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Colección
idearios
Argentinos
TOMO II
C O L E C C I Ó N IDEARIO s ARGENTINO s
ISBN 978-987-9145-45-6
ISBN 978-987-9145-47-0
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Domingo Faustino Sarmiento
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Darwin III
“Al tributar a la memoria de Darwin el ho-
menaje de la gratitud de esta parte de la huma-
nidad, por el bien que nos lega con sus rectifica-
ciones y descubrimientos, creo que debemos una
mención honorable a los que en otros ramos han
levantado en esta América una punta del velo de
la misteriosa Isis de la verdad científica”. T. XXII,
1881, p. 106.
Darwin y Ameghino
Darwin I “Se ha indicado la idea de una manifestación
“No me atrevería a tener opinión propia sobre la pública, como un homenaje a la memoria del más
teoría fundamental de Darwin, en presencia de mi grande observador de los tiempos modernos y
ilustre amigo el sabio Burmeister, que no la acepta fundador de la teoría de la evolución, que ame-
como comprobado sistema de la naturaleza, des- naza reconstruir bajo un nuevo plan las ciencias
echándola por ser efecto de un procedimiento no naturales.
científico, por cuanto no parte de hechos reconoci- No creemos que nuestro público en general
dos e incontrovertibles, para elevarse de su existen- esté preparado para estimar ni aun el nombre,
cia a la causa que los produce”. T. XXII, 1881, p. 89. cuanto y menos las ideas de aquel sabio. Los co-
rolarios que se deducen de su teoría causan grave
Darwin II perturbación en el ánimo de los que se atienen a
“Hay en nuestro país centenares de estancie- los antiguos sistemas de una creación o de crea-
ros, criadores de ovejas y de otros animales. Entre ciones sucesivas.
aquellos descuellan los Pereira, Duportal, Chas, Nuestro distinguido arqueólogo y geólogo, el
Ocampo, Olivera, Casares, Kemmis, Lowry, que señor Ameghino, ha expuesto su rica colección de
leen de corrido a Darwin con sus puntos y comas, objetos prehistóricos argentinos y de fósiles de
cuando trata de la variación por la selección na- especies extinguidas contemporáneas del hombre
tural, pues ellos la hacen artificial, escogiendo los primitivo. En su larga residencia en Europa, y con
reproductores. Por lo demás, se les da un ardite de el trato de los más distinguidos arqueólogos, so-
que desciendan a su vez los patrones de otra cruza bre aquella época y favorecido él por hallazgos fe-
Le hemos dado, pues, ciencia y fama a Darwin, con lices, ha avanzado en Europa misma la aparición
los fósiles y las crías argentinas; y siguiendo sus in- del hombre hasta la existencia del elefante anticus,
dicaciones, se enriquecen nuestros estancieros. lo que lo acercaría al terreno mioceno.
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para un mismo mercado y un mismo comercio. No cayesen, rodando siempre en torno de su tronco
ya la formación de una nueva República del Río de de atracción”. T. XXVI, 1857, p. 25.
la Plata, sino el simple hecho de la recíproca inde-
pendencia aduanera, traerá en todos tiempos estos democracia I
resultados. Fue esta independencia la que disolvió “¿La buscaría en las elecciones populares, a cu-
la Confederación de los Estados Unidos e indujo a yas mesas viene el hacendado con el arreo de ma-
todos los partidos a buscar la salvación del comer- yordomos, inquilinos, dependientes y deudores, a
cio en una sola ley de aduanas, cuyos reglamentos quienes ha repartido, previamente calificados, las
no fuesen dictados en beneficio de una localidad listas impresas de electores, que ellos no entienden
con daño de otra”. T. XVII, 1856, p. 137. porque no saben leer, y si saben, porque maldito lo
que les va en ello; pero que su patrón les ha reco-
delitos militares mendado, so pena de expulsarlos de sus tierras, o
“Los delitos militares los constituyen no la persona soplarlos en la cárcel por sus deudas, si las cambian
ni el sexo del delincuente, sino la naturaleza del delito: por las contrarias? ¡Democracia! ¡Pura y vivita de-
hacer armas contra el Estado”. T. XXXI, 1865, p. 38. mocracia!”. T. I, 1841, p. 34.
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nuestra bendita república que tiene un diario y los intereses fuerzan a los indiferentes a tomar su
único que llena las tres cuartas partes de varieda- parte en la dirección de los negocios públicos. La
des, y que si el gobierno no lo sostiene, no pudie- popularización de las leyes, completa la obra y el
ra mantenerse, porque entre millón y medio de pueblo legislador en principio, se hace legista en
habitantes, no tiene, salvo el gobierno, cincuenta la práctica, acudiendo a la ley para la solución de
suscriptores nacionales? ¡Democracia! ¡Pura y vi- todas las dificultades y estudiando las necesidades
vita democracia!”. T. I, 1841, p. 34. nuevas para reglamentar la manera de proveer a
ellas”. XXIV, 1857, pp. 93-94.
democracia y comunicación
“Llamamos la atención sobre una institución democracia y progreso
sin cuyo buen régimen no hay autoridad posible, “En medio de las tempestades de nuestra vida
no hay celeridad en la discusión del pensamiento, civil que ponen en conflicto hasta los fundamentos
no hay transacciones mercantiles posibles, no hay de la sociedad, hay un trabajo permanente de reor-
consuelos para las familias cuyos miembros están ganización que repara los estragos, y hace avanzar
diseminados. Hablamos de los correos que se ha- la obra de la civilización. Nótase esto en la indus-
llan en un estado lamentable, sin excluir el que está tria, en las artes, en las letras y aun en la política
confiado a la empresa de vapores dentro y fuera misma. Existen los mismos hombres de otros tiem-
del litoral chileno sobre el Pacífico. pos, los mismos estímulos y los mismos propósitos
En un país nuevo, más que en ningún otro, es de partido, y sin embargo, creyendo que quieren y
necesario obrar sobre la noble doctrina del inter- hacen lo mismo que antes, nótase que sus ideas se
curso humano. Fraternidad debe ser su divisa, la han modificado en el sentido del bien, y que mil
igualdad de la especie humana debe ser admitida progresos en la marcha política del país se están
en todas sus leyes y apartada toda distinción im- obrando sin que de ello nos apercibamos, en las
política. Algunos caudillos han querido mantener ideas de todos, en la moral pública, en las aspira-
a sus súbditos aislados en cuanto fuese posible de ciones. Sucede otro tanto en las leyes que rigen la
los otros hombres, con el objeto de dominarlos más sociedad, y que al fin modifican la manera de ser
completamente, y se ha pretendido que el verdade- de los pueblos. Los trastornos políticos parece que
ro interés de una nación estaba en tal aislamiento. a cada momento desquiciaran por su base la socie-
El déspota o el sacerdote pueden hallar en esto su dad, y que como Sísifo, la obra del pueblo fuese
interés, y la perpetuación de su poder; pero la Na- eternamente comenzada de nuevo. Nada es menos
ción no sacará sino males, y nada más que males de cierto, sin embargo. De nuestros cataclismos salvan
aquel exclusivismo. [...]”.T. IX, 1849, p. 211. siempre algunos hechos felices, algunos principios
reparadores, y sobre ese núcleo se acumulan nue-
democracia y ley vos hechos y consecuencias que más tarde produ-
“La más fecunda de las revoluciones modernas cen sus efectos”. T. XXIV, 1857, p. 94.
es la que hace a todos los habitantes de un país par-
tícipes de la gestión de la cosa pública; pero esta democracia
revolución no se ha consumado sino en los países y secreto político
en que como el nuestro, el bienestar está general- “No ha mucho decía un diario bien intencio-
mente difundido, sin distinción de clases, y los in- nado, que el secreto en los gobiernos es incompa-
dividuos llegan a la fortuna por todos los caminos. tible con la democracia, y esta aserción, que tie-
Entonces la democracia nace de la común riqueza ne el asentimiento común, encierra en sí toda la
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cuestión de que venimos ocupándonos. El secre- después, por no haber podido penetrar en el terri-
to es simplemente no dejar conocer una verdad torio de aquellos, han llamado a sus hijos propios
perjudicial, antes de haber parado el mal que Caupolicanes, y a sus buques de guerra Lautaros,
puede causar. Una vez, en la defensa de Mon- como llamaron Huáscar, que era un indio quiteño,
tevideo, se acabó la pólvora. A dejar conocer la a su heroico encorazado, los peruanos. Belgrano
verdad, el enemigo hubiera entrado con el arma trabajó en el Congreso de Tucumán con los di-
al brazo. En la diplomacia, el secreto es el alma putados del Alto Perú y los de Córdoba, que lo
de las negociaciones; y el pueblo no puede saber apoyaban, para levantar el trono de los Incas en
su propia situación, sin que la sepa el enemigo; el Cuzco, llamando al último dinasta de su estir-
y democracia, aristocracia o monarquía, es pre- pe, que después de Tupac Amarú acertaba a ser
ciso vivir, y entre pueblos, prevalecer. Mientras un buen hombre apellidándose Canquí. ¡Singular
las otras naciones no sean unos santos, bueno es gobierno en manos de un oscuro advenedizo, co-
no descubrir nuestros lados flacos, para no ser locado en el más central e inabordable punto de la
engañados, robados y escarnecidos”. T. XXXIII, América española a trescientas mil leguas de las
1878, p. 60. costas!”. T. XXXVII, p. 118.
“Nuestro derecho a separarnos de la España,
deportación venía de los Derechos del hombre a darse el go-
“La deportación era una invención gubernativa bierno que más cuadre con su índole y sus necesi-
de Virasoro, como el enchalecado o el degüello y dades; y si un continente puede dejar de ser colonia
tantas otras atrocidades que vienen a la mente de de una isla o de una península, pegada a otro con-
estos bárbaros, llevados al poder por un camino de tinente lejano, no han de aducirse sino por la forma
violencias. Era su medio de terror mitigado. A me- las treinta y dos razones que a más de tener pól-
dia noche se aparecía una partida de soldados en la vora y cañones, prueban que la América debía ser
casa de un vecino, lo llamaba a la puerta, lo forzaba independiente de todo poder extraño. Ojalá que un
a montar en una cabalgadura y le hacían salir, azo- pueblo pudiese ser libre, por el mismo género de
tándole el caballo, dirigiéndole burlas e injurias, argumentos ad homines con que llegan siempre a ser
de un solo galope, sin dejarle tomar resuello, hasta independientes! El medio de ser libres es estudiar
dejarlo fuera de la frontera de San Juan, camino de las causas que impiden asegurar la libertad y obrar
Mendoza. Este procedimiento fue aplicado a don sobre ellas, apartándolas si son obstáculos, desva-
Tadeo Rojo que había favorecido la intervención neciéndolas si son preocupaciones, introduciendo
de 1859. Aplicólo después a don Antonio Durán, o afirmando su práctica, si son principios olvida-
ex ministro de Benavides, y a cada queja, a cada dos, o no bien discernidos, para ponerlos al frente
rumor de desagrado de algún vecino con sus pro- de nuestros almacenes y tiendas, como se pone el
cedimientos, amenazaba deportarlo, con aquellas nombre propio y la profesión del individuo en una
ritualidades de su creación”. T. XLV, p. 42. plancha de bronce a la puerta para conocimiento
de todos”. T. XXXVII, 1883, pp. 119-120.
derecho a la independencia "América por americanos
“Hemos sido durante la lucha de la indepen- ¿Correspondía la práctica y administración de
dencia, los indios, sublevados contra la tiranía de América por americanos a estas sabias instrucciones?
sus opresores, los españoles, a punto de que los chi- [...] Podemos por las reglas de una sana crítica
lenos vencidos y derrotados por los araucanos du- y las lecciones de la historia llegar a aproximarnos
rante la conquista y reconociendo su independencia a la verdad, en cuanto a la eficacia de las garantías
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que la administración colonial daba a sus adminis- reunidos en una cuestión, son reglas infalibles del
trados de raza blanca, porque dada la depresión criterio humano. Una escuela pide estudiar los li-
moral e intelectual de las razas cobrizas rescatadas bros, apoyarse en textos, escritos, respetar la obra
de la vida salvaje, las instituciones civilizadas no perfeccionada de los siglos. La otra inventa una
podían extenderse hasta ellas sino bajo la protec- teoría nueva de su propia hechura, y la sostiene a
ción de sus patrones, como domésticos, mitayos o capa y espada. La una adora al Dios que recono-
inquilinos, labradores de tierra para procurarse el cen todos los pueblos: la otra se hace su ídolo de
común alimento”. T. XXXVII, 1883, p. 126. barro con sus propias manos y se prosterna ante
él y lo adora.
derecho al respeto Pero hay una piedra de toque para juzgar estas
a la represión dos escuelas. A la última le diríamos: mostradnos
“La mitad de nuestros desórdenes en la Amé- escrita vuestra teoría sostenida por alguna auto-
rica del Sur, vienen de que el pueblo, de que el ridad; realizada por algún pueblo, y entonces os
partido liberal no tiene ideas de gobierno, y él creeremos.
mismo lo destruye con su no contrabalanceada La otra se presenta con el testimonio de la hu-
idea de los derechos. En Buenos Aires y en Chile, manidad, de la ciencia, de la legislación, de la his-
la barra tiene el derecho de aplaudir desaforada- toria, y nos dice: si yerro, yerro al menos, como han
mente, de silbar a los legisladores. Durante tres errado los otros pueblos del mundo, como están
años, el pueblo, en Buenos Aires, renunció a tan errando actualmente todas las naciones; y esto
calamitoso derecho, porque un amigo sincero le tranquiliza mi conciencia aunque humille mi pro-
mostró que no era derecho sino subversión del pia suficiencia.
derecho del legislador a emitir su pensamiento; lo ¿Quién tiene el derecho de hacer gracia en las
que prueba que solo ideas erróneas mantienen el sociedades?, se nos pregunta. Nuestra primera res-
malestar”. T. XXXI, 1865, p. 42. puesta será: no sabemos; pero vamos antes de con-
testar, a ver qué han respondido las legislaciones
derecho de gracia del mundo: después veremos la razón de esas leyes:
“Dos teorías dividen hoy a la Legislatura. Una después, la aplicación a nuestro caso.
que sostiene que en materias de legislación debe, La otra escuela responde sin titubear: «El de-
el que no quiera errar en la nuestra, cuando un recho de gracia no puede dejar de existir en una
caso dudoso se presente, consultar las legislacio- sociedad, porque es un derecho natural, anterior
nes y los jurisconsultos. Otra que pretende que el a toda Constitución, y que está escrito en el cora-
legislador de Buenos Aires, o la mayoría de votos zón humano».
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por decirlo así, con la colección de todos los pensa- “En el momento que queremos
mientos, de todas las observaciones que han ligado
todos los hombres y todos los siglos pasados, ¿no dedicarnos a la adquisición
deben volver los que elaboran nuevas ideas al de-
pósito común, las verdades que han añadido a las de los conocimientos que nos
que de todas partes se les trasmiten? [...]
¿Cómo llegaría a formularse una legislación faltan, (...) no tenemos libros
universal para proteger la propiedad literaria de
un modo efectivo? Enhorabuena que si Lamartine, escritos en nuestro idioma”.
Hugo, Guizot, Thiers, etc., publican un libro que
descubre nuevas vías en la ciencia y la historia, no
pueda ser reproducido en Francia durante la vida
del autor; que tampoco pueda ser reproducido en
Bélgica y se llegue a establecer un derecho interna-
cional al menos por una época determinada; pero
una traducción de esas mismas obras en los idio- de donde proveerse con profusión para sus necesi-
mas de otras naciones, ¿a qué restricciones deberá dades intelectuales. Las prensas norteamericanas
sujetarse? Porque aquí hay dos autores, dos traba- son una sucursal de las inglesas y las obras más
jadores: el que traduce y el autor; el uno nacional distinguidas que ven la luz en Londres, van a re-
y extranjero el otro. ¿Y la compilación, la naciona- flejarse inmediatamente en Boston o Nueva York.
lización, digamos así, de las obras elementales, de La compilación es innecesaria en Norte América y
los tratados científicos?”. T. X, 1844, pp. 43-44-45. la traducción un objeto de lujo.
“El afán actual de los Estados americanos es [...] La producción de libros en Chile, como en
el de instruirse, y para conseguirlo, sus hombres otros puntos de la América española, será bien
más adelantados menos necesitan dedicarse a pronto una industria nacional de grande exten-
descubrir nuevas verdades que a conocer las que sión, porque Chile necesita proveer a todas sus
ya ha encontrado el mundo civilizado. Nuestros necesidades intelectuales con los libros que sus
estudios deben asemejarse un poco por el carácter imprentas den a luz [...].
a los del Renacimiento, porque nuestra posición La ley actual que protege la producción litera-
es análoga. Cuando hemos entrado en el goce de ria, conforme con esta verdad, no solo se limita al
nosotros mismos, cuando la libertad ha venido a caso de la original, sino también a la traducción, a
mostrarnos el brillo de sus prestigios, nos hemos la que pone en el mismo rango de la anterior, y así
encontrado profundamente atrasados, incapaces debe ser. Exceptuando los folletos sobre asuntos
de gozar de sus ventajas: en una palabra, igno- de circunstancias, no debemos pretender mucho el
rantes, y en el momento que queremos dedicar- título de originales, aun en aquellas obras que no
nos a la adquisición de los conocimientos que nos son traducidas. Nuestra tarea literaria puede consi-
faltan, nos asalta una dificultad poco presentida derarse circunscripta a estas dos fases: compilación
por la generalidad, no tenemos libros escritos en y traducción.
nuestro idioma para instruirnos. Tres obras de un mérito incuestionable ha produ-
Si los norteamericanos no se precian por el mo- cido el ingenio chileno en estos pocos años, todas las
mento de producir gran número de libros, tienen tres indispensables para los ramos de la ciencia que
en cambio en su propio idioma fuentes inagotables se proponen ilustrar: tales son el Derecho de gentes, de
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don Andrés Bello, el Manual del párroco americano, del Buenos Aires. El ciudadano tiene la quinta parte
ilustrísimo obispo Donoso, y la Práctica de abogados, de los derechos, nadie tiene la sexta parte; por
del señor Vila. Estas tres obras, fruto de los estudios consecuencia, no existe, repito, la ciudadanía
más concienzudos de la materia de que tratan, resul- completa. Durante los tres años que esta ley ha
tado de muchos años de trabajo y obra de escritores regido en el país, se ha podido notar los efectos
competentes, son, sin embargo, en su mayor parte perniciosos que causa esta distinción [...]. Hay
compilaciones. Los materiales diseminados en va- derechos diferenciales entre la Confederación
rios libros extranjeros o españoles, han sido reunidos Argentina y Buenos Aires: ¿dónde habrá estado
por sus autores en un cuerpo de doctrina seguida y la primera idea de esos derechos diferenciales?
de fácil alcance para los que hayan de consagrarse a ¿No habrá estado en Buenos Aires que había
su estudio. [...]”. T. X, 1844, pp. 45-46. dictado ya su ley de derechos diferenciales?
¿Los políticos entre porteños y argentinos que
derecho romano y códigos corrompieron la conciencia pública, no son de
“[...] Como la legislación de casi todos los Es- ello responsables? Señor, cuando un gran prin-
tados cristianos tiene por base el derecho romano, cipio es herido en alguna parte, es seguro que se
hay, salvo en casos excepcionales, un estrecho pa- ha de sentir su consecuencia en otras. Estando
rentesco en todas las legislaciones, de donde pro- en Chile, supe el golpe de Estado del gobierno
viene la facilidad de codificarlas, una vez codifica- francés, y me dije entonces para mí: va a ser re-
da una de ellas. Hay hoy códigos franceses, belgas, petido ese golpe en Buenos Aires, y cuando llegó
prusianos, portugueses, brasileños, bolivianos, la noticia de la disolución de la Legislatura, no
chilenos, y éstos traen ya el método y la materia me sorprendió en manera alguna. [...]
preparada. Hay en fin códigos de códigos, o códi- No dejan de ser derechos de ciudadanía aque-
gos concordados, citando en cada artículo los de llos que sirven para elegir funcionarios que rigen
igual tenor o propósito en otros códigos”. T. VIII, la sociedad en que se vive. Puede esa ciudadanía
1853, pp. 169-170. no extenderse a los asuntos políticos, como suce-
de en este caso, pero sí a los domésticos, diré así,
derechos constitucionales que son una parte de la ciudadanía. En prueba de
“Comencemos, pues, por rectificar nuestras pro- ello en ningún país están divididas las dos funcio-
pias ideas sobre el uso y los límites de los derechos nes: no se concebiría cómo se puede ser ciudada-
constitucionales, y no ha de tardar en establecerse una no municipal, si puedo emplear esta palabra, sin
policía de seguridad, que responda realmente de la ser político. [...]
seguridad de las vidas y de la tranquilidad pública. Hace treinta años que se han dictado todas las
La que tenemos es la obra de nuestros propios leyes en América favorables a la ciudadanía, y no se
errores, y mientras subsistan ha de representarlos”. ha hecho ciudadano ningún extranjero [...]. Noso-
T. XLII, 1875, p. 11. tros hemos procurado llamar al extranjero en esta
ley que se está ensayando, la ley municipal: ¿qué
derechos del ciudadano ha resultado? Que los peones vascos han tomado
“La Constitución dice que los nacidos en el las elecciones como una changuita; por dos pesos
territorio de Buenos Aires tendrán la ciudadanía van a elegir en beneficio de los partidos del país.
y el derecho de elegir con ciertas restricciones, Somos nosotros los que los induciremos en bien o
es decir que no son dueños de elegir a quien en mal, según las buenas o malas pasiones que nos
quieran; luego no hay ciudadano completo en animen”. T. XVIII, 1858, pp. 168-169.
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despotismo I
“Al despotismo nadie lo ha definido mejor que
Montesquieu: es el árbol que cortan los salvajes
para comerse la fruta y nosotros decimos que es
algo peor que eso, porque lo comparamos a un
activo extractor que agota y seca la vertiente para
que muera el terreno que regaba y desaparezca la
vegetación”. T. XIII, 1841, p. 234.
despotismo II
“¡Pobre país donde se introduzca esta sub-
versión! El despotismo de los Napoleones es algo
aceptable, porque siquiera era una grande fuerza
con una suprema inteligencia”. T. XL, 1879, p. 238.
destierro I
“El destierro! ¡Ah! ¿Quién de vosotros conoce lo
que tiene de despiadado esta desapacible palabra?
¿Habéis, por desgracia, andado vagando prófugos
y sin amigos en tierra extraña? ¿Quién sino el que
a su pesar se aleja de la patria, donde queda la casa
de sus padres y la escena de sus recuerdos, sabe
sentir la insipidez del pan extraño, y la desazón de
la mesa en cuyo derredor no se sientan la madre
y los hermanos? La fortuna puede en hora buena
ofrecer sus goces a precio de oro comprados; pero
todo el oro del mundo no hará sentir aquella dicha
inexplicable, aquel tranquilo contento con que bajo
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que existe en el hombre, pero sin acción, queda “Una inteligencia que
atrofiado por falta prolongada de uso. Así a los
animales domésticos, al perro, al gato, al conejo se ejercita agranda el
se les han caído las orejas a fuerza de no tenerlas
atentas a los ruidos, a causa de que nada temen órgano de que se sirve”.
al lado del hombre.
Una inteligencia que se ejercita agranda el ór-
gano de que se sirve, como se robustece el buey
a fuerza de tirar el arado. Hemos visto que el
parisiense de hoy tiene el cerebro más grande
que el del siglo XII. Es de creer que el del es-
pañol no haya crecido más que en el siglo XIV, por la incorporación en ella de razas inferiores,
antes que comenzase a obrar la Inquisición. Es en cualquier extensión que sea, o de extranjeros
de temer que el pueblo criollo americano en ge- que no se asocian al todo, para darnos un gobier-
neral lo tenga más reducido que los españoles no mixto entre blanco, negro e indio, mestizo,
peninsulares a causa de la mezcla con razas que zambo o mulato, según resulte de la amalgama
lo tienen conocidamente más pequeño que las social de abyectos, de exaltados o indiferentes,
razas europeas. de bárbaros, de ignorantes y de ilustrados de li-
[...] Los indios no piensan porque no están bres, de libertos y esclavos al fin, porque de eso
preparados para ello, y los blancos españoles tratan las formas de gobierno.
habían perdido el hábito de ejercitar el cerebro Somos animales gregarios, y el hombre no
como órgano, salvo en el clero secular y regular puede ser considerado como un ser individual,
que era numeroso; y en la clase de abogados, úni- sino colectivamente con sus padres que lo ligan a
ca profesión laica y único saber, el derecho. lo pasado, con sus hijos que lo obligan a proveer
[...] Estas definiciones, como las adaptaciones al porvenir. Ni aun la unidad por familias le con-
sociológicas del gobierno a los pueblos, según viene, porque nunca vive fuera de la tribu donde
su grado de desenvolvimiento o condiciones de están sus parientes, o del municipio cuando vive
existencia, han de tenerse en cuenta para ir a los en ciudades. El municipio es, pues, la unidad so-
orígenes del gobierno, y seguir sus progresos, en cial”. T. XXXVII, 1883, pp. 86-88.
el seno de las naciones, o al través de los siglos.
Ahora, nosotros tenemos otras bases de criterio, deuda
y son: que estamos a fines del siglo XIX y en un “Los impuestos son sobre la propiedad, y los
extremo de la América; que los que gobernamos más odiosamente gravados por la iniquidad de los
procedemos de una raza europea, cristiana, civi- impuestos son los Lezamas, los Hale, los Ancho-
lizada; que hemos acumulado riquezas los unos, rena, los Pereiras, los Ocampos y tantos otros des-
ciencia los otros, y tenemos desenvuelto por el graciados que gimen bajo el peso de los impuestos.
ejercicio el sentimiento de la dignidad y de la li- Conocimos en los Estados Unidos a Mr. Steward,
bertad personal, como la aspiración al engrande- un simple tendero, a quien la Aduana arrancaba
cimiento, gloria y riqueza de la sociedad de que por año ocho millones de dólares, solo en derechos
formamos parte. Estas condiciones especiales en de importación. ¡Así ha muerto el infeliz, dejando
que se halla afortunadamente la parte más influ- a su familia treinta millones! Otro hay que tiene los
yente de la sociedad no pueden ser modificadas ocho de renta anual.
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Lamentémonos, pues, de ser ricos, y envidie- para apoderarse de las rentas públicas y participar
mos la suerte de La Rioja, que está a punto de disol- en su defraudación no hay hoy y en adelante, más
verse porque la mayoría de la legislatura se compo- que hacer que celebrar un contrato con quien las
ne de dos representantes. administra”. T. XXIV, 1856, p. 223.
Debemos unos sesenta millones. ¿No conven-
dría repartir la deuda en cada habitante? deudas
A nuestro sirviente Juan, puntano, le tocarían “La República Argentina no debe, sino lo que
treinta pesos a pagar, y a don Juan Anchorena ella por una ley haya reconocido deber.
otros treinta. ¿Hay nada más equitativo? Si no se invoca, pues, una ley del Congreso
¡Qué argumentos! La palabra traición está en reconociendo ciertas deudas de tiempos pasa-
cada uno de ellos”. T. XLI, 1878, p. 40. dos, no hay deuda, no hay acreedor, ni deudor.
La Legislatura no puede acreditar agente cobra-
deuda pública dor cerca del gobierno nacional, porque este solo
“El gobierno en materias de contratos se lla- a las naciones extranjeras reconoce la facultad de
ma fisco por las leyes, y esas leyes le dan dere- entablar negociaciones; y si se pretende que el
chos para anular sus propios contratos que no comisionado es para recabar del Congreso una
han dado a los particulares; porque las leyes han ley al efecto, diré que las leyes nacionales no se
previsto que habrá de haber administradores ma- dictan a propuesta de Legislaturas, ni los Con-
los, que de complicidad con los malos ciudadanos gresos oyen comisionados, etcétera”. T. LI, 1872,
habían de intentar expoliar las propiedades públi- pp. 140-141.
cas, como ha sucedido en efecto en Buenos Aires.
Y no lo niegan los defensores a ojos cerrados de Diccionario Filológico
la obligación en que está el Estado de pagarles los Comparado, de Calandrelli
contratos de que no alcanzaron a cubrirse antes de “Hemos recibido un ejemplar del primer tomo
la caída de Rosas. de la grande obra que ha acometido el profesor
La cuestión de las deudas contraídas durante la Calandrelli, cual es la de enriquecer nuestra len-
tiranía de Rosas no es, pues, una simple cuestión gua con un diccionario filológico comparado, en
de comercio. Es cuestión de administración, y en que están por la primera vez introducidas, a más
muchos casos cuestión criminal que requiere pro- de la clasificación gramatical, la etimología de las
ceso y prisión de los acreedores. De lo contrario palabras, comparándose no solo los elementos de
quedaría establecido el hecho monstruoso de que las castellanas con las raíces de las demás lenguas
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indoeuropeas, sino también las palabras mismas en donde quiera que la lengua castellana se hable.
con las de las lenguas neolatinas que tienen el [...] Hasta los extraños caracteres que represen-
mismo origen, y lo que es peculiar al idioma cas- tan las letras del sánscrito, incorporadas en el texto
tellano, con las raíces de todas las palabras que del Diccionario para mostrar la raíz de una de nues-
derivan del árabe y demás lenguas semíticas. tras palabras, traen la idea de fósiles de las lenguas
Precede al diccionario una luminosa exposición humanas, desenterrados de debajo del terreno de
del doctor don Vicente Fidel López sobre la mar- acarreo que les han acumulado los siglos encima,
cha que han seguido los filólogos hasta descubrir, y sirven hoy para explicar, como los huesos del
con la adquisición del idioma muerto de la India, mastodonte, la filiación del elefante actual, o con
llamado sánscrito, la filiación de las palabras y en- los esqueletos del hiperión los orígenes del caballo
contrando la identidad de raíces, variadas solo por que montamos.
alteraciones que han sido reducidas también a re- [...] El Diccionario filológico comparado habitúa,
glas según la ley que se llama de Grimm, que con- desde luego, a buscar estas analogías o descompo-
siste en hallar la forma en que pasan de una lengua ner la palabra de la lengua propia y encontrarla en
a otra las palabras. la que se quiere aprender según su manera especial
El diccionario del profesor Calandrelli es, pues, de hacer sus trueques o modificaciones, y mucho
un trabajo original, el primero en la lengua castella- debe ayudar a los estudiantes este diccionario para
na, y no conocemos todavía el que de igual género adquirir otras lenguas.
le precede en las otras lenguas europeas; pues el [...] Una sola indicación haremos para explicar
de Littré en francés y el Webster en inglés no han por qué el diccionario de Calandrelli puede venir
llegado a incorporar las raíces del sánscrito o las a ser una gloria argentina. Colocados como esta-
semíticas en la etimología de las palabras de sus mos muy a retaguardia del movimiento intelectual
respectivos idiomas. del mundo, de que apenas somos reflejo, fortuna
Por el hecho de confeccionarse y publicarse en nuestra es que en algunos ramos, por nuestro pro-
la República Argentina este libro por uno de los pio esfuerzo o por la nacionalización del saber de
profesores de nuestras universidades, el libro es extraños, podamos revindicar para nuestro país al-
argentino, como son norteamericanos los trabajos gunos florones de las ciencias modernas.
de Agassiz, y argentinos son los de Gould en astro- La obra de Calandrelli está destinada a ocupar
nomía, y los de Burmeister en paleontología. un lugar prominente en la clasificación de las pala-
Hacemos esta observación con el confesado bras castellanas en la gran familia de las lenguas.
propósito de estimular el interés público a proteger Es el primer diccionario de las vivas que establece
y auxiliar la publicación de este gran trabajo. la etimología de las palabras, descomponiéndolas
[...] No hay entre nosotros gran número de per- en sus raíces orgánicas y devolviendo a cada ele-
sonas interesadas directamente en la publicación mento la significación primitiva que tuvieran en su
de obras de esta dase. No las hay, sin embargo, en origen, y encontrando y poniendo de manifiesto su
ninguna de las otras secciones independientes que filiación y sus parentescos remotos o próximos con
hablan la lengua castellana, en América y Europa, las de otras lenguas.
y razón por la cual es indiferente en cuál de ellas Los elementos que forman las palabras hacen
se encuentra el autor, y se produce el libro, pues lo en los idiomas el mismo efecto que los fósiles
que interesa es que el libro se produzca. en la historia natural, y de una lengua en otra
Desde que existe, será fácil hacerlo conocer en de cierto grupo puede llegarse, y se ha llegado
todas las secciones americanas, y hallarle lectores ya, a encontrar los esqueletos, diremos así, de
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Colección Idearios Argentinos
otra lengua que la precedió, como el mastodonte partido contrario; porque en medio de estos hábi-
está revelando el elefante que vendrá más tarde”. tos profesionales, es buen muchacho y contertulio
T. XLVI, 1880, pp. 233-234-236-237. agradable. Un rato de mordacidad suya, vale más
que una ópera de Donizetti o un drama de Dumas.
diezmo ¡Allí sí que se ríe uno, y se pasan buenos ratos, sobre
“En Buenos Aires está de muchos años aboli- todo si ese día ha tenido un disgusto con alguno,
do el diezmo, que era una renta especial designada una reyerta con un acreedor!”. T. II, 1845, p. 230.
para el sostén del culto, en sus dos novenos, estan-
do el resto por convenios celebrados, con el jefe dignidad de los extranjeros
de la Iglesia por el patrono real, cuyas funciones “En todo el mundo el hombre moderno, ilus-
ejercen los gobiernos que representan la soberanía trado, aspira a ser libre, es decir, a ser ciudadano.
nacional de que estaba aquél investido, destinado Aquí hay una secta que pretende ser de ciudada-
a objetos de administración pública. ¿Pertenece la nos místicos, de imaginación, cifrando su dignidad
recaudación de diezmos en todo el territorio al go- en lo que es a todas luces indigno.
bierno federal? ¿Tocaría solo disponer de la parte Indigno es vivir en casa ajena, pudiendo vivir
de esta renta que ha quedado consagrada al cul- en la propia, siendo ciudadano; es indigno hacer-
to? La Constitución nada apunta a este respecto, y se gobernar por otros que nuestros representantes,
solo lo indicamos como consecuencia necesaria del cuando tenemos en nuestras manos gobernarnos a
punto que analizamos. Es probable que sea abolida nosotros mismos; es indigno deshonrar a sus hijos,
o convertida la contribución decimal en el resto de dejándoles creer que son menos dignos que su pa-
la República, como lo ha sido en Buenos Aires, si dre, como será siempre indigno el constituirse en
no queremos admitir que bajo un sistema general parásito político, aprovechando de la prosperidad
subsista en unas partes esta contribución y en otras que el esfuerzo ajeno crea por las instituciones po-
no, o se restablezca donde ya está abolida. En la líticas, y maldiciendo de los errores, vicios e inca-
provincia de Córdoba se cobraban como es sabido pacidad de los que lo gobiernan.
tres o cuatro diezmos al año, sobre el producto y el La dignidad es mantenerse extranjeros, ayu-
capital, para fines extraños al objeto de su institu- dando a que la barbarie indígena nos domine y
ción”. T. VIII, 1853, pp. 100-101. aplaste; y cuando se resuelvan a honrarnos con su
concurso, exigen que la Constitución más pródiga
difamación de favores y exenciones al extranjero, sea todavía
“El difamador público no tiene partido, perte- puesta bajo el pie de las muchedumbres ignorantes
nece al que lo solicita primero, y le ofrece sus ser- europeas, que vienen ignorándolo todo en materia
vicios. Contra el que atacaba no tiene en el fondo política, con pocas excepciones, pues no fueron ciu-
ni afección ni odio; pero hace como el veterano su dadanos activos allá, dispuestos a comerciar con
oficio, hacer fuego. Es un arma de oposición. No sus derechos, si algún provecho pueden sacar de
sabría defender a nadie, no ha nacido para ello; así ello. La ciudadanía sin solicitarla por dignidad del
es que nunca dice una palabra en bien de aquellos solicitante pone al país de derecho a merced de los
en cuyo favor combate. Si quieren que los desacre- politiqueros y, añadiremos, de los traidores, nacio-
dite a ellos mismos, por eso sí que está pronto, y nales o extranjeros, que especulan sobre la creduli-
aunque no le sea dado hacerlo por escrito, lo hace dad pública. Para ser ciudadano de cualquier país
de palabras cuando alguno de los suyos vuelve del mundo, es preciso renunciar por acto solemne a
la espalda, o cuando se encuentra con alguno del la allegiance a otro soberano. La petición pide que
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todas las capitales de Europa, y recibir en cambio es donde deben zanjarse, por medios que estén a
a los cosacos en París. No es necesario ser nación nuestro alcance y nos den tiempo y lugar a hacer
muy gloriosa para firmar los tratados de 1815, y los valer nuestros derechos”. T. XVII, 1857, p. 51.
romanos con ser romanos pasaron por las horcas “Las grandes potencias europeas mantienen
caudinas varias veces. La gloria nacional es una de escuadras poderosas y ejércitos numerosísimos en
las más funestas preocupaciones de los viejos go- tiempo de paz. Cuesta a la Inglaterra o a la Francia
biernos. Tener treinta mil millas de ferrocarriles es centenares de millones anuales y la distracción de la
gloria más sólida que la de Austerlitz y la de Ma- aplicación útil de brazos y capitales que estas aten-
rengo, que tuvieron en contra su Waterloo donde ciones absorben. Los Estados Unidos, por el contra-
la bola de jabón estalló. rio, no tienen ejércitos permanentes, y en los mares
Hay ya una nación que ha suprimido los ejér- solo conservan los buques de guerra indispensables
citos de tierra, y solo tiene marina en cuanto basta para proteger su comercio y hacer exploraciones. Si
a visitar los mercados. En cambio tiene la guardia una guerra entre una potencia europea y los Esta-
nacional de buques que puede y se reserva armar dos Unidos estallase repentinamente, habiendo de
en corso, si la forzaren a ello. ser marítima, las potencias que mantienen durante
Nosotros ni buques tenemos, en lo que hace- la paz poderosos medios de guerra en pie, se halla-
mos perfectamente bien. El día que Buenos Aires rían primero en aptitud de hacerla con ventaja a los
vendió su escuadra hizo un acto de inteligencia Estados Unidos”. T. XVII, 1856, p. 52.
que le honra. Chile tiene escuadra. ¡Pregunte usted “Los Estados Unidos enseñan los dos millones
para qué! En cambio, no tiene un marino en veinte y medio de ciudadanos con rifles en tierra, sus cua-
años de esfuerzos”. T. XVI, 1857, pp. 269-270. tro mil naves en corso en mar. ¿No es mejor no ha-
cer la guerra?”. T. XVII, 1856, p. 54.
diplomacia. Embajadores
“Cinco o seis hombres entre nosotros, estarán diputados extranjeros
siempre por que haya esperanza de embajadas, “[...] En este momento Chile ha elegido, o hecho
prontos a sacrificar sus principios, su conciencia y que elige sus diputados al Congreso. Entre estos
su dignidad, en obsequio del que les ofrezca ocasión diputados se encuentra un joven que ha recibido
de ser enviados a algún punto del mundo, a ser más su educación en los colegios de Chile, enseñado en
felices y recompensados que no lo son los patriotas sus cátedras, escrito en su prensa, y habituado su
en su propio país. Seis conspiradores permanentes, espíritu desde la infancia a mirar a Chile como su
seis prostituidos prontos a vender su talento, seis patria [...]. Llegado a la edad adulta, casado, padre
amigos convertidos en traidores a su patria para ir de familia, y bullendo de ambición legítima y de
a establecerse en otras y reír de nuestras miserias. esperanzas fundadas, he aquí que la Constitución
No. No solo para Buenos Aires sino para la Re- lo detiene a la puerta de la Cámara, para pregun-
pública entera, debe en adelante seguirse la mar- tarle dónde ha nacido. En Inglaterra; pero ¿a qué
cha que han aconsejado los sucesos y acreditado viene esta pregunta? A una cosa muy sencilla, a
la experiencia. No debemos tener embajadores en prevenirle que si no ha nacido de padres chilenos,
parte alguna. o pedido más tarde carta de ciudadanía, y aún ob-
No teniendo marina, ni interés propio en la tenida esta, después de diez años de residencia y
política europea, nuestra presencia está de más dejado pasar seis más después de haberla pedido,
por allá, y como el motivo de toda relación con no puede ser representante en el Congreso. [...]
aquellos gobiernos son ocurrencias de aquí, aquí En todos los países cultos las leyes inicuas,
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distintivos políticos
“En los tiempos bárbaros de Inglaterra, las ca- que los cadáveres debían llevar al sepulcro; como
sas de York y Lancaster, que se disputaban la coro- están recientes y serán acaso irreparables los es-
na, adoptaron por divisas rosas blancas o rosadas, tragos causados por el empeño del general Urqui-
que llevaban los partidarios de uno u otro bando. za de perpetuar esta estúpida y vejatoria práctica
Vuelve a repetirse este hecho en Montevideo después de caído el tirano. Cuando se busquen las
entre blancos y colorados, con claveles rojos o causas que tan profundamente le enajenaron las
blancos, que llevan los jóvenes al ojal del vestido, simpatías de Buenos Aires, se encontrará como la
como una muestra de sus opiniones políticas. más poderosa su obstinación en tan ridículo empe-
Pero entre las dos rosas que ensangrentaron a ño, las violencias a que recurrió para llevar adelan-
la vieja Inglaterra, y los claveles de Montevideo, a te su propósito”. T. XXV, 1857, pp. 259-260.
más de los siglos que median, media la cinta colo-
rada de Rosas y el cintillo de Urquiza; y bastaría distribución de la tierra
este hecho monstruoso y sus consecuencias para “Se ha querido que la manzana hubiera estado
haber apartado a la juventud de esa lucha de pro- dividida en doscientas, cien y cincuenta cuadras, ha-
vocaciones que a nada conduce. ciendo tres lotes distintos, de manera que estuvieren
Favorecen, es verdad, ese uso reprobado de al alcance del pobre y del rico; pero sobre todo lo
signos, los antecedentes de ambos partidos en que se ha tratado, es que no se repita en Buenos Ai-
pugna. El colorado trae su nombre de una cinta res eso de las chacras de dieciséis cuadras.
colorada, tradición de una antigua montonera de Hay en Buenos Aires dos ideas radicales que
Rivera, y el blanco de sus tristes concomitancias ha querido combatir el proyecto: es la de ser latas
con Oribe. en materia de dar la tierra por leguas y avaras para
La ostentación de estos colores que tanto desdi- darla por cuadras. En las ciudades se dan lotes de
cen de los usos de la civilización, prueba una sola veinticinco varas de frente como ha sucedido en
cosa, y es que no ha sido del todo vencido un par- Belgrano, y con cincuenta de fondo, es decir, que
tido; pues el día que esto suceda, el vencedor le constituye ratoneras de pobres para lo sucesivo.
hará llevar por la fuerza sus propios colores, para Por fortuna, Belgrano está tan cerca de Buenos Ai-
acreditar que todos piensan unánimemente como res, que los ricos por lujo lo están poblando; pero
el que manda. ahí están Luján y San Isidro y la generalidad de
[...] Nadie ha olvidado el sangriento papel que las poblaciones de campaña, pueblos raquíticos,
desempeñó en la política de Rosas este distintivo porque se dan suertes de chacras de 16 cuadras,
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creando así moradores pobres para toda la vida, vale el dinero que cuesta, su conservación. No me
porque con 16 cuadras no se puede ser rico. Este extenderé sobre este punto: mis ideas son muy fi-
error radicado en la cabeza de todos era necesario jas. No sé para qué tenemos esos soldados que nos
combatirlo y no dejar al Ejecutivo determinar las han de degollar dentro de cuatro o cinco años, y
fracciones en que ha de dividir la tierra, sino fijar que cuanto más les disciplinen, que cuantas más
que no podría dar menos de 50 cuadras o nada pensiones y sueldos gocen y cuanto más se mejore
porque si se le dejara al gobierno esa atribución su condición, mejor organizados estarán para tor-
no daría sino suertes de 16 cuadras, constituyen- narse en nuestro daño, volviendo a las andadas.
do así pueblos pobrísimos de un extremo a otro Por esta razón creo que todos los planes que
del territorio, así como para la estancia se han tiendan a disolver la campaña deben acogerse con
dado posesiones inmensas que han constituido ansia, como una tabla de salvación, y creo que la
señoríos feudales”. T. XVIII, 1857, pp. 91-92. fundación de un puerto ha de contribuir a traer
esas consecuencias”. T. XVIII, p. 97.
distribución de la tierra.
Indios distribución de la tierra.
“Mis ideas sobre defensa contra los indios se Ley de enfiteusis
condensan en la disolución de la campaña especial- “Yo sostengo que los males ocasionados por
mente; y por eso siempre me habrá oído el Senado Rosas son un efecto de la ley de tierras. Son efecto
hablar con cierta especie de rencor sobre la manera de esa apropiación que han hecho los particula-
de subdividir la tierra seguida en este país, que es res de la tierra pública. A consecuencia de eso los
la causa de nuestras fronteras abiertas y de los mi- hombres se han desparramado, se han separado; y
llones que nos cuesta; que lo que es el ganado no sin embargo, el hombre es animal gregario que no
puede vivir sino en tropas, y el día que se separa se
aflojan los vínculos que lo ligan en sociedad, por-
que las leyes sociales han nacido de la costumbre
de vivir reunidos.
Todos los días nos han de invadir los indios;
¿y cómo se han de defender los hombres en una
“Todos los planes que tiendan frontera que tiene trescientas leguas de extensión
y donde está calculado un hombre por legua? Ese
a disolver la campaña deben hombre así aislado es bárbaro, es inmoral, no tiene
un fusil para defenderse, no pertenece a una socie-
acogerse con ansia, como una dad. La sociedad es la que se defiende.
¿Cuál ha sido la causa de los males que deplo-
tabla de salvación, y creo que ramos? La ley de enfiteusis. Me permitiré recordar
que habiendo visto en Chile el primer trabajo de
la fundación de un puerto una codificación de las leyes de enfiteusis hecho
por el doctor don Gabriel Ocampo, me preguntó
ha de contribuir a traer qué pensaba yo, y le dije: la causa de los males de
Buenos Aires es la ley de enfiteusis.
esas consecuencias”. La ley de enfiteusis ha sido la causa de la des-
población de estos países [...].
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La cuestión hoy día es salvar las tierras públi- de los soldados que van a ser propietarios, no se ha
cas, salvar al país de la ruina que le tiene prepara- de realizar, porque me parece que esto no está bien
da la enfiteusis. Con cuantas personas he hablado reglamentado por el proyecto.
en Buenos Aires, he encontrado arraigada la idea A mi juicio, sería conveniente que se diese a
de que el enfiteuta es el dueño de la tierra: no lo estos pobladores, una especie de organización mi-
dicen, pero así lo sienten. Entre tanto la enfiteusis litar, puesto que se trata de soldados que solo es-
concluyó el año 1838. tán acostumbrados a obedecer a sus jefes. De esa
Me parece, pues, que para llenar el objeto de la manera sería más fácil hacerlos trabajar la tierra y
ley, para conservar al Estado el derecho que sobre sembrarla y evitar que se abandonen a la embria-
las tierras tiene, es muy conveniente la disposición guez y se gaste en semilla y útiles de labranza inú-
actual. Lejos de disminuir la seguridad, la subdi- tilmente”. T. XX, 1879, p. 235.
visión de la tierra ha de afianzarla. Esas estancias, “Hemos derrochado, diré así, casi toda la tierra
de las que con Plinio podría repetirse latifundia pública, al menos yo no recuerdo que haya entrado
perdidit Italiam, esas estancias se han de subdividir ni un centavo en las arcas públicas. No obstante,
también por la acción del tiempo y sobre todo por en los Estados Unidos la renta que recibe el Estado
las vías de comunicación que no se pueden hacer por la venta de tierra pública sube a siete millones
en un momento, pero a las que nos vamos prepa- al año, cantidad que no es de despreciar.
rando poco a poco”. T. XVIII, 1857, pp. 94-95. La tierra nuestra no la vendemos, la regalamos;
y yo quisiera que no se la diésemos a los proveedo-
distribución de tierras res, que no les demos este premio, o que no sean
“Pero hago notar esto también: las escrituras ellos los únicos premiados, como resultarían si no
de propiedad o boletos se darán, pues, cuando la tomásemos muy prolijas precauciones en la ley
mensura de las secciones está ejecutada. para evitarlo”. T. XX, 1879, pp. 235-236.
Se ve, pues, que la principal razón que se nos
da para pedir la sanción de esta ley, es la ubicación divisa federal
de estas hectáreas, dando a cada soldado un peda- “La legación argentina se ha presentado en las
zo de terreno del que han conquistado; pero, como calles de Santiago con la famosa cinta colorada;
he dicho, hay muy pocos terrenos apropiados para aunque en honor de sus miembros debemos decir
la agricultura, y es probable que en las cuatro mil que han tenido el pudor de ocultar el retrato de
leguas conquistadas, no haya por ahora, ni las dos- Rosas [...]. Para hacer esta violación a las conve-
cientas leguas que se necesitarían para la ubicación niencias, debieran haber hecho la cosa por entero;
de cinco mil soldados. Y si han de ser, como yo me botando el retrato de Rosas y conservando solo la
temo, siete mil soldados, es decir, siete millones de cinta, ni obedecen a aquel, ni dejan de chocar al
hectáreas, no hay terreno para hacer la distribución sentido común. Celebramos, sin embargo, que la
que se propone”. T. XX, 1879, pp. 233-234. legación se presente con caracteres exteriores re-
“Generalmente, el día que los soldados reciben presentando a Rosas, y no a la República Argen-
estos boletos, los van a jugar a una carta, o a dárse- tina, cuyos colores nacionales son el celeste y el
los a proveedores, que suelen ser los colectores de blanco, porque así muestra bien su carácter, el
todos estos boletos, y entonces resultará que solo de una legación de facción, de partido”. T. VI,
hará cuatro o cinco propietarios con casi todos los 1845, p. 108.
boletos a ubicarse y a hacer estancias. “[...] El hecho sobre todo que debemos señalar
Así es que lo que se dice aquí de la agricultura y a la policía es el de presentarse algunos hombres
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llevando en la cinta este lema: ¡Mueran los salvajes humana, ubicada en cierta parte del globo, vecina
unitarios! [...] El gobierno de Chile es esencialmen- de otra u otras naciones regidas por leyes distintas,
te unitario, central, y un lema que trae la muerte acaso con lengua y religión diversas. Estos pueblos
para los unitarios, es un insulto y una provoca- y naciones tienen, si son civilizados, un sistema
ción hecha a la nación. En Chile, sobre todo, no se interior de gobernarse, basado sobre el princi-
mata a nadie por sus opiniones; este es el derecho pio de la soberanía, regido por leyes conformes a
sacrosanto de la oposición. Si se dice que este bru- ciertas máximas reconocidas de justicia; limitada,
tal y sanguinario muera no se refiere a los unitarios sin embargo, la potestad de legislar, que pertene-
chilenos, sino a los unitarios argentinos, podrá ce originariamente al pueblo colectivamente, por
contestarse que esos unitarios están aquí bajo la ciertas prohibiciones llamadas garantías que son
protección de las leyes, lo mismo que los chilenos, el patrimonio común a la humanidad entera, por
y la autoridad debe vigilar en que no venga a tur- provenir de la esencia misma de la naturaleza hu-
bárseles en el goce de su libertad con amenazas mana, y constituir, a través de las vicisitudes de
de asesinato y de muerte, de que han huido al ve- los siglos, los derechos naturales cuyo uso ha ido
nirse a asilar en este país de libertad”. T. VI, 1845, conquistando el hombre civilizado. Entre ellos se
pp. 108-109. encuentra el de no ser privado de la vida, la liber-
tad o de la propiedad, del honor o de la facultad de
división del Plata comunicar sus pensamientos o deseos, sino bajo
“[...] Créese que el Paraná haría una natural lí- ciertas formas establecidas, en virtud de una ley
nea divisoria entre dos Repúblicas de un mismo escrita, y oído el acusado de infracción de la ley,
origen, de un mismo idioma y con las mismas pa- antes de aplicarle la pena que es la sanción de esa
siones y partidos políticos, sin reflexionar que esta ley. La ley es una prohibición con pena, y sin este
combinación no haría más que dar quinientas le- requisito –el castigo–, la ley no es ley sino precepto
guas de frente a un combate diario de susceptibili- moral”. T. XXXIX, 1875, p. 9.
dades, aduanas, contrabandos, celos y choques; sin “Como pueblo civilizado que somos, la Espa-
reflexionar que las divisiones de convención no di- ña, con las Leyes de Partida, que son el derecho
viden lo que la naturaleza y la comunidad de inte- romano aplicado a las sociedades modernas, nos
reses ha reunido, y que están palpando en la guerra trasmitió también las ordenanzas militares que
argentina que desuela el Plata, argentino occiden- son el sistema de leyes romanas, aconsejado por
tal, argentino oriental, sin distinción de nacionali- la experiencia de siglos, y excepción y suspen-
dad ni de provincia. Los Estados Unidos deben su sión durante la guerra de ciertos derechos civi-
engrandecimiento a no tener vecinos de quien guar- les, que opondrían obstáculo al triunfo de las
darse, y nosotros crearíamos voluntariamente uno armas”. T. XXXIX, 1875, p. 10.
que nos rodee por todas partes. Las naciones viejas
de la Europa como la Alemania y la Italia tienden domingo y costumbres
a reconstituirse por nacionalidades de lengua y de religiosas
costumbres, y nosotros nos dividiríamos delibera- “El Orden nos larga una payada a lo divino con mo-
damente”. T. XIII, 1851, p. 139. tivo de la petición de los abastecedores para que se les
permita proveer al consumo de comestibles durante el
doctrinas revolucionarias domingo en otras horas que las que un decreto moder-
“Cuando en el uso ordinario del lenguaje políti- no de policía designa, y funda en motivos religiosos la
co nos llamamos pueblo, entendemos una sociedad conveniencia de conservar el actual decreto. [...]
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Asombrará leer en un diario sensato este bati- cogiesen algunas espigas para comer, los judíos
burrillo de palabras sin sentido, si no fuera patri- escandalizados le denunciaron a los infractores
monio y monopolio de los sensatos tal barahúnda. de la rigurosa observancia del día de fiesta, y Je-
Los preceptos morales del Evangelio no son ley de sucristo les respondió lo que todo hombre moral
Estado, ni su observancia atribuciones legislativas, y racional respondería al Orden. «No daña en lo
que pueda invadir la municipalidad. Solo los puri- moral al hombre lo que entra por la boca, sino lo
tanos que poblaron la Nueva Inglaterra cometieron que de ella sale».
error tan craso. Así, pues, el Evangelio está contra la estricta
Lo más notable es que la observancia del do- observancia del quietismo de los judíos, adoptado
mingo no es precepto evangélico sino mosaico, y por los protestantes, y que El Orden supone que es
que Jesucristo se pronunció en ocasión solemne, peculiar a la Inglaterra y a los Estados Unidos, para
clara y terminantemente, y a propósito de co- seguir su antiguo juego de palabras de catolicismo
mestibles, lo que es más gracioso, sobre la cues- cuando le conviene, y cristianismo cuando quiere
tión que hoy ocupa a la municipalidad. Como aprovecharse de las prácticas, costumbres, liberta-
atravesasen sus discípulos un campo sembrado des y progresos de los protestantes”. T. XXIV, 1856,
de trigo, el sábado, que es nuestro domingo, y pp. 181-182.
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Colección Idearios Argentinos
Dominguito I
“DEL VALIENTE Y DEPLORADO CAPITÁN “La caridad se dirige hoy
DOMINGO FIDEL SARMIENTO MUERTO EN
CURUPAYTÍ A LOS VEINTE AÑOS DE EDAD a la educación del hombre,
Escribió en páginas dedicadas a los amigos de
infancia y compañeros de estudios y de armas en aliviando generaciones y no
su cartera combatiendo en Curupaytí: «Morir por
la patria es vivir»”. T. XLV, 1886, p. 129. individuos, creando el bien”.
Dominguito II
“Una mención gratísima debo a los que acom-
pañaron sus restos al panteón, en el más grande,
simpático y espontáneo acompañamiento que haya
precedido por la Vía Apia a los restos de Rivadavia, SERÁ MÁS DURADERA QUE LOS AÑOS
Lavalle, Alsina, San Martín, Avellaneda, guardando BREVES DE SU VIDA.
para la presente generación una hoja siquiera de las RECUERDO DE SUS PADRES.
guirnaldas que depositaron sobre su tumba. MURIÓ A LOS 21 AÑOS EN EL ASALTO DE
¿Díjose tanto, y tan sentido, nunca de un ado- CURUPAYTÍ
lescente? EL 22 DE SEPTIEMBRE DE 1866”. T. XLV, 1866,
¿Y no será disculpable su anciano padre ensorde- p. 131.
cido ya por el fragor de instituciones que se derrum-
ban, perdida la voz a fuerza de predicar en desierto Dominguito III
sesenta años sin tregua, si quiere recoger todavía, al “Nació Domingo Fidel Castro en Santiago de
borde de su propia tumba, los fragmentos del rico Chile el 17 de abril de 1845 y pasando más tarde a
vaso a que pensó trasegar su pensamiento, para que segundas nupcias su madre, de procedencia argen-
continuara la obra otros tantos, y que cayendo de tina, fue por adopción, cambiado su apellido por el
las manos del sacerdote que lo presentaba al pueblo de Sarmiento, que le fue nombrado tutor, a fin de
ante el altar de la patria, se rompió? que nada enfriase los afectos de la nueva familia.
Queda del capitán Sarmiento un busto en már- Por el derecho de la madre era argentino.
mol, obra del cincel romano que si bien conserva la [...] A los tres años de edad y por vía de entrete-
frente cuadrada a lo Víctor Hugo, como el molde nimiento, propúsose su padre enseñarle a leer, ju-
de la inteligencia. Una caña tronchada de istriada gueteando, y como medio de excitar su curiosidad
columna corintia señala en el Panteón de la Reco- e inteligencia que se mostraba despierta y clara a
leta el lugar donde reposan las cenizas, bajo las tan temprana edad. Explicábale cómo los sonidos
siguientes inscripciones epigráficas, labradas por de la voz están representados en letras, e imitando
la piadosa amistad del doctor Nicolás Avellaneda, lo que había visto en Alemania en una escuela, que
presidente de la República y su tutor y amigo: era escribir su nombre un niño dándole el maestro
CAPITÁN D. F. SARMIENTO los sonidos, fónicos componentes intrínsecos de la
ESTUDIANTE, ESCRITOR Y SOLDADO palabra sin nombre de letra, el niño de tres años
EN LA GUERRA DEL PARAGUAY iluminándosele el semblante con los rayos de la in-
LA MEMORIA EN EL CORAZÓN DE LOS teligencia que asomaba a sus ojos: –Papá, dijo, ¿a
QUE LO CONOCIERON que yo escribo Sarmiento? –¿A que no? –A que sí; y
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Domingo Faustino Sarmiento
escribió en la página en blanco de un librito, lo que raras hoy estas mandas, por el miedo y la certidum-
va al frente en facsimile. bre de que, en cualquier tiempo, sean distraídas del
Esta es la copia exacta de aquella suprema evi- fin con que las dejó el donador.
dencia de la concepción del niño a los tres y medio [...] La caridad se dirige a curar el mal en su
años”. T. XLV, 1886, pp. 132-133. raíz, la pobreza, y el crimen en la ignorancia y des-
titución del pueblo de toda la capacidad para pro-
donaciones. Legados ducir, para adquirir, para elevarse. La caridad se
“Nuestros pasados gobiernos revolucionarios dirige hoy a la educación del hombre, aliviando así
urgidos por la necesidad, y nuestros legisladores generaciones y no individuos, creando el bien en
creyendo omnipotente su poder en virtud del prin- lugar de estar luchando con el mal ya producido.
cipio de la soberanía popular que representaban, Las instituciones de beneficencia, pues, re-
dispusieron a su antojo de capitales legados por quieren garantías, y esas garantías deben estar en
particulares a objetos de beneficencia y los aplicaron las Constituciones. Han sentídolo así los pueblos
a las necesidades del Estado, o a objetos menos dig- que comprenden la soberanía popular, y los le-
nos. Quitada así la salvaguarda de esos intereses que gisladores, que en lugar de querer en su nombre
es su inviolabilidad, no solo disiparon el caudal que hacerse los tutores de todos, han cuidado de de-
nos habían legado tres siglos de donaciones, sino clarar lo que a ellos mismos no les es permitido
que secaron la fuente de donde emanaban, siendo hacer”. T. XXIV, 1856, pp. 239-240.
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Echeverría I economía I
“La República Argentina acaba de perder en “¿Quién ignora que la pasada guerra intenta-
don Esteban Echeverría uno de sus más célebres da contra Buenos Aires tuvo por móvil salir del
bardos. El suelo extranjero ha recogido sus restos, caos en que los derechos diferenciales los habían
como los de tantos otros argentinos esclarecidos envuelto, y llenar con las rentas de Buenos Aires
en las armas, en el foro, en la tribuna, o en las le- el vacío de sus endeudadas arcas? Cargáronse de
tras, que han quedado sembrados por la tierra por nuevas deudas más ruinosas que las anteriores,
la desgracia, sin ver abrirse las puertas de la pa- sin obtener otro resultado que hacer imposible
tria que habrían honrado con sus talentos”. T. III, toda operación de crédito que no tenga por base
1851, p. 252. el 24 por ciento, y entregar las aduanas a los usu-
reros en prenda, pues ni el derecho de pagar por
Echeverría II sí mismo les queda”. T. XXVI, 1860, p. 156.
“He encontrado a Echeverría, manso varón,
como es poeta ardiente y apasionado. Su intimi- economía II
dad me ha ahorrado las largas horas de fastidio “La libre navegación de los ríos, las franqui-
de una plaza sitiada [...]. Echeverría, que ha en- cias comerciales, los ríos nuevamente explorados,
galanado la pampa con las escenas de La cautiva, los países recién introducidos en el sistema co-
se ocupa de cuestiones sociales y políticas, sin mercial, son causas acelerantes de este movimien-
desdeñarse de descender a la educación prima- to de expansión del comercio. Hoy no existe país
ria, como digna solicitud del estadista americano. en el mundo cuyo comercio vaya en decadencia;
Alma elevadísima por la contemplación de la na- y esta sola ley general bastaría para convencer
turaleza y la refracción de lo bello, libre además de que en Buenos Aires, si no continuase su pro-
de todas aquellas terrenas ataduras que ligan los gresión ascendente no habrá jamás de descender
hombres a los hechos actuales, y que suelen ser de de las cifras conocidas hoy, y esto bastaría para
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un banquillo de madera de una cuarta de ancho, casas que sonríen al pasante y en villas que el re-
con las piernas colgando sin espaldar en que apo- matador vende en perspectiva sobre pantanos. La
yarse, escribiendo sobre mesas que parecen cons- abundancia de teatros que exceden a la demanda
truidas para atormentar los miembros, y viciar el está revelando el estado de los ánimos.
pulmón; el polvo que levantan los niños al menor En medio de esta reconstrucción que muestra
movimiento sobre la tierra desnuda se insinúa el pulimento de las costumbres y el bienestar ge-
en su garganta; y sus miradas no caen sino sobre neral, el viajero echa de menos, sin embargo, un
muebles viejos, manchados, murallas sucias y ob- paseo público en la ciudad capital y centro de la
jetos nauseabundos por todas partes. ¿Es esta, por riqueza y cultura del país”. T. LI, 1874, p. 279.
ventura, la educación que van a recibir los niños,
en una escuela pública?”. T. XI, 1849, pp. 212-213. educación I
La última noticia que de él he tenido es la que
edilidad y progreso contiene la siguiente carta (carta de Domingo de Oro
“Me complazco en recordar que nuestras ciu- a Sarmiento): «He recibido un ejemplar de su libro
dades y campiñas cambian de aspecto diariamen- Educación popular. El carácter de su Crónica me había
te por la belleza de los edificios, y la arquitectura ya llamado la atención, por su tendencia a traducir
rural por las formas elegantes que el buen gusto en práctica, en hechos, las teorías sobre que no se ha
ha consagrado. El paisaje a lo largo de las grandes cesado de charlar. Me parece que usted la concibió
vías de comunicación, y de las márgenes de nues- como una máquina para empujar a obrar en el senti-
tros grandes ríos, se accidenta con las chimeneas de do de la industria y del movimiento mecánico y ma-
fábricas de reciente establecimiento y todos los sig- terial. Su libro es la máquina de dar el mismo impul-
nos de cultura e industria que recuerdan y repiten so al movimiento intelectual, y diré así, a la industria
las escenas rurales de los países más adelantados. intelectual y moral, que a su tiempo aumentará con
Es esto, en verdad, la obra del país sin acción su fuerza el resorte del movimiento material e in-
directa del gobierno; pero la estadística demuestra dustrial»”. T. III, 1850, p. 81.
que tiene gran influencia en este desarrollo la con-
fianza que inspira la situación en que se produce. educación II
En 1840, el año de los degüellos de Rosas, el “ [...] para el próximo año escolar, a más de la
Departamento Topográfico de Buenos Aires re- continuación y perfección en la lectura, escritura,
gistró únicamente treinta y dos permisos para doctrina cristiana, aritmética y geografía, se aña-
construcción de obras nuevas, mientras que des- dirán el estudio del dibujo y el de la gramática,
de 1827 se venían construyendo de 130 edificios dejando para el tercero los de historia, métodos de
anuales para arriba, y sitiado Buenos Aires en enseñanza mutua y simultánea, que deben com-
1853, se construían quinientos. pletar la instrucción requerida por el decreto del
Los hombres levantan sobre cimientos sólidos gobierno. Sabemos además que, para la enseñan-
la casa para sus hijos, y como los otros seres cons- za de los varios ramos, se han adoptado métodos
tructores, abandonan instintivamente esta solici- lógicos, sencillos y nuevos, que, perfeccionados
tud, cuando carecen de libertad o no sienten que más tarde, pueden ser adoptados en la parte que
el porvenir está seguro para su progenie. Signo merezca la aprobación de quienes corresponda, en
es hoy, pues, de la confianza pública en la soli- los trabajos elementales de educación que debe-
dez de nuestras instituciones y de la libertad de rán redactarse para las escuelas primarias”. T. IV,
que gozan, el empleo considerable de dinero en 1843, p. 223.
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de albañiles, cófrades de una hermandad, que tra- atendida. Si espera desenvolver el espíritu de su
bajaban sin salario, en desempeño de un deber, un alumno por el proceso de la Escuela, ha de prin-
voto, o una creencia; sucediéndose una generación cipiar con los rudimentos e inculcar los principios
a otra, los aprendices a los maestros, hasta dejar so- elementales, en los varios ramos que se propone
bre la tierra un monumento de la inteligencia, de enseñar. Si hago referencia a verdades tan fami-
la belleza, de la audacia y de la elevación del genio liares, es que me propongo aplicarlas al asunto de
del hombre. Los maestros de escuela son en nues- la política civil. Trataré de demostrar con ellas que
tras sociedades modernas esos artífices oscuros a no solo debiera hacer, sino que debe de ser parte
quienes está confiada la obra más grande que los de la educación elemental e instrucción del niño.
hombres puedan ejecutar, a saber: terminar la obra Verdad es que el lugar que el estatuto le asigna
de la civilización del género humano, principiada está en las escuelas superiores. Pero poco habría
desde los tiempos históricos en tal o cual punto de estudiado yo el espíritu de los niños si no hubiese
la tierra, trasmitida de siglo en siglo de unas nacio- sacado en consecuencia que todo maestro respe-
nes a otras, continuada de generación en genera- table está en aptitud de hacer no solo inteligible
ción en una clase de la sociedad, generalizada solo este estudio en muchos de sus principios, sino de
en este último siglo, en algunos pueblos adelan- excitar en el espíritu de los niños algo más que un
tados, a todas las clases y a todos los individuos. simple deseo de adquirir cierto grado de exacti-
El hecho de un pueblo entero, hombres y mujeres, tud en sus recitaciones”. T. XXX, p. 188.
adultos y niños, ricos y pobres, educados o dotados
de los medios de educarse, es nuevo en la tierra; y educación X
aunque todavía imperfecto, vese ya consumado o “El único recurso que nos queda es principiar
en vísperas de serlo, en una escogida porción de los con el niño; hacer de su país, de la paz, del orden y
pueblos cristianos en Europa y América, en países de la política civil asunto y parte de sus pensamien-
desde muy antiguo habitados, y en territorios cuya tos, juicio y afecciones; y a menos que no se haga
cultura data de ayer solamente, para mostrar que la esto durante la niñez, nunca podrá hacerse de una
generalización de la cultura es menos el resultado manera completa y duradera. Ha de tener que pa-
del tiempo, que el esfuerzo de la voluntad, y el mo- sar si no por la enseñanza que dan los propósitos de
vimiento espontáneo y la necesidad de la época. El partido y de sus combinaciones deducir reglas, con
caudal de los conocimientos que posee hoy el hom- lo que tendremos jefes de partido y politicastros;
bre, fruto de siglos de observación de los hechos, pero continuaremos siendo víctimas de la organi-
del estudio de las causas y de la comparación de zación de partidos y nuestros hombres de Estado
unos resultados con otros, es la obra de los sabios: se inclinarán a la política estrecha para que solo son
y esta obra eterna, multíplice, inacabable, está al al- adecuadas las almas pequeñas”. T. XXX, p. 193.
cance de toda la especie. La prensa la hace libro, y “Que ninguno, por tanto, cuando reúna en tor-
el que lee un libro con todos los antecedentes para no suyo su pequeño grupo de jóvenes inmortales
comprenderlo, ese tal sabe tanto como el que lo y recuerde que es copartícipe con ellos, al mismo
escribió, pues este dejó consignado en sus páginas tiempo que maestro, consienta de nuevo en creer
cuanto sabía sobre la materia”. T. XXX, p. 119. que su tarea es molesta o desagradecida. No ha de
quedar en la tierra registro de lo que estáis hacien-
educación IX do. No habrá monumento de bronce o de mármol
“Aprende de ahí a sembrar temprano la semi- que señale el lugar donde reposáis, cuando os lle-
lla. Sabe que para dar fruto debe ser cuidada y gue vuestra última vacación. Pero por toda esta
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nación quedarán registros vivos y monumentos para que, si la destitución la alcanza algún día (y
vivientes del bien que habréis hecho en las almas la alcanzará en épocas tan azarosas como las que
educadas que habréis preparado, cuyo amor a la atravesamos), hallen en la educación dada a todos
libertad avivasteis vosotros, y cuyo poder para un medio de rehacerse y crear nuevas fortunas,
guiar y gobernar a los otros, vosotros con vuestra mientras que sin educación el hijo del rico que ha
influencia y ejemplo ayudasteis a desenvolverse”.
T. XXX, p. 198.
educación XI
“Los esfuerzos que el Congreso ha hecho por
mejorar la educación y difundirla tienden a ali-
gerar estos males, preparando mayor número de
inteligencias para la vida pública; pero el mal no
será extirpado de raíz, sino cuando se adopte un
sistema universal de educación que haga descen-
der hasta las muchedumbres el conocimiento del
mecanismo del gobierno que ellas eligen o des-
truyen, no siempre con conciencia de sus actos”.
T. XXXII, 1869, p. 104.
educación XII
“Al egoísmo personal de los que, por legar a
sus hijos una gran fortuna, se sustraen a la obli-
gación de ayudar a la fundación de un vasto y
duradero sistema de enseñanza, puede recordár-
seles el hecho de que la población de Buenos Aires
desciende de los conquistadores españoles, de los
oidores, de los generales, y notables que fueron
en un tiempo: sin poder hoy distinguir en la mu-
chedumbre ignorante o desvalida cuál es el des-
cendiente de peón o de caballero. Las familias que
a la época de la revolución de la Independencia
eran acaudaladas no son, salvo algunas excepcio- “Con el niño, hacer de su
nes, los millonarios de hoy, sin que haya uno de
estos que esté seguro de que sus bisnietos no naz- país, de la paz, del orden
can en la miseria, cualquiera sea la fortuna que
a sus hijos leguen, no pudiendo amayorazgarlas y de la política civil asunto
para su perpetuación. Fundar hoy un sistema de
educación, que como la religión se ha de perpe- y parte de sus pensamientos,
tuar por su templos, sus sacerdotes, sus capella-
nías, es legar a su progenie un bien duradero, en juicio y afecciones”.
escuelas públicas, en monumentos y propiedades,
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en lo que dicen con aplicación a las escuelas. Los seguiranlos mañana el presidente Santa María,
padres de familia pudientes gastan sumas a veces de Chile, devolviendo la gestión de la Educación
enormes en hacer que sus hijos aprendan a leer y es- a los Distritos Escolares, como lo propuso hacer,
cribir; ninguno deja de educar bien o mal, según sus hace treinta años el presidente Montt, reservando
posibles y los medios que encuentra a su alcance. La solamente a la Nación subvencionar, dirigir y ayu-
contribución está, pues, establecida; es la naturale- dar a los que lo necesiten.
za quien la impone, los deberes del hombre en so- Las escuelas particulares suplen la falta de es-
ciedad quienes la sostienen. Lo que se llama, pues, cuelas públicas. Esto es evidente. Cuando estas
renta de las escuelas es solo la administración en co- dejan de merecer la confianza de los padres, las
mún de estos fondos para su productiva inversión, escuelas particulares aumentan, con los niños que
cuidando de que, con el peso que paga el pudiente retiran los padres de las escuelas públicas, o los
para educar a su hijo, se eduque otro hijo del po- acomodados no mandan.
bre que no puede pagar, y cuyo hijo sin educación [...] Desde que se puso en planta la Ley de Edu-
puede mañana asesinar o robar al hijo educado del cación Común y las escuelas públicas aumentaban
rico”. T. XII, 1854, p. 282. de mil a dos mil alumnos por año, las particulares
no pudieron en cuatro años gozar cuatrocientos
educación. alumnos sobre el término medio. Viene la cuestión
Avances y retrocesos Roca, Pizarro Wilde, Posse y los Siete Mártires
“Vienen en apoyo de las ideas sostenidas en mi Durmientes en Consejo, y tenemos tres mil niños
informe, en 1881 sobre Educación, y combatidas menos en la ciudad que en la campaña, y cuatro
tan torcidamente por el ministro de Instrucción mil alumnos más en escuelas particulares, que en los
Pública, las declaraciones que el presidente Ar- años anteriores. Esas son demostraciones, y no las
thur de los Estados Unidos acaba de hacer ante el figuras de retórica de un Mensaje incipiente, en
Congreso en su primer Mensaje, diciendo: «Mu- materias que obedecen a otras influencias que la
chos de los que ejercen hoy el derecho de sufragio, riqueza, la política y el capricho.
son incapaces de leer los nombres propios del bo- Una última observación para las provincias.
leto que depositan en la urna. Sobre muchos que En 1874 se educaba un niño en casi 20 habitantes;
acaban de salir de las condiciones de la esclavitud pero como han corrido doce años del censo que
han recaído las responsabilidades del ciudadano. servía de base, si no ha aumentado desde 1874 el
He sabido con placer que mucho se ha hecho por número de niños educándose, hay menos alum-
la Legislación local o la generosidad privada, pero nos ahora que entonces, de lo que sea el aumento
a esto debe añadirse la ayuda que como suplemento de la población, que en Buenos Aires es de la mi-
pueda darle el gobierno nacional». tad. Ha retrocedido, pues, la educación en lugar
Esta idea que proclama Mr. Arthur, pidiendo de tenerse siquiera hoy al nivel de lo que estaba
se consagre el producto íntegro de la venta de las en 1874. Y esto seguirá si el Congreso no se aparta
tierras públicas a la educación del pueblo inicia- de la dirección que le ha de querer dar el gobier-
da antes por Garfield, de grata memoria, tuvo su no, perversa a este respecto, por los malos conse-
origen en estas Cámaras mismas, sostenida por el jos de un círculo atrasado. Ya sucede en la Villa
ministro del presidente Sarmiento que produce de San Isidro, que merced al Consejo Escolar no
el proyecto de ley de subvenciones que nos rige. queda UN NIÑO sin asistir a las escuelas comunes,
Siguiendo ahora en ese mismo camino los presi- dotadas de edificios y bien rentadas. Buenos Aires
dentes Garfield y Arthur, en los Estados Unidos, progresará y seguirá desarrollándose la educación,
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que la moneda representante de los valores; y el La limosna que socorre la necesidad del mo-
agente de la nación más mercante del mundo, que mento, sin curar la incapacidad de trabajar, se ha
anda a caza de mercados para sus artefactos, de convertido en ese vasto sistema de escuelas, que
la nación que ha elevado protestas al ministerio cubre hoy los Estados cristianos, y organizándo-
inglés sobre los perjuicios de su comercio en el se en contribuciones para su sostén. La prueba
Plata, ese agente ha permanecido indiferente a to- es que, donde las escuelas abundan, escasean los
dos esto a desastres”. T. XIII, 1842, p. 232. mendigos, porque se ha acudido a la fuente de la
miseria. Pero ni aun la limosna dada al necesitado
educación. Cárceles exonera del deber al patriota de ayudar a la me-
“El Estado no debiera ocupar peón alguno en jora moral, intelectual e industrial de sus conciu-
las obras públicas que se hacen a sus expensas, sin dadanos, como la parte de la humanidad sobre la
darles dos horas de descanso al día para aprender cual debe extender su acción”. T. XII, 1856, p. 35.
a leer. El costo mayor sería de un noveno o un oc- “No es nuestro ánimo insinuar la idea de que
tavo de los salarios. Las cárceles, la penitenciaría la Iglesia católica se ponga como la protestante al
deben ser escuelas. Ya se verían bien castigados frente de la educación. Su misión solo es dirigir
una mujer o un hombre torpes, forzados a apren- el espíritu público, y encaminar los sentimientos
der tres o cuatro lecciones por día con su admi- morales del pueblo, al cielo, por medio de la fru-
nículo de guante. Si aprende, es salvado para la galidad y de la economía en la tierra, y los senti-
sociedad; si no, la cárcel es una verdadera tortura, mientos de caridad de las clases acomodadas que
precisamente porque hace lo que menos les gusta hoy disipan sus erogaciones en monumentos de
hacer”. T. XII, p. 86. arquitectura, dirigirlos a la construcción de esos
otros monumentos más aceptables para la supre-
educación. Caridad. Limosna ma inteligencia, puesto que tienen por objeto res-
“Las ideas cristianas de nuestra época han to- catar almas degradadas que no se muestran he-
mado formas menos suntuosas, pero han penetra- chas a su imagen y semejanza”. T. XII, 1856, p. 36.
do más hondamente en el fondo de la sociedad.
En lugar de afeitar los deslices todos los sábados, educación.
seguros de que han de renacer como la barba, Castigos corporales
porque como ella, son una vegetación natural de “Cuesta hoy persuadirse que la crueldad de
ciertas condiciones de la vida, todos los cristianos los castigos en las escuelas del rey y en las particu-
se han consagrado a extirpar las causas del vicio, lares no era agravada por el carácter de hombres
educando a las poblaciones. violentos, sino que era un sistema de educación,
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no solo tolerado, sino lo que parece hoy inconce- de en medio de tanta iniquidad. En la gradación
bible a los ojos de los hijos de aquellos que fueron de los objetos de veneración para el niño, estaban
niños azotados, martirizados, los padres, las ma- Dios, el maestro y sus padres; para estos, Dios, el
dres, las autoridades públicas, la opinión general maestro y después ellos mismos para apoyar al
prestaban a aquellos actos su sanción y apoyo. Si maestro, cerrando los ojos sobre sus injusticias
un niño recibía veinte azotes en la escuela, estaba y endureciendo sus corazones paternales, si no
seguro de recibir cuarenta más de la robusta mano agravando su crueldad”. T. XXVIII, 1858, p. 191.
de su padre, sin preguntar la causa del castigo y
solo obedeciendo a un sentimiento de moral que educación. Ciencias
le llevaba a corroborar la autoridad del maestro, “Pocos se han dado razón de nuestra profunda
mayor si cabe, en la conciencia pública, que la que ignorancia en todo lo que a los fenómenos natu-
tenía el padre mismo”. T. XXVIII, 1858, p. 189. rales dice relación. Las ciencias físicas han sido
“Un castigo dado a un sujeto de Buenos Ai- descuidadas por nuestros antepasados hasta ha-
res pondrá el colmo a este sistema. N., que ya ha cer este descuido el distintivo de los pueblos espa-
muerto, acusado por el maestro Argerich, de qué ñoles; y sin embargo, las ciencias naturales son el
se yo qué desaguisado, para dar más fuerza a su origen de todos los portentosos descubrimientos
negativa, replicó, como suelen hacerlo los niños: de nuestra época, y de las aplicaciones no menos
“Por esta cruz de Dios que no he hecho tal cosa”. maravillosas que la industria ha hecho de ellos a
“¡Ah pícaro!”, exclamó el maestro, fuera de sí, las artes y a las comodidades de la vida. Quien
echándose sobre él, “¡has jurado! ¡Cocinero, tráe- dice ciencias naturales, dice vapores, ferrocarriles,
me el huevo!”. El cocinero conocía su deber, echó telégrafos eléctricos, máquinas, industria, por la
en la olla hirviendo un huevo, y cuando estuvo en aplicación de los descubrimientos de la química
sazón, lo envolvió en un trapo y lo trajo corrien- y de la mecánica. Todo esto nos falta a nosotros,
do. ¡Era una ascua! El maestro que tenía el niño porque se descuidó el estudio de las ciencias natu-
asegurado entre sus piernas, le apretó la garganta rales”. T. XXVIII, 1853, p. 107.
para que abriese la boca y entrándole el huevo, el
cocinero apretaba las mandíbulas del niño para educación.
que no pudiese abrir la boca, hasta producido el Ciencias naturales
efecto. El infeliz arrojó el huevo con el pellejo de “No es de menos importancia la aplicación de
la lengua y paladar cocidos. Este acto de barba- nuestra juventud al estudio de las ciencias natu-
rie dejó para siempre aleccionado al niño; pero no rales, de estas ciencias que forman así el timbre
motivó reclamo alguno de sus padres, que habrían más glorioso de nuestro siglo, que han creado los
creído deshonrarse quejándose de acto ninguno prodigios de nuestra industria moderna, y que
del maestro. Dábanse a veces quinientos azotes al nuestros padres ignoran aún en sus más simples
día”. T. XXVIII, 1858, p. 190. rudimentos. La Europa debe su engrandecimien-
“¿Eran mejores los niños educados por este to, sus fábricas y sus variados productos a la apli-
sistema? De boca de ellos mismos, ancianos hoy, cación de las ciencias naturales a las artes y a la in-
hemos oído la ratificación de lo que ya sabíamos dustria. La historia natural ha revelado el catálogo
teóricamente. Eran más traviesos, más perversos, de la creación, la química ha revelado los procesos
y lo que parecería inconcebible, vivían tan alegres, que la naturaleza emplea para sus infinitas combi-
o más, que con nuestros blandos y contemplati- naciones, y la mecánica ha tomado de la física las
vos sistemas. Pero un hecho moral se desprende leyes que rigen la materia, y el genio del hombre
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mayor dificultad en imprimir en el alma del niño la Últimamente, debe saber la historia romana, y
idea de leyes y de gobierno humano, como cosa que la de su propio país. Todo esto podrá aprenderlo
le concierne en sus relaciones con los otros y con el en las escuelas primarias donde se enseña de bal-
Estado mismo, que la que se encuentra para hacerle de a los niños pobres”. T. XXVIII, 1853, p. 82.
reverenciar aquellas reglas de vida y conducta que
se le hacen aceptar, porque son reveladas y llegan educación.
hasta él desde una remota antigüedad”. T. XXX, Convivencia. Socialización
1865, p. 190. “Cada corrillo de muchachos imberbes es un
tribunal en que entran pullas y cuchilleos; se está
educación. Contenidos fallando sin apelación del mérito, de la capacidad,
“Un niño debe saber contar, para poder arre- de los defectos o habilidades del profesor que les
glar sus negocios, comprar, vender, cobrar su sa- transmite sus conocimientos, del funcionario en-
lario y para pagar a los que le sirven. cargado de la distribución y economía del trabajo,
Debe saber geografía; esto es, el nombre de su del director a quien el gobierno ha encargado la
pueblo, dónde está situado, a qué república per- gestión general del establecimiento. Toda medida,
tenece, en qué continente se halla situado. Saber, pues, que contraríe a sus gustos, a su pereza, tie-
en fin, qué pueblos habitan la tierra, qué nombres ne que pasar por el tamiz de juicios de niños, o de
tienen, qué ríos los riegan, qué montañas los divi- hombres en la peor edad de la vida para compren-
den, qué forma de gobierno los rige. der la importancia de las cosas. Pero estos malos
Debe saber gramática; esto es, el nombre de hábitos serían sin consecuencia si no tuviesen por
las palabras de que se sirve en la conversación, el esfera de acción un claustro murado, en donde la
modo de usarlas y los vicios en que incurre. vida como el horizonte están limitados al espacio
Debe saber ortografía, o el modo de escribir las que encierran sus murallas. De aquí proviene que
palabras, de manera que todos le entiendan lo que la pasión o el error individual se hacen la pasión y
escribe, y que no haya defectos, ya en las letras, ya el error de todos, luego, por esta peculiaridad de
en la puntuación. nuestro espíritu a dejarse impresionar por los jui-
Debe saber dibujo lineal, que es el arte de repre- cios ajenos, a formar una masa común, un criterio
sentar en el papel una puerta, una casa, un objeto público. Un travieso o un disoluto echa a rodar una
cualquiera, para mandar hacer otro igual si quiere, pulla maliciosa, una observación ofensiva, y luego
o hacerlo él mismo, si aprende alguna profesión. la acoge un círculo, y no tarda en pasar de los unos
A más de todas estas cosas indispensables, a los otros, hasta que contando con el asentimien-
debe saber rezar, para encomendarse a Dios; la to común, los más reflexivos, si no asienten a ello,
doctrina cristiana, para saber ser cristiano católico, consienten en aceptar las consecuencias inevita-
y conocer y profesar la religión de Jesucristo. bles, cuales son el desprestigio paulatino de pro-
Después de adquirir todos estos conocimien- fesores y directores, hasta que sin darse cuenta de
tos, debe saber historia sagrada, que comprende ello, un momento llega en que todo respeto se ha
todos los acontecimientos memorables que tienen disipado, y lo que existe en el ánimo se desliza y se
relación con nuestra religión. Historia antigua, que revela en palabras, gestos, risas desdeñosas, etcéte-
comprende la relación de los sucesos memorables ra”. T. XXVIII, 1853, pp. 151-152.
que han tenido lugar ahora muchos siglos, en al- “Estas pequeñas faltas, efecto de un mal
gunas naciones, como la Caldea, la Asiria, la Per- espíritu, o arraigado, y que es preciso cauterizar,
sia y la Grecia. o naciente que debe contenerse antes que tome
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Sería, pues, un convenio tácito entre el maestro y el y evitando que nazcan. Las costumbres buenas
discípulo: a tal falta que perjudica a todos, tal pena o malas, son pues la policía de la ley. Sucede lo
que sobre todos influye”. T. IV, 1844, p. 232. mismo con el espíritu público; él hace lo que la
ley no puede hacer, porque es la acción de los
educación. sentimientos comunes a una sociedad, manifes-
Costumbres. Moral tándose por actos independientes de la acción gu-
“Pero no solo la instrucción primaria como una bernativa y el signo más característico de nuestra
adquisición contribuye a mejorar las costumbres, época y la glorificación de las ideas cristianas son
elevando el alma por el desarrollo de las facultades esa multitud de asociaciones, de donaciones, de
intelectuales, sino que las escuelas son la única oca- suscripciones, con objeto de promover la mejora
sión que la generalidad de los habitantes de Chile intelectual y moral de las clases inferiores; que
tiene de adquirir hábitos morales. Las costumbres son es lo que distingue a los pueblos más avanza-
la moral práctica, y las costumbres no las da el arte- dos. Hay sociedades en Inglaterra, Estados Uni-
sano o el gañán que no las tiene sino depravadas por dos, Francia, Alemania, para dar educación a los
lo general, ni la mujer vulgar que carece de tiempo, desvalidos, para difundir la Biblia, para enviar
de medios y de moralidad para establecerlas. misiones a países salvajes. Las hay en Inglaterra
Las buenas costumbres en las clases acomoda- para fundar escuelas para los andrajosos (ragged
das las da la casa en que viven, el aseo a que se schools), para la difusión de los conocimientos
habitúan, el sentimiento de la dignidad propia, el útiles por publicaciones periódicas; para escue-
freno de la crítica, el bien parecer y las ideas de las dominicales en que enseñan personalmente
moral y decencia, que son comunes a todas las so- los socios, para escuelas nocturnas, etcétera. Una
ciedades cristianas. sociedad, la de escuelas públicas, ha educado a
¿Qué entendemos por moral? Lo que proviene la ciudad de Nueva York, fundado la educación
de mori, les moeurs, las costumbres, y ¿qué son las común, y hay además sociedades para fomentar
costumbres sino los hábitos? Luego dando buenos la educación de las gentes de color, y en todos
hábitos se arribará a la moral que es el precepto los Estados que forman la Unión Americana, los
teórico. Los hábitos, las costumbres se fundan so- vecinos contribuyen al sostén de las escuelas pú-
bre hechos y requieren un modo de ser particular. blicas en proporción de sus haberes, como que la
No se habituará al aseo, esta moral del cuerpo, instrucción y educación dada a todos es la mejor
quien no tenga camisa que mudarse. La forma- garantía de la conservación de la propiedad y el
ción de las costumbres depende, pues, de hechos germen de todo progreso.
materiales y de la desaparición o atenuación de Todos estos esfuerzos del espíritu público no
dificultades que embarazan el repetir ciertos actos son más que la caridad cristiana ilustrada, obran-
saludables, hasta a adquirir el hábito de obrar bien do en escala más dilatada que la limosna que en-
siempre, es decir, en conformidad al precepto mo- vilece sin atacar el origen de la indigencia. El hos-
ral”. T. XII, 1856, p. 29. pital cura la enfermedad que ha provenido de los
“Al hablar de la moral pública debemos se- desórdenes y abusos de apetitos indisciplinados:
ñalar otro costado por donde flaquea ésta entre la escuela elevando el carácter moral, previene
nosotros. Lo que las costumbres son a las leyes, la incontinencia y los malos hábitos. Un vestido
es el espíritu público para el gobierno de la socie- viejo cubre la desnudez del andrajoso; pero roto
dad. La ley reprime y castiga los delitos; pero las ese vestido, reaparece la desnudez, mientras que
costumbres se anticipan a la ley, previniéndolos la educación de los andrajosos, aunque más lenta
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en sus efectos, acaba por proporcionar al paciente La escuela superior de la parroquia de la Ca-
los medios de vestirse, y romper el hilo de la tra- tedral al Sur, que está actualmente formada y que
dición de miseria de la familia en que ha nacido. puede decirse que va a servir de piedra fundamen-
Es, pues, la educación un capital puesto a interés tal para esta verdadera revolución que va a hacerse
por las generaciones presentes para las futuras”. en el país, está edificada sobre una propiedad de
T. XII, 1856, pp. 29-30. don Juan M. Rosas. [...] Han venido a emplearse to-
das las propiedades del tirano en tan santo objeto,
educación. de manera que esa fortuna formada por las expo-
Departamento de Escuelas liaciones y por la sangre del pueblo venga otra vez
“Cuando llegué el año 55, solicité del gobierno al pueblo en la única manera que podría dársele:
de Buenos Aires, con el mayor ahínco y poniendo que es darle a cada ser su pequeña parte, por míni-
todos los medios posibles para conseguirlo, el hu- ma que sea, del rédito de la propiedad. Así es que
milde puesto de director de las escuelas, nada más la ley tal como queda organizada hoy día, no solo
que esto, nada más arriba de la educación primaria, contribuye al resultado material de proporcionar
porque la educación más arriba la desprecio como fondos, sino que es de una moralidad providen-
medio de civilización, no es un medio, es la educa- cial. [...]”. T. XVIII, 1853, pp. 143-144.
ción primaria la que civiliza y desenvuelve la mo-
ral de los pueblos. Los pueblos de todo el mundo educación.
han tenido siempre ingenieros y doctores, y de que De Rivadavia a Rosas
haya grandes doctores, nada se deduce. Son las es- “[...] Los Estados Unidos ahora treinta años se
cuelas la base de la civilización. encontraron como hoy Buenos Aires, sin leyes ni
Bien; de acuerdo con el señor ministro de Go- organización especial para proveer a la educación.
bierno que me ha precedido en la palabra, le pre- Son los Estados particulares los que han llenado
senté un proyecto de ley para la creación del De- aquel vacío. Para ello han seguido el mismo siste-
partamento de Escuelas, y en todas las reformas ma que propongo, y es destinar a la educación pú-
que el señor ministro creía oportuno introducir blica todas las propiedades del Estado.
para conformar el proyecto con las ideas recibidas Don Bernardino Rivadavia formó un magnífico
entraba, menos en una condición sine qua non, el sistema de educación sostenido por las rentas ordi-
Departamento de Escuelas depende de la Legis- narias y bajo la dirección del Estado.
latura. Naturalmente esto ofrecía grande resisten- Seis años después vino un bloqueo y echó por
cia, porque venía a trastornar las ideas recibidas: tierra aquel edificio fundado sobre arena; y no hay
el señor ministro concibió el objeto de la idea y lo necesidad de atribuirlo a mala voluntad de don Juan
apoyó. Subiendo el actual gobernador de Buenos Manuel Rosas. Este tenía otras cosas de que ocupar-
Aires, el gobierno apoyó también la idea, es decir, se que de los muchachos de escuela; fue la dura ley
la idea más difícil de hacerla aceptable: el Departa- de la necesidad la que lo llevó a economizar el di-
mento de Escuelas dependiendo de la Legislatura. nero empleado en la educación, para consagrarlo a
Pasó a las Cámaras y encontró las resistencias más premiosas necesidades de la situación. Fueron
del sentido común, de las preocupaciones comu- disueltas las escuelas públicas, arrojados los expó-
nes, de las ideas recibidas por todos, y el proyecto sitos, cerrados los hospitales, y la Universidad con-
quedó aplazado. Así es que el Departamento existe vertida en almacenes, porque el Estado no tenía los
de hecho; no hay ley que lo haya creado, sino por el fondos necesarios para atender a estas necesidades
presupuesto, por estas dificultades. [...] de pura beneficencia. [...]”.T. XVIII, 1853, p. 135.
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para vivir, deben en común edificar unas escuela, precisamente porque lo ven no hacerla entrar en
para la comodidad de sus hijos, que como tienen en parte, como uno de los medios de servir a Dios y
su casa un vaso para beber agua, necesitan sus ni- al prójimo”. T. XII, 1856, p. 33.
ños una pizarra para beber conocimientos”. T. XII, “Si la barbarie se perpetúa, si la inmoralidad crece,
1853, p. 281. culpa es de la limitación de los medios de acción pues-
tos en ejercicio para combatirla, y muy grande debe
educación. Efectos sociales ser el fondo moral que existe en el hombre, cuando
“Señores: los ricos pagan con su fortuna entera resiste a este abandono”. T. XII, 1856, p. 34.
y a veces su vida en las revueltas, las invasiones y “Los ejercicios espirituales conmueven profun-
los saqueos, la deuda que no pagaron en pequeña damente el corazón, despiertan los sentimientos
cantidad a los niños, de su barrio, de su pueblo, de morales adormecidos, y avivan por la imagina-
su provincia, educándolos para que amen, respeten ción exaltada las imágenes fúnebres de una con-
y aumenten la propiedad en lugar de destruirla. Es denación eterna. Cierto; pero los ejercicios espiri-
imposible decir cómo obra la educación para mejo- tuales no desarrollan la inteligencia embrutecida
rar la condición del hombre; pero el solo hecho de ya y sin elasticidad, ni cambian la destitución del
ir siempre a la escuela, de obedecer a un maestro, hogar doméstico, causa de la depravación de las
de no poder en ciertas horas abandonarse a sus ins- costumbres, ni enseñan una profesión que dé lo
tintos, y repetir los mismos actos, bastan para do- suficiente para vivir, ni acallan el hambre de los
cilizar y educar a un niño, aunque aprenda poco. hijos de esos matrimonios imprudentes del prole-
Este niño así domesticado no dará una puñalada tario, este fabricante de prole, como la palabra lo
en su vida, y estará menos dispuesto al mal que los dice. La erección de templos, de pináculos y de
otros. Ustedes conocen por experiencia el efecto del estatuas eleva el alma de quien contempla las ma-
corral sobre los animales indómitos. Basta el reu- ravillas de las bellas artes, puestas al servicio de
nirlos para que se amansen al contacto del hombre. una grande idea; pero estas construcciones en que
Un niño no es más que un animal que se educa y se sepultan millones de capitales, fruto del trabajo
dociliza”. T. XXI, 1862, p. 122. de generaciones, hacen desaparecer para siempre
un instrumento de riqueza que habría continuado
educación. reproduciéndose en millones y millones, fecunda-
Ejercicios espirituales do por el trabajo, para alivio de muchas dolencias
“No nos parece aventurado avanzar que el y miserias futuras”. T. XII, 1856, p. 34.
abandono de la instrucción primaria o nacional, y
que esa indiferencia absoluta de las personas más educación.
llenas de sentimientos de hermandad y caridad, Enseñanza de la lectura
proviene en gran manera de la dirección que se da “Las dificultades que para aprender a leer ex-
al deseo de agradar a Dios, y a las manifestaciones perimentan los niños y las entonaciones viciosas
monumentales del espíritu religioso. y las muletas que se les deja tomar son causa de
Creemos también que el sacerdocio malogra, males gravísimos, cuya influencia se extiende a
con daño de la civilización, elementos de difu- toda su vida. Un niño que ha luchado durante
sión de sus doctrinas, y de legítimo poder e in- dos o tres años con una cartilla o un catón; que
fluencia, descuidando esta parte de su ministerio ha padecido seis horas diarias, lastimándose inú-
docente; pues si bien se manifiestan muchos alar- tilmente, sufriendo castigos y reprensiones, toma
mados de toda injerencia suya en la educación, es al fin aversión a la lectura, y un libro es para él
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un recuerdo amargo de las desagradables impre- al nombrar las letras, ya al formar las sílabas. Ob-
siones que el penoso aprendizaje le dejó. Así que serve cualquiera el modo de leer de los niños mal
raros son los niños que con el arte de leer adquie- enseñados, y verá que pronuncian aaa eee iii ooo,
ren el gusto de la lectura y más raros son aún los etcétera, booo, beee, biii. Este es un vicio capital.
que se instruyen por su amor a los libros. Otro Cada letra ha de pronunciarse de golpe a-e-i-o”.
tanto sucede con el tono empalagoso y de leyen- T. XXVIII, 1853, p. 87.
da con que se les habitúa a leer. Un niño que lee “No hay medio que deba economizarse para
así se fastidia a sí mismo y fastidia a los que le conseguir que un niño lea bien y se aficione a la lec-
escuchan, con la desventaja de no comprender lo tura. De lo primero resulta que comprende lo que
que lee y de no interesarse mucho en el asunto”. lee, y lo segundo puede conducirlo a adquirir una
T. XXVIII, 1853, p. 87. grande instrucción, que puede decidir de su suerte
“La perfección de la lectura consiste en imi- futura”. T. XXVIII, 1853, p. 93.
tar tan perfectamente las modulaciones de la “Cuídese el maestro de las distracciones de los
voz que, al oír leer, creamos oír una conversa- niños que se aburren a cada momento. Un niño
ción o un discurso tal como lo hubiera pronun- no aprende, no tanto porque no comprende, sino
ciado de viva voz el autor que lo escribió. Es ver- porque no se fija. Con los niñitos chicos convie-
dad que esto no se consigue sino a la vuelta de ne más enseñarles un rato y dejarlos, y repetir las
muchos años, porque muchos años se necesitan lecciones cortas muchas veces, antes que tenerlos
para aprender a leer perfectamente. Pero toda la largo tiempo contraídos. Pero en todo caso, el
vida de un hombre no basta a corregir los malos maestro no ha de abandonarlos a sí mismos en
hábitos adquiridos en la infancia, y esta parte los principios, porque no harán nada de prove-
puede dirigirla con acierto el maestro, evitando cho. Cuando más puede confiárselos a un niño
con constancia los vicios que al aprender a leer grande y capaz.
se adquieren. En las escuelas en que haya muchos niños, el
Sobre este punto importantísimo y sobre la maestro no ha de consentir que lean a gritos, que
manera de enseñar por el Silabario, me propongo suele ser el prurito de malos maestros. Esta bulla
suministrar a los que ejercen la laudable y penosa no sirve, sino para arraigar todo género de vicios
profesión de enseñar a los niños, los conocimientos en la lectura, y para que no se contraigan los niños
que he adquirido yo mismo en la materia, ya por a trabajar seriamente. Regla general. El niño que lee
mi práctica durante el tiempo que he sido maestro en voz alta y sin equivocarse está repitiendo una
de escuela, ya por la lectura de lo que aconsejan au- lección que ya sabía y por tanto perdiendo tiem-
tores competentes. po”. T. XXVIII, 1853, p. 93.
Lo primero que ha de cuidar el maestro es que “[...] El maestro, en este u otro que supla su
sus discípulos no prolonguen los sonidos, ya sea falta, debe cuidar mucho de la puntuación; pues
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los niños tomando la lectura por una tarea que a la miseria y a la obscuridad. Por el contrario,
desempeñan maquinalmente, aspiran a leer de todos los niños que, por una buena educación
corrido sin pararse en la puntuación, lo que hace primaria adquieran el gusto de leer y el amor a
que no contraigan su inteligencia al sentido de lo los libros y lleguen a instruirse por ellos, serán
que leen. Sobre este punto el maestro debe ser es- deudores a su maestro de la posición que un día
crupulosísimo y mostrarse menos tolerante que lleguen a hacerse entre sus conciudadanos, y si
para con los errores de simple pronunciación de alguna vez aparece un grande hombre, el maestro
las palabras. que lo enseñó, podrá decir lleno de justo orgullo:
Las notas ortográficas, coma, punto y coma, dos yo le puse el silabario en las manos”. T. XXVIII,
puntos, punto final y punto aparte, indican como 1853, p. 94.
todos saben, pausas progresivamente mayores. La
coma indica que el sentido no está completo y el educación. Enseñanza moral
maestro ha de enseñar al niño a subir la voz en la “Martínez de la Rosa ha escrito un librito que
sílaba que le precede inmediatamente, como se dijo contiene muchos adagios, refranes y proverbios;
al leer cada palabra en los principios”. T. XXVIII, pero pienso que esto no vale nada. Las máximas
1853, p. 93. morales no interesan a los niños; lo que les interesa
“Y doy tanta importancia a la perfección en son los cuentos, como este con que principian las
leer, que creo que si esta parte de la enseñanza se Tempranas lecciones de miss Edgeworth, una célebre
mejorara, las luces podrían sin dificultad penetrar autora inglesa, acaso el primer escritor que ha bos-
hasta las aldeas de la República y las nuevas gene- quejado la nueva ciencia de escribir para los niños.
raciones cambiarían de hábito. ¿Por qué no gusta «Había un niñito el cual se llamaba Juan. Tenía pa-
de leer la generalidad? Porque no aprendieron bien dre y madre, los cuales eran muy buenos con él, y
cuando eran niños y después de hombres huyen lo querían mucho, y el niño gustaba de conversar
naturalmente del trabajo y de las dificultades que con ellos. El niño Juanito gustaba de pasearse con
por falta de ejercicio les cuesta la lectura. ¿Por qué ellos y gustaba de estar con ellos. El niño Juanito
se esquivan casi todos de leer en voz alta para que gustaba de hacer lo que le mandaban, y no hacía
otros escuchen? Porque en una población de cua- lo que le mandaban que no hiciese. Cuando su pa-
tro mil almas, es raro encontrar dos personas que dre o su madre le decían: ‘Juanito, cierra la puerta’;
tengan confianza de que leen bien, y no sientan de corría sin detenerse y cerraba la puerta. Cuando le
antemano la vergüenza de cometer a cada paso fal- decían: ‘Juanito, deja ese cuchillo’, Juanito retiraba
tas ridículas. sus manos y no tocaba el cuchillo. Era un niño muy
A los maestros de escuela toca, pues, regenerar obediente».
nuestras costumbres, perfeccionando el medio de He aquí la moral, la novela, el lenguaje y el li-
instrucción que es la lectura. Piensen que la mala bro de los niños: todo lo que salga de este círculo
enseñanza en este ramo perjudica a los niños y les es absurdo, perjudicial; porque crea aversiones
cierra la puerta de la instrucción. Convénzanse que fatales contra una lectura que no comprenden y
a causa de enseñarles mal a leer, no hacen nunca que no les interesa, que vicia su razón y fatiga su
uso de lo que han aprendido; y que si van a colegio, espíritu cerrándoles para siempre el camino de la
todavía allí les estorba para aprender el no saber instrucción y del saber. Todavía no se ha traduci-
leer con perfección”. T. XXVIII, 1853, p. 94. do al castellano un libro de esta naturaleza, salvo
“[...] El mal maestro de escuela ha hecho, pues, los Cuentos a mi hijito y a mi hijita de madama de
malograrse un talento, condenando a su poseedor Renneville”. T. XXVIII, 1842, p. 57.
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entre los cuales predominan, como elementales en descubren el sistema de la organización de las
el castellano, cinco que han recibido con propiedad sílabas, marchando de inducción en inducción,
el nombre de VOCALES, por hacerse por la sola conjeturando un día una cosa, otro otra, hasta
emisión de la voz modificada por diversas abertu- darse cuenta muda de la lectura y de la diversa
ras de la boca, y veinte modificaciones que llevan formación de las sílabas: trabajo es este que se
el nombre de CONSONANTES por ser inexacta o opera en la mente de los niños confusa y lenta-
difícil su emisión, cuando no CONSUENAN con mente, sin que ellos mismos puedan darse cuenta
una vocal. de los medios de que se han servido para salir de
Todos esos sonidos han sido determinados y estas dificultades que nacen a cada página. Pero
representados por signos escritos que se llaman las consecuencias morales de este estudio, en que
letras, y su conjunto abecedario o alfabeto; y no hay clasificación, ni método, ni sucesión, ni
combinándolos entre sí de manera de reproducir nada claro, son más fatales de lo que puede ima-
las diversas articulaciones de la voz humana, se ginarse. Por una asociación necesaria de ideas, los
ha conseguido reconstruir, primero las sílabas, niños cobran un odio eterno a la lectura, por el
elemento perceptible de la palabra, y enseguida recuerdo de las penosas dificultades de ella, y por
y con el auxilio de estas, las palabras mismas, la ninguna aplicación que de su conocimiento se
expresión del pensamiento. La enseñanza de la hace a una cosa nueva para ellos, o que les llame
lectura de un idioma consiste, primero, en conocer la atención. Llevados de un celo indiscreto e in-
los caracteres que representan los sonidos; segundo, tempestivo han hecho de la cartilla un catecismo,
conocer las diversas modificaciones o combinaciones y sus inventores parece que menos se han curado
que un idioma tiene en la organización de sus sílabas; de enseñar en ella a leer que de dar un tratado del
tercero, la manera de reunirse estas para construir la rezo. De aquí nacen todavía nuevas dificultades.
palabra”. T. XXVIII, 1842, p. 29. El niño sabe rezar por lo común, antes de apren-
“¡Cómo aprenden los niños a leer con medios der a leer y por tanto no hay cosa alguna que lla-
tan absurdos e incompletos! Aprenden a fuerza me su atención sobre el sentido de las palabras.
de paciencia, rigores y tiempo de parte de los que El modo de leer es aún un nuevo obstáculo. Es
los enseñan, a fuerza de lágrimas, sufrimientos, y la práctica popular repetir las letras individual-
hastío de parte de ellos; y al fin después de un año mente, y luego la sílaba que forman, y en seguida
de correcciones y dudas, ellos, auxiliados de la me- la palabra y aun una serie de palabras; como en
moria y de su admirable instinto por las analogías, este caso: pe-o-ere por; ele-a la; ese-e se; eñe-a-ele ñal;
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por la señal, etc. Muy ducho ha de ser ya el niño suficiente para desalentar aun a los más interesa-
que llegue a sacar de entre este montón de paja, el dos en aprender a leer. Tan convencido he estado
grano limpio de la verdadera lectura”. T. XXVIII, de algunos años atrás por mi propia experiencia
1842, pp. 32-33. de la imperfección y de las dificultades de este mé-
“Otra de las circunstancias notables de este todo, que apenas supe que el gobierno hacía una
método, y que nace de las ideas dominantes aun reimpresión para distribuir a la milicia, volé a la
en la época de su formación es el predominio del imprenta para ver si aún era tiempo de estorbarlo,
espíritu de sistema del siglo XVIII que llevaba a exponiendo las razones que contra él dejo apunta-
desenvolver una idea abstracta en todas sus con- das. Desgraciadamente habían ya impreso 26 plie-
secuencias posibles, sin curarse de su aplicación gos, y ya era demasiado tarde para que se abando-
práctica a la realidad y a las exigencias del objeto nase obra tan adelantada. Creo, sin embargo, que
a que se aplicaba. Este espíritu de sistema está lle- lo expuesto induzca al gobierno a que se haga una
vado en el método de lectura que analizo con un verificación de los defectos que apunto; porque es-
rigor y una exactitud lógica tales, que al fin llega toy persuadido de que las consecuencias son de tal
a separarse y olvidarse enteramente de su objeto, trascendencia que puede traer gravísimos males el
que es enseñar a leer el castellano; pudiendo, si dejar sin reforma esta parte elemental de la ense-
los usos ortográficos de los diversos idiomas no ñanza”. T. XXVIII, 1842, p. 40.
fuesen tan arbitrarios y los sonidos que represen-
tan tan distintos, aplicarse a cualquier otro idio- educación.
ma, como voy a ponerlo de manifiesto”. T. XXVIII, Libertos y esclavos
1842, pp. 36-37. “El obstáculo presentido para el uso de la liber-
“En establecimientos como las escuelas domi- tad de parte de los libertos es su atraso. Imagínese
nicales, en que las lecciones se suceden con in- que no están tan atrasados como provincias ente-
tervalos tan grandes, como las semanas, en cuyo ras que yo conozco, y que me guardaré de nom-
lapso de tiempo el trabajo corporal absorbe toda brar, en todos nuestros países sudamericanos, por-
la atención, las lecciones deben ser tan claras como que el negro esclavo aquí respiraba por lo menos la
circunscriptas; de manera que el fin a que se apli- atmósfera de civilización, de empresa y progreso
can no sea tan lejano que el trabajo parezca inter- que respiraban sus amos. Los presidiarios ingleses
minable y en el desaliento de arribar a los resul- han fundado las hoy florecientes y cultas colonias
tados, degenere en una tarea forzada en que ni de Australia, y estos mismos negros la pacífica y
la inteligencia ni la voluntad tengan parte. Nada, ordenada Liberia en África. Pero los republicanos
pues, debe haber de inútil ni de exuberante; y del norte saben dónde está el mal, y acuden pron-
como creo haberlo hecho sentir, el método de en- to con el remedio. Han nombrado superintendentes
señanza mutua peca por una difusión empalagosa, de la aid societies en el sur, y estos calculado que
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educación. Maestro
“Después de la batalla de las Leñas, en que los
suyos fueron vencidos, don José de Oro emigró a
San Luis, y fui yo a poco a reunírmele, abandonan-
do la carrera de ingeniero que había principiado.
[...] Fundamos una escuela [...]. El maestro era yo,
el menor de todos, pues tenía quince años; pero ha-
cía dos por lo menos que era hombre, por la forma-
ción del carácter [...]. ¿Por qué rara combinación de independencia, en la generación que nos precedió,
circunstancias mi primer paso en la vida era levan- hasta dejárnosla asegurada. Solo cuando una gran-
tar una escuela, y trazar una población, los mismos de aspiración social se convierte en manía, se logra
conatos que revelan hoy mis escritos sobre Educa- el hacerla hecho, institución, conquista.
ción popular y colonias?”. T. III, 1850, pp. 57-58. Demos aguas corrientes al pueblo, luz a las ciu-
dades, templos al culto, leyes a la sociedad, Cons-
educación. titución a la nación. Todo es necesario y excelente,
Manía sarmientina pero si no damos educación al pueblo, abundante,
“Se ha dicho que la educación es mi manía. Las a manos llenas, la guerra civil devorará al Estado,
manías han hecho del mundo lo que es hoy. Manía el cólera diezmará cada año a las poblaciones, por-
fue la libertad para pueblos que, como el inglés, la que la guerra civil y el cólera son la justicia de Dios
conquistaron en siglos con su sangre; manía fue la que castiga los pecados de los pueblos.
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su pesimismo los que, presintiendo el mal, no han el que hoy tiene México, y no le excedería hoy en
acudido personalmente a hacerlo desaparecer; los mucho como no le exceden Chuquisaca, Caracas,
que vacilan a la entrada y vuelven inmediatamente Quito y Lima, sin los conocimientos especiales im-
la espalda. El estudio de lo que en América se ha portados de afuera, aplicando nuestros sistemas los
hecho cuando se ha tenido la intención decidida de que han elaborado otras naciones y sobre todo los
hacer, y la propia experiencia en materias de ense- Estados Unidos. El doctor don Eduardo Costa en
ñanza, me hacen presentir lo que pudiera hacerse, el discurso que pronunció en Mercedes el sábado
si se quisiese bien”. T. XI, 1849, pp. 294-295. recordó: «que se debe a la propaganda del general
Sarmiento en medio siglo, la solución de otro pro-
educación. blema no menos importante, el favor de que goza
Progreso por Sarmiento la educación, de que da testimonio la inauguración
“En escritos, en discursos, en conversaciones, reciente de cincuenta palacios para escuelas».
yo establecía el hecho demasiado palpable para Moveríale sin duda a recordarlo la omisión de
mí, ignorado por los indiferentes, de que no había un nombre propio como el de un proscripto, en un
escuelas en Buenos Aires, que la educación estaba acto público tan trascendental como la inaugura-
perdida. Maestros de setenta y tres años uno, ción de los palacios para escuelas.
de sesenta y tantos diez, momias de tiempo atrás, El favor de que hoy goza la educación común
en desvanes por escuelas, con seiscientos pesos entre nosotros ha sido propiciado por escritos, le-
al año para material repartible en cien; sin formas yes y actos personales que abrazan en efecto medio
de letra humana, sin métodos, sin posibilidad de siglo, y puede decirse que solo hay edificios de es-
mejora. El mensaje del Gobierno y de la Sociedad de cuelas donde la acción o la influencia del general
Beneficencia, comparando con la reciente época de Sarmiento se ha hecho sentir.
Rosas, entonaba el hosanna de todos los gobiernos [...] Desde el año 1857 que salimos de la inmo-
y los ditirambos de los poetas, que nunca los han vilidad colonial de la instrucción primaria como en
entonado a la mejora real de la sociedad, en lo que México, hemos avanzado mucho, sin acercarnos
a nadie le interesa directamente. Cuando logré sin embargo a la meta, no obstante buenas leves,
contrarrestar esta seguridad candorosa, cuando el cuya acción han entorpecido, paralizado y desvia-
público se persuadió de que las escuelas son otra do las perversiones políticas, la indiferencia o la
cosa que asunto de maestre-escuelas y de muchachos hostilidad de los que gobiernan.
pobres, la frase las escuelas están perdidas se hizo Mucho queda que hacer todavía ya que tenemos
popular, y el santo varón creyó que era yo quien las implantado un sistema, aunque vicioso, expansivo
estaba perdiendo. Ahora no me echarán la culpa a y lento en sus efectos; pero siempre será una gloria
fe. Yo las encontré con 10.910 alumnos en 1857, y para la República Argentina, oponer a las nueve es-
las dejé con 17.479 en 1860, con locales magníficos, cuelas de instrucción primaria de México en ruines
con textos, material y maestros idóneos, y con desvanes de alquiler, las ciento cincuenta en Buenos
una organización que aún requería tiempo para Aires en magníficos palacios. A sus 4.360 inscritos
completarse”. T. XXIX, 1865, p. 15. en julio los 27.639 de la misma fecha nuestros y a su
asistencia media de 1.677 alumnos que hace conver-
educación. Progresos tirse en humo la cifra nominal nuestros 24.389 que
“En 1857, año en que se creó el Departamento muestran la moralidad y aprovechamiento de la en-
de Escuelas en Buenos Aires, el número de alum- señanza, superior a la de Francia y Estados Unidos,
nos en esta capital era el mismo y aun menor que y solo comparable con la de Suecia y Prusia.
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Nuestro sistema de informes, planillas, esta- Jujuy se erigen edificios para escuelas, se dictan le-
dos en blanco, y todo el mecanismo de registros, yes creando rentas para su sostén y se aspira al pre-
es único en la lengua española, pues no hay por mio destinado a la provincia que alcance a presen-
qué excluir a la España misma, y el comisionado tar en el censo de sus escuelas un número de niños
de educación de Washington puede servirse de es- igual al décimo de su población.
tos registros y estados como de los propios de su ¿Cómo explicar este fenómeno?
oficina para levantar la estadística del estado de la ¿Será que un modo de civilización más arraiga-
cultura humana en América. do impide a las dos provincias principales apasio-
Si en un cuadro fotográfico, como se hace con narse por otro más conforme a las aspiraciones de-
frecuencia en los Estados Unidos, se pusiesen, for- mocráticas de que blasonan? ¿O acaso la distancia
mando grupo artístico, los cien edificios suntuosos misma a que se hallan de las costas y los peligros a
de escuelas en el Estado de Buenos Aires, el palacio los que expone la ignorancia armada en bandalaje
del Consejo de Educación en La Plata, modelo de con pretextos políticos incitará a las otras a com-
gusto clásico, y las escuelas Sarmiento de Vene- batirla en su fuente, el pueblo, la mayoría, que la
zuela, Valparaíso, Tucumán, Mendoza, San Juan, destitución y el desierto han vuelto al atraso pri-
habría cómo mostrar a la generación presente el mitivo?
camino que ha hecho una idea nueva, y las formas Si se tiene en cuenta la distribución territorial de
arquitectónicas que ha asumido”. T. XLVII, 1886, los habitantes, habríamos de convenir que estamos
pp. 276-279. condenados a ver crecer la masa de ignorancia, sin
los esfuerzos que ya empiezan a hacerse para com-
educación. batirla. Notóse recién en los Estados Unidos que
Realidad y horizontes las escuelas normales no proveían a la demanda de
“La proporción entre los habitantes y los edu- profesores. En el año se aumentaron cuarenta. No-
candos esta vez parece seguir reglas morales. Las sotros necesitamos una en Tucumán para el Nor-
dos provincias más antiguas y clásicamente civi- te. En Santiago hay un colegio que tiene encargo
lizadas, Buenos Aires y Córdoba, no están, como de proveer de maestros. Acaso convendría en San
debieran, a la cabeza de la difusión de la educación Luis darle esta forma a su casa de educación.
popular. Bajo la influencia del comercio y la vida
moderna de la una, bajo la inspiración religiosa la
otra, ambas hacen poco a favor de los deshereda-
dos de toda cultura. Las cuatro provincias litorales
que gozan de más contacto con el mundo exterior,
no se hacen notables en este sentido por desarrollo “Los que pretenden
positivo alguno, sintiéndose más apasionados los
espíritus por apoderarse del mecanismo del Go- la gloria de llamarse
bierno que por dirigirlo a objetos útiles, tales como
la distribución de la educación y de la tierra entre una Nación deben vivir
las grandes mayorías que no la poseen.
Es en las provincias apartadas del Norte, o en las en el porvenir lejano,
del Oeste, donde la educación del pueblo preocupa
en este momento los ánimos de todos. En San Luis, como en el presente”.
San Juan, Mendoza, Catamarca, Tucumán, Salta y
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Necesitamos trabajar mucho en este sentido. llevaron hasta el crimen, y aun hasta el hábito del
Nuevos miles de niños llegarán a la edad de edu- crimen? ¿Concíbese caridad igual a la que ha fun-
cación cada año, por ahora y por siempre; y si solo dado las Casas de Reforma para niño que prelu-
para recibirlos hubiera escuelas, no progresaría- dian en la carrera del desorden moral, dándoles en
mos por eso. Y mientras tanto ni para ellos basta ellas la instrucción de que carecían, y habituándo-
el aumento anual de alumnos en las escuelas, que los a la práctica del bien?”. T. XII, 1856, p. 33.
debido al interés que se despierta en algunas pro-
vincias, puede calcularse en más de ocho mil este educación.
año. Es preciso hacer todo esfuerzo para que esta Rentas destinadas
oleada ascendente no baje y muestre los abismos “Gruesas sumas deben destinarse de hoy más
de incuria, de egoísmo e imprevisión que están a la educación, del mayor número, si queremos sa-
bajo nuestros pies. lir de este estado que se prolonga de medio siglo a
Los que pretenden la gloria de llamarse una esta parte, y que hace del progreso, de la libertad
Nación deben vivir en el porvenir lejano, como en y de la paz, una piedra de Sísifo, que rueda a los
el presente, más allá de donde alcanzan nuestros abismos, en el instante que creíamos, a fuerza de
ojos. Un país extenso y despoblado, habitado por fatigas, haberla levantado a la cúspide de la mon-
masas ignorantes y desmoralizadas, puede pro- taña. Pero esas sumas no deben salir de las rentas
ducir cierta cantidad de riqueza que contente las ordinarias sin aumentar las contribuciones que han
aspiraciones de algunos, y engendrar la indepen- de sufragarlas.
dencia que produce la ausencia de compresiones Las rentas consagradas a la educación han de
sociales; pero ahí se estará incubando el germen emanar directamente de los contribuyentes, para
de las enfermedades que han de postrarla o ani- ser invertidas por ellos mismos en objeto que reúne
quilarla un día. Con cuarenta millones de habitan- las simpatías de todos. El padre de familia que tie-
tes, con dos mil años de civilización, y la historia ne muchos hijos, ahorrará la mitad de lo que hoy
más rica en acontecimientos, ahí está la Francia paga por educarlos. Así entendida la contribución
sometida al juicio terrible del éxito. Quería liber- especial para la educación, se reduce a administrar
tad y creó despotismos; quiso engrandecimientos en común una erogación que todos los pudientes
y fue cercenada; y hasta hoy no sabe a qué atener- hacen cada uno por su cuenta, y de que aprovecha-
se en formas de gobierno. rán sin recargo los menos favorecidos por la fortu-
¿Por qué hemos de ser más confiados nosotros na”. T. XLIV, 1858, p. 69.
si ponemos menos prudencia, y creemos tener
tanto saber como los que sucumben?”. T. LI, 1872, educación. Responsabilidad
pp. 152-153. de los Estados
“[...] Causas más graves que las que a prime-
educación. Reformatorios ra vista se presentan obstan entre nosotros a la
“La más alta expresión de la caridad cristiana adopción de un sistema previsor, equitativo y útil
es aquella en que, no contentándose con aligerar en materia de educación pública; pero nunca lle-
los males presentes escudriña su origen y va direc- garíamos a los resultados si desde ahora no empe-
tamente a su fuente. ¿Puede concebirse nada más zásemos a prepararlos; pues que cualesquiera que
sublime que la penitenciaría para la rehabilitación sean las resistencias de la incuria o el egoísmo a la
moral, penosa, pero cierta del que malas inclina- educación pública gratuita universal, vamos mar-
ciones, peor educación, y pasiones desenfrenadas chando y a ella arribaremos a despecho de todos
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los obstáculos, por una de esas leyes sencillas de la “Ya es tiempo de que todos nos ocupemos se-
economía del mundo civilizado, que no deja pue- riamente de la mejora de la instrucción primaria,
blos retardatarios o estacionarios por más que se que tanto interés excita en todos los pueblos civi-
persuadan ellos mismos de que les es permitido lizados. Querer que el gobierno lleve por sí solo a
serlo”. T. XII, 1856, p. 251. cabo tan importante como difícil tarea, sin la activa
“Es la educación pública empresa común a cooperación de los ciudadanos, es pretender im-
todos los Estados americanos. Algunos y desgra- posibles; y no se verá a este respecto en Chile, lo
ciadamente entre ellos los de origen español, si se que no se ha visto en parte alguna. La negligencia
exceptúa a Chile, duermen en el reposo de la inac- de los padres de familia que desde que confían sus
ción imprevisora e ignorante que hace de ellos un hijos a un maestro de escuela no se ocupan más de
caos de desorden y de convulsiones estériles; otros saber si adelantan, si aprenden, escaseándoles el
como Massachussets, Nueva York, Pennsylvania, estímulo que la aprobación paternal les proporcio-
están a la cabeza en sus progresos a este respecto, naría, es igual a la de los vecinos en general, que
no ya de la América, sino del mundo civilizado en- rara vez se ocupan de inquirir sobre el estado y
tero; otros, como Maine, Connecticut, Ohio, hacen progresos de la instrucción en las escuelas, aban-
esfuerzos para alcanzarlos; otros, en fin, como Chi- donando absolutamente este cuidado, si lo hay, a
le y California, empiezan a echar las bases de sus las autoridades, que no siempre se conducen me-
instituciones para proveer a esta necesidad supre- jor, por el mismo sentimiento de indiferencia y
ma de que depende el porvenir y la prosperidad casi menosprecio con que el común mira las escue-
del Estado”. T. XII, 1853, pp. 262-263. las. Pero la instrucción primaria es la medida de
la civilización de un pueblo. Donde es incompleta,
educación. Responsabilidad donde yace abandonada, y al alcance de un corto
de los padres número, hay un pueblo semibárbaro, sin luces, sin
“No interesa menos a los padres de familia costumbres, sin industria, sin progresos. Lo con-
cualquiera reforma que en los medios de enseñar trario sucede donde la instrucción primaria llama
se introduzca. Cuanto menos tiempo se requie- la atención de todos, y se hace un interés de primer
ra para completar la instrucción primaria de los orden, no solo para el gobierno que la establece,
niños, menos costosa será esta para sus padres, reglamenta y dirige, sino para cada padre de fa-
pudiendo dedicarlos con provecho a los estudios milia que vigila en el adelanto de sus hijos, y mira
superiores si sus posibles lo permiten o a los que- la escuela de su departamento, o de su parroquia,
haceres domésticos, cuando las facultades no den como una propiedad suya, en cuya buena conser-
para más”. T. XXVIII, 1842, p. 27. vación están interesados el honor del lugar de su
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de la enseñanza de su propio sexo. En Francia el misma le obedece; bástale para conseguirlo llorar
establecimiento de las salas de asilo ha puesto en con tenacidad. Todas las leyes naturales están vio-
ejercicio todos aquellos tesoros de solicitud, de ladas; hollada la justicia a cada paso; subvertido
consagración y de intereses que yacían hasta hace el orden natural de dependencia de lo débil a lo
poco sin empleo en el corazón de las damas que fuerte, del que recibe al que da. Pedid una gota
por su fortuna, su influencia y sus luces tanto bien de gratitud a este corazón, que se ha habituado a
pueden hacer. Las cunas en que se educan y crían creerse el centro adonde converge toda la familia;
los niños de un mes a dieciocho, y las salas de asilo, exigid amistad y benevolencia de esta alma hela-
en que se reúnen los niños de dos a seis años, han da ya por el egoísmo. ¿Cómo limitar los deseos del
debido todo su esplendor a la injerencia directa que pide a su nodriza que detenga un batallón que
dada en su inspección y sostén a las señoras de pasa para oír la música que lo entretiene; el que en
las altas clases de la sociedad”. T. XI, 1849, p. 108. el insensato orgullo de ver ceder todo lo que le ro-
dea, pide otra vez, que le bajen la luna, para tenerla
educación. Salas de asilo ii en sus manos? ¡Y cuáles son los medios usados por
“Las salas de asilo tienden más a preparar la las nodrizas, para acallar aquellos llantos estudia-
educación moral del niño que a su instrucción, sin dos, lenguaje convencional para hacerse obedecer!
descuidar esta última, como medio de invertir el ¿Acaso se empeña en hacerle sentir la fatalidad de
tiempo. La edad de los alumnos de estos estable- las fuerzas naturales independientes de la volun-
cimientos no ha de pasar de siete años ni bajar de tad humana; o que existe un mundo de cosas que
dos. Su objeto es modificar los vicios del carácter, no están sometidas a la voluntad del aya, y por
disciplinar la inteligencia para prepararla a la ins- tanto a la suya; que no puede detenerse la marcha
trucción y empezar a formar hábitos de trabajo, de de un batallón, por ejemplo; que hay principios de
atención, de orden y de sumisión voluntaria. justicia que no deben violarse; que hay deseos que
Es el hombre un ser moral, que menos obra por no deben nacer ni ser satisfechos? No. La nodriza
la reflexión y el sentimiento de la justicia, que por tiene una panacea universal para imponer silencio:
los hábitos contraídos; y estos hábitos vienen des- prometerlo todo para después, y suscitar ideas va-
de la más tierna infancia indicando ya el carácter gas de terror y de superstición, por explicaciones
futuro del adulto. La madre educa al niño en los absurdas, o por seres nocivos a los niños, el diablo,
primeros pasos de la vida. ¿Pero sabe la madre el coco, el mendigo, el perro negro. Este niño tiene
medir las consecuencias de los actos, de las pasio- con tales preparativos que lanzarse en la sociedad
nes, de los gastos, de los hábitos que ella presen- de los otros que fueron niños como él, y su vida
cia, fomenta o hace nacer? La madre pertenecien- entera es una pugna contra todas las resistencias
te a una clase elevada confía de ordinario, con la que encuentra, o un duro aprendizaje que, de des-
lactancia, la primera educación del párvulo a una engaño en desengaño, lo lleva al fin de duro ba-
nodriza de clase inferior. El niño de seis meses de tallar a reconocer que coexisten leyes supremas,
edad siente que él es amo, que su madre adoptiva inatacables, sucesión necesaria de causas y efectos,
lo respeta; llora y acuden a hacerlo callar; quiere voluntades independientes de la suya, derechos
algo, y una servidumbre complaciente se apresura ajenos, justicia, etc. La muerte o las enfermedades
a satisfacer sus deseos. Así la edad en que por su suelen con frecuencia venir a poner coto al excesivo
debilidad estaría el niño condenado a la sujeción abrigo de los vestidos, a la abundancia de alimen-
que imponen las fuerzas superiores, es la edad del tos, a la falta de ejercicios, a los vicios del aire de
poder absoluto. Un niño reina en su casa; su madre los salones, a la violación en fin de todas las leyes
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la ortografía, la geografía y la historia son super- la jurisdicción de las provincias, art. 5, que dice:
fluidades que han de venir en la medida necesa- “Cada provincia dictará por sí una Constitución
ria leyendo mucho, si tal es el gusto que se trata bajo el sistema representativo, que asegure… la
de desenvolver en todos. La verdad es que en las educación primaria”. No es solo por medio de leyes
escuelas públicas se malbarata mucho tiempo en que ha de proveer al sostén de las escuelas, sino
estas adquisiciones que no adquieren sino los que que la Constitución ha de contener declaraciones
reciben otra educación posterior o se dedican a que importen la obligación de sostenerlas.
las letras. En país de italianos, quichuas, france- La ley de subvenciones nacionales requería
ses, guaraníes y españoles es tiempo perdido en que la Legislatura hubiese designado fondos es-
las escuelas primarias el que se invierte en la gra- peciales para el sostén de la educación, ya que las
mática. Los niños deben, pues, aprender a leer en Constituciones provinciales no lo habían hecho,
las escuelas, primero, y después leer de corrido, o los que renuevan sus antiguas constituciones
leer en voz alta para ser oídos con provecho de los declaran que un dos por mil sobre la propiedad
otros, y para oírse a sí mismos, y corregir mental- imponible y un dólar per capita serán destinados a
mente la defectuosa enunciación de lo oído, así la educación primaria.
que por las palabras subsiguientes se aperciben He aquí cómo la facultad de crear impuestos
del recto sentido. para la educación primaria es provincial, recono-
Debe leerse en la escuela lo más notable de cida especialmente en la Constitución Nacional
los escritos, lo más atrayente para ser instructi- misma; puesto que la Nación no puede dictar a
vo, lo más divertido para suplir por medio tan cada provincia Constitución que asegure la edu-
barato y al alcance de todos de entretenimientos, cación primaria; y no es necesario decir que el que
en busca de los cuales van a la pulpería, tras las ejerce una función tiene en sí los medios de ejecu-
ilusiones de la embriaguez, y la codiciosa excita- tarse. Solo la Legislatura impone contribuciones
ción del juego, que hace subir como espumas las de escuelas, solo ella usa de la contribución direc-
pasiones rencorosas, que enceguecen”. T. XLVII, ta para necesidades permanentes. El Congreso no
1886, pp. 270-273. puede limitar esas facultades. “La soberanía de
los Estados –ha dicho Curtis, haciendo la historia
educación. de la Constitución de los Estados Unidos– sería
Subvención impositiva enteramente inconsistente con una facultad en
“La educación primaria, al dar la Constitución el gobierno general de restringir toda su legisla-
Nacional los representantes del pueblo, quedó bajo ción”. T. XLVIII, 1881, pp. 18-19.
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educación.
Supervisión del Estado “Escribir es un arte
“Las escuelas actuales merecen la vigilancia
y atención del gobierno, y eso más se habrá ade- que se adquiere y que no
lantado para entonces que las dificultades serían
conocidas y apreciadas. En todas las provincias se enseña nada; la gramática
encuentran vecinos amantes de la educación, si
bien en corto número, y jóvenes de instrucción su- y la ortografía (...) han
ficiente para informar sobre ellas y estimularlas.
La estadística, los exámenes públicos, la arbitra- de venir en la medida
ción de medios para subsanar los gastos que ella
demanda, la preparación de locales adecuados, necesaria leyendo mucho”.
todo debe preceder a la formación de las escuelas
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que regirán los profesores educados en la Escuela gasto propio, simplemente porque por un error de
Normal”. T. XII, 1856, p. 124. práctica no está pagando visiblemente la instrucción
dada a todos en común en las mejores escuelas de
educación. Vidas ejemplares América. Ya se han visto las consecuencias en el arte
“La educación del pueblo es la primera nece- de enseñar a leer, en escuelas normales. En todo el
sidad de la América del Sur, y entre sus Estados mediodía de Europa de donde nos viene la mayor
hay algunos que han hecho esfuerzos considera- parte de emigrantes no se han construido edificios
bles para difundir la educación en todas las clases. ad hoc de escuelas, aunque se hayan adaptado al
La Vida de Horacio Mann, la relación de sus triunfos objeto de refectorios de conventos vacíos u otros
en Massachusetts, de su dedicación y sacrificios, monumentos que ha dejado la Edad Media, que aún
puesta al alcance de todos, y coronada como fue no se ha cancelado y abiértose nuevos libros, como
por este elocuente testimonio de la gratitud de un entre nosotros”. T. XXXVI, 1888, p. 248.
pueblo, al levantar esta estatua a su benefactor una
tal obra no podría dejar de encontrar imitadores en educación común I
todas partes, como las Vidas de Plutarco han esti- “Pudiendo la educación organizada ser más ba-
mulado hechos heroicos e inspirado nobles actos rata que la particular, encontraría bien pronto en el
en los pechos de la juventud; así como la Vida de concurso de los vecinos medios fáciles de extender
Washington iluminó la oscura senda de Mr. Lincoln su esfera, y ensanchar la limitación actual de la en-
por las selvas; como la de Franklin ha servido de señanza. Si suponemos que los 40 pesos que pagan
ejemplo a tantos de sus ilustres compatriotas para los padres de familia por la educación de sus hijos,
vencer los embarazos que trababan los primeros los oblasen por contribución municipal en favor de
pasos de su carrera”. T. XXX, 1865, p. 47. las escuelas de su parroquia, tendríamos suma ma-
yor que la que a su sostén consagra el erario.
educación argentina Este es el secreto de la educación común, que es
“En Buenos Aires es la preocupación domi- hoy el paladium de la libertad, de la civilización, de
nante, ¡feliz preocupación! difundir la instrucción la moral y del desarrollo de la riqueza de los Es-
primaria. Las aldeas, los pueblecitos nuevos fun- tados modernos. Consiste todo ello en administrar
dan escuelas; las corporaciones fundan escuelas. los dineros que forzosamente gastan los padres de
Siendo obligatoria la educación el Estado la paga familia en educar a sus hijos, de manera que a su
abundantemente. Sus magníficos edificios están sombra se eduquen los hijos de los que carecen de
abiertos a todo el mundo. Maestros y maestras nor- recursos”. T. XLIV, 1856, p. 22.
males derraman la enseñanza, para ambos sexos; y
hoy es un hecho establecido que las escuelas del educación común II
Estado, son superiores a las escuelas particulares y “Nuestro sistema de educación común y aun
puede decirse más, y es que las del Sur de América las escuelas particulares no interesan sino a tres-
son superiores a las del Sur de Europa, digan lo cientos mil habitantes; y aun entre estos, no obs-
que quieran los que tienen más pretensiones de lo- tante residir en una grande y lujosa ciudad como
calismo que instrucción en estas materias. Ha su- Buenos Aires, o en ciudades y villas florecientes de
cedido, sin embargo, que sociedades filantrópicas la campaña, más de un tercio no aprovecha de las
de esta o la otra lengua han creado escuelas parti- ventajas de la educación que ofrecen el sistema de
culares para educar a sus hijos, no obstante haber escuelas comunes o las escuelas particulares que
espléndidas escuelas públicas donde educarlos, sin solo hallan emolumentos en las ciudades.
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educación común IV
“Para que las escuelas sean COMUNES, es ne-
Las escuelas ambulantes son impracticables”. cesario que el cristianismo se enseñe en ellas hasta
T. XLIV, 1877, p. 156. donde es COMÚN a todos los habitantes. Así, está
“La educación común debe ser progresiva siem- prohibido severamente en los Estados Unidos en-
pre; pues la población aumenta anualmente, la ri- señar nada que pase de aquel límite, ni la Biblia
queza crece, la sociedad se civiliza, con los agentes siquiera, y los Estados Unidos merecen fe porque
exteriores que obran sobre ella, y sus miembros me- son hoy sesenta millones de cristianos. La Francia
nos bien preparados, buscan medios de ponerse en con treinta y ocho millones ha mandado por ley
aptitud de gozar sus ventajas. lo mismo, no obstante ser en mayoría católica; la
Si los alumnos de las escuelas no aumentan, si Bélgica católica ha hecho lo mismo.
no acrecen las rentas para su sostén, defectos radi- La Inglaterra, de que es Papa la reina (¡el go-
cales deben estar obrando, y que la ley debe remo- bierno!), tiene su Iglesia Católica (a su manera,
ver una vez conocidos. La ley misma puede haber- bajo el punto de vista inglés) y esa es la religión
los creado, y la experiencia indicar al legislador el del Estado. Los disidentes, que son todas las otras
remedio”. T. XLIV, 1877, p. 161. sectas, incluso el papismo (así llaman al catolicis-
mo romano), tienen cada secta sus escuelas sepa-
educación común III radas, de católicos, anabaptistas, luteranos, etc.,
“Cuesta persuadirse de que no nos será dado etc.”. T. XLVII, 1881, p. 165.
difundir la educación primaria por ser invencible
la resistencia que la masa de barbarie opone; y que educación de la atención
sea peculiar a nuestro sistema de gobierno que el “La dificultad más grande para la educación de
pueblo no se imponga contribuciones para soste- los niños consiste en mantener fija en un objeto su
nerla, o los administradores deban necesariamente voluble y disipada atención. La naturaleza ha pues-
distraer de su objeto las sumas a que a ello consa- to en esta edad tal rapidez en el ánimo para bastar
gra el Congreso. El hecho histórico es que así viene a aprender cuanto necesita para desenvolverse,
sucediendo desde muy atrás. No hemos difundido que en un minuto de tiempo pasa por cien ideas
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las cunas un medio seguro de duplicar la que nace Hay en esto economía y perfección, dos ventajas
en nuestro territorio mismo y se extingue a poco que en manera alguna han de desperdiciarse.
de haber pisado los umbrales de la vida. Pero las Puede juzgarse del grado de civilización de un
salas de asilo tienen un alcance más extenso. La mo- pueblo por la posición social de las mujeres. Entre
ral del niño se forma allí en aquellos patios en que los pueblos salvajes están encargadas del transpor-
reunidos centenares de ellos, bajo la vigilancia ape- te de las tiendas de campaña en las emigraciones
nas necesaria de mujeres inteligentes y solícitas, se de los aduares, y de aliñar las pieles y tejer las tos-
abandonan a la movilidad de su edad, corrigiendo cas telas de que se visten los hombres, recayendo
por la influencia de la masa sobre el individuo, los sobre ellas el cuidado de labrar la tierra si son pue-
vicios de carácter que dejan desenvolver los mi- blos sedentarios. En los pueblos bárbaros del Asia,
mos o la inexperiencia materna, el aislamiento y las mujeres son vendidas en los mercados para
la soledad del hogar doméstico, las propensiones proveer a los goces de los poderosos. La familia
orgánicas, o el abandono, en fin, en que los hijos propiamente dicha no existe sino entre los pueblos
de los pobres quedan, en las horas consagradas al cristianos; y aun entre estos se notan diferencias de
trabajo por las madres. Durante los cuatro años en posición que merecen estudiarse. Cuando habla-
que los niños pueden permanecer en las salas de asi- mos de escuelas públicas dotadas por el Estado, se
lo, y por medios que tienden a desarrollar la inteli- entiende entre nosotros escuelas para hombres; y
gencia, mantener despierta la atención y adornar la transportándonos no más que a principios de ese
memoria, aprenden a leer, escribir, contar y cantar; siglo, aun en las familias poderosas, prevalecía la
pues que el canto auxiliado por ejercicios y movi- costumbre de no enseñar a escribir a las mujeres,
mientos gimnásticos es allí el medio de dar preci- y señoras viven aún a quienes sus padres negaron
sión y agrado a la enseñanza. Por limitado que sea el beneficio de saber leer siquiera. Los colegios de
el aprovechamiento de estos estudios, el niño sale señoras datan en toda la América española de una
para la escuela primaria, educado, moralizado y época reciente, muy posterior a la Independencia.
desembarazado de las dificultades que rodean el Ciudades hay donde aún no existen, y capitales que
aprendizaje de los primeros rudimentos”. T. XI, no han podido sostener los ensayos hechos para su
1849, pp. 19-20. planteación. El único gobierno americano que haya
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provisto con solicitud igual a la educación de am- por ellas, y jamás podrá alterarse la manera de ser
bos sexos, es el de Rivadavia, presidente de la Re- de un pueblo, sin cambiar primero las ideas y há-
pública Argentina en 1824 a 1827, y las institucio- bitos de vida de las mujeres. La prensa de Chile
nes planteadas entonces, por las que las mujeres de ha reproducido la bellísima obra de Aimé Martin,
todas las clases gozaban de una educación regular De la civilización del género humano por las mujeres, y
y sostenida por el erario, han resistido más tenaz- en aquellas páginas inmortales, escritas con el cora-
mente al embate destructor de la reacción acaecida zón, podrán los hombres llamados a influir sobre el
en aquel país que otras al parecer más vitales. Esta- destino de los pueblos americanos encontrar mu-
ba este ramo de la instrucción pública sometido a chas de las causas de su atraso actual. Los franceses
la inspección de la Sociedad de Beneficencia, com- atribuyen con razón a la parte que dan en todos los
puesta de señoras, que correspondieron a su mi- actos de su vida a las mujeres, la civilidad y dulzu-
sión por una larga serie de años con un interés, una ra de costumbres que caracteriza a su nación.
consagración, y aptitudes tales, cuales una corpo- Por lo que a la América española respecta, la
ración de varones no había mostrado jamás. Varias posición de las mujeres es enteramente excepcio-
obras hay que hablan de esta bella institución, y en nal, en cuanto a sus medios de existencia. Tomada
Montevideo obtuve interesantes detalles de mada- la masa de habitantes de una comunidad, se en-
ma Mendeville, presidenta por muchos años de la cuentra que la unidad se compone de mujeres, y
Sociedad de Beneficencia. aun entre nosotros es prevalente la idea que su nú-
En la Península la educación de las mujeres en mero excede al de los varones. En Europa y Esta-
general está en el mismo grado de atraso que en- dos Unidos las fábricas de tejidos, los mostradores,
tre nosotros, y la conciencia pública no le da otra las imprentas y aun la labranza, dan ocupación y
importancia que la de un mero adorno en las cla- medios de producir a esta parte de la población,
ses acomodadas. De la educación de las mujeres que entre nosotros no entra en concurrencia con
depende, sin embargo, la suerte de los Estados; los hombres sino en una mínima escala, para pro-
la civilización se detiene a las puertas del hogar veer las necesidades de la familia; y así también
doméstico cuando ellas no están preparadas para en aquellos países la solicitud del Estado o de la
recibirla. Hay más todavía, las mujeres, en su ca- municipalidad provee indistintamente a la educa-
rácter de madres, esposas, o sirvientes, destruyen ción de ambos sexos. Por todas partes, con raras
la educación que los niños reciben en las escuelas. excepciones, la misma escuela y los mismos maes-
Las costumbres y las preocupaciones se perpetúan tros sirven para la enseñanza de los sexos reunidos
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o separados en asientos diversos. Si la educación sean capaces de estudios, como si su alma fuese de
general de los varones no fuese todavía un desi- otra especie que la de los hombres, como si ellas
deratum entre nosotros, ¿concebiríase en efecto la no tuviesen, como nosotros, una razón para dirigir,
idea de dar instrucción aun elemental a los niños una voluntad que reglar, pasiones que combatir; o
varones y no a las mujeres?, ¿al hermano y no a como si les fuese más fácil desempeñar sus deberes
la hermana?, ¿al que ha de ser el esposo y padre, sin saber nada».”. T. XII, 1856, p. 150.
y no a la que ha de ser esposa y madre? ¿Por qué
perpetuar deliberadamente en el uno la barbarie educación de la mujer V
que quiere destruirse en el otro? ¿Por qué hacer “No se daba tampoco educación pública a las
lo contrario de lo que aconsejaría la naturaleza, mujeres, por no haber escuelas para ellas, si no son
que es instruir a la que ha de ser maestra de ni- las particulares de barrio que se llamaban escue-
ños, puesto que está destinada a ser madre y llevar litas de mujer, y probablemente en algún monas-
con ella los gérmenes de la civilización al hogar terio, para gente rica. La grande obra de Rivada-
doméstico, puesto que ella ha de ser el plantel de via fue crear escuelas municipales para mujeres
una nueva familia por la unión conyugal?”. T. XI, en cada parroquia, como las había ya de hombres
1849, pp. 87-88. de medio siglo antes, y extender unas y otras a la
campaña, con el auxilio de la Sociedad de Benefi-
educación de la mujer IV cencia”. T. XXXVIII, pp. 166-167.
“Por resultado de tan largos años el hombre se
ha vuelto todo inteligencia. La religión, lo bello, educación de la mujer VI
el amor, el patriotismo, sin dejar de ser afecciones “En la historia de nuestro primer Congreso Pe-
sublimes, son racionales, inteligentes, meditadas, y dagógico internacional, que es también el primero
consistiría en ser ateo primero si su razón y sus lu- en la América del Sur, se conservará, con merecida
ces no le enseñaran que existe una causa eterna: no distinción, el nombre de la señora doña Clemen-
le bastan las emociones del corazón; necesita, para tina C. de Alió, que es también la primera dama
que no le empalaguen, que vayan acompañadas que entre nosotros ha subido a la tribuna de los
de la sabrosa razón del pensamiento; la sociedad oradores para demostrar, con el sentimiento que
moderna tiene horror al vacío de la inteligencia, conmueve y con la razón ilustrada que convence,
como se creía que la naturaleza tiene al vacío de la que la redención de la mujer por la educación y
materia. De aquí viene esta profusión de trabajos por el trabajo es la primera y una de las bases más
para mejorar la suerte moral de los rezagados de fundamentales de la educación y de la mejora del
la sociedad: no contento el hombre con su propia pueblo”. T. XLVIII, 1882, p. 97.
elevación, se empeña en elevar a su altura todo lo "La señora de Alió dice, con una precisión y cla-
que le rodea; y no ha faltado quien, sospechando ridad admirables, que la naturaleza le ha dado a la mu-
que los mastines piensan, se haya dedicado a dar- jer una función docente desde que la ha hecho madre; y,
les una educación esmerada. por consiguiente, que se debe educar a la madre, para
[...] El anhelo de mejorar moralmente todo hizo que, a su vez, pueda educar a sus hijos.
bien pronto echar miradas, ya de compasión, ya de Y con estas palabras queda establecido axiomá-
interés, sobre la mujer, y el hombre empezó a du- ticamente que la educación de la mujer es el pri-
dar de la verdad de lo que siglos de opresión, de mer deber y debe ser la primera preocupación del
fuerza y de barbarie le habían enseñado. «Se quiere Estado, porque es, para toda la sociedad, la educa-
que las mujeres, murmuró pesarosamente uno, no ción inicial.
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no pueda pasar, resulta que la instrucción pública, rentas consagradas bona fide a la Educación, si no
aunque gratuita y costeada por el Estado, tiene un se exceptúan algunas, en que la barbarie tradicio-
alto carácter de municipal, o de local, por cuanto el nal y local ha tenido trampas, aun con leyes, para
contribuyente tiene a más de la obligación de pro- pescar dineros públicos a pretexto de educar a sus
veer a la educación pública según la parte de la for- hijos”. T. XLVII, 1881, p. 246.
tuna nacional que está en sus manos, el derecho de
extender la instrucción que ha de beneficiar a sus hi- educación e industrias
jos, vecinos, ciudad o provincia particular, según su “Nadie pues que haya recibido una tolerable
patriotismo y según la importancia que individual- educación ignora las matemáticas, el griego, la bo-
mente o colectivamente con los demás miembros de tánica y la química, lo más alto en las lenguas muer-
una localidad da a la instrucción de sus hijos y de los tas, lo más indispensable en las ciencias de aplica-
de sus vecinos”. T. XI, 1849, pp. 41-42. ción a los usos de la vida, a las artes y a la industria,
que como hemos visto, preludian ya en la que ne-
Educación e impuestos ii cesariamente deben enseñar las escuelas primarias
“La provincia de Buenos Aires como era antes, en Francia, Prusia, Holanda, Inglaterra y Estados
contribuía de Contribución Directa con cerca de Unidos”. T. XII, 1856, p. 64.
un millón de fuertes; y hoy la provincia sola, sin “La cuestión que nos ocupa ha llamado recien-
la capital, aspira a proveer otro tanto. temente la atención en aquel Estado en que flore-
Si el erario nacional, que no puede alimentar- cen las ciencias y se difunde la instrucción a manos
se de contribuciones directas permanentes por llenas para cosecharla después en esas portentosas
prohibirlo la Constitución, hubiere de pagar los creaciones de la industria que harán decir al Ser Su-
maestros con las rentas de aduana, que hoy son premo, como al hacer cada una de las suyas: Et vidi
inferiores por millones al presupuesto y seguirán quod esset bonum”. T. XII, 1856, p. 65.
siéndolo durante largos años, por los enormes
empréstitos contraídos, vendría a perderse ese educación e industrias. Razas
millón de fuertes para la educación en solo la pro- Debemos a nuestra raza la ineptitud industrial
vincia de Buenos Aires, y es preciso reemplazarlo que nos aqueja, pues que no posee la parte de la Es-
con las rentas nacionales, dándole además, como paña que pobló la América mejores medios indus-
a todas las provincias subvenciones, a no ser que triales que nosotros, para dar medios de vivir a su
se dicten leyes de efecto local, lo que está igual- población. Los españoles que emigran a América y
mente prohibido por la Constitución. Argel buscando trabajo, rara vez se les ve practicar
Aun así, como Buenos Aires tiene hoy cincuen-
ta mil alumnos en sus escuelas, y su crecimiento
de población, riqueza e ilustración ha de ir a paso
más rápido que en el resto del territorio, todo lo
que se intente en favor del egoísmo local de aque-
llas será en beneficio neto del egoísmo de los más “Debemos a nuestra raza
ilustrados y más ricos!
La verdad es que la educación de sus hijos de- la ineptitud industrial
ben pagarla inmediatamente los padres; y el Es-
tado difundirla e igualar su distribución a todos; que nos aqueja”.
y que en todas las provincias hay ya suficientes
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artes manuales que por lo general no poseen, con- a los límites topográficos de un país”. T. XII, 1856,
sagrándose al comercio de comestibles, de libros pp. 48-49.
o de menudeo. La estadística comercial muestra “Háblase hoy de guerra entre Oriente y Occi-
que solo veinte artículos manufacturados que no dente, entre un mundo semibárbaro y otro que has-
sean productos preparados, o en bruto, recibe de ta hoy era tenido por muy civilizado. Nada de esto
España el comercio de Chile, mientras que la In- es lo que va a ocurrir luego en el Pacífico. Es esta la
glaterra nos envía para nuestro consumo 373 arte- guerra santa del sistema de escuelas públicas, de esa
factos diversos, producto de otras tantas industrias instrucción primaria de cuya influencia en la industria
distintas; 316 Alemania y 225 la Francia en objetos y la prosperidad, nos andamos inquiriendo todavía
de gusto generalmente. Este hecho dará la medida por estos mundos, preguntando con curiosidad
de lo que nuestra falta de educación embaraza al si un hacha afilada cortará más que otra embota-
desarrollo de la riqueza y al bienestar del común da y mohosa, o si mil inteligencias desenvueltas,
de las gentes”. T. XII, 1856, p. 46. armadas de todos los medios de producir, serán
“¿Sería inútil la educación para los millares de tan eficaces como la de diez palurdos ignorantes,
personas de ambos sexos, que no poseyendo capi- embrutecidos, ebrios, desnudos y sin instrumentos
tal ni habiendo heredado tierras necesitan sin em- para sobreponerse a la materia, domeñarla, some-
bargo, producir objetos que tengan un valor? No terla, sea en forma de tierra, de mares, de vientos,
hemos heredado industrias, y casi estamos conde- de tempestades, de piedras, de metales, de made-
nados a no verlas importadas por industriales ex- ra, e imprimirle formas, expedirla rápidamente por
tranjeros, ya que como lo ha demostrado el censo, medios de locomoción que disputan a los astros la
tan poca población hemos adquirido: ¿cómo en- velocidad y la rectitud de sus trayectos.
tonces se cuenta extender las artes y la industria y Tal es la lucha en que vamos a ser actores, y
dar ocupación a aquella parte de la población que corremos riesgo de ser víctimas. ¿Lucha de razas?
no quiera sujetarse a la condición de gañanes? ¡Miopes! No hay razas que tengan el don exclusi-
Las artes manuales son complemento indispen- vo de dar educación general a sus miembros. Los
sable en la economía interior de los pueblos. La tie- niños de los Estados Unidos nacen, creédnoslo,
rra no desarrolla su superficie con los progresos de tan destituidos de toda instrucción, como nacen
la población; por lo que las campañas y aún más las aquí los de nuestros paletós. Los caracteres de
ciudades, suministran en cada generación un exce- aquella pretendida raza empiezan a desenvolver-
dente de brazos que, no poseyendo tierra ni capital, se desde la edad de cinco años, y el expediente
necesitan adquirir un arte de producir objetos que no es ya un secreto que no pueda comunicarse,
cambiados por dinero den medios de vivir y de porque no lo ocultan, como los emperadores de
adquirir capital. Cuando estos medios artificiales Oriente ocultaban la manera de preparar el fuego
producen solo para vivir se llaman oficios, cuando griego, o Venecia el secreto de sus famosas fábri-
producen capital se llaman industrias. Puede llegar cas de vidrio. Oíd este secreto divulgado de fun-
una época en que ni aun estos medios sean bastantes dar naciones, de hacerlas crecer en medio siglo,
para dar ocupación a la población que aumenta in- como no habían crecido las otras en miles de años,
definidamente, y esto fue lo que indujo a Malthus de templar hombres como el acero de Shesfield,
a considerar como necesario en ciertos países muy para convertirlo en instrumentos contundentes,
avanzados poner trabas al progreso de la pobla- cortantes, punzantes, perforantes.
ción. Teoría tan inhumana venía de un error de Desde luego han cuidado por leyes previsoras
óptica, por circunscribir el observador el horizonte de hacer que la tierra inculta se conserve ilesa de
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todo abuso y accaparement, para que los medios educación en Buenos Aires.
de producción estuvieran a disposición del ma- Escuelas
yor número posible; en seguida previendo que de “No tiene la ciudad de Buenos Aires escuelas,
los pueblos viejos y mal constituidos se despren- porque no ha debido tenerlas, porque no ha habi-
derían los hombres que dispersan por el mundo do razón para tenerlas. Durante el sistema colo-
el deseo de establecerse en mejores condiciones, nial las escuelas eran un accidente de la organiza-
les han reservado un hogar caliente y sin trabas ción social y no una necesidad pública; porque el
para que lo ocupen como ciudadanos. Han mon- gobierno estaba fundado en otra base que la que
tado la máquina política de manera que no haya hoy tiene. Había una monarquía en Europa y de-
gastos de preservación y reparación de averías legados suyos aquí para ejercer la soberanía: por
diarias, y sobre esta base tan sólida han descen- consiguiente, la educación del pueblo no era una
dido a detalles más minuciosos. Como la base de parte integrante del sistema de gobierno.
la prosperidad del Estado es la facultad de pros- Durante la guerra de la Independencia los ha-
perar que posee el mayor número de habitantes, bitantes de este país han corrido a las fronteras y a
han arrebatado a la madre el párvulo a la edad de los extremos de la América a destruir el enemigo
cinco años, y sin distinción de sexo, clase, fortu- que los amenazaba y que era el antiguo sistema
na, porque en esto está el secreto, lo han sometido de gobierno. Por lo tanto no se podían contraer
en tan tierna edad a la blanda y social disciplina los patriotas a formar la base del gobierno futu-
de un DEPARTAMENTO PRIMARIO, de donde ro, cuyos cimientos consolidaban con su sangre,
pasa este algodón apenas cardado, a la ESCUELA porque no tenían sino la intuición, diremos así, de
PRIMARIA”. T. XII, 1856, p. 53. ese gobierno.
“Es más sencillo el medio de promover la pros- Concluida la guerra de la Independencia, se
peridad nacional que nosotros proponemos, y es ha seguido un período de treinta años de guerras
formar el productor, tomando niños, o todos nues- desastrosas en el interior de estos países, guerras
tros actuales seres ineptos para ella, y destructores que no reconocen sino una causa única, la inca-
de los productos y capitales ya creados, para con- pacidad del pueblo para usar de la conquistada
vertirlos en artífices de la prosperidad general. libertad. El principio de la soberanía popular pre-
Así es como la instrucción primaria influye en supuesto por nuestras instituciones, no tenía por
el desarrollo de la prosperidad general”. T. XII, base la voluntad inteligente del pueblo, ¿y todos
1856, p. 55. nuestros desastres y guerras no han demostrado
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popular. Las sociedades modernas vuelven poco a descubierto en tiempo el secreto de sus prosperi-
poco al plan de educación de los pueblos antiguos, dades. ¿No hemos visto a un joven chileno, ape-
dando igual importancia al desenvolvimiento físico nas llegado a Nueva York, mostrar su desdeñoso
del hombre que al desarrollo intelectual. Es el cuer- desprecio, por aquella educación tan somera, tan
po humano una máquina de acción, y un objeto de superficial, de ciento cincuenta colegios que ense-
arte; y la educación gimnástica es indispensable ñan griego, astronomía, física, mecánica, etc., con
para dar a las fuerzas de impulsión o de resistencia los libros que él mismo envidia, con rentas pin-
todo el resorte de que son susceptibles, y al talante, gües, con todos los medios auxiliares, al mismo
toda la gracia artística de los movimientos viriles. tiempo que el geólogo Lyell, educado en la céle-
Por la primera de estas dos adquisiciones se aumen- bre Universidad de Oxford, propone a la Inglate-
ta el poder, la salud, y la facultad de obrar del indi- rra que venga a estudiar las ciencias que no saben
viduo; por la segunda adquiere las exterioridades enseñar Cambridge y Oxford, a la Universidad de
que más ennoblecen al ser humano. Algunos nacen Harvard en Boston, que reputa superior a todas
con las primeras, otros adivinan las segundas; pero las de Europa?”. T. XII, 1856, p. 98.
solo la educación puede generalizar estas aptitudes.
El pórtico de gimnástica es demasiado sencillo, y educación gradual
completo a la vez, para que una gran parte de nues- “Lo que más agrava la dificultad es que no tie-
tras escuelas no puedan con el tiempo ponerlo al nen nada que hacer; y en la época en que la natura-
alcance de sus alumnos, como medio de ejercicios leza pide que estén en mayor movimiento que en
gimnásticos”. T. XI, 1849, p. 293. período alguno de la vida, se les fuerza a conservar
una completa paralización de todas las fuerzas del
educación francesa cuerpo y del espíritu; pero mientras el corazón late
e inglesa y circula la sangre, no es posible suprimir entera-
“Otra de las causas del atraso de estos países mente las manifestaciones de la vida; y sin embar-
es el predominio de la literatura francesa, aven- go, el fuerte trabajo de las leyes de la naturaleza es
turosa, especulativa, sin el contrapeso del senti- segura ocasión de castigos para el maestro, pues si
do práctico y moderado del inglés. Publicistas, para los niños grandes es intolerablemente molesto
diputados, la mayor parte de entre ellos no han estar sentados quietos medio día, en una postura
recibido esta parte de la instrucción primaria, de forzada, con las manos desocupadas, la vista fija
donde resulta que el liberalismo se convierte en al frente, ¿cuánto más no debe serlo para los niños
socialismo, rojismo y todas las necias imitaciones chicos? Esta necesaria subdivisión de niños chicos
de los experimentos de pueblo tan novel en ma- y grandes, de los que apenas deletrean con los que
teria política como la Francia, que ha pasado dos aprenden cosas más avanzadas, es el verdadero
veces en 60 años por el baño ruso de república, escollo de la escuela, y para cuyo remedio todos
imperio, monarquía, y el moderantismo no sabe los sistemas parecen insuficientes. En el mutuo, no
en donde detenerse, desde que los moderados de solo son los niños pequeños los que se distraen de
Francia se extravían por senderos que conducen sus ocupaciones, sino que también los monitores
a la vergüenza y al poder absoluto. La Inglaterra, mismos toman parte en el descarrío; en el simultá-
sin tantas pretensiones, mejor conocida de noso- neo, el maestro subdivide su escuela en clases; pero
tros por su lengua, nos habría enseñado a refor- mientras enseña una, tiene necesidad de abando-
mar osadamente, con la mano del gobierno que es nar otra a sí misma, y los chicos no pueden conte-
creado para eso, y los Estados Unidos nos habrían nerse de meter bulla, y agitarse, aun a trueque de
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En la instrucción fallaba la regla, pues tanto menos Suecia están más adelantadas en este trabajo que
demandará instrucción el que la necesita cuanto los Estados Unidos: estos más que la Francia o la
más ignorante sea; y siendo la instrucción general Inglaterra; pero la Rusia o el despótico Zar hace
fuente de riqueza y de orden, el Estado debe darla mayores esfuerzos que nosotros para difundir la
en la medida elemental, para que el individuo la educación entre sus súbditos.
extienda según su capacidad. [...] La ley de educación común se hizo en Bue-
Los Estados del Norte de América vencieron nos Aires, con el antiguo desorden y falta de plan.
con este elemento a los estados del Sur; que ca- Ahora cincuenta años no recibían educación sino
recían de educación popular para blancos, repo- los hijos de los pudientes de la aristocracia colonial.
sando la sociedad sobre el trabajo de los escla- Cinco escuelas públicas en Buenos Aires bastaban
vos”. T. XXXVIII, 1856, p. 175. para el vulgo de la ciudad, pues la campaña no tenía
ninguna. Hoy que se ha generalizado el bienestar,
educación para la libertad son millares los que del bienestar gozan, y por há-
“Entre las instrucciones de mi gobierno está bito antiguo continúan dando educación en escue-
la de estudiar el sistema de educación pública las particulares, porque de antiguo viene la idea de
que prospera y perpetúa la libertad. Hacer por su que las escuelas públicas son para los pobres.
influencia si no por su política, que la República Hoy son sin embargo, las escuelas públicas para
como institución sea en América sinónimo de de- ricos y pobres, costeadas por la propiedad de todos.
sarrollo próspero e intelectual del pueblo, garantía La ciudad de Buenos Aires el año pasado ha pa-
de la independencia de los gobiernos existentes, y gado muchos millones de pesos del 2 por mil para
prenda de tranquilidad interna y de paz externa, es el sostén de las escuelas. Hasta el año pasado, sin
la noble misión de los Estados Unidos, y cultivar embargo, las escuelas particulares educaban la mi-
con su gobierno los sentimientos de fraternidad tad de los niños que asisten a las escuelas todas; y
que la naturaleza y las instituciones establecen en- como la educación en escuelas particulares es pa-
tre vuestra gran República y la naciente nuestra es gada, es claro que otro tanto y más pagan de contri-
el ardiente deseo de mi gobierno, y honroso y grato bución de educación los padres de familia pudien-
deber. He dicho”. T. XXXIV, 1865, pp. 146-147. tes o acomodados. Así, pues, lo que un vecino paga
por educación a sus hijos en escuelas privadas, es
educación para todos. la contribución que pagó en el dos por mil más el
Faltan escuelas estipendio que le cobra el maestro particular que
“En materia de educación la ley ha negado el suele ser el doble del costo de las escuelas públicas.
cómodo principio de chacun pour soi, sustituyéndo- De estas aberraciones nacen otras que distin-
le el de todo para todos. No entramos aquí a justificar guen a Buenos Aires, y viene al caso hacer notar
la ley. Hoy no se discuten en ningún pueblo civi- aquí la cultura a que esta ciudad ha llegado, la ri-
lizado tales principios. Monarquías o Repúblicas, queza de que dispone, el espíritu público que la
todos los gobiernos están montados sobre la base anima, el deseo de progreso, hacen que se provean
de que la educación ha de ser común para todos; con lujo ciertas necesidades públicas y, lo que es
que todos, los ricos más que los pobres, los que am- más, con exceso de gastos.
bicionan la libertad más que las masas populares, Hay casas monumentales de Bancos provincia-
los que se sienten menos afectados por su priva- les que han costado millones, hay penitenciaría que
ción están personalmente interesados en extirpar puede rivalizar con la primera del mundo, hay tem-
la ignorancia, la pobreza y el crimen. La Rusia, la plos nuevos como Balvanera, Socorro, Concepción,
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Belgrano. Basílicas como la Piedad, teatros Victoria, “En la Revolución francesa se echaron las ba-
Colón, Alegría, Variedades, Ópera; hospitales Resi- ses, diré así, de esta idea: se declaró la instrucción
dencia, Cuna, Aguas Corrientes, etc., NO HAY EDI- gratuita, obligatoria, hace un siglo; y los franceses
FICIOS DE ESCUELAS [...] en la ciudad demócrata no han podido realizar esta idea, sino desde hace
por excelencia. El pueblo soberano paseará sus ca- cuatro o cinco años.
denas bajo las galerías suntuosas de la penitencia- ¿Por qué? Porque la nación en masa, por sus há-
ría a causa de no haber tenido una escuela a donde bitos, se opone, o es indiferente a este movimiento.
concurrir cuando niño. La universidad más adelantada de la tierra está en
Tales fenómenos no se producen al acaso. Francia; pero no es cierto que la Francia sea uno de
Faltan escuelas porque hay una causa mórbida los países más adelantados de la tierra. Allí, ahora
que persiste aún después de radicada la República diez años, la mitad de la población no sabía leer,
y proclamada la igualdad. Interróguese cada uno y mientras que en Alemania, la Alemania entera sa-
pregúntese si quiere con pasión poner los medios bía leer y escribir, y además todo lo que es necesa-
de llenar este vacío, y si guarda silencio, la Histo- rio para el desarrollo de la inteligencia, porque allí
ria está ahí para decirle que no se han construido hay una serie de establecimientos de educación, que
escuelas, sino por impulsión accidental y personal, principian por la educación primaria, que acaban
porque nadie siente la necesidad”. T. XLVII, 1878, por la educación superior, y que abrazan todos los
pp. 65-66. conocimientos requeridos para las necesidades de la
vida. Esta es la gran cuestión que está comprometi-
educación popular i da en este proyecto”. T. XX, 1878, p. 203.
“La gran revolución introducida en la vida so- “Yo supongo que en los colegios particulares, y
cial de los pueblos modernos ha sido no educar a en los colegios nacionales, se van a educar a los jó-
una cierta clase docente en las universidades, sino venes para recibir instrucción sin necesidad de certi-
educar a las masas de los ciudadanos, es decir, al ficado que pruebe que se han educado, porque han
pueblo. Y en este trabajo van muy atrás ciertas na- de ser sus hechos y sus palabras las que muestren
ciones, y muy adelante otras. que son instruidos realmente. ¿Para qué exigir esta
En honor de la humanidad, debe decirse que, clase de pruebas si el juez va a ser el director del co-
la mayor parte de los pueblos civilizados, siguen legio en donde ha estado?”. T. XX, 1878, pp. 211-212.
hacia ese último camino”. T. XX, 1878, p. 203
educación popular ii
“Educación popular. Este libro es aquel que más
estimo. Cada página es el fruto de mi diligencia,
recorriendo ciudades, hablando con hombres pro-
fesionales, reuniendo datos, consultando libros,
“Denme patria donde estados y folletos, mirando y escuchando. [...] La
ciencia y la carrera de la enseñanza primaria me la
me sea dado obrar, he inventado yo, y en despecho de la indiferencia
general, he traído a la América del Sud el progra-
y les prometo convertir ma entero de la educación popular. [...] Denme
patria donde me sea dado obrar, y les prometo
en hechos cada sílaba”. convertir en hechos cada sílaba [...]. En la desmo-
ralización de ideas y de sentimientos obrada por
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educación popular.
Motivación
“Siempre he pensado, y creo haberlo alguna tomar, con el mismo celo que un criollo, la defen-
vez escrito, que el espectáculo de tanta barbarie, sa de nuestra nacionalidad cosmopolita?”. T. XVI,
como la de aquellos llanistas medio desnudos, 1852, p. 67.
desgreñados y sucios, me trajo la idea de la edu-
cación popular como institución política”. T. LI, educación primaria i
1872, p. 127. “[...] Desde entonces, la educación primaria
ha dejado de ser un asunto de poco momento, y
educación popular pensadores célebres, y muchos sabios constitui-
y emigración dos en altas dignidades, no han desdeñado echar
“No acepto, pues, la decidida oposición que profundas miradas de interés sobre los medios de
me ofrece a esa fatalidad que me atribuye. No la difundir las luces, fraguando a la luz de la filoso-
acepto porque no hay oposición. Educación po- fía métodos de enseñanza claros y sencillos que se
pular y emigración europea son mis medios de adapten fácilmente a la limitada comprensión de la
regeneración; y el hecho constante, antiguo y infancia”. T. IV, 1842, p. 194.
permanente, le muestra a usted que es la raza la-
tina la que inmigra a la República Argentina; la educación primaria ii
defensa de Buenos Aires, en gruesos batallones, “Cuando se pide la solución de un problema,
ha pasado revista ante sus ojos de usted las legio- deben darse todos los términos que entran directa
nes que vienen en nuestro apoyo. ¿Sobre qué se- o indirectamente en la proposición. La instrucción
ría su oposición? ¿Acaso querría usted probarme primaria, en su humilde forma, afecta los intereses
contra mi deseo, contra mi congratulación, que sociales, puesto que se nos pide decir, ¿cuál es su
usted no ha debido pisar las playas argentinas y influencia en la moralidad, en la industria y en la
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prosperidad general de las naciones? ¿De cuál otra inglesa acaba en 1846 de fijar por los hechos y la
institución pública podrían esperarse resultados comparación, la cuestión muy debatida sobre si el
tan diversos y de tanta trascendencia? simple acto de aprender a leer y escribir, aunque no
La instrucción primaria, para darle su verdadero se hayan después empleado estos medios para ad-
significado, como la INSTRUCCIÓN NACIONAL, quirir instrucción, basta por sí solo a ejercer alguna
o el grado de educación que tiene o recibe un pueblo influencia sobre el carácter moral de los individuos,
culto para prepararse debidamente al desempeño pronunciándose victoriosamente las cifras por la
de las múltiples funciones de la vida civilizada. afirmación; a causa quizá de la capacidad y fuerza
Mirada la instrucción primaria bajo este aspecto, que con el más débil ejercicio adquieren las facul-
desaparece la aparente antítesis, entre la oscuridad tades mentales, las cuales a su vez obran sobre el
y pequeñez del agente y la omnímoda extensión carácter moral, por aquella misma ley que hace que
que se señala a su influencia. Acaso ha contribuido la humanidad vaya ablandando sus costumbres
aquella clasificación, que parece solo un grado ínfi- y tomando mayor repugnancia a la violencia y al
mo de una jerarquía más alta, a extraviar el patrio- derramamiento de sangre, a medida que se civiliza
tismo de ciudadanos, bajo otros respectos celosos por los progresos de las ciencias”. T. XI, 1849, p. 35.
de la gloria y engrandecimiento de su país; acaso la “Pero a mi juicio no es solo en las cifras de la
indiferencia de las clases acomodadas sobre asunto estadística criminal donde deben buscarse los efec-
que remueve hoy los corazones en todos los países tos moralizadores obrados por la influencia de la
cultos, y es el centro a donde convergen todas las cultura que da al espíritu la adquisición de los pri-
instituciones políticas, ha provenido de creerla ex- meros rudimentos de la instrucción. Cada uno ha
traña a sus familias, a sus intereses, a su atención, podido apercibirse de una práctica que empieza
si no es como una limosna arrojada a desvalidos sin aún entre nosotros mismos y que es ya general en
nombre, y a quienes no nos ligan ni relaciones, ni todos los pueblos civilizados, a saber, la costum-
necesidades, ni contacto indispensable. Los hechos bre de anunciarse en el frente de los edificios, las
que han tenido lugar en diez años dejan sospechar fábricas, almacenes, efectos, libros que contienen,
que hay un malentendido en el espíritu público, con los nombres de abogados, médicos, ingenieros,
un error de concepto en la opinión, que la hace fría y cuantas profesiones y objetos pueden llamar la
espectadora de los esfuerzos iniciados por desen- atención a los pasantes. Esta práctica que de las
volver la instrucción primaria”. T. XII, 1856, p. 11. ciudades europeas y norteamericanas hace un in-
menso cartel, o una minuta de cuanto en ellas se
educación primaria. contiene, supone en el público el conocimiento de
Efectos sociales y morales la lectura, para que los ojos puedan recorrer al paso
“Los datos estadísticos en cuanto al grado de aquellos significativos caracteres. No es posible sin
moralidad adquirida por los que han recibido algu- duda darse una idea de la influencia civilizadora
na educación primaria confirman aún más aquella que tal práctica ejerce sobre la masa popular, sino
idoneidad del espíritu a mejorar la condición del apreciando lo que ignora el hombre que no sabe
individuo por el solo hecho de haber estado en leer, de aquello mismo que lo rodea, y sirviera a sa-
ejercicio. Bastará observar lo que en los ejércitos y tisfacer sus necesidades, a tener noticia de su exis-
en las fábricas se nota, que los que saben leer vis- tencia. Sucede otro tanto con los vestidos. No hay
ten con más aseo, y tienen más orden y método obstáculo mayor para la civilización de la muche-
en todas sus acciones, y una constante aspiración dumbre que el que opone la forma de los vestidos,
a mejorar de condición. La estadística criminal que en nuestros países tienen un carácter especial
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en las clases inferiores de la sociedad, de cuyo uso de vándalos como aquellos campamentos teutones
resulta para los que lo llevan inmovilidad de espí- que amenazaban la Europa y la saquearon en los
ritu, limitación de aspiraciones por lo limitado de siglos que sucedieron a la caída del imperio roma-
las necesidades y hábito inalterable de desaseo y no. No sucede así en los Estados Unidos, donde
perpetuo desaliño. Ahora es un hecho observado la difusión de la lectura ha asimilado la manera
constantemente en las fábricas norteamericanas e de vivir del rico y del pobre. Las casas de unos y
inglesas, en el ejército francés, y pudiera hacerse otros en proporciones distintas tienen sin embargo
entre nosotros la misma observación, que los indi- las mismas formas, iguales materiales entran en su
viduos que saben leer visten de ordinario con más construcción, y el menaje y los utensilios son de la
arreglo y aseo, tienden a adoptar el traje que per- misma clase, aunque de calidades diversas. Las fá-
tenece a las clases superiores que ha llegado a ser bricas de hierro, por ejemplo, proveen de aparatos
hoy el distintivo sine qua non de los pueblos cultos, de cocina a precios distintos según la capacidad y
y adquieren hábitos de limpieza en sus vestidos; necesidades del comprador, a todas las clases de
siguiendo el desenvolvimiento de estas cualidades la sociedad; y los aperos de labranza, los arados,
en la misma escala ascendente en que marcha el las hachas, son suministrados aun a los más remo-
grado de instrucción del individuo. tos campesinos por las fábricas más acreditadas, y
Nótase este resultado sobre todo en los Estados según los modelos más perfectos. De aquí resulta
Unidos, donde la gran mayoría sabe leer, escribir para aquellos Estados, que las fuerzas de produc-
y contar con muy diminutas excepciones. Aquel ción se han decuplicado en comparación de la Eu-
espíritu de progreso no se limita al simple vestir ropa misma, por la razón muy sencilla de que sien-
que desde el más ínfimo leñador hasta el banquero do todos capaces de leer y teniendo el hábito de
es uno mismo en sus formas diversas de paletó, recorrer los diarios, encuentran en ellos los avisos
levita, frac, sobretodo, sin más diferencia que la ca- de cuanto invento útil se hace, la receta de un nue-
lidad de las telas, sino que se extienden a la forma vo proceder en agricultura o en las artes mecánicas,
de las habitaciones, al amueblado, menaje y a los la descripción de una nueva máquina aplicable a
aperos de labranza, y demás utensilios domésti- los usos domésticos, y los precios menores a que
cos. Quien haya estudiado en nuestras campañas pueden obtenerse y con mayor perfección los uten-
la forma del rancho que habitan los paisanos, y aun silios y objetos que les son ya conocidos, de donde
alrededor de nuestras ciudades como Santiago y resulta que los progresos de la civilización, y los
otras los huangualíes de los suburbios, habrá podi- descubrimientos de las ciencias, que en otras par-
do comprender el abismo que separa a sus mora- tes, en Europa mismo, tardan años y años en hacer-
dores de toda idea, de todo instinto y todo medio se populares y aun conocidos, allí se propagan en
civilizador. El huangualí nuestro es la toldería de la un solo año y van hasta las extremidades lejanas de
tribu salvaje fijada en torno de las ciudades espa- los bosques a recibir inmediata aplicación, y pro-
ñolas, encerrando para ellas las mismas amenazas ducir las ventajas en economía de costos y mayor
de depredación y de violencia que aquellas movi- cantidad de productos que se proponen alcanzar.
bles que se clavan temporariamente en nuestras La moralidad se produce en las masas por la
fronteras. A la menor conmoción de la república, a facilidad de obtener medios de subsistencia, por el
la menor oscilación del gobierno, estas inmundas aseo que eleva el sentimiento de la dignidad per-
y estrechas guaridas del hombre degradado por la sonal y por la cultura del espíritu que estorba que
miseria, la estupidez y la falta de intereses y de se entregue a disipaciones innobles y al vicio em-
goces, estarán siempre prontas a vomitar hordas brutecedor de la embriaguez; y el medio seguro,
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traslucir en toda su extensión. Sería una cosa digna procedimientos convertídose en leyes y reglamentos
de una estadística precisa y formada expresamen- vigentes, de una aplicación practicable bajo todas
te para el objeto, la comparación de las fuerzas de las condiciones de localidad, y según cada grado de
una nación, no ya según el número de habitantes civilización y sistema de gobierno de las naciones
que cada una posee, sino según el mayor grado de que los han ensayado”. T. XI, 1849, pp. 36-39.
desenvolvimiento que a sus masas da la educación
recibida. Algunos Estados del norte de América educación productiva
pueden servir de término de comparación, y desa- “La educación común se ha de ligar, pues, en
fiar a este respecto a las naciones que de más cultas Buenos Aires a ramos productivos, a quehaceres
blasonan en la tierra. Compararíase, por ejemplo, inteligentes, y a las profesiones mismas de la vida.
a cuántos millones de hombres corresponden en Digo leer, por abrazar en una sola palabra la idea de
fuerzas morales y productivas veinte millones de instrucción y educación. La educación, además, para
norteamericanos que saben leer, escribir, contar ser distribuida generalmente, ha de estar rentada de
y poseen otros ramos de instrucción, que visten antemano, provista de locales donde haya de darse,
todos frac, llevan reloj, comen carne abundante- de maestros que la propaguen, y todos los buenos
mente, habitan en casas aseadas, ventiladas, pinta- deseos se esterilizarían en presencia de las dificulta-
das, con vidrios, estores y chimeneas; trabajan con des de llevarlos a cabo. En Chile, en catorce años de
arados y hachas de patente; poseen mil máquinas trabajos se ha logrado educar malamente, un niño
caseras para auxiliarse en el trabajo; leen diarios por cada veinte que no reciben educación, resultado
y libros, y tienen hecho votos de no beber licores codiciable para nuestros países; medida lastimosa
espirituosos, y gozan de derechos políticos y ocu- empero de nuestro atraso”. T. XXIII, 1860, p. 170.
pan sus horas de descanso en elegir magistrados; y “He aquí la piedra angular del sistema. Todo lo
por cuántos millones de hombres educados así, po- demás es accesorio, y pertenece a la ciencia admi-
drían trocarse sin pérdida para el Estado 18.000.000 nistrativa de la educación pública. Antes que haya
de individuos que poseía no ha mucho la Francia,
por ejemplo, que jamás han calzado zapatos, que
llevan una blusa de nanquín desgarrada por todo
vestido, que jamás o rara vez han tenido carne
por alimento, que viven en desvanes o guardillas, “La educación común,
no saben leer, y olvidan en la embriaguez y en la
crápula los males que sufren. se ha de ligar, pues,
[...] La mayor dificultad que a la difusión de la
instrucción se opone entre nosotros nace de que no en Buenos Aires a ramos
se quiere bien lo mismo que se desea; de que no hay
convicciones profundas, y de que no se ha sondea- productivos, a quehaceres
do bastante la llaga, ni apreciado suficientemente la
extensión del mal. Cuando aquella convicción naz- inteligentes`, y a las
ca de este estudio, la aplicación del remedio pare-
cerá a todos cosa fácil y hacedera, puesto que nada profesiones mismas
vamos a inventar, nada a crear que no haya sido ya
puesto en práctica en diversos países y dado resul- de la vida”.
tados completos, habiendo todo el mecanismo de
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educación pública
“Educación gratuita no “Desde luego, la educación pública, debemos
decirlo, sin embargo, no es una de las cuestiones
quiere decir que el Estado que más preocupan la atención general, sobre todo
cuando se trata de los elementos primeros que la
haya de sustituirse constituyen y de su difusión por todas las clases de
la sociedad. Durante el sistema colonial español,
al padre de familia”. educaba a sus hijos quien podía, cuidándose poco la
sociedad o el gobierno de ayudar a la educación de
los demás. Después de cuarenta años de indepen-
dencia, se ha deseado mucho en materia de educa-
ción y héchose poquísimo. [...]”. T. XII, 1853, p. 168.
niños por todas partes del territorio de Buenos Ai-
res, por todas partes se necesita leña para quemar educación pública.
ladrillo, madera y palos para construcciones, plan- Función del Estado
tas para cercas, pepineras adonde acuda el propie- “Es el objeto de la injerencia del Estado o la Mu-
tario a proveerse de árboles frutales o de adorno, nicipalidad en la enseñanza pública dar educación
de semillas, modelos, consejos e instrucción. Antes a los niños que, sin su auxilio, no la obtendrían por
que haya niños que reciban lecciones, pueden es- solo la acción y esfuerzo de sus padres, y por acci-
tablecerse lecherías en estos oasis de cultura, para dente hacer más barata y más extensa la de aquellos
que inteligentes inmigrantes ordeñen y domesti- que, pudiendo costearla, no necesitarían de aquella
quen los rebaños de los vecinos propietarios, y aso- intervención. Así lo han establecido los términos ex-
ciarse a ellos industrialmente. Antes de decretar la presos de las leyes sobre instrucción pública de va-
creación de escuelas, es preciso que haya locales, rias naciones, así lo han definido oficialmente minis-
distribuidos a distancias aproximadas para que re- tros sabios, al hacer aplicación de dichas leyes, así lo
ciban los alumnos. Antes que existan las escuelas, entiende en fin el consenso universal de las naciones
ha de haber maderas para techarlas, capitales para civilizadas. Educación gratuita no quiere decir que
sostenerlas”. T. XXIII, 1860, p. 171. el Estado haya de sustituirse al padre de familia, en
el desempeño de un deber que la naturaleza le ha
educación provincial impuesto para con sus hijos, a la par de vestirlos y
“Los colegios provinciales traerían la ventaja de alimentarlos; sino que siendo un mal para la socie-
conservar a los jóvenes el apego a su familia y a dad el que, por la pobreza de los padres, un cierto
la sociedad de los suyos, conservando sus costum- número de niños llegue a la edad adulta, sin haber
bres y sus gustos al nivel de los demás, mejorados recibido la instrucción indispensable para llenar las
gradualmente por la influencia de la instrucción re- funciones sociales, la fortuna de todos acude, por la
cibida. Los costos de la educación en las provincias contribución, en auxilio del padre que se halla impo-
son necesariamente de menos extensión, sin que la sibilitado de educar a sus hijos”. T. XLIV, 1856, p. 14.
enseñanza sea sensiblemente menos perfecta; pues
desde que en las provincias puedan sostenerse educación pública.
casas de educación, volarán de la capital muchos Inmigrantes
jóvenes con suficiente capacidad para el desempe- “[...] Otro riesgo nacional, y no menos inminen-
ño”. T. IV, 1843, p. 213. te, es el que resulta de la inmigración de la industria
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extraña que puede y debe fatalmente aclimatarse traería las consecuencias que siempre acarrea la
entre nosotros. La industria emigra de unas na- inexactitud de los juicios cuando la razón no está
ciones a otras con los individuos que se expatrian suficientemente educada sobre una materia. Los
buscando en suelo extraño mayores ventajas. Un padres de familia, las autoridades municipales,
crecido número de emigrantes de otras naciones los vecinos letrados o influyentes, pueden juzgar
que no sean la española, la única que nos es aná- de la moralidad del maestro, de su puntualidad y
loga en atraso intelectual e incapacidad industrial, diaria asistencia, como de los resultados que estas
traerá por consecuencia forzosa la sustitución de cualidades o las faltas de ellas den en el aprove-
una sociedad a otra, haciendo lentamente descen- chamiento y buena conducta de los niños; pero
der a las últimas condiciones de la sociedad, a los ni aun los delegados de las universidades u otras
que no se hallen preparados por la educación de personas instruidas pueden ser juzgadas absolu-
su capacidad intelectual e industrial, la impulsión tamente competentes para la inspección de la en-
de progreso y la transformación que experimenta- señanza primaria, mientras que a los conocimien-
rá la sociedad; de donde es fácil vaticinar a milla- tos ordinarios no añadan los especiales que hacen
res de padres de familia que hoy disfrutan de una la instrucción y competencia del maestro mismo.
posición social aventajada, la posibilidad de que, Resulta de aquí que el inspector debe pertenecer
con la acción de nuevos hombres y con su mayor a la clase de los institutores, tener sus aptitudes,
capacidad de adquirir, sus hijos en no muy larga haberse ejercitado en la enseñanza, y avanzado a
serie de años desciendan a las últimas clases de la este grado superior de la administración de este
sociedad”. T. XI, 1849, p. 29. ramo de los intereses públicos. Otra circunstan-
cia necesaria de la inspección es que ha de ser lo-
educación pública. cal, diaria, múltiple y suficientemente dotada de
Inspección medios de acción, para que su influencia se haga
“La creación de autoridades especiales que sentir a cada momento. De aquí viene la indispen-
inspeccionen la enseñanza primaria se presen- sable multiplicidad de los agentes inspectores, la
ta de suyo. Es la enseñanza entonces un simple necesidad de crearlos en todos los puntos donde
ramo de administración como el de la fuerza pú- haya escuelas públicas; de establecer un orden je-
blica, el de la justicia, las rentas, todos los cuales rárquico y una centralización que haga de los re-
se esparcen por medio de una cadena de funcio- sultados parciales un solo cuerpo a fin de que las
narios, que tocan todos los extremos del Estado, autoridades directivas del Estado, puedan llevar a
concretándose en grupos y categorías que llegan todos los puntos su vigilancia y su acción.
hasta la cabeza del Estado que impone dirección Adquiere el Estado la obligación de inspeccio-
y movimiento. La inspección de las escuelas per- nar desde el momento en que se reconoce obligado
tenece a aquel género de funciones que, a más de a cuidar de que todos sus miembros reciban en la
entrar en el número de las consejiles a que todo infancia aquella parte de educación, que es indis-
ciudadano está obligado, participa del carácter de pensable por lo menos para que el hombre salga
las profesionales, que requieren aptitudes espe- del estado de naturaleza y se halle apto, por la ad-
ciales de parte de los que las desempeñan. Nada quisición de los conocimientos rudimentales, para
es más lógico, en efecto, que aquel que va a exa- cultivar su inteligencia y satisfacer a las necesida-
minar un establecimiento para juzgar sobre su es- des de la vida civilizada”. T. XI, 1849, p. 65.
tado, tenga las luces profesionales que se supone "Según queda demostrado por todo lo que pre-
tenga el funcionario inspeccionado; lo contrario cede, la inspección de las escuelas constituye una
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educación de sus hijos; pero la sociedad en masa mientras que los gobiernos sudamericanos educan
tiene interés vital en asegurarse de que todos los a los pueblos por la renovación y perfección aproxi-
individuos que han de venir con el tiempo a for- mativa del censo y del catastro, las dos lumbreras
mar la nación, hayan por la educación recibida de toda buena administración, hay algo que puede
en su infancia, preparádose suficientemente para y debe intentarse desde ahora en beneficio de la
desempeñar las funciones sociales a que serán lla- educación pública, si se quiere empezar a cegar el
mados. El poder, la riqueza y la fuerza de una na- abismo que nos aparta irrevocablemente de toda
ción dependen de la capacidad industrial, moral, esperanza racional de asemejarnos a los otros pue-
e intelectual de los individuos que la componen; y blos cristianos, cuyas instituciones democráticas nos
la educación pública no debe tener otro fin que el hemos visto forzados a adoptar, no obstante que
aumentar estas fuerzas de producción, de acción y aquellas suponen pueblo educado en masa, sin dis-
de dirección, aumentando cada vez más el número tinción ni de fortunas ni de clases. La medida previa
de individuos que las posean. La dignidad del Es- a todo otro paso debe ser, en mi concepto, la subdi-
tado, la gloria de una nación no pueden ya cifrar- visión de las ciudades y campañas en distritos de
se, pues, sino en la dignidad de condición de sus escuela. Conocida la demarcación del distrito, están
súbditos; y esta dignidad no puede obtenerse, sino conocidos los contribuyentes que se comprenden
elevando el carácter moral, desarrollando la inteli- bajo sus límites; y entonces congregándolos, hacién-
gencia, y predisponiéndola a la acción ordenada y dolos que se conozcan miembros de una asociación
legítima de todas las facultades del hombre”. T. XI, para la educación común de sus hijos, todas las otras
1849, pp. 27-28. dificultades por vencer se irán presentando y alla-
nando, por nada más que porque son conocidas.
educación pública. Esta asociación puede reunir ya dos de los caracte-
Nuevo derecho ii res que constituyen la base de todo buen sistema de
“Por un convencimiento tácito en unos paí- educación pública, que son adhesión personal del
ses, por una declaración explícita y terminante en padre de familia a la institución, renta local, especial
otros, la educación pública ha quedado constituida y adecuada para su sostén. Cuanto mayor es la in-
en derecho de los gobernados, obligación del go- curia popular, tanto más debe restringírsele la esfera
bierno y necesidad absoluta de la sociedad, reme- de su acción; miopes a quienes es preciso acercar-
diando directamente la autoridad a la negligencia les los objetos cerca de los ojos para que los vean en
de los padres, forzándolos a educar a sus hijos, o su verdadera luz. No hay posibilidad de una renta
proveyendo de medios a los que sin negarse vo- fija, bien y equitativamente distribuida, es verdad;
luntariamente a ello, se encuentran en la imposibi- pero también es cierto que, prorrateándose un cierto
lidad de educar a sus hijos. [...]”.T. XI, 1849, p. 41. número de individuos, puede llegarse a una aproxi-
mativa apreciación de los posibles de cada uno, por
educación pública. Renta aquella valuación instintiva, pero casi segura, que
“Creo muy difícil que entre nosotros se impon- hace siempre la opinión del valor pecuniario de las
ga por lo pronto una contribución general para el personas que le son conocidas. Precisaré un poco
sostén de la instrucción pública, porque no podría más la extensión del distrito escolar para hacer sen-
distribuirse equitativamente, no estando bien expe- tir mejor la oportunidad de su demarcación”. T. XI,
dito el canal por donde las contribuciones directas 1849, p. 60.
han de correr más tarde, ni se conocen ni aprecian “La localidad dividida en distritos de escuela,
debidamente las necesidades de la educación; pero determina el monto de la renta, asegura el cobro, y
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señala la inversión, por cuanto separa nominativa- metódicamente, de cultura silvestre, por lo menos
mente a los contribuyentes en porciones determi- para que auxilie el desarrollo de la población, favo-
nadas y señala y fija el número de niños, sobre los reciendo y beneficiando al pastoreo. Así, pues, en
cuales la renta va a emplearse”. T. XI, 1849, p. 63. una sola ley, pueden combinarse estos resultados:
Cultura de la tierra.
educación religiosa Cultura del ganado.
“Lo mismo sucede ahora. ¿Qué le reprochan al Cultura del hombre”. T. XXIII, 1860, p. 169.
excluido? ¿Qué no quiere enseñanza religiosa en “La educación que ha de darse a un pueblo ha
las escuelas? Su vida entera está en contra de la de ser relativa a las necesidades de su posición. No
invención clerical. Las escuelas de la Nación ve- se educa al pueblo de las campañas entre nosotros,
cina que le encargó organizarlas, no tienen más porque el conocimiento del arte de leer y escribir es
libros religiosos que la Conciencia de un niño y la excusado para cuidar ganado por ejemplo.
Vida de Jesucristo, que él preparó. La inauguración Enséñase el dibujo en Francia, porque el pro-
de edificios de escuelas se hizo bajo su dirección, ductor, en cualquier ramo de industria, el miserable
siempre con bendición religiosa, venciendo la que hace una caja de fósforos, necesita tener un gus-
oposición de dos obispos. Los que hoy son dipu- to exquisito para dar formas bellas y graciosas a to-
tados en Buenos Aires asistieron los jueves desde dos los objetos que salen elaborados de sus manos.
la escuela modelo en cuerpo a la misa de la parro- Enséñase a leer, escribir, geografía y astronomía en
quia durante dos años, y los sábados oyeron las los Estados Unidos, porque hay 2.000 diarios en la
pláticas del párroco en la escuela modelo. ¿En qué Unión, todos sus habitantes tienen negocios, todos
ha cambiado? En observar que el Estado no pue- compran tierras o viajan, y millares surcan los mares
de dar órdenes para que los habitantes vayan a la como pilotos, marineros y capitanes. Enseñaríamos
iglesia a oír misa, ser catequizados o confesarse. a leer en Buenos Aires para despertar la inteligencia
¡Que las hermandades clandestinas que se apode- embrutecida del hombre de los campos; para mo-
ran de los mayores establecimientos de educación ralizarlo por la educación, y contener sus pasiones
acabarán por cerrar la puerta a las niñas del país, indómitas; para asegurar la propiedad, amenazada
que hallaban ya una ocupación honesta y digna por las revueltas, y para generalizar la instrucción
para pasar la vida! práctica que haga volver la industria ganadera de
He ahí el pecado, y lo que va persiguiendo el
proyecto de ley de los monigotes. La religión antes
que la aritmética. La educación debe ser esencial,
fundamentalmente católica; rectificaron religiosa,
vuelven católica”. T. XLVIII, 1883, p. 221. “Enseñaríamos a leer
educación rural en Buenos Aires para
“La base del proyecto de educación común
que propongo, parte del presentimiento de esta despertar la inteligencia
transformación, del examen de las peculiaridades
del país, y de la necesidad de asegurar desde aho- embrutecida del hombre
ra la suerte de las poblaciones rurales, la mejora
del pastoreo actual, acelerando la época en que la de los campos”.
desnudez primitiva de la tierra haya de cubrirse
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Mas necesitamos completar el cuadro que veni- gobierno, los particulares llenos de filantropía la
mos trazando, apelando siempre al testimonio de impulsen con todas sus fuerzas, cuidando por
los documentos públicos, y a la estadística, cuyas medio de asociaciones de que corresponda en
cifras son irrecusables. (Se refiere al censo de 1869, sus resultados a sus sanguíneas expectaciones”.
sobre la memoria de Instrucción Pública presenta- T. XII, 1856, p. 114.
da al Congreso en 1875)”. T. XLVIII, 1883, p. 155. “A falta de estímulos que obren directamente
en el común de los hombres, se deja sentir el espí-
educación transformadora ritu público de aquellos que con ciencia de los in-
“La educación primaria es hoy una doctrina, tereses de la sociedad, ¿podrían filantrópicamente
de cuya propagación depende la regeneración de proveer la difusión de la instrucción primaria en
la América, la salvación de Chile, su riqueza, su li- todas las clases de la sociedad, llamando, compe-
bertad, su porvenir, y esta doctrina encuentra ya liendo a la participación de los bienes cuya im-
obreros celosos que la pongan en práctica, y a cuya portancia no conocen aún? ¿Puede prometerse la
realización consagren su vida”. T. XII, 1856, p. 190. sociedad esta solícita cooperación de sus propios
miembros, más que de la acción de los gobiernos
educación y cambio a crear en todas partes cuando hay en instrucción
“El rápido desarrollo de las ciencias, las con- de utilidad pública?”. T. XII, 1856, p. 114.
vulsiones políticas las han removido desde me-
diados del siglo pasado, el choque de las nuevas educación y catolicismo
doctrinas y más que todo esto los intereses in- “Desde anteayer se corría un papel que suscri-
dustriales que han puesto en actividad la inteli- bían los señores Goyena, Estrada, Lamarca, Nava-
gencia, aplicándola a objetos de interés positivo, rro Viola, canónigo Piñero, padre Magendi, etc.,
son los poderosos móviles que han ayudado a la para que el soberano Congreso aquel declare que:
difusión de las luces en aquellos países; y hacer «La educación común es esencialmente católica».
de la educación primaria en todas las clases una Parecíales a aquellos predicadores que no ha-
necesidad, por su aplicación inmediata a los inte- bía más que encontrar un Congreso cualquiera
reses de la vida, y el tono general de la sociedad para reproducir los discursos que han traído los
en que se mueven. Los principios democráticos últimos diarios de Francia, como producidos en el
que se insinúan en todas las instituciones euro- Senado francés, por Jules Simon, sosteniendo que
peas, el espíritu de proselitismo de los partidos en la ley de educación primaria debe ordenarse
y la actividad de la prensa, que diariamente tra- que se enseñe a los niños a amar a Dios y a la pa-
baja atrayéndolo en diversos sentidos, han hecho tria, enmienda que rechazó la Cámara de Dipu-
por fin que las leyes fomenten la educación pú- tados; volvió al Senado, y el Senado la abandona
blica, y que no satisfechos con los esfuerzos del esta vez.
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Traen al Congreso Pedagógico este debate los presuponen, un pobrísimo caudal para medrar
que intentan formar un partido que allá se lla- en las varias especulaciones mercantiles. Por el
ma clerical, y aquí no querrá aceptar ese nombre, contrario, la escuela es la verdadera nodriza del
ni el de ultramontano, contentándose con que en comerciante. Una forma de letra irreprochable, la
país católico se les llame los católicos, como otros teneduría de libros, la aritmética, la geografía, la
consienten en llamar pícaros, retrógrados, malos, estadística y la secuela comercial, he ahí toda la
traidores a sus adversarios, para que se les crea a preparación con que la sagacidad, la economía y
ellos los buenos, los ilustrados, los patriotas. Llá- la capacidad personal entran en la liza. Ni perga-
mennos los libertinos como en 1826". T. XLVIII, minos, ni nacionalidad, ni ideas políticas, dan en
1882, p. 89. sus filas preferencia. El comercio y no las minas
“La razón es sencilla. Las rentas públicas, con- es el verdadero nivelador de las clases en Chile.
tribuidas por todos los habitantes, NO SON CA- Un bodegón miserable, el escritorio del humilde
TÓLICAS, y es simplemente dar a cada uno lo que dependiente, la pacotilla del inmigrante, están de
le pertenece hacer que se empleen en beneficio de ordinario en el prólogo de los libros de negocio de
todos y cada uno de los contribuyentes. nuestras más fuertes casas de comercio. Principiad
¿Por qué se aprovecharían del sudor de cien por el falte, pasad al baratillero y de este al tende-
protestantes o de mil no creyentes, los cien mil ca- ro y a la casa almacén hasta las más encumbradas
tólicos restantes? categorías, y encontraréis las diversas gradaciones
¿Porque son mayoría? de una misma familia, o más bien la fortuna en di-
¡Tiranuelos, perseguidores! ¡Siempre hay una versos grados, adquirida sin otra preparación que
cuestión de expoliación y de opresión a los débiles la de la escuela común. El labrador es una planta
en las pretendidas cuestiones religiosas! vegetativa, cuando no posee sino un pequeño es-
Las Constituciones humanas se han dictado pacio de terreno; el minero es un jugador grueso
para defender y asegurar los derechos del menor en el juego del alcance de la riqueza. La mayoría
número, de los que no gobiernan, y la Constitu- es pobre y está cargada de deudas, mientras que
ción argentina dejó de ser exclusiva, católica, des- unos cuantos han atesorado cientos de miles. El
de que se abrieron cinco templos en Buenos Aires
a cultos distintos, y se aseguró a todos los habitan-
tes presentes y futuros la libertad de conciencia”.
T. XLVIII, 1882, p. 91.
“Si las escuelas públicas son declaradas cató-
licas, todos los padres que profesen otros cultos “Si las escuelas públicas
retirarán de ellas a sus hijos, con pleno derecho”.
T. XLVIII, 1882, p. 92. son declaradas católicas,
educación y comercio todos los padres que profesen
“Es el comercio en todas partes el campo en
que se ejercita el talento, la actividad y el buen otros cultos retirarán de ellas a
sentido del hombre, premunido de dotes y cono-
cimientos que no entran en las clasificaciones de sus hijos, con pleno derecho”.
una educación clásica. Un abogado, un médico,
un literato llevan con estos títulos y la ciencia que
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comerciante llena el espacio entre el que vegeta y costeando y manteniendo el culto. La fe debe ser
el que marcha a grandes saltos. Su negocio princi- inteligente para que dé en lugar de estúpidos de-
pia por cien pesos, y estos cien pesos le dan de que votos hombres morales, y para que el ciudadano
vivir, con la esperanza de acumular una fortuna ejerza sus derechos en vez de ser instrumento cie-
andando el tiempo”. T. XII, 1856, pp. 43-44. go y mudo de intenciones ajenas, es preciso que
goce de cierto grado de instrucción a que no pue-
educación y constitución de llegar sino a merced de la capacidad de apren-
“Esta es una de las más bellas prescripciones der por medio de la lectura.
de la Constitución, y con la que se ha puesto de También sobre este objeto están preparándo-
un golpe a la altura de su época. Los estadistas se proyectos de ley; alguno de los cuales conoce
norteamericanos, no obstante su respeto por los ya el público. Necesitan también estos de la luz
fundadores de la Constitución federal, se aver- de la prensa, porque en la presente ocasión la
güenzan hoy de su silencio sobre punto tan esen- instrucción primaria va a tomar la escala que el
cial. «La Constitución de los Estados Unidos, dice movimiento del espíritu en Chile promete para
Horacio Mann, nada provee para la educación todas sus instituciones. El bautismo de la ins-
del pueblo; y creo que en la convención en que trucción caerá en adelante sobre el pueblo, a to-
fue forjada, no se habló siquiera del asunto. Una rrentes, para todos, como caen siempre las cosas
moción para insertar una cláusula proveyendo el que vienen del cielo, como la luz, como el aire.
establecimiento de una universidad nacional fue ¿Y qué otra cosa es la instrucción, sino el día de
rechazada. Creo también que no ando errado si la inteligencia y el ambiente del espíritu? Mens
digo que las Constituciones de solo tres de los tre- sana pedían para sus hijos los antiguos. Pídala la
ce Estados primitivos hacen parte de su ley fun- prensa al gobierno para el pueblo, que es el hijo
damental la obligación de mantener un sistema de favorito de las autoridades democráticas”. T. IX,
escuelas gratuitas»”. T. VIII, 1853, p. 171. 1848, pp. 210-211.
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Todos los Congresos americanos serán invita- acrecer riqueza al total de la riqueza del Estado”.
dos a votar una suma anual de dinero como ley T. XII, 1856, p. 81.
permanente o por término que se designará, a fin “El Estado no impone una contribución, sino
de emprender en común, en lugar conveniente y que cobra un valor suyo, da educación, y recibe el
a los precios más reducidos, grandes ediciones de valor de ese precioso don. ¿Qué sucedería? ¿Habría
todas las obras importantes que posean los otros padres que se negasen a pagar lo que deben, pre-
idiomas sobre ciencias, artes, viajes y cuanto falta tendiendo ser un derecho suyo, ahorrarse los gas-
aún en nuestra lengua. Lo primero tiene por ob- tos de educación de sus hijos? Retirarían a sus hijos
jeto a más del ostensible, desarrollar la imprenta de las escuelas públicas, en lo que también están en
en cada uno de los Estados sudamericanos, pues su derecho; pero como han de darles forzosamente
si encargamos al extranjero todos nuestros libros, educación, fomentarían escuelas particulares pa-
estos países nunca verán difundido el modo de gándolas a más subido precio, con lo que la instruc-
transmitir las ideas. Esta necesidad ha sido olvi- ción ganaría doblemente; con las nuevas escuelas,
dada más de una vez por nuestros hombres de y con el hueco que sus hijos dejarían en la escuela
Estado que se lamentan o se complacen, según lo pública o municipal, que ocuparía inmediatamente
entienden, del daño que ellos mismos hacen con uno menos exigente o menos acaudalado, y podrían
leyes y amaños que sirviéndoles para cosas del educarse treinta mil niños más de aquella masa que
momento, aniquilan por medio de trabas todo de- hemos denunciado como imposibilitada de recibir
sarrollo posible de la difusión de los libros. instrucción ninguna”. T. XII, 1856, p. 81.
El otro tiene por objeto aprovechar, mientras
se alimenta la industria librera en países tan atra- educación y pobreza ii
sados y desprovistos de todo elemento como los “Una nación no puede pretender ante la his-
nuestros, de la maquinería y baratura del mate- toria haberse dado instituciones que la eximen de
rial, grabados, litografía que ofrecen los países proveer a la primera necesidad de un Estado, que
más adelantados en este ramo”. T. XII, p. 102. es la de preparar ciudadanos formados para la vida
social, en una época en que hasta el poder material
educación y pobreza i se liga al desarrollo intelectual. La educación uni-
“El Estado cuida de dar educación a los que versal es hoy la empresa de todos los gobiernos,
sin su auxilio no la recibirían, porque esas masas y la Inglaterra aristocrática y monárquica, se ha
ignorantes de mujeres y de hombres que aumen- ocupado en el pasado año exclusivamente de este
tan las cifras del censo son inútiles para la produc- asunto que preocupa igualmente el ánimo de los
ción, no acreciendo la riqueza nacional, fuentes de países republicanos y demócratas.
la lenta y base única del poder del Estado; tanto Pero la demanda de educación está en razón in-
tienes, tanto puedes, sino en cuanto ganan un sa- versa de su necesidad. Pídenla menos los que más
lario, por la fuerza bruta de sus brazos, más débil la necesitan, que son los destituidos; y tratándose
que la de un caballo; y cuyo salario derrochan el de nuestras provincias, aquellas más apartadas y
domingo en orgías degradantes, con cuyos abusos por lo mismo más pobres o con mayor suma de po-
lo moral se deprava, las familias quedan en la des- blación ignorante, requieren el auxilio de la Nación
titución, y la salud deteriorándose, la mortalidad para mejorar su condición”. T. LI, 1871, p. 105.
se aumenta, al paso que la riqueza se detiene en
su desarrollo. Educar pobres, es pues aumentar educación y protestantismo
el número de los que pueden ser ricos, es decir, “Es, pues, infundado el temor de influencias
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protestantes sobre los alumnos, no siendo éste el pe- la revolución francesa, introduciendo de tropel al
ligro a que está expuesta nuestra juventud, sino el pueblo en el capitolio donde antes los monarcas
de la laxitud religiosa, pues usted sabe que las sectas solo dictaban las leyes, enunciase oficialmente
protestantes pretenden practicar más severamente que era un deber del gobierno, de la sociedad y
las máximas del cristianismo”. T. LI, 1873, p. 199. una necesidad de un pueblo libre, que todos sus
individuos recibiesen la instrucción indispensa-
educación y provincias ble para el desarrollo de su inteligencia y para
“La Constitución impone a las provincias la obli- formar lo que el legislador llamaba la razón pú-
gación de sostener la educación primaria, pero no les blica”. T. IV, 1842, p. 193.
da el medio de ser ricas siempre, y algo peor todavía,
no les ha podido quitar los restos de barbarie que han ejercicio del gobierno
heredado de sus padres, y que es difícil extirpar. “No puedo aceptar que a cada triqui traque el
Nuestra Constitución, muy prudente en esto, por presidente deba dar satisfacciones cumplidas, so
más que salga un poco de las formas estrictamente fe- pena de renuncias, ofensa y demás. Por el contra-
derales, provee que los presupuestos de las provincias rio, tratándose del gobierno, mi ánimo es levantar-
puedan ser presentados al gobierno nacional y que la lo, y mostrar que no es una simple oficina de pa-
Nación vaya en auxilio de aquellas que no puedan vi- gos. Vengo de los Estados Unidos y precisamente
vir por sus propios medios”. T. XX, 1876, pp. 50-51. quiero fundar un gobierno republicano. Para ello
necesito brazos robustos, convicciones sinceras y
educación y pueblo hombres de pro. Esto de andar dando explicacio-
“Dos largos siglos hacía que las colonias del nes me horripila...”. T. L, 1868, p. 99.
norte habían hecho de la educación primaria un
sistema completo, dotando escuelas públicas para ejército I
cada pequeña población, y estableciéndolas centra- “La obediencia implícita a sus órdenes, al lla-
les para la uniforme dirección de todas, antes que mamiento a lo que se llama el cuartel general en-
tre militares, la capital, es aquella cadena de hierro
que liga a todos los hombres que llevan charreteras
y uniforme militar. Donde quiera que estén, en cual-
quiera situación, obedecen inmediatamente los mi-
litares: están, así se entiende, con el pie en el estribo
“Tratándose del Gobierno, donde quiera que se encuentren: ausentes del cuar-
tel general están presentes, sin embargo, porque
mi ánimo es levantarlo, basta esta orden de llamamiento.
La sociedad, señor presidente, reposa sobre el ejér-
y mostrar que no es cito. Los ejércitos no se han hecho para revoluciones,
sino al contrario para mantener el orden y salvar la so-
una simple oficina de pagos. ciedad de los peligros que naturalmente nacen de las
cuestiones que se suscitan”. T. XX, 1878 pp. 157-158.
(...) Quiero fundar “El general Roca iba con estas instrucciones es-
critas: Vea usted si el hombre ha cumplido o no:
un gobierno republicano”. si ha cumplido, su misión no tiene objeto; si no ha
cumplido, verá por qué, aprehendiéndole primero;
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Domingo Faustino Sarmiento
de aquellos terribles tercios de Rosas, a los cuales Chile, el periódico que se constituye en su órgano,
se ligan tan sangrientos recuerdos, y para nosotros proclama que no admite en la república masas in-
preocupaciones que habíamos creído invencibles. capaces de apreciar sus deberes.
¿De cuántos actos de barbarie inaudita habrían sido Nosotros estamos muy distantes de desechar
ejecutores estos soldados que veía tendidos de me- esta separación en los negocios públicos, de los
dio lado, vestidos de rojo, chiripá, gorro y envueltos dos tercios de la nación; porque las masas popu-
en sus largos ponchos de paño? Fisonomías graves lares que desconocen sus deberes, abrazan toda-
como árabes y como antiguos soldados, caras llenas vía más que los dos tercios. Nuestra Constitución
de cicatrices y de arrugas. Un rasgo común a todos, despoja igualmente del voto electoral al Clero
casi sin excepción, eran las caras de oficiales y sol- Regular, a los militares y a los extranjeros, lo que
dados. Diríase al verlos que había nevado sobre las constituye una parte de los que comprenden sus
cabezas y las barbas de todos aquella mañana. La deberes. Ha dado por prueba de comprender los
mayor parte de los cuerpos que sitiaban hasta poco deberes del ciudadano, el poseer cierta propiedad; y
antes a Montevideo habían salido de Buenos Aires El Republicano convendrá con nosotros en que este
en 1837; y desde entonces ninguno, soldados, cla- criterio en el mayor número de casos es inexacto,
ses ni oficiales, había obtenido ascenso. El coronel y en muchos ridículo. [...]
Susbiela, que mandó después uno de estos cuer- [...] En Chile, en donde la Constitución excluye
pos, era el mismo jefe que lo había creado en 1836, de la ciudadanía al proletario, se le han entregado
y encontró cabos y sargentos a los que él nombró las armas para que defienda a esa clase propie-
entonces. El teniente Guardia, sanjuanino, perte- taria, a la única que el orden interesa; el partido
necía a un cuerpo salido de Buenos Aires en 1836, demócrata republicano desecha de toda participa-
compuesto al principio de doscientas plazas y que ción del gobierno a ese pueblo [...]”.T. IX, 1845,
conservaba aún treinta y tres soldados y ocho ofi- pp. 133-134.
ciales. Los restos de un batallón de infantería, ha-
biendo perdido todos sus oficiales, estaban hacía Ejército Grande I
años al mando de un negro sargento, que, en su “Queremos que los ilusos, a quienes los em-
calidad de tal, mandaba el cuerpo. Urquiza lo hizo bustes de aquel malvado tienen aún engañados,
mayor”. T. XIV, 1852, p. 86. conozcan las irresistibles fuerzas que sostienen los
“Los ascensos son un estímulo para sostener la derechos de los pueblos, y piden garantías de paz
voluntad del militar. Aquí no había ascensos. To- y de seguridad para los aliados. Queremos que los
dos veían los cuerpos sin jefes, o sin oficiales; por gobiernos de las provincias, que por miedo aún ad-
todas partes había claros que llenar y no se llena- hieren al sistema que los envilece y arruina, midan
ban; y los mil postergados nunca trataron de suble- el abismo que cavan bajo sus plantas. Queremos,
varse”. T. XIV, 1852, p. 87. en fin, justificar ante los Estados americanos el
nombre de Ejército Grande de Sudamérica dado al
ejército en Chile ejército combinado”. T. XIV, 1852, p. 132.
“Nuestras repúblicas americanas lo son en tanto
que menos realizan la república misma; esto es, la Ejército Grande II
concurrencia de todos los habitantes a la formación “¡Soldados del Ejército Grande! Bajo los to-
de las leyes. Esta es una triste necesidad que nos rrentes de las lluvias, o sobre las llamas del incen-
han impuesto nuestros antecedentes coloniales. El dio del campo, abrasados por el sol de enero, o de-
partido que se llama democrático y republicano en safiando los rayos de las tempestades, ¡A Palermo!
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sea nuestro grito de guerra. ¡A Palermo! se dirige del hombre obtendría solo por una labor incesan-
el general Urquiza. ¡A Palermo! nos conducen esos te, está despoblada y lo ha estado siempre. No hay
centenares de soldados que cada día se presentan una sola casa, no hay en esta vasta extensión una
a nuestra vanguardia”. T. XIV, 1852, p. 140. sola cabeza de ganado. Los gamos son los posee-
“La gloria de nuestras armas no consiste en dores de esta parte del territorio argentino. A cada
vencer. Las fuerzas del tirano han vencido otras ve- paso que da el caballo espanta una perdiz, y este
ces a las poblaciones armadas. La verdadera gloria día tuve a mi mesa seis de la clase ordinaria y una
del Ejército Grande es merecer el nombre de Liber- martineta, que por el tamaño y la delicadeza es
tador. Los pueblos que sacuden el yugo por su pro- muy superior a las gallinas”. T. XIV, 1852, p. 145.
pio esfuerzo, los soldados del tirano que se reúnen
a los nuestros, las provincias que se conmueven de Ejército Grande III
esperanza y de fe en el porvenir feliz que les aguar- “El Ejército Grande marcha, como el destino,
da, he aquí el triunfo de la opinión, que es la gloria a llenar su misión de dar libertad a los pueblos y
del general Urquiza”. T. XIV, 1852, p. 144. acabar con el sistema de expoliación y degüellos
“Este día tocamos en la frontera de la provin- que por tantos años los ha empobrecido y diezma-
cia de Buenos Aires que designa el nombre del pe- do. Nuestra gloria está cifrada en soportar con va-
queño arroyo que le sirve de límite. El campo que lor las fatigas; nuestro triunfo, nuestra conquista
habíamos atravesado desde la punta de la cañada será la cesación de esas mismas fatigas, restable-
de Cabral hasta el arroyo del Medio está cubierto, ciendo la paz de la Confederación. El triunfo de
como una tupida e impenetrable alfombra, de los Rosas sobre el Ejército Grande sería, por el con-
pastos más exquisitos, predominando la cola de trario, el principio de nuevas guerras y de nue-
zorro, la cebadilla, sin mezcla de ninguna male- vas privaciones para el soldado, porque el Tirano
za inútil. Pudiera segársele por leguas cuadradas reserva las recompensas para unos cuantos cóm-
como el heno en Europa y emparvarlo para el in- plices privilegiados, mientras que para el soldado
vierno. Los prados artificiales no producirían más. solo hay en sus filas pobreza, fatigas y destierro
Los ganados del norte de Buenos Aires los retraen perpetuo”. T. XIV, 1852, p. 153.
a estos campos para fortalecerlos y prepararlos a la
marcha hacia las provincias. La costa del río está a ejército y ética
diez leguas, y estos pastales exquisitos llegan hasta “Conocemos muchos hombres que han abra-
la barranca. Esta tierra privilegiada, dotada por la zado la carrera de las armas por asegurarse una
naturaleza de productos iguales a los que el trabajo posición social que la condición en que habían
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nacido les negaba. Ambiciones generosas, que Sociedades que, desarrollándose o concluyen-
por el mal gobierno y las preocupaciones se han do su carrera, emigrando a ocupar nuevos terre-
extraviado hasta hacerse criminales. [...] Tenemos nos [...], debían establecer necesariamente un es-
dos fronteras inmensas que defender permanen- tado de guerra permanente y hacer indispensable
temente contra los salvajes, y millares de leguas vivir de continuo apercibidos para ella.
de terrenos para fundar estancias, que dan rique- La milicia nacional está llamada en la actua-
zas, sin despojar a nadie de la ya adquirida”. T. lidad a ser la salvaguardia del orden interno de
XIII, 1845, p. 145. la República y el antemural que ha de poner a
cubierto la libertad de los ataques de un poder
ejército y gobierno arbitrario. Pero en su organización actual, en los
“El gobierno de Venezuela preocupado de la elementos de que dispone, no hay por ahora sino
necesidad de aplicar toda su atención a proveer instrumentos de que pueden a la vez servirse los
fondos para el pago de la deuda nacional, redujo partidos y el poder. [...]
el ejército a poco más de 600 plazas [...]. El minis- Hoy, que existe un ejército en cada ciudad y
tro, enumerando las ventajas de tan sabio sistema en cada villa, el recurso a las armas puede encen-
de economías, indica entre otras, «el irse acostum- der una inextinguible hoguera que arrase el país y
brando la república a no ver acuarteladas en las consuma todos los elementos de prosperidad. Así
ciudades la fuerza permanente, y a la idea de que los medios calculados para sostener la libertad y
esta no es tan necesaria como se ha creído para la las instituciones, pueden convertirse en la tea de
conservación del orden público». Notables pala- la discordia y en el fautor de los desórdenes; del
bras que muestran la completa regeneración que mismo modo que la libertad de imprenta que se
se efectúa en las costumbres e ideas del pueblo, funda en el derecho más sagrado del hombre, sir-
como en los resortes del gobierno. ve a irritar las pasiones y a extraviar los espíri-
Muy lejos estamos de los sueños de los utopis- tus, cuando miras personales o una imprudente
tas que se han imaginado como posible la desapa-
rición de la fuerza de las armas; pero desearíamos
que no se hiciese ostentación de ellas y se usasen
como un instrumento creado por la dolorosa nece-
sidad, e indigno como las cadenas y los grillos, de
presentarlos donde no ha menester ante los ojos
de ciudadanos libres”. T. IX, 1842, pp. 126-127. “Las desgracias en que
“Las repúblicas antiguas montadas en princi-
pios muy ajenos de circunstancias e intereses y nos hemos visto envueltos
medios de nuestras organizaciones modernas, ha-
cían del ciudadano un soldado; y las nociones que treinta años han dependido
se tenían del patriotismo y la necesidad casi ince-
sante de repeler la invasión que por todas partes en gran parte de los ejércitos
y a cada momento amenazaba su existencia, o la
de conquistar y engrandecerse a expensas de sus baratos. La montonera fue
vecinos, mantenían en activo ejercicio el espíritu
bélico impreso al ciudadano de aquellas repúbli- el primer ejército barato”.
cas por las instituciones y las costumbres.
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exaltación, dirigen aquella poderosa influencia [...] Las exterioridades del soldado son las que
que solo debía emplearse para ilustrar los ánimos forman el espíritu de cuerpo, que es la moralidad
y hacer escuchar los dictados de la razón”. T. IX, de un ejército, y la distancia entre el paisano y el
1841, pp. 129-131. militar acaba por alejar del espíritu de los revol-
tosos el pensamiento de levantar montoneras, y
ejército y equipamiento reunir paisanaje y peones para venir con cañas ta-
“Las desgracias en que nos hemos visto envuel- cuaras a poner en conflicto una sociedad entera”.
tos treinta años han dependido en gran parte de los T. XXIV, 1856, pp. 248-250.
ejércitos baratos. La montonera fue el primer ejército
barato. Una lanza por arma, y una cinta colorada El ChachO i
por divisa, he aquí todo el tipo militar de este fla- “Este era el Chacho en 1842, y ese era el Chacho
gelo. La falta de disciplina y de instrucción militar en 1863 en que terminó su vida. Ni aun por simple
fue suplida por el número, y desde entonces toda curiosidad merece que hablemos de su origen. Dí-
la población de las campañas fue arrastrada por el cese que era fámulo de un padre, quien al llamarlo,
terror, el enchalecamiento y las lanceadas a formar para más acentuar el grito, suprimía la primera sí-
parte de estos ejércitos. laba de muchacho, y así se le quedó por apodo Cha-
La paralización del trabajo productor y las ma- cho; y aunque no sabía leer, como era de esperarse
tanzas por millares de caballos, de ganados y de se- de un familiar de convento, acaso el haberlo sido le
res humanos, fueron las consecuencias. A falta de hiciese valer entre hombres más rudos que él. Fir-
paga, el saqueo fue el estímulo dado a los soldados, maba sin embargo con una rúbrica los papeles que
y este otro azote obrando sobre los ganados, [...] le escribía un amanuense o tinterillo cualquiera, que
[...] San Martín emprendió la reconquista de Chi- le inspiraba el contenido también; porque de esos
le con cosa de tres mil hombres, no obstante tener rudos caudillos que tanta sangre han derramado,
que habérselas con los mejores y más aguerridos
tercios españoles. Para derribar a Rosas se reunieron
treinta mil hombres, a los que él opuso otros tantos.
De estos no murieron doscientos en batalla tan des-
comunal, no obstante haberse disparado cuatro mil
tiros de cañón del valor de diez duros cada tiro. “El bárbaro (...) es poco
Rosas había llevado a su última expresión el
uniforme del soldado, haciéndolo igual al traje de impresionable por
los paisanos, de donde le venía la facilidad de equi-
par ejércitos cuyas filas se componían del paisanaje la reflexión, que es la
arrancado a sus labores, familia y propiedades; a
punto de obrar un desquicio completo de la socie- facultad que predomina
dad entera.
Este ha sido fruto de los ejércitos baratos, que en el hombre culto; es por
como se ve nos han costado muy caro.
[...] Una rigurosa economía exige gastar mucho tanto poco susceptible
en el equipo del soldado, para ocupar pocos hom-
bres en este servicio público, y para hacer durar las de escarmiento”.
armas y fornituras.
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salvo los instintos que les son propios, lo demás es Andes [...]. En medio del abatimiento en que han
la obra de pilluelos oscuros que logran hacerse favo- caído, por los estragos de las guerras civiles, y por
ritos. Era blanco, de ojos azules y pelo rubio cuando los sistemas de represión y de intolerancia adopta-
joven, apacible de fisonomía cuanto era moroso de dos por sus gobiernos, vense [...] ciertas aspiracio-
carácter. A pocos ha hecho morir por orden o ven- nes a un porvenir mejor, que muestran que aun no
ganza suya, aunque millares hayan perecido en los ha sido sofocada la semilla de la civilización, ni la
desórdenes que fomentó. No era codicioso, y su noción de lo conveniente y de lo útil.
mujer mostraba más inteligencia y carácter que él. Muchos de aquellos pueblos, entre ellos la doc-
Conservóse bárbaro toda su vida, sin que el roce de toral Córdoba, San Luis, Santiago del Estero, pare-
la vida pública hiciese mella en aquella naturaleza ce que cada día descienden más y más en la escala
cerril y en aquella alma obtusa. Su lenguaje era rudo de la barbarie. [...] Otros sistemas, sin embargo, se
más de lo que se ha alterado el idioma entre aquellos dejan traslucir en algunas otras provincias, en que
campesinos con dos siglos de ignorancia, disemina- sus gobiernos se han contenido en la pendiente fa-
dos en los llanos donde él vivía; pero en esa rudeza tal que ha arrastrado a los demás.
ponía exageración y estudio, aspirando a dar a sus En toda la extensión de los pueblos bañados
frases, a fuerza de grotescas, la fama ridícula que las por el Paraná, hicieron los jesuitas sus tentativas
hacía recordar, mostrándose así cándido y el igual de colonización bajo el célebre plan de misiones [...].
del último de sus muchachos”. T. VII, p. 237. Aquel comunismo teocrático, justificado acaso por
“El bárbaro es insensible de cuerpo, como es la ineptitud de los salvajes, que el paciente misio-
poco impresionable por la reflexión, que es la facul- nero reducía a poblaciones regladas, desapareció
tad que predomina en el hombre culto; es por tan- con la expulsión de los jesuitas [...]. El sistema de
to poco susceptible de escarmiento. Repetirá cien jesuitas desapareció, pero muchas de sus máximas
veces el mismo hecho si no ha recibido el castigo buenas y malas han quedado en la conciencia y en
en la primera. El bárbaro huye pronto del comba- la tradición de los pueblos circunvecinos. [...]
te; y seguro de su caballo, la persecución que no lo A estas tradiciones [...] atribuimos el sistema
alcanza no ejerce sobre su ánimo duraderos terro- de legislación sobre educación popular puesto en
res. Volverá a reunirse lejos del peligro, sin echar práctica por el general Urquiza en la provincia de
muchas cuentas sobre los que más tarde pudieran Entre Ríos, y cuyos efectos saludables empiezan
sobrevenirle. [...]”.T. VII, p. 239. ya a sentirse. [...] Aquella provincia, a pesar de
su situación privilegiada, es pobre relativamente,
El Chacho ii y no muy culta, si hemos de juzgar por los pocos
“Como las mujeres en achaques de hermosura, hombres notables que ha producido, y de los po-
no toleraba el elogio en su presencia de otro valor cos escritos que de ella han salido. El bajo pueblo
que el suyo; y cuando de valientes heridos se ha- es de origen guaraní, cuyo idioma hablan aún las
blaba, preguntaba con la dignidad de un senador clases elevadas. Hace años que el general Urqui-
que interrumpe: «¿Dónde están las heridas? ¿En el za emprendió organizar la instrucción pública, y
pecho?». [...]”. T. VII, p. 281. contando para ello con escasos recursos, puso un
maestro de escuela en cada lugar habitado, con
El Plata. Los jesuitas. ración abundante de carne para una familia, y un
Entre Ríos salario módico, pero suficiente para vivir. Con esta
“No siempre es desconsolador el cuadro que base, hizo compulsoria la educación de los niños
presentan los pueblos situados al otro lado de los [...]”. T. VI, 1851, pp. 283-284-285.
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y aun fingidos los electores, las elecciones y los la idea radicada de que la elección solo se puede
electos, ha renunciado a sus derechos y deberes, y conseguir obteniendo la mesa, de manera que la lu-
declarádose extranjero para que lo gobierne el que cha electoral consiste siempre en apoderarse de la
quiera”. T. XXXII, 1873, p. 259. mesa, porque los partidos están persuadidos que
“El otro preservativo de la libertad de la libertad del poniendo sus amigos en ella está ganada la elección.
sufragio, en todo el mundo, es asignar a cada diputado o [...] Los crímenes de elecciones no son como los
senador que ha de elegirse, una circunscripción electoral crímenes de otro género que imponen cierto desfa-
de diputado o senador, de manera que el elector sepa a vor a la persona que recibe la pena, y muchas veces
quién elige, por ser de su distrito, o por ser uno de su pre- puede suceder que los jefes de partido tengan a mu-
dilección”. T. XXXII, 1873, p. 273. cho honor la prisión que sufren; en fin, no es una
“¡Libre sufragio, con la supresión artificial y gu- cosa que mancha mucho y quizás la prisión no aflija
bernamental de la lucha, que la hace innecesaria! tanto como la multa pecuniaria. [...]
¡Bravo! ¿Y para qué tanta libertad, si todos están Es necesario que haya en la ley y en la conciencia
convenidos en votar por la lista mixta o el candida- pública, constancia de que esos delitos no son sim-
to único? ¿Llevaremos paraguas cuando no llueve? ples faltas morales, sino delitos que pueden recibir
¡Libre sufragio! ¿Para votar por ministros y go- una pena en proporción del peligro que corra la
bernadores aliados? tranquilidad pública”. T. XVIII, 1857, pp. 86-87.
Al contrario. No habrá libertad, donde no nece-
sita. ¿Votarán los que no quieren que se suprima la elecciones.
lucha electoral, que reclama el sistema representa- Extranjero en ellas
tivo?”. T. XXXII, 1873, p. 274. “Cuando la Cámara declare que solo compren-
“Nuestros políticos actuales, inspirados por el jefe de entre los electores a los extranjeros que tienen
del Estado, más metido en la infausta empresa de sus dos años de residencia, y tales o cuales circunstan-
complacientes ministros, proponiéndose solo influir cias de fortuna, parece que debiera tener por base
sobre el resultado de las elecciones, ha llegado a su- algún antecedente constitucional del país, mientras
primirlas, dejando la suerte del país librada en ade- tanto la Constitución de Buenos Aires concede el
lante a las torpes manipulaciones de los que tengan derecho de elección al hombre en cuanto hombre,
en sus manos algún poder”. T. XXXII, 1873, p. 279. sin relación a la fortuna que es otro de los principios,
o de las restricciones constitucionales o electorales
elecciones V que hay establecidas en otros países. De manera
“La elección es un pobre medio humano para que cuando dice que solo debe entenderse tal cosa
figurar por cifras una verdad moral incógnita, dice lo que quiere; no es legal ni constitucional esta
cual es, la voluntad del pueblo; como la sentencia explicación, porque no está en nuestras institucio-
final de un pleito es un pobre medio de declarar nes, porque es contra el sistema de la Constitución
lo que haya de justicia. Pero si respetamos la sen- que no ha considerado la fortuna ni la propiedad
tencia, aunque la creamos injusta, nadie se somete para nada, y a los hijos del país, a los provincianos,
a la elección si no está a la medida de su deseo. que no tienen patente, ni dos años de residencia, a
Habrá, pues, guerra, revuelta y lo demás en cada esos les deja la puertas libre para elegir. ¿Por qué
elección”. T. L, 1868, p. 97. es esa diferencia entre los hombres que se hallan
perfectamente iguales en cuanto a sus otras condi-
elecciones. Crímenes ciones? Yo pregunto, ¿los porteños que se hallan en
“Entre nosotros, más que en ninguna parte, hay las mismas condiciones, es decir, sin fortuna, se les
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elecciones.
Mejora del sistema
“En todo caso, debemos convenir en que el sis-
tema electoral se mejora, y que los viejos abusos de
romper registros, tumbar mesas, disparar tiros, ar-
mar cantones, y otras maldades de que no estuvie-
ron exentos los que sienten en el corazón el tiquetique
del patriotismo y cuidan del porvenir de toda esta
parte de América, han desaparecido para no volver, “Donde quiera que la
gracias a que los mitristas se van educando poco a
poco, a fuerza de contrastes”. T. XL, 1879, p. 178. coerción ha cesado,
elecciones libres se ha visto al pueblo acudir
“Donde quiera que la coerción ha cesado, se
ha visto al pueblo acudir presuroso a los comicios presuroso a los comicios
electorales. Ha vístose más y es acudir cuando ha-
bía plena libertad, y alejarse de ellos cuando la an- electorales”.
tigua coerción se reproducía; sin que falte ejemplo
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Emerson ii
“Entre los hombres notables “Entre los hombres notables en la educación
pública, aquí, está el viejo Emerson, que fue uno
en la educación pública, de los cinco que emprendieron hace treinta años
mejorar las escuelas, y elevarlas al rango a que
(...) Emerson fue uno han llegado hoy. Es ahora un monumento públi-
co, este hombre a quien rodea como una aureola
de los cinco que emprendieron la veneración pública. En larguísimas conferencias
que hemos tenido sobre materias que tanto nos
hace treinta años mejorar interesan a ambos, me ha hecho una observación
que quiero transmitir aquí, para que la tengan pre-
las escuelas”. sente. En cuarenta años de trabajos en la difusión
de la enseñanza, me dijo, en ocho que formé par-
te del Consejo de Educación de Massachusetts, un
hecho se ha presentado constante en todas partes;
y es que es inútil rentar las escuelas, organizarlas,
propio de la masa humana. La virtud sin tener el inspeccionarlas, si en cada villa, población o ciu-
pan asegurado, la libertad de los menesterosos, dad, no hay un vecino que por puro amor a la en-
son problemas que la dinamita pretende resolver, señanza no las cuide y visite. Donde quiera que las
es decir, que se declaran insolubles, donde como escuelas van bien, estamos seguros de que hay un
en Europa sucede, no se empezó por el principio, buen filántropo que no las pierde de vista; donde
como en las colonias inglesas, abriendo a todos el van mal, es porque falta; y como absorbidos por la
camino de la adquisición o dando a cada uno, como conversación hubiese casi apagádose la chimenea,
decía Lincoln, «un mismo e igual arranque y punto al atizarle me dijo mostrándome el casi extinguido
de partida para procurarse el bienestar según el al- fuego: «Así son las escuelas; si no las atienden, se
cance de sus fuerzas»”. T. XXII, 1885, p. 253. apagan»”. T. XXIX, 1865, p. 62.
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Emerson y la nieve
educadora “La libertad es la acción,
“Emerson tenía su modesto Ferney, en Con-
cord Mass; donde residía entonces Mr. Horacio y no un sueño, ni un
Mann, y allí oímos la frase tan profunda: «La nie-
ve contiene mucha educación», preguntándonos prototipo imaginario”.
si nevaba en nuestro país.
De poco tiempo a esta parte aquella paradoja,
al parecer, está recibiendo una extraña confirma-
ción en las montañas de la Noruega, cubiertas de
muchos pies de nieves, cesa la vida al aire libre y Los emigrantes traen con sus industrias, su ins-
los paisanos pasan cuatro y cinco meses encerra- tinto de occidentales, su herencia de arianos en ger-
dos en sus habitaciones, consagrados a ocupacio- men, y en diverso grado de desarrollo, los principios
nes sedentarias y fabriles. Un apóstol de la edu- políticos que rigen hoy al mundo, que llamaremos
cación se ha consagrado a dar educación superior a latino-germánico, porque ambas razas han dado
los reclusos, y cuenta poner la clase labriega sobre los elementos constitutivos. Lo que pasa en Europa,
todas las clases sociales por el profundo saber ob- relativamente a los gobiernos, con la Inglaterra, la
tenido, en este mundo clauso bajo paredes de nie- Francia, la Alemania, el Austria, la España, la Italia,
ve”. T. XLV, p. 265. pasa en la cabeza de cada inmigrante, según que
trae más o menos formada la noción del gobierno
emigración europea representativo, de la libertad y el derecho.
“Hablo de la emigración europea, que es mate- Transportados a América gozan de una libertad
ria orgánica, el protoplasma para construir y hacer que nadie les disputa, que el país les brinda, que
crecer rápidamente el pueblo. El triste espectáculo la hallan arrojada por las calles, o desparramada
de la América entera muestra que la civilización por los campos: la libertad de sentirse hombres,
europea moderna se detendrá en las costas largo dueños de sí mismos, respetados, remunerados
tiempo, sin penetrar en el interior del continente, y ampliamente por su trabajo, seguros de sus econo-
en las clases superiores, sin descender a las masas mías, y elevándose día a día, de año en año, en su
indígenas predominantes en todos los otros Esta- propio concepto y el concepto de los demás, de ga-
dos, y estas masas de otra raza, serán en América napán a industrial, como lo entiende y puede cada
para las instituciones libres, lo que los hindúes en uno, y pasando a propietario, a jefe de familia, a
Asia, para la civilización europea y el cristianismo, millonario, si cabe, y un día a director de Banco o
y cuyos principios y cuyos dogmas aprenden como a banquero, a sabio o diarista, sin humillación, si
materia de erudición, desdeñando, empero, hacer- solo alcanza a ser hombre y trabajador.
se cristianos o revestir nuestro traje. Como última elevación del alma sobre la ma-
Las proporciones de crecimiento entre razas teria, el extranjero ausente de su país, llega a sen-
ineptas para el gobierno político moderno y los tirse patriota ardiente de una patria ideal, que se
descendientes de los conquistadores son despro- forja con los fragmentos de recuerdos de aquella
porcionadas en el resto de la América, aproxima- que dejó oscuro, y que solo entrevió acaso desde el
tivas en Chile, Uruguay y República Argentina, oscuro rincón donde nació deprimido, sin el senti-
superior la raza blanca en Buenos Aires, y más miento propio de la dignidad humana, que hallará
acentuada en la Capital. aquí y no dejara jamás”. T. XXII, 1881, p. 82.
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“La libertad es la acción, y no un sueño, ni un industria, puede en diez años, por su número, reducir
prototipo imaginario. la República Argentina a la condición de la Irlanda,
Los cristianos fervientes tuvieron hasta ahora donde el pueblo se conserva por siglos ignorante, fa-
poco su patria en el cielo, con lo que dejaban este po- natizado y sometido a la tutela de los directores ecle-
bre mundo entregado a las violencias de los nobles, siásticos”. T. XVIII, 1858, p. 195.
a las tiranías de los reyes o a los estragos y pobreza “Decía el sabio y venerable compañero de Hora-
de la barbarie. Otro tanto puede un día mostrarles a cio Mann, G. Emerson, que no bastaban a difundir la
los patriotas que viven en Italia en la calle de Maipú, instrucción rentas, edificios, maestros, aparatos y tex-
o españoles que se creen en la plaza de toros de Ma- tos, si no había un hombre en el pueblo que inspirase
drid aquí, y nos exigen que declaremos que España espíritu de vida e imprimiera movimiento, de manera
es nuestra sin par Dulcinea del Toboso, a propósito que cuando se veía bajar las cifras de los estados de
de toros, ¡so pena de declararnos malandrines y fo- cada condado en la enseñanza encontraban, inqui-
llones, en nuestra propia casa!”. T. XXII, 1881, p. 83. riéndolo, que había muerto o cambiado de residencia
“La emigración aumenta cada año, se establece, un patrono de la educación. Un progreso repentino o
puebla el desierto, ensancha las ciudades, engrandece deusado les revelaba, por el contrario, que había apa-
la nación y civiliza el país civilizándose ella misma. Es recido felizmente el deseado promotor.
preciso que sus hijos sean preparados a la par de los En los anales de Córdoba están escritas estas ci-
nuestros para la vida pública, y ya las escuelas públi- fras, que revelan un mundo:
cas y particulares, la prensa diaria, los espectáculos, Desde su fundación hasta 1872: En la ciudad, es-
los colegios y universidades, han comenzado la obra. cuelas, 2, alumnos 46.
Es a la generación actual que corresponde Durante la presidencia Sarmiento, en la provincia
continuarla. de Salta la cifra de 1.553 alumnos a 4.823”. T. XLVIII,
No olvidéis que es solo del voto en las urnas pp. 196-197.
electorales, de donde sale siempre la ignominia
del país, si el voto no es libre e ilustrado. Todos emigración política
los pueblos cultos os lo dicen. La Alemania había “La virtud de no emigrar supone el crimen o
fundado sus sistemas universales de educación, la la falta de haber emigrado, y aunque nosotros no
tiranía de la educación, la dictadura de la inteligen- emigramos de nuestro país sino que de las prisio-
cia, y de un salto se apoderó del dominio y de la he- nes pasamos al destierro, creemos de nuestro de-
gemonía de la historia que ejercía antes la Francia”. ber, y del honor del país volver por la gloria y el
T. XXII, 1881, p. 84. mérito de los que lo hicieron.
Hay una facción política que se escuda hoy bajo
emigración peligrosa este velo para crearse títulos de afección con la ma-
“Pocos se fijan que la República Argentina y yoría de la población. Los pueblos en masa no emi-
la Banda Oriental corren hoy un gran peligro. La gran por causas políticas.
Francia, la España, la Italia y la Irlanda se están Los deberes de la familia, los cuidados de la for-
desembarazando del personal enorme de mujeres y tuna, la escasez de recursos, la oscuridad misma,
de varones eclesiásticos, improductivos y achacosos, mantienen a la generalidad en sus hogares, aun en
y de órdenes religiosas que de mujeres se reclutan fá- las épocas más calamitosas. No hay ni delito, pues,
cilmente. Todo este personal puede refugiarse en esa ni virtud en no emigrar.
parte de América, apoderarse de las conciencias y de Emigran los que se ven perseguidos de muerte,
la enseñanza; y como no produce, ni es apto para la los hombres públicos, los espíritus exaltados, los
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en extremo tímidos, y los que esperan derrocar la en que lo habían dejado veinte años de tiranía,
tiranía que oprime a un país, cual el terror, el es- desde la prensa, la tribuna, los comicios y el ejérci-
pionaje, y la fuerza de que el poder dispone hacen to mismo”. T. XXV, 1856, pp. 151-153.
imposible toda tentativa de cerca. “Todos saben que los emigrados están en todos
Tres grandes épocas de emigración cuenta Bue- los bandos, en el Paraná como aquí entre los fede-
nos Aires, 1831 a 33, 1839 y 1840 a 42. En la primera rales, como entre los unitarios, entre la lista blan-
emigraron los jefes unitarios, y más tarde los lomos ca como entre la lista amarilla, con Peña como con
negros; en la segunda los que se levantaron contra Torres. Si hubiera mazorca, seguros estamos de
Rosas en el Sur, y los jóvenes que buscaban campo que habría algunos emigrados con ellos, ya que de
de batalla para luchar contra el tirano. De 1840 a entre ellos mismos ha salido el epíteto de mazorca
1842 emigraron los que temían ser degollados. ¿En celeste, con que injurian a sus antiguos asociados
cuáles de estos hubo crimen, falta, o siquiera inci- de trabajos y dan armas de ataque a los enemigos
vismo? ¿En qué consistió entonces la virtud de no jurados de nuestro orden de cosas.
emigrar? Pero suponiendo que la palabra emigrado sig-
Hasta 1852 el título de emigrado era para los nifique algo en política, desearíamos saber cuáles
que no medraban con la tiranía, una religión, y son los rasgos que deben caracterizarlos.
cada familia que contaba uno de los suyos entre los Un emigrado político es aquel que, perseguido
emigrados se gloriaba de sus sufrimientos, espe- por Rosas a degüello, salvó su vida ausentándose;
rando el día en que serían redimidos. y como no se degollaba sino a los enemigos de la
Después de Caseros los emigrados eran objeto tiranía, el emigrado fue enemigo del tirano.
de admiración para el público que veía en ellos a ¿Qué han debido traer a la política de Buenos
sus salvadores. Aires los hombres que han combatido la tiranía de
[...] Emigrados volvieron a emigrar por hallar Rosas desde Montevideo, Chile o Corrientes, que
contrario a sus esperanzas el resultado práctico los ponga de peor condición que los hombres pú-
del triunfo de Caseros. Emigrados apoyaron la blicos que sirvieron o toleraron la tiranía de Rosas?
política del general Urquiza, porque así convenía Los que se consagraron a la carrera de las armas
a sus ideas, intereses o convicciones; y emigrados trajeron la ciencia de la guerra, que después de diez
asociados a la nueva generación de patriotas la años de combates enseñaron a defender posiciones
combatieron, y levantaron al país de la postración como Montevideo y Buenos Aires.
Los que se consagraron a las ciencias políticas
debieron traer, después de residir en países cons-
tituidos, la práctica de esas instituciones, y como
resultado natural del estudio y los viajes mil no-
ciones útiles.
“Un emigrado político Los argentinos emigrados en Montevideo tu-
vieron mucha injerencia en la dirección de los ne-
es aquel que, perseguido gocios públicos de aquel país.
En Chile se hicieron notables muchos en la po-
por Rosas a degüello, lítica, en las enseñanzas, en las letras, en el foro; y
más de un progreso y más de una institución de
salvó su vida ausentándose”. aquel país se debe a ellos. Ni Bolivia ni el Perú es-
tuvieron del todo exentos de su influencia.
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Estos hombres transmitiendo sus ideas en aque- que contaban? Así se ha visto que ninguna idea
llos países, y aprendiendo lo mucho que les ense- económica, ninguna mejora útil, ninguna medida
ñaba la política, la prensa y el espectáculo diario de salvadora ha podido salir de esa fuente”. T. XXV,
lo que presenciaban, debían traer a su país conoci- 1856, pp. 160-162.
mientos, lecciones, modelos y progresos reales. En
todos tiempos y en todos los países, ha valido mu- emigrado
cho a los pueblos el contacto de unos con otros, y “Va a llegar un momento en que Rosas retira el
los viajes han sido el primer medio de transmisión apodo de salvaje unitario, se abstiene de llamarlos
de las instituciones y de las mejoras. rebelde, infame, traidor, limitándose a esta simple
El resultado práctico ha mostrado que la emi- clasificación emigrado. Emigrado no ofende a nadie;
gración no hacía peores ni mejores a los hombres; puede ser una clasificación inexacta, y lo es en efec-
y si algo ha desacreditado la palabra emigrado es to en el caso presente. No somos emigrados, lo que
que el pueblo encontró que no eran todos el decha- probaríamos hasta la saciedad si necesario fuese.
do de virtudes que se había imaginado; pues aun ¿Se educa Rosas? ¿Leyendo La Crónica (porque la
desmintiendo su odio a la tiranía, se vio a muchos leía con paroxismos de fiebre), leyendo La Crónica,
contemporizar con las circunstancias, apoyar y jus- aprendió él que un gobierno que en notas oficiales
tificar las medidas inicuas, como lo habían hecho ultraja a un individuo, llamándole infame, que es
con Rosas los que lo rodearon. el mayor de los ultrajes que a hombre puede pro-
Para apreciar mejor estos hechos conviene aho- digarse, pues contiene en sí todos los otros, se ha
ra mostrar la influencia que el no emigrar debió privado del derecho de exigir reparación por las
ejercer sobre los hombres públicos que quedaron ofensas que le hagan en réplica y desagravio de sus
aquí. La voluntad de un solo hombre era la regla denuestos? ¿Ha medido con La Crónica, en la mano
de sus palabras y de sus actos, debiendo advertir el abismo que había cavado bajo sus plantas, dando
que este hombre era por su educación y carácter, el tan insidiosa publicidad a esta querella? Ojalá que
más despreciable y odioso animal que haya influi- La Crónica, al curarlo de su crónica enfermedad de
do sobre hombres. prodigar dicterios e injurias en sus notas oficiales,
[...] Debían aplaudir con ardiente, furioso, san- no le haya inoculado otra dolencia, lenta en produ-
guinario, pero fingido entusiasmo (cuando no era cirse, el agua Tofana, infalible en sus resultados”.
real), todos los actos de barbarie que habían auto- T. XIII, 1851, p. 209.
rizado como representantes, o mandado, o visto “¿No somos ya en virtud de tantos mereci-
impasibles, ejecutar, sin mostrar el menor signo de mientos sino simples emigrados? ¿Nuestra humil-
indignación. dad nos ha valido en el último reclamo, no ser tra-
[...] Otros vicios a que estuvieron expuestos es tados ya de infames, traidores, malvados? ¡Pero
el de la corrupción y expoliación, que eran los me- imbécil! Es nuestra voluntad que nos llaméis en
dios puestos en ejercicio por Rosas para estimular la siguiente nota al gobierno de Chile salvaje uni-
el celo de sus sostenedores; [...]. tario! Queremos ser apellidados siempre salvajes.
[...] En cuanto, a ideas y principios puede juz- No hay perdón ni gracia de este epíteto. Es una
garse de los estragos que han debido producir vergüenza para quien lo ha repetido un millón de
veinte años de obscurantismo, de los más inicuos veces, escamotearlo ahora, ¡reconocerlo abusivo,
atentados. Cuando el país necesite de su auxilio, ultrajante e impotente! Si nos cabe la fortuna de
¿qué podían ofrecerle, sino es lo mismo que habían contribuir a la organización de la República Ar-
visto practicar en todo el tiempo de vida pública gentina bajo una Constitución Federal, si es ésta la
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emigrado: Tántalo
“Verdad es que tenemos un sentimiento tan
exagerado de humanidad (por distracción dego- que oprobiosa cadena un momento
llamos) que nuestro corazón sensible se arredra de del tirano a los pies arrastrar”.
solo pensar que el que derrama sangre argentina T. XIII, 1851, p. 151.
sin autoridad y en menosprecio de la orden para
evitarlo, puede ser condenado a más que a pasar empleado público
de la margen de un río a vivir en la otra, para que “El hombre que ha servido y sirve con la misma
sufra la pena de Tántalo, ¡estar viendo la patria y fidelidad a Rosas, Obligado o Alsina indistintamente,
no poderla abrazar!”. T. XXXII, 1878, p. 146. puede decirse a ciencia cierta que es una máquina y
no un ciudadano, un hipócrita y no un patriota, un
emigrados sirviente y no un empleado.
“Salidos de su país con los brazos cruzados, hu- Una administración pública es una máquina
yendo de la tiranía de los caudillejos, centenares de de producir resultados, y estos serán siempre anu-
entre ellos, a fuerza de honradez, actividad y ta- lados por la ineptitud o la mala voluntad de los
lento comercial, han hecho caudales más o menos agentes, siempre que no cuente con ellos el jefe del
considerables. Salieron de su patria animados de Estado, por considerarse un legado que le dejan las
los sentimientos más generosos: habían peleado en pasadas administraciones, y no puede renovar con
los ejércitos voluntariamente; habían gastado sus sus amigos políticos en los casos en que se requiere
fortunillas con desprendimiento para conseguir la buena voluntad, y con hombres competentes traer
organización del país”. T. XIII, 1851, p. 150. nuevas luces y mayores aptitudes.
“Pero sois anfibios, por no deciros gorriones, Lo que el público pide a la administración, lo
que anidáis en nido que no habéis construido, no único que tiene derecho a pedirle es que el servicio
sois argentinos, ni queréis ser chilenos, y esa es to- público sea hecho con economía útil y progreso. Si
davía una fortuna nueva para vosotros: coger las los enemigos de la situación tomaren por arma de
rosas sin clavaros las espinas”. T. XIII, 1851, p. 151. hostilidad el temor de remoción de empleados, el
“Que más vale en la cama tendido gobierno debe proceder inmediatamente o según
al abrigo del frío y del viento, las necesidades públicas lo vayan aconsejando, a
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satisfacerlos en sus temores, separando de la admi- su origen, y de las diversas funciones que desem-
nistración todos los que le sean hostiles y puedan peñan en el mecanismo administrativo, o político
embarazar su marcha. Así se gobierna”. T. XXIV, social. El Ejecutivo provee a los empleos de juez,
1857, pp. 216-217. cuando se forman nuevos juzgados; pero el juez
en ejercicio de su autoridad está fuera del alcance
empleos públicos I de los otros poderes públicos, pues constituye el
“Sin entrar en los detalles de la ley que tiene por Poder Judicial”. T. XXXIII, 1883, p. 147.
base someter los nombramientos de empleados a
una comisión o consejo de tres grandes funciona- endeudamiento público
rios rentados y sin otro empleo que calificar la ido- “Si hay déficit, se pide prestado, y tenemos por
neidad del candidato, diremos solo que es un gran fortuna un banco, blando de corazón, y con cora-
progreso en las instituciones, fijar medios de hacer- zón, lo que es invención de nuestra sapiencia, que
las efectivas. La República tiene por objeto, como presta a gobiernos, si la Legislatura, que no es un
la palabra lo indica, cuidar de la cosa pública, y ser humano sino una sensitiva, se enternece, en vis-
como la capacidad y la honradez son los dos requi- ta de lo que le muestran, de angustiado lacrimoso.
sitos de la buena gestión de un interés cualquiera, Este mal tiene también su remedio, y es consti-
la destrucción de la cosa pública la acarrearían en tuir ¡un banco de crédito para descrédito de los gobiernos!
breve, administradores torpes, o concusionarios, o ¡Esto es lo que aconseja el buen sentido, por me-
el primero que se presenta, o el que cobra un sa- dio de los órganos más acreditados de la prensa li-
lario por servicios prestados a un partido o a un beral, economista, y sobre todo patriota!
candidato”. T. XXXIII, 1883, p. 140. No se impongan contribuciones para cubrir los
gastos públicos, ni se le abran al gobierno las puer-
empleos públicos II tas del crédito y seremos salvos”. T. XLI, 1878, p. 82.
“Tanto han manoseado, manipulado, y mal
manejado la provisión de empleos en la época enseñanza de la geografía
que atravesamos, que ya se pierde la noción de “La enseñanza de la geografía es muy limita-
da en nuestras escuelas por la falta de instrucción
general de los maestros en este ramo, y aun de
amenidad en los profesores, sin cuyas dotes nece-
sitan limitarse al texto, no conociendo gran cosa el
“No se impongan maestro fuera de aquella estrecha tabla en que na-
vega; y la geografía es el estudio que más cautiva
contribuciones para a los niños, cuando es bien enseñada, por cuanto
solo pide memoria sin ejercicio de la razón, y nada
cubrir los gastos públicos, más querrían para vivir contentos. Así es que, en
las escuelas donde hay grandes mapas murales, se
ni se le abran al gobierno comienza la geografía con la lectura, pues los ojos
bastan para aprenderla, y en los tratadillos precio-
las puertas del crédito sos norteamericanos más papel hacen las figuras
de animales peculiares a cada país y los trajes de
y seremos salvos”. los habitantes, que las palabras que lo explican”.
T. XXVIII, 1855, p. 181.
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enseñanza de la historia
“El estudio de la historia forma, por decirlo así, “El objeto principal
el fondo de la ciencia europea de nuestra época. Fi-
losofía, religión, política, derecho, todo lo que dice del maestro es
relación con las instituciones, costumbres y cien-
cias sociales se ha convertido en historia; porque enseñar a pensar”.
se ha pedido a la historia la razón del desenvolvi-
miento humano, de su manera de proceder, de las
huellas que ha dejado en los pueblos modernos,
y de los legados que las pasadas generaciones, la
mezcla de las razas, las revoluciones antiguas han
ido depositando sucesivamente. Pero la ciencia, Entre Ríos
tal como la concibe nuestra época, no es ya la ar- “Los pueblos regidos por instituciones libres,
tística relación de los hechos, no es la verificación aceptadas libremente, no pueden romper el pacto
y confrontación de los autores antiguos, como lo de asociación que los une entre sí, sino por con-
que tomaba el nombre de historia hasta el pasado sentimiento voluntario y legal de los asociados; y
siglo. Es una ciencia que se cría sobre los materia- yo digo a los futuros rebeldes, si aún no les basta
les transmitidos por las épocas antiguas. El histo- el escarmiento sufrido que forzada o ilusa, si una
riador de nuestra época va hasta explicar, con el provincia entera es llevada a la rebelión, la Na-
auxilio de una teoría, los hechos mismos que la ción se armará entera también para traer a esos
historia ha transmitido, sin que los mismos que los desertores al cumplimiento de su deber. Digo más
escribían alcanzasen a comprenderlos”. T. XXVIII, todavía. Entre Ríos es la última provincia de la Re-
1844, pp. 220-221. pública que pueda reclamar el derecho, si puede
haberlo, de desobedecer la Constitución y las au-
enseñanza religiosa toridades que de ella emanan. Entre Ríos, para su
“La enseñanza de las escuelas debe ser «esen- eterna gloria, dio a toda la República la libertad en
cialmente religiosa»; ¿quién no suscribe a esta Caseros; y con la victoria la Constitución y el go-
idea en que todos estamos de acuerdo, sin la exa- bierno que nos rige; y sería la locura más grande
geración del esencialmente? de su parte, dejarles a las demás provincias como
A bien que no es católica la instrucción que se un mal la Constitución y el gobierno que son su
pide. Lejos de eso, bástales con que sea cristiana propia obra y sustraerse ella sola a su obedien-
para que se llene el objeto de la religiosidad exigi- cia”. T. XXI, 1874, p. 281.
da”. T. XLVIII, 1882, pp. 104-105.
Entre Ríos. Militares
enseñar a pensar “El general Urquiza ha hecho de su provincia del
“En todos estos estudios el objeto principal Entre Ríos un campamento y un ejército, a sus pro-
del maestro es enseñar a pensar, desenvolver pias órdenes, con mil jefes y oficiales de su creación
las ideas, y habilitar al niño para sacar provecho y que a él y no al gobierno federal le están sujetos, y
práctico de los conocimientos que adquiere; obje- a este ejército que llama veterano, para recordar que
to primordial de toda enseñanza y por desgracia fue el instrumento de su elevación, haciendo la gue-
el más descuidado en todos nuestros sistemas”. rra a Corrientes, al Uruguay, a Buenos Aires, a los
T. XI, 1849, p. 263. salvajes unitarios o a Rosas indistintamente, según
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convenía a sus propósitos, ha añadido un ejército de Las funciones del poder público que representa
línea, arrancado lentamente a las provincias, y ale- a la ley son establecer en los hechos ciertos
jado del Poder Ejecutivo, toda vez que no lo ejerza principios fundamentales que llamamos derecho
él mismo. pero que en sustancia son puramente verdades
Así, pues, él es el dueño de la fuerza militar de la morales. El Estado es un ser eterno, que crece
Confederación, y Congreso y gobierno están desar- lentamente, que vive en todos los tiempos, y los
mados en el Paraná y rodeados de jefes y milicia que que se encargan de dirigirlo deben tener presente
nunca obedecerían a sus órdenes. que lo que hoy autorizan es semilla que siembran
Esas tropas y esas milicias han proclamado en y que dará sus frutos”. T. XXV, 1856, p. 146.
la Revista al grande Urquiza como su jefe, ni más “Las doctrinas deben tomarse de las repúbli-
ni menos como las legiones romanas levantaban en cas y de los gobiernos libres, donde la estabilidad
sus escudos a su caudillo para imponerlo Empera- de las instituciones ha mostrado que se sigue un
dor de Roma. buen sistema de interpretación.
El Congreso que ha tomado el nombre argen- Se nos ha dicho que las Cámaras cuando se
tino, puede y debe, para mostrar la autoridad que erigen en Cortes de justicia para juzgar hechos
ejerce, ordenar que en caso de guerra cada provin- no se atienen a la letra de la ley, sino que juzgan
cia dé el contingente que le corresponda en pro- por principios de equidad, dejando entender que la
porción de sus habitantes, exonerando al Entre equidad es algo que se aparta de la letra de la ley
Ríos de sacrificarse él solo, por todos, poniendo en y aun puede contrariarla.
campaña toda su población, con riesgo de que se [...] La Inglaterra y los Estados Unidos tienen
forme una República de Amazonas si la guerra se tribunales de equidad de que nosotros carecemos, a
prolongase. Que dé el Entre Ríos dos mil hombres más de los de ley que juzgan según leyes escritas,
y las demás provincias en proporción al ejército de y aunque las prescripciones de la equidad nos ven-
invasión”. T. XXIV, 1858, p. 270. gan desde los romanos, solo en aquellos países se
entrevero
“El modo de pelear de la montonera, contra todas
las reglas de la guerra, era buscar el entrevero, que
consistía en parearse cada uno con un cada cual y to- “Para los actos
marle el costado. El pánico estaba siempre del lado de
los ejércitos patrios, de ordinario sorprendidos, casi incuestionablemente
siempre derrotados, y en la persecución por leguas a
caballo, punto menos que exterminados, porque era buenos un gobierno no
sin misericordia la mortandad, según consta de las
relaciones de Yates”. T. XXXVIII, p. 124. necesita de la aprobación
equidad de sus sostenedores.
“El pueblo se educa por la repetición de los ac-
tos públicos en que se muestra bisoño. Si una vez Ellos se sostienen
elige mal, hay que respetar el acto. Lo que corrom-
pe, lo que desmoraliza al pueblo es la sanción del por sí mismos”.
mal, y de ello tiene cuenta y aprovecha.
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hace estudio aparte, digamos así, de este punto de no siente la responsabilidad de su propia existen-
jurisprudencia. cia, porque es cosa que come y viste y trabaja como
Si pues tenemos en las Cámaras Cortes que la máquina inconsciente que consume carbón y
proceden conforme a las nociones de equidad, de- grasa. Pero al fin de la gozosa jornada, aspirando
bemos atenernos a las definiciones que de ellas las brisas libres como ellos, admirando por la pri-
dan los que tales Cortes reconocen en su adminis- mera vez la naturaleza y la vegetación que antes
tración, a no ser que nos prueben que la equidad es tenían por enemigas, encontrábanse sin techo, sin
distinta según los países, lo que abonaría poco las patria, sin el grosero alimento siquiera que el amo
ideas cristianas y católicas de los que tal sostuvie- les distribuía para reparar las fuerzas. Estas hordas
ron”. T. XXV, 1856, p. 148. de bárbaros pacíficos y todavía humildes por há-
bitos y por gratitud, ganaban las abandonadas ba-
errores políticos rracas de los ejércitos victoriosos, que aun seguían
“Para los actos incuestionablemente buenos avanzando al sur en busca de los últimos restos de
un gobierno no necesita de la aprobación de sus los vencidos. Millares se establecieron en las costas
sostenedores. Ellos se sostienen por sí mismos. Es del mar para alimentarse con el pescado de Dios,
para los dudosos, o erróneos, en cuanto proviene con los mariscos de la playa”. T. XXX, 1865, p. 167.
de la flaqueza humana, que es necesario y conve-
niente que los partidos y los pueblos, en lugar de esclavitud
decir, nuestros representantes erraron, digan con “¡Ah la esclavatura, la llaga profunda y la fís-
más indulgencia: tula incurable que amenaza gangrenar el cuerpo
–Hemos errado, enmendemos el error”. T. L, robusto de la Unión! ¡Qué fatal error fue el de
1868, p. 68. Washington y de los grandes filósofos que hicie-
ron la declaración de los derechos del hombre, el
esclavos dejar a los plantadores del sud sus esclavos!; ¡y
“El esclavo moderno, por lo mismo que era la por qué rara fatalidad, los Estados Unidos, que
víctima de una institución expirante, es la última en la práctica han realizado los últimos progresos
degradación humana. De raza distinta, y por siglos del sentimiento de igualdad y de caridad, están
servil, despreciada de los mismos que querían le- condenados a dar las postreras batallas contra la
vantarla de su postración, por esos hábitos que las injusticia antigua de hombre a hombre vencida ya
distinciones sociales forman, creando una segunda en todo el resto de la tierra!
naturaleza, los negros de la noche a la mañana se La esclavatura de los Estados Unidos es hoy una
encontraban libres; sin hogar donde refugiarse, hu- cuestión sin solución posible; son cuatro millones
yendo de la casa que les recordaba los sufrimientos de negros, y dentro de veinte años serán ocho. Res-
de la pasada servidumbre; sin vestido, sin alimen- catados, ¿quién paga los mil millones de pesos que
to, sin la capacidad ni la ocasión de procurárselo valen? Libertos, ¿qué se hace con esta raza negra
por el trabajo libre; y sobre todo este cúmulo de odiada por la raza blanca? [...] El espíritu puritano
miserias, la ignorancia en que habían sido creados, de igualdad y de justicia se eleva en el norte a la al-
como se cercenan las alas a las aves del cielo cuando tura de un sentimiento religioso. Abominan de ella
se las quiere someter al yugo doméstico. Las ban- como de una lepra y de una mancha que deshonra
das de negros por millares se echaban a andar a la a la Unión, y en su ardor predican la cruzada contra
de Dios por los caminos, aquejados por el deseo de los réprobos que explotan la abyección de una raza
sentirse libres, con la imprevisión del esclavo, que maldecida”. T. V, 1847, p. 370.
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esclavitud en Norteamérica
“El Sur con los esclavos era como la capa geoló-
gica anterior al terreno reciente: era el intermediario “Cuando el hombre se ha
entre la Europa y la América; el descenso natural
de la América del Sur a la del Norte. Conglomerá- encontrado en posesión
banse de aquel lado la Florida que fue española; la
Luisiana y el Mississipi, que fueron franceses; Texas, de las matemáticas, ha dejado
que no acaba de ser mejicano. Cuando en la Con-
vención de 1768, que dio la Constitución de los Es- de explotar hombres”.
tados Unidos, se discutía un punto, usábase de este
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pediría su parte en el sacerdocio, ya que la tenía que formuló Lincoln en su primer discurso de
nominal en el Consulado. La humanidad entera lo Nueva York: «Este país no puede ser siempre mi-
apoyaría con sus votos en la cuestión de la esclavi- tad libre y mitad esclavo»; y fue todo libre. Un día
tud; el mayor número de los Estados en la guerra llegó en que el Mediterráneo no pudo ser mitad
por su propia emancipación; y la mayor riqueza y romano y mitad cartaginés; y Cartago fue borra-
número de habitantes permitirían llegar adonde da de la luz de la tierra, y su nombre execrado
el heroísmo de siempre llega, que es a vencer a hasta hoy. Más tarde el mundo antiguo no pudo
la postre con más recursos pecuniarios, y mayor ser mitad romano y mitad bárbaro; y fue bárbaro
gasto de sangre”. T. XXVII, 1865, p. 16. diez siglos”. T. XXVII, 1865, p. 20.
“La esclavitud buscó espacio para extenderse “Acaso no era justo en la providencial distribu-
hacia el Sur, sobre Texas por la anexión, sobre ción del bien y del mal entre las naciones que a los
México por la conquista, sobre Centro América Estados Unidos solo cupiesen ventajas, sin mezcla
por el filibusterismo. Feliz con la presa dorada de inconvenientes. Acaso era llegada la hora en que
de California, el espíritu de invasión no conoció devolviesen a la humanidad, tomando parte en sus
límites, pudiendo como Pompeyo ostentar a los tribulaciones presentes, y en sus progresos futuros,
ávidos ojos de los romanos cartagineses los tesoros lo que de los progresos pasados recibieran en he-
del Asia, las estatuas de la Grecia, y los reyes rencia con las libertades inglesas. Mal que les pese
bárbaros vencidos y atados a su carro. Julio César, tendrán ejército permanente, y borrarán de sus
empero, fue el ganancioso, y Roma quedó entonces constituciones la cláusula que recuerda su incom-
herida por sus triunfos, como la ballena a la cual patibilidad con las instituciones libres. Mal que les
se larga bastante soga, cuando ya tiene clavado el pese tendrán formidables escuadras y entenderán
rejón, para que vaya a morir en lo profundo del en los negocios del mundo antiguo, ya que aquella
abismo”. T. XXVII, 1865, p. 18. situación aislada y apartada ha desaparecido por
“Fueron, pues, los Estados Unidos los que atro- culpa del gobierno esclavócrata que les deja este
pellando esas telarañas que se llaman derecho de legado de su política. Están, pues, lanzados por
las naciones, cuando solo concierne a los débiles, la mano de sus antecedentes y los designios de la
abrieron para la América del Sur, en estado de cri- Providencia en los azares de los mares desconoci-
sálida, la caja de Pandora de todas las combinacio- dos del mundo futuro, de la política militante, en
nes de la política europea; y como con la raza negra antagonismo necesario con los que esperan hacer
arrancada al África por los portugueses a fines del volver atrás la historia, y que de las aberraciones en
siglo quince, se retardó la definitiva abolición de la la marcha de los pueblos tienden a hacer itinerario
esclavitud hasta el siglo diecinueve; así los Estados regular a las instituciones políticas. Lincoln tuvo,
Unidos, con la conquista de Nuevo México y Cali- con el instinto del pueblo, el presentimiento vago
fornia, retardaron la formación de la República en de estos peligros; y bueno es que haya protestado
el terreno en donde por la emancipación, las ex co- solemnemente en el Congreso contra los incautos
lonias españolas podían seguir su propio ejemplo, que los provocaron”. T. XXVII, 1865, pp. 20-21.
sin alarma ni ofensa de los gobiernos tradicionales
de Europa”. T. XXVII, 1865, p. 19. escritor. Viajes
“No fue cosaca ni republicana la Europa, no “Pero lo que mi madre no notó nunca, porque
obstante las previsiones del genio; pero cuando es cosa que no se hace notar en Chile, es la inven-
las fuerzas se equilibran entre corrientes encon- cible propensión que a escribir un viaje tengo;
tradas, preséntase de tarde en tarde el problema un viaje en que yo sea el héroe y el objeto más
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puntiagudo que se ofrezca, para tener el gusto una o perfecta, y después de ejecutada compara
de oír mi nombre, y ocuparse de mis aventuras el resultado obtenido por cada alumno con los
contando cómo fui servido en la posada de Díaz ocho modelos, verificando el grado de perfección
y los propósitos que me tuvo un borracho”. T. I, alcanzado y numerando el profesor la o de cada
1841, p. 83. niño. Esta lección debe repetirse con frecuencia
al principiar la clase de escritura, a fin de formar
escritor americano la conciencia, digámoslo así, de los niños sobre la
“El escritor americano debe sacrificar al autor perfección de la escritura”. T. XXVIII, 1853, p. 158.
en beneficio del adelanto de su país, el amor propio “Las escuelas conviene que sean grandes, pues
en las aras del patriotismo; hacer brillar la buena con menos capital invertido, contienen mayor
intención sin curarse de la fama de buen literato”. número de alumnos. Si cuatro escuelas para dos-
T. I, 1841, p. 107. cientos niños invierten cuarenta mil pesos, una
para doscientos no puede invertir veinte mil; hay,
escritura pues, economía de veinte mil pesos”. T. XXVIII,
“La forma de la letra depende principalmente 1853, p. 160.
de la idea típica que el niño se haga de ella. La “Ya hemos mostrado en otra parte los mate-
mano pone resistencias, es verdad, por falta de riales de que se sirven en nuestras escuelas con el
ejercicios a producir la forma que se copia; pero nombre de banco, bancas, mesas, etc. En cada aldea
el principal obstáculo para los progresos de la en- donde más entendidos son los que corren con la
señanza está en que en la mente del niño no está invención de estas piezas, encargan al carpintero
clara la idea perfecta de la forma. Los mejores del barrio hacerlas lo más barato posible. El alto, el
profesores ingleses han ensayado con éxito este caído, el ancho lo determina el artífice a la ventura;
método. El profesor pinta en la pizarra ocho o su- y si se requieren piezas construidas bajo un plan
cesivas, con mayor o menor perfección, de manera determinado y con una cierta finura, entonces va-
que haya una irreprochable, y las otras vayan des- len lo que muebles de caoba.
cendiendo en perfección hasta la forma más inco- La precisión de material para las escuelas de-
rrecta. El maestro interroga a los alumnos cuál de biera ser y es hoy materia de fabricación especial,
ellas es la más perfecta, y una vez conocida se la como lo es el estudio y ciencia de su dirección
numera 1ª, se pide en seguida la que más se acerca y sus proporciones. La ley ha entendido en este
en perfección y se la da el número 2, y así suce- punto en varios de los Estados Unidos, a fin de
sivamente hasta dar el 8 a la más incorrecta. El evitar los sufrimientos que con deterioro de la
profesor ordena en seguida a cada alumno hacer salud y del desarrollo corporal imponen a los
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escuela.
palanca de Arquímedes
“El hombre que hace dos mil años descubrió la “Arquímedes no había
potencia motriz del simple tornillo que hoy impele
las naves, a despecho de Eolo y Neptuno, y de to- inventado ni el tornillo ni
dos los mentidos dioses, agitadores del mar y de
los vientos, pedía un punto de apoyo para la pa- la palanca (...). Él solo había
lanca, ese primitivo poder del arte, y ofrecía sacar
la tierra de sus cimientos. observado la fuerza que
Arquímedes no había inventado ni el tornillo ni
la palanca, que pertenecía a Dios y a la humanidad. poseían, y la preconizaba
Él solo había observado la fuerza que poseían, y la
preconizaba en vano a sus compatriotas. en vano a sus compatriotas”.
La escuela es en lo moral lo que la palanca de
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fundar una escuelita entre el Tigre y San Fernando, Débesele a Gelder, pero es preciso convenir que
en un espacio en que vivían entonces centenares de se debe a Sarmiento también, que les puso maestro
carreteros. Hace veintidós años que esa escuelita tan socorrido en aquellos pantanos y ciénagas de los
enseña a 120 niños y cuarenta niñas, mientras que alrededores del Tigre. Un voto de gratitud, pues, a
antes nadie sabía leer a una legua a la redonda. ambos asociados”. T. LII, pp. 256-257.
Obtenían entonces una escuela, presentándose
a solicitarla, y un joven alemán, muy bien hablado escuela laica o escuela atea
en americano, con instrucción más extensa que la “Desde que, sin ser traidor a su patria, y rebel-
de los maestros comunes, no hallando colocación de a sus constituciones, ningún puede decir puede
en ninguna parte, fue colocado allí. El señor Sar- decir que es ateo su gobierno, porque no es católica,
miento dotó a aquellas buenas gentes de una es- apostólica, romana la Constitución o la asociación a
cuela, y al país de un consejero del mismo señor la que pertenece, la explotación del epíteto ateo se
Sarmiento, en perspectiva. ha reconcentrado en la escuela, y entonces dicen es-
Como sabía alemán, a fuer de holandés, y francés, cuela atea, por escuela laica. «Escuelas laicas, es de-
a fuer de belga, y varias otras cosas de persona cir, ateas», es la sinonimia más criminal que la mala
que no carece de educación, como cualquiera de intención haya inventado. Es Facundo Quiroga otra
nuestros jóvenes, las familias del Tigre mandaron vez, paseando su bandera «Religión o muerte», en
sus niños a la nueva escuela, y entre ellos descubrió nombre de la «Carta fundamental de la República»,
a poco el joven Gelder un tout petit amour de niño, un que han leído patas arriba”. T. XLVIII, 1882, p. 131.
Balbincito, hijo del señor Balbín, persona en posición, “[...] En estas sociedades embrionarias, por-
y vio desde luego todo lo que dar de sí, educándole que en efecto la ley entre nosotros es una tela que
bien aquel angelito, que podía servir, andando el cada uno tiñe del color que quiere”. T. XLVIII,
tiempo, de llave falsa para abrir puertas quién sabe, 1882, p. 133.
si no de la academia de la lengua, de la universidad,
de los honores, ¡de los sueldos acumulados! escuela modelo
Todavía no se habían creado escuelas normales; “La escuela nos viene degradada desde tiem-
¡pero quién sabe si un genio no le hizo entrever su po inmemorial. La idea que ella trae al espíritu es
creación, cuando el petit Balbín fuese el representante mezquina, y las imágenes que despierta humil-
Balbín, el ministro Balbín, o cosa parecida! Enséñale des. En Chile los alumnos de la Escuela Normal,
inglés o francés, regla de tres, que rara vez enseñan para darle importancia llamábanla obstinada-
en las escuelas, y partida doble. mente Colegio Normal, como es la aspiración de
¿Fue ministro de Hacienda Balbín, sí o no? todos los dueños de establecimientos, bautizarlos
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con nombre tan pomposo. Cada uno puede inte- inasistencia de tres por día solamente, si en las otras
rrogar sus propias sensaciones a este respecto y deja de asistir un tercio.
convencerse de la verdad de estas observaciones. Ella adelanta primorosamente en ramos que
Era, pues, preciso reaccionar contra este sen- nunca entraron en la educación llamada primaria.
timiento que empequeñece lo que es únicamente En ellas hay métodos perfectos y ninguna de las ob-
grande. Era preciso levantar de repente a todas altu- jeciones que se hacen a otras.
ra la Escuela, y presentar la apetecible por la eficacia ¿Por qué se hace esto en la escuela modelo y no
de su enseñanza, noble en sus formas y comodidad; en las otras?
rica de elementos de instrucción, en una palabra, Porque hay un edificio capaz, y adecuado a la
era necesario mostrar una escuela, no ya desideratum planteación de métodos de enseñanza.
o utopía, sino hecho práctico, tangible, sujeto a la Porque hay maestros idóneos, que no todas las
apreciación del buen sentido, y del interés indivi- escuelas públicas tienen.
dual, y esto es lo que el Departamento se propuso y Porque hay un material completo de enseñanza.
consiguió con la creación de la Escuela Modelo, que Porque hay una serie completa de textos ex-
funciona hace ya ocho meses, pudiendo asegurar celentes.
que ella es el más perfecto y completo ensayo que Porque hay rentas suficientes para hacer frente
se haya intentado en estos países. Las dimensiones y a los gastos.
forma del edificio que ha quedado definitivamente Porque hay posibilidad de aplicar métodos.
consagrado a la Escuela Superior de la Catedral al Porque hay comisionados celosos que vigilan dia-
Sur, se conforman a las formas arquitectónicas que riamente el mejor orden y progreso de la escuela.
revisten los edificios expresamente construidos para Cuando haya todo esto en las escuelas públicas,
este objeto”. T. XLIV, 1858, p. 52. todas marcharán bajo el mismo pie. Mientras no,
“La introducción de la música vocal y del di- dependerá el progreso de cada una de la capacidad
bujo en nuestras escuelas superiores no como cla- del maestro, de la extensión del local, de la asisten-
se particular sino como ejercicio diario y general cia o inasistencia de los niños”. T. LII, 1858, p. 107.
ha tenido el éxito más completo, copiando ciento
veinte alumnos imágenes de objetos con la misma Escuela Normal I
facilidad que copian letras como símbolo de las pa- “La formación de la escuela normal para la ins-
labras”. T. XLIV, 1858, p. 53. trucción primaria importa, pues, un primer esla-
bón en una larga serie de mejoras, que apoyándose
escuela modelo recíprocamente entre sí, e impulsándose unas a
Catedral del Sud otras, den por resultado final echar en todo el pue-
“Después de la creada escuela modelo de Ca- blo un fecundo germen de civilización, y prodigar
tedral al Sud, no es permitido preguntar cuáles a todas las clases de la sociedad aquella instrucción
son los beneficios ni la influencia de la dirección indispensable para formar la razón de los que es-
de escuelas [...]. tán llamados a influir más tarde con sus luces o
Esa escuela responde a todos los cargos que pue- su ignorancia en la suerte futura del país. Formar
den hacerse con una sola palabra, y es ser la única preceptores para la enseñanza primaria, y ampliar
de su género en la América del Sud, la única que re- ésta en toda la extensión de la República, importa
suelve todas las cuestiones de la educación pública tanto como adaptar después de maduramente exa-
por los medios que se resuelven estas dificultades. minados los sistemas de enseñanza más ventajosa-
A ella asisten diariamente ciento cuarenta niños, con mente conocidos, que en otros países se hallan en
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escuelas de mujeres
“En materia de hacer el bien y el progreso del
país, muy delicadas han de ser las conciencias (y ge-
neralmente suelen serlo más las de aquellos que ha-
cen menos en este sentido), para encontrar una línea
de separación entre la Nación y las provincias. [...]
Así como es de interés privado para una pro-
vincia educar a sus habitantes con la proporción
de recursos que le haya cabido en suerte, según
el lugar en que esté ubicada, lo es también de la
Nación nadie tiene más interés que ella en que
todos sus hijos y todos sus habitantes sean igual-
mente educados.
Si se ha hecho que las universidades estén diri-
gidas por la Nación, y las escuelas por las provin-
cias, se ha cometido el más grande de los errores,
porque las universidades no interesan a la Nación;
son para unas cuantas docenas de jóvenes, puesto
que toda la Nación no ha de componerse de aboga-
dos y médicos; son profesiones rentadas, medios
de ganar la vida, que la Nación no debe encargarse
jamás de auxiliar; mientras que la educación del
pueblo es la base de la Constitución.
Por tanto, no creo que es esta una cuestión que
deba ocuparnos un momento.
El gobierno nacional va a fundar escuelas nor-
males para mejorar las condiciones intelectuales del
pueblo, y esto, señor presidente, es un paso muy “Las universidades
avanzado que se da en la República Argentina.
De las novelas de Sir Walter Scott, recuerdo no interesan a la
ciertas pinturas de las costumbres de ahora un si-
glo, no más, en Europa. En aquel tiempo, era un Nación (...) mientras
punto de honor y de decoro, que las señoras no
supieran leer, y sobre todo escribir; era cosa indig- que la educación
na de una señora. Esta es la educación que hemos
recibido nosotros. En el día, estamos reaccionando del pueblo es la base
lentamente, me atrevo a decir difícilmente, pues el
país, después de don Bernardino Rivadavia, no ha de la Constitción”.
hecho nada de nuevo en materia de educación.
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Don Bernardino Rivadavia estableció algunas En las escuelas italianas, por ejemplo, salvo algu-
escuelas de varones, pero su grande obra fue ini- nas excepciones, no se enseñaba el idioma nacio-
ciar la educación de las mujeres: no existía una nal, ni la historia argentina. La intervención de
sola escuela en la República Argentina para educar algunos caballeros italianos, coincidiendo con la
mujeres; no se había creído decoroso que una niña prescripción legal, por cuyo cumplimiento velaba
de familia decente saliese de su casa a la escuela a el Consejo General de Educación, han modificado
aprender a leer. Para vencer las preocupaciones de ese estado de cosas.
estos países, que eran las mismas que ya empeza- Los italianos no estaban satisfechos con la
ban a ceder en Europa, fue que todo el poder de marcha de sus escuelas, que parece no respon-
don Bernardino Rivadavia se contrajo a crear ocho dían a los sacrificios que hacían por sostenerlas.
escuelas de mujeres. Esta es su grande obra, y ha- De ahí la convocación del Congreso Pedagógico,
ber creado una sociedad de beneficencia. [...] que acaba de celebrar sus reuniones, habiendo la
La capacidad de enseñar, la instrucción (mu- mayor parte de los miembros que lo componían
jeres), les abre pues, una carrera, y en esto está estudiado brillantemente los problemas comple-
interesada toda la sociedad; pero para enseñar jos que a la educación primaria se refieren. Se han
es preciso que aprendan rudimentos indispensa- tomado resoluciones y se han sancionado una se-
bles”. T. XX, 1875, pp. 16-18. rie de opiniones que el Congreso juzgó prudente
hacer conocer, como norma para la solución de
escuelas de Sarmiento las dificultades que pueden presentarse al peda-
“En San Juan en 1862, había 400 niños en las gogo en la práctica. [...]
escuelas. Yo puse 1.800. Hoy hay cinco mil, a más La provincia de Buenos Aires ha gastado has-
de 200 estudiantes en el colegio, íd. 50 en la Uni- ta ahora más de veinte millones de pesos al año
versidad y Colegio de Buenos Aires y la mitad de en la educación primaria. La ley de educación,
otros tantos en Chile y Córdoba. Desarrollo más con los defectos de que adolece como obra hu-
rápido de la educación no se ha hecho jamás. Voy mana, es sin duda lo más adelantado que ha po-
a organizar escuelas superiores y sistema completo dido encontrarse en los países que marchan a la
norteamericano. En seis años más habrán algunos cabeza del movimiento educacionista del mundo.
mil educados, y millares en camino de aprender. En la práctica y aplicada cuerdamente, ha dado
Habrá una provincia culta o con visos de tal. Habrá los resultados que son conocidos hoy por todos
un modelo de lo que puede hacerse en Tucumán, aquellos que han mandado sus hijos a la escuela.
Mendoza y otras provincias”. T. L, 1869, p. 192. Aquella preocupación aristocrática que habría
hecho hace diez años enrojecer a nuestras fami-
escuelas extranjeras lias patricias, si sus hijos hubieran ido a codearse
en el país con morenitos o pardos en la escuela del Estado, ha
“Hace mucho tiempo que, estudiando con al- desaparecido por completo.
gún detalle el estado de la educación primaria en la Hace diez años se enseñaba en las escuelas
provincia de Buenos Aires, hemos tenido ocasión públicas a leer mal, a escribir peor y a contar a
de observar la organización especial de las escue- veces al revés. Basta oír hoy a un niño repetir to-
las italianas. Antes de la promulgación de la ley de das las nociones generales adquiridas en la cla-
educación común, casi ninguna escuela elemental se, por un método racional, para observar cómo
se encontraba en las condiciones que exige hoy la marchan esas cosas y cuánta distancia hay entre
ley referida, respecto al mínimum de instrucción. la enseñanza rudimentaria recibida por nosotros,
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encontrará que solo la del Paraná da cuenta del nú- preparado, en lugar de una escuela gratis para
mero de sus alumnos, y de la situación en que los ya que se eduque a pretexto de normal, se harán dos
graduados se encuentran. Hemos visto por lo me- o tres escuelas gratis si un cañonazo no alcanza
nos media docena que no ha obtenido escuela: mu- tírele dos, tres a expensas de la Nación, de manera
chos son profesores de ramos especiales en colegios que vamos a tener en catorce provincias, catorce
públicos y aun particulares, y muchos han abando- pepineras, seminarios, cuarteles de empleados
nado la carrera para la que fueron educados a tanta públicos con goce de sueldo desde la edad de cuatro
costa del erario, cansados de esperar educación, que años”. T. XLVII, 1883, pp. 119-121.
nadie tiene obligación de darles.
Todo el dinero que se gasta en elevar más y escuelas y templos
más la educación normal es dinero tirado a la ca- “Los templos están en la tradición de los pue-
lle porque no hay dónde colocar a esos maestros, blos católicos y por consecuencia no hay que ayu-
y una vez colocados no hay escuela adecuada, y darlos. No es cierto que los gobiernos hayan cons-
aun habiéndola, no hay suficiente número de ni- truido los templos; son los pueblos quienes los
ños para la enseñanza superior. han costeado o el sentimiento religioso. Pero si el
[...] No se necesitan maestros tan de superior Estado empieza a dar para templos, es lógico que
calidad, sino maestros de alguna calidad que fal- dictemos una ley por la cual se prescriba que han
tan. En los 1356 presentados al Congreso «para de ser sin cornisas, sin columnas, sin adornos in-
que juzgue», no hay cuarenta de las Escuelas Nor- necesarios, hasta hacernos un poco protestantes, lo
males, que están funcionando hace diez años, sin que no sería posible.
contar con los maestros particulares para los cien No sucede lo mismo con la idea de las escuelas
mil niños que huyen de las Escuelas Públicas se- para el pueblo que vamos a introducir en el país.
gún el ministro. Está solo en germen; es preciso ayudarla a desarro-
Mas vemos que los amigos del gobierno se van llarse y contribuir a difundir la civilización en toda
a obstinar en poner al lado de cada Escuela Nor- la República y hacer que todos contribuyan a su
mal, colegio militar, naval, etc., etc., una escueli- regeneración. Y en edificios de escuelas no hay cui-
ta para preparar los sujetos desde su más tierna dado que se gaste nada en lo superfluo”. T. XVIII,
edad, como Dios pone un río al lado de cada ciu- 1858, pp. 186-187.
dad, para que beban agua los moradores.
Ya lo dicen, si no hace daño el sistema, no ha escuela y religión
de hacer bien, aunque aumenten la confusión y los “[…] ¿Quién se declara el sostenedor de la es-
sueldos y el derroche, sin tomarse el trabajo de sa- cuela sin religión?
ber si se aprovecha o no. Lo que importa es gastar. Yo, mi honorable senador, con tal que me per-
No admitan a ninguna Escuela Normal, naval, mita completar su pensamiento: «La escuela sin
militar, universitaria al que no se presente eximia- religión de mi mujer… la mía o la de cualquiera
mente preparado; y entonces cada uno cuidará de otra». T. XLVIII, p. 259.
estarlo sin que se pugne su pereza, dándole maes- “El mantenedor de la escuela religiosa ha es-
tro que le enseñe a expensas del Estado. Esto esti- crito bellísimas cosas; pero había llegado a la edad
mula, aquello agrava el mal. de cincuenta años sin haber estampado antes de
Pero lo que se quiere es recibir al niño de fulano Jesús, con que hoy se presenta armado: Dejad que
que viene recomendado por haber ayudado en la los niños se acerquen a mí.
elección pasada, y como el guaranguito no está ¡Reclamo mi propiedad! Era aquella frase y es
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el emblema de mi enseñanza. ¡Cuarenta veces la ¿Hizo brillar su luz retórico alguno, ante los
repetí en cuarenta años de enseñar, y escribir en- ojos del cristiano?
señando! Sobre lo más alto del escritorio donde Yo di a las escuelas de esta parte de América,
confío al papel estas palabras, se levanta el bellísi- hace cuarenta años, y continúan dos Repúblicas y
mo grabado de Henry L. Jenue de aquella grande las madres de seis millones de hombres despertan-
escena, que por el marco con la corona de espinas do en sus hijitos, la conciencia de un niño, con un
que lo rodea, se muestra que es el Dios Penate que libro que contiene además la doctrina católica y los
he traído a mi hogar de largos viajes, con la advo- rezos, mientras que la Vida de Jesucristo, que lleva
cación del Evangelio que cuadra a mis instintos. también mi nombre, reconcentra y explica los Evan-
El grabado que hacía el par representaba la pa- gelios, y es la primera y acaso la única noción que
rábola de los lirios de los campos, a quienes Dios millones de cristianos han alcanzado en cuarenta
viste sin que ellos se afanen trabajando, y lo de- años. ¿Y que ahora venga un retórico a confundir-
volví en silencio. me con la escuela religiosa? Esos embustes son bue-
Sobre mi mesa está en yeso el boceto del grupo nos para polemistas a lo Veuillot, los asesinos del
que corona la escuela de Chivilcoy, el Sinite parvu- vitriolo”. T. XLVIII, pp. 259-260.
los, que sugerí al escultor. ¿No los habrá visto en mi “Lejos de ser su antagonista, el catolicismo tiene
bufete? Pues en casas de los que votaron la ley no que reivindicar para sí, como una de sus glorias, ha-
los vi yo tampoco, aunque haya visto sacrecoeurs de ber sido el primero en echar las bases de la igualdad
esmalte y oropel colorado de hechura de monjas. de todos los cristianos ante los beneficios de la ley,
¡No!, no me quiten a mí mi adoración, mi abo- y por tanto, el que en América creó la escuela sin
gado a la hora de la muerte, mi maestro, para re- religión dogmática, dominante o denominacional,
vestir frases de su oratoria. como le llaman. Poniendo gobernantes, obispos,
Cuando me afligen las punzadas terribles que prelados católicos, la enseñanza de la religión cató-
sufro por la educación de los párvulos, si levanto lica fuera de la escuela, como su observancia fuera
los ojos encuentro a estos mis lares que me con- del dominio de la ley civil”. T. XLVIII, p. 263.
suelan. En vano dirían los que han votado y des-
truido la ley que les dejen acercar a los niños, si no espacio y aislamiento
son sus propios monuelos. “La República Argentina es el país del mundo
Yo he pasado mis horas de trabajo estudiando donde la población está más diseminada, y es el
en los pequeñitos el albor de la inteligencia para error político más grave diseminarla más y más
hacer silabarios. A dos indiecitos he enseñado a todavía. Para ser fuertes necesitamos estrechar las
leer en Buenos Aires por motivo de estudios; de filas, llenar los vacíos, porque con ello se afirma
uno de ellos le consta al Consejo de Educación; a y robustece la sociedad, se acortan las distancias,
un mucamo gallego, que es hoy empleado de adua- se abaratan los fletes. Actualmente los ferrocarriles
na, le enseñó a leer el presidente de la República. son improductivos, porque una tonelada de azú-
No cuento milagros, sino que viví siempre rodea- car de Tucumán, una pipa de vino de San Juan,
do de pequeñuelos, por amor a la cultura del espíritu. tiene que pagar el interés de cien leguas de rieles
Menos permitiría preguntar como argumento: improductivos”. T. XLI, 1879, p. 239.
¿Habrá cesado de sonar en las alturas del mundo la voz
de Jesús? Si a mí se aplicara la cruel ironía, sería un España I
sacrilegio. ¿Hízola resonar alguna vez aquí abajo, “[...] Cuando todas las naciones de la Europa
en la escuela clerical, alguno? estaban encorvadas bajo el yugo del despotismo,
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se estudió nada de lo pasado, y las bellezas de sus superiores: «La América del Norte habla inglés,
dos artes fueron producción original del suelo. Así la del Sur español». He aquí, en efecto, toda la
Lope de Vega, Calderón, Murillo, Cervantes pueden historia comparada de estas dos colonizaciones.
solo compararse a Pitágoras, Sófocles, Arquímedes, La Inglaterra, cuando ha establecido en su seno un
Euclides, cada uno creador de un ramo del arte o de sistema vivo de gobierno, de industria y de ideas,
la ciencia. La diferencia solo está en que los españoles arroja colonias, y de ellas nacen naciones poderosas.
no pudieron legar nada a su nación, que cambiaba de La España, cuando ha logrado sofocar todo
faz en aquel momento. La novela creada por Cervan- progreso, todo movimiento civilizador cuando cree
tes fue a reproducirse en Francia; el pincel de Rivera haber asegurado a la feudalidad y a la ignorancia
en los Países Bajos”. T. V, 1846, p. 143. de la Edad Media una existencia duradera, arroja
también colonias. ¿Qué había de resultar de esto,
España. Colonialismo pues? La vida en el norte, la muerte en el sur, en el
“Iguales observaciones nos ocurren contra norte se habla inglés, en el sur se habla español. Pero
ese pretendido plan de opresión abrazado por culpar a la España de hacer mal a designio, cuando
la España con respecto a sus colonias, supuesto el mal era su propia esencia, su vida, su modo de
cuando se trataba de sublevar la América. Ese ser, esto es soberanamente injusto, y los documentos
lenguaje era excelente como medio revolucionario; históricos están en contra. Si era prohibido a los
pero treinta años después es injusto y poco exacto. americanos, por un mal sistema de economía
La España ha procedido para con sus colonias como política, cultivar o fabricar lo que se producía en
Chile procedería con las suyas, sin otra diferencia España, a los españoles era igualmente prohibido
que las que establecerían las luces de la época y las cultivar lo que eran productos americanos; y en
diversas formas de gobierno. Las colonias españolas cuanto a educación, las universidades pululaban
tienen eso de particular, que eran ni más ni menos por la América, tan atrasadas, tan escolásticas, tan
en sus derechos verdaderas provincias españolas, rutineras como las españolas, a las que no iban en
sobre las que pesaba en el nuevo continente como zaga”. T. II, 1844, p. 167.
en la península el mismo despotismo y la misma
arbitrariedad. Es preciso fijarse en los diversos España. Conquista
caracteres que tienen las colonias según su origen. “[...] En vano las Leyes de Indias quisieron pro-
La España y la Inglaterra pueden servirnos de teger a los naturales contra la rapacidad de los con-
ejemplo en los tiempos modernos. No sabemos quistadores, que despoblaban de hombres el suelo a
con qué motivo decía Víctor Hugo, con aquella fin de crear ganados que les asegurasen la opulen-
especie de abandono que caracteriza a los espíritus cia sin trabajo. Hasta hoy en Buenos Aires mismo
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se nota esta tendencia de los poseedores de suelo levantado al morir un grande monumento, como
inculto, a despoblarlo, no ya de indios, sino de fami- la tumba en que debían quedar sepultadas”. T. V,
lias españolas allí nacidas, y reducirlas a villas, que 1846, pp. 140-141.
son nidos de vicio y pobreza”. T. VII, pp. 243-244.
España. El Escorial II
España. Costumbres “Versailles había sepultado el poder absoluto
“Dos meses he parado en Madrid y no he de los reyes, empobrecido a la Francia, y convoca-
conocido sino muy pocas familias. Los americanos do los estados generales para remediar la espanto-
y franceses que han penetrado en la sociedad, sa deuda, engendrando la revolución de 1789 que
cualquiera que su rango sea, alaban la cordialidad ha regenerado el mundo. Pero Versailles, como San
y la franqueza de las costumbres, y cierto aire de Pedro, eran la glorificación de las artes y las cien-
la hospitalidad americana que hace del extranjero cias antiguas, y cada piedra asentada hacía surgir
a la tercera visita el miembro de la familia. En una nueva idea, suscitando un hombre, un recuer-
los círculos de literatos que he frecuentado, he do. En San Pedro, Miguel Ángel y el antiguo Pan-
encontrado el mismo espíritu, la misma llaneza, teón, la Roma de los Césares y la de los papas; en
que haría amar al español por aquellos mismos Francia, el gran rey, y todos los grandes hombres
que, como yo, detestan todos sus antecedentes que brillaron en el siglo de Luis XIV. Así estos dos
históricos y simbolizan en la España la tradición monumentos han quedado vivos, aunque hayan
del envejecido mal de América”. T. V, 1846, p. 144. muerto los instrumentos que sirvieron a su cons-
trucción. Versailles necesita dos caminos de hie-
España. El Escorial I rro para proveer al movimiento de atracción que
“El Escorial, Manzanares [...]. Después un valle causa. La Europa entera remolinea en derredor de
sin agua y sin árboles, una montaña elevada que aquellas artísticas y esplendorosas ruinas, al paso
cubre el horizonte, y a su base la cúpula y torreo- que el Escorial no tiene veinte visitantes en la se-
nes del edificio sacerdotal, levantándose como mana. Si es un cadáver, es un cadáver fresco aún,
pigmeos humanos en presencia de las obras de la que hiede e inspira disgusto”. T. V, 1846, p. 141.
naturaleza. Al llegar a aquel páramo os enseñan un
peñasco desnudo en donde Felipe II hizo ahorcar España. Herencia
a los trabajadores que no querían conformarse con “Nosotros somos una segunda, tercera o cuarta
el escaso estipendio que les había asignado, me- edición de la España; no a la manera de los libros
dio seguro de resolver la cuestión del salario. [...] que corrigen y aumentan en las reimpresiones, sino
Es una montaña vecina quien aplasta y anonada el como los malos grabados, cuyas últimas estampas
monumento, dándole un alma oprimida, helada, salen cargadas de tinta y apenas inteligibles. Sus vi-
torva. Por la mañana no está el sol allí para creer- cios son los mismos de que adolecemos nosotros, hi-
se uno libre; el frío, que bajo aquellas bóvedas se- jos de tal madre, y nuestras costumbres no le van en
pulcrales penetra hasta los huesos, tiene no sé qué zaga; así es que lo que allá se ha escrito nos vendrá
de calabozo, de subterráneo que os hace procurar siempre de perlas”. T. I, 1841, p. 82.
involuntariamente las puertas, mirar las ventanas,
buscando como las plantas la luz del cielo. España. Inquisición
Un recuerdo me venía sin cesar al espíritu al “La Inquisición encendió, señores, sus hogueras
contemplar este extraño y espantable edificio. Ve- para quemar en ellas la literatura española, y los es-
níame al espíritu que todas las civilizaciones han critores contemporáneos y posteriores se guardaron
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Colección Idearios Argentinos
muy bien de emitir un pensamiento que avanzase en prosa. Víctor Hugo, obedeciendo a esta nueva in-
un punto el estado de los conocimientos humanos versión de las reglas, el primer poeta de la época, ha
más allá de lo que alcanzaban los pocos alcances de escrito sus mejores dramas en prosa, como Dumas,
los hombres de aquella ominosa época. [...] Durante como todos, porque no pueden evitarlo, aunque de
tres siglos no ha habido en España un solo hombre vez en cuando aparezcan composiciones en verso.
que piense; y el bello idioma castellano solo ha ser- Esto supuesto, el teatro español viene arrastrándose
vido para expresar pasiones mal comprimidas, pues todavía, veinte o treinta años atrás del arte actual.
que para echar a los hombres al fuego se usaba del [...] Los españoles creen que les es peculiar el octo-
latín”. T. IV, 1843, p. 18. sílabo, porque los cieguitos componen en ese metro.
[...] Y cierto que cuando leo octavas, aunque sean
España. Libros escritas por Zorrilla, me parece que estoy oyendo a
“La imprenta de Rivadeneira ha publicado y es- los cieguitos de Madrid, tan sin objeto son estos mi-
tereotipado una magnífica colección de todos los llares de versos y de versificadores que produce la
antiguos autores españoles, y arruinándose media- España, entre los cuales jamás se vio ni un Byron, ni
namente por falta de compradores de obra tan im- Goethe, ni Lamartine, ni Beranger, ni nombre algu-
portante. [...] Más negocio hacía la imprenta del He- no que salga de la península, si no es el de Espronce-
raldo, publicando traducciones francesas e inglesas, da, que nadie conoce y que mereciera ser conocido”.
Misterios de París, Judío errante, Matilde, y todo el catá- T. V, 1846, p. 136.
logo obligado de novelas en boga”. T. V, 1846, p. 140.
España. Toros I
España. teatro “Por sus costumbres y su espíritu, el pueblo es-
“Basta seguir el rumbo que ha tomado la nove- pañol es el pueblo más romano que existe hoy día.
la, el folletín, verdaderas epopeyas de nuestro siglo, Todos sus males le vienen de ahí; enemigo del tra-
para comprender cuál ha de ser el teatro. Acción bajo, guerrero, heroico, tenaz, sobrio, y apasionado
complicada, multiplicidad de personajes, expresión por los espectáculos, todavía pide panem et circenses
de sentimientos en imitación de la vida, de la reali- para vivir feliz en medio de su caída. [...] Sobre la
dad, tanto más perfecta, cuanto más a lo vivo pintan plaza de toros el pueblo español es grande y subli-
la manera habitual que conocemos a esos sentimien- me; es pueblo soberano, pueblo rey también. Allí se
tos. De aquí viene la revolución que experimenta el resarce, con emociones más vivas que las del juego,
teatro en Francia, en París, donde este espectáculo de las privaciones a que su pobreza lo condena, y
ha tocado a su apogeo. Cada teatro tiene su espe- si esta diversión puede ser acusada de barbarie y
cialidad, cada pieza su actor que la desempeñe; y de crueldad, es preciso convenir, sin embargo, que
al revés de ahora cincuenta años, en que la comedia no envilece al individuo como la borrachera, que
escrita era la obra maestra, lo que iba a exponerse y es el innoble placer de todos los pueblos del norte.
representarse, ahora es el actor, ya sea Lemaitre, o El español es sobrio, y lo prueba la capa que lleva
Rose Cheri, o la Rachel, a quien le venían bien las sobre sus hombros, pues que un hombre borracho
tragedias antiguas. [...] Esta comedia o este drama, no podría tenerse parado llevando capa. [...] Cuan-
no puede ser en verso; porque el verso nunca puede do la arena está cubierta de caballos destripados,
expresar las pasiones con su verdadero lenguaje, sin cuando la sangre hace fango sobre el suelo, enton-
estudio, sin aliñas visibles, como son los asonantes ces el pueblo de todas clases y sexos no puede con-
y consonantes; y contra las reglas conocidas, la co- tener su entusiasmo, se pone de pie para aplaudir
media o el drama moderno es una acción, un suceso a los vencedores, ya sean toros y hombres, para ver
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Domingo Faustino Sarmiento
España. Toros II
“En España los autos de fe y los toros anduvie-
ron siempre juntos; y el pueblo pasaba de la plaza
Mayor de ver quemar vivo a un hereje, a la plaza de
Toros, a ver destripar caballos, ensartar y sacudir
toreadores en las astas, o morir veintenas de toros y
caballos, entre charcos de sangre y de excrementos
derramados de los rotos intestinos. [...] Este pueblo se resiente de esta influencia, aunque no sea sino
así educado es el mismo que se ha abandonado a por las resistencias que opone a ella. Leeréis libros
las espantosas crueldades de la guerra de cristianos que no sabríais a qué siglo de la literatura española
y carlistas en España, el mismo que, a orillas del atribuirlos, tanta frase anticuada, tanto vocablo
Plata, se ha degollado entre sí con una barbaridad, vetusto y apolillado encontraréis en ellos, que el
con un placer, diré más bien, que sobrevive hoy en arcaísmo no podrá caracterizar suficientemente; y
la raza española; porque no ha de conservarse un estas buenas gentes que de puristas se precian, por
espectáculo bárbaro, sin que todas las ideas bárba- huir del galicismo, acabarán por hacer un idioma
ras de las bárbaras épocas en que tuvieron origen de convención que solo ellos se lo entiendan, cosa
vivan en el ánimo del pueblo”. T. V, 1846, p. 134. que, a decir verdad, no ha de traer grave daño al
mundo intelectual”. T. V, 1846, pp. 138-139.
España. Xenofobia
“La más leve alusión a los extranjeros en las España y los extranjeros
piezas de teatro suscitaba tormentas de aplausos, “Bastaría un ligero estudio de las instituciones
bien entendido que la alusión debía serles españolas, de los hábitos de gobierno y de las ideas
desfavorable. Este pueblo está enfermo de orgullo y preocupaciones de que ha vivido aquella des-
quebrantado, y se desahoga maldiciendo a los graciada nación y nos ha legado a nosotros, para
extraños. Afortunadamente para el español no comprender la obra que la Revolución tenía que
hay más habitantes del mundo que el francés y emprender, y las dificultades con que estaba con-
el inglés. Cree en la existencia del ruso; el alemán denada a luchar para fundar la libertad, que ese era
es ya algo problemático; pero eso de suecos o el objeto de la revolución, pues que, para continuar
dinamarqueses, son mitos, fábulas, invenciones de siendo infelices y esclavos como siempre los pue-
los escritores que de ellos hablan. El francés basta blos americanos, más valía no haber derramado
por sí solo para llenar todas las cavidades hondas tanta sangre para conquistar una estéril indepen-
del corazón español. ¡Qué odio!, pero qué digo, dencia. La libertad no se improvisa con decretos,
¡qué desprecio tan soberano! [...] El lenguaje mismo constituciones y medidas gubernativas; se cultiva
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Colección Idearios Argentinos
y se arraiga por medio de ideas y de hechos perma- su autonomía en América, porque toda la cuestión se
nentes, creando intereses que la apoyen y hábitos reducía a darse aires de superioridad en América, los
que la mantengan”. T. XXIII, 1845, p. 12. escritores de diarios aquí.
“La España se había embrutecido por haberse Nada, pues, ha debido recordar en la prensa
abandonado a un odio irreflexivo contra el extran- de lo mucho que le dije a este respecto, señalán-
jero; las colonias americanas debían regenerarse dole revistas estadísticas alemanas de toda autori-
atrayendo a su seno ese elemento extranjero tan dad, donde encontraría datos que servirían a su
mezquinado por la España, y nosotros no llamamos propósito, ofreciéndole los que yo había tomado
extranjeros solamente a los hombres que no nacie- tratando de otros asuntos y me eran inútiles (afor-
ron españoles o americanos”. T. XXIII, 1845, p. 13. tunadamente no se los he mandado).
“Si en Barcelona hay industria y Municipali- No es cierto que le haya dicho que, a juicio de
dad, es precisamente porque los catalanes no son los grandes pensadores modernos, la raza espa-
de estirpe española, es precisamente porque este ñola sea una raza en decadencia. Díjele algo peor;
pueblo ha sido siempre y es ahora el enemigo más que he repetido en mis escritos: que es una raza de
inveterado de España”. T. XXIII, 1845, p. 13. mente atrofiada, que no da esperanzas de mejoras.
Probaríanlo aquí los diarios españoles, por su
España y su legado lenguaje que sobrepasa en desacato a todo lo malo
“Para apreciar los males que la España nos ha nuestro; pero cuando yo digo raza española, ha-
legado, bastaría conocer los que ella misma sufre blo de nosotros mismos como parte muy principal
hasta hoy, como consecuencia del atraso en que se de ella. Véase el Censo de la Provincia de Buenos
ha quedado, al lado del movimiento y del desarro- Aires y se encontrarán las pruebas de nuestra de-
llo que en todo lo que constituye la vida de un pue- cadencia. Menos casamientos entre hijos del país,
blo se ha obrado en las demás naciones europeas”. menos hijos de esos matrimonios, menos indus-
T. IX, 1841, pp. 16-17. tria, menos depósitos en los bancos, etc., etcétera.
¡Ah! dicen los peninsulares, eso sí, lo que es de
españoles de Aquende los americanos, que una vez tuvo un ministro la
y de Allende insolencia de llamarnos «esos naturales», dígase
“Un joven o alguien me escribió mandándome lo que se quiera; ¡pero de los de allende!...
un cierto número de diarios para que me impusiese La verdad es que corre por el mundo un libro-
del asunto, indicándome que el domingo vendría a te titulado Civilización y barbarie, y no se habla de
hablar sobre la materia.
Llegado el domingo, y preguntándome lo que
juzgaba de la polémica que sostenía con los diarios
españoles, le contesté que no había leído una palabra,
ni quería saber lo que se debatía a ese respecto; no “La raza española (...)
dándome lugar mis propias preocupaciones de
espíritu para abrazar otras materias. es una raza de mente
Insinuándome que querría oír mi opinión sobre sus
escritos, contestele que me proponía no emitir opinión atrofiada, que no da
alguna sobre un debate que me parecía extemporáneo,
tomando cartas en una cuestión fenecida entre él y sus esperanzas de mejoras”.
adversarios, eterna con los españoles que defienden
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leer; pero de lo que les está sucediendo en San positiva, se presenta a los ojos de todos en carac-
Juan, temo que no van a hacer desviviéndose, más teres tangibles e inequívocos”. T. X, 1842, p. 121.
que Benavídez, jugando a los gallos. Ruégoles que
no alteren, disimulen o exageren las cifras de la es- estadísticas.
tadística. Ellas sirven de monitor, de aviso, de con- Parámetro necesario
sejo, de estímulo. Errando, errando deponitur error”. “No hay un ramo de la administración pública
T. XXIX, 1866, p. 96. que no saque de la estadística ventajas y conoci-
mientos que ningún talento ni capacidad pueden
estadística. Necesidad de suplir. Las reformas en el sistema de hacienda, los
formación de personal proyectos de ley en las cámaras, los trabajos de la
“[...] Cuando se intenta una cosa nueva que ten- prensa periódica deben partir de esta base necesa-
ga relación con las propiedades y los individuos, que ria a toda mejora para que ella sea útil y fundada en
requieren como la estadística averiguaciones prolijas, el pleno conocimiento de los males que se quieren
no pocas veces se suscitan desconfianza y recelos en- remediar. La estadística ha sido llamada con razón
tre las gentes sencillas, que no alcanzan a compren- el inventario nacional; porque ella abraza en todos
der los fines del gobierno. Hacemos estas ligeras in- sus detalles los medios y modos de existencia, tan-
dicaciones, para apuntar una medida que allanaría to en lo físico como en lo moral de una nación. Ini-
muchas dificultades en cuanto a la exactitud de los ciar la estadística entre nosotros es dar el primer
datos estadísticos, y proporcionaría a las provincias paso hacia la perfección de nuestras instituciones,
muchos bienes de que hoy carecen. Han estudiado por el seguro camino de la clasificación y observa-
en nuestros colegios multitud de jóvenes que han ción de los hechos”. T. X, 1842, p. 114.
querido formarse una carrera profesional de la apli- “Para que los trabajos estadísticos sean útiles
cación de las matemáticas a la mensura de terrenos, deben satisfacer necesidades sentidas de antema-
formación de planos, etc., y cuando han terminado no y suministrar datos para la ciencia económica,
su largo y penoso aprendizaje, se han encontrado sin para la legislación, la administración y en general
ocupación suficiente para vivir de esta profesión [...]. para el progreso de las luces. Pero para que sus
El gobierno hallaría en estos jóvenes instruidos y asertos sirvan de base a los cálculos del estadista
capaces un instrumento precioso para recoger los da- y del legislador, es necesario que los instrumentos
tos que deben enriquecer nuestra estadística, hacien- empleados en la recolección de los datos sean sufi-
do concurrir para ello la autoridad de los intendentes cientemente adaptados a la tarea que desempeñan
y gobernadores, que por sí sola no puede a nuestro a fin de que los resultados arguyan un grado de
juicio llenar esta tarea”. T. X, 1842, pp. 117-118. certidumbre que alcancen a establecer autoridad.
“Con la estadística en la mano, el gobierno Esta parte de la estadística es la que menos facili-
creado para impulsar la riqueza y la civilización dades ofrece entre nosotros, y desde que la duda
del Estado puede comprobar en un solo momento sobre la exactitud de los datos se hace sensible, la
los recursos con que cuenta, y descubrir los males estadística pierde su interés y su utilidad, dejando
que le toca remediar. Con la estadística por de- de ser la relación fiel de hechos constantes y averi-
lante, sus opositores mismos pueden demostrarle guados”. T. X, 1842, p. 117.
sus desaciertos, y probar los males que una mala
administración acarrea; con la estadística, en fin, estado de sitio
los juicios se ilustran, los errores se desvanecen, “Nosotros no hemos de añadir ni quitar una
las teorías se desmienten y la verdad material, nueva garantía a los derechos del hombre, ni hacer
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Domingo Faustino Sarmiento
avanzar un paso a la humanidad en la carrera de la tiempo bajo la misma regla, y salvado su integridad,
libertad... El estado de sitio tiene el mismo defecto sin que otros que los que propendían a amenguar-
en Buenos Aires, Nueva York o España; y en todas la hallasen incómoda la disposición constitucional.
partes se declara, porque hace tres mil años a que ¿Por qué la hallaríamos nosotros tan peligrosa o más
todas las sociedades han creído garantirse de peligros expuesta a abuso?”. T. XXXI, 1876, pp. 94-95.
públicos, con la temporal suspensión de las mismas “Desearíamos que alguna vez tomásemos las
libertades que se proponen conservar por ese medio. instituciones y la seguridad pública a lo serio; se-
Declarada una provincia en estado de sitio, rio y muy serio es el estado de sitio, y muy tristes
cada uno de sus habitantes queda despojado del las circunstancias que justifican tocar este último
derecho de inquirir la causa porque sería arrestado resorte. Por lo mismo que no debe prodigarse,
y enviado a otro punto del territorio nacional. Le es es preciso conservarle toda su dignidad a fuerza
indiferente, pues, saber quién lo remueve, puesto de invocarlo, que al día siguiente de descartarlo,
que no tiene derecho a conocer la causa, y como la acabará por ser ridículo su pretendido terror”. T.
medida se toma para alejar todo temor de pertur- XXXI, 1876, p. 99.
bación en la provincia declarada en estado de sitio,
es más probable que el gobernador tenga ese temor Estado y religión
y no el presidente, que no conoce ni las personas, ni “El Estado no estatuye, pues, sobre dogmas,
sus antecedentes”. T. XXXI, 1863, pp. 82-85. sino sobre hechos y sobre rentas. El gobierno fede-
“Respeto mucho los escrúpulos sobre estado de ral sostiene el culto, lo paga; porque es el patrono
sitio en países donde se degüella, como garantía de de la Iglesia, porque se impone este deber; porque
opiniones, y nadie de los que tanto hablan de las de la mayoría de los habitantes son católicos; porque
papel, se alarma”. T. XXXI, 1873, p. 87. es de práctica que el culto sea pagado por el Es-
“En país como el nuestro, donde aun personajes tado; porque hay rentas que le están consagradas,
eminentes invocan el derecho de revolución que la etc. Los habitantes presentes y futuros de la Con-
Constitución no admite, no reconociendo sino los federación Argentina, que en la parte ostensible y
crímenes de sedición, insurrección o motín, los me- material no sigan el culto católico, no exigen que
dios de corregir el funesto error deben ser expedi- su culto sea pagado por el Estado; no pretenden
tos, y la Constitución lo prevé. La Francia ha gemi- tampoco que se les administren los dineros que es-
do bajo el mismo extravío de la opinión por largos pontánea e individualmente consagran a este ob-
años, y después de cuatro de estado de sitio ha dado jeto. Ninguna alteración se ha hecho, pues, en las
a su gobierno fuerza incontrastable para su conser- prácticas, usos, hábitos y derechos de las poblacio-
vación. Los Estados Unidos han permanecido igual nes católicas; nada se les quita; nada se les añade. Si
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algunos manifestasen el deseo de no ver que otros entre sí, dos facciones correspondientes a las causas
siguen sus ritos; si hay quien pretenda que tiene indicadas les son comunes sin embargo. La primera
derecho de estorbar a otros lo que no daña a terce- es la de estar en terreno mal poblado y en estado de
ro, ni les atañe, a estos tales debe hacérseles com- colonización; la segunda es hallarse todas ellas en
prender que las Constituciones políticas se dictan condiciones de fuerza naval normalmente débiles
para contener a cada uno en el goce de sus propios relativamente a los grandes poderes marítimos. Las
derechos individuales, y estorbarle que ataque, nacionalidades europeas están preservadas cuando
oprima y violente los de otro”. T. VIII, 1853, p. 102. son esencialmente débiles por tratados que obligan
a las otras naciones, o por el llamado equilibrio eu-
Estados americanos i ropeo; y sin embargo, la cuestión dinamarquesa ha
“Cada Estado sudamericano, cada aldea que se mostrado que la fuerza, aun en Europa, puede ser
ha separado de su antiguo centro de gobierno, trató sin oposición aplicada a la modificación de los Esta-
desde los primeros días de la emancipación de darse dos pequeños”. T. XXXIV, 1866, p. 151.
los aires de nación, costeando un personal diplomáti-
co y solicitando que les mandaran otros los gobiernos Estados sudamericanos.
que los reconocían. Obraban en esto como los niñitos Inestabilidad
que fuman para hacer lo que hacen los hombres. El “[...] No bien vemos establecerse en ellos un go-
fruto de treinta años ha sido de mantener en Euro- bierno que promete instituciones, a cuya sombra
pa haraganes que den de comer y reciban cartas de puedan los ciudadanos olvidar los terribles males
invitación; y cuando vuelven, si vuelven, nos hablan de que por largo tiempo habían sido víctimas, que
del banquete de Rothschild a que asistieron, de la re- estalla de nuevo la insurrección por todas partes,
vista del Campo de Marte a que fueron invitados, de ábrense las heridas aún no cicatrizadas, [...] llegan-
la bailarina de ópera cuyas gracias admiraron. Jamás do a insinuarse en los ánimos el funesto desaliento
un diplomático argentino caracterizado obtuvo en que les hace resignarse a la tiranía de un déspota
Europa zanjar cuestión alguna de importancia, por la ambicioso, a trueque de lograr la suspirada tran-
razón sencilla que, no obstante los miles de duros que quilidad, como si el despotismo pudiese ofrecer
cuesta una embajada, ningún gobierno europeo hace otra tranquilidad que la de los sepulcros, ni otros
caso, en su casa, del representante de una republique- bienes que la desmoralización y el embrutecimien-
ta americana”. T. XVII, 1857, pp. 49-50. to”. T. IX, 1841, p. 14.
“Que se vuelvan nuestros lectores hacia la
Estados americanos ii desgraciada República Argentina, cuyos males
“Si algún vínculo liga a las repúblicas americanas solo son iguales a la encumbrada posición a que
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en otra época se elevó. Que la contemplen revol- “¿Cuánto trabajo daríamos a los geógrafos para
cándose en su propia sangre durante doce años arreglar las demarcaciones de límites de los ma-
no interrumpidos; empobrecida, despoblada, sin pas, y cambiar, extender y reducir el espacio de los
instituciones que aseguren su porvenir, cebándo- nombres que designan estos países, si hubiesen de
se en delitos espantosos, el degüello y el extermi- seguirnos en todos nuestros ensayos?
nio declarados a la faz del mundo como un prin- Afortunadamente para la geografía general
cipio, y retrocediendo a un estado de barbarie y que importan poco nuestros cambios; así es que
degradación que no conoció ni aun bajo la férula podemos hacerlos sin cuidado por esa parte. Érase
española, ni en los siglos de la conquista”. T. IX, el Paraguay este país antes; fue después el Virreina-
1841, p. 15. to de Buenos Aires, con otros límites. Las Provincias
“Al ver la serie de sucesos desgraciados, las Unidas no cuadraron con el virreinato en exten-
tentativas malogradas y la falta de pericia de los sión. La República Argentina no tuvo lugar sino en
pueblos americanos para organizarse de un modo el mapa. La Confederación Argentina mantuvo su
permanente y estable han creído muchos que la re- nombre largos años y en seguida cambió de lugar
volución se inició a deshora y cuando los pueblos en el mapa. Hoy aparecen en la orla, con aquellos
no estaban preparados para la libertad, como si al- pequeños asteroides que se dicen fragmentos de
guna vez el despotismo y el despotismo colonial, un gran planeta, Bolivia de un lado, Paraguay de
y el despotismo español sobre todo, fuese parte a otro, Uruguay más acá, y en perspectiva, como el
preparar otra cosa que retroceso y envilecimiento. cometa de Euke que los astrónomos vieron ras-
[...]”. T. IX, 1841, pp. 16-17. garse en dos, la República del Río de la Plata, ubi-
cada donde estuvo la capital del virreinato, de la
Estados Unidos del Plata República y de la Confederación, y sin borrarse
“Es una idea fija la que tenemos hoy la que nos aún las recientes trazas del Estado de Buenos Aires”.
persuade que libertad, democracia, república, es- T. XVII, 1856, p. 19.
tán irrevocablemente unidas a la forma federal en “Necesitamos salir de la situación indefinida en
que hemos entrado de lleno, arrastrados a nuestro que nos hallamos, y se propone un medio. Entrare-
pesar por los sucesos. Todas las tentativas de repú- mos con él en una situación nueva, pero no por eso
blica unitaria hechas en el mundo en nuestra época habremos mejorado la situación.
han fracasado, mientras que Suiza y Estados Uni- Lo que quiere esto decir es que necesitamos
dos subsisten cada día más prósperos y vigorosos, examinar la situación y ver claro las causas y los
lo que probaría que el sistema federal es un com- efectos que la complican. El anuncio de una posible
plemento indispensable de la república y medio de República del Río de la Plata, de que fue abreviación
conservar la libertad. la antigua República Argentina, de que se preten-
Lo más notable es que en Europa mismo em- de expresión la actual Confederación, no sería más
pieza a cundir la idea y ya vemos a los publicistas que aumentar la confusión de nombres sin fijar la
alemanes e italianos buscar en el sistema federal realidad de las cosas.
americano, remedio a los males que les trae la des- ¡Naciones! ¡Naciones con ocho mil electores es-
agregación de sus gobiernos. casos, con doscientos elegidos posibles!
Acaso estemos más avanzados de lo que se cree, ¡Naciones! ¡Con el ensayo del Paraguay tan
y esta es nuestra convicción. Los Estados Unidos largo, con el Uruguay imposible, con la Confede-
del Plata no están tan lejos como parece”. T. XVII, ración en cuadro, con el Estado de Buenos Aires a
1856, p. 15. quien perturban seiscientos indios!
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¡Naciones! ¡Para el porvenir que se esforzará en El hombre principia por no tener apego sino a
destruirlas por romper barreras inútiles y subdivi- sus tribus aborreciendo a todas las otras y hacién-
siones de departamentos, mientras el presente lo doles la guerra. Así se han exterminado las tribus
pasamos en guerra, en lucha, en alarmas, que supe- indígenas en los Estados Unidos y dejado despeja-
ran largos años estas heridas que ningún cauterio do el suelo a los pueblos civilizados.
puede cicatrizar! El vulgo no se inquieta por la nacionalidad, porque
¡Republiquetas! ¡Como las cinco de Centro sus ventajas se le ocultan desde el lugar en que está
América, que hace cinco años se separaron en na- agrupado. ¿Para qué dejar los desfiladeros inaccesibles
ciones independientes para poder mejor hostilizar- de las montañas, y descender a las llanuras, donde
se recíprocamente y mantener entre sí una guerra arde la guerra? Que cada uno defienda su hogar.
atroz, que las ha entregado a un Walker, que con Pero las naciones son conjuntos de situaciones
sesenta aventureros las tiene en jaque haciendo geográficas, de hechos pasados y de previsiones
servir los caudillejos negros de las unas contra los del porvenir, que solo tienen en cuenta los hom-
generales indios de las otras! bres públicos o los pueblos con una larga historia.
¡Repúblicas del Río de la Plata! ¡Para establecer Inglaterra y Francia han hecho la guerra en el Mar
derechos diferenciales, contrabandistas, y su des- Negro, por temor de sucesos que no hubieran teni-
trucción por el mismo río que las une indisoluble- do lugar en un siglo.
mente!”. T. XVII, 1856, p. 20. Nosotros pugnaremos siempre contra el sen-
“Ahora se estila decir Buenos Aires y las provin- timiento local, contra las repulsiones guaraníes o
cias. ¡Las provincias o Buenos Aires! En este empe- quichuas, contra los efectos de las distancias entre
ño en desnaturalizar los hechos, cada uno en su fa- los pueblos para mantener el sentimiento de adhe-
vor, están hoy en las provincias y en Buenos Aires, sión que constituye la nacionalidad, por temor de
para desprenderse de toda nacionalidad. ¡Mentira! que, divididos en tribus, en pueblitos, agotemos
Rosas era un estanciero, cuando ya combatían en nuestra vida en las convulsiones que son su conse-
Tucumán, Mendoza y San Juan a los bárbaros con cuencia inevitable”. T. XVII, 1856, pp. 22-23.
Quiroga al frente; y hace dos meses un gobernador
de Tucumán ha sido depuesto por ser amigo de Estados Unidos del Sur
Buenos Aires, otro de San Juan encara a los dema- “La América del Sur no tenía modelos autoriza-
gogos, que son todos los vecinos allí, que quieren dos para organizar gobiernos republicanos, pues-
entregar el país maniatado a los «revoltosos» de to que solo el Brasil obtuvo familia dinástica, y la
Buenos Aires. mitad de las guerras civiles tuvieron, por motivo
Buenos Aires es en el interior, hoy como siem- o por pretexto, la forma de gobierno central o des-
pre, la nacionalidad argentina, el sentimiento que centralizado. El Virreinato se desmoronó en estos
nos hace propender a tener un nombre como pue- embates; y luchando por darle vado, el autor fue
blo, a ocupar un rango en el mundo como nación. inducido a aceptar la forma federal que combatía
Este sentimiento está menos desarrollado en con las armas en la mano, como millares de ar-
los hombres ignorantes que en los más desenvuel- gentinos. «Seamos federales –dijo en Argirópolis–;
tos. El patriotismo del montañés es el apego a sus pero seámoslo. Llamaos los Estados Unidos de la
montañas, a sus hábitos. La Vizcaya española ha América del Sur, y el sentimiento de la dignidad
tratado siempre de sustraerse a las conmociones de humana y una noble emulación conspirarán en no
la España, hasta estos últimos tiempos. Sus fueros hacer un baldón del nombre a que se asocien ideas
eran antes que su rey y que la Nación. grandes»”. T. XXXVIII, p. 17.
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la falta de molinos, hace difícil procurarse pan, y se punto, para incorporarse en la ancha vía antes de
suprime el uso del pan. No habiendo poblaciones llegar a las magníficas agujas y obras de las aguas
inmediatas, ni sastres, concluyen por atarse un pe- corrientes.
dazo de tela a los riñones, el chiripá para envolverse, De aquella hondonada se está haciendo un es-
y el uso del poncho, otro pedazo de tela cuadrado tanque de grande extensión y profundidad, bajo
con que cubren la parte superior del cuerpo, les aho- un plan tan bien calculado que, a más de proveer
rra otro vestido que la camisa. Destruidas las sillas a la ciudad de una belleza artística, con cascatelas,
de montar, se ingenian para reemplazarlas con tos- y acaso un grande aquarium, da ocasión para reu-
cas construcciones, llamadas recado, lomillo, de lomo, nir las más bellas plantas acuáticas de Europa y
aparejo, de aparejar, preparar. La suela escasea y la de América, para que hagan la corte a su majestad
reemplazan con el cuero crudo de correaje. Faltando acuática Victoria Regina que se hará descender del
curtiembres, acuden al expediente de las primeras Alto Paraná, y ostentará sus gigantescas y hermo-
edades del mundo, a cubrir sus pies y piernas con sas flores viviendo sobre las aguas sin otro aparato
el cuero de las patas de vacas y caballos, tal como que una hoja que le sirve de barquilla, a fin de que
Miguel Ángel ha revestido los pies de Moisés en el los pétalos que le sirven de ropaje de gala no sean
desierto, en la estatua del mausoleo de Julio II en humedecidos siquiera.
San Pedro-ad-Vincula. Guardamos el nombre del arquitecto para
Faltan carpinteros, madera y clavos, y se ama- cuando se haga la inauguración, felicitándolo des-
ñan a construirse ranchos, sin puertas, sin ventanas, de ahora por la hermosa obra; y encargamos desde
de barro sobre puntales; los muebles no entrarían a ahora al poeta laureado del Consejo, que temple
formar parte en el menaje, y barriles desfondados, la zampoña, a falta de lira, para cantar las aguas
cabezas de vaca reemplazan su ausencia. Como no cristalinas, deslizando sus caireles de iris por entre
hay escuela, ni sacerdote, ni libros, las ideas se oscu- las peñas (fingidas) y el suave murmullo de las cas-
recen poco a poco, se pierden; el sentimiento moral cadas, ya que en su sedentaria vida no habrá visto
se embota, y el hombre, animal gregario, ni en su correr agua, ni oído otras caídas que la del chorro
condición bruta existe asociado. Cada estanciero es de la tetera, ni más murmullo que el del caldero
un Robinson; cada familia está como Adán princi- cuando hierve. El estanque hará poetas”. T. XLVI,
piando a formar la sociedad. No es extraño que se 1882, pp. 205-206.
repitan las candorosas escenas de la Biblia; el con-
cubinaje vuelve a ser la ley natural, la ociosidad ára-
be la condición social. Azara ha dejado una pintura
vivísima del estado en que encontró a principios de
este siglo la sociedad de las campañas que visitó al
Sur del Paraná”. T. XVI, 1852, p. 25.
“Cada estanciero es un
estanque de Palermo
“Entre la barranca del asilo de los vivos en Robinson; cada familia está
la Recoleta y la calzada por donde desciende el
corso ele arriba, haciendo un recodo al tomar como Adán principiando
su dirección hacia Palermo, quedaba antes una
hondonada, informe pero profunda y extensa. a formar la sociedad”.
El corso del bajo se dirige hacia el oeste hasta ese
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Domingo Faustino Sarmiento
eucalipto
“¡Prontito! Sarmiento escribe a un su amigo Europa. Relaciones bajo Rosas
de Australia, y recibe semillas de eucaliptus, que “[...] Como publicista he sostenido de diez años
distribuye a tout venant; y los señores Pereyra, a esta parte que estaba en nuestro interés abrir a
Félix Frías, Guerrico y otros (ocho) firmaron la la Inglaterra y a todas las naciones europeas la na-
declaración del jardinero del señor Pereira, en vegación de nuestros ríos para que desenvolviesen
que hacía constar que del señor Sarmiento recibió las el comercio, la riqueza, creasen ciudades, y esti-
primeras semillas que propagó, lo que hace que don mulasen la producción [...]. Así se educan los pue-
yo, cuando recorre la Pampa (en espíritu) dice mis blos que carecen del sentimiento del derecho; así
eucaliptus, al ver las negras líneas que van acabando se escarmientan los gobiernos; así se contienen los
en la Pampa, sin que el lector futuro del Facundo partidos. Un bloqueo producido por un atentado
pueda saber ahora dónde era la escena, descripta, contra un extranjero, enseña a no cometer atentados
«hasta que al fin triunfa la Pampa, y ostenta su en lo sucesivo; si somos débiles y las potencias ex-
lisa y velluda frente, infinita, sin límite conocido, tranjeras injustas, seamos al menos justos aunque
sin accidente notable: es la imagen del mar en la débiles, que así el buen derecho estará de nuestra
tierra como en el mapa»; la tierra esperando que parte y Dios bendecirá nuestros esfuerzos. [...] La
Sarmiento y Bunge manden producir eucaliptus, y República Argentina es un país tan grande como la
toda clase de simiente, etc., alfalfa, por ejemplo, que Europa, con ríos navegables y un millón escaso de
tanto ayudó a propagar”. T. XXXIX, 1873, p. 161. habitantes. De este millón solo un décimo consume
artefactos europeos, y durante la administración
Europa. Qué tomamos de ella de Rosas disminuyó hasta 1836, época en que notó
“Hay escritores que aseguran al público que el hecho Sir Woodwine Parish, el consumo de ob-
nuestros males provienen de haber tomado de- jetos de valor, aumentándose el de lienzos crudos,
masiado a la Europa; pero esta frase ostentosa prueba de que el país se empobrecía, y el de armas,
de una mentida suficiencia, careciera de sentido
a analizarla despacio; esta es la compañera inse-
parable de pueblos nuevos. ¿Qué habremos tomado
en demasía a la Europa? ¿Serán sus ciencias, sus
bellas artes? ¿Serán sus establecimientos de bene-
ficencia, sus museos, sus escuelas primarias, sus “Si somos débiles
universidades, sus colegios? ¿Serán las máquinas,
hijas portentosas de la ciencia, y las mil industrias y las potencias extranjeras
que dan de vivir al pobre, su agricultura que hace
dar a las rocas cinco por uno? ¿Serán, acaso, sus injustas, seamos al menos
instituciones, la libertad de pensar, que permite
tocar todas las cuestiones políticas, económicas, justos aunque débiles
comerciales o religiosas? ¿La libertad de creer,
[...]? ¿Será la libertad de gobernar, la igualdad en- que así el buen derecho
tre todos los hombres, sin distinción de plebeyos
y de decentes? ¡Dios mío!, ¡qué es, pues, lo que estará de nuestra parte”.
hemos tomado demasiado! ¡El vestido europeo si-
quiera!”. T. IX, 1849, pp. 26-27.
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Colección Idearios Argentinos
con las cuales no se aumenta mucho la población en el espíritu de la sociedad. [...] La España había
consumidora”. T. VI, 1850, pp. 200-205. vivido al parecer sustraída al movimiento gene-
“[...] Los americanos respetamos instintivamente ral del mundo; ha entrado en él con arrojo; se ha
a la Europa. Sus ciencias, su cultura, su civilización, bañado en sangre para plantear instituciones con-
nos hacen esperar verlas representadas en la digni- formes al espíritu del siglo; [...] ¿quién puede res-
dad y moralidad de sus agentes [...]. Desgraciada- ponder, sin embargo, del porvenir de la España?
mente, los hechos vienen todos los días a desvanecer La tranquilidad presente no alcanza a encubrir
estos prestigios [...] Las pasiones hostiles de la Amé- la fermentación interna que está agitando el fon-
rica española cobran nuevo aliento, y las resistencias do de la sociedad y que asoma de vez en cuando
crecen por todas partes; los amigos de la Europa en hasta la superficie. El resto de la Europa no está
América quedamos burlados, desmoralizados y opri- menos turbado; la lucha está en todos los ánimos;
midos, [...]. La Europa estaba llamada a ejercer una las convicciones y los hechos existentes se hosti-
noble influencia en la América del Sur. Por lo mis- lizan y se persiguen [...]. De este espectáculo ha
mo que vamos descaminados, ella debía mostrarnos nacido el estudio de la historia considerada como
el buen camino; porque hay en nosotros pasiones ciencia de los hechos. Se ha querido examinar la
desordenadas, instintos bárbaros, preocupaciones marcha del espíritu humano y las resistencias que
atrasadas, ella en masa debió echarse siempre en la los hábitos, las tradiciones y los intereses oponen;
balanza, para prestar su apoyo, su influencia moral a se han clasificado los hechos, y tratado de expli-
los que en menos número que el común, queríamos carlos y ligarlos a los antecedentes que los prepa-
hacer avanzar a la América en el camino del progreso ran”. T. VI, p. 74.
y de la civilización europea. [...]”. T. VI, 1850, p. 208.
Europa moderna
Europa actual “Las sociedades modernas tienden a la igualdad;
“Es sin duda desconsolador el cuadro que el no hay ya castas privilegiadas y ociosas; la educa-
mundo civilizado presenta hoy. Vese la humani- ción que completa al hombre, se da oficialmente a
dad echada en una vía fatal, empujada hacia ade- todos sin distinción; la industria crea necesidades, y
lante por antecedentes que no la dejan pararse un la ciencia abre nuevos caminos de satisfacerlas; hay
momento. [...] Los sucesos y el espíritu de la civili- ya pueblos en que todos los hombres tienen derecho
zación van como a ciegas precipitándose [...]. de gobernar por el sufragio universal; la gran mayo-
La Inglaterra ha sido durante dos siglos el tipo ría de las naciones padece; las tradiciones se debili-
de la organización social, que todas las naciones tan, y un momento ha de llegar en que esas masas
europeas trataban de imitar. Allí nació el jury, el que hoy se sublevan por pan, pidan a los parlamen-
parlamento y el habeas corpus; ¿quién se atreverá a tos que discuten las horas que deben trabajar una
responder hoy de la estabilidad de aquel gobier- parte de las utilidades que su sudor da a los capita-
no? [...] La Francia lleva 50 años de revolución. listas. Entonces la política, la Constitución, la forma
[...] Ha dado a todo el mundo civilizado la mayor de gobierno, quedarán reducidas a esta simple cues-
parte del caudal de luces que inspira a los hom- tión: ¿cómo han de entenderse los hombres iguales
bres; y sin embargo, la Francia vive con el día, sin entre sí, para proveer a su subsistencia presente y
saber lo que será de ella mañana; [...] la sociedad futura, dando su parte al capital puesto en activi-
está dividida; y a fuerza de habilidad y de poder dad, a la inteligencia que lo dirige y hace producir,
material, se mantiene un orden precario, que no y al trabajo manual de los millares de hombres que
tiene base ni en las instituciones, ni en las ideas, ni hoy emplea, dándoles apenas con que no morirse, y
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Domingo Faustino Sarmiento
Europa en México
“Eran tan chocantes las maldades de los go-
biernos de América, que al fin se concertaron tres
naciones poderosas, la Francia, la Inglaterra y la
España para pedir satisfacción de sus tropelías a
México, y dar una lección a estas republiquetas que
hace tiempo están perturbando a la Europa con
sus desmanes. Tres escuadras transportaron tres
a veces matándolos en ellos mismos, en sus familias ejércitos que desembarcaron en Puebla y tomaron
y en su progenie?”. T. V, 1846, p. 81. prisionero con sus cañones un ejército de veintiséis
mil hombres.
Europa revolucionaria Ocuparon la capital, y como era necesario segar
“Ruso independiente y generoso, Mr. Golovi- de raíz la causa del mal les dieron un emperador,
ne ha abrazado con calor la causa de la Polonia y de la dinastía imperial del Austria. Fue fusilado
de la democracia. [...] como el último patán S. M. el Emperador; y Luis
Al pintar en su último escrito la revolución de Napoleón, autor e instigador de la intervención,
1848, él ha comprendido que no era este un ac- cavó su tumba en México, pues el vencedor de Ma-
cidente sobrevenido en Francia, sino un derecho genta tuvo que escapar de la quema a su pantalón
nuevo que hacía su advenimiento en la Europa garance, y dejar en la estacada a su víctima.
entera; razón por qué ha titulado su libro: La Eu- No hace seis meses que la Inglaterra reanudó
ropa revolucionara. sus relaciones interrumpidas hacía doce años con
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Colección Idearios Argentinos
México, mandando humildemente o racional y porque no resiste a un par de corcovos del caballo.
prudentemente un ministro plenipotenciario. [...]”.T. VII, 1845, p. 37.
La España también intentó algo en el Pacífico y
con el mismo éxito. evolución del Plata
Es que la América es de una pieza, desde el “Hemos sido felices los hombres venidos a la
Cabo de Hornos hasta el Estrecho de Behring, y por vida en este siglo que tantos prodigios realiza. Pa-
todas partes se siente la repercusión de los sucesos. rece que todos los que la historia marca eran solo
La Italia puede y merece ser una nación de primer escalones para llegar a él. Hace cuatro siglos a que
orden, lo que no hace que los reclamos de Ceruti, tres carabelas, tres goletas o lanchones, según nues-
Verdesio y Gaetani, sean de primer orden. Este es el tras nomenclaturas modernas, atravesaron temblan-
error de los políticos novicios y belicosos. La Amé- do de miedo el abismo de abajo, y la extensión sin
rica tiene sus defectos, sus vicios orgánicos; pero es término de los horizontes, los mares que nos sepa-
la América y no una colonia de Italia ni de España”. ran del Viejo Mundo. A principios de éste, una nave
T. XXXVI, 1886, p. 144. española trajo noticias de Europa, de un año atrás,
“Las naciones europeas ponen toda dase de comunicando que nuestro rey Fernando VII era cau-
trabas a la inmigración, la Francia inferioridad del tivo de Napoleón. La América se hizo independien-
extranjero ante la justicia, la Inglaterra negando (en te cuando supo la tarda noticia de que no tenía rey y
teoría) la facultad a los suyos de ser ciudadanos de corría riesgo de ser entregada a otro soberano.
otros países”. T. XXXVI, 1886, p. 148. Hace treinta años a que el sabio venezolano,
don Andrés Bello, establecido en Chile, esperaba
Europa y El Plata tres años contestación a sus cartas dirigidas a su
“Pero cada uno debe reposar en sus convicciones, patria, vía Inglaterra”. T. XXI, 1874, p. 291.
y no descender a justificarse de lo que cree firmemen-
te y sostiene de palabra y de obra”. T. VII, 1845, p. 186. exilio
“Ese Estado se levantará, en despecho suyo, “Diga usted a Jotabeche que los argentinos te-
aunque sieguen sus retoños cada año, porque la nemos el furor de emigrar; pero que vaya a pre-
grandeza del Estado está en la pampa pastosa, en guntarles si emigraron desde sus casas o de algún
las producciones tropicales del norte y en el gran sis- bufete, o si se han despedido de su patria desde
tema de ríos navegables cuya aorta es el Plata. Por los campos de batalla. [...] Puede usted ver en la
otra parte, los españoles no somos ni navegantes ni prensa de Montevideo, en la de Bolivia y también
industriosos, y la Europa nos proveerá, por largos en la de Chile, muestras de esta verdad, y si por
siglos, de sus artefactos, en cambio de nuestras ma- fortuna sus males concluyen alguna vez y al vol-
terias primeras; y ella y nosotros ganaremos en el ver a su patria un día no llegan a tener la gloria de
cambio: la Europa nos pondrá el remo en la mano y haber pagado a sus huéspedes la hospitalidad que
nos remolcará río arriba, hasta que hayamos adqui- les acordaron corrigiendo vicios con sus donaires,
rido el gusto de la navegación”. T. VII, 1845, p. 190. no tendrán que hacerse el reproche de haber favo-
“La Europa, que ha estado diez años alejándo- recido las preocupaciones, la arbitrariedad y el re-
se del contacto con la República Argentina, se ve troceso, porque la libertad en ninguna parte les es
llamada hoy, por el Brasil. [...]”.T. VII, 1845, p. 190. indiferente”. T. II, 1842, p. 53.
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Domingo Faustino Sarmiento
desterrado por lástima, estropeado, lleno de car- en la plaza de la Victoria; venda su casa y retírese
denales, puntazos y golpes recibidos el día ante- a vivir más lejos, pero con mayor comodidad, y de
rior en una de esas bacanales sangrientas de sol- este modo cada cosa toma su lugar”. T. XVIII, 1856,
dadesca y mazorqueros. Al pasar por los baños de pp. 65-66.
Zonda, bajo las armas de la patria que en días más
alegres había pintado en una sala, escribí con car- expropiación
bón estas palabras: “Pero la expropiación por causa de utilidad pú-
On ne tue point les idées. blica remedia la imprevisión de nuestras leyes colo-
El gobierno, a quien se comunicó el hecho, niales, pues el derecho a la propiedad que las leyes
mandó una comisión encargada de descifrar el civiles aseguran a los individuos cesa desde que el
jeroglífico, que se decía contener desahogos inno- interés colectivo de la comunidad se interpone.
bles, insultos y amenazas. Oída la traducción, «Y El derecho de expropiación es la base funda-
bien –dijeron–, ¿qué significa esto?». mental de la sociedad y las constituciones libres
Significaba simplemente que venía a Chile don- como los gobiernos absolutos lo han puesto más
de la libertad brillaba aún, y que me proponía ha- arriba de todo otro derecho, si no es el de compen-
cer proyectar los rayos de las luces de su prensa sación del valor de la cosa expropiada”. T. XXIII,
hasta el otro lado de los Andes. Los que conocen 1860, p. 157.
mi conducta en Chile saben si he cumplido aquella
protesta”. T. VII, 1845, p. 13. exterminio
“Los caudillos argentinos se distinguen por su
eximición de impuestos. odio a la especie humana. «Matar» era su misión,
Familias pobres «mueran» su credo, el «exterminio» su blanco.
“Existe entre nosotros algo de muy noble y dig- Mueren los ciudadanos de opiniones contrarias;
no de elogio, que es una cierta condescendencia, mueren los jefes y oficiales de los ejércitos; en las
una cierta protección a la propiedad pobre, para derrotas no se da cuartel, y ejércitos enteros ren-
exonerarla de ciertos deberes que la sociedad le im- didos son degollados. Pero el exterminio se obra
pone. Esto, que nace de tan buenos motivos, tiene sobre los propios amigos. No hay hospitales para
sin embargo sus inconvenientes. Por regla general los heridos; la única pena por deserción para los
se ha admitido que ciertos individuos, por ser po- milicianos es la muerte; no hay excepciones ni tér-
bres, estén exentos de pagar impuestos y de hacer mino al servicio: el hijo único, el hijo de viuda va
lo que se prescribe a otros. [...] al ejército y muriendo extinguen las familias; los
Una familia pobre no tiene necesidad de vivir casados abandonan las suyas, y veinte mil hombres
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Colección Idearios Argentinos
extranjero
“Ejemplo más solemne y más trágico del espí-
ritu de exclusión presenta la historia del pueblo capital, con la de Judá queda sola a hacer frente a
hebreo, tan probado por la desgracia y tan inco- las vicisitudes de los tiempos. En vano los Maca-
rregible en su defecto normal, que después de beos hacen prodigios de valor para salvar aquella
dieciocho siglos presenta el ejemplo extraño de cabeza sin cuerpo: el último de ellos sucumbe por
un pueblo póstumo, que vive sin ser nación. El falta de unos pocos soldados, porque toda una
extranjero es objeto de horror sagrado para el le- generación de hombres hábiles para la guerra ha
gislador israelita: los ganados extranjeros, y toda muerto”. T. XVI, 1853, p. 80.
ánima viviente han de ser exterminados para no “Menos triste pero más instructiva lección nos
contaminarse con el contacto del extranjero; y, sin dan las repúblicas de la Grecia, que a la imagina-
embargo, como para mostrar los efectos prácticos ción se presentan como ciudades de mármol ilu-
que da el sistema de exclusión, este pueblo escogi- minadas por un sol dorado, y sus habitantes, en el
do de Dios, ebrio de sí mismo, es conquistado cien más bello y armonioso de los idiomas conocidos,
veces, arreado como ganado a tierra extranjera, arengando al pueblo en las plazas públicas, reci-
vendido en los mercados públicos, subyugado, y tando versos en los juegos olímpicos, discutiendo
constituido provincia romana, hasta que desapa- y fundando la filosofía y las ciencias. Bellas artes,
rece en la sublevación contra Tito, en cuyas con- estrategia militar, libertad, comercio, todo nace
vulsiones, que duraron muchos años, en medio de en Grecia, todas las bellezas y las perfecciones las
la exaltación del patriotismo más ciego y del fana- apura, todo le sonríe, y, sin embargo, esta flor an-
tismo religioso, no aparece un solo hombre digno ticipada de la perfección humana, la patria de Só-
para salvarlo, un patriota siquiera cuyo nombre crates, Arístides, Solón, Pericles, Fidias y Alejan-
merezca recuerdo. ¡Y ojalá que aquella exclusión dro, brilla un día apenas para llamar la atención
del extranjero hubiese dado vigor al cuerpo social del primer pasante, de un Marcelo, de un cónsul
en el interior! De las doce tribus o provincias en romano que segó sus estatuas y sus libertades
que el país se divide se separan diez y media, y la para llevarlas mutiladas a Roma, atónita de tanta
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Domingo Faustino Sarmiento
belleza. ¿Qué le faltó a la Grecia para ser nación, añade que una antigua tradición, probablemente
para vivir y perpetuarse? «¿Por qué Lacedemonia simbólica, refería que para crear a esta especie
y Atenas, hace decir Tácito al emperador Claudio, de colonia universal un suelo que le fuese propio
tan poderosas en las armas, han perecido, si no es y una patria que la representase materialmente,
por haber rechazado a los vencidos como extran- cada habitante nuevamente admitido debía traer
jeros, mientras que nuestro fundador Rómulo, consigo y depositar sobre el Comissium, en lugar
mucho más sabio, vio, en un día, a la mayor parte sagrado excavado al efecto, un puñado de su tie-
de sus vecinos enemigos de Roma y ciudadanos rra natal. Dionisio de Halicarnaso expresa que así
suyos?». La exclusión del extranjero, la limitación se formó la ciudad de todos por esencia, la ciudad
y aislamiento de la ciudad, he aquí el secreto de la hospitalaria y civilizadora. El espíritu romano se
desaparición de la Grecia. Sus constituciones eran revela así en las tradiciones populares, en el juicio
opuestas a toda fusión entre los diversos pueblos de sus escritores y en sus instituciones”. T. XVI,
helénicos, a quienes reunían, sin embargo, en una 1853, pp. 81-82.
sola familia Homero, el oráculo de Delfos y los
juegos olímpicos. Esparta tenía pueblo subyuga- extranjeros I
do en su propio seno, para labrar la tierra. Atenas “Los franceses conquistan en el Río de la Plata
no permitía a los extranjeros establecerse fuera del la nacionalidad más bien justificada, la que dan
Pireo; y en todas las repúblicas griegas, cuando la sangre derramada por una causa y la libertad
los ciudadanos se aumentaban demasiado, la ley dada al suelo. La palabra extranjero quedará allí
los forzaba a emigrar, como aquellos enjambres borrada del diccionario americano. Las márgenes
de abejas que salen todos los años de la colme- del Plata empiezan ya a ser lo que están llama-
na madre para no volver más. Si el genio helénico das a ser: la patria y el rendez vous de todos los
hubiese fraguado una federación permanente de europeos que necesitan un palmo de tierra para
todas las repúblicas griegas, el mundo habría pa- poseer”. T. VI, p. 83.
sado de un salto todo el espacio que lo separa de
Epaminondas a Washington”. T. XVI, 1853, p. 81.
“Cuán oscuros son los orígenes de Roma, una
cosa hay clara, y es que la tradición constante ha-
cía a Rómulo latino, albano a Numa, y a Tarquino “Los franceses conquistan
Prisco griego, emigrado de Corinto; y esta tradi-
ción sonreía al espíritu nacional, puesto que ocho en el Río de la Plata
siglos después el emperador Claudio pedía al Se-
nado los derechos de ciudadanía romana para las la nacionalidad más bien
Galias, refutando las doctrinas exclusivistas de los
patricios que se oponían a estas franquicias. Roma justificada, la que dan
fue, desde su origen, un asilo sagrado abierto a to-
dos los hombres que querían crearse una patria, y la sangre derramada
«no es posible concebir, dice Floriano, con qué fa-
cilidad maravillosa se borraron las desemejanzas por una causa y la libertad
de origen, de raza, de lenguas y de costumbres,
saliendo el pueblo romano de tan diversos ele- dada al suelo”.
mentos aglomerados en un solo cuerpo». Plutarco
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Colección Idearios Argentinos
extranjeros III
“Lo ocurrido es que una directora de colegio en
extranjeros II Chivilcoy, que oculta su nombre, para sustraerse
“Siendo nuestro país y sobre todo esta ciudad a las leyes que no se aplican sino sobre personas,
el segundo lugar de desembarco de extranjeros ve- ha desconocido las autoridades civiles del país, y
nidos de distintos puntos, nuestro deber es señalar sustraídose a sus mandatos y jurisdicción.
los peligros que encierra esta remoción de pobla- Que la dicha mujer o lo que sea, y que se llaman
ciones y con qué razas los hay mayores. hermanas en plural, es y son extranjeras, no domi-
Es fortuna que sean pocos los irlandeses que se ciliadas, pretendiendo enseñar a los niños de este
dirigen a estas playas, porque si fueran por cente- país, sin reconocer las leyes que rigen esa enseñan-
nares de miles, como en Nueva York, tendríamos za y conceden o no el derecho de enseñar.
que experimentar los mismos inconvenientes que Que la Constitución niega toda personería a
se experimentan allí. esas pretendidas hermandades anónimas, y por
Hemos demostrado que la inmigración irlan- tanto no pueden delegar a título de hermanas como
desa hasta 1860, época a que se refiere la coalición lo reconoce y acepta don Juan Dillon, autorización
para sostener una banda de ladrones, que se había alguna, para obrar en nombre de ellas, por ser írrito
apoderado de la Municipalidad, era lo más atra- todo lo que en tal nombre se hiciere.
sado e ignorante que llegaba de Europa, pues las Que es el desacato más inaudito en país don-
cifras oficiales de la estadística muestran que rarí- de tantos se cometen, el que unas mujeres, apro-
simos sabían leer. vechándose de los beneficios de la ley, tengan la
Al mismo tiempo que esa emigración atrasada insolencia de declarar por interpósita persona que
llegaba, venía también la emigración alemana, cu- reconocen las leyes del país, como si tal reconoci-
yos individuos casi sin excepción de uno en ciento miento importase otra cosa que la confesión de ha-
saben leer, escribir y poseen cierto caudal de co- berlas desconocido”. T. XLVIII, 1883, p. 143.
nocimientos. Llegaban asimismo noruegos, suecos,
dinamarqueses, todos los cuales traen instrucción extranjeros.
porque aún están más adelantados que los alema- Actitud norteamericana
nes mismos”. T. XLVIII, 1882, p. 136. “¿Dónde están los peligros que la libertad o la
Aconsejamos a La Unión que vaya por las prosperidad norteamericana han experimentado
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Domingo Faustino Sarmiento
porque todos esos ciudadanos súbditos suyos se 200.000 habitantes, sino la oposición que haría la
hayan establecido allí sin ofrecer a su soberano Francia a un proyecto de conquista; ¿y quién nos
primitivo una renuncia de su pabellón, o solicitar responde de que mañana esos celos no puedan en-
de sus huéspedes el permiso de naturalizarse? tenderse, cuando el interés de dos o tres naciones
¿Por qué no siguen los Estados sudamericanos fuertes se entienda también entre sí? Nuestra sal-
ejemplo tan luminoso y tan fecundo en resultados? vaguardia no estaría en nuestro derecho, porque el
¿Consultando qué principio de conveniencia derecho no es una defensa; estaría en nuestra fuer-
pública, han establecido que el extranjero que za y casi todos los Estados americanos se muestran
llegue a sus playas, sea extranjero por diez años igualmente incapaces de desarrollar medios efica-
más, y no deje nunca de serlo, si no sigue una ces de poder”. T. XXIII, 1845, p. 25.
tramitación para adquirir el título de ciudadano
y tomar parte en una elección cuyo éxito depende extranjeros.
casi siempre de una muchedumbre ignorante e Participación ciudadana
incapaz? ¿No hemos obedecido en esto a las viejas “Los millares de extranjeros enriquecidos por
preocupaciones coloniales? ¿No hemos creado su trabajo y felices en el seno de familias numero-
trabas para el aumento de la población, y de los sas han logrado crearse la situación muy cómoda
ciudadanos inteligentes y laboriosos, únicos que de hacerse gobernar por otros, y fingirse estan-
sienten la necesidad del orden constitucional? ¿Y do radicados y envejecidos en América, ingleses,
quiénes son los gobiernos que solicitan la exclusión franceses, alemanes, para no servirle ni a Dios ni al
de los extranjeros, aun en la participación de la Diablo, y hacer la olla gorda. ¿Qué amor le profe-
libertad de industrias y con qué fines? Son los que san a la reina Victoria los unos; a Bismark los otros;
necesitan cometer impunemente atentados; los a la República única e indivisible, o a Alfonso, o
que en el ejercicio del poder discrecional de que Castelar, o quien sea el que gobierne, que muchas
se han revestido, se irritan contra el escollo que veces no lo saben, sino están con dolores de parto
a sus tropelías oponen los extranjeros escudados de uno nuevo?”. T. XL. 1879, p. 197.
por sus gobiernos”. T. XXIII, 1845, p. 22.
“¿La América española estará por siempre libre extranjeros. Su condición
de entrar en el círculo explotable de la colonización “Como ya he dicho y puede verse por la anterior
europea? Esto dependerá del desenvolvimiento estadística, la población extranjera que llega a nues-
que cada sección americana adquiera. ¿Qué nos es- tras playas toma un lugar importante en todos los
cuda hoy contra las tentativas de la Inglaterra, por cálculos de la demencia en este país y, hasta cierta
ejemplo? No es tanto la fuerza de Nicaragua con extensión, son una causa casi indirecta. En el primer
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Colección Idearios Argentinos
lugar, recibimos una clase pobre que ha estado en su todo, en su país ha tenido una felicidad a medias y
país en tal condición de sufrimiento y de necesidad, que emigra con la esperanza de mejorar su condi-
que a no ser que se alivie de estos padecimientos va ción. En su mayor parte, los seres pertenecientes a
a pasar a los hospitales, prisiones o asilos de locos. esta clase tienen una educación imperfecta, no han
Esta clase representa el elemento extranjero más de- aprendido ningún comercio regular y depende de
generado y adquiere la demencia en una ratio mayor un accidente el que encuentren ocupación. Dejan
que otra cualquier. Por razón del cuidado público su país natal, tal vez en épocas de disturbios po-
que en ellos se gasta, sus cuitas se prolongan y viven líticos o depresiones financieras, y llegan a nues-
a menudo por largo tiempo, agrandando enorme- tras playas un gran número que es justificado por
mente el número de desvalidos en nuestras varias la necesidad de trabajadores en el país”. T. XXII,
instituciones. Pero peor que esto, ellos multiplican 1884, p. 211.
y tienen una generación numerosa que nace iden-
tificada con los defectos de los padres, y a su turno extranjeros apolíticos
esto viene a aumentar el número de nuestras clases “A la masa inerme y consentidora de los extran-
mendigas y dementes. Al contrario de las naciones jeros en política, deberá el país las tiranías que se
viejas, nosotros no solo recibimos lo imbécil, la bo- levantan, a merced de su indiferencia y alejamiento
rra social de otros países, sino que la dejamos viva y de la vida pública; pues viviendo sin derechos ni ac-
tendemos a crear las oportunidades para acrecentar ción de ciudadanos, y contrabalanceando la pobla-
su número. ción criolla, en número, riqueza e influencia, forman
Recibimos otra clase de extranjeros que no una sociedad sin derechos políticos, que deja en mi-
puede propiamente llamarse pobre, pero que, con noría a la parte culta de la sociedad criolla, y todo
gobierno bueno y malo puede subsistir y perpetuar
los abusos, apoyado en la mitad de la población rica
que es extranjera, pero indiferente; siendo de la otra
mitad de habitantes, una parte de gentes incultas,
campesinas o desvalidas que no entienden nada de
“A la masa inerme lo que pasa, sino es que han de ser soldados o poli-
ciales y votantes, a disposición de comandantes de
y consentidora de los campaña, de jueces de Paz y tenientes alcaldes, etc.,
y hasta de aduanas, y ferrocarriles.
extranjeros en política, De aquí resulta que el gobierno se hace arbitra-
rio, porque tres cuartas de la población lo apoyan,
deberá el país las tiranías mostrándose indiferentes o sumisos contra la otra
cuarta, en parte educada, en parte rica, pero en mi-
que se levantan, a merced noría e incapaz de hacer oír la opinión pública na-
cional, porque hay una opinión pública extranjera
de su indiferencia que se halla bien con todo el gobierno.
Tras de este estado normal que nos quita toda
y alejamiento de garantía de buen gobierno, vienen los diarios en
lenguas extranjeras, cuyos editores no teniendo
la vida pública”. derecho para criticar y contener al gobierno en sus
abusos y avances, tienen sin embargo el derecho y el
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privilegio de apoyar sus medidas, explicarlas y estar en diversas proporciones, sin cohesión y al parecer
en su favor siempre. [...] con intereses opuestos, yuxtapuestos, pospuestos,
[...] Los irlandeses y franceses de Buenos Aires o superpuestos: extranjeros y nacionales. Los na-
no toman parte en nuestra vida pública, aun cionales con derechos políticos, los extranjeros con
siendo nacidos en el país, gracias a las tendencias derechos municipales optativos, con igual riqueza
de alejamiento que le comunican diarios como sin embargo, igual grado de instrucción nacionales
el Standard, lo que no estorbará que este diario y extranjeros, y casi en igual número... [...].
escriba en inglés, sin duda para que ingleses lo “La redacción de diarios se ejerce por los ex-
lean”. T. XXXVI, 1885, pp. 136-137. tranjeros como una industria lícita, pero no prefi-
“La abstención sistemática de los extranjeros de riendo ser ciudadanos, a fin de hablar de cosa pro-
tomar parte en la vida pública, empieza a dar sus pia, deben tenerse fuera del alcance de las rentas
frutos. El presidente declara desnacionalizados a o del favor de los que gobiernan; pues puede soli-
los argentinos nacidos en la provincia de Buenos citarse de ellos clandestinamente, como industria
Aires o en la capital, que lleva el mismo nombre, a también, sostener tales propósitos, con lo cual se
causa de su insignificancia como propietarios y de da el prestigio de una sanción moral, ilustrada y
su corto número como ciudadanos. La República como el asentimiento tácito de la opinión imparcial.
Argentina está fuera de estas dos ciudades donde El British Packet era imparcial en sus formas y pre-
prevalecen la población y los intereses extranjeros. tensiones. Su editor solo era el funcionario público
La primera reclamación contra estos inauditos más sometido, más vejado, más dependiente que
asertos ha venido de un extranjero, que se siente tuviese el gobierno”. T. XXXVI, 1886, pp. 138-142.
ofendido en su dignidad de hombre ante la de-
claración del presidente, negando a Buenos Aires, extranjeros en el país
sea provincia o municipio, toda influencia política. “Debemos prevenir al lector que las escuelas
Acaso principian a sentir los terribles estragos que públicas contienen dos tercios de niños, hijos de
empieza a hacer en una sociedad nueva, la abs- extranjeros, la mitad italianos y otra mitad de las
tención de gran número de habitantes que tienen particulares son de ingleses, alemanes, italianos,
familias e intereses iguales que los hijos del país; etc., que conservan hasta la lengua. Anteayer se ha
y por tanto sufren las consecuencias de los malos empavesado espontáneamente la ciudad, en cele-
gobiernos, o de los desórdenes que ellos traen. bración de la entrada a Roma y toma de posesión
Hase ya visto cómo un presidente declara que en de la ciudad eterna, en nombre de la Italia política,
Buenos Aires prevalecen los intereses extranjeros, y ayer una comisión parroquial, en cumplimiento
de donde resulta que el curso forzoso, disminu- de disposiciones del Consejo de Educación, manda
yendo el valor del papel obra sobre los intereses a su turno tomar posesión de las escuelas y hacer-
extranjeros; que los empréstitos superiores a los las ultramontanas, católicas y exclusivas en lugar de
recursos de esos extranjeros, arruinando el crédito, ser comunes, públicas; para todos, sin excepción de
arruinan la propiedad particular de los extranjeros, creencia ni nacionalidad. Esto es lo que se llama dra-
y que el mal empleo de las contribuciones ha de gonadas”. T. XLVIII, 1882, p. 126.
refluir sobre esos mismos intereses extranjeros que "Conocida como es la hostilidad entre el rei-
las proveen. no de Italia y la Corte del Vaticano, ¿qué extraño
Habíamos en diversas ocasiones llamado la sería que una partida del presupuesto italiano
atención sobre este extraño fenómeno de una na- registre este ítem: «Un millón de liras para sus-
ción compuesta de elementos diversos, y asociados traer de las escuelas públicas de Buenos Aires a
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los niños hijos de italianos», por las enseñanzas que entiende que ha de ser hacia aquellos puntos
ultramontanas y clericales? adonde sabe que le han precedido millares de sus
A quien Dios quiere perder, lo enloquece compatriotas”. T. XXIII, 1849, p. 81.
primero; y esto es lo que hace con estos colonos “En cuanto a la palabra extranjero que nuestros
depravados por la riqueza que se acumula. lectores de fuera de Chile verán por desgracia
¡Faltábanles pretextos y los damos por instituciones repetida con harta frecuencia en nuestras columnas,
perversas, por violaciones del derecho humano rechazando los ataques de algunos indignos
asegurado por tratados! El Consejo de Educación órganos de la prensa diaria, debemos prevenirles
ultramontano nos va a hacer una nación católica, que nada hay hoy en Chile que autorice a creer que
apostólica, romana, clerical, con prohibición de aquella animosidad y exclusión sea un sentimiento
todo otro culto; y para ello, no pudiendo cerrar nacional razonado, sino una de esas miserables
los templos protestantes ni expulsar a los que no armas de partido con que la impotencia o la
piensan como ellos, cerrará las escuelas públicas venalidad se escudan para ocultar su aislamiento e
comunes al que no quiera que a sus hijos les dicte inferioridad”. T. XXIII, 1849, p. 84.
nada el cura de la parroquia.
Porque al fin, los ingleses, franceses, alemanes extranjeros y ciudadanía
de diversas formas de culto, tienen sus escuelas “Nosotros vamos más adelante todavía, y
extranjeras, un poco para que no sean argentinos creemos que la abstención casi sistemática de los
sus hijos, un poco por temor de estas maulas de los extranjeros de antiguo residentes en el país y que
católicos. La orden de la comisión está ahí, para jus- por su respetabilidad y fortuna ocupan posición
tificarlos, para mostrar que tienen razón de alejarse distinguida en la sociedad, ha influido para que
más y más”. T. XLVIII, 1882, p. 127. los hijos del país, colocados en igual situación, ha-
yan descuidado sus deberes de ciudadanos, aban-
extranjeros donando la cosa pública al vulgo, puesto que aun
en la América española antiguos residentes y personas tan respetables y
“La América española es tan poco conocida en bien intencionadas se hacían un honor de su indi-
Europa, que solo por su odio al extranjero mani- ferencia política.
festado en Buenos Aires, por las eternas quere- El movimiento que inicia el Club General
llas con las naciones europeas, ha llegado a ha- Brown, para incorporarse sus miembros en la so-
cerse popular en algunos puntos del mundo. En ciedad política en que desean tomar parte como
Alemania, Chile y en general todos los Estados el ilustre marino cuyo nombre les sirve de ban-
americanos del Pacífico son apenas de nombre co- dera, será, estamos seguros, muy productivo de
nocidos de la parte emigrante de la población; y bien para el país, prestándole en la dirección de
largos años transcurrirían, para que la idea de sus sus negocios públicos la inteligencia, honradez
ventajas como punto colonizable, contrabalancea- y celo de los que forman ya la sociedad civil. No
se la popularidad de los Estados Unidos, adonde son ni las instituciones ni las costumbres nuestras
se dirigen en masa los emigrantes, sin otra garan- las que excluyen el concurso de los que son ex-
tía de buen suceso, que la tradición que medio si- tranjeros porque quieren serlo; pues que les basta
glo de emigración en aquella dirección ha forma- declarar su propósito de formar parte de nuestra
do ya en todos los espíritus. A la idea de emigrar asociación política, para quedar con eso solo in-
viene ya afecto el nombre de los Estados Unidos, corporados. Esta declaración es su título: su dere-
y el alemán no bien concibe la idea de hacerlo, cho a ejercer sus facultades”. T. XL, 1879, p. 192.
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fábricas de azúcar
“Esto que la fábrica inicia, y el interés particu-
lar aconseja, debe generalizarlo la ley, porque a
nadie debe ser permitido guardar materias explo-
fábricas. Vidrio sivas en el centro de las poblaciones. Las fábricas
“Presentáronse al presidente hace un mes dos azucareras aceptan el trabajo de los niños; y tan
amigos suyos fabricantes de vidrio que pretendían buenos salarios ganan estos, que se explica así el
hacerlo todo, recortado, cristalizado, etcétera. andar un gran número de mujeres a caballo en la
«¿Pueden ustedes hacer botellas negras?» ¡Qué ciudad; pues no estando desocupados los niños,
pregunta! Pues ahí está la dificultad. las mujeres tienen necesidad de servir de manda-
En Pittsburg, doscientas leguas al interior de las deras, y de venir del campo a proveerse de obje-
costas norteamericanas, existen grandes fábricas de tos de consumo a tienda y almacenes. La ley debe
cristales; y si se exceptúan dos en México, ignora- mandar que haya en cada fábrica, en ranchos o en
mos que en toda la América haya una sola. Consú- edificios, escuelas para los niños, sean indios, o in-
mense pocos vinos extranjeros en Mendoza y San dígenas cristianos, con multa al propietario que no
Juan, que producen vinos tan malos como los mejo- llene este requisito”. T. XLII, 1886, p. 255.
res falsificados europeos, y por tanto no hay pretex-
to plausible para que se introduzcan botellas, si no Facundo I
suponemos que vayan de aquí de vacío, sin cosa que “¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte,
valga el flete de doscientas leguas. para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que
Una fábrica de botellas en Mendoza sería, pues, cubre tus cenizas, te levantes a explicarmos la vida
juntar el hambre con la gana de comer y el presidente secreta y las convulsiones internas que desgarran
encaminó a Mendoza y San Juan a los vidrieros, con las entrañas de un noble pueblo! Tú posees el secre-
cartas y algo más sustancial que recomendaciones. to: ¡revélanoslo! Diez años aún después de tu trá-
Quince días después de llegados los fabricantes, gica muerte, el hombre de las ciudades y el gaucho
mandando las muestras que no admiten exageración, de los llanos argentinos, al tomar diversos sende-
avisan que han encontrado todo lo que necesitan ros en el desierto, decían: «¡No, no ha muerto! ¡Vive
para la fabricación del vidrio, ahí a la mano, y a los aún! ¡Él vendrá! »”. T. VII, 1845, p. 13.
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Fueron extranjeros los que leyeron el Facundo: defectos, con todas sus imperfecciones, lo armaron
Lewis, inglés de la Universidad de Buenos Aires, nu- sus contemporáneos, lo agasajaron todas las litera-
trido en la lengua de Shakespeare, que no se volvió a turas extranjeras, desveló a todos los que lo leían por
hablar en Inglaterra; M. Masade en Francia, que ex- la primera vez, y la pampa argentina es tan poética
plicaba a la pléyade de autores de la Revue des Deux hoy en la tierra como las montañas de la Escocia di-
Mondes este aborto de la literatura del más nuevo de señadas por Walter Scott, para solaz de las inteligen-
los dos mundos. Un navegante francés lo tradujo, cias. Y luego los ricos, no despojen al pobre quitando
con notas, como los escoliastas de la Edad Media, la venda de los ojos a los que lo traducen, cuarenta
para aclarar el sentido en unas partes o traer en otras años justos después de haber servido de piedra para
la alusión a la vista. Un joven norteamericano cruzó arrojarla ante el carro triunfal de un tirano, y ¡cosa
la pampa a pie al abrigo de una tropa de carretas, rara!: el tirano cayó abrumado por la opinión del
cazando gamas, perdices y quirquinchos, y llegado mundo civilizado; formada por ese libro extraño, sin
a San Juan le leyeron o leyó con trabajo el Génesis pies ni cabeza, informe, verdadero fragmento de pe-
de la pampa: el Facundo. Fuese a la China y desde ñascos que se lanzan a la cabeza los titanes”. T. XLVI,
allí escribía, comunicando su fanatismo y adoración 1881, pp. 230-232.
del libro. Mrs. Horace Mann se apoderó del Facundo
y de los Recuerdos de provincia, y fue necesario arre- Facundo
batarle sus manuscritos para que no le añadiera un Y Conflicto y ArmoníaS
volumen de prefacio biográfico. Gastón Maspero le “He descripto la campaña oriental con sus varia-
decía en París, no ha mucho, al joven López que el dos accidentes en Conflicto y armonías de las razas. Si no
Facundo era, como libro, todo un carácter literario hay tales cuchillas o no fluyen de su base a ambos la-
que ningún traductor se atrevería a marchitar en dos arroyos, todo el andamio se me viene abajo. Ima-
una versión a lengua extraña. gínese usted la suerte del Facundo, si la pampa dócil,
Pero ningún escritor ha caracterizado mejor que obedeciendo a las necesidades históricas, presupues-
el historiador López el carácter y fisonomía de este tas, no hubiera sido lisa como el mar, desnuda como
libro, llamándolo «historia beduina», que lo es, en la tierra en el mapa, esperando que se le ordene pro-
efecto, si se cambian los nombres del desierto afri- ducir toda clase de simiente. Afortunadamente, cuan-
cano por la pampa americana y el gum árabe por la do del «Blanco», en compañía de Lafone y Urquiza,
montonera argentina. tocó en el Espinillo de Santa Fe, yo descendí a tierra
No vaya el escalpelo del historiador que busca la para tomar posesión de la pampa, en que el Ejército
verdad gráfica a herir en las carnes del Facundo, que Grande debía maniobrar «Et vide quod esset bonum»,
está vivo: ¡no lo toquéis!, así como así, con todos sus no tanto la obra de Dios como mi capítulo primero
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miras y objeto práctico, a despecho de la Utopía ¿Ha sido funcional? No: lo cometen cada año
que le servía de noble frontispicio, comete una fal- nuestros gobiernos civiles, decretando días feria-
ta de justicia, de discreción y de gratitud, aprove- dos, el 11 de septiembre, el 3 de febrero, 9 de julio,
chándose más tarde de las mismas ideas federales el 25 de mayo y qué se yo cuántos, fuera de los im-
que difundí e hice triunfar en los espíritus para provisados. Del 11 y del 3 nosotros haríamos días
volvérmelas contra mí y contra Buenos Aires que de ayuno y penitencia a fin de que nuestros hijos
las ha aceptado. tomasen horror a las luchas fratricidas; y del 24
Pero la libre navegación de los ríos será por de septiembre haríamos un día de misa, aunque
largo tiempo infecunda en resultados si no se cen- recuerde pecado tan grande.
tuplica y mejora rápidamente la población nece- Esta es, pues, la cuestión de suprimir días fe-
saria para consumir muchos artefactos europeos riados. No hay que atribuirlo a falta de sentimien-
y producir muchas materias exportables que den to religioso, pues la supresión del pan, pugna por
vida y actividad al comercio. Para complemento la frase del Padre Nuestro, ¡el pan nuestro de cada
y realización de la Federación me consagré a pre- día dánoslo hoy! y el que nos lo quite, impidiendo
conizar las ventajas de la inmigración europea, y ganarlo, no es cristiano, aunque pueda ser supers-
a estudiar los medios prácticos de realizarla. La ticioso” T. XLI, 1878, pp. 26-27.
Crónica, Argirópolis y Sud América son un curso,
aún no completo, sobre emigración, sobre lo que ferrocarril i
había recogido datos en Alemania, Argel, Francia “Buenos Aires es la patria exclusiva del camino
y Estados Unidos”. T. XIV, 1852, pp. 237-238. de hierro. En Inglaterra, Francia, Chile, puede
haber canales interiores, caminos macadamizados,
federalismo para transporte de productos, porque o hay agua
“¿Queremos ser federales? Seámoslo al menos corriente para navegar, o hay piedra para empedrar
como lo son los únicos pueblos que tienen esta for- los caminos. Aquí no hay ni agua, ni piedra, y
ma de gobierno. por tanto no puede haber caminos comunes, que
¿Querríamos, acaso, inventar otra forma fede- aseguren la rápida introducción en el mercado de las
ral desconocida hasta hoy en la Tierra?”. T. VIII, materias de consumo. Millones de pesos malbarata
1853, p. 33. la población de Buenos Aires anualmente en el gasto
excesivo que hace durante el invierno en primeras
feriados materias que sirven para el alimento, y no hay un
“¿Qué diremos de nuestras instituciones que, solo vecino, que si comprendiera su interés, no se
en lugar de aumentar el pan, lo quitan, suprimien- esforzase en allanar las dificultades del abasto, por
do días de trabajo para adquirirlo? medio de caminos de hierro que traerán al mercado
¿Cuándo se cometió este error económico? por uno, lo que hoy le cuesta diez, ahorrando ese
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manera más espléndida la influencia reservada a la quisiesen gobernarse en común, sin confundirse
Escuela Normal, ya que en el ejercicio sus alumnos del todo en un Gobierno nacional, esta república
hubieron de formar desde el principio una clase será a más de representativa”. [...]
separada, una categoría aparte, tal era la distancia Es que por un don especial de la Providencia a
inmensa que los separaba de la generalidad de la República representativa federal, única que pre-
sus concolegas. Al hacer notar de una manera tan sentan los tiempos modernos, se asocian indisolu-
absoluta estos contrastes, debo prevenir que entre blemente las ideas de libertad, riqueza e instrucción
los antiguos maestros y entre los más jóvenes había individual, engrandecimiento rápido, poder, pros-
excepciones honrosísimas y de hombres muy peridad y tranquilidad imperturbable; mientras que
aptos para el ejercicio de su ministerio, y algunos las sociedades como las de Europa, y no pocas de
muy bien calificados; pero no debiendo nombrar América que esperaron su felicidad de la voluntad
a ninguno por no hacer un disfavor inmerecido, de un soberano, de un individuo investido de la suma
necesito indicar los rasgos generales que he del poder público, o de su facultad de imponer su vo-
notado, a fin de que sirvan a la administración para luntad, como regla de gobierno, solo han asegurado
guiarse por ellos en el rumbo que haya de dar a sus trastornos, despotismo, guerras civiles y miseria.
posteriores esfuerzos”. T. XXVIII, 1853, p. 175. La América española busca, desde su inde-
pendencia, en la República, su forma de gobierno,
forma de gobierno y la República Argentina ha adoptado la forma
“¿Cuál es la mejor forma de gobierno conocida? republicana representativa, federal, con la Cons-
Aquí está toda la cuestión que nos divide; y veréis titución misma del pueblo que hoy es el modelo
bien pronto que al elegir un candidato, cada uno de esta institución. La forma republicana le viene
vota por su mejor forma de gobierno. de la carencia de dinastías, que puedan pretender
Según vuestros textos de colegio, la mejor for- como un derecho adquirido o heredado a dirigir
ma de gobierno es aquella que se adapta mejor a los negocios públicos; la forma representativa, de
la índole, educación, tradiciones y necesidades de la condición de las repúblicas modernas y de la
un pueblo. La libertad debe ser su medio para los dilatada extensión territorial; la forma federal, en
unos, su objetivo para los otros. fin, de sus reyertas internas que trajeron la disolu-
Voy a sosteneros yo que esta doctrina es falsa, y ción del gobierno general durante el virreinato, de
está en contradicción con los hechos. su aislamiento en provincias, y de la necesidad de
La mejor forma de gobierno de nuestra época, ayudarse recíprocamente para la común felicidad,
es el sistema representativo, con todas las ideas y sin que hayan dejado de influir en esto la violencia
prácticas que lo realizan. y la tiranía misma. Pero los hombres de ciencia y
¡Cosa apenas aceptable por la razón y la lógica! previsión han aceptado esta forma de gobierno bajo
Los pueblos deben adaptarse a la forma de gobier- sus tres modificaciones componentes, ya como un
no, y no la forma de gobierno a la aptitud de los hecho consumado, que sería peligroso contrariar,
pueblos”. T. XXII, 1880, p. 47. ya como vulgar preocupación que no debe ser me-
nospreciada, ya como forma rodeada de prestigios
forma republicana de buen éxito, ya, en fin, porque siendo la forma
de gobierno federal o unitaria simple cuestión administrativa,
“Si sucediese que varios pueblos o fracciones ni la conciencia ni la dignidad personal están inte-
de un mismo pueblo, independientes antes, o sepa- resadas en el triunfo de una o de otra”. T. VIII, 1853,
rados por la disolución de una anterior asociación, pp. 92-93.
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Verdad es que detrás de la junta de observación de Estos extravíos de ideas van más allá de lo que
1819, está la serie corta de años que culminó en 1820; el común cree. Con ellas vienen unidos los ejem-
y que de entonces acá se ha inventado e introducido plos, los hechos y las prácticas de una monarquía,
el vapor, la emigración y el gobierno nacional, que sin proponérselo nos introducen doctrinas, princi-
son fuerzas que complican las cuestiones de un go- pios y prácticas que nos han de conducir al gobier-
bierno de ciudad, tan activo, tan voraz, porque es no personal.
en efecto como la hornalla de un horno a que cien De la Francia no tenemos nada que adoptar
foguistas políticos, diarios, cuerpos accesorios, es- hoy, sino sus modas y sus bellas artes. El imperio
tán echando cuanto puede avivar la llama. Nadie se se funda en la negación de todas nuestras institu-
ocupa de ver si el caldero se aguantará largo tiempo ciones; y ni una sola de las que lo apoyan puede
sin estallar, forzando así el calor. ¡Muchos van a que proponérsenos, si no queremos adoptarlo por re-
estalle, para ver qué hace el caldero roto! sultado”. T. XXV, 1856, pp. 164-165.
¡Pero qué hacer cuando el general Roca, apoya-
do en la Liga, pretende sojuzgar al pueblo libre, y el Francia. Intervención
doctor Tejedor, abusando de las facultades que solo “En una palabra, después de diez años de des-
para el bien le da la Constitución!... Pongámosle fue- engaños y con el conocimiento que juzgo tener de
go al caldero, y echémosle los bancos y los trastos, si las cosas y los hombres de Francia mis ilusiones se
escasea el carbón”. T. XLVI, 1879, p. 159. han agotado a este respecto. Jamás me arrepenti-
ré, sin embargo, de haber dado cabida en el alma a
Francia esas ilusiones, y diré siempre que yo y mis amigos
“¿Apuesto que cayó en sus manos el primer políticos simpatizábamos con las pretensiones de
libro, como cayó en las mías La filosofía de la histo- las dos intervenciones, porque ellas lejos de ofen-
ria, que tan seductoras mentiras contiene? Estaba der en lo menor los intereses ni el decoro america-
seguro de ello. Después vino La moral universal; no iban por el contrario en apoyo de ellos. No era
puede ser que el Sistema de naturaleza, y aquí me ofender a la América impedir que el Estado Orien-
tiene usted a los veinte años, escéptico por lo me- tal se agregara a esa cadena de pueblos esclavos,
nos, con el alma, aunque dura y estéril, rozada de que se llama la Confederación Argentina. No era
toda mala y buena yerba, limpia como la palma de ofenderla negar a Rosas el derecho de encarcelar
la mano”. T. V, 1846, p. 73. franceses, ni de violar sus propiedades. ¿La Francia
ha desertado sus compromisos, ha sido infiel a sí
Francia. erradas adopciones misma? La falta no es de los que vimos en ella el
políticas buen derecho, cuando lo tenía; la falta de su des-
“[...] ¿Quieren dejarnos en paz con el imperio y lealtad, es de ella sola...”. T. XIII, p. 177.
los socialistas?
Vivamos en América como americanos, dejan- Franklin i
do a la Francia que viva, piense y se gobierne como “Para mí, Franklin ha creado los Estados Uni-
pueda y sepa. dos, como Plutarco con sus Vidas ha perpetuado el
Se han empeñado en inocularnos las pasiones espíritu guerrero y heroico de la Europa. Franklin
políticas de la Francia, y sus apodos de partido y es el anche io, el go ahead del yanqui. Unos nego-
sus luchas. [...] Estamos en socialismo deshecho, ciantes de Boston pensaban en 1814 que sería exce-
y por necesidad y asociación de ideas discutiendo lente fabricar lienzos, que con el bloqueo estaban
muy seriamente el Imperio Francés. a precios subidos. ¡Si tuviéramos las máquinas
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los que quedaban fieles a nuestros antiguos reyes. mayor enemigo que el salvaje, puesto que lo en-
Este es el origen de nuestra existencia como na- gendra, seguiría pesando ruinosamente sobre la
ción. El general don Bartolomé Mitre, como con- civilización, la paz y la riqueza de la República. El
secuencia de una batalla, fue presidente provisorio problema, pues, permanece de pie, y a resolverlo
de hecho y gobernó tranquilamente la República, cuanto antes espero que contraeréis vuestro patrio-
obedecido por todas las provincias, hasta que reu- tismo y vuestras luces”. T. LI, 1871, p. 108.
nido un Congreso regular, el pueblo que no hace
fraudes, después de una batalla decisiva, hizo pre- frontera interior. Indios I
sidente al vencedor. “La frontera consume cantidades enormes de
Los gabinetes europeos se ocupan actualmente caballos, comprados o donados; resultan ser, cuan-
en ponerse de acuerdo para reconocer legítimo el go- do llegan a su destino, inútiles, porque todo el país,
bierno de hecho de la España, que está gobernada hace compradores, vendedores y donantes han conspi-
tiempo por gobiernos de hecho, como reconocimos rado para hacerse a sí mismos la burla del ahor-
nosotros, gobierno legítimo de aquella nación, al cado. Los indios muestran, si no más patriotismo,
príncipe Amadeo que era gobierno de hecho. más inteligencia, viniendo provistos en abundan-
Así, aunque el gobierno que va a sucederme cia de buenos caballos. El resultado es que somos
fuera un gobierno de hecho, como con escarnio de la robados en presencia de nuestros soldados, inca-
verdad pretende calificarlo la ambición de los que paces de moverse por falta de caballos”. T. XXIII,
se elevaron siempre o por el fraude electoral o las 1855, pp. 241-242.
vías de hecho, y fueron gobiernos de hecho, voso-
tros ciudadanos pacíficos y honrados le debéis aca- frontera interior. Indios II
tamiento y obediencia dejando a los conjurados a “Se ha concluido la época de las colonias. Nin-
su riesgo y peligro ensangrentar el seno de su prós- guna nación coloniza; porque es acto antieconómi-
pera y feliz patria con los desórdenes de la gue- co; porque está demostrado inútil y ruinoso. Es una
rra, que traerían el gobierno de hecho del sable, para faz del mundo que ha cambiado, y debiera servir
obtener después del triunfo el voto espontáneo y tan evidente experiencia para rechazar temores
unánime de los pueblos vencidos, aterrados, y des- como los que han obrado sobre el espíritu de los
pojados de sus bienes. Este es el bello ideal de los senadores.
conjurados ¡LA CONQUISTA, conciudadanos! Me La seguridad de las fronteras del Sur requería
duele en el alma tener que decir tan crudas pala- también que se continuase reforzando las poblacio-
bras a la faz de todos los que oigan el nombre de la nes de la costa, a fin de hacer alejarse a los bárbaros
República Argentina. Una vida entera en lucha con o forzarlos a fijarse definitivamente.
la injusticia a veces, con las pasiones e intereses de Calfucurá ha pedido la paz y parece esta vez
caudillos populares siempre, debía acabar en el re- sincero. ¿Son los desastres que ha experimentado
tiro del hogar, y no creándose enemigos póstumos, en sus correrías lo que lo ha hecho tan pacífico? ¿Se
ahora que el puñal envenenado lo manejan amigos habrá arrepentido de sus pecados? ¿Es la colonia
como con Ivanowski, indiferentes como contra el agrícola lo que lo trae a términos tan racionales?
presidente”. T. XXI, 1874, p. 300. Catriel quedaba no ha mucho al frente de la
fortaleza de Patagones, devastando la población
frontera interior a orillas del río Negro. La noticia nos llega como
“No basta haber puesto entre el desierto y no- una amonestación, al día siguiente de haberse re-
sotros un desierto nuevo. La despoblación que es chazado en el Senado la sanción de un contrato
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celebrado por el gobierno para el establecimiento No es un poder suficiente para contener los des-
de una serie de pueblos a orillas de ese mismo río órdenes en esta ciudad: los hechos lo han probado
Negro, hoy teatro de las depredaciones de los bár- hasta ahora”. T. XX, 1876, p. 33.
baros”. T. XXIII, 1856, p. 276.
Funes, Deán I
frontera interior. Indios III “El doctor Funes, al aceptar cargos que tanto
“Tenemos un ejército, y la disposición general de había codiciado, dio muestras de pureza de in-
los argentinos los hace aptos para la vida militar. tención, renunciando a las rentas que les estaban
¿Qué hemos hecho en diez años con nuestro ejér- afectos, destinándolas a la dotación de una cátedra
cito? Acampado en el Cerrito de Montevideo (el de de Matemáticas, que se abrió con aprobación de Li-
Rosas) para que destruya ganados y mate hombres niers, no obstante órdenes precedentes de la corte
extraviados, o no hemos querido, o no hemos podi- de España que lo prohibían formalmente.
do tomar la plaza; pero en uno y otro caso no hay Este primer paso dado dejaba ya traslucir la
gloria ni provecho. marcha nueva que la conspiración del espíritu
¡Y el ejército tiene una grande y larga tarea americano iba a imprimir a los estudios univer-
entre nosotros! Cada diez años se hacen entra- sitarios, bajo la influencia de Funes. El deán for-
das a los indios: los indios se retiran al Sur, a la muló entonces un reglamento de estudios que,
aproximación de nuestras fuerzas, y en cambio pasado a la corte de España para la superior apro-
de los cientos de miles que ha costado la expedi- bación, fue mandado seguir en las demás Univer-
ción, nuestros expedicionarios vuelven con algu- sidades de América. «No teniendo entonces, dice
nos centenares de ovejas, y algunos individuos de en su Ensayo histórico, que respetar la barbarie
chusma por trofeos; concluido lo cual, los indios de los tiempos góticos, a que con cuatro años de
reaparecen en nuestras campañas, y siguen sus de- teología escolástica lo sujetaban los preceptos del
predaciones. Un gobierno previsor, debe obrar de otra ministerio eclesiástico, se propuso dar una mejor
manera”. T. XXIII, 1850, p. 283. disciplina al hombre intelectual. A más de haberse
“La pacificación de la frontera no se termina- introducido el estudio de las matemáticas, y me-
rá ni aun así en cincuenta años; pero establecidos jorado el de las facultades mayores, se procuró
estos puntos de ocupación al Sur, los caminos del también promover la cultura de las bellas letras, y
interior dejarán en breve de ser infestados por los el renacimiento del buen gusto. Es innegable que
salvajes, y las provincias de Córdoba, San Luis y bajo este método ha debido ganar mucho la edu-
Mendoza, avanzarían sus fronteras, su población y cación y que promete buenos frutos el árbol del
ganados, cien leguas al Sur, la fortificación de al- saber»”. T. III, 1850, p. 85.
gunos estrechos desfiladeros, por donde pasan la
Cordillera los indios de Borva a hacer malones en Funes, Deán II
la Sierra de la Ventana, y las de San Luis y Córdoba “[...] Su reforma de los estudios de la Univer-
completarían este sistema, simple, pero efectivo, de sidad de Córdoba, la rara inteligencia que mostró
pacificación interna”. T. XXIII, 1850, p. 284. en época en que tan pocos conocían en América el
nuevo campo en que se había lanzado la inteligen-
función de la policía cia humana, constituyen al deán Funes el precur-
“Hasta ahora la policía no quiere comprender sor de la revolución americana en su manifestación
que su deber es impedir a todo trance que se per- más bella, en reformador de las ideas coloniales
turbe la tranquilidad pública. [...]”. T. III, 1850, p. 96.
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ganadería III
“No exageramos al decir que las vacas no pa- “No exageramos al decir
gan contribuciones. Las tierras enfitéuticas no
pagan canon; y ni las tierras ni los ganados han que las vacas no pagan
admitido la contribución directa. Una pipa de
vino, cuyo valor es de 1000 pesos, paga el 25 % contribuciones”.
de derechos, con lo que queda en arcas la cuarta
parte de su valor; y el comerciante que la vende,
no gana más sobre ese capital que el 10 o el 15 %.
Un buey paga en todo por derechos nueve pesos;
pero como su valor es de 300 pesos, resulta que ganadería IV
paga el 3 % y a veces el 2. Mas ese buey es utilidad “Buenos Aires y los países circunvecinos crían
neta casi todo él, no habiendo pesado diez pesos más de doce millones de vacas, que forman su prin-
criarlo. Luego el vino paga al Estado la mitad de cipal producción. El sebo, cuero, huesos y cuernos
sus utilidades, mientras una vaca no paga sino encuentran fácil mercado en todas las plazas del
dos centésimos de la que deja a sus dueños. El de- mundo, pero la carne que se sala por un sistema
recho de la pipa de vino pasa a defender las vacas llamado tasajo, solo es pedida por el Brasil y La
en la frontera, saldando el costo del ejército que Habana para alimento de esclavos, demanda que
demanda su seguridad”. T. XXVI, 1856, p. 239. es casi siempre inferior a la inmensa producción.
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La elaboración de las reses por este sistema es la primera para proveerles de carne; pues que la car-
muy ingenioso y económico, habiendo saladero ne tasajo que producen nuestros saladeros solo era
que mata mil animales por día. El tasajo es excelen- consumida por los esclavos del Brasil y de La Haba-
te intrínsecamente, pero la excesiva cantidad de sal na, los cuales empiezan a desecharla desde que se
de que se sirven para prepararlo, lo descolora por levantan brisas de dignidad por la abolición de la es-
la superficie, haciéndola presentar un color pálido clavitud. Data de este año, 1885, la apertura de todos
que repugna a la vista. Esta desventajosa apariencia los mercados del mundo para las carnes refrigera-
es la causa de su rechazo en los otros mercados. El das, y de fácil y económico transporte; pero tenemos
emperador Napoleón quiso introducirlo en el ejér- por delante, lo que el estanciero ignoraba hasta hoy,
cito francés por su economía y buena calidad, pero y es que el ganado que reproduce está degenerado,
no logró vencer la repugnancia de los soldados. Se o bien por falta de cultivo especial, es poco adapta-
han hecho varios envíos a Inglaterra y la prensa ha ble a la producción de carne para los mercados eu-
recomendado mucho sus calidades, prometiéndose ropeos. Un animal vacuno es un conjunto de huesos,
su admisión en la economía doméstica. Hombres músculos, envueltos en un cuero como preservativo.
muy entendidos no han podido encontrar medio de En clima duro y en la vida a campo abierto creará un
quitar al tasajo esta apariencia desfavorable; como cuero grueso, fuerte y consistente: si tiene el campo
no se ha encontrado medio de preservar la sangre, por suyo adquirirá una osamenta reforzada y gran-
para exportarla como abono”. T. XXX, 1865, p. 164. de: si no tiene alimentación constante y necesidad
de esfuerzos, la musculatura se reducirá al minimum
ganado. Explotación y así como por un efecto contrario se desenvuelve
“Cuando la clase de vegetación gramínea de en los bueyes por el trabajo. El ganado argentino
las pampas determinó la cría del ganado para no es adecuado para la exportación como materia
aprovecharla, puede decirse de estos países que alimenticia, pues se transportan con él inútilmente
son esencialmente ganaderos; pero siendo la pro- millares de toneladas de huesos, de poco valor y re-
ducción del ganado superior a la demanda para el lativamente una reducida cantidad de materia fibro-
consumo de la población relativamente reducida, sa, pues para sesenta arrobas de carne correspon-
ha sido como industria hasta hoy un negocio falli- den tres osaturas. Terreno mal gastado, pastos mal
do, por cuanto la carne no ha podido ser exporta- aprovechados, fletes exorbitantes para encontrar
da, sino en condiciones y en cantidad en extremo repulsión en los mercados europeos donde nuestras
reducidas. Pudiera decirse que, si hubiese habido carnes hacen el mismo papel que las vacas ñatas en
en algunos países del mundo crías en grande de otros tiempos, y nuestra carne tasa jo actual, pues las
perros, la industria argentina habría llegado a ser gentes cultas de Londres, los habitantes del Eastend
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caronas de vaca, bolas. En sus espuelas nazarenas, país alguno de la tierra, el más ruinosamente orga-
como si dijéramos crucificadoras, con enormes ra- nizado para la distribución proporcional de la rique-
las y agudas púas, se descubre de leguas su gusto za, el poder y la civilización por todas las provincias
favorito de derramar sangre; en sus miniaturas confederadas. Al oeste las escarpadas cordilleras
de estribos que no le aprisionan sino un dedo, su de los Andes embarazan la comunicación inmedia-
amor a la libertad; en todo su sencillo aparato, su ta con el Pacífico a las provincias de Mendoza, San
sencillez republicana y sus hábitos democráticos, Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy y Tucumán; y
su odio a la dominación francesa, su nacionalidad como si los obstáculos naturales no fuesen bastantes
pampera, su gobierno federal; en fin, su admiración para estorbar el desarrollo de aquellas provincias,
por el ilustre Restaurador de las leyes, que es el el encargado provisorio de las Relaciones Exterio-
mejor jinete del mundo, en lo que debe hacérsele res, por un decreto que carece de antecedentes en
justicia”. T. I, 1841, p. 7. las historia de los gobiernos, ha puesto obstáculos
al comercio de aquellas provincias con Chile, y a su
gaucho y beduino ya difícil contacto con los mercados extranjeros por
“Es el capataz un caudillo, como en Asia, el jefe esta parte”. T. XIII, p. 38.
de la caravana: necesítase, para este destino, una
voluntad de hierro, un carácter arrojado hasta la geografía y economía II
temeridad, para contener la audacia y turbulencia “Por el norte, el desierto por una parte y las
de los filibusteros de tierra, que ha de gobernar provincias del sur de Bolivia, escasas de productos
y dominar él solo, en el desamparo del desierto. de lucrativo intercambio, esterilizan los esfuerzos
[...]”. T. VII, 1845, p. 30. de la industria”. T. XIII, p. 39.
“Por el este, en fin, el más envidiable sistema de
general Mansilla ríos cerrados al comercio extranjero, y en un ángulo
“El general Mansilla me ha asegurado que Ro- extremo de este inmenso territorio, que mide más
sas, desbandada la mitad de su caballería, no debió de quinientas leguas de largo, y entre trescientas o
tener dieciséis mil hombres en el campo de batalla. cuatrocientas leguas de ancho, un solo puerto en
Hombres, porque soldados no tenía dos mil: hom- Buenos Aires, adonde las mercaderías de las demás
bres que, como en el batallón del coronel Hernán- provincias han de venir a cambiarse forzosamente
dez, fusilaron a su coronel, antiguo mazorquero, al con las mercaderías europeas y esto sin el auxilio
frente del enemigo; hombres que, como en el bata- de canales artificiales, sin el de ríos, navegables ni
llón que se le seguía, fusilaron once oficiales antes ferrocarriles, ni aun caminos transitables en que la
de desbandarse; hombres, en fin, recogidos por la previsión del gobierno haya puesto alguno de los
fuerza: el batallón de policía de Buenos Aires, los
serenos, los muchachos en número de más de dos
mil, los sirvientes, los presos, hombres atormenta-
dos veinte años, y que habían jurado, a riesgo de su
vida, dejar caer al majadero, causa de tantos desas- “El gaucho, pues, es por
tres”. T. XIV, 1852, p. 164.
su naturaleza un individuo
geografía y economía I
“Si se consulta el mapa geográfico de la Repúbli- aislado y a caballo”.
ca Argentina, se notará que es casi sin excepción de
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medios auxiliares que la inteligencia humana ha de nervios, contra el color colorado que lo irrita, por
hecho vulgares aun entre los pueblos más atrasa- la facilidad de encenderse en cólera hombre o toro
dos de la tierra. a cada contrariedad. La escuela, la gimnástica, la
[...] Buenos Aires es el punto de una circunfe- fila, la hilera, el compás van disminuyendo las cris-
rencia adonde convergen de todos los extremos las paciones; la regla, la repetición de los movimientos
líneas de comunicación, resultando que los puntos vienen amansando el animalito bípedo que cuando
más distantes están, por este solo hecho, condena- llega a la plenitud de su fuerza es un hombre y no un
dos a la ruina inevitable que traerá a la larga la dife- tigre, habituado a todos los contactos, y avezado a
rencia de precios de producción de las mismas ma- todas las disciplinas sociales. Las escuelas salvarían
terias causada por el mayor costo de exportación. doscientas vidas anualmente, con la gimnástica, y el
Un solo ejemplo al alcance de todos hará sensible sentarse y levantarse metódicamente. La gimnástica
nuestra idea. El precio de los cueros, producción civilizará a los tobas, que no conocen disciplina sino
común a todas las provincias, lo establece en el cuando van a la guerra, a fin de robar y tratar con
mercado de Buenos Aires la demanda que de este éxito”. T. XLVII, 1886, pp. 273-274.
artículo hay en Europa”. T. XIII, p. 39.
gimnástica i
geología “La gimnástica infantil que he presenciado so-
“La geología es la ciencia en que los jóvenes de brepasa en belleza y fuerza a todos los sistemas
Buenos Aires debieran iniciarse por pasatiempo, hasta hoy aplicados al desarrollo de los miembros
precisamente porque el suelo que habitan es poco del cuerpo, a fin de restablecer la fisonomía y for-
variado y poco han de aplicarse a sus detalles, pero mas elegantes que adquirió desde muy antiguo el
al mismo tiempo riquísimo en fósiles extraordina- hombre culto y perdió la Edad Media, dejándonos
rios, que el mundo codicia, que los geólogos clasi- un animal sin gracia para movernos, y tenernos de
fican, y que el paisano nuestro encuentra y destru- pie. La gimnástica viene a completar las formas y
ye cada día, sin que haya un número suficiente de hacerlas desenvolver armónicamente. Cuando estos
aficionados iniciados en paleontología, y colectores métodos estén por vosotros difundidos por toda la
de preciosidades que solo el viajero científico ve a República se sentirá la influencia de la gimnástica en
su paso”. T. XXVIII, 1858, p. 255.
gimnasia
“Después de estas lecturas de nuestros moder-
nos Plutarcos, y como higiene moral, viene la gim-
nasia. Una hora de mover los brazos, la cabeza a la “La gimnástica civilizará
derecha, a la izquierda, hacia arriba, hacia abajo, a
la voz del maestro, todos a un tiempo, y en perfecta a los tobas, que no conocen
igualdad, vale más que todos los preceptos de moral
escrita. ¿Cuántas veces obedece un niño al día para disciplina sino cuando van
ejecutar actos armónicos, de conjunto, acompasados,
que no dependen de su voluntad? He ahí la moral. a la guerra, a fin de robar
El gaucho, el manolo, el napolitano, el griego dan
una puñalada o hunden un estilete, como el caballo y tratar con éxito”.
da coces, como el toro bravío embiste, por crispación
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Nueva York que en París; «París en América» es Un partido trae al gobierno cuanto hay de va-
una demostración. Vale cien veces más un italiano ler en sus hombres, y el declarar a los más conspi-
artista en Buenos Aires que en Milán, si no cuos inhabilitados para continuarlo, precisamente
alcanza a ser Canova o Donizetti, que entonces el porque ocupan altos puestos, es entregar cada seis
mundo civilizado es pequeño para ser su patria. Las años, si no antes, a la reacción inevitable la marcha
lamentaciones echando menos, desde las márgenes del gobierno.
del Eufrates, las desoladas faldas del Monte Sion, El actual ha consumido siete ministros, toma-
serían hoy ridículas. dos entre los hombres más notables del país, si
En nuestros tiempos de civilización homogé- para hacerlo basta haber sido autores de nuestros
nea y universal, americana, europea, de líneas de códigos o haber desempeñado de años atrás altos
vapores por caminos, y de cables submarinos por destinos. Si tres más hubiesen aún de compartir las
estafeta, el patriotismo como recuerdo es simple- tareas del gobierno, habría, según las teorías de las
mente una enfermedad que se llama nostalgia. incompatibilidades ministeriales, once hombres de
Muchos emigrados en América pretenden que el Estado (y no hay partido que los tenga en el mun-
rincón de Europa donde han nacido es en civiliza- do) excluidos de continuar sus servicios.
ción, riqueza, gobierno y libertad, el cerebro del Usted sabe que la Inglaterra con su ciencia del
universo. ¡Pura nostalgia!”. T. XXXVI, 1881, p. 64. gobierno, y con sus treinta millones de habitantes
no ha tenido mayor número de primeros ministros,
gobierno. Autoanálisis ni cuatro veces ese número de hombres de Estado
“El pueblo americano se inclina a reelegir por en medio siglo. Esto se llamaría economizar fuerzas.
sentimiento de conservación, siempre que un go- En el Congreso y en la prensa nuestros hom-
bierno es bueno, sin necesidad de que sea excelen- bres de Estado y los que aspiran a serlo, toman por
te, por aquella máxima del sentido práctico que plataforma propicia para adquirir propósitos, todo
hace preferir un conocido a ciento por conocer. lo que puede dañar, embarazar o desacreditar al
Nosotros tenemos propensiones opuestas; sin Ejecutivo. No recuerdo sino del malogrado sena-
el vínculo de unión histórica que hemos perdido, dor Piñero que en la escena pública se haya hecho
sin amor al gobierno, el barómetro de la opinión un deber y un honor de mostrar que pertenecía a
apunta siempre a borrasca, aunque el tiempo la falange y a las ideas que habían creado una ad-
esté tranquilo. ministración. Creo que el mundo no presenta hoy
ejemplo semejante al nuestro de una prensa hostil
por principio al gobierno, oradores culminantes
todos afectando por táctica la oposición al Poder
Ejecutivo y éste marchando sin embargo con la
aprobación del Congreso en toda gran cuestión y
“La patria tenía encantos, creándole en el interior y el exterior mayor fama
que la que sus actos merecen.
y la expatriación forzada Los programas de candidatura suelen afectar el
mismo lenguaje en nuestra América del Sud. Todos,
de los antiguos, horrores y he leído muchos en los últimos treinta años, ofrecen
por lo contrario de lo que hace o sostiene el gobierno
de que no tenemos idea hoy”. actual en ciertas cuestiones, que en lo que es esencial-
mente bueno se entiende que harán lo mismo.
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gobierno. Dificultades
“Buenos Aires, el Buenos Aires que piensa, que
forma la opinión, está conmigo.
Si no me hacen perder el tiempo en disputas de
colegiales, estableceré sobre bases sólidas la Repú-
blica. Si no puedo, por la indolencia de los buenos y
la actividad de los malos elementos, habré conquis-
tado esa pobre gloria, la única posible en América,
de haberlo intentado.
[...] La experiencia reciente me muestra que
estamos más atrasados hoy que cuando comba-
tíamos a Rosas. Entonces creíamos en algo por lo
menos. Hoy la palabra oposición absuelve de todo
cargo, principios, porvenir, justicia, decencia.
[...] He estudiado el gobierno, la civilización
y la libertad, en sus fuentes, los pueblos que po-
seen estos dones. Aquí hay jerga que hace de
ellos una caricatura odiosa. Pero yo no puedo
solo hacer prácticas las instituciones. Necesi-
to colaboradores que, al sentimiento del deber
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de discutir, entonces entraremos con ardor en el un excelente gobierno, puesto que, no hizo el bien
examen de esa cuestión, que por ahora es ociosa directamente, sino que cuidó como función pri-
por no haber quien en ello se interese”. T. XVII, mordial suya, de mantener la paz y la tranquilidad,
1857, pp. 207-208. a fin de que las fuerzas impulsivas de la acción in-
dividual obrasen libremente y sin tropiezo alguno.
gobierno de Sarmiento He mantenido en paz la fiesta, contra viento y ma-
“Cuando fui llamado desde la distancia en que rea, contra las ilusiones de los que intentaron per-
me hallaba, por el voto de la mayoría de mis com- turbarla, contra las nociones erróneas de libertad
patriotas, a presidir los destinos de mi país, nadie de muchos hombres sinceros, pero educados en
pretendió, sin duda, que yo vendría a dar batallas mala y vieja escuela política, extraviados por remi-
contra enemigos interiores ni exteriores; pero mu- niscencias de tiempos de lucha que pasaron.
chos me honraban con la esperanza de que haría El gobierno ha sometido a los indios forzán-
muchos ferrocarriles, muchos telégrafos, que pro- dolos a respetar por miedo la propiedad; ha so-
pendería mucho, muchísimo a difundir la educa- focado dos enormes rebeliones en el Entre Ríos,
ción, y promover la inmigración. un motín en Mendoza, y preservado la tranquili-
Todo esto se ha realizado en grande escala du- dad en Santa Fe, Corrientes, San Juan, La Rioja y
rante los pasados años; en escala mayor que en nin- otras provincias, donde no era «un misterio para
guna de las otras República americanas; mayor de nadie», que había patriotas que se proclamaban
lo que los entusiastas más fervientes esperaban, sin desinteresados en la demanda, muy solícitos en
contar con que el crédito interior y exterior de que perturbar aquella, a fin de darse un personal gu-
goza la República ponga a nuestra disposición los bernativo que no adoleciera de los defectos de que
caudales de las naciones comerciales del mundo. estas monjas políticas se creen exentas”. T. XXI,
Tal es el crédito de la Nación en el exterior, que los 1874, pp. 282-283.
capitalistas de Inglaterra preguntan a veces al mi-
nistro de Hacienda si cree conveniente y seguro dar gobierno nacional
a un gobierno de provincia el empréstito que solici- y provincias I
ta; de manera que bastaría que el ministro esté de “Un hecho terrible por sus consecuencias ha
mal humor un día, para que con una palabra suya mostrado entre mil el error de creer que un gobier-
de duda o de desconfianza, deje sin empréstito a no nacional, o los hombres que lo componen, ad-
una provincia. quieren por eso solo mayor prudencia que aquellos
Pues bien, señores. Voy a revelaros los arca- a quienes querrían servir de guías por ser gobier-
nos de Estado, sin encargaros que me guardéis el nos más pequeños. La noticia enviada al Paraná
secreto. Contra las esperanzas de todos, no obs- de la muerte de Virasoro, cuyos detalles confesaba
tante las apariencias en contrario, mi gobierno ignorar el que la transmitía, por saberlo de oídas
ha hecho de por sí poco en materia de ferrocarri- por un pasajero, indujo al gobierno nacional, en
les, que no lo haya iniciado el interés del capital, violación flagrante de la Constitución reformada, a
ni en la inmigración, tan poderosa hoy, aunque intervenir ipso facto en caso que no sabía siquiera lo
haya hecho bastante, si bien no todo, en materia que era en realidad, acaso arrastrado por el noble
de educación. deseo de castigar un crimen. Cuál fue el resultado
Pero contra toda anticipación, mi gobierno ha de esta violación puede decirlo San Juan, entrega-
sido un gobierno de fuerza, de represión; y según do en manos de bárbaros atroces, en nombre de la
la teoría americana de que os hablaba antes, sería autoridad nacional”. T. XXXI, 1863, p. 15.
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gobierno nacional
y provincias II “El buen sentido y el
“El buen sentido y el interés público presiden
a todas las disposiciones constitucionales. Si una interés público presiden
provincia es invadida, aunque sea atribución ex-
clusiva del gobierno nacional repeler invasiones, la a todas las disposiciones
provincia invadida no ha de esperar la venia para
defenderse, y si la invasión es con el confesado de- constitucionales”.
signio, de echar por tierra por todas partes las ins-
tituciones y las autoridades creadas por las cons-
tituciones, los gobiernos de los Estados limítrofes
tienen el derecho propio de defender la Constitu-
ción Nacional y la suya propia, porque ambas son que se apuran los medios del raciocinio y se avan-
suyas, y de ayudar a la Nación a suprimir insurrec- zan las más delicadas teorías para probar que la
ciones y repeler invasiones. Así lo enseña Story y lo sociedad que amenazan incesantemente no tiene
aceptan sin contradicción los Estados Unidos, no derecho de precaverse con los medios que se re-
obstante que el gobierno nacional argentino, apro- conocen lícitos en todos los gobiernos, menos en
bando el hecho en el gobierno de Tucumán de ha- el provincial, el que destruido por tales medios
ber acudido a Catamarca a repeler la invasión de arrastra en su ruina de la nación, que es el conjunto
los insurrectos de La Rioja, haya negado el dere- de esas sociedades amenazadas, viene al espíritu la
cho”. T. XXXI, 1863, p. 24. duda de si tales doctrinas prevalentes en la misma
“En nuestra Constitución el gobernador es el sociedad amenazada, no son a su vez causas gene-
empleado nacional ejecutivo. radoras de este desquicio de todas las nociones en
De manera que los dos gobiernos, el nacional y que reposa el poder público en todos los pueblos”.
provincial, tan perfecto el uno como el otro, no se T. XXXI, 1863, p. 28.
tocan sino en dos puntos. En la provincia es gober-
nador el agente natural. gobierno nacional
La forma de gobierno será republicana siempre. y provincias III
Esto es todo”. T. XXXI, 1863, p. 25. “Todo nuestro sistema de gobierno se funda
“En países donde en cincuenta años ningún pe- principalmente en el deslinde de las atribuciones
ríodo gubernativo legal ha fenecido regularmente, nacionales y provinciales. Lo que es nacional, lo
sería peligrosísimo renunciar al uso de los medios que la Constitución ha designado como tal, no
autorizados por la Constitución; y si se medita puede ser tratado, discutido y resuelto sino por
que, en el caso presente, los ciudadanos a quienes los poderes nacionales; y todos los actos que re-
se supone garantidos por las declaraciones de los visten este carácter nacen y concluyen dentro de
derechos individuales, sin las limitaciones que la su esfera”. T. XXXI, 1872, p. 169.
misma Constitución Nacional impone a su uso,
cuando se trata de gobiernos provinciales, que esos gobierno nacional
amenazan con una subversión social, que realizada y provincias IV
perdería la sociedad hasta sus formas, sin alcanzar “El gobierno nacional gobierna argentinos no
a reparar los estragos causados por el saqueo y la sanjuaninos, jujeños o cordobeses. La milicia desde
devastación que son su objeto; cuando se medita que está movilizada deja de ser provincial y pasa
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a ser argentina; y mientras no sea licenciada, toda La presente administración en Chile ha here-
jurisdicción cesa de parte de la provincia, sin que dado de la anterior este precioso legado: halló al
sus autoridades tengan personería ante el gobierno gobierno fuerte en su organización y rodeado de
nacional para sustituirse a las personas que como todos los prestigios que constituyen la autoridad.
argentinos estuvieron a las órdenes de aquel. Con estos antecedentes, la administración re-
Las provincias no tienen por agentes ante el go- presenta a su modo, la voluntad nacional [...]. Su po-
bierno nacional a sus gobernadores. Los represen- sición es tutelar, obra sin oposición, sin resistencia,
tantes de las provincias son los diputados y sena- así es que se la ve, por un acto de espontaneidad,
dores que constituyen el Gobierno nacional con el llamar a la representación nacional a los hombres
presidente y tribunales que ejecutan o aplican las notables de los antiguos partidos, a los jóvenes que
leyes que aquellos dictan”. T. LI, Carta a E. Castro, descuellan en las letras, a todos aquellos, en fin,
1871, p. 93. que pueden dar lustre a su marcha, acierto a sus
medidas impulso al progreso. [...]
gobierno y campaña Todo gobierno constitucional pide a su mayoría
“Durante medio siglo los amigos de la libertad en las Cámaras apoyo, sanción, y nada más; la
y de la civilización se parapetaron en las ciudades minoría discute, objeta, resiste, y en esto usa también
para hacer frente al atraso de las campañas que de su derecho; y esta unidad en las Cámaras y
minaba las instituciones libres; y cuando apenas en el ministerio, necesaria en las monarquías, es
cesa la última tentativa que ha producido la tra- indispensable en una república en que todo el
dición de los caudillos para conservar su predo- personal del gobierno [...] se cambia cada cinco
minio, sería tentar a la providencia el poner por años. Un gobierno sin mayoría en las Cámaras, o
diez años al Gobierno nacional en los campos, sin más claro, sin cámara, [...] es un contrasentido. O
que tenga siquiera los medios de civilizar lo que le se disuelven esas Cámaras, o renuncia el gobierno,
rodea”. T. LI, 1871, pp. 122-123. incluso el presidente; porque la administración tiene
gobierno y oposición
“¿Qué origina en el Perú la lucha de partidos sin
nombres; esos pronunciamientos en todos senti-
dos, esa soldadesca desenfrenada, esos presidentes “Cuando un gobierno
improvisados en nombre de la Constitución viola-
da, en nombre de los derechos del pueblo hollados, asegura que no representa
esa mascarada inmoral y sangrienta cuyo término
no se descubre aún? [...] a un partido, o engaña,
La República Argentina ha sucumbido en esa
misma transición. Dorrego puso en duda la auto- intencionalmente,
ridad del gobierno de Buenos Aires suscitando las
resistencias armadas de los caudillos y él mismo o se engaña a sí mismo
fue al fin la víctima. No había autoridad, y a Rosas,
con toda la execración que se ha merecido, deberá (...) lo hacen un gobierno
quizá aquel Estado el haberse creado el sentimiento
de la autoridad del poder, aun en el corazón mismo de amalgama...”.
de los que lo combaten con tanta constancia y valor.
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sus ideas para realizar en todos los ramos y en todos de re-ligo (vuelvo a atar). Esto requiere la reconsi-
los departamentos. deración de la historia para obrar en re-acción”. T.
Su turno de cinco años vendrá a la oposición, si XLVIII, 1883, p. 241.
se hace expresión de la mayoría en las elecciones
para adoptar una marcha contraria”. T. IX, 1844, Goyena, Pedro.
pp. 65-67. Crítico de Sarmiento
“¡Si habrá sido deprimido en tiempo de Rosas,
gobierno y partidismo aquí y en las provincias!... Pues bien el joven Goyena
“[...] Cuando un gobierno asegura que no repre- halla que «nada se ha escrito todavía en tierra argenti-
senta a un partido, o engaña, intencionalmente, o se na contra Sarmiento», y va a ensayar el nuevo cam-
engaña a sí mismo o está efectivamente compuesto peón su estilo, su bisturí, su lanceta, su martillo, su
de elementos heterogéneos e incompatibles, que lo machete, su serrucho, para hacerlos añicos de mane-
hacen un gobierno de amalgama, de transición, go- ra que cuando pregunten mañana, ¿dónde está Sar-
bierno provisorio que está elaborando en su seno miento?, la duda sea si tal Sarmiento existió jamás,
los elementos de donde ha de salir más tarde el ver- y si no es una invención de Satanás para tentar a las
dadero gobierno, con una idea fija y un partido que almas devotas. Sarmiento, un mito, inventado por
lo apoye, con exclusión del partido de oposición, Rosas. ¡Paso al cirujano Goyena, que va a empezar la
a quien no se le dejará tomar influencia alguna en disección, persignándose y santiguándose primero,
la dirección de los negocios, hasta que haciéndose como conviene a un cirujano cristiano, inquisidor,
mayoría irresistible, escale la administración y ex- delator de herejes!”. T. LII, 1878, pp. 245-246.
cluya de ella al partido opuesto”. T. IX, 1844, p. 69.
gramática. Bello
gobiernos provinciales. “La gramática castellana se enseña por Bello,
Su perpetuación tratado excelente en su género, pero en nada más
“Las provincias tienen en su seno elementos de contiene la teoría, que las gramáticas que en ale-
disolución que han de estar pugnando largo tiem- mán, francés e inglés sirven en las escuelas elemen-
po por manifestarse. Uno de ellos es el conato de tales superiores, según las nacionalidades, faltando
aventureros y caudillejos a perpetuarse en el poder a las prácticas de enseñanza del Instituto la aplica-
o zafarse de toda sujeción a las leyes, no obstante ción diaria que se hace de ella en los cursos de com-
que la Constitución ha provisto a este caso estor- posición, enunciación y declamación que se cursan
bando que puedan armarse de poderes discrecio- en todas las escuelas”. T. XII, 1856, p. 59.
nales”. T. VIII, 1853, p. 192.
grandes ciudades
Goyena “La independencia ni las demarcaciones terri-
“El joven Goyena ha tenido tal fe en su misión toriales sirven para mejorar o determinar la condi-
y en sus fuerzas que hace alarde de no leer libro ción de un pueblo. Una revolución en las rutas de
alguno de los sabios modernos, Darwin, Renan, comercio, dejándolos a tras mano, o poniéndolos en
Huxley, Spencer, Draper, y todos los pensadores, el camino de las naciones, puede más que su propia
por ser libres, como si se pudiera pensar no pensan- acción. Venecia murió a manos de Vasco de Gama y
do. ¿Qué hace Goyena y los de su escuela? Repen- no bajo el espionaje del Consejo de los Diez. Ambe-
sar, es decir, repetir lo mismo que repitieron su ma- res surgió donde ni pueblo había en proporción de
dre, su abuela y su nodriza o recibieron en materia la magnitud de su comercio.
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Colección Idearios Argentinos
Se han abandonado ya por pueriles las leyendas escuelas, la instrucción se difunden por todas par-
de Semíramis y de Nemrod, fundadores de Níni- tes con igualdad. De aquí ha nacido en los Estados
ve y Babilonia, aunque se acepte a Rómulo, jefe de Unidos el plan de las bibliotecas de distrito, para
salteadores, fundador de Roma en el antiguo Lacio. la instrucción y solaz de todos los vecinos, en su
Las grandes ciudades son hijas del grande co- propio lugar y residencia, habiendo ya país don-
mercio. Nacen en las encrucijadas de los caminos de hay doce mil bibliotecas, desparramadas de
que atraviesan desiertos y en los puertos de mar legua en legua, de manera que corresponde una
a donde aquellos conducen, y acuden las naves biblioteca para cada tres mil habitantes, y un libro
para distribuirlas por los cabos del mundo. Toda para, cada dos habitantes varones, mujer, niños,
gran ciudad estuvo en una de aquellas situacio- etc.”. T. VIII, 1853, pp. 173-174.
nes”. T. XLII, p. 271.
Grecia
gratuidad en educación. “La Grecia se constituyó sobre la base de la be-
Impuestos lleza plástica, de donde dedujo todas las otras be-
“Cuando la Constitución dice que la educación llezas. La bella Helena puede ser la misma raza he-
será gratuita, se entiende que en las escuelas no se lénica, pues era llamada «Helas» la Grecia. Habíala
cobrará a los niños estipendio alguno por la ense- preferido Paris a Venus, lo que muestra que era una
ñanza. La educación debe ser costeada por la pro- encarnación del tipo ideal de la beldad, tal como la
vincia; pero como la provincia no tiene otros fondos concebía la raza más bella del mundo, y también el
que los que resulten de las contribuciones cobradas objeto de su culto bajo un cielo luminoso y un mar
al vecindario, y estas son de ordinario apenas su- azul, sobre islas y costas dentelladas como franjas
ficientes para costear la administración, resulta en de encajes. Así Jesús era la encarnación viva de
definitiva que los vecinos deben proveer a esa edu- la moral, y la justicia descendida de Dios mismo
cación gratuita. Mas como todos los padres de fami- sobre un pueblo tétrico, agraviado por la historia,
lia que tienen posibles han de gastar dinero en edu- pues todos los conquistadores del Asia lo hicieron
car a sus hijos, en lugar de darlo a los maestros de cautivo, y Alejandro y los régulos romanos lo veja-
escuela directamente, lo ponen en común para que ron. Estaba al lado del Istmo de Suez la Palestina,
las escuelas puedan no solo educar a sus hijos, sino al paso de todas las grandes inmigraciones que tro-
también a los de los vecinos que por sus cortas fa- pezaban con ella; tenía hambre y sed de justicia, y
cultades no podrían hacer este gasto. No hay, pues, de sus entrañas salió un Dios de toda justicia y de
verdadera contribución, sino simple administración todo amor.
colectiva de los gastos que cada una había de hacer Con la belleza, como base de toda aspiración, la
individualmente”. T. VIII, 1853, p. 173. Grecia, dado el corto número de sus habitantes, ha
“¿Por qué ha de haber una escuela en el cen- producido en poco más de tres siglos la civilización
tro de una ciudad, para que aprovechen los hijos más asombrosa, sin excluir la de nuestros tiempos.
de los vecinos, pagada con fondos públicos a que La Ilíada que cantó aquella guerra de los tiempos
han contribuido todos los habitantes? Cuando prehistóricos no ha tenido rival en ninguna de las
cada punto del territorio manda a la Legislatura un literaturas épicas”. T. XXII, 1881, p. 99.
representante del mismo lugar, ese cuida de em-
plear en beneficio propio y de los suyos los fondos Gualeguaychú
que vota; y como todos los representantes se hallan “Gualeguaychú, a orillas del Gualeguaychú,
en el mismo caso, el bien público, las mejoras, las río navegable que desemboca en el Uruguay, es
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Domingo Faustino Sarmiento
una linda villa que aspira a ser ciudad y que en de un tercer médico que estaba pronto, a causa de
los últimos tres años ha hecho grandes progresos, haberse sublevado el paciente, enderezándose y
gracias al comercio activo que sostiene con Buenos poniéndose de pie, y aunque la risa fuese gene-
Aires y a las producciones de la ganadería que de ral entre los circunstantes, yo no pude recuperar
allí se exportan. Estas ciudades frescas, apresurán- la serenidad de ánimo, acongojado y entristecido
dose a desenvolverse, tienen un poco del aspecto por aquellas voces humanas, que parecían salir
de las norteamericanas de la misma edad. Predo- de lo profundo de nuestra historia y del pecho de
mina en los edificios la arquitectura gaditana, que nuestros antepasados”. T. XLII, 1886, p. 244.
es hoy argentina, y mediante el establecimiento de
algunos centenares de vascos e italianos, la horti- Guardia Nacional I
cultura suministra algunos condimentos a la varie- “¡Los voluntarios es la más peregrina de las in-
dad de pescados de los ríos y a la abundancia de venciones! Todo ciudadano argentino es guardia
excelente carne, con lo que la mesa es regalada y nacional; por tanto, cualquiera puede ser militar
no carece de variedad para el ejercicio de la ciencia voluntario, sin que este empleo de sus facultades
culinaria”. T. XIV, p. 90. o de su tiempo tenga nada que ver con la Guardia
Nacional que no es voluntaria por su esencia, ni re-
gualicho indígena cluta sus cuerpos tomando individuos ad libitum.
“Esta creencia, que encontramos difundida en Los voluntarios son cuerpos de línea por pa-
todas las tribus salvajes y que tanto nos sorprende triotismo, que solo las naciones admiten en sus
por el sistema de curación seguido, que consiste ejércitos durante una guerra, como admiten legio-
en hacer ruido, meter bulla y aturdir con gritos y nes extranjeras, aliados, enganchados, etc. Pero en
cencerradas en torno del enfermo, hasta que salga una provincia y en una ciudad capital, voluntarios
el gualicho, pertenece a pueblos civilizados, y está sin cuartel, sin montar guardia, sin otra función
reconocida por nuestra propia religión. Jesús hace que hacer ejercicios los domingos en previsión
salir los demonios del cuerpo de los hebreos que de una guerra futura, es una invención argentina
se lo pedían, y unas veces el demonio le contesta. calcada sobre la MAZORCA o sociedad popular,
Otras, siendo legión, los hace salir y apoderarse para terror de los partidos políticos que no pien-
de un hato de cerdos que pacía por esos campos. sen como los genízaros voluntarios, que serán los
El araucano llama gualicho a lo que los griegos únicos que tendrán un rémington en su casa, y
llamaban demonios; y el conjuro o arte de expul- diez paquetes de cartuchos, prontos a acudir al lla-
sarlos varía solo en América y en Asia. Fue preci- mado del gobernador, a hacer ejercicios en días de
so esta vez mandar suspender la operación, no te- elecciones u otras manifestaciones de la opinión
niendo ocasión de aumentar el bramido con la voz pública”. T. XX, 1879, p. 264.
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Nosotros creemos con los más celosos amigos fueron fusilados, por la orden que llegó de San Juan
de la libertad que las armas en mano del ciudadano para que se fusilase a todos los oficiales sanjuaninos
tienen carácter más sagrado que las mismas en las que habían ido a secundar el movimiento de
manos del mercenario; y que la ley que rija su uso Mendoza que sucumbió en el Pilar. Vuelto a mi
legítimo debe ser en relación a las cosas regidas, las país, conservé siempre la memoria de este servicio
armas, y no a las personas. que usted me había hecho, sin que jamás me hubiese
Esto no quita que las penas respeten la dignidad sido dado manifestar a usted mi gratitud de una
del hombre y que no se apliquen al Guardia manera digna. Digo digna, porque cuando yo me
Nacional castigos que repugnan a nuestras hallaba en mi país y en aptitud de valer, estaba
costumbres. usted prófugo; cuando yo sabía que estaba usted en
Lo repetimos, la Guardia Nacional somos noso- Mendoza, yo estaba desterrado y usted mandando.
tros mismos; pero nosotros armados, lo que exclu- Conoce usted el orgullo de partido. Ofrecerle la
ye la discusión, las opiniones encontradas, el libre expresión de mi gratitud cuando usted mandaba,
arbitrio”. T. XXIV, 1857, pp. 267-268. habría sido pedir gracia a un enemigo político;
habría sido recomendarme a su indulgencia y no lo
guerra I habría hecho jamás, aun a riesgo de sentar plaza de
“Creemos que las armas son el único juez com- ingrato”. T. XIII, 1849, p. 194.
petente, y deploramos que una espantosa guerra
de exterminio sea el único resultado claro que guerra IV
salga de aquel innoble caos de servilismo y de te- “Tanto se ha dicho de la paz, que casi se siente
rror”. T. XIII, p. 162. escrúpulo de nombrar la guerra. Y sin embargo, la
guerra está ahí en nuestra frontera, y hace necesaria
guerra II la presencia de nuestros gobernantes para aligerar el
“Sí, no lo ocultamos, la guerra está quizás al ex- peso de sus estragos, ya que no se divisa su término.
tremo de la negociación armada; pero creemos fir- Estamos hoy lejos sin duda de la época en que las
memente que si hay un medio para evitarla, es el familias más distinguidas daban sus hijos al ejército; y
que os recomendamos y que tiene la doble ventaja, en que para cabos y sargentos se tomaban los jóvenes
primero de mostrar el espíritu de moderación que más apuestos. Con los Alvear, Necochea, Las Heras,
nos anima, y de hacer que pese la responsabilidad Lavalle, Rondeau, Belgrano, Paz, alféreces, tenientes
de la lucha, si ésta se hiciese necesaria, sobre los que y cadetes al principiar su gloriosa carrera, se libertó la
la hayan provocado, y luego, de procurarnos la úni- América. Más tarde, el hastío de los militares, el des-
ca probabilidad que nos queda de evitar el uso de la precio en que cayeron las armas hicieron una revolu-
fuerza”. T. XIII, p. 184. ción en los espíritus, y los padres de familia creyeron
deshonrarse si sus hijos llevaban una espada al cinto.
guerra III Gracias a esta reacción inconsiderada el ejército se
“Hace hoy diecinueve años a que en una tarde hizo plebeyo y reclutó sus oficiales en las clases abyec-
de aciaga memoria para Mendoza, un oficial que tas o entre los caracteres desesperados. La tiranía que
me traía prisionero me dijo, siga usted a ese jefe. ha pesado sobre nosotros tuvo cuidado de exterminar
Ese jefe era usted (Benavides), señor general, y el el plantel de militares que nos había legado la Inde-
prisionero era yo. Llevóme usted a su casa y allí pendencia; y aun después de habernos librado de ella,
me salvó de correr la suerte de Albarracín, Moreno, las armas están en menosprecio entre los notables de
Carril, Sabino y todos los jóvenes sanjuaninos que nuestra sociedad.
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[...] Creemos que el gobierno debe obrar enér- Rayada tuvo éxito porque sorprendía al ejército de
gicamente para reclutar el ejército, y en lugar de San Martín en el acto de cambiar posiciones, justi-
tomar la hez del pueblo para confiarle la salvación ficando así aquel acto de desesperación, prohibido
del Estado, pedir o tomar proporcionalmente su en condiciones ordinarias”. T. XXXVIII, 1883, p. 56.
contingente de brazos y de inteligencia en todas las
clases de la sociedad. guerra VI
[...] Elevando al poder hombres como Rosas, “El buen éxito de la guerra, y la forma, a quiénes,
apoyados en las masas, los instintos naturales de- y en los límites en que ha de hacerse, es el objeto de
bieron por todas partes llevarlos a destruir no solo las leyes militares, que forman un código más com-
el personal militar de la República, sino también plicado que lo que vulgarmente se cree. Al buen éxito
las tradiciones y el arte de la guerra, tal como nos concurren las que tienen por objeto preparar el instru-
lo habían comunicado las naciones que más sobre- mento humano de triunfar las leyes de reclutamiento,
salen en ella, por San Martín, y los muchos com- disciplina, deserción y servicio mecánico, dirémoslo
patriotas nuestros que lo estudiaron en Europa y así, por el de cuartel y los deberes del soldado, etc. Las
difundieron en América. más importantes son aquellas que rigen el derecho de
Desde entonces al ejército se sucedió la mon- la guerra; y cómo estas han de aplicarse en muchos
tonera, y cuando la necesidad de mover a gran- casos al enemigo y en país extranjero, deben ser con-
des distancias numerosos cuerpos requirió cierto formes con el derecho de gentes, y las prácticas de las
orden, se hicieron ejércitos amontonerados en su naciones civilizadas. Si nuestros ejércitos hicieran la
equipo, disciplina y organización. Las primeras guerra en el Brasil, o esta nación en nuestro territorio,
tentativas, hechas en 1853, de crear regimientos de no han de venir los brasileros a pedir justicia a un juez
caballería de línea se estrellaron contra las dificul- argentino y viceversa por la infracción de las leyes de
tades que oponía la opinión de los mismos que lo la guerra, del habitante del país enemigo en que la
ordenaban o las resistencias de los oficiales subal-
ternos a ejecutar las mil operaciones de detalle que
constituye el servicio.
Pero el sistema de montonera ha dado ya todos
sus frutos y llega la época de sustituirse un sistema
más estricto, que con menos consumo de hombres y “La guerra se hace
de dinero, dé garantías a la propiedad y a las vidas
de los habitantes de nuestras campañas”. T. XXIV, por conjeturas sobre
1856, pp. 253-256.
las posiciones y fuerzas
guerra V
“La guerra se hace por conjeturas sobre las po- probables del enemigo.
siciones y fuerzas probables del enemigo. La lógi-
ca y el espionaje se dan la mano. Por eso el espía La lógica y el espionaje
es ahorcado, porque entrega al enemigo el secreto
de nuestra situación verdadera. Por eso se cambia se dan la mano. Por eso el
la ordenación del campamento, después de oscure-
cer, para que el enemigo no sepa dónde se hallan espía es ahorcado”.
colocadas las fuerzas. El ataque nocturno de Cancha
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guerra se hace. El espía, el que cuenta los soldados al entre naciones distintas. Todos los demás caen bajo
pasar, el que toma el plano de la fortaleza, el que arre- las leyes ordinarias de motín, insurrección, salteo se-
bata la correspondencia, el pueblo que se subleva tras gún el caso”. T. L, 1868, p. 92.
del ejército, el que mata no siendo soldado, son justi-
ciables por el ejército mismo cuya seguridad compro- guerra IX
meten, pues ese ejército en país enemigo cuida de su “La guerra trae consigo un cortejo de males que
propia conservación”. T. XXXIX, 1875, pp. 13-14. no son solo la pérdida de capitales y de vidas que
nos impone. Una guerra prolongada puede afectar
guerra VII por muchos años la existencia de un país, alterar de
“La guerra presente, dado un enemigo exter- rechazo sus instituciones y comprometer el porvenir
no, ha de hacerse, como lo hemos dicho antes, con por siglos. El peor de todos los males que ella trae
los mismos instrumentos y medios de usarlos con es el desorden administrativo que sus premiosas
que ellos nos la harán. Vémoslo esto en el empeño exigencias disculpan, y la desmoralización que de
del gobierno en tener acorazados, cañoneras, fusi- un lado produce, mientras del otro se desenvuelve
les, etc., de los más recientes y aprobados mode- el sentimiento del honor y la noble aspiración a la
los”. T. XLII, 1883, p. 105. gloria”. T. L, 1869, p. 134.
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Domingo Faustino Sarmiento
su proposición, sin adoptarla, sin embargo, la guerra tener seis mil hombres sobre las armas, nuestra
ha dejado de ser solución de derecho y de hecho. El seguridad, como contra seguro, nos haría armar
dudoso éxito de la gran guerra europea ha mostrado doce mil más, para que aquellos seis mil no ha-
la inutilidad de la guerra. La deuda que pesa sobre los gan otra cosa que guardar la frontera. No está,
pueblos en pos de esfuerzos supremos deja sembrado pues, el mal en tener ejército, de línea o de pai-
de escollos el porvenir de las naciones. Pero la guerra sanos enganchados o conscriptos. El mal está en
en Buenos Aires es otra cosa. Es el seguro de una in- tener necesidad de ejército, es decir, fuerza que
dustria. Es la guerra de frontera. fuerce a los enemigos o a nosotros mismos.
Guerra a animales feroces, que roban ani- La ley de conscripción se funda en antece-
males salvajes. El instinto popular quita a esta dentes administrativos de que carecemos. No
guerra todo carácter de social, no obstante que tenemos libros de nacimiento y mortalidad con-
amenaza a la sociedad. Guerra para defender in- frontados para saber quiénes viven de los naci-
tereses materiales parece mejor hacerla con inte- dos. No teniendo propiedad, ni casa el vago de
reses pecuniarios. El enganche dará los medios. la campaña, es imposible averiguar su paradero
La población de una sociedad populosa no se después de nacido. Componiéndose gran parte
siente impulsada a ir a la frontera. Un vecino de de la población adulta de provincianos, no hay
San Nicolás ha dicho a quien le consultaba sobre medio de verificar su nacimiento.
los mejores medios de defender la frontera: Hace La conscripción se hace verificando partidas
un siglo que los indios no nos amagan; por tanto escritas; y la que hubiese de hacerse con los pre-
no nos ocupamos de cuestiones de frontera. Bue- sentes en cada lugar, sería simplemente leva,
nos Aires ha dicho lo mismo. pero no conscripción. La casa, la familia, la aldea,
No anda descaminada la objeción que se ha la ciudad son la base de la conscripción, con to-
hecho contra el poder militar organizado. Cuan- das las leyes administrativas que emanan de una
do se cita a Roma y a la Francia y a la Europa asociación perfecta.
para probar la bondad de la conscripción, se cita
lo que menos la abona. Roma ejercía la industria
de la guerra, y era natural que tuviese muy bien
arreglado el instrumento de su industria. Pero
Roma triunfando siempre agotó el pueblo ro-
mano, y murió despedazada por sus ejércitos, y
subyugada por los bárbaros. La Francia por me- “La conscripción se hace
dio de sus ejércitos ha conquistado, por un cami-
no sembrado de glorias, la derrota en 1816 y la verificando partidas escritas;
deuda de dos mil millones que pesa hoy sobre
ella. Los ejércitos conscriptos han hecho perder y la que hubiese de hacerse
las conquistas que las instituciones libres habían
hecho en un siglo. El resultado final de todas las con los presentes en cada
cosas es lo que debe estimarse. No son los hom-
bres, sino las armas, las peligrosas. Toda socie- lugar, sería simplemente leva,
dad que viva a fuerza de tener hombres armados
quedará al fin a merced de ellos. La frontera nos pero no conscripción”.
dio a Rosas y su sistema. Si la frontera nos exige
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En Buenos Aires sería aplicable, pero no en el son los que por temor de ella han pasado al bando
resto del país; y aun en Buenos Aires sería trabajo de la tiranía, y rarísimos los que han abandonado
estéril averiguar el paradero de veinte mil habi- las causas por que combatían.
tantes que faltan, y cuyos nombres deben estar La guerra a muerte ha sacrificado y ennoblecido
inscriptos en los libros parroquiales. la resistencia, hasta darle el carácter de abnegación
¿Dónde están? ¿Dónde murieron?”. T.XXIV, del martirio. Atraídos por este horrible encanto, los
1857, pp. 258-260. dispersos vencidos en Tucumán han cruzado vo-
luntariamente las soledades del Chaco, para volver
guerra civil I a derramar su sangre en Caaguazú; cien emigrados
“Por Montevideo y el Perú se deja oír una pa- en Chile y Bolivia han doblado el Cabo de Hornos,
labra que hace estremecer a la humanidad, horri- para ir a las murallas de Montevideo a oponer, si
ble sobre todo para los pueblos que viven en paz. alcanzaban todavía, sus endurecidos pechos a la
La guerra civil agita en ambas repúblicas sus ne- metralla triunfante del tirano”. T. XIII, 1844, p. 245.
gras teas, gritando llena de furor insano: ¡Guerra a
muerte! ¡Ah! La guerra entre los hijos de un mismo guerra civil III
suelo, [...] entre los que tienen unas mismas creen- “Queremos suponer que una revolución con
cias y un mismo idioma, tuvo siempre este horri- guerra civil, la muerte de millares de inocentes,
ble carácter. ¡Ay de los vencidos! si del vencedor la distracción de empleo útil de diez millones de
es su deudo, o escucha en su propio idioma los pesos; el rechazo que sufre nuestro crédito en
lamentos y los ruegos del que solo pide la vida. Europa; la paralización y perturbación del co-
Pero no; que en las cruentas guerras civiles tam- mercio, y las desconfianzas que engendra para lo
poco los vencidos piden misericordia. La muerte futuro, curan a un pueblo de su defecto de deli-
es entonces un glorioso martirio que aguarda a cadeza en falsear las elecciones.
los que sostienen un principio. La muerte se da y “El solo hecho de haberse intentado un tras-
se recibe sin escrúpulo, sin espanto; porque para torno en 1874 encabezado por hombres de alta
prodigar la muerte en torno suyo, como para ver- posición ha bastado para conmover profunda-
la venir sin intimidarse, se necesita un grado de mente la confianza en lo futuro de que haya de
heroicidad, un fondo de convicciones que solo las haber la tranquilidad permanente que necesita la
grandes revoluciones sociales prestan a las nacio- industria, el capital y el comercio, para basar sus
nes en general. [...]”. T. VI, pp. 78-79. operaciones.
Nuestro temor, fundado en la historia de se-
guerra civil II senta y cinco años de la América del Sur, es que
“En vano la ignorancia va a buscar en un pre- esta intentona de revuelta abriría una nueva era
tendido carácter sanguinario de los pueblos, la cau- para nuestro país, y crearía el militarismo que ha
sa de estos torrentes de sangre, que tan sin medida asolado a todas las repúblicas hispanoamerica-
se derraman en las sociedades hondamente con- nas y continúa sin esperanzas de verle término
vulsionadas”. T. XIII, 1844, p. 244. en gran parte de ellas”. T. XXXIX, 1875, p. 35.
“Durante diez años que la guerra a muerte
asuela a la República Argentina, millares de hom- guerra civil. Efectos I
bres han sucumbido bajo los filos de sus cuchillos, “La guerra civil ha llevado a los porteños al inte-
algunos despreciándola, y no pocos la han provo- rior, y a los provincianos, de unas provincias a otras.
cado y desafiado; pero ninguno o muy contados Los pueblos se han conocido, se han estudiado y se
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han acercado más de lo que el tirano quería; de ahí una crisis al comercio que causa quiebras y grandes
viene su cuidado de quitarles los correos, de violar trastornos. En una palabra el bochinche trae confu-
la correspondencia y vigilarlos a todos. La unión es sión y en ella no hay leyes ni garantías, y mal puede
íntima”. T. VII, 1845, p. 191. haber trabajo de ningún género. Resulta la infalible
consecuencia de que todos pierden, porque el que
guerra civil. Efectos II da teme una pérdida probable y el que recibe ni tie-
“Examínese un país en revolución y se verá la ne esperanzas de buen éxito y el que debe no paga
agricultura sin brazos; porque la guerra civil tala los y el chasqueado es el acreedor”. T. XIII, 1841, p. 233.
campos, incendia las cosechas, ataca las heredades,
saquea hasta las simientes, y donde antes había te- guerra civil. Lucro
rreno exuberante y bella naturaleza, no hay más que “Pasemos ahora, hilando nuestras ideas para
desiertos, abrojos y secadura. La industria no sufre tejer el discurso, aplicadas las teorías a la práctica,
menos, porque el ruido de los talleres calla, faltan las y a esas conveniencias que forman la base del todo
materias primas que da la agricultura, los hombres que nos rodea y que son el código de nuestro siglo
temen el reclutamiento, y como la violencia manda activo y movedizo. Durante la guerra civil, hay per-
y los partidos en lucha siempre andan faltos de re- sonas que suelen ganar muchísimo por el mono-
cursos, cada cual busca en el silencio su seguridad. polio, la injusta protección, los servicios prestados
El dinero, medio que sirve para el cambio de los va- a un partido y por tantos otros medios que la mo-
lores, escasea en la circulación, lo guardan bajo de ralidad inspira al deseo del enriquecimiento. Bajo
tierra sus tenedores, la minería no trabaja, las casas gobiernos irregulares hay para la ganancia más
de moneda no lo fabrican y viene necesariamente seguridades en las contratas desventajosas para
el Estado, en los contrabandos y otras invenciones
que los especuladores crean a millares para mu-
dar de fortuna en breve tiempo. Pero todo esto es
horrible y funesto para el comercio y revelando la
desigualdad, ataca la buena fe y hace manifiesta la
injusticia, causando daños positivos y hasta ruinas
inevitables a la gran mayoría, que sin las mismas
“En las cruentas guerras protecciones ha tenido que ceder al favor de otras.
Un ministro de Hacienda, por ejemplo, que para
civiles, tampoco los vencidos servir o quizá también especulando con la casa H.
da un decreto, alzando las prohibiciones o estable-
piden misericordia. ciéndolas, y advirtiéndole con tiempo de lo que va
a mandarse, ¿no perjudica, no destruye a los demás
La muerte es entonces que sin conocimiento, especulan sobre la buena fe?
¿Quien, protegido, introduce un gran cargamento
un glorioso martirio de contrabando no daña visiblemente a los otros
que pagaron los impuestos fiscales? Aquel que hizo
que aguarda a los que la contrata de azogues o de armamento u otras ¿no
defrauda el derecho que tienen todos a la compe-
sostienen un principio”. tencia que fija el precio más ventajoso al público y
de utilidad al especulador? Lo que es el despotismo
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en la política lo es en el comercio y es cuanto pasa fue examinada por todas sus fases, y el presidente
en el universo: la conveniencia de la minoría o de anunció que no debía esperarse que apeara de las
unos pocos, con daño manifiesto de la mayoría o de posiciones asumidas hasta entonces en su procla-
los muchos”. T. XIII, 1841, p. 234. mación de emancipación y documentos referentes,
tal como lo había reiterado en su mensaje anual. El
guerra civil presidente, además, declaró que el restablecimien-
norteamericana. Secesión to de la autoridad nacional en todos los estados era
“Así se presentó, en medio de una guerra civil condición previa para asentir de su parte a cual-
sin ejemplo en la historia del mundo, el extraordi- quiera proposición de paz que se hiciese, sin omitir
nario ejemplo de un gran pueblo entrando con ar- asegurarles que, sosteniendo aquellas bases, en la
dor en una campaña política que traía, entre otros ejecución procedería con toda la liberalidad que
resultados, el principal de todos: la continuación de entrare en las facultades del Ejecutivo. Estas facul-
la guerra con todas sus miserias y cargas. Los po- tades, sin embargo, estaban limitadas por la Cons-
líticos, desde Montesquieu, habían atribuido a las titución, y cuando la paz se ajustase, el Congreso
monarquías y a las aristocracias exclusivamente la debía necesariamente obrar con respecto al empleo
virtud de perseverar por largos años, y a despecho de fondos, y a la admisión de representantes de los
de dificultades crecientes, en un gran propósito po- estados insurreccionarios”. T. XXVII, 1865, p. 195.
lítico. La Europa entera esperaba que el Norte sería
más pronto vencido por el cansancio y la necesi- guerra con Paraguay I
dad de proveer a los gastos de la guerra, que por “La Confederación va a arrojarse en los brazos
los ejércitos del Sur. El pueblo iba a ser puesto a del Brasil y ninguna duda tengo de que se firmará el
prueba en la reelección de Lincoln con el programa pacto de sangre, pero quizá se acabe así más pronto
de Baltimore y su conocida y profesada inflexibili- el caudillaje entre nosotros. Los tesoros del Brasil se
dad de propósito, después de comprometidos tres repartirán entre una docena de Burgraves, el ejército
mil millones en deudas, y agobiado el pueblo bajo no se pagará ni se regularizará para atacar el Para-
el peso de contribuciones exorbitantes. Ese mismo guay. Corrientes verá en este acto la pérdida de sus
pueblo, poniendo su hombro en sostén de la con- libertades y lo resistirá aun cuando Cáceres no hu-
tinuación de la guerra, es decir, de nuevas y más biese ya invadido como lo ha hecho puedo asegurar
pesadas contribuciones, y más sangre de sus hijos, a usted que Corrientes se opondrá a la guerra contra
ha cambiado las ideas de todo el mundo sobre el el Paraguay, por consiguiente, lo que puede salvarlo
poder y eficacia de los gobiernos libres, y la aptitud puede perderlo más pronto, esa influencia brasilera
del pueblo para gobernarse a sí mismo. La repú- es generalmente mortífera. El gobierno del Paraná
blica como forma de gobierno, eficaz no solo para cree encontrada la panacea universal en los dos mi-
asegurar la felicidad de todos y crear la riqueza en llones que cuenta recibir, pero esa suma no servirá
tiempo de paz, sino para conservarse a sí misma en sino para apreciar en su justo valor lo que necesita
tiempo de guerra, fue salvada en los Estados Uni- aquel gobierno para poder marchar.
dos con la reelección de Lincoln; para lo venidero, Bienestar de un día, luz para que se vean las ti-
en todas las partes del mundo. Esta era la prueba nieblas, el empréstito a cambio de soldados no será
a que no se creía resistiese y resistió, en proporcio- sino el primer paso hacia el abismo del fango en
nes colosales e inauditas, y a la cual no resistieron que van a meterse los hombres y cosas de la Con-
siempre grandes imperios”. T. XXVII, 1865, p. 191. federación, la Suiza que el Brasil va a tomar a su
“La política antiesclavista de los Estados Unidos sueldo”. T. XVII, 1856, p. 37.
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os espera el honroso trabajo, demandado y remune- concluida, la paz interior asegurada, nuestros grane-
rado”. T. XXI, 1869, p. 230. ros henchidos, nuestros productos demandados en
“Guerra tan dispendiosa, ha sido muchas ve- los mercados del mundo, nuestro crédito alto como
ces superior a los recursos ordinarios, y el erario nunca, la inmigración en escala creciente, estrechas
exhausto no pudo siempre atenderos como debía. las ciudades para contener la población, próxima la
Pero dos tesoros inagotables quedaban en re- inauguración del ferrocarril central, tres más en vía
serva la voluntad y la justicia del pueblo argentino, de ejecución, los telégrafos introducidos en la vida
y la riqueza que siempre creciente le han creado. A doméstica, la exposición de nuestros productos con
estas dos fuentes hemos apelado para hacer que el seguridad de cumplido éxito, el pueblo convocado en
día que lleguéis a vuestras casas, podáis mostrar a toda la República para renovar el Congreso y resuelto
vuestros hijos que la patria no es una madrastra”. a hacerse representar por ciudadanos que sobrepo-
T. XXI, 1869, p. 230. niéndose a las tradiciones de pugna y a intereses pe-
“Soldados de la Guardia Nacional: queños, comprendan su época e impulsen ese carro
Al lado de los viejos tercios que desde 1806 triunfal de progreso, orden y libertad que hará en cin-
hicieron presentir y han sostenido en su infancia co años más de la República Argentina el teatro de la
al pueblo argentino, habéis escarmentado al más mayor felicidad para el mayor número de hombres,
audaz y orgulloso de nuestros enemigos gratuitos. realizando así el objeto y fin de nuestras instituciones.
La guerra del Paraguay completa la de la Indepen- ¡Viva la República Argentina!
dencia, mostrando a los fuertes de la tierra que no ¡Vivan los defensores armados del honor, de las
es un accidente nuestra existencia política, ni un instituciones del territorio argentino!
favor que otro nos concede. Somos la República ¡Vivan las naciones aliadas!”. T. XXI, 1869, p. 232.
Argentina, porque así plugo a nuestros padres rei- “La unanimidad con que el pueblo de San Juan,
vindicarla, y porque sus hijos saben mantener sus mi patria, me había llamado a presidir los destinos
derechos. generales del país, no obstante hallarme a tres mil le-
No os diré que no habrá más guerra. El reinado guas de distancia, me daba derecho a creer que mis
de la justicia y de la paz universal todavía es una compatriotas depositaban la necesaria confianza
esperanza, pero es mucho que esperanza sea si- en la rectitud de mis intenciones, que sin eso tengo
quiera. Antes de nosotros ni soñado era este bien; derecho a esperar, y que obtuve de los electores en
y si no volvemos a encontrarmos en presencia de la gran mayoría de las provincias. Para San Juan en
un agresor extraño, el fusil que depositaréis en los particular, aquella confianza debió fundarse en que,
parques será el último trofeo de la guerra. No es habiendo estado a la cabeza de su gobierno en época
la espada la que señalará en adelante el camino azarosísima, dejé en ella muestras duraderas de mis
que habremos de seguir para ser felices y grandes. actos administrativos; y si el tiempo ha de borrar su
Si alguno quisiera engañaros, podréis decirle: «Yo recuerdo en presencia de progresos o aptitudes ma-
recorrí el Paraguay y he visto con mis ojos todos yores, la historia recordará por lo menos que en esa
los males que traen la violencia y el arbitrario»”. época fue salvada la provincia de los entragos de las
T. XXI, 1869, p. 231. invasiones armadas a que siempre sucumbieron por
“Guardias nacionales movilizados: centenares sus hijos”. T. XXI, 1869, pp. 233-234.
En nombre del pueblo argentino y en presencia
de nuestros ejércitos victoriosos, proclamo de fe- guerra del Paraguay II
liz augurio para la República el año nuevo de 1870 “El Paraguay ha peleado con heroísmo por de-
que comienza con una guerra exterior virtualmente fender al más autócrata de los tiempos modernos,
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sosteniendo sus injusticias, como si defendiera la Así lo espera la República y vuestro compatrio-
Patria. Os alucinan con la gloria que os vendrá de la ta”. T. XXI, 1869, p. 241.
resistencia; pero la opinión pública no aplaude en
definitiva sino al que defiende derechos que intere- guerra higiénica
san a todos en todos tiempos y lugares. “Una guerra en Europa es necesaria, inminente,
En vez de mover un regimiento para hacer res- según él: hay muchos pobres en Francia y es pre-
petar las disposiciones nacionales en San Juan, el ciso matarlos; por eso Napoleón fue tan grande; la
ministro de Gobierno, cuyas canas y saber son tan Inglaterra ha descubierto el medio de deshacerse de
poco considerados allí, al ver la falta de las no- aquellas malas piezas, mandando todos sus pícaros
ciones más elementales de los decretos y argucias a las colonias”. T. I, 1841, p. 88.
prevalentes en San Juan, ha creído mejor ordenar
la traducción de un manual sobre la manera de guerra y Poder Ejecutivo
conducir los debates en las asambleas, varios co- “El P. E. a cuyo jefe están afectados los poderes
mentarios modernísimos de Constituciones fede- de guerra de la Nación, como comandante en jefe
rales, y el gobierno propio, y sobre las facultades del ejército y armada, puede por sí, y es su duro
del presidente. pero necesario deber, mantener los usos de la gue-
Sanjuaninos: En nombre de los grandes intere- rra, según están reconocidos y permitidos por el
ses de la República, con el recuerdo de las pasadas derecho de gentes, bien que la guerra no se ejerce
desgracias, y con la esperanza de que no se repi- propiamente sino entre naciones.
tan, porque tengo el propósito firme y los medios No es guerra la que el gobierno hace contra in-
de evitarlas, permaneced fieles a la Constitución surrectos, sino simple represión por medio de las
y autoridad nacional, seguros de que han de ser armas, de resistencias demasiado poderosas para
enmendados los errores por la práctica pacífica de ser sometidas por el curso ordinario de la Justicia”.
las instituciones. T. LI, 1873, p. 205.
guerras civiles
“La lucha intestina devora a todos los Estados
americanos; la guerra entre unos y otros consu-
me su existencia y amenaza su porvenir. Los pue-
blos, los partidos, los caudillos luchan en México
y Texas, luchan en el Perú y Bolivia, luchan en el
“Inglaterra ha descubierto Ecuador y Nueva Granada, luchan en el Uruguay
y la República Argentina, luchan en todas partes
el medio de deshacerse entre sí y dentro de cada asociación, dentro de cada
ciudad, de cada pueblo. T. IX, 1841, p. 9.
de aquellas malas piezas,
guerras fronterizas
mandando todos sus pícaros “En todos los países fronterizos en que arden
por siglos guerras civiles como los borders entre
a las colonias”. Escocia e Inglaterra, los Indian haters, en la orla de
las poblaciones norteamericanas lindantes con los
indígenas, se desenvuelven caracteres fuera de las
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reglas ordinarias que rigen las sociedades huma- a la deplorable calaverada del 24 de septiembre,
nas. La tradición de los odios de raza, el desam- que ha amancillado su gloria para siempre, si no
paro y dominio de la fuerza se transmiten por la la rescata con actos dignos de un hombre de Es-
sangre, o por la palabra y el ejemplo. La vendetta tado, y comprometido su nombre como escritor,
es la ley de la tierra, y el culto que el hermano y como constitucionalista, forzándolo a suscribir
el hijo pagan a la memoria de los suyos, expresa manifiestos, invocando principios inventados por
en escenas de sangre los sentimientos más dulces él para servir a la circunstancia, y que harían des-
del corazón. merecer diez años después, a un demagogo vul-
La Banda Oriental del Río de La Plata, ha sido gar.
desde la conquista hasta nuestros tiempos el campo Señor don José María Gutiérrez, doctor de no
de batalla que portugueses y españoles ensangren- sé qué, deje honradas y en su lugar las charreteras
taron de padres a hijos, disputándose la ejecución del general de la Nación don F. Sarmiento que es-
de la Bula de Alejandro VI que tomaba un meridia- tán bien donde su patria y cuarenta años de buenos
no del cielo como límite terrestre de la dominación servicios las pusieron”. T. LII, 1878, pp. 215-216.
de ambas coronas. Artigas, Rivera y tantos otros
famosos caudillos de jinetes han salido del seno de Gutiérrez, José María II
estas envenenadas luchas de frontera, comunican- “Para que un pobre y oscuro cuyano, se hiciese
do a los territorios vecinos de Entre Ríos y Santa Fe célebre en Chile, en el espacio de un año, y conta-
el sistema de guerra a caballo, el levantamiento en se entre los grandes literatos como Bello, Lastarria,
masa de las poblaciones de jinetes, con la crueldad y los pocos que hasta entonces habían escrito, fue
espíritu devastador que ha caracterizado nuestras necesario que la Guerra a la Tiranía, el Desenmasca-
luchas civiles”. T. XLV, 1861, p. 105. rado, unos pobres ex intendentes, que todavía exis-
ten, y un famoso coronel pospuesto, le allanasen el
Gutiérrez, José María I camino a fuerza de injurias y calumnias. Entonces
“¿Don José María Gutiérrez, el perro viejo que fue miembro de la Universidad, y el presidente, su
ha labrado injurias diez años contra Sarmiento, Sar- amigo más tarde le decía: «Tome usted carta de ciu-
miento presidente, Sarmiento general, Sarmiento dadanía chilena y, excepto presidente, será usted lo
escritor, Sarmiento padre de familia, que llora en que quiera». No quiso nada, y hoy es en Chile lo que
silencio a su hijo, abrazando su tumba, y Gutiérrez no es en su patria, un objeto de veneración y apre-
lo presenta al verlo venir del cementerio, como un cio. Un millón de niños, hombres hechos hoy, han
ebrio que vuelve de una orgía de Palermo, donde visto su nombre al frente de su cartilla, legendaria
ha pasado la noche? en Chile.
Pero genio y figura hasta la sepultura, señor Para que pudiera unirse a Urquiza y derrocar la
Gutiérrez; y aunque haya sido ministro en una tiranía, fue necesario que durante diez años Rosas
hora de escepticismo del presidente, ha de ser pusiese una cláusula en su Mensaje, relativa al sal-
siempre el perverso que el general Mitre tomó vaje unitario aquel.
muchacho aún de secretario íntimo, de redactor Las prensas, Gaceta, Diario de la Tarde, British
de sus diarios, de compañero de negocios, de ma- Packet, gemían dicterios, y los gobernadores de pro-
tón y bravo, para morder y lacerar a los otros, y le vincia estornudaban injurias.
creó a él mismo las dificultades que en su posición ¡No costó tanto denuesto y calumnia nombrarle
de hombre merecidamente respetable, de ex pre- presidente, acaso porque estaba ausente y le tuvie-
sidente, lo llevaron «mal de su grado», me consta, ron lástima!
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herencia paterna
“Yo creo firmemente en la transmisión de la
aptitud moral por los órganos, creo en la inyec-
ción del espíritu de un hombre en el espíritu de
otro por la palabra y el ejemplo. Jóvenes hay que
no conocieron a sus padres, y ríen, accionan y
gesticulan como ellos; los hombres perversos
que dominan a los pueblos, infestan la atmós-
fera con los hálitos de su alma, sus vicios y sus
defectos se reproducen; pueblos hay, que reve-
lan en todos sus actos quiénes los gobiernan; y
la moral de los pueblos cultos que, por los libros,
los monumentos y la enseñanza, conservan las
máximas de los grandes maestros...”. T. III, 1850,
p. 102.
hermandad
chilenO-argentina
“[…] Sangre chilena y argentina correría mez-
clada en adelante, juntos irían a rescatar a otros
hermanos, su suerte quedaba unida para siem-
pre, sus glorias y sus quebrantos serían comunes.
¡Ojalá que no llegue un día en que Chile diga
tranquilamente desde su casa a su antiguo her-
mano de armas, cuando lo vea postrado ante un
monstruo que la humanidad, la civilización y la
moral proscriben: Tus desgracias, hermano, me
compadecen, creedme!...” T. I, 1841, p. 29.
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hielo. Su introducción
en Buenos Aires “Todos los talleres
“El hielo es producto norteamericano hasta
hoy, aunque ya los buques ingleses van a buscarlo en que se trabaja el cobre
en los lagos de Noruega; porque se necesitan lagos
de agua dulce situados en regiones frías para pro- y el fierro, o están
ducir esta cosecha anual, en masas que se presten a
la explotación industrial. en la infancia del arte,
Pero se necesita el genio americano para conce-
bir la idea y llevarla a cabo, de generalizar por el o presentan ocasión
mundo el uso del hielo, haciendo del agua conge-
lada una valiosa producción. [...] a un horrible monopolio”.
El uso más hermoso que del hielo hacen los ame-
ricanos es preservar la carne, aves y frutas, que guar-
dados en hielo están exentas de descomposición.
Buenos Aires entra este año a figurar entre los
mercados conquistados por el hielo norteamerican [...] Baste saber que una llave de cobre que en Fran-
Sabemos que se preparan al efecto ciertas cajas cia cuesta cinco francos, por ejemplo, en Santiago
de zinc, que servirán para la distribución y que los no cuesta menos de diez, doce, y aun quince pesos;
propietarios de la grande heladera del Teatro Co- pero no es este el único inconveniente, pues que
lón organizarán luego un servicio público para que la escasez de artesanos en ese ramo, circunscribe
por suscripciones mensuales puedan recibir las fa- a dos o tres manos esa clase de trabajos, y como
milias a domicilio porciones determinadas, según acontece, es natural que no solo ponen la ley en el
sus necesidades”. T. XXIV, 1855, pp. 173-174. precio, sino que son negligentes y morosos, pues
que se encuentran libres de toda competencia. Po-
hierro y cobre. Chile cos son los ramos nuevos de industria que no re-
“[...] Todos los talleres en que se trabaja el cobre quieren máquinas o útiles de aquel metal, las cua-
y el fierro, o están en la infancia del arte, o presen- les exigen continuas reparaciones, y en el estado
tan ocasión a un horrible monopolio, que presenta en que se encuentran en Chile los talleres de cobre
un grandísimo obstáculo a la planteación y progre- y fierro, presentan un obstáculo casi invencible a
so de muchos ramos de industria. En un país como la conducción de aquellas máquinas, porque o es
Chile, en donde el cobre mineralizado constituye necesario recurrir a Europa incesantemente por
una parte considerable de su riqueza, no hay un repuesto de todas las piezas que las construyen, o
solo taller en que se refine este metal. Las manu- someterse a todas las demoras o precios exorbitan-
facturas existentes de cobre, por la impureza del tes, que demandan los talleres establecidos en el
metal no refinado, son groseras, débiles, y final- país. Sobre manufactura de fierro, baste saber que
mente costosas, por el exceso de material que entra un tornillo de una dimensión dada, que en Francia
en ellas; y cuando se trabaja en cobre preparado en trae de principal un franco por ejemplo, cuesta he-
Europa, la obra de mano es tan exageradamente cho en el país a lo menos tres pesos. En esta o en
cara e imperfecta, que no presenta medio alguno más alta proporción se encuentra la escala relativa
de hacer reparaciones o composturas en las máqui- de todos los precios, en los útiles de fierro manu-
nas sin un gasto considerable. facturados en el país”. T. X, 1849, p. 132.
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civilizado de todas las épocas; porque ese mundo conocimiento popular que debe entrar en todo
civilizado y esa Europa se reproducen aunque plan de educación primaria, que haya de tener
imperfectamente en nosotros mismos, porque to- por objeto dar al pueblo nociones generales que
dos nuestros conatos y aspiraciones se reducen a sirvan para prepararle el camino que conduce al
imitarla, a seguirla, a parodiarla y plagiarla, cuan- vasto campo de los conocimientos humanos.
do no comprendemos ni sus instituciones ni sus Pero si encontramos el conocimiento de la
ideas”. T. IV, 1843, pp. 224-226. historia de una necesidad absoluta en este sis-
tema de instrucción popular, no se nos oculta
historia III que sería empresa ardua el preparar con acierto
“Pero en la historia como en la vida, hay mi- un tratado de historia que conviniese a nuestras
nutos de que dependen los más grandes aconteci- necesidades. Los pueblos europeos están íntima-
mientos. [...]”. T. XIII, p. 17. mente ligados con lo pasado; sus leyes, sus go-
biernos, sus familias, sus monumentos, el suelo
historia IV mismo contiene muchas huellas históricas que
“La historia, como que es la narración de los les retrazan las diversas épocas que han precedi-
hechos ocurridos y estos parecen más bien la do a la presente. El pueblo en general tiene por
consecuencia de efectos y causas, debiera huir de las tradiciones muchos recuerdos históricos que
aquellos contrastes y saltos que toman al lector se mezclan con su vida actual. No sucede así en
de improviso, mal preparado para entenderlos. la América, que apenas saliendo del seno de una
Faltaranle eslabones de la rota cadena, peldaños revolución que le ha dado existencia propia, tie-
en la escala que van subiendo, como si de repen- ne poco interés en reconocer y recordar lo pasa-
te se encontrara detenido por el vacío, si no es do; y aun este corto y estéril pasado, llegando a
un abismo, interrogando con mirada inquieta, un punto, es decir, a la conquista, entra en los
dirigida a todos lados, en busca de señales que dominios de dos naciones que nos son hoy ente-
le sirvan para orientarse”. T. XXII, 1886, p. 257. ramente extrañas.
Tanto nos interesa la historia de los araucanos,
historia. Conocimiento como la de los españoles mismos. La noche de
“El conocimiento de los hechos históricos es los tiempos está aún muy cerca de nosotros, o
un antecedente necesario para que la lectura sea más bien el crepúsculo de nuestros días como
provechosa. Es la historia la parte de la vida de pueblo no se ha disipado todavía. En este como
las sociedades que han precedido al momento en muchos respectos tenemos la existencia de
de nuestra existencia; y forma, por tanto, un las colonias; huérfanas de la humanidad, el día
complemento necesario de la vida intelectual, que llegan a la virilidad, se hallan sin nombre,
de la vida de un hombre civilizado. Es, pues, un sin familia y condenadas a echar maldiciones a
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los padres que le dieron el ser. ¿Qué parte de vuelta del antiguo régimen, rejuvenecido, barba-
la historia interesaría hacer conocer al pueblo, rizado en el caudillo salvaje de la pampa, como
y en qué forma debe iniciársele de la general si hubiese querido salirse del teatro de la vida en
del mundo, puesto que la nuestra está aún por que tan horrible drama iba a representarse; como
formularse?”. T. XII, 1842, pp. 118-119. si cerrase los ojos para no ver a sus discípulos los
Carriles, Alsinas, Varelas, Gallardos, Ocampos,
historia argentina Zorrillas proscriptos; las universidades cerradas,
“¿Qué es lo que se proponían nuestros padres envilecida la ciencia, y una página horrible de
al echarse en los brazos de la revolución de la inde- baldón agregada a la historia que él había escri-
pendencia? Darse garantías contra el poder de los to”. T. III, 1850, p. 97.
virreyes españoles; asegurarse con la libertad de
imprenta la libre manifestación del pensamiento; Historia de Belgrano,
subdividir los poderes, [...] poner límites a la au- de Mitre I
toridad del gobierno, [...] asegurar, en fin, la liber- “La Historia de Belgrano es, pues, la restaura-
tad de pensar y de obrar, según los dictados de la ción de un momento medio sepultado ya bajo las
razón, en todo aquello que no contraríe las leyes y movedizas arenas arrastradas por el pampero, y
perjudique as un tercero. Estas han sido las aspi- el mérito del autor de la historia está en haber de-
raciones de todos los pueblos americanos. Y bien, vuelto a la admiración de sus contemporáneos el
¿qué es lo que se ha conseguido en la República más imitable de los buenos modelos
Argentina después de haber trabajado tanto para La Historia de Belgrano viene hoy como una re-
obtener estos resultados? Un gobierno que es la seña de lo que quería y esperaba el pueblo con él
negación de todos estos propósitos, un gobierno cuando vivía; estando la sociedad de hoy resuel-
que lejos de realizar nada de lo que se intentaba ta a continuar la obra desde donde la dejó, ahora
introducir en América en formas e instituciones, ha que empieza a calmarse el torbellino que sepultó
descendido ya mucho más allá de la antigua arbi- su ejército y desorganizó las Provincias Unidas,
trariedad española”.T. VI, p. 75. y que a la dominación de los reyes como objeto
de execración, se ha sucedido la expulsión de los
historia argentina. Etapas caudillos, en los grandes propósitos de la época”.
“En 1830 preludiaba una nueva era en la histo- T. XLV, 1859, p. 271.
ria de la República Argentina, indecisa aún como
la frontera que divide dos naciones distintas. A la Historia de Belgrano,
década de la independencia, que alcanzó hasta el de Mitre II
congreso de 1819, se había seguido la de la liber- “El trabajo del coronel Mitre ha llenado un voto
tad hasta 1829; a esta se sucedía otra, preñada de formulado en un decreto del gobierno, y que el
amenazas y de peligros. El aire se había sosegado gobierno parece poco dispuesto a llevar a efecto:
ya de traer a los oídos las detonaciones del com- una biografía instructiva, popular, y que pueda
bate de los partidos: habíase disipado la densa servir de modelo a la juventud, sustituyendo al
nube de polvo de las masas de jinetes que Rosas nombre lapidario de Rivadavia el más manejable
había empujado sobre la altiva Buenos Aires para de Belgrano, si bien las numerosas comillas que
compelerla a recibirlo. [...] Moría Deán Funes la salpican su obra como gotas de sudor, muestran
víspera de triunfar Rosas, divisando a lo lejos la que ha trabajado para cincelarlo con fidelidad; y
sangrienta orla de llamaradas que anunciaba la a trabajo paciente, el estilo sobrio sin dejar de ser
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humor político
“En la tribuna o en horas perdidas, hará un gran
servicio a su país, y es echar «de cuando en cuando
un balde de agua en los lomos de estos políticos
furiosos que escriben con el entrecejo fruncido, y el
puño crispado; y cuyas letras desgarran el papel».
¡Oh! ¡las letras! ¡la bella literatura, jóvenes! Eso re-
fresca el alma, despierta los buenos sentimientos, y
predispone el ánimo a la amistad. Cuando la inteli-
gencia sonríe, ¡hay gloria en las alturas, y paz en la
tierra para los hombres!
El pueblo argentino era en otros tiempos el mo-
delo que desesperaba imitar la América del Sur.
Qué botarates tan bien plantados, tan elegantes,
tan alegres, tan terribles como Lavalle, Necochea,
Juan Apóstol Martínez, Guido, y Monteagudo en
lo civil y cuántos que no acabaríamos de nombrar.
Rivadavia con su fea figura y su gravedad, desme-
joró el artículo, Rosas lo hizo desaparecer.
La política, la maldita política, ha echado a per-
der el carácter y el genio argentinos; pelear pero
riendo; burlesco sin ofensa, y siempre y eterna-
mente alegre y social”. T. XLVI, 1878, p. 211.
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ideas IV
“Entonces los mal aconsejados heraldos de la
guerra a muerte sabrán muy a sus expensas que:
«No se fusilan ni degüellan las ideas»”. T. XIII,
1844, p. 246.
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Puede decirse que pertenece al inglés lo que llama- [...] Nuestro objeto es recomendar a los padres
ré literatura política. Ninguna otra nación posee de familia que hagan aprender el inglés a sus hijos
sobre esta materia, mayor número de obras, ni ma- y a los jóvenes que vayan hasta la literatura inglesa.
yor fijeza de ideas, siguiendo en esto la índole del [...] Fuera del inglés está el mundo de las quimeras,
pensamiento inglés, que mira la constitución de su aunque mucha ciencia, arte y literatura se encuen-
gobierno como «un árbol que crece» según la feliz tra”. T. XLVI, 1886, p. 222.
expresión de Mackintosh”. T. XXII, 1883, p. 145.
idiomas modernos
idioma inglés III “Los hombres educados de la América del Sur
“El inglés es el idioma que hablan las ciencias se muestran por lo común casi indiferentes a to-
naturales con Huxley y Darwin, las ciencias socia- das estas cuestiones, ya que con la posesión de los
les con Buckle, Spencer y tantos otros. idiomas vivos, sus bibliotecas están atestadas de
En inglés están los rudimentos y la grande y los mejores libros que producen los ingenios de
próspera aplicación del sistema representativo de Francia, Inglaterra, Estados Unidos, siendo cosa de
gobierno que asegura al pensamiento su desarro- regla en las librerías, cual si fuéramos un pueblo
llo, a la palabra una tribuna, a la industria un in- políglota, ostentar a la par sus catálogos de libros
menso y variado taller. en francés, en inglés y en castellano. Así, pues, las
Los diarios de ayer publican la proporción en luces que tan rápida difusión encuentran por do-
que están las lenguas principales difundidas por el quiera, en la multiplicidad y baratura de los libros,
mundo, y el inglés les ha tomado la delantera, pu- están detenidas por años a nuestras puertas, espe-
diendo un día realizar el sueño de la lengua univer- rando que un autor o un impresor halle su cuenta
sal ¿por qué no? El mundo antiguo acabó por ser en abrirles paso”. T. XII, 1854, p. 175.
romano y la lengua latina absorbió las de los pue-
blos diversos que conquistaron sus armas en diez idiosincrasia nacional.
siglos. El mundo conocido ha sido latino. Si otras Costumbres
lenguas cuentan hoy por algo, es a causa de que “El cerebro de cada pueblo ha tomado, como la
los bárbaros del Norte rompieron el marco del Im- fisonomía especial que a cada uno distingue, for-
perio romano y se derramaron como lava sobre su mas, impulsos y medios de examinar que lo cons-
superficie. De ahí el comienzo del inglés, que con tituyen diferente. Un francés ve las mismas cosas
algunos siglos más repetirá la obra romana sustitu- bajo otra luz que el inglés; y la aptitud gubernativa
yéndola por la raza, como lo hace el inglés por las e industrial sorprende hoy al europeo, como una
naciones nuevas que funda. nueva facción del espíritu humano, adquirida en
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país nuevo. De aquí proviene la incapacidad de la excepto en derredor de las iglesias, de donde,
razón colectiva de una nación para ver en sí misma como en el infierno, están proscritas las alegrías y
las relaciones que existen entre extremos al parecer los afectos. El pueblo extraordinario, que ha con-
discordantes. quistado todas las libertades humanas, el domin-
Ha habido quien note en el mediodía de Euro- go es esclavo; y a más de esclavo, está preso con
pa que el brigandage se desenvuelve en proporción centinela de vista, donde se manda suspender el
que se extiende el dominio absoluto de la Iglesia; movimiento de carros, para que este reo sospecha-
y pudiera explicarse por la tenacidad del Papa en do solamente de alegría, no se les escape. El pue-
sostener las viejas doctrinas, el hecho de que los blo trabajador no tiene tiempo de reírse durante
salteadores llegan ya al pie del trono pontificio. Los la semana; y el domingo en que podría dejar esca-
médicos conocen las simpatías de ciertos órganos, par todo el depósito de contento que se venía for-
y cuando el enfermo siente un dolor en una parte, mando, lo obligan a reunirse a llorar y salmodiar
busca el asiento de la dolencia, no donde se siente, plegarias, tristes, sin ecos. En cambio, las clases
sino en el órgano simpático. acomodadas adquieren el hábito de la borrachera,
Al ocuparnos de la borrachera como un mal por simpatía, como todas las plagas humanas se
social que tan preocupados trae a los legisladores, propagan”. T. XXIX, p. 173.
nosotros buscaremos su órgano simpático, que es
el puritanismo, como el salteo de caminos corres- Iglesia
ponde en los países católicos al convento”. T. XXIX, “Ayer tuvo lugar en la Catedral la consagración
1867, p. 172. de monseñor Manera, muncio de S. S. el papa León
“En los países católicos, donde Dios es un ami- XIII, en el Río de la Plata, elevado a la dignidad ar-
go, y no reposó el séptimo día de la creación para chiepiscopal in partibus infidelium.
ir a la Iglesia a fastidiarse, sino para descansar y Al ver reunidos ayer en la Catedral seis obis-
solazarse, no hay borrachera como un rasgo nacio- pos, número que en ninguna otra parte de América
nal; porque no necesitan proveerse artificialmente podía antes reunirse, se demuestra cómo aumenta
de alegría. El domingo en Italia, España y Francia de día en día el personal del clero, y los altos fun-
el sol brilla con más esplendor, el aire vibra con so- cionarios, aunque no aumente mucho el número de
nidos armoniosos y las flores son más perfumadas. los católicos. [...]
Los niños aguardan con delicia el domingo; el po- El catolicismo ultramontano, artista y sensual
bre solo ese día se siente rico, libre y afectuoso. ha tenido la buena inspiración de dar a los ojos y
El domingo de los puritanos mata el espíritu. a los sentidos lo que a la razón y al espíritu nie-
Solo ese día el pueblo está triste, las calles solas, ga. ¡A falta de ideas, bordados de oro y plata, y
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ha sugerido la idea de una publicación semanal en Cada robo que se comete impunemente, cada
español bajo el nombre de Ilustración Americana, vida inmolada, cada carruaje destruido, cada enfer-
que por acomodarse a todos los gustos, será solo medad epidémica, están pagando los impuestos que
literaria, de costumbres y modas, sin frisarse con no queremos pagar al recaudador, y hay padre que
la política que en La Habana y México no se leería consiente en dar un hijo por contribución, antes que
lo mismo que en Chile o Buenos Aires. Así como un peso por impuestos”. T. XLI, 1878, p. 74.
así, el primer número publicado es magnífico, con
excelentes láminas, morales cuentos y versos; y se- impuestos II
ría la mejor adquisición que las familias harían por “La generalidad de lo que en otro caso se llamará
allá, subscribirse a esta publicación, que les llevase delincuencia, pero que siempre será una grave omi-
lo que Montesquieu decía de la lectura: el medio de sión que deja burlados los propósitos de la ley, desqui-
cambiar horas de fastidio, por otras de placer ¡que ciando todo el sistema, debe llamar la atención de los
si algo de lo leído se retiene, mucho se atesora en legisladores y los jueces.
ideas y nociones generales!”. T. XXIX, 1866, p. 84. Suele a veces por fuerza de inercia resistirse el
pago de los impuestos; pero es la enérgica acción del
imprentas fisco bastante para obtenerlos hasta que la ley sea mo-
“Crear la producción, extenderla y generalizar- dificada, o la costumbre venga en apoyo del cobro.
la, es el único medio de formar grandes estableci- En el caso presente no es un nuevo gravamen que se
mientos de industria; pues los remiendos, memorias, impone, sino una inversión de pequeña parte de los
opúsculos y diarios que dan a luz nuestras prensas recursos colectados, consagrados a la educación de los
no satisfacen las necesidades públicas, no basta- habitantes del lugar que los paga; y esta circunstan-
rían, aunque todas se reconcentrasen en una sola cia excluye la idea de resistencia al pago, aunque se
imprenta, a dar provechosa ocupación al capital de muestre tan sistematizada, debiéndose atribuir a otras
los empresarios. El mal éxito de las imprentas de causas, entre las que figura, a nuestro juicio, que dicha
Chile, sin exceptuar una sola, ha probado en veinte inversión aunque favorable a los mismos intereses de
años que no hay materia de trabajo lucrativo para los contribuyentes les es impuesta a los que han de
una sola”. T. XII, 1849, p. 187. ejecutarla por una ley; lo que limita en ellos el libre
arbitrio de disponer a su voluntad de la totalidad de
impuestos I los recursos municipales, cuando domina en los áni-
“Dejémonos, pues, de lamentarnos por los im- mos el deseo de construir un paseo, adornar una pla-
puestos que impone la vida en las grandes ciudades. za, pues que algunas veces ha sucedido construirse un
Por no haberlos pagado veinte años antes, la ciudad teatro como en San Nicolás, o una pirámide como en
ha sido castigada con el cólera y la fiebre amarilla. Arrecifes”. T. XLIV, 1877, p. 124.
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Caracteriza un escritor colombiano de mal en- ni tenían contacto inmediato. Por eso cada sec-
gendro las Juntas Gubernativas provisorias crea- ción americana quiere atribuirse el movimiento
das en Cartagena imitando las de España que no impulsivo, y presenta sus títulos y sus fechas. La
eran ni el Directorio francés de cinco miembros, ni emancipación de las colonias era un movimiento
el Congreso norteamericano de cincuenta. «Esta histórico, independiente de la acción individual.
Junta Suprema, dice, que fue en los primeros días Había sonado la hora y el movimiento se produjo
el cerebro de la nación, no definió al principio un espontáneamente”. T. XXII, 1881, p. 79.
verdadero sistema político». “El origen de esta decrepitud es común a toda
Las consecuencias de esta falta de carácter en la la América, y la encontraréis en que no hay pueblo
Junta, que no sabe si es legislativa o ejecutiva, mu- que sea, que pueda, que quiera ser libre. Hay clase
nicipal o política, se dejaron sentir en Buenos Aires gobernante sin principios, hay constituciones sin
al dar el primer paso. aplicación, como coraza que no se ajusta al cuerpo
El Cabildo, compelido a ello, hizo traspaso de y más bien lastima que defiende.
su autoridad a la Junta Gubernativa que debía go- Concretaré mis observaciones al país en que
bernar en nombre del rey, pero los Cabildos de la hemos nacido, y donde debe ejercerse vuestra
Asunción y de Montevideo, a ello inducido el uno acción. Os digo que en medio del caos sudameri-
por un ambicioso, por un jefe español el otro, nega- cano, en nuestro país ya se divisan los albores de
ron tales facultades a la Junta, y la revolución nació la redención. ¡Seremos libres, sin que nada, ni la
ya lisiada en dos de sus más próximos miembros. voluntad de los hombres, pueda estorbarlo! Están
[...] La Junta veía al ex virrey Liniers en Córdoba, ya arrojadas las semillas y basta un esfuerzo inteli-
en la misma situación que cuando acometió desde gente para fecundarlas, pues el terreno es de suyo
Montevideo la empresa de reconquistar a Buenos feraz”. T. XXII, 1881, p. 80.
Aires; y en torno suyo la muchedumbre que le ten-
día en muestra de gratitud los ponchos, para que independencia política
no tocase tierra al entrar al Fuerte. Si Liniers volvía “¡Emanciparse, sin más objeto que emancipar-
sobre Buenos Aires era de temer que, como Ney, se! ¡Oh, esto sería inconcebible! Un pueblo no se se-
los jefes y soldados le presentasen las armas. para de otro, no se desprende de la matriz, sino por
La junta no trepidó y mandó un representante causas muy profundas, por intereses o ideas que
del pueblo, con la terrible orden de ejecutar a Li- han llegado a ser opuestas”. T. II, 1844, p. 161.
niers temerosa de que el francés cumpliese con su
deber de súbdito leal al rey. independencia y teología
La revolución quiso salvarse con un crimen “La Independencia se proclama, pues, para
aconsejado por la necesidad. Sacrificio enorme, que no aprender teología, y reemplazarla con las ma-
ha costado diez mil cabezas después, para subsanar temáticas en todas sus aplicaciones, arquitectu-
el agravio hecho a la Justicia y la moral”. T. XXXVII, ra, marina, astronomía, contrucción naval, fïsica,
1883, pp. 183-184. química, maquinaria, historia natural, geografía,
geología, paleontología, mineralogía, medicina,
independencia de América y tantas otras ciencias de que carecieron nuestros
“La independencia de la América española ha padres, y a cuya difusión abrieron de par en par
sido efectuada por un concierto de voluntades las puertas con la guerra de la Independencia esos
en toda la vasta extensión de este continente, en- pobres curas y eclesiásticos, calumniados hoy por
tre pueblos, razas y hombres que no se conocían la generación misma que goza de sus beneficios.
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El clero argentino fue liberal, el más liberal de Es una inexplicable fascinación causada por los
América, y a él se le deben con Funes, Zavaleta, efectos inmediatos de la Declaración de la Inde-
Oro, los Agüero, Gorriti, Columbres, el introduc- pendencia sobre Tucumán asegurar que es efecto
tor de la cañas de azúcar, y cien más, muchas ins- de aquel acto, que sublima más de lo necesario, la
tituciones modernas. pretendida retrogradación por cuarenta años en
El mismo doctor Avellaneda ha sido el intro- que las Universidades de Córdoba y Chuquisaca
ductor más eficaz de la regeneración de la Univer- no envían tantos doctores en teología como antes.
sidad de Córdoba, mandando a ella los profesores El retroceso dura hasta 1855, a lo que perece, tan
de ciencias naturales que le negó la España, y el fatal ha sido para aquella madre el alumbramiento
Observatorio Astronómico; como antes había veni- de hija tan dañina. No debe olvidarse que cuando el
do para la de Buenos Aires, Burmeister, el paleon- Congreso se reunía en Tucumán no había una sola
tólogo, sabio que no cree en la teología. Las lenguas escuela pública, en ciudad cuna de tantos teólogos y
vivas se han difundido y héchose familiares hasta maestros de qué sé yo qué, menos de nada útil; pues
para los jóvenes; y por el camino que los profesores consta que el general Belgrano, movido a piedad por
alemanes han trazado a las ciencias naturales, y los tanto atraso, destinó su propio peculio, un don de
estudios de la geología de las sierras de Córdoba, 40.000 pesos hecho por el Congreso, a fundar escue-
un día de éstos la barreta del minero encontrará las en Tucumán, Salta, Jujuy y Santiago.
veneros de oro y plata, como la combinación del También en este punto ha sido el doctor Ave-
ferrocarril con la máquina moderna ha dado a Tu- llaneda el ejecutor testamentario del Congreso de
cumán lo que la teología le escaseaba: de qué comer Tucumán, mandándose fundar la Escuela Normal
y con qué enriquecerse. de Maestros (de algo útil), siendo él ministro; un
Voilà pourquoi se cerraron las aulas de Teolo- colegio de ciencias morales, exactas y políticas, y
gía en Chuquisaca, Córdoba y Buenos ALires, y un colegio de agricultura, con muchos otros dones
el ergo y el silogismo, de que se burla el autor al y gracias que le amplió cuando fue presidente, ex-
recomendárnoslo como droga, dejó de resonar en cepto teología, que ahora amenaza revivir con el
aquellos claustros. Era el Congreso de Tucumán reverdor intentado”. T. XLVIII, 1881, pp. 78-79.
el que denunciaba ante el Juez Supremo del Univer-
so esta perversión de sus santos principios por los indígenas i
padres jesuitas, a quienes se entregó la dirección “Nuestro gobierno ignora, no obstante compo-
de los estudios en América, héchose traspaso a los nerse de personas doctas y conocedoras de la polí-
franciscanos después, y encargado los dominicos tica de las naciones modernas y antiguas, que son
en la Santa Inquisición de Lima de castigar a los ellos los inventores de la horrible política de exter-
preclaros ingenios americanos, que como Lacunza, minio de una raza, negándole el derecho a vivir en
deliraban con la Venida del Mesías en Gloria y Ma- la tierra en que están sepultados los cadáveres de
jestad, y el pobre Laguna perdía la razón, comen- sus padres por siglos.
tando aquellas monstruosas maldiciones escritas La Francia que ha conquistado a Argel conser-
contra la memoria de Nerón, que es el anagrama va en su seno las tribus árabes fanáticas, infieles, y
que explica el sentido del Apocalipsis. ¿Quién ha haciendo la guerra durante medio siglo, y contra
restablecido la teología como facultad, después de veinte sublevaciones jamás pasó por la mente de
haber embrutecido a los colonos sudamericanos y nadie exterminarlos, o negarles el derecho a vivir
ser desechada por todos los padres de familia y los en su propia patria.
gobiernos de dos generaciones en toda América? Los Estados Unidos dan reservations, terrenos
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españoles, con quienes no estuvieron en contacto sujetos parcialmente a los incas, y fue fácil, por
y a quienes se reputaban superiores en moralidad. tanto, inducirlos a someterse.
Un lago de sangre será necesario llenar para No fue, pues, necesario hacer guerra para avan-
acercar bajo un pie de igualdad estas dos razas; y zar la conquista desde Lima hasta Córdoba. Los
muchas víctimas ilustres de la raza blanca caerán indios necesitaban someterse para vivir y se some-
antes bajo el cuchillo de la vendetta de razas, al grito tieron sin dificultad. En Santiago conservan la len-
de ¡mueran los asquerosos, inmundos blancos! gua quichua o peruana, y tres siglos han obedecido
Ya traía el salvaje a la reducción el desapego al primero que se propuso mandarlos”. T. XXXVII,
a la tierra que agravaron aquellas manumisiones, 1883, p. 36.
trasplantes y emigraciones de que dieron ejemplo
y modelo los misioneros, y que servirán más tarde indigentes y asistencia
para disolver las reducciones mismas por medio “La sociedad no puede responder de las perso-
de nuevas traslaciones, y aun haciendo botín de los nas que se encuentran en la indigencia.
habitantes en la guerra, como las hormigas asaltan [...] Un borracho, un vago pide dinero y lo halla
otros hormigueros para apoderarse de las larvas y y si se le encuentra herido en las calles, el hospital
hacerse de trabajadoras. le recibe, y cuando vuelve a salir, sigue en la misma
A este despego a un suelo que no es la patria, vida, porque sabe que lo han de atender en todas
sino la misión, se añade el desafecto natural del sus necesidades. Estos son los resultados directos de
conquistado a su dominador, de la raza inferior a la caridad pública. [...]”. T. XVIII, 1859, pp. 227-228.
la superior, pero reagravado por la educación, ob-
teniendo los misioneros que los indios apenas do- indios I
mesticados se críen y mantengan lejos y separados “Los indios son las potencias extranjeras con
de los blancos, llamados españoles, con lo que se que tenemos que combatir, y como Guizot y sus se-
forma una nación no ya en la nación, sino fuera de cuaces armaron medio millón de hombres, so color
la nación; pero es el colmo de la imprevisión, del de paz armada, a pretexto de estar en aptitud de
orgullo y del espíritu de cuerpo, inculcarle la idea rechazar la guerra, pero en realidad para dominar
a la raza inferior conquistada, que es mejor y más las resistencias a sus solapadas arbitrariedades, así
aceptable a Dios que la de sus amos, y aun consti- entre nosotros los indios que motivan la creación
tuirlos clandestinamente en espías y centinelas de de ejércitos, dan tarde o temprano su fruto, siem-
vista de la perversidad innata del hombre civiliza- pre a favor de los caudillos.
do; a fin de que no escandalice al inocente salvaje, [...] Hoy se presenta una cuestión nueva en ma-
que Rousseau había hecho por naturaleza bueno, y teria de indios. La industria y el comercio chileno
que los viajeros hallaron en todas partes incorregi- explotan este ramo; y sábese de compañías de co-
blemente perversos”. T. XXXVII, 1883, p. 137. mercio en el Río Cuarto para comprar a los indios
haciendas robadas en Buenos Aires. Cómprase en
indígenas. Sometimiento Chile a treinta y cinco duros cabeza de ganado de
“El primer establecimiento del país entre Jujuy cuatro arrobas de gordura, y el comercio de Men-
y el Río de la Plata, fue hecho por los conquista- doza y San Juan provee cincuenta mil cabezas para
dores del Perú cerca del año 1540, y la plaza en el consumo de aquella plaza. En nacimiento, pobla-
que se fijaron primero fue Santiago del Estero, ción de la provincia de Arauco, hay casas de comer-
fundándose en seguida Tucumán, Córdoba, Sal- cio establecidas para comprar ganado a los indios,
ta y Jujuy. Los indios de esta parte habían estado y fábricas de espuelas de plata para el cambio. Este
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para que duerman gentes allegadizas, atraídas a los indios y su debilidad numeraria, fuerza in-
por el trabajo, sin formar sociedad, ni villa, ni contrastable para los salvajes. Doscientos, obrando
requerir, ni crear propiedad. No hay espectáculo independientes, y librada su acción a la pericia y
más afligente que este, para quien se preocupa del actividad de su jefe, sin campamento fijo, y en cam-
lugar que en adelante van a ocupar esos seres que paña permanente darían cuenta de los salvajes, en
pululan, que se multiplican como un hormiguero más o menos tiempo.
humano, al pie del cañón de chimenea que lanza al Para hacernos comprender, llamaremos a este
aire un penacho de humo, de distancia en distancia sistema, sistema Rauch. Cuan diversas sean las
en toda la extensa llanura. ¿Cuánto tiempo va a situaciones y cuan grande la escala en que hoy se
durar este estado provisorio, este campamento opera, parécenos que las circunstancias vuelven a
de hojas de caña, suficientes apenas para detener ser las mismas. De Rauch a nosotros, media la emi-
la irradiación del sereno de noche, o los rayos del gración de Calfucurá, araucano, a estas tierras y,
sol los días sin trabajo? La maquinaria es de hierro de 1875, la vuelta de Catriel al desierto. Una y otra
y ha de durar indefinidamente por su necesaria fuerza están quebradas ya, y solo se trataría de ani-
renovación; mientras se plante caña, la tierra ha quilarlas, con poco costo.
de ser eternamente regada y labrada por el mismo Lo que hay de deplorable en la frontera, es el
número de brazos que hoy. En fin, el capital enorme exceso de fuerzas y de dinero que cuesta su de-
invertido en la elaboración de la caña tendrá atados fensa, en proporción del número de los enemigos.
de padres a hijos a los propietarios durante siglos”. Hay una fuerza suficiente, para cada punto
T. XLII, 1886, pp. 251-252. que los salvajes escojan, en una larga extensión de
leguas”. T. XLI, 1882, p. 196.
indios. Malones I
“Al sur, lejos de estar la actual Confederación indios tobas
Argentina en poder de cambiar sus productos con “Debí interesarme, naturalmente, en conocer
nación alguna civilizada, sufre las devastaciones de a los individuos de una tribu toba que en número
los salvajes, quienes gracias a nuestro abandono, a de trescientos, cien mocetones, y la demás chusma,
la pobreza de las provincias del interior y a la gue- aceptaron los señores Nouguez, para la elaboración
rra exterior que nos aniquila, han logrado en estos de la caña de su ingenio en San Pablo, uno de los
últimos diez años despoblar una parte de la Repú- más antiguos, más perfectos y más altamente situa-
blica, hacer azarosa la comunicación con el puerto dos en la llanura, y tocando la falda de las monta-
de Buenos Aires, y acercar el desierto hasta el río ñas, lo que le da al establecimiento el aspecto más
Tercero”. T. XIII, pp. 38-39. pintoresco, y el poderoso auxilio de leña y madera
que suministran los collados vecinos. Los tobas son
indios. Malones II empleados al principio en los trabajos más grose-
“Los derechos que se pagan a los salvajes, per- ros, tales como proveer de caña a las mangas que la
diendo todos los años centenares de miles de pesos, conducen mecánicamente a los trapiches, en mante-
y de millares de vidas en el salteo de las tropas, y en ner el fuego de las hornallas, etc., mientras que las
los malones sobre el ganado”. T. XIII, 1851, p. 147. mujeres trabajan en grupos separados y en faenas
adecuadas a sus fuerzas. Los niños andan en tropi-
indios. Sistema Rauch llas, sin duda bajo la dirección de algún jefe; y por
“Trescientos hombres bien montados, con cien poco que se preste atención a las fisonomías, dis-
infantes de base, nos parece, dado el terror impreso tínguese luego la de los caciques, por cierto mayor
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grado de inteligencia y pudiera decirse de sumisa que hacen nacer naturalmente las primeras insti-
y afectuosa dependencia que muestran para con los tuciones de un gobierno regulado”. T. XII, 1841,
patrones. Cuando se imparte alguna orden, alguno p. 144.
de esos jefes se pone en movimiento y luego se ve “El Asia, llamada hoy la cuna de la civilización,
aparecer un grupo, sea de mujeres, sea de niños o es notable por el espíritu estacionario de sus mora-
de hombres, que entra en el gran patio interno. Los dores. El Asia de hoy es con pocas excepciones la
caudillos mantienen las ropas aseadas, mientras que misma Asia del tiempo de Alejandro; las mismas
la turba, estando de faena, y esta siendo de azúcar costumbres, muelles y enervadas, el mismo lujo y
y melazas, no hay que esperar ver siquiera vestidos el mismo estado intelectual en una época que en
con forma humana. Las indias están cosidas dentro otra, salvo las modificaciones obradas por el ma-
de una frazada en forma de saco, dejando adivinar hometismo. Parece que los grandes rudimentos de
formas, que nadie se empeñaría si no la forzaran en civilización nacidos en ella hayan necesitado pasar
adivinar”. T. XLII, 1886, p. 242. a otros climas y a otros hombres para desarrollarse
y llegar a su perfección. Así vemos a la civilización
indios y honor de la India transmitirse al Egipto, y de allí a Grecia
“Los indios, aunque tradicionalmente enemi- y por sus manos a Roma, que la comunica a Europa,
gos de sus conquistadores, permanecen indiferen- quien difundiéndola por todos los ángulos de la tie-
tes en la lucha. El general Belgrano deja en libertad rra, la lleva a esa misma India, que no conociendo a
bajo palabra de honor a tres mil prisioneros, que esta hija suya, ausente tanto tiempo había, la resiste
vuelven a tomar las armas contra los patriotas sim- y quiere desprenderse de ella”. T. XII, 1841, p. 144.
plemente porque les mandan y el sentimiento del
honor caballeresco no ha penetrado en su alma qui- indios y negros II
chua”. T. XXXVIII, p. 203. “Al ver indios y negros, no puede resistir, em-
pero, a la tentación de comparar a los unos con la
indios y negros I estructura del babuino, a los otros con la del chim-
“El negro del África central no es en todo res- pancé”. T. XXII, 1881, p. 89.
pecto tan salvaje como el indio de América. Ya no
vive de la caza de animales solo, caza hombres para índole del argentino I
vender y servirse de ellos. No vaga ya por los bos- “Y sobre todo, si queremos ser respetados y
ques, que tiene domicilio fijo y se ha repartido y ahorrarnos cuestiones, ¿por qué no principiaría-
apoderado de las tierras, y en lugar de aduares o mos por donde debiéramos principiar, que es po-
tolderías movibles, se reúnen en villorrios o pagos, ner orden en nuestras cosas y hacernos respetar
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industria, debe detenerse allí donde la acción in- a poco se extiende el uso de las levitas baratas, el
dustrial comienza. Denos el gobierno tranquilidad pueblo empieza a usarlas, y un día son veinte mil
interior y paz exterior y seguridad de que no serán los que usan vestido largo, más tarde cuarenta mil
perturbadas: denos seguridad de la propiedad, li- y al fin queda protegida la industria del sastre por
bertad de acción, y si se quiere correos, caminos, el consumo de su producción, que es la única pro-
canales, puertos, etc., todo lo que activa las comu- tección efectiva. [...]”. T. X, 1851, pp. 214-215.
nicaciones y facilita y extiende la esfera de los cam-
bios, y deje al capital la incumbencia de discernir industria agrícola. Atraso
qué es lo que más le conviene para multiplicarse, “Sobre este punto nuestra industria agrícola está
si hacerse viña, o tabaco, o ropa, o azúcar, o lo que poco menos que en la infancia; bastando solo abrir
crea convenirle. Déjelo seguir sus instintos de re- un libro de los muchos que se publican para popula-
producción, sus cálculos de ganancia y él irá adon- rizar los nuevos procedimientos, abonos, utensilios
de el provecho lo llame; pero pretender abrirle ca- y cultivos para sentir cuál es nuestro atraso, cuando
minitos artificiales, fraguando industrias lucrativas ni aun no es fácil comprender lo que leemos, por fal-
con la prima de derechos protectores, esto es, con ta de nociones prácticas a este respecto. Todos estos
imponer al país consumidor una contribución por conocimientos, sin embargo, son familiares a estos
la cual se le obliga a pagar más caro, lo que habría hombres que han ejercido la labranza en país en que
comprado más barato, es un medio de producir ri- el arte del cultivador sobrepuja, rectifica y ayuda po-
queza que a la corta o a la larga se paga caro. derosamente a la naturaleza”. T. XXIII, 1849, p. 131.
Se dice: protejamos la confección de ropa, por
ejemplo, con derechos protectores; protejámosla industria de la seda
enhorabuena. Veamos los efectos sensibles de la “La inmigración, la educación popular, la
ley. El vulgo, la muchedumbre no se viste de paño, industria de la seda son tres fases para nosotros
ni con las formas del vestido europeo. De donde de un mismo propósito. La primera, introducien-
resulta, que el derecho protector va a recaer sobre do en el país brazos inteligentes para el trabajo;
diez mil individuos que llevan levita, frac, paletó, la segunda, mejorando la inteligencia de las gene-
etc. En seguida es necesario que el sastre que corta raciones venideras; la tercera, asegurando expor-
sea francés, y francés de París, de donde resulta que tación a productos agrícolas, que pueden llegar a
el salario del cortador Mr. Pedro o Mr. Juan sube de todos los mercados; he aquí una misma cuestión,
dos mil a cuatro mil pesos al año, y que sumando un cambio a nuestra condición actual, una regene-
los salarios de los grandes y patentados cortado- ración solicitada por el estudio de las necesidades
res solo en Valparaíso y Santiago, aquellos diez mil del país”. T. X, 1949, p. 177.
individuos que soportan la contribución del dere-
cho protector, soportan otra para pagar maestros industria del tabaco
cortadores al mismo precio que pagamos nuestros “La abolición del estanco es ya en Chile una
ministros. ¿A qué precio sube el valor del frac, del idea que ha pasado a la conciencia de todos los
paletó? ¿Quién paga el exceso? El que lleva el frac hombres prácticos, después de haber permaneci-
en la espalda llena el letrero: dos onzas de oro. Su- do largo tiempo como un deseo de perfección en
pongamos que se quite el derecho protector. ¿Qué la creación de las rentas fiscales, pero que se creía
sucede? Que se aumentan levitas y fracs por pre- inadecuado para convertirse en hecho. [...]
cios ínfimos. La gente de gusto no los compra, pero El tabaco que de la otra banda se introduce en Chi-
los compra el artesano, el joven de provincia; poco le, es producción casi exclusiva de Tucumán y Salta. [...]
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este producto fuese exportable, ganaría con ello in- ardientes sostenedores. Sin independencia la Mu-
mensamente en el bienestar común de las gentes, nicipalidad es una rueda inútil, un remedo de ins-
que con poco terreno poseen mucha cantidad de titución. Pero si le deseamos que no dependa la
plantas. Cuando he contado aquí, que un viaje de Municipalidad de otro poder extraño, quisiéramos
uva escogida, que puede pesar trescientas libras se que tuviese un poder en sí misma que la salvase de
vende a cuatro reales, es decir, a menos de media sus propios excesos. Es el vicio de la ley municipal
centavo la libra, me hacen repetir la frase, creyendo no crear contrapesos, para evitar las resoluciones
haber oído mal, antes de quedarse estupefactos. La violentas, que nacen de cualquiera pasión que do-
libra de uva indígena aquí vale cuando más bara- mine una mayoría”. T. XXVI, 1856, p. 100.
ta tres reales. La europea, que es la nuestra, como
que no se obtiene sino en conservatorios, vale dos infancia
pesos. La pasa de Málaga se vende a treinta y cinco “George Sand ha dotado a la literatura francesa
(35) centavos la libra, o sea casi tres reales de nues- con la historia de las sensaciones de sus años infan-
tra moneda. Es preciso saber que hay pocos países tiles, con una verdad de ilusión tal, que nadie puede
en el mundo productores en grande de ese artículo. leer esta parte más bella de l’Histoire de ma vie sin sen-
El sur de España para el Atlántico, Chile para el Pa- tir que esa es la propia historia de su alma, esas fue-
cífico, ¡San Juan y Mendoza para nadie! Ahora, si ron las dulces ilusiones de sus primeros años, atrave-
esta producción pudiera presentarse en Buenos Ai- sando arroyos imaginarios, viendo mundos extraños
res en condiciones de mercado y a ciertos precios, en el mundo real de la vida; vida ordinaria para los
¡oíganlo bien!, San Juan y Mendoza no producirían adultos, pero no para los niños, para quienes solo es
nunca bastante pasa para proveer al solo consumo poesía, ficción, encanto”. T. XLV, p. 203.
de treinta millones de habitantes presentes en los
Estados Unidos, y otros tantos que aumentarán en infancia y escuela
veinte años, sin que aumente en proporción la pro- “Esta es la tortura cruel a que están sometidos
ducción en los climas cálidos y secos, que se requie- los niños, y de maldecir sería de la civilización si
ren para que la uva se seque”. T. XXIX, 1866, p. 69. se tuviese en cuenta los sufrimientos físicos y mo-
rales del niño, sentado en un banco horas, cuando
industrias. Ecología las piernas le están saltando por echarse a correr,
“Con el desarrollo de la industria, las máquinas estudiando insípidas cosas, cuan solo de reír y gri-
de vapor han comenzado a elevar sus chimeneas en tar tiene ganas.
nuestra población. Las quejas que suscitó el estable- ¡Qué vida la de un pobre niño, trabajando, pen-
cimiento a vapor de Mr. Hale y sucesivas solicitudes sando, sin tener voluntad para lo uno, ni capacidad
para establecer otros nuevos, hacían urgente regla- para lo otro, pues su instrumento, su órgano está
mentar este punto. La Comisión de Higiene presen- incompleto! Ni conoce el valor de las palabras que
tó un proyecto de ordenanza basado en las antiguas le dicen, ni las cosas que representan, ni siquiera el
disposiciones del gobierno, reglamentando la ubi- objeto para el que se aprende tanta zoncera, gra-
cación de los establecimientos insalubres, entre los mática, geografía, escritura, todo mecánicamente,
que se comprendieron los hornos a vapor, por las todo sin aplicación práctica a su vida de niño, ¡Para
incomodidades que producen con el humo y cenizas cuando sea hombre! Bonito argumento; como si un
y los riesgos de explosión”. T. XXVI, 1856, p. 92. niño pudiera pensar en el día de mañana, ni en co-
“Mucho se ha hablado de independencia mu- sas para aquí diez años.
nicipal, y nosotros nos contamos entre sus más Escribir, contar, con la misma pasión impulsiva
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con que quiere correr, jugar, reír, hablar; y sin em- se encuentran envueltos hace años en un sistema de
bargo, un método debe haber, ha de encontrarse al política que los hace interesarse en los movimientos
fin, de educar el alma por los mismos medios que interiores de cada una, no sin que de vez en cuando
se educa el cuerpo; pues que educación del cuerpo, se traduzcan en guerras las antipatías políticas de
es esa gana de correr, sin la cual los miembros se sus respectivas administraciones. La tiranía argenti-
quedarían débiles. Sin la multitud de juegos infantiles, na, tan ruidosa e insolente en su capricho, no dejó
el trompo, la pelota, la raqueta, etc., la mano y el ojo de ejercer una influencia latente en algunos Estados,
no adquirirían precisión en los movimientos. El gritar aunque la amenaza que estuvo siempre pendiente
y el llorar ejercitan los pulmones: el continuo hablar sobre aquel gobierno absurdo estuviese a la expecta-
enseña el uso de la lengua, que es la más difícil tarea tiva del éxito final. La influencia más benéfica que un
que el niño está desempeñando diariamente. ¿Acaso Estado americano ha podido ejercer sobre los veci-
es nada, aprender un idioma entero en los primeros nos Estados ha sido muchos años la de Chile. La pro-
años de la vida, con sus verbos irregulares, su irregu- longación de su tranquilidad interior, sus victorias
lar uso de terminaciones para formar adjetivos, adver- en el exterior, el brillo de su prensa, la importancia
bios, sustantivos, sin equivocarse, como lo hacen los comercial de Valparaíso, y muchos progresos legis-
adultos, cuando aprenden una lengua extraña? lativos y materiales, lo hicieron, por mucho tiempo,
¿Por qué no habrá de encontrarse un medio, o un objeto de atención para los otros Estados y un
muchos medios, de hacer que los niños importunen modelo de gobierno. Desgraciadamente las últimas
a sus padres por aprender a leer, a escribir, a contar, conmociones, trayéndolo a la categoría de los otros
como lo hacen por jugar, por correr y montar a caba- países convulsionados, han hecho disminuir la con-
llo, remar en bote, y veinte ejercicios mil veces más fianza que antes se tenía en la bondad de sus institu-
duros y penosos que aprender a leer? ciones; y la marcha más o menos liberal, más o me-
El día que aprender a leer, escribir y demás, nos reaccionaria que adopte en adelante su gobierno,
sea necesario y útil para algo relativo a la infan- será materia de estudio, de simpatía o aversión para
cia, los niños aprenderán solos; y ese día no está los otros Estados; pero no ya una de esas influencias
lejos, por más que se crea. La sociedad marcha a externas que, impregnando la atmósfera, se constitu-
acelerar la vida, o más bien, a prolongarla, em- yen en autoridad, blanco y guía. Chile, en este sen-
pleándola útilmente, acumulando sensaciones, tido, entra de nuevo en la vía de los experimentos,
suprimiendo distancias, agrandando la época de y en materia de experimentos, después de las ideas
acción. T. XLV, p. 209. intermediarias que rigieron el mundo político, todos
los otros sistemas están esperando aún la sanción del
influencia recíproca tiempo”. T. XVI, 1852, pp. 11-12.
de los Estados
“Débense señalar las influencias que ejercen información militar
unos Estados americanos sobre los otros; aunque “Cuando en las operaciones militares entra la
sean apenas sensibles. La República Argentina y el apreciación de las distancias de tiempo y lugar,
Uruguay son dos gemelos, ninguno de los cuales se un general hábil puede decir de antemano, como
agita sin despertar al otro e impresionarlo con igual Napoleón en Austerlitz: Mañana este ejército será
vivacidad. La historia de veinte años de independen- mío; y no haríamos esta observación vulgar si en
cia recíproca es la de veinte años de esfuerzos rui- las guerras americanas no fuese esa anticipación
nosos para romper esta mancomunidad, y prueba de los resultados difícil de calcular, menos por la
su existencia inevitable. Bolivia, el Perú y el Ecuador incapacidad de los jefes que por las dificultades
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Domingo Faustino Sarmiento
insuperables que obstan a toda apreciación mate- igualdad que proclaman nuestras instituciones cris-
mática, para hacer obrar sobre un punto dado las tianas. [...] El hábito de oír speechs políticos en las
fuerzas colocadas en posiciones diversas. Faltan plazas y esquinas, toasts o sentiments en los banque-
mapas exactos, faltan caminos seguros y cómodos, tes, sermones en las cátedras y campañas, discur-
faltan puentes en los ríos, faltan, en fin, material sos de los abolicionistas aun en los wagones de los
y elementos con qué contrarrestar las dificultades caminos de hierro, ha dado origen a una práctica
que la naturaleza inculta opone. El general ameri- y generalizándola por toda la Unión, tomando ya
cano debe contar con un conocimiento práctico de el carácter de institución permanente de que gozan
los lugares que ocupa, para lo que casi siempre ne- aun en las más apartadas aldeas. Entre los muchos
cesita tener a su lado uno o más de aquellos hom- carteles que tapizan las murallas vese con frecuen-
bres llamados baqueanos y son el tratado vivo de la cia en las ciudades de los Estados Unidos el anun-
geografía del país”. T. XLV, p. 235. cio pomposo que hace un tal profesor de química,
frenología, historia o astronomía que da principio a
Inglaterra. una lecture, invitando al respetable público se sirva
Educación popular honrarle con su asistencia. El artesano que no ha te-
“En Inglaterra, por una de aquellas anomalías nido tiempo en su infancia de hacer estos estudios,
singulares de su organización política, el Estado los padres de familia y las mujeres mismas asisten a
no se entromete en la educación popular que ex- aquel espectáculo tan barato como instructivo, con-
plotan el clero anglicano o los disidentes. Las obras tinuando sin vacar a sus ocupaciones, la educación
de Mr. Combe, que se ha ocupado largamente de que en otras partes se interrumpe bruscamente para
esta materia, me suministraron más ideas sobre las el pueblo el día que el niño abandona la escuela
escuelas de Inglaterra que las que podía darme mi primaria. Sabios distinguidos no desdeñan comu-
inspección personal”. T. XI, 1849, pp. 20-21. nicar al pueblo sus ideas por tan fácil medio y Mr.
“Todavía otro resultado inmenso por sus aplica- Combe, el fisiólogo inglés, ha recorrido los Estados
ciones futuras obtuve en aquella tierra clásica de la Unidos dando en muchas ciudades lectures o cursos
libertad; si bien por causas extrañas, el movimiento públicos de frenología”. T. XI, 1849, pp. 21-22.
de las ideas no corresponde al bienestar material, “Todos los que de educación popular se ocu-
el cual hace que allí como en Europa y el resto de pan en Europa han empezado a sentir que los mi-
la América, no sea irrisoria para la gran mayoría la llones que el Estado invierte en ella se malogran
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por la impotencia de los medios de instrucción la sustancia, todos los químicos de todas las nacio-
que solo alcanzan a la infancia, época de la vida nes le darán el mismo nombre, sulfato de cobre,
en que el hombre menos necesita poner en ejerci- nitrato, etcétera.
cio su razón y sus luces adquiridas. Pero no nos ocuparemos sobre si es posible su
El examen que de la educación pública he he- adopción. El sistema métrico decimal lleva casi un
cho en los países que más han progresado en ella siglo, siendo universal su teoría, habiendo hecho
me ha puesto por conclusión de manifiesto a la grandes progresos su aplicación; pero aún lo re-
vista que hay ya en el mundo cristiano, aunque en sisten algunas naciones. Serán vencidas por el in-
fragmentos aquí y allí dispersos, un sistema com- terés general.
pleto de EDUCACIÓN POPULAR que principia ¿Puede aplicarse a las lenguas este sistema de
en la cuna, se prepara en la sala de asilo, continúa difusión? Francisco Sarcey halla que no, porque
en la escuela primaria y se completa en las lectu- cada pueblo adhiere a su lengua, lo que es cierto,
ras orales, abrazando toda la existencia del hom- aunque hace de ello una perversa aplicación. Está
bre”. T. XI, 1849, p. 22. un político en Francia sosteniendo que es creación
y gloria francesa la Declaración de los Derechos
Inglaterra y América del Hombre, como obra de sus filósofos, olvidán-
“Acúsase en América, señor, a la política inglesa dose de la Declaración de los Derechos del Hom-
de un maqueavelismo frío e insensible a los males bre, hecha en Virginia doce años antes, en el mani-
que ella misma prepara. Yo la he defendido constan- fiesto más solemne que una nación haya hecho a la
temente de cargo tan infundado [...]. ¿Qué convenía faz de todas las otras, precedida por dos siglos de
en este país a los intereses mercantiles de la Inglate- práctica de esos derechos proclamados con Gui-
rra? Desde luego que se abriesen a la navegación los llermo Penn.
ríos que desembocan en el Plata: entonces la mercan- Sucede lo mismo con las lenguas. El inglés tiene
til Inglaterra llevaría hasta Matto Grosso, Salta y las conquistados cuatrocientos millones de habitantes.
misiones brasileras sus artefactos. Conveníale que Es ya lengua universal por los continentes e islas
este país fuese abierto a la emigración europea, como que posee la raza que lo habla. Ninguna otra tie-
los Estados Unidos, para aumentar rápidamente la ne irradiación. El francés enseñado a todo hombre
población consumidora y centuplicar la producción, culto, en todas las naciones, no es hablado sino en
de que reportaría aún más la Inglaterra que en los Francia, destinado a desaparecer del Canadá. El
Estados Unidos, pues que siendo estos países habi- alemán no sale de Alemania, aunque las ciencias lo
tados por pueblos que no tienen capacidad fabril, la tengan por el más sonoro de sus pregones.
Inglaterra ha de proveerlos de artefactos, cualquiera El italiano no ha hecho sus primeras armas y
que sea la población que se reúna. ¿Promete ese rá- no muestra aptitud trascendental; el español, si los
pido desarrollo el gobierno actual? Dieciocho años gobiernos americanos han de acabar por ser los de
han mostrado lo que puede esperarse del sistema, ejércitos acuartelados en ciudades y aventureros
cuya desaparición mira S. S. como una calamidad. audaces como se va generalizando, acabará por pa-
Los ríos no se navegan, y el país se despuebla [...]”. sar a dialecto, o lengua servil, como el quichua y el
T. XIV, 1850, p. 21. guaraní. La duración de las lenguas depende de las
instituciones de gobierno.
inglés, lengua universal El griego no ha subsistido por faltarle este
“¿Puede inventarse una lengua universal? requisito, mientras que el Imperio romano con
La química es una lengua universal. Dada una sus códigos latinizó la Europa, el África y el Asia
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de población y de propiedad que hoy se deja sen- conocimientos adquiridos para nosotros”. T. XIII,
tir”. T. VIII, 1853, p. 65. p. 64.
inmigración IV inmigración VI
“[...] Ha sonado la hora de que se hagan rea- “Hágase de la República Argentina la patria de
lidades aquí lo que desde 1824 fue la materia de todos los hombres que vengan de Europa; déjese-
sabios decretos y leyes en Buenos Aires, y está aún les en libertad de obrar y de mezclarse con nuestra
en Venezuela en estado de pobre experimentación. población, tomando parte en nuestros trabajos, dis-
Hablamos de la idea de acelerar por medio de la frutando de nuestras ventajas. Esto es lo que sucede
introducción de extranjeros el acrecimiento de la hoy en Norte América, que tenía tres millones de
población y el desenvolvimiento de la riqueza te- habitantes cuando se hizo independiente y cuen-
rritorial. Ha llegado el momento de hacer una obra ta hoy veinticinco; que se componía de solo trece
verdaderamente cristiana invadiendo con la civi- estados, y hoy se compone de veintiocho, entre los
lización a esos aborígenes porfiados en la rudeza cuales hay muchos poblados casi exclusivamente
[...]”.T. IX, 1849, p. 210. por los emigrantes. De Inglaterra han emigrado en
diez años medio millón de hombres, y de Europa
inmigración V entera emigran por año igual número de almas, de
“La emigración del exceso de población de las cuales la mitad se dirige a los Estados Unidos, y
unas naciones viejas a las nuevas hace el efecto la otra se dispersa por todos los países nuevos del
del vapor aplicado a la industria, centuplicar las mundo, llevando a todas partes industria, medios
fuerzas y producir en un día el trabajo de un si- nuevos de adquirir, y con frecuencia fortunas he-
glo. Así se han engrandecido y poblado los Esta- chas”. T. XIII, p. 70.
dos Unidos, así hemos de engrandecernos noso- “Así vamos cada día de mal en peor, y conti-
tros; y para nosotros el concurso de los europeos nuará el mal en adelante, mientras no organicemos
es más necesario que no lo es para los norteame- un gobierno nacional que se proponga por objeto
ricanos. Descendientes estos de la industriosa, único de sus esfuerzos poblar el país y crear rique-
navegante, manufacturera Inglaterra, tienen en zas. Este propósito, seguido con tesón por una serie
sus tradiciones nacionales, en su educación y en de años, acelerará de un modo prodigioso nuestro
sus propensiones de raza elementos de desenvol- desenvolvimiento, pero para llevarlo a cabo se re-
vimiento, riqueza y civilización que les bastarían quiere otra organización dada al país, y otro espíri-
sin auxilio extraño. tu que el que ha aconsejado y dirigido la política de
Nosotros necesitamos mezclarnos a la pobla- la nación. ¿Qué hacen, por ejemplo, esos enviados,
ción de países más adelantados que el nuestro, que ganan diez mil pesos anuales de Washington,
para que nos comuniquen sus artes, sus indus- Río de Janeiro, Londres, París? Arrastrarse ante go-
trias, su actividad y su aptitud de trabajo. El eu- biernos que no hacen caso de ellos, o confundirse
ropeo que viene a establecerse entre nosotros, si entre la turba de diplomáticos haraganes, dándose
hace una gran fortuna, esa fortuna no existía an- aire de grandes señores, y dándose buena vida con
tes, la ha creado él, la ha añadido a la riqueza del nuestras rentas”. T. XIII, p. 71.
país. La tierra que labra, la casa que construye, el
establecimiento que levanta, son adquisiciones y inmigración VII
progresos para el país; y sus medios industriales, “El vulgo desdeña estas innovaciones, creyéndo-
aunque él se vaya, quedan en el dominio de los las superfluidades, hijas de un espíritu de novedad.
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Téngase presente, sin embargo, que el primer carne- libertad, a la industria, falta de capitales y falta
ro merino introducido en Buenos Aires, lo fue por la de brazos”. T. XVII, 1856, pp. 12-13.
solicitud de un gobierno ilustrado, y que veinticinco
años después Buenos Aires ha contado por millones inmigración IX
el producto de sus lanas refinadas. Hasta la aclima- “Quéjanse en los Estados Unidos los nor-
tación de camellos para la travesía de los desiertos teamericanos del ímprobo trabajo que demanda,
del interior debe ser materia de la solicitud de un para sostener las instituciones republicanas, la
gobierno. Los hay en Pisa, en Italia, y el clima de incorporación incesante de cientos de miles de
Argel y de Marruecos, donde son el único vehículo extranjeros, que participando de los derechos de
de transporte, no es más ardiente ni la tierra es más ciudadanía traen de las monarquías en que se han
árida que en la provincia de La Rioja. He aquí los educado, ideas erradas sobre las funciones del go-
objetos de primera atención para un gobierno nacio- bierno, poniendo en peligro la libertad y las insti-
nal, atraer rápidamente la inmigración europea que tuciones”. T. XVII, 1857, p. 188.
por el miedo que les inspiramos pasa a establecerse
en países más remotos; solicitarla, promoverla, alen- inmigración X
tarla, hasta que se establezca una corriente natural y “La emigración, señor presidente, es un hecho
espontánea, hasta que desde los puertos de Europa internacional, diré así, que se ha sucedido a la trata
hasta las márgenes del Plata pueda verse una línea de negros. Durante dos siglos o tres, las cargas hu-
no interrumpida de embarcaciones. Esto no es im- manas que traían los buques, eran de negros escla-
posible ni lejano”. T. XIII, p. 75. vos, y entonces fue que se desenvolvieron todos los
horrores de la codicia de economía de los capitanes
inmigración VIII de buque, para hacer un negocio tanto más flore-
“Inmigración. De personas y capitales ha teni- ciente, cuanto más desgraciadas y estrechas fuesen
do en 1856 sus grandes actos para hacerse sen- las condiciones de esta carga viviente que traían”.
sibles. Tales son la demanda y concesión de te- T. XX, 1876, p. 94.
rrenos a una compañía europea que se propone
fundar una serie de poblaciones en los campos inmigración XI
del sur y la concesión acordada a otra de capi- “Se invoca el gran interés de la colonización para
talistas que quieren encargarse de establecer un justificar el despilfarro de la tierra pública como si
camino de hierro entre Buenos Aires y la boca del no estuviese hecha la experiencia que demuestra la
Riachuelo. Si estas dos tentativas tienen el éxito inconveniencia de ese sistema aun desde el punto de
que se espera, capitales y empresas de emigra- vista de la población, y como si tuviésemos estable-
ción europeas llenarán bien pronto los vacíos que cida una corriente de inmigración proporcionada a
nos impiden aprovechar las ventajas de la nue- la tierra, de que, la Nación y las provincias, casi gra-
va era abierta con la seguridad individual y la tuitamente se desprenden”. T. XXXIII, 1882, p. 146.
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los trastornos de un caos que tiende a tomar formas estos mundos apartados, de manera de englobarnos
orgánicas duraderas”. T. XXXVI, 1887, pp. 158-160. en el movimiento general. Lo que nos transforma;
“La importancia moral y política, en cuanto a pues, no es la materialidad de la emigración, sino la
emigraciones, es de mayor consecuencia que la in- aplicación a la industria y al desarrollo del bienes-
dustrial, si ha de proveerse a ella por medio de tar de todos, de los inventos, de las ciencias y de las
leyes y de instituciones. La emigración en masa artes. Fulton, Morse, Edison no son emigrantes que
trae a un país nuevo, con el deseo de medrar, el yo sepa, y sin embargo caminamos con sus botas de
grado de adelanto industrial en que deja a su país en siete leguas, hablamos para ser oídos o leídos a mil
Europa, reuniéndose en América muestras de todos leguas, y oímos moverse los gases en el centro de la
los progresos industriales de cada país y formando tierra. Mañana oiremos a la Patti sin movernos de
una suma total que constituye el progreso del país. casa. La diferencia está en que la América es mejor
De aquí resulta, y lo palpan todos, que el progreso y conductor de civilizaciones y progresos que no lo
adelanto en la América en vía de transformación es es la Europa, aun para sus propios inventos. El la-
mayor que en cada uno de los países, de donde vie- briego español, irlandés o francés viene a Santa Fe
nen los emigrantes, sin excluir los más adelantados. a saber lo que es maquinaria agrícola, y a aprender
[...] Hay otro rasgo que es común a todas las a manejarla, porque en su país y en su comarca deja
emigraciones, y es que la traslación a teatro nue- todavía el rudo implemento primitivo.
vo, el ensanche del horizonte, la dilatación de las [...] Lo que no trae la emigración europea es
esperanzas, excitan el espíritu y hacen concebir educación política de que carecen las masas en ge-
ideas que no se habrían jamás despertado en esos neral, aunque en Inglaterra esté difundida y empie-
mismos europeos, que se sienten aquí dilatados, ce a generalizarse en Francia, Alemania, etcétera.
porque el aire pesa menos sobre ellos, como si la [...] La población europea está por hoy acu-
gravedad de la tierra fuese menos densa, o el aire mulada en la antigua provincia de Buenos Aires,
ambiente más espacioso. La mitad de ellos habría y compartiendo su riqueza con la de los nativos;
quedado en su aldea de Alemania, Francia, Italia esta parte del territorio argentino, con sus produc-
o España, pobre diablo, buen labrador y honrado tos consume y paga la mayor parte de las rentas
patán, si un día no hubiese tenido la buena idea de de la Nación primero, y exclusivamente la de su
atravesar el Océano, y venir a ser lo «que voilá». provincia. Si el Congreso vota fondos por millones
Veamos ahora el papel que hacen las emigracio- para proveer a sus necesidades, los habitantes de
nes en ambos extremos de la América y el bien o el la rica provincia y los extranjeros en Buenos Aires
mal que se obtiene de ellas. y Santa Fe, pagarán con su trabajo el exceso de gas-
Para los hombres de climas templados de Eu- tos. Si de empréstitos se trata, la riqueza de las dos
ropa y alimentación cereal, el Río de la Plata es la provincias en que el trabajo extranjero y nacional
puerta cochera, la entrada principal que da a la se asocia, responderá con la herencia dejada a sus
calle. Colombia, Venezuela, el Brasil son ventanas hijos, de la amortización de dichos empréstitos,
para respirar aire más ecuatorial. cuyo valor fue empleado, consumido o dilapidado
La emigración colonial española tenida aparte por sus padres. Si las municipalidades son electas
con su mezcla de indios dio una fisonomía espe- para fines políticos por otros que no sean los veci-
cial a la América del Sur. La independencia rompió nos, aun los extranjeros, todos los gastos hechos o
materialmente los diques y las vallas, tanto físicas deudas contraídas recaen sobre la propiedad local,
como morales, y el mundo moderno, con sus pro- y del bolsillo de cada parroquiano saldrá el dinero
gresos, empezó a derramarse y desparramarse por contante y sonante para liquidarlas.
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Estas verdades de Perogrullo adquieren una que contribuye a sostener a otro pueblo encargado
cierta transparencia al aplicarlas a los hechos. Los de gastarle el dinero sin su anuencia pero sí, con su
cuatro quintos de la riqueza nacional están recon- consentimiento tácito. La población extranjera, con
centrados en Buenos Aires; véase la cifra anual de sus Bancos, su comercio, su industria, desempeña
la renta y por cuáles aduanas es cobrada. Lo que la misma función económica que el huano del
aumenta anualmente en Santa Fe es la producción Perú, cuando había guano. Afortunadamente los
y el consumo de las colonias, de manera que aquí provechos del comercio no se agotan y tendrá
la excepción favorece la regla. La población de la huano el Congreso en mayor abundancia cuanto
capital es el resumen de la provincia. más progrese el comercio.
Hay en la ciudad de Buenos Aires 56.714 comer- Los efectos sobre las instituciones del país de
ciantes, banqueros, industriales con casa abierta, de este pueblo gordo y pagano son no menos singula-
los cuales solo 4.607 son argentinos; el resto, 52.087, res. La ciudad de Buenos Aires cuenta con cuatro-
son extranjeros, es decir, la duodécima parte solo es cientos mil habitantes, con veinte mil de la rada. Si
nacional. Con el resto soporta las cargas nacionales. se disminuyen cien mil inmigrantes llegados en los
De manera que en administración, obras públi- dos o tres últimos años, y establecidos en la ciudad,
cas y empréstitos, el comercio extranjero paga el quedan 280.000 habitantes; y como en los países del
doble que los hijos del país. sufragio universal hay veinte votos por cada cien
Pero estos extranjeros que pagan con su trabajo habitantes, Buenos Aires tiene cincuenta mil votan-
en el solo ramo de comercio, pues abolidos los tes para elegir municipales, representantes, electo-
derechos de exportación, el de importación paga res de presidente, etcétera.
en la aduana en dinero contante y sonante los que Si los comerciantes, banqueros, dueños de fá-
sus cajas recogen de la venta al menudeo, no están bricas, con sus dependientes que son personas
representados en el Congreso que aumenta ad más o menos ilustradas, pero todos cuidadosos de
libitum los gastos, ni sabe de antemano quién será el que no se derrochen los capitales mismos con que
individuo, y para qué fines, que otros que ellos (los trabajan o se salgan por las hendijas y agujeros
consumidores) eligieran. Tenemos, pues, un pueblo de una alcancía mal ajustada las ganancias que se
echan por la boca, elegirían por lo menos gente
honrada, entendida en negocios económicos, lo
que ya es mucho.
Pero sucede en Buenos Aires lo que no sucede
en parte alguna de la tierra, y es que los comer-
ciantes dueños del comercio que paga las rentas
“La población extranjera, no votan en las elecciones, y con su abstención
dejan en minoría a cuatro mil seiscientos siete co-
con sus Bancos, su comercio, merciantes y dependientes argentinos honrados
en propósitos, pero incapaces por su limitado nú-
su industria, desempeña mero de hacer respetar sus intereses y los de los
mismos comerciantes extranjeros, que los abando-
la misma función económica naron a la de Dios que es grande, y reciben lo que
les dan, contentándose con echarle maldiciones
que el huano del Perú”. al país, (nunca al gobierno) de lo que no es sino
efecto de la propia ignorancia en que se crearon
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política, en lo mismo en que somos deficientes no- Ahora nosotros decimos a los extranjeros due-
sotros, que estamos «como la Italia en vía de for- ños de esos dos mil millones de pesos, adquieran el
mación». Oh, ¡qué odio muestra a los italianos, derecho de elegir presidente, diputados, goberna-
asimilándolos a los argentinos en no tener como dores, para defender sus propios intereses, pues
los ingleses y norteamericanos educación políti- que reunidos con los argentinos en minoría, hoy
ca!”. T. XXXVI, 1887, p. 172. que pagan por setecientos millones, constituirán
“Un millón de emigrados que han llegado ya una mayoría de votantes respetable y respetada.
al país forman cerca de doscientas mil familias, ¿Qué les pedimos en este caso a los residentes
y darían al país doscientos mil ciudadanos, con con comercio, bienes, familia, etc.? Que no sean ti-
voto activo para nombrar ellos mismos quienes lingos, dejándose desplumar por quienes no tienen
defiendan y cuiden sus intereses en el gobierno, quien les vaya a la mano. El freno que el arbitrario
en la ley, en el municipio. Con solo un millón de tiene es el impuesto excesivo, que hace gritar al es-
emigrados el comercio de la ciudad de Buenos quilmado contribuyente. Lo que perdió el Perú fue
Aires cuenta cuatrocientos millones de pesos per- haber encontrado un depósito de millones en hua-
tenecientes a extranjeros domiciliados. Cuando se no, que daba para todos, sin quitarle a nadie. Los
cuenten en el país cinco millones de emigrados, su empréstitos excesivos acaban por sublevar a los
fortuna en capitales, efectos y mercaderías será de pueblos que tienen que pagar su amortización. En
dos mil millones en la misma proporción de hoy, la República Argentina la existencia de un comercio
contra setecientos millones que poseerán argenti- extranjero que no está representado en el Congreso
nos. Aquellos dos mil y estos setecientos millones que impone las contribuciones y las malgasta, es un
soportarán las cargas públicas, la mala adminis- depósito de huano, de donde se saca cuanto dinero se
tración de los gobiernos patrios, los derroches de quiere, sin que el depositario pueda decir dónde le
un Congreso sin el freno de una opinión respetada duele, porque no es ciudadano, porque no nombra
que lo contenga, los empréstitos contraídos por la representantes, ni elige gobierno”. T. XXXVI, 1887,
petulancia o las malas pasiones. p. 173.
inmigración XVI
“¡Oh!, ¡gloria de la especie humana! No colo-
niza ni funda naciones sino el pueblo que posee
en su sangre, en sus instituciones, en su indus-
“¡Oh!, ¡gloria de la especie tria, en su ciencia, en sus costumbres y cultura
todos los elementos sociales de la vida moderna.
humana! No coloniza No coloniza la Turquía, sino que arruina cuanto
toca. Colonizan el mundo deshabitado por las
ni funda naciones sino razas privilegiadas los que poseen todas aque-
llas dotes. La Francia ni la España tenían insti-
el pueblo que posee (...) tuciones de gobierno que llevar a sus colonias, y
han perecido los gajos de sí mismas que implan-
todos los elementos sociales taron momentáneamente. La Australia prueba
en veinte años lo que el traspaso de una mano
de la vida moderna”. a otra probó con California y Texas, lo que pro-
baron las trece colonias inglesas al mismo rey y
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Parlamento inglés que se olvidaron un día que el histórico que la América ha presentado a la expecta-
pueblo se impone a sí mismo las contribuciones ción universal durante el año transcurrido. El mun-
por medio de sus representantes en Parlamen- do estaba asombrado de la duración de esta lucha,
to”. T. XXXVIII, p. 301. y se ignoran todavía, porque el buen sentido se re-
siste a creerlo, cuánta barbarie y cuánta obstinación
inmigración XVII por parte de un enemigo ya vencido han contribui-
“Verdad es que la inmigración hacia la República do a prolongarla.
Argentina es mayor en relación al número de habitan- El Paraguay abierto hoy a las influencias de la
tes indígenas, que la de los Estados Unidos, pues si civilización, y en contacto con todas las naciones,
esta alcanzara en la República Argentina a cincuenta empieza a darse instituciones republicanas; y re-
mil personas al año estaría en relación al número de parará bien pronto los estragos de la guerra y de
habitantes como de uno a cuarenta. Los Estados Uni- la tiranía hereditaria que han pesado sobre él. La
dos necesitan recibir un millón de inmigrantes al año paz está restablecida por el triunfo de las armas
para ponerse en la misma proporción a sus cuarenta aliadas: y pertenecerán antes de mucho al dominio
millones de habitantes. Este año se aproxima en los de la historia, todos los hechos concernientes a esta
Estados Unidos a medio millón”. T. XLIV, 1879, p. 188. guerra verdaderamente extraordinaria, quedando
solamente perennes nuestros votos por la indepen-
inmigración XVIII dencia, prosperidad y libertad de un pueblo tan
“La terminación de la guerra que nos impuso el desgraciado”. T. L, 1870, p. 261.
tirano del Paraguay es el más grande acontecimiento “La inmigración, pues, es un hecho capital de
nuestros tiempos, que exige que las leyes agrarias,
las de educación y de naturalización se adapten a sus
necesidades y próspera incorporación en la sociedad
de que vienen a formar parte”. T. L, 1870, p. 264.
“La impunidad de los delitos trae la disolución
de los vínculos sociales: y nos presenta bajo un as-
pecto desfavorable ante el extranjero, al que debe-
mos ofrecer como primera condición la seguridad”.
“La terminación T. L, 1870, p. 267.
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extranjero para adquirir terrenos, casas, fincas. No y el hombre la inteligencia, la libertad, las institu-
está obligado al servicio de las armas, ni aun para ciones, las máquinas y las más asombrosas inven-
la defensa de sus propiedades contra los bárbaros. ciones; que aquella tierra de promisión es solo una
El comercio por mayor, el de menudeo, las artes pradera de suculentas gramíneas, grande a perder-
manuales, las fábricas, la agricultura, los ejercen se de vista, guardada por dos océanos como cerca,
los europeos casi exclusivamente. La condición de para que engorden rumiantes y herbívoros y para
extranjero es apetecible, por tanto, y la indiscreción que cuando repletos vuelvan a sus antiguas mora-
de los cónsules, apoyando cuanto reclamo suscita das, de donde la necesidad de mejores condiciones
el interés individual, trae molestias al gobierno los expulsó, a contar las maravillas que dejan atrás,
y al país, a quienes tratan de potencia a potencia y hacer brillar su piel pelechada y lustrosa, sus ab-
y a veces sin respeto. Así, pues, la liberalidad de dómenes dilatados como tambores.
nuestras leyes es causa de molestias y de atraso Los americanos nativos no se apercibieron
para la emigración, retrayéndose en previsión de ni podía importárseles nada, sino para darles la
futuros conflictos de dar a compañías europeas bienvenida, que llegasen a sus playas 6.000 irlan-
terrenos que les darían lugar a hacer reclamos deses y escoceses cuando ellos eran tres millones
toda vez que sus intereses no sean del todo y medio.
favorecidos”. T. XXIV, 1856, pp. 13-18. [...] Es preciso haber residido en los Estados
Unidos para sentir que allí no puede revivirse
inmigración en América la idea de la patria de origen, porque todas las
del Norte patrias modernas quedan pequeñas ante aquella
“La América del Sur es, como la del Norte, país cascada de Niágara que todavía doce años des-
de inmigración. El mundo antiguo está continua- pués me está aterrando con su majestad casi divi-
mente enviándonos como por una cadena continua na. El volumen de sus aguas distribuido en fuerza
de vapores, descargas diarias, a veces por horas, de motriz bastaría a mover la palanca que pedía Ar-
organismos humanos, como es necesario que llega- químedes; y Fulton, Morse, Edison están diciendo
sen a 700.000 por año los futuros ciudadanos en un que aquí en esta parte de América se va a poner
solo punto. la base del motor que cambiará pour le mieux la
No haya miedo de que en América del Norte se faz del mundo en un siglo. Al fin de este, cien mi-
desenvuelva en el ánimo de los arribantes la idea llones de hombres habrán mandado sus represen-
de que aquella vasta extensión de país, en que Dios tantes a deliberar bajo la cúpula de un San Pedro
ha acumulado la plata, el oro, el hierro, los ríos na- de Roma, por lo magnífico, artístico y espacioso,
vegables, las cascadas, el carbón, la tierra inculta, sobre la base de un meeting monstruo para que los
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Montevideo empieza a ser un grito que va de boca Europa a América, cada uno desde su punto de
en boca llamando a todos los que padecen, a todos vista particular. «De algunos países, dice el dia-
los que tienen sin utilizarlos, brazos y energía donde rio inglés, la emigración toma el carácter de un
no hay tierra que explotar ni salario que ganar. [...]”. éxodo, de que recién se aperciben, mientras que
T. X, 1842, p. 17. para la Inglaterra ha existido casi desde el primer
“[...] En las insignificantes querellas de la prensa período de la independencia americana, época
periódica chilena, se ha visto aparecer como un senti- en que tenía que luchar con grandes dificultades;
miento común a la sociedad, como un arma ofensiva, mientras que ahora es efecto de cálculo, buscando
como un grito de alarma, la palabra extranjero. [...] al costo mínimo».
La industria nos ha de venir del extranjero; la Il Diritto se ha ocupado también del estudio de la
ciencia nos ha de venir del extranjero; y la riqueza cuestión de la emigración italiana, que según él tie-
misma y la población, como que son hijas del capi- ne por delante en esta región de la América del Sur,
tal y de la inteligencia para manejarlo y aplicarlo a cuatro millones de kilómetros cuadrados, frecuenta-
nuevos y más fecundos medios de industria, nos dos ya por cuatrocientos mil italianos, lo que sugiere
ha de venir del extranjero. El pueblo de América, la idea de que acelerando el movimiento traería por
que quiere ser algo y salir de la insignificancia colo- consecuencia que, aumentándose en proporción su-
nial, debe santificar esa palabra de extranjero [...]”. perior a la población platense, no tardaría en dar a
T. X, 1842, p. 18. la civilización aún indecisa de esa región, fisonomía,
nombre y espíritu italiano, que ya tiene Montevideo,
inmigración europea. y cada día adquiere más Buenos Aires.
Escuelas italianas El Times tratando de darse cuenta del fenómeno
“En el Congreso Pedagógico italiano no ha to- moderno de la emigración, que toma tal propor-
mado la palabra ningún pedagogo italiano. El que ción, que emigran cuatro villas y aldeas de Suecia y
habló, habló de política italiana, y de educar italia- Suiza, encuentra que la emigración es mirada mu-
namente (lo que no tiene sentido, y oculta bajo su cho más como materia de negocio y cálculo que de
antigüedad el pensamiento) pero no de pedagogía necesidad como antes; y en esto tiene mucha razón
de que mostró tener nociones ordinarias. Aparece el diario inglés.
en el compte rendu, el nombre del señor Froncini, El efecto de la extensión y similitud de la civili-
que es maestro principal de la escuela común de zación moderna, con las mismas costumbres, vesti-
la Catedral al Norte; pero a más de que no tomó la do, gustos y alimentación, hace que las gentes cam-
palabra, un maestro de las escuelas comunes no ha bien de país, según las ventajas que les ofrezcan los
de ir a ayudar a que se creen escuelas particulares, que poseen tierras baldías, u otras facilidades para
cuando se vienen cerrando las que antes había. El mejorar de condición.
señor Froncini no ejercía la profesión de maestro en La Europa atrae de América a las gentes opu-
Italia, y lo que sabe lo ha aprendido aquí. Si volvie- lentas que no hallan en sus países, goces propor-
re a Italia un día (se guardará bien), y hubiere un cionados a sus recursos, y tampoco habría razón
Congreso Pedagógico, sería escuchado con gusto, para retenerlos, o abstenerse de obrar el cambio,
cuando les explicase el sabio sistema de escuelas por aquella comunidad de costumbre, que hace de
comunes de Buenos Aires, y la calidad y eminencia la Europa y ambas Américas un mismo país, con
de los hombres que no desdeñan dirigirlas. diferencias apenas sensibles.
El Times de Londres e Il Diritto de Roma se El inmigrante que viene a América hoy a dife-
ocupan a un tiempo de la excesiva emigración de rencia de los puritanos, de los cuáqueros, de los
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caballeros, que emigraron a los Estados Unidos tiempos mal en castellano, hizo sus estudios en la
para realizar un plan de gobierno según sus ideas, Universidad, recibióse de doctor, fue diputado y...
lo hace sin otro plan que mejorar su condición. Si ministro me fecit: el doctor Pellegrini.
es feliz en su propósito, y lo son afortunadamente Se ve, pues, que el caso no sería fenomenal, aun
la mayor parte, comienzan por adquirir fortuna, cuando debemos felicitarnos que el ex ministro,
y por más que se crea, es esta felicidad misma un no obstante sus maestros extranjeros, se haya con-
lazo que los liga a la tierra, pues el comercio y la servado argentino, lo que quizá deba a que en su
propiedad territorial reclaman la vida entera de un época no se había iniciado todavía la campaña para
hombre”. T. XXXVI, 1881, pp. 55-56-57-58. educar italianamente a los argentinos. [...]
“Hay escuelas comunes gratis que están a la dis- No debe dejarse por otra parte, a las sociedades
posición de todos los habitantes. italianas, el derecho de educar italianamente a quien
No se impone a nadie el deber de asistir a ellas; quieran. Un juez debe determinar si es italiano, en
pero se presentan unas escuelas italianas en que efecto, el niño que se inscribe en esas escuelas; ha
se paga para educarse italianamente, es decir, en de quedar constancia de que los padres renuncian
nombre de otro país, y para conservar extranjeros por sus hijos a la ciudadanía argentina para en ade-
a niños que han nacido en este. ¿Son extranjeros lante”. T. XXXVI, 1881, pp. 62-63.
esos niños, por ser hijos de algún padre italiano? Si
lo son, es necesario que sea declarada legalmente inmigración y tierras i
esa calidad de extranjero que se desea asegurar a “Me permitiré decir, señor presidente, que he
dichos niños educados italianamente, no sea que consagrado muchos años al estudio casi práctico de
llegados a la edad adulta, y hablando sin embargo estas cuestiones, e ido a los puntos mismos que se
castellano como nosotros, y siendo nacidos en el están colonizando en varias partes del mundo para
país, pretendan mañana ser jueces de Paz, fiscales, ver cómo se producía el hecho, y de todo ello he sa-
miembros de las Cortes provinciales y nacionales, cado en limpio una sola cosa, que el gran efecto de
ministros, gobernadores en catorce provincias, las leyes norteamericanas, consiste simplemente en
oficiales y generales, y aun diputados y senadores que existe una ley. El pobre labriego de Alemania,
del Congreso. el infeliz campesino de Irlanda cuando van condu-
[...] Hemos tenido por ministro de Guerra un ciendo su arado, o sirviendo de algo en su juventud,
argentino italiano. Fue educado aparte, con maes- saben perfectamente que hay un país donde el acre
tros de inglés en su casa, con libros extranjeros y de tierra vale un peso y veinticinco centavos: este
maestros extranjeros. Hablaba en sus primeros es el origen de la inmigración. En Europa se sabe
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que con solo venir tienen derecho a un pedazo de capital ninguno, ni capacidad industrial tomaban
terreno, en que no habrá intermediario, que nadie le las desgracias públicas para enriquecerse.
opondrá. Puede considerarse entonces cuánto mal Sucede todo esto por la falta de la ley de inmi-
está haciendo en nuestro país la no sanción de esta gración”. T. XX, 1875, p. 21.
ley tan reclamada y tan necesaria, aunque no todos “Se habla de inmigración artificial y de inmi-
tengan la misma creencia”. T. XX, 1875, p. 20. gración espontánea. ¿Pero hay algo que nos honre
“¡Y estamos haciendo todos estos estragos! No a nosotros de la obra que se hace por sí misma, cual
solo se vuelven los hombres, sino que se llevan es la inmigración espontánea? ¿Qué tendrá que de-
cantidad de millones de fuertes que quedarían cirse al legislador? ¿Qué ha puesto usted, para que
en el país [...] si a esos hombres pudiera fijárseles llegue? Esa es la inmigración espontánea.
en la tierra. Esto sucede no por defectos de las Si hubiese regado la tierra con su sudor, si hu-
leyes coloniales, porque fueron buenas y bien biese abierto canales, podría por eso vanagloriarse;
meditadas en su origen, sino por los abusos que pero, ¡por la inmigración espontánea! [...]
se introdujeron. La tierra en toda la América del Debemos, sí, hacer todo lo posible fomentando
Sur, vino a distribuirse entre los habitantes que la inmigración artificial, es decir, la obra del hom-
existían entonces; de manera que las generaciones bre, de la inteligencia y de la voluntad, todas las
presentes no tienen un palmo de terreno donde leyes artificiales que ha creado el hombre para ha-
pararse, pues tienen que pagárselas a los cerse feliz, para asegurar la tranquilidad de la so-
propietarios que las adquirieron hace un siglo ciedad”. T. XX, 1875, p. 22.
por distribuciones gratuitas, ¡gratuitas!”. T. XX, “La Europa está llena de agentes de inmigra-
1875, p. 21. ción para estar predicando por todas partes, pon-
“El gran sistema de colonización consiste sim- derando este país, explicando sus ventajas y sus
plemente en tener depósitos de tierra para las ge- recursos; en un congreso de geografía se ha pre-
neraciones que vienen más tarde, para que cada sentado la memoria sobre inmigración y en ella lo
uno tenga su derecho a pisar el suelo y a poseerlo. que se hace resaltar como más notable es la Re-
¿Cómo puede, pues, la República Argentina pública Argentina. ¿Y vamos a defraudar después
prolongar por más tiempo este estado ruinoso y todas esas esperanzas y esos buenos medios que se
que la está desacreditando por todas partes?... ¿Es ponen para hacer conocer este país?
posible que nuestra corriente de inmigración cam- Importa, pues, hacerlo conocer y que pidan al
bie de rumbo porque desespera? Congreso presentar una ley sencilla, montada so-
Hace un año, señor presidente, que se ha esta- bre dos principios la tierra está al alcance de todo
do dividiendo la tierra en lotes de población y de el mundo y por precios ínfimos.
ciudades en torno de Buenos Aires a especulado- Señor presidente: la inmigración depende de
res que compran terrenos por uno para venderlos que un país sea bien conocido en Europa, y hay
por cien, en pedacitos de tierra en que apenas se naciones enteras, pues he conocido senadores y di-
puede meter un hombre y poner una casa. Pero putados que apenas han oído nombrar la Repúbli-
ese inmigrante para comprar ese pedacito de tie- ca Argentina, y las masas populares que emigran,
rra necesita haber residido en la República Argen- que no saben aún que existe, especialmente en el
tina diez años y enriqueciéndose hasta ponerse a Norte de Europa no es conocido su nombre.
la altura de la explotación más vergonzosa, es una Importa, pues, repito, hacerlo conocer y que
fortuna que Dios haya castigando los criminales, puedan presentar una ley sencilla montada en
a estos explotadores de la tierra que no teniendo dos principios: la tierra está al alcance de todo
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el mundo y por precios ínfimos. A esto se redu- población agrícola, se ha encontrado un verda-
ce todo lo que había que hacer en inmigración dero avispero de cuestiones, pleitos, enredos y
teniendo también en cuenta que los ensayos que dificultades sin fin. He aquí, pues, que los errores
se han hecho hasta el día han sido prósperos y de la antigua colonización vienen ahora a estor-
felices por todas partes. Falta solo la ley que ge- bar hasta el remedio que de suyo se ofrecía, por
neralice lo que son hechos vulgares. la población del suelo”. T. XXIII, 1856, p. 270.
Esa colonia del Chubut ha costado todos los “Es imposible que por largo tiempo se man-
esfuerzos imaginables, y más bien los colonos que tenga en el recinto de una ciudad una numerosa
el gobierno han triunfado y establecido allí una inmigración; como es imposible que la frontera
base que parece duradera. La provincia de Bue- sea guardada largo tiempo por ejércitos cada vez
nos Aires hizo el ensayo de Chivilcoy en que se más costosos; a medida que más se organizan, más
probaban los principios, la buena distribución de material emplean, y mayores ascensos merecen. Es
tierras: los resultados son conocidos en todo el vergüenza que los salvajes nos impongan condi-
mundo: en ocho años se formó un departamento ciones sociales que repugnan hoy a las necesida-
más rico que todos los departamentos de Buenos des de la época y en todos tiempos a la economía
Aires, o partidos, que tenían tres siglos de exis- y a la libertad. Somos repúblicas militares, agan-
tencia; su población es mayor y hoy día tiene siete grenadas por cinco sistemas sucesivos de milicia,
mil votantes, que no tiene San Nicolás que tiene y forzados a crear otra nueva que nos empobrece y
tres siglos de existencia. perturba. ¿Todo por qué? Por hacer que unos tres
Tendría que extenderme mucho, señor, sobre millones de brutos huelguen a campo abierto, aris-
esta cuestión si hubiese de tratarse de lo que yo hu- cos, produciendo un tercio de lo que debieran pro-
biera deseado: la ley general”. T. XX, 1875, p. 23. ducir, estorbando la población y cultura del suelo,
y forzándonos a llevar un sable para defenderlos
inmigración y tierras ii de otros brutos que los roban todos los días, a des-
“Todas las disposiciones sobre emigración pecho de los millones que nos cuesta la defensa
que no tiendan a asegurar a los emigrantes la del ganado arisco”. T. XXIII, 1856, pp. 271-272.
facultad de poseer tierra barata, sin el interme-
diario de propietarios anteriores del suelo, será inmigrantes I
un grave obstáculo a la población del país. Estos “Los inmigrantes, salvo los que vienen empa-
días hemos presenciado un ejemplo deplorable pados en la cultura europea, no se aperciben de la
de los obstáculos que crean esas concesiones de
terrenos de leguas, ya en propiedad, ya en enfi-
teusis. La población de Chivilcoy, como se sabe,
ocupa un terreno inmenso con sus sementeras. La
comisión de hacienda de la Sala de Representan- “Los inmigrantes
tes ha querido formular un proyecto de ley que
asegurase la prosperidad de esa colonia agrícola (...) no se aperciben
improvisada en dos años, dando una ley confor-
me a los principios reconocidos de una buena de la educación que
legislación. Pero en el momento de ir a propo-
ner la ley, examinando los títulos, pretensiones, les da la América”.
posesiones anteriores del suelo que ocupa hoy la
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educación que les da la América, la República Ar- mucho a pulir la rudeza prosaica de sus exterio-
gentina sobre todo, que es una escuela de progre- ridades, dándoles un barniz ameno y sociable del
so. El irlandés, un poco borracho, ignorante, llega canto popular, expresión de sentimientos blandos.
a los Estados Unidos, compra un lote de terreno, ¿Deberemos nosotros a los ingleses la introducción
cien veces más grande, sin embargo, que el escapu- de los juegos atléticos, el cricket y la navegación
lario que subarrendaba de sus dueños y arrendata- minúscula de los ríos, canales, ya que el mar está
rios en Irlanda; pero ahí se detiene la traslación: no lejos de nuestra vista?”. T. XLII, 1876, p. 22.
encuentra a mano el arado de palo y reja romana
con que escarbaba la tierra: no hay echonas para inmigrantes. Nacionalización
segar encorvado: no hay garrote para apalear el “Solo la América que recibe inmigrantes los
trigo y aventarle la paja. Debe procurarse y saber admite en los términos iguales, para el uso de
elegir en cien modelos, el arado perfeccionado que los derechos civiles que pertenecen al hombre en
más le conviene por entonces; la tajante hacha nor- cuanto hombre. Los derechos municipales corres-
teamericana, la más perfecta, la sierra trozadora de ponden a los vecinos de un municipio por cuanto
leña, la segadora que acaba de obtener privilegio, tienen casa, y recorren sus calles, se proveen de
el desgranador de maíz, y Dios sabe cuándo podrá agua, tienen pobres, etc. Para lo que es el uso de
adquirir y usar la máquina de trillar, de destron- los derechos políticos que dan facultad de gober-
car”. T. XXII, 1883, p. 178. nar el país, nombrando autoridades, el que llega
de afuera, dependiente aún de otros gobiernos,
inmigrantes II aun sin ser ciudadano político de ellos, la América
“Los extranjeros que forman parte de la pobla- toda, tanto la del Norte como la del Sur, admiten a
ción se divierten con lo que les cuentan que pasa la vida política al que desea incorporarse en su de-
en los países de donde vinieron, olvidando que recho político, sin traba ni condición, dando aviso
aquí están sus hijos, sus casas, sus propiedades y a una autoridad de que es su voluntad ser ciuda-
que ellos los padres, con su indiferencia, les legan dano, pues siendo adulto y libre, su voluntad es
las instituciones que van a obrar sobre el porve- la base del derecho que adquiere y va a ejercer,
nir”. T. XXXIII, 1882, p. 128. «no obstante toda disposición en contrario, de sus
gobiernos antiguos».
inmigrantes III El ciudadano natural hace constar su derecho
“Uno de los graves inconvenientes de la coloni- a ejercer la ciudadanía, exhibiendo su fe de bau-
zación ha sido siempre que no todos los inmigran- tismo. El ciudadano naturalizado exhibe su carta
tes son colonos, o aptos para colonizar. Este es el de admisión, con la declaración que hizo de ser su
escollo de la inmigración protegida. El que paga voluntad ser ciudadano.
pasaje es un hombre y nada más. ¿Labrador? ¿Inte- Supongamos que con medio millón de firmas
ligente? ¿Honrado? ¿Amigo siquiera del trabajo?... de emigrados de todas las naciones se presentasen
Eso Dios lo dirá”. T. XLI, 1878, p. 32. al Congreso en virtud del derecho de petición, a to-
dos acordado, diciendo: «aquí venimos honorable
inmigrantes. señor, solicitando que nos concedáis la ciudadanía
Aportes culturales sin solicitarla».
“Los norteamericanos reconocen a los inmi- Pero como la ciudadanía es el derecho de gober-
grantes alemanes, con sus asociaciones musicales, nar, la idea estaría más completa, diciendo: «aquí
sus patriarcales costumbres, haber contribuido en venimos, honorable señor, solicitando nos concedáis
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sin solicitarlo, el derecho de gobernaros, de elegiros, Nada tenemos que hacer con estos y podemos
siempre que seamos la mayoría»; y ya se realiza esto contarlos por la estadística de estos cinco últimos
en Buenos Aires capital y en Santa Fe. años, son doscientos mil. Los extranjeros turistas,
En la República Argentina se han naturaliza- transeúntes, agentes, jefes de casa de comercio
do en medio siglo algunos miles de europeos y realmente extranjeros, solo piden al país que les
de americanos que no entran por tanto en la vul- deje librarse a sus quehaceres y el tránsito libre.
gar clasificación de extranjeros. Extranjeros son No hablamos, pues, con extranjeros, cuando
ante el derecho de gentes, los que conservando su de leyes de ciudadanía se trata; hablamos de emi-
hogar en el país de su nacimiento, viajan por el grados e inmigrantes que han venido a establecer-
mundo, con la decidida intención de volver a él. se en el país, y hace años lo habitan tranquilamen-
Son reputados «extranjeros» en el país de su re- te”. T. XXXVI, 1887, pp. 148-149.
sidencia accidental los jefes de casas de comercio
introductoras, por suponerse que traen propiedad inmigrantes en el sitio
inglesa o francesa que requiere la protección de de Montevideo
sus gobiernos en Tombucku, o en tiempos turba- “El sitio de Montevideo ha quedado en la his-
dos, en otras partes. toria como uno de los grandes hechos modernos.
La independencia de la América creó otro géne- Se da una batalla que gana el más fuerte o el ge-
ro de traslación de personas de un lugar a otro; y neral más hábil; pero se había perdido la memoria
es el emigrado que vino a América, a arraigarse en de una ciudad apenas amurallada, que detiene
ella, y el inmigrante actual que acaba de llegar. El diez años un ejército victorioso, y se defiende con
antiguo emigrado casado ya, con familia, con bie- sus propios vecinos.
nes raíces, opta desde luego por el derecho político Hoy que tenemos escuelas italianas se pregun-
para gobernar sus propios negocios, sus contribu- tan ¿cómo y por qué tres mil italianos, mil franceses
ciones, sus progresos, libertad, asegurándose todos y otros europeos tomaron las armas en defensa de
los derechos conquistados por su país antiguo, su una ciudad americana, hasta perder sus bienes y sus
época, aun los no adquiridos por su país, y que en- vidas por centenares, sin salario y sin esperanza de
cuentra en América avanzados. recompensa o botín?
Quedan los inmigrantes llegando que no entran Es que en aquellos tiempos benditos los euro-
en estas cuestiones, porque ni hablar saben la len- peos venían bona fide a establecerse en el país, y aún
gua del país, ni tienen todavía propiedad ni repre- no habían aparecido los sabios que les expliquen
sentación de nada, son peones, gañanes, manoeuvres, las constituciones con decir que eso de habitar es
workingmen, lo que guste. venir a espumar, y guadañarse con su trabajo, por
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hijos americanos, no obstante el derecho preferente construcción mental de un Estado al que yo daba el
de éstos a hablar su propia lengua castellana, y ha- nombre de República Argentina, pero ese elemento
cerla pasar de una generación a otra. americano es tan importante, que basta para trans-
No hay convenios de derecho de gentes sobre formar repentinamente cualquiera pintura que se
emigrantes; pero hay el derecho consuetudinario haga de una nación, cualquiera concepción que se
que se viene formando en América, y como está tenga de un pueblo.
autorizado en los Estados Unidos, puede darse Si era grande mi deseo de visitar el Río de la Plata,
por aceptado e incuestionable en el resto de la lo es hoy mayor. Ramalho Ortigão tiene confianza en
América. Los que hablan de protectorados, de se- el futuro de ese pueblo». T. XXXVI, 1887, p. 197.
miprotectorados italianos en estos países, dan a las
palabras sentidos que mal se avienen con las no- inmigrantes
ciones generales, tales como llamar colonias a los y participación política
que de una lengua se encontrasen distribuidos en “La común civilización de los pueblos cristia-
todo él y mezclados a sus habitantes, dándose con nos confunde en sentimientos a todas las nacio-
esto el derecho de proteger su desenvolvimiento”. nes; llevamos el mismo vestido; oímos a Sarah
T. XXXVI, 1887, p. 188. Bernhardt en París, en Buenos Aires o en Nueva
“[...] El derecho de gentes, como que tiende a York indistintamente, y ella recibe los mismos
ser la ley universal de la humanidad culta, recono- aplausos en la misma forma en todos los audi-
ce cierta suma de derechos inherentes al hombre en torios. Nuestros gobiernos, nuestros códigos son
países que se guían por sus principios. Va siendo casi cortados por una tijera, y los mismos buques
derecho humano viajar por todas partes, introdu- tocan mensualmente en el Havre, Génova y Bue-
cirse, aun en la China, como visitante, concedién- nos Aires. ¿De dónde salen estos hotentotes o
dose ciertos puntos para residir, cuando menos. fueguinos a decirnos: cómo me he de interesar en
La emigración, como se colige fácilmente, no nada de lo que me rodea, bienestar, familia, si allá
es, pues, de derecho humano, sino concesión gra- en una quebrada oscura de los Apeninos, o los Al-
tuita que hacen los gobiernos de ciertos países en pes, o los Pirineos está la pobre choza en que nací,
que no abunda la población. Sería de ver en Euro- la aldea en que me crié, y echo de menos la cortan-
pa una emigración espontánea de la China echán- te brisa de las nieves en deshielo, y donde con la
dole, como hormigas de los trópicos, torrentes pobreza, la ignorancia y el aislamiento recibí las
vivos, de millones, invadiendo y cegando con sus primeras impresiones de la vida?
cadáveres los ríos y estanques a falta de puentes, Este argumento es inhumano y esencialmente
para los millones que vendrían en pos. Sin llegar bárbaro a más de ser, sin la exageración del caso
a ese extremo, el Congreso de los Estados Unidos propuesto, verdadero en su fondo. Podemos ase-
cerró la puerta a la emigración de pieles amarillas gurar que uno en mil no se halla en América en
en California y Estados del Occidente”. T. XXXVI, peores condiciones que en Europa, de lo que los
1887, p. 189. felicitamos y nos felicitamos.
“Oigamos a Joaquín Nabuco, el célebre cau- Siempre tratando las cuestiones de organiza-
dillo abolicionista brasilero. [...] «Los españoles ción social del lado de los sentimientos. La na-
reprodujeron lo que yo jamás pensé que los espa- cionalización, se dice, «no dará al extranjero las
ñoles pudieran hacer: el milagro anglosajón de los pasiones, los afectos, los sentimientos que se nece-
Estados Unidos. sitan para interesarlo en la vida pública de un país
Ese elemento nuevo jamás había figurado en mi que no es el propio».
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Y en su país, en todo país, todo hombre o clase “[...] La Inquisición es uno de los poderes cons-
social, ¿se apasiona por la vida pública? ¡Pero de tituyentes de la colonización española.
qué país de cucaña nos están hablando, ahora que [...] No miramos la Inquisición sino como insti-
los americanos conocen más la Europa que los eu- tución política e intelectual, y bajo estas dos formas
ropeos mismos que vienen a la América, pues estos mató a la España y sus colonias, y según teme Buc-
conocen apenas el cortijo, la aldea donde nacieron kle, quedó muerta allá para siempre”. T. XXXVII,
y el puerto de embarque, si son contadini, y la vi- 1883, p. 86.
lla, ciudad, y aun capital de su nación si vienen de
ciudades, mientras que diez mil americanos andan Inquisición española
anualmente recorriendo la Europa y la ven y es- “Época científica y artística, con el cuadro
tudian toda entera!”. T. XXXVI, 1888, pp. 236-237. sinóptico del siglo XV, la humanidad, sin su go-
bierno y civilización religiosa como antes, vuelve
inmovilidad de los caudillos poco a poco a recuperar el elemento legal romano,
“Es fundamento de la República la movilidad en sus códigos razonados y armónicos de leyes:
periódica de los mandatarios; y el caudillo rudo, con las constituciones, el sistema representativo
hijo de la colonia, le parece merecida recompensa de los anglosajones; y con el cultivo de las bellas
de sus virtudes prorrogarse indefinidamente en el artes, la literatura, la pintura, la estatuaria y la ar-
dominio de una provincia, ya que el de la Repú- quitectura griega.
blica es demasiado vasto para sus garras de gato [...] Lo que la Inquisición negó durante tres si-
montés”. T. XLV, 1859, p. 278. glos de horrible, implacable práctica, el derecho
del acusado de conocer la acusación, y testigos
Inquisición para recusar los inhábiles y parciales; el derecho
“Anda en manos de todos el Torquemada de Víc- de defensa pública, con recusación de juez, sin
tor Hugo, drama en cinco actos precedido de un In comisiones especiales como aquella de verdugos
pace. ¿Quién se atreverá a criticar al inspirado vate que se llamaba Inquisición. Beccaria había logra-
del siglo? Torquemada es la figura o la síntesis más do humanizar los castigos, medirlos al tamaño
terrible de una aberración del espíritu humano. del delito, y toda la Europa abolió el tormento y
Los griegos han derramado sus ideas sobre medio los suplicios crueles. La Inquisición legalizó, cris-
mundo europeo y asiático: los romanos apurado tianizó, hizo católica la práctica de los antiguos
las formas legales y el derecho. Con Torquemada pueblos, olvidada hace tres mil años, de sacrificar
es el sentido moral el que aconseja quemar a los hombres a sus dioses; tomando de los antropó-
hombres, si pensaron, si se sospecha que piensan, fagos el asarlos y presentar la cocina en horrible
porque el que cree no piensa sobre lo que cree. [...] festín al pueblo devoto.
Torquemada es como los papas que le preceden, es El crimen está en haber destruido en la prác-
un hombre de Estado. Es la sociedad la que salvan tica diaria, y en el sentimiento íntimo, la noción
del contagio de las ideas, por el exterminio, como del derecho, la seguridad de la vida ante las leyes,
en la santa Bartelemy, por el destierro con los ju- la conciencia de la justicia, los límites del poder
díos y hugonotes”. T. XXXVII, 1883, p. 84. público. El español, y con más razón el americano
“[...] La España es la Inquisición. ¡Oh! ¡La In- del Sur, nacen enervados por este atrofiamiento
quisición! Hablemos de ella en voz baja porque de las facultades del gobierno ya adquiridas por
acaso esté ahí en alguna parte, escuchándonos”. la raza humana. No estando determinados por
T. XXXVII, 1883, p. 85. una ley o un Código los delitos del pensamiento,
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Como es el juicio inquisitorial el que quitaba sus hijos, sea precisamente invertido por la ge-
esas garantías y suprimía los derechos que nues- neración adulta, instruida, gobernante, en llevar
tras constituciones garantizan hoy: con él la desmoralización, el fraude proclamado
«El Congreso no ha omitido –dice el deán Funes, oficialmente, a donde quiera que su influencia al-
exponiendo la Constitución de 1826– la Declaración cance”. T. XLIV, 1880, p. 282.
de vuestros derechos esenciales, que había adultera-
do la corrupción. Fue preciso a vuestros tiranos que instinto político
cerrasen los archivos de la naturaleza para que no “No todos los pueblos modernos muestran
pudiesen encontrar los justos títulos de vuestra li- igual desenvolvimiento del instinto del gobier-
bertad, igualdad y prosperidad»”. T. XXXVII, 1883, no en la masa como se notan diferencias en las
pp. 101-102-103-106. especies de animales inferiores, entre los cuales
se distinguen las hormigas y las abejas como las
inspección escolar más adelantadas. Los caballos, por ejemplo, han
“No es tan vergonzoso el encontrar tan vas- llegado en las estepas entre los kalmukos a avan-
to plan de malversación, desde que un inspector zar mientras pacen, en columna cerrada con ca-
levanta el velo que la distancia oculta. La falta de bos de fila y un jefe que hace oír su desagrado a
una inspección permanente, el estar abandonado a alguno si retarda o sale de las filas.
la administración de la hacienda pública, sin con- Los ingleses son hoy el pueblo que tiene más des-
trol de funcionarios de educación, el examen de las envuelto este instinto o sentimiento, como lo tuvie-
pruebas y documentos de Escuelas; el dejar una ron los atenienses por la libertad, y los romanos, para
Comisión de Escuelas nombrada por el gobierno la asimilación de pueblos”. T. XXXVIII, p. 187.
provincial sin que un funcionario nacional refren-
de sus actos, determinar sueldos, etc., anticipar instituciones escolares
cuatrimestres por sumas enormes a la guarda y en- “Las instituciones escolares preparan el porve-
trega paulatina de erarios casi siempre angustia- nir de un país; y si la disgregación de las pobla-
dos y exhaustos, todas estas concausas obran so- ciones en nuestras campañas, si la distancia que
bre los ánimos hasta encontrar en la subvención media aún entre las razas que formaron la anti-
de escuelas una mina y un tesoro en que todas gua población, oponen serios obstáculos en las
las necesidades públicas, y por las públicas las provincias, sin excluir la de Buenos Aires misma,
privadas, meterán la mano. Lo que deshonra y para una distribución igual de las ventajas de la
aflige es que el dinero consagrado a la mejora de educación entre todos los niños de cierta edad, la
la condición moral e intelectual de los pueblos en ciudad de Buenos Aires, hoy bajo la autoridad del
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Congreso, no presenta obstáculo alguno para esta- objeto preferente de las leyes del Congreso y de la
blecer en ella las instituciones escolares que asegu- solicitud del gobierno.
ren la pronta generalización de la educación, como Los movimientos insurreccionales que po-
la posibilidad de extender la instrucción cuanto se nen a cada momento en problema la solidez de
juzgue necesario. las instituciones que nos hemos dado y hacen tan
Pocas ciudades hay en el mundo, donde el precarios nuestros progresos, tienen su foco en la
pauperismo se haga menos sentir; y Buenos Aires barbarie de las campañas y en la ignorancia y la
cuenta, sin aquella plaga de las antiguas aglomera- miseria de las clases destituidas. La defensa de las
ciones de hombres, entre las más ricas ciudades de fronteras presenta el mismo carácter. Los esfuer-
uno u otro continente”. T. XLIV, 1881, pp. 222-223. zos sucesivos del gobierno no han conseguido,
después de medio siglo, poner a cubierto las po-
insurrección blaciones contra las depredaciones de los salvajes;
“Así, el mal es más profundo que lo que a pri- y hemos visto más de una vez vagar sus hordas
mera vista parece, y revela causas crónicas que es- por los territorios poblados, sirviendo como auxi-
tán en todas partes dando los mismos resultados. liares a las facciones internas.
Estudiar las causas mórbidas que perturbaciones No puede dejarse con expectación paciente
tan prolongadas producen sería la tarea más noble que se prolonguen dolencias tan profundas; y
de nuestros pensadores, y curarla en su origen el ha llegado ya el tiempo de indagar si el gobierno
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es lo que debiera ser bajo nuestras instituciones por ello. Rosas era el gobierno americano, indio,
republicanas –el instrumento de distribuir la popular, plebeyo. Lo vencimos en treinta años de
mayor porción posible de felicidad sobre el mayor combates, no con las espadas brillantes de los La-
número posible de individuos–. Los pueblos no valle, Madrid y Paz, sino con inteligencias superio-
aman las instituciones que los rigen, sino cuando res, con la prensa libre de Chile, con ideas. Pudiera
estas condiciones se encuentran cumplidas”. T. XXI, señalaros en el mapa americano, donde gobiernan
1868, p. 213. hoy los indios, los mulatos y zambos.
Aun para la conquista es necesaria la inteligen-
integración nacional cia. Cuando Alejandro conquistó el Asia, mandó
“Contraídos los gobiernos creados por la Cons- setenta mil niños persas a Grecia para infundirles
titución Nacional desde su origen a las necesidades con la educación el espíritu helénico que había de
de su establecimiento hasta terminada la guerra reunirlos en nación; pero el ensayo acabó con su
del Paraguay, solo la cuarta administración pudo temprana muerte antes de dar fruto.
dirigir miradas serenas hacia el interior de la ape- En los tiempos modernos, la Italia y la Alema-
nas consolidada unión de las provincias, y llamar nia se han constituido naciones, no por la fuerza
la atención del Congreso sobre su estado. de las armas, sino por la lengua y la unidad de
Pudiera decirse que el suelo mismo no era un raza, que sirven de base a un gobierno”. T. XXII,
vínculo de unión, tan extensos son los despoblados 1884, p. 187.
que median entre unas provincias y otras. La red
de ferrocarriles y telégrafos que empezó a cubrirlos intereses europeos
desde entonces ha disminuido en gran parte este “¿Cuáles son los intereses de la Europa entre
mal orgánico”. T. XLIV, p. 265. nosotros? Ayudarnos a civilizarnos rápidamente
a fin de que consumamos sus artefactos, y quitar
inteligencia toda ocasión aun indirecta de trabas comerciales,
“La inteligencia es el fruto de un órgano que para que sus productos sean menos recargados de
se robustece y agranda con el ejercicio, como se costos antes de llegar a manos del consumidor.
fortifican los músculos a fuerza de remover gran- Lo primero lo hubiera venido sosteniendo la
des pesos. Su ejercicio prolonga la vida, pues la administración de Rivadavia que fue la que, ele-
estadística da cincuenta y seis años de vida me- vando más las clases cultas, desarrolló más el co-
dia a los que la pasaron pensando, mientras que mercio y el espíritu de empresa. Los estados de
el término medio para la especie, es de cuarenta Aduana están ahí para demostrar que se hizo todo
años. De manera que podemos decir que los que lo contrario.
han ido quedando en el camino, salvo accidente, La administración barbarizadora de Rosas dis-
es por no haber ejercitado demasiado su inteligen- minuyó los consumos, según lo demostró el mismo
cia”. T. XXII, 1881, p. 78. Sir Woodbine Parish, que era el más celoso acata-
dor de aquel absurdo.
inteligencia versus armas Lo segundo lo habrían logrado propendiendo
“No se gobierna con armas sino con inteligen- a la unión de los Estados diversos que pueblan las
cia. Cuanto mayor sea el número de indios, de ro- márgenes de estos ríos, a fin de ahorrar la pugna de
tos, menor es la cifra de los blancos, en proporción, diversos sistemas aduaneros, y los obstáculos que
y aquellos absorberán a estos. Ya ha sucedido en al cambio de los productos oponen las divisiones
varias partes de América. Nosotros pasamos ya territoriales. Puede la política europea decir si esa
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autoridades y el vecindario de la ciudad tuvieron Todas las causas determinantes de la revolución ar-
buena parte, contribuyendo con sus fuerzas a pro- gentina son meros incidentes, no previstos ni provo-
ducir este grande acontecimiento, pues allí se or- cados. Popham invade porque así le plugo; Sobre-
ganizó la Reconquista. monte no es militar, y obrando sobre datos seguros
Todavía no se atenúa en América, ni se olvi- no cree en la importancia de la invasión. Un militar
da en Inglaterra, el asombro que causó hecho tan francés, que sabe computar las fuerzas disponibles
preclaro. El sabio y literato Andrés Bello, de Co- en Montevideo, repara el mal en tiempo, triunfan-
lombia, residente en Londres por largos años, y do de los ingleses con las fuerzas regulares a las
en contacto con lo más distinguido del partido órdenes del gobernador militar de Montevideo, y
liberal español, decía más tarde en América que una hora después de este triunfo, llega la orden
el Foreign Office tenía desde entonces por regla ha- del general en jefe, el virrey, que manda suspender
bitual usar de deferencia y buena voluntad para toda operación mientras se acerca con buen acopio
con las autoridades argentinas, como un tributo de fuerzas que había reunido en Córdoba y condu-
de respeto al denuedo de sus habitantes en la Re- ce al teatro de los sucesos. La orden del virrey lle-
conquista de Buenos Aires. gó desgraciadamente, a causa de los retardos que
La Revolución de la Independencia de la Amé- debió imponer al chasque el temporal, demasiado
rica del Sur quedaba resuelta y consumada en to- tarde para darle cumplimiento. La batalla estaba
das las colonias, con la noticia de tan grande hecho, dada y ganada”. T. XXXVIII, p. 49.
magnificándolo el general inglés Whitelock mismo, “Aquí viene la leyenda, o más bien la verdad
para su defensa en la causa que se le siguió y corre verosímil de que las divisiones al principiar el com-
impresa, con el ánimo de disimular así y cohones- bate recibieron orden de no hacer fuego sobre las
tar la vergüenza de la derrota, como es práctica azoteas, acaso suponiendo encontrarse con fami-
siempre de los grandes vencidos hacer más grande lias y deshonrar la victoria con víctimas inocentes.
todavía al vencedor. ¿Murieron mujeres, niños?
Todo corazón americano respondió con la «Ínclito señor; responde el Bardo.
exclamación del Correggio: ANCHE IO!, no sin- Esta no es tropa
tiéndose cada uno menos que nadie, con tanta Buenos Aires os muestra allí sus hijos;
más razón que en Buenos Aires había huido el vi- Allí está el labrador, allí el letrado,
rrey marqués de Sobremonte; y bastaba eso para El comerciante, el letrado, el niño!
creer que los españoles peninsulares nada o poco El moreno y el pardo; aquestos solo
habían hecho de su parte. Habían sido vencidas, Ese ejército forman tan lucido»”. T. XXXVIII, p. 55.
pues, en las calles de Buenos Aires, la España y la
Inglaterra a un tiempo. La idea de la emancipación invasiones inglesas IV
empezó a fermentar en todas las cabezas, y en tres “La azotea o el techo plano que los árabes intro-
años, lo que va de 1807 a 1810, estuvo incubada casi dujeron en España es, como se sabe, de bíblica anti-
sin concierto; y sin casi, pues las comunicaciones güedad, y puede decirse de ella lo que Jesús dijo en
entre México y Buenos Aires, no habiendo periódi- sus doctrinas: «Lo que os digo a vosotros al oído,
cos ni correos, eran punto menos que imposibles”. lo repetiréis desde lo alto de las azoteas». Desde
T. XXXVII, 1883, pp. 134-135. lo alto de las azoteas de Buenos Aires fue dicho al
mundo, por medio de la Inglaterra, el cambio que
invasiones inglesas III se había hecho ya en América de la situación de
“¡Qué fatalidad preside al destino de los pueblos! colonos, pasando sus habitantes a la condición de
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hombres libres y de pueblos independientes. mismo caso. No saben si quieren o no ser inde-
La azotea, tan íntimamente ligada a las costum- pendientes de España. No se lo han preguntado.
bres coloniales del Plata, tan peculiar a él, puesto Pero sí, quieren que los virreyes no los gobier-
que no fue adoptada en el resto de la América, al nen, que ellos puedan nombrar su gobernador,
sentirse llamada a desaparecer, en presencia de la su general, y presintiendo que la Inglaterra ha de
complicada construcción europea, dejónos la inde- volver por el honor de sus armas, decretan el ar-
pendencia conquistada doblemente en 1807, el 7 mamento en general, creando fuerzas de milicia,
de julio, aunque los preparativos de la fiesta hicie- que con tiempo suficiente por delante para hacer
sen demorar su proclamación hasta el 9 de julio de ejercicios militares, se hallarán en aptitud de ha-
1816, siendo en uno y otro caso los mismos autores, cer frente a cualquier enemigo, cualquiera que sea
Pueyrredón y los padres de la patria. En Monte- su número”. T. XXII, 1886, p. 268.
video y en Buenos Aires más tarde su memoria,
como un talismán, sirvió para detener las fuerzas irlandeses I
de campesinos armados y dirigidos por caudillos “Los irlandeses, en su lucha eterna con Ingla-
sin educación política, y no se dirá que la libertad terra, son educados en el odio del gobierno, en
en el Río de la Plata, ni la confederación de este el desconocimiento de toda autoridad nacional.
lado, perdiesen nada con que Oribe no entrase a Pase eso en Irlanda. Pero es monstruoso, in-
Montevideo ni Urquiza a Buenos Aires, cuando lo audito, que aquí en América, un grupo de muje-
intentaron en vano”. T. XXXVIII, 1886, p. 276. res, ocultando siempre la mano oculta que dirige
sus rebeliones y desconocimientos, tenga por ór-
invasiones inglesas v gano a un ciudadano argentino, que si no es un
¿Sería el odio religioso el que impulsó al pue- irlandés sublevado contra la Inglaterra y contra
blo a la heroica resistencia? Créolo que sí, aun- la República Argentina, porque esa es la dispo-
que no en esa forma desnuda, sino en cuanto la sición de ánimo de esas gentes (las mujeres, con
educación moral y religiosa recibida de la España superioras y trapisondas), no debe ignorar que
durante los siglos precedentes, a punto de no mi-
rarse sin horror al hereje, había producido el he-
cho de no conceder al inglés las buenas cualidades
morales que lo distinguen, lejos de ser inferior; y
a punto de ignorar lo que era la Inglaterra políti-
camente hablando, no sabiendo nadie el inglés en “¡Qué fatalidad preside
el sacerdocio ni en el gobierno, ni en España ni
en América, y llegar su nombre envuelto en una al destino de los pueblos!
nube de calumnias”. T. XXII, 1886, p. 265.
“Es inútil seguir día a día y acaso por horas la Todas las causas determinantes
marcha ascendente del americanismo triunfante,
no con sus tropas, pues son españolas, sino con Li- de la revolución argentina
niers que no lo es, y se hace adorar por los que se
entregan a los impulsos de un patriotismo naciente son meros incidentes, no
o instintivo.
¿Querían ser independientes? ¿Querían ser re- previstos ni provocados”.
yes los romanos que fueron emperadores? Es el
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las leyes de un país obligan en el territorio de Estamos bajo las influencias Dillon, Dillon argen-
ese país, a todo estante y habitante (excepto el tinos-irlandeses: Dillon ni argentinos ni irlandeses.
cuerpo diplomático) sin necesidad del consen- Sabemos complacer y a última hora que el
timiento de las partes interesadas, pues aun los Consejo del Distrito de Chivilcoy se ha negado
hijos del país, al nacer, nacen reconociendo las a ratificar el tratado Dillon, ateniéndose a la ley.
leyes que rigen al país donde nacen”. T. XLVIII, Será el único cuerpo argentino que no se aver-
1882, p. 142. güence de serlo”. T. XLVIII, 1882, p. 144.
irlandeses II ironía
“Apercíbase de una vez el gobierno nacional de “Hace pocos años, en una carta del Chacho, vi-
estos trabajos sordos de insurrección y desconoci- mos con sorpresa la frase: porvenir maravilloso. En
miento. En el Uruguay está sucediendo lo mismo. los Llanos, en La Rioja, entre rudos campesinos,
A nadie obedecen en realidad las tales especulacio- ¡porvenir maravilloso!
nes y especuladoras de la educación; y ya se tienen “¡Frase de Rivadavia!, tema de las burlas
todas las villas y ciudades ocupadas. El incidente de sus enemigos. ¡El porvenir maravilloso, que
de Chivilcoy, que el señor Dillon, argentino-irlan- aguardaba a la República! ¡La frase olvidada ya,
dés, desea que no vuelva a ocurrir, ha llamado la habría quedado en la tradición popular!”. T. XL,
atención del país al hecho de que ya la mitad de 1879, p. 37.
las ciudades argentinas son irlandesas en cuanto a
educación femenil; y aún no sabemos si en las otras isla de Juan Fernández
reconocen autoridades, suministran datos, y estos “La isla de Juan Fernández, única, abordable
tales como se les piden. de las dos que forman el archipiélago a que da su
No se habrá visto pueblo más dócil para pre- nombre, está a ciento diez leguas de la costa chile-
sentar el cuello a la coyunda que este. Todas las na hacia el occidente de Valparaíso. Tan despobla-
autoridades, hasta los Consejos de Educación, do y reducido pedazo de tierra tiene una historia y
ayudan a despojarse de toda autoridad, a anular tradiciones que la han hecho célebre en los libros y
las leyes, a desconocer su propia nacionalidad, y popularmente conocida de todas las naciones. Esta
salir garante de unas hermanas (innominatas) ha- historia se compone toda de miserias y de lágrimas,
rán lo que niegan en la práctica hacer. y aun los romancistas que la han poblado de sus
El padre Dillon fue a Irlanda a contratar más seres fantásticos, la han escogido para escenas de
hermanas y hermanos, llevando para ello fondos. prueba y de sufrimiento. Daniel Defoe tomó de allí
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su ¡Robinson! y Pigault-Lebrun trajo a ella sus ban- a título de anterior ocupación, y con complicidad
didos, que hoy se llamarían socialistas, para poner aparente de esta última Nación.
en práctica la orgía del espíritu de aquel novelista Los ultrajes hechos a la soberanía de la Repú-
licencioso”. T. XXIII, 1849, p. 136. blica Argentina por un cónsul y un comandante de
buque de los Estados Unidos, cohonestados por un
islas del Paraná ministro de esta Nación, y la negativa final de este
“En las islas del Paraná, nunca faltaron sauces a discutir el asunto y ofrecer reparación del agra-
para determinar con sus troncos de punta los cuatro vio con indemnización de los daños, es el primer
ángulos del rancho, amén de dos que designarán la hecho de los que a su ejemplo repitieron más tarde
entrada sin puerta. En Bellisla o Isolabella, que ha las naciones europeas con las nacientes repúblicas,
escogido por morada el general Sarmiento, hay un atropellándolas con la fuerza y enajenándoles jus-
paralelogramo de doce varas de largo, formado, so- ticia. Pero no sería este el cargo más grave que ha-
bre piso realzado contra mareas, por añosos y retor- bría que hacer a la diplomacia norteamericana, y
cidos sauces, de dos cuerpos, o crecimiento distinto, por el que debiera dar una reparación su gobierno,
en su propio tronco. Divísase el grupo negro desde sino el de la pérdida de las islas Malvinas, poseí-
muy lejos formando a guisa de una montaña. Mira- das en justo título por la España durante cuarenta
dos cada uno desde la base, vese descender desde su años, y por la República Argentina durante vein-
copa una canaleta, de madera destruida, habiéndose te; puesto que fueron fuerzas norteamericanas las
hecho la corteza viva del resto de la planta, labios que las despoblaron, y las doctrinas del ministro
gruesos. Como tronase mientras se tendía un tol- Baylies las que indujeron a la Inglaterra a apode-
do de rayas rosadas, que ocupa el espacio interior rarse de ellas”. T. XXXIV, 1866, p. 156.
de aquel salón, el director de la maniobra mandó “Con estos antecedentes que indico lo más
salir inmediatamente a los obreros, explicándoles sumariamente posible, y que pueden ser modifi-
que cada acanaladura de aquellos antiguos sauces cados por otros más latos, creo que he demostra-
era nada menos que el surco dejado al descender a do que esta es la ocasión oportuna para levantar
tierra un rayo, haciendo los elevadísimos sauces de a la América del Sur de la postración en que la
atrae-rayos para provocar las descargas eléctricas de tienen la fuerza y las pretensiones de las grandes
las nubes”. T. XLII, 1885, p. 137. potencias europeas trayendo a juicio aquellos ac-
tos que falsearon desde su origen la doctrina de
Islas Malvinas no colonización, y ajaron el respeto a la sobera-
“Consecuencia de la insólita gestión hecha por nía de las Repúblicas.
un agente norteamericano de los presumibles dere- Mi opinión sería que se me autorizase para exi-
chos de la Inglaterra a la posesión de las islas Mal- gir del gobierno de los Estados Unidos:
vinas, fue que esta Nación que las había espontá- 1º Saludar la bandera de la República Argentina
neamente abandonado sesenta años antes, hecho en desagravio de las ofensas que le infirieron.
a un lado el principio, y segura ya de que los Es- 2º Condenar explícita y específicamente la con-
tados Unidos, comprometidos por las doctrinas ducta y doctrinas del cónsul Slacum y comandante
de Baylies, no incluían las islas adyacentes en los Duncan, sometiéndolos a juicio si viviesen.
continentes americanos en la declaración de Mon- 3º Declarar contrarias a los principios procla-
roe, volviese sobre la doctrina de no colonización mados por su gobierno las doctrinas de derecho de
iniciada por Canning, y proclamada por los Esta- gentes sostenidas por Baylies, y condenar sus actos.
dos Unidos, y se apoderase de las islas Malvinas, 4º Pagar a la República Argentina ... millones de
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para llegar a un resultado conocido, el poder. Mal archipiélago en América. [...] En el saqueo de las
hacen los que quisieran vindicar a Maquiavelo ciudades los libros eran objeto de codicia para el
de haber reducido a gramática la inmoralidad soldado, y el más glorioso trofeo que de la con-
y el crimen; peor todavía los que le imputan la quista de Nápoles, Milán o Florencia llevaban a
invención ni la justificación de las reglas que da. España o a Francia, eran pergaminos roídos y ma-
Tengo para mí que la moral en sus aplicaciones al nuscritos por descifrar”. T. V, 1847, p. 230
gobierno de las sociedades humanas, no pertenece
a las verdades reveladas, sino a las conquistadas Italia. Venecia
por la civilización. [...] “Todo ha muerto en Venecia, menos la policía
El pobre Maquiavelo escribió en el Príncipe lo inquisitorial que la continúa el Austria. ¡Cuántos
que creían y practicaban los hombres más justifi- sustos hemos pasado al entrar en aquella prisión,
cados de la tierra entonces, desde el papa hasta el aquella penitenciaría subdividida por canales!
último juez de paz; desde el inquisidor mayor en En Florencia nos había sorprendido el grito de la
España, hasta Pizarro y Valverde en el Perú. La república francesa, que daba señales de vida con
moral y la justicia aplicada a la política es de pura la aparición del primer tomo de los Girondinos
invención moderna, y debemos de ello holgarnos que acaba de publicar Lamartine, el primero de
sobremanera, aunque queden todavía por acá y por la República por Michelet, el otro de Luis Blanc.
allá ramplones atrasados, que hacen el príncipe de Yo había comprado la obra de Gioberti Del pri-
Maquiavelo con un candor digno de todo elogio”. mato degli italiani. [...] Al llegar a la aduana de
T. V, 1847, p. 228. Venecia, en el ferrocarril mismo leía yo aquellas
valientes páginas del abate italiano; que des-
Italia. Florencia II pertaba el sentimiento latino, como un vínculo
“Cada una de las ciudades italianas ha tenido y como una corriente galvánica para volver a la
su rol importante en la larga tarea de crear al mun- vida la Italia adormecida. Un veneciano hubo de
do moderno. [...] Florencia es la que le enseñó a ver lo que leía, y con muestras de pavor indeci-
leer sus autores antiguos, y la historia no presenta bles: ma, il Gioberti! me decía; usted va derecho a
empresa más noble ni más devotamente seguida. una cárcel. [...]
Los libros de Grecia y de Roma se habían perdi- Tomando cada uno de nosotros debajo del
do casi todos, y apenas se conservaba el recuerdo brazo un volumen de los prohibidos, nos pre-
de lo pasado en la memoria de algunos eruditos. sentamos impávidamente en el resguardo para
Boccaccio, Petrarca y el Dante pasaron su vida en el registro de los equipajes; andábamos los tres
desempolvar pergaminos o papiros, de entre tras- juntos, listos para pasarnos de uno a otro el libro;
tones y antiguallas abandonados en los conventos. y gracias a este ardid, Gioberti, Lamartine, Mi-
Una vez señalado aquel camino, la ciudad de Flo- chelet y Luis Blanc hicieron su entrada triunfal
rencia, sus sabios, sus Médicis y sus comerciantes, en Venecia. [...]
se lanzaron por el mundo en busca de manuscri- Si añadimos los catorce siglos de Venecia a los
tos. Asombra aquel movimiento apasionado de un doce de Roma, tendremos una república que ha
pueblo entero para reunir el tesoro, desde tantos durado veinticuatro siglos sin interrupción, por-
siglos disperso, del saber antiguo. El hallazgo de que no ha de llamarse tal, el que una ciudad o un
las cartas de Cicerón o de un Quintiliano comple- pueblo transmigre con sus ideas de gobierno de un
to, causaba más emociones en el público que un punto del suelo a otro. Mataron esta república Co-
poco más tarde el descubrimiento de un nuevo lón y Bonaparte, dignos instrumentos para destruir
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el último resto de Roma, que había iniciado por las de ser parte de la sociedad política en que gozan
artes, la navegación y la industria, el mundo mo- de mayor suma de felicidad que en el país de don-
derno, basado exclusivamente en el trabajo y en la de salieron. Nosotros por el contrario necesitamos
ciencia que lo dirige y ensancha. hacer valer esta patria, común, y no admitiremos la
Los antiguos pueblos católicos han estado dis- tutela de la Patria Italiana, para pensar”. T. XXXVI,
puestos siempre a admitir la generalización del 1887, pp. 182-183.
principio a las cosas del gobierno. Si ha de ase-
sinarse a los herejes, quemarlos, exterminarlos, Italia en la Argentina II
negarles justicia, violar para con ellos todas las “La causa de que la masa de la emigración ita-
formas, ¿por qué no ha de hacerse lo mismo con liana, no obstante su diligencia y trabajo asiduo,
los que perturban el reposo público y atacan al medre poco, como lo muestra la estadística co-
Estado? [...] Una usurpación de poder cometida mercial, está en que no viene preparada intelec-
por unos nobles con exclusión de otros, trajo la tualmente para el trabajo del espíritu que es el que
revolución: la revolución legítima sofocada trajo combina y ve lejos un provecho. De ahí viene que
el Consejo de los Diez por un mes; el Consejo se se libra de preferencia a las pequeñas industrias, a
prorrogó por el terror, y seiscientos años de crí- la horticultura en lugar de la agricultura extensi-
menes no bastaron para remediar el error come- va, al comercio de detalle, de abasto, de provisión
tido entonces. Usted presiente sin duda que estoy diaria que da de qué vivir, pero que mata y enerva
haciendo aplicaciones a mi país. ¿Pero cómo ce- la inteligencia.
rrar los ojos a la vista de esta semejanza tan nota- Esto proviene de la mala y atrasada políti-
ble, que hace que se repita en América el mismo ca prevalente todavía en Italia, como en España,
hecho, por las mismas causas que en Venecia? Lo como aun en Francia cuesta vencer. No hay escue-
armaron con el poder absoluto, con el poder de las públicas en las campañas sobre todo. No hay
cometer crímenes espantosos, sin acordarse de sistema nacional, abandonadas las que existen a
que no es cosa fácil arrancar después el arma fatal las municipalidades con sus pobres recursos y su
de las manos de un necio furibundo”. T. V, 1847, falta de espíritu moderno. El que salga a las cam-
pp. 233-236. pañas de Buenos Aires sobre todo, verá que hace
ya treinta años no hay aldeas sin escuelas, edificio
Italia en la Argentina I y enseñanza de primer orden, y son los paisanos
“La Italia, patria de italianos en Europa, está y extranjeros residentes los promotores de todo
bien donde la Providencia la ha colocado; y como progreso a este respecto. Ese espíritu no ha pene-
sociedad, como historia, como gobierno libre (hoy) trado en el mediodía de Europa”. T. XXXVI, 1887,
tras doce siglos de desintegración y conquistas ex- pp. 223-224.
tranjeras, es digna del alto puesto que tiene en el
mundo moderno. italianos
Lo único en que pudiéramos diferir de sus po- “Los italianos empezaron a proveer de cónsules
líticas es el empeño de algunos diarios en América, y duunviros a las grandes ciudades, de generales a
escritos en italiano, de hacernos italianos aquí, y los ejércitos, a la sombra de aquel emperador corso,
mirar todo con el prisma italiano, ensalzando las en lugar de monjes a los conventos; y el sentimiento
cosas de allende los mares, que repetidas aquí, de la unidad italiana ha venido despertándose has-
tienden a deprimir esta América en que viven y ta que el más ilustre y más noble de los condottieri,
moran sus autores, a fin de retraer a los emigrados Garibaldi, la hubo hecho práctica. Los italianos ac-
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tuales están enormemente preocupados en Europa Unidos que en instrucción común, gobierno,
de conquistar un puesto honorable en el comité de maquinaria y riqueza están más adelantados que
las naciones, y se extiende hasta nuestras playas la la Inglaterra.
manía de ser nación italiana, en los que habiéndo- Los italianos de Buenos Aires que influyen en
se alejado de la Italia por no hallar siempre en ella la opinión de sus compatriotas, propenden a crear
condiciones favorables a la existencia, han perdido una escisión entre argentinos e italianos y lo lo-
la ocasión y el título de influir legítimamente en los grarían, si sus hijos, que no han de usar el italiano
destinos de su país”. T. XXII, 1883, p. 177. como lengua hablada, no estuvieran de por medio
para traerlos a la razón. Es de tener lástima de las
italianos en la Argentina I cegueras humanas, cuando bajo la vicepresiden-
“El honorable Mancini conffesa apertamente «que cia del italiano Pellegrini se habla del odio que los
si el Parlamento no acude con medios adecuados, argentinos tienen a los italianos, como si fueran
el sentimiento de la italianidad se irá debilitando más argentinos y no italianos los que han sido expul-
y más especialmente en las Colonias de Oriente». sados del Consejo de Educación de la Unione e Be-
¿Cómo es, pues, que esos mismos italianos neficenza, por aconsejar que se les deje a sus hijos
en Buenos Aires profesan otros sentimientos, llamar pan al pan y majaderos a los que lo sean”.
y cuidan de dar instrucción italiana a sus hijos, T. XXXVI, 1887, pp. 258-260.
llamándolos beneméritos el ministro «por el
vivo interés que toman de no omitir nada, para italianos en la Argentina II
aumentar y hacer cada vez mejores sus institutos, “No hay una colectividad italiana, a no ser que
que redundan no solo en honor de la colonia, haya otra colectividad francesa, otra colectividad
sino de toda la nación»? Tiene razón a abbastanza el alemana, y no hay razón por qué pedirle a un
señor ministro de ponerlos de modelo y ejemplo a subsecretario de una nación nueva en el trato de
los de Buenos Aires y Montevideo para todos los gentes, sobre todo si son éstas menos fuertes, que
italianos del mundo, sin excluir los de la península conozca el papel de tales colectividades en nuestro
en cuanto a instrucción primaria; pero el ministro país. En la pública manifestación de simpatía de
está demasiado lejos para comprender fenómeno la ciudad de Buenos Aires por la emancipación
tan raro, como el de una colonia que está más de los esclavos del Brasil, algunos simpatizantes
adelantada que la madre patria, aunque esta sea quisieron incorporarse a la procesión precedidos
la ley de las colonias, cual se ve en los Estados de banderas particulares que pretendían ser la de
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Colección Idearios Argentinos
Italia, Francia, etc., pero la policía negó el paso gratuita la instrucción primaria y poniéndola por
a aquellos cónsules o ministros de su país de base de sus instituciones, han salido del mundo
nacimiento que pretendían ser expresión de la antiguo para entrar en el de los prodigios moder-
colectividad francesa o italiana. nos. Los hechos corresponden a la teoría. La mayor
¿Vendría una nación a decirnos que sostendrá difusión de la educación ha dado la supremacía
con todos sus medios el derecho de cada uno de política a la Alemania; los Estados Unidos se han
usar su bandera, como de fundar escuelas italianas? puesto a la cabeza del mundo moderno, y nuestra
Uno de los órganos italianos en Buenos Aires, República, profesando sus doctrinas, no se queda
decía de nosotros que estamos en el Mezzo Evo, atrás en América. El gobierno italiano ignora lo que
en materia de instituciones, ignorando que lo poco pasa en Buenos Aires, porque los ojos italianos que
que queda en el mundo de la media edad es el co- lo contemplan tienen las legañas de su vieja educa-
nato científico y artístico de los gobiernos, y su in- ción que les impide ver claro.
diferencia por la educación del pueblo. Así la Espa- Sería lamentable que tuviésemos una conquista
ña, la Italia y casi toda la América del Sur se hallan normanda por causa de tener escuelas para todos,
en el Mezzo Evo; mientras que la Alemania, la Ingla- y que cambiáramos de lengua, precisamente por
terra, la Suecia, los Estados Unidos, en América, el haber enseñado a leer a los italianos, que vienen
Río de la Plata, declarando universal, obligatoria y sin saber”. T. XXXVI, 1888, pp. 296-297.
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jesuitas y cuáqueros
“El jesuitismo, como institución política, es al
catolicismo lo que los cuáqueros son al protestan-
tismo: el principio elevado a la segunda potencia.
Tal es el sentimiento del individuo en el cuaque-
rismo, que establece la guía moral para todos los
actos, en la conciencia del individuo, en la luz inte-
rior que lleva consigo; de manera que no se some-
terá a autoridad, uso o práctica en la tierra, si no
está en armonía con los dictados de esta concien-
cia debidamente consultada. Tal es el sentimiento
de la sociedad, de la anulación del individuo ante
la autoridad en el jesuita, que el resumen de sus
constituciones está refundido en aquellas terribles
palabras del fundador: perinde ac cadaver! La obe-
diencia pasiva a la voluntad directiva sin la más
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Colección Idearios Argentinos
leve modificación de parte de la voluntad del in- ser adoptado por todas las naciones a un tiempo, las
dividuo. Los cuáqueros produjeron la Pensilvania; condena al aislamiento, a la pobreza y a la barbarie.
las misiones no dejaron tras sí rastro duradero. Pero la más horrible y pavorosa de las refutaciones
Aplicado su sistema a la civilización de salvajes, de esta utopía está en los resultados prácticos que
verdaderos menores, sus teorías de gobierno pa- produjeron en la parte del globo en que tales doctri-
triarcal y protector merecen disculpa ante la severa nas se ensayaron. Los colonos hubieron de morirse
crítica de la historia. Pero sus principios y sistema de hambre el día que faltó la autoridad tutelar para
de gobierno, sacados de su aplicación inmediata, llamarlos a toque de campana al trabajo. Faltando
se reprodujeron bajo una forma terrible y ruinosa los jesuitas faltó el alma, la vida a aquellos cadá-
en la tiranía del doctor Francia, la más espantosa veres vivientes que habían hecho de los hombres;
de las consecuencias de esa aspiración a subordi- pero la doctrina no se perdió, sí se perdieron las po-
nar las opiniones del individuo, los apetitos y pa- blaciones que se proponía hacer florecer. El doctor
siones de la naturaleza, a la autoridad que rige la Francia la recogió, y la aplicó a las colonias españo-
sociedad. Las misiones y la posterior tiranía del las. Por medio de las crueldades más horribles, por
Paraguay en el mismo sitio, y sobre los mismos la muerte de sus concolegas en el gobierno, por el
hombres, estaban fundadas sobre esta misma base; espionaje, llegó a reducir también a la obediencia
el individuo cuyo tutor era el Estado era nada; el perinde ac cadaver al Paraguay: durante treinta años
pecado estaba entre la categoría de los delitos y los de tiranía él fue juez supremo, obispo, legislador y
crímenes, y solo se diferenciaba por el grado de las soberano absoluto de las vidas, de las conciencias,
penas. El individuo no debía poseer nada o poco en castigando con las mismas penas los crímenes, los
propiedad, y esto limitado por leyes suntuarias: la pensamientos, los usos, y hasta las afecciones; pero
producción se hacía en común, presidida por el Es- ¡qué penas, qué refinamientos de crueldad, de ven-
tado, para bien del Estado, y según lo dispusiesen, ganza, de odio, de barbarie! Fue el comerciante
ordenasen y presidiesen las autoridades. A esta ex- único, el comprador y el vendedor universal, fijan-
traña innovación política acompañaba un sistema do la autoridad el precio de las mercaderías. Era
económico común a Fenelon y a Rousseau, cuyo el fomentador de las artes para bastarse el país a
axioma es bastarse a sí mismo. Así el algodón era sí mismo. Para complemento, en fin, de la teoría,
sembrado, hilado, teñido, tejido y confeccionadas secuestró el Paraguay al contacto del mundo: mató
las telas en el seno de la colonia: las herramientas en el individuo el sentimiento de su espontanei-
y utensilios debía producirlos la colonia, sin consu- dad, y presentó el espectáculo de un pueblo que
mir artículos manufacturados que no fuesen la obra dejaba de vivir, de caminar, de hablar, cuando un
de sus manos. El malogrado Bastiat ha hecho una cañonazo se lo ordenaba. Este pueblo estaba arma-
luminosa crítica de este sistema económico, que, a do, sin embargo. Las consecuencias fueron que el
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doctor Francia murió de vejez, y sus súbditos lo [...] Bástanos a nosotros leer una bula de un
ignoraron tres días después de su muerte; que el Papa del siglo XV, para saber cuál era la posición
Paraguay fue embrutecido, empobrecido y de- social de los judíos de España. «Que ningún judío
gradado a tal punto que muerto Francia nada ha pueda ser médico, cirujano, tendero, droguero (bo-
cambiado de su estado antiguo; apoderándose del ticario), proveedor (pulpero), casamentero (escri-
gobierno el primer pasante, y colgando al mismo bano) ni tener otro oficio público por el cual haya
que le dio la noticia de la muerte del Dictador”. T. de entender en los negocios de los cristianos; ni las
XVI, 1852, pp. 29-30. judías ser parteras, ni tener amas de criar cristia-
nas, ni los judíos servirse de cristianos ni vender a
judíos en España estos, ni comprar de ellos algunas viandas, ni con-
“A la época más o menos que se suprimían en currir con ellos a ningún banquete, ni bañarse en el
España los derechos de la defensa y garantías con- mismo baño, ni tener mayordomos, ni agentes de
tra procedimientos arbitrarios, se obtenía en Ingla- los cristianos, ni aprender en las escuelas de estos
terra del rey Carlos II, católico como los católicos alguna ciencia y oficio».
reyes de España, el escrito de habeas corpus, por el Todas las funciones sociales de la vida están
cual nadie puede ser retenido en prisión sin orden comprendidas en esta obra de la envidia de curan-
del juez competente. Tres siglos y medio debían deros y de menestrales bárbaros contra la raza que
transcurrir para que, en nuestro país, por declara- los sirve y educa. [...]
ciones parciales del derecho, y más tarde por las La expulsión de los judíos, al mismo tiempo que
declaraciones y garantías que proceden y limitan la España conquistaba la América, ha impedido
nuestras Constituciones, se restableciesen aquellos que Cádiz, la antigua y soberbia Gades de los feni-
derechos naturales al hombre, asegurados al pue- cios y cartagineses, no hubiese sido el Londres de
blo por el derecho romano y a los españoles por las nuestra época, por la acumulación de los caudales
Partidas de don Alfonso el Sabio, y de que fueron de las Indias orientales y occidentales, como sucede
despojados por la perversidad de un cardenal de hoy con la Inglaterra que es la caja de depósito y de
España autor de la Inquisición, y confesor de una ahorros de todos los acaudalados del mundo, bus-
mujer sin discernimiento que gobernaba la monar- cando allí cobrar la menor usura posible, el uno por
quía, exaltada por los más pasmosos triunfos, tales ciento anual a veces, como lo quería el Papa igno-
como la toma de Granada que reunía en sus manos rante, y obtenía, por resultado de las trabas puestas
toda la España, y la feliz empresa de Colón que do- al sistema bancario de los Rothschild de entonces,
taba de un mundo entero a las coronas de Castilla que el interés del dinero subiera al dos y al seis por
y de Aragón. ciento mensual y al ciento por ciento al año; pues lo
¿Cuál era la situación de los judíos en España, que baja la usura es la abundancia de la oferta, y la
a la época del descubrimiento de América? La mis- garantía y seguridad del prestamista”. T. XXXVII,
ma que tienen conquistada, hoy en Londres, los 1883, pp. 114-116.
Rothschild, los Cahen y tantos otros en el resto de
la Europa como Disraeli, Crémieux; en las letras y judíos y árabes en España
ciencias el poeta Heine, Boerne, y en las bellas ar- “La incorporación de un pueblo conquistado al
tes Meyerbeer, Halévy, Mendelssohn, Offenbach, que lo subyuga se hace tan lentamente que el gobier-
la Rachel, la Sarah Bernhardt, etc.; que hacen que no de España, en el siglo XV, pudo todavía apartar
los judíos sean tenidos por los etnólogos como real- de la sociedad católica a las razas hebrea y árabe,
mente un pueblo escogido. que se habían impuesto por el comercio y la usura la
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primera, por la invasión y la conquista la otra, desde esperanza de adquirir, lo segundo por el temor de
ocho siglos antes”. T. XXXVIII, p. 176. perder. Las probabilidades de incendio y de sacar-
se una lotería son perfectamente iguales”. T. XII,
juego. Lotería 1856, pp. 26-27.
“Errores de una moral que tiene siempre la
desgracia de extraviarse en sus aplicaciones han justicia I
hecho en algunos países abolir la lotería pública. “[...] La justicia es la forma visible del derecho,
Las masas trabajadoras derrochan infaliblemente y la justicia, debidamente administrada, concluye
cuanto llega a sus manos, cuando no tienen una por familiarizar a cada hombre con la idea de sus
aspiración. Esta es una verdad pasada a axioma. deberes y de sus derechos, y con la idea del derecho
La lotería pública satisface la más alta de las nece- es con lo que los hombres han definido lo que era
sidades del espíritu, la esperanza aunque remotí- licencia y tiranía. [...]”.T. VIII, 1853, p. 77.
sima de ser feliz, esperanza que sin ella abandona
para siempre el que solo gana un salario. La lo- justicia II
tería pública es una suscripción voluntaria de un “«No conozco justicia política». Vélez Sársfield.
pueblo entero de a dos reales cada uno, para crear Yo sí que conozco. La justicia humana rodeada
una fortuna que no existía, y que una vez acumu- de todas las formas, seguida con todos los trámi-
lada rara vez se disipa. «Cuidad de los peniques, tes que el derecho romano estableció hace dos mil
dice el adagio inglés, que las guineas se cuidarán años, y que las naciones civilizadas han perfec-
ellas mismas». cionado hasta hacer que el reo León Rosas venga
La lotería en fin, sin la violencia febril de los desde el extranjero a buscar protección contra la
juegos de zar, mantiene el espíritu alerta meses calumnia en el seno de los tribunales de su patria.
enteros, aguardando un resultado, e introduce Esta es la justicia política. La justicia que cesó en
por la primera vez en el pensamiento la idea de Roma cuando los asesinos pagados por Marco An-
contar con el porvenir. El vulgo nada espera, esta tonio pudieron clavar impunemente la lengua de
es su desgracia. Yo no trepido en aconsejar el res- Cicerón en la tribuna de las arengas. La justicia
tablecimiento inmediato de la lotería pública, para que desapareció con Tiberio y Nerón, que solo
destinar sus provechos a fomentar la instrucción existieron porque los tribunales habían perdido
primaria. Si hay quien repute inmoral el más me- su fuerza. La justicia de Francia, Quiroga, Rosas,
tódico, menos apasionado, y más pausado juego, Urquiza desnudaron de todas las formas de proce-
la llamaríamos contribución impuesta a la pasión so, defensa y sentencia, lo que entregó la sociedad
del juego, para extirparla por la educación. Para maniatada a los esbirros del poder. La estatua de
muchedumbres ignorantes la lotería es una caja la justicia, velada en la República Argentina veinte
de ahorros. En La Habana y el Brasil los esclavos años, ha sido descubierta, y a sus pies han rodado
primero se privan del sueño que de guardar una las cabezas de los asesinos en que se apoyaron los
peseta para la lotería. Libertarse es el pensamiento caudillos para sostener su política. Hay, pues, jus-
de toda la vida. En los Estados Unidos, en Buenos ticia política, no la que se propone castigar el pen-
Aires, o Montevideo, Lima, etc., todos los blancos samiento, las ideas, los actos mismos emanados
pagan esta contribución mensual al acaso, como de ella, sino la que educa al pueblo, restablece la
pagan los propietarios el seguro de sus casas, para moral perdida y muestra en el horizonte incierto
estar a cubierto de un mal posible. Tan inmoral del porvenir el castigo de los crímenes”. T. XV, 1853,
es lo uno como lo otro; lo primero se hace por la pp. 202-203.
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justicia III
“A la tradición, a la costumbre inmemorial se ha “Errores de una moral
seguido la ley; y con la ley en la mano, la discordia, la
codicia y el fraude han penetrado por los canales, em- que tiene siempre
boscándose en las encrucijadas a aguardar a su vícti-
ma, el poseedor de buena fe, pobre gabacho que nada la desgracia de extraviarse
sabe de lo que sale de las formas de la propiedad en
las sociedades civilizadas”. T. XXVI, 1856, p. 38. en sus aplicaciones han
justicia. hecho en algunos países
Designación de jueces
“La justicia humana no ha podido proceder sino abolir la lotería pública”.
por ciertas formas exteriores. El soberano ha cuida-
do que el juez sea letrado, es decir, que haya hecho
veinte años de estudio sobre las leyes y el derecho,
para que esté en estado de decidir las cuestiones de
derecho; y en los países civilizados no se admite que litigios. Aun para la nulidad y la injusticia notoria
el juez sea recibido sino después de una larga prácti- ha puesto por regla formas exteriores visibles al
ca. Para indagar la verdad ha sido preciso proceder ojo, sin necesidad del juicio del hombre”. T. XVIII,
por formas exteriores, y en todos los casos ha proce- 1858, pp. 155-156.
dido el legislador de muy distinto modo de lo que le
aconsejan al Senado que proceda. Se ha procurado justicia y aislamiento
siempre que los pleitos no se prolonguen. Las leyes provincial
de todas las naciones han dado a la injusticia pro- “[...] Así pues, la administración de justicia na-
nunciada por el juez, fuerza de acto legal y han lla- cional está destinada a curar las inmundas llagas del
mado a todo el poder de la sociedad a sostener esta aislamiento y de la oscuridad provincial, y estable-
injusticia. La primera ley que han dado las socieda- cer un vínculo de unión que ligue a unas provincias
des es que las sentencias pronunciadas por jueces entre sí, y a todas con la capital; a llevar una antor-
nombrados por los usurpadores, por los tiranos, por cha que alumbre en los ángulos más secuestrados
los conquistadores queden firmes y valederas, no del territorio, descubra, denuncie y cure; a prestar
obstante la ilegalidad del título del juez. [...] amparo a todos los derechos oprimidos en cada lo-
Dos sentencias conformes hacen cosa juzgada, calidad y cuyos clamores quedan sofocados por la
cualquiera que sea la injusticia de la sentencia. Dos violencia misma que los arranca; a difundir, en fin,
testigos contestes hacen prueba, si son intachables. por todo el territorio las luces que están acumuladas
Los Tribunales Superiores están obligados a librar en el foro de Buenos Aires y de Córdoba, llevando a
ejecutorias sobre sentencias de tribunales inferio- todas partes las prácticas, formalidades y garantías
res no apeladas, sin entrar en la naturaleza del jui- de la administración de justicia, extirpando los abu-
cio. Las sentencias injustas dan los mismos dere- sos, uniformando los procedimientos, y creando el
chos que las sentencias justas. conjunto de usos, derechos, y autoridades que solo
[...] En todos estos casos el legislador ha sacri- constituyen una nación y aseguran la libertad de
ficado la justicia intrínseca a la necesidad de man- sus moradores, como su prosperidad y engrandeci-
tener la paz de los hombres y poner término a los miento”. T. VIII, 1853, pp. 76-77.
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lago Alvear
“El domingo era tan brillante el golpe de vis-
ta que presentaban los alrededores y avenida del
Lago Alvear, que creemos no lo presenta igual
Lacio Hyde Park, con lo más selecto de la fashion de
“Virgilio creó para los troyanos sin patria un Londres. Si no fuera que los equipajes afectaban
Edén en el Lacio, para que la descendencia del estar de paso para Palermo y detenerse un mo-
hijo de Príamo viniese a fundar a Roma, que esta- mento, las damas de gran tono habrían tenido
ba destinada a conquistar el mundo, y La Eneida es como cosa de poco gusto estar sentadas en ca-
la historia de esta peregrinación en que Eneas con rruajes en presencia de los centenares de señori-
sus troyanos atraviesa mares desconocidos, don- tas de la primera clase que habían ido a pie (cosa
de lo detienen tempestades y naufragios, y en tie- inaudita y no vista), como pudo verse al regreso
rra pueblos hostiles que los combaten, montañas por la calle Bella Vista, que formaban dos líneas
escarpadas que le cierran el paso, desiertos en que sin interrupción de gentes a pie y una de carrua-
la sed, el hambre y los padecimientos cansan al fin jes en el centro sin descontinuarse hasta entrar
a sus compañeros. La vida transcurre en medio de más adentro de la ciudad. Verdad es que el frío
estos trabajos sin fin, y cada vez que desalentados, era tónico para cortar el aire, como que son dis-
vencidos por tantos y tan inauditos sufrimientos tancias más cortas que la de la Luna a la Tierra,
los troyanos desesperan de sus destinos, les decía y la del Lago Alvear hasta Buenos Aires, Palermo
el héroe, así se va al Lacio, y al fin llegan al Lacio está muy lejos todavía, pero llegaremos un día”.
por ese camino. Los compañeros de Eneas es el T. XLII, 1883, p. 118.
pueblo, el camino son las vicisitudes, el Lacio es la
grandeza romana creada en los siglos de fatigas y lagos
de luchas”. T. XXVI, 1856, p. 14. “Toda la cuestión argentina, pues, se recon-
centra en esa lucha entre la ciudad de Buenos Ai-
La Gaceta. Prensa oficial res y Lagos. El general Urquiza desaparece osten-
“Después del Times, no hay diario que circu- siblemente, al menos, de la escena. Su nombre no
le más que La Gaceta; todos los buques que salen figura sino como incidente; el iniciado Congreso
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mismo pierde su posición culminante, y se ano- de partida para los posteriores acontecimientos.
nada ante aquella cuestión suprema. Lagos triun- Para los unos la sublevación de Lagos es un ele-
fante, será preciso ver qué hombres, qué princi- mento de organización general de la República;
pios, qué intereses se levantan con él en Buenos para otros es una de esas empresas de ambicio-
Aires. Triunfantes las instituciones civilizadas en nes oscuras que aprovechan de la ignorancia, su-
Buenos Aires, veremos qué influencia tienen so- misión y obediencia de la chusma embrutecida
bre la marcha del directorio, del Congreso y de para conquistar el poder absoluto. Para nosotros
la opinión en las provincias. Sobre esta lucha, ini- es síntoma de males que menos han de buscarse
ciada por el coronel Lagos, con lo que él llama las en las cuestiones políticas del momento que en
masas de las campañas, nos detendremos tam- causas profundas que se ligan a la propiedad, a la
bién nosotros, como que es el comienzo de una industria y al estado moral de los pueblos. [...]”.
de las nuevas fases de la revolución y el punto T. XV, 1852, p. 82.
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Las Heras. Candidatura veces que las creyó no ya vencidas, sino disipadas.
“El general Las Heras podía traer al gobierno lo Pero al fin ahí están. Es preciso, pues, no hacer del
único que para su consolidación necesita, que es el gobierno un terreno fingidamente neutral, porque
poder práctico, que emana de la capacidad perso- no se hará más que preparar luchas, para tener de-
nal, del prestigio de un nombre, para organizar la rrotados.
frontera; pues a los ojos de todos está que hay algo [...] Si el general Las Heras fuese una utopía, era
que falta a nuestros ejércitos, y una influencia que sin embargo la utopía del hombre de Estado, para el
pese sobre la opinión a fin de construir una obra, gobierno que reclama Buenos Aires hoy –frontera,
que ha de tomarse por los cimientos, puesto que cuestión nacional, reposo de los partidos– estable-
todos los sistemas han fallado hasta hoy. Necesí- cimiento definitivo de los principios conquistados
tase al frente del gobierno un general que esté por ya, y prestigios históricos para el orden interior, y
su prestigio incuestionable más arriba de nuestros las contingencias exteriores. Paz o Las Heras son
generales, a fin de que preste sin perturbación del los nombres que vienen indicados”. T. XXV, 1857,
Estado, todos los servicios que aún puede rendirle. pp. 221-222.
Necesítase al frente del gobierno un hombre en ma-
terias de frontera que imponga a las hablillas po- Lavalle I
pulares que desmoralizan todo con sus apariencias “Aplaudo su celo por la memoria del general
de razón. Cuando el general Paz tomó a su cargo Lavalle, pero cuídese usted de hacer del Bayardo,
la defensa de Montevideo, nadie se permitió tener o del Cid argentino, un Napoleón o un Aníbal, en
opinión sobre la manera de triunfar. [...] cuanto a estrategia. El romancesco Lavalle será más
Las ideas que han triunfado en marzo, en julio, glorioso con los defectos peculiares de su carácter
en febrero, en Buenos Aires necesitan no segurida- que con las cualidades de un general cortado por el
des, sino reposo. El gobierno del señor Obligado, el padrón de Paz, que tuvo otros defectos como hom-
general Urquiza, los restos de los hombres de Ro- bre público.
sas, y aun los hombres públicos que han creído de- No he tomado mis opiniones sobre el general
ber transigir con los intereses, personas o preocu- Lavalle de los escritos del general Paz; y si en las
paciones del momento, han recibido durante cinco páginas que usted cita hay conceptos que mues-
años esa lección latente que dan los sucesos. Esas tren identidad de manera de ver, lejos de debilitar
ideas imperan al fin, desmoronando a su paso, mi convicción, la corroboran con la autoridad de
cuanto se les opone. Que cada uno recapacite las un maestro tan competente, pues en Civilización y
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lectura IV
“Y en efecto, que nada encontramos más difí-
cil que enseñar a leer bien, como nada es más raro como que de su perfección depende el buen éxito
que encontrar personas que sepan hacerlo con de las aplicaciones. Como el reglamento prescri-
perfección. No sabíamos decir quién entre noso- be hacer ejercicios de maestros una vez en el año,
tros pudiera ser profesor de lectura. Y sin embar- ha de presentarse vez, en que reunidos muchos
go, de la perfección en la lectura depende, para maestros pueda hacerse un certamen de lectura, o
nosotros, la civilización de un país. Conocemos emprender antes un ejercicio rápido de ella. Para
muchos médicos y abogados; personas instruidas cuando el caso llegue, y aun para las escuelas, ha-
entre nosotros rarísimas, porque son pocas las remos algunas observaciones de práctica que no
que tienen el gusto y la pasión de la lectura. Leer carecen de interés.
bien, hacerse escuchar, y escucharse a sí mismo, La dificultad de leer depende de la falta de ejer-
es un arte tan grato como lo es la ejecución de un cicio de los ojos, como la dificultad de ejecutar en
instrumento. La prensa periódica ha mejorado a el piano una pieza que conocemos depende de la
este respecto la condición de todas las sociedades falta de agilidad y disciplina en los dedos para obe-
cultas, ofreciendo pábulo y motivo para la lectura decer a nuestra voluntad, en el momento y con la
frecuente en público. precisión requerida.
Creemos por ahora excusado introducir en la Se aprende a leer, pues, leyendo mucho, para
escuela normal una cátedra de lectura, pues es ya vencer esta primera dificultad, pues queda aún
bastante que el nuevo director haga leer con fre- otra que proviene de la inteligencia más o menos
cuencia a los alumnos maestros, haga extirpar los completa de la materia que se lee, y esta no se ven-
vicios de pronunciación, las entonaciones falsas, ce sino con la instrucción. Ahora nadie lee con gus-
la afectación pretenciosa, y tan variados defectos to cuando la lectura deja de ser un trabajo moles-
como se descubre en el ejercicio de la más difícil to. De aquí resulta que la mayor parte de los que
de las artes. Pero sí recomendaríamos a los visi- han aprendido a leer no leen, porque para hacerlo
tadores de escuelas, hacer leer en su presencia a necesitan vencer dificultades de ejecución que los
los maestros e inculcarles la idea de la supremacía mortifican. Por ejemplo: Una persona bien ejerci-
de este ramo de enseñanza sobre todos los otros, tada en leer abraza con la vista un renglón entero
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libros de referencia. En las provincias de uno y otro cias en el gusto, o en el conocimiento de las lecturas
país, sucede peor; de manera que puede asegurarse que llaman la atención del mundo.
que la inteligencia del hombre está paralizada en Sin salir de las novelas, Pérez Galdós, español
América en cuanto a atesorar datos y conocimien- que ya se hace traducir en otras lenguas por sus pin-
tos, hasta la adolescencia; principiando entonces a turas reales de las costumbres internas de España, en
moverse, atraída primero y casi exclusivamente, relación a sus ideas tradicionales, está representado
por lecturas de ficciones, de cuentos fantásticos que por 151 pedidos. Es poco para autor tan moderno.
excitan su imaginación, como el espumoso cham- Julio Verne, el inventor de la novela científica-
pagne nos alegra un momento, dejándonos caer mente absurda, pero de un interés y gracia inimita-
enseguida al mismo estado en que nos encontró, si bles, como su inmortal viaje a la Luna, o la Vuelta
no es con un dolor de cabeza más. al Mundo en 80 días, no está representado sino por
¿Qué deducción sacaríamos de la comparación 300 pedidos”. T. XXII, 1883, p. 139.
de la clase de alimento intelectual que reclama el “La generalidad de los habitantes de Alemania
público en las cuatro ciudades comparadas? es educada, lo que le da una generalidad con apti-
Una muy triste para nosotros, y es que la masa tud para leer e interesarse en las cuestiones que la
de la población nuestra –pues no hemos de con- crítica suscita.
tar la parte selecta que hace estudios profesiona- Las ediciones se hacen en número reducido de
les– está en los comienzos de la vida intelectual, ejemplares; pero un admirable sistema de gabine-
leyendo casi exclusivamente novelas y literatura tes de lectura, porque no son bibliotecas, hace pasar
fugitiva, con escasísimas incursiones en el campo un mismo ejemplar por las manos de centenares.
de la historia y de las bellas artes. Las cifras son Los libros alemanes tienen poca irradiación en
irrefutables. Lo más notable es que los niños de Europa; pero las ideas que contienen pasan luego a
las escuelas de la ciudad de Kansas tienen la inte- otros idiomas por la traducción o la adaptación. Este
ligencia más desenvuelta que nuestros cerebros, movimiento intelectual nos llega tarde”. T. XXII,
pidiendo más historia, más ciencia, más literatu- 1883, p. 144.
ra. ¿No será este un indicio de que la mente po-
pular del pueblo norteamericano está más desen- lectura VI
vuelta, más nutrida de nociones y de datos que la “Estoy persuadido de que leyendo mucho se
de otros pueblos, de manera que el niño sabe más ciega al fin el abismo de ignorancia en pueblos tan
que el adulto nuestro, y pide nutrición más ro- poco educados como los nuestros. Hoy las ciu-
busta? Ya lo he hecho notar antes; nuestros niños dades son como diccionarios, como sordomudos
no leen en general, ni bueno ni malo, lo que hace hablando sin embargo a los ojos por signos, por
perder seis años o más de la vida para atesorar, letreros, por carteles y demás vehículos de pu-
si no es que deja el hábito para la edad adulta de blicidad. Son tan fáciles los medios de aprender
buscar en otros excitantes y otros estímulos la ab- a leer, que creo que dada la vulgarización que la
sorción de las actividades y horas superfluas de prensa hace de los conocimientos humanos, ad-
la existencia. quirir el hábito de leer desde temprano es de suyo
Otros datos más nos van a dar más severas entrar en el portal de la ciencia. Pero no se enseña
lecciones en cuanto a sondear la profundidad de suficientemente en las escuelas. Salen los niños a
la casi hereditaria falta de lectura”. T. XXII, 1883, completarse fuera, y costándoles trabajo, no leen
p. 134. con placer y acaban por no hacerlo habitualmen-
“Ahora principia la enumeración de deficien- te”. T. XXII, 1883, p. 168.
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enseñando el modo de empezar a leer, sin que la de leerlas, o no le interesan por su contenido serio y
lectura entre en las costumbres, en las necesidades fuera de propósito en aquel caso. Los métodos mo-
diarias de las poblaciones. Pero siempre habrá mu- dernos han remediado a esta dificultad, redactando
cho que inculcar sobre la dirección que debe darse libros especiales para la enseñanza. El inglés los tie-
a sus esfuerzos”. T. XXVIII, 1853, p. 157. ne admirables, pues siendo monosílabas, o bisílabas
la mayor parte de sus palabras, ofrece una facilidad
lectura X admirable para narrar toda clase de historias al al-
“Como elemento de educación no creemos que cance de la infantil inteligencia”. T. XII, 1854, p. 272.
haya ninguno que tanto favorezca su desarrollo,
como el arte de leer que conduce al placer de leer. lectura. Concursos
El niño sale de la escuela o aburrido de libros “Nosotros propondríamos al gobierno y a las
que han agotado su paciencia, o bien titubean- municipalidades de las ciudades y villas estable-
do, como se dice, y mascando las palabras. Para cer certámenes públicos de lectura en las ciudades,
este la lectura es un trabajo como cualquier otro para artesanos y para niños. Bastarían a sostener-
manual, de que huye, porque el goce de apren- los algunos premios designados por el gobierno.
der, de conocer algo nuevo, está acibarado por la Nuestra idea es la siguiente, por ejemplo:
molestia de ir luchando con las dificultades y el En todas las escuelas hay un cierto número de
desabrimiento de las repeticiones, enmiendas y alumnos que leen con cierto grado de perfección.
sambardos”. T. XXVIII, 1878, p. 225. Instituyendo premios a la buena lectura, pueden
reunirse en un solo punto los que quieran optar
lectura XI a ellos en épocas determinadas bajo la dirección
“La escuela, pues, cuando no produjese más de sus preceptores. Los niños leerían en los libros
resultado que ejercitar en hora temprana los ór- que una comisión les presentase, libros de lecturas
ganos de la inteligencia, subordinando un poco amenas, o graves, o dialogadas o en verso. Leerían
las pasiones, sería un modo de cambiar en una el mismo trozo de una comedia, por ejemplo, los
sola generación la capacidad industrial del mayor que quisiesen mostrar su perfección. [...]”. T. XII,
número, como su moralidad y sus hábitos. Está 1854, pp. 273-274.
probado, fuera de toda duda, que el saber leer
es motivo de producir más y mejor en las fábri- lectura.
cas. Cómo se produce el fenómeno sería materia Diversidad de idiomas
de conjetura; pero el fabricante no se engaña: las “¿Habrá en Buenos Aires cinco mil personas
mujeres que no saben, leer ganan diez céntimos, que gusten de leer, ya sean nacionales o extranje-
las que saben treinta pongo por caso, y la que ha ros, jóvenes o viejos, niñas o varones? Cinco mil
enseñado a leer, cuarenta, haciendo la misma obra copropietarios a ciento cincuenta pesos anuales
al día”. T. XXX, p. 125. harán la respetable suma de setecientos cincuenta
mil pesos anuales, que en diez años harían siete mi-
lectura. Adecuación llones, empleados en libros para solaz, instrucción
“Nada hay más pernicioso que dar a leer libros y estudio de cinco mil familias, o veinticinco mil
cuyo sentido se escapa a la mente poco ilustrada del personas; poseyendo al fin la misma suma que in-
niño, como era absurdo antes enseñar los primeros virtieron, lo que no sucede con una caja de cigarros
rudimentos de la lectura con las oraciones cristianas habanos que valen el doble y se van en humo, o la
que de ordinario sabe ya de memoria el niño antes audición de dos óperas que vale otro tanto.
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Lejos de ser un obstáculo la diversidad de las no son la combinación de nuestro espíritu. Medios
lenguas de los habitantes de Buenos Aires, será éste auxiliares de educación popular, pero que acusan
un nuevo estímulo y una razón más para la forma- nuestra vergonzosa impotencia y nulidad, son la
ción de una biblioteca general. obra de otros; es la cultura ajena que desborda de
Así como no hay interés en que cada parroquia su país natal y entra ya por nuestras casas, nuestras
tenga una bibliotequita de los libros ya leídos, no calles y nuestros campos. Enseñemos pues a leer
hay razón de conveniencia para que haya una bi- esos caminos de hierro, esos telégrafos eléctricos,
blioteca italiana, otra para franceses, otra para in- esos vapores, que así como las obras de la naturale-
gleses, pues cada uno de los círculos tendrá siem- za narran la gloria de Dios, así ellos van narrando,
pre necesidad de leer lo que en otras lenguas se por todos los países de la tierra, la gloria y el poder
escribe. Basta para el común de los hijos del país, de las naciones que han cultivado la inteligencia, y
que le sean provistas las más frescas obras en su prodigado los medios de conocer y participar del
lengua; pero son millones los que pueden leer en caudal de luces que ha atesorado la humanidad”.
otros idiomas vivos, y se darán por muy bien servi- T. XXX, p. 126.
dos si no siendo pronto traducidas, las tienen a su
alcance desde que se publican. lectura. Material diverso
Lo que necesitamos es generalizar las bibliote- “El primer error que suele cometerse al esta-
cas, dotar a cada capital, ciudad, villa, aldea, de un blecer una biblioteca pública es elegir libros dema-
repertorio, y tesoro de libros. [...]”. T. XLVII, 1877, siado serios, de profundo saber. Es ocioso colectar
pp. 35-37. libros para que el pueblo lea y después quejarse de
que no lee. El único medio eficaz es proveerse des-
lectura. Libros de el principio de los libros que se sabe gustan al
“¿Pero dónde está el libro que ha de leer cuando común de los lectores; que después se irá haciendo
haya aprendido a leer, el libro que ha de iniciarlo en lo posible para manejar el gusto de las lecturas. La
las cosas de la vida? Este libro no se hará esperar. La mayor parte de los que leen son jóvenes que bus-
agricultura necesita libros, la guerra necesita de li- can entretenimiento y excitación, o gente trabaja-
bros, la cría de ganados necesita de libros, la escuela dora que necesita solaz y placer. Para los que no
necesita de libros, y hasta la creencia religiosa, difun- leen es de desear que se forme el hábito de leer, y la
dida hasta hoy por la tradición oral, necesita ya de costumbre de leer es más indispensable que la ma-
libros. Enseñemos a leer, a leer bajo todas sus fases, teria de la lectura, porque es indispensable y previo
con toda la posible preparación para leer con fruto requisito; y para formar la costumbre se ha de pro-
(la geografía es elemento de lectura, la aritmética es porcionar lecturas fáciles que es leer lo que gusta y
leer, el dibujo lineal es objeto de lectura como la es- –estímulo a leer– que después de adquirirla vendrá
critura misma), y cambiaremos los destinos del país, lo que requiera mayor contracción y esfuerzo.
sustituyendo al pueblo que han dejado promaucaes, Hoy día por fortuna las novelas que tanto aside-
españoles y araucanos, inepto para el progreso, un ro daban al celo, aun exagerado, de los moralistas
pueblo capaz de seguir al mundo industrial moder- han dejado de interesar con sus crímenes y violen-
no en la rápida marcha que lleva. Estos vapores que cias, sucediéndoseles una literatura que se propone
agitan las aguas de nuestras costas no son la obra propagar los conocimientos científicos, como las de
nuestra; esas manufacturas que nos visten no son la Julio Verne, y los libros de Figuier y tantos otros.
hechura de nuestras manos; esos caminos de hierro Lecturas ociosas, como dicen, deben proveerse,
que ya penetran hasta el pie de nuestras cordilleras sin embargo, a la generalidad de la gente, y esto
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someter a los rayos del cielo, [...] este hombre debe intermediario entre la criatura y el Creador, y
estar en los altares de la humanidad, ser mejor que nivelando la sociedad en una hermandad uni-
Santa Bárbara, abogado contra rayos, y llamarse el versal”. T. XXXVII, 1883, p. 154.
Santo del Pueblo”. T. III, 1850, pp. 130-131.
lecturas
lectura de la Biblia “La experiencia ha demostrado, y las observa-
“A fin de que todo buen cristiano leyese la Bi- ciones que antes hemos hecho lo explican suficien-
blia, se procuró enseñar a leer a todo hombre y mu- temente a nuestro juicio, que el simple conocimiento
jer, de donde debía nacer la igualdad ante la razón, de la lectura y escritura no solo no es un medio de
o la democracia científica de nuestros tiempos. La instrucción para el pueblo, sino que el limitarse a es-
otra se obró en los ánimos de los primeros lectores tas ramas elementales, no alcanzando por sí mismo
de las Santas Escrituras”. T. XXXVII, p. 148. a despertar idea alguna, deja en su estado natural de
"Los puritanos imprimieron a su época un ca- ignorancia la mente de los niños, pues que no adquie-
rácter especial. Eran no solo hombres que pensa- ren al mismo tiempo otras nociones generales que
ban, sino que sentían con toda la intensidad del los pongan medianamente al corriente de los libros,
pensamiento. [...] Antes de desembarcar en Amé- no pueden comprenderlos y se arredran por tanto de
rica, se ligaron con un pacto en que estipularon su lectura. La historia y la geografía son por lo gene-
solemnemente entre sí formar un cuerpo político ral la tela en que están estampadas la mayor parte
para su mejor protección y arreglo, y constituir de las ideas de los libros populares, los diarios y las
órdenes, leyes, ordenanzas, constituciones y em- demás publicaciones usuales; la gramática explica
pleos que de tiempo en tiempo juzgasen necesa- la textura del discurso, y la ortografía la manera de
rios para el bien general de la colonia; y este ex- producirlo por los signos representativos de la escri-
traordinario documento ha sido mirado siempre tura; de manera que el conocimiento de esta ciencia
como el principio fundamental de las libertades viene a ser parte integrante de la lectura y escritura,
modernas”. T. XXXVII, 1883, p. 152. que no pueden practicarse con perfección y prove-
“Si los puritanos debían hacer de los faraones cho sin tener nociones generales de aquellas partes
víctimas expiatorias, los cuáqueros estaban prepa- accesorias. Hablamos de la instrucción popular, y a
rados mansamente para el martirio, sin provocarlo. este fin solo se referían nuestras observaciones. No
Eran, bajo la inspiración de Fox, una sociedad de se comprende suficientemente cuántos cuidados
hermanos que se debían protección y ayuda efectiva; deben prodigarse para que los niños adquieran las
que trataban de tú a sus hermanos los reyes y no se ideas necesarias para poder leer con provecho. Los
quitaban el sombrero ante ellos, aunque inclinasen vicios introducidos en las escuelas, el tono monótono
dulcemente la cabeza para no ver tanta majestad. No y odioso adoptado en la lectura, el leer por leer, sin
matarían a un semejante suyo, y las leyes de todos conciencia y sin otro objeto que el trabajo mecánico,
los países han tenido que doblegarse ante el cuáque- hacen más males a la cultura del pueblo que la falta
ro que no jura, pero que cumple siempre lo que pro- de escuelas y escasez; porque estos obstáculos, na-
mete y no ha mentido jamás; y no disparará un fusil cidos de la incuria de los maestros, vienen a hacer
en la guerra, no porque se dispare en presencia del inútiles los esfuerzos ya hechos, y a esterilizar la se-
enemigo, sino porque, no reconociendo enemigos milla de la instrucción arrojada en los libros que caen
entre sus semejantes, no va jamás a la guerra. en sus manos, y que la lectura natural, fácil y correcta
[...] Iban más adelante todavía que los puri- no reanima, volviendo al calor de la vida la palabra
tanos, negando títulos y funciones a todo clero muerta que contienen los caracteres de un libro. «Por
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lecturas morales.
Franklin. Smiles
“La lectura útil, moral, debe comenzar por el
Arte de hacer fortuna, escrito por Franklin y adap-
tado a nuestra juventud por un escritor chileno.
Después de eso o antes, el libro que recomenda-
ría para ser el libro clásico de las escuelas, sería el
Deber de Smiles, que ha traducido el general Ma-
yer. Hay gentes que hablan siempre de la moral,
como cosa que puede enseñarse en las escuelas.
No sabiendo bien lo que quieren, la truecan por
la religión, que debe ser, dicen, la enseñanza; y
como no están más entendidos sobre este punto,
entregan la educación a hermanas de caridad, que
abandonan a los enfermos cuyo cuidado ejercían
como profesión.
Estoy sin embargo hablando de gente trabaja-
dora, de los que van a ser obreros y salen del cora-
zón del pueblo, porque aquel sistema de institucio-
nes de moral por religión, por cofradías, no ha de
entrar en la fábrica de azúcar.
La moral humana se ha enseñado en todos los
siglos por medio de ejemplos de sus manifestacio-
nes más notables. La tradición heroica, el Cornelio otros ideales que el heroísmo, o el ascetismo; y
Nepos que traducían todos los estudiantes, las Vi- nuestra sociedad principia por Robinson, pasa
das de Plutarco, que educaban príncipes, como el por Franklin, y tiende a concluir en una serie de
Telémaco de Fénelon, daban la educación política libros, de los cuales el Deber que ha escrito el in-
y social de nuestros padres. El Flor Sanctorum era glés Smiles forma como el prontuario y catálogo
otra enciclopedia de moral cristiana, propuesta a de todas las acciones morales que han ilustrado
la imitación de los fieles, como los varones ilustres a algún mortal en todos los países, en todas las
de Grecia y Roma a los ciudadanos. Hoy tenemos religiones y todos tiempos.
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nacimiento, toda valla puesta al desenvolvimien- federales argentinos, pues que, creando la repre-
to de la capacidad individual. El comercio y la sentación local, consagró la soberanía provincial.
industria han puesto en manos del primer adve- ¿Pueden destruirse estos hechos y esas institucio-
nedizo los dones de la fortuna, que distribuidos nes después de más de treinta años de existencia?
entre muchos tenedores han contrabalanceado la ¿Qué se le sustituye? El Congreso en Buenos Ai-
influencia de la hereditaria propiedad territorial; res sin legislatura provincial sería Buenos Aires
los grados militares acordados al más valiente o al en el Congreso. Congreso y legislatura no pueden
más hábil, han debilitado y oscurecido el prestigio existir sin que la Comuna de París declare traido-
de los títulos de nobleza; los caminos abiertos en res a los convencionales. En 1818 el Congreso fue
todos los pueblos cultos al genio o al talento, con puesto en prisión por la población de la capital.
la facilidad con que puede adquirirse la instruc- El presidente actual de la Confederación no pue-
ción y otros caracteres especiales que distinguen de venir a Buenos Aires sin traer al debate y al
la época en que vivimos de las ominosas que han conflicto recuerdos, prevenciones, animosidades
precedido, lograrían al fin fundir las sociedades inútiles y peligrosísimas.
modernas en una clase homogénea, en la que pue- Luego la capital no puede ser donde la Consti-
da el hombre sin tropiezo elevarse al rango que su tución federal la ha señalado, ni hoy, ni más tarde;
capacidad natural, su actividad o su inteligencia pues que más tarde habrá intereses más locales y
le deparen”. la influencia de su población será mayor”. T. XVI,
“Difundir las luces en todas las clases de la so- 1855, p. 235.
ciedad es la empresa de nuestro siglo, y sin darse
cuenta de los fines adonde pueda conducir este Legislatura y ejecutivo
desenvolvimiento de la razón de todos, y las nue- “La soberanía del pueblo es la base de la Consti-
vas formas que cuando se haya conseguido reves- tución, y la elección, expresión de esa soberanía, el
tirá la sociedad y la distribución de la propiedad origen de los poderes de la Legislatura, que no lo es
y la riqueza, todos los hombres, todos los gobier- tal, sino en virtud del ejercicio de aquella franqui-
nos que están bajo la influencia de las ideas domi- cia, que es anterior a su existencia.
nantes, trabajan sin cesar en la realización de esta [...] ¿Es por ventura el derecho del pueblo a ele-
grande obra. Los gobiernos representativos, como gir una concesión que la Constitución o la Legisla-
los que aún revisten las formas despóticas, en los tura hace al pueblo de donde ambas emanan?
Estados Unidos como en Francia o en Prusia, riva- Otro principio de derecho resuelve la cuestión
lizan de celo por ayudar a la mejora intelectual y más claramente. La Legislatura tiene por objeto de-
material de la clase más numerosa de la sociedad. liberar, y nada entra en sus atribuciones que salga
No parece sino que la Providencia ha difundido su de este terreno, salvo los pocos actos judiciales que
espíritu que impulsa a las sociedades modernas y ejerce en cosas que atañen a su propio cuerpo. ¿Es
las hace marchar por un camino que nadie prevé materia de deliberación el derecho de elegir? ¿Pue-
claramente adónde conduce”. T. X, 1842, p. 9. de ella mandar ejecutar las leyes?
Precisamente de ahí parte la atribución del Eje-
Legislatura porteña cutivo para mandar practicar elecciones donde no
“La creación de la Legislatura en Buenos Aires se han practicado. El objeto de su creación es hacer
es el primer paso que dio formas constitutivas a cumplir las leyes, y una elección no regularizada,
la federación que el instinto de la montonera había es una ley no cumplida, que deja un derecho no
creado en los hechos. Rivadavia es el jefe de los ejercitado”. T. XXV, 1856, p. 133.
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las virtudes republicanas, y Quintana el oráculo de maestros los que corrompen el idioma, son las
las ideas liberales”. T. XLIX, 1882, pp. 305-306. madres, y al seno de la familia, de donde el mal
sale, debía llevarse el remedio. El niño aprende
lengua I a hablar remedando los sonidos, la acentuación
“[…] Mas en una sola cosa difieren los nuevos y aun lo que por acá llamamos tonada, de los
Estados americanos, y en esta sola cosa se descubre que lo rodean. En vano el pedagogo ha de decir-
una facción nacional, en rudimento, en embrión; le no se dice vía mía sino vida mía, porque luego
pero que ya sirve a caracterizarlos. Hasta el idioma volverá al regazo materno donde oye a su mamá
que a todos los Estados es común se ha doblegado repetirle vía mía, y para él su madre sabe más
a las nuevas exigencias de los pueblos; se llama re- que todos los maestros juntos. Si en las grandes
cado en unas partes, apero en otras, montura aquí, ciudades se nota que el habla es más correcta,
avío más allá. ¿Algún lector testarudo creerá haber es porque las mujeres sin saber gramática y de
adivinado la tal cosa? ¡Qué locura! T. I, 1841, p. 6. puro presumidas han aprendido a hablar me-
jor”. T. I, 1842, p. 152.
lengua II
“Sabido es que cada reino de España, cada sec- lengua IV
ción de América, y aun cada provincia de esta, tie- “[…] Los hombres son más cabeza dura y más
nen su pronunciación particular, su prosodia espe- abandonados. Las niñas enmiendan una palabra
cial, y que hay modismos y locuciones que han sido desde que le conocen el defecto, con la misma faci-
adoptados por cierto departamento, cierto lugar, lidad que reforman un buen vestido desde que la
cuyos habitantes se distinguen por estas especiali- moda ha pasado. […]”. T. I, 1842, p. 152.
dades. No andaría muy errado quien atribuyese es-
tas degeneraciones al aislamiento de los pueblos, a lengua V
la falta de lectura que les haga corregir los defectos “De todos modos la idea es útil y el medio de
y errores en que incurren y que, sancionados por el corregir el defecto acertado. La gramática no se ha
hábito, carecen de una conciencia que los repruebe hecho para el pueblo; los preceptos del maestro
y los corrija”. T. I, 1842, p. 151. entran por un oído del niño y salen por otro, se le
enseñará a conocer cómo se dice, pero ya se guar-
lengua III dará muy bien de decir cómo le enseñan; el hábito
“Con poca razón achaca Fernández de Herre- y el ejemplo dominante podrán siempre más. Me-
ra a los maestros el descuido y la poca afición jor es, pues, no andarse con reglas ni con autores,
que tienen a honrar nuestra lengua. No son los así es malo, de este modo es como debe ser, la noticia
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cunde por la ciudad o la aldea, se conversa sobre francés, Voltaire, Fenelon, Montesquieu, Racine,
ello, se dice del libro que dice cómo debe decirse; Chateaubriand, y ahora Hugo”. T. IV, 1843, p. 101.
habla mal uno y le salta al hocico otro con el copo,
se arma una disputa, se consulta el libro, y si al- lengua VIII
guno de los literatos litigantes se lleva un par de “Hay castizo que sabe medir por escrúpulos el va-
puñetazos, apostaríamos la camisa que en su vida lor y propiedad de las palabras, que en prueba de ello
se olvida de cómo debe decirse. Este es el camino”. llamará venerandos los labios de un pobre hombre,
T. I, 1842, p. 153. de cuya boca no han salido sino malas palabras, de-
safiando a Hermosilla a que tache la frase, en cuanto
lengua VI a concordancia gramatical, y hay gramático que ha
“Los idiomas vuelven hoy a su cuna, al pueblo, pasado su vida corriendo carreras en San Luis o Cór-
al vulgo, y después de haberse revestido por lar- doba, que osa corregirle y rechazarle los manuscritos
go tiempo el traje bordado de las cortes, después de diarios a aquel, que por lo menos sus detractores
de haberse amanerado y pulido para arengar a los le reconocieron siempre, ser el primer diarista de la
reyes y a las corporaciones, se desnuda de estos América. ¿Viose audacia tal?”. T. XXIX, 1866, p. 91.
atavíos para no chocar al vulgo a quien los escritores
se dirigen, y ennoblecen sus modismos, sus frases y lengua IX
sus valientes y expresivas figuras”. T. I, 1842, p. 159. “En la República Argentina es todavía más
apremiante que en las demás la necesidad de hacer
lengua VII de nuestra lengua el vehículo común para la difu-
“Un idioma es tanto más perfecto cuanto más sión de los conocimientos. Por el número de diarios
usado ha sido para expresar mayor número de en cada idioma puede estimarse el número de ha-
ideas, cuanto más fijo está el significado de las pala- bitantes que no hacen uso o pueden prescindir de
bras, cuanto más elaborado está el pensamiento del la lengua nacional, y esta prescindencia habrá de
pueblo que lo usa, cuanto más progresos ha hecho tomar creces alarmantes con el tiempo, llegando a
la inteligencia que de él se sirve para desenvolverse. reducir el uso de la lengua a las tramitaciones judi-
Los escritores filósofos, es decir, los que han pensa- ciales”. T. XXXV, 1884, p. 254.
do mucho y con exactitud en un idioma, los que han
desenvuelto una ciencia en todas sus ramificaciones lengua. Academias
y detalles; los que han creado un sistema de princi- “Cuando los idiomas, romances y prosistas en
pios y de deducciones, son por lo general los verda- su infancia, llevaban el epíteto de vulgares con que
deros modelos clásicos de un idioma. En el francés el latín los oprimía, se formaron esas academias
son reputados tales Bossuet, Bufón (vayan los del que reunieron e incorporaron la lengua nacional
Mercurio tomándoles el peso), Rousseau, que no era en un vocabulario que ha ido creciendo según
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que se extendía el círculo de ideas que represen- cuyo reposo no alteraron en dos siglos los hechos
taban. En Inglaterra nunca ha habido academia, y exteriores. Los ingleses han tenido que admitir las
no obstante ser el inglés el idioma más cosmopo- palabras yanquis en su diccionario, como Salvá in-
lita y más sin conciencia para arrebatar palabras corporó en el de la lengua castellana muchas pala-
a todos los idiomas, no ha habido allí tal babel ni bras americanas”. T. XLIII, p. 177.
tal babilonia como el Quídam y Hermosilla se lo
temen. En Francia hay una ilustrada academia de lengua. Educación
la lengua; pero a más de que se ocupa de asuntos “La manera de transmitirme las ideas habría
más serios que recopilar palabras, su diccionario hecho honor a los más grandes maestros. Llevába-
no hace fe, y muchos hay, escritos y publicados sin mos un cuaderno, con el título de Diálogo entre un
su anuencia que son más abundantes de frases y ciudadano y un campesino, que siento haber perdido
de modismos, y que por tanto son más populares. no hace mucho tiempo. Era yo el ciudadano, y sa-
Otro tanto sucederá en España cuando sea más biendo la gramática castellana y comparando con
barata la impresión de libros, y aun ahora empie- ella la latina, me iba enseñando las diferencias. De-
za a suceder”. T. I, 1842, p. 159. clinaciones distintas de las de Nebrija servían de
tema, y al estudio de las leyes de la conjugación, se
lengua. Argentinismos seguía el de los verbos regulares formados por mí
“La actividad intelectual de este hombre no sobre los radicales. De mis preguntas y de sus res-
podía contenerse en los límites ya extensos en que puestas, íbase de día en día engrosando el diario,
se ejercitaba, como médico, como paleontólogo, [...]”. T. III, 1850, p. 54.
como militar por incidente. Su larga residencia en
las campañas, su contacto con la vida del campo, lengua. Fonética.
la cría de ganado y los gauchos errantes, que son Ortografía
como un complemento de aquella existencia in- “Los hispanoamericanos ignoran que en España
termediaria entre la civilización y la vida del todo se sonríen cuando los oyen decir azado por asao, que
salvaje, le hace notar las palabras que se ha inven- es hoy la pronunciación recibida, habiendo en ese y
tado el paisano, el criador de ganado, el jinete de otros pocos casos, en los principios en ado, destruc-
la pampa para representar nuevos objetos, nuevas ción o eliminación de sonidos, como en las finales de
necesidades y actos, que no trae el diccionario de la las palabras francesas”. T. XXVIII, 1877, p. 231.
lengua castellana. “Por este lado interesaría a la enseñanza pri-
Estas palabras las repetimos todos, rodeo, man- maria simplificar nuestra ortografía hasta hacer-
guera, toldo, madrina, sin parar mientes en que enri- la corresponder estrictamente a los sonidos de la
quecen o alteraran la lengua de los conquistadores, lengua hablada. Mucho tiempo, molestia y confu-
y afectan nuestro modo de pensar. No encontraba sión se ahorraría a los niños, ganando en sencillez,
el hablista cubano Mantilla galicismos como se racionalidad y verdad la escritura; pero, lo repe-
pretendía en el Facundo que debía reimprimir, pero timos, esta innovación debe ser precedida, o por
sí modismos antiguos o anticuados de la lengua y el buen uso, o por un movimiento de opinión que
americanismos que no podían suprimirse, como venga de las altas regiones del espíritu nacional.
bagual, gaucho, baqueano, sin alterar el sentido. Los Sabemos por la experiencia de las pasadas tenta-
modismos resultaron venir en línea recta desde los tivas, las irritaciones que excita en el vulgo de los
tiempos de la conquista hasta los presentes, en po- que escriben el querer tocarles su semi-sapiencia en
blaciones aisladas, dejadas en puntos apartados, y tan insigne bagatela; y pudiéramos ir a la guerra
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de perpetuar sus lenguas respectivas en el país, tomar el humilde puesto de aprendiz, y en España
con lo que tendríamos, andando el tiempo, rea- como en América se ve forzado a sufrir la influen-
lizada la Babel de la Biblia, aunque allí sucedió cia de los idiomas extraños que lo instruyen y lo
como una maldición, para dispersar a los hom- aleccionan”. T. I, 1842, p. 156.
bres y no para reunirlos.
En Buenos Aires el egoísmo, que se reviste del lengua española II
nombre de patriotismo al estado crónico, está ensa- “¿Qué es hoy el idioma español? Es por exce-
yando este contrasentido en escuelas italianas y ale- lencia el idioma de traducir, y la célebre jeremia-
manes particulares donde los padres se empeñan en da de Larra, lloremos y traduzcamos, es la expresión
que sus hijos no sean de este ni de ningún país. más lacónica de la sentencia a que condenaron al
Trabajo inútil que durará la primera genera- pensamiento español los temerarios que se encar-
ción, o algunos años, y se refundirá en el fondo garon en otro tiempo de hacerse una civilización
común de la lengua general que los penetra por aparte”. T. IV, 1843, p. 19.
todos los poros, y les hace olvidar lo artificial que
quiere comunicárseles. lengua española III
El mayor mal que pueden hacerle a sus hijos esos “Dos naciones habían puesto la mano, acaso
padres obstinados en creerse miembros de algún sin pensarlo, en esta obra de reconstitución de un
pueblo que abandonaron, es quitarles del corazón, mundo nuevo, la Inglaterra y la España.
el amor al país donde nacen, o hacerles egoístas, La Inglaterra sigue su obra por su lengua, que
insociables e ineptos para elevarse moralmente, y ocupa ya un tercio del globo habitable, por sus ins-
hacerse amar, y aun mandar y dirigir a los otros tituciones libres, que han invadido o resisten todos
que es una de las propensiones humanas. ¿Creen los pueblos civilizados, por su industria, que pone
aquellos buenos alemanes que sus hijos americanos en movimiento gran parte de las fuerzas de la espe-
han de ir a Alemania a inscribirse en el landwher, y cie humana. Los Estados Unidos ingleses llevan en
servir siete años en el ejército alemán? su seno el porvenir del mundo por la libertad, por
Como eso es imposible, lo que en el fondo les la riqueza, por su prodigioso engrandecimiento.
enseñan es a vivir si pudieran de contrabando en Tocole a España dar su idioma a medio mun-
su propia patria, no teniendo en realidad patria al- do, y sus reyes pudieron decir que el sol no alcan-
guna. Esto es inmoral”. T. XLI, 1879, p. 104. zaba nunca a ponerse en sus dominios. Pero su
obra era inspirada por las tradiciones de los tiem-
lengua española I pos bárbaros, y la hora de la catástrofe sonó para
“Un idioma es la expresión de las ideas de un ella en toda la tierra, y un invencible sentimiento
pueblo, y cuando un pueblo no vive de su propio de repulsión empezó a desquiciar el edificio labra-
pensamiento, cuando tiene que importar de ajenas do en tres siglos de supremos esfuerzos de dilata-
fuentes el agua que ha de saciar su sed, entonces ción y de consolidación.
está condenado a recibirla con el limo y las arenas Somos agentes y víctimas de esta maldición,
que arrastra en su curso; y mal han de intentar los que recayó sobre el habla y la civilización españo-
de gusto delicado poner coladeras al torrente, que las, y continuamos fatalmente, como impulsados
pasarán las aguas y se llevarán en pos de sí estas por un decreto del destino, a no dejar piedra so-
telarañas fabricadas por un espíritu nacional mez- bre piedra, que recuerde a las generaciones futuras
quino y de alcance limitado. Esta es la posición del dónde estuvieron los pueblos españoles”. T. XVII,
idioma español que ha dejado de ser maestro para 1858, p. 204.
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aunque en los resultados traiga estos inconvenientes no puede labrarlo, mejorarlo, poblarlo, sino en
y extravíos. El comercio se extiende, la propiedad se cierta extensión y hasta cierto grado. O lo conser-
mueve rápidamente y no es de extrañar que de vez va desierto por siempre, o lo da a inquilinos. En el
en cuando ocurran trastornos y caídas. primer caso mata a su propio país, impidiéndole
La legislación sobre quiebras no debe, pues, defenderse, poblarse y civilizarse; en el segundo
proponerse castigar las quiebras, porque son in- crea esclavos, que al principio serán colonos aco-
evitables, sino atenuar sus efectos, regularizan- modados, y acaban con la procreación por ser con
do los medios legales de esclarecerlas, estorban- el tiempo chusma pobre, degradada e ignorante”.
do, en cuanto esté a su alcance, no que el que no T. XXIII, 1855, p. 214.
tenga capital no gire, porque no está en su mano “¿Qué regla debe seguir para distribuir la tie-
hacerlo, sino mandando que se llenen las forma- rra? Ponerla al alcance del trabajo, y substraerla, al
lidades requeridas por las leyes vigentes, sobre salir del poder del Estado, en cuanto sea posible,
los libros y otros medios de comprobación”. T. X, al capital; porque el trabajo de cada uno le dará
1844, pp. 42-43. valor cultivándola, mientras que el capital tomará
grandes extensiones para explotarla sin trabajo.
ley de tierras y colonización Cuando la tierra está labrada, el capital ejerce sus
“Quien dice ley de tierras dice colonización, po- funciones de aumentar los valores”. T. XXIII, 1855,
blación; quien dice inmigración dice ley de tierras. pp. 214-215.
Son dos cosas relativas. Antes de tener inmigra- “¿Quién era Rosas? Un propietario de tierras.
ción, podíamos pensar en tener exclusivamente cu- ¿Qué acumuló? Tierras.
bierta de ganado la campaña; pero hoy que acude ¿Qué dio a sus sostenedores? Tierras.
aquélla, y que necesitamos que acuda en mayor nú- ¿Qué quitó o confiscó a sus adversarios? Tierras.
mero, necesitamos ir eliminando paulatinamente la Habrá quien medre con estas dádivas; pero el
campaña, para distribuir la tierra, en lo que es del país en que tal suceda será por siempre desgracia-
dominio del Estado, entre esos millares de pobla- do”. T. XXIII, 1855, p. 215.
dores, que nos ahorran tiempo, y que nos permiten “Fortuna y casualidad ha sido el que el año 1855
resarcirnos en pocos años, de tres siglos perdidos no nos hubiésemos encontrado con todo el Estado
de colonización lenta, vagabunda y sin ocupación, de Buenos Aires poseído por particulares, en las
ni cultivo de la tierra”. T. XXIII, 1855, p. 213. proporciones de campo de estancia. Todo ha de-
“La tierra no puede ser poseída en común. Los pendido de que Rosas hubiese estado de buen hu-
comunistas no han ensayado hasta hoy sus siste- mor un día y firmado las escrituras que le presen-
mas, y los ensayos de los jesuitas en las Misiones, taban para ubicar los premios del ejército; y como
probaron que se pueden alimentar rebaños de bí- el ejército se componía de quince mil hombres y el
pedos con carne o con pan, indiferentemente, pero premio de media legua o cuatro millas, habría fal-
no formar sociedades. La propiedad de la tierra es tado terreno para ubicar lotes de premio”. T. XXIII,
la base de la sociedad, propiedad absoluta, sin 1855, p. 220.
dependencia a condiciones impuestas”. T. XXIII, “La condición esencial de la población de la tie-
1855, p. 213. rra en los países colonizantes es que la tierra sea ba-
“La tierra como instrumento de trabajo no debe rata, y los salarios subidos; y esta última condición
tener sino una extensión determinada. ¿Cuál será estando ya obtenida en Buenos Aires, con crear la
la regla de esa extensión? El capital puede abarcar otra por la ley de tierras, tendremos la más rápida
las mayores extensiones posibles de terreno; pero población imaginable, pues que a estas dos con-
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diciones deben los Estados Unidos su asombrosa principios políticos es imposible darle al gobierno
prosperidad, creándose Estados nuevos cada año, esa regla. [...]”. T. XVIII, 1859, p. 231.
en las tierras que los presentes han visto yermas y “El tratado que yo he tenido el honor de sostener
baldías”. T. XXIII, 1855, p. 221. traía una parte muy difícil, que era la cuestión de
“Esto y mejor va a hacerles oír el ministro de partido, cuestión muy seria y más grave de lo que se
gobierno, en medio de silbos, interrupciones y presenta en los hechos que nos tocan a nosotros; era
manifestaciones de las muchedumbres que no la disolución de la Federación que iba a resolverse
ven nada, y Buenos Aires dirá mañana, si mer- por una tiranía en toda la República. Administrada
ced a su abnegación, salva las tierras públicas del cada provincia por los sostenedores de la persona
desparpajo: hoy hemos amanecido ricos de ciento del general Urquiza, se pedía en el tratado que se
cincuenta millones, y el pueblo repetirá: tenemos dejase la autoridad a esos jefes, que se diese la más
setecientas cuarenta leguas de tierra que cultivar, completa amnistía; en una palabra, se pedía hacer
poblada, atravesada por caminos, que nos dará en Buenos Aires lo que se ha hecho en San Juan, que
carne barata, pan abundante y legumbres y leche es abolir toda forma de gobierno por medio del ejér-
a discreción. ¡Viva el ministro que tuvo el coraje cito, dejando imperar la voluntad sola del general
de no resentirse porque le llamen medio ciuda- Urquiza por medio de sus agentes.
dano los que estorban que haya ciudadanos sin Lo que no se obtuvo, pues, por el tratado corre
casa!”. T. XXIII, 1856, p. 229. riesgo de obtenerse por la política del gobierno. [...]
Todo el mundo ha sentido en Buenos Aires que
leyes. Partidismo. Amiguismo sus cabezas no estaban seguras, y las alarmas no
“Queremos que la ley sea rigurosa contra aque- han nacido de simples rumores, sino de un senti-
llos que tienen ideas políticas contrarias y quere- miento profundo de esta sociedad, de los peligros
mos que sea suave para nosotros mismos. Hemos que corre por la política del gobierno que tiene
querido hacer leyes para ciertos casos, y se ha he- que caminar en medio de dos fuerzas que lo han
cho aplicable a todos como son todas las leyes, se de aplastar.
ha aplicado a dos, tres, cuatro y cinco casos, y nadie Siete años de trabajo, de lucha, han creado una
había dicho nada; a todos los señores senadores les masas de hechos, de intereses, de hombres y de co-
había gustado la aplicación que se había hecho de sas, que no se echan al lado así no más, y no puede
ella. Ha llegado un caso que dicen que no les gusta crearse una fuerza nueva que los sustituya de im-
y por eso vamos a buscar las razones de la ley o proviso. Hemos visto sucesos que han debido mos-
derogarla. Pero, señores, sin la falsificación de los trar al gobierno que no era cierto que se podría crear
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una nueva opinión, una nueva base de gobierno [...]. “Las guerrillas, desde que obran fuera de la pro-
La historia de este país presenta dos fases, la cam- tección de gobiernos y ejércitos, están fuera de la ley
paña y la ciudad; y es una fortuna muy grande que y pueden ser ejecutadas por los jefes en campaña.
en Cepeda no haya sido rota nuestra infantería, sal- Los salteadores notorios están fuera de la ley de
vando así el prestigio moral de que debíamos haber las naciones y de la ley municipal, y sus cabezas
aprovechado para llevar la influencia del poder de deben ser expuestas en los lugares de sus fechorías.
las ciudades a las campañas. Son países estos, per- Este es el uso que hace, no la República más
mítaseme la expresión, muy atrasados, cuyo ade- celosa de las garantías, sino todo Estado, todo so-
lanto e ilustración está en las ciudades, y es de ahí berano, de los privilegios que las naciones se han
que es preciso ir extendiendo su acción benéfica a la reservado a sí mismas para proveer a su preserva-
campaña”. T. XVIII, 1859, pp. 248-249. ción y conservación, atacadas por quienquiera que
sea, nación extranjera, soldado, ciudadano o mu-
leyes de guerra jer, que todos pueden dañarla. «Pueden sobrevenir
“El Estado, en los crímenes que atacan su exis- tiempos, dice el constitucionalista inglés, de gran
tencia, cualquiera que la forma del gobierno sea, no peligro, cuando la conservación de todos exige el
entra en litigio con sus enemigos ante los tribunales sacrificio de los derechos de unos pocos; circuns-
creados para arreglar cuestiones individuales, sino tancias que no solo justifican sino que fuerzan al
que tiene sus leyes especiales y sus jueces que pro- temporario abandono de las formas constituciona-
ceden rápidamente y sin las formas ordinarias. Son les. Ha sido la costumbre de todos los gobiernos
aquellas las leyes militares y los consejos de guerra. durante las rebeliones, proclamar la ley marcial o
El delito está en todas las naciones bien definido, y la la suspensión de la jurisdicción civil». «La ley mar-
competencia del juez la establece el cuerpo del deli- cial, decía Webster, es la ley del ejército, y procla-
to. ¿Se ha cometido con armas del Estado con intento mada, la tierra se vuelve un campamento».
de subvertirlo? Es reo de delito militar, sea soldado, La más alta función del gobierno es dar a la socie-
paisano o mujer del complicado, porque no ha de dad garantías de reposo, a fin de que ejerza sus de-
decirse que la bala o la bayoneta en manos del paisa- rechos y desenvuelva sus elementos. ¿Habría habido
no es menos mortífera que la del soldado en servicio mal en indultar a Clavero? Era un acto legal, y podía
actual. El comandante general de armas nombrado aconsejarlo una política prudente; pero suprimir la ley
para hacer la guerra es juez de la jurisdicción que se en virtud de la cual se castigará a los futuros atenta-
le señale, cesando los jueces del crimen ordinarios dores contra la seguridad pública, declarando iguales
en sus funciones en todo lo que a la guerra concier- ante el juez al Estado con el individuo cuando de sub-
ne. Esto es así en España, en Inglaterra, Estados Uni- vertirlo se trata, es solo condenar la sangre que en su
dos, y en la República Argentina, porque allí como nombre y en el del deber se derrama”. T. VII, p. 305.
en todas partes, el soberano se basta a sí mismo para
su preservación”. T. VII, p. 302. leyes e intereses
“En el caso de ataque de fuerzas, sublevación de particulares
tropa, toma de plazas fuertes a mano armada, rige “Uno de los efectos de nuestra organización
la ordenanza militar, cualquiera que sea la condi- democrática es que las leyes corren el riesgo de ser
ción del reo. dictadas, menos por el convencimiento adquirido
En las revoluciones políticas con gobiernos y después de una práctica seguida, que por las pa-
ejércitos revolucionarios, las leyes de la guerra en- siones, intereses, esperanzas o temores que agitan
tre naciones protegen a los rebeldes”. T. VII, p. 304. el espíritu público en los momentos que preceden
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sus fariseos del templo, con el látigo del escarmien- y gobernantes, para suprimir el fraude. Las eleccio-
to, la perseverancia del que lucha por los principios nes jamás.
inmortales, la fe de los que piensan que la justicia, Ya hemos andado mucho camino; no volvamos
la verdad y el derecho triunfarán contra la iniqui- hacia atrás.
dad, la injusticia y la mentira; la fuerza y la luz que [...] La lucha está a la base misma de todas las
la levantaron de los sepulcros, y que no pueden instituciones humanas; y suprimirla, atenuarla, fal-
faltarle cuando sus enemigos eternos han doblado searla por convenios entre partes, es simplemente
ante ella ambas rodillas”. T. XL, 1879, p. 186. destruir el gobierno, y preparar el camino al arbi-
trario, a lo desconocido, o alguna monstruosidad
libertad. Riesgos sin nombre”. T. XL, 1879, p. 9.
“Las agitaciones de los pueblos libres llevan a
veces a la anarquía o las guerras civiles, y fatigados libertad de culto. Chile
de tanto malestar culpan a la libertad del mal; y un “El sábado pasado un diario de Valparaíso y un
día en hora menguada, se dice suprimamos la li- periódico de Santiago salían a la misma hora quizá,
bertad, que de ello se tiene la culpa. preocupando al público con el mismo pensamien-
Creamos así a Rosas, cansados de la libertad to. La Gaceta traía por epígrafe de sus lucubracio-
que había costado veinte años apenas de decepcio- nes, estas palabras: LIBERTAD DE CULTOS; el otro
nes y experimentos. Dejamos el camino, la huella las encabezaba con este lema: TOLERANCIA; y sin
traqueada, culpando a la huella y no a las piedras, embargo, lo que uno pedía como condición de vida,
del dolor que nos causaba caminar por senderos lo rechazaba el otro como instrumento de muerte; lo
apenas practicados. que el uno aplaude, escarnece el otro. [...]
Estos son los desfallecimientos de los pueblos La perfección de las instituciones supone para
que recorren el camino del Lacio. Las elecciones nosotros el previo desarrollo de la inteligencia y de
han traído escándalos, fraudes, revoluciones. Supri- las ideas del pueblo que con ellas se propone re-
mamos las elecciones, nos decimos, que así cesará gir. [...] Es sin duda el último grado de perfección
el escándalo. ¡Qué días felices aquellos cuando las del derecho, el libre ejercicio de nuestra conciencia
elecciones sean un simulacro caballeresco, como en en aquellas cosas que no producen actos, sobre los
los torneos de la Edad Media, en que los campeones cuales únicamente puede estatuir la ley. Pero el
se batían con armas corteses, con lanzas sin moha- ejercicio de este derecho entre nosotros, su simple
rra! ¡Cuidado! Que abandonáis el camino trillado, la reconocimiento, podría conflagrar la República y
huella áspera, pero practicada, fuera de la cual, no envolvernos en sangre, derramada sin gloria, y solo
hay sino pedruscos agudos y despeñaderos. en mengua de nuestro país, que entre trastornos y
Mejorad el camino; armaos de cascos de hierro escombros no mostraría otra cosa que el atraso de
para garantiros; pero no abandonéis jamás el viejo sus masas. ¿Y cuál sería el resultado definitivo?
y transitado sendero. Si la libertad es incómoda, es ¿Lograría establecerse ese derecho tan caro para
porque no hay libertad y seguridad: hay libertad los hombres libres? Sin duda que no; las resisten-
para los tiranuelos, que son los que hacen violen- cias populares triunfarían por el momento, aunque
cia a la libertad ajena, por la coacción o el fraude, más tarde la ley del progreso estableciese definiti-
dos modos de violar la libertad. Robustezcamos las vamente, aquel derecho tan odiado por unos y tan
libertades de todos, conteniendo por la fuerza y la deseado por otros.
ley al que intenta hacer la violencia o escamotearla; [...] Cuando las opiniones políticas toman para
robustezcamos la conciencia moral de gobernados los partidos el mismo carácter de verdad absoluta
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que las creencias religiosas, la guerra civil se hace la Libertad de Cultos que solo en Buenos Aires era
a muerte y con todo el fanatismo de las horribles reclamada. Pusieron, pues, una ley tan esencial en
y fratricidas guerras de religión. No es, pues, el la Constitución: eran ambas amarillas, y la cosa salió
cristianismo ni mucho menos el catolicismo el que negra. [...] Mientras tanto, en Córdoba se creó una
es intolerante por esencia; es el hombre, que falto inquisición, en San Juan se echó por tierra al gobier-
de respeto por la libertad ajena, propende siempre no, en La Rioja se dio principio por degollar en sus
a sofocarla, por no ver contrariadas sus propias casas a una docena de ingleses, y las hordas salvajes
ideas. [...]”. T. IX, 1844, pp. 185-187. se derramaron por toda la República, matando y
robando con una cruz y este grito: ¡RELIGIÓN O
libertad de culto. MUERTE!”. T. IX, pp. 176-177.
Conflictos
“Los hechos destruyen las leyes sociales que libertad de culto.
los contradicen; las leyes sociales no destruyen Consolidación
los hechos que son el resultado de convicciones “Últimamente vienen los acontecimientos del
preexistentes. Lo que nosotros hemos deducido de Río de la Plata y los resultados que trajo la pro-
acontecimientos de la República Argentina, que ci- mulgación de la ley que declaraba la libertad de
tábamos, es que en Buenos Aires, donde las ideas cultos. [...] La República Argentina gozaba por en-
estaban preparadas, se estableció la Libertad de tonces de profunda y al parecer inalterable paz. El
Cultos, y que en las provincias en que se proclamó comercio y la industria tomaban un vuelo asom-
como una ley, irritó las preocupaciones de la mu- broso, las instituciones liberales se habían afianza-
chedumbre, sirviendo esto tan solo de pretexto a do, la instrucción pública, la prensa [...]. La liber-
los partidos para destruir las formas gubernativas tad de cultos fue una de las primeras declaraciones
que la apoyaban. hechas por la Legislatura [...]. Al día siguiente de
[...] La alcaporrosa es amarilla: la algarrobilla hecha la declaración, empezaron a echarse los
es también amarilla; las dos separadas son amari- cimientos de varios templos de disidentes, ¡tan
llas; luego juntas, es claro que han de ser amarillas. numerosas eran las diversas congregaciones! [...].
Si el conjunto sale negro es una contradicción, una Pasó sin excitar un solo rumor de consecuencia y
monstruosidad [...]. sin resistencia alguna; y desde entonces la libertad
Así pareció, pues, a los utopistas de San Juan de cultos se estableció de hecho y de derecho, tal
en la República Argentina, que no habría conmo- como subsiste hasta hoy, sin que los diversos par-
ciones allí, como no había de haber templos protes- tidos, ni el mismo Rosas, quintaesencia de la into-
tantes, aunque declarasen para toda la República lerancia en todos sentidos, haya osado tocar esta
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institución respetada por la multitud y sostenida [...] Si la legislatura no ha exigido a los padres
por la opinión pública [...]. disidentes que hagan abrazar a sus hijos la religión
Buenos Aires estableció la libertad de cultos sin católica, ha sido respetando las conciencias sobre
más dificultad que la que aquí costará poner rever- las cuales nadie puede legislar en la tierra; y en
beros en las calles; mientras que en las provincias, verdad que el juramento exigido a un creyente de
aunque no estaban preparadas, bastó el nombre educar a sus hijos en otra creencia que la suya, tie-
solo de la cosa para levantar malvados que los en- ne todo el odioso carácter de un parricidio [...]. ¿Se
volviesen en sangre, sin provecho y sin resultados. prestaría un católico a este juramento, o aconsejaría
Porque es de tenerse presente que rarísimas personas acaso un sacerdote católico a uno de sus fieles, si
decentes se movieron a encabezar las masas, sino hubiese de casarse en Prusia o en Inglaterra, que
aquellas que se proponían sacar resultados políti- prestase el juramento de educar a sus hijos en la
cos de sus movimientos; las provincias más bárba- creencia protestante?
ras de la República, proclamaron la guerra, y en ella [...] Si hay una bula de Benedicto XIV que
la sostuvieron los hombres más bárbaros también; declara írritos los enlaces entre disidentes y ca-
y el resultado final de todos aquellos trastornos, ha tólicos celebrados sin las formalidades por ella
sido que la religión no ganó nada, que los caudillos prescriptas, hay, por ejemplo, un concordato de
populares y las mismas masas han visto fusilar y Pío VII, que declara en Francia el matrimonio, en
degollar sacerdotes, con la misma indiferencia que cuanto a su validez, un contrato puramente civil
a cualquiera otro individuo, y que muchos de esos tenido ante un juez de paz, que da toda legalidad
ministros del Culto que con sus indiscretas pre- al hecho. [...]
dicaciones y sus escritos los excitaron, andan hoy La situación actual del país, situación que cada
mendigando el pan en el extranjero, con el remor- día ha de ser más sensible y manifiesta, reclama
dimiento de haber desencadenado a las masas y una ley que favorezca los matrimonios entre ca-
ahogado la libertad”. T. IX, 1844, pp. 173-175. tólicos y disidentes sin condición onerosa para
unos y otros; porque si se exige de los disidentes
libertad de culto casados con católicas que abjuren en sus hijos sus
y educación de los hijos creencias, debería exigirse lo mismo de los hijos
“Una señorita protestante nacida en Valpa- de disidentes casados entre sí, y la ley del Con-
raíso, de padres protestantes también, deseando greso dictada no ha mucho, no exige tales con-
contraer matrimonio con un sujeto igualmente diciones; quedando establecido, según ello, que
protestante, ocurrió al cura de su parroquia para habrá en adelante chilenos disidentes, según que
que en virtud de la ley sobre matrimonios entre los matrimonios que ella autoriza, sigan dando
disidentes dictada recientemente por el Congreso, en el país su necesaria prole; [...] tomará esto ma-
legitimase aquel prelado la unión; y que habiendo yor fuerza el día en que arriben a nuestras costas,
exigido este como circunstancia sine qua non que como es el deseo del gobierno y de los particu-
jurasen ambos cónyuges criar a sus hijos en la re- lares y colonias extranjeras, porque de ellas re-
ligión católica, apostólica, romana, tuvieron nece- sultará la existencia en el país de grandes masas
sidad, para no aceptar el compromiso, de poner- de disidentes, que necesitarán leyes protectoras
se a bordo de un buque de guerra inglés, el que, de sus creencias, que son parte integrante de la
saliendo fuera de la bahía, sirvió de templo para vida misma del hombre, por erróneas que sean en
celebrar el acto según el rito protestante y con la cuanto puedan juzgarlas los que no participan de
bendición de un ministro disidente. ellas”. T. IX, 1844, pp. 200-201.
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libertad de enseñanza de escribir, así como todas las demás, es tanto más
“La cuestión de la libertad de enseñanza ha sido temible cuanto nueva, pues un pueblo que nunca
largamente discutida en Europa y aun hasta hoy ha oído ventilar en su presencia los negocios del es-
divide los espíritus, aun entre aquellos que más se tado, da crédito al primer demagogo que se presen-
interesan por el progreso de las luces. Cuando la te». Esta es todavía nuestra posición, y continuará
que el Estado suministra corresponde a las necesi- siéndolo por mucho tiempo”. T. I, 1841, p. 44.
dades actuales de la sociedad, y está conforme con
los principios de libertad en que están montadas las libertad de prensa II
instituciones, entonces quisieran que el gobierno “Es honroso para nosotros que la libertad de
compeliese a los establecimientos particulares de imprenta haya obtenido triunfos tan señalados y
educación, que no van en la misma vía, a entrar por haya logrado mantenerse ilesa, aun en circuns-
fuerza en ella, a fin de establecer la unidad de prin- tancias espinosas; mas para que esto sea un bien
cipios para toda la enseñanza, como que de allí ha duradero, preciso es que el diarismo descienda a
de nacer la unidad de ideas de la generalidad que las costumbres, y sea una necesidad ordinaria de
se preparan a la vida social. Pero cuando la educa- la vida, abrazando todas las ramificaciones de la
ción dada por el Estado conculca los principios de sociedad, y formando el cartel de todas las opinio-
libertad o quiere ahogar en la educación misma las nes, de todos los intereses y de todas las necesida-
ideas que contraríen a un poder arbitrario o retró- des del individuo”. T. I, 1841, p. 46.
grado, entonces se clama por la libertad absoluta
de la enseñanza, a fin de poder hacer frente en la libertad de prensa III
educación particular a los efectos perniciosos que “Queremos creer que muchos desaciertos que
produciría la del Estado. la ley puede llamar crímenes proceden de no co-
Entre nosotros esta grave cuestión de la liber- nocer ni el límite de la libertad, ni la conformidad
tad de enseñanza apenas tiene aplicación; porque que debe existir entre las prescripciones de la ley or-
no existen sino en una escala limitada hombres que dinaria, y los derechos que otorga la Constitución.
abran nuevas vías al pensamiento. La enseñanza Un ejemplo ilustrará nuestros juicios. La ley declara
nuestra no es nacional, es importada”. T. XXVIII, cómplices de un delito a todos los que justificaren
1853, pp. 166-167. su perpetración después de dado el fallo de la jus-
ticia. ¿Puede un diario en virtud de la libertad de la
libertad de expresión prensa, declarar bueno y justo, lo que los tribunales
“¿Para qué sirve la libertad de escribir si no ha juzgaron malo y criminal?”. T. VIII, 1853, p. 266.
de usarse en términos que uno pueda ser leído? Se
le quita la sal al cuento, si no se le deja al pobre es- libertad de prensa IV
critor descargar su saco de basura sobre cuanto lo “La parábola de la cizaña es enteramente apli-
rodea". T. I, 1841, pp. 16-17. cable a la prensa, de la que no debe arrancarse la
mala simiente de miedo de arrancar la buena; tam-
libertad de prensa I bién como las lenguas de Esopo, la imprenta es el
“¡Ay de las generaciones que las primeras de mayor bien y es el mayor mal que se han procura-
todas admiten de improviso la libertad de impren- do las sociedades modernas, sin que haya medio
ta!, exclama un escritor contemporáneo, que cree, y racional posible para obtener las ventajas que ella
cree porque es cierto, que no puede haber libertad promete, sin exponerse a sus numerosos inconve-
civil, sin absoluta libertad de imprenta. «La libertad nientes”. T. IX, 1841, p. 39.
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“[...] Los abusos escandalosos de la prensa en arbitrario inherente a todos estos defectos, la pren-
los últimos días de la administración Balcarce, en sa, con todos sus inconvenientes de detalle, ejerció
Buenos Aires, trajeron por resultado el reinado de una poderosa y saludable influencia, poniendo de
Rosas, las facultades extraordinarias permanentes, manifiesto lo que habrá interés de ocultar intere-
el bloqueo y la guerra a muerte que desuela a la sando a unos pueblos en la suerte de otros, y difun-
República Argentina. [...] diendo por la discusión y la publicidad una masa
Solo los déspotas débiles y astutos asestan con- de luces que de otro modo no llegaría a los extre-
tra la libertad de imprenta fría y calculadamente; mos de la República. El ensayo feliz de la absoluta
[...]. No hay estado de sitio, cuando no hay provo- libertad de imprenta, hecho nueve años en Buenos
caciones que amedrenten y alarmen a los depo- Aires, había desacreditado los especiosos argumen-
sitarios de la autoridad y la libertad [...]”. T. IX, tos contra ella; y que además, entrando hoy Buenos
1841, p. 40. Aires en la Confederación, entra con sus libertades
conquistadas, y no siendo a las provincias dañoso
libertad de prensa V en manera alguna que Buenos Aires tenga libertad
“La declaración de los derechos del hombre ha de imprenta, esta restricción de legislar debe ser
precedido a todas las Constituciones escritas, los aceptada”. T. XIX, 1860, pp. 47-49.
que quedan subsistentes siempre; pues ellos cons-
tituyen un legado de la humanidad entera, que libertad de prensa Vi
ningún pueblo puede renunciar, sin renunciar a la “Las leyes de imprenta son para corregir los abu-
historia y a los antecedentes de la civilización de la sos. La licencia de la prensa es el abuso de la prensa.
especie humana [...]. Pero la prensa es la expresión del pensamiento
“En países como los nuestros, en que las comu- y el freno contra los abusos del poder.
nicaciones y contacto son difíciles, la educación del Quien puede clasificar la licencia de la prensa
pueblo defectuosa y limitada, las prácticas admi- puede hacer entrar sus abusos en la crítica de los
nistrativas irregulares o viciosas, y la tendencia al actos gubernativos.
Esta es la cuestión de la libertad de la prensa. Es
necesario aceptar sus males, so pena de privarse de
sus bienes”. T. XXV, 1856, p. 175.
libertad individual
“Queremos creer “El derecho a la libertad individual es absoluto,
debiendo saber aquel a quien se le priva de ella la
que muchos desaciertos causa, excepto que en caso de peligro público, sea
necesario privar a uno o muchos de su libertad per-
que la ley puede llamar sonal para conjurarlo”. T. XXXI, 1863, p. 19.
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sin resentimiento, que un enviado norteamericano presencia de la creencia disidente. Los católicos
ha sido molestado, en el ejercicio de un derecho mismos, y ellos más que nadie, pues que siendo
que creía inherente a la calidad de hombre y que ellos una minoría, a nadie más que a ellos le sería
lo es en efecto; que el representante de la nación fatal que autoridad alguna se creyese facultada para
más orgullosa de la tierra no ha hallado gracia penetrar en el seno de su conciencia, a ponerles tra-
ni consideración ante autoridades que pudieron bas y amonestarles. Gracias a este sagrado respeto,
allanarle las dificultades si hubiesen querido, en base única de las relaciones sociales, los sacerdotes
lugar de creárselas exprofeso; últimamente, que católicos acuden de todas partes a los Estados Uni-
después de casado, todavía ha tenido que sufrir la dos a ejercer su ministerio, y al decir de La Revista
amonestación llevada al hogar doméstico, con el Católica misma la situación de los jesuitas es allí más
fin de turbar la conciencia, ¡y hacer de arrepentirse espectable que en los países católicos mismos; pero
de haberse casado! [...]”. T. IX, 1848, pp. 204-206. esta libertad, como todas las libertades, es a condi-
ción de respetar el derecho de los otros, de cumplir,
libertad religiosa en fin, con el precepto del Evangelio: «No hagáis a
en Norteamérica los otros lo que no queráis que os hagan a vosotros
“[...] En los Estados Unidos hay una concien- mismos»”. T. IX, 1848, p. 203.
cia formada de siglos atrás, por la cual, no solo la
diferencia de creencias religiosas no es un motivo libertad responsable
de perturbación de las relaciones ni de los afec- “La libertad se funda en un principio eterno de
tos, «entre los hijos de un mismo Dios», sino que moral, el libre albedrío, y la responsabilidad del
toda autoridad cesa, toda convicción se detiene en hombre por sus actos buenos o malos. Sin esta res-
ponsabilidad no hay hombre, hay la bestia, hay el
peñasco. El edificio que, desplomándose sobre cien
personas las despachurra, no es responsable ante
Dios, ni ante la sociedad del homicidio. Es la mate-
ria inerte que obedeció a la ley de gravedad que la
“Si la legislatura no rige, sin curarse de saber si habría seres humanos
que serían víctimas”. T. XXV, 1857, p. 252.
ha exigido a los padres
libertad sensata
disidentes que hagan abrazar “No; la libertad no es para matar la libertad. La
palabra garantida al legislador por tantos sacrifi-
a sus hijos la religión cios no es para deificar al que hizo degollar sobre
esos mismos bancos a su presidente, a fin de anu-
católica, ha sido respetando lar la Legislatura e intimidar al pueblo. No hemos
levantado la dignidad del poder legislativo contra
las conciencias sobre los desmanes de Urquiza, para poder ensalzar im-
punemente al infame tirano que sostuvo y educó
las cuales nadie puede los tiranuelos. Seguras están las vidas, propiedades
y libertad personal de don León Rosas, que no es
legislar en la tierra”. responsable de los atentados de su padre y de su
tío; pero puede abstenerse sin que la prudencia
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Colección Idearios Argentinos
libre comercio II
“El comercio se estimula “Esta es una ley universal. Del libre intercam-
bio de productos entre una ciudad y los demás
a sí mismo, y la riqueza mercados del mundo depende su engrandeci-
miento y su prosperidad. La riqueza de los Es-
y variedad de los mercados tados depende del mayor número de puntos co-
merciales que encierran, de la mayor extensión
sometidos a su especulación de sus costas”. T. XIII, p. 47.
“[...] La estrechez de ideas que prevalece entre
son el elemento nosotros ha hecho creer a muchos espíritus mezqui-
nos que Buenos Aires no podía engrandecerse sino
de su prosperidad”. con la ruina de Montevideo y la estagnación, nulidad
y atraso de las provincias. Pero basta echar la vista
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Domingo Faustino Sarmiento
por la carta de los Estados Unidos, para sentir cuán poco de actividad a las provincias que El Nacional
absurda es semejante idea. Las ciudades más popu- Argentino menciona con tanto énfasis, sin negar que
losas y más comerciantes, Boston, Halifax, Salem, es un buen principio, que debe conservarse por su
Nueva York, Baltimore, Filadelfia, están situadas to- utilidad práctica y ventajas políticas. La organiza-
das sobre una misma costa en un espacio de menos ción federal de la República Argentina depende de
de 40 leguas, y entre estos pueblos comerciantes, la la libre navegación de los ríos”. T. XVI, 1855, p. 275.
pequeña ciudad de Salem tiene mayor riqueza en “En efecto, ¿qué les va a Buenos Aires ni a la
proporción de sus habitantes que ninguna ciudad Confederación en que pasen escuadra tras escua-
de la tierra. El comercio se estimula a sí mismo, y la dra con rumbo al Paraguay? ¿Vamos a constituir-
riqueza y variedad de los mercados sometidos a su nos en guardianes de la Confederación o el Para-
especulación son el elemento de su prosperidad. No guay? ¿Seremos jueces para decidir si tienen o no
puede haber comercio entre una ciudad rica y una razón de hacerles una visita una docena de buques
provincia pobre, porque no hay igual masa de pro- de guerra?”. T. XVI, 1855, p. 276.
ductos que cambiar entre sí”. T. XIII, pp. 48-49.
libre pensador
libre navegación de los ríos “Ese epíteto ni el de libre pensador suscita el
“Es más deplorable la tergiversación cuando se odio de masas que no saben precisamente qué di-
trata de libre navegación de los ríos; no eran conoci- cen tales palabras. Si el pueblo español supiera en
das ahora medio siglo en el mundo, porque ni la qué consiste la diferencia del bautismo de una secta
idea de la posibilidad de tal cosa le había venido cristiana, no le llamaría anabaptistas sino contraban-
a ningún gobierno, ni a nación ninguna pedirla. distas, por saber que no bautizan a sus niños. Lo
Hoy mismo es un principio que solo tiene aplica- mismo es la soncera de libre pensador; cuyo opues-
ción en el Paraná y el Uruguay, pues el Plata fue to es esclavo pensador; y con solo sospecharlo el úl-
siempre considerado mar. La primera vez que en timo palurdo se vuelve liberal.
las provincias oyeron hablar de la libre navegación Libre pensador es toda persona decente en el
oyólo al mismo tiempo el público de Buenos Aires, mundo, y el que no quiera aceptar tan honrosa su-
y recordamos que en Montevideo, entre los mis- posición, puede mandarnos su protesta (pagando
mos enemigos de Rosas, y entre provincianos no porte e inserción anticipados) para publicarla.
se comprendían las ventajas de la libre navegación Libres pensadores en política son los que han
del Paraná, que lo son mayores para Buenos Aires firmado el acta del Club Católico, llamando ateo a
que para las provincias litorales, que no han vis- su gobierno; y como los promotores son los padres
to entrar en él tres buques de banderas extranjeras Teatinos, la lucha queda entablada entre Ateos y Ti-
arriba de Martín García. La navegación de todos los lingos. Que Dios los proteja en querella en que no
ríos, y no la libre navegación, es lo que da hoy un nos va nada”. T. XLVIII, 1883, p. 247.
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libros II
“Los ingleses, cuan pocos son, tienen su fue-
guito aparte en libros; los franceses parten con
nosotros los suyos por cuanto nuestra sociedad
culta aprende francés para leerlos, con lo que
se retarda la educación de la masa que no sabe
francés; y los italianos cuya lengua es la nuestra,
acabadas las palabras en i, tienen sus libros apar-
te también, no obstante que sus hijos hablan esta
nuestra bella lengua, y no hablarán otra, cual-
quiera que sea la fuerza que quiera hacérsele a la
naturaleza”. T. XXII, 1883, p. 151.
libros III
“Tenemos, pues, lo que la tierra y la enseñanza
requieren. Quedan las ideas. Las ideas son libros;
los libros son productos de una o más industrias.
Afecta a la educación pública habrá una imprenta a
la que se agregarán más tarde fábricas de papel, en-
cuadernación, litografía, grabado en madera, etc.,
etc. Para educar un pueblo, el primer elemento es
el libro, y el libro barato y en numerosas ediciones.
Era este el defecto de la educación en sus primeros útil para todas las clases de la sociedad, y para la
ensayos. Ocupándose del arte de leer no se acor- paulatina formación de las bibliotecas populares, que,
daba que era preciso proveer también lo que había principiando por un libro, deben de año en año
de leerse; celosa de la mejora de las generaciones enriquecerse con nuevos contingentes, y no cesar
nacientes, que no nos han de robar ni degollar a no- nunca de suministrar pasto fresco a la inteligencia,
sotros los que estamos vivos, prescindía de la pre- a medida que los conocimientos se desenvuelven y
sente generación tan educable o más que la venide- las ideas van marchando. El error que ha tenido la
ra. De aquí ha nacido la institución de las bibliotecas civilización detenida entre nosotros estaba en creer
populares, que son hoy la palanca del desarrollo y que, salvo rarísimas excepciones, hay libros que
civilización de Estados Unidos. pueden leerse en todos tiempos, y que no envejecen
Pero nosotros tenemos más que hacer todavía, y mueren con la época, los hombres e ideas de que
y es educar el idioma mismo traduciendo el libro, fueron la expresión.
importando la industria que lo reproduce. Tercera, y la más seria: pasar al castellano las
Los productos de la imprenta afecta a la edu- obras maestras de los otros idiomas, y de cuya doc-
cación pública han de ser de tres clases. Primera: trina están privados los que solo hablan el nuestro;
los textos de la enseñanza en español para todos reproducir cada diez años el diccionario de la len-
los ramos de instrucción primaria y superior, ha- gua aumentado, los códigos reformados; y cada
ciendo ediciones en gran número, lo que da a cada veinte por lo menos las Enciclopedias metódicas,
ejemplar un valor mínimo. Segunda: la traducción, de Inglaterra sobre todo, que son las que contienen
compilación y composición de libros de instrucción datos más prácticos sobre las artes modernas, las
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máquinas, las ciencias, etc. El pueblo español, en ¿Por qué ha de ser una circunstancia forzosa que el
materia de libros, va todavía por los rudimentales libro no haya de llegar a nuestras manos sino bien
y novelas que entretienen la imaginación. El que encuadernado, cuando en Europa mismo el público
quiera saber qué libros se necesitan en español, en general no se permite este lujo?”. T. X, 1844, p. 49.
eche la vista a su propia biblioteca y verá la masa
de conocimientos de que la generalidad está pri- libros con ideas
vada. Los catálogos de libros de Bosange en Fran- “No son los niños los que tenemos que educar,
cia, de Mellado en España, son verdaderas necró- son pueblos, y tenemos que hacer para ello, que
polis de libros difuntos, hediondos a fuerza de ser nuestra lengua repita sílaba por sílaba el largo ca-
inútiles”. T. XXIII, 1860, pp. 191-192. tálogo de los conocimientos humanos de que han
sido creadoras e intérpretes las otras naciones.
libros. Distribución No es la escuela la fuente de conocimientos,
y comercio sino la masa de ideas difundidas en la sociedad,
“Después que un hombre del pueblo ha apren- y estas ideas no existen porque escasean o son
dido a leer, concluye por olvidarlo, porque los li- inadecuados en español los libros que debieran
bros no llegan hasta la esfera en que él se mueve. contenerlas al alcance del común de los lectores.
La prensa nacional requiere, pues, una alta y de- Tenemos, pues, que llenar un vacío de nuestra len-
cidida protección, y ésta no puede obtenerse sino gua, que hasta hoy, no es repertorio de los conoci-
recargando la producción extranjera en los libros mientos que entran a formar las ideas generales de
que compitan con la del país. Nuestra legislación los otros pueblos, de que emanan las aplicaciones
de aduana en materia de libros está basada en los prácticas a los negocios e intereses de la vida. No
principios más liberales; eximiéndolos de todo de- educaremos nunca, por tanto, enseñando a leer
recho, ha querido abrirles las puertas a fin de que solamente, si no se remueve el principal embarazo
se introdujesen en la mayor abundancia posible; que consiste en no haber en nuestro idioma, ni al
pero cuando empiezan nuestras prensas a produ- alcance del común, ni en suficiente porción, distri-
cir y que la producción americana, como lo hemos buidos los libros que contienen nociones útiles y
demostrado anteriormente, no puede ser otra que prácticas”. T. XII, 1853, p. 178.
la de las obras europeas, ¿no resulta la necesidad
de corregir esa legislación, mientras la escasa pro- libros de enseñanza i
ducción lo haga heredero?”. T. X, 1844, p. 48. “Nuestro idioma carecía de libros de enseñan-
“Los libros nos vienen por el doble de su valor, za, porque la imprenta, que es solo el rastro que
a causa de la encuadernación; y cuando han venido dejan las ideas que dan vida al mundo moderno,
encuadernadores a establecerse en el país, introdu- se ha abierto paso recién, por el espeso tejido de
ciendo una industria tan fácil de nacionalizarse por tradiciones añejas de que han vivido nuestros
la sencillez y limitación de sus procedimientos, no pueblos. En 1822, liberales y españoles y patriotas
han encontrado ocupación lucrativa, porque ape- americanos reunidos en Londres emprendieron,
nas consiguen un libro viejo o cuadernos insignifi- como los filósofos franceses la Enciclopedia, dotar
cantes en que ejercitar su industria. a la América, apenas libre de dominación extraña,
¿No convendría asimismo poner derechos a la in- de textos de enseñanza para todos los ramos del
troducción de libros empastados, a fin de que bajase saber. Don Andrés Bello, el célebre gramático y
el precio ordinario de los libros y dar protección a la publicista, García del Río, el amigo de San Martín
naciente industria de la encuadernación en el país? y secretario de Bolívar, el literato J. J. de Mora, el
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libros para niños librero imprime para pagarse de los costos, sino
“Si es notable la falta de libros para la instruc- para especular sobre la curiosidad pública con la
ción en los adultos, no lo es menos perjudicial la edición a miles y miles de ejemplares. Actualmente
de aquellos que deben servir para ilustrar la razón se hace una edición de trescientos mil ejemplares
de los niños, administrándoles adecuadamente las en Estados Unidos de un libro de historia contem-
dosis de instrucción que convenga a la cortedad poránea. ¿De qué le serviría la garantía de tres mil
y limitación de sus alcances. De mucho tiempo ejemplares al editor?”. T. XXXV, 1884, p. 245.
atrás la experiencia había hecho sentir en Europa “Libros para que lea toda clase de gentes, in-
la necesidad de redactar libros especiales en que cluso señoras y señoritas. Sería imposible hallar un
las ideas y el lenguaje estuviesen en armonía con medio de determinar los libros interesantes.
el corto diccionario de palabras, y por lo tanto de La cuestión se formularía así:
pensamientos, en que se revuelve la mente de los La República Argentina que gasta cuarenta mi-
párvulos; y asombra ver la multitud de libros que llones anuales en mil cosas más o menos necesa-
para este objeto poseen los ingleses y franceses, de- rias, gastaría al año 40.000 pesos en libros más o
jándose admirar en muchos de ellos la sagacidad menos útiles. ¿Cuánto gastaría usted de su parte,
y arte con que han sido compuestos, y la asidua Serenísima República del Uruguay? ¿Serán los más
observación y estudio de la infancia que han reque- mal invertidos?”.T. XXXV, 1884, p. 246.
rido”. T. XII, 1842, p. 115.
libros y contexto
libros y editores “Un libro es casi siempre hijo de la sociedad
“No haya miedo de que los libreros de todas donde nace: la atmósfera social lo inspira, y sus
las naciones se disputen la gloria y el provecho páginas trascienden los intereses, los progresos y
de proveer de libros a países tan poco lectores. aun el sentimiento íntimo del pueblo. Si alguien
Lejos de eso, es de creer que solo cuatro o cinco se propusiera entre nosotros celebrar las virtudes
fabricantes de libros se ocupen por hora de este ascéticas y narrar prolijamente las maceraciones
desmedrado negocio. Desde luego los libreros de y penitencias que se impuso un santo varón, sin
Barcelona, que ya se ocupan de este tráfico. En- duda que poco ruido haría la aparición de tal libro,
seguida una casa en París, que hace impresiones si no es por lo inusitado del asunto. Y sin embargo,
en castellano; otra en Nueva York con capitales y el mundo cristiano, durante muchos siglos, alimen-
elementos preparados. Algunas otras de menor tó su fe y su literatura con la historia portentosa
importancia. Es probable que se doble y triplique de sus ascéticos; pero hoy no son estas las virtudes
por ahora el movimiento, pero no haya que temer que la sociedad acata, y pocos hay que la admiren
que se centuplique de golpe para causar alarma. y la envidien”. T. XLV, 1859, p. 269.
Es de temer que algún libro publicado en otra len-
gua no sea tan bueno como lo desearía nuestro su- límites con Chile I
perior criterio; pero como es seguro que no repro- “¿Cómo pueden fijarse los derechos de los go-
ducirán por lo pronto cien libros más traducidos biernos americanos a tierras no ocupadas, de las
al año, el riesgo de mal empleo sería de uno por que antes de la Independencia formaron en común
cada cien libros, y eso no tendría consecuencia. los dominios españoles? He aquí, según nuestro
¿Quién cuidaría de que el libro traducido no concepto, la verdadera fórmula de la cuestión que
sea eminentemente malo? El librero; pues la prima veinte veces se agita entre los Estados americanos; y
ofrecida alcanza solo a cubrir los costos, y ningún la manera de resolverla nos parece obvia y sencilla,
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dado el supuesto de que estos nuevos gobiernos, “Otro principio más general y más obvio, en
salidos del tronco común de la colonización espa- materia de demarcación de límites sobre tierras
ñola no son manadas de lobos, prontos a arañarse despobladas es aquel que el derecho de gentes
entre sí, sino seres racionales animados del espíri- llama de primer ocupante; y este derecho pertene-
tu de conciliación que debe notarse entre los que ce a Chile.
se titulan hermanos, casi siempre para disimular su La expedición desgraciada de Sarmiento en
espíritu de hostilidad. 1585 no hizo más que establecer el derecho de la
El primer principio de equidad que ha de con- Corona de España al estrecho de Magallanes, y este
sultarse, es este: punto ha permanecido inocupado hasta 1843, en
Un territorio limítrofe pertenecerá a aquel de que el gobierno de Chile tomó posesión solemne de
los dos Estados a quien aproveche su ocupación, él. ¿Había tomado Buenos Aires posesión anterior,
sin dañar ni menoscabar los intereses del otro. había siquiera intentado poblarlo, como la Corona
Este principio seguido en todos los tratados de España? En el momento de tomar Chile pose-
de demarcación de límites en países despoblados, sión del estrecho, una corbeta de guerra francesa
tiene su completa aplicación en Magallanes. El es- ocupaba sus aguas, con el pensamiento de ocupar
trecho es una vía necesaria, indispensable de co- este pasaje para la ocupación de las Marquesas, y
municación para Chile; es uno de sus caminos para tan sagrado es este principio entre las naciones, que
Europa, que le conviene aclarar, asegurar, poblar, la Francia abandonó su proyecto, desde que Chile
para mejorar su comercio. tomaba posesión, silenciando aquél su intento.
[...] Para Buenos Aires el estrecho es una pose- Las islas Malvinas le son disputadas al gobier-
sión inútil. Entre sus territorios poblados, median no de Buenos Aires, en nombre del derecho, cier-
los ríos Negro y Colorado como barreras naturales to o no, del primer ocupante. Este principio, pues,
para contener a los bárbaros; median las dilatadas obra exclusivamente en favor de Chile; y es un
regiones conocidas bajo el nombre de Patagonia, principio sagrado, que todo gobierno está obligado
país ocupado por los salvajes y que ni la Corona de a respetar, por consideración no solo al interés del
España, ni Buenos Aires han intentado ocupar has-
ta hoy, si no es por el establecimiento riberano que
lleva aquel nombre y situado a centenares de leguas
del estrecho. Buenos Aires, para proceder a la ocu-
pación de este país, ha de partir desde sus fronteras
del sur, y ganaría mucho en tener al extremo opues- “Un territorio limítrofe
to un pueblo cristiano que en épocas futuras le ayu-
dase a la pacificación de los salvajes. Supongamos pertenecerá a aquel
que Chile abandonase su establecimiento de Maga-
llanes, por ceder a la pretensión de Buenos Aires, ¿lo de los dos Estados a quien
ocuparía inmediatamente su gobierno? ¿Para qué?
A no ser que lo hiciese con miras hostiles a Chile, y aproveche su ocupación,
entonces nos saldríamos de aquellos principios de
equidad natural que deben servir de base para el sin dañar ni menoscabar
esclarecimiento del derecho. Magallanes, pues, per-
tenece a Chile por el principio de conveniencia propia los intereses del otro”.
sin daño de tercero”. T. XXXV, 1849, p. 12.
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Estado, sino a su dignidad, a su honor. ¿Quién no alegar derecho alguno en contrario, dejando a Chile
se siente humillado a la idea sola de mandar Chile, afirmarse en su posición, invertir sumas ingentes de
a consecuencia de reclamaciones de Buenos Aires, dinero, levantar su pabellón quieta y pacíficamente,
a recoger sus colonos, destruir sus poblaciones y para venir después de consumado aquel grande he-
abandonar su posesión, por condescender con un cho, en que se comprometía el decoro y la dignidad
gobierno extraño? Estos son derechos de decoro, de Chile, para venir después de tan largo y tan vo-
de dignidad, que el gobierno de Buenos Aires, ami- luntario silencio a decir a su hermano: arría tu pabe-
go, hermano del de Chile, debe cuidar de no atrope- llón, recoge tus colonos, pierde el dinero invertido,
llar, porque las naciones tienen las pasiones de los sufre un poco de vergüenza, que aquello es mío. ¡Oh!
individuos, y no se las ha de forzar a reconocerse ¡esto no se hace entre gobiernos amigos, ni entre ene-
humilladas, vencidas, sin que para ello medien in- migos tampoco”. T. XXXV, 1849, pp. 13-14.
tereses de gravedad. “Las colonias españolas, si bien pertenecían en
Dado, pues, caso que Chile hubiese procedi- masa a la Corona, estaban subdivididas en distritos
do ligeramente, ocupando el estrecho que le con- de gobierno, virreinatos, audiencias, presidencias,
venía, sin dañar a tercero, Chile había adquirido etc.; de manera que la limitación legal de cada Es-
por ello un derecho incuestionable, el derecho de tado puede, salvo ciertas excepciones, rastrearse
primer ocupante, suponiendo que la ocupación de por las leyes de la colonización, vigentes en todo
Sarmiento no diese derechos a Chile, ni a Buenos caso en que no se hayan creado después hechos en
Aires, sino solo a la Corona de España, de cuyos contrario. Si la demarcación de los límites de Chile
derechos son herederos ambos Estados en los lími- hechos por la Corona, no incluyese el estrecho de
tes no cuestionados de sus dominios. Magallanes, este punto pertenecería a Chile, por
[...] El respeto a este principio tiende a favorecer haberse creado posteriormente un hecho en contra-
la población por naciones civilizadas de las partes rio, que es su ocupación efectiva, aconsejada por
inocupadas del globo; ocupación en que están in- su interés, sin perjuicio del interés del gobierno de
teresados el cristianismo, la civilización y todas Buenos Aires, y sin oposición oportuna en el mo-
las naciones de la tierra; de manera que, una vez mento de la ocupación. Por este otro derecho es
ocupado un punto que no lo había sido por otra que Bolivia es un Estado independiente, a pesar de
nación, las demás están obligadas a respetar este estar incluido en los límites del antiguo virreinato
derecho, a fin de no exponer a la población y des- de Buenos Aires”. T. XXXV, 1849, p. 16.
población sucesiva, que tan graves males puede
ocasionar. Hay, pues, prescripción, como en todas límites con Chile II
las adquisiciones de buena fe consumadas, en la “El estrecho es inútil, el huano escaso, la Pata-
ocupación del estrecho de Magallanes por Chile. gonia inhospitalaria, la distancia enorme, la nece-
[...] Estos antecedentes no son ociosos para el sidad de una marina costosa inevitable, y el por-
esclarecimiento de los derechos de Chile al estre- venir de colonias en el Atlántico desligado de toda
cho de Magallanes, pues en ellos estriba su fuerza conexión comercial con el Pacífico, ¿a qué vendría
y su legitimidad. obstinarse en llevar adelante un arbitraje, o una
La ocupación del estrecho se ha hecho a la luz ocupación nominal o pretendida?
del día, a la faz del gobierno de Buenos Aires, bajo el Había Chile celebrado el advenimiento de tres
martillo de la discusión de la prensa, y el gobierno de hermanos. Blest Gana es joven de verdadero mérito,
Buenos Aires ha consentido tácitamente durante seis pero que, por lo Blest inglés, se creyó predestinado
años en la realización de este hecho, sin protestar, sin a ganar territorios y fama de diplomático. Vimos las
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protestas de un Gana aquí, a que respondieron pro- Turquía ha desacreditado, y que se abrirá camino en
testas de un Blest de Londres. Conocimos al Blest de la conciencia de todos los pueblos”. T. XXXV, 1878,
los Estados Unidos, y desde una conversación que pp. 87-88.
tuvimos nos mostramos excesivamente cautos en “La República Argentina y Chile han visto estos
adelante. Nos sostenía que, proporción guardada, últimos años producirse cambios desfavorables en
Chile estaba a la misma altura de civilización, lite- sus recursos, y apelado ambos a las economías y a
ratura y educación que los Estados Unidos. ¡Esto, en los empréstitos. Provocar una guerra, como pers-
Washington, en el corazón de aquella prodigiosa ci- pectiva, sería jugar al azar, no ya lo que escasamen-
vilización! ¡Y entró en el cotejo! ¡Y nosotros, que nos te poseemos, sino los medios siquiera de rehabi-
hacemos un honor de creernos semibárbaros, pero litarnos y enderezar nuestras finanzas”. T. XXXV,
seguramente archiatrasados!”. T. XXXV, 1878, p. 57. 1878, pp. 91-92.
“Este es el grito universal; y nosotros diríamos: “Las tierras patagónicas nos costarían millones
si alguna vez se requiere una prudencia consuma- de pesos, defendiéndolas por las armas contra pre-
da, para poder mostrar energía y tenerla realmen- sumibles agresiones chilenas; pero como esas agre-
te cuando sea requerida, es hoy. Es preciso tener siones no han tenido lugar en tierra, y los apresa-
en vista que no es la guerra lo que necesitamos, mientos de naves hieren a las naciones cuya bandera
sino apartar la ocasión de una guerra, haciendo llevan, más directamente que a nosotros, tiempo te-
desaparecer la causa que ha de traerla inevitable- nemos para reivindicar nuestros derechos.
mente, como lo sería la pretensión, de parte del go- Nuestro plan de operaciones desde ahora está
bierno de Chile, de constituir, con el apresamiento trazado: 1° No dejar establecido como derecho,
de naves, jurisdicción sobre las costas argentinas”. el hecho de los apresamientos. 2° Traer a Chile, a
T. XXXV, 1878, pp. 80-81. nombrar árbitro que declare cuáles eran los lími-
“Si Chile persevera en la política de prescindir tes españoles. 3° Mostrar al mundo que tenemos el
de todo derecho, en cuanto a la adquisición de terri- coraje de no pelear cuando así lo quieren nuestros
torio, fiándolo todo al éxito de la fuerza, ¿no tendría- adversarios, tan débiles o más pobres que nosotros.
mos derecho de creer que los hechos consumados Tenemos dos millones de habitantes de cada lado
en Europa en esta última decenia le sirven de ejem- de los Andes; tres acorazados surtos en el Atlántico,
plo y de pantalla para disimular todo sentimiento contra otros tantos en el Pacífico, deudas relativas a
de rubor? Y, sin embargo, esa fue una opinión en el los recursos de cada país, lo que las hace iguales; y
mundo, que el desastre de la Francia ha modificado, malas cabezas de uno y otro lado, en cuanto a ínfu-
que la política inglesa en último acto de la guerra de las de grandeza, valor, honor y otras yerbas.
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en el hecho de ser gobernado por el pueblo, para política en uso) en que aquel se ha de colocar ante
el pueblo, con el pueblo: bien es verdad que ese el pueblo, estas reuniones denominadas conven-
pueblo, por la difusión de la enseñanza, por los ciones, compuestas de delegados de toda la Unión,
raudales de luz que derrama la prensa, por los de- toman proporciones muy vastas y originan más
bates del jurado, el speech del meeting, el discurso agitación y entusiasmo que la solemne inaugura-
de la Legislatura, el mensaje y la proclamación ra- ción de un congreso”. T. XXVII, 1865, p. 79 .
zonada del presidente, se llama Franklin, Webster, “Dejábanse oír ya los roncos bramidos de la
Clay, Chase, Grant, Douglas, Jackson, Lincoln, Jo- tempestad amenazante; vacilaban los corazones
hnson, todos del pueblo llano, enérgico, instruido amedrentados, mientras que los más animosos
y capaz de elevarse con el trabajo, con la paciencia, sentían una ansiedad indefinible; cuando el 11
con el talento, con el patriotismo, como móviles de febrero de 1861, el presidente electo, con su
hasta altura de los más grandes próceres que hon- familia, dijo adiós a aquella rústica mansión, que
ran a la humanidad”. T. XXVII, 1865, pp. 23-24. desgraciadamente no había de volver a ver más”.
“La América del Sur carece de antecedentes de T. XXVII, 1865, p. 85.
gobierno en su propia historia colonial, pues que “Todo estaba dispuesto para la partida a la ma-
no ha de ir a pedirle luces a Felipe II, o Fernando ñana siguiente; pero el oportuno descubrimiento
VII, sobre el arte de gobernar. No nos las daría me- de una conspiración para asesinarlo a su tránsito
jores la Francia, cuyos publicistas solo pueden ser por Baltimore, conspiración en que se creían es-
perdonados, como la Magdalena, por lo mucho taban mezclados muchos sujetos principales de
que han amado”. T. XXVII, 1865, p. 25. aquella ciudad, aunque hubiese de ejecutarse por
“A la edad de veinte años el joven Abe medía segunda mano, trajo un cambio súbito en el itinera-
seis pies y cuatro pulgadas de alto, con una consti- rio; y en la noche del día en que había sido recibido
tución delgada, aunque extraordinariamente fuerte por la Legislatura partió en un tren especial para
y muscular, lo que lo hacía un gigante entre aquella Filadelfia, y de allí continuó sin detenerse para
raza de gigantes”. T. XXVII, 1865, p. 30. Washington en un tren de dormir atado al convoy
“Es práctica nacida de la índole de las institu- ordinario de media noche, llegando a aquella ciu-
ciones republicanas en los Estados Unidos y de la dad temprano en la mañana del 23.
necesidad misma de dar organización y unidad de Como muestra de lo poco que por entonces se
acción a las facciones que se disputan el poder, la sospechaba, hasta donde hombres poco escrupulo-
de celebrar reuniones políticas en que cada parti- sos estaban dispuestos a proceder, recordaremos
do, a guisa de congreso popular, discute y estable- que para muchos fue una ocasión de burlas este
ce el programa de principios que se propone hacer viaje nocturno; ridiculizándolo uno de los princi-
triunfar en cada elección, y nombra los candidatos pales periódicos ilustrados, acto que no habrá sido
que cree más dignos de representarlos y convertir- repetido a la luz del terrible suceso, que antes de
los en realidad. Estas asambleas, aunque sin color cuatro años se realizó, y en el cual se encontró com-
legal alguno, adoptan y siguen en un todo las re- prometido un vecino de aquella ciudad”. T. XXVII,
glas y usos parlamentarios de los cuerpos legislati- 1865, pp. 95-96.
vos, que son tan familiares a todo americano, cual “Como podrá observarse, este documento con-
si fueran parte esencial de su vida. Cuando se trata cebido en un lenguaje templado, pone de manifies-
de designar el candidato para la presidencia y de to los hechos sobre que se fundaba la rebelión en
proclamar los principios que han de servir de divi- el grado en que entonces había llegado. Puede sin
sa de partido, o sea la plataforma (según la parlanza temor asegurarse que los mensajes de ninguno de
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La comedia que se representaba era Nuestro pri- sido confiado, empleolo con feliz resultado en man-
mo americano. Mientras todos estaban atentos a la tener, ocupar y poseer las plazas y propiedades per-
representación, el tiro de una pistola fue lo primero tenecientes a los Estados Unidos. Ni un solo fuerte
que anunció la presencia del asesino, que pronun- federal ostentaba, a la hora de su caída, la traición
ció la palabra “libertad” y avanzó hacia el frente. ante los ojos del pueblo. El día de su muerte, se ha-
Habiendo el mayor discernido por entre el humo bía lanzado a flamear al viento la vieja bandera de la
el asesino, y echándole garra, este último dejó caer Unión sobre el fuerte Sumter, con ceremonias y re-
la pistola, y sacó un puñal que dirigió al pecho del gocijos propios del caso, por las mismas manos que
mayor, quien recibió el golpe en la parte superior cuatro años antes se habían visto forzadas a bajarla
del brazo: no pudiendo detener al malvado, aun- ante la arrogancia de los traidores; y los amigos de la
que volvió a asirlo. El asesino, no obstante, dio un libertad para el hombre, sin distinción de color o de
salto de doce pies desde el palco al proscenio, ca- raza, se paseaban por las calles de Charleston, ciudad
yendo de rodillas sobre el tablado, por habérsele de desolación ahora –miserable esqueleto de lo que
enredado la espuela en las banderas nacionales que fue– gozándose en que desde que así lo había querido
decoraban el palco del presidente. Dios, la Libertad era ahora nacional, y la Esclavitud
Poniéndose de pie inmediatamente, esgrimió su solo un recuerdo de lo pasado”. T. XXVII, 1865, p. 212.
daga, y exclamando «Sic semper tyrannis! El Sur está “Cuando cayó la nación compelida por las
vengado», retirose instantáneamente por el laberinto duras necesidades de una guerra sangrienta al
del teatro, que le era perfectamente conocido, y tomó cumplimiento de deberes solemnes, pasando por
su caballo que estaba aguardándolo a unos cuantos sobre los proyectos de emancipación gradual, sin
pasos fuera de la puerta exterior del teatro. darse por satisfecha con que la emancipación fue-
Entre el asesinato y su escape no transcurrió un se solo proclamada como una necesidad militar,
minuto. Eran las diecimedia. Solo uno salió en su se había ya declarado a favor de una enmienda
seguimiento, entre el concurso, pero luego lo per- de la Constitución, que prohibiese por siempre
dió de vista”. T. XXVII, 1865, p. 211. convertir al hombre en propiedad.
“No cayó, empero, sino después de haber llenado Cuando él cayó, ya había huido aquel cuer-
con abundancia las promesas de su primer discurso po de traidores que se había llamado gobierno,
inaugural; aquellas promesas que tantos declararan sin que se supiese de su paradero; su principal
ser de imposible realización. El poder que le había ejército era prisionero de guerra, y el resto de su
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groseramente injusto, y en otro ponerse de parte señor Mármol, las Memorias póstumas del general
del interés general de la humanidad, en todos los Paz, y algunos panfletos de circunstancias. En
tiempos, más bien que satisfacer el deseo del mo- pueblo que tan de prisa marcha, las hojas sueltas
mento, tan natural y quizá tan justificable como de la prensa periódica hacen las veces de enci-
aparecía”. T. XXVII, 1865, pp. 227-228. clopedia, y en sus columnas pueden encontrarse
fragmentos y cuadros que más tarde darán idea
literatura I del movimiento literario de la época.
“ [...] el Moro Expósito ni el Diablo Mundo nos En cambio el 25 de mayo de 1856 quedará para
han de civilizar, si no lo consiguen los buenos sila- lo futuro constituido el Instituto Histórico Geo-
barios, los buenos métodos de enseñanza, los bue- gráfico de la República Argentina, que reunirá en
nos libros elementales; y eso no nos lo ha de dar la una sola familia cuanto nombre se ha ilustrado
España, que no lo tiene, o lo está preparando como entre nosotros por las letras, el estudio, los viajes,
nosotros. Si yo, pues, he sido injusto con la literatu- las exploraciones y los trabajos del espíritu. Esta
ra de aquella nación, puede atenuar mi falta el que institución, dando un centro y una dirección a los
los más grandes escritores de Europa me han ense- esfuerzos del ingenio, pondrá por medio de una
ñado a serlo; el que no conozco esa librería original publicación mensual, en evidencia lo que existe
española que instruye y civiliza, el que los que me latente del dominio de la inteligencia, y traerá al
tachan de injusto me dejan en mi error, negándose país, por el contacto con las corporaciones sabias
a enseñarme los libros que contiene”. T. IV, 1843, análogas que existen en otros países, los datos, los
pp. 104-105. estudios, y los modelos que han de consultarse.
La época de la violencia pasó con la dictadura y
literatura II el Directorio; la de las tentativas reaccionarias con
“ [...] la literatura es la expresión de una socie- Lagos, Flores y Costa; la de transición con Peña y
dad y de una época dada, manifestada por un in- los de su cosecha. Entramos en la época del dere-
dividuo. El presente, hijo del pasado, preñado del cho y de la impulsión ilustrada. A los ejércitos va a
porvenir, he aquí el axioma que resume en pocas sucederse la escuela; a la represión, el desarrollo.
palabras la historia de cada pueblo y de la civili- El presente en cuanto a la tranquilidad está asegu-
zación de la especie humana. De esta generación rado. Quédanos solo empezar a constituir el porve-
de las ideas nace aquella especie de reproducción nir”. T. XVII, 1856, p. 13.
de series de acontecimientos que presenta la his-
toria en épocas dadas en que se notan los mismos literatura IV
sucesos, los mismos partidos, y aun casi los mis- “Nuestro concolega el general Mitre es hoy pre-
mos hombres notables. De esta misma sucesión de sidente de la República Argentina, y S. M. el empe-
causas y efectos proceden las coincidencias literarias, rador del Brasil tiénelo por digno aliado; y acaso
esto es, la manifestación coetánea de un mismo la misma tienda de campaña cubre sus cabezas, a
pensamiento en puntos diversos, con tal que estos la hora de ésta. Recuerdo este hecho para justificar
puntos se hallen en circunstancias de civilización y vuestra elección, ya que ese general presidente es
de existencia análogos”. T. IV, 1844, p. 108. también historiador, poeta y publicista, únicos tí-
tulos valederos ante vosotros.
literatura III No llevaré la afectación de modestia hasta in-
“Literatura. Pocos ensayos puede ostentar este sinuar que igual consideración sería fuera de pro-
año, si no es la terminación de la Amalia por el pósito para conmigo, pues que en alguno de los
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Ni francesa, ni italiana es, por lo que pudiera ha- barras que la detienen, creyendo que en alguna
berla perdido un transeúnte. Cervantes como Ho- parte hallará falla u omisión”. T. XXXVIII, p. 207.
mero, no tiene padres; pero su regia estirpe acaba “El pensamiento argentino más reposado y
con él mismo. En efecto, excepto Cervantes, sin reflexivo a medida que se alejaba del teatro del
Cervantes, después de Cervantes... la pitonisa ha combate diario, y abandonando las recrimina-
enmudecido para el mundo. Es el genio humano ciones inútiles, se lanzó por vías hasta entonces
extraño a las influencias de raza o atmósfera. En- inexploradas y llamó a la cuestión aparente de
cuentra en España rezagada la leyenda extranjera federales y unitarios, cuestión de Civilización y
de Amadís de Gaula y la andante caballería, y em- barbarie, que despertó las simpatías de raza, de
prende a golpes de genio expulsar a los haraganes, cultura y de humanidad en todos los corazones,
que pervierten el sentido de la nación. Pero extirpa- poniendo en la picota de la execración universal
da aquella mala yerba de la Edad Media, nada na- el terror y las inauditas crueldades de que se ha-
ció en su lugar, cuidando la Inquisición de arrancar bían hecho un sistema los bárbaros apoderados
de raíz toda nueva planta, traída en germen por los del gobierno”. T. XXXVIII, p. 207.
vientos que agitaban la Europa moderna.
Cervantes conocía poco la historia de España literatura española
y lo que Ticknor señala como descuidos, lo mani- “[...] La literatura española se improvisó a sí
fiesta por los numerosos y esenciales. Es por esto misma, fue una planta espontánea del suelo, que
que no pertenece a nación alguna. Es gloria excel- cultivaron los cancioneros y sazonaron los ro-
sa de la raza humana y todas lo reclaman. Creó a mánticos por excelencia, Moreto, Lope de Vega,
su paso en la tierra un idioma, porque los ánge- Calderón de la Barca y los demás cuyos nombres
les del cielo perfeccionan todo lo que tocan. Este nos son conocidos. Las conquistas de los reyes
idioma se llama el idioma de Cervantes, y ha sido españoles en Italia, los embajadores que fueron a
momificado en su honor”. T. XXX, p. 241. residir cerca del papa o de las repúblicas italia-
nas, importaron algunas formas y algunas manías
literatura argentina de la literatura contemporánea. Fuera de esto, la
“La literatura argentina propiamente dicha literatura española se conserva nacional hasta el
data de aquella época memorable, de aquella ba- advenimiento de la dinastía de los Borbones en
talla de diez años sin tregua que acabó en Caseros. España, suceso contemporáneo y generador de la
Mármol, Florencio Varela, Valentín Alsina, Vélez creación de la Academia de la lengua, y origen de
Sársfield, Wright, Rivera Indarte, Sarmiento, Al- la tintura clásica que dieron a las letras españolas
berdi, Gutiérrez, López, J. Carlos Gómez, Frías, ambos Moratines, y los que les sucedieron”. T. XI,
tuvieron en excitación el cerebro argentino, la 1849, pp. 278-279.
prensa diaria, y la inútil e impotente rabia de los
gobernantes convertidos en meros sobrestantes literatura francesa
de provincias, absorbidos por el más audaz de “La literatura francesa se ha enriquecido y
todos, sin ser más inteligente, pues no era Rosas completado con aquellas audaces excursiones
más que un frenético, como aquellos mastines que hechas en la Edad Media, estudiando sus cos-
llamados por un ruido ladran y corren hacia ese tumbres, sus monumentos, sus creencias y sus
lado, sintiendo ruido de otro acuden a ese para ideas. Nación moderna alguna había penetrado
volver al primero, o con el mismo tesón estúpi- más hondamente en el espíritu de la Grecia y de
do que una fiera enjaulada cuenta una a una las Roma. A Esquilo, Sófocles y Eurípides se siguen
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año a costear todos los ejércitos nacionales, vestir- B. Peña, Obligado, Portela, centenares que podría
los, pagarlos y proveer de caballos a cuantas expe- nombrar no le estimaban de reputación, no obstan-
diciones salían para San Luis, Mendoza, La Rioja, te que esa reputación estaba fundada en títulos que
con Sandes, Rivas, Arredondo, etc. El gobierno no no se discuten. Tenía 46 años, había escrito libros y
tenía crédito entonces, ni dinero y el pueblo de San publicaciones que le valían consideración en otros
Juan al pedirle recursos, exigía por lo menos que países, había hecho mucho en Chile por el progreso
fuese a nombre de la provincia, y no del gobier- y organización de aquel país, y viajado por todo el
no nacional, tanto era el crédito de aquella y tenía mundo. Mitre y tantos otros eran relativamente os-
razón. Cuando el señor Sarmiento subió a la presi- curos: La idea de que era loco caía, pues, en terreno
dencia en 1868 encontró con asombro que la deuda preparado por Rosas y La Gaceta. ¿De dónde partió?
de San Juan no estaba ni liquidada siquiera, y solo Esto es lo más curioso. En Mendoza el fraile Aldao,
pagando empleados en horas fuera de servicio, por una de aquellas gracias federales de que don
consiguió que se presentara en 1870 al Congreso, Eusebio era víctima en Buenos Aires, reunió una
mandándose pagar la mitad, y actualmente él está junta de médicos (federales) y esta declaró en infor-
tramitando en el Senado, el pago de la otra mitad. me profesional con el lenguaje técnico que usan en
Las deudas de los Taboadas seguían otro sistema. estos casos, de bronquitis, peritoneo, abdomen, etc.,
¿Qué popularidad podía conservar un gobier- que los salvajes unitarios estaban locos; y el gobier-
no que no pagaba a nadie, aunque era la Nación no (el fraile Aldao) tiró un decreto confiscando sus
la deudora? Aquí pagaron justos por pecadores”. bienes, y nombrándoles a cada uno tutor y curador
T. LII, 1874, pp. 171-172. federal, como dementes, incapaces de administrar.
“«De aquí (el loco Sarmiento) es que viene la Se añadió, pues, en Mendoza, al epíteto de sal-
idea de que Sarmiento es loco, vulgaridad (así lo lla- vaje el de locos cuando se hablaba de una persona
ma La Nación) que sus sostenedores hallaron tan salvaje. El coronel Ramírez (macana) federal, remi-
arraigada, que se creyeron en el caso de combatir- tiendo al ilustre Restaurador una carta del señor
la espontáneamente». Sarmiento, al nombrarlo le llamó como era de uso
Vulgaridad en efecto. Como sostenedores y de- y costumbre federal en Mendoza, el loco salvaje uni-
tractores son liberales del día siguiente, y jóvenes tario Domingo F. Sarmiento. Consta en la crónica
que no conocen los antecedentes de la lucha y de núm. 19, publicada en 1848, cuando aún no habían
la tiranía de Rosas, en cuyo tiempo eran niños, ne- nacido los que le llaman loco hoy.
cesitamos remontar a los orígenes para dar la ra- El agregado de loco gustó en Buenos Aires, en-
zón de las cosas. Los hombres no pueden resistir tre la gente de chaleco colorado, se hizo elegante y
a la acción de la atmósfera en que se crían y viven. de moda, aplicáronselo a Urquiza después, y loco
Cuando el señor Sarmiento vino con el general me fecit hasta el día de hoy. El doctor Aberastain
Urquiza era una especie de mito popular, tenien- le oyó en Córdoba en conversación a un joven de-
do que alejarse de Palermo, por no encelar más al cente y bien intencionado, que lo decía sin mira de
general Urquiza con las manifestaciones del pú- ofender, y preguntándole si conocía al agraciado
blico. A su segunda venida y cuando tomó parte con aquel calificativo contestó que no; pero que era
en la vida interna de la provincia se apercibió de una cosa sabida de todo el mundo que era loco. El
los estragos de la prédica de La Gaceta contra él y buen doctor le contestó: pues yo que he vivido con
de los ataques con que toda clase de improperios y él muchos años, esta es la vez primera que oigo en
difamaciones le dirigía Rosas en sus mensajes, ha- conversación llamarle loco.
bían hecho en la opinión de la generalidad don Juan «Sarmiento es realmente extravagante».
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lotería lucha
“En cuanto a la bondad y ventaja de la lotería, “Una frase vulgar, la lucha, se ha sustituido a
las opiniones están divididas en el mundo, pre- la frase constitucional, que reconoce voluntades y
valeciendo en muchos Estados la opinión que las opiniones diversas en los pueblos, las que se mani-
desfavorece, por cuanto autorizan un vicio y un fiestan en la elecciones de magistrados.
desorden, cual es el juego. Esta no es la lucha, frase vulgar que se refiere a
Los que han estado por la lotería, se fundaban luchadores, a fuerza, y huele a violencia.
en que siendo el juego, necesidad de gente incapaz Si lucha son las elecciones libres, sin amaños,
e inhabilitada para goces más refinados, como la sin sustituirse el pensamiento ajeno, con la renun-
música y las bellas artes, y siendo imposible evi- cia previa de toda voluntad propia, la lucha es lo
tar los juegos de azar, valía más que la autoridad que la Constitución pide para establecer la mayo-
pública presidiese a un juego limitado y periódico ría, y entonces la palabra lucha es santa, por cuan-
como la lotería, satisfaciendo aquella necesidad de to es el ejercicio del único derecho que el pueblo
aventura y emociones en que la imaginación entra no ha delegado; y le piden ahora que lo delegue
a crear esperanzas e ilusiones, que abandonarlos a también en sus gobernantes, pues que el propósito
las excitaciones del dado y el desquite. de suprimir la lucha, viene de gobernantes”. T. XL,
En La Habana, en el Brasil, donde abundan los 1879, p. 53.
esclavos, la lotería es para el negro la esperanza de
redención; y la juega mientras vive, en busca del lucha contra Rosas
rescate. Por eso la lotería se juega en grande escala. “Fue a principios del año 40 que el ejército de
Por ahora lo que importa es que el Poder Ejecu- emigrados formado en Corrientes, descendió a la
tivo no haga leyes, que no cree impuestos, pues la arena y comenzó a batir en Entre Ríos los primeros
lotería es un impuesto que puede ser enorme y que baluartes de la tiranía. Era una poblada más que un
es corruptor desde que ya se propone estimular el ejército... ¿Será que los tiranos no puedan ser derro-
juego, para que dé millones. cados sino por otros tiranos [...]? El ejército liberta-
¿A dónde nos llevan?”. T. XXXIII, pp. 123-125. dor tenía a su frente al general Lavalle, soldado va-
liente y antiguo guerrero de la independencia; pero
luces malas hombre esencialmente democrático, y sin aquella
“De las viejas tradiciones de la humanidad alma fiera de conquistador que se necesitaba para
sobrevive una en nuestras campañas solitarias, y habérselas con un tirano omnipotente contra Rosas.
entre las masas populares, esas soledades de la Sea por lealtad, o por la forma tan popular de sus
inteligencia, a las cuales aquellas preocupaciones ideas, el general Lavalle nunca dominó la causa que
sirven de faro y de guía. Créese en la existencia de tenía en sus manos, nunca se la apropió [...].
luces malignas en el desierto que durante la noche El ejército libertador defendía solo una idea,
propenden a extraviar al viandante, y haciéndole idea que no se refería a una persona, ni a una pro-
abandonar el camino conocido para llevarlo a un vincia, sino a toda la República. Se había reunido
precipicio, o sumirlo en el seno del desierto a fin de al llamado de la patria y no a la voz de la autori-
que perezca de sed. Esta superstición en su origen dad. Era una verdadera representación del pueblo,
ha debido servir de freno a las tentaciones de los [...]. Los hijos de Corrientes formaban la base del
pueblos nómades de separarse de aquellos hilos ejército, hombres que nunca habían sostenido en la
conductores que atraviesan las llanuras dilatadas o República el estandarte de una facción, y que por
las saharas inhospedables”. T. XLV, p. 44. primera vez debían pasar las aguas del Paraná y
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emprender una remota cruzada con el solo obje- las glorias americanas, aborrece la bandera que fue
to de libertar a la nación. [...] No había entre ellos hasta el Chimborazo, y se ensangrienta en los de-
federales y unitarios, y todos los colores políticos fensores ilustres de la independencia de América.
anteriores estaban confundidos en una sola divisa: [...]”. T. VI, pp. 57-61.
abajo el tirano. [...]
Este ejército fue vencido, fue anonadado por las lucha por la patria
legiones de Rosas. Y bien, ¿podrá decirse por esto “Luchemos por el día presente, que el porve-
que los defensores de la libertad no hallaron bas- nir nos pertenece y lo dejamos hoy asegurado. Si
tantes simpatías en el país, o que el tirano cuenta hay aquí entre los presentes algunos que parten a
al menos con el apoyo de una parte considerable defender la patria con su brazo, diréles que dejan
de la nación? Los que juzgan de los hechos a la dis- ya los cimientos de la casa donde sus hijos encon-
tancia, sin dignarse averiguar las causas y calculan trarán, si les falta padre, diez padres en los comi-
ciegamente por los resultados, sin curarse mucho sarios, inspectores y síndicos de las parroquias de
de la suerte de las repúblicas hermanas, así lo han la Catedral al Norte o al Sur, que darán más que
querido creer. Para ellos Rosas es invencible, tie- pan gratuito a sus hijos, daránles el pan del alma,
ne opinión, y la libertad ha perdido para siempre la educación que les haga amar la memoria de sus
sus títulos en el suelo argentino. [...] ¿Será posible padres, muertos en defensa de la patria, de la liber-
que en vez de madurar y robustecer los principios tad y de la civilización.
que sirvieron de base a nuestra emancipación, que- Aquí, fundando una escuela, allá, defendiendo
ramos renegar de ellos y retroceder en nuestras la frontera, fundamos y defendemos la civilización,
ideas? ¿Cómo puede suponerse que un país que contra el último esfuerzo de la barbarie por más
adquirió gloriosamente su independencia a esfuer- que se nos diga que el culto emperador del Bra-
zos de su brazo, y que regó el árbol de la libertad sil auxilia y protege a nuestros enemigos”. T. XXI,
con la sangre de sus hijos, pueda degenerar en tan 1859, pp. 66-67.
poco tiempo, y apoyar con su opinión a un tirano
como Rosas? lujo
[...] De este cuadro de agitación incesante, de la “Parece, y no sabemos por qué, que se ha hecho
ruina y desolación del país en esta época, y en fin, una máxima general el condenar el lujo. Pero es por-
de los reveses mismos que han sufrido los enemi- que no se reflexiona bien lo que importa el lujo en
gos de Rosas, no sacará la posteridad por conse- medio de las sociedades actuales; el lujo es un canal
cuencia que este ha gobernado bien, ni que lo ha impetuoso por donde baja la riqueza desde los gran-
sostenido la opinión, sino que tomará una lección des capitalistas hasta las manos toscas y fuertes que
memorable de lo que cuesta voltear a un tirano, diariamente se ocupan en producir. El lujo consiste
cuando ha logrado apoderarse del oro de la nación, en elevar a un gran valor, por medio del arte, mate-
y hacerse fuerte por el terror. [...] rias que por sí mismas no tienen un valor real; lo que
[...] Es preciso que la América acabe de compren- quiere decir, que el lujo consiste en elevar a un valor
der a ese hombre fatal, que colocado en una de las fuerte un objeto que pronto se agota y anonada.
puertas principales de nuestro continente, amenaza Así es que el lujo es una especie de contribución
y amaga a la América por el interior y el exterior. fuerte impuesta sobre el orgullo y la vanidad del
Témalo todo del hombre que azota y que degüe- capital, y que se emplea por una proyección natu-
lla; del inventor de la mazorca; del que persigue la ral y necesaria en compensar el trabajo del artista”.
civilización a cara descubierta; del que abdicando T. XII, p. 216. T. XII, 1844, pp. 156-57.
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presentación p. 3
Textos elegidos.
Sarmiento de la D a la L
Letra D p. 6
Letra E p. 34
Letra F p. 192
Letra G p. 210
Letra H p. 242
Letra I p. 252
Letra J p. 316
Letra L p. 324
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