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CCS: Creo que a nivel formativo está claro, si uno toma una perspectiva
aplicacionista lo que hará lógicamente será: primero, empezar la formación por la
adquisición de conocimientos y de habilidades en el ámbito de lo que podríamos
llamar los supuestos procesos psicológicos universales y una vez hecho esto –que
además de hacerse primero, tiene que ser lo que ocupe más, lo que tenga más
presencia en la formación– vienen las derivaciones y las aplicaciones para ver
cómo esto se va concretando en cada uno de los ámbitos de aplicación. En
contraste, si uno tiene una postura no aplicacionista, no quiere decir que esos
procesos básicos no van a estar presentes, van a estar igualmente presentes y
van a tener mucha importancia, pero junto con esto va a entrar una parte
importante relativa a lo que es el conocimiento específico del ámbito de aplicación.
CCS: Yo creo que hay tendencias muy diferentes, porque efectivamente estas
posturas –la aplicacionista y la de interdependencia-interacción– cuentan con
mucha presencia y mucha fuerza en el medio. Entonces yo diría que el que acabe
dominando una u otra en un plan de estudios determinado, tiene que ver más con
la tradición predominante. En los lugares en donde ha habido una tradición
académica muy fuerte, centrada en lo que son los procesos básicos, la
neuropsicología, etcétera, claramente ahí lo que se acaba reflejando en los planes
de estudio es una postura aplicacionista. En los lugares donde el surgimiento de
las instituciones de formación se ha hecho sobre todo a partir de preocupaciones
de aplicación y en donde la tradición primigenia, que fundamenta o que funda los
planes de estudio, es una tradición más bien basada en compromisos sociales,
de intervención en ámbitos profesionales, lo que suele prevalecer a nivel de
formación son las posturas que son tributarias de esta perspectiva
interdependencia-interacción.
El caso más claro son las escuelas de psicología clínica. Por un lado está la
psicología clínica que se enseña en facultades de psicología con una fuerte
tradición académica donde la formación acaba siendo la aplicación de
paradigmas, conductistas, conductista-cognitivos, cognitivos y, en el otro extremo,
tienes las escuelas de psicología clínica fundadas a partir de la psicología
dinámica o del psicoanálisis, donde no hay prácticamente ninguna formación en
procesos básicos y parten justamente de lo que es el ámbito de la clínica. Algunas
escuelas de psicología de Argentina son un ejemplo en este sentido, porque es la
contraposición de lo que sucede en la mayor parte de las universidades en
España o, me imagino, inclusive de aquí [México]. Hace algún tiempo estuve allí
trabajando con ellos en la reforma curricular y cuando les propuse que tenían que
poner en el plan de estudios de psicología el estudio de procesos básicos, no
veían o no entendían para qué, consideraban que no había ninguna necesidad, la
formación tenía que venir de la práctica clínica, y por lo tanto no había
neuropsicología, ni procesos básicos, justo lo contrario que puede encontrarse en
otros lugares.
Cada uno puede pensar lo que quiera, pero lo que a mí me parece que es lo
específico de los psicólogos, es que intentamos comprender y explicar
cambios en el comportamiento; definamos el comportamiento como
queramos, si no queremos usar el concepto de comportamiento, digamos
actividad.
Así, se puede afirmar que el trabajo del psicólogo en el SUS debe estar
centrado en algunos puntos fundamentales:
•Saber identificar cuáles son los problemas que requieren atención prioritaria
dentro de la comunidad en la que se trabaja, es decir, conoce r los problemas
más frecuentes, determinar las necesidades de salud de la comunidad y ser un
detector de problemas. Es importante estimular la participación de los usuarios
como identificadores de problemas y multiplicadores de soluciones. No obstante,
la necesidad de salu d no puede ser entendida como un concept o unívoco, pues
no se traduce de la misma forma en cada clase, fracción de clase o grupo social.
Se entiende, además, que las diferentes concepciones de lo que constituye una
necesidad de salud repercuten en el modo en que las personas se relacionan con
el servicio de salud y en lo que definen como prioridades sanitarias.
El Self es por lo tanto un concepto intermedio entre los relacionados con los
fenómenos intrapsíquicos en los concernientes a la experiencia interpersonal. La
identidad contiene dos aspectos: uno referido al Self y otro referido al Yo y
vinculado con la función sintética del mismo (Gringberg y Gringberg, 1971).
Es claro que esta profesión nueva exige una ética profesional que cada día
debe esclarecerse y precisarse. La especificación de esta moral está
relacionada con situaciones humanas características de ella, como por ejemplo el
caso del secreto profesional a la luz de una entrevista o de un consejo
psicológico, en el caso del tratamiento psiquicoclínico, en el psicoanálisis de
diversos tipos y en la psicoterapia individual o colectiva.
El psicólogo tiene que ser un experto. Esta calidad implica una amplísima
cultura general y además una especialidad en la que el dominio de la técnica
respectiva se sobrepone la prudente visión del que sabe muy bien su teoría y
posee una valiosa experiencia práctica.
Constituyen más bien una expresión del conjunto de esfuerzos para haber reunido
las armas o instrumentos para emplearlos en el instante y en el modo más
adecuado a cada situación humana.
Por último el secreto profesional puede ser el mismo secreto confiado pero en
situación de experto a quien se consulta precisamente por esta calidad de
profesionista. La obligatoriedad de guardar este secreto surge de la misma
situación aunque no se haya confiado o prometido expresamente.
Por supuesto que su mejor aval consiste en la buena intención del experto
psicólogo, cristalizada en una actitud ejemplar y prudente de quien habiendo
cumplido con el requisito de una sólida preparación universitaria ha forjado con su
conducta recta y actitudes humanistas el justo título de profesionista en el
complejo mundo de las relaciones interpersonales y de los profundos e íntimos
afanes humanos, fecundos en realizaciones maduras pero también en conflictos
internos productores de normales o anormales desenlaces.
ANALÍZAME
Una vez que ha visitado al doctor Sobel, Vitti sigue con su vida y justo cuando está
practicando sexo con una amante sufre un gatillazo, por lo que viaja a Florida para
ver urgentemente al doctor Sobel. De noche, los hombres de Vitti lo sacan de la
cama y lo llevan ante él. Sobel muestra su enfado por las maneras pero aún así, le
escucha. En la conversación Vitti le deja claro que debe fortalecerse o dentro de
dos semanas, las “alimañas” (hombres mafiosos) con los que trata irán por él al
verle débil. Si bien es cierto que Primo Sindone, el mayor rival de Vitti desde
pequeño y también capo, fue el que ordenó su muerte y la de Dominique.
ASPECTOS PSICOLÓGICOS
Sin embargo, los problemas que acucian al doctor son referentes a su familia.
Sobel pretende casarse con Laura MacNamara (Lisa Kudrow), más conocida por
mí por su papel como Fiby en la serie televisiva “Friends” (la 1ª chica empezando
por la derecha).
Considero que estos personajes de mundos totalmente opuestos tienen una gran
y clara coincidencia en “querer ser como sus padres”. Esto lo vemos prestando
atención a las relaciones que ambos han mantenido con sus padres (en el caso de
Vitti cuando recuerda el momento de la muerte de su padre).
En la escena inicial de la película vemos como el hijo del doctor le dice que está
furioso por tener que ir a la fiesta de su abuelo y que su mamá piensa que está
celoso de él. Es en este momento cuando Sobel se distrae, pierde el control y
tiene un choque leve con Jimmy. Posteriormente ya en la fiesta, se ve al padre de
Sobel como un psicólogo exitoso, que publica libros y lleva tras de sí una gran
masa de gente. El aspecto importante viene cuando su padre le pregunta al doctor
que tal le va con la consulta y este le miente, “tengo pacientes interesantísimos”.
Es en este punto donde observamos que Sobel siente frustración con sus
pacientes y cierta envidia por la vida de su padre. Además en la escena en la que
Paul y Ben intercambian sus papeles médico-paciente, Vitti logra desenmascarar
un poco ese sentimiento de Sobel hacia su padre cuando este cataloga su relación
con él como un problema personal. Probablemente esa frustración sea porque el
doctor considera que no tiene ningún reto profesional al que enfrentarse,… hasta
que aparezca Vitti.