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- Informe de análisis de un texto dramatúrgico POLIS AGON

Este informe consta de tres fases las que se construyen desde la teoría de Ubersfeld 1989,
que abordara el análisis de la dramaturgia contemporánea, y, en específico la dramaturgia
de cuadros. Este autor establece un análisis de grandes, medianas y micro-secuencias
asumiendo la definición de “acto” y “cuadro” del mismo autor y avalado por la visión de
secuencia como una serie de funciones o proposiciones, que actúan como un bloque
autónomo. Concepto ligado al mundo diegético según Rosselló 1999.

La Fase 1 consta de una visión global del texto escrito, en el que se revisarán forma
(nombre), acción temporalidad, ejes temáticos y figuras literarias básicas.

La Fase 2 consta del análisis del texto en secuencias. En ella se revisará el nivel discursivo,
el narrativo y el actancial.

Por último, en la Fase 3 se analizan las expectativas en tanto a lo referencial, lo generativo


y lo identificatorio que pueda evidenciarse desde las marcas textuales y contenidos del
texto.

Fase 1
Nombre del texto:

Polis Agon. La traducción puede ser bien “estado en disputa” o bien “país (o ciudad)
contienda”. En la primera posibilidad, la palabra “estado” se presume como sinónima de
país. Y se usa la preposición “en” ya que Agón puede sin problemas asumirse como una
fase o estado... en la segunda opción, Agón se utiliza como nombre propio, ya que le dará
las características de disputa, contienda o al país o a la ciudad que lleva su nombre.

Al tener un nombre en griego, se asume que, algo de intertextualidad referente a la


cultura o bien respecto de fragmentos del campo semántico de las palabras utilizadas se
darán cita a lo largo del texto.
El Texto:

“Polis Agon” se presenta como un texto en estilo de la dramaturgia contemporánea. A


nivel superficial, la acción no se presenta de forma unitaria y centrada sino más bien de
forma plural y dividida en dos ejes contrapuestos. Si bien es cierto que de alguna forma el
encadenamiento causa-efecto se presenta con el juego polarizado entre quienes quieren
cambiar la sociedad y quienes defienden el sistema establecido, también se evidencia en
un plano de relativa profundidad que la acción si es unitaria y que gira en torno al
conflicto del ser, del no ser… por ello vemos algunos segmentos del texto que presentan
como voces que en su funcionalidad se acercan a lo que podría ser un corifeo; pues elevan
carminosamente alocuciones cargadas del conflicto de ser y no ser… o bien ser-estar y ser-
parecer…

Por tanto, se puede decir que, en una lectura superficial se encuentran acciones que
progresan por la yuxtaposición de acciones discontinuas y, sin embargo, en una lectura
más profunda, la acción responde a un principio de necesidad de conjunto que oscila
entre el ser y el no ser, entre el estar siendo y estar pareciendo.

En cuanto a la temporalidad, el texto presenta un tiempo neutro, que no puede predecirse


si es en un pasado o futuro remoto o bien un futuro próximo con características de
presente. Esto delimita al presente narrativo en una relación azarosa con los elementos
del pasado y futuro. Es decir, la acción de conjunto se presenta como una sucesión de
instantes discontinuos. Todo ello desde la superficialidad del texto pues, si lo volvemos a
observar desde una lectura relativamente profunda, veremos que si tiene continuidad:
un pasado reciente en un sistema opresivo – una revolución – un intento por eliminar la
resistencia y volver al establishment.

La narración entonces se teje en dos tiempos: una atemporalidad superficial y una


continuidad temporal dada por el conflicto de poder entre rebeldes y conservadores.
Con respecto a los ejes temáticos que presenta el texto, son básicamente dos;
primeramente un macro-tema: la revolución de un grupo que se siente oprimido ante el
sistema que gobierna. El segundo, es el conflicto personal que vivencia cada una de las
voces que se presentan en el texto; cada una en su esencia se cuestiona la veracidad de
lo real, del ser, de la autenticidad de las acciones desde lo retorico, lo pragmático y lo
íntimo. El conflicto es irresoluble arbitralmente.

En relación a las figuras literarias básicas, se observa una saturada manipulación del
lenguaje en tanto a la actitud retórica carmínica, como también un insistente uso de
alegorías, metáforas y reiteraciones. Dejan entrever que es importante hacer hincapié en
la expresividad de los sentimientos y emociones íntimas de las voces. Podría suceder que
el excesivo adorno que se presenta, podría afectar a las palabras con que las voces
revisten sus pensamientos, desplazando a los tropos y las figuras o marcas textuales que
construyen realidad.

Fase 2

En esta parte del análisis se ha dividido en 22 secuencias medianas que, se han delimitado
textualmente por el cambio de tipografía, y además por la evolución de los intercambios
entre las voces. Se presentarán entonces con los números del 1 al 22.

1.- Es la introducción en la que se describe poéticamente el escenario en donde suceden


los hechos: la ciudad Agón: sol rojo, llamaradas sobre granjas…, en la tv una obesa
charlatana, teatro municipal lleno, hienas.

Se habla de cordura mientras que el dibujo que se hace del contexto es justo lo contrario.
Un discurso político que critica la función de los medios tras el mensaje que subyace al de
“entretener”. Evidente contexto de guerra exagerado con la imagen de la hiena. La voz
que habla es extradiegética por lo que no infiere en el cuadro dibujado.
2. determinada por el cambio de tipografía, y por la presencia de una primera persona
singular y femenina (quiero sentirme viva) la función poética también está presente en
ella. Su discurso se construye con palabras sueltas, oraciones e imágenes fragmentadas
que semejan un laberinto por el que sus sentimientos y pensamientos navegan. Está en un
punto de flexión del presente en donde su futuro próximo se construye en base a deseos
de cambio. Puede que exista un esbozante intertexto con un tema del grupo chileno “Tiro
de gracia” y su tema “el juego verdadero” con las frases “el juego es verdadero /el
juego”. Aludiendo al sinsentido y la desesperación que tienen los jóvenes al caer de golpe
en la realidad, al “laberinto eterno de fuego”.

3. Una voz femenina, intradiejetica que llama al futuro con una destrucción del presente.
La tipografía sigue siendo la misma que en la secuencia anterior. Carminosamente intenta
expresar mediante palabras sueltas su deseo de que el cambio sea rotundo. Se diferencia
de la secuencia anterior por su intensidad y la función del lenguaje que, a pesar de ser
carminosa, tiene un tono de sentencia, de apelación.

4. Determinado por el cambio de tipografía, y la construcción de una voz impersonal que


se establece desde fuera del relato (extradiegético), esta secuencia presenta una voz
observadora de los hechos y avisa que el desastre propio de la post-guerra ya comienza.
Su punto de vista es claro, no lo esconde. Menosprecia a la autoridad pues las llama
“ratas”. Podría decirse que hasta se permite cierto goce con el sufrimiento de la casta alta,
ya que dice textual: “…sus chillidos son los mejores.” Al final del párrafo adquiere
primera persona y deja de estar fuera de su discurso: “Yo no estaré para el nuevo
florecer” demostrando que ha sido parte de quienes gatillaron la revolución, sin embargo
no espera reconocimiento alguno. Avala este presente devastador ya que dará lugar a un
nuevo florecer.

5. La quinta secuencia está marcada por una nueva tipografía, por dos subtítulos y por el
comienzo de la Escena 1. Es una voz masculina, que pertenece y avala al orden
establecido; al sistema. Cuestiona la revolución desde un “aparentemente somos iguales”.
Buscando un punto de encuentro con su interlocutor, el que es dibujado en singular
masculino. Se cree o siente que es la voz de la sabiduría y se emplaza en un lugar que le
otorga toda la experiencia de los años del sistema que gobierna: “entiendo que son
jóvenes” “Ustedes no conocen la verdad” “cando la descubran…”

Establece la superioridad del sistema y la inquebrantable longevidad del mismo con las
“paredes y más paredes que no pueden ser destruidas.” Además busca en su interlocutor
apelar a sus aspiraciones personales por sobre las colectivas, intentando así separarlo de
la causa que le hace ser un revolucionario: “estás en n lado que no conseguirás nada…”
“para quien trabajas en verdad”, “¿buscas fama, gloria…?” todas estas preguntas son
retóricamente una invitación a mirar la vida desde otro lado de la realidad, uno más
conservador y no colectivo. Esta voz re-interpreta la realidad de su interlocutor usando
recursos discursivos psicológicos y ubicándose en un lugar de superioridad diciendo
“…eres una oveja más… te ves decente…tú lo sabes: eres diferente… tengo fe en ti…”

6- Esta secuencia presenta la misma tipografía que la anterior pero se establece una nueva
unidad de contenido dramático por el subtítulo: “Escena 2” se presenta como un diálogo
con más de una voz, el tema que está a la base es una duda que ha surgido en uno de los
interlocutores, y, al parecer incubada por la voz de la secuencia anterior; seguir o rendirse.
Llegar a un acuerdo con la contraparte o seguir hasta el final, el caos.

7. Esta secuencia presenta la misma voz que la anterior: primera persona y de género
femenino, con la diferencia clara de que su interlocutor es otro: es indeterminado y plural.
Comienza su discurso con un apelativo: “Escúchenme…” en su conjunto es una arenga a
no dudar ni ceder; a no caer porque hay que cambiar. Termina la secuencia con una
declaración de lo que “somos” autodenominándose “Bomba” que explotará si es
necesario para que todo cambie.

8. Esta secuencia está dada por un coro llamado “Corazones rebeldes” quienes utilizan la
función fática para denunciar lo que son y lo que hacen. Pareciera que ya en este
momento del texto ha decantado el conflicto central, relativizando todo el contexto y
superponiendo la construcción de una convicción idealizada, en donde el conflicto del ser
resulta importar más que el contexto e incluso más que el devenir. En esta sucesión de
declaraciones fragmentadas se dibuja el idealismo que subyace a cada presunta acción de
los rebeldes. Por tanto se abordará como una declaración de principios.

9.- en esta secuencia, que por contenido implícito es una mediana y por duración resulta
ser una micro-secuencia, se diferencia además de la anterior por el cambio tipográfico. La
voz sigue siendo primera persona plural y dice: “Somos lo que queda, -Somos” aludiendo
así al evidente paso del tiempo desde que se inicia la alzada rebelde en contra del régimen
establecido. Al reiterar el “somos” está dando cuenta al parecer de la necesidad de
evidenciar su existencia, y al igual que en la secuencia anterior, se presume que la
reiteración juega un papel simbólico carmíneo y apelativo a la vez expresando que la
interioridad de la voz es relevante.

10.- la secuencia 10 da comienzo a la escena 3. Se presenta a modo de diálogo (más de


una voz) en la que se juegan y defienden nuevamente los roles de la verdad, la
perseverancia y la fidelidad a un fin en común y a uno personal, íntimo e inmanente. El
conflicto central oscila entre el saber ser y hacer, y el estar siendo. Hay por lo menos dos
personajes que se encaran estas verdades y sentires sin sincerarse del miedo y
desconcierto que a todos les envuelve. En un tiempo que parece ser una pausa después
del gran enfrentamiento y después de que muchos han caído.

11.- Esta secuencia llamada “Agonía…” parece ser parte de un corifeo anexo al conflicto
central. Se presenta en primera persona plural con rasgos impersonales en el discurso
pues todo se funde en la necesidad de respuestas del nosotros sin dejar en claro los
conflictos que están a la base de tanta pregunta. Todo ello genera un caos retórico que se
siente y complementa con la vuelta al conflicto de las voces que perecen llevar un
protagonismo; el conflicto del ser, del hacer, del estar siendo. El discurso flexiona en una
primera persona al final de la secuencia negando el querer ser y anhelando serlo a la vez.
Ésta es una nueva marca textual de caos interno (llama la atención que se incorpore al
discurso de este corifeo anexo pues no hay encadenamiento ni progresión por
yuxtaposición en ello) si es una vos en singular que usa el plural por un principio empático,
pareciera que se está construyendo desde una posición de la otredad del ser. No queda
claro.

12.- Esta secuencia llamada “el discurso de los caídos”, es presentada en un impersonal
sin rasgos de singularidad aparente. En un tono levemente sarcástico habla de la utopía y
de la revolución, de quienes lo intentan; les juzga llamándoles rabiosos, incultos y
traumados. Todo ello con el fin de reducirlos y emplazarles como meros adolescentes en
busca de un poco de adrenalina. El tema es la desacreditación de la revolución como
método de liberación, se argumenta que al contrario, la revolución sirve para darle más
fuerza al sistema establecido. “…son parte de la anestesia”... argumenta. Termina en una
síntesis declarando “…aplíquense…” reduciendo a la audiencia a lo que justamente ha
declarado: no son más que adolescentes sin futuro.

13.- la secuencia 13 está subtitulada como “soliloquio de quien explota” hecha en primera
persona femenina y singular (…tenía voz y era escuchada). Pareciera ser que esta voz que
explota es aquella que se autodenomina “bomba”. Y está a punto de explotar porque
quienes la acompañaban en esta empresa, se han ido, la han dejado. Solo queda ella y en
fragmentos (ojos, boca, mente, alma…). Da cuenta también de que ya está todo destruido:
“…nada más que se pueda caer”. Llama ratas a quienes la han dejado: “…ratas y no
guerreros…” por todo ello anuncia que explotará y se acabará todo. Es una declaración de
un presente sin un futuro. No al menos para quien emite el discurso. La fragmentación de
su autorretrato da cuenta de cuánto ha perdido, de cuánto ha caminado para llegar donde
hoy decide culminar su trabajo.

14.- Esta secuencia da cuenta del daño colateral de todo evento bélico, el pueblo queda
sin líder y sin voz. Con la desesperanza a flor de piel y un panorama devastador. “…tan
oscuro que está todo hacia el horizonte…” esta frase da cuenta de que este estado
deplorable invade incluso al futuro próximo. Se presenta en impersonal y neutro, usando
tanto el plural como el singular dándole flexión al discurso. Hay por primera vez una visión
más profunda del mundo narrado: pues se hace una lectura del pasado y se hace una
interpretación de la reverberancias o implicancias de la historia en el presente, y además
en el posible futuro luego de la guerra. Se habla de una continuidad perpetua de hechos,
un ir y venir sin cesar de lo mismo siempre…

15.- Al igual que en la secuencia 11, parece ser un corifeo anexo al conflicto central.
Presentado en primera persona plural, da cuenta de las voces de los incomprendidos,
aquellos que están acostumbrados a tener quien les guíe. Esperan a alguien que se haga
cargo de sus vidas. Mediante una exagerada reiteración de preguntas, se intenta
demostrar la desesperación y desconsuelo en el que está sumergido este coro.

16.- Titulada como escena 3, esta secuencia muestra un dialogo cercano al conato entre
una voz que quiere parar y otra que desea seguir con la revolución. Se esboza cierta
correlatividad a la secuencia número 10, puede que ésta sea la conversación que le sigue,
en profundidad y secuencia temporal. Las voces hablan desde una primera persona plural
asumiendo que aún están hablando desde la misma plataforma, sin embargo una de ellas
se sume en cierta condicionalidad y cuestionamiento de ser, mientras que la otra
permanece en la superficialidad y emergencia del presente. Es cuando realmente se
quiebra la dicotomía y comienza ya a esbozarse una diferencia tangencial entre ambas
voces. Llama la atención que esta escena tenga el número 3, no se entiende si es error de
redacción, ya que podría ser la número 4. Si no lo es, no se entiende el nexo para que
ambas sean la misma escena, pues como se dijo, puede haber fácilmente una correlación
sucesiva entre ambas. (3 y 4). Ahora bien, todo lo que está entre medio entonces de la
secuencia 10 y 16, ¿Qué es? Es demasiado para que sean las cinco secuencias anexas al
conflicto central.

17. La secuencia 17, mantiene la misma tipografía que la anterior pero cambia el discurso
y el lugar desde donde se emite. La voz está presentada en primera persona singular,
masculina. Pareciera ser aquella voz que fuera contactada por uno del orden establecido y
que le hiciera la propuesta en la secuencia 5. Es esta misma voz que en la siguiente
secuencia se vuelve un apostata. El tema en esta secuencia es la confesión del
revolucionario que no quiere seguir luchando porque ya no hay nada de sentido en ello.
Da curso a aquello que se le dijo en la secuencia 5. Ahora esta voz se siente y se asume
como un retrasado, un desadaptado, energúmeno. La tipografía en cursiva da cuenta de
cierta intimidad del ambiente.

18. Se acaba la tipografía en cursiva (por lo que se deduce que ya no habla desde su
interioridad) y comienza la secuencia 18, acá la voz que habla ya es un apostata. Mira el
escenario con desdén y desolación. Ya siente que no hay vuelta y que nada funcionó. Aquí
sentencia que ya no hay nada más para nadie.

19. En la secuencia 19, en continuidad con las dos anteriores, muestra la partida del
apostata. Una voz del lado revolucionario intenta convencerle pero aún después de
permitirse dudar, parte sin fe, sin futuro ni ganas por nada. Es la anagnórisis del drama.

20. Una voz extradiegética mira y describe el desolador paisaje. Muestra cada uno de los
puntos que ya se habían instalado previamente. Esta visión externa da privilegio,
mediante el extrañamiento, a la voz anterior, pues queda la acción suspendida mientras
reconocemos el paisaje de éxodo. La reiteración nuevamente es la figura de saturación
que trae la sensación de agobio e inercia.

21. la secuencia 21 se subtitula “Aún en la ficción”. Presenta a una voz femenina que
aunque ya se hayan ido todos los demás, ella sigue siendo rebelde, sigue hasta el final con
su lucha. Ella se presenta temeraria y con la idea de que ya nada puede perderse, pues
todo ya se ha perdido. Habla con el futuro, le desafía diciéndole que está armada hasta los
dientes.

Gracias al subtitulo de esta secuencia, podemos entrever cuál es la posición del escritor
respecto de lo que escribe, pues de alguna forma está condicionando la visión o el
enjuiciamiento de la voz femenina rebelde. Le llama ficción al lugar desde donde se
energiza la rebeldía. En esta secuencia, el tema central es la consecuencia.

22. la secuencia 22 se presenta de manera carmínica y saturada de un discurso casi


metafórico, circular y recursivo… da la impresión de que la narración vuelve al punto de
partida, las situaciones y hechos son los mismos que en un principio. Es el eterno retorno.
Es la comprobación de la veracidad de las sentencias de la voz de la secuencia 5. Es al fin y
al cabo la comprobación de que el viaje de aquella voz que se cuestiona, que se permite
cambiar, ha sido un sinsentido. Sin una posible liberación ni un decantamiento. El tema de
la secuencia es el eterno retorno, pero además subyace otro que al igual que otras
secuencias como 20, 6, 16, entre otras… es el tema de la consecuencia, asociado al ser y
no ser.

Fase 3

De lo referencial:

El texto presenta una superficialidad textual en diversas tipografías, usando además


estructuras meta textuales líricas y carmínicas que hacer prever que el texto invitará a un
dialogo íntimo, o bien, a un paseo por sensaciones y emociones profundas. La
introducción y el nombre nos emplazan en un escenario de guerra, una rebelión de
algunos en contra del régimen establecido. Las voces son personales y grupales que se van
presentando en un aparente encadenamiento de hechos que, en realidad y en su
profundidad son micro-acciones discontinuas que progresan bajo un eje común sin orden
cronológico claro.

De lo generativo:

Las hipótesis que se van armando al avanzar en la lectura primeramente se enmarcan en


una distopía que está cayéndose por unos insurgentes. Pero lamentablemente no se
concreta pues la falta de información juega en contra. No se evidencia más que dos
posibles personajes; uno que podría ser el protagonista, quien lleva el conflicto en su
estado más puro y que termina renegando de su postura inicial. Luego está la mujer
rebelde que no claudica en sus pensamientos y en su hacer. Nada hay de estas voces para
la construcción sostenida de personajes. Respecto de los ambientes y espacios físicos
causa curiosidad la falta de marcas textuales que permitan texturizar, o bien conducir
levemente la construcción de los mismos. Queda entonces solamente el recurso carminico
y apelativo del discurso que nos emplaza en un exterior hostil y una interioridad
devastada. Al finalizar el texto queda en evidencia el escenario catastrófico y el
agotamiento de quienes sufren. La última secuencia nos lleva al principio dándole un
sinsentido al viaje retomando la lectura univoca que le da el capitalismo a la historia: no
importa lo que se haga o deje de hacer pues el resultado será el mismo.

Los recuadros que se rescatan de todo lo planteado por el texto entonces son:

-un poder que gobierna,

-un grupo que se siente oprimido y reacciona con una revolución,

-un coro anexo que describe el paisaje,

-una acción que se da a nivel personal por un revolucionario que decide claudicar,

-una revolucionaria que llega hasta las últimas consecuencias,

-todo vuelve a ser como antes (antes de la guerra)

Como se puede observar la acción es una y el conflicto surge por contraposición al


opuesto. El conflicto es irresoluble arbitralmente. Lo que deja en evidencia el restringido
marco de acción y movimiento en tanto a la progresión dramática que presenta el texto.

FABIOLA ARIADNA RUIZ, DRAMATURGA Y DIRECTORA TEATRAL

LICENCIADA EN ARTES ESCÉNICAS Y DIPLOMADA EN DIRECCIÓN

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