Sei sulla pagina 1di 6

Cárceles mixtas en México: la doble penalización de las mujeres

1711014
CIDE

Ser mujer en una cárcel mexicana no sólo implica pagar la pena del delito cometido. Al
parecer, también implica pagar por el delito de ser mujer. Entre el año 1997 y el 2013, la
población femenina en las cárceles de México creció un 175%1. Ante este aumento poblacional y
la falta de nuevos centros penitenciarios, las autoridades han tomado la medida de juntar a las y
los reclusos en una sola penitenciaría para poder sostener el incremento de internas en las
cárceles. Es por esta razón que el 64.80% de las mujeres que residen en centros penitenciarios
cumplen su sentencia en una cárcel mixta2. Las reclusas en estas cárceles son una minoría, lo
cual las pone en desventaja frente a los internos del sexo opuesto. Ante esta problemática actual,
el presente ensayo responderá la siguiente pregunta, ¿por qué en México no deben existir
cárceles mixtas? Por consiguiente, desde una perspectiva de género, este ensayo sostiene que no
deben existir las cárceles mixtas puesto que propician situaciones de vulnerabilidad en las que las
reclusas sufren reiteradamente de acoso y abuso sexual, así como de discriminación
presupuestaria. Cabe mencionar que existen otras razones por las que no debe haber prisiones
mixtas en México, pero las dos mencionadas son las de más relevancia y las que serán discutidas
en este texto.
En 2013, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicó el Informe
especial de la comisión nacional de los derechos humanos sobre el estado que guardan los
derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la república mexicana.
Esta investigación de campo indica que, hasta abril del 2013, en México había 11, 901 internas,
las cuales representaban el 4.87% de la población total recluida. Las reclusas están distribuidas
en 82 centros de reclusión. sin embargo, sólo 10 centros penitenciarios a nivel estatal y tres a
nivel federal son exclusivos para mujeres, los 69 restantes albergan una población mixta en la

1
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe especial de la comisión nacional de los derechos
humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la
república mexicana, 3, https://www.scribd.com/document/150018059/informeEspecial-CentrosReclusion-0, PDF.
2
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe especial de la comisión nacional de los derechos
humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la
república mexicana, 2.
que predominan los hombres.3 Esto quiere decir que el sistema penitenciario mexicano prioriza a
los centros de reclusión para hombres, y las mujeres recluidas tienen que adaptarse a este
sistema. Además, según el mismo informe, no existe perspectiva de género en todas las fases del
sistema de justicia. Lo cual conlleva a una doble penalización de las mujeres.4 Este dato da
cuenta de la falta de atención que han tenido las autoridades hacia el salvaguardo de los derechos
y necesidades específicas de las reclusas.
Antes de comenzar con los argumentos de este ensayo, es pertinente delimitar la
definición de tres conceptos clave: cárcel mixta, perspectiva de género y discriminación
presupuestaria. En primer lugar, el concepto de cárcel mixta hace referencia a aquellos centros
penitenciarios en los cuales están recluidos tanto hombres como mujeres. Si bien, dentro de la
prisión las mujeres están separadas de los hombres por medio de módulos, ambos sexos pueden
compartir áreas comunes o entrar en contacto directo según las reglas de cada prisión. En
segundo lugar, para explicar el término perspectiva de género, este ensayo tomará como
referencia la definición que propone el Instituto Europeo por la Igualdad de Género:
Adoptar una perspectiva de género significa tomar en cuenta las diferencias de género al observar
cualquier fenómeno, política o proceso social. La perspectiva de género se centra especialmente en las diferencias de
género en cuanto a su estatus y poder, y considera cómo esta discriminación determina las necesidades inmediatas,
así como los intereses a largo plazo, de las mujeres y los hombres. 5

Este ensayo tendrá un enfoque en las características clave de la definición antes dada,
como diferencias de poder, de estatus y discriminación de las necesidades inmediatas y a largo
plazo, y serán aplicadas al contexto penitenciario. Por último, discriminación presupuestaria
hace referencia a la práctica de otorgar menos recursos materiales y/o económicos a un
determinado grupo social que a otro(s). Este concepto, aplicado al ámbito penitenciario, da

3
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe especial de la comisión nacional de los derechos
humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la
república mexicana, 1 – 9.
4
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe especial de la comisión nacional de los derechos
humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la
república mexicana, 26 – 27.
5
Traducción propia de “Taking a gender perspective means taking into account gender-based differences
when looking at any social phenomenon, policy or process. The gender perspective focuses particularly on gender-
based differences in status and power, and considers how such discrimination shapes the immediate needs, as well as
the long-term interests, of women and men” en “Gender perspective”, Gender Equality Glossary and Thesaurus,
European Institute for Gender Equality, http://eige.europa.eu/rdc/thesaurus/terms/1197.
cuenta de la inadecuada distinción que hacen las autoridades cuando reparten los recursos en las
prisiones.
Para comenzar con el desarrollo del tema, cabe mencionar que México no es el único país
en el que hombres y mujeres coexisten en una misma prisión. Inclusive, en otros países el hecho
de que reclusos y reclusas convivan – ya sea directa o indirectamente – ha demostrado traer
consigo algunos beneficios. Por ejemplo, en España un grupo de investigadores de la universidad
de Salamanca realizaron un estudio en la prisión de Topas. Al entrevistar a 118 reclusos y 70
reclusas, encontraron que aquellos que mantenían una relación amorosa con alguien más dentro
del penal tenían niveles más bajos de depresión y mayor satisfacción sexual6. En este país, si
bien los reclusos y reclusas están correctamente divididos en módulos, tienen derecho a
compartir ciertas actividades e incluso a iniciar una relación de pareja con comunicaciones
íntimas.7 En Estados Unidos ocurrió un caso similar cuando en 1987 la prisión de Illinois creó
un módulo para mujeres. Los reclusos que ya habitaban la prisión comenzaron a comportarse de
una manera más educada cuando las reclusas estaban cerca y el ambiente de la cárcel fue más
ameno, tal como un interno lo relató en el periódico New York Times.8
Sin embargo, en México, el que las mujeres compartan las cárceles con los hombres ha
traído repercusiones negativas. El primer problema que atraviesan las cárceles mixtas es que las
reclusas son, constantemente, víctimas de acoso y/o abuso sexual por parte de los reclusos. La
principal causa de que haya este abuso es que, en México, a diferencia de otros países, no existe
una correcta separación entre los módulos de hombres y mujeres en las cárceles mixtas. Este dato
fue dado a conocer por el Ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, quién además
agregó que las principales áreas donde existe este problema es en las áreas de: ingreso,
observación y clasificación.9
La falta de atención a la correcta separación de la población penitenciaria, sumada al
machismo imperante en las prisiones y a la falta de un protocolo por parte de las autoridades para

6
Rodrigo J. Cacedo y Félix Lopez, “Men and Women in the Same Prison”, International Journal of
Offender Therapy and Comparative Criminology 52, no. 6, (Diciembre 2008),
http://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0306624X07311596, PDF.
7
Beatriz G. Portalatín, “Cuando las relaciones sexuales se dan dentro de la prisión,” El mundo, Marzo 22,
2013, http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/03/22/noticias/1363956980.html.
8
Dirk Johnson, “Women Blend In With Men At Illinois Prison,” New York Times, Junio 1, 1987,
http://www.nytimes.com/1987/06/01/us/women-blend-in-with-men-at-illinois-prison.html.
9
Animal Político, “CNDH denuncia abusos contra mujeres en cárceles mixtas”, Animal Político, Junio 26,
2013, http://www.animalpolitico.com/2013/06/no-hay-una-adecuada-separacion-de-hombres-y-mujeres-en-
carceles/.
combatir el acoso y/o abuso sexual, convierte a las mujeres en blancos vulnerables para que los
reclusos y/o las autoridades abusen de ellas. Prueba de esto son las redes de prostitución
encontradas en las cárceles de la Ciudad de México. Estas redes fueron denunciadas en 2010 por
un grupo de reclusas del módulo femenil del Centro de Readaptación Social Santa Martha
Acatitla. Las reclusas de esta prisión argumentaban que los guardias recibían dinero a cambio de
obligarlas a tener relaciones sexuales con los internos.10 Si bien, no hay cifras exactas del
número de reclusas que han sufrido de abuso y/o acoso en las cárceles mixtas, es un hecho que
en al menos 20 penitenciarías del país ocurren estos abusos11. Cabe recordar que este problema
deriva de un conflicto aún mayor que es el machismo en México. El hecho de que estos abusos
ocurran en las cárceles mediante la complicidad de los guardias es sólo un reflejo de la situación
inherente en la población actual del país. Por lo tanto, mientras exista la convivencia entre
mujeres y hombres indiscriminadamente en las cárceles, los abusos sexuales seguirán en
práctica. Ante esta situación, es necesaria la estricta separación entre hombres y mujeres en los
centros penitenciarios. En México, lo anterior sólo será posible si las cárceles mixtas dejan de
existir.
El segundo problema que causa la existencia de cárceles mixtas es la discriminación
presupuestaria hacia los módulos femeniles. En México, las cárceles que actualmente son mixtas
no estaban planeadas para serlo, tuvieron que ser forzosamente adaptadas para albergar a las
reclusas. Esto resultó en una mala distribución de los espacios y una grave disparidad entre los
bienes y servicios con los que cuentan los hombres y las mujeres. La falta de planeación, sumada
a que el sistema penitenciario está creado por y para hombres, derivó en esta disparidad entre los
módulos de mujeres y los de hombres. Lo anterior es comprobable mediante los siguientes datos
recabados por la CNDH. En primer lugar, en la Cárcel Distrital Cuautla y Jojutla del estado de
Morelos, el área femenil no cuenta con instalaciones ni espacio para que las reclusas disfruten de
actividades deportivas y recreativas. En segundo lugar, el área femenil del Centro de Reinserción
Social de Apizaco en Tlaxcala carece de atención médica. En tercer lugar, en los Centros de
Readaptación Social no. 2 Gómez Palacio, en el Regional de Santiago Ixcuintla, así como en el

10
Claudia Bolaños, “Prostitución en penal, ventilada por celos,” El universal, Agosto 11, 2010,
http://archivo.eluniversal.com.mx/ciudad/102888.html.
11
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe especial de la comisión nacional de los derechos
humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la
república mexicana, 16.
de Comalcalco, las internas no tienen acceso a los servicios médicos ni a las instalaciones, como
patio, aulas, talleres y áreas deportivas en igualdad de condiciones que los hombres.12 Si bien en
el informe son señalados más casos de discriminación presupuestaria, estos tres ilustran a
grandes rasgos la situación observable en la mayoría de las cárceles mixtas mexicanas.
Claramente estos centros penitenciarios mixtos no están en condiciones de recibir una
población femenil. Por un lado, la falta de áreas recreativas, la infraestructura deplorable y los
pocos espacios que son designados a los módulos de mujeres causan hacinamiento entre las
reclusas. Por otro lado, la falta de servicios básicos como saneamiento, servicios médicos
especializados y/o bienes indispensables de las mujeres como toallas sanitarias, es degradante
para las reclusas e impide el pleno goce de sus derechos humanos. Si bien ellas son una minoría
en los planteles mixtos, sus derechos también deben ser salvaguardados de acuerdo con lo
establecido en las Reglas de Bangkok.13
En suma, este ensayo logró demostrar, mediante un argumento del tipo social y otro sobre
políticas públicas, que es necesario que los centros penitenciarios mixtos dejen de existir en
México. Poner en práctica esta reforma al sistema penitenciario implicaría la construcción de
nuevas cárceles femeniles, en especial en aquellos estados de la república donde no cuentan con
estos centros. Si bien ésta es la solución más adecuada, no es la más factible por el costo y
tiempo que implica construir nuevos centros penitenciarios. Por lo tanto, una solución viable a la
problemática es que, al mismo tiempo que las autoridades planean la construcción de nuevas
cárceles, también sea creado un nuevo manual protocolario para las cárceles mixtas. Este
documento deberá aplicar la perspectiva de género, para así determinar los requerimientos
mínimos con los que deben contar los módulos femeniles. Además, debe establecer que los
bienes y servicios en estas áreas también vayan de acuerdo con las necesidades básicas de las
reclusas. Si bien el sistema penitenciario mexicano cuenta con muchas deficiencias, salvaguardar
la integridad y derechos humanos de las reclusas no debe, bajo ningún motivo, ser una de ellas.

12
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe especial de la comisión nacional de los derechos
humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la
república mexicana, 10 - 13.
13
Las Reglas de Bangkok es un manual elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y
el Delito, en donde están expresadas cuales son las medidas que deben tomarse para el tratamiento de las reclusas.
Puede ser consultado en https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-
reform/Bangkok_Rules_ESP_24032015.pdf, PDF.
Referencias

Animal Político. “CNDH denuncia abusos contra mujeres en cárceles mixtas.” Animal Político,
Junio 26, 2013. http://www.animalpolitico.com/2013/06/no-hay-una-adecuada-
separacion-de-hombres-y-mujeres-en-carceles/.
Bolaños, Claudia. “Prostitución en penal, ventilada por celos.” El universal, Agosto 11, 2010.
http://archivo.eluniversal.com.mx/ciudad/102888.html.
Cacedo, Rodrigo J., y Félix Lopez. “Men and Women in the Same Prison.” International Journal
of Offender Therapy and Comparative Criminology 52, no. 6, (Diciembre 2008).
http://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0306624X07311596, PDF.
Chicago Manual of Style. “Notes and Bibliography: Sample Citations.” Citation Quick Guide.
http://www.chicagomanualofstyle.org/tools_citationguide/citation-guide-1.html.
Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Informe especial de la comisión nacional de los
derechos humanos sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres
internas en centros de reclusión de la república mexicana.
https://www.scribd.com/document/150018059/informeEspecial-CentrosReclusion-0.
PDF.
European Institute for Gender Equality. “Gender perspective.” Gender Equality Glossary and
Thesaurus. http://eige.europa.eu/rdc/thesaurus/terms/1197.
Johnson, Dirk. “Women Blend In With Men At Illinois Prison.” New York Times, Junio 1, 1987.
http://www.nytimes.com/1987/06/01/us/women-blend-in-with-men-at-illinois-
prison.html.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Reglas de Bangkok: Reglas de las
Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la
libertad para las mujeres delincuentes y sus Comentarios.
https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-
reform/Bangkok_Rules_ESP_24032015.pdf. PDF.

Portalatín, Beatriz. “Cuando las relaciones sexuales se dan dentro de la prisión.” El mundo,
Marzo 22, 2013.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/03/22/noticias/1363956980.html.

Potrebbero piacerti anche