Fase 4 - Aproximación etnográfica

Antropología

Carolina Cortes Moreno

1.112.783.124

Tutor

Janeh Cecilia Umaña

Grupo 100007_339

Zootecnia

12-12-2018
 Escrito Etnográfico del corregimiento de Zaragoza – Cartago Valle

Zaragoza es el corregimiento más poblado de Cartago; lo conforman 12 barrios y queda a

solo cinco minutos del sur de Cartago, sobre la vía hacia Obando.

La base de la economía del corregimiento es la agricultura, especialmente el cultivo de

frutas, sorgo y soya. En los últimos años ha cobrado gran importancia la industria del
turismo, dado que en su área se han establecido importantes centros recreacionales y
balnearios.

Cuenta con un centro de salud construido por la Administración pasada. Tiene además sede
propia de la Defensa Civil, dos escuelas de primaria y un colegio agropecuario en donde
estudian no solo los jóvenes del corregimiento, sino también los de Cartago. El servicio de
transporte entre Zaragoza y Cartago se presta en microbuses cada diez minutos.

Una de las necesidades más apremiantes del corregimiento es el mejoramiento de sus vías
urbanas. El 50 por ciento de ellas están intransitables como consecuencia del invierno.

Los 2.000 habitantes del barrio Casierra, en el oriente del corregimiento, anunciaron un
paro cívico si la Administración no les construye pronto un puente en la vía que los
comunica con el centro del corregimiento.

El puente construido hace 15 años por Caminos Vecinales sobre un caño que atraviesa la
zona fue destruido por el constante tránsito de vehículos pesados, especialmente camiones
de ladrilleras y avícolas.

Nuestro líder comunitario del sector, dijo que las empresas privadas están dispuestas a
aportar hasta ocho millones de pesos para reparar el puente, pero la Administración no ha
otorgado el permiso por considerar que el puente requiere algunas especificaciones técnicas
que lo hacen más costoso.
La Administración se comprometió con la obra, sin que hasta la fecha se vean los
resultados, lo que ha creado malestar entre la comunidad que anuncia que recibiría el año
nuevo con el paro.

También tenemos inconformidad por el incumplimiento de la Administración en facilitar la

maquinaria para el mantenimiento de vías desde el primero de diciembre pasado.

Según la Secretaría de Desarrollo Comunitario y de Obras Públicas, por el invierno ha sido

necesario enviar la maquinaria a otros sectores donde se requiere de forma inmediata.

Con casi medio siglo de existencia, y siendo una de las primeras ciudades fundadas en
Colombia, son muchas las historias interesantes que Cartago atesora y que hoy pueden ser
aprovechadas para catapultar a la ciudad como un destino de turismo histórico y cultural.
este hecho cobra vital trascendencia ahora, cuando los visitantes gustan de hallar las
identidades perdidas de las culturas que la globalización ha ido desapareciendo
paulatinamente. Lo que los viajeros piden actualmente es que, mientras les muestran los
atractivos de una ciudad, una calle o un edificio, les estén contando cuál fue la historia de
ese lugar, los detalles curiosos, mejor dicho, relatos humanizados. En este sentido, es
importante que los ciudadanos conozcamos no sólo cómo se fundó y tomó su nombre la
Villa de Robledo, sino los procesos sociales y culturales que tuvieron que darse para que
sus vías, sus parques y sus lugares más atractivos fueran lo que propios y visitantes
contemplan hoy.

Por tal motivo, Cartago hoy le cuenta el pasado curioso y glorioso que ocultan sitios tan
importantes de la ciudad como las carreras 4 y 5, el Parque La Isleta, el Aeropuerto de
Santa Ana, el Estadio Alfonso López Pumajero y el Parque Arana Justín, más conocido
como el de Los Brujos. Comenzó como una isla El Parque La Isleta tuvo rostros muy
diferentes en su pasado, los cuales no pueden compararse con lo que ven hoy los
cartagüeños. Como su nombre lo indica, La Isleta nació como una especie de isla natural de
tierra y vegetación, rodeada por un brazo del río La Vieja. El lugar era tan llamativo que le
construyeron un puente para que allí se hicieran los mercados los fines de semana. Era un
sector de reunión colectiva. Allí la gente iba a comprar sus productos y a socializar.

Tanto así, que durante mucho tiempo prosperaron carreras de caballos, peleas de gallos,
competencia de encostalados y juegos de azar. Esto duró hasta 1940, cuando hicieron el
muro de contención para secar el brazo del río, construyeron el Club del Río y adecuaron la
isla como un parque. Para que el parque no perdiera su total identidad, construyeron una
especie de lago con forma de río para que los novios, los niños y las familias se divirtieran
montando en canoas. Pero, se cometió el error de no hacérsele desagüe al lago y el agua
con el tiempo se pudrió, por lo que lo secaron en 1982.

La Carrera 4 era la calle real, la vida del municipio. Allí estaban todo el comercio,
conformado por misceláneas donde se vendía de todo en un mismo lugar, tanto granos
como telas. Luego, cuando Cartago creció, llegaron extranjeros atraídos por su progreso y
pusieron en otros sitios comercios especializados, por ejemplo, ventas exclusivas de
sombreros. Ahí, la calle real fue perdiendo vitalidad.

El parque de los mil nombres Ubicado en uno de los barrios más antiguos de la ciudad,
como es Collarejos, el llamado popularmente Parque de Los Brujos tiene tantas historias y
leyendas como nombres en su pasado. En un principio era una zona verde donde habitaban
monos de pelaje blanco en su cuello, razón por la cual tomó el nombre de Collarejos, en esa
especie de potrero se asentaron los herreros para hacerles las herraduras a los caballos que
pasaban por allí. Se construyó entonces, por los años 50, un pequeño espacio a manera de
parque primitivo y se empezaron a hacer fritangas y ventas de comida.
 Bibliografía

Guerrero, A. P. (2002). ¿Qué implica hacer etnografía? En Guía etnográfica:

sistematización de datos sobre la diversidad y la diferencia de las culturas. Quito, EC:
Ediciones Abya-Yala. Página 11 – 21 Recuperado de
http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?docID=10820321&ppg=
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