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Habilidades Sociales

Huebner, K. M.

Tomado de:

HUEBNER, K. M. (1990): Habilidades Sociales: En ICEVH, Nº 73. Córdoba


(Argentina): ICEVH.

Traducción de Susana E. Crespo de: HUEBNER, K. M. (1986): Social


Skills. En Teoría y Práctica de Foundations Of Education for blind and
Visually Handicapped Children and Yourth. New York: Geraldine Scholl,
AFB.

INTEREDVISUAL

INTEREDVISUAL@telefonica.net

Introducción

En “Habilidades Sociales”, Kathleen Mary Huebner aborda la completa problemática


social del niño y adolescente disminuido visual con todo lo que esta implica desde el
punto de vista de la aceptación por parte de los pares., de la eficiencia en el
desenvolvimiento integral y de la integración tanto en áreas sociales como sexuales,
pasando por el valor y el sentido de la comunicación no verbal y la influencia del medio.

Todo el capítulo pone en evidencia la actitud de la autora que creo importa mucho
destacar para que se grabe en el pensamiento de los educadores: no se debe minimizar la
importancia del desarrollo de las habilidades sociales porque estas no forman parte de los
contenidos académicos tradicionales. Es más fácil para una joven o niña discapacitada
visual recuperar lo aprendido oportunamente en clases de ciencia o de matemáticas que
adquirir hábitos aceptables de convivencia social cuando estos no han sido enseñados,
transmitidos y ejercitados durante las sucesivas etapas del desarrollo.

He ahí porqué ADV, o Actividades del Diario Vivir o Habilidades Sociales, como se
quiera designar a la asignatura, debe ser materia prioritaria en el curriculum educativo,
debiendo las clases ser impartidas no sólo en el centro educativo sino también en el
hogar del alumno, a fin de adecuar pautas culturales y recursos a las condiciones y
posibilidades individuales de cada educando.

Quizás el contenido de este artículo y de otros ya publicados sobre el tema sirva de


orientación para maestros y de fundamento para abrir nuevas y más posibilidades de
vida realizada para sus estudiantes con problemas visuales.

Susana E. Crespo

Habilidades Sociales

Huebner, K. M.
Antes de comenzar la enseñanza de cualquier habilidad se debe evaluar a los
alumnos para determinar cuáles son las habilidades que poseen, o no, para
desarrollar una actividad determinada. Deben ser observados en ambientes
naturales para conocer cuáles habilidades ya han adquirido. Se debe permitir la
flexibilidad en la metodología ya que existen muchas formas de ejecutar una
misma tarea. A través del aprendizaje los alumnos crean sus propias técnicas y
estrategias. Para conocer si los estudiantes necesitan instrucción inicial o
refuerzo y práctica es importante observar si pueden completar una tarea con:
1) seguridad; 2) aplomo; 3) independencia; 4) confianza; 5) en forma tradicional.

SEGURIDAD:

El estudiante debe realizar la tarea con seguridad, es decir, sin dañarse a sí


mismo ni a otros.

APLOMO:

Aplomo es sinónimo de seguridad, compostura y dignidad. El aplomo en


realizar una tarea ayuda a quienes actúan con el niño a verlo como competente,
lo que refuerza la autoestima. A los niños que se muestran nerviosos o
dubitativos al hacer algo, como puede ser servirse un vaso de agua, se les ofrece
ayuda. Aun si saben que pueden hacer las cosas por sí mismos viven el
ofrecimiento como un signo, de incompetencia. Cuando los niños actúan con
aplomo es poco probable que se les ofrezca ayuda lo que refuerza su
autoconfianza.

INDEPENDENCIA:
Los alumnos deben estar preparados para hacer las tareas en forma
independiente, es decir, sin la ayuda de otras personas y sin esperar que los
otros los ayuden.

CONFIANZA:

La confianza es un sentimiento consciente de seguridad y auto afirmación. La


confianza del estudiante en su capacidad para hacer cosas lo ayuda a
desarrollar su autovalía.

FORMA TRADICIONAL:

"Forma tradicional" significa que la tarea se hace de forma tal que es aceptada
según la cultura del estudiante. Es posible comer arroz, con seguridad,
independencia, confianza y aplomo llevándose los granos a la boca con la
mano, pero en nuestra cultura ésa no es la forma tradicional.

EDAD APROPIADA:

La mayoría de las habilidades son desarrollistas; por lo tanto se debe tener en


cuenta la edad, la experiencia y la madurez de los alumnos cuando se decide
iniciar la enseñanza de una tarea específica. Las tareas de edad apropiada son
aquéllas que están de acuerdo con la edad del desarrollo, la capacidad y los
intereses antes que con la edad cronológica. Toda instrucción debe comenzar en
el hogar. Los padres e idealmente un maestro capacitado para trabajar en
educación temprana de niños discapacitados visuales son quienes deben
proporcionar las primeras enseñanzas. Más tarde la instrucción se integra con el
programa escolar y sigue durante todos los años del proceso educativo. Las
experiencias de aprendizaje y la instrucción se deben dar en forma clara, precisa
y a tiempo, de manera que el alumno disminuido visual tenga la oportunidad
de desarrollarse paralelamente con sus pares con vista.

ORIENTACIÓN:

El estudiante debe ser orientado en el lugar en el cual recibirá la instrucción.


Este lugar debe ser tan real como sea posible. Por ejemplo: si se enseña cómo
poner mantequilla en el pan, la tarea se debe realizar en la cocina o en el
comedor, haciendo conocer al alumno todos los materiales a emplear
facilitando su reconocimiento.

TRANSFERENCIA:

Para transferir una habilidad aprendida a un nuevo ambiente los alumnos


deben comprender todas las etapas que involucra, aplicar y demostrar su
capacidad para actuar en distintas situaciones. Una vez que la tarea se ha
aprendido se debe tener la oportunidad de aplicarla en diferentes situaciones.
Dé a los alumnos la posibilidad de poner en juego lo aprendido, por ejemplo en
un bar o una confitería.

A medida que se adquieren más experiencias, los alumnos se deben incorporar


a experiencias reales: por ejemplo, quienes han aprendido a moverse con
independencia en áreas reducidas, a identificar el dinero y a guardarlo
ordenadamente en la billetera, a cortar carne y a interactuar con los mozos de
un restaurante, podrían cumplir con la tarea de ir a un restaurante, ordenar una
comida que lleve carne y pagar la cuenta. Esto requiere que el sujeto emplee
viejos y nuevos aprendizajes y aplique su capacidad para planificar, organizar y
tomar decisiones.
ANÁLISIS DE LA TAREA:

Análisis de la tarea es un proceso que puede emplearse virtualmente con


cualquier actividad, desde una muy simple como es abotonarse la camisa como
una más complicada

, como puede ser plancharla. Este proceso divide la tarea en subtareas e


identifica cada componente de la conducta en secuencia natural. El análisis de
'tarea puede emplearse para guiar la toma de decisiones y ayuda a identificar:

1. los pasos necesarios para completar la tarea;

2. la secuencia de los pasos a seguir;

3. el próximo paso a enseñar siguiendo la secuencia;

4. la parte o partes de la tarea en la cual el!= alumno tiene dificultades y


requiere mas entrenamiento;

5. la parte o partes aprendidas, pero que requieren¡ más entrenamiento;

6. la parte o partes aprendidas que realiza independientemente;

7. las necesarias adaptaciones para un niño determinado;

8. las posibles opciones cuando no es probable la realización de la tarea en


forma independiente.
Antes de analizar una tarea específica para determinar la secuencia de la
instrucción el maestro debe fijar la conducta termina] o el objetivo que los
alumnos deben lograr y las habilidades previas que deben poseer para avanzar
en el proceso. Las habilidades previas dependen de la tarea. Algunas categorías
generales son: auto-ayuda, motricidad gruesa y fina, relaciones espaciales,
conceptos sensoriales y familiaridad con los materiales que se emplean. El
análisis de la tarea comienza una vez que se determinan las conductas finales,
los objetivos y las habilidades previas.

Reúna todos los equipos y materiales que necesita para realizar la tarea que será
analizada y coloque todo organizadamente en el lugar de trabajo. Se pueden
emplear varias estrategias para hacer el análisis de la tarea. En las primeras dos
estrategias se usan antiparras o simuladores de baja visión. Cada paso se
registra en secuencia, empleando un grabador, el cual permite dejar las manos
libres mientras se trabaja. La segunda emplea una persona con antiparras que
cumple con la actividad mientras otra persona sin antiparras registra y anota los
pasos. La estrategia menos efectiva es sin usar antiparras.

Es necesario, a veces, hacer algunos cambios a medida que el análisis de la tarea


se aplica con los alumnos. Al escribir incluya sólo una acción en cada paso.
Algunos alumnos combinan naturalmente los pasos; otros los subdividen en
pasos pequeños. Los términos dominantes o no dominante o mano preferida se
deben emplear al escribir el análisis de la tarea, no las instrucciones, de manera
que se apliquen a alumnos diestros o zurdos.

Evite repeticiones innecesarias o demoras en e progreso, fije los objetivos


enseñando en-forma secuenciada proporcione el adecuado estímulo y anote
todo lo que observa.

ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA

El poder realizar las diarias tareas es fundamental para el bienestar personal y


el desarrollo del auto concepto. Todos los días es necesario realizar una
infinidad de
tareas que son esenciales para el cuidado y la atención personal. La observación
visual y e 1 aprendizaje accidental no son caminos accesibles para los niños
ciegos o con baja visión. Estos no pueden observar movimientos, acciones o la
manipulación de objetos que hacen las otras personas. Por esto, tiene gran
importancia que los alumnos disminuidos visuales participen activamente en
tareas de rutina apropiadas

a su edad, tareas a cumplir tanto en la escuela como en el hogar y en el medio


en que se desenvuelven. Si los adultos los limitan y los sobreprotegen el
resultado será niños dependientes carentes de habilidades básicas para su
normal desempeño.

A las AVD se las llama de distintas formas: actividades del diario vivir, técnicas
del diario vivir, autocuidado, manejo personal. La curricula proporciona a los
alumnos destrezas y habilidades esenciales que incluyen: etiqueta en la mesa,
comer, vestirse, higiene, presentación personal, cuidado y organización de la
ropa, cuidado del hogar, manejo del dinero, cocina, uso del teléfono, costura,
puericultura, mecánica casera. AVD es un proceso siempre en crecimiento y su
enseñanza va más allá de un programa escolar formal. Enseñar AVD es
responsabilidad de todos los adultos que rodean al niño. El contenido de esta
sección abarca tanto el programa formal como las experiencias diarias que los
estudiantes deben ejercitar en el hogar, la escuela y comunidad.

ETIQUETA EN LA MESA

Las horas de la comida deben ser agradables y cómodas. Cualquiera sea la


ocasión, los comportamientos en la mesa, como son el uso de la servilleta, el
nivel apropiado de la voz y el uso de los elementos para comer permanecen
constantes. Otras formalidades como la presentación de la mesa y la ubicación
de los vasos y los cubiertos dependen de la ocasión.

El entrenamiento de los estudiantes discapacitados visuales en lo que hace a la


conducta en la mesa incluye postura, ubicación y manejo de la servilleta, de los
utensilios, platos, vasos y contenedores; conversación; orientación para ubicar 1
os utensilios en la mesa, nivel de la voz, buenos modales y orden de comida en
restaurantes.
Se debe proporcionar a los estudiantes variadas oportunidades para practicar
todo lo referente a la etiqueta en la mesa hasta que los hábitos se hagan
rutinarios y se pueda actuar con confianza y comodidad disfrutando del
momento de la comida.

HABILIDADES PARA COMER

Si no se proporciona a los alumnos discapacitados visuales una bien pensada y


consciente instrucción, el comer puede convertirse en una experiencia
embarazosa, difícil y muy estresante. Si los alumnos no aprenden las técnicas
para comer adecuadas a su edad y como resultado de esto deben recibir
indicaciones que corresponden a niños más pequeños, el comer se convierte en
un acto desagradable y puede ser asociado a sentimientos de incapacidad,
inadaptación, vergüenza y culpa (Mangold, 1980).

Muchos bebés discapacitados visuales necesitan aprender a comer con los


dedos; a veces se les debe enseñar aun los movimientos básicos para mascar.
Las habilidades para comer deben enseñarse a las horas de comer, en presencia
de la familia, de manera que también se aprendan los aspectos sociales de la
situación.

Hay muchas guías curriculares que describen técnicas específicas a emplear por
los discapacitados visuales. algunas son similares o iguales a las empleadas por
las personas con vista; otras se han modificado o han sido desarrolladas para
personas con impedimentos visuales. Un ejemplo de técnica modificada: la
persona vidente emplea el tenedor para recoger, por ejemplo, arvejas, granos de
choclo o pequeños trozos de ensalada introduciendo los dientes del tenedor en
los alimentos; esto puede ser difícil para el ciego por lo que se le recomienda el
uso de un pedacito de pan, el cuchillo o a veces la cuchara (depende de la
comida) como empujador de la comida hacia el tenedor.

Una técnica desarrollada para los individuos disminuidos visuales es la que se


emplea para localizar y diferenciar los diversos alimentos colocados en un
plato. Quien ve mira el plato y ubica qué comida tiene y dónde se encuentra
ésta. Estando en el hogar se debe indicar a la persona que no ve dónde está la
comida. En un restaurante no es necesario hacerlo porque la comida ha sido
elegida. Pero no se sabe qué lugar ocupa en el plato. Se enseña al estudiante
ciego o utilizar un procedimiento sistemático de búsqueda, sosteniendo el
tenedor en posición horizontal con los dientes hacia arriba moviéndolo
suavemente, siguiendo la dirección de las horas del reloj, por sobre la comida
que está en el circulo interior del plato. Deben aprender a interpretar la
información sensorial que el tenedor les transmite como así también el tamaño,
textura, consistencia y forma de la comida. De esta manera pueden conocer qué
alimentos tienen frente a ellos y en qué lugar del plato están ubicados.

En la medida de lo posible, utilice comida verdadera durante los


entrenamientos y permita al alumno comerla. Esto proporciona inmediata
retroalimentación. Con instrucción y práctica aprenderán a levantar los
cubiertos a cierto nivel y determinar el peso que tiene este con o sin comida.
Aprender a cortar carnes y otros alimentos en adecuado tamaño toma mucho
más tiempo que el permitido durante las horas de las comidas. Se puede
practicar empleando arcilla o rebanadas de papa cruda. Frecuentemente el
método continental de cortar y levantar el trozo hacia la boca es más simple
para el ciego. Arena o arroz crudo pueden emplearse para practicar la
búsqueda de los alimentos de pequeñas dimensiones. Las papas crudas son
útiles para enseñar a servirse de una fuente.

Una vez que los alumnos han adquirido diversas técnicas y habilidades para
actuar durante las comidas se les. deben proporcionar numerosas
oportunidades de practicar lo aprendido y reforzar las técnicas.

HIGIENE Y CUIDADO PERSONAL

ORGANIZACIÓN Y CUIDADO DE LA ROPA

Higiene, cuidado personal, organización y cuidado de la ropa con frecuencia se


superponen. Se deben dar instrucciones sobre la importancia de la higiene
personal y el cuidado y organización de la ropa. Las técnicas generales que se
enseñan ayudan al estudiante a realizar las siguientes tareas:

 Uso y cuidado de los artefactos del baño: lavatorio, ducha, inodoro,


bañera;
 Uso de jabones, talco y toallas, lavado y secado del cuerpo;

 Lavado de dientes, empleo de cepillos, pastas y otros elementos;

 Empleo de distintos tipos de desodorantes: pastas, líquidos, rolettes, etc.;

 Depilación empleando máquinas eléctricas o con cuchilla, uso de cremas


de afeitar, jabones, espumas, lociones para después de afeitar, etc.;

 Cuidado de prótesis oculares: lavado, extracción y colocación;

 Cuidado, de uñas de manos y pies, pulido, pintado;

 Uso de cosméticos, lociones, cremas, colorete, lápiz de labios, pinturas de


ojos, delineadores, etc.;

 Cuidado del cabello: cepillado, peinado, lavado, marcado, estilos;

 Uso y autosuministro de medicinas: píldoras, cápsulas, líquidos e


inyecciones;

 Organización de artículos de tocador, de la ropa y pertenencias;

 Cuidado de la ropa: lavado, planchado, limpieza a seco y reparación;


 Cuidado del calzado: lustrado, mantenimiento y reparación;

 Sistemas para identificar la ropa, colgarla, organizarla, empacarla;

 Uso de la ropa apropiada según estación, ocasión, estilos;

 Compras: dónde, cuándo, cómo, por qué.

Los estímulos para la persona disminuida visual deben ser intrínsecos y


extrínsecos. Quienes ven tienen la retroalimentación de mirarse en el espejo y
"verse bien". Las personas ciegas deben poder apreciar sus esfuerzos median te
el empleo de sus otros sentidos como también a través de] efecto que producen
en los otros. En nuestra sociedad la norma es la higiene y la buena presencia. La
persona ciega que presenta un pobre aspecto es con frecuencia considerada
"ociosa, torpe, ignorante o carente de respeto por si misma". La persona ciega de
aspecto descuidado "a menudo inspira lástima porque se la considera
incompetente para actuar según modelos básico".

Las clases sobre higiene, presentación y cuidado de la ropa, proporcionan


muchas oportunidades para enseñar o reforzar conceptos básicos. Durante
actividades relacionadas con la higiene personal o el doblado de camisas se
pueden aprender las partes de] cuerpo, las relaciones entre éstas y sus
funciones. Lo mismo se aplica para el conocimiento de conceptos espaciales:
abajo, arriba, a la derecha, al lado.

La enseñanza y práctica de hábitos de higiene y presentación debe ser


constante, sobre todo en niños ciegos congénitos, y presentarse en su totalidad.
Por ejemplo, si el objetivo de una lección particular es colocar dentífrico en un
cepillo de dientes de debe completar la secuencia total de la acción con la
limpieza de los dientes.

Cuando los alumnos pueden realizar una tarea completa con seguridad,
confianza, independencia y en forma tradicional es posible continuar con otra
tarea.
PREPARACIÓN DE LA COMIDA

El aprendizaje para preparar comida comienza en el hogar como una rutina


diaria. La mayoría de los infantes disfrutan jugando con cacerolas, tapas, platos
de plástico, tazas y cucharas de madera. Se debería dar las mismas
oportunidades a los niños discapacitados visuales para aprender acerca de los
utensilios de la cocina, de manera que comiencen a asociar los olores, los
sonidos y las actividades que involucran la preparación de la comida con la
hora del almuerzo o cena.

Aunque pueda resultar cansado, se debe instruir a los padres para que lleven a
sus hijos a hacer las compras en el supermercado. Se debe permitir que los
niños exploren y examinen los alimentos que se exponen. Se los debe ayudar a
identificarlos y se les debe enseñar cuáles son las diferentes calidades. Cuando
son mayores también se les debe explicar lo referente al costo y las formas de
preparar determinados alimentos. Se recomiendan las visitas a los mercados
donde los alimentos no se presentan empaquetados de manera que el niño
pueda tocarlos con libertad. Se debe examinar táctilmente los huesos, las partes
con grasa, los distintos cortes de las carnes o aves. Participar en el almacenaje
de los alimentos proporciona experiencias adicionales y ayuda a conocer qué
productos deben guardarse en el refrigerador o en las alacenas. Cuando el
alumno sabe leer y escribir se le debe enseñar a colocar etiquetas en las latas o
paquetes para permitir su identificación.

Se debe dar a los alumnos responsabilidades apropiadas a su edad. Si los niños


no tienen estas experiencias a medida que crecen es difícil compensar los
conocimientos que deberían haberse adquirido en forma rutinaria. Si su único
contacto con la comida es cuando esta está cocinada y le es servida no es raro
entonces que no puedan identificar los productos en su estado natural.

A veces los padres tienen miedo de los peligros que puede implicar la
preparación de alimentos. Se deben eliminar estos temores demostrando
técnicas seguras. La instrucción impartida a los estudiantes debe continuar
hasta tanto estén en condiciones de realizar las tareas con verdadera seguridad.
El maestro de discapacitados visuales debe apoyar a los encargados de las
clases de economía doméstica con el fin de observar, demostrar y ayudar, si es
el caso, para que las actividades se desarrollen en forma efectiva siguiendo una
positiva línea de comunicación con padres y maestros.

CUIDADO DE LA CASA

Los padres y maestros son quienes deben enseñar al niño los cuidados básicos
de la casa. Se les debe enseñar a cuidar los juguetes, los libros, las ropas y a
colocar todo en el lugar correspondiente así los objetos pueden ser localizados
con facilidad. El orden es más importante para los niños ciegos que para los
videntes. Quien tiene impedimento visual no puede entrar en una habitación y
ubicar visualmente el juguete u objeto que quiere. Tener buenas habilidades
organizativas evita al niño y a su familia muchas frustraciones; por ello, la
organización debería ser parte integrante del aprendizaje de las habilidades de
la vida diaria.

A media que los niños crecen se deben agregar responsabilidades acordes con
la edad. Se debe estimular a los niños a que cumplan con pequeñas tareas tanto
en el hogar como en la comunidad. Alguna vez deberán ser responsables del
cuidado de su dormitorio, de su departamento o casa, siendo por lo tanto,
necesario que adquieran y desarrollen las correspondientes habilidades
tempranamente.

Los maestros deben involucrar a los padres en todas las tareas rutinarias del
hogar, explicándoles a los hijos todas las actividades que realizan haciendo las
debidas demostraciones a fin de permitir que el niño discapacitado visual
pueda ejecutar las mismas con un mínimo de dificultades. El maestro debe estar
en permanente contacto con los padres del niño para determinar: 1) en qué
actividades del hogar está participando; 2) la calidad del trabajo que realiza el
alumno; 3) si los padres necesitan ayuda en la aplicación de alguna técnica
efectiva o eficiente para la realización de una determinada acción

MANEJO DEL DINERO - HACER COMPRAS


Cuando no es posible identificar las monedas o los billetes por sus dimensiones
se deben dar a los alumnos algunas orientaciones básicas para facilitar el uso
del dinero. Por ejemplo: 1) cambiar billetes grandes sólo en establecimientos
confiables; 2) pagar con cambio en la medida de lo posible.

Hay varias formas de guardar el dinero de manera que permita su


identificación. Por ejemplo, mantener el billete de menor denominación
extendido y doblar los otros en diferentes formas según el valor. También
ayuda el colocar los billetes en diferentes compartimientos de la billetera. Si el
alumno tiene su propio sistema y le resulta eficiente no se debe tratar de
modificarlo.

Los alumnos discapacitados visuales deben tener muchas experiencias en lo que


hace a hacer compras, pagar cuentas y conocer el precio de los elementos que
compra. Debe estar en condiciones de comprar tanto un helado, un chocolate,
como ropa o una heladera. Deben saber dónde ir para comprar los distintos
elementos y dónde encontrar precios y calidades más apropiadas. El niño va
adquiriendo estos aprendizajes a medida que los padres le dan la oportunidad
de ejercitar su independencia, permitiéndole que maneje su propio dinero, que
aprenda a economizar y a hac

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