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G. BAEZ.CAMARGO

BREUE HISTÍIRII
IIEt
IEI(Ifl BIBTIGO
(SEGUNDA EDTCTON REVTSADA
Y AMPLIADA)

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1984
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( UNA PALABRA DEL AUTOR


(

( En 1975 se publicÓ, princ¡palmente para uso de /os asls-


( lenles a /as c/ases dominicales del Círculo de Estudlos
(
Biblicos, de ta ciudad de México, el folleto Breve historia
del texto biblico, al presente enteramente agotado- Por
sugerencia de algunas personas, que consideran que se-
(

(
ria utit amptiar e! número de lectores y de estudiosos de
( ta Bibtia que podrian benef iciarse can un estudio sobre el
( terna, se ha preparado el presente trabaio. Sírvele elfolleta
( antes citada como una especie de bosqueio general, ya
que, sin hacerlo voluminoso, puss tiene un propÓsito de
(
divulgación poputar, se ha revisado y ampliado el material.
(
Con esfo se espera que también su utilidad sea mayor-
( Et autor se slenfe sumamente obligado con el Dr- Eu'
( gene A" Nida y et Rdo. Harald P. Scanlin, ambos de las
( Sociedades Bíblicas tJnidas, que revisaron el manuscrita
(
e hicieron muy imporfanfes observaciones, y quiere ex-
presarles aquí su profundo reconocimiento-
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( E¡'r térmínos muy generales, y sólo con propósitos de


análisis teórico, podrían advertirse tres fases, que no ne-
( lntr0duectón cesariamente significan etapas histÓricas definidas, en la
( historia del texto bíblico. [-lna muy remota, que antecede
( judíos y los cristianos la Biblia es un libro úníco. a la invención de la escritura, cuando las ideas y el registro
*P1r.u.los de sucesos de los grupos humanos se trasmiten sÓlo o¡'ai-
trn et basan los postulados fundamentales de su respec_
(
tiva fe. Para los prirneros, la Biblia es lo que los cristiános mente de generación en generaciÓn. Con la invenciÓn de
( liamamos Antiguo Testamento. para los segundos, la Bi_ la escritura en Mesopotamia, Egipto, Siria, Asia Menor,
( blia se ccmpone de ambos Testamenros, eT nnt;guJV áf Creta, hacia el cuarto milenio a.C., se inicia una nueva fase,
Nuevo. Healmente no es un solo libro sino una cóleááOn la de la trasmisión escrita, que por un tiempo más o menos
(
de libros reunidos en un solo volumen. Está formadu. ór"" largo coexiste con la trasmisiÓn oral, en vista de que la
( de escritos de d ivB¡qqs_aulo¡es, re u n dos, organÉáñ escritura es primeramente la posesión de una minoría de
sacerdotes y escribas, en medio de una mayoría analfa-
¡

redactados e[ un texto fqnát én et transcurso


"

beta. De hecho la trasmisiÓn oral subsiste en la masa


(
de*p_q¡_ié
metos-SnsCstglgs, pero en los que se integran aiáoTáiñ;;
(
y documentos de mayor antigüedad. popular a pesar de que con el tiempo la alfabetización
( En otras palabras, la Biblia-contiene un texto plural que aurnenta y con ella el conocimiento de la escritura se
no se da de una sola vez en una sola pieza, en'l, ,¡Ji-ñá generaliza. Esto sucede aun en nuestros días en los gru-
(
forma en que, por ejemplo, los musuimanes creen haber pos hurnanos aislados y escasamente alfabetizados, a
(
recibido su libro sagrado, el Corán, o los mormonelál pesar de la invenciÓn de la imprenta y la proliferaciÓn de
( suyo, el Libro de Mormbn. No es posible Oeterminaióon libros, revistas Y Periódicos.
(
exactitud er número y ra identificación de ros escritores En el caso concreto de la Biblia, la historia del texto ofre-
bíblicos originales nj. d? los compitadores,-,";i;;;;"; ce una fase en que la trasmisiÓn por escrito se va impo-
( redactores del texto final, que realizaron su labor ,ná niendo, con el correr del tiempo, a la trasmisión oral. Apa-
( gran diversidad de circunstancias curturates y situació- "n recen los escritos originales, de propia mano o tomados
(
nes hlstoricas que inevitablemente influyeron en ella. Esa al dictado de un autor. Muchos son anÓnimos' Nuevos es-
labor se reatizó en el contexto de la história O" ,n-áreOü critores aprovechan tanto las tradiciones ora!es subsis-
( el judío. El texto bíblico no se elabora, pues, en abstracto tentes como estos documentos primitivos. El material
o en el vacío, sino en ese marco históiico y curturái, escrito se multiplica por medio de copias sucesivas que
(

lo cual aparece orig!nalmente en las lenguás que fueron [ói como hechas a mano por distintas personas, en distintos
(
sucesiva, o en ciertas épocas, simultáneamente, el habla lugares y en diversas épocas, no están libres de errores y
( común de ese pueblo: .hqbreo y arameo (Antiguo ¡eiia_ de alteraciones ya accidentales ya intencionales.
mento). y griego poputar, ---- Llega el momento, debido a ello, en que se hace nece-
(
_koine (Nluevo Teitaménio).
(
La historia der texto bíbrico es diferente de ra historia saria la revisión del material escrito, cotejando las copias
del .canon, que es el catálogo de los libros recár;;l;;; cuyas diferencias, técnicamente llamadas variantes, se
( oficialmente como sagradosl Ambas historias, sin ernoii armonizan unas veces, otras se combinan' todavía otras
( go, están estrechamente relacionadas, y hasta , ,uau, se conservan lado a !ado. Aparecen compiladores y "edi-
(
corren paralelas o se entrelazan, ya qusson tas m¡smái tores" que redactan de nuevo el material existente y a
autoridades q.ue finarmente áeterminan cuar és e'í veces le incorporan rnateriales que proceden de otras tra-
( canon oficial.lasy cuál es el texto autorizado. trluestrá asunü diciones orales o de otros documentos, que se consideran
aqur es ta nrstor¡a del texto, de modo que en ella nos de suf iciente autoridad. En las copias se hacen a veces al
(
con_
centraremos, y sóro arudiremos a ra historra oel-óanon margen anotaciones explicativas o glosas del revisor o
(
cuando sea necesario.* del copista.
(
Es ésta una fase en que el texto es fluido todavía, y en
(
'Para esta última, vease der propio autor la Breye
historia d€¡ canon biblico, edicio- que tiene lugar un proceso de evaluaciÓn y selecciÓn de
(
nes iuminar: Méx¡co. 1S80
copias más ó menos prolongado. Participan en él' en pri-
(
(
IV

rner término, quienes las usan, Y Que; gu¡ados po-r una es-
sus preferencias
ó"ó¡u J" sextó sentido, van acéntuando
be unas sobre otras. Pero al parejo de esa acción general'
ñán uprtecido ya guardianes ofiiiales de la fe, iudaica. en
un ca'io, cristiána en el otro, que aportan su sabiduría y
árrái"¡on, y aplican su discernimiento a las copias exis-
i;;t"; v ql" tlenen uso preferente en sus respectivas
prefiriendo, sobre todo para
cámun¡áacies. Entonces van
áiutá tittiigico, las copias que contienen el texto que les
pure"e habér conservádo la tradiciÓn más p.ura' Pe este
qY.9 es-aquella-en que se
'
fi s alteraciones el texto que
," ,a. aúténtico, en et sentido de más f iel a las
texto
"bni-io-"ráprimitivas, y se estabtece así un están-
iáJrc¡ó""1
dar,oficialmenteautorizado,ydeahíenadelantecelosa-
mente salvaguardado.
Historia del texto hebreo
fL pto"".ó que desemboca en ei establecimiento de ese
texto oficial asume diferente forma' como hemos de ver 1. Antecedentes
oá*ñré., pnra el Antiguo y para e.l Nuevo Testamento' Tie-
ne, sin embargo, máé o menos la misma duración: unos Aunquc el texto hebreo del Antiguo Testamento con-
sigtos. Ían targo lapso viene a ser una garantía del
""áti"addptado, pues quiere decir que para fiiar ese texto
üxto ticnc algunos pasajes en la lengua afín aramea' le llamamos
nó f,u habido pri'sas irreflexivas ni imposiciones autorita- ¡r,-rtt, ht'lrre'; solamente, en vista de que esos pasajes son
riár. rn realidád el texto final se ha impuesto por símismo' relativamente cortos y se haiian sólo por excepción
en
De hecho, las autoridades religiosas respectivas no ha- unos cuantos libros: casi seis capítulos de Daniel
(2.4b-1.28).
i*n ,a. que oficializar el texto que la cornunidad de los
creyentes, por consenso implícito pero evidente' ha pre-
dos pasajes cje Esdras (4.8-6. 18 1'12'26\' un versículo de
(31'47)'
ferido corn'o el que, a su parecer y sentir, tiene mayor Jeremías- (l0.ll) y un nombre propio en Génesis
autoridad. Ei periodo que hemos llamado la prehistoria del texto
Una vez fi con el sello ofici hebieo (véase la Introducción) puede considerarse termi-
nado hacia el año 300 a.C.. cuando .la trasrnisión oral
puede decirse prácticamente sustituida por la trasmi-
sión cscrita.
Excepto por ese dato escueto. no tenemos pruebas di-
rectas y concretas que nos permitan describir el
proceso
anteriorquellevódelatrasmisiónoraiaiaexciusivamen-
te escrita, pasando por la fase en que coexistieron
por largo
tiempo. No existe ningún rnanuscrito hebreo anterior al
siglo tercero a.C. Prominentes autoridades
judias y cris-
tiánas están ccncordes en que no es posible trazar con
certeza la línea seguida por ei proceso de formación del
texto bíblico en esa lejana etapa'
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO HISTOBIA DEL.TEXTO HEBREO

Dice el profesor Shemaryahu T'almón, de Ia Uqiversi- de los pueblos circunvecinos: la de Egipto, que habrían
I conocido en Ios largos años de esclavitud, y ahora la rica
dad Hebrea de Jerusalén: "Probablemente no hay, ningún
otro texto, antiguo o moderno' testificado por tantos di- literatura de Mesopotamia, puesta en escritura ct¡neifor-
versos tipos de fuentes, y cuya historia sea tan difícil de me. Al norte de Palestina han florecido Ios reinos de
elucidar como la del texto del Antiguo
'festame¡1to".I Ugarit y Ebla que han dejado también un rico material
El doctor M.H. Goshein-Gottstein -escribe por su partc: literaric. Mucho de esto lo absorbe !a cultura israelita en
"Es... cosa que se da por hecha, que todavía no poseemos formación, depurándolo de sus connotaciones paganas y
ninguna teoría que trate de integrar todos los hechos adaptándolo a su riguroso monoteísmo. Con el tiempo, los
conocidos en una sola armazón histórica".2 Y el erudito primeros escritores sagrados utilizarán este material. cu-
cristiano P. Dominique Barthélemy, O.P. habla del"inten- yos rastros pueden advertirse aquí y allá en el texto bíblico,
to ilusorio de construir una teoría de conjunto de la evo- especialmente en los códigos. en el libro de los Salmos y
lución de los textos bíblicos".r en la literatura de la sabiduría.
*Estamos ciertos, sin embargo' de que la primera fase fue No sabemos cuándo, en el caso de Israel. comenzaron a
la de trasmisión oral, que en el caso del texto hebreo duró ponerse por escrito materiales que provenían de la tradi_
muchos siglos. Todos los pueblos han preservado primero ción oral. En Egipto existía ya la escritura cuando "jacoLr
que todo por la tradición oral sus más antiguos recuerdos. y sus hijos se instalaron ahí, y aunque no es de esperarse
Cuando Jacob y sus hilbs se establecen en Egipto' hacia que ellos o sus descendientes pudieran leerla, pues era casi
principios del segundo milenio a.C., llevan ya sin duda un un monopolio de la clase sacerdotal, por lo menos Moisés.
tesoro de tradiciones del pasado patriarcal y de los antc- que recibió educación de príncipe, debió de haber podido
cedentes mesopotámicos de Nacor y Abraham. descifrarla, y de haber conocido por ello la historia v tra-
Ese tesoro. conservado oralmente, se habrá enriquecido dicioncs conservadas en documentos de ese país. ya en
durante los siglos de permanencia en Egipto' y los años dc Cana,in, los israelitas habrían entrado en contacto con tra-
la peregrinación por el desierto- Llegados a Canaán' y al diciones cananeas y mesopotámicas, y en una forma u
ponerse en contacto con su población' se sumergen en un otra, conocido el contenido de la ya para entonces rica
mar de tradiciones que provienen de horizontes más am- literatura de esas regiones.
plios. Cuando, para organizarse más estatrlemente como Es opinión comúnmente aceptada que las partes más
nación, complementan la legislación básica recibida en el antiguas de los escritos bíblicos pueden ser los cantos v
Sinaí con leyes y reglamentos más detallados, tienen co- poemas que se citan en los libros históricos. Por ejemplo,
nocimiento de la legislación de otros pueblos. especial- entre otros, el Di<'ho cle Inmec.{Gn.4.23,24);la Malttición
mcnte de Mesopotamia. c{e Canacin (Gn.9.25-27); las Benditiones tle lsoae'(Gn.
27.27-29, 3940) y de Jac'ob (Gn. 49.2-27); et Crínti<,o cle
. En esta época hallan, como parte de esas tradiciones Moi.sés (Ex. I5.l-18); el Poema ele los Rontancero.r (Nm.
nuevas, himnos y cantos épicos antiguos que se conservan
y trasmiten oralmente. pero también algunos por escrito. 21-27-3A): hs Prof'edas tle Balam (en Nm. caps. 23 y 24),
Sus sabios llegan de alguna manera a conocer la literatura el Cdn¡ico de fi,loisés (Dt.32.1-43); el Crinti<.r¡ tle Déhora
(Jue. cap. 5):\a Elegía cle David (2 S. I .19-27): el Crinti<.<¡
CHB (véase clave de abreviaturas al final)' vol. 1, pág- 161
Postrero de Davicl (2 S. ! .19-21): el Salnto cle Ezequías
Cit. por CTO. pá9. 43.
BEH. pá9. 294. (ls. 38.10-20)l el Sslma de Jc,nri.r (Jon. 2.2-10) y el Salnt<t
HISTORIA DEL TEXTO HEtsREO 5
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
Se citan en la Biblia documentos, hasta hoy perdidos,
de Hahat'uc (Hah. raP" 3)' que los redactores utilizaron en sus escritos, por ejemplo:
Parte de este maierial se habría recogido oralrnente' Libro de las guerras de Yahvéh (Nm. 21.14, l5); Lihrr¡
pero otra parte tai vez existía ya por escrito' aisladamente de Yasor (Jaser o "el Justo", Jos. 10.13;2 S. l.l8\; Historia
En las
t oo*o elernento integrante de algún documento'parte del profeta Nattin, Visiones del vidente Yedo o lddo (2 Cr"
propias Escrituras se mencionan viejos escritos' de
9.29); Libro de ls historía de Salom¿ín (l R. I l.4l); Libro
io, tuul", se citan a veces textualmente, que fuerorr utili- ele las crónicas de los reyes de Judd(l R'. 15.7); Librctele las
los eruditos creen
zados por los escritores. En el Pentateuco t'róni<'as de Israel(l R.. 15.31, diferentes de nuestros I y 2
discernir ciertos bloques dc material que se incorporaron
Cr.) y Lihrrs de Yahvéh (Is. 34"16)
ul de un libro, por ejemplo' el Det'rílogo' en dos hasta hoy, y después de tanto tiem-
"u".po
redacciones: (Ex. 20.1-17 y Dl 5'l-21); un Código
del -4r No se ha descubierto
cap' po es casi seguro que no exista ya, ningún manuscrito ori-
Pacto (Ex. 20-22-23-33); un Cótligo Ritual(Ex' 34);
ginal, de primera mano, sea del escritor sagrado mismo
un Cócligo de Sonticlad(Lv' caps' 18-26);un Código Deu- - -lo que llamaríamos un autógraÍ'o- o si los dictó, de su
(Nm'
teronómicr¡ (Dr- caps. t2'26) ¡' un Ritual del Arca amanuense. lo cual es verdad también en cuanto a los escri'
su res-
10.35-36), si bien no hay compieto acuerdo sobre tos del Nuevo Testamento. Sobre todo de los del Antiguo,
pectiva delimitación" ni siquiera sabemos con precisión, y en algunos casos ni
Entre los biblistas tiene general aceptación la teoría dc aun con aproximación, la fecha en que se escribió un libro
mc-
que en el Pentateuco háy material que proviene de al o parte de un libro bíblico. Incluso no hay seguridad de
n.s ,r*, grandes fuentes o tradiciones llamadas )'uhvista' que el verdadero autor de un libro sea aquel cuyo nombre
pre-
porque prefiere el nombre Yahvéh; elohista' porque lleva. Sólo en contados casos es tal cosa muy probable'
iiere Elohitn. \' 'acercloiczl. porque recalca la importancia
Por ejemplo, Esdras, Nehemías, Amós' quizá Ezequiel y
delsacerdocio.elsantuario,elritualylasfestividadesreli- por lo menos en partes, Jeremías, pues se menciona que
giosas. Pero hay mucha divergencia entre los eruditos
en
provienen de una y empleó como amanuense a Baruj Ben Neriyáh. En la re-
fuanto a qué porciones precisamente
lnclusive algu- dacción de los libros histéricos, y obviamente en casos
cuáles de otra fuente, en ciertos pasajes. como los Salmos y Proverbios. intervinieron varios auto-
nos autores sustentan la hipótesis de que las fuentes res, compiladores y revisores, hasta que los libros asumie-
yahvista y elohista no áon primarias sino que' a su vez'
se
por la letra G (del ron la forma finai.
turun en una fuente común designada
En los Salmos es posible hallar trazas de composiciones
alemán, Grunr)schrift, "escrito básico")' Y otros suponen muy antiguas y de adaptaciones de viejos hirnnos cana-
que pudo haber más fuentes que las tres antes menciona- neos, asirnilados o adaptados por los salmistas hebreos al
, Jur. Algunos entusiastas de laque teoria documental la han
han llegado a una ver- estricto monoteísmo que es la principal aportación reli-
aplicado ran mecánicamente giosa del pueblo de lsrael. Por ejemplo, se han señalado
no aprueban'
dadera disección minuciosa del texto, que ofros ciertas sernejanzas en las formas literarias del salmo 104 y
que
Pero el hecho mismo de esas discrepaneias rnuestra del Himno al Sol, del faraón Amen-hotep IV (siglo 14
pro-
ia mencionada teoría no ha podido explicar todos los a.C.). Por tradición oral o por rnedio de antiguos docu-
blemas. Los redactores del texto bíblico' si la teoría
es
de tal modo mentos, los hebreos conocieron y aprovecharon precep-
cierta, lograron en muchos casos combinar tos jurídicos de venerables códigos, pertenecientes a un
sus fuentes que no es pcsible discernirlas'
HiSTORIA DEL TEXTO HEBREO
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
siglo tercero a.C-
contexto cu¡tural común del área comprendida desde Me- Seguramente durante la cautividad de Babiionia ios
sopotamia, de donde eran oriundcs los patriarcas, hasta escrituristas judíos emprendieron con más ernpeño Ia
f,jipto, donde el pueblo estuvo en la esclavitud por lo tarea de reunir y organizar los escritos sagrados, e inicia-
*!no, cuatro siglos. De ahí algunas serne.lanzas de forma' ron la iabor de revisión y anotación. Fero sería un trabajo
al lado de grandes diferencias, entre la literatura bíblica elemental todavía. Excepto el Fentateuco, ni siquiera se
y la de otros Pueblos de esa zona'
daba aún por cornpletada la colección de libros sagrados.
2. De lo oral a !o escrito Faltaban, por supuesto, los escritos de Esdras y Nehemías
y dc los profetas posteriores al exilio: [{ageo, Zacarías,
Como antes dijimos, no sabemos ccn seguridad cuán- Abdías, Malaqurías y posiblemente Joel. Se nos dice que al
docomenzólaredaccióndelostextosbíblicos.Algunas regreso de Babilonia, Esdras traía consigo "la ley de Dios"
autoridades piensan que debió de haber sido ya bajo Ia (Esd. 7.G14), que Nehemías llama *Libros de Ia Ley de
monarquía, cuando no sólo quedó más for¡nalmente orga- Moisés" (8.1). Podria haben sido una copia del texto del
nizada ia nación como tal sino, junto con ello, asumió una Pentateuco en su primera redacción, que los deportados
forma más definida y estructurada el culto, con el templo habrían llevado al cautiverio, y que podemos llamar Pro-
de Jerusalén como centro, y un sacerdocio bien organi- topcntateuco, o una forma primitiva del Deuteronomio.
zado y establecido- Seguramente, como base de la organi- En cualquier caso, tampoco sabemos el estado del texto.
zación política y religiosa de Israel, se contaba ya con una La tradición atribuye a Esdras y sus escribas una gran
prin'rera redacción del texto bíblico del Fentateuco' Muy actividad escriturística, reuniendo y restaurando los libros
probablementeseibanponiendoyaporescritomateria- sagrados" Y en 2 Macabeos 2.13, se reflere que Nehemías
i., .o*o los salmos de que era autor David' En tiempos "fundé una biblioteca'o y reunió en ella los libros sagrados
de Ezequías (siglo 8) se pusieron por escrito unos prover- en su texto, es de suponerse, primitivo. Estas referencias
bios atiibuidos a Salomón (Pr. 25.1)' Y como dicho rey pueden tener una base histórica, en el sentido de que al
ordenó que en el templo se cantaran salmos de David y de regreso del exilio se dieron pasos importantes no sólo
Asaf (2 Cr. 29.30) es muy probable que hubieran de poner- para Ia forrnación del canon sino hacia la fijacién del texto
setambiénporescrito.Segúnparece,trsaíasescribióalgu- de los libros del Antiguo Testamento.
nos de sus áráculos (30.g). Jeremías dictó algunos de los De la forma del texto en esta etapa tenemos testigos
suyos (36.4, 8, 10, 32)- Para entonces ya existían por escri- importantes. Los eruditos biblicos llaman "testigos'" los
to Miqueas y Abdías, porque Jeremías los cita, textual- docurnentos y citas que arrojan luz sobre el texto. En este
mente al primero y casi textualmente ai segundo en 26' 18' caso, los testigos son, uno conternporáneo, y otros poste-
' Esto era a mediados del siglo 7. Y hay que recordar que en
*libro de la
riores. El primero es la versión griega llamada Septuaginta
ese rnismo sigio se halló, bajo el rey Josías' un (LXX), hecha principalmente en Alejandría aproximada-
ley" euando se reparaba el templo (2 R' 22'8)' Quizá mente entre los años 250 y 150 a.C. Decimos principal-
.o*o éstos habríu yu po. escrito otros mhteriales bíblicos, mente porque parece probable que algunos libros corno
pero, por supuesto, no tenemos manera de saber el estado Salmos, Samuel y Ester hayan sido traducidos en Pales-
.n qu. se hallaba entonces su texto' fg hemos {ic-hg-qqe tina y llevados a Egipto. Lcs testigos posteriores son los
tárgurnes, versiones al arameo, como el Seudojonatán, el
no e1i1e a f1 feg[nln-gún mSrnqqqri¡q-hebreo anterio.r"al
8 xlsroRtA DEL TExro xeeReo
Samarirano y el palestino (siglo I d.C.) y
HrsroFirA DEL TExro HEBREo I
el famoso de próximo pasado en un depósito de manuscritos en desuso,
Onkelos (siglo 2 ó 3 d.C.); Ias versiones griegas
de Aquila, ilamado gueniza, de una vieja sinagoga dei Cairo. Datan
Teodocíón y Símaco, det sigto 2 d.C.;tuJuirá"ui
*rplJ"l_ al parecer del siglo 10 d.C., pero iray autoridades que su-
menre Ia Ilamada peshitta (siglo 2 ó 3 d.C.),
y tuu r.Áion., ponen que algunos podrían datar dei siglo 5 d.C.
latinas: Ia ilamada Verus laiina. o Latiná
Ántigul (r-¡elo De todos los que existen hoy, los testigos más irnportan-
2 ó 3 d.C.) y Ia-Vutgara (frnes del sigto
4 d.C.).fiu,iii¡ilu
fue hecha,por San Jerónimo de bTebra¡"o tes son los manuscritos de Qumrán, en la ribera del mar
,"r¡tir,-"o*o Muerto, que empezaron a descubrirse en 1947, e incluían
él decía" o sea del texto hebreo por él eonocido. por
su_ dos de Isaías, uno de ellos prácticarnente completo, y nu-
puesto, estas traducciones revelan
la forma del texto en merosos fragmentos de todos los demás libros del Antiguo
que se basaron.
Otro testigo importante es el manuscrito samaritano Testamento, con excepción de Esfer. A estos manuscritos,
del y la luz que arrojan sobre la historia del texto bíblico nos
Pentateuco que se conserva en Nabiús.
Aunque fu aopi, referiremos más particularmente después.
es de la Edad Media (se le asignan
fechas entre el ,iglá.1 I
y el l4), el rexro dara, según W.f.. alU.ight, Del estudio de todos estos testigos se sacan dos princi-
del ,igl";pri_ pales conclusiones. La primera es que la fase en que co-
mero de nuestra era. Comparada con
el texto of¡ctl, ilu_ mienza a prevalecer la trasmisión escrita sobre la oral se
mado masorético. que se fijó rnás tarde,
6,000 diferencias o variantes, en unas
*u..rru unu.. marca más al regreso de la cautividad. Ya no existe enton-
2,000 de las cuales
coincide con la LXX. Según algurras ces un Estado Judío propiamente. dicho, así que ahora
autoridades esto son las Escrituras, especiaimente el Pentateuco ias que
podría indicar, en ambos casos, que existía
rior y diferente del que más tarde preferirían
,, ,.*,o oni._ sirven de base y fuerza a la identidad nacional. Durante los
y que finalmente desembocaría en el rexto lo, ,ut¡ro, dos siglos siguientes, la trasmisión escrita se refuerza. r'
¡rrtasor¿r¡cá. alrededor del año 300 a.C. acaba por imponerse. Fue en-
Pero otros autores. por el contrario, piensan
que el Surnu_ tonces cuando el texto bíblico sale. por decirlo asi, de su
ritano es una revisión del texto rabinico aludido.
Testigo de extraordinario valor es la prehistoria, y cmpieza su historia propiamente dicha.
He.rapla de Orí_ La segunda conclusión es que estos Íestigos dan fe de
genes, primera mitad der sigro 3
d.c. Tiene seis corumnas un hecho que ya se había establecido por otros indicios y
(de ahí su nombre), a saber, respectivam.nt.,
hebreo del Antiguo Testamento, el mismo
.l t.*io sobre otra base, y que ellos confirman fuertemente. Es el
transc.ito .n hecho de la existencia, desde muy antiguo, de diversas
caracteres griegos, y luego paraleiamente
las versiones tradiciones textuales. Esto es natural si se toma en cuenta
griegas de Aquila, Símaco y Teodoción.
Las uuriunt., J. que las tradiciones textuales son concreción de tradicionbs
éstas entre sí, y con er texto hebreo,
saltan u tu ,r.ta. uuf
además, fragmentos muy raros en papiro, oraies, y éstas, por razón del propio medio oral, no se tras-
como fo, á. miten en una línea uniforme e invariable sino que, de boca
Exodo y Deuteronomio adquiridos por
' W.L. Nash en en boca, se ramifican en varias líneas que con el tiempo
,Egipto, en 1902, y que llevan ,r rro*ürr. Según afUrighi
datan del siglo 2 a.C., aunque otros, como paul ofrecen diferencias, a veces apreciables. entre si. Es decir,
Kahle, io que ya ciesde la etapa de trasrnisión oral se van formando
fechan a mediados del siglo primero d.C.
Otros f.;;*;;_ diversas tradiciones. Con más razón a partir de la trasmi-
tos de rnanuscritos bíblicos que llamaron
mucho la aten_ sión escrita.
ción fueron ros descubiertos en ra segunda
mitad der sigio No hubo, pues, originairnente, un solo texto, algo así
e,
-l
I
H
HISTORIA DEL-T€XTO I-{EBREO 11
1O HISTORIA DEL TEXTO HEBBEO flr! t¡3-
por efec- por D. Barthélemy. Según la teoría, la pluralidad de
como el arquetipo, del cual se hubieran derivado' I ii.irn., o tipos textuales, existente hasta la estabilización
Estateoría'
to de revisián.r, diu"r,as tradiciones textuales' se habria reducido
p.upr.rtu por P.A. de Lagarde fue objetada por Paul i i'rn.i"lirr"i¿n ¿.1 Texto Masorético' por su presunto
iinalrnente a tres principales, llamadas
kuú1. y otios. El camino seguido por la trasmisión
del horno-
la inversa' Por un largo .l
I
t.ig.n habilonia, palestina y egipt'ia, con suficierrte(Barthé-
texto biblico ha sido más bien a-
g.u;idua cada una para poder discernirse entre sí'
pro..ro de revisión y cotejo, una d¡ las varias tradiciones i.*y u. inclina a pensar que hubo mayor variedad'uno en tanto
lograr
,. uu .rtr..hando e imponiendo a las demás' hasta qu."Sp*tU.r señála sólo dos, ambos palestinos; origi-
que la representa
suficiente aceptación para que el texto i"O. ., .Judá, que finalmente desemboca en el Texto Ma-
se convierta, primero en el preferido y más tarde en el al Fentateuco
sorético, y otros en Efraín, que va a dar
oficial.
escrito Samaritano)'
Por otra parte, en virtud de que el texto bíblico El tipo babilonio es realmente con3etu ral,
porque no hay
formando un solo
no se trasmitió primeramente en bloque' prr.Uu directa de él' Cross dice que "presumiblemente-"
volumen o códice' sino en rollos por Separado,
escritos El tipo palesti-
propendía a una redacción corta o concisa'
originalmente en diversas épocas' y copiándose después con propensión a la
no se describe como "expansionista"'
poir.putuao, en fin de cuentas e I texto cle cada libro tiene conflación, las glosas y las adiciones sinópticas' El egipcio
que su desarrollo algu-
il.-r propiu historia. No puede asegurarse se considera más parco y conservador'
Sin embargo'
el mismo curso que el del texto una rama del
hay'a ,;rutdo exactamente
nas autoridades lo consideran más bien
4 a'C" ya que
de los demás libros. palestino, que no persistió más acá del siglo
E.n el propio texto tríblico final' el
Texto Masorético' del y no conocían ya lo bastante el
en las i"r ¡rJi"t ie tos siglos 3 2
cual se ian hecho todas las versiones modernas h"#;" y esa fue j'íttam"nte la razón textuales
de que se hiciera ia
tradicioncs
varias lenguas' se hallan presentes diferentes versión lriega Septuaginta' Las familias
queda-
en términos gcne- ia
¡u", pult, Ieducidas á dou, y quizá a sólo una'
textuales [ue sin duda correspon<len pales-
Cornpárense' por
raies a diferentes tradiciones orales' ;;;;, ;, que la babiionia, como se ha dicho' es más bien
.¡.*pio, 2 S. cap. 22 conel Salmo l8; I Cr" l6'8-36 con Sal'
De todos modos, la teoría de las famiiias tex-
105.1-15;96. l-13; 106 l, 41.4l'También
2 R' l8'{3-20'19 "'on¡.iurui. y Talmon'
R' 25'l-22conJer' ,uuL, sigue siendo debatida' Goshen-Gottstein
con Is. 3,6.1-38.22y col2Cr'32'l-20;2 p*.;.*pf", la objetan' Las opiniones divergentesdelseñalan
Jer' 52'31-34; dentro Texto
39.1-10 y 52.4-21;2 R.25'27-30 con áo, ioriüitidades en cuanto a los antecedentes
del librá de ios Salmos mismo, Sal' 3l'2-4b con 7l'l-3; de la tradición tex-
masárético: que éste se haya derivado
6a.1-|4conl08'B-l4.Biensabidoes,porotraparte'que una tradición más
tradición dife- tual palestina o que proceda más bien de
los dos libros de Crónicas representan una urrtiguu, quizá de tiio corto )¿ no tan
expansionista como
' los dos
¡""r. A" la que representanencuentran
libros de Reyes' y de
en los pasajes para- la palestina.
ui,i tu. diferencias que se
Ielos resPectivos. 3. Labores de los escribas
llevado a
La consideración de los hechos indicádos ha
rextuales' pre' del texto bíblico tuvie-
la proposición de la teoria de las .fantilias En el largo Proceso de desarrollo
modifi-
,.niuAu por Faul Kahle y apoyada' con algunas ron una intervención decisiva los solerim o escribas. Su
ciertas reservas
caciones, por Albright y F'M' Cross' ¡r con
I

12 HrsronrA DEL TExro HEBREo


,al
HISTORIA DEL"TEXTO HEtsREO I3
trabajo consistía orillnalmente en la simple copia de ma- I
palabra copiarse dividida en dos. Los masoretas forrnaron
nuscritos, pero con el tiempo asumieron, por el conoci- listas de los casos principales de uno y otro tipo que debían
miento que iban adquiriendo sobre ias escrituras sagradas, corregirse. Algunas variantes se deben simplemente a una
un papel más importante: el de revisores, anotadores, co- separación diferente de las palabras.
rrectores y finales redact+res de ellas. En los escritos rabí- 4. Letras finales. Para que se marcara mejor la separa-
nicos se les atribuye mucha importancia en ese sentido a ción, los escribas inventaron para cinco letras una forrna
Ios escribas que colaboraron con E3dras en sus trabajos diferente cuando quedaran al final de palabra. Son las
bíblicos al volver del exilio. El escriba llegó a ser, corno letras mern, nun, tsadé, pe y ca.f'. Aunque este camLrio fue
<jice Talmon, 'oun socio o partícipe menor en el proceso de también gradual, sus formas finales aparecen ya en los
creación literaria".a manuscritos de Qumrán, y se conservan hasta hoy.
He aquí las principales formas como los .so.ferint parti- 5. Letras voeales. Ai regreso del exilio el arameo había
ciparon en el desarrollo dcl texto, además de su trabajo sustituido al hebreo en el uso corriente de los judíos. El
básico de copistas: hebreo iba quedando más y más reservado a la lectura de
l. Señalamiento de letras y palabras dudosas. La rnane- las Sagradas Escrituras. Pero aunque los lectores en pú-
ra más antigua dc marcarlas fuc poner puntos sobre ellas. blico conocían el hebreo lo suficiente para poder leer el
2. Modificación de la antigua escritura. trntrodujeron tcxto consonántico, los so./erint hallaron que sería nece-
los caracteres asirios o brameos, también liamados "cua- saria alguna ayuda a los lectores para saber con seguridad
drados'", en uso hasta hoy, en lugar de los arcaicos (fenicios qué vocales correspondían a las'consonantes dei texto.
o palrnirenos). Aunque la tradición atribuyó este cambio Idearon. entonces, valerse de algunas consonantes para
a Esdras, realmente lue gradual. Todavía se usaba Ia escri- que en ciertos casos indicaran una vocal. Son las ilamadas
tura arcaica, al lado de la otra, como se ve por las inscrip- motres letionis, "madres de la lectura"'. la ale/', para la a;
ciones de las monedas judías acuñadas por Simón Maca- la he para o, e y o finales; la .t'od para la e y la i; la vav para
beo (mediados del siglo 2 a.C.). Pe ro ya están en caracteres lauyaveceslao.
cuadrados los manuscritos más antiguos de Qumrán (fines 6. Slsterna Kethib-Queré. Los soferim desarroliaron
del siglo 3 a.C") y eran ya usuales en tiempos de Cristo. En este sistema de anotación para indicar al iector cuándo
Mt. 5.18, el griego iota' (que las versiones castellanas tra- I
debía leerse una palabra de manera diferente de como es-
ducen ,jota) es transcripción del hebreo 1'od,la letra más I taba escrita en el texto. Kethíb significa "está escrito";
pequeña en la escritura cuadrada, pero no en la arcaica. querá, "léase". [^a palabra en cuestión se marcaba con un
3. Separación de palabras. Al parecer en la escritura he- i
¡
circulito en la parte superior. Y en el margen, siguiendo
brea, como en la de otras lenguas antiguas, originalmente i la abreviación g, lo que d.ebía leerse" Este sistema apareció
no se separaban las palabras, sino que se escribía de corri- i,
primero en relación con el nombre divino YHVH, escrito
,do. Ya para el tiempo de Ezequías, como se ve por la ins-
I
{ así, pero que no debía intentarse leer. En su lugar debía
cripción de Siloam, los escribas las separaban con un leerse Adonai (el Señor) a Elohim (Dios). Como el nom-
punto. En ias copias, sin embargo, pod.í..an ocurrir errores bre impronunciable aparece muy a rnenudo en el texto, Ia
y copiarse dos palabras como una sola o, a la inversa, una indicación queré respectiva dejé de n'larcarse, dándola por
sobrentendida, por ia cual se le llarné queré perpetuo. Si-
'C-IO. pá9.381 gios después, cuando se estableció el sistema de puntos
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO 15
14 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO

vocales, en vez del queré perpetuo se dieron a YFIVH las


mejor para actualizarlo y derivar de él enseñanzasy exhor*
vocales e-o-a para leer Adonai (la primera vocal es en he- taciones no estrictamente contenidas en el texto escrito.
breo combinación de a y e, y para abreviar se puso única-
7. Nun invertida. Fara indicar pasajes dudosos en cuan-
mente esta última, así como, por la misma razón, al final to a su colocación en el texto o su autenticidad empleaban
sólo se puso a). De esto proviene el error ortográfico de una letra nun ínvertida, al principio y al f"inal del pasaje e n
escribir Jehová {ingiés, Jehovah) porque al hacer las ver- cuestión. Así, por ejemplo, están marcadas Nm. 10.35-36;
siones se ereyó que las vocales de simple contraseña per- Sal. 107.21-26. Hay en totai nueve casos.
tenecían al nombre sagrado. Para leer Elohim se pusieron 8. Cotejo de manuscritos. L)ado que existían diferentes
al tetragrama (cuatro letras) las vocales c-¿r-i. tradiciones textuales y divcrsas copias de manuscritcs, los
Después el sistema K-Q se hizo extensivo a los casos de cscribas no pudieron menos que cotejarlas y notar las di-
ortografía defectuosa o defectiva (abreviada). En el prirner ferencias o variantes. En un principio simplemente acep-
caso el queré daba la ortografía correcta, y en el segundo
taban para el texto las lecturas mayoritarias, o sea, en las
que coincidían la mayoría de los manuscritos examinados'
la plena, o sea con motres lectionis. Se aplicó también des-
pués a vocablos o expnesiones consideradas indecorosas o
y «Jcscartaban las que ocurrían en minoría. Más tarde pro-
blasfemas. El queré las suaviz-aba con un eufemismo. For
curaron evaluar las variantes, y las que les parecieron de
ejemplo, en I S. 5.6, el kethib es o/elim ("pústulas') y el importancia, las indicaron en el margen corno r¡ueré'
queré, te.iorim ("tumores"). En 2 R. 18.27, cl K es iard 9. tr,etras suspendidas o alzadas. En unos cuantos casos
("excremento") y el Q, tsorih ("estiércol"), el K, sha.vin (no más de cuatro) marcaron variantes que consideraban
('"orines") y el Q, ntentci ragueki.vint ("aguas de los pies.", clc índole especial por medio de letras escritas sobre una
y en hebreo *pies" se usa como eufemismo para los órga- palabra. Por cjemplo, en Jue 18.30' según una redacción.
nos genitales). Y es que, como sucede en todas las lenguas, cl saccrdote itlólatra Jonatán es nieto de ,ltoisés. Otra re-
paiabras que originalmente eran propias y no tcnían nada dacción, al parecer para librar al gran legislador de ia
de indecente llegaron a tener con el tiempo un sentido ru- alrcnta dc tener un nieto idólatra. modificó el rrombre, y
do, indecoroso u ofensivo, y tratándose de la lectura rituai añadiendo una nun (n) al texto consonániico lo convirtió
los sa.ferim lcs sustituyeron. L{abría otros eufemismos que cn Manosés. Los escribas optaron por conservar la nttn,
venían ya en el texto misrno, y por tanto no necesitaron pero escribiéndola alzada para indicar que el nombre es
cambio. iealmente Moisés. Así lo explica el comentarista judío
Rashi (siglo ll d.C.).
El sistema K-Q funcionaba también a Ia inversa. Se mar-
10. Alteraciq¡nes accidentales del texto' Los escribas res-
caban con Q en el margen paiabras que estaban en el texto,
petaban escrupulosamente el texto, y ponían sumo cuida-
pero que se consideraban extrañas a él y no debían leerse,
, do en las copias que hacían- Pero era natural que a veces
así como palabras que faltaban en el texto y que en la lec-
se les deslizaran algunos errores. Las copias se hacían a Ia
"tura debían agregarse. Fero generalmente, por respeto al
vista o al dictado. En el primer caso podían confundirse
texto, no se tachaban en él las primeras ni se insertaban las
letras de forrna parecida, y resultar una palabra por otra'
segundas. Con el tiernpo, el sistema lleSí a servir a los co-
De forma parecida son, por ejemplo, en la escritura arcai-
mentaristas judíos como un recurso homilético, pues les
permitía cambiar la lectura de un texto, no porque fuera ca,la herh (á) y la tfuilet (c{),la he (&) y la.t'otl(r'), yen la
cuadrada la beth y la ca.f (k),la .v'od,la t'av (v, w) y la zd.t'irt
incorrecto, sino para aplicarle una exégesis que se prestara
I6 ¡{ISToRIA DEL TExTo HEBREo HISTORIA DEL TEXTO HEBNEO 17
(z),la resh (r) y la dálet, la he y la iet (fi. En el segundo caso,
en dos formas, la original y la modificada: yeho ajaz y
Yoajaz, Yehojanán y yojanán. A veces el nombre ,..r.rí_
podían confundirse palabras de sonido parecido. El escri-
bía con Yeho excepcionalmente: yosef, por ejemplo apa_
ba escucharía a veces una palabra por otra. ,
rece sólo una vez como yehosef. El escrúpuio se hizo
l-ambién podía omitirse o repetirse una letra cuando iba
junto a una igual, y esto sucedía a veces aun con palabras extensivo a la abreviacién yah del nombre iagrado, que
se usaba como final dc nombres (son los que se han caite_
cuando las próximas eran iguales. Si dos líneas comenza-
llanizado terminados en (ia.r). Los nombres aparecen tam_
ban o terminaban con una palabra igual, al ir la vista del
bién con la rerminación _t,ahu. p.ej., Abirih (¡Aias\ v
rnanuscrito que se esiaba copiando a tra copia que se estaba
Ahi.yahu" El respeto al nombre sagrado era tal qu" ri
haciendo, podía saltarse una línea. Podía incurrirse en una
"t
copista lo escribía por error donde er manuscrito der que
traspcsición de letras y aun de palabras. Dos palabras
copiaba decía Aclortai o Erohinr, re esraba prohibido bo-
podían copiarse como una sola v viceversa, una dividirse
rrarlo. Así que Io que hacía era encerrarlo en un cuadro
en dos. Se podían comcter faltas de ortografía.
para indicar que estaba escrito ahí por error. Aunque con
ll. Alteraciones intencionales del texto. Hay una apa- mcnos frecuencia, se procuraba proteger también el nom_
rente incongruencia o contradicción en el hecho de que.
brc Elt¡ltint y su abreviación, E/. Er nombre Betharheer, de
por una parte, los escribas fucran, como hemos dicho an-
tes, muy escrupulosos en su respeto al texto, aun a la forma
Os. 10.14 lleva la indicación de que debe pronunciarse
Bc'thurl'¡el, porque corno está escrito significa ..casa de Ia
misma, y por otra se pdrmitieran a veces cambiarlo inten-
emboscada de Dios", y como pareció of'ensivo decir que
cionalrnente. Pero esto se explica. Los cambios estaban
Dios pone emboscadas, se quiso disimular el nombre divi_
moti.¡ados por la reverencia a Dios, inclusive a su nombre.
no y quc el nombrc sonara como ..casa de Arbel".
y, aunquc parezca contradictorio, a lo que llamaríamos cl
No sólo se procuró salvaguardar de profanación el nom_
decoro del texto.
bre sagrado nrismo, sino también sc cambiaron en algunos
Lo primero que los escribas procuraban era salvaguar-
casos los nonrbres compucstos en que entra el nombre
dar el nombre sagradc de posible falta de respeto. Ya vi-
Baal. quc signil'ica "señor" o "dueño". Era ei nombre de un
mos cómo empleaban para ese fin el sistema K-Q. Pero
dios pagano cananeo. En un principio se asirniló, adap_
además, según parece, carnbiaron en algunos casos el texto
tándolo al sentido monoreísta hebreo, y se apricó a yahvéir,
mismo poniendo Adonhi (el Señor) a Elohim (Dios) don-
como sinónimo de Adonai. ..el Señor',, y en esa forma en_
de el original diría YHVH. Por eso en pasajes paralelos
tró en la composición de nombres de persona. pero a veces
hallamos e n uno este tetragrama y en otro Elohim, sin que
esto sea cuestión de las dos fr-lentes documentales ),ahvis¡a
el nombre aparece alterado, con boshetlz (..vergüenza,
afrenta, infamia") en vez de Baal. El nombre un h¡o d.
o eiohista. Compárense, por ejemplo, 2 S. 5.19-25 y I Cr.
Saúl que aparece en 2 S. 2.8 como l:;h-bo.sheth era trigi_
14.10-ló. o el salmo l4 con el 53.
'En los nombres de persona nalmente Lsh-hoa!-
de que formaba parte el norn-
El respeto al nombre de Dios se hizo extensivo a Ia ciu_
bne de Dios se introducian modificaciones, al parecer con
dad de Jerusaién" residencia, según las Escrituras. de ese
objeto cie que al pronunciarse, si se hacía u4a pausa acci-
nombre. El nombre de una ciudad egipcia que en el texto
dental que separara el nombre divino, se evitara la impre-
hebreo aparece como /r Haheres (,,Ciuctact tle elesfrur
sión de que era éste, por sí. el que se pronunciaba, con posi-
ble profanación" Por eso algunos de esos nombres apareceil
tión", !s. 19.18), en el ÍexÍo de que se tatlu.jo esre pasafe

(
18 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
I{EBFIEO 19
HISTORIA OEL TEXTO
en la versión griega LXX ero Ir Ílat.rédeq ("Ciudad de jus- Original "Aplican el ramo a mis narices" (habla Dios).
ticia-). Pero este nombre podia equipararla con la santa Hah. I .l 2. Texto actual: '.No moriremos". Original: ..Tri
ciudad de Jerusalén. Se cambió' pues' primeramente, a (Dios) no trnueres". Se juzgó ofensivo decirle eso a Dios,
Ír i{a.ieres"(Ciudad del Sol", en griego Heliópolis)' y así aunque el paralelo den mismo versículo es sinónimo: ".Tri
aparece en Inanuscritos de Qumrán y algunas versiones eres eternon'.
antiguas. Como la h y la.i son muy parecidas en la escri- Zac. 2.8 (heb. 2.!2): Texto acrual: *La niña de su ojo,,.
tura hebrea. fue fácil carnbiar nuevamente a Ir Haheres. Original: "La niña de rni ojo" (habla Dios). Aunque la
Son tamtrién alteraciones intencionales las llamadas expresión original es muy tierna dice: ..EI que os
tiqquné so.ferint ("enmiendas de los escribas"). Se hicieron -Dios
toca. toca la niña de mi ojo"- Ios escribas quisieron en_
al parecer muy temprano, y a veces no es fácil dcducir cuál mendar esta expresión antropomórflca y oscurecieron la
era la lectura original. En los escritos rabínicos sc dan lis- belleza del original.
tas cle eilas que van desde sicte hasta l8' pero algunas auto- Alteraciónes por incertidumbre. Algunas veces, aunque
ridades rnodernas creen podcr localiz-ar otras quc no cstán la alteración era intencional, se debía más bien a una de_
en esas listas. algunas dc las cualcs indican cómo cra cl .cisión del copista ante un caso de incertidumbre. En el
criginal. También obedecieron al dcseo de cvitar faltas dc manuscrito del que copiaba, se hallaba con una nota al
respeto a Dios, incluyendo cicrtos ¿lntropomorfismos. E,n margen, que no sabía si debía insertarse en el texto, por_
cl aparato crítico de la. Ilihlia tlebrai<'u StutÍgartensia sc que el copista anterior la hubiera omitido por error. o era
anotan l4 dc csas enmicndas. La versión popular /)io'r sólo comentario suyo o de algún lector. A veces, por temor
hohla lro.t' registra algunas de ellas. Ejemplos: de dejar fucra del texto algo que a él pertenecía, el segundo
Gn. 18.22. El texto actual dice: "Abraham estaba aún copista la insertaba.
delante del Señor". lit. "en pie delante del Señor". El ori- Otras veces, al copiar un pasaje. el copista recordaba un
ginal decía: "el Señor estaba aún delante de Abraham". pasaje paralelo de la Escritura, en que había algo que no
Los escribas lo enmendaron porque en hebreo "cstar cn aparecía en la copia que tenía al frente. pensando que los
pie delante"' de alguien puede significar estar a su disposi- pasajes debían armonizarse, y que el escriba anterior había
ción y servicio. Había <¡ue evitar, pues, que se entendiera cometido una omisión por error, insertaba lo que le pare-
que el Señor estaba al servicio de Abraham., cía f'altar. Otras alteraciones eran por asociaciones de ideas,
1 .§. J./J. Texto actual (RVRl909): "Su5 hijos se han ya que los copistas, sabiéndose de memoria las Escrituras,
envilccido". Texto original: "Sus hijos han blasfemado a insertaban en un pasaje algo que realmente pentenecia a
Dios" (RVRl960). Esto pareció a los escribas demasia- otro. En otras ocasiones se producían lecturas dobles cuan-
do fuerte. do el copista tenía delante varios manuscritos con lecturas
Job 7-20. Texto actual: "Una carga para mí mismo". diferentes. Sintiéndose incapaz de decidir cuál era la au-
'Original: '"Una carga para ti mismo" (para Dios, a quien téntica, prefería, por reverencia al texto escritural, con-
Jdb se dirige). servar ambas lado a lado o combinándolas en una sola.
Jer. 2.//. Texto actual: "Mi pueblo ha trocado su g1o- Un caso notable es el de Sal. 10.3, en que ei texto hebreo
ria". Original: "Mi pueblo ha trocado mi gloria" {habla actual dice: "El codicioso bendice desprecia al Señor".
Dios). "Bendice" es una enmienda antigua por eufemismo, en vez
E:. 8.tV. Texto actual: "Aplican el ramo a sus narices". de '"maldice". La falta de conjunción copulativa entre am-
HISTORIA DEL TEXTO HEBREO ?1
20 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
antes de la dcstrucción del Segundo Ternplo (70 d.C.) exis-
diferentes de
bos verbos parece indicar que son lecturas tía un arqueii¡;o depositaclo en el recinto sagrado. Ccn-
o le's escribas que revisa-
diversos manuscritos. Un copista sistía de tres manuscritos iroilos o códices), a los cuales
y optaron por
ron ei salmo no sc clecidieron por una u otra, alude el 'f almud, y que ¿l vecrs se mencionan como "el librc
clejar juntas las dos- (Vl'] restablece la
lectura original en
dei recinto" (del templo. Sé.ler Haazardh). Al parecer esos
el primcr caso' pcro también conseñ'a las dos)' manusc¡-itos fueron selcccionado:;, no se sabe por cluiénes,
Con nrcnos lrecuencia, el copista o el escriba rcvistlr'
¿rl
ent¡-e 76 y'' 67 a.C., cntre manuscritos que representaban
hallar un pasaje ciif'íci! de entender' trataba de aclararl<l
tradiciones textuales dilercntes, c¡uizá la babilonia. ia pa-
an()tacitln al
cxpandienclo el texto rnismo o haciendo una lestina f ia egipcia. Se rlepositaron e n el templo, para serl'ir
(luc cra una
,nurg"r',. que después otro copista' pcnsando como norrna dc las copias autorizadas para ieerse en l¿rs
quc dchía inscrtarsc' intro-
unliJión icl ccpista anterior' sinagogas v en ios actos rituales.
ducía en el texto- Ya para entonces había surgido y cobrado impcrtancia
sof t'rirtt
Según Barthélemy bucn número dc los tiqqune una nueva clase de autoridades bíblicas judías: los ¡rlr¡'rc-
l'uercn obra cle cscribas saduccos dc la ópoca ¿ls¡nonca r¿,tos. El nombre les viene de que eran redactores y custo-
(segunda mitacl tlclsiglo 2:t scgunda ¡nitad dclsigltl
la'C')'
clios de la .\f a.¡<¡ro ("trasmisiórr" o "tradición"). un sisrema
Los fariseos. quc iltlqtririeron prcpondcrancia hacia 75
ya
rlc comentarios 1, anotacic¡nes. que había comenzado en
corrcgi-
u.C. , quc sc aicnían ¿tl tcxtt'r original' aunquc tlabilonia. durantc la cautividad. v quc se había ido des-
pcitt )'a no conslntlcron quc sc pro-
clt'r, los conservaron, arrollando tanto ¿rllá con-lo cn Palestina. só[o que en dos
después' sc
du.ieran otros más. EI tcxto' como veremos
escuelas. [.as anotacic¡ncs se hacían generaimente en el
hatía venido haciendo más -v más estable' rnarscn dcl tcxto biblico. La !lasora palestina se cjividía
c¡ ,lÍa.st¡ru ntu,qttu (-erande) v .\Iasord pürva (pequeña)'
4' Entre R' X-lllleiY 70 d'e' principios del pnmer siglo de ia era cristiana. y al
A
parcccr debido principalmente a los trabajos de Hillel 1
y rnás todavía desde su escuela rabínica. apovacios por los iariseos. se acentuó
Desde el regreso de ia cautividad'
cuando la trasmisión escrita ia preierencia por un texto antiguo 1' conservacior. De ese
300 a.C. aproximadament'e, tipo cran casi seguramentc los manuscritos del templo.
hecho sentir la nece-
sustituyó por fin a ia orai, se había Como. según di.iimos antes. cn cste tienipo va no se permi-
sidad de un texto uniforme y definitivo
de las sagradas
las persecuciones tían los cambios en el texto. por 1o menos ma-v-ores. los
L-scrituras. Pero cuando sobrevinieron manuscrites bíbiicos pasaron de manos de los escribas
por eso ocurrió Ia destruc-
bajc los seléucidas de Siria' -v
(l6E-165 a'C')' ¡rropiamenle dichos ¿i los rnasoretas. Como entre los ma-
ción de numerosos rnanuscritos biblicos nuscritos clel arquetipo <icl templo había diferencias. ios
esa necesidad se hizo más aguda' masoretas decidian cuáles lecturas habian de considerarse
podían se-
Era necesario que la ctapa durante la cual mejores. Tomaban la decisión por simple mayoría numé-
proceso n-iismo
guir teniendo lugar alteraciones debidas ai rica: adoptaban aqueiia en que por lo menos dos de los
quedara cerrada' y
áe revisión y redacción final dei textq manuscritos coincidían. -v desechaban la tercera- Pero ya
los fariseos quie-
el texto ,* .rtuL,ili.ura. Fueron al parecer no tocaron ei texto mismo. Sus anoiaciones iban, como
nes hicieron mayor presión a ese respecto'
Gordis' citando de ios
postula la teoria de que .va se dijo, en ei margen. De esta manera derivában
pasajes de Ia literatura rabínica,
22 HISToFIIA DEL TExTo HEBREo HISTOBIA DEL TEXTO HEBREO 23
tres rollos r: códices del Sé.fer Haazartih, el arquetipo o tico" o que podríamns llarnar protomosoréÍi<'o, que luego,
textus re(?pÍus oficial.5 según Cross, seria proclamado hacia mediados de ese si-
Sin embargo, aunque primero aceptada por los círculos glo. Esto significa, pues, que el texto biblico podía consi-
oficiales deljudaísmo, esa norma no fue acatada inmedia_ derarse prácticamente fijado, en su forma consonántica,
tamente por todos. Desalentaría, pero no excluyó por com_ anfes de la destrucción del templo. Si le liamamos proto-
pleto, la confección y uso de copias no enteramente ajus_ rnasorético, y no de una buena vez, masorético, se debe a
tadas a ese patrón. Las copias ofióialmente autorizadas dos razones. I-a printera es que probablernente el Se./er
sacarían un costo fuera del alcance de la mayoría, de moclo Haszar¿h contenía sólo el Pentateuco, de manera que los
que ccntinuaron sacándose copias libres, Ilamadas ..vulga_ clemás libros de hecho quedaban todavía abiertos a revi-
res", más baratas. Y se usaron no sólo en la clirispcsra sino sión. La segunda es que ia vocalización del texto, que no
en ias comunidades de la propia Palestina c¡ue estaban dis_ quedé fijada hasta el siglo 9 ó l0 d.C., estaba expuesta a
tanciadas del.iudaísmo oficial, como los samaritanos y los producir variantes. No podía darse por realrnente fijado
qumranitas. Estas copias, como fuera de una rigurosa ins_ el texto hasta quc la vocalización quedara decidida. En
pccción of icial, estaban cua.jadas cje variantes debidas a rigor. por tanto, sólo puede hablarse de lextc-¡ ntasorétito
errores de copistas o motivos teológicos. pero también, a partir de entonces.
puesto que a veces se sacarían de manuscritos más anti_ En cuanto al "[.ibro del recinto" (del templo) no ha lle-
guos. o en cotejo con ellbs, contendrían lecturas preferibles gado copia de él hasta nosotros. Según una antigua le1'en-
y aún quizá originales. da los sacerdotes habrían logrado salvarlo de la destruc-
La marcha del desarrollo del texto hacia ün.textu.\ re_ ción de 70 d.C., y lo habrían llevado primeramenre a Beter,
(eptus trajo como consecuencia la revisión de la i_XX para y más tarde a Bagdad. donde se habrían sacado copias
ajustarla más al texto hebreo preferente. Hubo uno p.i*._ para distribuirlas c¡r la diáspora.
ra revisión en el siglo I A.C. y orra en riempos de Hillel.
Más tarde. como el n4ciente cristianismo había hccho de 5. El texto a la luz de Qumrán
la LXX su Biblia. dado que relativamente pronto preva_
lecieron en él los judíos heienizados conversos, y de ella se Uno de los hallazgos más notables de ios tiempos mo-
valían los apologistas cristianos en sus polémióas con los dernos fue el realiz-ado en la primavera de l94l de una ver-
judíos, los rabinos patrocinaron otras versiones griegas y dadera biblioteca manuscrita en cuevas de la región de
acabaron por repudiar totalmente la LXX. pero pár lo Qumrán. cerca de la orilla noroeste del mar l\{uerto. La
pronto se conformaron con la revisión, para lo cual. sesún importancia de este descubrimiento para la historia del
algunos autores, se empleó un texto hebreo de la tradición texto bíblico es en verdad extraordinaria, porque ios ma-
babilonia, introducida en palestina tal en la época nuscritos bíblicos encontrados ahí provienen de fines dei
macabea. Sería, según se cree, un texto de 'ez..tipo masoré_ siglo 3 a.C. al año 68 d.C., o sea que son más de l0 sigios
anteriores a los más antiguos que se conocían.
'se sabe que en el tempro existían otros manuscritos. Titoobsequió a Josefo con Tan pronto como fue posible estudiarlos con tranqui-
algunos de e¡los, y se ilevó uno del pentateuco a Roma como parte de su botin-
En
220 d.C. et emperador Severo to donó a una sinagoga de Romi. pero f""i""gáé" y lidad, pues hasta 1949 el nuevo estado de lsrael y sus veci-
el manuscrito desaparecieron después. En ra Biblioteia Nacionalde parls ex¡s"te"uná
lista de 32 variantes que aparecian en er rnanuscrito perdido. otra rista oe e[as
se
nos árabes estuvieron en guerra, eruditos judíos, catóiicos
da en el Midrash. G¡nsburg las enumera y estud¡a en GlM.
y protestantes colaboraron en el cotejo de los nuevos ma-
24 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
HISToRIA DEL TExIo F{EBREo 25
nuscritos con el texto tradicional llamado masorético. I a.C." ofiece un cuadro seme"jante de acuerdc¡s y desacuerrJos.
Sin esperar los resultados de ese estudio por expertos, el Caso por demás interesante es el de los manuscritos de
amarillismo periodístico se apoderó del tema. Algunos Salmos. Hay unos que se ajustan a la colección masorétiea
comentarios precipitado$ crearon Ia impresión de que el de 150 salmos, en tanto que otros contienen adiciones. El
texto de esos rnanuscritos era muy diferente. Hubo quien estudiado por J.A. Sanders (l lQPsa) incluye 2 S. cap" 23,
llegó a decir que por ello.". ¡habría que escribir de nuevo tres salmos que se conocían por versiones antiguas. un pa-
la Biblia! saje del deuterocanónico Sabiduría, tres salmos o himnos
Los rnanuscnitos bíblicos más extensos que aparecieron que eran desconocidos y una inserción en prosa que trata
en Qurnrán fueron dos de Isaías, a que se dieron las siglas de Ia actividad literaria de lfavid, y que le atribuye 3,600
IQI' y IQIsb el primero prácricamcnte complcto, y fiag_ salmos y 450 cánticos. (Por la versión siríaca se conocían
rnentcs muy numerosos de divcrsas copias de los demás dos salmos adicionales que el mss de Qumrán no tiene,
libros del Antiguo Testamcnto, excepto el de Ester, que todo lo cual indica la existencia de manuscritos de los Sal-
al parecer la comunidad dc eumrán no aceptaba como li_ mos que contenian 155 en vez de los I50 del libro canónico).
bro sagrado. [.o primero que llamó ra atención dc tos eru- [.os dos grandes manuscritos de Isaías representan tex-
ditos bíblicos es que los manuscritos de eumrán represen_ tos diferentes" IQIstr es de una tradición textual rnás anti-
tan varios tipos o tradiciones textuales. parece evidente gua y ofrece lecturas más difíciles. AI parecer en eurnrán
que en la comunidad düeña de tan rica biblioteca se lcían, se copiaba clc preferencia. Representa lo que se ha llamadc
y en su escribanía se copiaban, manuscritos de formas tcxto arcaico. Está más dc acuerdo con el 'f M que el otro
textuaies diferentes, aun del mismo libro, y al parecer to_ manuscrito. Su ortografia es casi idéntrca. lQIs" represen-
dos se consideraban como Sagrada Escritura. Algunos ta un texto más desarrollado. Su ortografía sigue una es-
parecen acercarse más al texto samaritano, en tanto que critura más plena. con muchas natre.t let'¡ir¡tti.s v iecturas
otros parecen seguir la tradición textual que sirvió de base rnás fáciles. Muestra nurnerosas correcciones. a r,eces de
a Ia versión griega LXX. La mayoría, sin cmbargo, parecen una mano posterior, no sóio de ietras sino en ocasiones
encuadrarse más en el tipo textuai que desembocó en el cie iíneas enteras que faltaban en la primcra copia. Sus lec-
Texto Masorético. Algunos auiores creen poder identifi_ turas debidas a error de copista son más numerosas que en
car en los manuscritos'de eumrán por lo menos tres tra_ el TIt{. Relativamente pocas de sus variantes se consideran
diciones textuales. superiores a las del TM. En general. su rexro es iníerior a
En el Pentateuco en el que, igual que se percibe en la éste. Parecería que sus correcciones fueron hechas para
versión LXX, el texto parece haber estarlo más estabiii_ ajustarse a é1.
zado, porque se muestra más compacto y reiativamente Del exarnen de los manuscritos de Qumrán puede deri-
con menos variantes. Los manuscritos de Samuei son los varse algunas importantes conclusiones. Muestran. en pri-
que parecen aiejarse más dcl tipo protcmasoréticr¡. Lo mer lugar, que el texto biblico se hallaba tcdavía cn un
mismo se observa en el Deuteronomio de la cueva 5. El estado reiativamente fluido. i:cr lo rnencs fuera de los
designado como 4QSarnt,, uno de losdnás antiguos (siglo
círculos oficiaies, si es que en éstos habia ya, el-ectivamente.
3 a.C.), ofrece lecturas que concuercian con LXX, otras un "arquetipo" o Íextus re{'€ptus. Al menos, ei texto no
que son como las eiel'fexto Masorético (TM), y otras que
estaba todavía tan definitivarnente fijado que dejaran de
difieren tanro de LXX corno de Tm. EI 4eSant', del siglo hacerse y de circularse copias diferentes, sobre todo las
,
i

HISTORIA DEL TEXTO HEBREO


26 HISTOBIA DEL TEXTO HEBREO
parecer se po- más recientes, cperaba en sentido de la unificación y tija-
destinadas para uso popular y en las que al
representadas las ción del texfo. Y como hemos visto, en la época herodiana
nía menos cuidado. En Qumrán estaban
y antes de la destrucción del templo, se habían dado ya
tradiciones textuales que sirvieron de base a las grandes
pasos importantes haeía la estabilización textual. 0 sea
versiones antiguas, y algunas de sus variantes aparecen
que el texto consonántico estaba ya prácticamen{e fljado,
también en citas de libros apócrifos, en escritos rabinicos
y cristianos primitivos, y hasta en manuscritos medievales'
con relativamente pocas variantes, anÉes de fijarse ei
canon hebreo, hacia fines del primer sigic de la era eristia-
La comunidad de Qumrán no tenía ni idea de un textus na. Ambos procesos, aunque diferentes, coinciden, y se
re(eplus exclusivo'
relacionan más tras la destrucción del ternplo, cuando se
En segundo lugar, los manuscritos de Qumrán indican'
hizo urgente determinar precisamente qué escriJos debían
por otra parte, la existencia dc un texto que yapara enton-
salvarse del desastre y conservarse celosamente en la dis-
.., .ru preferido y que se iba imponiendo rnás y más a los persión, pues numerosos manuscritos de las Escrituras
otros. És el que hemos denominado protornosorétit'o'
dc
y favorecido por los escribas fueron destruidos como resultado de la represión romana
tipo conservador arcaico, a que fueron sometidos los judíos.
estu-
fariseos. Millar Burrows, que fuc de los primeros en
general puede Sea que entre los manuscritos destruidos entonces estu-
diar lQIu dice de él lo que en un sentido
viera el propio Sé.fer Haazaráh, o que éste se hubiera sal-
decirse de los demás manuscritos bíblicos de Qumrán:..En
y vado, conforme a la leyenda que antes mencionamos, lo
términos generales (lQls,) confirma la antigtiedad au-
aparta del texto cierto es que el texto protomasorético prácticamente va
tenticidad del texto masorético' donde se
establecido se conservó sin duda por las copias que se ha-
tradicional,ésteesusualmentepreferible''.ootroerudito
brían sacado de é1. No sabemos, sin embargo. que hava
bíblico eminente, W.F. Albright' dice: "La mayor sorpresa
habido una proclamación oficial de é1. Los fragmentos de
textual de los hallazgos de Qumrán ha sido probabiemente
pre- manuscritos hallados en Masada inCican la existencia de
el hecho de que la mayoría de los rollos y fragmentos
puede distinguir- esas copias. Y sabemos que después de la destrucción dei
sentan un t€ixto consonántico que en sí no
templo el rabí Yojanán ben Zakkai y su escuela mantuvie-
se del texto de los pasajes correspondientes en nuestra
ron un texto de ese tipo. Pero no parece que esta aceptación
Biblia masorética".7
ya generalizada del texto protomasorético haya eliminado
6. Entre 70 d-C. Y R' Aquiba por completo las copias libres, también llamacias "vulga-
res", o sea no controladas, y algunas de las cuales represen-
l-trasta aquí, los escritores sagrados en la composición
de
tarían textos más antiguos que no habían experirnentado
sus libros, los redactores finales, los compiiadores y los
la revisión que dio lugar al protomasorético. Así pues,
copistas disfrutaban, en ausencia de un fexÍus receptus oft-
' aunque al comienzo del siglo 2 d.C. ya se contaba con éste
ciai y definitivo, de lo que Talmon llarna'"libertad contro-
como texto establecido, la existencia de copias divergen-
lada de variación textual". La libertad hacía fluido el texto.
tes dio oportunidad para los trabajos del famoso rabí
El control, ejercido primero por las' preferencias de la Aquiba y su escuela, que a la vez que consolidaron el recién
comunidad misma. y luego por Ia influencia de sectores prociarnado canon ayudaron a afianzar el texto proto-
religiosos, corno. según hemos visto, los fariseos en siglos
masorético.
6DDS, pág- 314. Aunque el trabajo pnincipal del ra6í Aqr.riba tuvo que
'CTG. Pá9. 141
HrsronrA DEL TExro HEBBEo 29
28 HISTORIA DEL TEXTO HEtsBEO
tos de un tipo diferente del protomasorético, según se ve
ver con la formación de la Mishná o comentario de
las
y predominio del por citas bibiicas que aparecen en escritos rabinicos pos-
Escrituras, su influencia en la fijación
teriores. 0 sea que la preponderancia del protomasorético
áro p.oromasorético fue determinante_ Era miembro del
no logró de inmediato la eliminación de textos de otro tipo.
o sanedrin de Yabneh que, si no se sabe que haya
"onr.p protornasoréti- Con todo, el descubrimiento de nuevos manuscritos bí-
hechá una proclamación formal del texto
decidido' Se blicos en l95l y 1952 vino a confirmar que el texto proto-
co, muy piobablemente le prestó apoyo
masorético estaba de todos modos ya firrnemente fincado,
expiica quL el peso de la gran autoridad de Aquiba
haya
por- y que no pasaría mucho tiernpo antes de que los textos
deierminado la preponderancia del protomasorético'
rivales supervivientes quedaran definitivamente elimina-
qr" ta exégesis-quá profesaba y enseñaba era literalista' dos. [-os descubrimientos tuvieron lugar en cuevas del
ul,ru"onr..vadora' y exigía por tanto' un texto escrito
fijo
detalle y pecu- dcsierto de Judea, donde los últimos combatientes de la
e invariable, pues para él hasta el menor
segunda revuelta judía, encabezada por Simón ben Cosiba
liaridad de la forma escrita tenía especial significado. o bar Cojba, sofocada en 135 d.C., se refugiaron ccln sus
estaba ya
Como hemos visto, en su época el texto bíblico
crigirlo en norma suprema' familias.
'y bastante unificado para
lo El primero fue en una cueva del Wald Murabaat, y con-
puru fundar en él la exégesis alegórica y un tanto esoté-
sistió en fragmentos de manuscritos hebreos de Génesis,
rica propugnada Por Aquiba'
Exodo, Números, Deuteronomio, Isaías y los Profetas
airiúa úen Yosef, qre era su nombre completo (50-132 Menores, con excepción de Oseas y Maiaquías. Por su es-
d.C l, tenía establecida su escuela en Yafo'
y entre sus
Meir' así tudio paleográfico se les ha fijado como fecha de copia, a
discípulos se contaba el también famoso rabí
f)t. e Is.. antes del año 73 d.C.. a los Profetas Menores.
.onlo Aquila, ei autor rJe la versión griega que lleva su hacia fines del siglo I d.C. y a Gn., Ex. Y" Nm. lc¡s comien-
el esfuer-
nornbre. Sin ¿udu que Aquiba influyó ntucho en
versión más apegada al z-os del siglo 2 d.C. Solamente el texto de los Profetas
zo por remplazar la LXX con una
y que haya sido of'rece un cierto número de variantes, en relación con el
texio protomasorético recién establecido'
empren- texto protomasorético, y consisten todas, menos una, en
a instáncia suya y bajo su dirección como Aquila
por su extremado litera- cuestiones de ortografía. La excepción es en FIab. 3.10.
dió su versión, que se caracterizó
estrictamente al en que el copista, recordando en el Sal. 77.18 una expre-
lismo, y que en su prurito por apegarse
la semántica sión semejante, armonizó su copia y escribió clescargcron
texto hebreo, no tuvo empacho en atropellar
oguaceros los nubes, en vez de un turbión de agttas pasó'
y sintaxis griegas que el traductor, sin embargo' conocía
Por supuesto, no hay mucha diferencia en sentido.
perfectamente.
El segundo descubrimiento se efecttló en otra cueva de
la región, al parecer en el barranco llamado Najal Jéver-
7. El texto a la luz de Murabaat y Naial Jéver
Consistió Ce fragmentos de una versión griega del Rollo
de los Doce Profetas (los llamados Menores), que datan
Aun después de Aquiba (ejecutado con extrema eruei-
de la segunda mitad dei siglo primero d-C. Son fragmentos
dad por los romanos en 132 d'C"' por haber sido
lider
Cosiba de Miqueas, Jonás, Nahum, Flabacuc' Sofonías y Zaca-
espiritual de la revuelta que encabezé Simón
ben
continuaron rías. Se considera texto de una revisión de los LXX hecha
o bar Cojba). y no obstante su gran autoridad'
que cada vez Inenos' manuscrl- por letrados judíos para ajustarla más al texto hebreo.
usándosé, es de pensarse
HISTORIA DEL TEXTO HEBHEO 31
30 HISTORIA DEL TEXTO HEBREO
to en papiro hallado en el Alto Egipto en 1906 pertenecien-
Que éste era el que hemos llamado protomasoréÍico se ve te a un códice del Génesis, que se halla en la tsiblioteca de
porque sus lecturas coinciden en general con las de nues- Berlín y que se considera de fines del siglo 3 d.C. Pero
tro actual Texto Masorético, si bien en algunos casos pa- aparte de éste, el más antiguo de esa larga época es el Có-
rece alejarse tanto de éste como del de la LXX tradicional. dice Or. 4l'45 del Museo Británico, fechado, según Gins-
Barthélemy identifica el texto de esa revisión con el usa- burg, en 820-850 d.C. Pertenece, cortrlo se ve, al final de
do en Efeso por Justino (100?-ló5) en las citas bíblicas de dicha época, y representa ya un estado culrninante de la
su Ditílogo t'on Trifón, y asienta que las versiones cópticas obra de los masoretas.
también parecert basarse en ella, todo lo cual indicaría que El principio adoptado por éstos para normar su trabajo
había tenido gran difusión entre los judíos de !a disper- fue el de un respeto escrupuloso por la letra del texto sa-
sión. También piensa Barthélemy que de ella es el texto de grado. Celosos guardianes de ella, y para evitar su rnenor
la quinta columna de la Ilexapla de Orígenes. Y más aúr¡, cambio, ilegaron hasta la minucia. For ejemplo, contaron
que las llamadas versiones griegas de Aquila, Símaco y una por una las ietras del texto. Localizaron la letra rnedia
Teodoción realmente son respectivas revisiones de ese tex- del Pcntate uco: [-a vav con que se lbrma la o de la palabra
to, más bien que nuevas versiones.s .qajón en Lev. ll.42,las palabras medias del mismo: darosh
8. Entre rabi Aquiba y los masoretas de Tiberias darosh en [-r'. 10.16, y la palabra media de toda la Escritura
(Antiguo Testame nto): i-¡or en Jer. 6.7" Además formaron
Aunque el texto básico de consonantes puede darse por no sólo listas dc palabras raras y que aparecen una sola vez
cristaiizado cuando el siglo 2 termina, su preponderancia cn cl texto sagrado sino del número de veces que cada pala-
no será, por algún tiernpo, definitiva. En la propia Masora bra aparece en é1. Esto les permitía por una soia cuenta
aparecen diferencias, por razones homiléticas o herme- mecánica de palabras saber si en Ia copia que revisaban
néuticas, debido a que los masoretas pertenecen a diversas para autoriz.arla sobraban o faltaban palabras. Aunque
escuelas. A veces ias anotaciones masoréticas lievan la todo esto nos puede parecer a nosotros ahora minucias sin
advertencia "otra rflasora" o "fuera de esta masora". Sin importancia, revelan el celo extraordinario con que pro-
embargo, el texto fijado. el protomasoréf ico, ya en ade- curaban cumplir con su papel de guardianes de la EscritLrra.
lante no sufre prácticamente alteraciones en su forma, que En cuanto a las copias destinadas a la lectura pública en
es. repetimos, ia consónántica, excepto las involuntarias las sinagogas fijaron reglas estrictas del copiado. Las que
por errores de los copistas. Ahora el texto pasa definitiva- conforme a ellas resultaban defectuosas se desechaban
mente de la etapa de formación, que ha durado tantos si- para la lectura iitrirgica, y sólo podian utiiizarse para uso
glos, a la de conservación. Para ello, queda encomendado privado o para ejercicios escoiares. Cuando una copia se
a la labor de los masoretas, que para elio mostraron, mucho deterioraba por ei uso no se enviaba al cesto de ios desechos
' más que cuidado, una extrema escrupulosidad. Entre el o se destruía. 1o ct¡al constituía una profanación de un
siglo 2 y el siglo I d.C. transcurre el pericdo de más intensa escrito sagrado. sino que se guardaba en un sitio especiai
labor masorética. de la sinago ga.la ¡¡ueniec o bodega.
Casi no hay, sin embargo, testigos documentales, o sea El texto escrito llegó a considerarse intangible. En las
rnanuscritos bíblicos de ese periodo. Hay un raro fragmen- copias para uso público y rituai ningún escriba se permi-
tía el atrevimiento de meter mano para corregirlas si se des-
,BEH, págs. 46. 47. 68.
32 HTSTORIA DEL TEXTO T€BREO HISTOBIA DEL TEXTO HEBREO 33
cubr'tan en ellas errores e!'identes. Las correcciones se puntos colocados unos sobre y otros debajo de ias conso-
hacían al margen o todo lo más entre líneas, porgue borrar nantes. A su vez, losjacobitas sirios usarcn, en vez de pun-
o tachar algo en ellas era una falta de respeto. El sistema tos, francamente vocales griegas. Entre los judíos se des*
K-Q, del que ya hemos tratado antes, se perfeccionó en este arrollaron dos sistemas: el babilonio, que empleaba letras
periodo para permitir correcciones, pero sin tocar el texto o partes de letras griegas colocadas sobre las consonantes,
mismo. La masora, de que también ya hemos tratado, se y el palestino, también superlinear, que algunas autorida-
enriqueció en el número y minuciosidad de sus anotacio- des juz-gan complicado y mal organizado. Son escasos los
nes. [)ero la tarea rnás importante de los masoretas ft¡e la manuscritos que muestran uno y otro sistema, de manera
elaboracian y estandarización del sistema de vocalización que no es fácil seguir la línea de su desarrollo.
del texto quc, como hemos dicho y repetido, era original- Finalmente, ya corridos algunos siglos se elalroró en el
mentc, y siguió siendo hasta bien entrada la era cristiana, centro masorético de Tiberias el sistema que prevalece
exclusivamente consonántico. Llegó el momento en que hasta hoy. Se debió su elaboración a dos famosas familias
el recurso primitivo de las motres lectionis para indicar de masoretas, la Ben Neftalí y la Ben Asher. Con excepción
algunos de los sonidos vocales resuitó insuficiente. La len- de unos cuantos signos la puntuación va debajo y en el seno
gua hcbrea iba quedando más y más relegada a la lectura de las consonantes, y sirve no sólo para indicar las vocales
litúrgica y al margen del uso corriente de los judíos. Dis- sino también el sonido de las consonantes que se escriben
persos más y más en tordo e I mundo, hicieron de Ia lengua igual pero que tienen dos sonidos, así como la acentuación.
cie los pueblos entre los que habitaban su propia lengua. la entonación de la voz y otros detalles de la lectura serni-
Los lcctores de las sinagogas necesitaban más ayuda para cantada. Casi nada sabemos del sistema de vocalización
sabcr exactamente cómo pronunciar el texto consonántico. elaborado por la familia Ben Neftalí. Existen seis hojas de
A partir del siglo 2 d.C. se empezaron a idear y ensayar un manuscrito de este tipo del libro de los Salmos. Tiene
sistcmas de vocalización complernentada con indicaciones señales de haber sido retocado por otra mano, añadiendo
sobre acentuación y entonación de la voz, pues desde muy acentos, por lo que no puede tenerse seguridad de cón:c
antiguo la lectura se hizo cantada o semicantada. Uno de era en sí mismo el sistema Ben Neftalí, si bien de todcis
los recursos, que no prosperó, ensayados para los judios rnodos se advierten diferencias con el Ben Asher. El más
de habla griega fue escribir el texto hebreo con caracteres antiguo que se conoce de este último sistema es el Códice
gricgos, como se hizo en la segunda columna dela Hexapla. Or. 4445 de la Biblioteca Británica. I-ondres (820-850 d.C.)
Pero como, por una parte, los cristianos adoptaron tam- ya mencionado. Fueron dos Ben Asher. Mcisés y Aarón,
bién esa clase de escritos. y, por otra. aurnentaba entre los padre e hijo, quienes consumaron la vocalización estándar.
judíos ortodoxcs la repulsión por todo lo gentil (en este Dc Moisés existe el Códice Cairense, de} que sólo queda
caso Io griego), el sistema se abandonó. la sección Nehlim (Profetas), (libros históricos y "profetas
, [.a idea de marcar las vocales con puntos principalmente mayores"). Es un manuscrito, por decirlo así, "firmado",
provino de las versiones siriacas, que habían comenzado ya que ei colofón dice: -'Yo, I\{oisés ben Asher he escrito
a usarlos,unos sobre las letras v otros en el seno de eilas. este nta.jzor (códice) de las Escrituras...". Da como fecha
Así se ven, por ejemplo, en un manuscrito de la pesliitta "827 después de la destrucción del Segundo Ternplo" (:895
quc data del siglo 5 d.C. y en otro del siglo 7 C.C. En este d.C). Lleva esta curiosa advertencia: "Quienquiera que
últinlo siglo, los nestorianos inventaron un sisterna de altere una paiabra de este majzar o de esta escritura, o
I-IISTORiA DEL TÉXTO HEBREO 35
34 HISTORIA DEL TEXTO HEBFIEO judaís-
una página excepto I-o cual se refuerza por el hecho de que es el que el
tr*nre cie ella una letra, o le arranque Pero liay otra y quizá
alguna palabra en que mo rabínico acepta como auténtico'
que entienda y sepa quc hay en él una
definitiva prueba de su antigÚedad y autoridad. Es es-
hemoserrado,yaenescritura,yaenpuntuación,yaen
no tenga perdón pecie de piueba inversa pero de sunlo pesc: los manuscritos
o
masora o en (grafía) defectiva nlela;
o clisculpa ni .o,"nt"áple ia beliez'a
del,Señor (Sal' 27'4) ni títrti.ot más antigtlo§ que se conocen ahora' los de Qum-
a los que le ternen (Jer ' 29 '32)' rán, sustanciairnerrte coinciden con el TM' Es un hrecho
vea cl trien que está rese'uado que
impure,n y Como un leproso cxtraordinario el que en el curso de casi doce siglos' en
Será como una nrujer en su bíblico se
nlotlo que sean aplastadas sus las copias se vinieron hacierrdo a mano' e I texto
cluc haya sido errcerradt¡' de prácticamente sin alteraciones que afec-
de su poder' consumicia haya conservado
piernas. qu"b.antu'lJo cl orgullt¡ lo n el aspecto
y hucsos hasta no sobresa- t.n ,, integri«Jaci csencial. Eso se debemos' e
su carne hasta ya no vcrse' sus celc de ge-
quien oiga' entcn- huma¡ro. al trabajo denodado v el escrupuloso
lir (Job 33.21). Amén' Quicn lca' oirá; neraciones y gencracioncs dc Inasoretas
judíos' Con razón
derá; quien vea. pcrcibirá' i['az!"
de sobra el doctor (iordis les rinde este sentido
homenaje :
quc cstuvo antes en un¿l stna-
De Aarón cxistc tln cóclice *Aquelios hunrildes pcro indomables trabajadores' a quie-
lleva aqucl nombre' Dc todo e I
*o*u a" Áf.po, Siria' i-que en Lrn principio' inli:tiz-- nes generaciottcs ptlstcriores sc refirieron con eI
título
Antiguo Testamcnto, completo .oleriiro de Baulé !+,1asorah,..Señores de la Tradición".
Actualmcntc sc
;;;; ql'r"ao mutiiado en un incendio' Se ie asignit corrlo realizaron en la oscuridad su tarea hercúlea de
guardar el
ir^fi, ."'posesión del e§tado de Israei' Blga (1008 d'C') texto bíblico en contra iic toda merma o variació¡r' Sus
feci:a 980 d.C. EI Ci¿i"t de l-eningra{o índole precisa dc
Jacob' copia clc nombres. el periodo de su actividad' ¡'ia
... ,.*tl" ei cotrofórdel copista Samuelben por Aarón bcn su trabajo, tcdo se halla bajo ttn "cltl cle oscuriCad'
rasga-
"los lrbros corregtclos 1' a"otados' hechos
Se ciiscut"' ti* do apenas por leves dcstcllos dc luz"
')

ll'loisés ben Asher. el Laestto"' :*!1tl:: Después del sigio l0 se produieron otros mutchos
ma-
como un testlgo puro
hasta qué punto puede considerarse enurnera y describe
introducción a la tercera nuscritos del texto hebreo. Ginsburg
ciel texto dc Ben Asher' En la igual que el
Paui Kahie lo con- en detalie nada menos que 58 que consuitó' al
.ái.l¿n dela Biblia Hebraica de Kittel' confianza"' Pero en Or. 4445, ya citado' y el Códice de San Fetersburgo
(916
de
sideraba corno "un texto Ben Asher
d.C.), para preparar su edición masorético-crítica de
la
Stuttgartert'sia' suce-
i, in,ro¿u.ción a la Bíbtia Hebraita y Wilhelm Rudolph dicen Biblia hebrea. Fero ante el Ben Asher Ya nc tuvieron' de
sora de la ie Kütei' t<"t Eiliger
sigue siendo hecho, influencia irnportante que ejercer'
q;"-J" iodos **¿o' el Códice de l-eningradoy fechado que
el ¡nás antiguo de ia Biblia hebrea
completo 9. Hdieiones innpresas del texto hebreo
en
sea ei concepto que se tenga
se conoce, ''cuaiquiera que dei -'exto
';;;;;;;;, ..tu'ion con el texto de llen Asher"' Con la invención de la imprenta ia trasmisión
queda el tex- segura' aun-
Con la vocalización del texto consonántico hebreo ha sido. por supuesto, más expedita ]"
que siempre con el riego de las erratas' El
presta rnenos a las primer texto
to bíblico estaLliecido en forma que se í'ocalizado com- en Bolo-
leciuras diferentes o variantes'
Y el texto ñ.U..o irnprero fue el de Salmos' probabiemente
que poseemos es el en esa misma ciudad
pleto de la Bibiia h"U'"u más antiguo nia, ltalia (1477). En 1482 aparecié .ri

pues' ante éste cotno podemos


«Je Ben Asher. Es solar'lente'
propiamente dicho' ,GBf. paq
por fin hablar de un Texto Masorético
1

*!
36 HISTOBIA DEL TEXTO HEBHEO HISTORIA DEL TEXTO HEBREO 37
se imprime vocalizado, en tanto que la transcripción no.
la primera edición del Pentateuco. [¿ primera edición de
toda ta Biblia hebrea fue la impresa en Soncino, también También han aparecido dos ediciones de tra Soeiedad Bí-
Italia, en 1488, con sucesivas ediciones en Nápoles ( l49l-93), blica Británica y Extranjera de Londres, una preparada
Brescia (la usada por Lutero para su versión alemana) y
por Ginsburg y otra por Snaith. Para la Americon Bible
Pesaro (l5ll-17). El cardenal Cisneros incluyó el texto Sodet.y se hizo una tirada (1951) <Je la Biblia Hebraica,
hebreo en su famosa Políglota Complutense, imprenta cn 7a. ed., de Kittcl, texto al cuidado de Paul Kahle, publi-
Alcalá de Ftrenares de I514 a l5l7- cada por la Sociedad Bíblica Würtemberg, de Stuttgart,
t-a edición print'eps de la ilamada Biblia Rabínica' pu- Alemania, para cuya tercera edición se había adoptado el
blicada por Bomberg, apareció en Venecia (1516-17). Es texto de Ben Asher. Por último, después de una publica-
interesante que fuera preparada por el monje agustino ción en fascículos iniciada en 1967, se publicó en 1977 la
Félix Pratensis y dedicada al Papa. Para la segunda edi- Biblio Hehraica Stuttgartensia (BHS), considerada en
ción, Bomberg encomendó la preparación al eminente el Prefacio como "una nueva forma" de la de Kittel. cuyo
masoreta Jacob ben Jáyim. Se publicó en 1524-25 y vino aparato crítico ha sido completamente rehecho, y en que
a ser la de mayor autoridad en el judaísmo oficial. Fuc la masora aparece completa, pues por su muerte en 1929
también la base de las dcs primeras ediciones de la llihliu Kittel había de.jado inconclusa su preparación. La BHS ha
de considerarse, pues. como sucesora de la BH K. La prepa-
Hebraica de Kittel, publicada por las Sociedad Biblica
Wijrtemberg, de Stuttghrt, Alemania (la. ed., 1906). Otras ración de la BHS fue patrocinada por la Sociedad Bíblica
ediciones importantes de la Biblia hebrea, aparecidas du- Würtemberg, que asumió la responsabilidad de la publica-
rante los siglos l6 al l8 son las de Arias Montano (Ar¡rbc- cación. LLeva el pie editorial de la Sociedad Bíbiica Ale-
res. l57l), Athias ( 1659-61). Opitius ( I706),Norz.i (1732-441 mana. En esta edición se basan las nuevas versiones pro-
y Michaelis (172A), entre otras. La primera edición crítica, testantes, católicas y ecuménicas"
es decir, cotejando manuscritos (en este caso más de 600)' Por otra parte. en Israel está desarrollándose una inten-
fue la de Kennicot (1776-80), pero su valor es relativo por- sa actividad bíblica. especiaimente en la preparación de
que un cierto número de los manuscritos cotejados por ól nuevas ediciones del texto hebreo" Ltra aparecido, por ejem-
son de autoridad dudosa. pio. la de Casutto, la de Koren, basada en ia edición ale-
Del siglo l9 destacán las ediciones de Baer-Delitzsch, mana de 1880 de Heidenheim, yestá en pie ei proyecto de
Hahn y Letteris, esta última publicada originalmente en una edición crítica monumental dirigida por el doctor
Viena (1852) y actualmente por la Sociedad Bíblica Britá- M.H. Goshen-Gottstein, de la Universidad Hebrea de Je-
nica y Extranjera. De nuestro siglo existe una muy curio- rusalén. y de la que se ha publicado como avance el fascicu-
sa, cuyos ejempiares son hoy muy rarcs, publicada en lo de lsaías.
Constantinopla en i905. Es bilingüe, hebreo y español. El prollecto más importante de la actualidad en relación
' Pero éste es realrnente el sefardí" español arcaico que ha- con el texto hebreo, es quizá el denominado Pro1.,et'to del
blan todavia hoy los judios descendientes de los que fue- Texto Hebreo del Antiguo Testarnenro, patrocinado por
ron expulsados de España hace cuatro siglos. Lo intere- las Sociedades Bíblicas LJnidas y encomendado a un comité
sante es que el texto español está impreso en caracteres internacional e interconfesional. Está destinado principal-
hebreos sefardíes, con escritura y ortografia que no es mente a los traductores de la Biblia, y es un estudio de ios
exactamente igual a ia del texto hebreo. Desde luego, éste principales problemas textuales, con un cotejo de las soiu-
38 HtsronrA DEL Tex HEBREo

ciones ofrecidas respcctivamente por algunas de las más


conocidas versiones modernas al inglés y al francés, y final-
mente el juicio y recomendación del comité en cada caso.
A la fecha en que se escriben las presentes líneas, se ha pu-
blicado, en cinco volúmenes, el "lnfornle preliminar e inte-
rino" bilingüe (inglés y francés).
El comité anuncia que vendrá después una segunda edi-
ción, más amplia, del informe, "en la que se presentará una
lista cornpleta de los datos textualcs importantes, una dis- Historia del texto gr¡ego
cusión completa de las razones que sirvieron de base para
las decisiones del comité, y consejos más extensos a los del Nuevo Testamento
traductores y exegetas concernientes a los problemas que
tienen que ver con cl significado". La segunda edición así Para Jesús, los apóstoles y la comunidad cristiana ori-
ampliada constará también dc cinco volúmenes, ya no bi- ginal de Palcstina, las Sagradas Escrituras eran las de la
lingües sino separadamente en inglés y español. Al tiempo Biblia hebrea, la historia de cuyo texto hemos reseñado en
de escribirse estas lineas ha aparecido el primer volumen la primera parte del presente tratado. Hemos visto que ya
en francés. Cuando la publicación en esta forma se com- para entonces el texto hebreo estaba prácticamente fijado
plete, el Proyet'to constituirá un instrumento de trabajo de en su forma protomasorética, de modo que los primeros
inapreciable valor, no sólo para los traductores sino para creyentes cristianos no tuvieron que preocuparse de su fi-
cuantos desean conocer más a fondo del texto hcbreo.* jación ni conservación. Esta se hailaba en muy buenas ma-
nos, las de los masoretas.
Más tarde. cuando el cristianismo se haya difundido y
alcanzado más fuerza en el rnundo de habla griega, ,v la
mayoria de los creyentes sean de esa habla. la Biblia de la
lglesia será ia versión Septuaginta' hecha antes de ia era
cristiana, por lo cual ias comunidades cristianas no han
tenido parte en Ia elaboración de su texto. Cuando los ju-
díos rechazan por fin la LXX' ésta queda casienteramente
en manos cristianas. Es ahora la Iglesia la que hace que se
saquen y multipliquen sus copias' v en este proceso el texto
sufre alteraciones accidentales e intencionales, éstas últi-
mas motivadas por el afán' consciente o semiconsciente'
de hacer más efectivas sus citas en la polérnica entablada
con los judíos para demostrar que Jesús es el Mesías de que
" La h¡storia del texto de los l¡bros deuterocanónicos no cae dentro de esta secc;ón hablan las profecías'
puesto que f orman parle de la versión griega antigua (LXX)' de cuya h¡storia general
y propós¡to del pre'
Pero no sabemos casi nada de ese proceso. Las coPias
f orma, por ello. parle. Pero la h¡storia de la LXX rebasa el campo

ser¡te trabaio. más antiguas de la LXX que existen son de mano cristia-
I

(
§*.--
)
40 HISToSIA DEL TEXTO GBIEGC DEI- N.T. HISTORIA DEL TEXTO G¡tRIEGO DEL N.T. 41

na, pe ro datan de los sigios 4 y 5 de nitestra era, cuando ya estudiara en la versirin griega.
el cristianismo se había difundido considerablemente en el En el Nuevo Teslamento hay rnás rie 2ü0 citas textuales
mur¡do occidental. de habtra latina, de modo que ya cxis- del Antiguo. Según Ffeiffer el 80 por ciento de ellas no se
tían y circuiabaa con profusión relativa versiones latinas hacer-r del texto hebreo sino directarneilte de la I-XX. De
primitivas. Prorrto serían sustituidas por una versión lati- las restantes, no todas se ajustan al protomasorétieo, sea
na oficial, la Vulgata, y la LXX sería sustituida por ella porque se hicieran tal vez. de memoria, o porque se habían
como la Biblia de la iglesia.r0 Como realmente no sabernos lcído en ccpias "popularcs" o "vulgares". no autcrizadas,
con alguna seguridad cómo era e I texto de la I-XX original, dcl texto hebreo, o en versiones griegas dif-erentcs de la
la cual, adernás, según vimos anteriormente, sufrió vanias t,XX según ésta ha llcgado hasta nosotros. o hasta de ver-
revisiones rabínicas para a-iustarla al texto hebreo, care- siones al arameo, conlo la de Sal. 22.1, citado por Cristo
cemos de punto tJe ref'erencia para precisar los cambios in- cn la cruz.
troducidos ¿r su vez cn cl tcxto griego por los cristianos.
1" Frehistoria del texto griego
l-o quc ahora nos concierne rcalmente es la historia del
texto griego del Nuevtl '[-estamcnto, ctryo inicio tardó al-
gunos decenios dcspués de la rnucrte de Jesucristo, y tardó Sólo a muy grandes rasgos puede trazarse la historia del
quizá algunos ciecenios más para considerarse como escri- tcxto del Nuevo Testamento. En algunos respectos apare-
tura sagrada" Pues potr un tiempo. culrndo los prirneros cc más compiicada que la del texto hebreo. En otros, pa-
rece más simple. Nc¡ obstante el gran número de manuscri-
cristianos hablan de *las Escrituras". aluden a las dc la
tos griegos que existen, c()mo sc verá más adelante. faltan
Biblia hebrea que ho.l, liarnamos Antiguo Testament«1. Sólo
sul'icientes anteriores al siglo 4 d.C., 1'los que existen son
en 2 P., que es un escrito tardío, se alude a las cartas de
solarnente fragmentos dc apenas 2l papircs. No t¡astan
Pablo, indirectamente, como "'Escritura", al denunciar a
para seguir aiguna línca ntá s o menos marcada de su des-
los que tuerccn su contenido, "como tuercen las demás
Escrituras".'Si bien este pasaje puede traducirse también arrollo. Con suma razón. pues, lra dicho C.M" N'lartini:
"[-a critica textual dcl Nucvo Testamento no puede preten-
"como tuercen los otros escritos" (de Fablo), parece que la
der todavía el habcr logrado una historia clara y detaila-
traducción preferible es la anterior, ya que aparte de sus
da del texto". ll
cartas no se sabe de "orros escriros" del gran apóstoi.
Aunque para los cristianos de la primera generación la
Los rollcs de la Sagrada Escritura que se leían en las si-
apelación a las Sagradas Escrituras (Antiguo Testamento)
nagogas, como el de Isaías que Jesús leyó en la de i§azaret,
tenía por objcto principal probar a sus opositores judíos
serían del texto protomasorético. El que iba leyendo el
que Jesris de Nazaret era ei Mesías en elias prornetido, no
funcionario etíope (FIch. 8.28) si éste no sabía hebreo, debe
podían conformarse sólo con ellas. Para el sostén positivo
de haber sido la L-XX. como casi seguramente en el caso de
de su propia fe necesitaban saber rnás y más sobre Jesús,
losbstudiosos bíbiicos de Berea (Hch. I7. !l). Apolo, oriun-
cómo había vivido, qué había hecho y dicho, cómo había
do de Ale-iandría, que "era muy versado en las Escrituras"
muerto y resucitado.
(i-lch. 18.24) posibiemente las leyera en hebi"eo, pero sien-
Como en el caso del texto hebreo hay una etapa, la de la
do jurdío helénico es probable que también o más bien, las
trasmisión oral, que hemos llamado la prehistoria del texto.
"Para ma'y'or explicación de este proceso. véase nuestra Breve hisioria del canon
biblico- "lDB. V (Supl.), pá9, 885
42 HISTORIA DEL TEXÍO GRIEGO DEL N,T, HISfOÍ]IA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 43
Fue relativamente breve, si se cornpara con la prehistoria docun:ento <; tradición escrita que se designa con ia letra
del texto hebreo, pues duró apenas algo más de tres dece- *Iruente-.
Q, inicial del alemán Quelle.
nios. Mientras vivieron los apóstoles y otros discípulos que 2. De lo oral a to eserito
habían conocido y escuchado personalmente a .lesús, y de
los que algunos lo habían acompañado en tcdo su minis- E,n todo caso, la etapa puramente oral que precerie a la
terio, o en parte de ó1, ellos se encargaban de referir lo f'ormación del texto del Nuevo 'lestanrento fue, como diji_
que habían visto y dc repctir Io que habían escuchado de lros antes. sunlamente brevc. Otro tanto es la ir¡termedia,
los propios labios del Señor. Al testinronio profético de las cn que se pasa de la tradición o¡al a la cscrita, al parecer
Escrituras judías añadían de viva voz su propio testimo- csos anonlmos y mtstenosos pnmeros escritos cuya exis_
nio. "Nosotros somos tcstigos", decía Pedrc ante el Sane- tcncia y contenido sólo puede conjeturarse por inf'erencia,
drín (l-lch. 5.32). Así se mantuvo viva por un tiempo la ya que no existe de ellos copia alguna. por otra parte, no
tradición oral. A ella recurría Pablo mismo, que no había parecen haber sido abundantes, quizá porque los creventes
conocido a Jesús en su hum¿rnidad, cuando aseguraba a de esa primera generación estaban tan ciertos de qi:e la
los corintios: "En primer lugar, os he trasmitido lo que yo Scgunda Vellida del Señor iba a ocurrir pronro, ial vez
¿r mi vez recibí'" (l Co. 15.3). antes de quc ellos murieran, que no sentían demasiado in_
No obstante que el periodo dc trasrnisión únicamentc tcrós cn poner por c'scrito, para más larga y permanente
oral fue tan breve, alcdnzaron a f'ormarse varias tradicio- prcscrvacitin. lo quc sabían de é1.
nes orales, cu¡;a variedad sc cchará de ver en los escritos
-l'cstamcnto.
[:l prinrcr cscrito del Nucvo -festamento que conocemos
misnros dcl Nucvo Así. por ejemplo, Pablo. cs lu primcra carta del apóstol Pablo a los tesalonicenses.
cn su cliscurso de dcspcdida en Milcto, cita palabras de l.a escribc dcsdc'Corinto hacia cl año 50 d.C. Con ella se
Jesús quc no llcgaron a inctlrporarse a los Evangelios: abre. pues, la ctapa de la tradición escriia. La actividaC
"Hay' más dicl-ra cn dar que cn rccibir" (Hch. 20.35). No cpistolar del gran apóstol crtntinúa hasta su muerte. ocu-
hav motivo para dudar de que sean auténticas y de que rrida entre los años 6l y" 67, v con ellas se forma una cuarta
Pablo las recibió por tradición oral. I)ronto, sin embargo. parte del texto neotestamentario y ciertarnente su núcleo
esas tradiciones oralcs e mpezarían a consignarsc por escri- doctrinal. Hacia el año 65 aparece el primer Evangelio. el
to y a circular en copias hechas libremente. en diversos de Marcos, al que siguen con poco intervalo Mateo y Lucas.
lugares y por diversas manos. No sabemos con certez-a cuá- Unos 20 años después, hacia el 90 d.C., aparece el Evange-
les fueron los primeros escritos. Quizá reseñas concisas de lio según San Juan. Entre tanto han aparecido las cartas
incidentes sueltos en la vida de Jesús. Tal vez colecciones llarnadas universales o católicas: Pedro, Juan y Judas. la
de sus dichos, memorias sucintas de ios testigos o apuntes de Santiago, el magnífico tratado de autor desconocido
de ios que oían hablar a éstos. Los eruditos bíblicos supo- que llamamos "A los hebreos", y finalmente, por el misn"lo
'nen la existencia primordial cle una colección de dichos de tiernpo que el Evangelio de Juan, o poco después, el Apo-
-lesús que se designa conjeturalmente como Logia (en grie- calipsis o Revelacién.
go, "Palabras"). Fragmentc,s de una vieja copia de esa Un estudio dei contenido de todos estos escritos muestra
colección podrian ser los dos del llamado Papiro Oxyrrin- la confluencia de diversas tradiciones orales y primitivas
co, halladas una en 1897 y otra en 1903, que datan del sigio documentales en la composición de su texto, aunque no
3 d.C. Con n-rás vaguedad se alude también a un primitivo puedan delimitarse siempre con cierta exactitud. Desde

\t--
44 HISToRIA DEL TExTo GRIEGo DEL N.T.
¡
HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 45
luego se advierten en los Evangelios, aun en los Ilamados I
sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, que son más pareci_ quía, y el llarnado occidental, que se desarrolló probable_
I mente en Africa, Italia y Calia. Algunas autoridades con_
dos entre sí. Las divergencias y aparentes contradicciones
I sideran que el tipo de Cesarea, no bien confirmado, podría
que hasta el lector casual encuentra en ellos se deber¡ sin
ser más bien una rama del occidental.
duda a esa diferencia de tradiciones que se perciben sobre
todo en los pasajes paralelos. Son mayormente diferencias I En caso de que efectivamente se hayan desarrollado y
puedan ser diferenciados esos tipos textuales, no existen,
de orden secundario o de detalle, pero existen. por ejem_ I
pio. ¿fue sólo un ciego (Mr. 10.4b-52: Lc. I8.35-43) o fueron como ya se indicó antes, suficientes testigos, o sea manus_
I
critos, de la época en que se habrían ido formando. l_os tes_
dos (Mt. 20.29-34) en cl milagro de Jericó? ¿Fue la purili-
tigos que se citan de cada uno de ellos son relativamente
cación del templo el nrismo día de la entrada triunfal (t_c.
tardíos. Ninguno da¿a de antes del siglo 4 d.C. Así, del pro_
19.45), o al día siguientc ( Mr. I 1.12, 15)? Más todavía, ¿,fuc
to alejandrino se rnencionan los códices B y Sinaírico (si_
al comienzo dc la semana última, como asientan los Evan-
glo 4), del alejandrino, L (siglo 9), T (siglo 5) y minúsculo l

gelios sinópticos, o al principio del mi¡-risterio de Jesús,


33 (siglo 9), del oriental, el designado con la letra griega
como lo registra Juan (2. I j-22)'? Por supuesto, no todas las
I

theta (siglo 9) y las versiones siríacas llamadas sinaíticas y I

diferencias cntre los Evangelios deben de haberse origina- ,i


I curetoniana (siglos 4 al 7), y del occidental, el códice D .I
,:l
I

do en diferentes tradiciones orales o textuales. Otras. es ;t


(siglos 5l 6) y la versión latina antigua designada corno k t
casi evidente, parecen déberse a la diferencia de propósitos .t
(siglos 4l 5). El tipo alejandrino, llamado por algunos críti_
I
homiléticos de los evangelistas y de los lectores a quienes I
cos también "neutral", es el que generalmente se considera ,¡
I
se dirigían. Si el Evangelio según San Juan es tan notoria- il
como mejor conservado. ii
(
mente diferente de los sinópticos, es porque más que una
Comenzada la etapa en que se depende ya casi princi_ i
I narración, el autor parece haberse propuesto una interpre-
palmente del texto escrito, las copias circulan primero,
I tación de la persona de Jesucristo en su trascendencia cós-
como sucedía con los escritos del Antiguo Testamento, en
i rnica y su ámbito universal.
rollos por separado o en hojas sueltas de papiro. pero con
( Igual que en el caso del Antiguo Testamento, no hubo
ellas empiezan a formarse colecciones. Al parecer, la pri_
durante siglos un solo texto, o sea, un textus reteptu.s del
(
mera fue la de las cartas paulinas. Iv{ás tarde, quizá ia de
Nuevo. Parece que, por-elcontrario, la libre multiplicación
1
los Evangelios. Hacia fines dei siglo 2 Ios cristianos adop_
de copias de los escritos que vinieron a formar el Nuevo
(
taron la forrna de t,óclice, hojas encuadernadas como libro,
Testamento dio lugar también a la formación, según una
{ un sisterna que habia empezado a.usarse en el siglo I yque
teoría que no ha estado exenta de debate. de familias tex-
acabó por sustituir los rolios y las tabletas recubiertas de
1

tuales que. como en el caso dei texto del Antiguo Testa_


cera como material de escritura- Parece que los primeros
, mento. se ftleron formando en torno de ciertos grandes cen-
(

códices cristianos fueron de los cuatro Evangelios, de los


{ tr,os de erudición bíblica cristiana. pero esto sólo puede
(
decirse en sentido general. porque de todos modos esas fa-
cuairo Evangelios y Flechos, de i0 cartas paulinas, de las
( milias textuales no pueden distinguirse con reiativa seguri-
l3 cartas paulinas. Fue ya bien entrado el sigio 3 cuando
aparecieron códices con todo el irluevo 'festamento v con
dad. Se han propuesto por lo menos cuatro familias o prin-
toda la Biblia (A" y N.T.¡.t:
cipales tipos de texto: el protoalejandrino, el alejandrino,
el llamado oriental, emanado quizá de Cesarea y Antio- ':'Para ¡nformacióñ más amp¡ia sobre el pad¡cular véase nuestra Breye historia de!
canon b¡blico.

.y'.,E
rl t
lr
46 HISToRIA DEL TExTo GRIEGo DEL N"T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEI. N.T. 47

A diferencia del caso tlei texto del A.T., existe unir rica y, 'festamento y con partes del Antiguo, printero descubierto
variada abundancia dc manuscritos «Jel Nuevo T'estamen- en 1844 y que data del siglo 4 d.C.; el Vaticano (B), de! nris-
to. Son de tres clases: papiros, los más antiguos, códices mo siglo, de cuya existencia en la Biblioteca del Vaticano
unciales o sea escritos solarnente con puras mayilsculas se sabía desde el siglo 15, pero no dado a conocer hasta
"y có-
dices escritos solamcnte con rninúsculas. Se conocen hoy oor 1889, con fragmenlos de toda Ia Biblia inciuso de algunos
lomenos [i6 papiros, 269 unciales y 2795 en minúsculas. libros deuterocanónicos, y el Alejandrino (A), det siglo 5,
Sólo 59 dc !o:; códices son de todo cl Nucvo Testamento, con cl Antiguc'Testamento y casi todo cl Nuevo. El Sinaí-
algunos que están todavía complctos, per() otros no. De tico y el Alejandrino se hallan en el Museo Británicr:. Los
los papiros, que consignan partes m:is () menos extensas tres pertenecen" con excepción de los Evangelios en el A,
dcl N.l-., hay dos colecciones f¿tmosas. la adquirida por al tipo textual llamado alejandrino o neutral.
I

Chestcr tseatty en 1930-31, cxistcntc en Dublín, y la de Hacia principios del siglo 4 aparece un textü cuya pre-
IVfartín Bodmer, adquirida cn 1955-56, actualmente en paración sc atribuye a Luciano de Antioquía, que sufrió el
Ginebra. Se identifican co¡l una p (de tipo gótico) y un martirio cn 312, y quc lleva su nombre. Se conoce también
número alzado. Son cuatro los nl¿is notablcs. El primero como bizantino, sirio o koiné. Proviene de una combina- it

de ellos es e! ps2 (Rytands) con f'ragmentos del Evangelio ción de textos alejandrinos, oricntales y occidentales. Vino it
'!ti
según San .Iuan. Data prob:.lblcnlcnte de la prinrera mitacl a ser el más usado por la lglesia Biz-antina, pero siendo se- IJ

del siglo 2 d.C., según algunas autoridades podrian ser clel cundario, los eruditos bíblicos consideran que es de menos
tiempo de Adriano (ll7-18) «r ral vez aun dei de Trajano autoridad que los antcs muncionados y que sólo muy raras
(98-ll7 d.C.). En todo cilso. cs el más antiguo manuscrito veces la lectura que únicamente é1 da es correcta. De este
griego de I Nuevo 'I-cstanlcnto que se conoLre" Contie ne Jn. tipo se consideran los unciales E. del siglo 6. F, G' H y V,
I8.31-33, 37. 38. Sólo unos cuantos versículos, como se ve. dcl siglo 9, y S, del siglo 10. Los Evangelios del Códice Ale-
pero esto ha sido sulicicntc para probar la antigüedad del .landrino (A) son de este tipc. Orígenes, en sus extraordi-
Evangelio y echar por ticrra tcorías antcriores de que da- narias labores escriturísticas de la primera rnitad dei siglo
taba. cuando rnuy temprano, de Ia segunda mitad del siglo 3 d.C., utiiiza de preferencia textos de tipo alejandrino y
2. Aquí tenemos, aun fijándole la fecha promedio, una co- oriental. La mayoría de ios cédices en minúsculas son del
pia que distaría iodo lo más unos dos o tres decenios de la tipo bizantino.
fecha de su composición. Esto no sólo confirma la fecha Testigos valiosos, pero naturalmente secundarios dei
generalmente aceptada de 90 d"C, sino que podría hacerla texto. son las versiones antiguas, como la Itálica o Vetus
retroceder quizá hasta el 80 d.C. Latina, que dei Nuevo Testamento contiene sólo fragmen-
Los otros tres más irnportantes papiros son el Bodmer tos, la Antigua Siríaca, en que hallarnos los Cuatro Evan-
p§6, también con fragmentos de Jn., de hacia el año 200, el gelios, la Peshitta y sobre todo la Vulgata. De sumo valor,
Bo'dmer p7r con -lud. 1' I & 2 P., dei siglo 3 o del 4, y el Bod- especialmente por su antigüedad, son las citas neotesta-
nler p7s con extensos fragmentos de [_c. y algunos de Jn. mentarias que se encuentran en los Fadres de la Iglesia pri-
For su antigüedad merecen citarse tambiéñ pou. p* y pu7, mitivos o anteriores al Concilio de Nicea (325 d.C.). tanto
los tres de hacia 200 d.C. griegos corno latinos. Otro ¡estirnonio valioso es el de los
Los códices unciales más importantes son el Sinaitico, le<'úonarias, o sea colecciones de pasajes selectos de la
designado con la letra hebrea dtel. única de todo el Nuevo Sagrada Escritura para la lectura pública en el cuito. Fer-
n
i

(
48 HISToRIA DEL TEXTO GFIIEGO DEL N.T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N,T. 49
f
tenecen a la época bizantina, relativamente tardía, y los ni siquiera serían creyentes, y que harían el trabajo más o
manuscritos existentes son en su gran mayoría medieva- menos rutinariamente, como cualquier otro, sin percibir
( les, pero son rnuy irnportantes, porque dado el carácLer lo delicado y menos lo sagrado de lo que copiaban- Habría,
( conservador y más o menos fijo de la liturgia, pueden re- en consecuencia, mayores posibilidades de errores de copia
( presentar tradiciones textuales comparativamente antiguas. o alteraciones accidentales muy semejantes a las incurridas
i
por los soferim al copiar el texto hebreo-
3. Labores de los copistas También en ia escritura griega hay letras de forrna muy
I

Tal parece que la labor, relativamente mecánica, de los parecida y que por falla de los ojos pueden confundirse.
(
copistas cristianos no puede compararse con los trabajos Por ejemplo, en la escritura uncial la theta y la ómicron.
más amplios de los so.ferim hebreos. Y sólo en líneas muy En la escritura griega, como en otras escrituras antiguas,
generales pueden compararse los comentaristas cristianos se acostumbraban las contracciones o abreviaciones de pa-
con los rnasoretas. La exégesis es distinta. Mientras éstos, labras, y una abreviación podía confundirse con otra pala-
corno hemos vist.o, se apegaban más a la letra, porque pen- bra cuya cscritura fuera parecida. Podía haber también
saban que cada letra y palabra de la Escritura tenían un transposiciones de ietras o de palabras, repetición u omi-
significado mistico y teológico, los Padres dc la lglesia, sión de palabras iguales próximas, omisión o repetición de
que fueron los comentadores, y hasta cierto punto. los lineas enteras cuando dos líneas próximas comenzaban o
guardianes de los escritos sagrados, atendieron más al fon- terminaban con la misma palabra, y otras faltas de orto-
do que a la forma, si bien no faltó a momentos el literalis- grafía. Todo esto explica algunas de las diferencias o va-
mo suficiente para buscar bases a las interpretaciones riantes que se hallan en los varios manuscritos. Y nattlral-
alegóricas. mente cualquier error propendia a repetirse en las nuevas
El proceso de trasmisión del texto por medio de copias copias. Y si el copista estaba copiando al dictado podía'
manuscritas estuvo, sin embargo, igualmente sujeto a ries- por falla dcl oído, escuchar y escribir una palabra por otra,
gos de error, y dio ocasión también a alteraciones inten- y producir una variante en su copia. El error de oído rnás
cionales. I-os copistas cristianos tenían y hasta cierto punto común en griego es el llamada itacisnto. pronunciar o es-
seguían el antecedente d.e los saferim en cuanto al respeto cuchar como i los sonidos de las vocales elo, ioto y úpsilon,
escrupuloso por el texto que copiaban, aunque su escrú- y los diptongos ei, oi y ui. La confusión más frecuente que
pulo nn fuera tan minucioso y refinado como el de aque- puede producirse por itacismo aparece en los pronombres
llos. Fero en ia prirnera etapa, al menos, de la trasmisión personales, por ejemplo, nosotros (gt. ienteis) y vosotros
por copias, no pudieron tener el mismo cuidado, por una (gr..iumeis), si arnbos se pronuncian jimis, pues el dipton-
simple razóil: no tenian conciencia de que lo que copiaban go ei llegó a convertirse en ¡.
er,a sonto escriÍura, sobre todo tratándose Ce las cartas. Otros errores del copista pueden no ser causados por
Podemos suponer que ai llegar, por ejempio, a una iglesia falla de ia vista o del oido sino por casual inadv-ertencia'
una carta de Pablo, y más si, como en el c¿so de las envia- De esta clase pueden ser a veces las transposiciones de le-
das a los corintios. trataban de problernas iocaies, habría tras o palabras. Asimismo, por rutina mental puede cam-
miembros prominentes de la congregación que desearían biarse una palabra por su sinónimo, o donde las palabras
tener una copia de su propiedad. La rnandarían sacar, en- siguen cierto orden cambiarse éste sin darse plena cuenta,
tonces, con escribas o copistas profesionales, algunos que srrores qlle no siempre resultan serios pero que a veces
-( ;,

l:

50 HrsroRrA DEL TExro GRtEGo DEL N.T. HtsrogtA DEL TExro GBtEGo DEL N.T. Sl
ocasionan un cambio de sentido. Otras veces el copista dejaban ahí esa palabra, así que cambíaron por *preciica-
cede a la tendencia, que puede ser inconsciente, de escribir dor y apóstol", mientras otros prefirieron las tres palabras
igual pasajes paraielos cuya forma verbal no es, sin embar- y escribir "predicador, apóstol y servidor" (o *ministros',),
go, exactamente iguál. Esto sucedió con cierta frecuencia que es lo que tienen algunos manuscritos. A otras copistas
sobre todo en las copias de los Evangelios sinópticos. Ies parecíó que a veces decir solamente *Jesús" podía pa-
Como en el caso del texto hebreo, algunas alteraciones recer irreverente. Y así en Gá. 6- l 7, donde la lectura prirni-
ocurren par incertidumbre, que es lo que ha pasado cuan- tiva parece haber sido simplemente "las marcas de Jesús,',
do una nota que un copista halló en el margen de su copia así que algunos copistas escribieron "las marcas del Señor
se inserta en el texto porque cl copista no supo dccidir si tal .lcsús"; otros, "las marcas del Señor Jesucristo", y todavía
nota era a.icna al texto o algo quc pcrtenccía a él y que el otros más, "las marcas de nuestro Señor Jesucristo,,, va-
copista antcrior olvidó insertar. riantcs todas que aparecen en los manuscritos.
No son tantas, como en el texto hebreo, pero no dejan
Quiz.:i los ejcmplos más notables de esta clase de altera-
de apareccr en el griego las "enmiendas de los escribas" o ción por motivos, cn sí respetables, de orden hermenéutico
sea las alteracit¡nes intencionales. Las rnenores de esta y teológico sean los de Juan. En 7.1, los mejores manuscri-
clase son las que tienen que ver con ia ortografía y la gra- tos dicen que Jesús "no queria andar por Judea". Un ma-
mática. Un copista al que le parecía defectuosa, en la una nuscrito del siglo 5, seguido por las versiones antigua latina
o la otra, la copia que tenía delante, corregía al hacer la "no podía (lit. "no tenia facuitad de') andar
-v- siríaca, dice
suya. a manera de una "corrección de estilo". Otras veces por .ludea". Algunas autoridades piensan que ésta bien
la corrección se hacía con el propósito deliberado de armo- pudo haber sido la lectura del texto original, pero que des-
nizar pasajes paralelos a fin de allanar aparentes contra- de muy temprano se cambió para no dar a entender que la
dicciones. También ocurrian cambios por el deseo de hacer voluntad y el poder del Señor tenían limitaciones. En Jn.
más inteligible una expresión dillcil u oscura. o de redon- 7.8, los rnanuscritos están divididos casi por mitad entre
dear frases que al copista le parecían incompietas, especial- "Yo no voy" (a la fiesta), probable texto original, y ..yo
mente en frases hechas o acuñadas a que el copista estaba todavía no voy", quizá cnmendado para que Jesús no apa-
acostumbrado. Otras veces el texto se ampliaba para expli- reciera, puesto que al fin fue a ia fiesta, diciendo mentira u
car o aclarar alguna refeiencia histórica o geográfica, di lo ocultando sus propósitos. Y adelante, en 7.10, el probable
cual han resultado variantes en los nombres de lugares, texto original es el que tienen algunos manuscritos: -Iesús
como en Jn. 1.28, donde en vez de Betania algunos manus- fue a la fiesta "no públicamente sino en secreto". Fero otros
critos leen Betdbarti, o en Mr. 8.31, en que algunos manus- dan un texto probabiemente enmendado, suavizan lo que
critos dicen "'al tercer día" en vez de "a los tres dias", por- parecía un encubrimiento de parte de Jesús. y dicen: "no
gue a algunos copistas les pareció rnás exacto. p{rblicamente sino conto en secreto". Es evidente que des-
Otros cambios intencionales eran rnotivados por reve- de el v. I el texto original ofrecía al parecer una imagen de
rencia, respeto o alguna razón teoiógica. En Col. 1.23, Jesús como indeciso o simulador a los copistas, y éstos lo
Fablo dice modestarnente que del evarrgelio él fue hecho enmendaron. Hecha la primera enmienda en v. i, se vieron
"ministro" (gr. ctidkonos, servidor). Como "diácono'" liegó obligados a enmendar tarnbién vv. B y i0.
a ser un orden ministerial menor quc el de apóstol, a algu-
Por otra parte, al igual que los so.ferim, prefirieron a
nos copistas les pareeió rebaiar la categcría de Pablo si
veces respetar los textos diferentes que tenían eleiante fun-
I

,i

HISTOBIA DEL'TEXTO GRIEGO DEL N.T 53


52 HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N"T.
4. El retorno al terto griego
diendo en una, en su copia, las lecturas que aparecían di-
vergentes o contradictorias. Esto sucede especialrnente en
El Renacimiento conllevó un interés vivo por los grandes
manuscritos del tipo tardío llamado bizantino. Por ejem-
clásicos griegos y latinos de la antigüedad, y esto significó
plo, en Lc.24.53. algunos manuscritos antiguos dicen que
*bendiciendo un ,uru.gi.iento de las hurnanidades, un avivamiento del
los discípulos estaban siempre en el templo estudio de las lenguas originales de la Biblia y, por consi-
a Dios". Por lo menos uno tan'rbién antiguo, pero poste- guiente, un gran florecimiento escriturístico' Bajo la in-
rior, dice "alabando a Dios". Copistas de otros manuscri- iiu.n"i, de humanistas eminentes como Lorenzo Vaila y
tos, en vista de esta diferencia (después de todo no seria)'
Erasmo, que era a |a vez el primer helenista y escriturista
conservaron ambas y escribieron "alabando y bendiciendo relieve la anor-
de su tiempo, y de otros eruditos, se puso de
a Dios", o invirtiendo el orden de los verbos. malidad, porque no otra cosa era, de que se estuvieran
Metzger, de quien tomamos algunos de los ejemplos an-
haciendo iet.áduc.iones vía latín de la Vulgata. en
vez de
teriores, concluye: "Para que los anteriores ejemplcs de hebreo y griego de la
traducciones directas de los textos
alteraciones no den la impresión de que los escribas eran Santos
tsiblia a las lenguas modernas' Dramáticamente'
por complcto volunlariosos y caprichosos al trasrnitir co-
Pagnini llevó la cuestión al punto de producir una versión
pias antiguas del Nuevo Testamento' debe notarse que otras
deiAntiguo Tcstamento al latín contemporáneo' hecha di-
pruebas indican el cuidadoso y penoso traba,io que realiza- los luga-
rectamente del hebreo, la cual mostró desde luego
ron muchos fieles copistas. ["lay, por ejemplo, casos de lec- primordial' For
res en que la Vulgata se apartaba del texto
turas difíciles que han sido trasmitidas con escrupulosa ,rpu".io, la crítica textual moderna ha evaluado de nueva
fidelidad".rs
.u.n,, la Vulgata, y al presente se considera que no todas
La autoridad suprema otorgada por la lglesia a la Vul- traducción
sus variantes se cieben, por decirlo así' a una
gata convirtió en norma última el texto latino' e hizo que pueden deberse a que'
errónea del hebreo, sino que muchas
lcls escrituristas occidentales fueran perdiendo interés en con
corno en ei caso de la LXX, ios traductores trabajaban
el texto griego. Casi hasta nuestros días las versiones que todas
un texto hebreo cn que aparecían esas variantes' De
se hacían eran traducciones del latín de la Vulgata. No obs- y probable' no es bastante
maneras, este hecho posible
tante, se siguieron sacando copias del texto griego siglo su posición de pri-
tras siglo hasta la invenóión de la imprenta, y aun después, fu.u O"r.o.ar el Texto Masorético de Casiodoro de Rei-
rnacía. En la preparación de su versión'
de manera que existen cédices en minúsculas que datan
na utilizó largamente la versión latina de Pagnini'
nada menos que del prcpio siglo 16. A diferencia de las exis-
Por supuesto, tratándose del Antiguo Testamento
autoridades judías en el caso del texto hebreo, las cristia- un texto celosa-
tía la enorrne ventaja de tener a la mano
nas no llegaron a instituir oficiai y formalmente Lln lexlus sucedía lo
mente preservado, o sea el masorético' Pero no
re('epÍus griego. For extraño que parezca, de hecho el f ex- la
mismo con el griego- Corno lo hace notar Barthélemy'
tus re('eptus del Nuevo Testamento fue el texto latino de la Sinagoga' no hilo m.u.
lglesia Frimitiva, a diferencia de
la Vulgata.
cho esf'uerzo por llegar a uE texto estándar oficial
del
Nuevo Testamento' sino que ccnservó ios tipos
textuales
coexistieron en los rnanuscritos que
diferentes, los cuales
y oficializó
se siguieron copiando. Lo que se estandariz-ó
'3TNT. pág.206. '"TNT. págs. 101. 102. 'sTNT. pá9. 101 y n.3

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54 HISToRIA DEL TExTo GRIEGo DEL N.T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 55
(

fue el texto latino de la Vulgata. Si iban, pues, a hacerse parecía convencer a nadie, y se le seguía anatematizando,
en adelante versiones del Nuevo Testamento directamente el sabio escriturista prornetió, en un estallido de disgusto,
I

I
del texto griego, era imprescindible que de las copias en- que si se le mostraba un solo manuscrito que contuviera la
I
tonces disponibles se eligiera un texto que sirviera de base. frase en cuestión, la insertaría en la siguiente edición de su
I Fue Erasmo quien acometió con tanta bravura como com- Nuevo Testamento griego. Y sucedió que justamen{e en
( petencia esa hercúlea tarea. Pero tropczó con una grave 1520 apareció en Dublín uno que aportaba ese requisito.
I li¡nitación. No pudo disponer de más de media docena de Fiel a su precipitada promesa, Erasmo incorporó la famo-
l rnanuscritos, de los que krs dos principales no eran ante- sa frase al texto de su tercera edicién, 1522. Pero todavía
(
riores al siglo 12, y para peor suerte, ninguno de ellos es- en una nota expresa sus sospechas de que el tal manuscrito
(
taba completo. Erasrno tuvo quc retraducir del latín los fuera una falsificación fabricada ex pro/'eso. Y así se ha
(
últimos seis versículos det Apocalipsis, que f'altaban en demostrado después. Autoridades modernas como Rendell
I
ellos. De este modo conrple tó su texto, el cual salió en l5 l6 Harris y C.H. Turner sustentan la probabilidad de que
en primera edición, y sigue en general la tradición textual haya sido escrito en Oxford, ese mismo año de 1520, por
I
bizantina. un franciscano de nombre Froy o Roy, que retradujo al
(
Como cn algunos pasajes aparecía apartándose de la sa- griego e insertó en este pasaje una frase que se había intro-
crosanta Vulgata, el Nuevo Testamento griego de Erasmo ducidc en la versión latina y que parece provenir de un
(

(
sufrió rudos ataques. Ciertamente, por lo apresurado dc tratado intitulado Liber apologeti(us, que se atribuye a
( su publicación, estaba plagado de erratas, pero se le ata- Frisciliano o a su discípulo Instancio de España. El manus-
I caba no sélo por éstas. En la segunda edición (1519) mu- crito de marras se enseña todavía en la biblioteca del l-ri-
I chas de csas fallas accidentales estaban corregidas. La nity College. de Dublín.
( acusación más dura que se le hizo a Erasmo fue quc se ha- Después de Erasmo se descubrieron )' examinaron los
(
bía atrevido a "mutilar" cl texto sagrado omitiendo cn grarides códices Sinaítico, Alejandrino ,v Vaticano, mu-
(
I Jn.5.7.8, lo que se ha llamado el to¡tlna Johanneunt cho más antiguos y autorizados. y taürbién se han hallado
("frase juanina"): "en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espí- y examinado otros muchos códices. tanto unciaies como
(
ritu Santo; y estos tres son uno. sY tres son los que dan en minúsculas. Asimisrno se han cotejado versiones anti-
(
testimonio en la tierra".'Esta frase, que aparecería después guas, incluyendo ediciones de ia Vulgata anteriores a la
(
en la edición clementina de la Vulgata, no se halla en ma- clementina. Se han escrutado además las citas de Fadres
I
nuscritos de esa versión anteriores a 800 d-C., y según pa- de la Iglesia de los más notables, entre ellos el propio San
rece se interpoló en ella hacia el siglo 5. Quizá fue original- .lerónimo, y leccionarios de varias épocas. Con esto ha
(

( mente una nota puesta al margen de algún manuscrito. Así quedado plenamente coniprobado que Erasrno no esta-L¡a
( aparece anotado por una mano dei siglo I7 en un manus- haciendo otra cosa que omitir en su texto griego lo qtle no
I crito del siglo 12. era sino una frase espuria, tardíamente interpolada en el
Erasrno defendió la omisión diciendo que no hallaba esa texto latino.
porción en ningún rnanuscriro griego. (§{ás tarde, entre El Nuevo Testamento griego del sabio humanista ho-
(
los millares de manuscritos que se conocen, se han hallado
I landés vio todavía una cuarta edición (1527), que fue la
(
sólo <Jos, uno del siglo l5 y otro del 16, que ios contienen t
base de las tres ediciones del farnoso impresor hugonote
en el texto mismo). Exasperado porque esa explicación no iI
Robert Estienne (Stefanus). La tercera (1550), revisada y
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(; HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N"T. HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N,T. 57
(
cotejada con l5 manuscritos tardíos, vino a ser la base
de más notables y
nin- o menor extensión, se indican las variantes
formal y oficial de
un tlxto griego que, sin declaración o los cédices en que se originan' Se cotejan tam-
I

.r
(
guna Iglesiu, lt.gO a considerarse, por común y general bién las versiones antiguas y los escritos de los
"áJiot Padres de
I
á..puu"ión, como el textus rercptus' Persistió' sin embar- iulgf.tiu, asi como losleccionarios' En 1675 aparece' anó-
go, para las versiones la influencia dominadora de la Vul- ;i;", el Nuevo Testamento griego de John Fell' obispo de

iu,u. foauvía en 1897, por ejemplo, la Sagrada


Congre- y ver-
ó*iot¿, con variantes cle más de l@ manuscritos4) y la bo-
I
de
aprobación de}
I lación del Santo Oficio dictaminó, con parte auténtica siones entre las que se incluyen
la gótica (siglo
era En 1707 John Mill
( iapa León XIII, que el comnta iuanino ;;;"" (siglos 3y ),por primeravez'r6
ie la primera carla de San Juatt, si bien esa decisión fue 1550' con anota-
católicas rno-
,u.o ,no.ai"iO* del texto de Estienne de
,.ro.ádu en 1937. Ninguna de las versiones de más de 100 ma-
I .i¿n ¿" las variantes obtenidas también
de la lglesia' en
dernas la inserta Ya.
'I-estamento griego' la segun- nuscritos, así corno de citas de los Padres
Fue una edición del Nuevo gran alarma y repu-
impresa la
un-totut de unas 30,000, lo cual causó
cta de Eizevir ( I633) la que lleva por primera vez clio en algunos sectores muy apegados
al textus receptus'
..Textus Rcceptus". Es una revisión del tex- de éste' incluyó
e
designación de EI primero que se apartó fiancamente
to d.ur*o-Esticnne, hecha en presencia de un códice de *¿, ¿. 200 variantt' tn tu texto' fue Edward Wells' en su
tipo occidental, del siglo ó d.C' De éste se habían descu- cdiciónde1709-19'otrossiguieronenmayoromenor
y la
bi^".to dos copias importantes: una depositada en París grado.
otra en Cambridge. Este último, obsequiado por el refor-
f:n 1729 sepublica en Londres una edición' preparada
mador Teodoro Beza en l58l' lleva su nombre y la lctra del aparato
por Daniel Mace, con variantes seleccionadas
de identilicación D. de 1734' mantie-
crítico de Mill. J.A' Bengel, en su edición
Del siglo l6 en adclante !'an apareciendo rnuchos nuevos en el margen las varian-
ne el fextus receptus, ptio u"*
y más ,álioro. manuscritos griegos' en k¡s cuales se des- i*. eu. él quien introáujo en lrcrítica textual el principio'
cubren variantes respecto al textus re{eplus' En 1637 el que entre dos lecturas dife-
hoy generalmente acept;do, de
Patriarca de Constantinopla obsequia al rey Carlos I de la propensi.ón
Inglaterra con el gran Códice Alejandrino, que data del
;;;á la más difícit es de preferirse, porque lectura difí-
de los escribas tt u hut*t más fácil una
siglo 5. Ni rardo ni peiezoso, el escriturista inglés Brian "lr"r"f una.lectura de suvo fácil' Tam-
ci1 ;;; a convertir en difícil
Walton se da a estudiarlo, con otros i3 nuevos manuscri- las variantes mediante una
Uién fue el prirnero en evaluar
tos. y en I657 publica su Biblia Políglota, en la que anota rnanuscritos las varian-
clave alfabética. Son de más de 300
ias variantes principales, respecto al recepÍus, halladas en anota en su edición de l75l-52' pero
iel;fiJ. Wetstein
en el margen'
esos antiguos docurnentos.
, todaiía sigue el re(eptlts,y pone las.variantes
Pero William Bowye', :i- tn su
edición de 17.63' no laci-l1
' 5. Édiciones crátieas del N'T' griego que le parecleron
.n int.o¿u.ir en el receptus las variantes
y es ei primero en
ConlaBibliadeWaltonseinicialafrüctíferaetapade upoyu¿*, pr:r los rnejoies manuscritos'
apoyados por buenos
edkiones t'ríricas del texto griego' Se llaman asi las que se encerrar entre corchetes pasajes no
juanino' el pasa3e
han preparado cotejando el mayor núrnero de manuscritos áunrrr.riros. Así lo hizo con el comma
crl-
que s¡gueft pñncipalmente a la lista de ediclones
posibie. y que lievan aparatos de notas cn que, con mayor ,"*j":;#*- , d"'át d;s
Metzger en TNT'
,'í* *itl*p"*antes que da

.§-!¿.@aÉ..i@ffiffG:; - "

I -*"É
l¿-^**----. -- .
.,
1

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, ),
r )'
( HlsronlA DEL TEXT0 GRIEGo tlEL N'T' 59
N'T'
HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL
publicó en
la critica textual. Su edición' en seis partes' se
(

en Mt' 6' 13'


de ta adúlte ra y ladoxología del Padrenuestro arquiteclo de
y con versículos y palabras en otros.lugares'
Lr¿r., entre 1857 y i870' Otro influyente
(1810-71)' Deán de Can-
(

' El pri*rr Nuevo Testamento griego publicado en -los fulJoi", textual fue í{enry Alford *la demolición de
por Caleb Alexander e im- ;;.ty, que trabajó, comc, él decia' por
fuá¿L, Unid«¡s es el preparado recibido' la
Jr', en 1800' Sigue e\ receptus' iu inaígnu y pedante reverencia por el texto palabra ge-
;;;;; p.t Isaiah Thomas, de cual eÁrbáuá lu oportunidad de descubrir
la
alemán J-J. Griesbach' en cambio' se aparta
I

Ll nuina de Dios.''I7
*r.t os pasajes en su edición de 1774-7' A éldesecritica
¿i*"rrái,o debe 'a
I,

la rnarcha de
rj de principios El siguiente paso de gran importanct; en
unu pri*"ru y urnptiu formutación esfuerzo por lo-
t"*tuuf , discernidos con germánica precisión'
Otras edicio- .r*ri.ri. aproximación, o al menosdeldelNuevo Testamento
y principios del l9{ueron grurlu, a la fornna original del texto
nes críticas de fines del siglo l8
lt
parte' había llamado des-
liuUoo que TischenJorf, por su
lasdeC.F.Matthaei,deFK'Atttt'ydeJ'M'A'Scholz' Metz-- a, uu 3uu"ntud la "tarea sagrada" de-su vida- Io dieron los
-;; de este último (1930-36).'marcó -según
ia e¿ición el Textus Urit¿rri"ot B.F. Westcott y F'J'A'
Hort con la edición que
;; retrogresién en la critica textual hacia publicada en l88l' No lleva un
iü* "f nombre de amboi,
Receptus". I
excepto la consig-
i' que puede aparato crítico propiamente hablando'
La prirnera revrsrón a fondo del texto griego, Pero al final
texlus re(eptus y nación sirnple tle variantes en el margen'
decirse que rompe abiertamente con el
I

(que probable-
del escriturista ale- ofrece una lista de lecturas "sospechosas"
produce un texto realmente nuevo' es la y una lista de notables
mente contienen un error primitivo)
I

ll 831' Trató de reco-


mán X.urt Lachmann, en su edición de i apoyo tex-
brar el texto griego en el estado en que se
hallaba en el siglo l".rrru, rechazadas por no hallarles suficienteprincipios y
4 d"C. y para ellá se basó exclusivamente en unos cuantos iuuf. tV.r,.ott y Hort elaboraron también cuatro tipos
rnás de cuatro- unciales primitivos'
en la Vetus Lati- pr"o.Oi*l.ntos de crítica textual' Postulaban y el *neu-
l, -no
na y en Ia Vulgata cle San 'Ierónimo'
y en unos cuantos i.^,uul.r, el sirio, el occidental' el ale"iandrino confianza'
el de rnenos
de la lglesia' Pero quien abre más anchament'e
Ia tral", de los que para ellos el sirio era
P;át.* representada en el textus rec€ptus'
era de las grandes ediciones críticas del
texto griego es ;;il, forrna tuidíu estátexto en el tipo
*neutral"' represen-
del Códice Por tanto, basaron su
Constantin von Tischendorf, el descubridor y Sinaítico'
Sinaítico, que entre l84l y 1872 produjo
ocho ediciones iÁ *"¡oo por los grandes códices.Vaticanoalteraciones y mezclas'
-l-estamento griego, además de 22 volúmenes de en su opinión el texio más libre de
del Nt¡evo próximo al original o autógrafo
I

,i textos de manuscritos 1íblicos' Los eruditos


consideran ;"; ";t*cuencia más por parte de estos eminentes escn-
del Nuevo Testa- Con tan franco rechazo
'que la más importante de sus ediciones receptus quedó definiti-
turistas, se considera que el textus
I

lleva el más
I

átnr" griego és la de Leipzig (1869-72)' que entonces'


de notas críticas publicado hasta vamente suPerado Y trasPuesto'
.opiosJuparato que dicho texto d'eba
'Ot."
gi*tt pionero de la crítica textual y de la restaura- Esto no quiere decir, por supuesto'
palabra por palabra'
fue el británi- ser sustitl¡ido en to¿a su extensión'
c;On ¿eúextá griego del Nuevo Testamento pasajes' La mayor
co Sam¡rel prideat}. Tregelles. No sólo arnplió
los trabajos ,in" qu* ha sido enrnendado en muchos los dos eruditos
de
los principios de parte de él se corlserva en ia edición
de cotejo de rnanuscritcs sino que refinó
rrcit. por Metzger, obra citada' pág' 128'
'rT¡.¡1, p¿9. 124
HISTOFIA DEL TEXTO GR|EGO DEL N-T' 61

L,drr,arclF,Hills'ensulibroT.fuKingJa¡ne-rL,ersionL}e-
60 H¡STORIA DEL TEXTO GBIEGO DEL N-T. fetttled:¿lChristiatlL/ielt'oltheT-esfamanlil|anus(ri¡lts
de f'endida: una opinión cris-
británicos y en las e<Jicioaes criticas posterirlrcs'
que siguen ii.t_o ,".rión clel Rey Santiago
principios y pautas quc elios es- tiana de los m¿rnuscritos del i{uevtl Tcstamento"' Des
en términos generales ios como se
tablecieron. [-o que ha sucedido sirnplemellte cs que el Moines. Iorva: Christian ltesearch)' Sc insinúa'
del autor
le-\lu.\ re(eptu.t ha dejaclo de ser considcrado
como el de vc. quc una opinión dif'ere¡lte de l¿i conse rvadora 'frt¡e t¡r [:olse?:
mavor autoridad y .o*o el que deba seguirse
y
total rigu- n,, ,'r¡.rlir, ,i. ftqat reciente mente apareciti
rosamente para las traduccioncs' Esto sc debc' cn primer l-h.",lv.r,.,)tt-Hort T e xtual Thcorv Exanrirted ("¿,Falso o ver-
especiallnente pa- dadcro'l: la teoría rjc Westcott-Hort e xanlinada"'
Grand Ra-
lugar, al gran número de manuscritos'
piior, haiiados después de la lejana ópoca cn quc e\ textus piJt. *itiligan: Gran R'apirls lnternational)' poi' l)avid
're(epÍu.\
cobró cuerpo; en segundo lugar' ai considerabie i),in Full.r. El movi¡niento cmprendido asi ha cobradi¡
el mundo de habla
p.oir.ro logrado en lo quc va clcl prcse Iltc siglo en el estu- mayor fuerza en años más próximos' En
castctlana. la clásica versión Reina-Valera'
fundada en el
aio".o-pu*tivo de csos docrrtllentos y de los <iemás testi-la
t(.ylu.\ receptLts de acuerdo con el estado de
de los conoci-
gos dcl i.*rn, talcs como ltls cscritos <ic los Padres dc Vui-
al nota- época' ha sido una especie
iglesia v los antig,Ltos lcccion¿tric¡s; cn tercer lugar' nrictrtos textualcs de esa
bíblicas y las rlisciplinas auxi- gata para la generalidad rlc los protestantes' l-a revisión
ble ¿esarrollo ¿e las cicncias
dc l9(r0. aunque no cambió la basc textual' es todavía
técnicas re-
de nuevas
liares, quc ha dado lrrgar a la aplicación Ia rcvisión i909' iia-
de la filología y la ctraz¿rda por algttnos' que pret'icrcn
fr.o ir'"uuluación clc los manuscritos. ylos vocablos de las Valera" (pcro esa s;ería la de 1602)' Han
arqueología para cl csclarccimicnto de rn/rndoia:'antigtra
autorizadas' y ias
l"nluas originalcs v dc las refe rcncias geográficas' histó- aparccido o se provcctan revisiolttt.ll
se basan cn
ricas v culturales. tliblias de Estudio cluc se cstán pubiicando
en alto gra- cl icha versión. La
prefcrencia. sin cnlbargo. no parece
E,-, suma, lo quc Westcott y [lort impulsaron
obedecer a un estudit¡ dctcnido dc [a
cuestión textual' sino
do. continuando la labor dc antecesores como ltls t¡ttc arraigada en ia costum-
hemos mencionado, fuc Ia clcpuración del texto
gricgo. simplementc a una tradici(ln muv
sin em-
reconstruyéndolo cn dirección dcl que debió de habcr sido b.e. Las mejores autoridades bíblrcas consideran'
bargo. que el movimiento para restaLrlecer
el te'Ylus re*
ei lexto primordial, con la aplicación de los
esclareccdores
las ciencias bíblicas de unos 150 ,rjrlrir,, a su antigua prinracía ), presun¡a
infaiibilidad es la
recursos con que cuentan mano perdida'
de ante
¿rños a esta parte. En su edición unilicaron la ortograf ía' acción de retaguarctia e n r-rna bataila
señalaron las quc y
Ncl tardaron eu scguir a \\'estcctt Hort
dos patrtarcas
anoiaron importantes lecturas alternas' cuya edición sale
probablenlente representan algún error primitivo'
ence- de Ia erudición bíblica. Bernhard weiss.
cn tres votrúmenes cntrc i89'l v 1900' ¡'
Eberhard Nestle'
'irr.nn cn corchetes las posibles interpolaciones' e indica- Wciss' al igual que
rón las lecturas que consicleraron necesario rechazar' Al iu" trna su primera edición en 1898'
Vaticano como el
texto griego tratado en lst¿l forma' para su depr"rración
r Westcott v Hort. consideraba ei Códicc
al de aciucllos
restauración, sc le ilama /ex¡r¡ t'rítit't.t, para diferenciarlo mejor, 1'por ello su texto es muv semejante
rnuch¿r autoridad -'-
del tradicional /c-r/¿l.s rec{plLts' ¿or. Et- texto dc Nestle ha alcanz'ado
pofufrridaO mediante nunlcrosas v sucesivas cdiciones'
En la actualidad ha habido una reacción en sentido de por la Sociedad
rcgresar a la primacia de dicho texto' r'a las
versiones' l-as prinleras cuatro t'uerc¡n pubiiciidas
que
.n-r*o 1a de1 King James, en el mundo de habla inglesa'
se basó en éi. Ya en i936 defendía ia KJ ,v ell¿-xl¿¿s
r€{(ptLts
62 HISTORTA DEL TEXTO GBIEGO DEL N.T, HISTOHIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. 63

Württemberg (Sociedad t]íblica de Alernania), la cual cc- mento. de IVIünster, Alemania. A la f'echa han salido ya
dió despuós los dcrechi:s a la Sociedad Bíhlica lJritánica tres ediciones (196(r, 1968, I975). y a la tercera se ha ai¡a-
y Extranjera. que sacó la cuarta, al cuidado del propio dido una Introducción en castellan,:. Se le conoce como
'l-¿'stain€nÍ, y la terce ra edición lleva como
Nestlc. como la primera suya en 1904. Attnquc, (:otllo ya 1'lze Greek Ne;t'
hemos dichc¡. con Westcott y Hort pucdc darse por tcrnli- compañero el volumen intitulado A 7'extual Commentar.l'
'l't'sta¡7tení.
na<la la hegemonía del textus re('(plus. csto sucedía ¡n¿is on f he Greek Ne'^' ?aí Bruce M. N4etzger, uno
bien en los medios de la alta crtrdición bíblica- En cl ni¿is de cuyos proptisitos principales es dar las razoncs por las
L-xtenso cle las urliversidades, las iglcsias y las escuelas, to- cuales se incluyeron ciertas variantes en el texto y se remi-
ciavía mantuvo su preptlnderancia durante un cuarto dc tieron al aparato crítico otras. En su Tertera Edició¡t (Cr¡-
siglo rnás. Fue e I texto tlc Ncstlc, cspecialmente con sus cdi- rregicla, 1983) cl texto cs igual al de la vigésimosexta ecji-
'l-he Greek i\iew' Testatnent se can-
cioncs británicas succsiv¿ts, la quc puso fin a esa prcpoll- ción del Nestlc-Aland.
deranci¿t tambión cn cstc otr() sector. sidera a la fecha conlo cl que mejor representa el texto que
Nestlc basó su texto cn cl cotc.io de los textos de l'ischerl- se juzga más próxirno a los originales autógrafos, aunque
dori'. Westcott v FIort. y Wcvmouth (1886). Pero desdc stt no puede pretenderse que éstos se havan así reconstruido
segunda c«jición alct:t¡n¿t ( I902) sustituyó cste últinlo cort total y definitivamcnte.
el dc Weiss. Fornló su tcxto adoptando las lccturas quc Otras ediciones modcrnas dcl texto griego' e.jemplo de
estuvieran apovadas por lit mayoría dc est¿ts autoridadcs. una empeñosa labor cn cste campo. son las respectivas de
Dondc cada una dc ellas tcnía una lcctura dil'erentc adop- H. von Soden (1902-l-3)' A. Souter (1910). H"l' Vogels
taba una intermedia. Desde [¿r déci¡ilatcrccra cdicititt (1921) (1920), A. Merk, S.J. (1933) r'José Ma' Bover, S'F" des-
se hizo cargo dc la preparación sLr hijo Erwin. y dcsde ll tacado biblista español (1943). Las eciiciones de Vogeis I'
vigésintaprimera entró a colaborat' con éstc cl doctor Kul't Souter, no obstante . siguen alineadas con el lexlLts r?(ep-
Aland. Ilalo la direcciiin de este último aparcció crl 1979 l¿r 1¿l.§. )'se considcran valiosas más bien
por sus aparatos crí-
vigésimascxta cdición. con importantes mejoras. [)¿tra cl ticos. Las otras continúan los lincamientos trazados por
rnundo clc habl¿r castellana. es muv apreciable la novedad westcott y Hort.
de que en csta últinla cdición se ha añadido una lntroduc- De suma trascenrjcncia cn la historia contemporánea del
ción en nuestra lcngua. texto bíbiico, tlo s«lltl -uriego sino también hebreo, es la
En 1955 se inició la preparación de un texto pati-ocina- nueva posición <ie Ia Iglcsia Católica Romana por lo que
do por las Sociedadcs Bíblicas Iinidas y destinado muy toca a la Vulgata v a las Versiones directas de las lenguas
especiaimcnte a los traductores. En cstc respecto es el pri- originales de la Biblia, conforme a los documentos emana*
mero de su género. F.s particularmente valioso por su eva- rios del Concilio Vaticano il. El Concilio de Trento' por
'luación crítica de las variantes de mavor importancil. decreros emitidos cl I tic abrii de 1546, de hecho estaL¡leció
Pieparaclo por un contité formadc por Kurt Aland. Mat- el texto de la Vulgat¿t ccmo base suprema de las versiones'
therv Black. Bruce N4. N'lctz,gcr ¡- Allen Wikgren. a quienes al especilicar que los Iibros canónicos son "como se hailan
¡n¿is tarde se uniri el erudito católico ro"mano Carlo M. en la antigua versión latina llam¿rda l'ttlguta" i' que la Sa*
lvlartini. es reaiización de un proyecto iniciado e in.lpr"ilsa- grada Escritura de bía imprimirse "principalmente" en di-
clo por ei doctor Eugene A. Nida, con coiaboración del cha versión.
'fextual del Nr-revo Tcsta- En el prime r borrador de la Co¡z'r¡ itución dogmdtit'a so-
Institr,rto para la lnvcstigación
:l

I
i

64
1

HISTORiA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T. N,T. 65


HISTÜñIA DEL TEXTO GRIEGO DEL
bre la elivina revelacirjn, dcl Vaticano segundo, se propo- EE.UU. de A. l-lcva al calce de las págínas un brevc apa-
nía para las versiones de la Escritura a las diversas lcnguas. rato crítico. er) que ofrece el sentido literal de los voca-
la Vulgata como base y los textos hebreo y griego en scgun- blos hebreos y gricgos, traduccir:¡nes alternas y anotación
do lugar. Por influencia, en buena parte, del prorninente de pasajes -*in suficientc apoyo textual, Ios cuales reiiene
escriturista español fray Serafín de Ausejo, OFMCap. apo- en el terto. pero entre corchetes. En la traducción, Pratt
yaclo por los obispos españoles, se invirtieron los términos a<joptó va fiasta cierto punto el principio cle ia equivalencia
para dar preferencia a los textos de las lenguas originales, dinámica. pero todavía con aiguna timidez, ya que cuida
y el pasa.ic relativo quedó así: dc poncr en tipo cursivo "las palabras... introducidas para
"Es menester quc el acceso a la Sagrada Escritur¿i esté suplir las clipsis dcl original, v para ¿rclarar el sentido".
de par en par abierto a los fieles. Por esta razirn. ya desde I'crr:» cso. (j uc pareccría añadido. plrcde cstar obvi¿tmente
los orígenes recibió la Iglesia como suya la antiquísima ver- inrplícito cn ci original, i,al hacerlo cxplícito la traducción
sió¡r del Antiguo Testamento llamada dc los Sctcnt;r. y mira no re basa cl sentido de óste. Posteriores edicioncs omiten
siempre con honor otras vcrsioncs oricntalcs' así como las cl aparato crítico. c«¡¡r lo que la versión perdió, a nuestro
latinas, señal¿tciamctlte la llanrada Vulgata. Ahora bien, vcr, rnuchcr cle su valor. Si en medios en que las ciencias bí-
como la palabra de I)ios ha de estara mano para todos los lrlicas lla l-rí¿rn Ilccht¡ notables progresos las versioncs crí-
tiempos. la lglesia procura con miltcrnal solicitud quc se ticas no causaban rnucha extrañeza. en el mundo de habla
compongan vcrsiones iidccuadas v bien hcchas a l¿ts varias hispana. tradicionalista 1"literalista todavia hoy, tres cuar-
lenguas, señaladamente de los textos primigcnios dc los tos de siglrr dcspuós, la I''¿'¡rión Llodert¡¿¡ no fue gcncrai v
libros sagrados. Estas versioncs, si, dada la oportunidad populurntcntc acogicla. Sc usó en algutrtts scminal'ios ct¡-
1' con zrproba.ción de la
lglesia, se llevaren ¿r cabo cn csl'ucr-
mo nratcria clc const¡lta v cstudio. y a pcsar dc su cxcclc:t.¡-
z-o manconiunado con los hermanos separados, podriin scr
cia, para irqucllrr elpoca. de.ió pronto cle publicarse. ¡Pratt
usadas por todos los cristianos." se' había adcl¿tntado a su ticnlpo y rncdiol
Esto ¿rbrió la puerta a los traCuctores católicos para ha-
Casi al nrisnto ticrttpo quc la Ller.sirjtt ,llodernct apareció
cer lo que los protestantes estaban ya haciendo: basar sus
una cciicitin de prueba dc li¡s Cuatro Evangelios' como
versiones directamente en "los textos primigenios" hcbreo
avancc clc una nueva versión que se ilamaría Hispano-
y gricgo. en vez de conformarse, de acuerdo con la tradi- amcricana. y quc tontó ct>mo base el texto grie-uo de Nestle.
ción. con rteras retraducciones r'ía el latín de 1a Vulgata. cuarta edición británica. La versión completa dcl Nuevo
Cicrtamcnte, ésta de ningún rnodo se descartaba por com- '[-estamcnto salió en 1916, impresa en España. con el pie
plcto, pero en ve7, de ser el texto básico. quedaba en la editorial de la Sociedad Bíblica Británica y' Extranjera v ia
categoría de irnportante testigc del texto bíblico. ai lado Sociedari Bíblica Antericana. También se adelantó a su
. de las
grandes versiones antiguas como la Setenta. la Si-
tiempo. Ai parecer, el medio protestante de irabla hispa-
rí¡ca y otras. que los traductores protestantes también na no estaba preparado p¿]ra una versión crítica' v excepto
toman en cllenta. en algunos scntinarios v otros centros de estudio, no fue
Siguiendo los progresos de la crítica textual, la primera de uso general. Dcs«Jc el punto de vista del casteliano fuc
versión de esa índole a1 castellano fue la de J.B. Pratt' mi-
una traducción r¡odelo por su esmerada corrección g¡:a-
sicrnero prest-.'iteriano en México" subtitulada'v'ersión matical v estilística. Uncs decenios después fue revisada.
.llotlernu ( l9l0). publicada por la Socicdad Bíbiica de los con el nuevc nombre de Versión L¿rtinoamericana se ptt-
.v
66 HISTORIA DEL TEXTO GRIEGO DEL N.T.

blicó en edición bilingüe con el texto de la Revisecl Stan-


clarcl Version. Tampoco así iuvo una acogida general.
Anticipándose a la declaración del Vaticano ll, pero con
la venia papal expresada en la encíclica Divintt a.//lantc.
.Spiritu, se publicó cn L.spaña en 1944la primera versión
católica dc toda la Biblia directamente de las lenguas ori-
ginales. L.os traductores fueron el canónigr> Eloíno Nácar
Fuster y ci profesor Alberto Colunga, O.P.. por lo cual se
conocc corno versión Nácar-Colunga. E.n 194'l se publicó
también en España, anunciada com() "versi(tn crítica sobre
los tcxtos hebreo y gricgo" la traclucción del P..losé Ma.
Bover S.1., y dcl proll'sor fjrancisco Cantera llurgos. I'a-
llecido cl P. I]over. sc prcpur<i una nueva ediciiln, pcro 80t0fén
revisando a lbndo la vcrsitin. sobrc todo la del Nuevo-l'cs-
tamcnto. I'ara cl .Antiguo 'l'csta¡nento se utilizó la Biblit
Hel¡ruicu dc Kittcl-Kahlc. y para el Nuel'o, 'l-he Greak Ncn' La historia del texto bíblico, larga y azarosa como ha
Te.statnt,nt (2a. edición), dc las Sociedades tsíblicas Unidas. sido, explica la razón de que las versiones que hemos
lla_
Sustitul'ó al P. IJovcr cl prol'e sor Manuel Iglcsias Gonzálcz. mado crÍticas, es decir, las que toman en cuenta
-i-ambién fue esa histo_
Nestlc cl tcxto dc basc de la Nueva Vcrsicin ria, no dejen de causar sorpresa y aun desagrado u qui"n
Casteilana (Sociedades I]íblicas [Jnidas, cn prensa, por las .iuzgue con un criterio literalista, como si
una determi_
'fhomas Nelson) y cl Nuu'o-T-estamento E,cumó¡lico ('l'abé- nada y favorita verslón. o aun el texto original mrsmo.
hti_
bieran sido dictados sobrenaturalmente, palabra por pala_
Herder. 1966t. incorporado dcspués en L.a Bihlia (Herdcr), bra y letra por letra.
edición preparada por fra;v Serafín de Ausejo. Para los creyentes, la Biblia contiene ei mensaje
de Dios
Para ei Nucvo Tesiamento de la Versión Popular /)io.i al hombre de todas las iatitudes y todos los tiempos. EIla
Itahlu lu¡¡,'(Sociedades Bíbiicas Unidas) se utilizaron como misma drce cómo ha hablado Dios al hombre. .,Antigua-
base textu¿rl Nestle-Aland v 'l-he Greek Nevr 7-esÍantent. mente Dios habló a nuestros antepasados muchas uá"*,
y de muchas maneras por medio de los profetas,,f
ne l.il.
La palabra griega oue se traduce "muchas veces ' también
quiere decir "poco a poco', o '.parte por parte,,,
o sea, no
de una sola vez y desde Iuego plenamente.
"Los profetas nunca hablaron oor su propia
voluniad
--se dice en 2 p. 1.21. al contrario. eran hombres que
ná-
blaban de parte de Dios, dirigidos (lit. ,,ilevados,,o ,,movi_
dos") por el Espíritr_r Santo,'. Es decir, lo que escriben asi
es "inspirado por Dios", literalmente. es algo que contiene
el aliento de Dios. pero el escritor sagrado no se ccnvierte,
por ello, en un autórnata. Al vaierse de éi para comunicar
su mensaje, Dios no lo priva de su sentido y conciencia.
ll
()

(l

En ningún momento le anula su personalidad, su ternpera_


(
mento o estilo personales. El mensaje que trasmite no
es
suyo. pero ra forma de expresarlo sí, y en elra se trasiuce rie generación en generación, nos han dejado perpetua_
su idiosincracía. No es Ltna grabadora magnetofónica to_ mente obligados. Parece comprobacio que en sll trasmi_
mando el dictado ie Dios, palabra por paiabra, con sión manuscrita durante tantos siglos, ei texto bíblico
(
sus
comas y slls pi.tntos. Ni siquiera es corno uft taquígrafo, sufnó nrucho menos alteracíones que el cJe las grandes
sino más bien como Lrn secretario inteligente, iOent¡f"icáOo obras clásicas de ia antiguedad.
de tal modo con su jefe, que éste no necesita dictarie;
sim_ Objetivantente, además, puede comprcbarse que el men-
piemente ie dicte lo que ha de comunicar, y éi
lo reOácta saje esencial de la Biblia, el de la salvación, se ha t¡.asmiti_
con sus propias palabras. do íntegro, sin que hayan afectacjo su sr.rstancia las varian_
O sea que, en la Biblia, la palabra es de Dlos;!as palabras
tes que aparecen en los mejores manuscritos. Los pasajes
con que esa di',,ina palabra se trasmite son de ios hombres que resuiian oscuros o inciertos son, desde luego, una
escogidos, dotados-,. inspirados y guiados por su fspiniu minoría, y es notable que ninguna doctrina en verdlo f un_
para que trasmitan fielmente su mensaje. Así
este mensaje damenial depende de ellos para sustentarse.
pasa, en su esencia, por el medio humano,
los escritorós Nuestra inmensa gratitud ha de extenderse también a
sagrados que como hombres están condicionados po;
ambiente cultural, por sLl rnodo de ser personal y por
;; quienes, sobre todo en los tiempos modernos, han proÍun_
la dizado en las ciencias bÍblicas, y se han empeñado, con
índole de la lenqua en que escriben. por lo tanto,
sús'escr¡- devota consagración y reverencia, encomendándose a la
tos adolecen de las linritaciones ccnsiguientes. nsi pues, asistencia del Espíritu Santo, en depurarel texto bíblicode
f inalmente la palabra de Dios
encarna en una persona'cuya las alteraciones que no pudo menos que suf ri r en el cur-so
realidad trasciende todas ras palabras hurnanas:
Jesucris- de su trasmisión durante siglos. y finalmente hemos de
to, la Palabra viviente de Dios. por eso la carla a tos sentir simpatía y agradecimiento por los traductores de la
He_
breos sigue diciendo que Dios ,,en estos tiempos
I

l1 úitimos Biblia a nuestra lengua. ya que, sin perder la conciencia


nos_ha hablado por medio de su Hijo.. resplandorgiorioso
de lo delicado de su labor, han debido encararse con pro_
d-e Dios, la imagen misma de lo que Dios
es,, f H. I Z, g. blemas. a veces muy difÍciles. que el propio texto les ore_
O. como dice ei prologo del Evangelio según
San Juan, .,ll senta en las lenguas originales.
Palabra se hizo hombre y vivió eñtre nosotros,, (Jn. '1..14).
El campo y proposito del presente ensayo ha sido sim_
Es enorme la cJeuCa de gratitud que tenemos, pr¡mera- plemente hlstórico. No entra. pues, en ellos el asunto de la
mente, con los escritores, revisores y finales redactores
insprración biblica, que concierne más bien a la teología.
de los libros sagrados, que bajo ta direccion det espíriiu Pe¡'o el hecho de que el mensaje esencial de la salvación
Santo asimilaron, primero, ei mensaje oue Dios les
comu_ se haya preservado y trasmitido pcr medio de la Bibiia. a
nicaba y ordenaba trasmitir, y luego io e*presaron
con sus pesar de todos los riesgos V azares de la trasrnisión por
propias palabras, conscientes sin duda de ro
impertecio medios humanos, es tan extraordinario, que resulta sufi-
que es el ienguaje humano para descorrer
el ,relo de ras ciente, sin necesidaci de recurrir a elaborados argumen-
cosas Civinas.
tos apologéticos. para pi'obar ia inspiración rJe las Sagra-
También tenemcs una deuda enorme de gratiiud con das Escritu ras.
c-uantos, sin duda guiados también por el fs[ir;tu La prueba realrnente decisiva de ia inspir-ación singular
Sanü,
cuiCaron de la trasmisión del texto sagrado al
través Oe las de la Biblia es. por supuesto. ei poder excepcicnal que
vicisitudes, riesgos e rmperfeccioneé irüerentes ella ha demostrado, generación iras generación, y sin duda
cornunicación por medlos humanos. Su reverencia por
a toda
ese
seguirá demostrado, para acercar los honrbres a Dios y
texto, y el cuidado escrupuloso cün que lo fueron pasando para transformar radicalmente su modo de ser y de vivir.
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