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ÍNDICE

1. Antecedentes
2. Introducción
3. Los preparativos y el esperado comienzo
4.
5. El Gobierno Militar
6. El intento de maquillar la realidad
7. Conclusión

Antecedentes
El 23 de noviembre, un terremoto con epicentro en Calingasta, en la provincia
de San Juan, arrasaría con la ciudad de Caucete y el valle de Tulum, con un
trágico saldo: más de setenta muertos, trescientos heridos y diez mil personas
sin hogar.
Otro contratiempo en el plano internacional constituyó el rechazo de un lado
internacional que no favorecía a nuestro país en la cuestión limítrofe pendiente
con Chile, en la zona austral, estuvo a punto de hacer estallar la guerra entre
las dos naciones. En 1979, se zanjó la dificultad al aceptar, los dos países, la
mediación papal, que incluía la desmilitarización de los litigantes.
INTRODUCCIÓN
El propósito de esta monografía es demostrar cómo el hombre pudo haber
perdido los valores, el sentido por la vida, sometiéndose a prácticas que no
aumentan su cultura, por el contrario, limitan su pensamiento y su capacidad de
entendimiento entre los múltiples sucesos que acontecen en la vida
en sociedad.
Nos encontramos situados en Argentina en la mitad de 1970, en medio de una
transición política, conflictos internos y con el exterior. Se forma una Junta
Militar que ingresa en el poder; la democracia ya no permanece en el país, y
entonces, la libre expresión de las ideas es prohibida, todo pasaba por el
"tamiz" de la censura. Pero algo haría olvidar por un momento todo lo que
ocurría.
El Mundial de Fútbol tendría como sede nuestro país, aquí la fiesta desbordaría
los corazones argentinos y también los del mundo entero. Todos los ojos se
posaban sobre nuestro país.
El Mundial "78 fue atribuido como un triunfo político, que sirvió para desorientar
a la población de problemas sociales vividos entonces. Fue un escape perfecto
a tantos inconvenientes.
Los preparativos y el esperado comienzo
Argentina, Centro Futbolístico del Mundo:
El 1° de 1978, a las 15 horas argentinas, en al cancha de River; comenzaba
una gran fiesta para el mundo. Tres mil millones de personas en todo el planeta
posaban sus ojos en la Argentina. Comenzaba el Campeonato Mundial
de Fútbol.
El comienzo de la fiesta:
Entre las doce y la una de la tarde, toda la Argentina se vio paralizada.
En todos los espacios del territorio, comenzaba el asueto; en ciudades como
Mendoza, empezó a la una de la tarde, la ciudad se tornó desierta, los bares
que tenían televisor no cerraron, en los matutinos Mendoza y Los
Andes hablaron exclusivamente del mundial en sus suplementos deportivos y
en sus primeras planas informaban sobre el cese de actividades. En Mar del
Plata, los negocios cerraron a las doce y media y no volvieron a abrir hasta las
cinco, en varios quioscos se veían carteles que decían: "vuelvo a las 5", en
Rosario, el asueto administrativo empezó a las dos de la tarde, pero la calle
peatonal y el centro de la ciudad estaban vacíos desde el mediodía y mientras
tanto en Córdoba, todo se paralizó sobre la una de la tarde.
Fueron 77.000 los espectadores que se congregaron en la cancha de
River para asistir a la apertura del mundial.
Como despliegue inicial, 1600 chicos, alumnos secundarios de colegios
privados y oficiales de la Capital y el Gran Buenos Aires maravillaron a todos
con una exhibición de esquemas. Eran dirigidos por la profesora Beatriz Marty
de Zamparola, ayudada por los profesores José Bravo, Beatriz Monopolis de
Buich y Marta Frías. Habían comenzado a ensayar desde octubre de 1977,
durante dos horas - tres veces por semana-. Vestían pantalones y buzos
blancos, polera blanca con una V celeste, una remera celeste debajo y una
campera impermeable blanca. Fue un día claro y limpio, nítido como la palabra
Argentina que dibujaron esos cientos de cuerpos jóvenes, luego se
transformaban en banderas y símbolos; todo el color inundaba como un
torrente loco jugando a desbordar todos los límites.
Discursos de bienvenida fueron leídos tanto por, el presidente de
la Nación, teniente general Jorge Rafael Videla;
…"Y es justamente la confrontación en el campo deportivo, y la amistad en el
campo de relaciones humanas que nos permiten afirmar que es posible aún
hoy en nuestros días la convivencia en unidad y en la diversidad, única forma
para construir la paz"…
También participó de ese discurso el representante de la Asociación de Fútbol
Argentino (AFA), Alfredo Cantilo:
…"Aspiramos a que la justa deportiva que nos congrega constituya en ocasión
de cada encuentro una verdadera fiesta en la que los competidores revelen alta
capacidad física y técnica, inteligencia y fibra moral, hidalguía y entereza.
Aspiramos a que los millones de espectadores que seguirán por
distintos medios el desarrollo de este torneo encuentren en él motivo de sano
esparcimiento, franco optimismo y fraterno lazo de unión entre todos los
pueblos"…
Luego, exactamente a las tres de la tarde, el árbitro Coerreza, hace sonar
el silbato que da comienzo al primer partido del mundial.
Ganamos el Mundial
Argentina Campeón:
Cinco triunfos, una derrota frente a Italia y un empate con Brasil, componían el
camino hecho por la selección nacional en el torneo mundial de fútbol.
De los corazones jamás se borrará el sentimiento que dejó el triunfo
frente a Holanda por 3 a 1 en el partido por la final de la copa del mundo. Tener
la copa significó el compromiso de todo un país cumplido con hidalguía, brillo y
perfección.
La copa ya no estaba....
...Los propietarios, eran 25 millones. Y el júbilo inundaba las calles, los
corazones y todo el país festejaba. Argentina campeón del Mundial '78, su
Mundial.
La gloria viene dando la vuelta olímpica. Anónimos hombros soportan el
peso de los héroes. No hubo distinciones, estábamos todos, se vio, UNA SOLA
BANDERA, la de Argentina. Se había aprobado un examen muy exigente.
El Gobierno Militar
"Según datos oficiales, la inflación de 1975 ha sido de 334,8 por ciento. La
deuda ronda los siete millones de dólares. Los empresarios disponen un cierre,
exigiendo correcciones a la economía. La UCR convoca a todos los partidos
políticos en defensa del orden constitucional, cuya quiebra , asegura, sería "un
trágico error". Caen en La Plata catorce extremistas enfrentados con las
fuerzas de seguridad, al intentar dinamitar el Hipódromo. Otro grupo ataca el
Comando General del Ejército." (noticia de conocido periódico de la época)
El 23 de marzo de 1976, la presidenta María Estela Martínez
de Perón no pudo regresar a la residencia de Olivos. El helicóptero que la
transportaba fue desviado al Aeroparque de Buenos Aires y, desde allí fue
trasladada a un confinamiento en el sur. El 24 de marzo, una Junta Militar
integrada por el general Videla, el almirante Massera y el brigadier Agosti dio a
conocer al país el acta del llamado PROCESODE REORGANIZACIÓN
NACIONAL, cuando apenas faltaban menos de siete meses para la celebración
de elecciones presidenciales.
Hechos:
Fueron disueltos la Corte Federal y el Parlamento, y se prohibieron las
actividades políticas y gremiales.
El ministro de economía, Alfredo Martínez de Hoz, liberalizó los precios,
los depósitos bancarios y el manejo de divisas, suprimiendo
el monopolio estatal en la comercialización de carnes y granos, aumentando
las tarifas de los servicios, los combustibles y la energía, al tiempo que
anunciaba la apertura al capital privado de la actividad petrolera.
Respuestas:
Se aceleró la espiral de la violencia. Así, perdió la vida el 18 de junio el
jefe de la Policía Federal, general Cesáreo Cardoso, en un atentado ocurrido
en su propio domicilio. Pocas semanas después, el 20 de julio, fueron abatidos
el comandante del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y su lugarteniente
en un enfrentamiento que también costó la vida a algunos miembros de las
fuerzas armadas.
Las F.F.A.A. se propusieron, frente a todas las situaciones de amenazas,
desarticular, acallar y eliminar a los sectores que protagonizaban estas
revueltas. Desde un primer momento, se había intensificado la lucha contra
los grupos insurreccionales instalados en Tucumán, que habían adoptado la
forma de la guerrilla rural. En las ciudades, el tipo de acción predominante de la
guerrilla era diferente y exigía una mayor tarea de inteligencia para combatirla.
En ambos casos, el objetivo prioritario del Ejército, la Aeronáutica y la
Marina fue terminar con los grupos armados, pero también remover aquellos
sectores que , sin participar activamente en grupos armados de izquierda, se
constituían en un firme apoyo.
La Represión:
Según el Diccionario Enciclopédico Espasa, REPRESIÓN significa: 1- Acción y
efecto de represar y reprimir (contener, refrenar por la fuerza el desarrollo de
algo)
2- Acción generalmente del poder, para contener, detener o castigar con
violencia actuaciones políticas o sociales.
Efectivamente, podemos hablar de represión por parte de las Fuerzas
Armadas. Las juntas militares llevaron a cabo una detallada planificación a nivel
nacional de la forma en que actuarían para detener los actos de ciertos grupos.
Se montaron centros de detención clandestinos y los denominados
grupos de tareas procedieron al arresto de personas, en su gran mayoría
jóvenes, sin recurrir a las vías judiciales. Este fue el origen de los llamados
DESAPARECIDOS: víctimas de la represión cuyo paradero o restos en la
mayoría de los casos nunca fueron identificados.
Los detenidos-desaparecidos no eran solo miembros de agrupaciones
armadas; simpatizantes de la guerrilla, activistas sociales e integrantes de
comisiones internas de fábricas también fueron objeto de los grupos represivos.
En definitiva, la represión se hizo sentir sobre toda expresión de protesta o
cualquier proyecto de una sociedad alternativa.
¿En qué consistía?
En los centros de detención se aplicaban sistemáticamente
diversos métodos de tortura para extraer información de los detenidos.
En casos, la detención ilegal de ciudadanos culminaba con la muerte. De
acuerdo con investigaciones realizadas por la Comisión Nacional sobre
Desaparición de Personas (CONADEP), alcanzó una cifra de 9000 personas,
mientras que organismos de derechos humanos denuncian alrededor de
30000. Asimismo se registraron numerosos casos de apropiación ilegítima
de niños nacidos durante el cautiverio de sus madres desaparecidas. El grueso
de este accionar se desarrolló hasta 1978, cuando ya era un hecho la
desarticulación del ERP y Montoneros.
Las llamadas Madres de Plaza de Mayo son aquellas mujeres que
comenzaron a organizarse desde los primeros años del gobierno militar para
indagar sobre el paradero de sus hijos y nietos. Así nació una de las
agrupaciones pioneras de la resistencia en contra del gobierno militar.
Los ´70: El tiempo en el que se perdió la cabeza:
Según Félix Luna, los argentinos recordaremos los años ´70 "como el
tiempo en que perdimos la cabeza", ya que nada sensato pudo prevalecer, y
por el contrario las acciones políticas más locas, las consignas más
desprovistas de sentido, los actos más crueles e inhumanos fueron aplaudidos
de un lado y de otro del espectro político y social.
La pregunta ¿qué nos pasó en la década del setenta?, se contestó
simplemente con que: los argentinos no creíamos en la democracia.
Sucesión de problemas:
Ya en el año '77, noticias para nada auspiciosas se encontraban en la
Argentina.
La inflación acumulada durante el año anterior (334,8 %), había llegado
ahora al 347,5%. Jaqueado por infortunios diversos, el país, no renunció a
intentar avanzar en diversos frentes, con el propósito de autoabastecimiento de
combustibles, se adquirió la plataforma petrolífera de General Mosconi, para
ser utilizada por YPF para trabajos de cateo y extracción de petróleo frente a
las costas argentinas.
Otros acontecimientos reclamaban la atención de la sociedad. En febrero,
desaparecería el ex secretario general de Luz y Fuerza. Días más tarde fracasó
un atentado contra el avión en que viajaba el general Videla.
La situación trascendería en el plano internacional. Problemas con
EE.UU., debido a denuncias hechas por parte del presidente Jimmy Carter,
referidas a violaciones de los derechos humanos, también teñirían un año no
muy grato para el pais.
El 23 de noviembre, un terremoto con epicentro en Calingasta, en la
provincia de San Juan, arrasaría con la ciudad de Caucete y el valle de Tulum,
con un trágico saldo: más de setenta muertos, trescientos heridos y diez mil
personas sin hogar.
Otro contratiempo en el plano internacional constituyó el rechazo de un
lado internacional que no favorecía a nuestro país en la cuestión limítrofe
pendiente con Chile, en la zona austral, estuvo a punto de hacer estallar
la guerra entre las dos naciones. En 1979, se zanjó la dificultad al aceptar, los
dos países, la mediación papal, que incluía la desmilitarización de los litigantes.
El intento de maquillar la realidad
Como ya sabemos, el Mundial de Fútbol fue celebrado en nuestro país sobre el
año 1978. Saliendo como vencedor el seleccionado nacional.
Fuera y dentro del país se quiso demostrar que los argentinos éramos
"derechos y humanos". El hecho fue vivido con euforia por toda la población,
que encontró un escape al estado general de inseguridad en que se vivía.
- A pesar de todo lo que pasó antes del 24 de marzo de 1976: caos, violencia,
falta de garantías, atraso, corrupción.
- A pesar de los dos años perdidos sin levantar un solo ladrillo del Mundial.
- A pesar del asesinato del general Actis, presidente del EAM. Un crimen que
intentó vanamente detener la marcha del Mundial.
- A pesar del boicot contra el Mundial organizado por terroristas en varias
capitales de Europa.
- A pesar de la falta de fe de muchos argentinos, que hasta una semana antes
repetían: No se hace, lo suspenden.
- A pesar de tropiezos menores que se magnificaron: por ejemplo, el error que
provocó la quema del pasto de River.
- A pesar de que no pudimos terminar el Aeropuerto de Ezeiza.
- A pesar de que nos molestó la campaña que nos persuadía de que
tratáramos bien al turista. Nunca los tratamos mal pero la campaña fue positiva:
esta vez los tratamos mejor que nunca.
- A pesar de la sana polémica entre el doctor Juan Alemann y el general
Antonio Luis Merlo sobre hacer o no hacer el Mundial. Los dos, desde sus
distintas posiciones, estaban a favor del país.
- A pesar de nuestro vetusto sistema telefónico: hay que admitir que ENTel hizo
más de lo que puede, y que gracias a eso hoy se puede hablar en minutos a
cualquier parte del mundo.
- A pesar de los cortes de tránsito que tanto nos molestaban. Gracias a esos
cortes hoy tenemos formidables avenidas, y llegar y salir de los estadios es
fácil y rápido.
- A pesar de la bomba que estalló en el Centro de Prensa.
- A pesar de los que fueron detenidos por revender entradas.
- A pesar de los 700 millones de dólares que costó. Por primera vez los
argentinos sabemos lo que cuestan las cosas, y pagaremos esa deuda aunque
no resulte fácil.
- A pesar de la polémica de los papelitos, que después de todo aportó humor.
- A pesar de las dudas de los expertos en mundiales, que dijeron, "no hay
tiempo".
- A pesar de las precipitadas ofertas de otros países para ser escenario de
recambio porque "Argentina no llega al primero de junio con todo listo".
- A pesar de las consignas subversivas que circularon clandestinamente con
instrucciones para alterar el orden.
- A pesar de nuestra falta de experiencia para televisar a gran nivel: las
cámaras funcionaron como engranajes bien aceitados, casi, a 10 puntos.
- A pesar de nuestra escasa infraestructura hotelera: en menos de dos años,
levantamos hoteles modelos y vencimos una enfermedad que parecía crónica.
- A pesar de nuestros aviones siempre llenos y con lista de espera cerrada:
nadie se quedó a pie.
- A pesar de los prejuicios de ciertos periodistas extranjeros que empezaron
criticando y ahora elogian.
- A pesar de los que proponen la falsa opción: "En lugar del mundial,
hospitales". Podemos hacer las dos cosas.
A pesar de todo y contra todo... los argentinos hicimos el mundial!!
Tiempo después las preguntas sobre si el mundial fue "comprado" para tapar
problemas internos del país parecían perseguir las alegrías vividas por ese
acontecimiento. Lo cierto es que, pasado ese estado de excitación
generalizada, las cosas volvieron a su situación anterior.
Señala Benedicto XVI que "sólo de Dios tiene la verdadera Revolución,
el cambio decisivo para el mundo" y sostiene que "al poder estridente y
prepotente de este mundo, él contrapone el poder inerme del amor, que en la
cruz - y después siempre en la historia- sucumbe y, sin embargo constituye la
nueva realidad divina, que se opone a la injusticia e instaura el reino de Dios".
CONCLUSIÓN
Este triunfo trascendió el plano meramente deportivo. Mientras el país salía a la
calle para expresarse "bajo el férreo magnetismo del fútbol", el gobierno lo
asumió como un logro político del régimen, una cuestión de Estado.
Se quiso utilizar la auténtica pasión futbolera de nuestro pueblo para
desviarlo de otras preocupaciones. Argentina se mostraría ante el mundo como
"ganadora", "invencible", aunque solo por haber triunfado en el plano deportivo.
"La violencia engendra violencia", sostenía Pablo VI, y este es un tema
tan antiguo como el ser humano, ya que la historia del hombre está marcada
por la muerte y la destrucción ocasionada por sus excesos.
Las agresiones físicas, el terrorismo de cualquier signo, las ataques
psicológicos, las amenazas, la discriminación, la tortura, los atentados contra el
derecho de las personas, la injusticia, el abuso de poder; son algunas de las
formas que la violencia asume contra los demás.
Durante los años de la última dictadura militar, autodenominada Proceso
de Reorganización Nacional, culminó el ciclo de la violencia política, pero el
Estado utilizó de manera clandestina sus instrumentos represivos, contra un
blanco que excedió ampliamente a los partidos armados, ya en proceso de
extinción. Se sobredimensionó al enemigo o "el fin justificó los medios".
El progresivo involucramiento de las fuerzas armadas
en funciones policiales y la correspondiente militarización de la Policía,
favoreció la generalización del uso de la tortura. La desaparición de personas y
el robo de niños fueron tan o más violentos que la tortura física de los
detenidos.
Si no hay justicia, no hay perdón y mucho menos olvido, ya que nada
justifica la violencia. Es en la búsqueda de la paz que el hombre se realiza,
como dice el Concilio Vaticano II "Es absolutamente necesario el firme
propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad y
el apasionado ejercicio de la fraternidad en orden a construir la paz. Así
también la paz es fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede
realizar…", toda sociedad se necesita líderes que busquen la paz en un
quehacer continuo y responsable y no que impongan su autoridad con violencia
y despotismo.
Señala Benedicto XVI que "sólo de Dios tiene la verdadera Revolución, el
cambio decisivo para el mundo" y sostiene que "al poder estridente y
prepotente de este mundo, él contrapone el poder inerme del amor, que en la
cruz - y después siempre en la historia- sucumbe y, sin embargo constituye la
nueva realidad divina, que se opone a la injusticia e instaura el reino de Dios".

La Falta de Valores en los Alumnos


INTRODUCCIÓN

Actualmente la sociedad se encuentra viviendo diversos cambios, algunos no tan perceptibles,


otros mas evidentes y pocos de los que a pesar de las diversas evoluciones del contexto,
siguen causando no solo polémica si no que continúan con gran influencia en el mismo y aun
sobre todo en las formas de vivirlo, nos referimos a los valores con los que tanto niños, jóvenes
y adultos se desenvuelven dentro de la sociedad y que de manera directa dirigen el rumbo de
la misma, dicho tema es el que trataremos de exponer mas profundamente al interior de estas
paginas; con el fin de que la enseñanza de los mismos sea mas efectiva y productiva, tanto
para el docente como para el alumno y por ende se traduzca con éxito en la sociedad, pues
recordemos que como docentes formadores, tenemos en nuestras manos las generaciones del
futuro, es decir, quienes conformaran las futuras sociedades.

Como educadores no podemos estar ajenos a esta problemática, pues diversos programas, se
ponen en marcha dentro de las escuelas para la mejora de las conductas de nuestros alumnos,
haciendo alusión a la gran necesidad de direccionar el rumbo de la sociedad carente de dichos
valores, es común escuchar en los noticieros, leer en los periódicos o simplemente vivir en
nuestro entorno, diferentes situaciones que se derivan por la carencia en la practica de estos.

Por ello como seres humanos contamos con facultades superiores que nos permiten
desarrollar valores, potencialidades y cualidades, los cuales nos proporciona la oportunidad de
regular nuestras conductas y actitudes ante la vida diaria, lo ideal seria que cada uno de estos
elementos fuera encaminado positivamente hacia un bienestar en común. Son muchos
quienes piensan que la educación en valores debería estar presente en los procesos educativos
de la educación y nadie se opone a ello.

Desde nuestra perspectiva los valores son creaciones humanas que tenemos que desarrollar
en los alumnos para que estos construyan una sociedad dinámica, evolutiva y que sean
capases de reflexionar ante una problemática social que se les presente en la vida diaria, pero
también es importante que los valores se transmitan y asimilen por aprendizaje social no solo
a la espera que sea la educación quien se encargue de transmitirlos a los estudiantes. Los
valores son fruto de la reflexión colectiva de los grupos humanos y de la acción comunicativa
sobre los modos de satisfacer las necesidades humanas naturales y culturales y de mejorar las
situaciones personales y sociales, imaginando otras situaciones individuales y colectivas
deseables y posibles.

Para (Schwartz, 1990) los valores son representaciones cognitivas inherentes a tres formas de
exigencia universal: las exigencias del organismo, las reglas sociales de interacción y las
necesidades socio-institucionales que aseguran el bienestar y el mantenimiento del grupo.

El concepto de los valores constituye una fuerza interior profunda que define y caracteriza a la
persona, que da identidad y aglutina los grupos humanos. Son aquellas cualidades positivas
que influyen en ti al tomar decisiones, regulan tu conducta, son guías que orientan la vida de
las personas y permiten decidir sobre lo que está bien y lo que está mal. La comprensión clara
de un valor capacita para tomar decisiones que concuerden con aquello que se cree.

1.1 ¿QUÉ SE ENTIENDE POR VALOR?

Concepto de valor aparece en la literatura especializada moderna, por primera vez en el


campo económico, es precisamente Adam Smith quien lo utiliza, posteriormente quienes más
han desarrollado este concepto son los filósofos a grado tal, que a finales del siglo XIX surge
una disciplina, parte de la filosofía, conocida con el nombre de Axiología o Teoría de los
Valores, entre sus principales representantes cabe mencionar a Alexius Meinong (1848-1915),
H. Lotze (1817-1881) y W. Windelband (1817-1881).

Los valores son guías que el hombre obtiene a lo largo de su vida y que ayudan a formar su
personalidad para orientar correctamente su conducta, en donde cada individuo tiene su
propia escala de valores, los cuales se aprenden viviéndolos a través de la práctica con los
demás y expresándolos siempre.

1.1.1 LA ADQUISICIÓN DE LOS VALORES

Es común pensar en la familia como primera instancia para la adquisición de los valores en
cualquier individuo. Retomamos lo que nos dice Savater: “Los valores humanos se adquieren
con el ejemplo”. La familia estimula las primeras relaciones humanas, fomenta valores y
establece las normas de convivencia social en el niño; pero, en la escuela se enriquecen los
valores y normas que cada niño lleva y que lo hacen auténtico, por lo cual el profesor requiere
conocer a sus alumnos para que con respeto los lleve a reflexionar sobre la dinámica de vida
social en la que se desenvuelve y en la que deben participar de manera armónica. La educación
es el medio que forma a las personas de acuerdo a un determinado modelo social. En la
educación se pretende que el hombre reflexione sobre el mundo y la realidad que vive dentro
de la sociedad a la que pertenece. Además, las escuelas contribuyen a la educación moral
como socialización, porque trasmite normas y significaciones de valor que se consideran
positivas. Así pues, creemos que formar en valores, en términos de la institución escolar,
significa asumir cambios profundos, en lo que se pretende objetivamente en los programas.

Se requiere continuar con la revisión de los planes y programas de estudio interrelacionando


todas las asignaturas con los valores.

Axiología “(del griego axios, “lo que es valioso o estimable” y logos, “ciencia”), teoría del valor
o de lo que se considera valioso. La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino
también de los valores negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo
es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. Axiología: “Parte de la filosofía
que estudia la naturaleza de los valores (lo bello, lo bueno, etc.) y su influencia”
Históricamente, la sociedad se rige por sus principios de valores. Se dice que sólo lo valioso es
digno de vivirse, de construirse, de defenderse y en este contexto esos principios valorativos
rigen la conducta y acciones de los seres humanos en todos los ámbitos de su vida. Lo anterior
se puede constatar en cada uno de los actos que se realizan, siempre hay necesidad de
evaluar, es decir, de emitir un juicio de valor acerca de algo o alguien. Un valor es un
fenómeno en el que está presente la relación entre lo subjetivo y lo objetivo, que de una u otra
manera expresa a nivel superior la personalidad del individuo. Un ser humano sin valores,
puede ser conocido como ser viviente, como un organismo, como un elemento más de la
naturaleza, pero nunca como una persona que piensa, siente, actúa y en su actuación expresa
siempre determinados valores, es decir, formas determinadas de concebir y apreciar a la
realidad, a la sociedad, a las demás personas, sus relaciones y acciones, y a la naturaleza en
general. De este modo, se asume la definición de Fabelo Corzo donde se dice que un “valor es
la significación socialmente positiva de los objetos y fenómenos de la realidad”. Los valores son
un factor fundamental en la vida social del ser humano, ya que sin ellos sería difícil la sana
convivencia entre los individuos si consideramos, que ciertas conductas humanas son
determinadas anteriormente por los valores. Los valores son ideas que comparten y aceptan
los integrantes de un sistema cultural y que influyen en su comportamiento. Se refieren a
pautas deseables de conducta individual y colectiva, que proporcionan los parámetros que
determinan conductas que son apropiadas.

Estas conductas deseables son adquiridas a través de la educación, de la transmisión de


conocimientos, por lo que desde el punto de vista educativo, son considerados referentes o
pautas que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización
de la persona. Son guías que dan orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de
cada grupo social.

Este concepto abarca contenidos y significados diferentes. En sentido humanista, se entiende


por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella.
El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir
la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso; es más valioso trabajar que robar. La
práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo
despoja de esa cualidad. Cuando se habla de valores es importante mencionar que el
comportamiento del hombre siempre presenta una dualidad, por lo que no debemos
olvidarnos que cada individuo oscila entre extremos opuestos; dando a los valores una
tergiversación tal que su imagen se ve difuminada y por otra parte, en algunas ocasiones existe
el desinterés o ignorancia respecto a los valores.

La convivencia humana a lo largo de la historia ha sido posible gracias a los valores, que se
enseñan mediante el ejemplo. El fin último de la educación debe ser inculcar y fortalecer una
sólida formación en valores a fin de crear, no hombres sabios, sino hombres virtuosos. Desde
un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o
abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la
realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida
de cada individuo y de cada grupo social.

Desde una perspectiva idealista, La escuela fenomenológica considera que los valores son
ideales y objetivos; valen independientemente de las cosas y de las estimaciones de las
personas. Así, aunque todos seamos injustos, la justicia sigue teniendo valor. En cambio, los
realistas afirman que los valores son reales (valores y bienes son una misma cosa).

Todos los seres tienen su propio valor. En síntesis, las diversas posturas conducen a Inferir dos
teorías básicas acerca de los valores, dependiendo de la postura del objetivismo o del
subjetivismo axiológico. El aprendizaje de los valores y de las actitudes es un proceso lento y
gradual en donde influyen distintos factores y agentes. “Aunque los rasgos de la personalidad y
el carácter de cada quien son decisivos en su adquisición, también desempeñan un papel
indiscutible las experiencias personales previas, el medio donde crecemos, las actitudes que
transmiten las personas significativas, la información y las vivencias escolares, los medios
masivos de comunicación”.

Los valores morales son aquellos que perfeccionan al hombre en lo más íntimamente humano,
en pocas palabras, el valor moral o ético es el que hace virtuosa a la persona, haciéndola más
humana, con mayor calidad como persona; surgen primordialmente en el individuo por influjo
y en el seno de la familia, y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad,
el trabajo, la responsabilidad, etc., y se dan únicamente en actos o productos humanos.

Sólo lo que tiene una significación humana puede ser valorado moralmente. Para que se dé
esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las
personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y
maestros. Es además indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas
muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Además es de suma importancia la comunicación de la familia. Cuando el niño ha alcanzado la


edad escolar se hará participe de esta comunicación abierta, en la toma de decisiones y en
aportaciones sobre asuntos familiares. Posteriormente estos valores morales adquiridos en el
seno de la familia ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social.

De este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la sociedad.
Recordemos que una persona valiosa, es una persona que posee valores interiores y que vive
de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces, lo que valen sus valores y la manera en como los
vive. Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas
o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la
realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida
de cada individuo y de cada grupo social.

Los jóvenes, como los adultos, se enfrentan a un mundo de problemas y decisiones que
reflejan la complejidad de la vida del hombre. En estas decisiones están en juego los valores
como fuerzas directivas de acción. Éstos con frecuencia entran en conflicto; en parte por la
poca claridad del sistema de valores de la sociedad y la desorientación de la existencia
humana.

2.1 CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES

¿Qué hace que algo sea valioso? La humanidad ha adoptado criterios a partir de los cuales se
establece la categoría o la jerarquía de los valores.
Consideramos los siguientes criterios como más significativos para nuestra investigación:
Durabilidad: Los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que son más
permanentes en el tiempo que otros.

Integralidad: Cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible.

Flexibilidad: Los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas.
Satisfacción: Los valores generan satisfacción en las personas que los practican.
Polaridad: Todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; todo valor conlleva un
contravalor.

Jerarquía: Hay valores que son considerados superiores (dignidad, libertad) y otros como
inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no
son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo progresivamente a lo largo de la vida de
cada persona.

Trascendencia: Los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida
humana y a la sociedad.

Dinamismo: Los valores se transforman con las épocas.

Aplicabilidad: Los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones
prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.

Complejidad: Los valores obedecen a causas diversas, requieren complicados juicios y


decisiones.

Subjetivos:
Los valores tienen importancia al ser apreciado por la persona su importancia es la apariencia
no para los demás. Cada una los busca de acuerdo con sus intereses.

Objetivos:

Los valores son también objetivos porque se dan independientemente del conocimiento que
se tenga de ellos. Sin embargo, la valoración es subjetiva, es decir, depende de las personas
que lo juzgan. Por esta razón, muchas veces creemos que los valores cambian, cuando en
realidad lo que sucede es que las personas somos quienes damos mayor o menor importancia
a un determinado valor.

3.1 LA FAMILIA Y LOS VALORES

La familia posee una significación positiva para la sociedad y en tal sentido es ella misma un
valor. Como forma primaria de organización, es el primer grupo de referencia para cualquier
ser humano. Y lo ha sido siempre: hubo familia antes de existir clases sociales, antes de que
aparecieran las naciones, antes de que se concibiera siquiera cualquier otro tipo de vínculo
humano.

La familia es la mayor y la mejor fortaleza que se pueda tener para enfrentar cualquier tipo de
adversidad, por constituir el espacio natural donde se dan los valores como el respeto, la
solidaridad, el amor, la confianza y la unión.

Es a través de los vínculos afectivos prevalecientes al interior de la familia, sobre todo en


relación con los niños, se produce la apropiación del lenguaje como medio fundamental de
comunicación y socialización, es en ese marco donde se aprende a sentir, a pensar, a concebir
el mundo de un determinado modo y se reciben las orientaciones primarias de valor.

Los valores son elementos muy centrales en el sistema de creencias de las personas y están
relacionados con estados ideales de vida que responden a nuestras necesidades como seres
humanos, proporcionándonos criterios para evaluar a los otros, a los acontecimientos tanto
como a nosotros mismos. Por lo tanto la familia constituye el medio por el cual el sujeto en
formación, el niño, recibe las primeras informaciones, aprende actitudes y modos de percibir
la realidad, construyendo así los contextos significativos iníciales. La familia es un punto de
partida arbitrario ya que es al que más fácilmente podemos acceder. Como parte integrante de
la red social más amplia es portadora de un sistema de ideas, creencias, valores, actitudes que
tamiza a través de su propia dinámica, de sus mitos y rituales.

Los valores constituyen un complejo y multifacético fenómeno que guarda relación con todas
las esferas de la vida humana. Están vinculados con el mundo social, con la historia, con la
subjetividad de las personas, con las instituciones, etc. Realmente vivimos un mundo lleno de
valores. Y, por supuesto, uno de los ámbitos fundamentales donde los valores tienen su
asiento es en la familia.
Los valores, las reglas, los ritos familiares están al servicio de la estabilidad familiar, funcionan
como sello de identidad para las distintas familias, están al servicio del sentido de pertenencia.
Por otro lado, existen fuerzas internas y externas, como el proceso evolutivo de los miembros
de una familia.

Desde esta perspectiva, la familia aparece como el mejor contexto para acompañar a la
persona para transitar los cambios que implica necesariamente la vida. Es así que los valores
nos orientan, nos hacen comprender y estimar a los demás, pero también se relacionan con la
imagen que vamos construyendo de nosotros mismos y se relaciona con el sentimiento sobre
nuestra competencia social.

4.1 La Sociedad y los Valores

Al nacer, no somos ni buenos ni malos, desconocemos las normas que rigen nuestra familia o
cualquier otro circulo social. Nuestra conciencia ética se va desarrollando con el paso de los
años.

Pero, necesitamos una guía para saber que actos son correctos o incorrectos, lo que está bien
o lo que está mal dentro de la sociedad a la que perteneceremos. Por eso es tan importante
enseñar los valores cívicos que les permitan desarrollarse y convivir en una sociedad plural.

Los valores son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportamos y que
están de acuerdo con aquello que consideramos correcto.

Hay algunos valores fundamentales que todas las personas debemos asumir para poder
convivir unos con otros y que son importantes tener siempre presentes y cumplir sin
perjudicar a nadie. La adquisición de valores acordes a la sociedad, depende, como casi todo
en la vida de los humanos, de sentirse querido y seguro, de desarrollar lazos estables con los
padres y de tener confianza en sí mismo. Sólo sobre una base de amor y seguridad podrá
aprender e interiorizar los valores éticos correctos. Lo más importante: el ejemplo que dan los
padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de ceder el asiento, de
repartir lo que les gusta, de renunciar a algo, de defender a alguien así como el respeto por las
personas como con sus cosas, etc.

Un comportamiento de los padres que transmite tolerancia, respeto, solidaridad, confianza y


sinceridad empapa a los infantes, de todos estos valores y haciendo que aprendan a actuar
respetándolos siempre.

A veces, parece como si nada escapara a la atención de los niños pequeños, y aunque la
imitación no es el único mecanismo de aprendizaje que tienen los niños, es el primero y sienta
las bases de un aprendizaje futuro. Como los niños imitan permanentemente a la gente que los
rodea, es lógico que de igual forma imiten conductas que transmiten los medios de
comunicación.
El hecho de vivir en sociedad nos lleva a desarrollar otros valores considerados “sociales” los
cuales tienen como propósito la sana convivencia entre los individuos que componen una
misma sociedad, aceptar los valores sociales a menudo significa renunciar a los deseos
personales, pues convivir es aprender a tolerar, comprender las diferencias y limitar la propia
voluntad.

5.1 LA ESCUELA Y LOS VALORES

Actualmente se habla mucho de la necesidad o la ausencia de los valores en distintos campos


de la vida social, pero especialmente en la escuela. Todos tenemos, en el conocimiento y en la
realidad de la vida, la experiencia de lo que son los valores.

Los valores valen y valen porque son. Son una realidad en el orden del ser, del ser real del ser
de las cosas, del ser del hombre en lo individual y en lo social.

En ese sentido entonces, el valor es una realidad que tiene tres características fundamentales
primero, es una realidad que conviene; segundo, es una realidad que perfecciona; y tercero, es
un realidad que se relaciona con todos los seres que hay en el mundo. Esto, en términos
educativos, tiene una enorme importancia, si la educación ha de ser humanista, es decir,
promotora de la perfección de los seres humanos entonces necesariamente deberá ayudar a
promover los valores que convienen, perfeccionan y desarrollan a todos los seres humanos.

Por tanto, educar en valores, exige, entre otras cosas, conocer la realidad objetiva. Por eso es
tan importante en el plano educativo tener una idea aunque sea general de la clasificación de
los valores que todos vivimos en nuestra vida, por ejemplo desde el punto de vista de su
realidad y contenido.

Así, tenemos valores materiales, valores biológicos, valores psicológicos, valores espirituales y
se podría seguir señalando otras categorías, las cuales tienen que ver con el ser humano.

Uno de los objetivos de la educación básica y media superior es proporcionar a los niños
herramientas, conocimientos, actitudes, valoraciones y disposiciones éticas que les ayuden a
participar de manera democrática y civilizada en su sociedad.

El tema de los valores es un problema acerca de la responsabilidad humana y el significado del


hombre en su interacción en su mundo que lo rodea, entre lo que es o que debería ser, no solo
es un problema, si no ¨el problema¨ por excelencia de los dilemas humanos. Ello a provocado
que, en el nivel internacional, tanto la política como la educación deban replantear sus
objetivos, prioridades y métodos de trabajo, de manera que a ultimas fechas la UNESCO y
otros organismos internacionales han declarado que los fines educativos del hombre deben
dirigirse, de modo impostergable, en primer termino hacia la educación moral y en segundo
hacia el desarrollo de valores y actitudes (Marin-Ibañez, 1987; Rassek y Vaidenu, 1987).

Lo anterior a llevado a concluir que es necesario un cambio inminente en los compromisos y


acciones educativas que generen nuevos conocimientos y promuevan la ejecución de
estrategias, métodos y técnicas novedosas que complemente y fortalezca una verdadera
formación sistemática e integral de la sociedad, de modo que surjan profesionistas y políticos
verdaderamente responsables y sensibles a los problemas de su entorno.

La profunda ignorancia de la educación moderna sobre estos temas a creado una de las
paradojas mas alarmantes de finales del siglo, que se denomina el síndrome del analfabetismo
moral, ya que mientras rinde culto a la información y al simple conocer, no da importancia a la
sabiduría ni al desarrollo de la conciencia; además, dicha educación a mostrado insensibilidad
ante una de las mayores urgencias de hoy en día: producir seres responsables, comprometidos
y críticos de su papel ante las verdaderas necesidades humanas.

El concepto de educación que caracteriza al sistema escolar en las sociedades modernas


engloba igualmente la transmisión de conocimientos y la formación de hábitos, habilidades y
valores. “Desde cualquier escuela emergen valores”.
Hablar del proceso de enseñanza-aprendizaje de los valores en general y de los valores
morales en particular en el sistema formal debería ser, por lo tanto, una actividad que
merecería el mismo tratamiento que los demás contenidos, en lo que se refiere a sus
perspectivas teóricas, a su conceptualización y sus consecuencias prácticas.

Sin embargo, como entre nosotros esta realidad no ha sido así, lo anterior se encuentra
todavía tan alejado del quehacer cotidiano en nuestras aulas, que no es exagerado afirmar que
su posibilidad no pasa de ser la expresión de los buenos deseos de muchos o un ideal.

La educación implica siempre un proceso de socialización. Este proceso es necesario e


inevitable en la construcción de la identidad del educando; pero, para que la socialización en la
escuela contribuya efectivamente a la formación del sujeto se requiere que las redes de
interacción que se realizan dentro y fuera del aula y las regulaciones que dan forma a esas
interacciones llenas de valores y no de seudo valores. Es necesario, entonces, tener muy
claros cuales son los valores que se pretenden fomentar y realizar una socialización consciente
en la que dichos valores estén presentes.

La estrategia educativa en este caso no es otra que la de generar un ambiente escolar cargado
de valores así como el respeto con sus compañeros y profesores.

La educación en los valores no es sólo de carácter informativo, sino que se centra


fundamentalmente en el trabajo de actitudes y procedimientos; es también y sobre todo,
proveer de condiciones, generar climas y ayudar como el andamio lo hace al que trabaja y
construye a recrear los valores, a encontrar formas nuevas de encarnar los ya existentes, hallar
maneras novedosas de valorar su vida y orientarla para que quien aprende sea capaz de
identificar no sólo su lugar en el mundo, sino ser autor y, antes que nada, dueños de sus actos.

6.1 LA CRISIS DE LOS VALORES

Se sabe que continuamente se está hablando de una crisis de valores, que muchas veces se
asocia a una crisis de la familia. Y ciertamente, a pesar de que la familia es la más antigua
forma de organización humana y tal vez el ámbito social donde mayor fuerza tiene las
tradiciones y la tendencia a su conservación, esto no significa que no cambie y que sea una
entidad siempre idéntica a sí misma, dada de una vez y para siempre.

Los cambios en la familia, por supuesto, se insertan dentro de determinados cambios globales
de la sociedad. Hoy mismo estamos viviendo en un mundo muy dinámico, matizado por el
tránsito hacia lo que se ha dado en llamar Posmodernidad. Y esta transición representa un
cambio en la interpretación de los valores.

Decimos que hay una crisis, desde el momento en que nos encontramos en un tiempo
marcado por la prisa, dónde la efectividad y la productividad son las aptitudes más valoradas
en los seres humanos, quitándoles a éstos dicha categoría, mecanizándolos y sistematizando
su trabajo, dejando de lado la reflexión sobre su acción y por ende, impidiéndole su
evolución. La crisis entonces, se constituye en base a las limitaciones que tienen los individuos
para actuar, en no identificar los límites entre una acción y su reacción y sobre todo, en el
miedo al rechazo por parte de la sociedad.

Los valores, como bases para el pensamiento y la acción del hombre, se ven difusos y confusos,
y por tanto, el hombre pretende que éstos ya no son importantes, que los actos que me
colman de beneficios y comodidades, con las clases dominantes de la sociedad, serán los que
en verdad vale la pena realizar. Pensar en valores, es pensar en una red de sujetos, que al
acercarnos a alguno de sus terrenos, podemos trastocar su ideología con nuestras palabras y
acciones, y es tarea del pedagogo, hacer accesible cada uno de los contextos que conforman la
realidad familiar, social y escolar.

6.1.2 QUÉ Y CÓMO EDUCAR EN VALORES, EN TIEMPOS DE CRISIS

Para entender qué es la educación en valores, debemos saber, primero, que la educación, en sí
misma, ya es un valor. La educación en valores es el proceso mediante el cual se guía y se
forma a los alumnos para que sean capaces de utilizar su experiencia axiológica de manera
consciente para construir su proyecto personal de vida. Su objetivo es el desarrollo de
destrezas, hábitos, actitudes y conocimientos, que capaciten a las personas para hacer,
intervenir, comportarse, aprender e interrelacionarse con los demás, en base a valores. Snook
(2003) ya había señalado el nexo entre la teoría ética y la pedagogía en el aula.

Este investigador argumenta que el maestro ético es el que comprende tanto el propósito
moral de la educación y la importancia de considerar el proceso de enseñanza como
esencialmente ética en su naturaleza. La educación en valores implica la adquisición de un
conjunto de competencias, que le capaciten al alumno para aprovechar las oportunidades y
para dar respuesta a las exigencias de su entorno. Busca la formación integral del individuo,
para que este se desenvuelva de manera competente en un entorno social, cultural y personal
diverso (Touriñán, 2006a y 2006b). Por supuesto, es importante hacer énfasis en hecho de
educarlos para que sepan aprovechar las oportunidades, desarrollarse y lograr sus objetivos,
sin perjuicio de los demás, es decir, sin utilizar el conflicto ni la violencia, como instrumentos
para ello (Díaz-Aguado, 1996). La educación en valores constituye un elemento fundamental
para el autoconocimiento y para una óptima integración social y profesional del individuo. Esto
implica "aprender a ser, aprender a respetar, aprender a valorar y aprender a aprender"
(Moreno, Álvarez y Cardoso, 2001).

El hecho de cómo educar en valores y qué tipo de valores debemos transmitir, en el aula, es
una tarea compleja. Para dar respuesta a estas dos grandes interrogantes, debemos partir del
análisis de la realidad global (externa al centro) y específica del aula. La realidad del contexto
global nos muestra que se están acentuando una serie de problemas, que tienen un alcance
universal, como son la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la intolerancia y últimamente, la
corrupción generalizada, en las instituciones públicas y sociales. En este sentido, pese a que
existe discrepancia en la universalización axiológica,

Es prioritario proponer la formación de unos valores éticos y morales universales, que no se


basen en posturas doctrinarias específicas, sino en principios universales, no Perspectivas
sobre educación en valores en tiempos de crisis excluyentes. Asimismo, la realidad del aula es
que la educación en valores no se trabaja como un eje transversal: se enseña valores, de
manera esporádica y casual, y como un contenido más, los objetivos se reducen al contexto
del aula, y la educación de valores personales y ciudadanos cada vez tiende a menos.
Intentado responder a la interrogante de cómo educar en valores en tiempos de crisis,
encontramos las propuestas de Tierno (1992, 1993 y 1996) sobre los valores humanos,
integrados con el modelo de De la Fuente (1999 y 2000), cuando afirman que los valores se
deben trabajar en tres niveles: el nivel cognitivo, el nivel de los sentimientos y afectos, y el
nivel de las acciones o comportamientos. Si la transmisión del conocimiento axiológico es
imprescindible en la formación, es igualmente preciso el contacto directo con los valores y su
vivencia. De entre las diversas estrategias existentes para abordar la controversia social en las
aulas (Morrison, et al. 2005) , la indisciplina (Morrison, et al. 2001), etc., como son las que van
desde buscar una mayor implicación del alumno en el proceso de enseñanza aprendizaje,
mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales en el aula, plantear y desarrollar una
disciplina asertiva, con plena autoridad del profesor, se subraya la tendencia a generar valores
humanistas, teniendo en cuenta las características de los alumnos (Watson, et al. 1998). Con el
fin de definir más esto, se reconoce que el ejemplo vivido es mucho más edificante que las
palabras. Ahora bien, el proceso educativo, que siempre es dinámico, naturalmente permite
realizar cambios que modifican la pertinencia de los valores, de acuerdo con los intereses del
educando. No obstante, el modelo más pertinente, con relación al alcance que la educación en
valores debe tener en la estructura subjetiva del educando es el que se orienta al desarrollo
integral del educando, al logro de la plenitud humana a través del desarrollo del juicio, del
autocontrol y del ejercicio de una conducta clara y coherente (Peiró, 2012a) con los valores
personales y sociales. La base del acto didáctico se puede sintetizar en la realidad de la acción
de cada alumno que, como especificación de la propia humana, no puede ser otra que
“conocer-sintiendo construyendo” (Peiró, 2013, cap. 1). Este modelo, planteado por Peiró
(1982) no busca una adquisición desordenada de valores, tampoco meros temas o
conocimientos ideales, menos provocar sentimentalismos, sino una educación holista (Peiró,
2012b y 2013). La concepción de la educación axiológica funciona de la siguiente manera: el
educando observa y conoce la realidad a través de la percepción (imitación, ejemplo,
vicarianza).

Este proceso se completa con la comprensión y el libre raciocinio-juicio del intelecto


(estimativa). El segundo nivel implica la consecuente vida afectiva relativa al valor que se ha
entendido (nadie ama lo que no conoce); se puede decir que es la inteligencia de los afectos,
que da paso a las actitudes relativas a valores. La importancia de esta dimensión es crucial, ya
que los procesos de aprendizaje, de todo tipo, incluido el aprendizaje de los valores, se
energetizan mediante los sentimientos (pensemos en la levadura en su acción dentro de la
masa de harina amasada). Por último, en esta educación axiológica holista, encontramos la
dimensión del actuar de manera constructiva (Peiró, 1999, 2005, 2012b).

¿Qué se construye? Si se ha efectuado un juicio libre y los valores han sido estimados sin
contaminar emocionalmente la inteligencia, las actitudes predisponen a que cada cual se
formule propósitos que, si los realiza, serían acciones libres. La repetición de tal tipo de actos
en libertad promueve en el escolar de unos hábitos positivos para cada tipo de valor. Entonces
tenemos que uno va acumulando sus características: ordenado, puntual, esforzado, atento,
estudioso, etc. El desarrollo de estas tres dimensiones, integradas y equilibradas daría como
resultado una educación axiológica coherente y sólida personalizada.

Con relación a los tipos de valores, no existe una clasificación única de los valores.

CONCLUSIÓN

Como resultado de esta investigación podemos precisar, que los valores son guías que el
hombre obtiene a lo largo de su vida y que ayudan a formar su personalidad para orientar
correctamente su conducta, en donde cada individuo tiene su propia escala de valores, los
cuales se aprenden viviéndolos a través de la práctica con los demás y expresándolos siempre.

Esto se debe, en gran medida a la transformación de los valores, ya que con el paso del tiempo
se han modificado constantemente, lo que dificulta a la persona su apropiación y práctica, esto
da como resultado que cada quien conciba a los valores de un modo distinto, lo que ha
propiciado una crisis.

La educación en valores es un elemento fundamental para el autoconocimiento y para la


integración social y profesional. Les permitirá, a los alumnos, aprender a ser, aprender a
respetar, aprender a valorar y aprender a aprender. Por tanto, la escuela debe ser el contexto
formal, desde donde se promueva la integración del desarrollo personal, la integración
ciudadana y la tolerancia y solidaridad, en un mundo diverso, y al mismo tiempo global. Los
valores se pueden aprender en contextos informales y formales, especialmente en la familia y
en el contexto escolar. Se pueden aprender o desaprender. En su aprendizaje, el sujeto puede
desempeñar un papel activo, o, por el contrario, puede adoptar valores de manera
inconsciente (Hernández, 2002). Por ello, creemos que es importante organizar y tomar
decisiones previas sobre qué, para qué y cómo se puede trabajar la educación en valores en el
aula

Evidentemente, la educación en valores nos presenta varios desafíos: considerar la educación


en valores como un elemento natural del proceso enseñanza-aprendizaje; formar en valores
universales, pero también en valores determinados por la cultura a la que pertenecen los
alumnos, porque no se puede enseñar en un vacío cultural; construir la escuela como un
modelo de práctica democrática, que permita a los alumnos entender, a partir de problemas
concretos, cuáles son sus derechos y deberes y cómo el ejercicio de su libertad está limitado
por los derechos y la libertad de los demás, y potenciar la formación, en base a una axiología
educativa, para formar individuos y ciudadanos competentes.

Fuentes de información

v Ayala Fernández Marta. “El fomento de la práctica de valores, contenidos en los planes y
programas de educación primaria”. U.P.N, México. 2003. P.40, 44.

v Ayala Rubio, Silvia. Valores en la Enseñanza y Formación de Valores. En Educar. Revista de


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v BARATERÍA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 15, pp. 151-160, 2013,


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v Bautista, Diego Oscar. “La ética en los servidores públicos .U.P.N., México. 2001. P-57

v Baxter Pérez Esther. La Formación de Valores. Una tarea pedagógica. Pueblo y Educación:
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v González, R. y Diez, E. “Educación en valores”. Acción tutorial en la ESO. Madrid. Edit.


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edición, Narcea, S.A. de Ediciones, Madrid, 1985. P, 137

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