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SOLUCIONES ALTERNAS A LOS CONFLICTOS

JEAN CLAUDE TRON PETIT1

Agradezco la invitación a los organizadores de este evento, ya que la viabilidad y


conveniencia de los juicios orales y las alternativas de mediación que les resultan
asociadas, me parece algo verdaderamente importante e interesante, por el bien
de nuestro país y por la época que estamos viviendo, atento las apremiantes
necesidades que tenemos por delante.

Mi plática va a ser, esencialmente, de tipo pragmático y aplicaré algunas


experiencias que tengo como magistrado y otras como catedrático; formularé
algunos puntos de vista que puedan ser interesantes. De entrada, me parece que
hacer cambios estructurales y hacer cambios institucionales en las diferentes
leyes es importante, pero más importante que esto, todavía, es que hagamos
cambios en las personas lo que me parece es el punto clave.

Mi experiencia es que la forma en la que aprendemos y estudiamos derecho aquí


en México es la peor de las alternativas que puede haber en el mundo. Los
maestros, enseñamos normalmente historia y teoría y entonces venimos en
cuenta que se nos acabo el semestre o el año; por tanto, los alumnos salen de la
licenciatura y no saben absolutamente nada de lo que está pasando fuera; todo
mundo tiene que tomar cursos de posgrado a los que normalmente se invita a
jueces, magistrados y ministros para que participen, enseñen y nos pongan al día
de lo que está sucediendo en los tribunales. Entonces, al contrario de lo que
sucede en Europa, y en Estados Unidos, donde en los primeros años se enseña,
estudia, y conoce la realidad de lo que sucede en los tribunales; lo que se vive en
la vida cotidiana y después en los posgrados, ahí si, ya se estudian teorías y
doctrina; esto me parece fundamental porque cualquier cambio, modificación o
transformación que queramos hacer en el mundo de lo judicial, tiene que partir del
elemento humano, que es la esencia del Poder Judicial Federal.

En la judicatura federal nos hemos empeñado e invertido muchos recursos de


tiempo, especialmente, y de gente con mucho cariño y con mucho amor en
preparar a nuestro personal y, de hecho, el Poder Judicial, en general, es una
súper escuela, una magna escuela de formación de todos los funcionarios
judiciales. Desafortunadamente ahora, o afortunadamente, por el crecimiento que
tenemos, la rotación de inventarios de nuestro personal es muy alta así es que
cada día tenemos que estar preparando en mayor proporción, en mayor cantidad y
con mayor intensidad a nuestros funcionarios judiciales.

1
Magistrado en el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.
Conferencia impartida el 16 de mayo de 2006, 18:00 hs., en el Foro Internacional de Juicios Orales,
organizado por la UNAM en el Poliforum Cultural Siqueiros con el tema: Soluciones Alternas a los
Conflictos

1
Bajo ese contexto y realidad cabe preguntar: ¿qué está pasando con la justicia en
todo el mundo? ¿funciona adecuadamente la justicia convencional? —esto es, la
justicia que impartimos los jueces y los árbitros— o se ha quedado rezagada. En
lo general, parece que esta no es ahora la solución más afortunada y eficiente, ni
la más eficaz o adecuada bajo las circunstancias actuales; en es un problema que
aqueja en todo el mundo, no solamente en México. En efecto, el problema de la
dilación, de los atascos en los procesos, de la no satisfacción a los justiciables se
da en los Estados Unidos al igual que en Europa y como una alternativa o
mitigación a este problema encontramos los medios alternos que han tenido un
especial auge y desarrollo así como la justicia provisional que se ha desarrollado,
preferentemente, en Europa.

Con esta justicia provisional se busca que los jueces, en un momento dado,
aprovechando la experiencia, las circunstancias y el conocimiento del caso
específico, dicten resoluciones provisionales que faciliten, motiven o induzcan a
que las partes resuelvan el conflicto que tienen entre manos; de esta manera no
tenemos que esperar la conclusión y consumación de grandes juicios y, en
cambio, se consigue el elemento fundamental que es resolver el conflicto, no
necesariamente a través y como consecuencia de dictar una sentencia, no de
tener que condenar a una persona sino, esencialmente, buscar la solución óptima
para “el caso” y merece una respuesta o solución rápida y práctica. Un esquema
de contexto es el siguiente:

Medidas cautelares positivas


Justicia provisional Condenas provisionales
Suspensiones
Ò
Judicial
Justicia convencional
Arbitraje2
Ô
Negociación
Medios alternos Mediación
Procedimientos Híbridos

Los medios para resolver conflictos son variados y en una escala de máxima a
mínima intervención de las partes existen varias opciones:

Trabajo exclusivo Facilitación por un Facilitación por un Medios


de las partes tercero tercero con posibilidad vinculatorios
de propuestas

Negociación Mediación Conciliación Arbitraje Juicio

2
Una variante es la amigable composición

2
Mayor flexibilidad Menor flexibilidad3

Me acordé, cuando estaba preparando este material, de una frase que estuvo en
boga hace ya años: «el que la hace la paga» y creo que ahora, es algo que no
está sucediendo en la materia penal. La está pagando el que no la ha hecho y el
que la ha hecho no la esta pagando. Es entonces que tenemos que buscar alguna
forma adecuada de enfrentar esa injusticia, de poder encontrar alguna solución y
revertir, precisamente, esta patología social.

Los criterios judiciales de pretender conocer la verdad a toda costa o de querer


imponer, necesariamente, resoluciones jurídico- formales, exactas y perfectas, nos
está llevando a un anquilosamiento del sistema judicial, a un muy mal servicio y a
una muy mala respuesta a todas las personas que tengan un conflicto.

Pero ¿qué es un conflicto? y éste es un problema fundamental al que nos


enfrentamos sin tener, las más de las veces, una idea cabal de su naturaleza y
consecuencias. El conflicto es la base de todo juicio o problema que, finalmente,
se debe dirimir ante jueces. Es el origen a partir del cual se obtiene una serie de
componentes que es menester analizar.

Patrimonial
Sujeto (individuo o grupo) Aspecto Material
Personal-emocional (simbólico)
Derecho debatido
Bienes en disputa
Daño emocional
Objeto
Ideología
Daño físico
Causa Patologías
Tiempo
Conflicto Modo
Entorno o escenario Circunstancias
Lugar
Poder
Positivas 4
Actitudes Estrategia Opciones de negociación
Negativas 5
Ideológicas
Tendencias Políticas
Comerciales
Reparación del daño
Solución
Restauración social
(de consecuencias)
…..

3
Azar Mansur Cecilia (2003): Mediación y Conciliación en México: Dos Vías Alternativas de Solución de
Conflictos a Considerar, Editorial Porrúa, p. 27
4
Agresivas, certeza
5
Defensivas, frustración

3
El sujeto, es el punto esencial a considerar. En el caso del derecho penal, son el
autor del acto ilícito, la sociedad y, en todo caso, la víctima que pueda resultar
afectada. También, hay un derecho debatido que las dos partes pretenden
atribuirse 6 y aducen les corresponde y pretenden que sea declarado en favor de
cada una lo que genera ya un problema.

Otro elemento básico es el objeto, del que derivamos la causa y, sobre todo, en
materia penal es importante, para conocer la patología o problema por el cual se
esta generando este conflicto. Todo ello sin desatender el entorno y las
circunstancias por las cuales se da, así como la actitud que pueda existir entre las
partes que están participando o son protagonistas en este conflicto.

La actitud de las partes va a determinar la estrategia conforme a la cual se


desarrollará el juicio y define, en mayor o menor medida, las posibilidades o
barreras para la negociación que se pueda conseguir.

En este contexto, el objetivo ideal de la función jurisdiccional, es decir el derecho


conforme al cual se resuelva, precisamente, ese conflicto que se plantea y así
conseguir una solución.

Sin embargo cabe preguntar: ¿Esto sucede en la realidad?, mi experiencia es que


no; sino que en muchos casos sucede lo contrario ya que los jueces creamos un
conflicto adicional al que tenían las partes cuando acudieron ante el juez. Esto es
grave ya que en el contexto nacional impide el desarrollo económico y afecta, por
supuesto, la paz social. Es cierto que muchas veces no tenemos un derecho
completo, adecuado y específico para solventar el conflicto del caso concreto
pero, es entonces, cuando se impone tener la suficiente prudencia, voluntad y
creatividad, si no es que arrojo, para construir ese derecho que provea la solución
para resolver esa conflicto que se está presentando, tal como lo ordena el artículo
14 constitucional in fine.

Determinar quiénes son los sujetos que establece nuestra Constitución en materia
penal, es crucial para entender que hay tres derechos fundamentales: a) los
derechos fundamentales del inculpado, b) los derechos fundamentales de la
víctima o de los ofendidos por el delito, pero también, c) los derechos de la
sociedad.

Por lo tanto, al definir y concretar las posibilidades de mediación, es importante


tomar en cuenta la coexistencia y ponderación de estos tres órdenes importantes
de derechos fundamentales que deben ser atendidos y que, en toda solución, se
busque atender y tutelar de manera adecuada y conveniente, satisfaciendo los
intereses de esos tres sujetos que están igualmente protegidos en la Constitución.

6
En materia penal el fiscal plantea, esencialmente, la culpabilidad y el inculpado la inocencia

4
Inculpado (20, A.)
Derechos fundamentales y garantías de: Víctima u ofendido (20, B.)
Sociedad: Seguridad pública (21, 5p)

Por lo tanto, al idear una política de solución de conflictos y mediación y al


ejercerla en casos concretos, es básico conciliar o acercarse, lo más posible, a un
equilibrio y balance entre los tres, con criterios de razonabilidad y
proporcionalidad, de manera que todos ellos, en la mayor medida, sean eficaces y
funcionales, es decir, que se optimice la vigencia en una relación de sinergia.

Qué sucede cuando el Estado no funciona en la solución de conflictos, por


supuesto que afecta la gobernabilidad y la vida en sociedad. Un ejemplo lo
tenemos en Italia donde la mafia ha sustituido a las autoridades por su patente
ineficacia. Otro es el caso de Rusia donde existen mafias que se encargan de
hacer de cumplir las sentencias que los tribunales y otras autoridades, en un
momento dado, han sido incapaces de conseguir.

Y es que no basta conceder derechos, en realidad, de nada sirve que la ley o un


tribunal los declare y dicte sentencias de condena, si no es real y práctica la
eficacia de garantías que aseguren la tutela efectiva del orden jurídico. En efecto,
los derechos están íntimamente vinculados con las garantías; ya platicaba aquí el
maestro Carlos Ríos, acerca de Ferrajoli, quien pone un énfasis en que el Estado
de Derecho tiene calificaciones y dependen, precisamente, de la eficacia que las
garantías puedan tener.

Concluyendo, es muy fácil hablar de derechos, pero lo importante, es su garantía y


disfrute a través del quehacer cotidiano de los jueces, en cada caso, única manera
de lograr un equilibrio para las tres partes tuteladas; este es el reto que tenemos,
obtener la funcionalidad del orden jurídico en su conjunto a partir de la eficacia de:

Garantías primarias
Derechos fundamentales 7
Garantías secundarias

Los intereses que resienten alguna lesión por la comisión de un ilícito son los del
inculpado, de la sociedad y de la víctima, debiendo diferenciar a las víctimas
directas que resultan afectada por el autor de ilícito, pero también, hay víctimas
indirectas como son los familiares o algunas otras personas allegadas a cualquiera

7
La seguridad deficiente afectan más a quién menos tiene la inseguridad actúa de modo regresivo

5
de los afectados. 8 Por lo tanto, en la solución del conflicto no debe descuidar
atender y satisfacer, en la medida de lo posible, la totalidad de los intereses
afectados y las posibles relaciones e incluso evitar contradicciones, buscando la
forma más adecuada de dar la solución más razonable, más equilibrada y más
prudente atendiendo a esta problemática.

Readaptación
Inculpado o procesado
Terapia

Sociedad
Intereses
Patrimonial
Directas Afectados por ilícito Moral
Caución no ofender
Víctimas
Familia del inculpado
Indirectas
Otros

En el caso de los medios de justicia provisional y, sobre todo, en los medios


alternos, es clave la figura del facilitador.

En Europa, hay una tendencia que están siguiendo los propios jueces para inducir
y llevar a las partes a un arreglo directo. 9 Sin embargo, hay casos y circunstancias
donde hace falta que participe un facilitador o un negociador que ayude, de una
manera más intensa, precisa y específica, a la conciliación, de manera tal que las
partes encuentren la satisfacción de sus intereses y queden además conformes
con la cesión de ciertas pretensiones y con los resultados que arroje el proceso de
negociación.

Lo tradicional que encontramos en los juicios es ganar o perder; en cambio en la


negociación el objetivo es distinto, es buscar un punto de equilibrio razonable,
prudente, conveniente, inteligente, adecuado, proporcional y simétrico que puede
ser sesenta-cuarenta, ochenta-veinte, cincuenta-cincuenta, en fin, lo que en cada
caso sea posible y práctico acordar.

El resultado dependerá de las propias circunstancias del caso y sobre todo de


cómo se manipulen las estrategias a fin de persuadir y obtener disponibilidades
que se lleguen a construir entre las partes.

Pero el factor crucial es fomentar una cultura de responsabilidad, que en nuestro


país es bastante escasa, aunado a la concientización de los jueces y autoridades
8
Usualmente se omite considerar a los familiares del propio inculpado que resulta ser víctimas especialmente
afectadas
9
La justicia provisional que opera, preferentemente, a través de medidas cautelares y en razón del fumus boni
iuris y el periculum in mora, usado prudentemente por los jueces, es un fuerte inductor para la negociación,
jugando un papel importante la virtual amenaza de sanciones que eliminen la redituabilidad especialmente
económica de proseguir un juicio

6
en general y la formación de un eficiente equipo de facilitadores o de negociadores
cuya labor sea reconocida y apoyada por la sociedad y el gobierno.

Por tanto, no nos engañemos, podemos hacer cuantas reformas se nos ocurran y
podemos cambiar cuantas organizaciones imaginemos, pero si no tenemos
personas verdaderamente entrenadas y motivadas, con una actitud de servicio y
dedicación, con una verdadera pasión por lograr hacer este trabajo de manera
adecuada; déjenme decirles una cosa, esto no va a funcionar, se va a quedar
como muchas ideas geniales que se han tenido, con grandes reglas, con grandes
definiciones y con resultados muy pobres. Y siempre la disculpa es, faltan
recursos económicos que es menester suplan con un mayor sacrificio los más
necesitados para financiar organizaciones gordas, costosas e ineficientes, como
tantas que en nuestro país tenemos por falta de seguimiento en su funcionalidad,
totalmente desorganizada, exactamente al contrario de cómo opera la
delincuencia que si está organizada y nos demuestra todos los días su eficacia.

Un facilitador debe buscar la comunicación entre las partes, ese es el punto


básico, él debe escuchar, conocer bien a las partes y todos los elementos del
conflicto, debe poder traducir y hacer sentir a los involucrados los sentimientos
que se están dando en esa interrelación de sinergia del propio conflicto; buscar, en
etapas, un entendimiento que se pueda llegar a dar y, finalmente, conseguir algún
diálogo y lograr ayudar a que se consigan los acuerdos que las propias
circunstancias del caso permita y justifique, las posiciones y renuncias o
aceptaciones de responsabilidad por los sujetos en ese proceso de ir
reconociendo, cediendo y, a la vez, obteniendo o intercambiando.

7
Conocer
Escuchar
Acercamiento no normativo
Contextualizar y fijar hechos
Comunicación
Explicar y aclarar vivencia autor
(facilitarla) Refrasear planteamientos
Sentido víctima tiene de hechos
Validar expresión sentimientos
Incentivos invocarlos

Entendimiento

Diálogo
Sensibilizar
Facilitador10
No sustituirse a partes
Ayuda a lograr acuerdos
Conciencia de recursos y capacidades
Responsabilizarse cada cual
Construir soluciones

Evaluación del procedimiento

Concertación con instancias judiciales y para-judiciales

Señalar o apuntar dificultades

No podemos hablar aquí de recetas y de fórmulas absolutas, como las tenemos


normalmente en las instituciones judiciales, sino que es menester regresar a la
institución del pretor —que, a mi modo de ver, ha sido lo más sabio y eficaz en la
función judicial—; esta práctica que en el common law no se ha abandonado, por
el contrario, se ha utilizado de manera muy creativa y ha sido determinante de la
gran eficiencia que tiene el derecho anglosajón, ahora recogida nuevamente en la
Europa continental, donde se privilegia la solución de los conflictos en concreto,
creando las normas específicas para ello por los jueces, como también Kelsen lo
propone, avance en el que los latinoamericanos nos hemos quedado cortos y, de
ahí, gran parte de nuestro subdesarrollo.

Recientemente, se emitió una nueva Ley Federal de Procedimiento Contencioso


Administrativo en la que se establecen las medidas cautelares de carácter
positivo, ya no solamente las suspensiones que detienen el acto de autoridad
administrativa, sino que inducen a un hacer de la autoridad administrativa o el
particular, tendente —entre otros efectos— a obtener medidas de corte restitutorio,
con el fin de que nos insertemos en el esquema de una justicia provisional

10
Para algunos el mediador debe abstenerse de proponer soluciones (ser un tercero neutral absoluto) y
reservan ese rol para el conciliador, la verdad es que según el caso, la oportunidad y la disposición de las
partes aconsejarán la mejor práctica. Incentivar para inducir a partes

8
restitutoria, si se quiere, pero claramente orientada a facilitar la solución de los
conflictos de una manera más rápida y certera.

Y es así que, actualmente, en Europa es muy usada la institución del fumus boni
iuris (la apariencia del buen derecho) 11 donde el juez con amplias facultades de
apreciación y decisión, pondera lo más pertinente para evitar perjuicios, optimizar
beneficios a las partes y a la sociedad.

Esta filosofía en la manera de resolver o dar respuesta a los actos ilícitos y sus
consecuencias, está trascendiendo a la materia penal. En Bélgica sucede algo
peculiar —pero que esta sucediendo en toda la Unión Europea— donde opera la
mediación como una respuesta para determinados delitos de violencia familiar y
otros de carácter patrimonial con una penalidad reducida; este tratamiento o
régimen es factible extenderlo a otros casos de ilícitos donde, más que la sanción,
lo prioritario sea la restauración de los intereses, públicos y privados, por encima
de aplicar una pena que no es tan útil ni supera a las bondades de indemnizar
daños y, además, obtener la rehabilitación de las personas, como consecuencia
de reconocer faltas y aceptar responsabilidades.

Asistir a partes para negociar


Terapia
Aspectos Trabajo social
Formación (readaptación)
Combinación de medidas

La función básica que corresponde al mediador es asistir a las partes para llegar a
una negociación, por eso también la denominación de facilitador, lo que requiere
agotar varias fases:

Selección
Preparatoria
Fases
Audiencia
Seguimiento de ejecución y cierre

El primer paso que se da en los propios procesos penales, es la participación de


un magistrado que participa seleccionando los casos que pueden ser idóneos o
adecuados para negociación —se le conoce como magistrado zonal—. Éste lo
plantea a otro magistrado especializado en el tema —magistrado de referencia—,
quién, en su caso, lo asigna a un asistente de justicia, que hace ya, en concreto, el
papel de facilitador o conciliador durante el proceso de negociación.

Lo crucial radica en asistir a los sujetos involucrados para que lleguen a un


acuerdo, arreglo, o convención que satisfaga, de la mejor manera, a ambas

11
Especialmente en lo contencioso administrativo, asuntos civiles y mercantiles

9
partes. Esto se logra a través de un proceso de comunicación y de interacción en
el que los sujetos se convenzan de qué es lo más adecuado y factible obtener en
el caso particular.

Además puede ser que el inculpado o autor del acto y también la víctima,
requieran de una terapia, asistencia, o ayuda; tratamiento que, también, viene a
ser parte de lo que involucra el proceso de negociación. Los efectos y alcance no
se reducen, solamente, a resolver el daño o la afectación en el aspecto patrimonial
que pueda tener, sino también, se atiende al aspecto humano en su vertiente
moral y afectiva, así como al tema de sanidad y de convivencia social que pueda
llegar a padecer o provocar la persona. Es así que, en algunos casos, se puede
establecer, recomendar y proponer que también haya una o varias sesiones de
trabajo social con tratamientos de formación y readaptación de las personas para
integrarlas o reinsertarlas funcionalmente a la sociedad.

El siguiente cuadro sintetiza a las autoridades que intervienen y la función que a


cada cual compete.

Autor
Partes
Víctima

Selecciona casos pertinentes


Magistrado zonal
Participa en audiencias

Coordina
Participan Supervisa
Magistrado de referencia
Fungir como árbitro
Vigila política criminal

Facilitador
Asistente de justicia
Conciliador

Consejeros adjuntos

Según el caso, se puede utilizar solamente alguna de estas respuestas o


alternativas, varias de ellas o combinaciones, dependiendo de las circunstancias y
necesidades particulares a satisfacer; pero siempre con la idea de que el
procedimiento sea lo más sencillo y rápido, lo menos formalista posible con el fin
de que resuelva y produzca el mayor número de efectos y de resultados a la
brevedad y con oportunidad.

Las tres grandes fases de este procedimiento son:


• Selección del caso;
• Preparación de las partes y de todos los elementos necesarios para poder,
finalmente; llegar a,

10
• Una audiencia en donde ya exista un planteamiento o propuesta básica de
posiciones de las partes;
• El seguimiento y ejecución que corresponda. En el contexto integral participan:
el autor y la víctima, los dos magistrados, el asistente de justicia y, en su caso,
los consejeros adjuntos.

El proyecto de Código de Procedimientos Penales para el Estado de Oaxaca, en


su artículo 26, hace referencia a la Justicia Restaurativa en los siguientes
términos:
Se entenderá por justicia restaurativa todo proceso en el que la víctima y el
imputado o condenado participan conjuntamente de forma activa en la resolución
de cuestiones derivadas del delito en busca de un resultado restaurativo, con o sin
la participación de un facilitador.
Se entiende por resultado restaurativo, el acuerdo encaminado a atender las
necesidades y responsabilidades individuales y colectivas de las partes y a lograr la
reintegración de la víctima y del infractor en la comunidad en busca de la
reparación, la restitución y el servicio a la comunidad.

Vemos en el texto citado aspectos muy importantes, tales como la participación de


la víctima y del inculpado de una forma activa, tendente a la obtención de un
resultado restaurativo que atienda las necesidades y responsabilidades
individuales y colectivas de las partes así como la reintegración de la víctima y del
infractor a la comunidad.

Estas declaraciones y objetivos suenan perfectas, pero me pregunto: ¿Cómo


vamos a conseguir los pretendidos resultados?

Si me permiten, yo observo algunos grandes problemas o ineficiencias que


tenemos de carácter: a) institucional, b) organizativo y c) incentivos de de carácter
negativo. En efecto, las disposiciones legales, in genere, me parece que ya están
dadas pero en lo que, me parece, tenemos que trabajar y esforzarnos, es en: i)
hacer adecuados estudios y análisis de que son los conflictos, ii) de preparar
adecuadamente al personal requerido y provocar u difundir una cultura de la
conciliación, en la sociedad y organizaciones.

En muchos casos los juicios tienen resultados injustos y paradójicos por:

11
Reglas formales Leyes asfixiantes e inflexibles

Reglas informales
Institucionales
Fiscales mantienen activas un alto numero de
Estándares causas en archivo sin impulso alguno para así
absurdos satisfacer expectativas de victimas o para no
llamar la atención de la supervisión)

Corrupción Si actor logra cooptar o neutralizar

Casos difíciles exigen compromiso y


creatividad
Organizaciones Actitudes de servicio Burocratismo que paraliza al sistema y
Ineficiencias (no hay rendición a toda respuesta
de cuentas)
Incapacidad de MP para acusar y seguir juicio
Formación y exitoso
capacitación Cursos sobre solución de conflictos y
argumentación

Análisis económico del Derecho


Formalismos anacrónicos (jueces y criterios kafkianos)
Incentivos Defensores sin visión ni creatividad
negativos Víctima no participa activamente en averiguación
La condición para negociar es la detención o pruebas
contundentes en el proceso

Desde el punto de vista institucional, tenemos reglas formales inadecuadas o


leyes que resultan ser, muchas veces, verdaderamente absurdas, inservibles o
contradictorias para conseguir la solución real del conflicto. Las reglas informales
ya no las oficiales sino las que se practican 12 y, por otra parte, estándares muchas
veces inadecuados y absurdos que nos hemos impuesto o que hemos
desarrollado. 13

12
Esto que para Diego Rivera era algo muy obvio, que denominó el surrealismo mexicano. Es así que
tenemos un dilema en tanto hay una ley oficial, aparentemente válida, pero que nunca se cumple y en el otro
extremo una ley real que es la que en realidad tiene eficacia, la que estamos cumpliendo. Este problema
cultural merece una solución radical e inmediata ya de no ser así, cualquier esfuerzo por construir un Estado
de Derecho es totalmente infructuoso y ocioso, sólo rige la ley del más fuerte y el oportunismo. Debemos
seriamente afrontar este problema importante y encontrar la forma de resolverlo, sobre todo por el bien de los
más necesitados de seguridad y desarrollo.
13
Un ejemplo es: Justicia rapidita aunque sea por encimita o malita. ¿Cuántos casos difíciles ganan las
procuradurías? ¿Cuál es el resultado en impunidad y disolución de la sociedad? Y lo que sucede es que no
reflexionamos de nuestras debilidades, las aceptamos y nos comprometemos, en serio, a corregirlas con
esfuerzo, orden y disciplina, como sucede en los países desarrollados y en los latinoamericanos que nos están
superando, tal es el caso de Chile y un poco más lejos China.

12
En ese contexto cabe preguntarnos ¿Qué pasaría con reglas formales absurdas,
que no tienen sentido? Un ejemplo es la suspensión en materia de amparo penal.
¿Sirve la suspensión para propiciar o conseguir un arreglo? La respuesta es: No.
Si el delito es grave no se va a conceder la suspensión bajo ninguna alternativa,
con lo que se anula y evita la posibilidad de un incentivo para la negociación,
como pudiera ser evitar o suspender la reclusión penal de la persona privada de la
libertad, por lo cual, esta como otras, son disposiciones que me parecen absurdas
en el sentido de ser tan inflexible y categórica la consecuencia de la regla, que en
todos los casos de delitos graves es improcedente la suspensión, «dura et
absurda lex». Ante esa irracional respuesta de la ley, qué hace un buen abogado
al asesorar a su cliente que es acusado de un delito grave: ¡sabes que, escóndete
o escápate, porque legalmente no te puedo conseguir la posibilidad de que estés
en libertad! Es así que, en ocasiones, el sistema jurídico bloquea la mediación y
solución del conflicto, es más, lo agrava y en esto tenemos que pensar y repensar,
por otra parte, los tribunales debemos de ingeniar y buscar la forma de
reinterpretar muchas veces estas normas desatinadas y contrarias a los más
elementales principios de justicia, convivencia, dignidad y desarrollo que los
presumimos pero no los cumplimos.

El otro tema son las organizaciones, se habla de corrupción, de que no hay


buenas actitudes de servicio en los servidores públicos, de deficiencias en su
formación y capacitación. Todo esto, me parece que es el punto importante, aquí
es donde tenemos que hacer una gran inversión, es donde tenemos que
esforzarnos realmente, en donde tenemos que conseguir que las cosas
verdaderamente cambien.

Los grandes sistemas judiciales no son sólo consecuencia de las grandes


organizaciones ni de las mejores leyes. Lo que en verdad las caracteriza es que
tienen los mejores hombres y la propia sociedad está fiscalizando, apoyando,
empujando, impulsando, en tanto que los propios funcionarios —policías, fiscales
y juzgadores— están dispuestos y buscando servir, están abiertos y dispuestos al
escrutinio, a la rendición de cuentas y al servicio en favor de la sociedad.

Finalmente, encontramos una serie de incentivos negativos que pueden ser de


carácter económico y llevan a las personas a ponderar, ¿qué tanto me cuesta
cometer un delito y que tan seguro es que me vayan a detener o, en su caso, que
posibilidades existen de eludir la acción de la justicia con recursos legales donde
se puedan aprovechar las deficiencias de la acusación o las alternativas de
corrupción? En efecto, un análisis económico hace pensar mucho a la gente que
se plantea, si puede delinquir y no pagar nunca, lo que constituye un gran aliciente
para cometer actos ilícitos. Por otra parte, si hay una gran certeza de que la
persona pueda ser sancionada, se va cuidar de cometer un ilícito. Y aquí vale la
pena volver a reflexionar: ¿Cuántos casos difíciles ganan las procuradurías?
porque se habla de muchas consignaciones y detenciones que pueden ser
verdaderamente injustas y también son la cuna de un clima de impunidad que
tiene harta a la sociedad.

13
Cuando fui juez de Distrito en provincia, me tocó conocer casos penales, donde se
vive esa realidad de muchos internos y procesados que eran, precisamente, las
personas más pobres, las menos asesoradas y dotadas, pero eran las que
estaban en las prisiones y, en cambio, los delincuentes más peligrosos y
eficientes, estaban fuera de las prisiones; este es un problema serio que debemos
revertir y no es algo que se consiga con más leyes y tribunales, sino con una
nueva cultura de orden y respeto y con la formación y mantenimiento de policías,
fiscales y jueces de excelencia y con eficiencia, hace falta un cambio en lo
cualitativo, aunque les vayan a doler los callos a algunos.

Este tipo de incentivos deben ser erradicados, buscar la forma que formalismos
anacrónicos desaparezcan. La víctima no debe estar olvidada, sino desde la
propia averiguación previa, tener la posibilidad real de conocer, saber, plantear y
proponer lo que le conviene, necesita y requiere. Para ello y, especialmente en
apoyo de los más desvalidos, las instituciones y organizaciones deben dar el
apoyo y asesoría pertinente. La ausencia de recompensa de estímulos positivos a
quienes sí cumplen su deber es algo que también nos afecta.

Para terminar, me parece que un problema a nivel nacional, es una justicia


ordinaria ineficiente; esto no obedece a que no trabajemos los jueces, sino qué,
por todo este contexto de ineficiencias —organizadas para el mal y la injusticia—
no estamos, efectivamente, resolviendo los conflictos de fondo. Esta justicia
ordinaria deficiente, genera el abuso de recursos y llegamos así al último recurso,
que es un uso intensivo y abusivo del juicio de amparo; lo cual, provoca una
saturación de tribunales y una justicia de mala calidad y con costos muy altos en
todos los sentidos.

14
Círculo
vicioso
Saturación Justicia
de ordinaria
tribunales ineficiente

Conflicto Abuso del


sin solución amparo

En cambio, si tuviéramos una justicia ordinaria eficiente, en donde se resuelvan


desde las primeras instancias los conflictos, se busque la solución real del
problema; tendríamos un uso excepcional del amparo, cargas racionales en los
tribunales, incluso con ahorros muy importantes, sin la necesidad de crear tantos
órganos, año tras año y, en suma, una justicia de mayor calidad. Me parece que,
lo fundamental, es ponernos a trabajar en la justicia de primer nivel, que sea una
justicia verdaderamente eficiente en el sentido que resuelva los conflictos que las
partes están planteando.

15
Círculo
Justicia de Justicia
virtuoso calidad ordinaria
eficiente

Conflicto
resuelto

Cargas Uso
racionales excepcional
del amparo

Muchas gracias.

16

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