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Tipo Colegiata
Diócesis Cartagena
Construcción 1533-1780
La Colegiata de San Patricio de Lorca, es un edificio de estilo renacentista declarado Conjunto Histórico-Artístico
Nacional por decreto del 27 de enero de 1941.
La Colegiata es la piedra angular del conjunto monumental de la Plaza de España, junto al Ayuntamiento, el Palacio
del Corregidor y las Salas Capitulares.
El templo es el único en España que se encuentra bajo la advocación de San Patricio. La dedicación al santo irlandés,
tiene su origen en la Batalla de los Alporchones, librada el 17 de marzo de 1452 (día de San Patricio), y que enfrentó
a los habitantes de la ciudad con huestes musulmanas procedentes de Granada que habían asolado la comarca de
Cartagena.
Las obras comenzaron, por bula del papa Clemente VII en 1533 sobre la vieja iglesia de San Jorge. La construcción,
no exenta de problemas, se dilató hasta 1780 siguiendo el proyecto de Jerónimo Quijano, maestro de las Obras del
Obispado de Cartagena. Concebida con aires catedralicios, su interior se articula en tres naves, doce capillas laterales
en los contrafuertes, coro y trascoro, girola con capillas radiales y torre-campanario en la cabecera. También es de
destacar el elevado crucero.
El arquitecto
Las obras de la Iglesia Colegial de San Patricio comenzaron en 1533 tras la bula de erección del Papa Clemente VII
sobre la vetusta y modesta Iglesia de San Jorge, pero el autor de la traza de la Iglesia lorquina es a día de hoy
desconocido. A lo largo de la historia se ha especulado sobre el origen de dicha traza. La creencia popular afirma que
los planos vinieron junto con la bula papal directamente desde Roma, pero el análisis comparativo entre los
esquemas constructivos de San Patricio y de la Catedral de Murcia hacen esta hipótesis poco probable.
Colegiata de San Patricio 2
Los canteros
La pérdida de gran parte de los archivos de la Colegial durante la Guerra Civil a manos de anarquistas, produjo un
daño irreparable al destruir un legado documental de gran valor histórico.
El primer cantero documentado que trabajó en la obra de San Patricio fue el maestro Lope, que muy probablemente
actuó también como aparejador de la obra. Tras Lope, fueron los hermanos vizcaínos Domingo y Martín de
Plasencia, residentes en Lorca y responsables de otros trabajos efectuados en aquellos años en la ciudad. Más
adelante se unirían a la historia de San Patricio otros nombres como Sebastián Bocanegra, Lorenzo Goenaga,
Jerónimo de Urreta o Diego de Villavona para hacerse cargo de la dirección de las obras.
Ya en el siglo XVII, serán Andrés Goenaga, Garzón Soriano, Pérez Crespo y Melchor de Luzón los responsables de
dirigir la finalización del transepto, naves laterales y la cubierta del conjunto. En el siglo XVIII aparecen los
nombres de Ortiz de la Jara, Salvador y Diego de Mora o Sánchez Fortún ligados a las obras de la Colegial.
portada lateral del lado de la Epístola y los dos primeros cuerpos de la torre-campanario.
Los materiales empleados para la construcción son locales, pues se
empleó piedra de las canteras del río y Murviedro, ideales por su
gran dureza.
Con respecto al sistema de cubierta empleado en San Patricio, se
alternan las bóvedas de crucería de tradición gótica empleados en
la girola y sus capillas (la parte más antigua del templo), con las
bóvedas ya típicamente renacentistas de la Sacristía, la Capilla
Mayor y la Capilla del Sacramento, inspiradas en la obra Andrés
de Vandelvira, con quien trabajó en su juventud Jerónimo Quijano.
El siglo XVII
A lo largo del siglo XVII las obras de San Patricio se verán
afectadas por más penurias y retrasos que en la centuria anterior.
Inmersa la ciudad en una profunda crisis, y comprometidos por
tanto los fondos del Concejo lorquino, no había dinero para la obra
de la Colegial mientras no se resolvieran otras urgencias que en el
caso del Sureste español siempre están relacionadas con el agua.
Junto a la endémica escasez de agua, hay que sumar los brotes de
Portada renacentista del lado de la Epístola.
peste bubónica y los terremotos que asolaron el Levante español a
lo largo de la centuria. Por este motivo, a lo largo del siglo los
trabajos arquitectónicos que se realizen se verán limitados a levantar muros lisos que delimitan el perímetro de San
Patricio.
Hacia 1640 se realizaba la sillería del Coro por obra de carpintero Andrés García Ramos. Dicha sillería se componía
de 29 sillas altas y 23 bajas.
La falta de medios económicos llegó a tal punto que en 1679 se hacía petición expresa a la Corona para que
aumentase su ayuda en la construcción. De este modo, con la respuesta afirmativa de Carlos II, se iniciaba el trabajo
de mayor envergadura realizado en todo el siglo con el levantamiento, a partir de 1694, de la monumental fachada
barroca dirigida por el arquitecto José de Vallés.
El siglo XVIII
El siglo XVIII verá por fin la finalización de las obras en San Patricio. Con el perímetro de la Iglesia culminado en el
siglo anterior, los trabajos ahora se centrarán en la cubierta de la Colegiata.
Dadas las especiales características de la fábrica de San Patricio para la cubrición de las naves se optará por la
bóveda de ladrillo de vuelta por arista. Junto a la cubierta se culminará el enlosado de la Iglesia, las paredes del
Coro, el trascoro, el último cuerpo de la torre y el carrerón que da acceso a la portada del lado del Evangelio.
De esta manera, a finales del siglo XVIII alcanzaba San Patricio el aspecto que podemos contemplar hoy día.
Colegiata de San Patricio 4
Imafronte
La fachada principal de San Patricio, por su belleza y monumentalidad, constituye uno de los elementos más
destacados de la Colegiata lorquina. Fue erigida entre 1694 y 1704 por José de Vallés, entonces maestro mayor de
las obras de la Colegial. Junto a él trabajó un equipo de canteros y escultores entre los que destacan Salvador y
Diego de Mora, Félix Vallés (hijo de José de Vallés) o Martínez de la Vega; y encargados del trabajo escultórico:
Manuel Caro, Agustín Pareja y los hermanos Salvador y Jerónimo Caballero. Junto a la fachada de la Catedral de
Murcia, el imafronte de San Patricio constituyen los dos únicos ejemplos de fachadas monumentales de la Región de
Murcia.
En este imafronte se manifiesta la fusión de las influencias arquitectónicas granadinas y valencianas, tan frecuente en
el sureste de España, si bien en San Patricio, también hay quien afirma que se puede observar cierta influencia de las
fachadas jesuíticas en la sobria decoración de los dos cuerpos superiores de la fachada.
Nos encontramos ante una obra de clara factura barroca en cuyo
desarrollo aparecen elementos netamente clásicos, como
columnas, hornacinas, pedestales, etc., que le imprimen un cierto
carácter clasicista. La fachada se articula en tres cuerpos y cinco
calles, que reproducen al exterior la estructura interna del edificio.
• El primer cuerpo
El cuerpo inferior fue concebido a modo de arco de triunfo, y está
compuesto por cinco calles. Las tres calles centrales, que
contienen los accesos al templo, se corresponden con las naves del
templo, y las dos calles exteriores, exentas de toda decoración, a
las capillas laterales.
En contraposición con el paramento liso de las calles exteriores,
las tres calles centrales presentan una decoración exultante. Cada
una de estas calles centrales está formada por un arco de medio
punto (de mayores dimensiones el central), en cuyo interior se
abren sendos vanos adintelados. La importancia de la nave central
con respecto a las laterales, y de éstas con respecto a las calles Fachada.
En la calle central, presidiendo la fachada, existe una hornacina rectangular con la imagen de San Patricio con
vestiduras episcopales. Dicha hornacina se halla flanqueada por sendas columnas de fustes estriados y pilastras
cajeadas. A ambos lados de la hornacina se abren sendas ventanas adinteladas que iluminan la nave central del
templo.
Las dos calles laterales están exentas de decoración, y en ellas, a la altura de los pedestales, se abren sendas ventanas
cuadradas decoradas con una sencilla moldura.
• El tercer cuerpo
El tercer cuerpo mantiene de nuevo el ritmo de los estribos con los dos cuerpos inferiores. En este último cuerpo se
vuelve a emplear el orden compuesto, aunque desaparecerán las hornacinas de los intercolumnios. Reducido ahora a
una única calle, este cuerpo se encuentra presidido por una hornacina muy similar a la de San Patricio del cuerpo
inferior, que aloja una imagen de la Virgen del Alcázar, antigua patrona de Lorca.
La fachada se remata por un frontón triangular partido, en cuyo tímpano está representado el Espíritu Santo en la
forma simbólica del Ave Fénix. En el ápice se erige una monumental escultura del Ángel de la Fama, mientras en los
declives aparecen ángeles trompeteros recostados, y sendos Santos, en los extremos.
Torre-campanario
La torre consta de cuatro cuerpos sobre una base poligonal, y está construida enteramente en piedra de sillería. En su
construcción se pueden diferenciar dos fases bien diferenciadas. La primera se corresponde con la construcción de
los dos primeros cuerpos según proyecto de Jerónimo Quijano en el siglo XVI para alojar la Sacristía; la segunda
fase corresponde a la construcción de los dos últimos cuerpos a partir de 1761 bajo la dirección del maestro
arquitecto fray Pedro de San Agustín.
La separación entre los distintos cuerpos se realiza mediante una cornisa corrida. La decoración de estos cuerpos es
muy sencilla, pues sus paramentos aparecen mayoritariamente lisos, y la decoración se limita a columnas, pilastras y
vanos. Así, en sentido ascendente, encontramos el primer cuerpo en orden jónico, compuesto el segundo, y pilastras
en el tercero. El último cuerpo aloja el campanario.
Salas capitulares
Las Salas Capitulares del Cabildo de la Colegial fueron
construidas en 1741 según proyecto de Nicolás de Rueda. El
trabajo de cantería fue dirigido por Pedro Bravo Morata, mientras
el trabajo escultórico se le encomendó a Juan de Uzeta.
El edificio se articula en tres cuerpos: el primero se compone de
una sucesión de arcadas (incluido el arco sobre la calle Cava), el
segundo de cuatro balcones en correspondencia con los arcos del
porche, y el tercero se compone de cuatro ventanas rectangulares.
Coronan el conjunto cuatro gárgolas y pináculos, junto a la Salas Capitulares.
escultura de San Patricio situada en el centro sobre un pedestal.
Bibliografía
• Segado Bravo, Pedro (2006). La Colegiata de San Patricio de Lorca. Edit.um, Universidad de Murcia. ISBN
978-84-8371-645-8.
• Sala Vallejo, Rosalía (1998). Lorca y su historia. R. Sala Vallejo. ISBN 84-923615-0-6.
Enlaces externos
• Ayuntamiento de Lorca [1].
• Portal de patrimonio de la Región de Murcia [2].
Referencias
[1] http:/ / www. lorca. es/
[2] http:/ / www. regmurcia. com/
Fuentes y contribuyentes del artículo 7
Licencia
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