, el de Cataluña, el de Huesca, el de
Barbastro y los que iban al campo.
Calle Josefa Amar y Borbón
Álvarez Bravo, Casta. (Orán, Argelia, 1786-Cabañas de
Ebro, Zaragoza, 1846). Esta destacada heroína de los
dos Sitios de Zaragoza se enfrentó a la caballería pola-
ca con un grupo de mujeres. Hija de Diego y Manuela,
naturales de Figueruelas, era una mujer arriesgada,
ocupó siempre las zonas de mayor peligro y participó
de forma activa en los combates y en las acciones
callejeras. Su misión consistía en abastecer de agua,
comida y municiones a los combatientes de las mura-
llas. Cuando acabaron los asedios se trasladó con sus
padres a Cabañas de Ebro y, en 1814, se casó con un
labrador. Cuando murió fue enterrada en Cabañas de
Ebro, pero en 1908, con motivo del centenario de los
Sitios, sus restos fueron trasladados a la iglesia del
Portillo de Zaragoza, donde reposan junto a los de
Agustina de Aragón y Manuela Sancho. El general
Palafox la condecoró con el escudo de los defensores y,
en 1815, el rey Fernando VII le concedió una pensión de
cuatro reales diarios.
La ciudad de Zaragoza la ha honrado con una calle, con un
grupo de casas, con un cuadro y con un monumento. En
1863 para recordar su actuación en la puerta Sancho se
puso su nombre a la calle que acababa en dicha puerta, que
era la calle de la Hilarza, una de las de mayor raigambre de
la parroquia de San Pablo. Además, según figuraba en el
callejero de 1964, se puso su nombre a un grupo de casas a
la entrada del barrio de las Fuentes, construidas por la Obra
Sindical del Hogar.
En 1875 Mariano Unceta la inmortalizó en un óleo que se
conserva en el salón de plenos del Ayuntamiento de
Zaragoza. En 1908 la reina Victoria inauguró la capilla de las
heroínas de los Sitios, en la iglesia del Portillo, donde se
depositaron los restos de Casta Álvarez, Agustina de Aragón
y Manuela Sancho.
Amar y Borbón, Josefa. (Zaragoza, 1749-1833). Escritora
ilustrada y heroína de los Sitios. Era hija de José Amar,
médico de cámara de Fernando VI y de Ignacia de Borbón.
Esta hidalga aragonesa, emparentada con familias ilus-
tres, vivió siempre en la casa familiar de la plaza de San
Miguel, se casó a los veintitrés años con un hombre viudo
al que apenas conocía, el turolense Joaquín Fuentes
Piquer, oidor de la Audiencia de Aragón. Se entregó a las
acciones caritativas de las “Seglares Siervas de las pobres
enfermas del Hospital de Nuestra Señora de Gracia”,
conocida como la “Hermandad de la Sopa”, a la que perte-
neció cuarenta años. Sintió gran pasión por la lectura y,
para satisfacer sus deseos de saber, aprendió latín, grie-
go, italiano, inglés, francés, portugués, catalán y un poco
de alemán. Fue miembro de las Sociedades Económicas
de Zaragoza y Madrid y de la Academia de Bones Lletres
de Barcelona. En sus escritos defendió la igualdad intelec-
tual de la mujer y reivindicó su importante papel dentro de
la sociedad. Son muy célebres dos de sus discursos:
Discurso en defensa del talento de las mujeres y de su apti-
tud para el gobierno y otros cargos en que se emplean los
hombres (1786) y Discurso sobre la educación física y moral
de las mujeres (1790). Estaba enterrada en un nicho del
cementerio de la Cartuja, propiedad del hospital de
Nuestra Señora de Gracia, pero al ser derribado sus res-
tos pasaron a la fosa común.
El 18-10-1979, siendo alcalde Ramón Sainz de Varanda,
se puso su nombre a una calle que va desde el Coso a
San Miguel. La calle Soledad se abrió en el terreno que
había ocupado el Hospital de Convalecientes, destruido
en la Guerra de la Independencia. En el callejero de 1863
se cambió el nombre de Soledad por el de los Sitios y en
1979 por el Josefa Amar y Borbón, reservándose el nom-
bre de los Sitios para la plaza en la que está el monu-
mento a los héroes de la defensa de Zaragoza en la
Guerra de la Independencia. En la plaza del Portillo, su
nombre figura en el monumento a las heroínas.
Amazonas. Hace referencia al nombre con el que
Francisco de Orellana rebautizó al río Marañon en
América del Sur. Lo eligió en honor a una etnia local en la
que los hombres y las mujeres se defendían por igual,
como las Amazonas de la mitología griega. Según la
leyenda, la palabra amazona, “sin pecho”, se debía a que
se cortaban el pecho derecho para usar el arco y arrojar
flechas con más libertad. Estas mujeres consiguieron la
igualdad gracias a su fortaleza y a su destreza física.
Es una plaza en el Parque de la Hispanidad, del distrito
Olviver-Valdefierro, a la que se entra por la calle de los Andes.
Andrés de Pablo, Pilar. (Zaragoza, 1921-2006). Cantante líri-
ca. Conocida como Pilarín, triunfó con sus interpretaciones de
música española. Retirada de los escenarios en 1965, se
volcó en su trabajo como profesora en el conservatorio de
Zaragoza, donde impartió sus enseñanzas a la mayoría de los
que posteriormente se han dedicado al canto en esta ciudad.
En 1952 y 1954 recibió el Premio Nacional Amadeo Vives.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-2-1980 se le dedicó la calle
del Arrabal que comienza y acaba en la calle del Valle de Pineta.
Andrómeda. Es una constelación boreal situada al sur de
Casiopea, cerca de Pegaso. Toma su nombre de una donce-
lla de la mitología griega. Era hija de Cefeo y Casiopea, reyes
de Etiopía. Su padre la ató a una roca expuesta al monstruo
marino, Ceto. Después de su muerte Atenea la colocó entre
las constelaciones del cielo. Sófocles, Eurípides y Corneille
escribieron varias tragedias a partir del mito, con variacio-
nes en la interpretación de los hechos. Su historia fue lleva-
da al cine en La historia de los titanes (1981).
El callejero de 1999 la registraba entre las calles de
Valdefierro dedicadas a constelaciones, nebulosas y estre-
llas. Va del jardín Estrella Polar a la calle Tulipán.
Angulo, Plácida. (Desaparecida). Una propietaria de terre-
nos. La calle de Plácida Angulo, en el barrio de la Bozada,
que figuraba en el callejero republicano de 1932, en 1943
pasó a llamarse calle de María Guerrero.
Aparicio, Rafaela. (Marbella, Málaga, 1906-Madrid, 1996). Actriz.
Rafaela Díaz Valiente fue una popular actriz española, una clási-
ca del cine español, del teatro y de la televisión. Ejerció dos años
como maestra, pero a los veintitrés años, tras el éxito de su debut
en El conflicto de Mercedes, de Álvarez Quintero, abandonó la
escuela para dedicarse al teatro. Al final de su vida había traba-
jado en más de cien películas, la mayoría comedias, en las que
destacó por su interpretación de los papeles de “chacha”, seño-
rita de limpieza y similares. Actuó en películas famosas como:
Nobleza baturra (1935), La hija de Juan Simón (1935), El Cristo de
los Faroles (1958), Ya tenemos coche (1958), Aquellos tiempos del
cuplé (1958), Mamá cumple cien años (1979). Rodó su última pelí-
cula, Oh, cielos (1994) a los ochenta y ocho años. Obtuvo varios
premios, entre otros, el Goya a la mejor actriz por El mar y el tiem-
po, en 1990, y el Premio Nacional de Cinematografía en 1991.
Tiene dedicada la calle del Actur que comienza en Gertrudis
Gómez de Avellaneda y termina en la avenida de Ranillas. La
registra el callejero desde 1999.
42
Aragón, Agustina de. (Reus o Barcelona, 1786-Ceuta, 1857).
Agustina Zaragoza Doménech, conocida como Agustina de
Aragón, es la heroína de los Sitios por antonomasia. Vino a
Zaragoza con su marido, un militar profesional, para luchar
contra los franceses. Pero al darlo por desaparecido en el
frente de Cataluña, en 1808 se casó con el capitán Luis de
Talarbe. Por esas fechas tuvo lugar la famosa acción de la
Puerta del Portillo, en la que Agustina se hizo cargo de una
batería artillera, disparó el cañón y evitó la entrada de los fran-
ceses. Al final, fue hecha prisionera, logró escapar y fue al sitio
de Teruel. Después, huyó a Sevilla y a Cádiz, y participó en el
sitio de Tortosa. Fernando VII la recibió y le concedió una pen-
sión de cien reales. A su calidad de heroína hay que añadir las
peripecias, casi novelescas, de su vida matrimonial: ya estaba
casada en segundas nupcias cuando apareció su primer mari-
do, y decidió no vivir con ninguno de los dos. Más tarde, murió
su primer marido y el segundo emigró a América. Entonces se
casó en terceras nupcias con un militar, Juan Eugenio Cobo,
con quien tuvo una hija, Carlota, que escribió una novela sobre
su madre y se la dedicó a la reina Isabel II.
Fue enterrada en Ceuta, pero en 1857 se trajeron sus restos al
templo del Pilar. En 1908, con motivo del centenario de los Sitios,
en un acto presidido por los reyes, fueron trasladados a la iglesia
del Portillo y se inauguró el monumento a Agustina de Aragón y
las heroínas de los Sitios, obra de Mariano Benlliure. En ese
mismo acto la reina Victoria inauguró la capilla en la que está
enterrada junto con Casta Álvarez y Manuela Sancho. Goya la
inmortalizó en el grabado ¡Qué valor!
En 1863, a los seis años de su muerte, el Ayuntamiento le dedicó
la calle que comienza en Ramón y Cajal y va a la plaza del Portillo.
Como se quería conservar el antiguo nombre de la calle del
Portillo, precisamente para recordar el lugar de la gesta de la
heroína, a Agustina se le asignó una calle próxima que se formó
con la unión de tres calles anteriores, hoy desaparecidas: Barrio
Curto (donde ella había vivido), Ancha del Barrio Curto y Nueva
del Portillo (cfr. Callejero, 1863: 41).
Aragón, Ermesinda de. (¿?- ca.1053). Reina de Aragón y de
Pamplona. Gilberga de Bigorra era hija de Bernardo Roger,
conde de Foix, y de Garsinda, condesa de Bigorra. En 1036 se
casó con Ramiro I y con su dote se amplió el reino de Aragón en
el norte de Sobrarbe y Ribagorza. Fue madre de Teresa, condesa
de Provenza, de Sancho Ramírez, futuro rey de Aragón, de
García, primer obispo de Jaca, de Urraca, monja de Santa Cruz
de la Serós, y de Sancha, condesa de Urgel y figura importante
en la política aragonesa. Como era costumbre en la itinerante
corte aragonesa, confió la educación de sus hijos a ayos, o aita-
nes, y ella acompañó a su marido en sus constantes viajes, en los
que se alojaban en abadías y monasterios. Su marido le entregó
una carta de arras en la que, siguiendo viejos formularios, hacía
referencia a su belleza: “le di esponsales, dotes y arras por honor
y amor a su belleza”. Está enterrada en San Juan de la Peña.
Tiene dedicada una calle en el barrio de Montecanal que va de la
calle Ibón a la avenida de la Ilustración. La registra el
callejero del Ayuntamiento de Zaragoza desde 1999.
Aragón, Leonor de. (Santa María del Puig, Valencia, 1358-
Cuellar, Segovia 1382). Infanta de Aragón, reina de Castilla y
madre de Fernando I de Antequera, el rey aragonés salido
del Compromiso de Caspe, gracias a que había adquirido
derechos al trono de Aragón por línea materna. Era hija
de Pedro IV el Ceremonioso y de su tercera esposa
Leonor de Sicilia. En 1379 se casó en Soria con Juan I de
Castilla. Murió de sobreparto en el castillo de Cuellar.
El pleno del Ayuntamiento del día 26-2-1993 puso su nombre a la
calle del nuevo ensanche del barrio de la Cartuja Baja, que comien-
za en Autonomía de Aragón y acaba en Jerónima Zaporta.
Aragón, María de. (Medina del Campo, 1396 ó 1403-
Villacastín, Segovia, 1445). Infanta de Aragón y reina de
Castilla. Era hija de Fernando I de Antequera y de Leonor de
Albuquerque, quienes, siguiendo la política de alianzas matri-
moniales, la destinaron a ser la esposa de su primo Juan II de
Castilla. Participó de forma activa en la política, se pronunció
a favor de sus hermanos, los Infantes de Aragón, para inten-
tar derrotar a don Álvaro de Luna, el favorito de su marido. Su
fidelidad al linaje estuvo por encima del vínculo matrimonial
que le habían impuesto. Murió de una repentina enfermedad,
a los pocos días de la muerte de su hermana Leonor, también
repentina, lo que desató el rumor de que las dos Infantas
habían sido envenenadas por orden de don Álvaro de Luna.
Sus restos yacen en el panteón real del Monasterio de
Guadalupe. Su participación en la política aragonesa y su
apoyo decidido a sus hermanos, los Infantes de Aragón, la
hicieron merecedora de una calle en la capital del reino.
También existió una reina de Aragón llamada María de Aragón
(Segovia, 1401 - Valencia, 1458), la mujer de Alfonso V. Entre
1420 y 1423 fue Lugarteniente del Reino. Destacó su labor
mediadora entre el Rey Juan II y su hijo el Principe de Viana.
En el pleno del Ayuntamiento del día 30-4-1992 se dedicó una
calle del barrio de las Fuentes a María de Aragón, Reina de
Castilla (1420-1445). Va de Batalla de Lepanto a Diego de Espés.
43
Aranda Nicolás, Pilar. (Zaragoza, 1914-Madrid, 1997). Pintora.
Era hija de Manuel Aranda, un industrial monárquico, y de
María Nicolás, de ideas republicanas, y hermana de la escritora
Rosa María Aranda. En 1956 se casó con el pintor Francisco
San José. Se formó en Madrid en la Escuela Nacional de
Cerámica. Desde muy joven usó una técnica muy depurada y
manejó con gran soltura la acuarela. En 1955 participó en la
exposición “Cuatro pintores” del ateneo de Madrid. En 1959 se
fue a Caracas donde fundó la Escuela del Bosque con su
marido. En 1972 regresó a España y en 1977 le concedieron
la Medalla de Aragón. Está considerada como una de las
mejores retratistas españolas del siglo XX, especialista en
figuras y superficies grandes. Destacan los retratos de gita-
nos y el de Pilar Bayona. También realizó decoraciones y
figurines para obras de teatro e ilustraciones para libros de
poesía. Expuso en Zaragoza y Barcelona, en “Bienales
Hispanoamericanas” y nacionales. Murió en Madrid, pero
sus cenizas están en el cementerio de Torrero.
El 29-5-09 el nombre de Pilar Aranda sustituyó a la calle del
Barrio Oliver Progreso Español, que, aunque había sido la
primera calle del barrio a comienzos del siglo XX, se creyó,
erróneamente, que tenía connotaciones franquistas.
Comienza en la calle Alfredo Nobel. A partir de ese año las
hermanas Aranda tienen sendas calles en Zaragoza: Pilar en
el Barrio Oliver y Rosa María en el de Santa Isabel.
Aranda Nicolás, Rosa María. (Zaragoza, 1920-2005).
Escritora. Era hermana de la pintora Pilar Aranda. Se casó
con Fernando de la Figuera, militar y escritor, y tuvieron
cinco hijos. Se formó con las lecturas de la biblioteca de su
abuelo Ambrosio Aranda y participó en tertulias zaragozana
como las de Radio Zaragoza, La Agrupación Artística
Aragonesa y Miguel Labordeta. Cultivó la novela, el ensayo y
el artículo de periódico. Conocemos su trayectoria literaria
por sus memorias: Paisajes internos. Anecdotario vital (2003).
Entre sus novelas destacan: Boda en el infierno, Cabotaje,
Tebib, El grito (1950, finalista de cinco premios, pero no
se publicó por problemas con la censura), Con los ojos
vendados, Medio millón y un piso. También escribió poe-
sía: Tiempo de cristal, Fiera solitaria. En 1984 obtuvo el
premio de novela Ciudad de Calatayud y en 1988 el
Constitución de Novela de la Junta de Extremadura por
Esta noche y todas las noches. Fue finalista de los premios
Nadal, Café Gijón, Ondas y el Ateneo de Madrid.
En el pleno del Ayuntamiento del día 3-6-1999, siendo alcaldesa
Luisa Fernanda Rudi, se puso su nombre a la calle del barrio de
Santa Isabel que va de la calle Norte a Tomás Ostáriz.
Arenal Ponte, Concepción (El Ferrol, 1820-Vigo, 1893). Fue la
primera criminalista, la primera socióloga, la primera trata-
dista de Derecho Internacional y una importante ensayista.
Esta impulsora de los derechos humanos, de los derechos
de los más desfavorecidos y, en especial, de los derechos de
las mujeres, destacó en el campo de la beneficencia intro-
duciendo en ella ideas modernas de verdadero contenido
social. Se dedicó a visitar hospitales, asilos y prisiones. Está
considerada como una de las “madres” del feminismo
español y su obra se ha convertido en una referencia obli-
gada dentro de las corrientes feministas actuales. Debido a
que, en su época, las mujeres no podían asistir a las clases
de la universidad, asistió a las clases de Derecho como
oyente, disfrazada de hombre. En 1848 se casó con el abo-
gado y escritor Fernando García Carrasco y juntos colabo-
raron en el periódico liberal La Iberia. En 1859 fundó el
grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl
para ayuda de los pobres. En 1860, la Academia de Ciencias
Morales y Políticas la premió por su memoria La beneficen-
cia, la filantropía y la caridad: era la primera vez que otorga-
ba esta distinción a una mujer. En 1863, nombrada por
Isabel II, fue la primera mujer que recibió el título de
Visitadora de Cárceles de Mujeres y en 1868 fue designada
Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres. En 1872
fundó la Constructora Benéfica para construir casas bara-
tas para obreros. También organizó la Cruz Roja del
Socorro para los heridos de las guerras carlistas. Entre sus
obras, publicadas después de su muerte en veintitrés
tomos, destacamos Estudios Penitenciarios (1877) y Oda a la
esclavitud (1886), por la que recibió un premio de la
Sociedad Abolicionista. Defendió los derechos de la mujer
en La mujer del porvenir, La educación de la mujer, El estado
actual de la mujer en España, El trabajo de las mujeres, La
mujer de su casa y El servicio doméstico. Rompió con el este-
reotipo tradicional de la mujer como ama de casa, recla-
mando una mayor intervención de las mujeres en la vida
social: en las cárceles, en los hospitales, en los hospicios y
en los colegios. Sus tratados penitenciarios le valieron el
reconocimiento y la autoridad dentro y fuera de España.
Tiene dedicados un grupo escolar y una calle del ensanche de
la Universidad que va de Maestro Tomás Bretón a Corona de
Aragón. La registra el callejero desde 1941.
Arnal Gorría, Doña Dorotea-Presentación. (Castejón de
Valdejasa, Zaragoza, 1905-Zaragoza, 1972). Comadrona del
barrio de Casetas. Hija de Joaquín y Tomasa, asistió a los
nacimientos de muchos caseteros y caseteras entre los
años treinta y los años setenta. Se casó con su primo Rafael
Gil Arnal que era el practicante del barrio.
44
Los vecinos del barrio solicitaron que se denominara una plaza
con su nombre. El pleno del Ayuntamiento del día 9 de agosto
de 1972 le dedicó una plaza en la que se instaló un monumento
con la siguiente inscripción: “A doña Dorotea Arnal, los hijos de
Casetas agradecidos”. (Expediente: 16947/72).
Asociación de Mujeres Río Gállego. En 1989 se constituyó la
Asociación de Mujeres Río Gállego del barrio de Santa Isabel
para conseguir una mayor participación de las mujeres en la
vida socio cultural del barrio. El año 2006 el Ayuntamiento de
Zaragoza las reconoció como entidad de interés ciudadano
municipal. La junta municipal de Santa Isabel solicitó una
calle en reconocimiento a su labor.
El 15 de julio de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según consta
en el expediente 638.268/09, acordó dar el nombre de
Asociación de mujeres Río Gállego a una calle del barrio con
entrada por Miguel Ángel Berna y salida por Ana Belén
Fernández.
Atienza Cobos, Agustina. (Ceuta, 1860-Madrid, 1915).
Pintora y nieta de Agustina de Aragón. En 1885 retrató a su
abuela vestida con el uniforme de oficial del ejército español
-subteniente de artillería- a partir de la información que su
madre, Carlota Cobos, la hija de Agustina de Aragón, le iba
proporcionando sobre los rasgos físicos y sobre el atuendo
que había llevado su abuela. Carlota Cobos, la hija de
Agustina de Aragón, quiso honrar la memoria de su madre
con el cuadro de su hija y con una novela que ella misma
escribió y que se la dedicó a Isabel II: La ilustre heroína de
Zaragoza o la célebre amazona en la Guerra de la
Independencia. Imprenta de Santiago Aguado, Madrid: 1859.
En 1885, Agustina Atienza fue la primera mujer becada por el
Ayuntamiento de Zaragoza por el cuadro de su abuela, que lo
donó al Ayuntamiento para la “Exposición Aragonesa”. En una
restauración posterior, hecha por el pintor Manuel Navarro,
desaparecieron algunos elementos del cuadro: partes del pai-
saje, la boca del cañón y, casualmente, la firma de la autora.
Por lo tanto, no es de extrañar que durante mucho tiempo
fuera atribuido, a Marcelino de Unceta.
El 29-5-09 se le dedicó la calle del barrio de las Delicias que lle-
vaba el nombre del coronel Nicolás Arce y Alonso. Comienza en
Demetrio Galán Bergua y termina en Roger de Flor.
Ávila, María de. (Barcelona, 1920-Zaragoza, 2014).
Bailarina y profesora de baile. La excelentísima señora
doña María Dolores Gómez de Ávila era una niña cuando
comenzó los estudios de danza en el Gran Teatro del Liceo

de Barcelona donde debutó pronto y pasó a formar parte
de su ballet: llegó a ser la primera bailarina en 1939. En
1954 creó su propia escuela de danza en Zaragoza, y allí
se formaron grandes figuras nacionales e internacionales
de la danza clásica. Fue la primera directora del Ballet
Clásico de Zaragoza. En 1983 pasó a ser la directora del
Ballet Nacional de España. Recibió numerosos premios,
entre otros la Medalla de Oro de la ciudad de Zaragoza (1982),
donde pasó la mayor parte de su vida, primero como bailarina
y después como maestra de baile.
Tiene dedicada una calle en el barrio de Montañana que va
de Amado Mene Arruga a María Teresa Giral Pérez. La
registra el callejero de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza.
45
Primer homenaje de los vecinos
de un barrio a una mujer significativa
en sus vidas. Posteriormente
otros barrios dedicaron calles
a sus asistentes sociales,
a sus enfermeras y a sus maestras.
Barat, Madre. (Joigny de Borgoña, Francia, 1779-París,
1865). Magdalena Sofía Barat fue la fundadora de la comu-
nidad del Sagrado Corazón de Jesús. Su hermano mayor
se encargó de su educación científica y religiosa y el Padre
Varin la animó a crear una comunidad religiosa destinada
a la educación de las niñas pobres. En 1800 fundó la
comunidad, aprobada en 1826 por León XII, y ella misma
llegó a abrir más de cien colegios. En 1876 se abrió el
colegio de Zaragoza, en Sagasta, 3, y un siglo más tarde
fue trasladado a su actual emplazamiento en el Actur.
En el primer trimestre de 1956 la calle del Barrio Oliver llamada
Sánchez Vergara se convirtió en Madre Barat (Ordenanzas,
1958: 386). Comienza en la calle Pilar Aranda y no tiene salida.
Bartolomé Soria, Jacinta. (Zaragoza, 1902-1993).
Jotera. Cantadora de jota de la parroquia de San Pablo,
conocida como “La Perla del Ebro”. Aprendió las prime-
ras tonadas de jota con Pilar Gascón y fue discípula de
Miguel Asso. Famosa en España y en Europa en los años
veinte y treinta: tuvo grandes éxitos en París en el teatro
de la “Cigale” y en el “Palace”. Esta gran estilista tocaba
muy bien la bandurria, el requinto y la guitarra. En 1950,
a la muerte de Pascuala Perié, fue nombrada profesora
de canto de la Escuela Municipal de Jota de Zaragoza.
Después de su jubilación ocupó el cargo de asesora de
canto. Entre sus numerosos galardones destacan el
Primer Premio del Certamen Oficial de Jota Aragonesa
(1929) y el campeonato Pilar Gascón (1934). En 1984
recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Zaragoza.
Tiene dedicada una calle en el barrio de Monzalbarba que
comienza en la avenida de San José. La registra el calleje-
ro digitalizado de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza.
Bayeu Subías, Josefa. (Zaragoza, 1747-Madrid, 1812).
Mujer de Goya. Pertenecía a una notable familia de pinto-
res. Hija de Ramón y María, en 1773 se casó con
Francisco de Goya, con quien tuvo ocho hijos, un prema-
turo y seis que murieron al nacer o siendo muy niños, sólo
sobrevivió el último, Francisco Javier. En una carta del 9
de agosto de 1780 que Goya le escribió a su amigo Martín
Zapater, para comunicarle su viaje a Zaragoza, le decía:
“mi mujer parirá el mes que viene, en que apenas se
pueda poner en pie, se hará el viaje” (Ansón Navarro,
1995: 169). Josefa, una mujer hogareña, ingenua y bonda-
dosa, era poco conocida, pasó desapercibida y apenas
influyó en la obra de su marido, hasta tal punto que la crí-
tica niega que la mujer del retrato titulado “Josefa Bayeu”
sea “la Pepa”, nombre con el que Goya llamaba a su
mujer. Las ideas avanzadas de esta mujer poco instruida
se reflejan en otra frase de la citada carta: “mi mujer me
encarga que te diga que, como la casa es la sepultura de
las mujeres, que le parece el paraje triste”. Goya, al casar-
se con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu, logró
entrar en el círculo de pintores de la corte.
El nombre de la calle del Parque Goya, creado en el año
2000, no se debe a la mujer de Goya, sino a un retrato
al que Goya le puso el nombre de su mujer. En la placa
de la calle se lee: “Josefa Bayeu, obra pictórica de
Francisco de Goya”. La registra el callejero digitalizado
de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza. Comienza en la
calle de La Fragua y termina en la de Volaverunt.
46
Bayona López de Ansó, Pilar. (Zaragoza, 1898-1979).
Música. Pianista de un talento interpretativo poco común.
Era la mayor de los tres hijos de Julio, profesor de mate-
máticas, y Sara, natural de Cosuenda, aficionada a los con-
ciertos y a tocar el piano. Recibió la educación en su casa
y se inició en la música con los profesores Ángeles y José
Sirvent, pero en su desarrollo y evolución fue autodidacta.
A los siete años dio su primer concierto, junto con el violi-
nista Teodoro Ballo. En 1908 actuó en un recital organiza-
do por la Sociedad Filarmónica en el Teatro Principal. En
1915 debutó en solitario con la orquesta de San Sebastián.
En 1924 dio varios conciertos en Alemania. En los años
treinta formó parte del grupo de intelectuales que fre-
cuentaban la Residencia de Estudiantes. Difundió la músi-
ca clásica en general y la de piano en particular a través
de las veladas de Radio Zaragoza y fue la más asidua
intérprete en las sesiones de Sansueña, sección de músi-
ca de cámara y moderna de la Sociedad Filarmónica de
Zaragoza. Inigualables fueron sus interpretaciones de los
impresionistas y de la música española. Compositores
como Esplá o Guridi le confiaron el estreno de varias de
sus obras. Fue profesora de perfeccionamiento en los con-
servatorios de Pamplona y Zaragoza. En 1950 Pilar Aranda
la inmortalizó en una acuarela. En 1955 fue nombrada hija
predilecta de la ciudad de Zaragoza y adoptiva de Cosuenda.
En 1969 recibió el premio San Jorge y entró en la Real
Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis.
En 1964, siendo alcalde don Luis Gómez Laguna, el
Ayuntamiento le dedicó una calle que va de Corona
de Aragón a Menéndez Pelayo.
Beatas. (Desaparecida). Mujeres que pertenecían a un
beaterio. Los beaterios eran agrupaciones de mujeres
que o no podían pagarse la dote o eran viudas o no per-
tenecían a la nobleza. En la segunda parte de la actual
calle de San Jorge, “en la calle de la Compañía se fundó
en 1697 un beatorio (sic) bajo la advocación de Hijas de
María. En el pasado siglo [léase XVIII] se constituyó en
forma de comunidad con el nombre de Madres de la
Enseñanza construyéndose al efecto un convento, que
dirigió [el arquitecto] don Julián Yarza; y fue costeado por
el arzobispo don Francisco Ignacio de Añoa y Busto,
1744” (Ximénez de Embún, I: 65). Según la Guía de
Zaragoza de 1860: “El convento de la Enseñanza tiene
escuelas para la instrucción de las niñas, a las que con-
curren muchas alumnas, y colegio de educandas inter-
nas, con cierto número para las hijas de militares desti-
nados por S.M” (221).
La calle desapareció antes de 1863, pero en 1901 todavía
se conocía por este nombre: “La calle llamada de la
Enseñanza, de las Beatas, calle que guía a la Compañía”
(Ximénez de Embún, I: 57). La calle de las Beatas, un
tramo de la actual calle de San Jorge pasó a llamarse de
la Enseñanza cuando el antiguo beaterio se convirtió en el
convento de la Compañía de María o de las Madres de la
Enseñanza. En 1863 desapareció la calle de la Enseñanza
al formarse la de San Jorge con la unión de tres calles:
Alta de San Jorge, Enseñanza y San Carlos.
Berenice. Constelación boreal conocida como “La cabellera de
Berenice”. En Egipto se relacionan estas estrellas con la
leyenda de la reina Berenice, que se cortó el cabello para
sacrificarlo a la diosa Venus cuando su marido Ptolomeo
III volvió ileso del campo de batalla.
El nombre nos evoca también a Berenice, reina de
Capadocia, hija del rey Mitrídates y esposa del rey
Ariaracto, que cuando enviudó defendió el reino de las
ambiciones de su cuñado. Es una de las mujeres que
poblaron La Ciudad de las Damas (1405) de Cristina de
Pizán, donde figuraba entre las reinas que habían gober-
nado demostrando su disposición natural para la política y
para el ejercicio del poder. Y otra Berenice, la hermana de
Herodes, se convirtió en un personaje literario clásico con
las obras de Racine, Berenice, y de Molière, Tito y Berenice.
La registra el callejero desde 1964 entre las calles de
Valdefierro dedicadas a constelaciones, nebulosas y estre-
llas. Va de Federico Ozanam a Aries.
Blasco, María. (Zaragoza, 1888 - 1966). Cantadora de
jotas. Estuvo considerada como la gran figura de la
jota aragonesa en la primera década del siglo XX.
Nació en el barrio de la Parroquia Baja y a los dieci-
nueve años ganó el primer premio del Certamen
Oficial de Jota Aragonesa de 1907 y, en 1908, el pre-
mio extraordinario de dicho certamen. Viajó por
Europa cantando, tuvo grandes éxitos en París y en
Bruselas. En 1910 emigró a Argentina, donde ya
estaba Juanito Pardo, otro célebre cantador de jota, y
allí obtuvo nuevos triunfos artísticos.
En el callejero de 1989 apareció su nombre en una calle
del barrio de la Jota, donde su compañero de giras,
Juanito Pardo, ya tenía calle desde 1957. La calle María
Blasco comienza en la avenida de la Jota y termina en la
calle Pablo Bruna.
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Botorrita, Señora de. (Desaparecida). Noble aragonesa.
Catalina de Villalpando, mujer de Juan Fernández de
Heredia, Señor de Botorrita, Aguilón, Tosos y Jaulín, fue
madre de Juan Fernández de Heredia y Villalpando, el
último Señor de Botorrita. Murió el 30 de marzo de 1540
y está enterrada en Tosos. Su nieta Juana Fernández de
Heredia fue abadesa del monasterio cisterciense de
Casbas desde 1522 hasta 1541.
La calle de la Señora de Botorrita “debía su nombre a la
que dirigía la casa del Señor de Botorrita, ubicada en
ella”. (Cfr. Gómez, 1993). Actualmente es la calle
Contamina, que debe su nombre a Alonso Fernández de
Heredia, nombrado conde de Contamina en 1646 por los
servicios prestados a la corona. La calle Contamina va de
la calle del Temple a la de Alfonso I.
Bozada, La. Nombre de una propietaria de terrenos. El
barrio de la Bozada debe su nombre al segundo apellido
de la señora, Gutiérrez de la Bozada, que era la propietaria
de la mayoría de los terrenos que se parcelaron para
construir el barrio. (Cfr. Garrido: 75). Según Julián Ruiz:
“Debía llamarse Gutiérrez de la Bozada que era el apellido
completo del propietario (sic)” (2003, V: 154). Hasta los
años setenta era una zona rural, con algunas casas bajas,
parcelas y torres de campo. Los primeros bloques de
viviendas se levantaron en 1967 (Garrido, 2007: 75 y 82).
En los años 70 se puso su nombre al barrio en el que habí-
an estado sus terrenos, pero antes había tenido dedicada
una calle que la registraba el callejero republicano de
1932. En 1943 la calle Gutiérrez de la Bozada pasó a lla-
marse Fernando Díaz de Mendoza, actor y marido de
María Guerrero. Comienza en la avenida Juan Carlos I de
Borbón y termina en la calle Escuelas Pías.
Bravo Ortega, Ángela. (Guadalajara, 1929-Zaragoza,
2003). Conocida como Tita Bravo, fue una sindicalista
comprometida y defensora de los derechos de los trabaja-
dores aragoneses. Desde 1975 trabajó como auxiliar de
enfermería en el Servicio de Urología del Hospital Clínico
Lozano Blesa, donde fue elegida miembro del comité de
empresa, puesto en el que se mantuvo hasta 1993. Uno de
sus hechos más destacados fue la creación junto a su
marido, Dionisio Santolaria, de la primera residencia obre-
ra para los trabajadores procedentes del éxodo rural. En la
etapa final de su vida apoyó de manera activa el nacimien-
to de la Organización Sindical de Trabajadores de Aragón
(OSTA), a la que perteneció.
El 29-5-09 la calle de La Victoria del Barrio Oliver pasó a lla-
marse calle de Ángela Bravo. Comienza en Antonio de Leyva
y termina en Miguel Agustín Príncipe.
Bruja, Callejón de la. (Desaparecida) Según Ximénez de
Embún (I: 84) estaba en el Casco Histórico junto al también
desaparecido callejón de Torresecas. En 1845 Madoz (309)
ya la registraba como calle del Desengaño. Era una bocaca-
lle de la actual calle Fuenclara.
Buena Madre. (Desaparecida). Una denominación expresiva
para rendir homenaje a todas las madres y a la maternidad.
En 1982 era una calle de un asentamiento gitano, conocido
como la Quinta Julieta, que estaba en la margen del Canal
Imperial. A finales de los ochenta se derribó el barrio y sus
habitantes fueron trasladados a diversos núcleos de vivien-
das protegidas. La calle desapareció con la demolición de las
casas de la Quinta Julieta. Junto a la calle de la Buena Madre
estaba la calle del Buen Deber.
Bueso, Eugenia. Escritora. Esta escritora española del siglo
XVII fue muy elogiada por sus contemporáneos, pero se han
perdido todos los datos de su biografía. Su obra fue recogida
y comentada, con grandes alabanzas, por el cronista del
reino don Diego José Dormer. Conocemos dos de sus obras
publicadas en Zaragoza: Relación de la entrada en la imperial
ciudad de Zaragoza hecha por el Serenísimo Sr. D. Juan de
Austria (1660) y Relación de las fiestas que en la Imperial
Ciudad de Zaragoza se han hecho por la canonización de San
Pedro Alcántara y Santa María Magdalena de Pazzi, en verso
español endecasílabo (1669). La primera tiene interés como
ejemplo de discurso público femenino y de la participación
de una mujer como escritora en la vida política.
En el pleno del Ayuntamiento del día 8-10-1959 se puso su
nombre a la calle del barrio de las Fuentes que va de
Salvador Minguijón a San Adrián de Sasabe.
Burdel Viejo. (Desaparecida). El burdel público, desde
mediados del siglo XV, constituía un recinto aislado cuyas
puertas se cerraban por la noche y estaba cerca de la Calle
del campo del Hospital (hoy Pignatelli), entre el callizo de los
Quiñones y la calle de Barrio Curto, actual Agustina de
Aragón (Falcón, 1981: 49-51). En 1629 se clausuró el burdel
de la ciudad. (Canellas, 1977: 102).
Era una calle “cuyo nombre indicaba su destino, antes de que
a mediados del siglo XV se trasladara a la zona del Campo del
Hospital” (Falcón, 1981: 49). Es la actual calle de Aben Aire.
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Bureta, Condesa de. (Gerona, 1775-Zaragoza, 1814).
Heroína de los Sitios, condesa de Bureta y baronesa de
Valdeolivos. María Consolación Domicilia de Azlor y
Villavicencio era hija de Manuel Azlor, virrey de Navarra, y
de Petronila, y nieta de los duques de Villahermosa. A los
dieciséis años se convirtió en condesa consorte por su
matrimonio con el conde de Bureta. Fue una famosa hero-
ína de los Sitios de Zaragoza: formó y dirigió un cuerpo
especial de mujeres, al que denominó Cuerpo de
Amazonas, que se encargó del socorro de los heridos y del
aprovisionamiento de víveres y municiones a los comba-
tientes. Además, convirtió su palacio en hospital y asilo,
pagó los medicamentos durante la guerra y empuñó las
armas en ocasiones de excepcional peligro. En 1808, al
acabar el Primer Sitio, se casó con don Pedro María Ric,
barón de Valdeolivos y regente de la Real Audiencia de
Aragón y, cuando capituló Zaragoza, emprendieron viaje a
Cádiz, donde don Pedro iba a ejercer el cargo de diputado
a cortes por Aragón. En 1810 regresaron a Zaragoza y en
1814 murió de sobreparto a los treinta y nueve años.
Está enterrada en la iglesia de San Felipe, tiene una lápida
junto a las otras heroínas de los Sitios en la iglesia del
Portillo y su nombre consta en el monumento a las heroínas.
Bayeu la retrató en 1814 y Marcelino Unceta en 1881. En
1908 la Junta del Centenario colocó una lápida en la fachada
de su casa-palacio que decía: “A la Condesa de Bureta, doña
María Consolación Azlor y Villavicencio, defensora insigne de
Zaragoza, de valor sin segundo, de caridad sin igual en los
gloriosos asedios de 1808 y 1809. Dedican esta memoria la
patria y la ciudad de Zaragoza. 1908”. En 1933 se derribó el
palacio para construir los almacenes SEPU. Actualmente, en
su lugar hay un edificio de viviendas llamado “Condesa de
Bureta” en cuya entrada, el 27 de enero de 2009, se colocó
una placa nueva para recordar a la heroína.
La calle de la Condesa de Bureta está en la parte trasera de
su palacio. En el callejero de 1863 se dice: “ha parecido opor-
tuno denominarla de la condesa de este título, en recuerdo
de la que tanto heroísmo desplegó en los Sitios de 1808 y
1809” (44). La calle Condesa de Bureta se formó con la unión
de un tramo de la calle Morata con toda la calle Antón Trillo.
Como la calle Morata era articulada se conservó el nombre
de Morata para el tramo que iba desde la plazuela de San
Felipe hasta la plaza de Sas, antes plaza del Carbón. Y la
subida de Antón Trillo pasó a ser la calle de Antón Trillo.
La calle Condesa de Bureta comienza en la calle de Antón
Trillo y acaba en la plaza del Ecce Homo.
 Calle María Callas
Burges Aznar, María Pilar. (Zaragoza, 1928-2008). Pintora.
Estudió bachillerato en el Colegio de Santa Ana de
Zaragoza y Magisterio en Logroño. Comenzó sus estu-
dios artísticos con Manuel Bayo y Joaquina Zamora.
Estudió Bellas Artes en la Escuela Superior de San Jorge
de Barcelona, en París y en Roma. Entre 1957 y 1970
dirigió la “Escuela de Arte Aplicado Burges (Centro Piloto
de Investigaciones Pedagógicas)”. En 1986 se licenció en
Bellas Artes y en 1996 leyó su tesis doctoral sobre su
propio proceso creativo en la Universidad Complutense
de Madrid.
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AIDA
¡Ay! Oigo rugir
el atroz grito de guerra,
temo por mi infeliz patria,
por mí, por vos.
Giuseppe Verdi, Aida.
Soprano María Callas.
Desarrolló una variada carrera artística. Trató el figuri-
nismo, la escenografía teatral, la publicidad, la ilustra-
ción, la pintura mural, vidrieras y cristales decorados.
Creó el estudio-taller de cristal decorado Burglas E.B.R.
(Equipo Burges-Ruiz de Gopegui). Pero, sobre todo, des-
tacó en la pintura de caballete con la que le llegaron los
mayores reconocimientos.
Recibió los siguientes premios y medallas: Premio Salón
de Artistas Aragoneses (1954), Premio Ciudad de
Tarazona (1956), Medalla de bronce del III Salón Hispano
Francés (1964), Medalla de oro del V Salón Hispano
Francés (1966), Primera medalla de la Artesanía
Aragonesa (1968), Medalla de bronce en la III Exposición
Nacional de Artesanía.
Defendió la igualdad entre las personas y los valores de
las mujeres en el arte: Es necesario reconocer en las
obras de las mujeres la trascendencia que les corresponde
como creadoras, sin tratar de reducirlas al ámbito de lo pri-
vado y, encerradas todas juntas en un rincón femenino,
negarles lo público (Testamento ológrafo).
El 25 de julio de 2016, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 1.079.135/16, acordó dar el
nombre de María Pilar Burges Aznar a una calle con
entrada por la calle Cosuenda y salida por la de
Enriqueta Castejón.
Cabrera, De la. (Desaparecida). Mujer que se dedica al
cuidado de cabras. Según Blasco Ijazo (1944), la desapa-
recida calle de Monserrate, antes se había llamado
Hospicio de Monserrate y de la Cabrera.
Cáceres Flores, Berta Isabel. (La Esperanza,
Honduras, 1972-2016). Feminista y ecologista.
Perteneció al pueblo lenca, uno de los más antiguos y
numerosos de América Central. Era hija de Berta
Flores, una comadrona defensora de los derechos
humanos. Desde niña vivió la reivindicación social y
conoció la represión política. Estudió Ciencias de la
Educación. Se casó con Salvador Zúñiga, dirigente indí-
gena como ella, y tuvo cuatro hijos.
En 1993 fundó, con una docena de compañeros, el
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas
de Honduras(COPINH) que defendía los derechos y las
tierras del pueblo lenca, preservaba su cultura y preten-
día elevar su nivel de vida.
En 2006, ante el proyecto de la construcción de la presa
de Agua Zarca en el Gualcarque, el río sagrado de los
lenca y su principal fuente de subsistencia, la COPINH
denunció el incumplimiento de los tratados internaciona-
les que rigen los derechos de los pueblos indígenas, cuya
firma había sido lograda por su madre, Berta Flores, en
1995. Berta Cáceres llevó el caso ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. En 2013 se con-
siguió paralizar la construcción de la presa de Agua
Zarca, pero con un alto coste para los líderes de la comu-
nidad lenca.
50
En 2009 fue candidata a vicepresidenta en las elecciones
nacionales, antes del golpe de estado contra el presidente
Manuel Zelaya.
En 2015 recibió el Premio Goldman para América Central
y del Sur, por su trayectoria vital y por su oposición a la
construcción de la presa de Agua Zarca.
El 3 de marzo de 2016 fue asesinada en su casa de La
Esperanza. A pesar de la gran repercusión internacional,
su caso sigue todavía sin resolver.
El 24 de noviembre de 2016, el Gobierno de Zaragoza,
según consta en el expediente 306.209/14, acordó dar el
nombre de Berta Cáceres a un andador en la Ciudad de la
Justicia, en el recinto de la Expo, con entrada por la aveni-
da José Atarés y salida por la avenida Ranillas.
Calcuta, Madre Teresa de. Fundadora de las Misioneras de
la Caridad. Agnes Gonxha Bojaxhiu (Skopje, Albania, 1910-
Calcuta, 1997). Todavía era una niña cuando ingresó en la
Congregación Mariana de las Hijas de María, donde inició su
actividad de asistencia a los más necesitados. A los diecio-
cho años abandonó su ciudad y viajó hasta Dublín para pro-
fesar en la Congregación de Nuestra Señora de Loreto.
Estudió Magisterio, eligió el nombre de Teresa y decidió ir de
misionera a la India. Hasta 1948 ejerció como maestra en la
St. Mary’s High School de Calcuta. En 1950 fundó la
Congregación de las Misioneras de la Caridad, aprobada en
1965 por Pablo VI, cuyas monjas tenían que cumplir los
votos tradicionales y, además, el de la dedicación a los “más
pobres de entre los pobres”. La congregación se extendió
rápidamente en la India y en muchos otros países. Dedicó el
dinero que recibió en 1979 por el Premio Nobel de la Paz a
ampliar un centro de ayuda para personas pobres, enfer-
mas y discapacitadas físicas en los suburbios de Calcuta.
En el pleno del Ayuntamiento del día 18-7-1991 se puso su
nombre a una calle del barrio de la Bozada, paralela a la de
María Guerrero, que va de la avenida Juan Carlos I de
Borbón a la avenida Juan Pablo II.
Callas, María. (Nueva York, 1923-París, 1977). Cantante de
ópera. La soprano Cecilia Sophia Anna Maria Kalogeropoulou
fue más conocida por el nombre artístico de María Callas. Hija
de inmigrantes griegos, en 1937, tras la separación de sus
padres se fue a vivir a Grecia con su madre y su hermana. En
poco tiempo María se convirtió en el sostén económico de la
familia. Estudió en el Conservatorio Nacional de Atenas con
Elvira de Hidalgo, una soprano aragonesa. En 1942 tuvo un
gran éxito con la obra Tosca de Puccini en la Ópera de
Atenas. En 1947, debutó en Verona (Italia) con La Gioconda
de Ponchielli. El gran éxito en la Scala de Milán con Aída, en
1950, dio origen a su seudónimo “La Divina”. En 1965 repre-
sentó Tosca en el Covent Garden de Londres, que fue su
última actuación. Pasó el final de su vida en París, práctica-
mente recluida y sumida en una gran depresión. Fue una
de las mayores cantantes del siglo XX: llenaba de vida a los
personajes y era muy atractiva en la escena.
El 29-5-09 la calle de María Callas sustituyó a la de Felisa
Soteras, en el barrio de las Delicias. Comienza en la calle
de Juan XXIII y termina en la de Teodoro Iriarte Reinoso.
Camisera, La. Según una leyenda urbana, el viejo camino
de la Camisera conducía a una torre en la que vivía una
mujer muy popular en el barrio, que se dedicaba a coser
camisas. La Camisera es una barriada dentro del Barrio
Oliver que comprende: el camino de La Camisera, la calle
de La Camisera y el campo de fútbol de La Camisera. El
nombre del camino rural era anterior a la parcelación del
barrio. La calle de La Camisera está registrada desde el
callejero de 1964.
Campoamor, Clara. (Madrid, 1888-Madrid, 1972). Política
y feminista. Es una de las “madres” del feminismo. Fue
diputada en las primeras cortes de la II República junto a
Margarita Nelken y a Victoria Kent. Defendió la primera ley
del divorcio, el voto de las mujeres, que se aprobó en 1931,
y, en general, los derechos de la mujer. Clara Campoamor
se vio envuelta en una complicada historia cuando se rela-
cionó el triunfo de la derecha con el voto de las mujeres.
De todos estos ataques se defendió en el libro, Mi pecado
mortal: el voto femenino y yo, publicado en junio de 1936.
Trabajó como modista, auxiliar de telégrafos y secretaria
del diario “La Tribuna”, se licenció en Derecho y centró su
actividad política en la defensa de los derechos no recono-
cidos de la mujer. Fundó y presidió la “Agrupación Unión
Republicana Femenina”. En los procesos de San Sebastián
defendió a los rebeldes de la guarnición de Jaca de 1930.
Escribió las biografías de Concepción Arenal y Sor Juana
Inés de la Cruz, y en el exilio publicó, en francés, La revo-
lución española vista por una republicana.
En el pleno del Ayuntamiento del día 9-9-1982 se puso su
nombre a la calle del Actur que va de Gertrudis Gómez de
Avellaneda a la avenida de Ranillas.
Carmelo, El. Nombre abreviado de la advocación a la
Virgen del Monte Carmelo. Con él se llama a la orden de
51
los carmelitas reformada por Santa Teresa de Jesús y por
San Juan de la Cruz. En 1593 se dividió en los Carmelitas
Calzados y los Carmelitas Descalzos.
En el siglo XII, un grupo de hombres, inspirados por el pro-
feta Elías, fundó en el Monte Carmelo la Orden de los
Carmelitas. Ellos extendieron la devoción a la Virgen del
Carmelo, también llamada de Nuestra Señora del Carmen.
El nombre de la calle que va desde el paseo de María
Agustín hasta la calle Albareda se debe al convento de las
Carmelitas. La registra el callejero desde 1999.
Carmen, Del. Los nombres de las antiguas calle y plaza se
debían a la proximidad con el gran Convento del Carmen
que llegaba hasta la puerta de Baltax. La calle iba adosada
a las tapias y en la plaza estaba la entrada al convento.
Para la historia del convento y su entorno urbano, cfr.
Ansón Navarro (2007).
La calle del Carmen que figuraba en el censo de 1723
correspondía a una parte de la actual calle Azoque y com-
prendía la acera derecha, en dirección a la puerta de
Baltax, de las calles llamadas Carmen, Aljeceros, Plaza del
Carmen, Callizo de los Ciegos y Puerta de Baltax. (Cfr.
Ansón Calvo: 35). En 1863 desapareció la calle del Carmen
y pasó a llamarse calle Azoque, que se formó con la unión
de las antiguas calles Azoque, plaza de la Alfóndiga, Santa
Fe, Carmen y Juego de Pelota.
En 1928 se dio el nombre del Carmen a una de las nuevas
avenidas del ensanche: comenzaba en la actual calle de
Hernán Cortés, cerca de la Puerta del Carmen, atravesaba
la línea de ferrocarril y llegaba hasta Corona de Aragón.
Con el cubrimiento de la vía del tren el segundo tramo de
la calle pasó a llamarse San Antonio María Claret y el pri-
mero conservó el nombre de avenida del Carmen. En un
acuerdo municipal de 1943, la avenida, pasó a llamarse
calle del Carmen.
La plaza del Carmen ha tenido varias denominaciones:
plaza del Carmen, de Isabel II y del Pueblo. En 1940 recu-
peró el nombre primitivo, actualmente se llama plaza de
Nuestra Señora del Carmen, pero la gente la sigue llaman-
do Plaza del Carmen.
También existen: la plaza del Carmen en Peñaflor, la calle
de Nuestra Señora del Carmen en Casetas y Garrapinillos,
y la calle Torre del Carmen en Garrapinillos y en San
Juan de Mozarrifar.
 Carrillo, Conchita. (Quinto de Ebro, Zaragoza, 1928-
Zaragoza, 2012). Locutora de Radio Zaragoza que potenció
el folclore aragonés. Formó parte del equipo del programa
taurino “Toriles”, que presentaba el popular “Armando
Jarana”, y con Lisardo de Felipe condujo “Despierta,
Aragón”. Participó en “Estudio 7” y “Radio Aragón”.
Presentó el acto de la visita de Juan Pablo II a Zaragoza.
Fue la presentadora y animadora del certamen de jota
“Demetrio Galán Bergua”. Su labor de promoción y difu-
sión de la jota fue reconocida con numerosos premios y
distinciones: Medalla al mérito profesional de la DGA;
Medalla de Oro de Santa Isabel de Portugal; Jotera de
Honor de la Diputación Provincial de Teruel; Primer
Cachirulo de Oro de Teruel y de la Peña Cuna El Cachirulo
de Calatayud. También fue Presidenta de Honor de la
Asociación Cultural de Costumbres Aragonesas.
En 1994 se dio el nombre de Conchita Carrillo a la calle
del barrio de San José que va desde Zaragoza la Vieja
hasta la calle Levante.
Cartiel Marín, Mercedes. (Zaragoza, 1924-2008). Jotera.
Vivió toda su vida en la calle Barrio Verde de Zaragoza,
se casó con Víctor Aznárez, actuó con los grupos de jota
Pascuala Perié y José Esteso, perteneció al orfeón zara-
gozano cuando lo dirigía el maestro Salvador, educó a
importantes voces joteras, destacó como profesional del
canto y obtuvo importantes premios en Alcañiz,
Andorra, Barcelona y Zaragoza.
Calle Rosa Chacel
Lleva su nombre una glorieta del Casco Antiguo,
detrás del paseo Echegaray y Caballero. La registra el
callejero desde 1999.
Casamayor y de la Coma, María Andrea. (Zaragoza, ¿?-
1780). Científica ilustrada. Vivió en Zaragoza en la calle
de la Coma y era hija de Juan Casamayor y María de la
Coma. Imbuida por el espíritu ilustrado, que en Aragón
acabaría cristalizando en la Real Sociedad Económica
de Amigos del País, dedicó buena parte de sus esfuerzos
a la enseñanza de las matemáticas aplicadas a las nece-
sidades de los gremios. De ella nos han quedado dos
obras el Tirocinio aritmético (1738) y el Parasisolo (póstu-
ma), firmadas con el nombre masculino de Casandro
Mamés de la Marca y Arioa, un interesante anagrama de
su propio nombre. El Tirocinio era un manual de mate-
máticas para la Escuela Pía del Colegio Santo Tomás de
Zaragoza. Servía para enseñar a sumar, restar, multipli-
car y dividir de una manera sencilla y accesible, apor-
tando ejemplos prácticos de agricultura y de ganadería.
Además, en un tiempo en el que no se había adoptado el
sistema métrico decimal como medida común, contenía
unas tablas de pesos, medidas y monedas, con las equi-
valencias correspondientes de la época. En el Parasisolo
aplicó las matemáticas a la vida cotidiana, sobre todo en
temas de proporcionalidad, utilizó las tablas de raíces y
las reglas generales de cálculo para solucionar algunos
problemas aritméticos sin echar mano del álgebra. A
María Andrea, cuyos estudios ayudaron a difundir las
matemáticas y su aplicación a problemas cotidianos,
algunos la han considerado una pionera de la aplicación
I+D, porque aplicó las matemáticas al desarrollo de dife-
rentes oficios y a sus métodos de producción.
En 1863 la calle de la Coma pasó a llamarse Damián
Forment. “Coma” (f.) era un nombre prerromano utilizado en
la documentación catalano-aragonesa medieval con el sig-
nificado de “valle en la alta montaña”. (Cfr. Menéndez Pidal:
150). Por ampliación semántica también significó gran
extensión de terreno. Precisamente María Andrea, en su
anagrama, cambió el primitivo “coma” por el germánico
posterior “marca”, del que deriva “comarca”. Y, si relacio-
namos la calle de la Coma con la partida de terreno de la
Coma en La Almozara (cfr. Falcón, 1981: 128), podemos
pensar que el nombre de la calle se debía a que en ella
vivía una familia de terratenientes zaragozanos.
Los grupos de viviendas del final del barrio de las Fuentes,
construidos por la Obra Sindical del Hogar, en el callejero
1964 figuraban con el nombre de José Antonio Girón de
Velasco, pero el 29-5-09 pasaron a denominarse
Grupos María Andrea Casamayor y de la Coma. En
noviembre de 2009 se propuso su nombre para una
calle del Parque Científico de Gijón (Asturias).
Caseta de las brujas, La. Nombre que recibe el dolmen de
Ibirque, en la Sierra de Guara, cerca de Nocito (Huesca).
Según la leyenda este dolmen era el lugar donde las bru-
jas realizaban aquelarres. La tradición popular atribuye la
construcción de estos monumentos ciclópeos a fuerzas
superiores o portentos mágicos, sobre todo a las brujas,
que eran muy numerosas en la zona.
El mismo nombre se conserva en Biescas, donde la
“Casita de las brujas” es un pequeño refugio forestal al que
se accede por un hermoso camino.
El 8 de julio de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según consta en
el expediente 1.167.934/09, acordó dar el nombre de La caseta
de las brujas a una calle de Arcosur con entrada por la avenida
Corsarios y salida por la avenida del Arco de la Estrella.
Castejón Anadón, Enriqueta. (Azuara, Zaragoza, 1916-
Zaragoza, 2011). Farmacéutica. Era hija del farmacéutico
José María Castejón, instalado en el Paseo de la
Independencia desde 1928. En 1931 obtuvo el título de
bachillerato en el Instituto General y Técnico, actual
Instituto Goya. Posteriormente se licenció en Ciencias
Químicas con Premio Extraordinario en la Universidad de
Zaragoza y, al mismo tiempo, aprovechando los veranos,
en Farmacia en la Complutense de Madrid. Pronto comen-
zó su carrera como profesora auxiliar en la Universidad de
Zaragoza. Con su matrimonio en 1940 con Julián Bernal
(1904-1980), catedrático de Química Analítica, abandonó
el ámbito académico, y, desde ese momento, desarrolló
toda su vida profesional en la farmacia que heredó de su
padre en 1952.
Durante más de setenta años trabajó y regentó su farma-
cia en el centro de la ciudad, “la Farmacia Castejón”. Su
profesionalidad la convirtió en un referente importante de
las mujeres farmacéuticas de Zaragoza.
En 2005, con el legado familiar y en colaboración con la
Universidad de Zaragoza, fundó la Cátedra de Química y
Farmacia Bernal-Castejón para fomentar la investigación en los
ámbitos científicos en los que ella misma se había formado.
El 25 de julio de 2016, el Gobierno de Zaragoza acordó,
según consta en el expediente 1.079.135/16,dar el nombre
de Enriqueta Castejón a una calle con entrada por la calle
Cosuenda y salida por el paseo de la Ribera.
Castro, Leonor de. (Desaparecida). Ximénez de Embún (I:
39) la identifica con la mujer de Francisco de Gurrea,
gobernador de Aragón y lugarteniente de Carlos I, fallecido
en 1554, y como la madre de Francisco de Gurrea Castro,
“baile general” de Aragón, uno de los principales magis-
trados del reino, fallecido en 1614.
Leonor de Castro Pinós y de Aragón, parroquiana de la
Seo, descendía de la casa real aragonesa: era hija de
Guillén Ramón de Castro Pinós, noveno vizconde de Évol,
mayordomo del Príncipe de Viana, y de Aldonza de
Aragón y Gurrea, casados en Zaragoza en 1523. Fue la
segunda mujer de Francisco de Gurrea, señor de la baro-
nía de Gurrea, con quien se casó en 1549 y la madre de
Francisco Luis de Gurrea y Castro de Aragón. Ordenó
construir una casa-palacio en el castillo de La Ballesta,
Ardisa (Zaragoza), que pertenecía a la casa de Gurrea.
La actual calle Gavín, que va de la plaza Ignacio Jordán
de Asso a la calle Sepulcro, ha tenido varias denomina-
ciones: Domingo Veco, Leonor de Castro, Baile, Leonor de
Castro y Antonio Gavín.
En el siglo XV se llamó de Domingo Veco, un pariente del
“zalmedina” de Zaragoza. Cambió el nombre por el de
Leonor de Castro en el siglo XVI, porque estaba allí su
palacio; entre 1637 y 1646, Don Francisco de Liñán tenía
su casa en la calle Leonor de Castro. (Cfr. Nicolás: 74) y en
1675 se seguía llamando Leonor de Castro (Calvo y
Santos: 341). Debió ser, pues, a finales del XVII cuando
pasó a llamarse calle del Baile, en recuerdo de los descen-
dientes de Leonor que habían ocupado el cargo: su hijo, un
nieto y un sobrino. En el siglo XVIII, cuando se había aca-
bado la saga de “bailes” de la familia Gurrea Castro, recu-
peró el nombre de Leonor de Castro, señora principal,
54
cuyo palacio seguía estando en el número 17 de la calle, y
se conservó el nombre de Baile en una plazuela. A finales
del siglo XVIII se cambió el nombre por el de Antonio Gavín,
justicia de Aragón (Diario de Zaragoza, 1797). Para los
cambios de nombre de esta calle, cfr. Canellas (1979).
Castro, Rosalía de. (Santiago de Compostela, 1837-
Padrón, 1885). Escritora excepcional y una de las principa-
les figuras del romanticismo español. Escribió novelas,
ensayos y poesías que han influido en las posteriores
generaciones de escritoras, sobre todo con su libro de
poemas En las orillas del Sar (1885). Sus obras, intimistas
y sensitivas, se caracterizan por una expresión sencilla,
por la creación de un mundo simbólico propio y por la pre-
sencia de una denuncia social. Sus dos artículos Lieders
(1858) y Las literatas: Carta a Eduarda (1866) son dos ale-
gatos feministas en los que anticipó algunas posturas que
más tarde defendió Virginia Woolf en Una habitación propia
(1929). En la novela La hija del mar (1863) denuncia la
explotación de las mujeres campesinas.
Según Butera, el nombre de Rosalía de Castro ya se había
propuesto en 1928 para el ensanche de Miralbueno, pero no
se llegó a poner. En 1980 se puso su nombre a una de las
nuevas calles del Actur. Siendo alcalde Ramón Sainz de
Varanda, se diseñó y urbanizó la zona del Actur-Rey
Fernando que lleva nombres de mujeres escritoras y femi-
nistas. Cuando apareció el callejero de 1982, sólo estaban
rotuladas y nombradas dos calles: la de Gertrudis Gómez de
Avellaneda y la de Rosalía de Castro, pero en el plano ya apa-
recían todas las demás, todavía sin nombre.
Cavero Jadraque, Pilar. (Zaragoza, 1906-Tolosa, Guipúzcoa,
2005). Pianista internacional. Comenzó sus estudios a los
siete años bajo la dirección de los maestros Carvajal y
Borobia y actuó por primera vez a los nueve años. A los doce
terminó la carrera en la Escuela de Música de Zaragoza con
el primer premio de piano y armonía. A los diecisiete años se
trasladó a Madrid y, en una sola convocatoria, se examinó en
el Conservatorio Superior de dieciséis cursos de la carrera.
Dio numerosos conciertos en embajadas, salones aristocrá-
ticos y en el Palacio Real de Madrid. Acompañó al tenor
Miguel Fleta en los años treinta, durante sus tres últimas
giras por España. Intervino como solista en muchas socieda-
des filarmónicas y culturales de la época: España, Portugal,
Argelia y Marruecos. Dio el último concierto el 2 de enero de
1931 con la asistencia de la familia real.
El 29-5-09 su nombre sustituyó al de Augusto Liria en una cén-
trica calle que comienza en María Moliner y acaba en Mornés.
Centenera Gómez, Águeda. (Alovera, Guadalajara, 1902-
Zaragoza, 1992). Maestra del barrio de Garrapinillos desde el
curso 1933-1934. Estudió en Zaragoza, donde vivía con sus
tíos, el canónigo Rafael Centenera y su hermana Isabel. En una
narración publicada por el Ayuntamiento de Alovera se lee:
“Según cuentan, Rafael Centenera tenía muchos libros en su
casa y venía muy poco por Alovera. Quien sí venía todos los
veranos era su hermana, doña Isabel. El resto del año vivía en
Zaragoza y con ella se iban a pasar el invierno sus sobrinas
Aguedita y Patro, hijas de la señora Ascensión.”
(http://www.aytoalovera.es/libro/Alovera.htm). Ya era una
mujer madura cuando se casó con un empleado de la
Confederación Hidrográfica del Ebro, con quien había mante-
nido un largo noviazgo, y no tuvieron descendencia.
Los vecinos de Garrapinillos le concedieron una calle para
recordar su dedicación al barrio. Va de Galán Bergua a
Fuertes Vidosa. La registra el callejero desde 1999.
Chacel Arimón, Rosa (Valladolid 1898-Madrid, 1994).
Novelista y pintora de vocación. A los nueve años se fue a
vivir con su abuela materna al barrio de Maravillas, que
después idealizó en la novela Barrio de Maravillas. Su
madre, maestra, le dio una formación elemental en casa, a
causa de su delicada salud. Estudió dibujo en la Escuela de
Artes y Oficios de la calle de la Palma y en la Escuela del
Hogar y Profesional de la Mujer. Más tarde, estudió escul-
tura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. En
1918 se vinculó al ateneo de Madrid y a la bohemia literaria
madrileña. En 1921, se casó con el pintor Timoteo Pérez
Rubio, “Timo”, con quien tuvo un hijo, Carlos. Entre 1922 y
1927 residieron en Italia. En 1933 estuvo seis meses ella
sola en Berlín, intentando superar la crisis creativa origina-
da por la muerte de su madre. Entró en el círculo de Ortega
y Gasset y comenzó a publicar en la “Revista de Occidente”.
Al estallar la guerra, Timoteo se alistó y Rosa firmó el
“Manifiesto de los intelectuales antifascistas”, colaboró con
la prensa republicana y trabajó como enfermera. Al agra-
varse la situación, encargaron a Timoteo que enviara al
extranjero las obras del Museo del Prado: toda la familia
partió al exilio y no regresó definitivamente hasta 1977.
Entre sus novelas más importantes están: Estación de ida
y vuelta, Memorias de Leticia Valle, La sinrazón.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso su
nombre a la calle del Actur que comienza en María de
Maeztu y acaba en el andador de Pilar Cuartero.
Chinchón, Condesa de. (Velada, Toledo, 1780-París, 1828).
Aristócrata. Era hija del matrimonio morganático del infante
55
Luis con la noble aragonesa María Teresa de Vallabriga.
No podía utilizar el apellido de Borbón porque su padre
había sido separado de la línea sucesoria con la
“Pragmática Sanción” de Carlos III. A la muerte de su
padre fue recluida en un convento para evitar que se
casara con algún noble. María Luisa de Parma, la mujer
de Carlos IV, la obligó a casarse con su ministro, Manuel
Godoy, con la intención de separarlo de los amotres de
Pepita Tudó. Murió en el exilio en París.
Una las calles peatonales de la segunda fase del Parque
Goya, dedicado a las obras del pintor y de sus estudiosos,
lleva el nombre del retrato de la Condesa de Chinchón,
María Teresa de Borbón y Vallabriga. Va de la calle
Fragua a la calle Volaverunt y la registra el callejero digi-
talizado de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza.
Cleopatra. (Alejandría, 69-30 a. C.). Reina. Cleopatra VII
fue la última reina de Egipto, pertenecía a la dinastía de
los Lágidas o Ptolomeos y era hija de Ptolomeo XII. Se
casó con su propio hermano Ptolomeo XIII, con quien
heredó el trono en el año 51 a. C. Pronto estallaron los
conflictos entre los dos hermanos y esposos, que lleva-
ron al destronamiento de Cleopatra. Cuando Julio César
llegó a Egipto, persiguiendo a Pompeyo, tomó partido por
Cleopatra. Al acabar la guerra César recuperó el trono
para Cleopatra y se convirtió en su amante. Después del
asesinato de César sedujo a su sucesor, Marco Antonio,
con quien creó un nuevo reino helenístico. En la guerra
contra Octavio, Marco Antonio fue vencido y cuando lle-
garon las tropas de Octavio, Marco Antonio se suicidó y
ella se hizo morder por un áspid. Esta mujer, con sus
encantos, con su seducción arrolladora y con su inteli-
gencia, demostró sus grandes aptitudes como política.
En el barrio de Valdespartera, entre las calles dedicadas
a películas de cine, tiene dedicadas una plaza y una calle,
debidas a la película dirigida por Joseph L. Mankiewich,
Cleopatra (1964) que adaptó al cine la historia de la reina
egipcia, cuyos intérpretes fueron Elisabeth Taylor,
Richard Burton, Rex Harrison y Pamela Brown. La regis-
tra el callejero desde 2006.
Cobos Correas, Pepa. (Urrea de Jalón, 1926-Zaragoza, 1992).
Deportista. Jugó al baloncesto desde niña hasta que en 1956
se casó con Luis Lázaro Gascón. Se afilió a la Sección
Femenina para poder practicar el deporte, porque su padre
pensaba que las chicas no debían hacerlo. Jugó con el club
deportivo Helios y con el equipo femenino de CAITASA
(Consorcio Agrícola Industrial Textil Aragonés, S.A.), empresa
en la que trabajaba y con la que participó en competiciones
nacionales, para las que usaban el nombre de equipo laboral.
Después de casada regentó el bar del campo de fútbol del Club
Deportivo Silos, ubicado en la parte posterior del colegio. Esta
mujer alegre, de buen carácter y gran dinamizadora deportiva,
estuvo muy relacionada con los jóvenes deportistas del
barrio y muy vinculada al equipo del Santo Domingo de
Silos, en el que jugaban sus dos hijos, José Luis y Fernando.
En el pleno del Ayuntamiento del 25-3-2008 se acordó dar el
nombre de Pepa Cobos, por su labor social y deportiva en el
barrio, a una calle nueva del barrio de las Fuentes que
comienza en Yolanda de Bar, perpendicular a María de
Aragón, y termina en Padre Chaminade.
Cogullada. Una pequeña ermita, convertida en monasterio, en
las afueras de Zaragoza. Recibió el nombre de Cogullada por
la imagen de la Virgen que encontró una mujer, guiada por el
canto de una cogujada, que en la zona se llama cogullada.
Existen el camino de Cogullada y la carretera de Cogullada.
Concepción. Un nombre asociado a tres calles y a un callejón.
En 1863 desapareció la antigua calle de la Concepción al for-
marse la larga calle de Santiago con la unión de cinco calles
antiguas: Plaza de Fontena, Sombrerería, Concepción, Santa
María la Mayor y Santiago. Se conservó el nombre de Santiago
para toda la calle y se perdieron los otros cuatro tramos. En
1901, Ximénez de Embún cita como desaparecido el callejón
del Mesón de la Concepción (I: 71) que es la actual calle
Prudencio. Va de la plaza de San Antón a la calle Alfonso I.
La actual calle Concepción, que comienza en Miguel Servet y va
al camino de las Torrres, debe su nombre al Colegio de las her-
manas Misioneras la Inmaculada Concepción, inaugurado en
1930. Esta orden, fundada por Alfonsa Cavin Millot en 1850, se
dedica a la educación de jóvenes y cuidado de personas enfer-
mas, con especial atención al ámbito misionero.
En el barrio de La Cartuja Baja, el nombre de la calle de La
Concepción está relacionado con el de la Cartuja de la
Inmaculada Concepción, que dio origen al barrio.
Contel Barea, Concepción. (Teruel 1941). Archivera. En 1964 se
licenció en Historia. En 1965 realizó un posgrado de Estudios
Medievales en la Universidad de Poitiers (Francia) yen 1969
defendió su tesis sobre el Monasterio de Santa María de Rueda
en la Universidad de Zaragoza. Se casó con Alfonso Ferrer
Guillén (1936-2005) y tuvieron dos hijos.
56
En 1969 ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros,
Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado, en el que ha desarro-
llado toda su actividad profesional. En 1990 fue nombrada
directora del Archivo Histórico Nacional, cargo que ocupó hasta
2006. Su último destino fue la consejería técnica de la
Subdirección General de Documentación y Publicaciones del
Ministerio de Justicia, hasta su jubilación en 2011.
Sus trabajos de investigación se han desarrollado en dos
vertientes: en la archivística y en la Historia Medieval en
los que ha realizado numerosas e importantes aporta-
ciones y publicaciones.
Cruz Sánchez, Penélope. (Alcobendas, Madrid, 1974).
Actriz cinematográfica. Penélope, “Pe” para sus amigos,
debe su nombre a la canción favorita de sus padres:
Penélope de Serrat. Hija del comercial Eduardo Cruz y de
la peluquera Encarna Sánchez, estudió danza y fue bai-
larina de la compañía de Joaquín Cortés. A finales de los
ochenta comenzó a aparecer en anuncios publicitarios y
en series televisivas. Su revelación como gran actriz se
produjo en 1992 cuando comenzó a intervenir en pelícu-
las de gran éxito: Belle époque, Jamón, jamón, La
Celestina, Carne trémula, Abre los ojos, La niña de tus ojos,
Vanilla Sky, Blow. Tiene una amplia filmografía y abun-
dantes premios: tres Premios Goya, un premio británico,
el BAFTA, otro italiano y un Óscar en 2008. Ha consegui-
do estabilizarse en el mundo de Hollywood. Ha sido nom-
brada hija predilecta de Alcobendas.
En el callejero digitalizado de 2009 del Ayuntamiento de
Zaragoza tiene dedicados unos lagos en el barrio de
Montecanal.
Cuartero Molinero, Pilar. (Tarazona, 1906-Zaragoza,
1995). Maestra. Estudió Bachillerato y Magisterio en
Zaragoza. En 1929 comenzó su actividad docente dando
clases particulares en su domicilio y, dada la afluencia de
alumnos, abrió un colegio privado. En el curso 1932-33
fundó el Colegio Femenino de la Sagrada Familia. Ese
mismo año su tío, el sacerdote don Salvador Labastida
Povar, fundó el Colegio Central-Masculino. El colegio de la
Sagrada Familia nació como un centro de preparación para
la Escuela de Comercio, Bachillerato, Magisterio y la
Academia General Militar. Estuvo ubicado, sucesivamente,
en la calle Cuatro de Agosto, Casa Jiménez, Independencia,
Sagasta y Bruno Solano. Después tuvo otros emplazamien-
tos y actualmente está en la orilla del Canal Imperial.
Pilar Cuartero recibió la Cruz de Alfonso X el Sabio.
Tiene dedicado un andador en el barrio del Actur que
comienza en Clara Campoamor y termina en Pablo Ruiz
Picasso. Lo registra el callejero desde 2006.
Curie, Marie. (Varsovia, Polonia, 1867-Sancellemoz, Francia,
1934). Científica. Manya era la pequeña de los cinco hijos de
Bronislawa, directora de un pensionado para señoritas, y de
Wladyslaw, profesor de Física y Matemáticas. Como sus
hermanas no pudieron entrar en la Universidad de Varsovia
porque no admitían mujeres, Manya se fue a estudiar a la
Sorbona y afrancesó su nombre. En 1893 se licenció en
Ciencias Físicas, y unos años después en Matemáticas. En
1895 se casó con el físico Pierre Curie, con quien estudió el
trabajo del físico Henri Becquerel, que había descubierto
que las sales de uranio emitían rayos de naturaleza desco-
nocida. En 1898 aislaron dos nuevos elementos radioacti-
vos: el polonio y el radio. En 1903, cuando recibieron el pre-
mio Nobel de Física por este descubrimiento se sentían fati-
gados, porque los dos habían respirado el aire de las ema-
naciones del radio y sufrían quemaduras en las puntas de
los dedos. En 1906 falleció Pierre, atropellado por un coche
de caballos, pero Marie siguió sola con sus investigaciones
y en 1911 ganó el premio Nobel de Química. En la guerra
mundial organizó y dirigió un servicio de rayos para atender
a los heridos. Fundó el “Instituto Curie” con sede en París y
en Varsovia. Murió por anemia aplásica: todo apuntaba al
radio, al que estuvo expuesta en sus trabajos de investiga-
ción con escasa protección. Marie Sklodowska es la
única persona que ha recibido en dos ocasiones el pre-
mio Nobel en distintos campos científicos. Esta pionera
en el campo de la radioactividad fue la primera mujer
profesora de la Universidad de París y también la pri-
mera cuyos restos fueron trasladados al Panteón de
París. Su hija Irene Joliot-Curie obtuvo, conjuntamente
con su marido, el premio Nobel de Química en 1935.
El 29-5-09 la calle dedicada a Jesús Muro de Sevilla pasó a
llamarse calle de Marie Curie. Comienza en el paseo de
María Agustín y termina en la calle de Benjamín Franklin, en
la esquina con la plaza del Portillo.
Dama. (Desaparecida). En 1723 se llamaba calle de la Dama
a la que entre 1600 y 1659 se había llamado Horno de Peco
y también del Mesón de la Dama. (Cfr. Ansón Calvo: 38).
Ocupaba los dos primeros tramos de la calle que luego se
llamó del Campo del Hospital, de la Portería de la Victoria y
Cantarerías. La calle Dama desapareció en 1863 cuando se
formó la calle Ramón Pignatelli con la unión de las calles:
Dama, Mesón de Mosen Francisco, Paja, Cantarerías y
57
Campo del Toro. “La calle del Forno de Peco se dijo también
del Mesón de la Dama” (Ximénez de Embún II: 133). Sabemos
que Peco era el apellido de doña Margarita Peco, la propie-
taria del horno, pero desconocemos a quien se refería el
nombre genérico de Dama.
En 1863 desapareció el nombre de la calle de la Dama, que
pasó a llamarse Ramón Pignatelli. Comenzaba en la calle
Azoque y terminaba en la plaza del Portillo.
Dama de noche. Hace referencia al cestrum nocturnum,
una planta solanácea de origen tropical, de hoja perenne y
racimos de flores blancas o amarillas que desprenden un
aroma agradable en las noches de verano. En una zona del
barrio de Valdefierro, las calles llevan nombres de flores,
como Violeta, Dalia y Hortensia, entre otras.
En el pleno del Ayuntamiento del 23 de enero de 2009,
según consta en el expediente 794.353/08, se propuso su
nombre para denominar a una calle del barrio de
Valdespartera, con entrada por la autovía de Madrid y sali-
da por la avenida de Valdefierro.
Damas. El actual paseo de Las Damas se encuentra junto
al cubrimiento del río Huerva, realizado aguas arriba entre
1924 y 1927, y aguas abajo entre 1931 y 1932. El río baja-
ba descubierto por la Gran Vía y por el paseo de la
Constitución. Una de sus orillas, donde se encuentra el
actual paseo de Las Damas, se había explanado en el siglo
XVIII. En 1813 se trazó la línea de este paseo que era con-
tinuación del paseo Interior de Santa Engracia, actual
Independencia. Las gentes lo “titularon con el mote de
Paseo de las Damas, cuyo coste había sido de cuenta del
Canal Imperial” (San Vicente, 1991: 199). Según una leyen-
da urbana debía su nombre a que a esa zona verde y de
recreo iban a pasear las damas de la elite burguesa zara-
gozana. Pero se debió principalmente a la asociación de
Damas de la Inclusa que, en 1838, con el fin de sacar dine-
ro mandaron hacer tres docenas de sillas para alquilarlas
en este paseo: “Colocadas en el paseo que conduce a
Torrero desde el puente del Huerva, se facilitarán a las
personas que quieran descansar en ellas por el módico
precio de dos cuartos”. (Cfr. Sobrón, 2004: 296).
El paseo de las Damas figuraba como el paseo de Sasera
hasta 1940, año en que se hizo oficial el nombre actual,
que hasta entonces había sido popular. Comienza en
Sagasta y acaba en el camino de las Torres. También exis-
te la calle Damas en San Juan de Mozarrifar.

"A través de la difusión de la cultura a cualquier nivel es posible la transformación de la sociedad" María Domínguez Remón
Delgado Navarro, Pilar. (Casas de Alcanar, Tarragona,
1933-Zaragoza, 1997). Actriz de teatro. A los quince años
ya representó papeles importantes en la compañía ambu-
lante de sus padres. En los años cincuenta, en una de sus
giras por Aragón, en Albalate del Arzobispo (Teruel) cono-
ció a Alfonso Zapater Gil, con quien se fue a Madrid y
formó el grupo “El Corral de la Pacheca”, con Lola Gaos,
Gerardo Malla y Fernando Cebrián. Volvió a Zaragoza en
los años 60, actuó en la “Agrupación Artística Aragonesa”
y asistió a las tertulias del Café Niké. En 1970 fundó su
propia compañía ambulante, “La Taguara”, de nombre
venezolano, con la que recorrió todo Aragón y alcanzó
grandes éxitos con Aragón para todos y Balada de los tres
58
Calle María Domínguez Romón
inocentes. En 1986, se unió al “Teatro de la Ribera” y repre-
sentó obras de Lorca, Goldoni y Brecht. Fue una actriz
apasionada, segura, de excelente voz y de gran profesio-
nalidad. En 1993, fue nombrada hija adoptiva de Zaragoza.
Tiene dedicada una calle en el barrio de Santa Isabel que
va de la calle Norte a Tomás Ostáriz y es perpendicular a
la de su marido Alfonso Zapater Gil. Está registrada en el
callejero desde 2006.
Delmás Lapuente, Asunción. (Fuentes de Ebro, 1867-1903).
Jotera. Su incomparable voz la hizo famosa en toda España,
a pesar de actuar sólo en su pueblo natal, al que acudían,
para escucharla, personalidades de la política y la cultura.
Una sola vez actuó en Zaragoza.
En el pleno del Ayuntamiento del día 2-4-1979 se puso su
nombre a la calle del barrio de la Jota que va de
Numancia a Viola.
Descalzas, Las. (Desaparecida). Debía su nombre al conven-
to de las carmelitas de San José, que actualmente está en la
avenida de Cataluña. Las monjas carmelitas vinieron a
Zaragoza por deseo expreso de don Jerónimo de Sora y, des-
pués de ocupar otros edificios, en 1603, construyeron el con-
vento que estaba en la actual calle Casa Jiménez, antes del
Juego de Pelota. En 1878 se trasladaron a la calle Sobrarbe
en el Arrabal. A partir de la fundación del convento se llamó
calle del Juego de la Pelota o calle de las Descalzas.
Domínguez Remón, María. (Pozuelo de Aragón, Zaragoza,
1882-Fuendejalón, Zaragoza, 1936). Política. Fue la primera
alcaldesa de la República en Gallur, feminista, poeta, confe-
renciante y periodista. Pertenecía a una humilde familia de
labradores, se casó joven, se separó y se fue a Barcelona,
donde trabajó de costurera. Más tarde dio clases en el valle
de Baztán (Navarra), pero por problemas de salud se tras-
ladó a Zaragoza, donde por el día trabajaba de costurera y
por la noche estudiaba en la Escuela de Artes y Oficios.
Colaboró en el periódico republicano Ideal de Aragón y en el
socialista Vida Nueva. Más tarde regresó a Pozuelo y conoció
a su segundo marido, vecino de Gallur, donde ella, gracias a
su empuje político y a sus ideas republicanas, llegó a ser
alcaldesa desde el 29 de julio de 1932 hasta el 6 de febrero
de 1933. Como alcaldesa defendió la educación de las muje-
res, fue una mediadora entre los diferentes partidos y
fomentó la paz. Dio conferencias en las que defendió el
papel de la mujer como mediadora. Cuando comenzó la
Guerra Civil se refugió en Pozuelo donde fue encarcelada y
unos días más tarde ejecutada en Fuendejalón.
El 29-5-09 su nombre reemplazó al del General José
Monasterio Iriarte, en el Picarral-Rabal. En Gallur tiene
dedicadas una calle y una asociación cultural.
Doncellas. Entre 1600 y 1659 se llamó de las Doncellas.
Debía su nombre al beaterio de las Vírgenes, conocido popu-
larmente como colegio de las Doncellas porque acogía a sol-
teras hidalgas y viudas de buena familia. “Casi todas las
casas de esta calleja pertenecieron al Colegio de las
Vírgenes” (Tomás Ximenez de Embún, II: 133). Con el tiem-
po se perdió el origen popular del nombre de la calle y
aparecieron las leyendas urbanas. En 1930, el archivero
59
municipal don Manuel Abizanda la incluyó en un informe
para suprimirla porque no se conocía el origen de su nom-
bre. Según leyenda urbana se debe a que en ella vivían dos
doncellas que se dedicaban a bordar y, según otra, a que
allí vivían dos doncellas muy bellas, las hijas del librero
Miguel de Suelves. En ella estaba el Mesón de las
Doncellas que debía su nombre a la calle.
La calle de las Doncellas en el censo de 1723 ya se llamaba
Doncellas. Una calle antigua, con un nombre tan antiguo
como el beaterio a que hace referencia. Va de la calle Ramón
Pignatelli a la plaza San Lamberto.
Duarte, Eva. (Junín o Los Toldos, Provincia de Buenos
Aires, Argentina, 1919-Buenos Aires, 1952). Política.
Conocida como Evita, fue una famosa actriz que llegó a
ser primera dama de su país. En 1945 se casó con el
general Perón y participó en la campaña electoral de su
marido. Cuando Perón accedió a la presidencia, se con-
virtió en una poderosa líder. Como presidenta impulsó
una larga serie de transformaciones sociales: promovió
el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y
de la mujer, entre ellos el sufragio femenino, fundó el
Partido Peronista Femenino en 1949, y creó la Fundación
Eva Perón. En 1947, invitada por Franco vino a España
para resaltar la imagen internacional del gobierno pero-
nista. Recibió honores de Jefe de Estado y se le impuso
la Medalla de Isabel la Católica en el Palacio de Oriente.
El 27 de junio visitó Zaragoza y donó algunas de sus
joyas al joyero de la Virgen del Pilar.
En el callejero de 1964 aparecía su nombre en una calle
del Barrio Oliver cercana a la de su marido, la que va de
Antonio de Leyva a Juan Domingo Perón.
Duaso Sánchez, Lorenza. Propietaria de terrenos. En el
pleno del día 4 de noviembre de 2008 se propuso la rela-
ción de expropiaciones para la ampliación de la carretera
del aeropuerto de Garrapinillos, entre ellas figura una
finca de doña Lorenza Duaso Sánchez.
En el pleno del Ayuntamiento del día 30 de junio de 2006 se
le dedicó la calle de Garrapinillos que va de Santa Bárbara
al camino de Garrapinillos que comienza en Casetas.
Duce, María. (Desaparecida). El 29 de junio de 1943 por
acuerdo municipal la calle María Duce del barrio de San
José, de la barriada de Jesús Comín, pasó a denominarse
Mor de Fuentes, héroe de los Sitios. Era una bocacalle de
la calle de Castelar.
En 1910 comenzó la parcelación de la Torre Salinero
que fue el origen de la barriada de Jesús Comín. (Cfr.
Butera: 21). Esta calle, como otras particulares que
no constan en el nomenclátor del Ayuntamiento, solí-
an estar rotuladas con los nombres de los propieta-
rios de los terrenos que se parcelaban identificados
con el nombre y apellido. (Cfr. Plácida Angulo, María
Luisa Giner).
Echarri Martínez, María de. (Madrid, 1878-San
Sebastián, 1955). Feminista, sindicalista, socióloga y
periodista. A su impulso se debe la creación del Sindicato
Obrero Femenino de la Inmaculada, en 1910 con el fin de
mejorar las condiciones de trabajo y de vida de la mujer
trabajadora. Concejala del Ayuntamiento de Madrid e ins-
pectora de trabajo del Instituto de Reformas Sociales,
promovió, desde una perspectiva de feminismo católico,
algunas medidas de mejora laboral para las obreras:
limitar la jornada de la mujer a ocho horas, preservarla
de los trabajos que tenían contacto con contenidos tóxi-
cos, prohibir el trabajo nocturno de la mujer y obligar a
los comercios y a las empresas a facilitar asiento a las
mujeres en sus lugares de trabajo. Esta última mejora se
consiguió en 1912 con la famosa “Ley de la Silla”. Parte
de su pensamiento está recogido en su obra El trabajo de
la mujer (1921).
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-12-1982 se puso
su nombre a una calle del barrio del Actur que va de María
de Maeztu a Pilar Cuartero.
Enseñanza. (Desaparecida). La congregación de la
Compañía de las Hijas de María, conocida en España
como Madres de la Enseñanza, fue fundada en
Francia en 1607 por Juana de Lestonnac (1556-1640),
viuda de Gastón de Montferrant y madre de siete
hijos. En 1650 cinco monjas procedentes de Béziers
llegaron a Barcelona a fundar un convento-escuela
para educar a chicas de cualquier edad y condición,
que se conoció popularmente como el convento de La
Enseñanza. En 1697 se fundó en Zaragoza un beaterio
bajo la advocación de las Hijas de María. En 1744 se
construyó el primer colegio femenino de Zaragoza,
costeado por el arzobispo don Francisco Ignacio de
Añoa y Busto. (Ximénez de Embún, I: 65). Entre 1925 y
1928 se construyó el nuevo colegio de La Enseñanza
de la calle Bilbao, que había sido proyectado por el
arquitecto Regino Borobio. El 28 de enero de 2009 el
colegio de la calle Bilbao fue catalogado como Bien
del Patrimonio Cultural de Aragón.
60
La calle de las Beatas pasó a ser de la Enseñanza cuando
el antiguo beaterio se convirtió en el convento de la
Compañía de María o de las Madres de la Enseñanza, pero
en 1901 todavía se conocía con los tres nombres (Ximénez
de Embún, I: 57).
La calle de la Enseñanza que debía su nombre al convento
de las Madres de la Enseñanza (1744) desapareció en 1863
cuando se formó la calle de San Jorge con la unión de tres
calles anteriores: Alta de San Pedro, Enseñanza y San
Carlos. Anteriormente se había llamado calle Beatas, por el
beaterio de las Hijas de María.
Ermita, La. (La calle desaparecida, se conserva la plaza).
Debe su nombre a un antiguo oratorio dedicado a la Virgen
del Pilar que fue creado para facilitar a los trabajadores
del Canal Imperial su obligación de oír misa los días fes-
tivos. La ermita se derribó en 1969 para ensanchar la
actual Vía Ibérica, pero se conservó el nombre de la calle
que va de Tomás Gabasa a Embarcadero.
La calle está registrada dese el callejero de 1964. Según
el callejero de 2010, “esta denominación desaparece y su
recorrido se transforma en dos viales y una plaza”, que
conserva el nombre de La Ermita.
Espada, Antonia de. (Desaparecida). La actual calle de
la Verónica antiguamente se llamó el callejón de
Antonia Espada. “En el cabreo de 1587 se dice: callizo
que fue de Antonia de Espada, que ahora es la casa de
la Verónica.” (Cfr. Ximénez de Embún, 1901, I: 61).
Espinosa de los Monteros, María. (Estepona, Málaga,
1875-Alicante, 1946). Feminista y empresaria. María
Espinosa de los Monteros y Díaz de Santiago consagró su
gran inteligencia y su espíritu organizador a la causa
feminista y a la defensa de los derechos de las mujeres.
A los veintidós años ya era directora general y presidenta
de la casa Yost de máquinas de escribir. En 1918, y en su
propio domicilio de Madrid, fundó uno de los más impor-
tantes órganos feministas de España: la “Asociación
Nacional de Mujeres Españolas” (ANME), de la que fue
presidenta hasta 1924. Redactó personalmente el
“Programa de Puntos”, dirigidos a mejorar la condición
de la mujer y abogar por sus derechos civiles y políticos.
Fue programa pionero en el mundo. El 22 de enero de
1920, María Espinosa pronunció una célebre conferencia
“Influencia del feminismo en la legislación contemporá-
nea” en la Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación, de Madrid. Y en febrero de 1920, pronunció
otra: “La emancipación de la mujer”, en el Ilustre Colegio
de Abogados de Barcelona. En 1978 se creó el Premio
María Espinosa para galardonar las aportaciones de las
mujeres a la causa feminista.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso su
nombre a una calle del barrio del Actur que comienza en
Pablo Ruiz Picasso.
Ester, La Reina. Heroína bíblica. Asuero, rey de Persia, había
repudiado a su mujer la reina Vasti porque no le había obe-
decido y tomó como esposa y reina a Ester, sobrina de
Mardoqueo. A su vez, Mardoqueo, por motivos religiosos, no
se quiso someter a Amán, primer ministro de Asuero, quien
mando matar a todos los judíos. Ester intercedió ante el rey y
salvó a su pueblo. Fue una de las pobladoras de La Ciudad de
las Damas (1405) de Cristina de Pizán, que representaba el
modelo de mujer fuerte de las Sagradas Escrituras y una
figura política de la resistencia judía.
Da nombre a un andador del Casco Histórico que comienza en la
calle Pascual Albero Burillo. Lo registra el callejero desde 1999.
Fabiola, Reina. (Madrid, 1928-Bruselas 2014). Reina de
Bélgica. Fabiola Fernanda María de las Victorias Antonia
Adelaida de Mora y Aragón realizó los estudios primarios en
Roma y París y estudió enfermería en la sanidad militar
española. Hablaba cuatro idiomas: francés, inglés, alemán
e italiano, y escribió cuentos infantiles, En 1960, se convir-
tió en reina consorte de Bélgica a raíz de su matrimonio
con el rey Balduino I. Como no tuvieron hijos heredó la
corona el hermano menor de Balduino, Alberto II de
Bélgica. Durante el reinado de Balduino I, fue titulada S.M.
Fabiola, Reina de los Belgas. Cuando se quedó viuda su
título cambió a S.M. la Reina Fabiola de Bélgica.
En el pleno del Ayuntamiento del día 15-12-1960 se puso su
nombre a una calle del barrio de San José que va de la ave-
nida de San José a Cesáreo Alierta. En 1987 se tomó un
acuerdo para la modificación de la calle.
Fañanás García, Silveria. (Huesca, 1854-Madrid, 1930).
Mujer de Ramón y Cajal. Tenemos muy pocos datos de su
biografía, sólo algunas anotaciones marginales en la bio-
grafía de su marido. Hija de un modesto empleado del
estado, se casó en 1879 con Santiago Ramón y Cajal a
quien había conocido paseando por Torrero. Se casaron
en secreto porque no contaban con la aprobación del
padre del novio: el matrimonio duró cincuenta años y
61
tuvieron siete hijos. Algunos biógrafos de Cajal realizan
breves semblanzas suyas con un tono androcéntrico y la
pintan como una mujer sin cultura, ruda y tacaña. Sin
embargo, sacó adelante a la familia y apoyó los proyectos
de su marido con escasos recursos, porque tuvo una gran
lucidez para darse cuenta de la trascendencia del trabajo
que él estaba realizando. El androcentrismo de sus bió-
grafos reproduce el del propio Cajal, en su libro La mujer.
“Ramón y Cajal dejó escrito que los científicos se enfren-
taban al dilema de elegir entre tres modelos de mujer: la
rica heredera, la artista y la hacendosa. Por supuesto, pre-
fería esta última donde Silveria encajaba a la perfección.”
(Cfr. Campos: 98).
En el pleno del Ayuntamiento del día 20-01-1983 se puso
su nombre a una calle que comienza y acaba en la de
Benito Feijoo.
Fecetas, Las. (Desaparecida). Debía su nombre al convento
de Santa Teresa de Jesús, de las monjas carmelitas descal-
zas conocidas en la ciudad como Fecetas. En 1624 el notario
don Diego de Fecet promovió la fundación de un convento de
carmelitas para acoger a hijas de notarios y de cargos
públicos, por lo que popularmente se llamaron las
Fecetas. Allí profesaron nobles aragonesas de alta alcur-
nia como la hija del Marqués de Ayerbe o doña Nicolasa
Palafox y Silva, muy famosa en la ciudad por sus consejos
y por su amistad con la reina Isabel II. El convento fue des-
truido en la Guerra de la Independencia. Después de la
Guerra Civil la comunidad de religiosas llegó a tal
estado de pobreza que, para consolidar y conservar el
convento, en los años cuarenta y cincuenta vendieron
parte de sus huertas. En 1975 las monjas se traslada-
ron a un edificio nuevo en la carretera del Aeropuerto
y la iglesia quedó bajo la tutela y a disposición del
Arzobispo de Zaragoza. Actualmente la iglesia en la
calle de Santa Lucía, 13, junto a la plaza de Europa,
dedicada al culto católico oriental, tiene en su fachada
el siguiente letrero: “Iglesia y claustro del convento de
Santa Teresa, llamado de las Fecetas. Conjunto barro-
co, siglo XVII (1627-1640)”.
La calle de las Fecetas era una prolongación de la de Predicadores,
cerca de la Puerta Sancho. Es la actual Santa Lucía que va de la
plaza de Santo Domingo al paseo de Echegaray y Caballero.
Esta calle había tenido los nombres de Santa Lucía y De la
Puerta de Sancho. En 1863 se cambió por Santa Isabel porque
Fecetas era un nombre vulgar y, en cambio, Santa Isabel había
sido infanta y había sido educada en el castillo cercano de la
Aljafería. La calle de Santa Isabel en 1876 ya se había cambia-
do por el nombre alegórico de Veintinueve de Septiembre,
fecha conmemorativa del triunfo popular de la revolución de
1868 en la ciudad. Por acuerdo municipal, en 1940, recuperó el
nombre primitivo de Santa Lucía.
Felicia, Reina. (¿?, ca. 1059-Barcelona, ¿1086 ó 1123?).
Reina de Aragón. Felicia de Roucy, la segunda mujer de
Sancho Ramírez, fue madre de los reyes de Aragón,
Fernando, que murió joven y gobernaba las tierras de la
dote de su madre, Alfonso I el Batallador y Ramiro II el
Monje. Procedía de Roucy, un pueblo del Norte de
Francia. Era la hija pequeña de los condes de Roucy, figu-
ras importantes en el ambiente de la época, que estaban
ligados a barones y condes europeos por su política de
alianzas matrimoniales. El matrimonio del rey aragonés
debió ser concertado en 1068 en Roma, entre Eblo II, her-
mano de Felicia, y Sancho Ramirez, en un momento en
que Aragón se estaba abriendo a la nobleza aventurera y
al espírtitu de Cruzada que germinaba en Roma. La boda
se celebró entre 1070 y 1076. Con la dote de la novia se
amplió el reino en Ribagorza. Como las posesiones de la
nueva reina podían mermar los poderes de Pedro I, en el
naciente reino de Sobrarbe y Ribagorza, se negoció para
que el primogénito de Felicia, Fernando, renunciara a
ellas a cambio de una serie de villas fronterizas en la
parte oeste del reino, entre las que se encontraba Biel,
con la que Felicia y sus hijos tuvieron una relación muy
directa. Con la llegada de esta reina francesa se ampliaron
los horizontes políticos y culturales del pequeño reino de
Aragón. En su época se enfeudó el reino a la Santa Sede,
se introdujo el rito romano en las iglesias aragonesas
(1071) y se concibió la idea de la Cruzada hispánica, para
arrebatar el reino a los infieles y devolverlo a la Sede de
San Pedro: las primeras cruzadas aragonesas son ante-
riores a las grandes Cruzadas de Tierra Santa.
Como era habitual en la itinerante corte aragonesa,
Felicia residió en Bailo, Astorito y Jaca, sedes reales,
mientras sus hijos, cuya educación estaba ligada a los
monasterios pirenaicos, se instruían en las primeras
letras y en el arte gramatical. Felicia cuidaba de la ins-
trucción literaria de sus hijos. Los ayos, o aitanes, se ocu-
paban de la educación militar y política. La reina fortale-
ció las relaciones de sus hijos con su familia francesa.
Alfonso I realizó viajes a Francia para conocer a sus
parientes y muchos de sus amigos de infancia, cuya rela-
ción conservó toda su vida, ocuparon puestos importan-
tes en su reinado. A su hijo Ramiro lo enviaron a la influ-
yente abadía francesa de Saint-Pons-de-Thomières. Esta
62
mujer piadosa, cuyo evangelario se conserva en el
Metropolitan Museum de Nueva York, era muy activa,
colaboró en la política y contribuyó al perfil europeizador
de los monarcas aragoneses. Está enterrada en el
Panteón Real de San Juan de la Peña. (Cfr. Lacarra, 1971).
Da nombre a la calle de la Almozara que va de la ave-
nida de Pablo Gargallo a la calle Pedro I de Aragón.
Está registrada desde 1957.
Fernández Trasobares, Ana Belén. (La Cartuja Baja,
Zaragoza, 1974). Deportista: entrenadora nacional de judo
y árbitro nacional. Desde niña ha practicado judo y otras
modalidades deportivas en las que ha recibido numerosos
premios nacionales e internacionales. Entre otros, en 1992
campeona de España de judo-junior. Y como miembro del
Equipo Nacional de Judo fue campeona de Open Británico
y medallista en diferentes torneos. En varias ocasiones,
campeona del mundo en Lucha Sambo y campeona de
España en lucha libre olímpica y medallista en diferentes
campeonatos. En una entrevista nos confiesa: “La Junta
Vecinal de Santa Isabel se puso en contacto conmigo, por-
que quería poner nombre a una calle de una deportista de
elite aragonesa en vida. Un orgullo para mí, ya que no
estoy vinculada con este barrio”.
Tiene dedicado un espacio deportivo en la Cartuja Baja y
una calle en el barrio de Santa Isabel con entrada por la
avenida de Santa Isabel y salida por Asociación de Mujeres
Río Gállego.
Figueras Talamas, Pilar. (Zaragoza, 1908-1997).
Maestra y directora del colegio público Juan Enrique
Iranzo del barrio de Juslibol. Era la segunda de los cua-
tro hijos de Domingo Figueras y de Lorenza Talamas.
Acabó magisterio en Zaragoza en 1930 y estuvo desti-
nada en Villanueva de Gállego, Lobera de Onsella,
Letux, Alagón (maestra y directora) y Juslibol, donde se
jubiló en 1975 y donde dejó un excelente recuerdo
El pleno del Ayuntamiento del día 25-10-83 le dedicó
una calle solicitada por los vecinos del barrio para
mantener vivo su recuerdo. (Expediente: 546837/83).
Va de la calle Zaragoza a la calle Campamento.
Foix, Germana de. (Foix, Francia, 1488-Liria, Valencia,
1538). Reina de Aragón. Hija de Juan de Foix y de María
de Orleáns, fue la segunda mujer de Fernando el
Católico. En 1505, en el tratado franco-hispano de
Blois, teniendo en cuenta la dote de la novia y las ven-

Calle Juana Francés
tajas políticas para el reino de Aragón, se concertó su
boda con el rey viudo Fernando el Católico, treinta y
cinco años mayor que ella. Cuando el rey se ausentaba,
Germana actuaba de “Lugarteniente de Aragón”. En
1516, a los veintinueve años se quedó viuda y, en 1519,
se volvió a casar con el marqués de Brandeburgo,
miembro del séquito personal del emperador Carlos I,
unión que contrarió a Castilla y Aragón. En 1523 fue
nombrada Virreina y “Lugarteniente General” del reino
de Valencia, donde reprimió con severidad el movi-
miento de las germanías: la reacción de los reinos
catalano-aragoneses contra las medidas antiforales de
Carlos I. En 1526, cuando volvió a quedarse viuda, se
63
¿Qué supuso para ti tu participación
en El Paso?
Un gran entusiasmo. Pienso que
actuábamos como revulsivo contra
lo que estaba establecido y aceptado.
Documentación de Juana Fracés
en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza
casó con Fernando de Aragón, duque de Calabria, y se
instalaron en Valencia donde se rodearon de una corte
notable por su intensa actividad cultural.
En el pleno del Ayuntamiento del día 19-01-1949 se puso su
nombre a la calle del Arrabal que va de la calle de Sobrarbe
a la plaza de San Gregorio.
Francés de la Campa, Juana. (Alicante 1927-Madrid
1990). Pintora. Juana Concepción Francés de La Campa
era hija de Herminio y Concepción. En 1935 comenzó los
estudios de música que tuvo que interrumpir con la
Guerra Civil. En 1945 ingresó en la Escuela de Bellas Artes
de San Fernando de Madrid y en 1951 se fue a París con una
beca del gobierno francés para ampliar sus estudios. En
1953 ya expuso en solitario y en 1954 participó en la Bienal
de Venecia. En 1956 conoció a su futuro marido, el escultor
aragonés Pablo Serrano. Entre 1957 y 1959 su obra se
caracterizó por el “Informalismo Matérico”, precisamente
en los años en que perteneció al grupo El Paso, del que era
fundadora junto con Pablo Serrano, Antonio Saura y Manolo
Millares, entre otros. En 1960 participó en la exposición
“Before Picasso; after Miró” en el Guggenheim Museum de
Nueva York. En 1961 expuso en el Palacio de Bellas Artes de
Bruselas y en 1962 participó en la exposición “Modern
Spanish Painting” de la Tate Gallery de Londres. En 1963
volvió al arte figurativo con la serie “El hombre y la ciudad”
en la que se acercó a la sórdida realidad. En 1973 con la
serie “Torres-participación” siguió en la línea oscura y pesi-
mista con grandes obras tridimensionales. Después de su
época negra, en 1980 volvió a la abstracción. En 1985, cons-
ternada por la muerte de su marido, pintó fondos marinos
llenos de inmensidad y de misterio. Fue una trabajadora
incansable, como demuestra el volumen de su obra y las
exposiciones en las que participó. Su obra siempre estuvo
vinculada artísticamente a la vanguardia y situada en la
modernidad. Sus fondos fueron legados a cuatro ciudades
españolas: Zaragoza, Madrid, Valencia y Alicante, con la
condición de que en ellas hubiera un Museo de Arte
Contemporáneo. En el museo Pablo Serrano de Zaragoza se
exhibe su legado y el de su marido.
El 29-5-09 la calle del Capitán Pablo Casado, anteriormente de
Jaime Vera, pasó a llamarse Juana Francés. Va de la calle Madre
Sacramento al paseo de María Agustín. También lleva su nom-
bre la sala de exposiciones de la Casa de la Mujer de Zaragoza.
Galatea. Se dio el nombre de Galatea al cuarto satélite de
Neptuno, descubierto en julio de 1989.En la mitología griega,
la ninfa Galatea, blanca como la leche, en una leyenda fue la
que le robó el corazón a Polifemo. En otra, Galatea, de la isla
de Creta, casada con Lampro y madre de Leucipo, a quien
Leto le cambió el sexo de niña por el de un hermoso varón.
El 11 de marzo de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 746.677/09, acordó dar el nom-
bre de Galatea a una calle de Valdefierro con entrada por
Argos y salida por Centauro.
Galé Lacoma, Felisa. (Zaragoza, 1912-1948). Jotera. Nació
en la calle de la Democracia, actual Predicadores. Su tem-
prana muerte cambió completamente la vida de su vecino, y
novio, José Oto. Esta cantadora de cualidades extraordina-
64
rias dominó todos los estilos, tanto de baile como de ronda,
era inigualable su interpretación del estilo jalón.
El año 1950 se le concedió la calle del barrio de la Jota que
va de la avenida de Cataluña a la calle Balbino Orensanz.
Galera, La. (Desaparecida). La calle debía su nombre a
que en ella estaba la galera o cárcel de mujeres, que en
1860 había pasado a llamarse Casa de San Ignacio o de
corrección de mujeres. “La Casa Galera estuvo situada
por muchos años en el último edificio de la calle del
Portillo y sirvió de Casa Galera o de Corrección para las
mujeres penadas por diferentes delitos. Posteriormente
fue destinada para presidio correccional y las mujeres
fueron trasladadas a lo que antes de la desamortización
había sido el convento de Santo Tomás de Villanueva en
el Arco de San Roque en donde en la actualidad se alber-
gan, con holgura y comodidad, sujetas a reglamentos y
prescripciones de los establecimientos penales […] Para
el gobierno interior de la Casa de Corrección de Mujeres
hay un alcaide una alcaidesa y los sirvientes necesarios
que se satisfacen con fondos del Estado y dependen del
ministerio de la Gobernación. Se halla bajo la inspección
directa del señor Gobernador de la provincia” (Guía de
Zaragoza, 1860: 150). Desde 1884 el edificio del Arco de
San Roque está ocupado por el colegio de las Escolapias.
En el siglo XV, la calle de La Galera, próxima a la calle de
la Victoria, ocupaba un tramo de la actual Agustina de
Aragón. (Cfr. Falcón, 1981: 51 y el plano de la ciudad que
acompaña a la publicación). Esta calle que en 1723 tenía
cierta importancia, era la continuación del Barrio Curto,
hoy Agustina de Aragón, hacia el Campo del Toro y en ella
estaba el Mesón de la Galera. (Cfr. Ansón Calvo: 48).
García Villas, Marianela. (San Salvador, 1948-14 de marzo
de 1983). Asesinada por el ejército de El Salvador.
Fundadora y presidenta de la Comisión de Derechos
Humanos de El Salvador. Estuvo nominada para el Premio
Nobel de la Paz y el rey Juan Carlos le concedió la Medalla
de Oro de Isabel la Católica. Estudió bachillerato en las
Teresitas de Barcelona, se licenció en Filosofía y Derecho por
la Universidad de San Salvador y en Ciencias Políticas por la
Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”. En
1969 ingresó en el Partido Demócrata Cristiano, por el que
fue diputada desde 1974 hasta 1976. Los soldados del bata-
llón Atlacatl la asesinaron, junto a veintinueve campesinos,
en Guazapa, cuando estaba buscando pruebas para acusar
al ejército gubernamental del uso de armas químicas: fósfo-
ro blanco y napalm. El asesinato ocurrió un día antes de que
ella viajara a la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) para presentar el informe sobre las violaciones
que cometían contra la población civil las Fuerzas
Armadas de El Salvador. Marianela recibió el reconoci-
miento de la comunidad internacional y fue nombrada
vicepresidenta de la Federación Internacional de los
Derechos del Hombre, por denunciar la violación de los
derechos de las personas.
En el pleno del Ayuntamiento del día 8-9-1983 se puso
su nombre a la calle del barrio Delicias que va de
Nicanor Villalta a Madres de la Plaza de Mayo.
Gargallo Taranson de Anguera, Pierrette. (Barcelona,
1922). Escultora y legataria de la obra de Pablo Gargallo.
Petra María Francisca, hija del escultor maellense y de la
francesa Magali Taranson, estudió Artes Decorativas y,
siguiendo los pasos de su padre, se dedicó a la escultura
figurativa y realizó varias exposiciones.
En 1949 se casó con el médico Jordi Anguera y tuvo tres hijos.
Posteriormente, abandonó su trabajo de escultora para dedi-
carse a conservar y difundir el patrimonio de su padre.
Gracias a la generosidad de Pierrete, Zaragoza tiene el
mayor legado de Pablo Gargallo, uno de los escultores
más importantes del siglo XX, al que la ciudad ha dedica-
do un museo monográfico.
En 1981, con motivo de la exposición antológica de la
Lonja, que conmemoraba el centenario del nacimiento de
Gargallo, comenzaron las conversaciones entre la fami-
lia Anguera-Gargallo y el Ayuntamiento de Zaragoza. En
1982, el alcalde Ramón Sainz de Varanda y Pierrette
Gargallo firmaron un acuerdo que tuvo como consecuen-
cia la creación del Museo Pablo Gargallo, instalado en el
palacio de Argillo, inaugurado el 8 de julio de 1985.
El 25 de julio de 2016, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 1.079.135/16, acordó dar el
nombre de Pierrette Gargallo de Anguera a una calle con
entrada por la calle Cosuenda y salida por la de
Enriqueta Castejón.
Gascón Pueyo, Pilar. (Huesca, 1900-Zaragoza, 1930).
Jotera. Está considerada como una de las mejores canta-
doras de jota de todos los tiempos, especialmente en los
estilos oliveros. En su honor se ha dado el nombre de gas-
cón a una tonada jotera.
65
La calle del Arrabal que se llamaba Jorro Nogués en 1943
pasó a ser la de Pilar Gascón. Comienza en el camino del
Vado y termina en la calle de Pedro Arnal Cavero.
Gea García, Pilar. (Zaragoza, 1953) Maestra Nacional.
Pasó su infancia en Ariño (Teruel) donde su madre, Isabel,
era maestra y su padre, Aurelio, trabajaba de carpintero
en SAMCA. Ejerció en varios pueblos de la provincia de
Teruel y obtuvo destino definitivo en la Escuela Mixta de
Ariño. Desde 1978 hasta 2011, estuvo en la escuela “Pedro
Orós” del barrio de Movera, de la que su marido, José
Manuel Ontoria fue director veinticinco años. Una de sus
hijas, María Pilar, fue maestra de Ariño, como su madre y
su abuela, y la otra, Ana Isabel, es veterinaria.
La ilusión que su madre le había trasmitido por la ense-
ñanza la llevó a una entrega completa a sus alumnos y a
una constante formación. Se especializó en Preescolar y
realizó abundantes trabajos de Educación Infantil, muchos
de ellos con María Pilar Almenar Bases.
El año 2010, a propuesta de los vecinos, la Alcaldía de
Movera solicitó al Ayuntamiento de Zaragoza que dedicara
sendas calles a dos de sus maestras: María Pilar Gea
García y a María Pilar Almenar Bases. El 18 de junio de
2010, el Gobierno de Zaragoza, según consta en el expe-
diente 903.467/09, acordó dar el nombre de María Pilar
Gea García a un andador del barrio con entrada por el
camino Torre el Hornero. No tiene salida.
Gigantillas, Las. Juego popular en el que unos niños se suben
encima de otros para alcanzar mayor altura. Goya, hacia
1792 pintó este juego con cinco niños para el dormitorio de
las infantas. Según algunos expertos puede tratarse de una
alegoría al inestable estado político de la España de la época.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de diciembre de 1998,
según consta en el expediente 362.518/98, se propuso su
nombre para denominar a una calle del Parque Goya, con
entrada por El Coloso y salida por El Quitasol.
Gil Lázaro, Piedad. (Paracuellos de Jiloca, Zaragoza,
1923-Zaragoza 2014). Jotera. Se casó con el jotero Jesús
Gracia. En 1942, en Zaragoza, empezó a recibir clases de
Conchita Pueyo de quien fue su discípula predilecta, y
obtuvo el primer premio de jota de la Agrupación Artística
Aragonesa. Perteneció a los cuadros de jota más impor-
tantes de Zaragoza, obtuvo numerosos premios en
España, y en el mundo y grabó discos con Columbia,
Fonogram, Fontana, Philips y Vergara.
En el pleno del Ayuntamiento del 25-10-2006 se acordó
denominar con su nombre a una calle del barrio de la Jota
que tiene entrada y salida por Balbino Orensanz.
Gil, Teresa. (Desaparecida). Es un topónimo oscuro por la
falta de datos que nos ayuden a esclarecer el momento y las
razones que dieron nombre a la calle. En el siglo XV existían
la calle y el callejón de Teresa Gil. El nombre propio con un
apellido hace referencia a una propietaria, a una mujer
famosa por su actividad o a una vecina del barrio. Es un
nombre que evoca varias referencias. Podría referirse a
Teresa Gil de Vidaurre, una dama de la nobleza Navarra, ins-
talada en Zaragoza y propietaria de terrenos y casas en la
ciudad, o a Teresa Gil, una “rica-hembra” castellana, mece-
nas de monasterios dominicos, o a una vecina desconocida.
En el barrio de San Pablo, llamado “Población Nueva del
Rey” hasta el siglo XIII, pudo tener casas y habitar la ilustre
dama Teresa Gil de Vidaurre (1208-1276), reina morganá-
tica aragonesa. Era la tercera mujer de Jaime I el
Conquistador, con quien se casó en secreto cuando murió
Violante de Hungría. Tuvieron dos hijos Pedro, señor de
Ayerbe, y Jaime, señor de Jérica, a quien le dejó en su tes-
tamento unas casas y heredades en Zaragoza. Al final de
su vida, enferma de lepra, se recluyó en el monasterio cis-
terciense de la Zaidía (Valencia) que ella había fundado.
Además, Teresa Gil de Vidaurre estuvo muy relacionada
con los monasterios de Santa Catalina y de las Canonesas.
Era tía de la fundadora del Monasterio de Santa Catalina, y
estaba emparentada con los nobles navarros afincados en
Zaragoza, de cuyas familias procedían doña Marquesa Gil,
fundadora de las Canonesas y nuera de Jaime I, doña
Teresa Gil de Rada, primera priora de las Canonesas y
pariente de la fundadora, y doña Guillermina Gil Tarín, fun-
dadora de las Canonesas de Calatayud.
Por otra parte, como la calle desembocaba frente al con-
vento de dominicas, el nombre pudo tener relación con
una protectora de monasterios de dominicas como fue la
dama portuguesa Teresa Gil.
Teresa Riba de Vizela (Guimaraes, Portugal, ca. 1260-
Valladolid, ca. 1310), conocida en España como Teresa
Gil, llegó a ser una “rica-hembra” de Castilla, una per-
sonalidad muy conocida en su época, que gozó de los
favores de Sancho IV. Su padre, Gil Martín, era hombre
de confianza de Alfonso X el Sabio, que fue testigo del
testamento de Teresa, otorgado en Valladolid en 1307.
66
En dicho testamento creaba una fundación para la
construcción del convento de dominicas Sancti
Spiritus el Real de Toro (Salamanca) y también hacía
generosas donaciones a otros monasterios con los que
mantenía buenas relaciones. En Valladolid el
Monasterio de Nuestra Señora de Porta Coeli (1615), de
monjas dominicas, se ubicó en la calle de Teresa Gil. La
calle que tiene dedicada en Valladolid está registrada
desde 1369.
En el siglo XV existieron la calle de Teresa Gil, después
Castellana, y el callejón de Teresa Gil, después Mayoral. En
el siglo XVII se produjo una paulatina sustitución de estos
nombres por los de Castellana y Mayoral. El nombre de
Castellana se debía a que era salida natural hacia Castilla,
residencia y estancia de ganaderos. En 1863 pasó a lla-
marse calle de Basilio Boggiero. Comienza en la avenida
de César Augusto, termina en el paseo de María Agustín y
cruza la calle de Santa Inés, la del convento de las domi-
nicas. La calle Mayoral va de la calle Ramón Pignatelli a la
plaza de Santo Domingo.
Gilda. Película norteamericana de 1946. Director Charles
Vidor. Johnny Farrell, tahúr y aventurero, saca de un apuro
a Ballin Mundson, quien le presenta a su mujer, Gilda. Su
sorpresa es mayúscula cuando descubre que ella no es
otra sino la mujer que en el pasado lo convirtió en lo que
ahora es él.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de
2004,según consta en el expediente 746.677/09, se propu-
so su nombre para denominar a una calle del barrio de
Valdespartera, con entrada por La quimera del oro y salida
por Los pájaros.
Giménez, Desideria. (Bagüés, Huesca, 1919-Jaca,
Huesca, 1936). Fue una militante de las Juventudes
Socialistas Unificadas, conocida como “La Cazoleta”, por
el nombre del bar de su familia. En la manifestación del
Primero de Mayo de 1936, en Jaca enarboló la bandera
roja. Por esa razón fue fusilada el 6 de agosto, un día
antes que su padre, Juan José Giménez, al comienzo de la
sublevación franquista.
El poeta anarquista Gregorio Oliván le dedicó el romance
“Muerte de la Cazoleta”, publicado en la revista de la CNT,
el 15 de marzo de 1978. El año 2006, su sobrina Natividad
Giménez Labarta publicó Lo que no has vivido, un libro
sobre ella y su familia.
En su pueblo natal, Bagüés, tiene dedicada una calle.
Desde el año 2004, en Jaca una calle y un monolito. En
Zaragoza da nombre a una asociación de mujeres, que
en el 2010 organizó sus primeras jornadas como home-
naje a Desideria y a todas las mujeres que lucharon por
la libertad.
El 7 de noviembre de 2017, el Gobierno de Zaragoza, a
petición de la asociación de vecinos del barrio de San
José y según consta en el expediente 0.338.034/17, acor-
dó cambiar el nombre de la calle Diez de agosto, en el
barrio de San José, por el de Desideria Giménez Moner
con entrada por José Salarrullana y salida por Melilla.
Giménez, Doña Teodora. (Desaparecida) Resulta tan des-
conocida que la documentación de que disponemos la
trata de manera contradictoria. Blasco Ijazo (1944) la
llama Doña Teorora (sic) Giménez; Butera (2006) la identi-
fica con Teresa Giménez y en el callejero republicano de
1932 figuraba simplemente como Giménez.
La calle de Doña Teodora Giménez iba de la calle Nicolás
Lomba, actual Valero Ripoll, al campo, en la barriada de la
Ortilla. Desde 1943 hasta 1984 se llamó calle de Los
Paisanos en honor a la población civil que participó en
los Sitios, especialmente en el asedio del 15 de junio al
13 de agosto de 1808. La calle de Los Paisanos desapa-
reció tras la urbanización del Actur. Áreas 15, 16 y 17.
Gimeno Gil, Concepción. (Alcañiz, 1850 – Madrid, 1919)
Periodista y escritora. Estudió Magisterio en Zaragoza. En
Madrid entró en contacto con el mundo del periodismo,
casi vedado a la mujer en su época, y se convirtió en una
de las primeras periodistas. En 1872 fundó la revista La
Ilustración de la Mujer. A partir de su matrimonio, en
1879, con el periodista Francisco de Paula Flaquer firmó
como Concepción Gimeno de Flaquer. Escribió artículos,
ensayos y novelas de contenido e ideología feministas
como La mujer española (1877), La mujer juzgada por una
mujer (1882), El problema feminista (1903). Dedicó su vida
a la promoción de un modelo de mujer emancipada y
moderna desde lo que ella llamó un “feminismo sensato”
que reclamaba una educación para la mujer igual a la del
hombre, postulaba un ideal de mujer basado en la inte-
lectualidad y exigía mejoras en el trato profesional.
Tiene dedicada la calle del barrio de Santa Isabel que
comienza en José Antonio Rey del Corral y termina en
Brazal Candala. La registra el callejero desde 2006.
67
Giner, María Luisa. (Desaparecida). Propietaria de terrenos
de Valdefierro. Nació en 1900, su familia procedía de
Castellón de la Plana (Ruiz, 2003, V: 224) y se puso su
nombre a una de las calles del barrio donde habían estado
sus parcelas. En el Boletín Oficial de la Provincia de
Zaragoza (15 de julio de 2008) se rectificaba un error en el
proyecto de reparcelación del área F-89-1 (en Valdefierro),
de la propietaria María Luisa Giner de Laiglesia.
La calle de María Luisa Giner que iba de Vía Láctea a
Mercurio el 10-6-65 se convirtió en Tulipán, como sus veci-
nas las calles de Valdefierro dedicadas a las constelaciones.
Tulipán es el nombre de una nebulosa relacionada con la
Constelación del Cisne. En el callejero de 1972 aparecían los
dos nombres: María Luisa Giner y Tulipán.
Giral Pérez, María Teresa (Burgasé: municipio de
Fiscal, Huesca, 1907-Barrio de Montañana, Zaragoza,
2003). Maestra del barrio de Montañana. En el curso
1933-1934 obtuvo su primer destino en Ansó (Huesca).
En 1934 se incorporó por oposición al barrio de
Montañana donde ejerció hasta 1968. Ese año se trasla-
dó a Zaragoza al Colegio Público “María Díaz” en la calle
Buen Pastor 4 y allí permaneció hasta su jubilación en
1973. Se casó con Lorenzo Oro, maestro de la “Venta del
Olivar” (Zaragoza), y tuvieron dos hijos: Luis Antonio,
destacado científico aragonés a quien el Ayuntamiento
de Zaragoza le concedió la Medalla de Oro (2007) y le
dedicó una calle (2009); y Luis Lorenzo, director del
colegio “Tío Jorge”.
Los vecinos del barrio de Montañana la han querido recor-
dar con el nombre de la calle que va de la calle Mayor a la
de María Pilar Real del Castillo. La registra el callejero digi-
talizado de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza.
Gómez de Avellaneda, Gertrudis. (Camagüey, Cuba,
1814-Madrid, 1873). Escritora. Importante escritora
romántica de origen cubano que comenzó publicando sus
escritos con el pseudónimo de “La Peregrina”. Sus poesí-
as son muy valoradas, pero también escribió importantes
novelas como Sab, que está considerada la primera nove-
la antiesclavista. En todas sus obras, el tratamiento que
da a los personajes femeninos la convierte en una de las
precursoras del feminismo moderno. Menéndez Pelayo,
hombre muy influyente en las letras hispánicas del
momento y reaccionario a las nuevas corrientes feminis-
tas, impidió la entrada de Gómez de Avellaneda en la Real
Academia Española de la Lengua.

En 1980 se puso su nombre a una de las nuevas calles del
Actur y el 20-3-1987 se aprobó la prolongación de la calle.
En el plano del callejero de 1982 aparecía diseñada y
urbanizada la zona del barrio del Actur cuyas calles esta-
ban dedicadas a mujeres escritoras y feministas, pero
sólo se habían rotulado las dos que iban a vertebrar la
zona, Gertrudis Gómez de Avellaneda y Rosalía de Castro.
Guerra Peñamaría, Isabel. (Madrid, 1947). “La monja pintora”.
Desde niña tuvo dos vocaciones, la artística y la religiosa, que
ha sabido desarrollar de forma paralela y armoniosa: fue una
niña rebelde que quiso pintar y amar a Dios, que rechazaba a
los maestros y quería hacerse su propia escuela. A los veinti-
trés años ingresó en el monasterio cisterciense de Santa Lucía
de Zaragoza. Desde allí, ora et labora, se ha convertido en una
gran pintora hiperrealista, en cuyos cuadros la luz es la gran
protagonista, hasta tal punto que los temas -mujeres, niñas,
Calle María Guerrero
telas, maderas, cestos, frutas, bodegones- se convierten en
meros pretextos para su tratamiento. Esta pintora de la luz,
de la mirada, de la paz y de la búsqueda interior, en El libro
de la paz interior transmite un mensaje esperanzador. Lleva
realizadas más de veinte exposiciones individuales y otras
tantas colectivas. Es miembro de dos Reales Academias
de Bellas Artes: Académica de Honor de la Real Academia
de Bellas Artes de San Luis y Académica Correspondiente
de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas
de Toledo. Goza de gran fama internacional y ha sido
galardonada con importantes premios y medallas.
El 29-5-2009 la calle José Antonio Primo de Rivera de
Garrapinillos pasó a llamarse calle Isabel Guerra.
Guerrero Torija, María. (Madrid, 1867-1928). Actriz de
teatro. Estudió arte dramático con Teodora Lamadrid.
Debutó en 1885 y después, ya como primera actriz
representó obras de José de Echegaray con gran
éxito. Amplió sus estudios en París con Benoît-
Constant Coquelin y llegó a actuar con Sara Bernhardt.
Se casó con el actor Fernando Díaz de Mendoza, un
aristócrata arruinado. Juntos crearon su propia com-
pañía teatral con cuyas representaciones tuvieron
gran éxito en España y en Argentina. Fue directora del
Teatro de la Princesa de Madrid que hoy lleva su nom-
bre. El Teatro María Guerrero es la sede del Centro
Dramático Nacional.
En 1943 la calle de Plácida Angulo, en el barrio de la
Bozada, pasó a llamarse calle de María Guerrero.
Comienza en la avenida de Juan Carlos I Borbón y termi-
na en la de Juan Pablo II. La asociación de vecinos, crea-
da en 1991, y la coral del barrio de la Bozada también se
llaman María Guerrero.
Heras Dopereiro, María Pilar de las. (Zaragoza, 1926-2018).
Jotera y profesora de canto. Cantadora de jota con gran afán
de pureza y amplio repertorio en la interpretación. Primer
premio del certamen oficial de 1942 y de los extraordinarios
de 1943, 1945 y 1946. Discípula predilecta de Pascuala
Perié, cantó muy bien coplas y sabrosos estribillos. Creó
su propio grupo, “Grupo folclórico María Pilar de las
Heras” y formó parte del grupo “Raza aragonesa”. Realizó
muchas y buenas grabaciones. En 1981 fue nombrada
profesora de canto de la Escuela Oficial Municipal de Jota.
Se le ha dedicado una calle en el ensanche del Arrabal que
comienza en la avenida de la Jota y termina en la calle
Miguel Asso. La registra el callejero desde 2006.
Heroinas de los Sitios. Mujeres que participaron activa-
mente en la defensa de Zaragoza durante la Guerra de la
Independencia, Las tropas francesas asediaron la ciudad
en dos ocasiones, en los llamados Sitios de Zaragoza. El
primero desde junio hasta agosto de1808 y el segundo
desde diciembre de 1808 hasta febrero de 1809.
Fueron las primeras que entraron con nombres y apelli-
dos en nuestro callejero. Agustina Zaragoza (Reus, 1786-
Ceuta, 1857), conocida como Agustina de Aragón. Casta
Álvarez (Orán, Argelia, 1786-Cabañas de Ebro, 1846).
Condesa de Bureta (Gerona, 1773-Zaragoza, 1814).
Duquesa de Villahermosa (Madrid, 1754-1816).Josefa
Amar y Borbón (Zaragoza, 1749-1833). Juliana Larena
(Ejea de los Caballeros, Zaragoza, 1790 - Zaragoza, 1835).
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Madre Rafols (Villafranca del Penedés, Barcelona, 1781-
Zaragoza, 1853). Manuela Sancho (Plenas, Zaragoza,
1784-Zaragoza, 1863). María Agustín (Zaragoza, 1784-
Alagón, Zaragoza, 1831). María Lostal (¿?-Zaragoza, 1810).
Además de estas que ya tienen dedicada una calle, tam-
bién fueron heroínas: Josefa Vicente, María Blánquez,
Joaquina Plaza, María Artigas, Catalina Mondragón, entre
muchas otras.
El 8 de julio de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según consta en
el expediente 1.167.934/09, acordó dar el nombre de Heroínas
de los Sitios a una calle de Arcosur con entrada por la avenida
de Casablanca y salida por la avenida Arco de la Estrella.
Herrero Izquierdo, Ana Isabel. (Zaragoza, 1952-2006).
Fallecida el 21 febrero de 2006 en un atentado terrorista.
Empresaria zaragozana que fue tiroteada en la calle
Cervantes de Zaragoza cuando salía del garaje de su
casa acompañada de su marido, el empresario leridano
Francisco Colell, que resultó herido. En el Real Decreto
916/2006, de 21 de julio, se le concedió, a título póstumo,
la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a
las Víctimas del Terrorismo.
El 29-5-09 su nombre sustituyó al de Jesús Comín en la
calle que comienza en Héroes del Silencio y termina en el
camino las Torres.
Herrero Lapuente, Sheila. (Zaragoza, 1976). Patinadora
del barrio de Torrero. Comenzó a patinar a los cuatro
años en el colegio Domingo Miral con unos patines que
su padre le compró para Reyes en una chatarrería. A los
cinco ya era campeona de Aragón, a los once entró en la
selección española y fue patinadora internacional hasta
los veintisiete años. En 1990 ganó el campeonato euro-
peo en Arganda del Rey, en 1995 fue la primera aragone-
sa que consiguió la Medalla de Oro de Santa Isabel de
Portugal y en 1998 la nombraron “Hija Predilecta” de la
ciudad. Ha sido 82 veces campeona de España, 42 de
Europa y 15 del mundo. Batió los récords mundiales de
5.000, 10.000 y 24.000 metros. En 2002 obtuvo el Premio
Nacional de Deporte y en 2009 fue nominada para el
Premio Príncipe de Asturias. Está considerada como una
de las mejores patinadoras del mundo en la modalidad
patinaje de velocidad sobre patines en línea.
Siendo alcalde José Atarés (2000-2003) le dedicó la plaza de
su barrio que va de la calle Alicante a la de Ruiz Tapiador.
Hidalgo, Elvira de. (Valderrobres, Teruel, 1891-Milán, Italia-
1980). Música. La soprano de Valderrobres, Elvira Juana
Rodríguez Roglán, fue conocida con el nombre artístico de
Elvira de Hidalgo, pero en su época la llamaban “la soprano
aragonesa”. Cantante y maestra de cantantes, comenzó sus
estudios de canto en Barcelona con el maestro Bordalba y
los acabó en Milán con el maestro Vidal. Debutó el año 1908
en el Teatro San Carlo de Nápoles con la Rosina de El bar-
bero de Sevilla de Rossini. En ese momento inició una bri-
llante carrera que la llevó por los principales teatros de
Italia, Europa y las dos Américas. En 1923 actuó por última
vez en el Teatro Real de Madrid. Cuando se retiró de la esce-
na, se dedicó a la enseñanza, en Atenas, Ankara y Milán. Fue
reconocida como gran maestra y como una de las mejores
“soprani d’agilitá” de sus tiempos. Su vida docente alcanzó
un momento estelar con su alumna María Callas, a quien
Elvira formó en Atenas. Desde entonces ha sido conocida
como la “maestra de la Callas”.
El 29-5-09 la calle del Capitán Joaquín Esponera pasó a lla-
marse de Elvira Hidalgo. Comienza en la calle Madre
Sacramento y termina en el paseo de María Agustín.
Hungría, Violante de. (Alba Regia, actual Esztergom,
Hungría, 1216-Huesca, 1251). Reina de Aragón. Fue la
segunda mujer de Jaime I el Conquistador y la madre de
Pedro III. Era hija del rey Andrés II de Hungría y de Yolanda
Courtenay, y hermana de Santa Isabel de Hungría. Jaime I,
que acababa de repudiar a su mujer por razones de
parentesco, se fijó en esta rica princesa. En 1236, en la
catedral de Barcelona, Violante se casó con el rey arago-
nés, en un matrimonio concertado por la Santa Sede. La
novia, que traía una dote de más de 10.000 marcos de
plata acudió a la boda con un gran séquito. Violante, preo-
cupada por crear un patrimonio estable para sus hijos,
intervino como buena consejera en los planes políticos de
su marido y contribuyó al éxito de la conquista de Valencia.
Su cuerpo reposa en el monasterio del císter de Santa
María de Vallbona, en Urgel, junto al de su hija doña
Sancha, la princesa de Aragón que murió peregrinando a
Tierra Santa.
En el pleno del Ayuntamiento de día 2-4-1943 se puso su
nombre a la calle que va desde la Plaza del Emperador
Carlos hasta la Avenida de Gómez Laguna.
Ibáñez Marcellán, María Jesús. (Ateca, 1941-Zaragoza,
1985) Catedrática de Geografía Física de la Universidad de
Zaragoza. Su temprana muerte truncó una brillante carre-
ra docente e investigadora.
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En 1960 inició los estudios universitarios en la Facultad de
Filosofía y Letras. Al acabar la carrera completó su forma-
ción en varias universidades europeas. En 1974 defendió
la tesis: “El piedemonte ibérico bajo aragonés”. En 1984
obtuvo la cátedra de Geografía General Física de
Zaragoza, donde desarrolló toda su labor docente. Sus
trabajos de investigación son un referente en el campo
de la Geomorfología y la época Cuaternaria. En 1991 la
Asociación Española para Estudios del Cuaternario y la
Asociación Española de Geomorfología crearon el pre-
mio María Jesús Ibáñez para tesis doctorales sobre
dichos temas.
El 28 de julio de 2011, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 1.313.704/10, acordó dar el nom-
bre de María Jesús Ibáñez Marcellán a un jardín acuático
entre el puente del Tercer Milenio y el Pabellón Puente.
Ibarbourou, Juana de (Melo, Uruguay, 1892-Montevideo,
Uruguay, 1979). Escritora. Juana Fernández Morales se
casó con el capitán Lucas de Ibarbourou, con cuyo apelli-
do firmó sus escritos. En 1947 fue elegida miembro de la
Academia Uruguaya y en 1959 recibió Premio Nacional de
Literatura de Uruguay. Por su gran popularidad recibió el
sobrenombre de “Juana de América”. Sus obras poéticas
más conocidas son: Las lenguas de diamante (1919), El cán-
taro fresco (1920) y Raíz salvaje (1922). El sentido optimista
de la vida, el lenguaje sencillo y los temas relacionados
con un panteísmo naturalista la convierten en un referente
para muchas escritoras posteriores en lengua española.
Se puso su nombre a la calle del barrio de San José que va
de Miguel Servet a Privilegio de la Unión. La registra el calle-
jero desde 1964.
Infantas. (Desaparecida). El nombre genérico de
infantes e infantas, desde las Partidas de Alfonso X, se
usa sólo para designar a los hijos del rey. Desde el
siglo XIV, los herederos de las coronas de Aragón
(1351) y Castilla (1388) recibieron títulos especiales:
Duque de Gerona en Aragón y Príncipe de Asturias en
Castilla. Se reservó el título de Infantes e Infantas para
los demás hijos del rey, y ya no lo usaron los hijos de
la alta nobleza como había venido sucediendo.
En 1860 había una calle Príncipe, otra de Infantas y
otra de Infantes. El origen de estos topónimos es
oscuro, porque está reducido a un nombre genérico
con escasa contextualización. La calle de las Infantas
y la del Príncipe eran dos tramos de una calle recta
en el Cuartel del Pilar. Según Tomeo, el nombre de
Príncipe se debía al Príncipe de Asturias, futuro
Felipe II. En el callejero de 1863 se dio el nombre de
Príncipe a los dos tramos y, como consecuencia, se
perdió el nombre de Infantas. Actualmente es la calle
Libertad, que va de la calle Cuatro de Agosto a Casto
Méndez Nuñez.
En 1860, además existían el callejón y la plaza Infantes,
hoy desaparecidos. En estos dos casos los topónimos
estaban motivados y relacionados con los infanticos de
la Seo. En 1863, desapareció la plaza Infantes que se
convirtió en plaza de la Seo, donde se hallaba el Colegio
de los Infantes, en cuya parte posterior estaba el callejón
de Infantes:”La casa de los Infantes y el edificio contiguo
pertenecieron al cabildo metropolitano […] en sus espal-
das se percibe un callejón a modo de saetía que ahora se
dice Infantes y en tiempos pasados de Martín Aísa y del
Burro […]. Juan del Burro y su esposa dieron a la Seo
1204 casas” (Ximénez de Embún, I: 27 y Canellas, 1979:
335). “Los dos callizos que nombra Ximénez de Embún
ya no existen. Uno de ellos se llamaba Infantes y, el otro,
Constantino y no es muy aventurado suponer que el calli-
zo de Cardona [del siglo XVII] fuera el de Infantes actual”
(Ansón Calvo: 45). La actual calle Infantes, antigua
Tejares, es un callejón de la calle Aben Aire. Según
Tomeo, debía su nombre a los Infantes de la Cerda.
Por otra parte, estas calles, Infantes e Infantas, no tienen
ninguna relación con el actual paseo Infantes de España,
referido a los hijos de los actuales reyes de España. Este
paseo, denominado el mismo año que la plaza de la Reina
Sofía, está dedicado a sus hijos: a las dos infantas y al
príncipe heredero.
Inmaculada. Una advocación de la Virgen que se refiere a su
ausencia de mancha por estar libre del pecado original. Es
un dogma de la iglesia católica desde 1854.
Es el nombre de una plaza de Valdefierro que comienza en
la calle Rigel y acaba en Obispo Peralta. La registra el calle-
jero desde 1977.
Isabel II. (Desaparecida) (Madrid, 1830-París, 1904). Reina
de España. Fue Princesa de Asturias a los tres años y
reina de España desde 1833 hasta 1868: coronada el 4 de
mayo de 1834. Durante su reinado fue La Reina por anto-
nomasia. Queremos esbozar su perfil humano, y no políti-
co, porque las leyendas populares y la literatura andro-
céntrica nos han trasmitido una imagen denostada de su
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persona. La historia personal de Isabel II está marcada por
su condición de mujer y por el contexto histórico: reina
desde los tres años, una mayoría de edad forzada a los
trece, un matrimonio obligado a los dieciséis, un destrona-
miento a los treinta y ocho y un largo exilio hasta su muer-
te a los setenta y cuatro. La historia de su vida es tan con-
vulsa como la época a la que ella dio nombre. Pasó de una
imagen positiva al comienzo de su reinado a una nega-
tiva al final, de ser popular y querida, pasó a ser conde-
nada y repudiada, y de ser el símbolo de la libertad a
ser el de la frivolidad.
La relación de Zaragoza con Isabel II está reflejada en el
callejero. Tuvo dedicadas una calle, una plaza y una ins-
cripción en un monumento, hoy desaparecidas. Como
princesa, todavía tiene dedicadas una fuente, una calle y
una plaza. Y cuando fue proclamada Reina de España se le
adjudicó la antigua calle de la Reina la cual todavía conser-
va el nombre, pero trasladado al Barrio Oliver.
En 1849 se propuso el nombre Cinco de Marzo para una
calle que estaba en proyecto. En 1858 se cambió por
Isabel II, pero en 1860 recuperó la primera denominación.
En 1936 se llamó Requeté Aragonés y el 18-10-1979 vol-
vió a llamarse Cinco de Marzo.
En 1863 la plaza del Carmen se convirtió en plazuela de
Isabel II: en ella confluían las calles Parque (procedente de la
unión Veruela o Monzón y Recogidas), de la Reina y Azoque.
“El reinado de doña Isabel II ocupará un lugar notabilísimo en
la historia, por los grandes hechos y adelantos logrados en
él. Para mantener vivo el recuerdo de nuestra actual Reina,
se ha puesto el nombre a esta plazuela, junto a la cual acaba
de construirse un edificio militar, notable por más de un con-
cepto” (Callejero de 1863: 66). En la II República pasó a lla-
marse plaza del Pueblo.
En 1840, en la Glorieta, se había proyectado un monu-
mento con varias inscripciones, en dos de las cuales se
leía: “A SS. MM. Doña Isabel II Reina de las Españas y
Doña María Cristina su augusta madre, gobernadora del
reino, restauradora de la libertad española” y “A los
héroes zaragozanos, víctimas de su valor en defensa de
la libertad contra la facción carlista que la traición
introdujo en esta ciudad en la madrugada del día 5 de
marzo de 1838” (Madoz: 365).
Fue nombrada Princesa de Asturias el 20 de junio de 1833,
y como símbolo de la fidelidad de la ciudad a ese nombra-
miento tiene dedicadas la fuente de la Princesa, la calle de
 la Princesa, la plaza de la Princesa. A partir de su procla-
mación de Reina de España el 24 de octubre de 1833 se
asoció la antigua calle de la Reina a la nueva soberana,
como en otras ciudades españolas. (Cfr. Calle de la Reina
en la web). De hecho desde 1871, tras la abdicación de
Isabel II, la calle de la Reina, se llamó Soberanía Nacional
hasta 1930, que se cambió por Sanjurjo. En 1931 recupe-
ró el de Soberanía Nacional, y en 1940 volvió a recuperar
el de Sanjurjo (ctfr. Butera). La calle de Sanjurjo desapa-
reció el 28-12-79 y forma parte de la actual avenida de
César Augusto. La Vía Imperial, el 18-10-79, pasó a lla-
marse César Augusto.
Isabel la Católica. (Madrigal de las Altas Torres, Ávila
1451-Medina del Campo, Valladolid, 1504). Reina. Isabel I
de Castilla, llamada la Católica, hija de Juan II de Castilla
y de Leonor de Portugal, se casó en 1469 con Fernando
el Católico, rey de Aragón y fue la primera reina de
España. Destacó por sus cualidades extraordinarias, su
gran carácter e inteligencia. Su vida estuvo cargada de
sufrimientos, luchas, decepciones y triunfos. Tuvo que
tomar decisiones difíciles, y lo hizo. Fue reina sin ser la
sucesora. Entre los doce y dieciséis años se enfrentó a
duras luchas por esta sucesión. Sufrió las humillaciones
y afrentas de su hermanastro Enrique IV y de su valido
Pacheco. Fue una de las figuras más importantes del
Renacimiento y, como reina, realizó grandes empresas:
final de la guerra contra los musulmanes, unificación de
los territorios de España, consolidación de la sociedad
Calle Isabel La Católica
civil y religiosa, mejora de la economía y el descubri-
miento de América. Para consolidar y prestigiar la
monarquía, creó la Santa Hermandad, institución encar-
gada de garantizar la estabilidad del orden público y la
administración de justicia (1476), abolió las prerrogati-
vas otorgadas a la nobleza por Enrique IV (1480) y con-
virtió el Consejo Real en el principal órgano de gobierno
del reino, en detrimento de las Cortes.
En el pleno del día 9-7-1947 se puso su nombre a una
gran avenida nueva en el ensanche de la zona de la
Universidad, a continuación de la de su marido, Fernando
el Católico. Comenzaba en la antigua Feria de Muestras y
terminaba en la carretera de Valencia
Izquierdo, Pepa. (Santa Cruz de Tenerife, 1945). Pintora
canaria. Inició sus estudios en la Escuela de Bellas
Artes de Santa Cruz de Tenerife y los acabó en 1972 en
Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Fue profesora de dibujo en las Escuelas Pías
de Santa Cruz. Después se casó y se fue a vivir a
Barcelona. Ha participado en varias exposiciones indivi-
duales (Tenerife, 1982, Zaragoza, 1983), y colectivas;
entre ellas, la celebrada en el Centro del Conde Duque
con el nombre de “Mujeres”. Resulta muy interesante el
tratamiento de los espacios de mujeres, espacios vací-
os, que recuerdan ausencias, pero que no están aban-
donados, por ejemplo las azoteas. El espacio doméstico
está ocupado por tiestos, sumideros, cuerdas para ten-
der ropa, flores solitarias. Forma parte del grupo de
artistas con obra permanente en “Artizar”: galería de
arte de San Cristóbal de La Laguna, surgida en 1989
para dar a conocer el arte en y de Canarias.
En el año 2009 se propuso su nombre para denominar a
una calle del barrio de Montañana.
Izquierdo Albero, María Pilar. (Zaragoza, 1906-San
Sebastián, 1945). Fundadora de la Obra Misionera de
Jesús y María. Fue la tercera de cinco hermanos de una
familia humilde. Piadosa y caritativa desde su infancia,
durante su juventud tuvo una larga enfermedad que la
dejó ciega y paralítica, pero, a pesar de todo, se dedicó a
ayudar a personas necesitadas. El día de la Inmaculada
de 1939, María Pilar sanó repentinamente. Se trasladó a
Madrid y allí fundó la Orden de las Misioneras de Jesús
y María, reconocida en 1942 como Pía Unión y en 1981
como Congregación de Derecho Pontificio. Fue beatifica-
da por el papa Juan Pablo II el 4 de noviembre de 2001.
La Obra Misionera de Jesús y María está presente en
Zaragoza desde al año 1979. En año 2008 construyeron
una residencia de mayores en Montecanal.
A petición de las propias religiosas, en el pleno del
Ayuntamiento del día 4-11-2014 se puso su nombre a una
rotonda al comienzo de la avenida de la Ilustración, en el barrio
de Montecanal, junto a la residencia que lleva su nombre.
Jerusalén. Debe su nombre al convento de las Madres
Franciscanas Clarisas, bajo la advocación de Santa María
de Jerusalén, conocido en la ciudad como el Convento de
Jerusalén. Fue fundado hacia 1491-92 por el secretario de
los Reyes Católicos, don Juan Coloma (Ximénez de Embún,
II: 123). El convento estaba ubicado en el actual paseo de
la Independencia, a la derecha de la antigua calle del
Hospital. Limitaba al sur con el espacio Hospital de
Nuestra Señora de Gracia y al este con la huerta del
monasterio de Santa Catalina. En 1943, cuando las monjas
vendieron el convento se trasladaron a un nuevo edificio
en el paseo de Isabel la Católica 81.
A una de las calles del polígono de la Romareda le pusieron
el nombre de Jerusalén, que está registrada desde el calle-
jero de 1964. Comienza en el paseo de Isabel la Católica y
termina en la calle Eduardo Ibarra.
Jesús. El monasterio de Nuestra Señora de Jesús, conocido
como el convento de Jesús estaba en el Arrabal frente al puen-
te de Tablas. Fue fundado en 1447 por los franciscanos y sus
grandes bienhechores fueron don Juan Roldán en el siglo XV y
don Francisco de Herbas, camarero de la Seo, en el XVI.
(Ximénez de Embún, II: 153). Este monasterio que tenía las
mejores vistas de la ciudad, en 1798 era uno de los mejor aca-
bados y devotos del reino y de la provincia, (cfr. San Vicente:
113 y 121), quedó en muy mal estado en la Guerra de la
Independencia. En 1853, fue una fábrica de cintas y después en
el espacio del convento se instaló el cuartel de San Lázaro.
Convento de Jerusalén
El barrio, la calle y la plaza de Jesús del Arrabal deben su
nombre al antiguo monasterio. En el plano de Casañal (1899)
no existía el barrio, pero sí la calle y en ella los lavaderos y
un molino de aceite, anteriores al convento. Al lavadero,
situado en el segundo tramo de la calle, después de la plaza,
iban las amas de casa a lavar las prendas mayores y las
mujeres pobres, casi siempre viudas, iban a lavar para
ganarse el sustento. La reina de España, doña María Victoria
del Pozo, mujer de Amadeo de Saboya, creó un asilo para
cuidar a los hijos de las lavanderas durante su trabajo. (Cfr.
Ruiz, V: 71, 75 y 76).
Jesús y María. En esta calle del barrio de San Gregorio,
en los años cuarenta, las religiosas de la Congregación
de Jesús y María abrieron unas aulas gratuitas para alfa-
betizar a las niñas del barrio. Esta Congregación tenía
otro colegio en el centro de la ciudad.
La calle comienza en la autovía de Huesca y termina en
la avenida de San Gregorio.
Laguna Caso, Ana. (Zaragoza, 1954). Bailarina e Hija predi-
lecta de la ciudad de Zaragoza. Se formó con María de Ávila
y a los 18 años entró en el Real Ballet de Cámara de
Madrid. En 1974 pasó a formar parte del Cullberg Ballet de
Estocolmo, dirigido por Birgit Cullberg y su hijo Mats Ek,
con quien se casó en 1976 y tienen dos hijos. Pronto alcan-
zó papeles protagonistas con los que obtuvo gran fama
internacional. Tras un paréntesis en el Nederlands Dans
Theater (1980-81), retornó al Cullberg Ballet como bailari-
na principal durante veinte años. En 1993 abandonó la
compañía para dedicarse a sus propias producciones, a las
coreografías de su marido y a la enseñanza de la danza.
En su repertorio como bailarina figuran entre otras las
coreografías de Mats Ek, Maurice Béjart y Nacho Duato.
Destaca su actuación en San Jorge y el dragón, en La casa
de Bernarda Alba y en las renovadoras y rupturistas ver-
siones de Mats Ek: Giselle y Carmen. En La señorita Julia,
firmada por Birgit Cullberg, bailó con Rudolf Nureyev.
Ana Laguna reivindica el apoyo y la promoción de la danza,
porque es una de las artes más comprensibles, porque no
necesita un lenguaje particular de un país concreto.
En 1990 fue Premio Nacional de Danza (España). En 1995
recibió varios premios; el Premio Emmy por Carmen. El
premio a la mejor interpretación de Giselle (Video Danse,
Francia) y la Medalla de Oro Carina Ari en Suecia. En el año
2000 el Ministerio de Cultura de Suecia la nombró
74
Profesora honoraria. En 2010, el Ministerio de Educación
le otorgó la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
El 25 de julio de 2016, el Gobierno de Zaragoza acordó dar
el nombre Ana Laguna a una calle con entrada por la calle
Cosuenda y salida por la de Enriqueta Castejón.
Lamadrid Herbella, Teodora. (Zaragoza, 1821-Madrid,
1886). Actriz teatral y cantante. Teodora Herbella y Cano
adoptó el segundo apellido de su padre para el mundo
del espectáculo. Comenzó a actuar a los ocho años y a
los doce ya tenía un contrato en los teatros madrileños
de El Príncipe y de La Cruz. Sus grandes facultades para
la escena le permitieron interpretar lo mejor del teatro
clásico, tanto en prosa como en verso, e incluso cantar
zarzuela y ópera. Tras una triunfal gira por América, ini-
ciada en 1870, al retirarse de la escena sucedió a Matilde
Díez en la cátedra de declamación del conservatorio de
Madrid. Su retrato figura en el telón del Teatro Principal
de Zaragoza, pintado por Marcelino de Unceta (1876 - 77)
y estrenado en 1877.
En 1940, en el Barrio Oliver, se cambió la calle de Emilio Zola
por el de Teodora Lamadrid y, después, también se puso su
nombre a una plaza del barrio.
Lapuente Mercadal, Pilar. (Zaragoza, 1959). Profesora de
la Universidad de Zaragoza. Su infancia y juventud trans-
currieron en el seno de una familia (“la de los esquilado-
res”) asentada en el entonces barrio rural de Santa Isabel.
Estudió Geología en la Facultad de Ciencias de la
Universidad de Zaragoza y se doctoró en 1991. Disfrutó
de una Beca Posdoctoral en diversas universidades de
Inglaterra donde tuvo la oportunidad de especializarse en
el campo de la Mineralogía y Geoquímica aplicadas al
estudio del Patrimonio Histórico y Arqueológico. En Junio
de 1994, presentó, en la XIV Sesión Científica de la
Sociedad Española de Mineralogía, el trabajo “Estudio
mineralógico y textural de ladrillos de tres monumentos
mudéjares de Calatayud (Zaragoza)”, financiado por la
Institución Fernando El Católico de la Diputación de
Zaragoza. Por este estudio, desarrollado en la
Universidad de Oxford con técnicas de datación por ter-
moluminiscencia, le fue concedido el premio “Medalla
Jóvenes investigadores” de la Sociedad Española de
Mineralogía, como reconocimiento y estímulo por su
aportación en el campo de la Mineralogía Aplicada. Desde
1999 es Profesora Titular de Petrología y Geoquímica, ha
publicado numerosas obras y artículos científicos y tiene
un reconocido prestigio nacional e internacional.
La divulgación del premio por los medios de comunica-
ción locales motivó que la Comisión de Cultura de Santa
Isabel propusiera que le fuese concedida una calle a su
nombre, en una zona de expansión urbanística del barrio.
En 1997 el Ayuntamiento le dedicó la calle que comienza
en Dieciséis de Julio y termina en Serrano Ostáriz.
Larena y Fenollé, Juliana. (Ejea de los Caballeros,
Zaragoza, 1790- ¿?). Heroína de los Sitios. Juliana Josefa
Benita, bautizada en la parroquia de El Salvador, fue edu-
cada en una familia culta, era hija de Francisco, abogado
de los Reales Consejos, y de Fidela, hija de José Fenollé,
el escribano del juzgado de Ejea. A los catorce años, al
morir su padre, su madre se trasladó con sus cuatro
hijos a Zaragoza, donde vivieron los trágicos sucesos de
la Guerra de la Independencia. En el Primer Sitio actuó
como enfermera y atendió a los heridos en la primera
línea del frente. Estuvo en la defensa del reducto del
Pilar, uno de los lugares de mayor peligro del Segundo
Sitio. En 1819 se casó con el militar Juan Toral, un viudo
natural de Úbeda (Jaén), y vivió en Ejea en la calle
Tiendas hasta 1822. A partir de esa fecha su figura se
desvanece y no se conocen ni el lugar ni fecha de su
muerte. El final de su vida se ha convertido en una leyen-
da urbana. Según unos autores murió en Zaragoza en
1835, a causa de una epidemia, y según otros en 1870, en
Alcalá de Ebro, donde era tenida por una hechicera. En
esta segunda leyenda parece que se confunde su final
con el de Casta Álvarez.
El general Palafox le concedió el escudo de distinción
“por su valor y bondad” y una pensión vitalicia que se
hizo efectiva en 1814: cuatro reales de vellón diarios a
cargo de la Tesorería del Ejército del Rey.
En 1943 se dio su nombre a una calle nueva junto a la de
Pedro Villacampa, bajo cuyo mando probablemente
luchó. Comienza en la calle Jesús y va al paseo de la
Ribera: “El Ayuntamiento ha querido recordar el nombre
de Juliana Larena dándole una calle nueva en la típica
barriada de Jesús” (“Noticiero”: 67). Desde el callejero de
2006 tiene dedicados un callejón y una calle en Zaragoza.
El Ayuntamiento de Ejea le dedicó la calle en la que había
vivido y hoy la asociación de mujeres de Ejea se llama
“Colectivo de mujeres Juliana Larena”.
Lavanderas, Las. Mujeres del pueblo llano que tenían
por oficio lavar la ropa en el río o en los lavaderos. Goya
las inmortalizó y dignificó en un cartón para tapiz. Este
cuadro de Goya ha dado nombre a una de las calles del
75
Parque Goya, creado en el año 2000, cuyas calles apare-
cieron en el callejero digitalizado de 2009 del
Ayuntamiento de Zaragoza. Comienza en la calle El
Coloso y termina en La Cucaña.
Lerma, Matilde de. (Borja 1875-¿?). Cantante lírica. Diega
Lajusticia Sánchez era la verdadera identidad de la
soprano Matilde de Lerma, hija de Buenaventura, natural
de Ambel y de Luisa, nacida en Borja. Estudió solfeo y
piano, con grandes esfuerzos económicos, en la Escuela
Nacional de Música y debutó como cantante en el Teatro
Real en 1898 con las óperas Gli Ugonotti y Caballería
Rusticana. No parece que hiciera su debut en el Teatro
Principal de Zaragoza, como algunos afirman. Actuó en
escenarios europeos y americanos con extraordinario
éxito de público y crítica, por la potencia de su voz y la
pureza de sus agudos. Obtuvo la Cruz de Beneficencia. El
último dato biográfico de que disponemos es que se reti-
ró de los escenarios poco después de su matrimonio, a
los cuarenta y un años.
En junio de 1943, en las Delicias, se dio su nombre a la
calle que entonces se llamaba Salvatierra. Comienza en
Hilarión Eslava, termina en Alemania y es paralela a
Tenor Gayarre. El Ayuntamiento de Borja, juntamente
con la Cooperativa de Viviendas “Peñas de Herrera” le
dedicó una calle.
López Jiménez, Ángela. (Pamplona, 1945-Zaragoza,
2007). Feminista, socióloga, profesora de la Facultad de
Ciencias Económicas y Empresariales de Zaragoza,
Presidenta del Consejo Económico y Social de Aragón,
miembro del Comité Internacional de Expertos para ase-
sorar al Ayuntamiento en materia de innovación urbana
y desarrollo de la sociedad de la información. Estaba
casada con Timothy Bozman, profesor de Filología de
Universidad y tuvieron una hija, Paloma. Era licenciada
en Sociología Urbana y del Desarrollo por la Universidad
Católica de Lovaina y doctora en Sociología por la
Universidad Complutense de Madrid. Realizó numerosas
publicaciones, entre otras: Zaragoza ciudad hablada,
Memoria colectiva de las mujeres y los hombres, Arte y
parte: jóvenes, cultura y compromiso. Presidió el club de
opinión de mujeres La Sabina, perteneció al SIEM
(Seminario Interdisciplinar de Estudios de la Mujer de la
Universidad de Zaragoza) y lleva su nombre un premio
de investigación. Estuvo comprometida con la causa de
las mujeres, con los jóvenes y con la realidad sociológica
de Zaragoza.
 Calle Madres de la Plaza de Mayo
En el pleno del día 26 de octubre de 2007, el
Ayuntamiento le asignó el nombre de una calle del dis-
trito de la Universidad donde ella había sido profesora:
la que tiene entrada por Félix Navarro Pérez y salida a
vía Hispanidad.
Lorengar, Pilar. (Zaragoza, 1928-Berlín, 1996).
Música. Soprano internacional de la parroquia del
Gancho. Lorengar es el nombre artístico de Pilar
Loren(za) Gar(cía). Hija de una familia humilde, huér-
fana de padre, tuvo que trabajar en diversos oficios
para ayudar a sobrevivir a su madre y a sus dos her-
manos. Estudió en el colegio Duquesa Villahermosa de
las Hijas de la Caridad y todavía era una niña cuando
76
empezó a tomar lecciones de canto en Zaragoza y a
cantar en varios cafés zaragozanos como Loren
Garcy, artista de variedades. Pero ella aspiraba a can-
tar zarzuela y se fue a Madrid dando sus primeros
pasos profesionales como soprano en la zarzuela.
Pronto supo que el timbre de su voz, junto al constante
estudio e intenso trabajo, podía hacerla triunfar tam-
bién como liderista en la ópera, género con el que
ganó renombre internacional en teatros como la
Ópera de Berlín o el Metropolitano de Nueva York. En
1960 se casó con un odontólogo alemán, gran admira-
dor de la soprano. Zaragoza reconoció sus méritos
otorgándole la Medalla de Oro de la ciudad en 1991,
año en que fue pregonera de las fiestas del Pilar.
El 4-5-67 la calle de La Virtud pasó a llamarse de Pilar
Lorengar. Va de Maestro Tomás Bretón a Corona de
Aragón. Un instituto de educación secundaria en el
barrio de La Jota también lleva su nombre.
Lostal, María. Heroína de los Sitios. No se sabe cuándo ni
dónde nació, parece que murió en Zaragoza en 1810. La
primera noticia que tenemos es su boda con el labrador
Diego Sola. Se ocupó de suministrar agua y comida a los
combatientes entre la Puerta de Santa Engracia y la
Puerta del Carmen. Defendió el Colegio de las Carmelitas
de San José, salvó de forma heroica todas las reliquias
sagradas y las escondió en el Hospital de Convalecientes.
Al morir su marido en el Segundo Sitio, se quedó con tres
hijos que alimentar y sin recursos económicos. Durante
la ocupación, para sobrevivir, abrió una taberna en la
calle del Portillo, hoy Conde Aranda. Cuando ella murió,
sus hijos, Antonio, Joaquina y Ángela, eran menores de
edad y heredaron la pensión de seis reales que Palafox
había concedido a su madre. En el medallón de la capilla
de las heroínas de la iglesia del Portillo figura su nombre
como: María Lostal, viuda de Sola.
La Junta Magna del Centenario, asesorada por sus nie-
tos, Manuel Sola Colás y Serafín Escudero Sola, decidió
dedicarle una calle en el nuevo ensanche zaragozano,
junto a la de otros héroes que todavía no tenían calle ni
plaza. Por acuerdo municipal del 15-10-1943 se puso
su nombre a la calle que hasta esa fecha se había deno-
minado Nueva del Ensanche de Miraflores. Comienza
en León XIII y acaba en el camino de las Torres.
Lourdes. Debe su nombre al santuario dedicado a la
Inmaculada Concepción en Lourdes, Francia, donde,
según la tradición mariana, en 1858 la Virgen se apare-
ció a la pastorcilla Bernardette Soubirous. Se le atribu-
yen propiedades curativas al agua del manantial que
brota junto a la gruta de las apariciones. Es uno de los
santuarios más frecuentados por la cristiandad.
En el plano de 1925 ya existía el trazado de esta zona,
a partir del camino del Vado. Y ya estaba rotulada en
1938. La calle Lourdes, en el barrio de Jesús, va del
camino del Vado al Paseo de la Rivera.
Luna, María de. (¿Segorbe, Castellón, o Pedrola,
Zaragoza? 1358-Villarreal de los Infantes, Castellón,
1406). Reina de Aragón. Hija de Don Lope, conde de
Luna, y doña Brianda de Agaout. Fue prometida en
matrimonio con el infante Martín antes de cumplir los
77
ocho años y entregada a la reina Leonor para que la
educara en la corte. La boda se celebró en 1372, cuando
la novia alcanzó la edad que exigía el derecho canónico
para consumar el matrimonio. En 1396, al morir su
cuñado Juan I, ascendió al trono su marido Martín I, que
en ese momento se encontraba pacificando Sicilia.
Doña María, la nueva reina, fue nombrada
“Lugarteniente General” y actuó con estrategia y ener-
gía para defender los cuestionados derechos al trono
de su marido: rechazó las pretensiones del conde de
Foix y las de la reina viuda Yolanda de Bar. En 1397
Martín I volvió de Sicilia y fue coronado rey en 1399.
María de Luna fue coronada diez días después en la
catedral de San Salvador de Zaragoza. En su época ya
la llamaban María “La Grande” por su prudencia y
altas dotes para el arte de gobernar. Es memorable
por su mediación entre los bandos que asolaban el
reino de Valencia y por la defensa de las mujeres,
sobre todo de las viudas y huérfanas. Esta mujer, reli-
giosa, caritativa y culta, estuvo al corriente de los
movimientos intelectuales de su época y fue una gran
amante de la música y de la lectura. Está enterrada en
el Monasterio de Poblet.
En el callejero de 1964 tenía dedicada una calle de la
Margen Izquierda que tenía entrada por la del Padre
de Huérfanos y salida al campo y que desapareció con
la urbanización del Actur. Ya no figuraba en el calleje-
ro de 1972. En el año 2009 su nombre se recuperó
para otra calle del Actur. Comienza en la calle de
Luciano Gracia y termina en Miguel Luesma.
Madres de la Plaza de Mayo. Es una asociación de
mujeres argentinas. El nombre procede de las madres
y abuelas argentinas que se iban a manifestar a dicha
plaza en Buenos Aires: ataviadas con un pañuelo blanco
en la cabeza iban a preguntar por sus hijos desapareci-
dos durante la dictadura militar del general Videla
(1976 - 1983). Intentaban recuperar con vida a los dete-
nidos y a los desaparecidos, averiguar quiénes fueron
los responsables de los actos de lesa humanidad y pro-
mover su enjuiciamiento. Posteriormente han intentado
continuar la lucha de sus hijos, mediante la ONG
“Asociación Madres de la Plaza de Mayo”, con activida-
des como su programa de televisión, emisora de radio,
universidad, café literario, plan de vivienda social, guar-
dería infantil.
En el pleno del Ayuntamiento del día 7-4-83 se dedicó
una calle del barrio de las Delicias a este movimiento
de mujeres. Es perpendicular a la de Marianela García
Villas, comienza en Doctor Juan Sanz Ibáñez y termina
en Celso Emilio Ferreiro.
Madrina Salinas. (Zaragoza, siglo XV). Comadrona.
Catalina Cutanda era conocida como la Madrina Salinas
o simplemente la Salinas. Estaba casada con Gabriel de
Salinas, de quien sabemos que era viuda en 1488, que
vivía junto al mercado y que fue la partera más prestigio-
sa, querida y respetada de la ciudad entre los años 1487
y 1490. Además, aunque en algunos documentos se
habla de los costes de su servicio, se hizo famosa porque
atendía por igual a los nobles y a los plebeyos. Como pro-
fesional experimentada, ella misma dirigía las operacio-
nes y fue la primera en describir por escrito un parto ins-
trumentalizado.
El día de su fallecimiento se declaró día de luto oficial por
los servicios prestados a la ciudad de Zaragoza (García
Herrero, I: 45 - 53).
El 29-5-09 la calle del barrio de las Fuentes Capitán Eliseo
Godoy Beltrán pasó a llamarse Madrina Salinas. Comienza
en Salvador Minguijón y termina en Fray Luis Urbano.
Maeztu Whitney, María de. (Vitoria, 1881-Buenos Aires,
1948). Feminista y pedagoga. Era hija del ingeniero
Manuel de Maeztu Rodríguez, y de Juana Whitney.
Trabajó en la residencia de señoritas que había creado
su madre en Bilbao. Estudió Magisterio, se doctoró en
Filosofía y Letras en 1936 y perteneció a la Institución
Libre de Enseñanza (ILE), donde destacó por sus innova-
ciones pedagógicas. En 1915 fundó en Madrid la
Residencia de Señoritas, en colaboración con la ILE y allí
dirigió la formación de jóvenes universitarias. Fue profe-
sora del Instituto Escuela y fundó el Lyceum Club
Femenino, semejante a los europeos. Además, como
conferenciante, divulgó sus ideas pedagógicas y feminis-
tas por Europa y Latinoamérica. Gracias a su conoci-
miento de idiomas, participó en congresos y movimien-
tos feministas internacionales. Al empezar la Guerra Civil
se exilió a Argentina.
Es una calle del Actur que comienza en la calle Clara
Campoamor y acaba en la calle Concepción Saiz de
Otero. La registra el callejero desde 1989.
Magdalena, La. Santa María Magdalena fue una mujer
del Nuevo Testamento que tuvo gran importancia en la
vida de Jesús, a quien había llegado a lavarle los pies.
78
Según una leyenda medieval, después de la Ascensión,
se hizo eremita en Marsella (Francia), murió en La
Provenza y sus restos yacen en Vézelay, adonde llegaban
los peregrinos del Camino de Santiago para solicitar el
perdón de sus pecados. Con la intervención de la santa
de Vézelay se perdonaban todos los pecados, especial-
mente los carnales. Su culto fue famoso y se difundió a
través del Camino de Santiago francés. La gran fama de
esta santa dejó su huella en la literatura hagiográfica
medieval. La Oración a Santa Magdalena, con rasgos pro-
pios del Mester de Clerecía, es el fragmento de un anti-
guo cantar de los siglos XIII o XIV.
En Zaragoza tiene dedicadas una parroquia, una iglesia y
una plaza. La parroquia de la Magdalena se conoce tam-
bién como la parroquia del Gallo, por el gallo de la veleta.
En la plaza estaba la Universidad de Zaragoza y la iglesia
románica, mencionada en 1126, en el siglo XIV se convir-
tió en una iglesia mudéjar.
Anteriormente también tuvo dedicados un barrio, un
hospital, un hospicio y varias calles en torno a la iglesia.
“En el Coso, con fachada también a la calle Justador (hoy
Palomar) estaba el hospital parroquial de la Magdalena.
En 1543, y cedido para este fin por los parroquianos, se
convirtió en Hospicio de niños huérfanos. En el siglo XVIII
pasó a ser Hospitalico de niños y niñas”. (Falcón, 1980:
189). A los niños se les enseñaba a leer y a escribir y a
los quince años salían del hospicio para instalarse con
algún artesano. Iban vestidos con ropillas de burriel lar-
gas hasta el tobillo.
En 1768, cuando se reunificaron el hospicio de niños y
niñas, fueron colocados en habitaciones separadas y
permanecían en el hospicio hasta la edad en que los
niños podían dedicarse a algún oficio y las niñas al ser-
vicio doméstico. (Cfr. Asso, 142; Guía Urbana de 1860: 340;
Ximénez de Embún, I: 129 y Royo: 115-127).
En el siglo XV existían la plaza de la Magdalena y la calle
Tras la Magdalena, el callizo de la Paira de la Magdalena
en la Parroquia de San Gil y el arco del Órgano, construi-
do para albergar parte del órgano de la iglesia (Falcón,
1981: 53, 56 y 70). En 1901, Ximénez de Embún (I: 13) ya
daba como desaparecido el Callejón del Arco de la
Magdalena.
Majas de Goya, Las. Son dos cuadros famosos de Goya:
La maja vestida y La maja desnuda. En ambos se retrata
de cuerpo entero a una hermosa mujer recostada pláci-
damente en un lecho y mirando directamente al observa-
dor. No se trata de una mujer mitológica, sino de una
mujer real, contemporánea de Goya. A pesar de las espe-
culaciones, no hay pruebas de que la retratada sea la
Duquesa de Alba: María del Pilar de Silva y Álvarez de
Toledo. Algunos estudiosos creen que la mujer del retra-
to es Pepita Tudó (1779-1869), amante de Manuel Godoy,
con quien se casó al morir su primera mujer María
Teresa, la Condesa de Chinchón.
Es una de las grandes avenidas del Parque Goya, crea-
do en el año 2000. La registra el callejero digitalizado
de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza. Comienza en la
avenida de la Academia General Militar y termina en la
calle Huesca.
Marco Monge, Doña Manolita. (Morata de Jiloca, 1906-
Zaragoza, 1994). Maestra del barrio de Juslibol. Era la
mayor de los cuatro hijos de Petra Monje y Florencio
Marco. Tenía un carácter alegre y dinámico, permaneció
soltera y fue una verdadera vocacional de la enseñanza.
Estudió magisterio en el Colegio de Santa Ana de
Zaragoza y comenzó su carrera profesional en Caspe. A
los veintiún años fue destinada a la escuela de niñas del
colegio público Juan Enrique Iranzo del barrio de
Juslibol, donde ejerció casi hasta su jubilación. Fue una
maestra que alfabetizó a tres generaciones, realizó una
extraordinaria labor social y dejó una profunda huella en
sus alumnas y en el barrio. Tres años antes de su jubila-
ción se trasladó al colegio de Santo Domingo en la calle
de Predicadores de Zaragoza.
En 1983, el Ayuntamiento le dedicó una de las calles más
céntricas del barrio de Juslibol, que había sido solicitada
por los vecinos para conservar su memoria. (Expediente:
546837/83). Comienza y acaba en la calle Almacén.
María Auxiliadora. Debe su nombre a la ubicación del
“Colegio María Auxiliadora” de los salesianos, fundados
por San Juan Bosco que puso su vida, su ministerio y la
fundación de los salesianos bajo el amparo de la Virgen
María Auxiliadora. En la avenida de San José, desde 1946,
está el colegio femenino de la congregación de las Hijas de
María Auxiliadora también fundada por San Juan Bosco.Es
una calle de las Delicias que va de Franco y López a La
Milagrosa. Está registrada en el callejero desde 1964.
María Cristina, Reina. (Desaparecida). (Zidlochovice,
Moravia, 1858 – Madrid, 1929). Reina de España.
79
María Cristina de Habsburgo Lorena, archiduquesa
de Austria y princesa de Hungría, fue la segunda
mujer de Alfonso XII. En 1885, cuando murió su mari-
do, estaba embarazada del futuro rey Alfonso XIII.
Fue Regente del Reino, según el artículo 72 de la
Constitución de 1876, hasta la mayoría de edad, a los
dieciséis años, de Alfonso XIII. En los diecisiete años
de regencia se guió por su impecable observancia en
las obligaciones constitucionales. Instituyó el turno
de partidos en el poder –liberales y conservadores- y
consolidó la restauración de la monarquía. En los
últimos años de su regencia se vio enfrentada a gra-
ves problemas políticos: enfrentamiento de los parti-
dos, el catalanismo, el problema marroquí, la pérdida
de las últimas colonias del imperio español. En 1902,
cuando asumió el mando su hijo, se dedicó a hacer
obras de caridad y en 1906, cuando se casó Alfonso
XIII, utilizó el título de Reina Madre. Tuvo tres hijos:
María de las Mercedes, Princesa de Asturias (1880 -
1904), María Teresa, Infanta de España (1882 –
1912), y Alfonso, Rey de España (1886 – 1941).
A los tres meses de su muerte, Zaragoza le dedicó el
segundo tramo de la nueva avenida que había resul-
tado del cubrimiento del río Huerva, iniciado el 1 de
julio de 1924. El 17 de mayo de 1929, Primo de
Rivera, presidente del Directorio Civil, que los dos
primeros años fue Militar, vino a Zaragoza e inauguró
la avenida de la Reina María Cristina. La placa de la
calle estaba junto a la puerta de entrada del jardín
del colegio del Salvador. En 1933 la avenida ya se lla-
maba Galán y García Hernández.
María Teresa. Creemos que el nombre de la calle se
debía a María Teresa de Vallabriga y Rozas (Zaragoza,
1759-1820). (Desaparecida). Infanta morganática. Era
hija de un coronel del ejército y de la condesa viuda de
Torresecas. En 1773, en casa de su tía, la marquesa
de San Leonardo, conoció a su futuro marido, el infan-
te Luis de Borbón, hermano de Carlos III, que había
sido separado de la línea sucesoria. Fueron amigos de
Goya. Tuvieron tres hijos que participaron activamente
en la política del siglo XIX: María Teresa, condesa de
Chinchón, María Luisa, duquesa de San Fernando, y
Luis María, cardenal. En 1792, ya viuda, se retiró a
Zaragoza a su casa de la calle San Jorge, llamada
desde entonces casa de la Infanta, anteriormente se
conocía como casa Zaporta. Era una de las mayores
propietarias residentes en Zaragoza. Fue enterrada en
el Pilar con honores de persona regia.
La calle de María Teresa, calle particular del barrio de
Torrero, al final de la avenida de San José, en la barriada
de Serafín Cuber, iba de la calle Cuber a la de Salmerón.
Apareció en el callejero de 1935 como una calle nueva y
en 1943 se cambió por el nombre actual de Escultor
Salas que comienza en la plaza Dos de Mayo y termina
en la calle Melilla.
Estas calles particulares, solían recibir el nombre de los
propietarios de los terrenos o de antiguos topónimos de
la zona. En el siglo XIX, en la parte de la avenida de San
José y Torrero, surgieron las barriadas de San Jósé,
Comín, Cuber y Colón, en terrenos en los que antes,
desde los siglos XVI y XVII, habían estado esparcidas
abundantes torres de nobles y burgueses. En el siglo XIX,
en la partida de Cabaldós, destacaba la Torre de la
Infanta María Teresa. Era una torre con un palacio bas-
tante derruido y con un terreno amplio: dos cahices de
tierra con árboles frutales y un olivar de once cahices.
(Cfr. Sobrón, 2004: 93 y 298). En 1820 la heredó su hija
María Teresa, la Condesa de Chinchón. Cuando esta torre
pasó a manos de nuevos propietarios, el terreno conser-
vó el nombre de María Teresa, porque ya estaba asocia-
do al topónimo, como sucedió con otras torres de la ciu-
dad que llevaban nombres propios de mujeres.
Marigaita, La. (Desaparecida). Propietaria. La calle debía
su nombre al corral de la Marigaita. Marigaita es un nom-
bre popular que evoca personajes literarios como la Mari-
Gaila de Divinas palabras de Valle-Inclán o la moza
Maritornes de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
de Cervantes. El corral de la Marigaita en el barrio de las
Tenerías era una fundición donde, en 1711, Andrés Asín
fundió la campana de la Torrenueva, derribada en 1896,
que se decía que pesaba 220 quintales. (Cfr. Ximénez de
Embún, I: 91; Canellas, 1977: 116).
En 1863 la calle Río o de la Marigaita, que iba de la
Rebolería a las Eras de Monreal, perdió el nombre
popular de Marigaita y conservo el nombre de Río.
Acutalmente comienza en la plaza de la Rebolería y
acaba en la calle Monreal.
Mari-Gil. (Desaparecida). Un nombre femenino y
popular. El callejón cerrado de Mari-Gil constaba en
el empadronamiento de la parroquia de San Pablo de
1627. (Cfr. Ximénez de Embún II, 212).
Mary Poppins. Película norteamericana de 1964.
Director Robert Stevenson.Durante el reinado de
80
Eduardo VII (1901-1910), unos padres muy ocupados con
unos hijos que, con su rebeldía solo pretenden llamar su
atención, contratan a una original y mágica niñera, que
baja de las nubes con ayuda de un paraguas a modo de
paracaídas y consigue cautivar a los niños. Se trata de un
musical infantil que, con sus canciones pegadizas, no
podemos olvidar el famoso ‘supercalifragilístico’, hace
las delicias de chicos y grandes.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propu-
so su nombre para denominar a una plaza del barrio
de Valdespartera, con entrada por Cantando bajo la
lluvia y salida por Un americano en París.
Massieu, Lola. (Las Palmas de Gran Canaria, 1921-
2007). Pintora canaria, Premio Canarias de Bellas
Artes. Pertenecía a una ilustre familia, estudió dibujo
en Canarias en el taller de su tío, en 1958 realizó la
primera exposición de óleos en el Museo Canario. Su
pintura, en la corriente de la abstracción formal, está
muy relacionada con los movimientos informalistas.
En el año 2009 se propuso su nombre para denominar a
una calle del barrio de Montañana.
Maternidad. (Desaparecida). Debía su nombre a que en
ella se instaló la Maternidad y la Inclusa Provincial de
Zaragoza desde la década de 1930 hasta que se cerró
entre 1978 y 1980. El Hospital Real y General de Nuestra
Señora de Gracia que había albergado la Maternidad y la
Inclusa desde su fundación en 1425 hasta 1930 tenía
pabellones especiales para parturientas y expósitos. En
1822 el Hospital y la Maternidad pasaron a depender del
Ayuntamiento y en 1840 de la Diputación Provincial. En
1860 en la casa de Expósitos, situada en uno de los ángu-
los del hospicio de la Misericordia, vivían las nodrizas y
niños hasta los siete años. Además, dependían de ella
unos mil doscientos niños que lactaban y se criaban fuera.
(Guía de Zaragoza de 1860: 146). Cuando la Maternidad se
cerró, los servicios médicos volvieron al Hospital
Provincial y los niños de la Inclusa al Servicio de Infancia.
A la Maternidad iban a dar a luz mujeres con escasos
recursos económicos. Algunos de los niños de la inclusa
eran los que habían sido abandonados por madres que
habían dado a luz en la Maternidad, otros eran niños de
la provincia, abandonados de forma anónima en “el
torno” de la institución. Y otros habían sido llevados por
sus familias que no podían mantenerlos. Los niños per-

Calle de la Maternidad
manecían en la casa-cuna hasta una cierta edad y des-
pués pasaban a los hospicios, que desde el siglo XVI
hasta el XVIII estuvieron separados: los niños en el
Hospitalico de la Magdalena y las niñas en el de Santa Fe.
La calle de la Maternidad no aparecía en el callejero de
1932 y en 1939 ya le quitaron el nombre. El 15-3-1939,
siendo alcalde Juan José Rivas, a petición del Sr.
Caballero, se decidió poner una calle al medico aragonés
Vicente Gómez Salvo y se estimó que la más apropiada
era la calle Maternidad, en la que estaba instalado el edi-
ficio de la Maternidad y la Inclusa. Comienza en la calle de
Ramón Pignatelli y termina en el paseo de María Agustín.
Maynar Escanilla, Sara. (Zaragoza, 1906-Burbáguena,
Teruel, 1986). Profesora y abogada. Fue la primera abogada
de Zaragoza, una de las primeras de España y del mundo.
81
Antiguo edificio de la Maternidad
que daba nombre a la calle.
Sara, una mujer brillante y pionera, era la mayor de los cinco
hijos de Manuel, un famoso abogado, y de Pilar. Estudió
bachillerato en el Instituto General y Técnico, actual Goya, se
licenció en Derecho (número 1 de su promoción) y en
Filosofía y Letras en Zaragoza. En 1930 comenzó a trabajar
de abogada civilista en Zaragoza. En 1938 hizo el curso de
Damas Auxiliares Voluntarias de la Cruz Roja, con la califica-
ción de sobresaliente y recibió el brazal en 1940. Tras la
Guerra Civil ejerció como profesora de Griego y de Lengua en
los Institutos de Calatayud, Teruel y Alcañiz. Fue la primera
directora del Instituto de Alcañiz y sirvió de modelo a las
mujeres posteriores: después de ella hubo cuatro directoras
en dicho instituto. Cuando se jubiló y acabó su etapa de con-
cejala del Ayuntamiento de Alcañiz pasó unos años en
Zaragoza, pero al final de su vida vivió en Burbáguena con su
hermana Raquel en el convento de las Hermanas de la
Caridad de Santa Ana. Está enterrada en Zaragoza.
El 29-5-2009 la calle del Picarral Crucero de Baleares pasó a
llamarse calle Sara Maynar. Comienza en Teresa Agüesca y
termina en Anzánigo.
Meller, Raquel. (Tarazona, 1888-Barcelona, 1962).
Cupletista y actriz de cine. Francisca López Marqués fue
una de las artistas españolas de mayor renombre inter-
nacional durante el primer tercio del siglo XX. Estudió en
el colegio de las clarisas de Tarazona y una tía suya,
superiora de un convento se la llevó a Montpellier
(Francia), para que tomara los hábitos. Francisca se negó
y se trasladó a Barcelona donde trabajó en un taller de
confección, donde una de las clientas, Marta Oliver, la
introdujo en el mundo del espectáculo. Con su ayuda
debutó en el salón La Gran Peña, en febrero 1908, con el
nombre de la Bella Raquel. Pero su gran debut tuvo lugar
en septiembre de 1911 en el Teatro Arnau con el nombre
de Raquel Meller. En 1922 comenzó su carrera cinema-
tográfica, pero sus grandes éxitos fueron como tonadille-
ra. Triunfó en Francia donde fue admirada como una
gran estrella por su belleza y por su talento. La Guerra
Civil Española y la Segunda Guerra Mundial cortaron
definitivamente la carrera de Raquel Meller.
La calle del barrio de San José que va del camino de Puente
Virrey a la calle Luis Aula apareció con su nombre en el
callejero de 1964.
Menchú Tum, Rigoberta (Uspanán, Departamento de El
Quiche, Guatemala, 1959). Pacifista y feminista. Esta
líder indígena, defensora de los derechos humanos,
miembro del grupo Quiché-Maya y embajadora de Buena
Voluntad de la UNESCO, es el símbolo de resistencia de
todos los grupos indígenas latinoamericanos. Pertenece
a la etnia maya-quiché, sus padres, su hermano y varios
miembros de su familia fueron torturados y asesinados
por los “escuadrones de la muerte”. Como muchos gua-
temaltecos, indígenas y pobres, ha sido víctima de la dis-
criminación, del racismo, de la explotación y de las injus-
ticias. En el año 2007 se presentó a las elecciones presi-
denciales de Guatemala. Rigoberta, desde el pensamien-
to cristiano de la teología de la liberación, encabeza una
pacífica campaña de denuncia del régimen guatemalteco
y de la sistemática violación de los derechos humanos
que sufren los campesinos de su país y en particular las
mujeres indígenas. En 1992 recibió el Premio Nobel de la
Paz, también se le concedió el Premio Príncipe de
Asturias de Cooperación Internacional y la medalla al
mérito Santiago Pacheco Cruz, por su defensa de los
pueblos indígenas.
82
La calle de Rigoberta Menchú es una calle del barrio de
Santa Isabel que comienza en la avenida de Santa
Isabel y termina en la calle Gaspar Torrente. La registra
el callejero desde 1999.
Meced, La. Hace referencia a una advocación de la
Virgen y a la Orden de la Merced. El año 1265 aparecie-
ron las primeras monjas mercedarias, inspiradas por
Santa María de Cervelló.
Es una de las primeras calles del Barrio de Miralbueno
que todavía se conserva.
Mercedes. (Desaparecida). Estaba en las afueras de la
ciudad, cerca de la acequia y del camino de los Cubos.
Era una calle particular de la barriada de Hernán Cortés
que se parceló entre 1915 y 1920. La recogía el callejero
de 1932, pero en 1935 ya se llamaba Almagro. Va del
paseo Pamplona a la calle Castellví.
Milagrosa, La. Debe su nombre al colegio de las Hijas de
la Caridad, las escuelas del Terminillo, fundadas por el
Cardenal Soldevila en 1914. Estas escuelas también se
llaman de Santa María Reina.
El Ayuntamiento quiso recordar la aparición de la Virgen, en
1830, a santa Catalina de Labouré, una religiosa de las Hijas
de la Caridad que difundió la “Medalla Milagrosa” en la que
estaba la efigie de Santa María Reina. También se quiso
recordar al cardenal Soldevila, asesinado en el descampado
que rodeaba a las escuelas el 4 de junio de 1923. Está regis-
trada desde 1957. Comienza en la avenida San Juan Bosco
y termina en la calle Duquesa de Villahermosa.
Millán Serrano, Francisca. (Tobed, Zaragoza, 1931-
Zaragoza, 1991). Deportista. Era la mayor de los cuatro hijos
de Andrés y Francisca. Fue bordadora, pero su verdadera
vocación fue el tiro con arco de madera, desde que lo des-
cubrió en una excursión a Grisén. A partir del momento que
descubrió esta pasión, comenzó a ensayar y a estudiar la
técnica que le fueron enseñando los arqueros zaragozanos.
Durante mucho tiempo su nombre estuvo ligado al tiro con
arco, un deporte minoritario con el que llegó al triunfo y con
el que viajó por España y Europa. Ganó el campeonato de
España en Valencia en 1967. Fue la mejor deportista arago-
nesa del año en 1968 y después siguió cosechando triunfos.
El 29-5-09 su nombre sustituyó al de Radio Juventud. La
calle comienza en la avenida de Valdefierro y termina en
Federico Ozanam.
Miró Romero, Pilar. (Madrid, 1940-1997) Periodista,
abogada, guionista, directora de cine, directora de tea-
tro y realizadora de televisión. En 1960 comenzó a tra-
bajar en televisión como auxiliar de redacción y su pri-
mer programa como realizadora fue Revista para la
mujer. Desde 1983 hasta 1985 fue directora general de
cinematografía, desde 1986 hasta 1989, directora
general de RTVE. Dirigió, entre otras, las siguientes
películas: El crimen de Cuenca, Gary Cooper que estás en
los cielos, Hablamos esta noche, Werther, Beltenebros
(Oso de Plata en el Festival de Berlín de 1992), El pájaro
de la felicidad y El perro del hortelano.
Con la trasformación urbana del Barrio Oliver, se dio el
nombre de Pilar Miró a un antiguo tramo de la carretera
de Madrid, una de las nuevas calles del Barrio Oliver que
rodea a la Urbanización Torre Madrid. La registra el
callejero desde 1999.
Misericordia. (Desaparecida). El Hospicio Santa María de
la Misericordia, conocido también como Real Casa de
Misericordia de Zaragoza, fue fundado en 1669, a pro-
puesta del Padre de Huérfanos don Ignacio Garcés, para
recoger a los pobres. En el siglo XVIII “acogía a 700
pobres de los cuales 400 eran mujeres” (Asso: 146).
Entre 1752 y 1763 también fue cárcel de mujeres gita-
nas: en 1751, por orden del marqués de la Ensenada, se
construyó una galería exenta, en el recinto de la casa,
destinada exclusivamente a albergar gitanas. (Cfr.
Gómez, 2004: 15-23). Don Ramón Pignatelli reedificó y
modificó la casa y en 1811 se estableció allí el hospicio.
Actualmente es el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno
de Aragón.
La plaza de toros se llama Coso de la Misericordia
porque era propiedad de la Real Casa de Misericordia.
Se construyó en el siglo XVIII por iniciativa de don
Ramón Pignatelli y fue la primera plaza de toros esta-
ble de Zaragoza. El arriendo de la plaza, que se reali-
zaba por subasta, fue una fuente importante de ingre-
sos para el hospicio.
En el siglo XIX la calle Misericordia debía su nombre a
que en ella estaba la Real Casa de la Misericordia. Iba de
la calle del Hospital a la de la Palma. En 1923 pasó a lla-
marse Madre Rafols. Comienza en la calle de Santiago
Ramón y Cajal y termina en la de Ramón Pignatelli.
Misioneras de Nuestra Señora del Pilar. Congregación
de monjas fundada en 1939, en Lanaja (Huesca), por la
83
Madre Esperanza Vitales Otín. Esta congregación tiene
un colegio en Zaragoza desde 1958. El nombre de la
plaza, ubicada en el barrio de Santa Isabel, se debe a la
residencia de ancianos que existe en este barrio. La
registra el callejero desde 2006.
Mistral, Gabriela. (Vicuña, Chile, 1889-Nueva York,
1957). Escritora, maestra, inspectora y diplomática.
Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayata
fue más conocida por su seudónimo literario, “Gabriela
Mistral”. En su época la llamaban “la reina de la litera-
tura latinoamericana”. Destacó por su amor a los niños,
colaboró en los planes de reforma educacional y en la
organización de bibliotecas. En 1947 recibió el
Doctorado Honoris Causa del Mills College of Oakland
de California. Fue también Doctora Honoris Causa por
las universidades de Guatemala, Los Ángeles, Florencia
y Chile. Su poesía influyó en las escritoras españolas de
principios del siglo XX, sobre todo en Carmen Conde.
Entre sus obras destacan: Lecturas para mujeres,
Desolación, Poemas a las madres y Tala, cuyos derechos
donó a los niños víctimas de la Guerra Civil Española.
Fue la primera latinoamericana que ganó el Premio
Nobel de Literatura en 1945. El grupo de viviendas del
Barrio Oliver llamado General Urrutia el 29-5-09 pasó a
llamarse Gabriela Mistral.
Molas y Vallvé, María Rosa. (Reus, Tarragona, 1815-
Tortosa, Tarragona, 1876). Fundadora de las Hermanas
de la Consolación. Rosa Francisca María de los Dolores
era hija de José, de origen andaluz, y de María, catalana.
A los dieciséis años sintió la llamada de Dios y se quiso
“consagrar totalmente al Señor y al consuelo y alivio del
necesitado”. La negativa paterna la obligó a esperar. El 6
de enero de 1841 ingresó en la Corporación de Caridad
de Reus, donde estuvo dieciséis años. En 1857 fundó las
Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación. Abrió
diecisiete casas, entre hospitales, centros de beneficen-
cia y colegios, en La Plana de Castellón y el Campo de
Tarragona. En 1885 la congregación se instaló en
Calaceite y Zaragoza, donde desde el primer momento se
dedicaron a la enseñanza. En 1908 el colegio se trasladó
a la casa de los Torrero en la calle San Voto y se amplió
hasta la plaza Santa Cruz.
En el pleno del Ayuntamiento del día 18-5-1989 se puso
su nombre a una calle del barrio de Casablanca que
comienza en Maestre Racional. Está junto a la urbaniza-
ción Fuentes Claras, cerca del actual colegio de la
Consolación, llamado de Rosa Molas.
Moliner Ruiz, María. (Paniza, Zaragoza, 1900-Madrid,
1981). Lexicógrafa. Licenciada en Historia, archivera y
bibliotecaria. Era hija de Matilde y Enrique, un médico
rural que en 1902 se trasladó a Almazán (Soria) y en
1904 a Madrid. En 1914 María regresó a Zaragoza.
Comenzó los estudios en la Institución Libre de Enseñanza, se
examinó de bachillerato, como alumna libre, en el Instituto
Cardenal Cisneros de Madrid (1910-1915) y en 1915 pasó,
como alumna oficial al Instituto General y Técnico de
Zaragoza, actual Goya, donde acabó el bachillerato en
1918. Se licenció en Historia en la Universidad de
Zaragoza (1921), con Premio Extraordinario. En 1922
ingresó por oposición en el Cuerpo de Archiveros,
Bibliotecarios y Arqueólogos y comenzó a trabajar en el
archivo de Simancas. Después estuvo destinada en
Murcia, donde conoció a Fernando, su marido, un cate-
drático de Física, y en Valencia. María y Fernando, con
otros matrimonios, fundaron la Escuela Cossío, siguiendo
el modelo de la Institución Libre de Enseñanza, para edu-
car a sus hijos de forma moderna y europea. Dirigió las
Bibliotecas Circulantes de las Misiones Pedagógicas y
realizó importantes aportaciones para la política bibliote-
caria de la II República. Al acabar la Guerra Civil fue expe-
dientada y degradada en el escalafón. En 1946 su marido
fue rehabilitado y ella consiguió entrar como bibliotecaria
en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid.
Desde 1950 hasta 1966, ella sola definió, con paciencia y
con un método riguroso, y en español actual, una a una
todas las palabras del diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua, y otras que todavía no estaban
admitidas. El resultado fue el Diccionario de uso del espa-
ñol (1966), uno de los diccionarios más originales, reno-
vadores y valiosos de la lexicografía española del siglo
XX, reeditado constantemente desde su publicación. En
1972 no fue admitida en la Real Academia Española de la
Lengua por su condición de mujer. María Moliner, traba-
jadora, inteligente y utópica, fue víctima de una sociedad
que no era generosa con las mujeres.
Según el Callejero de Zaragoza de 2010, con el nombre
de María Moliner se denominaba la calle actualmente lla-
mada Profesor Galve. Actualmente la calle María Moliner
es la que fue calle de Millán Astray hasta el 18-10-79. Va
del Paseo Sagasta a la Plaza de Miguel Hernández.
También llevan el nombre de María Moliner una asocia-
ción de mujeres, un colegio de Educación Infantil y
Primaria en el Barrio de San José, un Instituto de
84
Educación Secundaria en el Barrio Oliver y dos bibliote-
cas de Zaragoza: la del Campus de San Francisco y la del
Ayuntamiento en la plaza de San Agustín.
Monasterio de. La relación de calles dedicadas a monaste-
rios de advocación femenina y con la entrada “Monasterio
de” es la siguiente: Monasterio de Alahón (Santa María),
Monasterio de Guadalupe, Monasterio de Guayente
(Nuestra Señora), Monasterio de Oliva (Santa María),
Monasterio de la Rábida (Santa María), Monasterio de las
Descalzas Reales, Monasterio de las Huelgas, Monasterio
de Leyre (Santa María), Monasterio de Monserrat,
Monasterio de Nájera (Santa María la Real), Monasterio de
Nuestra Señora de la Gloria, Monasterio de Nuestra Señora
de los Ángeles (convento de monjas clarisas capuchinas,
fundado en 1614 por la madre Ángela Astorch), Monasterio
de Nuestra Señora de Monlora, Monasterio de Nuestra
Señora de Valvanera, Monasterio de Nuestra Señora del
Moncayo (desaparecida), Monasterio de Nuestra Señora del
Pueyo, Monasterio de Obarra (Santa María), Monasterio de
Piedra (Santa María), Monasterio de Poblet (Santa María),
Monasterio de Roncesvalles (Nuestra Señora), Monasterio
de Rueda (Santa María), Monasterio de Samos (San Julián y
Santa Basilisa), Monasterio de San Juan de las Abadesas,
Monasterio de Santa Catalina, Monasterio de Santa Clara,
Monasterio de Santa Cruz de la Serós, Monasterio de Santa
Lucía, Monasterio de Santa María de Ripoll, Monasterio de
Santa María del Olivar, Monasterio de Sigena, Monasterio
de Veruela (Santa María), Monasterio del Santo Sepulcro.
Monjas. (Desaparecida). La calle de Las Monjas del
Arrabal se llamaba así porque en ella estaba el convento
de las Franciscanas Concepcionistas de Nuestra Señora
de Altabás.
La calle de las Monjas en 1863 pasó a llamarse Sobrarbe.
Iba de la plaza de Altabás, a Rústico del Arrabal. La calle
Sobrarbe, con cuyo nombre se quisieron recordar el ori-
gen y las primitivas gestas del reino de Aragón, se formó
con la unión de cuatro calles antiguas Mayor del Arrabal,
Monjas, Tinte y Acequia, y va de la avenida de Cataluña a
la calle de San Juan de la Peña. Actualmente existe el
camino de las Monjas en Garrapinillos.
Monserrate. (Desaparecida) El origen del nombre está en
la denominación metafórica de la montaña catalana de
Montserrat (monte serrado), debida a su peculiar morfolo-
gía. En ella está el monasterio benedictino dedicado a la
Virgen de Monserrat, que en el año 880 se apareció a unos
pastores y después, según la leyenda, en la Santa Cova se
encontró la talla románica de la Virgen, de color oscuro, de
ahí su nombre de la “Moreneta”. Es la patrona de Cataluña
y su devoción se extendió por todo el mundo, especial-
mente en Aragón, gracias a la cofradía de devotos de la
Virgen del siglo XII, que recibió un gran impulso en el XIII.
En el siglo XV, el Hospicio de Nuestra Señora de Monserrate
estaba junto al postigo de Monserrate, frente al puente de
Piedra, donde había una imagen de la Virgen que luego
pasó al convento de Jesús (Falcón, 1981: 27 y San Vicente,
1991: 117). La Guía de 1860 registraba el Postigo de
Monserrate “ahora cerrado” y la puerta de Monserrate
(512). En el callejero de 1932 todavía aparecía la calle de
Monserrate, pero ya no figuraba en el de 1964.
Montal Fornés, Paula. (Arenys de Mar, Barcelona, 1799-
Olesa de Monserrat, Barcelona, 1889). Fundadora de las
Escolapias. Era una maestra muy preocupada por la educa-
ción de las niñas que creía en la educación como medio para
sacar a la mujer de la marginación. Hija de una humilde
familia de artesanos, a los treinta años fundó, en Figueras, la
Congregación de Hijas de María, Religiosas de las Escuelas
Pías. El antiguo colegio de Santo Tomás de Villanueva, de
agustinos observantes, en el arco de San Roque, se cerró
con la desamortización de 1836. Después pasó a ser un
almacén de maderas, correccional de mujeres y parroquia
castrense. Finalmente en 1884 fue ocupado por las madres
escolapias que habían llegado a Zaragoza en 1883 y se habí-
an instalado en la calle Morera 4, en la misma casa que
antes había vivido Goya. (Cfr. Ximénez de Embún, II, 127).
El andador Paula Montal está en el Actur. Va de la calle
Broto a la de Victoria Ocampo. Lo registra el callejero
desde 1999.
Montessori, María. (Chiaravalle, Ancona, 1870-
Noordwjek, Países Bajos, 1952). Educadora, científica,
médica, psiquiatra, filósofa, psicóloga y feminista. Fue la
primera mujer italiana que obtuvo el título de Doctora en
Medicina. En 1907 fundó la primera escuela infantil en la
que puso en práctica su célebre método de enseñanza,
conocido como método Montessori, con el que renovó la
enseñanza infantil, primero en Italia y después en todo el
mundo. El método iba dirigido especialmente a niños y
niñas en la etapa preescolar y se basaba en el fomento
de la iniciativa y en su capacidad de respuesta a través
del uso de un material didáctico especialmente diseñado.
María fue una precursora de los nuevos métodos de
enseñanza, porque proponía una gran diversificación y
libertad en el trabajo para el autoaprendizaje. Difundió
85
sus ideas a través de varios tratados y libros.
En el pleno del Ayuntamiento del día 18-10-1984 se puso
su nombre a un andador del Actur que comienza y acaba
en la calle de María Zambrano.
Morales Gómez, María Belén. (Santa Cruz de Tenerife,
1928-2016). Escultora. Se dio a conocer en varias expo-
siciones colectivas de los años cincuenta. En los años
sesenta estudió en la Escuela de Bellas Artes de Santa
Cruz de Tenerife y desde 1993 preside la Fundación
Óscar Domínguez de Tacoronte. Son muy característi-
cas sus figuras femeninas en las que combina el hueco
y la ondulación y su serie “Las cajas negras” inspirada
en el trágico accidente de aviación del aeropuerto de
Los Rodeos.
En el año 2009 se propuso su nombre para denominar a
una calle del barrio de Montañana.
Morena clara. Película española de 1936. Director
Florian Rey. Es una comedia romántica que nos cuenta la
historia de la gitana Trini que, tras ser encarcelada por
robar unos jamones, acaba trabajando en casa del fiscal
que la encausó y casándose con él.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso su
nombre para denominar a una plaza del barrio de
Valdespartera, con entrada por Volver a empezar y sali-
da por Luces de la ciudad.
Moreno Tena, Marina. (Desaparecida). (Huesca, 1918-
1936). Militante falangista, afiliada a la Sección
Femenina y convertida en un mito del franquismo por la
propaganda política. Era la cuarta hija de Manuel y
Ángeles, quienes se habían trasladado varias veces de
domicilio por la profesión militar de Manuel. Cuando
murió Marina vivían en Zaragoza. Había acabado el
segundo curso de la Escuela de Comercio el año que
murió en una emboscada, el 16 de agosto de 1936, cuan-
do llevaba suministros al frente de Almudévar. Desde el
momento de su muerte se convirtió en una heroína del
régimen porque era la primera mujer que caía en el fren-
te. (Cfr. Campos: 185-190).
El concejal señor Monclús solicitó en nombre de la
Acción Ciudadana el nombre de Marina Moreno para una
calle. El 2-9-36, siendo alcalde López de Gera, la avenida
de Galán y García Hernández, antes de la Reina María

Calle Ana María Navales
Cristina, se convirtió en el paseo de Marina Moreno, cuyo
nombre duró desde 1936 hasta el 18-10-79, fecha en que
pasó a llamarse paseo de la Constitución. Comienza en la
plaza de Basilio Paraíso y termina en el paseo de la Mina.
Mosquetera, La. Se llamaban mosqueteras a las mujeres
luchadoras y guardianas de la familia que iban armadas,
como los soldados, con un mosquete, cuyo origen está en
los individuos de la compañía de caballería de la Guardia
Real Francesa, creada por Luis XIII. Actualmente, los clu-
bes de mosqueteras son redes sociales que favorecen la
camaradería entre las mujeres.
En 1900 se parceló el término catastral de la Romareda,
que se llamó popularmente barrio de Cariñena por su
86
Perdidos estamos en la mirada
de la fuente, abriendo en el agua
estelas de palabras.
Ana María Navales,
Poemas (I)
proximidad a la estación de ferrocarril. Este barrio
estaba delimitado por la línea del ferrocarril y por dos
caminos rurales, el de la Romareda y el de la
Mosquetera. Este antiguo camino bordeaba una ace-
quia, llamada también de la Mosquetera, que formaba
parte de la red de riegos de los campos de Miralbueno,
regados por el Canal Imperial de Aragón. Desde 1849
estas acequias estaban regidas por el Sindicato de
Riegos de Miralbueno y a partir de 1958 por la
Comunidad de Regantes (Garrido: 27). La calle, que
seguía el trazado de los antiguos camino y acequia, era
una de las que se formaron en 1916 con la parcelación
de las Delicias y ya figuraba en el callejero de 1932.
Comienza en la calle de Vicente Berdusán y termina en
la de Unceta.
Era costumbre nombrar con un oficio femenino a las
acequias, como por ejemplo la Camarera en San Mateo
de Gállego. En Garrapinillos la calle Capitana y, en el
polígono de Malpica, la calle Hijuela Capitana hacen
referencia a dos antiguas acequias.
Navales, Ana María. (Zaragoza, 1939-2009). Escritora y
profesora. Destacan sus novelas, El regreso de Julieta
Always (19819), La tarde de las gaviotas (1981) y El laberinto
del quetzal (1985), y sus libros de relatos Cuentos de
Bloomsbury (1991 y 1999) y Tres mujeres (1995). En su
obra poética realizó una interpretación muy personal del
surrealismo, como puede apreciarse en Del fuego secreto
(1978), Mester de amor (1978) y Nueva, vieja estancia
(1982). Editó varias antologías de poesía, realizó una gran
labor de crítica literaria y reivindicó los escritos de muje-
res, sobre todo de las escritoras aragonesas. Recibió
abundantes premios literarios: el Mor de Fuentes, el de
San Jorge, el accésit al Adonais, el José Luis Hidalgo, el
Búho de la Asociación de Amigos del Libro de Zaragoza y
en el año 2001 el Premio de las Letras Aragonesas. Fue la
pregonera de la Feria del Libro de Zaragoza del año 2000.
Fundó y dirigió la revista Albaida, fue codirectora de la
revista Turia, y colaboró asiduamente en el periódico
Heraldo de Aragón.
En el pleno del día 31 de octubre de 2003, el
Ayuntamiento le asignó una calle del barrio de San José
que había sido solicitada por el grupo cultural Aguilar de
Ebro. Comienza en la calle de Ceuta y termina en el cami-
no de Miraflores.
Navarra, Doña Blanca de. (Castilla, 1386-Santa María la
Real de Nieva, Segovia, 1441). Reina consorte de Aragón
y madre del príncipe de Viana. También fue reina de
Sicilia y de Navarra. Era hija de Carlos III el Noble, rey de
Navarra, y Leonor de Trastámara. En 1402 se casó con
Martín el Joven, rey de Sicilia, y en 1409, al enviudar,
regresó a Navarra. En 1420 se volvió a casar con Juan II
de Aragón y en 1421 nació su primogénito Carlos, el
Príncipe de Viana. En 1425, al morir su padre, Blanca y su
marido fueron proclamados reyes de Navarra.
Precisamente, cuando Blanca murió, la cuestión del
trono de Navarra enfrentó al padre (Juan II) y al hijo (el
principe de Viana). Doña Blanca estuvo muy relacionada
con Zaragoza en agradecimiento a la Virgen del Pilar por
su curación de una grave enfermedad, restauró la Santa
Capilla, que se había incendiado, y en 1433 fundó la
“Orden de Nuestra Señora del Pilar” compuesta por
damas y caballeros navarros.
87
Por acuerdo municipal del 15-10-1943, se cambió el
nombre de la calle Navarra de la barriada del Cigarral de
las Delicias por el de Doña Blanca de Navarra, para evitar
confusión, porque ya existía la avenida de Navarra.
Comienza en la avenida Madrid y termina en la calle
Vicente Berdusán. El origen rural de la calle se aprecia
en su trazado irregular, que sigue el del camino que divi-
día las fincas de distintos propietarios.
Nazco Hernández, Maribel. (Los Llanos de Aridane, La
Palma, 1938). Escultora. Estudió en la Escuela de Bellas
Artes de Santa Cruz de Tenerife y en la Academia de san
Fernando de Madrid. En 1962 fue nombrada profesora de
la Facultad de Bellas Artes de Tenerife. En 1963 ingresó en
el grupo Nuestro Arte y comenzó una brillante carrera.
En el año 2009 se propuso su nombre para denominar a
una calle del barrio de Montañana.
Nelken Mausberger, Margarita. (Madrid, 1896-México, 1968)
Feminista, política, escritora y pintora. El origen alemán de su
apellido hizo que, en muchas ocasiones fuera tomada por
extranjera en su propio país. Desde muy joven se interesó por
los problemas de la mujer y por su participación en la política.
Fue una de las representantes del incipiente movimiento
feminista en España en los años treinta. Expresó su compro-
miso con la defensa y la promoción de la mujer en numero-
sos escritos: La condición social de la mujer en España (1919),
Tres tipos de Virgen (1942) y Primer frente (1944), entre otros.
Fue diputada a Cortes por Badajoz y apoyó durante tres legis-
laturas a Largo Caballero, representando el ala extrema del
Partido Socialista Obrero Español. En el Parlamento defen-
dió la ley del divorcio y la cuestión del voto femenino. En 1937
se pasó al Partido Comunista y en 1939 se exilió a Méjico.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso
su nombre a la calle del Actur que va de Victoria Ocampo
a Clara Campoamor.
Nuestra Señora de. Hace referencia a las advocaciones de
la Virgen. Las hemos incluido en la relación de calles con
nombres de mujeres por dos razones: por la Virgen como
mujer y porque son el origen de nombres católicos de
mujeres. Cuando se suprime “Nuestra Señora de”, deja-
mos la entrada de la calle por el nombre propio.
Aparecen las siguientes calles dedicadas a Nuestra Señora:
Nuestra Señora de Begoña, Nuestra Señora de Bonaria,
Nuestra Señora de Covadonga, Nuestra Señora de la
Blanca, Nuestra Señora de la Fraternidad, Nuestra Señora
de la Fuenfría, Nuestra Señora de la Gloria (desaparecida),
Nuestra Señora de la Oliva, Nuestra Señora de la Paz (des-
aparecida), Nuestra Señora de la Sagrada (una calle en
Garrapinillos y otra en Monzalbarba), Nuestra Señora de las
Lagunas, Nuestra Señora de las Nieves, Nuestra Señora de
Loreto, Nuestra Señora de Movera, Nuestra Señora de
Sancho Abarca, Nuestra Señora de Valentuñana (desapa-
recida), Nuestra Señora de Valvanera, Nuestra Señora del
Agua, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del
Pilar, Nuestra Señora del Portal, Nuestra Señora del Puig,
Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora del Salz,
Nuestra Señora del Villar.
Ocampo Aguirre, Victoria. (Buenos Aires, 1890-San Isidro,
Argentina, 1979). Feminista, escritora y editora. Era hija de
una familia de la alta burguesía que fue educada por institu-
trices y recibió una formación esmerada en idiomas. Pronto
se manifestó como una joven rebelde que quiso ser actriz,
pero sus padres no se lo permitieron porque era una carrera
con mala reputación para una mujer de su estatus social. Se
divorció a los dos años de casada. En 1931 fundó Sur, una
prestigiosa revista de ideas y cultura. En 1936 era presidenta
de la “Unión de Mujeres”, uno de los movimientos feministas
más antiguos de Argentina. En 1953 fue encarcelada por su
oposición a Perón. Doctora Honoris Causa por la Universidad
de Harvard, fue la primera mujer que ingresó en la
Academia Argentina de las Letras. Su obra póstuma,
Testimonios es un testamento de su pensamiento feminista
y de sus reflexiones personales, culturales, políticas y sociales.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso su
nombre a la calle del Actur que comienza en Gertrudis
Gómez de Avellaneda y es paralela a Mariana Pineda.
Oviedo y Schöntal, Madre Antonia María de. (Lausana,
Suiza, 1822-Ciempozuelos, Madrid, 1898). Fundadora de
las Oblatas. Era hija de padre español y de madre suiza,
recibió una educación esmerada, hablaba varios idiomas y
tenía una fina sensibilidad para las artes. En 1848 vino a
España como institutriz de las hijas del Duque de Riansares.
Después, persuadida por el obispo José María Benito Serra,
se dedicó a ayudar a las mujeres que se dedicaban a la
prostitución y abrió un asilo para acogerlas y reinsertarlas,
posteriormente convertido en la congregación religiosa de
las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor.
Tiene dedicado un andador en el centro de la ciudad que
va desde el paseo de las Damas hasta Pedro María Ric,
detrás de donde estuvo el convento de las Oblatas fundado
en 1956. Lo registra el callejero desde 1999.
88
Pankhurst, Emmeline. (Manchester, 1858-Londres,
1928). Feminista. Hija de Robert Goulden, un exitoso
hombre de negocios con ideas políticas radicales, y
Sophia Crane, se casó en 1879 con el abogado Richard
Marsden Pankhurst que apoyaba el movimiento de las
sufragistas, y había sido autor de la Ley de la propiedad
de la mujer casada. En 1892 fundó la Liga en Favor del
Derecho al Voto de la Mujer. En 1903 creó la Unión
Política y Social de la Mujer. Fue una de las fundadoras
del movimiento sufragista británico que luchó por el
derecho al voto de las mujeres en el período inmediata-
mente anterior a la Primera Guerra Mundial. Sus tácticas
de lucha la llevaron varias veces a la cárcel, donde pro-
tagonizó una huelga de hambre. A su muerte ya se había
conseguido el voto femenino en el Reino Unido. Sus hijas
Christabel y Sylvia se unieron al movimiento sufragista.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso
su nombre a la calle del Actur que va de Joaquina
Zamora a Pilar Cuartero.
Pardo Bazán, Emilia. (La Coruña, 1851-Madrid, 1921).
Escritora. Representante del realismo e introductora del
naturalismo en España. Hija de una noble familia gallega,
recibió una educación esmerada, en 1868 se casó con
José Quiroga, en 1876 le dedicó un libro de poemas a su
primer hijo y en 1879 le dedicó su primera novela a su
hija Blanca. Es célebre su participación en la polémica
literaria denominada la “cuestión palpitante” en la que,
frente a sus compañeros de generación, defendió el
naturalismo. Su prestigio se debe a su extraordinaria
labor literaria, a su participación en los movimientos
socio-culturales y a la defensa de los derechos de la
mujer española. Consiguió abrirse camino en el difícil
mundo de la literatura, dominada durante muchos años
por el género masculino. Esta infatigable lectora viajó
por Europa, hablaba inglés y alemán y fue una fecunda
escritora: compuso cuarenta y una novelas, siete dra-
mas, dos libros de cocina, más de quinientos cuentos y
cientos de ensayos. Sus novelas más famosas fueron Los
Pazos de Ulloa (1886-1887) y La madre naturaleza (1887).
En 1892, fundó la Biblioteca de la Mujer. En 1906 llegó a
ser la primera mujer que presidió la Sección de literatura
del Ateneo de Madrid y en 1916 la primera mujer que
obtuvo una cátedra de Literaturas Neolatinas en la
Universidad Central de Madrid.
En el pleno del Ayuntamiento del día 17-7-84 se puso su
nombre a la calle del Actur que va de Pablo Ruiz Picasso
a Pilar Cuartero.
Parra y Gerona, Lolita. (Zaragoza, 1951-1974). Reina de
las fiestas. Fue la mayor de los ocho hijos de Dolores
Gerona de la Figuera y Emilio Parra, familia muy conoci-
da en Zaragoza por sus empresas. (Cfr. Ruiz, V: 167).
Estudió en el Colegio Alemán, en el Sagrado Corazón, en
el Instituto Miguel Servet y comenzó Derecho en la
Universidad de Zaragoza. Realizó el primer curso de
Dama Auxiliar Voluntaria de la Cruz Roja en 1970-71.
Don Juan Carlos y doña Sofía, príncipes de España, asis-
tieron a las fiestas del Pilar de 1970, en las que ella fue
reina de las Fiestas. Se dedicó a labores sociales y pro-
puso mejoras para los barrios de la ciudad. Murió a los
veinticinco años en un accidente de coche.
En el pleno del Ayuntamiento del día 11-7-1974, siendo
alcalde Mariano Horno Liria, se puso su nombre a una de
las nuevas plazas del Barrio Oliver: “Se denominará
plaza de Lolita Parra, Reina de las fiestas, a la que tiene
su entrada por la calle pintor Stolz y salida por la de
Villalpando”. (Expediente: 48621/74). También tiene dedi-
cada una calle en el mismo barrio.
Parra, Violeta. (San Carlos de Itihue, Chile, 1917-Santiago
de Chile, 1967). Cantautora, escritora, pintora y ceramista.
Desde niña se dedicó a la guitarra y al canto: a los ocho años
ya compuso sus primeras canciones. Con sus actuaciones
recorrió las zonas rurales de Chile y recuperó la música tra-
dicional chilena. Se suicidó tras una larga depresión. Su
obra ha influido en muchos artistas posteriores dedicados a
rescatar el folclore de Latinoamérica y en la canción de pro-
testa española. En el pleno del Ayuntamiento del día 10-5-
1983 se puso su nombre a la calle del Actur que va de
Salvador Allende a Isla la Graciosa.
Pastora, La. (Desaparecida). Mujer que cuida el ganado,
preferentemente ovino. Según Camen Ansón era uno de
los cinco nombres que recibía la calle Mayoral en el siglo
XVII: Teresa Gil, Garcés, Pública, La Pastora y Mayoral. La
calle de la Pastora estaba en formación en el siglo XVII y
ya no aparecía en el censo de 1723.
Peco, Horno de. (Desaparecida). Propietaria. “En 1557
era dueño (sic) del horno doña Margarita Peco, mujer de
don Gonzalo Cabrero” (Ximénez de Embún 1901, II: 132).
“La puerta de la Meca estaba próxima a la callejuela
que hoy día conocemos con el mismo nombre, de donde
se pasaba a la calle del (sic) Peco” (Asso, 1798: 198). En
las dos documentaciones se oculta el género de la pro-
pietaria, la primera la llama “dueño” y la segunda la
trata como un hombre “del Peco” y no “de la Peco”.
89
La calle llamada del Horno de Peco y del Mesón de la Dama
entre 1600 y 1659, en 1723 se llamaba simplemente calle de
la Dama. Era un tramo de la actual calle Pignatelli que corres-
pondía a los dos primeros tramos de la calle que luego se llamó
del Campo del Hospital, de la Portería de la Victoria y Canterías.
Estaba en la antigua “morería cerrada” y continuaba con la calle de
los Mesones, entre las calles Doncellas y Caballo.
Perfumista, La. (Desaparecida). Se refiere a la mujer que
tiene por oficio elaborar o vender perfumes, usando técni-
cas secretas y refinadas para atraer y capturar el aroma
de las plantas. Aunque la técnica es antigua, el término
perfume, con el sentido de fluido líquido que contiene una
agradable esencia de flores, entró en España en el
Renacimiento por la fama universal que alcanzaron los
perfumistas italianos. Catalina de Médicis introdujo la gran
moda de los perfumes en Francia. En el siglo XIX los tér-
minos perfume y perfumista tenían connotaciones versa-
llescas de tipo galante, evocaban ambientes exquisitos
relacionados con la coquetería, con las artes de tocador y
la elaboración de cosméticos. Hasta el siglo XIX el mundo
de los perfumistas estaba asociado a un mundo refinado,
dado que el perfume era un artículo de lujo exclusivo de la
nobleza y la rica burguesía.
En 1860, el jardín de la Perfumista, propiedad de Juan
Bernardín, tenía su entrada por el camino que desde San
José conducía a Torrero. “Este lindo jardín se halla situado en
uno de los puntos más amenos y pintorescamente bellos de
los alrededores de la ciudad. Su fama está justificada por
muchos años en que ha sido objeto de curiosidad y de aten-
ción de los naturales del país y de los extraños. Los padres del
actual dueño fueron los que dieron el grande y mayor impul-
so a esta casa de recreo, en que podían contemplarse exqui-
sitas y nada comunes plantas y flores. Lo más vistoso que
encierra esta pintoresca torre es que a través de la verja que
hay a su ingreso se presencia una graciosa alameda, que
forma varias calles de árboles simétrica y perfectamente cor-
tados. Inmediato a la torre hay un pequeño bosquecillo. […] En
las afueras y alrededor de la ciudad, hasta muy larga distan-
cia, se deja ver una multitud casi innumerable de torres o
casas de recreo que pertenecen a diferentes propietarios de
la capital.” (Guía de Zaragoza de 1860: 419-420).
Perié Gracia, Pascuala. (Nuez de Ebro, 1901-Zaragoza,
1950). Jotera. Era una cantante de jota aragonesa cuya
actividad se desarrolló entre los años 1920 y 1950. Se
casó con Enrique Tolosana, y tuvo dos hijos. Era sobrina
del jotero Jesús Gracia, con quien se inició en el canto. En
1919 consiguió su primer premio importante, en el certa-

men de jota de Belchite, y en 1920 ganó el primer premio
en el Certamen Oficial de Jota de Zaragoza. Actuó como
primera figura en los grupos “Alma Aragonesa” y “Raza
Aragonesa”. Le dio algunas clases de jota a José Iranzo,
“El Pastor de Andorra”. Fue la primera profesora de la
Escuela Oficial de Jota de Zaragoza, fundada en 1940,
donde ejerció hasta 1950. Se hicieron famosas sus crea-
ciones de estilo de dos frases y los recortados. En 1950 el
Ayuntamiento le dedicó la calle del barrio de la Jota que
comienza en la avenida Cataluña y termina en la de la Jota.
Perpetuo Socorro. Es una advocación mariana relacionada
con un antiguo icono oriental, del siglo XIII o XIV, procedente
de Creta. Se cree que el icono reproduce la pintura de
Nuestra Señora hecha por San Lucas hace casi dos mil años.
90
Calle Reina Petronila
La Reina Petronila fue la única reina aragonesa por derecho propio.
Se ha convertido en una advocación universal a la que
están acogidos más de veinte institutos religiosos.
La calle debe su nombre a la iglesia de la parroquia de
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Va de la aveni-
da Goya a la calle Moncasi. La registra el callejero
desde 1964.
Perseidas, Las. Popularmente, conocidas como las
lágrimas de San Lorenzo, son meteoros de la conste-
lación de Perseo. Este hijo de Zeus se metamorfoseó
en una lluvia de estrellas para entrar en la habitación
donde estaba refugiada su amada Dánae. Después se
enamoró de Andrómeda, que es la constelación que
está a su lado.
El 11 de marzo de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 746.677/09, acordó dar el nom-
bre de Las Perseidas, en el barrio de Valdefierro, a un
andador con entrada por Argos y salida por Centauro.
Petronila, Reina. (Huesca, 1136-Barcelona, 1173).
Reina de Aragón de derecho propio y condesa de
Barcelona. En la Crónica de San Juan de la Peña figura
como “don” (sic) Payronella o Peronella y “dona”
Perona. (Cfr. Nagore). Hija de Ramiro II el Monje e Inés
de Poitiers: Fue concebida para dar continuidad a la
dinastía de Aragón. En 1137, en Barbastro, cuando ape-
nas tenía un año, se firmaron las capitulaciones matri-
moniales con el conde de Barcelona Ramón Berenguer
IV. Estas capitulaciones eran una gran maniobra políti-
ca de la nobleza aragonesa. Una vez prometida
Petronila, Ramiro II se retiró a San Pedro el Viejo de
Huesca, Inés de Poitiers volvió a Francia y Petronila fue
educada en la corte condal de Barcelona. La ceremonia
de la boda tuvo lugar trece años más tarde, en 1150,
cuando la novia alcanzó la edad que el derecho canóni-
co exigía para poder consumar el matrimonio: catorce
años. Dejó el gobierno en manos de su marido, fue la
madre de Alfonso II de Aragón a quien guió en su mino-
ría de edad, ayudada por un comité de nobles aragone-
ses y catalanes que ella misma eligió, dando así naci-
miento a las primeras cortes de la corona. Se caracte-
rizó por su juicio recto y por su prudencia. Fue enterra-
da en la catedral de Barcelona.
Es la única mujer en la colección de veinticinco retratos
de reyes aragoneses del Casino de Zaragoza. En el pleno
del Ayuntamiento del día 19-1-1949 se puso su nombre
a la calle del Barrio Oliver que va de Lucio Anneo Séneca
a Antonio Leyva.
Pilar. En la Edad Media la Virgen del Pilar era conocida
como Santa María la Mayor. Existían el templo de Santa
María la Mayor, la parroquia de Santa María la Mayor, la
calle de Santa María la Mayor, que en 1863 se convirtió
en Santiago, la plaza o fosal de Santa María la Mayor, el
postigo de Santa María, utilizado para el paso de los
aguadores y el hospital de Santa María la Mayor, para
peregrinos que acudían al Pilar y que desapareció a fina-
les del siglo XVII con la ampliación del templo. (Cfr.
Falcón, 1980 y 1981)
La plaza, con el nombre del Pilar está registrada en la
relación de calles del siglo XIX (Madoz; 301) y en el calle-
jero de 1901 (Ximénez de Embún, 1901). A finales del siglo
91
XX se intentó cambiar el nombre por el de Plaza de las
Catedrales o Salón de la Ciudad, pero la gente seguía lla-
mándola Plaza del Pilar, así que se conservó el nombre de
Nuestra Señora del Pilar.
Con el nombre de Pilar existieron además el arco
Español o de Santa María del Pilar, que estaba a la salida
de la calle de la Virgen, derribado en 1864 (Falcón, 1981:
72); la Cruz del Pilar (Madoz: 299), la calle del Pilar que
desapareció con la unión de las plazas del Pilar y de la Seo
en 1954 (Beltrán, 1999: 49) y el callejón del Pilar que en
1940 se convirtió en la calle del Matadero.
Actualmente, Pilar es el nombre de una plaza, de un puen-
te, de una avenida y de dos polígonos industriales y de una
urbanización: la calle Misioneras de Nuestra Señora del
Pilar en Santa Isabel, la plaza de Nuestra Señora del Pilar,
la avenida del Puente del Pilar, el polígono del Pilar, polí-
gono Molino del Pilar, el Puente del Pilar y la urbanización
Torre Pilar en Movera. La calle y la plaza de la Ermita tam-
bién estaban dedicadas a la Virgen del Pilar: la calle ha
desaparecido y queda la plaza.
Pineda Muñoz, Mariana. (Granada, 1804-1831). Heroína
y símbolo de la libertad. Su vida dramática y su excepcio-
nal personalidad la han convertido en la granadina más
célebre y en la que más obras literarias ha inspirado.
Federico García Lorca la inmortalizó en el drama Mariana
Pineda y el pueblo la mitificó con abundantes canciones
y romances populares.
Era hija natural de María Dolores Muñoz, procedente de una
humilde familia de labradores de Lucena (Córdoba) y de
Mariano Pineda, un noble nacido en Guatemala, que se negó
a unirse en matrimonio con María Dolores, quien se escapó
con la niña, pero le fue arrebatada a los cuatro meses y
entregada a la familia paterna. En 1819 Mariana se casó con
Manuel Peralta, un joven militante del partido liberal que
murió en 1822. Viuda y con dos hijos se entregó a la causa
liberal, encabezó este movimiento político de protesta y su
casa se convirtió en un centro clandestino de ayuda a los
liberales. Según la condesa de Campo Alange, Mariana
Pineda indujo ciertas ideas revolucionarias al Marqués de
Salamanca en su juventud. Durante la restauración del
absolutismo de Fernando VII fue acusada por negarse a
delatar a sus compañeros. En 1831 se encontró una prueba
para inculparla: había bordado una bandera con el lema
“Igualdad, Libertad y Ley”. Fue detenida y encarcelada. Pasó
sus últimos días de cárcel en el beaterio de las Arrecogías
de Santa María la Egipciaca. Tras un proceso lleno de irre-
gularidades, el 26 de mayo de 1831 fue ejecutada a garrote
vil y ante sus ojos se quemó la bandera que había bordado.
En el pleno del Ayuntamiento del día 9-9-1982 se puso su
nombre a un andador del Actur perpendicular a Gertrudis
Gómez de Avellaneda. En Granada tiene dedicadas una
calle y una estatua.
Pinito del Oro. (Las Palmas de Gran Canaria, 1931- 2017).
Cristina María del Pino Segura es una famosa trapecista
española. Fue la menor de diecinueve hermanos, de los
que sobrevivieron siete. Nació en el circo de su padre en el
barrio de Guanarteme. Debutó en trágicas condiciones,
cuando el camión del circo volcó y murió su hermana
Esther, a la que ella sustituyó. Casada con el representan-
te del circo Ringling Bross, consiguió en 1960, un premio
internacional, considerado el oscar del trapecio sin red.
Realizó una película sobre el circo y sufrió tres caídas casi
mortales. En España está considerada como un gran
mito: la gran estrella mundial del trapecio sin red.
En el año 2009 se propuso su nombre para denominar a una
calle del barrio de Montañana.
Pintora, La. Hace referencia a una mujer que pinta o a la
mujer o la hija de un pintor. En Monzalbarba es un topónimo
antiguo que da nombre a una partida territorial documenta-
da en 1829, al camino que llevaba a la partida y, actualmen-
te, a la calle que discurre por donde iba el camino.
El 12 de julio de 2012, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 758.491/11, acordó dar el nom-
bre La Pintora a una calle de Monzalbarba, con entrada
por la avenida de San José y salida al campo.
Pléyades, Las. Las Pléyades, o las siete hermanas, cons-
tituyen un cúmulo de estrellas de la constelación Tauro.
Estas hijas de Atlas y de la ninfa Pléyone fueron las niñe-
ras y maestras de Dionisio. Formaban parte del cortejo
de Artemisa y, como a ella, les gustaba la caza y defen-
dían su virginidad.
El 11 de marzo de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 746.677/09, acordó dar el nom-
bre de Las Pléyades a una calle de Valdefierro con entra-
da por Boyero y salida por Hércules.
Poch y Gascón, Amparo. (Zaragoza, 1902-Toulouse,
Francia, 1968). Médica y política. Estudió bachillerato
92
en el Instituto General y Técnico, actual Goya, magiste-
rio y medicina en Zaragoza. Ejerció la medicina, dio
abundantes conferencias a las mujeres obreras sobre
temas de higiene y educación sexual y publicó La vida
sexual de la mujer (1932). Además, fue directora del
“Casal de la Dona Treballadora” y en 1934 figuraba
entre las fundadoras de “Mujeres Libres”. Presidió la
“Sociedad de Objetores contra la Guerra” y fundó el
“Grupo Ogino”. Federica Montseny, ministra de
Sanidad, la nombró directora de Asistencia Social.
Organizó las granjas escuela para acoger a niños refu-
giados y elaboró el plan pedagógico y sanitario de las
colonias. Al acabar la guerra, exiliada en el sur de
Francia, trabajó con altruismo y sin descanso para
ayudar a los refugiados españoles, a los que atendió
como médica en el dispensario de la Cruz Roja
Republicana Española. En el exilio colaboró en publica-
ciones libertarias y dio charlas y conferencias. Los últi-
mos años de su vida, sumidos en una gran pobreza y
soledad personal, fue atendida por una familia de
anarquistas procedentes de Zaragoza.
El año 2000 el Ayuntamiento le dedicó una calle en las
Delicias que va de Ramiro I de Aragón a Alfonso Carlos
Comín Ros. (Expediente: 165943).
Poitiers, Inés de. (¿?, 1103-Abadía de Fontevrault,
Francia, 1159). Reina consorte de Aragón. Inés de
Poitiers fue una figura fundamental para la continui-
dad del reino de Aragón. Era hija de Guillermo el
Trovador, duque de Aquitania. En 1135, cuando se
casó en Jaca con Ramiro II el Monje a la edad de trein-
ta y dos años, ya había enviudado de Aimerico, vizcon-
de de Thouars, con quien había tenido tres hijos. El
matrimonio con el rey aragonés fue fruto de un con-
cierto para asegurar la continuación del reino: se
buscó una mujer de la nobleza cuya fertilidad estuvie-
ra probada. La Santa Sede reaccionó contra este
matrimonio por la condición eclesiástica del monarca,
pero resultaba jurídicamente válido en la legislación
foral aragonesa. De esta unión nació Petronila, la
única reina aragonesa por derecho propio. Tras dar a
luz, Inés regresó a Francia y se retiró a la abadía de
Fontevrault, donde ya había estado su madre. La niña
Petronila fue educada por la condesa de Barcelona,
con cuyo hijo había sido prometida.
La primera mujer del rey Pedro I, hermanastro de
Ramiro II, también se había llamado Inés de Poitiers.
En el pleno del Ayuntamiento del día 19-1-1949 se puso
su nombre a la calle que va de Fray Julián Garas a
Ramiro II el Monje, dedicada a su marido.
Portillo. Hace referencia a la Virgen del Portillo que se
veneraba en una ermita en la que se había aparecido la
virgen en 1119 (Guía de Zaragoza de 1860: 518) y el pri-
mer templo se consagró en 1350. En 1391 el capítulo
general de la Casa de Ganaderos se reunía en la sala
capitular de la iglesia de Santa María del Portillo
(Falcón, 1981: 186). “En la plaza del Portillo se ha ree-
dificado el Santuario de Nuestra Señora de esta advo-
cación, sobre las ruinas del antiguo edificio, que se
había terminado el año 1760” (Ximénez de Embún, II:
149). En 1851, después de la Guerra de la
Independencia volvió a ser reedificado.
La plaza del Portillo, documentada por Carmen Ansón en
1600, debe su nombre a la iglesia de Nuestra Señora del
Portillo, desde la gesta de Agustina de Aragón se asocia
a las heroínas de los Sitios. En la iglesia están los restos
de Casta Álvarez, Agustina de Aragón y Manuela Sancho,
y en la plaza está el monumento a las heroínas. Junto a
la plaza estaba la puerta del Portillo y la desaparecida
calle del Portillo.
En 1863 la calle Nueva del Portillo pasó a ser un tramo
de la de Agustina de Aragón, y la calle del Portillo, actual
Conde Aranda, conservó su nombre.
Portolés Oliver, Rosa (Barrio de Montañana,
Zaragoza, 1869-1966). Era la propietaria de las tierras
en torno al “camino de herederos” que lleva su nom-
bre y en el que había unas cuantas casas, todas perte-
necientes a su familia. En Aragón se usa el término
“heredero” con el significado arcaico de “dueño de la
heredad” y las sendas de los campos se llaman “cami-
no de herederos”. En la toponimia urbana era una cos-
tumbre arraigada dar a las calles el nombre de los
propietarios de los terrenos que se habían urbanizado.
Uno de sus biznietos propuso que se diera el nombre de
su bisabuela al camino de Montañana que había sido
propiedad de la familia y que comienza en la avenida de
Montañana. Está registrado en el callejero del
Ayuntamiento de Zaragoza desde 1999.
Posición Santa Quiteria. (Desaparecida). Debía su nombre
a una gesta franquista de la Guerra Civil, y no al nombre
93
de la santa. Iba del Camino de Juslibol a la Calle de Monte
Perdido. Figuró en el callejero desde 1964 hasta 1992.
Prima Angélica, La. Película española de 1973. Director
Carlos Saura.El reencuentro de Luis con su prima
Angélica con la que había convivido, siendo niños,
durante la Guerra Civil, hace renacer en él todos sus
viejos recuerdos.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso su
nombre para denominar a una calle del barrio de
Valdespartera, con entrada por la avenida de Casablanca
y salida por El tambor de hojalata.
Primavera, La. Cartón para tapices pintado por
Francisco de Goya entre 1786 y 1788. Forma parte de un
conjunto de cuatro lienzos sobre las cuatro estaciones y
destinados al comedor del rey Carlos III. La primavera
está representada por una joven arrodillada que ofrece
una flor a una mujer con una niña. Un hombre avisa al
espectador,para que no revele su presencia. En el
Renacimiento algunos pintores como Botticelli y
Archimboldo representaron a la primavera como una
mujer rodeada de flores, tradición que han mantenido
otros pintores hasta la actualidad.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de diciembre de
1998, según consta en el expediente 362.518/98, se
propuso su nombre para denominar a una calle del
Parque Goya, con entrada por la calle El Sueño y
salida por El Balancín.
Princesa de Éboli, La. (Cifuentes, Guadalajara, 1540-
Pastrana, Guadalajara, 1592). Primera princesa de Éboli
y primera duquesa de Pastrana. Ana de Mendoza y de la
Cerda, era la hija única de Diego de Mendoza, virrey de
Aragón y Cataluña. Esta mujer de carácter intrigante,
dominante y altivo, voluble y caprichoso tuvo dos vidas
muy diferentes: fue una esposa y madre abnegada y una
cortesana que participó en varias intrigas políticas. Por
recomendación real, se casó a los doce años con el por-
tugués Ruy Gómez de Silva, ministro del rey y príncipe de
Éboli, ciudad del reino de Nápoles, a cuyo servicio estaba
Antonio Pérez, secretario de Felipe II. La leyenda la ha
convertido en amante de Felipe II y de Antonio Pérez.
Precisamente la revelación de sus amores con Antonio
fue decisiva en la intriga que condujo a la muerte a Juan
de Escobedo. Las relaciones de Ana con el rey fueron tor-
 mentosas: en 1579, la desterró, la encerró en el palacio
de Pastrana, la privó de la tutela de sus hijos y, cuando
Antonio se fugó, mandó poner rejas en el palacio ducal
para que no lo siguiera. Por otro lado, la princesa se
enfrentó a las carmelitas entorpeciendo los trabajos del
convento de Pastrana. En 1573, solicitó meterse monja y
se instaló en el convento con sus criados, pero su peti-
ción fue rechazada y las monjas abandonaron el conven-
to por mandato de santa Teresa.
Es una de las nuevas calles propuestas en el año 2009
para el distrito de Torrero-La Paz.
Princesa, De la. (Se conserva la calle y la plaza ha des-
aparecido). En el siglo XIX la princesa por antonomasia
era la Princesa de Asturias, la heredera del trono. El
nombre hace referencia a la fidelidad de Zaragoza a la
Princesa, futura reina Isabel II. Como Princesa se le
dedicó una calle en el distrito centro que va desde la
Calle Cortes de Aragón hasta el paseo de Teruel y una
plaza en el Parque Grande. Dada la ubicación de estas
calles en el ensanche de principios del siglo XX, el
nombre es posterior al reinado de Isabel II. En
Zaragoza, desde 1833 existía el nombre de la Princesa,
pero dedicado a una fuente, no en el callejero.
Princesa,. Fuente de la. Madoz la llama Fuente de Isabel
II. Estaba en la actual plaza de España y fue la primera
fuente urbana y monumental que abastecía de agua a la
Fuente de la Princesa
ciudad. Debe su nombre a que la primera piedra se colocó
en 1833 en conmemoración del juramento de Isabel como
Princesa de Asturias. En dos de sus lápidas decorativas
se leía: “Para eternizar el primer acto de fidelidad a doña
Isabel II. Zaragoza, 1833”, “Se principió en 1833. Llegó el
agua el 24 de julio de 1845, gobernando como Reina la
que había sido jurada Princesa.” (Cfr. Madoz: 310).
En 1946, la fuente de Neptuno, conocida como de la
Princesa, después de varias ubicaciones, fue instalada
en una glorieta del Parque Grande, que se llamó plaza
de la Princesa. El año 2014, la plaza de la Princesa pasó
a llamarse de José Luis Sampedro.
Purísima. Una advocación de la Virgen que se refiere a la
ausencia de mancha que produce el pecado original, es
sinónimo de Inmaculada. Es un dogma de la iglesia cató-
lica desde 1854.
El camino Purísima de Montañana que comienza en el cami-
no del Saso aparece en el callejero desde 2008.
Purroy, Baronesa de. (Desaparecida) Noble. La calle
debía su nombre a la casa-palacio de la Sexta Baronesa
de Purroy, que antes había pertenecido a otras ilustres
familias zaragozanas.
Teresa de Bonfill Grosso de la Rovere adquirió el título de
sexta Baronesa de Purroy en 1673. Estuvo casada con
Lupercio Antonio de Molina, abogado fiscal del rey de
Aragón que perteneció al círculo de amigos eruditos de
don Juan José de Austria, virrey de Aragón, y fue madre
de Juan Antonio, el VII Barón de Purroy. La sucesión en la
titularidad de la Baronía de Purroy ha recaído diez veces
en varones y ocho en mujeres, aunque los maridos de las
baronesas siempre figuran como barones, en realidad
son barones consortes.
La casa-palacio perteneció a Juan de Luna hasta 1592,
fecha en la que fue ejecutado y se le confiscaron todos
sus bienes. En 1592 pasó a ser propiedad del rey
Felipe III, quien la vendió a su valido el duque de
Lerma. Después la adquirió la influyente familia zara-
gozana Grosso de la Rovere, que en el siglo XVII
entroncó con la baronía de Purroy al quebrarse la
sucesión masculina con el quinto barón y convertirse
Teresa Bonfill Grosso de la Rovere en la sexta
Baronesa de Purroy. La casa fue habitada por la
Baronesa de Purroy y, después, por las familias Molina,
Zamora y Ara. (Cfr. Canellas, 1979: 329).
En 1769 la calle Baronesa de Purroy ya se llamaba calle
de la Sardina y de la Leche. En 1863 pasó a llamarse
José de la Hera, héroe de los Sitios de Zaragoza. Va de la
calle Don Jaime I a la de Diego Dormer.
La actual calle Barón de Purroy del Barrio Oliver, se debe al
barón consorte de la novena baronesa de Purroy. María Luisa
Zamora de Molina se casó con Miguel Vidal y Soler y en segun-
das nupcias con José María Dara Sanz, quienes, con este
matrimonio, se convirtieron en barones consortes. A este últi-
mo, uno de los héroes de los Sitios, se le dedicó la calle del
Barrio Oliver que se llamaba Galileo. La novena baronesa no
tuvo calle en Zaragoza, pero sí la tiene en Gandesa (Tarragona),
donde vivió con su primer marido y se conserva su palacio.
Quinta Julieta, La. (Desaparecida). Debía su nombre a la
mujer del ingeniero que la fundó. Continuando una tradi-
ción de la nobleza del Antiguo Régimen, la burguesía
emergente del siglo XIX sembró de quintas de recreo
suburbanas los alrededores de las principales ciudades
españolas. Los nombres de las quintas de recreo se inspi-
raban en los de las villas o quintas romanas, construccio-
nes campestres pertenecientes a nobles patricios que con fre-
cuencia llevaban un nombre de mujer, Quinta Valeria, Quinta
Marcela. En el Renacimiento se construyó Villa Julia (1551 -
1555), la residencia de verano del Papa Julio III.
Enrique Sagols, casado con Julia Rodrigo Coutens, compró
una gran extensión de terreno junto al Canal Imperial para
hacer una bella quinta de recreo con lagos artificiales, puen-
tes, parterres, pagodas chinas, palomares y una casita en
forma de castillo. Con el tiempo la abrió al público y compró
una góndola en forma de cisne, tirada por caballos, para tras-
portar a los viajeros desde la playa de Torrero. Este sitio de
encuentro de la burguesía zaragozana tenía baile, plaza de
toros, atracciones de feria y un famoso restaurante que fue
escenario de grandes banquetes y de las recepciones oficia-
les de la ciudad. Este lugar emblemático en la Zaragoza deci-
monónica fue evocado por Ramón J. Sender en La crónica del
alba. (Cfr. Parra, 2008).
En estos terrenos se instaló un asentamiento gitano que fue
derribado en la década de los ochenta cuyos habitantes fue-
ron trasladados a viviendas protegidas. Con la demolición de
las casas del barrio de la Quinta Julieta, desapareció la calle
de la Quinta Julieta.
Rafols Bruna, Madre. (Villlafranca del Penedés, Barcelona,
1781-Zaragoza, 1853). Enfermera y fundadora de las
Hermanas de la Caridad de Santa Ana. María Josefa Rosa
Rafols Bruna, conocida como Madre Rafols, fue una heroí-
na de los Sitios. En 1804 llegó a Zaragoza, invitada por el
padre Juan Bonal, en respuesta a la llamada que había
hecho la Junta que regía el Hospital de Nuestra Señora de
Gracia. Allí se reunió con doce hermanas y doce hermanos
para servir a los enfermos. A los tres años, los hermanos
desaparecieron, pero las hermanas, guiadas por esta
superiora valiente, decidida y arriesgada habían aumenta-
do y habían fundado una nueva comunidad. En el hospital
actuó de una forma inconcebible para una mujer de su
época. Se presentó ante la Junta en pleno a un examen de
flebotomía para poder practicar la sangría. En los dos
Sitios de Zaragoza arriesgó su vida socorriendo enfermos
y prestando ayuda humanitaria. Cuando los franceses
abandonaron Zaragoza se encargó de la inclusa, para la
que buscó sitio en el convento de la Encarnación. Fue des-
terrada a Huesca acusada de conspirar contra Isabel II. Fue
enterrada en la cripta del Hospital de Nuestra Señora de
Gracia, pero en 1925 sus restos fueron trasladados al
Noviciado de Santa Ana, al final de la calle que lleva su
nombre. En 1929 se abrió en el Coso 80 el colegio de las
Hermanas de la Caridad de Santa Ana, actualmente situa-
do en el paseo del Canal, 135.
En 1923 la calle Misericordia pasó a llamarse Madre Rafols.
Comienza en la calle de Santiago Ramón y Cajal y termina en
la de Ramón Pignatelli.
Ram Lanaja, Isabel. (Alcañiz, siglo XV). Noble. Era hija de
Blas y Dulce, y hermana del cardenal, Domingo Ram. La
casaron con Berenguer de Bardají, caballero y justicia de
Aragón, con quien tuvo cuatro hijos, uno de ellos, Jorge
Bardají, obispo de Tarazona. Domingo Ram y Berenguer
de Bardají fueron dos de los nueve compromisarios que
en 1412 eligieron a Fernando I de Antequera en Caspe. El
matrimonio de Isabel fue fruto de un pacto entre dos
96
linajes de Aragón que habían adquirido gran protagonis-
mo con su decisión en Caspe.
En el pleno del Ayuntamiento del día 30-7-1987 se puso su
nombre a una calle de la Bozada, cerca de la de su marido,
que comienza en la calle Santa Rita de Casia y termina en
vía Universitas.
Real Castillo de Miranda, Pilar del. (Montañana, Zaragoza,
1933-Zaragoza, 2013). Jotera. A los pocos días de su naci-
miento la familia se trasladó a Zaragoza a la calle de San
Pablo. Era una gran cantadora, con excelente voz de con-
tralto. Obtuvo el premio internacional de Educación y
Descanso en 1947, el primer premio de la Agrupación
Artística Aragonesa y el primer premio del Certamen ofi-
cial de Zaragoza de 1953. Mujer de gran sensibilidad y cul-
tura, actuó en muchos actos benéficos. Su repertorio fue
amplio y las interpretaciones de coplas de baile excelen-
tes. Siempre cuidó la calidad de sus grabaciones.
Tiene dedicada la calle en Montañana que comienza y termi-
na en Amado Mene Arruga. Aparece en el callejero digitali-
zado de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza.
Recogidas. (Desaparecida). El colegio de Nuestra Señora
de la Misericordia, conocido popularmente como las
Recogidas, era un beaterio en el que se recogía a mujeres
públicas para ayudarlas a salir de la prostitución. “Como
las recogidas no profesaban en su ingreso, ni se obligaban
con voto alguno, solían algunas salir para casarse, y el
Concejo les daba 200 sueldos de ayuda para su colocación.
Así vivieron algún tiempo, pero muchos años hace que se
hallan constituidas en rigurosa comunidad, bajo la Tercera
Regla de Nuetra Señora del Carmen” (Ximénez de Embún
II: 122). Estaba en la plaza del Carmen y fue fundado a fina-
les del siglo XVI por don Artal de Alagón, conde de Sástago
y virrey del reino, quien, al morir, dejó la encomienda de
que se continuara su obra bajo el patronato de la ciudad.
Su instalación definitiva, en el espacio que hoy ocupa el
Centro Comercial Independencia, no se realizó hasta 1596.
La calle de las Recogidas, un tramo de la actual calle Cádiz,
debía su nombre al beaterio y desapareció en 1863 cuando
se formó la calle Parque con la unión de las calles
Recogidas y Veruela: “La escasa significación de los nom-
bres de estas calles ha motivado su cambio por el del
Parque, aludiendo al anchuroso edificio, que acaba de
levantarse para contener en este establecimiento el cuartel
de artillería y al que directamente conduce desde la calle
de la Independencia” (Callejero de 1863: 56).
En 1870 se cambió el nombre de Parque por Cádiz para
corresponder a la ciudad de Cádiz en la que se había pues-
to una calle con el nombre de Zaragoza, en recuerdo de su
resistencia heroica en la Guerra de la Independencia, y el
Ayuntamiento de Zaragoza quiso corresponder.
Refugio. En 1642 se fundó la institución para albergar y
alimentar a los pobres y a dementes, amparar a expósi-
tos, costear la lactancia a los niños de familias pobres,
pagar lavados y baños a los menesterosos, dotar donce-
llas, socorrer madres abandonadas y ayudar a domicilio
a los pobres vergonzantes. En 1714 recibió el nombre de
Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora del Refugio
y Piedad de Zaragoza. En 1871 se estableció en el edificio
de la calle San Pedro Nolasco y otro colindante. En 1907
se creó el servicio “Gota de Leche” para lactantes y en
1932 se creó el servicio “Obra Maternal”. En la actualidad
estos servicios, cubiertos por la Seguridad Social, se han
sustituido por una guardería infantil. Esta hermandad ha
tenido un gran reconocimiento y ha recibido importantes
premios por su labor social y humanitaria.
En 1863 la plazuela que desde 1799 se llamaba del Refugio
pasó a llamarse plazuela del Teatro y la calle Escuela de
Cristo se convirtió en calle del Refugio: “Se ha reemplazado
el antiguo nombre de esta calle con el del establecimiento
que en ella existe, porque aparte de los beneficios que pres-
ta, son muchos los forasteros que lo buscan y a quienes con-
viene indicar su situación.” (Cfr. Callejero, 1863: 59). En 1931
se trasladó el Refugio a la calle Crespo de Agüero, pero la
calle sigue conservando el nombre que recibió en 1863.
Comienza en la calle San Jorge y termina en la calle Mayor.
Reina de África. Película norteamericana de 1951. Director:
John Huston. La Reina de África es el nombre de la embar-
cación en la que los protagonistas tienen que remontar un
río durante la primera guerra mundial.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso su
nombre para denominar a una calle de Valdefierro con
entrada por el paseo de Los olvidados y salida por El
maquinista de la general.
Reina de Portugal. Es uno de los nombres con los que se
conocía a Santa Isabel, Princesa Aragonesa y Reina de
Portugal. Figura en el callejero zaragozano desde 1999.
Está en el barrio de Santa Isabel y va de la avenida de Santa
Isabel a la avenida El Día.
97
Reina, De la. Como topónimo es un nombre antiguo.
Isabel Falcón no documenta la calle en el siglo XV, pero
sí que documenta una partida de monte en los alrede-
dores de Zaragoza llamada Val de la Reina, y junto a
ella otras con nombres genéricos de mujeres: la Val de
la Donya y la Val de María (1981: 134). En 1814 ya exis-
tía la calle de la Reina (Sobrón, 1995: 325). No sabemos
a qué reina se refiere, pero hasta Isabel II la única
reina de Aragón por derecho propio había sido
Petronila, las otras habían sido reinas consortes.
Según Tomeo su nombre se debía a la reina María de
Castilla, mujer de Alfonso V.
En el siglo XIX se relacionó la antigua calle con la nueva reina
Isabel II, de hecho cuando fue destronada, en 1868, la calle se
convirtió en Soberanía Nacional. La calle de la Reina, parte de
la actual avenida de César Augusto, iba de la calle del Hospital
a la plazuela de Isabel II, antes plaza del Carmen. En ella esta-
ban los Colegio de San José de los Carmelitas Calzados y el
Convento de la Encarnación de las Carmelitas Calzadas.
Con la urbanización del Barrio Oliver se recuperó el nom-
bre antiguo para una de las nuevas calles. Aparece en el
callejero desde 1972. Comienza en la calle de San Ramón
Nonato y termina en la carrera de La Camisera.
Rodríguez Rodríguez, Agustina. (Quintana de Sanabria,
Zamora, 1915-Barcelona, 2008). Era hija de Francisco y
Encarnación, labradores, y estudió bachillerato y Magisterio en
Zamora. Comenzó haciendo una sustitución en San Román de
Sanabria, pero su vida profesional estuvo ligada a Aragón. Sus
destinos fueron: Espés Alto, cuando conoció a su futuro mari-
do, Alfredo Ruiz, Riglos, Cerveruela, Peraltilla y el barrio de
Santa Isabel de Zaragoza, donde estuvo desde 1948 hasta su
jubilación en 1980 en una escuela mixta con más de sesenta
y tres alumnos. Daba repasos y clases de adultos. También
preparaba a los alumnos que querían estudiar bachillera-
to y realizó muchas actividades culturales. A sus ochenta
años escribió en ordenador unas memorias en las que da
una visión del importante papel de la mujer y de las duras
condiciones de vida en el primer cuarto del siglo XX. Pasó
de ser una niña que estudiaba con candil a usar tecnologí-
as modernas. Unos días antes de su muerte todavía se
comunicaba por e-mail con sus antiguas alumnas.
La Comisión de Cultura de Santa Isabel propuso que le fuera
concedida una calle, en la zona de expansión urbanística, por
la gran labor pedagógica y social ejercida en el barrio. En 1997
el Ayuntamiento le dedicó la calle que comienza en Dieciséis
de Julio y termina en Serrano Puértolas.
Rosario. Hace referencia a la Virgen del Rosario o Nuestra
Señora del Rosario. En 1208, según la leyenda, reinando en
Aragón Pedro II, se le apareció la Virgen a Santo Domingo
de Guzmán en una capilla del Monasterio de Prulla (Francia)
con un rosario en las manos: le enseñó a rezarlo, le dijo que
lo predicara y le ofreció varias promesas referentes al rosa-
rio. Antes de la batalla de Muret, el santo enseñó el rezo a
los soldados que lideraba su amigo Simón IV de Montfort,
cuya victoria fue atribuida a la Virgen y en cuyo recuerdo se
construyó la primera capilla dedicada a esta advocación. En
1571 se le atribuyó la victoria de la batalla de Lepanto y en
1716 la de la batalla de Termesvar (Rumanía).
En el Casco Histórico existió la calle de la Virgen del
Rosario que desapareció en 1863 cuando se formó la calle
Don Jaime con la unión de cinco calles: San Gil, San Pedro,
Virgen del Rosario, Cuchillería y plaza de San Martín.
Desaparecieron los nombres antiguos para exaltar las
gestas del monarca y porque se consideró que ninguno de
ellos tenía suficiente relevancia para la importancia de la
nueva calle. Actualmente, una casa de la calle Don Jaime
conserva en la fachada una imagen de la Virgen del
Rosario, a quien se le atribuyó un milagro, según una
leyenda urbana. La calle del Rosario del Arrabal, en 1934
se convirtió en la de José Nakens, periodista republicano,
y desde 1936 se llama calle de Santa Quiteria.
Actualmente existen: la plaza del Rosario en el Arrabal y
en Peñaflor, la calle Torre del Rosario en San Juan de
Mozarrifar y las calles de Nuestra Señora del Rosario en
Garrapinillos y Montañana, que hasta el 12-7-73 se llamó
de Los Suspiros.
Rosinach Pedrol, Zoe. (Lérida, 1894-Zaragoza, 1973).
Farmacéutica. Era hija de Pablo y Carmen, un dentista y
una comadrona, recibió una educación liberal y estudió en
centros públicos. Realizó el bachillerato en el Instituto
General Técnico de Lérida, estudió Farmacia en Barcelona
y en la Universidad Complutense de Madrid, donde se
licenció en 1919 y se doctoró en 1920, convirtiéndose así
en la primera doctora en Farmacia de España. En 1921 se
casó con el médico Pedro Baringo y tuvieron dos hijos:
Joaquín y Pedro. En 1932 abrió una farmacia en Albalate
del Arzobispo (Teruel), en 1938 la de Zaragoza en la calle
Cortes de Aragón, 1, que en 1941 la trasladó a la calle
Hernán Cortés, 34, donde vivió con su familia en el piso de
encima de la farmacia. Fue conocida como la farmacéuti-
ca del barrio.
En febrero de 2009 su nombre sustituyó al de San Jorge, antes
Severino Aznar, en un grupo de viviendas de las Delicias.
98
Sabina, La. Película española de 1979. Director: José Luis
Borau. Un ciudadano británico trata de descubrir en la
Serranía de Ronda el final de un compatriota muerto en
extrañas circunstancias cien años atrás. La Sabina, una
poderosa y misteriosa mujer, parece ser la causa.
La sabina es un árbol de escasa altura, siempre verde y muy
resistente, que se encuentra en los terrenos más difíciles y
secos de Aragón. Se ha convertido en la planta emblemática
de la comarca de los Monegros, en uno de cuyos pueblos,
Farlete, está la ermita de la Virgen de la Sabina. Y Sabina es
un nombre de mujer muy popular en la zona.
Según la mitología, las mujeres de los sabinos fueron rap-
tadas por los fundadores de Roma. Este episodio se conoce
como “El rapto de las sabinas”.
Además, es el emblema y el nombre de una asociación de
mujeres zaragozanas, llamada La Sabina.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004, según
consta en el expediente 313.039/02, se propuso su nombre
para denominar a una glorieta en Valdespartera con entrada
por la avenida de Casablanca y salida por la calle Viridiana.
Sacramento, Madre. (Madrid, 1809-Valencia, 1885). Una
reeducadora de mujeres. Micaela Desmaisières y López de
Dicastillo, vizcondesa de Jorbalán, era una joven cortesana
divertida, culta y gran conversadora. Su padre era un noble
de origen flamenco y su madre una dama de la reina María
Luisa. Fue la fundadora de la Congregación de
Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la
Caridad. Dedicó su vida a la reeducación de la mujer opri-
mida por la prostitución En 1850 abandonó los fastos de la
corte y se fue a vivir al colegio con las prostitutas a las que
intentaba redimir. El padre Antonio María Claret, confesor
de Isabel II, la llamó para que influyera en la conducta de
la reina y de las damas de la corte. Las memorias de la
Madre Sacramento en las que se recoge la historia de las
damas de la corte y de las chicas que vivían en estos cole-
gios constituyen una fuente de información importante
para el estudio de la situación de la mujer en el siglo XIX.
La vizcondesa de Jorbalán fundó en Zaragoza la casa de
las Desamparadas conocida popularmente como la de las
Arrepentidas, nueve meses después de la primera funda-
ción en Madrid. En 1856 llegaron a Zaragoza y se estable-
cieron en una casa de la calle don Juan. En 1858 inaugu-
raron las Escuelas Dominicales en la Normal de Maestras,
en un acto presidido por la vizcondesa, que funcionaron
hasta la segunda década del siglo XX, a partir de la cual
 Calle Concepción Saiz de Otero
quedarían formalmente institucionalizadas. En el 1857
pasaron a ocupar parte del palacio de San Juan de los
Panetes. “La protectora de este asilo es la señora vizcon-
desa de Jorbalán, que lo planteó y bajo su dirección vigilan
y cuidan de su orden interior y asistencia completa algu-
nas hermanas. Hoy se halla en una de las habitaciones del
antiguo palacio de San Juan de los Panetes. [Allí] se admi-
ten todas las jóvenes que quieren separarse de una vida
desarreglada y renunciar a los excesos del libertinaje y
escándalo”. (Cfr. Guía de Zaragoza de 1860: 237-238). En
1910 se trasladaron a Hernán Cortes y en 1972 a la calle
Menéndez Pidal, donde tienen una casa de acogida para
chicas de 13 a 26 años en situación de conflicto social.
En 1930, siendo alcalde Jorge Jordana, se puso el nombre de
Madre Sacramento a una de las nuevas calles abiertas en
99
Campo Sepulcro, la que limitaba con la tapia sur del con-
vento de las Adoratrices. Comienza en Hernán Cortés y
termina en José Anselmo Clavé.
Saiz de Otero, Concepción. (Santiago de Compostela,
1851-Pancorbo, Burgos, 1934). Feminista y pedagoga.
Fue profesora de la Escuela Normal Central de
Maestras y de la Escuela Superior de Magisterio de
Madrid. Creía en la educación como medio para lograr
las transformaciones sociales y defendió el derecho de
las mujeres a recibir la misma educación que los hom-
bres. Plasmó sus ideas feministas en su quehacer dia-
rio, en congresos, conferencias y en artículos como
Crónicas de feminismo y Lecturas escolares o La
Revolución del 68 y la cultura femenina: un episodio
nacional que no escribió Pérez Galdós.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-12-1982 se puso su
nombre a la calle del barrio del Actur que va de Gertrudis
Gómez de Avellaneda al andador de Pilar Cuartero.
Salazar de Palacios, Catalina. (Esquivias, Toledo, 1565-
Madrid, 1626). Catalina Salazar de Palacios y
Vozmediano, una mujer casi desconocida, era hija de un
terrateniente y fue educada por un tío cura que la convir-
tió en una joven instruida y culta. En 1584 se casó con
Miguel de Cervantes, dieciocho años mayor que ella y no
tuvieron descendencia. Fue una mujer hacendosa, silen-
ciosa y muy liberal, y supo afrontar con dignidad los
amores adúlteros de su marido. Los dos están enterra-
dos en el Convento de las Trinitarias Descalzas de San
Ildefonso, en Madrid.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-12-1982 se puso
su nombre a una calle del centro de Zaragoza que
comienza en la calle Cervantes y acaba en la de Tomás
Zumalacárregui.
Salomón y la reina de Saba. Película norteamericana de
1959. Se basa en el relato bíblico según el cual el rey
David tiene una visión en la que Dios le comunica que su
hijo Salomón lo sucederá en el trono, provocando los
celos de su otro hijo, Adonías. La reina de Saba se encar-
gará de seducir al rey para que éste sea vencido.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso su
nombre para denominar a una plaza del barrio de
Valdespartera, con entrada por la avenida de Casablanca
y salida por Centauros del desierto.
Salvo Puerto, Teresa. (Alcañiz, Teruel, 1892-1979).
Jotera. Conocida como “la Boyera”, está considerada la
mejor bailadora de jota del siglo XX. En 1905 ganó el pri-
mer premio de La Fresneda con Higinio Costa. En 1906,
con José María Garcés, y en 1908, 1910, 1911, 1914
1915 y 1916 con Francisco Espada. Además ganó, tam-
bién con Espada, todos los premios extraordinarios que
se convocaron entre 1908 y 1928, menos el de 1913. Fue
una bailadora de figura majestuosa y elegantes movi-
mientos, bailó hasta los 72 años y llevó el baile de la jota
fuera de Aragón.
En el pleno del Ayuntamiento del día 30-6-1993 se puso
su nombre a la calle del barrio de la Jota que va de Pedro
Lázaro a la avenida de La Jota.
100
San José. (Desaparecida). La plaza de San José debía su
nombre a que hasta 1603 residieron en ella las
Carmelitas Descalzas del Convento de San José. Entre
1600 y 1660 cambió de nombre debido a la fundación del
convento de San Ildefonso de los Padres Predicadores.
(Cfr. Ansón Calvo, 2007: 40).
Actualmente existe la avenida de San José, que debe su
nombre a la ubicación de convento de san José de los
Carmelitas Descalzos, convertido en penal en el siglo XIX.
Sánchez Arbós, María. (Huesca, 1889-Madrid, 1976).
Maestra. Estudió en la Escuela Superior de Estudios del
Magisterio y se licenció en Filosofía y Letras. Estuvo muy
ligada a la Institución Libre de Enseñanza, colaboró con
Menéndez Pidal y asistió a las clases que impartía María
Goyri. En 1926 tomó posesión como profesora de la
Escuela Normal de Huesca, puesto que abandonó en
1928 para volver a Madrid, donde aprobó unas oposicio-
nes a la dirección de Grupos Escolares. Al final de la gue-
rra fue encarcelada en Ventas, cárcel que dirigía con
mano de hierro Carmen Castro, que había sido su alum-
na en la Escuela Normal de Huesca. Allí coincidió con el
fusilamiento de “las trece rosas”, las trece jovenes
madrileñas fusiladas el 5 de agosto de 1939, acusadas
de conspirar contra Franco. María fue excarcelada en
diciembre de 1939. Dos años después fue absuelta por
un tribunal militar, pero expulsada del magisterio y reha-
bilitada 1952.
El 29-5-09 su nombre sustituyó al de la calle General
Varela. Comienza en el camino de Juslibol y termina en
la calle de Monteperdido.
Sancho Bonafonte, Manuela. (Plenas, Zaragoza, 1784-
Zaragoza, 1863). Heroína de los Sitios. Era hija de Juan
Antonio y María, unos campesinos residentes en
Zaragoza. En el Primer Sitio actuó como proveedora de
víveres y municiones y en el segundo luchó activamente.
Iba armada por las calles con el fusil, defendiendo el
terreno palmo a palmo, pero fue alcanzada por una bala
en el vientre que la dejó malherida. En 1810 contrajo
matrimonio con Manuel Martínez que llegó a ser
Intendente de Liberación, de quien se quedó viuda en
1819. En 1830 se volvió a casar con Joaquín Tapioca,
procedente de Pedrola, en 1847 volvió a quedarse viuda
y en 1853 contrajo matrimonio por tercera vez con
Santiago de San Joaquín, natural de Atienza
(Guadalajara). Fue enterrada en Torrero, pero en 1908
sus restos fueron exhumados y trasladados en proce-
sión a la iglesia del Portillo, donde reposan junto a los de
Casta Álvarez y Agustina de Aragón. En 1818 Palafox le
concedió el escudo de distinción y una pensión de dos
reales por su actuación en la calle de Pabostre y por la
defensa del convento de San José. Fue la heroína que
alcanzó mayor longevidad y la que llegó a los comienzos
de la fotografía: a los setenta y seis años fue retratada
por don Juan Aísa Perpiñan.
En 1863, antes de su muerte, la calle de Pabostre, cerca-
na al escenario de su valiente actuación en el sitio de
1809, pasó a llamarse de Manuela Sancho. Comienza en
la calle del Heroísmo y termina en Alejandro Palomar.
Sangüesa Castañosa, Matilde. (Zaragoza, 1910-1996).
Maestra. Nació en Zaragoza en el barrio de la Magdalena,
pasó su infancia en Jaca y volvió a Zaragoza con el título
de Magisterio. Comenzó enseñando a los niños que acudí-
an a su domicilio, pero pronto, en un local de la calle Sixto
Celorrio 35, esquina con la Plaza San Gregorio, fundó y
dirigió su propio colegio privado: “Santa Teresita”, que
cumplió una gran función social en el Arrabal. “La escuela
particular de doña Matilde fue muy popular en el barrio y
con muchos alumnos, incluso de otros sectores, habiendo
comenzado a dar clases en su propia casa en tiempos de
la guerra, teniéndose que llevar los alumnos su propia
silla, y cobrando, posteriormente, según la edad, 3 ó 5
pesetas mensuales […] Trabajaron con ella dos maestras,
también muy populares: Presentación Lanaspa, que murió
a los 19 años, y Pilarín Tovar”. (Cfr. Ruiz, V: 49).
En 1997, a título póstumo y gracias a las gestiones de
sus ex-alumnos, se le concedió la medalla de Santa
Isabel de Portugal y, en el otro extremo del barrio, se
puso su nombre a una calle nueva, justo al lado de la
estación del Norte donde había trabajado su padre como
ferroviario. Comienza en la avenida de Cataluña y termi-
na en la calle Marqués de la Cadena.
Santa Águeda. (Catania, Sicilia, siglo III). Mártir siciliana. El
senador Quintianus quiso seducirla, pero ella lo rechazó y
él, como castigo, la envió a un prostíbulo, donde milagro-
samente se conservó virgen. Fue torturada por rebelarse
contra la autoridad patriarcal, rechazar los abusos sexua-
les y defender su libertad: le cercenaron los pechos y la
arrojaron sobre brasas en las que murió calcinada. Su
pueblo, consternado por las torturas, la convirtió en santa.
La festividad de Santa Águeda en sus orígenes estaba
relacionada con las fiestas romanas del solsticio de
101
invierno dedicadas a la gran madre Juno. La fiesta de
“Juno Pronubia” (Santa Águeda) cerraba el ciclo que se
había iniciado con la fiesta de “Juno Lucina” (Santa Lucía).
También estaba entroncada con las fiestas de inversión
de las mujeres casadas, las “matronalia” romanas. Con
estas fiestas “del mando de las mujeres”, se invertían de
forma lúdica los roles sexuales y se desautorizaban el
prestigio, la autoridad y el mando de los hombres. Las
fiestas de inversión constituían mecanismos de control
para comportamientos potencialmente desestabilizado-
res y peligrosos, ya que la infracción ritual refuerza el
orden establecido, no lo quiebra. La fiesta tradicional de
Santa Águeda se ha mantenido con gran éxito popular en
toda España hasta nuestros días. En Zaragoza las muje-
res acuden a la iglesia del Portillo donde se conservan
una imagen y el supuesto cráneo de la santa.
Se puso su nombre a una calle del barrio de Montañana.
Apareció en el callejero de 1977.
Santa Alodia. (¿?, Adahuesca, Huesca-Alquézar, Huesca,
851). Santa mozárabe, virgen y mártir. Alodia y Nunila,
hijas de un musulmán y de una cristiana. Educadas por
su madre en la fe cristiana y tempranamente huerfanas,
fueron denunciadas por un pariente próximo en un
momento de persecución religiosa contra los critianos.
Finalmente fueron decapitadas por delito de apostasía.
Los hijos de matrimonios mixtos eran considerados
musulmanes desde su nacimiento, pero ellas se negaron
a aceptar la religión musulmana ante el juez. Fueron víc-
timas del fundamentalismo religioso y de la violencia
contra las mujeres.
Entre los años 853 y 857, San Eulogio de Córdoba redac-
tó una hagiografía de las dos hermanas que contribuyó a
que su fama y su devoción se extendieran rápidamente.
La historia de las hermanas Alodia y Nunila no consta en
el Martirologio Romano, pero forma parte del martirolo-
gio español durante la invasión musulmana, que convir-
tió en santas a aquellas mujeres que habían demostrado
cualidades excepcionales en la defensa de la fe. Además,
las mujeres santificadas por el pueblo eran excepciona-
les porque se habían rebelado contra la autoridad
patriarcal, habían defendido su libertad o se habían
opuesto a un matrimonio concertado, sin amor.
En el año 1995 dos calles paralelas del ensanche del barrio
de Santa Isabel recibieron los nombres de las santas
oscenses. (Expediente: 549438). Santa Alodia comienza en
la calle Pepe Garcés y termina en la calle Brazal Zapateros.
Santa Ana. La madre de la Virgen. Según una tradición
apócrifa, un ángel se apareció a San Joaquín y Santa
Ana, ya mayores, anunciándoles que tendrían descen-
dencia. Cuando nació María la dedicaron al servicio de
Dios y la llevaron a vivir al templo a los tres años, para
cumplir la promesa que habían hecho al recibir el anun-
cio del ángel. El culto de Santa Ana tuvo gran difusión en
la Europa cristiana medieval, llegó a España desde el sur
de Francia y Zaragoza “la tomó como patrona a fin de
prevenir la esterilidad y la epidemia de 1523” (Yagüe: 91).
Según la tradición céltica, Dana, la gran diosa madre de
los celtas, con la cristianización pasó a llamarse Santa
Ana, manteniendo el antiguo prestigio de diosa de la fer-
tilidad. Esta cristianización explicaría el gran arraigo de
su culto y los abundantes topónimos con el nombre de
Santa Ana en zonas celtas.
En Zaragoza hay dos calles con el nombre de Santa Ana:
una en el Centro y otra en Monzalbarba. En el pleno del
Ayuntamiento del día 12-6-1969 se puso su nombre a la
calle del centro de Zaragoza, que va desde el paseo de
María Agustín hasta la calle Albareda. En el barrio de
Monzalbarba la calle de Santa Ana va de la calle Nuestra
Señora de la Sagrada a la de San Miguel.
Santa Bárbara. (Nicomedia, actual Ismidt-Ismir, Turquía,
siglo III o IV). Virgen y mártir. Hija del militar Dióscoro y
de la judía Repe. Su padre la encerró en una torre para
El convento de Santa Catalina
da nombre a la calle
que a él conduce.
Calle Santa Catalina
evitar que los hombres admiraran su belleza y la seduje-
ran. Se convirtió al cristianismo contra la voluntad de sus
padres y defendió su virginidad. Por su rebeldía y por su
enfrentamiento público a las fuerzas del orden patriar-
cal, fue perseguida, martirizada y decapitada por su pro-
pio padre, quien, a su vez, fue fulminado por un rayo.
En el siglo VII ya había sido canonizada esta gran santa
oriental, patrona de la muerte súbita, protectora de las
tormentas y del rayo. Su devoción se difundió por toda
Europa con las cruzadas, arraigó en las tradiciones popu-
lares e inspiró a muchos artistas. En muchas representa-
ciones aparece junto a Santa Catalina de Alejandría,
cuyas leyendas se difundieron en Occidente con las cru-
zadas. Estas santas reproducían la doble personalidad de
Pallas Atenea, conocida como Pallas Minerva en la Edad
Media. Desde el siglo XII, coincidiendo con el florecimiento
de la literatura alegórica, la exégesis de los mitos clási-
cos, adaptados a la moral cristiana, se convirtió en una
práctica corriente. En el mundo clásico Pallas Atenea era
una misma divinidad, pero se consideraba a Pallas la
diosa de la guerra y a Atenea (Minerva en latín) la de la
sabiduría. Cristina de Pizán en su libro La ciudad de las
damas (1405) presenta a Minerva como una mujer inteli-
gente, sabia y creativa en invenciones técnicas. El arraigo
y la popularidad de la leyenda de las santas estuvieron
relacionados con los debates medievales que enfrenta-
ban el mundo de las armas al mundo de las letras. Santa
Bárbara se convirtió en la patrona de las armas y de los
caballeros y Santa Catalina en la de la inteligencia, la de
los escolásticos y la de los hombres de letras.
En Zaragoza tenía dedicados un callizo y una calle que
desaparecieron. En el siglo XIX, el desaparecido callizo
de Santa Bárbara, que debía su nombre a un retablo de
la Santa colocado a la entrada de la calle, antes se había
llamado de la Toronjera.
En el callejero, desde 1972, tiene dedicados dos calles y un
camino. Una calle en el Barrio Oliver, que va de Federico
Ozanan a la calle Estrella Polar. En el pleno del día 30-6-
2006 se asignó el nombre de Santa Bárbara a una calle de
Garrapinillos que va del camino de las Moreras al campo.
En Miralbueno, un camino que comienza en el camino de
Enmedio y termina en el canal Imperial de Aragón.
Santa Catalina. (Alejandría, ca. 290 - ca. 312.). Virgen y már-
tir. Condenada por proselitismo, por tratar de convertir al
cristianismo a los sabios paganos con la razón y la elocuen-
cia. El emperador Maximiano mandó torturarla, atada a
una rueda con pinchos, y decapitarla. Su tumba está en
el monte Sinaí, en el monasterio que hoy lleva su nom-
bre, ubicado donde Dios había hablado a Moisés.
En el año 330 santa Elena había mandado construir una
capilla, bajo la advocación de Santa María, en el lugar
donde había ardido la zarza de Moisés, que en el siglo IV
se convirtió en un lugar de peregrinación. Entre los años
332 y 334 lo visitó la monja Egeria, la primera viajera y
escritora de origen hispánico, según cuenta en su
Peregrinación a los Santos Lugares. En los años 527 y 557,
Justiniano construyó el Monasterio de la Transfiguración
junto a la capilla. En el siglo IX aumentó la fama del
monasterio en Europa, cuando los monjes descubrieron
allí el cuerpo de Santa Catalina, que, según la leyenda,
había sido trasportado por los ángeles. A partir de enton-
ces está dedicado a Santa Catalina y entre los años 1099
y 1270 se convirtió en un importante centro de peregri-
nación del orbe cristiano.
El culto de Santa Catalina, extendido en Oriente, se difun-
dió en Occidente, como el de santa Bárbara, con las cru-
zadas y, a partir del siglo XII, aumentaron sin cesar los
centros religiosos puestos bajo la advocación de la santa.
En la Edad Media la leyenda se consolidó, se convirtió en
tema de narraciones, poemas y obras teatrales y se
popularizó en el arte. Esta leyenda que cristianizaba el
mito de Minerva, se convirtió en una creación literaria
que era un contrapunto cristiano a la gran filósofa paga-
na Hipatia de Alejandría (ca. 370-ca. 415), martirizada por
combatir con la razón el fanatismo cristiano de su época.
Santa Catalina, dotada de una gran inteligencia, destacó,
muy pronto, por sus estudios que la situaron en el mismo
nivel que los grandes poetas y filósofos de su época. En
la Edad Media la facultad de Teología de París la convirtió
en su patrona y de ahí se extendió el patronazgo a las
Facultades de Filosofía.
La calle de Santa Catalina, registrada en el siglo XIX,
debía su nombre al convento que las monjas clarisas
habían construido en el lugar de una antigua ermita
dedicada a santa Catalina. El Real Monasterio de San
Damián y Santa Catalina de monjas franciscanas de la
Orden de San Damián fue fundado hacia 1234, diez
años antes de la muerte de Santa Clara, por doña
Ermisenda de las Cellas, señora rica y principal, tía de
doña Teresa Gil de Vidaurre, esposa de Jaime I, siguien-
do la Orden de San Damián. Las monjas zaragozanas
habían acudido al convento de San Damián, en Asís, a
recibir consejo de Santa Clara para organizar el con-
vento de Zaragoza. Este convento de monjas damiani-
tas, o clarisas, tomó desde sus principios la advocación
de Santa Catalina, en honor a una ermita dedicada a
esta santa extramuros de la ciudad.
La primitiva calle de Santa Catalina pasó a llamarse de
San Miguel y el Callizo de Santa Catalina, que iba al con-
vento, es la actual calle, perpendicular a San Miguel. (Crf.
Ximénez de Embún, I: 116, y II: 209). Comienza en la calle
del Coso y acaba en la de San Miguel. También existe la
calle del Monasterio de Santa Catalina en el barrio de las
Fuentes, que comienza en Compromiso de Caspe y acaba
en Batalla de Lepanto.
Santa Cecilia. (Siglo III). Era una noble romana converti-
da al cristianismo y martirizada por proselitismo. En
Roma, se edificó la basílica de Santa Cecilia en el
Trastévere cerca del templo pagano de la “Bona Dea
Restituta” que curaba la ceguera. Y como la palabra lati-
na “Cæcitas”, ceguera, se parece a “Cæcilia”, Santa
Cecilia se convirtió en patrona de la ceguera. En 1594 fue
nombrada patrona de la música.
La leyenda de Santa Cecilia es tardía, no se documenta
hasta el siglo V, pero su culto fue muy sólido desde
fechas tempranas. Había sido enterrada en un lugar de
honor, en la catacumba de Calixto, y en el siglo IX se tras-
ladaron las reliquias a la basílica. Su fiesta fue día de
precepto en la Edad Media y su culto estuvo muy difundi-
do en Europa y en España en el Camino de Santiago. A
ella debe su nombre el pueblo de Santa Cilia de Jaca,
junto al Monasterio de Santa Cecilia.
La calle de Santa Cecilia figura desde el callejero de 1932. Va
de Mor de Fuentes al callejón Riego.
Santa Clara. (Desaparecida). (Asís, Italia, 1194 – 1253).
Fundadora de las clarisas. Clara Favarone era la hija
104
mayor de Bartolomé y Ortolana. Fue seguidora fiel de San
Francisco de Asís con quien fundó la Segunda Orden
Franciscana, llamada de las clarisas, conocidas también
como las Damas Pobres de San Damián. Se negó a casar-
se contra su voluntad, abandonó la vida de noble y se
recluyó en el monasterio de San Damián, donde logró ser
autónoma, intelectual y escritora. Fue la primera mujer
que escribió una regla que recibió la aprobación del Papa.
En 1943 se puso el nombre de Santa Clara a una de las
calles cercanas al nuevo edificio de las monjas clarisas
de Santa María de Jerusalén en la Romareda, pero ya no
aparecía en el callejero de 1972. En ese mismo callejero
apareció la actual calle Monasterio de Santa Clara en el
barrio de las Fuentes. Va de Compromiso de Caspe a
Monasterio de Roncesvalles.
Santa Engracia. (Braga, actual Portugal, 285-Zaragoza,
303). Virgen y mártir, cantada por Prudencio. Engracia,
una novia joven que viajaba acompañada por un séquito
de dieciocho caballeros, se dirigía de Braga a la Galia
donde se iba a casar. Al pasar por Zaragoza, tuvo noticia
de las atrocidades que estaba cometiendo Daciano y se
presentó ante él para acusarlo de cruel e insensato por el
trato que estaban recibiendo los cristianos. En un diálogo
que mantuvo con el cruel mandatario utilizó razonamien-
tos firmes y llenos de humanidad ante la injusticia. Este
atrevimiento acabó con la decapitación de los caballeros
de su séquito y con su martirio en el año 303, en el que le
aplicaron los métodos que usaban las leyes imperiales
para obtener confesiones. Fue arrastrada por las calles
atada a un caballo, azotada con garfios hasta sacarle el
corazón, le cortaron los pechos y le atravesaron la cabeza
con un clavo. Zaragoza, impresionada, le dedicó una cripta
para albergar sus reliquias, las de sus dieciocho acompa-
ñantes y las de las Santas Masas o de los Innumerables
Mártires. En 1480, la devoción estaba tan arraigada en el
pueblo que fue declarada patrona de la ciudad.
Actualmente sólo tiene dedicadas la iglesia parroquial y
la plaza delante de la iglesia. Anteriormente tuvo dedica-
dos un barrio, una parroquia, un monasterio, una plaza,
dos paseos, dos calles, una puerta y un puente de tablas
sobre el Huerva.
El monasterio benedictino de Santa Engracia ya era flo-
reciente en el siglo VII y fue muy protegido por el obispo
San Braulio. El rey Juan II, muy devoto de Santa Engracia,
le atribuyó la recuperación de la vista, cuando en 1468 lo
operaron de cataratas en la Aljaferia, y le impuso a su
hijo Fernando la obligación de restaurar su monasterio
en acción de gracias, “voto que cumplió el Rey Católico
en 1493, con magnificencia, poniendo al frente frailes
jerónimos. Desde el año 1063, en que se celebró en Jaca
el concilio presidido por Ramiro I, pertenece a la diócesis
de Huesca esta iglesia y parroquia, llamada antes de las
Santas Masas o de los Innumerables Mártires” (Arco, Del:
372). En 1956 pasó a la diócesis de Zaragoza.
Los paseos y las calles. En 1796 comenzaron las obras de
reconstrucción del paseo de las Tapias de Santa Engracia,
llamado también paseo Exterior de Santa Engracia y la
Glorieta, actualmente Constitución, que había sido inunda-
do por el Huerva. El actual paseo de la Independencia en la
documentación de siglo XIX recibió los nombres de paseo
Interior de Santa Engracia, Salón de Santa Engracia y
Salón de Pignatelli. La administración napoleónica, que se
prolongó hasta 1813, lo concibió para unir la Cruz del Coso,
actual plaza de España, con el convento de Santa Engracia,
siguiendo la moda de los de París. Posteriormente el Canal
Imperial de Aragón hizo suyo el proyecto, que se acabaría
hacia 1833, sin la zona porticada. En el plano de 1808 apa-
recía la calle de Santa Engracia, anterior al proyecto del
paseo de la Independencia, que comenzaba en la plaza del
mismo nombre y acababa en la calle del Hospital. El calle-
jero de 1863 ya no la registraba entre las antiguas. En 1863
se cambió el nombre de Salón de Pignatelli por el de calle
de la Independencia y la calle Pontarrón de Santa Engracia
pasó a llamarse calle de Santa Engracia, actual Inocencio
Giménez: “Da comienzo en la calle de San Clemente (Don
Felipe) antes sin nombre y termina en la plaza de Santa
Engracia”. (Callejero de 1863: 28).
La puerta y el puente. La puerta de Santa Engracia tuvo tres
emplazamientos: la primera, frente al edficio actual de
Correos; la segunda se construyó para sustituir a la prime-
ra que había sido derribada en los Sitios, fue inaugurada
por Fernando VII en 1830, pero no se terminó por la
ampliación urbanística de la zona; y la tercera, en la actual
plaza Aragón, cerraba la plaza por el sur y daba paso del
Paseo Interior, actual Independencia, a la Glorieta, actual
Constitución, en cuyo comienzo se encontraba el puente de
Santa Engracia sobre el río Huerva. La puerta fue derribada
en 1904, para instalar el tendido del tranvía, promovido por
Basilio Paraíso, cuyas obras habían comenzado en 1902
(cfr. Canellas, 1977: 163).
Santa Eulalia. (Mérida o Barcelona, 292-304). La niña mártir.
Es uno de los casos frecuentes de desdoblamiento hagiográ-
fico. A los doce años proclamó la fe cristiana, se negó a ofre-
105
cer sacrificios a los dioses paganos y se enfrentó al goberna-
dor romano, por lo que fue perseguida, torturada con azotes
y quemada viva. El himno III de Prudencio (343-405), concebi-
do para fomentar su culto, con abundantes elementos mara-
villosos y tono épico, fue el primer documento de su leyenda.
Los lugares de culto de Santa Eulalia cristianizaron luga-
res del culto romano a la diosa Cibeles. El culto de la
santa, con elementos de raíz celta y vestigios de las cre-
encias de Prisciliano muy arraigadas en el sincretismo
religioso gallego, se difundió rápidamente a través de los
caminos de peregrinación. En la reconquista su figura
simbolizó la resistencia y don Pelayo se puso bajo su
protección. Fue la patrona de Asturias hasta que la sus-
tituyó la Virgen de Covadonga y la de Barcelona hasta
1687. Santa Eulalia, Santolaria o Santa Olalla es una de
las santas españolas más famosas, con abundantes
referencias en la toponimia, en la antroponimia, en las
representaciones artísticas y en las obras literarias.
La calle Santa Eulalia del Campo debe su denominación al
municipio del mismo nombre. Va de la calle Escatrón a la
calle Lécera. La registra el callejero desde 2007.
Santa Fe. Era una mártir cristiana del siglo III o IV, de Conques,
ciudad de la Aquitania francesa, que fue martirizada en la cer-
cana ciudad de Agen el año 303 por defender la fe con su vida.
El culto a la santa de Conques se difundió en Aragón en el siglo
XI por el Camino de Santiago, ya que el poderoso monasterio de
monjes benedictinos de Santa Fe de Conques estaba construi-
do en plena ruta jacobea y muchas iglesias aragonesas depen-
dían de este monasterio. La fama de Santa Fe se popularizó en
leyendas y cantares, como la occitana Chanson de Sainte Foy.
En Zaragoza el nombre de Santa Fe estuvo asociado al
monasterio de monjes cistercienses de Cadrete, a una igle-
sia, a un hospital y a dos instituciones de mujeres: al hospicio
de niñas y al beaterio de las Arrepentidas.
El hospital parroquial de San Gil, “denominado de Santa Fe,
se encontraba en el callizo Tras San Gil (actual Cinegio). Lo
fundaron unos cuantos ciudadanos piadosos, que agrupados
en la Cofradía de Santa Fe y de sus propios bienes, erigieron
un pequeño edificio y lo dotaron, a principios del siglo XIV,
con ocho camas. A mediados del siglo XVI se colocó allí el
Hospicio de niñas huérfanas, que pervivió hasta el siglo
XVIII”. (Falcón, 1980: 190). Allí se recogía a las niñas que
vagaban por las calles, se les enseñaba a hilar, coser y a
comer con aseo y permanecían hasta que podían dedicarse
al servicio doméstico. En 1605 había una gran preocupación
por dar dote a las ochenta niñas del hospicio, con vistas a su
futuro matrimonio. Llevaban el hábito de la Inmaculada
Concepción, esto es, sayas largas con escapularios azules.
(Cfr. Asso: 142; Guía Urbana de 1860: 354; Ximénez de
Embún, I: 129 y Royo: 115-127).
La iglesia de Santa Fe era la antigua mezquita de la morería y
junto a ella se estableció el beaterio de las Arrepentidas. En los
documentos del siglo XIII ya se citaba el convento de las monjas
Arrepentidas o de la Penitencia, que se retiraban a hacer peni-
tencia después de haber vivido con escándalo en el mundo. (Cfr.
Asso: 198). En 1550, a partir del antiguo beaterio, don Iñigo de
Bolea fundó un convento de monjas dominicas para las arre-
pentidas que quisieran quedarse y profesar una religión men-
dicante. En 1553, sor Juana de Antillón abrió el convento de
Santa Fe y hacia 1550 Felipe II donó la iglesia de Santa Fe para
capilla. Como consecuencia, el beaterio de las Arrepentidas
pasó a llamarse convento de Santa Fe. Con la desamortización
las monjas dominicas de Santa Fe se trasladaron a sus con-
ventos hermanos. En 1838, “la comunidad de religiosas domi-
nicas de Santa Fe estaba acogida en el cercano convento de la
misma Orden, de Santa Rosa”. (Cfr. Sobrón, 2004: 188).
Las antiguas plaza y calle de Santa Fe, desaparecidas en
1863, debían su nombre a la ubicación del convento de
Santa Fe. El convento estaba en el número 26 de la calle
de su nombre, al sur del Colegio de Santo Tomás de
Villanueva, del que estaba separado por un callejón. Al
este limitaba con la calle Morería Cerrada. La plaza, cono-
cida popularmente como del Carbón, se había abierto en
las huertas del convento y pasó a llamarse de Salamero,
en recuerdo de este héroe que impidió que los franceses
destruyeran dicho convento. En el siglo XVII al tramo de la
calle Azoque que pasaba por las tapias del convento se
llamó Frente a las monjas de Santa Fe (cfr. Ansón Calvo:
34) y posteriormente Santa Fe. En 1863 la calle Azoque fue
el resultado de la unión de cinco antiguas calles: Azoque,
Plaza de la Alfóndiga, Santa Fe, Carmen y Juego de Pelota.
La antigua calle de Santa Fe es actualmente un tramo de
la avenida de Cesaraugusto. Hoy la calle de Santa Fe está
en el Arrabal, comienza en la avenida de Cataluña y termi-
na en la calle Isla de Mallorca. También existen, en el barrio
de Santa Fe ( Casablanca), junto al antiguo monasterio cis-
terciense del mismo nombre, las calles Muralla de Santa
Fe y la plaza Martirio de Santa Fe.
Santa Gema. (Lucca, Italia, 1878-Pisa, Italia, 1903). Santa
laica estigmatizada. Gema de Galgani era hija del boticario
de Lucca, cuya familia fue azotada por la tuberculosis. Se
106
quedó huérfana a los dieciocho años, ayudó a criar a sus
hermanos menores y quiso ser religiosa pasionista, pero
no fue admitida por su delicada salud, aunque le permitie-
ron pertenecer a la orden como seglar. En la piedad de
esta joven, considerada en vida como una santa, influyó su
amistad con la venerable María Eugenia Giannini, monja
pasionista italiana, la futura fundadora de la Congregación
Hijas de Santa Gema. Contó sus experiencias místicas en
sus escritos, Diario, Éxtasis y Cartas.
En el pleno del Ayuntamiento del día 10-4-1954 la calle
América de la barriada de Colón se convirtió en calle
de Santa Gema y el nombre de América se reservó
para la actual avenida. La calle de Santa Gema comien-
za en el paseo del Canal y termina en la calle José
Salarrullana de Dios.
Santa Inés. (Roma, 291-304). Vírgen y mártir. Esta hija de una
noble familia romana se negó a aceptar el matrimonio que le
imponían sus padres y fue condenada a vivir en un prostíbulo
donde logró permanecer virgen, como santa Águeda. Fue
enterrada en la catacumba de Santa Inés, pero sus reliquias
se conservan en Santa Inés Extramuros, una de las siete
primitivas basílicas de Roma. La basílica romana de Santa
Inés en Agone fue erigida en el lugar de su martirio. Los elo-
gios de san Ambrosio, Prudencio y los Santos Padres con-
tribuyeron al arraigo y a la extensión de su culto. Santa Inés,
santa Catalina y santa Cecilia fueron tres grandes santas
veneradas en la Edad Media por su virginidad. Si Santa
Catalina era la virgen docta y santa Cecilia la esposa que
había aceptado de forma voluntaria la castidad en la cámara
nupcial, santa Inés era la virgen inocente, cuyo emblema era
el cordero. El día de su fiesta, el 21 de enero, se bendecían los
corderos con cuya lana se tejían los palios de los prelados.
El Real Monasterio de Santa Inés Virgen y Mártir de Zaragoza
se creó siguiendo la orden fundacional del Monasterio de
Prulla (Francia), el primer convento femenino de la Orden de
Santo Domingo que se había fundado en 1206 para acoger a
las mujeres que abandonaban el catarismo.
En el último cuarto del siglo XIII, Zaragoza solicitaba un
monasterio de hijas de Santo Domingo. En 1295 los fervien-
tes más interesados elevaron su petición al Provincial de
España, Fr. Gil de Arévalo, para que diera comienzo la cons-
trucción del monasterio. Esta petición fue avalada con gran
interés por los reyes de Aragón, don Jaime II y doña Blanca
de Nápoles (1280-1310), que rogaron al Capítulo Provincial de
Barcelona que no privara de más tiempo a la ciudad de
Zaragoza de un monasterio de dominicas. La reina doña

Blanca, considerada como la fundadora del Monasterio de
Santa Inés, colocó la primera piedra junto a la ermita de
Nuestra Señora del Portillo. “Pasado el convento de
Predicadores estaba el monasterio de Predicadoras de Santa
Inés, al que salía la calle de Monte Sión” (Falcón, 1981: 50). La
fundación de la comunidad, que se hospedó provisionalmen-
te en la Aljafería, tuvo lugar el año 1300 con seis monjas pro-
cedentes de la comunidad madre de Prulla, siendo la prime-
ra priora sor Juana de Sinhas, natural de Tarascón.
En 1949 las monjas dominicas contemplativas traspasa-
ron sus escuelas a la Congregación de la Anunciata, fun-
dada en 1856 como una rama de la Tercera Orden de
Santo Domingo. El nuevo edificio se inauguró en 1963.
En 1251 ya existía “el hospital de San Julián, denomina-
do a principios del siglo XIV de Santa Inés, al tomarlo
107
Calle Santa Isabel
bajo su custodia las monjas predicadoras, y conocido
más tarde por el nombre de San Julián y San Luicio
[Lucio]. En 1588 se trocó en el convento de monjas ber-
nardas de Santa Lucía, que vinieron a establecerse en
esta ciudad procedentes del Cambrón, cerca de
Sádaba.” (Falcón, 1980: 191).
La calle de Santa Inés se debe al convento de monjas
dominicas de Santa Inés. Comienza en Conde Aranda y
termina en Santa Lucía. Según Blasco Ijazo (1944), ante-
riormente se llamó calle de Monte Sión. Carmen Ansón
documenta la calle de Monte Sión en 1650, pero ya no
aparecía en el censo de 1723. La calle de Santa Inés no
aparecía registrada antes del callejero de 1863.
Santa Isabel .(Zaragoza, ca. 1270 – Estremoz, Portugal,
1336). Reina y santa. Conocida también como la Santa
Reina, Santa Isabel de Aragón, la Reina de Portugal e Isabel
de Portugal. Esta hija de los reyes de Aragón, Pedro III y
Constanza de Sicilia, nació, probablemente, y se crió en el
palacio de la Aljafería. En 1282 se casó con Dionis I de
Portugal, un hombre violento y mujeriego. Fue madre de
Constanza, reina consorte de Castilla, y del rey Alfonso IV de
Portugal. Cuidó de los bastardos de su marido e intervino
activamente en la política portuguesa, pacificando las rela-
ciones entre su marido y su hijo, y más tarde las de su hijo y
su nieto. Intervino en la concordia entre su yerno, Fernando
IV de Castilla y su hermano Jaime II de Aragón, con cuyas
paces la Corona de Aragón adquirió las tierras de Alicante.
Se dedicó a la vida piadosa y a la caridad. Se distinguió por
su amor a los pobres y enfermos, entre los que repartió gran
parte del tesoro real. En 1325, al quedarse viuda, entró en el
convento de las clarisas de Coimbra. Se le atribuye el mila-
gro de la conversión de trozos de pan en rosas. Esta santa
aragonesa ha sido emblemática para Zaragoza. En 1845, la
reina Isabel II, acompañada de su augusta madre y su her-
mana visitó el palacio de la Ajafería “para ofrecer un home-
naje de respeto a la morada de sus antecesores los monar-
cas aragoneses y entrar en la misma estancia y alcoba en
que nació Santa Isabel”. (Guía de Zaragoza de 1860: 169). En
el franquismo le buscaron una calle céntrica cercana a la
iglesia de su nombre, iglesia de Santa Isabel, conocida popu-
larmente como de San Cayetano. Es la patrona de la
Diputación Provincial de Zaragoza.
En 1863 se puso el nombre de Santa Isabel a la calle que
iba de la plaza de Santo Domingo a la puerta de Sancho:
“A esta calle vulgarmente llamada de las Fecetas, aun-
que ningún azulejo tenía, se ha asociado el nombre de
Santa Isabel, que nació y se educó en el palacio de la
Aljafería, próximo a ella, y que, a su calidad de Infanta de
Aragón, añadió la aureola de santidad, con que hoy se la
admira”. (Callejero, 1863: 61). En 1931 se cambió el nom-
bre de la santa por el de una fecha alegórica y pasó a lla-
marse Veintinueve de Septiembre. Y en 1937 recuperó el
nombre primitivo de Santa Lucía.
Actualmente tiene dedicadas una calle, una avenida, una
urbanización y un barrio. La calle está en el Casco
Histórico, comienza en la calle Alfonso I y termina en la
plaza del Justicia. Como la Santa Aragonesa se había
quedado sin calle en 1931, en mayo de 1939 el
Ayuntamiento propuso “el nombre de Santa Isabel de
Portugal para una calle o plaza de nuestra ciudad, a ser
posible la más cercana a la iglesia de su advocación”
(Butera, 2006: 50). En 1940, por acuerdo municipal, la
108
calle de Roda, por don Manuel de Roda, ilustrado y minis-
tro de Carlos III, pasó a ser la de Santa Isabel.
El barrio de Santa Isabel debe su nombre a la estancia de
esta infanta en un palacio de la zona. La avenida de
Santa Isabel conduce al barrio y comienza en el puente
del Gállego. Además, dentro del barrio tiene dedicada la
calle Reina de Portugal y la urbanización de Santa Isabel.
Santa Joaquina de Vedruna. (Barcelona, 1783-1854).
Fundadora de las Carmelitas de la Caridad. Hija de una
rica familia católica, contrajo matrimonio concertado por
sus padres en 1799 y fue madre de ocho hijos. En 1816
se quedó viuda y en 1836 fundó en Vich una congrega-
ción, acogida a la Tercera Orden regular del Carmelo,
para la atención de los enfermos y la educación de las
niñas pobres. En el siglo XIX surgieron abundantes con-
gregaciones femeninas de vida activa, siendo una de las
primeras la de las Carmelitas de la Caridad fundada por
la Madre Vedruna.
En 1946 se puso su nombre a la calle en la que estaba el
convento de las Carmelitas que ella había fundado, en el
Nuevo Ensanche de Zaragoza. Comienza en San Ignacio
de Loyola y termina en el camino de las Torres.
Santa Lucía. (Siracusa, actual Italia, ¿283-304?) De fami-
lia noble, había sido comprometida en matrimonio por
sus padres. Como se rebeló y no cumplió la promesa fue
acusada de sus prácticas cristianas, por las que fue
decapitada.
Santa Lucía y Santa Águeda, patronas de las mujeres, la
una protectora del útero y la otra de los pechos, origina-
riamente eran dos fiestas del solsticio de invierno rela-
cionadas con las fiestas romanas dedicadas a Juno, la
gran madre, en sus dos advocaciones, Lucina y Pronubia.
Lucina, en latín “la que da o tiene luz”, protegió el gran
parto, el nacimiento del sol en invierno. En la Edad Media
una nueva leyenda, según la cual una monja italiana
entregó sus ojos en un plato a un admirador suyo para
que no la hiciera pecar, le atribuyó un nuevo rol y la con-
virtió en la protectora de la vista. En el medio rural, como
reminiscencia las antiguas fiestas de fertilidad y de ini-
ciación a la menarquía, se convirtió en la fiesta de las
niñas de las escuelas. En Suecia, y en los países escan-
dinavos, la figura de Santa Lucía, asociada a la noche
más larga del calendario juliano, fue enriquecida con
abundantes fiestas, leyendas y tradiciones populares.
El Monasterio Cisterciense de Santa Lucía se fundó junto
a la ermita de Santa Lucía, de la que tomó su nombre, y
estaba situado, en la plaza de Santo Domingo, entre el
convento de Santa Inés y el de Santo Domingo. Las mon-
jas que lo poblaron procedían del monasterio de Santa
María de Iguácel (Huesca), después de pasar por
Cambrón, cerca de Sádaba. Don Hernando de Aragón,
arzobispo de Zaragoza, y el abad de Veruela intervinieron
para que las monjas se trasladaran a Zaragoza, con el fin
de cumplir las disposiciones de Trento que prohibía la
existencia de conventos femeninos en despoblado. En
1584 se instalaron en la torre del Duque de Villahermosa
y en 1588 se trasladaron al convento, cuando terminaron
las obras, donde antes había estado el hospital de Santa
Inés, que también se llamó de San Julián y San Lucio
(nombre masculino de Lucía). “Ocupaba un espacio deli-
mitado por la prolongación de la calle de Predicadores
(hoy Santa Lucía) y la plaza de Santo Domingo al este; al
sur por la calle de las Vacas y el convento de Santa Inés
y al oeste, el de las Fecetas o Carmelitas de Santa
Teresa.” (Cfr. Sobrón, 2004: 164).
Hacia 1808, un incendio destruyó gran parte del monas-
terio y se adaptaron para uso conventual las dependen-
cias de la servidumbre y las cuadras. Posteriormente,
con la desamortización, parte de los terrenos del monas-
terio pasaron a ser de uso público y comenzaron las pri-
meras edificaciones privadas. En la década de los sesen-
ta se derribó el convento, se vendieron los terrenos, las
monjas se trasladaron a un nuevo edificio en las afueras
de la ciudad, en la calle Maestre Racional s/n, a la que se
accede por la vía Ibérica, y se comenzó la parcelación y
urbanización de los antiguos terrenos del convento.
La calle de Santa Lucía debe su nombre al antiguo
monasterio. Según Blasco Ijazo (1948-60, II: 26-28) en
1940, por acuerdo municipal, se recuperó el nombre de
Santa Lucía a la calle que había tenido varias denomina-
ciones: Santa Lucía, De la puerta de Sancho, Fecetas,
Santa Isabel y Veintinueve de Septiembre. Va de la plaza
de Santo Domingo al paseo de Echegaray y Caballero.
Además, un andador de la Almozara que comienza en la ave-
nida de Pablo Gargallo se llama Monasterio de Santa Lucía.
Santa María. Hace referencia al nombre propio de la
Virgen. Encontramos cuatro calles. Santa María del
Olivar. Santa María (una calle de Montañana que no figu-
ra en el callejero digitalizado de 2009). Santa María la
109
Mayor (desaparecida) Es el nombre con que se conocía a
la Virgen del Pilar desde la Edad Media. “En el último
cuarto del siglo XII aparece la denominación de barrio
Nuevo de Santa María la Mayor […] Hacia el este, pasada
la iglesia parroquial, arrancaba una calle paralela al
Ebro, llamada en el siglo XV “carrera de Sancta María la
Mayor a las Casas del Puent” (Falcón, 1981: 43). En 1863
se formó la larga calle de Santiago, que iba de la Zuda a
Don Jaime I, con la unión de cinco calles antiguas: Plaza
de Fontena, Sombrerería, Concepción, Santa María la
Mayor, y la antigua Santiago. Santa María Reina. En el
pleno del Ayuntamiento del día 12-3-1981 se puso su
nombre a una calle de las Delicias, debido a que en ella
está el colegio de La Milagrosa o de Santa María Reina.
Este colegio da nombre a dos calles, a la de la Milagrosa
y a la de Santa María Reina, que comienza en San Juan
Bosco y acaba en Duquesa de Villahermosa.
Santa Marta. Marta de Betania vivió antes de la fundación
de la iglesia católica, y, por lo tanto, antes de que el siste-
ma de canonización fuera establecido. Nunca fue canoni-
zada, pero la Iglesia la reconoce como verdadera santa. Su
papel se deriva de las historias del Evangelio, donde apa-
rece como una mujer servicial, atenta y acogedora.
La plaza de Santa Marta ya está documentada en el siglo
XIX, donde se celebraba el mercado de frutas y hortali-
zas, pero antes se llamaba plaza del Hospital de Santa
Marta, fundado en 1305.
Santa Mónica. (Desaparecida). (Tagaste, Norte de África,
332-Ostia, Italia, 387). Madre de San Agustín. Era hija de
una noble familia cristiana, fue educada por una institu-
triz que influyó en su formación religiosa y en la cons-
trucción de su fuerte personalidad. Casada por la volun-
tad de sus padres con Patricio, tuvieron tres hijos. Al
enviudar se dedicó a la conversión de su hijo Agustín, que
años más tarde la retrató en Las Confesiones. La icono-
grafía la presenta con hábito de monja, el vestido de la
vida espiritual, con un bastón de caminante, en recuerdo
de los viajes que hizo para convertir a su hijo, y con un
libro en la mano, para recordar que logró convencer a su
hijo con la lectura de la Biblia.
La calle de Santa Mónica, popularmente conocida como
la de las Mónicas, se debía al convento de Agustinas
Observantes de Santa Mónica, o de Madres Agustinas
Calzadas, que había sido fundado en 1663 por el obispo
de Huesca, don Bartolomé de Fontcalda, y que fue des-
truido en los Sitios. El convento estaba rodeado por las
calles Palomar, la Muralla y la de Santa Mónica. La calle
de Santa Mónica se conservó en el callejero de 1863,
pero ya no figuraba en el callejero de 1932. Iba desde la
calle Palomar a la calle de las Eras. Actualmente corres-
pondería al último tramo de la calle Manuela Sancho.
Santa Nunila. (¿?, Adahuesca, Huesca-Alquézar, Huesca,
851). Santa mozárabe, virgen y mártir. Nunila (Nunilona
o Nunilo) y Alodia eran hijas de un matrimonio mixto:
musulmán y cristiana. Cuando se quedaron huérfanas,
un tio paterno las denunció ante el juez por profesar el
cristianismo. Y, cuando Abderramán promulgó sus leyes
persecutorias contra los cristianos, las dos doncellas
fueron arrestadas, por su rebelión al poder patriarcal y
por su conducta piadosa, y decapitadas por delito de
apostasía. Fueron víctimas de malos tratos, de la intole-
rancia religiosa, y castigadas ejemplarmente para que
otras mujeres no se rebelaran contra las leyes y los pac-
tos androcéntricos.
En el año 1995 dos calles paralelas del ensanche del
barrio de Santa Isabel recibieron los nombres de las san-
tas oscenses. (Expediente: 549438). Santa Nunila
comienza en la calle de Pepe Garcés y termina en la de
Dieciséis de Julio.
Santa Orosia. (Siglo VIII). Santa mozárabe, virgen y már-
tir. Es una santa del martirologio español durante la
invasión musulmana. Orosia era una noble aragonesa
que, cuando España fue invadida por los árabes, se refu-
gió en Yebra de Basa, donde fue descubierta y martiriza-
da. Aunque no figura en el martirologio romano, recibió
culto en la diócesis de Jaca desde que fueron halladas
sus reliquias por un pastor en 1075. La cabeza de la
santa se quedó en Yebra, pero su cuerpo fue trasladado
al altar mayor de la catedral de Jaca. Con la leyenda y el
culto de Santa Orosia se potenció la importancia de Jaca
y su catedral en un momento en que Sancho Ramírez se
estaba consolidando como rey en esta zona.
En el pleno del Ayuntamiento del día 8-6-1961 se puso su
nombre a una calle en el distrito de la Almozara, que va
de Pilar Sinués a Alfamen.
Santa Quiteria. (Bayona, Pontevedra, siglos I y II). Virgen
y mártir. Según la leyenda, pertenecía a una familia de la
noble alcurnia romana de Galicia. Era una de las nueve
hijas, todas del mismo parto y todas santas, de Lucio
Castelli y Calsia. Su madre mandó ahogarlas en el río
110
para no ser acusada de adulterio, pero todas fueron sal-
vadas por la nodriza Sila. Quiteria rechazó el matrimonio
que le imponían sus padres, se bautizó a escondidas y
huyó a un valle solitario. Su padre, al verse burlado, la
buscó y mandó cortarle la cabeza.
Su culto estuvo muy arraigado en España y en Europa
desde épocas tempranas. Santa Quiteria ya aparecía
citada en el año 589 en las Actas del Concilio de Toledo.
La leyenda de las nueve hermanas nacidas en un parto
múltiple, como las nueve musas griegas hijas de
Mnemosina, tiene resonancias míticas. La leyenda, ade-
más, cristianiza el culto celta a las ninfas de los ríos y
las fuentes. La fiesta de Santa Quiteria, el 22 de mayo,
comparte muchos rasgos con las fiestas célticas pre-
cristianas, con los mayos, con las fiestas de romería y
con la entrada de la primavera y del amor. Santa
Quiteria tiene dedicadas abundantes ermitas a las que
se acude en romería.
La calle de Santa Quiteria va de la calle Esquedas al
camino de Torrecilla y es paralela a Sierra de
Alcubierre. No se eligió este nombre por la vida de la
santa sino por una ermita de la provincia de Huesca que
había sido un lugar estratégico en la Guerra Civil. Según
el acta del Ayuntamiento de 1940: “Ermita situada en un
monte entre Almudévar y Tardienta, punto estratégico
para la defensa de las comunicaciones y donde se
escribieron páginas brillantes de heroísmo en la histo-
ria de la Guerra Civil” (Butera, 2006: 49). La calle de
Santa Quiteria sustituyó a la de José Nakens, un perio-
dista republicano.
Santa Rita de Casia. (Casia, Italia, 1381- 1457). Monja
Agustina estigmatizada. Hija de padres estériles y de
avanzada edad, su nacimiento se consideró un milagro,
como lo eran las abejas blancas que entraban y salían de
su boca. A los doce años se casó con un joven influyente
que fue asesinado por razones políticas y ella tuvo que
frenar los deseos de venganza de sus hijos. Cuando
murieron sus hijos quiso hacerse monja Agustina, pero
no se lo permitía la orden porque no era virgen. Los san-
tos, milagrosamente, la introdujeron en el convento con
todas las puertas y ventanas cerradas. Su símbolo son
las rosas, como las que crecieron en su huerto cuando
ella murió.
En el pleno del Ayuntamiento del día 13-1-1971 se puso
su nombre a la calle de las Delicias que va de la calle
Duquesa de Villahermosa a la calle Alcañiz.
 Calle Santa Teresa de Jesús
Santa Rosa. (Lima, Perú, 1586-1617). La primera santa de
América, canonizada en 1671. A Isabel Flores de Oliva,
desde pequeña la llamaban Rosa, porque su niñera, la
india Mariana que le velaba el sueño comprobó que su
rostro se convertía en una rosa. Para evitar un matrimo-
nio contra su voluntad, se acogió a un beaterio dominico
terciario, que le permitía vivir en su casa. Esta monja
dominica tuvo experiencias místicas con arrobamientos
públicos y con sus oraciones salvó a la ciudad de Lima del
saqueo de los piratas. Vivió en un ambiente propicio para
la espiritualidad, en un continente recientemente evange-
lizado. Es la patrona de Lima, de Perú, del Nuevo Mundo,
de Filipinas, de la Policía Nacional de la República del
Perú y de las Fuerzas Armadas de Argentina.
La calle de Santa Rosa debía su nombre al colegio de Santa
Rosa de Madres Dominicas. Había sido fundado en 1674 en
forma de beaterio por cuatro doncellas que se mantenían
con el producto de sus labores y se dedicaban a la enseñan-
111
za de chicas. Para constituirse en comunidad se acogieron
a la Tercera Orden de Santo Domingo (Ximénez de Embún,
II: 130). Fue uno de los primeros colegios femeninos de
Zaragoza. El convento, destruido en las batallas de los
Sitios, fue reconstruido en 1818 para seguir cumpliendo su
labor educativa. (Cfr. Canellas, 1977: 159). La antigua calle
de Santa Rosa, era un tramo de la actual calle Azoque que
entonces se llamaba del Carmen, y a veces Santa Rosa, en
el tramo del colegio dominico. (Cfr. Sobrón, 2004: 199-200).
Desde el callejero de 1932 está registada la calle de
Santa Rosa en el barrio de San José. Va de Emilio
Castelar a Privilegio de la Unión. Y en el barrio de Las
Fuentes, Santa Rosa de Lima tiene dedicada una plaza
junto a la calle pintor Zuluaga.
Santa Teresa de Jesús. (Ávila, 1515-Alba de Tormes, 1582).
Escritora y fundadora de las carmelitas descalzas. Es conoci-
da como Teresa de Ávila o simplemente como Santa Teresa.
Teresa de Cepeda y Ahumada, doctora de la iglesia, mística y
escritora prolífica, fue la fundadora de las carmelitas descal-
zas, de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Contó
los avatares de su vida en El libro de la vida y en Las moradas.
Esta joven, amiga del mundo y gran lectora de libros de caba-
llería, se hizo monja carmelita en la Encarnación de Avila. En
el año 1562 sintió el primer impulso para emprender la refor-
ma carmelitana. Esta aventura comenzó con la fundación del
convento de San José al que siguieron los de Medina del
Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca,
Alba de Tormes, Segovia, Beas, Sevilla, Caravaca,
Villanueva de la Jara, Palencia, Soria, Granada y Burgos.
Paralelamente, tuvo lugar su encuentro con San Juan de la
Cruz, a quien ganó para la reforma del Carmelo. Además
de sus arrobamientos místicos, poseyó un agudísimo sen-
tido de la realidad y unas dotes especiales como escritora.
En el callejero de 1932, una calle de las Delicias, la que va
de Juan XXIII a María Callas, se llamó Santa Teresa porque
estaba en la barriada del convento de los Carmelitas. El
convento, que había estado más de cuarenta años en las
Delicias, se trasladó a la actual calle de San Juan de la
Cruz. Este traslado provocó cambios en el nombre de dos
calles: en 1935 la de Santa Teresa pasó a llamarse Monte
Carmelo y la de Santa Teresa de Jesús sustituyó por un
tiempo al nombre de Manuel Lasala, que se había urbani-
zado en 1934. En el callejero de 1944 Manuel Lasala recu-
peró el nombre y Santa Teresa se trasladó a su ubicación
actual. Va de la calle Mariano Barbasán a la de Luis Vives.
En Utebo también tiene dedicada una calle.
Santa Teresita. (Alençon, Francia, 1873-Lisieux, Francia,
1897). Monja carmelita descalza y doctora de la iglesia.
Santa Teresita del Niño Jesús era hija de una modesta
familia numerosa. Su vida fue un testimonio de amor sen-
cillo y humilde, sufrió constantes crisis de fe, apostó por el
valor de la oración y por los pequeños actos. Escribió por
mandato de sus prioras y sus escritos más importantes
son Historia de un Alma, 274 cartas a diversas personali-
dades, un libro de poemas religiosos, algunas obritas tea-
trales, textos dispersos y las palabras pronunciadas
durante su larga agonía, recogidas por sus hermanas
Paulina y Celina, monjas en el mismo convento.
Su nombre aparece en el callejero desde 1932. “Lo
extendido de su devoción hizo que los vecinos de la
barriada de Barrau, cerca del manicomio, dieran su nom-
bre a una calle” (Noticiero: 124). El trazado irregular de
esta calle, como otras de los ensanches rurales, sigue el
camino de una vieja acequia.
112
Santo Domingo, Isabel de. (Cardeñosa, Ávila, 1531-Ávila,
1623). Monja carmelita descalza, fundadora y primera
priora del convento de San José. Fue una de las coadju-
toras de Santa Teresa en la reforma del Carmelo, priora
del convento de Toledo y del de Pastrana (Guadalajara),
que tuvo que cerrar a los cuatro años de su fundación
por las intromisiones de la princesa de Éboli. Era priora
del convento de Segovia cuando vino a fundar el de
Zaragoza el 4 de agosto de 1588 con seis monjas más,
acompañadas por fray Juan de Jesús. Cinco monjas pro-
cedían de Segovia y dos de Palencia. Dirigió el convento
de San José de Zaragoza diez años y después estuvo en
los de Oña, Segovia y San José de Ávila. Era una mujer de
temple, experimentada en tareas difíciles y perfecta
conocedora del espíritu de Santa Teresa.
La venida de las monjas carmelitas a Zaragoza se debió
a los deseos de don Jerónimo de Sora, arcipreste de la
Seo. Llegaron en 1588 y ocuparon una casa de don
Jerónimo. En 1590 pasaron a otra casa más espaciosa,
donde después estuvo el colegio de san Ildefonso, actual
iglesia de Santiago, cercana al barrio morisco, cuyos habi-
tantes causaron problemas a las monjas. En 1603, gracias
al apoyo de don Diego Fecet, entre otros, construyeron el
nuevo convento de San José en la calle del Juego de la
Pelota. En 1878 se trasladaron a la calle Sobrarbe en el
Arrabal, donde antes había estado el lavadero de lanas, y en
1954 al actual convento de San José en la avenida de
Cataluña, 161.
En el pleno del Ayuntamiento del día 13-3-1980 se puso su
nombre a una calle que comienza en la avenida de Cataluña,
cerca del convento actual.
Santuarios. Incluimos los santuarios marianos, aunque en
el topónimo se elida el nombre de la Virgen. Hemos regis-
trado los siguientes: Santuario de Cabañas, en las
Fuentes. El nombre está relacionado con la antigua pobla-
ción de Cabañas, en La Almunia, donde doña Godina
mandó edificar una iglesia en honor a Santa María y San
Juan, en el siglo XII. Santuario de Misericordia, en las
Fuentes. Hace referencia al lugar de romería en la muela
de Borja. Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, en el
barrio de San José que en 1937 sustituyó al nombre de
Niceto Alcalá Zamora. Como en el caso de la calle de Santa
Quiteria su nombre se debe a motivos políticos y no a reli-
giosos. En la sesión del Ayuntamiento del 2 de noviembre de
1937, el concejal Sr. Julve solicitó el nombre de tres calles
“para honrar de una manera solemne las tres epopeyas de
la Segunda Reconquista de España, que se conocen con los
nombres de Oviedo, Toledo y Santa María de la Cabeza”
(Butera, 2006: 45). El 29-5-09 pasó a llamarse Pablo y Juan
Hurus. Santuario de Nuestra Señora del Moncayo es una
calle desaparecida. El santuario de la Virgen del Moncayo
está en el monte del mismo nombre a unos 2.000 metros de
altitud. Santuario de Rodanas, en Las Fuentes. El Santuario
está situado cerca de Épila y de Rueda de Jalón, antigua
Roda, ciudad a la que debe su nombre.
Sarrato Charle, Teresa (Barbastro, 1916 – Zaragoza,
1986). Enfermera visitadora. Era hija de Miguel y
Marcelina. Pertenecía a una familia acomodada, en la que
recibió una educación religiosa. Después de la Guerra Civil
la familia se fue a vivir a Huesca donde Teresa estudió
enfermería e ingresó por oposición en la Seguridad Social.
En 1946 se trasladó a Zaragoza, donde alternó su labor de
enfermería con la social, en la parroquia de San Valero.
Conoció al sacerdote don Angel Ximénez de Embún que la
animó a ingresar en la Hermandad de Jesús Maestro de la
que llegó a ser superiora general. Posteriormente, en la
parroquia de la Presentación de la Virgen del barrio de la
Bozada, junto con sus compañeras de la Unión Pía, siguió
atendiendo a enfermos, ancianos y necesitados. Esta
Unión Pía estaba formada por un grupo de mujeres profe-
sionales que ponían todos sus ingresos en común, vivían
con extrema pobreza y repartían sus bienes entre los veci-
nos. Además de sus tareas profesionales, realizaban una
gran labor asistencial y educativa dando clases de meca-
nografía y taquigrafía, cuidando a los hijos de las mujeres
trabajadoras y buscando trabajo a los vecinos. Teresa,
como era enfermera, visitaba a los enfermos y ponía
inyecciones en las casas. Para poder extender su trabajo,
junto a la parroquia, creó un pequeño dispensario para los
casos menos graves.
En el pleno del Ayuntamiento del día 18-2-1988 se puso su
nombre a unos jardines como habían solicitado los veci-
nos de la Bozada en diciembre de 1987. Don Miguel Moros,
en un documento que va seguido de las firmas de 485
vecinos dice: “Durante los veintiséis años que vivió en este
barrio de la Bozada, su casa “Hermandad Jesús Maestro”
a la que pertenecía, estuvo siempre abierta a cualquier
hora del día o de la noche, a toda persona necesitada, bien
de índole material o moral. Ejerció, siempre de una mane-
ra gratuita, su labor como enfermera o asistenta social.
Para todo necesitado siempre estuvo ella presente y su
corazón disponible. Creemos un deber agradecerle su
cariño para con todos nosotros. Falleció el 2 de noviembre
de 1986, pero su recuerdo nos anima a seguir su vida.”
(Expediente: 836210/87). En abril de 1988 los vecinos
113
colocaron una placa en los jardines: “La Bozada a Teresa
Sarrato, se olvidó de sí para entregarse a los demás”.
Selene. Nombre griego de la luna. Antigua diosa griega, hija de
los titanes Hiperion y Tea. Era hermana de Helios, el Sol, y de
Eos, la Aurora. La tradición clásica la identifica con Artemisa.
En el barrio de Valdefierro, lleva su nombre una glorieta en la
calle Algenib junto a la Avenida de las Estrellas.
Señora Miniver, La. Película norteamericana de1942. Director
William Wyler. Es la historia de una familia inglesa que logra
sobrevivir en un pequeño pueblo, durante la Segunda Guerra
Mundial, mientras el marido y el hijo están en el frente.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004, según
consta en el expediente 313.039/02, se propuso su nombre
para denominar a una calle del barrio de Valdespartera, con
entrada por Los pájaros y salida por La ventana indiscreta.
Sepulcro. Convento de las comendadoras de la Orden
Canonical del Santo Sepulcro de Jerusalén, el único de la
orden que pervive en España. Las órdenes militares del
Temple, de San Juan del Hospital y del Sepulcro, ligadas
a las conquistas territoriales y al espíritu de cruzada,
tuvieron arraigo en Aragón y pasaron a primer plano al ser
nombradas herederas del reino con el testamento de
Alfonso I el Batallador, otorgado en 1131. Posteriormente
obtuvieron privilegios de los reyes de Aragón cuando
renunciaron a los derechos que les había concedido el
testamento del monarca.
El Monasterio de la Resurrección de Zaragoza fue fundado,
en 1300, por doña Marquesa Gil de Rada. Era hija de Gil de
Rada, caballero de la VII Cruzada, y de doña Marquesa López,
y estaba casada con Pedro Fernández, Primer Señor de
Híjar, hijo natural de Jaime I el Conquistador. El monasterio
se construyó en unas casas que poseía doña Marquesa
sobre los restos de la muralla romana, junto a la torre de don
Teobaldo, y en los siglos XVI y XVII se realizaron obras impor-
tantes para adecuar el espacio a las exigencias de la clausu-
ra del Concilio de Trento. En el convento de Zaragoza estu-
vieron las hijas y viudas de las familias de mayor linaje de la
ciudad, entre las que figura la primera priora, Teresa Gil
López de Rada, pariente de la fundadora. Las órdenes mili-
tares de San Juan y del Sepulcro acogieron mujeres desde
épocas tempranas. Por las mismas fechas, otra noble ara-
gonesa, Guillermina Gil Tarín fundó el convento de San
Marcos de Calatayud, también de canonesas sepulcristas.
(Cfr. López de Laplaza).
El convento del Santo Sepulcro dio nombre a una calle que
iba desde las cercanías de la Seo hasta la antigua
Universidad, registrada en el siglo XV (Falcón, 1981: 60). En
1983, como era una calle larga y articulada se partió en dos:
conservó el nombre de Sepulcro el tramo que iba desde el
convento hasta la plaza de San Nicolás y se llamó don
Teobaldo al tramo que iba desde la plaza de San Nicolás
hasta la subida de la Trinidad.
Serna Montalvo, Carmen. (La Puebla de Híjar, Teruel, 1924-
Zaragoza, 2011). A los siete años ya publicó su primer poema,
pero sus poemarios no aparecieron hasta la época de su
madurez. Entre sus obras poéticas destacan Memorias de
ceniza y esperanza, Fuego y ceniza, Poema inacabado,
Desvelada, Recuerdos en la noche, Destellos de sombra, De los
enigmas del tiempo. Camboya en el corazón y Palabras via-
jeras. Detrás del vitalismo de su poesía se esconde un
hondo dolor y un compromiso con su voz de mujer. Fue
fundadora y presidenta de la Asociación Aragonesa de
Musicoterapia. En el año 2000 recibió el Premio Sabina
de Oro, como reconocimiento a su labor social y literaria
y en el año 2009 el Premio Búho de la Asociación
Aragonesa de Amigos del Libro, por toda su obra poética.
La calle Sierra de Alcubierre del barrio de la Jota, el
29-5-09 pasó a llamarse calle de Carmen Serna.
Comienza en la avenida de Cataluña y termina en el
camino Torrecillas.
Sicilia, Constanza de. (Sicilia, 1247-Barcelona, 1302).
Reina de Aragón y de Sicilia, y madre de Santa Isabel de
Portugal. Constanza, hija del rey Manfredo de Sicilia y de
Beatriz de Saboya, cuando murió su padre heredó el
reino de Sicilia para la Corona de Aragón. En 1262 se
casó con Pedro III en Montpellier y en 1276 fueron coro-
nados con gran solemnidad en Zaragoza. En 1282 fueron
coronados reyes de Sicilia y en 1283 ella fue nombrada
gobernadora de Sicilia. Constanza, a pesar de ser la
heredera de Sicilia, cedió el poder real a los varones, pri-
mero a su marido y, después, a sus hijos Jaime y
Federico. Cuando se quedó viuda se retiró a un convento
de clarisas en Barcelona. Sus restos reposan en la cate-
dral de Barcelona.
La reina quiso donar las huertas reales de la actual plaza
de España para un convento de Beatas de la Penitencia e
instalarlas en el edificio contiguo que había sido el con-
vento de los frailes agustinos, los llamados del Saco,
cuya orden se extinguió en 1274. En cambio prevaleció la
114
voluntad del rey que decidió instalar en ese edificio a los
franciscanos. Más tarde, en el solar del convento de San
Francisco se construyó el edificio de la Diputación
Provincial (Ximénez de Embún, 1901, I: 103).
En el pleno del Ayuntamiento del día 19-1-1949 se puso
su nombre a una calle de las Delicias que va de la calle
Caspe a la calle Montañés. El trazado irregular de esta
calle, como la de Santa Teresita, se debe a que se cons-
truyeron las casas en las orillas de una acequia que
estuvo abierta hasta finales de los años cincuenta. Al
seguir el trazado de las acequias y de los caminos en
las nuevas calles de los barrios rurales se ha creado
una peculiar geografía urbana en los ensanches.
(Guerrero: 36).
Simón Sanz, Agustina. (Calatayud, Zaragoza, 1904-
Híjar, Teruel, 1937). Enfermera y requeté carlista. En
1936 se presentó como enfermera voluntaria en el
Hospital del Salvador, ubicado en las dependencias del
colegio de los Jesuitas. Después se fue a Belchite, donde
junto con el alférez médico Navarro Garriga, asistió a los
ciento treinta requetés del Tercio de Almogávares que
defendían el Seminario, junto con los capellanes
Pantaleón Coveta, Julián Lou y Marcelino Pérez. Hay
constancia de que durante los asedios defendió a sus
heridos pistola en mano. Cayó prisionera de los republi-
canos, junto a quince requetés, murió fusilada el 4 de
septiembre en Híjar (Teruel) y fue enterrada en el
cementerio de Torrero de Zaragoza. Fue nombrada
“Margarita de la Tradición”. Margarita era el nombre que
los requetés daban a las mujeres militantes en sus filas.
(Cfr. Arcarazo y otros, 2010).
La calle del Nuevo Ensanche que en 1923 se había deno-
minado Puigcerdá, en 1940 pasó a llamarse Agustina
Simón. Va de la plaza de Aragón al paseo de la
Constitución.
Sinués y Navarro, Pilar. (Zaragoza, 1835-Madrid, 1893).
Escritora. Publicó más de cien títulos, en su mayoría
novelas; también cultivó la poesía, el ensayo, el artículo y
el relato breve. Dedicó casi toda su obra “a la mujer” y
dirigió, desde 1864 hasta 1869, El Ángel del Hogar:
Revista Semanal de Literatura, Teatro, Modas y Labores.
Dos de sus libros, La ley de Dios (1858) y A la luz de la lám-
para (1862), fueron textos oficiales en todas las escuelas.
Antes de su matrimonio ya había publicado en Zaragoza:
Luz de luna (1855), La Princesa de los Caspios (1855) y Mis
vigilias, (1855). En el libro Flores del alma (Madrid: 1859)
recogió los poemas escritos en Zaragoza y otros poste-
riores. Desde sus primeros poemas ya está presente la
nostalgia por la tierra aragonesa. Se trasladó a Madrid, a
raíz de su matrimonio por poderes con el periodista y
comediógrafo valenciano José Marco y Sanchís. Fue una
reconocida escritora y mereció grandes elogios, como el
que le dedicó en un poema don José Quintana.
El 29-5-09 su nombre pasó a sustituir al del General Lon
Langa en una calle del barrio Delicias que va de la aveni-
da de Navarra a la calle de María Callas.
Sirena de Mississippi, La. Película francesa de 1969.
Director François Truffaut. Julie Russel viaja a la isla de
La Reunión para casarse con Louis Mahé, rico propieta-
rio de una plantación de tabaco, con quien sólo ha tenido
una relación epistolar. En realidad se trata de una impos-
tora y ladrona con la que el director construye una histo-
ria de intriga y un romance.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso su
nombre para denominar a una calle del barrio de
Valdespartera, con entrada por El acorazado Potemkin y
salida por La caza.
Sofía, Reina. (Atenas, Grecia, 1938). Reina de España
desde 1975. Sofía de Grecia, Princesa de Grecia y de
Dinamarca, es la primogénita del rey Pablo I de Grecia
y de la reina Federica de Hannover. Aún no había cum-
plido dos años cuando Mussolini invadió Grecia y exigió
la rendición del rey. En 1941, la familia real abandonó
el país, y partió a un exilio que duró cinco años: Creta,
Alejandría, El Cairo, y Ciudad de El Cabo (Sudáfrica). En
1946, cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, la
familia real griega regresó a su país. Desde 1951 hasta
1955, doña Sofía se formó en Alemania, en el internado
de Salem, donde recibió una sólida formación en len-
guas. A los dieciocho años volvió a Grecia y trabajó dos
años de enfermera en un orfanato, a la vez que estudia-
ba Bellas Artes y Arqueología, materias por las que
sentía gran pasión y sobre las que publicó, junto con su
hermana Irene, los libros Miscelánea arqueológica y
Cerámica en Decelia. En 1954 conoció al príncipe Juan
Carlos de Borbón, futuro rey de España. En 1962 con-
trajeron matrimonio en Atenas. Ha sido la primera
mujer que ha recibido la Gran Cruz de la Orden de
Carlos III.
115
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-6-1984 se puso
su nombre a una plaza del barrio de San José situada en
lo que fue la finca de la viuda de Nestares. Va de la ave-
nida de San José al Monasterio de Samos. Además, en el
mismo pleno se dedicó a sus hijos el paseo de los
Infantes de España. (Expediente: 579865/83).
Soldevila Menéndez, María del Carmen. (Logroño, 1947-
Zaragoza, 1974). Trabajadora social. Prestó sus servicios
de asistente social en el Barrio Oliver, en un Proyecto de
Desarrollo Comunitario de Cáritas en la parroquia de San
Pedro Apóstol, en la circunscripción de la parte alta del
barrio, y se dedicó de una forma especial a la población
gitana. A los veintisiete años, en marzo de 1974, al inten-
tar evitar que fuera arrollado su hermano, a quien ella
llevaba al colegio, murió atropellada por un autobús
urbano que se subió a la acera de la calle Antonio de
Leyva. A su muerte los vecinos realizaron manifestacio-
nes con pancartas para solicitar que se pusiera su nom-
bre a una calle y que se cambiara la ruta de los autobu-
ses urbanos.
El pleno del Ayuntamiento del día 14-12-1982, a petición
de los vecinos del Barrio Oliver y del presidente de la
asociación Familia de Aragón, le dedicó la calle que va
de Antonio de Leyva a Lucio Anneo Séneca. También
tiene dedicados unos jardines con una fuente.
(Expediente: 32848/82).
Sor Juana Inés de la Cruz. (San Miguel de Nepathla,
Méjico, 1651-Méjico, 1695). Escritora. Era hija de Isabel
Ramírez y del capitán Pedro Manuel de Asbaje. Fue auto-
didacta y muy culta, ella misma nos cuenta que a los tres
años aprendió a leer, pasión que la acompañó toda su
vida, y siendo todavía una niña aprendió latín en apenas
veinte lecciones. A los catorce años ya era muy famosa
por su saber y por sus poesías. Era tan admirada en la
corte que la Iglesia llegó a sobresaltarse por su fama. En
vida era conocida como la “Décima Musa” y como el
“Fénix de Méjico”. Tras una corta estancia en el palacio
virreinal ingresó como monja carmelita descalza y des-
pués pasó a la Orden de las Jerónimas, en la que habían
ingresado muchas beguinas y beatas. Eligió esta forma
de vida porque amaba la libertad y el estudio, y ella
misma confesó que aborrecía menos la vida de la comu-
nidad que la vida del matrimonio. El convento de las jeró-
nimas resultó ser un lugar muy apropiado para desarro-
llar sus inquietudes intelectuales y literarias. El locutorio
era frecuentado por la elite virreinal, en él se sostenían
amenas pláticas sobre literatura, representaciones tea-
trales, conciertos de música escogida y encendidos
debates intelectuales sobre temas de actualidad. Uno de
ellos fue el que suscitó el Sermón del Mandato del padre
Vieyra que tantas consecuencias tendría para la obra de
Sor Juana. Al cumplir los cuarenta años abandonó los
estudios que tanto la apasionaban y se entregó a la ora-
ción y a la caridad. Como Santa Teresa, se defendió con
firmeza contra los que opinaban que una monja no debía
escribir sobre cosas profanas y contra los que afirmaban
que las mujeres no debían saber demasiado ni escribir
sobre temas teológicos.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso
su nombre a una calle del Actur que comienza en
Gertrudis Gómez de Avellaneda y acaba en Pilar
Cuartero.
Soteras Sánchez, Felisa. (Desaparecida). (Zaragoza,
1899-1969). Maestra. Se adhirió a la rebelión franquista,
en 1936 organizó la Sección Femenina de Falange en la
provincia de Zaragoza y durante la Guerra Civil se encar-
gó del taller de confección de prendas de abrigo para los
combatientes.
En el pleno del Ayuntamiento del día 10-8-1976, un año
antes de las elecciones democráticas, siendo alcalde
Miguel Merino Pinedo, el último del Movimiento Nacional,
el Ayuntamiento de Zaragoza le dedicó una calle nueva
que tenía acceso por Manuel Escoriaza y salida por la
Calle Mari Carmen Soldevila
avenida de Madrid, paralela a la vía férrea. (Expediente:
31605/76). En el pleno del día 29-5-2009, con motivo de
la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica, siendo
alcalde Juan Alberto Belloch, la calle Felisa Soteras pasó
a llamarse calle María Callas.
Tarragual Beltrán, Aurora. (Luesia, 1935-Zaragoza,
2007). La mejor estilista de Aragón. A los doce años bajó
a Zaragoza y comenzó su formación con Antonio Royo,
“El chato de Casablanca”, que la inició en el mundo de la
jota. Después las clases de Matías Maluenda, la convirtie-
ron en una gran estilista. En 1966 recibió el Primer
Premio Certamen Oficial y en 1980 fue Premio
Extraordinario de Jota.
Junto con su marido, Vicente Calahorra, fundó una
Escuela que es la más premiada en el Certamen Oficial
de Jota. Sus hijos, Marifé y Quique, siguen los pasos de
sus padres: continúan dando vida a la Escuela y recibien-
do premios.
Al año de su muerte, en su pueblo natal le rindieron un
excepcional homenaje, como agradecimiento a que
siempre llevó a Luesia por bandera.
El 20 de enero de 2011, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 1.369.980/07, acordó dar el
nombre de Aurora Tarragual Beltrán, en el barrio de las
Delicias, a un andador con entrada por Duquesa de
Villahermosa y salida a los jardines de Avempace.
Todo sobre mi madre. Película española, 1999.
Director, Pedro Almodóvar. Manuela, madre soltera
cuyo hijo, Esteban, muere atropellado el día que cum-
plía 17 años, decide volver a Barcelona para encon-
trar y comunicarle al padre, la travestida Lola, la
muerte del hijo cuya existencia desconoce. Manuela
se reencuentra con Agrado, una antigua amiga y
conoce a la monja Rosa, embarazada de Lola y enfer-
ma de sida. Manuela acabará prometiendo encargar-
se del hijo de Rosa.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso su
nombre para denominar a una calle del barrio de
Valdespartera, que empieza en la calle Belle Époque y
termina en Maquinista de la General.
Toronjera, La. (Desaparecida). Hacía referencia a la ven-
dedora de naranjas.
El antiguo callizo de Santa Bárbara antes se había lla-
mado de La Toronjera. “Caminando en la misma direc-
ción se encuentra o encontraban las calles de la Leche
o de Aznar o de micer Algas: en la opuesta acera la
calle del Mesón de los Navarros; la Toronjera o callizo
de Santa Bárbara venía desde la calle Mayor” (Cfr.
Ximenez de Embún, 1901, I, 71).
Torre Condesa, Torre de la Señora Infanta, Torre del
Carmen, Torre del Pilar, Torre del Rosario, Torre
Genoveva, Torre Ramona, Torre Virreina. En el valle
medio del Ebro se llaman torres a las fincas y casas de
campo ya sean de recreo o de labor. En los alrededores
de Zaragoza había abundantes casas de campo que se
parcelaron cuando se construyeron los nuevos barrios y
sus nombres se conservaron en la toponimia urbana. Los
topónimos de las torres con nombres femeninos hacían
referencia a mujeres de las familias propietarias de las
fincas.
Por ejemplo, en 1984 se inauguró el actual Parque de
Torre Ramona en las Fuentes, en los terrenos de una
antigua torre cuya casa principal todavía se conserva.
Otras se perdieron, como la Torre de la Señora Infanta,
“paraje donde se cargaba la arena” (Diario de Zaragoza,
1797: 212) y de otras se conserva el edificio, como la
Torre Genoveva de Juslibol (actual Torre Esmir). La Torre
de la Condesa era un importante establecimiento agríco-
la en la orilla del antiguo meandro de Quinto.
Torre Millares, Josefina de la. (Las Palmas de Gran
Canaria, 1907-Madrid, 2002). Escritora canaria muy vin-
culada a la Generación del 27 y a las corrientes literarias
vanguardistas de la primera mitad del siglo XX. Sus
libros más significativos son Versos y estampas, Poemas
en la isla y Marzo incompleto. Firmó muchos de sus libros
comerciales con el seudónimo de Laura de Cominges.
En el año 2009 se propuso su nombre para denominar
a una calle del barrio de Montañana.
Torres Morales, Madre Genoveva. (Almenara,
Castellón, 1870-Zaragoza, 1956). Fundadora de la
Sociedad Angélica. Huérfana, a los ocho años se convir-
tió en “ama de casa” para cuidar a su hermano; a los
trece años le amputaron una pierna y recibió asilo y
educación en la Casa de la Misericordia de Valencia. A
los veinticuatro años, con dos compañeras, fundó la
Sociedad Angélica para dar amparo a mujeres solas
que habían sido abandonadas y para la adoración noc-
turna de la Eucaristía. Desde la casa madre de
Zaragoza su obra se extendió rápidamente con el nom-
bre de Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de
los Santos Ángeles, conocidas como “las Angélicas”. El
pueblo comenzó a invocarla con el título de “Ángel de la
soledad” y fue beatificada en 1995.
La larga y zigzagueante calle Arzobispo Doménech, así lla-
mada desde 1955, conservaba el trazado del antiguo cami-
no del Sábado que conducía a una partida de las Abdulas
que sólo tenía derecho a riego los sábados. En el pleno del
Ayuntamiento del día 17-10-1985 la calle Arzobispo
Doménech se partió en cuatro calles, y así están registra-
das en el callejero desde 1989. El primer tramo conservó el
nombre de Arzobispo Doménech, el segundo se llamó
Madre Genoveva Torres, el tercero recuperó el nombre de
camino del Sábado, y el último se denominó Arzobispo
Morcillo. La calle Madre Genoveva Torres comienza en la
avenida Goya y termina en Juan Pablo Bonet.
Tovar y Andrade, Avelina. (Pontevedra, 1878 – Huesca,
1973). Maestra, catredrática y directora de la Escuela
Normal de Huesca. Casada con Miguel Sánchez de
Castro, periodista, maestro y profesor de la Normal,
ambos estuvieron ligados a la Institución Libre de
Enseñanza. Acabó los estudios de Magisterio en 1901, y
opositó a párvulos. Hasta 1906 ejerció de maestra en
Galicia. En 1909, ingresó en el cuerpo de Profesoras
Numerarias de Escuelas Normales en Castellón. En 1912
obtuvo una comisión de servicios para realizar el trasla-
do de edificio de la Escuela Normal Femenina de Huesca.
En 1915 estuvo en Segovia, de 1916 a 1929 de nuevo en
Huesca, de 1929 a 1936 en Zaragoza y, finalmente, otra
vez en Huesca hasta 1949, cuando se jubiló de catedráti-
ca de Geografía e Historia. Además, como diplomada en
sordomudos y ciegos, trabajó con el Colegio Nacional de
Sordomudos y Ciegos de Madrid. Por su labor y por su
dedicación al magisterio aragonés fue condecorada con
el Lazo de la Cruz Roja y con la Encomienda de la Orden
de Alfonso X el Sabio.
118
Tiene dedicada una calle en el barrio de Santa Isabel que
va de Guillermo Fatás a Marincho. La registra el callejero
desde 2006.
Trece Rosas, Las. Con este nombre colectivo se designó
a un grupo de trece jóvenes, entre los 18 y 29 años, la
mayoría de ellas afiliadas a las Juventudes Socialistas
Unificadas(JSU), que, el 5 de agosto de 1939, fueron fusi-
ladas en Madrid por el régimen franquista, acusadas de
adhesión a la rebelión.
Estas jóvenes fueron víctimas de la acción de los infiltra-
dos en las JSU, que hicieron caer a la organización a los
pocos meses del triunfo militar de los sublevados.
En un monumento del Parque Grande-José Antonio
Labordeta, constan los nombres de estas trece mujeres
en sendas placas de acero galvanizado.
Barrero Aguado, Carmen. (1919-1939). Modista. Militante
del PCE. Fue detenida el 15 de mayo de 1939.
Barroso García, Martina. (1919-1939). Modista. Militante
de las JSU de Chamartín. Se conservan algunas de sus
cartas desde la cárcel.
Brisac Vázquez, Blanca. (1910-1939). Pianista. No milita-
ba en ningún partido. Católica, votante de derechas y
madre de un hijo. Se conserva la carta dirigida a su hijo
en la madrugada del 5 de agosto de 1939.
Bueno Ibáñez, Pilar. (1912-1939). Modista. Militante del
PCE. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Conesa Conesa, Julia. (1920-1939). Modista. Afiliada a las
JSU. Cuando la iban fusilar dijo: "Que mi nombre no se
borre de la historia".
García Casillas, Adelina. (1920-1939). Militante de las
JSU. Ingresó en prisión el 18 de mayo de 1939.
Gil Olaya, Elena. (1919-1939). Militante de las JSU.
González García, Virtudes. (1921-1939). Militante de las
JSU. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
López Gallego, Ana. (1918-1939). Secretaria. Militante de
las JSU. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
López Laffite, Joaquina. (1920-1939). Secretaria. Afiliada
a las JSU. Fue detenida el 18 de abril de 1939.
Manzanero Salas, Dionisia. (1919-1939). Modista.
Militante del PCE. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Muñoz García, Victoria. (1921-1939). Militante de las JSU.
Fue encarcelada el 6 de junio de 1939.
Rodríguez de la Fuente, Luisa. (1921-1939). Sastra.
Militante de las JSU. Fue la primera de las trece encar-
celada en Las Ventas.
Estas mujeres, olvidadas y silenciadas durante muchos
años, recientemente han sido recordadas en numerosos
homenajes y publicaciones. Su atropello sangriento ha
sido recogido por la historia contemporánea, la literatu-
ra, el cine, la música y el arte.
El 21 de octubre de 2016, el Gobierno de Zaragoza acor-
dó dar el nombre de Glorieta de Las trece rosas a una
plaza del Parque Grande-José Antonio Labordeta, con
entrada y salida a la calle Isabel Zapata Martín.
A propuesta de las autoras del presente callejero, la
artista zaragozana Pilar Catalán hizo constar en el
monumento conmemorativo los nombres de las trece
jóvenes para que no siguieran en el anonimato bajo el
rótulo colectivo de Las trece rosas.
Tristán, Flora. (París, 1803-Burdeos, 1844). Feminista y
socialista revolucionaria. Fue una de las fundadoras del
feminismo moderno y abuela de Paul Gauguin. Era hija
natural de Anne Laisney y Marino Tristán-Moscoso, un
coronel peruano que nunca la reconoció legalmente
como hija. Se casó con André Chazal de quien se separó
a causa de los malos tratos e intento de asesinato: su
marido le disparó en la calle y la dejó malherida. En el
libro Peregrinaciones de una paria relata su viaje al Perú
para reclamar una sustanciosa herencia familiar de la
que se había apropiado su tío Pío Tristán, quien, al final,
sólo se avino a pasarle una miserable paga mensual.
Murió asesinada por un balazo de su ex marido, cuya
separación había conseguido después de que el
Congreso Francés aprobará la ley de divorcio que ella
había defendido. Era una escritora francesa de origen
español y de ascendencia criolla que luchó contra la
pena de muerte, se entregó a la causa de los trabajado-
res y concibió un internacionalismo proletario, antes de
119
que lo formulara Marx. En 1840 publicó Unión obrera en
donde reclama la necesidad de los trabajadores de
organizarse. Suya es la famosa frase: “Proletarios de
todos los países uníos”. Considerada como una teórica
del socialismo y del feminismo del siglo XIX, no dejó una
teoría sistemática, pero sí un sentido práctico. Carlos
Marx la reconoció como una “precursora de altos idea-
les nobles”.
En el pleno del Ayuntamiento del día 8-6-1983 se puso su
nombre a una de las calles del Actur que va de Pablo
Neruda a Nicolás Guillén.
Urreas, Las. Una forma popular para hacer referencia a
las mujeres de la familia Jiménez de Urrea, Condes de
Aranda. Era una denominación popular con connotacio-
nes despectivas, y así se recoge en el dicho popular
“malas Urreas pasen por tu casa”, documentado en el
siglo XIV, en la Crónica de San Juan de la Peña. (Cfr.
Nagore, 2003). El Condado de Aranda le fue concedido a
don Lope Ximénez de Urrea, casado con doña Catalina
de Híjar, en 1508. La familia de los Urrea, emparentada
con el trono, fue una de las más ilustres de Aragón y una
de las de mayor protagonismo social y político. En la
Guía de Zaragoza de 1860 están documentados el barrio
y la calle de Las Urreas: “Barrio de las Urreas. Da prin-
cipio desde el palacio del Excmo. Señor Conde de
Aranda y esquina de la calle de Santa Catalina, bajando
por la derecha hasta la plaza de San Miguel y vuelve a la
plaza de la Cruz y esquina de la calle de Santa Catalina,
frente a la puerta del convento; comprendiendo este
recinto las calles de la Imprenta, del Agua, de Rufas y de
las Urreas (cfr: 258)”. La actual calle Conde Aranda no
tiene relación con la antigua calle de Las Urreas, se
debe al ministro de Carlos III, don Pedro Pablo Alcántara
Abarca de Bolea Ximénez de Urrea, que había heredado
el título por línea materna.
En 1863 se cambió el nombre de Las Urreas, con conno-
taciones populares, por Urrea, apellido de una de las
familias más prestigiosas de la ciudad. “Indudablemente
tomaría origen de los Urrea tan conocidos en nuestra
historia, y debe decirse de los Urrea” (Yagüe: 96). La calle
Urrea va del Coso a la calle de San Miguel.
Velillanas, La. (Desaparecida) Actual Velillanas. Un topó-
nimo procedente de un antropónimo femenino. El sufijo
plural –ANAS, aplicado al singular, de uso coloquial y
castizo, puede hacer referencia al gentilicio “velillana”,
natural de Velilla de Cinca (Huesca) o a una conducta sin-
gular, propia de una mujer procedente de Velilla. A su
vez, como antropónimo puede proceder de un apellido o
de un apodo. Cfr. “La Madriles”, “La Perillanas” o “La
Pelillanas” (aragonesismo), creados a partir de “perillán”
o “pelillán” (aragonesismo): persona, pícara, astuta y, a
veces, mentirosa.
Es una calle del barrio de Juslibol que va de la calle
Zaragoza a la calle Bar. En la lista de calles del callejero
de Juslibol encontramos La Velillanas, pero en el calleje-
ro digitalizado de 2009 del Ayuntamiento de Zaragoza se
convirtió en Velillanas. Al perder el artículo (La) perdió el
sentido original y se convirtió en el gentilicio de Velilla de
Cinca (Huesca).
Venus. Es un planeta del sistema solar que recibe su
nombre de la diosa romana del amor, que en griego se
llamaba Afrodita. Esta diosa estaba relacionada con la
belleza y la fertilidad y su papel era muy importante en
muchas fiestas y mitos religiosos.
Venus-Afrodita y la Tierra, diosa Gea, son los dos únicos
planetas del sistema solar con nombre femenino.
El 11 de marzo de 2010, el Gobierno de Zaragoza, según
consta en el expediente 746.677/09, acordó dar el nom-
bre de Venus, en el barrio de Valdefierro, a una calle
con entrada por Aries y salida por Centauro.
Calle La Verónica
Verónica. La mujer que durante el Vía Crucis tendió un
velo a Cristo para que se enjugara el sudor y la sangre.
En la tela, conocida como el paño de la Verónica se
quedó marcado el rostro de Jesús.
En Zaragoza tenía dedicadas dos calles y una plaza,
documentadas desde el siglo XV. En 1863 la calle de las
Chinas pasó a ser Verónica, que comienza en la plaza
de la Verónica y acaba en Don Jaime. Ximénez de
Embún dice: “Ignoro a decir verdad el porqué del nom-
bre de la Verónica, antes llamada de Barrionuevo. En el
cabreo de 1587 se dice callizo que fue de Antonia de
Espada, que ahora es la casa de la Verónica. En otras
memorias se nombra el hospital de la Verónica” (1901, I:
61). La plaza de la Verónica antes plaza de la Alcaicería
de los judíos estaba en el centro de la judería. Según una
leyenda urbana, allí vivía una agorera judía, respetada
por los cristianos, que enseñaba un lienzo milagroso con
la santa faz, como el de la Verónica. Cuando las autorida-
des descubrieron su superchería y sus embustes la azo-
taron y la expulsaron de la ciudad. En 1496 se abrió un
trenque que comunicaba con el Coso, y el nuevo tramo
resultante de la apertura se llamó Subida de la Verónica
que en 1863 pasó a ser San Pedro Nolasco. Actualmente
va de la Plaza Sinués a la Calle de Pedro Soler.
Victoria, De la. (La calle desaparecida, se conserva la
plaza). Debía su nombre al convento de los Frailes
Mínimos de Nuestra Señora de la Victoria fundado en
1576 por el provincial de la orden Fray Gabriel Español.
Estaba ubicado en la actual calle Ramón y Cajal, esquina
con Pignatelli, en la zona del Campo del Hospital y
Campo del Toro que alternaba lo urbano y lo rural. En el
año 2008 se acabó su restauración y se dedicó al Museo
del Fuego y de los Bomberos.
Los Frailes Mínimos eran llamados también Ermitaños
de San Francisco de Asís o de San Francisco de Paula, en
honor a su fundador. Sólo recibieron el nombre de
Frailes de la Victoria en España, por la leyenda que atri-
buye la victoria de los Reyes Católicos en el sitio de
Málaga a una aparición de la Virgen a San Francisco de
Paula.
La calle y la plaza de la Victoria, documentadas por
Carmen Ansón en el siglo XVII, formaban una única vía
que, yendo desde la calle Castellana, cruzaba casi de
norte a sur la parroquia de San Pablo hasta las tapias del
Convento de la Encarnación en la Puerta de Baltax.
Anteriormente, el tramo de esta calle que iba de la Plaza
de la Victoria al Carmen se llamó callizo de los Ciegos. En
1863 se convirtió en la calle del Hospital y después en
uno de los tramos de la calle Ramón y Cajal.
La plaza de la Victoria, en un ensanche de la calle Ramón
y Cajal, recuerda el antiguo convento.
Por otra parte, este nombre volvió a aparecer en el
Barrio Oliver con otro significado. En el Callejero
de 1944 constaba que la calle de Víctor Hugo, una
de las primeras del barrio, se cambió por calle de
la Victoria para conmemorar la victoria de la
Causa nacional. El año 2009 se convirtió en la calle
Ángela Bravo.
Victoria, Reina Madre Doña. (Desaparecida).
Reina de España. Victoria Eugenia de Battenberg
(Castillo de Balmoral, Escocia, 1887-Lausana,
Suiza, 1969). Desde 1906 hasta 1931 fue Reina de
España. Esta princesa británica era nieta de la
reina Victoria de Inglaterra. En 1906 se casó con
Alfonso XIII, cuya madre, la Reina María Cristina,
se opuso a esta unión porque doña Victoria sólo
tenía el título de Alteza Serenísima, de rango infe-
rior al del rey de España y por los antecedentes de
hemofilia en la familia de la reina Victoria de
Inglaterra. Desde 1931 hasta 1941 fue reina en el
exilio. Al final de la Segunda Guerra Mundial se
trasladó a Lausana. Desde la muerte de su marido
ostentó el título de Reina Madre. Sus restos des-
cansan en el Panteón Real de El Escorial. Era la
abuela paterna de Juan Carlos I y bisabuela de
Felipe VI.
En 1929 en una versión no oficializada de un calle-
jero del último Ayuntamiento de la Dictadura, por
lo tanto monárquico, figuraba la avenida de la
Reina Victoria en el ensanche de Miraflores, pero
no se llegó a nombrar en el callejero republicano.
(Cfr. Butera: 119).
Villahermosa, Duquesa de. (Fuentes de Ebro,
Zaragoza, 1753-Zaragoza, 1816). Aristócrata ara-
gonesa y heroína de los Sitios. María Manuela de
Pignatelli de Aragón y Gonzaga era hija de Joaquín,
conde de Fuentes, y de Luisa Gonzaga. A los dieci-
séis años se casó con Juan de Aragón Azlor, duque
de Villahermosa, con quien vivió en París y Madrid.
En 1808, tras los acontecimientos del 2 de mayo de
Madrid, la duquesa, ya viuda, regresó a Zaragoza
con sus dos hijos, se puso a las órdenes de
Palafox, participó en acciones arriesgadas y con-
tribuyó generosamente a los gastos de la ciudad.
Está enterrada en la capilla de las santas Justina y
Rufina de la Seo. Su vida fue recreada literaria-
mente por la duquesa Carmen Aragón de Azlor en
Apuntes autobiográficos de la Duquesa Doña María
Manuela de Pignatelli (1890), por el padre Coloma en
Retratos de antaño (1895) y por Vicente Ortí en Doña María
Manuela Pignatelli de Aragón y Gonzaga, Duquesa de
Villahermosa (1896).
El callizo del Duque, pertenecía a los duques de
Villahermosa, iba de la calle Hilarza a Predicadores
donde estaba su palacio, en el que se ubicó la residencia
oficial del Santo Oficio desde 1759 (Ximénez de Embún II:
143). Es el actual callejón de Sacramento que va de la
calle San Blas a la de Predicadores.
La calle Duquesa de Villahermosa figura en el callejero
desde 1944. Va de la plaza Roma a la Vía Hispanidad.
Violetera, La. (Desaparecida). Película española de 1958.
A partir del cuplé de José Padilla (1914), Luis Cesar
Amadori creó una complicada trama de amor entre la
florista Soledad, protagonizada por Sara Montiel, y el
aristócrata Fernando.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 746.677/09, se propuso su
nombre para denominar a una plaza del barrio de
Valdespartera, con entrada por Belle Époque y salida por
Séptimo Arte. En 2011 desapareció por la remodelación
urbanística de esta zona.
Virgen. “La calle de la Virgen se nombra así por el arco de
Nuestra Señora del Pilar que allí existió”. (Ximénez de
Embún, I, 18). Va de la calle Manifestación a la calle Danzas.
Virgen de. Usado como nombre genérico para introducir
122
advocaciones a la Virgen en los barrios rurales. Encon-
tramos: Virgen de la Asunción (Torrecilla de Valmadrid),
Virgen de la Blanca (Cartuja Baja), Virgen de la Rosa
(Casetas), Virgen de Movera, Virgen del Buen Acuerdo
(Cogullada).
Virgen, La. En Villamayor y en Montañana tienen dedica-
das sendas calles a La Virgen.
Vírgenes. El beaterio de Nuestra Señora del Socorro era
conocido como Real Colegio de las Vírgenes. Según
Ricardo del Arco: “En cuanto a la enseñanza de la mujer
fue curioso el colegio de las Vírgenes, en Zaragoza, de
solteras hidalgas y viudas de buena fama que vivían allí
sin voto alguno; fundado mediante bula de Clemente VII,
el 13 de noviembre de 1531, por don Juan de Villasimpliz,
secretario de S.M. y comendador del Real Patrimonio de
Aragón” (403). “Don Juan era un viudo con tres hijas, que
se hizo sacerdote y estableció su colegio para jóvenes
solteras y viudas de familias principales.” (Canellas,
1977: 85). Las profesas de este colegio estaban excluidas
del proceso de Manifestación. En 1838, siendo rectora
doña Joaquina Ipás, como consecuencia de la desamor-
tización, se suprimió por falta de número y en 1842 se
sacó a subasta. Según Faustino Casamayor estaba situa-
do en la calle Botigas Hondas en el ángulo con la calle del
mismo nombre (Sobrón, 1995: 150), es decir, ocupaba un
gran espacio en la esquina de la actual calle Vírgenes
con la de Contamina. Desde su fundación dio nombre a la
calle en la que se había ubicado y así figura en todos los
callejeros. Según Tomeo, a finales del siglo XIX, en el
espacio del convento se había construido el teatro llama-
do de Variedades.
La primitiva calle Vírgenes iba desde Torrenueva a
Contamina. En 1863 se fragmentó en dos tramos: uno se
convirtió en la calle del Pino y el otro conservó el nom-
bre. La actual calle Vírgenes debe su nombre al antiguo
beaterio. Va de Casto Méndez Núñez a Jussepe Martínez.
Viridiana. Película española de 1961. Director Luis
Buñuel. Viridiana, a punto de tomar los hábitos, visita a
su tío Don Jaime que, impresionado por el parecido de
ella con su difunta esposa, está a punto de violarla mien-
tras duerme. Luego intenta retenerla haciéndole cree
que ya no puede volver al convento. Don Jaime se suicida
y Viridiana decide quedarse dedicada a practicar la cari-
dad cristiana.
En el pleno del Ayuntamiento del 30 de junio de 2004,
según consta en el expediente 313.039/02, se propuso el
nombre de Viridiana para una calle con entrada por El
acorazado Potemkim y salida por La Atalanta.
Virto, María. (Zaragoza, 1900-1954). Jotera. María
Pérez Cambrero, nacida en el barrio de San Pablo, no se
reveló como gran cantadora de jotas hasta 1945. Para
el nombre artístico eligió el segundo apellido de su
madre, por la oposición de su padre a que utilizara los
apellidos paternos.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-7-1955 se puso
su nombre a una calle del barrio de la Jota que comienza
en Felisa Galé.
Wollstonecraft, Mary. (Desaparecida). (Londres, Reino
Unido, 1759-1797). Feminista, escritora y filósofa. Esta
pionera del feminismo escribió artículos y libros en los
que reflexionaba sobre la deficiente educación de las
mujeres y defendía los derechos de la mujer. En 1792
publicó uno de los textos más famosos de la historia del
feminismo, Vindicación de los derechos de la mujer, en el
que argumenta que las mujeres no son por naturaleza
inferiores al hombre, aunque pueda parecerlo porque no
han tenido acceso a una educación apropiada. Sugiere que
hombres y mujeres sean tratados como seres racionales
e imagina un orden social basado en la razón. Denunció el
confinamiento de la mujer en el ámbito doméstico, defen-
dió la necesidad de rescatar a las mujeres que sufrían
abusos de sus maridos y provocó una revolución en las
costumbres femeninas. Contraria al matrimonio, tuvo una
hija, Fanny, con un escritor estadounidense y más tarde
otra, Mary, con el filósofo y escritor Godwin, con quien
poco antes, en 1797, se había casado en secreto. En su
novela María critica los problemas matrimoniales con que
tenían que enfrentarse las mujeres. Su hija Mary Shelley
autora de Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), llegó
a ser una célebre escritora de novela gótica inglesa.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso su
nombre a una calle del Actur que iba de Pablo Ruiz Picasso
a Pilar Cuartero. Según el callejero de 2010, la calle des-
apareció al integrarse en la de Pablo Ruiz Picasso.
Woolf, Virginia. (Londres, 1882-Lewes, Reino Unido,
1941). Escritora. Tenía una esmerada educación, una
sólida formación estética y fuertes convicciones feminis-
tas. Ejerció gran influencia en los ambientes literarios de
123
su época. Su obra, bien representada en novelas como
Orlando y Las olas, constituye una permanente búsqueda
de nuevas técnicas narrativas con las que se renovó la
novela contemporánea. Dedicó parte de sus ensayos crí-
ticos al análisis de las obras literarias de otras mujeres.
Una habitación propia se convirtió en un referente incues-
tionable para el pensamiento feminista posterior.
En el pleno del Ayuntamiento del día 12-7-1984 se puso
su nombre a una calle del Actur que comienza en Paula
Montal y termina en Ebro Viejo.
Xirgú, Margarita. (Molins de Rey, Barcelona, 1888-
Montevideo, Uruguay, 1969). Actriz de teatro. Trabajó en
el Teatro Romea de Barcelona y en el Teatro Español de
Madrid, donde interpretó obras renovadoras de Valle-
Inclán, George Bernard Shaw y D’Annunzio. Fue estrecha
colaboradora de Lorca y durante la Guerra Civil realizó
una gira por Latinoamérica con sus obras, en las que
representaba el papel principal. Fueron famosas sus
interpretaciones de Mariana Pineda, con decorados de
Salvador Dalí (1927), La zapatera prodigiosa (1930),
Yerma (1934), Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las
flores (1935) y Bodas de sangre (1935). Desde 1939 vivió
en el exilio en Chile, Uruguay y Argentina. En 1945 estre-
nó en Buenos Aires el último drama de Lorca, La casa de
Bernarda Alba. En Montevideo representó obras de auto-
res españoles y, en 1949, fue nombrada directora de la
Escuela Dramática Municipal. Con ella se formaron acto-
res como Amalia de la Torre, Cándida Losada, Enrique
Diosdado y Alberto Closas.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-6-1984, a pro-
puesta de la Presidenta de la Comisión de Cultura, se
puso su nombre a una calle del Actur que comienza en la
de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Yolanda de Bar. (Ducado de Bar, Lorena, 1365-Barcelona,
1431). Reina de Aragón. Yolanda o Violante era hija de
Roberto, duque de Bar, y de María de Francia, hija del Rey
de Francia. En 1380 se casó con Juan I el Cazador, contra
la voluntad de los Reyes de Aragón, Pedro IV y Sibila de
Fortià, quienes, por razones políticas, preferían a una prin-
cesa siciliana. Tuvo siete hijos, pero sólo sobrevivió una
niña, Violante. Fue una reina culta, liberal e inteligente, que
actuó de mecenas con músicos, juglares y trovadores. Sus
cartas, escritas en francés, catalán y aragonés, son un rico
testimonio histórico y literario de su época. Su corte fue
una de las más brillantes y favoreció el desarrollo de la cul-
tura pre-humanística, pero los excesivos gastos culturales
provocaron la protesta de las cortes en 1383 y en 1388. A
partir de la muerte de su marido, en 1396, ejerció un papel
muy activo en la política y reclamó sus derechos al trono,
alegando estar embarazada. Se enfrentó a su cuñada
María de Luna, la Lugarteniente de Aragón, que defendía
los derechos de su marido Martín, hermano de Juan I. Más
tarde, apoyada por la nobleza catalana, presentó a su nieto
Luis de Calabria como candidato al trono en el Compromiso
de Caspe. Fue enterrada en la catedral de Barcelona y en
1460 trasladada al Monasterio de Poblet.
En el pleno del Ayuntamiento del día 19-1-1949 se
puso su nombre a la calle que va de Miguel Servet a
Francisco de Quevedo. Es perpendicular a la que está
dedicada a María de Aragón.
Zambrano Alarcón, María. (Vélez-Málaga, 1904-Madrid,
1991). Filósofa y escritora. Fue discípula de Ortega y
Gasset, estuvo vinculada al ambiente liberal de la
Residencia de Estudiantes y fue profesora auxiliar de la
Universidad Central de Madrid, puesto que abandonó
cuando comenzó la Guerra Civil. Poco antes de acabar la
guerra se exilió y enseñó en varias universidades
extranjeras. Colaboró con las publicaciones españolas e
hispanoamericanas más prestigiosas de su época.
Destacan sus obras Filosofía y poesía, El hombre y lo divi-
no, Delirio y destino y Claros del bosque. Por la extensión
y por la profundidad de su obra, representa un modelo
para las mujeres de lengua española que cultivan la filo-
sofía y la literatura. Fue una de las grandes personalida-
des intelectuales de la España contemporánea. En 1981
le fue concedido el premio Príncipe de Asturias a la
comunicación social y en 1988 el premio Cervantes.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-12-82 se puso
su nombre a una de las grandes avenidas del barrio del
Actur que va de la avenida de Ranillas a la calle del
Poeta Luciano Gracia.
Zamora Sarrate, Joaquina. (Zaragoza, 1898-1999).
Profesora y pintora. Durante la Guerra Civil trabajó como
enfermera de campaña. Estudió dibujo y pintura con
Enrique Gregorio Rocasolano y se especializó en paisa-
jes, bodegones y retratos. En 1924 obtuvo una beca de
pintura de la Diputación Provincial de Zaragoza para
estudiar en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y
Grabado de San Fernando en Madrid. En 1919 participó
en una exposición colectiva y en 1933 realizó su primera
individual. Fue profesora de dibujo en: el Instituto de
Enseñanza Media de Zaragoza (1930), en la Escuela
Superior de San Fernando (1931), en el colegio “Jesús y
María” (1934-36), en Calatayud (1938) y en Tarazona
desde 1950. En 1943 recibió el Primer Premio del
Ayuntamiento de Zaragoza en la exposición-concurso
“Rincones y jardines” y en 1944 el Primer Premio de la
Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de
Zaragoza. En 1963 fue nombrada consejera del Centro de
Estudios Turiasonenses.
Tiene dedicada una calle del Actur que va de Sor Juana
Inés de la Cruz a Pablo Ruiz Picasso. Aparece registra-
da en el callejero desde 2006.
Zapata Martín, Isabel. (Zaragoza, 1904-1982). Jotera.
Pertenecía a una conocida y popular familia de baila-
dores de jota, oriundos de Andorra (Teruel), pero
nacidos todos en Zaragoza. Los hermanos Zapata,
Ignacio, Isabel, Amalia, Santiago, Conchita y Angelita,
fueron ganadores de importantes premios. Isabel
obtuvo el primer premio en 1928 y 1934, el segundo
en 1935 y el tercero en 1932. Después de la Guerra
Civil fue profesora de canto en la Escuela Municipal
de Jota de Zaragoza durante casi cuarenta años.
Dirigió el grupo folklórico “Raza Aragonesa” y fundó
los “Coros y danzas” de la Sección Femenina en
Zaragoza con los que rescató bailes tradicionales que
estaban a punto de perderse.
En el pleno del Ayuntamiento del día 15-7-1982 se
puso su nombre a una calle en el Parque Grande,
detrás del Jardín Botánico, con una escultura (bajorre-
lieve) de Francisco Rallo Lahoz. (Expediente:
27224/82). En 1987, por iniciativa de la Asociación de
los Amigos del Arte, le dedicaron otro monumento,
obra de Isabel Queralt y Pilar Pérez Subías, en la plaza
Donante de Órganos.
Zaporta y Albión, Jerónima. (Zaragoza, 1567-1650).
Noble. Fundadora de la Cartuja Baja. Era hija de Luis de
Zaporta, señor de Valimaña, y de Mariana Albión, y nieta
del célebre banquero, Gabriel Zaporta. En 1591 se casó
con Alfonso de Funes y Villalpando, hijo del señor de
Quinto. No tuvieron hijos y animados por Diego de Funes,
cartujo del Aula Dei, se dedicaron a las obras de caridad
y a las donaciones para iglesias y conventos. En 1630,
murió su marido y la dejó usufructuaria de todos sus
bienes con la obligación de fundar una cartuja bajo la
advocación de la Inmaculada Concepción. Tras muchos
pleitos y desavenencias con los cartujos, Jerónima fundó
la Cartuja con los bienes de su marido y con todos los
suyos, cuatro veces superiores a los de él. Las obras se
retrasaron tanto que no llegó a verla construida y los
cartujos no se pudieron instalar hasta 1679.
En el pleno del Ayuntamiento del día 14-12-1985 se
puso su nombre a una de las calles del nuevo ensan-
che de la Cartuja Baja. Comienza en Escuelas, acaba
en Autonomía de Aragón y es perpendicular a Leonor
de Aragón. También lleva su nombre la asociación de
vecinos del barrio.
Calle Isabel Zapata
Zaragoza la Vieja. (Reubicada). Advocación de Nuestra
Señora de Zaragoza la Vieja que se venera en una
ermita de El Burgo de Ebro. Se cree que el nombre de
esta virgen se debía a una leyenda según la cual en
ese lugar había estado la antigua Salduba. Los devo-
tos de la cofradía de Zaragoza la Vieja le rinden culto
en la capilla del Santo Cristo de la Iglesia de San
Miguel. El padre Faci, en su libro Aragón reino de Cristo
y dote de María Santísima (1739), cuenta la aparición
de Nuestra Señora de Zaragoza la Vieja a un pastor en
el lugar donde se erigió la ermita.

Según Sobrón (168): "Iba de la calle de Puerta

Quemada a la plaza de la Magdalena". La actual calle
Zaragoza la Vieja figura en el callejero desde 1944.
Comienza en el Camino de Puente Virrey y termina en
la calle Vulcano.

Zayas de Sotomayor, María. (Madrid, 1590-1661?).

Escritora. Prolífica novelista del siglo de oro y una tem-
prana feminista, conocida como la “Sibila de Madrid”.
Era hija de María de Barasa y de Fernando de Zayas, un
noble español al servicio del conde de Lemos, virrey de
Nápoles. Vivió en Zaragoza, donde publicó la primera
parte de sus Novelas amorosas y ejemplares o
Decamerón español (1637), Novelas y saraos (Barcelona,
1647) en las que destacan los aciertos expresivos, las
agudas dotes de observación de la autora y una gran
desenvoltura de los personajes femeninos en los temas
sexual y amatorio. Este aspecto resultó decisivo
para censurar sus obras y para que la Inquisición
prohibiera reeditarlas en el siglo XVIII. Se opuso
vivamente a las injusticias que sufrían las muje-
res, expresó con vigor su condición femenina,
defendió las capacidades intelectuales de las
mujeres y la necesidad de la igualdad femenina.
También escribió poemas y algunas piezas teatra-
les como La traición en la amistad (comedia). Fue
una escritora desconocida y ocultada por la crítica
masculina hasta que doña Emilia de Pardo Bazán
reivindicó su obra y su feminismo.

En el pleno del Ayuntamiento del día 14-12-1982 se

puso su nombre a una calle del Actur que va de
Margarita Nelken a Eduardo Jiimeno Correas. Dos
años más tarde, el 17-7-1984, se puso la calle de doña
Emilia Pardo Bazán cerca de la de María de Zayas.

126
La tarde o Mujer dormida (1920), obra de José Bueno situada en la plaza de Basilio Paraíso.
ANSÓN CALVO, María Carmen (1977): Callejero de la parroquia de San Pablo de Zaragoza, en el siglo XVII. Incluye el censo
de 1723. Zaragoza: Ayuntamiento de Zaragoza, Col. Cuadernos de Zaragoza, 19.

ANSÓN NAVARRO, Arturo (1995). Goya y Aragón. Familia, amistades y encargos artísticos. Zaragoza: CAI, Colección
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ATIENZA LÓPEZ, Ángela (2007): “De beaterios a conventos: nuevas perspectivas sobre el mundo de las beatas en
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AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA, (1863): Descripción de las calles, plazas, plazuelas, puertas y paseos de la ciudad de
Zaragoza, con expresión de sus actuales límites y de sus denominaciones antigua y moderna. Publícase a expensas
del Ayuntamiento Constitucional, previa autorización del gobernador de la provincia; y su producto líquido en venta
está destinado al sostenimiento de la Casa Amparo, creada por la misma municipalidad (Habitualmente citado
como Callejero de 1863). Zaragoza: Imprenta y litografía de Agustín Peiró. Edición facsímile, 1985. Zaragoza:
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136
Fuentes manuscritas y orales.
Agradecimientos.

Academia de Baile María de Ávila

Alcaldía de Juslibol
Alcaldía de Montañana
Alcaldía de Santa Isabel
Almenar Bases, Pilar
Artigas, Ana
Asociación “María Guerrero” de la Bozada
Asociación de mujeres Río Gállego
Berges Romeo, Gloria
Colás, Carmen
Contel Barea, Concepción
Familia de Aurora Tarragual
Familia de María Teresa Giral
Familia de Pilar Delmas
Familia y alumnas de Agustina Rodríguez
Familia y alumnas de Manolita Marco
Familia y alumnas de Pilar Figueras
Fernández Llamas, Pilar
Figueras, Miguel
Gea García, Pilar
Júlvez Molins, Carmina
Lapuente Mercadal, Pilar
Larumbe Gorraitz, María Ángeles
Lázaro Cobos, José Luis
Maldonado Moya, María Pilar
Mateo Gregorio, Pilar Laura
Parra Gerona, Emilio y Pilar
Pérez Galán, Cristina
Personal del Ayuntamiento de Zaragoza: Áreas de Cultura y Urbanismo, Archivo Municipal y Cementerio de Torrero.
Ruiz Rodriguez, Alfredo
Ruiz Rodríguez, Alfredo
Sangüesa Garcés, José Luis
Sepúlveda Sauras, Isabel
Solanilla Buil, Maite
Torres Martínez, Inocencia
Vecinas y vecinos de Barrio Oliver, Casetas, Garrapinillos y Las Fuentes.

137
Pareja de mujeres en el brocal de la “Fuente de las Aguadoras”, obra realizada por la escultora
Luisa Granero en 1980, está situada simbólicamente a la entrada del barrio de las Fuentes.
Lista de calles por la fecha de entrada en los callejeros
Hasta mediados del siglo XIX
Siglos XV – 1860. La ausencia
1. Altabás (desaparecida)
2. Beatas (desaparecida antes de 1863)
3. Botorrita, Señora de (desaparecida en el siglo XVIII)
4. Bruja, Callejón de la (desaparecida antes de 1863)
5. Burdel Viejo (desaparecida antes de 1863)
6. Cabrera, La (desaparecida antes de 1863)
7. Carmen, Del (desaparecida en 1863. Reubicada en 1928)
8. Castro, Leonor de (desaparecida antes de 1863)
9. Cogullada
10. Concepción (desaparecida en 1863. Reubicada en 1930)
11. Cruz del Pilar (desaparecida)
12. Dama (desaparecida en 1863)
13. Descalzas, Las (desaparecida antes del siglo XVIII)
14. Doncellas
15. Enseñanza (desaparecida en 1863)
16. Espada, Antonia de (desaparecida antes de 1587)
17. Fecetas, Las (desaparecida en 1863)
18. Galera, La (desaparecida antes de 1814)
19. Gil, Teresa (desaparecida antes de 1863)
20. Infantas (desaparecida en 1863)
21. Isabel II (la calle existió entre 1858 y 1860)
22. Magdalena, Arco de la (desaparecida en 1901)
23. Magdalena, La (se conserva la plaza)
24. Marigaita, La (desaparecida en 1863)
25. Mari-Gil (desaparecida antes de 1814)
26. Misericordia (desaparecida en 1923)
27. Monjas (desaparecida en 1863)
28. Monserrate (desaparecida después de 1932)
29. Nueva del Portillo (desaparecida en 1863)
30. Órgano (de la Magdalena) (desaparecida entre 1923 y 1930)
31. Pastora La (desparecida antes de 1723)
32. Peco, Horno de (desaparecida antes de 1863)
33. Pilar (plaza y calle. La calle desaparecida en 1954)
34. Pontarrón de Santa Engracia
35. Portillo, (la plaza y calle. La calle desaparecida)
140
36. Purroy, Baronesa de (desaparecida antes de 1863)
37. Recogidas (desaparecida en 1863)
38. Reina, La (reubicada en 2009)
39. Rosario (desaparecida en 1863. Se conserva la del Arrabal)
40. San José (plaza desaparecida entre 1600 y 1660)
41. Santa Bárbara (desaparecida y recuperada)
42. Santa Catalina (reubicada)
43. Santa Engracia (los paseos, las calles, la puerta y el puen-
te, desaparecidos. Se conserva la plaza)
44. Santa Fe (desaparecida en 1863. Reubicada en El Rabal)
45. Santa María la Mayor (desaparecida en 1863)
46. Santa Marta (plaza)
47. Santa Mónica (desaparecida después de 1963)
48. Santa Rosa (reubicada en 1932)
49. Sepulcro
50. Toronjera, La
51. Urreas, Las (en 1863 pasó a Urrea)
52. Verónica, La (la plaza, desaparecida y la calle se conserva
53. Victoria, de la (desaparecida en 1863. Después reubicada y,
finalmente desaparecida en 2009, Se conserva la plaza)
54. Virgen
55. Virgen del Rosario (desaparecida en 1863)
56. Vírgenes
1863. El callejero renovado.
Las primeras heroínas y la reina
1. Álvarez, Casta
2. Aragón, Agustina de
3. Bureta, Condesa de
4. Isabel II (plaza desaparecida en 1932)
5. Jesús
6. Princesa, Fuente de la
7. Refugio
8. Sancho, Manuela
9. Santa Inés
10. Santa Isabel (reubicada en 1939)
El siglo XX
6. Jesús y María
1901 - 1932. Relación de calles y plazas. La 7. Lamadrid, Teodora
Princesa de Asturias y la Reina Madre. 8. Larena , Juliana
9. Lerma, Matilde de
1. Agustín, María 10. Lourdes
2. Princesa, De la (calle reubicada y plaza reubicada y desaparecida) 11. Moreno, Marina (existió desde 1936 hasta1978)
3. Victoria, Reina Madre Doña (desaparecida antes de 1932) 12. Navarra, Doña Blanca de
13. Santa Clara (desaparecida en 1972; reubicada en 1999)
14. Santa Lucía
1932-1944. 15. Santa Quiteria
El callejero republicano y los primeros años del 16. Simón, Agustina
17. Villahermosa, Duquesa de
franquismo. Pocas y desaparecidas
18. Zaragoza la Vieja

1. Angulo, Plácida (desaparecida en 1943)

2. Bozada, La (desaparecida en 1943. Se conserva el barrio 1964.
3. Callizo de Santa Bárbara (desaparecido antes de 1932) El crecimiento urbano. Nombres de mujeres
4. Duce, María (desparecida en 1943)
para las nuevas calles: vírgenes, santas, reinas y
5. Giménez, Doña Teodora (desaparecida en 1940)
6. Lostal, María las dos primeras escritoras no religiosas
7. Lourdes
8. María Cristina, Reina (existió entre 1929 y 1933) 1. Ágreda, Sor María Jesús
9. María Teresa (existió desde 1935 hasta 1943) 2. Almunia, La (de doña Godina)
10. Maternidad (existió desde 1933 hasta 1939) 3. Barat, Madre
11. Merced, La 4. Bayona, Pilar
12. Mercedes (desaparecida en 1935) 5. Berenice
13. Mosquetera, Camino de la 6. Buesso, Eugenia
14. Puente del Pilar (avenida) 7. Camisera, La
15. Rafols, Madre 8. Duarte, Eva
16. Sacramento, Madre 9. Ermita, La (del Pilar)
17. Santa María (plaza) 10. Fabiola, Reina
18. Santa Cecilia 11. Felicia, Reina
19. Santa Teresa (reubicada en 1940) 12. Foix, Germana de
20. Santa Teresita 13. Galé, Felisa
14. Ibarbourou, Juana de
15. Isabel la Católica
1944. 16. Jerusalén
El callejero franquista reformado. Una novedad: 17. Luna, María de (desaparecida en 1972; reubicada en 2009)
18. María Auxiliadora
las músicas y las joteras
19. Meller, Raquel
1. Damas, Paseo de las (en el Centro y en San Juan de Mozarrifar 20. Milagrosa, La
2. Gascón, Pilar 21. Molino del Pilar (polígono)
3. Giner, María Luisa (desaparecida en los sesenta) 22. Monasterio de Leyre (Santa María)
4. Guerrero, María 23. Monasterio de Monserrat
5. Hungría, Violante de 24. Monasterio de Piedra (Santa María)

141
25. Monasterio de Poblet (Santa María) 7. Monasterio de Alahón (Santa María)
26. Monasterio de Roncesvalles (Nuestra Señora de) 8. Monasterio de Guadalupe
27. Monasterio de Rueda (Santa María) 9. Monasterio de Guayente (Nuestra Señora)
28. Monasterio de Sigena 10. Monasterio de la Rábida (Santa María)
29. Monasterio de Veruela (Santa María) 11. Monasterio de Nájera (Santa María la Real)
30. Monasterio del Santo Sepulcro (desaparecida en 1996) 12. Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles
31. Navarra, Doña Blanca de 13. Monasterio de Nuestra Señora del Moncayo (desaparecida)
32. Nuestra Señora de Begoña 14. Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera
33. Nuestra Señora de Bonaria 15. Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo
34. Nuestra Señora de la Oliva 16. Monasterio de Obarra (Santa María)
35. Nuestra Señora de las Lagunas 17. Monasterio de la Oliva (Santa María)
36. Nuestra Señora del Puig (desaparecida en 1980) 18. Monasterio de Samos (San Julián y Santa Basilisa)
37. Nuestra Señora de Sancho Abarca 19. Monasterio de San Juan de las Abadesas
38. Nuestra Señora de Valentuñana (desaparecida). 20. Monasterio de Santa Catalina
39. Nuestra Señora de Valvanera 21. Monasterio de Santa Clara
40. Nuestra Señora del Agua 22. Monasterio de Santa Cruz de la Serós
41. Nuestra Señora del Portal 23. Monasterio de Santa María de Ripoll
42. Nuestra Señora del Salz 24. Nuestra Señora de la Paz (desaparecida: actual barrio de La Paz)
43. Nuestra Señora del Villar 25. Nuestra Señora de las Nieves
44. Perié, Pascuala 26. Nuestra Señora del Carmen
45. Perpetuo Socorro 27. Nuestra Señora del Pilar
46. Petronila, Reina 28. Nuestra Señora del Rosario
47. Poitiers, Inés de 29. Parra, Lolita
48. Posición Santa Quiteria (desaparecida en 1992) 30. Santa Águeda
49. Santa Gema 31. Santa Ana
50. Santa Joaquina de Vedruna 32. Santa Bárbara (Miralbueno y barrio Oliver)
51. Santa Orosia 33. Soteras Sánchez, Felisa (existió desde 1976 hasta 2009)
52. Santuario de Misericordia
53. Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza (desaparecida en 2009
54. Sicilia, Constanza de 1982 – 1989 – 1999:
55. Virto, María la democracia y la acción positiva
56. Yolanda de Bar

1982.
1977. Las primeras
Final del franquismo y la transición: más vírgenes
y santas. De nuevo la ausencia de mujeres
1. Amar y Borbón, Josefa
2. Andrés, Pilar
1. Amazonas 3. Buena Madre (desaparecida)
2. Arenal, Concepción 4. Campoamor, Clara
3. Arnal, Doña Dorotea 5. Castro, Rosalía de
4. Inmaculada Concepción 6. Delmás, Asunción
5. Lorengar, Pilar 7. Echarri, María de
6. Moliner, María (reubicada en 1979) 8. Gómez de Avellaneda, Gertrudis

142
 1999.
9. Monasterio de Nuestra Señora de Monlora
10. Nuestra Señora de la Fuenfría Incremento de la acción positiva y un espacio
11. Pineda, Mariana para las desconocidas
12. Saiz de Otero, Concepción
13. Salazar, Catalina
14. Santa María Reina 1. Abarca de Bolea, Ana
15. Santa Rita de Casia 2. Andrómeda
16. Santo Domingo, Isabel de 3. Aparicio, Rafaela
17. Soldevila, María del Carmen 4. Aragón, Ermesinda de
18. Zambrano, María 5. Aragón, Leonor de
19. Zapata Martín, Isabel 6. Aragón, María de
20. Zayas, María 7. Aranda, Rosa María
8. Calcuta, Madre Teresa de
9. Carmelo, El
1989. 10. Carrillo, Conchita
La acción positiva 11. Cartiel, Mercedes
12. Centenera, Águeda
13. Ester, Reina
1. Blasco, María 14. Gigantillas, Las
2. Chacel, Rosa 15. Lapuente, Pilar
3. Espinosa, María 16. Menchú, Rigoberta
4. Fañanás, Silveria 17. Miró, Pilar
5. Figueras, Pilar 18. Montal Fornés, Paula
6. García, Marianela 19. Oviedo, Madre Antonia María de
7. Madres de la Plaza de Mayo 20. Portolés, Rosa
8. Maeztu, María de 21. Portugal, Reina de
9. Marco, Doña Manolita 22. Primavera, La
10. Molas, María Rosa 23. Rodríguez, Agustina
11. Montessori, María 24. Salvo, Teresa
12. Nelken, Margarita 25. Sangüesa, Matilde
13. Ocampo, Victoria 26. Santa Alodia
14. Pankhurst, Emmeline 27. Santa Nunila
15. Pardo Bazán, Emilia 28. Santuario de Cabañas
16. Parra, Violeta
17. Ram, Isabel
18. Sarrato, Teresa El siglo XXI: callejeros hasta 2009
19. Sofía, Reina
20. Sor Juana Inés de la Cruz
21. Torres, Madre Genoveva 2004.
22. Tristán, Flora La regresión de los primeros años. Pocas y notables
23. Wollstonecraft, Mary (Desaparecida)
24. Woolf, Virginia
25. Xirgú, Margarita 1. Gilda
26. Zaporta, Jerónima 2. Mary Poppins
3. Morena Clara

143
4. Prima Angélica, La 6. Bartolomé, Jacinta
5. Reina de África, La 7. Bayeu, Josefa
6. Sabina, La 8. Bravo, Ángela
7. Salomón y la reina de Saba 9. Callas, María
8. Señora Minivert, La 10. Casamayor, María Andrea
9. Sirena del Mississippi, La 11. Cavero, Pilar
10. Todo sobre mi madre 12. Chinchón, Condesa de
11. Viridiana 13. Cobos, Pepa
14. Cruz, Penélope
15. Curie, Marie
2007. 16. Dama de Noche
Las mujeres siguen entrando por referentes 17. Domínguez, María
18. Duaso Sánchez, Lorenza
culturales
19. Francés, Juana
1. Aguadora, La 20. Giral, María Teresa
2. Cleopatra 21. Guerra, Isabel
3. Cuartero, Pilar 22. Herrero, Ana Isabel
4. Delgado, Pilar 23. Hidalgo, Elvira de
5. Gil, Piedad 24. Izquierdo, Pepa
6. Gimeno, Concepción 25. Lavanderas, Las
7. Heras, Pilar de las 26. Madrina Salinas
8. Herrero, Sheila 27. Majas de Goya, Las
9. López, Ángela 28. Massieu, Lola
10. Misioneras de Nuestra Señora del Pilar 29. Maynar, Sara
11. Monasterio de las Descalzas Reales 30. Millán, Francisca
12. Monasterio de las Huelgas 31. Mistral, Gabriela
13. Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria 32. Monasterio de Santa María del Olivar
14. Navales, Ana María 33. Morales, María Belén
15. Poch, Amparo 34. Nazco, Maribel
16. Santa Bárbara (Garrapinillos) 35. Nuestra Señora de la Blanca
17. Santa Eulalia del Campo 36. Nuestra Señora de la Sagrada
18. Tovar y Andrade, Avelina 37. Nuestra Señora de Loreto
19. Zamora, Joaquina 38. Pinito del Oro
39. Princesa de Éboli, La
40. Purísima, Camino de la
41. Real Castillo, María Pilar del
2009. 42. Rosinach, Zoe
La Ley de la memoria histórica. De nuevo la 43. Sánchez Arbós, María
44. Santa María
acción positiva
45. Santa María Reina
46. Santuario de Cabañas (de la Virgen)
1. Aguado, Lola 47. Santuario de Rodanas (de la Virgen)
2. Agüesca, Teresa 48. Serna, Carmen
3. Aranda, Pilar 49. Sinués, Pilar
4. Atienza, Agustina 50. Torre, Josefina de la
5. Ávila, María de 51. Velillanas, La

144
52. Virgen de la Asunción. (Torrecilla de Valmadrid)
53. Virgen de la Blanca. (Cartuja Baja)
54. Virgen de la Rosa. (Casetas)
55. Virgen de Movera.
56. Virgen del Buen Acuerdo
57. Virgen, La. (Montañana)
58. Zamora, Joaquina

2010-2017.
Los últimos callejeros

1. Almenar Bases, María Pilar

2. Asociación de mujeres Río Gállego
3. Burges Aznar, María Pilar
4. Cáceres Flores, Berta
5. Capitana
6. Caseta de las Brujas, La
7. Castejón, Enriqueta
8. Contel Barea, Concepción
9. Fernández Trasobares, Ana Belén
10. Galatea, La
11. Gargallo de Anguera, Pierrette
12. Gea García, María Pilar
13. Giménez Moner, Desideria
14. Heroínas de los Sitios, Las
15. Ibáñez Marcellán, María Jesús
16. Izquierdo Albero, María Pilar
17. Jesús y María
18. Laguna, Ana
19. Nuestra Señora de la Fraternidad
10. Perseidas, Las
21. Pintora, La
22. Selene
23. Pléyades, Las
24. Tarragual, Aurora
25. Trece Rosas, Las
26. Venus

145
Lista de calles por distritos urbanos

1/ ACTUR-REY FERNANDO 2. Martirio de Santa Fe

3. Muralla de Santa Fe
Barrios: Actur–Rey Fernando, Parque Goya y Ranillas
4. Nuestra Señora de las Nieves (plaza y barrio)
1. Aguadora, La 5. Rosa Molas
2. Aparicio, Rafaela
3. Bayeu, Josefa
4. Cáceres, Berta 3/ CASCO HISTÓRICO
5. Campoamor, Clara Barrios: San Pablo-El Gancho, La Magdalena, San Miguel,
6. Castro, Rosalía de Tenerías y San Agustín
7. Chacel, Rosa
8. Chinchón, Condesa de 1. Agustín, María
9. Cuartero, Pilar 2. Álvarez, Casta
10. Echarri, María de 3. Aragón, Agustina de
11. Espinosa, María 4. Beatas (desaparecida)
12. Gigantillas, Las 5. Botorrita, Señora de (desaparecida)
13. Giménez, Doña Teodora (desaparecida) 6. Bruja, Callejón de la (desaparecida)
14. Gómez de Avellaneda, Gertrudis 7. Burdel Viejo (desaparecida)
15. Ibáñez, María Jesús (jardines) 8. Bureta, Condesa de
16. Lavanderas, Las 9. Cabrera, La (desaparecida)
17. Luna, María de (reubicada en su distrito) 10. Carmelo, El
18. Maeztu, María de 11. Cartiel, Mercedes
19. Majas de Goya, Las 12. Castro, Leonor de (recuperada y desaparecida)
20. Montal, Paula 13. Concepción (reubicada)
21. Montessori, María 14. Cruz del Pilar (desaparecida)
22. Nelken, Margarita 15. Curie, Marie
23. Ocampo, Víctoria 16. Dama (desaparecida)
24. Pankhurst, Emmeline 17. Descalzas, Las (desaparecida)
25. Pardo Bazán, Emilia 18. Doncellas
26. Pineda, Mariana 19. Enseñanza (desaparecida)
27. Primavera, La 20. Espada, Antonia de (desaparecida)
28. Saiz de Otero, Concepción 21. Ester, La Reina
29. Sor Juana Inés de la Cruz 22. Fecetas, Las (desaparecida)
30. Tristán, Flora 23. Galera, La (desaparecida)
31. Wollstonecraft, Mary (desaparecida) 24. Gil, Teresa (desaparecida)
32. Woolf, Virginia 25. Infantas (desaparecida)
33. Xirgú, Margarita 26. Magdalena, Arco de (desaparecida)
34. Zambrano, María 27. Magdalena, La (plaza)
35. Zamora, Joaquina 28. Marigaita (desaparecida)
36. Zayas, María 29. Mari-Gil (desaparecida)
30. Maternidad (desaparecida)
31. Misericordia (desaparecida)
2/ CASABLANCA 32. Monserrate (desaparecida)
Barrios: Casablanca, Ciudad deportiva, las Nieves y Santa Fe. 33. Nuestra Señora de Valentuñana (desaparecida)
34. Nuestra Señora del Pilar (plaza)
1. Ermita, La (de la Virgen del Pilar. calle desaparecida, 35. Nueva del Portillo (desaparecida)
queda la plaza) 36. Órgano de la Magdalena

146
37. Pastora, La (desaparecida) 11. Mercedes (desaparecida)
38. Peco, Forno de (desaparecida) 12. Moreno, Marina (desaparecida)
39. Puente del Pilar (avenida) 13. Oviedo, Madre Antonia María de
40. Pilar (la calle desaparecida; quedan el puente) 14. Pontarrón de Santa Engracia (desaparecida)
41. Portillo (la calle desaparecida; queda la plaza) 15. Princesa, De la (reubicada en su distrito)
42. Purroy, Baronesa de (desaparecida) 16. Sacramento, Madre
43. Rafols, Madre 17. Salazar, Catalina
44. Recogidas (desaparecida) 18. Santa Catalina
45. Refugio 19. Santa Engracia (plaza)
46. Reina, La (reubicada) 20. Santa Joaquina de Vedruna
47. San José (plaza, desaparecida) 21. Santa Mónica (desaparecida)
48. Sancho, Manuela 22. Simón, Agustina
49. Santa Ana 23. Victoria, Reina Madre Doña (desaparecida)
50. Santa Bárbara (el callizo, desaparecido y la calle reubicada)
51. Santa Catalina (reubicada en su distrito)
52. Santa Fe (la plaza desaparecida y la calle reubicada) 5/ DELICIAS
53. Santa Inés Barrios: La Bombarda, La Bozada, Ciudad Jardín,
54. Santa Isabel (reubicada en su distrito)
Delicias, Monsalud y Parque Roma
55. Santa Lucía
56. Santa María la Mayor (calle y fosal desaparecidos) 1. Angulo, Plácida (desaparecida)
57. Santa Marta (plaza) 2. Atienza, Agustina
58. Santa Rosa (reubicada) 3. Bozada, La (la calle desaparecida, queda el barrio)
59. Sepulcro 4. Calcuta, Madre Teresa de
60. Toronjera, La (desaparecida) 5. García Villas, Marianela
61. Urreas, Las (actualmente Urrea) 6. Guerrero, María
62. Verónica, La (plaza desaparecida; queda la calle) 7. Lerma, Matilde de
63. Verónica, Subida de la (desaparecida) 8. Madres de la Plaza de Mayo
64. Victoria, De la (calle desaparecida; queda la plaza) 9. María Auxiliadora
65. Virgen 10. Milagrosa, La
66. Virgen del Rosario (desaparecida) 11. Mosquetera, La
67. Vírgenes 12. Navarra, Doña Blanca de
68. Zaragoza la Vieja (reubicada) 13. Nuestra Señora de Begoña
14. Nuestra Señora de Bonaria
15. Nuestra Señora del Salz
4/ CENTRO 16. Poch, Amparo
17. Ram, Isabel
1. Amar y Borbón, Josefa 18. Rosinach, Zoe
2. Carmen (la calle reubicada, se conserva plaza) 19. Santa María Reina
3. Concepción 20. Santa Rita de Casia
4. Damas, Paseo de las 21. Santa Teresa (reubicada)
5. Francés, Juana 22. Santa Teresita
6. Herrero, Ana Isabel 23. Sarrato, Teresa
7. Hidalgo, Elvira de 24. Sicilia, Constanza de
8. Isabel II (desaparecidas la calle y la plaza) 25. Soteras, Felisa (desaparecida)
9. Lostal, María 26. Tarragual, Aurora
10. María Cristina, Reina (desaparecida) 27. Villahermosa, Duquesa de

147
6/ EL RABAL 7/ LA ALMOZARA
Barrios: Arrabal, Cogullada, Jesús, La Jota y Picarral Barrios: La Almozara y La Puerta Sancho
1. Abarca de Bolea, Ana 1. Almunia de doña Godina, La
2. Agüesca, Teresa 2. Callas, María
3. Altabás (desaparecida) 3. Felicia, Reina
4. Andrés, Pilar 4. Monasterio de Santa Lucía
5. Burges, María Pilar 5. Santa Orosia
6. Castejón, Enriqueta 6. Sinués, Pilar
7. Cogullada (camino y carretera)
8. Contel, Concepción
9. Delmás, Asunción 8/ LAS FUENTES
10. Domínguez, María
11. Foix, Germana de 1. Álvarez, Casta (grupo de viviendas)
12. Galé, Felisa 2. Aragón, María de
13. Gargallo, Pierrette 3. Bueso, Eugenia
14. Gascón, Pilar 4. Casamayor, María Andrea (grupo de viviendas)
15. Gil, Piedad 5. Cobos, Pepa
16. Heras, María Pilar de las 6. Madrina Salinas
17. Jesús 7. Monasterio de Alahón (Santa María)
18. Laguna, Ana 8. Monasterio de Guadalupe (Nuestra Señora)
19. Larena, Juliana 9. Monasterio de Guayente (Nuestra Señora)
20. Lourdes 10. Monasterio de la Rábida (Santa María)
21. Maynar, Sara 11. Monasterio de Leyre (Santa María)
22. Molino del Pilar (polígono) 12. Monasterio de Monserrat (Nuestra Señora)
23. Monasterio de las Descalzas Reales 13. Monasterio de Nájera (Santa María la Real)
24. Monasterio de las Huelgas 14. Monasterio de Nuesta Señora del Moncayo (desaparecida)
25. Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria 15. Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera
26. Monasterio de Santa María del Olivar 16. Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo
27. Monjas (desaparecida) 17. Monasterio de Obarra (Santa María)
28. Nuestra Señora de las Lagunas 18. Monasterio de la Oliva (Santa María)
29. Parra, Violeta 19. Monasterio de Roncesvalles (Nuestra Señora de)
30. Perié, Pascuala 20. Monasterio de Samos (San Julián y Santa Basilisa)
31. Posición Santa Quiteria (desaparecida) 21. Monasterio de San Juan de las Abadesas
32. Salvo, Teresa 22. Monasterio de Santa Catalina
33. Sánchez Arbós, María 23. Monasterio de Santa Clara
34. Sangüesa, Matilde 24. Monasterio de Santa Cruz de la Serós (desaparecida)
35. Santa Eulalia del Campo 25. Monasterio de Santa María de Ripoll
36. Santa Fe 26. Monasterio de Sigena
37. Santa Quiteria 27. Monasterio de Veruela (Santa María)
38. Santo Domingo, Isabel de 28. Nuestra Señora de la Fonfría
39. Serna, Carmen 29. Nuestra Señora de Valvanera
40. Virgen del Buen Acuerdo 30. Nuestra Señora del Portal (plaza)
41. Virto, María 31. Santuario de Misericordia
32. Santuario de Rodanas (de la Virgen)
33. Torre Ramona (parque)
34. Yolanda de Bar

148
9/ MIRALBUENO
6. Fabiola, Reina
Barrios: Miralbueno y San Lamberto 7. Giménez, Desideria
1. Fañanás, Silveria 8. Ibarbourou, Juana de
2. Merced, La 9. Meller, Raquel
3. Santa Bárbara 10. Moliner, María
11. Monasterio de Poblet (Santa María)
12. Monasterio de Rueda (Santa María)
10/ OLIVER-VALDEFIERRO 13. Monasterio de Samos (san Julián y santa Basilisa)
Barrios: Oliver y Valdefierro 14. Navales, Ana María
15. Nuestra Señora de Sancho Abarca
1. Amazonas 16. Nuestra Señora del Agua
2. Andrómeda 17. Perfumista, La (quinta de recreo desaparecida)
3. Aranda, Pilar 18. Quinta Julieta (finca de recreo desaparecida)
4. Barat, Madre 19. Santa Cecilia
5. Berenice 20. Santa Gema
6. Bravo, Ángela 21. Santa Rosa
7. Camisera, La 22. Santuario de Cabañas (santa María y san Juan)
8. Dama de noche 23. Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza (desaparecida)
9. Duarte, Eva 24. Sofía, Reina
10. Galatea 25. Vallabriga, María Teresa (desaparecida)
11. Giner, María Luisa (desaparecida) 26. Zaragoza la Vieja
12. Inmaculada, La
13. Lamadrid, Teodora 12/ SANTA ISABEL
14. Millán, Francisca
15. Miró, Pilar 1. Aranda, Rosa María
16. Mistral, Gabriela 2. Asociación de mujeres Río Gállego
17. Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles 3. Delgado, Pilar
18. Monasterio de Piedra (Santa María) 4. Fernández, Ana Belén
19. Parra, Lolita (calle y plaza) 5. Gimeno Gil, Concepción
20. Petronila, Reina 6. Hijuela Capitana
21. Pléyades, Las 7. Lapuente Mercadal, Pilar
22. Perseidas, Las 8. Menchú, Rigoberta
23. Reina, La 9. Misioneras de Nuestra Señora del Pilar
24. Selene 10. Portugal, Reina de
25. Soldevila, María del Carmen 11. Rodríguez, Agustina
26. Venus 12. Santa Alodia
27. Victoria, De la (desaparecida) 13. Santa Isabel, Avenida de
14. Santa Nunila
15. Tovar y Andrade, Avelina
11/ SAN JOSÉ

1. Ágreda, Sor María Jesús de

2. Buena Madre (desaparecida)
3. Carrillo, Conchita
4. Cavero, Pilar
5. Duce, María (desaparecida)

149
13/ SUR
15. Poitiers, Inés de
Barrios: Arcosur, Montecanal, Rosales del Canal y 16. Princesa, De la (plaza. Reubicada y desaparecida)
Valdespartera 17. Santa Clara (desaparecida)
18. Santa Teresa de Jesús
1. Aragón, Ermesinda de 19. Torres, Madre Genoveva
2. Caseta de las brujas, La 20. Trece rosas, Las
3. Cleopatra 21. Zapata, Isabel
4. Cruz, Penélope
5. Gilda
6. Heroínas de los Sitios. 16/ CASETAS
7. Izquierdo Albero, María Pilar (1906-1945)
8. Mary Poppins 1. Aguado, Lola
9. Morena Clara 2. Arnal, Doña Dorotea
10. Prima Angélica 3. Carmen, Del
11. Reina de África 4. Nuestra Señora del Carmen
12. Sabina, La 5. Virgen de la Rosa
13. Salomón y la reina de Saba
14. Señora Miniver
15. Sirena del Mississippi, La 17/ MOVERA
16. Todo sobre mi madre
17. Viridiana 1. Alemenar, Pilar
2. Gea, María Pilar
3. Nuestra Señora de Movera
14/ TORRERO - LA PAZ 4. Torre Virreina
Barrios: Torrero, La Paz, Puerto-Venecia y Venecia

1. Herrero, Sheila 18/ GARRAPINILLOS

2. Monasterio de Nuestra Señora de Monlora
3. Nuestra Señora de la Oliva 1. Capitana
4. Nuestra Señora de la Paz (calle desaparecida, 2. Centenera, Águeda
se conserva el barrio) 3. Duaso, Lorenza
5. Nuestra Señora del Villar 4. Guerra, Isabel
6. Princesa de Éboli, La (propuesta) 5. Nuestra Señora de Loreto
6. Nuestra Señora del Carmen
7. Nuestra Señora del Rosario
15/ UNIVERSIDAD 8. Sagrada, La
Barrios: Romareda 9. Santa Bárbara
10. Torre del Carmen
7. Arenal, Concepción
8. Bayona, Pilar.
9. Hungría, Violante de 19/ MONTAÑANA
10. Isabel la Católica
11. Jerusalén 1. Ávila, María de
12. López, Ángela 2. Giral, María Teresa
13. Lorengar, Pilar 3. Izquierdo, Pepa (propuesta)
14. Perpetuo Socorro 4. Massieu, Lola (propuesta)

150
5. Morales, María Belén (propuesta) 24/ SAN GREGORIO
6. Nazco, Maribel (propuesta) 1. Jesús y María
7. Nuestra Señora del Rosario
8. Pinito del Oro (propuesta)
9. Portolés, Rosa.
10. Purísima 25/ SAN JUAN DE MOZARRIFAR
11. Real Castillo, María Pilar del
12. Santa Águeda 1. Torre del Carmen
13. Santa María
14. Torre del Rosario
15. Torre Millares, Josefina de la (propuesta)
16. Virgen, La 26/ TORRECILLA DE VALMADRID
1. Virgen de la Asunción
20/ JUSLIBOL
1. Figueras, Pilar
2. Marco, Doña Manolita 27/ VENTA DEL OLIVAR
3. Torre Genoveva
4. Velillanas, La 1. Torre Condesa

21/ LA CARTUJA BAJA

1. Aragón, Leonor de
2. Concepción, La
3. Nuestra Señora del Pilar
4. Virgen de la Blanca, La
5. Zaporta, Jerónima

22/ PEÑAFLOR
1. Carmen, Del (plaza)
2. Nuestra Señora del Rosario

23/ MONZALBARBA
1. Bartolomé, Jacinta
2. Nuestra Señora de la Sagrada (calle y paseo)
3. Pintora, La
4. Santa Ana

151
 A B C D

01 1

ACTUR-
REY FERNANDO
Barrios: Actur–Rey Fernando, Parque Goya y Ranillas
2

Aguadora, La K2
Aparicio, Rafaela H10-J9
Bayeu, Josefa K3 3
Cáceres, Berta B7-D7
Campoamor, Clara F8-G8
Castro, Rosalía de F9-H8
Chacel, Rosa F8-F7
Chinchón, Condesa de K3
Cuartero, Pilar E7-F8
4
Echarri, María de F8
Espinosa, María F6-F7
Gigantillas, Las L2-L3
Gómez de Avellaneda, Gertrudis G4-I10
Ibáñez, María Jesús (jardines) A8-B8 5
Lavanderas, Las K3-L2
Luna, María de G3-H3
Maeztu, María de F7-G8
Majas de Goya, Las J1-M1
Montal, Paula G9
Montessori, María I9 6
Nelken, Margarita G8
Ocampo, Víctoria G9-H8
Pankhurst, Emmeline E7-F7
Pardo Bazán, Emilia D7-F7
Pineda, Mariana G9-H8 7
Primavera, La L3
Saiz de Otero, Concepción E7-G7
Sor Juana Inés de la Cruz E7-F7
Tristán, Flora H7-H8
Woolf, Virginia G9
Xirgú, Margarita E4-F4 8
Zambrano, María G4-I10
Zamora, Joaquina F6-F7
Zayas, María F8-G8

10

152
E F G H I J K L M

153
02
CASABLANCA
Barrios: Casablanca, Ciudad deportiva, las Nieves
y Santa Fe.

Ermita, La (plaza) D1
Martirio de Santa Fe b2
Muralla de Santa Fe a1-c2
Nuestra Señora de las Nieves (plaza) D4
Rosa Molas F4

a b c d

154
 A B C D E F G

155
 A B C D E

03 1

CASCO 2
HISTÓRICO
Barrios: San Pablo-El Gancho, La Magdalena,
San Miguel, Tenerías y San Agustín
3
Agustín, María A3-D10
Álvarez, Casta D3-F4
Aragón, Agustina de B5-E6
Bureta, Condesa de F5
Carmelo, El D9-C9
Cartiel, Mercedes (glorieta) N7 4
Curie, Marie A6-B6
Doncellas E7
Ester, La Reina N9
Magdalena, La (plaza) K8
N. S. del Pilar (plaza) H4-I5
5
Órgano de la Magdalena K7
Pilar (puente) L5-M4
Portillo (plaza) B5
Rafols, Madre D7-E8
Refugio I6-I7
Sancho, Manuela K10-L10 6
Santa Ana D9
Santa Catalina I9
Santa Inés B5-C3
Santa Isabel G5-H5
Santa Lucía B2-C3
Santa Marta (plaza) J6 7
Sepulcro K6
Verónica, La I8
Victoria, De la (plaza) E7
Virgen G4
Vírgenes H6 8

10

156
F G H I J K L M N

157
 A B C D

04 1

CENTRO 2
Amar y Borbón, Josefa I2-J2
Carmen A6-C5
Carmen (plaza) G2-G3
Concepción M5-M6
Damas, Paseo de las F6-H9
Francés, Juana B3-C2 3
Herrero, Ana Isabel G9-H10
Hidalgo, Elvira de C4-D3
Lostal, María I6-J8
Oviedo, Madre Antonia María de H8-I8
Princesa, De la B5-C6
Sacramento, Madre A3-D4 4
Salazar, Catalina D8
Santa Catalina J2-J3
Santa Engracia (plaza) H4
Santa Joaquina de Vedruna H6-J8
Simón, Agustina G5 5

10

158
E F G H I J K L M

Pza. Sta. Engracia

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159
 A B C D

05 1

DELICIAS
Barrios: La Bombarda, La Bozada, Ciudad Jardín, 2
Delicias, Monsalud y Parque Roma

Atienza, Agustina A5-B5

Calcuta, Madre Teresa de D9-E9
García Villas, Marianela C2
Guerrero, María D9-F10 3
Lerma, Matilde de K3
Madres de la Plaza de Mayo C2-C3
María Auxiliadora H8-J8
Milagrosa, La G7-H9
Mosquetera, La J5-K4
4
Navarra, Doña Blanca de J2-K3
Nuestra Señora de Begoña D5-E4
Nuestra Señora de Bonaria H2
Nuestra Señora de Covadonga D5-E4
Nuestra Señora del Salz B5-C7
Poch, Amparo B1-B2 5
Ram, Isabel F6
Rosinach, Zoe (grupo de viviendas) H7-I7
Santa María Reina G8-H9
Santa Rita de Casia F6-G7
Santa Teresita D4-D5
Sarrato, Teresa E10
6
Sicilia, Constanza de G5
Tarragual, Aurora E9-F9
Villahermosa, Duquesa de B9-K5

10

160
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 A B C

06 1

EL RABAL
Barrios: Arrabal, Cogullada, Jesús, La Jota y Picarral 2
Abarca de Bolea, Ana I3-K4
Agüesca, Teresa C3
Andrés, Pilar C5
Burges, María Pilar F9-G10
Castejón, Enriqueta F8-F10 3
Cogullada (camino) G5-H3
Cogullada (carretera) G4-H1
Contel, Concepción F9
Delmás, Asunción H8
Domínguez, María C3
4
Foix, Germana de B7-C8
Galé, Felisa G7
Gargallo, Pierrette F7-G7
Gascón, Pilar E8-E9
Gil, Piedad (plaza) G8
Heras, María Pilar de las F8 5
Jesús C8-D9
Laguna, Ana F9-F10
Larena, Juliana D9
Lourdes E9
Maynar, Sara C3
Molino del Pilar (polígono) D1-E2
6
Monasterio de las Descalzas Reales F3-G1
Monasterio de las Huelgas G2-H2
Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria G3
Monasterio de Santa María del Olivar F3-G2
Nuestra Señora de las Lagunas G2-GH2 7
Parra, Violeta A4-B5
Perié, Pascuala F7
Salvo, Teresa H7
Sánchez Arbós, María C3
Sangüesa, Matilde C8-D7
Santa Eulalia del Campo H4
8
Santa Fe H6-I7
Santa Quiteria E6-F7
Santo Domingo, Isabel de H4-I5
Serna, Carmen E7-F7
Virgen del Buen Acuerdo F2-G2 9
Virto, María G7-H7

10

162
D E F G H I J K L

163
 A B

07 1

LA ALMOZARA
Barrios: La Almozara y La Puerta Sancho
2
Almunia de doña Godina, La F5-G4
Callas, María C9-E9
Felicia, Reina F6-F7
Monasterio de Santa Lucía G6
Santa Orosia B9-E10 3
Sinués, Pilar E9-E10

10

164
C D E F G H I J K

165
 A B C D

08 1

LAS FUENTES 2
Álvarez, Casta (grupo de viviendas) C5
Aragón, María de E5-F10
Bueso, Eugenia F2-G3
Casamayor, María Andrea (grupo de viviendas) F3-G4
Cobos, Pepa E8
3
Madrina Salinas F3-G3
Monasterio de Alahón (Santa María) F5
Monasterio de Guadalupe (Nuestra Señora) D3-D4
Monasterio de Guayente (Nuestra Señora) F5
Monasterio de la Rábida (Santa María) D4
Monasterio de Leyre (Santa María) F5-F6 4
Monasterio de Monserrat (Nuestra Señora) G3
Monasterio de Nájera (Santa María la Real) F2
Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera F4 Casta Álvarez (G.V.)
Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo C4-D4
Monasterio de Obarra (Santa María) F5-F6
Monasterio de la Oliva (Santa María) F2-G2
5
Monasterio de Roncesvalles (Ntr. Sra. de) F6-G6
Monasterio de Samos (San Julián y Santa Basilisa) B5
Monasterio de San Juan de las Abadesas G6
Monasterio de Santa Catalina F5
Monasterio de Santa Clara F6-G5 6
Monasterio de Santa María de Ripoll G5
Monasterio de Sigena F4
Monasterio de Valvanera G5
Monasterio de Veruela (Santa María) D5
Nuestra Señora de la Fonfría G6
Nuestra Señora del Portal (plaza) E3 7
Santa Rosa de Lima (plaza) C4
Santuario de Misericordia F3
Santuario de Rodanas (de la Virgen) C3-D3
Torre Ramona (parque) F6-F7
Yolanda de Bar D8-E7 8

10

166
E F G H I J K L M

167
 A B C D

09 1

MIRALBUENO
Barrios: Miralbueno y San Lamberto 2

Fañanás, Silveria K2-M4

Merced, La H6
Santa Bárbara A9-B8
3

10

168
E F G H I J K L M

169
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10 1

OLIVER- 2
VALDEFIERRO
Barrios: Oliver y Valdefierro

Amazonas (plaza) H5
Andrómeda D9
Aranda, Pilar F3-G3
3
Barat, Madre H3
Berenice B9-C8
Bravo, Ángela G1-G2
Camisera, La C1-D2
Dama de noche E6 4
Duarte, Eva E3
Galatea D10
Inmaculada, La (plaza) D8
Lamadrid, Teodora F2-G3
Millán, Francisca D8-E7
Miró, Pilar G4-H3 5
Mistral, Gabriela D2-E2
Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles G6-I6
Monasterio de Piedra (Santa María) G2
Parra, Lolita (calle y plaza) D2-E2
Petronila, Reina F3 6
Pléyades, Las B8-C8
Perseidas, Las D10
Reina, La D2
Santa Bárbara D8
Selene (glorieta) B7
Soldevila, María del Carmen F3 7
Venus B9-C9

10

170
B C D E F G H I

171
 A B

11 1

SAN JOSÉ 2
Ágreda, Sor María Jesús de G9
Carrillo, Conchita E10
Cavero, Pilar D7-D6
Fabiola, Reina E2-G1
Giménez, Desideria F9
Ibarbourou, Juana de H4-I3 3
Meller, Raquel G6
Moliner, María B5-E7
Monasterio de Poblet (Santa María) H2-H3
Monasterio de Rueda (Santa María) B5-C5
Monasterio de Samos (San Julián y Santa Basilisa) G3-H2 4
Navales, Ana María G8-G9
Nuestra Señora de Sancho Abarca B5-C5
Nuestra Señora de las Aguas C8-D7
Santa Cecilia G5
Santa Gema D10-E9
Santa Rosa G4-H4 5
Santuario de Cabañas (santa María y san Juan) G3-H3
Sofía, Reina (plaza) G3
Zaragoza la Vieja E10-F7

10

172
C D E F G H I J K

Desideria Giménez

173
 A B C D E

12 1

SANTA
ISABEL 2

Aranda, Rosa María F6-G5

Asociación de mujeres Río Gállego J8-K9
Delgado, Pilar F6-G5
Fernández, Ana Belén J9-K9 3
Gimeno Gil, Concepción D5-E5
Hijuela Capitana N8-N10
Lapuente Mercadal, Pilar J6-K6
Menchú, Rigoberta I7-J6
Misioneras de Nuestra Señora del Pilar N5 4
Portugal, Reina de E7-E8
Rodríguez, Agustina K6-M6
Santa Alodia H5-J6
Santa Isabel, Avenida de A5-M10
Santa Nunila H5-K5
Tovar y Andrade, Avelina F3-F4 5

10

174
F G H I J K L M N

Pza. de
Nuestra Señora
del Pilar

Capitana Hijuela

175
 A B C D

13 1

SUR
Barrios: Arcosur, Montecanal, Rosales del
2
Canal y Valdespartera

Aragón, Ermesinda de B3-C1

Caseta de las brujas, La a3-b2
Cleopatra (plaza) J8-J7
Cruz, Penélope (lagos) B6-C5 3
Gilda I6
Heroínas de los Sitios a3-b2
Izquierdo Albero, María Pilar G5
Mary Poppins G5-G6
Morena Clara J5-J6
Nuestra Señora de las Nieves (plaza) L4
4
Prima Angélica H8-H9
Reina de África I6-J7
Sabina, La (glorieta) H8
Salomón y la reina de Saba A6-B5
Señora Miniver (plaza) H6 5
Sirena del Mississippi, La G8-H8
Todo sobre mi madre I5-J6
Viridiana G8-I8

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E F G H I J K

177
 A B C D

14 1

TORRERO -
2
LA PAZ
Barrios: Torrero, La Paz, Puerto-Venecia y Venecia
Herrero, Sheila (plaza) B2
Monasterio de Nuestra Señora de Monlora F1-F3
Nuestra Señora de la Oliva G8-H8 3
Nuestra Señora del Villar J10-K10

10

178
E F G H I J K L M

179
 A B C D E

15 1

UNIVERSIDAD
Barrios: Romareda 2

Arenal, Concepción I1-I2

Bayona, Pilar H1-H2
Hungría, Violante de D2-G6
Isabel la Católica E10-H6
Jerusalén E7-F8
3
López, Ángela B7-B8
Lorengar, Pilar I1-I2
Perpetuo Socorro N2-N3
Poitiers, Inés de N8
Santa Teresa de Jesús J6-L3 4
Torres, Madre Genoveva M2-M4
Trece rosas, Las I9-J9
Zapata, Isabel I9-J9

10

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182
 19
GARRAPINILLOS
Capitana Fuera de plano
Centenera, Águeda C5
Duaso, Lorenza B1
Guerra, Isabel A2-B1
Nuestra Señora de Loreto B3-C3
Nuestra Señora del Carmen B2-C2
Nuestra Señora del Rosario B2-C2
Sagrada, La C4-C3
Santa Bárbara B1-D2
Torre del Carmen Fuera de plano

A B C D

183
19 20
MONTAÑANA JUSLIBOL
Ávila, María de A3-B3 Figueras, Pilar A2
Giral, María Teresa A3 Marco, Doña Manolita B2
Nuestra Señora del Rosario A3-B4 Torre Genoveva A2
Portolés, Rosa B1 Velillanas, La B3
Purísima B1
Real Castillo, María Pilar del A2-B3
Santa Águeda B1
Santa María B4
Rosario, Nuestra Señora de A3-A4
Rosario, Nuestra Señora de (plaza) B3-B4
Virgen, La A2

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 21 22
LA CARTUJA PEÑAFLOR
Carmen, Del (plaza) B2
BAJA Nuestra Señora del Rosario (plaza) A2

Aragón, Leonor de A1
Concepción, La B2
Nuestra Señora del Pilar B2
Virgen de la Blanca, La A2
Zaporta, Jerónima A1

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MONZALBARBA
Bartolomé, Jacinta A3
Nuestra Señora de la Sagrada (calle y paseo) C1-D2
Pintora, La B2
Santa Ana B2-C1

A B C D

186
24 25
SAN GREGORIO SAN JUAN DE
Jesús y María A1-B2
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Torre del Rosario B1

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187
Mujeres por la época histórica 3. Aragón, María de. (1403-1445)
4. Felicia, Reina. (Siglo XI)
en que vivieron 5. Foix, Germana de. (1488-1538)
6. Godina, Doña (Siglo XII)
LA ANTIGÜEDAD 7. Hungría, Violante de. (1216-1251)
Mujeres de las Sagradas Escrituras, de la mitología y reinas 8. Infantas (de Aragón) (Siglos XIV-XV)
9. Luna, María de. (1358-1406)
1. Amazonas 10. Navarra, Doña Blanca de. (1386-1441)
2. Andrómeda 11. Petronila, Reina. (Siglo XII)
3. Berenice 12. Poitiers, Inés de. (1103-1159)
4. Cleopatra. (69-30 a. C.) 13. Portugal, Reina de. (1271-1336)
5. Ester, Reina 14. Sicilia, Constanza de. (1247-1302)
6. Magdalena, La 15. Yolanda de Bar. (1365-1431)
7. Perseidas
8. Selene Santas
9. Venus
10. Verónica, La 1. Santa Alodia. (Siglo IX)
2. Santa Clara (1194-1253)
Santas 3. Santa Inés (1268-1317)
4. Santa Isabel de Portugal. (1271-1336)
1. Santa Águeda. (Siglo III) 5. Santa Nunila. (Siglo IX)
2. Santa Ana (Siglo I) 6. Santa Orosia. (Siglo IX)
3. Santa Bárbara. (Siglo III) 7. Santa Rita de Casia. (1381-1457)
4. Santa Catalina (292-312)
5. Santa Cecilia. (Siglos II y III) TIEMPOS MODERNOS
6. Santa Engracia. (285-304) Abadesas y monjas
7. Santa Eulalia. (292-304)
8. Santa Fe. (Siglo III o IV) 1. Abarca de Bolea, Ana. (1602-1685)
9. Santa Lucía. (Siglo III o IV) 2. Ágreda, Sor María Jesús. (1602-1665)
10. Santa Marta (Siglo I) 3. Santo Domingo, Isabel de. (Siglos XVI y XVII)
11. Santa Mónica. (332-387) 4. Sor Juana Inés de la Cruz. (1651-1695)
12. Santa Quiteria. (Siglos I y II)
Desconocidas
LA ÉPOCA MEDIEVAL
Comadronas 1. Mari-Gil

1. Madrina Salinas. (Siglo XV) Escritoras

Desconocidas 1. Bueso, Eugenia. (Siglo XVII)

1. Gil, Teresa (ca. 1257 y 1260-ca. 1310 y 1315).
Mujeres de hombres famosos
1. Ram, Isabel. Mujer de Berenguer Bardají. (Siglo XV)
Reinas, princesas y nobles
1. Aragón, Ermesinda de. (Siglo XI)
2. Aragón, Leonor de. (1358-1382)
2. Zayas, María. (1590-1661)
Mujeres de hombres famosos
1. Castro, Leonor. Mujer de Francisco de Gurrea. (Siglo XVI).
2. Ram, Isabel. Mujer de Berenguer Bardají. (Siglo XV)
3. Salazar, Catalina. Mujer de Cervantes. (1615-1626)
Nobles y burguesas
1. Baronesa de Purroy. (Siglo XVII)
2. Botorrita, Señora de (Siglo XVI)
3. Castro, Leonor. (Siglo XVI)
4. Zaporta, Jerónima. (1567-1650)
Propietarias
1. Margarita Peco (ca. 1557)
2. Dama (ca. 1600)
Reinas y princesas
1. Isabel la Católica (1451-1504)
2. Princesa de Éboli. (1540-1592)
Santas
1. Santa Rosa. (Lima, Perú, 1586-1617)
2. Santa Teresa de Jesús. (1515-1582)
DE LA ILUSTRACIÓN A LA ACTUALIDAD
Abogadas
1. Arenal, Concepción. (1820-1893)
2. García Villas, Marianela (1948-1983)
3. Maynar, Sara. (1906-1986)
Asociaciones de mujeres
1. Madres de la Plaza de Mayo
Actrices
1. Aparicio, Rafaela. (1906-1996)
2. Cruz, Penélope. (1974)
3. Delgado, Pilar. (1933-1997)
4. Guerrero, María (1867-1928)
5. Lamadrid, Teodora. (1821-1886)
6. Meller, Raquel. (1888-1962)
7. Pinito del Oro. (1931-2017)
8. Xirgú, Margarita (1888-1969)
Artistas: pintoras, escultoras, grabadoras
1. Agüesca, Teresa. (1654-¿?)
2. Aranda, Pilar. (1914-1997)
3. Atienza, Agustina. (1860-1915)
4. Burges, María Pilar (1928-2008)
5. Francés, Juana. (1927-1990)
6. Gargallo, Pierrette (1922)
189
7. Guerra, Isabel. (1947)
8. Izquierdo, Pepa. (1945)
9. Massieu, Lola. (1921-2007)
10. Morales, María Belén. (1928-2016)
11. Nazco, Maribel. (1938)
12. Zamora, Joaquina. (1898-1999)
Científicas
1. Casamayor, María Andrea. (¿?-1870)
2. Curie, Marie. (1867-1934)
3. Lapuente, Pilar (1959)
Deportistas
1. Cobos, Pepa. (1926-1992)
2. Fernández, Ana Belén (1974)
3. Herrero, Sheila. (1976)
4. Millán, Francisca (1931-1991)
Desconocidas
1. Duce, María
2. Giménez, Doña Teodora
3. María Teresa
4. Mercedes
Directoras de cine
1. Miró, Pilar. (1940-1997)
Docentes: maestras y profesoras
1. Almenar, María Pilar (1953)
2. Centenera, Águeda. (1902-1992)
3. Cuartero, Pilar. (1906-1995)
4. Figueras, Pilar. (1908-1997)
5. Gea, Pilar (1953)
6. Giral, María Pilar. (1907-2003
7. Ibáñez, María Jesús. (1941-1985)
8. López, Ángela. (1945-2007)
9. Marco, Manuela. (1906-1994)
10. Maynar, Sara. (1906-1986)
11. Rodríguez, Agustina. (1915-2005)
12. Sánchez, María. (1889-1976)
13. Sangüesa, Matilde. (1910-1996)
14. Tovar, Avelina (1878-1973)
15. Zamora, Joaquina. (1898-1999)
Enfermeras, comadronas y asistentes sociales
1. Arnal, Doña Dorotea. (1905-1972)
2. Rafols, Madre. (1781-1853)
3. Sarrato, Teresa (1916-1986)
4. Simón, Agustina. (1904-1937)
5. Soldevila, María del Carmen. (1947-1974)
Escritoras
1. Amar y Borbón, Josefa. (1753-1833)
2. Aranda, Rosa María. (1920-2005)
3. Castro, Rosalía de. (1837-1885)
4. Chacel, Rosa. (1898-1994)
5. Gómez de Avellaneda, Gertrudis. (1814-1873)
6. Ibarbourou, Juana de. (1892-1979)
7. Mistral, Gabriela. (1889-1957)
8. Navales, Ana María. (1939-2009)
9. Ocampo, Victoria. (1890-1979)
10. Pardo Bazán, Emilia. (1851-1921)
11. Serna, Carmen. (1924-2011)
12. Sinués, Pilar. (1835-1893)
13. Torre, Josefina de la. (1907-2002)
14. Zambrano, María. (1907-1991)
15. Woolf, Virginia. (1882-1941)
Feministas
1. Amar y Borbón, Josefa. (1753-1833)
2. Arenal, Concepción. (1820-1893)
3. Cáceres, Berta (1976-2016)
4. Campoamor, Clara. (1888-1972)
5. Echarri, María de. (1878-1955)
6. Espinosa, María. (1875-1946)
7. Gimeno Gil, Concepción. (1850-1919)
8. Menchu, Rigoberta (1959)
9. Nelken, Margarita. (1896-1968)
10. Ocampo, Victoria. (1890-1979)
11. Pankhurst, Emmeline. (1858-1928)
12. Pardo Bazán, Emilia. (1852-1921)
13. Saiz de Otero, Concepción. (1851-1934)
14. Tristán, Flora. (1803-1844)
15. Wollstonecraft, Mary. (Londres, 1759-1797)
Fundadoras de órdenes religiosas
1. Barat, Madre. (1779-1865)
2. Calcuta, Madre Teresa de. (1910-1997)
190
3. Izquierdo Albero, María Pilar (1906-1945)
4. Molas, Rosa. (1815-1876)
5. Montal, Paula. (1799-1889)
6. Oviedo, Madre Antonia María de. (1822-1898)
7. Rafols, Madre. (1781-1853)
8. Sacramento, Madre. (1809-1885)
9. Santa Joaquina de Vedruna. (1783-1854)
10. Torres, Madre Genoveva. (1870-1956)
Heroínas de los sitios
1. Agustín, María. (1784-1831)
2. Álvarez, Casta. (1786-1846)
3. Aragón, Agustina de. (1786-1857)
4. Bureta, Condesa. (1775-1814)
5. Larena y Fenollé, Juliana. (1790-1835)
6. Lostal, María. (¿?-1810)
7. Rafols, Madre. (1781-1853)
8. Sancho, Manuela. (1784-1863)
9. Villahermosa, Duquesa de. (1753-1816)
Joteras
1. Bartolomé, Jacinta. (1902-1993)
2. Blasco, María. (1888 -1966)
3. Cartiel, Mercedes. (1924-2008)
4. Delmás, Asunción. (1867-1903)
5. Galé, Felisa. (1912-1948)
6. Gascón, Pilar. (1900-1930)
7. Gil, Piedad. (1923-2014)
8. Heras, María Pilar de las. (1926)
9. Perié, Pascuala. (1901-1950)
10. Real Castillo, María Pilar del (1933-2013)
11. Salvo, Teresa. (1892-1979)
12. Virto, María. (1900-1954)
13. Tarragual, Aurora (1935-2007)
14. Zapata, Isabel. (1904-1982)
Lexicógrafas y archiveras
1. Contel, Concepción (1941)
2. Moliner, María. (1900-1981)
Médicas y farmacéuticas
1. Poch, Amparo. (1902-1968)
2. Castejón, Enriqueta (1916-2011)
3. Rosinach, Zoe. (1894-1973)
Mujeres de hombres famosos
1. Bayeu, Josefa. Mujer de Goya. (1747-1812)
2. Fañanás, Silveria. Mujer de Ramón y Cajal. (1854-1930)
Músicas, cantantes y bailarinas
1. Andrés, Pilar. (1921-2006)
2. Ávila, María de. (1920-2014)
3. Bayona, Pilar. (1898-1979)
4. Callas, María. (1923-1977)
5. Cavero, Pilar. (1906-2005)
6. Hidalgo, Elvira de. (1891-1980)
7. Laguna, Ana (1954)
8. Lerma, Matilde de. (1875-ca. 1956)
9. Lorengar, Pilar. (1931-1996)
10. Parra, Violeta. (1917-1967)
Nobles, burguesas, ricas y propietarias
1. Angulo, Plácida. (Siglo XX)
2. Bozada, Gutiérrez de la. (Primera mitad del siglo XX)
3. Bureta, Condesa de .(1775-1814)
4. Chinchón, Condesa de. (1753-1816)
5. Dama
6. Damas, Paseo de las
7. Doncellas
8. Duaso, Lorenza. (Siglo XXI)
9. Giner, María Luisa. (Primera mitad del siglo XX)
10. Parra, Lolita. (1951-1974)
11. Portolés, Rosa. (1869-1966)
Pedagogas
1. Maeztu, María de (1881-1948)
2. Montessori, María. (1870-1952)
3. Saiz de Otero, Concepción. (1851-1934)
Periodistas y locutoras de radio
1. Aguado, Lola. (1922-1981)
2. Carrillo, Conchita. (1928-2002)
3. Echarri, María de. (1878-1955)
4. Gimeno Gil, Concepción. (1850-1919)
Políticas
1. Arenal, Concepción (1820-1893)
2. Campoamor, Clara. (1888-1972)
191
3. Domínguez, María. (1882-1936)
4. Duarte, Eva. (1919-1952)
5. Giménez, Desideria (1919-1936)
6. Moreno, Marina (1918-1936)
7. Pineda, Mariana. (1804-1831)
8. Soteras, Felisa. (1899-1969)
9. Trece Rosas, Las.
Barrero Aguado, Carmen. (1919-1939)
Barroso García, Martina. (1919-1939)
Brisac Vázquez, Blanca. (1910-1939)
Bueno Ibáñez, Pilar. (1912-1939)
Conesa Conesa, Julia. (1920-1939)
García Casillas, Adelina. (1920-1939)
Gil Olaya, Elena. (1919-1939)
González García, Virtudes. (1921-1939)
López Gallego, Ana. (1918-1939)
López Laffite, Joaquina. (1920-1939
Manzanero Salas, Dionisia. (1919-1939)
Muñoz García, Victoria. (1921-1939)
Rodríguez de la Fuente, Luisa. (1921-1939)
Reinas y princesas
1. María Cristina, Reina (1858-1929)
2. Fabiola, Reina (1928-2014)
3. María Teresa (1759-1820)
4. Isabel II (1830-1904)
5. Reina, La
6. Sofía, Reina. (1938)
7. Victoria, Reina Madre Doña (1887-1969)
Santas
1. Santa Gema. (1878-1903)
2. Santa Joaquina de Vedruna. (1783-1854)
3. Santa Teresita. (1873-1897)
Sindicalistas y defensoras de los derechos humanos
1. Arenal, Concepción. (1820-1893)
2. Bravo, Ángela. (1929-2003)
3. Menchú, Rigoberta (1959)
Víctimas del terrorismo
1. García, Marianela. (1948-1983)
2. Herrero, Ana Isabel. (1952-2006)
Mujeres por sus profesiones y Científicas
1. Casamayor, María Andrea
actividades 2. Curie, Marie
Abadesas y monjas 3. Lapuente, Pilar

1. Abarca de Bolea, Ana Deportistas

2. Ágreda, Sor María Jesús
3. Santo Domingo, Isabel de 1. Cobos, Pepa
4. Sor Juana Inés de la Cruz 2. Fernández, Ana Belén
3. Herrero, Sheila
Abogadas 4. Millán, Francisca

1. Arenal, Concepción Directoras de cine

2. García Villas, Marianela
3. Maynar, Sara 1. Miró, Pilar

Asociaciones de mujeres Docentes: maestras y profesoras

1. Madres de la Plaza de Mayo 1. Almenar, María Pilar

2. Centenera, Águeda
Actrices 3. Cuartero, Pilar
4. Figueras, Pilar
1. Aparicio, Rafaela 5. Gea, María Pilar
2. Cruz, Penélope 6. Giral, María Pilar
3. Delgado, Pilar 7. Ibáñez, María Jesús
4. Guerrero, María 8. Lapuente, Pilar
5. Lamadrid, Teodora 9. López, Ángela
6. Meller, Raquel 10. Marco, Manolita
7. Pinito del Oro 11. Maynar, Sara
8. Xirgú, Margarita 12. Rodríguez, Agustina
13. Sánchez Arbós, María
Artistas: pintoras, escultoras y grabadoras 14. Sangüesa, Matilde
15. Tovar, Avelina
1. Agüesca, Teresa 16. Zamora, Joaquina
2. Aranda, Pilar
3. Atienza Cobos, Agustina Desconocidas
4. Burges, María Pilar
5. Francés, Juana 1. Duce, María
6. Gargallo, Pierrette 2. Gil, Teresa
7. Guerra, Isabel 3. Giménez, Doña Teodora
8. Izquierdo, Pepa 4. María Teresa
9. Massieu, Lola 5. Mari-Gil
10. Morales, María Belén 6. Mercedes
11. Nazco, Maribel
12. Zamora, Joaquina

192
Enfermeras, comadronas y asistentes sociales Fundadoras de órdenes religiosas

1. Arnal, Doña Dorotea 1. Barat, Madre

2. Madrina Salinas 2. Calcuta, Madre Teresa de
3. Rafols, Madre 3. Izquierdo Albero, María Pilar
4. Sarrato, Teresa 4. Molas, Rosa
5. Simón, Agustina 5. Montal, Paula
6. Soldevilla, María del Carmen 6. Oviedo, Madre Antonia María de
7. Rafols, Madre
Escritoras 8. Torres, Madre Genoveva
9. Sacramento, Madre
1. Amar y Borbón, Josefa 10. Santa Joaquina de Vedruna.
2. Aranda, Rosa María
3. Bueso (Buesso), Eugenia Heroínas de los sitios de la Guerra de la Independencia
4. Castro, Rosalía de
5. Chacel, Rosa 1. Agustín, María
6. Gómez de Avellaneda, Gertrudis 2. Álvarez, Casta
7. Ibarbourou, Juana de 3. Aragón, Agustina de
8. Mistral, Gabriela 4. Bureta, Condesa
9. Navales, Ana María 5. Larena , Juliana
10. Ocampo, Victoria 6. Lostal, María
11. Pardo Bazán, Emilia 7. Rafols, Madre
12. Serna, Carmen 8. Sancho, Manuela
13. Sinués, Pilar
14. Torre, Josefina de la Joteras
15. Woolf, Virginia
16. Zambrano, María 1. Bartolomé, Jacinta
17. Zayas, María 2. Blasco, María
3. Cartiel, Mercedes
Feministas 4. Delmás, Asunción
5. Galé, Felisa
1. Amar y Borbón, Josefa 6. Gascón, Pilar
2. Arenal, Concepción 7. Gil, Piedad
3. Cáceres, Berta 8. Heras (Lasheras) Dopedeiro, María Pilar
4. Campoamor, Clara 9. Perié, Pascuala
5. Echarri, María de 10. Real del Castillo, María
6. Espinosa, María 11. Salvo, Teresa
7. Gimeno Gil, Concepción 12. Tarragual, Aurora
8. Menchú, Rigoberta 13. Virto, María
9. Nelken, Margarita 14. Zapata, Isabel
10. Ocampo, Victoria
11. Pankhurst, Emmeline Lexicógrafas y archiveras
12. Pardo Bazán, Emilia
13. Tristán, Flora 1. Contel, Concepción
14. Saiz de Otero, Concepción 2. Moliner, María
15. Wollstonecraft, Mary

193
Médicas y farmacéuticas 11. Giner, María Luisa
12. Godina, Doña
1. Castejón, Enriqueta 13. Parra, Lolita
2. Poch, Amparo 14. Peco, Margarita
3. Rosinach, Zoe 15. Portolés Oliver, Rosa
16. Villahermosa, Duquesa de
Mujeres de hombres famosos 17. Zaporta, Jerónima

1. Bayeu, Josefa. Mujer de Goya Pedagogas

2. Botorrita, Señora de Botorrita. Mujer del Señor de Botorrita.
3. Castro, Leonor de. Mujer de Francisco de Gurrea 1. Maeztu, María de
4. Fañanás, Silveria. Mujer de Ramón y Cajal 2. Montessori, María
5. Salazar, Catalina. Mujer de Cervantes 3. Saiz de Otero, Concepción
6. Ram, Isabel. Mujer de Berenguer Bardají
Periodistas y locutoras de radio
Mujeres de las Sagradas Escrituras
1. Aguado, Lola
1. Ester, Reina 2. Carrillo, Conchita
2. Magdalena, La 3. Echarri, María de
3. Verónica, La 4. Gimeno Gil, Concepción

Músicas, cantantes y bailarinas Políticas

1. Andrés, Pilar 1. Arenal, Concepción

2. Ávila, María de 2. Campoamor, Clara
3. Bayona, Pilar 3. Domínguez, María
4. Callas, María 4. Duarte, Eva
5. Cavero, Pilar 5. Giménez, Desideria
6. Hidalgo, Elvira de 6. Moreno, Marina
7. Laguna, Ana 7. Pineda, Mariana
8. Lerma, Matilde de 8. Soteras, Felisa
9. Lorengar, Pilar 9. Simón, Agustina
10. Parra, Violeta 10. Treces Rosas, Las:
Barrero Aguado, Carmen. Barroso García, Martina. Brisac
Nobles, burguesas, ricas y propietarias Vázquez, Blanca. Bueno Ibáñez, Pilar. Conesa Conesa, Julia. García
Casillas, Adelina. Gil Olaya, Elena. González García, Virtudes. López
1. Ángulo, Plácida Gallego, Ana. López Laffite, Joaquina. Manzanero Salas, Dionisia.
2. Baronesa de Purroy Muñoz García, Victoria. Rodríguez de la Fuente, Luisa
3. Botorrita, Señora de
4. Bozada, Gutiérrez de la Reinas, princesas e infantas
5. Castro, Leonor de
6. Chinchón, Condesa de 1. Aragón, Ermesinda de
7. Dama 2. Aragón, Leonor de
8. Damas, Paseo de las 3. Aragón, María de
9. Doncellas 4. Berenice
10. Duaso, Lorenza 5. Cleopatra

194
6. María Cristina, Reina
7. Fabiola, Reina Sindicalistas y defensoras de los derechos humanos
8. Felicia, Reina
9. Foix, Germana de 1. Arenal, Concepción
10. Hungría, Violante de 2. Bravo, Ángela
11. Infantas 3. Menchu, Rigoberta
12. Isabel II, Princesa
13. Isabel II, Reina Tareas de mujeres
14. Isabel la Católica
15. Luna, María de 1. Aguadora, La
16. María Teresa 2. Camisera, La
17. Navarra, Doña Blanca de 3. Lavanderas, Las
18. Petronila, Reina 4. Mosquetera, La
19. Poitiers, Inés de 5. Perfumista, La
20. Portugal, Reina de
21. Princesa de Éboli, La Topónimos con antropónimo femenino
22. Sicilia, Constanza de
23. Sofía, Reina 1. Quinta Julieta
24. Victoria, Reina Madre Doña 2. Torre Condesa
25. Yolanda de Bar 3. Torre del Carmen
4. Torre Ramona
Santas
Víctimas del terrorismo
1. Santa Águeda
2. Santa Alodia 1. García, Marianella
3. Santa Ana 2. Herrero, Ana Isabel
4. Santa Bárbara
5. Santa Catalina
6. Santa Cecilia
7. Santa Clara
8. Santa Engracia
9. Santa Eulalia
10. Santa Gema
11. Santa Inés
12. Santa Isabel de Portugal
13. Santa Joaquina de Vedruna
14. Santa Lucía
15. Santa Marta
17. Santa Mónica
18. Santa Nunila
19. Santa Orosia
20. Santa Quiteria
21. Santa Rita de Casia
22. Santa Rosa
23. Santa Teresa de Jesús
24. Santa Teresita

195
196
197
Tres bustos sin nombre, escultura de Lennie Bell en la plaza de Santa Marta.
Calles y otros topónimos urbanos con nombres de mujeres

39. Buena Madre

1. Abarca de Bolea, Ana 40. Bueso, Eugenia
2. Ágreda, Sor María Jesús de 41. Burdel Viejo
3. Aguado, Lola 42. Bureta, Condesa
4. Aguadora, La 43. Burges, María Pilar
5. Agüesca, Teresa 44. Cabrera, De la
6. Agustín, María 45. Cáceres, Berta
7. Almenar, María Pilar 46. Calcuta, Madre Teresa de
8. Almunia de doña Godina, La 47. Callas, María
9. Altabás 48. Camisera, La
10. Álvarez, Casta 49. Campoamor, Clara
11. Amar y Borbón, Josefa 50. Capitana
12. Amazonas 51. Carmelo, El
13. Andrés, Pilar 52. Carmen, Del
14. Andrómeda 53. Carrillo, Conchita
15. Angulo, Plácida 54. Cartiel, Mercedes
16. Aparicio, Rafaela 55. Casamayor, María Andrea
17. Aragón, Agustina de 56. Caseta de las Brujas, La
18. Aragón, Ermesinda de 57. Castejón, Enriqueta
19. Aragón, Leonor de 58. Castro, Leonor de
20. Aragón, María de 59. Castro, Rosalía de
21. Aranda, Pilar 60. Cavero, Pilar
22. Aranda, Rosa María 61. Centenera, Águeda
23. Arenal, Concepción 62. Chacel, Rosa
24. Arnal Gorría (García), Doña Dorotea 63. Chinchón, Condesa de
25. Asociación de mujeres Río Gállego 64. Cleopatra
26. Atienza, Agustina 65. Cobos, Pepa
27. Ávila, María de 66. Cogullada
28. Barat, Madre 67. Concepción
29. Bartolomé, Jacinta 68. Contel, Concepción
30. Bayeu, Josefa 69. Cruz del Pilar
31. Bayona, Pilar 70. Cruz, Penélope
32. Beatas 71. Cuartero, Pilar
33. Berenice 72. Curie, Marie
34. Blasco, María 73. Dama
35. Botorrita, Señora de 74. Dama de noche
36. Bozada, La 75. Damas
37. Bravo, Ángela 76. Delgado, Pilar
38. Bruja, De la 77. Delmás, Asunción

200
78. Descalzas, Las 122. Hijuela Capitana
79. Domínguez, María 123. Hungría, Violante de
80. Doncellas 124. Ibáñez, María Jesús
81. Duarte, Eva 125. Ibarbourou, Juana de
82. Duaso, Lorenza 126. Infantas
83. Duce, María 127. Inmaculada
84. Echarri, María de 128. Isabel II
85. Enseñanza 129. Isabel la Católica
86. Ermita, La 130. Izquierdo, Pepa
87. Espada, Antonia de 131. Izquierdo Albero, María Pilar
88. Espinosa, María 132. Jerusalén
89. Ester, Reina 133. Jesús
90. Fabiola, Reina 134. Jesús y María
91. Fañanás, Silveria 135. Laguna, Ana
92. Fecetas, Las 136. Lamadrid, Teodora
93. Felicia, Reina 137. Lapuente, Pilar
94. Fernández, Ana Belén 138. Larena, Juliana
95. Figueras, Pilar 139. Lavanderas, Las
96. Foix, Germana de 140. Lerma, Matilde de
97. Francés, Juana 141. López, Ángela
98. Galatea 142. Lorengar, Pilar
99. Galé, Felisa 143. Lostal, María
100. Galera, La 144. Lourdes
101. García, Marianela 145. Luna, María de
102. Gargallo, Pierrette 146. Madres de la Plaza de Mayo
103. Gascón, Pilar 147. Madrina Salinas
104. Gea, María Pilar 148. Maeztu, María de
105. Gigantillas, Las 149. Magdalena, La
106. Gil, Piedad 150. Majas de Goya, Las
107. Gil, Teresa 151. Marco, Doña Manolita
108. Gilda 152. María Auxiliadora
109. Giménez, Desideria 153. María Cristina, Reina
110. Giménez, Teodora 154. María Teresa
111. Gimeno, Concepción 155. Marigaita, La
112. Giner, María Luisa 156. Mari-Gil
113. Giral Pérez, María 157. Mary Poppins
114. Gómez de Avellaneda, Gertrudis 158. Massieu, Lola
115. Guerra, Isabel 159. Maternidad
116. Guerrero, María 160. Maynar, Sara
117. Heras, María Pilar de las 161. Meller, Raquel
118. Heroinas de los Sitios 162. Menchú, Rigoberta
119. Herrero, Ana Isabel 163. Merced, La
120. Herrero, Sheila 164. Mercedes
121. Hidalgo, Elvira de 165. Milagrosa, La

201
166. Millán, Francisca 210. Morales, María Belén
167. Miró, Pilar 211. Morena Clara
168. Misericordia 212. Moreno, Marina
169. Misioneras de Nuestra Señora del Pilar 213. Mosquetera, La
170. Mistral, Gabriela 214. Navales, Ana María
171. Molas, María Rosa 215. Navarra, Doña Blanca de
172. Moliner, María 216. Nazco, Maribel
173. Molino del Pilar 217. Nelken, Margarita
174. Monasterio de Alahón (Santa María) 218. Nuestra Señora de Begoña
175. Monasterio de Guadalupe 219. Nuestra Señora de Bonaria
176. Monasterio de Guayente (Nuestra Señora) 220. Nuestra Señora de Covadonga
177. Monasterio de la Oliva (Santa María) 221. Nuestra Señora de la Blanca
178. Monasterio de la Rábida (Santa María) 222. Nuestra Señora de la Fraternidad
179. Monasterio de las Descalzas Reales 223. Nuestra Señora de la Fuenfría
180. Monasterio de las Huelgas 224. Nuestra Señora de la Gloria
181. Monasterio de Leyre (Santa María) 225. Nuestra Señora de la Oliva
182. Monasterio de Monserrat 226. Nuestra Señora de la Paz
183. Monasterio de Nájera (Santa María la Real) 227. Nuestra Señora de la Sagrada
184. Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria 228. Nuestra Señora de las Lagunas
185. Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles 229. Nuestra Señora de las Nieves
186. Monasterio de Nuestra Señora de Monlora 230. Nuestra Señora de Loreto
187. Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera 231. Nuestra Señora de Movera
188. Monasterio de Nuestra Señora del Moncayo 232. Nuestra Señora de Sancho Abarca
189. Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo 233. Nuestra Señora de Valentuñana
190. Monasterio de Obarra (Santa María) 234. Nuestra Señora de Valvanera
191. Monasterio de Piedra (Santa María) 235. Nuestra Señora del Agua
192. Monasterio de Poblet (Santa María) 236. Nuestra Señora del Carmen
193. Monasterio de Roncesvalles (Nuestra Señora de 237. Nuestra Señora del Pilar
Roncesvalles) 238. Nuestra Señora del Portal
194. Monasterio de Rueda (Santa María) 239. Nuestra Señora del Puig
195. Monasterio de Samos (San Julián y Santa Basilisa) 240. Nuestra Señora del Rosario
196. Monasterio de San Juan de las Abadesas 241. Nuestra Señora del Salz
197. Monasterio de Santa Catalina 242. Nuestra Señora del Villar
198. Monasterio de Santa Clara 243. Ocampo, Victoria
199. Monasterio de Santa Cruz de la Serós 244. Órgano de la Magdalena
200. Monasterio de Santa Lucía 245. Oviedo, Madre Antonia María de
201. Monasterio de Santa María de Ripoll 246. Pankhurst, Emmeline
202. Monasterio de Santa María del Olivar 247. Pardo Bazán, Emilia
203. Monasterio de Sigena 248. Parra, Lolita
204. Monasterio de Veruela (Santa María) 249. Parra, Violeta
205. Monasterio del Santo Sepulcro 250. Pastora, La
206. Monjas 251. Peco, Forno de
207. Monserrate 252. Perfumista, La
208. Montal, Paula 253. Perié, Pascuala
209. Montessori, María 254. Perpetuo Socorro

202
255. Perseidas, Las 300. Santa Alodia
256. Petronila, Reina 301. Santa Ana
257. Pilar 302. Santa Bárbara
258. Pilar, Puente del 303. Santa Catalina
259. Pineda, Mariana 304. Santa Cecilia
260. Pinito del Oro 305. Santa Clara
261. Pintora, La 306. Santa Engracia
262. Pléyades, Las 307. Santa Eulalia del Campo
263. Poch, Amparo 308. Santa Fe
264. Poitiers, Inés de 309. Santa Gema
265. Portillo, Plaza del 310. Santa Inés
266. Portolés, Rosa 311. Santa Isabel
267. Posición Santa Quiteria 312. Santa Joaquina de Vedruna
268. Prima Angélica, La 313. Santa Lucía
269. Primavera, La 314. Santa María
270. Princesa de Éboli, La 315. Santa María la Mayor
271. Princesa, De la 316. Santa María Reina
272. Princesa, Fuente de la 317. Santa Marta
273. Puente del Pilar, Avenida de 318. Santa Mónica
274. Purísima, Camino 319. Santa Nunila
275. Purroy, Baronesa de 320. Santa Orosia
276. Quinta Julieta, La 321. Santa Quiteria
277. Rafols, Madre 322. Santa Rita de Casia
278. Ram, Isabel 323. Santa Rosa
279. Real Castillo, María Pilar del 324. Santa Teresa de Jesús
280. Recogidas 325. Santa Teresita
281. Refugio 326. Santo Domingo, Isabel de
282. Reina de África 327. Santuario de Cabañas
283. Reina de Portugal 328. Santuario de Misericordia
284. Reina, De la 329. Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza
285. Rodríguez, Agustina 330. Santuario de Nuestra Señora del Moncayo
286. Rosario 331. Santuario de Rodanas
287. Rosinach, Zoe 332. Sarrato, Teresa
288. Sabina, La 333. Selene
289. Sacramento, Madre 334. Señora Miniver, La
290. Sagrada, La 335. Sepulcro
291. Saiz de Otero, Concepción 336. Serna, Carmen
292. Salazar, Catalina 337. Sicilia, Constanza de
293. Salomón y la reina de Saba 338. Simón, Agustina
294. Salvo, Teresa 339. Sinués, Pilar
295. San José 340. Sirena del Mississippi, La
296. Sánchez, María 341. Sofía, Reina
297. Sancho, Manuela 342. Soldevila, María del Carmen
298. Sangüesa, Matilde 343. Sor Juana Inés de la Cruz
299. Santa Águeda 344. Soteras, Felisa

203
345. Tarragual, Aurora
346. Todo sobre mi madre
347. Toronjera, La
348. Torre Condesa
349. Torre de la Señora Infanta
350. Torre del Carmen
351. Torre del Pilar
352. Torre del Rosario
353. Torre Genoveva
354. Torre Ramona
355. Torre Virreina
356. Torre, Josefina de la
357. Torres, Madre Genoveva
358. Tovar, Avelina
359. Trece Rosas, Las
360. Tristán, Flora
361. Urreas, Las
362. Velillanas, La
363. Venus
364. Verónica, La
365. Verónica, Subida de la
366. Victoria, De la
367. Victoria, Reina Madre Doña
368. Villahermosa, Duquesa de
369. Virgen
370. Virgen de la Asunción
371. Virgen de la Blanca
372. Virgen de la Rosa
373. Virgen de Movera
374. Virgen del Buen Acuerdo
375. Virgen, La
376. Vírgenes
377. Viridiana
378. Virto, María
379. Wollstonecraft, Mary
380. Woolf, Virginia
381. Xirgú, Margarita
382. Yolanda de Bar
383. Zambrano, María
384. Zamora, Joaquina
385. Zapata, Isabel
386. Zaporta, Jerónima
387. Zaragoza la Vieja
388. Zayas, María

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ÍNDICE

1. Introducción Pg 11

2. Calles con nombres de mujeres Pg 18

1. El significado de los topónimos y la memoria de las mujeres
2. Las biografías: mujeres conocidas, poco conocidas y desconocidas
3. El contexto: la historia de las calles
4. Monasterios, conventos y beaterios
5. El espacio urbano
6. Las Reales Órdenes y el callejero de 1863
7. La conquista del espacio público. Las mujeres en los callejeros
8. Consideraciones finales

3. Biografías y calles Pg 38

4. Fuentes consultadas Pg 130

5. Apéndices Pg 140
Lista de calles por distritos urbanos
Lista de calles por la fecha de entrada en los callejeros
Lista de calles desaparecidas y reubicadas
Lista de mujeres por la época histórica en que vivieron
Lista de mujeres por sus profesiones y actividades

6. Nomenclátor.
Calles y otros topónimos urbanos con nombres de mujeres Pg 200

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