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Conceptualmente habla del fracaso del sistema educativo y lo relacionan con la falta de
motivación por parte del enseñante, ya que éste, no utiliza herramientas que hacen que el
alumno se haga preguntas antes de realizar una respuesta.
No hay aprendizaje sin deseo, apunta a trabajar por proyectos, situación-problema.
La inmediatez hace que el alumno no preste la atención necesaria o no se concentre, debido
también a la inundación de información que impide que pueda filtrar.
Las actividades artísticas le hacen bien por dos motivos: canalizar los impulsos de forma
constructiva y porque favorece la concentración.
Relación horizontal con el alumno (codo a codo, conservando la actividad y la exigencia;
ser exigente y a la vez solidario).
Los gráficos de Frato y Mafalda los asociamos a la teoría conductista, el caso más claro es
el de Frato.
Como se verá explicitado en el siguiente punto, para nuestro caso está asociado a la
educación primaria, y parte de la secundaria.
1. - Teniendo en cuenta esta teoría ¿usted cómo la aplicaría en una clase? Qué
aspectos positivos y negativos para enseñar puede nombrar de éste modelo.
Teoría psicogenética: es una teoría interesante en cuanto que propone el conflicto entre el
andamiaje del pensamiento del estudiante y la incorporación de un nuevo conocimiento.
Conflictuar al estudiante es proponer el análisis de un conocimiento que ponga en crisis las
certezas que el estudiante tiene sobre ese tema. Se enfoca en la preparación del estudiante
para resolver problemas en condiciones ambiguas
El aspecto positivo de esta teoría: el que aprende es capaz de interpretar múltiples
realidades, está mejor preparado para afrontar situaciones de la vida real. Si un estudiante
puede resolver problemas, estará mejor preparado para aplicar sus conocimientos a
situaciones nuevas y cambiantes.
El aspecto negativo de esta teoría: el que aprende debe estar conforme con la situación, la
divergencia y la iniciativa podría ser un problema.
Consideramos que nuestros aprendizajes se formaron basados en las dos teorías
(conductista y psicogenética), pero dado que tenemos una formación superior, el
conocimiento ha sido más una construcción propia que una mera repetición.
Los maestros que formaron nuestros aprendizajes basados en la teoría conductista están
más asociados a la educación primaria y parte de secundaria. En cuanto a las estrategias de
los docentes universitarios están más vinculados a la teoría psicogenética, por lo que podría
decirse que sus estrategias intentaban poner en crisis nuestra estructura de pensamiento y
conocimiento.
Al preparar una clase, no podemos considerar que estos enfoques sean filosóficamente
incompatibles, dado que en la práctica los límites entre ellos no son tan rígidos.
El enfoque del ejecutivo, podría ser adecuado en sistemas escolares masivos en donde el
mismo sistema tiende a imponer condiciones homogéneas que exigen destrezas
administrativas por parte de los docentes. La planificación, la evaluación, el temario son
determinantes que rigidizan.
Igualmente cabe preguntarse si es válido presentar un enfoque liberador solo para los más
capacitados dejando al resto de los alumnos estandarizados en el enfoque ejecutivo o en el
tratamiento especial del terapéutico. Fenstermacher G. y Soltis J., 1999; advierten sobre los
riesgos de ampliar las diferencias y de condenar a los estudiantes a categorías
preestablecidas para la educación.
Creemos que en la práctica es posible compatibilizar los tres enfoques, pueden aplicarse a
momentos diferentes o bien en una misma situación aunque desde distintas dimensiones. El
enfoque ejecutivo se ejercitaría al momento de planificar, programar la clase, la evaluación.
El enfoque del liberador estaría presente al momento de seleccionar y organizar los
contenidos. Por último el enfoque del terapeuta lo pondríamos en práctica al momento de
considerar como apoyamos a los estudiantes para acceder a los contenidos. De este modo,
enfatizar la profundidad y la complejidad del contenido, puede a la vez promover una
formación integral sin dejar por ello de gestionar la clase con eficiencia, ni descuidar
tampoco la dimensión formativa de su tarea y las necesidades individuales de los alumnos.
a. Enseñar es plantear problemas a partir de los cuales sea posible reelaborar los
contenidos escolares.
Una situación problemática tiene que permitir a los alumnos poner en acción los esquemas
de asimilación que ya han construido e interpretarla a partir de ellos, pero estos
conocimientos previos no debe ser suficientes para resolverla: la situación debe requerir la
construcción de nuevas relaciones entre las ya elaborados.
b) Enseñar es proveer toda la información necesaria para que los niños puedan avanzar en
la reconstrucción del contenido sobre el cual están trabajando.
Es función del maestro brindar la información necesaria para que los niños avancen en la
construcción del conocimiento. La única información que el maestro no dará es aquella
que corre el riesgo de obstaculizar el proceso constructivo, de impedir que los niños
elaboren sus propias estrategias para resolver el problema planteado.
El maestro es el informante fundamental, su palabra es la más autorizada: la información
que el docente provee es considerada por los alumnos como veraz y segura, ya que él es el
representante en el aula del saber socialmente aceptado como válido.
c) Enseñar es favorecer la discusión sobre los problemas que se han formado, es brindar la
oportunidad de coordinar diferentes puntos de vista, es orientar hacia la resolución de los
problemas planteados.
La interacción en clase hace posible que se planteen conflictos socio-cognitivos, que se
coordinen progresivamente los diferentes puntos de vista, que se vaya construyendo el
progreso del conocimiento, para que lleven a buscar acuerdos superadores, es necesario que
se den en un marco de cooperación.
Para favorecer la colaboración intelectual entre los niños el maestro no debe convalidar de
entrada lo correcto, debe adoptar una actitud neutral frente a las posiciones de los alumnos,
permitiendo que argumenten en defensa de sus hipótesis, de sus interpretaciones o de sus
estrategias. Así, la discusión se profundiza y contribuye efectivamente al progreso del
conocimiento.
Neutralidad no significa inactividad: el maestro desempeña un papel fundamental en la
interacción entre pares, la hace posible y la coordina, y sólo él puede reconocer cuáles son
las interacciones que permitirán acercarse al saber e ir orientando el proceso hacia aquello
que los niños deben construir. Interactúa enseñando por participación y proponiendo
estrategias de trabajo.
e) Enseñar es promover que los niños se planteen nuevos problemas que no hubieran
planteado fuera de la escuela.
Además de devolver a los niños la posibilidad de elaborar respuestas para los problemas
que otros le plantean, hay que restituirles el derecho a formular nuevas preguntas.
Cuando las preguntas de los alumnos tienen un lugar en la clase, ellos suelen sorprendernos
con inquietudes que abren nuevos caminos a la reconstrucción de los contenidos que se
están trabajando.
Le corresponde al maestro decidir cuáles son las preguntas o inquietudes que incluirá en el
trabajo de grupo porque es relevante para el tratamiento del tema, cuáles son convenientes
resolver a través de una orientación individual al alumno que la formuló, cuáles deberán
postergarse para otra oportunidad.
Construir y conceptualizar la acción didáctica supone también complejizar, no es posible
desmenuzar el objeto de conocimiento para simplificar nuestra tarea, sería falsificarlo, se
debe abordar todos los aspectos al mismo tiempo. Asimismo la acción didáctica supone
también provisoriedad, no es posible llegar al conocimiento correcto si no es en
aproximaciones sucesivas, que vayan permitiendo su reconstrucción.