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El único Dios

Comentario y explicación

Genesis 1:26

Hagamos al hombre.
Desde el mismo principio, el Registro Sagrado proclama la preeminencia del
hombre por encima de todas las otras criaturas de la tierra. El plural
"hagamos" fue considerado casi unánimemente por los teólogos de la iglesia
primitiva como que indica a las tres personas de la Deidad. La palabra
"hagamos" requiere, por lo menos, la presencia de dos personas que celebran un
consejo. Las declaraciones de que el hombre había de ser hecho a "nuestra"
imagen y fue hecho "a imagen de Dios", llevan a la conclusión de que los que
celebraron consejo deben ser personas de la misma Deidad. Esta verdad,
implícita en varios pasajes del AT, tales como el que hemos tratado aquí y Gén.
3: 22; 11: 7; Dan. 7: 9, 10, 13, 14; etc., está plena y claramente revelada en
el NT, donde se nos dice en términos inconfundibles que Cristo, la segunda
persona de la Deidad -llamada Dios por el Padre mismo (Heb. 1: 8)- estuvo
asociada con su Padre en la obra de la creación. Textos como Juan 1: 1-3, 14;
1 Cor. 8: 6; Col. 1: 16, 17; Heb. 1: 2 no sólo nos enseñan que Dios el Padrecreó todas las cosas por
medio de su Hijo sino que toda vida es preservada por
Cristo.
Aunque es cierto que esta luz plena de la verdad no brilló sobre estos textos
del AT, previos a la revelación contenida en el NT, y que la comprensión
precisa de las diferentes personas de la Deidad no fue tan fácilmente
discernible sólo por los pasajes del AT, la evidencia inicial de la existencia
de Cristo, en el tiempo de la creación, como colaborador con su Padre, se halla
en la primera página de la Biblia. Estos textos no ofrecen dificultad para los
que creen tanto en la inspiración del AT como del NT, en vista de que una parte
explica la otra y que ambas se ensamblan armoniosamente como las piedras de un
bello mosaico. No sólo los vers. 26 y 27 indudablemente contienen indicios de
la actividad de Cristo como la segunda persona de la Deidad en la obra de la
creación, sino que el vers. 2 menciona al Espíritu Santo como colaborando en la
misma obra. Por lo tanto, tenemos fundamento para declarar que la primera
evidencia del sublime misterio de la Deidad se encuentra en la primera página
de la Biblia, misterio que se presenta con luz más clara cuando la pluma de la
inspiración de los diferentes autores de los libros de la Biblia fue movida a
revelar más plenamente esta verdad.
La palabra "hombre" es 'adam en hebreo, la misma palabra empleada para nombrar
al padre de la raza humana (cap. 5: 2). Su significado se ha explicado de
diversas formas. 228 Describe ya sea su color, de 'adam "ser rojo"; o su
apariencia, de una raíz arábiga que significa "brillar", haciendo de Adán "el
brillante"; o su naturaleza como la imagen de Dios de dam, "semejanza"; o -y lo
que es más probable- su origen: "el suelo", de 'adamah, "el del suelo".
A nuestra imagen.
"El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior,
como en el carácter" (PP 25). Esa imagen se hacía más evidente en términos de
su naturaleza espiritual. Vino a ser un "ser viviente"*, dotado de libre
albedrío, una personalidad autoconsciente.
Esta naturaleza reflejaba la santidad divina de su Hacedor hasta que el pecado
destruyó la semejanza divina. Sólo mediante Cristo, el resplandor de la gloria
de Dios, y la "imagen misma de su sustancia" (Heb. 1: 3), se transforma nuestra
naturaleza otra vez a la imagen de Dios (Col. 3: 10; Efe. 4: 24).

Juan 10:30

Uno somos.
"Somos una sola cosa" (BJ, 1966). La palabra traducida "uno" está en género
neutro, lo que muestra que no se discute la unidad de las personas. Jesús
afirmó su unidad con el Padre en voluntad, propósito y designios. El Padre
respalda las palabras y acciones de Jesús. Más allá de eso, las palabras
implicaban la estrecha relación de Jesús con el Padre. Los judíos entendieron
sus palabras como una pretensión a la divinidad (cap. 10: 32-33; cf. cap. 5:
18-19).

Juan 15:26
Yo os enviaré.
En otro pasaje (cap. 16: 7) se presenta a Jesús como el que envía el Espíritu,
al paso que también se nos enseña que el Padre envía el Espíritu (cap. 14: 26;
cf. vers. 16). No se trata de una contradicción pues el Padre y el Hijo obran
al unísono (ver com. Cap. 10: 30).

1 cor. 8:6 Título de Padre

Padre.
Este título destaca el contraste entre los puntos de vista del cristiano y del
pagano. El creyente cristiano conoce a Dios como a su Padre amoroso y
comprensivo. Él creó a todos los hombres, y les proporciona todas las cosas
para su feliz existencia; los protege como un padre protege a sus hijos, y se
compadece de ellos en sus dolores; los ayuda a soportar sus pruebas, y se
revela en todo como su amante amigo (ver Sal. 68: 5; 103: 13; Jer. 31: 9). El
pagano no tiene idea de Dios como, un Padre, sino sólo entiende de seres
poderosos cuya ira debe ser aplacada o cuyo favor debe ser conquistado.

Hebreos 12:9 Padre de los espíritus

Espíritus.
Gr. pnéuma, "espíritu", "soplo", o, posiblemente, "vida" (ver com. Luc. 8:
55). "Padre de los espíritus" se refiere a Dios como la fuente de toda vida y
de todo ser. Esta expresión contrasta con "padres terrenales", como lo hace
evidente Heb. 12: 10. El argumento va de lo menor a lo mayor: si respetamos la
disciplina de un padre terrenal, a quien debemos nuestra existencia corporal,
¿cuánto más no debiéramos ser obedientes o someternos a la corrección de
nuestro Padre celestial, a quien debemos la vida?
"Espíritus" contrasta con "terrenales". Ambos se refieren a seres humanos
vivientes, como se ve claramente en el contexto y la sintaxis del texto griego.
Todo el contexto trata de la forma en que Dios, como nuestro Padre celestial,
castiga a sus hijos terrenales. "Los espíritus" es traducción de una frase
griega idiomática que equivale a "nuestros espíritus" (BA).

Juan 1:1
Gr. pros ton theón. La palabra pros denota relación íntima y compañerismo. Si
Juan sencillamente hubiera querido decir que en el principio el Verbo estaba en
las proximidades de Dios, podría haberse esperado que empleara la palabra pará,
"al lado", o el vocablo metá, "con" (cf. com. cap. 6: 46). Pero Juan se
proponía expresar más de lo que cualquiera de esas palabras podía significar
cuando escribió "abogado tenemos para con [Gr. pros] el Padre" (1 Juan 2: 1);
no en el sentido de que Jesús sencillamente está en la presencia del Padre,
sino que está estrechamente relacionado con el Padre en la obra de la
salvación. Pros se usa en el mismo sentido en Heb. 4: 13: "a quien tenemos que
dar cuenta". Es decir, "con quien tenemos que vérnoslas". La palabra aquí
implica estrecha relación personal en una empresa de interés mutuo e
incumbencia de ambos. Cf. Juan 17: 5.

El hecho de que el Verbo era "con Dios", es decir con el Padre, enfáticamente
declara que él era un ser completamente distinto del Padre. Como lo aclara el
contexto, el Verbo estaba relacionado con Dios en un sentido único y exclusivo.
El Verbo era "con Dios" en la eternidad pasada, pero se hizo "carne" a fin de
estar con "nosotros" (ver com. vers. 14; cf. DTG 14-18). El era Emanuel, "Dios
con nosotros" (ver com. Mat. 1: 23). Es imposible comprender la importancia de
la encarnación a menos que se la proyecte en el telón de fondo de la existencia
eterna de Cristo como Dios y como íntimamente unido a Dios (ver Material
Suplementario EGW, com. Rom. 1: 20-25)

El verbo era Dios. ***Nota de Keylin;

En la eternidad pasada existían (en este caso) dos personas iguales, pero se convirtieron en Dios
cuando se hizo la creación. Ejemplo: Los testigos de jehova. Tienen un consilio que dirige la iglesia,
así que es correcto decir el dirigente máximo de la iglesia dijo… todos los que pertenecen al
concilio son uno, son EL dirigente… una unidad de personas iguales que dictan las normas de su
iglesia.

Efesios 3:14-15

La palabra “padre de nuestro señor Jesucristo” no aparece en el original. Solo doblo mis rodillas
ante el padre.

Sant. 1:17

De lo alto.
Es decir, de Dios (ver com. Juan 3:3, 31). Dios actúa mediante hombres, y
hasta donde el pensamiento de éstos sea verdadero, revelará una parte de la
verdad más plena que Dios anhela que los seres humanos 528 comprendan (cf. Ed
12).
Padre.
Aquí en el sentido de "Creador" (ver Mal. 2: 10; Heb. 12: 9; Job 38:28).
Hebreos 1: 1-3
El cual, siendo.
O "el que es". El verbo griego eimí, "ser" o "estar", nunca puede traducirás
"llegar a ser" o "convertirse en". La misma idea se nota en Juan l: l: "En el
principio era el Verbo" (ver com. respectivo). En el principio Cristo no
apareció ni vino a la existencia, ya era. Según Juan l: 14, cuando el que era
o existía antes vino a la tierra, se hizo carne, lo que antes no había sido.
Por otra parte, la frase "el que es" aparece la LXX de Exo. 3:14 como nombre
de Dios; el que se use aquí la misma frase sin duda no es coincidencia (ver
com. Apoc. 1:4).

Resplandor.
Gr. apáugasma, "resplandor", esplendor", "reflejo". El Padre y el Hijo son
inseparables. El Hijo revela al Padre, es el reflejo del Padre. Cuando
miramos el sol, no vemos el sol sino sus rayos; tampoco vemos al Padre sino al
Hijo, pues el Padre es invisible, "habita en luz inaccesible; a quien ninguno
de los hombres ha visto ni puede ver" (1 Tim. 6:16).

Gloria.
Gr. dóxa (ver com. Rom. 3:23; 1 Cor. 1l: 7). La gloria de Dios es la suma
total de todos sus atributos. Moisés le pidió a Dios: "Te ruego que me
muestres tu gloria" (Exo. 33: 18), y Dios le respondió: "Yo haré pasar todo mi
bien ['mi bondad', BA, BC, NC] delante de tu rostro" (Exo. 33:19; cf. cap.
34:5-7). La gloria de Dios es su carácter (ver DTG 1l; PR 231-232; OE 43l). Cristo no
llegó a ser el resplandor de la gloria de Dios; ya lo era, y siempre lo había
sido (ver com. Juan l: l; t. V, pp. 894-895). Esto constituye el fundamento
esencial y eterno de su personalidad.
Imagen misma.
Gr. jaraktér originalmente una herramienta para grabar o marcar.
Posteriormente llegó a significar la marca misma. La traducción "impronta" (BJ,
BC, NC) se acerca más al significado de algo grabado o marcado. Esta misma
dualidad de significa se puede advertir en algunas palabras. Por ejemplo,
"sello" puede significar la impresión que se marca sobre un objeto y también el
sello que la marcó. Cristo es el sello o la "impronta" exacta de Dios.
Sustancia.

Gr. hupóstasis, literalmente, "lo que está debajo", y por lo tanto, "meollo",
"esencia", "realidad". Es realidad en contraste con imaginación y fantasía.
Se usa esta palabra para designar la esencia de las cosas, la naturaleza íntima
de algo, el verdadero ser. También se emplea para denotar firmeza,
estabilidad, seguridad, confianza.

Cuando se dice que Cristo es "la imagen misma" de la hupóstasis del Padre,
significa más que una semejanza externa: es la expresión exacta y verdadera de
la naturaleza íntima de Dios. Así como es el Padre, así es el Hijo: uno en
esencia, uno en carácter, uno en pensamiento y propósito. Son tan semejantes
que Cristo pudo decir: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre... Yo y el
Padre 412 uno somos" (Juan 14: 9; 10: 30). o de los grandes propósitos de la
venida de Cristo a esta tierra fue para dar a los hombres una fiel
representación del Padre.
Salmos 2:7 y Hebreos 1:5 y 2 Sam. 7:14 y Rom. 1:4

Yo te engendré.
No debe entenderse que esta declaración implique que originalmente el Hijo
hubiese sido engendrado. "En Cristo hay vida original, que no proviene ni
deriva de otra" (DTG 489). La Biblia se interpreta a sí misma. Debe permitirse
que los escritores inspirados hagan las aplicaciones precisas de las profecías
del AT. Cualquier otra aplicación no es más que opinión humana, y como tal,carece de un "Así dice
Jehová" (ver com. Deut. 18: 15). Cuando el apóstol
inspirado comenta este texto, lo interpreta como una predicción de la
resurrección de Jesús (Hech. 13: 30-33). La resurrección de los muertos
proclamó, de modo muy especial, que Jesús era Hijo de Dios (Rom. 1: 4).

Yo le seré a él padre.
Cf. 1 Crón. 22: 9, 10; 28: 6. En esta promesa Dios se identificaba con David y
su descendencia. Los que siguieron a David en el trono de Israel habían de
reinar en el nombre del Señor, como hijos de Dios y representantes del cielo.
Cuando fracasaron los descendientes literales, se cumplieron las promesas en
Cristo (ver Heb. 1: 5).

4.
Declarado.
Gr. horízÇ, "delimitar", "separar", "determinar", "definir". La palabra se
traduce como "puesto" en Hech. 10: 42 ("constituido", BC, BJ); "establecido" en
cap. 17: 31. HorízÇ es la raíz de la palabra compuesta griega que se
traduce "apartado" en Rom. 1: 1.

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