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Nací en un hogar pequeño y humilde

Con una difícil pobreza extrema,


Mi familia por sacarme adelante hacia lo imposible
Pero nuestra vida siempre fue un problema
No teníamos que comer, ni mucho menos dinero
Y mi padre con eso siempre fue muy sincero.

Él me decía que en nuestra casa no faltaría amor


Que siempre fuera valiente y me alejara del temor
Me prometían que estarían conmigo
Que yo podía considerarlos mis mejores amigos
Que cuando la gente por desprecio rompiera mi corazón
Ellos estarían para cuidarme, tomarme de la mano y nunca soltarme.

Y si, así fueron mis primeros años, hasta que me enviaron a la escuela.
En ese momento mi vida tomo otro camino
Mis padres me advirtieron de la crueldad del ser humano
Y la maldad de los niños de mi edad
El odio y el desprecio de las personas hacia la gente pobre
Que para mí ya era considerado una enfermedad.

Mi inocencia seguía pura y no quería creer lo que me decían


Mi emoción era tan fuerte y los nervios me consumían,
Pues una etapa nueva estaba por empezar

Mi madre se levantó temprano aquel día


No sabía que darme de desayunar pues en la alacena nada había
Me sirvió un vaso de leche y un pan duro de una semana atrás
Y con miedo me encaminaron hasta la puerta de la escuela
esos seres, con lágrimas en los ojos me pidieron que me cuidara
Que mi comportamiento fuera bueno y que nada lo arruinara

Temeroso me dirigí a mi aula


No tardo mucho para que unos brabucones me atraparan
Y de mi pobreza se burlaran
Ahí supe que lo que me decían mis padres era verdad
Pues tras la paliza que recibí comencé a reflexionar

Me prometí a mí mismo que nunca jamás volvería a ocurrir


Que antes de que me lastimaran preferiría morir...
Empecé a aprender a defenderme
Nadie me podía sobajar
En la escuela me volví líder
La persona de la que siempre jure odiar

Mis padres después de unos años


Comenzaron a envejecer
Sus canas y arrugas comenzaron a aparecer
Ya eran viejos, tristes he incrédulos
No sabían de lo que su hijo podía ser capaz
Yo siempre me avergoncé de ellos he incluso los insultaba.
En una ocasión, a mi padre me atreví a negar
Al suelo le tire unos cuantos pesos y toda la escuela se burlaba
Aunque yo estaba arrepentido no podía echarme atrás
-no necesito tus limosnas hijo, sea como sea yo te estimo

Mis acciones lo llenaron de llanto


Y el muy triste se alejó en silencio
Después de ahí no supe que más hacer
Pues el ser malo ahora era mi vicio

Después de darle vuelta al asunto unos momentos


Recapacite todos los hechos
Me hice algunas preguntas

¿Quiénes estuvieron ahí siempre para mí?


¿Sin ellos que sería de mí?
No lo pensé más y corrí tras el
Pero en un callejón oscuro los logre ver
Estaban tirados y sin fuerzas para volver
Parecía que los habían atacado
Que los habían torturado
Corrí llorando a abrazarlos
Pero Dios de mi estaba por alejarlos
Solo alcance a escuchar que me llamaban hijo
Mientras una sonrisa me regalaban
Fue ahí su despedida y comprendí que me perdonaban

Con mi vida ya no pude seguir


Aquellas almas lo eran todo para mí
Una soga tome, de mi vida quise huir
Días después en los periódicos nos mencionaban
Y como pordioseros, criminales
Y vagabundos nos representaban

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