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Micosis: Una afección que se puede padecer todo el año

¿Qué son las micosis?

-Las micosis son las enfermedades producidas por hongos. Existen muchos tipos de hongos pero no todos
afectan al ser humano. Los que habitualmente lo afectan son aquellos que están acostumbrados a vivir en él.
Si bien existen micosis superficiales y profundas, las que se ven frecuentemente en la consulta diaria son las
primeras, que comprometen las capas superficiales de la piel- nos explica el Dr. José Antonio Mássimo,
director de la Carrera de Médico Especialista en Dermatología Pediátrica, Facultad de Medicina,
Universidad de Buenos Aires y coordinador de Docencia en Dermatología del Hospital de Niños Ricardo
Gutiérrez.

¿Dónde pueden aparecer?

-Pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo. Pueden afectar el cuero cabelludo y manifestarse como
caspa, dermatitis seborreica.

Otras veces pueden presentarse como manchas más o menos pigmentadas que el resto de la piel, de diferente
extensión, en el cuello y el tronco.

También las micosis ocasionan fisuras interdigitales de las manos y los pies, lesiones rojizas y redondeadas
en cualquier sitio, y zonas inflamadas en las axilas e ingles.

Existe una forma difícil de erradicar que es la onicomicosis, que compromete las uñas de los pies y, menos
frecuentemente, las de las manos.

¿Qué síntomas producen las micosis?

-Las micosis corporales aparecen con una lesión visible, inflamatoria, que en el caso del "pie de atleta"
produce picazón, olor desagradable, fisuras y favorece la infección bacteriana secundaria.

¿Dónde habitan los hongos?

-La fuente de contaminación puede provenir de otro ser humano, de un vector animal (gatos, perros,
conejos) o puede estar en la tierra. El hongo produce una forma de resistencia denominada esporo y puede
permanecer meses en un ambiente hasta que encuentra un lugar propicio donde desarrollarse.

¿Existe una predisposición a tener micosis?

Como en toda enfermedad humana, se requieren dos condiciones para afectarse: primero la predisposición
individual (en general, factores genéticos que se van transmitiendo de generación en generación, o factores
ambientales que tiene mucho que ver con el hábitat de los hongos) y, segundo, el contacto con el agente
infeccioso que produce la enfermedad.

El ambiente ideal para los hongos: calidez y humedad

A los hongos les interesa para reproducirse un ambiente húmedo y cálido. La temperatura alta y la humedad,
que están presentes en la ciudad de Buenos Aires durante la primavera y el verano, son ideales.

¿Las micosis sólo aparecen en verano?

-No, las micosis pueden aparecer en cualquier época del año, aunque en el verano son más frecuentes porque
con altas temperaturas el hongo prolifera.
Las micosis puede padecerlas el hombre durante todo el año, especialmente en los pies y en las uñas,
producidas por un tipo de hongo llamado tricofito, que está muy adaptado para vivir en el cuerpo y, sobre
todo, en las uñas de los pies. Este hongo tiene fases de proliferación rápida y fases de no proliferación o
quietud, cuando las condiciones le son adversas.

El hongo ama la queratina

"Lo que busca el hongo del ser humano es nutrirse con queratina, una proteína de nuestro organismo que
está en la capa córnea de la piel, en las zonas de las plantas de los pies y palmas de las manos, en las uñas y
en el pelo. Cuando el hongo está en el suelo se instala allí porque hay restos de capa córnea, uñas o pelos",
señala el profesional.

¿Por qué debemos curar las micosis?

-El hongo puede convivir con el hombre, dejando que éste lleve una vida cuasi-normal, o le puede producir
enfermedades como el "pie de atleta", que a partir de una inocente descamación, se puede convertir en una
verdadera puerta de entrada para que después se alojen allí microbios que producen infecciones importantes
y potencialmente severas.

La mejor defensa que tiene el ser humano contra la infección es la integridad de la piel. Cuando ésta se
rompe, los microbios entran sin ninguna dificultad.

El trastorno estético también debe ser considerado, especialmente en las uñas, que por la micosis cambian de
color, pierden brillo, se arrugan y se quiebran. Los cambios más leves son enmascarados por las mujeres
utilizando esmalte.

Si bien la corrección estética es buena, es mejor tratar y curar las micosis.

Grupos de riesgo

Dos factores fundamentales que influyen en esta afección son el ambiental y el ocupacional:

 Personas que por su trabajo están calzadas con borceguíes, botas, o con un calzado cerrado todo el
día. Esto les produce un incremento de la transpiración que favorece la proliferación de hongos. No
olvidemos tampoco que las fibras sintéticas de las medias y la ropa interior favorecen el crecimiento
de los mismos.
 Otro grupo de riesgo son aquellas personas que deben mantener permanentemente sus manos en el
agua y luego no se las secan bien. Estos individuos son propensos a tener micosis.
 Las personas de edad avanzada tienen mayor posibilidad de tener micosis debido a la natural caída
de las defensas orgánicas propias de esta etapa de la vida.

Las micosis más frecuentes de los niños

"El hongo que más frecuentemente produce micosis en los niños es el Microsporum canis, hongo que se
alberga en el perro y en el gato. Todos sabemos que los niños son los que, con mayor frecuencia, toman
contacto con la mascota, lo que facilita la adquisición de la micosis.

La solución para combatir este tipo de micosis es tratar al niño enfermo y también al animal doméstico que
lo contagió", nos explica el entrevistado.

Tratamientos eficaces

¿Qué tratamientos se están utilizando hoy?


-Actualmente, el producto tópico más utilizado por su alto grado de efectividad es el clotrimazol,
antimicótico de amplio espectro, derivado del imidazol. El efecto antimicótico de este principio activo es, en
primer lugar, micostático, y en altas concentraciones también es fungicida.

¿Son muy largos los tratamientos?

-Los tratamientos de las micosis duran aproximadamente 3 ó 4 semanas. Recordemos que si se interrumpe el
tratamiento con demasiada prontitud, la infección puede no haberse erradicado completamente y la micosis
reaparecerá.

Consejos para prevenir las micosis:

 Tener buen nivel de alarma: no es lo mismo tratar una micosis incipiente que una micosis avanzada.
 Practicar buenos hábitos higiénicos.
 Evitar los calzados cerrados en la época de verano y ventilar el pie en forma periódica.
 Evitar calzados de goma.
 Secar bien nuestro cuerpo luego de ducharnos o concurrir a natatorios.
 Cuando se padecen estas afecciones, concurrir al especialista dermatólogo.

Micosis Superficiales

 ¿Qué son las micosis superficiales?

 ¿Qué lo produce y cómo lo produce?

 ¿Cuándo sospechar?.

 ¿Cómo saber o confirmar que tengo una micosis?.

 ¿Cómo se soluciona?.

 ¿Qué complicaciones pueden aparecer?.

 ¿Cómo puedo evitarlo?

¿Qué son las micosis superficiales?

Se denominan micosis superficiales a las infecciones de las mucosas, piel y anejos cutáneos (pelo y uñas)
producidas por diferentes especies de hongos. El concepto de micosis superficial viene dado por la
localización del proceso que no va más allá del epitelio o capa más externa de la piel.

El hongo puede limitarse a la piel, pelo o uñas con escasa respuesta inflamatoria y provocando un problema
fundamentalmente estético o bien puede en otras ocasiones ocasionar una respuesta inflamatoria, aguda o
crónica, más o menos importante. Además a veces se producen reacciones alérgicas a los hongos
provocando una lesión a distancia del lugar inicial de la infección.

Las manifestaciones clínicas pueden ser características y fácilmente reconocibles por

el médico o ser difíciles de distinguir de otras enfermedades dermatológicas para cuyo diagnóstico es
necesario hacer un examen de laboratorio.
En el presente título vamos a comentar conjuntamente las características de las micosis superficiales
haciendo especial hincapié en la prevención, sin entrar a describir en profundidad cada uno de los cuadros
que pueden ser producidos por hongos en la piel.

¿Qué lo produce y cómo lo produce?

Los hongos que producen micosis en el ser humano se encuentran en dos estados: levaduras y mohos. Una
levadura puede definirse como un hongo constituido por una sola célula, mientras que los mohos son hongos
con muchas células de estructura filamentosa. Las células de los hongos poco o nada tienen que ver con las
de otros gérmenes que causan infecciones, estando casi más relacionados, si bien a mucha distancia, con las
plantas que con las bacterias. Por esto último los productos que se emplean para tratar estas lesiones o
antifúngicos poco tienen que ver con los antibióticos que se utilizan para tratar otras infecciones.

Un mismo trastorno, por ejemplo las infecciones de las uñas u onicomicosis, puede estar producido por
diferentes grupos de hongos. También son importantes los factores ecológicos y ambientales, a la hora de
definir cuales son los responsables de la infección.

Muchos de los hongos que causan infecciones de la piel se encuentran en el medio, por ejemplo en el suelo o
infectando especies de animales como los perros, y el contagio sería por contacto directo con los mismos,
pero también nos podemos contagiar por contacto con las lesiones de otras personas.

Dentro de los hongos que infectan la piel y estructuras relacionadas, un grupo importante lo constituyen los
denominados dermatofitos que son los responsables de las tiñas, o infecciones por dermatofitos de piel,
pelos o uñas, algunas tan conocidas como el pie de atleta o Tinea pedis .

En la siguiente tabla se recogen cuales son los principales cuadros clínicos en España, el grupo de hongo
responsable y como se adquieren.

Cuando figura exógeno supone que la fuente de infección es o bien el medio o bien otro ser vivo infectado y
por endógeno entendemos que los hongos que van a producir la infección se encuentran habitando
normalmente nuestra piel y que en determinadas circunstancias propiciatorias son capaces de provocar
lesiones.

Tipo de Micosis Hongo Forma de adquirirlo

Pitiriasis versicolor Levadura Endógeno

Candidiasis cutáneas Levadura Endógeno/Exógeno

Candidiasis mucosa Levadura Endógeno/Exógeno


Onicomicosis o
Dermatofitos, levaduras, otros Exógeno
infecciones de las uñas

Tiñas o dermatofitosis Dermatofitos Exógeno

¿Cuándo sospechar?

En esta sección nos vamos a limitar a describir las formas clínicas más frecuentes, si bien y como
comentábamos al principio muchas veces las manifestaciones cutáneas son similares entre distintas

enfermedades lo que requiere que sean reconocidas por el médico precisando en ocasiones la ayuda de
pruebas específicas.

Tiñas

Tinea capitis o del cuero cabelludo: Aparecen zonas sin pelo y con escamas, a veces

con pústulas y costras. En ocasiones la lesión desprende un olor a amoniaco.

Tinea barbae o de la barba y el bigote: Pequeños abscesos foliculares en la zona de

la barba y el bigote.

Tinea corporis: En las zonas de piel sin pelo, de las regiones del tronco, abdomen,

brazos, piernas y cara. Las lesiones son circulares con bordes enrojecidos y

escamosos, que producen picor y van creciendo hacia fuera. Hay distintas formas con

inflamación variable.

Tinea cruris: En la ingle, una placa enrojecida y escamosa, que causa picor, con

vesículas en los bordes. Esta forma es más frecuente en el varón adulto.

Tinea manum: En las palmas de las manos y bordes de los dedos se forman placas

con descamación y vesículas con o sin aumento del grosor de la piel. Pueden ser

lesiones parecidas a un eczema de contacto.

Tinea pedis: En la planta de los pies y en los espacios entre los dedos. Las lesiones

presentan descamación, con picor y grietas en el fondo de los pliegues de los espacios

entre los dedos, sobre todo en el cuarto espacio. También se le llama pie de atleta, ya

que se relaciona con la sudoración al usar calzado deportivo.

Tinea unguium o tiña de las uñas.

Pitiriasis versicolor

Se caracteriza por lesiones parecidas al salvado, con más o menos coloración que la

piel sobre la que asientan, localizadas en el tronco, sobre todo en los hombros y en la

espalda. La aparición de las lesiones se relaciona con factores de la persona, ya que el

hongo es un comensal, es decir habita normalmente en la piel de personas sanas.

Estos factores que favorecen su aparición se relacionan con un recambio de las capas

más externas de la piel más lento de lo habitual.

Candidiasis
Las levaduras del género Candida suelen infectar los grandes pliegues, debajo de las

mamas e ingles, causando el denominado intértrigo. También da lugar a cuadros como el eczema de los
pañales, o infecciones de las uñas que son habituales en las personas que tienen con frecuencia húmedas las
manos, como los camareros, y a veces se acompañan de inflamación en la piel que rodea la uña.

¿Cómo saber o confirmar que tengo una micosis?

La sospecha clínica inicial establecida por el médico debería ser confirmada por un diagnóstico micológico
específico. Si bien las lesiones de las que se ha hablado con frecuencia representan problemas no graves, es
importante su diagnóstico y tratamiento. Con frecuencia los tratamientos son largos y los fármacos que son
de utilidad frente a un tipo de hongos no lo son para otros.

Las pruebas para realizar el diagnóstico consisten en un examen de las escamas de las lesiones y su cultivo
para demostrar que existen hongos en el tejido infectado. Además, hay otras pruebas en procesos específicos
como en la pitiriasis versicolor en la cual el examen con luz de Wood, destaca las manchas que aparecen en
esta enfermedad.

¿Cómo se soluciona?

El tratamiento de estos procesos se basa en sustancias con actividad específica

contra los hongos que las producen, o antifúngicos. Como todo antimicrobiano, los antifúngicos deben ser
prescritos y supervisados por el médico. En el caso de los antifúngicos esto último es particularmente
importante ya que muchas veces, como veremos, son tratamientos prolongados.

Otra consideración es que la elección de un antifúngico u otro se realiza en función del tipo de lesión y en
consecuencia del hongo responsable de ahí que no deban tomarse este tipo de fármacos sin haber acudido
previamente al médico y contar con un diagnóstico específico.

Se dispone de antifúngicos de aplicación tópica preparados para una sola aplicación diaria y existen
presentaciones galénicas que permiten tratar todo tipo de lesiones. Los tratamientos orales con los

nuevos antifúngicos, han aumentado la seguridad del tratamiento y gracias a sus características se

pueden realizar pautas intermitentes útiles cuando el tiempo de administración ha de ser largo.

En las tiñas, el fármaco de elección depende del tipo de tiña. El tiempo de tratamiento será de unas 4 a 6
semanas recomendándose un control micológico que asegure la curación de las lesiones. En muchos casos el
tratamiento se completa con antisépticos y antifúngicos tópicos como por ejemplo en forma de gel.

Las micosis de la piel sin pelos, se pueden tratar tópicamente si las lesiones son limitadas en número y
superficie, mientras que si son muy extensas, hay dificultades para su aplicación. Si son recurrentes o
afectan a zonas con pelos o uñas, se recomiendan tratamientos orales. La tiña de las uñas se trata por vía
oral, durante 2 a 4 meses (hay fármacos que permiten pautas intermitentes), dependiendo de la evolución
clínica y de los cultivos de control. En caso de intolerancia a los tratamientos orales o para consolidar y
acelerar el efecto terapéutico puede utilizarse un tratamiento tópico en forma de laca de uñas o eliminar
químicamente la uña enferma.

En el tratamiento de la pitiriasis versicolor se utilizan soluciones tópicas, si bien en formas muy extensas o
recidivantes se pueden usar formulaciones orales. La dermatitis seborreica, que se relaciona con la levadura
que causa este cuadro, se ha visto que mejora con antifúngicos tópicos.

En el caso de las candidiasis también existen antifúngicos tópicos, si bien cuando sea necesario es posible el
tratamiento con fármacos administrados por vía oral durante 7 a 14 días (para la candidiasis vaginal es
suficiente 3 días o incluso hay fármacos que permiten el tratamiento con una sola dosis). Las infecciones de
las uñas por levaduras del género Candida se pueden tratar con los mismos antifúngicos pero administrados
durante 1 a 4 meses.

Para las infecciones de las uñas por otros hongos distintos a los descritos hay tratamientos tópicos pero en
muchos casos hay que extraer la uña.

¿Qué complicaciones pueden aparecer?

No es extraño que las lesiones se sobre infecten por bacterias, debido a que la barrera que supone la piel está
dañada. En este caso cambia el aspecto de la lesión inicial y será necesario un tratamiento antibiótico.

Cuando se administran antifúngicos durante períodos prolongados se recomienda hacer vigilancia con
análisis de sangre y tener en cuenta las posibles interacciones con otros medicamentos que el paciente esté
tomando en el mismo momento como antiácidos, anticonceptivos y los hipo glucemiantes orales, por citar
algunos.

¿Cómo puedo evitarlo?

En este punto es importante recordar el carácter exógeno o endógeno de las distintas micosis (ver la tabla
anterior).

Las micosis que se adquieren o se contagian de forma exógena es decir aquellas producidas por hongos que
habitualmente no forman parte de nuestra flora corporal pueden tener un origen humano o animal. La
infección se suele adquirir en gimnasios, piscinas o por el uso de ropa o calzado contaminados. En estas
situaciones es importante una limpieza cuidadosa de las instalaciones y el uso de toallas, ropa y calzado
personales así como evitar ir descalzo.

Las tiñas se transmiten de una persona a otra con mucha facilidad al entrar en contacto con las lesiones
infectadas. Si un niño es portador de una Tinea capitis o corporis no debe ir a la escuela hasta que lleve
tratamiento y las lesiones cubiertas.

Las tiñas por especies de hongos que infectan a los animales son las más frecuentes en los países
desarrollados y los animales que las contagian pueden ser gatos, perros, hámsters o conejos.

Otras micosis como la pitiriasis versicolor y las candidiasis suelen ser de origen endógeno (no se contagian)
por lo que la prevención se basa en medidas individuales como evitar la sudoración excesiva, traumatismos
pequeños que erosionan la piel, excoriaciones y la maceración de la piel, que es frecuente en las manos que
están continuamente en contacto con el agua y los jabones.

Micosis Oportunistas

Introducción.

Los pulmones son los órganos más frecuentemente afectados por los hongos llamados oportunistas y
constituyen además la puerta de entrada y primera localización de las micosis producidas por las
denominados hongos patógenos verdaderos.

A los hongos del género Candida, Cryptococcus, Aspergillus y orden Mucorales, se les asimila al grupo de
agentes oportunistas, pues el estado mórbido a que pueden conducir es básicamente producto de un déficit
defensivo del huésped. En cambio la enfermedad producida por los hongos patógenos verdaderos es
principalmente inherente a su virulencia. Ellos son el Histoplasma capsulanatum, Coccidiodes immitis,
Paracoccidiodes braziliensis y Blastomyces dermtitidis. Sin embargo el límite entre hongos oportunistas y
patógenos verdaderos no es neto, y en algunos casos pueden aparecer criptococcosis primarias o
histoplasmosis oportunistas.
Los hongos pueden llegar a los pulmones a través de dos vías principales; aérea y hematógena. La primera
de ellas, más frecuente, origina micosis pulmonares primarias, y la segunda promueve una localización más
de una micosis diseminada, resultando por lo tanto una micosis pulmonar secundaria. Las infecciones
micóticas han adquirido en los últimos veinte años una importancia creciente en patología médica
especialmente en lo que respecta a las micosis oportunistas. Esto se debe en parte a los avances de la
medicina como son la terapia con antimicrobianos de amplio espectro, el uso de corticoides, la
quimioterapia del cáncer, el transplante de órganos, la cirugía mayor, así como también a la aparición del
síndrome de inmunodeficiencia adquirida y a la expansión de la drogadicción endovenosa. Por otra parte, las
micosis por hongos patógenos verdaderos continúan siendo un problema de importancia epidemiológica en
ciertas áreas geográficas del mundo, no así en Chile donde se consideran como una patología infecciosa
exótica, y en general corresponden a casos importados desde países tropicales.

Tradicionalmente los laboratorios de microbiología no han desarrollado en forma adecuada las técnicas de
aislamiento e identificación de hongos, porque no se ha considerado su real importancia en patología
humana. Pero este concepto ha cambiado en los últimos años y ya existe conciencia del valor de la
micología médica, como lo apoya la extensa literatura científica al respecto. El diagnóstico de las micosis
diseminadas y en particular de las pulmonares no sólo requiere de métodos de diagnóstico microbiológicos e
inmunológicos, sino que también de métodos anatomopatológicos, los que actualmente ocupan un lugar
relevante en este campo.

La naturaleza de las enfermedades pulmonares producidas por hongos es variada. Clínicamente pueden ser
agudas, subaguda, crónicas aparentes o crónicas inaparentes. La mayoría de las micosis pulmonares
oportunistas son agudas, en cambio las producidas por hongos patógenos verdaderos suelen ser crónicas. Por
otra parte, desde el punto de vista anatomopatológico, existe un grupo de micosis pulmonares que cursan
con la presencia del hongo en el tejido y que presentan desde ausencia de reacción tisular a graves trastornos
circulatorios locales, pasando por inflamaciones de diverso tipo e intensidad. Otro grupo no despreciable de
enfermedades pulmonares provocadas por hongos o sus antígenos, cursan con una mínima población o
ausencia de elementos micóticos en el tejido, y determinan daño por mecanismo de hipersensibilidad
manifestado generalmente por inflamaciones crónicas.

El tratamiento de las micosis pulmonares debe basarse en un diagnóstico etiológico. Como


desgraciadamente los hallazgos clínico y radiológicos, tanto en micosis por hongos patógenos verdaderos
como oportunistas, son por lo general inespecíficos, los esfuerzos deben estar encaminados a demostrar
directa o indirectamente la presencia del hongo o de sus antígenos.

En este capítulo analizaremos algunas generalidades sobre los exámenes de laboratorio clínico y
anatomopatológicos empleados en el diagnóstico micológico, y luego nos referiremos en forma más
detallada a las principales micosis pulmonares oportunistas: candidiasis, criptococcosis, aspergilosis y
zigomicosis.

Exámenes de laboratorio empleados en el diagnóstico de las micosis pulmonares.

La selección, recolección y transporte de las muestras son etapas vitales para el correcto diagnóstico de
laboratorio de una micosis pulmonar. Por ello una buena relación clínico-microbiólogo es fundamental para
obtener un rendimiento óptimo. Las muestras destinadas al estudio micológico pueden provenir de la
primera expectoración de la mañana, la expectoración inducida, la secreción traqueal, el lavado bronco-
alveolar, el aspirado transtraqueal, el tejido pulmonar o el aspirado de contenido gástrico en ayunas. Esta
debe ser rápidamente transportada al laboratorio donde el microbiólogo escogerá las porciones purulentas.
grumosas o sanguinolentas para el estudio directo y cultivo micológico.

El examen directo puede ser al fresco o con KOH, y su rendimiento depende de la micosis pulmonar.En
cuanto al cultivo micológico, se recomienda sembrar a lo menos 0.5 ml de las muestras fluidas. Las muestras
sólidas como tejido pulmonar deben ser maceradas o divididas en pequeños fragmentos que se siembran en
superficie y en picadura en el agar, de tal manera que parte de la rnuestra quede sumergida en el medio y
parte quede en contacto con el aire. Este método permite recuperar hongos filamentosos como Aspergilli y
miembros del orden Mucorales, provenientes de infecciones invasivas.

En micología podemos emplear medios de cultivo no inhibitorios e inhibitorios.

Estos últimos se utilizan más para el diagnóstico de micosis pulmonares, ya que las muestras a estudiar
generalmente presentan una rica flora bacteriana que puede inhibir el crecimiento del presunto hongo
infectante. Incluso se dispone de medios inhibitorios que suprimen en forma selectiva el crecimiento de
algunos hongos a los cuales se pueden adicionar diversos antibióticos como Cloramfenicol, Gentamicina,
Penicilina G o una combinación de ellos, que logran inhibir la mayoría de las bacterias contaminantes.

La adición de 500 mg/ml de agar de ciclohexamida, tiene por fnalidad retardar el rápido crecimiento de los
hongos saprófitos. Sin embargo, siempre debe incubarse una placa sin ciclohexamida, puesto que esta
sustancia es capaz de inhibir total o parcialmente el desarrollo de Cryptococcus neoformans, algunas
especies del género Cándida y Aspergillus, orden Mucorales, Pseudoallescheria boydii, y Trichosporon
cutaneum.

Los cultivos micóticos primarios deben incubarse a 25°C y 37°C, aunque algunos autores recomiendan la
incubación sólo a 30°C por treinta días antes de eliminar las placas sin desarrollo. Una vez desarrollado el
hongo, las placas deben sellarse con tela.

Se dispone de una serie de pruebas para la identificación de levaduras, dentro de las cuales destacan la
formación de tubo germinativo, la micromorfología en agar maíz-Tween 80, ureasa, reducción de nitratos,
asimilación trehalosa, formación de ascosporas, utilización de hidratos de carbono, entre otros. La
identificación de los hongos filamentosos se basa fundamentalmente en criterios morfólogicos, destacando
las características macroscópicas de las colonias y su examen microscópico. En el caso de los hongos
dimórficos, es importante la demostración de la conversión in vitro de la forma filamentosa a la forma
levaduriforme.

Exámenes anatomopatológicos empleados en el diagnóstico de las micosis pulmonares.

Los estudios anatomopatológicos permiten establecer un diagnóstico etiológico más o menos preciso de las
micosis, pues los hongos son elementos lo suficientemente grandes y característicos como para identificarlos
y tipificarlos en muestras de tejido o en muestras citológicas.

Los estudios anatomopatológicos incluyen la autopsia, la biopsia y el examen citológico. La autopsia entrega
muchas veces un diagnóstico insospechado de micosis, a la vez que permite establecer en forma fidedigna la
presencia de invasión y de diseminación. La biopsia, por su parte, es el único medio para establecer el
diagnóstico de certeza de una micosis invasora del pulmón, permite separar claramente a los pacientes con
colonización pulmonar micóticas de aquellos con infecciones fúngicas pulmonares invasivas, así como
también facilita el diagnóstico diferencial de los hongos patógenos que afectan al pulmón. El rendimiento de
la biopsia depende básicamente de cuan representativa sea del proceso pulmonar estudiado. La biopsia
transbronquial tiene mayor rendimiento en los casos de micosis pulmonares difusas o multifocales y
extensas. En micosis pulmonares localizadas, la biopsia quirúrgica o la biopsia por punción bajo visión
radioscópica son los métodos de elección. El examen citológico de muestras broncopulmonares,
adecuadamente tratado, es de gran ayuda para establecer el diagnóstico etiológico de algunas micosis
pulmonares.

En cualquiera de los métodos de la anatomía patológica pueden aplicarse aplicarse técnicas de microscopía
óptica y electrónica. La microscopía óptica, con tinciones rutinarias como la hematoxilina-eosina, permite
evaluar la reacción tisular a los agentes infecciosos, facilita la identificación de muchos de ellos, a la vez que
orienta el empleo de técnicas histoquímicas e inmunohistoquímicas complementarias. Para identificar y
tipificar a los elementos micóticos en el tejido, utilizamos la impregnación argéntica de Gomori-Grocott y
las tinciones de periodic acid-Schiff (PAS), Gridley y muricarmín de Mayer. Para la identificación de hongos
en tejidos también se ha empleado la inmunofluorescencia con anticuerpos policlonales y actualmente se ha
introducido el uso de anticuerpos monoclonales marcados. Para un diagnóstico rápido en muestras de tejido
congelado, se ha usado la propiedad de autofluorescencia de los hongos y el calcofluor blanco que acentúa
esta propiedad. La microscopía electrónica de transmisión la hemos empleado pocas veces con fines de
diagnóstico en este campo.

Debe tenerse presente, que en muchos pacientes se plantea el diagnóstico diferencial de compromiso
tumoral versus infección pulmonar como una complicación del tratamiento. Por ende, las técnicas destinadas
a identificar hongos representan sólo una parte de las que generalmente se emplean con fines de diagnóstico
oncológico, o para identificar en los tejidos a otros agentes infecciosos.

1. Candidiasis.

Definición: La candidiasis es una infección primaria o secundaria capaz de comprometer cualquier tejido del
organismo, provocada por hongos levaduriformes del género Candida (excepto Candida glabrata o Torulopis
glabrata). Candida albicans es la especie responsable de la gran mayoría de los casos. A diferencia de otros
hongos cuya fuente es el ambiente, el reservorio del género Candida es por lo general la propia flora
endógena del paciente (Fig. 22.1).

Fig. 22.1. Candidiasis pulmonar hematógena. Las flechas indican algunos focos necróticos con halo
hemorrágico. En el recuadro se observan levaduras, blastosporas y pseudohifas del género Candida (Gridley
x 500, aumento original).

Aunque la candidiasis es la mitosis oportunista más frecuente en el hombre, los pulmones no son el órgano
más afectado. La infección pulmonar puede ser en ocasiones primaria de origen endobronquial, pero más
frecuentemente es secundaria a una diseminación hematógena a partir de un foco extrapulmonar.

Diagnóstico de laboratorio: El diagnóstico de neumonia o bronconeumonia primaria o secundaria por


hongos levaduriformes del género Candida es extremadamente difícil de establecer con certeza, pues este
compromiso corresponde habitualmente a pacientes graves sometidos a tratamientos antibióticos e intensa
inmunodepresión, y que presentan como hecho corriente una colonización micótica masiva de la cavidad
orofaríngea y del tracto respiratorio superior. De manera que en un estudio de expetoración resulta imposible
diferenciar si estamos frente a una simple colonización o si realmente el aislamiento del hongo representa el
agente etiológico de un proceso pulmonar invasivo.

Examen directo: El estudio directo al fresco o con tinción de Gram nos permite observar levaduras ovaladas,
frecuentemente con pseudomicelio, el cual indica un compromiso superficial o profundo de la zona donde
fue obtenida la muestra. Cultivo: Candida albicans es de fácil desarrollo en medios de cultivo habituales. En
general se recomienda el agar Sabouraud glucosa con antibióticos, incubar a 37°C o a temperatura ambiente,
obteniéndose desarrollo en uno a dos días.

No es infrecuente que estos hongos colonicen e invadan áreas pulmonares afectadas por otros agentes
infecciosos, al igual que tumores infectados. Por ello, algunos autores han recomendado en estos casos el
estudio cuantitativo, considerando significativos recuentos iguales o superiores a 106 unidades formadoras
de colonias por ml de secreción estudiada. En nuestra experiencia esto tiene dudosa utilidad en la indicación
de una terapia antimicótica específica.

Si la candidiasis pulmonar es secundaria, es decir por diseminación hematógena, pueden ser útil los
hemocultivos seriados, el urocultivo en pacientes sin sondas vesicales, y el estudio del fondo de ojo.

Métodos inmunológicos: Numerosos procedimientos serológicos se han empleado en el diagnóstico de la


candidiasis invasiva. Actualmente se usan pruebas que detectan antígenos derivados de la pared celular de
Candida spp, en el suero humano mediante técnicas de radioinmunoanálisis, ELISA y aglutinación con látex.
Esta última debe ser analizada cuidadosamente en el contexto clínico. Tílulos de 1:4 son sugerentes de
infección invasiva y títulos iguales o superiores a 1:8 son altamente compatibles con candidiasis invasiva.

Existe controversia acerca de la utilidad práctica de las técnicas que detectan anticuerpos séricos en
candidiasis invasivas, pues pacientes sólo colonizados por Candida spp. pueden presentar altos títulos de
anticuerpos, cn cambio pacientes con candidiasis invasiva demostrada, especialmente neutropénicos, no
experimentan un aumento significativo en su título de anticuerpos.

Patomorfología: La candidiasis pulmonar de origen endobronquial se manifiesta por una bronconeumonia


purulenta lobulillar o acinar confluente, peribronquiolar y peribronquial, asimétrica y multifocal,
generalmente con lesiones del tracto respiratorio superior y presencia de hongos en los lúmenes bronquiales
y bronquiolares y espacios alveolares. En la candidiasis pulmonar de origen hematógeno, se observan
habitualmente múltiples focos necróticos con halo hemorrágico, bilaterales, do distribución miliar, con
hongos intravasculares. Ocasionalmente se observan lesiones del tipo infarto hemorrágico del pulmón.

La biopsia es el único medio, en vida, que permite diferenciar sin dudas una colonización de una invasión
del tejido pulmonar. En el tejido pulmonar, los hongos del género Candida aparecen como levaduras y
blasporas ovoídeas de 3 a 5 um de diámetro mayor y pseudohifas hialinas de bordes paralelos de 3 a 4 um de
diámetro, con tabiques y ramificaciones pseudofilamentosas en ángulo variable.

Estos hongos pueden observarse con hematoxilina-eosina, pero resultan óptimas las tinciones de Gridley,
periodic acid-Schiff (PAS) y la impregnación de Gomori-Grocott.

2. Criptococcosis.

Definición: la criptococcosis es una infección pulmonar diseminada o meningoencefálica, de evolución


crónica, subaguda o aguda, provocada por el Cryptococcus neoformans (Fig. 22.2).

Este hongo se caracteriza por su gran tropismo por el sistema nervioso central.

Afecta principalmente a pacientes con sindrome de inmmodeficiencia adquirida

(SIDA), transplantados renales y otros pacientes inmunodeprimidos. La infección

es primariamente pulmonar y se disemina por vía hematógena. Algunas formas


Diseminadas pueden comprometer secundariamente a los pulmones.

Fig. 22.2. Criptococcosis pulmonar de distribución miliar, sin reacción inflamatoria. En el recuadro se
observa levadura capsulada de Criptococcus neoformans en el tejido pulmonar (Mucicarmín de Mayer x
1250, aumento original).

Diagnóstico de laboratorio.

Examen directo: Es de gran utilidad en la forma meningoencefálica, no así en la forma pulmonar primaria o
secundaria. En la muestra de expectoración, numerosos elementos pueden inducir un diagnóstico falso-
posifivo al examinarla al fresco o con KOH y tinta china.

Cultivo: Cryptococcus neoformans crece fácilmente en los medios de cultivo corrientes. Agar Sabouraud-
glucosa ha sido utilizado con frecuencia en el aislamiento del hongo en criptococcosis meníngea. Sin
embargo, es de escasa utilidad en el estudio de expectoración, debido básicamente a la colonización
orofaríngea y del tracto respiratorio superior por hongos levaduriformes del género Candida. En pacientes
inmunodeprimidos, en especial con SIDA, se recomienda detectar precozmente a Cryptococcus neoformans
en expectoración antes de la aparición del compromiso del sistema nervioso central. Para ello se emplea el
agar de Staib (agar guizotia abyssinica creatinina), que es un medio de cultivo diferencial para Cryptococcus
neoformans. En éste sus colonias adquieren una coloración café alrededor del tercer día de incubación que
se intensifica con el tiempo, no así las colonias de otros hongos levaduriformes como Candida albicans. En
la identificación del hongo se emplea una serie de métodos recomendados internacionalmente en el
diagnóstico diferencial de levaduras. En términos generales, Cryptococcus neoformans presenta hidrólisis de
la urea, no fermenta la glucosa y forma una cápsula en la inoculación experimental.

Métodos inmunológicos: En criptococcosis se utiliza la detección de antígeno capsular mediante la prueba


de aglutinación con látex en líquido cefalorraquídeo, suero y orina. Esta prueba tiene gran utilidad para
controlar el tratamiento, determinar recaídas y también su pronóstico. Debido a la pobre capacidad
antigénica del polisacárido capsular del Cryptococcus neoformas, las pruebas que detectan anticuerpos
circulantes no son útiles.

Patomorfología: En la criptococcosis pulmonar del paciente inmunodeprimido, existe generalmente un


compromiso bilateral y difuso, prácticamente con ausencia de reacción inflamatoria y gran proliferación del
hongo, el cual ocupa espacios alveolares, lúmenes y paredes capilares sanguíneos. Es una forma
habitualmente diseminada en el organismo, siendo los pulmones uno de los órganos más afectados. En
ocasiones la proliferación micótica puede constituir masas granulares visibles a ojo desnudo, remedando una
tuberculosis miliar. Cuando estas masas ovoídeas o esferoídeas alcanzan o superan los 0.5 cm de diámetro,
se les llama criptococcomas, en analogía al histoplasmoma. La inflamación supurada o abscedada es muy
rara en esta micosis, y debe hacer pensar en una sobreinfección bacteriana.

En algunos pacientes inmunocompetentes, la primoinfección criptococcósica deja en el pulmón un nódulo


residual fibrocaseoso de 0,2a varios cm de diámetro, que algunos también han denominado criptococcoma".
En el tejido pulmonar, Cryptococcus neoformans aparece generalmente como una levadura capsulada,
esferoídea, de entre 2 y 20 um de diámetro, con algunas yemaciones de base angosta y ocasionalmente con
tubos germinales, sin pseudohifas. En el compromiso vascular sanguíneo capilar se observan pequeñas
formas ovoídeas o de contornos ojivales, habitualmente acapsuladas. La hematoxilina-eosina permite casi
siempre observar al hongo con su gruesa cápsula refringente.Sin embargo, una óptima identificación se logra
con la impregnación de Gomori-Grocott. La cápsula mucopolisacárida se tiñe perfectamente con
mucicarmín de Mayer y azul alciamo, aunque son negativas en las variedades acapsuladas, donde se
recomienda las tinciones de Fontana-Masson y la férrica de Lillie.

3. Aspergilosis.

Definición: La aspergilosis constituye una amplia variedad de enfermedades que incluye alergia,
colonización, invasión y toxicosis, provocadas por hongos del género Aspergillus (Fig. 22.3,4,5)

Fig. 22.3 Aspergilosis pulmonar no invasiva. Las flechas indican un aspergiloma en el

segmento anterior del lóbulo superior del pulmón derecho.

Fig.22.4. Aspergiloma pulmonar. Nótese la disposición radiada o actinomicetoide del


crecimiento de las hifas (Gomori-Grocott x 200, aumento original).

Fig.22.5.Aspergilosis pulmonar invasiva: Las flechas indican algunas de las múltiples lesione "target" o
"infartos nodulares". En el recuadro se observan hifas del género Aspergillus en el tejido pulmonar (Gomori-
Grocott x 500, aumento original).

La aspergilosis es la micosis pulmonar de mayor importancia en Chile, siendo Aspergillus fumigatus la


especie responsable de la mayoría de los cuadros clínicos. En nuestro país le siguen en frecuencia
Aspergillus niger y Aspergillus flavus

La habilidad de estos hongos de provocar enfermedad, cuyo reservorio es el medio ambiente, depende del
estado local o general, fisiológico e inmunológico del huésped. La infección se adquiere por la vía aérea al
inhalar esporas, resultando por lo tanto el pulmón el órgano más afectado.

Aquí nos referiremos sólo a los métodos diagnósticos de las formas pulmonares no invasiva e invasiva. La
aspergilosis pulmonar no invasiva, es decir el aspergiloma, la aspergilosis intracavitaria e intrabronquial,
resultan de la colonización de cavidades pulmonares preexistentes pero en las cuales no hay macrófagos
alveolares. La aspergilosis pulmonar invasiva se presenta fundamentalmente en pacientes
inmunodeprimidos, siendo el principal factor de riesgo la neutropenia prolongada.

Diagnóstico de laboratorio.

Examen directo: El examen directo al fresco o con KOH al10% puede ser de gran utilidad. El examen
macroscópico de la expectoración permite observar en ocasiones grumos amarillentos, verdosos o
negruzcos, cuyo examen microscópico puede demostrar hifas micóticas con conidióforos característicos de
algunas de las especies de Aspergilli. Este hallazgo unido a las hifas septadas y dicotomizadas en 45°
permite concluir que el hongo observado se encuentra colonizando la superficie de un bronquio o de una
cavidad patológica aireada. En ocasiones se observan hifas en el estudio de expectoración en aspergilosis
pulmonar invasiva, pero por lo general se debe recurrir a métodos invasivos para establecer el diagnóstico
como la biopsia transbronquial, la biopsia por punción y la biopsia quirúrgica. Las hifas típicas pueden
observarse a través del método biópsico al fresco o con KOH; es muy infrecuente la observación de
conidióforos en los tejidos.

Cultivo: Los Aspergilli crecen fácilmente en los medios habituales de cultivo, recomendándose el uso de
agar Sabouraud-glucosa o agar maltosado con antibióticos, pero sin ciclohexamida para el estudio de
expectoración. Cuando el material a cultivar corresponde a tejido pulmonar obtenido quirúrgicamente no es
necesario agregar antibiótico.

Los cultivos deben incubarse a 37°C por dos a tres días, lapso en el cual se desarrolla el hongo. La
observación de la morfología colonial y su aspecto microscópico permite realizar sin problemas el
diagnóstico de cada especie en particular. Sin embargo, dado el gran número de especies de Aspergilli
descritas, las forma, inhabituales deben ser rigurosamente tipificadas según el manual de referencia. Por otra
parte, debemos tener presente que el desarrollo de hongos del género Aspergillus en los medios de cultivo
puede representar una contaminación ambiental, hecho frecuente en los laboratorios que tienen plantas
ornamentales de interior. Por lo anteriormente expuesto, un cultivo positivo debe ser evaluado críticamente
correlacionándolo con el cuadro clínico, los factores de riesgo, el examen directo al fresco o con KOH y con
el resultado de la biopsia.

Un antecedente micológico muy útil es el desarrollo masivo de Aspergillus fumigatus a partir de una
muestra de expectoración, con aparición de colonias no pigmentadas, blanquecinas, que corresponden a
micelio estéril, fenómeno patognomónico de aspergilosis pulmonar no invasiva.

Métodos inmunológicos: Las pruebas de inmunoprecipitación que detectan anticuerpos, tienen su mayor
aplicación y rendimiento en la aspergilosis pulmonar no invasiva. Cerca del 98% de los pacientes con
aspergilosis pulmonar no invasiva presentan pruebas de doble difusión en agarosa,
contrainmunoeletroforesis e inmunoelectroforesis unidimensional positivas. Los pacientes con aspergiloma
o aspergilosis intracavitaria presentan por lo general entre tres y catorce bandas precipitantes en la doble
difusión en agarosa e inmunoelectroforesis unidimensional, y bandas anódicas y catódicas en la
contrainmunoelectroforesis. En la aspergilosis pulmonar invasiva en cambio, las pruebas de
inmunoprecipitación antes mencionadas han demostrado escasa utilidad. Actualmente se están ensayando
técnicas inmunológicas para la detección de antígenos o metabolitos de Aspergilli en el suero. Ya existe
alguna experiencia en la detección de antígeno de Aspergillus fumigatus con técnicas de
radioinmunoensayo, ELISA y cromatografía líquida gaseosa. Este es un campo de interés y promisorio.

Patomorfológia: En la aspergilosis pulmonar no invasiva, el hongo coloniza conductos normales o cavidades


patológicas preformadas, originando los cuadros de aspergilosis intrabronquial, aspergilosis intracavitaria y
el aspergiloma. Las cavidades patológicas pueden corresponder a quistes congénitos o adquiridos,
bronquiectasias, tumores cavitados, abscesos antiguos, y en Chile especialmente a cavernas tuberculosas. La
reacción tisular corresponde generalmente a una inflamación productiva con o sin formación de granulomas
y exudado purulento perifúngico.

La capacidad invasiva de los hongos del género Aspergillus en individuos inmunocompetentes es muy
limitada, y cuando existe se limita a una "colonización" de tejido necrótico y destruido previamente. Sin
embargo, en nuestro material de autopsia hemos podido constatar la transformación de aspergilomas en
formas invasivas, en pacientes que han presentado un intenso detrimento inmunitario.

En la aspergilosis pulmonar invasiva pueden observarse diversos cuadros anatomopatológicos. En la


variedad más frecuente, el hongo que llega al pulmón por la vía aérea, atraviesa las paredes bronquiales y
bronquiolares e invade vasos sanguíneos arteriales periféricos. La invasión micótica angiovascular va
seguida de trombosis micótica, trombosis que se ve favorecida por la producción de coagulasas fúngicas.
Aparecen así, generalmente en un pulmón pero en múltiples focos, áreas de necrosis isquémica llamadas
"infartos nodulares" o "lesiones target". Estas últimas se evidencian macroscópicamente como formaciones
nodulares de 2 a 4 cm de diámetro, múltiples, unilaterales o bilaterales, de distribución miliar, profundas y
periféricas, a veces coalescentes, constituidas por una zona central amarillenta que corresponde a necrosis de
coagulación y destrucción, y un halo hemorrágico. Concluimos, por ende, que la aspergilosis pulmonar
invasiva tiene habitualmente como sustrato morfológico un "infarto nodular" o "lesión target" a infartos
hemorrágicos, a los que equivocadamente por largo tiempo hemos insistido en llamar bronconeumonia
necrotizante, inapropiada denominación para estos casos que realmente corresponden a transtornos
circulatorios focales.

En la aspergilosis pulmonar invasiva y no invasiva del pulmón, los hongos aparecen como hifas hialinas de
bordes paralelos de 7 a 8 um de diámetro, con crecimiento dicotómico en ángulo de 45°. En las formas no
invasivas las hifas tienden a conformar talos, también llamados micetomas o bolas aspergilares, en los cuales
los filamentos micóticos se disponen en forma radiada o actinomicetoide, ocasionalmente con conidióforos,
cabezas fructificantes y esporas. La tinción de hematoxilina-eosina es buena para visualizar las hifas del
género Aspergillus en muestras de tejido o citológicas, pero de mayor utilidad son las tinciones de Gridley y
Gomori-Grocott.
El compromiso anatómico de los pulmones en los procesos alérgicos por hongos del género Aspergillus
corresponde a veces al cuadro del asma extrínseca, en la cual se desarrolla una bronconeumonia eosinofílica
bilateral, con microabscesos eosinofílicos, moldes mucosos intrabronquiales, espirales de Curschmann y
cristales de Charcot-Layden. En otras ocasiones la hipersensibilidad frente a los Aspergilli se manifiesta
como una alveolitis alérgica extrínseca, es decir como una neumonitis linfoplasmocitaria, difusa o focal, de
intensidad variable, leve fibrosis, algunos granulomas epiteloídeos y descamación alveolar.Otra forma de
hipersensibilidad a estos hongos la constituye la llamada aspergilosis broncopulmonar alérgica, cuyo
sustrato morfológico se asimila habitualmente al de la impactación mucosa y de la granulomatosis
broncocéntrica.

4. Zigomicosis (Mucormicosis).

Definición: La zigomicosis es una infección oportunista, generalmente aguda y de rápida evolución,


producida por varias especies del orden Mucorales (Fig. 22.6).

Fig.22.6.Zigomicosis pulmonar primaria.La flecha indica un extenso infarto séptico En el recuadro superior
se observan hifas cenocíticas del orden Mucorales (Gomori-Grocott x 500, aumento original). En el recuadro
inferior cultivo de Rhyzopus sp. (Examen microscópico, lacto-fenol x 500, aumento original).

La enfermedad puede ser localizada o diseminada. La localización más frecuente es la zona craneal con
compromiso preferente rinocerebral; menos frecuentes son las formas localizadas pulmonares,
gastrointestinales, cutáneas y otras. La infección se asocia con mayor frecuencia a diabetes mellitus,
insuficiencia renal y neutropenia. La forma pulmonar primaria se presenta generalmente en pacientes
neutropénicos.

Diagnóstico de laboratorio.

Examen directo: Ocasionalmente pueden observarse las típicas hifas sifonadas no septadas al examen
directo de expectoración o de tejido pulmonar en examen al fresco o con KOH al 10%.

Cultivo: Se utiliza agar Sabouraud-glucosa o agar maltosado sin ciclohexamida. Los hongos del orden
Mucorales son de fácil y rápido desarrollo. Al cabo de uno a dos días, el crecimiento micótico ha cubierto
totalmente la placa de Petri sembrada. Como los hongos del orden Mucorales son habitantes constantes del
ambiente, un cultivo positivo no permite asegurar el diagnóstico de zigomicosis. Por lo tanto el cultivo debe
ser analizado críticamente a la luz del cuadro clínico, los factores de riesgo del paciente, el examen directo y
especialmente en relación al resultado de la biopsia, único examen que asegura el diagnóstico. La
identificación particular de cada especie de este orden es muy difícil en los laboratorios de microbiología
rutinarios, por lo que generalmente sólo se hace cl diagnóstico de género.
Métodos inmunológicos: No se dispone de pruebas inmumológicas útiles para el diagnóstico de zigomicosis
en la actualidad.

Patomorfología: El pulmón puede comprometerse en forma primaria y exclusiva por los hongos del orden
Mucorales, representando una forma localizada de la enfermedad, o bien en forma secundaria, por
diseminación hematógena del hongo a partir de un foco extrapulmonar, lo que representa una localización
secundaria de una zigomicosis diseminada.

En la zigomicosis pulmonar primaria o localizada, el hongo inicialmente prolifera en un bronquio principal,


invade las estructuras del híleo pulmonar correspondiente, especialmente a la arteria pulmonar, y esta
angioinvasión arterial produce una trombosis micótica que consecuentemente origina un infarto pulmonar.
Este suele ser único y puede involucrar a todo el pulmón, un lóbulo o un segmento. En otras ocasiones
aparecen "infartos nodulares múltiples" uni o bilaterales, semejantes a los observados en la aspergilosis
pulmonar invasiva. La zigomicosis pulmonar secundaria, generalmente por diseminación hematógena a
partir de un foco craneal, se manifiesta por "infartos nodulares múltiples" y bilaterales.

La zigomicosis oportunista tiene muchos signos morfológicos semejantes a los de la aspergilosis invasiva,
aunque, por razones desconocidas, los hongos del orden Mucorales tienen una extraordinaria capacidad de
histoinvasión, y especialmente de angioinvasión de vasos arteriales mayores.

En el tejido pulmonar, las hongos del orden Mucorales, se presentan como hifas cenocíticas o sifonadas, de
aspecto ópticamente vacío, de lados no paralelos, pleomorfas, hialinas, habitualmente de entre 5 y 20 um de
diámetro, y con ramificaciones en ángulo de 90º. La mejor tinción para la observación de los hongos de la
clase Zygomycetes y orden Mucorales, es la rutinaria tinción de hematoxilina-eosina. La impregnación de
Gomori-Grocott es una buen técnica, en cambio, las tinciones de Gridley y periodic acid-Schiff (PAS) son
sólo de regular rendimiento para observar estos hongos en los tejidos.

Resumen. Las micosis oportunistas han adquirido una importancia creciente en los últimos años debido a los
avances en medicina, como el uso de antimicrobianos de amplio espectro, la quimioterapia del cáncer, el
transplante de órganos, entre otros. La aparición del sindrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la
drogadicción endovenosa son también situaciones que favorecen el desarrollo de hongos oportunistas.

El diagnóstico de las micosis pulmonares requiere de métodos microbiológicos, inmunológicos y los


diferentes métodos de la anatomía patológica que tienen un papel preponderante en la identificación y
tipificación de los hongos, tanto en muestras de tejido como citológicas.

Una buena relación clínico-microbiólogo es fundamental para obtener un rendimiento óptimo

MICOSIS. CLASIFICACION. VIAS DE


INFECCION
De las miles de especies conocidas de levaduras y mohos sólo aproximadamente cien de ellas provocan
enfermedades en el hombre y los animales. Las micosis son las infecciones producidas por los hongos.

Las micosis se pueden clasificar de diferente forma dependiendo del punto de vista que se considere:

1. Según el agente y el huésped involucrado se clasifican en

 Primarias
 Oportunistas

1. Según el tejido que parasiten se clasifican en:

 Superficiales
 Subcutáneas
 Profundas o sistémicas

Micosis Superficiales
Atacan la piel, los pelos y las uñas. Pueden ser crónicas y resistentes al tratamiento pero rara vez afectan la
salud general del enfermo, no invaden tejidos profundos. Entre los hongos que causan este tipo de infección
están los dermatófitos, que atacan la capa córnea de piel y faneras, entre los que existen tres especies de
importancia: Trichophyton spp, Microsporum spp y Epidermophyton spp
La mayoría de los dermatófitos son de amplia diseminación mundial, pueden encontrarse en el suelo y
provocar infecciones en animales domésticos y de allí transmitirlas al hombre. Causan entre otras micosis, la
tiña y el pié de atleta.
Otros hongos atacan exclusivamente la porción extrafolicular de los pelos del cuero cabelludo, fromando
nódulos a su alrededor, duros, negros brillantes y visibles a simple vista, esta micosis es la piedra negra,
causada por Piedraia hortai. Cuando los nódulos son blanquecinos y atacan pelos del cuero cabelludo, barba,
bigote y pubis se denomina puedra blanca y el agente etiológico es Trichosporon beigelii.
Existen hongos que atacan la epidermis, por ejemplo Malassezia furfur que causa la pitiriasis versicolor y
Exophiala wernecki que produce la tinea nigra palmaris.
Algunas especies pueden localizarse en piel, mucosas y uñas, como los hongos del género Candida
Micosis Subcutáneas
Son producidas por hongos que viven en el suelo o en la vegetación en descomposición, y deben ser
introducidos al tejido subcutáneo para que se desarrolle la infección. La esporotricosis es una micosis
subcutánea causada por el hongo Sporothix schenkii, que vive en las plantas o en la madera y provoca una
infección granulomatosa crónica cuando se introduce en froma traumática debajo de la piel.
Micosis Profundas
Pueden provocar una afección general y en ocasiones resultan mortales. Son causadas por hongos que viven
libres en la naturaleza, en el suelo o en material orgánico en putrefacción y con frecuencia están limitadas a
ciertas regiones geográficas. En tales zonas muchas personas adquieren la micosis, la mayoría sólo desarrolla
síntomas menores o ningún síntoma y sólo una minoría de los enfermos progresa hacia la enfermedad
completamente desarrollada y grave o mortal. La infección se adquiere por inhalación. Estos hongos
patógenos no producen toxinas por lo general; la reacción típica que causan en los tejidos es un granuloma
crónico, que es un tumor de tejido inflamatorio, con grado variable de necrosis y formación de absesos.
La diseminación de la infección puede ocurrir a cualquier órgano, aunque cada hongo tiene un tropismo
hacia determinado órgano. Un ejemplo es la coccidioidomicosis, causada por el hongo Coccidioides inmitis,
que se adquiere por inhalación y provoca una infección respiratoria que puede ser asintomática o bien
presentar síntomas similares a la gripe, con fiebre, malestar general, tos, dolores en todo el cuerpo. En menos
del 1% de los infectados, la infección progresa a la forma diseminada altamente mortal. Otros ejemplos de
micosis generales son la cripotocococis, histoplasmosis, paracoccidioidomicosis, etc.
Micosis Oportunistas
Son producidas por hongos que por lo general no inducen enfermedad pero pueden hacerlo en lñas personas
que tienen alterados los mecanismos de defensa. Pueden infectar cualquier órgano del cuerpo. Un hongo que
produce frecuentemente micosis oportunistas es Candida albicans que puede presentarse en el aparato
digestivo después de la administración oral de antibióticos pero por lo general no provoca síntomas. Puede
ser transportada por la sangre a muchos órganos, incluyendo las meninges, pero en general no está capacitada
para establecerse por sí misma excepto en un huésped muy debilitado. Puede provocar diseminación y
septicemia en enfermos con alteración en la inmunidad celular por ejemplo en los enfermos de SIDA, o los
que reciben terapia anticancerosa o los que padecen linfomas. Los principales factores que predisponen a la
infección por Candida sp son: diabetes mellitas, debilidad general, inmunosupresión, cateterismo urinario o
intravenoso, administración de antibióticos que alteren la flora normal, etc. Puede producir tambien
infecciones en la boca, en la mucosa, muguet, vulvovaginitis, infecciones en piel, uñas, pulmones, riñones.
Criptoococcus neoformans también es oportunista y la manifestación clínica mas frecuente que produce es la
meningitis.
Mecanismos de producción de las micosis

1. Desarrollo exagerado sobre la superficie de la piel y anexos. La mayoría de los agentes integran la
flora normal y algunos pocos son de contaminación externa, por ejemplo pitiriasis versicolor, piedra
blanca y negra.
2. Las micosis superficiales son producidas por hongos queratinofílicos que proliferan en la capa córnea
de piel y faneras, como los dermatofitos. Estos agentes parasitan la capa córnea de la piel sin penetrar
la dermis pero sus productos metabólicos sí lo hacen y son capaces de excitr el sistema inmune
provocando una reacción semejante a una dermatitis de contacto. Otras micosis superficiales son
producidas por hongos del género Candida y pueden desarrollar en piel, mucosas y uñas. Acá hay una
estrecha relación huésped-parásito.
3. Enfermedades pulmonares benignas: es el caso de microorganismos que penetran por vía inhalatoria
y llegan al parénquima pulmonar. Para esto el inóculo infectante debe reunir ciertas condiciones, debe
tener un tamaño menor a 5 micrones para poder llegar al alveólo pulmonar y debe adaptarse al nuevo
ambiente para resistir los mecanismos defensivos del huésped. Esta adaptación trae aparejada
cambios de composición de la pared celular y en la morfología. El hongo se redondea, adopta la
forma de levadura o de esférula y se transforma en lo que llamamos forma parasitaria. Esta
capacidad de presentarse en una forma miceliana en el medio ambiental donde vive, forma
saprofítica, y otra diferente en el huésped que parasita, constituye el dimorfismo fúngico. Las
micosis pulmonares son benignas pero esto sucede cuando el mecanismo defensivo del huésped
funciona normalmente y el inóculo inhalado no es masivo. En este caso el equilibrio huésped-parásito
se inclina hacia el primero y como recuerdo de este primer contacto con el hongo se adquiere
resistencia a las reinfecciones, quedando como cicatriz inmunoloógica la positividad de la prueba
cutánea frente al antígeno homólogo constituyendo lo que denominamos micosis infección. Por el
contrario, cuando el hongo es el que vence las defensas del huésped, su multiplicación en el mismo
produce lo que conocemos como micosis enfermedad. Estas micosis pulmonares se transforman en
estos casos en micosis invasivas con frecuente diseminación a otros órganos, lo que se conoce como
micosis sistémicas. Las micosis sistémicas pueden ser endémicas, como la histoplasmosis,
paracoccidioidomicosis y coccidioidomicosis, o universales o cosmopolitas, como la cryptococosis.

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