Liderazgo - CIAS - Velasco

Durante el curso de tres clases, pude concurrir a dos, la primera y la tercera, por lo que en este
texto voy a intentar desarrollar una reflexión sobre los temas abordados y a su vez lo que me
quedo como aprendizaje central para mi practica política.

En primer lugar, la clasificación de los tipos ideales de liderazgos me permitió ver con
detenimiento las diferentes maneras de llevar a cabo la conducción. Particularmente me genero la
pregunta de si un líder es el que naturalmente tiene las características que lo hacen practicar un
tipo de liderazgo y no otro, o si por el contrario un buen líder es el que sabe y reconoce la realidad
histórica y el contexto que vive para elegir qué tipo de liderazgo desarrollar. En este sentido como
buen aristotélico elijo quedarme con el punto medio y creo que es una conjunción de ambos
extremos: un buen liderazgo se construye desde las características individuales pero a su vez tiene
en cuenta las condiciones históricas y la lectura de la realidad. Aunque también creo que existe un
porcentaje azaroso en esta combinación y los procesos sociales, culturales, políticos y económicos
que exceden al líder y lo ayudan o no en la construcción de su liderazgo.

En este sentido la realidad y la posibilidad de poder leer lo posible y el desarrollo estructural de lo

que pasa es que creo que es la característica fundamental de cualquier líder exitoso. Pero también
siguiendo lo aprendido en el curso hay una característica que es fundamental en la conducción y
esa es la de dar el ejemplo. Con el texto de la multiplicación de los panes de Jesús, vi claramente
como el respeto se gana cuando uno confía en los demás y a su vez se transforma en un canal para
que los demás, además de creer en uno como líder puedan también creer en los otros. En
definitiva creo que un buen líder tiene que tener la visión y la capacidad de verse, reflejarse y
encontrarse en el otro y transmitir la confianza en sus convicciones a los demás para poder en
definitiva brindar sentido a la causa. Un líder es el que puede motivar a un colectivo a organizarse
en pos de un objetivo o una idea, pero debe ser el primero en estar convencido. Es así como lo que
más me impacto del curso fue la idea del desde donde y el para qué. Los discursos de Luther King y
Mujica que vimos, más allá de ser ejemplos de oratoria y de como la palabra orienta a la acción,
me permitieron observar como el postulado del desde donde tiene mucha más fuerza cuando un
discurso es dicho desde el ejemplo de vida propio y desde la lucha de los que todavía no están
incluidos en el sistema. En este sentido un liderazgo transformador debe necesariamente tener
siempre en claro desde donde y a quien le dice lo que dice, pero a su vez debe transmitir algo más
que la palabra, debe convencer desde el ejemplo, desde la visión de la realidad y desde las
posibilidades de lucha por la causa.

Realmente me gusto mucho el curso y me llevo estos conceptos como centrales para mi practica
política, teniendo en cuenta que la realidad siempre es compleja, pero que son las convicciones las
que permiten mantener el rumbo en este camino.

Juan Manuel Cerezo