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RESUMEN
La simulación es un método muy útil en las Ciencias Médicas, tanto cuando se emplea con
fines educacionales como evaluativos. Acelera el proceso de aprendizaje del educando y
elimina muchas de las molestias que, durante su desarrollo, se producen a los pacientes y a
la organización de los servicios de salud. Requiere su concatenación lógica en el Plan
Calendario de la Asignatura. Se señalan los requisitos y los momentos claves para su
empleo, así como sus ventajas y limitaciones. Se exponen las características y posibilidades
de cada tipo de simulación, así como la estrategia a desarrollar para su adecuada
explotación. Se concluye que es un buen complemento del proceso docente que facilita,
pero no sustituye la interacción del educando con la realidad de los servicios de salud.
INTRODUCCION
Los métodos de enseñanza son las distintas secuencias de acciones del profesor que tienden
a provocar determinadas acciones y modificaciones en los educandos en función del logro
de los objetivos propuestos.1
Una vía para estimular la actitud creadora e independiente de los educandos es la enseñanza
problémica, que puede concebirse como un nuevo tipo de enseñanza, como un sistema de
principios o como un conjunto de métodos de enseñanza.4
Los educandos ganan experiencias manejando los problemas de la vida real. Cuando los
pacientes no están disponibles, cuando es incorrecto probar diferentes soluciones
alternativas en un paciente o cuando es importante desarrollar habilidades
sensoperceptuales o intelectuales previo a su trabajo con individuos sanos o enfermos, los
profesores emplean la simulación en el proceso docente, tanto durante el desarrollo de la
enseñanza como al evaluar los resultados alcanzados.
FUNDAMENTOS
UTILIZACION DE LA SIMULACION
Durante la enseñanza-aprendizaje.
En la evaluación.
Hay que recordar que es un requisito sine qua non, que el empleo del simulador tiene que
estar en estrecha correspondencia con las exigencias y requerimientos del Plan de Estudio y
su planificación susbsecuente en el Plan Calendario y en el Sistema de Evaluación de la
Asignatura, Estancia o Rotación, y que el estudiante tiene que sentir la necesidad y la
utilidad de su uso de manera independiente. Todo ello conlleva que la simulación, como
método de enseñanza, la podamos emplear en las clases prácticas en general y en las
preclínicas en particular; en las actividades de la educación en el trabajo y en especial en la
atención médico-quirúrgica, estomatológica y de enfermería según corresponda, así como
en el trabajo independiente de los educandos.
VENTAJAS
Permite al educando:
Permite al profesor:
LIMITACIONES
Los principales tipos de problemas que se emplean con la simulación son los siguientes:
1. Pacientes estandarizados.
Los pacientes simulados pueden ser representados por personas sanas, enfermos
debidamente curados, actores e incluso por profesores y educandos.
Debemos significar que estos pacientes son adiestrados no sólo en cómo representar su rol
de enfermo, sino además en cómo evaluar el nivel de competencia del educando,
manejando adecuadamente las listas de comprobación elaboradas al efecto.
La interacción con pacientes estandarizados nunca podrá sustituir la del profesor y el
educando al lado de la cama de un paciente real o con un individuo y su familia en la
comunidad. Su empleo corresponde a una etapa intermedia del entrenamiento del educando
entre la clase y el trabajo con pacientes reales, y su objetivo es ganar tiempo y experiencia
por parte del educando, sin afectar al paciente ni entorpecer el trabajo del servicio de salud.
2. Modelos tridimensionales.
Este método consta de 4 fases,9 a saber: (1) se presenta el problema con la información
requerida, (2) se solicita al educando la adopción de determinadas acciones, (3) se le provee
de retroalimentación en correspondencia con las acciones asumidas, y (4) la fase final
corresponde a la conclusión del problema.
Este tipo de simulación con papel y lápiz, cuando se emplea con fines evaluativos, presenta
algunas dificultades e inconvenientes que debemos tener presentes, a saber:8,10
El módulo del profesor permite la creación de la base de datos del problema en cuestión, al
introducir cada una de las opciones, con sus respuestas y la correspondiente
retroalimentación. A su vez se pueden introducir fotografías, imágenes (radiografía,
ultrasonido, tomografía axial computadorizada, etcétera, gráficos y esquemas. Consta
también de un procesador estadístico que va evaluando los resultados: aciertos y errores.
Requiere tiempo y dedicación en su diseño por parte del profesor, lo que se compensa por
su efectividad y eficiencia. Además capacita, entrena y evalúa al educando antes de que se
enfrente ante una situación/paciente real.
a) Laboratorio de simulación.
b)Servicios, cátedras y departamentos.
Laboratorio de simulación
Objetivos:
Proporcionar al estudiante las posibilidades de desarrollar hábitos y habilidades de manera
independiente y bajo el control de un docente en técnicas clínicas, diagnósticas y de
tratamientos, así como en procedimientos de enfermería, en todos los tipos de simuladores
existentes, según la programación contemplada en los planes calendarios de las asignaturas.
Características:
Los simuladores estarán situados en un local apropiado para este fin dentro del instituto,
facultad, hospital, clínica estomatológica o policlínico. Dentro del local deben estar
situados otros medios de enseñanza de apoyo a la simulación. Trabajará en un horario tal
que posibilite impartir clases allí, así como el trabajo independiente de los educandos. El
laboratorio estará bajo la responsabilidad de un Instructor Auxiliar o Auxiliar Técnico
Docente.
Objetivos:
Características:
ESTRATEGIA DE TRABAJO
CONCLUSIONES
Su empleo tanto para el aprendizaje como con fines evaluativos, no puede constituir un
elemento aislado del proceso docente, y debe tener una concatenación lógica dentro del
Plan Calendario de la Asignatura, ya sea en actividades propedéuticas, durante las estancias
clínicas, así como en las rotaciones de la práctica preprofesional.
Tiene ventajas tanto para el educando como para el profesor, así como sus limitaciones, ya
que imita, pero no reproduce exactamente la vida.
Cada uno de los diferentes tipos existentes tiene fines específicos. Los más empleados son:
los modelos tridimensionales, el SIMULA y los audiovisuales.
Es un buen complemento del proceso que no sustituye la interacción del educando con el
profesor, al lado de la cama de un paciente, ni con un individuo y su familia en la
comunidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
VIRUS DE LA
INMUNODEFICIENCIA
FELINA (VIF)
Cornell Feline Health Center
Cornell Veterinary Medicine
Última revision 4/10/99
http://we.vet.cornell.edu/Public/FHC/fiv.html
¿Qué es el virus de la Inmunodeficiencia Felina?
Los virólogos han clasificado el virus de la Inmunodeficiencia
Felina (VIF) en la misma familia del virus de la Leucemia Felina, pero
con una diferencia: el VIF no es un retrovirus, sino un lentivirus, del
tipo de los que causan la neumonía progresiva de las ovejas, la
anemia infecciosa de los caballos, la artritis y encefalitis en las cabras
y el SIDA en humanos. VLFe y VIF con frecuencia causan un tipo de
enfermedad muy parecida, pero en sí mismos ambos virus difieren en
muchos sentidos, por ejemplo en cuanto a su forma y aspecto: el VIF
es un virus de forma alargada, mientras el VLFe es circular. Además,
ambos son muy distintos genéticamente, y su estructura proteínica es
muy diferente en tamaño y composición.
Importancia y riesgo de la enfermedad (porcentajes).
Hay gatos infectados de VIF en todo el mundo, pero la
importancia del la infección depende de la localización geográfica
seleccionada y de la población de gatos testada. En los EE.UU,
aproximadamente entre un 1´5 y un 3% de los gatos en apariencia
saludables han sido infectados del VIF. Este porcentaje aumenta
considerablemente al estudiar a los gatos con algunos signos clínicos
de enfermedad, pues más de un 15% de los gatos con
manifestaciones de alguna difusa patología también resultaron
infectados del VIF. Los machos no castrados a los que se les permite
salir libremente de casa, especialmente aquellos más agresivos, son
los que resultan infectados con más frecuencia, mientras que los gatos
que permanecen siempre dentro de casa son menos proclives a
contraer la infección.
¿Cómo se transmite?
En principio, la única forma conocida de contagio es por la
mordedura de un animal infectado a otro sano (y en algunos casos de
transfusiones sanguíneas). El contacto no agresivo, casual, entre gatos
que conviven en un mismo entorno, aunque compartan bebederos,
comederos, juguetes y otros enseres personales, no parece ser una
vía de contagio de VIF. En raras ocasiones, la enfermedad se
transmite durante la gestación cuando la madre es portadora del VIF, o
bien al atravesar el canal del parto o cuando los gatitos recién nacidos
comienzan a mamar leche infectada. El contacto sexual tampoco
parece ser una forma de transmisión del VIF.
¿Cómo afecta este virus al gato?
Una vez que el virus penetra en el cuerpo, después de la
infección inicial, llega a los nódulos linfáticos donde puede
reproducirse en los glóbulos blancos llamados linfocitos-T. En
consecuencia, se produce un engrosamiento generalizado de los
nódulos linfáticos, aunque este estado de la enfermedad generalmente
pasa desapercibido para el propietario del animal, a no ser que dicho
engrosamiento sea muy visible y evidente.
Algún tiempo después quizá días, pero por lo general semanas o
meses- el gato muestra síntomas como fiebre y un considerable
descenso de leucocitos. Esta leucopenia se debe, fundamentalmente,
a la falta de neutrófilos, los glóbulos blancos que protegen al gato
contra las infecciones bacterianas, y también a la pérdida de esos
linfocitos-T o células de ayuda que juegan un importante papel en la
protección inmunológica. La anemia (bajo recuento de glóbulos rojos)
también puede manifestarse, especialmente cuando la enfermedad ya
está muy avanzada.
Los gatos infectados pueden parecer normales durante años.
Pero de pronto, cuando comience a mostrar signos de
inmunodeficiencia, la capacidad del gato para autoprotegerse contra
las infecciones se verá comprometida. La misma bacteria, virus, hongo
o protozoo que los gatos normalmente encuentran cada día en el
ambiente y que por lo general no afecta a su salud, puede causar una
enfermedad muy grave en los gatos cuyo sistema inmunológico ha
sido dañado por el VIF. Estas infecciones secundarias son
responsables de la mayoría de signos clínicos asociados al VIF, y la
principal causa de muerte en gatos VIF positivos.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Fiebre.
Pérdida de apetito.
Manto (pelaje) empobrecido, sin brillo...
Infecciones e inflamación de encías (gingivitis).
Estomatitis.
Infecciones crónicas o recurrentes de la piel, del tracto urinario y
del sistema respiratorio.
Diarrea persistente.
Inflamación del tejido conjuntivo (en algunos casos, no siempre
aparece).
Pérdida de peso lenta pero progresiva que acaba en un grave
enflaquecimiento a medida que avanza la enfermedad.
Incremento del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como
linfomas (aunque ese riesgo siempre es mayor en el caso de
gatos infectados de Leucemia).
Aborto y problemas reproductivos en gatas fértiles infectadas.
En algunos casos, aún no siendo tan frecuente: convulsiones,
deterioro mental y otros desórdenes neurológicos.
Algunos gatos VIF positivos manifiestan enfermedades recurrentes
seguidas de episodios de aparente salud. Incluso la leucopenia y la
anemia aparecen y desaparecen de forma cíclica: con episodios de
bajos recuentos seguidos de una recuperación de los niveles
normales. Sin embargo, la tendencia general parece ser progresiva, de
modo que los descensos en la fórmula leucocitaria son más bajos en
cada nuevo episodio o brote de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
El diagnóstico ha de basarse en el historial, los signos clínicos y
los resultados de un test de anticuerpos del VIF. Este test lo realizan la
mayoría de los laboratorios veterinarios, tanto universitarios como
comerciales, e incluso está disponible en un kit que se utiliza en
clínicas veterinarias privadas. La presencia de anticuerpos del VIF, es
decir, un resultado positivo, demuestra que el gato ha sido infectado de
VIF probablemente durante toda su vida- y que por tanto es portador y
puede transmitir el virus a otros gatos. Aunque pueden darse falsos
resultados positivos o negativos, los resultados positivos deberían
confirmarse usando otro test diferente. En algunas ocasiones, un test
de VIF puede manifestarse como equívoco o indeterminado. Un nuevo
test realizado dos o tres meses después, por lo general dará un
resultado inequívocamente positivo o negativo. Sin embargo, algunos
gatos pueden seguir mostrando resultados poco claros en el test,
probablemente porque algún factor sanguíneo interfiere con la prueba.
Los gatitos pueden dar un resultado positivo 12 ó 16 semanas
después de su nacimiento, sin haber sido realmente infectados de VIF,
a causa de la transferencia pasiva de anticuerpos del VIF de su madre.
Sólo un porcentaje muy pequeño de estos gatitos están o estarán
infectados. Por esta razón, los gatitos que muestran un resultado
positivo en el test deberían ser nuevamente testados a los seis/ocho
meses para determinar su verdadero estado de salud.
Un resultado negativo en el test indica que no han sido
detectados anticuerpos del VIF. En muchos casos, un resultado
negativo significa que el gato no está infectado. Sin embargo,
necesitamos que transcurran unas 8-12 semanas (o incluso más)
después de la infección para que existan niveles detectables de
anticuerpos. Si se ha realizado el test durante este intervalo de tiempo,
podríamos haber obtenido resultados erróneos. Por consiguiente, los
gatos VIF negativos con una posible exposición (conocida o
desconocida) al VIF deberían ser testados de nuevo unas 8-12
semanas después de su probable riesgo de contagio, para dar tiempo
al desarrollo de una cantidad de anticuerpos mesurable por el test.
En algunos casos, aunque muy poco frecuentes, algunos gatos
en los últimos estadios del VIF pueden dar resultados negativos en el
test, porque su sistema inmunológico está tan alterado que ya es
incapaz de producir ningún tipo de anticuerpos.
¿Qué puedo hacer si mi gato está infectado de VIF?
Lo más importante es proteger al gato y evitar su exposición a
cualquier posible agente infeccioso que pudiera causarle una grave
enfermedad o incluso la muerte, ya que se trata de un animal cuyo
sistema inmunológico padece una disfunción fatal. No dejar salir al
gato de casa es la única forma de evitar que la enfermedad se
contagie a otros animales (que podrían ser mordidos) y que cualquier
bacteria, virus, germen o elemento patógeno comprometa la vida de su
gato.
El uso de medicamentos antimicrobianos para controlar las
infecciones de tipo fúngico o bacteriano, puede tener un éxito
moderado y habrá de continuarse durante largos períodos de tiempo,
pues de lo contrario se producirán nuevas infecciones y/o
reinfecciones.
Con frecuencia serán necesarios cuidados de mantenimiento,
como el suministro de fluidos intravenosos (hidratación), transfusiones
sanguíneas y suplementos dietéticos de elevado contenido calórico.
El uso de corticosteroides o cualquier otra droga antiinflamatoria
puede ser apropiado en algunos casos para controlar la estomatitis y la
gingivitis. Los esteroides anabolizantes ayudan a combatir la pérdida
de peso y el adelgazamiento.
Pero todas estas medidas no combaten de forma directa la
enfermedad, no luchan contra el virus en sí mismo.
Algunas de las drogas utilizadas en el tratamiento de los
pacientes afectados de SIDA (como el AZT) parece ser que podrían
ayudar a los gatos afectados de VIF, pero son caras y difíciles de
obtener, y los efectos secundarios parecen ser más graves en los
gatos que en los humanos. Cualquier droga creada para potenciar o
modificar el sistema inmunológico podría ser beneficiosa para tratar las
infecciones felinas de VIF. Sin embargo, los tratamientos
potencialmente más efectivos están todavía en una fase experimental
de pruebas y desarrollo. Aunque hay que tener en cuenta que todos
estos medicamentos sólo atenúan los efectos del virus pero no lo
destruyen.
Acabo de descubrir que uno de mis gatos tiene VIF, y tengo otros
gatos... ¿qué hago ahora?
La transmisión directa, gato-a-gato, del VIF en criaderos y/o
casas donde conviven varios gatos, es bastante improbable si los
gatos no luchan entre sí. Muchos gatos VIF + no son diagnosticados
hasta después de convivir durante años con otros gatos. Cierto que, en
teoría, cualquier gato que padezca una enfermedad infectocontagiosa
debería aislarse del resto de la colonia felina, pero en realidad si no
hay episodios violentos (peleas o luchas) el riesgo de que contraigan la
enfermedad los gatos sanos parece ser muy bajo.
¿Cuál puede ser la esperanza de vida de mi gato VIF +?
Es imposible predecirlo con seguridad. En condiciones ideales, si
aislamos al gato VIF+ de otros gatos, muchos gatos infectados
conservan una aparente buena salud durante meses o incluso años
después de la infección inicial. Si tu gato ya ha padecido una o más
enfermedades graves a causa de la infección de VIF, o si persiste la
fiebre y la pérdida de peso es alarmante, la esperanza de vida se
reduce considerablemente.
El estado del sistema inmunológico de un gato afectado de VIF
puede determinarse mediante un test que valora la cantidad de
linfocitos CD4 y CD8. Este test mostrará el nivel de inmunosupresión
del gato; una menor cantidad de CD4/CD8 revelará un pronóstico
mucho más grave...
Mi gato VIF+ murió recientemente después de una larga enfermedad.
¿Es completamente seguro llevar a casa un nuevo gato?
Fuera del gato portador, el virus del VIF es altamente inestable y
no sobrevive más de unas horas en condiciones ambientales
normales. Por otra parte, la enfermedad se transmite únicamente
mediante mordiscos, de modo que no es necesaria ninguna
cuarentena para prevenir la infección de VIF si se ha decidido traer
otro gato a casa. En cualquier caso, como medida preventiva
convendría:
Desinfectar o reemplazar los bebederos y comederos, las camas,
aseo (bandeja de arena) y juguetes del gato que haya fallecido
de VIF.
Utilizar una solución de lejía con agua (4:1) como desinfectante
general.
Desinfectar las alfombras y moquetas.
Vacunar al nuevo gato o gatito contra las enfermedades
infecciosas más comunes (Panleukopenia, Rhinotraqueítis,
Calicivirus, Leucemia...) antes de llevarlo a su nueva casa.
¿Cómo puedo evitar que este nuevo gatito contraiga el VIF?
No existe ninguna vacuna contra el VIF. Los propietarios pueden
proteger a sus gatos sólo evitando el contacto de éstos con otros
animales infectados. Las mascotas que viven dentro de casa y que
nunca salen libremente al exterior, al evitar el contacto con las colonias
de gatos cimarrones, están generalmente a salvo de contraer el VIF.
Lo ideal sería que los criaderos y casas donde hay muchos gatos
conviviendo bajo el mismo techo testasen todos sus gatos y aislasen o
apartasen a los gatos infectados. Aunque se ha comprobado la
condición general VIF- de los gatos residentes en un espacio cerrado,
todo gato debería ser testado de Inmunodeficiencia Felina antes de ser
trasladado a otro hogar, y sólo los VIF- podrían entrar en la nueva casa
o criadero. Se recomienda un periodo de cuarentena de unas 8-12
semanas en aquellos casos en que el gato tenga un historial de
probable exposición al virus, como en los gatos callejeros o
abandonados (stray cats).
¿Puedo infectarme de Inmunodeficiencia Felina por un gato VIF+?
No, la verdad es que ¡NO! Aunque el VIF es estructuralmente
similar al VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana, o SIDA) y causa
en los gatos una enfermedad semejante al SIDA en humanos, es un
agente específico y afecta únicamente a los felinos. Según muchos
estudios, veterinarios, propietarios, criadores e investigadores
expuestos a un contacto directo con el virus del VIF y con gatos
infectados, no han mostrado absolutamente ninguna evidencia de la
enfermedad.