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Propiedad lz"terarza garant-ida por las leJ'CS.

,-,
Que no tengo el honor de conocer, pero hacia el
cual me siento atraído por una especial simpatía, per-
mitame una palabra.
Usted compró este libro por leerlo, ·mP. imagino~
gracias. Y entonces, es necesario que le de un aviso.
Premito, coranz populo, que estas Barbaridades son
la cosa más bárbara que nunca haya sa1ido de la
pluma de un escritor, desde el nacimiento de Guttem-
berg hasta á los beatos tiempos de la crisis argen-
tina.
Si usted, atraído por el titulo excéntrico del libro,
lo ha comprado porqu~ cree. encuentrar en él insul-
tos ó criticas exageradas á la direccion de los italianos,
siento infinitamente por sus centavos tan mal empleados.
Si cree encuentrar a)usiones á alguna personalidad
italiana~· ahórrese el fastidio de leerlo. Perdería su
tiempo.
Pero, si piensa pasar agradablemente un cuarto de
hora, viendo reproducidas las silhouettes de alguno
de nuestros tipos italianos al Plata; si piensa permi-
tirse, en estos tiempos, el lujo de un carcajada, sin
correr el peligro de romperse las mandíbulas, abra
este volumencito y vaya hasta á la. fin, sin cumpli-
mientos.
Lo peor que le pueda suce~er será de abandonarse
en brazos á M0rfeo á la segunda página. l\Jejor a ... i.
T•:JHirá que -;.:rme más agraJ.:cido pllr h;1.berle apres-
tado muy barato una excelente dosis de adormidaa
fábrica italo-castellana. '
Salud.
BRANCAMONTULIUS.
Buenos Aires, Junio de 1891.
-Bonita es esta mucama que he tomado ahora. Activa,
trabajadora y todo. Lástima, sin embargo, que no conozca
el castellano, de manera que muchas veces hace una cosa
por otra. Pero, yo creo que va á aprender. Catariná? ...•
Catarina? ...
-Comandate, signara.
-Vaya á aprontar la mesa ... tenemos un sefior á. comer con
nosotros.
-Come, signara?
-Apronte la mesa, le he dicho.
-Ma come, adesso é quasi mezzodi, non mi pare piú il tempo,
-De que?
-D'andare alla messa. Le funzioni religiose sono cessate.
-Y quien le ha dicho de ir á la iglesia?
-Lei.
-No, señora, le digo de arreglar la meaa adonde come-
mos, no la misa. -Ah, la tavola per mangiare?
-Perfectamente. Como postres ponga sardinas con aceite,
-Peró, scusi, le sardine da noi si mangiano con olio.
-Y bueno, eso es, con aceite.
-Nossignora, con olio, non 'con aceto.
-Aceite ... aceite, le digo: eso quiere decir olio. Y ponga
fiambres tambien.
-Misericordia! Del fuoco in tavola?
-Fuego? Como, fuego?
-Non ha detto delle fiamnur
-Que .flamas! Digo fiambres, los que se comen. No mtt•
-6-
chos, pero, porqué somos de verano y podrfan hacer mal.
- Veranor Inverno? Ma ·no, inverno adesso é in Italia, qui é
esta te.
-Estate, vemno, es el mismo. Para decir inverno, aquí se
dice invierno.
-Quante parole stranel Scusi, sa, padrona, io sono arrivata
da poco tempo in America e non comprendo bene. Peró,
apprenderó presto.
-Ya lo creo! Bueno, vaya.
-Oh, dica, padrona. Vuole mangiare un pó di burro?
-Comer burror Por mil demonios, qué está diciendo?
-Perché, non le piace?
-Si me gusta? 1 Caramba! Como puede decir usted seme-
jante barbaridad? Que yo coma bur1•or Pnes, no faltaria mas.
-Perbacco, tanto le pare strano1 ~ppure, l'altro giorno ho
veduto diversi individui che mangiavano burro con pane.
-Posible!
-Sicurol E con che piacere anzil
-Y quien eran esos? ¿borricos tambien?
-Nonsignora, non erano ricos, erano anzi gente pavera.
-¿Gente pobre que comia carne de burro? Mira un poquito
en que estado somos hoy á Buenos AireBI Falta carne de
vaca y se come la de burro!
-Ma no, non era carne, era bzu·ro.
-Todo un burro?
-Si, del burro tagliato· a pezzi e spalmato sul pane.
-Vaya, vaya, que me parece que voy á comprender al¡o.
Ese burro que usted die~ yo creo que era. mant1ca.
-Si, si, cosí lo chiamavano, manteca.
-Y bueno, ustedes lo llaman burror Sabe lo que quiere
decir aqui esta palabra?
-Che cosa?
-Quiere decir aquel animal que tiene las orejas muy !ar-
ias, así.
-UN ASINO?!
-Asino, eso es.
-Santa verginel Che Babilonia!
-Oh, mire, que despues de la comida tenemos que coser
algunas camisas, lavadas y plancharlas.
-Cosa vuol fare! Ouocere alcune camicie, lavarle e man-
g-íarlt?
-¡Y digerirlas!! Que está embromando!'.Coser y no cour,
ponerlas en agua y despues plancharlas, con la plancha, es
decir con un hierro caliente.
-Ah, comprendo! Si tratta di cucirle, lavarle e stirarle?
-Eso es. Usted sabe bastear?
-Noso;ignora, io non ho mai bastonato nessuno.
-No, no, bastear.
-Ah, porre il bastor Nossignora, questo lo faceva qualche
volta mio marito, quando portava i muli alla fontana.
-Qué empleo tenia su marído?-Corredor?
-No, non correva, erano i ·mulí che correvano.
-Las muelas? Era d~ntista entonces?
-Ecco, faceva diversi rnestieri. Prima era mulattiere, poi
calzolajo ...
-Zapatero?
-Niente affatto eappatore, grazie al cielo in casa nostra
nessuno ha mai preso la vanga.
--No, digo, hacia las botas?
-Nossignora, non ha mai dato botte a nessuno.
-Y que era, ¿carpintero?
-Mi meraviglio. Mio marito é un onest'uomo é non ha
carpito nulla a chicchessia.
--No digo eso. Era oficial pompier?
- Veramente, una volta ebhe l'iciea di fare íl pbtnpiere, ma
io glielo proibii, perché temevc• pct· la sua vita.
-Y que temía que se cortase la cabeza?
-La cavceza? O che, l'ha preso per cavallo mio marito?
-8-
-Caballo? Que tiene que hacer el caballo aquf?
-Lei ha detto che portava la cavezza.
-Pompier significa sastre y la cabeza es la que tiene en las
espaldas.
-La testa?
-La testa, sí.
-lo non comprendo piú niente.
-Y yo tampoco.
-Che razza di paese é questo? ll mondo alla rovescia. La
messa é la tavola, l' aceto significa olio, verano significa esta-
te, la)·go vuol dire lungo, le jiamme sono roba da mangiare,
il burro é divenuto asino, la testa si chiama cavezza, ilzappatort'
fa il calzolajo, i1 pompiere fa il sarto, e poi ci sono gl'impieghi
che corro no, gl' irnpieghi che carpíscono, gl' impieghi che....
basta, basta! Non ne voglio sapere piú. Signora, domani ri-
torno al mio paese, parola d'onorel Altrimenti, se sto qui anco-
ra, perdo la cavezza, le spalle, il corpo, e )'anima purel. .....

JUAN MOJllllA IN IL POLITIAM!


Escena primera

Don Francisco SPELL~CCHIA, un italiano americanizado,


que se halla en la República Argentina desde veinte años, re·
suelve una noche de ir con su familia al Politeama, para
asistir á la representacion d.el nunca bien ponderado drama
criollo del malog,·ado eFcritor argentino Eduardo Gutierrez.
Son las nueve menos un cuarto.
Don Francisco arma un batuque de mil derüonios y se vuel-
\'e mas fut·ioso que un loco desatado, dando gritos y patalean-
do de una manera dese.;perada.
Nmguno de su familia está listo para salir de casa y esta es
)a causa por la que D0n Franci::;co se bt. con vartido en un
verdadero energúmeno
Su pri'llet' hijo ToT:J, el que debía dar el buen ejemplo, anda
en busca del sombrdt'o y nll se puso toJa\'fa h corb.1ta; la
hija, Anita, pide Jos guantt:s á la nu.nü, mientrai n'J h:1 cal·
zado aun lo5 zapatos; Luis, el chiquilin, está furios:> p::>t·que
es d~mastado tarde y la señora .Juana reprocha duramente á
la mucama, porque acaba de romper un seL'Vicio completo
de café. Este . concierto desconcertado de voce.; contribuye
por supue-ilO á conmover los uervio3 del pobre DJn Fratzcis-_
co, conmovidos ya "bastantemente por el rumbo precipitoso de
sus negocios.
-cPeró, mucciacce, ,·amo o. no vamo? C:uamhal A la nuo-
c ve impieza la funzione e ahora sono la nuove meno un
( cuarto! Quando vamos a ggegar cndonzes?))
-Papá, yo no encuentro mis "botines! C.>mo tengo que hacer?
-Y mi cor:hata que busco desde dos horas?
-Hola, chico, _cuidado, porqLté vas a sacarme un ojo. Papli,
mira á Luis que me pega con el latigo.
-eLuis, statti quieto, se no tomo illatico e ti rompo la ca-
e vezza, animal, zonzo! >>
-Y bueno, si es ella prim.Jra que me quiere pegat·?
-Guaí, gttaí, guai ......
_,,D el il perro, deca, te ho· diccio( Oh, San Pascuale,
« mit·a cile dl:lVO passare giol Peró, es la primet•a e la ultima
e noche che vi ggevo al Politeama. Gia, voi non meresete
e nada!:a
-Oh, oh, merece/e! Papá ha dicho merecete! Se dice merez-
cais, hombre!
- IO-

-((Caggete la bocea, animale! Va a apprendere prima como


ce se tiene il livro en la roano e poi contesta; mira un poquito
ce si il niño deve corrigere a me!:t
-cBuono, buono, dice la señora DOÑA JuANA, si capisce che
ce. il chico deve ablare la castiglia meccore che ti!
El é nato
ce aqui!:t
-cE nato aquil Linda nzone! PorClllé é nato aqui deve
ce contestare con mala crianza a su padre?,
-ccBuono, buono, no esse nada!
-«Insomma, vamo o no vamo?. Totó, Anita, Luis? 1 ,
-Papá, marchamo!'~ pronto, si no van á empezar Juan Mo-
reira y nosott•os nn escuchamos nada.
-C<Gió soi aCluil Quando vi rampete le pierne voih
-Yo estoy Hsto.
-Y yo tambien. Te gusta, papá?
-«Si, si, me gusta, ica. Peró, vamo, caramba, sino no se
e comprende nada de la funzione! ,
-Vi·vaaaa!. .. Que gusto!... Vivaaa Juan Moreiral. ...
Y se van, finalm~nte, al Politeama.

Ejercicios acrobáticos

-cc.Ct,~idao, mucciaccP., no tate baruggiol. ... ,


-Que lindo, papá! Mira aquel jóven que brinco que dá en
el aire!
-«Es cierto. Travaca lililÍ biene, caramb~l »
DoÑA JuANA-Gesú, g~sú, parece mentira come puotono
e fare toto eso senza romperse la éavezzal:t
-Ah, ah, mira, mira! Ahora viene miss Albertina con su
caballo.
- II-

-Que carrera!
-Y que bonita!
-Que elegante!
-Cuanta agilidad!
DoN FRANcrsco-«Verdaderamentt-, ni tampoco si fosse con
lo piede en la tierra patria haser toto ese.
-Como me gusta! Vi raaaa! ......
-«Silenzio, mucciacce, no fate ruido, ·diversamente no vi
e ggevo mas! ,
-Y dígame, mamá, como puede hacer aquel jóven que se
come el fuego sin quemarse?
DoÑA }UANA-cAh, mi hita, debe tener il diavolo m
e cuerpo! ,
-Que horror! ......
-Y los que hacen _los saltos, papá, son de goma el '\stica _?
DoN FRANcrsco-eNo puote ser diversamente! ..:)aranno
<< de gomma lastra!»
-UN VENDEDOR-Caramelos, pastillas de goma! Quiere pas·
tillas, señor ?
-cNossignore, non queremo nada.,,
-Sabe, son muy buenas. Cómprele para el chico.
-Si, papá, yo quiero caramelos 1
-cSaquese de aggia, le digo! Me haca ver lo spittaculo.»
0-rao VENDEDOR-E\ retrato de miss Albertina! Quiere com-
prar el retrato de miss Albertina, señor?
ToTó-A ver¡ cuanto vale?
-Un peso, se!ior.
DoÑA JUANA-cQue vai guastando plata! Eiise muy caro! ,
-Como, señora, le parece caro? Es barato, por Diosl
Do:-J FRANCisco-Quiere veinte centavos? -
-Que? 1 Vaya á cnmprar caramelos, vaya 1
- e Y bueno, saquese de aggiá, si no lo voi a buttare ~n el
e circulo á usté con tota la me1•canzia! :t
-Rico el napolitano!
- 12-

-<«Napolitano san\ usted, z:onzo de m .... Y tiene razone


e que stamo eD. el circulo, sabe! Si no gió le d:1.va una lezione
e como merece!»
-Bicho feo!. ....
-«Caramba, no so chi mi tiene!,
ToTó-Bueno, papá, dejalo, no miras que es un sinver-
güenza 1
-cBrigante, mi ha invenenato tutto il di,·ertimiento, mi ha
e invenenatol ,

Juan Moreira
ToTó-Zssss! Atencion, muchachos, que van ' empezar el
Juan Moreira.
LUis -Ah, eso si que me gusta mucho!
-Y ¿que hace aquel hombre sentado allá1
-Espera que venga Jnan Moreira.
-Y porqué toca la música?
-Porque asi se precisa, hombre!
- Vivaaaa!. .... (aplausos estruendosos).
-Que es eso1
-Es Juan Moreira que llega.
-Que lindo!
-Gaucho verdadero!
-Qué pelo!
-Que ojos!
-Y que quiere ahora?
DoN FRANcrsco-"Queste Moreira deb1a a\'ere cierta pla-
11 ta da quell'otro hombre que sta sentado, pero come l'alcaide

'' era amico del deudore .Jnvece di entrecRrle i1 dinero lo pu-


" so al ceppo di cavezza. "
-Qué bárbaro!
-Si fuera yo, me lo hubiern comido á mordizcones.
- 13
-Pero, despues él lo mata!
-Ah, muy bien!
-Y mata á muchos otros y les hace pedazos!
-Muy bien! muy bien!
-Hasta que lo matan á el... ..
-Oh, pobrecito! Qué lástima!
-Ahora, -ahora vas á ver ..•.
UNo DE ARRIBA-Hola, chicos, no hablen demasiado, porque
de aquí arriba no se compt·ende nada.
DoN FRANCisco-"Que state imbromando voi?''
-Digo que no hablen tan fuerte sus hijos, porque nosotros
hemos venido pa.ra ver á Juan Mot·eira, no para escuchar á ellos.
-''Y tappese le oreque, si no qaerete escucharlil .. "
-Yo he pagado mi dinet·o y tengo dero::cho de escuchar la
pieza, no sus zonzerias de usted. '
-"Le zonzerie le dirá 1:1sté, no gió, comprende?"
-Bueno; callese la bocal
-"Caggese usté la lengua!"
-Tonto!
-"Animale, burro, vaytt á la ... p ... aternitá che lo p ... ortó.
EL Púnüeo-Zsss! Zsssssssl. ... .
-A la puerta! A la pu~rtal
-Afuera! Afuera esos saiteadot·esl. ...
DoN FRANCISco -"Caramba, mira que debbo passarel
"Ese meccore que nos vamos, ~¡ no anoche me comprometo
" de vera!''
-No, papá, no vamos!
-No, papá, esperemos otro poquito!
-''Nossignore, vi ho dicho, leval}tateve e vamo pronto."
-No, no! ...
ANITA-Pooete á llorar, L~tís! ....
DoÑA JuAN:A-"Y pr<·pl'io atesso te ne vuoi antare, que deb-
" bono hasere il baile del piringongu?
'' -Sí, si, atesso!
-14-
1
" -Peró, marito mio, esse una barbaritate! j
" -Que barbaritatA e canchero! Vamo, si no cuando gM
" gamo a casa tomo il garrotte e buona noche! " 1

ToTó-Sí, lindo, muy lindo lo que has hecho, papá!


ANITA-Mejm· era que no nos trajeras, si ddbias hacernos
regresar tan pronto 1
Lurs-Piiiiiiih! Piiiiiihl ....
DoN FRANCisco-Y porqué lloras vos?
-Piiiiihl. ... Yo quiero ver como matan á Juan Moreira.
" -Si no te cagge, te matto gió a trompadas, ped'azzo de
zonzo!
" DoÑA JuANA-Si, atesso devi tambien pegare al chico
" porque giora! ·
'' -Cierto que lo pego!
'' -E gió ti dico que non lo peguil
"-No? ....
" -No, no, no! Caramba, que vergüenza! Lindo papel
" que abbiamo hecho . lá dentro! Proprio cuando dovevano
" hacere il piringongo crioggio 1
" -Il piringongo crioggio te lo do. gió, cuando ggegamo
•• á la ca5a, mucchera di. .. burro •.. que sono g.ió mismo,
'' caramba!. ... "
Lo que va á suceder despues en casa de don Francisco, lo
piense el lector. Lo que es cierto es que, de.sde aquella noche,
Doña Juana, Totó, Anita y Luis se han quedado con et de·
seo de ver mas á Juan Moreira en el Politeama .
.,,
Discursos callejeros
=======
-Pfl'o, mi amico, se puote sabere cuando vanno ad acca-
bare co:t esta crisa1
-E qte puoto desirle, compare mio; esta es una cosa muy
seria. Somo ggegados a un punto que no se puote ni tam-
poco come:e.
-E comcl Ficcate nu poco ca io prima, cuando giá no ha-
bía esta crisa, potia vivire con tata ·la familia con un peso o
un peso i medio; e ahora no me alcanzano cinco peso.
-Gió no sé proprio ado~de iremo a parare. Prima le cose
erano muy baratte e si ganava i1 doblo; atesso sono care, si
guasta il triple, e si gana la mitá. Gió tambien vivia con po-
ca plata e babia dipuosto il mio. dinero al Banco· de Ji Pro-
vincie; poi ho tenuta que saccarlo per mandare a tomare la
familia e mi sano quedado senza un solo peso, senza travacco
i he ahí toto. ·
--Pero, usté que lee los diarios tiene que sapet·e algo, no
esse asi?
-Cierto, gió siempre leo porqué mi custa d'intricarme di
cose polite.
-Y bueno, que diceno endonzes queste diat·ie?
-Atesso virtateramente no puotono ni tarr•poco ablare co-
mo quisierano, porqué hai lo stadio di sitio; e il Gobierno hase
quello que cree e Ji puote tambiene"ponere pr~se.
-Ah, ah! Caramba!
-Cierto! ·Mucce diaria hanno debide suspindere 1~ salita,
porqué corriano~il peligro di la cavezza; por esemplo, ha ha-
bido la Difensa di lo Puople, nn diario muy buono, sabe, pero
quería ablare fuerte e por eso lo hanno fatto caggiare.
- IÚ - -
1
No te dico poi quello que hanno hecho al lJtm Quícot~·e
quelle periodique di caricatura que ponía al menistro co
unu zorre. Asi no sale mas pot• ahora tamhiene il Loe ,
aquel periodico que ci hacia rivi;mtare di ris~. 1
-S~, si, mi acuordo; qué lindo eral e no salono mas indo~es?
-S1, hombre, peró cuando si accaba lo stadío di seggí.
-Qué barbaritata! E dicire que pl"ima si stava den o lo
vientre di la vaccal N o babia in il mundo ningun paiso Jecco ·
re que este. 0
-Giá lo creo! Un kilo di pane valía dieze o dosse ~intavo
y ahora vale vinticinco.
-Como no! Y la cami di carnero que se con;rprava por
nata, no la cuonti?
-E quella di vacca que ni davano un pidazzo mas crante
de la mi cavezza pot• vinti cintavo? A mi me basta va por tres
dias e mi queda va tambiene para ponerla adentro al Tinagre
que quando ti ni comia un poquittito ti ricriavi la panza.
Mientra que ahora guasto sissanta cintavo e mi quedo como
si no hubiera comito.
-E">to es. Mira, compari mio, lo vino? A ochenta cintavo
una purearía que no si la bibiriano t11.mpoco li chanche, ha-
blando con rispetto di u;;té; e prima cu trenta cinta vi se habia
un vino que t'm1briacava al secundo vaw.
-Li tumate poi, li manzane, li naranque si dav:ano a qui
non ne queria.
-Insumma, ante stavá. toto varatto e ahora no si puote ca-
mere mas.
-E como si tutte este no fuese nada, tenemo que timblare
di mieto a cada mnmento porqué diceno que hai la rivoluzione.
-Que revoluzionel Tato esto, c:.Hnpare mio, sono maniobre
litturali que li hace il Govierno.
-Maniobre litturale?
-Naturale para hacer assustare a la quente.
-Caramba!
-q-
-Giá lo creo que sono maniobre 1 Fittate, tienino ra-
zone que hai que:~ta combinazione dello stadio di sitío, si
no .....
-Buono, buono, miccore que no hablama .mas porqué hai
Ji spiuni qu~ ap~)urano toto e corrono a rapportare alla Polizia.
-Dice biene.
-A proposito, hemos hablado tanto tiempo e no me ha di-
cho totavia lo qua quiere d.;cir este stadio di sitio.
-Como! No lo sabes!?
--No.
-Que ignorante!
~D:sculpa, compari mio, tu sai que gió no tengo la struzio·
ne de osté.
-Buono, gió te lo haco apprcnter pronto. Lo stadio di si-
tio es; .. no, para decir meccor no es ... como caramba no sa-
bes una co!!a tan simple?
-No la sé, compare.
-Ecco. En que stazione estarna ahora?
-De verano.
-Buono. E dimme un ríoquito, cuando tienes mas la sitia
(sed), en el invierno o en el verano?
· -Nel verano.
--Claro! Buono, qunndo úno tiene sitia, que put~te hacer?
-Bebet·.
-No, zonzo. Precunto que le puote suceder á uno que
tiene sitiar
-Puede armbbíar, como un perro.
-Muy biene.- Por esso, visto que hai mucho calore e que
la quente puote an~abbiare, il Gobiet•no ha puosto lo stadío
di sitio, como qui queresse decir que es tiempo que toto il
mundo no puote hablar mucho, si no se cansa, sufl'~ la sitia
e puotono suceder disgrazie.
-Ahora he comprentito 111 Buono, mucha grazia, compa-
re mio.
- !8-

s(
-De ;1ada, ti parece. Cuando puotono istruire la 'luente
que no sabe, gió lo haco con toto il corazzone.
-Adios. Ricuordo, neh?
-Asta mañana.
Marzo de 1891.

. .
(CHE POTREBBE ANCHE Sli:RVIltE PKR IL PRIMO CA.PITOLO DI UN

ROMANZO IN INCUBAZIONE)

@an !!Jas.é de JJiechanis.

Chi, in giorno di Domanica, si recasse a passeggiara, nelie


ore pomeridiane, pei viali del hosco di Palermo, in mezzo a
quel viavai di persone elegar.ti, di carrozze al trotto e di ca-
valli al galoppo, noterebbe subito in una-carrozza signorile una
famiglia di benestanti, che va a di porto con quell'aiia speciale
di superbia e di vanagloria che hanno i villani rifatti.
É la famiglia del señor· .Don José de Pechonis.
Prima viene Pablo, col suo abito áelle grandi occasioni,
una levita che gli costa cinquanta nazionali e un pajo di pan-
talcmi dove le sue magl'e gambe nuotano come due pesci in
un tubo pieno d'acqua. Ha indosso la sua piú fina camicia di
battista con una cr·a vattA r·osso fiammante, ultima moda; gli
scarpini verniciati e la galerita completano l'abbigliamento.
Al suo braccio sta la Lui.s~, uná ragazza che vorrt:bbe sem
- 19-

brare sentimentab, se non a vesse un tipo triviale abbastanza


marcato; ha occhi azzut•ri, in•equieti, uij quali s.a dare un'aria
di candor·e tutta speciale; le gLtance ha paffute, la bo~ca re-
galare. Veste un abito celeste chiaro con guarnizioni ·in
merletti e lascia cauere sulle spalle l'abb:tstatiz~ folta capi-
gliatura..
Segue don José de Pechonfs colla sua grossa e grassa metá,
doña Rosario; .Don José é un uomo sni sessauta, gl'Osso, tar-
chiato, con un viso da fra Gaud !nzio che consola. Ha gli
occhi piccini, la fronte piccola, il naso rosso come un pepe-
rone; porta tutta la bat·ba, che é brizzolata qua e lá, · non
ostante la diligente cm·a .che ne ha affidata al meraviglioso
specifico del Dr. Ayer. Le mani son o callase e mostrano che
il don José si é adattato e fare dei lavori non tl'Oppo gentili.
Infatti, il de Pecleonis, prima calzolajo, fece poi per molti
anni il verdulero, col quaie mestiere, me~so da parte un picea-
lo capital.;, aprí un almacen, e un pó industriandosi, un pó
prestando danaro al cento pet· cento, an·ivó á costituirsi una
rispettabile fortuna. ·
La brav.a doiia Rosm·io, una donna eccellente, malgrado la
pinguedine enorme e il cervello piccino, lo ajutó molto nelle
sue speculazim1i; essa sostituf per lungo tempo i depe11rlí.entes
nell' almacen del m:uito, al! o .scopo di ~evitare una spesa mag-
giore; fu sempre una provvida massaja. Ha un cuore eccellen-
te, e non nega mai ad alcuno un prestito .di dieci scudi, dopo
aver avuto nelle mani un pegno che ne valga cento. Don
José la chiama il stto brazo derecho.
I piccoli Ang_el e Julíto varmo avanti e indietro, discorreuJo
di mude, di sport, di club e di teatri, occhieggiando le rn.-
gazze ~~ tormentando las mucaJ~!as. ·
In ultimo, viene la niñera, che conduce a mano la Pepita,
vestita con un abitinc rosa; la bimba sgretola. quietamente alcu·
ni dolciumi e si ferma di tanto in tanto per guardare un cane o
· un ca vallo, additandoli, col di tino steso, in gesto di ammirazione
-20-

Pablo frattanto parla. di política alla sorella Luisa, spiegan-


dole le ragioni della suba del oro e dimostrandole. i mezzi con
cuí potrebbe salvarsi il paese dalla crisi. Parla accalorato e
interpone di tratto in tratto nel di~corso delle esclamazioni
che non sarebbere regístrate da monsignor Lacasa, se mon-
signor Lacasa vivesse in qttesti tempi e scrive¡;se un galateo
per la Repubblica Argentina.
Pablo é il primo frutto degli amot·i di don José con doña
Rosario. Nacque in Italia, ma venne condotto in America
r¡uando aveva cinque anni appena; ora ne ha venti.
E' un asino nel piú esteso senso della parola; parla di tutto,
senza comprendere nulla; si affretta a dare il suo parare, non
richiest<', e smacca un monte di corbellerie; ciarla di política
molto spesso; é mitrista sfegatato, perché gli hanno p¡·omesso
un impiego alla municipalitá, non appena andrá Mitre alla
Presidenza; dice di essere stato al Parque nei giorni di Lu·
glio e di essersi battuto come un eroe, benché sia rimasto
prudentemente celatc fra le gonne dell'affettuosa mamma, doña
Rosm·io, e si sia turate le orecchie ad ogni colpa di cannone;
fa dei progetti per porre un riparo alla ct·isi e susurra sotto-
voce la necessitá di una nuova rh·oluzione, nella quale egli
sarebbe il primo a prendare le armi, come giá ha fatto nella
precedente; grida molto, per far credere di aver ragione, ma
all'avvicinarsi di un vigilante abbassa subito la vocee cerca
di sgattajolars ~la; parla sempre in castigliano; r-nolto rat·a-
mente a.dopra la lingua di Da.nte, nel qual C<lSO -commette
un'infinilá di spropositi.
11 secondu ft·utto del matrimonio di don José é rappresen-
tato ·dalla señorita Luisa., che venne in America quando ave·
va due anni. Ricorda di aver visto suo padre colle ceste al
br·accio vender naranjas, tomates e manzanas e non ha di-
menticato il t~mpo in cu.\ ella recavasi da doña Maria la cos-
tu¡•era per apprendere a lavorat·e i chalecos; oggi peró si dá
delle arie di una signol'ina della haute e squadra dall'alto tr)
- 2I-

basso tutti i giovani che vorrebbero far breceia nel suo cnore.
Pur tuttavia, ha qualche predilezione per i figli del paese;
se le parla te degl'italiani, arriccia il naso e fa delle · smorfiette
di gran signara punta nel suo amor proprio.
Tutta la mattina é intenta ad accomodarsi aHo specchio.
Il giorno si sdraja sopra una poltrona e legge qualche pagina
di un romanzo di Montepío, tradotto, s'intende; in seguito
siede al pianoforte e strimpella il ya se (ué e il valzer della
Gran Via; piú tardi serve il cmate~ alla mamma, al babbo
e qualche conoscente che si reca a far visita; qulridi si mette
davanti alla porta di casa, per lo piú con un abito bianco e
i capelli intrecciati cadenti sulle spalle.
Non guarda nessun giovanotto, ma si compiace in suo
cuore r¡uando le susurrano il solito: «qué lindalt cqué pre-
ciosa!:. uqué bonita!}); quando non le dicoT).o nulla, si arrabbia
e corre dentro, allo specchio, ·per dare un colpo di pettine ai
r.apelli e un pó di cipria alle guancie. Se passa un "verdule-
ro•• o nn "carnicero" fa un gesto di naus~a e si tira indietro,
esclamando: '·tano''. Pure, ricorda bene che anche su o padra
é napoletano e che un te'llpo ~ssa lo chiamava "tata". Oggi
in vece dice: ,·,mi papá".
Il terzo figlio di '~don José", ''Angel'', ha quatto;·dici anni.
E• un "criollo". .
Va alla scuola, ''pro forma';, ma non studia e non impara
nientc, perché é nato dotto; é nato dotto, s'intende, perché
é nato nell'Argentina., É cívico' 'en toda su alma". Parla con-
tra il gover·no ad ogni pié sospinto e discute questo o quel
candidato con convinzione profonda. Afferma che la ritirata
del tale dalla vita política sarebbe tma fortuna per la sua patria
e gioisce quando sente che un Tommaso Sambrizze ne ha
attentato la vita. Ha imparato a memoria la c:.tnzone del "bu~
rro" e la canta ad ogni tratto, prendendo delle puse da
"compadrito''. Odia gli stranieri in generale e gl'italiani. in
particolare; quando gli domandano dove é nato, risponde con·
-22-

orgoglio: "Soy criollo puro, sefiorln Solo costretto, confossa


di essere figlio d'italiano.
Gli altri due figli di "don José" sono "Julito", un moccioso
di novt:: anni, tagliato sullo stesso stile di "Angel", e "Pepi-
ta", una bimba di quattro, che, quando le fate qualche sgarbo,
s1 vendica sempre colgridarvi ¡¡ul mu.>o: "tano!" "tano!"
*QQ
Quindici anni fa, prima di venire in America, ''don José
de Pechonis" in Italia era sem~Jlicemente Giuseppe Peccioni;
anzi, nel suo paesello, Torre Annunziata, presso Napoli, era
conosciuto piú comunemente col nome di "Zi Giuseppe".
"Zi Giuseppe" esercitava il mestiere di ciabatt~no, "vul-
go" soLACHIANIKLLo. Si levava col sole, poneva al braccio la
sua sportula e si recava in giro per la vie del paese, griiando:
uchi tena scarpe vecchie! Ta.cche, taccune! Cá sta zi Giu-
seppe!"
A quella voce sulla porta delle rispettive case si affaccia·
vano le comari, che contrattavano per pochi soldi la vendíta
delle scarpe messe fuorí uso; dopo un tira e molla e un lungo
discutere sulla qualitá della merce, lesinando r.ispettivamente
venditrici e comp·rat_o~e un centesimo piú o meno, conchiu·
devasi il contratto. A mezzogiorno "zi Giuseppe" rincasava
colla sna sportula piena di stiva.li, stivalini, scarpe, ciabatte,
qua.li senza suole, quali senza pelle, quali senza -molle, quali
sdrucite, quali pressoché inservibili.
Sotto il marte.llo, la tesina e lo spa~o di "zi Giuseppe'' i vec-
chi . indumenti pt·endevano una figura meno tetra; le suole
ricomparivn.no, le pelli rotte venivano ricucite o sostituite,
chiodi e bullette rínforzavano l'assieme e dopo poche ore di
la varo le povere scarpe che credevaao trovare :finalmente,
dopo qualche anno di onorate fátiche, un meritato riposo,
venivano condannate a calzare altri piedi e a lavorara di nuo·
vo, senza posa.
- ~3-

Il mestierc pe1·ó prospera va poco; "zi Giuseppe·,... a ve va


commesso la cOt·beÍieria. di ammogliarsi, bencl1é senza fretta,
a 34 anni; Maria Rosaría, la figlia di Monica. il fabbrof~rrajo,
era stata la prescelta dal cuore del ciabattino e gli aveva re-
galato, in tr·e anni, du~ mat•mocchietti, un m~schio e una
fer.1mina; erano giá quattt·o hocche che volevano pane;
si stiracchiava alla meglio, ma non ne restava d'avanzo.
In quel tempo "zi Giuseppe'' ebbe suggerita un'idea lumi-
nosa da "don Antonio", il maestro di scuola. O perché non
te ne vai in America? gli disse colui; vedi, tu hai trentott'anni,
sei giovane ancora, sei forte, hai vorontá di lavorare; giú,
gambe in ispalla, e fila! Pe~; male che la voglia andare, quei
paesi Jí sono vergini e troverai sempre, col mestier·e alla ma-
no, da guadagnare due o tre vol te ·tanto! E poi, non si sa
mai! Se non mi pesassero se.ssanta inverni sonati sulle spal-
le, avrei giá preso il mio partito. 1.\Ia oramai, l'é finita per
me! Fra poco ¡·enderó alla terra questo vecchio carcame, e
a ddio. Ma per te, l'é tutt'altra cosa.
Pensa, ripensa, gira, martella, ,¡zi Guiseppe" prese final-
mente la sua risoluzione. bna zia mortagli in quel tempo
gli aveva lasciato un terrenuccio; in quattro e quatl'' otto lo
vendette; con le vecchie masserizie della casa realizzó ancora
qualche cosa, sicché in tutto si trovó possessore di cinqne-
cento lire; fece fagotto degli utensili piú necessari, cacciando
in una cassa varie scodelle di rame, dei piatti, dei coltelli,
delle posate; accatastó di sopra la sua migliore biancheria,
dodici lenzuola, dodici cuscini, sei tovaglie, quattro asciuga-
mani e una cope.rta nuova imbottit a. Compró i biglietti di
pas8aggio per sé e per la sua donna; ·pei puttini trovó un co·
mandante di vapore che chiuse un. occhio; abbracctó coi lucci~
coni agli occhi i parenti; bació la mano al maestro e s'imbarcó
pel nuovo mondo, col cuore un pó stretto sulle prime, ma
prendendo coraggio a poco a poco, e riflettendo che, dopo·
tu"tto, non era il primo che andava, e ohe se gli altrí paesani
-24-
partiti prima mangiavano un pó di grazia di Dio, ce ne sa-
rebbe stata anche per lui.
Ma appena arrivato fu tutt'altra cosa; le piccole paure e le
incertezze del viaggio sparirono; vide che questa terra poteva
dar molto, ma molto assai; si animó e !"i pose a lavorare a
tutt'uomo. 1 patacconi fioccavano; per ogni compostura
guadagnava ottanta soldi, uno seudo e piú ancora, laddova al
suo paese era bazza se ne prendeva il terzo.
-Viva la Merical faró fortuna! pensó zi Giuseppe: e la fece.
Non col mestiere del ciabattino peró, l'ho giá detto. Un
bel giorno buttó a carte quarant'otto il suo deschetto, pose al
braccio due sportule e si posa a vendere cavoli, patate e po-
midori. Trovó che il "verdulero'' era piú proficuo; dopo tre
anni aprí un piccolo "almacen" e fu aHora che cominciarono
i veri guadagni, giacché utilizzó i suoi capitali prestandoli
col modico interesse del quindici per cento al mese. Dopo
sei o sette anni ancora avea fatto fortuna.
Vendette "l'almacen" e pose invece .1na "casa introduc-
tora de vinos italianos".
La moglie si chiamó "la señora doña Rosario"; al figlio Pao·
luccio, voltato naturalmente in "Pablo", fu ·dat~ un'istruzione
superiora, senza che. egli si curasse di prenderla; la figlia
''Luisa" ebbe maestro di piano; gli altri marmocchi, venuti
su in America, "Angel" e "Julito", furono maudati a scuola
privata; la "Pepita" ebbe la sua goveroante; si trattarono iosom-
ma da gran signori. 11 cognome Peccioni sembró iofine troppo
triviale e si pensó di a~CJmodarlo all'uso del paese. Anzi, si
disse, che un piccolo de a van tí non avrebbe guastato._ In tal
modo, fu accomodato anche il cognome.
Cosí, o lettore, se in giorno di D(Jmenica, recandoti a pas-
seggiare pei viali di Palermo, t'imbatterai nella famiglia di
cui ho fatto uno schizzo a grandi pennellate, ricordatiche "el
señor don José de Pechonis", quindici anni fa, non era che "zi
Giuseppe Pecciooe", il "s.olachianiello" di Torre Anounziata.
-25-

L, ANHIVilSARIO DILL! fONDAIIOIB


-DI- .

~U VBCCHU SOCIRU JT t LUNA DI M. 8.


IN AMERICA

La sala, che un -cronista di un giornale italiano di qui


chiamerebbe ·colla solita [;ase sterotipata "splendidamente
addobbata", comincia a popolarsi a poco a poco di soci, che
Yengono vestiti dei loro abiti mígliori. 1 vecchi, i fondatori,
non fanno per lo piú molta pompa; ·si accontentano di vestire
un abito ''d-i- sacco" e di mettere uua camicia pulita con una
cravatta color cane che scappa. 1 giovaní invece si presenta·
no con abito di "levit~'', con cappello a toba, catena e orologio
d'oro e bastone con pomo d'argento. Qnesti per lo piú sono
sarti e parrucchieri.
Un poco dopo l'ora fissata entra il Presidente, un nomo
grosso, grasso, tarchiato, che spira salute da tutti i -pori.
Anch'egli indossa l'abito nero di ''levita", che sa portare in
quel modo che un-granatiere della vecchia guardia napoleonica
porterebbe la cocolla. del frate. Le díta ha cariche di anelli,
con brillanti d~lla grossezza di nn cece; alla cravatta altr-a
spilla di brillanti. 1 bottoni della camicia e dei polsini, di
brillanti pure; io credo ch'egli siu dolente di non potersene
cacciare un diadema snlla testa.
Ció gli darcbbe maggiore importanza, giacché · qui, in
- 26

America, come dappertutto, si é abituati a valutare !'individuo


dall'oro e dai brillanti di cuí va caricato.
I Consiglieri, dieci v dodici altri individui, anch•essi con
"levita", anch'essi piú o meno "imbrillantati'', circondano il
Presidente con quell•aria di gravitá con cui qualche secolo
fa i reverendi padri dell'Inquisizione sedevano al banco dalla
Giustizia per fare impiccare, bruciare, scorticare e squartare
il prossimo cristiano.
I soci si tolgono il cappello in aria di religioso raccogli-
mento.
Il Presidente si avvicina al "Ba•nco Presidenziale'', monta
su di una sedia, tosse, starnuta, si asciuga la fronte e comincia:
-Safiores! Questo dia cosí lindo per noi debe ser conside-
rato como uno de los meccores que hasta ahora si aggia habi-
do. Este día ci despierta e ci hace accuordare quando abbiamo
puosto la primera ve:.r il piedo in esta nuosta Socitá. Noi ci
pusirnmo en la cabezza di fundare una Socitá Italiana, pero
una Socitá virtatera, adonde ci putieramo trattare totos como
si fussimo hermano y asi habemo hecho. (Applausi).
Nosotros aqni no riconocimo ningurta diferencia entre uno
y el otro. Poco importa che uno sea pi~montes~, l'otro ginove-
se, l'otro meritionaleJ potro castegliano, l'otro fransese ...
UN sociO- Disculpa, signor Prisidente, aqui no puotono
intrare ni castegliani e ni tampoco .fransesi.
Il Presidente, arrossendo per la vergogna dí aver preso
un granchio cosi mad~rnale, si rimette e con una certa stizza:
-Esse justo-dice-lo ho dicho por distrazione. Endonzes
aquí somo totos italianos e in esta tierra no tenemos que
pensare a otro que a travaccare e a fare decire a cualquiera
que los italianos se saben hacer onore a cualquiera parte se
encuentrano.
Uno dei cronisti di un giorriale italiano intervenuto si
morde i baffi... che non ha, per trattenersi dal ridere. Un
altro nasoonde la faccia. !¡Otto il cappello, che gira fa le mani.
- lf-
Un terzo, piú fil01ofo, ha preso il partito di addormentani
sulla. sedia.
-Po1· esprimere toto il mio sentimiento-ripiglia !•egregio
Presidente, ringalluzzendosi-si precísat>ia la pluma di Dante
Allicchiero, di Toccato Tassa, di Ludovico Arrosto, di Patriar-
ca, di Alisandro Mozzone, di' Francisco Mastrioni, di Saverio
Montepane, o di Vittor Cucco, c~e, como sapete meccore de
mi, hanno sito celebri scrivienti. Peró, gió voi a splicarme
en la lengua del pais che ci o-spita, para que to~os me pue- ·
tano comprendere.
Vari invitati e qualche socio sono fuggiti colla mani nei
capelli. Tutti gli altri sono lf con occhi ed orecchi spalan-·
cati per ascoltare i fiumi di eloquenza che si versano dalla
bocea dell'illustre Presidente. 1 primi due cronisti si contar-
cono sulla sedia come >e fossero assaliti da una colica im-
provTisa. ll terzo in ''ece, russando, facilita la di gestione del
"puchero·: che. ha mangiato due ore prima.
-Nosotro somo in tierra stranguera, esto esse virtatel·o-
ripiglia l'oratore-peró quaudo que ·sea debemo siempre di-
vendigare i nuos.tri derechos, e hacere rispittare la nuostra
querita patri'á, la nuostra Italia, por la cuale mucci di noi
hanno tanto peliato per il suo risarcimento político. Los que
sono stati en la revo!uzione del quarenta y ocho, del cin-
cuenta y nueve, nelle cinco cornate di Milano, ettecetera,
ettecetera, tengono derecho a 1~ estimazione de li suoi com-
patriotti, e acá mas que aggiá, porqué la nuostra patria sta
leca e esta esse como si fllera una patria putativa. Endonces ..
In que~>to punto il cronista dormiente sta facendó senza dnb-
bio qualche so¡no · spaventoso, perché. si agita sulla sedia e
NOrmora de1le parole scoRnesse. 11 collega che sí ha finor3:
rosteehiato le labbra per tratt~nere le risa scoppia finalmente
ín una sghi¡nazzata, che fa rivolgere tutta l'attenzione del
benigno uditorio su di tui. 11 President~ si ferma e lo guarda
sor:preso; il poveraccio rimane un po'confuso e non trova altre
- :z8

mezzo di scusarsi che additando il collega che dorme. Peró,


cessato i'effetto soporífero delle parole del rispettabile Pre-
sidente, fattosi quel momento di silenzio, l'altro apt•e gli
occhi, se li Crega maravigliato, come se venisse dali'altro
momio, e dá un'occhiata intorno. L 1ilaritá allot·a di venta ge-
nerale. Voratore sbuffa. Ma il cronista, da uomo di spirito, si
rende padrone della posizione e dice con grazia:
-Domando perdono, signori. Loro credevano che io dor-
missi, ma non é vero. Sonnecchiavo.
Si ride ancora piú forte . .A.Ilora il Presidente, con una
solennita maestosa, agita il campanello e dice:
·- Sefiores, !'incidente está accabado!
Si ristabilisce il silenzio, ma il ghiaccio é rotto e i soci
co'minciano a perdere il rispetto che debbono alla maestá
presidenziale.
L'oratore ripiglía a parlare, ma ha perduto il filo delle idee.
-Endonzes, decía, aquí como aggiá nosotros siamo siem-
pre italiani y tambiene si andassimo a otra parte del mundo
ci quedamo siempre así e ninguno puote cóntestare nada e
no11otros tenemo qúe rispettare siempre il nuestro vissillo e
la casa magnanima de Umberto Sayoja el cuale .....
A questo punto alcuni repubblicani interve_nuti alzano la
voce, protestando:
-No!. no!
.JI Presidente riprende gridando:
-Sisefiores 1 Casa Savoja 1
Gli altri rispondono: No Savoja! Viva Garibaldi l Viva
Mazzini 1
Ne nasce un put¡,ferio. Gridi, urli e oribili favelle. Alcuni
gridano: "Afuera" 1 "Afucr~" 1 Altri rispondono piú forte:
"Bien" l ·'Muy bien"! Gli animi si riscaldano. Si sente il ru-
more che produce t.in·a mano quando · s'incontra eón una
guancia. Il primo schiaffo é volahl. Inmediatamente corrono
giú bastonate, cazzotti e colpi di sedia. Molti se la filano.
-29-
Altri restano impavidi sotto il tempestare dei colpi.
Gli urli e la confusione aumentano. ll Presidente si decide
prudentemente di depositare la sua eitorme mole nella stanza
vicina. Si sentono i fischi dei vigilanti. Finalmente, dopo
quattro o cinque minuti, in cui vengono slogate delle ossa e
rotti dei musi e delle braccia, l'ordine viene ristabilito da
un commissario di polizia che, insieme a quattro vigilanti,
conduce alla prossima commisaria i caporioni dello scompi-
glio. La cosa finisce con una semplice multa di venti nazio-
nali a testa, e cosí si riso! v·e l'Ünorevole Assemblea.
Il giorno dopo, sui tre o quattro giornali italiani di Buenos
Aires, comparíscono degli articoletti in cronaca, redatti ph)
o meno in questa forma:
''leri ebbe luogo la festa dell'anniYersario della fiorente
Societá Italiana "Tal delle tali". Non poteva riuscire migliore.
Parló applauditissimo !'egregio Presidente sígnor ''Imbroglia-
tutti" e i signo!i ''Sfacceodato, Cretinoski e Rubaruba". Vor-
áine serbato durante la riunione fu ammirevole. Auguriamo
alla brava Associazione che continui sempre cosí sulla via
del progresso.,

¡sEMPI Dl BELL.O SCRIYEJR:.E


IN LINGUA CASTIGLIANA

Lettera di un contadino italiano alla sua ja1niglia


dopo dieci anni di residenza in Ame1·ica
BUONASAIRE 19 DI FEVRERO 1891.

Miei cheritos parienti,


Non potete ni tampoco imacinari il custo che o pt·ovato
despues de t.anto tiempo che il cartere non m'intrecava una
vo!ltra cherita carta.
Per la conzolazione poco á faltato che non sono moruto, sin
embarco ho saputo tenere tanta fuerza da liggerla astaallafine.
Ho apprentito con muccio custo che totos state bene, co-
me yo tam bien e; a tes so i1 travaco é mordo scarzo e non si ni
puote encontrare porché aí la cri~i, pero io che stono cui da
mnccio tiempo e che ablo il castíglano como si fuere un ver-
tatero ico del país no asen dificulta te a darrnelo.
Cari parienti, rnucce paisani nostri si ni soni andati porche
ai eran te miseria e a temas cé toto il dia mieto di una re vol u•
zione, siendo che qui no lo quierono a este Presi a dente che
si giama, se non lo sapete, don Corno Pirrogrino ¡· endonzes
poe esso meno ehP. si penza diciono che. va a estagliara una
f~;erta revoluziona che dio ci .ni liberi, porché cuando es il
tiempo di rivoluzioua la chente si matta por le cagge come
;i fuerano cordere, giá voi quete cose non li comprentete
porché nella nostra tierra cé muccia ignorantitá e dovreste via-
care come io e apprentere la costumbre de li pueple,
Cuando senne vino costá il nuestro compari Petro jo lantai
a tras asta al i m barca tero del mnegge dE:~ la Caütlina e ho vi-
ruto tanta paisani che ·partorivano tambiene por litalia, era
uno spitaculo commovitore tutti giora~ano e cacciavano i pag-
nuoli dal bolsiggio per saludare, l'umor di Patr.ia estaba in
ogni peto e io mismo avrei cherito volvere al paese, no si puo-
te splicare la conmozione de la foJa, chi bacava il primo, chi
abbacav·a il suo etmano, chi strigneva la mane all 1amico, in-
zomma paresflva una virtatera fiesta padri otica.
Aora p1Í paro colla pluma pe~ non s<>carvi atemas, sin em-
barco si ai novedá voi a escribirve unotra ves per haserve
apprentere !estado fino .anziari del país e ablarvi di politi ca
tambiene, pues tota la ct.ente cui s'intrica di cose polite e io
che no k.aoo para desir estoi siempr·e in medio ai cicoli pulis-
-.iei giá c:emos•o toto cuello ·che si hase. ~
r EL LOCO
1

es el U.nico periód.ico político,_ s&tfricl,

h.u.m.orístico, littrtl-rio, ilu.strad.o

en la E(.epU.blica .,J:trgen.tina.


en. d.os d.ioma.s, escrito

a fuerza. d.e ~o.~rot.e
--
BRANCAMONTC LIUS

' 7

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