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ISAÍAS 1

Dios renueva vidas.

¿Vive en rebeldía?

2 Cielo y tierra, escuchen lo que el Señor dice: “Crié hijos hasta que fueron grandes, pero
ellos se rebelaron contra mí. 4 ¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de maldad,
descendencia de malhechores, hijos pervertidos! Se han alejado del Señor, se han apartado
del Dios Santo de Israel, lo han abandonado.
Los padres cuidan y protegen con mucho amor a sus hijos, les cuidan desde que nacen, les
dan protección, les guardan de todos los peligros, les dan todo lo que necesitan para que se
vayan desarrollándose, les guían en cada uno de sus pasos, derraman mucho amor por cada
uno de sus hijos. Los hijos cuando crecen, cuando ya se pueden desenvolverse por sí mismo
en la sociedad se olvidan de todo el sacrificio de su padre, se olvidan de todo el amor que
recibieron, se rebelan contra ellos, se hacen desobedientes a las órdenes de ello, no respetan
las palabras de sus padres. Dios creo con tanto amor a la humanidad, los cuido y los sustento,
tal como los padres terrenales cuidan a sus hijos y mucho más. La humanidad al igual que
los hijos se olvidan el amor y el cuidado de sus padres terrenales, se han olvidado del amor
y la protección del Creador. Han dado la espalda a Dios y viven en rebeldía contra su
Creados. Muchos cristianos a pesar de conocer las escrituras siguen viviendo en rebeldía
contra Dios. Viven sin prestar oídos a los gemidos del Espíritu Santo que mora en su interior.
Si no cambiamos, si seguimos viviendo en rebeldía contra nuestro Creador, tendremos que
pagar las consecuencias que esto acarrea. Sabemos que Dios no dará por inocente al culpable.
El culpable tendrá su castigo, el Señor dice mía es la venganza yo pagare.

Dios quiere bendecir su ofrenda

12 Ustedes vienen a presentarse ante mí, pero ¿quién les pidió que pisotearan mis atrios?
13 No me traigan más ofrendas sin valor; no soporto el humo de ellas. Ustedes llaman al
pueblo a celebrar la luna nueva y el sábado, pero yo no soporto las fiestas de gente que
practica el mal.
Las ofrendas son contribuciones que se presentan a Dios o a dioses según sea la religión que
ellos practiquen, muchas veces estas ofrendas no son presentadas por amor y
voluntariamente, más bien son presentadas por obligación o imposición, algunas veces son
presentadas esperando recibir el favor de su dios. Al igual que el mundo, muchos cristianos
regularmente presentan sus ofrendas a Dios. Algunos lo presentan por costumbre sin analizar
sus vidas, lo presentan sin el amor ni el temor por Dios. esa clase de ofrendas no le agradan
a Dios, no las soporta. Si vamos a presentar nuestras ofrendas a Dios, analicemos nuestra
vida, analicemos si todavía tenemos algún pecado que no le hemos confesado a Dios,
analicemos si tenemos alguna rencilla con un hermano o alguien no resuelta, si tenemos
rencores albergadas en nuestro corazón, o simplemente no estemos amando a Dios con todo
nuestro corazón. Desechemos toda la maldad de nuestra vida para que nuestras ofrendas sean
de olor fragante delante de nuestro Creador.

Dios quiere atender sus oraciones.


15 Cuando ustedes levantan las manos para orar, yo aparto mis ojos de ustedes; y aunque
hacen muchas oraciones, yo no las escucho. Tienen las manos manchadas de sangre.
La comunicación es muy importante en nuestras vidas. Es un medio por el cual nos podemos
relacionarnos con el resto de la sociedad. De igual forma la comunicación es muy importante
para relacionarnos con nuestro Creador. Nuestra comunicación con Dios lo hacemos a través
de nuestras oraciones. Para que nuestras oraciones sean escuchadas por Dios, nuestra vida
tiene que estar libre de pecado, libre de maldad, nuestro corazón y nuestras manos sin
mancha. Dios promete que no dará oído a las oraciones de las personas que no han limpiado
por completo su vida, no oirá la oración del que sigue practicando el pecado. Si desea que
sus oraciones sean atendidas por Dios, renueve por completo su vida, apártese por completo
del pecado, viva una vida en conformidad del Creador.

Escuche a Dios.

18 El Señor dice: “Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como
el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de
púrpura, yo los dejaré blancos como la lana.
Si usted sigue todavía en la cautivada del pecado, con sus fuerzas no ha podido apartarse de
esa cautividad, Dios lo está llamando en este momento. Él quiere conversar con usted, Dios
le dice: hijo mío tranquilo, aunque tus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré
blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como
la lana. Dios quiere actuar en su vida, quiere renovarlo por completo, quiere llenarle de
bendiciones, quiere escuchar y atender sus oraciones, quiere aceptar sus ofrendas, quiere que
usted este un día en su presencia.

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