LA TRINIDAD HUMANA E IDENTIDAD INDIVIDUAL

(Resumen)

Hernández Yépez Marianna Sofía

Doc. Karen González Henríquez

Ética

UNIVERSIDAD DE LA COSTA
Facultad de Ingeniería
Ingeniería Civil
Barranquilla – Atlántico
20/ Feb/ 2019
 LA TRINIDAD HUMANA
La existencia humana surge de una compaginación de trinidades, entendiéndose como
trinidad: el trio de cosas o personas divinas que existen en una misma esencia.
Entrando en materia, las trinidades son las siguientes: individuo/sociedad/especie, la cual explica
que el ser humano nunca debería llevarse a reducir a una sola individualidad por la curiosidad de
conocer el mundo físico o el metafísico, ya que la existencia del humano está dada por la
complementariedad de los tres términos de dicha trinidad, cada uno conlleva al otro: es decir, no
se tiene individuo sin sociedad no se tiene sociedad sin especie. Cada uno de estos tres vocablos
son el comienzo y el fin del otro, lo cual es la razón que el individuo sea el final de la especie y de la
sociedad al tiempo que es el comienzo de la una y la otra. En segundo lugar se encuentra
trinidad/cerebro/cultura /mente, la autoorganizacion sociedad biológica da paso a esta trinidad a
partir de los parentescos, es decir, (hombres, mujeres, niños, adultos). Esta nos retroalimenta sobre
la importancia del vínculo que tienen los términos describiendo el cerebro humano en tres etapas:
palocifalo, mesocifalo, y el córtex, explicando que son heredadas de antiguos animales y que por
estas tenemos ciertas habilidades haciendo integrar la animalidad en la humanidad y viceversa. La
tercera trinidad describe la relación entre la razón/afectividad/pulsión; en esta tiene en mano la
razón y en casos se efectúa sobre una combinatoria inestable que la pulsión procede en ocasiones
afectar la racionalidad o la afectividad.
Por otra parte, el ser humano como individuo no puede escapar de su suerte existencial: es partícula
de polvo que puede esparcirse en cual momento, pero al mismo tiempo contiene el todo de la vida,
la existencia, el ser, la actividad, posee too sin dejar de ser un simple elemento de la humanidad.
Por poseer las trinidades individuo/sociedad/especie, es lo que le da la su condición como humano
intrínsecamente en su singularidad misma, convirtiéndolo en algo irreductible diferente de la
sociedad y la especie. La vieja filosofía fundó la noción de sujeto, a pesar de las contrariedades sigue
infundado; ser sujeto supone un individuo, lo cual conlleva a reconocerse como viviente y único, el
“YO” lo transforma, dándole la cualidad de sujeto. Esta característica especial es compartida entre
sujetos sin obviar la individualidad física y genética; el sujeto puede consagrarse por amor a otro,
así pues el egocentrismo beneficia al egoísmo tanto como el altruismo, sin embargo, estos dos
estados posibilitan el sacrificio de yo y del todo por uno; esta humana condición promueve el
balanceo del sujeto a estos dos extremos sometiéndolo a todo lo que lo rodea. La afectividad es
propia del sujeto, haciéndolo oscilar entre el bien y mal, de esta manera se comprender los saltos
de personalidad del mismo. Las similitudes del yo y el otro están entre sus rasgos humanos o
culturales, se diferencian por las singularidades individuales o étnicas. Según la teoría de Jean-Louis
Vullierme: los sujetos se autoorganizan en interacción con otros sujetos. Individualmente intenta
conocer a los otros sujetos, conservando su autoafirmación irreductible; la relación con el otro está
inscrita virtualmente en la relación con uno mismo llevando en nosotros la dualidad: “yo es otro”.