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Alemania políticas Ambientales.

Alemania es pionera en la protección internacional del clima y la expansión de las energías


renovables. Además, ya comenzó a abandonar la energía atómica.

Con la reestructuración del sector energético, llamada transformación energética, Alemania deja
atrás la era energética fósil-nuclear y avanza hacia un futuro de energía sostenible. Parte de ello es
el sucesivo abandono de la energía atómica hasta el año 2022. Además, Alemania aspira a reducir
hasta el 2030 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 por ciento en comparación
con 1990 y hasta el 2040, en por lo menos un 70 por ciento. El objetivo hasta 2050 es una
reducción de 80-95 por ciento. En noviembre de 2016, Alemania fue uno de los primeros países en
definir, en el “Plan de Protección del Clima 2050”, los correspondientes principios y objetivos.
Hasta 2017 se logró ya una reducción del 28 por ciento.

El gobierno alemán está comprometido con la protección ambiental, la cooperación energética y


un desarrollo de bajo impacto ambiental a nivel mundial. De conformidad con el Acuerdo de París
2015, Alemania aboga también por limitar el calentamiento de la Tierra a menos de 2 grados
Celsius, y, en lo posible, a 1,5 grados Celsius. El objetivo es que a más tardar en la -segunda mitad
del siglo se alcance la neutralidad en la emisión de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
Para ello es necesaria una reducción de las emisiones de anhídrido carbónico del 80 al 95 por
ciento en los países industrializados. La completa “descarbonización” deberá ser alcanzada a lo
largo del siglo. La Secretaría del Cambio Climático de las -Naciones Unidas tiene su sede en Bonn.

Un medio ambiente intacto –aire puro, aguas limpias, biodiversidad– es condición imprescindible
para una alta calidad de vida. La protección ambiental se halla desde 1994 anclada en la
Constitución alemana como objetivo de Estado. Desde hace años mejoran la calidad del aire y de
las aguas. La emisión de contaminantes tales como dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno se ha
reducido fuertemente, también gracias al uso de filtros en centrales de carbón y de convertidores
catalíticos en automóviles. También descendió considerablemente el consumo per cápita de agua,
de 140 a 120 litros por día.

Alemania combina el crecimiento económico con la protección ambiental como estrategia para
una economía sostenible. Elementos centrales son la expansión de las energías renovables, el
aumento de la eficiencia energética y en el uso de los recursos y el uso inteligente de las materias
primas renovables. El beneficio es doble: por un lado, se reduce el impacto ambiental; por otro,
surgen nuevas áreas de negocios y puestos de trabajo.

El Derecho Alemán Ambiental mantiene tres principios que son: el relativo a la prevención; el

principio del contaminador/pagador y el principio de cooperación, resulta que desde que se firmó
el 31 de agosto de 1990 el Tratado de Unificación entre la República Federal de Alemania y la
República Democrática se establecieron las pautas fundamentales de política ambiental, así mismo
en el acta de Unificación Europea de 1986 se estableció el principio de prevención y el principio
del contaminador/pagador como principios rectores de la política ambiental, estos principios se
incorporaron como normas supremas de la Comunidad Económica Europea.

El principio de "prevención" en la Legislación Ambiental Alemana no pretende únicamente


conjugar peligros y eliminar daños sino, prevenir de raíz los perjuicios potenciales para el
ambiente "Sobre todo minimizando los riesgos, hacia como alcanzar una utilidad ecológica
sostenible, es decir, que preserve los bienes ecológicos".

Ahora bien, otro de los principios referentes a la "utilidad ecológica" establece valores intrínsecos
tales como los formulados en 1986 por el ex presidente de la República Federal Richard von
Weizsacker en el sentido que "la naturaleza sólo nos permitirá vivir a los humanos si la
protegemos por sí mismo".

El principio del "contaminador/pagador" se entiende como cargarle los costos a aquel que
contamina o quienes ocasionan el daño; de acuerdo al Derecho Alemán puede ser difícil identificar
a los causantes de los daños los cuales provocan que en ocasiones estos costos los tengan que
pagar todas las comunidades, es decir los que pagan impuestos.

Por último el principio de "cooperación" significa que en la conservación del ambiente, en esta
área del estado, los ciudadanos conjuntamente con la participación de los afectados funcionen
para mejorar las decisiones relevantes y facilitar la adopción y aceptación de leyes. Por lo que una
participación temprana de los afectados, conduce a la adopción de medidas de responsabilidades
mutuas, actualmente con estos principios según el Instituto Alemán Federal del Ambiente se
tienen 1263 disposiciones legales y administrativas federales, así como 500 normas a nivel de los
Estados.

Todo esto nos dará una idea de lo importante que es para estos países altamente desarrollados el
cuidado del ambiente, esperamos se extienda la práctica de estudiar los sistemas legales de
Protección al Ambiente.
China políticas Ambientales.
La plena inserción de China e India en el mercado mundial supone la cristalización de los procesos
de globalización. En el caso concreto de China, este país se ha transformado en 25 años desde una
economía rural con una fuerte base autárquica en una economía industrial (y de un modo
creciente, de servicios) basada en el comercio exterior. Esta expansión económica sin precedentes
por su velocidad y magnitud se ha visto acompañada de un deterioro ambiental también sin
precedentes.

Como ha sucedido en la mayoría de países desarrollados que han intentado establecer políticas y
legislaciones ambientales, la manifestación de problemas ambientales agudos ha precedido en
China a la actuación del gobierno para hacerles frente. Dada su magnitud, tanto los problemas
como las actuaciones (éstas con un marcado retraso sobre aquellos) alcanzan proporciones
gigantescas. Los resultados arrojan luces y sombras. China ha conseguido revertir algunos
procesos de degradación grave: está en fase de recuperación de superficie forestal, ha conseguido
disminuir la contaminación atmosférica en grandes ciudades, reducir sus emisiones de CO2 por
sustitución de combustible, y aumentar en general la eficiencia disminuyendo el consumo de
materias primas y la emisión de contaminantes por unidad de PIB. Esta reducción relativa no ha
impedido el aumento en términos absolutos de la demanda de materias primas y de las emisiones
de ciertos contaminantes, ha disparado los procesos de urbanización y construcción de
infraestructuras con la consiguiente pérdida de tierras agrícolas, y ha expandido su huella
ecológica hasta alcanzar todos los rincones del planeta, ejerciendo una presión directa o indirecta
sobre ellos a través de su demanda.

La industrialización y desarrollo a gran escala de China están teniendo lugar con 150 a 200
años de atraso con respecto a Europa y otras regiones desarrolladas del mundo. Desde un
punto de vista ambiental, esto obliga a China a seguir un camino en parte diferente al
seguido por los países más industrializados, por tres razones fundamentales. La primera,
de tipo energético, dado que nos encontramos a las puertas del agotamiento del ciclo
energético actual, con el petróleo próximo a alcanzar su pico de producción, lo que está
empujando hacia precios de la energía cada vez más elevados y obligando a buscar
modelos alternativos. En este sentido, China puede ser el factor fundamental para
acelerar este cambio por razones de demanda, abaratamiento de costes y contribución
tecnológica.

La segunda razón está relacionada con la urgencia de los problemas ambientales a escalas
de China y globales. Como señala Day , muchos países occidentales tuvieron el lujo de
seguir un camino al desarrollo basado en “contaminar primero, limpiar después”, pero
para la China del siglo XXI esta no es una opción viable.
La tercera razón probablemente conlleve repercusiones de más largo alcance. China,
India, y todos los demás países del planeta, tienen el mismo derecho que nosotros a
reclamar su parte del pastel. La proyección de nuestros niveles de consumo al caso de
China para dentro de 25 años produce cifras escalofriantes, que se convierten en absurdas
al incluir a India y otros grandes países emergentes. Supondría, por ejemplo, que China
sola consumiría un 10% más que la actual producción mundial de carbón, un 25% más que
la producción actual de carne, tendría un parque automovilístico un 40% superior al total
mundial actual, y consumiría un 100% más que la producción mundial de papel .
Para continuar con su desarrollo China probablemente buscará un camino intermedio
entre el seguido hasta ahora (similar al paradigma clásico de países desarrollados) y una
ruptura total con el modelo del capitalismo avanzado. Como señala Economy , el éxito de
sus ambiciosas políticas ambientales va a depender en gran medida de reformas
institucionales fundamentales que promuevan la transparencia, participación, imperio de
la ley y rendición pública de cuentas. Si esto se lleva a cabo, es muy posible que China
tenga un papel líder en el proceso de transición tecnológica. La pregunta que queda por
responder es si una China económica, tecnológica y políticamente modernizada será
suficiente, o acelerará el colapso ambiental del planeta.
Togo políticas Ambientales.

Los amigos de la Tierra en Togo (ADT- Togo) es una asociación togolesa sin ánimo de lucro
y de acción voluntaria para la protección del medio ambiente desde una perspectiva de
desarrollo sostenible. Se creó el 20 de junio de 1990.

ADT-Togo interviene en las siguientes áreas clave: la biodiversidad, los cambios climáticos,
las energías renovables, la agricultura sostenible, la pesca, la desertificación, la educación
medioambiental, el sector minero, el agua y saneamiento, la justicia ambiental y social, y
el control ciudadano de la acción pública. Participa activamente en las actividades de la
Iniciativa por la Transparencia en las Industrias Extractivas (ITIE) con los cascos de la
Federación de ONG de Togo, la presidenta del grupo de Sociedad Civil. Bajo el mando de
Los Amigos de la Tierra de Togo, se ha establecido la coalición "Publiquen lo que pagan”
(PCQVP por sus siglas en francés).
Orientación estratégica

Visión: Nuestra visión es que Togo se convierta en una sociedad ecológica, social y
económicamente sostenible.

Misión: ADT-Togo tiene como objetivo animar a la sociedad a vivir de acuerdo con los
hábitos que preservan la capacidad de la Tierra para sustentar la vida. Para ello, se centra
en las prácticas que contribuyen a un desarrollo sostenible.

Valores:

Compromiso
Voluntariado
Sentido de la eficacia y eficiencia
Trabajo en equipo
Transparencia
La finalidad de Amigos de la Tierra-Togo es mejorar las condiciones de vida de la población
siguiendo el principio de conservación y rehabilitación del medio ambiente dentro de la
perspectiva del desarrollo sostenible.

Nuestros objetivos específicos son, entre otros, los siguientes:

Conseguir una verdadera concienciación sobre cuestiones medioambientales entre los


responsables políticos y el público en general.
Crear o apoyar iniciativas de conservación y restauración del medio ambiente.
Aprovisionar a los pueblos de agua potable mediante el uso de técnicas sencillas y poco
costosas.
Promover la agricultura sostenible entre los jóvenes y mujeres del entorno rural.
Promover la justicia social y ambiental en el sector minero.
Promover el control ciudadano de la acción pública.
Promover la transparencia en todos los sectores de la economía nacional.
Nuestras acciones

Organización de campos de trabajo de voluntariado internacional durante las vacaciones.


Organización de talleres de formación, seminarios y mesas redondas.
Defensa de procesos de toma de decisión con vistas a cambios positivos.
Organización de campañas de sensibilización y de defensa del desarrollo sostenible,
cambio climático, soberanía alimentaria, el agua, la desertificación, los bosques, la
biodiversidad, etc.
Nueva zelanda políticas Ambientales.
Este organismo es reconocido como una más de las cortes de apelaciones, cuenta además
con una amplia variedad de expertos en biología que les permite dictar sentencias con
cierta propiedad científica.
A propósito de la reciente puesta en marcha de los Tribunales Ambientales en nuestro
país, buscamos en el Asia alguna experiencia institucional de características similares que
resuelva controversias relacionadas con prácticas contaminantes. En esa búsqueda
encontramos el caso de la Corte Medioambiental de Nueva Zelandia, orientada a generar
jurisprudencia ecológica para prevenir futuros hechos de perjuicio ambiental y velar el
cumplimiento de la ley neozelandesa de gestión de recursos naturales. Las características
de este organismo en la siguiente nota.

Una corte ecológica perteneciente al Poder Judicial


Mientras que en el caso de nuestro país los Tribunales Ambientales no forman parte del
Poder Judicial -pese a que funcionan a través de un instrumento de la Corte Suprema- en
Nueva Zelandia la Corte Medioambiental es una de las cortes más importantes,
reconocida por su exclusividad en todos los asuntos ecológicos del país. A tal efecto, este
organismo cuenta con la Ley de Gestión de Recursos, que le permite operar en una amplia
variedad de temas ambientales como la contaminación de los ríos por parte de las
industrias, o las decisiones de gobiernos locales de ampliar las zonas urbanas sobre áreas
protegidas.

Esta corte puede dictar sentencias que van desde la cárcel al pago de multas, pero
también resuelve disputas entre partes, principalmente bajo la figura del litigio. Todas
estas facultades las puede llevar a cabo gracias un mandato constitucional y a su rango
nacional, condición que le permite tener jurisdicción en todo el territorio nacional, pese a
que solo se pueden realizar juicios en las ciudades de Wellington, Auckland y Christchurch.

De esta manera, es reconocida constitucionalmente como una Corte de Apelaciones, esto


es que incorpora la figura de las audiencias para dictar sus sentencias. Gran parte de la
carga de trabajo proviene de los recursos de casación interpuestos en contra de
autoridades locales. Es decir por decisiones políticas o económicas tomadas para llevar a
cabo un plan que va en perjuicio de la legislación vigente.
No obstante lo anterior, la corte también se relaciona con otros ámbitos de la justicia que
de igual manera están reconocidos en su jurisdicción, por ejemplo la ley de bosques, la ley
de lugares históricos, electricidad, gobiernos locales, bienes nacionales, tránsito,
minerales, comercio maorí y bioseguridad. Todas estas materias son abordadas
permanentemente por el tribunal con el fin de mantener el equilibrio ecológico del país.

Para Ceri Warnock, académico de la Universidad de Otago en su artículo


"Reconceptualizando el rol de la Corte Medioambiental de Nueva Zelandia" publicado el
2013, en las últimas dos décadas esta corte ha decidido sobre la base de un marco legal
muy amplio que le ha permitido influir en el diseño de las políticas públicas. “Ha
reconfigurado el significado de manejo sustentable en el plano legislativo, pero también
ha tenido gran impacto en delinear entre ley y política medioambiental, sobre todo en
restringir los actos de los tomadores de decisión”, señaló.

Una historia de apelación por los derechos ecológicos


Si bien muchas de las leyes que forman parte de le jurisdicción de este tribunal pueden
tener más de 70 años de antigüedad, su creación data de 1996, con el fin de que gestione
la Ley de Administración de Recursos creada en 1981, con el fin de ser una plataforma
para gestionar sustentablemente los recursos naturales y físicos, con un énfasis especial
en las actividades humanas y sus efectos. Uno de los creadores de esta corte fue Geoffrey
Palmer, ex primer ministro neozelandés. Su propósito fue llevar a cabo una instancia que
le de importancia al sistema de apelación con fuerza de decisión a nivel nacional y local,
pero que cuente con conocimientos para tratar asuntos de carácter técnico. “Esta labor se
ha conseguido a un buen ritmo, la corte sigue en un clima de continua evolución de la
jurisprudencia en medio de modernas condiciones sociales, culturales y económicas”,
evaluó.

De esta manera, hoy el organismo cuenta con 15 comisionados especializados en diversas


áreas del medioambiente que permiten al tribunal poder llevar causas en ecología
ambiental, marina, recursos naturales, uso del agua, electricidad, ecosistema,
conservación de las especies, diversidad del suelo, botánica, entre otras disciplinas.

No obstante, el alto grado de especialización en ciencias naturales que tienen los


comisionados que trabajan en la corte, le da a esta cierto poder específico por sobre otros
actores políticos y legales que podría ser mal interpretado en algunas ocasiones,
principalmente en el trabajo conjunto con los cuerpos legislativos del Estado. "Durante
2009 el gobierno expresó su inquietud sobre el manejo de la Ley de Gestión de Recursos a
raíz de varios comentarios de consejeros políticos, cuestionando específicamente el rol
expansivo de la corte, ya que su rango de decisión atentaba en contra de la tradicional
separación de Poderes. Sin embargo esta inquietud fue resuelta por la Corte Suprema
porque no obliga a legislar según sus sentencias", afirmó Warnock.

Valoración del caso neozelandés desde la experiencia chilena


La variedad de especialistas que cuenta la Corte Medioambiental en Nueva Zelandia, es
una característica que valoró Angélica Casanova- Katny, doctora en Recursos Naturales y
académica de la Universidad de Concepción. Para ella esta posibilidad es lo que requiere
el Tribunal Ambiental de nuestro país para que su trabajo pueda trascender.

Según esta experta existe un total desconocimiento en los organismos del Estado sobre la
existencia de las especies, por lo tanto no pueden saber cuáles son las que están en
peligro. “Hoy la nueva ley del Ministerio del Medioambiente que regula el impacto
ambiental podría incluir a muchos de estos organismos, pero como en Chile no hay
especialistas, entonces cualquiera puede identificar cosas que no son correctas y decidir
sobre ellas”, afirmó.

En consecuencia, para esta académica la existencia de especialistas en los tribunales


ambientales es esencial para que puedan aplicar sentencias en este tipo de asuntos. “No
tenemos expertos en biodiversidad en los organismos del Estado que sepan fiscalizar, esto
es un problema porque necesitamos el trabajo de los tribunales con mayor fuerza, pero
también de expertos que refuercen las tareas de fiscalización. Tenemos un
desconocimiento muy grande sobre lo que entendemos por diversidad y ecología, al
punto que hoy podría venir cualquier empresa a instalarse en algún lugar sin realizar un
adecuado impacto ambiental, lo que finalmente repercute en que se tomen decisiones sin
la información adecuada”, señaló.

En cuanto a la posibilidad de que los tribunales ambientales de nuestro país tengan una
jurisdicción mayor y formen parte íntegra del Poder Judicial, Casanova se mostró de
acuerdo con que tales organismos tengan un grado de autoridad similar al que existe en
Nueva Zelandia, aunque fue enfática en señalar quiénes deberían además responder por
los problemas ambientales. “Aquí todos debemos hacernos responsables por el daño
ambiental, tal como sucede cuando chocamos un auto debería pasar lo mismo cuando
contaminamos un río, por eso es importante que haya una institución que asigne
responsabilidades y actúe sobre ello”, sentenció.

Sobre la posibilidad de que el Estado chileno siga creando instituciones para proteger el
medio ambiente, la doctora en recursos naturales concluyó que son necesarias, ya que en
el futuro vamos a tener un país contaminado sin nadie que se responsabilice, sin embargo
cree que el Estado tiene una responsabilidad mayor de seguir creando instituciones de
este tipo. “Es importante que se siga desarrollando la implementación de este tipo de
organismos, de hecho ya veíamos con buenos ojos que la PDI tenga un área encargada de
delitos ambientales. Eso es un avance en cuanto a los daños ambientales realizados -ya
sea por la actividad privada o pública-, ya que en general nadie responde por ellos, no se
juzga, ni se revisan las situaciones, por lo tanto es muy positivo”, finalizó.

Estados unidos políticas Ambientales.


La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) protege la salud de los
seres humanos, el medio ambiente y los recursos naturales. Previene y controla la
contaminación del aire y el agua mediante el desarrollo de estándares para la calidad del
aire y las emisiones de automóviles, programas para asegurar la limpieza del agua e
información sobre la salud ambiental.

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