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BROMATOLOGÍA Y TOXICOLOGÍA
TEMA:
“Frutas y Hortalizas”
1. DATOS GENERALES:
NOMBRES: CÓDIGOS:
GRUPO No:
RIOBAMBA – ECUADOR
I. INTRODUCCION:
conseguir una dieta equilibrada y sana. Estos alimentos deben tener un protagonismo
para formar buenos hábitos alimentarios. Al tomar cinco raciones de frutas y hortalizas
II. JUSTIFICACIÓN:
III. OBJETIVOS:
A. GENERAL:
B. ESPECÍFICOS:
•Identificar la clasificación de las Frutas y Hortalizas.
•Analizar el Valor Clórico y Nutricional de las Frutas y Hortalizas.
•Conocer las Normas Codex y las normas del Servicio ecuatoriano de
Normalización INEN, para Frutas y Hortalizas.
Naranja, Limón,
Hesperidio
Mandarina
Sorosis Mora
Frutos carnosos compuestos
(derivados de una Sicono Higo
inflorescencia)
Cenocarpo Piña tropical
En relación al valor nutricional los frutos secos son una excelente fuente de proteínas y
otros nutrientes11. Poseen un elevado contenido en lípidos o grasa. Sin embargo, presentan
un escaso contenido de grasa saturada (en la mayoría < 6%) y una gran proporción de grasa
insaturada (más del 75 % de la grasa) considerada como grasa “buena”. El contenido en
hidratos de carbono es escaso (excepto la castaña). Debido a su escasa humedad y su gran
concentración en grasas, presentan un contenido calórico considerable (570-720 kcal/100
g). Además, destacan por su gran potencial antioxidante, contenido importante de fibra,
vitaminas (vitamina E, folatos, tiamina, niacina, riboflavina), minerales y fitoquímicos con
efectos positivos12. En la Figura 3, se muestra el contenido de diversos fitoquímicos con
actividad antioxidante (incluyendo la vitamina E) de varios frutos secos.
Fuente: Datos desde López-Uriarte, P. et al. (2009). Nuts and oxidation: a systematic review. Nutr Rev,67(9): 497-508.
3. LAS HORTALIZAS
La Norma Alimentaria Codex define hortalizas como “cualquier planta herbácea hortícola,
en sazón, que se puede utilizar como alimento, ya sea crudo o cocinado”. A demás indica
que las verduras son un grupo de hortalizas, en las que la parte comestible está constituida
por sus órganos verdes (hojas, tallos, inflorescencias). Sin embargo, coloquialmente se
emplea el término verduras para referirse a las hortalizas. Desde un punto de vista
botánico, se trata de un grupo muy diverso en el que se encuentran representadas familias
muy diferentes, así como distintas partes de las plantas.
4.5. Raciones
Puede parecer exagerada e inalcanzable la introducción de cinco raciones al día de frutas y
verduras, pero no es así. Hay que tener en cuenta que una ración de verduras y hortalizas
no se refiere a la ingesta de un plato único, es decir, hay que considerar el tamaño de las
raciones.
Una ración de frutas equivale a una pieza de fruta mediana (pera, manzana, naranja, etc.),
una rodaja de melón, sandía o piña, de dos a tres piezas de fruta pequeña, como ciruelas,
mandarinas, etc., o una taza de fresas, cerezas, uvas, etc. Se tomarán de dos a cuatro
raciones al día de fruta.
Una ración de hortalizas supone, por ejemplo: Un plato normal de verduras cocinadas, un
plato de ensalada, una hortaliza de tamaño mediano (berenjena, calabacín, tomate), dos
piezas de hortalizas pequeñas (zanahorias, pepinos). Se tomarán de tres a cinco raciones al
día.
Respecto a la estabilidad, las frutas y las hortalizas son productos muy perecederos, por lo
que, si no se pone cuidado en su cosecha, manipulación y transporte, se deterioran
rápidamente y dejan de servir para el consumo humano.
Muchas alteraciones ocurren durante el tiempo transcurrido entre la recolección de los
vegetales y su consumo, y se deben, principalmente, a factores metabólicos derivados de
los procesos fisiológicos de respiración, transpiración, maduración y senescencia naturales.
Al contrario de que ocurre con la mayoría de los alimentos, las frutas y hortalizas pueden
considerarse organismos vivos, ya que siguen respirando después de su recolección. Se
conoce como senescencia o envejecimiento, a la disminución de la calidad producto de la
actividad respiratoria durante el almacenamiento. Los principales factores que influyen en
la velocidad de senescencia son la temperatura y la composición de la atmósfera de
almacenamiento. Temperaturas bajas y/o niveles de oxígeno disminuidos y dióxido de
carbono aumentados en la atmósfera pueden prolongar el tiempo de almacenamiento.
.
Figura: Respiración de algunas Frutas y Hortalizas.
Además de las causas fisiológicas de alteración, las frutas y hortalizas se pueden alterar por
otras causas, las cuales se resumen en la tabla 8. Merecen una atención especial las
alteraciones debidas a lesiones mecánicas, ya que además de deteriorar el aspecto externo,
favorecen la aparición de pardeamientos (coloraciones pardas-rojizas), y constituyen una
puerta de acceso a la contaminación microbiana.
FRUTAS
Calorías por
100g
Principalmente las frutas y hortalizas aportan fibra, vitaminas y minerales. Y mientras
mayor es la variedad que se consuma, mayor también es la variedad de estos nutrientes que
estamos recibiendo. De esta forma, la recomendación es a consumir una amplia variedad
de colores, texturas y sabores de frutas y verduras.
Nutrientes que aportan principalmente:
Fibra
La mayoría de las frutas y hortalizas contribuyen a la ingesta de fibra, algunas tienen más
que otras.
La fibra dietaria es la parte del alimento que la posee que no se digiere en el sistema
digestivo. Una pequeña parte de ella se metaboliza en el estómago e intestino y el resto
pasa al tracto intestinal y forma las heces. La fibra puede ser soluble o insoluble. La
soluble se disuelve en el líquido, retiene agua y se vuelve como gel que ayuda a la
disminución en la absorción de grasa y la sensación de saciedad. Esta regula los niveles de
azúcar en la sangre, bajan colesterol LDL (dañino) y disminuye el riesgo de enfermedad
cardiaca.
Vitamina K
Aunque las frutas no son buenas fuentes de vitamina K, podemos encontrar una mínima
proporción de este nutriente en el kiwi, la banana y en algunos frutos secos.
Vitaminas B
Este complejo de vitaminas abarca las vitaminas B1, B2, niacina, ácido fólico, vitamina B6
o piridoxina, y vitamina B12. Podemos encontrar estos nutrientes, excepto la vitamina
B12, en todas las frutas, pero por ejemplo, destacan por su contenido en vitaminas B la
banana, las almendras, las nueces, el níspero, los orejones, la naranja, el kiwi, el mamón, el
mburucuja y la granada.
Vitamina C
Es una de las vitaminas más populares y sabemos que podemos encontrarla principalmente
en los cítricos (naranja, kiwi, pomelo, lima o limón), sin embargo, también se encuentra en
las frutillas, nectarinas, mamón, acerolas y manzanas verdes.
Comiendo variedad de frutas garantizamos la ingesta de diversas vitaminas que nuestro
cuerpo necesita y podemos prevenir la falta de micronutrientes de forma totalmente
natural.
Potasio
Se encuentra en todas las frutas frescas, pero las que destacan por su contenido en este
mineral bueno para la salud de huesos, dientes y sistema cardiovascular, son la banana, las
uvas (sobre todo la uva negra), los nísperos, los higos, el kiwi, el durazno, el damasco, la
granada, el melón, y en las frutas deshidratadas y secas en general.
Magnesio
Este mineral también resulta importante para la salud de nuestros huesos así como para el
sistema nervioso y cardiovascular en general. Podemos encontrarlo en frutas como el
mburucuja, la banana, los orejones de durazno y damascos, las ciruelas y uvas pasas, los
piñones, las almendras, las nueces, los pistachos y las castañas.
Calcio
Es un mineral fundamental para el mantenimiento y desarrollo de huesos y dientes, aunque
también resulta clave para el sistema nervioso, muscular y cardíaco. Podemos encontrarlo
en los orejones de duraznos y damascos, en las uvas pasas, las moras, las frambuesas, las
naranjas, los higos frescos y secos, los pistachos, los piñones, las almendras, las nueces y
las ciruelas pasas.
Hierro
Este nutriente resulta clave para prevenir o revertir anemias nutricionales y podemos
encontrarlo en los frutos secos y deshidratados en general, sobre todo, en los orejones de
duraznos y damascos, en las ciruelas y uvas pasas, piñones, almendras, pistachos,
mburucujá y, en muy pocas proporciones, en otras frutas frescas.
Además de todos estos minerales, en las frutas podemos hallar elementos con acción
antioxidante tales como el selenio o el zinc y, en muy escasas proporciones, las frutas
poseen sodio, por ello resultan ingredientes de mucha utilidad cuando buscamos cuidar la
salud del corazón.
Verde
Brócoli, acelga,
lechuga, espinaca, coles de Bruselas, apio, rúcula, chaucha, escarola, kiwi, alcaucil, berro,
manzana verde, pepino, perejil, uva verde, zapallito, palta, limón verde.
Contenido y beneficios: Se encuentran pigmentos como la clorofila y sulfuranos que
ayudan a combatir distintas enfermedades estimulando la síntesis de enzimas capaces de
eliminar tóxicos y carcinógenos del organismo.
Su contenido calórico es bajo, son fuente de fibra y muy ricos en minerales como el
magnesio y el ácido fólico que interviene en la producción de glóbulos blancos y rojos, así
como también en la formación de anticuerpos. El kiwi y el limón contienen además
vitamina C.
Rojo
Pimiento rojo, tomate, rabanitos, frutilla, cereza, frambuesa, manzana roja, pomelo rosado,
sandía
Contenido y beneficios: Son ricos en antocianinas y licopeno, ambos son potentes
antioxidantes naturales que contribuyen a disminuir el riesgo de enfermedades coronarias,
urinarias, y algunos tipos de cáncer.
Además, aportan vitaminas A, B9 y C, y minerales como potasio y selenio, que ayudan a
fortalecer el sistema inmunológico.
Amarillo-anaranjado
Pimiento amarillo, choclo o maíz y alguna variedad de tomates, limón, pera, banana,
boniato o batata, calabaza, calabacín, damasco, durazno, mandarina, naranja, mango, piña
o ananá, melón, zanahoria, zapallo.
Contenido y beneficios: Alfa y beta caroteno, eficaces antioxidantes que nuestro
organismo transforma en vitamina A, necesaria para el funcionamiento de la retina, la piel
(poseen propiedades fotoprotectoras al contrarrestar las alteraciones inducidas por los
rayos UVA), el cabello, las mucosas, los huesos y el sistema inmunitario. También son
ricos en vitamina B y ácido fólico.
Morado-azulado
Arándanos, berenjena, ciruela, higo, moras, remolacha, uva rosada y negra, repollo
colorado, cebolla morada.
Contenido y beneficios: su color nos indica la presencia de antioxidantes y fitoquímicos,
son alimentos muy ricos en antocianina y fenólicos que contribuyen a prevenir el cáncer,
mantener activa la memoria, promueven la salud de las vías urinarias y retardar el proceso
de envejecimiento.
Son fuente de vitamina C lo que promueve el buen desarrollo de dientes, encías y huesos.
Blanco
Cebolla, ajo, espárragos, puerro, coliflor, repollo, nabos, palmitos, banana, coco, durazno
blanco, hinojo, hongos o cetas, papa o patata.
Contenido y beneficios: el repollo, coliflor y espárragos contienen sulfuranos e
isocianatos, compuestos que se vinculan a la reducción del riesgo de algunos tipos de
cáncer. El ajo y las cebollas encontramos una sustancia llamada alicina que ayuda a
mantener los niveles adecuados de colesterol en sangre, promueve la salud coronaria y
evita la formación de coágulos. Las frutas blancas como la banana y el coco no tienen
alicina, pero si aportan vitaminas y minerales como el potasio y magnesio.
Firmeza
La firmeza es una de las técnicas más utilizadas en el centro de la maduración de la fruta.
Se trata de una técnica muy sencilla cuyos resultados se obtienen en cuestión de segundos.
Además, el instrumento que se utiliza para aplicar esta técnica (el penetrometro).
la firmeza es uno de los métodos fisicoquímicos que mejor se corre la con el estado de
maduración de la fruta, especialmente en los melocotones y nectarinas, ya que la dureza de
la pulpa está directamente relacionada con la madurez de la muestra.
Análisis de acidez
Al igual que en el caso de la medición de los contenidos en sólidos solubles, para medir la
acidez de la fruta se exprimen las piezas para obtener zumo. En este trabajo se ha utilizado
la acidez titulable (TA). Para realizar la medición se puede aprovechar el zumo
previamente extraído para obtener el índice de refractometría.
Para este segundo análisis se ha utilizado el siguiente material:
1 licuadora
Vasos de precipitados de 250 ml y 100 ml
2 pipetas Pasteur
1 bureta de 50 ml
Hidróxido de sodio (NaOH) 0.1 N
Ph trímetro
Colorimetría
La colorimetría es el único de los métodos físico-químicos que no requiere la destrucción
de la muestra. Para realizar la medición se utiliza un aparato calibrado denominado
colorímetro. En el caso de variedades rojas se realizan mediciones de color tanto en las
zonas más coloreadas como en las menos coloreadas. En cambio, en las variedades verdes
y amarillas se miden varios puntos y se hace la media.
Índice de almidón
La utilización de yodo, que reacciona con el almidón formando un color negro, permite
visualizar las zonas en las que todavía existe almidón. El procedimiento que se debe seguir
es el siguiente:
Cortar el fruto transversalmente, por la parte ecuatorial
De una de las dos mitades obtenidas, cortar una rodaja de aproximadamente 0.5 cm de
espesor.
Verter con cuidado una solución 0.5% I2-KI en la bandeja de forma que quede a una altura
de 1-2 mm.
Colocar las rodajas en la bandeja con la ayuda de las pinzas; solamente debe quedar
cubierta la cara inferior de la rodaja. Añadir lentamente más solución 0.5% I2-KI si hiciese
falta. Dejar en reposo durante cinco minutos y observar la cara inferior.
Medición de volátiles
Las características fundamentales que determinan la calidad organoléptica del fruto son la
ausencia de defectos, la textura, el “flavor” y el aspecto externo (incluyendo el tamaño,
color y forma). Todas ellas se pueden correlacionar con un determinado grado de
maduración.
A diferencia de los dos primeros, el “flavor “es un atributo muy complejo, ya que está
determinado por el equilibrio entre los ácidos, los azúcares y los componentes volátiles
principalmente. En definitiva, el “flavor” es el resultado de combinar tres propiedades
sensoriales diferentes pero complementarias (gusto, el olor y aroma), siendo esta última su
principal componente. De las tres, el gusto es la menos importante.
El olor es, después del color, la propiedad que nos afecta más significativamente a la hora
de aceptar un alimento. El olor es la percepción, por medio del olfato, de las substancias
volátiles liberadas desde los alimentos de forma espontánea a temperatura ambiente.
Aunque se han desarrollado muchas teorías que intentan explicar cómo se genera la
percepción del olor molecular, la teoría más aceptada es la del encaje o acoplamiento.
El olor debe diferenciarse claramente del aroma, que es la percepción de las substancias
aromáticas después de introducirse los alimentos en la boca y trocearlos, llegando al
sistema olfativo por vía retronasal.
Las ventajas del espacio de cabeza dinámico son la relativa sencillez del análisis y el hecho
de que los aromas que se analizan son los que en condiciones normales alcanzan la mucosa
olfativa, siendo los verdaderos responsables del aroma de la fruta. Su principal desventaja
radica en la dificultad de relacionar los componentes analizados con la composición interna
del fruto
El método exacto que se ha seguido en este trabajo para la monitorización de componentes
aromáticas ha sido el siguiente:
Producción de etileno
El etileno es una de las moléculas orgánicas más sencillas con actividad biológica.
Sucesivos trabajos de investigación pusieron de manifiesto que este compuesto puede ser
considerado como la hormona vegetal que regula varios aspectos de la maduración
Senescencia. Es precisamente el aumento de su biosíntesis hasta concentraciones
estimuladoras lo que inicia la maduración en los frutos climatéricos. A partir de ese
momento, la producción de etileno aumenta al mismo tiempo que se produce el incremento
respiratorio.
La definición precisa de la fase climatérica hace referencia al periodo en el que aparecen
una serie de cambios bioquímicos iniciados por la producción autocatalítica de etileno,
comportando un aumento en la respiración y culminando con la maduración organoléptica
de la fruta. Esta fase solo se presenta en los frutos denominados climatéricos, entre los que
se encuentran las peras, manzanas, melocotones y nectarinas. Por lo tanto, la
monitorización del etileno producido por muestras de fruta climatéricas aporta información
fundamental en la determinación de su estado de maduración.
Dicha monitorización puede realizarse extrayendo una muestra del corazón de fruta o
midiendo su emisión volátil. En este trabajo se ha optado por esta segunda opción, ya que
ésta utiliza un proceso parecido al de la medición de volátiles aromáticos.
El proceso exacto empieza con la introducción de 1 kg. de fruta en el recipiente, que a
continuación se cierra. Esta cámara continuamente es aireada con aire humidificado a 20ºC
con un flujo constante de 2 l.h-1. Posteriormente, una muestra de 1 ml de gas se inyecta en
un cromatógrafo de gases Hewlet-Packard 5890 equipado con un detector de ionización
por llama y una columna de 1.5m x 3 mm empaquetada con óxido de aluminio.
El análisis se hace isotérmicamente a 100ºC. Los flujos del gas portador N2, del aire y del
H2 son, respectivamente, 45, 400 y 45 ml min-1. El inyector y el detector se mantienen a
120ºC y 180.
TÉCNICAS EXPERIMENTALES
VII. CONCLUSIONES
VIII. BIBLIOGRAFÍA