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DE LA NOBLEZA A TODOS

Diseñador Industrial

Luis Alfredo Cardona Montañez

Universidad Tecnológica de Pereira


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Abstract

Muchas de las situaciones, objetos o conceptos en muchos casos de nuestra historia se

han desplazado entre clases sociales o esferas dentro de la sociedad, y estos cambios puede darse

por una singular cantidad de procesos, o en su defecto sólo por acontecimientos simples. Con la

Estética, el Arte y la Belleza sucede algo parecido, pero en éste caso no sucede un

desplazamiento sino una ampliación del concepto.


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DE LA NOBLEZA A TODOS

La estética antes de llegar a lo que hoy consideramos y tratamos como tal tuvo que haber

pasado por una serie de transformaciones que permitieron que esta llegase a su definición actual

o más bien la que es aceptada en muchos contextos donde es utilizada.

Antes de definir un poco más la transición de esta palabra es importante mencionar una de las

principales características y es que ésta tiene es un sujeto atravesado por ésta palabra y que a su

vez es atravesada por este sujeto, Bozal (1996, pág. 8) afirma que “Si en el ámbito de la historia

el problema se centró en la naturaleza del sujeto que debía protagonizarla, en el de la estética es

el sujeto que percibe la naturaleza o el que suponen las obras de arte-trasunto de éste- el que

centra la atención”. Así partiendo de éste sujeto que percibe la naturaleza volvemos nuevamente

al campo ya discutido por Mandoki (2013) en el que los sujetos que pueden percibir deben ser

sensibles a lo que los rodea para poder sobrevivir y tener contacto con otros.

Desde el punto de vista de Bozal el sujeto al que éste se refería es al ser humano, desde el

punto de vista de Mandoki ese sujeto es cualquier viviente, ambos casos tienen en común el ser

humano sea como parte de un conjunto mayor (vivientes) o desde su especificidad como ser

“único en el planeta que”1 puede acercarse al arte, la belleza y/o la estética, es por medio de éste

sujeto y del contexto y que la palabra ha mutado para ajustarse a la evolución de los mismos.

La percepción actual de la estética tiene mucho que ver con su pasado, un palimpsesto en el

que todo se superpone, ya que las proposiciones que hacemos hoy en día sobre la definición de

éste término son borrones y acomodaciones continuas que entre época y época se adaptan para

sobrevivir, como la cultura, a su contexto actual2, estas adaptación han incluido el

1
Desde el punto de vista de Lozano ( (2017) un antropocentrismo que busca despegarlo de su parte biológica.
2
Asincrónico al momento en el que estas palabras son escritas, y sólo actual para el momento en el cual las
diferentes definiciones fueron creadas.
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distanciamiento o acercamiento de éste termino con el arte, la belleza y hasta las clases sociales

(Bozal, Op. Cit). En un principio al igual que las artes el termino aparece sólo reservado para las

clases sociales más altas o individuos que estaban en un estado superior al de las masas, el inicio

de este cambio fue con los salones franceses “El salón crea un público que disfruta

contemplando las obras expuestas, publico que tiene acceso a lo que antes era sólo un privilegio

de los cortesanos” (Ibíd., pág.4) , el iniciar el acceso de las personas al arte hace que se

conviertan en un “producto”3 de consumo y empieza a movilizarse en una esfera social

diferente, ampliada, permitiendo a más personas y clases sociales “untarse” un poco de éstos

términos y experiencias, aun así ciertas práctica continuaban siendo consideradas o calificadas

como mayores a otras, un ejemplo de esto podría ser lo que sucedió con el gusto por lo clásico

que aún en el barroco era considera “como un gusto excelso y magnífico” (Ibíd., pág 9) hasta

éste punto seguía existiendo una diferenciación de clases sociales y la estética seguía siendo

reservada en muchos casos sólo para el arte. Con el paso del tiempo los dos términos van a

terminar soportándose el uno sin el otro dando paso a la propuesta de Mandoki en la que se

termina inclusive hablando de prosaica que incluye las manifestaciones cotidianas como parte de

la estética, y pone sobre la mesa el hecho que toda manifestación artística es estética, pero que no

toda experiencia o estética son necesariamente arte.

Esta separación es necesaria para las dicciones que se empiezan a gestar hoy en día sobre los

procesos de creación, de estéticas expandidas e imbricadas, sobre las expresiones artísticas y

demás manifestaciones culturales, que fuera de la óptica de la estética y en muchos ámbitos

parecieran no tener una explicación de ningún tipo, la compresión de la estética fuera de la esfera

3
Como cualquier producción humana
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del arte nos permite también abordar los temas de la sensibilidad e interpretación con una mirada

más amplia e incluyente.

En la contemporaneidad donde ahora existen una gran cantidad de comunidades

interpretativas una mirada a la estética restringida sólo al arte, y una mirada al arte sólo posible

desde las clases sociales altas no permitiría experienciar el gran abanico de posibilidades que hoy

en día podemos disfrutar.


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Trabajos citados

Bozal, V. (1996). Orígenes de la Estética Moderna. En V. Bozal, Historia de las ideas estéticas y
de las teorías artísticas contemporáneas (Vol. 1, pág. 422). España: Visor. Recuperado el
19 de Febrero de 2018
Lozano, A. M. (Agosto de 2017). Maestra en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura.
Diplomado Espejos y Cartografías. Pereira, Risaralda, Colombia. Recuperado el 20 de
Febrero de 2018
Mandoki, K. (2006). Prosaica Uno: Estética de lo Cotidiano y Juegos de la cultura. (Segunda
Edición ed.). México DF, México: Grupo Editorial Siglo XXI. Recuperado el Febrero de
2018
Mandoki, K. (2013). El Indispensable Exeso de la Estética (Primera ed.). México DF, México:
Grupo Editorial Sigulo Veintiuno. Recuperado el 16 de Febrero de 2018

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