Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Health Psychology
ISSN: 1697-2600
jcsierra@ugr.es
Asociación Española de Psicología
Conductual
España
International Journal
May - 2016
International Journal of
Director / Editor:
Juan Carlos Sierra
www.elsevier.es/ijchp
a
Universidade de Coimbra, Portugal
b
Pontificia Universidade Catolica do Rio Grande do Sul, Brasil
PALABRAS CLAVE Body-Image Acceptance and Action Questionnaire: su nociva influencia en la ingesta
Imagen corporal; compulsiva y validación psicométrica
inflexibilidad
psicológica; invariancia Resumen
de medida; modelo de Antecedentes/Objetivo: Este estudio tuvo como objetivo explorar las propiedades psico-
mediación; estudio métricas del BI-AAQ (Body-Image Acceptance and Action Questionnaire) y el papel me-
instrumental. diador de la inflexibilidad psicológica relacionada con la imagen corporal en una trayec-
toria nociva hacia la ingesta compulsiva en muestras brasileñas. Método: Este estudio
transversal se llevó a cabo en grupos clínicos (mujeres con sobrepeso u obesidad actual-
mente en tratamiento para la pérdida de peso; n = 330) y no clínicos (grupo de población
general; n = 682) de mujeres. Resultados: El BI-AAQ ha revelado la estructura de un
factor, excelente consistencia interna, capacidad para detectar diferencias entre grupos
e invariancia de medida entre diferentes muestras. Sus puntuaciones se asociaron nega-
tivamente con la autocompasión y positivamente con la severidad de la compulsión ali-
mentaria, búsqueda de la delgadez y autocrítica. Conclusiones: Este estudio proporcionó
datos que confirman que el BI-AAQ tiene propiedades psicométricas sólidas en muestras
cualitativamente diferentes. Además, un estudio adicional efectuado en una muestra
clínica de mujeres con sobrepeso u obesidad reveló que la inflexibilidad psicológica rela-
cionada con la imagen corporal emergió como mediadora parcial y significativa del efec-
to de la autocrítica y de la búsqueda de la delgadez sobre la severidad de la compulsión
alimentaria.
© 2017 Asociación Española de Psicología Conductual. Published by Elsevier España, S.L.U.
This is an open access article under the CC BY−NC−ND license (http://creativecommons.
org/licenses/by−nc−nd/4.0/).
* Correspondencia: Faculdade de Psicologia e de Ciências da Educação da Universidade de Coimbra, Rua do Colégio Novo, Apartado 6153,
3001-802, Coimbra, Portugal.
Dirección de correo electrónico: paolabc2.lucena@gmail.com (P. Lucena-Santos)
1697-2600/ © 2017 Asociación Española de Psicología Conductual. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved
KEYWORDS Abstract
Body image; Background/Objectives: This study aimed to explore the psychometric properties of BI-
Psychological AAQ (Body-Image Acceptance and Action Questionnaire) and the body image psychological
inflexibility; flexibility role as a mediator in a pervasive path towards binge eating in Brazilian samples.
Measurement Method: This cross-sectional study was conducted in clinical (overweight or obese women
invariance; Mediational currently in treatment for weight loss; n = 330) and non-clinical (general population;
model; Instrumental n = 682) groups of women. Results: BI-AAQ has one-factor structure, excellent internal
study. consistency, ability to detect differences between groups and measurement invariance
across samples. It was also negatively associated with self-compassion and positively
associated with binge eating severity, drive for thinness and self-criticism. Conclusions:
This study provides data confirming the robust psychometric properties of BI-AAQ in
qualitatively different samples. Furthermore, an additional study conducted in a clinical
sample of women with overweight or obesity revealed that body image psychological
inflexibility has emerged as a partial and significant mediator of the effect of self-
criticism and drive for thinness on the binge eating severity.
© 2017 Asociación Española de Psicología Conductual. Published by Elsevier España, S.L.U.
This is an open access article under the CC BY−NC−ND license (http://creativecommons.
org/licenses/by−nc−nd/4.0/).
El papel de la insatisfacción con la imagen corporal (IIC) 2004). De este modo, para hacer frente a esta limitación
en la etiología de los problemas de alimentación ha sido proporcionando un instrumento capaz de medir la flexibili-
investigado empíricamente (Brechan y Kvalem, 2015; Daka- dad psicológica relacionada específicamente con la imagen
nalis et al., 2016; Dakanalis, Zanetti, Riva y Clerici, 2013). corporal, se desarrolló el Body Image–Acceptance and Ac-
La IIC es una experiencia muy común en las mujeres (Runfo- tion Questionnaire (BI-AAQ; Cuestionario de Aceptación y
la et al., 2013), pero sólo un pequeño porcentaje presenta Acción de la Imagen Corporal; Sandoz et al., 2013).
problemas relacionados con la alimentación (Smink, Van Se ha propuesto que la flexibilidad relacionada a la ima-
Hoeken y Hoek, 2012). Lo que parece sugerir que estar in- gen corporal (FIC), es decir, estar dispuesto a experimentar
satisfecho con la imagen corporal es un factor que puede eventos internos difíciles relacionados con la imagen corpo-
interactuar con otros mecanismos subyacentes. Los enfo- ral (p. ej., percepciones, sensaciones, sentimientos, re-
ques teóricos recientes acerca del sufrimiento psicológico cuerdos y pensamientos) sin juicios o defensas, desempeña
han señalado el papel de la inflexibilidad psicológica en va- un papel importante en la alimentación alterada (Wendell
rios síntomas psicopatológicos (Paulus, Vanwoerden, Norton et al., 2012). Por ejemplo, la FIC parece ser un factor pro-
y Sharp, 2015; Pinto-Gouveia, Gregorio, Dinis y Xavier, 2012). tector contra los comportamientos alimentarios problemá-
La inflexibilidad psicológica incluye una incapacidad de es- ticos en mujeres con bajo índice de masa corporal (i. e.,
tar en el momento presente, así como acciones motivadas IMC <20; Hill, Masuda y Latzman, 2013), y está correlacio-
por la evitación de experiencias internas difíciles nada negativamente con la internalización de la delgadez,
–frecuentemente a costa de objetivos congruentes con va- insatisfacción corporal, pensamientos relacionados con el
lores de vida deseados (Hayes, Strosahl y Wilson, 1999). Así, comer desordenado (Timko, Juarascio, Martin Faherty y Ka-
la inflexibilidad psicológica se ha asociado con la alimenta- lodner, 2014), sintomatología de los trastornos alimenta-
ción problemática (Moore, Masuda, Hill y Goodnight, 2014). rios, preocupaciones con el peso y la alimentación (Ferrei-
Concretamente, se encontraron asociaciones positivas en- ra, Pinto-Gouveia y Duarte, 2011; Sandoz et al., 2013), y
tre estrategias rígidas de evitación y comportamientos ali- positivamente asociada con la autocompasión (Ferreira et
mentarios disfuncionales (Cowdrey y Park, 2012). Además, al., 2011). Adicionalmente, parece que las mujeres con me-
se observó que pacientes con trastorno de compulsión ali- nos FIC respaldan más las conductas alimentarias desorde-
mentaria tenían menor predisposición a experimentar emo- nadas que aquellas con mayor FIC (Moore et al., 2014) y
ciones negativas (Leehr et al., 2015). Al contrario, la flexi- presentan mayor insatisfacción corporal y búsqueda de la
bilidad psicológica se ha correlacionado negativamente con delgadez (Ferreira et al., 2011).
diversos problemas relacionados con la alimentación desor- Por otra parte, el constructo subyacente en el BI-AAQ
denada (Masuda y Latzman, 2012). parece encajar perfectamente con conceptualizaciones de
La inflexibilidad psicológica es generalmente evaluada la compulsión alimentaria como resultado de intentos por
por el Cuestionario de Aceptación y Acción (Acceptance and evitar y/o controlar experiencias internas difíciles (Gianini,
Action Questionnaire;AAQ-II; Bond et al., 2011), aunque se White y Mashed, 2013; Leehr et al., 2015). Se sabe que la
han planteado preocupaciones debido a su falta de especi- compulsión alimentaria es un grave problema de salud aso-
ficidad para sacar conclusiones en diferentes condiciones ciado con el desarrollo y mantenimiento de sobrepeso y co-
clínicas (Wendell, Masuda y Le, 2012). Se argumenta que el morbilidades con condiciones físicas y psiquiátricas (Kessler
uso de medidas de contenido específico es una estrategia et al., 2013; Striegel-Moore et al., 2000). Sin embargo, hay
más adecuada (Sandoz, Wilson, Merwin y Kellum, 2013), una carencia de investigaciones sobre los procesos subya-
una vez que parece que las medidas de contenido específi- centes de la compulsión alimentaria y esta cuestión aún no
co son sensibles para detectar efectos significativos en ca- ha sido explorada y puede aportar informaciones importan-
sos en que las medidas generales no lo hacen (Gifford et al., tes sobre los mecanismos específicos de cambio que deben
n % n % n %
Estado civil
Casado/ 366 36,2 189 27,7 177 53,6
Cohabitando
Divorciado 70 6,9 36 5,3 34 10,3
Viudo 9 0,9 4 0,6 5 1,5 <0,001
Soltero 567 56 453 66,4 114 34,5
Situación laboral
Jubilado 52 5,1 17 2,5 35 10,6
Empleado 603 59,6 377 55,3 226 68,5 <0,001
Desempleado 357 35,3 288 42,2 69 20,9
años (DT = 11,47) de edad, 14,66 (DT = 3,54) años de edu- doz et al., 2013). Además, la validación portuguesa del BI-
cación y un IMC medio de 32,38 (DT = 5,25). En relación al AAQ también realizó un AFP y sus resultados indicaron
estado civil, 34% (n = 100) eran solteros, 54,8% (n = 161) solución de un factor, representando un 63,36% de la va-
estaban casados/cohabitando, 9,9% (n = 29) divorciados y rianza (Ferreira et al., 2011). Esta solución unifactorial de
1,4% (n = 4) eran viudos. Además, la mayoría de los partici- 12 ítems ha sido confirmada mediante análisis factorial
pantes estaban empleados (70,1%, n = 206), seguidos por confirmatorio (AFC) en los estudios llevados a cabo en Por-
desempleados (18,7%, n = 55) y jubilados (11,2%, n = 33). tugal y Persia (Ferreira et al., 2011; Izaadi et al., 2013). Los
Los grupos clínicos y no clínicos de la Muestra 1 fueron uti- análisis de consistencia interna revelaran un excelente alfa
lizados para realizar los análisis destinados a confirmar la de Cronbach (α = 0,92 y α = 0,93) en los sub-estudios del
estructura factorial del BI-AAQ, su invariancia de medición validación original.
entre grupos, así como su capacidad para detectar diferen- Escala de Autocompasión (Self-Compassion Scale, SCS;
cias entre ellos. La muestra 2 se utilizó para llevar a cabo Neff, 2003, versión brasileña: Souza y Hutz, 2016). Es una
los análisis del validez concurrente y el estudio de media- medida compuesta por 26 ítems con cinco opciones de res-
ción. puesta (1 = casi nunca; 5 = casi siempre) desarrollada para
evaluar la autocompasión. Aunque la SCS ha sido inicial-
mente diseñada para evaluar tres componentes que inte-
Instrumentos ractúan entre sí (Bondad propia versus Auto-juicio, Huma-
nidad común versus Aislamiento y Atención plena versus
Cuestionario de Aceptación y Acción de la Imagen Corporal Sobre-identificación), también puede usarse como una me-
(Body-Image Acceptance and Action Questionnaire, BI-AAQ; dida de dos factores: un factor que evalúa la autocompasi-
Sandoz et al., 2013). Se trata de una escala de (in)flexibili- ón (i.e., suma de Bondad propia, Humanidad común y Aten-
dad psicológica compuesta por 12 ítems con siete opciones ción plena) y un factor de autocrítica (suma de Auto-juicio,
de respuesta (1 = nunca verdadera; 7 = siempre verdadera) Aislamiento y Sobre-identificación). Esta estructura de dos
específicamente desarrollada para evaluar la respuesta (in) factores presenta adecuado ajuste a los datos y excelente
flexible a los pensamientos y sentimientos relacionados con consistencia interna (α = 0,91 para Autocompasión y
el cuerpo. El BI-AAQ resultó de un conjunto inicial de 46 α = 0,89 para Autocrítica) (Costa, Marôco, Pinto-Gouveia,
ítems adaptados de versiones generales del AAQ, los cuales Ferreira y Castilho, 2016).
fueron sometidos a un análisis de correlación ítem-total, Inventario de Trastornos Alimentarios (Eating Disorder
donde se omitieron ítems con correlación ítem-total <0,30 Inventory, EDI-2; Garner, Olmsted y Polivy, 1983). Compues-
(n = 17). En los 29 ítems restantes fue realizado un Análisis to por ocho subescalas representadas por un total de 64
de Componentes Principales (ACP) y un Análisis Paralelo ítems. Los participantes deben señalar la frecuencia en que
(AP). Esos resultados revelaron una estructura de factor lo que se describe en cada ítem refleja su experiencia, uti-
único que representaba el 34,4% de la varianza, donde 26 lizando una escala Likert de cinco puntos (de Siempre a
ítems tenían cargas factoriales superiores a 0,40. Por lo Nunca). En este estudio sólo se utilizó la subescala Búsque-
tanto, con el fin de producir una medida de menor longitud, da de la delgadez (BS). La validación portuguesa encontró
se mantuvieron 12 ítems con cargas factoriales superiores a una excelente consistencia interna para esta subescala
0,60. Finalmente, la versión de 12 ítems fue reexaminada (α = 0,91; Machado, Gonçalves, Martins y Soares, 2001), co-
en una muestra independiente donde se repitieron el ACP y rroborando los hallazgos del estudio original (α = 0,85).
el AP. Los resultados apoyaron la estabilidad de la estructu- Escala de Compulsión Alimentaria Periódica (Binge Eating
ra de un factor, que representó el 54% de la varianza (San- Scale, BES; Gormally, Black, Daston y Rardin, 1982). Esta
medida se compone de 62 declaraciones (dispuestas en 16 bootstrap con 2.000 remuestreos fue conducido, ya que es
ítems) utilizadas para evaluar la severidad de la compulsión uno de los métodos más confiables y potentes para evaluar
alimentaria. Para cada ítem los participantes tienen que si los efectos estandarizados directos, indirectos y totales
decidir qué afirmación (entre tres o cuatro alternativas) son significativos (Marôco, 2010) proporcionando mayor po-
mejor se aplica a ellos. A continuación, se asigna una pun- tencia estadística e intervalos de confianza más precisos
tuación de 0 a 3 para cada sentencia marcada y se calcula independientemente del tamaño de la muestra, tamaño del
la puntuación total. Puntuaciones más altas indican mayor efecto o nivel de significación estadística (Mallinckrodt,
severidad de la compulsión alimentaria. El BES reveló alta Abraham, Wei y Russell, 2006). Se consideró 95% de interva-
consistencia interna en el estudio original (Gormally et al., lo de confianza sesgo-corregido (Kline, 2010).
1982), así como en la versión brasileña (α = 0,89; Freitas,
Lopes, Appolinario y Sichieri, 2002).
Resultados
Análisis estadísticos
Estadísticos descriptivos se calcularon utilizando el softwa- Análisis Factorial Confirmatorio (AFC)
re SPSS (v.20; SPSS Inc., Chicago, IL), mientras que el Análi-
sis Factorial Confirmatorio (AFC) y el Análisis Multigrupo El modelo inicial fue especificado con todos los ítems per-
fueron computadas en AMOS software (v.19, SPSS Inc., Chi- tenecientes a un único factor, tal como fue propuesto por
cago, IL). Datos anómalos se evaluaron a través de la dis- los autores del BI-AAQ (Sandoz et al., 2013), lo cual demos-
tancia cuadrada de Mahalanobis considerando valores de p1 tró un ajuste pobre (χ2(54) = 793,08; p<0,001; CFI = 0,91;
y p2 <0,05 (Marôco, 2010). La normalidad se evaluó según GFI = 0,87; TLI = 0,89; IFI = 0,91; RFI = 0,885; NFI = 0,90).
los valores de asimetría (Skewness, Sk) y curtosis (Kurtosis, Por lo que se refiere al ajuste local, todos los ítems presen-
Ku), donde valores de Sk> | 3 | y Ku> | 10 | indican viola- taron altos valores de cargas factoriales y fiabilidades indi-
ciones graves de la normalidad (Kline, 2010). Se excluyeron viduales (λ ≥ 0,64 y R2 ≥ 0,41, respectivamente), con excep-
casos con valores perdidos, ya que presentaban patrón ción del ítem 6 que presentó λ ≥ 0,44 y R2 ≥ 0,20.
completamente al azar y representaban menos del 5% de Según los índices de modificación, el ajuste global del
los casos (Tabachnick y Fidell, 2014), según los resultados modelo podría mejorar a través de la correlación entre va-
del procedimiento de Análisis de Valores Perdidos (Missing rios pares de errores de los ítems. Sin embargo, sólo era
Value Analysis, MVA), disponible en SPSS. Se realizó un Aná- teóricamente justificable la correlación entre los errores de
lisis Factorial Confirmatorio (AFC) para verificar si la es- los siguientes pares de ítems: 2 y 3 (experiencias internas
tructura de un factor propuesta por los autores del BI-AAQ inquietantes con respecto a la forma y/o el peso corporal),
(Sandoz et al., 2013) tenía buen ajuste a los datos. Se utili- 2 y 5 (preocupación excesiva con el cuerpo), 7 y 8 (necesi-
zó una combinación de índices de bondad de ajuste, en lí- dad de sentirse mejor o en control sobre dificultades rela-
nea con las sugerencias de Kline (2010): Índice de Tucker- cionadas con el cuerpo y sus consecuencias para la vida) y 9
-Lewis (TLI), Índice de Ajuste Comparativo (CFI), Índice de y 10 (influencia de la insatisfacción con el peso en la vida).
Bondad de Ajuste (GFI), Índice de Ajuste Incremental (IFI, Es un procedimiento común adicionar trayectorias al mode-
también conocido como BL89), Índice de Ajuste Relativo lo a través de la correlación entre errores de ítems del mis-
(RFI) e Índice de Ajuste Normalizado (NFI). TLI, RFI y NFI mo factor, desde que estas correlaciones tengan base teóri-
pueden variar entre 0 y 1 – cuanto más cercano de 1, mejor ca (i.e., contenido o formulación similar; Marôco, 2010).
el ajuste del modelo. Valores de CFI, IFI y GFI ≥0,90 indican Por ello, el modelo fue modificado a través de la adicción
un buen ajuste (Hu y Bentler, 1999). Por último, el ajuste de las correlaciones mencionadas.
local se evaluó por los valores estandarizados de los pesos El modelo modificado presentó una mejora en los índices
factoriales y de las fiabilidades individuales de los ítems, de ajuste global (χ2(50) = 424,27; p<0,001; CFI = 0,95;
considerando λ ≥ 0,50 y R2 ≥ 0,25 (Hair, Black, Babin y An- GFI = 0,93; TLI = 0,94; IFI = 0,95; RFI = 0,93, NFI = 0,95),
derson, 2014), respectivamente. Se utilizó la Máxima Vero- todavía el ajuste local del ítem 6 reveló cargas factoriales y
similitud como método de estimación (ya que la escala de fiabilidades individuales por debajo de lo esperado (λ ≥ 0,45
respuesta del BI-AAQ tiene 7 puntos (Rhemtulla, Brosseau- y R2 ≥ 0,20, respectivamente). También, de acuerdo con los
-Liard y Savalei, 2012). Por otra parte, se calculó la prueba valores de «alfa si se elimina el ítem», todos los ítems
de chi-cuadrado de las diferencias de acuerdo con Marôco contribuyen para la consistencia interna del BI-AAQ con ex-
(2010) para comprobar si el modelo final tenia mejor ajuste cepción del ítem 6 (su exclusión aumentaría el alfa de Cron-
a la estructura correlacional de los ítems que el modelo bach de 0,93 a 0,94). Finalmente, el análisis de las comuna-
original. La consistencia interna fue evaluada por el alfa de lidades indicó que todos los ítems presentaron valores ≥0,47
Cronbach (donde valores α>0,70 indican confiabilidad ade- con excepción del ítem 6, que presentó el valor más bajo
cuada (Kline, 2000). Se realizó un análisis multigrupo para (0,23). Por lo tanto, teniendo en cuenta todos estos datos,
probar la invariancia de medición en grupos clínicos y no decidimos excluir el ítem 6 del modelo. Así, fue especifica-
clínicos (a través de la comparación del modelo sin restric- do un modelo final con 11 ítems manteniendo las correla-
ciones con un modelo en que las cargas factoriales fueron ciones entre los mismos errores que han sido realizadas en
restrictas; Byrne, 2016). Además, la capacidad del BI-AAQ el último modelo (véase la Figura 1). El modelo final pre-
para detectar diferencias entre grupos se analizó a través sentó buen ajuste global y no mostró problemas en el ajuste
de la prueba t de Student. El valor d de Cohen fue calculado local (λ ≥ 0,62; R2 ≥ 0,39).
para verificar el tamaño del efecto, lo cual puede ser pe- Además, la prueba de chi-cuadrado de las diferencias
queño (0,20-0,49), intermedio (0,50-0,79) o grande (≥ 80) confirmó que el modelo final presenta mejoría significativa
(Cohen, 1988). La validez concurrente fue evaluada por las en comparación con el modelo modificado (Δχ2(10) = 33,83;
correlaciones de Pearson entre el BI, AAQ, BES, SCS y la p<0,05). También destacamos que el modelo final presentó
subscala BS del EDI. Finalmente, el estudio de mediación niveles menores de MECVI (0,43) que el modelo modificado
fue conducido a través de un Path Analysis usando la Máxi- (0,47), mostrando que el modelo final presenta mayor vali-
ma Verosimilitud como método de estimación. Un método dez en las poblaciones estudiadas.
0,52 0,57
BI_AAQ_1 e1 BI_AAQ_1 e1
0,31 0,45
BI_AAQ_2 e2 BI_AAQ_2 e2
0,52 0,31 0,68 0,28
0,72 0,75
BI_AAQ_3 e3 BI_AAQ_3 e3
0,55 0,66 0,31 0,67 0,67 0,34
0,72 e4 0,83 e4
BI_AAQ_4 BI_AAQ_4
0,78 0,44 0,82 0,57
0,67 BI_AAQ_5 e5 0,75 BI_AAQ_5 e5
0,59 0,63
0,77 BI_AAQ_7 e7 0,80 BI_AAQ_7 e7
BIAAQ BIAAQ
0,75 0,57 0,28 0,81 0,66 0,30
0,75 BI_AAQ_8 e8 0,81 BI_AAQ_8 e8
0,57 0,65
0,76 e9 0,86 e9
BI_AAQ_9 BI_AAQ_9
0,57 0,29 0,63 0,269
0,81 0,83
BI_AAQ_10 e10 BI_AAQ_10 e10
0,75 0,77
0,65 0,69
BI_AAQ_11 e11 BI_AAQ_11 e11
0,57 0,59
BI_AAQ_12 e12 BI_AAQ_12 e12
Tabla 2. Correlación entre el BI-AAQ y las variables en estudio (Muestra 2, n = 294).
e1 e2
Self_Criticism
0,42 0,20 0,42
0,47
0,35 0,40
BI-AAQ Binge_eating
0,41 0,17
Drive_for_thinness
Figura 3. Path model muestra 2 (n= 294). Nota. Se presentan coeficientes estandarizados y todas las trayectorias son significati-
vas al nivel de 0,001.
En esta línea es interesante observar cómo se estructuran tanto, se confirmó nuestra hipótesis previa de que la infle-
los ítems y lo que evalúan. Los ítems del BI-AAQ fueron de- xibilidad psicológica relacionada con la imagen corporal es-
sarrollados usando terminologías generales para evaluar taría relacionada negativamente con otros constructos ge-
estados psicológicos relacionados con la imagen corporal nerales de flexibilidad psicológica y aceptación, y
(p. ej., preocuparse/pensar/preocuparse demasiado/sen- positivamente con la psicopatología y las dificultades rela-
tirse mal/sentirse mejor/pensar sobre el peso, cuerpo y/o cionadas con la alimentación y el peso. Estos resultados
la forma corporal –ítems 1,3, 5, 7, 11–; cambiar/controlar corroboran hallazgos anteriores que asocian la inflexibili-
los pensamientos y/o sentimientos relacionados al cuerpo dad psicológica relacionada con la imagen corporal con me-
y/o forma corporal –ítems 4 y 8–; sentirse gordo –ítems 6 y nores niveles de autocompasión (Ferreira et al., 2011),
10–; controlar el peso –ítem 9; sentirse incómodo con el mayor sintomatología de trastornos alimentarios, preocu-
peso y/o forma corporal – ítem 12) juntamente (o no – ver paciones con la alimentación y el peso, internalización de
ítem 2) con su posible impacto en la vida (p. ej., tener difi- la delgadez, pensamientos y comportamientos alimentarios
cultades para vivir una vida valiosa, hacer planes concre- desordenados e insatisfacción corporal (Ferreira et al.,
tos, tener mejor control sobre la vida, hacer otras cosas o 2011; Hill et al., 2013; Sandoz et al., 2013; Timko et al.,
tener mejores relaciones –ítems 1, 4, 7-9, 11-12; cerrarse 2014).
–ítem 3–; perder demasiado tiempo –ítem 5–; tener proble- El presente estudio también extiende la literatura cientí-
mas en la vida –ítem 10–). Sin embargo, mientras los ítems fica previa acerca de la inflexibilidad psicológica relaciona-
mencionados han utilizado terminologías más amplias (lo da a la imagen corporal, proporcionando nuevos datos sobre
que facilita que los participantes se identifiquen con las si- su papel como mediadora del efecto de la autocrítica y de
tuaciones descritas), el ítem 6 parece evaluar una estrate- la búsqueda de la delgadez sobre la severidad de la compul-
gia específica utilizada para manejar una experiencia inter- sión alimentaria. Datos empíricos previos han indicado la
na relacionada a la imagen corporal (i.e., «Si empiezo a nociva influencia de la autocrítica y de la búsqueda de la
sentirme gordo, intento pensar en otra cosa» –ítem 6). Así, delgadez en la compulsión alimentaria (Duarte et al., 2014;
en nuestra opinión, las propiedades psicométricas más po- Dunkley y Grilo, 2007), pero los mecanismos subyacentes a
bres observadas en ítem 6 pueden explicarse por su conte- través de los cuales este efecto ocurre continúan poco ex-
nido más estrecho: que parece evaluar una estrategia de plorados. Nuestros resultados parecen sugerir que una ma-
evitación específica (i.e., distracción) en lugar de la funci- nera de relacionarse consigo mismo caracterizada por hun-
ón más amplia de la inflexibilidad psicológica. dirse y autocriticarse, asociada con la búsqueda de la
El modelo final (sin el ítem 6) presentó un buen ajuste delgadez (i.e., deseo intenso de perder peso, miedo excesi-
local, con altas cargas factoriales y fiabilidades individuales vo de ganar peso asociado con una búsqueda extrema de la
en los ítems restantes. La versión brasileña del BI-AAQ tam- delgadez; Garner et al., 1983), influye parcialmente en la
bién mostró un buen ajuste global. Estos resultados están severidad de compulsión alimentaria debido a la falta de
de acuerdo con las validaciones persa, portuguesa y con la disponibilidad para vivenciar experiencias internas difíciles
validación original, las cuales también apoyaron la estruc- relacionadas con la imagen corporal y los consecuentes es-
tura de un factor del BI-AAQ (Ferreira et al., 2011; Izaadi et fuerzos para evitar estas experiencias. Lo que parece corro-
al., 2013; Sandoz et al., 2013). borar empíricamente conceptualizaciones recientes, en las
Además, la versión brasileña del BI-AAQ presentó exce- cuales el comer compulsivo ha sido presentado como una
lente consistencia interna (α = 0,94 muestra total, α = 0,93 estrategia de regulación emocional (Gianini et al., 2013;
grupo de la población general y α = 0,95 grupo clínico). Es- Leehr et al., 2015). Otros hallazgos previos también pare-
tos resultados están de acuerdo con estudios previos del cen estar en consonancia con estos resultados, ya que fue
BI-AAQ, ya que las validaciones persa, portuguesa y original sugerido que la flexibilidad psicológica relacionada a la
encontraron consistencias internas de 0,87 (Izaadi et al., imagen corporal parece disminuir el impacto de la insatis-
2013), 0,95 (Ferreira et al., 2011) y de 0,92 (Sandoz et al., facción con la imagen corporal (un predictor bien estableci-
2013), respectivamente. Los resultados también mostraron do de la psicopatología alimentaria) en comportamientos
que los 11 ítems finales contribuyen para la consistencia alimentarios disfuncionales (Ferreira et al., 2011), mientras
interna de la medida. Por otra parte, el análisis multigrupo que otro estudio concluyó que las características nucleares
mostró invariancia estructural, lo que demuestra que su es- de la psicopatología alimentaria surgen como resultado de
tructura se mantiene estable en diferentes muestras. Hasta una actitud autocrítica (Pinto-Gouveia, Ferreira y Duarte,
donde sabemos, este es el primer estudio que testó la inva- 2014).
riancia de la estructura factorial del BI-AAQ. Con respecto a las implicaciones clínicas, nuestros resul-
Adicionalmente, la capacidad del BI-AAQ para detectar tados sugieren que intervenciones futuras deberían cen-
diferencias entre grupos clínicos y no clínicos también fue trarse en las respuestas inflexibles a pensamientos y senti-
corroborada, ya que se detectaron diferencias significativas mientos relacionados con el cuerpo, ya que éstas parecen
entre los grupos con tamaño de efecto intermedio (el grupo contribuir a la severidad del comer compulsivo cuando la
clínico tuvo puntuaciones más altas que el grupo de la po- autocrítica y la búsqueda de la delgadez están presentes.
blación general). Resultados similares fueron encontrados En esta línea, un abordaje clínico para mujeres con trastor-
en la validación portuguesa, en la cual la medida discrimi- no de compulsión alimentaria, en el cual se enseñó y entre-
naba entre una muestra compuesta por personas con diag- nó una manera abierta y consciente de relacionarse con
nóstico de trastorno alimentario y una muestra de la pobla- experiencias internas difíciles, demostró tener beneficios
ción general, con el grupo clínico presentando menor (Masuda, Hill, Melcher, Morgan y Twohig, 2014). Sin embar-
flexibilidad psicológica relacionada a la imagen corporal go, es importante considerar que nuestros resultados tam-
(Ferreira et al., 2011). bién sugieren que la autocrítica y la búsqueda de la delga-
En cuanto a la validez concurrente, los resultados de los dez parecen tener un impacto directo sobre la severidad
análisis correlacionales mostraron que el BI-AAQ está posi- del comer compulsivo. Estos datos parecen señalar la nece-
tivamente correlacionado con la autocompasión y negativa- sidad de no sólo promover una actitud más receptiva y
mente correlacionado con la autocrítica, búsqueda de la consciente para con las experiencias internas relacionadas
delgadez y la severidad de la compulsión alimentaria. Por lo con el cuerpo, sino también centrarse en la propia autocrí-
tica. Tal vez sea importante desarrollar una manera más ence of body checking on binge eating. International Journal of
autocompasiva de relacionarse con los propios defectos y Clinical and Health Psychology, 15, 93-104. http://dx.doi.org/
fracasos percibidos, ya que esto parece ser una forma efi- 10.1016/j.ijchp.2015.03.003
caz de disminuir la autocrítica (Leaviss y Uttley, 2015). Dakanalis, A, Pla-Sanjuanelo, J., Caslini, M., Volpato, C., Riva, G.,
Adicionalmente, es importante considerar algunas limi- Clerici, M. y Carrà G. (2016). Predicting onset and maintenance
taciones del presente estudio, como su diseño transversal, of men’s eating disorders. International Journal of Clinical and
que impide interpretaciones de causalidad. Por otra parte, Health Psychology, 16, 247-255. http://dx.doi.org/10.1016/j.
nosotros contamos con muestras de conveniencia y exclusi- ijchp.2016.05.002
vamente compuestas por mujeres, lo que puede limitar la Dakanalis, A., Zanetti, M.A., Riva, G. y Clerici, M. (2013). Psycho-
generalización de nuestros resultados. social moderators of the relationship between body dissatisfac-
En líneas generales, este fue el primer estudio que de- tion and symptoms of eating disorders: A look at a sample of
mostró la invariancia factorial del BI-AAQ en diferentes young Italian women. European Review of Applied Psychology,
muestras. La versión brasileña del BI-AAQ presenta una 63, 323-334.
estructura de un factor, excelente consistencia interna, ca- Duarte, C., Pinto-Gouveia, J. y Ferreira, C. (2014). Escaping from
pacidad para detectar diferencias entre grupos y validez body image shame and harsh self-criticism: Exploration of un-
concurrente. Además, este estudio proporcionó nueva in- derlying mechanisms of binge eating. Eating Behaviors, 15,
formación sobre la influencia nociva de la inflexibilidad psi- 638–643.
cológica relacionada con la imagen corporal en la severidad Dunkley, D.M. y Grilo, C.M. (2007). Self-criticism, low self-esteem,
del comer compulsivo. depressive symptoms, and over-evaluation of shape and weight
in binge eating disorder patients. Behavior Research Therapy,
45, 139-149.
Financiamiento Ferreira, C., Pinto-Gouveia, J. y Duarte, C. (2011). The validation
of the Body Image Acceptance and Action Questionnaire: Explo-
Este trabajo contó con el apoyo del CNPq (Consejo Nacional ring the moderator effect of acceptance on disordered eating.
de Desarrollo Tecnológico y Científico-Brasil), CAPES (Coor- International Journal of Psychology & Psychological Therapy,
dinación Brasileña para el Mejoramiento del Personal de 11, 327–345.
Enseñanza Superior) y FAPERGS (Fundación de Apoyo a In- Ferreira, C., Pinto-Gouveia, J. y Duarte, C. (2013a). Drive for thin-
vestigación del Estado de Rio Grande do Sul-Brasil). Ninguna ness as a women’s strategy to avoid inferiority. International
de las agencias de financiación participó en el diseño, reco- Journal of Psychology and Psychological Therapy, 13, 15-29.
lección, análisis, interpretación de datos, redacción del Ferreira, C., Pinto-Gouveia, J. y Duarte, C. (2013b). Self-compas-
manuscrito o en la decisión de presentar el trabajo para sion in the face of shame and body image dissatisfaction: Impli-
publicación. cations for eating disorders. Eating Behaviors, 14, 207-210. doi:
10.1016/j.eatbeh.2013.01.005.
Freitas, S., Lopes, C.S., Appolinario, J.C. y Sichieri, R. (2002). Va-
Referencias lidação da versão brasileira da Binge Eating Scale – Escala de
Compulsão Alimentar Periódica. Revista Brasileira de Psiquia-
Bond, F.W., Hayes, S.C., Baer, R.A., Carpenter, K.M., Guenole, N., tria, 24. doi:10.1590/S1516-44462002000600007
Orcutt. H.K., Waltz, T. y Zettle, R.D. (2011). Preliminary psy- Garner, D.M., Olmsted, M.P. y Polivy, J. (1983). Development and
chometric properties of the Acceptance and Action Question- validation of a multidimensional eating disorder inventory for
naire-II: A revised measure of psychological flexibility and expe- anorexia nervosa and bulimia. International Journal of Eating
riential avoidance. Behavior Therapy, 42, 676-688. doi:10.1016/ Disorders, 2, 15-34. http://dx.doi.org/10.1002/ 1098-108X(198321
j.beth.2011.03.007 Gianini, L.M., White, M.A. y Masheb, R.M. (2013). Eating pathology,
Brechan, I. y Kvalem, I. L. (2015). Relationship between body dis- emotion regulation, and emotional overeating in obese adults
satisfaction and disordered eating: Mediating role of self-es- with binge eating disorder. Eating Behaviors, 14, 309-313.
teem and depression. Eating Behaviors, 17, 49-58. doi:10.1016/j. Gifford, E. V., Kohlenberg, B. S., Hayes, S. C., Antonuccio, D. O.,
eatbeh.2014.12.008 Piasecki, M. M., Rasmussen-Hall, M. L. y Palm., K.M. (2004).
Byrne, B.M. (2016). Structural Equation Modeling With AMOS: Basic Acceptance-Based Treatment for Smoking Cessation. Behavior
Concepts, Applications, and Programming (3ª ed.). Nueva York: Therapy, 35, 689-705.
Routledge. Gilbert, P. (2005). Social mentalities: A biopsychosocial and evolu-
Cassepp-Borges, V., Balbinotti, M.A. A. y Teodoro, M.L.M. (2010). Tra- tionary reflection on social relationships. En M. W. Baldwin
dução e validação de conteúdo: Uma proposta para a adaptação (Ed.), Interpersonal cognition (pp. 299-335). Nueva York: Guil-
de instrumentos. En L. Pasquali (Org.), Instrumentação psicológi- ford.
ca: Fundamentos e práticas (pp.506-520). Porto Alegre: Artmed. Gormally, J., Black, S., Daston. S. y Rardin. D. (1982). The assess-
Cohen, J. (1988). Statistical power analysis for the behavioral sci- ment of binge eating severity among obese persons. Addictive
ences (2ª ed.). Hillsdale, NJ: Erlbaum. Behavior, 7, 47-55. doi:10.1016/0306-4603(82)90024-7
Costa, J., Marôco, J., Pinto-Gouveia, J., Ferreira, C. y Castilho, P. Hair, J.F., Black, W.C., Babin, B.J. y Anderson, R.E. (2014). Multi-
(2016). Validation of the psychometric properties of the Self- variate Data Analysis (7ª ed.). Edinburgh: Pearson Education
Compassion Scale. Testing the factorial validity and factorial Limited.
invariance of the measure among Borderline Personality Disor- Hayes, S.C., Strosahl, K. y Wilson, K.G. (1999). Acceptance and
der, Anxiety Disorder, Eating Disorder and general populations. Commitment Therapy: An experiential approach to behavior
Clinical Psychology & Psychotherapy, 23, 460-468. doi:10.1002/ change. Nueva York: Guilford Press.
cpp.1974. Hernández-Nieto, R. (2002). Contribuiciones al análisis estadísti-
Cowdrey, F.A. y Park, R.J. (2012). The role of experiential avoid- co. Caracas: IESINFO.
ance, rumination and mindfulness in eating disorders. Eating Hill, M.L., Masuda, A. y Latzman, R.D. (2013). Body image flexibil-
Behaviors, 13, 100-105. doi:10.1016/j.eatbeh.2012.01.001. ity as a protective factor against disordered eating behavior for
Dakanalis, A., Carrà, G., Timko, A., Volpato, C., Pla-Sanjuanelo, J., women with lower body mass index. Eating Behaviors, 14, 336-
Zanetti, A., Clerici, M. y Riva, G. (2015). Mechanisms of influ- 341. doi:10.1016/j.eatbeh.2013.06.003.
Hu, L.T. y Bentler, P.M. (1999). Cutoff criteria for fit indexes in co- Paulus D.J., Vanwoerden, S., Norton P.J. y Sharp, C. (2015). Emo-
variance structure analysis: Conventional criteria versus new tion dysregulation, psychological inflexibility, and shame as ex-
alternatives. Structural Equation Modeling, 6, 1-55. planatory factors between neuroticism and depression. Journal
doi:10.1080/10705519909540118 of Affective Disorders, 190, 376-385. doi:10.1016/j.jad.2015.10.
Izaadi, A., Karimi, J. y Rahmani, M. (2013). Psychometric Analysis 014.
of Persian Version of Body Image flexibility Questionnaire (BI- Pinto-Gouveia, J., Ferreira. C. y Duarte, C. (2014). Thinness in the
AAQ) among University students. Journal of School of Nursing pursuit for social safeness: An integrative model of social rank
and Midwifery, 19, 56-69. mentality to explain eating psychopathology. Clinical Psycholo-
Kessler, R.C., Berglund. P.A., Chiu, W.T., Deitz, A.C., Hudson, J.I., gy & Psychotherapy, 21, 154-165. doi:10.1002/cpp.1820
Shahly, V., Aguilar-Gaxiola, S, Alonso, J., Angermeyer, M.C., Pinto-Gouveia, J., Gregorio, S., Dinis, A. y Xavier, A. (2012). Expe-
Benjet, C., Bruffaerts, R., de Girolamo, G., de Graaf, R., Maria riential Avoidance in Clinical and Non-Clinical Samples: AAQ-II
Jaro, J, Kovess-Masfety, V., O‘Neill, S., Posada-Villa, J., Sasu, Portuguese Version. International Journal of Psychology & Psy-
C., Scott, K., Viana, M.C y Xavier, M. (2013). The prevalence and chological Therapy, 12, 139-156.
correlates of binge eating disorder in the World Health Organi- Rhemtulla, M., Brosseau-Liard, P. E. y Savalei, V. (2012). When can
zation World Mental Health Surveys. Biological Psychiatry, 73, categorical variables be treated as continuous? A comparison of
904–914. doi: 10.1016/j.biopsych.2012.11.020 robust continuous and categorical SEM estimation methods un-
Kline, P. (2000). Handbook of Psychological Testing (2ª ed.) Lon- der suboptimal conditions. Psychological Methods, 17, 354–373.
dres: Routledge. doi: 10.1037/a0029315
Kline, R.B. (2010). Principles and practice of structural equation Runfola, C.D., Von Holle, A., Trace, S.E., Brownley, K.A., Hofmeier,
modeling (3ª ed.). Nueva York: Guilford Press. S.M., Gagne, D.A. y Bulik. C.M. (2013). Body Dissatisfaction in
Leaviss, J. y Uttley, L. (2015). Psychotherapeutic benefits of com- Women Across the Lifespan: Results of the UNC-SELF and Gender
passion-focused therapy: An early systematic review. Psycho- and Body Image (GABI) Studies. European Eating Disorders Re-
logical Medicine, 45, 927-945. doi:10.1017/S0033291714002141. view, 21, 52–59. doi:10.1002/erv.2201
Leehr, E.J., Krohmer, K., Schag, K., Dresler, T., Zipfel, S. y Giel, Sandoz, E.M.K., Wilson, K.G., Merwin, R.M. y Kellum, K.K. (2013).
K.E. (2015). Emotion regulation model in binge eating disorder Assessment of body image flexibility: The Body Image-Accep-
and obesity: A systematic review. Neuroscience & Biobehavioral tance and Action Questionnaire. Journal of Contextual Behav-
Reviews, 49, 125-134. doi:10.1016/j.neubiorev.2014.12.008. ioral Science, 2, 39-48. doi:10.1016/j.jcbs.2013.03.002
Machado, P.P., Gonçalves, S., Martins, C. y Soares, I.C. (2001). The Souza, L.K. y Hutz, C.S. (2016). Adaptation of the Self-Compassion
Portuguese version of the Eating Disorders Inventory: Evaluation Scale for use in Brazil: Evidences of Construct Validity. Temas
of its psychometric properties. European Eating Disorders Re- em Psicologia, 24, 159-172.
view, 9, 43-52. doi:10.1002/erv.359 Smink, F.R.E., van Hoeken, D. y Hoek, H.W. (2012). Epidemiology of
Mallinckrodt, B., Abraham, W.T., Wei, M. y Russell, D.W. (2006). Eating Disorders: Incidence, Prevalence and Mortality Rates.
Advances in testing the statistical significance of mediation ef- Current Psychiatry Reports, 14, 406–414. doi:10.1007/s11920-
fects. Journal of Counseling Psychology, 53, 372–378. doi: 012-0282-y
10.1037/0022-0167.53.3.372 Striegel-Moore, R. H., Dohm, F. A., Solomon, E. E., Fairburn, C. G.,
Marôco, J. (2010). Analysis of Structural Equations: Theoretical Pike, K. M. y Wilfley, D. E. (2000). Subthreshold binge eating
foundations, software and applications. Pero Pinheiro: Report disorder. International Journal of Eating Disorders, 27, 270–278.
Number. doi: 10.1002/(sici)1098-108x(200004)27:3<270::aid-eat3>3.0.co;2-1
Masuda, A., Hill, M.L., Melcher, H., Morgan, J. y Twohig, M.P. (2014). Tabachnick, B.G. y Fidell, L.S. (2014). Using multivariate statistics
Acceptance and commitment therapy for women diagnosed with (6ª ed.). Edinburgo: Pearson Education Limited.
binge eating disorder: A case-series study. Psychology Faculty Timko, C.A., Juarascio, A.S., Martin, L.M., Faherty, A. y Kalodner,
Publications, 89. http://scholarworks.gsu.edu/psych_fac- C. (2014). Body image avoidance: An under-explored yet impor-
pub/89 tant factor in the relationship between body image dissatisfac-
Masuda, A. y Latzman, R.D. (2012). Psychological flexibility and tion and disordered eating. Journal of Contextual Behavioral
self-concealment as predictors of disordered eating symptoms. Science, 3, 203-211. doi:10.1016/j.jcbs.2014.01.002
Psychology Faculty Publications, 90. http://scholarworks.gsu. Wendell, J.W., Masuda, A. y Le, J.K. (2012). The role of body image
edu/psych_facpub/90 flexibility in the relationship between disordered eating cogni-
Moore, M., Masuda, A., Hill, M.L. y Goodnight, B.L. (2014). Body tions and disordered eating symptoms among non-clinical col-
image flexibility moderates the association between disordered lege students. Eating Behaviors, 13, 240–245.
eating cognition and disordered eating behavior in a non-clinical Widaman, K. F. y Reise, S. P. (1997). Exploring the measurement
sample of women: A cross-sectional investigation. Eating Behav- invariance of psychological instruments: Applications in the sub-
iors, 15, 664–669. stance use domain. En K. J. Bryant, M. Windle y S. G. West
Neff, K. D. (2003). Development and validation of a scale to mea- (Eds.), The science of prevention: Methodological advances
sure self-compassion. Self and Identity, 2, 223–250. http://dx. from alcohol and substance abuse research (pp. 281-324). Wash-
doi.org/10.1080/15298860390209035. ington, DC: APA.