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4. LA UTILIDAD En la época victoriana, los fildsofos y los economistas hablahan alegremente de la “utilidad” como indicador de! bienestar general de las personas. Se pensaba que era luna medida numérica de la felicidad del individuo. Dada esta idea, era natural ima- ginar que los consumidores tomaban sus decisiones con vistas a maximizar su utili- dad, es decir, a ser lo més felices posible. El problema estriba en que estos economistas clasicos nunca describieron real- ‘mente cémo se media la utilidad. Cémo se supone que debemos cuantificar la “can- tidad” de utilidad de las diferentes elecciones? {Es la utilidad lo mismo para una persona que para otra? ¢Qué quiere decir que una chocolatina me reporta el doble de utilidad que una zanahoria? ;Tiene el concepto de utilidad algin significado inde- pendiente, que no sea el de ser lo que maximizan los individuos? Debido a estos problemas conceptuales, los economistas han abandonado la anti- cuada idea de la utilidad como medida de la felicidad y han reformulado totalmen- tela teoria de la conducta del consumidor en funcién, ahora, de sus preferencias. Se considera que la utilidad no es mas que una forma de describirlas Los economistas se han dado cuenta gradualmente de que lo tinico importante de la utilidad, en lo que a la eleccién se refiere, es si una cesta tiene una mayor utilidad que otra y no el grado en que una utilidad es mayor que otra. Antes, las preferencias se definfan en funcién de la utilidad: decir que se preferia la cesta (xy, x) a la (YY) siguifivaba que la X tenia una mayor utilidad que la Y. Sin embargo, hoy tendemos a ver las cosas de otra forma. Las preferencias del consumidor son la descripcién fun- damental para analizar la eleccién, y la utilidad no es més que una forma de descri- Una funcién de utilidad es un instrumento para asignar un niimero a todas las cestas de consumo posibles de tal forma que las que se prefieren tengan un niimero ms alto que las que no se prefieren. Es decir, la cesta (x1, x,) se prefiere a la (y,, ¥2) 6i y sélo si la utilidad de la primera es mayor que la utilidad de la segunda; en simbo- os, (23) > Wy Yo) SLY sOlO Si U(x, X) > Uy Yo). La tinica propiedad importante de una asignacién de utilidad es la forma en que ordena las cestas de bienes. La magnitud de la funci6n de utilidad s6lo es relevante en 56 / MICROECONOMIA INTERMEDIA la medida en que nos permite determinar el puesto relativo que ocupan las diferen- tes cestas de consumo; la magnitud de la diferencia de utilidad entre dos cestas de consumo cualesquiera no importa. Este tipo de utilidad se denomina utilidad urdi- nal debido a que pone el énfasis en la ordenaciGn de las cestas de bienes. Consideremos, por ejemplo, el cuadro 4.1, en el que mostramos varias formas de asignar utilidades a tres cestas de hienes, que lac ordenan de la misma maueta. Ei este ejemplo, el consumidor prefiere la Aa la By la Ba la C. Todas las formas de asig- nacién indicudas son funciones de utilidad vélidas que describen las mismas prefe- rencias porque todas tienen la propiedad de que asignan a la A un ntimero més alto que ala B, a la cual asignan, a su vez, un mimero més alto que a la C. Cesta | U, | u, | A 3 7 -1 B 2 10 -2 c_ | 1 | oom | -3 Cuadro 4.1. Diferentes formas de asignar utilidades. Dado que slo importa la urdenacion de las cestas de bienes, no puede haber una sola manera de asignarles utilidades. Si podemos encontrar una forma de asignar ci- fras de utilidad a cestas de bienes, podremos también hallar un nimero infinito de formas de hacerlo, Si u(x,, x,) representa una forma de asignar cifras de utilidades a las cestas (x,, x3), multiplicar u(x,, x.) por 2 (o por cualquier otro ntimero positivo) es tuna forma igualmente buena de asignarlas. La multiplicacién por 2 es un ejemplo de transformacién monétona: transforma tuna serie de mimeros en otra de tal manera que se mantenga el orden de éstos, Normalmente, las transformaciones monétonas se representan mediante una fun- cién lu) que cambia cada ntimero u por algtin otro niimero flu), de tal manera que se mantiene el orden de los niimeros en el sentido de que 1, > 1, implica que fu,) > flu). Una transformacién monétona y una funcién monstona son esencialmente lo mismo. Ejemplos de transformacién mondtona son la multiplicacién por un ntimero po sitivo (por ejemplo, flu) = 3u), la suma de cualquier rimero (por ejemplo, flu 17), la elevacién de u a wita potencia tmpar (por ejemplo, flu) = 13), etc.! ! Lo que llamamos “transformacién monétona” se denomina, estrictamente hablando, “transfor- ‘macién mondtonamente creciente”. pars distinguitla de la “traneformacign mondtonamente devies lente” que es aquella que invierte el orden de los niimeros. El término “transformaciones monétonas” un tanto injusto, ya que estas transformaciones pueden ser, de hecho, muy interesantes. Lautilidad (©. 4) / 57 La tasa de variacion de flu) provocada por una variacién de u puede medirse ob- servando la variacién que experimenta f entre dos valores de u, dividida por la va- tiacion de u: Bu my af _ fuy)~f) En el caso de una transformacisin mondtona, flu) -flu,) siempre tiene el mismo sig~ no que i, ~ 1. Por lo tanto, una funcién monétona siempre tiene una tasa de varia~ Gi6n positiva, lo que significa que el grafico de una funcién de este tipo siempre tiene pendiente positiva, como muestra la figura 4.1. Si flu) es una transformacién monétona cualquiera de una funcién de utilidad que representa las preferencias >, lu(,, %)) también es una funcin de utilidad que re~ presenta esas mismas preferencias. ¢Por qué? Por las tres razones siguientes: 1. Decir que u(x, x5) representa las preferencias > significa que u(x, x,) > U(Yy, ¥2) siy s6lo si (xy, x,) > Gy ¥.)- 2. Pero si flu) es una transformacién monétona, u(x, x;) > u(y, y>) si y slo si f(u(x,, 2%) > Alulyy, ¥o))- . 3. Por lo tanto, flu(xy, x2) > flu(y, y2)) Si y SOlo si (Xy, X) > (Yy, ¥p), Por lo que la funcién flu) representa las preferencias + de la misma forma que la funcién de utilidad original u(x,, 2). ‘v= fu) = flu) A B Figura 4.1. Una transformacién monétona positiva. La parte A muestra una funcién monétona, es decir, una funcién que siempre es creciente. La B muestra una funcién que no es monstona, ya que tunas veces aumenta y otras disminuye, ‘Resumimos este andlisis formulando el siguiente principio: una transformacién mo- ‘notona de una funcién de utilided es una funcidn de utilidad que representa las mismas pre- (ferencias que ta funcién de utilidad original.

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