Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Bert Hellinger
El secreto para que una relación se mantenga viva y para que haya
en ella intercambios positivos (acciones que son percibidas como
agradables para los miembros de la relación) es que siempre se dé
un poco más de lo que se ha recibido. Así el otro querrá devolver
más y con el tiempo la relación crecerá.
FRASE SANADORA:
“DIGO SI A TODO LO QUE LA VIDA Y MI FAMILIA ME
ENTREGARON A TRAVÈS DE MIS PADRES. LES PIDO QUE ME
BENDIGAN SI CONSTRUYO CON ESOS RECURSOS, MI PROPIA
FELICIDAD”
¿CÓMO REPARAR EL VÍNCULO CON
MAMÁ Y PAPÁ?
Si aún siendo adulto, haces todo lo que tus padres quieren y en cierto modo vives
para complacerlos; si realizas todo lo opuesto a lo que ellos dicen e inviertes toda tu
energía en llevarles la contraria; si está totalmente roto el vínculo porque no quieres
saber nada de ellos y si aún estás esperando a que cambien para sentirte feliz, estás
tan conectado a tus padres (es decir, a tu mamá y/o tu papá) que se te dificulta ver tu
propia vida y encontrarle utilidad.
En cambio, cuando una persona está conectada conscientemente con su familia, con
su mamá y con su papá, se permite hacer las cosas diferentes; se muestra estable y
piensa que su familia y sus padres están bien como están y por eso no lucha contra
ellos. Así que mantiene con éstos una buena relación.
Bert Hellinger (Alemania, 1925), quien otorga un soporte teórico y científico al campo
de las CONSTELACIONES FAMILIARES, descubrió que LA FELICIDAD se inicia desde
muy temprano en la relación con LA MADRE y puede continuar así, si este
movimiento no se interrumpe.
La relación y el contacto con la Madre se bloquean cuando los hijos e hijas se crean
expectativas que van más allá de lo que se puede esperar de un ser humano. Bert
Hellinger señala que nosotros somos capaces de vivir porque Mamá y Papá fueron
“imperfectos”, porque cometieron errores. Eso es lo que justamente nos introduce
en la verdadera vida. Cuando un hijo o una hija viven perdonando a sus padres, están
en el fondo acusándolos, poniéndose por encima de ellos. De esa manera pierden a
sus padres, pierden su suerte y su felicidad.
Para tomar tanto a la Madre como al Padre debemos comprender que son un regalo
de ALGO MÁS GRANDE, pues están determinados para nosotros, tal y como son.
Ellos jamás podrán pertenecer a los hijos e hijas. Son éstos quienes pertenecen a
sus padres. Por eso, cuando miremos a nuestra Madre, debemos enfocar nuestro
corazón más allá de ella, buscando algo más grande que nosotros.
Una vez que se logra restablecer la relación con la Madre, todas las demás relaciones
también fluyen en armonía. Esto ocurre especialmente con el Padre pues lo veníamos
percibiendo a través de lo que mamá decía o no de él.
La relación con la Pareja mejora, pues ahora somos felices cuando amamos a Mamá
y a Papá tal y como son. Cuando le decimos sí a todo lo que sucedió, tal y como fue.
Cuando los percibimos como una Unidad. Esto se convertirá en una gran fuerza que
nos permitirá vivir.
Hellinger dice de manera tajante que la persona que ama a su Madre se le nota
enseguida pues su rostro está radiante. Es amado por los demás, ama su trabajo,
ama a su pareja y es un ser próspero. Y concluye que sólo amando a su propia
madre, una mujer puede ser una buena madre.
FRASES SANADORAS:
“Mamá, gracias por la vida que me diste, te honro, te bendigo y te acepto tal
y como eres”.
“Sí, tal y como es, así eres, mi Mamá y así como eres, te amo”.
Reconciliación:
¿Aún estamos a tiempo?
Por: Albis Amalia Rivas Yusty
En todas las FAMILIAS existe una CONCIENCIA común que vela por el derecho de
pertenencia de cada uno de sus miembros. Esta conciencia común puede llegar a
producir o generar identificaciones e implicaciones sistémicas en las siguientes
generaciones.
Hay poderosas y profundas conexiones que unen a cada persona con su familia de
origen a lo largo de una o de varias generaciones, especialmente con aquellas que
han sido afectivamente significativas, creándose un vínculo de amor y lealtad entre
sí.
Los asuntos familiares que han estado pendientes se completan y dejan a cada
persona con su propia responsabilidad y su digno lugar en la familia,
independientemente de lo que hayan hecho. De esta manera se restablece el Orden
del Amor y se rompe la cadena de los destinos trágicos.
FRASE SANADORA: “Honro y bendigo a todos los miembros de mi familia tal y como
fueron, tal y como son. Yo soy muy pequeño(a) para criticarlos y enjuiciarlos. A
todos les doy un lugar en mi corazón. Les pido que me vean con buenos ojos”.
Bert Hellinger, (Alemania, 1925) uno de los más importantes teóricos e investigadores
en el campo de las Constelaciones Familiares dice que “formamos parte del tejido de
nuestro pueblo y de sus destinos”; pero aún nos cuesta comprender que la vía a lo
que llamamos "crecimiento espiritual", está llena de ese "todo" que es la vida
humana.
Así como compartimos un destino de una Madre y de un Padre, de igual forma sucede
con la Patria que nos vio nacer. En nuestro caso, Venezuela es ese lugar que escogí
para experimentar con este cuerpo, con esta mente, con mi alma, con mis
compatriotas que mueven y activan mis emociones y con mi espíritu creando con
los recursos que me fueron dados a través de los miembros de mi familia y de mis
ancestros, como expresa Carola Castillo (Consteladora Familiar y de
Reconstructivas)
Venezuela somos TODOS: Al que amas y al que odias. Venezuela es su gente: tú, yo,
al que le toca ser gobierno y el que está en la oposición. Venezuela es la persona que
trata de encontrar un aprendizaje en lo que estamos viviendo día a día, es el que se
ha ido del país, el que se queja, el que se aprovecha de la situación y el que la sufre.
Venezuela son los presos, los enfermos, los excluidos, los que luchan, los que
trabajan, los niños, los jóvenes, los ancianos, los hombres y las mujeres que han
nacido aquí y aún permanecen y los que ya no están, los que viven en otros países,
son Venezuela. Los homosexuales, los heterosexuales, los bisexuales, los que
arrastran su sufrimiento detrás de una adicción. Los que estudian y los que han
dejado sus estudios. Los que han sido abandonados y olvidados por sus padres y/o
sus madres, por sus familias, por los gobiernos, por su patria, por ellos mismos y
por nosotros. Venezuela es un sagrado y hermoso lugar de un vientre al que
llamamos Tierra. ¿Y si estamos en proceso de gestación? ¿Y si todavía no hemos
nacido? Y si aún nos hace falta darle un lugar en el corazón a aquél que está a nuestro
lado, sea hermano, pareja, hijo/hija, vecino, compañero de trabajo... y que no lo
hemos podido incluir porque está haciendo algo que yo considero no es correcto?
¿Y si cada día nos vamos acercando al momento del parto? ¿Y si es justamente
aquello que rechazamos de estas personas, la energía que necesitamos para
transformarnos?