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TRANS  ·  núm.

14  ·  2010 En este artículo analizaremos uno de los ejes de la creación


ARTÍCULOS  ·  125-141 novelística de Mario Vargas Llosa (la exploración del amor y el sexo)
a través de las traducciones inglesas de las novelas Pantaleón y
las visitadoras (1973), La tía Julia y el escribidor (1977), Elogio de
la madrastra (1988) y Los cuadernos de don Rigoberto (1997). Si
bien en casi todas las obras de Vargas Llosa el amor juega un papel
relevante, en estas cuatro obras hay una fabulación explícita sobre
la sexualidad humana y un notable trabajo sobre la elaboración
lingüística y retórica del lenguaje del amor y el sexo. Traducir el
lenguaje relativo al sexo es, sin duda, un área muy sensible, el lugar
de confluencia entre las interdicciones sociales y los límites éticos
de cada traductor.
palabras clave: Mario Vargas Llosa, lenguaje sexual, traducción,
erotismo.

Amor y erotismo
en Vargas Llosa
y su traducción al inglés
Love and Eroticism in Vargas Llosa and its
Translation into English
In this paper we analyze one of the key elements in Mario Vargas
Llosa’s fiction (the exploration of love and sex) through the English-
language translations of his novels Pantaleón y las visitadoras
(1973), La tía Julia y el escribidor (1977), Elogio de la madrastra
(1988) and Los cuadernos de don Rigoberto (1997). Although
love plays a fundamental role in all of Vargas Llosa’s works, in
these four novels there is an explicit creative effort around human
sexuality and important linguistic and rhetorical elaboration of
the language of love and sex. Translating sex-related language is a
highly sensitive area, the site where the social interdictions and the
translator’s own ethics meet.
José Santaemilia
key words: Mario Vargas Llosa, sexual language, translation,
Universitat de València eroticism.
José Santaemilia TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010

1. vargas llosa, autor muy popular/ orchestre que aquilata una bien ganada reputa-
traducido ción en la república mediático-comercial de las
letras. La recepción de su obra en otras lenguas
126 La obra narrativa de Mario Vargas Llosa mues- queda asegurada, además, por la traducción.
tra una amplia gama de temas, personajes o Prácticamente todas las novelas de Vargas Llosa
experimentos literarios. Es una obra extensa, han sido traducidas al inglés, y por traductores
profunda, rica en matices. Es, asimismo, una tan prestigiosos como Helen Lane, Gregory
obra con difusión internacional, al haber sido Rabassa, Gregory Kolovakos, Ronald Christ,
traducida a multitud de idiomas, especialmente Alfred Mac Adam o Lysander Kemp. Contar
al inglés. En este artículo examinaremos uno de con buenos traductores, que sean capaces de
los pilares de la creación novelística de Vargas trasladar la fuerza del original, es garantía de
Llosa: la exploración del amor y el sexo. Y lo la pervivencia de un autor. La no traducción de
haremos analizando las traducciones inglesas un autor a una determinada lengua constituye
de las novelas Pantaleón y las visitadoras (1973), un vacío cultural importantísimo, pero las tra-
La tía Julia y el escribidor (1977), Elogio de la ducciones mediocres son el peor mal que puede
madrastra (1988) y Los cuadernos de don Rigoberto aquejar a la futura transmisión de un autor en
(1997). Si bien en casi todas las obras de Vargas una determinada cultura. No es, desde luego,
Llosa el amor juega un papel relevante, en estas el caso de Vargas Llosa, que tanto en español
cuatro obras hay una fabulación explícita sobre como en inglés es un autor consolidado, un
la sexualidad humana y un notable trabajo sobre activo intercultural, un valor seguro para las edi-
la elaboración lingüística y retórica del lenguaje toriales que poseen los derechos de traducción1.
del amor y el sexo.
Con independencia del lugar que le corres- 2. vargas llosa y el erotismo
ponda en el conjunto de la literatura latinoame-
ricana —y que determinarán los estudiosos de La obra de Mario Vargas Llosa, como la de
dicha literatura—, lo que sí podemos afirmar todo gran creador, presenta muchas aristas y
es que Mario Vargas Llosa ha sabido labrarse muy diversos niveles de lectura. Podemos cen-
una imagen de autor mediático y popular, de trarnos en su técnica narrativa, en la dimensión
máximo representante de las letras peruanas, de autobiográfica, en la violencia que inunda a
dandy, de liberal, etc. Aparece con frecuencia en todos sus personajes, en el contraste entre la
la prensa de diversos países del mundo, tanto alta cultura y la cultura popular, en las postu-
para presentar sus nuevas creaciones como para ras ideológicas del autor, etcétera. Pero es, sin
revisar su ya extensa obra. Podríamos decir que duda, la fabulación literaria en torno al amor
cultiva con esmero un refinado narcisismo de
corte intelectual. Es, sin duda, un homme de let- 1  Lo cual se manifiesta claramente en la distancia que

tres que participa sin cesar en la vida pública, ya separa la aparición de la obra original y la de la traducción.
Por ejemplo, la última novela de Vargas Llosa, Memorias de
sea a través de columnas políticas en periódicos la niña mala es de 2006, y su traducción al inglés, realizada
prestigiosos, o de lecturas y representaciones de por Edith Grossman, apareció en 2007. Los lectores británi-
sus textos teatrales o poéticos, o de las crónicas cos o estadounidenses de Vargas Llosa hubieron de esperar
cinco años para poder leer Pantaleón y las visitadoras (1973) y
de algunos de los principales conflictos políti- La tía Julia y el escribidor (1977), y tres años para leer Elogio
cos contemporáneos. Es, en suma, un homme- de la madrastra (1988).
TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010 Amor y erotismo en Vargas Llosa y su traducción al inglés

y al erotismo uno de los ejes de su creación literatura que es sólo erótica difícilmente llega a
literaria. ser grande» (Vargas Llosa 2001).
Para Olga Caro (1990: 167), es «innegable En la extensa obra de Vargas Llosa, detec-
que la sexualidad tiene un papel determinante tamos tanto la presencia constante de la sexua- 127
en la obra de Mario Vargas Llosa». El autor lidad como también de la fabulación erótica
peruano considera el amor y el sexo elementos explícita. Si en Pantaleón y las visitadoras (1973)
integrales de toda buena novela, de toda novela el sexo es un principio gozoso que sirve de
que aspire —como hacía su maestro literario, organizador estético y de fuente inagotable de
Flaubert— a reflejar la realidad. La vida rebosa comicidad, en La tía Julia y el escribidor (1977) el
erotismo, como rebosa también violencia, trage- sexo está omnipresente, desde la tierna pasión
dia, frustración. Por ello, la mirada que Vargas amorosa entre tía y sobrino, hasta los cómicos
Llosa lanza sobre los comportamientos sexuales excesos de otros personajes secundarios. En
humanos es, con frecuencia, uno de los princi- ambas novelas la presencia del amor y el sexo es
pios organizadores de su quehacer novelístico. fundamental, y afecta tanto al estilo como a los
Esta expresión del erotismo es, asimismo, y personajes. Sin embargo, en Elogio de la madras-
a menudo, fuente de estilo. Aquí situaríamos tra (1988) y en su continuación, Los cuadernos de
los diminutivos, que en Vargas Llosa resal- don Rigoberto (1997), creemos que Vargas Llosa
tan —simultáneamente— el infantilismo y el da un paso más y trata de construir una larga
esperpento de los comportamientos sexuales reflexión paródica sobre el discurso erótico.
humanos; la ironía y el humor; el eufemismo Ambas novelas nos sugieren, en ocasiones, la
como retórica; etc. farsa erótica, en otras un ensayo tedioso sobre
En el contexto latinoamericano, además, el sexualidad y escritura, y aun en otras unos
sexo sirve también para hacer un diagnóstico tímidos apuntes pornográficos. En definitiva, la
acertado de la realidad social y política de aquel sexualidad humana, en todas sus variantes, con
continente sometido a tantos vaivenes históri- gran diversidad de matices, se ha adueñado de
cos. «Así, para Vargas Llosa», argumenta Olga la producción novelística de Vargas Llosa.
Caro (1990: 179), «más que un simple síntoma, Otra cosa es la recepción crítica de dicho
la sexualidad es verdaderamente el síndrome de esfuerzo novelístico. Elogio de la madrastra, por
una sociedad. Mecanismo humano auténtico, el ejemplo, ha provocado lecturas bien dispares.
sexo es el indiscutible testimonio de una estruc- Mientras que Caro (1990) la califica de obra
tura política». El sexo, en efecto, muestra a la narrativa ‘débil’ y Béjar destaca el «desinterés
vez la tragedia y la farsa que encierran los esta- académico» (1993: 243) con que ha sido acogida,
mentos militares, los burgueses acomodados, los para Sylvia G. Carullo (1993: 157), la obra es
niños y los viejos, las pobres gentes, el paisaje «un acabado logro de la representación de lo
humano todo de países como Perú. A Vargas erótico». Quizá sea ésta la propia sustancia de
Llosa le desagrada la cruda realidad de su país, lo erótico: la capacidad de convocar ideas, reac-
y la visión tragicómica que proporciona el teles­ ciones o vivencias opuestas. El Elogio puede ser
copio del sexo ayuda a hacer dicha realidad algo leído bien como novela erótica o como novela
más soportable. En todo caso, Vargas Llosa metaerótica. Es, a la vez, una novela para gozar
ha declarado expresamente que «sin erotismo y un gozo novelado. Hernán Sánchez (1994:
raramente hay gran literatura. Y al revés, una 315) abunda más en esta idea, cuando afirma
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que en dicha novela aparecen conjugados, y de es que algunas de las obras de Vargas Llosa,
manera simultánea, un erotismo de raíz cultural como Elogio de la madrastra, son difíciles de
y un culturalismo de tendencia erótica. Con la analizar o valorar, pues en gran medida cons-
128 conciliación de ámbitos tan opuestos aparente- tituyen ensoñaciones sobre el deseo, sobre el
mente, se desmitifican la «pureza» estética del amor y el enamoramiento, sobre el sutil veneno
objeto de arte, la beatitud e inocencia infantiles, del erotismo. En este caso, además, la traductora
y las audacias psíquicas de una experimentación (Helen Lane) traza una traducción muy ajusta-
erótica insaciable. da y apegada a la letra del original, tratando de
Keith M. Booker (1994) ve en el Elogio la mantener el mismo grado de abstracción que en
presencia del discurso del sexo como eje para el original.
fabular todo lo humano, que se manifiesta tanto Creemos que la traducción de los episodios
en la pornografía explícita, en la sugerencia amorosos o de las sugerencias sexuales no se
sensual, en el sexo como eufemismo o la pasión rigen por criterios de verdad o de adecuación
religiosa. El Elogio es también, para Booker, una gramatical, sino de efectividad estética, cultu-
defensa desinhibida, por parte de Vargas Llosa, ral, ideológica. Me da la impresión de que en
del uso del discurso sexual para atraer la aten- la traducción de la sexualidad no puede haber
ción de los lectores, como ingrediente novelís- traducciones ‘neutras’, pues el material a tras-
tico de primer orden. Se podría argumentar a ladar a otra cultura es muy sensible (Simms
favor o en contra de la ética de este proceder, 1997) y constituye el crisol de nuestros prejui-
pero en esta obra Vargas Llosa defiende sin cios y nuestros tabúes más profundos. Trataré,
ambages la concepción de la literatura como pues, de centrarme selectivamente en aquellas
‘estimulante erótico’ (Booker 1994: 177). soluciones inglesas en que se ha modificado el
tratamiento dado al lenguaje del amor y del
3. vargas llosa traducido al inglés: sexo por Vargas Llosa en las cuatro novelas
el tratamiento del amor y el sexo mencionadas.

En este artículo prestaremos atención a la 3.1.  El sexo como juego: galanterías y diminu-
variada gama de recursos con que Vargas Llosa tivos
construye su peculiar universo erótico (el uso En Vargas Llosa, el amor y la sexualidad son
de diminutivos o de palabras tiernas; la pre- poliédricos, presentan múltiples rostros, diver-
sencia de la ironía y una retórica burlona; la sos grados de elaboración literaria.
elaboración del erotismo como poesía, etc.) y Una de las dimensiones que podemos des-
discutiremos las soluciones adoptadas por los tacar es esa visión, tan vargallosiana, del amor
diversos traductores que se han enfrentado a como algo tierno, infantil, inocente. La fuerza
dichas novelas (Gregory Kolovakos & Ronald del sexo y de la seducción nos llega a través de
Christ, Helen Lane, Edith Grossman). En diminutivos y de requiebros, de palabras tiernas
verdad, nos interesa muy parcialmente si las y de galanterías. Es éste un aspecto muy impor-
traducciones son buenas o malas; y nos interesa tante en la escritura del autor limeño, pues sirve
mucho más si hay, o no hay, o en qué grado lo para darle un toque lírico y juguetón, lejos de
hay, un esfuerzo por ajustarse a las sinuosidades las estridencias del amor apasionado. A menudo
del lenguaje sexual. Una dificultad sobrevenida parece que lo que en Vargas Llosa es elabora-
TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010 Amor y erotismo en Vargas Llosa y su traducción al inglés

ción pausada, en la traducción inglesa es opción compliments or making bold advances» (tj
sin matices, ligeramente sexualizada, que llega 103). Este pasaje ofrece una mezcla bien curio-
a transmitir una concepción negativa del amor. sa: por un lado, sobresexualiza el original; y por
En La tía Julia y el escribidor, la tía Julia, otro, transforma el (§3) «estupro» (tj 163) que 129
mujer madura y que ha tenido una relación sufre Sarita, una categoría jurídico-moral, en
matrimonial con anterioridad, se lamenta de «her defloration» (tj 103), un término mera-
que a las mujeres divorciadas todos los hombres mente físico, casi idílico.
se creen con derecho a acosarlas sexualmente, Otros términos en Vargas Llosa, galantes
con requiebros o proposiciones indecentes. Y y abstractos, resultan sobresexualizados en las
añade la tía Julia: traducciones. En Elogio de la madrastra y Los
cuadernos de don Rigoberto, hay momentos en
(§1) que todo parece una ensoñación romántica,
No te enamoran, no te dicen galanterías como cuando de Lucrecia se nos presentan (§4)
finas, te proponen la cosa de buenas a prime- «sus formas blancas, ubérrimas» (em 16) —que
ras con la mayor vulgaridad. (tj 29)2
en inglés podemos leer como «the full white
They don’t flirt with you, they don’t whis-
per sweet nothings in your ear. They just
curves of her body» (em 4)— o la propia Lucre-
come straight out with what it is they want cia rememora alguno de sus gestos románticos
from you, right off the bat, in the most vulgar con la expresión (§5) «una pequeña coquetería»
way imaginable. (tj 12) (cr 65) —traducido como «flirted with him just
a little» (cr 37). En ambos casos se incrementa
La traducción inglesa de ‘enamorar’ y sutilmente el grado de sexualización de los
‘galanterías finas’ es bastante libre, y tanto ‘flirt originales, y nuevamente se acentúa una con-
with you’ o ‘sweet nothings’ nos transmiten cepción del amor que se nos antoja peyorativa.
una imagen negativa del amor como juego de Junto al uso de galanterías para dibujar el
seducción. En español, hay pausa y delectación; amor como una forma de romanticismo algo
en inglés, hay inmediatez, mera relación física, abstracto, Vargas Llosa utiliza con maestría el
prejuicio. diminutivo. El diminutivo suele actuar como
En otro ejemplo de la misma novela, el eufemismo, y añade un tono emotivo, casi
autor pone en boca de Gumercindo Tello, infantil, a los ritmos del amor. Pantaleón y las
personaje esperpéntico que ha violado a Sarita visitadoras es el reino del eufemismo, pueril
Huanca Salaverría, (§2) «piropos de mal gusto e pero corrosivo; es una deliciosa obra que lleva el
insinuaciones intrépidas» (tj 163), que, dado el eufemismo al extremo del humor, muy a menu-
calado del personaje a que se refieren, sorpren- do desinhibido e intranscendente. En un pasaje
den por su tibieza. La traductora, Helen Lane, delicioso, Pochita envía una carta a su hermana
parece haber querido compensar esta aparente y le relata con sumo gracejo, pero con absoluta
incoherencia, al traducir «paying her indecent contención lingüística, confidencias acerca de
los comportamientos amorosos que observa
2  En adelante, para referirnos a las obras de Vargas en Iquitos, incluidos los de su propio marido,
Llosa, utilizaremos las siguientes abreviaturas: pv (Pan- Pantaleón Pantoja. Hemos seleccionado unos
taleón y las Visitadoras), tj (La tía Julia y el escribidor), em
(Elogio de la madrastra) y cr (Los cuadernos de don Rigo- breves fragmentos:
berto).
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(§6)
Estos fragmentos proceden de un largo
imaginársela haciendo cositas con el
mamarracho ese, vaya depravada y él peor.
capítulo en que abundan los diminutivos, que
(pv 69) transmiten con fidelidad el calor que hallamos
130 en el amor humano, y al mismo tiempo la
imagining her making it with that clown,
she’s depraved and he’s worse. (pv 49) pequeñez, el esperpento y la comicidad presente
en todo acto erótico. Lo que en español («hacer
(§7) cositas») es eufemismo infantil y gozoso, en la
¿no decía todo el mundo que el marido de traducción inglesa no encuentra acomodo, que-
la Pulpito Carrasco se volvió locumbeta de
dando transformado en verbos vacíos, en frases
tanto hacer cositas con ella? (pv 70)
Didn’t e ver y body say that P ulpito
neutras («making it», «doing it», «our business»,
Carrasco’s husband went out of his head from «did business business», «do a little business»).
doing it so often with her? (pv 50) La carga sexual queda presente en versiones
más neutras y formales, pero menos coloristas.
(§8) Los diminutivos españoles son, sin duda, muy
Imagínate que la otra noche lo chapé difíciles de resolver en inglés, pues la dimensión
tomando tiempo con un cronómetro mientras emotiva (y moral) que aportan queda habitual-
hacíamos cositas, se lo dije y se confundió
mente desdibujada en las traducciones.
muchísimo. Después me confesó que nece-
sitaba saber cuánto duraban las cositas entre
Podemos añadir otros ejemplos del uso del
una pareja normal: ¿se estará volviendo vicio- diminutivo como estímulo entre infantil y obs-
so? (pv 71) ceno, entre emotivo y pecaminoso. En Panta-
Picture this, the other night I caught him león, la Brasileña, una de las visitadoras, trata de
with a stopwatch timing how long our busi- hacer un favor a Pantaleón Pantoja, al ver que
ness took us. I asked him about it and he got (§11) «tenía la bragueta hinchadita» (pv 137).
very confused. Later he confessed to me he La traducción («I made your pants puff up» pv
had to know how long a little business like 102), además de posiblemente incorrecta, ignora
that took for a normal couple. Do you think el delicioso ejemplo de contención lingüística
he’s turning into a pervert? (pv 50) para describir el deseo sexual extremo. El bello,
(§9) irónico, inocente diminutivo desparece en
¿hacían cositas cositas en plena película, en medio de una frase meramente descriptiva.
esa incomodidad y con el susto de que los El diminutivo sirve, por tanto, para trasladar,
pescaran? (pv 77) a través del eufemismo y la emotividad, innu-
they did business business in the middle merables referencias a los órganos sexuales —en
of the movie, so uncomfortable and afraid of especial al (§12) «pajarito» (pv 143) o a (§13) «sus
being caught? (pv 56) cositas» (cr 278)—, a las caricias sexuales —(§14)
(§10) «bocaditos» (cr 173)— o a las variadas formas de
Se creyó que éramos unos degenerados, actividad sexual —(§15) «La cornetita, el sand-
que yo la había hecho entrar para que hiciéra- wichito, el chiquito» (cr 376). Las traducciones
mos cositas los tres juntos. (pv 80) de estos términos siguen siendo formalmente
She thought we were some degenerates, correctas, pero desprovistas de la emotividad y la
that I had made her come in so the three of comicidad de los originales: «your little dickie»
us could do a little business together. (pv 57) (pv 106), «their things» (cr 162), «appetizers» (cr
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100), «Blow-jobs, the sandwich, up-the-ass» (cr más, a los ‘amigotes’ —concepto casi imposible
216). Este último ejemplo, en concreto, podría de traducir— y a los ‘curas del colegio’, sugieren
hallarse con suma facilidad tanto en un manual una tradición de concupiscencia, de represión,
de sexología como en una revista pornográfica. de gestos ambiguos. La pederastia como límite 131
En Pantaleón¸ el General Scavino, casi al final de moral está flotando en este libro. Las traduccio-
la novela, cuando todos parecen haberse libra- nes inglesas, muy académicas, destruyen parte
do de la eficiencia febril del capitán Pantoja, se de este universo moral.
desabotona la bragueta y solicita de la Peludita
(§16) «unos cariñitos» (pv 302). Nuevamente la 3.2.  El sexo como acción: ¿quién y cómo?
traducción («a little affection» pv 240) se pierde En las obras de Vargas Llosa que hemos ana-
en una neutralidad asexual, destruyendo el efecto lizado hay toda una constelación de personajes
obsceno del original. que viven en torno al sexo, que se enamoran y
Para terminar, mención especial merece el que sufren desengaños, que son seres inocen-
uso del diminutivo ‘potito’ en Los cuadernos de tes o perversos pero que, sobre todo, hablan
don Rigoberto. Dos ejemplos bastarán: incesantemente sobre la seducción, el amor, la
sexualidad, el erotismo, las perversiones. Des-
(§17) taca, en primer lugar, una galería de personajes
‘Pero, papi, por favor, que tus amigos, si me
que viven la sexualidad como patología, como
hacen cariños, no me los hagan en el potito.’
(cr 178)
deficiencia, como exceso, como vicio.
‘But, Papá, please, if your friends want to En Vargas Llosa los personajes más visibles
hug me, tell them not to touch my bottom.’ son aquellos que viven el sexo como desviación.
(cr 104) Pantaleón y las visitadoras nos ofrece una buena
nómina de dichos personajes. Para empezar,
(§18) uno de sus grandes logros es el término (§19)
‘— Me estás tocando el potito, pues, igual «Visitadoras», que aparece repetido a lo largo
que los amigotes de mi papá y los curas del y ancho de todo el libro, y que con tanta eco-
colegio. ¡Qué les ha dado a todos con mi nomía, sencillez y belleza gráfica, recoge un
pompis, caramba!’ (cr 191) concepto duro, difícil, que tanto rechazo social
‘You’re touching my backside too, just like
provoca. Todo Pantaleón es una fabulación,
my papa’s friends and the priests at school.
Golly! Why is everybody so interested in my
entre onírica y esperpéntica, sobre un microcos-
bottom?’ (cr 111) mos regulado, con eficencia militar, en torno a
la sexualidad humana. Dada la densidad emo-
En estos fragmentos, y en otros en Los cional y la admirable simplicidad del concepto,
cuadernos, hay una cierta disonancia entre las los traductores al inglés (Gregrory Kolovakos
formas infantiles ‘potito’ y ‘pompis’ que utiliza y Ronald Christ) utilizan diversos términos,
Fonchín (o Alfonso) y la propia maduración en especial el término «specialists» (pv 15) —o
sexual del adolescente. Hay todo un espacio «Special Service» (pv 15) para traducir «Servicio
entre lo decible y lo no decible, entre lo (social de Visitadoras»— y ocasionalmente «female
y sexualmente) aceptable y lo no aceptable, que recruits» (pv 76) e incluso «women» (pv 77).
sitúan esta obra en los límites sobre la reflexión Donde más se resiente la traducción al inglés
moral sobre el erotismo. Las referencias, ade- es, quizá, al trasladar aquellos términos que abun-
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dan en español (‘pendejo’, ‘marica’, ‘perica’, etc.) y Lo que quizá debiera ser tomado como un
que suman una connotación sexual a una valora- insulto, o una amonestación moral, más pare-
ción moral peyorativa. En el siguiente ejemplo: ce, en la novela, y aun en muchas situaciones
132 reales, un homenaje a la valentía, al coraje, a
(§20) la hipersexualidad masculina —que, curiosa-
Hay violaciones a granel y los tribunales no mente, aunque no puede ser objeto de alabanza
se dan abasto para juzgar a tanto pendejón. pública, sí constituye motivo de orgullo varonil.
Toda la Amazonía está alborotada. (pv 12)
El término ‘wheeler-dealer’ no parece recoger
There are rapes all over the place and the
courts can’t handle them all. The entire Ama-
las connotaciones licenciosas y sexuales de
zon District is up in arms. (pv 4) ‘pendejo’.
En otro pasaje de la misma novela, aparece
se ha omitido clamorosamente el término ‘pen- una referencia a (§22) «un marica que le dicen
dejón’, forma aumentativa de ‘pendejo’3, que hace Milcaras» (pv 13), que en inglés se lee como
referencia a un conjunto de significados que van «some queer they call Chameleon» ( pv 5).
desde del apelativo despectivo para aquellos ‘Marica’ puede ser un insulto muy fuerte en
adolescentes que se creen adultos, o para indicar español, pues en él confluyen estereotipos de
‘tonto’ o ‘torpe’, o también ‘juguetón’ o ‘travieso’. género y la estigmatización social de las iden-
En todo caso, la traducción inglesa suprime sin tidades sexuales alternativas. Quizá el término
más la calificación moral presente en el original, inglés ‘queer’ no es la mejor opción, pues, si
y transforma la violación en un hecho des- bien es cierto que es usado despectivamente por
personalizado, sin culpables. La traducción ha muchas personas, también está siendo sometido
despenalizado la violación, desplazando su culpa a un importante proceso de dignificación léxica
de los violadores —esos ‘pendejones’ a que tan (vid. Cameron & Kulick 2003).
cariñosamente se refiere el original— a las pro- En la carta que Pochita escribe a su herma-
pias violaciones, cual si fueran entes abstractos. na Chichi, aquélla relata ofendida, y con patente
La misma tibieza al calificar moralmente a algu- desprecio, que vio a su marido Pantaleón Pan-
nos personajes aparece nuevamente casi al final toja en compañía de una mujer, Chuchupe, que
de Pantaleón y las visitadoras, cuando el general regenta una casa de citas, y a quien califica así:
Tigre Collazos amonesta —y, al mismo tiempo,
admira sexualmente— al capitán Pantoja: (§23)
una perica tan llena de pintura que no le
(§21) cabía una gota más ni en las orejas, con unas
—Creíamos que no mataba una mosca y teteras y un pompis que rebalsaban del asien-
resultó un pendejo de siete suelas, Pantoja to, (pv 68)
(pv 301) the woman so covered with make-up there
«We thought you couldn’t kill a fly and it wasn’t room for a drop more, not even on her
turned out you were a downright wheeler- ears, with such tits and an ass spilling over the
dealer,» (pv 239) chair, (pv 48)

3 
(§24)
‘Pendejo’ significa «1 Pers. de vida licenciosa. A veces
La perica es la mujer de más mala fama de
la forma m designa indistintamente hombre o mujer. […] 2
Sinvergüenza» (Seco et al 1999: 3464). todo Iquitos, el enemigo número uno de los
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hogares, le dicen Chuchupe y tiene una casa mencionaremos una característica peculiar de
de pes en la carretera a Nanay, (pv 69) la escritura de Vargas Llosa. Consiste ésta en
The woman decked out like a parrot has la utilización frecuente de los términos ‘macho’
the worst reputation in all Iquitos, Enemy y ‘hembra’ para caracterizar al hombre y a la 133
Number One of home life, they call her Chu- mujer en tanto que actores eróticos. Estos tér-
chupe and she has a brothel on the road to
minos subrayan la animalización de ambos, así
Nanay, (pv 49)
como una visión despectiva, objetual. Ambos
El término ‘perica’4 trasluce un ánimo ofen- términos llevan años en el centro del debate
sivo por parte de Pochita, que se siente herida en torno a una representación respetuosa de
por las compañías que frecuenta su marido. las personas en el lenguaje5. Para muchos son
Introduce una nota de reprobación moral y de síntoma de otra época, de una visión estereoti-
sexualidad desordenada que desaparece com- pada de los sexos, con los roles bien definidos:
pletamente en la traducción (‘the woman’). con el ‘macho’ de la especie dominando a la
Censura moral que también aparece, mezclada ‘hembra’ —objeto pasivo, cuya única función
con la comicidad, cuando el capitán Mendoza en la vida se sitúa alrededor de la sexualidad
le señala al capitán Pantoja los estragos que y la reproducción— , sometiéndola, y siendo
provoca la selva andina en la libido de los hom- ‘inflamado’ por sus deseos sexuales más primiti-
bres allí destacados: vos, que han de ser satisfechos obedientemente
por las mujeres. La concepción de la sexualidad
(§25) que, muy a menudo, Vargas Llosa transmite
Todos los pingalocas del pueblo amonto- es profundamente sexista y tradicional. Esta
nados alrededor del campamento. Mira allá, «moral machista» (Berg 1998: 65) o esta «visión
¿los ves? (pv 228)
falocéntrica esencializante de la mujer» (Béjar
All the town’s stiff dicks jammed together
around the camp. Look over there. See ‘em?
1993: 253) queda enterrada en la traducción,
(pv 171) que opta por términos más neutros como ‘man’,
‘woman’ o ‘wife’.
Expresión muy gráfica, ‘pingalocas’ vuelve a También merecen un breve comentario los
incidir en el sexo masculino como activo (frente actos relacionados con el sexo. Y aquí Vargas
a la pasividad femenina), como poseído de un Llosa despliega también una enorme varie-
resorte automático que lo lanza ciegamente dad de estilos y sugerencias. Junto a algunos
hacia el sexo femenino. Pese a que el término términos concretos y vulgares, abundan los
supone una crítica moral, no deja de constituir eufemísticos, y también podemos rastrear una
un cierto reconocimiento implícito. Nueva- importante dimensión poética y algún que otro
mente, la traducción (‘stiff dicks’) omite esta experimento lingüístico. Unos pocos ejemplos
dimensión. bastarán. En Pantaleón y las visitadoras, en una
Para terminar este apartado sobre los per- conversación acerca de la posible ampliación del
sonajes que intervienen en el amor y el sexo, Servicio de Visitadoras, el teniente Bacacorzo,
5  De hecho, hace unos años los términos ‘macho’
4  ‘Perica’ es una forma coloquial que indica «1 (col) y ‘hembra’ se hallaban en toda documentación admi-
Mujer de vida libertina o desenvuelta. A veces usado como nistrativa, pero desde hace unos años se han elimina-
insulto» (Seco et al 1999: 3485). do casi por completo.
José Santaemilia TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010

en conversación con el capitán Pantoja, fantasea En muchos pasajes de Elogio de la madrastra


acerca de que (§26) «la selva se convertiría en apreciamos un notable esfuerzo por acuñar una
un solo bulín y usted, en su oficinita del Itaya, visión poética sobre el erotismo. Se utilizan tér-
134 tomaría el tiempo de ese diluvio de polvos con minos abstractos, de gran resonancia y densidad
un millón de cronómetros» (pv 145). Lo que en conceptual, y se usan renovadas imágenes para
español es concreto y vulgar (‘ese diluvio de pol- hablar del amor y el sexo. Lucrecia, la madras-
vos’) queda convertido en inglés en referencia tra, fantasea y poetiza su imaginada relación con
abstracta («that flood of semen», pv 108). La Fonchito, con estas palabras:
figura es una exageración pues constituye, como
todo Pantaleón, una hipérbole sexista, que privi- (§29)
legia el punto de vista del deseo masculino. Ya Sin habernos tocado ni cruzado palabra,
vimos igualmente como un término como (§3) nos hemos hecho gozar innumerables veces
(em 74)
«estupro» (tj 163), categoría jurídica y moral,
Without having ever touched each other
acaba convirtiéndose en «her defloration» (tj or exchanged a single word, we have brought
103), término que parece sacado de un novelón each other to the heights of rapture countless
sentimental. times (em 50)
En bastantes ocasiones, predomina en el
estilo de Vargas Llosa una retórica basada La sencillez poética del original se trans-
en el eufemismo, mecanismo lingüístico que forma, en la traducción inglesa, en una frase
«permite nombrar un objeto no con la palabra compleja, académica, excesiva. Y lo mismo
que literalmente lo designa, sino con otra que ocurre con alguno de los apuntes metaeróticos
parece socialmente más conveniente» (Cha- generados por las pinturas intercaladas en la
mizo & Sánchez 2000: 25). En Pantaleón y las novela, esos apuntes cuya función «consiste en
visitadoras, el coronel López López menciona entonar, a su modo, el “elogio de la madrastra”,
la expresión (§27) «haciendo vida marital» (pv es decir, la apología del erotismo» (Berg 1998:
17), que en inglés queda como «carrying on like 67). Y, sobre el fondo de un cuadro surrealista
a newlywed» (pv 8). Curiosamente, la opción de Francis Bacon, se habla de la seducción, de
inglesa resulta aún más eufemística, si cabe, la voluptuosidad, de los refinamientos del amor,
que el original. El eufemismo —y sobre todo el y se prodigan imágenes como, por ejemplo,
esfuerzo eufemístico continuado— requiere un (§30) «trenzarse conmigo sobre una cama» (em
gran tacto, ya sea como escritor o como traduc- 123), cuya traducción inglesa es «to do amorous
tor. En La tía Julia y el escribidor, leemos acerca battle with me on a bed» (em 91). Nuevamente,
de Alberto de Quinteros, marido ejemplar que simplicidad y lirismo frente a elaboración y
no aprovecha (§28) «su momentánea soltería complejidad retóricas.
para echar algunas canas al aire» (tj 38), que Las relaciones entre Lucrecia con Don
tiene —una vez más en Vargas Llosa— ese Rigoberto y su hijo nos proporcionan también
tono de amable condescendencia y de suave ejemplos de discrepancias entre el original
crítica moral que sólo merecen los hombres. La vargasllosiano y la traducción inglesa. Como
traducción, nuevamente, diluye la tenue censura culminación del primer episodio amoroso entre
del original, y la deja en un insustancial «to have Lucrecia y Don Rigoberto, se describe a la
himself a little fun» (tj 18). madrastra en medio de un torbellino de placer,
TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010 Amor y erotismo en Vargas Llosa y su traducción al inglés

(§31) «rumiando palabras que apenas podía discurso de sus ataduras públicas. La comi-
articular, hasta sentir que fallecía» (em 23). cidad resultante se suele centrar en aquellos
Así concluye la primera relación sexual entre personajes deficientes, marginales, que repre-
ambos, con una admirable economía expresiva. sentan la sexualidad como desviación. En la 135
La traducción inglesa, por contra, prefiere la actividad sexual hay circunstancias indeseables,
expansión léxica: «mumbling words just barely comportamientos inadecuados, experiencias
articulated, till she felt herself dying, fainting, no verbalizadas. Y para transmitirlos al lector,
failing» (em 11). ¿A qué responde este exceso, intervendrá decisivamente el eufemismo, de la
este juego fónico in crescendo? En la relación que mano siempre de la ironía. Véase, como ejem-
mantienen Lucrecia y Fonchito, la consumación plo, en Pantaleón y las visitadoras, las palabras de
sexual es también un prodigio de economía Paiva Runhuí, alcalde de un pueblo de la selva
expresiva: amazónica, cuando solicita el amparo del ejérci-
to para que terminen los atropellos sexuales de
(§32) los soldados:
Lo había sentido, muy poco después, sol-
tando un gemido, terminar. (em 145) (§33)
Very soon thereafter, she had heard him let — Me perjudicaron a una cuñadita hace
out a moan as he came. (em 109) pocos meses y la semana pasada casi me per-
judican a mi propia esposa. (pv 12)
Se pierde otra vez, en la traducción inglesa,
«Just a few months ago they molested my
el delicado equilibrio que mantiene Vargas dear sister-in-law and last week they almost
Llosa entre la urgencia de la experiencia eró- raped my own wife.» (pv 4)
tica y la extremada contención del lenguaje
literario. Cuando la reflexión erótica se torna ‘Perjudicar’ es término ambiguo, y al tiempo
pura experimentación formal —(§33) «trau- irónico, para referirse a la lacra de las violaciones
matizando la sintaxis: yo te me entrego, me te en territorio de la selva. Nuevamente, en Vargas
masturbas, chupatemémonos» (em 161)—, la Llosa, observamos una mirada amable sobre los
traducción se vuelve imposibilidad ontológica comportamientos sexuales desordenados de los
—«traumatizing syntax: I give yourself to me, hombres. La traducción es desigual: mientras
you masturbate myself for you, let’s you and ‘molested’ podría incluir una gama imprecisa de
me suck our selves» (em 121). Cada lengua (re) abusos sexuales, ‘raped’ es definitivo y rotundo.
escribe el amor y el sexo siguiendo sus propias Este último verbo rompe todo efecto de incer-
coordenadas vitales. tidumbre y de especulación irónica. Hay en la
traducción inglesa —quizá sea consustancial a
3.3.  El sexo como eufemismo: ironía y retórica toda traducción— un deseo por explicitar, por
burlona contextualizar, por desambiguar. Lo mismo
Observamos que la comicidad en Vargas sucede en otros ejemplos, como cuando la ‘Bra-
Llosa procede, con frecuencia, del eufemismo, sileña’, visitadora de la que se ha encaprichado
de las medias palabras, de lo no dicho. El eufe- el capitán Pantoja, le dice que (§34) «Estoy con
mismo y la ironía son formas de transgredir mi cosa, señor Pantoja, me vino ayer justamen-
las reglas lingüístico-sociales, de decir y no te (pv 136). ‘Mi cosa’ es una expresión vacía,
decir (véase Santaemilia 2005), de liberar el pero perfectamente comprensible, que pierde
José Santaemilia TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010

resonancia si se la hace más explícita («It’s my inglesa opta por transformar lo colectivo en
time of the month, Mr. Pantoja, it came just concreto (‘a prostitute’), como ocurre también
yesterday», pv 101). Y aún otro ejemplo: en las en la referencia del teniente Bacacorzo a (§37)
136 largas epístolas que Chachi recibe de su her- «los sitios putañeros de Iquitos» (pv 27), que ha
mana Pochita, ésta se muestra con los nervios sido trasladado al inglés como «the red-light
alterados, aunque (§35) «en realidad no debería districts of Iquitos» (pv 16). En un estilo total-
estarlo, quiero decir por el lado de los cuernos y mente opuesto, el capitán Avencio P. Rojas, en
de la infidelidad» (pv 70), expresión redundante carta oficial al comandante Godofredo Beltrán,
pero muy gráfica. Los cuernos son emblema y hace referencia a (§38) «los medios prostibu-
símbolo del cornudo —es decir, el marido cuya larios de Iquitos» (pv 112), que es traducido al
esposa le es infiel— y, por extensión, de toda inglés como «the brothels of Iquitos» (pv 82).
infidelidad. Una traducción como «tomcatting En todos los casos, vemos que el colorido y la
and cheating» (pv 50) destruye toda una tradi- fuerza expresiva se han perdido a cambio de una
ción cimentada en la literatura, la psicología o el referencia más ajustada y concreta.
refranero popular. La inefable Pochita, en referencia a la mada-
Un ámbito que da mucho juego, sobre todo ma Chuchupe, indica que ésta (§39) «tiene una
en Pantaleón y las visitadoras, es el de la prosti- casa de pes en la carretera a Nanay» (pv 69).
tución, uno de los ejes de dicha novela. En efec- Vemos aquí un uso, entre cariñoso y cómico,
to, la prostitución es, a un tiempo, lacra social del eufemismo ‘casa de pes’ para referirse a lo
y gozosa recreación literaria. Hay una mirada que en inglés leemos como «brothel» (pv 49), es
condescendiente sobre las vidas y los destinos decir, burdel. Siendo los significados idénticos
de las ‘visitadoras’ pero hay también, sobre todo, en ambos textos, en español resulta más gráfico,
una glorificación del deseo (animal) masculino. inmensamente más evocativo. Es un procedi-
El teniente Bacacorzo relata el caso de Luisa miento análogo al del inglés f-word, que indica
Cánepa, su sirviente, que fue violada por un sar- aquellas palabras que, en su mayoría, comienzan
gento, por un cabo y finalmente por un soldado por f- y que son términos tabú. Es ese juego, tan
raso. Pese a la gravedad moral y legal del hecho, habitual con las referencias sexuales, de decir y no
el relato del teniente prosigue así: decir. Lo que sorprende en la traducción inglesa
es que, unas páginas más adelante, se prefiera
(§36) mantener la ambigüedad y el juego lingüístico:
— La cosa le gustó o qué sé yo, mi coman-
dante, pero lo cierto es que ahora se dedica al (§40)
puterío con el nombre de Pechuga… (pv 13) Sí, Chichi, ¡era una pe, una pe!, las «lavan-
«She must have liked it or something, deras» de Iquitos son las pes de Iquitos y van
Commander, but one thing we can be sure of de casa en casa ofreciendo sus servicios con el
now is that she’s turned into a prostitute by cuento de la ropa. (pv 79)
the name of Knockers …» (pv 5) Yes, Chichi, she was a w---. A w---! The
«washerwomen» of Iquitos are the w---s of
Iquitos and they go around from house to
‘Puterío’ es un término vulgar, despectivo, house offering their services with that story
que hace referencia tanto al colectivo de prosti- about laundry. (pv 57)
tutas como a la prostitución en sí. La solución
TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010 Amor y erotismo en Vargas Llosa y su traducción al inglés

En todo caso, parece evidente que la comi- afirma Olga Caro (1990: 170), «se deforma y
cidad se pierde si hay una excesiva explicitación exhibe sus rostros monstruosos para dar testi-
(o desambiguación) de los eufemismos. Los monio de los males de una sociedad, es decir,
eufemismos son efectivos en tanto que siguen del determinismo social, de la violencia, de la 137
siendo eufemismos; lo que se modifica con la frustración, de la corrupción y de la hipocresía».
desambiguación no es tanto el significado (que Podemos, pues, reconocer en Vargas Llosa una
ya estaba claro desde el principio) sino el placer dimensión moralizante que está presente en
primario del juego lingüístico. Suele ocurrir prácticamente todas sus obras. Muchos de sus
que las traducciones muchas veces se centran personajes son seres deficientes, que viven la
en el sentido a expensas de la experimentación sexualidad como engaño o como espejismo.
lingüística, en las formulaciones inequívocas a Una fuente básica de injurias y de insultos
expensas de las ambiguas. En La tía Julia y el es la inadecuación sexual masculina. Términos
escribidor, la tía Julia se lamenta de que su tía como ‘carajo’, ‘conchudo’ o ‘maricón’ son algunas
Hortensia y su tío Alejandro, como forma de de las metáforas que con mayor facilidad pode-
castigarla por su repentino matrimonio con mos identificar con el mundo de las novelas de
el joven Mario, ni la saludaron el día anterior, Vargas Llosa, que frecuentemente es un univer-
y que, además, (§41) «sólo les faltó decirme so masculino profundamente sexista. Pantaleón
pe». La solución que da Helen Lane es per- y las visitadoras es una cifra de dicho mundo.
fectamente comprensible, quizá demasiado En una de las pesadillas del capitán Pantoja,
comprensible: su opción «I wouldn’t have been exclama:
at all surprised if they’d call me a whore to my
face» nos parece excesiva, sin ese leve matiz (§43)
del sexo prohibido como juego. Otro ejemplo, —¡Desabrocharse las camisas, so carajos!
de Los cuadernos de don Rigoberto, nos servirá (pv 54)
«Unbutton your shirts, damn it!» (pv 37)
para acabar de mostrar nuestro argumento. En
uno de sus soliloquios sexuales, en que fantasea
sobre Lucrecia, Don Rigoberto manifiesta que Y el general Tigre Collazos apostrofa:
(§42) «no he efectuado otros disparos que los
seminales, que, a ellos sí, reivindico con orgu- (§44)
llo patriótico» (cr 292). Lo que es expresión —Vaya conchudos, antes protestaban por-
figurada, metáfora obscena con gran poder de que la tropa se tiraba a sus mujeres y ahora
porque les hacen falta mujeres para tirarse
evocación, queda transformado en la traducción
(pv 144)
de Edith Grossman, en descripción casi médica «Damn these idiots. Before they were
(o pornográfica): «[I] have shot off nothing but protesting because the troops were throwing
semen, ejaculations to which I make claim with themselves at their women, and now they’re
patriotic pride» (cr 170). complaining because they don’t have women
to throw themselves at,» (pv 107)
3.4.  El sexo como dimensión moral
Las novelas de Vargas Llosa muestran una Son palabras que se escuchan constante-
preferencia por representar los elementos nega- mente, que denotan un lenguaje coloquial y
tivos del amor y el sexo: la sexualidad, como también un comentario moral paralelo. Se valen
José Santaemilia TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010

de la eufonía de estas palabras prototípicamente cuación: (§49) «—Déjate de mariconerías y


masculinas para resaltar alguna suerte de inade- enchúfate el capote» (tj 126), ordena Lituma al
cuación. Aportan al texto, no tanto un signifi- agente Arévalo, descargando en esa palabra un
138 cado concreto, cuanto una valoración moral. La sentimiento de superioridad obviamente sexua-
traducción inglesa es en ambos casos ‘damn (it)’, lizado, que la traducción inglesa transforma en
que reproduce adecuadamente la intención del un insustancial «Stop acting like an idiot» (tj
original, pero omite la relación con la sexuali- 78). En la misma obra, Pedro Camacho, locutor
dad masculina. En La tía Julia y el escribidor, el boliviano de éxito, declara que los dos pecados
Dr. Rebagliati amonesta a Pedro Camacho y le capitales de los argentinos no son —como
dice: (§45) «— No sea avaro, carajo6, gástese los pudiera pensarse— la arrogancia o la cursilería,
cuatro cobres que vale un ómnibus y llegue a los sino (§50) «[l]a cojudez y la mariconería» (tj
sitios a la hora debida» (tj 555), que igualmente 85). La traducción inglesa recurre, como muchas
es traducido por «damn it» (tj 368). veces hacen las traducciones, a una descripción
Dada su profusión lingüística, la mayor prolija («Chasing after cunt and assholing with
fuente de calificativos morales procede quizás queers» tj 51), que, comparada con la economía
de la homosexualidad masculina. Los térmi- expresiva del original, suena a exceso.
nos ‘maricón’ (generalmente como insulto) y Ya he dicho que el sexo es muchas veces
‘mariconería’ (tanto en sentido propio como diagnóstico de una realidad mezquina, y enton-
figurado), aparecen una y otra vez en las novelas ces es algo sucio y manchado, como se com-
de Vargas Llosa. En Pantaleón y las visitadoras, prueba cuando el sargento Lituma encuentra,
el general Scavino insulta al capitán Pantoja: en la noche invernal, a un negro desnudo que
(§46) «¡Pantaleón, maricón, huevón!» (pv 216). (§51) «no se tapaba sus cochinadas, que le bailo-
En La tía Julia y el escribidor, el joven Mario teaban alegremente, a la luz de la linterna» (tj
rememora la severa oposición de su padre al 107). En español, esto constituye un juicio valo-
matrimonio con la tía Julia, aunque, concede su rativo claro: el sexo como vergüenza; en inglés
progenitor, (§47) «más terrible hubiera sido, por («his privates», tj 66), se ofrece una opción más
ejemplo, que me hubiera dado por ser maricón» neutra, que evita toda valoración moral.
(tj 536). En la misma obra, el sargento Lituma Normalmente, como vemos, el colorido del
se pregunta dónde estará el Chato Soldevilla, texto original se pierde en la traducción, que
ese (§48) «tumbesino mariconazo» (tj 100). adopta formas más académicas o enciclopédi-
En todos los casos se pretende expresamente cas, más descriptivas. La valoración moral del
insultar, denigrar; las versiones inglesas son original suele desaparecer en el texto inglés.
débiles: «queer» (pv 162), «a fairy» (tj 356) o Pero hay excepciones. En una conversación con
«that chicken» (tj 61). Y si los homosexuales el joven Mario, la tía Julia, después de lamen-
merecen el insulto, la homosexualidad (mascu- tar que el amor ha perdido su carácter ritual,
lina) es fuente tanto de insultos como de inade- sentencia: (§52) «Qué porquería se ha vuelto
el amor entre los mocosos de ahora, Marito»
6  ‘Carajo’ es: «1 Miembro viril. […] 2 Vacío de (tj 30). En el mismo libro, el doctor Barreda
significado, se emplea para reforzar o marcar la inten- y Zaldívar dialoga con mucho tacto con Sarita
ción desp de la frase. […] 3 Cosa fastidiosa e irritante.
4 (reg) Pers. insignificante y despreciable» (Seco et al Huanca para tratar de averiguar (§53) «si era
1999: 876). cierto que Gumercindo Tello la molestaba
TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010 Amor y erotismo en Vargas Llosa y su traducción al inglés

desde hacía tiempo con frases maleducadas» o ‘perica’, entre otros) que se sitúan entre la
(tj 176). En ambos casos la traducción («What calificación moral y la connotación sexual, y
an obscene thing love has become among kids que en inglés encuentran difícil acomodo, pues
today, Marito» (tj 13) y «whether it was true suelen quedar transformadas en conceptos neu- 139
that Gumercindo Tello had bothered her for tros y amorales. Muy a menudo, Vargas Llosa
some time by making indecent remarks» (tj nos transmite una moral machista o falocrática,
112)) añade una mirada moral que abunda en la donde se glorifica la sexualidad desordenada de
caracterización negativa de la sexualidad. algunos hombres y hay demasiada tibieza con
la objetificación sexual de las mujeres. Vemos
4. la traducción del sexo en vargas también vemos cómo la comicidad, en Vargas
llosa: punto y seguido Llosa, procede con frecuencia del eufemismo y
la ironía, en especial en obras como Pantaleón y
Hemos visto cómo el amor y el erotismo, fuen- las visitadoras, una mirada sarcástica sobre los
tes básicas del edificio narrativo de Mario Var- apetitos sexuales de los hombres. Lo que llega
gas Llosa, presentan grandes dificultades en su a los lectores en lengua inglesa es un deseo por
traducción al inglés. Traducir el lenguaje rela- destruir el eufemismo, en aras de una mejor
tivo al sexo es, sin duda, un área muy sensible, contextualización y explicitación. En la traduc-
el lugar de confluencia entre las interdicciones ción inglesa se pierde casi toda experimentación
sociales y los límites éticos de cada traductor. lingüística y ambigüedad. Finalmente, anali-
Con frecuencia los traductores, al enfrentarse zamos el sexo como fenómeno moral, ya que
a los términos sexuales, suelen adoptar meca- muchos de los personajes de Vargas Llosa viven
nismos defensivos, que incluyen el eufemismo, la sexualidad como engaño, y en las obras del
la ambigüedad o una gama imprevisible de autor de Miraflores se percibe un universo mas-
autocensuras. culino profundamente sexista, que entroniza la
Las divergencias en la materialización de las hipersexualidad masculina y denigra la homo-
referencias al amor y al sexo afectan no sólo a la sexualidad. Las versiones inglesas, casi siempre,
correción lingüística o a la organización discur- suelen constituir opciones más académicas y
siva, sino también a la dimensión moral, a los objetivas, pero en ellas ha desparecido la valo-
prejuicios, a los estereotipos de un determinado ración moral y la experimentación lingüística.
grupo humano. En las páginas que anteceden, En este trabajo no nos interesa el ‘error’,
hemos comprobado cómo el sexo, que en Var- pues el error forma parte tanto de la traducción
gas Llosa es en ocasiones un juego galante y como de la escritura; prefiero resaltar las dis-
lírico, se transforma en su versión inglesa en crepancias y las similitudes entre determinada
elaboración más densa, más pausada, ligera- concepción sobre el amor y el sexo que hay en
mente negativa. Los diminutivos vargasllosia- el original y su versión inglesa. La traducción
nos, en concreto, pasan de eufemismos gozosos ni mejora ni empeora el texto original; quizá,
a opciones neutras y vacías, de las que ha en todo caso, suaviza las aristas del original
desaparecido toda dimensión emotiva y moral. para hacerla más ajustada a la nueva cultura,
También hemos sido testigos de una nómina de etc. Hemos de seguir reflexionando sobre la
personajes que viven la sexualidad como patolo- traducción de las referencias sexuales porque
gía o exceso. Hay palabras (‘maricón’, ‘pendejo’ ello nos sitúa ante los límites discursivos más
José Santaemilia TRANS. REVISTA DE TRADUCTOLOGÍA 14, 2010

íntimos de una sociedad dada en un momento Vargas Llosa, Mario (2000) [1997]. Los cuadernos de
histórico dado. don Rigoberto, Barcelona: Punto de Lectura, 2000.
Ni siquiera por candidez extrema parece Vargas Llosa, Mario (1998). The Notebooks of Don
140 Rigoberto, Harmondsworth: Penguin Books. Trad.
justificado esperar que la traducción haya de ser Edith Grossman.
‘idéntica’ al original. La traducción no es más
que una de las reescrituras posibles —ideoló- Fuentes secundarias
gicas e interesadas, como todas— de un texto Béjar, Eduardo (1993). «La fuga erótica de Mario
escrito en otra lengua. De hecho, hay reescritu- Vargas Llosa.» Symposium: A Quarterly Journal in
ras que son mucho más trascendentes: la exis- Modern Literatures, 47/4, pp. 243-56.
tencia o no de censura oficial, la ideología de Berg, Walter Bruno (1998). «Erotismo y humor en
una determinada editorial, las alianzas político- Vargas Llosa y Bryce Echenique (Elogio de la
madrastra y Tantas veces Pedro)». En Karl Kohut
económicas entre grupos editoriales, la política et al (eds.) Literatura peruana hoy: Crisis y creación,
cultural de un determinado gobierno, la actitud Frankfurt/Main-Madrid: Verevuert/Iberoameri-
social ante la diferencia y ante lo extranjero, y cana, pp. 61-72.
muchas más. La traducción de lo sexual nos Booker, M. Keith (1994). «The Reader as Voyeur:
sitúa ante nuestras contradicciones más íntimas, Culture, Pornography, and Religion in In Praise
of the Stepmother». En Vargas Llosa among the
ante aquello que podemos decir y aquello que Postmodernists, Gainsville: University of Florida
hemos de callar, ante dónde situamos los límites Press, pp. 162-182.
de lo moral, lingüística o sexualmente aceptable. Cameron, Debora h & Don Kulick (2003). Language
and Sexuality, Cambridge: Cambridge University
recibido en mayo de 2009 Press.
Caro, Olga (1990). «Conceptos varguianos y sexua-
aceptado en junio de 2009 lidad.» En Alain Sicard & Fernando Moreno
versión final de septiembre de 2009 (coords.) Coloquio internacional: Escritura y sexua-
lidad en la literatura hispanoamericana, Madrid:
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