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LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS

Introducción
I. MARCO TEÓRICO
Antecedentes
Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha tenido un especial interés por la
interpretación de los sueños. Tanto es así que se conocen escritos desde el periodo
babilonio hasta la era de los Seléucidas, entre el 2100 a.C. y el 600 a.C.
aproximadamente (Vinagre, 2011).
Los datos de los sueños se coleccionaban en tablillas elaboradas de arcilla, como
la que se conserva actualmente en el British Museum. Asimismo, se
coleccionaban las llamadas “Claves” de interpretación de sueños, las cuales
venían a ser escritas por especialistas, los escribas de la Casa de la Vida, que eran
un tipo de institución religiosa que recopilaban manuscritos rituales; entre esas
Claves la más llamativa es la del papiro Chester Beatty III (1295-1069 a.C.). En
cuanto a otras obras conocidas, puede hablarse de las referidas en el Antiguo
Testamento, como las historias de José o de Daniel, entre otros más (Vinagre,
2011). En la obra de José se cuenta el odio de sus hermanos hacia él, por ser el
hijo preferido del padre y además por sus habilidades para interpretar sueños. Por
ello le apodaron el Soñador.
Más tarde lo vendieron como esclavo y fue conducido a Egipto, donde Putifar,
eunuco del faraón, lo compró a los ismaelitas. Estando preso, José obtuvo
beneficios de carcelero y del faraón, quienes le otorgaron privilegios por
interpretar sus sueños (Rodríguez, 2013).
Por otro lado, en Grecia se hallaron los tratados de los sueños o del mismo modo
llamados tratados onirocríticos, los cuales servían como guía para la
interpretación adivinatorio de los sueños. De igual forma también se encontraron
los primeros testimonios de interpretaciones de sueños llamadas “tablillas
interpretativas”. Además, en esa época en el siglo V a.C destacaba en específico
un autor el cual fue el creador del libro de sueños más antiguo, Antifonte de
Atenas (Vinagre, 2011). En la misma línea enfatiza otro autor del mismo siglo,
Cleágoras de Fliunte (Vinagre, 2011).
También otro autor que invita especial atención es el gran médico Hipócrates,
debido a que se le atribuía, aunque no de manera unánime, el tratado más antiguo
de los sueños hallado en la civilización occidental, el cual viene a ser titulado
Sobre los ensueños, pero, en realidad se corresponde al libro IV de una obra más
amplia titulada Sobre la dieta (Hipócrates, 400 a.C.). Para Hipócrates el sueño era
un reflejo del estado del cuerpo, así pues, soñar con algo extraño al orden normal
de la naturaleza era síntoma de una anomalía interna del cuerpo, la cual podía
derribar en enfermedad sino se trataban las medidas preventivas oportunas
(Vinagre, 2011). De igual manera en Atenas también se coleccionaban sueños de
personas famosas junto a sus realizaciones tal labor fue realizada por Heráclides
Póntico, quien además era discípulo de Platón. Asimismo, otro autor que recopiló
sueños fue Filócoro de Atenas el cual constituyó ser el más destacable de los
atidógrafos (Vinagre, 2011).
De la misma forma otro discípulo de Platón que destacó fue Aristóteles, del cual
se han hallado dos escritos referidos al tema del sueño. Por un lado, se plantea
que no es un envío divino, sino todo lo contrario demoníaco, y por otro que está
ligado a la divinidad. Además, añade que los sueños podían llegar a revelar al
médico los primeros indicios, no perceptibles durante el día, de una alteración
corporal incipiente.
Más tardíamente Aristóteles en su época de madurez se dedicó a escribir tres
pequeños tratados sobre el sueño, los cuales son: De somno et vigilia, De
insomniis, De divinatione per somnum. El propósito de Aristóteles es explicar por
qué algunos ensueños predicen el futuro. En la misma línea otro discípulo de
Aristóteles también escribió sobre los sueños Dicearco de Mesina, el cual
aceptaba el sueño como método de profecía.
Capítulo 1.
1. El trabajo del sueño.
En el tema de los sueños hay dos aspectos por diferenciar. El contenido manifiesto
y el contenido latente dentro de la teoria de Froid. El contenido manifiesto es el
sueño experimentado de manera consciente y en contraposición el contenido
latente es inconsciente en el propio sueño. Así pues, el contenido manifiesto es el
que forma todo el sueño.
1.1 Componentes del sueño.
La censura.
La censura forma parte del sueño. Esta viene a representar lo que a la conciencia
le parece indecente, es decir, la búsqueda del placer o de ese deseo sexual y es
rechazada de manera consciente por mecanismos inconscientes. Freud tendía a
agrupar las diferentes formas de censura en tres grandes categorías (Ruiz Sánchez,
2001): Omisión-atenuación; se retira el material conflictivo. Modificaciones; se
modifica material. Desplazamiento del acento; consistente en que si algo es
importante pero perturbador en el contenido latente va a aparecer en el contenido
manifiesto como poco importante (Ruiz Sánchez, 2001)

La simbolización.

La simbolización consiste en la forma en que se expresan los contenidos del


sueño. Esos elementos son los del contenido latente (inconsciente) que viene a
manifestarse de manera simbólica en el contenido manifiesto (consciente). La
única diferencia en los símbolos de los sueños es la naturaleza primitiva del que
provengan (Hugh Erdelyi, 1987).

La representación plástica de una palabra.

La representación plástica de una palabra se reseña al hecho de que los sueños se


manifiestan en imágenes sensomotoras concretas, pudiendo incluso llegar a ser
alucinatorios. Esto puede deberse a la desinhibición existente en los sueños (Hugh
Erdelyi, 1987).

La condensación y el desplazamiento.
La condensación es la unión de diversas ideas y su comprensión posterior y el
desplazamiento consiste en transportar las características de un objeto a otro.
Ambos mecanismos se deben a la desinhibición (Hugh Erdelyi, 1987).

La revisión secundaria (o elaboración).

El último elemento del sueño es la revisión secundaria, la cual tiene como


finalidad el intento de defensa de proporcionarle al sueño una manifestación
sensata al contenido manifiesto del mismo, con lo cual los recuerdos no sólo se
vuelven más razonables a la vez que agradables, quedando lo censurado más
olvidado (Hugh Erdelyi, 1987).

Capítulo 2
1. La interpretación del sueño.
El trabajo del sueño consiste en la actividad de la censura hacia el contenido
latente y su posterior revisión secundaria. Por tanto para poder llegar a interpretar
un sueño tenemos que desplegar el mismo, mediante la asociación libre de ese
contenido latente a través del contenido manifiesto que se va narrando del sueño
que se recuerda. Es decir, darle lógica y temporalidad a esos símbolos y
representaciones primitivas del sueño.

2. ¿Cómo se interpreta un sueño?

Para poder llegar a interpretar un sueño lo primero que se debe tener en cuenta es
tener un sueño o, más bien, llegar a recordarlo ya que todos soñamos, el problema
es recordarlo. No se debe hacer esfuerzos por adornarlo ni censurarlo. A
continuación si queremos que sea el terapeuta quien haga la interpretación, éste
deberá tener un conocimiento de la persona que sueña y de su problema, además,
del contexto en el que el soñante haga mención; esto recibe el nombre de
preparación o preámbulo. Por último se fracciona el material del sueño, con un
orden y se pone en práctica la asociación libre en cada fragmento. La asociación
libre consiste en ir diciendo al terapeuta todo lo que te vaya viniendo a la mente
sin censura y así se irá asociando libremente todo el material (Ruiz Sánchez,
2001). Conforme se vaya asociando libremente se va tomando conciencia del
sueño, y por otra parte se puede ir estableciendo y relacionando unos aspectos de
la vida del soñador hasta que alcance una profunda agudeza de su inconsciente
(Ruiz Sánchez, 2001).

3. Límites de la interpretación.

La interpretación de los sueños va a conformar siempre una interpretación


incompleta porque siempre va a carecer de algo. Además es una interpretación
tan compleja en composición y a la vez con cumplimientos de deseo incoherentes
y contradictorios entre sí; puede deberse a la naturaleza inagotable de la
interpretación la cual da origen a nuevos significados (Bornhauser, 2005).
Asimismo al analizar las dificultades interpretativas que creaba esta exhaustiva
labor de la condensación, Freud advertía; “que en rigor nunca se está seguro de
haber interpretado un sueño exhaustivamente; aun cuando parece que la
resolución es satisfactoria y sin lagunas, sigue abierta la posibilidad de que a
través de ese mismo sueño se haya insinuado otro sentido.” (Freud, 1900).
Además, localiza otra refutación, la generación de una interpretación “total”, sin
residuos, la cual parte de la consideración de un elemento manifiesto al interior
del tejido onírico, es decir, su ombligo; éste conformaría una manifestación de
inconsciente, en el cual se anudan las tramas significantes (Bornhauser, 2005). De
esta manera, hay en cada sueño, un tópos inaccesible, que ya no, como en caso de
la condensación, se presenta como una frontera provisoria, una limitación
temporal y pasajera, sino como la noche más oscura, lo desconocido
impenetrable, absoluto y primordial (Freud, 1915). La lección del ombligo es
enseñarnos que el contexto simbólico en sí está siempre perforado sin una lógica
alguna (Bornhauser, 2005).

4. Asociación Libre.
Al interpretar un sueño Freud usaba la asociación libre, el motivo de su utilización
es que mediante el mismo se conduce al descubrimiento de los contenidos latentes
del sueño, debido a que se lleva a su causa original. Otra explicación podría ser
que si un hecho manifiesto se acompaña por el contexto de la asociación libre es
más probable extraer ese contenido latente. Por otra parte también se encuentra
que si se realizan esas asociaciones libres, acaban reapareciendo las señales
críticas para evocar recuerdos que al principio eran inaccesibles. Aunque parezca
sorprendente hasta la fecha no ha habido ninguna confirmación que lo
experimente (Hugh Erdelyi, 1987).
II. METODOLOGÍA
Para el levantamiento de información se empleó la entrevista en profundidad,
debido a su carácter flexible, dinámico y no directivo. Se opto por esta técnica
debido a que, según Taylor y Bogdan (1986, citado en Quecedo y Castaño,2002),
están orientadas a proporcionar un cuadro amplio de las gamas de contextos del
entrevistado; es decir, permite conocer la realidad subjetiva de la persona. En
consecuencia, se exploró de forma breve las siguientes 3 áreas: personal, familiar,
social; obteniendo así información sobre algunos de los contextos en los cuales
se desenvuelve actualmente.
En lo que se refiere a los datos generales del entrevistado, su nombre es Anthony
Farfán García, este es un adolescente de 15 años, de aproximadamente 1,72m, de
tes trigueña; y sin signos aparentes de algún tipo de trastorno. En cuanto a la
comunicación, Anthony se comunicaba con un tono de voz adecuado y un
lenguaje apropiado para su edad.
Los datos que se recabaron de la entrevista a profundidad fueron los siguientes:
 Área Personal
Anthony se describe a si mismo, como un chico tranquilo y centrado en
sus cosas, le gustan las matemáticas y está preparándose en la academia
para postular a la UNI en la carrera de ingeniería civil o arquitectura. Él
comenta que, desde el año actual (2018), ha cambiado su ritmo de vida,
como consecuencia de las nuevas actividades académicas que ha
aumentado a su rutina; Anthony aclara incluso que ha adoptado el hábito
de estudiar por las madrugadas; no obstante, se ha dado cuenta que no
dormir las horas adecuadas dificulta las actividades no académicas.
También menciona que ingresar a la UNI es la única opción que tiene en
mente, ya que las otras universidades estatales no son tan buenas en la
carrera en la que quiere, y que las universidades particulares buenas,
tienen un costo muy elevado. Además, menciona no sentirse cómodo de
su realidad actual, tanto en el sentido económico, como el de aprendizaje,
ya que según menciona, son las dos cosas necesarias para poder triunfar
verdaderamente.
 Área familiar
Anthony menciona que actualmente vive con sus padres; su madre es con
quien mejor se lleva, ya que el percibe que ella lo escucha más y lo apoya
en sus ideas, pero que no ve en ella una figura de orden o responsabilidad;
Anthony comenta que con su padre también se lleva bien, pero que no ve
en él una figura de confianza, ni de orden. Él comenta que la relación entre
sus padres es pésima, que casi nunca se ponen de acuerdo, y que desde
que tienen uso de razón, los ha escuchado discutiendo. Además, Anthony
tiene 1 hermano (26 años) con el cual se lleva bien, y que quisiera
superarlo académicamente, ya que su hermano estudia ingeniería en la
UNAC; comenta también que es con quien mejor se lleva, pero el que
menos tiene contacto.
 Área Social
Anthony menciona que no le importa relacionarse con otras personas todo
el tiempo, y que la mayoría de su tiempo actual lo dedica en estudiar, salvo
los fines de semana que se va a la casa de su primo o a algún cyber con
sus compañeros de colegio. Además, aclaró que actualmente le está dando
prioridad a sus estudios, por lo que si tuviese que escoger entre sus amigos
o quedarse en su casa repasando matemáticas elegiría lo segundo. Sin
embargo, cabe mencionar que dichas decisiones solo cambian cuando se
tratan de su familia, ya que percibe que pocas veces comparten tiempo de
calidad o haciendo cosas verdaderamente juntos.

Por último y en relación directa con el tema del ensayo, se solicitó al entrevistado
narrar uno de los sueños que le haya parecido interesante, el cual no haya podido
esclarecer del todo. Dicho sueño, desde las propias palabras del entrevistado, es
el siguiente:
(aquí el sueño)

III. ANÁLISIS DE RESULTADOS

IV. CONCLUSIONES
 P
 P
 P
V. BIBLIOGRAFÍA
Bornhauser, Niklas (2005) Los límites de la interpretación. Freud, releído
a partir de Gadamer. Series filosóficas. Vol. 20, pp. 517-537.
Freud, S. (1900/1970). La interpretación de los sueños. En Obras
completas. Madrid: Alianza Editorial.
Hugh Erdelyi, M. (1987). Psicoanálisis: La psicología cognitiva de Freud.
Barcelona: Labor SA.
Rodríguez-Capote, G. (2013). Interpretación Cognoscitiva De Los
Sueños. Madrid: Palibrio.
Ruiz Sánchez, J. col. (2001). Trabajando los sueños. Interpretaciones en
Psicoterapia.
Vinagre Lobo, M. A. (2011) Los libros griegos de la interpretación de los
sueños.

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