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“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué

avergonzarse, que usa bien la Palabra de Verdad” 2. Timoteo 2:15


Romanos 2:5

4¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que
la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? 5Mas por causa de tu terquedad y
de tucorazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios, 6el cual PAGARA A CADA UNO CONFORME A
SUS OBRAS:

Proverbios 19
…16El que guarda el mandamiento guarda su alma, mas el que menosprecia sus
caminos morirá. 17El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, y El lo recompensará
por su buena obra. 18Corrige a tu hijo mientras hay esperanza, pero no desee tu alma
causarle la muerte.…

Jonás 2:2

Para una persona que ha aprendido a tener amor cristiano hacia todos los hombres, la
actitud de Jonás parece casi increíble. Pero para un israelita que había aprendido que
él pertenecía al pueblo escogido y que los gentiles eran corruptos, y por lo tanto no
eran aceptables a Dios, la actitud de Jonás era más comprensible. Aunque nos
sorprenda porque esperamos una actitud diferente de los profetas del Señor, la
reacción de Jonás fue muy humana. Al leer la historia de Jonás trate de comprender
por qué reaccionó como lo hizo.

le pidieron una señal del cielo. En cada caso dio 'la señal del profeta Jonás', ya que el
incidente en la vida de aquel profeta fue símbolo de la propia muerte y resurrección de
Jesucristo (Mateo 12:39-41; 16:4; Lucas 11:29-30

"La misión de Jonás fue un hecho de importancia simbólica que tuvo el propósito no
solamente de hacer comprender a Israel la posición de los gentiles en el reino de Dios,
sino también de representar el día en que los paganos que obedecieran la palabra de
Dios se unieran en fraternidad para gozar de la salvación preparada en Israel para
todas las naciones.

La actitud de Israel hacia el designio de Dios de mostrar misericordia a los gentiles y


otorgarles salvación queda demostrada en la conducta de Jonás al recibir el mandato
divino, y también cuando va a llevarlo a efecto. Jonás trata de escapar del
mandamiento de proclamar la palabra de Dios en Nínive, e intenta hacerlo huyendo a
Tarsis, porque se siente disgustado por la demostración de misericordia divina hacia el
gran mundo pagano, y porque, de acuerdo con Jonás 4:2, teme que la prédica del
arrepentimiento desvíe la destrucción con la que estaba amenazada aquella ciudad. En
esta forma de pensar del profeta se reflejan los sentimientos y la manera de pensar de
la nación israelita en general hacia los gentiles. De acuerdo con el hombre natural que
había en él, Jonás comparte el sentir de la nación y, por lo tanto, es el indicado para
representar a Israel en este aspecto.
Este milagro también tiene significado simbólico para Israel. Muestra que si la nación
carnal, con su mente impía, se volviera al Señor aun en la circunstancia más extrema,
sería levantada otra vez a una nueva vida, salvándose de la destrucción por un milagro
divino. Y, finalmente, la forma en la que Dios reprende al profeta cuando éste se
muestra enojado porque Nínive ha sido perdonada (cap. 4) tiene por objeto exponer
ante Israel, como si fuera en un espejo, la grandeza de la compasión divina, la que
alcanza a toda la humanidad, y hace esto para que la nación reflexione sobre ello y lo
ponga en su corazón

9-5) Jonás 1:4-7. ¿En qué consistía la práctica de echar


suertes?
La práctica de echar suertes era una antigua costumbre que servía para llegar a
una decisión en la ausencia de una manifestación directa de la voluntad del
Señor. También fue empleada cuando se deseaba alcanzar una decisión
imparcial. El carácter y la forma de los objetos utilizados en aquella época no
son conocidos, ni tampoco lo es el método mediante el cual la suerte era
echada. Algunos eruditos sugieren que se trataba de piedras lisas o varas
coloreadas o marcadas con símbolos. Los paganos echaban suertes porque
ellos creían que las divinidades guiarían el resultado. En este caso, parece que
el Señor dirigió el resultado.

(9-6) Jonás 1:8-10. La grandeza del Dios de Jonás


Jonás valientemente proclamó que Jehová es el único Dios de toda la creación.

(9-7) Jonás 1:11-16. Jonás sugirió su propio destino a


los otros pasajeros de la nave
¿En qué forma muestran estos versículos que aunque Jonás huía, no lo hacía
por cobardía? Los hombres no aceptaron la oferta de Jonás sino hasta después
de haber hecho todo esfuerzo por salvarse en otra manera. El deseo de Jonás
de hacer esto también muestra que comprendía que su conducta no complacía
a Dios. El pasaje de Jonás 1:14-16 testifica que los marineros arrojaron a Jonás
al agua muy en contra de sus propios deseos y solamente lo hicieron porque
Jonás les mandaba hacerlo. En un intento de ser absueltos de toda ofensa ante
cualquier dios, los marineros ofrecieron una oración al Señor y rogaron que lo
que hacían no les fuera tenido en contra suya.

(9-8) Jonás 1:17. "Pero Jehovía tenía preparado un gran


pez"
La historia de que Jonás fue tragado por un "gran pez" se ha ridiculizado y ha
sido tema de controversia en el mundo. Los que hacen burla emplean este
versículo como argumento para sostener que el libro de Jonás es solamente
una parábola y no un registro de hechos históricos. Hablando de los que opinan
así, el élder Joseph Fielding Smith dijo:

"¿Vamos nosotros a rechazarla como una imposibilidad y decir que el Señor no


pudo preparar un pez, o ballena, para tragar a Jonás?… Ciertamente el Señor
se sienta en los cielos y sonríe ante la sabiduría del mofador y entonces,
súbitamente, responde al desatino con una repetición del milagro en cuestión, o
por la presentación de uno aún mayor…

"Creo, como creía el señor William J. Bryan, en el relato de Jonás. La principal


razón por la que creo no es porque esté relatado en la Biblia, ni porque el
incidente haya sido repetido hoy en día, sino por el hecho de que Jesucristo,
nuestro Señor, lo creyó. Los judíos lo buscaban para que les diese una señal de
su divinidad. El les dio una, pero no la que ellos esperaban. Los mofadores de
aquella época, a pesar de las obras poderosas del Señor, fueron incapaces de
creer a causa del pecado.

" 'El les respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero la
señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el
vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón
de la tierra tres días y tres noches

(9-9) Jonás 2. Jonás oró al Señor y fue salvado


J

(9-11) Jonás 3:5-9. ¿Qué se representa mediante el


cilicio y la ceniza?
na tela rústica, obscura, hecha de pelos de camellos y cabras, y empleada
antiguamente para hacer bolsas y alforjas, era llamada cilicio. También se usaba para
hacer las túnicas de los que estaban de duelo y así llegó a ser, en la mente profética,
símbolo del pesar y del duelo. Era costumbre que los que estaban de duelo se vistieran
de cilicio y esparcieran cenizas sobre su cabeza, o bien se sentaran sobre
las cenizasmostrando así que su gozo había fenecido o había sido destruido. (Génesis
37:34; Ester 4:1-3; Isaías 61:3; Jeremías 6:26.)

"El empleo de cilicio y cenizas también era considerado antiguamente como señal de
humildad y penitencia. Cuando la gente recurría al cilicio y a la ceniza para ayudarse a
alcanzar la fuerza espiritual para comulgar con Dios; esta práctica también iba
acompañada con el ayuno y la oración. Daniel, por ejemplo, da esta explicación como
prefacio al relato de una de sus grandes peticiones al trono de la gracia: 'Y volví mi
rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré
a Jehová mi Dios e hice confesión' (Dan. 9:3-4; Isaías 58:5; 1 Reyes 21:17-29).

(9-13) Jonás 4:1-11. Jonás no estaba conforme


Aquí Jonás demostró un segundo problema: debilidad de carácter. Se enojó
porque el pueblo se arrepintió y Dios apartó su enojo. Jonás se sintió tan mal
que deseó estar muerto. Aunque se había arrepentido de su deseo de escapar
al llamado del Señor de ir a Nínive, no había cambiado mucho en su actitud
hacia los gentiles.

Jonás huye de Jehová


1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo:

2Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella;


porque ha subido su maldad delante de mí.
3Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y
descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando
su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la
presencia de Jehová.
Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el
4

mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.
5Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y
echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de
ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había
echado a dormir.
6Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón?
Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros,
y no pereceremos.
7Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para
que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron
suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.
8
Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido
este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y
de qué pueblo eres?
9Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos,
que hizo el mar y la tierra.
10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué
has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de
Jehová, pues él se lo había declarado.

Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete?


11

Porque el mar se iba embraveciendo más y más.


12El les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os
aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran
tempestad sobre vosotros.
13 Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra;
mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más
contra ellos.

Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová,


14

que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas


sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho
como has querido.
15Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su
furor.
Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron
16

sacrificio a Jehová, e hicieron votos.

Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y


17

estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

Oración de Jonás
2 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,

2 y dijo:
Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
Desde el seno del Seol clamé,
Y mi voz oíste.
3 Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,

Y me rodeó la corriente;
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
4 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Mas aún veré tu santo templo.


5 Las aguas me rodearon hasta el alma,

Rodeóme el abismo;
El alga se enredó a mi cabeza.
6 Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,

Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.


8 Los que siguen vanidades ilusorias,

Su misericordia abandonan.
9 Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;

Pagaré lo que prometí.


La salvación es de Jehová. m
10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

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