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Clase 4: Bautismo por aguas.

Primera Parte: Conceptos básicos del bautismo:

El Bautismo es un mandato de Cristo (Mateo 28). No vamos al infierno por no bautizarnos pero no
hacerlo es vivir en rebeldía contra Cristo. Cristo se bautizó para ser ejemplo de justicia.

El bautismo es una confesión pública de nuestra fe (Marcos 8: 38).

Es una representación de lo que nos sucede al ser salvos, morir a la vieja vida y renacer en una
nueva (Juan 3: 3).

Nos identifica con el pueblo de Cristo, todos los creyentes tenemos esto en común: Jesús es
nuestro Señor (Gálatas 3: 28).

Es la declaración de fe de que luego de morir resucitaremos en Cristo.

¿Cuándo debemos bautizarnos? Tan pronto como seamos salvos y entendamos lo que es.

¿Qué diferencia entre el bautismo por aguas y el bautismo por Espíritu? El bautismo de Espíritu
era una promesa no un acto de obediencia (Hechos 1:4).

Segunda Parte: El Bautismo en el Antiguo Testamento:

Entendemos el A.T. como una sombra del N.T., por eso es importante ver que cada cosa que
sucedía y estaba escrita no era solo una historia más sino que eran una anticipación de Cristo. Es
entonces el Antiguo Pacto un modelo imperfecto del nuevo pacto: Cristo.

EL Bautismo de Noé: La liberación de la destrucción resultado de la fe en Dios (1 Pedro 3: 20-21).


La humanidad fue purificada por agua y comenzó una nueva vida por alguien que supo creer en
Dios.

EL Bautismo de Moisés: La servidumbre al Faraón tipifica la servidumbre a Satanás (Romanos


6:16).

La sangre en el dintel modelo de Cristo: el cordero redime con su sangre (1 Corintios 5: 7).

El cruce del mar rojo representaba el Bautismo, dejar la vieja vida y vivir una nueva en Cristo (1
Corintios 10: 1-2).

La liberación del pueblo de Israel era una anticipación de lo que la Iglesia pasaría en el sacrificio de
Cristo. Ellos eran esclavos del Faraón (nosotros del pecado), decidieron abandonar esa vida, la
sangre los redimió de la muerte, pasaron bajo las aguas y comenzaron una nueva vida guiada por
Dios.

Segunda Parte: El Bautismo en el Nuevo Testamento. Lo que sucede proféticamente en el


bautismo y su significado simbólico:

El bautismo es una manera de crucificar la carne: La carne no tiene capacidad para entender,
actúa por instinto y en base a sus pasiones. No tiene límites. La única manera de controlarla es
clavándola en la cruz (Rom. 7: 24; Gál. 2: 20; 1 Cor. 15: 31; Rom. 6. 6; Rom. 8: 13 Gál. 5: 24). No se
trata de adiestrarla, la Biblia no enseña esto, sino crucificarla.
Morir y nacer de nuevo:

El significado del bautismo es que éramos esclavos de nuestros pecados, crucificamos nuestra
carne, morimos, fuimos sepultados y resucitamos en una nueva vida en Cristo (Rom. 6.3-4; Col.
2.12). El murió para que viviéramos y para que muriéramos (Rom. 6:5; Cor. 5:14).

Cristo es llamado el segundo Adán, ya que vino a cumplir con lo que Adán no pudo, cuando
morimos al viejo hombre (Adán) nacemos al nuevo (Cristo) con la nueva naturaleza redimida (Juan
3: 5-7).

Cristo nos redimió, con sangre, de cuatro maldiciones:

La desobediencia: Cuando el hombre pecó en el Edén se creó en él la naturaleza del pecado (Rom.
5: 12). Pero Cristo supo obedecer a su Padre en todo, nos redimió con sudor de sangre en el
Getsemaní diciendo: “No se haga mi voluntad sino la tuya” (Lucas 22:42). Al nacer en Cristo somos
justificados y por su obediencia podemos tener la certeza de que es posible obedecer a Dios (Rom.
18: 48).

La maldición de la tierra: El hombre siendo responsable de la tierra introdujo la maldición a ella


(Génesis 3: 17- 18), Cristo nos redimió de esta maldición derramando su sangre cuando colocaron
una corona de espinas sobre sí. Nuestra nueva naturaleza traerá bendición a la tierra, somos la
sal del mundo quienes deben interceder para que sea redimida.

Las enfermedades: Cristo nos redimió de las maldiciones de las enfermedades cuando derramó su
sangre con sus llagas (Isaías 53: 5).

La maldición del pecado y de la muerte: Cristo derramó sangre en la cruz al hacerse pecado y
morir por nosotros (1 Cor 5: 21).

¡Todo esto sucede cuando uno renace como nueva criatura en Cristo, el bautismo es un símbolo
profético de esta redención de Cristo en nuestra vida!

La significación del agua y la limpieza:

La consagración completa: se pasa a ser suyo, el Espíritu de Dios requiere una total purificación
pero también no las proporciona (Ezequiel 36: 25).

La regeneración: nueva naturaleza y nuevo corazón, nueva vida y espíritu (Ezequiel 36: 26)

Su Espíritu y Palabra en nosotros: la figura del agua no solo representa al Espíritu Santo sino a su
Palabra que limpia y purifica (Ef. 5:26-27). Es por medio del Espíritu y de su Palabra que somos
continuamente purificados (1 Juan 3: 3) (la promesa es la Palabra); 1 Juan 1:9 (fiel a su Palabra).
(Ezequiel 36: 27)

De esto se trata la nueva vida, no de no cometer algunos pecados, sino de odiarlos. Aunque Él ve
en nosotros diez mil pecados nos llevará cada vez a nuevos niveles de purificación.

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