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Gastroentorología

SEGUNDA EDICIÓN

VARGAS
DOMÍNGUEZ

McGraw-Hill Interamericana
GASTRO-
ENTEROLOGIA
GASTRO-
ENTEROLOGIA

Dr. Armando Vargas Domínguez


Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de Medicina, UNAM.
Profesor Coordinador-Tutor, Facultad de Medicina, UNAM.
Jefe de la U n i d a d de Cirugía General, Hospital General de México,
Secretaría de Salud (S.S.)
Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General, 1988-1989.

Segunda Edición

McGraw-Hill Interamericana
HEALTHCARE GROUP
MÉXICO • AUCKLAND • BOGOTÁ • CARACAS • LISBOA • LONDRES • MADRID
MILÁN • MONTREAL • NUEVA DELHI • NUEVA YORK • SAN FRANCISCO
SAN JUAN • SINGAPUR • SIDNEY • TORONTO
NOTA

La medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos conocimientos, se reque­
rirán cambios de la terapéutica. El (los) autor(es) y los editores se han esforzado para que los cuadros
de dosificación medicamentosa sean precisos y acordes con lo establecido en la fecha de publicación.
Sin embargo, ante los posibles errores humanos y cambios en la medicina, ni los editores ni cualquier
otra persona que haya participado en la preparación de la obra garantizan que la información contenida
en ella sea precisa o completa, tampoco son responsables de errores u omisiones, ni de los resultados
que con dicha información se obtengan. Convendría recurrir a otras fuentes de datos, por ejemplo, y de
manera particular, habrá que consultar la hoja informativa que se adjunta con cada medicamento, para
tener certeza de que la información de esta obra es precisa y no se han introducido cambios en la dosis
recomendada o en las contraindicaciones para su administración. Esto es de particular importancia con
respecto a fármacos nuevos o de uso no frecuente. También deberá consultarse a los laboratorios para
recabar información sobre los valores normales.

GASTROENTEROLOGIA

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin autorización
escrita de McGraw-Hill Interamericana Editores, S.A. de C.V.

DERECHOS RESERVADOS © 1998, respecto de la segunda edición en español,


por McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S. A. de C. V ,
una división de The McGraw-Hill Campantes. Inc.
Cedro núm 512, Col. Atlampa,
Delegación Cuauhtémoc, 06450 México, D. F.
Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial,
Registro núm. 736

Primera edición, 1989


Segunda edición, 1998

ISBN 970-10-1844-3

1234567890 P.E.-98 9076543218


Impreso en México Printed in México

Esta Obra se terminó de


imprimir en Enero de 1998 en
Programas Educativos, S.A. de C.V
Calz. Chabacano No. 65-A Col. Asturias
Delegación Cuauhtémoc
C.P. 06850 México, D.F
Empresa Certificada por el
Instituto Mexicano de Normalización
y Certificación A.C. bajo la Norma
ISO-9002: 1994/NMX-CC-004: 1995
con el Núm. de Registro RSC-048

Se tiraron 3000 ejemplares


Colaboradores

Juan Miguel Abdo Francis


Médico adscrito, Servicio de Gastroenterología y Endoscopia, Hospital General de
México, S.S.; Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de Medicina, UNAM;
Profesor adjunto de Gastroenterología, Universidad Anáhuac; Presidente de la Aso­
ciación Mexicana de Endoscopia Gastrointestinal.

César Athié y Gutiérrez


Jefe del Servicio de Urgencias, Hospital General de México; Académico titular,
Academia Mexicana de Cirugía; Profesor titular, Facultad de Medicina, UNAM; Ex
Presidente de la sección México del International College of Surgery.

Fernando Bernal Sahagún


Jefe del Servicio de la Unidad de Endoscopia Gastrointestinal, Servicio de Gastroen­
terología, Hospital General de México, S.S.; Ex Presidente de la Asociación Mexi­
cana de Endoscopia Gastrointestinal; Profesor definitivo por oposición de Gastroen­
terología, Facultad de Medicina, UNAM; Académico de número, Academia Mexi­
cana de Cirugía.

Roberto Blanco Benavides


Profesor titular del Curso de Posgrado de Cirugía General, Facultad de Medicina,
UNAM; Jefe del Servicio de Cirugía, Hospital de Especialidades, Centro Médico
Nacional Siglo XXI, IMSS; Académico de la Academia Mexicana de Cirugía.

Carmelo Blasco
Profesor adjunto de Semiología Médica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad
Nacional de Asunción, Paraguay; Subjefe del Departamento de Gastroenterología,
Servicio de Semiología Médica, Hospital de Clínicas de Asunción, Paraguay.

José María Blasco y González


Médico de base, Departamento de Gastroenterología, Hospital de Especialidades,
Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS; Profesor Coordinador-Tutor, Facultad de
Medicina, UNAM; Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de Medicina,
UNAM.
vi Colaboradores

Francisco Javier Bosques Padilla


Profesor de tiempo completo, Pre y Posgrado, Departamento de Medicina Interna,
y Encargado de Enseñanza, Servicio de Gastroenterología, Facultad de Medicina y
Hospital Universitario "Dr. José E. González", Universidad Autónoma de Nuevo León
(UANL); Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, CONACYT; Certificado
por los Consejos de Medicina Interna y Gastroenterología de México.

Irma Elvira Calderón Lozano


Unidad de Hígado, Servicio de Gastroenterología, Departamento de Medicina In-
terna, Facultad de Medicina y Hospital Universitario "Dr. José E. González", Univer-
sidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L.

Alejandro Cárdenas del Olmo


Médico de base, Servicio de Cirugía General, Hospital General de México, S.S.

Jorge Carreño Romero


Médico adscrito, Servicio de Gastroenterología, Hospital General de México, S.S.;
Profesor titular de la Clínica de Gastroenterología, Universidad Anáhuac.

Armando Castillo González


Profesor de Posgrado, Curso de Especialización en Cirugía General, Facultad de
Medicina, UNAM; Cirujano del Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacio-
nal Siglo XXI, IMSS.

José Joaquín Christen y Florencia


Fellow de la Scott And White Alumnii Association; Sinodal del Consejo Mexicano
de Cirugía General; Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General; Fellow
de la International Society of Surgery.

Carlos Cristaldo
Profesor adjunto de Semiología Médica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad
Nacional de Asunción, Paraguay; Jefe del Departamento de Gastroenterología,
Servicio de Semiología Médica, Hospital de Clínicas de Asunción, Paraguay.

Margarita Dehesa Violante


Jefe del Servicio de Gastroenterología, Hospital de Especialidades, Centro Médico
Nacional Siglo XXI, IMSS; Miembro numerario de la Academia Nacional de Medi-
cina; Profesor de Posgrado de Gastroenterología, Facultad de Medicina, UNAM; Ex
Presidente de la Asociación Mexicana de Gastroenterología.

Lorenzo De la Garza Villaseñor


Cirujano titular, Coordinador de enseñanza de Cirugía, Instituto Nacional de la
Nutrición "Salvador Zubirán", México, D.F.; Presidente de la Asociación Mexicana
de Cirugía General 1994-1995; Profesor adjunto, Curso de Posgrado de Cirugía Ge-
neral.
Colaboradores vii

Armando Díaz Belmont


Subjefe del Servicio de la Clínica para Atención de Problemas Relacionados con el
Alcohol (CAPRA), Hospital General de México, S.S.; Profesor Coordinador-Tutor,
Facultad de Medicina, UNAM; Profesor titular de Gastroentcrología, Facultad de
Medicina, UNAM.

Jorge Escotto Velázquez


Jefe del Servicio de Gastroenterología, Hospital General de México, 1964-1974; Pre-
sidente de la Academia Mexicana de Cirugía 1991-1992; Profesor Titular de Clínica
del Aparato Digestivo, Facultad de Medicina, UNAM; Jefe de la Clínica para Aten-
ción de Problemas Relacionados con el Alcohol (CAPRA), Hospital General de
México, 1979 a la fecha.

Héctor Espino Cortés


Médico de base, Unidad de Endoscopia, Servicio de Gastroenterología, Hospital
General de México, S.S.; Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de Medi-
cina, UNAM.

Enrique Fernández Hidalgo


Profesor Coordinador-Tutor, Facultad de Medicina, UNAM; Profesor titular del Curso
de Especialización, Cirugía General, Facultad de Medicina, UNAM; Presidente de
la Asociación Mexicana de Cirugía General 1985-1986; Consultor Técnico, Hospital
General de México, S.S.

Enrique Fernández Rivera


Subjefe del Servicio de Cirugía General, Hospital General de México, S.S.; Profesor
de Cirugía I y II, Facultad de Medicina, UNAM; Miembro de la Asociación Mexica-
na de Cirugía General.

María de los Angeles Fuentes del Toro


Subdirector Médico, Hospital Gabriel Mancera 1, IMSS; Profesora titular Cirugía I,
Facultad de Medicina, UNAM; Socio Fundador Asociación Mexicana de Cirugía
General; Socio de la Asociación Mexicana de Cirugía Laparoscópica.

Samuel Fuentes del Toro


Jefe de la Unidad de Nutrición Quirúrgica, División de Cirugía, Centro Médico 20
de Noviembre, ISSSTE; Cirujano Intensivista, Hospital de Especialidades, Centro
Médico Nacional Siglo XXI, IMSS; Profesor de Gastroenterología, Facultad de Me-
dicina, UNAM.

Antonio Galindo Nava


Cirujano adscrito, Hospital Español, México; Cirujano adscrito, Hospital Juárez de
México; Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General.
viii Colaboradores

Manuel Gallo Reynoso


Jefe de Unidad, Unidad 302, Cirugía General, Hospital General de México; Profe-
sor titular de Introducción a la Clínica, Facultad de Medicina, Universidad La Salle;
Miembro del Comité de Bioética del Hospital General de México, S.S.; Miembro de
la Asociación Mexicana de Cirugía General.

Dora Alicia García Cantú


Médico Internista y Gastroenterólogo adscrito al Departamento de Medicina Inter-
na, Servicio de Gastroenterología, Facultad de Medicina y Hospital Universitario
"Dr. José E. González", Universidad Autónoma de Nuevo León; Certificado por el
Consejo de Medicina Interna de México.

Clemente Guízar Bermúdez


Médico adscrito, Servicio de Urgencias Médico-Quirúrgicas, Hospital General de
México, S.S.; Profesor de asignatura, Facultad de Medicina, UNAM; Certificado por
los Consejos Mexicano de Cirugía General c Infectología.

Leopoldo Gutiérrez Rodríguez


Endocirugía, Hospital "Fernando Quiroz", ISSSTE; Académico de número, Acade-
mia Mexicana de Cirugía.

Adriana Hernández López


Médico adscrito, Servicio de Cirugía General, Hospital "Manuel Gea González",
S.S.; Profesor titular de Seminarios Clínicos, Facultad de Medicina, UNAM; Pro-
fesor adjunto de Fisiopatología, Facultad de Medicina, UNAM.

Humberto Hurtado-Andrade
Servicio de Cirugía General, (Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, ISSSTE;
Miembro de la Academia Nacional de Medicina; Académico de número de la Aca-
demia Mexicana de Cirugía; Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Gastroen-
terología.

José Luis Ibarrola Calleja


Director Médico, Hospital Angeles del Pedregal; Cirujano del Hospital de Especia-
lidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS.

Félix Gabriel Ibieta Galarza


Ex Residente de Cirugía, Hospital Genera! de México, S.S.; Residente del Servicio
de Endoscopia Gastrointestinal, Hospital General "Manuel Gea González", S.S.

Jesús Alberto Juárez Navarro


Médico de base, Departamento de Gastrocnleiología, Hospital de Especialidades.
Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS.
Colaboradores ix

Jorge M. López López


Médico de base, Servicio de Cirugía General, Hospital General de México, S.S.;
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía General.

Héctor Maldonado Garza


Jefe del Servicio de Gastroenterología, Facultad de Medicina y Hospital Universita-
rio "Dr. José E. González", Universidad Autónoma de Nuevo León; Certificado por
los Consejos de Medicina Interna y Gastroenterología de México.

José Raymundo Manzano-Trovamala


Jefe de la División de Cirugía, Hospital Central Militar; Presidente de la Asociación
Mexicana de Cirugía General 1993-1994; Académico de número, Academia Mexi-
cana de Cirugía; Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Laparoscópica
1995.

Francisco Javier Martínez


Unidad de Hígado, Servicio de Gastroenterología, Departamento de Medicina In-
terna, Facultad de Medicina y Hospital Universitario "Dr. José E. González", Univer-
sidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L.

Juan Mier y Díaz


Profesor adjunto de Posgrado en la Especialidad de Cirugía General, Facultad de
Medicina, UNAM; Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General 1996-
1997; Académico de número, Academia Mexicana de Cirugía; Cirujano de base,
Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS.

Miguel Ángel Monroy Ramírez


Residente de Cirugía, Hospital Español, México, D.F.

Mario Julio Montes Corral


Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de Medicina, UNAM; Cirujano de
base, IMSS; Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General.

Linda Elsa Muñoz Espinosa


Jefe de la Unidad de Hígado, Facultad de Medicina y Hospital Universitario "Dr.
José E. González", Universidad Autónoma de Nuevo León; Vicepresidente de la
Asociación Mexicana de Hepatología; Presidente de la Sociedad de Gastroentero-
logía de Nuevo León, 1991.

Daniel Murguía Domínguez


Jefe del Servicio de Gastroenterología, Hospital General de México, S.S.; Profesor
Coordinador-Tutor de 4o año, Facultad de Medicina, UNAM; Profesor titular de
Posgrado, Facultad de Medicina, UNAM; Profesor titular de Gastroenterología de
Pregrado, Escuela de Medicina, Universidad Anáhuac.
x Colaboradores

Raúl F. Olaeta Elizalde


Asesor de Enseñanza e Investigación, Hospital Juárez de México, S.S.; Profesor ti-
tular del Curso de Especialización en Gastroenterología, Facultad de Medicina,
UNAM; Profesor titular de Clino-Patología del Aparato Digestivo, Escuela Superior
de Medicina, IPN; Presidente de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, 1987.

Luis Humberto Ortega León


Médico adscrito por examen de oposición, Servicio de Cirugía General, Hospital
General de México, S.S.; Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía General;
Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General.

Rafael Pérez Huacuja


Médico adscrito al Servicio de Gastroenterología, Hospital de Especialidades, Cen-
tro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS; Miembro de la Asociación Mexicana de Gas-
troenterología.

Javier Pérez Pineda


Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de Medicina, UNAM; Jefe de Uni-
dad, Servicio de Gastroenterología, Hospital General de México, S.S.

Ector Jaime Ramírez Barba


Profesor investigador titular, Facultad de Medicina de León, Universidad Autóno-
ma de Guanajuato; Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General, 1997-
1998; Académico de número, Academia Mexicana de Cirugía.

Felipe Alfredo Robledo Ogazón


Cirujano general, Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXI,
IMSS; Profesor del Curso de Pregrado de los Ciclos IX y X, Facultad de Medicina,
UNAM; Profesor adjunto, Curso de Posgrado de Especialización en Cirugía Gene-
ral, IMSS.

Alejandro Rodríguez Báez


Subjefe de Unidad de Cirugía General, Hospital General de México, S.S.; Profesor
de Cirugía I y Cirugía II, Facultad de Medicina, UNAM; Tesorero de la Asociación
Mexicana de Cirugía General 1994.

Gonzalo Rodríguez Vanegas


Médico adscrito al Servicio de Endoscopia, Hospital General "Manuel Gea González",
S.S.; Profesor Coordinador-Tutor, Facultad de Medicina, UNAM.

Federico Roesch Dietlen


Director de la Escuela de Medicina, Universidad Veracruzana; Miembro de la Aso-
ciación Mexicana de Gastroenterología.
Colaboradores xi

Ricardo Santoyo Valenzuela


Profesor de tiempo completo, Facultad de Medicina de León, Universidad Autóno­
ma de Guanajuato; Coordinador del Módulo de Gastroenterología y Coordinador
del Módulo de Medicina Interna, Facultad de Medicina de León, Universidad
Autónoma de Guanajuato; Miembro del Consejo Mexicano de Gastroenterología.

Luis Sigler Morales


Jefe de la División de Cirugía, Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional
Siglo XXI, IMSS; Académico titular, Academia Mexicana de Cirugía; Presidente de
la Asociación Mexicana de Cirugía General 1987-1988.

Julia Urdiales Ramos


Profesor investigador, Laboratorio de Diferenciación Celular y Cáncer, ENEP Zara­
goza, UNAM.

Rosa María Vázquez Enríquez


Cirujano de base, Clínica 8, IMSS; Profesor de Gastroenterología, Facultad de Me­
dicina, UNAM; Miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía General.

Alfredo Vicencio Tovar


Ex Presidente de la Asociación Mexicana de Gastroenterología; Ex Presidente de la
Academia Mexicana de Cirugía; Profesor titular de Gastroenterología, Facultad de
Medicina, UNAM.

Alberto Villazón Sahagún


Miembro de la Academia Nacional de Medicina; Presidente de la Academia Mexi­
cana de Cirugía 1984-1985; Presidente de la Asociación Mexicana de Gastroentero­
logía 1972; Miembro del Colegio Americano de Cirujanos.
II
Contenido

P R I M E R A PARTE: T U B O D I G E S T I V O ALTO
1. Boca 3
Dra. Julia Urdíales Ramos
Dr. Felipe Alfredo Robledo Ogazón
Dr. Armando Vargas Domínguez

2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico 12


Dr. Armando Vargas Domínguez

3. H e r n i a hiatal 20
Dr. Carmelo Blasco
Dr. Carlos Cristaldo

4. Esofagitis 29
Dr. Fernando Bernal Sahagún

5. Trastornos motores del esófago 37


Dr. Gonzalo Rodríguez Vanegas
Dra. Adriana Hernández López

6. C u e r p o s extraños en esófago 43
Dr. Héctor Espino Cortés

7. Divertículos esofágicos 49
Dr.Juan Miguel Abdo Francis

8. Acalasia 57
Dr. Armando Castillo González

9. Cáncer de esófago 63
Dr. Jorge M. López López
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez

SEGUNDA PARTE: T U B O DIGESTIVO MEDIO


10. Fisiología gástrica 73
Dr. Jorge M. López López
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez

xiii
xiv Contenido

11. Hormonas gastrointestinales 78


Dr. Raúl F. Olaeta Elizalde

12. Gastritis 85
Dr. Armando Vargas Domínguez

13. Ulcera gástrica 93


Dr. Jesús Alberto Juárez Navarro
Dra. Margarita Dehesa Violante

14. Cáncer gástrico 98


Dr. Luis Sigler Morales
Dr. José Luis Ibarrola Calleja
Dr. Roberto Blanco Benavides

15. Tumores gástricos benignos 105


Dr. Federico Roesch Dietlen

16. Síndromes debidos a cirugía gástrica 110


Dr. Armando Vargas Domínguez

17. Ulcera duodenal 127


Dr. Armando Vargas Domínguez

18. Estenosis pilórica 134


Dr. Armando Vargas Domínguez

19. Gastroenteritis infecciosa 142


Dr. Armando Vargas Domínguez

20. Diarrea crónica 147


Dr. Daniel Murguía Domínguez

21. Síndrome de malabsorción intestinal 152


Dr. Samuel Fuentes del Toro

22. Enteritis regional 160


Dr. Juan Mier y Díaz

23. Tuberculosis intestinal 165


Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López

24. Fiebre tifoidea 169


Dr. Armando Vargas Domínguez

25. Intoxicación por alimentos 173


Dra. María de los Angeles Fuentes del Toro

TERCERA PARTE: PARÁSITOS INTESTINALES


26. Ascariasis 183
Dr. Armando Vargas Domínguez
Contenido xv

27. Oxiuriasis 187


Dr. Javier Pérez Pineda

28. Estrongiloidosis 190


Dr. Armando Vargas Domínguez

29. Tricocefalosis 195


Dr. Jorge M. López López
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Luis Humberto Ortega León

30. Uncinariasis 199


Dr. Armando Vargas Domínguez

31. Teniasis 203


Dr. Manuel Gallo Reynoso

32. Triquinosis 214


Dr. Armando Vargas Domínguez

33. Giardiasis 217


Dr. Armando Vargas Domínguez

34. Amibiasis intestinal 221


Dr. Alfredo Vicencio Tovar

CUARTA PARTE: TUBO DIGESTIVO BAJO


35. Colon irritable 233
Dr. César Athié y Gutiérrez
Dr. Clemente Guízar Bermúdez

36. Enfermedad diverticular 237


Dr.J. Lorenzo de la Garza Villaseñor

37. Colitis ulcerosa 243


Dr. Armando Vargas Domínguez

38. Estreñimiento 248


Dr. Armando Vargas Domínguez

39. Impacción fecal 252


Dr. Alejandro Cárdenas del Olmo
Dr. Armando Vargas Domínguez

40. Prolapso rectal 254


Dr. Mario Julio Montes Corral

41. Cáncer de colon 258


Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Jorge M. López López
Dr. Alejandro Rodríguez Báez

42. Tumores benignos del colon 264


Dr. Armando Vargas Domínguez
xvi Contenido

43. Tumores del a n o 269


Dr. Jorge Carreño Romero

44. Enfermedad hemorroidal 276


Dr. Armando Vargas Domínguez

45. Fisura anal 281


Dr. Armando Vargas Domínguez

46. A b s c e s o rectal y fístula perianal 286


Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López
Dr. Luis Humberto Ortega León

Q U I N T A PARTE: PRINCIPALES S Í N D R O M E S
D E L APARATO D I G E S T I V O
47. H e m o r r a g i a d e l t u b o digestivo alto 293
Dr. José María Blasco y González

48. H e m o r r a g i a d e l tubo digestivo bajo 300


Dr. Ector Jaime Ramírez Barba

49. Peritonitis y a b d o m e n agudo 307


Dr. Alberto Villazón Sahagún
Dr. Miguel Ángel Monroy Ramírez

50. Obstrucción intestinal 313


Dr. Enrique Fernández Rivera
Dr. Enrique Fernández Hidalgo

51. Apendicitis aguda 320


Dr. Armando Vargas Domínguez

52. Perforación de viscera h u e c a 325


Dr. Félix Gabriel Ibieta Galarza

53. A b d o m e n a g u d o quirúrgico 331


Dr. Armando Vargas Domínguez

54. Traumatismo a b d o m i n a l 337


Dr.José Raymundo Manzano-Trovamala

55. Isquemia mesentérica 344


Dr. Armando Vargas Domínguez

56. A b d o m e n a g u d o no quirúrgico 348


Dr. Francisco Javier Bosques Padilla
Dr. Héctor Maldonado Garza
Dra. Dora Alicia García Cantú

SEXTA PARTE: E N F E R M E D A D E S DE H Í G A D O Y P Á N C R E A S
57. Hepatitis viral 357
Dr. Armando Díaz Belmont
Contenido xvii

58. Hepatitis crónicas 365


Dr. Ricardo Santoyo Valenzuela

59. Hepatitis alcohólica 372


Dr. Jorge Escotto Velázquez

60. Cirrosis hepática 378


Dr. José Joaquín Christen y Florencia

61. Síndrome ictérico 388


Dr. Armando Vargas Domínguez

62. Síndrome ascítico 396


Dr. Armando Vargas Domínguez

63. Hipertensión portal 399


Dr. Roberto Blanco Benavides

64. Amibiasis hepática 406


Dr. Armando Vargas Domínguez

65. Cáncer del hígado 413


Dra. Margarita Dehesa Violante
Dr. Rafael Pérez Huacuja
Dr. Jesús Alberto Juárez Navarro

66. Tumores benignos del hígado 419


Dra. Linda Elsa Muñoz Espinosa
Dr. Francisco Javier Martínez
Dra. Irma Elvira Calderón Lozano

67. Colecistopatías 427


Dra. Rosa María Vázquez Enríquez

68. Coledocolitiasis 435


Dr. Leopoldo Gutiérrez Rodríguez

69. Neoplasias de vesícula y vías biliares 439


Dr. Armando Vargas Domínguez

70. Pancreatitis aguda 444


Dr. Humberto Hurtado-Andrade

71. Pancreatitis crónica 452


Dr. Alberto Villazón Sahagún
Dr. Antonio Galindo Nava

72. Seudoquiste pancreático 458


Dr. Armando Vargas Domínguez

73. Cáncer de páncreas 463


Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Jorge M. López López
xviii Contenido

74. Tumores benignos de páncreas 469


Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López

SÉPTIMA PARTE: SIDA


75. Manifestaciones del SIDA en el aparato digestivo 475
Dr. Armando Vargas Domínguez

índice alfabético 483


Prefacio

Las enfermedades del aparato digestivo son muy comunes en la especie humana y
por ello es indispensable para los médicos estar actualizados en esta materia. La
mejor forma de lograrlo es a través de un libro fácil de leer, con información recien­
te y claridad didáctica por estar escrito con armonía. Es el caso del libro que nos
ocupa, en el que todos los capítulos siguen la misma estructura, ya que cada uno
consta de definición, generalidades, frecuencia, clasificación, etiología, anatomía
patológica, patogenia, cuadro clínico, diagnóstico, diagnóstico diferencial, trata­
miento, complicaciones, profilaxis y bibliografía; siempre en el mismo orden, sin
omitir ninguno de estos aspectos. Esta uniformidad le da solidez y facilita el apren­
dizaje de la gastroenterología.
La necesidad de publicar la segunda edición es una muestra de la gran acepta­
ción que ha tenido este libro entre facultativos y estudiantes, en respuesta a lo cual
se volvieron a escribir todos los capítulos, con revisión profunda de la literatura
médica internacional. Además se redactaron nuevos capítulos, como enfermedad
por reflujo gastroesofágico, trastornos motores del esófago, triquinosis, sepsis abdo­
minal, perforación de viscera hueca, isquemia mesentérica, tumores benignos del
hígado y manifestaciones del SIDA en el aparato digestivo. Todas las secciones fue­
ron escritas por distinguidos profesores universitarios de diferentes escuelas de
medicina de México. Esta nueva edición ha sido revisada con cuidado para que
refleje los importantes adelantos y descubrimientos de la gastroenterología, en el
idioma español y conteniendo los temas habituales en Latinoamérica.
Asimismo, incluye una sección en color. Como se podrá advertir, en ella las
figuras se colocaron en orden ascendente, con el número que les corresponde en
el capítulo respectivo, cuya cita en el texto va acompañada de la palabra color.
Agradezco a los colaboradores el esfuerzo realizado para preparar los trabajos
a tiempo y con calidad inmejorable; estoy consciente de que su ayuda fue por com­
pleto desinteresada y con la exclusiva finalidad de enseñar.
El más alto reconocimiento a mi esposa Verónica Patricia; a mis hijos Erika,
Armando y Luis Alejandro por su apoyo, impulso y alegría.

Armando Vargas Domínguez

xix
A la memoria de
AÍDA DOMÍNGUEZ DE VARGAS (qepd)
Láminas en color
H
Fig. 1-1. A u m e n t o de volumen de las encías por Fig. 1-2. Se observa aumento de volumen de
leucemia. (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.) encías y desprendimiento de estratos córneos por
leucemia. (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-3. Vista lateral de labios y lengua. (Cortesía Fig. 1-4. Lesiones leucémicas en la mucosa bucal.
de la Dra. Julia Urdíales.) (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

L-l
Fig. 1-5. Anemia perniciosa; se observa despapilación
lingual. (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-6. Glositis en la anemia perniciosa. (Cortesía


de la Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-7. Púrpura trombocitopénica en labios, encías


y lengua. (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-8. Petequias y hematomas en carrillos debi-


dos a discrasias sanguíneas. (Cortesía de la Dra. Julia
Urdíales.)

L-2
Fig. 1-9. Deficiencia de ácido fólico con periodon-
titis y pérdida de soporte óseo. (Cortesía de la Dra.
Julia Urdíales.)

Fig. 1-10. Deficiencia de ácido nicotínico en la len-


gua. (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-11. Deficiencia de ácido nicotínico en zonas intrabu-


cales.

L-3
Fig. 1-12. Glositis luética. (Cortesía de la Dra. Julia
Urdíales.)

Fig. 1-13. Sífilis terciaria en el paladar.

Fig. 1-14. Estomatitis herpética.

Fig. 1-15. Candidiasis bucal.

L-4
Fig. 1-16. Hoyos congénitos labiales.

Fig. 1-17. Doble labio (pliegues en labio superior).


(Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-18. Fibromatosis gingival; tejido conectivo fi-


broso que recubre la corona de los dientes.

Fig. 1-19. Lengua bífida. (Cortesía de la Dra. Julia


Urdíales.)

L-5
Fig. 1-20. Lengua fisurada escrotal. (Cortesía de la
Dra. Julia Urdíales.)

Fig. 1-21. Glositis media romboidea; nótese la de-


presión central.

Fig. 1-22. Lengua geográfica o glositis migratoria


benigna.

Fig. 1-23. Anodoncia parcial por displasia ectodér-


mica. (Cortesía de la Dra. Julia Urdíales.)

L-6
Fig. 1-24. Dientes neonatales.

Fig. 1-25. Fusión; representa la unión de coronas por


falta de división embrionaria.

Fig. 1-26. Concrescencia; nótese la unión de dos


piezas dentales.

Fig. 1-28. Hipoplasia de esmalte y dentina.

L-7
Fig. 1-27. Dens in dens. Son invaginaciones verdaderas de pie-
zas dentales durante la etapa embrionaria.

Fig. 1-29. Maloclusión dentaria con alteraciones en


la articulación temporomandibular.

Fig. 2 2 - 1 . Enteritis regional de la porción terminal del


íleon y el ciego. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)

L-8
Fig. 2 3 - 1 . Tuberculosis intestinal; se aprecian múlti-
ples úlceras.

Fig. 2 4 - 1 . Lesiones por salmonelas en íleon ter-


minal con múltiples ulceraciones circulares y longi-
tudinales que abarcan gran parte de la mucosa. (Cor-
tesía del Dr. Cruz Ortiz.)

Fig. 24-2. Peritonitis por perforación en fiebre


de tifoidea. Nótese las natas de fibrina que cubren
las asas de intestino delgado.

Fig. 2 6 - 1 . Dos áscaris, hembra y macho, en el inte-


rior de un asa de yeyuno.

L-9
Fig. 34-4. Amibiasis del pene.

Fig. 26-4. Perforación intestinal por áscaris.


Se observa el parásito al salir del campo quirúr-
gico.

Fig. 37-2. Colitis ulcerosa crónica inespecífica; la muco- Fig. 4 1 - 1 . Adenocarcinoma de rectosigmoide
sa con gran cantidad de seudopólipos muestra aspecto ve- que estrecha la luz casi totalmente (pieza de ne-
lloso. (Cortesía del Dr. Cruz Ortiz.) cropsia).

L-10
Fig. 42-3. Manchas labiales y peribucales de color café
en el síndrome de Peutz-Jeghers. (Cortesía de la Dra.
Urdíales.)

Fig. 41-2. Cáncer de colon derecho de gran ta-


maño que ha invadido el íleon terminal.

Fig. 42-4. Corte transversal del colon con pólipos


adenomatosos. (Cortesía del Dr. Cruz Ortiz.)

Fig. 46-4. Orificio externo de una fístula perianal


en el lado izquierdo de la línea media. (Cortesía del
Dr. Avendaño.)

L-11
Fig. 48-2. Colonoscopia que muestra un adeno-
ma mixto tubulovelloso. (Cortesía del Dr. Fernando
Bernal Sahagún.)

Fig. 5 1 - 1 . Apendicitis aguda en fases iniciales. (Cor-


tesía del Dr. Vargas Domínguez.)

Fig. 51-4. Apendicitis de origen amibiano. (Corte-


sía del Dr. Vargas Domínguez.)

Fig. 53-3. Vólvulo del sigmoide.

L-12
Fig. 53-4. Divertlculo de Meckel con necrosis de la
punta.

Fig. 53-5. Dispositivo intrauterino que perforó úte-


ro; se encontró en la cavidad peritoneal rodeado
por epiplón.

Fig. 53-8. Perforación de colon por palillo de dien-


tes; la pinza extrae el cuerpo extraño.

Fig. 5 5 - 1 . Isquemia mesentérica segmentaria; el


asa intestinal se aprecia de color oscuro en un tra-
mo corto.

L-13
Fig. 55-2. Trombosis de venas mesentéricas; los tra-
yectos vasculares se observan de color negro.

Fig. 55-3. Isquemia mesentérica; el asa de intes-


tino delgado posee un color rojo oscuro por trom-
bosis de la arteria mesentérica.

Fig. 57-1. Hepatitis por virus B de curso fulmi-


nante.

Fig. 60-1. Cirrosis hepática macronodular con car-


cinoma en la cara inferior del lóbulo izquierdo, cerca
del hilio. (Cortesía del Dr. Humberto Cruz Ortiz.)

L-14
Fig. 6 2 - 1 . Paciente con gran distensión de abdo-
men por ascitis.

Fig. 6 4 - 1 . Pieza de necropsia con dos abscesos


hepáticos amibianos en el lóbulo derecho del híga-
do. (Cortesía del Dr. H u m b e r t o Cruz Ortiz.)

Fig. 7 0 - 1 . Microfotografía de páncreas que mues-


tra necrosis extensa y hemorragia (HyE 63 x).

Fig. 70-2. Páncreas seccionado transversamen-


te en el cual se observan zonas extensa de necrosis
y hemorragia.

L-15
Fig. 74-1. Pieza de necropsia; el páncreas contiene un cis-
tadenoma seroso papilar múltiple.

Fig. 73-1. Pieza quirúrgica en la que se rese-


có parte del estómago, el duodeno y la cabeza
del páncreas; se observa un cáncer originado
en islotes con actividad endocrina.

Fig. 75-2. Avanzadas lesiones bucales de un caso de SIDA. Fig. 75-1. Caso de SIDA facial. (Cortesía de la
(Cortesía de la Dra. Julia Ordiales.) Dra. Julia Ordiales.)

L-16
Primera
parte

Tubo digestivo alto


Boca
Dra. Julia Urdíales Ramos
Dr. Felipe Alfredo Robledo Ogazón
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN Las anomalías de la boca se dividen según


la región en q u e se originan:
Las e n f e r m e d a d e s de la boca son lesiones clíni­
cas y anatomopatológicas ocasionadas p o r pa­ • Cráneo
decimientos locales o generales en estructuras • Mandíbula
de la cavidad bucal. Puesto q u e se trata de anor­ • Labios
malidades al alcance de la inspección directa, • Paladar
su t r a t a m i e n t o requiere un conocimiento pre­ • Mucosa bucal
ciso p a r a q u e el m é d i c o las valore con cuidado.
• Encías
En p r i m e r lugar debe reconocer el aspecto
• Lengua
n o r m a l de la boca: color rosado claro, piezas
• Glándulas salivales
dentales completas e íntegras, papilas interden­
• Dientes
tales y b o r d e gingival adaptados a los dientes y
lengua del mismo color con papilas diferentes
en el dorso. En s e g u n d o lugar, el especialista ENFERMEDADES DE LA BOCA
d e b e ser capaz de distinguir si las alteraciones
q u e aprecia en la cavidad bucal son el origen Hematológicas
de la e n f e r m e d a d del aparato digestivo o si, p o r
el contrario, son sólo signos clínicos. Por ejem­ Causas
plo, la falta de dientes provoca u n a masticación Estos trastornos p u e d e n provocarlos la leuce­
y un proceso digestivo deficientes; en tal caso, mia, la anemia, la agranulocitosis y la p ú r p u r a
es la boca la q u e ocasiona el padecimiento. En trombocitopénica.
c a m b i o , otras veces p u e d e n p e r d e r s e piezas
dentales debido a avitaminosis, en cuyo caso será
u n a manifestación de la e n f e r m e d a d y no la Anatomía patológica
causa.
En el caso de la leucemia se aprecia d e g e n e r a ­
Los padecimientos bucales son extraordi­ ción de tejidos gingivales (con infiltrado q u e
n a r i a m e n t e frecuentes. Los países subdesarro- varía según el tipo de leucemia) e inflamación;
llados son un ejemplo revelador: 90% de su po­ la encía se muestra rojiza, friable y sangra con
blación sufre anomalías de la cavidad bucal, facilidad (fig. 1-1, color); otras veces se obser­
trátese de caries, falta de u n a o varias piezas van ulceraciones q u e se p u e d e n e x t e n d e r a la
dentales, o de gingivitis, estas últimas observa­ lengua (figs. 1-2 y 1-3, color). El dorso de la
bles en el 100% de los pacientes c u a n d o m e n o s lengua es suave y rojizo d e b i d o a la atrofia papi­
u n a vez en la vida. Otros cuadros clínicos son lar (fig. 1-4, color).
m e n o s c o m u n e s y se describen más adelante. En la anemia microcítica hipocrómica se ad­
Las e n f e r m e d a d e s de la boca se dividen en vierte u n a coloración grisácea de la m u c o s a
generales y locales (cuadro 1-1). bucal con cambios atrofícos de la lengua; en la

3
4 Tubo digestivo alto

Cuadro 1-1. Clasificación de las enfermedades tóxicos y la biometría hemática. Por último, en
de la boca la p ú r p u r a es necesaria la cuenta de plaquetas
GENERALES
y la biopsia de médula ósea.
Hematológicas
Hormonales
Enfermedades eruptivas Diagnóstico diferencial
Nutricionales
Pigmentación anormal La leucemia muestra cifras elevadas de leucoci­
Infecciosas tos mayores de 30 000. En la anemia se advierte
Seudotumorales u n a disminución de h e m o g l o b i n a y hematócri-
LOCALES to con cifras bajas de glóbulos rojos, sin eleva­
Tumores benignos ción de leucocitos. En la agranulocitosis los leu­
Tumores malignos
Tumores de glándulas salivales
cocitos están bajos y son inmaduros. En la púr­
pura las plaquetas ptieden llegar a cifras míni­
mas y a veces también existe anemia.

Tratamiento
a n e m i a perniciosa se observa glositis y p é r d i d a
Las leucemias ameritan quimioterapia, transfu­
de papilas (figs. 1-5 y 1-6, color). En el síndro­
siones sanguíneas y prevención de infecciones.
me de Plummer-Vinson existen fisuras en los
Las anemias se tratan de a c u e r d o con su ori­
ángulos de la boca, enrojecimiento de la len­
gen: en la carencia de hierro se administra éste
gua y palidez. La a n e m i a de Cooley presenta
p o r vía oral o parenteral; en el s í n d r o m e de
palidez, cianosis de mucosa y crecimiento de la
Plummer-Vinson es de utilidad el complejo B.
m a n d í b u l a q u e causa maloclusión dental.
C u a n d o se identifica agranulocitosis se reco­
En la agranulocitosis se observan zonas m i e n d a n antibióticos p a r a evitar infecciones
grisáceas en la mucosa, algunas de ellas necró- agregadas y suspender el fármaco causal. En la
ticas. En la p ú r p u r a trombocitopénica se iden­ p ú r p u r a t r o m b o c i t o p é n i c a el t r a t a m i e n t o es
tifican petequias o grandes h e m a t o m a s en el muy complejo; tienen acción los esteroides y la
paladar, lengua y carrillos (figs. 1-7 y 1-8, color). extirpación del bazo.

Cuadro clínico
Complicaciones
En la leucemia p r e d o m i n a n las alteraciones sis-
témicas, la boca es muy sensible al calor o a los Las leucemias tienen múltiples complicaciones,
alimentos c o n d i m e n t a d o s y d u r a n t e la inspec­ como hemorragia digestiva, genital, o cualquier
ción se detectan zonas hemorrágicas. En el caso otra, y también procesos infecciosos y falla or­
de la a n e m i a se advierte palidez general que si gánica por infiltración leucémica. La a n e m i a
p u e d e ocasionar insuficiencia cardiaca y cho­
se a c o m p a ñ a de disfagia sugiere s í n d r o m e de
que hipovolémico. Las agranulocitosis están
Plummer-Vinson. En la agranulocitosis las zo­
expuestas a procesos sépticos, y la p ú r p u r a trom­
nas necróticas p r o d u c e n aliento muy fétido;
bocitopénica a hemorragias graves.
también existe sialorrea. En la p ú r p u r a son fre­
cuentes las petequias d e n t r o de la cavidad bu­
cal y también diseminadas en toda la piel del Pronóstico
organismo.
La leucemia y la agranulocitosis poseen morta­
lidad elevada; la anemia d e p e n d e de su causa,
Diagnóstico
edad y estado del paciente, y la p ú r p u r a mues­
En la leucemia son concluyentes la biometría tra reacción aceptable al tratamiento.
hemática y la biopsia de m é d u l a ósea. En la
a n e m i a la b i o m e t r í a hemática, la biopsia de Profilaxis
médula ósea y las pruebas de función hepática,
y el tránsito esofágico en el caso del s í n d r o m e En la agranulocitosis es posible obtener un buen
de Plummer-Vinson. La agranulocitosis, por su resultado si se evita la administración inadecua­
parte, r e q u i e r e c o n o c e r los a n t e c e d e n t e s de da, excesiva o innecesaria de m e d i c a m e n t o s o
ingestión de m e d i c a m e n t o s o el contacto con tóxicos.
Capítulo 1 • Boca

Nutricionales Tratamiento

Causas Se administran las vitaminas faltantes. Es prefe­


rible suministrarlas p o r vía parenteral para evi­
Esencialmente se d e b e n a la carencia del com­ tar la malabsorción intestinal. El t r a t a m i e n t o se
plejo B y vitamina C (fig. 1-9, color). c o m p l e m e n t a con u n a d e c u a d o a p o r t e calóri­
co y proteínico oral.

Anatomía patológica
Complicaciones
Si existe deficiencia de riboflavina a p a r e c e
Son d e m e n o r importancia, a u n q u e p u e d e n
queilosis a n g u l a r e inflamación de encías y
presentarse pérdidas dentales.
mucosa bucal. La queilosis angular también se
p r e s e n t a c u a n d o existe carencia de ácido nico-
tínico y piridoxina. Sin ácido nicotínico la len­ Pronóstico
gua es rojiza, con atrofia de las papilas y p u e d e
Es b u e n o en más del 9 8 % de los pacientes.
evolucionar hasta necrosis de la encía (fig. 1-10,
c o l o r ) . En casos de deficiencia de vitamina C se
observan gingivitis y lesiones hemorrágicas. Profilaxis

Tratamiento o p o r t u n o y a d e c u a d o de las enfer­


Cuadro clínico medades q u e p u e d e n propiciar avitaminosis y
suprimir las dietas incorrectas y automedicadas.
Las carencias nutricionales suelen provocar do­
lor en las encías con tendencia a la hemorragia
Infecciosas
al cepillarse los dientes (las piezas p u e d e n es­
tar flojas). La arriboflavinosis ocasiona q u e la
Causas
mucosa bucal se o p a q u e y q u e la lengua tenga
un color azuloso o cianótico. C u a n d o falta el Las principales causas son los virus del h e r p e s ,
ácido nicotínico se presentan lesiones en la piel, Candida albicans y espiroqueta pálida.
mucosa bucal y lengua que son de color rojo
intenso, generalizadas, dolorosas y con úlceras
Anatomía patológica
(fig. 1-11, color). La insuficiencia de vitamina
C origina alteraciones de la dentina y encías, En la estomatitis herpética se detectan vesícu­
aflojamiento de piezas d e n t a l e s , hiperplasia las esféricas grises en las encías, labios y m u c o s a
gingival, dolor al tomar los alimentos calientes bucal q u e p o s t e r i o r m e n t e se r o m p e n p a r a con­
y h e m o r r a g i a s submucosas. vertirse en úlceras. En la moniliasis se observan
zonas blanquecinas redondas similares a p e q u e ­
ñas porciones de algodón.
Diagnóstico La sífilis p u e d e ocasionar c h a n c r o en cual­
quier parte de la boca; la cicatriz q u e deja la
Es esencial c o n o c e r los antecedentes de la falta
sífilis terciaria le confiere a la lengua un aspec­
de ingestión de estas vitaminas, probablemen­
to lobulado y p r o d u c e glositis intersticial, de­
te d e b i d a a dietas rigurosas o s í n d r o m e s de
nominada lengua desnuda, caracterizada p o r es­
malabsorción intestinal. El m é t o d o diagnóstico
clerosis, atrofia y superficie lisa.
más eficaz es la p r u e b a terapéutica ya que ge­
n e r a u n a rápida mejoría de los signos clínicos.
Cuadro clínico

Diagnóstico diferencial La estomatitis herpética p r o d u c e dolor al inge­


rir cualquier alimento, lo cual le impide c o m e r
Resulta necesario distinguir las anormalidades al paciente. D u r a n t e la inspección se advierten
bucales de otros padecimientos generales que úlceras p e q u e ñ a s en c o m p a ñ í a de vesículas y
t a m b i é n ocasionan manifestaciones en la boca, existe halitosis. La moniliasis, p o r su parte, q u e
c o m o la leucemia y la anemia; esto se logra con aparece en niños y jóvenes o en i n m u n o s u p r i -
la b i o m e t r í a hemática y, si es necesario, con midos, semeja porciones de algodón y m u e s t r a
estudios de m é d u l a ósea. múltiples manchas blancas.
6 Tubo digestivo alto

La sífilis evidencia signos generales: roséo­ Profilaxis


la sifilítica (al principio), lesiones gomosas en
genitales, caída de pelo en la parte posterior La e n f e r m e d a d candidiásica aparece después
del c r á n e o y s i m u l t á n e a m e n t e manifestaciones del t r a t a m i e n t o con antibióticos p o r t i e m p o
bucales. p r o l o n g a d o o con antibióticos p o t e n t e s y de
a m p l i o espectro. La sífilis p u e d e p r e v e n i r s e
evitando el contacto sexual.
Diagnóstico

En la estomatitis herpética el c u a d r o clínico


evoluciona en forma aguda; cede en pocos días ANOMALÍAS DE LA BOCA
en forma espontánea, no se presentan lesiones
en piel y no se r e q u i e r e n e x á m e n e s específicos Causas
de laboratorio. En la candidiasis existen ante­
La mayoría de las anomalías de la boca y para-
cedentes de ingestión de antibióticos o de in-
bucales se origina en la inducción, m a d u r a c i ó n
m u n o s u p r e s i ó n . Para la sífilis el VDRL y RPR
y diferenciación del p r o d u c t o en el ú t e r o . Al­
son e x á m e n e s de laboratorio con alta especifi­
gunas son hereditarias, otras congénitas. Estas
cidad.
últimas se presentan antes o en el m o m e n t o del
n a c i m i e n t o , a u n q u e n o son n e c e s a r i a m e n t e
Diagnóstico diferencial hereditarias, sino producidas p o r influencia fí­
sica (radiaciones), virus, h o r m o n a s o trauma­
La estomatitis herpética d e b e diferenciarse de tismos d u r a n t e la gestación; en cambio, las de
la varicela, q u e g e n e r a vesículas en la boca y en tipo hereditario d e p e n d e n del material genéti­
otras partes del cuerpo. La candidiasis es bas­ co y son mutaciones de genes que se transmi­
t a n t e característica y cede al t r a t a m i e n t o de ten de padres a hijos.
p r u e b a . La sífilis p u e d e confundirse con neo-
plasias malignas de la lengua o boca y en oca­
siones es necesaria la biopsia (figs. 1-12, 1-13,
Anatomía patológica
1-14, 1-15, color).
Las alteraciones del crecimiento y desarrollo
Tratamiento tienen anormalidades en estructuras faciales,
cavidad bucal, tanto de tejidos duros (p. ej.,
La estomatitis herpética r e s p o n d e al tratamien­ hueso, cartílago, esmalte, d e n t i n a y c e m e n t o ) ,
to sintomático y a la higiene bucal con antisép­ como de tejidos blandos (p. ej., tejido conecti­
ticos; d e b e evitarse la septicemia y suministrar­ vo, fibroso, músculos, epitelio de recubrimien­
se ácido ascórbico. La candidiasis es sensible a to y glándulas salivales).
la nistatina. La sífilis se trata con penicilina de Otras p u e d e n relacionarse con manifesta­
eliminación lenta; se cambia la dosis y el tiem­ ciones sistémicas, como en el caso de la leuco-
po de administración con la etapa de la enfer­ plasia de la mucosa o nevo esponjoso blanco,
medad. que se vinculan con hiperqueratosis palmoplan-
tar y carcinoma esofágico.
Complicaciones

La estomatitis herpética p u e d e sufrir disemina­ Cuadro clínico


ción. La candidiasis p u e d e ser local o generali­
zarse en t o d o el aparato digestivo, con disfagia, Disostosis cleidocraneal (enfermedad de Sainton)
odinofagia y otros signos gastroenterológicos.
La sífilis muestra complicaciones cardiovascu­ Se caracteriza por la tardanza del cierre de las
lares y del sistema nervioso central c u a n d o lle­ fontanelas, suturas craneales y p r e s e n c i a de
ga a la etapa terciaria. huesos wormianos (huesos p e q u e ñ o s e irregu­
lares d e n t r o de las suturas del c r á n e o ) , p o c o
Pronóstico desarrollo de los senos paranasales, con pala­
dar estrecho y angosto, además de prognatismo,
Las afecciones herpética y candidiásica curan retraso de la erupción dental, maloclusión y
en el 100%. La sífilis también tiene en la actua­ dientes s u p e r n u m e r a r i o s o impactados. Existe
lidad pronóstico favorable. ausencia o hipoplasia de clavículas.
Capítulo 7 • Boca 7

Disostosis craneofacial (enfermedad de Crouzon) Hoyos, fístulas congénitas de labios, y comisuras

Presenta casi las mismas características de la Son malformaciones que siguen un p a t r ó n he­
a n t e r i o r , e x c e p t o p o r las clavículas q u e son reditario y cuya causa es la fijación baja de te­
normales, y sólo afecta el cráneo y la dentición. j i d o en la base de la muesca p o r la u n i ó n in­
completa de los surcos laterales de los labios;
éstos persisten y se transforman en hoyos típi­
Disostosis mandibulofacial (síndrome cos en la superficie b e r m e l l ó n de los labios.
de Treacher-Collins; síndrome de Franceschetti) P u e d e n ser unilaterales o bilaterales (fig. 1-16,
color).
Es la forma clásica de la disostosis mandibulofa­
cial; se distingue p o r la hipoplasia de los huesos
faciales, e s p e c i a l m e n t e los cigomáticos, con Labio doble
notoria hipoplasia del c u e r p o mandibular. Esto
le suministra al paciente la facies característica Se trata de u n a a n o m a l í a caracterizada p o r un
de "pájaro". Los dientes se presentan en mal- pliegue de tejido e x c e d e n t e en la zona mucosa
posición y a p i ñ a m i e n t o . interna del labio, sobre todo del superior, aun­
que también se presenta en el inferior y raras
veces en los dos; es c o m ú n en la p o b l a c i ó n
Hemiatrofia facial (síndrome de Romberg) mestiza de México y C e n t r o a m é r i c a (fig. 1-17,
color).
Es la atrofia progresiva hemifacial de tejidos
blandos q u e se extiende a músculos y cartílago.
Tiene relación con la epilepsia jacksoniana y la Labio leporino (fisurado)
neuralgia trigeminal, con invasión de la cavidad Es la más c o m ú n e i m p o r t a n t e de las fisuras
bucal, y provoca hemiatrofia labial, lingual, frac­ labiales. Se d e b e a la falta de p e n e t r a c i ó n me-
turas e s p o n t á n e a s en m a n d í b u l a y erupciones s o d é r m i c a y a la o b l i t e r a c i ó n de los s u r c o s
dentales retrasadas. ectodérmicos, q u e destruyen el e c t o d e r m o y
originan la h e n d i d u r a . Los agentes causales de
las fisuras son fármacos (teratógenos, cortiso-
Hipertrofia hemifacial na, y otros), bridas amnióticas, estrés (que in­
d u c e el i n c r e m e n t o de la función de la glándu­
Es u n a asimetría facial unilateral atribuida a
la suprarrenal y secreción de la hidrocortisona)
desequilibrios hormonales, anomalías cromosó-
y traumatismos. El labio inferior rara vez se afec­
micas, alteraciones vasculares y neurógenas. En ta y el superior se vincula con paladar h e n d i d o .
niños se observa a g r a n d a m i e n t o del cráneo re­ El labio leporino p u e d e presentarse de forma
l a c i o n a d o c o n neoplasias de riñon, h í g a d o y parcial unilateral, completo unilateral, parcial
corteza s u p r a r r e n a l . En la boca se advierten los bilateral y completo bilateral.
huesos del maxilar superior y de la mandíbula
h e m i a g r a n d a d o s en a n c h u r a y espesor, con al­
teración del trabeculado óseo y erupción den­ Paladar hendido
tal a c e l e r a d a , l e n g u a a u m e n t a d a de t a m a ñ o
hasta la línea media, tanto en su volumen como Es un trastorno de la fusión n o r m a l de las pro­
en sus papilas; también a u m e n t a n de volumen tuberancias palatinas; éstas no se u n e n p o r la
los labios y la úvula. La cavidad bucal primitiva ausencia de fuerza, interferencia de la l e n g u a
deriva d e arcos m a n d i b u l a r e s ( p r i m e r arco o disparidad de t a m a ñ o de las partes afectadas.
branquial) y u n a zona media impar (proceso Los factores que se sugieren c o m o causas posi­
frontal q u e al someterse a agentes que impiden bles del paladar h e n d i d o son: aporte vascular
el cierre correcto ocasiona las llamadas fisuras, deficiente en la zona lesionada y sustancias cir­
hoyos y fístulas en labios, paladar y lengua). Las culantes c o m o alcohol, fármacos y toxinas in­
fisuras de los paladares primario o secundario, fecciosas ( p e n e t r a c i ó n de virus). El p a l a d a r
o de ambos, constituyen las anomalías congéni­ h e n d i d o presenta u n a amplia variación en el
tas más frecuentes. Las formas mínimas de esta grado de gravedad y lesión de los tejidos. Pue­
alteración incluyen úvula bífida, fisuras submu- de existir h e n d i d u r a de los paladares b l a n d o y
cosas del paladar b l a n d o y muescas lineales de d u r o , y en algunos casos sólo del paladar blan­
los labios. do. Se observan h e n d i d u r a s alveolares y palati-
8 Tubo digestivo alto

nas únicas o combinadas. Puede ser unilateral, Anquiloglosia


bilateral, subtotal y bilateral parcial, y unilate­
ral parcial con úvula bífida. Son preocupantes Esta lesión resulta de la fusión de la lengua con
de manera significativa los efectos físicos y psi­ el piso de la boca o de la inserción demasiado
cológicos de esta malformación sobre el pacien­ corta del frenillo lingual cerca de la punta de la
te ya que le resulta difícil comer, beber y ha­ lengua, lo cual provoca dificultades para articu­
blar. lar consonantes y diptongos. Su tratamiento es
quirúrgico: sección del frenillo.

Puntos de Fordyce (enfermedad de Fordyce) Lengua hendida o bífida


Es una anomalía del desarrollo caracterizada por Es una malformación que se origina por la falta
la acumulación heterotópica de glándulas se­ de fusión de los tubérculos laterales en la línea
báceas en diversos lugares de la cavidad bucal, media, donde se acumulan microorganismos y
sobre todo en carrillos, esófago y laringe. Se detritos alimenticios (fig. 1-19, color).
identifican como puntos amarillentos, circuns­
critos y separados. No requieren tratamiento
Lengua fi'surada (escrotal)
porque son inocuos.
Es una afección que se manifiesta clínicamente
por múltiples pliegues (linguaplicata) o surcos
Hiperplasia epitelial focal (enfermedad de Heck) pequeños; presenta hipersensibilidad a los ali­
Son lesiones nodulares múltiples de labios, co­ mentos muy condimentados o picantes. Se pue­
misuras y mucosa bucal. Se cree que son de de relacionar con parálisis facial recidivante,
origen viral con trasfondo hereditario. síndrome de Melkersson-Rosenthal, trisomía 21.
Se vincula con el grupo sanguíneo O (fig. 1-20,
color).
Fibromatosis gingival (elefantiasis gingival)
Glositis media romboidea
Es la proliferación fibrosa y difusa de los tejidos
gingivales, en uno o los dos arcos, que aparece Esta es una anomalía congénita producida por
en la etapa de erupción y, en ocasiones, al na­ la persistencia del tubérculo impar. Se localiza
cer; tiene sustrato hereditario y no es una le­ en la línea media, en el dorso de la lengua,
sión dolorosa (fig. 1-18, color). inmediatamente debajo de las papilas circun­
valadas, con ausencia de papilas filiformes (lo
que le confiere un color rosado) y con forma
Trastornos de la lengua romboidea. El término glositis suscita confusio­
nes ya que esta lesión no es de origen inflama­
Microglosia torio. Es más frecuente en varones que en
mujeres.
Se trata de una anormalidad congénita. Su apa­
No requiere tratamiento, aunque sí limpie­
riencia es la de una lengua pequeña o rudimen­
za en virtud de que puede ser foco de infeccio­
taria (se le denomina aglosia si su ausencia es
nes. Es importante destacar que en ocasiones
completa); en consecuencia, existen dificulta­
se confunde con carcinoma de células escamo­
des en la fonación y deglución.
sas; sin embargo, el dorso de la lengua es una
región donde un carcinoma sólo aparece rara
Macroglosia vez (fig. 1-21, color).

A diferencia del anterior, este padecimiento Glositis migratoria benigna (lengua geográfica,
supone el desarrollo exagerado de la muscula­ glositis areata exfoliativa, eritema migratorio)
tura por hemihipertrofia o hipertrofia facial
(congénita). También se presenta como resul­ Se sugiere como causa un fondo psicosomáti-
tado de la presencia de un tumor en la lengua co; en esta lesión la lengua muestra múltiples
(linfangioma, hemangioma difuso o neurofibro- zonas de descamación en las papilas filiformes,
matosis) o por alteraciones metabólicas (hiper- no induradas, de color rosa a rojo, que se asien­
pituitarismo, hipotiroidismo). tan sobre los bordes laterales a la punta.
Capítulo 7 • Boca 9

La lesión posee al principio la forma de una premolares, incisivos laterales superiores o cen­
placa lisa, brillante, bien definida, que se agran­ trales inferiores) (fig. 1-23, color).
da y coalesce con lesiones adyacentes, ocasio­
nando "mapas" (lengua geográfica) y forman­ Dientes accesorios o supernumerarios
do patrones que cambian y se desplazan (glosi­
tis migratoria), con ausencia de órganos del Son las piezas formadas a partir de un tercer
gusto. Puesto que la lesión es benigna y de germen y se localizan entre los incisivos centra­
suatrato psicosomático no hay más que tranqui­ les superiores, en cuyo caso se denominan
lizar al paciente (fig. 1-22, color). mesiodens (corona conoide y raíz corta), o
peridens si se encuentran en la periferia del
Lengua pilosa arco. En ocasiones existe un cuarto molar supe­
rior, rudimentario y pequeño que se puede re­
A menudo denominada lengua negra vellosa, lacionar con el síndrome de Gardner. También
se trata de un proceso benigno que se caracte­ se observan otros que son diferentes a los dien­
riza por la hipertrofia de las papilas filiformes tes verdaderos.
de la lengua, sin descamación normal, que Los dientes natales, también dentro de este
puede ser extensa y que puede formar una capa grupo, se presentan al nacimiento con estruc­
opaca y gruesa sobre la superficie dorsal, de turas completas (fig. 1-24, color). Los dientes
manera que semeja pelos cortos y gruesos. Las pospermanentes, o tercera dentición, hacen
papilas se tiñen y su color varía desde un blan­ erupción después de eliminar a los de la segun­
co amarillento hasta pardo, e incluso negro, por da.
factores extrínsecos (como tabaco, alimentos,
medicamentos y microorganismos cromógenos
Geminación
de la cavidad bucal). Se le atribuyen diferentes
causas: crecimiento por microorganismos (Can- Esta anormalidad se presenta al dividirse un
dida albicans) o afecciones sistémicas como ane­ germen dental único por invaginación, con una
mia o malestares digestivos. corona doble y una raíz única.

Trastornos de las glándulas salivales Fusión

Aplasia de las glándulas salivales Es la unión de dos gérmenes dentales, habitual-


mente separados, con corona y raíces unidas
Es la ausencia congénita unilateral o bilateral (fig. 1-25, color).
de secreciones salivales (xerostomía); esta anor­
malidad ocasiona la resequedad de la mucosa Concrescencia
con destrucción de las coronas dentarias por
caries pues no existen mecanismos inmunoló- Es un tipo de fusión que se observa cuando ya
gicos (IgA salival). concluyó la formación de la raíz o corona de
un diente formado (fig. 1-26, color).
Alteraciones durante el inicio
de los gérmenes dentales Dens in dens

Displasia ectodérmica Es una variación del desarrollo provocada por


la invaginación de la superficie de una corona
Se trata de una enfermedad hereditaria que antes de la calcificación (fig. 1-27, color).
afecta estructuras derivadas del ectodermo; se
observa disminución del cabello (hipotricosis), Alteraciones durante la aposición
ausencia de glándulas sudoríparas (anhidrosis) de los tejidos dentales duros
y de glándulas sebáceas, con anodoncia (falta
de piezas dentarias) parcial o total. Hipoplasia del esmalte

Anodoncia parcial (oligodoncia o hipodoncia) Este trastorno implica la formación incompleta


o defectuosa de la matriz orgánica del esmalte.
En este trastorno no existen gérmenes de uno Sus causas son diversas y así puede ser heredita­
o varios dientes (terceros molares, segundos rio o ambiental (deficiencias nutricionales de
10 Tubo digestivo alto

vitaminas A, C y D), o p u e d e n ocasionarlo en­ anomalías que ameritan procedimientos quirúr­


fermedades exantemáticas c o m o el sarampión, gicos dentobucomaxilares.
varicela, escarlatina, sífilis congénita (dientes de El s í n d r o m e de R o m b e r g se trata con inter­
H u t c h i n s o n , molares "aframbuesados"), hipo- vención quirúrgica reconstructiva. Los hoyos y
calcemia, traumatismo local o natal, ingestión fístulas congénitas de labios no r e q u i e r e n trata­
de sustancias químicas, o p u e d e n originarlo na­ miento, a u n q u e a veces se aconseja la escisión
cimientos p r e m a t u r o s y anormalidades del fac­ quirúrgica. El labio doble no necesita tratamien­
tor Rh (fig. 1-28, color). to, salvo si se desea mejorar la apariencia facial
y, en un n ú m e r o m e n o r de pacientes, para co­
Amelogénesis imperfecta rregir problemas de fonación o masticación (se
elimina el exceso de tejido m e d i a n t e opera­
Es u n a anomalía causada por la disfunción del ción). El labio leporino tiene un tratamiento
ó r g a n o del esmalte; las piezas dentales adquie­ complejo; justifica una atención multidiscipli-
ren u n a tonalidad opaca de color anormal con naria y corrección quirúrgica, igual q u e el pala­
esmalte quebradizo. dar h e n d i d o .
Los puntos de Fordyce no r e q u i e r e n trata­
Alteraciones durante la calcificación miento ya que son inocuos. La hiperplasia epi­
de tejidos dentales duros telial focal remite en ocasiones en forma espon­
tánea. En la fibromatosis gingival se necesita la
Hipo calcificación del esmalte resección quirúrgica para e x p o n e r los dientes.
y dentina interglobular La macroglosia tiene algunas posibilidades
de remisión si se elimina la causa primaria o se
En este tipo de padecimientos la hipocalcifica- efectúa un recorte quirúrgico. En la anquilo-
ción es provocada por la falta de maduración glosia el tratamiento es quirúrgico (se secciona
de los tejidos dentales, a su vez producida por el frenillo).
deficiencias metabólicas de la absorción de La lengua h e n d i d a o bífida es desagrada­
minerales. ble y requiere necesariamente su unión median­
te procedimientos quirúrgicos cosméticos. La
Alteraciones durante la erupción dental lengua fisurada necesita tratamiento paliativo
basado en la limpieza diaria con cepillo dental
Maloclusión o gasa. En la aplasia de glándulas salivales d e b e
extremarse la higiene para evitar los procesos
Es la disparidad en el t a m a ñ o en u n a o varias sépticos y aplicar saliva artificial. En la displasia
piezas dentales que altera la relación entre los ectodérmica existe la necesidad de colocar pró­
maxilares, lo que da lugar a mordidas defectuo­ tesis dentales. Lo mismo p u e d e decirse de la
sas (fig. 1-29, color). a n o d o n c i a parcial en la q u e d e b e n instalarse
prótesis o emplear ortodoncia para cerrar los
Diagnóstico espacios.

Se practica m e d i a n t e la inspección. En oca­


siones se r e q u i e r e n estudios radiográficos de Complicaciones
huesos de la cara o de dientes para detectar la
Estas p u e d e n ser estéticas. Las de boca o cara
anomalía; éstos son radiografías simples.
afectan en forma grave al paciente; otras, c o m o
en el caso del labio leporino o del paladar hen­
Diagnóstico diferencial dido, no p e r m i t e n la alimentación n o r m a l o
propician el paso de partículas a las vías respi­
La distinción de estas malformaciones se reali­ ratorias, ocasionando cuadros b r o n c o n e u m ó -
za a nivel clínico. Aun antes del nacimiento se nicos.
ha utilizado la ultrasonografía para detectar
labio leporino y anomalías faciales.
Pronóstico
Tratamiento
D e p e n d e de la causa del p a d e c i m i e n t o . Si bien
Se señalan a continuación algunos lincamien­ las anomalías s u p o n e n un tratamiento difícil,
tos g e n e r a l e s p a r a el t r a t a m i e n t o de ciertas éstas no p o n e n en peligro la vida.
Capítulo 1 • Boca 11

Profilaxis Eversole AM. Inmunopathology of oral mucosal ulcer-


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Efermedadpor reflujo
gastroesofágico
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN desde el duodeno, con alto contenido de enzi-


mas pancreáticas o sales y ácidos biliares.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico es Son tres las causas por las cuales el conteni-
un padecimiento crónico; lo ocasiona la acción do gástrico daña el esófago: incompetencia del
prolongada y repetida del contenido gástrico esfínter esofágico inferior (también conocida
sobre el epitelio del esófago. A través de la his- como defecto de válvula), insuficiente limpieza
toria este trastorno ha sido uno de los proble- de los líquidos que regresan al esófago (llama-
mas diagnósticos y terapéuticos más complejos da también aclaramiento insuficiente) y anor-
del aparato digestívo, ya que su patogenia no se malidades del reservorio gástrico que incremen-
entendía con precisión. Sólo hasta hace algu- tan el reflujo hacia el esófago, es decir, falla del
nos años se comprendió completamente cuan- reservorio.
do se registró el pH esofágico durante las 24
horas del día y se obtuvieron mediciones de la
presión intraesofágica. Falla del esfínter esofágico inferior
El reflujo gastroesofágico causa el 75% de Esta alteración se presenta en 60 a 70% de los
todas las enfermedades del esófago. En Estados casos y puede ocurrir por tres factores: descen-
Unidos afecta a 360 personas por cada 100 000 so transitorio de la presión, escasa longitud del
habitantes; en Escocia la cifra es de 86 por cada esfínter y posición anatómica anormal del es-
100 000. En cambio, en los países africanos es fínter. El más común es el primero y se observa
poco común, aunque es difícil hacer una esti- después de las comidas; los otros dos factores
mación exacta ya que esta depende de los propician el reflujo gastroesofágico cuando el
métodos usados para determinar la prevalencia. paciente adopta la posición de decúbito o cuan-
No se ha encontrado predominio genéri- do se realiza cualquier esfuerzo que eleve la
co, si bien la esofagitis grave es más frecuente presión intraabdominal.
en el varón. La tasa de complicaciones alcanza
el punto más elevado entre los 50 y 70 años de
edad. Aclaramiento insuficiente
Se lo conoce también como fracaso de bomba
porque la peristalsis esofágica no alcanza a lim-
CAUSAS piar los líquidos provenientes del estómago. La
ineficacia de esta función ocasiona la exposi-
El padecimiento se genera cuando sustancias ción anormal al jugo gástrico durante los perio-
agresoras provenientes del estómago pasan al dos fisiológicos de reflujo, aun en personas con
esófago y lesionan el epitelio. Esas sustancias son esfínter esofágico inferior eficiente.
casi siempre ácido clorhídrico o pepsina, aun- Los mecanismos que actúan en el organis-
que otras veces se trata de líquidos que refluyen mo para limpiar el esófago son la actividad
12
Capítulo 2 ' Enfermedad por reflujo gastroesofágico 13

peristáltica normal, la salivación, la fuerza de pueden llegar al esófago por periodos cortos; a
gravedad y la fijación del esófago distal dentro esto se le conoce como reflujo fisiológico, si bien
del abdomen. Si fracasa alguno de éstos, el áci- el esófago los elimina con rapidez por medio
do se mantiene mayor tiempo en contacto con del peristaltismo y la deglución de saliva. Sin
la mucosa esofágica y, por tanto, la lesiona. embargo, estos mecanismos protectores pueden
fallar cuando funciona mal el esfínter, cuando
Falla del reservorio gástrico la limpieza es incompleta o si el reservorio gás-
trico es deficiente; en,tal caso, los iones hidró-
Las anormalidades del estómago que favorecen geno del ácido gástrico sumados a la pepsina
el reflujo hacia el esófago son la dilatación gás- lesionan la mucosa escamosa del esófago; ésta,
trica, el incremento de la presión intragástrica, para protegerse, se transforma en epitelio co-
el estómago retencionista y la hipersecreción lumnar, resistente al ácido, pero tal modifica-
acida. ción metaplásica puede transformarse con el
La dilatación gástrica se observa en bebe- tiempo en displasia y más adelante en cáncer.
dores de refrescos gaseosos, en personas con Las secreciones biliares y pancreáticas, que
aerofagia excesiva y en la gastroparesia de la refluyen del duodeno hasta el esófago, tienen
diabetes sacarina. También la pueden provocar acción similar en individuos con poca acidez en
los medicamentos anticolinérgicos o las infec- el estómago. Esto se debe a que la tripsina gás-
ciones virales, y en tal caso se acorta la longitud trica trabaja mejor en un ambiente alcalino y se
del esfínter esofágico inferior y decrece la resis- potencia con las sales biliares; tal fenómeno no
tencia al reflujo. ocurre en sujetos con acidez normal ya que se
Los incrementos de la presión intragástrica neutralizan dichas enzimas, pero sí puede ocu-
son consecuencia de las fajas o cinturones apre- rrir cuando se neutraliza la acidez con medica-
tados. mentos bloqueadores H2, como la cimetidina o
El estómago retencionista sobreviene por ranitidina, y más aún con los inhibidores de
estenosis pilórica benigna o por cáncer de pi- bomba, como el omeprazol. Estos fármacos re-
loro. ducen la acidez a cero hasta alcanzar la alcalini-
Por último, la hipersecreción gástrica daña dad y dan paso a la acción lesiva de bilis y enzi-
el esófago debido a la alta concentración del mas pancreáticas, con el agravante de ser silen-
ácido en los momentos de reflujo fisiológico. ciosa pues las terminaciones nerviosas son poco
estimuladas por la alcalinidad y no se produce
pirosis ni otro síntoma.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
La esofagitis repetida ocasiona fibrosis sub-
El contacto repetido de ácido o sustancias alca- mucosa, estrechez de la luz o también erosión
linas sobre el esófago produce inflamación, es- que después evoluciona hasta la úlcera. El re-
tenosis fibrosa, úlcera y reemplazo del epitelio flujo abundante puede llegar a la laringe o as-
escamoso por cilindrico, fenómeno este último pirarse por la tráquea (con ahogamiento y le-
conocido como esófago de Barrett. sión de las cuerdas vocales con ronquera) o
Las sustancias agresoras procedentes del alcanzar inclusive los alveolos y provocar neu-
estómago pueden llegar a la faringe y al árbol monía recurrente o fibrosis pulmonar. El médi-
respiratorio; esto daña el epitelio y puede origi- co debe estar alerta ante los síntomas respirato-
nar fibrosis pulmonar progresiva. En el esófago rios ya que tales complicaciones son difíciles de
de Barrett el epitelio escamoso se sustituye por relacionar con el reflujo gastroesofágico.
el cilindrico, que es resistente al ácido, lo cual
produce alivio de la pirosis y transforma los CUADRO CLÍNICO
daños en un proceso silencioso. De esta mane-
ra pueden desarrollarse la estenosis, la úlcera El signo más común es la sensación de quema-
esofágica (fig. 2-1) o la displasia (que puede dura retroesternal (pirosis), a veces con irradia-
progresar hasta adenocarcinoma en 10% de los ción al cuello, que cede casi de inmediato con
casos) casi sin molestias. los antiácidos. Puede experimentarse tanto de
día como de noche, en posición erecta o acos-
PATOGENIA tado; por lo regular se presenta en forma pos-
prandial, después de ingerir alimentos ácidos,
En el sujeto normal, el jugo gástrico ácido e café, chocolate o condimentos. Otros síntomas
incluso las secreciones biliares o pancreáticas son las agruras, definidas como sensación de
14 Tubo digestivo alto

Ulcera Esófago
esofágica

Estómago

Fig. 2-1. Ulcera en el tercio inferior del esófago.

retorno del contenido gástrico hasta la faringe, 2. Las que detectan fallas funcionales del esó-
o la regurgitación (regreso del contenido gás- fago
trico hasta el exterior) sin los mecanismos del 3. Las que demuestran la exposición excesiva
vómito. Otro síntoma frecuente son los eructos; al jugo gástrico
menos comunes son la odinofagia y el dolor 4. Las que provocan síntomas esofágicos
retroesternal. La disfagia y la hemorragia son 5. Las que informan de funciones duodeno-
consecuencia de estenosis o de erosión de la gástricas relacionadas con enfermedad eso-
mucosa. En la época actual tienen gran relevan- fágica
cia los efectos del reflujo sobre el aparato respi-
ratorio, manifestados por tos crónica, disfonía
Pruebas para identificar anormalidades
y cuadros infecciosos de vías respiratorias, que
del esófago
incluyen neumonía de repetición y asma no
estacional. Radiografía con bario del esófago, estómago y
En la exploración física no se advierten duodeno. El estudio es útil para detectar es-
datos sugestivos. trechamientos, anillos, hernia hiatal o neopla-
sias, así como reflujo gastroesofágico del medio
DIAGNOSTICO de contraste espontáneo o inducido por diver-
sas maniobras. En estómago y duodeno pueden
Las pruebas diagnósticas se dividen en cinco identificarse úlceras, obstrucciones parciales o
grupos: totales y neoplasias que provoquen síntomas
esofágicos.
1. Las que identifican anormalidades del esó- Endoscopia más biopsia. Son indispensables
fago para detectar complicaciones del reflujo, como
Capítulo 2 • Enfermedad por reflujo gastroesofágico 15

esofagitis, estenosis y esófago de Barrett. La eso- fectos del tono del esfínter inferior, alteracio­
fagitis se clasifica en grados que van del I al IV. nes p o r dermatomiositis, esclerodermia o en­
En el g r a d o I se aprecia enrojecimiento de la f e r m e d a d e s del tejido conectivo. Su e m p l e o
mucosa sin ulceración. En el grado II se pre­ d u r a n t e todo el día permite vigilar la motilidad
sentan erosiones lineales con tejido de granu­ esofágica ambulatoria en todas las condiciones
lación q u e sangra con facilidad. En el grado III fisiológicas; esta p r u e b a muestra las aptitudes
se observa coalescencia de ulceraciones, con del esófago para limpiar (o eliminar) el j u g o
islas de epitelio e n t r e ellas e imagen de empe­ gástrico, función que está trastornada en la eso­
d r a d o . En el g r a d o IV se advierte estenosis eso­ fagitis grave.
fágica (fig. 2-2). Manometría del esfínter esofágico inferior. Es el
El esófago de Barrett se sospecha d u r a n t e estudio más exacto y permite valorar presión,
la e n d o s c o p i a . Se confirma con la biopsia al longitud abdominal y extensión total del esfín­
e n c o n t r a r la mucosa de color rojo oscuro del ter. Con programas de c o m p u t a d o r a es posible
e p i t e l i o c i l i n d r i c o (en el esófago n o r m a l la contemplar imágenes en tercera dimensión q u e
m u c o s a es r o s a d a ) . En toda estenosis es in­ p u e d e n girar en la pantalla para identificar fa­
dispensable t o m a r biopsia para descartar neo- llas de simetría.
plasia. Videocine-radiografía. Corrobora anormalida­
des de la motilidad al deglutir bario líquido, al
Pruebas q u e detectan fallas funcionales i m p r e g n a r comidas sólidas o al suministrar pil­
del e s ó f a g o doras radiopacas.

Manometría esofágica del cuerpo esofágico du- Pruebas q u e demuestran la e x p o s i c i ó n


rante las 24 horas del día. Es necesaria para con­ e x c e s i v a al j u g o gástrico
firmar alteraciones de la motilidad, como espas­
mo difuso, acalasia, esófago en cascanueces, de- pH de 24 horas. Se vigila la acidez con un
electrodo en miniatura colocado a 5 cm de la
u n i ó n esofagogástrica y c o n e c t a d o a u n a graba­
d o r a portátil con gran capacidad para almace­
nar. Simultáneamente se registra la h o r a en q u e
aparecen los síntomas para correlacionarlos con
los cambios de p H .
Radiografía con medio de contraste baritado en
posición de pie. Es positiva en 40% de los pacien­
tes con reflujo patológico.
Centelleografía con radionúclidos. Se e m p l e a
p o c o ya q u e es difícil de evaluar y p r e s e n t a
muchas fallas.

Pruebas que p r o v o c a n síntomas esofágicos

Perfusión de ácido. Se trata de la p r u e b a de


Bernstein-Baker; ésta consiste en irrigar con
ácido la mucosa esofágica para observar si se
r e p r o d u c e n los síntomas. Es un estudio fácil de
practicar, p e r o tiene fallas en virtud de q u e la
instilación es ciega y se apoya en el criterio del
paciente. Por tanto, la p r u e b a tiene p o c o valor
y muchos médicos la consideran obsoleta.
Prueba del Tensilon. Se utiliza edrofonio, un
inhibidor de la colinesterasa q u e provoca con­
tracciones esofágicas al inyectarlo p o r vía intra­
venosa. Su objetivo es d e s p e r t a r d o l o r en el
esófago para diferenciarlo del p r o v e n i e n t e del
Fig. 2-2. Estrechamiento con dilatación superior produ­ corazón. La p r u e b a se considera positiva al apa­
cida por reflujo gastroesofágico. recer dolor en un p e r i o d o de 5 min después de
16 Tubo digestivo alto

aplicar el fármaco. Las desventajas son los efec­ DIAGNOSTICO DIFERENCIAL


tos colaterales y la imposibilidad de aplicarlo en
personas con asma, cardiópatas y con enferme­ Es esencial descartar cáncer, tumores benignos,
d a d p u l m o n a r obstructiva crónica. divertículos o acalasia; esto se logra m e d i a n t e
endoscopia o con estudios radiográficos barita-
dos.
Pruebas q u e informan de funciones
T a m b i é n es i n d i s p e n s a b l e investigar los
duodenogástricas relacionadas con
padecimientos gástricos o duodenales, así c o m o
e n f e r m e d a d esofágica
todas las causas de estenosis pilórica.
Radiografía con medio de contraste. Es útil para
registrar cambios morfológicos de estómago y TRATAMIENTO
d u o d e n o (fig. 2-3).
Análisis del jugo gástrico. Este procedimien­ Terapéutica m é d i c a
to tuvo amplio uso en décadas pasadas, p e r o
actualmente casi no se emplea debido a que es En la primera etapa, al inicio de los síntomas,
muy molesto para el enfermo y presenta mu­ se r e c o m i e n d a n los antiácidos, c o m o hidróxi-
chas fallas. do de aluminio y magnesio, j u n t o con la supre­
pH gástrico de 24 horas. Tiene dificultades sión de a l i m e n t o s e s t i m u l a n t e s de la acidez
para la interpretación, en particular para de­ gástrica del tipo del café, té negro, refrescos con
terminar la alcalinidad p o r reflujo duodenal. Se gas, alcohol y especias. Además, se sugieren las
ha tratado de combinar con la vigilancia del pH siguientes medidas higiénicas: eliminar el taba­
esofágico de 24 horas, p e r o todavía con resulta­ co, elevar la cabecera de la cama 30 cm, comi­
dos inciertos. das p e q u e ñ a s (cuatro o cinco al d í a ) , acostarse

Fig. 2-3. Hernia hiatal; la mitad del estómago pasa a través del diafragma.
Capítulo 2 • Enfermedad por reflujo gastroesofágico 17

dos horas después de cenar, no usar ropas apre­ deficiencia mecánica del esfínter esofágico in­
tadas y bajar de peso. Otro medicamento que ferior. Son candidatos a intervención quirúrgi­
tiene presente y futuro prometedor por su ac­ ca los pacientes que no tengan mejoría de las
ción procinética potente y baja toxicidad es la lesiones mucosas luego de 12 semanas de su­
cisaprida; aún se discute la utilidad de la dom- presión acida; otra indicación es la reaparición
peridona y la metoclopramida. de lesiones (por endoscopia) o de los síntomas
En una segunda etapa, en pacientes con después de cuatro semanas de suspender la
persistencia de síntomas, se practica endosco- medicación.
pia con toma de biopsia para identificar esofa­ Ameritan procedimientos quirúrgicos los
gitis, estenosis o esófago de Barrett. Se cambian enfermos con mayor exposición al ácido (cuan-
los medicamentos; se inicia con bloqueadores tificado en mediciones del pH durante 24 ho­
H 2 , que hacen desaparecer la esofagitis en 50% ras), con defecto mecánico del esfínter esofági­
de los casos luego de ocho a 12 semanas de tra­ co inferior y con adecuado peristaltismo esofá­
tamiento. gico demostrado por manometría.
Los inhibidores de la bomba de protones, Otros candidatos son los pacientes con es­
como el omeprazol y el pantoprazol, suprimen tenosis esofágica, siempre y cuando se descarte
los síntomas casi de inmediato en 100% de los neoplasia maligna, que también requiere ope­
casos; además, curan 75% de las esofagitis des­ ración aunque con otro enfoque.
pués de 12 semanas de terapéutica, aunque la Asimismo necesitan intervención quirúrgi­
recurrencia de los síntomas alcanza el 80% ca los portadores de esófago de Barrett, por lo
pasados seis meses. Sin embargo, tienen efec­ regular causado por esfínter defectuoso; en
tos secundarios como la aparición de molestias estos casos la cirugía de antirreflujo (fig. 2-4)
por reflujo alcalino, antes enmascarado por el detiene el progreso de las lesiones, previene
ácido. Estos fármacos muestran elevada recu­ nuevos estrechamientos, cura úlceras y puede
rrencia ya que no resuelven la causa de fondo reducir los cambios metaplásicos. Sin embargo,
del reflujo gastroesofágico, es decir, los trastor­ cuando se detecte displasia grave o carcinoma
nos del esfínter, de la motilidad esofágica o del es necesario practicar una resección esofágica.
reservorio gástrico. Otras indicaciones quirúrgicas son la neumo­
nía recurrente y las crisis de ahogamiento noc­
turno.
Terapéutica quirúrgica
En todos los casos anteriores la operación
Para que esté indicada la operación debe de­ es una variante de la cirugía de antirreflujo,
mostrarse que el reflujo es ocasionado por la aunque hay que añadir otros procedimientos

Fig. 2-4. Operación de antirreflujo (técnica de Nissen); el fondo gástrico envuelve al esófago.
18 Tubo digestivo alto

q u i r ú r g i c o s . En p a c i e n t e s con a c o r t a m i e n t o cular refrescos gaseosos), pues provocan gran


esofágico está indicada la gastroplastia para alar­ distensión gástrica, atonía y deficiencias de va­
garlo. Ante reflujo duodenogástrico se requie­ ciamiento.
re desviar el c o n t e n i d o biliar. En el sujeto hi- La prevención de las complicaciones se lo­
persecretor de ácido procede la vagotomía gra, por parte del paciente, a c u d i e n d o al espe­
superselectiva. En personas con mal vaciamien­ cialista al inicio de los síntomas, sin dejar trans­
to gástrico se ejecuta u n a técnica que mejore el currir demasiado tiempo; p o r parte del médi­
drenaje del estómago, c o m o la piloroplastia. co, éste d e b e o b t e n e r estudios completos clíni­
Es posible agregar, a m a n e r a de resumen, cos, radiológicos, endoscópicos, mediciones de
q u e el tratamiento de la e n f e r m e d a d p o r reflu­ pH y m a n o m e t r í a para p r o p o r c i o n a r al enfer­
jo gastroesofágico es complejo e incluye dife­ mo la terapéutica a p r o p i a d a en el m o m e n t o
rentes conductas. El m é d i c o tendrá presente oportuno.
siempre, en cualquier terapéutica, q u e d e b e
apoyarse en las causas, patogenia, síntomas y
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Capítulo 2 ' Enfermedad por reflujo gastroesofágico 19

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Hernia hiatal
Dr. Carmelo Blasco
Dr. Carlos Cristaldo

INTRODUCCIÓN La frecuencia con la que el radiólogo pue-


de demostrar hernia del hiato depende de la
La hernia hiatal (o hernia del hiato) se puede insistencia para detectarla y de las técnicas uti-
definir como la protrusión de la porción supe- lizadas para ello, como aumentar la presión
rior del estómago, en una proporción variable, intraabdominal mediante la maniobra de Valsal-
a través del diafragma. va y colocar al paciente en posición de Trende-
En fechas recientes, el mejor conocimien- lenburg.
to de los mecanismos que previenen el reflujo, Una investigación reciente demostró que la
las causas multifactoriales y los aspectos fisiopa- presencia de hernia hiatal varía del 15 al 25%
tológicos de la hernia hiatal han dividido la en los pacientes remitidos para estudios de
opinión de los expertos acerca de la función endoscopia del tubo digestivo superior y que
que desempeña la hernia hiatal en la aparición aproximadamente la mitad de los mismos pre-
del reflujo gastroesofágico (RGE). senta evidencia de esofagitis. Asimismo, dos
En un estudio de 101 pacientes con sínto- tercios de los individuos con diagnóstico endos-
mas sugerentes de RGE se demostró que los cópico de esofagitis padecen hernia hiatal; esto
sujetos con hernia hiatal tenían RGE más grave estableció una correlación elevada entre la pre-
respecto de aquéllos sin este padecimiento. Del sencia de esofagitis y la frecuencia de hernia
mismo modo, los pacientes con hernia hiatal hiatal.
y reflujo ácido presentaron evidencias de ma-
yor reflujo que los individuos sin hernia hiatal CLASIFICACIÓN
pero con reflujo ácido.
Aunque algunas investigaciones han mos- En términos generales la hernia del hiato se
trado la correlación que existe entre el tamaño subdivide en dos clases: a) la de tipo I, llamada
de la hernia hiatal y la gravedad de la esofagitis, también hernia hiatal por deslizamiento o axil,
aún se conoce muy poco de la importancia clí- y b) la de tipo II, paraesofágica o en rodadera.
nica de los diferentes hallazgos endoscópicos Además, algunos autores se refieren a una her-
de la hernia hiatal. nia hiatal III, que es una combinación de los
Es sumamente difícil precisar con exactitud tipos I y II, y a una hernia hiatal IV, que consiste
la frecuencia real de la hernia hiatal en un en la herniación a través del hiato esofágico de
material clínico no seleccionado. La presencia cualquier otro órgano abdominal que no sea el
de la hernia hiatal en pacientes asintomáticos estómago (fig. 3-1).
es relativamente baja (varía entre el 0.8 y el En la hernia de tipo I, que es la más fre-
2.9%). Sin embargo, los estudios radiológicos cuente, existe un incremento de tamaño del
más radicales han revelado que la relación en- canal muscular del hiato y una laxitud de la
tre hernia hiatal y pacientes asintomáticos es del membrana frenoesofágica, lo cual permite que
30 al 50% y que puede llegar ai 75 y 90% en una parte de la cúpula gástrica, en una propor-
sujetos sintomáticos, por lo regular en pacien- ción variable, se desplace hacia arriba, en di-
tes con síntomas de reflujo gastroesofágico. rección del hiato aumentado de tamaño. En este
Capítulo 3 • Hernia hiatal 21

EEI

Diafragma
Diafragma

Diafragma
EEI

Hernia por
deslizamiento

EEI
Hernia paraesofágica
Hernia mixta

Fig. 3-1. Tipos de hernia hiatal.

tipo de h e r n i a la u n i ó n gastroesofágica se loca­ La hernia III comienza p o r lo regular c o m o


liza p o r e n c i m a del diafragma (fig. 3-2). u n a hernia hiatal de tipo II (o paraesofágica).
En la h e r n i a de tipo II, m e n o s c o m ú n , u n a La presión abdominal positiva, al empujar ha­
porción del estómago se desliza a través del hiato cia arriba, favorece que la h e r n i a progrese len­
esofágico de m a n e r a paralela o adyacente al tamente con el transcurso de los años, lo q u e
esófago y se extiende en sentido cefálico p o r permite que el orifico del hiato se ensanche cada
arriba de la unión esofagogástrica, que perma­ vez más y q u e la m e m b r a n a frenoesofágica se
nece en su posición o ubicación normal (fig. vuelva más laxa; esto facilita finalmente q u e la
3-3). unión gastroesofágica ascienda p o r e n c i m a del

Fig. 3-2. Hernia hiatal por deslizamiento. Se observa la unión esofagogástrica (flecha delgada) respecto del hiato
diafragmático (flecha gruesa).
22 Tubo disestivo alto

Fig. 3-3. Hernia paraesofágica. Se observa el EEI (fle- Fig. 3-4. Hernia mixta. El EEI (flecha delgada) y el fondo
cha delgada) por debajo del hiato diafragmático (flecha gástrico (flecha corta) se ubican por encima del hiato
gruesa) y también, de manera paralela al trayecto longitu- diafragmático (flecha gruesa).
dinal del esófago, el fondo gástrico herniado (flecha
corta).

rior (EEI), que es una zona de mayor presión al


diafragma. En este momento la hernia, origi­ que se considera como un esfínter fisiológico,
nariamente de tipo II, se transforma en una ya que no se ha demostrado anatómicamente
hernia combinada de tipos I y II (fig. 3-4). su existencia, aunque desempeña un papel
importante en la prevención del reflujo.
ANATOMÍA PATOLÓGICA La membrana o ligamento frenoesofágico
está formada por prolongaciones del peritoneo
El hiato esofágico es el orificio por donde pe­ parietal, este último unido a la fascia endotorá-
netra el esófago en el abdomen; está formado cica; tanto el ligamento como la fascia están fijos
por dos prolongaciones del pilar derecho del al esófago y lo sujetan al hiato. En los casos de
diafragma y por el ligamento arqueado. Por este hernia hiatal esta membrana puede estar o no
orificio el esófago atraviesa el diafragma y se relacionada con el EEI. Si existe tal relación la
extiende en el abdomen en unos 3 cm hasta presión intraabdominal puede transmitirse al
desembocar en el estómago (esófago intraab- EEI a través del saco hemiario, formado por la
dominal). En los casos de hernia hiatal dicho membrana frenoesofágica. Por otro lado, la
orificio aumenta de tamaño y a través de él inserción de dicha membrana puede localizar­
pasan al tórax el estómago y, en ocasiones, otros se por debajo del EEI y ser incapaz de transmi­
órganos abdominales. tir la presión intraabdominal. Esta última dis­
En la porción del esófago intraabdominal posición anatómica explica la esofagitis por
se encuentra el llamado esfínter esofágico infe­ reflujo en la hernia hiatal (fig. 3-5).
Capítulo 3 • Hernia hiatal 23

A Epitelio escamoso B

EEI

Membrana
frenoesofágica

Mucosa
gástrica

Diafragma crural

Fig. 3-5. Hernia hiatal y reflujo gastroesofágico. A, si la hernia hiatal presenta la membrana frenoesofágica inser-
tada por encima del EEI no existe reflujo. B, por el contrario, cuando la inserción es baja la presión intraabdominal
no se ejerce en el EEI y aparece el reflujo.

El esófago y el estómago se unen a nivel del la elevación de la presión intraabdominal. Asi­


cardias y forman en la desembocadura del esó­ mismo, la pérdida de la tonicidad muscular
fago un ángulo agudo; éste es el llamado ángu­ podría constituir un factor predisponente a
lo de His y es considerado como uno de los medida que avanza la edad.
factores esenciales en la prevención del reflujo La hernia hiatal y la esofagitis por reflujo
gastroesofágico ya que al cerrarse impide el son dos entidades que coexisten a menudo y
reflujo. En los casos de hernia hiatal el ángulo que se consideran de suma importancia en la
se pierde y se transforma en un ángulo obtuso aparición de hernia, RGE, pérdida del ángulo
que favorece la protrusión gástrica y sobre todo de His en la unión esofagogástrica y también
el reflujo. en la disminución de la presión del EEI, consi­
La mucosa esofágica se une a la gástrica en derada como causa y efecto de una hernia hia­
la denominada línea dentada (o línea Z), que tal. Se ha mostrado que la lesión de la mucosa
es la zona de separación de ambas mucosas y esofágica por el ácido produce disminución del
que es perfectamente reconocible con el endos­ EEI y acorta el eje longitudinal del esófago,
copio. independientemente de la acción vagal o de
neuronas colinérgicas.
PATOGENIA Algunos estudios demuestran que la presión
del EEI se reduce en los sujetos sintomáticos y
Se conocen muy poco las causas que ocasionan que los pacientes con hernia hiatal e incompe­
la hernia hiatal. Algunos autores consideran que tencia del cardias sufren, por una parte, una
pueden participar factores congénitos en la mayor exposición del esófago al ácido refluido
aparición de esta anormalidad; sin embargo, es en posición supina y, por otra, una mayor fre­
un hecho que se trata de una afección de la cuencia de episodios de reflujo en la noche,
edad adulta y que múltiples factores la propi­ mayores de cinco minutos, respecto de los pa­
cian. cientes sin hernia hiatal.
Entre estos últimos es posible mencionar la La hernia hiatal también puede alterar el
obesidad, el embarazo, la ascitis, los esfuerzos mecanismo de barrera antirreflujo. Así, en las
de la defecación (sobre todo en los pacientes grandes hernias del hiato la unión esofagogás­
estreñidos), megacolon, tos persistente, esfuer­ trica está comprometida, especialmente duran­
zo corporal excesivo o uso de corsés y fajas muy te los estudios dinámicos como la deglución;
ajustados, es decir condiciones que favorecen durante este proceso fisiológico y en presencia
24 Tubo digestivo alto

de una hernia hiatal, se observa un retardo en tes o muy fríos) y hemorragias (manifestadas
el proceso de vaciamiento esofágico y, por tan­ por hematemesis y que pueden ser consecuen­
to, se prolonga el tiempo de eliminación del cia de una esofagitis péptica muy grave o de
ácido. ulceraciones esofágicas).
Se ha visto asimismo que la acción del dia­ En ocasiones se advierte un cuadro de ane­
fragma crural, que sirve como un "segundo es­ mia ferropénica, secundaria a una hemorragia
fínter", se modifica en la hernia hiatal, en par­ no profusa, que se revela por la presencia de
ticular durante los aumentos bruscos de la pre­ sangre oculta en las heces.
sión intraabdominal. En el caso de que el paciente refiera sínto­
mas digestivos, el gastroentcrólogo puede indi­
CUADRO CLÍNICO car estudios esofágicos, como radiografía, en­
doscopia y pruebas de provocación del dolor
Rara vez las hernias hiatales son completamen­ (perfusión acida del esófago o distensión con
te asintomáticas. Casi siempre ocasionan lige­ balón).
ras molestias subjetivas y en ocasiones inespecí-
íicas; no obstante, pueden presentarse síntomas
que comprendan todos los grados de intensi­ DIAGNOSTICO
dad y variabilidad.
El diagnóstico de la hernia hiatal puede ser clí­
La pirosis, referida como sensación de ar­ nico y se confirma por medio de estudios com­
dor retroesternal, es probablemente el síntoma plementarios, como la radiografía y la endosco­
más frecuente de la hernia hiatal. A su vez, la pia.
hernia hiatal es la afección orgánica que más
veces provoca la aparición de pirosis y, secun­
dariamente, de esofagitis (denominada esofa- Diagnóstico radiológico
gitis por reflujo e identificable por endoscopia).
La pirosis, o sensación de ardor o "quema­ La radiografía contrastada del esófago es toda­
zón", es mucho más común y característica en vía uno de los métodos de investigación más
la hernia hiatal I y se manifiesta por lo general importantes del esófago, particularmente en el
30 a 60 minutos después de la ingestión de ali­ diagnóstico de la hernia hiatal. La demostración
mentos, sobre todo si éstos son muy abundan­ radiológica de la hernia hiatal depende en gran
tes; se intensifica al adoptar la posición de de­ medida de la experiencia del radiólogo, en es­
cúbito, en cuyo caso se localiza en la línea me­ pecial en la búsqueda de la reductibilidad de la
dia retroesternal, por lo general a la altura del hernia en posición de pie o en presencia de
apéndice xifoides. reflujo, en posición de decúbito ventral y late-
ralizada; este método resulta sin embargo poco
El dolor torácico retroesternal se presenta
sensible y específico.
a menudo en la hernia hiatal y se ubica por
detrás de la mitad inferior del esternón; puede Los estudios radiológicos pueden demostrar
manifestarse como una sensación de ardor in­ la relación de la hernia hiatal con el anillo de
tenso, opresión o sensación de cuerpo extraño Schatzki, que señala la unión esofagogástrica
que por lo general se inicia luego de la inges­ (fig. 3-6).
tión de alimentos o al acostarse; en ocasiones
puede disminuir al adoptar la posición ortostá- Diagnóstico endoscópico
tica. Muchas veces el dolor se irradia al dorso o
parte superior del tórax, hombro y brazo izquier­ El diagnóstico endoscópico de la hernia hiatal
dos y simula de modo característico una angina también requiere la experiencia del endosco-
de pecho. En realidad, los estudios repetidos y písta. En primer lugar, es de fundamental im­
negativos de electrocardiogramas tras los epi­ portancia el reconocimiento de la unión esofa­
sodios de dolor no suprimen la posibilidad del gogástrica y el nivel del hiato diafragmático. Se
cuadro anginoso y, por lo tanto, son necesarios establece el diagnóstico de hernia hiatal por
otros estudios complementarios para descartar deslizamiento si durante el procedimiento el
las causas del dolor anginoso. paciente muestra una respiración tranquila y la
Con menor frecuencia pueden encontrar­ unión esofagogástrica se encuentra 2 o 3 cm por
se en las hernias hiatales disfagia (secundaria a encima de la impresión diafragmática en el esó­
una esofagitis y que aparece casi siempre des­ fago. La confirmación del diagnóstico es clara
pués de ingerir alimentos o líquidos muy calien­ cuando durante la inspiración profunda se ad-
Capítulo 3 ' Hernia hiatal 25

ficio paralelo al esófago herniado que corres­


ponde al deslizamiento del fondo gástrico.
El diagnóstico endoscópico de la hernia
hiatal no se recomienda durante los eructos o
vómitos ya que se distorsiona el sitio exacto de
la unión esofagogástrica respecto de la impre­
sión diafragmática en el esófago.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El dolor del tórax puede proceder de diferen­
tes afecciones de estructuras torácicas que con­
tienen receptores del dolor; sin embargo, en el
diagnóstico diferencial la clave es la identifica­
ción del dolor en las enfermedades que ponen
en peligro la vida.
Una de las características de las enferme­
dades esofágicas es su gravedad y duración pro­
longada, similares a otras enfermedades de pro­
nóstico reservado. Es muy difícil diferenciar en
particular el dolor esofágico del dolor que oca­
siona la disección de la aorta torácica; en am­
bas enfermedades el dolor radica en la región
torácica posterior, con irradiación hacia el epi­
gastrio. Lo mismo ocurre con el infarto del
miocardio, en el que el dolor se propaga hacia
el cuello, miembros superiores o epigastrio. Por
otro lado, el esófago puede causar también un
dolor retroesternal y de corta duración y simu­
Fig. 3-6. Anillo de Schaztki. Representa anatómicamen- lar perfectamente una angina de pecho. De
te la unión esofagogástrica (flechas). hecho, los estudios repetidos y negativos de
electrocardiogramas después de episodios do­
lorosos no eliminan la posibilidad del cuadro
anginoso y por lo tanto son necesarios otros
vierte una "formación en saco" entre la unión estudios complementarios para descartar el
esofagogástrica y el hiato diafragmático. origen del dolor anginoso.
En segundo término, es posible introducir Los pacientes con hernia hiatal sintomáti­
el endoscopio en el estómago y realizar la ma­ ca son aquellos que presentan dolor retroester­
niobra de retroflexión, con lo cual se visualiza nal; en tales casos el diagnóstico diferencial se
el espacio del fondo herniado como un saco establece entre las enfermedades con potencial
(cuyos bordes no llegan a comprimir totalmen­ peligro para la vida y las de mejor pronóstico.
te el endoscopio); a éste se le ha denominado Los siguientes son algunos de los padeci­
"signo de la campana". mientos que tienen alto riesgo de poner en
En el caso de las hernias paraesofágicas, y peligro la vida:
con la maniobra de retroflexión, se observa
cómo el endoscopio está rodeado totalmente Infarto del miocardio. En esta afección el
por el hiato diafragmático y, simultáneamente, dolor es más grave y se irradia más a menudo a
se visualiza otro orificio paralelo a la localiza- los miembros superiores y cuello. Su diagnósti­
ción del endoscopio que corresponde a la im­ co se determina con electrocardiograma y estu­
presión diafragmática en el fondo gástrico her­ dio de las enzimas específicas (CPK, CPK MB y
niado a través del hiato. LDH).
En el diagnóstico endoscópico de las her­ Disección de la aorta. El dolor tiene una pro­
nias mixtas la maniobra de retroflexión permi­ pagación temprana hacia el epigastrio, abdo­
te visualizar "el signo de la campana" en el lu­ men y tórax dorsal. El diagnóstico puede reali­
gar donde se introduce el endoscopio y un ori­ zarse con radiografía de tórax, en la cual se
26 Tubo digestivo alto

observa un agrandamiento del mediastino, aun- El tratamiento puede ser médico o quirúr-
que la confirmación se establece con ecocardio- gico. En el primer caso los objetivos son propi-
grafía, tomografía computadorizada y resonan- ciar el vaciamiento gástrico, inhibir el ácido
cia magnética. refluido y evitar los factores que reduzcan la
Embolismo pulmonar masivo. El dolor se presión del EEI o aumenten la presión intraab-
acompaña de disnea y en el ECG se observa una dominal.
evidente sobrecarga del ventrículo derecho. Lo Entre los fármacos que mejoran el vacia-
confirma la determinación de gases en sangre y miento ácido del esófago están las llamadas
el centelleograma. procinéticas o favorecedoras del vaciamiento
Mediaslinilis aguda. Por lo general es rara y gástrico: la metoclopramida (la más antigua),
la produce la rotura esofágica secundaria a vó- la domperidona y la cisaprida (la más recien-
mitos; es el llamado síndrome de Booerhave. El te). Esta última tiene un efecto que no se limita
dolor se acentúa con las respiraciones profun- al vaciamiento ácido del esófago sino que tam-
das y el diagnóstico exige radiografía de tórax y bién se ejerce sobre el EEI, lo cual estimula el
tomografía. aumento de presión del mismo.
La metoclopramida posee el mismo efecto
A continuación se mencionan algunas de terapéutico que la domperidona; es menos
las enfermedades con menor riesgo y que pro- potente que la cisaprida y genera mayores efec-
vocan dolor retroesternal: tos colaterales, como astenia, adinamia y signos
de extrapiramidalismo.
Pericarditis y pleuritis aguda. En ambas situa- Todos estos medicamentos procinéticos
ciones los movimientos respiratorios exacerban deben administrarse 15 a 30 minutos antes de
el dolor; en la auscultación se encuentra un las principales comidas.
frote pleural o pericárdico que coincide con los Entre las sustancias que pueden inhibir el
latidos cardiacos. En el ECG de las pericarditis ácido refluido figuran: a) los citoprotectores,
se registra una elevación difusa del segmento como los alginatos, los antiácidos y sobre todo
ST. el sucralfato, que actúan localmente; se reco-
Neumotorax agudo espontáneo. El dolor pue- mienda su uso dos a tres horas después de inge-
de ser semejante en intensidad al del infarto rir los alimentos, es decir, en el momento de la
del miocardio. Por lo regular el estudio radio- estimulación clorhídrica por acción de la gas-
lógico de tórax es suficiente para el diagnósti- trina, y b) los bloque-adores H2, que son fárma-
co; en el se puede apreciar una zona hiperilu- cos inhibidores de la secreción acida ocasiona-
minada o de hiperclaridad, sin los componen- da por la estimulación de los receptores H2 de
tes pulmonares, y rodeada por la pleura parie- la célula parietal. En este grupo existe un gran
tal y visceral. número de medicamentos: cimetidina, raniti-
Síndrome de Tielze. Es la inflamación de las dina, fámotidina, nizatidina, roxatidina. Todos
articulaciones condrocostales y su diagnóstico tienen en esencia el mismo mecanismo de ac-
se obtiene por la compresión digital de la zona ción y pocas diferencias en su función terapéu-
condrocostal, que evoca o exacerba el dolor. tica, aunque algunos desencadenan mayores
Espondilitis y fibrositis. El dolor por la espon- efectos colaterales, como es el caso de la cime-
dilitis de la columna cervical y dorsal, así como tidina, empleada a dosis de 800 a 1 200 mg/
la fibrositis de la inserción osteomuscular, se día, en comparación con la fámotidina, utiliza-
exacerba con los movimientos. El diagnóstico da a dosis de 40 mg/día.
se establece por la observación de las alteracio- En la última década se ha desarrollado una
nes óseas en la radiografía. nueva serie de medicamentos que inhiben la
bomba de protones, productora de ácido en la
célula parietal. Su poder de curación en las le-
TRATAMIENTO siones producidas por el ácido se observa en un
periodo más corlo respecto de los bloqueado-
La hernia del hiato se vincula muchas veces con: res H2 y de los citoprotectores. Entre estos fár-
a) redujo ácido patológico, b) disminución de macos se encuentran omeprazol, lanzoprazol y
la presión del EEI, c) falla esofágica en la depu- pantoprazol, cuyas dosis varían entre 20 y 40
ración rápida del ácido refluido, d) alteracio- mg/día, en una o dos tomas diarias.
nes motoras de la contracción esofágica y e) Algunos de los factores que reducen la pre-
redujo ácido durante la deglución. sión son ciertos medicamentos comunes, como
Capítulo 3 • Hernia hiatal 27

anticolinérgicos, anovulatorios y antihistamíni- más empleados son los de Savary, los de Eder-
cos. Otras sustancias exógenas que generan el Puestow o los dilatadores con balones).
mismo efecto son: alcohol, chocolate, cafeína y
nicotina. Deben contraindicarse en el paciente PROFILAXIS
portador de hernia hiatal.
Existen, asimismo, condiciones que elevan Se conocen escasamente las causas de la hernia
la presión intraabdominal y que propician la hiatal; sin embargo, el sobrepeso es una de las
aparición del reflujo ácido en pacientes con principales ya que modifica los mecanismos
hernia hiatal; éstos son la obesidad, el estreñi- normales de antirreflujo. Por tanto, una mane-
miento crónico, las comidas copiosas o que re- ra de prevenir su aparición es conservar un peso
tardan el vaciamiento gástrico y también las ideal con una buena dieta.
grasas. En consecuencia, el tratamiento de la Otra teoría asume que la hernia es conse-
hernia hiatal debe comprender, al mismo tiem- cuencia de la esofagitis, la cual ocasiona espas-
po, la corrección de estos factores. mo y acortamiento del esófago. Si la esofagitis
Está indicado el tratamiento quirúrgico en se debe a una disminución del EEI, las medidas
ciertos casos: a) cuando el tratamiento médico de prevención deben suprimir los factores que
no controla los síntomas, b) cuando los sínto- precipitan su aparición, como el alcohol, la
mas recurren tempranamente luego de suspen- cafeína, la nicotina y otros.
der el tratamiento, c) si surgen algunas compli- Una vez identificada la hernia hiatal, la
caciones, como hemorragias importantes que prevención de las complicaciones incluye las
no reaccionan al tratamiento médico, estenosis medidas higiénicas y dietéticas, como la buena
muy marcadas o perforación y d) en las hernias masticación de los alimentos, la alimentación
de gran volumen ya que existe el peligro laten- fraccionada y también la prevención del estre-
te de un encarcelamiento e isquemia de la zona ñimiento, la tos persistente o el uso de fajas y
herniada. corsés muy ajustados.
Es también una medida de prevención no
acostarse inmediatamente después de la inges-
COMPLICACIONES tión de alimentos, ya que éstos pueden quedar
retenidos en la "bolsa herniada" y refluir con
Como se ha mencionado, las complicaciones facilidad hacia el esófago; si se tiene en cuenta
más frecuentes de una hernia hiatal son: a) esta posibilidad es aconsejable mantener la ca-
hemorragias provocadas por esofagitis, con ero- beza ligeramente levantada en la posición de
siones y ulceraciones concomitantes, b) esteno- decúbito.
sis debidas a cicatrización de úlceras pépticas y
c) perforación (o síndrome de Booerhave). La
estrangulación y la necrosis por isquemia tam- BIBLIOGRAFÍA
bién son complicaciones de la hernia del hiato.
Afortunadamente, tales complicaciones son Bontempo I, Pireta L. Effects of intraluminal acidifica-
muy poco frecuentes en virtud de que la reac- tion on esophageal motor activity. Gut 1994; 35:884-
ción al tratamiento médico suele ser muy 890.
buena. Collen MJ. Comparison of omeprazole and ranitidine
in treatment of gastroesophageal reflux disease in
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Feldman M. Treatment of reflux esophagitis resistant
En general, la hernia hiatal posee un pronósti- to H2 receptor antagonist with lanzoprazole, a new
co bastante bueno, con excepción de los casos H+K+ ATPase inhibitor: a controlled, double-blind
en los que aparecen complicaciones graves, study. Am J Gastrocnterol 1993; 88:1212.
como perforación y encarcelamiento con necro- Fisher R, Ogorek C. Management of gastroesophageal
sis del órgano; en estas anormalidades la grave- reflux disease. Part One: pathogenesis, symptoms
dad del cuadro se debe a su relación con la and diagnosis. Pract Gastroenterol 1994; 18 (Supl
mediastinitis. Las hemorragias cesan casi siem- 9):21-35.
pre de manera espontánea o con el uso de in- Howden C. Gastroesophageal reflux disease: healing.
hibidores de la bomba de protones; en el caso Pract Gastroenterol 1994; 18(Supl 9):14-17.
de las estenosis, que por lo regular son de tipo Johnson BT. Are esophageal symptoms reflux-related?.
péptica, se recurre a los distintos dilatadores (los A study of different scoring systems in a cohort of
28 Tubo 'ivo alto

patients with heartburn. Ara J Gastroenterol 1994; Sloan S, Kahrilas PJ. Impairment of esophageal empty-
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Esofagitis
Dr. Fernando Berna! Sahagún

INTRODUCCIÓN cada día más. En el futuro seguramente conti-


nuará creciendo su incidencia en los grupos de
Esofagitis es el nombre con el que se conoce a riesgo.
la inflamación aguda o crónica de la mucosa
esofágica; la ocasionan factores intrínsecos CLASIFICACIÓN
(como el reflujo gastroesofágico) o extrínse-
cos (como la ingestión de sustancias cáusticas o Según Savary-Miller, la esofagitis por reflujo
agentes infecciosos). gastroesofágico se clasifica, desde el punto de
Las funciones del esófago son conducir el vista endoscópico, en cuatro grados:
bolo alimenticio de la boca al estómago e impe-
dir el reflujo del estómago al esófago. Está re- Grado I. Se observan erosiones aisladas en la
vestido por una mucosa poliestratificada no mucosa del esófago, con o sin fibrina y exu-
queratinizada que soporta la fricción y las tem- dado.
peraturas altas, pero no las sustancias con pH Grado II. Se aprecian erosiones que confluyen
extremo, acidas o alcalinas. Si la mucosa esofá- entre sí, pero sin llegar a ocupar la totali-
gica entra en contacto con sustancias de un pH dad de la circunferencia del órgano.
tan alto como el del jugo gástrico o sustancias Grado III. Las lesiones erosivas se extienden
exógenas como los cáusticos sufre lesiones in- sobre la totalidad de la circunferencia eso-
flamatorias que constituyen la esofagitis. fágica; por lo general están cubiertas de
La frecuencia de la esofagitis por reflujo no fibrina, son friables y muestran exudado
se conoce con toda precisión. Sin embargo, los espeso.
síntomas del reflujo son sin duda sumamente Grado TV. Aparecen lesiones crónicas más pro-
frecuentes en el aparato digestivo y los más fundas, úlceras del esófago, estenosis, seu-
comunes del esófago; gran parte de los enfer- dodivertículos o cambios metaplásicos (Ba-
mos con reflujo padece esofagitis. Se trata por rrett).
tanto de una enfermedad frecuente.
Tampoco se conoce la frecuencia de las A esta clasificación, cuyo principal objeción
lesiones del esófago ocasionadas por consumo es que no considera las lesiones incipientes
de sustancias cáusticas. Este trastorno es mucho cuando aún no existen erosiones, se le puede
más frecuente en niños y raro en adultos; for- añadir un quinto tipo, según lo propone la cla-
ma parte de las enfermedades "de la pobreza", sificación de Tytgat. Se trata de la lesión grado
ese grupo de entidades relacionadas con la fal- 0, es decir la esofagitis que se puede observar al
ta de educación e información de los países microscopio después de la obtención de mate-
subdesarrollados. rial para biopsia ("esofagitis microscópica").
Las esofagitis infecciosas se vinculan con la Las esofagitis causadas por ingestión de
deficiencia del mecanismo de la inmunidad, por sustancias cáusticas se pueden clasificar en cua-
lo que la creciente frecuencia de la infección tro grados, según lo señala la endoscopia prac-
por el virus de la inmunodeficiencia humana ticada de manera temprana (antes de 12 ho-
(SIDA) obliga a estudiar estas anormalidades ras):
30 Tubo digestivo alto

Quemaduras leves. Se advierten erosiones, enro- endoscópicamente. Estas permiten detectar


jecimiento y hemorragia en capa. desde cambios mínimos, como la presencia de
Quemaduras moderadas. La lesión se limita a la infiltrados de polimorfonucleares o eosinófilos
mucosa; muestra ulceraciones, exudado y en la mucosa, hipertrofia de la capa basal (más
áreas de esfacelo en la mucosa, pero sin de 15% del espesor total), aumento de la pro-
afectar el músculo. fundidad de las papilas (más del 30% de la lon-
Quemaduras graves. Involucran la totalidad de gitud total), hasta cambios más importantes,
la mucosa y el músculo; en ocasiones pro- como la pérdida de la mucosa (ulceración),
vocan periesofagitis y pueden dañar inclu- cambios fibrosos con sustitución de la mucosa
sive la adventicia. por tejido cicatrizal o fibroso. En un número
Quemaduras con perforación. Son heridas que importante de casos la mucosa del esófago se
afectan la totalidad del esófago y que lesio- sustituye poruña mucosa más resistente, de tipo
nan los órganos adyacentes (mediastinitis, columnar, parecida a la del estómago o incluso
peritonitis, y otros). a la del intestino. Este cambio metaplásico,
denominado esófago de Barrett, es una lesión
Además de la clasificación de la profundi- que al progresar puede sufrir cambios de dis-
dad de la lesión es necesario valorar la exten- plasia y llegar a originar un adenocarcinoma;
sión del daño, ya que una lesión que ocupe la es, por tanto, una malformación premaligna.
circunferencia completa del esófago y que ten- Las lesiones ocasionadas por el consumo de
ga profundidad media o mayor dejará sin duda cáusticos varían en sus aspectos morfológicos
algunas secuelas de estenosis tras la cicatriza- según sea el tiempo transcurrido desde la que-
ción. madura y la gravedad de ésta. Por lo regular
Las esofagitis infecciosas, sobre todo las existe necrosis focal de la mucosa o necrosis de
producidas por Candida albicans, se clasifican en grandes segmentos de ella con úlceras profun-
cuatro grados, dependiendo de la extensión y das; en las fases tardías la lesión muestra la sus-
gravedad de la infección. El resto de las lesio- titución de la mucosa por tejido fibroso cicatri-
nes infecciosas no posee una clasificación ya que zal e inclusive sustitución del músculo o de todo
son lesiones aisladas. el órgano por un cordón fibroso, inútil para
cualquier función digestiva.
CAUSAS El estudio histopatológico de las lesiones
provocadas por agentes biológicos permite, en
La más frecuente de las esofagitis es la ocasio- el caso de los hongos, identificar las hifas del
nada por reflujo gastroesofágico y se debe a la microorganismo y los cambios inflamatorios que
acción persistente del jugo gástrico sobre la ocurren como reacción a la infección. Los cito-
mucosa, no preparada para resistirlo, esto es, megalovirus y el virus del herpes ocasionan casi
cuando se presenta un desequilibrio entre los siempre úlceras en las que algunos cambios
factores defensivos de la mucosa y los factores pueden sugerir la causa. El virus del papiloma
que la agreden. humano produce una lesión vegetante y este-
Los cáusticos que producen lesiones del nótica con células llamadas "coilocitos" que
esófago son de dos clases: a) los alcalinos, entre posibilitan la identificación de la enfermedad.
los que destacan el hidróxido de sodio o sosa La bacteria de la tuberculosis puede identi-
cáustica, el hidróxido de potasio o potasa, los ficarse en las lesiones granulomatosas que ori-
blanqueadores clorados y el permanganato de gina en el esófago, en particular si se utilizan
potasio, y b) los ácidos, particularmente el sul- tinciones especiales.
fúrico, clorhídrico (muriático), nítrico y oxálico.
Diversos agentes producen las esofagitis PATOGENIA
infecciosas: Candida albicans, citomegalovirus, el
virus del herpes y el del papiloma humano, y El reflujo gastroesofágico es normal en todos
algunas bacterias como las de la tuberculosis u los sujetos, especialmente después de ingerir
otras banales de la cavidad bucal. alimentos. Se convierte en una entidad pato-
lógica cuando es persistente, prolongado, o
ANATOMÍA PATOLÓGICA cuando el contenido refluido es sumamente
agresivo. Por lo regular la enfermedad se pre-
Para diagnosticar las lesiones esofágicas causa- senta en el momento en que ocurre una dispa-
das por reflujo son útiles las biopsias tomadas ridad entre los factores defensivos y los facto-
Capítulo 4 • Esofagitis 31

res agresivos contra la mucosa del esófago (cua­ Cuadro 4-2. Evolución natural de la quemadura
dro 4-1).
• Etapa aguda
Habitualmente el factor de mayor impor­ • Falsa resolución
tancia es la competencia del esfínter esofágico • Etapa de secuelas
inferior. Este tiene una presión media normal
cercana a 15 mmHg y cuando disminuye por
algún factor intrínseco o extrínseco propicia el
reflujo. Algunas hormonas (como progestero-
na o colecistocinina), ciertos medicamentos sa del esófago y por ello las esofagitis infeccio­
(como anticolinérgicos y antidepresivos) y otras sas suelen observarse en los pacientes inmuno-
sustancias (como cafeína, nicotina, grasas, cho­ suprimidos, en particular en el enfermo con
colate y menta) reducen la presión esfinteriana SIDA y, con menos frecuencia, en el sujeto que
y facilitan el reflujo. Los factores mecánicos, recibe corticosteroides, quimioterapia o en los
como la situación anormal del esfínter en el pacientes terminales de cáncer u otras enfer­
tórax, y algunas circunstancias que retrasan el medades graves.
vaciamiento del estómago, como la úlcera duo­
denal y la colecistitis, son también causas de CUADRO CLÍNICO
reflujo.
Si el reflujo es persistente aparecen los sín­ En los individuos con esofagitis por reflujo se
tomas típicos y, en un tiempo variable, los cam­ observan los síntomas después de comer o al
bios inflamatorios característicos de la esofagi­ adoptar la posición de decúbito; las molestias
tis. más comunes son: pirosis (sensación de quema­
Las esofagitis por ingestión de sustancias dura retroesternal), agruras (sensación de sa­
cáusticas es resultado del efecto directo de la bor ácido o agrio en la boca y de acidez retroes­
sustancia sobre la mucosa. Las alcalinas poseen ternal), eructos espontáneos, hipo, dolor epi­
como propiedad química la lipofilia, razón por gástrico y regurgitación de jugo gástrico y de
la cual penetran entre las uniones celulares, al restos de alimentos o secreciones biliares. Al
contacto con la mucosa, destruyendo a ésta y a empeorar la enfermedad el paciente presenta
los tejidos más profundos. Las acidas tienen una odinofagia y, si existe estenosis, disfagia, que
gran hidrofilia, por lo que su efecto dañino se comienza con alimentos sólidos, después semi-
debe a la deshidratación brusca de las células sólidos y finalmente líquidos.
que ocasiona necrosis. Algunos pacientes con reflujo presentan
Después del cuadro agudo de la quemadu­ síntomas respiratorios, faringitis o faringolarin-
ra el paciente puede mostrar una etapa de falsa gitis de repetición (síndrome de Cherry), datos
resolución, seguida poco tiempo después de de broncoaspiración nocturna súbita e inclusi­
estenosis cicatrizal (cuadro 4-2). ve asma.
En condiciones normales los agentes bioló­ El sujeto con quemadura esofágica aguda
gicos infecciosos no pueden penetrar la muco- sufre disfagia brusca o afagia, dolor retroester­
nal importante, ptialismo y sialorrea. En caso
de lesión de las vías respiratorias existe dificul­
tad respiratoria que puede ser muy grave e in­
Cuadro 4 - 1 . Factores defensivos y agresivos cluso mortal.
que actúan en la mucosa del esófago
En la perforación del esófago se aprecia
Factores defensivos enfisema subcutáneo en cuello y cara y un esta­
• Resistencia "natural" de la mucosa do tóxico e infeccioso crítico que culmina en
• Eficiencia del esfínter esofágico inferior choque; la perforación esofágica abdominal
• Acción de la gravedad
evidencia un cuadro de abdomen agudo muy
• Efecto neutralizante de la saliva (secreción alcalina)
• Peristalsis del esófago
grave.
Tal cuadro agudo, si no existe perforación,
Factores agresivos
• pH del material refluido
mejora al cabo de algunos días, al desprender­
• Cantidad del reflujo se la mucosa dañada y al volver a comer el en­
• Aumento de la presión intraabdominal (embarazo, fermo (falsa resolución). Luego de algunos días
ascitis y otros) o meses el esófago se cierra e inicia un cuadro
• Dificultad en el vaciamiento gástrico de disfagia progresiva provocado por la esteno­
• Esfínter esofágico dentro del tórax (hernia hiatal)
sis ya desarrollada.
32 Tubo digestivo alto

En las esofagitis infecciosas p r e d o m i n a por


lo general el dolor a la deglución, sea cual sea
el tipo de alimento, especialmente en las moni-
Iiasis, q u e originan u n a m a r c a d a odinofagia y
d o l o r faríngeo a la deglución. La e n f e r m e d a d
p r o d u c i d a p o r el virus del papiloma se presen­
ta c o m o u n a disfagia q u e progresa lentamente.

DIAGNOSTICO

En el diagnóstico de la esofagitis p o r reflujo las


radiografías con bario (serie g a s t r o d u o d e n a l ) ,
c u a n d o se realizan con doble contraste (bario y
aire) (fig. 4-1), p e r m i t e n observar las erosiones
( p e q u e ñ o s defectos de llenado positivos) o las
ulceraciones, si se presentan. En los casos com­
plicados con estenosis la serie baritada permite
visualizar las características de la zona estenosa-
da y los seudodivertículos (fig. 4-2) y orienta el
diagnóstico diferencial en caso de lesiones neo-
plásicas. El diagnóstico definitivo de la esofagi­
tis lo establece la observación directa de la
mucosa y sus lesiones mediante endoscopia (fig.
4-3), la cual d e b e c o m p l e m e n t a r s e con la ob­
tención de biopsias para el diagnóstico histopa-
tológico.
Las q u e m a d u r a s p o r c o n s u m o de cáusticos
d e b e n diagnosticarse en la fase aguda con en­
Fig. 4-2. Estenosis con seudodivertículo.
doscopia t e m p r a n a (en las primeras 12 horas
después de la ingestión), a u n q u e antes d e b e
descartarse la perforación esofágica con placas
simples de tórax y a b d o m e n . La e n d o s c o p i a permite,clasificar la profundidad y extensión de
la q u e m a d u r a y establecer un pronóstico provi­
sional. En la fase aguda las radiografías contras­
tadas con bario están contraindicadas p o r el
riesgo de broncoaspiración.
Catando concluye la fase aguda y la falsa
resolución, esto es, en la fase de cicatrización,
el diagnóstico se d e t e r m i n a m e d i a n t e radiogra­
fía con bario (fig. 4-4) y endoscopia, q u e posi­
bilitan diagnosticar e iniciar s i m u l t á n e a m e n t e
la rehabilitación del esófago.
En las esofagitis infecciosas la moniliasis
p u e d e diagnosticarse con un esofagograma con
bario; este p r o c e d i m i e n t o p e r m i t e observar
múltiples ulceraciones y erosiones en el perfil
de la mucosa (fig. 4-5). La endoscopia con ob­
servación directa facilita el diagnóstico, q u e
d e b e c o m p l e m e n t a r s e con toma de biopsias y
muestras otológicas para posibilitar la observa­
ción de las luías de los h o n g o s causales. Las
lesiones virales se diagnostican con la obtención
de biopsias de la lesiones por m e d i o de endos­
copia; casi nunca es útil la radiografía ya q u e se
Fig. 4 - 1 . D o b l e contraste (bario-aire). trata de lesiones focales.
Capítulo 4 • Esofagitis 33

Fig. 4-3. Esofagitis, imagen de videoendoscopio.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL perior que se acompañan de dolor epigástrico,


como úlcera péptica, colecistitis aguda, pancrea­
La esofagitis por reflujo debe diferenciarse de titis crónica y colon irritable. Cuando existe
todas las enfermedades del tubo digestivo su- estenosis se debe distinguir de las lesiones que

Fig. 4-4. Estenosis por sustancias cáusticas. Fig. 4-5. Moniliasis esofágica.
34 Tubo digestivo alto

provocan disfagia, como acalasia, trastornos • Cuidados higiénicos y dietéticos


motores, cáncer del esófago y otros. • Bloqueadores H2 en dosis doble o blo-
Las quemaduras por cáusticos deben sepa- queadores de la bomba de protones
rarse de las lesiones neoplásicas esofágicas y (omeprazol 20 mg , lanzoprazol 30 mg o
estomacales y también de todos los padecimien- pantoprazol 40 mg). Dosis única por la
tos que ocasionan disfagia. mañana, en ayunas, durante un periodo
de 8 a 12 semanas
TRATAMIENTO
Se reevalúa con endoscopia el resultado de
El tratamiento de la esofagitis por reflujo de- la terapéutica y se elige entre el tratamiento
pende del grado de lesión que establezca la quirúrgico y el de mantenimiento, según sea el
observación endoscópica. Por lo regular se pue- caso.
de subdividir en cuatro etapas:
Tercera etapa. Pacientes que sufren esofagitis
Primera etapa. Pacientes con síntomas persisten- grado IV, con úlcera, estenosis o esófago de
tes, sin esofagitis o con esofagitis leve. Para Barrett sin displasia. En esta fase se contras-
estos casos se indican las siguientes medi- tan las ventajas y desventajas del tratamien-
das: to a largo plazo con bloqueadores de la
bomba de protones (más dilataciones), y de
• Bajar de peso en caso de obesidad la intervención quirúrgica de antirreflujo,
• Comer despacio y masticar adecuada- por tórax o abdomen, según sea el caso. La
mente decisión se toma de acuerdo con la edad,
• No acostarse sino dos a tres horas después condiciones generales del paciente y esta-
de comer do del esófago.
• No usar ropa ajustada
• Levantar 20 o 30 cm la cabecera de la Cuarta etapa. Pacientes que padecen esófago de
cama Barrett con displasia o carcinoma tempra-
• Dieta sin irritantes, con poca grasa y sin no. Requieren procedimientos quirúrgicos
chocolate ablativos.
• Evitar bebidas gaseosas
• Suprimir tabaco y bebidas con cafeína Sin embargo, la cirugía de antirreflujo es
actualmente, dependiendo de la edad y los sín-
Se sugieren estas indicaciones farmacoló- tomas del paciente, un excelente recurso que
gicas: limita la diversidad de tratamientos, las dietas
prolongadas y los síntomas que afectan la cali-
• Antiácidos no absorbibles (hidróxido de dad de vida, sobre todo si se toma en cuenta
aluminio y magnesio o antiácidos con al- que la operación implica mínima invasión y que
ginatos) la laparoscópica tiene una baja morbilidad y
• Sustancias que faciliten el vaciamien- pocas molestias posoperatorias. Esta posibilidad
to gástrico (metoclopramida, domperido- debe evaluarse en el paciente joven con buen
na o cisaprida) 10 mg antes de cada estado general y con síntomas persistentes, aun
alimento; se prefiere la cisaprida por en ausencia de esofagitis.
sus menores efectos colaterales y mayor El tratamiento de la esofagitis por consu-
eficacia mo de cáusticos también se subdivide de acuer-
• En caso de fracasar añadir un bloquea- do con la etapa de la lesión.
dor H<¿ (cimetidina, 400 mg cada 12 h, o
ranitidina o nizatidina, 150 mg cada 12 Etapa aguda. Se sugieren las siguientes indica-
h, o famotidina 20 mg cada 12 h) ciones:

El tratamiento debe mantenerse durante • No suministrar antídotos


cuatro a seis semanas y reevaluar el caso. • No provocar vómito
• No practicar lavados gástricos
Segunda etapa. Pacientes que padecen esofagi- • No introducir instrumentos a ciegas
tis grados I o il y con cuadro clínico persis- • Corticosteroides
tente. Se aconsejan las siguientes medidas: • Antibióticos
Capítulo 4 ' Esofagitis 35

• Líquidos y alimentación parenteral lesión es profunda y existe perforación el ries-


• Analgésicos potentes go de mortalidad es muy elevado (mayor de
60%); por el contrario, si no hay perforación el
Fase tardía o de estenosis cicatrizal. Se recomien-pronóstico es muy satisfactorio para la vida,
da: aunque no para la función, ya que las secuelas
de la quemadura pueden ameritar dilataciones
• Valoración radiológica y endoscópica periódicas durante un tiempo prolongado, a
• Gastrostomía en caso necesario veces durante toda la vida.
• Dilataciones del esófago (inicialmente El pronóstico de las esofagitis infecciosas
con sondas guiadas, de tipo Tucker o relacionadas con inmunodeficiencia es el de la
Savary-Gilliard, seguidas de dilataciones enfermedad subyacente.
con sondas mercuriales de tipo Malloney
o Hurst) PROFILAXIS
• Si fracasan las dilataciones se practica la
sustitución del esófago por colon La única profilaxis contra la esofagitis por re-
flujo consiste en el diagnóstico y tratamiento
Las esofagitis infecciosas se tratan con an- oportunos para evitar las complicaciones y la
tibióticos o antimicóticos, según el agente progresión de la enfermedad.
causal. Las esofagitis por cáusticos deben prevenir-
se haciendo llegar la información apropiada a
COMPLICACIONES la población general, pero sobre todo debe
evitarse la costumbre de guardar sustancias
Las complicaciones más importantes de la eso- corrosivas en los envases de refrescos u otros
fagitis por reflujo proceden de la estenosis eso- productos: ésta es una de las causas principales
fágica, ocasionada a su vez por el proceso nor- de quemaduras en niños.
mal de cicatrización durante años; por esta ra-
zón, se presenta habitualmente en pacientes BIBLIOGRAFÍA
ancianos con mal estado general y su tratamien-
to requiere casi siempre dilataciones y medica- Arenas MH, Mucha MRA. Complicaciones en el trata-
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cientes llevar una vida normal, con excepción sus ranitidine in the treatment of reflux esophagitis.
de los casos que cursan con estenosis o meta- Gastroenterology 1988; 35:125-127.
plasia, en los cuales el pronóstico es menos fa- Jessurun J, Chávez L, Bernal F y col. Alteraciones gas-
vorable para la función esofágica. La relación trointestinales en el síndrome de insuficiencia ad-
carcinoma-esófago de Barrett supone un pro- quirida. Rev Med Hosp Gral 1987; 50:139-144.
nóstico muy malo, ya que se presenta en pacien- Madern GJ, Kirof GK, Leppard PI y col. Domperidone,
tes ancianos, es decir, en sujetos con alto riesgo metocloropropamida and placebo. J Clin Gastro-
quirúrgico y en quienes la naturaleza de la neo- enterol 1986;8(2):135-140.
plasia conlleva una alta mortalidad. Martínez TN, Gaviño CJF. Tratamiento quirúrgico del
Las esofagitis por ingestión de cáusticos reflujo gastroesofágico, la esofagitis péptica y sus
muestran un pronóstico que guarda relación complicaciones. Rev Gastroenterol Mex 1983; 48(3):
directa con la gravedad de la quemadura. Si la 131-137.
36 Tubo digestivo alto

Ramírez DJ, Proal RA. Quemaduras del tubo digestivo Valdés LR, Kspino CU. Enfermedad por rellujo gastro-
por ingestión de substancias cáusticas. RevGastroen- esofágico. Medicine 1993; 4:22-29.
terol Mex 1982; 47(1):13-18.
Spiro IIM. Gastroenterología clínica, 3a. ed. México,
Editorial Interamericana 1986:139 179.
Trastornos motores
del esófago
Dr. Gonzalo Rodríguez Vanegas
Dra. Adriana Hernández López

INTRODUCCIÓN co del esófago son la disfagia bucofaríngea a


nivel del cuello (en el cricofaríngeo) y pueden
Los trastornos de la motilidad esofágica son un presentarse aspiración hacia el árbol tráqueo-
grupo de manifestaciones clínicas que ocasio- bronquial y regurgitación nasofaríngea. Otros
nan la pérdida del control neurohumoral o síntomas son los episodios de tos durante las
muscular de la peristalsis o de la función del comidas y la impacción del alimento en el
esfínter esofágico inferior. cricofaríngeo. Por el contrario, la disfagia eso-
La patogenia de la alteración motora eso- fágica y otros signos esofágicos (dolor) se refie-
fágica está bien definida en muchos casos y ren con frecuencia a la región retroesternal y
su descripción se basa en los cambios mano- se irradian hacia la espalda o el cuello, en
métricos que difieren de un patrón normal algunos casos, semejando síntomas de origen
ya establecido. La manometría y los estudios cardiaco.
radiológicos son todavía los mejores métodos Para su estudio los trastornos motores del
para determinar la presencia de un trastorno esófago se dividen en: a) trastornos primarios:
motor esofágico. La manometría puede identi- acalasia, enfermedad de Chagas y el espasmo
ficar anormalidades del esfínter esofágico su- esofágico difuso con sus variantes (esófago en
perior, cuerpo esofágico y esfínter esofágico cascanueces, esfínter esofágico inferior hipertó-
inferior, especialmente para estos dos últimos; nico y alteraciones motoras inespecíficas) y b)
por su parte, la evaluación con medio de con- trastornos motores secundarios relacionados
traste es mejor para examinar la fase bucofarín- con diabetes sacarina, esclerodermia y seudoobs-
gea de la deglución. trucción idiopática intestinal.
Para los pacientes con disfagia las pruebas
radiológicas son el método inicial de elección,
ya que evalúan cuidadosamente la fase bucofa- TRASTORNOS MOTORES
ríngea de la deglución y la fase, el vaciamiento PRIMARIOS
y el reflujo esofágicos.
Acalasia
La radiografía con bario detecta la mayoría
de los trastornos motores, incluyendo la acala- Definición
sia. Las afecciones motoras espásticas requieren
manometría, que es aún el procedimiento ideal La acalasia es la incapacidad del esfínter esofá-
para identificar y definir padecimientos moto- gico inferior para relajarse normalmente.
res.
Los síntomas de los trastornos motores eso- Causas
fágicos varían según sea la zona lesionada. Los
síntomas que proceden del músculo esqueléti- Se desconoce todavía la causa de esta alteración.
37
38 Tubo digestivo alto

Anatomía patológica Diagnóstico

Es constante el hallazgo histopatológico de un La disfagia esofágica debe evaluarse con esófago-


número reducido de células ganglionares en el grama (radiografía con bario) puesto que es el
plexo de Auerbach; datos recientes confirman síntoma principal. La prueba revela la existen­
que la principal anormalidad es la pérdida de cia de dilatación esofágica, contracciones ter­
neuronas inhibitorias. ciarias o aperistalsis, o terminación en punta del
tercio distal del esófago (en pico de pájaro) (fig.
5-1). La endoscopia muestra un esófago atóni­
Patogenia co, muchas veces con restos de alimentos, y no
La degeneración neural provoca la imposibili­ se registran datos macroscópicos de estenosis
dad del esfínter esofágico inferior de relajarse péptica o de neoplasia en la zona correspon­
después de la deglución; es probable que ello diente al esfínter esofágico inferior; al ejercer
lleve a la aperistalsis del cuerpo esofágico. Des­ presión sobre este punto se puede acceder a la
de el punto de vista manométrico la acalasia se cavidad gástrica. Él diagnóstico se confirma
caracteriza por una o más de las siguientes anor­ mediante manometría, que es el método más
malidades: sensible.

1. Aumento de la presión de reposo del esfín­ Diagnóstico diferencial


ter esofágico inferior
2. Relajación incompleta del esfínter esofági­ Existen alteraciones patológicas que semejan un
co inferior con la deglución cuadro similar al de la acalasia (seudoacalasia o
3. Ausencia de peristaltismo con presencia de acalasia secundaria); entre éstas pueden seña­
terciarismo no peristáltico larse la malignidad (la más frecuente), la seudo-
obstrucción intestinal idiopática crónica, amiloi-
dosis, enfermedad de Chagas, síndrome pos-
Clasificación

La acalasia puede ser idiopática (acalasia pri­


maria) o secundaria a otra anormalidad.

Frecuencia

En Norteamérica y Europa la acalasia secunda­


ria se relaciona a menudo con cáncer, en tanto
que en Sudamérica se vincula con la enferme­
dad de Chagas. La acalasia primaria puede pre­
sentarse a cualquier edad, con mayor frecuen­
cia entre los 25 y los 60 años. Ambos sexos se
afectan de igual manera. El desarrollo de acala­
sia después de los 60 años obliga a sospechar
cáncer.

Cuadro clínico

La disfagia es el síntoma dominante: al menos


95% de los pacientes padece disfagia tanto a
sólidos como a líquidos. Puede presentarse
dolor torácico hasta en 50% de los casos, sínto­
ma que se relaciona con contracciones enérgi­
cas del cuerpo esofágico en la llamada acalasia
vigorosa. Otro síntoma es la regurgitación de
alimento retenido en el esófago que puede
ocasionar síntomas pulmonares por broncoas- Fig. 5-1. Acalasia; el esófago está dilatado con termina-
piración. ción en punta. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)
Capítulo 5 ' Trastornos motores del esófago 39

vagotomía, s í n d r o m e familiar de deficiencia de Frecuencia


glucocorticoides, seudoquiste pancreático y
otros. Se observa por lo regular en adultos (general­
mente mayores de 40 años) con franco predo­
minio en mujeres.
Tratamiento

Se utilizan tres m é t o d o s de abordaje para el


Clasificación
t r a t a m i e n t o de la acalasia.
1. Medicamentos que relajan el músculo liso Diversas anomalías se comportan clínicamente
( t r a t a m i e n t o a corto plazo). Los agentes igual que el espasmo esofágico difuso (incluso
farmacológicos no han p r o b a d o un benefi­ tienen un tratamiento similar); se trata del esó­
cio sustancial; tanto los nitratos c o m o los fago en cascanueces, del esfínter esofágico in­
b l o q u e a d o r e s de calcio sólo tienen éxito ferior hipertónico y de los trastornos motores
anecdótico. Estos fármacos d e b e n ingerir­ inespecíficos (figs. 5-2 y 5-3).
se antes de las comidas y sus efectos sobre
la presión del esfínter esofágico inferior son Causa
breves. Los beneficios observados en los sín­
tomas y en el vaciamiento esofágico son apa­ Desconocida.
r e n t e m e n t e esporádicos, a u n q u e los rela­
j a n t e s del músculo liso todavía tienen cier­
ta función en casos aislados con beneficios
iniciales.
2. La dilatación n e u m á t i c a con balón tiene
u n a tasa de éxito a corto plazo de 60 a 90%.
Datos recientes sugieren que este benefi­
cio se deteriora con el tiempo y que se re­
q u i e r e n dilataciones repetidas. La perfora­
ción es la complicación más temida y se
presenta hasta en un 2 a 6% en grandes
series.
3. La esofagomiotomía tiene la mayor tasa de
éxito (74-94% en varias series). Las investi­
gaciones recientes indican que las ventajas
de este p r o c e d i m i e n t o quirúrgico también
se a t e n ú a n con el tiempo y que la reduc­
ción en su eficacia se atribuye a las compli­
caciones del reflujo; p o r este motivo se ha
p r o p u e s t o realizar la funduplicación en el
m o m e n t o de la miotomía.

Entre las complicaciones frecuentes de la


acalasia p u e d e mencionarse el riesgo de desa­
rrollar carcinoma esofágico; éste aparece hasta
en un 2 a 7% después de un intervalo de aproxi­
m a d a m e n t e 20 años o más; al parecer el trata­
m i e n t o de la acalasia no protege contra esta
complicación potencial.

Espasmo esofágico difuso

Definición Fig. 5-2. Contractura del esófago que no permite el


paso del medio de contraste. En la endoscopia no se
Es un p a d e c i m i e n t o esofágico que se distingue demostró ninguna obstrucción orgánica. El paciente sufría
por dolor torácico y disfagia y que se presenta disfagia y a veces dolor a la deglución. (Cortesía del Dr.
de m o d o intermitente. Vargas Domínguez.)
40 Tubo digestivo alto

en la que participan la excitación de receptores


de temperatura o de distensión intraluminal,
el bajo umbral al dolor y otros.
Las tres preguntas cruciales durante el in-
terrogatorio son: a) ¿qué tipo de alimentos pro-
duce los síntomas?, b) ¿la disfagia es intermi-
tente o progresiva? y c) ¿existe relación con el
reflujo gastroesofágico?

Diagnóstico

Si bien es cierto que el cuadro clínico intermi-


tente genera un alto índice de sospecha, no
debe obviarse la posibilidad paraclínica de do-
cumentarlo. Para ello se dispone de los siguien-
tes recursos:

1. Esofagograma balitado. Siempre es el pri-


mer estudio solicitado ya que posee buena
sensibilidad y especificidad para definir las
alteraciones motoras. El esofagograma pue-
de revelar la presencia de movimientos
incoordinados de los dos tercios distales del
esófago, estenosis esofágica y contracciones
Fig. 5-3. Espasmo difuso del esófago en la placa del terciarias que causan atrapamiento del ba-
lado izquierdo, que ha desaparecido en la placa dere- rio con retraso del tránsito del bolo (referi-
cha. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.) do como esófago arrosariado, seudodiver-
tículo o esófago enrollado) (fig. 5-3).
2. Manornetría. Es la clave diagnóstica para
Patogenia identificar espasmo esofágico difuso y pue-
de incluso definir cada una de sus varian-
No se conoce. Se cree que interviene una com- tes. Sin embargo, debe considerarse la po-
binación de factores musculares y neurales, con sibilidad de localizar estos trastornos sobre-
participación del sistema nervioso central, que puestos, con periodos intermitentes de
de alguna manera ocasiona la intermitencia. normalidad. Además, no siempre los hallaz-
gos se correlacionan con el tipo y gravedad
Cuadro clínico
de los síntomas. Los datos manométricos
son los siguientes:
Habitualmente se presentan dos síntomas: a) Espasmo esofágico difuso. Es la presencia
disfagia no progresiva e intermitente a líquidos de contracciones simultáneas, con peristal-
o sólidos (o ambos), provocada por alteracio- sis normal intermitente, repetidas (incluso
nes motoras (en particular contracciones simul- más de tres), prolongadas, de gran ampli-
táneas no progresivas o de baja amplitud que tud y con relajación incompleta del esfín-
no cierran la luz esofágica y que interfieren con ter esofágico inferior.
el tránsito normal del bolo), y b) dolor toráci- Esófago en cascanueces. Contracciones de
co, casi siempre ocasionado por la ingestión de gran amplitud que pueden ser incluso de
alimentos fríos o calientes, bebidas carbonata- gran duración (mayor de seis segundos),
das, o estrés de tal intensidad que puede simu- pero con progresión peristáltica normal.
lar un cuadro de isquemia cardiaca. Esfínter esofágico inferior hipertónico. La
Una hipótesis asume que estas contraccio- presión del esfínter es mayor de 45 minHg,
nes espásticas son consecuencia de una tensión aunque existe una apropiada relajación del
intramural que inhibe el flujo sanguíneo con mismo con adecuada progresión peristál-
un periodo crítico de isquemia. Sin embargo, tica.
la hipótesis no es convincente en lo absoluto; Trastornos motores inespecíficos. Es posible
más razonable es la explicación multifactorial documentar en estas anormalidades cual-
Capítulo 5 ' Trastornos motores del esófago 41

quiera de los siguientes hallazgos: contrac- sistémica con esclerodermia difusa y el síndro-
ciones no propulsivas, retrógradas, de baja me de CREST (calcinosis, fenómeno de Ray-
amplitud y de gran duración (mayor de seis naud, disfunción esofágica, esclerodactilia y
segundos), con incompleta relajación del telangiectasia).
esfínter esofágico inferior. Los pacientes afectados con esclerodermia
3. Manometría endoscópica. A través del ca- tienen 80% de posibilidad de padecer compro-
nal de trabajo de un endoscopio estándar miso esofágico, en particular en la forma del
se introduce un tubo de polivinilo (trans- fenómeno de Raynaud.
ductor) ; tiene la ventaja de que el paciente
tolera mejor el estudio.
Frecuencia
4. Monitorización ambulatoria mediante pro-
vocación con alimentos. Puede demostrar Por lo general se presenta en mujeres adultas
alguno de estos defectos intermitentes y de raza blanca entre los 30 v 50 años.
documentar la correlación con los síntomas.
5. Tránsito esofágico con radionúclidos. Tie-
ne una sensibilidad de 92% y especificidad Clasificación
de 88% para detectar trastornos motores. No existe en esta afección.
6. Prueba de distensión con balón intraesofági-
co. Es superior a la prueba de provocación
con medicamentos para la evaluación del Patogenia
dolor torácico y la disfagia.
En etapas tempranas (por una disfunción neu-
ral) y en etapas tardías implica la pérdida de la
Diagnóstico diferencial capa muscular. Esto se debe al reemplazo por
Consiste en definir la participación primaria o tejido conectivo, pérdida de la peristalsis del
secundaria de estas anomalías y considerar que esófago distal y debilidad del esfínter esofágico
algunas se relacionan con reflujo gastroesofági- inferior. Los defectos resultan en un grave re-
co, pero manifestadas como trastornos de la flujo gastroesofágico, incluyendo la esofagitis
motilidad esofágica. ulcerativa extensa y el esófago de Barrett.

Tratamiento Cuadro clínico

Se han empleado fármacos anticolinérgicos, Predomina el síndrome de reflujo gastroesofá-


bloqueadores de canales lentos del calcio y ni- gico con pirosis y regurgitación, así como disfa-
tratos. Algunas publicaciones anecdóticas sugie- gia secundaria ya sea a un trastorno motor o a
ren que los ansiolíticos y los antidepresivos una estenosis péptica.
pueden mejorar los síntomas.
Una terapéutica más agresiva es la dilata- Diagnóstico
ción con bujías de mercurio y la dilatación neu-
mática. Rara vez se indica la miotomía; sólo en Se utilizan los siguientes procedimientos:
los pacientes debilitados y en los que sufren un
ataque marcado al estado general. 1. Esofagograma de bario. Muestra el esófago
dilatado, sin peristalsis y con reflujo gas-
troesofágico, e incluso revela complicacio-
TRASTORNOS MOTORES nes propias de la esofagitis, como estenosis
SECUNDARIOS o esófago de Barrett.
2. Manometría. Detecta hallazgos típicos pero
Esclerodermia no específicos de esclerodermia: a) esfín-
ter esofágico superior y peristalsis normal
Definición en esófago proximal, b) ondas propulsivas
débiles o ausentes en el tercio distal y c)
De todos los padecimientos sistémicos que esfínter esofágico inferior hipotónico o
ocasionan trastornos motores esofágicos la escle- ausente.
rodermia es la mejor caracterizada. Se conocen 3. Endoscopia. Sirve para distinguir la esofa-
dos formas de esta enfermedad: la esclerosis gitis por reflujo del esófago de Barrett.
42 Tubo digestivo alto

Diagnóstico diferencial Csendes A, Braghetto Y, Henríquez A y col. Late results


of a prospectiva randomized study comparing force-
Todos los individuos con esofagitis padecen tras- ful dilatation and esophagomyotomy in patients with
tornos motores. achalasia. Gut 1989; 30:299-304.
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2. Tratamiento médico de antirreflujo inten- cal results af'ter short esophagomyotomy without and
so con antiácidos antireflux procedures (modified Heller operation)
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Sólo un breve comentario al respecto. Los pa- Langcvin S, Gastell D. Esophageal motility disorders and
cientes se someten a un protocolo de esttidio chest pain. Med Clin North Am 1991; 75:1045-1064.
para trastornos motores y se documenta con Meijssen M, Tilanus H, Blankenstein M y col. Achalasia
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a prospective study in 195 patients. Gut 1992; 33:
1. Diabetes sacarina: contracciones no propul- 155-158.
sivas y contracciones espontáneas; puede Ott D, Richter J, Ghen Y y col. Esophageal radiography
encontrarse un patrón similar al del espas-
and manometry correlation in 172 patiens with dys-
mo esofágico difuso (véase antes).
phagia. Am J Roentg 1987; 149:307-311.
2. Seudoobstrucción intestinal idiopática: con- Taillefer R, Jadliwalla M, Pellerin E y col. Radionuclide
tracciones esofágicas anormales (simultá- esophageal transit study in deteetion of esophageal
neas y repetidas) con ausencia de peristalsis
motor dysfunction: eomparison with motility stud-
e incompleta relajación del esfínter esofá-
ies.J Nucí Med 1990; 31 (12): 1921-1926.
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Brandt R, Rezende J, Olivera R y col. The spectrum of


esophageal motor disorder in Chagas' disease. Am J
Gastroenterol 1995; 90(7):ll 19-1124.
Cuerpos extraños
en esófago
Dr. Héctor Espino Cortés

INTRODUCCIÓN das (fig. 6-2) y otros objetos metálicos y plásti­


cos. Casi todos los informes señalan que 60 a
Un cuerpo extraño es todo objeto no comesti­ 80% de los casos se presenta en niños, especial­
ble o alimento impactado en esófago que im­ mente entre uno y cinco años.
posibilita el tránsito esofágico normal. De los
cuerpos extraños ingeridos, 80 a 90% atraviesa
el tubo digestivo y se elimina en forma espontá­ CLASIFICACIÓN
nea; 10 a 20% requiere tratamiento no quirúr­
gico, en particular endoscópico, y menos del 1% Aunque no existe una clasificación particular,
amerita operación. los cuerpos extraños pueden dividirse para su
El esófago es el sitio del tubo digestivo en estudio en dos grupos: a) bolo alimenticio
el que más a menudo se-detienen estos objetos; impactado y b) cuerpos extraños verdaderos.
la posibilidad de que esto ocurra es directamen­ Estos últimos pueden subdividirse a su vez en:
te proporcional al tamaño del cuerpo extraño. a) objetos romos, como monedas, botones o
Cuando logran pasar al estómago casi todos se tapas de plástico, que se expulsan fácilmente y
eliminan espontáneamente. que propician menos complicaciones; b) obje­
tos punzocortantes, como huesos de pollo, agu­
Los cuerpos extraños retenidos en el esófa­
jas, navajas o prótesis dentarias con salientes,
go representan una urgencia relativa y por lo
que pueden provocar con mayor frecuencia
regular hay tiempo suficiente para trasladar al
laceraciones y perforación, y c) otros, como
paciente a un hospital con servicio de endosco-
baterías de botón que exigen extracción de
pia.
emergencia por las lesiones que producen, y
No se dispone de información precisa so­ paquetes de cocaína envuelta en látex, que no
bre su frecuencia en México. La mayor parte deben atenderse por endoscopia ya que existe
de las veces los pacientes son tratados en los la posibilidad de rotura y toxicidad sistémica.
servicios de urgencias. En el Instituto Nacional
de Pediatría, en un periodo de 18 años, se aten­
dieron por endoscopia 421 niños con cuerpos CAUSAS
extraños en el tubo digestivo, además de los
tratados con métodos no endoscópicos. En el Los casos de cuerpos extraños en adultos son
servicio de urgencias del Hospital General de más comunes en personas que utilizan prótesis
México se atendieron en 10 años 218 pacientes dentarias removibles mal adaptadas, que ade­
con cuerpos extraños (el esófago fue el sitio más causan disminución de la sensibilidad bu­
afectado en el 46% y la bucofaringe en el 36%). cal a la deglución (fig. 6-3), en pacientes en
Los cuerpos extraños más comunes en los estado de ebriedad, con alteraciones psiquiátri­
adultos son las espinas de pescado y los huesos cas, retraso mental o que durante el trabajo usan
de pollo (fig. 6-1). En los niños son las mone­ la boca para sostener clavos o tachuelas, como
43
44 Tubo digestivo alto

Fig. 6 - 1 . Hueso de pollo. Placa lateral de cuello con hueso en esófago cervical, entre el aire en tráquea y la
columna vertebral. Abajo del maxilar inferior se observa el hueso hioides, que puede confundirse con un cuerpo
extraño. (Archivo de la Unidad de Endoscopia, Servicio de Gastroenterología, Hospital General de México.)

zapateros, tapiceros, carpinteros, costureras, o u n a e n f e r m e d a d esofágica subyacente, c o m o


en los prisioneros, que ingieren deliberadamen­ estenosis péptica, anillo fibroso (de Schatzki),
te cuerpos extraños para salir de sus celdas por cáncer o a n t e c e d e n t e de intervención quirúr­
un tiempo. gica esofágica. En los niños (lactantes mayores
En la impacción de bolo alimenticio, que y preescolares) la curiosidad por p r o b a r los ob­
casi siempre es de carne, existe por lo general jetos y j u g a r o hablar mientras los m a n t i e n e n

Fig. 6-2. Monedas. Placa lateral de cuello; se observan dos monedas de canto juntas, de diferente tamaño, a
nivel del esfínter cricofaríngeo. (Archivo de la Unidad de Endoscopia. Servicio de Gastroenterología, I lospital General
de México.)
Capítulo 6 ' Cuerpos extraños en esófago 45

Fig. 6-3. Prótesis dentaria. Placa anteroposterior del cuello, con prótesis pequeña en esófago. (Archivo de la Unidad
de Endoscopia, Servicio de Gastroenterología, Hospital General de México.)

en la boca son la causa más frecuente de este Desde hace unos 20 años, con los avances
accidente. tecnológicos de los equipos electrónicos (que
P u e d e n presentarse episodios recurrentes utilizan baterías de b o t ó n ) , se ha p r e s e n t a d o
de ingestión de cuerpos extraños en prisione­ un p r o b l e m a no visto a n t e r i o r m e n t e : las bate­
ros, pacientes con alteraciones mentales y en­ rías, al igual q u e las m o n e d a s , se impactan en
fermos con estenosis péptica. el esófago cuando son grandes. Estas contienen
diversas sustancias, e n t r e ellas h i d r ó x i d o de
potasio, que causa necrosis p o r licuefacción.
A N A T O M Í A PATOLÓGICA
Además de la acción corrosiva directa, ocasio­
El esófago tiene varios estrechamientos natura­ n a n q u e m a d u r a s de bajo voltaje y n e c r o s i s
les, p e r o es el esfínter esofágico s u p e r i o r o p o r p r e s i ó n , lo q u e p r o p i c i a f á c i l m e n t e la
cricofaríngeo el p u n t o en el que se detienen perforación. Estos casos d e b e n tratarse c o m o
más a m e n u d o los cuerpos extraños (fig. 6-4). una emergencia médica para evitar complica­
Otras zonas de estrechamiento son los sitios en ciones.
q u e el esófago cruza el cayado aórtico, el bron-
quio principal izquierdo, el hiato esofágico y, CUADRO CLÍNICO
m e n o s f r e c u e n t e m e n t e , el esfínter esofágico
inferior. P u e d e n existir otras causas que ocasio­ Los adultos y niños mayores señalan q u e han
nen estenosis, sobre todo la enfermedad por ingerido un c u e r p o extraño y éste p u e d e cur­
reflujo gastroesofágico. sar asintomático hasta que es expulsado del tubo
digestivo. Pero en otras ocasiones no se tiene
PATOGENIA tal a n t e c e d e n t e y la sospecha de c u e r p o extra­
ño sólo se p u e d e confirmar por los síntomas,
El c u e r p o extraño, al distender las paredes del q u e consisten en disfagia, odinofagia, d o l o r
esófago, estimula las terminaciones nerviosas y torácico, cervical o abdominal, sialorrea (a ve­
p r o d u c e dolor. Es probable la broncoaspiración ces sanguinolenta) y sensación de c u e r p o ex­
si hav impacción con obstrucción total de la luz traño. En niños p e q u e ñ o s y pacientes con alte­
q u e impida el paso de alimentos y saliva. Los raciones mentales, incapaces de referir los sín­
objetos cortantes o puntiagudos tienen más ries­ tomas, p u e d e sospecharse c u e r p o e x t r a ñ o p o r
go de provocar laceraciones y perforación eso­ el rechazo al alimento, llanto, sialorrea y dis­
fágicas, con las complicaciones subsecuentes. nea.
46 Tubo digestivo alto

Fig. 6-4. Radiografía con medio de contraste en esó-


fago donde se aprecia cuerpo extraño radiolúcido que
obstruye parcialmente el paso del bario.

Debe obtenerse información acerca de an­ una técnica segura y efectiva; puede efectuarse
tecedentes de disfagia, uso de prótesis denta­ con anestesia bucofaríngea o sedación conscien­
rias, ocupación y tipo de alimento ingerido. te y con anestesia general en niños o pacientes
poco colaboradores.
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO
Cuando el cuerpo extraño es radiopaco se pue­
de identificar en placa simple anteroposterior Los objetos pequeños, romos y atóxicos reco­
y lateral de cuello, tórax y abdomen. Aunque se rren el tubo digestivo sin ocasionar molestias,
sospeche que el cuerpo extraño está en el esó­ por lo que sólo exigen vigilancia hasta su expul­
fago es conveniente solicitar todas estas placas sión. Los cuerpos extraños en la hipofaringe
para descartar la posibilidad de que existan más pueden extraerse con laringoscopio y pinzas.
objetos. Para la extracción de cuerpos extraños esofági­
Los cuerpos extraños como espinas de pes­ cos se utiliza el endoscopio flexible y diversos
cado, huesos pequeños, madera, plástico, vidrio instrumentos, como pinza de dientes de ratón,
o alimento no se advierten con rayos X porque pinza caimán, pinza trípode, asa de polipecto-
son radiolúcidos. Debe evitarse el uso de medio mía y cesta de Dormía, según sea el tipo de
de contraste, en particular sulfato de bario que, cuerpo extraño que deba extraerse. Es conve­
aunque es útil para el diagnóstico, dificulta el niente practicar con un objeto semejante al
abordaje endoscópico y la visualización de le­ deglutido antes de intentar la extracción. Con
siones causadas por el cuerpo extraño (fig. 6-5). el endoscopio flexible se logran extraer casi
En caso de requerirse, es preferible emplear todos los cuerpos extraños; cuando no es posi­
medio de contraste hidrosoluble ya que no tie­ ble puede emplearse un endoscopio rígido, que
ne el riesgo de provocar neumonitis química si permite sujetar el objeto con pinza fuerte. Sin
se broncoaspira. embargo, cada vez son menos los endoscopistas
Ante la sospecha de cuerpo extraño es ne­ con experiencia en el uso de endoscopios rígi­
cesario realizar endoscopia. Con el advenimien­ dos.
to de los endoscopios flexibles es más fácil el Los objetos punzocortantes deben extraer­
diagnóstico, aunque su principal ventaja es la se con cuidado para prevenir una perforación.
posibilidad de tratamiento. La endoscopia es En el caso de alfileres de seguridad abiertos (fig.
Capítulo 6 • Cuerpos extraños en esófago 47

En caso de impacción de bolo alimenticio


(casi siempre de carne), y si el paciente no es
capaz de deglutir la saliva, debe practicarse
endoscopia de inmediato para prevenir la bron-
coaspiración. Si no hay antecedente de disfagia
previa puede empujarse ligeramente el bolo
alimenticio hacia el estómago; cuando existe
resistencia es preferible la extracción endoscó-
pica ya que el bolo puede contener huesos o
estar impactado en una estenosis con divertícu-
los, lo cual provocaría perforación si se empuja
con fuerza. Después de extraer el alimento debe
completarse la endoscopia para identificar la
causa de la estenosis; en caso de que el cuerpo
extraño no haya producido inflamación impor­
tante puede dilatarse inmediatamente.
Menos del 1% de los cuerpos extraños en
esófago amerita esofagotomía para su tratamien­
to, si ha fracasado la endoscopia. Estos objetos
se encuentran casi siempre impactados porque
son grandes o puntiagudos.

COMPLICACIONES
Fig. 6-5. Esofagograma con alimento impactado. Las complicaciones principales son broncoaspi-
Columna de bario detenida por carne que obstruye el
ración, hemorragia y perforación; esta última
esófago en un paciente con estenosis esofágica péptica.
(Archivo de la Unidad de Endoscopia, Servicio de Cas-
puede ser fatal en caso de fístula aortoesofágica,
troenterología, Hospital General de México.) o bien provocar una fístula esofagobronquial,
mediastinitis, absceso periesofágico y sepsis con
mortalidad elevada. Los datos que obligan a
sospechar perforación son fiebre, taquicardia,
disnea, dolor torácico o abdominal intenso y
crepitación en cuello por enfisema subcutáneo.
6-6) y otros objetos similares lo adecuado es
En las placas simples es posible ver aire en el
empujarlos hacia el estómago y extraerlos con
mediastino y en las partes blandas del cuello.
un sobretubo de plástico que proteja la pared
esofágica al sacarlos. El sobretubo también faci­
lita el paso del endoscopio en varias ocasiones
cuando son múltiples los cuerpos extraños y PRONOSTICO
protege la vía aérea. Los objetos romos, en es­
Si no se presentan complicaciones el pronósti­
pecial las monedas grandes, se detienen habi-
co es bueno; en cambio, si existe perforación y
tualmente en el esfínter cricofaríngeo y deben
no se trata rápidamente el pronóstico es omi­
extraerse en cuanto sea posible para evitar com­
noso. Se produce perforación del esófago en 1
plicaciones.
a 3% de los casos al practicar la extracción en-
Un método alternativo para extraer mone­ doscópica de objetos punzocortantes.
das y otros objetos romos consiste en pasar una
sonda de Foley más allá del cuerpo extraño,
inflar el globo y traccionar; de esta manera se PROFILAXIS
extraen con relativa facilidad, si bien no se tie­
ne control de la extracción, el objeto puede Es necesario cuidar y educar a los niños peque­
pasar a vías respiratorias y no se detecta la en­ ños que tienden a llevarse los objetos a la boca
fermedad subyacente, como lo hace la endos­ y mantener fuera de su alcance los que puedan
copia. No obstante, este método se utiliza con ser deglutidos; esto mismo se indica para los
buenos resultados en los servicios de urgencia pacientes con alteraciones mentales. Las próte­
de los hospitales pediátricos. sis dentarias deben estar bien colocadas y debe
48 Tubo digestivo alto

Fig. 6-6. Alfiler de seguridad. Placa anteroposterior de cuello con alfiler de seguridad abierto. (Archivo de la Unidad
de Endoscopio, Servicio de Gastroenterologla, Hospital General de México.)

masticarse a d e c u a d a m e n t e los alimentos, evitan­ Cuevas F, Pérez L, Ortega A. Cuerpos extraños en vías
do c o m e r con rapidez, en especial si se trata de digestivas en el paciente pediátrico. Rev Gastroente-
pescado y pollo. Es c o n v e n i e n t e identificar y rol Mex 1990; 55:131-133.
tratar las estenosis esofágicas. Ginsberg G. Management of ingested t'oreign objects
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Divertículos esofágicos
Dr.Juan Miguel Abdo Francis

INTRODUCCIÓN de debilidad muscular (congénita o adquirida)


por la pulsión intraluminal ocasionada por au­
Los divertículos esofágicos son formaciones mento de la presión intraesofágica (seudodiver-
saculares de la pared a partir de la luz; pueden tículos) o por la tracción extrínseca secundaria
contener todas las capas (divertículos verdade­ a enfermedad inflamatoria adyacente (diver­
ros) o sólo un saco (formado por mucosa y sub- tículos verdaderos).
mucosa) que carece de capa muscular (diver­
tículos falsos).
Los divertículos esofágicos son una entidad DIVERTÍCULOS HIPOFARÍNGEOS
relativamente rara que clasificó Rokitansky en (DIVERTICULO DE ZENKER)
1840. Causan pocos síntomas aunque pueden
llegar a complicarse. El tratamiento de elección Generalidades
es quirúrgico y se reserva sólo para los casos
sintomáticos o complicados. Es un divertículo por pulsión situado en la unión
Aunque se han descrito en lactantes y ni­ de la faringe con el esófago. Lo describió Ludlow
ños, los divertículos esofágicos se descubren por en 1769, aunque fue Zenker quien en 1878 lo
lo general en etapas ulteriores de la vida. Eso consideró como defecto de la pared posterior
depende indudablemente de los factores que de la hipofaringe.
los producen. Se trata de lesiones adquiridas que se ob­
Su frecuencia varía según sea su localiza- servan después de los 50 años, más a menudo
ción. Los faringoesofágicos son los más frecuen­ en la séptima década de la vida. Afectan más al
tes y se localizan en el 0.1% de los estudios ra­ sexo masculino en relación de 3 a 1. Se advierte
diológicos de esófago. Los de ubicación media en el 0.1% de todas las series esófago-gastro-
e inferior son más raros (se informan cifras duodenales (SEGD) y en 1.8% de los pacientes
menores a 1 por cada 10 000 personas). con disfagia.
Por su localización anatómica los divertícu­
los se clasifican en: Causas
1. Hipofaríngeos o faringoesofágicos Se debe posiblemente a la interacción del
2. Del esófago medio o torácicos músculo constrictor inferior con las fibras obli­
3. Intramurales cuas del cricofaríngeo cuando descienden por
4. Epifrénicos o intradiafragmáticos la pared posterior del esófago para volverse
longitudinales. Detrás de la unión de estas ca­
CAUSAS pas musculares existe una debilidad relativa de
la capa muscular, próxima al aparato digestivo,
Desde el punto de vista etiológico los divertícu­ quizá más acentuada en unos individuos que en
los esofágicos pueden desarrollarse en los sitios otros. La coordinación neuromuscular que hace
49
50 Tubo digestivo alto

avanzar los alimentos de la faringe al esófago red; tales factores se caracterizan por alteración
actúa normalmente cuando, mediante la acción motora esofágica, incoordinación neuromuscu­
de los constrictores, el cricofaríngeo se relaja lar o alteración mecánica del vaciamiento eso­
para permitir que pase el alimento dentro del fágico por estenosis.
esófago. Si existe incoordinación en este esfuer­
zo neuromuscular, la presión de los constrictores Anatomía patológica
por encima, combinada con la obstrucción in­
ferior creada por el cricofaríngeo no relajado, El de Zenker es un divertículo falso constituido
puede resultar en una saliente posterior cono­ por mucosa y submucosa; puede tener escaso
cida como "hoyuelo faríngeo". La presión reci­ contenido muscular en su parte externa que
divante en este punto crea en ocasiones un saco. protruye en la parte posterior e inferior de la
El hecho de que no todos los pacientes desa­ faringe, entre el borde inferior del músculo
rrollen la enfermedad hace pensar que existen constrictor inferior y el borde superior del
factores relacionados con un defecto de la pa­ músculo cricofaríngeo (fig. 7-1).

Divertículo

Divertículo

Esófago

Fig. 7-1. Divertículo de Zenker. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)


Capítulo 7 • Divertículos esofágicos 51

El defecto es más común en el lado izquier- des son tan sólo un hallazgo de la exploración
do. Sus dimensiones son variables y alcanza en radiológica del esófago. Los divertículos pueden
ocasiones los 10 cm. Se ha informado la presen- superponerse con la sombra del esófago lleno
cia de carcinoma epidermoide dentro del di- con bario y pasar inadvertidos cuando son pe-
vertículo por lo cual se recomienda, como par- queños; también pueden confundirse con una
te del tratamiento definitivo, la diverticulecto- membrana en la placa anteroposterior si se
mia. encuentran dirigidos hacia atrás. Para evitar
estos errores se deben tomar placas oblicuas o
girar al paciente durante el procedimiento (fig.
Patogenia 7-2).
La exploración manométrica, aunque no
Los estudios manométricos muestran que el proporciona utilidad diagnóstica clínica, aclara
esfínter esofágico alto se relaja apropiadamen- en cierto grado la patogenia de estas estruc-
te en respuesta a la deglución, aunque resta- turas.
blece su presión alta de reposo antes que la Los procedimientos endoscópicos pueden
onda faríngea de presión llegue al área. En ser innecesarios en el diagnóstico; si se requie-
consecuencia, el área situada por arriba del ren deben realizarse con extrema precaución y
esfínter está sometida a periodos repetidos de se introducen los equipos bajo visión directa ya
presión elevada que ocurren con cada deglu- que existe el riesgo de caer dentro del saco di-
ción. Aunque en la mayor parte de los casos la verticular y perforarlo. De igual manera, debe
fuerza de contracción faríngea es adecuada observarse esta norma de procedimiento para
para empujar el bolo a través del esfínter, los el paso de sondas o dilatadores a la cámara
aumentos repetidos de presión causan final- gástrica.
mente la evaginación posterior de la pared
esofágica.
Diagnóstico diferencial
Cuadro clínico Debe realizarse fundamentalmente respecto
Habitualmente los estadios iniciales del diver- del carcinoma de hipofaringe o de la porción
tículo de Zenker son asintomáticos. En las fases alta de esófago, que cursan con disfagia. Algu-
intermedias existen pocos o nulos síntomas, nas otras enfermedades menos frecuentes de
quizá sólo discreta dificultad a la deglución, origen motor deben incluirse en el diagnós-
regurgitación de pequeñas partículas alimenti- tico diferencial. Sin embargo, los estudios
cias sin digerir al adoptar la posición de decú- radiológicos permiten establecer con relati-
bito y eructos inesperados con halitosis. En los va facilidad el diagnóstico de estas malforma-
estadios finales del desarrollo de un divertículo ciones.
estos síntomas se hacen más intensos, la disfa-
gia puede ser considerable y puede ocurrir
desnutrición. Tratamiento
A la exploración física se puede, algunas
veces, establecer el diagnóstico si se solicita al El tratamiento de elección del divertículo de
paciente que abra la boca y se ejerce presión Zenker es quirúrgico. La técnica más utilizada
con los dedos sobre la base del cuello, inmedia- incluye resección del divertículo y miotomía del
tamente por encima de las clavículas. Compri- músculo cricofaríngeo con el fin de reducir la
miendo hacia atrás los músculos cervicales se presión del esfínter esofágico superior. La re-
pueden extraer gas y líquido y provocar un eruc- sección simple del divertículo o su obliteración
to. Cuando el divertículo es muy grande se lo- produce porcentajes elevados de recurrencia.
gra observar una tumoración en el cuello, pos- El procedimiento quirúrgico se limita a los pa-
terior a la ingestión de alimentos. cientes sintomáticos en etapa intermedia o avan-
zada. Es un procedimiento seguro con mortali-
dad del 1 al 2% cuando se relaciona con enfer-
medad complicada. La presencia de fístula
Diagnóstico esofagocutánea no es motivo de reintervención
El diagnóstico final se define con estudio radio- ya que cierra en forma espontánea en alrede-
lógico baritado. En ocasiones estas anormalida- dor de cuatro días.
52 Tubo digestivo alto

Esófago

Esófago

Divertículc

Diafragma

Diafragma

Fig. 7-2. Divertículo del esófago y ( ardioespasmo. (Corlesía del Dr. Vargas Domínguez.

Complicaciones DIVERTÍCULOS DEL TERCIO MEDIO


O TORÁCICOS
Las complicaciones del divertículo faringoeso-
fágico son raras: hemorragia, fistulización a Generalidades
órganos adyacentes, perforación y mediastini-
tis. Se han presentado en forma muy ocasional Se considera que son divertículos de tracción
fenómenos de brocoaspiración nocturna secun- secundarios a problemas inflamatorios crónicos
daria al vaciamiento espontáneo del divertícu- del mediastino. Su presentación es rara, afec-
lo con bronconeumonía o absceso pulmonar. tan por igual a ambos sexos y ocurren después
de los 20 años de edad.
Pronóstico
Causas
Casi todos los divertículos son pequeños y asin-
tomáticos o con muy pobre manifestación clíni- Las entidades clínicas relacionadas con íibrosis
ca y por esa razón no requieren mayor trata- o afección gangiionar del mediastino pueden
miento; su pronóstico, por tanto, es bueno. Los producir tracción esofágica y formación de di-
casos que ameritan terapéutica quirúrgica tie- vertículos. La tuberculosis parece ser la causa
nen también un buen pronóstico y baja morbi- más frecuente. No obstante, deben descartarse
mortalidad. Aunque se ha informado la presen- otras causas: síndrome de Lerner y Katz (carac-
cia de carcinoma epidermoide dentro del saco terizado por paresia de las cuerdas vocales y
diverticular, esto sucede sólo en un bajo por- divertículos medios secundarios a fibrosis me-
centaje y la resección del divertículo elimina este diastinal), secuelas del tratamiento de histoplas-
problema. mosis mediastinal. linfoma no Hodsíkin del eso-
Capítulo 7 ' Divertículos esofágicos 53

fago y quistes broncogénicos de localización Diagnóstico diferencial


retroesofágica.
La presencia de llenados positivos fuera de la
luz esofágica, característicos de este trastorno,
Anatomía patológica hacen difícil su confusión con otra entidad clí­
nica.
Se localizan sobre todo alrededor de la bifurca­ Quizá sólo la presencia de contracciones
ción traqueobronquial a nivel del cuarto y quin­ terciarias podrían generar un aspecto tempo­
to arcos costales, en la cara anterior del esófa­ ral de numerosos divertículos en esófago; sin
go. Son divertículos cónicos formados por to­ embargo, existe un patrón cambiante de las
das las capas de la pared. Por lo general el vér­ imágenes secundario a la deglución.
tice del cono señala directamente hacia la in­
serción inflamatoria de los ganglios cicatrizan­
tes bronquiales. Dado que están comunicados Tratamiento
con la luz por una boca ancha se vacían fácil­
mente. Su tamaño es pequeño, con diámetro Estos divertículos no suelen necesitar forma
que no supera los 2 centímetros. alguna de tratamiento. Tienden a ser pequeños
y no retienen material. Sólo en caso de estar
relacionados con un importante trastorno mo­
Patogenia tor se recomienda la miotomía larga.
La patogenia del divertículo del esófago medio
es menos exacta aún. Aunque se piensa que las Complicaciones
adherencias fibrosas por ganglios mediastíni-
cos, principalmente tuberculosos, dan lugar a Rara vez se ulceran o fistulizan y es prácticamen­
los divertículos, esto no se puede comprobar te imposible su perforación. En forma excep­
con facilidad en la necropsia. Se han descrito cional puede existir también infección crónica
alteraciones manométricas que consisten en del divertículo.
contracciones prolongadas de gran amplitud
en esófago alto y bajo, pero no existe seguri­
dad acerca de la frecuencia de estas alteracio­ Pronóstico
nes en pacientes con divertículos del esófago
medio. Al parecer existe una alteración con­ Su pronóstico es bueno en la mayoría de los
comitante de la motilidad. Algunos autores casos.
han propuesto como mecanismo probable una
afección congénita que afecta a tráquea y esó­
fago. DIVERTÍCULOS INTRAMURALES

Generalidades
Cuadro clínico
Los divertículos intramurales fueron descritos
Es muy frecuente que se comporten asintomá- por Mendl y colaboradores en 1960; ellos des­
ticos. Ciertos pacientes llegan a referir disfagia, cribieron una lesión única o múltiple, limitada
halitosis, mal sabor de boca y dolor leve esporá­ a la mucosa esofágica, que formaba un peque­
dico. Muy ocasionalmente se ha informado oclu­ ño saco. Quizá el término más apropiado para
sión esofágica por retención del bolo alimenti- estas lesiones sea el de seudodivertículo. Alre­
dedor de 60 casos se han descrito en la biblio­
grafía médica mundial.
Diagnóstico Los seudodivertículos intramurales del esó­
fago son una rara entidad que puede ocurrir
El estudio radiológico permite realizar el diag­ en márgenes muy amplios de edad (11 a 83
nóstico: se observa un defecto de llenado posi­ años), aunque el promedio de edad al momen­
tivo por fuera de la luz del esófago. La endosco- to del diagnóstico es de 50 años. No existe pre­
pia se efectúa sólo en presencia de bolo alimen­ dominio en sexo, raza o área geográfica. Se ha
ticio impactado para resolver el cuadro agudo observado relación en el 32% con diabetes
de afagia. mellitus.
54 Tubo digestivo alto

Causas y estenosis. No es común observar la comunica­


ción del divertículo hacia la luz. La estenosis se
Se desconoce si el origen de esta entidad es documenta en casi todos los pacientes.
congénito o adquirido. Algunos hallazgos ha­
cen pensar que estos divertículos son prominen­
cias quísticas dilatadas de las glándulas anexas Diagnóstico diferencial
a la pared esofágica, ubicadas en la submucosa Los estudios manométricos favorecen el diag­
de toda la pared a 3 mm de la luz. Se desconoce nóstico diferencial con otros trastornos moto­
la causa por la cual se dilatan, pero es posible res del esófago. En el diagnóstico diferencial
que la inflamación crónica o recurrente, con debe también incluirse la moniliasis y la enfer­
subsecuente metaplasia de la región, sea deter­ medad por reflujo complicada.
minante. Esta hipótesis tiene relación en parti­
cular con Candida albicans, con o sin invasión
tisular. Tratamiento
Debe eliminarse sobre todo la causa de la infla­
Anatomía patológica mación crónica. Deben tratarse también la
moniliasis o el reflujo. Si existe estenosis secun­
Se puede observar hipertrofia de la túnica daria a reflujo se debe establecer un programa
muscular en reacción a la inflamación crónica, de dilataciones con bujías mercuriales o de
Existe infiltrado inflamatorio por esofagitis. Savary, con lo cual se resuelve y corrige favora­
blemente la disfagia.
Patogenia
Complicaciones
Los fundamentos manométricos no se han es­
tablecido en todos los pacientes. Se pueden No existen complicaciones específicas que se
encontrar ondas de contracción peristáltica de vinculen con esta enfermedad.
duración prolongada con amplitud elevada; sin
embargo, parece que el aumento persistente de Pronóstico
la presión intraluminal es el hallazgo más fre­
cuentemente relacionado. Es bueno a largo plazo, con curso benigno y
estable.
Cuadro clínico
DIVERTÍCULOS EPIFRENICOS
La disfagia es el síntoma presente en todos los O INTRADIAFRAGMATICOS
casos; puede ser intermitente o evolutiva, pero
rara vez llega a representar un suceso agudo.
También puede observarse impacción de ali­ Generalidades
mento y dolor torácico. Aunque rara, la odino-
fagia puede acompañar a la estenosis, compli­ Estos divertículos se localizan en el tercio distal
cación de la esofagitis coexistente. del esófago en la proximidad del diafragma. Por
lo regular se relacionan con otras enfermeda­
Diagnóstico des de componente motor, como la acalasia y el
espasmo esofágico difuso. Fueron descritos por
El estudio radiológico con contraste muestra los Deguise en 1804. Son de presentación rara y
divertículos como lesiones parecidas a peque­ pueden tener predisposición familiar.
ños frascos localizados en la mitad superior del A diferencia de los otros divertículos, pue­
esófago. La imagen radiológica puede confun­ den presentarse en sujetos jóvenes (con mayor
dirse con candidiasis, que da origen a forma­ frecuencia en varones).
ciones seudodiverticulares por depósito del
medio de contraste entre las seudomembranas; Causas
sin embargo, estas formaciones tienen cuello
ancho y son irregulares. La endoscopia permi­ En su mayoría son consecuencia de trastornos
te observar cambios inflamatorios del esófago de la motilidad esofágica con aumento de la
manifestados por edema, hiperemia, friabilidad presión intraluminal. No obstante, algunos
o presencia de complicaciones como erosiones pueden deberse a tracción (aunque ocasiona-
Capítulo 7 • Divertículos esofágicos 55

les) o ser congénitos, lo cual es extremadamen- diagnóstica. Las ulceraciones múltiples y el car-
te raro. Su identificación en varios miembros cinoma (que puede adoptar formas seudoaca-
de una misma familia hace pensar en un factor lásicas) deben incluirse también en el diagnós-
genético. tico diferencial.

Anatomía patológica Tratamiento


Se sitúan en los últimos 10 cm del esófago con La diverticulectomía distal aislada se relaciona
un diámetro de 1 a 4 cm. En su mayoría están con alta morbimortalidad; por ese motivo, en
constituidos por mucosa (los de pulsión); po- caso de divertículos epifrénicos sintomáticos, se
seen un cuello ancho y corto. recomienda tratar el problema subyacente
motor. La técnica más útil es la cardiomiotomía
de Heller junto con diverticulectomía o diver-
Patogenia ticulopexia y realización de técnica antirreflujo
posterior a la miotomía. El tratamiento médico
La formación de estos divertículos puede de- incluye balones de dilatación neumática o hi-
berse a una obstrucción mecánica o trastorno droneumática, uso de nifedipina, isosorbide u
motor con dificultad para el vaciamiento esofá- otros bloqueadores de los canales del calcio que
gico, relacionado con debilidad muscular gene- disminuyen o rompen el espasmo.
ralizada. Las dos terceras partes de los pacien-
tes tienen alteración motora del esófago.
Complicaciones
Cuadro clínico Algunas veces puede ocurrir hemorragia por
ulceración, broncoaspiración nocturna y, cuan-
Los divertículos pequeños no ocasionan mani- do el saco es muy grande, septicemia agregada.
festaciones clínicas. Cuando producen síntomas Sin embargo, dado que la comunicación entre
es difícil establecer si éstos se deben al diver- el divertículo y la luz esofágica es amplia, es
tículo o a los trastornos motores concomitan- difícil que se almacén restos de alimentos y se
tes. Menos del 50% de los pacientes presenta favorezca la infección. Menos del 1% puede
síntomas molestos. Es común que estos indivi- vincularse con carcinoma y la perforación es-
duos se diagnostiquen erróneamente con aca- pontánea es muy rara. Se ha informado tam-
lasia o espasmo esofágico difuso. Puede ocurrir bién, aunque de modo muy ocasional, el desa-
regurgitación nocturna de líquido, disfagia, rrollo de bezoares dentro del divertículo y la
dolor retroesternal o epigástrico, anorexia, esofagitis flegmonosa.
pérdida de peso, halitosis y a veces ruidos hi-
droaéreos retroesternales cuando son de gran
tamaño. Puede sobrevenir ocasionalmente Pronóstico
hemorragia y broncoaspiración.
Por lo regular es bueno aun cuando se requiera
operación.
Diagnóstico
Los estudios radiológicos permiten formular el BIBLIOGRAFÍA
diagnóstico sin dificultad: se observan defectos Boyd DP, Adams HD. Esophageal diverticulum. N Engl
de llenado positivos que no cambian de posi- J Med 1981; 305:264-269.
ción con la deglución, a diferencia de los tras- Brombart M. Radiología del aparato digestivo. Margu-
tornos motores. lis, 3a. ed. La Habana: Editorial Revolucionaria
La endoscopia confirma el diagnóstico pero 1982:371-382.
se realiza sólo en casos de complicaciones. CuetoJ. Gastroenterología. Vargas Domínguez. México:
Interamericana McGraw Hill 1989:47-51.
Diagnóstico diferencial Hooshang M. Bockus gastroenterology, 4th ed. Phila-
delphia: Saunders 1985:809-817.
Se debe realizar respecto del espasmo esofági- Merendino A. Principios y práctica de cirugía. Rhoads,
co difuso y de la acalasia, principalmente. La 4a ed. México: Nueva Editorial Interamericana 1972:
manometría es de gran utilidad en caso de duda 679-698.
56 Tubo digestivo alto

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Pope Ch. Tratado de gastroenterología. Sleisenger. North Am 1973; 53:220.
México: Interamericana 1978:425-428.
Acalasia
Dr. Armando Castillo González

INTRODUCCIÓN como u n a reducción del n ú m e r o d e n e u r o n a s


en el núcleo dorsal del vago.
La acalasia es u n a e n f e r m e d a d del esófago ca­ O t r a hipótesis sostiene q u e participa un
racterizada p o r ausencia de peristaltismo del virus n e u r o t r ó p i c o de alta especificidad q u e
c u e r p o esofágico, presión elevada del esfínter p u e d e afectar las n e u r o n a s en el c e r e b r o y en
esofágico inferior (EEI) e incoordinación de la la pared esofágica y atravesar las ramas vagales
relajación con el m e c a n i s m o de la deglución. entre estos dos puntos.
A u n q u e la primera referencia a esta anor­ En los seres h u m a n o s existe u n a sola causa
malidad p r o c e d e de 1672, aún es una entidad bien conocida de acalasia: la e n f e r m e d a d de
no c o m p l e t a m e n t e explicada; en realidad, se le Chagas. Este trastorno es u n a infección causa­
h a n adjudicado diferentes n o m b r e s que no re­ da por Tripanosoma cruzi, en la cual se han de­
flejan con exactitud las características específi­ m o s t r a d o alteraciones en el plexo de Auer­
cas de este proceso. bach del esófago; sus lesiones son similares a
La acalasia se presenta con la misma fre­ las observadas en la acalasia.
cuencia en varones y mujeres. A u n q u e existen
publicaciones aisladas sobre su ocurrencia en
h e r m a n o s o miembros de la misma familia, no ANATOMÍA PATOLÓGICA
existe información q u e demuestre tina mayor
incidencia familiar o de grupos étnicos simila­ A nivel macroscópico se observa dilatación del
res. El g r u p o de edad más c o m ú n está compren­ esófago en su porción superior y estrechez en
dido e n t r e los 30 y 60 años de edad, si bien la el esófago inferior; en a l g u n o s casos existe
e n f e r m e d a d p u e d e aparecer en cualquier pe­ tortuosidad y el ó r g a n o adquiere u n a forma sig­
riodo de la vida. Su incidencia oscila entre 0.6 moidea o de "S". Se p u e d e n apreciar también
v 1 p o r cada 100 000 habitantes. Este padeci­ dos tipos: u n o con paredes hipotróficas y noto­
miento no posee n i n g u n a clasificación. ria distensión q u e confiere inactividad y atonía
al esófago y o t r o con p a r e d e s hipertróficas,
dilatación poco a c e n t u a d a y mayor actividad
muscular.
CAUSAS Desde el p u n t o de vista microscópico se
advierte la ausencia o déficit de células ganglio-
Se han postulado varias teorías para explicar la
nares del plexo mientérico; los ganglios son
causa de la acalasia, p e r o el mecanismo exacto
escasos en comparación con el resto del tubo
aún se desconoce, a u n q u e tiene u n a base neu-
digestivo y la dilatación esofágica p u e d e simu­
rógena. Los estudios indican q u e la enferme­ lar mayor distancia entre ellos.
d a d no sólo se presenta en el tercio inferior del
esófasro: es un trastorno de toda la motilidad
del ó r g a n o . PATOGENIA
Se ha d e m o s t r a d o que existe u n a disminu­
ción del n ú m e r o de n e u r o n a s mientéricas en el En la porción estrecha, localizada en la sección
plexo de A u e r b a c h del c u e r p o esofágico, así distal del esófago y el esfínter esofágico infe-
57
58 Tubo digestivo alto

rior (EEI), no existe peristaltismo y la presión La disfagia a sólidos y líquidos es el sínto­


se eleva. Esto impide la relajación en el m o m e n ­ ma más frecuente, el de más t e m p r a n a apari­
to q u e desciende la o n d a peristáltica q u e em­ ción y o c u r r e en casi todos los pacientes. Al
puja el bolo alimenticio hacia abajo; p o r lo tan­ inicio p u e d e ser intermitente y evoluciona has­
to, es allí d o n d e se detiene. El músculo esofági­ ta convertirse en constante. Algunas veces el
co trata de vencer el obstáculo pero se hiper­ paciente refiere mayor disfagia con los líquidos
trofia y dilata al no conseguirlo. El alimento fríos y gaseosos en periodos de tensión emocio­
r e t e n i d o en el esófago sufre descomposición nal o c u a n d o come r á p i d a m e n t e .
bacteriana q u e p r o d u c e esofagitis por la cerca­ La regurgitación es el segundo síntoma más
nía de la mucosa y p u e d e ocasionar ulceración, frecuente; aparece en a l r e d e d o r del 7 5 % de los
perforación o ambas. pacientes y lo padecen particularmente al acos­
El e n f e r m o regurgita el alimento en forma tarse. No tiene sabor ácido y p u e d e ser expulsa­
de vómito esofágico, lo cual propicia su desnu­ da o aspirada; en este último caso p u e d e oca­
trición. La dilatación del esófago es lenta y pro­ sionar síntomas respiratorios.
gresiva y favorece u n a mayor acumulación de La tos nocturna, las sibilancias y la dificul­
alimento y la posibilidad de broncoaspiración. tad respiratoria d e b e n h a c e r s o s p e c h a r u n a
n e u m o n í a p o r aspiración secundaria a la aca­
CUADRO CLÍNICO lasia.
Un síntoma poco c o m ú n es el dolor epigás­
Se c o n o c e n con precisión las manifestaciones trico o retroesternal; c u a n d o éste es el síntoma
clínicas de la acalasia; éstas p u e d e n ser esofági­ principal d e b e distinguirse del espasmo esofá­
cas y extraesofágicas (cuadro 8-1). gico difuso. En sujetos que tienen larga evolu­
ción de su enfermedad se presenta p é r d i d a de
peso i m p o r t a n t e que g u a r d a relación directa
con la gravedad de la disfagia y el tiempo de
Cuadro 8-1. Elementos diagnósticos de acalasia evolución.

Esofágicos:
Disfagia DIAGNOSTICO
Regurgitación
Dolor ocasional El diagnóstico debe basarse en el c u a d r o clíni­
Extraesofágicos: co y apoyarse en estudios radiológicos, m a n o ­
Neumonitis (tos nocturna, sibilancias) metría esofágica, esofagoscopia y resultados de
Halitosis anatomía patológica.
Pérdida de peso
Examen físico irrelevante

Radiológicos: Esofagograma con contraste


Telerradiografía PA de tórax:
Ensanchamiento mediastínico Es el m é t o d o diagnóstico más f r e c u e n t e , se
Neumonitis (aspiración)
p u e d e disponer de él en casi todas las institu­
Nivel hidroaéreo
Ausencia de cámara gástrica ciones y es económico. En los casos de corta
Esofagograma con contraste: evolución, c u a n d o la dilatación esofágica no es
Ondas peristálticas débiles, disrítmicas, no p r o n u n c i a d a (fig. 8-1), el diagnóstico p u e d e
propulsoras resultar difícil; el paciente d e b e ser e x a m i n a d o
Estrechamiento gradual, cónico, de bordes lisos, en
radiológicamente en decúbito dorsal para evi­
el tercio inferior del esófago que se extiende 1 a
3 cm ("cola de rata") tar que la gravedad permita que el bario pase al
Estadios avanzados: esófago sigmoideo estómago. Debe prestarse atención al tercio
Divertículo epifrénico inferior del esófago, ya que la porción proxi-
Endoscopia y biopsia:
mal que contiene músculo estriado p u e d e mos­
Excluir cáncer y estenosis péptica trar peristaltismo normal hasta el cayado aórti­
Esofagitis por estasis co; p o r debajo de esta zona se registran ondas
peristálticas débiles, no propulsivas y disrítmicas.
Manometría esofágica:
EEI, presión elevada en reposo Conforme progresa la enfermedad se a c e n t ú a n
Presiones elevadas en el cuerpo del esófago la distensión, elongación y tortuosidad esofági­
Presión normal en el EEI cas, que constituyen el d e n o m i n a d o "megaesó-
Falla en la relajación del EEI con la deglución fago" o esófago sigmoideo.
Capítulo 8 • Acalasia 59

Fig. 8-1. Acalasia: el esófago está dilatado y muestra


cierta tendencia a adoptar la forma sigmoidea; abajo
termina en punta.

El dato radiológico típico de la acalasia es Fig. 8-2. Acalasia: el esófago está dilatado y tiene
el e s t r e c h a m i e n t o gradual de bordes lisos en el terminación en "cola de rata". (Cortesía del Dr. Vargas
s e g m e n t o distal del esófago, que se p u e d e ex­ Domínguez.)
t e n d e r 1 a 3 cm y q u e semeja u n a "cola de rata"
(figs. 8-2 y 8-3).

Radiografía de tórax panados de los signos característicos ya mencio­


nados.
En algunas ocasiones el diagnóstico de acalasia
p u e d e inferirse al revisar la radiografía de tó­ Manometría esofágica
rax, especialmente en los pacientes con enfer­
m e d a d avanzada. En estos casos se observa en­ Los estudios manométricos son esenciales para
s a n c h a m i e n t o del m e d i a s t i n o , niveles hidro- el diagnóstico de la acalasia, sobre t o d o en los
aéreos, imágenes p u l m o n a r e s de broncoaspira- estadios t e m p r a n o s de la e n f e r m e d a d . Los ha­
ción y ausencia de cámara gástrica. llazgos típicos son: presión en el EEI dos a tres
veces mayor q u e lo normal, falta de relajación
Esofagoscopia adecuada del EEI al deglutir, presiones en re­
poso en el c u e r p o del esófago mayores de lo
Es muy útil p a r a el estudio de los pacientes con habitual, si es que el esófago no ha sido evacua­
disfagia de corta evolución, en particular cuan­ do y las presiones en el esfínter esofágico supe­
do no es segura la naturaleza de la obstrucción. rior son normales.
En estos casos sirve para diferenciar el carcino­
ma o la estenosis de otras causas (es indispensa­ DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
ble la biopsia de la lesión).
La esofagoscopia contribuye poco al diag­ Este debe partir de u n a b u e n a historia clínica,
nóstico en los casos de acalasia avanzada o con con especial cuidado en la disfagia, q u e es el
síntomas obstructivos de larga evolución, acom- síntoma cardinal. En la figura 8-4 se presenta
60 Tubo digestivo alto

Esófago
dilatado

Terminación
en punta

Fig. 8-3. Acalasia: esófago dilatado tortuoso que termina en punta. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)

una secuencia de estudio del diagnóstico dife­ secundaria. En estos casos las circunstancias son
rencial de la disfagia. A continuación se revisan diferentes: ocurre en individuos mayores de 50
brevemenle los trastornos esofágicos que con años, la duración de la disfagia es de corta evo­
mayor frecuencia provocan dilatación del esó­ lución y la pérdida de peso es mayor.
fago )" qtie d e b e n considerarse en el diagnósti­ Rara vez las lesiones orgánicas del esófago
co diferencial. causan el g r a d o de dilatación observada en
pacientes con acalasia de larga evolución.
Tumores y estenosis por reflujo
Trastornos de motilidad
Antes q u e la dilatación esofágica sea grave, la
obstrucción del esófago distal por tumor o este­ En el espasmo difuso esofágico el dolor toráci­
nosis p o r reflujo p u e d e mostrar aspectos clíni­ co es el síntoma cardinal, la disfagia no es pro­
cos v radiológicos muy semejantes a la acalasia. gresiva, su presentación es episódica y d u r a mu­
C o m o se ha señalado, el examen endoscópico y chos años. Tanto la regurgitación c o m o la pér­
la biopsia son esenciales en estos casos; de la dida de peso son poco frecuentes. Los datos
misma forma, la m a n o m e t r í a p r o p o r c i o n a da­ radiográficos y clínicos en los estadios iniciales
tos para confirmar un diagnóstico u otro. no son de gran ayuda para diferenciar las dos
Algunas veces, en pacientes con anormali­ anomalías; e m p e r o , los estudios m a n o m é t r i c o s
dad maligna, como tumores de células avenula- muestran relajación del EEI y c o n t r a c c i o n e s
1 es, cáncer gástrico o pancreático y linfoma del simultáneas en los dos tercios inferiores del
tercio inferior del esófago, se han descrito pa­ esófago, con mayor amplitud y duración anor­
trones radiográficos y manométricos similares malmente prolongada en los pacientes con es­
a los de la acalasia, conocidos c o m o acalasia pasmo difuso de esófago.
Capítulo 8 . Acalasia 61

DISFAGIA

A sólidos A sólidos y líquidos

Intermitente Progresiva Intermitente Progresiva

Pirosis No pirosis Dolor torácico Pirosis No pirosis

Anillo Estenosis Edad Espasmo difuso Esclerosis Síntomas


Esófago péptica avanzada sistémica respiratorios
inferior Carcinoma progresiva Nocturnos

Acalasia

Fig. 8-4. Diagnóstico diferencial de la disfagia.

E n f e r m e d a d d e Chagas ción de la presión del EEI en algunos pacientes


con acalasia. Los fármacos b l o q u e a d o r e s de la
Esta afección es clínica, radiológica y m a n ó m e - vía lenta del calcio, c o m o la nifedipina y el
Úricamente igual a la acalasia y es ocasionada verapamil, bloquean la e n t r a d a del calcio a las
p o r Tripanosoma cruzi. P u e d e p r o d u c i r mega- células del músculo y disminuyen la fuerza de
uréter, m e g a d u o d e n o o megacolon. El examen contracción.
de fijación de c o m p l e m e n t o para enfermedad Las series de pacientes tratados con fárma­
de Chagas es positivo en estos pacientes. cos son pequeñas, los periodos de seguimiento
cortos y los efectos colaterales (cefalea) signifi­
cativos en u n a gran p r o p o r c i ó n de enfermos.
Posvagotomía

En esta complicación rara de la vagotomía la Dilataciones


disfagia o c u r r e u n a a tres semanas después de
la intervención; suele desaparecer espontánea­ La dilatación mecánica del esófago fue u n a de
m e n t e en tres meses y, de no ser así, la dilata­ las primeras formas terapéuticas e m p l e a d a s ,
ción esofágica a r m a d a ofrece excelentes resul­ pero los beneficios, incluso con dilatación máxi-
tados.
Nitratos de acción
TRATAMIENTO prolongada
Fármacos
En la actualidad el tratamiento de la acalasia
Bloqueadores de la
tiene c o m o objetivo reducir la resistencia del vía lenta del Ca+ +
EEI lo suficiente para permitir el paso del con­ Médico
t e n i d o esofágico hacia el estómago, p e r o sin
propiciar el reflujo gastroesofágico (fig. 8-5). Hidrostática o
Dilatación
neumática

Tratamiento m é d i c o Miotomía esofágica con o


Quirúrgico
sin procedimiento antirreflujo
En algunos estudios los nitratos de larga acción
mejoraron la disfagia y demostraron u n a reduc- Fig. 8-5. Tratamiento de la acalasia.
62 Tubo digestivo alto

ma, son transitorios. Por lo general los sínto­ PRONOSTICO


mas reaparecen y debe repetirse el procedimien­
to frecuentemente. En general en los pacientes q u e se tratan opor­
Las dilataciones intraluminales neumáticas tunamente el pronóstico es b u e n o . El tratamien­
o hidrostáticas p a r e c e n un m é t o d o más eficaz to quirúrgico es el que mejores resultados ofre­
para r o m p e r las fibras del EEI; se considera un ce. La mortalidad quirúrgica es m e n o r del 1 por
resultado satisfactorio c u a n d o el individuo pue­ ciento.
de ingerir u n a dieta normal sin disfagia y cuan­
do existe la certeza fluoroscópica de fácil vacia­ PROFILAXIS
m i e n t o esofágico. Los resultados informados
i n d i c a n q u e cerca de 6 5 % de los p a c i e n t e s No se conoce en este p a d e c i m i e n t o .
muestra b u e n o s a excelentes resultados después
de u n a sola dilatación. Las dilataciones subse­ BIBLIOGRAFÍA
cuentes son a tal grado menos eficaces que no
es r e c o m e n d a b l e practicar más de dos. La com­ Achkar E. Achalasia. Gastroenterologist 1995; 3:273-288.
plicación más grave es la perforación esofágica, Barloon TJ, Bergus GR, Lu CC. Diagnostic imaging in
q u e constituye u n a urgencia quirúrgica. the evaluation of disphagia. Am Fam Physician 1996;
53:535-546.
I n t e r v e n c i ó n quirúrgica Benini L, Sembenini C, Bulihin GM y col. Achalasia. A
possible late cause of postpolio disphagia. Dig Dis
El propósito del tratamiento quirúrgico es la Sci 1996; 41:516-518.
abertura del EEI y de las fibras musculares del Clouse RE. Complicación of endoscopic gastrointesti­
tercio inferior del esófago. Casi todas las moda­ nal techniques. Gastrointest Endose Clin N Am 1996;
lidades del tratamiento quirúrgico son variacio­ 6:323-341.
nes de la p r i m e r a miotomía esofágica realizada DeviereJ. Primary achalasia analysis of endoscopic ul-
p o r Heller en 1913. trasonography features with different instruments.
La operación consiste en la incisión de las Gastrointest Endose Clin N Am 1995; 5:631-634.
fibras musculares longitudinales y circulares que El Newihi HM, Dellinger GW, Mihas AA y col. Gastric
conforman el EEI, sin incluir la mucosa, para cáncer and pernicious anemia appearing as pseudo-
permitir q u e la mucosa protruya. La longitud achalasia. South M e d J 1996; 89:906-910.
de la m i o t o m í a es todavía motivo de controver­ Manahan RJ, Marshall JB. Severe disfagia, dismotility
sia, a u n q u e la mayoría de los cirujanos incide and unusual saceular dilatation of the esophagus
p o r lo m e n o s 7 cm. Es controversial también following excisión of an asymptomatic congenilal
elegir la vía de abordaje (torácica o abdominal) cyst. Am J Gastroenterol 1996; 91:1254-1258.
y si d e b e efectuarse un p r o c e d i m i e n t o antirre- McGovern CJ, Altorki NK. Achalasia of the esophagus.
flujo para evitar el reflujo gastroesofágico. Chest Surg Clin N Am 1994; 4:721-739.
Por último, la elección terapéutica depen­ Miller LS, Schlano TD. The use of high frecueney ul-
de no sólo de las consideraciones ya menciona­ trasonography probes in the evaluation of achala­
das, sino también de la experiencia del ciruja­ sia. Gastrointest Endose Clin N Am 1995; 5:635-647.
no. Oddsdottir M. Laparoscopic management of achalasia.
Surg Clin North Am 1996; 76:451-458.
COMPLICACIONES Parkman HP, Cohén S. Malignancy induced secondary
achalasia. Dysphagia 1994; 9:292-296.
Las principales son esofagitis, ulceración y, en StretizJM, Ellis FH, Gibb SP y col. Achalasia and squa-
casos raros, perforación esofágica. La compli­ mous cell carcinoma of the esophagus analysis of
cación más temida es el carcinoma, que se pre­ 241 patients. Ann Thorac Surg 1995; 59:1604-1609.
senta en los casos de larga evolución con u n a Wetemberg S, Landau O, Avrahami R. Zenker's diver-
incidencia del 5 al 10%; el sitio de presentación ticulum reappraisal. Am J Gastroenterol 1996; 91:
es el tercio m e d i o del esófago. 1494-1498.
Cáncer de esófago
Dr. Jorge M. López López
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez

INTRODUCCIÓN r e n c i a d o ) , y b ) tumores no epiteliales (leiomio-


sarcoma, m e l a n o m a , r a b d o m i o s a r c o m a , mio-
En esta anomalía se observa u n a proliferación blastoma y coriocarcinoma).
indiscriminada de células esofágicas cuyo creci­
m i e n t o interfiere con el paso de alimentos ha­
cia el estómago, con desnutrición crónica re­ CAUSAS
sultante. El cáncer de esófago p u e d e invadir
órganos vecinos y metastizar y posee u n a alta Su causa es desconocida, a u n q u e se h a n e n c o n ­
incidencia de mortalidad. trado factores carcinógenos c o m o las nitrosa-
minas, alcohol, tabaco, alimentos a h u m a d o s ,
El carcinoma de esófago no es u n o de los
deficiencia de vitaminas, c o n s u m o crónico de
t u m o r e s malignos más frecuentes; sin embar­
bebidas calientes y caries. También se conside­
go, d u r a n t e casi un siglo ha sido objeto de con­
ran lesiones premalignas la acalasia, esofagitis
troversia respecto de su estadificación y trata­
p o r reflujo, esófago de Barrett, esofagitis p o r
m i e n t o , con resultados p o c o alentadores. Su
radiación, leucoplaquia, divertículos esofágicos,
relativa alta frecuencia, observada en la última
síndrome de Plummer-Vinson, q u e m a d u r a s p o r
década, quizá se d e b a a los mejores métodos
cáusticos y mucosa gástrica ectópica. Por otra
diagnósticos y programas de detección, especial­
parte, se lo ha observado en relación con algu­
m e n t e en países orientales c o m o J a p ó n .
nas enfermedades, c o m o esclerodermia y tilosis
P r e d o m i n a en la sexta y séptima décadas (queratosis plantar y p a l m a r ) , q u e tiene un ras­
de la vida (62 años c o m o p r o m e d i o ) ; es más go d o m i n a n t e autosómico.
c o m ú n en varones, con relaciones comunica­
Recientemente se detectó en J a p ó n el pa-
das de 2:1 y hasta de 20:1 (varómmujer) en
pilomavirus h u m a n o en muestras de cáncer de
diferentes series. Respecto de la raza, se ha in­
esófago, si bien otros estudios no lo h a n confir­
f o r m a d o un p r e d o m i n i o en las c o m u n i d a d e s
m a d o . Se ha identificado u n a variedad de ge­
negras y orientales. Se consideran zonas epidé­
nes supresores de t u m o r y fotooncogenes q u e
micas Irán, Sudáfrica, J a p ó n y el norte de Chi­
p u e d e n contribuir al desarrollo y progresión del
na. En Estados Unidos ocasiona 10 000 muer­
cáncer esofágico.
tes a n u a l m e n t e ; a u n q u e el carcinoma de célu­
las escamosas es el más frecuente, el adenocar-
c i n o m a se ha i n c r e m e n t a d o n o t a b l e m e n t e , sin
ANATOMÍA PATOLÓGICA
causa alguna q u e lo explique. El sitio del esófa­
go más afectado es el tercio m e d i o (fig. 9-1). El carcinoma de células escamosas o epidermoi-
De a c u e r d o con su estirpe histológica el de tiene u n a frecuencia de 9 0 % y afecta sobre
cáncer esofágico se p u e d e clasificar en: a) tu­ todo los tercios m e d i o y superior del esófago; el
mores epiteliales (carcinoma de células escamo­ a d e n o c a r c i n o m a se presenta en un 10-15% y
sas, a d e n o c a r c i n o m a , c a r c i n o m a a d e n o i d e o lesiona el tercio inferior. Entre 1 y 2% corres­
quístico, t u m o r carcinoide y carcinoma indife- p o n d e a otros tumores del esófago, c o m o leio-
64 Tubo digestivo alto

Fig. 9-1. Cáncer de esófago. Defectos de llenado en el esofagograma.

miosarcomas, sarcomas, rabdomiosarcomas y PATOGENIA


m c l a n o m a maligno primario.
El carcinoma e p i d e r m o i d e se origina en el En sus fases iniciales es prácticamente asinto-
epitelio pavimentóso estratificado que recubre mático. Su crecimiento progresivo oblitera la luz
el esófago, p u e d e crecer exofíticamente hacia esofágica e impide el paso de alimentos, con el
la luz (polipoide), invadir la pared esofágica en consecuente cuadro de desnutrición, emacia­
forma circunferencial e infiltrar gradualmente ción y pérdida de peso, además de otras altera­
las capas (infiltrante). Dicha lesión p u e d e lle­ ciones que d e p e n d e n de cuáles sean los órga­
gar a ulcerarse, sufrir una retracción con efec­ nos vecinos invadidos, hasta que sobreviene el
to estenosante y, con el a u m e n t o progresivo, deceso.
ocluir la luz esofágica.
Por contigüidad, los tumores de los tercios CUADRO CLÍNICO
medio y superior invaden órganos vecinos, como
tráquea y bronquios, y forman fístulas (incluso C o m o ya se m e n c i o n ó , su inicio es asintomáti-
en la aorta) con consecuencias fatales; los del co, hasta que el t u m o r alcanza el t a m a ñ o sufi­
tercio inferior invaden diafragma, pericardio o ciente o infiltra la pared esofágica de m a n e r a
estómago. La diseminación también ocurre por tal que interfiere con el paso de los alimentos;
vía linfática y h e m a t ó g e n a y los órganos más por esta razón la disfagia es el síntoma predo­
afectados son p u l m o n e s , hígado, huesos, riñon minante en el 90% de los casos, p r i m e r o a sóli­
v suprarrenales. dos y después a líquidos. Se observa p é r d i d a de
El a d e n o c a r c i n o m a surge a partir de la peso y desnutrición en corto tiempo. Esto ocu­
mucosa gástrica ectópica o de la metaplasia del rre hasta que se d a ñ a n los dos tercios de la cir­
epitelio columnar (esófago de Barrett) (fig. 9-2). cunferencia esofágica; esto explica por q u é el
Se disemina principalmente por vía linfática, paciente no acude al especialista en etapas tem­
con metástasis a hígado y p u l m ó n . Varios estu­ pranas. Las alteraciones de la deglución son
dios d e m u e s t r a n q u e la presencia de displasia vagas y se las subestima; c u a n d o son evidentes
en la mucosa esofágica se correlaciona con el ya se ha desarrollado un carcinoma q u e posi­
desarrollo de a d e n o c a r c i n o m a invasivo, por lo b l e m e n t e ya invadió otros órganos y produjo
que se lo considera un c a r c i n o m a in situ; la metástasis.
displasia grave es indicativa de resección eso­ E n t o n c e s a p a r e c e n los síntomas típicos.
fágica. Existe disfonía c u a n d o se afecta el nervio recu-
Capítulo 9 • Cáncer de esófago 65

Tumoración Esófago

Bulbo
duodenal Estómago Bulbo duodena

Fig. 9-2. Cáncer esofágico cercano a la unión esofagogástrica. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)

rrente; la tos se presenta si el tumor se fistuliza


nas. Dichos estudios son los de mayor utilidad
hacia la tráquea o los bronquios; también pue- para la estadificación, tratamiento y valoración
den evidenciarse cuadros de neumonía por as- preoperatoria, y para determinar la resecabili-
piración. La hematemesis por hemorragia del dad del tumor. Desde el punto de vista radioló-
tumor se observa en 10% de los casos. Con la gico son irresecables entre 40 y 60% de los tu-
exploración física se corrobora la emaciación y mores de fases tempranas.
pérdida de peso; se ha comunicado enfisema Ante la presencia de síntomas, generalmen-
subcutáneo en extremidades inferiores en un te la mitad o dos tercios de la circunferencia
paciente con perforación del tumor y disemi- del esófago están afectados, o bien dos tercios
nación del gas desde el mediastino a través del de la luz esofágica está ocluida por el tumor
músculo psoas. (figs. 9-3 y 9-4). La resecabilidad de un tu-
mor se determina por la profundidad de in-
DIAGNOSTICO vasión y por la presencia de ganglios linfáti-
cos. Factores pronósticos son la longitud de la
Infortunadamente en la mayoría de los casos el lesión, su morfología, características del borde
diagnóstico se establece tardíamente; el pacien- de la lesión y la profundidad de la ulceración.
te acude hasta que los síntomas son evidentes y Las fístulas y ulceraciones profundas indican in-
el tumor ya alcanzó estadios avanzados. En al- filtración del tejido periesofágico.
gunos países orientales, como Japón y China, En Japón lo clasifican en dos grupos: carci-
donde se realizan programas masivos para la noma superficial y avanzado. En el primero la
detección oportuna de cáncer mediante estu- infiltración está limitada a la capa submucosa y
dios radiológicos y endoscópicos con toma de su pronóstico se establece más por la presencia
biopsia, se identifica el tumor en fases tempra- de ganglios linfáticos y menos por la infiltración;
66 Tubo digestivo alto

Dilatación
esofágica

Cáncer esofágico

Fig. 9-3. Cáncer esofágico con dilatación por arriba. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)

6 5 % de pacientes padece carcinoma superficial cia magnética no ha ofrecido hasta el m o m e n ­


sin metástasis linfáticas. Este tipo de maligni­ to mayor ventaja sobre la tomografía.
d a d se subdivide en cinco grupos de a c u e r d o Actualmente ha c o b r a d o mayor relevancia
con su aspecto radiomorfológico: plano super­ la ultrasonografía endoscópica ya q u e ofrece
ficial, superficial d e p r i m i d o , superficial eleva­ mejor definición de la pared esofágica y de es­
do, tumores elevados y tumores pedunculados. tructuras mediastinales, c o m o corazón y aorta,
El carcinoma avanzado, p o r su parte, rebasa la y posee u n a sensibilidad de 80-95%. Además,
capa submucosa y también se clasifica en cinco permite determinar si la paliación o la interven­
grupos: endofítico, exofítico, medular, ulcera­ ción quirúrgica son el mejor tratamiento y si
do primario y mixto. p r o c e d e o p e r a r de i n m e d i a t o o reducir el ta­
Los estudios radiológicos más empleados m a ñ o del t u m o r con quimioterapia o radiote­
son los baritados, en sus modalidades con do­ rapia (o ambas) antes de la resección. Con el
ble contraste, de c o l u m n a llena y con relieve advenimiento de la terapéutica endoscópica del
de mucosa; los fluoroscópicos, c o m o la gamma- cáncer esofágico su utilidad será cada vez ma­
grafía con galio 67 y la venografía del sistema yor.
ácigos (en desuso); los de mayor utilidad para La endoscopia es u n o de los estudios más
la estadificación son los no invasivos, c o m o la útiles para el cáncer esofágico, pues visualiza
tomografía c o m p u t a d o r i z a d a y la resonancia las características de la lesión, realiza biopsias
magnética. La tomografía tiene u n a certeza de dirigidas y aplica el tratamiento con láser. Algu­
80 a 9 5 % , a u n q u e está limitada a la detección nos investigadores han establecido tina clasifi­
de ganglios periesofágicos así como a la defini­ cación endoscópica para la estadificación del
ción de imágenes en pacientes caquécticos so­ cáncer esofágico con el fin de especificar el
metidos a operación y radioterapia. La resonan­ pronóstico y el tratamiento adecuados.
Capítulo 9 • Cáncer de esófago 67

Se han desarrollado marcadores tumorales


para predecir qué sujetos con esófago de Barrett
desarrollarán cáncer. El gen supresor de tumor
p53 muta en un alto porcentaje de cánceres
esofágicos y se ha encontrado su mutación en
el esófago de Barrett. Por otro lado, el antíge-
no carcinoembrionario se ha utilizado para de­
tectar recurrencia del cáncer posterior a esofa-
gectomía, único signo temprano cuatro meses
después que debiera considerarse para adminis­
trar un tratamiento coadyuvante.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Deben tomarse en cuenta en primer lugar los
tumores benignos del esófago, la esofagitis
péptica y la acalasia, así como las presiones
extrínsecas del esófago que lo compriman o
deformen y que interfieran con el paso de ali­
mentos.

TRATAMIENTO
Cuando se conoce el estadio y la resecabilidad
del tumor puede saberse si el tratamiento será
paliativo o terapéutico. Las principales formas
de tratamiento son operación, radioterapia y
quimioterapia, con tres combinaciones que
Fig. 9-4. Cáncer esofágico distal; se observa una zona
proporcionan resultados alentadores: quimio­
estrecha y dilatación moderada por arriba. (Cortesía del terapia seguida de operación, quimiorradiote-
Dr. Vargas Domínguez.) rapia seguida de intervención quirúrgica y qui-
miorradioterapia sin operación. La resección
quirúrgica provee paliación excelente, aunque
el índice de curación con operación sola es de
10 a 20%.
Otro procedimiento de ayuda para el diag­ Las técnicas quirúrgicas más empleadas son
nóstico es la cromoscopia; esta prueba consiste la esofagectomía con ascenso gástrico, el tubo
en la tinción del epitelio esofágico con diferen­ gástrico, la interposición de yeyuno y la trans­
tes colorantes, como lugol, azul de toluidina y posición de colon. El tratamiento coadyuvante
azul de metileno, para identificar zonas daña­ con radiación preoperatoria o posesofagectomía
das, endoscópicamente inadvertidas, y de esa puede mejorar el control locorregional pero no
manera practicar biopsias o análisis citológicos mejora la sobrevida. La quimioterapia ha demos­
por cepillado. En la endoscopia deben tomarse trado mejoría de la sobrevida; sus agentes qui-
de seis a 10 biopsias de la zona sospechosa. mioterapéuticos más usados son el cisplatino,
La toracoscopia contribuye a valorar si exis­ mitomicina, vindesina, 5-fluoruracilo y el pacli-
te invasión de estructuras mediastinales y gan­ taxel, que ha revelado buena reacción tanto en
glios y a establecer el grado de resecabilidad del el carcinoma epidermoide como en el adeno-
tumor. La laparoscopia es otro recurso cuando carcinoma. La ventaja de la quimioterapia pre­
se sospecha extensión metastásica en el abdo­ operatoria en el cáncer esofágico es la posibili­
men, principalmente en hígado y peritoneo, dad de alcanzar una fase menor del tumor pri­
cuyas lesiones sean menores de 1 cm y no pue­ mario y con ello permitir su resecabilidad; esto
dan identificarse en la tomografía; esto evita una posibilita un abordaje quirúrgico más conser­
operación innecesaria en un paciente incura­ vador y una potencial mejoría del control local.
ble. La broncoscopia es útil para corroborar si Recientemente se ha recurrido a la terapéu­
existe invasión a tráquea y bronquios. tica multimodal, que es una combinación de
68 Tubo digestivo alto

radioterapia y quimioterapia (quimiorradiote- PRONOSTICO


rapia). Esta, administrada preoperatoriamente,
parece prometedora y ofrece una sobrevida de Los resultados aún no son promisorios y la so-
34% a 5 años que se corrobora con la reacción brevida a 5 años es de 5 a 10%. Se han propues-
patológica. Se ha observado mejor respuesta a to factores pronósticos clínicos para determinar
la quimiorradioterapia sola respecto de la ra- la progresión del tumor, tales como: fase del
diación como tratamiento primario del cáncer tumor, escala de Karnofsky, edad, sexo, locali-
esofágico. Como tratamiento paliativo es una zación anatómica del tumor y grado de pérdida
buena alternativa tanto para el carcinoma epi- ponderal.
dermoide como para el adenocarcinoma, aun- Por otra parte, como índice pronóstico, se
que también se relaciona con morbimortalidad ha tratado de correlacionar en pacientes esofa-
considerable. No obstante, no se cuenta aún con gectomizados la penetración sobre la pared
estudios suficientes para valorar su eficacia en esofágica y la presencia de ganglios linfáticos
relación con la intervención quirúrgica sola o invadidos. Otro método de estadificación lo
combinada. proporcionan el ultrasonido endoscópico y la
Se han experimentado otras alternativas de toracoscopia y laparoscopia en pacientes no
tratamiento que aprovechan las nuevas técni- esofagectomizados.
cas endoscópicas: ablación con láser y terapéu-
tica fotodinámica. En casos extremos de tumo-
res irresecables o cuando las condiciones del PROFILAXIS
paciente no permiten otro tipo de tratamiento
Se espera que los nuevos dispositivos tecnológi-
y el individuo muestra dificultades para ingerir
cos y la promoción de programas para preven-
alimentos, se han aplicado dilataciones para
ción y detección masiva del cáncer esofágico
permeabilizar la luz esofágica, incluso después
reduzcan los costos de los estudios diagnósti-
de la radioterapia. También se han ensayado
cos. Debe además difundirse entre la población
férulas intraesofágicas, especialmente en tumo-
alguna información sobre esta enfermedad,
res del tercio inferior o de la unión esofagogás-
enfatizando sus posibles factores causales. De
trica, y en los sujetos que cursan con fístulas
esta forma se lograrán mejores resultados y se
traqueoesofágicas. Estos mecanismos permiten
abatirá la incidencia de la misma.
que el paciente coma y lleve una vida menos
incómoda, si bien no mejoran la sobrevida.
Además, no están exentos de riesgos de perfo-
ración esofágica o de obstrucción por alimento BIBLIOGRAFÍA
y tienen una mortalidad cercana al 14%. El uso Akutsu N. Rare association of human papillomavirus
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Capítulo 9 • Cáncer de esófago 69

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Segunda
parte

Tubo digestivo medio


Fisiología gástrica
Dr. Jorge M. López López
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez

INTRODUCCIÓN píloro con una frecuencia de 3 ciclos por minu­


to. Este potencial del marcapaso modula la fre­
El estómago es el órgano clave en la secuencia cuencia, velocidad y ritmo de la motilidad gás­
gastrointestinal. No sólo inicia el proceso diges­ trica; por su parte, el potencial de acción de las
tivo bajo condiciones altamente acidas; también fibras musculares lisas es el que determina la
almacena el alimento masticado a manera de contracción.
una mezcladora y libera el quimo ácido hacia Es característico de la actividad mioeléctrica
el duodeno a una velocidad adecuada para que gastrointestinal una onda lenta con patrón eléc­
pueda digerirse y para que los productos de la trico recurrente y regular. Dicha onda no causa
digestión puedan absorberse. La velocidad con contracciones, sino la descarga de potenciales
que entra el material al intestino delgado es cru­ de acción de la fibra muscular lisa. Una espiga
cial para una apropiada nutrición; si es dema­ se descarga sólo en la cresta de la onda lenta,
siado rápida sobrepasa la capacidad funcional de manera que las contracciones corresponden
del intestino delgado y ocasiona malabsorción a la frecuencia de las ondas lentas (fig. 10-1).
y diarrea; si es muy lenta inhibe el consumo de En el estómago se presentan cada 3 ciclos por
otros alimentos. El tubo digestivo puede pro­ minuto (cpm), en el duodeno cada 11 o 12 cpm
cesar normalmente tres comidas medianas al y su frecuencia declina a lo largo del intestino
día. (en el íleon son de 9 cpm).
Las nuevas investigaciones sobre fisiología En ayuno la actividad motora está altamen­
gástrica han detallado más aún las funciones ya te organizada en una secuencia de sucesos re­
conocidas y se han delimitado otras, incluso in- currentes cíclicamente distintos y conocidos
munológicas: el estómago funciona como órga­ como complejo motor migratorio (CMM). Este
no receptor al recibir y almacenar los alimen­ posee tres fases de actividad motora que migran
tos y bebidas ingeridas y tritura los sólidos, los lenta y secuencialmente a lo largo del intesti­
reduce de tamaño y los mezcla con las secrecio­ no; cada secuencia inicia con un periodo de
nes gástricas para digerirlos parcialmente y va­ quietud o quiescencia (fase I), al que le siguen
ciarlos de forma regulada hacia el duodeno. contracciones aparentemente irregulares y ca­
Estas funciones se describirán por separado con suales (fase II) y culmina en un estallido de
los nombres de función motora, endocrina y contracciones fásicas ininterrrumpidas (fase
exocrina. III). En el esfínter esofágico inferior el tono
basal aumenta y se presentan contracciones
fásicas sobreimpuestas; la finalidad es prevenir
FUNCIÓN MOTORA
el reflujo del contenido gástrico durante la ac­
El estómago funciona como una unidad moto­ tividad contráctil gástrica que ocurre en ese
ra; se le ha identificado un marcapaso, localiza­ momento con ondas de gran amplitud desarro­
do en la parte alta de la curvatura mayor, que lladas en el cuerpo gástrico en ciclos de uno
emite potenciales de acción que viajan hacia el por minuto. Mientras tanto, aparece verdade-

73
74 Tubo disestivo medio

tener sólidas dichas partículas hasta que se tri­


Potencial turan y vuelve a iniciar la coordinación antro­
de pilórica.
acción Se han descrito dos diferentes áreas moto­
Onda ras fisiológicas a partir de esta actividad digesti­
lenta va: el estómago proximal y el estómago distal.
60 seg El primero, mediante contracciones lentas y
sostenidas, regula la presión intragástrica y el
Fig. 10-1. Ondas lentas y potenciales de acción del vaciamiento de líquidos. El segundo, mediante
músculo liso gastrointestinal. contracciones peristálticas, mezcla, tritura y
vacía los sólidos.
Diversos factores nerviosos, como el nervio
vago, y humorales, como la motilina, regulan la
ra actividad rítmica en el antro, con contrac­ motilidad gástrica. Esto lo demuestra la corre­
ciones de 3 cpm al final de la fase III. A medi­ lación que existe entre la actividad gástrica y el
da que ocurre la fase III, la coordinación an- nivel sérico de esta última hormona. En cam­
tropiloroduodenal se desarrolla y se propagan bio, la relajación receptiva y adaptativa del es­
contracciones de gran amplitud desde el antro tómago proximal está mediada por la distensión
hacia el píloro e incluso hasta el duodeno proxi- gástrica a la entrada del alimento y por los re­
mal. flejos vagales inhibitorios; esto explica por qué
Si se ingiere alimento, el patrón cíclico se la vagotomía predispone al vaciamiento rápido
suprime y se reemplaza por contracciones ca­ cuando se pierden dichas características esto­
suales (que pueden durar de 2.5 a 8 horas), al macales.
cabo de las cuales se readopta el patrón de ayu­ Entre los factores que influyen en el vacia­
no, asumiendo que no se ha consumido más miento gástrico están la fuerza de gravedad,
alimento. En el momento en que ingresa ali­ osmolaridad, acidez y composición nutricional
mento al estómago proximal se inhiben las con­ del contenido gástrico. Por lo que respecta a
tracciones fásicas y el tono, lo que permite la los mediadores hormonales, uno de ellos, la
relajación y acomodación. Durante el proceso motilina (al igual que la gastrina), desencade­
de vaciamiento gástrico la región antropilórica na las contracciones gástricas, quizás al estimu­
muestra la capacidad de discriminar sólidos y lar las células ganglionares en el plexo de Auer-
restringe el vaciamiento de partículas sólidas bach.
mayores de 1 mm de diámetro. Se ha propuesto que otras hormonas inter­
En la región antropilórica se muelen y tri­ vienen en el reflejo inhibitorio: glucagon, pép-
turan partículas grandes que luego se vacían en tido inhibidor gástrico, péptido intestinal vaso-
la fase líquida para propiciar la digestión. Mien­ activo, neurotensina y colecistocinina (CCK).
tras ocurre la trituración, el vaciamiento de Esta última, liberada por células endocrinas del
sólidos no se efectúa y entonces se crea una fase intestino delgado superior como reacción al
de retardo directamente relacionada con el contenido duodenal ácido, hiperosmolaridad,
tamaño y consistencia de los sólidos (con dura­ aminoácidos y ácidos grasos en el quimo, posee
ción aproximada de 60 minutos). potentes efectos sobre la contractilidad del
La trituración depende de ondas coordina­ músculo liso intestinal. Se han identificado tres
das de gran amplitud que se originan en el de sus efectos fisiológicos mediados neuralmen-
antro proximal y que se propagan hacia el pí­ te; por ejemplo, la colecistocinina inhibe el
loro. Al atravesar el antro medio, el píloro se vaciamiento gástrico regulado por la activación
abre y las contracciones duodenales cesan para de un reflejo inhibitorio vagovagal (inducida
posibilitar el flujo de líquidos y partículas licua­ también por CCK), que incluye la relajación del
das o suspendidas. En el antro distal el píloro fondo gástrico generada por el péptido intesti­
se cierra y promueve la retropulsión de partí­ nal vasoactivo (VIP).
culas demasiado grandes para que no lleguen La supresión de la motilidad gástrica pue­
al duodeno. Después pasan nuevamente al an­ de deberse a estímulos nerviosos y hormonales;
tro para reducirlas de tamaño, por lo que la co­ la estimulación de fibras adrenérgicas simpáti­
ordinación antropilórica se inhibe durante esta cas bloquea la activación ganglionar producida
fase de retardo; al mismo tiempo, las ondas con­ por estimulación vagal preganglionar o por la
tráctiles pilóricas aisladas continúan para man­ gastrina.
Capítulo 10 • Fisiología gástrica 75

FUNCIÓN ENDOCRINA transmiten a través de los nervios vagos con li-


beración de acetilcolina en las terminaciones
El estómago posee diferentes tipos de células nerviosas, a nivel de la mucosa antral, y con la
que secretan sustancias peptídicas con diferen- secreción de ácido por las células parietales y
tes efectos sobre el propio órgano, como hista- de pepsinógeno por las células principales (en
mina, gastrina, 5-hidroxitriptamina, posible- la mucosa antral se libera gastrina).
mente enteroglucagon y somatostatina y algu- En la fase gástrica la llegada de alimento, el
nas otras todavía sin identificar. La más conoci- contacto con proteínas y el efecto vagal provo-
da y mejor estudiada es la gastrina, que estimu- can distensión gástrica y por tanto secreción de
la la secreción de ácido. gastrina. A su vez la gastrina estimula las células
Otra función de la gastrina consiste en es- parietales para que secreten ácido, aunque al
timular células productoras de somatostatina las llegar a un pH de 1.5, y por acción de otros
que, al secretarla, inhiben la producción de mediadores humorales, se inhibe la secreción
gastrina, creando un circuito cerrado. Posterior- de gastrina.
mente las neuronas colinérgicas vuelven a inhi- Durante la fase intestinal la acidificación del
bir la secreción de somatostatina y favorecen la duodeno desencadena la liberación de secreti-
secreción de gastrina. na, que a su vez suprime la secreción de gastri-
na y, por consiguiente, la de ácido.
FUNCIÓN EXOCRINA Las células parietales son causantes de la
secreción de ácido. Se conocen tres tipos de
El pepsinógeno es una proenzima secretada por receptores de membrana situados en la cara
las células principales; se activa a pepsina en un basal de las células: receptores H2, sensibles a
pH menor de 2.5 y se inactiva irreversiblemen- la histamina, receptores muscarínicos, que
te a un pH mayor de 7. La histamina, gastrina reaccionan a la acetilcolina, y receptores hor-
y secretina estimulan su secreción y también lo monales, que responden a la gastrina. Al acti-
hace la acidificación de la mucosa mediante un varse, los tres receptores estimulan a segundos
reflejo colinérgico local; por su parte, las pros- mensajeros, como el monofosfato de adenosi-
taglandinas, el péptido inhibitorio gástrico y el na cíclico (cAMP).
VIP lo inhiben. El pepsinógeno actúa sobre la La formación de ácido ocurre a nivel de los
digestión de proteínas. canalículos secretores de las células parietales.
Asimismo se secreta una lipasa, diferente En las microvellosidades de los canalículos se
de la pancreática, que ayuda a digerir las gra- encuentra una ATP-asa, conocida también como
sas. El factor intrínseco es una glucoproteína "bomba de protones", que promueve la secre-
producida en las células parietales que forma ción de H+ hacia la luz canalicular a cambio de
un complejo con la cobalamina (vitamina B12) K+ intraluminal; este proceso requiere la ener-
y que facilita su absorción en el íleon distal. gía aportada por la fosforilación oxidativa pro-
cedente de la hidrólisis del ATP, mediada por
Secreción de ácido la ATP-asa (fig. 10-2); el cloro se obtiene por un
proceso de translocación.
El estómago produce diariamente entre 1 500 y Los receptores H2 de la histamina y los
3 000 ml de jugo gástrico provenientes de se- anticolinérgicos pueden suprimir la secreción
creciones parietales y no parietales (el constitu- de ácido. Sin embargo, su efectos alteran el
yente más importante es el ácido clorhídrico, vaciamiento gástrico y por tanto su utilidad es
HC1). La secreción gástrica puede ser espontá- limitada. Recientemente se ha inhibido la ATP-
nea o interdigestiva, estimulada o prandial. La asa con benzoimidazoles (omeprazol, pantopra-
primera no requiere estímulo alguno; probable- zol), que tienen mayor especificidad.
mente se deba a la secreción retrógrada de Ciertas neuronas efectoras gástricas regu-
gastrina y acetilcolina. La segunda exige algún lan la secreción acida. Estas son las neuronas
tipo de estímulo y por lo regular se la relaciona colinérgicas y dos tipos de neuronas no colinér-
con tres fases: cefálica o vagal, gástrica u hor- gicas: neuronas de bombesina-péptido liberado-
monal e intestinal. Se describen separadamen- res de gastrina (GRP) y neuronas de péptido
te, con fines didácticos, aunque interactúan de intestinal vasoactivo (VIP). Las neuronas actúan
modo sincrónico. directamente sobre las células blanco o indirec-
La vista, el olor o la masticación de los ali- tamente si controlan la producción de gastri-
mentos activan la fase cefálica. Los impulsos se na, histamina y somatostatina.
76 Tubo digestivo medio

Luz canalicular lipidíeos, específicamente con una sustancia


tensoactiva fosfolipídica que se sintetiza, alma­
HCI cena y secreta por células mucosas gastrointes­
tinales.
Una de las funciones del moco es lubricar
el alimento ingerido, aunque la principal es la
citoprotección, reforzada además por la secre­
ATP-asa ción de bicarbonato de las células superficiales,
de H - K ~
filtrado hacia la superficie por difusión, trans­
porte celular, o ambos. La difusión del bicarbo­
nato intestinal hacia la superficie es importan­
te cuando existe daño superficial por pérdida
del epitelio mucoso. El gel adherente actúa
como una barrera física que se opone a la
cAMP
pepsina luminal y provee una capa estable como
superficie de apoyo para la neutralización del
ácido por el bicarbonato mucoso; además impi­
Ac Gastrina
H2 de la retrodifusión de H + , sobre todo en el
duodeno proximal.
Fig. 10-2. Bomba de protones y formación de ácido En el estómago, donde la acidez luminal
en la célula parietal; receptores de membrana para ace- puede llegar a un pH de 1, deben existir otros
tilcolina (Ac), histamina (H 2 ) y gastrina. mecanismos de protección, ya que la mucosa
gástrica puede resistir la exposición prolonga­
da al ácido sin daño aparente. Esto supone que
existe una resistencia intrínseca del epitelio
superficial. Por otro lado, es importante men­
Una distensión leve del antro activa las cionar la rápida capacidad de reparación del
neuronas VIP que generan la secreción de so­ epitelio dañado, capacidad conocida como res­
matostatina que, a su vez, suprime la secreción titución o reepitelización, y que tal vez se deba
de gastrina. Una distensión mayor activa las a la migración de células representativas ubica­
neuronas colínérgicas que anulan la secreción das en las criptas gástricas. La velocidad de la
de somatostatina antral y propician la libera­ restitución depende de factores quimiotácticos
ción de gastrina. El ácido gástrico desencade­ locales, de mecanismos de adhesión y de un
na la producción de somatostatina, la cual ate­ ambiente libre de ácido, pepsina e irritantes,
núa la secreción de ácido en el fondo y de gas- bajo una capa de gel mucoso protector. Al pa­
trina en el antro. recer, un lecho vascular especialmente adapta­
do y que depende primariamente de propieda­
des intrínsecas de las células migratorias favo­
BARRERA MUCOSA rece la reepitelización, más que el control de
El estómago se protege de su propio ácido mediadores exógenos.
para evitar la autodigestión. Esta autoprotec- Se ha comunicado un factor a de crecimien­
ción la realiza la llamada "barrera mucosa pro­ to alterado (FCA) que actúa al unirse con el
tectora", cuya unidad anatomofuncional está receptor del factor de crecimiento epidérmico
conformada por las células epiteliales superfi­ (RFCE), ambos identificados en la mucosa gás­
ciales. La barrera es un sistema dinámico de trica. Estudios en animales de experimentación
multicomponentes, uno de los cuales es una demuestran que suprime la secreción de ácido,
capa de gel mucoso de 5 mm de espesor, secre­ estimula el crecimiento de células mucosas y
tado por las células mucosas del cuello de las protege contra el daño ocasionado por alcohol
glándulas y las células superficiales. Es un gel y aspirina. Las alteraciones de este factor quizás
flexible que se adhiere al epitelio gástrico y estén relacionadas con la patogenia de algunas
que lo forma una glucoproteína, a su vez cons­ enfermedades gástricas. La secreción de moco
tituida por cuatro subunidades que contienen y bicarbonato es estimulada por efectos vaga-
hexosa, fucosa, hexosamina y ácido siálico. En Íes, gastrina, secretina, serotonina y algunas
últimas fechas se le han atribuido propiedades prostaglandinas (PGE 2 ), e inhibida por alcohol,
hidrofóbicas en relación con sus componentes aspirina y vagotomía.
Capítulo 10 ' Fisiología gástrica 77

FUNCIÓN INMUNOLOGICA Cullen |J. Gastric motor physiology and pathophysiol-


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Hormonas
gastrointestinales
Dr.RaúlF. Olaeta Elizalde

INTRODUCCIÓN nerviosa. La primera está constituida por las


hormonas, transportadas por la circulación
El término hormona procede del griego y signi- hasta sus órganos y tejidos, en donde regulan y
fica "excitar" o "poner en movimiento"; fue dirigen reacciones metabólicas específicas; se les
propuesto por los doctores Ernst H. Starling y ha denominado órganos y tejidos "blanco".
William Bayliss, en 1902, al describir la primera Entre las hormonas un grupo de gran im-
hormona, la secretina. Sin embargo, la prime- portancia lo constituyen los péptidos, un grupo
ra idea de la función endocrina se atribuye a que ha crecido rápidamente en los últimos años;
Claude Bernard, que en 1855 describió la "se- también se reconocen moléculas derivadas de
creción interna" de un órgano del cuerpo; esto esteroides, aminoácidos sencillos, proteínas y
constituyó un nuevo concepto, aunque sin co- ácidos grasos.
nocer aún las propiedades de las hormonas. Diversas células utilizan estas moléculas para
El conocimiento de la función endocrina se liberar la información que contienen, informa-
relaciona estrechamente con el concepto de ho- ción que los tejidos pueden interpretar de dos
meostasis, ya que la conservación de ésta depen- maneras:
de de las hormonas y de la participación del sis-
tema nervioso, que en conjunto forman un 1. Las hormonas lipofílicas (esteroides, tiroxi-
sistema integrador de las funciones orgánicas. na, óxido nítrico) cruzan las membranas
El sistema hormonal del aparato digestivo plasmáticas para transmitir el mensaje di-
es diferente del sistema endocrino general: sus rectamente a receptores del citosol o del
células se estimulan en el lado luminal del estó- núcleo.
mago e intestino. En este sentido, la cantidad, 2. Las hormonas hidrofílicas no pueden cru-
transporte, digestión y absorción de alimentos zar la membrana plasmática, pero interac-
determina la emisión de las hormonas. Se sabe túan con estructuras de proteína localiza-
ahora que existe un control nervioso y hormo- das en la misma y conocidas como recepto-
nal de las funciones digestivas, lo que supone res, que son específicas de cada hormona.
que las hormonas y los nervios ejercen influen-
cia a favor y en contra (agonista y antagonista); Para que el mensaje se transmita a los sitios
por tanto, resulta difícil definir qué función efectores de la célula son necesarios sistemas
desempeñan las hormonas en los padecimien- especiales de señales para la transferencia de
tos gastrointestinales. información. Tales sistemas son en realidad vías
de transferencia que forman una compleja red
SISTEMAS DE REGULACIÓN intracelular compuesta por sistemas de "retro-
HORMONAL alimentación", negativa o positiva, en cada ni-
vel de la vía de transferencia.
Para integrar las funciones en el organismo se Por otra parte, la señal de información no
conocen dos líneas esenciales: la química y la se distribuye de manera uniforme en la célula,
Capítulo 11 • Hormonas gastrointestinales 79

sino que se restringe a regiones específicas de Cuadro 11-2. Neuropéptidos en el aparato digestivo
la misma. Esto permite que la célula regule si­
CGRP: péptido relacionado con el gen de calcitonina
multáneamente procesos independientes en la
membrana, el citosol y el núcleo. DYN: dinorfina

Las hormonas gastrointestinales tienen una LeuENK, MetENK: leuencefalina, metencefalina


función especial: relacionan la digestión de los Calanina
alimentos nutritivos con el metabolismo gene­ CRP: péptido liberador de gastrina
ral. Así, un grupo de ellas interviene en la di­ NPY: neuropéptido Y
gestión y absorción y otro se encarga de actuar PHI o PHM: péptido Hl
a nivel general para el aprovechamiento ade­ Somatostatina
cuado de los alimentos, que es estimulado o Sustancia K (neurocinina A)
inhibido por diferentes hormonas. Se trata de
Sustancia P
un verdadero sistema de autorregulación y cons­
VIP: péptido intestinal vasoactivo
tituye uno de los principios de la gastroentero-
logía endocrina.

PEPTIDOS HORMONALES
DEL APARATO DIGESTIVO 11-2). Muchos de ellos influyen en el crecimien­
to y diferenciación de las células del aparato
Diversas células endocrinas se localizan en la digestivo (cuadro 11-3).
mucosa gastrointestinal. Las células enteroen- Es característico de todos los péptidos hor­
docrinas son ovales o piramidales y casi todas monales que sean muy solubles en agua y muy
asoman a la luz en su porción apical y poseen potentes en cuanto a las reacciones de dosis-
un borde en cepillo bien desarrollado (cuadro respuesta. Circulan en muy bajas concentracio­
11-1). nes y no están unidos a proteínas transportado­
Los péptidos del aparato digestivo provie­ ras. Su estimulación origina un aumento rápi­
nen tanto de las células endocrinas como de los do de sus concentraciones en el plasma y la
propios nervios del aparato digestivo (cuadro actividad biológica en el órgano "blanco" es
evidente en segundos o minutos. Cuando se
inhibe la secreción hormonal, casi siempre por
productos de la función (lo que se ha llamado
"retroalimentación"), las concentraciones plas­
Cuadro 11-1. Células endocrinas
en el aparato digestivo máticas disminuyen rápidamente, por lo gene­
ral en unos cuantos minutos.
Tipo El descubrimiento de péptidos con activi­
celular Hormona Sitio de producción
dad paracrina, más que endocrina, modificó los
A Glucagon Páncreas lincamientos fisiológicos para considerar una
B Insulina Páncreas sustancia como hormona. Estos criterios son los
CCK Colecistocinina Duodeno, yeyuno
siguientes:
D Somatostatina Estómago, páncreas,
duodeno, yeyuno,
íleon, colon
Cuadro 11-3. Factores de crecimiento y diferenciación
G Gastrina Estómago celular en el aparato digestivo
GIP Polipéptido Duodeno, yeyuno
inhibidor gástrico A. Hormonas: Gastrina
Colecistocinina
L Enteroglucagon íleon, colon
B. Neuropéptidos: Péplido liberador de gastrina
L íleon, colon
C. Productos celulares locales:
M Motilina Duodeno, yeyuno
Factor de crecimiento epidérmico-urogastrina
N Neurotensina íleon, colon Factor I de crecimiento parecido a insulina (somato-
PP (F/D1) Polipéptido Páncreas medina C)
pancreático Factor II de crecimiento parecido a insulina
Factor de crecimiento derivado de plaquetas
S Secretina Duodeno, yeyuno
Factor de crecimiento derivado de fibroblastos
L Péptido 1 semejante Intestino distal Factor transformador de crecimiento a (TGFa)
al glucagon Factor transformador de crecimiento β (TGF/3)
80 Tubo digestivo medio

1. Que su acción biológica se pueda repro- les, especialmente cuando existe insuficiencia
ducir aun con muy pequeñas cantidades pancreática grave.
2. Que la liberación al torrente sanguíneo Cuando los problemas son de absorción
pueda producirse como reacción a estímu- deficiente, el daño de la mucosa ocasiona dis-
los fisiológicos minución de la secreción hormonal, según el
3. Que las concentraciones séricas normales sitio, y se advierten reacciones exageradas de la
sean comparables con las alcanzadas por producción de otros péptidos en las zonas sa-
administración exógena nas.
Las hormonas son causa de diarrea en los
síndromes carcinoide, de Zollinger-Ellison y de
FUNCIÓN DE LAS HORMONAS Verner Morrison. Se han implicado algunas
EN LOS PADECIMIENTOS DEL hormonas como factores de crecimiento para
APARATO DIGESTIVO células tumorales.
En cuanto a los neuropéptidos, se han
Los hallazgos clínicos más comunes de la secre- mencionado alteraciones de su producción en
ción hormonal gastrointestinal son los síndro- la acalasia y en trastornos del apetito.
mes producidos por tumores endocrinos del
aparato digestivo. Se describen a continuación
algunos de estos trastornos. MECANISMOS DE ACCIÓN
El síndrome de Zollinger-Ellison, causado por HORMONAL
una excesiva secreción de gastrina, cursa con
hipersecreción gástrica, úlcera péptica de loca- La molécula hormonal penetra en la célula y
lización atípica, complicada y rebelde al trata- allí incide directamente en el núcleo o se une
miento, así como diarrea. a receptores intracelulares del citosol. La for-
El síndrome de Verner-Morrison, o cólera pan- mación del complejo hormona-receptor facili-
creático, se relaciona con un exceso de péptido ta la entrada al núcleo, donde la hormona reac-
intestinal vasoactivo en el plasma. Se caracteri- ciona con el ácido desoxirribonucleico y el efec-
za por diarrea acuosa, hipopotasemia e hipo- to final se ejerce sobre la síntesis de proteínas.
clorhidria. En general, las hormonas son secretadas
Puede existir también hiperfunción de las como reacción a un estímulo fisiológico, sea
células G del antro gástrico, o hiperplasia de nervioso u hormonal, y el efecto puede ejercer-
las mismas, generalmente cuando existe supre- se por diferentes modos de acción: hemocrino
sión prolongada del ácido gástrico. En ocasio- (a través de la sangre), linfocrino (a través de
nes, después de procedimientos quirúrgicos que la linfa), neurocrino (a través de las termina-
extraen el antro gástrico de manera incomple- ciones nerviosas), paracrino (acción local por
ta ("antro retenido"), puede presentarse se- vecindad) y autocrino (acción en la misma cé-
creción de gastrina suficiente para ocasionar lula productora de la hormona), dependiendo
hipersecreción de ácido gástrico y úlcera recu- de la vía de acceso de la hormona a su órgano
rrente. Existe también hipergastrinemia en pa- "blanco".
cientes con atrofia gástrica y anemia perniciosa Las hormonas gastrointestinales son secre-
(por lo regular en edades avanzadas). tadas por células que habitualmente no tienen
La vagotomía y el uso de medicamentos contacto estrecho con capilares ni conexión con
bloqueadores de la secreción del ácido gástrico fibras nerviosas, por lo que la estimulación en
(en particular bloqueadores H 2 e inhibidores la mayoría de los casos comienza en la luz intes-
de la bomba de protones) son asimismo cau- tinal debido a factores físicos o químicos. El
santes de hipergastrinemia. Parece que la in- "blanco" primario de las enterohormonas son
fección por Helicobacter pylori produce también células vecinas intraepiteliales o fibras muscu-
discreta hipergastrinemia, reversible después lares lisas de vasos sanguíneos y capas muscula-
del tratamiento. res del intestino; a este modo de actuar local-
En pacientes con insuficiencia renal es mente Feyrter lo llamó "paracrinia". Se trata de
posible encontrar aumento de las concentracio- una de las características principales de las cé-
nes de las hormonas circulantes, quizás por fa- lulas enteroendocrinas, si bien no es la única ya
lla en la depuración. que algunas enterohormonas son secretadas
En los sujetos con enfermedades pancreá- hacia la circulación sanguínea, por donde se
ticas se pueden observar descensos hormona- trasladan a su órgano "blanco".
Capítulo 11 • Hormonas gastrointestinales 81

Cabe mencionar que algunas enterohormo- varias formas moleculares (de acuerdo con su
nas polipeptídicas son comunes a las células tamaño): la gran gastrina (34 aminoácidos), la
endocrinas gastrointestinales y a los sistemas pequeña gastrina (17) y la minigastrina (14).
nerviosos central y periférico. Más aún, algunas Se han identificado también otras formas mo-
hormonas gastrointestinales fueron descritas leculares, como la G-4 (4 aminoácidos) y la gran-
originalmente en el sistema nervioso central. gran gastrina, cuyo significado fisiológico en la
La descripción de neuronas con función regulación ríe la secreción gástrica no se ha
glandular (secretoria) llevó a la suposición de establecido con precisión.
un origen común (neurectodermo) para dife- El efecto fisiológico más relevante de la
rentes tipos celulares endocrinos y a la identifi- gastrina es la estimulación de la secreción gás-
cación del sistema celular APUD (captador y trica de ácido clorhídrico y también, de mane-
descarboxilador de precursores de aminas). ra adicional, la estimulación del crecimiento de
Aunque se pensaba que el origen de las la mucosa gastrointestinal. El análogo sintético
células endocrinas gastrointestinales era el neu- de esta hormona, la pentagastrina, se utiliza
rectodermo, ahora se piensa que proceden del como estimulante de la secreción acida gástrica
endodermo. y como agente inductor en el diagnóstico del
Así, con base en las características ontogé- carcinoma medular del tiroides, ya que produ-
nicas y morfofuncionales, se desarrolló el con- ce calcitonina.
cepto del sistema neuroendocrino difuso, que Algunos tumores liberan gastrina, como en
al regular la transferencia de información celu- el caso del síndrome de Zollinger-Ellison.
lar coopera en el mantenimiento de la adapta-
ción de los seres vivos. Secretina
Químicamente las hormonas gastrointesti-
nales son polipéptidos y aminas. Secuencias si- Las células S producen este polipéptido en la
milares de aminoácidos, en algunos casos idén- parte proximal del intestino delgado (en el
ticas, de alguna porción de la cadena de varias cerebro existe un péptido similar). Aunque la
hormonas, han permitido establecer grupos o estimulación de la secreción pancreática pare-
familias: ce ser el principal efecto de la secretina, puede
La familia de la gastrina y colecistocinina, tener otros efectos fisiológicos en ciertas circuns-
que posee un pentapéptido unido al extremo tancias. La inyección endovenosa de secretina
carboxilo causante del comportamiento bioló- en dosis bajas puede inhibir el vaciamiento
gico de estas hormonas. gástrico de líquidos y en dosis mayores desen-
La familia de la secretina, glucagon pancreá- cadena la producción gástrica de pepsina. Se
tico, péptido intestinal vasoactivo y péptido in- emplea como estimulante de la secreción pan-
hibitorio gástrico. creática en pruebas de funcionamiento de este
La familia integrada por péptidos derivados órgano.
de un precursor común, la lipotropina, que por
su parecido al opio reciben el nombre de opioi- Somatostatina
des endógenos.
También figuran las familias del polipépti- Fue uno de los primeros péptidos reguladores
do pancreático, taquinina-bombesina, insulina, identificados en el hipotálamo. Esta hormona
factor de crecimiento epidérmico, somatostati- genera una amplia gama de acciones en el in-
na, calcitonina y otros péptidos gastrointestina- testino; por ejemplo, suprime la liberación de
les. varias hormonas y antagoniza el efecto de otras
En el grupo de hormonas con estructura más en el órgano "blanco". La somatostatina es
química de aminas se encuentran la serotoni- el modelo del péptido que puede actuar como
na, dopamina, histamina y melatonina. hormona, transmisor paracrino, neurotrans-
misor o potencialmente como transmisor lu-
minal.
ACCIONES DE LAS PRINCIPALES
HORMONAS GASTROINTESTINALES La somatostatina es producida por las cé-
lulas D, aunque se ha encontrado inmunorreac-
Gastrina tividad en neuronas y fibras nerviosas intesti-
nales. Las células D están distribuidas en toda
Es un polipéptido producido en el estómago e la mucosa intestinal y en los islotes pancreá-
intestino delgado por las células G. Se conocen ticos.
82 Tubo digestivo medio

Es probable que la somatostatina y algunos Péptido inhibitorio gástrico (GIP)


análogos actúen como agentes terapéuticos en
la cetoacidosis diabética, en tumores producto­ Se ha localizado en el duodeno y yeyuno. La
res de péptidos y en la hemorragia gastrointes­ administración exógena en dosis bajas provoca
tinal; también ha sido propuesta para el trata­ una inhibición de la absorción yeyunal de agua
miento de la rotura de varices esofágicas, aun­ y electrólitos. Otro de sus efectos es el incre­
que sus efectos en la presión y flujo portales no mento de la secreción pancreática de insulina
son muy claros. como reacción a la hiperglucemia.

Polipéptido pancreático Enteroglucagon

Las células que lo contienen se localizan en la Lo liberan las células L del intestino. Pocos
cabeza y proceso uncinado del páncreas. El sig­ estudios fisiológicos se han realizado con sus
nificado fisiológico de esta hormona no es muy dos péptidos ya que es limitada su disponibili­
claro. Los principales efectos de la administra­ dad.
ción exógena a dosis fisiológicas consisten en Uno de ellos estimula la producción de
inhibir las secreciones biliar y enzimática del insulina y sirve como secretor del intestino dis-
páncreas. tal. Su función fisiológica es activar el creci­
miento de la mucosa intestinal e inhibir la se­
creción acida del estómago, aunque ninguna se
Motilina ha probado. No se conocen aplicaciones tera­
péuticas.
Está involucrada en el inicio del complejo mo­
tor migratorio. El ayuno estimula su secreción
y se interrumpe con la ingestión de alimento, Factor de crecimiento epidérmicó-
aunque la grasa puede ocasionar un aumento urogastrona
de su producción. El "jugo pancreatobiliar"
Este péptido está presente en la orina humana
también puede desencadenarla. Algunos anti­
y es un potente inhibidor de la secreción gástri­
microbianos, como la eritromicina, activan su
ca de ácido; estimula la proliferación de fibro­
liberación y por ello se emplean como proci-
blastos.
néticos.
Hasta la fecha no se conocen usos diagnós­
ticos o terapéuticos de la motilina. Péptido YY
Puede actuar como inhibidor hormonal de la
Neurotensina secreción pancreática, de la secreción de ácido
o del vaciamiento gástrico. Se libera por la pre­
Se ha identificado en pequeñas cantidades en sencia de grasa en el intestino y por acción de
el estómago, intestino delgado proximal y co­ la bombesina.
lon, aunque predomina en el íleon, donde se
ubican las células N. Es uno de los pocos pépti­
dos intestinales y cerebrales que no se han en­ Péptido 1 semejante al glucagon
contrado en los nervios intestinales del ser hu­ (GLP-1)
mano.
La administración de neurotensina en do­ Es un péptido de 30 aminoácidos, recientemen­
sis cercanas a las fisiológicas inhibe, en sujetos te descubierto, con secuencia homologa al
normales, el ácido estimulado por la pentagas- glucagon en 50%. Se produce en el intestino
trina, la secreción de pepsina y el vaciamiento distal en respuesta a comidas mixtas no absor­
gástrico de glucosa. La supresión de la secre­ bidas. Tiene dos acciones fundamentales: a)
ción gástrica sólo ocurre en el estómago inerva­ estimula la secreción de insulina y suprime la
do, lo cual hace suponer que la neurotensina secreción de glucagon al inhibir la producción
posee un efecto indirecto en la función gástri­ hepática de glucosa y al disminuir la glucemia,
ca que requiere inervación vagal intacta. No se y b) también anula de manera potente la moti-
han descrito hasta la fecha usos diagnósticos o lidad y secreción gastrointestinales, actuando
terapéuticos. como un "freno ¡leal".
Capítulo 11 • Hormonas gastrointestinales 83

Colecistocinina (CCK) este último, el plexo mientérico contiene ma-


yor cantidad de opioides y sus concentraciones
Es producida por las células CCK de la mucosa se relacionan con la presencia de sustancia P.
del duodeno y del yeyuno, aunque también es El principal efecto de las encefalinas es la in-
un péptido cerebral y un neurotransmisor. De hibición de la contracción muscular intesti-
sus acciones fisiológicas la mejor caracterizada nal; sin embargo, en el píloro provocan con-
es la estimulación de la contracción vesicular, tracción.
además de la secreción de enzimas pancreáti-
cas. Otras acciones incluyen: relajación del es- Bombesina
fínter de Oddi, regulación del crecimiento pan-
creático, inhibición del vaciamiento gástrico y Este péptido se encuentra en la piel de ciertos
aumento de la liberación de insulina. anfibios. En el hombre solamente se han iden-
Cierta evidencia indica que produce un tificado sustancias con actividad biológica simi-
efecto fisiológico de "saciedad". La CCK se libe- lar a la bombesina, que liberan gastrina y ácido.
ra por estímulo de grasas y también por el mis- La bombesina administrada de modo exógeno
mo tipo de proteínas que producen gastrina. es un potente inhibidor del vaciamiento gástri-
co, y activa la secreción de enzimas pancreáti-
cas y la contracción de la vesícula biliar.
Péptido intestinal vasoactivo (VIP)
Es un neuropéptido ya que se localiza exclusi- Péptido liberador de gastrina (GRP)
vamente en células nerviosas. Lo producen so-
bre todo las células del plexo mientérico, ade- Es un neuropéptido que media la liberación de
más de las neuronas cerebrales. Originalmente origen nervioso de la gastrina en el antro. Pare-
se describió una intensa vasodilatación media- ce también mediar en la estimulación nerviosa
da por el VIP, aunque ahora se sabe que el pép- para la secreción de enzimas pancreáticas. Es
tido actúa tanto en las funciones de secreción además un neurotransmisor interneuronal in-
como en las de motilidad digestivas. Su efecto testinal con efecto excitatorio.
predominante en la fibra muscular intestinal es
relajante, en el esfínter esofágico inferior, vesí- Neuropéptido Y (NPY)
cula, estómago e intestino en general. En el
cólera pancreático o síndrome de Verner-Mo- Se localiza en las fibras nerviosas posgangliona-
rrison se ha encontrado hipersecreción de este res simpáticas, que contienen noradrenalina, lo
péptido. que aumenta su efecto vasoconstrictor (ambos
regulan el flujo sanguíneo). Influye en la secre-
ción intestinal.
Sustancia P
Se la encuentra en el cerebro y en el intestino, Péptido relacionado con el gen
en la subpoblación de células enterocromafines de calcitonina (CGRP)
de la porción proximal del intestino delgado y Se encuentra ligeramente concentrado en pe-
del colon y, en proporción menor, en neuronas queñas fibras nerviosas sensoriales; probable-
del plexo mientérico. En el sistema nervioso se mente por esa razón desempeña una función
localiza principalmente en las raíces posterio- en la transmisión sensorial de los reflejos intes-
res de la sustancia gris de la médula espinal. tinales. Sus mecanismos de acción incluyen la
Los efectos de esta hormona son la estimu- liberación de acetilcolina y somatostatina, así
lación del flujo salival, contracción del músculo como la inhibición de la producción de acetil-
liso, hipotensión arterial grave y vasodilatación colina en el páncreas.
periférica.
Galanina
Encefalinas y endorfinas
Es un neuropéptido de 29 aminoácidos distri-
Son péptidos que interactúan con receptores buido ampliamente en neuronas del antro y
de opioides y derivan de una molécula de ma- periféricas. Suprime la transmisión nerviosa y
yor tamaño (lipotropina). Se producen en el la liberación de insulina, pero estimula de for-
cerebro, glándulas suprarrenales e intestino; en ma directa algunas células del músculo liso. En
84 Tubo digestivo medio

contraste con su habitual papel de inhibición, IIolsl JJ. Gluragonlike peptide 1: a newly discovered
la galanina ha demostrado activar el crecimien- gastrointestinal hormone. Gastroenterology 1994;
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Aun cuando se han estudiado la estructura 268:F754-759.
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Gastritis
Dr. RaúlF. Olaeta Elizalde

INTRODUCCIÓN gestión de fármacos, como ácido acetilsalicíli-


co, antirreumáticos, eritromicina, esteroides, o
La gawtritis es la inflamación de la mucosa gás- por sustancias agresoras (alcohol, ácidos bilia-
trica. El término agrupa un amplio número res y otros). Se relaciona con enfermedades
de padecimientos benignos, todos con signos graves (traumatismo, quemaduras extensas,
de inflamación pero con diferentes causas, ana- septicemia, choque e insuficiencia renal, respi-
tomía patológica, patogenias, cuadros clínicos ratoria o hepática).
y terapéuticas. Estas diferencias confunden en
ocasiones a los estudiantes de medicina.
Su frecuencia varía según sea el tipo de Anatomía patológica
gastritis; por ejemplo, entre 1 y 3% de la pobla-
ción general padecerá en el transcurso de la vida Se observan erosiones gástricas con hemorra-
gastritis aguda erosiva; en cambio, la cifra se gia, inflamación, lesión celular epitelial y endo-
eleva 80 o 90% cuando se trata de pacientes en telial, trombosis vasculares y edema; puede dis-
estado crítico, internados en hospitales. tribuirse por áreas (antro, cuerpo o todo el es-
tómago) (fig. 12-2).
La gastritis crónica tipo B aumenta su fre-
cuencia con la edad; alcanza 80% en los sujetos
mayores de 50 años de edad y el 100% en los Patogenia
mayores de 70.
Se han publicado numerosas clasificaciones Se difunde ácido de la luz gástrica hacia el inte-
de este trastorno basadas en la clínica, hallaz- rior de la mucosa que provoca isquemia. Los
gos histopatológicos, endoscopia y estudios ra- fármacos con capacidad de dañar la mucosa
diológicos. Algunas son muy complejas, como inhiben las funciones de la ciclooxigenasa, con
el sistema Sidney, publicado por primera vez en reducción de la síntesis de prostaglandinas,
1991, y que es en realidad el informe del grupo indispensables para la defensa de la mucosa.
de trabajo del Congreso Mundial de Gastroen- La ingestión de alcohol rompe la barrera
terología, efectuado en Sidney. Esta clasificación mucosa, por lipólisis, y lesiona los vasos san-
establece una distinción histológica a partir de guíneos en forma directa ocasionando hemo-
las causas, localización, aspectos morfológicos rragia.
y división endoscópica (fig. 12-1).
Con fines didácticos, este capítulo incluye Cuadro clínico
una clasificación menos compleja (cuadro 12-1).
En ocasiones la hemorragia es microscópica y
GASTRITIS AGUDA EROSIVA puede estar oculta o manifestarse como anemia
leve inexplicable; otras veces causa dolor mo-
Causas derado en el epigastrio, acompañado de náu-
sea y sin llegar al vómito.
Esta afección, también conocida como gastritis En cuadros graves se presenta hemorragia
hemorrágica o por estrés, se produce por in- masiva y aparece hematemesis o melena indo-
85
86 Tubo digestivo medio

Sistema Sydney

División histológica
División endoscópica

Topografía Morfología

Etiología
Topografía
Gastritis aguda
Gastritis crónica Inflamación Pangastritis
Etiología
Formas especiales Gastritis Gastritis
Actividad
antral del cuerpo
Atrofia

Variables Metaplasia
intestinal Edema
Asociaciones
Pangastritis Eritema Hiperplasia
patogénicas Helicobacter
pvlori Friabilidad Atrofia
Exudado Sangrado
Erosión
Inespecífica

Invariables

Gastritis Gastritis del Categorías de


antral cuerpo Específica gastritis
endoscópica

Grado de gravedad: ninguno, leve, moderado, grave

Fig. 1 2 - 1 . Sistema Sydney de clasificación de la gastritis. (Modificado de JJ Misiewicz, Journal of Castroenterology


and Hepatology 1991;6:207-208.)

lora, con signos de choque, palidez, taquicar­ para descartar otras anormalidades. En cambio,
dia e hipotensión. los exámenes radiológicos del tubo digestivo alto
con medio de contraste no son confiables y
Diagnóstico pueden complicar el cuadro ya que el bario se
mezcla con la sangre y forma un material duro
Es útil corroborar si existió ingestión de fárma­ que puede ocasionar oclusión intestinal.
cos o alcohol o si el paciente padece alguna
enfermedad grave. La endoscopia es el estudio Diagnóstico diferencial
más preciso para comprobar las lesiones gástri­
cas y la ubicación dentro del estómago, así como Es necesario distinguir mediante endoscopia la
gastritis aguda erosiva de todas las anomalías
que causan hemorragia esofágica, gástrica o
duodenal, como la enfermedad por reflujo gas-
Cuadro 12-1. Clasificación de la gastritis
troesofágico, varices esofágicas, úlcera péptica
GASTRITIS o cáncer gástrico.
Aguda
Aguda erosiva
Aguda relacionada con Helicobacter pylori Tratamiento
Crónica
Tipo A Debe hospitalizarse al paciente, suprimir el
Tipo B agente lesivo, suspender la vía oral e iniciar
Enfermedad de Menetrier terapéutica contra padecimientos agregados. Se
Eosinofílica
introduce una sonda nasogástrica por un corto
Granulomatosa
periodo para determinar la cantidad de la he-
Capítulo 12 • Gastritis 87

Fig. 12-2. Microfotografía de gastritis erosiva.

morragia y también para lavar el estómago y Profilaxis


prepararlo para la endoscopia. Sin embargo,
debe restringirse el empleo de la sonda ya que Evitar sustancias agresoras de la mucosa gás-
puede provocar mayor erosión de la mucosa. trica.
Se instala un catéter central para suminis-
trar líquidos y electrólitos; si es necesario se GASTRITIS AGUDA RELACIONADA
aplica un paquete globular con indicación muy CON HELICOBACTER PYLORI
precisa.
Se establece control estricto de líquidos y También se le denomina gastritis crónica ines-
se añade un antagonista H2 (ranitidina) o de la pecífica, antral difusa o crónica activa.
bomba de protones (omeprazol). La mayoría
de los casos tiene buena reacción al tratamien- Causas
to médico; sólo se recurre a la terapéutica qui-
rúrgica en enfermos con evolución desfavora- La ocasiona Helicobacter pylori, bacilo microaeró-
ble, sin que pueda recomendarse una misma filo corto, espiral, que se localiza debajo de la
táctica operatoria para todos los casos. capa de moco; se detecta con facilidad en biop-
Otros tratamientos empleados son la coa- sias teñidas con hematoxilina y eosina.
gulación con rayo láser, el electrocauterio bipo-
lar y la instilación de Pitressín por la arteria Anatomía patológica
coronaria estomáquica.
A nivel macroscópico la superficie gástrica se
observa íntegra, sin lesiones o con daños míni-
Complicaciones mos; en la endoscopia puede verse una mucosa
normal, pero al microscopio se advierte la infil-
Hemorragia masiva que puede precipitar insu- tración del epitelio por neutrófilos y nodulos
ficiencia renal aguda o el deceso. linfoides hiperplásicos entre mucosa y muscu-
lar de la mucosa, además de plasmocitos.
Pronóstico
Patogenia
Es individual para cada caso y depende de la
causa, enfermedades concomitantes, edad y Helicobacter pylori elabora varias proteínas con
cantidad de sangre perdida. efectos dañinos sobre la mucosa. Produce urea-
88 Tubo digestivo medio

sa, q u e es u n a enzima que cataboliza la urea Pronóstico


para formar a m o n i a c o y dióxido de carbono;
éstos crean un m e d i o más alcalino para impe­ Es b u e n o en la mayoría de los pacientes siem­
dir el desarrollo de otras bacterias. Helicobacler pre y c u a n d o se identifique el mal y se aplique
pylori libera el factor de necrosis tumoral a y el tratamiento apropiado.
sintetiza fosfolipasas y proteasas que destruyen
la capa gelatinosa de m o c o y r e d u c e n su espe­ Profilaxis
sor. En las primeras semanas de la infección
a u m e n t a la secreción acida; luego aparece hi- No se conoce; sin embargo, la infección p o r H.
poclorhidria p o r varios meses para después vol­ pylori es más c o m ú n en países pobres, con defi­
ver a la cifra de secreción acida habitual del ciencias de higiene.
paciente, al t i e m p o q u e la gastrina sérica se
eleva.
GASTRITIS C R Ó N I C A T I P O A

Cuadro clínico Causas

Varía desde pocos o n i n g ú n síntoma hasta cua­ Se considera un padecimiento a u t o i n m u n i t a r i o


ya que se han detectado anticuerpos contra las
dros exuberantes con dolor epigástrico, náusea,
células parietales, productoras de ácido clorhí­
vómito y anorexia.
drico y del factor intrínseco, sustancia esta últi­
ma indispensable para la absorción de vitamina
Diagnóstico B12.
La bacteria p u e d e identificarse m e d i a n t e mé­
A n a t o m í a patológica
todos directos, estudio histológico (biopsia) o
cultivos y técnicas indirectas, c o m o la actividad Afecta casi de m o d o exclusivo el c u e r p o y fon­
de la ureasa y el análisis de anticuerpos séricos. do del estómago, con atrofia y destrucción de
La p r u e b a de la ureasa es barata y tiene sensibi­ las glándulas gástricas, inflamación superficial,
lidad mayor de 90 por ciento. casi siempre plasmocítica, con mctaplasia intes­
tinal (fig. 12-3).
Diagnóstico diferencial
Patogenia
Se p u e d e confundir con otras formas de gastri­
tis, úlcera péptica o cáncer gástrico; el diagnós­ Los a n t i c u e r p o s contra las células parietales
tico exacto se confirma con endoscopia, biop­ lesionan la capacidad para p r o d u c i r ácido y
sia e identificación del bacilo. ocasionan aclorhidria; como reacción el orga­
nismo eleva la gastrina sérica. Por otra parte, al
impedir la formación del factor intrínseco se
Tratamiento imposibilita la absorción de vitamina B 12 , lo cual
provoca anemia perniciosa con efectos hema-
No es fácil erradicar Helicobacler. Se recomien­ tológicos y neurológicos.
da la terapéutica triple con metronidazol (250
mg tres veces al día p o r dos semanas), amoxici-
lina o tetraciclina a dosis habituales (10 a 15 Cuadro clínico
días), más citrato de bismuto (525 mg cuatro
P r e d o m i n a la anemia perniciosa. El c u a d r o se
veces al d í a ) . El tratamiento p u e d e prolongar­
desarrolla l e n t a m e n t e , con glositis, anorexia,
se hasta dos meses; u n a vez t e r m i n a d o se deja
diarrea y estreñimiento intermitentes, y a veces
pasar un mes y se c o r r o b o r a la curación con
con hepatomegalia. Se presentan signos n e u r o ­
endoscopia y biopsia o m e d i a n t e la p r u e b a del
lógicos como pérdida de la percepción, ataxia,
aliento con ureasa.
reflejos hiperactivos y depresión.

Complicaciones Diagnóstico

Esta variedad de gastritis p u e d e llegar a ser cró­ La gastritis tipo A es m u c h o m e n o s frecuente


nica. que la tipo B; el diagnóstico se confirma con el
Capítulo 12 • Gastritis 89

Fig. 12-3. Microfotografía de gastritis atrófica; en el antro se observa inflamación crónica y metaplasia intestinal.

estudio endoscópico y se complementa con la Pronóstico


biopsia; en el 90% de los casos pueden demos­
trarse anticuerpos autoinmunitarios. Casi todos Depende de la edad; cuanto más joven sea el
los enfermos muestran una considerable eleva­ paciente mayores posibilidades habrá de que se
ción de la gastrina sérica. desarrollen complicaciones. Si existe neoplasia
maligna el pronóstico es malo.

Diagnóstico diferencial Profilaxis


Es necesario diferenciarla de otras causas de No se conoce.
anemia perniciosa, como dieta inadecuada, sín­
dromes de malabsorción intestinal, neoplasias GASTRITIS CRÓNICA TIPO B
malignas, hepatopatías e hipertiroidismo. La
clave del diagnóstico es la biopsia gástrica.
Causas
El agente causal es Helicobacter pylori; de ma­
Tratamiento nera secundaria se ha implicado también el re­
No existe una terapéutica específica para rever­ flujo crónico de bilis y jugo pancreático. Esto
tir las lesiones; por tanto, está indicado tratar la último es probable ya que, a medida que avan­
anemia perniciosa con vitamina B 12 parenteral za la atrofia de la mucosa gástrica, disminuyen
en forma indefinida. El riesgo de neoplasias H. pylori hasta que no se identifican en la atro­
obliga a practicar una observación endoscópica fia grave.
periódica.
Anatomía patológica

Complicaciones E.n personas jóvenes la lesión se localiza en el


antro gástrico; con los años se extiende y pa­
Pueden presentarse pólipos gástricos, adeno- sadas dos décadas compromete todo el estó­
carcinoma y carcinoide, que son anomalías mago.
tres veces más frecuentes que en la población En la atrofia mucosa se aprecian parches o pla­
general. cas que confluyen para crear áreas mayores;
90 Tubo digestivo medio

además, existe por lo regular metaplasia intes- Pronóstico


tinal.
Es malo debido a la posibilidad de tumores
malignos, en particular cuando la lesión es
Patogenia amplia e involucra todo el estómago.

La infección por H. pylori reduce la secreción


acida del estómago, lo cual estimula la libera- Profilaxis
ción de gastrina; sin embargo, como el antro
(sitio donde se produce la gastrina) es la zona Todas las personas mayores de 70 años pade-
más lesionada, los niveles séricos no son muy cen gastritis atronca tipo B. Hasta el momento
altos o son normales. actual se desconoce la profilaxis.

Cuadro clínico ENFERMEDAD DE MENETRIER

La enfermedad casi siempre es asintomática; a Causas


veces ocasiona anorexia y dolor epigástrico que
Es posible que intervenga una causa inmunita-
cede con alimentos neutralizadores de la aci-
ria alérgica mediada por la inmunoglobulina E.
dez.
No puede atribuirse a H. pylori ya que sólo se
detecta en menos del 30% de los casos.
Diagnóstico
Es la variedad más frecuente de gastritis cróni- Anatomía patológica
ca. El instrumento diagnóstico más efectivo es La presencia o ausencia de inflamación es aún
la biopsia del antro gástrico, que requiere va- controversial; muchos investigadores no han
rias muestras para evitar error dado que la afec- encontrado inflamación y consideran que el
ción está distribuida en parches. H. pylori se padecimiento no es una forma de gastritis sino
identifica por tinción de Giemsa. una gastropatía hipertrófica.
Otros especialistas han detectado infiltra-
ción inflamatoria de la mucosa y asumen que
Diagnóstico diferencial es una forma de gastritis hipertrófica; sin em-
Es esencial distinguirla mediante endoscopia y bargo, nuevos estudios mostraron que la confu-
biopsia de otras formas de gastritis, cáncer gás- sión se debe a que se mezclan casos de gastritis
trico y úlcera gástrica y duodenal. linfocítica hipertrófica con casos de enferme-
dad de Menetrier.
Las alteraciones macroscópicas pueden lo-
Tratamiento calizarse en una parte del estómago o estar ge-
neralizadas; se aprecian grandes pliegues engro-
No existe una terapéutica específica; es indis- sados y tortuosos, semejantes a circunvolucio-
pensable vigilar la aparición de complicaciones nes cerebrales, con surcos profundos de color
con endoscopias periódicas. El tratamiento con- violáceo.
tra H. pylori produce mejoría clínica e histológi- Al incidir el estómago en la intervención
ca, pero reaparecen el bacilo y las lesiones si se quirúrgica se visualiza una especie de "bolsa de
interrumpe la medicación. gusanos". En el microscopio se observa hiper-
plasia de las células mucosas superficiales y de
las glándulas, con desaparición de las células
Complicaciones principales y parietales.
Son comunes la displasia y más adelante el ade-
nocarcinoma. Se ha observado la proliferación Patogenia
de células de tipo endocrino que forman nodu-
los; éstos pueden tornarse invasores y dar ori- El aumento de células secretoras explica la hi-
gen a neoplasias de células endocrinas o tumo- persecreción mucosa. La retrodifusión de iones
res carcinoides. hidrógeno causa excesiva pérdida de proteínas.
Capítulo 12 • Gastritis 91

Al principio la producción de ácido es nor- tado general. El riesgo de cáncer es del 10 por
mal, pero con el tiempo disminuye y puede lle- ciento.
gar a la aclorhidria.
Profilaxis
Cuadro clínico
No se conoce.
Se presenta dolor en el epigastrio, ardoroso o
punzante, que aparece con el ayuno y desapa-
rece con alimentos o antiácidos. Menos frecuen- GASTRITIS CRÓNICA EOSINOFILICA
tes son la náusea y vómito mucoso, anorexia, Consiste en la infiltración de eosinófilos en la
pérdida de peso o diarrea; la hemorragia es rara. mucosa, submucosa y capas musculares del es-
A la exploración se advierte palidez, dolor tómago, acompañada de aumento de eosinófi-
a la palpación del epigastrio y edema en miem- los en sangre. Se ignora su causa. Habitualmen-
bros inferiores. El cuadro puede evolucionar a te involucra el antro, con grandes pliegues ede-
gastritis atronca o remitir completamente. matosos y mucosa engrosada que puede ocasio-
nar obstrucción gástrica y erosión.
Diagnóstico Los síntomas son náusea, vómito y dolor en
epigastrio. Reacciona al tratamiento con gluco-
Por lo general existe hipoalbuminemia. El es- corticoides y rara vez amerita terapéutica qui-
tudio baritado muestra pliegues hipertróficos y rúrgica.
el diagnóstico exacto se obtiene con endosco-
pia, toma de biopsia y pruebas citológicas, aun-
que a veces se requiere biopsia de la totalidad GASTRITIS GRANULOMATOSA
de la mucosa (obtenida mediante procedimien- Es causada por padecimientos infecciosos como
tos quirúrgicos). sífilis, tuberculosis, candidiasis o histoplasmo-
sis, o males de otro origen como la enfermedad
Diagnóstico diferencial de Crohn.
A menudo se presentan náusea, vómito,
Se establece respecto de la gastritis linfocítica anorexia y dolor en epigastrio. Para el diag-
hipertrófica, linfoma o adenocarcinoma me- nóstico se requieren múltiples biopsias y es-
diante biopsias múltiples de toda la mucosa. tudios citológicos mediante endoscopia o
procedimientos quirúrgicos para biopsia de
Tratamiento todo el espesor de la mucosa.
El tratamiento depende del agente etio-
Dieta blanda rica en proteínas y calorías (mal lógico.
tolerada por el paciente). Los antagonistas H2
y los anticolinérgicos reducen la pérdida de
proteína. BIBLIOGRAFÍA
La operación está indicada cuando el esta- Bayerdórfer E, Lehn N, Hatz R y col. Difference in
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debe a que se efectúa en personas con mal es- gastric reflux and gastric histology after cholexystec-
92 Tubo digestivo medio

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Ulcera gástrica
Dr. Jesús Alberto Juárez Navarro
Dra. Margarita Dehesa Violante

INTRODUCCIÓN La frecuencia máxima de úlcera gástrica se


observa en la sexta década de la vida, aproxi­
La úlcera gástrica es un defecto de la mucosa m a d a m e n t e 10 años más respecto de la úlcera
gástrica que se extiende a través de la muscular d u o d e n a l , con i n c i d e n c i a similar e n a m b o s
de la mucosa hasta la submucosa o la propia sexos.
muscular, algunas veces alcanzando la superfi­
cie serosa.
Las úlceras gástricas benignas p u e d e n apa­ CLASIFICACIÓN
recer en cualquier parte de la cámara gástrica,
a u n q u e la mayor parte de ellas se localiza en el De a c u e r d o con su localización y c o m b i n a c i ó n
con la úlcera d u o d e n a l , J o h n s o n clasificó las
a n t r o , sobre la curvatura menor, debido a los
úlceras gástricas en tres tipos:
haces musculares p r o m i n e n t e s de esta región;
rara vez se e n c u e n t r a n en el fondo gástrico, sitio
habitual de la úlcera maligna. Por lo general Tipo I. Ulcera situada en el c u e r p o gástrico o
son r e d o n d a s u ovales y m i d e n e n t r e 1 y 2 cm proximal
en el m o m e n t o del diagnóstico. Casi siempre Tipo II. Ulcera ubicada en el c u e r p o gástrico o
son únicas, a u n q u e en algunos casos p u e d e n proximal, relacionada con úlcera d u o d e n a l
presentarse dos o más. o pilórica
Tipo III. Ulcera en la región prepilórica d e n t r o
de los 2 a 3 cm del píloro, sin relación o
vinculada con úlcera d u o d e n a l .
FRECUENCIA

En décadas anteriores la enfermedad ulcerosa CAUSAS


p é p t i c a era u n a de las principales causas de
hospitalización y m u e r t e . Sin e m b a r g o , en la Diferentes agentes etiológicos p u e d e n ocasio­
actualidad se ha registrado un descenso consi­ nar úlcera gástrica. En la actualidad la úlcera
derable, tal vez relacionado directamente con péptica se divide en tres grupos causales comu­
los nuevos avances de las técnicas diagnósticas nes: a) úlcera p o r hipersecreción acidopéptica,
y terapéuticas. b) úlcera por agentes antiinflamatorios no es-
La disminución de los ingresos hospitala­ teroides (AINE) y c) úlcera relacionada con
rios se d e b e a la m e n o r frecuencia de la úlcera Helicobacter pylori. No o b s t a n t e , existen otros
d u o d e n a l y no de la úlcera gástrica, ya que ésta factores etiológicos específicos, bien d o c u m e n ­
conserva su prevalencia sin variación. tados, d e n t r o de los cuales es posible mencio­
Datos provenientes de diferentes estudios nar la infección p o r el virus del herpes simple
avalan q u e la prevalencia de la úlcera péptica tipo 1 y citomegalovirus, la insuficiencia vascu­
d u r a n t e la vida es cercana al 10% y la inciden­ lar, la radiación o quimioterapia y los subtipos
cia anual de 15 a 30 casos por cada 1 000 habi­ genéticos raros como amiloidosis tipo III, e n t r e
tantes. otros.
94 Tubo digestivo medio

ANATOMÍA PATOLÓGICA Gastritis y Helicobacter pylori

Las úlceras benignas, al contrario de las malig­ Helicobacter pylori está presente en 60 a 80% de
nas, tienen bordes regulares, edematosos y fir­ los pacientes con úlcera gástrica; se trata pues
mes, i n d u r a d o s e hiperémicos, y su base suele de un factor causal de úlcera. Casi todas estas
estar cubierta de e x u d a d o fibrinoide de color úlceras se relacionan con gastritis crónica acti­
blanco grisáceo y en algunos casos de materia va; es conocido que la gastritis tipo B se d e b e a
necrótica. la infección de Helicobacter pylori, q u e p u e d e
Las úlceras gástricas poseen cuatro capas evolucionar a gastritis atrófica. La inflamación
microscópicamente identificadas: e x u d a d o in­ crónica de la mucosa gástrica afecta la c o m p o ­
flamatorio, necrosis fibrinoide, tejido de granu­ sición de moco normal o altera, p o r m e d i o de
lación y tejido cicatrizal (fig. 13-1). la liberación de mediadores inflamatorios, cual­
quiera de los otros mecanismos citoprotectores.
No obstante, la sola presencia de Helicobacter
PATOGENIA pylori, los factores tóxicos liberados p o r este
microorganismo y la reacción inflamatoria sub­
La patogenia de la úlcera péptica es multifacto-
secuente inciden en la patogenia ulcerosa.
rial. Los sujetos con úlcera gástrica muestran
secreción acida n o r m a l o disminuida que se
a c o m p a ñ a de u n a reducción o defecto defensi­ Trastornos de la motilidad
vo de la mucosa; es decir, la úlcera gástrica tie­
ne su origen en un desequilibrio entre los fac­ Se h a n d o c u m e n t a d o dos mecanismos m o t o r e s
tores agresores y los mecanismos de defensa y que p u e d e n tener cierta función en la p r o d u c ­
reparación (cuadro 13-1). ción de la úlcera gástrica. En el p r i m e r o , un
esfínter pilórico insuficiente permite el reflujo
d u o d e n a l hacia el estómago y ocasiona gastritis
Antiinflamatorios no esteroides (AINE) p o r acción de los ácidos biliares, la lisoiecitina
y las secreciones pancreáticas, e n t r e otras; esto
Los AINE i n h i b e n la produción de prostaglan- predispone a la úlcera gástrica p o r los mecanis­
dinas y c o n ello ocasionan un defecto en la mos ya m e n c i o n a d o s . En el s e g u n d o , un vacia­
barrera mucosa gástrica y p o r tanto u n a lesión miento gástrico retardado provoca estasis de los
gástrica (erosión o úlcera); esto se d e b e a que alimentos en el antro con un i n c r e m e n t o pos­
las prostaglandinas están implicadas en la pro­ terior de la liberación de gastrina y, p o r e n d e ,
ducción de m o c o y secreción de bicarbonato, de la acidez gástrica; esto causa gastritis, q u e
q u e c o n f o r m a n esta línea de defensa. En un predispone a la úlcera gástrica.
estudio realizado en el Hospital de Especialida­
des del C e n t r o Médico Nacional Siglo XXI se
Tabaquismo
d e m o s t r ó q u e 3 1 % de las úlceras pépticas se
vincula con la ingestión de AINE, particularmen­ El tabaquismo p r o d u c e reflujo duodenogástri-
te con n a p r o x e n o . co, inhibe la secreción de bicarbonato pancreá-

Cráter ulceroso

Exudado inflamatorio
Necrosis fibrinoide
Tejido de granulación
Ulcera

Tejido cicatrizal

Fig. 1 3 - 1 . Capas microscópicas de la úlcera gástrica.


Capítulo 13 • Ulcera gástrica 95

Cuadro 13-1. Factores agresores y mecanismos de defensa que intervienen


en la úlcera gástrica

Agresores Defensa Reparación

1. Comunes:
Acido-pepsina Moco Restitución de capa mucoide
AINE Bicarbonato Proliferación
Helicobacter pylori Flujo sanguíneo Factores de crecimiento
Uniones celulares
Resistencia apical
2. Otros:
Trastornos de la motilidad
Tabaquismo
Isquemia gástrica

tico, disminuye la producción de prostaglandi- que provoca dolor o náusea. No obstante, un


nas y reduce la liberación del factor de creci­ alto porcentaje de pacientes son asintomáticos,
miento epidérmico causante del desarrollo de sobre todo los ancianos e individuos que consu­
la mucosa gastrointestinal. men antiinflamatorios no esteroides.
El examen físico evidencia dolor epigástri­
Isquemia co sólo a la palpación y en la mayoría de los
pacientes es normal.
La isquemia gástrica altera el proceso conocido
como "marea alcalina", que consiste en el inter­ DIAGNOSTICO
cambio capilar de cloruro por bicarbonato en
la superficie basal de la célula parietal; por lo El diagnóstico de úlcera gástrica se sospecha
tanto, una disminución del flujo sanguíneo re­ con base en la historia clínica y se confirma con
duce la capacidad de amortiguamiento de la serie gastroduodenal o endoscopia. La serie gas-
mucosa o, rara vez, lesiona la misma por simple troduodenal muestra un depósito de bario den­
hipoxia. tro del nicho ulceroso, que a menudo es redon­
Por último, cabe señalar que los factores do u oval y está rodeado por un relieve edema­
psicológicos y el estrés se han relacionado con toso. La úlcera benigna se localiza con mayor
la úlcera gástrica, aunque aún se investiga si frecuencia en la curvatura menor del estóma­
estos factores pueden alterar alguno de los go y no es de gran diámetro (< 2 cm); sus bor­
mecanismos defensivos de la mucosa gástrica. des son regulares y bien definidos, con pliegues
mucosos que convergen hacia el cráter, y se
relaciona con cierta frecuencia con la úlcera
CUADRO CLÍNICO duodenal.
Al igual que en la úlcera duodenal, el dolor La úlcera maligna se encuentra más a me­
epigástrico urente es el síntoma más común. El nudo en la curvatura mayor; por lo regular es
sujeto portador de úlcera gástrica suele pade­ grande (> 2 cm), con bordes mal definidos e
cer dolor epigástrico urente, que puede irradiar­ irregulares, pliegues mucosos borrados, inte­
se a la región dorsal o al hipocondrio derecho. rrumpidos, fusionados o nodulares a medida
En otras ocasiones el paciente manifiesta úni­ que se aproximan al cráter, y casi nunca se vin­
camente sensación de "vacío" o de hambre. Por cula con úlcera duodenal (fig. 13-2).
lo general estos individuos no experimentan Cabe señalar que las lesiones pequeñas
alivio del dolor con la ingestión de alimentos; muchas veces no se detectan con la serie gas­
de hecho, es posible que los alimentos lo des­ troduodenal, ya que sólo se identifica de 65 a
encadenen o exacerben, al contrario de lo que 90% de los cráteres ulcerosos gástricos.
sucede con los pacientes con úlcera duodenal. La endoscopia es el método más sensible
La mejoría del dolor con antiácidos casi siem­ (100%) y específico para establecer el diagnós­
pre es relativa. Los síntomas dispépticos, como tico de úlcera gástrica; permite además obser­
eructos, distensión o intolerancia a los alimen­ var aspectos relacionados con la benignidad o
tos grasos, son frecuentes, así como la pérdida la malignidad y tiene la capacidad de obtener
de peso por anorexia o la aversión a la comida, biopsias de la lesión durante el mismo estudio
96 Tubo digestivo medio

Fig. 13-2. Hernia hidtal con anillo de Schatzki y úlcera gástrica en curvatura menor. (Cortesía del Dr. Vargas
Domínguez.)

y utilizar métodos terapéuticos (esclerosis) en El periodo habitual de duración con cual­


la úlcera hemorrágica. quiera de los fármacos para el tratamiento de
la úlcera gástrica es de o c h o a 12 semanas. Son
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL igualmente eficaces los bloqueadores H 2 , c o m o
la cimetidina a dosis de 300 mg cuatro veces al
Este trastorno d e b e diferenciarse del carci­ día, 400 mg dos veces al día u 800 mg antes de
n o m a gástrico, dispepsia inducida por fármacos, acostarse, o la ranitidina (150 mg cada 12 h ) , la
dispepsia no ulcerosa, e n f e r m e d a d de C r o h n y famotidina (40 mg cada 24 h) y la nizaticuna
e n f e r m e d a d e s infecciosas, e n t r e otras. (150 mg cada 12 h ) .
Los b l o q u e a d o r e s de la ATP-asa de H-K,
TRATAMIENTO como el omeprazol (20 mg cada 24 h ) , panto-
prazol (40 mg cada 24 h) y lanzoprazol (30 mg
El p r i m e r paso del tratamiento consiste en esta­ al día), también son eficaces en el tratamiento
blecer medidas higiénicas y dietéticas adecua­ de la úlcera gástrica. Inducen mayores curacio­
das y eliminar o evitar los agentes lesivos. nes desde el p u n t o de vista n u m é r i c o , a u n q u e
Pese a q u e la mayoría de los sujetos porta­ la velocidad de curación es similar a la de los
dores de úlcera gástrica no padece hipersccre- bloqueadores H 2 , a la inversa de lo q u e sucede
ción acida, los agentes antisecretores aceleran en la úlcera d u o d e n a l . Lo mismo p u e d e decir­
la curación de este trastorno. Puede señalarse se del sucralfato a dosis de 1 g cuatro veces al
pues q u e la curación de la úlcera gástrica de­ día, p e r o tiene especial utilidad d u r a n t e la ges­
p e n d e más de la duración del tratamiento con tación, ya que es un fármaco no absorbible.
agentes antisecretores que de la eficacia para la El subeitrato de bismuto coloidal a dosis de
supresión acida o de la duración de la supre­ 120 mg cada 6 horas es otra alternativa terapéu­
sión d u r a n t e el día. Por lo tanto, contrario a lo tica con resultados equivalentes a los de los blo­
observado en la úlcera d u o d e n a l , no es necesa­ queadores H 2 . Los antiácidos poseen asimismo
rio anular la acidez gástrica en forma intensa utilidad, si bien su velocidad de curación es
en la mayor parte de los casos, excepto en los m e n o r que con cualquiera de los otros fárma­
pacientes con úlcera gástrica q u e c o n t i n ú a n cos mencionados.
t o m a n d o A1NE o en la úlcera refractaria; en C o m o ya se ha señalado, Helicobarler fjylori
tales casos los inhibidores de la ATP-asa de H- d e s e m p e ñ a una función f u n d a m e n t a l en la
K, c o m o el omeprazol, logran la curación. patogenia de la úlcera gástrica. Sin e m b a r g o .
Capítulo 13 • Ulcera gástrica 97

aún se analizan las probables ventajas de la erra­ PROFILAXIS


dicación del mismo como tratamiento estándar
de esta entidad. En el momento actual se acep­ La mejor forma de prevenir la úlcera gástrica
ta la erradicación en pacientes con enfermedad es suprimiendo los agentes agresores, como
ulcerosa refractaria, recurrente o complicada. AINE, tabaquismo y alcohol. No obstante, las
Se han propuesto diversas estrategias tera­ prostaglandinas a dosis de 100 mg cuatro veces
péuticas para la erradicación de Helicobacter al día han demostrado prevenir la ulceración
pylori; la que mayor eficacia ha mostrado (90%) gástrica por antiinflamatorios no esteroides.
es el triple esquema: bismuto, metronidazol y
tetraciclinas o amoxicilina, además de un agen­ BIBLIOGRAFÍA
te antiulceroso. Empero, todavía se investigan
diferentes relaciones de antibióticos y de anti­ Aabakken L, Osnes M. Management of NSAID-induced
bióticos con agentes antiulcerosos, como ome- gastrointestinal lesions. ScandJ Gastroenterol 1988;
prazol, lanzoprazol y pantoprazol. 23(supl 155):106-118.
Por último, hay que indicar que cualquier Clearfield HR. Helicobacter pylori: ¿agresor o comensal
terapéutica empleada por ocho a 12 semanas inocente? Clin Med N Am 1991; 4:865-879.
exige un seguimiento con panendoscopia de Glise H. Epidemiology in peptic ulcer disease. Scand J
control para corroborar la curación y, en caso Gastroenterol 1990; 25(supl 175):13-18.
contrario, realizar nuevas biopsias múltiples IsenbergJI, McQuaid KR, Laine L y col. Acid-peptic
para descartar malignidad. disorders. En Yamada T (ed). Textbookof gastroen-
terology. Philadelphia: JB Lippincott Company 1991:
COMPLICACIONES 1241-1339.
LarischJ, Moran S, López A. Ulcera péptica como causa
La complicación más frecuente de la úlcera de hemorragia de tubo digestivo alto. Rev Gastroen­
gástrica es la hemorragia, que se presenta en terol Mex 1995; 60(supl 3):41.
25% de los casos. En un estudio efectuado en López A, Moran S, Larisch J. Ulcera péptica y anti­
el Hospital de Especialidades del Centro Mé­ inflamatorios no esteroides. Rev Gastroenterol Mex
dico Nacional Siglo XXI se evidenció que de 1995; 60(supl 3):40.
71 pacientes con úlcera péptica, como causa Mertz HR, WalshJH. Fisiopatología de la úlcera péptica.
de hemorragia gastrointestinal alta, 32 (45%) Clin Med N Am 1991; 4:847-863.
ameritaron hospitalización; de ellos 37.5% se Richardson CT. Role of aggressive factors in the patho-
sometió a escleroterapia, 9.4% a escleroterapia genesis of peptic ulcer disease. ScandJ Gastroenterol
y operación, 15.6% a intervención quirúrgica y 1990; 25 (supl 174) :37-43.
37.5% sólo a tratamiento médico; la incidencia Rubin W. Tratamiento médico de la úlcera péptica. Clin
y mortalidad fue mayor en sujetos de edad avan­ Med N Am 1991; 4:1033-1051.
zada. Otras complicaciones posibles son perfo­ Sipponen P. Helicobacter pylori and chronic gastritis:
ración, penetración a una viscera contigua y an increased risk of peptic ulcer? A review. S c a n d J
obstrucción de la salida gástrica en caso de úl­ Gastroenterol 1991; 186:6-10.
cera en el antro distal. Solí AH. Ulcera gástrica, d u o d e n a l y por estrés. En
Sleisenger MH, Fordtran JS ( e d ) . Enfermedades
gastrointestinales, 5a. ed. Buenos Aires: Paname­
PRONOSTICO
ricana S.A. 1994:562-591.
El pronóstico suele ser bueno para la vida y la Sonnenberg A. Factors which iníluences the incidence
función en el caso de la úlcera gástrica benig­ and course of peptic ulcer. Scand J Gastroenterol
na. Sin embargo, puede empeorar en pacien­ 1988;23(supl 155):119-140.
tes de edad avanzada, con enfermedades cróni­
cas concomitantes o en ambos.
Cáncer gástrico
Dr. Luis Sigler Morales
Dr.José Luis Ibarrola Calleja
Dr. Roberto Blanco Benavides

INTRODUCCIÓN I a la IV. Ambas clasificaciones tienen asimismo


utilidad pronostica.
El cáncer gástrico es el crecimiento desordena­
do de células de u n a estructura de la p a r e d
gástrica capaz de invadir órganos adyacentes y CAUSAS
metastizar a distancia.
En países con alta incidencia se c o n s u m e n die­
Esta neoplasia se manifiesta c u a n d o llega a
tas ricas en hidratos de carbono, p e r o pobres
etapas avanzadas, con lo cual deja ya pocas
en grasa, fruta fresca y vegetales. Se ha comen­
posibilidades de curación. Esto ha motivado que
tado también q u e algunas sustancias carcinóge­
en países c o m o Japón, d o n d e existe u n a alta
nas p u d i e r a n estar en los alimentos o en los
incidencia, se investiguen procedimientos para
aditivos. En J a p ó n , nación con u n a elevada fre­
detectarlo en forma t e m p r a n a y se estudie su
cuencia de este tumor, la base de la alimenta­
c o m p o r t a m i e n t o biológico, que ha variado con
ción es el arroz, cubierto con azúcares y talco;
el transcurso de los años; p o r ejemplo, en Esta­
este talco tiene u n a estructura química similar
dos U n i d o s se ignora p o r qué ha disminuido su
a los asbestos. Los alimentos a h u m a d o s contie­
frecuencia.
nen b e n z o p i r e n o y nitrosaminas q u e tienen un
Es u n a e n f e r m e d a d que aparece en la edad cierto efecto carcinógeno d e m o s t r a d o experi-
avanzada. Después de la sexta década afecta más mentalmente.
a personas q u e ingieren alimentos a h u m a d o s ,
Se c o n o c e n c o m o p r e c u r s o r e s del cán­
salados o embutidos. Guarda estrecha relación
cer gástrico los siguientes trastornos: aclorhi-
r o n el g r u p o s a n g u í n e o A, con tendencias fa­
dria, gastritis crónica, p ó l i p o s gástricos, re­
miliares o nivel socioeconómico bajo, con cier­
sección gástrica previa y, de un m o d o discu­
tos oligoelementos del suelo y con la raza. Se
tible, la úlcera gástrica.
observa u n a mayor incidencia en individuos con
anemia perniciosa.
El cáncer gástrico es la neoplasia más fre­ Aclorhidria
cuente del tubo digestivo; p r e d o m i n a en el sexo
masculino 3 a 1. Se ha e n c o n t r a d o en pacientes C u a n d o existe este factor el paciente está ex­
de 20 años y en mayores de 80, p e r o predomi­ puesto tres o cuatro veces más a p a d e c e r cán­
nan los c o m p r e n d i d o s entre 50 y 70. El mayor cer gástrico respecto de la población general,
n ú m e r o de casos ocurre en Japón, Chile, Aus­ riesgo que se eleva hasta siete veces si además
tria. Finlandia, Alemania Federal y, en m e n o r cursa con anemia perniciosa.
n ú m e r o , en Canadá. Malasia y Australia.
Para establecer criterios de tratamiento se Gastritis crónica
emplea la clasificación TNM; la letra T significa
tumor, N n o d u l o s o ganglios linfáticos v M Se la considera como precursor del cáncer va
metástasis. También se clasifica por etapas de la que ambos suelen estar relacionados. Además.
Capítulo 14 • Cáncer gástrico 99

por lo regular se vincula también con aclorhidria se comunican entre sí y, a través de los linfáti-
e inclusive con metaplasia intestinal. cos intramurales, con el esófago y el duodeno.
De las redes subserosas proceden troncos que
Pólipos gástricos drenan a los ganglios situados en grupos rela-
cionados con los vasos sanguíneos del estóma-
Estos tumores benignos son sospechosos de go: arterias coronaria estomáquica, esplénica,
sufrir cambios premalignos cuando son múlti- hepática y gastroepiploica. Por los linfáticos del
ples y su pedículo es ancho, como en el adeno- mediastino pueden llegar hasta la región supra-
ma velloso. clavicular (ganglio de Virchow).

Estómago operado Invasión directa


Cuando se extirpa una porción del estómago El cáncer gástrico también puede invadir direc-
por causas benignas o malignas, se ha visto que tamente a los órganos contiguos: páncreas, co-
el muñón gástrico residual puede ser asiento lon, vías biliares, hígado, diafragma, epiplón.
de una neoplasia primaria. Se cree que el reflu- La diseminación transperitoneal produce me-
jo biliar modifica el pH gástrico que de alguna tástasis en las superficies serosas, incluyendo
manera favorece la carcinogenia. fondos de saco pélvico (plastrón de Blummer)
y en las mujeres puede dañar los ovarios (Kru-
Relación con Helicobacter pylori kenberg).
Hasta la fecha la relación con cáncer parece ser
sólo coincidente. Vía hematógena
En etapas avanzadas la diseminación por esta
ANATOMÍA PATOLÓGICA vía ocasiona metástasis a cualquier parte del
organismo (pulmón, hueso, cerebro, suprarre-
Las lesiones gástricas malignas se localizan de nal, entre otros).
acuerdo con su frecuencia en la región prepiló-
rica (48%), en la curvatura menor (20%), en el
cardias (11%) y en el fondo y la curvatura ma- ASPECTO MICROSCÓPICO
yor (10%). Algunos tumores tienen tal exten-
sión que no es posible definir el sitio de origen. La mayoría de los cánceres gástricos es del tipo
Macroscópicamente son polipoideos o fungan- adenocarcinoma; es menos común encontrar
tes, ulcerados o penetrantes, y los que infiltran linfomas, sarcomas u otros. Borrmann clasificó
la pared gástrica y originan la llamada linitis en 1926 las lesiones gástricas en cuatro grupos:
plástica. El tamaño del tumor varía desde unos a) polipoide, b) ulcerado, c) ulcerado con inva-
cuantos milímetros hasta más de 20 cm; cuan- sión y d) carcinoma difuso.
do se ulcera provoca hemorragia, casi siempre En 1965 Laurén señaló que el mismo tu-
moderada, y su localización tiene distintas ma- mor puede mostrar aspectos histológicos dife-
nifestaciones clínicas. rentes en varios sitios de la neoplasia y los divi-
En 1972 la Sociedad Japonesa de Endosco- dió en variedad intestinal, variedad difusa y
pia Gastroenterológica definió el carcinoma mixtos. La Sociedad Japonesa de Endoscopia
gástrico temprano como una anomalía que le- Gastroenterológica clasificó el cáncer gástrico
siona la mucosa, la submucosa del estómago, o temprano en:
ambas, sin llegar a la capa muscular. Estos tu-
mores pueden generar o no metástasis ganglio- • Tipo I. Protrusivo. Es un carcinoma polipoi-
nares. El término carcinoma in situ se usa para de menor de 2 cm, irregular y a veces ulce-
la neoplasia limitada al epitelio de la mucosa, rado.
sin invasión de la lámina propia; en estos casos • Tipo II. Superficial.
no hay metástasis. Ha. Elevado. Surge como una elevación de
Se conocen varias vías de diseminación. la mucosa gástrica que no desaparece
al insuflar el estómago.
Linfáticas Ilb. Plano. Aparece como una decoloración
de la mucosa.
El estómago tiene redes linfáticas en la muco- lie. Deprimido. Consiste en un área irre-
sa, submucosa, intermuscular y subserosa que gular, deprimida, con rotura de plie-
100 Tubo digestivo medio

gues, enrojecimiento de márgenes y Muy rara vez el e n f e r m o cursa asintomático


áreas de hemorragia. Es la forma más hasta el m o m e n t o de las metástasis a b d o m i n a ­
común de cáncer temprano y con fre­ les o extraabdominales. En m e n o s de 10% de
cuencia ocurre con el tipo III. los pacientes con cáncer p u e d e ocurrir hemorra­
• Tipo III. Ulcerado o excavado. Lesión ulce­ gia o perforación q u e obliga a u n a intervención
rosa que puede ser indistinguible de otras de urgencia. U n o de los tumores que más a me­
úlceras. n u d o se ulcera y sangra es el leiomiosarcoma.
En las etapas iniciales no existen manifes­
taciones propias. P u e d e n a p a r e c e r signos de
PATOGENIA anemia crónica, desnutrición, p é r d i d a de peso
o dolor a la palpación del epigastrio. C u a n d o
Los factores etiológicos ocasionan la aparición
los tumores alcanzan un t a m a ñ o mayor es posi­
del cáncer, el cual crece sin manifestaciones
ble palparlos c o m o masas firmes en el epigas­
hasta alcanzar dimensiones macroscópicas. En
trio, desplazables o no, y p u e d e n transmitir la
este m o m e n t o o c u p a parte de la luz gástrica o
pulsación aórtica.
infiltra la pared; sufre la acción de la secreción
Otras veces se aprecian manifestaciones de
gástrica y p u e d e ulcerarse y causar hemorragia;
metástasis al h í g a d o , ovario, pelvis, ganglios
afecta la motilidad y secreción, que se manifies­
supraclaviculares o ascitis.
tan p o r rigidez en estudios radiográficos; inva­
de órganos adyacentes y plexos nerviosos y oca­
siona dolor. DIAGNOSTICO
La p é r d i d a hemática y la anorexia produ­
El diagnóstico clínico t e m p r a n o se basa en un
cen anemia. C u a n d o obstruye el píloro impide
gran índice de sospecha, particularmente en el
el vaciamiento gástrico y distiende el estómago;
g r u p o de pacientes de alto riesgo. La astenia,
esto causa vómitos q u e a su vez propician u n a
adinamia, vómito, disfagia y los signos clínicos
mayor carencia nutricional. Metastiza a distan­
del tumor, c o m o masa palpable, h e p a t o m e g a -
cia y provoca insuficiencia orgánica, a veces
lia, ictericia o ganglios palpables, indican un
múltiple.
grado avanzado de la neoplasia.

CUADRO CLÍNICO Estudios radiológicos

Los síntomas iniciales son inespecíficos, p o r lo Si el t u m o r se advierte en la serie esofagogas-


q u e el paciente y el médico no siempre t o m a n t r o d u o d e n a l se trata p o r lo general de un esta­
en consideración la posibilidad de u n a neo- do avanzado (fig. 14-1). Las imágenes p u e d e n
plasia. ser exofíticas, ulceradas o infiltrantes, y también
En u n a serie de más de 1 000 casos de cán­ localizadas o difusas. La capacidad gástrica se
cer gástrico se observaron, en o r d e n de frecuen­ reduce y p u e d e presentarse rigidez de la p a r e d
cia, p é r d i d a de peso, dolor epigástrico, vómito, con ausencia de peristaltismo. C u a n d o un tu­
s í n t o m a s g e n e r a l e s (fatiga, fiebre, p l e n i t u d , m o r se ulcera no hay confluencia de pliegues,
aversión a la carne, halitosis), disfagia, náusea, como en las úlceras benignas, ni e d e m a en los
debilidad, eructos, hematemesis, regurgitación márgenes de la úlcera. En ocasiones se apre­
y anemia. cian imágenes por compresión de la curvatura
Ocasionalmente los síntomas se relacionan mayor secundarias a metástasis ganglionares en
con el sitio del t u m o r en el estómago. Así, un los linfáticos de la cadena gastroepiploica. En
t u m o r del cardias p r o d u c e disfagia de un m o d o la etapa inicial la linitis plástica p u e d e ser difí­
t e m p r a n o ; un t u m o r q u e obstruye el píloro cil de diagnosticar y es la fluoroscopia la q u e
ocasiona retención gástrica con vómitos frecuen­ señala escasa distensibilidad del estómago.
tes. Por desgracia, los tumores de c u e r p o y fon­ C u a n d o la tumoración está en el cardias
do r e q u i e r e n a veces un t a m a ñ o mayor para ocasiona estenosis con dificultad al paso del
provocar síntomas. Otras ocasiones un cáncer medio de contraste (fig. 14-2), estenosis q u e
ulcerado del estómago p r o d u c e síntomas pare­ d e b e ser distinguida de afecciones p é p t i c a s
cidos a los de la úlcera péptica; si el paciente estenosantes e incluso de compresiones extrín­
recibe tratamiento antiulceroso y mejora tem­ secas. Las lesiones pilóricas motivan gran dila­
p o r a l m e n t e se retrasa la o p o r t u n i d a d del diag­ tación gástrica (estómago retencionísta) e in­
nóstico o p o r t u n o y tratamiento a d e c u a d o . cluso úlceras secundarias a estasis gástrica. A
Capítulo 14 • Cáncer gástrico 101

Fig. 14-1. Estudio baritado que muestra un estómago pequeño con paredes rígidas; sugiere linitis plástica.

veces es difícil diferenciar un t u m o r estenosante do también es útil para identificar metástasis


de la cicatriz retráctil de u n a úlcera (figs. 14-3 hepáticas o ganglionares.
y 14-4).
Las técnicas de doble contraste (aire y ba­ Endoscopia
rio) p e r m i t e n identificar lesiones pequeñas con
mejor o p o r t u n i d a d de tratamiento. Es el m é t o d o con mayor sensibilidad para diag­
La tomografía axil computadorizada (TAC) nosticar las lesiones tempranas. Actualmente se
es de gran utilidad para estimar el t a m a ñ o o cuenta con instrumentos flexibles que permi­
invasión de los tumores gástricos. El ultrasoni­ ten observar todas las áreas del estómago. Con

Fig. 14-2. Adenocarcinoma avanzado del cardias que invade el esófago distal. Esofagogastrectomía paliativa con
supervivencia de 2 años.
102 Tubo digestivo medio

Bulbo duodenal

Neoplasia

Fig. 14-3. Cáncer gástrico de curvatura mayor. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.

este procedimiento es posible identificar lesio- debido a la gran frecuencia de tumores gástri-
nes menores de 2 cm y confirmar así el carcino- cos, existen programas de detección oportuna
ma temprano o incipiente. del cáncer que incluyen endoscopia semestral
Cuando el estudio se practica en etapas a personas mayores de 40 años. Esto ha permi-
avanzadas las anomalías son obvias: úlcera exo- tido identificar y tratar malformaciones tempra-
fítica, infiltración, áreas de necrosis o hemo- nas con supervivencia a cinco años en más del
rragia. 80%, lo que contrasta con otros países donde el
En los últimos años se ha utilizado el ultra- costo de tales programas es una limitante. Tam-
sonido transendoscópico para señalar con ma- bién, en manos de los japoneses, la fotografía
yor precisión el grado de invasión de la pared intragástrica se ha empleado en programas de
del estómago. investigación masiva del cáncer.

Biopsia transendoscópica Exámenes de laboratorio


Toda lesión ulcerosa gástrica debe someterse a En dos terceras partes de los pacientes se pre-
biopsias múltiples y, de ser necesario, a cepilla- senta anemia por deficiencia de hierro. La dis-
do y frotis. Estas técnicas establecen el diagnós- minución de albúmina, sodio, cloro, potasio,
tico de neoplasia en casi 100%. Para asegtirar tiempo de protrombina, calcio, y otros, indica
el estudio adecuado debe tomarse un mínimo trastornos por ingestión pobre o por vómitos
de seis biopsias. frecuentes.
En casos de neoplasia submucosa las capas Las determinaciones del pH gástrico pue-
más superficiales están íntegras y la sospecha den ser normales o mostrar hipoclorhidria.
se origina al observar elevaciones. En Japón, Cuando se advierten metástasis ganglionares al
Capítulo 14 • Cáncer gástrico 103

Estómago
Bulbo
duodenal

Bulbo Estómago
duodenal

Cáncer gástrico

Cáncer
gástrico

Fig. 14-4. Cáncer gástrico en curvatura mayor. Véanse los pliegues paralelos a la lesión. (Cortesía del Dr. Vargas
Domínguez.)

hilio hepático puede haber hiperbilirrubinemia el tumor se localiza en la porción distal se efecúa
con un patrón obstructivo. una hemigastrectomía, dejando cuando menos
En cánceres avanzados las pruebas del fun­ 6 cm de límite entre el tumor y la sección gás­
cionamiento hepático pueden sugerir metásta­ trica; para eliminar los ganglios regionales se
sis parenquimatosas. En un 66% de los pacien­ practica adicionalmente omentectomía. En las
tes con cáncer gástrico está elevado el antígeno porciones proximales se realiza una hemigas­
carcinoembrionario, lo cual tiene valor pronós­ trectomía proximal o gastrectomía total. La
tico. extirpación del bazo puede ser conveniente en
el transoperatorio, pero es controversial en
TRATAMIENTO cuanto a su utilidad a largo plazo. La mortali­
dad operatoria de la gastrectomía total es cer­
La única oportunidad de erradicar el cáncer cana a 10%.
gástrico es la resección quirúrgica, cuando las En casos de obstrucción o hemorragia, la
condiciones locales no están muy avanzadas. Si resección gástrica puede ser útil como procedi-
104 Tubo digestivo medio

miento paliativo. Rara vez se practica sólo una BIBLIOGRAFÍA


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varse control estricto de los pacientes con gas­ Suehiro S, Nagasave N, Ogawa Y y col. The negative
tritis crónica y con anemia perniciosa. El médico effect of splenectomy on the prognosis of gastric
debe estar atento para descartar el padecimien­ cáncer. Am J Surg 1984; 148:645-648.
to, sin conformarse con diagnósticos impreci­ Vallejo M. Cáncer gástrico: conceptos actuales. Cir Gen
sos, como el de gastritis. 1996; 18:38-46.
Tumores gástricos
benignos
Dr. Federico Roesch Dietlen

INTRODUCCIÓN CLASIFICACIÓN
Los tumores gástricos benignos son neoplasias La nomenclatura utilizada para describir los
originadas en diversas estructuras histológicas diferentes tipos de tumores gástricos es muy
de la pared del estómago y cuya naturaleza y variada y a menudo suscita confusión.
evolución es de curso habitualmente benigno, Hasta 1977 la clasificación aceptada era la
aunque en ocasiones pueden presentar cambios propuesta por la Organización Mundial de la
histológicos y transformarse en tumores malig­ Salud, que considera dos grandes variedades de
nos, como en el caso específico de los pólipos, tumores: los localizados en tejido epitelial y los
entre otros. de origen mesenquimatoso (no epiteliales)
Hasta antes del empleo de la gastroscopia, (cuadro 15-1). Sin embargo, en fecha reciente
las neoplasias benignas del estómago eran in­
formadas como muy poco frecuentes, casi siem­
Cuadro 15-1. Clasificación de los tumores gástricos
pre descritas como hallazgos durante explo­
de la Organización Mundial de la Salud
raciones radiológicas o durante operaciones
practicadas por otras indicaciones clínicas; esto Tumores de origen epitelial:
se debía a los escasos o nulos síntomas que pro­ Adenomas
ducen. Pólipos hiperplásicos
Poliposis difusa
Sin embargo, con el uso de la gastroscopia Poliposis juvenil
el número de casos descritos se incrementó Síndrome de Peutz-Jeghers
considerablemente. Síndrome de Gardner
Como ya se mencionó, son tumoraciones Síndrome Cronkhite-Canadá
Quistes gástricos
poco frecuentes y su incidencia es difícil de Páncreas ectópico
precisar; depende sobre todo del material que Adenomioma
se analice. Por ejemplo, en series de necropsia, Teratomas
se ha comunicado una frecuencia que oscila Otras atipias
entre 0.3 y 0.6%. En estudios realizados por Tumores de origen mesenquimatoso (no epiteliales):
endoscopia o con estudios radiológicos de do­ Tumores de músculo liso
Tumores neurógenos
ble contraste la frecuencia de estas lesiones es Tumores vasculares
de 1.5 a 1.7 por ciento. Lipomas
Muchos autores, no obstante, están de Fibromas
acuerdo en que su frecuencia es más elevada y Mioblastomas
Granulomas eosinofílicos
que pueden identificarse hasta en 5% de los Seudolinfomas (hiperplasia linfoide)
pacientes que refieren síntomas en el epigas­ Otros tumores no epiteliales
trio.
105
106 Tubo digestivo medio

París formuló u n a nueva clasificación que agru­ m u s c u l a r p r o v e n i e n t e de la m u s c u l a r de la


pa las neoplasias en tumores benignos verdade­ mucosa y en el 3 al 5% o c u r r e n alteraciones
ros y disgenésicos (cuadro 15-2). malignas adenomalosas, sobre todo en lesiones
mayores de 2 cm de diámetro.
A N A T O M Í A PATOLÓGICA C u a n d o se observan n u m e r o s o s pólipos a
lo largo de la mucosa gástrica se les d e n o m i n a
Los pólipos gástricos son las anomalías neoplá- poliposis difusa, que p u e d e presentarse tanto
sicas benignas más c o m u n e s del estómago, con en las lesiones hiperplásicas c o m o en las ade-
u n a frecuencia de 40% respecto del resto de nomatosas y, a diferencia de los pólipos únicos,
las lesiones. Se p u e d e considerar la existencia la malignización se presenta basta en un 20 p o r
de dos variedades: los a d e n o m a s y los pólipos ciento.
hiperpíásicos. Se llama s í n d r o m e de poliposis juvenil al
Los pólipos gástricos son lesiones que cre­ trastorno en el que los pólipos se ubican ade­
cen a partir de la mucosa gástrica; por lo gene­ más en el intestino delgado y en el colon. Al
ral se e n c u e n t r a n en el a n t r o y su t a m a ñ o varía igual que los otros, los pólipos están compues­
e n t r e 0.5 y 3 cm. Su patrón histológico corres­ tos p o r epitelio e s e n c i a l m e n t e n o r m a l , con
p o n d e al del epitelio superficial de la mucosa, marcada dilatación quística de las glándulas y
con inflamación y erosión superficial frecuen­ separación de los túbulos p o r tejido conectivo
te. El estroma contiene bandas de tejido fibro- proveniente de la lámina propia.
El síndrome de Peutz-Jeghers se caracteri­
za por la existencia de poliposis gastrointesti­
nal difusa relacionada con depósitos de mela-
Cuadro 15-2. Clasificación de París de los tumores nina en la piel cerca de la mucosa de la boca y
gástricos labios. La posibilidad de malignización también
Tumores epiteliales
es baja.
Pólipos verdaderos (adenomas) El segundo t u m o r más frecuente del estó­
Pólipos hiperpíásicos mago es el leiomioma. Esta es u n a malforma­
Tumores vellosos ción del músculo liso que p u e d e n tener su ori­
Tumores carcinoides
gen en la capa muscular gástrica, en la muscu­
No epiteliales lar de la mucosa o en el músculo de las p a r e d e s
Musculares
teiomiomas
de los vasos sanguíneos. Macroscópicamente los
Tumores mioides leiomiomas parecen formaciones bien encap-
Nerviosos suladas, de color rojizo, de consistencia elásti­
Schwannomas ca, recubiertas de mucosa a p a r e n t e m e n t e nor­
Neurofibromas mal, a m e n u d o con u n a ulceración central. Su
Adiposos
Lipomas
t a m a ñ o fluctúa e n t r e 0.5 y 13 cm, el sitio de
Vasculares implantación es el c u e r p o y el a n t r o gástricos y
Hemangiomas su crecimiento p u e d e observarse tanto hacia la
Hemangiopericitomas luz c o m o hacia la serosa peritoneal. A nivel his­
Linfangiomas tológico están constituidos p o r células muscu­
Tumores glómicos
Conjuntivos
lares lisas, bien diferenciadas y tejido conjunti­
Fibromas vo en cantidad diversa. La d e g e n e r a c i ó n malig­
Histiocitomas na es variable según las diferentes series esta­
Linfoides dísticas publicadas, p e r o en general es baja.
Seudolinfomas
Complejos Los lipomas representan del 3 al 5% de los
Combinación de varios tipos tumores benignos gástricos; desde el p u n t o de
Tumores disgenésicos vista macroscópico son minoraciones lisas, de
Teratomas consistencia blanda, sésiles o pediculadas, con
Hamartomas ulceración central, conformadas en su totalidad
Adenomas
por tejido adiposo normal.
Quistes gástricos
Hamartoma mioepitelial Los tumores n e u r ó g e n o s son raros; su fre­
Coristomas cuencia es del 1 al 3% de los tumores gástricos.
Páncreas aberrante Son lesiones encapsuladas, s u b m u c o s a s , con
Inclusiones brunnerianas apariencia nodular q u e c o n t i e n e n fibras de te­
Inclusiones lieberkühnianas
j i d o nervioso.
Capítulo 15 • Tumores gástricos benignos 107

PATOGENIA DIAGNOSTICO
En general, las neoplasias benignas del estóma­ Los estudios más importantes para el diagnósti­
go son lesiones que hacen procidencia en la luz co de las neoplasias gástricas son la endoscopia
del órgano, desplazando la mucosa en su creci­ y los procedimientos radiológicos. Aunque las
miento progresivo. lesiones se diagnostiquen radiológicamente,
Su ubicación es variable y, dependiendo de siempre es conveniente realizar una endosco­
su cercanía con el píloro, pueden provocar pia para confirmar su presencia, obtener datos
cuadros de obstrucción. Cuando son de gran directos de la fisonomía de las lesiones y efec­
tamaño pueden comprimir la mucosa y ocasio­ tuar biopsia para establecer su naturaleza histo­
nar necrosis y erosión de algún vaso sanguíneo, lógica.
con hemorragia resultante. Otra ventaja de la endoscopia sobre los es­
tudios radiográficos es su capacidad de identifi­
car lesiones pequeñas menores de 5 mm de
CUADRO CLÍNICO diámetro, incluso si aquéllos emplean métodos
La expresión clínica de los tumores benignos de doble contraste o de dilución. Se ha demos­
del estómago está subordinada a tres factores: trado plenamente que la endoscopia detecta
a) tamaño del tumor, b) localización y c) natu­ estas lesiones en estudios radiológicos interpre­
raleza histológica. tados como normales.
Casi todos son asintomáticos y es práctica­ Endoscópicamente los pólipos son más fá­
mente imposible reconocer su existencia hasta ciles de diagnosticar ya que se proyectan hacia
en 50% de los casos. Por lo regular se descu­ la luz gástrica y son susceptibles de biopsia (de
bren en forma incidental durante estudios en- diversas áreas de la lesión). Además se puede
doscópicos y radiológicos o durante una inter­ realizar Papanicolaou del contenido gástrico o
vención quirúrgica por otras indicaciones. de los detritos celulares obtenidos por cepilla­
Cuando aparecen los síntomas el más fre­ do de las lesiones para descartar malignidad.
cuente es el dolor, habitualmente semejante al En cambio, las neoplasias de tejido mesen-
del síndrome dispéptico, que guarda relación quimatoso son a veces difíciles de identificar con
con la ingestión de alimentos. claridad; esto se debe a que la mucosa que las
Otro síntoma que puede aparecer es la recubre es completamente normal, excepto
hemorragia gastrointestinal, en forma de mele­ cuando la tumoración ha presionado lo suficien­
na y en ocasiones de hematemesis, cuando la te para ocasionar necrosis o ulceración. En es­
tos casos ayuda la apariencia blanda y el despla­
mucosa que cubre al tumor submucoso se ero­
zamiento de los tumores con los movimientos
siona. Esta complicación se presenta más a
peristálticos.
menudo en los tumores de tejido muscular o
neurógeno. En todo caso, debe intentarse practicar la
En pacientes que tienen tumores polipoi- biopsia profunda de las lesiones, sobrepasando
des en el antro gástrico, los pólipos pueden la submucosa, para obtener tejidos representa­
prolapsarse a través del píloro hacia el duode­ tivos del tumor. Cuando existe ulceración o
necrosis deben efectuarse múltiples tomas del
no debido a la actividad peristáltica y producir
borde de las mismas.
obstrucción pilórica intermitente con vómitos
de retención consecuentes.
Otras veces, cuando existen tumores de DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
gran tamaño localizados en el cuerpo o fondo
gástrico, puede presentarse sensación de pleni­ Es importante establecer el diagnóstico diferen­
tud posprandial y molestias abdominales altas. cial de las lesiones benignas del estómago para
La exploración física, en la gran mayoría su adecuado tratamiento. En primera instancia,
de los casos, es completamente negativa; sin debe conocerse su constitución histológica para
embargo, ocasionalmente se pueden palpar especificar la estirpe de la malformación. Pero,
masas en el epigastrio o en el cuadrante supe­ sobre todo, en segundo lugar, debe determinar­
rior derecho, sobre todo en pacientes delgados. se con precisión si se trata de una lesión benig­
También se puede observar palidez de na o maligna, en especial si es el caso de póli­
mucosas y tegumentos debido al agotamiento pos gástricos.
del hierro sérico por la pérdida de sangre a nivel En 1974 Yamada describió cuatro tipos de
microscópico. lesión tomando en cuenta su elevación y tama-
108 Tubo digestivo medio

ñ o . Las del tipo I h a b i t u a l m e n t e eran benignas d u o d e n o ; casi siempre son tumoraciones pe-
v c o r r e s p o n d í a n a lesiones p e q u e ñ a s , poco ele­ diculadas.
vadas; los grados III y IV, en un 30% de los ca­ C u a n d o las neoplasias son de gran t a m a ñ o
sos, coincidían con neoplasias malignas (mayo­ p u e d e n desplazar la mucosa gástrica y causar
res de 20 m m ) , sobre todo si las lesiones son en su cúspide lesiones necróticas o ulceracio­
sésiles. nes; éstas a su vez p u e d e n originar hemorragias
v producir anemia.
TRATAMIENTO F i n a l m e n t e , sobre t o d o en los casos de
pólipos, existe la posibilidad de malignización.
Las neoplasias gástricas benignas d e b e n extir­
parse quirúrgicamente. En la actualidad, gra­
cias a la endoscopia, la mayoría de las neopla­ PRONOSTICO
sias de la mucosa p u e d e resecarse por esta vía En general, el pronóstico de las lesiones gástri­
m e d i a n t e polipectomía transendoscópica. cas benignas es favorable, p e r o es necesario
Sin embargo, deben tomarse ciertas precau­ enfatizar que una vez establecida su existencia
ciones. Es r e c o m e n d a b l e o b t e n e r biopsias múl­ deben extirparse quirúrgicamente. En n u m e r o ­
tiples del tejido extirpado para detectar la posi­ sos estudios publicados la malignización es u n a
bilidad de un carcinoma in situ y estudiar muy posibilidad hasta en un 30 a 50% luego de pe­
bien la base de implantación, cerca ele la línea riodos de 10 años de evolución posteriores al
de resección. C u a n d o éste es el caso, d e b e revi­ diagnóstico.
sarse poco tiempo después, mediante endosco­
pia, el sitio de la mucosa resecado y tomar biop­
sias múltiples de las zonas adyacentes para co­ PROFILAXIS
r r o b o r a r q u e no existan implantes de tejido
maligno. Si esto se confirma, se practica resec­ No existe prevención primaria. Si se descubre
ción gástrica p o r intervención quirúrgica abier­ u n a lesión gástrica benigna d e b e procederse a
ta. En caso negativo se establece una vigilancia su extirpación quirúrgica, particularmente si se
c o n t r o l a d a del paciente m e d i a n t e revisiones trata de lesiones polipoides de la mucosa gástri­
endoscópicas periódicas del sitio de la lesión ca, ya que existe el riesgo de presentar un ade-
primaria. nocarcinoma gástrico.
Las anomalías polipoides que p u e d e n rese­
carse por esta vía d e b e n ser m e n o r e s de 5 cm BIBLIOGRAFÍA
de diámetro; c u a n d o son mayores se extirpan
con p r o c e d i m i e n t o s de cirugía abierta. Alista NJ, Galindo VR, Olivera MM y col. Tumores
El mismo criterio d e b e emplearse para los diferentes al carcinoma gástrico. I''.n Villalobos [J
tumores no epiteliales; si éstos son p e q u e ñ o s y (ed). Gastroenterología, la. ed. F.d. Méndez. Otero
pediculados p u e d e n resecarse eficazmente p o r 1993:335.
endoscopia. No obstante, en este tipo de neo­ Chantar C, Rodés J. ruinóles benignos del estómago.
plasias se debe ser muy cuidadoso ya que el corte En Enfermedades fiel aparato digestivo. Ed. Intera-
profundo p u e d e ocasionar u n a hemorragia in­ mericana-McGraw Hill 1991:131.
controlable o causar u n a perforación gástrica. Davis DR. Neoplasias del estómago. En Sleisengei-
Por esta razón es preferible la modalidad qui­ Fordtran (ed). Enfermedades gastrointestinales, 5a.
rúrgica abierta en el caso de lesiones submuco- ed. Panamericana 1994:781.
sas de m e d i a n o a gran t a m a ñ o , sea por resec­ Hughes RW. Gastric polvps and polypetomy. Rationale
ción del t u m o r o por gastrectomías parciales. lechnique and complications. Gastrointest Endose
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tinal canter in fainilial adenomatous polyposis. Lan­
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estómago g u a r d a n relación directa con la loca- Lavcrgne A, Brouland JP, Eaunay E y col. Múltiple lym-
lización, presencia de necrosis o ulceración y phomatous polyposis of the gastrointestinal tract.
con el riesgo potencial de malignización. Cáncer 1994; 71:152.
Si asientan en el a n t r o gástrico p u e d e n Makamnra T, Nakamo (.. I listopatological elassilication
ocasionar cuadros de obstrucción pilórica inter­ and malignant change in gastric polvps.) Clin l'athol
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Capítulo 15 • Tumores gástricos benignos 109

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Síndromes debidos
a cirugía gástrica
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN años d e s p u é s el p r o p i o Billroth modificó la


operación, u n i e n d o ahora el m u ñ ó n gástrico
Estos son un conjunto de enfermedades que con el yeyuno (fig. 16-1); a esta variante se la
a p a r e c e n en pacientes sometidos a cualquier conoce c o m o Billroth II.
intervención quirúrgica que modifique la ana­ Después se h a n utilizado otras técnicas
tomía y la fisiología del estómago. quirúrgicas. Las más conocidas son la vagotomía
Los procedimientos quirúrgicos gástricos se superselectiva, vagotomía selectiva, antrectomía
h a n e m p l e a d o para tratar algunos padecimien­ más vagotomía y gastrectomía total (fig. 16-2).
tos, c o m o la úlcera péptica o el cáncer. La pri­ Todos estos p r o c e d i m i e n t o s q u i r ú r g i c o s
m e r a resección con éxito la llevó a cabo T h e o - modifican la anatomía y fisiología del estóma­
d o r Billroth, quien en 1881 realizó u n a gastrec- go. Esta es la razón por la cual 2 5 % de los pa­
tomía parcial en un paciente con cáncer, unien­ cientes operados sufre molestias q u e p u e d e n
do el estómago con el d u o d e n o (Billroth I). Tres llegar a ser graves en 5% de los casos. O t r o s

Billroth I Billroth II Muñón


gástrico
Muñón
gástrico

Duodeno

Duodeno

La zona sombreada ha Unión gastro-


sido resecada en ambas yeyunal
A
B

Fig. 1 6 - 1 . Operaciones efectuadas por Billroth. A, anastomosis gastroduodenal. B, anastomosis gastroyeyunal.


Capítulo 16 • Síndromes debidos a cirugía gástrica 111

Nervio
vago
Esófago cortado

Yeyuno

Vagotomia
troncular
y
Gastroyeyunoanastomosis Gastrectomía piloroplastia
total

Nervio vago
cortado

Vagotomía Sólo se cortan


troncular y ramas que van
antrectomía a cuerpo y fondo
gástrico
Vagotomía selectiva
se conserva la rama
hepática y celiaca, se cortan
los ramos gástricos, se hace Vagotomía
piloroplastia supraselectiva

Fig. 16-2. Diferentes tipos de operaciones gástricas.

pacientes pueden padecer los síntomas por el SÍNDROME DE MALABSORCION


resto de sus vidas; además, el 1% tiene tantos
problemas posoperatorios que se los considera Definición
lisiados gástricos.
En los últimos años se redujo el número de Son los síntomas y signos producidos por la
pacientes operados del estómago gracias a los deficiente absorción de alimentos, ocasionada
nuevos medicamentos para tratar la úlcera pép­
tica; por tanto, también descendió la cantidad
de enfermos con síndromes posgastrectomía. Cuadro 16-1. Clasificación de los síndromes posteriores
En cambio, no decrecieron las intervenciones a intervención quirúrgica gástrica
de urgencia por hemorragia, perforación u
obstrucción; esto significa que aún es necesario Metabólicos Síndrome de malabsorción
practicar operaciones amplias, a veces por ciru­ Anemia
Pérdida de peso
janos con poco experiencia, en horarios noc­ Ulcera de boca anastomótica
turnos o fines de semana.
Los síndromes gástricos posquirúrgicos pre­ Motilidad [Diarrea posvagotomía
Gastritis alcalina
dominan en el sexo femenino a pesar de que Vaciamiento rápido
varones y mujeres padecen úlcera péptica en temprano
cifras equivalentes; la frecuencia por cada pa­ tardío
decimiento varía notablemente, como se anota
más adelante. Mecánicos Síndrome de estómago pequeño
Síndrome de asa aferente
Los síndromes pueden dividirse en tres Anastomosis gastroileal
grupos (cuadro 16-1).
112 Tubo digestivo medio

a su vez por cambios anatómicos y fisiológicos nas e hidratos de carbono que transitan por el
del estómago operado. intestino, por lo cual no se absorben y se elimi-
nan con las materias fecales.
Frecuencia Asimismo, los nutrimentos pasan directa-
mente del estómago al yeyuno, mientras las
Se presenta en 25% de los pacientes con resec- secreciones biliar y pancreática todavía están en
ción de dos terceras partes o más del estómago el duodeno; esto propicia que cadenas largas
y es grave en uno de cada diez casos. de lípidos no se conviertan en triglicéridos, que
es la forma en que pueden absorberse. Enton-
Causas ces las cadenas largas de grasas aumentan la
osmolaridad dentro del intestino y atraen agua;
La deficiente absorción se debe a las siguientes también sufren cambios por la flora bacteriana
cinco causas: con producción de gas.
Además, las cadenas de lípidos de 16 a 18
1. Menor ingestión de alimentos por la rápi- carbonos aumentan el peristaltismo intestinal
da plenitud posprandial que, junto con el exceso de líquidos en la luz,
2. Deficiente mezcla de nutrimentos con se- causan diarrea, cuyas evacuaciones contienen
creciones gástricas ya que el estómago se altos niveles de grasas.
vacía rápidamente por la resección del pí- También se dificulta la absorción de las
loro proteínas. Esto se explica, en primer lugar, por
3. Incompleta mezcla de alimentos con secre- el escaso tiempo que pasan los nutrimentos en
ción biliar y pancreática el estómago, además de la insuficiencia pancreá-
4. Mala absorción de hierro, calcio y magne- tica exocrina y, en segundo lugar, por el acele-
sio en las anastomosis gastroyeyunales, pues rado tránsito por el intestino. La albúmina de
no pasan alimentos por el duodeno las paredes intestinales pasa a la luz y la pérdida
5. Poca estimulación del páncreas exocrino ya de proteínas puede llegar a ser tan importante
que el contenido gástrico no transita por el que despigmenta la piel por falta de melanina,
duodeno como sucedió en un caso tratado en el Hospital
General de México (fig. 16-3). En efecto, el
Anatomía patológica paciente (moreno), después de gastrectomía
parcial con anastomosis gastroyeyunal, se des-
En la gastrectomía parcial se reseca al menos pigmentó y se transformó casi en albino con
50% del estómago e incluso hasta el 80%; des- pérdida de 26 kg. Esto decidió su reinterven-
aparece el píloro y el muñón gástrico se une ción para convertir la anastomosis gastroyeyunal
con el duodeno o el yeyuno. El intestino delga- en gastroduodenal, con interposición de un asa
do sufre aplanamiento de vellosidades y desapa- antiperistáltica para retardar el vaciamiento
rición de microvellosidades. En las modalida- gástrico. Con ello recuperó los 26 kg y volvió a
des quirúrgicas tipo Billroth II existe cierto gra- pigmentarse.
do de atrofia pancreática. Este caso constata que prolongar la estan-
cia de los alimentos en el estómago y retardar
Patogenia su paso por el duodeno es suficiente para resti-
tuir la adecuada absorción.
En la gastrectomía se reduce el tamaño del es- Los hidratos de carbono también pueden
tómago y se pierde el píloro, lo cual ocasiona el presentar problemas de absorción, como se
paso rápido del alimento al intestino delgado, demuestra en 20% de los casos con la prueba
sin buena homogeneización ni adecuada mez- de la d-xilosa. El exceso de hidratos de carbono
cla con el ácido o pepsina; además, los nutri- en la luz intestinal eleva la osmolaridad, atrae
mentos no transitan por el duodeno, sitio prin- agua y favorece el desempeño diarreico; de igual
cipal de absorción del hierro, calcio y magne- forma, la acción bacteriana sobre los almidones
sio, y por consiguiente no se estimula la produc- produce gas y flatulencia.
ción de secretina y pancreocimina, hormonas Las vitaminas liposolubles (A, D, K) tam-
que promueven por vía sanguínea la secreción bién son arrastradas al exterior por el tránsito
de enzimas pancreáticas; esto causa insuficien- acelerado y es insuficiente su absorción, ocasio-
cia pancreática exocrina. Dicha insuficiencia nada por los mismos mecanismos explicados
impide la correcta hidrólisis de grasas, proteí- para los lípidos.
Capítulo 16 • Síndromes debidos a cirugía gástrica 113

Fig. 16-3. Despigmentación dos anos después de gastrectomía. Obsérvese el color blanco del pelo y tegumentos;
a la derecha, varios meses después de la corrección quirúrgica, el paciente volvió a la normalidad.

Cuadro clínico hematócrito, además de la demostración de


grasas fecales arriba de 7 g en 24 horas, nitró-
El síndrome evoluciona lentamente e inicia los geno fecal mayor de 2.5 g en 24 horas y prueba
síntomas meses o hasta años después de la in- de d-xilosa menor de 4.5 g en 5 horas.
tervención. Las primeras manifestaciones son Los estudios radiográficos pueden cuan tin-
flatulencia y aumento del número de evacua- car el tamaño del muñón gástrico y el diámetro
ciones, signos que se alternan con épocas de de la boca anastomótica; también pueden re-
normalidad y pérdida gradual de peso. El en- gistrar las características del asa aferente y de
fermo relaciona los síntomas con la comida y los pliegues yeyunales. La endoscopia comprue-
por ello reduce el aporte nutricional, lo cual ba los hallazgos de la radiografía contrastada y
empeora el cuadro. Con el tiempo se manifies- es capaz de identificar gastritis y úlceras margi-
ta la hipoproteinemia con edemas y dolores
nales, además de tomar biopsia.
óseos, causados por la disminución de proteí-
nas de los huesos, y pueden sufrirse inclusive
fracturas patológicas. En esta fase se presenta Diagnóstico diferencial
anemia con palidez, astenia y disnea de gran-
des esfuerzos; la diarrea es más constante y el Debe establecerse respecto de las demás causas
enfermo advierte grasa en las heces. Se observa de malabsorción, como la anastomosis acciden-
mayor susceptibilidad a las infecciones. tal entre estómago e íleon, que se identifica con
A la exploración física se aprecia palidez de el estudio radiológico baritado (fig. 16-4). Tam-
conjuntivas; en abdomen existe timpanismo, bién es necesario descartar parasitosis por Giar-
ruidos peristálticos aumentados y ruidos hidro- dia lamblia mediante pruebas coproparasitoscó-
aéreos audibles a distancia; en miembros infe- picas. Para el estudio de otras causas de malab-
riores hay edema. Esta retención de líquidos sorción se remite al lector al capítulo 21.
puede encubrir la pérdida de peso.
Tratamiento
Diagnóstico
Se inicia con dieta hiperproteica, baja en gra-
Se sospecha por el antecedente de operación sas, con adición de complejo B parenteral y
gástrica; se apoya en el cuadro clínico y se co- hierro; se agregan enzimas pancreáticas en cada
rrobora con la disminución de hemoglobina y alimento, así como suplementos de calcio y
114 Tubo digestivo medio

mortalidad intermedia pues se efectúa en indi-


viduos malnutridos.

Profilaxis
Deben evitarse las operaciones reseccionistas;
si no es posible se administra un aporte nutri-
cional bien equilibrado y se agrega complejo B
intramuscular cada seis meses; se establece vigi-
lancia periódica para detectar síntomas caren-
ciales.

ULCERA RECIDIVANTE

Definición
Es la reaparición de la úlcera después del trata-
miento quirúrgico.

Frecuencia
Ocurre en 1% después de gastrectomía parcial
o vagotomía con antrectomía; se eleva de 4 a
8% posterior a vagotomía troncular, con cifras
similares para la vagotomía superselectiva.

Causas

Fig. 16-4. El estómago está unido al íleon y llena con La úlcera reaparece al persistir la secreción acida
rapidez el colon. y al practicar resección gástrica insuficiente o
vagotomía incompleta. Otra posibilidad es el
síndrome de Zollinger-Ellison, que cursa con
hipergastrinemia por adenoma pancreático que,
minerales por vía oral; a veces ayudan los anti- cuando no es tratado, mantiene altos niveles de
diarreicos y los tranquilizantes. gastrina con gran acidez.
Si no se obtienen buenos resultados en un
periodo razonable se indica la intervención Anatomía patológica
quirúrgica para transformar las anastomosis
gastroyeyunales en gastroduodenales (también La úlcera recidivante se localiza en la boca
puede modificarse interponiendo un asa anti- anastomótica o en el yeyuno, que no está pre-
peristáltica). Existen otras alternativas quirúr- parado para recibir el ácido gástrico; por lo
gicas cuyas descripciones se encontrarán en tra- común es única. La lesión penetra la mucosa
tados de cirugía. hasta la muscular de la mucosa o la capa mus-
cular; en la base hay fibrina y tejido de granula-
Complicaciones ción y está rodeada por zona de edema.
Cuando no se identifica a tiempo o el trata-
Las más importantes son la pérdida de peso y la miento es deficiente, el 15% desarrolla fístula
desnutrición graves que incapaciten o lleven al gastroyeyunocólica, como sucedía regularmen-
fallecimiento. te en décadas pasadas.

Pronóstico Patogenia
El 90% de los pacientes reacciona al tratamien- La recidiva ulcerosa se debe a la acidez excesi-
to con complementos alimenticios y vitamino- va; es decir, los factores agresores superan a los
terapia; el 10% requiere operación con morbi- protectores. El ácido actúa sobre el asa yeyunal,
Capítulo 16 ' Síndromes debidos a cirugía gástrica 115

que no está preparada para recibirlo. En las mediante gastrina sérica. Con la ayuda de la
anastomosis gastroyeyunales llegan las secrecio- endoscopia puede confirmarse el diagnóstico
nes alcalinas procedentes del duodeno y neu- de úlcera y descartar otros padecimientos, como
tralizan la acidez. cáncer del muñón gástrico, gastritis alcalina y
obstrucción de la boca anastomótica. La endos-
Cuadro clínico copia puede además obtener biopsia de la le-
sión. El estudio radiográfico con bario es indis-
Los síntomas son similares a la úlcera péptica pensable; posee una certeza de 75 a 80% y tie-
de pacientes no operados, con dolor periódico, ne otros alcances diferentes de la endoscopia
que remite y reaparece hasta ser permanente. (fig. 16-6).
El dolor disminuye con lácteos y aumenta
con el ayuno; en ocasiones no hay síntomas y la Diagnóstico diferencial
primera manifestación es la hemorragia del tubo
digestivo alto, en diferentes grados de intensi- Debe establecerse en relación con otras causas
dad. También puede perforarse a la cavidad de dolor abdominal, como colitis, parasitosis
peritoneal o causar fístula cuando se adhiere a intestinales, dolor crónico de la cicatriz quirúr-
colon o intestino delgado (fig. 16-5). gica, tabes dorsal y otras. Cuando se presenta
hemorragia deben descartarse varices esofági-
cas, gastritis alcalina, hemangioma de yeyuno y
Diagnóstico otras causas menos frecuentes; la mejor herra-
En todo paciente con úlcera recidivante debe mienta diagnóstica es la endoscopia.
descartarse el síndrome de Zollinger-Ellison
Tratamiento
El tratamiento médico se basa en bloqueadores
H2 o inhibidores de la bomba de protones, como
el omeprazol, además de medidas contra Heli-
cobacter pylori, cuando se demuestre; los sínto-
mas remiten en más del 90% de los casos, aun-
que si se suspende el tratamiento puede reapa-
recer el dolor o la hemorragia, que requerirá
control permanente. La intervención quirúrgi-
ca exige mucha cautela y no siempre ofrece
buenos resultados.
En los pacientes con el síndrome de Zollin-
ger-Ellison el tratamiento es quirúrgico; si es
posible se practica resección del tumor funcio-
nante o, de lo contrario, gastrectomía total. En
sujetos con vagotomía previa puede establecer-
se una conducta más conservadora (gastrecto-
mía de 75%). Cuando la primera operación fue
gastrectomía parcial se completa con vagotomía
troncular o se desmantela la anterior interven-
ción para ampliar la resección; algunos objetan
las estrategias conservadoras.

Complicaciones
Pueden presentarse fístula gastroyeyunocólica,
hemorragia masiva, perforación libre a cavidad
peritoneal y estenosis de la boca anastomótica.

Pronóstico
Fig. 16-5. Fístula gastroyeyunocólica. El bario pasa
directamente del estómago al colon transverso. Opera- Antes de las complicaciones es bueno, aun
do tres años antes de gastroyeyunoanastomosis. si requiere intervención quirúrgica, pero si apa-
116 Tubo digestivo medio

Muñón
gástrico

Muñón
gástrico Ulcera

Ulcera
Asas de
yeyuno
Asa de
yeyuno

Fig. 16-6. Ulcera de boca anastomótica en paciente con gastrectomía subtotal (16 meses antes)

recen la m o r t a l i d a d p u e d e llegar al 15 p o r pacientes que sufrieron resección quirúrgica dé­


ciento. los nervios vagos.

Profilaxis Frecuencia

La primera operación deben realizarla ciruja- Si se practicó vagotomía trunca! la frecuencia


nos e x p e r i m e n t a d o s , con indicación correcta, es de 20% a p r o x i m a d a m e n t e , si bien suele ser
una vez descartado el s í n d r o m e de Zollinger- m e n o r ; la selectiva es de (Yk v la superselectiva
Kllison. de 4 p o r ciento.

DIARREA POSVAGOTOMIA Causas

Definición Se considera como causa principal la sección


de los nervios vagos, que modifica la fisiología
Es el cuadro caracterizado por múltiples evacúa- del estómago, intestinos delgado v grueso v la
ciones líquidas, acuosas, a veces explosivas, en función vesicular.
Capítulo 16 • Síndromes debidos a cirugía gástrica 117

Patogenia tino, con aceleración del tránsito; esto, sumado


a la hipersecreción gástrica, favorece la diarrea
Existe incapacidad intestinal para absorber lí- hiperosmolar. En este diagnóstico la valoración
quidos, con aumento de la motilidad, estasis de la gastrina sérica es decisiva.
gástrica y proliferación bacteriana propiciada También debe descartarse la gastroileosto-
por la disminución de la acidez; además, se mía accidental mediante estudio radiológico
reduce por lo regular el aporte sanguíneo en el con bario, que permite al mismo tiempo iden-
área csplácnica. El páncreas trabaja mal ya que tificar la fístula gastroyeyunocólica a travér de
su principal estímulo funcional proviene de los la cual el bario pasa directamente del estómago
nervios neumogástricos, ahora seccionados; por al colon.
tanto, no hay suficientes enzimas pancreáticas,
no se hidrolizan bien los alimentos y, en conse-
cuencia, no se descomponen las grasas de cade- Tratamiento
nas largas y se incrementa el peristaltismo intes- Más del 95% de los casos responde a la terapéu-
tinal. Otros pacientes desarrollan intolerancia tica médica; ésta se basa en dieta fraccionada
a la lactosa, no manifiesta antes de la operación, en cinco tomas, comidas poco abundantes, es-
}■ sufren diarrea al ingerir leche o sus derivados. casos líquidos y sin alimentos lácteos; a veces
esto es suficiente, pero si no es así se añaden
Cuadro clínico colestiramina o antidiarreicos (difenoxilato) y
antiespasmódicoF.
Los síntomas aparecen seis a ocho semanas lue- La diarrea rebelde exige intervención qui-
go de la intervención quirúrgica, con evacua- rúrgica, que proporciona buenos resultados si
ciones diarreicas periódicas, entre las que me- se intercala un asa antiperistáltica colocada a
dian semanas o meses de normalidad; sólo 1 a un metro del ángulo de Treitz o entre el estó-
2% padece diarrea incapacitante permanente. mago y el duodeno (fig. 16-7).
Las evacuaciones son líquidas y abundantes y se
presentan casi inmediatamente después de co-
mer, aunque algunas veces hasta dos horas des- Complicaciones
pués; se reconocen en ellas restos de alimentos Desnutrición grave e incapacidad para laborar
semidigeridos. El número de evacuaciones pue- y para la vida social.
de ser hasta de 15 en un lapso de 24 horas; su
inicio es explosivo, con cierto grado de inconti-
nencia fecal, y resulta imposible determinar si Pronóstico
sólo se eliminarán gases. Se pierde peso rápida- Bueno en 99% de los pacientes.
mente y también la capacidad de vida social,
con astenia marcada y disminución de la posi-
bilidad de trabajar. Los estreñidos antes de la Profilaxis
operación tienen ahora dos a tres evacuaciones
Se recomiendan estudios psiquiátricos y de la
diarias y no se quejan del síntoma.
función intestinal antes de realizar la operación.

Diagnóstico GASTRITIS ALCALINA


Se formula con base en el cuadro clínico carac- Definición
terístico y en el antecedente de vagotomía, y
además debe apoyarse en la endoscopia para Es la inflamación de la mucosa y alteración de
confirmar que no exista otra anormalidad. Son la motilidad gástrica ocasionadas por reflujo al
útiles los estudios coproparasitoscópicos y el estómago de secreciones intestinales y pancreá-
coprocultivo. Es indispensable la serie esofago- ticas; este trastorno se presenta en pacientes
gastroduodenal y el tránsito intestinal. posoperados a los que se extirpó el píloro o
modificó su función.
Diagnóstico diferencial
Frecuencia
La hipergastrinemia puede evidenciar como
primer síntoma la diarrea, ya que la gastrina La padecen 5 a 15% de los sujetos intervenidos
también actúa en forma directa sobre el intes- de resección gástrica.
118 Tubo digestivo medio

de hierro. Asimismo, se desarrolla una intensa


proliferación bacteriana, favorecida por la esta­
.Muñón gástrico sis y la aclorhidria; las bacterias desintegran las
sales biliares y las convierten en sustancias da­
Asa
antiperistáltica ñinas para la mucosa.

Cuadro clínico

.Yeyuno Los síntomas pueden aparecer pocas semanas


después de la intervención o bien luego de un
lapso de 20 años, aunque casi siempre se pre­
sentan en los primeros cuatro años.
El síntoma más importante es el dolor en
Asa el epigastrio que no cede al tratamiento con
antiperistáltica
antiácidos y que aumenta con los alimentos;
sobreviene pérdida de peso, provocada por el
miedo a comer y por los frecuentes vómitos. Es
rara la hemorragia, pero a veces es importante.
A la exploración física se aprecia palidez,
dolor leve a la palpación del epigastrio y pérdi­
Fig. 16-7. Colocación de asa antiperistáltica entre da de peso.
estómago y d u o d e n o y otra a un metro del ángulo de
Treitz.
Diagnóstico
La endoscopia es el procedimiento de mayor
Causas valor. Con ella se visualiza abundante reflujo de
líquido intestinal hacia el estómago y un proce­
La provoca el retorno de secreciones biliares y so inflamatorio en la mucosa; en este momento
pancreáticas al estómago, que no está prepara­ se puede tomar biopsia y líquido para estudio.
do para recibirlas; el fenómeno se presenta Sin embargo, el diagnóstico no puede basarse
cuando se reseca el píloro. sólo en la endoscopia, sino particularmente en
el cuadro clínico.
Anatomía patológica El estudio radiológico con bario indica ato­
nía gástrica y vaciamiento lento; asimismo, ex­
Se observa inflamación de la mucosa, pérdida hibe el tamaño de la bolsa gástrica y contribuye
del la capa de moco, erosión e infiltrado in­ a descartar diversos padecimientos, como úlce­
flamatorio crónico; por lo general se limita ra recidivante. Otro método diagnóstico con­
al antro, aunque puede abarcar todo el estó­ siste en demostrar reflujo enterogástrico me­
mago. diante la cuantificación de los ácidos biliares del
estómago y observación del reflujo por gamma-
Patogenia grafía con tecnecio 99.
También se ha tratado de comprobar el sín­
Con la desaparición del píloro la secreciones drome reproduciendo los síntomas; para ello
biliar y pancreática (alcalinas) fluyen con faci­ se instila en el estómago hidróxido de sodio a
lidad al estómago, que tiene poca o ninguna concentración 0.1 normal para evocar el dolor
acidez; además, como existe atonía y estasis, las que, por el contrario, desaparece cuando se
sales biliares, la isolecitina y las enzimas pan­ irriga ácido clorhídrico a la misma concentra­
creáticas permanecen demasiado tiempo en la ción.
mucosa gástrica, actuando como detergentes,
lo cual, junto con la acción lesiva de las enzi­ Diagnóstico diferencial
mas del intestino y páncreas, causa gastritis.
A lo anterior se agrega la liberación local Este padecimiento debe distinguirse del síndro­
de histamina, capaz de incrementar la permea­ me de asa aferente, que se caracteriza por do­
bilidad capilar, vasodilatación y hemorragia, que lor y vómitos de contenido biliar; también debe
con el tiempo provocan anemia y deficiencia descartarse la úlcera recidivante y el bezoar
Capítulo 16 • Síndromes debidos a cirugía gástrica 119

gástrico por endoscopia y estudio radiológico ba­ Pronóstico


litado. Véanse los capítulos correspondientes.
El tratamiento médico controla al 20% de los
pacientes; el resto tiene mala calidad de vida
Tratamiento
debido a los síntomas constantes. Es por ello
El tratamiento médico tiene un elevado índice que se indica la intervención, con la cual se
de fracaso, aunque debe prescribirse por un obtiene más de 80% de buenos resultados.
periodo de seis meses a un año antes de decidir
la operación. Pueden utilizarse algunos de los Profilaxis
siguientes medicamentos: ranitidina, con dudo­
sos beneficios, o sucralfato, 1 g oral con los ali­ En la primera operación gástrica se recomien­
mentos, cuyas acciones consisten en formar una da la anastomosis de las asas aferente y eferen­
barrera contra la difusión de ácidos, así como te para evitar que las secreciones alcalinas lle­
absorber sales biliares e incrementar la citopro- guen al muñón gástrico.
tección; carbenoxolona sódica, 50 mg cuatro
veces al día; o misoprostol, 200 mg cuatro veces
al día. Puede ser de utilidad también la meto- SÍNDROME DE VACIAMIENTO
clopramida o la cisaprida para mejorar el vacia­ RÁPIDO
miento gástrico.
Definición
Si no se logra la remisión de los síntomas el
enfermo debe ser sometido a intervención qui­ Es el conjunto de síntomas abdominales y vaso­
rúrgica. El objetivo de la operación es desviar motores (manifestados entre 5 y 30 minutos
las secreciones intestinales y evitar que pasen al después de las comidas) que padecen los pa­
estómago; el procedimiento incluye vagotomía cientes a quienes se ha extirpado el píloro o
troncular para prevenir la úlcera de boca anas- alterado su función.
tomótica (fig. 16-8).
Frecuencia
Complicaciones
En países desarrollados este síndrome tiene una
Puede presentarse hemorragia masiva.
mayor frecuencia; en cambio, en las naciones
latinoamericanas se observa una frecuencia
menor de 3 por ciento.
En un estudio del autor se trató de provo­
Vagotomía
car los síntomas de vaciamiento rápido en 17
troncular sujetos con gastrectomía parcial previa (anasto­
Hígado
mosis tipo Billroth II). Se administraron 250 mi
de solución glucosada al 50% por vía oral y no
se observó ningún síntoma, aunque sí se encon­
traron cambios de la osmolaridad plasmática,
sodio, potasio y cloro.

Clasificación
Muñón gástrico
El síndrome de vaciamiento rápido puede ser
temprano o tardío. El primero aparece en los
30 minutos posteriores a las comidas, en tanto
que el segundo inicia dos a cuatro horas más
tarde (es la llamada hipoglucemia posprandial
tardía).

Causas

Fig. 16-8. Anastomosis en Y de Roux más vagotomía La causa es la pérdida del píloro, que hace pa­
troncular para evitar la gastritis alcalina. sar líquidos hiperosmóticos al intestino.
120 Tubo digestivo medio

Anatomía patológica mer: palpitaciones, astenia, ansiedad, diafore-


sis y confusión mental. El cuadro desaparece al
Los cambios se deben a la intervención quirúr- administrar hidratos de carbono, a diferencia
gica. Aparece en todas las variedades de gastrec- del síndrome temprano en el que los síntomas
tomía y vagotomia, aunque es más frecuente en se agravan con ellos.
la gastrectomía parcial con anastomosis gas- La forma tardía es mucho más rara que la
troyeyunal y menos en la vagotomia superselec- temprana; en ambos casos la mayoría ele los
tiva. pacientes experimenta cuadros moderados o
leves y sólo menos del 10% padece cuadros
Patogenia graves.

La función de reservorio del estómago desapa- Diagnóstico


rece al resecar el píloro; los alimentos pasan con
rapidez al dtiodeno o al yeyuno, según sea el Se establece con base en la historia clínica; la
sitio donde se una el estómago. endoscopia y los estudios balitados sirven para
Los nutrimentos distienden el yeyuno en descartar otras anormalidades, pero no propor-
forma brusca y, puesto que son hipertónicos, cionan datos específicos de vaciamiento rápido.
elevan la osmolaridad dentro del intestino del- Algunos investigadores reproducen los síntomas
gado y sustraen agua de las paredes hacia la luz, suministrando soluciones glucosadas por vía
ocasionando mayor distensión y menor volumen oral.
plasmático. Ambos mecanismos estimulan la
liberación de serotonina, péptido inhibidor Diagnóstico diferencial
gástrico (GIP), péptido intestinal vasoactivo
(VIP) y neurotensina, hormonas gastrointesti- \To debe confundirse el síndrome de vaciamien-
nales todas éstas que dan lugar a síntomas vaso- to rápido con gastritis alcalina, síndrome de asa
motores; también se produce aumento de la rao- aferente y diarrea posvagotomía, ni tampoco
tilidad intestinal y descenso del potasio sérico. con trastornos psiquiátricos, aunque en ellos los
En el síndrome tardío el principal mecanis- síntomas son paradójicos.
mo es el paso acelerado de nutrimentos al ye-
yuno, con absorción masiva de hidratos de car- Tratamiento
bono y liberación brusca de enteroglucagon.
Este último sensibiliza los estímulos a las célu- En la forma temprana se prescribe dieta frac-
las beta, lo cual causa hipersecreción de insuli- cionada en cinco tomas, comidas pequeñas e
na y por tanto hipoglucemia. hiperproteicas, con pocos hidratos de carbono
v escasos líquidos que pueden ingerirse entre
Cuadro clínico comidas; varias semanas después se normaliza
gradualmente la dieta.
Puede presentarse desde una cuantas semanas Se han usado con éxito el octreótido, un
después hasta un año laego de la intervención; análogo de la somatostatina; menos eficientes
es más común en el sexo femenino y se distin- son los antagonistas de la serotonina, como la
gue por la aparición inmediata de los síntomas ciproheptadina (Periactín) 4 a 8 mg tres veces
después de la ingestión de alimentos. al día, 15 minutos antes de los alimentos.
En el vaciamiento rápido temprano el cua- Los antiácidos, ranitidina y omeprazol no
dro se manifiesta 5 a 30 min después de las tienen acción y los anlicolinérgicos son efica-
comidas, a veces antes de levantarse de la mesa. ces sólo en algunos casos. En el vaciamiento
Inicia con plenitud epigástrica, distensión ab- tardío se ha recomendado la misma dieta, agre-
dominal, sin dolor, borborigmos, canalización gando hipoglucemiantes orales antes de los ali-
de gases por recto, náusea y a veces diarrea; estos mentos, que deben retirarse de manera gradual
síntomas abdominales se intercalan con mani- al remitir los síntomas.
festaciones vasculares: taquicardia, parestesias ("uando se manifiesta el cuadro es útil la
en miembros, bochornos, diaforesis, visión bo- glucosa disuelta en agua y administrada por vía
rrosa, urgencia de acostarse, rinorrea, disnea, oral.
hipotensión arterial y varios grados de síncope. Con el tiempo ambas variedades del síndro-
En el vaciamiento rápido tardío los sínto- me tienden a desaparecer; únicamente algunas
mas surgen dos a cuatro horas después de co- enfermedad conservan su carácter incapacitan-
Capítulo 16 ' Síndromes debidos a cirugía gástrica 121

te y no reaccionan a la terapéutica; estas últi- trica con muy poco alimento. Se padece disten-
mas anomalías requieren intervención quirúr- sión del muñón, dolor y vómitos; esto ocasiona
gica. que el paciente evite la comida y que se desa-
Se sugiere desmantelar la operación previa rrollen desnutrición y diversas deficiencias nu-
y convertirla en anastomosis gastroyeyunal en Y tricionales.
de Roux; es recomendable también la interpo-
sición de asa antiperistáltica. Cuadro clínico

Pronóstico Los síntomas aparecen desde los primeros días


del posoperatorio, cuando el paciente intenta
Es bueno en más de 90% de las personas gra- ingerir la dieta normal. El sujeto siente pleni-
cias a la adecuada respuesta al tratamiento o a tud epigástrica casi de inmediato, antes de al-
la remisión espontánea. canzar los aportes calóricos y protemicos míni-
mos, pero si consume más alimento sobreviene
Profilaxis el vómito. Esto último atemoriza al enfermo,
quien deja de comer, pierde peso, sufre astenia
Se recomienda analizar mediante evaluación y se presentan edemas por hipoproteinemia y
psiquiátrica a los pacientes que serán someti- palidez por anemia. La exploración física iden-
dos a estos tipos de intervenciones; también se tifica conjuntivas pálidas, pérdida de peso y
stigiere dejar lo más pequeña posible la boca edemas.
anastomótica durante la operación.
Diagnóstico
SÍNDROME DE ESTOMAGO
PEQUEÑO Se determina con la radiografía baritada de
esófago, estómago y yeyuno (fig. 16-9), que re-
Definición vela muñón gástrico pequeño unido a un asa
de yeyuno, sin ningún otro dato. Se complemen-
Es el conjunto de síntomas y signos que sufren ta con la endoscopia.
los pacientes con gastrectomía parcial previa en
qtiienes se dejó un muñón gástrico demasiado Diagnóstico diferencial
pequeño.
El síndrome de estómago pequeño debe distin-
Frecuencia guirse de la obstrucción de la boca anastomótica
y de las adherencias que entorpecen el tránsito
Es una secuela muy rara; se observa en menos por el asa que sobresale de la anastomosis (asa
de 0.5% de los casos. eferente). En ambos casos el diagnóstico se
define con las radiografías bariladas y la endos-
Causas copia.

Lo producen las lesiones altas en las que es Tratamiento


necesario extirpar más del 80% del estómago o
las intervenciones incorrectas del cirujano. El tratamiento médico se basa en comidas pe-
queñas, frecuentes, hipercalóricas e hiperpro-
Anatomía patológica teínicas, con suplementos vitamínicos y hierro
parenteral. Con el tiempo la bolsa gástrica pue-
El muñón gástrico muestra rasgos histológicas de adaptarse a un mayor volumen. Si no se
normales, sólo que es muy pequeño; la boca observa mejoría se rectirre a la intervención
anastomótica por lo regular es pequeña y la quirúrgica para aumentar el tamaño del muñón
unión esofagogástrica normal. gástrico; otra posibilidad es una doble bolsa
yeyunal de aproximadamente 10 cm de longi-
tud y vagotomía troncular (fig. 16-10).
Patogenia
Ocurre en resecciones gástrica mayores del 80% Complicaciones
en las cuales queda un remanente gástrico tan
pequeño que se experimenta plenitud epigás- Hay desnutrición grave.
122 Tubo digestivo medio

Muñón gástrico
muy pequeño

Asa de
yeyuno
anastomosado
al muñón
gástrico

Muñón
gástrico

Asa de
yeyuno
anastomosado
al muñón

Fig. 16-9. Síndrome de estómago pequeño. Obsérvese el m u ñ ó n gástrico muy reducido anastomosado a un asa del
yeyuno.

Duodeno Muñón gástrico Muñón


gástrico

Asas
unidas

Sitios de
corte
B
A

Fig. 16-10. Operación para agrandar el muñón gástrico. A, se indican los sitios de corte de las asas. 8, unión de las
dos asas para agrandar el m u ñ ó n .
Capítulo 16 • Síndromes debidos a cirugía gástrica 123

Pronóstico trecha o angulada, adherencias o herniación a


través del mesocolon, ulceración estenosante en
El 90% de los pacientes mejora con el tratamien­ la anastomosis o por volvido del asa o asa dema­
to médico; la terapéutica quirúrgica ofrece 60% siado larga.
de b u e n o s resultados.
Anatomía patológica
Profilaxis
El asa aferente se distiende p o r e s t r e c h a m i e n t o
Debe ampliarse la bolsa gástrica con yeyuno de su unión con el m u ñ ó n ; d e n t r o del asa se
c u a n d o se r e q u i e r a n grandes resecciones. acumulan secreciones biliares y pancreáticas;
existe contaminación bacteriana; la mucosa se
S Í N D R O M E DE ASA AFERENTE inflama; la musculatura lisa se relaja; hay tor­
tuosidad, y el asa suele ser muy larga.
Definición
Patogenia
Es el conjunto de signos y síntomas secunda­
rios a la obstrucción mecánica parcial del asa Existen dos formas de este s í n d r o m e : a g u d a y
yeyunal q u e llega al m u ñ ó n gástrico (fig. 16-11). crónica; esta última es la más frecuente. El cua­
dro se explica p o r la dificultad del vaciado del
asa aferente, que acumula secreciones pancreá­
Frecuencia
ticas v biliares, con a u m e n t o de la presión en su
Se p r e s e n t a en el 1 % de los sujetos operados de interior y distensión. Asimismo, proliferan bac­
resección gástrica con anastomosis tipo Billroth terias en su interior por la estasis, con descon­
II. jugación de sales biliares que favorece la mala
absorción intestinal.

Causas
Cuadro clínico
El c u a d r o se d e s e n c a d e n a c u a n d o el asa que
La obstrucción aguda del asa aferente es un
llega al m u ñ ó n gástrico (asa aferente) se vacía
proceso grave que se presenta en el posopera-
en forma incompleta, sea por anastomosis es-
torio inmediato, c u a n d o se retira la s o n d a de
aspiración nasogástrica. Se caracteriza p o r dolor
intenso en el a b d o m e n superior, similar al de
un cuadro de a b d o m e n a g u d o . Después de va­
rias horas la presión a u m e n t a d e n t r o del asa y
p u e d e r o m p e r las suturas del m u ñ ó n d u o d e n a l ,
lo cual derramaría enzimas pancreáticas y mate­
Esófago Muñón gástrico rial infectado en la cavidad peritoncal. El enfer­
mo cae en c h o q u e y es difícil su recuperación.
En el proceso crónico la obstrucción no es
total y los síntomas son periódicos; se aprecia
dolor epigástrico posprandial intenso q u e se
irradia a la región interescapular, a veces tere­
brante, y a c o m p a ñ a d o de náuseas y vómitos q u e
alivian el dolor.
Asa El vómito es a b u n d a n t e , verde, c o n t i e n e
eferente
bilis, sin restos de alimentos o éstos se expelen
primero; después sólo se arroja material verdo­
Asa aferente so, a veces de mal olor. P u e d e h a b e r febrícula
dilatada por la contaminación bacteriana del c o n t e n i d o
del asa.
Con el tiempo aparecen los síntomas caren­
ciales, como anemia, edemas p o r h i p o p r o t e i n e -
Fig. 1 6 - 1 1 . Síndrome de asa aferente. El asa del in- mia y disnea. Para prevenir las molestias el pa­
testino que llega al m u ñ ó n gástrico está dilatada, con ciente se abstiene de c o m e r y entonces e m p e o ­
dificultades para vaciarse. ra su estado físico.
124 Tubo digestivo medio

En la exploración física se advierte pérdida El tratamiento médico tiene poca utilidad


de peso, palidez de conjuntivas y edemas en ya que se trata de un p r o b l e m a mecánico; la
m i e m b r o s inferiores. Es difícil palpar el asa solución definitiva es la intervención quirúrgi­
distendida en el a b d o m e n . ca. Después de mejorar parcialmente el estado
general del enfermo se traslada al quirófano
Diagnóstico para desmantelar la operación anterior y ase­
gurar que el asa aferente vacíe en forma correcta
Se establece por el cuadro clínico característi­ o anastomosar las asas aferente y eferente. Lo
co v se c o m p l e m e n t a con la endoscopia y el más recomendable es desmantelar la operación
estudio radiográfico con medio de contraste; anterior y construir una anastomosis gastrove-
este último revela la imposibilidad del paso de yunal en Y de Roux.
bario al asa aferente, o bien ésta se ve dilatada
v con pliegues gruesos (fig. 16-12). Complicaciones

Diagnóstico diferencial La complicación en el c u a d r o agudo es la rotu­


ra del m u ñ ó n d u o d e n a l y en el crónico p u e d e
Debe formularse respecto de la gastritis alcali­ desarrollarse un s í n d r o m e carencial grave.
na v del s í n d r o m e de vaciamiento sápido. La
diferencia es evidente: en el síndrome de asa Pronóstico
aferente sí se visualizan datos radiológicos posi­
tivos y la endoscopia confirma la obstrucción El p r o c e s o a g u d o tiene elevada m o r t a l i d a d
parcial del asa que llega al estómago. (mayor' de 50%); en casos crónicos el tratamien-

Muñón gástrico

Asa aferente
distendida

Fig. 16-12. Véase el asa aferente dilatada en el paciente posquiruriíico de gastrectomía subtotal.
Capitulo 16 • Síndromes debidos a cirugía gástrica 125
to quirúrgico proporciona buenos resultados Diagnóstico
(más del 90%).
S.e sugiere, puesto que aparece en el posopera-
torio inmediato, corroborar el diagnóstico me-
Profilaxis diante serie gastroileal con medio de contraste
Se recomienda anastomosar las asas aferente y baritado (lig. 16-13).
eferente durante la intervención inicial.
Diagnóstico diferencial
GASTROILEOSTOMIA ACCIDENTAL
Se establece en relación con la fístula gastroye-
Definición yunocólica, pero ésta aparece meses después de
la operación, precedida de un cuadro doloro-
Es la anastomosis del estómago con el íleon. so. El estudio radiológico baritado dilucida el
diagnóstico.
Frecuencia
Tratamiento
Es extremadamente rara.
La única posibilidad es la intervención quirúr-
Causas gica inmediata, que consiste en desmantelar la
anastomosis previa para unir el estómago con
Sólo puede suceder cuando el cirujano confun- la primer asa de yeyuno.
de la primer asa del yeyuno y toma el íleon en
su lugar; ocurre por inexperiencia y se lia visto
en los procedimientos quirúrgicos laparoscó-
picos.

Anatomía patológica
El asa de íleon está unida al estómago; no hay
cambios en la mucosa ni en otras capas del íleon
y el yeyuno está vacío.

Patogenia
Al anastomosar el estómago con el íleon se
excluye todo el yeyuno del tránsito de los nutri-
mentos; no puede ejercerse la acción de las
enzimas pancreáticas, intestinales o biliares; no
hay hidrólisis; los alimentos llegan casi enteros
al íleon y se eliminan sin absorberse.

Cuadro clínico
I .os síntomas se presentan desde los primeros
días posteriores a la operación. Al reanudar
la vía oral el paciente padece diarrea, advier-
te restos de alimentos casi sin digerir, pierde
peso en forma acelerada, se observa una ten-
dencia a la deshidratación y la astenia es im-
portante.
La exploración física identifica mucosa
bucal mal hidratada; en el abdomen aumenta
el peristaltismo y se comprueba la perdida de Fig. 16-13. El estómago está unido al íleon y llena el
peso. colon con rapidez.
126 Tubo digestivo medio

Complicaciones management of gastric outlet obstruction. Gastro-


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Ulcera duodenal
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN denal (las estadísticas varían e n t r e 50 y 100%).


El porcentaje de colonización a u m e n t a con la
La úlcera d u o d e n a l es u n a lesión r e d o n d a u oval edad y la indigencia; sin e m b a r g o , la mayoría
ubicada en el d u o d e n o en la que se pierde te­ de las personas con colonización gástrica no
jido; h a b i t u a l m e n t e d a ñ a la mucosa, submuco- tiene síntomas ni úlcera.
sa e incluso la muscular. Helicobacter pylori es u n a bacteria g r a m n e -
En 1983 apareció el p r i m e r informe sobre gativa, de forma espiral, con flagelos. Reside en
Helicobacter pylori; a partir de entonces se trans­ la capa de gel q u e reviste las células epiteliales
formó c o m p l e t a m e n t e la fisiopatología y tera­ y lesiona el tejido al liberar u n a toxina q u e pro­
péutica de este trastorno. El p a n o r a m a clínico d u c e vacuolas. Sólo p u e d e vivir en zonas con
cambió n o t a b l e m e n t e : si antes no se sospecha­ metaplasia d u o d e n a l . Actualmente se estudia si
ba siquiera la existencia de esa bacteria, ahora este microorganismo es agente causal, contri­
se convirtió en el factor etiológico más impor­ buyente, modificador o simple comensal.
tante. En realidad, la infección p o r H. pylori es Helicobacter pylori r e d u c e el n ú m e r o de cé­
u n a de las más c o m u n e s de la especie h u m a n a . lulas D del antro, q u e son p r o d u c t o r a s de so-
Es casi s e g u r o q u e se d e s c u b r a n nuevos matostatina, y con ello a u m e n t a de m o d o exce­
m é t o d o s diagnósticos q u e faciliten la tarea del sivo la gastrina sanguínea. La gastrina estimula
m é d i c o , así c o m o la elaboración de u n a vacu­ la producción de ácido y éste d a ñ a la mucosa
na.
En algún m o m e n t o de la vida 5 a 10% de la
población p a d e c e úlcera péptica, sea duodenal,
gástrica o esofágica; ésta p r e d o m i n a en el sexo
Cuadro T7-1. Causas de la úlcera duodenal
masculino, en p r o p o r c i ó n hasta de 3 a 1, aun­
q u e en México existe e q u i d a d en la relación Factores agresores Factores protectores
varón-mujer. P u e d e aparecer a cualquier edad,
si bien es más frecuente e n t r e los 30 y 69 años; Acido gástrico Barrera mucosa
se i n c r e m e n t a e n t r e los 50 y 69 años d e b i d o a la Pepsina Preepitelial
r e d u c c i ó n de prostaglandinas y medicamentos Helicobacter pylori Moco
antiinflamatorios. Bicarbonato
Medicamentos Epitelial
Aspirina (dudoso) Crecimiento celular
Antiinflamatorios Restitución de tejidos
CAUSAS
no esteroides Membrana celular hidrofóbica
Corticoides
La explicación es simple: un desequilibrio en­ Subepitelial
Angiogénesis
tre los factores agresores y protectores de la
Flujo sanguíneo
mucosa d u o d e n a l (cuadro 17-1): c u a n d o pre­
Prostaglandinas
d o m i n a n los agentes agresores o disminuyen los
Otros
defensivos aparece la úlcera.
Somatostatina
Helicobacter pylori. Esta bacteria se ha encon­ Secretina
trado en 9 0 % de los pacientes con úlcera duo­
127
128 Tubo digestivo medio

duodenal en zonas donde existe inetaplasia. miento de Hiiicobacli'rpylori, pero ahora es más
Este mecanismo confirma que la enfermedad claro.
ulcerosa es una afección infecciosa. Una segunda teoría sostiene que la causa
Es probable también que los sujetos con principal de la úlcera duodenal es la menor
úlcera duodenal generen una mayor cantidad secreción de prostaglandinas endógenas, con
de gastrina después de las comidas con proteí- descenso de la produccicnr de bicarbonato por
nas, además de incrementar la acidez como el duodeno y menor renovación cié células de
reacción a las cifras normales de gastrina. la mucosa.
Por otra parte, la úlcera es tres veces más Otra teoría más asume que Helicobacter pylori
frecuente en parientes cercanos respecto de la y el ácido son necesarios para la producción de
población general; esto hace pensar que median la úlcera, pero que no son las únicas causas. El
factores genéticos, aunque también es posible punto medular no es identificar otros factores
que aumenten las posibilidades de colonización que reduzcan las defensas de la mucosa, sino
por Helicobacter pylori debido a la convivencia cómo explicar que la mayor paite de los porta-
cercana, ya que el bacilo se transmite por vía dores de H. pylori no padece úlcera. Es mucho
fecal-bucal v bucal-bucal. lo que se conoce de la patogenia de esta enfer-
medad, pero aún es insuficiente.
La hemorragia de la úlcera se atribuye a la
ANATOMÍA PATOLÓGICA erosión de un vaso dentro del cráter, en espe-
cial en las lesiones ubicadas en la cara posterior
Existe metaplasia gástrica en el duodeno; esto
del bulbo duodenal, donde existen vasos de
significa que desaparecen las células columna-
mayor calibre.
res normales del duodeno y que son sustituidas
por epitelio de tipo gástrico acompañado de in-
flamación.
La úlcera suele medir menos de 1 cm de CUADRO CLÍNICO
diámetro y tiene forma redonda u oval. Posee
Algunas úlceras duodenales pueden ser asinto-
bordes gruesos; penetra mucosa y submucosa;
máticas; sin embargo, la mayoría de ellas se
llega pocas veces a la muscular y más raro aún
manifiesta por dolor en la mitad derecha del
es que perfore todas las capas y alcance la cavi-
epigastrio, ardoroso, corrosivo o quemante.
dad peritoneal; en 90% de los casos se localiza
Aparece durante el ayuno y desaparece con ali-
en el bulbo. Al cicatrizar el espacio se recubre
mentos o antiácidos. Algunos lo describen como
de tejido conjuntivo fibroso, que deforma el
"dolor de hambre"; inicia dos a tres horas des-
bulbo v lo estenosa.
pués de las comidas y despierta al paciente en
la madrugada. Al principio se observa por pe-
riodos de semanas a meses, pero después las
PATOGENIA molestias desaparecen espontáneamente por"
La úlcera se produce al perderse el equilibrio meses; el dolor se irradia a la espalda o hipo-
entre la secreción acidopéptica y los factores condrio derecho. En 20% de los casos existe
defensivos de la mucosa. Se considera más sig- hemorragia (más (recuente en pacientes mayo-
nificativa la disminución de las defensas de la res de 60 años), que se manifiesta err la forma
mucosa que el aumento de los agresores, ya que de evacuaciones melénicas o hematemesis; eir
dos terceras paites de los pacientes secretan casos graves aparece anemia aguda, taquicardia
cantidades normales de ácido. e hipotensión arterial.
Helicobacter/ry/on libera atocinas que dañan En un pequeño grupo de sujetos la úlcera
la mucosa; también sintetiza una poderosa penetra todas las capas del duodeno y perfora
enzima, la ureasa, que desdobla la urea para la cavidad abdominal ocasionando abdomen
elaborar amoniaco, sustancia que lesiona las agudo; otras veces la lesión queda sellarla por
células 1) del antro gástrico. De esta manera un órgano adyacente, como el páncreas, y en-
desciende la producción de somatostatina, se tonces el dolor es constante- intenso y sin varia-
pierde el efecto inhibidor sobre la secreción de ciones con los alimentos.
gastrina, se eleva la gastrina sanguínea v, por Menos pacientes aún desarrollan obstruc-
tanto, se incrementa el número de células pa- ción parcial o total del duodeno secundaria a
rietales, con mayor producción de ácido. Este repetidas agudizaciones de la úlcera; estos ca-
mecanismo va era conocido antes del descubri- sos alternan con cicatrización y fibrosis que
Capítulo 17 • Ulcera duodenal 129

provocan síndrome de estenosis pilórica (véase dióxido de carbono y se necesitan hasta siete
capítulo 18). días para obtener resultados.
En la exploración física se percibe dolor a Estudio histológico. Es muy sensible. El pató-
la palpación del epigastrio. En la obstrucción logo identifica la bacteria en el microscopio con
pilórica el estómago es grande, con ruidos pro- tinción de hematoxilina y eosina o con Giemsa.
ducidos por líquidos en su interior, fenómeno Prueba de la ureasa. Helicobacter produce
que se conoce como chapaleo gástrico; en cam- ureasa en abundancia. Para identificarla se colo-
bio, en úlceras no complicadas la exploración ca una biopsia de mucosa en un medio que con-
es intrascendente. tenga urea para que ésta se desdoble en amo-
niaco y dióxido de carbono; el amoniaco incre-
DIAGNOSTICO menta el pH del medio y cambia por ello el color
del indicador de pH (del amarillo al rojo). Se
La endoscopia es el recurso más exacto para requieren hasta 24 horas para obtener resulta-
detectar úlcera duodenal, ya que permite obte- dos; ésta es la denominada prueba "clo-test".
ner biopsias para identificar Helicobacterpyloriy Otra manera de detectar la ureasa, sin ne-
además muestra el sitio, tamaño, forma y esta- cesidad de biopsia, es la prueba del aliento con
do de cicatrización. urea. Se administra urea marcada con carbono
La radiografía con bario y doble contraste 13 o 14 por vía oral; si existe ureasa se despren-
posee 90% de certeza, si la toman radiólogos de dióxido de carbono, que pasa a la circula-
expertos con equipo apropiado (fig. 17-1); sin ción y de allí a los pulmones. Se identifica por
embargo, no identifica úlceras muy pequeñas y el aire espirado mediante un espectrómetro, en
deja dudas en lesiones gigantes (está contrain- tanto que el carbono 14 se cuantifica con un
dicada en periodos de hemorragia). La úlcera contador gamma. Esta prueba produce una
se observa como una mancha suspendida (fig. pequeña dosis de radiactividad y puede utilizar-
17-2); otras veces hay deformidad del bulbo se para estudiar grandes grupos de personas o
duodenal, que adopta la forma de trébol (fig. pacientes tratados previamente para evaluar la
17-3). erradicación.
Se dispone de algunas pruebas para identi- Otra alternativa es la determinación de
ficar Helicobacter pylori: anticuerpos IgG e IgA, pero tienen la desventa-
Cultivo. Es el examen más específico para ja de persistir varios meses después de la erradi-
detectarlo y requiere biopsia tomada por endos- cación; por tanto, son poco confiables para es-
copia. Se incuba a 35°C en una atmósfera de tablecer la infección actual.

Fig. 17-1. Ulcera duodenal localizada en el borde superior del bulbo, al que deforma.
130 Tubo digestivo medio

Fig. 17-2. Se aprecia una mancha suspendida que corresponde a un nicho ulceroso.

Cualquier resultado positivo de las pruebas sospecha gastrinoma es importante la determi-


antes descritas es suficiente para diagnosticar nación de gastrina sérica (cifra normal de 30 a
la infección; para reducir los costos no es reco- 200 ng/L); cuando existe duda se complemen-
mendable practicar varios estudios a la vez. ta con la prueba de la secretina.
Menos usada como recurso diagnóstico es
la medición de la secreción acida. En esta téc- DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
nica se introduce una sonda nasogástrica para
colectar jugo gástrico en ayuno y luego cada 15 Se diferencia la úlcera duodenal de la úlcera o
minutos; la prueba determina la secreción aci- cáncer gástricos, gastritis, enfermedad por re-
da basal y la estimulada con pentagastrina. Si se flujo gastroesofágico y parásitos intestinales.

Fig. 17-3. Deformación del bulbo duodenal en hoja de trébol.


Capítulo 17 • Ulcera duodenal 131

Ante la duda diagnóstica el mejor recurso ridina tiene más efectos indeseables debido a
es la endoscopia, complementada con biopsia, su acción sobre el citocromo hepático. Los an-
y también la serie esofagogastroduodenal con tagonistas H2 se emplean por un periodo de
bario. Es necesario descartar los parásitos, en cuatro a ocho semanas, solos, nunca combina-
particular en países pobres y con alta prevalen- dos.
cia, ya que las giardias y otros nematodos que
invaden el duodeno son grandes simuladores
Inhibidores de la bomba de protones
de enfermedad ulcerosa; para resolver esta
disyuntiva se cuenta con los estudios copro- (omeprazol, lanzoprazol y pantoprazol)
parasitoscópicos seriados y la terapéutica de El omeprazol se aprobó para tratamientos cor-
prueba. tos, ya que a largo plazo origina tumores carci-
noides en ratas, si bien esto no se ha demostra-
TRATAMIENTO do en humanos. Este grupo de medicamentos
produce mejoría rápida de los síntomas; se uti-
Al principio la terapéutica es médica; la inter- lizan solos, sin combinarlos, por un lapso de
vención quirúrgica sólo está indicada cuando cuatro semanas. Tienen la desventaja de ser más
se presentan complicaciones. caros que los bloqueadores H2.

Tratamiento médico Prostaglandinas

En la úlcera sin complicaciones el tratamiento El misoprostol está incluido entre los medica-
debe reducir el ácido gástrico y erradicar Heli- mentos protectores de la mucosa; su utilidad se
cobacter pylori.
limita a reparar daños provocados por antiin-
flamatorios no esteroides (A1NE); a dosis altas
Antisecretores produce diarrea.
Los antagonistas de los receptores H2, como
cimetidina, ranitidina, famotidina y nizatidina Subcitrato de bismuto
(cuadro 17-2), son los medicamentos más em-
pleados; se los considera bastante seguros y sus En países subdesarrollados se ha utilizado con-
efectos secundarios no son frecuentes. La cime- tra la úlcera péptica y actualmente en el trata-
miento contra Helicobacter pylori. En combina-
ción con otros antimicrobianos sólo rara vez
erradica la bacteria; tiene efectos secundarios
Cuadro 17-2. Medicamentos útiles en el tratamiento
mínimos, oscurece las heces y puede ocasionar
de la úlcera duodenal a largo plazo intoxicación por bismuto.
Cimetidina 300 mg oral o parenteral cada 6 h
Antiácidos
Ranitidina 150 a 300 mg oral cada 12 h
50 mg intravenosa cada 8 a 1 2 h
Los más comunes son el hidróxido de aluminio
Famotidina 40 mg cada 24 h, oral y de magnesio, aunque ahora son obsoletos
Nizatidina 150 mg dos veces al día, oral desde que apareció la cimetidina en la década
Omeprazol 20 mg al día oral de los setenta; sin embargo, aún tienen cierta
40 mg intravenosa, cada 24 h función para aliviar los síntomas. Las dosis ba-
Lanzoprazol jas poseen el mismo efecto que las megadosis,
Pantoprazol 40 mg oral cada 24 h lo cual indica que tienen otras cualidades ade-
Prostaglandinas 200 mg 4 veces al día más de neutralizar el ácido.
(misoprostol)
Bismuto
Sucralfato
Sucralfato
Posee mayor utilidad en la úlcera duodenal
Hidróxido de aguda; genera pocos efectos secundarios; esti-
Al y Mg
mula las prostaglandinas; produce un efecto de
adsorción de la pepsina y restablece el factor
de crecimiento del epitelio en el sitio de la úl-
132 Tubo digestivo medio

cera. Es poco aceptado en el tratamiento de la Tratamiento quirúrgico


enfermedad ulcerosa.
Está indicado en pacientes refractarios al trata-
miento médico, aunque esto es muy raro con
Terapéutica de mantenimiento los medicamentos actuales. Asimismo es nece-
Está indicada por el elevado porcentaje de re- saria la operación si existe perforación de la
currencia de la úlcera, que varía entre 10 y 50%; úlcera hacia cavidad abdominal, en la estenosis
no es necesario administrarla de rutina. Se re- cicatrizal con obstrucción parcial o total y en la
comienda en el anciano que padece otros tras- hemorragia incontrolable. Ameritan igualmen-
tornos, así como en personas con antecedentes te una intervención quirúrgica los estados de
de recurrencia o en quienes sufrieron una com- choque, los casos en que se han utilizado más
plicación ulcerosa, como hemorragia. de cuatro unidades de sangre sin desapari-
El medicamento indicado es alguno de los ción de la hemorragia, las úlceras grandes ma-
bloqueadores H2 o el sucralfato; la dosis de yores de 2 cm de diámetro con vaso visible, las
mantenimiento es de 25 a 50% de las iniciales. personas mayores de 65 años y los sujetos con
antecedente de complicaciones.
El tipo de intervención quirúrgica depen-
Terapéutica contra Helicobacter pylori
de del paciente. Es posible practicar vagotomía
Al confirmarse la infección bacteriana se aplica de células parietales, que es poco agresiva, pero
el tratamiento; las recidivas se reducen desde tiene porcentajes altos de recidiva. Para la úlce-
85%, sin la medicación antibacteriana, hasta 5 ra refractaria a la terapéutica médica, estenosis
a 10%, con ella. Por el momento los mejores o hemorragia se prefiere la antrectomía más
resultados se obtienen con la combinación de vagotomía, ya que los índices de recurrencia son
tres fármacos: subcitrato de bismuto, 550 mg bajos, pero la operación es más mutilante y con
cuatro veces al día, cuatro a ocho semanas; mayor número de complicaciones a corto y lar-
metronidazol, 250 a 500 mg, tres veces al día, go plazos.
10 a 14 días, y amoxicilina o tetraciclinas, 500 En casos de perforación libre de la úlcera a
mg, cuatro veces al día, 14 días. la cavidad peritoneal existe controversia sobre
Trabajos recientes concluyen que este mis- cuál es el mejor tratamiento quirúrgico, consi-
mo esquema es suficiente para erradicar Helico- derando que existen muchos factores concomi-
bacter y curar la úlcera en siete a 10 días, si bien tantes que influyen en el pronóstico, como la
conviene confirmarlos. edad del paciente, tiempo de perforación, pre-
Otros esquemas emplean la combinación de sencia de peritonitis, enfermedades relaciona-
amoxicilina más omeprazol a dosis de 40 mg al das, experiencia del grupo quirúrgico, y otros.
día por cuatro semanas o claritromicina más El especialista debe decidir entre cerrar simple-
omeprazol; ambas estrategias farmacológicas mente la úlcera y añadir un parche de epiplón,
alivian rápidamente los síntomas, aunque tie- que puede efectuarse en cualquier hospital con
nen porcentajes de curación inferiores. pocos recursos, o realizar una intervención
Cualquiera de los tratamientos recomenda- quirúrgica definitiva (antrectomía y vagotomía
dos tiene efectos indeseables; son de costo ele- o vagotomía más piloroplastia), que requiere
vado y provocan resistencia bacteriana. indicaciones precisas.
Puesto que la erradicación de Helicobacter Por último, las dietas han dejado de ser tan
pylori se define como la ausencia del bacilo en importantes como se creía; nada prueba de
estudios diagnósticos cuatro semanas después modo incontrovertible que las dietas blandas
de terminado el tratamiento cabría preguntar: reduzcan la acidez o promuevan la cicatrización,
¿es indispensable confirmar la erradicación de si bien es necesario suprimir el alcohol.
la bacteria en todos los casos? La respuesta es
relativa: depende de los métodos de vigilancia COMPLICACIONES
disponibles. Por ejemplo, las pruebas del alien-
to son baratas y fáciles de realizar; en cambio, la Las complicaciones son recidiva de la úlcera,
endoscopia es costosa y poco aceptada por el hemorragia, perforación y obstrucción. Para
paciente. En personas que sufrieron una com- prevenir la recurrencia deben suspenderse los
plicación es esencial confirmar la erradicación, AINE, así como el tratamiento de sostén; ade-
al contrario de lo que sucede con la úlcera duo- más, los AINE no pueden prolongarse por pla-
denal leve, que sólo exige observación clínica. zos demasiado largos, ya qtie son costosos y
Capítulo 17 • Ulcera duodenal 133

existe poca motivación del paciente asintomá- randomized study comparing three surgical tech-
tico. niques for the treatment of gastric outlet obstruc-
La hemorragia requiere hospitalización. tion secondary to duodenal ulcer. Am J Surg 1993;
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Estenosis pilórica
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN Causas de la pared


• Estenosis cicatrizal por úlcera péptica
La estenosis pilórica es el síndrome producido • Cáncer del canal pilórico (fig. 18-3)
por la obstrucción parcial o total a nivel del • Hipertrofia congénita del píloro
píloro o primera porción del duodeno. Es una • Hipertrofia pilórica del adulto
complicación grave de varios padecimientos que • Pólipo gástrico
compromete las principales funciones del estó- • Tuberculosis gástrica
mago, como almacenamiento, coordinación de
vaciamiento, sensación de saciedad y regulación Causas por compresión extrínseca
del pH gástrico; por tanto, en pocas semanas se • Obstrucción por vesícula biliar (fig. 18-4)
altera la nutrición y se observa un notable dete- • Páncreas anular
rioro físico. • Bridas o adherencias
La hipertrofia del píloro del recién nacido
se presenta en 2 de cada 1 000 nacidos vivos;
complica del 1 al 6% de pacientes con úlcera ANATOMÍA PATOLÓGICA
duodenal, de la que es su causa más frecuente,
La obstrucción de la luz puede ser parcial o
aunque ha disminuido considerablemente con
completa. Cuanto más reducida esté, mayor
los nuevos medicamentos antiulcerosos (fig.
resulta el daño al estómago, que sufre dilata-
18-1). Es común en cáncer del píloro, sobre todo
ción hasta ocupar la mayor parte del hemiab-
en estadios avanzados.
domen superior (a veces, incluso, alcanzando
Las estenosis del píloro pueden dividirse en
la cavidad pélvica). Al principio, las fibras mus-
intraluminales, de la pared (fig. 18-2) y en com-
culares se hipertrofian al tratar de vencer el
presiones extrínsecas. Por ejemplo, son intra-
obstáculo; después sufren distensión y atonía.
luminales las obstrucciones de la luz por cuer-
El alimento acumulado favorece la inflamación
po extraño; son de la pared el cáncer gástrico y
de la mucosa gástrica y se desarrolla contami-
son compresiones extrínsecas las enfermedades
nación bacteriana del contenido; el cardias, por
de la vesícula biliar que oprimen el duodeno.
último, cierra de manera defectuosa.
CAUSAS
PATOGENIA
De acuerdo con la clasificación mencionada, los
padecimientos con posibilidad de obstruir el La mayor parte de la veces la obstrucción ocu-
píloro o la primera porción del duodeno son rre lentamente, con dificultad gradual del va-
los siguientes: ciamiento gástrico, de donde el estómago se
dilata. El alimento queda retenido 24 horas o
Causas intraluminales más, se contamina por bacterias que favorecen
• Tricobezoar la putrefacción, la mucosa se inflama y el esfín-
• Fitobezoar ter esofágico inferior funciona mal y permite el
• Cuerpos extraños reflujo hacia el esófago.
134
Capítulo 18 • Estenosis pilórica 135

Bulbo duodenal Bulbo


a imagen de trébol duodenal

Antro gástrico

Bulbo
duodenal

Fig. 1 8 - 1 . Ulcera duodenal en serie de cuatro placas. El bulbo está deformado y adopta la forma de un trébol.
Puede obstruirse en el sitio de la úlcera. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)

Como mecanismo de defensa, al principio hidrata y pierde el equilibrio electrolítico y aci-


aumentan las contracciones gástricas para ven­ dobásico. Para recuperarlo, el ion bicarbonato
cer el obstáculo, pero después sobreviene la se eleva y el riñon, con el fin de compensar, eli­
fatiga y la relajación de las fibras musculares con mina sodio en forma de bicarbonato y potasio;
hipotonicidad. Para aliviar las molestias el en­ esto implica perder demasiada agua y, en con­
fermo vomita, pero con ello pierde peso y de­ secuencia, deshidratación. Para mantener los
sarrolla síntomas por carencia; también se pier­ niveles de potasio sérico éste abandona la cé­
den electrólitos, como sodio, potasio, cloro e lula y se agrega al originado por la destrucción
hidrógeno. El paciente con estenosis completa celular que acompaña a la inanición. Tal cata-
que vomita todo el alimento pierde más de dos bolia proteínica eleva la urea sanguínea, con
litros diarios de secreciones gástricas, además lo cual se eliminan nitrógeno y potasio por la
de las salivales (considérese que el estómago orina.
distendido aumenta su capacidad de secretar La catabolia también origina cetosis, que no
líquidos). En pocas horas el individuo se des­ se reduce fácilmente por el riñon ya que la
136 Tubo digestivo medio

Fig. 18-2. Gran úlcera duodenal, con torsión del duodeno, que puede obstruirse a ese nivel.

deshidratación disminuye la filtración glomeru- alimentos ingeridos uno o dos días antes, de mal
lar, que a su vez dificulta la eliminación de ele- olor y sabor. Estos se denominan "vómitos de
mentos nitrogenados y lleva a la hiperazoemia. retención".
La evolución puede durar días o semanas. Además, se experimenta pérdida de peso y
Los primeros síntomas son plenitud epigástrica halitosis en pocas semanas. Conforme empeo-
posprandial, saciedad precoz, anorexia, náusea, ra la obstrucción se agregan síntomas carencia-
regurgitaciones y pirosis. les, como piel seca, queilitis, astenia y anemia.
Después puede presentarse dolor epigástri- El paciente escucha ruidos de líquidos dentro
co, que desaparece con el vómito. Este último del estómago, conocidos como "chapaleo gás-
es abundante y en él se identifican restos de trico".

Fig. 18-3. Cáncer del canal pilórico que produce estenosis al avanzar su crecimiento.
Capítulo 18 • Estenosis pilórica 137

Fig. 18-4. Corte de vesícula biliar con una tumoración que invadió duodeno y ocasionó obstrucción.

Cuando la obstrucción es completa el pa- arriba la cámara gástrica. La zona estenosada


ciente vomita lo ingerido y se deshidrata en puede revelar características que señalen la
horas; sobrevienen hipotensión, oliguria, taqui- causa. Por ejemplo, el arco duodenal puede
cardia y taquipnea. En la exploración física se estar abierto por la tumoración de la cabeza
descubre mucosa bucal seca, adelgazamiento y del páncreas (fig. 18-6) o bien la obstrucción
palidez. En el abdomen se confirma el chapa- puede localizarse en la tercera porción del
leo y se advierte distensión epigástrica, con duodeno por compresión de la arteria mesen-
peristaltismo visible del estómago que ocupa térica (fig. 18-7). Otro método diagnóstico
gran parte del abdomen superior (aumento del es la endoscopia, pero antes de practicarla
área semilunar de Traube). En la neoplasia debe limpiarse la cavidad gástrica mediante
gástrica puede palparse la tumoración. lavados con sonda gruesa para extraer las par-
tículas.
DIAGNOSTICO Con la endoscopia se comprueban las di-
mensiones del estómago, se identifica la gastri-
Es necesario establecer los siguientes diagnósti- tis acompañante y se examina la zona estrecha,
cos: síndrome de estenosis pilórica, causas y donde puede tomarse biopsia. La endoscopia
complicaciones (deshidratación, desequilibrio define mejor la causa que el estudio radiológi-
electrolítico y desequilibrio acidobásico). co. El siguiente paso es la laparotomía.
El diagnóstico de estenosis pilórica no es Existen varias maneras de demostrar defi-
preciso, pero es el primero que debe formular- ciencias del vaciamiento gástrico, aunque la más
se. Se infiere de la historia clínica en la que se sencilla es la descrita por Goldstein y Boyle. Se
identifica el vómito de retención: en recién inserta una sonda nasogástrica para drenar todo
nacidos indica hipertrofia congénita del pílo- el contenido del estómago; una vez vacío, se
ro, en el joven úlcera duodenal y en el anciano introducen 750 mi de solución salina tibia (NaCl
neoplasia. al 0.9%) y se ocluye la sonda por 30 min; des-
Debe solicitarse serie esofagogastroduode- pués de ese lapso se aspira todo el contenido
nal baritada para identificar, si es el caso, estó- gástrico. El individuo normal tiene menos de
mago distendido sin paso del medio de contras- 200 mi, si padece oclusión incompleta se aspi-
te al duodeno (fig. 18-5). La cavidad gástrica ran entre 200 y 400 mi y si sufre obstrucción
muestra, abajo, nivel de bario concentrado, en total del píloro se recobran más de 400 mili-
medio bario disuelto en líquido con grumos, y litros.
138 Tubo digestivo medio

Fig. 18-5. Obstrucción pilórica con estómago retencionista de gran tamaño; no se aprecia paso al duodeno.

Para determinar el desequilibrio electrolí-


tico y acidobásico se requieren electrólitos séri-
cos, pH y COg.
Para detectar las compresiones extrínsecas
por colecistopatía es útil la ultrasonografía, que
confirma la litiasis vesicular en más del 95%.
Cuando se sospecha que la compresión provie-
ne del colon se efectúa un estudio baritado de
ese órgano; en los tumores retroperitoneales el
mejor estudio es la tomografia axil computado-
rizada.

TRATAMIENTO
El tratamiento es quirúrgico, pero antes deben
mejorar las condiciones generales del pacien-
te. La estenosis pilórica no es una urgencia que
se resuelva de inmediato, sino en varios días.
En realidad, la intervención quirúrgica tempra-
na puede agravar el desequilibrio electrolítico;
además, las condiciones locales del estómago
pueden no ser las óptimas para las anastomosis
necesarias.
Se requiere aspiración gástrica continua y
nutrición parenteral total; si esto no es posible
se instilan soluciones intravenosas electrolíticas
y glucosadas, con agregados de complejo B, vi-
tamina C y potasio.
Fig. 18-6. El estómago se aprecia grande e hipotónico; Entonces puede practicarse la interven-
el arco duodenal está muy abierto debido a un tumor de ción quirúrgica; la operación depende del diag-
la cabeza del páncreas; se observa el signo del tres in- nóstico etiológico. En el niño con hipertrofia
vertido. congénita se secciona el plano muscular a ni-
Bulbo
duodenal.

Estómago
Duodeno
dilatado

Asas de
yeyuno

Compresión por la
arteria mesenté-
rica

Fig. 18-7. Síndrome del compás de la arteria mesentérica con duodeno distendido.

Vagotomía y plloroplastia Vagotomía y antrectomía


Vagotomia i
Vagotomía troncular
troncular

Antrectomía
(Resección del 50%
del estómago)

Anastomosis Gastroyeyunal tipo Billroth II

Muñón gástrico

Fig. 18-8. Operaciones practicadas en el tratamiento Duodeno


de la estenosis pilórica.

139
140 Tubo digestivo medio

Ramos
hepáticos

Vagotomía superselectiva más


Vagotomía troncular más
gastroyeyunoanastomosis; se
piloroplastia; el ramo hepático
cortaron los nervios vagos y
queda sin función
conservaron las ramas
que inervan el antro
Vagotomía selectiva más
gástrico
piloroplastia; se conserva la
inervación hepática

Fig. 18-9. Tratamiento quirúrgico de la estenosis pilórica.

vcl del píloro, sin abrir la mucosa. En la úlcera PROFILAXIS


péptica del adulto se individualiza la operación,
pero se han p r o p u e s t o la vagotomía selectiva Debe diagnosticarse con o p o r t u n i d a d y tratar
más a n t r e c t o m í a , la vagotomía superselecti- c o r r e c t a m e n t e los padecimientos capaces de
va más anastomosis gastroyeyunal y la vagoto­ originar esta anormalidad.
mía t r o n c u l a r más piloroplastia (figs. 18-8 y
18-9). BIBLIOGRAFÍA
En neoplasias del conducto pilórico el tra­
tamiento consiste en la resección gástrica am­ Baleotü RS, Capone NA, Diorio CA y col. Risk of'com-
plia, q u e incluye epiplón mayor y menor; en plications in perforated duodenal ulcer operations
cambio, c u a n d o el t u m o r invade otros órganos according to the surgical technique employed. Am
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Gastroenteritis
infecciosa
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN La gastroenteritis infecciosa se clasifica en


aguda y crónica. Este capítulo sólo describe las
Es un síndrome de origen viral, bacteriano o agudas, es decir las que tienen un corto perio-
parasitario que se caracteriza por diarrea, do- do de incubación, cuadro clínico florido, dura-
lor abdominal leve y a veces vómito. Se presen- ción de horas a pocos días, con curación, com-
ta en todas las regiones geográficas. En México plicaciones o muerte del enfermo. La diarrea
y en países de escasos recursos económicos las crónica se detalla en el capítulo 20.
gastroenteritis agudas son frecuentes y causan Esta enfermedad también suele clasificarse
mortalidad en todas las edades, en particular en viral, bacteriana y parasitaria.
en niños desnutridos, en personas inmunosu-
primidas y en ancianos. CAUSAS
La gastroenteritis infecciosa puede preve-
nirse mejorando las normas de higiene perso- De los innumerables virus causantes el más le-
nal y colectiva; por esa razón el médico general sivo es el rotavirus, que pertenece a la familia
debe conocer bien la prevención y terapéutica de los reoviridae. Se conocen ocho serotipos dis-
e influir en la educación para mejorar la salud tintos, localizados en las células epiteliales del
de su comunidad. intestino delgado.
Por lo regular aparece en lactantes y niños Son asimismo agresivos los virus Norwalk
pequeños, a tal grado que a la edad de tres años (60% de los adultos posee anticuerpos contra
de edad no hay infante que no haya sido infec- este microorganismo) y los adenovirus, que
tado al menos una vez. ocasionan el 10% de los casos.
En México, entre 35 y 55% de las gastroen- Las bacterias causantes más comunes son:
teritis infecciosas agudas son producidas por shigellas, salmonelas, Escherichia coli enteropa-
virus, entre 25 y 35% por bacterias y el resto tógena, Campilobacterjejuni, Yersinia enterocolitica,
por parásitos. Estas cifras varían con la edad: en Vibrio cholerae y Staphylococcus aureus.
los primeros años de la vida predomina la etio- Los parásitos suelen ser Giardia lamblia (véa-
logía viral, mientras que en los adultos es más se capítulo 33), Enlamoeba histolytica (véase ca-
común la causa bacteriana. pítulo 34) o Cryptosporidium.
En naciones en vías de desarrollo, en me-
nores de cinco años de edad, las enfermedades ANATOMÍA PATOLÓGICA
diarreicas se ubican dentro de las tres primeras
causas de fallecimiento, si bien en las dos últi- Depende del agente etiológico. Las lesiones se
mas décadas la mortalidad por diarrea ha dis- sitúan en intestino delgado y colon, con infla-
minuido gracias a los progresos de salubridad mación de la mucosa y ulceraciones ocasiona-
pública, además de mejores y más amplios les. Los virus provocan acortamiento de las ve-
servicios de agua potable. llosidades intestinales, destrucción de las célu-
142
Capítulo 19 ' Gastroenteritis infecciosa 143

las del extremo de las vellosidades, infiltrado septicemia, insuficiencia renal, prolapso rectal,
mononuclear de la lámina propia e hiperplasia oclusión intestinal e hipoproteinemia.
de las criptas. ' En el Oriente Medio representa el 10% de
los ingresos en nosocomios pediátricos; causa
PATOGENIA retardo en el crecimiento de los niños y agrava
la desnutrición. La morbimortalidad es elevada
Uno de los principales mecanismos agresores cuando los microorganismos son resistentes a
de los virus es la destrucción de células de vello- los antibióticos empleados.
sidades, que dificulta la absorción de nutrimen- La salmonelosis tiene un periodo de incu-
tos, en particular de carbohidratos, con incre- bación que va desde 12 horas hasta más de 10
mento de la osmolaridad de la luz intestinal, días; sus signos son las evacuaciones semilíquidas
paso de agua de las paredes a la luz, aumento (tres a cinco en 24 horas), acompañadas de
de líquidos dentro de las asas y diarrea. Las dolor abdominal semejante al cólico, febrícula,
bacterias poseen diversos mecanismos patogé- malestar general, dolores musculares y cefalal-
nicos; entre ellos sobresale la invasión de pare- gia. Tiene la ventaja de que frecuentemente se
des intestinales y la eliminación de toxinas que puede identificar el alimento contaminado.
actúan sobre las células entéricas. El cuadro causado por el estafilococo áureo,
La shigella, Escherichia coli y salmonela inva-también conocido como intoxicación por ali-
den la mucosa y ocasionan inflamación; además, mentos, es explosivo. Tiene un periodo de in-
el intestino libera sustancias que incrementan cubación corto, de tres a seis horas, por lo ge-
la motilidad. Las bacterias que elaboran ente- neral después de ingerir lácteos, quesos o flanes
rotoxinas se multiplican en la luz intestinal sin contaminados. Lo caracterizan vómitos frecuen-
invadir la mucosa, como el vibrión colérico, tes y abundantes, así como numerosas evacua-
algunas cepas de E. coli y Yersinia enterocolitica; ciones líquidas que pueden llevar a niños o
la toxina estimula la adenilciclasa de las célu- ancianos a la deshidratación; el padecimiento
las epiteliales intestinales, inhibe la absorción es autolimitado.
de sodio y cloruros e incrementa la secreción de Se conocen 70 miembros de la especie Vi-
agua hacia la luz intestinal, con diarrea y sin brio cholerae 01; de ellos, los más importantes son
cambios histológicos en la mucosa. el "clásico" y "El Tor", denominadas así por las
manifestaciones clínicas que provocan. Aunque
CUADRO CLÍNICO se presentan casos leves o moderados, el cólera
siempre supone el peligro de ocasionar deshi-
Se observan desde molestias apenas percepti- dratación progresiva grave que lleva al desenla-
bles hasta padecimientos graves e incluso mor- ce fatal en pocas horas.
tales; por lo general se inicia en forma repenti- El padecimiento tiene un periodo de incu-
na con evacuaciones líquidas compuestas por bación de 24 a 48 horas; su inicio es brusco, con
heces de color café claro, a veces con moco y diarrea y evacuaciones acuosas abundantes y
sangre, acompañadas de dolor similar al cólico, frecuentes; éstas están formadas por líquido
vómitos y astenia. El tipo de síntoma predomi- grisáceo o blanco, como "agua de arroz", a
nante, así como la intensidad del cuadro, varía menudo acompañadas de vómito, aunque sin
con el agente etiológico; por ejemplo, el pro- fiebre. Los síntomas clínicos son proporciona-
ducido por E. coli tiene un periodo de incuba- les a la pérdida de líquidos, pero son habituales
ción de uno a tres días y en él predomina la sed intensa, astenia, taquicardia, oliguria, hun-
diarrea, con numerosas evacuaciones acompa- dimiento de los globos oculares, depresión de
ñadas de vómito y deshidratación. fontanelas en niños pequeños, somnolencia y
El periodo de incubación de la shigellosis calambres en extremidades. La exploración fí-
es de 24 a 48 horas; inicia con diarrea acuosa sica identifica piel sin turgencia, seca, arruga-
(10 a 20 veces en 24 horas) y se acompaña de da, hipotensión arterial y pulso débil filifor-
febrícula, que en niños puede ser fiebre alta. me. Si no se trata sobrevienen choque, coma y
En algunos casos las heces tienen moco y san- muerte.
gre y el cuadro es moderado, a veces autolimi-
tado; sin embargo, también puede ser grave y DIAGNOSTICO
entonces se manifiesta en sistema nervioso cen-
tral, con deshidratación, desequilibrio electro- Las gastroenteritis infecciosas se diagnostican
lítico, enteropatía con pérdida de proteínas, esencialmente por la clínica, ya que son dema-
144 Tubo digestivo medio

siados los pacientes de curso benigno y proce- La administración oral posee diversas ventajas:
sos autolimitados; estos casos remiten en pocos es eficaz, fácil de usar, de bajo costo y no tiene
días y son del todo innecesarios los estudios para complicaciones.
identificar el agente etiológico, si bien algunos La hidratación oral parte del principio se-
pacientes requieren coprocultivo, pruebas co- gún el cual la glucosa acelera la absorción de
proparasitoscópicas seriadas o examen copro- agua y electrólitos en virtud de que la glucosa y
lógico. el sodio van unidos en la absorción intestinal.
Un laboratorio apropiado detecta con rela- La hidratación oral es efectiva en más del
tiva facilidad los rotavirus en heces y es posible 90% de los pacientes cuando se emplea en pe-
que identifique también los antígenos por in- riodos de 24 horas. Tiene, sin embargo, dos
munoanálisis, utilizando productos comerciales contraindicaciones principales: el vómito per-
al alcance de clínicas u hospitales. Para detec- sistente que impida la ingestión de líquidos y el
tar el virus Norwalk se dispone del radioinmu- estado de choque. Los vómitos inconstantes no
noanálisis y de la prueba de inmunoabsorción la contraindican debido a que desaparecen por
por enzimas (ELISA). lo general al suministrar los líquidos orales apro-
Las bacterias como shigellas, salmonelas y piados.
vibrión colérico pueden cultivarse. La fórmula recomendada por la Organiza-
ción Mundial de la Salud (OMS) para 100 ml es
la siguiente:
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Glucosa 2g
Es necesario diferenciar las gastroenteritis in-
Cloruro de sodio 0.350 g
fecciosas de las diarreas por tóxicos, que son
Citrato de sodio 0.290 g
bastante raras; en tales casos es fácil establecer
Cloruro de potasio 0.150 g
el antecedente de contacto con el producto
Agua 100 ml
lesivo.
No son infrecuentes las personas que acos-
Está disponible en frascos de 300, 500 o
tumbran tomar laxantes para disminuir de peso
1 000 ml o en sobres para diluir en agua hervi-
o por problemas psiquiátricos; estos pacientes
da. Cuando no se consiga el producto comer-
suelen no revelar esa información ni a sus fami-
cial (o los sobres que regala la Secretaría de
liares ni al médico.
Salud, en el caso de México) se recomienda
El hipertiroidismo es otro padecimiento preparar la fórmula de modo casero: en un li-
capaz de ocasionar cuadros diarreicos, aunque tro de agua hervida se agregan cuatro cuchara-
este mal es de evolución más larga. Se acompa- das soperas rasas de azúcar, media cucharadita
ña de pérdida de peso, temblor fino de manos rasa de sal y media cucharadita rasa de bicarbo-
e insomnio; la palpación de la glándula tiroides nato de sodio.
y la determinación de T3 y T4 son decisivas.
En niños se administra durante las prime-
En el SIDA la diarrea casi siempre es cróni-
ras cuatro horas a dosis de 50 a 100 ml por kilo-
ca o con duración de varias semanas.
gramo de peso corporal, por vía oral a peque-
La deficiencia de disacaridasas produce
ños sorbos repetidos; en las siguientes dos ho-
diarrea y distensión por gases al contacto con
ras se proporcionan 25 a 50 ml por kilogramo
los lácteos, pero la cronicidad del trastorno es
de peso. Durante todo el proceso, pero en es-
evidente.
pecial al término de las primeras seis horas, se
revalora la cantidad ingerida, el estado de hi-
dratación, la desaparición de la diarrea y del
TRATAMIENTO
vómito. En caso de empeorar, por insuficiente
Los casos leves requieren terapéutica sinto- ingestión o por vómito incoercible, se aplica la
mática: dieta normal, hidratación oral, anti- hidratación intravenosa; en cambio, si se obser-
espasmódicos ocasionales o caolín y pectina; va mejoría se continúa por vía oral, a libre de-
empero, está proscrita la loperamida o el dife- manda, 1 L en 24 horas en niños menores de 1
noxilato por sus efectos nocivos y posible toxi- año y 2 L en los mayores. Pasadas las primeras
cidad. 24 horas se agrega la alimentación materna o la
En pacientes con síntomas más acentuados fórmula de leche habitual. En adultos la hidra-
el primer paso es prevenir o tratar la deshidra- tación oral se establece a libre demanda, en
tación mediante suministro oral o intravenoso. pequeñas porciones repetidas.
Capítulo 19 • Gastroenteritis infecciosa 145

Además es indispensable reducir la fiebre En las infecciones de origen bacteriano y


con medios físicos o antipiréticos; en la shige- parasitario sí tiene una función vital la buena
llosis se emplean antimicrobianos (ampicilina higiene individual y colectiva. El médico puede
100 mg diarios por kilogramo de peso, cuatro a enseñar a los pacientes y a la comunidad el uso
cinco días). Otros medicamentos recomenda- apropiado del agua potable, las normas de con-
dos en casos de resistencia son el trimetoprim sumo de alimentos, como la ingestión de ver-
más sulfametoxazol o la ciprofloxacina. duras o frutas mal lavadas o crudas, y la obliga-
En el tratamiento del cólera la primer me- ción de evitar mariscos y pescados crudos.
dida es la hidratación intravenosa rápida en un La educación para la salud es parte de la
hospital; además, deben corregirse los electró- higiene colectiva y debe enseñarse desde la es-
litos y suministrar un antibiótico de primera cuela primaria, tanto como el cuidado correcto
elección, que ha demostrado reducir la dura- de la basura, la adecuada manipulación de ali-
ción de la diarrea, disminuir el volumen de lí- mentos y la relación con portadores de la en-
quidos requeridos para la hidratación y amino- fermedad.
rar el número y cantidad de centímetros cúbi-
cos de las evacuaciones. El antibiótico más usa- BIBLIOGRAFÍA
do es la tetraciclina a dosis de 500 mg cuatro
veces al día, por tres días; si no se cuenta con Admoni O,Yagupski P, Golan A y col. Epidemiological,
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brio electrolítico, estado de choque, septicemia, during acute shigellosis and after recovery. Gut 1994;
insuficiencia renal, perforación intestinal y pe- 35:1707-1711.
ritonitis. La complicación habitual es la deshi- Aragón M, Barreto A, Chambule J y col. Shigellosis in
dratación unida al desequilibrio electrolítico; el Mozambique the 1993 outbreack rehabilitation, a
paciente cursa con hipovolemia, hipotensión follow up study. Trop Doct 1995; 25:159-162.
arterial, piel seca, globos oculares hundidos, Bassily S, Hyams KC, El Masry NA y col. Short coursc
llanto sin lágrimas y taquicardia. Este problema norfloxacin and trimethoprim sulfamethoxazole
es temible; el médico debe estar preparado para treatment of shigellosis and salmonellosis in Egypt.
prevenirlo o combatirlo en el domicilio o en el Am J Trop Med Hyg 1994; 51:219-223.
hospital. Coppo A, Colombo M, Pazzani C y col. Vibrio cholerae
in the horn of África; epidemiology, plasmids, tetra-
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son between 01 and non 01 strains. AmJ Trop Med
Depende del estado de nutrición, edad, diag- Hyg 1995; 53:351-359.
nóstico oportuno, complicaciones y gravedad Epstein PR. Emerging diseases and ecosystem inesla-
del cuadro. Es malo el pronóstico en niños bility: new threats for publie health. Am J Public
pequeños, desnutridos, con terapéuticas inade- Health 1995; 85:168-172.
cuadas, y también en los ancianos o sujetos con Gotuzzo E, Seas C, EchevarríaJ y col. Giprofloxacin for
deficiencia inmunológica. the treatment of cholera, a randomized, double
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Los rotavirus provocan infecciones gastrointes- neonates and young infants. J Pediatr 1994; 125:14-
tinales en cualquier país del mundo, con o sin 22.
buenas instalaciones sanitarias. Esto significa Islam MR, Alam AR, Hossain MS y col. Double blind
que no pueden evitarse con simples medidas comparison of oral gentamicin and nalidixic acid
higiénicas y que es necesario desarrollar una in the treatment of acute shigellosis in children. J
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146 Tubo digestivo medio

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Diarrea crónica
Dr. Daniel Murguía Domínguez

INTRODUCCIÓN sorben en el intestino delgado y de 1 a 1.5 litros


en el colon (algunos estudios han demostrado
La diarrea crónica es la disminución de la con- que el colon sano puede absorber habitualmen-
sistencia de la materia fecal a expensas del con- te hasta seis litros por día), de tal forma que
tenido líquido con tránsito intestinal acelera- sólo el 0.1% permanece en la materia fecal.
do. A este respecto vale la pena aclarar que cier- Se produce diarrea cuando se satura la ca-
tas apreciaciones de la enfermedad difieren pacidad de absorción del intestino delgado o
entre los investigadores estadounidenses y los del colon, independientemente de la causa.
mexicanos. Los primeros toman como punto de No es posible conocer exactamente la inci-
referencia principal el peso de las heces; consi- dencia o prevalencia de la diarrea crónica, ya
deran que en los países occidentales y en una que son muchas las causas; sólo es posible obte-
sociedad urbana una masa fecal diaria superior ner una frecuencia aproximada si se investigan
a 200 o 250 g, que antes era menor, debe ser la prevalencia e incidencia de cada una de sus
interpretada como diarrea; asimismo, asumen causas.
que las evacuaciones frecuentes en cantidad En cuanto a la diarrea en general, cabe
pequeña con sangre, moco o exudado, son una mencionar que cada año mueren en el mundo
forma de diarrea de bajo volumen. En cambio, cuatro millones de niños menores de cinco años;
los gastroenterólogos mexicanos conocen a este dentro de este grupo la tasa de morbimortali-
último fenómeno como síndrome disentérico y dad más alta se encuentra entre los seis y 11
como síndrome disenteriforme a las evacuacio- meses de edad; en México, en niños menores
nes con sangre, moco y escasa materia fecal. de seis meses, entre 1 y 2% de las diarreas agu-
No existe un criterio único para definir das evoluciona a crónica o persistente (llamada
cuándo una diarrea es crónica. Aunque la dis- también de larga duración). En términos gene-
tinción entre aguda y crónica es arbitraria, al- rales, la mayoría de estos casos no se relaciona
gunos la consideran crónica cuando su dura- con algún germen específico, sino con una com-
ción es de dos semanas, otros cuando es de tres plicación nutricional de la diarrea aguda cono-
a seis semanas y otros más no especifican el tiem- cida como desnutrición intestinal.
po. Es necesario mencionar que además del
tiempo de duración continua, debe pensarse en CLASIFICACIÓN Y CAUSAS
cronicidad cuando existe reaparición frecuen-
te después del ataque inicial, y en tal caso es No es fácil establecer una clasificación de la
conveniente asumirla como resultado de otros diarrea crónica, si bien debe basarse en sus
factores diferentes de los que ocasionan la dia- causas. Los o'rígenes de este padecimiento son
rrea aguda. múltiples y de mecanismos fisiopatológicos com-
Cerca de 10 litros de líquidos ingresan a las plejos. Una clasificación que tiene aceptación,
partes altas del intestino delgado durante el día. aunque es muy extensa, es la de Powell, que
El intestino absorbe estos líquidos en condicio- puede consultarse en el cuadro 20-1.
nes normales y cerca del 99% del total vuelve al Puede advertirse que en esta clasificación
espacio extracelular. Más de ocho litros se ab- no aparece la amibiasis, lo que tiene una expli-
147
148 Tubo digestivo medio

Cuadro 20-1. Clasificación de Powell de la diarrea crónica cación: el autor es estadounidense y en su país,
a diferencia de México, tanto en el medio urba-
Malabsorción
no como en el rural, la amibiasis no ocupa un
Mala digestión intraluminal
Cirrosis y obstrucción biliar lugar muy importante dentro de las causas de
Sobrecrecimiento bacteriano la diarrea.
Insuficiencia pancreática exocrina (insuficiencia No obstante, la reducción de la mortalidad
pancreática crónica, fibrosis quística, somatostati-
por enfermedades infecciosas intestinales (in-
noma)
Malabsorción mucosa cluyendo a la amibiasis como cansa) se redujo
Fármacos (colchicina, colesteramina, neomicina, considerablemente en México entre 1980 y
AINE, otros) 1993. Si en 1980 la diarrea crónica representa-
Enfermedades infecciosas (giardia, cstrongiloides, otros) ba el 22.8% de la mortalidad infantil y el 26.6%
Enfermedades del sistema ¡nmunológico (mastocitosis)
Espruc tropical de la preescolar, en 1993 estos porcentajes se
Esprue celiaco redujeron a 9.5 y 17.5%, respectivamente. Por
Dermatitis herpetiforme su parte, la menor incidencia de la amibiasis se
Enfermedad de Whipple explica no sólo por el fortalecimiento de los
Abetalipoproteinemia
Obstrucción linfática
programas de saneamiento, sino también por
Linfangiectasia intestinal el uso indiscriminado del metronidazol.
Causas mixtas de esteatorrea
Síndrome de intestino corto
Enfermedades metabólicas (tirotoxicosis, insuficiencia
ANATOMÍA PATOLÓGICA
suprarrenal)
Las enfermedades causantes de diarrea crónica
Diarreas que reaccionan rápidamente
Ingestión de sustancias no absorbibles
pueden ser muy distintas; es posible que en cier-
Magnesio tos casos el intestino parezca completamente
Sodio normal, pero en otros puede evidenciar una
Malabsorción de carbohidratos gran variedad de lesiones; todo depende de la
Sorbitol y fructosa enfermedad subyacente. Para ejemplificar lo
Tránsito intestinal acelerado
anterior se describen algunos estados patológi-
Glucosa, galactosa y deficiencia de disacaridasas
Diarrea por ácidos biliares cos habituales.
Resección de íleon, cortocircuito intestinal, malabsor- En la enfermedad celiaca las lesiones afec-
ción congénita de ácidos biliares poscolecistec- tan casi exclusivamente la mucosa del intestino
tomía
Diarrea posvagotomía con cualquier tipo de drenaje
delgado, sin dañar las otras capas de la pared.
Las alteraciones se localizan por lo regular en
Diarrea que puede o no reaccionar rápidamente
Síndrome de intestino irritable
duodeno y yeyuno proximal y son menos inten-
Alergia a alimentos sas cuanto más alejadas estén; el íleon puede
Colitis microscópica incluso aparecer indemne. A nivel histológico
Colitis colagenosa las lesiones son atrofia de las vellosidades, hi-
Enterocolitis eosinofílica pertrofia de criptas, alteraciones del epitelio de
Diarreas que no reaccionan rápidamente revestimiento, que de cilindrico se convierte en
Síndrome carcinoide cúbico, infiltración de linfocitos y plasmocitos
Gastrinoma
Vipoma
IgA del corion y disminución de las vellosida-
Carcinoma medular de tiroides des en el borde en cepillo.
Glucagonoma En el caso de la diarrea por deficiencia de
Adenoma velloso
disacaridasas, todas las capas del intestino se
Mastocitosis sistémica
Diarrea ficticia aprecian normales, de forma que la biopsia in-
Diarrea crónica idiopática y seudocólera pancreático testinal no revela ninguna anormalidad.
Diarrea del diabético En la enfermedad de Crohn la pared del
Diarrea del alcohólico intestino se encuentra macroscópicamente rí-
Diarreas congénitas secretoras
gida y engrosada; es común encontrar esteno-
Diarreas inflamatorias sis, la serosa puede presentar granulomas, el
Enfermedad inflamatoria intestinal
mesenterio adyacente está edematoso y muchas
Gastroenteritis eosinofílica
Alergia a proteínas de la soya y leche veces acortado, la grasa mesentérica puede ro-
Enteropatías perdedoras de proteínas dear todo el intestino y pueden desarrollarse
Enterocolitis crónica por radiación fístulas.
Diversas (tuberculosis, síndrome de Behcet, Clostridium
difficile, síndrome de Cronkhiite-Canadá, y otros)
La mucosa puede mostrarse edematosa e
hiperémica, muchas veces con ulceraciones. A
Capítulo 20 ' Diarrea crónica 149

nivel microscópico se detecta linfedema obstruc- ambos; es el caso de la amibiasis, la salmonelo-


tivo, linfocitos y células plasmáticas (más visi- sis o el linfoma. La diarrea por anomalías de
bles en la capa submucosa); los granulomas no contacto entre el quimo y la superficie de ab-
caseificados se encuentran en 60% de los pa- sorción se presenta en la resección o en el cor-
cientes que padecen afección de la submucosa. tocircuito intestinales.
La fibrosis intensa de la submucosa y de la
muscular se observa en las afecciones graves y CUADRO CLÍNICO
es causante de estenosis.
En el caso del intestino irritable no se pre- En términos generales el diagnóstico de las
cian lesiones ni en el nivel macroscópico ni en enfermedades o causas que ocasionan diarrea
el microscópico; es decir, anatomopatológica- crónica suele establecerse a partir de la historia
mente es normal. clínica cuidadosa. El interrogatorio debe indi-
La colitis amibiana evidencia hiperemia de car si es de origen orgánico (despierta al pa-
la mucosa y lesiones ulcerosas diseminadas. En ciente) o funcional (casi nunca se presenta
el plano microscópico existe necrosis basofílica durante la noche) y si es consecuencia de una
por lisis del epitelio y escaso infiltrado infla- afección sistémica o de una localizada en el
matorio agudo y crónico (polimorfonucleares, intestino.
linfocitos y células plasmáticas); puede presen- Las parasitosis y la deficiencia de lactasa son
tarse hemorragia y, sobre todo, debe haber tro- más comunes en niños y adultos jóvenes. La
fozoítos ya sea en la superficie o a nivel intra- diarrea causada por enfermedad diverticular o
epitelial; esto obliga a diferenciar esta afección carcinoma de colon es más frecuente en perso-
de la colitis. nas de edad avanzada y el síndrome de intesti-
En otros casos el intestino sólo es el órgano no irritable aparece más a menudo en personas
blanco y la lesión se ubica en otro sitio, como de edad media.
en los casos de vipoma, glucagonoma, gastrino-
ma o hipertiroidismo, por mencionar sólo algu- INICIO Y EVOLUCIÓN
nos.
Una diarrea de más de dos años de evolución
PATOGENIA obliga a pensar en un trastorno inflamatorio
intestinal, vipoma o carcinoma. Si la diarrea se
Son cuatro los principales mecanismos que ge- presenta después de consumir lácteos (con
neran un exceso de agua en las heces: excepción del yogur) debe pensarse en deficien-
cia de disacaridasas (lactasa). Si ocurre la dia-
1. Retención osmótica de agua en la luz intes- rrea a pesar del ayuno es probable que se deba
tinal a un mecanismo secretor (ácidos biliares, vipo-
2. Secreción de agua y solutos hacia la luz ma).
intestinal
3. Presencia de exudados Características de las heces
4. Anomalías del contacto entre el quimo y la
superficie de absorción Si tienen un color amarillo o verdoso general-
mente se originan en el intestino delgado. Si
Sobreviene diarrea osmótica cuando las son voluminosas, grasosas y flotan en el agua
moléculas hidrosolubles permanecen en la luz debe pensarse en páncreas. Si muestran sangre
intestinal reteniendo el agua. Esto ocurre, por su origen puede situarse en el colon, como es
ejemplo, en la deficiencia de lactasa y en el el caso de la enfermedad inflamatoria intesti-
abuso de laxantes o antiácidos (Mg2+). nal, shigellosis y amibiasis. Por su parte, es muy
Se desencadena diarrea secretoria cuando probable que la mixorrea la provoque un ade-
la mucosa del intestino libera pero no absorbe noma velloso. Son de igual importancia los
líquidos; por ejemplo, en la resección del íleon antecedentes quirúrgicos (vagotomía, resección
terminal, vipoma e infección por E. coli y V. cho- intestinal), médicos (diabetes sacarina, hiperti-
lerae (la toxina de V. cholerae induce la secre- roidismo) y la ingestión de medicamentos (mag-
ción de líquidos e inhibe la absorción de sodio nesio, cisaprida y otros). Deben investigarse los
y cloro). La diarrea exudativa es resultado de la síntomas agregados: dolor, borborigmos, hiper-
salida intestinal de proteínas, sangre o moco termia, pérdida de peso, hiporexia, anemias,
procedentes de sitios edematosos, ulcerados, o artralgias, y otros más.
150 Tubo digestivo medio

Exploración física Si los estudios coproparasitoscópicos son


positivos para amiba, giardia, helmintos o platel-
Debe ser sistemática y completa; es indispensa- mintos, el metronidazol (a dosis de 30 mg dia-
ble buscar signos compatibles con enfermedad rios por kilogramo de peso durante 10 días)
general (diabetes sacarina, Addison, hipertiroi- basta para combatir a las dos primeras; el alben-
dismo). Es posible que la clave del diagnóstico dazol (400 mg en dosis única) es suficiente para
se encuentre en el abdomen; la palpación y tratar los helmintos, en tanto que para la te-
percusión cuidadosa pueden revelar tumoracio- niasis, estrongiloidosis e himenolepiasis se ne-
nes, ascitis o una cuerda cólica dura y dolorosa. cesitan 400 mg cada 24 h por tres días conse-
No se debe prescindir del tacto rectal, que pue- cutivos y repetir 15 o 20 días después debido al
de aportar datos indicativos de una neoplasia ciclo vital de los parásitos.
(cáncer, adenoma velloso). El coprocultivo con antibiograma indica la
bacteria y antibiótico adecuado en caso de que
DIAGNOSTICO Y DIAGNOSTICO la diarrea sea de origen infeccioso. Si se trata
DIFERENCIAL de la enfermedad inflamatoria intestinal se in-
dica la 5-ASA a dosis que varían de 750 mg a 3
En todo paciente con diarrea crónica es nece- g al día, según el caso. En el tratamiento sinto-
sario practicar exámenes coproparasitoscópicos, mático se emplean medicamentos que influyen
investigación de amiba en fresco, coprocultivo, en los mecanismos de absorción y movimiento
estudio coprológico, detección de sangre ocul- intestinal; se prescriben en el intestino irrita-
ta en heces, así como pruebas de citología he- ble, enfermedad diverticular de colon, enferme-
mática, química sanguínea, proteínas totales y dad inflamatoria intestinal (sin olvidar que
determinación de HIV. Es muy probable que pueden precipitar la aparición de colon tóxi-
esto oriente definitivamente el diagnóstico; de co), vagotomía, gastrectomía, resección intesti-
no ser así, se establece una segunda línea de nal, ileostomía y pacientes con SIDA. En este
investigación que incluye: rectosigmoidoscopia, caso se recomiendan los derivados de los opiá-
colon por enema con doble medio de contras- ceos, como difenoxilato, que no es recomenda-
te, tránsito intestinal y pruebas de malabsorción ble en niños ni en ancianos pero sí en adultos
(cuantificación de grasa en materia fecal de 24 (2.5 mg cada 24 o cada 4 horas, según sea el
h, d-xilosa y prueba de Schilling). caso), y la loperamida, que puede utilizarse a
Con los exámenes anteriores puede diag- iguales dosis. En los casos raros de diarrea ori-
nosticarse la enfermedad en 90% de los casos. ginada por vipoma, gastrinoma, glucagonoma,
Aun así, tal vez sea necesario practicar niveles carcinoide o carcinoma medular de tiroides la
séricos hormonales (gastrina, calcitonina, PIV, extirpación quirúrgica del tumor es lo indica-
glucagon, o 5-HIAA) para descartar o corfirmar do.
el síndrome de Zollinger-Ellison, carcinoma
medular de tiroides, síndrome de Verner-Mo- COMPLICACIONES
rrison, glucagonoma y carcinoide, respectiva-
mente. Las más frecuentes son el desequilibrio hidro-
electrolítico y acidobásico y la desnutrición, con
TRATAMIENTO sus manifestaciones, es decir, anemia, hipopro-
teinemia, hemorragias, y otras.
Debe basarse en las causas, síntomas y compli-
caciones. Cuando aún no se establece el diag- PRONOSTICO
nóstico, y mientras se espera el resultado de los
estudios, es válido realizar pruebas terapéuticas. En las enfermedades infectocontagiosas, con
Una de ellas consiste en suprimir durante una excepción del SIDA, el pronóstico es bueno; en
semana la leche y sus derivados (con excepción otras anomalías el pronóstico es relativo pues
del yogur). Si la diarrea no cede se puede efec- depende de las causas.
tuar una segunda prueba terapéutica: eliminar
el trigo en cualquiera de sus presentaciones
PROFILAXIS
durante una semana. No debe sorprender que
en más de un caso cese la diarrea; es indicativo Pueden tomarse medidas profilácticas en las
de que ésta se debía a deficiencia de disacarida- enfermedades infectocontagiosas, no así en la
sas o a intolerancia al gluten, según sea el caso. mayoría de los trastornos subyacentes.
Capítulo 20 • Diarrea crónica 151

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Síndrome de malabsorción
intestinal
Dr. Samuel Fuentes Del Toro

INTRODUCCIÓN nutrimentos, lo hacen por mecanismos de trans-


porte pasivos y activos. Son del primer tipo la
El síndrome de malabsorción intestinal (SMI) difusión pasiva y la filtración; ambos trasladan
comprende un conjunto de alteraciones funcio- los nutrimentos gracias a un gradiente de con-
nales ocasionadas por la defectuosa capacidad centración, como sucede con la sal. Los meca-
de absorber nutrimentos. Es signo distintivo de nismos activos, en cambio, requieren gasto de
este padecimiento que los alimentos, ingeridos energía para el paso de sustancias; tres son los
previamente por vía oral o vertidos en la luz principales: transporte activo, difusión facilita-
gastrointestinal por sondas, no pueden pasar a da y endocitosis.
través de las microvellosidades de la mucosa El transporte activo es la circulación de
intestinal después de sti digestión. moléculas de un lado a otro de la membrana,
Sin embargo, el paciente con SMI no sufre incluso en contra de un gradiente de concen-
alteraciones de ingestión ni de tránsito motor tración, como ocurre con el transporte de pota-
en boca, faringe, esófago y estómago ni tampo- sio del exterior al interior de la célula.
co limitaciones en los procesos de digestión La difusión facilitada es un mecanismo de
hasta la formación de dímeros y monómeros de transporte con gasto de energía, pero en fa-
nutrimentos. vor de un gradiente de concentración, como
El intestino delgado tiene en el adulto una es el caso de la absorción de glucosa desde
longitud promedio de cuatro metros, pero la la luz intestinal (este proceso requiere sodio;
distribución de la mucosa intestinal (en forma por ello, para asegurar una buena absorción de
de pliegues) incrementa esta superficie de ab- uno u otro, deben administrarse juntos, aun
sorción, que se multiplica además si se conside- cuando uno de ellos tenga una menor propor-
ra que a nivel microscópico cada vellosidad in- ción).
testinal está formada por múltiples microvello- La endocitosis es un mecanismo de fagoci-
sidades. En realidad, el intestino posee una tosis en el cual la membrana plasmática exte-
superficie de absorción de 2 X 108 X cm2 con- rior envuelve a la partícula por absorber; este
tando las porciones laterales y el borde de cepi- proceso se observa con frecuencia en los neo-
llo de las células epiteliales. natos y en los pacientes seniles; es un mecanis-
La motilidad intestinal posibilita que los mo que absorbe los antígenos.
nutrimentos se mantengan en contacto circu- Los nutrimentos se absorben en diferentes
lante con las células intestinales y, de alguna alturas del intestino. En el intestino proximal
manera, que se impulsen por gradientes de se absorbe hierro, calcio, vitaminas hidrosolu-
presión hacia los canales de absorción, como bles (vitaminas B y C) y grasa (monoglicéridos
sucede con los canalículos linfáticos, y también y ácidos grasos). Los azúcares lo hacen en el
hacia el sistema venoso portal hepático. intestino proximal y también en el intermedio.
Todas las sustancias que atraviesan la mem- Los aminoácidos en el yeyuno, principalmente,
brana de la mucosa intestinal, incluyendo los y en menor medida en la porción proximal v
152
Capítulo 21 • Síndrome de malabsorción intestinal 153

distal. En la p o r c i ó n distal (íleon) se absorben Cuadro 21-1. Clasificación del síndrome


las sales biliares y la vitamina B 12. El colon es de malabsorción
i m p o r t a n t e para la absorción de sal y agua, so­
Crupo I. Hidrólisis intraluminal defectuosa
bre t o d o en el ciego. El recto es poco útil para o solubilización inadecuada
la absorción de alimentos, a u n q u e su mucosa A. Insuficiencia pancreática primaria
tiene capacidad para asimilar fármacos introdu­ B. Insuficiencia pancreática secundaria
cidos d i r e c t a m e n t e y su acción es tanto local C. Deficiencia de ácidos biliares conjugados
D. Crecimiento bacteriano excesivo (desconjugación
c o m o sistémica. de sales biliares)
Las entidades q u e más a m e n u d o ocasio­ 1. Asas ciegas
n a n SMI varían según sea el área geográfica 2. Estenosis múltiples y divertículos yeyunales
d o n d e o c u r r e n . Las más c o m u n e s son: 3. Fístulas
4. Posgastrectomía
5. Esclerodermia y seudoobstrucción
1. Digestión i n a d e c u a d a por enfermedad he­
Grupo II. Célula mucosa normal y superficie inadecuada
pática y del tracto biliar A. Trastornos primarios de célula mucosa
2. S í n d r o m e posgastrectomía 1. Deficiencia de disacaridasa
3. Parasitosis intestinal p o r Giardia lamblia 2. Abetalipoproteinemia
4. Diabetes mellitus 3. Malabsorción de vitamina B12
4. Cistinuria y enfermedad de Hartnup
5. E n f e r m e d a d inflamatoria del intestino se­ B. Enfermedad del intestino delgado
c u n d a r i a a tuberculosis intestinal y, recien­ 1. Enfermedad celiaca
t e m e n t e , SIDA 2. Enfermedad de Whipple
6. S í n d r o m e de intestino corto 3. Ileoyeyunitis no granulomatosa
5. Amiloidosis
7. Procesos infiltrativos
6. Isquemia del intestino delgado
8. Deficiencia de disacaridasas 7. Enfermedad de Crohn (enteritis granulomatosa)
9. Linfomas C. Superficie inadecuada
10. Enteropatía p e r d e d o r a de proteína Grupo III. Obstrucción linfática
A. Linfoma
B. Tuberculosis y linfadenitis tuberculosa
C. Linfangiectasia
CLASIFICACIÓN
Grupo IV. Infección
La forma más adecuada de clasificar el SMI debe A. Esprue tropical
B. Enteritis infecciosa aguda
basarse en los m e c a n i s m o s de acción de las
C. Parasitosis
e n f e r m e d a d e s (cuadro 21-1).
Grupo V. Defectos múltiples
A. Castrectomía subtotal
B. Resección distal del íleon, enfermedad o desviación
CAUSAS C. Enteritis por radiación
Grupo VI. De causa inexplicable
Al analizar la extensa gama de enfermedades A. Hipogammaglobulinemia
c o m p r e n d i d a s en el SMI se advierte que no es B. Síndrome carcinoide
posible hablar de factores etiológicos; por esta C. Hipotiroidismo
razón sólo se citan algunos casos representati­ D. Diabetes mellitus
E. Mastocitosis
vos v frecuentes. F. Hipertiroidismo e hipoadrenocorticismo
Grupo Vil. Malabsorción causada por fármacos
A. Colestiramina
A N A T O M Í A PATOLÓGICA B. Colchicina
C. Laxantes irritantes
En el SMI destacan algunos datos en el estudio D. Neomicina
histopatológico de las biopsias obtenidas de E. Acido p-aminosalicílico
F. Fenindiona
mucosa intestinal. Por ejemplo, son hallazgos
diagnósticos en biopsia la enfermedad de Whip- Modificado de Sleisenger, M i l .
ple, q u e revela infiltrado de macrófagos en la
lámina propia y tinción de PAS positiva; la aga-
m m a g l o b u l i n e m i a , q u e muestra vellosidades
planas o ausentes e infiltrado de linfocitos y lignas; la enteritis regional, cuya biopsia revela
ausencia de células plasmáticas; el linfoma in­ la existencia de g r a n u l o m a s no caseosos; las
testinal, en el que se observa infiltración de la infestaciones parasitarias, que evidencian inva­
lámina propia y la submucosa con células ma- sión de la mucosa por los parásitos y a d h e r e n -
154 Tubo ivo medio

cia de los trofozoítos a la superficie mucosa, sos esenciales y algunas vitaminas.


como en la giardiasis. 8. Hiperazoemia e hipotensión por la pérdi-
Muchas enfermedades muestran anormali- da de agua y electrólitos.
dad de la mucosa, pero sus biopsias no son per 9. Amenorrea y pérdida de la libido. Ambas
se diagnósticas; en este grupo se incluyen diver- son secundarias a la pérdida de proteínas y
sas anomalías, como la enfermedad celiaca, a la inanición crónica que conduce a hipo-
cuyas vellosidades se observan acortadas o au- pituitarismo secundario.
sentes, con criptas hipertrofiadas, daño de la
superficie epitelial e infiltrado mononuclear; el
esprue tropical, que tiene lesiones similares a DIAGNOSTICO
las de la enfermedad celiaca pero con infiltra-
ción de linfocitos; la carencia de ácido fólico o Son los trastornos íisiopatológicos característi-
vitamina B12, o ambos, que muestra vellosida- cos los que establecen el diagnóstico de SMI.
des pequeñas, megalocitosis y mitosis disminui- La diarrea con esteatorrea puede indicar SMI,
das en las criptas; esta misma imagen la ofrece en cuyo caso deben solicitarse diversos estudios
la enteritis aguda por radiación. Por último, los de laboratorio para delimitar la entidad noso-
síndromes de sobrepoblación bacteriana en los lógica causante. Es importante la historia clíni-
que se aprecia daño de las vellosidades en for- ca para identificar algunos datos que hagan
ma de parches y aumento del infiltrado de lin- sospechar digestión insuficiente por enferme-
focitos. dad hepática o del tracto biliar (o ambas). Es
importante asimismo investigar los anteceden-
PATOGENIA Y CUADRO CLÍNICO tes quirúrgicos, especialmente de resecciones
del tubo digestivo; estos últimos pueden provo-
Todos los datos clínicos observados en el SMI car carencias físicas de estructuras causantes de
se articulan mejor si se comprende su mecanis- un proceso motor, secretor o de absorción de
mo de producción. Los enfermos con este sín- nutrimentos (malabsorción posgastrectomía,
drome cursan con: síndrome de intestino corto), o bien condicio-
nes que propicien una sobrepoblación bacteria-
1. Diarrea. Es en realidad el síntoma pivote na en el intestino como causa de síndrome de
del síndrome y lo provoca la absorción im- malabsorción intestinal.
pedida, el aumento de la secreción de agua Las afecciones que ocasionan defectos de
y electrólitos y el bloqueo de la absorción la función de la mucosa incluyen trastornos
de ácidos biliares y grasos que empeoran la inflamatorios o infiltrativos, como en los casos
absorción de agua y electrólitos. de enteritis regional, tuberculosis intestinal,
2. Malnutrición caloricoproteica y pérdida de amiloidosis, enteritis por radiación o enteritis
peso. Son consecuencia del bloqueo de la eosinofílica. De igual manera pertencen a este
absorción de grasas, carbohidratos y proteí- grupo los padecimientos genéticamente deter-
nas que conduce al agotamiento de la fuen- minados o con alteraciones bioquímicas, como
te calórica. el esprue no tropical, la mastocitosis sistémica,
3. Meteorismo. Resultado de la fermentación los síndromes por deficiencia de disacaridasas
bacteriana en los carbohidratos no absorbi- o la hipogammaglobulinemia.
dos. Finalmente, pueden ser también anorma-
4. Estomatitis, glositis y queilosis. Las provoca lidades físiopatológicas indicativas las alteracio-
la deficiencia de hierro, vitamina B12, áci- nes relacionadas con trastornos endocrinos
do fólico y otras vitaminas. metabólicos que cursan con SMI, como diabe-
5. Anemia. Es consecuencia de los mecanis- tes mellitus, hipoparatiroidismo, insuficiencia
mos ya mencionados. suprarrenal, hipertiroidismo, síndrome de Zo-
6. Tendencia hemorrágica. Se presenta por la llinger-Ellison por tumores ulcerógenos del
deficiente absorción de vitamina Kque re- páncreas y síndrome carcinoide. Debe asimis-
duce el sustrato al hígado para la síntesis mo considerarse la enteropatía perdedora de
de los factores dependientes de vitamina proteínas, aunque es una entidad poco fre-
K (protrombina, proconvertina, proacele- cuente.
rina). En el análisis diagnóstico del SMI es rele-
7. Hiperqueratosis folicular y dermatitis por vante tomar en cuenta el valor de las pruebas
deficiencia de vitamina A, zinc, ácidos gra- de laboratorio específicas (cuadro 21-2).
Capítulo 21 • Síndrome de malabsorción intestinal 155

Cuadro 21-2. Pruebas de laboratorio útiles en el diagnóstico de malabsorción intestinal

Va/ores normales Malabsorción

suero:
Albúmina 4.0 a 5.0 g/dl Disminuida
Caroteno 0.06 a 0.4 mg/dl Disminuido. Más en enfermedades dei intestino
delgado
Calcio 9 a 10.5 mg/dl Disminuido
Colesterol 150 a 250 mg/dl Disminuido
Potasio 3.5 a 5.0 meq/L Disminuido
Magnesio 1.7 a 2.0 meq/L Disminuido
Vitamina Bi2 100 a 700 mg/ml Disminuido. Más en esprue tropical y crecimiento
bacteriano excesivo
Acido fólico 5 a 21 ng/ml Disminuido. Más en enfermedades del intestino
delgado
Plasma:
Tiempo de protrombina Valor control Aumentado
Pruebas de tolerancia:
Eliminación urinaria de 4.5 g Disminuida en enfermedaddes de la mucosa. Más
o más a las cinco horas en la enfermedad celiaca y en estasis intestinal
d-Xilosa (25 g por vía oral)
(normal en insuficiencia pancreática)
35 mg arriba del valor "Curva plana" en enfermedad celiaca y en
plasmático en ayuno enfermedades de pared intestinal y por
Glucosa (100 g por vía oral)
malabsorción con monosacáridos
Aumento de la glucemia de "Curva plana" en deficiencia primaria de lactosa,
20 mg/dl enfermedad celiaca y enfermedades de pared
Lactosa (50 a 100 g vía oral)
intestinal
Aumento de la glucemia 20 "Curva plana" en enfermedad celiaca o enferme-
mg/dl dades de pared intestinal
Sacarosa (100 g por vía oral)
Más de 7% de eliminación Disminuida en estasis intestinal, disfunción ¡leal o
Absorción de vitamina B 12 en orina/24 horas resección
marcada
Grasa en heces:
Menos de 6 g/24 horas Aumentada
Determinación química (80 a
100 g de grasa al día)

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL Debe diferenciarse también el SMI de la


malabsorción posgastrectomía, que es común
Debe distinguirse el SMI de los trastornos atri- después de gastrectomía subtotal, más aún si es
buibles a problemas de digestión. En las enfer­ del tipo Billroth II. Esto se debe a que el conte­
medades del hígado o del tracto biliar la estea- nido gástrico pasa directamente al yeyuno, sin
torrea es un síntoma frecuente, particularmen­ contacto con el duodeno, ocasionando una dis­
te en la hepatitis biliar aguda, obstrucción del minución del estímulo para liberar secretina,
tracto biliar extrahepático, cuando este proce­ colecistocinina y pancreocimina del duodeno,
so es crónico, y la cirrosis biliar primaria nutri- que condiciona una secreción disminuida de
cional o posnecrótica. En estos casos la absor­ enzimas pancreáticas.
ción de d-xilosa y vitamina B12 son normales, También puede observarse estasis del con­
pero la biopsia de mucosa intestinal no es útil. tenido intestinal del asa aferente, que origina
La esteatorrea depende de la falta de excreción una proliferación de bacterias en el intestino
de sales biliares conjugadas, lo cual impide la proximal y una alteración del metabolismo de
formación de micelas. En consecuencia, la ma­ las sales biliares. Asimismo, es posible que se
labsorción de vitamina D y calcio causa enfer­ presente el síndrome de vaciamiento rápido,
medad ósea metabólica grave. Esto es muy fre­ menos frecuente en la vagotomía y piloroplastia
cuente en la cirrosis biliar primaria. Las radio­ y más en la gastrectomía.
grafías de huesos muestran porosidad ósea, adel­ En algunos casos el tratamiento con enzi­
gazamiento cortical, aplastamientos vertebrales mas pancreáticas puede mejorar el cuadro clí­
y fracturas patológicas espontáneas. En el alco­ nico. La muestra de líquido yeyunal drenado
hólico a menudo ocurre pancreatitis crónica con para cultivo de aerobios y anaerobios puede
insuficiencia pancreática exocrina. bloquear la proliferación bacteriana si se em-
156 Tubo digestivo medio

plean razonablemente los antibióticos. Esto es cardiaca crónica, insuficiencia arterial mesen-
aceptable cuando la cuenta de colonias es ma- térica superior y pericarditis constrictiva. En
yor de 107 x mi de líquido yeyunal. En la mo- estos casos existe dilatación del linfático de la
dalidad Billroth II puede existir deficiencia de mucosa con excesiva pérdida de proteínas ha-
hierro y calcio debido a que éstos se absorben cia la luz intestinal. La esteatorrea podría atri-
principalmente en el duodeno. buirse a congestión, edema e hipoxia de la
El síndrome de intestino corto (SIC) tiene mucosa y a la función anormal del páncreas
como causa más importante la resección masi- exocrino.
va de intestino a consecuencia de infarto me- La deficiencia de disacaridasas, especial-
sentérico y, en menor grado, las resecciones mente de lactasa, pese a ser un padecimiento
múltiples por enteritis regional o la anastomo- genéticamente determinado, se manifiesta has-
sis yeyunoileal por obesidad mórbida. El tipo ta la adolescencia o en la edad adulta. El diag-
de bloqueo en la absorción de nutrimentos nóstico debe sospecharse cuando pequeñas
depende de la extensión y altura del intestino cantidades de leche desencadenan un síndro-
resecado, de la presencia de válvula ileocecal y me diarreico con flatulcncia y cólicos abdomi-
de los mecanismos de adaptación del intestino nales. Debe diferenciarse de la alergia o de la
remanente. Cuando existe válvula ileocecal se hipersensibilidad a la leche con una prueba de
pueden tolerar resecciones hasta de 50% del tolerancia a la lactosa. La intolerancia adquiri-
intestino. Por el contrario, las resecciones me- da a la lactosa se puede observar en la enteritis
nores de 30% se vinculan con diarrea grave y regional, infecciones intestinales por virus, bac-
malabsorción si se practicó resección de íleon terias, giardia, esprue tropical y no tropical y
que incluyó válvula ileocecal. colitis ulcerativa.
La diarrea con esteatorrea tiene una alta En la diabetes mellitus puede advertirse
frecuencia en el SIDA y es secundaria a infec- insuficiencia pancreática exocrina, prolifera-
ciones virales o parasitarias o al sarcoma de ción de bacterias en el intestino proximal o des-
Kaposi. En estos pacientes la absorción de d- encadenarse por descontrol grave de la dia-
xilosa es anormal y los niveles de zinc sérico a betes.
menudo están bajos. Los coprocultivos pueden En la enteropatía perdedora de proteína se
establecer el diagnóstico etiológico. excreta 10 a 20% de la albúmina intercambia-
La seudoobstrucción intestinal crónica es ble, aunque ésta puede incrementarse en for-
un síndrome heterogéneo que puede incluir ma alarmante. En este síndrome se incluyen el
enfermedades de la colágena como la esclero- carcinoma gástrico, la gastritis hipertrófica o
dermia, la dermatomiositis y el lupus eritema- atronca, el síndrome posgastrectomía, varios
toso sistémico, enfermedades endocrinológicas padecimientos del intestino (incluso la tuber-
como el mixedema o la diabetes mellitus, pade- culosis intestinal), o linfoma, afecciones de
cimientos neurológicos como la enfermedad de colon (neoplasias), colitis ulcerativa o granulo-
Chagas y la amiloidosis, condiciones quirúrgi- matosa y megacolon, así como varios padeci-
cas como la anastomosis yeyunoileal y la diver- mientos cardiovasculares. La biopsia de muco-
ticulosis del yeyuno, o fármacos como los anti- sa muestra vasos linfáticos telangiectásicos en
depresivos tricíclicos. la lámina propia y la submucosa. Las linfangio-
Los pacientes muestran tránsito intestinal grafías muestran linfáticos viscerales hipoplási-
prolongado, sobre todo en el intestino delga- cos con ausencia de ganglios linfáticos retrope-
do. La cisaprida mejora el vaciamiento gástrico ritoneales.
y el tránsito intestinal. La malabsorción en este
síndrome depende de la estasis intestinal, que TRATAMIENTO
ocasiona proliferación bacteriana en el intesti-
no delgado. A continuación se proporcionan algunos li-
En el esprue tropical se observa anemia ncamientos generales para el tratamiento de
megaloblástica en 60% de los casos, bloqueo de las principales enfermedades del síndrome
absorción de grasa, xilosa y vitamina B12 y ma- de malabsorción intestinal.
labsorción de al menos dos nutrimentos impor- En los padecimientos del grupo I (hidróli-
tantes. La biopsia es útil pero no patognomóni- sis defectuosa), específicamente en la insuficien-
ca; se aprecian lesiones de yeyunitis tropical. cia pancreática primaria, secundaria o relativa,
Otros padecimientos particulares pueden es útil la terapéutica sustitutiva de las enzimas
también cursar con esteatorrea: insuficiencia pancreáticas a dosis de 6 g al día (Viokase).
Capítulo 21 • Síndrome de malabsorción intestinal 157

Además puede agregarse insulina y vitamina B12 Los padecimientos del grupo III se deben a
inyectable por periodos de una semana cada obstrucción linfática. En el linfoma se requiere
mes. resección quirúrgica y radioterapia, aunque la
En el síndrome de Zollinger-Ellison se ini- supervivencia promedio apenas sobrepasa el
cia el tratamiento con bloqueadores H<¿ de la año. En la tuberculosis intestinal se administran
histamina; después se indica gastrectomía total antifímicos similares a los empleados en la pul-
o resección del adenoma pancreático produc- monar; los casos de obstrucción intestinal o fís-
tor de gastrina. tulas exigen procedimientos quirúrgicos. Es útil
Cuando exista crecimiento bacteriano ex- además la dieta hipercalórica e hiperproteíni-
cesivo son indispensables los antibióticos. La ca, en especial si se añaden calcio y vitaminas
deficiencia de ácidos biliares conjugados, por por vías oral y parenteral.
ejemplo en la fístula vesícula-colon (colecisto- Los trastornos del grupo IV corresponden
cólica) , debe corregirse quirúrgicamente. En la a infección o parasitosis. En los procesos infec-
obstrucción crónica del árbol biliar es esencial ciosos deben realizarse coprocultivos y adminis-
la corrección operatoria para hacer fluir la bilis trar antibióticos. En la parasitosis por Giardia
hacia el intestino. En la insuficiencia hepática lamblia se utiliza metronidazol a dosis de 20 a
colestásica crónica es de utilidad la administra- 40 mg por kilogramo de peso por día durante
ción de calcio por vía oral o, si se requiere, in- 10 días y el tratamiento se repite al menos tres
travenosa; además se añaden vitaminas liposo- veces.
lubles (A, D y K) y el ejercicio físico se indica Las anormalidades del grupo V son defec-
para evitar la osteomalacia. tos múltiples. Para la gastrectomía subtotal se
En las enfermedades del grupo II se pre- recomienda consultar el capítulo correspon-
sentan anomalías de las células de la mucosa diente. En la resección del íleon se suministra
intestinal y una superficie de absorción inade- nutrición parenteral total, si la resección fuera
cuada. En la insuficiencia de disacaridasa se amplia, y se complementa con vitaminoterapia
suprime la leche y sus derivados. En la enfer- parenteral.
medad celiaca, llamada también enteropatía por Las afecciones del grupo VI tienen una
gluten (proteína presente en algunos cereales) causa inexplicada. El tratamiento es difícil; por
se indica la dieta sin gluten, es decir, sin trigo, ejemplo, en el hipotiroidismo es necesario el
centeno, avena y cebada, y sin los alimentos que tratamiento resütutivo de tiroides. En la diabe-
lo contengan, como cerveza, helados, aderezo tes mellitus, si es posible, es indispensable el
para ensaladas y otros; también es conveniente control con hipoglucemiantes orales; si no, se
retirar la leche y sus derivados. prescribe insulina y después se controla con
En la enfermedad de Whipple, denomina- dieta, calculando la cantidad exacta de calorías
da también granulomatosis intestinal o lipodis- que necesita el paciente según su peso.
trofia intestinal, el tratamiento consiste en an- Los padecimientos del grupo VII implican
tibióticos, como ampicilina, 1 g por día, o peni- malabsorción por fármacos. Primero debe su-
cilina oral, 250 mg cuatro veces al día, durante primirse el medicamento o cambiarlo por otro
semanas o meses, para luego continuar con tra- con efecto similar. Se agrega vitaminoterapia
tamiento intermitente, tres veces por semana. oral o parenteral.
También los corticoides son útiles. Un factor que transformó radicalmente el
El 60% de los casos requiere tratamiento tratamiento y la evolución de este síndrome fue
continuo y el 40% durante dos a seis meses. la aplicación de métodos de apoyo metabólico
Ante superficie insuficiente, por resección nutricio. La nutrición parenteral total mantie-
masiva de intestino o en resecciones o deriva- ne en ayuno oral al paciente sin riesgo de
ciones utilizados para tratar la obesidad, el tra- privarlo de todos los nutrimentos necesarios
tamiento debe reparar, si es posible, el defecto para asegurar el anabolismo proteico visceral y
fistuloso dejado en los obesos; en caso contra- tiene la ventaja adicional de conservar en repo-
rio se mantiene en ayuno al enfermo y se pres- so al intestino durante la fase en la que se rea-
cribe alimentación parenteral total prolongada, lizan los procedimientos diagnósticos y se pres-
que puede instituirse con esquema ambulato- cribe el tratamiento específico para cada enti-
rio en casa, con lo cual se hipertrofian las mi- dad.
crovellosidades. Después se continúa con nutri- La alimentación enteral ha permitido en la
ción enteral total y dieta elemental que supri- última década alimentar a enfermos con pro-
men la necesidad de digestión. blemas tan críticos como el síndrome de intes-
158 Tubo digestivo medio

tino corto y se ha logrado, con nutrimentos Carmel R. In vitro studies of gastricjuice in patient with
específicos, inducir acción trófica sobre las mi- food-cobalamin malabsorption. Dig Dis Sci 1994;
crovellosidades. En este sentido es importante 39(12):2516-2522.
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restablece en forma más rápida el daño de la Ehrenpreis DE, Carlson SJ, Boorstein HL y col. Malab-
mucosa. La arginina ha mostrado, aun en pa- sorption and deficiency oí vitamin B12 in HlV-in-
cientes catabólicos, mejorar el anabolismo pro- fected patients with chronic diarrhea. Dig Dis Sci
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Los ácidos grasos de cadena corta, deriva- Fuentes S, Cruz C. Efectos nutricios deletéreos por
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tantas que las complicaciones pueden ser innu- Hiyama DT. The current role of small-bowel trasplan-
merables; algunas de ellas son las fracturas pa- tation in intestinal failure. Nutr Clin Pract 1993;
tológicas por falta de calcio o de matriz proteí-
nica, hipocalcemia, tétanos, esteatosis hepáti- Johnson AO, Semenya JG, Buchowski MS y col. Corre-
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Cada uno de los trastornos tiene un pronóstico
McFadden MA, DeLegge MH, Kirby DF. Medication
diferente; es bueno para la malabsorción por
delivery in the short-bowel syndrome. JPENJ Paren-
giardias o para la deficiencia de disacaridasas,
ter Enteral Nutr 1993; 17(2):180-186.
pero casi todas estas enfermedades ameritan
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largos tratamientos, no siempre exitosos. En la
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Es posible en las afecciones por fármacos, para- Ott M, Wegner A, Caspary WF y col. Intestinal absorp-
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dad; empero, en otras anomalías no se recono- inmunodeficiency syndrome (AIDS). Z Gastroente-
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Enteritis regional
Dr.Juan Mier y Díaz

INTRODUCCIÓN producción de anticuerpos es normal en estu-


dios recientes.
Esta es una enfermedad inflamatoria del apara- Se espera obtener más información cuan-
to digestivo que puede afectar cualquier parte do se estudie mejor el sistema linfático intesti-
de éste, aunque en la mayoría de los pacientes nal, ya que por ahora sólo se han realizado in-
se presenta en la porción terminal del íleon. Es vestigaciones en sangre periférica, que tienen
de tipo granulomatoso, de evolución crónica, menor precisión para comprender los fenóme-
con periodos impredecibles de remisión y acti- nos que suceden dentro del tubo digestivo. Se
vidad. han cultivado algunas bacterias como Yersinia
Se conoce también como enfermedad de enterocolitica, pero su evolución es auto)imitada
Crohn o yeyunoileítis inespecífica; se presenta y no parece ser la causa. Ningún otro microor-
a cualquier edad, pero es más común entre los ganismo o virus se ha relacionado.
20 y 40 años. En los últimos 20 años han apare-
cido más casos en países desarrollados, tal vez ANATOMÍA PATOLÓGICA
debido a los mejores métodos diagnósticos;
existe una tendencia familiar hasta en 10% de A nivel macroscópico, el íleon terminal se ve
los pacientes. engrosado y rígido; la superficie serosa está
Por lo regular predomina en ciertos grupos oculta casi totalmente por grasa mesentérica;
étnicos, como los judíos, entre los que se obser- en las zonas donde se ve la serosa se observa
va una incidencia tres a cinco veces mayor. Otro ingurgitación de los vasos e hiperemia. El as-
grupo afectado es el caucásico. En América pecto es finamente granuloso.
Latina la enfermedad es rara y afecta por igual El mesenterio está engrosado, edematoso,
a varones y mujeres. elástico y con ganglios linfáticos hipertrofiados.
No procede ninguna clasificación para este Se aprecian fístulas y las asas forman conglome-
padecimiento. rados; puede estar distendido el intestino proxi-
mal.
CAUSAS Al abrir un asa puede notarse estrechamien-
to de la luz intestinal, engrasamiento de la pa-
Se conocen diversas teorías sobre los factores red y ulceraciones mucosas. Entre 55 y 75% de
etiológicos de esta enfermedad, aunque en rea- las veces está afectada la porción ileocólica, 20%
lidad no se conocen bien las causas. Se ha rela- el intestino delgado, 20% el colon y menos de
cionado con tuberculosis, pero en la enferme- 1% el esófago o el estómago.
dad de Crohn no existe material caseoso. Se ha Al microscopio la mucosa se ve adelgazada,
vinculado también con sarcoidosis, pero ésta atrófica y con úlceras; la submucosa está engro-
afecta rara vez al intestino. Hay cierta evidencia sada, la capa muscular es normal y la serosa
de reacciones inmunitarias y, de hecho, se han muestra inflamación. Hay granulomas y pueden
considerado como factor primario, si bien la presentarse células gigantes multinucleadas; se
160
Capítulo 22 ' Enteritis regional 161

observa linfangitis que lleva a retención de la Cuadro 22-1. Trastornos fisiopatogénicos


pared intestinal.
Obstrucción linfática
Inflamación granulomatosa
PATOGENIA Adherencias

Se ha pensado que el fenómeno inicial en la Fistulización


secuencia fisiopatológica es la obstrucción lin­ Abscesos
fática secundaria a un proceso infeccioso de la Ulceras en mucosa
mucosa o la submucosa. Se produce inflamación Fibrosis
granulomatosa debido a la presencia de absce­ Obstrucción intestinal
sos mesentéricos; conforme los granulomas
aumentan de volumen obstruyen el flujo linfá­
tico y provocan linfedema con acumulación de
líquido lipoproteínico que desencadena infla­
mación granulomatosa y que perpetúa el pro­ número de las deposiciones, que en general son
ceso inicial. acuosas y rara vez contienen moco, pus o san­
Las células linfáticas y el líquido se difun­ gre-
den a todas las capas del intestino; en un prin­ Otras causas de diarrea son: a) obstrucción
cipio afectan a segmentos aislados, pero a me­ intestinal parcial, que conlleva un incremento
dida que las lesiones confluyen entre sí origi­ de la carga de agua en la luz intestinal imposi­
nan edema en toda la pared intestinal y se es­ ble de absorber; b) las sales biliares, si no las
trecha la luz del intestino. Se obstruye el flujo absorbe el íleon terminal, no cierran el ciclo
venoso en el intestino congestionado y éste enterohepático, sino que pasan directamente
adopta el aspecto de una inflamación aguda. al colon e impiden la absorción de agua a ese
Cuando el proceso abarca todas las capas e in­ nivel; además, al disminuir el almacenamiento
cluye a la serosa comienzan a formarse adhe­ metabólico de sales biliares las evacuaciones
rencias, con el consiguiente riesgo de que se pueden mostrar características esteatorreicas; c)
produzcan fístulas y abscesos (fig. 22-1, color). proliferación bacteriana secundaria al estanca­
En la mucosa intestinal se presentan úlce­ miento del contenido intestinal, lo cual propi­
ras de causa desconocida, aunque muy proba­ cia la esteatorrea; d) se origina intolerancia a la
blemente guardan relación con el proceso ge­ lactosa, y la falta de absorción de este disacári-
neral. do ejerce un efecto laxante; e) disfunción del
Conforme la enfermedad se vuelve cróni­ segmento ascendente del colon; su capacidad
ca, los granulomas son reemplazados por fibro­ de absorción (500 a 700 mi al día) está impedi­
mas que ocasionan obstrucción, una complica­ da y por tanto aumenta la pérdida de agua en
ción tardía y grave (cuadro 22-1). la materia fecal.

CUADRO CLÍNICO
Fiebre
Puede ser el reflejo de la formación de absce­
Dolor abdominal sos intramurales o intraabdominales o de toxe-
mia pasajera.
Es el síntoma inicial y más frecuente. Por lo
regular es intermitente y lo ocasiona el segmen­
to proximal distendido que, como reacción Alteraciones nutricionales
compensatoria a la obstrucción, aumenta con­
siderablemente la motilidad para poder despla­ Las alteraciones del estado nutricional se de­
zar el contenido intraluminal. Se localiza en el ben a la escasa ingestión de alimentos, ya que
cuadrante inferior derecho y es indistinguible el paciente evita desencadenar los síntomas
del producido por la apendicitis aguda. intestinales. En consecuencia, se presentan
pérdida de peso, anemia macrocítica, hipoal-
buminemia y deficiencia de todas las vitaminas
Diarrea acuosa
liposolubles (A, E, D, K). Ocurren alteraciones
La mayoría de los pacientes con enfermedad de menor grado en los minerales, especialmen­
de Crohn acusa aumento de la frecuencia y del te en el potasio (cuadro 22-2).
162 Tubo digestivo medio

Cuadro 22-2. Cuadro clínico Cuadro 22-3. Características radiológicas

Dolor abdominal Adelgazamiento y distorsión de pliegues de la mucosa


Diarrea acuosa Ulceras (imagen espiculada)
Fiebre Signo patognomónico: zonas estrechadas alternadas con
Alteraciones nutricionales zonas normales
Desequilibrio hidroeléctrico

Otras manifestaciones medad de otra, incluso con el estudio histopa-


tológico apropiado.
En la enfermedad de Crohn no es insólita la
afección del colon, sea como manifestación TRATAMIENTO
única o como parte de las lesiones del intestino
delgado. En el recto se desarrollan fístulas que Tratamiento médico
pueden ser la primera o la única manifestación
de la enfermedad; éstas son profundas y anchas Incluye medidas generales para reducir o ali-
y pueden progresar hasta invadir todo el peri- viar el dolor y las deposiciones diarreicas. Pue-
neo. de emplearse colestiramina para neutralizar las
Ocurren signos extraintestinales que deben sales biliares no absorbidas y reducir la pérdida
investigarse cuando se sospecha la enfermedad; de agua. La dieta debe ser equilibrada y se evita
éstos tienen su origen en el sistema osteoarticu- el exceso de grasas y carbohidratos.
lar y por lo general son espondilitis anquilosan- Los antibióticos que actúan en la luz intes-
te y poliartritis migratoria. Puede aparecer eri- tinal son de utilidad limitada, ya que una vez
tema. suspendido el tratamiento puede desarrollarse
En general, según se mencionó, esta enfer- proliferación bacteriana. Debe suministrarse
medad puede afectar cualquier órgano o siste- hierro y ácido fólico en forma suplementaria.
ma y alterar sus funciones, si bien su descrip- Las medidas de nutrición parenteral están
ción inicial se registró en el íleon terminal. indicadas en los casos muy rebeldes al tratamien-
to médico. Se han usado corticoides, pero no
DIAGNOSTICO modifican la evolución natural de la enferme-
dad y por tanto no se recomiendan.
El estudio baritado de todo el intestino delga- Probablemente la azatioprina es el medica-
do y el colon es imprescindible para corroborar mento que mejores resultados proporciona en
la impresión clínica de la enfermedad de esta enfermedad, sobre todo en los pacientes
Crohn. En él se observa adelgazamiento, tortuo- cuyas condiciones generales implican gran ries-
sidad y ulceraciones longitudinales y transver- go quirúrgico. Una de las ventajas de este fár-
sales en la mucosa, así como el signo distintivo maco es que, si existe la necesidad de operar, la
de la enfermedad: estrechamientos alternados extensión del padecimiento puede modificarse
con segmentos normales (cuadro 22-3). con su administración antes de la intervención
(cuadro 22-4).
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Tratamiento quirúrgico
Debe establecerse el diagnóstico diferencial
respecto de otras entidades tan diversas como Puesto que son múltiples las complicaciones y
colon irritable, apendicitis aguda, obstrucción secuelas metabólicas de esta enfermedad, an-
intestinal parcial, tuberculosis intestinal, cáncer
de colon v colitis ulcerosa. De éstas, la que más
crea dificultad es la última; sin embargo, debe
subrayarse que »ólo en 20% de los pacientes la Cuadro 22-4. Tratamiento médico
enfermedad de Crohn está confinada al colon Antiespasmódicos
y que en la miiad de ellos puede diagnosticarse Antidiarreicos
el ti asinino con base en la integración adecua-
Azatioprina
da fiel cuadro clínico; en el 10% restante es
Antibióticos
prácticamente imposible diferencial' una enfer-
Capítulo 22 • Enteritis regional 163

tes de someter a un paciente a tratamiento 4. Cuando exista evidencia de septicemia no


quirúrgico deben agotarse las alternativas del deben abrirse planos tisulares innecesarios
tratamiento médico, a menos que la anomalía ni efectuar anastomosis
se presente como urgencia.
Está indicado el tratamiento quirúrgico El tratamiento quirúrgico de la enfermedad
cuando las complicaciones de la enfermedad de de Crohn supone una mortalidad de 7 a 18%,
Crohn son obstrucción intestinal, septicemia, según las series publicadas.
fístulas a cualquier nivel o hemorragia. No debe
permitirse que la complicación empeore para
tomar la decisión. Preparación
La terapéutica quirúrgica debe adecuarse
a ciertas normas esenciales: a) practicar la ope- Incluye la corrección de las alteraciones elec-
trolíticas y nutricionales. Si se han empleado
ración tan segura como sea posible; b) operar corticoides en los seis meses previos a la opera-
sólo si se presentan complicaciones sintomáti- ción, debe considerarse su administración. La
cas, no por anormalidades radiológicas o endos- nutrición parenteral es de ayuda para mejorar
cópicas; c) la enfermedad de Crohn no es ne- el tratamiento metabólico y nutricional. Debe
cesariamente sinónimo de resección quirúrgi- prepararse el colon mediante enemas y esterili-
ca; d) conservar la función intestinal; e) no zar el intestino con antibióticos. Es indispensa-
aguardar hasta que las complicaciones se agra- ble realizar urografía excretora.
ven, y f) conservar las expectativas del enfer-
mo, considerando que en la enfermedad de
Crohn la recurrencia no sólo es común sino COMPLICACIONES
inevitable. Deben asimismo tomarse en cuenta
los siguientes principios: Pueden sobrevenir complicaciones intraabdo-
minales: formación de fístulas interasas que
1. Reconocimiento de la extensión de la en- pueden ocasionar el síndrome de intestino cor-
fermedad (fig. 22-2) to y fístulas a vejiga urinaria, colon, vagina y
2. Practicar resecciones conservadoras región perianal. Se presentan también obstruc-
3. Reducir al mínimo el número de anasto- ción y perforación intestinales. Se ha informa-
mosis do mayor frecuencia de cáncer de colon.

Fig. 22-2. Enfermedad de Crohn en íleon terminal, con engrasamiento irregular de la pared que abarca mucosa y
serosa. (Cortesía del Dr. Cruz Ortiz.)
164 Tubo disestivo medio

Cabe citar las complicaciones extraabdomi- Fazio WV. Gastroeuterología: clínica, radiológica y
nales, como desnutrición, litiasis renales y cole- anatomía patológica. Curso de actualización en
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Ferguson A. Wliy study T cells subset in Crohn's dis-
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ción la enfermedad reincide. Las complicacio- primal y and recunent C John's disease of'tlie large
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Tuberculosis intestinal
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López

INTRODUCCIÓN toneal, articular, gastrointestinal, renal, y otras).


Si bien no se conocen las cifras reales, se asume
La tuberculosis intestinal es una enfermedad que la infección tuberculosa del intestino cau-
inflamatoria crónica del tubo digestivo bajo, casi sada por la ingestión de la cepa bovina de My-
siempre localizada en la región ileocecal. Se cree robacterium tuberculosis, o la infección secunda-
que Mycobaderium tuberculosis infecta a un ter- ria a la deglución del bacilo tuberculoso huma-
cio de la población mundial, 95% del cual es no, afecta aproximadamente al 1 a 2% de los
portador asintomático y 5% desarrolla la enfer- pacientes con tuberculosis pulmonar, casi todos
medad. Ha pasado más de un siglo desde que comprendidos entre 15 y 44 años y con la mis-
Robert Koch descubrió el agente etiológico y ma incidencia sexual.
aún no se ha podido controlar la enfermedad; La tuberculosis siempre se ha vinculado con
en México la mortalidad por tuberculosis se la pobreza; quienes la padecen sufren habitual-
redujo 95% de 1922 a 1995, tendencia que se mente desnutrición y tienen un sistema inmu-
acentuó a partir de la década de los cincuenta nológico deficiente.
con el desarrollo de la quimioterapia antifímica.
El bacilo tuberculoso muestra preferencia
Más del 85% de los casos de tuberculosis es
en el tubo digestivo por la región ileocecal y es
pulmonar; sólo el 15% restante muestra una
allí donde se ubica la mayoría de las lesiones;
localización distinta.
otros sitios, en orden de frecuencia, son la re-
La distribución geográfica de la tuberculo- gión yeyunoileal, colon, anorrecto, estómago,
sis mantiene en México estrecha relación con apéndice cecal, esófago y duodeno. Alrededor
las condiciones socioeconómicas. La tuberculo- del 80% de los casos de tuberculosis del tubo
sis intestinal ha disminuido también con el ad- digestivo se localiza en las áreas ileocecal y
venimiento de la quimioterapia y el tratamien- yeyunoileal.
to más higiénico de la leche. En este país, no La tuberculosis intestinal se clasifica en tres
obstante, de 1985 a la fecha este padecimiento tipos: a) ulcerosa, b) hipertrófica y c) ulcerohi-
es todavía una de las principales causas de pertrófica o mixta. A esta clasificación se po-
muerte, la primera causa ocasionada por un dría añadir una cuarta categoría: la estenosis
agente infeccioso único y la tercera causa pro- fibrosa.
vocada por una infección gestada por varios
agentes, sólo detrás de las neumonías y las in-
fecciones intestinales.
CAUSAS
También en este país se registran cada año
un promedio de 15 000 casos nuevos de tuber- El agente etiológico es, como ya se mencionó,
culosis pulmonar, aunque se estima que la cifra Mycobacterium tuberculosis, tanto la cepa humana
íeal debe ser superior a 45 000; de éstos, cerca como la bovina. La infección primaria a través
de 10 a 15% desarrollará formas extrapulmo- del tubo digestivo es resultado de la ingestión
nares de la enfermedad (ósea, meníngea, peri- de alimentos, particularmente de la leche vacu-
165
166 Tubo digestivo medio

na contaminada con Mycobacterium bovis. En cialmente la pérdida de peso, el dolor abdomi-


cambio, la variedad humana, Mycobacterium tu- nal y la diarrea; puede también presentarse
berculosis, llega al tubo digestivo por mecanis- náusea, vómito, evacuaciones melénicas, recto-
mos diversos que se ven más adelante. rragia, malestar general y una masa palpable en
el cuadrante inferior derecho en 25 a 50% dé-
ANATOMÍA PATOLÓGICA los casos.
La obstrucción es la complicación más co-
El proceso inflamatorio más activo se desarro- mún de la enfermedad y se observa en cerca de
lla en la submucosa y la serosa y ocasiona en- 20% de los pacientes. La perforación y la for-
grosamiento de los tejidos por edema, infiltra- mación de fístulas son más raras y se presentan
ción celular, hiperplasia linfática, formación de en alrededor de 5% de los casos. La obstruc-
tubérculo y, de manera tardía, fibrosis. Las le- ción puede deberse a varios factores: inflama-
siones granulomatosas resultantes evolucionan ción y engrosamiento de la pared intestinal con
hasta la ulceración, que puede ocurrir como estrechamiento de la luz, contracción de la luz
consecuencia de endarteritis de los vasos sub- consecutiva a fibrosis posterior a la cicatrización
mucosos, hipertrofia o una combinación de de úlceras y compresión del intestino causada
ambas; la enteritis hipertrófica tuberculosa cau- por linfadenopatías.
sa estenosis. De las tres formas, la ulcerosa es la La forma hipertrófica provoca estenosis y
más común; las úlceras pueden ser únicas o los síntomas y signos son los de la obstrucción.
múltiples y confluentes y pueden provocar he- La forma ulcerativa causa dolor abdominal y
morragias, fístulas y, rara vez, perforación (fig. alterna con estreñimiento y diarrea y en ocasio-
23-1, color). nes con inanición progresiva. La tuberculosis
colónica puede asumir distintas formas, aunque
PATOGENIA la más común es la presencia de úlceras seg-
mentarias y colitis; los pacientes pueden sufrir
Diversos mecanismos pueden ocasionar enteri- hemorragia masiva y, en la forma hipertrófica,
tis tuberculosa: pólipos y masas hacia la luz del colon.

1. Deglución de esputo infectado en casos de DIAGNOSTICO


tuberculosis pulmonar activa
2. Ingestión de leche contaminada con el El diagnóstico de tuberculosis intestinal requie-
bacilo re primero un alto índice de sospecha (en
3. Diseminación por vía hematógena desde un México la enteritis tuberculosa es aún rara); el
foco pulmonar activo, o por tuberculosis diagnóstico definitivo se establece al demostrar
miliar o bacteriemia silenciosa durante la el bacilo en los tejidos lesionados o por el ha-
fase primaria de la tuberculosis llazgo de granulomas caseificados, característi-
4. Por extensión directa de órganos adyacen- cos de la enfermedad. Sin embargo, esto se lo-
tes (muy rara) gra solamente en 35 a 60% de los casos. El diag-
nóstico se simplifica si se detecta en la telerra-
Según las series recientes, quizás un 20% diografía de tórax evidencia de tuberculosis
de los pacientes con enteritis tuberculosa pre- pulmonar activa, pero esta condición se obser-
senta un foco pulmonar activo, aunque esto es va en pocos pacientes.
muy variable. La aparente afinidad del bacilo Otros estudios muy útiles para el diagnósti-
tuberculoso por el tejido linfoide y por sitios de co son la colonoscopia con toma de biopsiay el
estasis fisiológica podría explicar que la región colon por enema con doble contraste, que pue-
ileocecal, el íleon y el colon sean los puntos más de demostrar espasmo e hipermotilidad de la
comunes de enfermedad en el tubo digestivo. región ileocecal. No existe ninguna imagen
radiológica específica de la enfermedad. La la-
CUADRO CLÍNICO parotomía exploradora puede tener utilidad y
ser necesaria si el diagnóstico es dudoso. En
Los síntomas y signos son inespecíficos. La países con alta prevalencia de la enfermedad se
mayoría de los pacientes refiere un padecimien- puede realizar una prueba terapéutica con fár-
to crónico de varios meses y hasta de más de un macos antifímicos; el diagnóstico se formula
año; es raro identificar la enfermedad cuando como probable si el paciente reacciona al trata-
comienza. Las manifestaciones clínicas son esen- miento y no se presentan recurrencias.
Capítulo 23 ' Tuberculosis intestinal 167

El depuramiento de los exámenes seroló- semana hasta completar 30 dosis, isoniacida


gicos, como la prueba ELISA (del inglés en- (800 mg) y rifampicina (600 mg). Si se sospe-
zyme-linked immunosorbent assay) y la prueba cha resistencia medicamentosa debe añadirse
SAFA (soluble antigen fluorescent antibody), etambutol (15 mg/kg al día).
han mostrado una sensibilidad para la tubercu- La intervención quirúrgica está indicada si
losis intestinal de 80 a 84% con especificidad el diagnóstico es incierto, si la enfermedad es
de 88 a 95%; una prueba positiva en una situa- resistente a la quimioterapia o si se presentan
ción clínica compatible permitiría definir el complicaciones. La resección es el procedimien-
diagnóstico. Por último, la ultrasonografía ab- to quirúrgico preferido y la derivación se prac-
dominal puede ser de gran utilidad en casos de tica únicamente si existen abscesos o fístulas.
sospecha; se afirma que puede detectarse el en-
grosamiento de la pared intestinal, hallazgos in- COMPLICACIONES
dicativos de ascitis, linfadenopatías y espasmo
cecal. Por lo regular aparecen en pacientes graves sin
tratamiento; casi siempre son la obstrucción, la
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL hemorragia masiva, la formación de fístulas y la
perforación.
Los datos clínicos, radiológicos y endoscópicos
en casos de tuberculosis intestinal pueden ha- PRONOSTICO
cer pensar en otras entidades patológicas simi-
lares; deben descartarse sobre todo la enferme- Es bueno si se detecta la enfermedad a tiempo.
dad de Crohn, neoplasias de colon, ameboma, Cuando se presenta algún tipo de complicación
amibiasis intestinal, micosis de tubo digestivo, el pronóstico es entonces grave y depende de
absceso apendicular, linfomas y parasitosis in- las condiciones generales del paciente, de la
testinales. resolución de la complicación y del inicio del
tratamiento y control de la enfermedad pri-
TRATAMIENTO maria.

La enfermedad extrapulmonar se trata de la PROFILAXIS


misma forma que la pulmonar. Se dispone de
cuatro medicamentos antituberculosos de pri- Pueden aplicarse las siguientes medidas profi-
mera línea: isoniacida, rifampicina, estreptomi- lácticas: pasteurizar la leche y sus derivados,
cina (que son bactericidas) y etambutol. A és- prevenir la enfermedad primaria con la vacuna
tos hay que agregar un número importante de BCG, especialmente en menores de 15 años,
agentes de segunda línea: piracinamida, ciclo- tratar los casos bacilíferos y administrar quimio-
serina, etionamida (estas dos últimas, junto con profilaxis en contactos con pacientes no vacu-
el etambutol, son bacteriostáticas), ácido p- nados menores de 15 años.
aminosalicílico, viomicina y capreomicina. Un comentario final. Un problema conco-
El tratamiento debe partir de dos principios: mitante en personas con HFV es el aumento del
a) deben administrarse por lo menos dos fár- riesgo de contraer tuberculosis; el sujeto con
macos sensibles al germen para contrarrestar la Mycobacterium tuberculosis tiene una probabilidad
resistencia a un solo fármaco, b) es necesario de 0.5 a 1 % de desarrollar la enfermedad, mien-
un tratamiento prolongado ya que la multipli- tras que en los pacientes con HIV positivos la
cación de las micobacterias es lenta. En México probabilidad se incrementa de 8 a 10%. En
se ha sugerido últimamente una reducción del México se estima que el 12% de los casos de
tiempo de tratamiento de 12-18 a 6-9 meses; si SIDA también presentan tuberculosis.
el programa se aplica adecuadamente se resuel-
ven entre 96 y 98% de los casos. BIBLIOGRAFÍA
El esquema terapéutico consta de una fase
intensiva y otra de sostén. En la primera se ad- Chen WS, Leu SY, Hsu H y col. Tren of large bowcl
ministra el medicamento diariamente, de lunes tuberculosis and the relation with pulmonary tuber-
a sábado, hasta completar 60 dosis, utilizando culosis. Dis Col Rec 1992; 35(2):189-192.
isoniacida (300 mg), rifampicina (600 mg) y Lee DI I, Ko YT, Yoon Y y col. Sonographic findings of
piracinamida (1.5 a 2 g). En la fase de sostén se intestinal tuberculosis. J Ultrasound Med 1993;
suministra intermitentemente, dos veces por 12(9):537-540.
168 Tubo digestivo medio

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Narro RJ, Yáñez VL. Servicios y programas para el con-
Fiebre tifoidea
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN White, es el agente causal de la fiebre tifoidea,


aunque también pueden provocarla Salmonella
Es una infección sistémica, aguda y febril, pro- paratyphi A, S, y B y Salmonella typhi murium.
ducida por varias especies de salmonelas, cuyos Para el contagio de la enfermedad es nece-
síntomas se originan por lo general en el intes- saria la ingestión de agua contaminada con
tino delgado. La tifoidea es una infección sisté- deyecciones de un portador o de un paciente;
mica de los fagocitos mononucleares y se le los alimentos que más la transmiten son las os-
denomina también, incorrectamente, fiebre tras crudas, leche, crema y carnes no refrigera-
intestinal, ya que involucra a todo el organis- das (no hay reservorio animal). El contagio al
mo. Este padecimiento es un importante pro- personal médico o a los familiares del paciente
blema de salud pública en países pobres, con se evita lavándose bien las manos.
deficiente estructura sanitaria, en los que el agua
potable se contamina y ocasiona el contagio con
la bacteria. Para interrumpir la proliferación de ANATOMÍA PATOLÓGICA
la enfermedad se requieren estrategias de pre-
vención y grandes inversiones económicas que La salmonela penetra al organismo por vía di-
mejoren la calidad del agua. También deben gestiva. Los sitios más afectados son el tejido
identificarse oportunamente los enfermos uti- linfoide (placas de Peyer) en el íleon terminal
lizando pruebas diagnósticas eficientes y bara- (fig. 24-1, color), donde puede ocasionar ne-
tas y antibióticos poco costosos; de esta forma crosis tisular, hemorragia y perforación; alcan-
puede reducirse el número de pacientes que za los conductos linfáticos y ganglios mesen té-
después se transforman en portadores. ricos y pasa a la sangre, que la transporta a otros
órganos. En el hígado se observa infiltración
La frecuencia de la tifoidea ha disminuido
inflamatoria, con necrosis y regeneración; en
en países desarrollados hasta unos cuantos cien-
la médula ósea provoca eritroblastopenia, con
tos de casos al año, casi siempre relacionados
activación del sistema granulopoyctico y produ-
con viajes a países en vías de desarrollo. Esta-
ce abundantes formas jóvenes; el bazo puede
dos Unidos informa menos de 500 enfermos
aumentar de tamaño. La infección llega en
anuales, la tercera parte de los cuales adquirió
ocasiones a la vesícula biliar, sitio en el que
la infección en México, donde es endemoepi-
ocasiona colecistitis; en el pulmón causa neu-
démica.
monitis y puede alcanzar meninges y articula-
Predomina en niños de edad escolar, es ex- ciones.
cepcional en lactantes y poco común en prees-
colares. En México se informan más de 10 000
casos al año, aunque en realidad el número es PATOGENIA
mayor por el subregistro.
La ingestión menor de 1 000 bacterias no pro-
CAUSAS duce enfermedad. La dosis infectante eficaz es
cercana a los 100 000 gérmenes; cuanto mayor
Salmón ella typhi, perteneciente al grupo D de sea el inoculo mayores posibilidades habrá de
la clasificación de salmonelas de Kauffman- padecer tifoidea. También influye la acidez gás-
169
170 Tubo degestivo medio

trica ya que destruye la bacteria, pero esta ac- historia antigua de infección y no todos los
ción bactericida se anula con la neutralización enfermos desarrollan anticuerpos aglutinantes
del ácido por los alimentos o alcalinos. contra antígenos O, H y Vi, qtie son la base de
La salmonela se reproduce en el intestino, la prueba de Widal. No obstante, en virtud de
penetra las paredes, pasa a los ganglios mesen- que es barato, aún se emplea en países subde-
téricos, llega por vía del conducto torácico al sarrollados.
torrente sanguíneo y a través de él se disemina. En 25% de los pacientes existe leucopenia
Entonces la bacteria se sitúa en las placas de (3 000 a 4 000 leucocitos) y neutropenia; en el
Peyer, hígado, bazo, pulmón y ganglios linfáti- resto de los pacientes los glóbulos blancos son
cos. normales. Otros estudios diagnósticos se utili-
La salmonella posee un antígeno somático zan poco debido a su elevado costo y escasa
con capacidad de producir leucopenia, necro- difusión; es el caso de la medición de anticuer-
sis tisular v fiebre. pos IgG e IgM contra Salmonella typhi, los anti-
cuerpos monoclonales contra S. typhiy el análi-
sis de DNA.
CUADRO CLÍNICO
El periodo de incubación se relaciona con el DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
tamaño del inoculo y las defensas del huésped;
por lo regular dura entre siete y 14 días, pero Debe distinguirse la tifoidea de otros padeci-
puede fluctuar entre cinco y 60 días. mientos febriles, como brucelosis, mononu-
Los síntomas inician en forma insidiosa con cleosis infecciosa, hepatitis o tuberculosis, así
fiebre vespertina gradual, hasta alcanzar 39 a como de trastornos no infecciosos como el lin-
40°C, y se acompaña de bradicardia relativa, foma. El mejor método para diferenciar estas
cefalalgia, astenia y anorexia; otras manifesta- enfermedades consiste en demostrar el micro-
ciones comunes son diarrea, náusea, vómito, organismo en sangre, heces, médula ósea u
dolor abdominal, mialgias, artralgias, escalofrío, orina.
diaforesis y tos. En el 10% se aprecian lesiones
dérmicas de color rosado pálido, ubicadas en el
abdomen, conocidas como roseóla. En los ca- TRATAMIENTO
sos no tratados la fiebre permanece 10 a 14 días,
decrece en la tercera semana y desaparece en Desde su introducción, en 1948, el cloranfeni-
la cuarta; en casos graves se presentan síntomas col ha sido el fármaco de elección a dosis de 50
del sistema nervioso central con estupor y coma. a 75 mg/kg, o 3 a 4 g al día en adultos por pe-
Las complicaciones son frecuentes y variadas riodos de 14 días. La dosis puede reducirse al
(fig. 24-2, color). desaparecer la fiebre, pero no es infrecuente la
resistencia al antibiótico; además, es posible la
Del 3 a 5% de los enfermos se convierten anemia aplásica y por ello el cloranfenicol se
en portadores asintomáticos durante varios utiliza poco en países desarrollados.
meses, en ocasiones por toda la vida, incluso
Otros medicamentos empleados son la
después de infecciones leves.
amoxicilina, 100 mg diarios por kilogramo de
peso o 4 a 6 g al día, oral, por 10 días; en adul-
DIAGNOSTICO tos puede combinarse con trimetoprim más sul-
fametoxazol (640 mg y 3 200 mg, respectivamen-
El diagnóstico definitivo se logra al aislar la te) divididos en dos dosis.
bacteria; el hemocultivo es positivo en 90% En la última década se han administrado
durante la primera semana y desciende hasta con éxito las quinolonas (ciprofloxacina u
50% en la tercera. El coprocultivo es negativo ofloxacina, oral, a dosis habituales); en los años
en la primera semana y sólo es positivo desde la 90 tomó mucho impulso la ceítriaxona de apli-
tercera semana en 75% de los casos. El mielo- cación intravenosa, 50 mg/kg en una dosis al
cultivo (obtenido por punción esternal para día o 2 g en adultos por tres días, con igual o
recolectar médula ósea) es positivo mayor nú- mejor resultado que el cloranfenicol, que re-
mero de veces que el hemocultivo. quiere dos semanas de administración. Algunos
El diagnóstico serológico ha caído en desu- pacientes sufren recaídas (5 a 10%), por lo
so en países desarrollados debido a sus fallas; es general más leves que el primer cuadro y ceden
inespecífico si resulta positivo en personas con con el mismo fármaco.
Capítulo 24 • Fiebre tifoidea 171

La perforación intestinal, hemorragia y PROFILAXIS


colecistitis son complicaciones quirúrgicas que
requieren diagnóstico y terapéutica oportunas La salubridad pública debe preocuparse por
y atenderse en hospital. purificar el agua y tratar adecuadamente las
aguas residuales. Otras disposiciones eficaces
son la revisión médica periódica de manipula-
COMPLICACIONES dores de nutrimentos, la refrigeración de ali-
mentos y evitar el consumo de ostras crudas.
Se presentan en enfermos no tratados, cuando Las vacunas sólo se emplean si fracasan las
la terapéutica se retrasa o si existe resistencia al recomendaciones anteriores o en personas que
antibiótico elegido. La complicación más grave viajan a países donde la enfermedad es endé-
es la perforación intestinal con peritonitis ge- mica. Se dispone de tres clases de vacuna: la de
neralizada, que se manifiesta por agravamiento células completas muertas por calor, que es
del cuadro, signos de abdomen agudo y leuco- barata y requiere dos inyecciones, aunque tie-
citosis; tiene elevada mortalidad (fig. 24-3). Otra ne frecuentes efectos adversos y su protección
complicación es la hemorragia, que suele apa- es de tres años; la vacuna obtenida de polisacá-
recer en la tercera semana y que se presenta ridos capsulares Vi, que tiene pocos efectos se-
como deposición de abundante sangre roja; su cundarios y cuya protección también es tres
mortalidad es mayor de 25%. La colecistitis años, y la vacuna oral compuesta de bacilos vi-
genera síntomas varias semanas después del vos de Salmonella typhi atenuados, que es de fácil
cuadro agudo. administración, costosa, y que no puede sumi-
nistrarse a niños menores de 6 años. Las dos
primeras alcanzan 70% de protección y la últi-
PRONOSTICO ma un poco menos. La selección del tipo de
prevención apropiada depende de los efectos
(Ion antibióticos eficaces la mortalidad es me- adversos, vía de administración, costo y prefe-
nor de 1 %, que por lo regular ocurre en ancia- rencia del viajero.
nos, lactantes y personas desnutridas. En cam-
bio, si aparecen complicaciones, los casos son
graves y su mortalidad es elevada; habitualmen- BIBLIOGRAFÍA
te esto se observa en comunidades pobres, con
baja educación higiénica y con servicios médi- Acharya G, Butler T, May PR y col. Treatment of thy-
cos deficientes. phoid fever: randomized tria! of a three day course

Fig. 24-3. Perforación del íleon por salmonelas manifestada por aire libre debajo de los hemidiafragmas.
172 Tubo digestivo medio

of ceftriaxone versus fourteen day coursc ol clo- Iniperatrice VA, Nachainkin I. Evalualion of the vitek
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Intoxicación
por alimentos
Dra. María de los Angeles Fuentes del Toro

INTRODUCCIÓN pueden reducir la morbimortalidad de este tras-


torno si se identifica el germen causante y su
Son tóxicas todas las sustancias absorbidas por patogenia.
el organismo que alteran las funciones vitales. En México, según la Dirección General de
Intoxicación por alimentos o envenenamiento Epidemiología de la Secretaría de Salud, la in-
alimentario son términos con los que se desig- toxicación alimentaria de origen bacteriano
na a las gastroenteritis agudas atribuibles al ocupa el cuarto lugar de las enfermedades dia-
consumo reciente de alimentos o bebidas con- rreicas y el décimo respecto del total de casos
taminados con toxinas, bacterias, o ambas. Es- notificados en 1995. Los cuadros 25-1 y 25-2
tos agentes nocivos tienen un corto periodo de proporcionan mayor información estadística
incubación y afectan a la mayoría de los indivi- sobre la intoxicación por alimentos en México.
duos que compartieron el alimento. El total de casos con enfermedades diarrei-
Pese a los avances en salubridad pública y cas fue en 1995 de 1 985 038, incluidas amibia-
preservación de productos perecederos, la pre- sis, salmonelosis y shigelosis. En México, como
valencia de enfermedades causadas por alimen- en otros países de Latinoamérica, la mortalidad
tos es todavía elevada en la mayor parte de los más elevada de pacientes intoxicados por ali-
países subdesarrollados. No sólo es necesario mentos se observa en niños menores de un año,
reforzar constantemente la cultura alimentaria, mortalidad que es propiciada por la contami-
tanto en los productores de alimentos como en nación de la leche y los biberones. Garrido y
los consumidores, sino también supervisar pe- colaboradores informaron un riesgo mayor de
riódicamente la calidad de los yacimientos acuí- 1.3, similar al encontrado en Brasil por Victoria
feros y establecer un control oficial de los ali- y colaboradores.
mentos que se consumen en la calle. Deben En el Distrito Federal, en la zona margina-
asimismo revisarse los productos importados y da, se registró un riesgo de 6.1 de mortalidad
ejercer una vigilancia institucional sobre todos por diarrea, relacionado directamente con la
los establecimientos públicos, incluyendo res- ausencia de drenaje público. En 1994 se pre-
taurantes de lujo. Sólo de esta manera se pue- sentaron 1 280 casos de cólera y 6 093 en 1995.
den prevenir las intoxicaciones y aplicar trata- Los principales alimentos implicados en las in-
mientos oportunos. toxicaciones por alimentos entre 1992 y 1995
También intervienen en la prevención de fueron lácteos, carnes y pollo, así como hon-
este padecimiento los biólogos moleculares y los gos, pescados y mariscos. Estas cifras represen-
epidemiólogos. Gracias a ellos es posible iden- tan sólo una pequeña proporción, ya que los
tificar genes patógenos y practicar técnicas de sistemas de vigilancia epidemiológica aún no
rastreo de DNAy electroforesis enzimática para son exhaustivos.
detectar microorganismos lesivos. Estos especia- La intoxicación por alimentos puede clasifi-
listas, junto con los profesionales de la salud, carse de diversas formas. Si se atiende a su ori-
173
174 Tubo digestivo medio

Cuadro 25-1. Frecuencia de la intoxicación por alimentos en México

Año Enfermedad Casos Tasa SS IMSS ISSSTE Otros

1992 Intoxicación alimentaria bacteriana 49 598 57.16 8 339 34 251 4 502 2 506
Intoxicación alimentaria no bacteriana 19 261 22.20 15 310 1 310 580 2 055
1994 Intoxicación alimentaria bacteriana 22 067
1995 Intoxicación alimentaria bacteriana 8 3 75

SS: Secretarla de Salud


IMSS: Instituto Mexicano del Seguro Social
ISSSTE: Instituto de Servicios y Seguridad Social para los Trabajadores del Estado

gen, el g e r m e n p u e d e estar presente desde el se identificaron en México entre 1992 y 1995


sitio de p r o d u c c i ó n del alimento o adquirirse los siguientes agentes: salmonela, E. coli, S. au-
p o r la m a n i p u l a c i ó n de los m a n e j a d o r e s de reus, shigella, B. cereus, klebsiella, brucella y V.
p r o d u c t o s comestibles. Si se toma en cuenta su cholerae (bacterias); hepatitis A, rotavirus (virus);
patogenia debe subdividirse en: a) bacterias q u e E. histolytica, G. lamblia (parásitos); tvmanita
no forman esporas (salmonela, slligella, E. coli, phalloides, C. perfringens, C. botulinum, tetrado-
estafilococo, Vibrio parahaemolyticus, Vibrio chole- toxina (toxinas). Los agentes causales químicos,
rae, estreptococo), b) bacterias q u e sí forman por su parte, fueron arsénico, metanol, barbi-
esporas {Clostridiumbotulinum, Clostridiumperfrin- túricos, plaguicidas, hidrocarburos, glutamato
gens, B. cereus), c) toxinas de m o h o s (micotoxi- monosódico y nitrito de sodio.
nas, A. flavus), d) toxinas de presentación na­
tural (setas) y e ) infecciones virales, parasitosis,
ANATOMÍA PATOLÓGICA
infecciones p o r protozoos (Entamoeba histolyti-
ca). Por último, de a c u e r d o con su p e r i o d o de
Staphilococus aureus
incubación, la intoxicación alimentaria p u e d e
ser de tres tipos: a) de p e r i o d o corto (hasta 6 Es el p a t ó g e n o más i m p o r t a n t e para el h o m b r e .
h ) : h o n g o s , amanita, escombrotoxina, dinofla- Son cocos grampositivos que se desarrollan en
g e l a d o s , S. aureus, Bacilus subtilis, B. cereus un medio sólido, en condiciones aerobias; todas
(emet.); zinc, cesio, cadmio y arsénico; b) de las cepas p r o d u c e n coagulasa y DNA-asa y tie­
p e r i o d o m e d i o (6 a 36 h ) : hongos, C. perfrin- nen actividad bioquímica. Crecen en la carne,
gens, B. cereus (diarrea), V. parahaemolyticus, sal- productos lácteos, repostería)'alimentos prepa­
monelas, C. botulinum, y c) de periodo largo (36 rados y sin calentar, contaminados por forúncu­
h a 4 semanas): E. coli, Y. enterocolitica, criptospo- los, heridas o estornudos. P r o d u c e n u n a ente-
ridiosis, virus de estructura circular p e q u e ñ a , rotoxina que no se destruye p o r la ebullición.
rotavirus, Campylobacter, G lambliay E. histolytica.

Clostridium perfringens
CAUSAS
Es u n a bacteria que forma esporas y prolifera
Las causas de la e n f e r m e d a d se dividen en c u a n d o falta oxígeno. Los tipos A, C y D liberan
biológicas y químicas. En cuanto a las primeras, e n t e r o t o x i n a lábil al calor y sensible al pH y

Cuadro 25-2. Brotes de enfermedades transmitidas por alimentos


y agua en México

1992 1993 1994 1995

Número de brotes 41 35 44 52
Detección en laboratorio 13 12 20 32
Número total de enfermos 1 459 1 690 4 986 2 668
X 36 48 113 51.30
Defunciones 11 15 17 44
Capítulo 25 • Intoxicación por alimentos 175

químicos. Se adquiere por ingestión de carne, mentos húmedos poco ácidos. El agua de es-
aves o legumbres contaminadas; las esporas son tanques o pozos transmite el bacilo al hombre,
termorresistentes, invulnerables a la cocción, así como los animales o productos animales,
desecación y congelación ordinarias o radiación. como la carne de pavo congelada, huevos, pes-
cado ahumado, carne fresca de pollo, carne
Clostridium botulinum molida de res, leche en polvo, mariscos conta-
minados. Los medios corrientes de cocción la
Es un grupo heterogéneo de microorganismos destruyen, no así la congelación.
grampositivos que forman esporas y que elabo-
ran las toxinas más potentes que se conocen (se Shigella
han descrito siete diferentes neurotoxinas). La
intoxicación es consecuencia de la ingestión de Se conocen cuatro especies de estos bacilos
toxina preformada en los alimentos contamina- gramnegativos: S. dysenteriae, S.jlexneri., S. boydii
dos, sobre todo los enlatados o empacados al y S. sonnei. El género se caracteriza por el poder
vacío. de invasión de las células epiteliales intestina-
les y por su capacidad de producir toxinas pro-
Escherichia coli teínicas muy potentes. La transmisión es fecal-
bucal, de persona a persona o a través de vecto-
Es un microorganismo patógeno intestinal que res como agua, alimentos y fomites; la enferme-
produce enterotoxinas invasivas; la cepa entero- dad ocasionada es la llamada disentería bacilar.
hemor es causante de la colitis hemorrágica es-
porádica, que se transmite por carne mal coci- Bacillus cereus
da (en hamburguesas, p. ej.); esto demuestra
que puede sobrevivir a un pH ácido a 37°C. Este bacilo grampositivo libera dos enterotoxi-
Existe también la forma más leve que penetra nas distintas; suele encontrarse en las plantas y
al epitelio intestinal de modo semejante a la alimentos como el arroz y otros cereales que
shigella. contengan almidón contaminado por esporas,
ya que no se destruye por ebullición.
Vibrio parahaemolyticus
Entamoeba histolytica
Es un bacilo aerobio gramnegativo que se en-
cuentra en el ambiente marino y que se adquie- La disentería amibiana se transmite por alimen-
re habitualmente por la ingestión de pescado tos previamente contaminados con quistes o por
crudo y mariscos; produce una toxina que inva- manipuladores de productos comestibles. La
de el epitelio. La cocción lo destruye. ameba se introduce en los tejidos de la mucosa
intestinal y, en ocasiones, en sitios extraintesti-
Vibrio cholerae nales.

Es un bacilo gramnegativo incurvado y suma- Yersinia enterocolitica


mente móvil causante del cólera; produce tam-
bién una toxina. El agua es el elemento más Es un bacilo aerobio grampositivo que elabora
importante para su propagación, además del una enterotoxina termoestable. Los brotes se
consumo de mariscos contaminados. originan por agua y alimentos; se ha registrado
un gran número de ellos por contaminación de
Dinoflagelados queso empaquetado.

La toxina del dinoflagelado, común en la vege- Campylobacter


tación flotante marítima (Gonyalux tamarensis),
llamada marea roja, se puede encontrar en los Es una bacteria patógena común en alimentos,
mejillones. con especificidad en los meses de mayo yjunio
y vinculada con pájaros y mamíferos.
Salmonelas
Giardia lamblia
Son bacilos gramnegativos no encapsulados. Se
conocen tres especies principales: S. cholerasuis, Es causante de la mayor parte de las diarreas
S. typhix S. cnterilidis; crecen fácilmente en ali- epidémicas transmitidas por agua contaminada
176 Tubo digestivo medio

y alimentos; frecuentemente afecta a los turis- y se observa hipersecreción intestinal. Las espe-
tas en forma tardía. cies de shigella invaden las células epiteliales
que se desprenden y ocasionan hemorragia,
Rotavirus moco y polimorfonucleares en heces.

Este microorganismo es causante de mortalidad CUADRO CLÍNICO


elevada en países subdesarrollados en personas
de todas las edades, especialmente en niños En el cuadro 25-3 se describen las principales
pequeños. Infecta y mata a las células maduras manifestaciones clínicas.
de las vellosidades del intestino delgado provo-
cando diarrea osmótica por malabsorción. DIAGNOSTICO

Solanine El diagnóstico debe apoyarse tanto en el cua-


dro clínico y en el periodo de incubación como
Se encuentra en las papas verdes y no se des- en el tipo de alimento que habitualmente con-
naturaliza por el cocimiento, ebullición u hor- tiene al microorganismo.
neado.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Glutamato
El diagnóstico debe formularse a partir de los
Es una neurotoxina excitatoria que se añade estudios de laboratorio (cultivo) y de las nuevas
comercialmente a muchos alimentos como con- técnicas de rastreo de DNA y electroforesis
servador. Penetra fácilmente ciertas regiones enzimática, que detectan organismos patógenos
cerebrales y destruye neuronas en poco tiem- en enfermedades por brotes. Los microorganis-
po. Se ha encontrado en ancianos particular- mos lesivos se encuentran casi siempre en de-
mente sensibles al ácido domoico, presente en terminados alimentos; así, si se conoce el pro-
algunos mariscos. ducto ingerido, es probable identificar el agen-
te causal; esto también es útil para establecer el
Metales diagnóstico diferencial (cuadro 25-4).
Las bacterias más agresivas se reproducen
Los alimentos cocinados en cazuelas galvaniza- rápidamente (alrededor de 1 cada 15 minutos)
das, especialmente las frutas, pueden ocasionar a la temperatura corporal; sin embargo, las tem-
envenenamiento por metal. peraturas óptimas de cada organismo son dis-
tintas: Staphylococcus, 35 a 40°C, Bacillus cernís,
PATOGENIA 28 a 35°C, C. perfringens, 43 a 47°C.
La humedad es esencial para la multiplica-
La enterotoxina producida por el estreptococo ción, aunque la bacteria puede sobrevivir por
se absorbe y actúa sobre receptores intestinales, largos periodos en alimentos secos. Para preve-
que transmiten el impulso a los centros medu- nir la intoxicación deben mantenerse los ali-
lares. La enterotoxina de Bacillus cernís es de mentos entre 63"C de calor y 4"C de frío, o
dos tipos: productora de diarrea y emetizante. preservarse por medio de congelación, encurti-
La enterotoxina de Clostridium perfringens esti- miento, fermentación o radiación. El método
mula la actividad de la adenilatociclasa y aumen- ideal de detección de la bacteria en microorga-
ta la concentración del monofosfato de adeno- nismos comunes es el cultivo. El tipo de mues-
sina cíclico (AMP) en el intestino; éste incre- tra es indicativo del agente específico (cuadro
menta la secreción de cloruros y agua, reduce la 25-5). Puede consultarse la prueba bacteriana
absorción de sodio y provoca hipersecreción del sobre heces y alimentos en el cuadro 25-6.
intestino delgado. La toxina de Clostridium bo-
lulinum se absorbe en el intestino y bloquea la TRATAMIENTO
acetilcolina en el enlace neuromuscular y des-
encadena el síndrome neurológico agudo. El tratamiento debe incluir las siguientes medi-
La toxina de Escherichia rali causa hiper- das:
secreción en el intestino delgado (conocida
como "diarrea del viajero'') debido al aumento 1. Administrar líquidos por vía intravenosa u
del AMP cíclico. Vibrio cháleme libera una toxi- oral en casos de diarrea aguda
na que eleva la actividad de la adenilatociclasa 2. Evitar los antidiarreicos
Capítulo 25 • Intoxicación por alimentos 177

Cuadro 25-3. Principales signos clínicos de la intoxicación por alimentos

Dolor Otros
Germen Fiebre Diarrea abdominal Vómito Cefalea signos

Salmonela Septicemia o infección


localizada
Estafilococo Hipotensión
C perfringens Náusea
V. parahaemolyticus
B. cereus Náusea
Náusea
B. subtilis Bochorno
Virosis Malestar, náusea
Yersinia Síndrome disentérico
Campylobacter Diarrea, fiebre, hemorragia
C. botulinum Parálisis ocular, faríngea,
respiratoria
Giardia Esteatorrea, edema, bajo
peso
Metales pesados
Náusea
Solanine
Debilidad, heces verdes,

Escombrotoxina choque
Bochorno, palpitaciones,
diaforesis

3. Suprimir los antibióticos si los síntomas son 1. No suspender nunca el suministro de leche
sólo gastrointestinales en niños amamantados
4. Evitar alimentos manipulados si la diarrea 2. Proporcionar suero oral casero a libre de­
es aguda manda mientras el niño tenga diarrea: 1
5. Mantener el estado nutricional, sobre todo litro de agua o té más 40 g de azúcar y 5 g
en niños y ancianos de sal, o bien solución electrolítica de la
6. Establecer un diagnóstico preciso para pres­ OMS
cribir el tratamiento adecuado 3. Si la deshidratación es leve se suministran
50 ml/kg de esta solución en menos de 4
Uno de los objetivos del tratamiento es horas
prevenir o corregir la deshidratación. Por esta 4. Si la deshidratación es moderada a grave
razón también están indicadas las disposiciones se administran 100 ml/kg por vía oral en
siguientes: menos de 4 horas

Cuadro 25-4. Alimentos que pueden indicar el tipo de microorganismos causales

Producto Patógenos

Alimento previamente calentado Clostridium perfringens


Arroz cocido o frito, cereales Bacillus cereus
Aves de corral, huevos, otros Salmonela
Jamón, lengua Staphylococcus aureus
Leche y crema Salmonella, Campylobacter
Pescados, mariscos y moluscos Vibrio parahaemolyticus, vibrio de estructura circular pequeña
Chocolate, coco, especias Salmonela
Alimentos enlatados, pastas Staphylococcus, Clostridium botulinum
Pasteles B. subtilis, Clostridium perfringens
178 Tubo digestivo medio

Cuadro 25-5. Cultivo para identificar organismos p o r vía oral (10 a 15 m g / k g ) hasta cada seis
patógenos horas.
Muestra Agente
Los antidiarreicos, opiáceos y anticolinér-
gicos (difenoxilato con atropina, loperamida,
Vómito Staphylococcus aureus, Bacillus cereus, etc.) no tienen indicación alguna y, en cambio,
metales pesados son causa frecuente de intoxicaciones graves.
Heces Alimento contaminado por bacterias Los absorbentes c o m o caolín y pectina no h a n
Virus (sólo con microscopio electrónico) d e m o s t r a d o t e n e r utilidad, a u n q u e p u e d e n
Toxinas (Clostridium perfringens) emplearse c o m o placebo en casos especiales.
Giardia, ameba (microscopio de luz) Los antibióticos tienen indicaciones preci­
Alimentos Alimento contaminado por bacterias
sas; no son útiles en la mayoría de los casos y
sólo han mostrado eficiencia en la shigellosis
Toxinas (S. aureus, B. cereus)
grave; en otro tipo de microorganismos se au-
Suero Toxina {Clostridium botulinum)
tolimitan en pocos días. Debe esperarse hasta
tres días antes de decidir el tratamiento.
Los antimicrobianos no absorbibles o de
acción local, c o m o la colimicina o la furazolido-
5. La deshidratación grave requiere solución na, no tienen alguna indicación, con excepción
salina o H a r t m a n IV, 70 m l / k g administra­ de esta última en caso de giardiasis.
da en 2 a 3 h. U n a vez s u p e r a d o el estado El tratamiento específico de la shigella es
de c h o q u e se inicia la vía oral la ampicilina, 100 m g / k g cuatro veces al día
d u r a n t e 5 a 10 días o trimetoprim con sulfame-
En caso de vómito, los antieméticos no son toxazol, 50 m g / k g dos veces al día p o r el mis­
útiles y p u e d e n ser riesgosos; los vómitos ceden mo tiempo. Actualmente se dispone de diver­
si se s u s p e n d e n los alimentos p o r un periodo sos medicamentos para tratar los casos graves,
de cuatro a seis horas (sólo se administran lí­ c o m o ciprofloxacina a dosis de 250 a 750 mg
quidos orales en p e q u e ñ a s cantidades). cada 12 h; ofloxacina, 200 a 400 mg cada 12 h;
Por lo regular la fiebre no es elevada y cesa norfloxacina, 400 m g c a d a 12 h; enoxacina, 400
con la rehidratación. Si persiste es conveniente mg cada 12 h. Este tipo de q u i n o l o n a s d e b e
controlarla p o r medios físicos, p e r o si éstos tam­ usarse en casos específicos, de a c u e r d o con las
poco sirven p u e d e administrarse acetaminofeno bases del tratamiento.
(en n i ñ o s ) , 2 a 3 gotas p o r kilogramo de peso El metronidazol es el indicado para comba­
tir Entamoeba histolytica, 30 m g / k g tres veces al
día p o r 7 a 10 días. En Giardia lamblia también
se prescribe metronidazol p e r o a razón de 20
Cuadro 25-6. Prueba bacteriana sobre heces
y alimentos
m g / k g tres dosis al día d u r a n t e 7 días.
En caso de e n v e n e n a m i e n t o p o r h o n g o s
Detección de toxina tipo Amanita muscaria d e b e eliminarse el conte­
5. aureus Sólo alimentos nido gastrointestinal, lavar el estómago y apli­
B. cereus Enterotoxina diarreica, sólo
alimentos
car enemas y laxantes. Como antídoto se sumi­
C. perfringens Sólo heces nistra sulfato de atropina p o r vía subcutánea y
C. botulinum Alimentos, heces, suero se repite en caso necesario cada 30 minutos. Se
Cuantificación a d m i n i s t r a n asimismo s e d a n t e s b a r b i t ú r i c o s
B. cereus Microorganismos en número para calmar la excitación y líquidos p o r vía oral
mayor de 10 y parenteral. Se atiende en forma a d e c u a d a el
B. subtilis 0 a 10 por gramo de alimento
estado de c h o q u e .
Cultivo
En el tratamiento de la intoxicación p o r
Salmonelas y otras Alimento o heces
bacterias Amanita phalloides, brunnescens o venia se pres­
Tipificación
cribe ácido tióctico (500 mg IV por día) y peni­
Salmonela Serotipo: sólo 5. typhimurium cilina (250 m g / k g / d í a vía IV lento); d e b e man­
C perfringens Serotipo tenerse el aporte calórico e hídrico y se admi­
B. cereus Serotipo nistran vitamina K p a r a la hemorragia, así c o m o
Campylobacter Serotipo
Staphylococcus
dexametasona (20 a 40 m g / d í a IV).
Prueba de enterotoxina
tipo A-E La intoxicación por Clostridium botulinum
exige eliminar la toxina, ya sea p r o v o c a n d o el
Capítulo 25 • Intoxicación por alimentos 179

vómito, usando bicarbonato de sodio o carbón Deben observarse también las "reglas de
activado o mediante lavado gástrico. Debe apli- oro" de la OMS para la preparación higiénica
carse antitoxina botulínica tipo ABE a dosis de de los alimentos:
nn frasco intravenoso cada 4 h hasta que los
síntomas ya no progresen o hasta que la toxi- 1. Elegir alimentos tratados higiénicamente
na no aparez.ca en el suero del paciente. Debe 2. Cocer bien los alimentos
probarse la sensibilidad al suero mediante in- 3. Consumir inmediatamente los alimentos
yección de 0.1 mi de una dilución de antitoxi- cocinados
na al 1:10 en solución salina por vía intradér- 4. Guardarlos cuidadosamente
mica y se espera 15 minutos antes de adminis- 5. Recalentarlos adecuadamente
trar la dosis. La depresión respiratoria se tra- 6. Evitar el contacto entre los alimentos cru-
ta mediante respiración artificial; en caso de dos y los cocinados
parálisis se utiliza el respirador automático. 7. Lavarse las manos a menudo
Para evitar el bloqueo neuromuscular se admi- 8. Mantener escrupulosamente limpias todas
nistra clorhidrato de guanidina, 15 a 40 mg/ las superficies de la cocina
kg por vía oral diariamente. El 50% de los pa- 9. Mantener los alimentos fuera del alcance
cientes envenenados fallece a pesar de estas de insectos, roedores y otros animales
medidas. 10. Utilizar agua pura
En caso de intoxicación química, y debido
De igual forma deben evitarse los errores
a la irritación gástrica, se deben administrar 0.5
más comunes:
mg de atropina y 5 g de subearbonato de bis-
muto por vía oral. 1. Preparar los alimentos con demasiada anti-
cipación
COMPLICACIONES 2. Dejarlos durante mucho tiempo a tempe-
raturas que permiten la proliferación bac-
Son frecuentes la deshidratación, sobre todo en teriana
niños menores y ancianos, y la insuficiencia 3. Cocción insuficiente
orgánica que ocasiona la muerte. 4. Contaminación cruzada
5. Manipulación de alimentos por personas
infectadas o colonizadas
PRONOSTICO
Depende del agente causal. Puede ser muy BIBLIOGRAFÍA
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Tercera
parte

Parásitos intestinales
Ascaríasis
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN permanecen en el suelo entre 10 y 30 días y


pueden sobrevivir hasta seis años en lugares
Es una parasitosis intestinal ocasionada por un favorables. Cuando el humano los ingiere se
gusano redondo de 10 a 35 cm de longitud que transforman en huevos invasores, que se abren
habita en el intestino delgado. La ascariasis en el tubo digestivo y evolucionan a lo largo de
infecta a una de cada cinco personas en todo el cuatro fases o estadios de larvas, denominados
orbe, lo cual supone una fuerte repercusión Li, Lg, Lj y L4.
para el hombre no sólo por las complicaciones Ciclo vital. Los huevecillos fértiles se excre-
y pérdidas de vida que causa, sino porque redu- tan con las heces y se transforman en el suelo
ce la productividad de las personas parasitadas (embriogénesis) para adquirir la capacidad de
y porque los tratamientos médicos son onero- infectar (este periodo dura entre 10 y 25 días).
sos. Estos son suficiente motivo para ocuparse Conservan mejor la vitalidad a temperaturas de
de este padecimiento. 28 a 32°C, a la sombra, con suficiente humedad
Habitualmente son los médicos generales y oxígeno; de la tierra pueden pasar directamen-
los que atienden a estos pacientes; su responsa- te a la boca, o contaminan alimentos como fre-
bilidad es diagnosticar la ascariasis en forma sas, legumbres o frutas. Se trata de una geohel-
apropiada cuando el enfermo manifieste sínto- mintiasis porque el huevecillo necesita pasar
mas de aparato digestivo o cuando realice revi- cierto tiempo en la tierra antes de ser infectan-
siones clínicas por otras molestias. te; las materias fecales frescas no pueden trans-
Hay más de 1 000 000 000 de personas pa- mitir la ascariasis.
rasitadas en todo el planeta, especialmente en Una vez que el huevo embrionado llega a
zonas tropicales y subtropicales, incluidos el sur la boca es deglutido; pasa al intestino y allí se
de Estados Unidos, algunos países mediterrá- abre por efecto de las secreciones digestivas.
neos, Europa Central y naciones pobres de cual- Entonces se libera la larva Lj, que cambia a L2
quier latitud. Es más común en escolares, sin uno a dos días después, en una transformación
predominio masculino o femenino. que se conoce como primera muda. Luego atra-
El gusano causante pertenece a la rama Nema- viesa las paredes intestinales para viajar en la
thebninthos, clase Nematoda, orden Rhabditida, sangre y llegar al hígado, donde permanece uno
familia Ascaridae y género Ascaris. a tres días. De allí pasa por vía hemática al pul-
món, sitio en el cual sufre la segunda y tercera
mudas (de L2 a L3); permanece en ese punto
CAUSAS seis a ocho días y provoca neumonitis (síndro-
El áscaris es un gusano redondo, de color blan- me de Loeffler). Después asciende por bron-
co rosado; el macho mide 10 a 22 cm de longi- quios, tráquea y laringe para ser nuevamente
tud, la hembra adulta 15 a 35 y tienen un gro- deglutido y llegar al yeyuno, donde se estable-
sor de 5 a 7 mm (fig. 26-1, color). Las hembras ce; allí ocurre la cuarta muda, que le confiere
producen hasta 240 000 huevecillos al día, de madurez sexual. Los parásitos adultos viven
65 por 45 mm, y son ovoides mamelonados. Los entre dos meses y un año y eliminan hueveci-
huevos fértiles se eliminan en la materia fecal, llos dos o tres meses después de la infección.
183
184 Parásitos intestinales

ANATOMÍA PATOLÓGICA mular s í n d r o m e ulceroso), a veces a c o m p a ñ a ­


do de periodos de evacuaciones semisólidas,
Las larvas destruyen células epiteliales al atra­ vómitos ocasionales, anorexia o apetito exage­
vesar la p a r e d intestinal, sea por acción del trau­ rado, pirosis, borborigmos, eliminación de ver-
matismo o p o r enzimas líticas; se observa una mis p o r recto, ansiedad, espasmos musculares y
lesión inflamatoria local de la mucosa con de­ urticaria.
formación de las vellosidades. En ese sitio mu­ En casos más graves, con parasitosis ma­
chas larvas son inmovilizadas, r o d e a d a s p o r siva, se a p r e c i a p é r d i d a de p e s o , d i s t e n s i ó n
eosinófilos y aniquiladas. En los sinusoides he­ abdominal p o r gases, palidez, astenia y apatía;
páticos también son inmovilizadas y desintegra­ a la palpación del a b d o m e n sólo existe dolor
das, previa formación de infiltrados eosinófilos leve.
y granulomas.
En el síndrome de Loeffler los síntomas son
Las larvas q u e llegan al p u l m ó n causan en tos seca, irritante, a veces con expectoración,
los alveolos e x u d a d o seroso con eosinófilos, estrías sanguinolentas, ardor en la cara a n t e r i o r
eritrocitos y células gigantes, inflamación peri- del tórax, a c e n t u a d o por la tos, fiebre, polip-
bronquial con evolución hacia cicatriz fibrosa e nea, aleteo nasal, tiros intercostales y rara vez
i n c r e m e n t o de m o c o en los bronquios, con es­ e x a n t e m a c u t á n e o . A la exploración se detec­
p a s m o bronquial. tan estertores finos o sibilancias.

PATOGENIA DIAGNOSTICO
Son varios los mecanismos que o c u r r e n en el El diagnóstico se establece p o r la demostración
intestino. P r i m e r o se presentan los áscaris en el de huevecillos, larvas o parásitos adultos. En el
yeyuno, después el parásito se desplaza, en se­ examen coproparasitoscópico se identifican los
guida sobrevienen las lesiones inflamatorias, huevos m a m e l o n a d o s , que se eliminan con las
luego se eliminan los productos de desecho del heces 60 a 75 días después de la infección; son
áscaris y finalmente el h u é s p e d reacciona inmu- indispensables tres muestras para o b t e n e r 6 5 %
nológicamente. Todo esto ocasiona alteraciones de certeza diagnóstica. No tiene utilidad el exa­
de la motilidad intestinal, espasmo de las pare­ m e n si sólo se detectan machos o parásitos in­
des, isquemia de la musculatura lisa y produc­ maduros; los huevos fecundados son difíciles de
ción de anticuerpos IgE, q u e son causantes de identificar.
espasmo bronquial y reacciones alérgicas; tam­ En las fases hemática o p u l m o n a r se mani­
bién o c u r r e n efectos neurológicos. fiesta eosinofilia, p e r o desaparece después de
La carencia de proteínas observada en al­ esos periodos. En la parasitosis masiva rara vez
gunos pacientes g u a r d a estrecha relación con p u e d e verse u n a imagen sugestiva ("madeja de
la deficiencia de procesos digestivos o de absor­ estambre") en las placas simples de a b d o m e n ;
ción y también con peristaltismo intestinal ace­ los estudios con bario en intestino tienen me­
lerado y cambios de la flora. j o r resolución y se observan hilos radiopacos
En la fase p u l m o n a r hay reacciones locales c u a n d o el áscaris ingiere el medio de contraste.
de hipersensibilidad d e s e n c a d e n a d a s p o r las Las pruebas inmunológicas son p o c o emplea­
larvas; éstas, j u n t o con el proceso inflamatorio, das debido a su costo, pero p u e d e n detectarse
provocan un c u a d r o de neumonitis con múlti­ anticuerpos IgM.
ples síntomas; también se i n c r e m e n t a la sensi­
bilidad p o r efecto sistémico del organismo que
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
causa urticaria y espasmo bronquial.
La respuesta p u l m o n a r d e p e n d e del n ú m e ­ La ascariasis p u e d e confundirse con otras para­
ro de larvas destruidas p o r la reacción granulo- sitosis intestinales, como la ocasionada por Stron-
matosa generada. gyloides stercoralis, o con e n f e r m e d a d acidopép-
tica, en la que es decisiva la endoscopia del t u b o
CUADRO CLÍNICO digestivo alto.
La ascariasis masiva p u e d e p r o v o c a r un
Algunos adultos con pocos parásitos y b u e n cuadro abdominal a g u d o y requiere distinguir­
estado general son asintomáticos; otros p u e d e n se de otras causas de oclusión intestinal median­
padecer dolor abdominal difuso, vago, semejan­ te placas radiográficas simples de a b d o m e n u
te al cólico, de poca intensidad (que p u e d e si- otros medios más elaborados.
Capítulo 26 • Ascariasis 185

TRATAMIENTO Otras complicaciones son oclusión intesti-


nal (figs. 26-2 y 26-3), pancreatitis aguda, per-
Los medicamentos más empleados para tratar foración intestinal (fig. 26-4, color), apenaici-
esta parasitosis son: a) mebendazol, 100 mg cada tis, obstrucción laríngea y desnutrición.
12 horas por tres días (está contraindicado en Las complicaciones abdominales, como
mujeres embarazadas); b) albendazol, 400 mg oclusión intestinal, perforación o apendicitis,
diarios por tres días (está contraindicado en la requieren diagnóstico oportuno y terapéutica
gestación); c) pamoato de pirantel, 10 mg/kg quirúrgica; por esta razón la ascariasis es un
en dosis única, utilizable en mujeres gestantes. padecimiento potencialmente grave.
Sólo debe elegirse un solo fármaco.
La piperacina está casi abandonada por sus
efectos tóxicos, pero no es teratógena; se usan PRONOSTICO
100 mg/kg, no más de 4 g, en dosis única o La ascariasis intestinal puede resolverse en to-
dividida en dos administraciones, con intervalo dos los casos, si no existen complicaciones,
de 24 horas (también puede suministrarse dis- mediante tratamientos adecuados y repetidos.
tribuida en cinco días). Las complicaciones tienen mal pronóstico, por
Se recomienda que el fármaco escogido se su gravedad intrínseca y porque generalmente
repita en tres ocasiones, una vez cada 30 días. ocurren en personas con mal estado de nutri-
La ascariasis pulmonar no requiere terapéuti- ción.
ca; los pacientes graves pueden recibir también
corticoides y antibióticos por la infección bac-
PROFILAXIS
teriana agregada.
Debe instituirse la terapéutica en todos los pa-
COMPLICACIONES rasitados e incluso en los sujetos con sospecha
de ascariasis; deben también mejorarse las con-
Puede presentarse un gran número de compli- diciones higiénicas comunitarias, difundir la
caciones, todas graves. Se ha dicho que el pará- educación para la salud, evitar el fecalismo al
sito migra a zonas extraintestinales, como colé- aire libre y lavar frutas y verduras con abundan-
doco, tuba auditiva (de Eustaquio), tráquea y te agua y jabón.
otros sitios debido a tratamientos incompletos, En Japón pudo disminuirse la elevada inci-
fiebre o ingestión de alimentos excesivamente dencia hasta casi la erradicación con tratamien-
picantes. tos repetidos a toda la población.

Fig. 26-2. Ascariasis masiva que necrosó un asa de intestino delgado (en color blanco).
186 Parásitos intestinales

Fig. 26-3. Al abrir el asa necrótica se encontraron en el interior más de 700 áscaris.

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Oxiuriasis
Dr. Javier Pérez Pineda

INTRODUCCIÓN 16 000; éstos miden 50 a 60 mieras de largo y 20


a 30 de ancho.
Es el gusano Enterobius vermicularis el que pro- La hembra expulsa los huevos en masa al
voca esta enfermedad parasitaria. El oxiuro es contraer el útero y la vagina y son estimulados
un nematodo asegmentado, cilindrico, que pro- por la baja temperatura y ambiente aerobio;
duce la infección conocida como oxiuriasis o cada huevo contiene una larva enroscada, acti-
enterobiasis. Este parásito tiene la distribución va. Son infecciosos a las pocas horas y viables
geográfica más amplia de todos los helmintos hasta por 15 días.
debido a su estrecha relación con el hombre y El hombre suele infectarse al transportar
su ambiente. Son comunes las epidemias en con los dedos infectados directamente los hue-
cuarteles, dormitorios públicos e internados, es vos desde el ano hasta la boca (ciclo ano-mano-
decir, como consecuencia del hacinamiento. boca). En ocasiones se observa retroinfección
Las series publicadas revelan tasas de infec- si los huevos se abren en la región perianal y las
ción de 3 a 80% en diversos grupos. En México larvas retroceden hacia el intestino. Los huevos
las encuestas muestran una frecuencia de 60%. también contaminan las prendas de dormir y la
Aunque el oxiuro prevalece en comunidades ropa de cama, donde siguen siendo viables e
económicamente débiles, no es raro hallarlo en infecciosos hasta por dos a tres semanas.
grupos sociales acomodados. Los niños se in- Después del contacto infeccioso las larvas
fectan con mayor frecuencia que los adultos. embrionadas de primera fase se alojan en el
Este parásito partenece a la rama Nemathel- duodeno. Las larvas rabditoides liberadas sufren
minthes, clase Nematoda, orden Rhabditidia, fa- dos mudas antes de llegar a la maduración en
milia Oxyuridae, género Enterobius. yeyuno e íleon terminal; probablemente la
copulación ocurre en el ciego. El ciclo vital del
CAUSAS parásito puede durar cuatro a seis semanas (fig.
27-1).
El oxiuro es un gusano fusiforme con extremo
cefálico. La hembra mide en promedio 10 mm ANATOMÍA PATOLÓGICA
de longitud. Los úteros de la hembra grávida
son distendidos por los huevos. El macho mide Enterobius vermicularis es relativamente inocuo y
3 mm de longitud y su cola es curva. Una perso- rara vez produce lesiones importantes al fijarse
na infectada alberga en promedio 50 gusanos, en el intestino.
pero pueden encontrarse millares si hubieron
contagios frecuentes. El hombre es el único PATOGENIA
huésped conocido de Enterobius vermicularis.
Los habitat habituales de los oxiuros madu- Por el prurito que producen los huevos larvados
ros son el ciego, el apéndice cecal y los tramos los enfermos se rascan; esto ocasiona escarifica-
adyacentes del íleon terminal. La hembra grá- ción y puede causar infección secundaria en la
vida migra por las noches hasta el ano, donde piel de la región anal. Se han descrito cuadros
deposita sus huevos en número de 5 000 a de apendicitis y salpingitis, esta última produci-
187
188 Parásitos intestinales

La hembra grávida
Habitat del parásito emigra a la piel
adulto, ciego, colon, perianal
íleon, apéndice

Huevo embrionado
se vuelve infectante
La larva sale del huevo en 4-6 horas
i
en el intestino delgado

Los huevos se
diseminan en
el medio
Estancia Comedor

Baño Recámara Cocina

Fig. 2 7 - 1 . Ciclo vital de Enterobius vermicularis (tomado de Brown H W , Parasitología clínica, 4ta. ed.).

da por el ascenso del parásito por vía vaginal. cinta adhesiva (fíg. 27-2) p r o p o r c i o n a el por­
También se han c o m u n i c a d o casos de granulo­ centaje más elevado de positividad y el mayor
ma de ovario. n ú m e r o de huevos. El m é t o d o consiste en do­
blar una cinta adhesiva con el lado adhesivo
CUADRO CLÍNICO hacia fuera, sobre el e x t r e m o de un d e p r e s o r
de lengua; éste se aplica contra la piel perianal
El síntoma principal es el p r u r i t o prodticido y se extiende después sobre un portaobjetos;
c u a n d o la h e m b r a grávida deposita sus huevos después se examina con un microscopio a bajo
en el c o n d u c t o anal y p e r i n e o . Se sospecha a u m e n t o . Una aplicación descubre 50% de las
oxiuriasis en niños que muestran prurito noc­ infecciones, tres revelan 9 0 % . Para descartar la
t u r n o perianal, insomnio e inquietud. El rasca­ infección debe practicarse la p r u e b a siete días
do p u e d e conducir a eccema o infección pióge- consecutivos con resultado negativo. La prue­
na de la piel pcrianal. Las niñas y mujeres pue­ ba se efectúa en la m a ñ a n a antes de bañarse o
den presentar secreción vaginal y prurito local, defecar. En una tercera parte de los niños pue­
a u n q u e también se ha descrito la relación en­ d e n obtenerse huevos debajo de las uñas de las
tre enterobiasis y cistitis. La salpingitis y granu­ manos.
loma oválico son causas raras ya que los gusa­
nos migran. Por último, muchas infecciones por
TRATAMIENTO
Kntembius vennicularis son asintomáticas.
Una vez que se diagnostica la oxiuriasis d e b e
DIAGNOSTICO tratarse al paciente, a su familia, e incluso a la
c o m u n i d a d entera, si quieren evitarse las fuen­
A veces el p r i m e r dato de infección es la pre­ tes de reinfección. Se utilizan a c t u a l m e n t e pa-
sencia de oxiuros en las heces, a u n q u e sólo en moato de pirante!, 11 m g / k g en dosis única sin
5% de las personas infectadas se e n c u e n t r a n exceder de 1 g a! día; mebendazol, 100 mg p o r
huevos en las heces. La p r u e b a de Graham con vía oral dos veces al día por tres días seguidos,
Capítulo 27 ' Oxiuriasis 189

Se toca varias veces la La cinta se pega


región perianal con la sobre un porta-
superficie engomada objetos

Fig. 27-2. Diagnóstico de Enterobius vermicularis con tela adhesiva (tomado de Brown HW, Parasitología clínica,
4a. ed.).

y albendazol, 400 mg por vía oral en dosis úni- Para dominar la infección en una colectividad
ca. No es preciso repetir el tratamiento si no es obligado el tratamiento simultáneo en todos
hay recidiva sintomática. los casos.

COMPLICACIONES BIBLIOGRAFÍA

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Estrogiloidosis
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN rabditoide, que tiene vida libre y que es la for-


ma que se excreta con las heces.
La estrogiloidosis es la infección causada por el Ciclo vital. Presenta dos formas: libre y pa-
parásito Slrongyloídes slercoralis. El rasgo distinti- rasitaria. Las hembras parásitas habitan en el
vo de esta parasitosis es la capacidad de Strongy- espesor de la mucosa y submucosa intestinales
loidesde reproducirse dentro del huésped y por del duodeno y yeyuno, aunque se pueden en-
ello puede permanecer por décadas dentro del contrar desde el píloro hasta el ano. En la
organismo. Es difícil de erradicar y requiere mucosa intestinal liberan huevecillos de los que
varios tratamientos. salen larvas rabditoides que se alimentan de
La mayoría de las infecciones suele ser asin- materia orgánica de desecho; estas larvas son
tomática, si bien un pequeño grupo de pacien- arrastradas y expulsadas después con las heces.
tes padece enfermedad grave, alta mortalidad, En ocasiones, antes de eliminarse, se transfor-
en particular los inmunosuprimidos, diabéticos, man en gusanos filariformes que pueden rein-
desnutridos o los sujetos con anomalías cróni- fectar el organismo; éste es un fenómeno cono-
cas debilitantes. cido como reinfección interna (fig. 28-1). Es
Strongyloides stercoralis infecta a cien millo- posible también que al salir penetren en la piel
nes de personas en países tropicales, donde es pcrianal, en cuyo caso se designa como reinfec-
endémico; las formas clínicas graves ocurren en ción externa.
0.5% de los casos. Al caer en la tierra (forma libre), que es su
Es común en Asia y África; en el sur de habitat natural y encontrar condiciones ambien-
Estados Unidos alcanza 0.4% de la población. tales propicias (sobre todo temperatura y hu-
En México, Centroamérica, El Caribe y Sudamé- medad), el patógeno sigue dos caminos: uno
rica se sitúa entre el ] y 5%. Es habitual en zonas directo y otro indirecto.
rurales donde se practica el fecalismo al aire En el primero, o corto, las larvas íilariformes
libre, en instituciones psiquiátricas, cuarteles y penetran nuevamente la piel del hombre, pa-
en individuos con escasa educación higiénica. san con la circulación venosa hasta el corazón y
No existe predominio entre varones y mu- por intermedio de las arterias pulmonares lle-
jeres; aparece a cualquier edad y muestra ma- gan al pulmón, en donde atraviesan la mem-
yor incidencia en adultos. brana alveolocapilar. Dentro de los alveolos
Este patógeno pertenece a la rama Nema- continúan su desarrollo hasta transformarse en
Ihe.lminthes, clase Rhabditida, orden Strongyloidi- machos y hembras; de allí migran hacia bron-
dae, género Strongyloides. quios y tráquea y se alojan finalmente en el
intestino luego de ser deglutidas. En su forma
CAUSAS adulta machos y hembras copulan en los bron-
quios, tráquea o intestino antes que las hem-
Es un parásito facultativo, con posibilidad de bras penetren en el espesor de la mucosa intes-
vida libre o parasitaria; el adulto macho mide tinal. Los machos mueren durante la migración,
0.7 mm y la hembra 2.2 mm; tiene aspecto después de fecundar a las hembras. Otra posi-
filariforme, que es la forma infectante, y otro bilidad, menos frecuente, es que las larvas mi-
190
Capítulo 28 • Estrogiloidosis 191

Reinfección Diseminación a
externa otros órganos
(perianal)

El parásito penetra
la piel y sigue dos
caminos: al pulmón
Reinfección (vía principal),
interna de piel a duodeno
(alterna)

Larvas filariformes
(forma infectante)

Reinfección
interna
Suelo
Larva rabditoide Larva filariforrne

Fig. 2 8 - 1 . Ciclo vital de Strongyloides stercolaris.

gren a través del tejido conectivo directamente 1. Puede presentarse una reacción inmuno-
de la piel al duodeno. lógica efectiva que erradica la infección
En el camino indirecto, o completo, las lar­ 2. La inmunidad puede ser parcial, en cuyo
vas maduran, terminan su desarrollo y copulan caso no se puede suprimir la infección,
en el suelo. Las hembras fecundadas ponen sus aunque se detiene
huevecillos, de donde salen larvas rabditoides 3. No hay posibilidad de eliminar la infección;
que se transforman poco después en gusanos es el caso de sujetos que no controlaron con
filariformes e infectantes. Su vida parasitaria éxito invasiones parasitarias previas; los
inicia al penetrar la piel para luego seguir el gusanos se reproducen en forma irrestricta
ciclo dentro del organismo humano. y diseminan larvas en todo el organismo

ANATOMÍA PATOLÓGICA En los casos graves la replicación de Stron-


gyloides excede la capacidad de destrucción del
En material anatomopatológico de duodeno se organismo; el número de patógenos aumenta
han encontrado edema, puntilleo hemorrági- de manera exagerada y se los encuentra en varios
co, úlceras microscópicas, atrofia mucosa, au­ tejidos. Esto ocurre en la inmunosupresión, tra­
mento de células inflamatorias en la lámina tamientos con corticoides, cáncer, linfoma, leu­
propia, lesiones granulomatosas, pólipos peque­ cemia, alcoholismo y desnutrición. Parece que
ños, microabscesos y vasos quilíferos dilatados. los corticoides estimulan el proceso de madura­
ción de las larvas; también es posible que la
cimetidina predisponga a la hiperinfección.
PATOGENIA
Las hembras y huevecillos se alojan en las
La interacción entre el parásito y el ser huma­ criptas glandulares del intestino, lo que incre­
no genera tres reacciones: menta la actividad secretora del epitelio y oca-
192 Parásitos intestinales

siona a b u n d a n t e secreción mucosa. El parásito Pulmones. Clínicamente los signos se carac­


provoca ulceraciones con hemorragias, llega a terizan p o r tos seca o productiva, s í n d r o m e de
capas más profundas y alcanza linfáticos y vasos Loefflery n e u m o n í a , todos de poca frecuencia;
s a n g u í n e o s ; en las formas más graves p u e d e son resultado de la presencia de la larva y de
obstruir incluso los linfáticos. hipersensibilidad. La radiografía muestra imá­
Los parásitos localizados en largos trayec­ genes fugaces y bilaterales, condicionadas p o r
tos de la p a r e d intestinal p r o d u c e n inflamación, e d e m a alveolar e infiltrado eosinófilo ( c u a d r o
q u e a su vez propicia invasión bacteriana. En 28-1).
los p u l m o n e s las larvas pasan a los capilares y Alteraciones en otros órganos. La larva p u e d e
llegan a los alveolos c a u s a n d o h e m o r r a g i a e establecerse en el corazón y causar miocarditis.
infiltración celular q u e facilita la infección bac­ Al pasar a la circulación general p u e d e alcan­
teriana. Las parasitosis profusas originan alte­ zar las meninges y provocar un proceso infla­
raciones de la coagulación sanguínea y llegan a matorio en ese sitio.
producir coagulación intravascular diseminada. Síntomas inespecíficos. Ataque al estado ge­
neral, astenia, p é r d i d a de peso, mialgias, fe­
CUADRO CLÍNICO brícula y fiebre.

Las manifestaciones clínicas evidencian altera­ DIAGNOSTICO


ciones orgánicas o sistémicas de intensidad leve
a grave. Para fines didácticos se describen aten­ La clave es sospechar el padecimiento, más a ú n
d i e n d o a los aparatos y sistemas d o n d e se obser­ si se presenta la tríada: dolor a b d o m i n a l , dia-
van.
Piel. El parásito ingresa al organismo hu­
Cuadro 28-1. Manifestaciones clínicas
m a n o p o r la piel de los pies y ocasiona pete-
de la estrongiloidosis
quias, pápulas y prurito; éstos, a consecuencia
de la p e n e t r a c i ó n del parásito, p r o d u c e n un Piel Hígado y vías biliares
proceso inflamatorio in situ. Estos signos sue­ Dermatitis Hepatitis
len pasar inadvertidos p o r los pacientes. Urticaria Hepatomegalia
Urticaria. Se presenta en la reinfección. Se Ictericia Hipertensión portal
Colecistitis
trata de u n a reacción inmunológica que se re­ Síntomas generales
laciona con la elevación de IgE; el sitio predo­ Febrícula o fiebre Pulmones
Astenia Tos seca o productiv
m i n a n t e es el a b d o m e n . Mialgias Síndrome de toeffleí
Aparato digestivo. La mucosa bucal es a ve­ Pérdida de peso Neumonía
ces el p u n t o de e n t r a d a del parásito, p o r lo Alteración del estado Cerebro
regular c u a n d o el agua o los alimentos están general Irritabilidad
infectados p o r la larva filariforme. Se p u e d e n Tubo digestivo Cefalea
producir pe tequias y pápulas en el esófago. Una Esofagitis Meningitis
Dolor epigástrico Edema
vez afectado el tubo digestivo sobrevienen náu­
Náuseas
seas, vómito, meteorismo, estreñimiento, dia­ Corazón
Vómito
Miocarditis
rrea, cólico a b d o m i n a l , m e l e n a , esteatorrea, Meteorismo
prurito anal, íleo paralítico y dolor epigástrico Estreñimiento
similar al de la e n f e r m e d a d acidopéptica; este Diarrea
Cólico abdominal
último es el síntoma q u e se presenta con mayor
Melena
frecuencia, seguido p o r la diarrea sanguinolen­ Esteatorrea
ta en m e n o r n ú m e r o de casos. íleo paralítico
Hígado y vías biliares. Se p u e d e observar Pruebas de laboratorio
hepatitis, hepatomegalia, colecistitis e hiperten­ Sangre: leucocitosis, eosinofilia, anemia e IgE
Heces: identificación del parásito, sangre oculta
sión portal, a u n q u e son datos poco frecuentes.
Los tres primeros se d e b e n a un proceso infla­ Radiografía
Tórax: puede existir infiltración cambiante bilateral
m a t o r i o de células gigantes y eosinófilos. La
Tránsito intestinal
hipertensión portal está condicionada por iíbro- Temprano: acelerado
sis. Algunas ocasiones existe ictericia, q u e es Tardío: atonía duodenoyeyunal, desaparición de
rara; c u a n d o ésta aparece se d e b e a la reinfec­ pliegues mucosos, imagen en tubo rígido en forma
ción i n t e r n a ya q u e el p a t ó g e n o se ubica en el de "boquilla de fumar" que semeja tuberculosis o
linfoma intestinal y enteritis regional
hígado.
Capítulo 28 • Estrogiloidosis 193

rrea y urticaria. El diagnóstico definitivo se es- la fuente de infección, la reinfestación causada


tablece por la identificación del parásito en por un familiar, o la autoinfección por defectos
heces, en otros tejidos o en líquidos orgánicos. anatómicos, como divertíanos intestinales, en
Se confirma Strongyloides en líquido duodenal los que el parásito es protegido de la acción de
mediante la cápsula denominada "enterotest" los medicamentos.
o por endoscopia con toma de biopsia. En in- El enfermo con hiperinfección debe reci-
fecciones diseminadas pueden identificarse lar- bir atención hospitalaria con soluciones paren-
vas en esputo, lavado bronquial, ascitis, líquido terales, antibióticos (si existe infección profu-
cefalorraquídeo y orina. sa) y alimentación hiperproteínica.
Los anticuerpos específicos son útiles pero Otros fármacos utilizados son albendazol,
no pueden distinguir infecciones actuales de 400 mg a dosis única por tres días, repitiendo el
anteriores. La endoscopia de tubo digestivo alto tratamiento dos veces más cada mes; mebenda-
muestra evidencias de gastritis o duodenitis zol, dos tabletas de 100 mg, dos veces al día por
inespecíficas. La colonoscopia habitualmente es tres días (en casos graves puede prolongarse
normal, así como los estudios baritados. hasta 28 días). También se ha recomendado la
ivermectina, 0.2 mg/kg, por tres días.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
COMPLICACIONES
Puede confundirse con diversos cuadros clíni-
cos. Por ejemplo, las lesiones de la piel ocasio- La más frecuente es la deshidratación por vó-
nadas por la penetración del parásito pueden mitos y diarrea, que se acompaña de desequili-
ser indistinguibles de la dermatitis de origen brio hidroelectrolítico. Otra complicación es el
diverso. Puede confundirse también con neu- íleo paralítico por hipopotasemia, al perderse
monía bacteriana o viral por el paso a través de este ion con la diarrea.
los pulmones o con la enfermedad acidopépti- También puede sobrevenir el síndrome de
ca por el habitat de Strongyloides en el duodeno. malabsorción, hipoproteinemia y desnutrición.
Se han comunicado peritonitis, insuficiencia
TRATAMIENTO respiratoria aguda y sepsis de las vías respirato-
rias. En casos mortales se ha descubierto coagu-
Se prefiere el tiabendazol, como se indica en el lación intravascular diseminada.
cuadro 28-2. Desde el momento en que se iden-
tifica el parásito en el estudio coproparasitos- PRONOSTICO
cópico debe instituirse el tratamiento y repetir-
lo tres veces como mínimo, con intervalo de un Es bueno casi siempre en las formas leves o
mes. moderadas, pero no en la hiperinfección, cuya
En virtud de que es prácticamente imposi- mortalidad puede llegar al 60 por ciento.
ble cambiar las condiciones de vida del pacien-
te, se recomienda repetir el tratamiento cada PROFILAXIS
seis meses a la dosis de 25 mg/kg, dos veces al
día por tres días. Cuando el paciente no reac- Debe evitarse la contaminación procedente del
ciona a la medicación debe investigarse y tratar suelo y deben instalarse y utilizarse sistemas
194 Parásitos intestinales

sanitarios de eliminación de heces, así como Strongyloides stercoralis infection. Am J Trop Med
seguir los hábitos higiénicos. Puede ser eficaz Hyg 1994; 51:175-179.
el tratamiento periódico intenso en zonas en- Medina LS, HeikenJP, Palmer GR. Pipestem appearence
démicas. El médico es de ayuda en la educa- of small bowel in strongyloidiasis is not pathogno-
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Tricocefalosis
Dr. Jorge M. López López
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Luis Humberto Ortega León

INTRODUCCIÓN Trichuris trichiura pertenece a la rama Ne-


matoda, clase Aphasmidia, orden Enoplida, fami-
La tricocefalosis es una enfermedad parasitaria lia Trichuridae, género Trichuris.
causada por el nematodo Trichuris trichiura
(nombre proveniente de dos términos griegos CAUSAS
que significan cabellos y cola) o tricocéfalo.
Linneo describió este gusano en 1771 y Grassi El agente causal es el tricocéfalo, llamado así
estudió su ciclo vital en 1887. porque es filiforme en sus tres quintas partes
Se encontraron huevos de tricocéfalo en anteriores (cabeza) y fusiforme en la parte res-
heces contenidas en el recto de una niña inca tante (intestino y aparato reproductor). El ma-
muerta hace 450 años; el cuerpo congelado se cho mide de 30 a 45 mm, su extremo posterior
hallaba en una construcción rocosa cerca de adopta la forma de espira, que lo distingue de
Santiago de Chile. El parásito altera el desarro- la hembra; ésta mide 35 a 50 mm y su capacidad
llo ponderal y mental de la población infantil de oviposición, en promedio, es de 5 000 a 7 000
de zonas endémicas y ocasiona cuadros cróni- huevecillos al día. Los huevos miden 50 a 54
cos de disentería. por 22 a 23 mieras y tienen una forma caracte-
Su distribución incluye todas las regiones rística de barril, con dos prominencias polares
del mundo, aunque es más común en zonas obturadas por tapones mucosos (fig. 29-1).
cálidas y húmedas, así como en lugares donde Ciclo biológico. La hembra deposita los hue-
las condiciones sanitarias son pésimas, como en vos en las heces y éstas son expulsadas por la
asentamientos humanos sobrepoblados y sitios práctica del fecalismo al aire libre. Los suelos
sin infraestructura urbana ni educación higié- se contaminan y, si reúnen las condiciones de
nica. humedad y temperatura favorables, al cabo de
Aunque el parásito no distingue edades, los l()a 15 días se desarrolla un embrión que llega
niños son los más afectados y es en ellos donde a la primera fase de estado larval. Esta es la
se presentan los cuadros más graves. No hay forma infectante, 21 días después del inicio del
preferencia sexual. Se han realizado estudios ciclo. La parasitosis comienza al ingerir huevos
recientes en Malasia que demuestran la predis- embrionados en alimentos o fomites contami-
posición de algunos individuos a infecciones nados (fig. 29-2).
repetidas, tanto por áscaris como por tricocé- El hombre es el único huésped comproba-
falo, a pesar de los tratamientos antiparasitarios do, si bien algunos especialistas creen que los
adecuados. Se ha observado asimismo un ma- tricocéfalos del cerdo y mono son los mismos
yor índice de estas infecciones en ciertos nú- que infectan al hombre. Una vez ingerido el
cleos familiares, lo cual lleva a pensar en la huevecillo su cubierta es digerida en el intesti-
posibilidad de un factor genético y en la coha- no delgado; se libera la larva y se aloja en las
bitación familiar como causas de la enferme- criptas, en donde se nutre. Desptiés continúa
dad. su crecimiento; en un lapso de tres meses al-
196 Parásitos intestinales

canza el estado adulto y migra hacia el intesti­


no grueso, particularmente el ciego, que es su
habitat definitivo. Entonces comienza nueva­
mente la fecundación. Es de hacer notar que el
ciclo no es hematógeno.

ANATOMÍA PATOLÓGICA
El ciego es el segmento del intestino grueso más
afectado, aunque en las infecciones graves tam­
bién se lesionan recto, íleon y apéndice. La
inserción del parásito en la mucosa intestinal
ocasiona pequeñas úlceras puntiformes, con
inflamación, hemorragia e infiltración linfocí-
tica. En los casos críticos se han presentado
cuadros de apendicitis.
Recientemente se ha sugerido que existe
una reacción de hipersensibilidad local del in­
testino hacia el parásito mediada por inmuni­
dad celular e IgE; ésta explicaría el síndrome
disenteriforme por T. trichiura. En la colonos-
Fig. 2 9 - 1 . Huevecillo de Trichuris trichiura; se obser- copia se observa edema de la mucosa y lesiones
van tapones mucosos en los extremos. (Cortesía de la añosas, así como un infiltrado eosinófilo en la
Dra. Patricia Ontiveros.) muestra citológica.

Ingestión de
alimentos,
agua y tierra
contaminados
con huevecillos
embrionados

Fecalismo al
aire libre

Huevecillos expulsados en heces


contaminando suelos, agua y alimentos

Fig. 29-2. Ciclo vital del Trichuris trichiura.


Capítulo 29 • Tricocefalosis 197

PATOGENIA los huevos de uncinaria en el estudio copropa-


rasitoscópico definen el diagnóstico. Lo mismo
El parásito se adhiere en su porción cefálica a sucede con la disentería amibiana: el hallazgo
la mucosa intestinal, se enhebra en las vellosi- de trofozoítos o quistes de E. histolytica clarifica
dades intestinales o penetra hasta la submuco- el cuadro. Se han comunicado casos de apendi-
sa, ocasionando lesiones puntiformes. La pene- citis por T. trichiura, pero son el cuadro clínico
tración del gusano provoca irritación, tanto y los antecedentes los que orientan el diagnós-
mecánica como química (sustancias secretadas tico.
por el parásito), que estimula las terminacio-
nes nerviosas de los plexos mientéricos, con lo
cual aumenta el peristaltismo. Si las infestacio- TRATAMIENTO
nes son masivas es probable el prolapso rectal Se han empleado diferentes fármacos para su
pues se pierde el tono de los esfínteres; ade- tratamiento, algunos de ellos tan agresivos para
más, pueden padecerse pujo y tenesmo (carac- el paciente que han tenido que dejarse; tam-
terísticos de la disentería). Cada gusano extrae bién han caído en desuso otros medicamentos
0.005 mi de sangre y, por tanto, sobreviene por sus efectos tóxicos, como el hexilresorcinol
anemia. En esta parasitosis no se produce eosi- y el tiabendazol.
nofilia porque no hay ciclo hematógeno; si se En fechas recientes ha cobrado relevancia
presentara debe sospecharse la presencia de el albendazol (dosis única o por tres días), aun-
otra parasitosis concomitante. que su tasa de curación es de 60 a 70%; por el
momento el fármaco más eficaz contra el trico-
CUADRO CLÍNICO céfalo es aún el mebendazol. Este medicamen-
to, dada su escasa absorción, no es tóxico para
Depende del número de parásitos que se en- el hombre y actúa sobre el parásito al suprimir
cuentren en el intestino. En las infecciones le- la captación de glucosa en forma irreversible
ves los signos pasan por lo general inadvertidos (está contraindicado durante el embarazo). Se
y no se presentan síntomas; en las infecciones administra a dosis de 100 mg por vía oral dos
moderadas suelen aparecer astenia, anorexia, veces al día durante tres días y se repite el es-
cólico en epigastrio y cuadrante inferior dere- quema a las tres semanas. El flubendazol toda-
cho, vómitos, estreñimiento, flatulencia y dis- vía se encuentra en fase de investigación.
tensión abdominal. En los casos graves el cua-
dro es más florido; se ha descrito el síndrome
de disentería por tricocéfalo caracterizado por COMPLICACIONES
diarrea mucosanguinolenta crónica y relaciona- En infecciones críticas se han informado casos
do con retardo del crecimiento y anemia por de apendicitis, insuficiencia cardiaca, epilepsia
deficiencia de hierro; el resultado es bajo desa- y prolapso rectal; este último no requiere trata-
rrollo mental. miento quirúrgico.

DIAGNOSTICO PRONOSTICO
El examen coproparasitoscópico es fundamen- Las campañas de salubridad pública son esen-
tal para corroborar el diagnóstico. En los casos ciales para la prevención de enfermedades pa-
sospechosos o en las infecciones leves se apre- rasitarias. Gracias a ellas es posible identificar
cian menos de 5 000 huevecillos por gramo de casos de infecciones leves, que reaccionan bien
heces; las cifras mayores, además de los sínto- al tratamiento, o casos graves que se resuelven
mas, prueban la existencia de cientos de pará- con tratamiento oportuno y adecuado; en am-
sitos; en ocasiones la expulsión del parásito tam- bas infecciones se observa una buena recupera-
bién confirma el diagnóstico. La rectosigmoi- ción y un mejor pronóstico.
doscopia demuestra la presencia del parásito y
revela las lesiones de la mucosa intestinal. PROFILAXIS

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL La educación higiénica dirigida a la población


es, como ya se dijo, de vital importancia, tanto
La uncinariasis es una parasitosis que puede como la difusión de campañas antiparasitarias
confundirse con la tricocefalosis; sin embargo, en zonas endémicas. Son igualmente valiosas las
198 Parásitos intestinales

siguientes disposiciones: eliminar las heces en familial level. Trans Roy Soc Trop Med Hyg 1994;
sitios adecuados, no contaminar el suelo y el 88:46-48.
agua potable, limpiar los alimentos y lavarse las Cooper ES, Spencer J. Inmediate hypersensitivity in
manos después de defecar y antes de comer. Los colon of children with cronic Trichuris trichiura dys-
niños deben aprender a no defecar en el suelo entery. Lancet 1991; 338:1104-1 100.
ni llevarse objetos sucios de la tierra a la boca. Craig y Faust E. Parasitología clínica. Barcelona: Salvat
Con esto disminuirá en gran medida esta para- 1974:272-277.
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Uncinariasis
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN terrestre. El macho posee una extremidad cau-


dal copulatoria y la hembra, que tiene mayor
Es la parasitosis producida por Necator americanus longitud, una terminación roma. Los hueveci-
o Ancylosloma duodenale, o ambos. Las parasito- llos son ovoides y miden 75 mm de longitud por
sis intestinales, incluida la uncinariasis, produ- 40 mm de ancho.
cen enfermedad, muerte y disminución de la
productividad laboral de millones de personas
en todo el mundo. Esto se debe, especialmente ANATOMÍA PATOLÓGICA
en las naciones pobres, a las deficiencias de
prevención, escasa educación para la salud y En el sitio por donde perforan la piel aparecen
mala difusión de la terapéutica entre grandes eritema, máculas y pápulas con vesículas que
grupos de población. cicatrizan en pocos días. En el aparato respira-
Más de 1 100 000 000 de personas de todo torio, al que llegan a través de los sistemas cir-
el orbe están afectadas por nematodos intesti- culatorio y linfático, provocan inflamación de
nales, incluyendo uncinadas, áscaris, tricocéfa- bronquios. En el intestino delgado se fijan a la
los y oxiuros. Otras publicaciones calculan que mucosa duodenal mediante placas cortantes o
infectan al 25% de la población mundial. Las dientes; muerden el tejido y succionan sangre
uncinarias son más comunes en niños y en per- depositando sustancias anticoagulantes. Habi-
sonas que no usan calzado; su frecuencia es tualmente cambian de posición cuatro a seis
mayor en climas cálidos y suelos húmedos y en veces al día, dejando en cada cambio una ulce-
regiones con deficientes condiciones de higie- ración con reacción inflamatoria, polimorfonu-
ne, donde es habitual el fecalismo al ras del cleares y pequeños abscesos que no rebasan la
suelo. No existe preferencia sexual. En Améri- muscular de la mucosa.
ca pueden encontrarse las uncinarias desde
México hasta el norte de Argentina y Chile.
Este organismo pertenece a la rama Nema- PATOGENIA
Ihelminthes, clase Nematoda, orden Rabditida, fa- Ciclo vital. Las hembras adultas establecidas en
milia Ancyloslomatidae, género Ancylostoma (An- el duodeno expulsan huevecillos que salen con
cylostoma, Necator, Ceylanicum y Braziliense). la materia fecal; una vez en el suelo, en condi-
ciones favorables, el huevo se transforma en
CAUSAS larva rabditoide en 24 a 48 horas. Cinco días
después se convierte en larva filariforme, que
Necator americanus y Ancylostoma duodenale son es la forma infectante, con capacidad de sobre-
gusanos redondos de 8 a 13 mm de longitud vivir hasta seis semanas.
por 0.3 mm de diámetro. Existen otras dos va- El hombre se infecta al caminar descalzo o
riedades, el ceylanicum y el braziliense, pero son jugar con tierra; la larva penetra en la piel, as-
más comunes en gatos y perros. ciende por el torrente sanguíneo hasta alcan-
Los parásitos viven en el duodeno del ser zar los alveolos pulmonares y los atraviesa para
humano, aunque antes tienen una fase de vida llegar a los bronquiolos, bronquios, tráquea y
199
200 Parásitos intestinales

Deglutido
Faringe
Adherido al intestino
traquea delgado
Adultos en
el intes-
Pulmones tino del-
gado

Circulación

Penetra en la piel

HOMBRE

Larva tilariforme Huevos en heces "


(etapa infecciosa) (etapa diagnóstica)

Medio externo

Larva rabditiforme
en suelo Larva rabditiforme
que incuba

(a veces en
heces viejas)

Fig. 30-1. Ciclo vital de la uncinaria.

esófago; después es deglutida y se establece en En el intestino delgado se calcula que cada


el duodeno (fig. 30-1). parásito extrae 0.05 a 0.3 mi de sangre al día,
Necator americanus alcanza la madurez sexual pérdida que puede llevar a la anemia en infec­
en los alveolos; Ancylostoma, en cambio, lo hace ciones masivas.
en el intestino. El parásito produce en la piel
lesiones dermatológicas pruriginosas. En la san­ CUADRO CLÍNICO
gre ocasiona eosinofilia y niveles elevados
de IgE, cambios éstos provocados por citocinas. Depende del número de parásitos y de su ubi­
Se piensa que la función de la IgE y los eosinó- cación. En la piel originan prurito y las lesiones
filos es proteger contra infecciones por hel­ pueden infectarse dando lugar a pústulas e
mintos. impétigo. En los pulmones el cuadro bronquial
En los pulmones las uncinarias causan un se manifiesta por tos con estertores gruesos,
proceso inflamatorio bronquial y neumonitis. acompañada de leucocitosis y eosinofilia de 15%
Capítulo 30 • Uncinariasis 201

o mayor que permanece uno a dos meses. Los COMPLICACIONES


signos intestinales aparecen en parasitosis de
cierta magnitud; se caracterizan por dolor ab- Puede sobrevenir anemia grave, con insuficien-
dominal (similar al del síndrome ulceroso), cia cardiaca, hipoproteinemia y anasarca.
plenitud posprandial, náusea, vómito y a veces
diarrea y anorexia.
Con la anemia sobrevienen astenia, fatiga, PRONOSTICO
sensación de debilidad, palpitaciones, palidez, Es malo en niños desnutridos, con anemia gra-
bajo rendimiento escolar, así como alteraciones ve; por el contrario, la curación es completa en
del desarrollo físico y mental; pueden presen- casos menos críticos ya que reaccionan de ma-
tarse también soplos cardiacos funcionales, in- nera apropiada a la terapéutica.
suficiencia cardiaca y edemas. El descenso de
hemoglobina puede ser grave en casos cróni-
cos con parasitosis masiva. PROFILAXIS
Debe evitarse la contaminación del suelo por
DIAGNOSTICO fecalismo al aire libre; es vital la mejoría de
drenajes y la construcción de letrinas y fosas
Los huevecillos se identifican en el examen sépticas, pero sobre todo es esencial difundir
coproparasitoscópico. Otro estudio complemen- desde la escuela primaria la educación para la
tario es la biometría hemática, en la que se salud.
observa leucocitosis y eosinofilia, descenso de Otras medidas son: evitar el contacto direc-
hemoglobina y hematócrito y también se pue- to de la piel con el suelo; tratamientos oportu-
de solicitar determinación de albúmina, que nos y completos de los enfermos y terapéuticas
suele estar baja. Es posible encontrar larvas en masivas en zonas endémicas.
el esputo durante la enfermedad pulmonar. Menos útiles son los larvicidas químicos
esparcidos en el suelo sobre áreas contamina-
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL das con heces fecales.

La uncinariasis debe diferenciarse de las restan-


tes parasitosis intestinales y de otras causas de BIBLIOGRAFÍA
anemia. La uncinariasis se sospecha en perso- Bawden MP. Improvement of the merthiolate iodine
nas que han vivido en zonas endémicas y su formalin fecal technique for hookworm, Trichuris
diagnóstico se confirma con exámenes copro- trichiura and Ascaris lumbricoides cggs. J Parasitol
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oral cada 12 horas por tres días, o pamoato de Maldonado AE. Hookworm disease: Puerto Rico's se-
pirantel, 10 a 20 mg/kg, oral, sin sobrepasar de cret killer. PR Health Sci J 1993; 12:191-196.
un gramo, por tres días. Moitinho ML, Ferreira CS. Sedimentation in parasito-
La terapéutica de segunda elección es el logical coproscopv. Rev Inst Med Trop Sao Paulo
albendazol, 400 mg por vía oral, tres días segui- 1992; 34:255-258.
dos; el tratamiento necesita repetirse un míni- Moyle M, Foster DL, McGrath DE y col. A hookworm
mo de tres veces, con intervalo de tres sema- glycoprotein thats inhibits neutrophil function is a
nas. La administración de hierro oral se pro- ligand of the integrin CDlb. J Biol Chem 1994;
longa por seis a ocho semanas. 269:1008-1015.
202 Parásitos intestinales

Niamatali S, Bhopale V, Schad GA. Efficacy of milbe- cotton for vvet niount preparation of feces. J Clin
mycin oxime against experimentally induced Ancy- Microbiol 1995; 33:1019-1021.
lostoma caninum. J Am Vet Med Assoc 1992; 201: Santos RV, Coimbra CE, Flowers NM y eol. Intestinal
1385-1387. parasitism in the Xavante indians Brazil. Rev Inst
Parija SC, I'rabhakar PK. Evaluation of lato phenol Med Trop Sao Paulo 1995; 37:145-148.
Teniasis
Dr. Manuel Gallo Reynoso

INTRODUCCIÓN que afectan a 1.4 o 1.8% de la población. La


cisticercosis cerebral, detectada en necropsias
La teniasis es u n a parasitosis intestinal causada de hospitales q u e a t i e n d e n a poblaciones de
p o r helmintos de la clase cestoda; este gusano bajos recursos, llega a ser hasta del 3.4%. No
p u e d e encontrarse en todo el territorio mexi­ existe predilección p o r sexos y es más frecuen­
cano y también en gran parte de Latinoamérica. te en áreas rurales; también es más c o m ú n en
Los cestodos son platelmintos (gusanos pla­ adolescentes y adultos.
nos) cuyos parásitos más dañinos para el hom­ Para la clasificación de estos patógenos véa­
bre son: Taenia solium, Taenia saginata, Hymeno- se el c u a d r o 31-1.
lepis nana. Asimismo, a u n q u e de forma secun­
daria, son perjudiciales Hymenolepis diminuta, CAUSAS
Diphyüobothrium caninum, Diphyllobothrium latum
y Echinococcus granulosus. Los cestodos son gusanos planos, segmentados,
Taenia solium y Taenia saginata alcanzan sin celoma ni sistema digestivo, acintados, y son
grandes dimensiones, a veces hasta de 18 me­ hermafroditas, ya que en el mismo s e g m e n t o
tros. Las tenias tienen en el extremo anterior tienen órganos genitales masculinos y feme­
u n a estructura d e n o m i n a d a escólex, de forma ninos.
cuboide, q u e c o r r e s p o n d e a la cabeza del pará­ Los n u t r i m e n t o s se a b s o r b e n a través de la
sito; p o s e e n también u n a estructura llamada cutícula, q u e consta de vellosidades. El organis­
cuello a partir de la cual se d e s p r e n d e n los seg­ mo tiene órganos de función excretoria y siste­
m e n t o s planos o proglótidos, que constituyen ma nervioso simple.
el estróbilo o c a d e n a estrombilar. El gusano adulto posee un escólex q u e uti­
Los parásitos se localizan en cualquier par­ liza para fijarse gracias a sus ganchos y vento­
te del m u n d o . En América Latina se considera sas. Del cuello parten los proglótidos: c u a n t o

Cuadro 31-1. Clasificación de los platelmintos

Hymenolepis

Cylophylidea
Tenias
Jaenias
Cestodos [ Echinococcus

Platelmintos Pseudophylidea Diphyllobothrium

Tremátodos

203
204 Parásitos intestinales

más longevos sean mayor número de estróbilos Las tenias parecen tener metabolismo anae-
habrá. Las cadenas de segmentos se convierten robio; generalmente se autofecundan, aunque
en bolsas de huevecillos cuando los órganos puede existir fecundación cruzada con otros
genitales maduran; existen proglótidos inmadu- segmentos o con otro parásito; pueden llegar a
ros, maduros y grávidos. Las tenias miden des- vivir de 20 a 25 años.
de 3 mm hasta 18 m en ciertos casos, según su Los cestodos requieren habitualmente uno
género y su longevidad. o dos intermediarios para que se desarrollen las
larvas tras la ingestión de huevecillos. La larva
ANATOMÍA PATOLÓGICA enquistada evoluciona hasta llegar a su forma
adulta después que el huésped definitivo ingie-
Taenia saginata se fija a la mucosa del intestino re carne con larvas enquistadas de los huéspe-
mediante cuatro ventosas; Taenia solium tiene des intermediarios.
un espolón rodeado de ganchos y Diphyüoboth- La transmisión se realiza por diferentes vías:
rium posee dos surcos de sujeción (figs. 31-1, fecalismo en H. nana, heces caninas en hidati-
31-2 y 31-3). Estos medios sirven de fijación, dosis e ingestión de carne de cerdo, res o pes-
aunque ésta no es permanente ya que los pará- cado en teniasis y difilobotriasis. Estos son pa-
sitos se desprenden y vuelven a fijarse en otro rásitos obligados, ya que en ninguna de sus eta-
sitio. Este cambio posicional lesiona la mucosa pas permanecen fuera del huésped.
intestinal y puede provocar eosinofília por los Los cuadros clínicos, diagnósticos, diagnós-
antígenos del gusano; también puede ocasionar ticos diferenciales, tratamientos, complicacio-
espasmos al interferir con la motilidad intes- nes, pronósticos y profilaxis se describirán a
tinal. medida que se analice cada una de las parasi-
Hymenolepis nana causa una gran reac- tosis.
ción inflamatoria, mientras que Echinococcus
granulosus atraviesa la circulación portal y se TENIASIS SAGINATA
detiene en los sinusoides hepáticos, con reac-
ción inflamatoria seguida de desintegración de En 1782 Goeze describió por primera vez esta
la mayor parte de las larvas; pueden aparecer enfermedad causada por Taenia saginata; en
hidátides o formaciones quísticas. América es más frecuente que la teniasis por T.
solium.
PATOGENIA
Ciclo vital
Los huevecillos, que son eliminados en las he-
ces, ya sea en los proglótidos o libres, tienen El ciclo incluye a un huésped intermediario.
pared gruesa o cutícula, oncosfera o embrión Únicamente el hombre es huésped definitivo.
hexacanto; son muy resistentes al calor y sobre- El parásito adulto llega a medir entre 4 y 10 m
viven durante periodos prolongados en el suelo de longitud; por lo general es único (de allí su
o en los vegetales contaminados por las heces. nombre de solitaria) y rara vez pueden encon-
Al ser ingerida por el huésped intermedia- trarse más. T. saginata habita en la porción su-
rio la oncosfera eclosiona, bajo el estímulo de perior del yeyuno y puede vivir 25 años y en
los jugos gástricos, intestinales y biliares, y se ocasiones más. El escólex consta de cuatro ven-
libera el embrióforo. Este, mediante enzimas tosas y ganchos mal desarrollados (fig. 31-1); los
proteolíticas, penetra en la mucosa intestinal, proglótidos se diferencian de los de T. solium
atraviesa después la pared intestinal y llega a porque tienen el doble de testículos y un ovario
los vasos linfáticos o sanguíneos; eso le permite bilobulado; además, el útero posee mayor can-
alcanzar diversos tejidos, en donde desarrolla tidad de ramas laterales y contiene más hueve-
su etapa larvaria enquistada. Para completar el cillos (fig. 31-2), similares a los de T. solium.
ciclo vital, la larva enquistada es ingerida por Los proglótidos se desprenden y pasan a
el huésped definitivo y madura hasta convertir- través del ano del individuo parasitado; con ello
se en la forma adulta al fijarse en la pared intes- da inicio el ciclo, sea en las heces o libremente.
tinal. De ese modo, si la materia fecal se deposita en
Los adultos viven erfel tubo digestivo, por el suelo o en áreas de pastoreo, comienza la
lo regular en el intestino delgado, aunque pue- contaminación del ambiente.
den ser encontrados en colon, vías biliares y Los bovinos son huéspedes intermediarios
vesícula. —los más importantes— aunque también lo
Capítulo 31 • Teniasis 205

Ingestión de
carne cruda o mal
Vaca cocida

Hombre
Ingestión
de huevo
por vaca Materia fecal

Estróbilo
4-10 m

Escólex
2-3 m m
Huevo

Proglótido grávido
16-20 mm

Fig. 3 1 - 1 . Ciclo vital de Taenia saginata.

pueden ser los camellos. Estos rumiantes ingie­ Cuadro clínico


ren los huevos, libres o dentro de los progló-
tidos. En el tubo digestivo del herbívoro el Por lo general existe irritación de la mucosa por
huevo eclosiona y se desarrollan los pasos an­ la acción del escólex; aunque pocas veces se
tes mencionados hasta llegar a la larva quísti- presentan síntomas, éstos pueden ser: sensación
ca. Cysticercus bovis se aloja en maseteros, visce­ de cansancio, somnolencia, cefalea, diarrea,
ras, joroba y patas traseras; el cisticerco es una dolor abominal, estreñimiento que puede alter­
estructura de aspecto vesicular, con cubierta narse con diarrea, cuadros ocasionales de sub-
transparente, líquido en su interior, escólex oclusión intestinal y a veces colecistitis o pan­
invaginado, y permanece de esa manera en el creatitis al introducirse el parásito al conducto
músculo estriado o en visceras. Al ser ingerido de Wirsung o al colédoco. En el laboratorio se
por el ser humano, el escólex del cisticerco se observa leucopenia y eosinofilia.
evagina en el yeyuno y se adhiere a la pared
para alcanzar en ocho a 10 semanas la forma
adulta. Por ello, la etapa infectante es el cisti­ Diagnóstico
cerco. El diagnóstico se confirma si el estudio copropa-
rasitoscópico, preferentemente por sedimenta­
Aspectos epidemiológicos ción o por raspado anal con técnica de Ferreira
o de Graham, encuentra huevecillos o proglóti-
El parásito se encuentra en todas las regiones, dos grávidos en heces. El diagnóstico específi­
como ya se refirió. Habita en los países que co se realiza al observar las 15 a 30 ramas late­
habitualmente consumen carne de res y la in­ rales del útero o al detectar el escólex.
fección se adquiere al comer la carne cruda o Se han desarrollado nuevas técnicas para
mal cocida con cisticercos; el ganado se infecta diagnóstico serológico con inmunodiagnóstico
a su vez al comer hierbas o beber agua contami­ por ELISA y Western blotting, ya que el escólex
nadas con heces humanas. segrega antígenos. Estudios de investigación en
Tenia saginata

Róstelo con ganchos 4 ventosas


4 ventosas sin ganchos

Escólex
Escólex

Nervio longitudinal

Poro genital

Ovario
Ovario

Proglótido maduro
Testículos Testículos
Proglótido maduro

Útero con
15-30 ramas

Proglótido grávido Proglótido grávido

Fig. 31-2. Diferencias morfológicas entre Taenia saginata y Taenia solium.

perros h a n e n c o n t r a d o 8 2 % de sensibilidad y eficaz; d e b e tomarse en ayuno, masticando las


hasta el 100% de especificidad para infección tabletas (no son necesarias las purgas); las do­
con cestodos. En el caso de T. saginata el antí- sis son: de 0 a 4 años 0.5 g en dosis única; 5 a 8
g e n o es el 94-KDA. años, 1 g en dosis única; 9 años o más, 2 g (4
tabletas de 500 mg) en dosis única.
D i a g n ó s t i c o diferencial El diclorofeno o difentano destruyen los
proglótidos y p u e d e p e r m a n e c e r el escólex. La
Debe establecerse respecto de otras parasitosis, dosis es de 65 m g / k g .
incluyendo diversas teniasis, helmintiasis y para­ El mebendazol es un antiparasitario poliva­
sitosis p o r protozoarios. En los casos oclusivos o lente eficaz; actúa a d e c u a d a m e n t e sobre tenias,
suboclusivos d e b e n descartarse también otros es reciente y d e s e n c a d e n a mínimos efectos co­
procesos q u e provocan oclusión mecánica de la laterales. Se administran 200 mg cada 12 horas
luz intestinal. Se requieren interrogatorios clí­ d u r a n t e tres días. El albendazol, más reciente
nicos minuciosos y pruebas radiográficas y de aún, p u e d e también utilizarse a dosis de 100 mg
laboratorio. cada 12 horas, un solo día.
El hidrocloruro de quinacrina (Mepacrina)
Tratamiento ha sido un m e d i c a m e n t o de elección d u r a n t e
muchos años; sin embargo, provoca náuseas,
Existen varios productos farmacéuticos para el vómito, molestias abdominales e incluso psico­
tratamiento de las tenias. La niclosamida es muy sis. Otros antiparasitarios nuevos han obligado
Capítulo 31 • Teniasis 207

a su abandono. Su efectividad estriba en que mentándose del contenido intestinal. Los pro-
elimina el parásito completamente, incluido el glótidos terminales se separan en número de
escólex. cinco a seis y liberan al romperse 30 000 a 50 000
Es conveniente, después de tomar estos huevecillos.
fármacos, realizar estudios coproparasitoscópi- Los huéspedes intermedios son el cerdo y,
cos de control para realizar un tamizado; el en otras latitudes, el jabalí, aunque también
objetivo es corroborar la desaparición del escó- pueden serlo corderos, ciervos y gatos. Los
lex y con ello la eliminación del cestodo; en caso huevecillos, expulsados por el hombre al defe-
contrario se desarrollaría nuevamente la parasi- car, son ingeridos por el intermediario en ali-
tosis. mentos o agua contaminados.
El embrión migra desde la pared intestinal
Complicaciones a través de los vasos sanguíneos o linfáticos hacia
distintos puntos, sobre todo músculos masete-
Este padecimiento puede tener las siguientes ros, linguales, cardiacos y diafragmáticos, así
complicaciones: suboclusión intestinal, pancrea- como mucosas, hígado, ríñones, ojo y cerebro,
titis, colecistitis e incluso cierto grado de ane- y se convierte en Cysticercus cellulosae.
mia. Cuando el hombre ingiere carne de cerdo
parasitada el quiste se disuelve y entonces el
Pronóstico escólex se adhiere al yeyuno, en donde madura
(fig. 31-3). Si se liberan huevecillos al romperse
En términos generales el pronóstico es favora- los proglótidos grávidos, puede haber autoin-
ble ya que el tratamiento oportuno y adecuado fección, ya que se inicia el ciclo y el embrión se
soluciona el problema por completo. fija en el intestino; de allí migra por la circula-
ción y se produce la cisticercosis. Cysticercus
Profilaxis cellulosae se localiza en ojos y cerebro, aunque
también en otros sitios (fig. 31-4).
Debe evitarse el consumo de carne de res mal
cocida o cruda; asimismo deben llevarse a cabo Aspectos epidemiológicos
campañas de saneamiento ambiental en áreas
rurales, prevenir el fecalismo al aire libre y ob- La frecuencia de la parasitosis varía en las dis-
servar la higiene adecuada para evitar esta en- tintas regiones del mundo. En naciones desa-
fermedad y cualquier parasitosis. rrolladas es muy rara; en países en vías de desa-
rrollo, como México, o subdesarrollados, la fre-
TENIASIS SOLIUM cuencia se incrementa considerablemente; se
han registrado en algunas áreas rurales en Ni-
Es la enfermedad causada por Taenia solium o geria frecuencias de hasta 3 por ciento.
tenia del cerdo, descrita por Linneo en 1758.
No es tan grande como T. saginata; difícilmen- Cuadro clínico
te llega a tener 10 m de longitud (mide por lo
regular 3 o 4 m). Al igual que T. saginata, el estróbilo provoca
El escólex es cuboide; además de las vento- irritación local en el intestino, que puede origi-
sas tiene un róstelo armado con doble cadena nar eventualmente algunos síntomas, aunque
de ganchos (fig. 31-2). El proglótido es menor vagos. Pueden existir síntomas crónicos, como
que el de T. saginata. Para diferenciarlo mejor dolor epigástrico, cefalea, diarrea, estreñimien-
debe apreciarse el número de ramas uterinas to, entre otros. En los niños, los síntomas se
(máximo 12). El proglótido maduro es irregu- exacerban. El laboratorio puede encontrar leu-
lar y cuenta con poros genitales unilaterales copenia y eosinofilia.
(figs. 31-2 y 31-3).
Diagnóstico
Ciclo vital
Este se establece cuando los estudios copropara-
El hombre es el único huésped definitivo; el sitoscópicos por sedimentación o en raspados
gusano adulto mide de 2 a 4 m y consta de 800 anales identifican proglótidos o huevecillos en
a 1 000 segmentos. Su habitat es el yeyuno proxi- heces. Al igual que en T. saginata, se han desa-
mal, en donde puede vivir más de 25 años ali- rrollado estudios serológicos con técnicas de
208 Parásitos intestinales

Ingestión
de carne cruda
Cerdo cysticercus o mal cocida
cellulosae 0.5-1.5 cm

Ingestión
de huevos Hombre
por cerdo

Materia fecal

Escólex
1 cm de diámetro

Hueve
Proglótido
grávido
8-16 m m

Fig. 31-3. Ciclo vital de Taenia solium.

Fig. 31-4. Cisticercos cerebrales.


Capítulo 37 • Teniasis 209

ELISA y Western blotting que poseen sensibili- contra teniasis, y c) destrucción del proglótido,
dad y especificidad en altos porcentajes. que libera huevecillos en la luz intestinal y que
provoca la autoinfección.
Diagnóstico diferencial Cysticercus cellulosae o Cysticercus racemossus
son los causantes de la cisticercosis y tienen
Tanto como la teniasis saginata, la teniasis so- preferencia por el sistema nervioso central;
lium debe distinguirse de otras parasitosis, como ambos son formas larvarias de T. solium y provo-
tenias, otros helmintos y protozoarios. can graves síntomas neurológicos cuando se
alojan en el cerebro (fig. 31-4). En algunas oca-
Tratamiento siones provocaron la muerte, en particular an-
tes de los tratamientos actuales. También se
El tratamiento es similar al de Taenia saginata; pueden alojar en epiplón, corazón, tejido celu-
los fármacos tienen la misma acción, con ex- lar subcutáneo y músculo estriado.
cepción del difentano 70, que destruye los En el SNC pueden producir meningitis,
proglótidos y puede causar autoinfestación in- encefalitis, hipertensión intracraneal, uveítis,
terna. Por este motivo debe confirmarse el tipo iritis y otras afecciones más. El diagnóstico de
de teniasis, si se considera este fármaco. cisticercosis cerebral se establece inicialmente
por clínica (aunque debe aclararse que los da-
Profilaxis tos no son específicos) cuando se sospecha la
existencia de la enfermedad.
Como en la teniasis de la res, debe evitarse el
consumo de carne de cerdo cruda o mal coci- Patogenia
da, que puede contener cisticercos, inspeccio-
nándola minuciosamente en el rastro, en la De diversos modos la cisticercosis puede causar
cocina y al ingerirla en pequeños trozos. Puede daño; puede no ser advertida y provocar enfer-
freírse o hervirse y con ello matar el parásito. medad o incluso la muerte. Si la larva está alo-
Debe también realizarse saneamiento ambien- jada en el tejido celular subcutáneo o en el te-
tal, incluyendo el depósito de heces en sitios jido muscular casi nunca se observan síntomas.
adecuados. Nunca será suficiente insistir en la Al morir se rompe la cubierta y se libera el
educación higiénica, sobre todo en las zonas material del cisticerco; este material, inmunoló-
rurales, para el control de las parasitosis. gicamente importante, desencadena un proce-
Por otro lado, la carne puede congelarse a so inflamatorio que sí generará síntomas des-
-20°C por 24 h. A - 10°C los parásitos mueren pués.
en tres a cuatro días y a — 2°C sobreviven hasta Mientras el parásito vive no produce sínto-
ocho días. Por calor los cisticercos mueren a mas en el SNC, sólo cuando muere; entonces
45-50°C. pueden sobrevenir convulsiones, paresia, pará-
lisis, y otros síntomas, según sea el sitio donde
CISTICERCOSIS esté alojado. Si el cisticerco se encuentra en el
sistema ventricular o en conductos del líquido
La cisticercosis es una complicación muy im- cefalorraquídeo, sin obstruir el paso del mismo,
portante de Taenia solium; en México se ha re- no precipita signos; sin embargo, si ocluye los
gistrado en gran número de casos, así como en agujeros de Luschka o Magendie puede ocasio-
toda América Latina. El hombre es la única nar daño grave.
fuente de infección.
Esta enfermedad es causada por la forma Diagnóstico
larvaria de la tenia y ocasiona daño importante.
El parásito puede producir dos enfermedades En la cisticercosis subcutánea el diagnóstico es
distintas en el mismo individuo: el gusano adul- clínico y puede sospecharse por las nodulacio-
to origina la teniasis y su forma larvaria la cisti- nes; cuando'los cisticercos mueren se calcifican
cercosis. y entonces se pueden identificar.
Tres mecanismos pueden dar lugar a la cis- En la cisticercosis cerebral debe existir
ticercosis: a) ingestión de huevecillos que se sospecha clínica y después se solicitan estu-
encuentran en alimentos o agua contaminados dios como la tomografía axil computadoriza-
por heces humanas; b) autoinfección, casi siem- da (TAC) y la resonancia magnética nuclear
pre espontánea o secundaria al tratamiento (RMN).
210 Parásitos intestinales

El laboratorio también es de utilidad ya que albendazol, 200 mg p o r día, 3 a 5 días. El trata­


las parasitosis tisulares p o r helmintos p r o d u c e n miento quirúrgico sólo se indica c u a n d o la te­
eosinofilia. Las pruebas serológicas ayudan a rapéutica médica es ineficaz y d e p e n d e de la
detectar anticuerpos específicos y también la localización del parásito.
reacción de fijación del c o m p l e m e n t o en líqui­
do cefalorraquídeo y los antígenos para cisticer- HIMENOLEPIASIS
co. Otros estudios valiosos son ELISA, hemaglu-
tinación e inmunofluorescencia. La p r u e b a se- Es la e n f e r m e d a d causada p o r Hymenolepis nana
rológica es sin e m b a r g o difícil de practicar en y fue descrita p o r Von Siebold en 1852. Se trata
lombrices d e b i d o a la gran cantidad de antíge­ de u n a helmintiasis transmitida p o r fecalismo,
nos q u e se p r o d u c e n p o r dichos helmintos. En cuya forma infectante es el huevo de Hymenole-
el LCR se aprecian leucocitosis con eosinofilia, pis nana. La tenia es p e q u e ñ a , de 1 a 4 cm de
disminución de glucosa y a u m e n t o de albúmi­ longitud (tenia e n a n a ) , con escólex de cuatro
na. ventosas y ganchos (fig. 31-5) y proglótidos más
anchos q u e largos. Habita en el íleon, en don­
Tratamiento de p e r m a n e c e y vive p o r varias semanas.

El tratamiento se ha llevado a cabo con diferen­ Ciclo vital


tes m e d i c a m e n t o s . El prazicuantel, a dosis de
200 mg cada 8 h, ha resultado muy útil, a u n q u e Hymenolepis nana no requiere h u é s p e d e s inter­
tiene efectos colaterales (náuseas, vómito y ce­ mediarios; sus huéspedes son ratas, ratones y el
falea); otros m e d i c a m e n t o s de utilidad son el h o m b r e . La infección se adquiere p o r la inges­
m e b e n d a z o l , a dosis de 400 mg p o r día, y el tión de los huevecillos que se eliminan con las

Pulga

Hombre

Materia fecal

Escólex
Huevo ingerido por Huevo
0 . 1 5 - 0 . 5 mm
larva de pulga 3 0 - 6 0 mm
Estróbilo 2 5 - 4 0 mm

Fig. 31-5. Ciclo vital de Hymenolepis nana.


Capítulo 31• Teniasis 211

heces humanas. Los huevos se excretan en for­ Ciclo vital


ma de embrión, ya que en el intestino se rom­
pen los proglótidos, y puede experimentarse El parásito adulto es largo (3 a 10 m e incluso
autoinfestación al penetrar la oncosfera en las hasta 12), habita en el íleon y vive más de 20
vellosidades intestinales, en las que se fijan y años. La autofecundación es la regla. Se libe­
maduran. También puede adquirirse por la in­ ran huevecillos que pasan a un copépodo como
gestión de pulgas pues éstas albergan cisticer- huésped intermediario, de éste a un pez de agua
coides (forma larvaria). dulce (salmón, trucha, pescado blanco y otros),
hasta alojarse en el huésped definitivo al inge­
rir carne de pescado cruda o mal cocida (fig.
Aspectos epidemiológicos 31-6).
Existen entre 20 y 30 millones de personas in­
fectadas, sobre todo menores de 15 años. La Aspectos epidemiológicos
transmisión es directa, de mano a boca, o por
agua y alimentos contaminados. Se encuentra con mayor abundancia en regio­
nes de climas templados, como Suiza, Rumania,
Japón, Chile, Israel y Argentina, y en las zonas
Cuadro clínico de los grandes lagos de Estados Unidos y Cana­
dá. Por lo general se observa un solo parásito,
El paciente puede ser asintomático o bien pa­ aunque pueden existir más.
decer dolor abdominal, palidez, diarrea,
anorexia, meteorismo, vómito y cefalea.
Cuadro clínico
Diagnóstico Puede presentarse dolor abdominal, pérdida de
peso, debilidad, desnutrición, anorexia, anemia
Se formula con base en los estudios coproparasi- (por competencia del parásito y el huésped por
toscópicos cuantitativos mediante el método de la vitamina B12) y también diarrea.
Ferreira o de Stoll (conteo de huevos). En el
laboratorio puede detectarse eosinofilia.
Diagnóstico

Diagnóstico diferencial Se establece al observar los huevecillos, proglóti­


dos o escólex en las heces o vómito de pacien­
Debe realizarse respecto de otras teniasis y tes infestados.
helmintiasis, en especial por Hymenolepis dimi-
nuta.
Diagnóstico diferencial

Tratamiento La difilobotriasis debe diferenciarse de otras


helmintiasis.
Son útiles la niclosamida a dosis de 2 g por día
durante 6 días o la clorosalicilamida a razón de
40-50 mg/kg en dosis única; sin embargo, el Tratamiento
parásito es rebelde y se encuentra dentro de las Quinacrina (Mepacrina), 800 mg en dosis úni­
vellosidades intestinales. Deben efectuarse es­ ca y con purgantes; también se suministra alben-
tudios de control. dazol a las dosis ya mencionadas en otras tenia-
sis.
Profilaxis
Profilaxis
Mejorar los hábitos higiénicos en los niños cuan­
to sea necesario. Debe ejercerse un control sobre las aguas ne­
gras para evitar su desagüe en aguas dulces y
DIFILOBOTRIASIS también vigilar los lugares donde se expende
pescado. Las larvas mueren si se congelan a
Es la enfermedad causada por Diphyllobothrium — 10°C por 24 h o si la temperatura alcanza 50°C
Ifilum, la tenia del pez. por 10 minutos. Debe evitarse asimismo comer
212 Parásitos intestinales

Ingestión de
pescado crudo o
carne mal cocida

Pez aguas dulces


segundo huésped
intermediario

Hombre
Primer huésped
intermediario
copépodos
Materia fecal

Escólex 2.5 mm Coracidio Huevo


Estróbilo 3-10 m 5 0 mm 50-70 mm

Fig. 31-6. Ciclo vital de Diphyllobothrium latum.

pescado mal cocido o crudo, como ocurre fre­ Ciclo vital


c u e n t e m e n t e en la cocina de origen oriental.
El padecimiento se adquiere por la ingestión
de huevecillos eliminados en heces de carnívo­
HIDATIDOSIS ros, sobre todo de perros q u e alojan cestodos
Es la parasitosis causada por Echinococcusgmnulo- en el t u b o digestivo. El quiste h i d a t í d i c o se
susy Echinococcus multilocularis, cestodos peque­ encuentra en ovinos y cerdos; se presenta hidati-
ños del p e r r o . Este p a d e c i m i e n t o se c o n o c e dosis en borregos y equinococosis en perros.
desde los tiempos de Hipócrates, quien descri­ Los quistes se localizan primordialmente en
bió u n a técnica para su extirpación. hígado y pulmones. C u a n d o el huevecillo llega
al intestino del h o m b r e se libera el e m b r i ó n
hexacanto, éste atraviesa la pared intestinal y
Aspectos epidemiológicos
por vía portal llega al hígado, a u n q u e por vía
Se e n c u e n t r a en zonas ganaderas; en América h e m a t ó g e n a p u e d e alcanzar otros puntos.
es f r e c u e n t e en Argentina, Uruguay, Perú y
Chile. También a b u n d a en Australia, norte de Cuadro clínico
África, Islandia y en la península ibérica. En
México rara vez se e n c u e n t r a algún caso aisla­ Clínicamente se manifiesta como una tumora-
do. ción en el área hepática; algunas veces p u e d e n
El h o m b r e se infecta accidentalmente por­ verse tumores con diámetro hasta de 15 cm.
q u e en realidad los h u é s p e d e s definitivos son Debido a ello es posible confundir la parasito­
los perros dedicados al pastoreo, en los que se sis con neoplasias o con absceso hepático ami-
aloja el parásito adulto. Las evacuaciones del biano. La forma es esferoidal.
p e r r o eliminan los huevos del cestodo y ello lo Los estudios radiológicos simples muestran
convierte en un discminador importante, tanto opacidades redondeadas v puede apreciarse una
para los animales como para el ser h u m a n o . imagen hidroaérea e incluso calcificaciones. Los
Capítulo 31 • Teniasis 213

pacientes cursan asintomáticos por tiempo va­ Brown, Harold y Beldding. Parasitología clínica. 2a cd.
riable hasta que el quiste crece y provoca mo­ México: Interamericana 1967; 153-185.
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también la intradermorreacción de Casoni, que Jagota SC. Albendazol, a broad-spectrum antihelmintic,
debe ser leída a los 20 minutos y a las 24 horas. in the treatment of intestinal nematode and cestode
El valor de esta prueba depende de la pureza infection: a multicentric study in 480 patients. Clin
del antígeno. Existen otras pruebas de labora­ Ther 1986; 8:226-231.
torio útiles, como la floculación, la hemagluti- La Mantia L. Racemous neurocysticercosis after chronic
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Debe ser quirúrgico. El quiste se evacúa, ya sea sis intestinales en niños. Bol Méd Hosp Inf Mex 1984;
por punción o abriéndolo e introduciendo 539-544.
formol, para matar células germinativas y areni­ Mondragón A, Planearte A, Flisser A. Diagnosis of hu­
llas. Inmediatamente después se extirpa o se man cysticercosis with ELISA. Sal Publ Mex 1994;
marsupializa. La intervención debe practicarla 36(4):393-398.
un cirujano experto ya que la rotura de una Pearson RD. Niclosamide therapy for tape worm infec-
hidátide puede desencadenar choque anafilác- tions. Ann Intern Med 1985; 102:550-551.
tico por derrame de líquido; por otro lado, la Romero R. Microbiología y parasitología h u m a n a .
diseminación de arenillas hidatídicas pueden México: Editorial Médica Panamericana 1993:572-
originar múltiples quistes secundarios, lo que 589.
resulta catastrófico. Simac C, Michel P, Andriantsimahavandy A y col. Valué
También se ha utilizado albendazol a las of inmunodiagnosis by ELISA and western blotting
dosis habituales. for the diagnostic and therapeutic management of
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Triquinosis
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN ANATOMÍA PATOLÓGICA

La triquinosis es la e n f e r m e d a d causada p o r el En el intestino provocan reacción inflamatoria.


parásito Trichinella spiralis. Ha dejado de ser un La invasión de las larvas a los tejidos se inicia
p a d e c i m i e n t o c o m ú n en países que cuidan la seis a 10 días después de la ingestión y se cn-
forma de alimentar al cerdo, como en Francia, quistan luego de dos semanas. En la fase invasi­
d o n d e los p u e r c o s son nutridos con vegetales, va se observa e d e m a facial y periorbitario; las
o en naciones d o n d e está p r o h i b i d o suminis­ lesiones anatómicas d e p e n d e n del n ú m e r o de
trarles p r o d u c t o s crudos. Este trastorno es un quistes p o r gramo. Menos de 10 larvas p o r gra­
b u e n ejemplo de c ó m o la educación para la mo de músculo no ocasionan síntomas; en cam­
salud p r o d u c e excelentes resultados en la cali­ bio, más de 50 p o r g r a m o p o n e n en riesgo la
dad de vida del ser h u m a n o . vida. En el tejido muscular se aprecia inflama­
El c e r d o , y en realidad casi todos los mamí­ ción focal en d e r r e d o r de la larva, q u e con el
feros carnívoros, son huéspedes de Trichinella tiempo p u e d e calcificarse.
spiralis: jabalí, osos, focas, p e q u e ñ o s roedores,
zorras, p e r r o s , e incluso los caballos p u e d e n PATOGENIA
transmitirlo al h o m b r e .
Se estima que en Estados Unidos se sacrifi­ Ciclo vital. Inicia con la ingestión de larvas
can 100 000 cerdos al a ñ o portadores de Tri- enquistadas que se e n c u e n t r a n en la carne mal
chinella spiralis, lo cual ocasiona alrededor de 57 cocida. Al pasar por el estómago se digiere la
casos anuales en todo el país. Entre los turistas cubierta del quiste, se liberan las larvas y éstas
de esa nación que viajan al extranjero existe una se introducen en la mucosa intestinal d o n d e
incidencia de 0.13 p o r millón, la mayoría pro­ m a d u r a n hasta alcanzar la etapa adulta. En ese
c e d e n t e de Centroamérica, México y África. sitio copulan; cinco a seis días después las hem­
Trichinella spiralis p e r t e n e c e a la rama Ne- bras p r o d u c e n larvas que migran p o r vía linfá­
mathelminthes, clase Nematoda. tica y vasos sanguíneos hasta el músculo estria­
do, en particular el diafragma. No sobreviven
CAUSAS en otros músculos (como corazón) u órganos
(como p u l m ó n ) o en el sistema nervioso cen­
La e n f e r m e d a d se p r o d u c e p o r ingestión de tral, a menos que exista infección masiva (fig.
carne de cerdo cruda o mal cocida infestada con 32-1).
larvas de Trichinella spiralis; ésta es un parásito La larva estimula la producción de u n a cáp­
intraepitelial que se aloja p o r lo regular en el sula de colágena d e n t r o de la cual q u e d a en-
intestino delgado. Las larvas m i d e n 0.1 mm al qttistada y p u e d e sobrevivir hasta 10 años. Des­
nacer y alcanzan como máximo 1 mm; las hem­ pués de la p r o d u c c i ó n larvaria d e s a p a r e c e n
bras adultas tienen u n a longitud de 3 a 4 mm y primero los nematodos machos y luego las hem­
el m a c h o 1.5 m m . Es característico de este gu­ bras. La inflamación producida p o r la invasión
sano t e n e r la mitad a n t e r i o r del c u e r p o más de las larvas acelera el tránsito intestinal y se
estrecha. agrega la reacción h u m o r a l g e n e r a d a p o r la
214
Capítulo 32 • Triquinosis 215

El puerco come desperdicios


o ratas

Carne de cerdo mal cocida


el hombre adquiere la triquinosis

Fig. 32-1. Ciclo vital de la triquinosis.

lesión tisular que da lugar a un estado tóxico ciencia cardiaca, arritmia, dolor en músculos de
(fiebre, malestar general y astenia). la respiración, masticación y deglución, cefalal-
El ciclo hemático de las larvas ocasiona gia, alteraciones mentales, urticaria, hemopti-
eosinofilia; la inflamación a nivel muscular ele- sis y hemorragias en conjuntivas. Rara vez se
va la producción de enzimas y es causa de dis- presenta vasculitis sistémica, insuficiencia hepá-
función de la fibra muscular y de astenia. El tica y glomerulonefritis.
edema periorbitario es consecuencia de la vas- Los síntomas gastrointestinales surgen al
culitis y sobrevienen fugas capilares y hemorra- primero o segundo días; los de la invasión sisté-
gia; esta lesión se ha comparado con el daño de mica entre 8 y 15 días después. Si llegan a apa-
la periarteritis nodosa. recer síntomas meningíticos, pulmonares o car-
diacos lo hacen entre la cuarta y octava sema-
CUADRO CLÍNICO nas.
La eosinofilia se inicia en la segunda sema-
Muchos enfermos permanecen asintomáticos o na y se prolonga hasta la cuarta. Al tercer mes
tienen febrícula y diarrea leve; otros pacientes el cuadro desaparece y sólo permancen la aste-
muestran síntomas intestinales, como dolor, nia y los dolores musculares vagos.
calambres abdominales, diarrea, náusea y vómi-
to. Los datos sistémicos son astenia, malestar, DIAGNOSTICO
fiebre, mialgias, diaforesis, escalofrío, hemorra-
gias en astilla, edema periorbitario, edema de El consumo de carne de cerdo mal cocida, sea
párpados superiores, fotofobia y sed intensa; en la forma de salchichas, jamón crudo o cho-
menos frecuentes son dolor precordial, insufi- rizo, o cualquir otra, seguido de un cuadro de
216 Parásitos intestinales

gastroenteritis, es un a n t e c e d e n t e de gran va­ PRONOSTICO


lor para diagnosticar la triquinosis.
Los estudios serológicos p u e d e n proporcio­ Es b u e n o en la mayoría de los casos; la mortali­
nar resultados falsos; las pruebas de ELISA y d a d es reducida, m e n o r del 1%. Es indicativa
Western blott logran 80 a 90% de sensibilidad; de mal pronóstico la ausencia de eosinofilia.
la inmunodiagnosis con antígenos crudos pre­
parados con larvas de Trichinella tienen sensibi­ PROFILAXIS
lidad cercana al 100%. Por lo general se elevan
las enzimas musculares y existe leucocitosis con Se r e c o m i e n d a cocer c o m p l e t a m e n t e la c a r n e
eosinofilia de 20 a 40%. La biopsia del músculo de cerdo o cualquier otra. P u e d e servir también
deltoides o del cuadríceps p u e d e confirmar el la congelación de la carne a m e n o s 15°C du­
diagnóstico. rante tres semanas o bien a m e n o s 18°C p o r un
día.
No d e b e alimentarse a los cerdos con dese­
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL chos crudos. Los turistas d e b e n abstenerse de
c o m e r productos de dudosa cocción y d e b e n
Es necesario diferenciar la triquinosis de pade­
controlarse las importaciones de carne.
cimientos inmunológicos, como alergia a fárma­
cos, vasculitis sistémica, dermatomiositis, poli-
miositis, fasciítis eosinofílica y de anomalías BIBLIOGRAFÍA
parasitarias c o m o la hidatidosis, la filariasis y la
Andrews JR, Ainsworth R, Abernethy D. Trichinella
esquistosomiasis.
pseudospiralis in humans: description of a case and
Entre los padecimientos malignos p u e d e
its treatment. Trans Roy Soc Trop Med Hyg 1994;
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ma. El mejor m é t o d o para precisar el diagnós­
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tico es la demostración de las larvas en músculo
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miocarditis, se r e c o m i e n d a p r e d n i s o n a a dosis by enzime linked immunosorbent assay. Clin Diagn
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te efectivos p a r a m a t a r las larvas d e n t r o del 10:77-87.
músculo; sin e m b a r g o , p u e d e n d e t e n e r el pro­ Mahannop P, Setasuban P, Morakote N y col. Inmu­
ceso al eliminar las larvas del t u b o digestivo; se nodiagnosis of h u m a n trichinellosis and identifica-
r e c o m i e n d a m e b e n d a z o l , 200 a 400 mg tres tion of specific antigen for Trichinella spiralis. Int J
veces al día, p o r tres días, seguido de 400 a 500 Parasitol 1995; 25:87-94.
mg tres veces al día p o r 10 días. También es útil MorseJW, Ridenour R, Unterseher P. Trichinosis: in-
el tiabendazol (Mintezol), 50 m g / k g al día, di­ frequent diagnosis or frecuent misdiagnosis? Ann
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COMPLICACIONES nodiagnosis of trichinellosis: effícacy of somatic
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Es posible la n e u r o p a t í a periférica o del siste­ Asian Pac J Allergy Immunol 1994; 12:39-42.
ma nervioso central y su recuperación es muy Stack PS. Trichinosis. Still a public health threat. Post-
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Giardiasis
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN partida por la mitad y miden 15 mm de longi-


tud, 10 de ancho y 3 de grosor (fig. 33-1); la
El protozoario denominado Giardia lamblia es superficie dorsal es convexa y la ventral aplana-
el origen de esta parasitosis intestinal. La giar- da, con un gran disco que sirve para adherirse
diasis, no obstante ser una enfermedad muy a la mucosa del duodeno y yeyuno; tiene dos
común en el ser humano y causante de gran núcleos, cuatro pares de flagelos y se multiplica
deterioro físico, pocas veces se considera como por fisión binaria longitudinal.
primer diagnóstico; casi siempre se relega a Los quistes son la fase infectante; su forma
segunda o tercera opción después de descartar es ovoide, de 8 a 12 mm de diámetro mayor por
amibiasis o ascariasis. 5 a 10 mm de diámetro menor y contienen
Esta parasitosis provoca enorme ausentismo cuatro núcleos.
en los centros de trabajo y baja productividad
laboral; además, afecta la nutrición de los ni-
ños y, por tanto, el desarrollo corporal. Como ANATOMÍA PATOLÓGICA
resultado, son elevadas las pérdidas económi- El daño sobre la mucosa y las anomalías morfo-
cas y excesivos los presupuestos de atención lógicas ocasionadas por el parásito parecen a
médica que requiere. Por estos motivos es ne-
cesario difundir más aún las medidas profilácti-
cas para prevenirla.
La giardiasis es un padecimiento mundial,
aunque posee mayor incidencia en zonas tropi-
cales y subtropicales, donde afecta hasta 30%
de los adultos. Es más frecuente en niños, per-
sonas internadas en orfanatorios o cárceles,
homosexuales y viajeros. Es la parasitosis intes-
tinal más común en Estados Unidos. En Méxi-
co las cifras son muy variables, desde 1 hasta
60% de la población estudiada; la incidencia
guarda estrecha relación con las condiciones
sanitarias, vivienda, higiene personal y nivel
educativo.
Giardia lamblia pertenece a la clase Mastigo-
phora, orden Polymastigyna, familia Examitidae,
género Giardia.

CAUSAS
El parásito adopta dos formas: trofozoítos y
quistes. Los primeros tienen forma de pera Fig. 33-1. Morfología de Giardia lamblia.

217
218 Parásitos intestinales

veces de poca importancia; esto se debe a que de almacenes de agua potable, tinacos o cister-
la giardia no invade las mucosas, excepto en nas. Son resistentes a los métodos habituales de
circunstancias extraordinarias. Se observa atro- cloración del agua, aunque se eliminan median-
fia de microvellosidades intestinales e inflama- te ebullición o filtración.
ción de la lámina propia con agrupamiento de La vía más eficaz de transmisión es el agua,
linfocitos, células plasmáticas y polimorfonu- aunque también lo pueden ser los alimentos ya
cleares. Los parásitos se adhieren al epitelio de preparados, si bien con menor frecuencia. La
las vellosidades y de las criptas. contaminación ocurre por la manipulación de
comida con manos sucias; las moscas y las par-
PATOGENIA tículas de materia fecal suspendidas en el aire
también dan origen a la contaminación. La giar-
Ciclo vital. La infección ocurre al ingerir los diasis se adquiere por coprofagia.
quistes: basta con 10 para desencadenar la en- El mecanismo de producción de la diarrea
fermedad. Al llegar al estómago sufren la ac- es multifactorial y no ha sido posible establecer
ción del ácido clorhídrico, se abren en el duo- la relación directa entre el daño histológico de
deno y liberan a los trofozoítos, que se repro- la mucosa y la gravedad de la malabsorción o el
ducen de inmediato por fisión binaria hasta número de evacuaciones líquidas.
alcanzar un enorme número. Se fijan a la mu- Para explicar la patogenia de la giardiasis
cosa y, si las condiciones son adversas, se enquis- se han considerado los siguientes mecanismos:
tan y se excretan con las heces (fig. 33-2). a) la giardia consume con avidez los ácidos y
El quiste es poco resistente a la desecación sales biliares y rompe además su conjugación;
o al calor, pero se mantiene bien en el agua fría las reservas disminuidas propician la malabsor-

Quiste Quiste

Fomites
Moscas
Manos

Quiste
o
trofozoíto

Fig. 33-2. Ciclo vital de Ciardia lamblia.


Capítulo 33 • Giardiasis 219

ción intestinal al impedir la formación de núce­ TRATAMIENTO


las; esto reduce de manera secundaria la eficien­
cia de la lipasa pancreática; b) la giardia pro­ La mayoría de los casos amerita dos o tres pe­
mueve un gran crecimiento bacteriano, reduce riodos de tratamiento. Está indicado el metro-
en forma directa la actividad de la lipasa pan­ nidazol, 250 mg tres veces al día por 10 días,
creática e inhibe la tripsina; c) la giardia incre­ que se repite dos veces más con intervalo de un
menta las prostaglandinas E 2 producidas por mes (este medicamento se contrapone con el
monocitos y éstas aceleran la motilidad intesti­ alcohol por el efecto antabuse). El tinidazol es
nal y disminuyen el tiempo de absorción de los más efectivo que el metronidazol; se recomien­
nutrimentos; d) el parásito reduce la emisión da a dosis de 2 g en una dosis, dos días segui­
de disacaridasas producidas por las microvello- dos, o 20 mg/kg (produce náusea y mal sabor
sidades y causa alteraciones del transporte de de boca).
sodio. En niños se ha recomendado el albenda-
zol, 400 mg al día por cinco días y se repite tres
semanas después. Se ha encontrado que el
CUADRO CLÍNICO
prazicuantel tiene efecto contra la giardia en
El periodo de incubación varía entre cinco días dosis única de 5 mg/kg.
y tres semanas. Los síntomas son cólico, diarrea, La quinacrina posee menor eficacia; la do­
distensión abdominal por gases, flatulencia, sis recomendada es de 100 mg, dos veces al día
heces fétidas, esteatorrea, pirosis, náusea, vómi­ durante cinco días. También se ha utilizado la
to y pérdida de peso. El cuadro clínico es varia­ furazolidona, 7 mg/kg o 100 mg cuatro veces al
ble ya que depende de la reacción del huésped día por 10 días. En casos refractarios a los trata­
y de la cronicidad de la enfermedad; en los mientos se indica una combinación de metro­
adultos es menos grave y puede pasar inadver­ nidazol con quinacrina por un lapso de tres
tida. semanas.
En niños es más frecuente la diarrea aguda
o crónica, intermitente o continua. Las deposi­ COMPLICACIONES
ciones son líquidas y contienen moco pero no
sangre. Si la infección perdura desde que el niño Pueden presentarse el síndrome de malabsor­
es muy pequeño se retrasa el crecimiento. ción y retraso del desarrollo somático.
Conviene descartar giardiasis en los lactantes
con llanto persistente durante la alimentación, PRONOSTICO
acompañado de anorexia y diarrea.
Se obtiene curación en la mayoría de los casos
DIAGNOSTICO con el tratamiento apropiado; sin embargo, la
reinfección es frecuente, sobre todo en urbes
Se establece al identificar quistes o trofozoítos como la ciudad de México en la que se deposi­
en las heces o muestras tomadas de intestino tan 2 500 000 kg diarios de materia fecal al ras
delgado. Se indica el examen en fresco de ma­ del suelo; este material se transforma después
teria fecal o los métodos de concentración (mí­ en polvo que luego disemina el viento sobre la
nimo tres muestras). Tiene utilidad la biopsia población.
perbucal de intestino delgado, así como la de­
tección de antígeno del parásito en heces, que PROFILAXIS
posee buena sensibilidad y especificidad. La IgE
sérica se incrementa en personas parasitadas Deben eliminarse adecuadamente las heces
con síntomas, disminuye después del tratamien­ para evitar la contaminación del agua, limpiar
to y no es útil para portadores asintomáticos. periódicamente los depósitos de agua potable y
hervir el agua antes de consumirla.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL Es indispensable la buena higiene personal
y la educación para la salud, tanto individual
La giardiasis puede confundirse con el síndro­ como colectiva, en particular en instalaciones
me de malabsorción intestinal, con otras para- donde se alberga a niños. En caso de brotes debe
sitosis o con úlcera duodenal. El médico debe notificarse a las autoridades de salud para loca­
demostrar los quistes o instituir tratamiento de lizar la fuente de infección e instituir el trata­
prueba. miento.
220 Parásitos intestinales

La lactancia materna protege al recién na­ Kyrónseppá H. The ocurrence oí human intestinal para­
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Amibiasis intestinal
Dr. Alfredo Vicencio Tovar

INTRODUCCIÓN sis por Entamoeba hislolytica, incidencia q u e sin


embargo varía n o t a b l e m e n t e según los núcleos
La amibiasis intestinal es u n a parasitosis causa­ de población examinados: es más frecuente en
da p o r Knlamoeba histolylica, cuyo habitat es el el sur y centro y m e n o s en los estados del norte.
colon. Existen seis especies de amibas que se Por g r u p o s de edad, la i n c i d e n c i a de la
alojan en el colon; de ellas, sólo E. hislolytica es amibiasis intestinal es m e n o r en lactantes y ni­
patógena. Otras amebas de vida libre también ños pequeños, con a u m e n t o progresivo en es­
se e n c u e n t r a n en estanques de agua iría, como colares hasta llegar al adulto. Las complicacio­
la a c a n t a m o e b a , y p u e d e n provocar u n a forma nes hepáticas ocurren con mayor frecuencia en
de meningoencefalitis con mortalidad casi del los adultos del sexo masculino y entre los secto­
100 p o r ciento. res socioeconómicos más desfavorecidos.
La virulencia de E. hislolytica d e p e n d e de
los climas; en las zonas templadas es poco agre­
CLASIFICACIÓN
siva, p e r o s u m a m e n t e lesiva en las tropicales.
Su frecuencia varía según los países o re­ Existen dos variedades clínicas: a) e n f e r m e d a d
giones y núcleos de población estudiados. El evidente (sintomática) y b) portadores "sanos".
p a d e c i m i e n t o se e n c u e n t r a en todas las nacio­ Sin e m b a r g o , como la e n f e r m e d a d a m i b i a n a
nes del i n u n d o (10% de todas las enfermeda­ p u e d e localizarse en la luz intestinal colónica,
des), p e r o con grados de morbilidad diferentes invadir la pared por acción histolítica o trans­
d e t e r m i n a d o s p o r la falta de cultura médica, portarse a otros órganos (por vía sanguínea o
aspectos socioeconómicos, promiscuidad, ma­ linfática), constituyendo lo que se conoce c o m o
las condiciones sanitarias o fecalismo al aire li­ "amibiasis invasora", también es posible clasifi­
bre. carla en los grupos siguientes: a) amibiasis in­
Todos estos son factores que coinciden más testinal, b) amibiasis intestinal invasora y c)
a m e n u d o en países tropicales o en los que se amibiasis invasora a otros órganos (hepática,
observa el f e n ó m e n o conocido como "patolo­ cutánea, ginecológica, cerebral, p u l m o n a r ) .
gía de la pobreza". Aun en países del llamado La primera, a su vez, ha sido subdividida
Primer M u n d o se observan discrepancias impor­ en: a) amibiasis intestinal aguda (formas dia-
tantes; en Estados Unidos, por ejemplo, la ami­ rreicay disentérica), b) amibiasis intestinal cró­
biasis afecta al 1 a 4% de la población, p e r o en nica v c) amibiasis invasora intestinal grave
el sur del país, d o n d e conviven más habitantes (ameboma, colitis amibiana fulminante y apen­
de diferentes razas inmigrantes, la incidencia aicitis amibiana).
p u e d e llegar hasta 20 por ciento.
En América Latina, en naciones como Uru­ CAUSAS
guay y Argentina, se registran cifras más bajas,
a diferencia de lo que sucede en Bolivia, Para­ El agente etiológico es, c o m o ya se m e n c i o n ó ,
guay, Colombia o Perú. Entamoeba hislolytica. En 1873 Fedor Aleksan-
Se considera q u e en México aproximada­ drevitch Lesh la describió por primera vez, en
m e n t e el 27% de la población padece parasito­ San Petesburgo. luego de e n c o n t r a r l a en un

221
222 Parásitos intestinales

enfermo de disentería. Su ciclo tiene dos for­ amiboideos de los seudópodos con digestión
mas: trofozoíto y quiste. secundaria de los tejidos vecinos; sin embargo,
El trofozoíto es la forma migratoria del observaciones directas y experimentales han
parásito y la que invade los tejidos; los quistes demostrado la actividad de enzimas o sustan­
son su forma de resistencia. La fuente más im­ cias citolíticas producidas por el parásito. Tales
portante de diseminación es la materia fecal sustancias causan rápidamente necrosis de la
humana proveniente del hombre infectado. Las mucosa y forman úlceras, al principio peque­
heces contaminan verduras, frutas, agua pota­ ñas, que al penetrar en la submucosa parecen
ble y alimentos de consumo cotidiano, así como botones de camisa o matraz, ya que la comuni­
platos, objetos y utensilios de cocina. En el cación es pequeña con la luz intestinal y amplia
medio rural el fecalismo al aire libre contamina en la submucosa (fig. 34-1).
los pozos de agua. Las úlceras amibianas agudas son pequeñas,
múltiples, edematosas, en forma de pailas en­
ANATOMÍA PATOLÓGICA rojecidas, a veces con hemorragia, que el mi­
croscopio reconoce como necrosis y edema con
Los trofozoítos de Entamoeba histolytica invaden mínima reacción inflamatoria. Estudios actua­
la mucosa intestinal del colon en sitios varia­ les realizados con biopsias experimentales y
bles, posiblemente los pliegues, ya sea en la luz directas por endoscopia, sometidas a observa­
de las glándulas o en el intersticio glandular. ción por ultramicroscopia, han permitido com­
Hasta hace poco se discutía sobre los procesos probar edema de las mitocondrias, dilatación
de la invasión. Se pensaba, por ejemplo, en del retículo endoplásmico y rápida destrucción
la introducción mecánica por movimientos de la membrana basal.

Fig. 3 4 - 1 . Ulcera amibiana intestinal; lesión en botón de camisa en la que está afectada la mucosa del ciego. Las
flechas señalan los bordes de la úlcera.
Capítulo 34 • Amibiasis intestinal 223

Estas úlceras, al principio poco profundas, co, que actúa sobre su membrana externa sin
pueden ocasionar necrosis más extensas, de lí­ destruirla. Pasan de esta manera al intestino
mites poco precisos; el proceso de invasión se delgado donde, en condiciones favorables, se
ha observado en experimentos que demuestran rompe la cubierta queratínica para liberar una
fagocitosis voraz y destrucción de las células de ameba tetranucleada. Esta se considera una de
la barrera epitelial y de la submucosa. sus fases y se denomina metaquística. Luego se
Tal forma de agresión y voracidad propicia divide en cuatro u ocho pequeños trofozoítos
la penetración hacia otros tejidos, incluidos mononucleados. Para que todo ello ocurra se
todos los propios del colon; aunque antes se requiere un pH neutro o alcalino y tránsito
consideraba la barrera muscular como una re­ lento.
sistencia natural, también ésta puede ser des­ Estas mismas condiciones les permiten lle­
truida con el proceso de lisis y digestión, que gar al colon; allí aumentan de tamaño y pene­
llega incluso a provocar perforación y necrosis. tran la pared intestinal por invasión directa
El mismo proceso explica la migración amibia- hasta alcanzar la forma adulta de trofozoítos. A
na hacia otros órganos. su vez, éstos se multiplican por división binaria
En las formas crónicas se observan úlceras e incrementan su número y virulencia.
superficiales, con bordes edematosos e hiperé- Cuando existe diarrea aguda los trofozoí­
micos; también puede encontrarse mucosa co- tos pueden ser expulsados sin que haya ocurri­
lónica sin ulceración pero con granulación di­ do su conversión en formas de mayor resis­
fusa, o bien úlceras o cavidades llenas de sus­ tencia.
tancia gelatinosa, de orificio pequeño, con teji­ Si se encuentran en un ambiente adecua­
do necrótico y trofozoítos presentes. Cuando do se fijan a la pared colónica; por el contrario,
éstos se detectan en los cortes histológicos, casi en condiciones adversas, sufren transformacio­
siempre se aprecian zonas de lisis alrededor de nes; primero se redondean (fase prequística) y
ellos. después se revisten de una doble membrana
Al principio de la invasión estas lesiones para formar los quistes, que son su forma de
pueden generar una reacción inflamatoria, permanencia y transmisión. Por último, al ser
aunque no siempre, con presencia de células eliminados en la materia fecal, repiten el ciclo.
plasmáticas de tipo linfoide y neutrófilos; sin Aveces Entamoeba histolyticase comporta de
embargo, cuando el proceso remite, a pesar de manera agresiva y provoca lo que se conoce
la inflamación aguda y crónica que circunda los como formas graves de la amibiasis intestinal.
focos de necrosis, rara vez se observa tejido ci­ Una de estas formas es la apendicitis amibiana,
catrizal. que puede manifestarse clínicamente como una
En algunas ocasiones, y por razones no apendicitis aguda; no obstante, suele ser más
perfectamente conocidas, se presenta una aparatosa ya que las zonas de infiltración se
reacción inflamatoria de tipo granulomatoso, extienden más allá de su base, hasta el ciego o
con hiperplasia tisular, engrosamiento de la el colon ascendente.
pared y proliferación de colágena, como en el Otra forma grave la constituye la colitis ami
caso del ameboma, que histológicamente se biana fulminante o colitis necrótica aguda
conoce como hiperplasia amibiana y granulo­ amibiana, que es la complicación extrema de la
ma amibiano. amibiasis intestinal. Este cuadro que cursa con
En el niño es más frecuente la perforación necrosis colónica se atribuye a diversos facto­
colónica; la mayoría de las veces es única y de­ res, entre los que destacan el aumento de la
riva de la confluencia de varias ulceraciones y virulencia del parásito, la extensión del proce­
procesos necróticos. so de la microcirculación y múltiples trombo­
En el adulto también se advierte necrosis sis, necrosis, invasión bacteriana concomitante,
que incluye todas las capas, con abscesos subse- aspectos de inmunidad deprimida y reacción
rosos, trombosis múltiples, zonas de lisis e inva­ inmunológica anormal. Estos cuadros se rela­
sión al tejido linfoide, aunque por lo general cionan muy a menudo con abscesos hepáticos
no llega a los ganglios linfáticos. amibianos, que agravan la ya comprometida
situación del paciente.
PATOGENIA La otra forma de amibiasis invasora intesti­
nal grave es el ameboma. Este término se ha
Al pasar por el estómago, luego de ser ingeri­ utilizado para designar un padecimiento poco
dos, los quistes sufren la acción del jugo gástri­ frecuente en la actualidad; se caracteriza por
224 Parásitos intestinales

una neoformación proliferante que puede si­ médico de primer contacto debe siempre averi­
mular una neoplasia y es resultado de un creci­ guar el posible origen de la hemorragia.
miento anormal de la mucosa y de la pared Aunque la colitis ulcerosa inespecífica es
colónica. poco frecuente, también debe considerarse y
Sus características son de tipo inflamatorio, establecer el diagnóstico directo por endosco-
con tejido y colágena abundante, y se localiza pia y biopsia.
más a menudo en el ciego y en el colon sigmoi-
de. Para explicar su crecimiento también se han FORMAS CRÓNICAS DE
aducido factores de virulencia y alteraciones de LA AMIBIASIS INTESTINAL
los procesos inmunitarios.
Cuadro clínico
FORMAS AGUDAS DE
LA AMIBIASIS INTESTINAL Las formas crónicas de la amibiasis intestinal
cursan con datos vagos de colopatía poco espe­
Cuadro clínico cífica; existe cólico irregular, con alteraciones
de diarrea y estreñimiento, meteorismo, mial-
La amibiasis intestinal aguda puede manifestar­ gias, somnolencias, fatiga y cefaleas.
se en dos formas: como diarrea aguda o como
una disentería aguda, acompañada de evacua­ Diagnóstico
ciones con moco y sangre. En ambas formas las
deposiciones son líquidas o semilíquidas y se El examen coproparasitoscópico seriado puede
relacionan con cólico intermitente, espasmódi- definir el diagnóstico, al igual que la rectosig­
co y con sensación de "pujo" o tenesmo. En el moidoscopia con observación y biopsia de las
adulto no suele presentarse fiebre, pero sí en el lesiones ulceradas. En virtud de que no es con­
lactante y en el niño menor. tinua la eliminación de quistes, se recomienda
La exploración minuciosa debe incluir to­ realizar los estudios de heces en forma repeti­
das las partes del cuerpo, en especial el abdo­ da. El colon por enema no es específico, pero
men. El tacto rectal nunca debe omitirse pues es útil para efectuar el diagnóstico diferencial.
es fundamental en el diagnóstico diferencial. La amibiasis puede proporcionar imágenes de
ulceraciones múltiples, sobre todo en ciego y
Diagnóstico sigmoide.

La rectoscopia y la rectosigmoidoscopia son Diagnóstico diferencial


métodos sumamente útiles en la observación de
las lesiones ulceradas y para establecer el diag­ Aunque la amibiasis intestinal crónica es fre­
nóstico diferencial. En la primera puede prac­ cuente en América Latina, suele abusarse de su
ticarse toma directa e investigación de ameba; diagnóstico y se llegan a cometer errores de
también es posible efectuar reacciones de sero- graves consecuencias. Los cuadros más frecuen­
aglutinación o inmunoelectroforesis, que son tes con los que puede confundirse son los sín­
favorecidas por la presencia en suero de anti­ dromes de colopatía funcional, como el de co­
cuerpos antiameba. lon irritable, relacionado con neurosis, depre­
sión y vida sedentaria. Otro cuadro que debe
Diagnóstico diferencial ser descartado es la colopatía diverticular en sus
distintos estadios; actualmente se observan más
Para administrar un tratamiento oportuno es a menudo las colopatías y enteropatías por re­
fundamental descartar otros padecimientos. Las chazo inmunológico a harinas o a proteínas de
disenterías bacilares y las diarreas bacterianas la leche, y por deficiencia de enzimas como la
son los cuadros más similares, aunque por lo lactosa. Tampoco debe obviarse el cáncer de
regular cursan con vómito, fiebre y alteración colon.
del estado general. El diagnóstico por cultivo
es definitivo; a veces tiene que instituirse trata­ FORMAS GRAVES DE AMIBIASIS
miento de prueba. 1NVASORA INTESTINAL
La sangre en heces siempre debe investi­
garse y descartarse otro origen, como los cánce­ Estas formas se relacionan con amibiasis inva-
res del rectosigmoide o del resto del colon. El sora de otros órganos, en especial del hígado, y
Capitulo 34 • Amibiasis intestinal 225

deben conocerse sus características para formu­ heces o en las tomas directas de las lesiones por
lar al diagnóstico temprano. rectosigmoidoscopia o colonoscopia también
El llamado ameboma del colon es cada vez confirma el diagnóstico.
más raro (ííg. 34-2), pero en el decenio de 1960 El diagnóstico diferencial debe establecer­
era una entidad muy común. Esto puede de­ se esencialmente respecto del cáncer de colon
berse al perfeccionamiento de los tratamientos (fig. 34-3), que muestra un cuadro similar y una
o a su oportunidad. imagen radiológica parecida. La angiografía
La sospecha se establece ante un cuadro selectiva es útilísima pues el tumor maligno se
diarreico agudo o crónico, con diagnóstico de vasculariza en forma especial y el ameboma,
amibiasis, más aún si se aprecia una masa pal­ puesto que es una hiperplasia inflamatoria, no
pable en abdomen, dura y dolorosa, relaciona­ se vasculariza sino, por el contrario, rechaza las
da con fiebre y a veces con reacción peritoneal. arterias nutricias. Las modernas técnicas de
En raras ocasiones puede hallarse la masa pal­ endoscopia y biopsia directa también corrobo­
pable sin diarrea o disentería. Muy pocas veces ran el diagnóstico diferencial al descartar ma­
el paciente presenta un síndrome abdominal lignidad.
agudo o de oclusión distal y, en la exploración, Otro padecimiento que debe diferenciarse
se encuentra dicha masa abdominal. El colon es la enfermedad de Crohn, aunque sus rasgos
por enema ofrece una imagen característica de clínicos e histológicos son diferentes. Ante la
masa, con defecto de llenado, más frecuente en sospecha de ameboma es aconsejable practicar
el ciego y en el sigmoide; puede haber otros gammagrarna o ultrasonografía del hígado en
signos inflamatorios o de ulceraciones amibia- vista de la frecuente relación con el absceso
nas. La presencia de Entamoeba histolytica en las hepático.

Colon
ascendente

Tumoración

íleon terminal

Fig. 34-2. A m e b o m a del ciego que puede confundirse con cáncer. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)
226 Parásitos intestinales

El examen directo puede ayudar a buscar


troíozoítos en el moco rectal, así como las reac-
ciones de hemaglutinación, si son posibles. Sin
embargo, si se trata de una urgencia de primer
contacto, el cuadro de sepsis peritoneal se rela-
ciona con la tendencia a la acidosis en los estu-
dios de laboratorio, leucocitosis, neutrofilia, a
veces retención de productos nitrogenados,
hipoxia, y otros. La radiografía simple del ab-
domen puede mostrar imagen de gas libre en
la cavidad proveniente del colon, dilatación de
todo este órgano por gas y sin haustras e íleo
paralítico. No debe practicarse colon por ene-
ma debido al peligro de perforación. El diag-
nóstico diferencial debe establecerse fundamen-
talmente respecto de otros cuadros de isquemia
o gangrena intestinal con peritonitis grave,
como colitis isquémica, trombosis mesentérica
o vólvulo del colon sigmoide con gangrena.

Tratamiento médico
En este siglo se han utilizado múltiples fárma-
cos, primero de origen natural y después de
origen sintético. No obstante, ambos han sido
desplazados por los de uso actual, poseedores
de una eficaz, actividad amebicida.
Los antiamibianos se clasifican por su sitio
Fig. 34-3. Carcinoma del colon sigmoide que debe de acción en: a) de acción intraluminal; son
distinguirse del ameboma. (Cortesía del Dr. Vargas Do- inabsorbibles y de administración oral (yodo-
mínguez.) oxiquinoleína, nitroimidazoles, etofamida, cle-
famida), y b) de acción sistémica; son absorbi-
blesy de aplicación oral o parentcral (einetina,
Otras veces es necesario instituir tratamien- metronidazol, tinidazol, ornidazol, cloroquina).
to médico de prueba, con el que desaparece la El médico puede seleccionar el esquema de
masa, o en ocasiones el diagnóstico se estable- medicamentos según se trate de un cuadro agu-
ce al efectuar laparotomía. do de predominio intestinal, de un cuadro in-
La apendicitis amibiana muestra un cuadro vasivo sistémico o de uno crónico en el que
de apendicitis aguda, si bien por lo general es se mezclan ambas formas. También debe recor-
más grave y más compleja en su evolución ya darse el ciclo vital de la ameba y suministrar en
que se observa invasión frecuente al ciego y forma combinada ciclos de fármacos de acción
puede coexistir con absceso hepático. Casi siem- sistémica con medicamentos de acción intralu-
pre se formula el diagnóstico en el transopera- minal. El médico debe tomar en cuenta que los
lorio por las características macroscópicas del quistes no se eliminan en forma continua y que
apéndice y ciego. La amibiasis también puede las formas de resistencia no se destruyen en su
pasar a la piel (fig. 34-4, color). totalidad; de allí surge la necesidad de ad-
La colitis amibiana fulminante o la necro- ministrar varios ciclos hasta erradicar la para-
sis colónica fulminante por amibiasis presenta sitosis.
cuadro de abdomen agudo relacionado con Otro aspecto que debe considerarse en el
sepsis pcritoneal. El cuadro se inicia de manera tratamiento médico es la repetición de la infes-
insidiosa con evacuaciones diarreicas o disenté- tación debido al medio desfavorable en que vive
ricas, fiebre, distensión progresiva que llega a el paciente. Los cuadros repetidos no corres-
íleo paralítico y mcgacolon tóxico. Hay grave ponden a una misma enfermedad; más bien se
alteración del estado general y serias lesiones readquiere la parasitosis porque no cambia el
hemodinámicas o de la microcirculación. ambiente. En tal caso deben aplicarse las medi-
Capítulo 34 • Amibiasis intestinal 227

das de salud pública que estén al alcance tanto días (en el adulto) y 500 mg por día en los días
del médico como del sujeto. subsecuentes.
Para las formas agudas no disentéricas pue-
den usarse los siguientes medicamentos:
Tratamiento quirúrgico
1. Yodoclorooxiquinoleína: 30 mg/kg al día Los casos de amibiasis invasora grave pueden
durante 10 días requerir tratamiento quirúrgico. El absceso
2. Diyodoclorohidroxiquinoleína: 30 mg/kg al hepático amibiano se trata en el capítulo 64.
día durante 20 días Una vez establecido el diagnóstico diferen-
3. Metronidazol: 30 a 40 mg/kg al día por 10 cial, la apendicitis amibiana amerita exploración
días; en caso de intolerancia, náusea o vó- quirúrgica y el cirujano debe elegir el mejor
mito puede usarse la forma inyectable por procedimiento.
vía endovenosa, 500 mg cada 8 h Por lo general el tratamiento quirúrgico
4. Tinidazol: 2 g (4 tabletas de 500 mg) en una procede cuando ha fallado el tratamiento mé-
dosis diaria por cuatro a seis días en adul- dico intensivo, que en cualquier caso debe con-
tos tinuarse en el posoperatorio.
5. Etofamida: 1 g por día en el adulto durante El ameboma reacciona al tratamiento mé-
tres días (dos cápsulas de 500 mg); en el dico antiamibiano: sólo se opera si existe perfo-
niño dos cucharaditas de solución al 2%, ración o necrosis del colon. En la apendicitis
tres veces al día por tres días amibiana el proceso puede ampliarse de apen-
6. Clorhidrato de emetina o dehidroemetina: dicectomía a resección parcial del colon, según
1 mg/kg por día durante 6 a 10 días (intra- sea la extensión de la invasión al ciego.
muscular) en los casos de diarrea aguda En la amibiasis fulminante con necrosis
grave o síndrome disentérico; la dosis total colónica, gangrena y abscesos parietales debe
no debe rebasar los 600 mg por término actuarse rápidamente y resecar todo el colon
medio y, como su efecto es acumulativo, no afectado, nunca practicar anastomosis prima-
debe repetirse antes de 45 días. rias.
La mortalidad en estos casos es todavía muy
En las formas crónicas se emplean fárma- alta.
cos sistémicos e intraluminales:

1. Metronidazol y tinidazol: dosis iguales por COMPLICACIONES


vía oral en ciclos repetidos
Las más comunes son colon tóxico, perforación
2. Ornidazol: 1 g (una tableta) dos veces al
de colon, ameboma, apendicitis aguda e inva-
día por 5 a 10 días en adultos
sión de piel perianal en cuadros diarreicos gra-
3. Etofamida: a igual dosis que en las agudas ves.
4. Clefamida: 20 mg/kg por 15 días
5. Diyodoclorooxiquinoleína: dosis iguales por
20 días, 650 mg tres veces al día en adultos PRONOSTICO

Para las formas graves de amibiasis invaso- En la amibiasis intestinal no complicada el pro-
ra deben prescribirse, en caso de septicemia, nóstico es favorable en 99%, siempre y cuando
los antibacterianos indicados y todas las medi- se aplique el tratamiento correcto. Las compli-
das de cuidado del estado crítico. caciones causan alta morbimortalidad.
El metronidazol debe aplicarse por vía en-
dovenosa en dosis de 500 mg cada 8 h en goteo, PROFILAXIS
seguido de una administración oral en cuanto
se restablezca esta vía. La emetina y dehidro- La amibiasis representa un grave problema de
emetina se suministran por vía parenteral, in- salud pública y requiere la colaboración de todo
tramuscular o endovenosa (diluida) a la dosis el personal médico, enfermeras, paramedicos y
indicada. trabajadores sociales y de la educación.
En caso de intolerancia al metronidazol Nunca se insistirá demasiado en las medi-
puede utilizarse fosfato de cloroquina por vía das de higiene personal al tratar los alimentos
endovenosa, a la dosis de 150 mg cada 8 h, o y el agua potable; tampoco en impedir el feca-
por vía oral, a dosis de 1 g por día durante dos lismo al aire libre.
228 Parásitos intestinales

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Cuarta
parte

Tubo digestivo bajo


Colon irritable
Dr. César Athié Gutiérrez
Dr. Clemente Guízar Bermúdez

INTRODUCCIÓN funcional no ulcerosa y b) manifestaciones de


la porción distal, entre las que se incluye el sín-
El síndrome de colon irritable es un trastorno drome de colon irritable.
funcional caracterizado por síntomas continuos
o recurrentes de dolor o molestia intestinal,
cambios en la consistencia de las deposiciones CAUSAS
y alteraciones de la frecuencia de la defecación, Es una enfermedad multifactorial; en ella in-
que se alternan con periodos de diarrea y estre- tervienen la función motora del tracto gastro-
ñimiento, sensación de evacuación incomple- intestinal, factores nerviosos, endocrinos, nutri-
ta, presencia de moco y distensión abdominal. cionales y psicológicos.
Generalmente se presentan cambios de la mo- Es posible que la función motora del tracto
tilidad intestinal, sin alteraciones orgánicas e gastrointestinal sea una de las causas que gene-
histológicas demostrables. ra los síntomas del síndrome de colon irritable;
Los disturbios del colon pueden ser conse- estudios recientes han demostrado disfunciones
cuencia de factores ambientales, modificacio- motoras que sugieren lo siguiente:
nes alimentarias, nivel socioeconómico, patro-
nes de actividad física, factores psicológicos y 1. Incremento de las contracciones fásicas de
frecuencia de enfermedades recurrentes (ami- alta amplitud relacionadas con estreñimien-
biasis, colitis crónica inespecífica, tumoraciones, to espástico
SIDA, seudoobstrucción intestinal). Todos es- 2. Disminución de las contracciones fásicas en
tos factores representan una gran dificultad para pacientes con diarrea y aumento de las
diferenciar los padecimientos orgánicos de las contracciones propagadas
alteraciones funcionales gastrointestinales. 3. Reacciones sigmoideas exageradas, con dis-
El trastorno es más frecuente en el sexo tensión abdominal posprandial
femenino en proporción de 2 a 1 y supone un 4. Mayor sensibilidad a la elevación de la pre-
alto porcentaje (hasta 35%) de la consulta del sión intrarrectal
médico general, internista o gastroenterólogo. 5. Aumento de la frecuencia del ritmo de la
Esta afección se acentúa después de los 60 años actividad eléctrica basal de 3 ciclos por min
y su prevalencia fluctúa entre la tercera y la en el rectosigmoide
cuarta décadas de la vida. 6. Presencia de espigas cortas del músculo
En ocasiones los pacientes son atendidos circular del colon que se relacionan con
por el ginecólogo, ya que es muy similar el diag- episodios de dolor abdominal; éstas se de-
nóstico diferencial en los trastornos gastroen- tectan en mayor proporción en pacientes
terológicos y ginecológicos. con síndrome de colon irritable respecto de
Es posible que el 15% de las dispepsias sea sujetos normales
resultado del síndrome de colon irritable.
Los trastornos funcionales del aparato di- Estos estudios revelan que existe una reac-
gestivo se dividen en: a) manifestaciones de la ción exacerbada del músculo liso del colon a
porción proximal, caracterizadas por dispepsia la presión intraluminal y a factores nerviosos,
231
232 Tubo digestivo bajo

endocrinos, nutricionales y psicológicos. Lind PATOGENIA


d e m o s t r ó que las alteraciones motoras del in-
testino d e l g a d o c o n t r i b u y e n a los síntomas La función principal del colon es la reabsorción
de la disfunción intestinal de la siguiente ma- de líquidos, el transporte y el a l m a c e n a m i e n t o
nera: de material no digerido. Tiene una ligera ab-
sorción de n u t r i m e n t o s y su m o t i l i d a d está
1. Periodos más cortos de los complejos mo- marcada por periodos de actividad contráctil
tores migratorios d u r a n t e el estado de vigi- irregular, relativamente frecuente, con variacio-
lia nes de cierta quietud.
2. I n c r e m e n t o de las contracciones yeyunales Las c o n t r a c c i o n e s colónicas son de seg-
3. A u m e n t o de las contracciones ¡leales pro- mentación o de propagación; se registran con-
pulsivas tracciones propagadas de alta amplitud (> 50
4. I n c r e m e n t o de la actividad m o t o r a como m m H g ) y de baja amplitud (< 50 m m H g ) , de
respuesta a la ingestión de alimentos gra- gran interés para c o m p r e n d e r la actividad cícli-
sos, estimulación h o r m o n a l y distensión ca del colon.
ileal con balón A c t u a l m e n t e , con el e m p l e o de b o m b a s
5. Duración m e n o r del patrón posprandial electromecánicas y computadorizadas, es posi-
6. Alteración del tránsito ileocecal ble identificar cambios muy lentos en el tono
7. A u m e n t o de la sensibilidad al dolor de las del músculo liso del intestino.
contracciones agrupadas y de las contrac- Las contracciones propagadas de gran am-
ciones propulsivas de propagación plitud son sucesos contráctiles relativamente
raros y ocurren, en p r o m e d i o , cuatro a seis ve-
Los factores psicológicos d e s e m p e ñ a n u n a ces en un p e r i o d o de 24 horas. Actúan para
función muy i m p o r t a n t e en el s í n d r o m e de impulsar el contenido de la luz intestinal y equi-
colon irritable c o m o factor precipitante o per- valen a los movimientos en masa, d e m o s t r a d o s
petuante. con técnicas fluoroscópicas.
Estos llegan a m o d u l a r la enfermedad p o r Se generan variaciones diurnas y nocturnas
u n a desregulación de la actividad m o t o r a sen- de la motilidad y la frecuencia de las contrac-
sorial del intestino y de la función del sistema ciones propagadas de alta amplitud en el colon.
nervioso central. Drossman mostró que los sín- Bassotti estudió la actividad contráctil en
tomas se d e b e n a disturbios de la motilidad segmentos colónicos (entre el ciego y el sigmoi-
intestinal y al a u m e n t o de la sensibilidad intes- de) y e n c o n t r ó variaciones significativas en el
tinal. índice de la motilidad, es decir, la suma de la
Los factores endocrinos del tracto gastro- frecuencia y amplitud de la actividad contráctil
intestinal p u e d e n ser intrínsecos y extrínsecos. sobre el tiempo y la frecuencia de las contrac-
Es probable q u e la hipermotilidad y el dolor ciones propagadas de alta amplitud en relación
sean la reacción a la colecistocinina y prostig- con la ingestión de alimentos y el despertar en
mina. la mañana; esto podría explicar la necesidad de
El estreñimiento se vincula p o r lo regular defecar por las mañanas.
con a n o r m a l i d a d e s colinérgicas; la diarrea, en La actividad contráctil de cualquier tipo fue
cambio, con anormalidades adrenérgicas. inhibida significativamente d u r a n t e el sueño.
En el aspecto nutricional el uso inmodera- Goldsmith publicó q u e los pacientes con
do de café, alcohol, tabaco, chile, especias, gra- síndrome de colon irritable relacionan sus sín-
sas y carbohidratos refinados p u e d e n desenca- tomas con la calidad del sueño; por otra parte,
d e n a r los síntomas del s í n d r o m e de colon irri- se han descrito anormalidades motoras de la
table. vesícula biliar y depresión de los linfocitos T que
sugieren u n a relación con estados depresivos e
i n m u n i d a d celular.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
Investigaciones recientes demostraron cam-
Los estudios histológicos en estos pacientes bios diurnos y nocturnos distintos en el t o n o
d e b e n ser normales, así c o m o sus característi- del colon y recto; en general, el tono del múscu-
cas anatómicas; los cambios histopatológicos lo liso a u m e n t a después de la ingestión de ali-
excluyen el s í n d r o m e de colon irritable y los mentos y disminuye d u r a n t e el sueño.
síntomas d e b e n investigarse en busca del ori- Awad e n c o n t r ó que en el s í n d r o m e de co-
gen patológico. lon irritable se eleva la actividad eléctrica del
Capítulo 35 • Colon irritable 233

recio y sostuvo que esto se debía al tipo de co- formadas, pastosas o líquidas. Es común que se
mida y al incremento de la frecuencia, duración presente sensación de pujo y deposición incom-
v amplitud de los reflejos inhibitorios y la sensi- pleta.
bilidad del recto. La presencia de moco es frecuente, acom-
La función primaria del anorrecto es la pañado de meteorismo importante que puede
preservación de la continencia y la eliminación depender del consumo sólo de ciertos alimen-
de las heces; el anorrecto es una especie de tos.
reservorio temporal que actúa en conjunto con El síndrome de colon irritable tiene una
el esfínter anal interno, tónicamente contraí- evolución de años, es intermitente y recurren-
do, y el esfínter anal externo para facilitar la te; no es progresivo y se manifiesta cuando el
continencia y defecación normales. paciente está despierto. Los síntomas son cró-
Estos avances podrían clarificar la impor- nicos; tienen un patrón consistente pero son
tancia de estas complejas interacciones cerebro- variables en intensidad o a veces muestran sig-
intestinales, tanto en la salud como en la enfer- nos de dispepsia, náusea o vómito.
medad.
En el síndrome de colon irritable no se han DIAGNOSTICO
encontrado alteraciones histológicas con diarrea
crónica; podría, por tanto, estar vinculado con La historia clínica cuidadosa es la clave del diag-
malabsorción de sales biliares. nóstico, aunque debe tomarse en cuenta la
En las funciones sensitivas el dolor repre- duración de los síntomas. En la actualidad es
senta una combinación de la percepción anor- conveniente utilizar los criterios de Manning y
mal de la motilidad normal o de la percepción Rome, que indican el grado de probabilidad del
normal de la motilidad anormal. Las pruebas síndrome de colon irritable, en especial cuan-
clínicas y experimentales sugieren que los tras- do existe diarrea.
tornos de los mecanismos viscerales aferentes Los criterios de Manning son:
producen sensaciones abdominales como dolor,
plenitud, distensión y tenesmo. 1. Dolor abdominal que se alivia con la defe-
Kellow demostró un umbral de percepción cación
de la actividad de la fase III del intestino delga- 2. Evacuación frecuente con dolor
do más bajo en pacientes con síndrome de co- 3. Heces flojas y dolor
lon irritable. 4. Distensión abdominal visible
5. Moco en las heces
CUADRO CLÍNICO 6. Sensación de vaciamiento incompleto des-
pués de la defecación
Los pacientes con síndrome de colon irritable
presentan dolor abdominal, predominantemen- Por su parte, los criterios de Rome son:
te en el cuadrante inferior izquierdo, ruidos
abdominales audibles y urgencia para defecar. 1. Síntomas continuos o recurrentes de dolor
En ocasiones existe dolor en el hombro izquier- abdominal que se alivia con la defecación,
do irradiado al brazo por el síndrome del ángu- acompañados de cambios de la frecuencia
lo esplénico del colon (aire atrapado en ese o consistencia de las heces.
lugar). 2. Trastornos de la defecación: en la frecuen-
Se acompaña en ocasiones de síntomas cia, forma de las heces, emisión de las he-
concomitantes de inestabilidad emocional, ces (tenesmo o urgencia), sensación de
reacciones vasomotoras, palpitaciones, hiper- evacuación incompleta, presencia de moco,
ventilación, sudación, fatiga y cefalea. En 50% sensación de plenitud o distensión abdomi-
de los casos se observan cuadros psicológicos y nal.
sus síntomas se acentúan con el estrés.
El dolor abdominal puede precipitarse con Su diagnóstico debe basarse siempre en la
la ingestión de alimentos y casi siempre se ali- exclusión de un padecimiento orgánico, que
via al canalizar gases por recto o con la evacua- debe sospecharse cuando cambian o se agravan
ción. los síntomas o aparecen otros, como hemorra-
Son frecuentes los periodos de estreñimien- gia o pérdida de peso.
to con diarrea; la consistencia de las heces es Los síntomas atípicos del colon pueden
cambiante, desde pequeñas y duras hasta semi- acompañarse de náuseas, dispepsias, borborig-
234 Tubo digestivo bajo

mos y de signos ginecológicos, en el caso de la • Deficiencia de lactasa


mujer. En ocasiones se aprecia baja temperatu- • Enfermedad vesicular
ra en los dedos y aumenta la actividad electro- • Enfermedad pancreática
miográfica en las manos. • Poliposis intestinal
La exploración física minuciosa es indispen- • Colitis ulcerativa crónica inespecífica
sable y debe apoyarse en estudios mínimos ru- • Enfermedad diverticular del colon
tinarios, como biometría hemática completa, • Enfermedad de Crohn
química sanguínea, perfil tiroideo, examen • Enfermedad de Hirschsprung
general de orina, sangre oculta en heces, prue- • Síndrome de oclusión parcial intermitente
bas coproparasitoscópicas, coprocultivo, prue- mecánica
bas de tolerancia a la lactosa, colon por enema • Seudoobstrucción intestinal
y videocolonoscopia (fig. 35-1). • Síndrome de Ogilvié
En países de climas tropical o subtropical • Hepatitis y cirrosis
la búsqueda de ameba en fresco es obligada. • Diabetes mellitus
• Disfunción de tiroides
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL • Neuropatías
• Vasculitis, lupus eritematoso sistémico y
El diagnóstico diferencial debe considerar las esclerodermia
siguientes anormalidades: • Enfermedad inflamatoria pélvica
• Dismenorrea
• Cáncer de colon • Endometriosis
• Diarrea infecciosa
En estos casos, si los ameritan, deben efec-
tuarse estudios dirigidos a excluir la anomalía,
como ultrasonido, tomografía axil computado-
rizada, pancreatocolangiografía retrógrada en-
doscópica, resonancia magnética nuclear, gam-
magrafías, biopsias y estudios citológicos e in-
munológicos.

TRATAMIENTO
El tratamiento adecuado en los pacientes con
síndrome de colon irritable debe incluir la bue-
na relación con el paciente, mostrar interés en
su padecimiento y proporcionarle confianza
para disminuir sus temores. Debe explicársele
que el origen de sus síntomas es un intestino
disfuncional e hipersensible que puede mejo-
rar si cambia los hábitos de su vida, como la
dieta, y si emplea agentes terapéuticos seleccio-
nados.
Es útil la interpretación de los síntomas a
partir de la historia retrospectiva del tipo, cali-
dad y cantidad de los alimentos, así como su
horario y secuencia cronológica de ingestión,
con énfasis especial en los productos que con-
tengan lactosa, sorbitol o combinaciones de
fructosa y sorbitol.
Los alimentos que generan gas, como coli-
flor, repollo, frijol, manzana, uva y los de alto
contenido en grasa deben restringirse o supri-
Fig. 3 5 - 1 . Colon espasmódico; las haustras están muy mirse.
marcadas en toda la extensión. (Cortesía del Dr. Vargas Es conveniente un mayor consumo de fi-
Domínguez.) bra, ya que da consistencia a las heces y es tera-
Capítulo 35 • Colon irritable 235

péutica en 10% de los pacientes con diarrea. Bradette M, Delvaux M, Staumont G y col. Octeotride
Deben eliminarse cafeína, alcohol, tabaco y increases thresholds of colonic visceral perception
carbohidratos refinados. in IBS patients without modifying muscle tone. Dig
Los medicamentos utilizados con más fre- DisSci 1994; 39(6):1171-1178.
cuencia son los anticolinérgicos, que reducen Dorssman DA. Irritable bowel syndrome. Gastroenter-
la contractilidad del músculo liso (que implica ologist 1994; 2(4):315-326.
un efecto antiespasmódico), los bloqueadores Francis CY, Whorwell PJ. Bran and irritable bowel syn-
de los canales de calcio, la trimebutina y la drome: time for reappraisal. Lancet 1994(2); 344:39-
mebeverina. 40.
Se ha empleado en forma experimental el Gertner D, Powell TJ. Irritable bowel syndrome and food
octreótrido, que no altera el tono muscular y intolerance. Practitioner 1994; 238:499-504.
que ayuda en la percepción visceral colónica; Goldsmith G, LevinJS. Effect of sleep quality on symp-
en algunos casos mejora incluso la reacción tons of irritable bowel syndrome. Dig Dis Sci 1993;
aferente a la distensión rectal. 38(10):1809-1814.
Se ha demostrado que el uso de la hormo- Heaton KW, O'Donnell LJ. An office guide to wholc-
na liberadora de gonadotropina (acetato de gut transit time. Patient's recollection of their stool
leoprólido), a dosis terapéuticas, reduce los sín- form. J Clin Gastroenterol 1994; 19(l):28-30.
tomas en la mujer, como náusea, vómito, zurri- Hibi T, Ohará M, Kobayashi K y col. Enzyme linked
dos, dolor, saciedad temprana y anorexia.
inmunosorbent assay (ELISA) and inmunoprecipita-
En el tratamiento de la diarrea se utiliza la tion studies on anti-globet cell antibody using a
loperamida, el difenoxilato y en ocasiones fibra mucin producing cell line in patients with infla-
(sin ingerir líquidos). En el estreñimiento se matory bowel disease. Gut 1994; 25(2):224-230.
aconseja dieta, fibra insoluble, fibra suplemen- Jarrett M, Heitkemper MM, Bond EF y col. Compari-
taria, lactulosa, procinéticos (cisaprida) y laxan-
son of diet composition in women with and without
tes (hidróxido de magnesio o aceite mineral).
functional bowel disorder. Gastroenterol Nurs 1994;
La indicación de placebos, psicoterapia, 16(6):253-258.
antidepresivos tricíclicos típicos o antidepresi-
Lonstreth GF. Irritable bowel syndrome and chronic
vos atípicos o agentes ansiolíticos, como clor-
pelvic pain. Obs Gyn Surg 1994; 49(7):505-507.
diacepóxido, diacepam, loracepam, oxacepam,
Mathias JR, Clench MH, Reeves VG y col. Effect of
alprazolam y buspirona, debe evaluarse en cada
leuprolide acétate in patients with modérate to se-
caso.
vere functional bowel disease. Double blind, placebo
La selección del tratamiento farmacológi-
controlled study. Dig Dis Sci 1994; 39(6):1155-1162.
co debe regirse por la farmacocinética, la far-
Owens DM, Nelson DK, Talley NJ. The irritable bowel
macodinamia, los efectos secundarios, las alte-
•syndrome: long-term prognosis and the psysician
raciones medicamentosas y la dosis de los me-
patient interaction. Ann lntern Med 1995; 122(2):
dicamentos utilizados.
107-112.
Deben prescribirse dosis bajas de anticoli-
nérgicos, antidepresivos y ansiolíticos como Rees GA, Davies GJ, Parker M y col. Gastrointestinal
apoyo temporal para mejorar los síntomas. symptoms and diet of members of an irritable bowel
self help group. J R Soc Health 1994; 114(4): 182-
El interés y el afecto del médico son esen-
187.
ciales; debe también enseñarse al paciente a
convivir con sus síntomas, creando un vínculo Sciarretta G, Furno A, Morrone B y col. Absence of histo-
con el esfuerzo terapéutico diario, ya que su pathological changes of ileum and colon in func-
pronóstico es bueno a mediano y largo plazos tional chronic diarrhea associated with bile acid
después de una evaluación profunda. malabsorption, assessed by SeHCAT test: a prospec-
tive study. AmJ Gastroenterol 1994; 89(7):1058-1061.
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236 Tubo digestivo bajo

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Enfermedad
diverticular
Dr.J. Lorenzo de la Garza Villaseñor

INTRODUCCIÓN En la población anglosajona se ha documen-


tado que la diverticulosis colónica es un hallaz-
La enfermedad diverticular es una entidad pa- go frecuente en personas mayores de 40 años y
tológica cuya lesión básica es la herniación de que este porcentaje aumenta con la edad (10%
la mucosa y la submucosa colónicas; la hernia- por década). Así, después de los 80 años la fre-
ción es consecuencia de defectos de las fibras cuencia es de al menos 60%. La frecuencia en
musculares circulares de la pared del órgano ambos sexos es prácticamente igual.
que dan lugar a formaciones saculares. Por lo que respecta a la localización, los
Es un padecimiento que se presenta sobre divertículos se sitúan más a menudo en el sig-
todo en los países desarrollados, sea en las na- moide (hasta 93%); otros sitios son el ciego,
ciones anglosajonas o en las europeas que emi- colon ascendente y descendente y, de modo
gran a América. Por el contrario, es relativamen- ocasional, el recto.
te rara en Latinoamérica; sin embargo, esta si- Cuando un segmento del colon tiene diver-
tuación puede revertirse si el país mejora eco- tículos se le clasifica como diverticulosis; si uno
nómicamente ya que el trastorno se relaciona o más de estos elementos sufre fenómenos in-
con el cambio de costumbres alimentarias. flamatorios en forma aguda recibe entonces el
Investigaciones epidemiológicas de insti- nombre de diverticulitis aguda, que puede com-
tuciones hospitalarias gubernamentales de la plicarse o no. También existe la entidad deno-
ciudad de México han encontrado una frecuen- minada diverticulitis crónica, no totalmente
cia fluctúan te de 1 a 3% en la enfermedad di- definida, pero que se refiere a la existencia de
verticular del colon. En cambio, en poblacio- un bajo grado de inflamación como secuela de
nes seleccionadas de origen europeo o de un episodio de perforación. Otro tipo de clasi-
Oriente Medio estudiadas en instituciones pri- ficación tomó en cuenta más bien las complica-
vadas dicha frecuencia aumenta hasta un 10 a ciones de la diverticulitis.
15%. Si se extrapolan estas cifras es posible afir-
mar que los demás países iberoamericanos y CAUSAS
sus diversos grupos étnicos siguen un patrón
similar. Cada vez existen más evidencias para sostener
Las circunstancias son distintas en Estados que el tipo de alimentación es el factor etioló-
Unidos: la enfermedad diverticular del colon gico más importante de la diverticulosis. Se ha
la padece una tercera parte de la población observado que las dietas ricas en hidratos de
adulta. En Europa este porcentaje no cambia carbono refinados y grasas, así como pobres en
mucho; oscila entre 10 y 50%. En los continen- fibras, que habitualmente se consumen en los
tes asiático y africano la frecuencia del padeci- países industrializados, propician que el colon
miento es aparentemente semejante a la de sufra alteraciones de la motilidad y, por tanto,
México. cambios en las presiones intraluminales.
237
238 Tubo digestivo bajo

A N A T O M Í A PATOLÓGICA izquierdo del a b d o m e n , con datos de irri-


tación peritoneal y a c o m p a ñ a d o de náusea,
Desde el p u n t o de vista macroscópico la locali- vómito y fiebre. En ocasiones se p u e d e pal-
zación más frecuente es el sigmoide y su tama- par u n a masa dolorosa en este sitio.
ño es variable. Los divertículos poseen un cue- 4. Diverticulitis complicada. Se presenta un
llo estrecho y la p a r e d está compuesta sólo p o r episodio de diverticulitis aguda que g e n e r a
la mucosa y serosa colónicas, lo que constituye diversas complicaciones:
un verdadero seudodivertículo. En muchas oca- Absceso pericolónico. G e n e r a l m e n t e evi-
siones los divertículos forman parte de los apén- dencia datos de oclusión del colon así c o m o
dices epiploicos y p o r ello no se localizan con s í n d r o m e febril y no es raro que se perciba
facilidad. una masa en la fosa iliaca izquierda.
A nivel microscópico la capa interna del Fístula. Este tipo de complicaciones es
divertículo está formada p o r la mucosa y la sub- la "resolución" natural de la peridiverticu-
mucosa y la r e c u b r e el p e r i t o n e o visceral. Los litis con formación de absceso y sus mani-
p u n t o s de salida de estas formaciones saculares festaciones d e p e n d e n , en parte, del sitio
son precisamente los sitios por d o n d e las arte- hacia el cual se formó el drenaje. H a b r á en-
rias p e n e t r a n las fibras musculares circulares tonces salida de material p u r u l e n t o , prime-
para llegar a la mucosa y submucosa y d o n d e ro, y después gas y materia fecal a través de
no existe la protección de las fibras musculares la piel (fístula colocutánea), la vejiga (fís-
longitudinales. tula colovesical), que también p u e d e adop-
tar la forma de urosepsis de repetición, y la
PATOGENIA vagina (fístula colovaginal).
Perforación y peritonitis generalizada. Es la
La presencia de bolo fecal p o b r e en residuos complicación más seria y p o t e n c i a l m e n t e
ocasiona q u e las heces sean pastosas y, por lo más grave de la diverticulitis. Los síntomas
tanto, q u e el sigmoide d e b a efectuar contrac- son los de sepsis abdominal: estado toxiin-
ciones vigorosas para propulsar su c o n t e n i d o . feccioso, íleo reflejo y datos de s í n d r o m e
Esto provoca segmentación y a u m e n t o impor- abdominal agudo. Estos p u e d e n evolucio-
tante de la presión intraluminal en dicha "cá- nar hacia el c h o q u e séptico, con mortali-
mara", t o d o lo cual contribuye a su vez a que la dad elevada.
mucosa y submucosa sufran herniación a través Absceso metastásico. Es s e c u n d a r i o al
de los p u n t o s débiles o de m e n o r resistencia de paso de bacterias p o r la vena mesentérica
la p a r e d del colon. inferior hacia el sistema portal, con forma-
ción de abscesos piógenos en el hígado; sus
CUADRO CLÍNICO signos son los de un c u a d r o infeccioso de
diversa magnitud y alteraciones referidas al
De a c u e r d o con sus características esta anoma- cuadrante superior d e r e c h o del a b d o m e n
lía se ha dividido en cinco formas principales: o base del h e m i t ó r a x c o r r e s p o n d i e n t e .
Hemorragia. Se m e n c i o n a q u e p u e d e
1. Diverticulosis asintomática. La presencia de ser la causa más frecuente de rectorragia
divertículos se descubre en forma fortuita. en ancianos; sin e m b a r g o , esto no es así, al
2. Diverticulosis sintomática. C o r r e s p o n d e a m e n o s en México. La presencia de sangre
un p e q u e ñ o g r u p o de pacientes cuyos sín- en las heces p u e d e tener múltiples oríge-
tomas son semejantes a los del colon irrita- nes, p e r o la franca hemorragia r e d u c e las
ble: diarrea sin rasgos específicos y cuadros posibilidades etiológicas. Si la h e m o r r a g i a
de dolor en el marco cólico izquierdo, refe- es de poca cuantía es posible que no exis-
rido a veces como dolor abdominal genera- tan síntomas, p e r o si ésta es de cierta mag-
lizado (que disminuye o desaparece con la nitud p u e d e n apreciarse datos de síndro-
canalización de gases o la defecación); los me anémico e hipovolemia y llegar hasta el
síntomas también son similares a los que se choque.
observan en los episodios dolorosos relacio- 5. Diverticulitis crónica. Se relaciona con la
nados con estreñimiento. persistencia de algunos signos o síntomas
3. Diverticulitis aguda. También se le conoce de diverticulitis aguda, q u e en la evolución
c o m o apendicitis izquierda, ya q u e se ma- a largo plazo p u e d e dar lugar a la obstruc-
nifiesta por dolor en el c u a d r a n t e inferior ción parcial o casi completa del colon.
Capítulo 36 • Enfermedad diverticular 239

DIAGNOSTICO
Si bien los signos y síntomas que se observan en
esta entidad clínica no son patognomónicos, sí
hacen posible su sospecha. Con los exámenes
de gabinete puede corroborarse el diagnóstico
con certeza.
El estudio más útil es el colon por enema o
con doble medio de contraste (bario-aire), que
puede identificar la presencia de divertículos o
sus complicaciones. Los divertículos se visuali-
zan como saculaciones llenas del medio de con-
traste que exceden el contorno normal del in-
testino y que, una vez eliminado el bario y rete-
nido el medio de contraste dentro de los diver-
tículos, proporcionan una imagen característi-
ca. Cuando existen fenómenos inflamatorios,
éstos se aprecian como una imagen de defecto
de llenado, casi siempre de cierta longitud y con
rigidez del segmento. El colon por enema es el
método ideal para el diagnóstico de la diverti-
culitis en aproximadamente 75% de los casos
(íigs. 36-1 y 36-2).
Otro estudio de imagen que puede utilizar-
se es el ultrasonido, que pone en evidencia la
pared inflamada (hipoecoica y engrosada) e
identifica colecciones o abscesos de diversa
magnitud.
La lomografía axil computadorizada es otro
Fig. 36-1. Se observan muchos divertículos en colon
método útil para detectar cambios secundarios
descendente y sigmoide. (Cortesía del Dr. Vargas Do­
de la diverticulitis, como inflamación parietal o mínguez.)
pericolónica, abscesos, fístulas, y otros. En estu-
dios comparativos entre colon por enema y to-
mograíía resulta mejor estudio diagnóstico el
primero, aunque la tomografía ofrece mayor El diagnóstico diferencial puede establecer-
información de la extensión extraluminal. se a partir de bases clínicas (antecedentes de
La endoscopia rígida o flexible no es de divertículos, características del dolor, cambios
gran utilidad en el diagnóstico de la enferme- en el hábito intestinal, fiebre, leucocitosis, he-
dad diverticular, ya que diversos cambios mor- morragia y ataque al estado general), radiográ-
fológicos hacen sospechar esta entidad. Sin ficas (cambios mucosos, longitud del segmento
embargo, puede servir para establecer el diag- involucrado y tipo de estenosis) y endoscópicas
nóstico diferencial con otras enfermedades, (características de la mucosa, angulaciones y
especialmente las neoplasias malignas. movilidad).

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL TRATAMIENTO

Aunque es cierto que en determinadas circuns- El comportamiento clínico del paciente con
tancias algunas enfermedades de tipo inflama- enfermedad diverticular del colon es la mejor
torio, como ciertas formas de amibiasis, disen- indicación terapéutica. Así, en la diverticulosis
terías bacilares, colitis ulcerosa crónica, colitis asintomática la única recomendación es la die-
por radiación o linfogranuloma venéreo, pue- ta, sobre todo con alimentos de elevado conte-
den confundirse con la diverticulitis, la diferen- nido en fibra. Cuando se trate de diverticulosis
ciación más difícil es con el carcinoma de co- sintomática, además de la dieta rica en fibra, se
lon, sobre todo porque la enfermedad diverti- pueden emplear analgésicos como la pentazo-
cular no es muy frecuente en México y se la cina; los anticolinérgicos nunca han mostrado
puede obviar. claramente su utilidad.
240 Tubo digestivo bajo

Divertículos.

Divertículos

Fig. 36-2. Divertículos del colon (colon por enema). (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.)

Algunos especialistas son partidarios de la el episodio a g u d o desaparece se instituye dieta


resección electiva del segmento con divertícu- baja en grasas e hidratos de c a r b o n o refinados
los y con ello se controlan los síntomas y se evitan y rica en residuo (fibra).
las complicaciones. La intervención quirúrgica se reserva para
C u a n d o el cuadro corresponda a u n a diver- los pacientes que desarrollan complicaciones;
ticulitis de poca magnitud, el tratamiento se son preferibles las operaciones electivas a las de
p u e d e suministrar en forma ambulatoria con urgencia, ya que en estas últimas la mortalidad
base en dieta líquida, antibióticos de amplio es 10 veces mayor.
espectro y analgésicos d u r a n t e 8 a 10 días; si los Las indicaciones para la escisión electiva del
síntomas mejoran o desaparecen se prescribe segmento de colon afectado son: diverticulitis
u n a dieta blanda y rica en fibra. crónica, masa persistente y dolorosa, estenosis
Durante un episodio de diverticulitis agu- o deformidad i m p o r t a n t e del sigmoide en el
da i m p o r t a n t e se sugiere hospitalizar al pacien- colon por enema, disuria relacionada con di-
te para efectuar el tratamiento más a d e c u a d o y verticulitis, rápida progresión de los síntomas y
vigilar el desarrollo de posibles complicaciones dificultad para diferenciar la e n f e r m e d a d del
q u e p u d i e r a n ameritar tratamiento quirúrgico. carcinoma.
El tratamiento conservador incluye aspira- La operación de urgencia d e p e n d e del tipo
ción gástrica si es necesario, m a n t e n e r el equi- de complicación que la propicie. Por ejemplo,
librio hidroclectrolítico con soluciones paren- en casos de obstrucción es posible elegir un
terales, antibióticos de amplio espectro y anal- p r o c e d i m i e n t o en tres tiempos que incluye ro-
gésicos del tipo de la meperidina, y se evitan la lostomía como p r i m e r tiempo; meses después,
morfina y otros alcaloides del opio. Una vez que resección del segmento enfermo con anastomo-
Capítulo 36 • Enfermedad diverticular 241

sis primaria, y cierre de la colostomía como ter- o cerrados y conectados a derivación o aspira-
cer tiempo. Cuando exista perforación y peri- ción. En casos de absceso metastásico también
tonitis se pueden practicar, como intervencio- debe drenarse éste y su abordaje depende de
nes de mayor seguridad, colostomía, escisión de su localización.
la perforación y fístula mucosa, extirpación del Por último, debe mencionarse que en algu-
sitio perforado y cierre del muñón rectal, cono- nos países europeos se utiliza un método qui-
cido también como operación de Hartmann. rúrgico para reducir la hipertonía de las fibras
Con cualquiera de estas variantes se elimina la musculares. Se trata de la miotomía en diferen-
contaminación de la cavidad peritoneal y algu- tes modalidades; sin embargo, hasta ahora nin-
nos meses después se efectúa la anastomosis de guna de sus variantes ha demostrado una fran-
los segmentos colónicos. ca superioridad o buenos resultados a largo
En las últimas décadas algunos cirujanos plazo y su uso no se ha difundido.
han señalado que el tratamiento de esta com-
plicación es la escisión y anastomosis primaria, COMPLICACIONES
es decir en un solo tiempo, con morbimortali-
dad igual o menor que si se realizan dos o tres Las complicaciones de la enfermedad diverti-
tiempos quirúrgicos. cular son múltiples: diverticulitis aguda, diver-
En casos de hemorragia, si ésta no es im- ticulitis crónica, perforación, fístula, hemorra-
portante, se pueden instituir medidas genera- gia, obstrucción, abscesos pericolónicos o pél-
les y transfusiones; por el contrario, cuando la vicos, peritonitis purulenta o fecal, neumopile-
hemorragia es de tal magnitud que pone en flebitis, abscesos hepáticos piógenos, enfisema
peligro la vida, la arteriografía es de gran utili- subcutáneo y fasciítis necrosante.
dad para localizar el sitio de origen de la hemo- La diversidad de complicaciones, en espe-
rragia y además puede emplearse como proce- cial las potencialmente graves, como abscesos,
dimiento terapéutico para administrar por esa fístulas, peritonitis y gangrena, es la que ha lle-
vía fármacos vasoconstrictores (vasopresina). Si vado a clasificar la enfermedad diverticular en
la hemorragia se detiene se puede posponer la función de las complicaciones.
intervención y efectuarla en forma electiva; si
el problema persiste y la pérdida de sangre es PRONOSTICO
mayor de seis unidades, el paciente se somete
al procedimiento quirúrgico para realizar la En términos generales puede afirmarse que,
escisión del segmento involucrado, que antes mientras no se presenten complicaciones, el
se localiza por arteriografía. Cuando no se iden- pronóstico de la diverticulitis sintomática o su
tifica el punto de origen se utilizan diversas forma crónica es bueno; esto se debe a que las
técnicas quirúrgicas (colotomías con explora- medidas terapéuticas farmacodietéticas son de
ción macroscópica o con endoscopia). En oca- gran utilidad y logran la remisión de los sínto-
siones se ha tenido que recurrir a la colectomía mas. En los casos de diverticulitis aguda el pro-
ciega, que no siempre resulta efectiva, razón por nóstico depende de la reacción al tratamiento,
la cual este abordaje terapéutico está práctica- pero, si existen complicaciones, el tratamien-
mente proscrito en la actualidad. Aparentemen- to temprano y oportuno puede representar la
te la mayoría de los divertículos sangrantes se diferencia entre la vida o la muerte, en particu-
ubica a la derecha del ángulo esplénico. lar si se trata de hemorragia o sepsis.
En presencia de fístulas secundarias a un
PROFILAXIS
episodio de diverticulitis, el tratamiento quirúr-
gico de éstas se puede realizar en una o más Hasta el momento la mejor manera de evitar
etapas. Debe practicarse la resección del órga- los divertículos es la dieta abundante en fibra.
no de origen, por lo regular sin colostomía pre- Aun si se desarrolla la enfermedad está indica-
via, en un solo tiempo quirúrgico, quitando el do este régimen dietético, aunque no se ha
segmento enfermo y efectuando la anastomo- demostrado fehacientemente que esto elimine
sis primaria. las complicaciones.
El absceso pericolónico que habitualmente
acompaña a la obstrucción o a la perforación BIBLIOGRAFÍA
se trata desfuncionalizando el colon afectado;
para ello se requiere colostomía, desbridación Brewster NT, Grieve DC, Saunders J H . Double-contrast
y drenaje de la colección con métodos abiertos barium, enema and flexible sigmoidoscopy for rou-
242 Tubo digestivo bajo

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Colitis ulcerosa
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN incluye sigmoide y recto. También se puede


dividir, con fines terapéuticos, en colitis de agu-
Esta es una enfermedad inflamatoria intestinal dización y colitis de remisión.
de evolución crónica que afecta al intestino
grueso; sus causas son desconocidas, pero sus
manifestaciones clinicopatológicas son lo sufi- CAUSAS
cientemente características para establecer el
diagnóstico exacto. Se han invocado causas genéticas, inmunológi-
La colitis ulcerosa forma parte de un grupo cas, psicológicas e infectológicas pero, como ya
de padecimientos del aparato digestivo de tipo se ha dicho, se ignora su origen. Se piensa en
inflamatorio, j u n t o con la enfermedad de factores genéticos porque muestra predominio
Crohn, que no tiene causa precisa ni signos en grupos familiares, particularmente enjudíos,
patognomónicos ni estudios diagnósticos espe- en gente de raza blanca o en gemelos homoci-
cíficos. Por esa razón es necesario excluir otras gotos; sin embargo, no se ha localizado un
enfermedades del colon antes de sostener que marcador genético concreto.
se trata de colitis ulcerosa. Esta enfermedad La causa inmunológica se apoya en los sín-
también recibe los nombres de colitis ulcerati- tomas extraintestinales, como artritis o colangi-
va crónica inespecífica o colitis ulcerativa mu- tis esclerosante, que son fenómenos autoinmu-
cosa. nitarios; también es significativo el beneficio que
El médico debe identificarla tempranamen- brindan los medicamentos inmunosupresores,
te e indicar la terapéutica apropiada, según sea como los corticoides y la azatioprina, pero no
la fase del padecimiento; debe también resol- ha sido posible demostrar esta teoría.
ver las dudas del paciente y actuar en colabora- Los factores psicológicos se sustentan en la
ción con el endoscopista, radiólogo, patólogo, agudización del padecimiento que suele rela-
psiquiatra y cirujano. cionarse con épocas de tensión emocional; ade-
La prevalencia en países occidentales es de más, estos pacientes tienen una personalidad
100 a 150 casos por cada 100 000 habitantes; característica, muy susceptible a la angustia. En
aparece a cualquier edad, pero su máxima inci- cualquier caso, esta hipótesis no posee funda-
dencia se observa entre los 15 y 35 años, sin mentos científicos sólidos.
predominio sexual. Es más común en personas El origen infeccioso tampoco es muy acep-
blancas y en judíos (muy ocasional en negros u tado ya que no se han podido aislar bacterias,
orientales). Se ha advertido cierta tendencia hongos o virus a los que se pueda atribuir el
familiar que hace pensar en influencias genéti- cuadro.
cas o ambientales; es muy rara en individuos Están en estudio, sin conclusiones definiti-
apendicectomizados y es más común en no fu- vas todavía, las alteraciones de los neuropépti-
madores. dos, como el polipéptido intestinal vasoactivo
Se clasifica en pancolitis cuando involucra (VIP) la somatostatina y la sustancia P, esta úl-
todo el colon, colitis segmentaria la que invade tima por incrementar la liberación de lisozimas
parte del colon y sigmoidoproctitis aquella que de los neutrófilos.
243
244 Tubo digestivo bajo

A N A T O M Í A PATOLÓGICA pared, la inflamación alcanza la serosa y el co-


lon se distiende y p u e d e perforarse.
A nivel macroscópico se observa una mucosa Después de varios años aparece displasia,
ulcerada, hiperémica, con lesión del recto en que es un cambio considerado p r e m a l i g n o . Las
9 5 % de los casos, acortamiento del colon por alteraciones histológicas varían con el estado de
fibrosis, p é r d i d a de las haustras y aspecto liso actividad de la enfermedad; en la fase aguda
c o m o tubería; además, la mucosa es granulosa, existe congestión vascular intensa, inflamación
a veces con protrusión de tejidos de naturaleza de la lámina propia y posibles abscesos en el
inflamatoria conocidos como seudopólipos (figs. fondo de las criptas. En periodos de remisión
37-1 y 37-2, esta última a color). hay cierto grado de atrofia. En 10 a 20% de los
Al microscopio la mucosa muestra inflama- casos no es posible distinguir la colitis ulcerosa
ción uniforme, extendida en forma continua y de la e n f e r m e d a d de C r o h n .
sin zonas sanas; p u e d e cubrir todo el colon e
inclusive pocos centímetros del íleon terminal
(ileítis p o r reflujo). PATOGENIA
No se aprecia e n g r a s a m i e n t o ni estenosis,
p e r o sí p é r d i d a de células superficiales q u e Las ulceraciones p r o d u c e n erosión con h e m o -
ocasiona ulceraciones; desaparece el epitelio dé- rragia y en las criptas se desarrollan microabs-
las criptas y de las células caliciformes produc- cesos y zonas de necrosis; esto causa evacuacio-
toras de m o c o y se identifica leve fibrosis sub- nes con sangre y pus, a lo cual se suma la infla-
mucosa. En el megacolon tóxico se adelgaza la mación de la mucosa q u e acelera la motilidad
del colon, con m e n o r absorción de agua y he-
ces semilíquidas (o sólo formadas por sangre y
pus). La inflamación también ocasiona altera-
ciones de los esfínteres del ano y t e n e s m o rec-
tal; además se restringe la síntesis de glucopro-
teínas con la c o n s e c u e n t e disminución de la
producción de moco.
En el megacolon tóxico la inflamación in-
tensa lesiona el tono n e u r o m u s c u l a r y p o r eso
el colon se dilata; a ello p u e d e n contribuir los
inhibidores de la motilidad usados para tratar
la diarrea, como la loperamida o el difenoxila-
to, así como la preparación con e n e m a s para
efectuar radiografías con bario.
Las hemorragias frecuentes y la deficiencia
de absorción de vitamina B 1 2 provocan grados
variables de anemia; también ocurre hipocalce-
mia al absorberse mal la vitamina D, descenso
de albúmina sérica por la deficiente absorción
de proteínas y reducción de potasio y magnesio
por la diarrea crónica.

CUADRO CLÍNICO

Inicia p o r lo regular con un ataque a g u d o muy


florido en el que aparecen evacuaciones diarrei-
cas frecuentes, con sangre y pus, cólico inten-
so, tenesmo rectal, signos de deshidratación,
a n e m i a y p é r d i d a de peso; también p u e d e n
presentarse manifestaciones extraintestinales.
como artritis, alteraciones cutáneas v datos de
Fig. 3 7 - 1 . Megacolon tóxico en colitis ulcerosa .El
insuficiencia hepática.
diámetro del colon está muy aumentado; se observan La exploración física revela fiebre, taquicar-
irregularidades en las paredes por seudopólipos. dia, palidez de conjuntivas, deshidratación de
Capítulo 37 • Colitis ulcerosa 245

mucosas, distensión abdominal por gases, con de fiebre elevada, dolor abdominal intenso,
dolor a la palpación de todo el marco cólico. taquicardia y desequilibrio hidroelectrolítico; el
El cuadro suele ceder con tratamiento mé- paciente se intoxica y muestra signos de abdo-
dico apropiado y los síntomas remiten por pe- men agudo, en especial si ya se ha perforado.
riodos variables, por lo general de varios meses La mortalidad es superior al 30% en hospitales
a un año. de tercer nivel.
El padecimiento puede adoptar cinco va-
riedades: DIAGNOSTICO
1. Inactivo: se caracteriza por una o dos depo- Una vez descartados infección, parasitosis intes-
siciones al día sin sangre o pus ni síntoma tinal o cáncer, el diagnóstico se establece si se
sistémico alguno. demuestran tres de los cuatro criterios que se
2. De actividad baja: tres o cuatro evacuacio- enuncian a continuación:
nes al día o presencia de pus o sangre en
las heces (no diariamente), sin síntomas 1. Antecedentes de evacuaciones diarreicas,
sistémicos, como pérdida de peso o fiebre. con sangre o pus en las heces, por más de
3. De actividad entre moderada y alta: más de una semana, en repetidas ocasiones
cuatro evacuaciones al día con sangre y pus; 2. Mucosa friable, granulosa, con o sin ulcera-
pueden presentarse síntomas sistémicos, ciones, observable en la rectosigmoidosco-
como pérdida de peso o fiebre. pia
4. De curso crónico intermitente: hay remisio- 3. Inflamación en la biopsia de la mucosa
nes mayores de un mes, sin tratamiento con colónica demostrada histológica o citológi-
corticoides o inmunosupresores. Este com- camente
portamiento se puede apreciar a lo largo 4. Signos de inflamación en la superficie inte-
de uno o varios años, esté inactivo o activo rior del colon cercano al recto observados
el padecimiento. en colonoscopia o radiografía; se detectan
5. De curso continuo: actividad permanente granulación, espículas o francas ulcera-
de la enfermedad. ciones

La colitis ulcerosa es un proceso dinámico: En pacientes graves sobreviene leucocitosis


puede ser fulminante (con alta mortalidad) y con aumento de neutrófilos, incremento de la
presentarse en el primer episodio del trastorno velocidad de sedimentación e hipopotasemia
o mostrar una evolución crónica con pocos sín- proporcional a la diarrea. En los casos compli-
tomas. Asimismo, los pacientes pueden pasar de cados con enfermedad hepática existe albúmi-
un curso clínico a otro y la mayoría tiene varias na sérica baja y aumento de la fosfatasa alca-
recaídas. Debe considerarse además que la evo- lina.
lución puede modificarse notablemente por el Todos los pacientes con colitis ulcerosa re-
tratamiento médico. quieren estrecha vigilancia para diagnosticar a
Los signos extraintestinales son fiebre, ar- tiempo displasia de la mucosa o cáncer de co-
tritis, espondilitis anquilosante, eritema multi- lon. El mejor procedimiento es la colonoscopia
forme, pioderma gangrenoso, úlcera aftosa, con varias tomas de biopsia.
eritema nodoso, uveítis, dedos en palillo de
tambor, esteatosis hepática, colelitiasis, carcino- DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
ma de conductos biliares, hepatitis crónica acti-
va, colangitis esclerosante, pericolangitis, ami- La colitis ulcerosa se considera un diagnóstico
loidosis hepática, renal o esplénica, estados de de exclusión; antes de confirmarla se descartan
hipercoagulabilidad con accidentes vasculares otras causas de hemorragia y de síndrome di-
cerebrales, tromboflebitis, anemia y alteracio- sentérico (deposiciones con moco, pus y san-
nes electrolíticas. gre con tenesmo rectal). Se investigan los posi-
Los niños sufren deficiencia del crecimien- bles signos de neoplasias malignas, pólipos,
to y las recaídas a cualquier edad son más fre- enfermedad diverticular, hemorroides, amibia-
cuentes durante la primavera y el otoño; esto sis intestinal, disentería bacilar y colitis seudo-
sugiere la participación de agentes infecciosos. membranosa. Para ello son indispensables los
El megacolon tóxico es una forma grave en exámenes coproparasitoscópicos, coprocultivo,
la que se advierte dilatación del colon, además rectosigmoidoscopia, colon por enema y, de ser
246 Tubo digestivo bajo

necesario, colonoscopia con biopsia. Puede re- se continúa por un total de u n o a dos años. Este
querirse tratamiento de p r u e b a en padecimien- medicamento está compuesto por dos fármacos:
tos infecciosos o parasitarios. la sulfapiridina y el 5-aminosalicilato, q u e se se-
No es posible diferenciar la colitis ulcerosa paran d e n t r o del tubo digestivo; la función del
de la e n f e r m e d a d de C r o h n en 10 a 20% de los salicilato es inhibir la síntesis de prostaglan-
casos. Sin e m b a r g o , sólo esta última es segmen- dinas.
tada, abarca todas las capas del intestino, forma Otro medicamento, d e n o m i n a d o mesalami-
granulomas, afecta otras áreas del aparato di- na, que es en realidad 5-aminosalicilato solo, se
gestivo ( c o m o esófago, estómago o intestino indica p o r vía oral o p o r e n e m a . C u a n d o sea
delgado) e involucra ganglios linfáticos y grasa necesario p u e d e n añadirse antidiarreicos (di-
mesentérica. fenoxilato o loperamida) con extrema precau-
ción ya que ocasionan complicaciones. Es apro-
TRATAMIENTO piado s u s p e n d e r la leche de la dieta p o r las
posibles deficiencias de disacaridasas q u e pro-
La terapéutica inicial es médica; los objetivos voquen diarrea.
son disminuir el proceso inflamatorio y mejo- La operación p u e d e ser electiva o de urgen-
rar las condiciones nutricionales. cia; esta última se indica en colitis fulminan-
En el tratamiento de la fase aguda se indica te, megacolon tóxico (fig. 37-3) o h e m o r r a g i a
hospitalización del paciente, hidratación paren- masiva. Por el contrario, la primera se practica
teral y supresión de la vía oral en casi todos los
enfermos (en los m e n o s graves se p u e d e con-
servar la dieta líquida). Es primordial suminis-
trar corticoides intravenosos u orales; se prefie-
re p r e d n i s o n a , 45 a 60 mg al día; pocos médi-
cos e m p l e a n ACTH, a u n q u e también es eficaz.
Los corticoides se a d m i n i s t r a n p o r periodos
cortos y se s u s p e n d e n g r a d u a l m e n t e bajando la
dosis en un lapso de dos a tres meses; sin em-
bargo, si vuelven a manifestarse los síntomas se
m a n t i e n e n a dosis bajas, 10 a 15 mg diarios.
P u e d e n utilizarse i n m u n o s u p r e s o r e s como
la azatioprina (1.5 a 2 m g / k g ) , a u n q u e ésta se
estima p o c o útil c o m o agente único (se agrega
c u a n d o los corticoides fracasan o c u a n d o se
r e q u i e r e n a dosis muy altas); la azatioprina
d e s e m p e ñ a la función de a h o r r a d o r de predni-
sona. O t r o i n m u n o s u p r e s o r es la ciclosporina,
que p u e d e beneficiar a los enfermos muy gra-
ves usándola p o r tiempo limitado.
Se administran antibióticos de amplio es-
pectro contra gramnegativos y anaerobios. Se
indica nutrición parenteral total a quienes se
haya suprimido la vía oral y transfusiones en los
casos de a n e m i a m e n o r de 9 g de hemoglobina.
En la colitis fulminante complicada está
indicada de urgencia la colectomía subtotal con
ileostomía. En cambio, c u a n d o existe mejoría
clínica se prescribe medicación apropiada para
largo plazo; la remisión suele ocurrir de los sie-
te a 10 días de tratamiento.
Para la remisión en casos leves o crónicos
se e m p l e a sulfasalacina p o r vía oral a dosis de
Fig. 37-3. Radiografía del colon con medio do con­
500 mg dos veces al día, a u m e n t a n d o 1 g cada traste con disminución de la longitud, borramiento de
dos días hasta alcanzar 4 a 6 g diarios. Cuatro las haustras y paredes de aspecto empedrado caracterís­
meses después se r e d u c e la dosis a 2 g al día y tico de la colitis ulcerosa.
Capítulo 37 • Colitis ulcerosa 247

c u a n d o el p a c i e n t e no reacciona bien al trata- Davis NM. Toxicity of non steroidal anti inflammatory
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a) musculoesqueléticas (artralgias, artritis, mio-
MansfieldJC, Holden H, TarlowJKy col. Novel genetic
sitis), q u e o c u r r e n en 2 5 % de los casos; b) he- association between ulcerative colitis and the anti
páticas (colangitis esclerosante, colelitiasis, es- inflammatory cytokine interleukin 1 receptor an-
teatosis, cirrosis y c a r c i n o m a de c o n d u c t o s bi- tagonist. Gastroenterology 1994; 106:637-642.
liares) ; c) d é r m i c a s y de la mucosa (eritema no- Mclntyre PB, Pemberton JH, Beart PW y col. Double
doso y p i o d e r m a g a n g r e n o s o ) , q u e aparecen en stapled vs handsewn ileal pouch anal anastmosis in
1 5 % ; d) complicaciones de la nutrición (pérdi- parientes with cronic ulcerative colitis. Dis Col Rec
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Estreñimiento
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN ANATOMÍA PATOLÓGICA


Para definir el estreñimiento, el International En los trastornos funcionales del colon no es
Workshop on Management of Constipation posible demostrar cambios anatómicos; en cam-
exige que existan menos de dos evacuaciones a bio, en las causas orgánicas es relativamente
la semana en el transcurso de los últimos doce sencillo; se remite al lector a los capítulos co-
meses o cualquiera de las cuatro variantes si- rrespondientes de la enfermedad diverticular,
guientes: a) esfuerzo exagerado en 25% o más neoplasias malignas o benignas o fisura anal.
de las evacuaciones, b) sensación de defecación
incompleta en más del 25% de las evacuacio- PATOGENIA
nes, c) heces duras o en escíbalos en 25% o más
de las evacuaciones y d) menos de tres evacua- El estreñimiento se produce por la alteración
ciones por semana. de los mecanismos fisiológicos de la evacuación;
El estreñimiento es una de las molestias éstos inician con la distensión del recto, que
más comunes del ser humano; es causa frecuen- estimula a los receptores ubicados en las pare-
te en la consulta médica y consume enormes des colónicas. Lo anterior provoca la relajación
sumas en laxantes y otros medicamentos; sin de los esfínteres internos y el ángulo anorrectal
embargo, existe una gran discrepancia entre el reduce su angulación. Al aumentar la presión
diagnóstico y la terapéutica de esta enferme- intraabdominal se relaja el esfínter anal exter-
dad. no y desciende el músculo puborrectal con
La frecuencia de esta anormalidad varía descenso del piso pélvico; en ese momento se
según sea el estudio que realice la estadística, expulsan las heces. Al quedar vacío el rectosig-
el país donde se elabore y los criterios utiliza- moide se contraen los esfínteres externo e in-
dos para definirla. Según las publicaciones in- terno y se suspende la evacuación.
ternacionales fluctúa entre el 3 y el 35% de la Son muchos los mecanismos que causan
población; es más común en ancianos, en mu- estreñimiento; el primero es el bolo fecal esca-
jeres y en áreas rurales. so que no distiende las paredes del recto; otra
El estreñimiento puede originarse en el causa es la disminución de la motilidad del co-
colon y en sitios extracolónicos; en el primer lon, incapaz de producir suficiente estimulación
caso se subdivide además en orgánico y fun- de los receptores especializados situados en las
cional; por su parte, el estreñimiento extraco- paredes rectales y, en consecuencia, no se evo-
lónico puede tener causas dietéticas, neuroló- ca el reflejo de evacuación. Un tercer motivo es
gicas, psiquiátricas, farmacológicas, endocrinas la flacidez de los músculos abdominales, insufi-
y metabólicas. cientes para elevar la presión intraabdominal,
con imposibilidad para propulsar el bolo fecal,
CAUSAS como ocurre en los ancianos.
Las alteraciones del piso pélvico que origi-
Las causas del estreñimiento se relacionan en nan contracciones paradójicas del músculo
el cuadro 38-1. puborrectal, en lugar de relajación, imposibili-
248
Capítulo 38 • Estreñimiento 249

Cuadro 3 8 - 1 . Causas intracolónicas y extracolónicas si se padece desde el nacimiento o desde la


del estreñimiento
primera infancia puede sugerir causas congéni-
Causas ¡ntracolónicas
tas, en tanto que en el anciano puede indicar
Orgánicas neoplasia. Deben investigarse fármacos, de-
Estenosis presión, hábitos de alimentación y otros ante-
Neoplasia cedentes.
Megacolon
Fisura anal
Los síntomas acompañantes como dolor
Rectoceie abdominal hacen pensar en una causa orgáni-
Prolapso rectal ca del aparato digestivo; las manifestaciones
Enfermedad diverticular (fig. 38-1) urinarias en la mujer pueden señalar cistocele
Funcionales y rectocele.
Colon espástico
Tránsito colónico lento El estreñimiento suele acompañarse de sín-
íleo adinámico tomas muy variados, como anorexia, plenitud
Dolicocolon posprandial, dolor lumbar, cefalea, halitosis y
Causas extracolónicas náusea. La exploración física debe incluir exa-
Dietéticas men neurológico y revisión anorrectal, perineal
Escasa ingestión de fibra y ginecológica para identificar cualquier
Deficiente consumo de líquidos
Neurológicas
anomalía que justifique la enfermedad, como
Sección medular fisura anal, prolapso rectal o uterino, tumores,
Hemiplejía procesos infecciosos locales y fístula perianal.
Traumatismo de encéfalo Otros datos son impacción fecal, retención uri-
Alzheimer naria y hemorroides.
Parkinsonismo
Esclerosis múltiple
Psiquiátricas DIAGNOSTICO
Psicosis
Depresión El primer paso es la historia clínica completa,
Elusión de funciones fisiológicas
Farmacológicas
dentro de la cual se incluye la rectosigmoidos-
Hidróxido de aluminio copia; el segundo paso es el colon por enema
Antihipertensivos con doble contraste para detectar enfermeda-
Diuréticos des orgánicas o funcionales del intestino grue-
Antidepresivos so; en el tercer paso se practica colonoscopia,
Analgésicos
Loperamida
sólo indicada cuando se sospeche un padeci-
Sales de bismuto miento que requiera biopsia o mejor precisión
Sales de hierro diagnóstica.
Opiáceos En pacientes que no reaccionan a la tera-
Sedantes
Endocrinológicas
péutica inicial, con estreñimiento rebelde, se
Hipotiroidismo realizan uno o varios de los siguientes procedi-
Neuropatía diabética mientos:
Metabólicas Manometría anorrectal. Se introduce un ca-
Hipopotasemia
téter transanal hacia el recto para cuantificar
Uremia
Embarazo
las presiones de los cuatro cuadrantes, en des-
Desequilibrio electrolítico canso y en contracción, con el fin de identificar
altas presiones en momentos de reposo que
impiden la correcta relajación de los esfínteres;
también es posible descubrir anormalidades del
reflejo inhibitorio de la evacuación; la ausencia
tan la evacuación. Otras causas son la disminu- de este reflejo es característica de la enferme-
ción del péptido intestinal vasoactivo y las mo- dad de Hirschsprung.
dificaciones anatómicas o funcionales de los Tránsito del colon con marcadores radiopacos.
plexos mientéricos. Mide el tiempo que requieren los marcadores
para llegar desde la boca hasta el recto; en per-
CUADRO CLÍNICO sonas normales todos se expulsan en menos de
72 horas.
Es indispensable conocer la historia clínica com- Balón de látex transanal. Se inserta un ba-
pleta y averiguar cuándo comenzó el trastorno; lón de látex a través del ano para ubicarlo en el
250 Tubo digestivo bajo

Fig. 38-1. Enfermedad diverticular (causa de estreñimiento). Se observan espasmo intenso y múltiples divertículos
en colon.

recto; se insufla con 50 ml de agua, se pide al sas extracolónicas q u e a m e r i t a n t e r a p é u t i c a


paciente q u e trate de expulsarlo y se observa si específica.
p u e d e hacerlo o n o .
Sensación y capacidad rectal. Se introduce un
TRATAMIENTO
balón de látex y se infla l e n t a m e n t e para de-
t e r m i n a r la c a p a c i d a d del p a c i e n t e p a r a to- El tratamiento eficaz se basa en el diagnóstico
l e r a r l o ; el reflejo n o r m a l de la defecación exacto.
aparece a los 50 ml. La p r u e b a p r o p o r c i o n a in-
formación sobre la sensibilidad del recto. Las 1. Estreñimiento con motilidad n o r m a l del
personas con colitis espástica se sienten mal con colon. Se corrigen los hábitos dietéticos; se
la distensión. añade fibra a la alimentación a razón de 20
Gammagrafía rectal. Se introduce material a 30 g al día, a partir de frutas, verduras y
radiactivo en el recto j u n t o con un balón de cereales. Si es necesario se adicionan suple-
látex p a r a a p r e c i a r los cambios del á n g u l o mentos de fibra, con a b u n d a n t e ingestión
anorrectal, las modificaciones con los esfuerzos de líquidos.
y la compresión; las personas con alteraciones No se recomiendan los laxantes; la ci-
anatómicas del piso pélvico tienen un ángulo saprida p u e d e servir c o m o procinético in-
muy a g u d o . testinal.
lücctromiografía. Mide la actividad eléctrica 2. Estreñimiento con motilidad lenta del co-
del esfínter e x t e r n o y del músculo puborrectal, lon. U n a vez descartadas las anormalidades
así c o m o su contracción p o r el esfuerzo. Esta anorrectales, funcionales y orgánicas, está
técnica permite dilucidar si hay contracciones indicada la resección parcial del colon y
paradójicas. anastomosis del íleon al recto.
Defecografía. Se introduce bario en el recto 3. Alteraciones de la función del piso pélvico.
para observar las características de la defecación. El rectocele y el p r o l a p s o rectal exigen
operación.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL En caso de no presentar problemas ana-
tómicos, la terapéutica consiste en ejerci-
Ante todo d e b e n diferenciarse las causas orgá- cios para fortalecer el piso pélvico y rehabi-
nicas graves de e s t r e ñ i m i e n t o de neoplasias, litar la función (técnicas de biorretroali-
e n f e r m e d a d diverticular, megacolon, o de cau- mentación).
Capítulo 38 • Estreñimiento 251

4. Combinación de movimiento lento del co- nosis of idiopathic eonstipation. AmJ Gastroenterol
lon con mala función del piso pélvico. El 1996; 91:26-32.
tratamiento se inicia con biorretroalimen- Gardner VY, Beckwith JV, Hcyncman GA. Gisapride for
tación y, si no es suficiente, se indica la the treatmentof chronic idiopatic eonstipation. Ann
colectomía parcial con anastomosis del Pharmacother 1995; 29:1161-1163.
íleon al recto. Harari D, Gurwitz JH, Avorn J y col. Bovvel habit in re-
lation to age and gender. Findings from the National
El tratamiento quirúrgico requiere una in- Health Interview Survey and clinical implications.
dicación precisa; de lo contrario fracasa en for- Arch Intern Med 1996; 156:315-320.
ma estrepitosa. Los únicos laxantes recomen- Ho YH, Tan M, Goh HS. Clinical and phisiologic ef-
dables son los que aumentan el volumen de las fects of biofeedbaek in outlet obstruction eonstipa-
heces, como salvado, psyllium o metilcelulosa. tion. Dis Col Rec 1996; 39:520-524.
Loening BV. Biofeedbaek training in children with func-
COMPLICACIONES tional eonstipation. A critical review. Dig Dis Sci
1996; 41:65-71.
Las más comunes son impacción fecal, perfora- Loening BV. Encopresis and soiling. Pediatr Clin North
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lapso rectal. Longo WE, Woolsey RM, Vernaba AM y col. Cisapride
Las complicaciones por laxantes son neu- for eonstipation in spinal cord injured patients: a
monía por lípidos (provocada por purgantes preliminary report. J Spinal Cord Med 1995; 18:240-
con aceite mineral), lesión del plexo mientérico 244.
por antraquinona y retención urinaria. Lubowski DZ, Chcn FC, Kennedy MI. y col. Results of
colectomy for severe slow Iransit eonstipation. Dis
PRONOSTICO Col Rec 1996; 39:23-29.
Pinta H, Bowes KL.Jcwell LD. Long term results of total
Es bueno en la mayoría de los casos; es malo en abdominal colectomy for chronic idiopatic eonsti-
presencia de complicaciones, como la perfora- pation. Valué of preoperative assessment. Dis Col
ción del colon. El pronóstico para la función Rec 1996; 39:160-166.
depende del diagnóstico correcto, la edad del Quigley EM. Gastrointestinal motility testing a personal
individuo, los padecimientos agregados y la perspectiva Ir Med J 1995; 88:210-212.
capacidad del médico para plantear el proble- Reardon M, Coleman P, Twomey C y col. Rectal exami-
ma y tranquilizar al paciente. nation in hospital patients. Ir Med J 1995; 88:220-
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PROFILAXIS Romero Y, Evans JM, Fleming KG y col. Gonstipation
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Alimentación rica en fibra, acompañada de May Clin Proc 1996; 71:81-92.
abundantes líquidos, con horario apropiado Soybel DI. Colectomya as treatmenl of constipation.
(tres comidas al día con intervalo de seis ho- Gastroenterology 1996; 110:1666-1667.
ras) . Debe evitarse el abuso de laxantes y el ejer- Staiano A, Del Giudice E, Miele D y col. Cisapride in
cicio físico; si es posible deben suprimirse los neuiologically impaired children with chronic eon-
fármacos que produzcan poca motilidad coló- stipation. Dig Dis Sci 1996; 41:870-874.
nica. Takahashi T, Fitzgerald SD, Pembcrlon J H . Evaluation
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BIBLIOGRAFÍA Mex 1994; 59:133-138.
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Abcll TI., Werkman RF. Gastrointestinal motility disor- an elderly community: a study of prevalence and
ders. Am Fam Physician 1996; 53:895-902. potential risk factors. A m J Gastroenterol 1996;
Aslirai W, Park F, Lof J y col. An examinador) of the 91:19-25.
reliability oí reported stool frecueney in the diag-
Impacción fecal
Dr. Alejandro Cárdenas del Olmo
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN salvado o de semillas de tuna, bario oral o rec-


tal, anticonvulsivos y algunos agentes antidepre-
La impacción fecal es el e n d u r e c i m i e n t o de la sivos.
materia fecal q u e i m p i d e la evacuación. Las
heces funcionan c o m o un tapón sólido, casi
ANATOMÍA PATOLÓGICA
siempre ubicado en el recto, q u e d e t i e n e el
contenido intestinal; actúa en realidad como un Se identifica materia fecal seca y d u r a (como
c u e r p o e x t r a ñ o d e n t r o de la luz del colon. p i e d r a ) , que ocupa el recto, a veces el sigmoide
Casi todos los casos se presentan en ancia- y parte del colon d e s c e n d e n t e ; la mucosa sufre
nos, seguido de los niños p e q u e ñ o s y de los inflamación. En casos graves existe isquemia
pacientes con trastornos neurológicos. focal, ulceración y perforación.

CAUSAS PATOGENIA
La materia fecal se e n d u r e c e c u a n d o p e r m a n e - Al estacionarse las heces, las paredes del colon
ce estacionada d u r a n t e varios días en el sigmoi- c o n t i n ú a n absorbiendo líquidos hasta transfor-
de o en el recto p o r motivos orgánicos o funcio- marlas en u n a masa d u r a y sólida; con el paso
nales. de los días se agrega más cantidad y a u m e n t a el
diámetro y la longitud. A través de esa concre-
CLASIFICACIÓN ción p u e d e pasar algo de líquido q u e se elimi-
na por el ano, a veces con cierto g r a d o de in-
D e p e n d i e n d o de la causa, se divide en tres gru- continencia. La ocupación del rectosigmoide
pos: orgánica, funcional y farmacológica. provoca deseo de defecar, p e r o el esfuerzo del
Orgánica. Estrechez a n a t ó m i c a de naci- paciente es inútil; los plexos h e m o r r o i d a r i o s se
m i e n t o o yatrógena, fisura anal, hemorroides, ingurgitan, se presenta dolor leve y diversos sín-
n e o p l a s i a , p r o l a p s o rectal, e n f e r m e d a d d e tomas digestivos.
Hirschsprung, e n f e r m e d a d de Chagas, sección
de nervios pélvicos, anomalías de la médula CUADRO CLÍNICO
espinal, m e n i n g o c e l e , paraplejía, esclerosis
múltiple, parkinsonismo e intususcepción. Se e x p e r i m e n t a sensación de c u e r p o e x t r a ñ o
Funcional. Aporte i n a d e c u a d o de fibra en en el recto e imposibilidad para defecar, aun-
la dieta, falta de ejercicio físico, colon irritable, que p u e d e eliminarse escaso líquido c o m o si
megacolon idiopático, hipotiroidismo, hipopi- fuera u n a deposición diarreica, q u e e s c u r r e
tuitarismo, diabetes mellitus, feocromocitoma, e n t r e la masa y las paredes del colon. Se obser-
hipopotasemia, u r e m i a y porfiria. va distensión abdominal, dolores leves, vagos o
Farmacológica. Narcóticos, hidróxido de alu- cólico de poca intensidad, náusea, vómito y
minio, antiácidos con calcio, bloqueadores gan- anorexia.
glionares, intoxicación p o r plomo, mercurio, En la exploración física el dato más impor-
arsénico, fósforo, anticolinérgicos, ingestión de tante es la palpación de la materia fecal e n d u -

252
Capítulo 39 • Impacción fecal 253

recida al introducir los dedos por el ano; el COMPLICACIONES


esfínter suele estar hipotónico. Al palpar el
abdomen es posible a veces identificar el sig- Son poco frecuentes; la más grave es la perfora-
moide lleno, a manera de una tumoración alar- ción del colon. También se ha informado la
gada algo dolorosa, pero sin signos de irritación obstrucción urinaria y las complicaciones oca-
peritoneal; la percusión es mate en esa zona y sionadas por el médico al tratar de desimpactar.
timpánica en el resto.
PRONOSTICO
DIAGNOSTICO
Es bueno en la mayoría de los casos, siempre y
Debe apoyarse en primer lugar en la explora- cuando se establezca el diagnóstico temprana-
ción proctológica y después en la investigación mente, antes de que se presente alguna com-
de antecedentes de enfermedades o ingestión plicación.
de fármacos capaces de causar impacción. Es
útil la anoscopia o la rectosigmoidoscopia cuan- PROFILAXIS
do el cúmulo fecal está fuera del alcance del
dedo, además del tratamiento. En pacientes susceptibles deben administrarse
El laboratorio aporta pocos datos al princi- abundantes líquidos, promover la ambulación,
pio, sólo hasta que se presentan complicacio- suministrar dietas ricas en fibra, prevenir la
nes o en los cuadros de franca obstrucción in- impacción en el paciente que requiera interven-
testinal. Pueden ayudar las placas simples de ción quirúrgica y vigilar la evacuación pronta
abdomen, la ultrasonografía e incluso la tomo- en el posoperatorio. En niños debe tratarse
grafía axil computadorizada (TAC), aunque cualquier catisa de evacuación dolorosa y el
estas técnicas son necesarias únicamente para empleo de agentes procinéticos.
descartar otros padecimientos o en casos com-
plicados. BIBLIOGRAFÍA

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL Javors BR, Gould ES. Double anal canal: complication
of rectal fecalith. Radiology 1901; 179:687-688.
Debe descartarse tumor de ano, recto o sigmoi- Kokoszka J, Nelson R, Falconio M y col. Treatment of
de mediante la exploración digital y la rectosig- fecal impaction with pulsed inigation e n h a n c e d
moidoscopia. Asimismo, es indispensable averi- evacuation. Dis Col Rec 1994; 37:161-164.
guar si existen complicaciones locales o gene- Meinhardt W, Schuitemaker WE, Senimets GE! y col.
rales. Bilateral hydronephrosis, with urosepsis d u e to
negccted pessary. Urol Ncphrol 1993; 27:419-420.
TRATAMIENTO Partin JC, Hamil SK, Fischel JE y col. Painful defeca-
tion and fecal soiling in children. Pediatrks 1992;
Al principio debe intentarse la extracción de 89:1007-1009.
las heces con el dedo, sin practicar dilatación Pnet TA, Phen E, Hurts D y col. Pulsed inigation en-
del ano, ya que existe la posibilidad de provo- hanced evacuation. Arch Phy Med Rehabil 1991;
car un reflejo vagal. Si lo anterior no tiene éxi- 72:935-936.
to se indican las enemas con agua simple, agua Redel CA, Motil Kf, Bloss RS y col. Intestinal button
jabonosa o productos comerciales; su acción es implantation f'or obstipation and fecal impaction in
mecánica: se reblandecen las heces y se estimu- children. ] Pediatr Surg 1992; 27:654-656.
lan las paredes del recto por el líquido o por Shiniotsuma M, Tkahash T. Noguchi A v col. Intraop-
acción de los gases formados por los fármacos; erative cleaning of the impacted colon using endot-
se aplican a temperatura ambiente o ligeramen- racheal tubc. Dis Col Rec 1996; 39:241-242.
te tibias. Sonnenberg A, Tsou \ T , Muller AD. The institutional
De fracasar los anteriores recursos se ex- colon: a frequent colonic dvsmotilitv in psychiatric
traen las heces, bajo anestesia epidural o gene- and nemologic disease. Ara J Gastroentcrol 1994;
ral, con el espejo bivalvo o el rectosigmoidosco- 89:62-66.
pio. También se cuenta con aparatos de pulsa- Steiger WA, kinnev FR. A geriatic problem: fecal im-
ción de agua tibia a velocidad de 25 cm/seg, paction. Gut 1986; 283:27-29.
por ciclos de 1 a 4 seg, que están indicados en Stone HWH, Smith DP, Noe HX. Radiogí aphicallv docu-
ancianos o pacientes con trastornos neurológi- inented fecal impaction cansing peritoneal dialysis
cos. catheter mallunclion. J Urol 1995: 153:145-446.
Prolapso rectal
Dr. Mario Julio Montes Corral

INTRODUCCIÓN ción de la parte superior del recto no rebasa el


margen del conducto anal.
El prolapso rectal es el descenso circunferen-
cial del intestino a través del ano. Si únicamen-
te desciende la capa mucosa se denomina pro- CAUSAS
lapso incompleto; si descienden todas las capas
intestinales se conoce como prolapso com- En los niños se considera que la ausencia de la
pleto. curvatura anterior del sacro predispone a la
enfermedad, ya que en posición sedente o de
Algunas veces puede presentarse el descen-
pie el recto y el ano están dispuestos en línea
so circunferencial de la parte alta del recto o
recta. Otro factor es la falta de fijación del rec-
del rectosigmoide en la luz del recto sin llegar
to a la cara anterior del sacro.
a rebasar el conducto anal, en cuyo caso se lla-
ma prolapso interno o procidencia oculta. En el adulto el prolapso incompleto puede
ser secundario a otras afecciones, como hemo-
Es un padecimiento común en cualquier
rroides internas de tercer grado o pólipos, o
edad de la vida, con predominio en los extre-
mos, y es más frecuente en niños y en ancianos. posterior a esfinterotomía interna.
En los niños casi siempre es mucoso. En el adul- El prolapso completo se debe a la fijación
to es de tipo completo, o procidencia, por debi- inadecuada del recto y a la pérdida de la resis-
lidad de las estructuras perineales; también tencia de las estructuras del piso pélvico, que
ocurre en mujeres sin hijos y en varones en todas ceden a la gravedad y a la presión de la cavidad
las edades. abdominal.
En ocasiones puede presentarse en muje-
res con prolapso uterino completo, así como ANATOMÍA PATOLÓGICA
también en pacientes con trastornos mentales
y en los ancianos recluidos en asilos. Tobin y Se observa falta de fijación del recto hacia el
Scott, en una serie de 49 pacientes, establecie- sacro, diastasis o hipotonía de los músculos ele-
ron una relación del prolapso rectal con el vadores del ano, así como hipotonía o relaja-
adenoma velloso y el carcinoma escamoso. Por ción del esfínter anal externo.
último, también se ha encontrado en homo- Leighton y colaboradores han comproba-
sexuales. do en estudios de manometría anorrectal que
El prolapso rectal predomina en el sexo en el prolapso existe hipotonía del esfínter anal
femenino en 80 a 84%. Respecto de la edad es y las biopsias han demostrado la presencia de
más frecuente en niños y en ancianos; en el procesos infiltrativos que afectan la muscular de
varón se presenta en cualquier etapa de la vida. la lámina propia del recto.
Desde el punto de vista anatómico puede
ser incompleto o parcial, cuando sólo incluye PATOGENIA
la mucosa, o completo (procidencia), cuando
comprende todas las paredes del recto. Este Sobre las alteraciones anatómicas inciden cau-
último a su vez puede ser parcial, si la invagina- sas que precipitan el prolapso, como los esfuer-
254
Capítulo 40 • Prolapso rectal 255

zos excesivos para la defecación, el uso de pur-


gantes y el estreñimiento que eleva la presión
intraabdominal y que la transmite al fondo del
saco pélvico, a la pared del recto y al perineo.
En las mujeres la multiparidad y los partos de
productos voluminosos debilitan las estructuras
perineales; esto favorece la falta de sostén de
los órganos pélvicos y a su vez la pérdida de tono
del esfínter anal externo, que permite la pro-
trusión de la pared anorrectal a través del canal
anal.
Farouk y Duthie demostraron por electro-
miografía y manometría en un estudio de 35
pacientes la baja presión del esfínter anal inter-
no en los individuos con prolapso rectal.

CUADRO CLÍNICO
En los niños la madre refiere la presencia de
una masa anal durante la defecación que se
reduce después (sólo en un pequeño porcenta-
je permanece exteriorizada). Para corroborar
la presencia del prolapso, el clínico necesita
estimular el reflejo de la defecación con un
supositorio de glicerina.
En el adulto se acompaña por lo general
de un grado moderado de incontinencia esfin-
teriana que causa expulsión de moco, a veces
sanguinolento, que mancha la ropa interior. El Fig. 40-1. Vista dorsal de prolapso rectal completo en
enfermo puede acusar dificultad para regular una mujer multípara de 58 años.
la actividad intestinal y no experimenta la sen-
sación normal que le incita a defecar; sólo des-
pués de varios esfuerzos logra eliminar coproli-
tos o en ocasiones los expulsa al caminar. El tacto). A la palpación llama la atención la pér-
paciente puede ingerir laxantes y no puede dida de tono del esfínter anal, así como la falta
controlar la diarrea; ésta lo incapacita y lo aisla de molestia durante el tacto rectal, que puede
de la sociedad, algunas veces con repercusio- admitir hasta dos o tres dedos. En seguida se
nes psicológicas. indica la contracción de la pared abdominal
Al inicio del prolapso la masa solamente haciendo esfuerzo como en la defecación y esto
sobresale al defecar, pero después también revela el prolapso. En el caso de la variedad
durante el esfuerzo y, por último, en la deam- parcial o del prolapso completo que no rebasa
bulación; el trastorno se acompaña de ulcera- el margen anal se puede practicar anoscopia o
ciones con secreción mucosanguinolenta que rectosigmoidoscopia para confirmar el diagnós-
mancha la ropa. Más adelante el prolapso pue- tico.
de agrandarse y tornarse irreductible a las ma-
niobras que efectúa el paciente, lo cual consti- DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
tuye una verdadera emergencia quirúrgica (figs.
40-1 y 40-2). En los casos menores o en el prolapso incom-
pleto debe establecerse el diagnóstico diferen-
DIAGNOSTICO cial respecto de hemorroides internas de ter-
cer grado, en las que el tono esfinteriano es
A la inspección puede ser evidente; sin embar- normal y en las que la anoscopia y el esfuerzo
go, cuando es reductible, al separar las nalgas muestran un prolapso mucoso diferente. Debe
se aprecia el orificio anal abierto (en condicio- diferenciarse también de los prolapsos por pó-
nes normales los pliegues anales están en con- lipos y tumores en los que la rectosigmoidosco-
256 Tubo digestivo bajo

abdominal de Ripstein, que es la fijación del


recto a la cara anterior del sacro con malla de
Mersilene; esta técnica corrige el prolapso, pero
los pacientes cursan con estreñimiento e incon-
tinencia parcial posoperatoria. Siprouthis y co-
laboradores, en un estudio de 12 pacientes,
demostraron con manometría y tránsito coló-
nico el retraso de este último después de la
rectopexia. Senapati y colaboradores han difun-
dido el procedimiento perineal de Delorme, que
consiste en la resección de la mucosa rectal
prolapsada y plicatura del recto; esta modalidad
tiene buenos resultados y controla la inconti-
nencia en 59% de los casos. En pacientes con
fallas después de procedimiento abdominal y
con cerclaje, Verhelst comunica buenos resul-
tados con el procedimiento perineal, con des-
aparición de la incontinencia en un 56 por cien-
to.
Oliver y colaboradores publicaron una se-
rie de 41 pacientes tratados con procedimiento
de Delorme con anestesia local y mejoraron la
continencia hasta en un 86 por ciento.

COMPLICACIONES
Las más frecuentes son la ulceración y la hemo-
rragia, aunque en ciertos pacientes puede pre-
sentarse la estrangulación, con sufrimiento vas-
Fig. 40-2. Vista lateral de prolapso total masivo. (Con
cular y necrosis que amerita resección rectosig-
autorización de Rev Gastroenterol Mex 1982;47:204.)
moidea.

pia, el colon por enema y la biopsia son deter- PRONOSTICO


minantes.
Por lo regular es benigno; sólo empeora si exis-
Es difícil diferenciarlo del síndrome de úl-
ten complicaciones que requieran resección
cera rectal solitaria, en la que también existe
urgente.
prolapso mucoso y en la que, inclusive, la biop-
sia revela destrucción de la lámina propia por
fibroblastos y fibras colágenas. PROFILAXIS
Deben cuidarse los hábitos de defecación regu-
TRATAMIENTO
lar; en casos de estreñimiento son recomenda-
Es aconsejable en los niños menores corregir el bles la dieta con fibra y el uso de mucílagos. En
estreñimiento con dietas adecuadas y evitando la mujer deben evitarse la multiparidad y los
el uso excesivo de laxantes. Schepens y Verhelst partos con productos macrosómicos que debili-
describieron el procedimiento de Ekehorn para tan la estática perineal; son aconsejables asimis-
reparar el prolapso: se reduce manualmente el mo los ejercicios en el posparto para mejorar el
prolapso mucoso y se fija con seda desde la luz tono muscular del perineo.
del recto hasta la unión sacrococcígea, por
ambos lados, trasladando todas las partes blan- BIBLIOGRAFÍA
das hasta la piel, en donde se anudan ambas
sedas a una almohadilla o cojinete. Senapati A, Nicholls M, Thomson MS y col. Results of
En el adulto se han descrito varios procedi- Delormc's procedure for rectal prolapso. Dis Col Rec
mientos de reparación; el más común es la vía 1994; 37:456-460.
Capítulo 40 ' Prolapso rectal 257

Farouk GS, Duthie AB. Rectoanal inhibition and incon- Schepens A, Verhelst A. Reappraisal of Ékehorn's recto-
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Cáncer de colon
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López

INTRODUCCIÓN glaterra, llega a tener 30 fallecimientos o más


por cada 100 000 habitantes.
El cáncer de colon es la neoplasia maligna más La frecuencia a u m e n t a con la edad: después
frecuente del tubo digestivo; se ha vinculado de los 40 años es más c o m ú n y alcanza su mayor
desde las observaciones de Burkitt con u n a die- impacto e n t r e los 60 y 70 años de e d a d . De
ta baja en residuo vegetal. Desde entonces, y a c u e r d o con los resultados recientes del Insti-
en especial d u r a n t e las últimas dos décadas, se tuto Nacional del Cáncer en Estados Unidos,
h a n h e c h o progresos sustanciales en el enten- las personas mayores de 65 años poseen un ries-
d i m i e n t o de la relación e n t r e los constituyen- go 10 veces mayor de desarrollar cáncer q u e las
tes de la dieta y el desarrollo de cáncer colo- personas más jóvenes.
rectal; sin e m b a r g o , todavía son limitados los La distribución del cáncer en el colon ha
avances en la sobrevida y el estadio clínico al mostrado en los últimos 30 años u n a traslación
m o m e n t o del diagnóstico de la enfermedad. progresiva hacia el colon a s c e n d e n t e desde el
Las poblaciones con incidencia elevada de recto y el sigmoide distal; esto se observa en la
cáncer de colon se caracterizan p o r un alto con- actualidad sólo en la mitad de los casos, p e r o
s u m o de grasas en sus dietas, grasas que pue- en 1974 se informaba que tres de cada cuatro
d e n ser un factor de riesgo en ausencia de otros cánceres colorrectales estaban al alcance del
alimentos q u e se consideran protectores, c o m o sigmoidoscopio.
cereales, granos y fibra vegetal. En los países El cáncer de recto es más frecuente en va-
occidentales el cáncer colorrectal ocupa el se- rones que en mujeres en u n a p r o p o r c i ó n de 2
g u n d o lugar en frecuencia y mortalidad después a 1; en cambio, el cáncer de colon muestra prác-
del p u l m o n a r . ticamente la misma incidencia p o r sexos.
El cáncer de colon y recto causa a l r e d e d o r La clasificación del cáncer colorrectal de-
de 60 000 m u e r t e s al a ñ o en Estados Unidos; p e n d e de la extensión del crecimiento local, pe-
además, se detectan más de 100 000 casos nue- netración de la p a r e d intestinal y la presencia o
vos en ese mismo lapso. Por otra parte, existen ausencia de diseminación linfática; ésta es la que
diferencias en la frecuencia entre la población habitualmente se conoce c o m o clasificación de
blanca y la de raza negra también en ese mismo Dukes. Dukes, a n a t o m o p a t ó l o g o inglés, ideó
país; la p r i m e r a tiene u n a tasa de mortalidad esta clasificación en 1932 c o m o un instrumen-
de 25 decesos p o r cada 100 000 habitantes y la to confiable para pronosticar los casos de carci-
s e g u n d a de m e n o s de 20 p o r cada 100 000 ha- n o m a colorrectal. En 1954 Astler y Coller mo-
bitantes. dificaron la clasificación original al subdividir
Asimismo, la incidencia varía de un país a los tipos B y C en dos subtipos cada u n o ; ésta es
otro; las poblaciones más desarrolladas, con ex- quizá la modificación mejor conocida.
cepción de J a p ó n , poseen la incidencia más alta La clasificación es la siguiente: tipo A, le-
d e esta e n f e r m e d a d . E u r o p a o c c i d e n t a l , e n siones limitadas a la mucosa; tipo B 1 , lesiones
países c o m o Escocia, Dinamarca, Bélgica e In- que alcanzan la muscular propia p e r o q u e no la
Capítulo 41 • Cáncer de colon 259

atraviesan, con ganglios negativos; tipo B2, le- dos hasta ácidos secundarios, como el ácido
siones que atraviesan toda la muscular propia, desoxicólico y litocólico, que al parecer son
con ganglios negativos; tipo C1, lesión limitada cancerígenos.
a la pared intestinal con ganglios positivos, y tipo La aparición de cáncer colorrectal puede
C2, el tumor atraviesa todas las capas con gan- ser el resultado de factores tanto genéticos como
glios positivos. La supervivencia a cinco años, ambientales individuales. Se han sugerido múl-
según la clasificación de Dukes, es: tipo A 80%, tiples factores que pudieran tener impacto, ya
tipo B 60% y tipo C 30 por ciento. sea provocando la enfermedad o creando de-
Aproximadamente el 10% de las lesiones fensas contra ella. Se ha considerado la dieta
no es resecable en el momento de la interven- rica en fibra vegetal como un factor protector
ción quirúrgica y un 20% adicional evidencia que diluye los elementos carcinógenos que
metástasis hacia el hígado u otros sitios más entran en contacto con la mucosa intestinal.
distantes. Ninguna de estas clasificaciones in- En fechas recientes se investigaron algunos
cluye la etapa D, que corresponde a los pacien- micronutrimentos que pueden intervenir favo-
tes con metástasis a distancia o con tumores que rablemente en la protección contra el cáncer
no pueden extirparse en forma local. de colon, como la genisteína, la isoflavona y el
En 1977 el American Joint Committee for ácido fólico. Se ha sostenido incluso que la luz
Cáncer Staging and End Results Reporting dio solar puede desempeñar una función importan-
a conocer un sistema de clasificación basado en te en el retardo de la progresión del cáncer al
la utilización de las letras TNM (T = tumor, N = favorecer la aparición de vitamina D3, que in-
ganglio, M = metástasis), que es más detallado duce la diferenciación y retarda la proliferación
pero difícil de recordar; en la actualidad se si- de algunos tipos de células neoplásicas; lo cier-
gue empleando todavía la clasificación propues- to es que hasta el momento se desconoce el
ta por Dukes en 1932, con algunas variantes. factor etiológico preciso que ocasiona la enfer-
medad.
CAUSAS
ANATOMÍA PATOLÓGICA
Se desconocen aunque se han definido varios
factores íntimamente relacionados con la en- El cáncer colorrectal puede localizarse en cual-
fermedad, entre ellos la predisposición genéti- quier punto del colon o del recto, aunque
ca (bien reconocida en personas con poliposis muestra referencia por el recto y la porción sig-
familiar); existe también un síndrome de cán- moidea del colon (fig. 41-1, color). Los cánce-
cer familiar en el cual la tendencia a desarro- res sincrónicos múltiples de colon, es decir dos
llar cáncer de intestino grueso se transmite en o más tumoraciones simultáneas, se encuentran
forma autosómica dominante. Otros factores en un 3 a 4% de los pacientes; por su parte, el
predisponentes son: colitis ulcerosa, colitis es- cáncer metacrono, esto es, una nueva lesión
quistosomiásica, exposición a radiaciones, póli- primaria en un paciente que tuvo resección
pos colorrectales, presencia de ureterocolosto- previa por cáncer, tiene una frecuencia del 2
mía y síndrome de Gardner, que también pue- por ciento.
de generar adenocarcinomas; también los ade- A nivel macroscópico el cáncer colorrectal
nomas vellosos se relacionan en muchos casos adopta una de las cuatro formas siguientes: ul-
con carcinoma invasor. La impresión clínica ceroso, polipoide, escirroso o coloide. El cán-
actual es que la mayoría de los adenocarcino- cer ulceroso es el más frecuente y aparece so-
mas de colon tiene su origen en pólipos adeno- bre la mucosa intestinal como una ulceración
matosos, adenomas papilares y adenomas vello- con características malignas y borde prominen-
sos preexistentes. te con base necrosada; es más común en el colon
Estudios en heces fecales demuestran que izquierdo y tiende a producir obstrucción de la
las poblaciones con alta ingestión de grasas ani- luz. Es posible que en su crecimiento la úlcera
males en su dieta eliminan heces con concen- ocupe toda la circunferencia del intestino, en
traciones más elevadas de bacterias anaerobias, cuyo caso el aspecto exterior del tumor es muy
bacteroides y microorganismos de tipo clostri- característico: parece como si el intestino hu-
dio, y que secretan con la bilis mayores cantida- biera sido constreñido por una ligadura.
des de esteroides ácidos y neutros. Se piensa La variedad polipoide es más frecuente en
que estas bacterias anaerobias son carcinógenas; el colon derecho y se distingue por una gran
las bacterias degradan ácidos biliares conjuga- masa tumoral intraluminal con escasa infiltra-
260 Tubo digestivo bajo

ción parietal. El cáncer escirroso se localiza cáncer primario de colon se ha calculado en 620
preferentemente en la unión rectosigmoidea días, lo cual sugiere que son necesarios muchos
o en el recto y se presenta como un engrasa- años de crecimiento silencioso antes de que un
miento difuso de la pared intestinal cubierto cáncer alcance el tamaño necesario para gene-
en su mayor parte por mucosa intacta. Final- rar síntomas.
mente, el cáncer coloide es un tumor blando y En el colon derecho los datos clínicos fun-
voluminoso, con aspecto gelatinoso muy carac- damentales son: dolor abdominal, síndrome
terístico. anémico y tumor palpable. El paciente acude al
Desde la perspectiva microscópica el 95% médico por síntomas producidos por el síndro-
de los tumores malignos de colon y recto co- me anémico, tales como astenia, fatiga y sensa-
rresponde a adenocarcinomas; el 5% restante ción de falta de aire, ocasionados éstos por la
incluye linfomas, sarcomas y tumores carcinoi- pérdida crónica e inadvertida de sangre en las
des. heces.
El colon derecho tiene un calibre grande,
PATOGENIA pared delgada y distensible y la corriente fecal
es líquida; debido a esto, y puesto que el carci-
La propagación del cáncer colorrectal se reali- noma de colon derecho tiende a crecer en for-
za de la siguiente forma. Puede diseminarse por ma de hongo, estas lesiones pueden alcanzar
extensión directa: por vía hematógena puede un gran tamaño antes de ser diagnosticadas. En
invadir las venas colónicas y ser transportado aproximadamente 10% de los pacientes la pri-
por la sangre venosa portal hacia el hígado, que mera evidencia de la enfermedad es el descu-
es la vía más común, aunque no la única (ya brimiento de una masa tumoral (fig. 41-2,
que puede embolizar a través de venas lumba- color).
res y vertebrales hacia los pulmones), de dise- El colon izquierdo tiene menor calibre que
minación hematógena. el derecho y las heces son semisólidas; los datos
Puede extenderse por vía linfática a gan- clínicos fundamentales son dolor, hemorragia
glios regionales, que es la forma más común de y las alteraciones del hábito intestinal, que se
diseminación del tumor. Pueden también ocu- observan en más de la mitad de los casos y que
rrir metástasis gravitacionales cuando el tumor se deben a la disminución del calibre de la luz
se ha extendido a través de la serosa y las célu- intestinal originada por el tumor. Suele existir
las son transportadas hacia la cavidad peritoneal. dolor abdominal de tipo cólico relacionado con
Existe también la diseminación perineural el incremento del peristaltismo proximal al tu-
que se relaciona con un mal pronóstico y, final- mor; la hemorragia es común pero rara vez es
mente, las metástasis intraluminales que son masiva; las heces pueden estar marcadas con
siembras a distancia de células tumorales, ba- rayas sanguinolentas o mezcladas con sangre
rridas junto con la corriente fecal. roja o de color pardo.
El cáncer de recto se propaga de igual for- Puede presentarse obstrucción completa sin
ma por extensión directa, por diseminación lin- síntomas previos o pueden existir anteceden-
fática, por vía hematógena y por extensión pe- tes de estreñimiento progresivo que alterna con
rineural. crisis diarreicas, probablemente en relación con
la licuefacción de las heces retenidas por enci-
CUADRO CLÍNICO ma del tumor. Pocas veces puede palparse el
tumor pues antes de alcanzar dimensiones sufi-
Los síntomas varían con la localización, tipo y cientes para ello provoca casi siempre obstruc-
tamaño del tumor; se han apuntado diferencias ción intestinal.
entre carcinomas de colon izquierdo y colon En el cáncer de recto el signo clínico esen-
derecho, considerando que el límite entre el cial son las rectorragias que se observan en 75%
colon izquierdo y el derecho es la parte distal de los pacientes. Por lo regular acompañan a la
del colon transverso; estas diferencias se rela- defecación, aunque en ocasiones el enfermo
cionan con el origen embriológico de cada seg- expulsa solamente sangre. Cada vez que ocurre
mento, riego sanguíneo, función, contenido hemorragia rectal, aun en presencia de alguna
fecal y variedad de la lesión. lesión benigna como hemorroides, debe descar-
El adenocarcinoma de colon y recto tiene tarse la posibilidad coexistente de cáncer.
una tasa relativamente lenta de crecimiento; el Es notoria la ausencia de dolor, pero es fre-
tiempo promedio de duplicación biológica del cuente el tenesmo rectal; la alteración del hábi-
Capítulo 41 • Cáncer de colon 261

to intestinal se presenta en la mitad de los casos.


La palpación del tumor es positiva en seis de
cada 10 pacientes por tacto rectal.
La afectación del estado general suele ser
mayor en el cáncer de colon derecho cuan-
do se vincula con el síndrome de anemia cró-
nica.
Existen también formas asintomáticas que
ocurren en menos del 5% de los casos en las
que el tumor es un hallazgo casual en una ex-
ploración radiológica o endoscópica realizada
con otros fines. También se observan datos clí-
nicos relacionados con invasión a estructuras
vecinas, como cistitis, uretritis, radicultisy otras,
y datos clínicos de metástasis peritoneales (o a
otros órganos), como hepatomegalia, ascitis e
ictericia.

DIAGNOSTICO
El examen rectal es obligatorio en todos los
pacientes, pero más en aquéllos con sospecha
clínica de cáncer colorrectal; el tacto rectal y la
exploración con rectosigmoidoscopio y toma de
biopsia confirma en su caso el diagnóstico en la
mitad de los pacientes. La fibrocolonoscopia Fig. 41-3. Radiografía de colon con doble contraste
permite explorar la totalidad del marco cólico (aire-bario); se aprecia como "anillo de servilleta" una
y llegar a cualquier punto del colon; además, zona de estrechamiento por cáncer de colon.
puede recoger biopsias y efectuar lavados citoló-
gicos que confirman o descartan la enfermedad
en los casos en los que la lesión se ubica más valor pronóstico y es de utilidad en el escruti-
allá del alcance del rectosigmoidoscopio o en nio de la población general.
los que las imágenes radiológicas de colon de-
recho o izquierdo son dudosas.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El examen radiológico con enema de bario
(fig. 41-3) es útil para el diagnóstico de la en- La mayoría de los errores en el diagnóstico son
fermedad y debe realizarse con el fin de excluir cometidos cuando los datos clínicos se atribu-
lesiones sincrónicas, inclusive cuando el cáncer yen a padecimientos benignos; en tales casos
es palpable o visible al endoscopio; sin embar- los pacientes pueden ser operados por algún
go, este estudio no es confiable para identificar trastorno anorrectal benigno en presencia de
cáncer de recto (dichos crecimientos se detec- un tumor inadvertido. Se cree que hasta en 25%
tan con mayor precisión mediante palpación y de los pacientes se comete un error inicial con
endoscopia). el cáncer de colon y recto después de la apari-
Una vez obtenido el diagnóstico histológi- ción de los síntomas gastrointestinales. Los pro-
co se recomiendan los estudios específicos para blemas de diagnóstico diferencial se plantean
cuantificar el avance de la enfermedad: tomo- sobre todo en los siguientes trastornos: colitis
grafía axil computadorizada, telerradiografía de ulcerosa, colitis granulomatosa, colitis isqué-
tórax, gammagrafía hepática, rastreo ultrasono- mica, enfermedad diverticular, amibiasis y, aun-
gráfico, urografía excretora, y otros. que más raro, absceso apendicular.
La elevación del antígeno carcinoembrio-
nario no se relaciona específicamente con el TRATAMIENTO
cáncer colorrectal, si bien las cifras son altas en
70% de estos enfermos, aunque sólo menos del La escisión es el recurso terapéutico más eficaz
50% de los pacientes con tumoración localiza- contra al cáncer colorrectal y debe practicarse
da tiene dicho antígeno. Este antígeno posee lo más pronto posible luego de establecer el
262 Tubo digestivo bajo

diagnóstico. Se lleva a cabo resección quirúrgi- PRONOSTICO


ca amplia de las lesiones y de su desagüe linfá-
tico regional después de preparar el colon. La El pronóstico del cáncer colorrectal depende
elección de una determinada técnica quirúrgi- de la extensión de la enfermedad al momento
ca depende de factores como: porción afectada del tratamiento. Pese a ciertas mejoras en los
de intestino, daño de la vascularización sanguí- últimos años, los índices globales de superviven-
nea y linfática, presencia o ausencia de obstruc- cia para todos los pacientes con cáncer de in-
ción, metástasis a distancia y estado del pacien- testino grueso han permanecido prácticamen-
te. Antes de cualquier manipulación quirúrgi- te inalterables durante varias décadas; la razón
ca del tumor se recomienda la ligadura tempra- de esto puede ser que el estadio en el que por
na de las venas regionales, la ligadura alta de regla general se descubren los tumores no ha
arterias y linfáticos y la oclusión de la luz del cambiado (en promedio, alrededor del 50% o
colon proximal y distal al tumor. más de los sujetos con cáncer de intestino grue-
so presentan ya metástasis en ganglios linfáti-
Según sea la localización del tumor se elige
cos regionales cuando se diagnostican). La tasa
la técnica quirúrgica. Si éste se encuentra en
global de supervivencia para todas las etapas es
ciego o colon ascendente se efectúa hemicolec-
de 35% a 5 años.
tomía derecha; si la tumoración se ubica en
colon descendente y sigmoide proximal se rea-
liza hemicolectomía izquierda. Cuando la lesión PROFILAXIS
se sitúa en la flexura hepática o en la porción
proximal del colon transverso se recomienda El cáncer colorrectal es una enfermedad previ-
practicar una hemicolectomía derecha amplia- sible cuando se encuentra una lesión premalig-
da. En las neoplasias de la región rectosigmoidea na y curable si se identifica en una fase tempra-
el procedimiento de elección es la resección na. La pregunta hoy en día es: ¿cómo detectar
anterior baja; en caso de que el cáncer se loca- a tiempo las lesiones? La Sociedad Americana
lice en el recto se prefiere la resección abdomi- del Cáncer y otros grupos se han pronunciado
noperineal. en favor de exámenes rectales anuales a partir
Como complemento de la operación o co- de los 40 años, así como la búsqueda de sangre
mo tratamiento exclusivo en los casos en que la oculta en heces, también cada año, y la sigrnoi-
intervención esté contraindicada o sea recha- doscopia cada tres a cinco años a partir de los
zada por el paciente, existen otras formas de 50. Se considera que con estos lincamientos se
terapéutica, como la radioterapia, la quimiote- puede reducir la mortalidad por cáncer de co-
rapia con 5-fluoruracilo y levamisol, principal- lon. La historia natural del cáncer colorrectal
mente, o la electrocoagulación. ofrece la oportunidad de prevenirlo y la tecno-
logía moderna provee algunas herramientas
efectivas para tal fin.
COMPLICACIONES
La obstrucción, perforación y hemorragia ele- BIBLIOGRAFÍA
van notablemente el riesgo de morbimortalidad
en virtud de que el paciente debe ser interveni- Balibrea CJC. Tratado de cirugía, vol. 2. España: Edito-
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aunque por lo regular se reseca el segmento Xutr Cáncer 1994; 21:113-131.
afectado y se exterioriza el segmento proximal Nora PF. Cirugía general. 2a ed. España: Salvat 1985:
como una colostomía; si no se puede extirpar 536-542.
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Capítulo 41 • Cáncer de colon 263

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Tumores benignos
del colon
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN ren habitualmente dietas abundantes en alimen-


tos refinados carentes de fibras vegetales. Enca-
Los tumores benignos del colon son neoplasias bezan la lista de mayor incidencia Estados Uni-
localizadas en la luz del intestino grueso, con dos, Europa Occidental y Australia; son menos
contenido histológico y comportamiento clíni- frecuentes en México y Sudamérica.
co benignos, que se manifiestan como una pro- Es raro encontrar pacientes menores de 30
trusión visible de la mucosa colónica. años de edad con estos tumores. En estadísticas
La palabra pólipo se usa en forma errónea sajonas son más frecuentes entre los 60 y 80
como sinónimo de tumor benigno del colon; es años; en México, en cambio, la incidencia se
así porque no todos los pólipos son benignos, eleva a partir de la quinta década. La relación
no todos constituyen tumores ni todos los tu- varón-mujer varía entre 1.4:1 y 1.6:1.
mores benignos son polipoides.
La trascendencia de los tumores benignos,
no sólo para el especialista sino también para el
médico general, radica en los siguientes facto-
res:

1. Algunos tienen alta posibilidad de maligni-


zarse
2. La calidad del diagnóstico diferencial de-
pende del conocimiento de estos tumores
3. El pronóstico y su vigilancia guardan rela-
ción con la posibilidad de convertirse en
malignos
4. En todo tipo de hemorragia del tubo diges-
tivo bajo es necesario descartarlos

Los procedimientos de exploración moder-


nos identifican tumores que antes pasaban
inadvertidos; esto, además de las posibles rela-
ciones de los tumores benignos con el cáncer,
es de enorme relevancia para médicos genera-
les, gastroenterólogos y cirujanos (fig. 42-1).
El mayor número de pacientes con estos
trastornos se encuentra en países occidentales Fig. 42-1. Pólipo benigno del colon viMo a través de
desarrollados, en los que los habitantes ingie- colonoscopia. (Cortesía del Dr. Avendaño.)

264
Capítulo 42 • Tumores benignos del colon 265

Existen diversas clasificaciones de los tumo- vellosos tienen forma piramidal, con base de
res benignos de colon. La más aceptada en la implantación amplia y con alta frecuencia de
bibliografía médica mundial se presenta en el malignización. Esto hace pensar que cuanto más
cuadro 42-1. largo sea el pedículo menores serán las posibi-
lidades de malignidad. En el 75% de las veces
los tumores se localizan en las partes finales del
CAUSAS colon. El 75% corresponde a adenomas de tipo
Se han propuesto varias teorías para explicar el tubular y menos del 10% a vellosos (fig. 42-2).
origen de los tumores benignos. Dos factores,
sin embargo, parecen determinantes: PATOGENIA
Factores genéticos. La poliposis familiar ade-
nomatosa tiene carácter autosómico domi- Las células epiteliales del colon y recto se re-
nante; el defecto genético se ubica en el cro- nuevan constantemente en forma ordenada;
mosoma 5 y se detecta en 100% de los pacien- cuando se origina un tumor benigno surgen
tes; la dominancia autosómica aparece en 50% brotes de células menos diferenciadas que pe-
de la descendencia, mientras que 10 a 20% es netran el tejido de granulación para formar
resultado de mutación espontánea. Todos los criptas glandulares. Por alguna razón no siguen
pacientes con el defecto genético desarrollan creciendo indefinidamente y permanecen de
cáncer de colon en la quinta década de la vida tamaño pequeño, sin alterar las funciones del
si no reciben tratamiento. órgano; sin embargo, cuando los brotes son
Factores dietéticos. Las neoplasias malignas numerosos, modifican la motilidad y cambian
son infrecuentes en países donde la dieta inclu- los hábitos de la evacuación intestinal. También
ye abundante fibra; esto puede extrapolarse a pueden erosionarse y ocasionar hemorragias.
los tumores benignos. Algunos tumores benignos cursan con ma-
nifestaciones extraintestinales que hacen supo-
ner que se trata de enfermedades de carácter
ANATOMÍA PATOLÓGICA general y no locales del colon; es el caso del
síndrome de Gardner, en el que además exis-
Los pólipos varían de tamaño: desde unos po- ten anomalías dentales, fibromas, osteomas,
cos milímetros hasta 10 cm. Casi nunca son tan tumores desmoides y quistes epidermoides. En
grandes como para ocluir la luz del colon; la el síndrome de Turcot se observan tumores del
mayoría mide menos de 1 cm. A mayor tama- sistema nervioso central; en la poliposisjuvenil
ño, mayores posibilidades de malignidad. se presentan malformaciones congénitas y ane-
Los epiteliales parecen pequeñas esferas mia. En estos padecimientos no están del todo
bien circunscritas, en tanto que los adenomas claros los mecanismos patógenos.

Cuadro 42-1. Clasificación de los tumores CUADRO CLÍNICO


benignos de colon
La mayoría de los tumores benignos del colon
Epiteliales carece de síntomas; el principal dato es la he-
Tubular
morragia de color rojo, escasa, o sólo sangre
Adenomas Túbulo velloso
Velloso oculta en heces, además de los cambios intesti-
Pólipos metaplásicos nales, como diarrea o estreñimiento y dolor
Síndrome de Gardner cólico leve. Por su parte, los adenomas vellosos
Poliposis familiar adenomatosa Síndrome de Turcot suelen tener abundante secreción mucosa y a
Poliposis familiar coli
veces prolapsan a través del recto. El síndrome
Mcsodérmicos de Gardner aparece en 1 de cada 10 000 perso-
Leiomiomas
Lipomas
nas; se acompaña de osteomas del cráneo, man-
Hemangiomas díbula y huesos largos, tumores desmoides, que
Linfoma benigno son graves cuando se ubican en el mesenterio
Tumores raros (ya que comprimen grandes vasos y uréteres),
Himartomas anormalidades dentales (quistes mandibulares,
Enfermedad de Peutz-Jeghers dientes impactados o supernumerarios), quis-
Poliposis juveniles tes sebáceos y epidermoides, lipomas, fibromas
266 Tubo digestivo bajo

Fig. 42-2. Pieza quirúrgica con adenoma velloso del recto. (Cortesía del Dr. Cruz Ortiz.)

y neoplasias tiroideas, hepáticas y de vías biliares. DIAGNOSTICO


Las lesiones extraintestínales pueden aparecer
años antes de las del colon. Además de identificar los síntomas es indispen-
El síndrome de Turcot es raro; se caracteri- sable el tacto rectal y la rectosigmoidoscopia, ya
za por tumores del colon y neoplasia maligna que buen número de tumores está al alcance
del sistema nervioso central, del tipo medulo- ele estos estudios. El colon por enema de bario
blastoma o glioblastoma, que es la causa princi- con doble contraste permite identificar las le-
pal del deceso. Los pólipos pueden ser adeno- siones en todo el órgano. La colonoscopia tie-
matosos o vellosos, con síntomas secundarios a ne función diagnóstica y terapéutica por la
los del sistema nervioso central. posibilidad de resecar los pólipos.
El síndrome de Peutz-Jeghers consiste en En grandes grupos de población se emplea
una pigmentación mucocutánea con poliposis como método diagnóstico la sangre oculta en
intestinal, con carácter hereditario autosómico heces, a manera de detección oportuna, pues-
dominante; aparece desde la infancia y las to que la positividad hace sospechar cáncer o
manchas son en realidad depósitos de melani- tumores benignos; el método siguiente es la
na alrededor de labios, mucosa bucal, nariz, colonoscopia.
manos y pies, rara vez perianales, de color ne- La tomografía axil computadorizada (TAC)
gro, café o verde oscuro (fig. 42-3, color). Los identifica metástasis a ganglios linfáticos, híga-
pólipos pueden localizarse en estómago, intes- do, ovario y otros órganos, y verifica la morfolo-
tino delgado y colon, aunque son más comunes gía de las vías urinarias. La resonancia magné-
en yeyuno e íleon. La estirpe histológica corres- tica proporciona imágenes apropiadas del rec-
ponde a hamartomas; por lo regular sangran, to, pero no es superior a la tomografía compu-
pueden provocar oclusión o intususcepción y tadorizada.
suponen un riesgo aumentado de cáncer. La tomografía por emisión de positrones
La poliposis juvenil posee tres formas, una tiene mayor efectividad para evaluar la recurren-
limitada a tumores del estómago, otra circuns- cia del tumor; detecta además diferencias en el
crita al colon y una tercera con pólipos genera- metabolismo de los tejidos y muestra por tanto
lizados. Los tumores son hamartomas, aparecen el incremento de la actividad tisular en la zona
en la infancia, suelen situarse en el recto, san- con células neoplásicas.
gran, provocan intususcepción y obstrucción El ultrasonido transrectal identifica bien las
intestinal y elevan el riesgo de cáncer colónico. capas de la pared del recto; establece con pie-
Capítulo 42 • Tumores benignos del colon 267

cisión el grado de invasión del tumor a través PRONOSTICO


de la pared del colon, detecta pólipos peque-
ños, ganglios linfáticos y revela la invasión a Depende de la estirpe histológica. En el síndro-
vagina o próstata. me de Peutz-Jeghers el riesgo de contraer cán-
De los estudios de anticuerpos monoclona- cer oscila entre 2 y 4%; en los síndromes de
les existen dos variedades: una reconoce el Turcot, Gardner y en los pólipos de tipo fami-
antígeno carcinoembriónico y otra los rasgos de liar se considera alto el riesgo. En la poliposis
la membrana celular en cáncer de colon. Estos familiar múltiple existe 95% de posibilidades de
anticuerpos son útiles para determinar el gra- padecer cáncer.
do de extensión o diseminación del tumor en
el momento del diagnóstico; poseen utilidad en
particular para localizar tumoraciones posterio- PROFILAXIS
res a operación o a radioterapia, aunque no son En síndromes de causa genética, especialmen-
eficientes en tumores benignos del colon antes te en la poliposis familiar múltiple, debe inves-
de la malignización. tigarse a los familiares cercanos.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
BIBLIOGRAFÍA
Debe ante todo diferenciarse el tumor benigno
del maligno, pero también debe distinguirse de Acosta JA, Fournier TK, Knutson CO y col. Colon-
otras causas de hemorragia de tubo digestivo oscopic evaluation of rectal bleeding in adults. Am
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En lesiones ubicadas más arriba y únicas, o and concerns. Dis Col Rec 1994; 37:670-674.
si son pocas y muestran hallazgos histológicos Doi K, Lida M, Kohrogi N y col. Large intra abdominal
benignos, pueden resecarse mediante colonos- desmoid tumors in a patient with familial adenoma-
copio. tosis coli: their rapid growth detected by computer-
En tumores múltiples que abarcan casi todo ized tomography. Am J Gastroenterol 1993; 88:595-
el colon, con posibilidades de malignidad, debe 598.
practicarse resección quirúrgica (fig. 42-4, co- Giardiello FM, Hamilton SR, Krush AJ y col. Treatment
lor); la conducta expectante (sin extirpación) of colonic and rectal adenomas with sulindac in fa-
pocas veces está justificada y se reserva para milial adenomatous polyposis. N EnglJ Med 1993;
tumores benignos comunes, fuera del alcance 328:1313-1316.
del endoscopio, en personas de edad avanzada, Gurbuz AK, Giardiello FM, Petersen GM y col. Desmoids
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dem colonoscopy. AmJ Gastroenterol 1994; 89:687-
Puede presentarse hemorragia, rara vez abun- 691.
dante cuando se erosiona un tumor. Otras com- Lazaris AC, Davaris P, Nakopoulou L y col. Correlation
plicaciones son prolapso de la mucosa y obstruc- between inmunohistochemical expresión of prolif-
ción cuando la malformación es muy grande, erating cell nuclear antigen and flow cytometry pa-
pero, desde luego, la complicación más temi- rameters in colorectal neoplasia. Dis Col Rec 1994;
ble es la malignización. 37:1083-1089.
268 Tubo digestivo bajo

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Sassatelli R, Bertoni G, Serra L y col. Generalizated
Tumores del ano
Dr. Jorge Carreño Romero

INTRODUCCIÓN indispensable para entender el comportamien-


to biológico de estos tumores y elegir su trata-
Son las neoplasias que se desarrollan en la por- miento adecuado.
ción terminal del tubo digestivo, entre el anillo El "conducto anal quirúrgico" tiene una
anorrectal y el margen anal ("conducto anal longitud aproximada de 4 cm y su mucosa está
quirúrgico") (fig. 43-1). constituida por diversas células epiteliales de las
El conducto anal es una estructura anató- que se originan diferentes tumoraciones. De
mica compleja cuya función resulta esencial acuerdo con la nomenclatura propuesta por la
para mantener una calidad de vida óptima. El OMS, el conducto anal se ubica entre el anillo
conocimiento de la anatomía de esta región es anorrectal y la línea dentada (vestigio embrio-

Elevador
del ano

Recto

Línea Esfínter
dentada interno
Esfínter
Zona de externo
transición

Conducto
anal
quirúrgico

Margen
anal

Pectén

Piel
perianal

Fig. 43-1. Anatomía del conducto anal.

269
270 Tubo digestivo bajo

lógico de la m e m b r a n a cloacal). La p o r c i ó n Cuadro 43-2. Clasificación T N M de los carcinomas


del margen anal según la UICC, 1989
distal a esta línea c o r r e s p o n d e al margen anal
(fig. 43-1). T: tumor primario
La linfa del c o n d u c t o anal d r e n a principal- T 0 : sin evidencia de tumor primario
m e n t e hacia los ganglios linfáticos mesentéri- T/'s: carcinoma in situ
cos inferiores y, lateralmente, hacia la c a d e n a T1 tumor < 2 cm de máxima extensión
T 2 : tumor 2-5 cm de máxima extensión
de ganglios linfáticos iliacos internos. Por de-
T 3 : tumor > 5 cm de máxima extensión
bajo de la línea d e n t a d a el drenaje fluye hacia T 4 : tumor con infiltración a estructuras extradérmicas
los ganglios linfáticos inguinales y hacia los gan- N: ganglios linfáticos regionales
glios linfáticos de las cadenas iliacas externas; N o : sin metástasis a ganglios linfáticos regionales
sin e m b a r g o , este p a t r ó n varía considerable- N1 metástasis a ganglios linfáticos regionales
m e n t e y explica que 50% de los tumores locali- M: metástasis a distancia
zados abajo de la línea d e n t a d a se diseminen M o : sin metástasis a distancia
hacia los ganglios linfáticos mesentéricos infe- M 1 : metástasis a distancia

riores.
Estas malformaciones son en general raras;
representan en la bibliografía médica mundial
el 3 a 5% de los tumores del intestino grueso y ma extensión y diseminación regional en gan-
el 2% de todas las neoplasias digestivas. En glios linfáticos y órganos a distancia (cuadros
México el cáncer anal representa el 1.16% de 43-1, 43-2 y 43-3).
todos las tumoraciones del tubo digestivo.
La OMS clasifica estas neoplasias en dos CAUSAS
tipos de a c u e r d o con su localización anatómi-
ca: a) tumores situados p o r arriba de la línea A u n q u e no se conoce el origen de estos cán-
d e n t a d a (neoplasias del c o n d u c t o anal) y b) ceres, se han identificado varios factores rela-
t u m o r e s ubicados p o r debajo de la línea denta- cionados con su desarrollo. La incidencia de
da (neoplasias del margen anal) (fig. 43-1). tumores malignos de esta región es mayor en
La U n i ó n Internacional Contra el Cáncer países subdesarrollados, con bajos niveles so-
(UICC) los clasifica en relación con su grado cioeconómicos y en los q u e la pobreza propi-
de p e n e t r a c i ó n en la pared, diámetro de máxi- cia los malos hábitos higiénicos, hábitos que de
alguna m a n e r a llevan al desarrollo de neopla-
sias. Las lesiones inflamatorias crónicas, c o m o
fístulas y fisuras, se vinculan más frecuentemen-
Cuadro 4 3 - 1 . Clasificación T N M del carcinoma
te con carcinoma m u c o e p i d e r m o i d e y a d e n o -
del conducto anal de acuerdo con la UICC, 1989
carcinoma, a u n q u e también con cáncer esca-
T: tumor primario moso.
T o : sin evidencia de tumor primario Otros factores de riesgo son la práctica del
Tis: carcinoma in situ
T 1 : tumor < 2 cm de máxima extensión
sexo anal, especialmente en homosexuales con
T 2 : tumor de 2-5 cm de máxima extensión o sin SIDA, y la presencia de condiloma acumi-
T 3 : tumor > 5 cm de máxima extensión n a d o , q u e es u n a lesión que p u e d e ocasionar
T 4 : tumor de cualquier tamaño con infiltración de displasia y carcinoma. En un estudio se encon-
órganos adyacentes sin considerar infiltración a
esfínteres
N: ganglios linfáticos regionales
Cuadro 43-3. Grupos comparativos de estadios,
N o : sin metástasis a ganglios linfáticos regionales
de acuerdo con la UICC, 1989, para carcinomas
N 1 : metástasis a ganglios linfáticos perirrectales
del conducto anal y margen anal
N 2 : metástasis a ganglios inguinales unilaterales o
ganglios linfáticos unilaterales, o ambos, a lo largo
de la arteria iliaca interna Conducto anal Estadio Margen anal
N 3 : metástasis en ganglios linfáticos inguinales
bilaterales o ganglios linfáticos bilaterales, o T, N 0 M 0 I Ti N 0 M 0
ambos, a largo de ia arteria iliaca interna o T23 N 0 M 0 II T2.3 N Q M 0
perirrectales, o ambos, y ganglios linfáticos
inguinales T 4 N 0 Mo/T,.1-3, N , M 0 IIIA T 4 N, M u
III
M: metástasis a distancia
T 4 N, M 0 / T N 2 - i M 0 IIIB
M 0 : sin metástasis a distancia
M 1 : metástasis a distancia TNM, IV TNM,
Capítulo 43 • Tumores del ano 271

tro que el 6% de los heterosexuales con condi- celulares; en general, entre más basaloide y
loma acuminado desarrolló displasia y el 3% menos escamoso sea el tumor mejor será el
cáncer invasor de células escamosas; por el con- pronóstico. El carcinoma mucoepidermoide es
trario, el 28% de homosexuales y bisexuales considerado por la OMS como una variante
generó displasia y 3% carcinoma invasor. Al distinta del resto de este grupo de neoplasias y
parecer, los factores predisponentes de cáncer está conformado por una mezcla de células
anal en la mujer son diferentes a los del varón; productoras de moco, escamosas y de tipo in-
en aquéllas los factores identificados son taba- termedio, aunque su comportamiento es igual
quismo, exposición a infecciones con herpesvi- al de los anteriores (cuadro 43-4).
rus S2 y múltiples parejas sexuales. El melanoma del conducto anal es un tu-
mor extremadamente agresivo; representa el
0.5% de los tumores rectoanales y el 0.2% de
ANATOMÍA PATOLÓGICA todos los melanomas. A diferencia de los mela-
nomas cutáneos, el melanoma anorrectal no es
La mucosa del "conducto anal quirúrgico" está advertido hasta una etapa avanzada de su his-
recubierta por diversos tipos celulares de los toria natural; se presenta de una manera simi-
cuales derivan varias neoplasias con diferente lar a otros tumores de esta región y cuando no
comportamiento biológico. El epitelio del con- son pigmentados son indistinguibles de los
ducto anal se encuentra constituido por células carcinomas epidermoides. Estos tumores me-
columnares (continuación del epitelio rectal), tastizan en una fase temprana hacia ganglios
epitelio de la zona de transición (que tiene linfáticos pélvicos (38% al momento del diag-
cuando menos cuatro tipos celulares: epitelio nóstico), perianales, inguinales y hacia órganos
columnar estratificado, escamoso, cuboideo y distantes (hígado, pulmón y huesos) (cuadro
células parecidas al epitelio vesical) y también 43-1).
melanocitos. De esta región pueden surgir ade- Los tumores del margen anal (situados por
nocarcinomas, indistinguibles de los de origen debajo de la línea dentada) incluyen al carci-
rectal, carcinoma epidermoide de células esca- noma de células escamosas, carcinoma de cé-
mosas, carcinoma cloacógeno transicional o lulas básales, enfermedad de Bowen, enferme-
basaloide, carcinoma mucoepidermoide y, rara dad de Paget y otros adenocarcinomas. Estas
vez, carcinoma de células pequeñas y melano- neoplasias son más frecuentes en los varones;
mas. Dos tercios de estos tumores ocurren en la a menudo se confunden con lesiones benignas
mujer. y afectan a pacientes de más de 60 años; a nivel
Por debajo de la línea dentada (margen macroscópico se presentan como lesiones ul-
anal) la mucosa está conformada por un epite- ceradas de bordes elevados o como lesiones
lio escamoso desprovisto de glándulas sebáceas, eccematosas, localizadas o difusas (enfermedad
glándulas sudoríparas y folículos pilosos (pec- de Bowen); histológicamente el carcinoma epi-
tén); en la porción más distal el epitelio del dermoide está bien diferenciado y querati-
margen anal contiene todos los elementos de nizado, como los tumores de la piel en otros
la piel de otros sitios (fig. 43-1). Los tumores de sitios.
esta zona incluyen al carcinoma de células esca- Desde el punto de vista histológico, el car-
mosas, carcinoma de células básales, enferme- cinoma intraepidérmico de la enfermedad de
dad de Bowen, enfermedad de Paget (adeno- Bowen muestra las características de células
carcinoma intraepitelial) y otros adenocarcino- gigantes multinucleadas con vacuolización, lo
mas (cuadro 43-2). El 75% de los tumores del cual semeja el efecto de un halo; las células de
conducto anal corresponde a carcinomas epi- Paget se identifican con las tinciones de PAS,
dermoides. Estos tipos de cáncer se presentan azul alciano y mucicarmín (cuadro 43-5).
más a menudo en la séptima década de la vida Los adenocarcinomas del conducto y mar-
como lesiones ulceradas o placas duras y planas gen anales representan el 1% de todos los tu-
que microscópicamente revelan diversos grados mores del intestino grueso y el 2.9 a 10% de los
de queratinización. carcinomas de esta área. Tales neoplasias pue-
El carcinoma cloacógeno, transicional o den ser una extensión anal de un tumor rectal
basaloide es una variante del carcinoma de cé- u originarse en el epitelio columnar de la zona
lulas escamosas, que es similar en cierto grado de transición, en el de las glándulas anales o en
al cáncer de células básales de la piel. Estos una fístula anal crónica. Independientemente
tumores pueden diferenciarse de otros tipos de su origen, con excepción del adenocarcino-
272 Tubo digestivo bajo

Cuadro 43-4. Tumores del conducto anal

Tipo Características Sobrevida


histológico clinicopatológicas Metástasis Tratamiento a 5 años

C. epidermoide El más frecuente (75%); más L. pélvicos (30-58%) Quimiorradiación 40-80%


frecuente en mujeres; 33% Inguinales (15-20%) RAP*
se confunde con lesiones Hematógenas (10-40%)
inflamatorias; 33% se
relaciona con el HPV
C. cloacógeno Deriva de la ZT. Tiene L. pélvicos (30-50%) Quimiorradiación 40-80%
Basaloide potencial para diferenciarse RAP*
en varios tipos celulares
C. mucoepidermoide Tumor mixto de células
secretoras de moco,
escamosas y transicionales
Melanoma < del 1% de todos los C. pélvicos(38%) RAP" 15%
tumores. Es el tercer sitio Perianales, inguinales.
de presentación más Hígado, pulmón,
frecuente. Tiene alto grado hueso en forma
de malignidad. Deriva del temprana
epitelio del canal anal
(melanocitos) abajo y
arriba de la línea dentada
Adenocarcinoma Ver texto RAP**

RAP* = resección abdominoperineal para casos avanzados o recurrentes.


RAP**= resección abdominoperineal como tratamiento primario.
HPV = virus del papiloma humano.
ZT = zona de transición.

ma intraepitelial (enfermedad de Paget), esta PATOGENIA


variedad de tumores evidencia un comporta-
miento más agresivo que los epidermoides. El Los carcinomas del margen anal evolucionan
62% ya metastizó al momento de su diagnóstico. lentamente; tienen bajo potencial para disemi-

Cuadro 43-5. Tumores en el margen anal

Tipo Características Sobrevida


histológico clinicopa tológicas Metástasis Tratamiento a 5 años

C. Epidermoide Bien diferenciado. Crecimiento G. inguinales Escisión local 88 a 100%


lento. Se comporta igual que RAP
los tumores de la piel en otros
sitios; más frecuente en
varones
C. de células básales 0.2% de las neoplasias; más Raras Escisión local 73%
frecuente en varones. Bajo RAP más radiación
potencial invasivo. Crecimiento
lento
Enfermedad de Bowen C. escamoso intraepitelial 2% Escisión local amplia
Desarrolla invasión en 2-6% de RAP
los casos
Crecimiento lento
Enfermedad de Paget Adenocarcinoma intraepitelial. G. inguinales Escisión local amplia
Mayor potencial invasor. Se 25% RAP
origina en c. epiteliales de g. Pélvicos
anales
Adenocarcinoma Ver texto

RAP = resección abdominoperineal para casos avanzados


Capítulo 43 • Tumores del ano 273

narse y pueden adquirir gran tamaño, incluso absceso perianal, fístula o fisura típicas, sin tu-
llegando a comprometer la circunferencia anal mor palpable.
y obstruyéndola (carcinoma escamoso y de cé-
lulas básales). La enfermedad de Paget es una DIAGNOSTICO
expresión en la piel perianal de un tumor de
origen profundo (epitelio de glándulas anales); Debe tenerse un alto índice de sospecha para
después de largo tiempo de evolución tiende a establecer un diagnóstico temprano. Las neo-
diseminarse en 40% de los casos y se convierte plasias del margen anal se identifican relativa-
en ese momento en un tumor muy agresivo. La mente con mayor facilidad que las del conduc-
enfermedad de Bowen posee baja tendencia a la to anal. A pesar de ello, más de la mitad de los
diseminación (2 a 6% de los casos) y metastiza casos se identifica dos años después del comien-
en 2% de ellos. El carcinoma escamoso puede zo de los síntomas. Con frecuencia estos tumo-
invadir de manera local y se disemina sobre todo res se confunden con enfermedades benignas
hacia los ganglios linfáticos inguinales (cuadro y algunas veces el diagnóstico se define inciden-
43-2). talmente, durante el estudio histopatológico de
una lesión benigna extirpada.
Los tumores del conducto anal revelan un
comportamiento más agresivo que los anterio- La parte más importante del diagnóstico es
res y se diseminan por extensión directa o por la exploración digital anorrectal, que determi-
vía linfática y hematógena. Se extienden a es- na con bastante confiabilidad las características
tructuras adyacentes en aproximadamente 18% de la lesión y la presencia de ganglios metastá-
de los casos; la porción posterior de la cúpula sicos pararrectales. El examen proctoscópico
vaginal es invadida con mayor frecuencia (20%) establece con precisión el sitio del tumor res-
que el sacro y la vejiga. En el varón la relativa pecto de la línea dentada y recoge tejido para
impermeabilidad de la fascia rectovesical impi- estudio histopatológico. En muchas ocasiones
de la invasión de la próstata. La diseminación tal exploración debe practicarse bajo anestesia.
linfática a ganglios pélvicos ocurre en 30 a 58% Sólo algunos pacientes requieren colonoscopia
complementaria.
de los casos, a ganglios inguinales en 15 a 20%
y las diseminaciones hematógenas se observan Ambas regiones inguinales deben explorar-
en 10 a 40% (cuadro 43-1). se cuidadosamente en busca de ganglios palpa-
bles para la toma de biopsia por aspiración o
escisión. El ultrasonido (US) endorrectal ha
CUADRO CLÍNICO resultado de gran utilidad para cuantificar el
grado de penetración del tumor y la presencia
Los pacientes casi siempre tienen más de 60 de ganglios pararrectales. La tomografía axil
años de edad, aunque en la población homo- computadorizada tiene valor limitado y es me-
sexual pueden ser jóvenes. No se aprecian sín- nos específica que el ultrasonido. En los casos
tomas específicos de cáncer anal: la malforma- de las enfermedades de Bowen y Paget deben
ción benigna tan frecuente de esta zona con- buscarse otras neoplasias en otros órganos, ya
funde al clínico y al enfermo (el melanoma que se presentan en 70 a 80% y en 50 a 100%
pigmentado puede ser confundido con hemo- de los casos, respectivamente.
rroides trombosadas).
Los tumores del margen anal pueden ser
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
asintomáticos y aumentar considerablemente
de tamaño antes de que el individuo requiera Deben diferenciarse los tumores anales de he-
atención médica (23% evidenció tumoraciones morroides prolapsadas, fisuras anales, fístulas
mayores de 5 cm en el momento del diagnósti- anales crónicas, condiloma acuminado, enfer-
co); las lesiones ulceradas provocan hemorra- medad de Crohn del ano, úlceras amibianas,
gia y secreción; el prurito intratable es típico enfermedades venéreas, tuberculosis, leucemia
de la enfermedad de Paget. aguda, linfoma y dermatosis.
Por lo regular los tumores del conducto anal
causan hemorragia durante la evacuación, do- TRATAMIENTO
lor progresivo, tenesmo, presencia de una masa
endurecida ulcerada y pérdida de peso (más a Se ha sugerido que los tumores del conducto
menudo en pacientes con melanoma). Los ade- anal menores de 2 cm, bien diferenciados y no
nocarcinomas se pueden manifestar como un invasivos se traten mediante escisión local con
274 Tubo digestivo bajo

márgenes amplios de resección para preservar dominoperineal, con disección radical de la


los esfínteres. Sin embargo, algunos autores sólo ingle. Hoy día algunos tumores recurrentes
recomiendan esta forma de tratamiento para después de radioterapia (estadios T1-T2) se han
tumores del margen anal, ya que se ha comuni- tratado exitosamente mediante resección local
cado un alto porcentaje de recurrencia. y reconstrucción plástica con colgajos miocutá-
El tratamiento del cáncer invasor del con- neos vascularizados para preservar la función
ducto anal tiene dos objetivos fundamentales: anorrectal.
a) erradicar la enfermedad y b) preservar la El único tratamiento efectivo para los me-
función anorrectal. En la actualidad la terapéu- lanomas localizados es la extirpación abdomi-
tica multimodal, basada en la quimiorradiación noperineal, aunque la mayoría de los pacientes
(con diversas modificaciones hechas al esque- fallece por la enfermedad, independientemen-
ma original de Nigro y colaboradores), es el tra- te del tratamiento utilizado. La sobrevida a cin-
tamiento de elección primario para el carcino- co años es de 15% (cuadro 43-1).
ma epidermoide del conducto anal (cuadro En el adenocarcinoma invasivo el tratamien-
43-6). to de elección es la resección abdominoperineal
La resección abdominoperineal está indi- (en ciertos casos se ha usado radioterapia y
cada como alternativa en los casos que mues- quimioterapia). En tumores con invasión exten-
tren recurrencias amplias o que no reaccionen sa, en los que no es posible la resección, la co-
al tratamiento inicial. lostomía es la única alternativa paliativa.
El control local de la enfermedad con esta Los adenocarcinomas pequeños bien dife-
modalidad terapéutica oscila entre 62 y 97% en renciados y no invasores pueden tratarse con
varios estudios, con sobrevida a tres y cinco años escisión local amplia.
de 85% y 55 a 79%, respectivamente. Después del tratamiento primario los pa-
Recientemente el Eastern Cooperative cientes deben recibir un seguimiento con ex-
Oncology Group ensayó la combinación 5-FU y ploración digital de la región, US endorrectal y
cisplatino y altas dosis de radiación con resulta- biopsia para detectar en forma temprana la
dos promisorios. recurrencia tumoral.
Las recurrencias locales limitadas, luego de
un primer ciclo de tratamiento, pueden aten-
derse con un segundo ciclo de quimiorradia- COMPLICACIONES
ción. Menos del 10% de los sujetos con cáncer del
La radioterapia sola o en combinación con conducto anal se presenta con destrucción ma-
implantes de iridio192 se ha empleado como siva de los esfínteres o con fístulas vaginales. Casi
tratamiento primario; sus resultados son simila- todas las complicaciones se vinculan con la
res a los de la resección abdominoperineal. Sin modalidad de tratamiento empleado. Cuando
embargo, tiene un alto porcentaje de compli- se utiliza radioterapia como única forma de tra-
caciones locales, como radionecrosis, proctitis tamiento las complicaciones más comunes son
y estenosis anal, entre las más frecuentes. radionecrosis, proctitis, estenosis anal y pérdi-
El tratamiento de elección de las neopla- da de la función esfinteriana. Entre las compli-
sias del margen anal es la escisión local, y sólo caciones halladas cuando se emplea quimiorra-
en casos de gran invasión y metástasis a gan- diación se incluyen síntomas urinarios, diarrea,
glios inguinales se requiere una resección ab- fiebre, alopecia (grave hasta en el 37% de los
casos) y toxicidad hematológica crítica, como
trombocitopenia y neutropenia en el 2 por
Cuadro 43-6. Tratamiento con quimiorradiación (Nigro) ciento.
Radiación externa
3 000 rad tumor anal, pelvis y ganglios inguinales (200 PRONOSTICO
rad/día)
Quimioterapia sistémica
El pronóstico depende de la localización, fase y
5 FU 1 000 mg/m 2 /día infusión IV continua 4 días
tipo de estirpe histológica de la neoplasia. En
general, con tratamiento adecuado, los tumo
Mitomicina C 15 m g / m 2 en bolo 1 día
res de la región perianal tienen mejor pronós-
5 FU segunda dosis por 4 días; la infusión inicia el día 28
del tratamiento
tico, con sobrevida hasta de 100% a los cinco
años.
Capítulo 43 • Tumores del ano 275

La sobrevida después del tratamiento pri- cirugía radical en el tratamiento del carcinoma
mario en pacientes con carcinoma epidermoi- epidermoide del conducto anal. Gac Méd Mex 1994;
de es del 80% y dos terceras partes de los indi- 130:380-385.
viduos conservan la función anorrectal. Martenson JA, Lipsitz RS, Lefkopoulou M y col. Results
Los tumores con peor pronóstico son el of combired modality therapy for patients with anal
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Enfermedad hemorroidal
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN • Primer grado: las h e m o r r o i d e s son h e m o r r á -


gicas
Las hemorroides son masas de vénulas dilata- • Segundo grado: las h e m o r r o i d e s sangran y se
das, con comunicaciones arteriovenosas, en los prolapsan, pero se reducen en forma espon-
plekos hemorroidales superior o inferior, rodea- tánea
das de submucosa, músculo liso y tejido conec-
tivo; forman un cojín o almohadón que prolapsa
a través del conducto anal.
Esta enfermedad cuenta con más de una
docena de procedimientos terapéuticos no qui-
rúrgicos; apoyadas en ello, muchas personas
prefieren automedicarse en vez de consultar al
médico, conducta que retarda el diagnóstico y
tratamiento oportuno de esta enfermedad o de
otro padecimiento grave causante de los sínto-
mas, como el cáncer anal.
En países desarrollados se calcula que tie-
ne hemorroides el 58% de las personas mayo-
res de 40 años; en naciones del Tercer Mundo
se proporcionan cifras de 25 a 30%. En Estados
Unidos el 4.4% de la población padece los sín-
tomas.
Es rara antes de los 20 años pero puede
aparecer en niños; la prevalencia más alta se
observa entre 45 y 65 años y disminuye después;
no muestra diferencia entre sexos y es más co-
mún en países occidentales donde se consumen
menos alimentos con fibra.
Las hemorroides se clasifican en externas,
internas y mixtas. Las primeras se localizan por
debajo de la línea dentada; están formadas por
vénulas distendidas y cubiertas por tejido esca-
moso (fig. 44-1). Las internas se ubican por
arriba de la línea dentada y están constituidas
por tejido vascular submucoso y cubiertas por
epitelio columnar y de transición. Las mixtas
reúnen las dos variantes.
Las hemorroides internas, a su vez, se clasi- Fig. 44-1. Hemorroides externas. (Cortesía del Dr.
fican en cuatro grados: Avcndaño.)
Capítulo 44 • Enfermedad hemorroidal 277

• Tercer grado: sangran, se prolapsan y requie- humano, obstrucción del retorno venoso al
ren reducción manual aumentar la presión intraabdominal, por ejem-
• Cuarto grado: sangran, se prolapsan y no plo durante el embarazo, aunque este último
pueden reducirse factor tiene en contra la exacta frecuencia en-
tre varones y mujeres. Sin duda, la gestación
Existen otras clasificaciones, aunque se pre- puede agravar la enfermedad preexistente, pero
firió ésta por su precisión y posibilidad de rela- los síntomas desaparecen después del parto, por
cionarla con la terapéutica. lo que puede suponerse la existencia de agen-
tes hormonales. La hipertensión portal conges-
CAUSAS tiona el plexo hemorroidal ya que la vena he-
morroidal superior desemboca en el sistema
El origen de este trastorno todavía se presta a portal, pero sólo escaso número de pacientes
discusión, a pesar de que la especie humana lo padece hipertensión portal; el resto de los ca-
ha padecido desde los albores de la historia; sos no pueden explicarse por este mecanismo.
baste decir que lo describió Hipócrates hace más
de dos mil años y que para su tratamiento se ANATOMÍA PATOLÓGICA
ejecuta una de las operaciones más conocidas
por el cirujano. Las venas hemorroidales se encuentran dilata-
Se han propuesto diversas teorías para ex- das, las paredes venosas adelgazadas, con peri-
plicar sus factores etiológicos. Por muchos años flebitis y endoflebitis, y puede haber trombosis.
se consideraron como varicosidades del plexo Cuando la hemorroide está trombosada la piel
hemorroidal, pero en la actualidad esto resulta que la cubre se tensa y puede ulcerarse. A nivel
demasiado simplista. La teoría más aceptada microscópico las paredes venosas muestran in-
sostiene que el esfuerzo excesivo durante la flamación aguda, edema difuso de los tejidos e
evacuación ingurgita los vasos hemorroidales, infiltración perivascular con múltiples micro-
de tal manera que los cojinetes anales descien- trombos; en las hemorroides internas puede
den y el tejido conectivo que une los cojinetes apreciarse ulceración de la mucosa.
con la capa muscular se somete a tensión extre-
ma. Si esto ocurre con frecuencia, el tejido co- PATOGENIA
nectivo se adelgaza o se rompe, ocasionando un
daño permanente y aparición de hemorroides. El aumento del tono del esfínter interno, uni-
En consecuencia, el estreñimiento ha sido do al esfuerzo o pujo de la evacuación para tra-
inculpado como causa principal de hemorroi- tar de vencerlo, desplaza la sangre en sentido
des; sin embargo, en los últimos años se ha opuesto al fisiológico; esto dificulta el vaciamien-
objetado esta concepción luego de encontrar to del plexo hemorroidal interno, con estasis
grandes diferencias epidemiológicas entre per- venosa y dilatación de las venas, y de esa mane-
sonas con estreñimiento crónico y pacientes con ra se distienden los "cojines", que se prolapsan
hemorroides. por abajo de la línea dentada, hacia fuera del
Otros investigadores afirman que la diarrea conducto anal. Al repetirse constantemente este
frecuente es causa eficaz de hemorroides. Todo proceso, también se desplaza la mucosa rectal
esto confirma que no hay acuerdo unánime que cubre los "cojines", se ablanda y se agrega
respecto de las causas de la enfermedad. al volumen de la hemorroide.
En el conducto anal existen unos cojinetes
o almohadillas que sirven para favorecer la con- CUADRO CLÍNICO
tinencia. Estas estructuras están formadas por
submucosa compacta que rodea a vasos sanguí- El síntoma más frecuente es la hemorragia, que
neos, tejido conectivo y músculo liso. Cuando puede manifestarse como gotas de sangre en el
estos cojinetes crecen se deslizan a través del papel sanitario o en el inodoro; otras veces son
conducto anal y provocan la aparición de sínto- rasgos hemáticos sobre la materia fecal o man-
mas; en ese momento puede hablarse de enfer- chas en la ropa interior; es excepcional la he-
medad hemorroidal. morragia masiva, pero cuando se presenta con-
Antiguamente se describieron muchas cau- viene sospechar cáncer anorrectal.
sas que ahora se sabe son secundarias, como La pérdida hemática ocurre durante o des-
herencia, ocupación, ausencia de válvulas en los pués de la evacuación y la sangre es de color
plexos hemorroidales, posición erecta del ser rojo rutilante; en cambio, en el cáncer la san-
278 Tubo digestivo bajo

gre suele ser oscura. Otro síntoma es el dolor, doce horas y dos horas antes del estudio. Debe
leve y a veces pruriginoso, que se exacerba con describirse la técnica al paciente y después co-
la deposición y con la posición sedente, por locarlo en posición genupectoral (fig. 44-2).
ejemplo en viajes prolongados o después de Se cubre la región con sábana hendida y
ejercicios intensos. La afección desaparece en con los guantes colocados se inspecciona la
forma espontánea, es periódica y alterna con región entreabriendo los glúteos; es posible que
largas épocas asintomáticas. En la trombosis el se aprecien a simple vista hemorroides exter-
dolor es muy intenso, insoportable y obliga al nas, repliegues cutáneos, fisuras y otros padeci-
enfermo a buscar ayuda médica inmediata. Otro mientos. Después se palpa el perineo y el tejido
dato frecuente es la sensación de cuerpo extra- perianal en busca de abscesos y en seguida se
ño similar al de la tumoración, por lo regular introduce el dedo índice de la mano derecha
más frecuente después de la defecación; el pa- para dilatar el esfínter y tocar el interior del
ciente palpa las pequeñas masas de vénulas al conducto anal y parte del recto.
practicar el aseo anal, que desaparecen al com- Las hemorroides internas no son palpables,
primirlas. Otro síntoma es el prurito anal, casi a menos que estén trombosadas o esclerosadas.
siempre después de la evacuación, y no es noc- Para identificarlas es necesario insertar el anos-
turno como en las parasitosis. El síntoma más copio (fig. 44-3), previa lubricación, y entonces
molesto es el prolapso hemorroidal que ocurre se observan mejor a medida que se retira el
al reblandecerse la mucosa flácida; al principio instrumento. El estudio se complementa con
se reduce fácilmente, pero después es necesa- rectosigmoidoscopia para detectar carcinoma o
rio hacerlo con manipulaciones. enteropatía ulcerosa.
Luego de revisar por completo al paciente
para descartar enfermedades generales, como DIAGNOSTICO
hipertensión portal, coagulopatías, neoplasias
y otras, se efectúa el examen proctológico. Pue- Se basa en la buena historia clínica y se comple-
de efectuarse sin preparación previa, pero pue- menta con la exploración proctológica que ve-
de fracasar por el exceso de materia fecal; por rifica la presencia de venas de color azul; estas
esa razón se recomienda aplicar una microene- venas aumentan con el esfuerzo y se vacían con
ma para vaciar el recto y, si esto no fuera sufi- la presión digital. En el diagnóstico nada pue-
ciente, una enema evacuante a intervalos de de sustituir a la exploración proctológica.

Fig. 44-2. Posiciones correctas para la exploración proctológica.


Capítulo 44 • Enfermedad hemorroidal 279

Espejo Rectal con tratamientos y reaparecen semanas o me-


ses después. Otras indicaciones operatorias son
el dolor incapacitante, el prurito intenso y las
complicaciones como hemorragias repetidas o
abundantes, prolapso y trombosis. La técnica
quirúrgica de elección es la hemorroidectomía,
procedimiento que consiste en extirpar paque-
Hemorroides tes hemorroidales; algunos proctólogos añaden
criptotomía.
Otro procedimiento terapéutico descrito es
la ligadura de paquetes hemorroidales, pero
requiere instrumental especial y entrenamien-
to preciso para obtener resultados satisfactorios,
lo cual limita su empleo. También se ha utiliza-
do la criocirugía (necrosis de los paquetes con
un instrumento capaz de generar temperatu-
ras inferiores a — 20°C), aunque sus resultados
son dudosos (puede ocasionar necrosis exten-
Fig. 44-3. El anoscopio permite observar las hemo-
sa); además, el paciente puede despedir mal
rroides internas, con mejor visión al ir retirando el instru- olor mientras se desprende el esfacelo. Otro
mento. método es la escleroterapia, empleada sólo con
fines paliativos.

COMPLICACIONES
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL La trombosis hemorroidal ocurre por lo gene-
El primer diagnóstico diferencial se formula ral sin causa aparente; a veces se presenta des-
respecto de los tumores anales o rectales en los pués de cuadros diarreicos o de ingestión alco-
que la biopsia es definitiva. También deben hólica excesiva; puede extenderse a uno o va-
excluirse los condilomas acuminados: éstos ter- rios paquetes hemorroidales y se manifiesta por
minan en punta y no son redondos como las dolor muy intenso, de aparición repentina, que
hemorroides. Tampoco deben confundirse con cede poco con analgésicos y que aumenta con
el prolapso rectal, que sangra por traumatismo, los movimientos; la exploración muestra tumo-
en cuyo caso lo principal es reducir la mucosa raciones violáceas muy dolorosas a la palpación.
rectal a su sitio normal, donde se observa con
las características normales.
PRONOSTICO
TRATAMIENTO El 99% de los enfermos cura con los tratamien-
tos médico o quirúrgico, o ambos. La principal
Puede ser médico o quirúrgico. En principio, causa de mal pronóstico es el diagnóstico erró-
las hemorroides asintomáticas, pequeñas, no neo y el cáncer rectal inadvertido, a veces en-
requieren ningún tratamiento; cuando apare- mascarado por el trastorno hemorroidal.
cen molestias, sin llegar a las complicaciones,
están indicados los sediluvios, tres veces al día,
y aplicación consecutiva de pomada con anes- PROFILAXIS
tésico local y antiinflamatorios (corticoide tópi-
co). También ayuda la dieta con abundante fi- Puede ser de utilidad tratar a tiempo la hiper-
bra y líquidos con el fin de evitar el estreñimien- función del esfínter anal interno, que ocasiona
to; se suspende asimismo la ingestión de alco- esfuerzo al defecar.
hol y picante y se recomienda efectuar el aseo En los jóvenes se sugiere que después de la
anal después de la defecación con algodón li- evacuación se mantenga el recto cerrado, como
geramente húmedo. exprimiendo, y repetir la operación cuantas
La terapéutica quirúrgica está indicada en veces sea necesario hasta que se complete la
cuadros repetidos de dolor; éstos desaparecen defecación.
280 Tubo digestivo bajo

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doppler ultrasound in diagnostics and treatment
Fisura anal
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN Las fisuras agudas son superficiales y tien-


den a la curación en pocos días. Las crónicas
La fisura anal es u n a úlcera lineal del c o n d u c t o son p e r m a n e n t e s o tienen recidivas y a l t e r n a n
anal q u e se extiende desde abajo de la línea con periodos asintomáticos, con curación in-
d e n t a d a hasta el margen anal (fig. 45-1). Se trata completa, y épocas de e n f e r m e d a d de intenso
de u n a lesión p e q u e ñ a que causa grandes moles- dolor. Las primarias se implantan en el c o n d u c -
tias; provoca dolor intenso y desproporcionado, to anal como única afección; las secundarias
si se considera que el tamaño de la lesión es insig- derivan de otro padecimiento, c o m o enferme-
nificante. Esto lleva al paciente a buscar de inme-
d a d de C r o h n , estenosis del c o n d u c t o anal,
diato la ayuda del médico, sea especialista o no.
h e m o r r o i d e s o de una mala operación.
Es un p a d e c i m i e n t o frecuente en adultos
de 20 a 50 años, rara en niños, y afecta en igual
p r o p o r c i ó n a varones y mujeres; no varía con la CAUSAS
región geográfica ni se ha informado que pre-
d o m i n e en alguna raza. No se conocen del todo las causas de esta enfer-
La fisura anal se clasifica según su evolu- medad; se piensa que un factor relevante es la
ción, en aguda y crónica, y su causa, en prima- dilatación excesiva del a n o p o r heces de gran
ria y secundaria. volumen y también se atribuye a la diarrea ex-

Línea
Recto
dentada

Esfínter
interno

Conducto
anal

Esfínter
externo
Fisura
anal

Fig. 45-1. Loca lización anatómica de la fisura anal.

281
282 Tubo digestivo bajo

plosiva. Se ha demostrado que la presión basal inflamación del extremo inferior, excrecencia
del esfínter anal se eleva en estos individuos por de piel o hemorroide centinela. Con el tiempo,
la contractura anormal del esfínter interno. En el esfínter anal interno se vuelve espástico o
otros estudios se sostiene que el flujo sanguí- fibroso y puede, a veces, relacionarse con supu-
neo en el ano dermoposterior es menor que en ración que invade los tejidos circundantes.
otros segmentos del canal anal, es decir, las fi-
suras tienen un origen isquémico. Otras causas PATOGENIA
pueden ser estenosis del conducto anal, hemo-
rroidectomía mal practicada o desgarros o cica- La deposición voluminosa y traumática distien-
trices secundarios al parto. En las fisuras por de el esfínter anal más allá de su diámetro ana-
enfermedad de Crohn se aduce un proceso tómico; esto origina una grieta en la zona me-
inflamatorio del anodermo. nos protegida por fibras musculares. Tal grieta
pasa al estado crónico por hipertonicidad del
ANATOMÍA PATOLÓGICA esfínter anal interno, que ocasiona presiones
superiores a lo normal; además, se agregan in-
En varones, el 99% de las fisuras se localiza en la fección y repetición de evacuaciones traumáti-
línea media posterior y el 1 % en la línea media cas, capaces de lesionar el perineo, que dejan
anterior. En mujeres, 90% de los casos se obser- como secuela cicatrización y fijación anormal
va en la línea media posterior y 10% en la ante- de la submucosa anal. Esto reduce la movilidad
rior (fig. 45-2). Asimismo, pueden presentarse y elasticidad del ano, que se desgarra fácilmen-
en forma simultánea fisuras anteriores y poste- te ante la distensión brusca por materia fecal.
riores; algunas son secundarias, por ejemplo, a Las fisuras secundarias pueden aparecer en
enfermedad de Crohn; por último, también zonas adyacentes a las fibrosis dejadas por una
pueden ser múltiples. Es probable que aparez- operación anorrectal; así, la piel resecada que
can en la línea media posterior porque las fibras dejó cicatrización, fibrosis y estenosis impide la
musculares del esfínter anal presentan menor correcta dilatación del ano. También pueden
apoyo en esta zona ya que allí tienen una distri- presentarse desde el nacimiento anomalías
bución elíptica y, al pasar un gran bolo fecal, se anatómicas anales que producen estrechez. En
desgarra el tejido, que tiene menos protección. las fisuras secundarias por enfermedad inflama-
La fisura anal tiene forma alargada; en ca- toria del intestino, el proceso se extiende hasta
sos agudos se aprecia tejido conectivo y en el la zona del esfínter y predispone a la úlcera.
fondo fibras musculares con bordes blandos sin
elevación. En casos crónicos pueden verse bor-
des indurados y fibrosos con edema y en el fon- CUADRO CLÍNICO
do las fibras del esfínter anal interno, acompa- El síntoma más importante es el dolor intenso
ñadas de una papila anal hipertrofiada, con localizado en la región perianal; aparece con la

Posterior
Fisura anal

Enf. de Crohn
Cáncer del ano
Sífilis

Colitis ulcerosa

Fisura anal
(mujeres 10%)

Anterior

Fig. 45-2. Localizador! de las fisuras anales en el margen anal.


Capítulo 45 • Fisura anal 283

evacuación y permanece varias horas después.


Es de tipo lacerante, a veces ardoroso, y atemo-
riza al paciente al momento de defecar, lo cual
inhibe el reflejo y provoca estreñimiento con-
secuente.
El estímulo directo del excremento sobre
la úlcera desencadena el dolor, además del es-
pasmo de los esfínteres anales, y se mantiene
por varias horas. El segundo síntoma de consi-
deración es la hemorragia, por lo regular esca-
sa; la sangre es rojo brillante, filiforme y se
observa después de la defecación (a veces es una
leve mancha en el papel sanitario). También
puede presentarse secreción de color amarillo,
que mancha la ropa interior, con humedad
perianal y prurito.
Otro síntoma es el estreñimiento volunta-
rio para impedir el dolor de la evacuación. Más
raras son dispareunia y disuria.
La exploración física debe ser completa para
descartar otras anormalidades generales, como
la enfermedad inflamatoria del intestino. Al ter-
minar la exploración del abdomen se coloca al
paciente el posición genupectoral para obser-
var la región perianal; basta con separar los glú-
teos para visualizar la fisura (fig. 45-3). Todas las
maniobras deben ser cuidadosamente realiza-
das para evitar molestias y dolor; si es necesario
puede aplicarse pomada con anestésico local.
Fig. 45-3. Fisura anal en la línea media posterior; se
En algunas ocasiones las fisuras no son visi- observa al separar los glúteos.
bles por el espasmo del esfínter. Esto se advier-
te al tratar de introducir el dedo, lo cual es muy
doloroso. En la fisura crónica puede verse ade-
más la papila hipertrófica y la hemorroide cen- ción proctológica. Si no es seguro que la fisura
tinela. Cuando la fisura está fuera de la línea sea secundaria, se indican colon por enema,
media es conveniente sospechar enfermedad de VDRL, determinación de HIV y toma de biop-
Crohn. sia. Toda úlcera que no sane en pocos días con
Una vez inspeccionada la región se intro- tratamiento habitual es sospechosa de vincular-
duce el dedo índice que, como ya se dijo, causa se con algún padecimiento sistémico.
espasmo y dolor (muchas veces tan agudo que Tiene importancia la manometría del esfín-
el paciente no lo tolera); empero, es indispen- ter interno, asistida por computadora, sin olvi-
sable la palpación para descartar neoplasia o dar la del esfínter externo, que ha sido subes-
pólipos. También es imprescindible el examen timada.
con anoscopio, a menos que el dolor sea dema-
siado intenso, en cuyo caso puede dejarse para DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
una segunda exploración días después. Con este
instrumento se excluyen hemorroides internas, Diversos padecimientos deben diferenciarse de
tumores y proctitis. la fisura anal, si bien no siempre es fácil esta-
blecer esta distinción.
DIAGNOSTICO Cáncer anal. Es una tumoración que produ-
ce dolor al defecar, pero que no se localiza en
La fisura anal se sospecha ante el cuadro clíni- la región anterior o posterior; se sitúa más bien
co y cuando existe dolor intenso durante la en cualquier punto del margen anal y es de
evacuación que se prolonga horas después; la mayor tamaño. El diagnóstico definitivo lo pro-
sospecha se corrobora con la correcta explora- porciona la biopsia.
284 Tubo digestivo bajo

Colitis ulcerosa. Las fisuras son múltiples y lo estriado; la curación ocurre después de ocho
se disponen fuera de la línea media; son más semanas. Este tratamiento se utiliza poco.
anchas y muestran inflamación de la piel adya- En el resto de los casos está indicada la in-
cente; además, se observan ulceraciones en la tervención quirúrgica, cuyo objetivo es impedir
mucosa del recto o del sigmoide, que pueden el espasmo del esfínter y aumentar el diámetro
descubrirse con rectosigmoidoscopia. del canal anal. Esto se logra con la sección late-
Enfermedad de Crohn. Es rara en países lati- ral del esfínter, sin necesidad de resecar la fisu-
noamericanos; no se desarrolla en la línea me- ra. En niños se ha empleado con éxito la esfin-
dia y las úlceras son más anchas. La rectosig- terotomía subcutánea lateral. Algunos cirujanos
moidoscopia es normal y el diagnóstico preciso la complementan con resección de la fisura y
se establece mediante biopsia. hemorroide centinela, pero no es necesario
Absceso perianal. Causa mucho dolor con la pues la fisura cura al desaparecer el espasmo
evacuación cuando no se ha abierto, pero no se del esfínter.
acompaña de lesión ulcerosa; puede aumentar
el volumen, con zona hipersensible sobre el
absceso. COMPLICACIONES
Prurito anal. Ocurre en las parasitosis por Las principales son diagnóstico equivocado,
oxiuros; el rascado puede ocasionar lesiones indiíerenciación de cáncer y fisura anales y
perianales, pero éstas son irregulares, muy su- pérdida de tiempo con tratamientos médicos
perficiales y no se localizan en la línea media. conservadores. 1.a operación que secciona el
Chancro sifilítico. Al inicio es muy parecido esfínter puede producir incontinencia anal.
a la fisura, pero la induración es mayor y se
acompaña de ganglios inguinales aumentados
de volumen. La diferencia puede establecerse PRONOSTICO
mediante VDRL y examen microscópico con
campo oscuro. Noventa y cinco por ciento de las formas agu-
das remite con tratamiento médico; las formas
Condilomas acuminados. Crean una promi-
crónicas sólo desaparecen con terapéutica qui-
nencia, invaden la piel contigua y se desarro-
rúrgica, pero se han informado buenos resulta-
llan varios simultáneamente en cualquier parte
dos en 97% de los casos. En contraste, las fisu-
del margen anal.
ras secundarias a enfermedad de Crohn, colitis
ulcerosa, leucemia, y otras, tienen resultados
satisfactorios pobres.
TRATAMIENTO
La terapéutica es diferente según se trate de PROFILAXIS
fisuras agudas, crónicas o secundarias.
Fisura aguda. La reacción es buena con el El paciente debe evitar la formación de materia
tratamiento médico; éste consiste en evitar fecal dura; el cirujano, por su parte, debe pre-
nuevos traumatismos é impedir el estreñimien- venir la yatrogenia que deje estenosis anales
to con ayuda de una dieta abundante en líqui- después de hemorroidectomía o cicatrices re-
dos y rica en fibras, incluyendo salvado. Si no tráctiles posteriores al parto.
fuera suficiente se agregan reblandecedores de
heces (a partir de semillas de psyllium) y, de BIBLIOGRAFÍA
esta manera, las evacuaciones abundantes y
blandas dilatan el esfínter en forma fisiológica. Cohén A, Dchn TCB. Lateral subcutaneoiis sphinctero-
Además, se prescriben sediluvios tres veces toniy for treatment oí anal fissure in ehildren. BrJ
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Capítulo 45 • Fisura anal 285

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Absceso rectal y fístula
perianal
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López
Dr. Luis Humberto Ortega León

INTRODUCCIÓN zona se encuentran las columnas de Morgagni,


repliegues mucosos longitudinales, por lo ge-
El absceso rectal es una acumulación de pus en neral en número de ocho a 14, en los que de-
una zona cercana al ano o al recto y es casi siem- sembocan los conductos de las glándulas del
pre la fase aguda de una infección criptoglan- mismo nombre. Estos conductos atraviesan el
dular. La fístula perianal es la forma crónica de esfínter anal interno, forman las criptas anales
esa infección y establece una comunicación y llegan hasta los cuerpos glandulares que se
entre la luz del recto y la piel del perineo. localizan entre los esfínteres interno y externo.
El límite inferior del recto es la línea den- Alrededor de la porción terminal del recto
tada o unión escamocolumnar, zona de transi- y ano existen varios espacios virtuales que nor-
ción en donde se unen el epitelio glandular del malmente están ocupados por tejido conectivo
recto y el escamoso del conducto anal. En esta o adiposo (fig. 46-1). El espacio perianal rodea

Espacio
supraesfinteriano

Esfínter
externo

Fosa
isquiorrectal
Espacio
¡nteresfinteriano

Espacio
perianal

Fig. 46-1. Espacios perirrectales.

286
Capítulo 46 • Absceso rectal y fístula perianal 287

el ano y se continúa con el tejido graso subcu- esfinterianas, transesfinterianas y extraesfinte-


táneo perineal. El espacio interesfinteriano se rianas o supraesfinterianas.
sitúa entre el esfínter interno y el externo. Por
detrás y a cada lado del recto se encuentran los CAUSAS
espacios isquiorrectales, limitados por arriba por
los músculos elevadores del ano, en medio La mayoría de los abscesos perianales es secun-
por el recto, lateralmente por el isquion y en daria a una infección de las glándulas de Mor-
su porción inferior por el tabique transverso. gagni. Cuando un absceso madura y drena ha-
Ambos espacios isquiorrectales se comunican cia el perineo puede crearse una comunicación
entre sí por detrás del recto y forman el espacio permanente entre la luz del recto y la piel, que
posterior. Por último, existen a cada lado del es en realidad el trayecto fistuloso. Los micro-
recto y por arriba de los elevadores del ano los organismos participantes pueden provenir de
espacios supraesfinterianos. la luz intestinal o de la piel.
Los procesos infecciosos perianales pueden Los abscesos y las fístulas perianales pue-
situarse o propagarse a cualquiera de los espa- den ser, con menor frecuencia, signos de otras
cios anteriores y se manifiestan clínicamente de enfermedades, tales como la enfermedad de
manera diferente. Crohn, hidradenitis supurativa o enfermedad
Los abscesos rectales son más frecuentes en pilonidal.
varones que en mujeres en una relación de 2:1
o 3:1. Son más comunes a la edad media de la ANATOMÍA PATOLÓGICA
vida y no se han encontrado diferencias racia-
les en su incidencia. La infección de las glándulas de Morgagni es la
De acuerdo con el espacio perirrectal en causa más frecuente de abscesos y fístulas peri-
que se encuentren, los abscesos se clasifican en anales. El origen criptoglandular de estos tras-
perianales, interesfinterianos, isquiorrectales y tornos se ve apoyado por la observación histo-
supraesfinterianos. lógica de glándulas infectadas o sospechosas en
Las fístulas perianales se dividen, depen- 90% de los casos, según informan algunos au-
diendo de la relación que guarde el trayecto tores. Cuando se crea el absceso o un trayecto
fistuloso con los esfínteres (fig. 46-2), en inter- fistuloso, éstos se rodean de tejido inflamato-
rio, fibroso y de una granulación que le da una
consistencia dura, consistencia que a menudo
permite su identificación durante el tacto rectal.

PATOGENIA
Esfínter
externo La enfermedad surge probablemente después
de la obstrucción de los conductos de las glán-
dulas de Morgagni secundaria a un traumatis-
Fístula
mo durante la defecación, cuerpos extraños,
supraesfinteriana inflamación, y otros. La obstrucción causa esta-
sis y posteriormente infección. Al inicio se for-
ma un microabsceso en el espacio interesfinte-
riano que después crece y busca salida a través
de los tejidos adyacentes; puede extenderse por
arriba de los músculos elevadores o, con más
frecuencia, hacia abajo, ya sea por el espacio
interesfinteriano o atravesando el esfínter ha-
cia la fosa isquiorrectal (fig. 46-3).
Cuando el absceso drena a través de la piel
forma lo que se conoce como orificio secunda-
rio; el orificio primario es la cripta rectal de la
Fístula glándula infectada y se establece entre ambos
Fístula transesfinteriana
interesfinteriana
un trayecto fistuloso. Cuando el absceso ha dre-
nado, el orificio secundario tiende a cerrarse,
Fig. 46-2. Clasificación de las fístulas perianales. lo cual propicia la creación de un nuevo absce-
288 Tubo digestivo bajo

ción de nuevos abscesos. Estos últimos consti-


tuyen la fase crónica de la enfermedad, en la
Absceso cual se presentan periodos de exacerbación de
supraesfin- Esfínter los síntomas alternados con periodos de remi-
teriano externo sión.

DIAGNOSTICO

El cuadro clínico del enfermo es p o r lo regular


Absceso muy sugestivo y la exploración física define el
isquiorrectal tipo de absceso o de fístula. Los abscesos peri-
anales son los más frecuentes y se r e c o n o c e n
por su ubicación muy cercana al margen anal.
Los abscesos isquiorrectales casi siempre son
más grandes; se e n c u e n t r a n más lejos del a n o y,
a u n q u e son más difíciles de observar d a d a sti
Absceso perianal
profundidad, p u e d e n palparse d u r a n t e la ex-
ploración. Los abscesos supraesfinterianos son
Fig. 46-3. Clasificación de los abscesos perianales.
muy raros; por lo general se presentan manifes-
taciones de sepsis que p u e d e n confundirse con
otras enfermedades; además, debido a la ausen-
so; en este m o m e n t o se presenta el curso clíni- cia de signos externos, el diagnóstico p u e d e
co característico: periodos de remisión y exa- establecerse tardíamente.
cerbación de los síntomas. C u a n d o se forma un absceso en cualquiera
de los espacios perirrectales, éste p u e d e exten-
derse por detrás del recto hacia el mismo espa-
CUADRO CLÍNICO cio pero en sentido contralateral, c r e a n d o un
absceso en herradura. Esto sucede más a me-
En la fase aguda de la enfermedad el síntoma n u d o en los abscesos isquiorrectales, q u e clan
más c o m ú n es el dolor perianal, que se intensi- lugar a manifestaciones más graves.
fica con la deambulación, la tos o la defecación. Si el paciente se e n c u e n t r a en la fase cróni-
Al principio se forma un microabsceso en el ca de la enfermedad, tendrá signos de u n o o
espacio interesfinteriano que, al crecer, p u e d e varios abscesos previos. El orificio secundario
proyectarse hacia cualquiera de los espacios se aprecia como tina zona i n d u r a d a y dolorosa,
perianales. En la zona afectada, g e n e r a l m e n t e rodeada por tejido de granulación, a través de
se presentan los signos típicos de la inflamación: la cual drena material p u r u l e n t o o serosangui-
eritema, h i p e r t e r m i a local y edema. Después n o l e n t o d u r a n t e la e x p l o r a c i ó n (fig. 46-4,
aparece u n a tumoración d u r a y dolorosa que color).
a u m e n t a de t a m a ñ o en forma progresiva y que Habitualmente el trayecto fistuloso se pal-
desarrolla renitencia c u a n d o la lesión madura. pa como un cordón fibroso que parte del orifi-
Otros síntomas m e n o s frecuentes son fiebre, cio secundario y se extiende hacia la luz del
ataque al estado general, diarrea y rectorragia. recto. La ley de Goodsall puede servir como guía
En pacientes i n m u n o s u p r i m i d o s p u e d e n pre- para localizar el sitio primario (fig. 46-5). Esta
sentarse manifestaciones de sepsis e infiltración ley señala que, al dividir el a n o p o r u n a línea
grave perineal en forma de fasciítis necrosante, imaginaria transversa, los orificios secundarios
q u e d e b e tratarse quirúrgicamente c u a n d o no situados en el lado anterior o ventral del pa-
remite d e m o d o e s p o n t á n e o . ciente tienen un trayecto fistuloso recto hacia
Los síntomas disminuyen en poco tiempo, el sitio más cercano del recto. Si el orificio es
p e r o antes se forma un trayecto fistuloso con posterior o dorsal, el trayecto será casi siempre
orificio i n t e r n o o primario en la luz del recto y curvo y dirigido hacia la cara posterior del rec-
otro secundario o e x t e r n o a través del cual dre- io a nivel de la línea media. Son excepciones a
na el absceso. En algunos casos los síntomas esta regla las fístulas con orificio secundario a
desaparecen definitivamente, a u n q u e con fre- más de 3 cm del margen anal; éstas tienen p o r
cuencia el trayecto fistuloso favorece la forma- lo regular trayectos similares a los posteriores.
Capítulo 46 ' Absceso rectal y fístula perianal 289

Posterior menos que la infección sea muy grave o el pa-


ciente esté inmunosuprimido.
Trayectos curvos Los abscesos supraesfinterianos deben dre-
narse por vía transrectal incidiendo la pared que
cubre al absceso para evitar las lesiones esfinte-
rianas que conducen a incontinencia o a la for-
mación de fístulas de trayecto muy largo o com-
plicado, cuyo tratamiento es más difícil. Los
Excepción
abscesos en herradura requieren muchas veces
drenarse mediante incisiones laterales separa-
3 cm das en ambos espacios isquiorrectales.
Trayectos rectos
Las fístulas perianales exigen fistulotomía,
Anterior procedimiento que consiste en introducir un
estilete desde el orificio secundario hasta el
Fig. 46-5. Ley de Coodsall. primario y en incidir los tejidos por arriba del
estilete para abrir completamente el trayecto
fistuloso. En el caso de una fístula interesfinte-
riana el procedimiento supone la sección del
El estudio del paciente debe incluir recto- esfínter interno, lo cual no altera la continen-
sigmoidoscopia para identificar el orificio pri- cia anal de manera significativa. Cuando se tra-
mario y para descartar otras afecciones. Los tan fístulas transesfinterianas tiene que sacrifi-
cultivos son también útiles, especialmente en carse el esfínter interno y parte del externo,
casos críticos en los que se considera necesaria razón por la cual debe procurarse no sacrificar
la administración de antibióticos. más músculo del indispensable. La continencia
no se afecta considerablemente mientras no se
toque el músculo puborrectal.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL El tratamiento de las fístulas supraesfinte-
rianas amerita por lo regular extirpar la cripta
Las infecciones perianales pueden confundir- infectada y formar un colgajo de mucosa rectal
se con otras anormalidades que tienen mani- que cubra el sitio del orificio interno. En el tra-
festaciones similares, como la infección de una yecto fistuloso se deja un drenaje que sólo se
glándula de Bartholin o el absceso periure- retira cuando el colgajo cicatriza.
tral. Este último se presenta por lo general des-
pués de una manipulación instrumental del
tracto urinario. La infección criptoglandular COMPLICACIONES
debe distinguirse de la hidrosadenitis supurati-
va, de la fasciítis necrosante o de la enferme- Si no se tratan, las infecciones perirrectales
dad de Fournier, entre otras. En sujetos con pueden extenderse en forma progresiva, en
fístulas perirrectales múltiples o de repetición especial en el paciente diabético o inmunosu-
debe siempre descartarse la enfermedad de primido, y ocasionar sepsis o fasciítis necrosan-
Crohn. te. Aun cuando no se llegue a estos extremos,
las infecciones que se dejan evolucionar duran-
te mucho tiempo son por lo general más difíci-
les de tratar y tienen mayor riesgo de generar
TRATAMIENTO complicaciones posoperatorias. Estas son habi-
tualmente hemorragia excesiva, incontinencia
Los abscesos perirrectales deben tratarse, tan anal por lesiones graves de los esfínteres, este-
pronto como sea posible, al igual que los de nosis anal y fístulas rectovaginales.
cualquier otra parte, mediante drenaje. Este se
logra de manera adecuada practicando una
incisión en forma de cruz sobre la zona en don- PRONOSTICO
de se encuentre la piel más delgada. Puede
resecarse un poco de piel para evitar que el El tratamiento quirúrgico adecuado proporcio-
orificio se cierre y que el absceso vuelva a for- na buenos resultados en la mayoría de los pa-
marse. Esto alivia los síntomas rápidamente y cientes, aunque un pequeño porcentaje puede
por lo general no se requieren antibióticos, a presentar recidivas.
290 Tubo digestivo bajo

PROFILAXIS Kodner IJ. Endorectal a d v a n c e m e n t fiap repair of


rectovaginal and other complicated anorectal fístu-
Si bien no existe un método específico para las. Surgery 1993; 114(4):682-B89.
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G o r d o n PH. Shakelford's surgery of the alimentan-
tract. 3rd ed. Philadelphia: Saunders 1991.
Quinta
parte

Principales síndromes
del aparato digestivo
Hemorragia del tubo
digestivo alto
José María Blasco y González

INTRODUCCIÓN quieren cada año atención especializada por


este motivo. La HTDA se presenta más en el
La hemorragia del tubo digestivo alto (HTDA) sexo masculino en proporción de 2:1. En los
es la pérdida de volumen sanguíneo ocasiona- últimos decenios se ha observado un incremen-
da por lesiones del tubo digestivo proximal; el to del número de pacientes mayores de 60 años
punto de referencia es la unión duodenoyeyu- que se relaciona con el uso prolongado de agen-
nal o ángulo de Treitz. tes antiinflamatorios no esteroides (AINE).
La HTDA es un problema frecuente y pue- En relación con su presentación, esta anor-
de ser de gravedad, especialmente en personas malidad puede clasificarse en aguda y crónica,
de edad avanzada. En 80% de los casos la he- o también, dependiendo de su magnitud, en
morragia cede de modo espontáneo y en el 20% masiva, activa (o evidente) y oculta. Se conside-
restante continúa o se observa recurrencia en ra masiva cuando la pérdida de sangre es ma-
las siguientes horas o días. yor de 30% del volumen circulante (> 1 500 mi)
La tasa de mortalidad varía según sea su y se vincula con choque hipovolémico. En la
origen e intensidad, pero se ha estimado de hemorragia activa la inestabilidad hemodinámi-
10%; esta cifra es similar a la que se registraba ca es menor. El sangrado oculto se manifiesta,
hace algunas décadas, a pesar de los adelantos según el grado y la duración, como síndrome
tecnológicos para efectuar un diagnóstico tem- anémico.
prano y de los avances terapéuticos. Esto se
explica porque el promedio de vida aumentó y
por tanto existe también mayor población de CAUSAS
edad avanzada, que es el sector con mortalidad
más elevada pues se vincula con las enfermeda- Las causas de HTDA son múltiples y su inciden-
des concomitantes. cia cambia en cada población estudiada (cua-
El riesgo de una nueva hemorragia después dro 47-1). En general, la úlcera péptica, duode-
de un episodio de sangrado puede ser de 40% nal o gástrica y la gastritis erosiva ocupan los
en la úlcera péptica, mientras que en la hiper- primeros lugares en la mayoría de las series. En
tensión portal puede llegar hasta 70% en las segundo término está la hipertensión portal
siguientes 48 a 72 horas. hemorrágica, sea por rotura de varices esofági-
La HTDA es un problema que se atiende a cas o por gastropatía hipertensiva portal.
menudo en los servicios de urgencias. Es la se- El síndrome de Mallory-Weiss causa hemo-
gunda causa de hospitalización de emergencia rragia en 5 a 15% de las veces en diversas publi-
en un hospital general, después de los proble- caciones. Algunas lesiones provocan hemorra-
mas cardiovasculares. En estudios epidemioló- gias leves y crónicas, como la esofagitis, el carci-
gicos en varios países se ha encontrado que 50 noma, el linfoma y los pólipos gástricos. Los
a 150 pacientes por cada 100 000 habitantes re- tumores submucosos, como el leiomioma y el
293
294 Principales síndromes del aparato digestivo

Cuadro 47-1. Causas de hemorragia sitúan muchas veces en la pared posterosupe-


del tubo digestivo alto
rior del c u e r p o gástrico, hacia la c u r v a t u r a
Inflamatoria
menor, en la región de la arteria coronaria es-
Ulcera péptica tomáquica.
Gastritis erosiva Gastritis. La mucosa se observa edematosa
Ulcera gástrica aguda con hiperemia, erosiones y a veces ulceracio-
Esofagitis
nes pequeñas. Al microscopio existe infiltrado
Mecánica
inflamatorio agudo.
Síndrome de Mallory-Weiss
Hemobilia Varices esofágicas. Son dilataciones venosas
submucosas en el tercio distal del esófago.
Vascular
Varices esofágicas Síndrome de Mallory-Weiss. Son laceraciones
Gastropatía hipertensiva portal longitudinales de la mucosa a nivel de la unión
Telangiectasia hemorrágica hereditaria esofagogástrica; son más comunes en la porción
Hemangiomas
gástrica de la unión y sti longitud es variable (?>-
Lesión de Dieulafoy
Ectasia vascular antral (estómago en sandía) 20 m m ) .
Fístula aortodigestiva
Neoplásica PATOGENIA
Carcinoma de esófago y estómago
Pólipos gástricos Ulcera duodenal. Se relaciona con hiperse-
Leiomiomas-sarcomas
creción acida y p o r lo g e n e r a l existe mayor
Sistémica n ú m e r o de células parietales que en los sujetos
Discrasias sanguíneas
Vasculitis
normales. También se ha vinculado con otros
Uremia factores, como vaciamiento gástrico acelerado
y tabaquismo (que reduce el bicarbonato pan-
creático). En más de 9 5 % existe relación con
gastritis crónica por infección por Helicobacter
pylori y, de h e c h o , la erradicación de la bacteria
sarcoma, p u e d e n sangrar c u a n d o se ulceran, limita la recurrencia de la úlcera d u o d e n a l .
incluso en forma masiva. Ulcera gástrica. Varios mecanismos interac-
Existen factores etiológicos raros q u e pue- túan para su formación: m e n o r resistencia de
den ocasionar h e m o r r a g i a en forma importan- la mucosa gástrica, moco defectuoso, flujo san-
te, c o m o la hemobilia y la lesión de Dieulafoy guíneo disminuido y alteración del vaciamien-
(malformación arterial no ulcerada localizada to gástrico. Por otro lado, participan también
en el fondo gástrico, hacia la curvatura m e n o r ) . factores agresores (ácido, pepsina, ácidos bilia-
La h e m o b i l i a se relaciona con t r a u m a t i s m o res), factores ambientales (fármacos, tabaco) y
a b d o m i n a l o con yatrogenia por procedimien- factores infecciosos (H. pylori).
tos en la vía biliar. Otras lesiones vasculares ra- La hemorragia en la úlcera péptica ocurre
ras que también p u e d e n g e n e r a r una hemorra- c u a n d o se erosiona la pared de una arteria en
gia son la telangiectasia hereditaria hemorrági- la base de la úlcera y su magnitud d e p e n d e del
ca (Osler-Rendú-Weber) y la ectasia vascular del calibre del vaso.
a n t r o gástrico (estómago en sandía). Gastritis. Se p r o d u c e un desequilibrio en-
tre los mecanismos de defensa de la mucosa
gástrica y los factores agresores. Las causas ha-
ANATOMÍA PATOLÓGICA bituales son la ingestión de alcohol y el uso de
AINE. Estos fármacos inhiben la síntesis de pros-
Ulcera péptica. Es un defecto de la mucosa taglandinas, lo que disminuye la citoprotección
g a s t r o d u o d e n a l q u e se extiende más allá de la que confieren a la mucosa. También existe re-
muscular de la mucosa. El 9 0 % de las úlceras ducción de la producción de moco v bicarbo-
d u o d e n a l e s se localiza en el bulbo d u o d e n a l , nato. Con ello se altera la barrera mucosa v se
cerca de la pared posterior, en el territorio de p e r m i t e la retrodifttsión de radicales ácidos;
la arteria gastroduodenal. Por lo regular la úl- existe congestión, a u m e n t o de la permeabilidad
cera d u o d e n a l se relaciona con gastritis cróni- capilar y trombosis de vasos submucosos.
ca activa del a n t r o por Helicobacterpylori y suele Hipertensión portal. Los m e c a n i s m o s q u e
e n c o n t r a r s e metaplasia gástrica y d u o d e n i t i s elevan la presión en la porta son: mayor resis-
a l r e d e d o r de la úlcera. Las úlceras gástricas se tencia al paso de la sangre por el sistema portal
Capítulo 47 • Hemorragia del tubo digestivo alto 295

o mayor flujo sanguíneo del sistema esplácni- dio agudo aparece anemia normocítica normo-
co, o ambos. Sobreviene entonces congestión crómica; en cambio, cuando la hemorragia es
de vasos esplácnicos y se favorece la abertura crónica o recurrente, la anemia suele deberse a
de colaterales. La manifestación más común la deficiencia de hierro.
es el desarrollo de varices en el tercio distal Los signos vitales son excelentes paráme-
del esófago y en el fondo gástrico, así como tros para conocer la repercusión hemodinámi-
gastropatía congestiva. Las varices esofágicas se ca que ha tenido la pérdida de volumen intra-
forman cuando el gradiente de presión portal vascular. La expresión clínica de hipovolemia
sobrepasa los 12 mmHg. Las causas de hiper- con bajo gasto cardiaco se caracteriza por lipo-
tensión portal son varias pero, con mucho, la timia, fosfenos, piel fría, diaforesis, sed y náu-
cirrosis hepática es la más frecuente. sea, que los pacientes pueden padecer según la
Síndrome de Mallory-Weiss. El incremento de magnitud de la hemorragia.
gradiente de presión entre la presión intragás-
trica y la intratorácica a nivel de la unión gas- DIAGNOSTICO
troesofágica provoca los desgarros en la muco-
sa. La hernia hiatal se considera un factor pre- Cuando se tiene la sospecha o evidencia de
disponente. El síndrome se ha relacionado es- HTDA debe precisarse la urgencia del hecho.
trechamente con el consumo de alcohol y vó- Un interrogatorio rápido y conciso y una explo-
mito precedido de arqueo intenso, aunque tam- ración física selectiva definen la intensidad de
bién se ha observado en paroxismos de tos, cri- la hemorragia, el estado hemodinámico que
sis asmática y convulsiones. guarda el paciente y las posibles causas de la
hemorragia.
CUADRO CLÍNICO La confirmación objetiva de la HTDA se
puede establecer mediante lavado gástrico. El
Existen dos obvias manifestaciones clínicas, empleo de la sonda nasogástrica es motivo de
hematemesis y melena, que facilitan el diagnós- controversia; sin embargo, se utiliza para cono-
tico. Cuando la hemorragia es suficiente para cer la actividad de la hemorragia y sobre todo
producir hematemesis, también se presenta para drenar los restos hemáticos antes de prac-
melena; por otro lado, sólo la mitad de pacien- ticar la endoscopia. No se justifica su uso pro-
tes con melena padece hematemesis. El vómito longado.
en posos de café tiene menor riesgo de compli- Es importante recabar información sobre
cación respecto del vómito de sangre fresca. los antecedentes que contribuyen al diagnósti-
Cabe recordar que las heces también pueden co clínico presuncional, como síntomas pépticos
oscurecerse con la ingestión de hierro, sales de o de reflujo gastroesofágico que antecedieron
bismuto y orozuz (regaliz negro). El betabel a la hemorragia, consumo de alcohol, fármacos
torna las heces de un color vinoso. (como los AINE) o anticoagulantes, hemorra-
En algunos casos los síntomas acompañan- gia digestiva previa o intervención quirúrgica
tes pueden sugerir la causa. El dolor en epigas- por úlcera péptica, enfermedades concomitan-
trio y el reflujo gastroesofágico se relacionan tes como hepatopatía crónica, nefropatía o
con enfermedad acidopéptica. No obstante, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
HTDA puede ser la manifestación inicial de la Al explorar al paciente se buscan ciertos
úlcera péptica (aproximadamente 20% de pa- datos: palidez de mucosas, cambios tensionales
cientes puede sangrar sin síntomas que la pre- al ortostatismo (cuando es posible), taquicar-
cedan). dia, lesiones de cavidad bucal, nariz y faringe
En el síndrome de Mallory-Weiss pueden capaces de ocasionar hemorragia, telangiecta-
presentarse antes de la HTDA náusea con ar- sias y otros estigmas de hepatopatía crónica,
queo vigoroso, accesos de tos o vómito sin san- adenopatías y masas intraabdominales. El tacto
gre, sobre todo en pacientes alcohólicos. Estos rectal determina las características de las heces.
fenómenos sólo se observan en la mitad de los Los exámenes de laboratorio de rutina (bio-
casos. En la hemobilia se ha descrito la tríada metría hemática, química sanguínea y coagula-
clásica en 40% de los casos: dolor abdominal, ción) demuestran la repercusión bioquímica
ictericia y melena, pero en el resto la melena es por la pérdida de sangre. La hemoglobina y el
asintomática. hernatócrito no reflejan al principio la pérdida
La HTDA se manifiesta clínica y bioquími- sanguínea con exactitud sino hasta que se pier-
camente como síndrome anémico; en el episo- de el equilibrio intravascular y se produce he-
296 Principales síndromes del aparato digestivo

modilución 24 horas después. También se de- tras que la serie gastroduodenal sólo lo hace en
muestra leucocitosis y trombocitosis como reac- 30 a 50%. El estudio baritado no es un método
ción hematopoyética luego de la hemorragia. indicado de primera elección en la hemorragia
Actualmente la utilidad de la endoscopia aguda ya que no logra detectar muchas lesio-
se concreta en tres puntos: identificar el origen nes de la mucosa (gastritis, síndrome de Mallo-
de la hemorragia, proporcionar tratamiento e ry-Weiss). Puede indicar posibilidades pero no
indicar el pronóstico de una hemorragia persis- el sitio real de una hemorragia; así, la demos-
tente o de una nueva hemorragia. Debe ser el tración de una lesión no indica que sea causan-
procedimiento de elección; se recomienda efec- te de la hemorragia, como en el caso de las
tuarla en las primeras 12 a 24 horas después del varices en el esófago.
inicio de la hemorragia para identificar su ori- La angiografía abdominal selectiva también
gen con certeza. Un paciente puede tener dos ha sido relegada por la endoscopia en lesiones
o más lesiones (como varices esofágicas y gastri- situadas por arriba del ángulo de Treitz, aun-
tis), en cuyo caso no es fácil detectar todos los que se llega a emplear para anomalías más dis-
puntos causantes de hemorragia. Algunas lesio- tales y a veces con fines terapéuticos: emboliza-
nes mucosas remiten en 48 horas y las úlceras ción selectiva o administración de vasopresores.
dejan de mostrar signos sospechosos de hemo-
rragia.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El endoscopista puede demostrar los estig-
mas en la úlcera péptica que ha sangrado (con- Es pertinente recordar que 70 a 80% de los casos
siderados como predictivos de hemorragia), de hemorragia gastrointestinal tiene su origen
según la clasificación de Forrest (cuadro 47-2). en el tubo digestivo alto, mientras que sólo 20%
El vaso visible es una protuberencia pigmenta- corresponde a la porción distal (colon y recto).
da que se observa en el lecho de una úlcera que En el mínimo porcentaje restante la hemorragia
recientemente sangró. Se cree que es una dila- proviene del intestino delgado. El diagnóstico
tación aneurísmica con arteritis focal o un coá- diferencial se establece respecto de las diversas
gulo organizado; a veces se recanaliza y puede causas de HTDA, que deben demostrarse siem-
provocar nueva hemorragia en las siguientes pre por algún método diagnóstico (de preferen-
horas. El tamaño y la profundidad de la úlcera cia endoscopia) y no sólo inferirse por clínica.
también son parámetros relacionados con la
intensidad de la hemorragia.
TRATAMIENTO
En varices esofágicas también se han des-
crito signos endoscópicos predictivos: varices El tratamiento debe prescribirse con prontitud
grandes, puntos rojo cereza, telangiectasias y y tiene dos objetivos primordiales: estabilizar la
varices sobre las varices. hemodinamia reponiendo el volumen perdido
La endoscopia temprana suele identificar e investigar la causa de la HTDA para suprimir-
la causa de la HTDA el 95% de las veces, mien- la, tratarla y prevenir una recurrencia.

Cuadro 47-2. Criterios endoscópicos de la clasificación de Forrest


y su relación con la probabilidad de nueva hemorragia

Signos Riesgo de nueva


endoscópicos Incidencia hemorragia

I. Hemorragia activa
la. Con chorro arterial 10% 80%
Ib. En capa o por 10% 80%
escurrimiento
II. Estigmas de hemorragia
reciente
Na. Vaso visible 25% 50%
llb. Coágulo adherente 10% 20"/,
lie. Fondo necrótico en la 15% < 10%
úlcera
III. Sin estigmas de hemorragia 40% < 5%
Capítulo 47 ' Hemorragia del tubo digestivo alto 297

La estimación de la pérdida sanguínea se tritis o úlcera péptica. Los agentes antisecretores


obtiene generalmente por datos clínicos. Los (antagonistas de receptores H 2 o inhibidores de
signos vitales y la diuresis horaria son los pará- bomba de ácido) no proveen hemostasia pri-
metros a utilizar para cuan tincar el requerimien- maria, aunque sí reducen la acción corrosiva del
to de líquidos parenterales. Se recomienda ca- ácido sobre el vaso que ha dejado de sangrar
nalizar dos venas periféricas con catéteres cor- espontáneamente. Por otra parte, los vasocons-
tos de amplio calibre, que son más eficaces para trictores esplácnicos (somatostatina, vasopresi-
la infusión rápida de soluciones y productos na) han demostrado efectividad en hiperten-
sanguíneos que los catéteres largos. sión portal hemorrágica aguda.
Al canalizar se toman muestras para labo- En las últimas décadas la endoscopia ha
ratorio de rutina y para determinar grupo san- logrado una dimensión terapéutica importan-
guíneo y Rh y cruzar sangre, si fuera necesario. te. Varios métodos se han utilizado para ocluir
Se prefiere usar soluciones electrolíticas iso- los vasos hemorrágicos; los más conocidos son
tónicas, a goteo libre o, si se requiere, coloides los térmicos y los de inyección. Estos métodos
como expansores de plasma (en la medida tienen como finalidad inhibir la hemorragia y
en que el sistema cardiovascular del paciente evitar la recurrencia mediata.
lo permita). Eventualmente se valora, si lo Los métodos térmicos incluyen la sonda
amerita el caso, el empleo de paquetes globu- calórica o de coagulación térmica, la electrocoa-
lares para llevar la hemoglobina a niveles ópti- gulación bipolar y la fotocoagulación con láser.
mos de oxigenación. Se debe administrar plas- Todos se pueden utilizar en la úlcera péptica
ma fresco congelado por cada cuatro a seis hemorrágica, sobre todo en presencia de un
paquetes globulares para aportar factores de vaso visible. La sonda calórica es el método más
coagulación y también para agregar gluconato efectivo (95%), que además es barato y de uso
de calcio. simple. El láser tiene dos limitantes: no es por-
Es conveniente investigar si existe alguna tátil y tiene un alto costo.
limitante para la hemotransfusión por motivos La técnica de inyección emplea sustancias
religiosos ya que esta práctica sin consentimien- esclerosantes o vasoconstrictoras. Su función es
to conlleva implicaciones éticas y legales con el obliterar el vaso hemorrágico, sea de una úlce-
paciente o sus familiares. ra péptica, varices esofágicas o de! síndrome de
La mayoría de las veces, independientemen- Mallory-Weiss; también se utiliza en el caso de
te de la causa, la HTDA cesa de manera espon- vasos visibles no hemorrágicos. Los agentes más
tánea. Cuando no ocurre así se requieren me- usados son el alcohol al 98%, la adrenalina
didas intervencionistas, endoscópicas o quirúr- 1:10 000 y el polidocanol al 1%, y pueden in-
gicas para controlar la hemorragia y su recurren- yectarse en o alrededor del vaso con el fin de
cia (cuadro 47-3). producir espasmo o trombosis, o ambos. Es un
El tratamiento farmacológico no ha sido procedimiento sencillo, barato y muy accesible,
exitoso para controlar una hemorragia por gas- con utilidad de 75 a 100%; es el más empleado
en México.
Con el advenimiento de la endoscopia te-
rapéutica, el uso de la sonda de balón (Sengs-
Cuadro 47-3. Tratamiento de la hemorragia
del tubo digestivo
taken-Blakemore) en hemorragia por rotura de
varices esofágicas ha quedado limitado a los
Farmacoterapia casos en que fracasan la escleroterapia y el tra-
Vasopresina tamiento farmacológico (somatostatina, vaso-
Somatostatina
presina) o existe recurrencia. Obviamente, en
Tratamiento endoscópico unidades médicas que no cuenten con endos-
Sonda de calor
Electrocoagulación bipolar
copia, la sonda de balón será el método tera-
Fotocoagulación con láser péutico de primera elección, como lo fue hace
Esclerosis de úlcera péptica varias décadas.
Esclerosis de varices esofágicas
Las indicaciones quirúrgicas actuales para
Ligadura de varices esofágicas
la úlcera péptica son las hemorragias persisten-
Tratamiento angiográfico tes con altos requerimientos de transfusiones,
Embolización arterial selectiva
Derivación portosistémica transyugular
falla de las técnicas intervencionistas aplicadas
y, sobre todo, el paciente mayor de 60 años con
Intervención quirúrgica
recurrencia. Un vaso visible en una úlcera debe
298 Principales síndromes del aparato digestivo

mantener al cirujano en alerta durante las PROFILAXIS


siguientes 24 a 48 horas ante el riesgo de recu-
rrcncia y la necesidad de intervenir quirúrgi- Ulcera péptica
camente. Un tipo sanguíneo raro también pue-
de ser indicación de operación, ya que no es Debe evitarse la recaída del proceso. (Atando
fácil conseguir sangre apropiada en caso de re- se vincula con infección por Helicolmclcr pyloii,
caída. la erradicación de la bacteria reduce la recu-
La operación de urgencia por varices eso- rrencia de la úlcera. Debe limitarse también,
fágicas supone una elevada mortalidad; en la cuando sea posible, el empleo de AINE al igual
actualidad la escleroterapia y algunos vasocons- que el abuso de alcohol y tabaco.
trictores csplácnicos han limitado ese contra- Ulceras gástricas agudas. Para prevenirlas se
tiempo. Los procedimientos quirúrgicos tam- recomienda el sucralfato o bien reducir la aci-
bién deben evitarse en la gastritis erosiva y las dez gástrica con antisecretores gástricos.
úlceras gástricas agudas en virtud de que la Hipertensión portal hemorrágica. Los bloquea-
gastrectomía en estas condiciones posee una dores beta (propranolol) y la escleroterapia
elevada mortalidad. reducen el riesgo de resangrado. En pacientes
que nunca han sufrido hemorragia por hiper-
tensión portal se recomienda el tratamiento
farmacológico preventivo con propranolol; la
COMPLICACIONES escleroterapia no está indicada como profilaxis
Las complicaciones de un episodio de HTDA primaria.
varían según sea su magnitud y duración.
Habitualmente produce síndrome anémico de BIBLIOGRAFÍA
variable intensidad y su comportamiento depen-
de de si es agudo o crónico. La hemorragia Basuk PM, Isenberg JI. Gnstric lavage in patients with
masiva desestabiliza hemodinámicamente al gastrointestinal hemorrhage. Ardí Intern Med 1990;
paciente y provoca choque hipovolémico con 150:1379-1380
hipoperfusión tisular en varios niveles (isque- Benítez M, Romero C, Lozano MA y col. Aspectos
mia cerebral, insuficiencia coronaria, hepatitis clínicos y terapéuticos actuales del sangrado de tubo
isquémica), en particular insuficiencia renal digestivo alto. Rev Iberolat C Int 1995; -1:15-21.
aguda. Gilbert DA. Epidemiology of upper gastrointesti-
Los pacientes con cirrosis hepática presen- nal bleeging. Gastrointest Endose 1990; 36(supl):
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PRONOSTICO HoefsJC, fonas GM, Sarfeh 1J. Diagnosis and hemody-
naniic assessment of portal hipertensión. Surg Glin
Algunos factores se consideran predictivos de Nortb Am 1990; 70(2):2(¡7-289.
mal pronóstico. Entre ellos están la edad (ma- Jobnson JH. Endoscopy lor peptie ulcer hemorrhage.
yores de 60 años), enfermedades concomitan- Postgrad Med 1988; 83:121-136.
tes (insuficiencia renal, respiratoria o hepáti- Johnson JH. Endoscopir risk factors for bleeding pep-
ca) y el consumo crónico de alcohol o de AINE. tic ulcer. Gastrointest Endose 1990; 36(5):516-520.
La magnitud de la hemorragia se valora a partir Jones SC, Axon TR. Bleeding peplie ulcer: endoscopio
de los requerimientos altos de hemotransfusio- and pharmacological mariagement. Postgrad Med
nes, de la repercusión hemodinámica y de la 1991; 67:606-612.
necesidad de operación de urgencia. Los facto- Katz PO, Salas I.. Less frequent causes of upper gas-
res etiológicos también pueden sugerir el pro- trointestinal bleeding. Gastroenterol Clin N Am
nóstico; así, la mortalidad en el síndrome de 1993; 22(4):875-889.
Mallory-Weiss es excepcional, a diferencia de lo Eiebennan 1). Gastrointestinal bleeding: initial mana-
que sucede en la hemorragia por varices esofá- gement. Gastrocnterol Clin N Am 1993; 22(4):723-
gicas o enfermedad acidopéptica. Los estigmas 736.
endoscópicos de hemorragia reciente ayudan a Maraíión M. Kndoscopiay hemorragia de tubo digestivo
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Capítulo 47 ' Hemorragia del tubo digestivo alto 299

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trointestinal bleeding. Gastrointest Endose 1092; 1990; 212:521-526.
38:760-764.
Hemorragia del tubo
digestivo bajo
Dr. Ector Jaime Ramírez Barba

INTRODUCCIÓN de de la tasa y actividad del sangrado. Tres son


las categorías principales de este padecimiento:
Es la serie de signos y síntomas producidos por
la hemorragia de lesiones distales al ligamento 1. Hemorragia menor reciente-hemorragia
de Treitz. La gravedad de la hemorragia varía oculta
desde la pérdida oculta de sangre hasta la he- 2. Hemorragia grave que cesó
morragia masiva y el choque. 3. Hemorragia grave y activa
La hemorragia digestiva baja aguda es me-
nos frecuente que la hemorragia digestiva alta, Es fundamental la reposición adecuada de
aunque la incidencia real no se conoce. El ori- líquidos en cualquier paciente con hemorragia
gen de la hemorragia gastrointestinal baja agu- digestiva baja antes de realizar alguna interven-
da está estrechamente relacionado con la edad ción diagnóstica o terapéutica definitiva. La
del paciente (séptima década). En la mayor hemorragia digestiva puede manifestarse de
parte de los pacientes, la hemorragia procede diferentes formas:
del colon; sin embargo, del 15 al 20% de los
episodios corresponde a intestino delgado y tubo Hematemesis. Es el vómito de sangre o coá-
gastrointestinal alto (cuadro 48-1). Hasta el 80 gulos; el vómito puede contener sangre fresca,
a 90% de los episodios hemorrágicos agudos cesa de color rojo brillante u oscuro, o en forma de
espontáneamente; empero, la hemorragia es restos hemáticos oscuros, en "poso de café".
recurrente en 25% de los pacientes. La morta- Melena. Es la emisión por el ano de heces
lidad es más elevada en los enfermos con hemo- pastosas de color negro brillante y fétidas; son
rragia recurrente o persistente, aunque ha des- el resultado de la degradación de la sangre en
cendido en los pasados dos decenios, lo cual se el tracto gastrointestinal, y no deben confun-
atribuye a la mejoría de las técnicas diagnósti- dirse con el oscurecimiento de las heces provo-
cas, que permiten una localización más precisa cado por la administración de hierro o bismuto.
y una intervención terapéutica más temprana. Hematoquezia. Son heces de color negro
No obstante, y pese a los refinamientos actuales rojizo.
de las técnicas diagnósticas, no se identifica la Rectorragia. Es la emisión de sangre roja por
fuente de la hemorragia en 8 a 12% de los casos. vía rectal, aislada o mezclada con la deposición.
La hemorragia digestiva baja es una urgen- Hemorragia oculta. No produce cambios en
cia médica frecuente; la incidencia en México la coloración de las heces y se detecta sólo al
no se conoce bien porque se registra sólo la analizar las heces con un reactivo químico.
incidencia de la enfermedad subyacente. El
cuadro 48-1 muestra la frecuencia en orden de
importancia por región anatómica. CAUSAS
En general, todas las formas de hemorra-
gia digestiva baja son de naturaleza intermiten- Las hemorroides y fisuras son causa frecuente
te. Sin embargo, la atención del enfermo depen- de hemorragia debido a la erosión de los vasos
300
Capítulo 48 • Hemorragia del tubo digestivo bajo 301

Cuadro 48-1. Causas importantes de hemorragia diverticular (fig. 48-1). La mayor parte de los
digestiva baja en intestino delgado (ID),
divertículos se localiza en el colon sigmoide y
grueso (IG) y ano (A)
sólo sangran los que por sus cuellos y bóvedas
Edad Incidencia más amplias exponen más los vasos rectos a
Causa Sitio en años (%) erosiones debido a su membrana delgada. Las
angiodisplasias son ectasias vasculares de la
Diverticulosis IG >50 25-50 mucosa y submucosa de la pared intestinal;
Angiodisplasia IG >50 5-20 pueden presentarse en todo el tubo digestivo y
Carcinoma de IG >40 5-15 se desconoce su origen. Sus localizaciones ha-
colon izquierdo bituales como causa de hemorragia son el cie-
Colitis ulcerativa IG 20-40 5-15 go, el colon ascendente y el íleon distal (fig.
Pólipos benignos IG Cualquier 10 48-2, color).
edad
Carcinoma de IG >40 2-5
colon derecho PATOGENIA
Enteritis por IG Cualquier 2-5
radiación
Los cambios hemodinámicos producidos por la
edad
pérdida de sangre condicionan la patogenia. La
Colitis de Crohn IC 30-50 rara
pérdida del 10 a 15% (500-700 mi) de la masa
Divertículo de ID <20 rara
sanguínea no suele determinar cambios en el
Meckel
pulso ni en la presión arterial, a menos que se
Pólipos ID <25 rara
produzca de una forma muy brusca, en cuyo
Malformaciones ID <25 rara caso puede inducir hipotensión. Las pérdidas
vasculares
del 15 al 25% (750 a 1 250 mi) ocasionan pe-
Infarto intestinal ID >50 rara
queños cambios en la frecuencia del pulso y en
Hemorroides y A >20 frecuente la presión arterial, detectados sobre todo en
fisuras
ortostatismo, mientras que las pérdidas superio-
res al 35% (mayor de 1 250 mi) se acompañan
casi invariablemente de signos de choque. En
algunos pacientes, en particular los de edad
sanguíneos del ano. El sangrado rara vez pone avanzada, la hemorragia se vincula con un sín-
en peligro la vida y el diagnóstico puede esta- drome vasovagal, con bradicardia, vasodilata-
blecerse fácilmente por examen digital segui- ción periférica y descenso de la tensión arte-
do de anoscopia. Los divertículos colónicos son rial; sin embargo, se experimenta recuperación
la causa de hemorragia más frecuente a partir casi inmediata con la perfusión de soluciones
de la quinta década de la vida. Sólo el 2 a 5% de isotónicas, sin tener que recurrir a medidas más
los pacientes con diverticulosis colónica presen- radicales.
ta una hemorragia digestiva baja por esta causa.
La hemorragia por divertículos puede ocu- CUADRO CLÍNICO
rrir de forma intermitente, de modo que alre-
dedor del 20% de los pacientes que ingresan La hematemesis, melena, hematoquezia y rec-
por esta causa sufren recurrencia hemorrágica torragia son indicativas de una hemorragia agu-
en el transcurso de la hospitalización. En pa- da; en cambio, las pérdidas ocultas son general-
cientes de edad avanzada la angiodisplasia es la mente crónicas. La evaluación inicial del pacien-
segunda causa de hemorragia de origen intesti- te con hemorragia debe incluir la confirmación
nal, en orden de frecuencia, y la primera en de su existencia, la cantidad perdida y su reper-
casos de hemorragia de origen no determina- cusión hemodinámica; también debe conside-
do después de las maniobras diagnósticas ini- rarse la anamnesis para conocer los anteceden-
ciales. Otras causas menos frecuentes se presen- tes que pueden indicar sus causas o influir en
tan en el cuadro 48-1. su pronóstico.
Cuando el paciente expulsa sangre por la
ANATOMÍA PATOLÓGICA boca, el contenido del estómago obtenido a
través de una sonda nasogástrica permite esta-
Los divertículos colónicos suceden en el sitio blecer en general el origen digestivo de la he-
de penetración de los vasos nutricios y la hemo- morragia. Si el interrogatorio revela la existen-
rragia resulta de la rotura arterial en el saco cia de una deposición compatible con sangre o
302 Principales síndromes del aparato digestivo

Fig. 4 8 - 1 . Colonoscopia que muestra un divertículo colónico que expone en su fondo un vaso sanguíneo. (Cortesía
del Dr. Arturo Mendoza.)

restos hemáticos, es obligado el tacto rectal para h e m o r r o i d e s , sugiere h e m o r r o i d e s sangrantes.


c o m p r o b a r q u e los residuos presentes en la La emisión de sangre roja a c o m p a ñ a d a de te-
ampolla rectal se corresponden en realidad con nesmo rectal y cambio en el ritmo de las eva-
los restos hemáticos. La anamnesis debe reco- cuaciones indica una probable reducción del
ger tanto datos relativos al propio episodio he- calibre del colon dista! de origen neoplásico o
morrágico, como los antecedentes del pacien-
te. La anamnesis y la exploración física iniciales
p u e d e n en algunos casos orientar sobre el posi-
Cuadro 48-2. Síntomas y hallazgos clínicos más
ble origen de la hemorragia (cuadro 48-2).
frecuentes por anomalías que causan hemorragia
En la h e m o r r a g i a q u e se manifiesta p o r digestiva baja
rectorragia o hematoquezia, el interrogatorio
d e b e recabar información acerca de los episo- Diagnóstico Síntomas y hallazgos clínicos
dios hemorrágicos previos (de iguales caracte-
Diverticulosis Hemorragia indolora asintomática
rísticas) y de la existencia de e n f e r m e d a d e s
Angiodisplasia I lemorragia indolora, historia de
como poliposis colónica, enfermedad inflama-
hemorragia previa
toria crónica intestinal o h e m o r r o i d e s . El exa-
Hemorroides I lemorragia indolora, dolor rectal,
men anal y el tacto rectal detectan con facili-
estreñimiento
dad h e m o r r o i d e s o masas rectales causantes de
Colitis ulcerativa Dolor abdominal, hemorragias
hemorragia. Estos datos del interrogatorio y la
recurrentes, pérdida de peso
exploración, a u n q u e orientadores, no son sufi-
Fisura anal Dolor rectal, estreñimiento
c i e n t e m e n t e específicos para basar en ellos el
Carcinoma de colon Asintomático, pérdida de peso,
diagnóstico; toda vez que sea posible debe prac-
derecho anemia crónica
ticarse endoscopia.
Carcinoma de colon Diarrea o estreñimiento, cambios
izquierdo en el bolo fecal, pérdida de
peso, distensión abdominal,
DIAGNOSTICO
caquexia, masa palpable
Se inicia con una historia clínica detallada, que Pólipos benignos Diarrea, cólicos
es esencial para la orientación diagnóstica. La Infarto intestinal Angina intestinal, síntomas
emisión de p e q u e ñ a s cantidades de sangre roja relacionados con cntermedad
arterosclerótica, dolor
p o r el ano, mezcladas con la deposición o al final
abdominal agudo intenso
de ésta, en un paciente con antecedentes de
Capítulo 48 • Hemorragia del tubo digestivo bajo 303

inflamatorio; estos síntomas, en un paciente luciones osmóticas por vía oral y sedación del
mayor de 40 años sin antecedentes digestivos, paciente. La colonoscopia permite establecer el
son siempre sospechosos de cáncer colorrectal. diagnóstico en alrededor del 30 a 40% de los
Cuando la sangre expulsada por el ano se acom- casos de hemorragia digestiva baja en los que la
paña de moco o pus (esputo rectal), o ambos, enema opaca no había conseguido detectar la
junto con deposiciones diarreicas, el diagnósti- lesión. Además, tiene la ventaja sobre la enema
co más probable es la colitis infecciosa o infla- opaca de poder identificar la lesión causante
matoria. Si se sospecha una colitis inflamatoria de la hemorragia cuando existe más de una
es útil conocer la existencia de episodios pre- lesión potencialmente hemorrágica. La colonos-
vios de características similares, o el anteceden- copia realizada durante el acto operatorio, en
te de radioterapia en la zona pelviana, que pudo el que el cirujano guía la progresión del endos-
ocasionar rectosigmoiditis actínica. En los pa- copio por el intestino, puede ser útil en deter-
cientes mayores de 60 años con historia de he- minados casos, sobre todo en lesiones con esca-
morragias previas intermitentes, y en ausencia sa expresión mucosa, como las angiodisplasias.
de síntomas sugestivos de cáncer (cambio del Debido a las dificultades que supone la visuali-
ritmo deposicional, pérdida de peso), los diag- zación de la mucosa cuando la luz del colon está
nósticos más probables son diverticulosis o an- inundada con sangre y coágulos, la utilidad de
giodisplasia. la colonoscopia es escasa en las hemorragias de
lado rectal. La exploración digital del rec- gasto elevado.
to es imprescindible; permite conocer el aspec- Angiografía. La radiografía convencional y
to del contenido rectal, cuando no se ha obser- la endoscopia tienen poca sensibilidad diagnós-
vado directamente la deposición hemática, y tica en la hemorragia digestiva baja originada
descartar lesiones ocupantes de espacio o irre- en segmentos proximales a la región rectosig-
gularidades de la pared rectal que puedan indi- moidea. En esta situación la angiografía tiene
car el origen de la hemorragia. una utilidad mucho mayor que en la hemorra-
Anoscopia y rectosigmoidoscojna. Esta simple gia digestiva alta, en la que la endoscopia sí tie-
exploración instrumental está indicada cuando ne un alto porcentaje de aciertos diagnósticos.
la hemorragia se manifiesta en forma de recto- En la pérdida sanguínea superior a 0.5 m i /
rragia, en especial si se sospecha una lesión en min, la arteriografía mesentérica suele locali-
la zona anorrectosigmoidea, como hemorroides, zar el punto sangrante mediante contraste ex-
fisuras, proctitis ulcerosa o infecciosa, úlcera o travasado (fig. 48-3). Esta técnica tiene gran
cáncer rectal. Su realización entraña dificulta- valor diagnóstico en los pacientes con hemo-
des cuando la hemorragia es activa y de alto rragia secundaria a anomalías vasculares (angio-
gasto al momento de la exploración. La dispo- displasia, hemangioma, fístula aortoentérica) o
nibilidad de fibrosigmoidoscopios está despla- lesiones tumorales que distorsionan la vascula-
zando el uso del rectosigmoidoscopio rígido en rización de la zona donde se asientan. La cate-
la exploración de las afecciones rectosigmoi- terización selectiva también permite la inyección
deas, ya que permite observar con facilidad el de agentes vasoconstrictores, como vasopresina,
segmento colónico (sitio más frecuente de le- o embolizantes, como el Gelfoam, con finalidad
siones neoplásicas e inflamatorias). terapéutica. En todo caso, la localización del
La preparación del colon con enemas o la- punto hemorrágico orienta al cirujano sobre la
xantes catárticos causa a menudo edema e hi- topografía de la resección quirúrgica.
peremia de la mucosa colónica; por este motivo Radiografía con contraste. La enema opaca en
no debe prepararse el colon antes de la sigmoi- el diagnóstico de la hemorragia digestiva baja
doscopia rígida en la exploración de las afec- ha sido desplazada por las técnicas endoscópi-
ciones rectosigmoideas, pues posibilita con fa- cas y arteriográficas. En los casos de hemorra-
cilidad visualizar el segmento colónico más gia activa, la enema de bario es tan difícil de
comúnmente afectado por lesiones neoplásicas practicar como de interpretar y, aunque se ob-
e inflamatorias. Tampoco debe prepararse el serven lesiones, es aventurado atribuirles la
colon cuando se sospecha el diagnóstico de responsabilidad de la hemorragia. En la fase de
colitis de cualquier tipo. inactividad de la hemorragia, tanto el tránsito
Colonoscopia. La colonoscopia consigue vi- intestinal con papilla de bario (de preferencia
sualizar el ciego hasta en 90% de los casos. Esta con técnica de enteroclisis) como la enema
técnica requiere por lo general una preparación opaca pueden detectar lesiones polencialmen-
previa del colon con enemas de limpieza o so- te sangrantes o completar el estudio endoscó-
304 Principales síndromes del aparato digestivo

Fig. 48-3. Estudio angiográfico que muestra el sitio hemorrágico. (Cortesía del Dr. Francisco J. Reynaga.

pico realizado previamente. El tránsito del in- coloidal es útil para identificar puntos sangran-
testino delgado con papilla baritada es el único tes en el intestino (figs. 48-4 y 48-5), incluso con
método diagnóstico de las lesiones de la pared gastos tan bajos como 0.1 ml/min. Si en una si-
yeyunal o ileal en las fases de inactividad hemo- tuación de presunta hemorragia activa la gam-
rrágica. magrafía es negativa, difícilmente se podrá visua-
Radioisótopos. La gammagrafía abdominal lizar el punto de sangrado mediante angiografía
con eritrocitos marcados con sulfuro de tecnecio selectiva; por esta razón es aconsejable efectuar

Fig. 48-4. Estudio gammagráfico realizado con pertecnetato Tc99m; las imágenes a los 5, 15, 30 y 45 minutos
muestran acumulación del radioisótopo en la mucosa gástrica ectópica del divertículo de Meckel, cuadrante inferior
derecho del abdomen. (Cortesía del Dr. Guillermo Sánchez Camargo.)
Capítulo 48 • Hemorragia del tubo digestivo bajo 305

Fig. 48-5. Estudio gammagráfico con eritrocitos marcados con pertecnetato Tc99m; la imagen es positiva de
hemorragia colónica. Se observa incremento conforme avanza el tiempo en el colon ascendente, descendente y
sigmoide. (Cortesía del Dr. Guillermo Sánchez Camargo.)

la exploración radioisotopica antes que la angio- TRATAMIENTO


gráfica. Cuando el punto hemorrágico se halla
en el ángulo hepático del colon los resultados La hemorragia digestiva es una complicación
de la gammagrafía son muy difíciles de inter- grave de lesiones gastrointestinales que requie-
pretar debido a la superposición de la actividad ren tratamiento en un centro hospitalario. Los
del isótopo captado por el parénquima hepático. pacientes que sufren una hemorragia cuantiosa
Laboratorio. Los estudios de laboratorio ini- o hemodinámica inestable deben ingresar a una
ciales deben incluir biometría hemática com- unidad de cuidados intensivos. Las medidas te-
pleta y pruebas de coagulación y química. El rapéuticas iniciales dependen de la gravedad de
hematócrito disminuye 3 a 4% por cada 500 mi la hemorragia y deben incluir la permeabiliza-
de sangre perdida. Él hematócrito refleja de ción de las vías respiratorias para conseguir una
forma aproximada la cantidad de sangre perdi- correcta ventilación; si es necesario debe prac-
da, pero si la hemorragia ha ocurrido más re- ticarse intubación traqueal (pacientes con in-
cientemente (de carácter agudo) el hematócri- toxicación alcohólica o comatosos). Deben co-
to puede incluso ser normal. Después de pro- locarse una o dos venoclisis periféricas de gran
ducirse una hemorragia, el hematócrito descien- calibre para asegurar un buen ritmo de perfu-
de como consecuencia del paso del líquido del sión de líquidos; si se requiere, debe colocarse
espacio extravascular al intravascular, proceso un catéter para medir la presión venosa central.
que se desarrolla progresivamente durante las Inicialmente, en espera de iniciar una trans-
24 a 72 horas posteriores a la pérdida hemáti- fusión sanguínea si el caso lo amerita, se deben
ca. También debe obtenerse el grupo sanguí- perfundir soluciones de cristaloides, como las
neo y practicar pruebas cruzadas para que se soluciones salinas isotónicas (suero fisiológico
disponga de sangre compatible que pueda uti- o Ringer con lactato) o coloides sustitutivos del
lizarse sin retraso cuando sea necesario. plasma (gelatinas, dextrán). La cantidad que se
perfundirá debe definirse en función de la can-
tidad de sangre perdida y se regulará mediante
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL vigilancia de la presión arterial, presión venosa
central y diuresis. En general, el mantenimien-
La coloración negruzca de las heces producida
to de una presión venosa central en re 5 y 15
por la ingestión oral de bismuto o hierro puede
cmH')O y de la diuresis por encima de 0.5 m i /
inducir un falso diagnóstico de melena.
306 Principales síndromes del aparato digestivo

kg/h indican una correcta reposición de la vo- ne venosa reducen la incidencia de hemorroi-
lemia. La perfusión de cristaloides debe efec- des y fisuras anales.
tuarse con precaución en pacientes con insufi-
ciencia cardiaca, renal o hepática, dado que la BIBLIOGRAFÍA
salida de agua y sodio desde el espacio intravas-
cular hacia los tejidos facilita el edema tisular y Dusold R, Burke K, Carpertier W y col. The accuracy of
pulmonar. technetium-99m-labeled red cell scintigraphy in
En caso de choque hipovolémico debe re- localizing gastrointestinal bleeding. Ara J Gastrocn-
ponerse rápidamente la volemia con sustitutos terol 1994; 89(3):345-348.
del plasma. Por lo regular es necesario trans- Ellis DJ, ReinusJF. Lower intestinal hemorraghe. Crit
fundir sangre en tales circunstancias, preferen- Care Clin 1995; ll(2):369-389.
temente sangre total o, en su defecto, concen- Holt S, Rigoglioso V, Sidhu M y col. Nonsteroidal anti-
trados de glóbulos rojos, intercalados con plas- inflammatory drugs and lower gastrointestinal bleed-
ma fresco congelado (10-15 ml/kg de peso). Si ing QQ .
se trata de hipovolemia leve o moderada la INEGI. Información estadística del sector salud y segu-
decisión de transfundir sangre debe basarse en ridad social; cuaderno núm. 11. Aguascalientes:
el hematócrito; es aconsejable transfundir si éste INEGI 1995.
es inferior al 25% y no es necesario cuando es Manten HD, Green JA. Acute lower gastrointestinal
superior al 30%; un hematócrito de 25 a 30% bleeding. A guide to initial management. Postgrad
obliga a considerar, antes de realizar la transfu- Med 1995;97(4):154-157.
sión sanguínea, las características de cada pa- McDonald ML, Farnell MB, Stanson AW y col. Preop-
ciente (edad, situación hemodinámica, existen- erative highly selective catheter localization of oc-
cia de enfermedades concomitantes). cult small-intestinal hemorraghe with methylene
En ocasiones es necesario colocar una son- blue dye. Arch Surg 1995; 130:106-108.
da nasogástrica para aspirar el contenido gás- McGuire HH. Bleeding colonic diverticula. A QQ re-
trico y descartar la existencia de una hemorra- praisal of natural history and management. Ann Surg
gia digestiva alta. El tratamiento específico con- 1994; 220(5):653-656.
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COMPLICACIONES Ritcher JM, Christensen MR, Kaplan LM y col. Effec-
tiveness of current technology in the diagnosis and
Las complicaciones más serias son las que oca- management of lower gastrointestinal hemorraghe.
siona una hemorragia profusa seguida de cho- Gastrointest Endose 1995; 41(2):93-98.
que hipovolémico irreversible y muerte. Las Sharma R, Gorbien MJ. Angiodysplasia and lower gas-
demás complicaciones dependen de la causa de trointestinal tract bleeding in elderly patients. Arch
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Peritonitis
y abdomen agudo
Dr. Alberto Villazón Sahagún
Dr. Miguel Ángel Monroy Ramírez

INTRODUCCIÓN 2. Padecimientos abdominales que no necesi-


tan operación
La peritonitis es la inflamación de la serosa pe- 3. Padecimientos extraabdominales que simu-
ritoneal. La interpretación de los signos y sínto- lan abdomen agudo
mas de origen abdominal es difícil; requiere
conocimientos sólidos y experiencia. Cualquier
dolor abdominal amerita una buena historia CAUSAS
clínica y adecuada exploración; así, puesto que
la evolución del dolor es un dato importante, Como ya se mencionó, existe una gran varie-
deben evitarse los analgésicos y antibióticos antes dad de enfermedades intraabdominales y extra-
de establecer el diagnóstico o el tratamiento. abdominales que pueden causar o simular un
Es necesario también suprimir los procedi- cuadro de abdomen agudo.
mientos diagnósticos prolongados que pueden Los dolores de origen intraabdominal se
retrasar la solución quirúrgica. Diversos proce- originan en el peritoneo, visceras huecas intes-
sos extraabdominales pueden simular peritoni- tinales, visceras sólidas, mesenterio u órganos
tis y cuadros de abdomen agudo. pélvicos. Pueden deberse a inflamación, obstruc-
La peritonitis ocurre en todas la edades de ción o distensión aguda y a trastornos vascula-
la vida, durante el embarazo y relacionada con res casi siempre de tipo isquémico.
múltiples padecimientos. Es difícil precisar la Los factores etiológicos extraabdominales
frecuencia de un síndrome de múltiples facto- son por lo general de origen coronario, por
res etiológicos y con variaciones que dependen inflamación de nervios periféricos y por irrita-
del sexo, edad y otras circunstancias imponde- ción pleural.
rables.
La mortalidad de los trastornos digestivos ANATOMÍA PATOLÓGICA
se debe en gran parte a la sepsis de origen pe-
ritoneal. En un trabajo presentado en el XI El peritoneo es una membrana serosa formada
Congreso Panamericano de Gastroenterología por una capa superficial de células mesoteliales
el 10% de 120 defunciones se debió a esta cau- y una más profunda de tejido conectivo laxo.
sa. Tal porcentaje aumenta a 16% si se exclu- La porción que rodea a los órganos intra-
yen los fallecimientos por cáncer avanzado. abdominales se denomina peritoneo visceral. La
Una de las clasificaciones más aceptadas de parte que reviste las paredes del abdomen, la
estas afecciones es la de Bockus (cuadro 49-1), superficie inferior del diafragma y el piso abdo-
que las agrupa en tres categorías: minal recibe el nombre de peritoneo parietal.
Con excepción de la parte terminal de las
1. Padecimientos intraabdominales que re- trompas de Falopio, el peritoneo es un saco
quieren intervención quirúrgica inmediata completamente cerrado.
308 Principales síndromes del aparato digestivo

Cuadro 49-1. Clasificación de Bockus 1. Dolor visceral p r o d u c i d o p o r distensión,


espasmo, isquemia e irritación química. Es
Grupo A. Padecimientos intraabdominales
que requieren intervención quirúrgica
profundo, difuso, mal localizado y de um-
1. Apendicitis aguda complicada (absceso o perfora­ bral alto. En procesos críticos se a c o m p a ñ a
ción) de hiperestesia, hiperalgesia, hiperbaralgc-
2. Obstrucción intestinal con estrangulación sia y rigidez muscular involuntaria; estos
3. Perforación de viscera hueca: úlcera péptica,
divertículo colónico, salmonelosis
signos sugieren irritación peritoneal.
4. Colecistitis aguda complicada (piocolecisto) 2. Dolor somático, q u e es más a g u d o v se ori-
5. Aneurisma disecante de aorta abdominal gina en el p e r i t o n e o parietal, raíz del me-
6. Trombosis mesentérica senterio y diafragma.
7. Trastornos ginecológicos: quiste torcido de ovario,
3. Dolor referido, relacionado con el sitio del
embarazo ectópico roto
8. Torsión testicuiar proceso original y con la invasión de otras
9. Pancreatitis aguda grave (necrohemorrágica) zonas por diversas secreciones.
Grupo B. Padecimientos abdominales
que no requieren intervención quirúrgica La invasión bacteriana provoca dos lipos de
1. Enfermedad acidopéptica no complicada reacción: una local de defensa, estrictamente
2. Padecimientos hepáticos (hepatitis, absceso no roto) antibacteriana, y otra sistémica con manifesta-
3. Padecimientos intestinales (ileítis)
4. Cólico ureteral
ciones hemodinámicas, metabólicas y n e u r o e n -
5. Trastornos ginecológicos: enfermedad pélvica docrinas. En la figura 49-1 se ilustra la reacción
inflamatoria, dolor por ovulación peritoneal. El d a ñ o celular estimula a las célu-
6. Peritonitis primaria (en cirróticos) las gigantes con producción de sustancias vaso-
7. Causas poco frecuentes: saturnismo, porfiria, activas y a u m e n t o de la permeabilidad vascular;
vasculitis, fiebre mediterránea
esto ocasiona entrada de íibrinógeno a la cavi-
Grupo C Padecimientos extraabdominales
dad que, bajo la acción de la tromboplastina
que simulan abdomen agudo
1. Infarto agudo del miocardio
liberada del tejido lesionado, activa la trombi-
2. Pericarditis aguda na y favorece la polimerización de la fibrina que
3. Neumonía se deposita d e n t r o del a b d o m e n .
4. Cetoacidosis diabética
5. Insuficiencia suprarrenal aguda
En pocas horas aparecen los fagocitos, que
6. Afecciones hematológicas: púrpura de Henoch- e n g l o b a n a las bacterias, y los p o l í m e r o s de
Schonlein fibrina. Los neutrófilos no retornan a la circu-
lación sistémica y al morir liberan enzimas como
la elastasa y la colagenasa. En condiciones nor-
males la antitripsina a.1 neutraliza a las enzimas
En vista de la diversidad de trastornos que liberadas por los neutrófilos. Sin e m b a r g o , este
d e s e n c a d e n a n el a b d o m e n agudo, no es posi- mecanismo no es suficiente en la cavidad peri-
ble hablar de u n a anatomía patológica en ge- toneal y la elastasa y colagenasa i n c r e m e n t a n el
neral; ésta es específica de cada proceso patoló- d a ñ o celular. Lo a n t e r i o r explica bien la
gico particular y p u e d e variar desde la inflama- rapidez y la extensión de las alteraciones peri-
ción del ó r g a n o afectado (apendicitis, salpingi- toneales en presencia de contaminación.
lis, y otros) hasta alteraciones complejas, como Reacción hemodinámica. Es similar a la del
pancreatitis aguda o necrosis de la pared intes- e n f e r m o séptico, con m á x i m o a u m e n t o del
tinal secundaria a la enfermedad vascular oclu- transporte de oxígeno a partir de sus propias
siva del mesenterio. reservas o mediante apoyo artificial.
Las alteraciones anatómicas de las perfora- Reacción mctabólica. Es esencial para la so-
ciones de viscera hueca d e p e n d e n del sitio de brevida definitiva; en el inicio d e p e n d e de sus
la lesión. reservas calóricas. El apoyo metabólico d e b e
administrarse lo antes posible.
PATOGENIA Reacción neuroendoenna. En la actualidad se
sabe que diversos mediadores inflamatorios li-
1.a patogenia del a b d o m e n agudo se relaciona berados por diferentes tejidos son los que es-
con la del dolor abdominal, ya que el diagnós- timulan la respuesta n e u r o e n d o c r i n a . Se ha
tico de éste eslá s u b o r d i n a d o a la identificación estudiado ya la acción de varios mediadores,
ele la causa del dolor. entre ellos el factor de necrosis inmoral v las
Existen lies tipos de d o l o r respecto del interlcucinas. Estas investigaciones han contri-
a b d o m e n agudo: buido a e n t e n d e r la fisiopatología del enfermo
Capítulo 49 • Peritonitis y abdomen agudo 309

Elastasa y
Daño celular Células gigantes
colagenasa
y basófilos

alfa-1 Tromboplastina Sustancias


Antitripsina vasoactivas

Permeabilidad
Fibrina Fibrinógeno vascular

Fagocito

Bacteria
Quimiotaxis
C3a, C5a

Fig. 4 9 - 1 . Reacción peritoneal: lesión celular e infección.

séptico, pero están fuera del objetivo de este sea y la fiebre. La exploración física puede ubi-
capítulo. car el sitio y la extensión del dolor. El dolor
intenso a la palpación, la rigidez muscular y el
CUADRO CLÍNICO aumento del dolor a la descompresión brusca
indican inflamación de la serosa. No debe olvi-
Es importante elaborar una historia clínica que darse la exploración rectal, la ginecológica y la
recabe información sobre las características del de los orificios hemiarios.
dolor, antecedentes de operaciones abdomina- La auscultación es útil para el diagnóstico
les, úlcera péptica, cólicos biliares, diabetes, diferencial entre una obstrucción intestinal
enfermedad diverticular, pancreatitis, alcoholis- mecánica, en la que se incrementa el peristaltis-
mo, flujo vaginal, dolor intermenstrual, enfer-
medades cardiovasculares, alergia o anemia
(figs. 49-2 a 49-5).
Debe insistirse en la evolución del dolor, sus
características, intensidad y localización. Esto,
basado en los conocimientos fisiopatológicos
expresados, ayuda a entender lo que ocurre en
el interior del abdomen.
La mayoría de los enfermos con abdomen
agudo tiene náusea y vómito en poca cantidad.
El vómito frecuente y más intenso se presenta Infarto del
en la obstrucción intestinal; su magnitud se miocardio
correlaciona con la altura de la obstrucción. Cólico Ulcera
La diarrea es rara: su presencia sugiere in- biliar perforada
fecciones gastrointestinales. El escalofrío y la
liebre hacen pensar en infección intraabdo- Aneurisma
roto
minal. Cólico
La evolución y la secuencia de los síntomas ureteral
permite corroborar el diagnóstico inicial o con-
siderar una afección diferente. Por ejemplo, en
la apendicitis aguda el dolor precede a la náu- Fig. 49-2. Dolor repentino agudo insoportable.
310 Principales síndromes del aparato digestivo

Pancreatitis Trombosis
mesentérica Colecistitis aguda
aguda
Intestino Colangitis aguda
estrangulado Hepatitis aguda

Apenaicitis
Embarazo Diver-
Salpingitis
ectópico ticulitis

Fig. 49-3. Inicio rápido de dolor grave constante. Fig. 49-4. Dolor gradual constante.

mo, y el silencio a b d o m i n a l que se observa en el debe insistirse en precisar la indicación de es-


fleo paralítico y en la peritonitis generalizada. tudios ya que a m e n u d o a u m e n t a n de m o d o
innecesario el costo.
DIAGNOSTICO La p u n c i ó n a b d o m i n a l y la inyección de
1 000 c m 3 de suero salino p e r m i t e n diagnosti-
La impresión clínica d e b e complementarse con car sangre, pus o bilis en la cavidad peritoneal.
e x á m e n e s de laboratorio y estudios imagenoló- Si es negativa no excluye necesariamente su pre-
gicos. Los análisis más útiles son la biometría sencia.
hemática, el e x a m e n de orina y la glucemia. La
determinación de bilirrubina y de amilasa es útil DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
en presencia de dolor en el h e m i a b d o m e n su-
perior. En ocasiones es útil practicar reacciones En la figura 49-6 se muestran todas las a n o m a -
febriles para el diagnóstico de infecciones por lías i n t r a a b d o m i n a l e s q u e p u e d e n ocasionar
salmonela. a b d o m e n agudo.
Los estudios radiológicos simples, que in-
cluyen la telerradiografía de tórax y las placas
simples de a b d o m e n en diversas posiciones, son
todavía de utilidad para mostrar los siguientes
datos: procesos patológicos intratorácicos am-
plitud de los movimientos del diafragma, aire
libre intraabdominal, distribución de gas en el
interior de las asas intestinales, b o r r a m i e n t o de
los bordes del psoas, hepatomegalia e incluso
tumores intraabdominales o acumulaciones
purulentas.
La urografía excretora permite detectar si
el dolor es de origen urológico. Obstrucción
El ultrasonograma es una de las técnicas que del intestino
p r o p o r c i o n a mayor información diagnóstica en Enfermedad delgado
procesos del hígado, vías biliares, páncreas, ri- inflamatoria
ñ o n , ú t e r o y anexos. Es muy sensible para iden- del intestino
tificar colecciones. La tomografía axil compu-
tadorizada es útil para localizar masas abdomi-
nales y aneurismas de la aorta. Sin embargo, Fig. 49-5. Dolor intermitente, cólico en aumento.
Capítulo 49 • Peritonitis y abdomen agudo 311

Cuadrante superior derecho Cuadrante superior izquierdo


Colecistitis aguda Rotura de bazo
Ulcera duodenal perforada Ulcera gástrica perforada
Pancreatitis aguda Pancreatitis aguda
Hepatitis aguda Aneurisma roto
Absceso hepático Colon perforado
Neumonía Neumonía
Pielonefritis aguda Pielonefritis aguda
Angina de pecho Central (periumbilical) Infarto del miocardio
Obstrucción intestinal
Apendicitis
Pancreatitis aguda
Trombosis mesentérica
Aneurisma roto
Diverticulitis
Cuadrante inferior derecho Uremia, saturnismo, talasemia Cuadrante inferior izquierdo
Apendicitis Diverticulitis sigmoidea aguda
Salpingitis Salpingitis
Embarazo ectópico roto Embarazo ectópico roto
Adenitis mesentérica Hernia inguinal estrangulada
Hernia inguinal estrangulada lleítis regional
Diverticulitis de Meckel Absceso del psoas
Cálculo ureteral

Fig. 49-6. Diagnóstico diferencial por localización.

Lo más importante es decidir si el paciente 4. Administración de líquidos y electrólitos


debe o no operarse de inmediato. La identifi- según sean las pérdidas, sin olvidar que en
cación de un dolor abdominal continuo, de caso de abdomen distendido la pérdida
intensidad progresiva, localizado y relacionado insensible intraabdominal puede ser mayor
con rigidez muscular en la zona afectada es una 5. Cateterismo vesical para mejorar el control
de las mejores indicaciones de intervención de líquidos y para evitar paresia de la vejiga
quirúrgica temprana. La laparotomía explora- 6. Apoyo nutricional indispensable en enfer-
dora también está indicada cuando no se sabe medades con falta prolongada de ingestión
con seguridad si se trata de un padecimiento oral. La sepsis peritoneal cursa con un fran-
médico o de uno quirúrgico. La morbimortali- co hipercatabolismo que lleva al desarrollo
dad de la laparotomía exploradora en ausencia de desnutrición corporal grave en un pe-
de un proceso patológico no se compara con riodo corto
las complicaciones que se presentan cuando se 7. Supresión del factor primario con la opera-
difiere una operación necesaria. ción indicada
Si no se cuenta con datos peritoneales y no 8. La aplicación de drenajes sólo se justifica
se advierte repercusión sistémica la observación en abscesos intraabdominales y fístulas
constante y la obtención de nuevos estudios
puede aclarar la duda diagnóstica. COMPLICACIONES
TRATAMIENTO A continuación se señalan las complicaciones
habituales del abdomen agudo: peritonitis, sep-
Las normas terapéuticas generales que deben sis, hipovolemia, desequilibrio hidroelectrolíti-
seguirse son las siguientes: co, malnutrición grave, insuficiencia renal, al-
teraciones cardiovasculares, insuficiencia hepá-
1. Uso racional de antibióticos de acuerdo con tica y disfunción orgánica múltiple.
el diagnóstico etiológico y con el resultado
de los cultivos efectuados PRONOSTICO
2. Asistencia respiratoria desde el inicio ya que
estos pacientes sufren repercusión pulmo- Es muy variable; depende de los efectos hemo-
nar. Los cambios posturales frecuentes son dinámicos y metabólicos del trastorno primario
parte de la fisioterapia respiratoria y también de su magnitud, tiempo de evolución
3. Colocación de una sonda nasogástrica y oportunidad e indicación del tratamiento.
312 Principales síndromes del aparato digestivo

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Pese al enfoque multidisciplinario actual de las Martin Abreu L. Introducción a la medicina interna.
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ciencia orgánica) tiene una alta mortalidad. J Surg 1965; 110:317.
La prevención de estas anormalidades debe NavesJ, Estandia C. Colon para apéndice en diagnóstico
fundamentarse en el conocimiento de los fac- de apendicitis aguda. QQEn prensa. Rev Gastroen-
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Obstrucción intestinal
Dr. Enrique Fernández Rivera
Dr. Enrique Fernández Hidalgo

INTRODUCCIÓN vez una sonda b u c o d u o d e n a l para la distensión


secundaria a operaciones p o r peritonitis. En
La obstrucción intestinal es la interrupción del 1969 Wangesteen resumió la historia del trata-
tránsito intestinal en sentido bucocaudal, que miento de esta anormalidad.
p u e d e ser secundaria a un b l o q u e o de la luz La obstrucción intestinal p u e d e presentar-
intestinal (obstrucción mecánica) o bien a la se en cualquier etapa de la vida; la causa varía
ausencia de motilidad intestinal (íleo paralí- de acuerdo con el grupo de edad (cuadro 50-1).
tico). Sin embargo, el padecimiento es más frecuen-
La oclusión intestinal es conocida desde los te en la cuarta y quinta décadas de la vida, si
t i e m p o s de H i p ó c r a t e s ; él fue p r e c i s a m e n t e bien en los últimos 65 años la causa más fre-
quien utilizó la palabra "íleo" ("yo retuerzo" en cuente de obstrucción ha cambiado: hacia 1932
griego). la frecuencia de obstrucción por hernias era del
En 1884 Sir Frederick Treves obtuvo el pri- 49% y del 7% en el caso de las adherencias, en
m e r lugar del premiojakcsoniano, otorgado por tanto que en 1969 Davis y Sperling comunica-
el Council of the Royal College of Surgeons of ban u n a frecuencia para las hernias del 6% y
E n g l a n d , p o r sti ensayo sobre la obstrucción del 7 1 % para la obstrucción p o r adherencias.
intestinal; en este trabajo Treves definió la en- Esto se explica por el a u m e n t o de las operacio-
f e r m e d a d de la siguiente manera: "Bajo el títu- nes abdominales que se practican en la actuali-
lo de obstrucción intestinal se incluyen diver-
sos procesos q u e , a u n q u e de carácter distinto,
poseen la capacidad c o m ú n de obstruir el paso Cuadro 50-1. Causas frecuentes de obstrucción
de materia a lo largo del intestino." Este estu- según el eruno de edad
dio reflejaba la experiencia del L o n d o n Hospi-
Neonatos Atresia congénita
tal y d e n t r o de sus conclusiones aconsejaba la
Vólvulo neonatal
intervención quirúrgica t e m p r a n a para resolver íleo meconial
la anomalía. Un a ñ o antes H e n r y Clark había Enfermedad de Hirschsprung
sugerido la misma r e c o m e n d a c i ó n . Ano imperforado

En 1885 T h o m a s Bryant estableció las dife- Niños Hernia inguinal estrangulada


Intususcepción
rencias e n t r e las oclusiones simples y las estran-
Complicaciones por divertículo de Meckel
guladas. Hartwell y Hoguet, en 1912, describie- Enfermedad de I lirschsprung
ron las alteraciones metabólicas que o c u r r e n
Adultos Adherencias
d u r a n t e la oclusión en animales de experimen- Hernias
tación. Schwartz, en 1911, estudió distintas imá- Carcinoma de colon
genes radiológicas de obstrucción intestinal. Ancianos Adherencias
También en ese mismo a ñ o Murphy y Vincent Hernias
aclararon la naturaleza de la estrangulación y Divertículos
Carcinoma de colon
la función fundamental de la obstrucción ve-
Impacción fecal
nosa. En 1910 Westerman utilizó por primera

313
314 Principales síndromes del aparato digestivo

dad, así como por la intervención temprana en CAUSAS


el tratamiento de las hernias.
El 80% de las obstrucciones intestinales se Los factores etiológicos de la obstrucción intes-
presenta en el intestino delgado y el resto en el tinal son numerosos, aun si no se consideran
colon. las causas que se observan en la infancia. Ade-
Por otra parte, esta anormalidad se puede más, de acuerdo con las áreas geográficas, tam-
dividir, como ya se mencionó, en obstrucción bién pueden presentarse variaciones. En cual-
mecánica e íleo paralítico. En el primer caso quier caso, es más importante el mecanismo de
existe un obstáculo que impide el paso del con- obstrucción que el factor etiológico específico.
tenido intestinal; en el segundo se presenta una Son cuatro los mecanismos principales.
alteración de la motilidad intestinal.
Las oclusiones mecánicas a su vez pueden 1. Vólvulo con torsión, que es el más peligro-
clasificarse en simples, que no suponen com- so y cuya causa más frecuente es la torsión
promiso vascular, y en estranguladas, en las sobre un punto fijo, como en las adheren-
cuales sí existe alteración vascular. Pueden agru- cias; en estos casos es frecuente y rápido el
parse en altas, cuando involucran al intestino sufrimiento del asa.
delgado hasta la válvula ileocecal, y en bajas, 2. Encarcelación en un espacio confinado,
cuando son distales a esta válvula. como en las hernias.
Según sean los sitios de obstrucción pue- 3. Obstrucción de un segmento intestinal por
den clasificarse asimismo en oclusión de asa estenosis secundaria a un proceso patológi-
abierta o de asa cerrada (fig. 50-1). co; esta obstrucción puede ser intermiten-

Fig. 50-1. Placa simple de abdomen en proyección anteroposterior en posición de pie (figura izquierda) y es-
quema (figura derecha); se aprecian niveles hidroaéreos (C) y dilatación de asas de intestino delgado con opacidad
difusa baja por el líquido intestinal.
Capítulo 50 • Obstrucción intestinal 315

te, como en los bezoares, o constituirse en nal que es producida por gradientes osmóticos
íleo biliar; en esto casos el compromiso y por presión hidrostática.
vascular no es muy importante. La ingestión de líquidos y aire deglutido
4. Intususcepción secundaria a lesiones intra- provoca la distensión intestinal inicial. Gran
murales o mucosas (en adultos), habitual- parte del gas que participa en la obstrucción
mente sin problemas de irrigación. proviene del aire deglutido (el aire que produ-
cen las bacterias contribuye en realidad en for-
Las causas de la obstrucción se han dividi- ma mínima).
do casi siempre en: a) extraluminales, o locali- Pocas investigaciones han estudiado la pa-
zadas por fuera de la luz intestinal, como adhe- togenia de la motilidad intestinal; sin embargo,
rencias, hernias, páncreas anular y vólvulo; b) se ha apreciado en forma clínica que al princi-
parietales, en las que la alteración se ubica a pio aumenta la frecuencia e intensidad de las
nivel de la pared intestinal, como malrotación, contracciones, lo cual genera cólicos. Posterior-
divertículo de Meckel, inflamación (tuberculo- mente ocurre distensión del asa intestinal y la
sis, enfermedad de Crohn), neoplasias, trauma- motilidad disminuye, tal vez como consecuen-
tismos, intususcepción, endometriosis, y c) in- cia de la hipoxia secundaria a la absorción de
traluminales, en las cuales la obstrucción se nitrógeno en la luz intestinal. La distensión
encuentra en la luz intestinal, como íleo biliar, induce el reflejo del vómito, que incrementa la
bezoares, cuerpos extraños, parasitosis, y otros. pérdida de líquidos.
La irrigación arterial del intestino es inver-
ANATOMÍA PATOLÓGICA samente proporcional a la presión intraluminal.
En forma experimental se sabe que presiones
En la obstrucción intestinal existen diferentes de 30 mmHg interrumpen el flujo capilar intes-
causas que pueden ocasionar esta entidad y los tinal y que las presiones mayores de 60 mmHg
hallazgos anatomopatológicos específicos de- detienen el flujo de algunos vasos. Esto puede
penden de cada trastorno. Sin embargo, cier- ocasionar hipoxia en la mucosa, después en la
tos cambios son comunes a todos los padeci- pared y al final en la serosa (con perforación).
mientos. Por ejemplo, en la laparotomía se En ausencia de obstrucción, el yeyuno y el
observan asas edematosas, pesadas, violáceas y íleon proximal se encuentran prácticamente
distendidas que recobran su color y motilidad estériles (< 103/ml); en el íleon distal pueden
al descomprimirlas. En algunos casos avanzados detectarse coliformes, anaerobios y bacteroides
se pueden apreciar cambios en la serosa, como en mayores concentraciones. En casos de obs-
petequias, equimosis, natas de fibrina e incluso trucción la microflora cambia de modo radical
perforación en circunstancias críticas. A nivel cualitativa y cuantitativamente y los gérmenes
microscópico pueden advertirse cambios isqué- aislados pueden llegar inclusive hasta 109/ml
micos, al principio en la mucosa, después en las (E. coli, S.faecalis, Klebsiella, Proteus, Clostridiumy
capas musculares y por último en la serosa. bacteroides). La flora prolifera en relación di-
recta con el tiempo y la longitud de la obstruc-
PATOGENIA ción.
Los efectos sistémicos de la oclusión intes-
La obstrucción intestinal produce cambios im- tinal se deben sobre todo a la pérdida de agua
portantes en la absorción y secreción intestina- y electrólitos, hipopotasemia, acidosis metabó-
les. En condiciones normales el intestino posee lica e hipocloremia.
una gran capacidad de absorción y pasan a él
entre ocho y 12 litros de secreciones (biliares, CUADRO CLÍNICO
pancreáticas, gástricas, intestinales) que se re-
sorben en su mayoría; 400 a 500 mi llegan a la El dolor abdominal similar al cólico, el vómito,
válvula ileocecal y sólo entre 150 y 200 mi de la distensión abdominal y la incapacidad para
agua se excretan por las heces. canalizar gases o defecar conforman el cuadro
En las fases iniciales de la obstrucción clínico característico. El dolor abdominal es
(< 12 h) se acumulan líquidos y electrólitos a difuso, no localizado y por lo regular de tipo
nivel intraluminal debido a las alteraciones de cólico; además, se alternan periodos de dolor
la absorción intestinal. Después de 24 horas se con periodos asintomáticos. Cuanto más alta sea
acumulan no sólo agua y electrólitos sino tam- la obstrucción más frecuente será el intervalo
bién, en forma evidente, una secreción intesti- del dolor. En caso de distensión de las asas el
316 Principales síndromes del aparato digestivo

dolor se vuelve constante y ardoroso. Si la com- cloremia; además, es posible que se eleve la urea
plicación es una perforación el paciente mues- y la creatinina como consecuencia de la deshi-
tra signos de irritación peritoneal. dra tación.
El vómito a su vez aparece más temprana- Los estudios radiológicos simples de abdo-
mente cuanto más alta sea la obstrucción. El men son indispensables para confirmar el diag-
aspecto fecal es secundario a la estasis del con- nóstico de obstrucción intestinal (figs. 50-1 y
tenido intestinal y al crecimiento bacteriano y 50-2). Se toman placas, con el paciente de pie
la producción de estercobilina; este rasgo guar- y en decúbito, y una telerradiografía de tórax,
da relación con el tiempo y la longitud de la con lo cual debe obtenerse un diagnóstico de-
obstrucción. Puede aparecer el vómito porraceo, finitivo del padecimiento hasta en el 60 o 70%.
cuyo aspecto es semejante al de la yerba molida. El hallazgo típico en la placa en decúbito es la
La distensión abdominal es resultado de la dilatación de las asas, con la imagen de pilas de
acumulación, por arriba del sitio de la obstruc- moneda. En la placa tomada con el paciente en
ción, del gas deglutido. Conforme pasa el tiem- posición de pie se aprecian niveles hidroaéreos
po la distensión se incrementa por el aumento en escalera o en U. En los casos de vólvulo de
de líquido en la luz y la pared intestinales. En- sigmoide puede advertirse la imagen de grano
tre más baja sea la obstrucción mayor será la de café. En un porcentaje muy pequeño de los
distensión. casos está indicado el estudio con medio de
La incapacidad para evacuar o canalizar contraste (con gastrografina, nunca bario).
gases es considerada un signo de obstrucción
completa, tomando en cuenta que el gas y la DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
materia fecal acumulados delante de la obstruc-
ción deben excretarse para que se presente este Los pacientes adictos a fármacos pueden pade-
signo. En obstrucciones parciales se puede pre- cer distensión abdominal y dolores intensos si-
sentar diarrea más que estreñimiento. Cuanto milares al cólico que pueden confundirse con
más baja sea la obstrucción menos tiempo to- obstrucción intestinal. La seudooclusión (sín-
mará la aparición de este síntoma. drome de Ogilvie) se manifiesta como oclusión
Además, no deben pasarse por alto los pro- del ángulo esplénico del colon, pero sólo es
bables signos de deshidratación y desequilibrio aparente pues no puede demostrarse por colo-
electrolítico. noscopia ni por colon con enema. Los enfer-
A la exploración física se aprecia distensión mos psiquiátricos que somatizan sus trastornos
abdominal, aunque ésta tal vez no sea obvia en mentales refieren dolor abdominal de gran
etapas tempranas. Si la distensión es muy im- intensidad e imposibilidad para canalizar gases;
portante puede presionar al diafragma y desen- en ellos es necesario efectuar todos los estudios
cadenar síntomas de compromiso respiratorio, diagnósticos para descartar alguna causa orgá-
como taquipnea y respiración superficial. nica.
La búsqueda de cicatrices quirúrgicas, her-
nias o masas abdominales puede contribuir a TRATAMIENTO
precisar el origen de la distensión. En pacien-
tes delgados pueden observarse en ocasiones Médico
movimientos peristálticos. La auscultación de los
ruidos peristálticos revela aumento de su fre- El tratamiento de la obstrucción intestinal tie-
cuencia e intensidad y tonalidad metálica. ne tres objetivos: corregir el desequilibrio hi-
droelectrolítico, descomprimir con sonda y. si
DIAGNOSTICO fuera el caso, intervenir quirúrgicamente.
La mayor alteración secundaria a la obstruc-
Los estudios de laboratorio no son específicos. ción intestinal es la pérdida de líquidos y elec-
En la biometría hemática se puede encontrar trólitos. Por lo tanto, el paciente requiere una
leucocitosis que puede variar de 10 000 a 15 000. restituí ion intensa de líquidos isotónicos como
Puede identificarse también elevación del he- requisito para la operación. Esto implica la ad-
matócrito, que refleja el grado de deshidrata- ministración de líquidos con un catéter central
ción, y asimismo incremento de la amilasa. La para presión venosa central y sonda de Foley.
medición de los electrólitos es muy importan- En pacientes con enfermedad cardiovascular
te, más para fines terapéuticos que diagnósti- subyacente es necesario colocar un catéter de
cos. Pueden sobrevenir hipopotasemia o hipo- Swan-Canz.
Capítulo 50 ' Obstrucción intestinal 317

Fig. 50-2. Placa simple de abdomen en proyección anteroposterior en decúbito (figura izquierda) y esquema (figura
derecha); se observa distensión de las asas del intestino delgado (A) y de las válvulas conniventes (B).

La descompresión del tracto gastrointesti- de la brida hasta los complejos procedimientos


nal puede realizarse con una sonda nasogástri- de pexia del intestino.
ca o un tubo largo nasointestinal. El uso de
tubos largos (2.4 m) es controversial; algunos COMPLICACIONES
autores han tenido éxito de hasta 65%, pero
otros no han llegado al 50%. La desventaja La complicación habitual es el desequilibrio
principal de los tubos largos (Cantor o Miller hidroelectrolítico. que se presenta en la mayo-
Abbot) es que, en caso de perforación, ésta ría de los pacientes en mayor o menor grado.
puede pasar inadvertida. Tales tubos deben Otras complicaciones son la perforación intes-
emplearse teniendo siempre en cuenta que el tinal en los casos de hernias estranguladas, con
paciente debe someterse a exploración quirúr- la consecuente sepsis peritoneal y el choque
gica (íigs. 50-3 y 50-4). séptico (que pueden provocar incluso la muer-
te). La mortalidad de las obstrucciones simples
Quirúrgico es de 5 a 10%; en las obstrucciones estrangula-
das puede ser del 30% y en las perforadas au-
Kl tratamiento definitivo es quirúrgico. Los pro- menta más aún.
cedimientos específicos varían de acuerdo con
la causa. Deben administrarse antibióticos de PRONOSTICO
amplio espectro durante el preoperatorio y,
dependiendo de los hallazgos, continuarlos de Depende de la causa, del diagnóstico tempra-
manera terapéutica. En los casos de adheren- no de enfermedades concomitantes y de la ex-
cias pueden practicarse desde la simple sección periencia del médico.
318 Principales síndromes del aparato digestivo

Fig. 50-3. Sonda de Miller-Abbott (2.4 m); su empleo es controversial.

PROFILAXIS
Dado que la prevención de adherencias no es
posible, los pacientes deben saber que pueden
presentarse cuadros repetidos de obstrucción.
La evaluación de un médico es fundamental
cuando el paciente inicia un cuadro de obstruc-
ción intestinal.

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Apenaicitis aguda
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN otros motivos: hipertrofia del tejido linfoide,


semillas, áscaris, oxiuros o padecimientos gra-
La apenaicitis aguda es la inflamación del apén- nulomatosos como la enfermedad de Crohn.
dice vermiforme; es un padecimiento grave, con Los fecalitos se han identificado en 50% de las
importantes complicaciones que pueden llevar apendicitis agudas sin complicaciones, en 66%)
a la muerte, en particular cuando se retrasan el de los apéndices gangrenados y en 90% de las
diagnóstico y la terapéutica oportuna. perforaciones (fig. 51-1, color).
Los primeros síntomas de este padecimien-
to pueden ser semejantes a los que se presen-
tan en las enfermedades infecciosas, lo cual a ANATOMÍA PATOLÓGICA
menudo lleva al médico general a equivocar el
diagnóstico. Cuando así sucede suelen prescri- La luz del apéndice es casi virtual (sólo alcanza
birse analgésicos y antibióticos que, lejos de una décima de centímetro cúbico); por ello
resolver el problema, sólo enmascaran la enfer- basta medio mililitro de secreciones para dis-
medad durante dos o tres días; en ese lapso tender el apéndice al máximo. Cuando ocurre
pueden desarrollarse abscesos, perforación o esto aparecen infiltración de polimorfonuclea-
peritonitis generalizada, complicaciones todas res y edema de la mucosa, submucosa y capa
que suponen una gran morbilidad. muscular; además, los vasos sanguíneos se trom-
bosan, surgen algunos puntos necróticos y en
La peritonitis aguda es la primera causa de
ocho alO horas se lesionan todas las capas. La
intervenciones quirúrgicas abdominales de ur-
necrosis es más profunda en zonas antimesen-
gencia. De 763 casos de abdomen agudo trata-
téricas, donde por lo general ocasiona perfora-
dos en el Hospital General de México 42% re-
ción. Se observa asimismo exudado fibrinoso en
quirió apendicectomía.
la superficie serosa.
Esta complicación ocurre en todas las eda-
des, aunque por lo regular alcanza su máxima Se han cultivado numerosos gérmenes, casi
prevalencia entre la segunda y tercera décadas siempre anaerobios, pero también aerobios y
de la vida. La proporción varón-mujer es de 1:1 microorganismos facultativos; predominan Bnc-
antes de la pubertad y de 2:1 entre los 15 y 25 leroides fragilis y Escherichia coli. Otras bacterias
años; después de esa edad las cifras vuelven a habituales son el peptoestreptococo (en 80%
equilibrarse. Una de cada 15 personas (7%) de de los casos) y las pseudomonas y lactobacilos
la población padecerá apendicitis en algún (en menos del 50%).
momento de su vida. En los últimos decenios se
ha rletectado una leve disminución del número
PATOGENIA
de casos en países desarrollados.
El fecalito obstruye la luz y se forma un asa
CAUSAS cerrada en la porción distal del apéndice que
se distiende rápidamente al aumentar la secre-
Su origen es la oclusión de la luz apendicular ción mucosa. Se eleva la presión hasta 50 o 60
por un fecalito; raras veces puede obstruirse por CI11H9O v la distensión estimula las leí minacio-
320
Capítulo 51 • Apenaicitis aguda 321

nes nerviosas, con aparición de dolor sordo y Otro síntoma frecuente es la anorexia, que
difuso; esto incrementa la peristalsis y aparece acompaña a la apendicitis en 50 a 90% de las
el cólico característico. veces; también son frecuentes náusea, vómito,
El ensanchamiento de la luz apendicular incapacidad para evacuar gases por el recto y
sigue en aumento por la multiplicación bacte- diarrea (10% de los casos). Casi todos los pa-
riana, que produce gas, pus, o necrosis. Se ex- cientes sufren al principio anorexia y después
cede la presión de las venas y éstas se colapsan dolor abdominal y vómito. Otros signos sugie-
e impiden el retorno de la sangre; en tanto, la ren un padecimiento diferente.
circulación continúa por las arterias y provoca Los hallazgos de la exploración física son
congestión hemática, edema, y estasis. La dis- decisivos, especialmente los datos abdominales.
tensión progresiva del apéndice emite reflejos En el cuadrante inferior derecho se presentan
por vía nerviosa y ocasiona náusea, vómito y hiperestesia e hiperbaralgesia, dolor intenso
aumento del dolor. El proceso inflamatorio in- bien definido en el punto de McBurney, rigi-
volucra pronto a la serosa apendicular y al peri- dez muscular y dolor a la descompresión. Otros
toneo parietal, con lo cual el dolor se traslada a datos menos frecuentes son la positividad a las
la fosa iliaca derecha; la mucosa apendicular es maniobras del psoas y de Rovsing. En el apén-
invadida por bacterias y éstas se extienden a dice ubicado en la pelvis los signos abdomina-
capas más profundas; todo ello desencadena les son escasos; es más probable detectar una
necrosis y absorción de sustancias provenientes masa palpable al tacto rectal o vaginal. Para
de tejidos muertos y de toxinas bacterianas, lo reducir la posibilidad de error se requiere co-
que produce fiebre, taquicardia y leucocitosis. nocer si el paciente recibió analgésicos o anti-
Al continuar la distensión apendicular se bióticos, ya que éstos enmascaran por lo gene-
ocluye la circulación de arteriolas, se agrava la ral el cuadro.
necrosis, las paredes no resisten y finalmente el La apendicitis en el paciente pediátrico es
apéndice se perfora. El organismo reacciona más grave por la alta incidencia de perforación
rodeando la zona con asas de intestino y epi- y por la peritonitis que se desarrolla al demorar
plón para limitar la diseminación a un área el diagnóstico; además, la enfermedad progre-
restringida, pero esto origina absceso apendi- sa con mayor rapidez. Por ese motivo el dolor
cular; entonces se presenta el fleo paralítico para abdominal en niños exige diagnósticos mejores
focalizar el proceso. Sin embargo, otras veces el y más oportunos.
proceso infeccioso no se localiza y con la rotura La apendicitis del anciano también es gra-
apendicular se diseminan diversos líquidos en ve. Al comparar los fallecimientos de todas las
la cavidad abdominal, ocasionando peritonitis edades se advierte que la mitad de ellos ocurre
generalizada. en ancianos, quizá debido a que estos pacien-
Lo anterior es más frecuente en niños ya tes manifiestan pocos síntomas y a que el dolor
que tienen un epiplón de menor tamaño, aun- es menos intenso y los leucocitos casi no se in-
que también ocurre en personas que han reci- crementan; además, las enfermedades intercu-
bido analgésicos con efecto antiinflamatorio y rrentes deterioran al paciente.
en ancianos.
DIAGNOSTICO
CUADRO CLÍNICO
El dato más constante es la leucocitosis (entre
El síntoma más común es el dolor abdominal, 10 000 y 16 000 por mm3), acompañada de un
que inicia habitualmente en el mesogastrio o predominio porcentual de los neutrófilos y pre-
epigastrio, si bien en la cuarta parte de los ca- sencia de formas en banda; ésta es una reac-
sos se manifiesta desde el principio en la fosa ción inespecíiíca del proceso infeccioso y no es
iliaca derecha. Después, pasadas las primeras exclusiva de la apendicitis (también aparece en
cuatro a seis horas, el dolor procede del cua- otros padecimientos abdominales). Cifras ma-
drante inferior derecho del abdomen. Debe yores a 18 000 se observan en el absceso apen-
considerarse que el sitio del dolor depende de dicular, la peritonitis generalizada o en el abs-
la orientación del apéndice; así, en el emplaza- ceso hepático.
miento retrocecal duele el flanco derecho y el El examen general de orina es normal ex-
dolor se irradia a la espalda o se manifiesta como cepto en el apéndice retrocecal, que involucra
dolor testicular; en cambio, en el apéndice al uréter o a la vejiga; esto puede hacer pensar
pélvico el dolor es suprapúbico. al clínico en una infección de vías urinarias.
322 Principales síndromes del aparato digestivo

Las placas simples de abdomen (fig. 51-2), La cirugía laparoscópica se emplea cada vez
en posición de pie y en decúbito, muestran una más para descartar padecimientos ginecológi-
o dos asas distendidas por gas, ubicadas en el cos y otras afecciones; también es útil para el
cuadrante inferior derecho del abdomen; puede tratamiento.
apreciarse el fecalito y también el borramiento
de la sombra del músculo psoas derecho, la DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
ausencia de gas en colon y una zona de opacidad
en el cuadrante inferior derecho. La radiogra- Deben distinguirse todos los padecimientos que
fía de tórax sirve para descartar otros trastornos, ocasionan abdomen agudo. Sin embargo, el
así como para observar aire libre en la cavidad diagnóstico es difícil (la exactitud aceptada es
peritoneal en perforaciones de viscera hueca y del 85%). Un buen grupo quirúrgico puede
para detectar elevaciones de hemidiafragmas, equivocar el diagnóstico hasta en 15%, es decir,
como ocurre en el absceso hepático; además, interviene 15 apéndices sanos de cada 100, con
puede identificar enfermedad pulmonar basal. lo cual asegura no dejar sin atención ninguna
La ultrasonografía se utiliza para comple- apendicitis aguda. La razón es obvia: operar un
mentar el diagnóstico clínico; en más del 80% apéndice sano no produce mayor daño; en cam-
de los casos es posible observar el apéndice in- bio, una apendicitis sin atención quirúrgica
flamado. Esta técnica es de gran ayuda para condena al paciente a la muerte.
reducir el número de apendicectomías con diag- Las enfermedades que suelen confundirse
nóstico erróneo. con apendicitis son colitis, adenitis mesentéri-
ca, padecimientos ginecológicos (quiste torci-
do de ovario, piosálpinx, rotura de folículo ová-
rico y salpingitis), infección de vías urinarias y
diverticulitis de Meckel. Para establecer el diag-
nóstico correcto deben articularse el interroga-
torio de antecedentes, los signos del padeci-
miento actual y la exacta exploración física del
abdomen, además de los datos de laboratorio y
gabinete (fig. 51-3). No debe olvidarse que ante
la duda razonable es preferible operar.
En caso de no intervenir quirúrgicamente
se mantiene al paciente hospitalizado, en ayu-
nas, con soluciones parenterales, sin adminis-
trar analgésicos ni antibióticos, y se valoran sus
condiciones cada dos horas por el mismo gru-
po de facultativos. Nunca debe aplazarse la
decisión para el día siguiente.

TRATAMIENTO
Una vez formulado el diagnóstico (fig. 51-4,
color) se practica la apendicectomía a la breve-
dad posible. El periodo de preparación debe
ser menor de cuatro horas y requiere ayuno,
suministro de soluciones electrolíticas por vía
parenteral y corrección de la deshidratación y
del desequilibrio electrolítico; en caso de íleo
paralítico o distensión abdominal por gases se
coloca una sonda nasogástrica.
Se aplica una dosis de antibiótico profilác-
tico que cubra anaerobios y gramnegativos, 30
Fig. 51-2. Placa simple de abdomen en apendicitis a 90 minutos antes de incidir la piel (metroni-
con niveles dentro de asas, borramiento del psons y dazol más un aminoglucósido); esto sirve para
escoliosis de columna. (Cortesía del Dr. Vargas Domín- disminuir el número de infecciones de la pa-
guez.) red abdominal en el posoperatorio. Después de
Capítulo 51 • Apenaicitis aguda 323

del fallecimiento. Las complicaciones son pre-


visibles si el diagnóstico es oportuno y el trata-
miento quirúrgico correcto.

PRONOSTICO
Depende del diagnóstico temprano, de los re-
cursos del hospital y de la experiencia del gru-
po médico. Los factores principales son la per-
foración apendicular y la edad del paciente. La
mortalidad en ausencia de complicaciones es
de 0.06%, mientras que en el apéndice perfo-
rado alcanza 3% (50 veces más elevada) y se
incrementa a 15% (250 veces más) en el pacien-
te anciano.

PROFILAXIS
No se conocen medidas útiles.

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11:181-182.
Fig. 51-3. Apendicitis aguda. Placa simple de abdo-
men en decúbito; se observa distensión de asas del in- Heinzelmann M, Simmen HP, Cummins AS y col. Lapar-
testino delgado, edema ¡nterasa y escoliosis de colum- oscopic appendectomy the new gold standard? Arch
na. (Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.) Surg 1995; 130:782-785.
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la operación puede prescribirse un antibiótico JArkMedSoc 1994; 91:210-211.
terapéutico en los apéndices perforados, con Leaper DJ. Prophylactic and therapeutic role of antibi-
absceso o en la peritonitis, aunque no son ne- otics in wound care. AmJ Surg 1994; 167:15-20S.
cesarios en apéndices no complicados. Ortega LLH, Vargas-Domínguez A, Miranda FP y col.
La cirugía laparoscópica es útil tanto para Factores que influyen en el estadio clínico de la
la exploración diagnóstica como para el trata- apendicitis. Rev Med Hosp Gral Mex 1993; 56:145-
miento; sigue los mismos principios de la técni- 148.
ca quirúrgica tradicional y su empleo es cada Ortega LLH, Vargas-Domínguez A, Miranda FP. Com-
vez más frecuente. plicaciones locales de la apendicitis. Rev Gastro-
enterol Mex 1994; 59:223-226.
COMPLICACIONES Thomas SE, Denning DA, Cummings MH. Delayed
pathologyof the appendiceal stump. Am Surg 1994;
Se presentan en 3% de los casos no complica- 60:842-844.
dos y en más del 30% en los apéndices perfora- Vargas-Domínguez A, Ortega LLH, Miranda FP. Sen-
dos; las más graves son: absceso residual, peri- sibilidad, especificidad y valores predictivos de la
tonitis generalizada, absceso subfrénico e infec- cuenta leucocitaria en apendicitis. Cir Gen 1994;
ción de la pared abdominal. La sepsis (perito- 16:1-3.
nitis, septicemia o abscesos intraabdominales) Vargas-Domínguez A, Ortega LLH, Miranda FP. Utilidad
impone una carga excesiva a los aparatos respi- de la clínica en el diagnóstico de apendicitis. Cir
ratorio y cardiovascular; es en realidad la causa Ciruj 1995; 63:93-96.
324 Principales síndromes del aparato digestivo

Vargas-Domínguez A, Rivera RHH, Olalde RB y col. Yacoe ME, Jeffrey RB. Sonography of appendicitis
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bio bacteriology in peritonitis. Clin Infect Dis 1995;
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Perforación
de viscera hueca
Dr. Félix Gabriel Ibieta Galarza

INTRODUCCIÓN invasivos de diagnóstico, como la endoscopia,


son también causa de perforación: la endosco-
Es la solución de continuidad de todas las capas pia digestiva alta tiene un índice de perforacio-
de la pared de una viscera con espacio real; se nes de 0.03 a 0.35%, la dilatación de estenosis
establece, por consiguiente, una comunicación esofágicas del 0.25 al 0.38%, la dilatación forza-
entre la luz del órgano y su contenido y el espa- da en el caso de acalasia llega hasta un 4%,
cio que lo rodea. mientras que la incidencia de perforación co-
La perforación de una viscera hueca es, lónica por endoscopia es del 0.1 al 0.8%
después de la hemorragia, el cuadro que más para procedimientos diagnósticos y del 0.3 al
requiere tratamiento de urgencia; esto es, el 3% para procedimientos terapéuticos.
retardo empeora el pronóstico. El objetivo de
este capítulo, por tanto, es describir los linea-
mientos generales para la sospecha, el diagnós- CAUSAS
tico y el abordaje terapéutico de un paciente Pueden resumirse en cinco grandes grupos:
con probable perforación de viscera hueca del a) inflamatorias, b) infecciosas, c) neoplásicas,
tracto gastrointestinal. d) vasculares y e) externas (cuadro 52-1).
No es fácil establecer la frecuencia exacta
de la perforación de viscera hueca como enti- ANATOMÍA PATOLÓGICA
dad nosológica aislada; sin embargo, se cuenta
con datos indirectos de la frecuencia de perfo- Los hallazgos se relacionan con el órgano afec-
ración por órganos y por factores etiológicos. tado y el factor etiológico de la perforación (p.
Por ejemplo, en las peritonitis agudas secunda- ej., perforación tifoidea, úlcera péptica perfo-
rias la perforación por úlcera péptica se obser- rada, perforación yatrógena, perforación por
va en el 40 a 60% de los casos; a su vez, esta citomegalovirus, y otras), lo cual excede las fi-
complicación se presenta en un 5 a 10% de los nalidades de este capítulo.
pacientes con enfermedad ulcerosa péptica y la
perforación colónica en 5%. PATOGENIA
En las grandes urbes, el desarrollo de vías
de comunicación de alta velocidad y el aumen- La mayor parte de las perforaciones (con ex-
to de la violencia han incrementado la inciden- cepción relativa de las traumáticas y yatrógenas)
cía de perforaciones de visceras secundarias a tiene en cornún una fuerza o presión que ven-
traumatismo contuso y penetrante. De éstas, el ce la tensión de la pared visceral. En los proce-
25% son lesiones abdominales e incluyen per- sos inflamatorios e infecciosos ocurren cambios
foraciones del duodeno e intestino delgado, en los medios intracelulares y extracelulares,
aunque si se consideran sólo las lesiones intes- con producción de diversas sustancias endóge-
tinales el 80% de estas últimas corresponde al nas, entre ellas los radicales libres de oxígeno y
intestino delgado y 10% al colon. Los métodos el factor de necrosis tumoral, que tienen como
325
326 Principales síndromes del aparato digestivo

Cuadro 52-1. Causas de las perforaciones vía final común el daño tisular de la pared in-
de visceras huecas* testinal que, sumado a la isquemia que se pro-
Inflamatorias duce en estos casos, lleva a la necrosis de la
CUCI pared y a la perforación.
Enfermedad de Crohn Similar vía final tienen el proceso neoplási-
Ulcera péptica co y el vascular; en éstos la perforación se pro-
Diverticulitis
Apendicitis aguda
duce casi siempre por necrosis de la pared. No
obstante, se han descrito mecanismos diferen-
Neoplásicas tes a los citados, como es el caso del síndrome
Cáncer de colon de Boerhaave (1724), en el que se experimenta
Cáncer gástrico
la rotura del tercio inferior del esófago por
Agentes externos barotraumatismo. Si bien los procesos yatróge-
Ingestión de cáusticos nos y traumáticos tienen su explicación fisiopa-
Traumatismo
Procedimientos invasivos (endoscopia)
tológica en el mecanismo propio de la lesión
Ingestión de cuerpos extraños (fig. 52-2) (arma blanca, proyectiles, endoscopios, golpes,
etc.), se sabe que las condiciones mórbidas o
Infecciosas premórbidas del órgano pueden facilitar su le-
Salmonelosis
Citomegalovirus sión (p. ej., endoscopia en casos de carcinoma
Herpes gástrico necrosado). En el traumatismo abdo-
minal la posición anatómica del órgano y sus
Vasculares
Trombosis, embolia mesentérica
elementos de fijación propician las lesiones; por
ello existe una baja incidencia de perforación
CUCI: colitis ulcerativa crónica inespecífica gástrica por traumatismo contuso, a diferencia
* Se citan las causas más comunes. del duodeno, donde son relativamente más fre-
cuentes las lesiones por la fijeza y contacto con
la columna lumbar.

CUADRO CLÍNICO
La forma más común de presentación es el dolor
abdominal de inicio brusco, seguido rápidamen-
te por signos de irritación peritoneal. El dolor
se inicia por lo general en la proyección del
cuadrante abdominal del sitio de la perforación;
en las perforaciones pépticas se inicia en el
epigastrio y luego se propaga rápidamente ha-
cia todo el abdomen. Los síntomas generados
por diverticulitis perforada inician en la fosa
iliaca izquierda o hipogastrio; en la perforación
de vesícula biliar el dolor se presenta en el hi-
pocondrio derecho, mientras que en las perfo-
raciones del intestino delgado el dolor puede
aparecer en cualquier cuadrante.
Lo abrupto del cuadro, además de la grave-
dad y la rápida progresión de síntomas, conven-
cen al paciente de que "algo malo está pasan-
do"; esto lo obliga a consultar al médico en poco
tiempo. En el caso de las perforaciones esofági-
cas el síntoma habitual es el dolor retroester-
nal, precordial o epigástrico, aunque en algu-
nos pacientes es de poca intensidad y puede
irradiarse a los hombros y empeorar durante la
Fig. 52-1. Placa de tórax con aire libre debajo del deglución y la inspiración.
diafragma, típico de la perforación de viscera hueca. A medida que el proceso avanza, la intensi-
(Cortesía del Dr. Vargas Domínguez.) dad del dolor también aumenta y puede sobre-
Capítulo 52 • Perforación de viscera hueca 327

venir disnea, que depende de la relación con la musculatura abdominal, que en los casos de
un neumotorax; la sed intensa es un síntoma perforación gástrica o duodenal se convierte en
frecuente. La tríada de vómitos, dolor torácico rigidez, ya que el contenido ácido es sumamen-
bajo y enfisema cervical se describió como pa- te irritante.
tognomónica del síndrome de Boerhaave. Hay Puede presentarse pérdida de matidez he-
que tener siempre presente que en los ancia- pática y tiene, si es positiva, un valor importan-
nos el cuadro puede presentarse sin signos ni te en el diagnóstico. No se aprecian ruidos pe-
síntomas exuberantes, es decir, en forma silente. ristálticos en 66% de los casos. En la perfora-
ción esofágica la crepitación cervical palpable
DIAGNOSTICO ocurre con menor frecuencia, pero cuando es
evidente resulta útil para el diagnóstico; el aire
Anamnesis deglutido que abandona el esófago puede pro-
ducir neumotorax (generalmente izquierdo), si
Es esencial en el caso de lesiones por traumatis- se ha abierto la pleura, y seguir los planos
mo contuso o penetrante, pues debe conocerse mediastinales hasta llegar al cuello, donde se
el mecanismo de lesión y la posición en el manifiesta como enfisema; el aire también pue-
momento del traumatismo o la agresión. El de ocasionar un tono nasal de la voz a medida
intestino delgado y el duodeno son los órganos que diseca los tejidos blandos de la nasofaringe.
afectados con mayor frecuencia en los trauma- Debe insistirse en que 25 a 30% de los indi-
tismos contusos; el colon, estómago y vesícula viduos ancianos se diagnostica con retraso de
biliar en los penetrantes. Las lesiones por in- 24 horas ya que no presentan cuadros "típicos".
gestión de sustancias cáusticas ocurren más a
menudo en esófago y estómago; por su parte, Laboratorio
en los casos de úlcera péptica perforada el 80%
de los pacientes refiere síntomas persistentes Se observa de inmediato leucocitosis marcada
relacionados con enfermedad ulcerosa péptica; con desviación a la izquierda de la fórmula leu-
en el 20% restante casi todos los pacientes se- cocitaria, excepto en los casos de salmonelosis
ñalan tratamiento o consumo crónico de anti- en los que puede presentarse leucopenia; la
inflamatorios no esteroides. amilasa puede encontrarse elevada en un 8 a
Es importante investigar los factores vin- 20% de los casos y éste es un dato que se corre-
culados con síndrome de desgaste, como pér- laciona con perforación considerable, gran can-
dida de peso, infecciones recurrentes, homo- tidad de líquido libre en cavidad y aumento de
sexualidad, drogadicción, operaciones previas, la mortalidad. El resto de los hallazgos de labo-
y otros. Son igualmente indicativos las causas ratorio son poco específicos.
neoplásicas, las infecciosas como SIDA (que se
han relacionado con alto índice de perforación Gabinete
intestinal por citomegalovirus) y los pacientes
con cuadros sugestivos de infección por salmo- Miller publicó en 1973 el clásico trabajo sobre
nela. el neumoperitoneo en el que estudia sus causas
posibles y la forma correcta de proyección ra-
Examen físico diográfica para su adecuada visualización. Miller
concluyó que puede observarse hasta 1 mi de
El paciente típico parece aguda y seriamente aire libre intraabdominal.
enfermo; permanece inmóvil en la cama, con Debe solicitarse una telerradiografía de
respiración superficial y ruidosa. Los hallazgos tórax, que sólo se tomará hasta que el paciente
físicos dependen de la duración de la perfora- haya permanecido por los menos 10 minutos
ción y la cantidad de líquido libre en la cavi- en posición sedente o erguida; si esto no es
dad; en la admisión el paciente puede tener posible se toma una placa simple de abdomen
pulso y tensión arterial normales, pero si la fuga en decúbito lateral izquierdo, si bien el sujeto
de líquido liberado no es tan pequeña para que debe también mantenerse en esa posición al
el cuerpo pueda sellarla, el paciente desarrolla menos 10 minutos. Estas proyecciones permi-
progresivamente hipotensión y fiebre. Los sig- ten observar aire libre subdiafragmático, que es
nos físicos de peritonitis aguda se suceden rápi- el signo característico de la perforación de vis-
damente, con irritación peritoneal generaliza- cera hueca (fig. 52-2). Se toma la placa en de-
da (signo de Guéneau de Mussy) y espasmo de cúbito lateral izquierdo porque de esa manera
328 Principales síndromes del aparato digestivo

Fig. 52-2. Placa simple de abdomen; se observa un cuerpo extraño metálico que perforó viscera hueca.

el aire libre sube al hipocondrio derecho, en estudio diagnóstico en un paciente con perfo-
donde es fácilmente identificable al contrastar- ración visceral.
se con la opacidad hepática y diafragmática (con
el decúbito lateral derecho el gas podría con-
fundirse con el gas colóníco o con el fondo DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
gástrico). Si el estudio es negativo en un pacien-
te con alta sospecha de perforación se repite La localización del dolor puede confundir el
una hora después; la instilación de aire diagnóstico, en especial cuando el cuadro es de
por sonda nasogástrica puede ayudar a identifi- inicio reciente. El dolor en el cuadrante supe-
car la perforación, tanto como el uso de gastro- rior derecho puede confundirse con un trastor-
grafina o material radiopaco hidrosoluble. no vesicular; la úlcera perforada, por su parte,
El neumoperitoneo aparece en 60 a 80% puede diagnosticarse como apenaicitis aguda,
de los casos de perforación de viscera hueca, ya que el movimiento de los líquidos perifonéa-
siempre y cuando la comunicación se establez- les provoca que el contenido derramado des-
ca con la cavidad peritoneal. En los casos de cienda por la corredera parietocólica derecha
perforación a retroperitoneo es fácil identificar para producir dolor referido en la fosa iliaca
el aire libre por el contraste con los elementos derecha.
anatómicos del retroperitoneo. Cuando la ra- Si la perforación se presenta con hiperami-
diografía no es diagnóstica, la tomografía axil lasemia puede confundirse con pancreatitis
computadorizada puede ser de utilidad para aguda, más aún si se tiene en cuenta que esta
visualizar el aire libre. La resonancia magnética enfermedad también muestra un cuadro omi-
nuclear no aporta beneficios adicionales respec- noso en su forma grave. El diagnóstico erróneo
to de la tomografía. En los casos de perforación se observa por lo regular en los pacientes ancia-
esofágica el estudio radiográfico puede mostrar nos admitidos en unidades de cuidados no qui-
enfisema mediastinal, hemotórax o neumoto- rúrgicos, situación en la que no se cuenta con
rax, derrame pleural e infiltrado del lóbulo in- la opinión de un cirujano (casi siempre en pa-
ferior provocados por la pleuritis química; cuan- cientes de hospitales neuropsiquiátricos). En
do se sospeche rotura esofágica debe practicar- estos casos la hipotensión inexplicable es un
se una prueba con material de contraste para hallazgo frecuente y obliga a realizar el diag-
verificar el escape del material de la luz esofági- nóstico diferencial respecto de causas probables
ca. La endoscopia está contraindicada como de choque.
Capítulo 52 • Perforación de viscera hueca 329

En algunos individuos puede presentarse En pacientes inmunosuprimidos debe con-


interposición de asas intestinales entre el híga- siderarse la posibilidad de las levaduras, pero el
do y la pared toracoabdominal, con hallazgos tratamiento inicial no debe incluirlas hasta que
similares a los de la perforación, es decir, pérdi- se compruebe su existencia. Aunque se han
da de matidez hepática y aire subdiafragmático. descrito varias combinaciones de antibióticos,
Este último no es otra cosa que el gas retenido todas con apoyo clínico importante, el cultivo
dentro del asa intestinal (descrito en 1865 y es el que define el tratamiento final. La tera-
documentado radiológicamente en 1911) y al péutica quirúrgica depende del tipo, naturale-
que se lo conoce como síndrome de Chilaiditi; za y sitio de la lesión.
en el cuadro 52-2 se relacionan las causas posi-
bles de neumoperitoneo descritas por Miller.
En estos casos es el cuadro clínico el que COMPLICACIONES
determina el diagnóstico. Los cuadros que ini- La causa más común de defunciones es la insu-
cian en el hemiabdomen inferior, en mujeres, ficiencia orgánica múltiple, seguida muy de
pueden confundirse al principio con afecciones cerca por la sepsis. La intensa reacción metabó-
genitales, como enfermedad inflamatoria pél- lica al traumatismo que supone una perforación
vica, piosálpinx y otras. Si se conocen los hábitos intestinal, además de la diseminación del con-
sexuales del paciente y se cuenta con datos de tenido de las visceras en la cavidad peritoneal o
flujo vaginal fétido, tacto vaginal y examen con mediastinal, desencadena todos los cambios
espejo es fácil descartar las anomalías genitales. hemodinámicos que llevan en primera instan-
cia al desequilibrio hidroelectrolítico, choque
TRATAMIENTO e insuficiencia de órganos. Si el paciente sobre-
vive a estos sucesos, la cantidad de microorga-
El tratamiento es quirúrgico. El paciente debe nismos liberados durante la perforación ocasio-
ser hospitalizado inmediatamente, con vigilan- na la temible complicación que es la infección.
cia continua, vía venosa central para reposición Otro problema habitual es la presencia de fís-
de líquidos y electrólitos, que es el trastorno más tulas en todas sus presentaciones.
frecuente, y sondas nasogástrica y vesical; desde
luego, se requiere un cirujano de experiencia.
Al principio se suministran antibióticos de PRONOSTICO
amplio espectro contra microorganismos gram-
positivos, gramnegativos y anaerobios. En varios Se ha demostrado que tienen influencia los
estudios se ha demostrado que los patógenos siguientes factores: a) edad y sexo (los pacien-
más comunes son Bacteroides fragilis, la Escheri- tes mayores de 60 años y de sexo femenino
chia coli y Staphylococcus, anaerobio, gramnega- poseen más riesgo), b) enfermedad concomi-
tivo y grampositivo, respectivamente; sin embar- tante, c) choque, peritonitis o hemorragia, d)
go, la frecuencia relativa de uno u otro depen- localización y tamaño de la perforación y e)
de del sitio de la perforación. tiempo de evolución del cuadro. Cada uno de
estos factores tiene peso específico por sí mis-
mo; sin embargo, si intervienen más de uno de
manera simultánea, el riesgo aumenta exponen-
cialmente.
Cuadro 52-2. Causas de neumoperitoneo

1. Perforación de viscera hueca PROFILAXIS


2. Aire residual posoperatorio
3. Punción diagnóstica (laparoscopia, endoscopia, No se conocen medidas efectivas contra esta
biopsias percutáneas, colangiografía percutánea, etc.) entidad.
4. Introducción de aire a través de las trompas de
Falopio (examen pélvico, acto sexual, prueba de
Rubin, cunnilingus, duchas vaginales) BIBLIOGRAFÍA
5. Aumento de la presión intraalveolar y extraalveolar
Acosta J, Grebenc M, Doberneck Ry col. Colonic diver-
pulmonar
ticular disease in patients 40 years oíd or younger.
6. Relacionado con neumotorax
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7. Diversas (neumaíos/s cistoides intesünalis, diverticulosis
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330 Principales síndromes del aparato digestivo

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Abdomen agudo
quirúrgico
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN mático o no traumático, o bien en inflamato-


rio, vascular, obstructivo y hemorrágico; por
Se trata de un cuadro abdominal doloroso que último, atendiendo a su estirpe histológica,
requiere intervención quirúrgica inmediata. El puede subdividirse en abdomen agudo de cau-
diagnóstico de abdomen agudo es demasiado sa benigna o de causa maligna.
amplio e inespecífico; por esa razón casi todos El abdomen agudo de causa inflamatoria
los libros de cirugía prefieren describir por se- incluye apendicitis, perforación de vesícula bi-
parado los padecimientos que lo originan, sin liar, piocolecisto, absceso hepático roto, úlcera
explicar el síndrome en forma global, como se péptica perforada, perforación intestinal por
hará en este capítulo. La importancia del abdo- salmonela, cuerpo extraño, tuberculosis intes-
men agudo radica en que diariamente se atien- tinal o divertículo de Meckel y perforación de
den cientos de miles de personas con este tras- colon por amebas, colitis ulcerosa, enfermedad
torno y su morbimortalidad es alta. diverticular o cáncer.
En México, más del 90% de los casos es En el abdomen agudo por causa vascular se
atendido en primera instancia por el médico incluyen trombosis mesentérica (fig. 53-1),
general, quien tiene la obligación de estable- torción de pedículo ovárico y colitis isquémica y
cer el diagnóstico correcto; una equivocación yatrógena (ligadura de una arteria mesentérica).
origina retraso de la terapéutica y altas posibili- Si la causa es la obstrucción, ésta puede
dades de complicación y desenlace fatal. Es por presentarse en la luz intestinal, en las paredes
este motivo que el médico debe conocer bien intestinales o bien deberse a compresión extrín-
las características de esta afección. seca.
Quince por ciento de las personas sufrirá En la luz intestinal la obstrucción puede
en algún momento de su vida abdomen agudo crearse por cuerpos extraños (fig. 53-2), ásca-
no traumático. Su frecuencia varía con la edad ris, íleo biliar e invaginación (intususcepción)
y el sexo, aunque también depende del país, intestinal.
estrato socioeconómico y del hospital donde se En la pared intestinal son las neoplasias, la
elabore la estadística. En el Hospital General tuberculosis intestinal y la enfermedad de Cro-
de México, en una revisión de 763 casos, las pri- hn las que ocasionan la obstrucción. Por su
meras cinco causas de abdomen agudo no trau- parte, la compresión extrínseca es resultado de
mático fueron apendicitis (41.2%), adherencias adherencias, hernias, neoplasias de otros órga-
posquirúrgicas (5.95%), hernia umbilical estran- nos y vólvulos (fig. 53-3, color).
gulada (5.04%), hernia inguinal estrangulada
(4.76%) y úlcera péptica perforada (3.75%). CAUSAS
Existen diversas clasificaciones de este pa-
decimiento. Si se considera su localización el En un trabajo llevado a cabo en el Hospital
abdomen agudo puede ser alto o bajo; si se General de México las primeras 17 causas en-
toman en cuenta sus causas se divide en trau- contradas fueron: apendicitis aguda, adheren-
331
332 Principales síndromes del aparato digestivo

Fig. 53-1. Trombosis mesentérica.

cias posquirúrgicas, hernia umbilical estrangu- líquidos en la luz intestinal y dejan de resorberse
lada, hernia inguinal estrangulada, úlcera pép- los normalmente secretados, que suman siete a
tica perforada, absceso hepático roto, pancrea- ocho litros en 24 horas; esto ocasiona disten-
titis, hernia crural estrangulada, colecistopatías, sión de asas, disminución del volumen circulan-
perforación intestinal por salmonela, embara- te, deshidratación, taquicardia e hipotensión
zo ectópico roto, oclusión intestinal, quiste tor- arterial. Al distenderse, el intestino eleva el dia-
cido de ovario, perforación de colon, vólvulo fragma, comprime los pulmones, restringe la
de sigmoide, trombosis mesentericay diverticulo ventilación y se desarrolla polipnea y acidosis
de Meckel (fig. 53-4, color). de origen respiratorio. Además, existe translo-
cación bacteriana que contribuye a diseminar
la infección.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
Con el vómito, el organismo elimina el ex-
Guarda relación directa con la causa (véase los ceso de líquidos dentro de las asas, lo cual incre-
capítulos 49, 51, 52, 55). La característica co- menta la deshidratación y el desequilibrio elec-
mún es la participación de la serosa peritoneal; trolítico. La reducción del movimiento intestinal
en todos los casos de abdomen agudo la enfer- ayuda a localizar el daño al impedir la disemina-
medad rebasa la primera viscera dañada para ción en toda la cavidad; a esto se suma la contrac-
alcanzar después la cavidad peritoneal, en for- tura de los músculos de la pared, que transfor-
ma localizada o generalizada. ma el abdomen en un compartimiento rígido.
Se denomina localizada cuando el epiplón La infección del peritoneo provoca daño del
(fig. 53-5, color) y otras visceras rodean al órga- mesotelio y dos reacciones del organismo. En
no afectado para limitar al proceso patológico; primer lugar los mastocitos dejan escapar sus-
es el caso de la apendicitis, en la que la lesión tancias vasoactivas que aumentan la permeabi-
se rodea de asas de intestino delgado y epiplón lidad vascular, con el consecuente exudado de
para formar un absceso. En cambio, la anoma- plasma hacia la cavidad peritoneal; esto posibi-
lía es generalizada cuando se disemina en toda lita la síntesis de fibrina necesaria para confor-
la cavidad abdominal. mar las paredes de un absceso; además, la abun-
dancia de líquidos en la cavidad peritoneal,
PATOGENIA junto con la motilidad del diafragma, diluyen
las bacterias y promueven el paso de exudado y
El rasgo común del abdomen agudo es el íleo pus a través del diafragma, con lo que se redu-
paralítico; por tal razón se acumulan gases y ce la infección. En segundo lugar, el daño del
Capítulo 53 • Abdomen agudo quirúrgico 333

nadas por la causa; por ejemplo, en las colecisto-


patías el dolor se dirige a la región lumbar de-
recha y sigue una dirección circular, como cin-
turón; en la pancreatitis es transfictivo hasta la
región lumbar izquierda; en los cuadros gineco-
lógicos el dolor se irradia a la zona lumbosacra.
Los principales fenómenos acompañantes
del dolor son tres: vómito, imposibilidad para
evacuar el intestino e incapacidad para canali-
zar gases por el recto. Estos inician poco tiem-
po después del dolor como resultado del íleo
paralítico.
La exploración física es fundamental; los
principales datos que se obtienen del abdomen
son: dolor intenso a la palpación, en particular
sobre la viscera dañada, resistencia muscular
localizada o generalizada y dolor intenso a la
descompresión de la pared abdominal. Otros
signos, como hiperestesia, hiperbaralgesia y
maniobras del psoas y obturador positivas no
están presentes en todos los casos y a veces con-
funden al clínico.
Casi siempre ocurre deshidratación, mani-
festada por tegumentos y mucosas secas y taqui-
cardia. Otros síntomas y signos no son cons-
tantes.
El primer facultativo que atiende al pacien-
te debe acertar en el diagnóstico ya que el error
Fig. 53-2. Perforación de colon por lámpara de mano.
eleva considerablemente la morbimortalidad.

DIAGNOSTICO
Es necesario elaborar diagnósticos respecto del
mesotelio activa el complemento y promueve síndrome, de la causa, de la extensión del pro-
la quimiotaxis, con aparición de leucocitos po- ceso dentro del abdomen y del estado hemodi-
limorfonucleares, fagocitos y macrófagos, que námico; para ello lo más útil es la clínica. Cuan-
forman parte del sistema defensivo general del do exista razonable sospecha de abdomen agu-
paciente. do se justifica la intervención quirúrgica, aun
cuando no esté apoyada por otros datos de la-
boratorio y gabinete; debe considerarse que si
CUADRO CLÍNICO
se retrasa el tratamiento pueden sobrevenir
El síntoma cardinal del abdomen agudo es el complicaciones o muerte; en cambio, la inter-
dolor, observable en 99% de los casos (sólo los vención quirúrgica ocasiona menos daño.
ancianos muy deteriorados no lo padecen). Los estudios más útiles para el diagnóstico
Aparece en forma súbita y por lo regular es de son: biometría hemática, amilasa y lipasa séri-
gran intensidad; al principio puede ser similar ca, examen general de orina y glucemia, placa
al cólico, localizado cerca de la viscera donde simple de abdomen en posiciones erguida y en
se origina la enfermedad; después, pasadas ocho decúbito y placa anteroposterior de tórax. La
a 12 horas, el dolor se generaliza en todo el tomografía axil computadorizada tiene excelen-
abdomen. tes resultados en la pancreatitis; en otras áreas
La intensidad depende de la causa; es muy se emplea menos debido al costo y la poca dis-
vigoroso en la pancreatitis y en padecimientos ponibilidad en hospitales pequeños. El ultraso-
que provocan isquemia, como trombosis mesen- nido está al alcance de cualquier médico y debe
térica, quiste torcido de ovario, incluso apenai- utilizarse de rutina en enfermedades hepatobi-
citis. Las irradiaciones también están condicio- liares y ginecológicas.
334 Principales síndromes del aparato digestivo

Otros exámenes de laboratorio o gabinete hueca (fig. 53-6), en especial de estómago, ye-
más complejos también poseen utilidad, pero yuno o íleon, en tanto que en la perforación de
se indican como segundo recurso, no de prime- colon no suele observarse. Otros signos radioló-
ra instancia. gicos son distensión de asas de intestino delga-
La biometría hemática sugiere proceso in- do, ausencia de gas en colon, edema interasa y
feccioso y muestra la agudeza del proceso al borramiento de los músculos psoas (fig. 53-7).
detectar incremento de leucocitos, neutrófilos Es necesario observar partes blandas, estructu-
y formas en banda. El descenso de hemoglobi- ras óseas, silueta de visceras sólidas, como ríño-
na acompañado de taquicardia e hipotensión nes, bazo e hígado, y calcificaciones en vesícula
hace pensar en embarazo ectópico roto. Los biliar, uréteres o ríñones. La distribución del gas
incrementos de amilasa y lipasa séricos son alu- dentro del aparato digestivo sugiere el diagnós-
sivos a pancreatitis aguda, aunque la amilasa tico; el colon lleno de gas con terminación brus-
también se eleva en la úlcera péptica perfora- ca indica vólvulo del sigmoide, el colon "corta-
da, colecistitis y embarazo extrauterino roto. La do" sugiere pancreatitis, la ausencia de gas en
lipasa es más precisa que la amilasa y permane- colon hace pensar en apendicitis y algún pro-
ce elevada más días. ceso obstructivo en íleon terminal, en particu-
El examen general de orina genera gran lar cuando se acompaña de distensión de asas
cantidad de información; el color rojo es carac- de intestino delgado.
terístico de la hematuria, el tinte oscuro de la El ultrasonido tiene la ventaja de no ser in-
eliminación de bilirrubina directa y la orina vasivo, es fácil de practicar y muy efectivo en
turbia de la piuria. El sedimento documenta absceso hepático, colecistitis litiásica, padeci-
datos de infección. mientos de la esfera ginecológica, como quistes
El incremento leve de la glucemia se obser- de ovario, determinación del tamaño de útero
va en pancreatitis, mientras que la hipergluce- y ovarios, y además detecta colecciones líquidas
mia acentuada es propia de la diabetes melli- anormales.
tus descompensada, que puede ser la causa La tomografía axil computadorizada es muy
directa del dolor por neuropatía diabética o eficiente en pancreatitis y proporciona buenos
sólo una complicación del cuadro principal. resultados en lesiones hepáticas, renales, bazo
Las placas simples de abdomen y tórax son y neoplasias; tiene la desventaja de ser costosa
orientadoras, aunque también tienen algunas y sólo puede realizarse en centros hospitalarios
fallas; los datos más sugestivos son aire libre bajo bien equipados. La cirugía laparoscópica es efi-
los hemidiafragmas en perforación de viscera ciente como método diagnóstico.

Fig. 53-6. Telerradigrafia de torax con aire subdiafragmático por perforación de viscera hueca.
Capítulo 53 ' Abdomen agudo quirúrgico 335

hidratación intravenosa con vigilancia de la


presión venosa central, diuresis horaria, tensión
arterial y frecuencia cardiaca; se corrige tam-
bién el desequilibrio acidobásico y se controla
la fiebre. Por último, se instala un catéter cen-
tral y se administra un antibiótico profiláctico
30 a 90 minutos antes de incidir la piel (no
confundir con el antibiótico terapéutico, que
sólo se utiliza después de la intervención y que
se continúa por varios días). La prescripción de
antibióticos sigue los siguientes criterios: a) se
administran antibióticos profilácticos y tera-
péuticos a todos los pacientes con abdomen
agudo; b) se indica en todos los casos un anti-
biótico profiláctico, excepto si existe pus den-
tro del abdomen, en cuyo caso se continúa el
tratamiento con un antibiótico terapéutico, y
c) se prescribe solamente un antibiótico tera-
péutico sin recurrir al profiláctico.
Estos criterios deben estudiarse con dete-
nimiento y, además, debe seguirse una línea
bien documentada. Un antibiótico que ha ofre-
cido buenos resultados en pacientes graves que
requieren antimicrobianos es el Meropenem,
administrado a dosis de 1 g cada 8 horas, por
vía intravenosa; este fármaco tiene mínimas
Fig. 53-7. Placa simple de abdomen con gran distensión resistencias bacterianas.
de asas de intestino delgado, sin gas en colon. La terapéutica quirúrgica comienza en
cuanto el paciente esté preparado; el tiempo es
decisivo en el embarazo extrauterino roto, trom-
bosis mesentérica, piosálpinx roto, apendicitis
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL aguda o úlcera perforada; en cambio, no tie-
nen el mismo grado de urgencia la pancreatitis
Es indispensable distinguirlo del abdomen agu- o la colecistitis aguda. Es indispensable preve-
do no quirúrgico (veáse capítulo 56), así como nir la infección de la herida quirúrgica con an-
de cualquier padecimiento capaz de producir tibióticos profilácticos y buenas técnicas opera-
dolor abdominal, como colitis, cálculo en uré- torias.
ter, fractura de huesos pélvicos, fractura de vér-
tebras lumbares, herpes zoster de la pared del COMPLICACIONES
abdomen, neumonía basal, infarto del miocar-
dio, neuropatía diabética, picadura de araña y Se incrementa la morbimortalidad si la lesión
adenitis mesentérica. pasa de localizada a generalizada dentro del
Las bases principales del diagnóstico son la abdomen; otras complicaciones son: desequili-
buena historia clínica, en la cual la exploración brio hidroelectrolítico o acidobásico, así como
física tiene un papel fundamental. No debe problemas hemodinámicos, infarto del miocar-
olvidarse nunca que el dolor abdominal requie- dio, descompensación de la diabetes o infección
re exploración minuciosa del abdomen; jamás del aparato respiratorio.
debe prescribirse el tratamiento sin antes revi-
sar al enfermo. PRONOSTICO
TRATAMIENTO Es diferente para cada paciente y depende de
la causa, edad, tiempo de evolución del padeci-
El tratamiento es quirúrgico por definición, si miento actual, retardo del diagnóstico, enfer-
bien se requiere una preparación preoperato- medades intercurrentes, como SIDA, y calidad
ria no mayor de cuatro horas. Esta consiste en de la atención médica.
336 Principales síndromes del aparato digestivo

PROFILAXIS McClean KL, Sheehan GJ, Harding GK. Intraabdominal


infection: a review. Clin Infect Dis 1994; 19:100-116.
Deben prevenirse con oportunidad los cuadros MooreJ, Bartholomeusz D, Wyecherley A y col. 99 tech-
que pueden complicarse con abdomen agudo, netium labelled leucocyte scanning in acute lower
como la colecistitis litiásica, que puede favore- abdominal pain: can reduce the negative appendec-
cer piocolecisto o pancreatitis. Otros padeci- tomy rate? Aust N Z J Surg 1995; 65:403-405.
mientos a tratar tempranamente son enferme- Pesonen E, Ikonen J, Juhola M y col. Parameters for a
dad diverticular, salpingitis, úlcera péptica, knowledge base for acute appendicitis. Method Inf
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Traumatismo
abdominal
Dr.José Raymundo Manzano-Trovamala

INTRODUCCIÓN El traumatismo puede clasificarse de dife-


rentes formas. Si se considera el lugar en el que
El traumatismo es una herida o lesión que oca- ocurre el traumatismo puede ser civil (acciden-
siona daño estructural o desequilibrio fisiológico tes automovilísticos y peatonales, accidentes
como consecuencia de la exposición aguda a laborales o incidentes de violencia urbana y
energía mecánica, térmica, eléctrica, química, rural), militar (guerra) o por desastres natura-
o por falta de oxígeno o calor. Además de su les (terremotos, huracanes y otros). En el trau-
alta mortalidad, produce incapacidad tres ve- matismo militar intervienen además fuerzas fí-
ces mayor en la población que lo sufre. Por ejem- sicas, químicas, bacteriológicas y termonuclea-
plo, en Estados Unidos se presentan 60 millo- res. En cambio, si se toma en cuenta la penetra-
nes de lesiones al año, 30 millones de las cuales ción de las paredes de una cavidad orgánica, el
requieren atención médica y 3.6 millones hos- traumatimo puede ser abierto y cerrado.
pitalización; 300 000 personas sufren incapaci-
El traumatismo abierto puede ser secunda-
dad permanente y 145 000 mueren. Lo anterior
rio a heridas por proyectil de arma de fuego o
representa un alto costo para la sociedad pues
por instrumentos punzocortantes, por lo gene-
afecta a los grupos más jóvenes y productivos y,
ral armas blancas. El traumatismo cerrado es
por lo tanto, a la economía del país (pérdidas
resultado de la acción de una fuerza sobre el
superiores a 100 billones de dólares). En Méxi-
cuerpo humano o de una fuerza que arroja al
co la situación es similar, aunque lamentable-
cuerpo contra un objeto o superficie.
mente no se cuenta con cifras precisas. Este es
un problema creciente y se relaciona sobre todo
con violencia, vehículos de motor y accidentes
de trabajo. CAUSAS
El traumatismo es la principal causa de Cualquier tipo de energía que ejerza su acción
muerte en personas menores de 40 años de edad sobre el abdomen provoca lesión del mismo, la
y la tercera en la población general. Por su parte, cual es por lo regular proporcional a la intensi-
el traumatismo abdominal representa el 10% dad de la fuerza y al sitio de su acción.
de las lesiones en el cuerpo humano; su frecuen- En el traumatismo abierto los agentes etio-
cia varía de acuerdo con el ambiente, área geo- lógicos son los proyectiles de armas de fuego,
gráfica, institución de salud, factores socioeco- fragmentos de bombas, armas blancas, instru-
nómicos y situaciones de guerra o desastre na- mentos punzocortantes, y otros. El traumatis-
tural. En el caso del traumatismo urbano 64% mo cerrado es resultado de caídas, golpes di-
corresponde a heridas por proyectil de arma de rectos, aplastamientos, atropellamientos por
fuego y, en cuanto al traumatismo cerrado, 48% vehículos de motor, explosiones, quemaduras,
se debe a accidentes automovilísticos. frío, etcétera.
337
338 Principales síndromes del aparato digestivo

ANATOMÍA PATOLÓGICA Cuadro 54-1. Órganos afectados en el traumatismo


abdominal
Los límites externos del abdomen no coinciden
Organo Traumatismo Traumatismo
con los internos. El diafragma asciende más lesionado penetrante cerrado
arriba que las paredes laterales, hasta el nivel
del cuarto espacio intercostal anterior. Por aba- Hígado
jo el piso pélvico sobrepasa el límite externo y Bazo
llega hasta el nivel del surco subglúteo. El con- Colon
tenido del abdomen se distribuye en dos espa- Intestino delgado
cios: la cavidad abdominal y el retroperitoneo.
Estómago
El abdomen puede dividirse a su vez en cuatro
Duodeno
regiones:
Páncreas

Abdomen superior. Está cubierto por tórax


óseo y en su interior se encuentran el diafrag-
ma en espiración forzada (hasta el cuarto espa-
cio intercostal anterior), hígado, bazo, esófago, siones simultáneas en otros sitios. Por ejemplo,
estómago y colon transverso. en las heridas por proyectil de arma de fuego el
Abdomen inferior. Contiene intestino delga- daño ocasionado por el proyectil depende de
do y colon. su forma, construcción, componentes, distan-
Retroperitoneo. Aloja a la aorta, cava, pán- cia a que fue disparado, velocidad, trayectoria,
creas, ríñones, uréteres, duodeno y porciones ángulo de incidencia, energía que liberó al
del colon sin meso. momento del impacto, así como de los fragmen-
Pelvis. Incluye recto, vejiga, vasos iliacos y tos que haya dejado, de la producción de cavi-
genitales femeninos. dades permanentes y temporales y de la pro-
ducción de proyectiles secundarios.
En el traumatismo abdominal puede exis- Los proyectiles de alta velocidad que viajan
tir daño al continente (paredes), al contenido a más de 700 m/seg producen lesión tisular
(visceras), o a ambos. Las lesiones abdominales mayor y más grave, ya que liberan gran canti-
pueden ser únicas o múltiples y acompañarse dad de energía. Las de baja velocidad originan
de otras a distancia; a este último caso se le lesiones fuera de la trayectoria esperada debi-
denomina politraumatismo y al sujeto lesiona- do a que pueden rebotar en huesos y desviar su
do politraumatizado. El tipo de herida puede dirección. Las heridas por arma blanca üenen
ser punzante, cortante, contundente, o adop- generalmente trayectoria única y siguen la for-
tar la forma de rotura, desgarro, estallido, com- ma del instrumento agresor. En los atropella-
presión, aplastamiento, o combinaciones de mientos por vehículos de motor es común ob-
éstas. Su grado varía desde lesiones mínimas
servar lesiones múltiples, traumatismo cráneo-
hasta la destrucción total de paredes o visceras.
encefálico, fracturas expuestas y cerradas, pues
El porcentaje y frecuencia de órganos dañados
existe una combinación de mecanismos (golpe
puede verse en el cuadro 54-1.
directo, proyección del lesionado, machaca-
Existen múltiples clasificaciones para deter- miento, estallamiento, avulsión, y otros).
minar la gravedad de la lesión de un órgano, Las lesiones abdominales provocan rotura
pero casi todas utilizan los grados I a IV, según de visceras con salida de su contenido, sangre,
sea la dimensión de la herida. bilis, orina, materia fecal, ácido gástrico o álcalis
intestinales que erosionan el peritoneo y pro-
PATOGENIA ducen inflamación inicial variable; a continua-
ción se agrega la infección por gérmenes con-
El daño causado por la acción enérgica de cual- tenidos habitualmente en la luz intestinal y
quier tipo sobre el abdomen es por lo regular por los que proceden del exterior. La inflama-
directamente proporcional a su intensidad. ción e infección del peritoneo se denomina pe-
Puede variar de acuerdo con el sitio de su ac- ritonitis.
ción, condiciones y posición en el momento del En el traumatismo torácico puede existir
impacto, clase de agente agresor, tipo de pro- lesión de las visceras intraabdominales, al igual
yectil, condiciones climáticas, estado de salud que en las lesiones de la espalda, flancos y glú-
preexistente del lesionado y heridas o contu- teos. En estos paciente se debe investigar siem-
Capítulo 54 • Traumatismo abdominal 339

pre la presencia de daño intraabdominal, retro- pelvis y extremidades de acuerdo con el meca-
peritoneal, o ambos. nismo y la lesión sospechada. Por ejemplo, la
presencia de aire libre intraabdominal en trau-
CUADRO CLÍNICO matismo cerrado señala lesión de viscera hue-
ca. Las radiografías con medio de contraste se
Es variable, desde lesiones obvias y síntomas muy limitan habitualmente a angiografías y urocis-
aparentes (exposición de visceras, grandes he- tografías. En los pacientes con hemodinamia
ridas, dolor importante, y otros) hasta la ausen- estable se deben practicar las pruebas esencia-
cia inicial de síntomas y signos, como en las les y nunca retardar una medida terapéutica por
lesiones del páncreas en el traumatismo cerra- efectuar un estudio.
do de abdomen. La inconsciencia por alcohol,
fármacos o traumatismo craneoencefálico ocul- DIAGNOSTICO Y DIAGNOSTICO
tan los datos clínicos. El síntoma principal es el
DIFERENCIAL
dolor abdominal, que puede ser de cualquier
tipo e intensidad, localizado o generalizado, con Es de enorme importancia sospechar daño in-
o sin irradiaciones acompañantes. A continua- traabdominal ya que las lesiones mínimas y de
ción aparecen náusea, vómito, estreñimiento, escasos síntomas iniciales pueden ocultar ver-
distensión abdominal, exposición de visceras, daderas catástrofes intraabdominales. El mismo
dolor a la presión y descompresión (rebote), cirujano debe realizar explotaciones repetidas
hipertonía de la pared abdominal, disminución del abdomen para apreciar cambios ligeros o
o ausencia de ruidos hidroaéreos, hemorragia, discretos de los signos, especialmente en pacien-
masas pulsátiles o que aumentan de volumen y tes con traumatismo cerrado del abdomen, con
sangre en boca, estómago, recto, vejiga, o mea- pérdida de la conciencia. Los estudios comple-
to urinario. mentarios para apoyar el diagnóstico deben ser
La lesión de vasos sanguíneos lleva al esta- de fácil y pronta ejecución. En el traumatismo
do de choque hipovolémico, que puede variar abdominal es necesario establecer más el diag-
desde el grado I hasta el IV. Si existe daño torá- nóstico de la lesión visceral, para fines quirúrgi-
cico, glúteo o en la espalda y síntomas abdomi- cos, que el diagnóstico de la lesión específica.
nales la lesión intraabdominal es casi segura. El 20% de los pacientes con hemoperitoneo
Es muy importante recabar información muestra pocos datos abdominales durante el
relacionada con el accidente: tipo, posición del primer examen; el abdomen es un reservorio
paciente en el momento de la lesión, cantidad de sangre perdida.
de sangre perdida en el sitio del accidente, En las lesiones por desaceleración debe
condiciones climáticas, tipo de arma, distancia asumirse la existencia de alteraciones toracoab-
del disparo, tiempo transcurrido desde el inci- dominales. En el traumatismo cerrado de ab-
dente, altura de la caída, distancia a la que fue domen la valoración diagnóstica es más difícil;
proyectado el sujeto. En el caso de siniestro por esa razón es esencial recordar algunos da-
vehicular deben averiguarse tipo de impacto, tos en lesiones específicas.
sitio del golpe, daños al vehículo y estado de Diafragma. Su lesión es cinco a 10 veces más
otros lesionados. Es importante saber si la per- común en el hemidiafragma izquierdo, en la
sona había consumido alcohol y fármacos. De- zona posterolateral, y puede prolongarse al
ben asimismo conocerse las enfermedades pre- pericardio. Es frecuente que se acompañe de
existentes y los medicamentos que emplea el herniación de visceras abdominales cercanas al
individuos para realizar una buena evaluación. tórax.
Se indican los estudios de laboratorio míni- Duodeno. Esta lesión es por lo general se-
mos indispensables y de rápida realización para cundaria al impacto del volante de un auto o
determinar el estado del paciente. Por lo gene- del manubrio de una bicicleta. Se puede encon-
ral son suficientes biometría hemática, química trar sangre en la aspiración gástrica y aire retro-
sanguínea, amilasa sérica, pruebas de tenden- peritoneal en radiografías. Los estudios con
cia hemorrágica, grupo y Rh, pruebas cruzadas contraste hidrosoluble pueden ser de ayuda.
y toxicológicas, algunas veces gases arteriales y, Si se retarda la operación más de 24 horas
en mujeres de edad fecunda, prueba de emba- la mortalidad se incrementa hasta en 55 por
razo. También están indicadas radiografías sim- ciento.
ples de cráneo, columna cervical (incluyendo Páncreas. Muchas veces es consecuencia de
los siete cuerpos vertebrales), tórax, abdomen, un golpe compresivo en el epigastrio contra la
340 Principales síndromes del aparato digestivo

columna vertebral. La amilasa normal no exclu- se drena por gravedad. Se considera positivo en
ye daño pancreático o incluso sección del órga- los siguientes casos:
no. La tomografía computadorizada efectuada
de inmediato es el mejor estudio diagnóstico. 1. Cuando se extraen 10 cm 3 o más de sangre
Área genitourinaria. Los golpes directos en en la aspiración inicial
la espalda o flancos, fracturas costales posterio- 2. Cuando se encuentran en la solución dre-
res o de la pelvis o las caídas a horcajadas pue- nada:
den lesionar la uretra. La sangre en el meato • Eritrocitos, 100 000 o +/ml
urinario, el hematoma perineal, o ambos, ha- • Leucocitos, 500 o +/ml
cen sospechar este tipo de lesión. • Bilis, fibras, o ambos
Visceras huecas. La presencia de aire intra- • Amilasa mayor de 200 U Garaway/100 mi
peritoneal extraintestinal en los rayos X y la • Obtención en una sonda pleural del lí-
reducción o ausencia de ruidos hidroaéreos quido del lavado abdominal
sugieren rotura de estas visceras.
Las lesiones del tórax bajo —cuarto espa- Tiene sensibilidad de 98%; 30 mi de san-
cio intercostal anterior (nivel del pezón) a sép- gre en cavidad peritoneal lo hacen positivo. No
timo espacio intercostal anterior (punta de la es específico de la lesión. En el 30% de los LPD
escápula)— se acompañan frecuentemente de positivos las lesiones son de poca consideración.
lesión intraabdominal. Es un procedimiento fácil, rápido de practicar
Las fracturas abiertas de la pelvis tienen una y puede llevarse a cabo en cualquier lugar. Tie-
mortalidad mayor del 50%, secundaria a hemo- ne complicaciones del 1 al 5% (lesión intesti-
rragia incoercible, y en tales casos deben excluir- nal o vascular por el catéter). Sus contraindica-
se lesiones de vejiga, uretra, vagina y recto. ciones son: indicación obvia de intervención
En un paciente en estado de choque, sin quirúrgica, operación abdominal previa, obesi-
evidencia de hemorragia externa y con sínto- dad mórbida, dilatación intestinal, embarazo
mas abdominales, incluso moderados, se debe avanzado, cirrosis grave, coagulopatía previa,
asumir hemorragia intraabdominal y se indica paracentesis positiva y traumatismo abdominal
intervención quirúrgica inmediata. abierto.
El diagnóstico debe ser oportuno y rápido; Su función real es documentar la presen-
debe además señalar la existencia de lesión cia de sangre intraabdominal, aunque no pre-
intraabdominal más que del daño específico de cisa su origen. Se puede realizar en cualquier
un órgano. En el traumatismo abierto el diag- lugar, sin equipo extravagante y es de bajo costo.
nóstico es fácil y se practican los procedimien- Ultrasonido abdominal (UA). Tiene las si-
tos quirúrgicos tan pronto como sea posible; en guientes ventajas: costo relativamente bajo, rá-
el traumatismo cerrado, puesto que no existe pida ejecución, no es invasivo, tiene buena sen-
herida aparente, se retrasa por lo regular el sibilidad y es portátil.
diagnóstico y por lo tanto el tratamiento, lo cual Su principal utilidad es identificar sangre
genera mayor morbiletalidad. Este tipo de trau- (líquido) intraabdominal, con sensibilidad de
matismo empeora si existe disfunción neuroló- 80 a 90%. Es difícil en pacientes obesos, con
gica (25%), disfunción medular (2%) o abuso distensión abdominal o enfisema subcutáneo.
de alcohol y fármacos (50%), que impiden una Sus desventajas son: poca especificidad, depen-
exploración fidedigna por pérdida de la con- dencia de la habilidad del operador y pobre
ciencia y alteración de las reacciones normales. visualización del retroperitoneo y órganos só-
Es necesario entonces apoyarse en pruebas diag- lidos.
nósticas. Tiene pocas indicaciones en el paciente
Paracentesis. Se realiza en los cuatro cua- estable. Es de utilidad en las situaciones de ur-
drantes del abdomen; tiene el 36% de resulta- gencia para detectar líquido (sangre) intraabdo-
dos falsonegativos. minal; en algunos casos, en pacientes estables,
Lavado peritoneal diagnóstico (LPD). En el puede repetirse a intervalos para valorar la per-
traumatismo cerrado, permite diagnosticar he- sistencia de la hemorragia intraabdominal.
moperitoneo y contaminación entérica. Consis- Tomografía computadorizada abdominal (TCA).
te en la introducción de un catéter en la cavi- Esta prueba no está disponible con frecuencia.
dad abdominal para después aspirar; si no se Sin embargo, proporciona mayor información
obtiene sangre se instilan 1 000 cm s de solución diagnóstica de las lesiones intraabdominales, en
salina en el adulto; se esperan unos minutos y especial de órganos sólidos (91 al 97%).
Capítulo 54 • Traumatismo abdominal 341

Tiene baja sensibilidad diagnóstica en le- TRATAMIENTO


siones del tubo digestivo. Detecta sangre intra-
abdominal y puede revelar el origen de la he- En el tratamiento del paciente con traumatis-
morragia y las lesiones del duodeno, páncreas, mo abdominal debe seguirse un orden y ciertos
heridas genitourinarias y alteraciones concomi- procedimientos; así lo establece el Manual del
tantes, como fracturas de pelvis o vértebras. No Curso Avanzado de Soporte Vital al paciente
visualiza las lesiones del diafragma ni es prácti- traumatizado (ATLS), editado por el Colegio
ca en pacientes inestables y requiere inyección Americano de Cirujanos. La valoración y el tra-
IV de medio de contraste. Genera reacciones tamiento de las condiciones que ponen en pe-
de hipersensibilidad en 1:100 y muerte en ligro inmediato la vida deben ser simultáneos y
9:100 000. Su costo es elevado. jerarquizarse de acuerdo con la gravedad del
Laparoscopia diagnóstica (LD). Se emplea paciente; para estos casos se ideó un ABCDE:
únicamente en pacientes con hemodinamia
estable y en el traumatismo cerrado de abdo- A (air— aire): permeabilizar, asegurar y man-
men. Requiere equipo complejo y personal tener la vía aérea permeable, con estabili-
entrenado. Sin embargo, permite visualizar zación simultánea de la columna cervical
y diferenciar la rotura de la eventración del B (breathing—ventilación): establecer y con-
diafragma, valorar el grado de lesión en los servar la respiración y la ventilación
órganos sólidos y la persistencia de la hemo- C {circulation —circulación): controlar la he-
rragia; ayuda a decidir la intervención quirúr- morragia y mantener la circulación
gica y reduce el número de laparotomías nega- D (disabüity —estado mental): valorar el esta-
tivas. En algunos casos puede ser terapéutica do mental (conciencia)
y repara las lesiones sin incidir la piel del E (exposition—desnudar): exponer el cuerpo
paciente. Aún no está probada su exactitud entero del paciente, incluyendo flancos,
diagnóstica. Puede provocarse embolia aérea y espalda, glúteos y perineo
neumotorax a tensión, lo que se puede evitar
si se efectúa la laparoscopia sin gas. Puede prac- El objetivo fundamental es que pueda llegar
ticarse con anestesia local en el servicio de ur- oxígeno a los alveolos y a las células. También
gencias. debe reanimarse al paciente en estado de cho-
Angiografía (A). Se utiliza sólo para delinear que, controlar la hemorragia aparente y reponer
la lesión renal, diagnosticar y embolizar arte- el volumen. Si existen alteraciones de la concien-
rias hemorrágicas en fracturas de pelvis y en cia se aplican las indicaciones antes menciona-
lesiones vasculares de las extremidades. das y se exploran todas las áreas del cuerpo.
Gammagrafía con hida (G). Se utiliza sola- La atención particular del traumatismo ab-
mente en algunos casos de sospecha de lesión dominal depende de la estabilidad hemodiná-
biliar. mica del paciente, del tipo de traumatismo
Resonancia magnética (RM). No es práctica (abierto o cerrado), de su estado de conciencia
en el traumatismo. y de las lesiones concomitantes.
El diagnóstico en los pacientes con trauma- En el traumatismo penetrante se indica la-
tismo abdominal debe definirse con prontitud parotomía tan pronto como sea posible aunque,
considerando el mecanismo de lesión (en las en el caso de las lesiones por arma blanca, en 5
heridas penetrantes es más fácil y rápido; en el al 22% y en alguna series hasta el 42%, la lapa-
traumatismo cerrado es más difícil y complejo). rotomía es negativa (no existe daño visceral o
Cuando el diagnóstico es obvio no se debe per- vascular). Por lo tanto, si estos individuos son
der tiempo realizando estudios innecesarios: hemodinámicamente estables, puede practicar-
cuanto mayor sea el retraso diagnóstico mayor se un estudio diagnóstico de apoyo como UA,
será la morbimortalidad. El examen físico es LD, TCA. No se debe realizar sondeo o fistulo-
poco útil en caso de alteración de la conciencia grafía de las heridas por arma blanca. Con las
y es obligado apoyarse en LPD, UA, TCA o LD medidas anteriores las laparotomías negativas
de acuerdo con las condiciones (estabilidad pueden reducirse al 11% y las complicaciones
hemodinámica) del paciente. No deben olvidar- del 14 al 8 por ciento.
se las lesiones de otros sitios; se sugiere tam- En todas las heridas por proyectil de arma
bién que el mismo cirujano realice repetidas de fuego debe efectuarse laparotomía inmedia-
valoraciones y que mantenga un alto índice de ta, sin perder el tiempo en estudios innecesa-
sospecha. rios (por lo regular se encuentra lesión visceral
342 Principales síndromes del aparato digestivo

en el 80% o más). No se deben practicar LPD, 5. Lesión de viscera sólida y hemoperitoneo


UA, LD o TCA en la mayoría de los casos. Las escaso; puede mantenerse al paciente en
lesiones por proyectiles de alta velocidad y en observación y si desarrolla inestabilidad
especial los de tipo fragmentable, que en la hemodinámica se interviene quirúrgica-
actualidad se emplean para la caza o por terro- mente en ese momento
ristas y fuerzas del orden público, son muy gra-
ves y ameritan desbridación extensa, reseccio- Las siguientes son indicaciones generales
nes intestinales importantes y derivaciones del de laparotomía:
tubo digestivo.
No se deben realizar suturas o anastomosis 1. Signos de irritación peritoneal
primarias. En lesiones producidas por escope- 2. Punción, aspiración o LPD positivos
tas debe medirse el diámetro de las lesiones por 3. Choque hipovolémico persistente, inexpli-
las postas, que es proporcional a la distancia del cable
disparo. Si éstas se encuentran dentro de un 4. Disminución progresiva de la hemoglobina
diámetro de 25 cm o más, que corresponde a y el hematócrito
un disparo de 10 m o más, se efectúa laparoto-
5. "Tercer espacio" intersticial o retroperito-
mía si existen datos peritoneales. Si el diáme-
tro es de 10 a 20 cm, con disparo de 5 a 10 m, neal
se realiza laparotomía en todos los casos. Si el 6. Aire intraperitoneal extraintestinal en trau-
diámetro es menor de 10 cm, con disparo a corta matismo cerrado. Hematemesis o rectorra-
distancia, se espera encontrar gran devastación gia
lisular, ya que las postas se comportan como un 7. Evidencia de traumatismo por el cinturón
proyectil de alta velocidad. de seguridad
8. Evisceración
En el traumatismo cerrado del abdomen se
9. Masa pulsátil o que aumenta de volumen
minimizan a menudo las lesiones, lo cual supo-
ne retardo del tratamiento y mayor morbimor- 10. Estudio de apoyo diagnóstico positivo
talidad. En este tipo de traumatismo son comu-
nes las lesiones múltiples y se requieren estu- Al ejecutarse una laparotomía debe seguir-
dios de apoyo diagnóstico, siempre y cuando el se un orden para la exploración y el tratamien-
paciente esté hemodinámicamente estable, to; de esa manera puede evitarse que pase
como LPD, UA, TCA, LD. Se consideran dos inadvertida alguna lesión y pueden corregirse
formas de presentación: a) traumatismo cena- primero las heridas de menor importancia. La
do con hemodinamia inestable y b) traumatis- revisión de la cavidad se inicia en un cuadran-
mo cerrado en paciente estable. En el primer te y sólo hasta visualizar todos los órganos se
caso, después de la valoración y reanimación, explora el siguiente cuadrante. Las lesiones vas-
debe operarse de inmediato si se encuentra LPD culares son las primeras en tratar. En los trau-
positivo o UA que muestre hemoperitoneo sig- matismos de tubo digestivo debe impedirse que
nificativo; en caso contrario hay que considerar continúe el derrame de contenido intestinal.
otras causas del estado de choque. No deben obviarse las lesiones en espejo ni
En el paciente estable con traumatismo dejar sin tratamiento alguna de ellas. El uso de
abdominal cerrado pueden presentarse diver- drenajes está condicionado por el caso, el cri-
sas anormalidades después de LPD, UAy TCA: terio y la experiencia del cirujano. El empleo
de "puntos de contención" para el cierre de la
1. Lesión importante de viscera sólida con pared abdominal está contraindicado. Si no es
gran hemoperitoneo posible cerrar la pared abdominal se deja la ca-
2. Lesión de viscera hueca vidad abierta y se atiende como tal.
?■>. Hemoperitoneo significativo sin lesión de La prevención de infecciones requiere ope-
viscera sólida ración temprana, control de las fugas de conte-
nido intestinal y antibióticos. Se debe mantener
En estas tres situaciones debe practicarse la- la nutrición por vía oral (si se restablece esta
parotomía de inmediato. vía), nutrición enteral o nutrición parenteral
total. El criterio para atender una lesión abdo-
4. Ausencia de datos de lesión visceral, sin lí- minal puede variar según se trate de traumatis-
quido peritoneal, pero el LPD muestra más mo civil o militar, urbano o rural, número de
de 500 leucocitos/mm s ; debe operarse lesionados, entrenamiento de los cirujanos y
Capítulo 54 ' Traumatismo abdominal 343

disposición de personal, recursos físicos, mate- ment of choice f'or hemodynamically stable patients:
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prano, se evita el retraso del tratamiento, se analysis of diagnostic laparoscopy in trauma. Ann
practican revisiones completas (reparando pri- Surg 1993; 217:557.
mero las lesiones de mayor gravedad), se pre- Ivatury RR, Simón RJ, Stahl \VM. A critical evaluation
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Isquemia mesentéríca
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN CAUSAS
1.a isquemia mesentérica es el padecimiento Las embolias suelen originarse por un coágulo,
ocasionado por la interrupción o disminución situado en las cavidades izquierdas del corazón,
del flujo sanguíneo en parte o la totalidad del qtre se desprende por efecto de las arritmias;
intestino. Se relaciona con elevada mortalidad; éste circula por la aorta y se aloja en la me;;en-
en realidad, las estadísticas no han cambiado térica; los émbolos grandes se detienen en las
desde hace varias décadas, incluso con los avan- primeras bifurcaciones, en tanto que los émbo-
ces modernos de la atención perioperatorio y los menores llegan hasta las ramas pequeñas.
ron las mejores técnicas quirúrgicas. Es proba- Los factores predisponentes son fibrilación
ble que esto se deba al diagnóstico tardío, que posiní'arto del miocardio, que desprende los
retrasa el restablecimiento del aporte sanguí- coágulos, y las enfermedades de las válvulas del
neo intestinal antes de que sobrevenga la gan- corazón en las que se forman los coágulos.
grena; además, el padecimiento suele presen- La trombosis ocurre en zonas de ateroscle-
tarse en ancianos, que por lo general sufren rosis, a menudo ubicadas en el nacimiento de
otras dolencias preexistentes. las arterias mescntéricas o en las áreas de dis-
(ion el envejecimiento de la población au- minución del calibre por- ateromas, casi siem-
menta el número de pacientes con isquemia pre en ancianos (fig. 55-2. color).
mesentérica; se detecta en 0.1% de todos los La isquemia no oclusiva es resultado de
ingresos de un hospital general, predominan- vasoconstricción del territorio esplácnico, que
temente en personas mayores de 65 años. Es de persiste aun después de eliminada la causa que
alto riesgo en pacientes mayores de 50 años, con la provocó; puede originarse por reducción del
niales valvulares cardiacos, arritmias, ateroscle- gasto cardiaco, hipovolemia, hipotensión arte-
rosis, embolias previas, insuficiencia cardiaca rial, lesión del miocardio o por medicamentos.
congestiva crónica y uso de diuréticos o digital. Los factores que predisponen son: insuficien-
Existen varias formas de clasificar la isque- cia cardiaca congestiva, intervenciones quirúr-
mia mesentérica; una de ellas puede verse en el gicas cardiacas o intraabdominales, infarto del
cuadro 55-1. miocardio, edema pulmonar y afecciones rena-
En las formas agudas la viabilidad del intes- les o hepáticas graves.
tino está en grave peligro, mientras que en las
variantes crónicas esta amenaza no es inme-
diata. Cuadro 55-1. Clasificación de la isquemia mesentérica
En la isquemia aguda 30 a 45% de las veces
se trata de embolias en la arteria mesentérica Alinda
superior, 15 a 25% a trombosis de la misma Arterial (embolia, trombosis, isquemia no oclusiva)
arteria y 5 a 8% a trombosis de la vena mesen- Venosa
térica (íig. 55-1, color). C'rónicj
Arterial
Diez a 20% de los casos corresponde a is- Venosa
quemia no oclusiva; 15 a 20% no se diagnostica.
344
Capítulo 55 • Isquemia mesentérica 345

El intestino posee notable tolerancia a la la capa muscular e infiltración de neutrófilos


reducción del flujo sanguíneo; puede subsistir con necrosis vascular.
(sin lesionarse) con la quinta parte del riego
normal y además la circulación colateral lo pro-
tege. Se afirma que puede ser suficiente la bue- PATOGENIA
na función de una de las tres arterias que irri-
gan el sistema esplácnico (mesentérica superior, Al aparecer la isquemia se produce vasocons-
mesentérica inferior y tronco celiaco); sin em- tricción regional por estimulación del sistema
bargo, el daño se presenta al ocluirse una de nervioso simpático y por liberación de sustan-
cias vasoactivas; en ese momento también ocu-
ellas por la vasoconstricción de arterias proxi- rre una débil reacción por aumento de la os-
males y distales, que intensifican la lesión. molaridad sanguínea, alta concentración de
dióxido de carbono e hiperpotasemia, aunque
ANATOMÍA PATOLÓGICA no es suficiente para revertir el proceso.
Los cambios patológicos dependen del sitio La hipoxia ocasiona la permeabilidad de la
ocluido, intensidad, duración de la isquemia y pared intestinal, con translocación bacteriana
tiempo transcurrido entre el daño y el examen y posibilidad de peritonitis y septicemia. Pasa
histológico de los tejidos (fig. 55-3, color). líquido del espacio intravascular a las paredes y
de allí a la luz del intestino; además de la serosa
Son diferentes las apreciaciones macroscó- peritoneal se vierte también líquido a la cavi-
pica y microscópica. La lesión puede circuns- dad peritoneal provocando hemoconcentra-
cribirse a segmentos cortos o abarcar todo el ción, hipotensión arterial, oliguria, datos clíni-
intestino delgado, más la mitad derecha del cos de deshidratación y taquicardia.
colon, según el calibre de los vasos afectados.
La lesión puede ser de dos tipos: necrosis Al inicio de la isquemia se incrementa la
no transmural y necrosis transmural. La prime- actividad intestinal para vaciar el contenido, con
ra implica que no comprende todo el espesor elevación de las demandas de oxígeno; poste-
de la pared intestinal; el aspecto externo del riormente se interrumpe el peristaltismo a cau-
intestino puede ser normal o mostrar leves cam- sa de la función simpática y algunas horas des-
bios en la serosa, que a veces el cirujano no pués el intestino se observa por completo in-
advierte durante el acto quirúrgico. A la vista móvil, dilatado y edematoso. Pasan al torrente
macroscópica la superficie interior muestra sanguíneo sustancias vasoactivas y toxinas bac-
manchas eritematosas, congestión, edema, zo- terianas, que sumadas a la hipovolemia gene-
nas de color púrpura por hemorragia submu- ran graves efectos sobre el corazón, insuficien-
cosa; en la isquemia acentuada se observa ne- cia renal aguda y choque séptico, que habitual-
crosis y esfacelo o segmentos ulcerados. La le- mente son el motivo del deceso (antes inclusi-
sión mucosa superficial es por lo regular rever- ve de la necrosis intestinal).
sible.
A nivel microscópico desaparecen las glán- CUADRO CLÍNICO
dulas y hay infiltración de neutrófilos, con he-
morragia, trombos de fibrina en capilares y li- El dolor es de inicio súbito (periumbilical) y
gera arteritis. Esta fase puede evolucionar a un después se propaga a todo el abdomen con gran
estado de cicatrización y estrechez o a una re- intensidad y fuera de proporción en relación
paración incompleta, si persiste alguna lesión con los datos de la exploración física; al princi-
ulcerosa. pio es similar al cólico y más adelante se trans-
La necrosis transmural, por su parte, es más forma en opresivo. En los primeros minutos
común en el intestino delgado respecto del puede presentarse una evacuación intestinal y
colon; a simple vista las asas tienen color violá- a continuación el abdomen se distiende; puede
ceo oscuro, superficie serosa de tono mate con aparecer una leve hemorragia por el recto o
depósitos de fibrina y acumulación de líquido heces con escasa sangre, así como náusea, vó-
hemático; por el lado mucoso se aprecia engra- mito, dorsalgia y datos de choque.
samiento, edema y hemorragia, con exudado La exploración revela deshidratación de
fibrinopurulento y áreas perforadas. Al micros- mucosas, taquicardia, hipotensión, defensa mus-
copio se observa una mucosa necrótica, con los cular, dolor intenso a la palpación del abdomen,
contornos celulares presentes (estructura fan- signo de rebote positivo, timpanismo y silencio
tasma) , desaparición de glándulas, necrosis de abdominal.
346 Principales síndromes del aparato digestivo

Puede existir dolor abdominal semanas o TRATAMIENTO


meses antes del cuadro agudo en un escaso
número de pacientes que padece isquemia La terapéutica inicial debe corregir las causas
mesentérica crónica. predisponentes de la isquemia, como hipoten-
La isquemia crónica se manifiesta por cóli- sión, hipovolemia, insuficiencia cardiaca conges-
co de poca intensidad, periumbilical o epigás- tiva y arritmias cardiacas. Se administran anti-
trico, 15 a 30 minutos después de los alimen- bióticos y, a través de la artei iografía, papaverina
tos, con permanencia de tres a cuatro horas, por bomba de infusión continua.
que produce temor a las comidas y pérdida de El periodo de preparación preoperatoria
peso. requiere menos de dos horas; en la laparoto-
mía se evalúa la viabilidad intestinal. Lo ideal
es restituir el finjo sanguíneo arterial mediante
DIAGNOSTICO revascularización o extraer el coágulo en las
embolias y colocar un puente de la aorta a la
Se sospecha isquemia mesentérica en personas mesentérica en las trombosis. Estas maniobras
mayores de 50 años, especialmente si tienen se complementan con la resección de los seg-
factores de riesgo y dolor abdominal súbito. En mentos no viables de intestino.
esta anormalidad aumentan los leucocitos por Si existen lesiones intestinales dudosas se
arriba de 15 000, se eleva el hematócrito por extirpa el segmento claramente necrólico y
hemoconcentración, se incrementa la deshidro- después de 24 horas se practica una segunda
genasa láctica (LDII), las aminotransferasas revisión quirúrgica para precisar las áreas "muer-
(también llamadas transaminasas) y sobreviene tas" de intestino y éstas se resecan; durante este
hipei poiasemia; las radiografías simples del periodo se administran vasodilatadores que ayu-
abdomen son normales durante las primeras den a rescatar algunas partes de intestino con
horas; después muestran distensión de asas con vasoconstricción.
imagen de "huellas digitales". La angiografía
La isquemia intestinal no oclusiva no es
tiene una función primordial en el diagnóstico
quirúrgica necesariamente; primero se corrigen
ya que identifica el sitio de la oclusión y ayuda
los problemas metabólicos y se administran en
a diferenciar el tipo de anomalía. Por ejemplo,
forma directa vasodilatadores intraarteriales,
la trombosis suele localizarse al inicio en la ar-
teria mesentérica superior; en cambio, un ém- como tolazolina o papaverina, en la arteria me-
bolo puede llegar hasta el inicio de la arteria sentérica.
cólica media; en la isquemia no oclusiva se apre-
cian zonas de vasoespasmo, existe estrechez e COMPLICACIONES
irregularidades de ramas menores y defectos de
llenado intramural, con apariencia normal del Cuando el paciente sobrevive al cuadro agudo
tronco de la mesentérica. inicial, incluido el acto quirúrgico, pueden pre-
sentarse problemas intraabdominales, como
La angiografía también sirve para el trata- infección o hemorragia posoperatoi ia, además
miento. El ultrasonido, por su parte, puede de las complicaciones sistémicas generales, car-
identificar estenosis arteriales y la tomogralía diovasculares, neumológicas o renales.
computador izada posibilita asimismo el diagnós- Son muchos los efectos indeseables de la te-
tico temprano. rapéutica; por ejemplo, la ai teriograf ía despren-
de ateromas o lesiona vasos y los vasodilatadores
provocan hipotensión arterial. La laparoscopia.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL por su parte, reduce el riego arterial al introducir
Se plantea con todas las causas de abdomen gas en la cavidad abdominal y la intervención
agudo; supone mayor dificultad en pacientes quirúrgica traumatiza en exceso al anciano.
con pancreatitis, enfermos hipotensos y perso-
nas que reciben vasopresores (ya que en estos PRONOSTICO
últimos la angiografía también está alterada).
En estos casos puede ser útil la laparoscopia. La mortalidad de la isquemia mesentérica agu-
Esta prueba también está indicada en individuos da depende del momento en que se defina el
cuyo mal estado no permite realizar la angio- diagnostico: cuanto más tardío sea peor será el
grafía, aunque no identifica necrosis mucosa pronóstico. La mortalidad alcanza el 70% en los
incipiente (liando la serosa está normal. mejores centros hospitalarios.
Capítulo 55 • Isquemia mesentérica 347

PROFILAXIS Fullerton DA, Hahn AR, Koike BS y col. Intracellular


mechanisms of pulmonary vasomotor dysfunction
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Abdomen agudo
no quirúrgico
Dr. Francisco Javier Bosques Padilla
Dr. Héctor Maldonado Garza
Dra. Dora Alicia García Cantú

INTRODUCCIÓN tracción muscular, pueden simular algunos de


los signos del abdomen agudo provocados por
En términos generales el dolor es una experien- una enfermedad de resolución quirúrgica. En
cia sensitiva y emocional desagradable relacio- estas circunstancias, el error diagnóstico con-
nada con daño tisular real o potencial. En el duce a una terapéutica equívoca que, por ejem-
caso del dolor abdominal, éste es secundario a plo, puede llevar a practicar una laparotomía
enfermedades que afectan a los órganos del inútil, con todos los riesgos que ello implica;
abdomen o a su pared o bien, aunque referido peor aún, puede agravarse la enfermedad mien-
a este sitio, procede de estructuras distantes que tras no se aplique el tratamiento adecuado.
comparten la misma inervación. Se había considerado durante muchos años
El dolor abdominal agudo no quirúrgico es que las crisis dolorosas abdominales sólo debía
resultado de un grupo de entidades clínicas que atenderlas el cirujano, sin la participación del
manifiestan, como parte de sus síntomas, dolor internista, que solamente actuaba si el primero
abdominal, además de otros signos propios del decidía no intervenir o bien si se presentaba una
órgano que le da origen; se trata de anormali- complicación extraabdominal. Los avances de la
dades cuyo tratamiento no implica una inter- radiología y del laboratorio han ampliado nota-
vención qirúrgica. blemente las posibilidades de interpretación del
El dolor abdominal, cualquiera que sea su abdomen agudo; ahora se reconocen muchas
característica, es motivo de preocupación para más causas de tipo médico que en otras décadas.
el médico ya que las posibilidades diagnósticas Sobre el tema del abdomen agudo, en ge-
son múltiples, se trate de sujetos adultos o de neral, se cuenta con abundante material biblio-
niños. En la mayoría de los casos se resuelve en gráfico, en especial sobre los procesos de reso-
forma correcta; sin embargo, en muchos enfer- lución quirúrgica. Sin embargo, al identificarse
mos ocasiona problemas de difícil orientación. otros factores etiológicos, han aumentado no-
El dolor abdominal y los vómitos son sínto- tablemente los cuadros de abdomen agudo pro-
mas comunes de numerosas afecciones y no vocados por enfermedades de orden médico y
siempre es posible saber si constituyen mani- éstos no han recibido la atención suficiente. En
festaciones iniciales de poca trascendencia o si este capítulo se aborda este problema, en parti-
son el comienzo de un trastorno más grave; esto, cular los síntomas, signos y elementos comple-
en ocasiones, se aclara en tan sólo unas horas. mentarios que tengan utilidad para establecer
El verdadero problema del dolor abdomi- el diagnóstico diferencial.
nal no quirúrgico, sin lugar a dudas, es que su No existen estadísticas en México o en
intensidad, características y duración, acompa- Latinoamérica que registren la frecuencia rela-
ñados de síntomas como la defensa o la con- tiva de este síndrome. En la bibliografía sajona
348
Capítulo 56 • Abdomen agudo no quirúrgico 349

se indica que el dolor abdominal no quirúrgico quirúrgico son múltiples y resultaría demasia-
o "de causa desconocida" representa de 16 a do extenso revisarlas detenidamente. Se remi-
40% del total de ingresos por dolor abdominal te al lector interesado a consultar tratados so-
en la guardia de urgencia de hospitales univer- bre el tema, como el de Duhart, Mendoza y
sitarios. Esta variación es seguramente reflejo colaboradores.
de las diferentes poblaciones de enfermos que
asisten a cada institución.
Existen diferentes clasificaciones del dolor ANATOMÍA PATOLÓGICA
abdominal que se basan en la necesidad de una
Los hallazgos anatomopatológicos son reflejo de
intervención quirúrgica o bien en las causas. La
sus causas tan diversas. Es posible encontrar
clasificación propuesta por Ridge y Way parece
padecimientos en los que no existe una lesión
la más apropiada ya que considera los factores
anatómica intraabdominal reconocible, como
etiológicos de origen intraabdominal y extraab-
en el caso de la picadura de la araña viuda ne-
dominal (cuadro 56-1). gra (Latrodectus mactans), en la que pese a sus
signos abdominales aparatosos, con pared rígi-
CAUSAS da ("en tabla"), desaparición de reflejos cutá-
neos abdominales, distensión abdominal y dis-
Como se puede apreciar en la clasificación de minución de la peristalsis, no es posible identi-
Ridge y Way, las causas del dolor abdominal no ficar sino la lesión edematosa enrojecida en el
sitio de la picadura (en alguna de las extremi-
dades o el tronco). Por otro lado, en la perihe-
patitis gonocócica (síndrome de Fitz-Hugh-
Cuadro 56-1. Clasificación de las enfermedades Curtis), que es un padecimiento infeccioso agu-
que causan dolor abdominal do o crónico provocado por gérmenes {Neisse-
ria gonorrhoeae o Chlamydia trachomatis), es posi-
Enfermedades intraabdominales
1. Peritonitis generalizada
ble observar en el tejido peritoneal una reac-
2. Peritonitis localizada ción inflamatoria aguda o subaguda con poli-
3. Dolor por aumento de la tensión de una viscera morfonucleares, linfocitos (o ambos) y células
4. Isquemia plasmáticas, así como patógenos intracelulares
5. Nfeoplasias retroperitoneales
gramnegativos del gonococo o los cuerpos de
Enfermedades extraabdominales
inclusión intracelulares de Chlamydia.
1. Torácica
• Neumonitis
• Embolismo pulmonar
• Empiema PATOGENIA
• Isquemia miocárdica
• Miocarditis, endocarditis
Para entender mejor la patogenia del dolor
• Esofagitis, espasmo esofágico
• Rotura esofágica abdominal no quirúrgico debe mencionarse
2. Neurógena primero que el dolor abdominal se puede clasi-
• Radiculitis: tumores de médula espinal o nervios ficar, de acuerdo con su mecanismo de produc-
periféricos, artritis degenerativa de la columna, ción, en tres tipos: visceral, parietal y referido.
herpes zoster
El dolor visceral se experimenta cuando un
• Tabes dorsal
• Epilepsia abdominal estímulo nocivo afecta un órgano abdominal o
3. Metabólica torácico; habitualmente es sordo y escasamen-
• Uremia te localizado en el epigastrio, en la zona peri-
• Diabetes mellitus umbilical o en el hipogastrio. Se presenta en la
• Porfiria
línea media debido a que los órganos abdomi-
• Insuficiencia suprarrenal aguda
4. Hematológica
nales reciben inervación aferente sensitiva de
• Anemia de células falciformes ambos lados de la médula espinal. El sitio de
• Anemia hemolítica percepción del dolor refleja los dermatomas de
• Púrpura de Henoch-Schonlein inervación del órgano afectado; además, su lo-
5. Toxinas calización mal definida se debe a que la inerva-
• Reacciones de hipersensibilidad: picaduras de
insectos, venenos de reptiles
ción de los mismos es multisegmentaria. Este
• Fármacos: intoxicación por plomo dolor se acompaña con frecuencia de otros sig-
6. Diversas nos neurovegetativos, como inquietud, palidez,
• Contusión muscular, hematoma o tumor sudación, taquicardia y náusea.
350 Principales síndromes del aparato digestivo

El dolor parietal, también llamado somáti- que los factores etiológicos son demasiados, sólo
co, es consecuencia de la estimulación nociva se consideran aquí la anamnesis y los exámenes
del peritoneo parietal; su localización es más físico y de laboratorio, que son los de mayor
precisa y habitualmente posee mayor intensi- utilidad para determinar si el paciente padece
dad. Un ejemplo clásico es el dolor localizado abdomen agudo no quirúrgico.
de una apendicitis aguda por inflamación del El individuo sufre por lo regular dolor ab-
peritoneo en el punto de McBurney. Este tipo dominal de instalación insidiosa (> 48 h) y pue-
de dolor se agrava por el movimiento o por los de referir una historia de cuadros similares que
accesos de tos. remitieron de modo espontáneo o con trata-
Por último, el dolor referido se percibe en miento inespecííico. En la exploración física casi
áreas remotas al órgano enfermo; en estos ca- siempre están ausentes los signos de sensibili-
sos la zona lesionada y el punto del dolor están dad cutánea o resistencia muscular involunta-
inervados por un mismo neurosegmento y com- ria. En el paciente cuyo dolor ha sido constante
parten vías nerviosas centrales de neuronas afe- desde el inicio debe considerarse la posibilidad
rentes de diferentes sitios. de que la anormalidad proceda de la pared
La patogenia del dolor en el abdomen agu- torácica o abdominal. Las causas comunes son
do no quirúrgico es compleja y participan en inflamación postraumática, costocondritis, her-
forma diversa uno o varios de los mecanismos pes zoster, neuropatía diabética y estiramiento
descritos, según sea la condición subyacente. La muscular. Es necesaria la palpación cuidadosa
púrpura de Henoch-Schónlein es un ejemplo de la parrilla costal y del apéndice xifoides;
de dolor tanto visceral como parietal. Se carac- además, una pared abdominal sensible que in-
teriza por un dolor inicial difuso, semejante al crementa su intensidad al contraerse la muscu-
cólico, que posteriormente adquiere mayor in- latura abdominal señala a este sitio como su
tensidad y que se localiza en el cuadrante infe- origen.
rior derecho. Este dolor se debe a la afección La inspección cuidadosa de la espalda pue-
de los vasos sanguíneos de pequeño diámetro de detectar lesiones herpéticas tempranas. El
del intestino delgado, que a su vez se debe a un examen de orina puede contribuir a excluir un
proceso vasculítico generalizado (también lla- proceso infeccioso o de urolitiasis en el grupo
mado leucocitoclástico) que afecta al principio de enfermos con dolor abdominal bajo. El exa-
la mucosa y submucosa; la evolución de este men ginecológico en la mujer o el de la prósta-
proceso depende de la intensidad del cuadro y ta en el varón son muy importantes.
puede involucrar la serosa. Existe un subgrupo de pacientes, en parti-
Otro ejemplo es el cuadro doloroso en el cular difícil de evaluar, que revela un abdomen
hemiabdomen inferior en la intoxicación por doloroso aparentemente no quirúrgico y que
plomo (cólico saturnino). Este dolor es de apa- requiere atención muy cuidadosa ya que puede
rición súbita, intenso, de carácter cólico, con albergar una anomalía intraabdominal signifi-
un patrón de irradiación muy variable (vejiga, cativa. Es el caso del paciente anciano que pue-
recto, testículos), y se relaciona con estreñimien- de sufrir necrosis intestinal y no manifestar fie-
to intenso y en ocasiones con vómito. No mues- bre, leucocitosis o taquicardia. También es el
tra signos de focalización, sólo ligera hipereste- caso de las personas que han ingerido esteroi-
sia cutánea en ciertos casos. En su patogenia des de acción sistémica por largos periodos y
participa la contracción intensa de las células que pueden padecer perforación del intestino
de músculo liso del intestino, lo cual revela que sin desarrollar signos identificables en la explo-
se trata de un dolor abdominal visceral. ración física o en el laboratorio. En estos enfer-
Finalmente, debe recordarse el ejemplo del mos y en los mal hidratados, la presencia de íleo
dolor referido al hipocondrio derecho y epigas- o un dolor intenso que precede al vómito re-
trio del paciente con neumonía lobar, en el que presentan los factores más importantes que
los síntomas y signos abdominales, como dolor indican un probable abdomen quirúrgico y que
a la palpación, resistencia muscular e hiperes- justifican completamente la hospitalización y la
tesia, pueden obviar los síntomas respiratorios. observación cuidadosa.
Los exámenes físicos realizados por el mis-
CUADRO CLÍNICO mo médico, así como la determinación cié leu-
cocitos en sangre y las placas simples de abdo-
En general, el cuadro clínico depende del pa- men, son herramientas útiles para aclarar el
decimiento subyacente. Sin embargo, puesto diagnóstico.
Capítulo 56 • Abdomen agudo no quirúrgico 351

DIAGNOSTICO principio debe ser especialmente gentil y co-


menzar en un lugar distante del área dolorosa.
Cuando el síntoma de presentación es el dolor La rigidez de la pared abdominal debe hacer
abdominal, éste debe evaluarse mediante anam- sospechar en un proceso irritativo peritoneal ya
nesis cuidadosa, examen físico minucioso y exá- que los dolores de origen visceral referido, como
menes de laboratorio apropiados; estas medi- la isquemia miocárdica o la afección pleuropul-
das permiten por lo general establecer una hi- monar, rara vez se vinculan con dicha rigidez.
pótesis diagnóstica y proponer un plan terapéu-
El "dolor de rebote", producido al ejercer pre-
tico. El carácter agudo del padecimiento es el
sión lenta y profunda en el área dolorosa y al
factor más importante para determinar el abor-
liberar súbitamente la mano, es otra evidencia
daje diagnóstico del paciente, de tal suerte que
de inflamación del peritoneo parietal que po-
si el sujeto tiene semanas o meses de evolución
y no se ha exacerbado recientemente será posi- cas veces se observa en los padecimientos de
ble efectuar una evaluación secuencial para índole médica, que cursan con dolor abdomi-
definir el diagnóstico. nal referido.
De igual forma, si el dolor es agudo, el Por último, debe recordarse que el examen
objetivo primario sigue siendo el mismo, aun- ginecológico y el tacto rectal, como parte de la
que en ciertos casos debe considerarse la lapa- valoración de todo paciente con dolor abdomi-
rotomía antes de que la causa sea establecida. nal, son de suma importancia; no debe, por
Al obtener la anamnesis deben recabarse los tanto, obviarse el diagnóstico de un proceso de
elementos clave del dolor: inflamación pélvica aguda, masas anexiales o
uterinas, tumoraciones rectales, hemorragia
rectal o anormalidades prostáticas.
• Localización
• Carácter (tipo) e intensidad Las pruebas de laboratorio incluyen biome-
tría hemática completa, examen general de
• Cronología
orina y un perfil bioquímico; este último con-
• Factor precipitante
• Elementos atenuantes y exacerbantes siste en el análisis automatizado del suero (17 a
• Signos y síntomas concomitantes 21 pruebas) que refleja el estado del hígado,
riñon, equilibrio acidobásico, electrólitos y glu-
cemia. Los estudios radiográficos mínimos in-
Esta información proporciona los elemen- dispensables son la telerradiografía de tórax y
tos para sugerir diversas posibilidades diagnós-
las placas simples de abdomen en dos posicio-
ticas. La exploración física debe practicarse sis-
nes. Se incluye además un estudio electrocar-
temáticamente para descubrir anormalidades
diográfico.
no sospechadas o para probar las hipótesis ge-
neradas en la historia clínica. El examen co- Otras pruebas se solicitan de acuerdo con
mienza con el registro de los signos vitales y la los resultados o la sospecha clínica. La perito-
inspección general, seguida de la exploración neoscopia, considerada en el pasado como un
regional. Requiere atención particular la pre- método diagnóstico de enfermedad pélvica o
sencia de fiebre, taquicardia y diaforesis; tam- de neoplasia intraabdominal o hepatobiliar, ha
bién ameritan atención los cambios posturales, sido aplicada en fechas recientes al estudio de
ya que algunos pacientes con dolor visceral o pacientes con traumatismo abdominal y en los
parietal (irritación peritoneal) pueden exacer- casos de sospecha de apendicitis aguda. El
bar los síntomas con el cambio frecuente de po- método es de especial utilidad en el diagnósti-
sición: el paciente debe evitar los movimientos. co de los procesos abdominales agudos en el
La auscultación antecede a la palpación y anciano, pacientes bajo medicación inmunosu-
debe prolongarse por un lapso de cinco minu- presora y en los individuos con padecimientos
tos en el que se registran la frecuencia e inten- médicos concomitantes de carácter grave. To-
sidad de los ruidos peristálticos. En la mayoría dos éstos pueden mostrar rasgos atípicos, lo cual
de los pacientes con abdomen agudo no qui- exige aplicar al máximo los recursos diagnósti-
rúrgico, los ruidos intestinales están conserva- cos para confirmar peritonitis o bien para evi-
dos; conviene que la auscultación se repita va- tar una laparotomía innecesaria. En el cuadro
rias veces antes de afirmar la falta de movilidad 56-2 se muestra un cuadro sinóptico de las prue-
intestinal. bas de laboratorio para algunas de las entida-
La palpación debe efectuarse consideran- des causantes de dolor abdominal no quirúr-
do mentalmente el contenido abdominal; al gico.
352 Principales síndromes del aparato digestivo

Cuadro 56-2. Pruebas de laboratorio útiles en pacientes con dolor abdominal no quirúrgico

Padecimiento Examen

Neumonitis, neumonía Radiografía de tórax, Gram y cultivo de esputo, hemocultivo


Embolismo pulmonar Electrocardiograma, gammagrafía de ventilación-perfusión, angiografía
Isquemia miocárdica Electrocardiograma, enzimas cardiacas (TGO, TGP, CPK y CPK-MB), estudio
Holter
Miocarditis, endocarditis Electrocardiograma, ecocardiograma, hemocultivos, pruebas serológicas para
infecciones virales o enfermedades de la colágena (lupus)
Esofagitis, espasmo esofágico Endoscopia, manometría estacionaria o ambulatoria, pruebas de estimulación
con edrofonio
Radiculitis: tumores de médula Radiografías de columna, tomografía axil o resonancia de columna, estudio
espinal o nervios periféricos, histológico de lesiones vesiculares
artritis degenerativa de la columna,
herpes zoster
Tabes dorsal Pruebas serológicas para sífilis (VDRL, FTA-ABS)
Epilepsia abdominal Electroencefalograma
Uremia Determinación de creatinina, urea y nitrógeno de la urea, depuración de
creatinina
Diabetes mellitus Cuantificación de glucemia en ayuno
Porfiria Cuantificación de porfobilinógeno y ácido 5-aminolevulínico en orina
Insuficiencia suprarrenal aguda Cuantificación de cortisol, prueba de estimulación con ACTH
Anemia de células falciformes Frotis de sangre periférica, electroforesis de hemoglobina
Anemia hemolítica Biometría hemática, reticulocitos, frotis de sangre periférica, determinación de
bilirrubinas
Púrpura de Henoch-Schónlein Examen general de orina, biopsia de piel
Intoxicación por plomo Cuantificación de plomo en sangre y orina

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL posible diagnosticar un infarto al miocardio; en


consecuencia, d e b e trasladarse al enfermo den-
Al a b o r d a r a un paciente con dolor abdominal tro de las primeras horas a la u n i d a d de cuida-
agudo d e b e definirse en p r i m e r lugar si se trata dos coronarios para decidir en forma individual
o no de u n a entidad quirúrgica o potencialmen- el e m p l e o de un agente trombolítico, la perti-
te quirúrgica; después se evalúan los distintos nencia de u n a angioplastia o la de u n a m a n i o -
trastornos que causan dolor abdominal no qui- bra de revascularización miocárdica de urgen-
rúrgico. Esta propuesta s u p o n e realizar un diag- cia. De otra m a n e r a el paciente p u e d e p e r d e r
nóstico diferencial muy amplio en el que pue- este valioso tiempo en la guardia de urgencia;
de omitirse u n a serie de entidades posiblemen- no d e b e mantenerse al sujeto en observación
te graves. Es p o r esta razón q u e d e b e emplear- en espera de decidir si se trata de u n a enferme-
se un algoritmo o flujograma c o m o una herra- dad acidopéptica o de u n a afección vesicular;
mienta de gran utilidad para establecer el diag- esto p u e d e costarle la vida al enfermo.
nóstico diferencial. En la figura 56-1 se p u e d e En otras circunstancias, como en el pacien-
consultar el algoritmo p r o p u e s t o p o r Levine y te anciano o en el inmunosupriniido, el grado
modificado p o r los atitores. de resolución diagnóstica permite establecer la
presencia de una probable peritonitis aguda,
TRATAMIENTO a u n q u e sin p o d e r precisar el origen; en tal caso
se debe indicar una laparotomía diagnóstica, sin
A pesar del amplio diagnóstico diferencial del olvidar que p u e d e continuar el progreso de una
dolor abdominal no quirúrgico, el objetivo prin- anomalía de presentación atípica, como la apen-
cipal es p r o p o r c i o n a r un tratamiento específi- dicitis, que p u e d e complicarse con perforación
co para cada paciente. Así, ante un cuadro de y sepsis. Estos ejemplos subrayan la dificultad
d o l o r r e t r o e s t e r n a l referido al epigastrio es de tratar a este tipo de enfermos.
Capítulo 56 ' Abdomen agudo no quirúrgico 353

¿Paciente en riesgo
de tener un problema
Qx oculto?

SI NO

¿Paciente anciano ¿Dolor que precede al vómito?


o que ha recibido ¿íleo en la Rx de abdomen? ¿Vómito?
esteroides? ¿Paciente deshidratado?

Observación cuidadosa
NO SI
Rehidratación

Considere dolor de Descarte un cuadro


¿Deterioro del Resolución
origen cardiotorácico de obstrucción
estado clínico? del dolor
o de pared abdominal intestinal

Cirugía Solicite Rx de tórax


(laparotomía ¿Anormal? ECG y enzimas cardiacas
exploradora) (TGO. DHL. CPK)

¿Dolor abdominal ¿Dolor abdominal


superior? inferior?

¿Dolor en cuadrante
¿Dispepsia? ¿Paciente femenina? ¿Paciente masculino?
superior derecho?

Descarte colecistitis Excluya afección


Descarte enfermedad Excluya enfermedad
o enfermedad
acidopéptica genitourinaria en la próstata
hepática

Fig. 56-1. Algoritmo para evaluación del abdomen agudo no quirúrgico.

COMPLICACIONES el tercio restante requiere hospitalización. El


diagnóstico más frecuente en el grupo de edad
Las complicaciones se relacionan con la enti- de 12 a 30 años es el de apendicitis aguda y en
dad etiológica; pueden variar desde la resolu- el grupo de 40 a 50 años el de úlcera duodenal.
ción espontánea, con la aplicación de medidas Ambos trastornos tienen un curso benigno y se
generales de apoyo y analgésicos, como ocurre resuelven con tratamiento médico y quirúrgi-
en los individuos con contusión o estiramiento co. Por otro lado, en el grupo de edad más avan-
muscular, hasta la muerte en algunos pacientes zada se aprecia un incremento de la frecuencia
con infarto agudo del miocardio. de colecistitis aguda y de obstrucción intestinal;
esto, además de otras condiciones médicas con-
comitantes, hacen que el pronóstico no sea tan
favorable. De las causas médicas de dolor abdo-
PRONOSTICO
minal es posible afirmar que casi todas remiten
Se ha observado que dos terceras partes de los con las medidas de apoyo general y con el tra-
casos experimentan resolución espontánea; sólo tamiento específico de cada una de ellas.
354 Principales síndromes del aparato digestivo

PROFILAXIS FJ y col. El síndrome de Fitz-Hugh-Ourtis. Causa


frecuente de error diagnóstico en hepatología y
No existe una medida profiláctica específica gastroenterología. Rcv Gastroenterol Mex 1995;
aplicable a una condición de origen tan diverso. 60:223-228.
I.evine JS. Acute abdominal pain: nonsurgical abdomen.
BIBLIOGRAFÍA Decisión making in gastroenterology. 2nd ed. Saint
Louis: The CV Mosby Company 1985.
Brewer RJ, Golden GT, Hitch DCy col. Abdominal pain. Martín-Vivaldi R, Nogueras F, García-Montero M y col.
An analysis of 1000 consecutive cases in a univcrsity Laparoscopia de urgencia. Experiencia de 20 años.
hospital emrgency room. Am J Surg 1976; 131:219- Rev Esp Enf Dig 1995; 87:305-308.
223. Ridge JA, Way LVV. Abdominal pain. Gastrointestinal
Cope Z. The early diagnosis of the acute abdomen. 14th disease. 5th ed. Philadelphia: WB Saunders 1993:150-
ed. London: Oxford University Press 1972. 162.
Duhart JE, Mendoza G, Larguía AA y col. Abdomen Stainland JR, Ditchburn J, Dombal FT. Clinical presen-
agudo no quirúrgico. Buenos Aires: El Ateneo 1986. tation of acute abdomen: study of 600 patients. Br
García-Compean D, García-Cantú DA, Bosques-Padilla Med J 1972; 3:393-398.
Sexta
parte

Enfermedades de
hígado y páncreas
Hepatitis viral
Dr. Armando Díaz Belmont

La h e p a t i t i s viral es la inflamación a g u d a y La infección p o r u n o de estos virus no es


crónica del h í g a d o ocasionada p o r virus. Exis- excluyente de la de otros. La misma vía de trans-
ten c u a n d o m e n o s siete tipos de virus que pue- misión hace posible la infección por más de u n o
d e n causar hepatitis viral aguda: A, B, C, D, E, de los virus de la hepatitis en el mismo sujeto,
F y G. con diferentes cuadros clínicos.
Estos p u e d e n clasificarse según su vía de
transmisión; p o r ejemplo, los transmitidos p o r Cuadro clínico
vía fecal-bucal son el A y el E y los de transmi-
sión p a r e n t e r a l B, C, D (o delta) y G. Se conoce Existen diversos cuadros clínicos de curso va-
la existencia del virus F p e r o aún no se ha ca- riable, i n d e p e n d i e n t e m e n t e del a g e n t e viral
racterizado p l e n a m e n t e . causal, que van desde la ausencia total de sínto-
De los virus de transmisión fecal-bucal se mas hasta un cuadro fulminante, siempre acom-
sabe q u e provocan sólo hepatitis viral aguda y p a ñ a d o de marcadores serológicos e histopato-
autolimitada (hasta la fecha no se ha informa- lógicos que señalan d a ñ o celular hepático (cua-
do un curso c r ó n i c o ) . Los virus de transmisión d r o 57-2).
p a r e n t e r a l son capaces de evolucionar en for- Hepatitis inaparente. Es la q u e cursa asinto-
ma crónica, según su tasa de cronificación que mática y q u e se detecta en forma casual en exá-
d e p e n d e del tipo de virus. Así, 5 a 10% de los m e n e s de laboratorio en el curso de u n a epide-
enfermos con infección aguda p o r virus B evo- mia (hepatitis A y E); también es posible iden-
luciona hacia la cronicidad; en el caso de virus tificar estos c u a d r o s en forma fortuita en la
C m e n o s de la mitad de las infecciones agudas hepatitis B, C, delta y G.
tiene u n a evolución crónica. La evolución de la Hepatitis aguda sintomática. Presenta p o r lo
infección aguda p o r virus delta va ligada a la general cuatro fases: a) p e r i o d o de incubación,
infección p o r virus B de la hepatitis (cuadro b) p e r i o d o p r o d r ó m i c o , c) p e r i o d o de estado y
57-1). d) periodo de convalecencia.

Cuadro 57-1. Características de los virus de la hepatitis

HAV HBV HCV HDV HEV HFV HCV

Familia Picomav'r Hepadnavi- Flavivi- Viroide/ Calcivi- No se conoce Paramixovi-


ridae rídae ridae virusoides ridae ridae
Cenoma RNA DNA RNA RNA RNÁ No se conoce RNA
Longitud 8.3 3.2 9.4 1.7 7.5 No se conoce No se conoce
Partículas 27 a 22 a 33 a 35 a 32 a No se conoce 150 a
32 nm 42 nm 55 nm 37 nm 34 nm 200 nm
Vía de Fecal-bucal Sangre-semen Sangre Sangre Fecal-bucal No se conoce No se conoce
contagio

357
358 Enfermedades de hígado y páncreas

Cuadro 57-2. Curso clínico de las hepatitis virales intensidad varía de leve (casi impercepti-
ble) hasta ictericia franca a c o m p a ñ a d a de
Asintomática
algunos síntomas de colestasis con prurito,
Aguda
acolia, coluria, elevación de la fosfatasa alca-
Prolongada lina, bilirrubina, huellas de rascado, hepa-
Crónica persistente tomegaliay, en m e n o s del 10%, e s p l e n o m e -
Crónica activa galia; también se observan adenomegalias y
Fulminante arañas vasculares. Este p e r i o d o es de corta
Colestásica duración, p e r o p u e d e alargarse por varias
semanas, sobre todo en la hepatitis viral B.
Se ha fijado el t é r m i n o de seis meses
para eme se resuelva el proceso inflamato-
1. Periodo de incubación. A n t e r i o r m e n t e se rio en la hepatitis viral aguda; sin e m b a r g o ,
aplicaba el t é r m i n o p e r i o d o de incubación c u a n d o este periodo se prolonga más tiem-
corto a la hepatitis viral A y periodo de in- po es posible un curso crónico de la enfer-
cubación largo a la hepatitis B. Esto ha cam- medad, h e c h o frecuente en las hepatitis B,
biado; actualmente el concepto de p e r i o d o C, D y G.
de incubación se relaciona en forma direc- Los e x á m e n e s de laboratorio más úti-
ta con el estado inmunológico del pacien- les son la bilirrubina sérica, directa e indi-
te; en general, en la actualidad se acepta recta, cuya elevación es lenta (situada p o r
eme el p e r i o d o de incubación de las hepa- lo general entre 5 y 10 n i g / d l ) y q u e des-
titis virales es de 15 a 160 días. Comienza ciende también l e n t a m e n t e ; por su parte,
en el m o m e n t o mismo del contagio con el las aminotransferasas o transaminasas, la
virus y se p r o l o n g a hasta la aparición de los glutamicopirúvica (TGP) o a l a n i n o a m i n o -
síntomas y signos; al final de este p e r i o d o transferasa (ALT) y la oxaloacética (TGO)
se identifican ya evidencias bioquímicas y o aspartatoaminotransferasa (AST) se ele-
anatomopatológicas de d a ñ o hepático. van en forma t e m p r a n a y constante en to-
2. Periodo p r o d r ó m i c o . Aun c u a n d o en algu- dos los casos v poseen valor diagnóstico; no
nos casos la ictericia es la primera manifes- obstante, tanto la bilirrubina como la T G O /
tación de la hepatitis aguda, en la mayoría AST y la T G P / A L T no tienen valor pronós-
de los pacientes existe un periodo de sínto- tico y stis límites de elevación no g u a r d a n
mas inespecíficos; éstos consisten en fe- relación con la gravedad del d a ñ o celular;
brícula, cefalea y la habitual astenia, así además, el tiempo de normalización es va-
c o m o síntomas gastrointestinales: a n o r e - riable y su persistencia y recidiva de dicha
xia, náuseas, vómito, r e p u g n a n c i a a los ali- elevación no marca un mal pronóstico ni
m e n t o s con grasa y aversión a los olores una evolución desfavorable. En caso de exis-
fuertes c o m o el del tabaco. Son frecuentes tir un curso desfavorable en una hepatitis
viral aguda, éste se manifiesta por deterioro
las manifestaciones respiratorias que seme-
importante de la función hepática, encefa-
jan un c u a d r o gripal o un catarro c o m ú n .
lopatía, edema, ascitis, diátesis hemorrági-
Varios días antes de la aparición de la
ca y disminución de la hepatomegalia; el
ictericia desaparecen estos síntomas y se pre-
curso fulminante posee una alta mortalidad.
senta coluria; algunos pacientes manifies-
4. Periodo de convalecencia. En esta fase el
tan d o l o r en el c u a d r a n t e superior d e r e c h o
paciente se restablece rápidamente, a u n q u e
del a b d o m e n de leve o m o d e r a d a intensi-
p u e d e persistir la fatiga; la prolongación de
dad y en los niños es c o m ú n que se acom-
la astenia, a c o m p a ñ a d a de dolor en el cua-
p a ñ e de vómito. drante superior d e r e c h o , intolerancia a las
En este p e r i o d o p u e d e n observarse al- grasas y repugnancia a los olores indica un
gunos signos atribuiblcs al depósito de in- s í n d r o m e poshepatitis.
munocomplejos circulantes: urticaria, mial-
gias, artralgias, p ú r p u r a de I lenoch-Schón-
lein, artritis y rara vez glomerulonefritis. Esto V I R U S A DE LA HEPATITIS (HAV)
es más frecuente en la hepatitis por virus B.
3. Periodo de estado. Este p e r i o d o se caracte- La hepatitis viral A representa entre 20 v 2 5 %
riza por la presencia de ictericia que coinci- de la hepatitis clínica mundial, lo cual es muv
de con la desaparición del p r ó d r o m o ; su claro en los países del Tercer M u n d o .
Capítulo 57 • Hepatitis viral 359

Características del HAV ticuerpo IgG anti-HAV como protector y mar-


cador debe padecerse hepatitis viral A.
El virus A pertenece al género Enterovirus, fami-
lia Picornavirus. Posee simetría icosaédrica, mide
27 a 32 nm de diámetro y tiene 32 capsómeros Cuadro clínico
en la superficie de 8 a 12 nm y su estructura
proteica contiene cuatro polipéptidos mayores La hepatitis A es leve en general y a menudo
en la cápside viral. Su genoma está constituido ataca a la población infantil en la que el cuadro
por una cadena sencilla de RNA lineal, 8 000 a clínico es anictérico, sólo manifestado por fa-
8 300 pares de bases. Sólo existe un serotipo de ringoamigdalitis o gastroenteritis-; en la edad
HAV y no tiene inmunidad cruzada con otros adulta los cuadros son graves y prolongados.
virus de la hepatitis. La ictericia se presenta cuando existe co-
lestasis y es independiente de la necrosis celu-
lar. El cuadro fulminante por virus A ocurre en
Patogenia baja proporción y tiene una alta mortalidad.
El HAV se localiza en el citoplasma de los hepa-
tocitos y en las células de Kupffer, aunque se ha Prevención
detectado también en el bazo, nodulos linfáti-
cos del mesenterio, células glomerulares y célu- En pocos casos se requiere administrar inmu-
las no epiteliales del intestino. No se ha encon- noglobulina sérica como profilaxis; solamente
trado el HAV en la orina; sin embargo, en la es necesaria la aplicación de ésta en los contac-
fase aguda con viremia se excretan partículas tos permanentes con pacientes que sufren he-
virales por bilis y heces. La etapa de viremia es patitis viral aguda A.
muy corta (15 a 20 días). Al entrar en contacto En la actualidad existe una vacuna que
con el virus por la vía fecal-bucal, éste estimula puede ser de utilidad en la primera infancia.
la producción de anticuerpos del tipo IgA en la Por lo regular la aplicación de la vacuna no es
mucosa intestinal durante el periodo de incu- necesaria en zonas con baja prevalencia de in-
bación de la enfermedad y éstos confieren in- fección por virus A ya que la infección aguda
munidad local al intestino para prevenir la re- por virus A ocasiona una hepatitis aguda que,
infección. en la mayoría de los casos, evoluciona de mane-
ra favorable.
La necrosis hepatocelular es provocada por
el aumento de las enzimas hepáticas después
del aclaramiento del virus en la sangre y es con- VIRUS B DE LA HEPATITIS (HBV)
secuencia probablemente de la reacción inmu-
nológica del huésped y no del efecto directo La hepatitis B es una de las causas más frecuen-
del virus. La intensidad de la respuesta inmuni- tes de enfermedad hepática crónica; 5 a 10%
taria medida por el título de anti-HAV es inde- de los enfermos con hepatitis B aguda desarro-
pendiente de la gravedad de la enfermedad. lla cronicidad.
No se ha descrito la existencia de un esta-
do de portador crónico del HAV; una vez infec- Características del HBV
tado el huésped éste es inmune a la reinfección.
El virus B pertenece a la familia Hepadnavirus;
Diagnóstico serológico es una partícula esférica de 42 nm de diámetro
cuya superficie está formada por el antígeno
Durante la infección por HAV tiene lugar una superficial de la hepatitis B (AgHBs) y las pro-
reacción inmunológica con producción de an- teínas Pre-s; en el interior de la nucleocápside
ticuerpos anti-HAV cuya aparición se observa en se encuentra el antígeno central (AgHBc), com-
el momento en que desaparecen de las heces puesto por una molécula de DNA circular y
las partículas virales; el título de anticuerpos parcialmente bicatenario de 3 200 pares de
alcanza su máximo meses después de la infec- bases. Además de la partícula viral completa
ción clínica y permanece por largo periodo en existen otros tipos de partículas formadas sólo
la vida del sujeto. La elevación del anticuerpo por el antígeno de superficie con forma esféri-
IgM anti-HAV es el primero en aparecer en la ca o tubular de 20 nm de diámetro sin ácido
etapa aguda de la enfermedad y su presencia nucleico; no son infecciosas y representan un
indica infección reciente; para aparecer el an- exceso de este antígeno.
360 Enfermedades de hígado y páncreas

La partícula viral completa entra en la cé- paciente se convierte en portador o la hepatitis


lula hepática por fusión de su envoltura con la en crónica. La seroconversión en una hepati-
membrana plasmática o por endocitosis; se pro- tis B aguda ocurre a los tres meses después de
duce una liberación de las proteínas de super- los primeros síntomas y da paso al anti-HBs.
ficie y el antígeno central migra hacia el núcleo Los niveles de anti-HBs son bajos en la re-
de la célula; allí se completa la doble cadena de cuperación y confieren inmunidad (son altos
DNA mediante la actividad de la DNA-polime- después de la aplicación de la vacuna). El antí-
rasa viral y se forman las moléculas de DNA del geno e, AgHBe se detecta en forma transitoria
HBV, covalentes, cerradas y circulares, denomi- en la fase aguda y su duración es similar a la del
nadas cccDNA. AgHBs; sin embargo, la duración prolongada
El HBV posee un mecanismo de replicación indica evolución hacia la cronicidad, infección
complejo que es similar al de los retrovirus, ya y replicación viral.
que en él interviene una transcriptasa inversa. Otro marcador de infección aguda por HBV
En el genoma del HBV se localizan cuatro es el anticuerpo IgM anti-HBc y su persistencia
regiones de lectura abierta codificadoras de las implica cronicidad.
proteínas virales: la S que codifica para el antí- La presencia del anticuerpo IgG Anti-HBc,
geno de superficie y las proteínas Pre-S, la C simultánea con el anticuerpo anti-HBs, sugiere
que codifica el antígeno core y el antígeno e, infección anterior por HBV. La identificación
AgHBe, la P para codificar la DNA-polimerasa y del anticuerpo IgG anti-HBc, sin que se detecte
la actividad de la transcriptasa inversa, y final- anti-HBs, indica infección viral persistente.
mente la X que codifica la proteína X regula-
dora de la replicación viral. Cuadro clínico
En el antígeno superficial AgHBs se encuen-
tra una serie de determinantes antigénicas, una El curso de la hepatitis B suele ser anictérico,
llamada a, común a todos los subtipos, y dos con episodios subclínicos y estado de portador
pares alelos denominados d/y y w/r que con- crónico.
forman el subtipo serológico del antígeno de El cuadro agudo es más grave que el de una
superficie (adw, adr, ayw y ayr). La importancia HVA, es autolimitado y dura menos de cuatro
de estos subtipos radica en su distribución geo- meses.
gráfica. La posibilidad de presentar manifestaciones
El HBV se localiza en sangre, saliva, orina, extraarticulares se debe a enfermedad por in-
líquido seminal, células mononucleares perifé- munocomplejos con el AgHBs, que se acompa-
ricas y en los hepatocitos. ña de consumo del complemento sérico.
El curso fulminante por HBV se relaciona
Patogenia probablemente en las primeras cuatro semanas
con la presencia de clonas citotóxicas específi-
El HBV no es citopático; se sabe que en la reac- cas que producen necrosis masiva de hepatoci-
ción durante una hepatitis aguda por virus B se tos. Es frecuente también en la hepatitis por
expresan clonas de células T específicas para el HBV con curso fulminante la sobreinfección por
AgHBe que están restringidas por el sistema otros tipos de virus de la hepatitis.
HLA de clase 1; se considera que la respuesta
inmunitaria del paciente infectado es la causan- Prevención
te de la expresión de antígenos virales en el te-
jido hepático y que también determina el curso La vacuna antihepatitis B es efectiva hasta en
de la hepatitis viral aguda (fig. 57-1, color). 90 a 95% de los sujetos sanos y en 40 a 60% de
los pacientes inrnunocomprometidos, por lo que
Diagnóstico serológico se recomienda aplicar a toda la población que
tenga contacto con material sanguíneo y de alto
El diagnóstico serológico de la hepatitis aguda riesgo; se sugiere una dosis mensual por tres
por virus B se realiza al identificar el antígeno meses y refuerzo a los cinco años.
de superficie y el anticuerpo IgM contra el an-
tígeno core, Anti-HBc. El AgHBs aparece en la VIRUS C DE LA HEPATITIS (HCV)
sangre seis semanas después de la infección y
permanece durante tres a seis meses en la he- El virus C de la hepatitis es de reciente identi-
patitis aguda resuelta. Si el AgHBs persiste el ficación y se cree que es el agente causal de la
Capítulo 57 • Hepatitis viral 361

mayoría de las hepatitis no A no B postransfu- La vía de transmisión más frecuente es la


sionales. postransfusional (sangre y sus derivados), así
como la parenteral en toxicómanos; otras vías
Características del HCV de inoculación del HCV son también la trans-
misión vertical y la sexual. Asimismo se han
Posiblemente la cantidad de virus C que se descrito anticuerpos contra HCV en una gran
encuentra en la sangre es muy pequeña y, pese proporción de casos de hepatitis esporádica.
a los esfuerzos para su caracterización molecu-
lar, ésta no se ha podido aclarar; sin embargo, Diagnóstico serológico
desde su descubrimiento en 1989 se ha avanza-
do en el conocimiento de sus estructuras genó- Se han desarrollado distintas pruebas serológi-
mica y fisicoquímica. Se ha clasificado así entre cas para la detección de anticuerpos contra el
los virus de la familia Flavivirus y es semejante HCV, que se clasifican de acuerdo con su apari-
también a Pestivirus. El HCV contiene un geno- ción; así, las primeras en aparecer fueron las
ma RNA formado por una molécula lineal y llamadas de primera generación que utilizan la
monocatenaria con 9 400 nucleótidos; este ge- proteína viral c-100 mediante la técnica de
noma viral contiene una región única de lectu- ELISA.
ra abierta y tiene una capacidad codificadora La sensibilidad y especificidad de esta prue-
para un polipéptido viral precursor de 3 000 ba no es muy alta y genera datos falsonegativos
aminoácidos. y falsopositivos con mucha frecuencia; sin em-
El HCV tiene una gran diversidad viral: se bargo, es útil para realizar estudios epidemioló-
han descrito en distintas partes del mundo va- gicos de prevalencia en infecciones por virus C
riantes del HCV. Hasta el momento se han re- de la hepatitis.
conocido seis grupos de genomas de HCV. En Las pruebas de segunda generación em-
el grupo 1 se engloban los genotipos la, que se plean proteínas de la nucleocápside. Los de la
han aislado en Estados Unidos y en algunas tercera generación usan péptidos sintéticos que
zonas de Europa, y el Ib, que es prevalente en representan a epitopos virales inmunodominan-
Japón. tes; ambas pruebas han permitido aumentar la
sensibilidad y especificidad del diagnóstico se-
Patogenia rológico para el virus C de la hepatitis.
El marcador más sensible de infección por
El genoma del HCV es una molécula de RNA HCV es la identificación del RNA viral median-
con polaridad positiva que no se replica a tra- te las técnicas de amplificación genética reac-
vés de un intermediario del DNA, por lo que el ción en cadena de polimerasa (PCR, del inglés
HCV no es capaz de integrarse al genoma de la Polymerase-Chain-Reaction). Esta técnica ha podi-
célula. Por tanto, el curso crónico de la infec- do demostrar la presencia de viremia pocos días
ción por HCV no se basa en la persistencia del después de la exposición al virus y permite, aun
genoma viral en el hepatocito. antes de la elevación de las transaminas y la
La lesión de las células hepáticas es proba- detección de anticuerpos específicos, formular
blemente mediada por el sistema inmunológico. el diagnóstico de infección por virus C de la
El HCV tiene una amplia variabilidad ge- hepatitis.
nética que influye en la codificación de las pro-
teínas de la envoltura, lo cual le confiere habi- Cuadro clínico
lidad para escapar del sistema inmunológico;
por otra parte, también le confiere una capaci- Los casos de hepatitis esporádica tienen un
dad diversa de virulencia entre los distintos se- curso más benigno en comparación con los
rotipos, lo que explica la evolución clínica de la adquiridos por vía parenteral o postransfusio-
hepatitis por virus C (desde una infección asin- nal. Casi todos los casos de infección por HCV
tomática hasta una hepatitis fulminante), la son asintomáticos; 10 a 15% tiene ictericia y 50%
progresión a la cronicidad y las distintas reac- evoluciona hacia la cronicidad; por último, 20%
ciones con diferentes alternativas terapéuticas. de los pacientes con infección crónica por HCV
Se sabe además que el mismo paciente puede desarrolla cirrosis en cinco años.
ser infectado por diferentes genotipos, lo cual La infección por HCV en los primeros esta-
modifica el cuadro clínico de la hepatitis por dios parece más benigna que una infección por
virus C. HBV; no obstante, posee una evolución más
362 Enfermedades de hígado y páncreas

rápida, más agresiva y de peor pronóstico que jeto infectado (también durante este periodo
la infección por HBV. La infección por HCV se se han detectado autoanticuerpos). Sin embar-
ha vinculado muy a menudo con el desarrollo go, hay que tener en cuenta que la infección
de carcinoma hepatocelular. por virus delta siempre está presente en la in-
fección por virus B, es decir, se suman los meca-
nismos patógenos de ambos virus.
Prevención
El desarrollo de una vacuna implica varias difi- Diagnóstico serológico
cultades. Por ejemplo, no se han identificado
las regiones internas del HCV que son neutra- En la infección por HDV se distinguen dos si-
lizantes y capaces de inducir anticuerpos que tuaciones: coinfección y sobreinfección. Esto
bloqueen al virus debido al grado de diversidad marca diferencias en el diagnóstico serológico.
genética que presentan las variantes del HCV; En la coinfección se produce una infección si-
esto dificulta la identificación de las regiones multánea de HBV y HDV. En una sobreinfec-
antes señaladas. Además, debe considerarse la ción el virus delta infecta a un portador cróni-
posibilidad de que no exista inmunidad cruza- co de AgHBs.
da con las diferentes variantes genotípicas del En la coinfección se identifica la presencia
HCV. Por lo tanto, en la actualidad no existe de AgHBs y de anti-HBc, IgM, como marcado-
una vacuna protectora de la infección por el res de la infección por virus B; se detecta tam-
virus C de la hepatitis. bién anticuerpo IgM anti-HD y AgHD, tanto en
el suero como en el hígado; si la evolución es
favorable, el antígeno y el anticuerpo IgM del
VIRUS D DE LA HEPATITIS (HDV) HDV desaparecen rápidamente y sólo queda el
anticuerpo IgC antidelta como marcador de una
Agente delta infección por HDV. Cuando evoluciona hacia
la cronicidad los marcadores que se identifican
I.a infección por HDV exige que el sujeto sea
son, en el hígado, el antígeno delta y, en el
portador del AgHBs, lo cual supone una sobre-
infección o una coinfección; por esta razón al suero, el anticuerpo IgM antidelta.
virus delta o agente delta se lo considera un virus En caso de una sobreinfección no se detec-
defectivo, viroide o virusoide. tan marcadores de HBV aguda, sólo LIDV agu-
da; sin embargo, el pronóstico es mucho más
grave y un alto porcentaje de los enfermos evo-
Características del HDV luciona hacia la cronicidad; en ellos se mantie-
ne positivo el antidelta de tipo IgM y el RNA
La partícula viral tiene simetría esférica, mide viral en el suero y en el hígado.
35 a 37 nm de diámetro y su envoltura está for-
mada por el AgHBs. La nucleocápside está cons-
tituida por una proteína, codificada por el vi- Cuadro clínico
rus Agí ID, que contiene una molécula de RNA En el curso clínico debe diferenciarse la coin-
circular monocatenario de 1.7 kilobases. fección de la sobreinfección; en la primera
El mecanismo de replicación del virus del- ambas infecciones, B y D, evolucionan hacia la
ta se denomina círculo rodante, ya que produ- curación; la segunda muestra cuadros clínicos
ce genómicas y antigenómicas que dan lugar a graves, con mayor frecuencia de curso fulminan-
la creación de proteínas virales para formar te, y elevada tasa de cronicidad.
nuevas moléculas virales mediante una activi- El cuadro clínico es indistinguible de una
dad ribosímica. infección por HBV y en algunas ocasiones, ante
elevación bifásica de las transaminasas, la segun-
Patogenia da elevación se debe al efecto de la infección
por el virus D de la hepatitis.
En la infección por HDV la fase aguda de la El desarrollo de carcinoma hepatocelu-
enfermedad es provocada por el efecto citopá- lar es menos frecuente en la sobreinfección;
tico directo del virus delta, lo cual es causa de cuando ésta se presenta en un hígado cirrótico
lisis hepatocelular. por HBV, la descompensación y la falla de la
Durante la infección crónica el daño es función hepática se acompañan de alta morta-
ocasionado por la reacción inmunitaria del su- lidad.
Capítulo 57 • Hepatitis viral 363

Prevención Cuadro clínico


El HDV no es capaz de infectar a un sujeto in- El cuadro clínico se ha determinado con base
mune a infección por HBV; por lo tanto, al en los antecedentes epidemiológicos de epide-
vacunar a la población de alto riesgo contra mias localizadas en México y Birmania. Se ha
el HBV se protege contra el virus D de la hepa- establecido así que la infección puede ocurrir
titis. con cuadros asintomáticos en la infancia y que
En la actualidad no existe vacuna para el la infección se hace manifiesta, de modo simi-
virus delta. lar a una HVA agtida, entre los adultos. La fre-
cuencia de casos intrafamiliares es más baja que
en la hepatitis por virus A.
VIRUS E DE LA HEPATITIS (HEV) El curso fulminante evidencia una tasa alta
entre las mujeres embarazadas, con mortalidad
El HEV es el causante de la hepatitis no A no B
mayor del 20%, lo cual contrasta con la pobla-
de transmisión fecal-bucal y produce una infec-
ción general en la que el curso fulminante se
ción similar a la del HAV; no evoluciona hacia
observa sólo en 0.5 a 3 por ciento.
la etapa crónica de la enfermedad.
No se conoce curso crónico de la hepatitis
por virus E.
Características del HEV
Prevención
Se ha clasificado dentro de la familia de los
Calcivirus con tamaño de 32 a 34 nm de diáme- Hasta el momento, y en virtud de la reciente
tro, forma esférica sin envoltura y su genoma caracterización del HEV, no se dispone de una
está constituido por una molécula de RNA vacuna ni de gammaglobulina hiperinmune
monocatenario de 7.5 Kb. La proteína no es- específica.
tructural más importante es la que codifica una
actividad RNA-polimerasa. El HEV es muy lábil VIRUS F DE LA HEPATITIS (HFV)
a la congelación y descongelación.
Los cuadros de hepatitis viral con marcadores
negativos (no A, no B, no C, no D y no E) die-
Patogenia ron la pauta para pensar en otro virus de la
hepatitis como causa de éstos, cuyos anteceden-
Es posible que los mecanismos patogénicos que tes señalan como vías de contagio la parenteral
utiliza el HEV correspondan a la acumulación o la postransfusional. Se le denominó infección
de virones en el tejido hepático con efecto cito- HFV.
pático directo; también participa la reacción del
sistema inmunológico del huésped.
Características del HFV

Diagnóstico serológico Es posible que el HFV sea una variante mutan-


te del HBV, mutación que se localiza en la re-
El mecanismo ideal para efectuar el diagnósti- gión X del genoma viral; esta región se caracte-
co es la demostración del HEV por microscopía riza por tener actividad de transcriptasa y regu-
electrónica en las heces fecales o en suero de la la replicación viral. A este imitante del HBV
los sujetos con HEV aguda, si bien este método se le llama silente porque no induce la forma-
es complejo. Por ello se han desarrollado prue- ción de marcadores inmunoserológicos de HBV;
bas basadas en la detección de anticuerpos IgG sin embargo, se ha demostrado la presencia de
e IgM anti-HEV. marcadores inmunológicos en el citoplasma de
En fecha reciente se ideó la técnica Wes- los hepatocitos de AgHBs y AgHBc, que supo-
tern-blot, que utiliza proteína de fusión deriva- nen replicación viral y expresión de DNA viral
da del HEV; con esta prueba se detectan anti- del virus B de la hepatitis.
cuerpos anti-HEV en suero en la fase aguda y
en la convalecencia. El marcador más sensible Patogenia
de HEV es la identificación del genoma viral
mediante la reacción en cadena de la polime- Se desconoce con precisión, aunque varios es-
rasa (PCR). tudios revelan que posiblemente el daño con
364 Enfermedades de hígado y páncreas

inflamación y necrosis de los hepatocitos sea cen sospechar la infección por virus G de la
mediado por la reacción inmunitaria. hepatitis.

Diagnóstico serológico Cuadro clínico


Las técnicas de PCR en suero y tejidos son de En los pocos casos descritos de infección por
enorme utilidad para determinar y confirmar HGV se ha documentado hepatitis viral G agu-
la existencia del HFV, si bien no se dispone da, colestásica (con pródromos idénticos a los
actualmente de un estudio epidemiológico para que se presentan en otras infecciones por virus
conocer su prevalencia. de la hepatitis), hepatitis crónica persistente con
elevación intermitente de las transaminasas,
Cuadro clínico episodios de ictericia y positividad de los anti-
cuerpos antinucleares y antimúsculo liso, con
Los hallazgos de infección por HFV se han re- grave ataque al estado general y alta tasa de
lacionado con cuadros de hepatitis aguda, cró- mortalidad.
nica y cirrosis hepática, sin poder definir aún el
curso clínico de estos cuadros. Prevención

Prevención No se conoce ninguna medida profiláctica para


evitar el contagio de la infección por el virus G
No es posible todavía conocer la manera de de la hepatitis.
prevenir la infección por virus F de la hepatitis.
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Hepatitis crónicas
Dr. Ricardo Santoyo Valenzuela

INTRODUCCIÓN últimas décadas y las causas propuestas por un


grupo de expertos en 1994. Es importante se-
Bajo este concepto se incluye un grupo de he- ñalar que las razones aducidas por los estudio-
patopatías que tienen como característica co- sos del tema para estos cambios escapan a los
mún una evolución continua, sin remisión, objetivos de este capítulo.
durante un tiempo no menor de seis meses.
Los avances recientes en el conocimiento
de estas enfermedades han obligado a propo- HEPATITIS CRÓNICA VIRAL
ner una serie de cambios relacionados en par-
ticular con su clasificación, la necesidad de Definición
abandonar términos y denominaciones anterio-
res (cuadro 58-1) y la exclusión de enfermeda- Es una infección primaria del hígado provoca-
des que se consideraban en este rubro, como la da por agentes virales diversos.
lesión por alcohol, la enfermedad de Wilson y
otras. Generalidades
El médico general debe conocer de modo
global estas hepatopatías crónicas y las conduc- En el capítulo previo se señalaron los virus que
tas diagnósticas y terapéuticas que se adoptan más comúnmente ocasionan daño agudo o cró-
en los enfermos que las padecen. nico al hígado; allí se mencionaron asimismo
La frecuencia de las hepatitis crónicas no su nomenclatura, frecuencia, clasificación, pa-
se conoce en México. Aunque en la bibliogra- togenia, epidemiología y cuadros clínicos. No
fía médica y en muchos textos aún persiste la se insistirá más en estos aspectos para evitar re-
clasificación propuesta en 1968, cada día es más peticiones.
aceptada la que toma en consideración la causa A continuación se describen algunos ele-
de la enfermedad. En el cuadro 58-1 se puede mentos que en la opinión del autor deben co-
consultar la clasificación empleada en las dos nocerse acerca de las hepatitis producidas por
estos agentes.

Causas
Cuadro 58-1. Clasificación de las hepatitis crónicas
Debe considerarse en primer término que los
Clasificación únicos virus hasta ahora conocidos capaces de
1968 etiológica, 1994
producir daño crónico son los virus B, C y D,
Hepatitis crónica lobulillar Viral (virus B, C, D)
que también pueden ocasionar cirrosis, carci-
noma hepatocelular y muerte.
Hepatitis crónica persistente Autoinmunitaria
Los virus A, E y F únicamente provocan
Hepatitis crónica activa Por medicamentos y
(Con actividad moderada agentes químicos
hepatitis virales agudas. El virus A produce he-
o intensa y con necrosis) Criptogénica
patitis de curso benigno y autolimitado; sólo
excepcionalmente desencadena hepatitis fulmi-
365
366 Enfermedades de hígado y páncreas

n a n t e , la cual tiene alta mortalidad. El virus E tis crónica en 5% de los casos y, al igual que en
también p r o d u c e u n a lesión benigna con pron- otras variedades de hepatitis crónicas, estos
ta remisión, salvo en mujeres embarazadas, en casos p u e d e n llegar a d e s a r r o l l a r cirrosis y
las q u e ocasiona con frecuencia hepatitis fulmi- cáncer.
n a n t e con elevada mortalidad maternofetal.
A n a t o m í a patológica
Frecuencia
Las alteraciones anatomopatológicas de las he-
La frecuencia exacta de las infecciones p o r vi- patitis crónicas poco difieren de las que se pre-
rus B, C o D no se conoce con exactitud en sentan en las hepatitis y en las infecciones cró-
México. nicas. Desde hace varios años se ha t o m a d o
Ciertos informes permiten s u p o n e r que, al como rasgo distintivo la existencia o ausencia
igual q u e en Estados U n i d o s , el 0.5% de la de alteración a nivel de la placa limitante. Si
población general es p o r t a d o r a del virus B. Se existe, se le d e n o m i n a hepatitis crónica activa
sabe q u e en todo el m u n d o existen posiblemen- (HCA); si la placa está i n d e m n e se le llama
te más de 300 millones de portadores del virus hepatitis crónica persistente (HCP). En el pri-
B. Sin e m b a r g o , lo más importante es conocer mer caso la evolución es casi siempre desfavo-
que sólo del 5 al 10% de todas las hepatitis agu- rable, por lo regular hacia la cirrosis; en el se-
das p o r virus B evoluciona hacia la cronicidad y g u n d o , la evolución es favorable con posibilida-
hacia otras complicaciones. En la figura 58-1 se des de regresión a la normalidad.
ilustra la evolución de los casos de infección En fecha reciente se puso en duda la vera-
crónica. cidad de los conceptos anteriores. Varios hechos
T a m p o c o se conoce la frecuencia exacta de así lo señalan. Por ejemplo, la hepatitis crónica
la hepatitis C. C o m o ya se m e n c i o n ó en el capí- persistente por virus C tiene mal pronóstico;
tulo anterior, esta variedad de hepatitis es co- como se m e n c i o n ó , frecuentemente evolucio-
m ú n en politransfundidos, hemofílicos y toxi- na a hepatitis crónica activa y a cirrosis. Tam-
cómanos; su vía de transmisión principal es la bién se sabe que en muchos casos de hepatitis
sanguínea y su curso es más grave en general por virus C es muy difícil diferenciar histológi-
que las otras variedades. En efecto, el 50% de c a m e n t e la HCA de la hepatitis crónica persis-
los casos de hepatitis aguda evoluciona a la cro- tente.
nicidad y el 20% de éstos a complicaciones como
la cirrosis, carcinoma hepático, o ambos.
Patogenia
La hepatitis p o r virus D, siempre vinculada
con el virus B, ocurre p o r dos formas: sobrein- A pesar de los avances es m u c h o lo q u e se igno-
fección y coinfección. Esta última pocas veces ra respecto de los mecanismos a través de los
evoluciona a la cronicidad; en cambio, la pro- cuales los virus p r o d u c e n d a ñ o crónico; más
vocada p o r sobreinfección evoluciona a hepati- a ú n , no se sabe p o r q u é en u n o s individuos
provoca lesión crónica y en otros no.

Cuadro clínico
Infección persistente
El cuadro clínico en la mayoría de los casos es
el mismo que el de u n a hepatitis aguda; de
h e c h o , casi todas las hepatitis crónicas tienen
Hepatitis
su inicio en una hepatitis aguda. Ya se descri-
Portador bieron en el capítulo anterior las característi-
crónica
cas del cuadro clínico y también se indicó q u e
se trata de una hepatitis crónica c u a n d o el cua-
Carcinoma dro clínico se prolonga más allá de seis meses.
Cirrosis
hepatocelular Es difícil que las hepatitis virales crónicas
p u e d a n distinguirse e n t r e sí por sus rasgos clí-
nicos. El cuadro clínico es similar en las dife-
Muerte rentes variedades. En general, los síntomas son
m o d e r a d o s e inespeciTicos; el más c o m ú n es la
Fig. 5 8 - 1 . Infección crónica por virus B. fatiga intermitente, la náusea v la hiporexia; el
Capítulo 58 • Hepatitis crónicas 367

malestar general y abdominal son también Diagnóstico diferencial


habituales. La aparición de síntomas o sig-
nos de insuficiencia hepática, hipertensión En muchas ocasiones debe establecerse el diag-
portal (o ambas) denota progresión de la en- nóstico diferencial con las causas no virales de
fermedad. hepatitis crónica que se tratan a continuación.
En pocas ocasiones la evolución es rápida
(menos de seis meses, con muchos síntomas o Tratamiento
signos); en otras, por el contrario, los síntomas
son mínimos y el diagnóstico se establece en Ante un diagnóstico probable o confirmado de
forma accidental durante la investigación del hepatitis viral crónica el médico general debe
estado de salud de la persona o en la búsqueda enviar al paciente al gastroenterólogo o, mejor
de otras enfermedades. aún, al hepatólogo.
Muchos son los medicamentos que se han
Diagnóstico utilizado en el tratamiento de estas hepatopa-
tías, aunque por desgracia ninguno ofrece re-
Con los métodos recomendados para la identi- sultados del todo satisfactorios. Se han probado
ficación de las hepatitis virales agudas, el diag- algunos antivirales, como es el caso de los nu-
nóstico de las hepatitis crónicas puede estable- cleósidos sintéticos (aciclovir, foscarnet, arabi-
cerse en la mayor parte de los casos. En la ac- nósido de adenina, cianidanol y dideoxinu-
tualidad no basta con establecer el diagnóstico; cleótidos); todos los resultados hasta ahora
es imperativo identificar el virus y también su obtenidos son más bien desalentadores y algu-
tipo. Lo anterior se logra con una buena histo- nos muy discutibles. Resultados semejantes o
ria clínica, pruebas de funcionamiento hepáti- quizás un poco menos pesimistas han proveni-
co y con la identificación de los marcadores do de los inmunomoduladores, como los inter-
serológicos de los virus. ferones a, y en casos de hepatitis por virus C
El médico general debe estar muy alerta y VD.
sospechar la posibilidad de una hepatitis cróni-
ca si el paciente tiene marcadores positivos para Complicaciones
los virus B, C o D y, sobre todo, si la evolución
no es la de una hepatitis viral aguda clásica. En Ya se mencionó la evolución natural de estas
estos casos es esencial descubrir la presencia de hepatopatías.
marcadores virales de cronicidad y, en caso
necesario, recurrir a la biopsia de hígado. En la
Pronóstico
figura 58-2 se muestran las alteraciones caracte-
rísticas de los pacientes con hepatitis viral cró- A pesar de los avances en el conocimiento de
nica por virus B y C. los virus, el pronóstico en estos casos es en ge-

Por virus C Por virus B


Hepatitis crónica Secuencia de eventos

HBV DNA en hígado Libre Integrado


HBV DNA en suero
Anti-HCV
Segunda generación
HBsAC
Anti-HBC

IgM Anti-HBC
Heterotípico Anti-HBC

Semanas Años
Meses Años
Tiempo después de exposición

Fig. 58-2. Marcadores virales en hepatitis crónicas.


368 Enfermedades de hígado y pan

neral un tanto desalentador, aunque se espera Causas


que esto cambie en poco tiempo.
No se conocen.

Profilaxis Anatomía patológica


La profilaxis primaria es la misma que se ha Las alteraciones son semejantes a las que se
mencionado a propósito de las hepatitis virales presentan en las hepatitis virales. Es común
agudas. Los pacientes con hepatitis crónicas, observar necrosis en placas de grado modera-
particularmente si se demuestra que existe re- do a grave y necrosis lobular.
plicación viral y signos de actividad del proce-
so, deben ser considerados con alto riesgo de
contagio y deben, por tanto, tomarse medidas Patogenia
extremas para evitar que ello suceda.
No se conoce.

HEPATITIS CRÓNICA Cuadro clínico


AUTOINMUNITARIA
La hepatitis autoinmunitaria se presenta más a
Definición menudo en mujeres jóvenes. La relación mu-
jer-varón es de 7-8:1. Habitualmente se inicia
Bajo esta denominación se incluye un grupo entre la tercera y cuarta décadas de la vida, pero
heterogéneo de casos que tienen como rasgos se han informado los casos de sujetos de un año
característicos la ausencia de virus u otros agen- y ancianos de 80. La mayoría de los pacientes
tes etiológicos conocidos, la presencia de alte- tiene un principio insidioso, pero en un 30 a
raciones inmunológicas diversas y la reacción 40% tal principio puede ser brusco, similar al
al tratamiento con esteroides o inmunosupre- de una hepatitis agtida viral. La amenorrea no
sores (o ambos). es frecuente y puede relacionarse con diversos
padecimientos autoinmunitarios hasta en 40%
de los casos.
Generalidades
La elevación de aminotransferasas séricas
Waldestron describió por primera vez esta enti- y de los niveles de gammaglobulina son los
dad en 1950. A lo largo de los años se le ha hallazgos bioquímicos más comunes. Por lo
conocido bajo diversos seudónimos: hepatitis general los pacientes muestran títulos elevados
lupoide, enfermedad hepática en mujeres jóve- de autoanticuerpos. Como se mencionó antes,
nes, cirrosis activa juvenil, cirrosis disproteiné- son tres los tipos más frecuentes: anticuerpos
mica, y otros. antinucleares y los antiactina, anticuerpos mi-
En virtud de que es frecuente encontrar crosomales contra hígado y riñon (anti-LKMl)
casos de esta afección en la práctica clínica, y anticuerpos a antígenos solubles hepáticos
resulta conveniente conocer sus características (SLA).
y precisar las conductas diagnósticas y terapéu-
ticas que se deben adoptar. Diagnóstico
A continuación se enumeran los criterios diag-
Frecuencia nósticos establecidos por un grupo de expertos
en 1993:
Aproximadamente una tercera parte de los ca-
sos de hepatitis crónicas corresponde a la varie- 1. Histológicos: necrosis en placas de grado
dad autoinmunitaria. moderado a grave, necrosis lobular
2. Bioquímicos: elevación de aminotransfera-
Clasificación sas mayor respecto de la fosfatasa alcalina.
Elevación de 1.5 o más de globulinas tota-
Algunos autores agrupan esta hepatitis de acuer- les, gammaglobulinas o de IgG
do con los anticuerpos predominantes. Los más 3. Autoanticuerpos elevados arriba de 1:80.
frecuentes son antinucleares o antiactina, anti- Antinucleares, antiactina, SLA o anti-LKMl
LKM1 y anti-SLA. 4. Marcadores de hepatitis virales negativos
Capítulo 58 ' Hepatitis crónicas 369

5. Ausencia de causas de daño hepático, como Generalidades


alcohol y medicamentos, o de padecimien-
tos como la deficiencia de antitripsina a.\ o Sólo se abordan algunos conceptos generales
de enfermedad de Wilson. para esta variedad de hepatitis. Las limitacio-
nes de espacio y sobre todo los objetivos de este
capítulo impiden que se trate con detalle.
Diagnóstico diferencial Hoy en día, con la cantidad de compuestos
y sustancias naturales y sintéticas disponibles
Los padecimientos o hepatopatías con los que (que se incrementa en cientos o miles cada
debe establecerse el diagnóstico diferencial son año), el personal dedicado al cuidado de la salud
las hepatitis virales y las enfermedades o pade- debe estar muy alerta pues, teóricamente, cual-
cimientos ya mencionados (deficiencia de anti- quier agente por vía oral, inhalado o absorbido
tripsina a1o enfermedad de Wilson). a través de la piel, puede ocasionar daño hepá-
tico.
Tratamiento Casi todos los medicamentos producen
daño agudo, pero son muchos también los que
El tratamiento es competencia del gastroente- lesionan de manera crónica al hígado. En tér-
rólogo o del inmunólogo ya que los mejores minos generales, la lesión se produce pocos días
resultados se obtienen con la terapéutica inmu- o semanas después de la ingestión del agente
nosupresora. (excepcionalmente, al cabo de varios meses).
Con excepción de los pacientes con citope-
nia, la mejor opción es la combinación de pred-
nisona y azatioprina. La dosis inicial de predni- Frecuencia
sona es de 30 mg al día por tres meses y se re- Cada día se informan más y más casos de pro-
duce después a 10 mg al día. La dosis de azatio- ductos que provocan daño hepatocelular, mu-
prina es de 1 mg/kg/día. El tiempo que debe chos de ellos de uso cotidiano como los analgé-
prescribirse este tratamiento, así como la tera- sicos, algunos antibióticos y muchos compues-
péutica de mantenimiento, depende de cada tos químicos de uso rutinario en la industria y
caso y de la experiencia del especialista. en el hogar. El médico en particular debe estar
al tanto de esto.
Complicaciones
Algunos sujetos desarrollan cirrosis. Clasificación
No existe una clasificación de esta variedad de
Pronóstico hepatitis.

En pacientes no tratados la sobrevida a cinco y


10 años es de 30 y 27%, respectivamente. Con Causas
el tratamiento mencionado y el uso correcto de Ya se señaló que muchos fármacos y productos
las pruebas biológicas, el pronóstico ha mejora- químicos pueden propiciar hepatitis aguda o
do de modo notable en fechas recientes. daño crónico; entre las hepatopatías más fre-
cuentes desencadenadas por medicamentos fi-
Profilaxis guran hepatitis crónica, granulomatosa, fibro-
sis, daño vascular, hiperplasia o neoplasia, y
No existe. muchas otras.

HEPATITIS CRÓNICA POR Anatomía patológica


MEDICAMENTOS Y AGENTES
QUÍMICOS Las alteraciones que pueden ocasionar algunos
fármacos o sustancias químicas son muy diver-
Definición sas y comprenden una amplia variedad de le-
siones que van desde el daño mínimo (ultra-
Es la hepatitis producida por medicamentos o microscópico) hasta la necrosis completa de la
agentes químicos. glándula.
370 Enfermedades de hígado y páncreas

A continuación, y sólo a manera de ejem- Tratamiento


plo, se listan algunos fármacos y la altera-
ción que producen más comúnmente (cuadro No existe tratamiento específico. En todos los
58-2). casos se impone la suspensión inmediata del
fármaco y, si las lesiones son irreversibles, el
tratamiento debe aplicar medidas de sostén.
Patogenia
Se desconoce el mecanismo preciso de toxici- Complicaciones y pronóstico
dad de varios agentes. El daño potencial de un
medicamento sobre el hígado debe investigarse Varía en cada caso.
y reevaluarse constantemente, en especial en
pacientes que toman varios fármacos.
HEPATITIS CRÓNICA
CRIPTOGENICA
Cuadro clínico
Existe un porcentaje muy variable de casos en
No existe un cuadro clínico característico. En los que no es posible precisar el diagnóstico; esto
muchas ocasiones el daño es mínimo, las mani- obliga a stiponer, a falta de mejor diagnóstico,
festaciones nulas y las alteraciones bioquímicas que se trata de una hepatitis criptogénica; su
discretas. En algunos casos el cuadro es seme- tratamiento depende de sus signos particulares
jante al de una hepatitis autoinmunitaria, con y de la experiencia del médico.
alteración incluso de algunos de los marcado-
res de autoinmunidad. En otros están presen-
tes los signos diversos de una cirrosis. ESTEATOHEPATITIS
NO ALCOHÓLICA
Diagnóstico Definición
Ante un caso de hepatitis o de diferentes alte- Es una hepatopatía, habitualmente crónica, que
raciones a nivel hepático o en las pruebas de se distingue por degeneración grasa del hígado
funcionamiento hepático, siempre debe averi- y hepatitis lobulillar, en ausencia de anteceden-
guarse si el paciente ingirió fármacos o si se tes de ingestión de alcohol.
expuso a productos químicos. Las pruebas de
función hepática y la biopsia del hígado son de
indudable utilidad en el diagnóstico de estos Generalidades
casos.
El diagnóstico diferencial se debe estable- Aunque algunos autores no consideran esta
cer respecto de las hepatitis ya mencionadas en entidad dentro de las hepatitis crónicas, es un
este capítulo. hecho que comparte muchas de sus caracterís-
ticas; además, en la práctica clínica se encuen-
tra con cierta frecuencia sujetos que portan este
problema. Su identificación y la obligación de
Cuadro 58-2. Medicamentos y lesiones hepáticas establecer el diagnóstico diferencial justifican
su inclusión en este texto.
Fjrmjco Lesión

Acido valproico, amiodarona Esteatosis microvesicular


Frecuencia
Zidovudina, metotrexato Esteatosis macrovesicular
Antineoplásicos Enfermedad venooclusiva No se conoce, pero es quizá la hepatitis no viral
Anticonceptivos orales Síndrome de Budd-Chiari más común en individuos no alcohólicos. En un
Lslrógenos Adenomas estudio japonés se encontró mediante ultraso-
Thorotrast Carcinoma hepatocelular nido que el 13% de pacientes no alcohólicos,
Cloruro de vinilo Angiosarcoma
mayores de 21 años, sufría cambios grasos en el
hígado. En un estudio canadiense se observó
Tetracloruro de carbono Cirrosis
que en casos de necropsia un 18% de los suje-
-\lopurinol, feniIbutazona, Lesiones granuloma tosas tos obesos padecía esta entidad, respecto de un
antibióticos
y/o en individuos delgados.
Capítulo 58 • Hepatitis crónicas 371

Clasificación Diagnóstico diferencial


No tiene. Debe establecerse en relación con la hepatitis
alcohólica y con la viral.
Causas y patogenia
Tratamiento
No se conocen.
No existe un tratamiento específico. Están in-
dicados la reducción de peso y el control ade-
Anatomía patológica cuado de la diabetes. Algunos informes seña-
lan que el ácido ursodesoxicólico podría tener
Las alteraciones son indistinguibles de las de la
un efecto benéfico.
hepatitis alcohólica. La esteatosis es principal-
mente macrovesicular y ocurre en los hepatoci-
tos de la zona 3. Es frecuente encontrar necro- Pronóstico
sis centrolobulillar e infiltrado inflamatorio,
agudo y crónico. Los cuerpos de Mallory y la La mayor parte de los informes menciona que
neutrofilia se presentan en proporciones que es un padecimiento indolente. Se experimenta
varían de 0 a 90%. La fibrosis posee predomi- por lo general remisión total en prácticamente
nio pericentral y pericelular, en la zona 3. Se ha todos los casos; en otros, por desgracia, la en-
informado de cirrosis franca entre el 0 y el 24 fermedad puede evolucionar de manera silen-
por ciento. ciosa hacia la cirrosis y la insuficiencia hepá-
tica.

Cuadro clínico BIBLIOGRAFÍA


El paciente típico suele ser un diabético obeso Aguirre GJ. Una nueva clasificación de la hepatitis
en la edad media de la vida. También se ha crónica. Patología 1994; 32:139-142.
observado en varones no diabéticos ni obesos y Desmet VJ, Gerber M, Hoofnagle JH y col. Classifica-
en niños obesos. Casi todos los sujetos son tion of chronic hepatitis: diagnosis, grading and stag-
asintomáticos y son referidos por lo regular des- ing. Hepatology 1994; 19:1513-1520.
pués de detectárseles elevaciones moderadas de Johnson PJ, McFarlane IG. Convenors on behalf of the
aminotransferasas o hepatomegalia (o ambas). panel. Meeting report international auto inmune
Es poco frecuente que se presenten con síndro- hepatitis group. Hepatology 1993; 18:998-1005.
mes de insuficiencia hepática o de hipertensión Lisker M. Introducción a la gastroenterología. 3a ed.
portal. México: Méndez Editores 1996:648.
LudwigJ. The nomenclature of chronic active hepati-
Diagnóstico tis. An obituary. Gastroenterology 1993; 105:274-278.
Powell EE, Cooksley WGE, Hanson Ry col. The natural
Además del cuadro mencionado se advierte history of no alcoholic steatohepatitis a follow-up
habitualmente elevación de aminotransferasas, study of forty- two patients for up to 21 years. Hepa-
en particular la ALT, que está más elevada que tology 1990; 11:74-80.
la AST. Se presentan alteraciones ligeras en los Uribc M. Hepatitis por fármacos y agentes químicos.
niveles de fosfatasa alcalina, de bilirrubinas o En Uribe M (ed). Tratado de medicina interna.
de los índices bioquímicos de inflamación he- México: Panamericana 1988:1263.
patocelular. El diagnóstico se establece también Walters B, Riely CA. Drug —and chemical— induced
mediante biopsia hepática. El ultrasonido, la liver disease. En Haubrich WS, Schaffner F (ed).
tomografía computadorizada y la resonancia Bockus gastroenterology, 5th ed. Philadelphia: WB
magnética pueden identificar esteatosis. Saunders Company 1995:2158.
Hepatitis alcohólica
Dr. Jorge Escotto Velázquez

INTRODUCCIÓN ceptible al daño producido por el consumo de


alcohol. No se ha podido precisar si ello es re-
La hepatitis alcohólica es la reacción inflamato- sultado de diferencias hormonales o si sólo se
ria del hígado a la ingestión reiterada y crónica debe a la mayor concentración de alcohol, con
de alcohol en sujetos sensibles a esta sustancia. un mismo consumo, ya que las diferencias en la
Con fines didácticos se describen tres eta- talla y el peso incrementan la concentración
pas de la respuesta patológica del hígado al orgánica del agresor.
consumo de alcohol: esteatosis, hepatitis y ci- Una parte del elanol ingerido puede meta-
rrosis. Esto presupone una secuencia que, aun- bolizarse en el estómago por la actividad de la
que puede ocurrir, no es invariable; con frecuen- deshidrogenasa alcohólica gástrica, con lo que
cia pueden coincidir dos o las tres manifesta- disminuye la cantidad de alcohol que llega al
ciones en el mismo enfermo; por ejemplo, la hígado; las diferencias individuales o las qtie
hepatitis puede acompañarse de esteatosis o la pueden existir entre el varón y la mujer expli-
cirrosis de esteatosis, o bien, un enfermo cirró- carían la supuesta susceptibilidad diferente del
tico, a consecuencia de la ingestión exagerada hígado a los efectos del alcohol. La opinión
de alcohol, puede desarrollar hepatitis, que a general actual es que solamente una parte de
su vez puede complicar mortalmente la evolu- la subpoblación de sujetos alcohólicos está pre-
ción de la cirrosis. dispuesta a desarrollar enfermedad hepática
Cabe mencionar que el carcinoma hepáti- grave, quizá por las diferencias de la cantidad y
co es otra manifestación de la reacción del hí- calidad de la deshidrogenasa alcohólica que
gado a la ingestión de alcohol, de modo que los genéticamente tiene un individuo o porque
fenómenos, cuando son secuencialcs (para des- coincide con el alcoholismo la infección por
gracia del alcohólico), inician con la esteatosis virus de la hepatitis C, cuya frecuencia en la
y terminan en carcinoma hepático, pasando por población mundial es de 1.6% y en los alcohó-
la hepatitis y la cirrosis. licos de 25 y 60 por ciento.
Después de la Segunda Guerra Mundial el W. K. Lelbach revisó hace algunos años 23
consumo de alcohol ha aumentado en forma publicaciones de exámenes de tejido hepático
alarmante en todo el mundo. Afortunadamen- en 5 448 sujetos alcohólicos y calculó que alre-
le, no todas las personas que ingieren alcohol dedor de 25% tenía hígado normal, 30% híga-
desarrollan afecciones relacionadas con su con- do graso, 20% hepatitis y el 25% restante ci-
sumo. Los efectos patológicos dependen de la rrosis.
cantidad, la duración de la ingestión y la sus- Díaz Belmont, en un estudio prospectivo,
ceptibilidad personal. Está demostrado que, si encontró en 3 019 pacientes 133 casos con he-
bien la desnutrición acentúa los efectos del al- patitis, diagnóstico que se confirmó en la mayo-
cohol sobre el organismo, la buena alimenta- ría de los casos por biopsia.
ción no previene los efectos deletéreos sobre el
hígado y quizá tampoco los que ejerce sobre
CAUSAS
el sistema nervioso. También se conoce que la
mujer, cuya incursión en el grupo de consumi- La causa de la hepatitis alcohólica es la inges-
dores de alcohol aumenta cada día, es más sus- tión de alcohol: aparecí' en la mayoría de los
Capítulo 59 ' Hepatitis alcohólica 373

pacientes después de años de beberlo. Sólo un La reacción utiliza como coenzima al dinu-
pequeño número la padece en el primer año. cleótido de la adenín-nicotinamida (NAD+),
No se ha reproducido la hepatitis alcohólica en que en el proceso genera NAD reducido
animales; se trata de una enfermedad exclusiva (NADH) y baja la proporción de NAD en favor
del hombre, lo cual indica que existe una com- de NADH, el cual debe ser oxidado en presen-
pleja interacción entre el metabolismo del eta- cia de difosfato de adenosina (ADP) y un fosfa-
nol y los factores del huésped. to inorgánico para reformar NAD, lo que con-
sume tres moléculas de ATP por cada molécula
de NADH. El ATP es la unidad energética base
ANATOMÍA PATOLÓGICA de las células.
Todo lo anterior propicia un aumento con-
En 1911 Mallory encontró en el citoplasma de
siderable del consumo de oxígeno en el hígado
hepatocitos, en hígados de sujetos con hepati-
y una alteración en el equilibrio acidobásico.
tis alcohólica, unas masas que se teñían con
eosina. Estas fueron denominadas como cuer- En condiciones habituales apenas un 10%
pos hialinoalcohólicos de Mallory y se los hizo del alcohol ingerido se metaboliza por el siste-
patognomónicos de la enfermedad. Sin embar- ma mitocondrial oxidante del etanol. El acetal-
go, estos cuerpos se han encontrado en otros dehído tiene importantes efectos tóxicos sobre
tipos de hepatopatías o en otros órganos y no el hepatocito, pero la deshidrogenasa acetalde-
en todos los casos de hepatitis alcohólica, por hídica lo metaboliza, principalmente en las
lo cual no pueden considerarse patognomóni- mitocondrias, para formar acetato y más hidro-
cos, aunque en presencia de otros datos pue- geniones. Sin embargo, los niveles de acetalde-
den apuntalar el diagnóstico. hído son más elevados en los individuos que
ingieren de manera crónica grandes cantidades
Estos otros datos son abombamiento de de alcohol.
hepatocitos y degeneración balonoide, que
puede provocar el estallamiento de ellos y ser Durante estos pasos metabólicos se produ-
la explicación de la necrosis que se observa en cen asimismo radicales libres de oxígeno que
esos casos (acompañada de infiltrado inflama- son moléculas con un electrón no apareado, lo
torio, sobre todo de polimorfonucleares, que que les confiere una gran actividad que, por otra
se acentúa cerca de las células con cuerpos parte, es muy fugaz. Son capaces de destruir
hialinos de Mallory). Además, se advierte fibro- bacterias y células tumorales, pero lesionan
sis perivenular y en los espacios de Disse. Estos profundamente los hepatocitos ya que ocasio-
hallazgos pueden vincularse con colestasis y nan la lipoperoxidación de su membrana y de
esteatosis. los organelos membranales. El metabolismo del
etanol, cuando se ingiere crónicamente y en
La fibrosis difusa y la presencia de nodulos cantidades excesivas, altera de modo profundo
de regeneración irregular indican cirrosis, que las funciones y la estructura del hígado.
como se ha mencionado puede coexistir con la
La producción y secreción activa de proteí-
hepatitis.
nas se inicia en el retículo endoplásmico rugo-
so con el acoplamiento de aminoácidos para
PATOGENIA formar péptidos. Continúa en el aparato de
Golgi, donde se forman microvesículas para
La causa de la hepatitis alcohólica es la inges- transpoitar las nuevas proteínas a la superficie
tión exagerada y crónica de alcohol en indivi- celular. Los triglicéridos se forman con ácidos
duos susceptibles. grasos libres y acetato y son transportados y li-
Se considera que en la mayoría de los varo- berados por los mismos organelos y por meca-
nes la ingestión "moderada" de alcohol no debe nismos similares.
exceder de 80 g diarios y en la mujer de 40 g. El cambio histológico y temprano que pro-
Puesto que puede variar la susceptibilidad, se picia el abuso del alcohol es la acumulación de
sugiere limitar la ingestión de alcohol a 60 g en grasa en el parénquima hepático (en mayores
el hombre y a 20 en la mujer. Más del 90% del cantidades cerca de la vena central). Los hepa-
alcohol ingerido se metaboliza en el hígado y el tocitos acumulan grandes glóbulos de grasa que
resto en el pulmón y los ríñones. En el citosol coalescen y comprimen el citoplasma vecino.
de los hepatocitos la deshidrogenasa alcohóli- Los triglicéridos son citotóxicos y constituyen
ca metaboliza el alcohol en acetaldehído e el sustrato de lipoperoxidación y, junto con los
hidrogeniones. radicales libres y peróxidos, lesionan las mera-
374 Enfermedades de hígado y páncreas

branas celulares y conducen directamente a la han considerado específicos de la hepatitis al-


muerte celular. cohólica y en este caso representan residuos del
Asimismo, se estimulan los receptores para citoesqueleto y de los hepatocitos.
células inflamatorias en la superficie de los La presencia de los productos citados pue-
hepatocitos y las células de Kupffer y se liberan de actuar como antígeno y explicar la evolución
citocinas de linfocitos ubicuos. progresiva del proceso a pesar de la supresión
Otra lesión temprana es el engrosamiento del consumo de alcohol. Los efectos del alco-
de la submucosa de la vénula hepática termi- hol en la estructura y función del hígado son
nal. Esto afecta la circulación y contribuye par- independientes del estado nutricional. Una
cialmente a la elevación temprana de la presión dieta elevada en proteínas y calorías no alcohó-
portal, que se suma al obstáculo producido por licas no protege contra una enfermedad alco-
los hepatocitos con sobrecarga de grasa. hólica hepática, pero la mala nutrición puede
La fibrosis resulta de la secreción de colá- empeorar sus efectos, como acontece en otros
gena por miofibroblastos que normalmente padecimientos. Casi todos los sujetos alcohóli-
están presentes alrededor de la vénula terminal. cos están mal nutridos porque sustituyen los
Los mensajeros que activan estas células son alimentos con el alcohol, que produce siete
el acetaldehído, los productos de acetaldehído calorías por gramo, casi tantas como las grasas,
o los lactatos acumulados por la anoxia relativa pero no tiene proteínas, grasas, vitaminas o
alrededor de la vénula terminal; esto último se minerales. Son calorías vacías y, además, el al-
debe a que la mayor parte del oxígeno se extra- cohólico sufre a menudo anorexia, náusea y
jo durante la circulación de la sangre a través vómitos, que le hacen perder peso.
de los sinusoides por los hepatocitos que meta- Por otra parte, la buena nutrición no es una
bolizan etanol. defensa contra los efectos nocivos del alcohol.
El segundo estadio de gravedad es la hepa-
titis inflamatoria aguda con necrosis celular, CUADRO CLÍNICO
acompañada por infiltración de polimorfonu-
cleares y fibrosis progresiva. Las alteraciones Díaz Belmont, en el estudio prospectivo ya
referidas curan por lo regular con la supresión mencionado, encontró los siguientes sínto-
del alcohol, pero un 10% continúa la progre- mas: ictericia (100%), hepatomegalia (100%),
sión hasta la cirrosis, tal vez por una reacción anorexia (63%), ascitis y edemas (48%)) y fie-
autoinmunitaria o, como se piensa actualmen- bre (53%); con menor frecuencia aparecían hi-
te, por la relación con el virus C de la hepatitis. pertensión portal (esplenomegalia, red venosa
Cuando la enfermedad tiene una evolución colateral, varices de esófago) sin cirrosis eviden-
desfavorable se presenta la cirrosis, aunque hay te en las biopsias, telangiectasias, dolor en hi-
evidencia de que no necesariamente deben pocondrio derecho, desnutrición y avitamino-
existir esteatosis o hepatitis previas. sis, hemorragias del aparato digestivo superior,
El acetaldehído se ha incriminado como el hiperesplenismo, encefalopatía y dolor abdo-
mayor factor de hepatotoxicidad del etanol. La minal.
fracción no metabolizada se une a proteínas El cuadro clínico puede ser leve, con muy
para formar compuestos que compiten con las discreta ictericia y hepatomegalia, sin liebre y
proteínas normales que interfieren con la es- con moderado o nulo ataque al estado general;
tructura y la función. No se ha aclarado bien la o bien, puede tratarse de una hepatitis grave,
naturaleza química de estos productos. fulminante y mortal. La ictericia y la retención
Parece que la reacción más específica ocu- de líquidos son intensas; la fiebre, la anorexia y
rre con residuos de lisina de las proteínas, es- el síndrome de hipertensión portal son eviden-
pecialmente con los residuos de la tubulina, que tes, así como las demás manifestaciones. F.n estos
se polimeriza para formar los microtúbulos esen- casos la causa de la muerte es la insuficiencia
ciales del citoesqueleto. Los productos también hepática, con encefalopatía, hemorragias y
causan alteración de la endocitosis mediada por complicaciones renales (grave retención de lí-
receptores, la secreción de proteínas y la inte- quidos).
gridad de la membrana plasmática, por lo que Es obvio que la hepatitis alcohólica es más
se acumulan las proteínas (con crecimiento grave cuando complica un cuadro establecido
ovoide de los hepatocitos y eventual estallido y de cirrosis hepática, o cuando se acompaña de
muerte). Los cuerpos hialinos característicos de otras manifestaciones del alcoholismo, como
la muerte celular en algunas enfermedades se gastritis aguda, hemorragia o traumatismo.
Capítulo 59 • Hepatitis alcohólica 375

Entre los cuadros clínicos leves y mortales exis- grave; en el mejor de los casos esta prueba no
ten diversos grados de morbilidad. deja de tener riesgos que pueden ser mortales.

DIAGNOSTICO DIAGNOSTICO DIFERENCIAL


La dosificación de bilirrubina y el tiempo de El diagnóstico diferencial gira alrededor de la
protrombina tienen utilidad diagnóstica y valor ictericia. Por lo general un enfermo ictérico
pronóstico. Según los lincamientos de la Aso- indica, en primera instancia, hepatitis viral o
ciación Internacional para el Estudio de las ictericias obstructivas, pero se olvida que la
Enfermedades del Hígado, el criterio objetivo hepatitis alcohólica aguda es relativamente fre-
para clasificar las hepatitis alcohólicas en leves, cuente.
moderadas y graves recomienda que las mani- La hepatitis A es epidémica y se presenta
festaciones clínicas ya descritas se relacionen en niños o en sujetosjóvenes; es habitualmente
con los resultados de estos dos exámenes. De benigna, con una historia natural bien defini-
esta manera, la hepatitis leve se acompaña de da, y produce inmunidad.
bilirrubina inferior a 5 mg y un tiempo de pro- Las hepatitis B y C son producidas por la
trombina sin modificación; las hepatitis mode- contaminación con sangre o sus derivados y tie-
radas aumentan el tiempo de protrombina en nen curso grave; se presentan en cualquier
no más de 4 segundos, y son graves las que tie- edad, no muestran inmunidad cruzada con la
nen más de 5 mg de bilirrubina y un incremen- hepatitis A y se pueden tipificar con investiga-
to mayor de 4 segundos del tiempo de protrom- ción inmunológica.
bina respecto del testigo. Las ictericias obstructivas ocurren en gene-
A la biometría hemática se le concede va- ral en adultos. La litiasis se acompaña de dolor
lor diagnóstico y pronóstico. Es común encon- característico; no es progresiva y tiene fluctua-
trar leucocitosis y neutrofilia. Más de 20 000 ciones o remisiones. La ictericia obstructiva
leucocitos indican pronóstico grave. La anemia maligna ocurre en sujeros más viejos y no pro-
es una complicación de la enfermedad. Las cito- voca dolor definido ni se acompaña de fiebre;
penias en la sangre circulante indican manifes- es progresiva, no tiene remisiones y representa
taciones de hiperesplenismo. Por otro lado, el prototipo clínico y bioquímico de la ictericia
los valores de transaminasas se encuentran obstructiva.
moderadamente elevados, en especial la oxalo- La hepatitis alcohólica se presenta desde la
acética. adolescencia hasta las edades más avanzadas. En
Las elevaciones de fosfatasa alcalina y co- sujetos con antecedentes de alcoholismo cróni-
lesterol acompañan a la colestasis. Puede exis- co (que pueden ser negados por el paciente o
tir elevación de triglicéridos y disminución de sus familiares) se acompaña de los síntomas
lipoproteínas beta. También pueden elevarse las descritos y leucocitosis, a diferencia de las vira-
cifras de urea y glucosa. La hipoglucemia es de les que cursan con leucopenia. Las transamina-
mal pronóstico. Hay aumento de la inmunoglo- sas están poco elevadas en la hepatitis alcohóli-
bulina IgA. ca y muy elevadas en las virales. En las hepatitis
Con frecuencia se utilizan la determinación alcohólicas se eleva la IgA y en las virales la IgM.
de gammaglutamiltranspeptidasa, la dosifica- Los datos más objetivos para el diagnóstico di-
ción de lipoproteínas de alta densidad y la in- recto y diferencial se obtienen con la biopsia
vestigación del volumen corpuscular en el diag- hepática, cuando es posible practicarla.
nóstico y selección de sujetos con manifestacio-
nes de alcoholismo y quizá con daño produci- TRATAMIENTO
do por alcohol. El resultado de estas pruebas
debe evaluarse en relación con su sensibilidad Infortunadamente, en los casos en que se han
y su especificidad. desencadenado los sucesos en el hepatocito y
En un futuro próximo se podrán determi- en los elementos del lobulillo hepático, ya no
nar los marcadores bioquímicos del daño hepá- se puede detener la enfermedad a pesar de
tico y no se tendrá que recurrir a la biopsia, que suprimir la ingestión de alcohol. El trastorno
es, por definición, la técnica que permite esta- avanza hasta convertirse en cirrosis o, peor aún,
blecer el diagnóstico preciso. La biopsia, sin hasta causar la muerte, como se observa en las
embargo, está contraindicada cuando existe hepatitis graves o fulminantes. Sin embargo,
riesgo de hemorragia e insuficiencia hepática debe suprimirse la ingestión de alcohol como
376 Enfermedades de hígado y páncreas

parte fundamental del programa terapéutico. 4. Iniciar un programa de rehabilitación per-


El tratamiento debe escalonarse de acuerdo con sonal y familiar del alcohólico. Es muy útil
las siguientes prioridades: poner en contacto a los pacientes con los
grupos de Alcohólicos Anónimos, cuyos
1. Corregir con urgencia las alteraciones me- servicios son gratuitos y apoyan al alcohó-
tabólicas y nutricionales producidas por la lico en sus esfuerzos por dejar de beber y
enfermedad y actuar contra los síntomas por mantener su sobriedad. La invitación a
que complican la situación. La deshidrata- que conozcan y participen en el programa
ción se revierte con soluciones glucosadas, de Alcohólicos Anónimos debe formularse
enriquecidas con vitaminas del complejo B, como una simple invitación; nunca debe
y con los electrólitos que muestran deficien- presionarse al paciente ya que el alcohóli-
cia, en especial potasio y magnesio. Debe co sistemáticamente rechaza cualquier ac-
tenerse cuidado y buen criterio clínico pues titud impositiva o autoritaria.
los enfermos pueden vomitar y padecer
náusea permanente; además, los signos Es útil señalar que el tratamiento de los
bucales de deshidratación pueden coexis- sujetos alcohólicos requiere de gran compren-
tir con edemas y ascitis. Es indispensable sión, paciencia y tolerancia para obtener resul-
cuidar la relación sodio-potasio y utilizar con tados positivos en cualquier programa terapéu-
prudencia los diuréticos. Las dosis de 4 a 8 tico.
mg, tres veces al día, mejoran la náusea, el
vómito y la excitación del enfermo, que tie-
ne poco tiempo de sobriedad. También es COMPLICACIONES
útil la administración de 10 a 20 mg de clor- El 25 a 30% de los casos llega a convertirse en
diacepóxido tres veces al día por vía oral o
cirrosis.
parenteral. Cuando no existen o se han
controlado la náusea y los vómitos, debe
iniciarse una dieta nutritiva y equilibrada, PRONOSTICO
según los gustos del paciente y preferible-
Se relaciona con la magnitud de la lesión histo-
mente hiposódica.
lógica. También se ha observado que la morta-
2. Detener y corregir las alteraciones que se lidad aumenta cuando se producen trastornos
han producido en el hepatocito y que se de la coagulación. Así, en series con alteración
manifiestan por la reacción inflamatoria y importante del tiempo de protombina la mor-
la génesis de la fibrosis. Con este objeto se talidad sobrepasó 40%, mientras que en otras
han ensayado, sin éxito, muchos agentes que no la tenían fue de 7%. A largo plazo (cua-
terapéuticos: corticosteroides, D-penicilami- tro años) la mortalidad se considera diez veces
na, anabólicos, antitiroideos, colchicina, y superior que en el resto de la población.
otros. Díaz Belmont inició en 1986 el trata-
miento con un agente antiinflamatorio no
PROFILAXIS
esteroide, piroxicán, en dosis de 20 mg dia-
rios, además de lo mencionado en el inci- La única medida profiláctica consiste en evitar
so anterior. Con ello se logró notable me- las bebidas alcohólicas, si bien puede afirmarse
joría, confirmada en algunos casos con que las posibilidades son mínimas cuando la
biopsia (antes y durante el tratamiento). Es persona bebe menos de 80 g de etanol al día. Si
posible que la administración prolongada la cifra asciende de 80 a 100 g. por periodos
del fármaco, durante seis a 12 meses, pue- prolongados, el riesgo se incrementa notable-
da evitar la respuesta inflamatoria crónica mente.
y el avance de necrosis y fibrosis que carac-
terizan a la cirrosis hepática. Zentella de
Pina confirmó experimentalmente el efec- BIBLIOGRAFÍA
to del piroxicán contra los efectos del te-
Achord IJ. Alcohol and ihe liver. Sci Am Sci Med 1905;
tracloruro de carbono y el etanol citopro-
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Capítulo 59 ' Hepatitis alcohólica 377

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Cirrosis hepática
Dr. José Joaquín Christen y Florencia

INTRODUCCIÓN di a (menor de 10); esto se atribuyó a la sustitu-


ción de todo alimento por pulque y tortilla, sin
La cirrosis hepática es una enfermedad del hí- consumo de carne, en comparación con los
gado, crónica y difusa caracterizada por cam- estados norteños en donde se toma cerveza y se
bios en su estructura histológica, que incluyen consumen pan, carne y muchos otros nutrimen-
muerte de los hepatocitos y su sustitución por tos. Un estudio similar en Italia muestra que los
bandas de fíbrosis; se observa retracción y oclu- habitantes de una región que toman vino blan-
sión de los sinusoides venosos, daño y oclusión co e ingieren escasos alimentos son más pro-
de los colangiolos. Una vez establecido este pensos a la cirrosis que los que toman vino tin-
cuadro la enfermedad es irreversible. to junto con alimentos.
Conocida desde la antigüedad, sti nombre En el último congreso de la 1ASL, realizado
significa tumor duro e indoloro. Vesalio sospe- en mayo de 1994 en Cancún, México, se utilizó
chó en el siglo XVI su relación con el alcoholis- la clasificación etiológica de la cirrosis (cuadro
mo, pero no fue sino hasta 1941 que se docu- 60-1), así como la clasificación de daño hepáti-
mentó su relación con la hepatitis viral. co que se basa en el grado de lesión del parén-
En el año 1993, en México murieron 20 490 quima (grado I, ligero; grado II, moderado;
personas por cirrosis hepática y en ese año ocu- grado III, grave). No es posible hablar de cirro-
pó el séptimo lugar como causa de muerte ge- sis hepática sin atender a la clasificación cono-
neral. También en ese mismo año ocupó el cida como "Criterios de Child" (cuadro 60-2).
cuarto lugar de muerte entre la población en Según ésta, la cirrosis hepática se clasifica, des-
edad productiva, es decir de los 15 a 64 años, de el punto de vista morfológico, en microno-
con 27.7 casos por cada 100 000 habitantes. De dular (nodulos < 3 mm) y macronodular (no-
acuerdo con las cifras de la Oficina Sanitaria dulos > 3 mm) (fig. 60-1, color).
Panamericana, en 1990 la probabilidad de morir
por cirrosis en América Latina era de 1.38% para
los varones y 0.43% para las mujeres. Los países
del Primer Mundo tienen índices menores; Asia, Cuadro 60-1. Causas de cirrosis
Medio Oriente, India y África mayores. En un 1. Toxinas: alcohol, tíner, medicamentos
estudio publicado en 1992 que revisa la morta-
2. Infecciones: hepatitis B, /C!, otras
lidad por cirrosis hepática en México, entre
3. Obstrucción: biliar, colestasis, obstrucción congénita
1960-1986, se encontró que la mortalidad me-
dia nacional es de 20.3 por cada 100 000 habi- 4. Cardiovasculares: insuficiencia cardiaca derecha, otras
tantes. El estudio también señala que los esta- 5. Desnutrición: primaria o secundaria
dos del centro (Tlaxcala, México, Hidalgo, Pue- 6. Metabólicas: hemocromatosis, aumento de cobre
bla v Distrito Federal) tenían tasas muy por tisular (Wilson), deficiencia de antitripsina alfa,
glucogenosis lipo IV, lirosinosis congénita
arriba de la media, en tanto que los estados del
norte, como Sinaloa, Sonora, Nuevo León, 7. Hepatitis autoinmunitaria
Durango y Zacatecas mostraban siempre, en ese 8. Intestino corto: derivaciones y resecciones intestinales
lapso de 26 años, una tasa por abajo de la me- 9. Criptogénicas

378
Capítulo 60 • Cirrosis hepática 379

Cuadro 60-2. Criterios de Child Cirrosis alcohólica nutricional


Grupo A B C El alcohol etílico, como m u c h o s otros tóxicos y
Nutrición excelente buena mala
m e d i c a m e n t o s (éter, tíner, fluotano, etc.), se
destoxica en el hígado m e d i a n t e la deshidroge-
Bilirrubinas < 2 mg 2 a 3 mg > 3 mg
nasa del alcohol que lo convierte en acetalde-
Albúmina > 3.5 mg 3 a 3.5 mg < 3 mg
h í d o , d e gran p o d e r r e d u c t o r ; esto d a ñ a l a
Ascitis no tratable no tratable m e m b r a n a , inhibe la síntesis de DNAy provoca
Encefalopatía no ligera grave inmunosupresión. Por otra parte, c o m o el hí-
gado utiliza esta misma enzima en la deshidro-
genación de los esteroides y en la oxidación de
los ácidos grasos y p e q u e ñ a s cantidades de al-
cohol, producidas n a t u r a l m e n t e en el proceso
CAUSAS digestivo, la competencia p o r esta enzima con-
d u c e a la acumulación de triglicéridos en el
Muchas entidades patológicas provocan cirro-
hepatocito, q u e se llena de grasa (lipomatosis);
sis hepática; sin e m b a r g o , éstas p u e d e n agru-
en seguida ocurre la rotura de la m e m b r a n a
parse en 10 causas, si bien este capítulo sólo
celular y la m u e r t e . Los hepatocitos son susti-
a b o r d a las cuatro principales. Hay que decir que
tuidos por fibrosis centrolobulillar, depósito de
la mayor p a r t e de los pacientes padece más de
colágena y fibrosis "en p u e n t e " que conecta las
u n a causa; en México las más frecuentes son
áreas central y portal.
cirrosis alcohólica nutricional, viral o posnecró-
tica, colestásica p o r obstrucción de las vías bi- Entre las zonas de m u e r t e y fibrosis q u e d a n
liares y la llamada cardiaca, ocasionada p o r re- otras con hepatocitos sanos q u e e m p i e z a n a
zago de la circulación venosa en enfermedades r e g e n e r a r el tejido m u e r t o y que forman los
q u e sobrecargan el hemicardio d e r e c h o . "nodulos de regeneración". Así se establece la
cirrosis. Los lípidos que se a c u m u l a n en el he-
patocito dan lugar al hígado graso o esteatosis
hepática; el hígado a u m e n t a de t a m a ñ o (hepa-
A N A T O M Í A PATOLÓGICA tomegalia) y constituye la llamada cirrosis de
Hanot. Este último trastorno no es u n a verda-
La destrucción de la celdilla hepática y su susti-
dera cirrosis, pues si se suprime el hábito alco-
tución p o r tejido fibroso, con d a ñ o de los sinu-
hólico el individuo p u e d e recuperar la salud,
soides y colangiolos y con carácter irreversible y
se metabolizan de inmediato las grasas y la vis-
progresivo, es la base de los cambios histológi-
cera recobra su t a m a ñ o y funciones. El h í g a d o
cos; también existen acumulaciones de linfoci-
d u r o , fibroso, p e q u e ñ o , nodular, con p é r d i d a
tos, inflamación, presencia aveces de parásitos
de funciones y de color verde c o r r e s p o n d e a la
o depósitos de hierro.
llamada cirrosis de Laennec y es el estado final
El a u m e n t o de tejido conectivo se d e b e a de la cirrosis alcohólica nutricional.
que se forma más del que se destruye. La fibro-
sis aparece al principio en tres lugares: alrede-
d o r de los hepatocitos, en los espacios porta y Cirrosis posnecrótica
en d e r r e d o r de los conductillos hepáticos pro-
liferados. El tejido fibroso rodea al tejido sano En la hepatitis p o r virus hay factores q u e impi-
y c o m p r i m e los vasos. En los sitios d o n d e no den la eliminación de tales virus. E n t r e esos
hay tejido fibroso se forman nodulos de rege- factores se e n c u e n t r a la deficiencia i n m u n o l ó -
neración, con lo q u e la viscera adquiere una gica que impide que el paciente elimine el vi-
consistencia d u r a y nodular. El tamaño de los rus; por el contrario, después de un p e r i o d o
nodulos no tiene n i n g u n a significación. variable, frecuentemente de varios años, el an-
Las bandas fibrosas desbordan toda la es- tígeno central del virus de la hepatitis B (HBV)
tructura hepática y obstruyen venas, sinusoides se vuelve parte integral del g e n o m a del h e p a t o -
y canalículos biliares; por su parte, la obstruc- cito. Las hepatitis A y E no p r o d u c e n cirrosis; la
ción biliar p r o d u c e ictericia por el paso de bili- B es causante de la mayoría; la D y C están en
rrubina conjugada a la sangre. La ictericia es estudio.
causante del color amarillo, verde o verde oscu- En las décadas pasadas se consideraba q u e
ro que tiene la mayor parte de los hígados ci- el HBV se transmitía sólo p o r vía parentcral,
rróticos. transfusión o inyección con agujas contamina-
380 Enfermedades de hígado y páncreas

das de sangre; sin embargo, este virus no es Las descritas son las principales formas de
nuevo y las investigaciones demuestran que su cirrosis, aunque existen otras que se menciona-
principal vía de transmisión es la sexual, tanto ron en el cuadro 60-1. Todas las formas de ci-
heterosexual como homosexual. La vía paren- rrosis terminan con un patrón histológico muy
teral sí existe pero no es la principal ni la única; parecido, difícil de diferenciar en meros cortes
por eso el nombre de "hepatitis a suero" ya no histológicos.
es apropiado.
Después de la infección por el HBV, el he- PATOGENIA
patocito interactúa con el complejo principal
de histocompatibilidad (HL) y los linfocitos T La lesión de la celdilla hepática o su sufrimien-
citotóxicos lo destruyen por la acción de citoci- to por presión, la falta de irrigación o la fibrosis
nas, eliminando al HBV y fomentando la inmu- hacen que las funciones del hígado se deterio-
nidad. En ocasiones la acción de los linfocitos ren: como se sabe, una gran parte de las funcio-
T es anormal e insuficiente; la infección (HBV) nes metabólicas del organismo se realizan en
se hace crónica en algunos hepatocitos y otros este órgano, de manera que su disfunción pue-
son destruidos. El paciente puede no tener sín- de causar la muerte. Sin embargo, el hígado
tomas, pero los hepatocitos destruidos son sus- tiene una enorme capacidad de regeneración;
tituidos por bandas fibrosas de colágena (la además, su función puede parecer íntegra al
precolágena y la fibronectina, precursores de clínico, aun con el 80% del órgano afectado. A
la colágena, pueden ser producidas por los pro- pesar de ello, después la función hepática se
pios hepatocitos). Esta condición persiste como altera porque los nutrimientos no le llegan y el
hepatitis crónica activa hasta qtie la cirrosis hepatocito dañado no ejerce bien sus funcio-
abarca todo el hígado. nes metabólicas. Sus productos son defectuo-
sos o liberados en cantidades menores o mayo-
res de lo normal; otros son anormales, como
Cirrosis cardiaca los vasoactivos y los precursores de la colágena,
y muchos son francamente tóxicos.
Cuando por diferentes razones la circulación
de sangre venosa (de retorno al corazón, aurí- La obstrucción biliar produce retención de
cula y ventrículo derechos) se rezaga, se forma sales biliares; la falta de éstas en el intestino
un lago venoso en la vena cava y el sistema porta. altera la absorción de lípidos, como la vitamina
Esto ocasiona gran dilatación de los sinusoides K (que es liposoluble), con la consecuente falta
hepáticos; primero aumenta de tamaño el hí- de los factores incluidos en la cascada de la
gado, luego la presión daña y destruye a los coagulación. Se producen falsos neurotransmi-
hepatocitos y, en consecuencia, se reprodttce el sores y sustancias vasoaclivas. La sangre condu-
cuadro de fibrosis ya descrito. Si se puede co- cida por la vena porta al hígado contiene mu-
rregir el problema circulatorio antes de que se chas sustancias que deben ser metabolizadas por
produzca el daño celular, con medidas quirúr- los hepatocitos; la sangre entra a la circulación
gicas u otro tratamiento, el trastorno es rever- general por los cortocircuitos, con los nutrimen-
sible. tos procedentes de la digestión sin metabolizar
por el hígado. Sustancias tales como elementos
nitrogenados, amonio, mercaptano o fenol
intoxican al cirrótico, impiden el funcionamien-
Cirrosis biliar o cirrosis por colestasis to normal del sistema nervioso central y produ-
La obstrucción de las vías biliares impide que la cen la encefalopatía hepática.
bilis pase al intestino, por lo que se estanca en La fibrosis y la pérdida de la estructura he-
los canales intrahepáticos, provocando gran pática hacen que sea gradualmente más difícil
dilatación del árbol biliar. La bilirrubina direc- el paso de la sangre a través del hígado. En este
ta, en vez de excretarse al intestino, pasa a la último y en el sistema esplácnico existen factores
sangre, lo cual produce acolia, coluria y gran vasoactivos de vasoconstricción y vasodilatación
ictericia. Los hepatocitos son comprimidos por a nivel de la microcirculación que permiten
los colangiolos dilatados y después destruidos, mantener la presión sanguínea intrahepática
y se repite la sustitución por bandas fibrosas y casi constante, pero si se establece la hiperten-
todo el cuadro ya analizado. Si la obstrucción sión clel sistema portal continúa la disfunción
biliar cede el proceso es reversible, pero si per- hepática y hay retención de líquidos en la cavi-
siste el hígado se torna duro, verde y nodular. dad peritoneal. Esta alteración se llama ascitis.
Capítulo 60 • Cirrosis hepática 381

Por las mismas causas se acumulan líquidos Muchos factores de la coagulación dejan de
en los tejidos periféricos, con edema de miem- elaborarse en el hígado; esto, unido a la trom-
bros inferiores. El secuestro de líquido es favo- bocitopenia, causa en el cirrótico una tenden-
recido por la disminución de albúmina y la re- cia hemorrágica que puede llegar a la fibrinóli-
tención de sodio, así como por el aumento de sis anormal primaria que impide la coagulación
la producción de linfa. normal.
El exceso de sangre a presión en el sistema
portal propicia su paso a otras vías que la deri-
van hacia la circulación general; esto se conoce CUADRO CLÍNICO
como cortocircuitos portosistémicos. Un ejem- Cuando la cirrosis está avanzada el diagnóstico
plo de ellos son las varices esofágicas, o dilata- clínico no es difícil, pero el pronóstico es muy
ciones de las venas del tercio inferior del esófa- malo. Por esta razón deben identificarse los
go, que favorecen el paso de la sangre al siste- posibles portadores de cirrosis, en particular por
ma ácigos. La cabeza de medusa se produce por los factores de riesgo o por los síntomas.
el paso de la sangre en las venas abdominales Es preciso determinar el grado de avance
superficiales. Las hemorroidales forman las de la enfermedad y también prevenir y diagnos-
hemorroides, que permiten el paso de la san- ticar las complicaciones.
gre del sistema portal a la hipogástrica y de allí En el cuadro 60-3 se exponen las manifes-
a la cava inferior. Cuando por alguna razón las taciones clínicas de la cirrosis hepática.
varices esofágicas se erosionan, éstas pueden
causar hemorragias capaces de ocasionar la
muerte. Antecedentes
Ante un paciente sin diagnóstico claro, pero con
Síndrome hepatorrenal antecedentes etiológicos de cirrosis, ésta debe
descartarse por medios clínicos de laboratorio
El cirrótico presenta isquemia renal por dos
y gabinete.
causas. Primero, por la disminución del volu-
men sanguíneo útil, que se debe a la retención
de líquido y sangre en el abdomen y la porta, Síntomas generales
aumento de la linfa, producción de ascitis, re-
ducción de la albúmina y consecuente descen- Son anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, debili-
so de la presión osmótica. Segundo, los facto- dad, pérdida de peso, ictericia, hemorragia
res vasoactivos liberados por el hígado provo- gastrointestinal y aumento de volumen abdo-
can vasoconstricción periférica y aumento del minal.
lecho esplácnico. El riñon, ante la disminución
del volumen sanguíneo, produce renina y acti-
CUADRO CLÍNICO INICIAL
va el eje renina-angiotensina-aldosterona, con
lo cual ocurre una drástica retención de sodio La desnutrición puede ser un síntoma de cirro-
y agua y empeora el estado hiperdinámico. Se sis pero también un factor etiológico. Habitual-
compromete el funcionamiento renal, no se mente se acompaña de disminución de peso,
depuran creatinina, urea ni azoados y entonces cabello quebradizo sin brillo, atrofia de los
se presenta la insuficiencia renal, que es más músculos temporales y maseteros y glositis do-
notoria si por alguna causa existe una lesión lorosa.
renal previa. Está comprobado que los ríñones La hepatomegalia tiene mucho valor en la
de cirróticos trasplantados a personas no cirró- cirrosis: el hígado blando es por lo general gra-
ticas funcionan perfectamente. Es decir, el sín- so; el hígado pequeño y duro indica una cirro-
drome hepatorrenal depende de la fisiología sis más avanzada.
alterada en el hígado cirrótico. La hepatomegalia se puede confundir con
plastrones, tumores o abscesos; otras veces, al
Hiperesplenismo igual que la esplenomegalia, no puede ser pal-
pada por la presencia de ascitis. El hedor hepá-
La congestión esplénica aumenta el sistema tico es un aliento sui gencm que padecen los
reticuloendotelial del bazo y produce hiperes- cirróticos por la presencia de productos no
plenismo; éste se manifiesta por anemia, leuco- destoxicados por el hígado que se dispersan en
penia y trombocitopenia. los gases respiratorios.
382 Enfermedades de hígado y páncreas

Cuadro 60-3. Cuadro clínico de cirrosis hepática Tendencia hemorragípara. Se presentan pete-
quias, p e q u e ñ o s puntos p o r h e m o r r a g i a intra-
Síntomas generales
Anorexia Diarreas
dérmica y equimosis (hemorragias subcutáneas
Náuseas Debilidad de color azuloso y después amarillo verdoso, de
Vómitos Pérdida de peso t a m a ñ o variable).
Desnutrición Síntomas por falsos neurotransmisores. Temblor
Cabello quebradizo y sin Emaciación irregular ele las manos, conocido como asterixis,
brillo y signo de la rueda dentada, q u e consiste en la
Edema de miembros
dificultad para e x t e n d e r o fiexionar el antebra-
inferiores
Atrofia de músculos zo sobre el brazo (al hacerlo pasivamente se
temporales y maseteros observan saltos, como si se brincara de un dien-
Insuficiencia hepática te a otro en una rueda d e n t a d a ) .
Hepatomegalia Hepatalgia Síntomas por hipertensión portal. Son varices
Hedor hepático Asterixis esofágicas, h e m o r r o i d e s , a u m e n t o de la red
Rueda dentada Confusión
Letargía Coma
venosa colateral abdominal, también llamada
Petequias Equimosis "cabeza de m e d u s a " y c r e c i m i e n t o del bazo.
Hiperestrogenismo
Aparece asimismo ascitis, qtie i n c r e m e n t a el
Alopecia pectoral Alopecia axilar volumen abdominal, como un gran globo lleno
Vello ginecoide en pubis Atrofia testicular de agua, y que se le conoce c o m o vientre en
Hipertrofia parotídea Ginecomastia batracio. Por último, se observa un e d e m a ca-
Impotencia Trastornos menstruales
racterístico (presacro, maleolar y de miembros):
Hiperdinamia circulatoria al presionar con el d e d o p e r m a n e c e la marca
Eritema palmar Telangiectasias
(signo de g o d e t c ) .
Hipotrofia tenar e Dedos hipocráticos
hipotenar Uñas en vidrio de reloj Signos de hiperdinamia circulatoria. Eritema
Pérdida de lúnula ungular palmar, color rojizo en las palmas de las manos,
Disociación pulso- hipotrofia tenar e h i p o t e n a r p o r p é r d i d a de
temperatura
masa muscular en estas eminencias (la m a n o
Obstrucción biliar
adquiere un aspecto a p l a n a d o y simiesco); de-
Ictericia, acolia, coluria,
prurito
dos en palillo de tambor, con la última falange
e n s a n c h a d a , u ñ a s p u n t i a g u d a s y sin l ú n u l a
Hipertensión porta
Red venosa colateral (Cabeza de medusa) ungular. Esto se d e b e a factores h o r m o n a l e s y a
abdominal Ascitis la incapacidad del hígado para inactivar sustan-
Esplenomegalia Hemorroides cias vasoactivas, que también ocasiona q u e el
Hernia umbilical Derrame pleural cirrótico curse con taquicardia y t e m p e r a t u r a
Edema presacro Hematemesis
Varices esofágicas Hemorragias digestivas
normal o baja. Esto se conoce c o m o disociación
Melena pulso-temperatura.
Síntomas por obstrucción biliar. Los pacientes
cirróticos sufren ictericia, ya sea c o m o causa
primaria de la e n f e r m e d a d o c o m o resultado
de la fibrosis del árbol biliar; las bilirrubinas
Síntomas de hiperestrogenismo. Estos son hiper- a u m e n t a d a s en la sangre confieren un color
trofia de las glándulas parótidas, atrofia de los amarillo a los tegumentos, piel, conjuntivas y
maseteros y a u m e n t o del tejido fibroso y de la mucosas; se aprecia coluria (color café oscuro
grasa. También aparecen telangiectasias, peque- de la orina) y heces pálidas, c o m o mastique
ñas arteriolas enroscadas y finas, como vellos, (acolia).
que se ubican en mejillas, nariz, tronco, brazos Encefalopatía hepática. Se padece confusión
y m a n o s (que desaparecen m o m e n t á n e a m e n t e mental, letargía y coma hepático; se p i e r d e n los
si se las presiona para luego volver a llenarse reflejos, la conciencia y la vida.
del c e n t r o a la periferia). Asimismo p u e d e n
presentarse ginecomastia, que es la hipertrofia
DIAGNOSTICO Y DIAGNOSTICO
de las glándulas mamarias en el varón, hipotro-
DIFERENCIAL
fia testicular, distribución ginecoide del vello
púbico, disminución del pelo axilar y pectoral, La cirrosis hepática no es un p a d e c i m i e n t o pri-
impotencia masculina y trastornos menstruales mario, siempre es consecuencia de otro proble-
en la mujer. ma que le antecede, c o m o ya se explicó, y tarda
Capítulo 60 • Cirrosis hepática 383

años en establecerse como irreversible. El clíni- do por la infusión de lidocaína, ha demostrado


co debe identificar la presencia de uno o varios ser altamente específica en el diagnóstico de la
factores de riesgo y determinar el grado de daño función hepática.
hepático y sus complicaciones. El número de Bilirrubinas en suero. La bilirrubina se excre-
pruebas de laboratorio y gabinete para el estu- ta por la bilis como bilirrubina conjugada y fa-
dio del hígado es enorme; sólo se mencionan vorece el control de la flora bacteriana y la
las más importantes. emulsificación de las grasas para su absorción
en el intestino. Existe bilirrubina directa e indi-
Biometría hemática. La conocida tendencia recta; en la cirrosis colestásica la primera que
hemorragípara, causada por problemas de la se eleva es la directa y después la indirecta. En
coagulación y por el hiperesplenismo, refleja en general, ambas pueden estar elevadas en la ci-
la biometría hemática anemia, trombocitopenia rrosis. La cifra normal de las dos debe ser me-
y leucopenia; sin embargo, cuando existe una nor de 1 mg/100 mi. La transaminasa glutami-
infección agregada, el cirrótico suele pasar de cooxaloacética (TGO) y la transaminasa gluta-
una leucopenia a una cifra aparentemente nor- micopirúvica (TGP) casi siempre se alteran y se
mal de leucocitos, que en sus condiciones co- elevan hasta 3 000 U en la hepatitis, pero no en
rresponde a una leucocitosis. la cirrosis.
Pruebas de funcionamiento hepático. El tiem- Amilasa. No se encuentra elevada.
po de protrombina (TP) puede estar alargado Fosfatasa alcalina. Se genera en la pared de
por dos causas principales: falta de síntesis de los conductos biliares. Cuando la bilis está so-
la protrombina en el hepatocito o falta de ab- metida a presión dentro de ellos sus valores
sorción de la vitamina Ka nivel del intestino. Si aumentan, como en la obstrucción biliar o en
la administración de vitamina K no normaliza la cirrosis con ictericia.
el TP, entonces existe mal funcionamiento hepá- Electrólitos séricos. Las cifras de sodio tienden
tico y, si lo corrige, lo que falta es su absorción a disminuir, pero el clínico no debe intentar nor-
o su síntesis en la flora bacteriana intestinal. malizarlas ya que el cirrótico tiene una toleran-
Colesterol disminuido. Existen 200 mg o me- cia muy pobre a este electrólito. El potasio se
nos, al igual que los triglicéridos. vigila durante la administración de diuréticos.
Glucosa en sangre. Baja (60 mg/100 mi) y Urea, amoniaco, NNP (nitrógeno no proteico) y
ocurre agotamiento de glucógeno; algunos ci- creatinina. Para determinar los requisitos dieté-
rróticos tienen hipoglucemias y pueden caer ticos y el estado nutricional, el índice creatini-
incluso en coma. na-talla es un parámetro muy útil, siempre que
Proteínas plasmáticas. Se miden la albúmina, no haya daño renal. Si la creatinina es superior
producida principalmente por los hepatoci- a 1.0 mg entonces existe un problema renal. La
tos, que debe ser de 3 a 4 mg/ml, y las globuli- urea, el amoniaco y el NNP se elevan por corto-
nas liberadas por el sistema reticuloendotelial circuitos portosistémicos naturales o artificiales,
(SRE), con similar cifra. En la cirrosis se elevan así como por daño renal y producen encefalo-
las globulinas y bajan las albúminas. La relación patía.
a/g se obtiene al dividir la cifra de albúmina Examen general de orina. Es de gran utilidad
entre la de globulina; el cociente normal debe y demuestra la presencia de eritrocitos, leuco-
ser de 1 a 1.5; en la insuficiencia hepática se citos, sustancias nitrogenadas, proteínas, excre-
invierte la relación y se obtienen cifras meno- ción o falta de Cl, Na, K y pigmentos biliares.
res de 1, como 0.7 o 0.5. La suma de ambas (a La excreción de creatinina en 24 horas es prue-
+ g) debe ser de 5 a 7 mg; se le llama proteínas ba de función renal.
totales (PT). En la cirrosis llegan a encontrarse Factor de regeneración hepática. Es un mitóge-
valores de PT hasta de 2 mg/ml. no importante; sus niveles hemáticos pueden
Electroforesis de proteínas. Especifica el esta- servir para establecer la presencia de degenera-
do de las lipoproteínas, alfa-1, alfa-2, prebeta y ción o regeneración del hígado.
beta. En la cirrosis está aumentada la lipopro- Estudio coprológico. Muestra acolia en la obs-
teína alfa-1; en casos graves se retarda su migra- trucción biliar y sangre macroscópica o sangre
ción con una banda ancha de lipoproteína alfa- oculta en las hemorragias por tendencia hemo-
1. En la hepatitis por virus B las lipoproteínas rragípara o en las varices o hemorroides.
alfa se incrementan. Placa simple de abdomen. Puede mostrar el
Depuración de la lidocaína. La prueba de la signo de vidrio esmerilado que se presenta en
determinación del metabolito MEGX, produci- la ascitis v también la distensión del abdomen
384 Enfermedades de hígado y páncreas

por la misma causa; se puede valorar asimismo TRATAMIENTO


el tamaño del bazo y el hígado y puede detectar
litiasis radiopaca. El primer objetivo del tratamiento en la cirrosis
Serie esofagogastroduodenal. Demuestra vari- debe ser suspender oportunamente la exposi-
ces esofágicas, úlceras gástricas o duodenales y ción del paciente al agente causal; una vez con-
tumores. firmada es por lo regular imposible evitar su
Telerradiografía de tórax (o serie cardiaca). Re- progresión, en particular si es por el virus B de
vela el grado de riesgo cardiopulmonar, espe- la hepatitis. La colchicina a dosis de 1 mg cada
cialmente en la cirrosis cardiaca. En la ascitis 8 h ha demostrado su capacidad para impedir
grave puede existir desplazamiento de ambos la fibrinogénesis y para favorecer la fibrinólisis.
hemidiafragmas hacia arriba y líquido pleural Con el mismo efecto, y en orden de eficacia, se
en los senos costodiafragmáticos. administran en la actualidad la S-adenosil-me-
Ultrasonografía. Es útil y práctica; los apara- tioninay la metiloltinona, el interferón recom-
tos de tiempo real con microtransductores pue- binante, la ofloxacina, la penicilamina y el áci-
den mostrar nodulos hasta de 3 mm (los más do ursodesoxicólico. El shosaikoto parece redu-
comunes son de 2 o 3 cm), así como fibrosis. El cir los efectos colaterales del interferón. La ri-
uso de Doppler en el riñon puede adelantar el fampicina y la colestiramina son útiles en la
diagnóstico de vasoconstricción renal antes de colestasis intrahepática.
que aparezca la ascitis y es de valor pronóstico. El sulfato de zinc tiene efecto protector
lomografía axil computadorizada y resonancia sobre el daño hepático por alcohol. Todo en-
magnética. Proporcionan información muy cla- fermo ictérico debe recibir vitamina K por vía
ra e invaluable. La resonancia magnética tiene parenteral, 10 o 20 miligramos.
en la actualidad la capacidad de demostrar la Las prostaglandinas mejoran la función
esteatosis hepática con registro de diferentes hepática. El mebendazol ha dejado de usarse.
moléculas. Ya no se recomiendan los esteroides en la ci-
Gammagrama hepatoesplénico. Aunque deta- rrosis.
lla el funcionamiento del hígado, incluso por En la encefalopatía han proporcionado
lóbulos, cada vez se usa menos. buenos resultados, para el tratamiento de los
Colangiografía percutánea con aguja fina. Es nitrogenados, el benzoato de sodio y el fenilbu-
muy útil en el diagnóstico de la obstrucción tirato, que facilitan la excreción de la fenilglu-
biliar. tamina como vía alterna para la eliminación del
Biopsia hepática. Actualmente se usa casi de nitrógeno.
manera exclusiva con aguja de Thrucut. En
México el doctor Cosme Suárez publica un 80% Dieta
de certeza en el diagnóstico de cirrosis, lo que
es de gran ayuda para el diagnóstico diferencial. De las investigaciones acerca del metabolismo y
Paracentesis diagnóstica. Con esta prueba se la fisiología intestinal del cirrótico se ha despren-
obtiene líquido de ascitis para someterlo a cul- dido que la mayor proporción de su gasto ener-
tivo bacteriológico y citológico, que son estu- gético proviene de la oxidación nocturna de la
dios importantes en el diagnóstico diferencial grasa, que es hasta tres veces superior respecto
de las causas de ascitis. del sujeto normal. En el cirrótico el gasto ener-
Panendoscopia. Es la técnica realizada me- gético es directamente proporcional a la masa
diante fibroscopio que permite observar varices corporal magra e inversamente proporcional a
esofágicas, úlceras y gastritis hemorrágicas, ade- la intensidad de la hepatopatía; necesita un
más de lesiones tumorales; también posibilita promedio de 30 a 55 kcal/24 h. Se aconseja que
la obtención de biopsias y, si se combina con la la dieta tenga fibra y que incluya hidratos de
escleroterapia, se transforma en un método carbono, proteínas (30% de origen animal y
terapéutico. El estudio rectosigmoidoscópico 70% vegetal), cuando menos 1 g por kilogramo
tiene valor similar. de peso, grasas vegetales de cadena ramificada,
que son bien toleradas, además de las vitami-
Otros estudios, como la esplenoportografía, nas D, K, E, A, C y las del complejo B. No hay
hepatoportografía, portograíía de retorno, an- que confundir la dieta del cirrótico compensa-
giografía mesentérica y arteriografía del tronco do con la del ascítico o con la del paciente con
celiaco no están exentos de riesgo y se les em- encefalopatía. En la encefalopatía deben pro-
plea muy selectivamente. porcionarse fibras y menos proteínas.
Capítulo 60 • Cirrosis hepática 385

Los cirróticos deben tener información de Derivaciones portosistémicas


su enfermedad, en especial para identificar las
complicaciones tempranas. Desde hace muchos años se pensó que si la cir-
culación portal se canalizaba a la cava inferior
el problema se resolvería: al ceder la presión
Hipertensión portal no habría varices. El razonamiento es correcto;
La hemorragia de las varices esofágicas es un sin embargo, el paso de las sustancias nitroge-
problema serio en la hipertensión portal; a nadas directamente a la circulación sistémica
menudo es incontrolable y mortal pues se com- produce intoxicación y encefalopatía. Por este
plica con coagulopatías, desnutrición e infec- motivo sólo se utiliza en pacientes con buen
ciones. funcionamiento hepático y se obtienen mejo-
El cirrótico tiene hemorragias por varices, res resultados (Child 1 o 2, cuadro 60-2).
gastritis alcohólica u otra causa, por lo que an- Las derivaciones más usadas en la actuali-
tes de iniciar el tratamiento es indispensable dad son la esplenorrenal y la esplenocava. El
definir el diagnóstico. En la actualidad el me- uso de TIPS (puentes intrahepáticos portosis-
dio más conveniente es la endoscopia, que al témicos), que son pequeños tubos colocados
mismo tiempo puede controlar la hemorragia dentro del parénquima hepático con los que se
mediante esclerosis, ligadura con bandas de crean tales puentes, han resultado un alivio
hule o embolización. Es posible lograrlo tam- temporal, ya que la fibrosis hepática los rodea y
bién con medicamentos vasoactivos, como pro- los obstruye.
pranolol, octreótido cíclico, somatostatina y
gilpresina en bolos, que han demostrado mejor
resultado a largo plazo que la escleroterapia; Reducción del flujo de las varices
además, tienen la ventaja de actuar en todo el esofágicas
tubo digestivo. También se usa hoy día la terli-
presina-nitroglicerina. Ya no se aconsejan la Existe una serie de operaciones que pretenden
vasopresina y el verapamil por sus efectos se- reducir el flujo de sangre a las venas esofágicas
cundarios y menor eficacia. La suspensión de y dejar el resto en hipertensión. El método de
la vía oral es importante; se administra solución Sigiura corta y reanastomosa el esófago. El gru-
glucosada al 5%, albúmina y sangre fresca, ya po del Hospital Militar de México ha practica-
que estos pacientes carecen de muchos facto- do con éxito un gran número de desvascula-
res de la coagulación. El gluconato de calcio no rizacíones esofagogástricas con engrapadora
se debe olvidar para sustituir el calcio fijado por mediante métodos miniinvasivos. El procedi-
los anticoagulantes de la sangre transfundida. miento del doctor Roberto Blanco, por su par-
te, practica una gastrogastroanastomosis for-
mando un anillo en torno del esófago distal,
Sondas de balones que lo comprime desde afuera como un balón,
cuya presión aumenta cuando se eleva la pre-
Existen numerosas sondas esofágicas para vari- sión intraabdominal. Existen ya numerosos ca-
ces, algunas muy novedosas por sus tamaños, sos efectuados con esta técnica con buenos re-
formas y materiales (tienen diversos nombres). sultados.
Actúan al ejercer presión externa desde la luz
del esófago para colapsar las varices. Tienen dos
balones que se pueden inflar separadamente, Trasplante hepático
además de una luz en toda su extensión. El
balón inferior es pequeño y se pasa hasta el Algunos países realizan esta operación con éxi-
estómago; se infla y luego se tira de la sonda to y son numerosos los pacientes que tienen
hasta que se fija en el cardias. Después se insufla sobrevida a cinco años; los mejores resultados
el balón superior, que mide alrededor de 20 cm se obtienen en niños, alcohólicos y cirrosis bi-
de largo, y se le aplica una presión de 25 a 45 liar primaria (CBP); los peores en individuos
mmHg. Hay que usar la presión mínima que con cirrosis viral o con tumores malignos (ya
logre detener la hemorragia para evitar la ne- que la viscera trasplantada contrae la enferme-
crosis de las paredes esofágicas. Se realizan la- dad del receptor). En México existe desde 1985
vados con agua hasta que cede la hemorragia y un programa activo de trasplantes que está fun-
luego se deja la sonda por un día (no es acon- cionando bien en el Instituto Nacional de la
sejable dejarla por más tiempo). Nutrición "Salvador Zubirán".
386 Enfermedades de hígado y páncreas

Ascitis PRONOSTICO
La ascitis debe tratarse cuando compromete las En la actualidad se acepta que el enfermo ci-
funciones cardiaca o respiratoria. El tratamien- rrótico con diagnóstico histopatológico confir-
to conservador consiste en reposo y restricción mado tiene una supervivencia promedio de cin-
de líquidos (800 a 1 000 ml/24 h) y sodio. El co años en el 50% de los casos. Si se inicia el
vaciamiento intensivo por paracentesis o por tratamiento en la fase precirrótica es posible
diuréticos puede dar lugar a encefalopatía. La tener gran éxito, en especial si el paciente no
espironolactona es el diurético de elección a abandona el tratamiento al sentirse mejor, pues
dosis de 25 mg cuatro veces al día, que se au- de lo contrario reincide en el alcoholismo.
menta paulatinamente hasta 100 mg cada dos a
cuatro días, con control de electrólitos y sustan-
cias nitrogenadas. Puede agregarse furosemida PROFILAXIS
acompañada de potasio.
Se pueden evitar las complicaciones de la Deben evitarse las causas de la cirrosis. Hoy en
paracentesis de ascitis administrando dextrán día las cuatro causas principales en México
70 IV, 6 g por litro de ascitis extraída, u otros pueden evitarse o curarse. La primera es la
expansores del plasma de menor costo que la hepatitis por virus B y requiere vacuna recom-
albúmina. Con esta precaución el grupo de binante de levadura a grupos de alto riesgo,
como trabajadores de la salud, homosexuales y
Barcelona informa menor incidencia de hipo-
trabajadores sexuales. La sangre utilizada debe
natremia y encefalopatía respecto de los diuré-
cubrir los requisitos exigidos por el Centro
ticos.
Nacional de la Transfusión Sanguínea y debe
Es posible colocar una válvula de Silastic que evitarse el uso de jeringas contaminadas entre
permita el paso de la ascitis a la yugular, aun- los toxicómanos. Son coadyuvantes también el
que hasta ahora su uso no ha sido enteramente sexo seguro, la abstinencia y uso del condón,
satisfactorio pues las válvulas se obstruyen e según sea la preferencia. La segunda causa es
infectan. el alcoholismo y amerita la suspensión del hábi-
to alcohólico. Por último, las causas cardiaca y
Encefalopatía hepática colestásica exigen atención medica y quirúrgi-
ca oportuna de los problemas cardiovasculares
La hemorragia del tubo digestivo o la ingestión y obstructivos biliares.
excesiva de proteínas aumenta el amonio que
entra en la circulación y propicia la encefalopa-
tía. Primero se aspira la sangre o se evacúa con
enemas o catárticos. Se suministran antibióti-
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Capítulo 60 • Cirrosis hepática 387

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Síndrome ictérico
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN ácido glucurónico, con formación de glucuró-


nido de bilirrubina; a esta reacción se le deno-
El síndrome ictérico es la coloración amarilla mina conjugación y en ella se transforma de
de la piel y las mucosas provocada por el exceso bilirrubina indirecta a directa o conjugada; este
de bilirrubina circulante que pigmenta los te- cambio tiene lugar en el retículo endoplásmico
jidos. de la célula hepática y entonces la enzima glu-
Para facilitar la comprensión del tema con- curoniltransferasa cataliza a la bilirrubina. En
viene recordar el metabolismo normal de las una fase conocida como excreción, la bilirrubi
bilirrubinas (fig. 61-1). Las bilirrubinas séricas na conjugada se elimina con la bilis, pasa a los
provienen de tres fuentes. En primer lugar se canalículos biliares y, a través del colédoco, lle-
obtienen de la destrucción de glóbulos rojos ga al intestino delgado donde se transforma en
que han terminado su ciclo de vida después de urobilinógeno, que confiere color café a las
circular 120 días en el torrente sanguíneo; este heces. En el trayecto intestinal esta sustancia st
proceso aporta el 80% del total. En segundo absorbe y pasa a la sangre; una parte llega al
lugar de la aniquilación de células eritroides en hígado para completar el ciclo enterohepático;
proceso de maduración, a la que también se el urobilinógeno se elimina con la bilis para lle-
denomina eritropoyesis ineficaz. La tercera gar otra vez al intestino, mientras otra parte lle-
fuente es el metabolismo de varias proteínas que ga con la sangre al riñon y se excreta con la
contienen el compuesto conocido como "hem", orina.
que se libera en el suero, como es el caso de la Este síndrome puede afectar al ser huma-
mioglobina muscular, los citocromos hepáticos no desde la primera infancia hasta la anciana
y otras sustancias ubicadas en todo el organis- dad y varía en frecuencia según el sexo, la edad
mo (fig. 61-1). y la ocupación. Un porcentaje elevado de niños
Los glóbulos rojos, así como las células recién nacidos tiene bilirrubina elevada de
eritroides, liberan hemoglobina al destruirse; manera transitoria; en los prematuros es más
ésta queda libre en la sangre y se divide en dos común e intensa. El virus A de la hepatitis pro-
productos, el grupo hem y la globina (fig. 61-1). voca en escolares yjóvenes la mayor incidencia
El primero se transforma en biliverdina y a partir y también causa síndrome ictérico. En adultos
de ella se sintetiza la bilirrubina indirecta, tam- son causa de ictericia las hepatitis por virus A,
bién llamada no conjugada, que se une a la al- B, C, D o E, así como la coledocolitiasis que
búmina para circular en los líquidos corpora- complica el 12% de las colecistopatías, que a su
les; de esta manera llega a los hepatocitos y vez están presentes en el 5 a 10% de la pobla-
penetra la membrana por difusión o por trans- ción. En personas mayores de 60 años alcanza
porte (este proceso se conoce como captación). la mayor incidencia debido a las neoplasias de
Una vez dentro del hepatocito la bilirrubina se la cabeza del páncreas o de las vías biliares.
une a unas proteínas denominadas ligandinas Existen varias formas de clasificar la icteri-
(glutatión S, transferasa B), que tienen la fun- cia; la más simple las divide de acuerdo con las
ción de impedir su retorno al plasma. causas, que pueden ser prehepáticas, intrahe-
La bilirrubina indirecta no es hidrosoluble; páticas y poshepáticas. En las primeras la bili-
para excretarse con la bilis necesita unirse al rrubina se origina antes del hígado, por ejeni-
Capítulo 61 • Síndrome ictérico 389

Destrucción de Hemoglobina Eritropoyesis


glóbulos rojos 8 0 % ineficaz

Metabolismo
H E M
de proteínas que
contienen HEM

Biliverdina

Bilirrubina
indirecta

Célula hepática
Bilirrubina captación,
directa conjugación, excreción

Paso Ciclo
a enterohepático
intestino

Absorción y paso
Urobilinógeno a la sangre

Excreción Excreción de
con urobilinógeno Riñon
heces por la orina

Fig. 61-1. Ciclo de las bilirrubinas.

pío en la hemolisis; en las segundas la enferme- CAUSAS


dad se ubica dentro del hígado, como en la ci-
rrosis o en la hepatitis por virus; las terceras, Son muchas las causas de incremento de las
por último, involucran padecimientos que obs- bilirrubinas. En el cuadro 61-1 se relacionan las
truyen los conductos de eliminación, como los principales.
males de vías biliares o de páncreas. Esta mane-
ra de agrupar las ictericias resulta demasiado ANATOMÍA PATOLÓGICA
simple y es poco útil para llegar al diagnóstico
exacto. Los daños histológicos son muy diferentes;
Otra clasificación sencilla las agrupa en varían dependiendo del mal que origine la ic-
relación con el aumento de la bilirrubina, an- tericia.
tes y después de la conjugación; en el primer Si existe producción excesiva de bilirrubi-
grupo se incluyen las ictericias hemolíticas y los na, como en la causa hemolítica, sólo se advier-
trastornos de la captación, mientras que en el te destrucción de glóbulos rojos.
segundo caso se agrupan los males de la conju- Cuando el origen se localiza dentro del
gación y excreción. hígado las alteraciones morfológicas son diver-
390 Enfermedades de hígado y páncreas

Cuadro 61-1. Causas del síndrome ictérico

Elevación de bilirrubina no conjugada


1. Producción excesiva de bilirrubina
• Eritropoyesis ineficaz
• Hemolisis
• Absorción de un hematoma
• Transfusión de sangre almacenada
2. Reducción de captación hepática
• Sepsis
• Ayuno
• Intoxicación por ácido flavaspídico o novobiocina
3. Disminución de conjugación de bilirrubina indirecta
• Ictericia del recién nacido
• Síndrome de Crigler-Najjar tipo I
• Síndrome de Crigler-Najjar tipo II
• Síndrome de Cilbert
• Por medicamentos (cloranfenicol, pregnandiol, otros)
• Sepsis grave
Elevación de bilirrubina conjugada
1. Excreción ¡ntrahepática alterada
• Embarazo
■ Síndrome de Rotor
• Síndrome de Dubin-Johnson
• Hepatitis por virus
• Medicamentos (andrógenos, clorpromacina, anticonceptivos)
2. Excreción extrahepática alterada
■ Malformaciones de vías biliares extrahepáticas (quiste de colédoco, atresia)
■ Coledocolitiasis
• Cáncer de vías biliares extrahepáticas
• Cáncer de páncreas
• Yatrogenia (ligadura de colédoco)
• Parásitos en colédoco (Ascaris lumbricoides)

sas; por esa razón la biopsia hepática posee gran a la orina. No hay coluna (no se olvide que ésta
utilidad. Para más detalles, y también para abun- es resultado de la eliminación de bilirrubina
dar sobre las lesiones de vías biliares extrahepá- conjugada, hidrosoluble), que produciría un
licas, cáncer de colédoco, páncreas o ámpula color casi negro de la orina. Esto mismo ocurre
de Vatcr, se recomienda consultar los capítulos en la intoxicación por ácido flavaspídico, un
57, 59 y 60. fármaco antiparasitario que compite con la bi-
lirrubina para unirse con la ligandina.
PATOGENIA En la ictericia neonatal el problema radica
en la deficiencia de la conjugación, ya que el
Aumento de bilirrubina no conjugada niño no es aún capaz, de efectuar este proceso
y se eleva por tanto la bilirrubina no conjuga-
Un ejemplo de este tipo es la hemolisis, trastor- da, a veces llegando a impregnar los núcleos
no en el cual el hígado funciona bien, pero el básales del cerebro con kernicterus. En estos
excesivo aporte de bilirrubina rebasa la capaci- pacientes tampoco se presenta coluria y la colo-
dad funcional hepática de tal manera que esta ración de las heces es normal.
sustancia permanece en la sangre (no puede Se han descrito dos variedades del síndro-
eliminarse a través del riñon porque no es hi- me de Crigler-Najjar. El tipo I es el más grave;
drosoluble). Mientras tanto, el hígado expulsa tiene carácter hereditario recesivo y se caracte-
la mayor cantidad posible de bilirrubina por la riza por la disfunción de la enzima glucuronil-
bilis, que al llegar al intestino se transforma en transferasa, que imposibilita la conjugación. El
urobilinógeno; éste, que está incrementado, se tipo II (hereditario dominante) muestra defi-
resorbe a la sangre en mayor cantidad y, al pa- ciencia parcial de la misma enzima, pero ésta
sar por el riñon, se elimina en mayor propor- es menos grave. En las dos variedades se incre-
ción, lo ctial proporciona un leve color canela menta en la sangre la bilirrubina no conjuga-
Capítulo 61 • Síndrome ictérico 391

da, que no es hidrosoluble, y no se observa na no conjugada se acumula en la sangre (pues


coluda. En el tipo I no ocurre ninguna trans- la destrucción de células hepáticas impide que
formación de bilirrubina no conjugada en con- sea procesada); además, algunos hepatocitos
jugada, por lo cual esta sustancia no puede lle- aumentan de volumen por el edema y compri-
gar en absoluto al intestino y las heces no tie- men los canalículos biliares, con la consecuen-
nen color. te obstrucción e imposibilidad para eliminar la
El síndrome de Gilbert es un padecimiento bilirrubina ya conjugada. Como resultado, la bi-
benigno crónico que lo padece 3 a 5% de la lirrubina se eleva y se excreta por el riñon, lo
población. Se conocen dos variedades y en que origina coluria.
ambas existe un déficit parcial de la glucuronil- Oclusión de vías biliares extrahepáticas de cual-
transferasa; en algunos casos, además, la capta- quier causa: tumores, coledocolitiasis o malformacio-
ción de la bilirrubina indirecta es deficiente. La nes. En estos casos es imposible excretar la bili-
ictericia es de intensidad moderada con eleva- rrubina conjugada; ésta regresa al plasma y de
ción de bilirrubinas entre 1.2 y 3 mg/dl; no hay allí es captada por el riñon, que la elimina. La
coluna y las heces tienen color normal. bilirrubina le da una coloración oscura a la ori-
na (coluria) y es incapaz de llegar al intestino
Aumento de la bilirrubina conjugada pues está ocluida la vía biliar.; por tanto, no se
forma urobilinógeno y el color de las heces se
Se mencionan a continuación algunas situacio- torna pálido (hipocolia).
nes con ictericia de este tipo.
Ictericia del embarazo. También se le conoce
como colestasis intrahepática del embarazo. Es CUADRO CLÍNICO
un padecimiento poco común, que aparece en
el tercer trimestre, causado por la sensibilidad Los antecedentes contribuyen a definir el diag-
aumentada a los estrógenos y progestágenos que nóstico. Es importante investigar la ocupación
alteran la función excretora del hígado; se ele- del paciente ya que existe la posibilidad de un
va la bilirrubina conjugada o directa, muestra contacto con sustancias químicas; por ejemplo,
coluria y a veces hipercolia. El cuadro desapa- los trabajadores de la salud pueden relacionar-
rece después del parto de manera espontánea. se con virus de la hepatitis o el cantinero puede
Síndrome de Dubin-Johnson. Es un trastorno ingerir alcohol en exceso. Los antecedentes
crónico, hereditario autosómico, con incremen- familiares de ictericia indican esferocitosis, ane-
to de la bilirrubina conjugada (3 a 15 mg/dl) mia hemolítica o enfermedad de Wilson.
ocasionado por la alteración de la excreción; Los tratamientos dentales, inyecciones, acu-
uno de sus signos es la coluria y se distingue puntura o tatuajes hacen pensar en hepatitis por
también por la elevación de la bilirrubina no virus; no deben obviarse las terapéuticas pro-
conjugada. Se cree que en esta enfermedad la longadas con medicamentos hepatotóxicos,
bilirrubina conjugada puede perder la conju- como tetraciclinas, anticonceptivos orales o
gación en el interior del árbol biliar y entonces paracetamol.
refluye hacia el torrente sanguíneo, donde ya En los cuadros 61-2 a 61-5 se resumen los
se detecta elevada. En este síndrome se obser- cuadros clínicos de las principales enfermeda-
van pigmentos de color negro o marrón dentro des que producen ictericia; se recomienda ade-
de los hepatocitos, semejantes a los de la mela- más revisar los capítulos correspondientes.
nina.
Síndrome de Rotor. Es un trastorno raro, auto-
sómico recesivo, similar al síndrome de Dubin- DIAGNOSTICO
Johnson, pero sin pigmentos oscuros en los
hepatocitos; se manifiesta por incremento de la El estudio de laboratorio confirmatorio es la
bilirrubina conjugada, sin trastorno de la excre- determinación de bilirrubinas; la elevación de
ción (Dubin-Johnson), y se atribuye a la defi- las no conjugadas orienta hacia hemolisis y se
ciencia de la capacidad hepática de almacena- complementa con biometria hemática para
miento. detectar anemia. También se incrementa la bi-
Hepatitis por virus. En esta enfermedad in- lirrubina indirecta en la eritropoyesis ineficaz,
tervienen diversas causas de elevación de las la absorción de un gran hematoma o el síndro-
bilirrubinas. El virus de la hepatitis destruye me de Gilbert, en este último caso suele rela-
muchas células hepáticas y por eso la bilirrubi- cionarse con infecciones, fiebre, ejercicio físi-
392 Enfermedades de hígado y páncreas

Cuadro 61-2. Cuadro clínico de la ictericia Cuadro 61-4. Cuadro clínico de la ictericia por lesión
por formación excesiva de bilirrubina hepatocelular

Antecedentes familiares Antecedentes


Anemia Ocupación, higiene, hábitos, exposiciones de hepatitis,
Espleneclomía agujas
Ictericia repetida Datos clínicos
Datos clínicos Estado preictérico: astenia, artralgias, fiebre
Ausencia de datos clínicos o de laboratorio de Datos de insuficiencia hepática
enfermedad hepática Dolor en área hepática
Anemia Hipocolia
Ictericia Datos de laboratorio
Esplenomegalia Hiperbilirrubínemia no conjugada y conjugada
Datos de laboratorio Elevación de la bilirrubina urinaria
Hiperbilirrubínemia no conjugada (indirecta) Urobilinógeno fecal normal o bajo
Falta de eliminación de bilirrubina por orina Urobilinógeno urinario normal o aumentado
Excreción aumentada de urobilinógeno fecal y urinario Transaminasas TCP y TGO a más de 300 Ul
Reticulocitosis Escasa elevación de fosfatasa alcalina en proceso
Médula ósea: hiperplasia eritroide agudo
Frotis sanguíneo anormal En cuadro crónico: incremento de las globulinas y
Vida media disminuida de los glóbulos rojos disminución de albúmina plasmática, con aumento
mínimo de transaminasas
Prolongación del tiempo de protrombina, sin mejoría
con aplicación de vitamina K
Estudios inmunológicos de hepatitis viral
co intenso, ayuno prolongado, ingestión de al- Inmunoglobulinas séricas
Biopsia hepática
cohol o intervención quirúrgica.
Estudios radiológicos dirigidos
La elevación de bilirrubina conjugada se
observa en alteraciones de la excreción, intra-
hepáticas o extrahepáticas. Lo más frecuente
es la obstrucción de la vía biliar principal por
cálculos del colédoco, más común en mujeres síndrome de Dubin-Johnson o de Rotor, en los
en la edad media de la vida; en cambio, en que no se alteran. La elevación de transamina-
personas mayores de 60 años es preferible sos- sas indica lesión hepatocelular, como ocurre en
pechar neoplasia de páncreas, ámpula de Vater la hepatitis viral o tóxica.
o de vías biliares.
Para mejorar el diagnóstico se utilizan otras
pruebas de función hepática, como la fosfatasa Cuadro 61-5. Cuadro clínico de la ictericia
alcalina o la gammaglutamiltranspeptidasa, que por colestasis intrahepática y extrahepática
se incrementan bastante en la obstrucción in-
trahepática o extrahepática, a diferencia del Antecedentes
Exposición a medicamentos hepatotóxicos
Operación de vías biliares
Parasitosis (Ascaris lumbricoides, fasciola hepática)
Datos clínicos
Cuadro 61-3. Cuadro clínico de la ictericia Acolia, prurito, ictericia (tinte verdoso en crónicos),
por alteraciones de la conjugación esteatorrea, fiebre, escalofrío, enfermedad ósea
metabólica
Antecedentes familiares
Datos de laboratorio
Ictericia Hiperbilirrubinemia conjugada (directa)
Ausencia de datos clínicos de enfermedad hepática Bilirrubina en orina (coluria)
Datos de laboratorio Disminución o ausencia de urobilinógeno fecal y
Hiperbilirrubínemia no conjugada (indirecta) urinario
No hay bilirrubinuria Incremento importante de fosfatasa alcalina
Excreción aumentada de urobilinógeno fecal y urinario Elevación del colesterol total y ácidos biliares conjuga­
Ausencia de datos de laboratorio de hemolisis dos
Medición del efecto de fenobarbital sobre la concen­ Prolongación del tiempo de protrombina que se
tración plasmática de bilirrubina sérica (síndrome de corrige con vitamina K
Cilbert y Crigler-Najjar tipo II) Ultrasonido y TAC pueden mostrar la afección
Medición del efecto de una dieta de 400 calorías por Visualización con colangiografía percutánea o
24 a 48 horas sobre la concentración plasmática de endoscópica
bilirrubina no conjugada (síndrome de Cilbert) Biopsia hepática en colestasis intrahepática
Capítulo 61 • Síndrome ictérico 393

En los padecimientos que obstruyen las vías diagnostique tempranamente y sea tratada por
biliares son de mucha ayuda los estudios de cirujanos especializados.
gabinete: ultrasonografía, tomografía axil com- ' Para la curación del cáncer de páncreas es
putadorizada y las colangiografías endoscópica necesario que los tumores sean pequeños, que
y percutánea. no hayan metastizado ni a órganos cercanos ni
En las ictericias por lesión hepatocelular, a distancia y que tengan un diagnóstico tem-
como cirrosis o hepatitis, la elevación de bili- prano y operación apropiada.
rrubinas es por lo regular inconsistente y con-
funde al médico; en estas circunstancias son
útiles los estudios inmunológicos para confir- COMPLICACIONES
mar o descartar hepatitis y sus variedades. Otro Dependen de la enfermedad subyacente. Por
recurso es la biopsia hepática, que puede preci- ejemplo, en la ictericia neonatal el incremento
sar el diagnóstico y el pronóstico. de bilirrubina no conjugada por arriba de 17
mg lesiona los núcleos básales del cerebro. El
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL aumento crónico de bilirrubina no conjugada
da lugar a la formación de cálculos biliares, en
El diagnóstico del síndrome es sencillo, aunque tanto que la elevación de la conjugada provoca
puede confundirse con la piel amarilla que daño renal. La obstrucción del árbol biliar afecta
ocasiona el aumento de colesterol o de los el hepatocito y además produce acumulación
carotenos (por ingestión excesiva de zanahoria en el torrente sanguíneo de sustancias que, en
o papaya); puede confundirse también con el condiciones normales, debieron eliminarse con
color amarillento de la atebrina. la bilis. Asimismo, la carencia de bilis en el in-
Lo verdaderamente difícil es identificar la testino ocasiona deficiencia de absorción de
causa; es en realidad uno de los diagnósticos grasas y vitaminas liposolubles.
diferenciales más intrincados de la patología
humana. Para definirlo deben considerarse con
cuidado antecedentes, síntomas y exploración PRONOSTICO
física; asimismo, debe emplearse con buen jui-
cio el laboratorio y el gabinete o, en caso nece- El pronóstico guarda relación con la causa; en
sario, recurrir a la biopsia hepática (cuadro el cuadro 61-6 se anotan algunos datos pronós-
61-6). ticos. En términos generales, las hepatitis por
virus tienen buen pronóstico en 95% de los
pacientes; la cirrosis hepática tiene mal pronós-
TRATAMIENTO tico a largo plazo. Las obstrucciones benignas
de vías biliares se curan en más del 98%, mien-
Depende por completo de la causa. En la icte-
tras que las neoplasias malignas dependen para
ricia neonatal se utiliza con éxito la fototera-
su remisión de la fase en que se diagnostiquen,
pia. En el síndrome de Crigler-Najjar tipo I la
con sobrevida muy pobre a cinco años.
fototerapia reduce la bilirrubina no conjugada
en forma transitoria y el fenobarbital no tiene
utilidad; en cambio, en el tipo II este fármaco PROFILAXIS
es provechoso. En el síndrome de Gilbert con-
viene evitar factores desencadenantes, como Algunas medidas profilácticas son las siguien-
ejercicio intenso, ayuno, intervención quirúrgi- tes: vacunar contra la hepatitis por virus B, evi-
ca, alcohol e infecciones. tar el contacto con sangre o derivados, limitar
Son muchos los padecimientos capaces de las transfusiones a enfermos que realmente lo
producir hemolisis, como la anemia hemolítica requieran, suprimir la ingestión de alcohol y
o el contacto con tóxicos; el tratamiento de estos operar la colelitiasis tan pronto como se esta-
casos depende del especialista en hematología. blezca el diagnóstico para evitar la coledocoli-
Para las hepatitis por virus no se dispone tiasis (que ocurre en el 12% de los casos). No
de medicación antiviral efectiva, aunque exis- debe olvidarse que es cuestionable mantener en
ten otros recursos terapéuticos; se remite al observación algunas litiasis vesiculares asintomá-
lector al capítulo correspondiente (lo mismo ticas; esto sólo es aceptable en casos muy selec-
puede decirse de la cirrosis hepática). cionados, como en ancianos y enfermeda-
La coledocolitiasis tiene solución quirúrgi- des agregadas que pueden vigilarse en forma
ca con buen pronóstico, siempre y cuando se estrecha.
394 Enfermedades de hígado y páncreas

Cuadro 61-6. Enfermedades que pueden

Edad Antecedentes Evolución Fiebre Anemia Dolor

Ictericia Recién nacido No 1 a 2 semanas No No No


neonatal
Síndrome Tipo I, primera Tipo I Crónica No No No
de Crigler-Najjar infancia recesivo

Tipo II, niños- Tipo II Crónica No No No


adolescentes dominante
Síndrome Tendencia Crónica No No No
de Gilbert 3a. década familiar
Hemolisis Hereditaria Depende No Sí No
Todas las edades o adquirida de la causa

Hepatitis Virus A, niños- Contacto Semanas: Sí No No


por virus adultos con enfermos, A 3-12, B 4-12,
Virus B, C, D, agujas o C, D y E variable
E, adultos transfusiones

Síndrome de Desde la infancia Herencia Crónica No No 25% de


Dubin-Johnson autosómica casos
recesiva
Cirrosis hepática Adultos Hepatitis virus Crónica No es A veces No
B, C, D, alcohol común
Coledocolitiasis Adultos Aguda, No Sí
subaguda
Colelitiasis Sí

Cáncer de la Más de 50 años Meses Sí, casos Sí


cabeza avanzados
del páncreas No No

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Capítulo 61 • Síndrome ictérico 395

ocasionar síndrome ictérico

Bilirrubina Bilirrubina
Acolia no conjugada conjugada Transaminasas Estudios de gabinete Pronóstico

No No Normal Normales No útiles Bueno


o disminuidas
No Sí Disminuida Normales Biopsia hepática Tipo I, fallecen
en el primer
año de vida
Sí Sí Normal Normales Biopsia hepática Tipo II, alcanzan
o disminuida edad adulta
No No Normal Normales Biopsia hepática Benigno
o disminuida
No No Normal Normales Depende de la Depende de
causa, la causa
poco útiles
Sí Hipocolia Muy altas Biopsia hepática Virus A muy
en duda benigno,
diagnóstica virus B
o cronicidad benigno
Virus C 50%
a cronicidad
Virus D puede
ser grave,
virus E
benigno
Sí No No Normales Biopsia hepática, Bueno
pigmento
negro o marrón
Sí Poco Poco elevadas Biopsia hepática útil Malo en 5 años
frecuente
Sí Poco elevadas Ultrasonido, Bueno si es
colangiografía bien tratado
Sí endoscópica
o percutánea
Sí TAC, ultrasonido Malo en pocos
meses

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Síndrome astático
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN tosis peritoneal, ascitis pancreática, pericardi-


tis, insuficiencia cardiaca congestiva, nefrosis e
El síndrome ascítico es el conjunto de signos y hipoalbuminemia. Es rara la ascitis por endo-
síntomas cuya principal manifestación clínica metriosis.
es el exudado o trasudado de líquido hacia la
cavidad peritoneal, con una misma patogenia y
diferentes causas. ANATOMÍA PATOLÓGICA
La ascitis es consecuencia de una enferme-
dad dentro o fuera del abdomen; es un signo Depende del padecimiento causal. En el síndro-
de alarma para el paciente y para el médico y me de Budd-Chiari existe oclusión de las venas
pone a prueba las capacidades del clínico para suprahepáticas por trombos; en la carcinoma-
prescribir la terapéutica eficaz. tosis del peritoneo se identifican implantes del
La causa primera de este trastorno es la tumor diseminados en la serosa (para la cirro-
cirrosis hepática, más frecuente en el sexo sis se recomienda consultar el capítulo 60). Los
masculino y en mayores de 35 años de edad; le padecimientos extradigestivos escapan del área
sigue después la presencia de cualquier neopla- de investigación de este libro.
sia que provoque metástasis en el peritoneo, que Más importante que diferenciar entre tra-
suele ocurrir en adultos mayores de 50 años. sudado y exudado es el gradiente albúmina del
Otras causas menos comunes son tuberculosis plasma/ascitis. La desigualdad mayor de 1.1 g/
del peritoneo, por lo general en mujeres jóve- di es característica de la cirrosis hepática; cifras
nes, insuficiencia cardiaca congestiva en pacien- menores sugieren enfermedad primaria del
tes mayores de 50 años y nefrosis en adultos o peritoneo, como tuberculosis o neoplasia. La
ancianos. ascitis quilosa se aprecia como líquido turbio,
lechoso, parecido a la crema, ya que contiene
Según el origen el síndrome ascítico puede
linfa procedente del intestino. Al microscopio
clasificarse en intraabdominal o extraabdomi-
se observan glóbulos de grasa, con incremento
nal; ejemplo del primero es la cirrosis hepática
del contenido de triglicéridos mayor de 1 000
y del segundo la cardiopatía congestiva.
mg/dl. La ascitis quilosa es causada por obstruc-
Otra forma de clasificarlo depende de las ción linfática por neoplasia, tuberculosis o trau-
características del líquido acumulado: menos de matismo.
25 gramos de proteína por litro, con densidad
menor de 1016 (trasudado) y más de 25 gra-
mos de proteína por litro (exudado). PATOGENIA
CAUSAS Se han propuesto tres teorías para explicar la
ascitis; la primera sugiere que la hipertensión
Las causas más comunes son cirrosis hepática, portal "secuestra" sangre en el territorio esplác-
hepatitis crónica activa, hepatitis grave por al- nico, con disminución del volumen circulante
cohol, síndrome de Budd-Chiari, peritonitis en el resto del organismo; el riñon reacciona y
tuberculosa, neoplasias de hígado, carcinoma- retiene sodio y agua, como si faltara volumen
396
Capítulo 62 • Síndrome ascítico 397

sanguíneo, cuando en realidad hay exceso de estudio físico, químico, bacteriológico y citoló-
líquidos. La segunda teoría sostiene que el ri- gico. La ascitis turbia con polimorfonucleares
ñon retiene agua y sodio en forma primaria, sin aumentados sugiere infección; cuando es san-
que disminuya el volumen circulante. La terce- guinolenta hace pensar en neoplasia o tuber-
ra teoría postula que ocurre vasodilatación ar- culosis; el líquido lechoso indica linfoma. La
terial periférica que provoca hipotensión arte- concentración de proteínas menor de 3 g/dl
rial, aumento del gasto cardiaco y liberación de señala hepatopatía y la concentración mayor de
sustancias vasoconstrictoras hacia el torrente proteínas sugiere infección o neoplasia.
sanguíneo; la vasodilatación arteriolar da lugar
a incremento del compartimiento intravascular,
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
con déficit del volumen circulante, y ocasiona
retención de sodio y agua por el riñon. El síndrome ascítico puede confundirse con
Al articular las tres hipótesis puede afirmar- distensión abdominal por gases, en cuyo caso la
se que la hipertensión portal provoca dilatación percusión se percibe timpánica; en el embara-
arteriolar en el área esplácnica, con deficiente zo la percusión es mate y el útero se palpa bien
llenado vascular arteriolar que estimula el siste- delimitado. Un signo de la retención urinaria
ma renina-angiotensina, que a su vez estimula es el globo vesical (la percusión es mate), aun-
la producción de aldosterona por la corteza que desaparece con la colocación de una sonda
suprarrenal; además, se incrementa la presión a vejiga.
hidrostática de los capilares esplácnicos, con Lo más difícil es identificar la causa; con-
producción de líquido de ascitis. viene por tanto echar mano de la historia clíni-
Por otro lado, la hipófisis libera hormona ca completa e identificar antecedentes de alco-
antidiurética y la reducción de la albúmina pro- holismo, enfermedad cardiaca o renal. Son úti-
duce menor presión oncótica del plasma, con les las pruebas de función hepática y el estudio
menoscabo de la retención de volumen dentro cardiovascular con electrocardiograma y placas
de los vasos sanguíneos y escape de líquidos al de tórax.
espacio intersticial. Otro mecanismo consiste en La nefropatía genera pocas manifestaciones
que el péptido natriurético es menos sensible clínicas; conviene solicitar examen general de
en pacientes con deterioro de la excreción re- orina, determinación de sustancias azoadas,
nal de sodio, hipotensión arterial y aumento de urocultivo, urograíía excretora y, si es necesa-
la aldosterona, con la consecuente disminución rio, estudios más especializados. En la cirrosis
de excreción de sodio y retención de agua; la densidad del líquido ascítico es menor de
asimismo, se agrega la pérdida de sodio con 1 016; en las neoplasias es decisivo el estudio
la orina provocada por el sistema nervioso sim- citológico, así como la biopsia de alguna lesión
pático. peritoncal; en la ascitis pancreática aumenta la
amilasa en el líquido y en suero. Por último, en
CUADRO CLÍNICO la tuberculosis es fundamental la búsqueda del
bacilo resistente al ácido-alcohol.
Al principio no se presentan síntomas. Después
aumenta el perímetro abdominal, primero en TRATAMIENTO
forma moderada y más adelante provoca disten-
sión abdominal acentuada; se evierte la cicatriz Por un lado se debe atacar el padecimiento
umbilical, hay elevación de los hemidiafragmas, causal, por otro la ascitis y en último término se
restricción de la ventilación y polipnea. han de prevenir también las complicaciones.
A la exploración física, al desplazarse el lí- Este capítulo se limita a los dos últimos.
quido, se observa matidez cambiante a la per- Cuando la ascitis es moderada la terapéuti-
cusión del abdomen, con signo de la onda po- ca puede ser ambulatoria; en casos más graves
sitivo (fig. 62-1, color). se recomienda hospitalización con reposo ab-
soluto, que ayuda a la eliminación renal. Se
DIAGNOSTICO restringe la ingestión de sodio a menos de 800
mg al día; la restricción de líquidos ayuda poco,
El primer diagnóstico es la identificación del si bien conviene mantenerla en menos de 1 500
líquido dentro de la cavidad abdominal y en mi al día. Si no se logra buena respuesta se
seguida se precisa la causa. Para ello se practica agrega un diurético, como la espironolaclona,
una punción con el fin de obtener líquido para a dosis de 100 mg al día. y se incrementa la dosis
398 Enfermedades de hígado y páncreas

según la reacción hasta un máximo de 400 mg; bién la vacunación contra la hepatitis por virus
puede añadirse furosemida, 20 a 80 mg al día, B, en particular en personas con riesgo aumen-
con vigilancia estricta de electrólitos séricos, tado, y el tratamiento oportuno de nefropatías,
diuresis y volumen plasmático. cardiopatías y neoplasias.
La pérdida de peso no debe exceder 1 kg al
día (el promedio óptimo es medio kilogramo). BIBLIOGRAFÍA
En la ascitis masiva puede ser útil la punción
evacuadora de cantidad moderada de líquido, Arroyo V, Cines P, Gerbes AL y col. Definition and di-
pero tiene grave riesgo de descompensar al agnostic criteria of rel'ractory asentes and hepato-
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Depende de la causa, avance del padecimiento Spitzer M, Benjamín Y. Ascites due to endometriosis.
subyacente, complicaciones, terapéutica y con- Obs Gyn Surg 1995; 50:628-631.
trol médico; por esa razón el pronóstico es dife- Wong F, Blendis L. Peritoneo venous shunting in cir-
rente en cada caso. rhosis; its role in the management of rel'ractory
ascites. Am J Gastroenterol 1995; 90:2086-2089.
PROFILAXIS Yamawaki T, Hirai Y, Takeshima N y col. Ovarían he-
mangioma associated with concomitant stromal
Debe evitarse el alcoholismo, causante de gran luteini/.ation and asciles. Gynecol Oncol 1996; 61:
número de casos con cirrosis. Se indican tam- 438-441.
Hipertensión portal
Dr. Roberto Blanco Benavides

INTRODUCCIÓN más importantes son las venas gástricas izquier-


das y el sistema ácigos en el hiato esofágico. Es
La hipertensión portal es el aumento de la pre- probable que la diferencia de presión positiva
sión sanguínea dentro del sistema venoso por- en abdomen y negativa en tórax favorezca la
tal. La vena porta tiene una longitud de 6 a 8 producción de colaterales a este nivel.
cm y se forma al unirse las venas esplénica y A través de las hemorroidales superiores el
mesentérica superior por detrás del páncreas, flujo sanguíneo se comunica con las hemorroi-
junto con la mesentérica inferior que desem- dales medias y de allí prosigue hasta la vena cava
boca en alguna de las dos anteriores. La vena inferior; por las venas umbilicales se comunica
porta asciende por la parte posterior de la pri- con las venas superficiales del abdomen, que se
mera porción del duodeno y entra en el epi- anastomosan con las venas epigástricas, y su
plón gastrohepático, en sentido posterior a la presencia produce el signo llamado cabeza de
arteria hepática y al colédoco. Al llegar al hilio medusa (síndrome de Cruveilhier-Baumgar-
hepático se divide en ramas derecha e izquier- ten). Por vía retroperitoneal se comunican las
da para distribuirse junto con las ramas de la venas de Retzius, con anastomosis entre venas
arteria y vías biliares por todo el hígado. mesentéricas y peritoneales, que drenan a la
Las venas tributarias de la vena porta son la vena cava inferior.
esplénica, mesentérica inferior, mesentérica En general, la circulación colateral no des-
superior, gástrica izquierda (coronaria estomá- comprime con eficacia el sistema portal.
quica), gástrica derecha (pilórica), cística y las En Estados Unidos de 1 a 6% de las necrop-
paraumbilicales (fig. 63-1). sias corresponde a cirrosis hepática, y el síndro-
El sistema venoso portal se caracteriza por me de hipertensión portal es una alteración que
transportar sangre de los capilares a los sinusoi- acompaña a este padecimiento, aunque sólo
des hepáticos; por lo tanto, es un sistema de sangran por varices esofágicas entre 12 y 15%
baja presión (menos de 300 mmF^O, con me- de los cirróticos.
dia de 215 mmH 2 O). En América Latina la incidencia es ligera-
El hígado recibe de 70 a 80% de su volu- mente superior. Puede aparecer a cualquier
men sanguíneo a través de la arteria hepática; edad, ya que se observa desde la niñez (en cuyo
el drenaje eferente del hígado lo llevan a cabo caso es consecutiva a atresia congénita de vías
las venas suprahepáticas, que drenan hacia la biliares), pero predomina entre los 50 y 60 años.
vena cava inferior. La presión en el sistema ve- Su incidencia es mayor en el sexo masculi-
noso portal aumenta cuando existe un obstácu- no hasta en una relación de 3:1. La clasifica-
lo para el flujo sanguíneo, lo que puede ocurrir ción de la hipertensión portal puede verse en
en cualquier punto del sistema o a la salida del el cuadro 63-1.
flujo hepático, que se dirige hacia la circulación
sistémica por la vía de la vena cava inferior.
El aumento de la presión produce dilata- CAUSAS
ción en el sistema venoso portal y obliga a la
sangre a buscar o abrir otras vías colaterales Por su parte, las causas de este padecimiento se
hacia el sistema venoso general; entre éstas, las relacionan en el cuadro 63-2.
399
400 Enfermedades de hígado y páncreas

Venas esofágicas

Hígado Estómago

Porta

Bazo

Cístico
Esplénica

Mesentérica
superior
Colon descendente

Colon

Mesentérica inferior

Intestino delgado

Fig. 6 3 - 1 . Anatomía del sistema portal.

ANATOMÍA PATOLÓGICA Cuadro 63-2. Causas de la hipertensión portal

En el caso presinusoidal el sitio de obstrucción /. Secundaria a un aumento de la resistencia al flujo


al paso de la sangre se localiza antes del sinusoi- sanguíneo
de hepático. También pueden presentarse co- A. Prehepática
municaciones arteriovenosas previas al sinusoi- 1. Presinusoidal
• Trombosis de vena porta
de. Los ejemplos son la enfermedad de Wilson
B. Hepática
o la esquistosomiasis. 1. Presinusoidal
Otros sitios de obstrucción pueden deber- • Fibrosis hepática congénita
se a trombosis de la vena porta, que impide el • Esquistosomiasis
paso de la sangre y que puede ser resultado de • Enfermedades micloproliferativas
• Enfermedad de Wilson
onfalitis en recién nacidos.
2. Sinusoidal y postsinusoidal
■ Cirrosis hepática
-Portal
Cuadro 63-1. Clasificación de la hipertensión portal —Posnecrótica
—Hemocromatosis
Presinusoidal -Biliar
Intrahepática (esquistosomiasis) C. Poshepática (postsinusoidal)
Extrahepática (trombosis de vena porta) —Obstrucción de venas hepáticas (síndrome
de Budd-Chiari)
Sinusoidal
—Pericarditis constrictiva
Intrahepática (cirrosis)
—Insuficiencia cardiaca congestiva
Posinusoidal
Intrahepática (enfermedad oclusiva venosa) //. Secundaria al aumento de flujo en la vena porta
Extrahepática (síndrome de Budd-Chiari) A. Fístula arteriovenosa
Capítulo 63 ' Hipertensión portal 401

En la sinusoidal la obstrucción se debe a la midiafragmas y dificulta la ventilación pul-


compresión de los sinusoides por alteraciones monar.
inflamatorias y fibrosis del tejido hepático, como También la acumulación hemática en el
ocurre en la cirrosis o en la hepatitis. En la área esplácnica produce algo parecido al "se-
postsinusoidal la obstrucción de la sangre ocu- cuestro" de volumen sanguíneo. Esto provoca
rre después del sinusoide, como en el caso de disminución del volumen en el riñon y activa la
la trombosis de las venas suprahepáticas (sín- acción del sistema renina-angiotensina, con
drome de Budd-Chiari) o en la pericarditis cons- producción de aldosterona que, a su vez, retie-
trictiva. ne sodio y agua.
Los cambios histopatológicos incrementan Además, la hipertensión portal es la causa
el diámetro de las venas tributarias de la porta; principal de hiperesplenismo, que aunque no
además, en un considerable porcentaje, las ve- es frecuente trae como corolario la disminución
nas del esófago sufren tortuosidad y dilatación de los elementos figurados de la sangre. Otra
y el bazo aumenta de tamaño. consecuencia es la esplenomegalia, que en oca-
siones es tan grande que el propio paciente la
PATOGENIA puede palpar.

Gran parte de los casos de hipertensión portal CUADRO CLÍNICO


(90%) se relaciona con obstrucción intrahepá-
tica. De éstos, las causas más comunes son ci- Debido a las varices esofágicas, el paciente pue-
rrosis, hemacromatosis y lesiones infiltrativas. de sangrar. En tal caso, la hemorragia represen-
La cirrosis hepática relacionada con la in- ta gran peligro para la vida, sobre todo en los
gestión de alcohol es la causa más frecuente y cirróticos, aunque es menos grave en el pacien-
le siguen las cirrosis posnecrótica y biliar. te con obstrucción portal anterior al hígado;
En algunas zonas geográficas es común la téngase en cuenta que la pérdida hemática
infestación con Schistosoma mansoni, que produ- abundante produce choque hipovolémico. A
ce obstrucción portal presinusoidal sin alterar esto se añade que la sangre se absorbe en el
la función hepática. tubo digestivo y los elementos nitrogenados que
La oclusión de venas suprahepáticas, ya sea pasan a la circulación no son adecuadamente
por trombosis (síndrome de Budd-Chiari) o por metabolizados por el hígado, lo cual causa en-
compresión tumoral, provoca hipertensión por- cefalopatía por amoniaco y coma.
ta con ascitis a presión y varices esofágicas. Otro signo es la retención de líquidos como
En los niños las causas más frecuentes de consecuencia del hiperaldosteronismo secunda-
hipertensión portal son la atresia o hipoplasia rio, que se manifiesta en la forma de edemas
congénita del sistema portal y la cavernomatosis en miembros inferiores y ascitis, cuyo aumento
de la vena porta, secundaria a infección por del volumen abdominal es evidente.
onfalitis del recién nacido. A la exploración física pueden identificar-
Todas las causas descritas dificultan el paso se las manifestaciones de hemorragia: restos
del flujo sanguíneo a través de la vena porta; la de sangre en boca si existió hematemesis, así
sangre busca entonces vías de salida por dife- como sangre oscura en ámpula rectal, hipo-
rentes caminos, entre los cuales destacan las tensión arterial y pulso filiforme.
venas del esófago, ubicadas inmediatamente por En el abdomen puede observarse red veno-
abajo de la mucosa, por las que pasan grandes sa colateral, distensión por ascitis y esplenome-
volúmenes de sangre. Esta localización propi- galia. El hígado se puede sentir nodular en el
cia la formación de varices esofágicas que se cirrótico. Además, ocurren adelgazamiento,
proyectan contra la luz esofágica, donde fácil- telangiectasias y eritema palmar. La cirrosis
mente sufren traumatismo por alimentos duros hepática es una enfermedad de evolución pro-
o por el reflujo ácido proveniente del estóma- gresiva y, aun con tratamiento, sólo de 5 a 15%
go. Si la erosión es importante esas venas vari- de los pacientes vive cinco años (véase el capí-
cosas sangran y se desencadena un cuadro que tulo 60).
puede llevar a la muerte.
Otro acontecimiento que da lugar a la hi- DIAGNOSTICO
pertensión portal es la acumulación de líquido
de ascitis, que a su vez incrementa la presión El síndrome se debe sospechar por el antece-
dentro de la cavidad abdominal, eleva los he- dente de enfermedad hepática crónica, ante-
402 Enfermedades de hígado y páncreas

cedentes de alcoholismo y, en general, con toneal. El diagnóstico de hipertensión portal


anamnesis completa y búsqueda intencionada está al alcance del clínico experto si se apoya
a la exploración física de datos de hipertensión en la buena historia clínica, endoscopia de tubo
portal. digestivo alto (para dilucidar causas de hemo-
Cuando existe la sospecha clínica, la con- rragia) , muestras de líquido de ascitis y los de-
firmación diagnóstica puede apoyarse en los más estudios que se anotaron antes.
siguientes estudios de laboratorio y gabinete:
pruebas de función hepática, biometría hemá- TRATAMIENTO
tica, coagulación, radiografías, serie esofagogas-
troduodenal, que es el método más simple para Es importante tener en mente que el tratamien-
diagnosticar varices esofágicas (fig. 63-2), esple- to de la hipertensión portal, en especial de las
noportografía, canalización de vena umbilical, varices esofágicas, es paliativo, ya que aún no se
arteriografía de tronco celiaco, estudios hemo- cuenta con una terapéutica para la cirrosis he-
dinámicos con medición de flujos y presiones, y pática; se intenta, pues, evitar la muerte por
endoscopia (diagnóstica y terapéutica). hemorragia.
En la práctica todos los casos de ascitis
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL reaccionan al tratamiento dietético con poco
sodio y diuréticos. En casos raros e intratables
Se establece respecto de enfermedades que se emplea la válvula de Leveen, que conduce el
producen hemorragia de tubo digestivo alto, líquido de ascitis de la cavidad peritoneal al sis-
confundidas a menudo con hemorragias por tema venoso mediante catéter a través de la vena
varices esofágicas. Las esplenomegalias de cual- yugular; su morbimortalidad es considerable por
quier origen requieren diferenciarse, así como las alteraciones de la coagulación. También
las causas de ascitis, como carcinomatosis peri- puede utilizarse la derivación portocava latero-
lateral, aunque tiene el gran inconveniente de
producir encefalopatía.
La mayor indicación de tratamiento quirúr-
gico es la hemorragia por varices esofágicas. En
general, el tratamiento debe corregir las altera-
ciones metabólicas y hemodinámicas, prevenir
la insuficiencia orgánica y detener la hemo-
rragia.
La eficacia de las intervenciones quirúrgi-
cas y la posibilidad de supervivencia están más
relacionadas con la capacidad funcional del
hígado y menos con la gravedad de la hemorra-
gia. Se sabe que los pacientes con varices esofá-
gicas sin ictericia, ascitis o insuficiencia hepáti-
ca tienen mayor posibilidad de sobrevivir a la
operación.
El tratamiento de los sujetos con hemorra-
gia aguda por varices esofágicas ha sido frustran-
te y controvertido por los malos resultados ob-
tenidos mediante los diferentes métodos tera-
péuticos médicos y quirúrgicos. En un alto por-
centaje la hemorragia se presenta en pacientes
con insuficiencia hepática, pero la fisiopatolo-
gía de la hemorragia por varices esofágicas no
se conoce muy bien. No debe olvidarse que lo
más importante es el aumento brusco de la
presión hidrostática del sistema portal, además
de otros factores externos, como la esofagitis,
que erosiona las varices. Este factor debe tomar-
se en cuenta en el tratamiento quirúrgico, como
Fig. 63-2. Esofagograma que muestra varices esofágicas. se explicará más adelante, ya que en general
Capítulo 63 • Hipertensión portal 403

los tratamientos y la prevención de nuevas Farmacoterapia


hemorragias por varices esofágicas han sido
encaminados sólo a reducir la presión del siste- Se utilizan vasoconstrictores que tengan efecto
ma portal, sin considerar el reflujo gastroesofá- en el sistema portal y vasodilatadores (vasopre-
gico. sina, samatostatina) que disminuyan la resisten-
cia al flujo (nitroglicerina). También se han
empleado medicamentos que incrementan el
Tratamiento médico tono del esfínter esofágico inferior (metoclo-
pramida).
Consiste en suministrar vasopresores, como la La hemorragia recidivante es muy frecuen-
vasopresina. Se ha demostrado que la adminis- te al suspender estos fármacos; para tratamien-
tración intravenosa de ésta es tan eficaz como to a largo plazo se han utilizado con éxito blo-
la intraarterial, y provoca los mismos efectos queadores, como el propranolol, que modifican
secundarios. La eficacia es de 50% y su acción la hemodinamia esplácnica.
terapéutica consiste en disminuir el flujo veno-
so hacia el esófago al aumentar el tono del es-
fínter esofágico; esto se debe a que la vasopre- Tratamiento quirúrgico
sina reduce la presión del sistema venoso por-
tal y actúa sobre el esfínter esofágico inferior. Los procedimientos quirúrgicos se dividen en
Si la hemorragia no cede con la administración dos clases: los que descomprimen el sistema
venoso portal total o selectivamente y los que
de este fármaco se debe colocar una sonda actúan directamente sobre las varices esofágicas.
Sengstaken-Blakemore o alguna de sus varian-
tes. El empleo de esta sonda detiene la hemo- Se ha comprobado que los procedimientos
derivativos profilácticos no han aumentado la
rragia temporalmente en 80 a 90% de los casos: supervivencia de los cirróticos y, por tanto, casi
sin embargo, de 20 a 60% de los pacientes san- nadie los usa.
gra nuevamente al desinflar los balones de la
Las derivaciones portosistémicas de urgen-
sonda. Las complicaciones más graves con el uso cia han dejado prácticamente de usarse por la
de esta sonda son la broncoaspiración y la ne- mayoría de los autores debido a su excesiva
crosis esofágica, casi siempre mortales. mortalidad, que puede alcanzar casi el 100%
La sonda de Sengstaken-Blakemore debe en los pacientes clase C de Child; sólo Orloff
ser una medida temporal y utilizarse antes de continúa practicándolas.
recurrir a otra maniobra terapéutica, como es-
Las derivaciones portosistémicas selectivas
cleroterapia, embolización percutánea o inter- terapéuticas tipo Warren se emplean con am-
vención quirúrgica. Recientemente se ha utili- plitud, tanto las totales como las selectivas, que
zado propranolol, un agente bloqueador adre- provocan menor encefalopatía y daño hepáti-
nérgico beta, como preventivo de la hemorra- co, aunque existen informes contradictorios.
gia recurrente en pacientes cirróticos: al bajar En los pacientes con hemorragia incontro-
la frecuencia cardiaca disminuye la presión lable se ha preferido atacar las varices de modo
portal. directo desde hace muchos años; en fechas re-
cientes ha cobrado otra vez interés este método
Escleroterapia endoscópica con la aparición de aparatos mecánicos circula-
res que seccionan y suturan automáticamente
Se ha empleado desde hace muchos años y, en el esófago con resultados satisfactorios; sólo se
vista de su desarrollo actual, es el tratamiento ha observado 25% de recurrencia de la hemo-
inicial de elección en la mayoría de los centros rragia a un año.
hospitalarios; aunque no está exenta de com- Desde hace algún tiempo se practican las
plicaciones, su uso cotidiano ha hecho que és- desvascularizaciones extensas de estómago y
tas sean muy bajas (2% aproximadamente) y esófago con transección esofágica por medio de
que la mortalidad no supere el 2%. Una vez incisiones torácicas y abdominales para evitar
identificado el paciente se debe valorar su tra- la hemorragia y no derivar la sangre portal.
tamiento a largo plazo con escleroterapia pe- Sugiura comunicó excelentes resultados no
riódica o tratamiento quirúrgico. confirmados por los autores occidentales.
En términos generales se debe evitar la En México se ha realizado recienterr ente
operación de urgencia pues los resultados no una nueva técnica quirúrgica que puede em-
han sido satisfactorios. plearse tanto en emergencia como en pacien-
404 Enfermedades de hígado y páncreas

tes seleccionados. Se trata de una operación Conn HO, Resnick RH. Distal splenorcnal shunts vs
relativamente sencilla, si se compara con las portal systemic shunt: current status of a controlleci
existentes, y está diseñada para evitar los facto- trial. Hepatology 1981; 1:151-160.
res que se aceptan como fundamentales en la Chyld A. Portal hypertension. Major problems in clini-
fisiopatología de la hemorragia por varices eso- cal surgery. Philadelphia: WB Saundcrs 1974.
fágicas. La técnica en cuestión no produce de- Chojkier M, Groszmann RJ. A controlletl comparison
rivación sanguínea y por tanto no aumenta la of continuous intraarterial and intravenous infusions
insuficiencia hepática de los pacientes. Se lleva of vasopressin in hemorrhage f rom esophageal va-
a cabo una gastrogastroanastomosis alrededor rices. Gastroenterology 1979; 77:540.
del extremo distal del esófago, logrando así Crafoord C, Frenchkner P. New surgical treatment of
aumento de la presión periesofágica, propor- varicous veins of the oesophagus. Act Otolaryngol
cional al aumento de la presión intraabdomi- 1939; 27:422.
nal. Además, es un procedimiento que evita el García-Tsao G, Grace ND, Groszmann RJ. Short-term
reflujo y contrarresta los factores causales de la effects of propranolol on portal rcnons pressurc.
hemorragia (aumento brusco de la presión Hepatology 1986; 6:101.
portal y esofagitis). Por último, cabe comentar Graham DY, Smith LL. The course of patients af-
que los resultados de la técnica han sido muy ter variceal hemorrhage. Gastroenterology 1981;
satisfactorios. 80:800.
En algunos hospitales se inicia el trasplan- Johnstons GW. Bleeding oesophageal varices: the inan-
te hepático. agement of rejects. Ann R Coll Surg 1981; 63:3.
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recurrent gastrointestinal bleeding in patients with
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Varía enormemente según sea el tratamiento Liebowitz HR. Pathogenesis oí esophageal varix ruture.
instituido, las complicaciones y las causas. Por JAMA 1961; 175:874.
ejemplo, las varices esofágicas sin hemorragia Lunderquist A, Simert G. Follow up of patients with
suponen un mejor pronóstico, pero si sangran portal hypertension and esophageal varices trealed
fallece el 33% de los pacientes sometidos a tra- with percutaneous oblitcration of gastric coronary
tamientos habituales. En cambio, si se efectúa vein. Radiology 1977; 122:59.
una derivación de urgencia, como lo hace el Mahl T, Groszmann R. Pathophysiology of portal hiper-
grupo de San Diego, aumenta la tasa de morta- tensión and variceal bleeding. Surg Clin North Am
lidad. 1990; 70:251.
En conclusión, el pronóstico debe indivi- Marks Ch. The portal venous system. Charles C. Tilo-
dualizarse en cada caso. mas Publisher 1973:28.
Millete B, Huer PM. Portal and systemic effects of se-
lcctive infusión of vasopressin into the superior
PROFILAXIS mesenteric artery in cirrhotic patients. Gastroenter-
ology 1975; 69:6.
Incluye la prevención de enfermedades que Orloff MJ. Pathogenesis of esophageal varix rupture.
originan hipertensión portal (onfalitis en el Arch Surg 1963; 87:301.
recién nacido) y pueden trombosar la vena Orloff MJ, Bel RH. Long-term results of emergency
porta. En los adultos conviene evitar el alcohol portacaval shunt for bleeding esophageal varices in
y así prevenir la cirrosis hepática. unselected patients with alcoholic cirrhosis. Ann
Surg 1980; 192:325.
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Capítulo 63 • Hipertensión portal 405

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TerblancheJ, Bornman P. Prospectivc randomized con-
Amibiasis hepática
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN CAUSAS
Se trata de la lisis del tejido hepático producida La amibiasis hepática es ocasionada por Enta-
por acción patógena de Entamoeba histolytica. moeba histolytica en su forma de trofozoíto.
Este absceso es una complicación de la amibia-
sis intestinal, cuyas primeras fases pueden tra- ANATOMÍA PATOLÓGICA
tarse con excelentes resultados, sin secuelas ni
complicaciones. Por eso es importante el diag- El absceso se localiza por lo general en el lóbu-
nóstico temprano. Esa oportunidad recae casi lo derecho del hígado. El carácter único del
siempre sobre el médico general, quien está obli- absceso se ha abandonado con los modernos
gado a conocer a fondo esta anormalidad. estudios de gabinete, aunque sigue teniendo
La prevalencia de la amibiasis intestinal en validez en casos avanzados donde confluyen
México es de 27% y en Estados Unidos oscila varios de ellos (fig. 64-1, color).
entre el 1 y el 5%. El 10% de la población En este padecimiento hay necrosis del teji-
mundial padece este mal; 95% de ese grupo es do hepático, escasa reacción inflamatoria, ede-
portador asintomático. Menos de uno de cada ma y poco depósito de colágena, con carencia
diez pacientes con antecedente de disentería de fibrosis. La zona destruida puede ser de
amibiana desarrolla absceso hepático, razón por cualquier tamaño y a veces alcanza toda la di-
la cual es la más frecuente complicación de esta mensión del hígado.
parasitosis intestinal. Predomina en el sexo En la etapa inicial se forman microabscesos
masculino en relación de 9 a 1 y aparece a cual- que confluyen para formar lesiones más gran-
quier edad; en la infancia no existe distinción des. En ese caso se habla de hepatitis amibiana,
genérica. Prevalece más en países pobres, tro- aunque ese término no es aceptado en anato-
picales, con deficiente higiene, escasa alimen- mía patológica.
tación proteínica y mal atención de excrecio- Cuando el absceso está bien formado tiene
nes a nivel personal y comunitario. Es usual en cápsula fibrosa, con paredes de parénquima
personas desnutridas, con dieta basada en hi- comprimido donde pueden encontrarse amebas
dratos de carbono y rica en colesterol (tiene (en el pus es difícil hallarlas). Al microscopio
cierta relación con el bebedor de pulque). se observan tres zonas: un centro necrótico, una
La amibiasis hepática se divide en única o zona intermedia con destrucción parcial del
múltiple. Antes se creía que casi todas eran parénquima y la parte exterior de tejido com-
únicas; en la actualidad menos de la mitad de primido donde puede advertirse la presencia de
los casos coresponde a amibiasis únicas ya que las amebas. No hay bacterias ya que es estéril; la
se diagnostican más tempranamente que hace contaminación sólo ocurre después de puncio-
20 años. Diez días después de su inicio el cua- nes. Los abscesos grandes, cercanos a la cara
dro puede ser múltiple, pero pasado ese perio- superior del hígado (fig. 64-2), pueden llegar a
do se observa un solo absceso. Otra clasificación la pleura, pulmón, mediastino o pericardio, y si
divide los abscesos en agudos y crónicos. están contiguos a la cara inferior pueden abrir-

406
Capítulo 64 • Amibiasis hepática 407

sente en la población. De igual forma influyen


las hormonas; se considera que existe acción
protectora de los estrógenos porque se desarro-
llan menos abscesos en el sexo femenino.
Una vez fijadas la amebas en el hígado se
experimenta lisis del tejido por enzimas del
parásito, destrucción de hepatocitos por factor
inmunológico, trombosis de microcirculación y
absorción de material necrótico. Se aprecia cre-
cimiento de la glándula, distensión de la cápsu-
la de Glisson, elevación del hemidiafragma
derecho, restricción del campo pulmonar del
lado afectado y a veces líquido de irritación
pleural.
El aumento de volumen del hígado com-
prime los órganos abdominales y produce íleo
paralítico, con distensión de las asas intestina-
les. La destrucción hepática importante ocasio-
na insuficiencia de diversas funciones de la glán-
dula. Otras veces el absceso comprime las vías
biliares y provoca ictericia.

CUADRO CLÍNICO
En adultos, los síntomas del absceso coinciden
con la disentería amibiana sólo en uno de cada
diez casos; en niños, en cambio, suelen presen-
tarse al mismo tiempo los dos cuadros. La evo-
Fig. 64-2. Absceso hepático amibiano del lóbulo de-
lución es aguda o crónica. En la primera, el sín-
recho, sellado por diafragma, con neumonitis basal y toma habitual es fiebre en casi todos los enfer-
derrame pleural. mos, de predominio vespertino, precedida de
escalofrío, seguida de diaforesis y con elevación
a 39 o 40°C. El siguiente signo de mayor fre-
cuencia es la hepatomegalia de crecimiento
se a la cavidad peritoneal o a cualquier parte difuso en más del 90%. Algunas veces ésta ejer-
del tubo digestivo. También es posible que lle- ce presión hacia arriba y eleva el hemidiafrag-
guen a órganos lejanos, como el cerebro, a tra- ma, o bien lo hace hacia abajo y se palpa con
vés de la sangre. borde liso muy doloroso.
En el momento de la curación el tejido El cuadro inicia en forma brusca: el dolor
hepático se regenera por completo y no queda predomina en el cuadrante superior derecho
ninguna cicatriz fibrosa. del abdomen, de tipo opresivo e intensidad
variable. Aumenta con la inspiración profunda,
PATOGENIA se irradia al hombro del mismo lado, se acom-
paña de náusea, vómito, anorexia y, pasados
El trofozoíto invade la pared del colon y se tras- algunos días, se agrega la astenia. Más adelan-
lada al hígado a través de las venas mesentéricas te, en abscesos cercanos a la cara inferior del
y la porta, donde es destruido. Sólo se establece hígado, hay distensión abdominal por gases,
cuando llega en grandes cantidades, cuando dificultad para evacuar el intestino y canalizar
posee gran virulencia o cuando existen facto- gases por el recto. Otros síntomas son tos seca,
res predisponentes, como disminución de de- aislada y a veces disnea.
fensas, desnutrición, enfermedades concomi- A la exploración física el paciente eviden-
tantes o alcoholismo. Por ese motivo, pese a los cia facies dolorosa y tóxica; muestra febrilidad,
millones de personas con amibiasis intestinal, taquicardia y polipnea, con respiración superfi-
sólo un limitado número de pacientes padece cial. Aumenta el volumen de la base del hemi-
absceso; quizá también por la inmunidad pre- tórax derecho, con "piel de naranja", es decir
408 Enfermedades de hígado y páncreas

edema de la piel (esto sucede cuando el absce- mago o duodeno y apreciar mejor la situación
so está cerca de la pared). del absceso (fig. 64-4). En la actualidad el estu-
Los ruidos respiratorios disminuyen, a ve- dio más rápido y de menor costo es el ultrasoni-
ces con estertores básales y frote pleural. A la do, que permite detectar lesiones mayores de
palpación digital de espacios intercostales se 1.5 cm; no tiene riesgos y proporciona más de
provoca dolor intenso. 95% de certeza. Además de establecer el diag-
El borde hepático es doloroso y sensible a nóstico diferencial con litiasis vesicular y tumo-
la inspiración. La auscultación demuestra reduc- res también permite observar la movilidad dia-
ción o abolición de ruidos peristálticos; pueden fragmática (fig. 64-5).
advertirse datos de "irritación" peritoneal, aun La gammagrafía hepática muestra los aspec-
sin abertura a la cavidad peritoneal. tos morfológicos del hígado e identifica absce-
En abscesos crónicos los síntomas son me- sos mayores de 1 cm; sin embargo, es más cos-
nos evidentes: febrícula, dolor moderado en tosa y más lenta que el ultrasonido.
área hepática, anorexia y pérdida de peso. Una Otros estudios, corno la tomografía axil
de las causas de cronicidad son los tratamien- computadorizada (TAC) y la resonancia mag-
tos insuficientes. nética, proporcionan información correcta,
pero su costo es elevado y sólo se dispone de
DIAGNOSTICO ellos en grandes hospitales. La arteriografía
selectiva del tronco celiaco tiene riesgo y costos
El diagnóstico temprano lo formula el médico altos y por tanto no se emplea en este padeci-
general: él tiene la responsabilidad de no ha- miento.
cer perder el tiempo al paciente, de elaborar la La fosfatasa alcalina está elevada en más de
historia clínica completa y de solicitar pruebas 75% de los pacientes, en particular cuando la
de laboratorio y gabinete. evolución ha sido prolongada; los niveles de
La biometría hemática revela leucocitosis transaminasas se incrementan en la mitad de
entre 10 000 y 25 000, con neutrofilia y por lo los casos, sobre todo en cuadros agudos o com-
regular no hay eosinofilia. plicados, y sólo retornan rápidamente a cifras
Las reacciones serológicas de hemoagluti- normales con el tratamiento.
nación y floculación de látex son positivas en Después del tratamiento exitoso el absceso
90% de los casos, pero también están presentes desaparece con lentitud; es posible que aumente
en personas que padecieron amibiasis en los tres su tamaño durante las primeras semanas pero
años anteriores; por ello su utilidad es relativa. después decrece poco a poco; los datos de ul-
El hallazgo de E. histolytica en las muestras co- trasonido vuelven a la normalidad después de
proparasitoscópicas no tiene validez en el diag- seis meses y en un 10% pueden prolongarse
nóstico de absceso; sólo indica parasitosis en incluso un año.
colon.
Los estudios radiológicos se emplearon DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
antes del uso clínico del ultrasonido; ahora han
perdido importancia pero pueden emplearse en Es probable confundir la amibiasis hepática con
hospitales sin otros medios. Son útiles las pla- abscesos piógenos del hígado, que suelen ser
cas posteroanterior y lateral derecha de tórax múltiples y que se acompañan de fiebre alta.
en las que se observa elevación de hemidiafrag- Estos no mejoran con el tratamiento antiami-
ma derecho con deformación; también se iden- biano, reaccionan con lentitud a los antibióti-
tifica derrame pleural. Al aplicar neumoperito- cos y representan una complicación del proce-
neo diagnóstico el hemidiafragma no se despe- so séptico de la vesícula biliar o de otros órga-
ga del hígado. nos intraabdominales. También debe diferen-
Las placas simples de abdomen en posición ciarse la amibiasis hepática de las colecistopa-
de pie y decúbito comprueban la hepatomega- tías en fase de agudización, en especial cuando
lia, demuestran rechazo del estómago (fig. 64-3) afectan al sexo masculino.
o de asas intestinales por el hígado y, en raras Para el diagnóstico diferencial es preciso
ocasiones, muestran imagen de absceso dentro el estudio ultrasonográíico; en cambio, la cole-
del órgano, observada como cavidad con líqui- cistografía oral está contraindicada en ambos
do y gas. padecimientos. También requiere descartarse el
Las radiografías se complementan con la quiste hidatídico y el tumor necrosado de hí-
administración de bario para visualizar el estó- gado.
Capítulo 64 • Amibiasis hepática 409

Absceso hepático

Estómago

Asas de intestino
delgado

Fig. 64-3. Absceso hepático amibiano que empuja el estómago hacia abajo y a la izquierda.

cambios electrocardiográficos, anormalidades


TRATAMIENTO
que requieren vigilarse en el tratamiento. El
El tratamiento esencial es médico. Es preferi- medicamento no puede repetirse en 60 días.
ble hospitalizar al paciente para que guarde En casos graves pueden combinarse metro-
reposo absoluto en cama e inicie la aplicación nidazol y dehidroemetina, cuyos efectos tera-
de antiamibianos. El fármaco preferido es el péuticos se observan hasta en el 96% de los
metronidazol en dosis de 20 a 40 mg/kg por pacientes. También se utiliza un fármaco segui-
día, al menos durante 10 días; este producto do de otro.
logra la curación en cerca de 95% de los casos, Otro recurso más es el tinidazol en dosis
aunque desencadena efectos colaterales como de 2 g cada 24 horas durante cinco días. Tiene
náusea, mareo, vómito, anorexia, insomnio y menos efectos secundarios que el metroni-
lengua saburral. No debe combinarse con alco- dazol y algunos autores prefieren continuar
hol porque provoca un cuadro aparatoso de con otro antiamibiano para completar el trata-
náusea, vómito, hipotensión arterial, choque e miento.
inclusive muerte. Ante la imposibilidad de em- La cloroquina tiene acción antiamibiana
plear la vía oral se administra por vía intraveno- extraintestinal en dosis de 10 mg/kg por día,
sa a dosis de 20 mg/kg por día. aplicada por vía intramuscular durante cinco
El segundo medicamento de elección es la días y después por vía oral 10 días más; sin
dehidroemetina en dosis de 1 mg/kg por día, embargo, ocasiona muchos efectos indeseables
sin sobrepasar 80 mg en 24 horas ni de 800 mg como náusea, vómito, astenia, cefalalgia, piel
en la dosificación total. Los porcentajes de cu- amarilla y lesión del nervio óptico y no aumen-
ración son ligeramente inferiores al metronida- ta el promedio terapéutico al combinarla con
zol; puede producir bradicardia, hipotensión y la dehidroemetina.
410 Enfermedades de hígado y páncreas

Fig. 64-4. Placa de abdomen con medio de contras- Fig. 64-5. Ultrasonido de hígado en el que se muestran
te; el estómago es rechazado hacia abajo y a la izquier- numerosos abscesos.
da por un gran absceso hepático.

Además del antiamibiano se requiere me- tos quirúrgicos se han utilizado menos desde
dicación sintomática (analgésicos y antieméti- hace más de 25 años en virtud de la mejor
cos). Si persisten los vómitos se suspende la vía respuesta al tratamiento médico y de la exacti-
oral y se administran soluciones parenterales; tud que han ganado las indicaciones.
se agregan antibióticos sólo cuando hay eviden- El peor enemigo del buen resultado tera-
cia de infección agregada. La punción evacua- péutico es retrasar la medicación, ya sea por
dora suscita controversia y sólo se indica en las negligencia del paciente o por diagnóstico in-
siguientes circunstancias: abscesos grandes con correcto del médico.
posibilidad de rotura; abscesos con mala reac-
ción al correcto tratamiento médico, y abscesos
de lóbulo izquierdo para disminuir el riesgo de COMPLICACIONES
rotura hacia pericardio. Se obtiene mejor pre- En el tórax el derrame pleural ocurre hasta en
cisión de la punción guiada con ultrasonogra- 20% de los casos, si bien desaparece al remitir
fía. Nunca debe realizarse una punción antes la lesión hepática. Más grave es la abertura a la
de iniciar el tratamiento antiamibiano. cavidad pleural, con paso de material purulen-
La intervención quirúrgica es necesaria en to que necesita ser evacuado con la aplicación
complicaciones abdominales, como abertura a de sonda de pleurotomía, lo que supone un alto
la cavidad peritoneal, a órgano sólido vecino, riesgo de infección concomitante (figs. 64-6 y
mediastino o pericardio. Puede operarse el 64-7). Otras veces se abre hacia bronquios y el
absceso crónico con reacción poco satisfactoria material se expulsa al exterior en forma de
a la terapéutica. La punción y los procedimien- "vómica"; esto favorece la curación sin necesi-
Capítulo 64 • Amibiasis hepática 411

Fig. 64-6. Absceso hepático abierto a pleura; se observa opacidad de la base pulmonar derecha.

dad de operación, aunque el paciente cursa por Las complicaciones hacia el abdomen tam-
semanas con expectoración amarilla achocola- bién son serias: la abertura a cavidad abdomi-
tada. nal provoca peritonitis generalizada y amerita
Rara vez se abre a mediastino o a pericardio. operación urgente, lo cual supone una alta
Sin embargo, ambos casos son graves, pues morbimortalidad.
implican elevada mortalidad y requieren inter- Puede horadar órganos vecinos, como duo-
vención quirúrgica inmediata. deno, estómago, colon, vesícula biliar y otros,

Fig. 64-7. Absceso hepático abierto a pleura; hay opacidad de casi todo el hemitórax derecho.
412 Enfermedades de hígado y páncreas

aunque con mejor pronóstico. Por el contrario, Johnson JL, Baird JS, Hulbert TV y col. Amebic liver
cuando establece comunicación con piel es de abscess in infaney: case report and review. Clin In-
evolución penosa y da origen a graves efectos fect Dis 1994; 19:765-767.
psicológicos. Esta complicación ocurre por pun- Lawford R, Sorrel TC. Amebic abscess of the spleen
ciones terapéuticas imprudentes, sin tratamien- complicated by rnetronidazole induced neuro-
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sos no complicados, pero en presencia de com- Méndez RJ, Schiebler ML, Outwater EK y col. Hepatic
plicaciones se eleva a 40%. Lo mejor para el abeesses: MR imaging findings. Radiology 1994;
enfermo es prescribir rápidamente la terapéu- 190:431-436.
tica adecuada. Los malos resultados se deben a Navarro-García F, López-Revilla R, Tsntsumi V. Electro-
diagnóstico retardado, desnutrición, alcoholis- physiology and immunity of the mucosa in intesti-
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tura médica de la población y tratar adecuada- Rodríguez MA, Orozco E, Arroyo S. Proteins of En-
mente las hortalizas. Cuando hay parasitosis tamoeba histolytica trophozoites involved in the
intestinal es necesario el tratamiento antiami- adhesión to target cells. Arch Med Res 1994; 25:205-
biano completo, con repetición de la dosis en 210.
tres periodos diferentes, a intervalos de uno a Sánchez CJ, I Iiguera RF, Romero JL y col. Amibiasis del
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Cáncer del hígado
Dra. Margarita Dehesa Violante
Dr. Rafael Pérez Huacuja
Dr. Jesús Alberto Juárez Navarro

INTRODUCCIÓN te existe la tendencia a considerar la cirrosis


como una lesión premaligna, ya que en el inte-
El carcinoma primario del hígado es la neopla- rior de los nodulos de regeneración aumenta
sia más común entre las que se originan en el la síntesis del DNA, lo que propicia la reutiliza-
tejido hepático y puede definirse como un tu- ción o redisposición de secuencias de este áci-
mor maligno, epitelial, que tiene inicio en las do en los cromosomas.
células del parénquima hepático. En algunas regiones no siempre se relacio-
Esta malformación es una neoplasia que se na con cirrosis. Un estudio de Okuda acerca de
ha estudiado intensamente en este siglo gracias la presentación macroscópica del carcinoma
al advenimiento de mejores recursos tecnológi- primario del hígado demostró que menos del
cos para su diagnóstico; sin embargo, a pesar 60% de los casos de carcinoma en Sudáfrica se
de esto no se cuenta en la actualidad con ele- vinculaba con cirrosis. Se ha postulado por tan-
mentos que permitan ofrecer un tratamiento to que el carcinoma primario que se desarrolla
efectivo. en un hígado cirrótico se debe más bien a una
Al principio, la caracterización del carcino- inducción viral y, en el caso de la neoplasia que
ma primario del hígado partió de la clasifica- se desarrolla en hígados no cirróticos, a facto-
ción, que a su vez se basaba en criterios de ana- res químicos. En apoyo a esto se han identifica-
tomía microscópica de los tumores; posterior- do aflatoxinas en los alimentos que consume la
mente, en 1911, se incorporaron los criterios población negra africana, en especial los indivi-
histológicos que permitieron diferenciar el car- duos que muestran una prevalencia alta de car-
cinoma hepatocelular, denominado en aquella cinoma hepatocelular sin cirrosis.
época como hepatoma, de las neoplasias pro- En México, en un estudio realizado en
pias de las vías biliares intrahepáticas, llamadas material de necropsia, en un periodo de 15
rolangiomas. años, Ramos y colaboradores encontraron 109
Debido a que dichos términos eran inespe- casos de carcinoma primario del hígado; de ellos
cíficos, la Asociación Internacional para el Es- el 88.9% se presentó en hígados cirróticos y
tudio del Hígado estableció la nomenclatura: 5.7% de los hígados cirróticos tenía carcinoma
carcinoma hepatocelular y carcinoma colan- primario.
giocelular. El 21.8% de los casos de cirrosis por virus B
El carcinoma primario del hígado es una desarrolló carcinoma; en cambio, sólo en 4%
neoplasia frecuente en zonas tropicales y sub- de los pacientes con cirrosis por alcohol se de-
tropicales y afecta más a la población negra de tectó carcinoma; esto apoya claramente lo ya
África y a la población china. mencionado. Cuando se realizó este estudio
La mayor parte de los pacientes con carci- (1982) aún no se había descrito el virus C, pero
noma hepatocelular tiene cirrosis, la que gene- muy probablemente algunos de estos casos
ralmente es consecutiva a hepatitis viral B o C, pueden estar relacionados con infección por
y no tanto por exposición a etanol. Actualmen- este virus.
413
414 Enfermedades de hígado y páncreas

En la actualidad la clasificación macroscó- CAUSAS


pica del carcinoma hepatocelular más acepta-
da es la de Okuda-Peters-Simson, que divide al Los factores etiológicos relacionados con el
carcinoma en cuatro tipos: expansivo, disemi- carcinoma hepatocelular pueden dividirse en
nado, multifocal y diminuto. dos categorías: virus y sustancias químicas.

1. Tipo expansivo. Se caracteriza por delimi- Virus


tarse bien respecto del tejido no cancero-
so; su crecimiento altera significativamen- Virus B. La relación entre la infección por
te el parénquima periférico y puede estar el virus de la hepatitis B (HBV) y el carcinoma
rodeado de una cápsula fibrosa, producto hepatocelular está bien establecida, aunque el
del depósito de procolágena. Al inicio de mecanismo exacto de la carcinogénesis no se
su crecimiento es una masa única, pero conoce. En África del Sur y en el sureste de Asia
pronto aparecen masas secundarias. cerca del 90% de los pacientes con carcinoma
2. Tipo diseminado. Tiene menos diferencia- hepatocelular (CHC) muestra evidencia sero-
ción y no está muy bien delimitado del lógica de infección por HBV y muchos tienen
parénquima circundante, con el que pre- integrado el DNA del HBV dentro de los cro-
senta interdigitaciones; no tiene cápsula y mosomas del hepatocito. Se ha pensado que esta
guarda una relación más estrecha con los integración viral puede ser un factor importan-
vasos sanguíneos. te en la patogenia del CHC, aunque la presen-
3. Tipo multifocal. Se distingue por la presen- cia de inflamación y necrosis por hepatitis pue-
cia de tumores de tamaño similar en un área de ser más importante. Los pacientes con in-
extensa del órgano, por lo que no se puede fección crónica por HBV tienen mucho más
definir con claridad cuál fue el tumor ini- posibilidades de desarrollar carcinoma hepato-
cial (se le conoce por esa razón como difu- celular que los controles negativos para AgHBs
so); presenta una tendencia marcada al (fig. 65-2).
desarrollo de trombos tumorales portales y Virus C. Hasta hace poco tiempo se reco-
su diseminación intrahepática es muy rápi- noció que la infección crónica con el virus C de
da a través de la circulación portal. Su com- la hepatitis (HCV) desempeñaba una función
portamiento es muy agresivo y tiene alta preponderante en el desarrollo del CHC en al-
mortalidad a corto plazo (fig. 65-1). gunas regiones. En el sur de Europa, cerca de
4. Tipo diminuto. Este tipo se ha descrito a tres cuartas partes de los pacientes con CHC
partir del advenimiento de la ultrasonogra- tienen anticuerpos contra el virus C en el sue-
fía en tiempo real como procedimiento ro. La mayoría de los pacientes con anticuer-
diagnóstico rutinario. Corresponden a este pos anti-C en el suero tienen también RNAHCV
tipo los tumores menores de 2 cm, asenta- presente en el suero, en el hígado y en ocasio-
dos en los nodulos de regeneración. nes en el tejido tumoral. El desarrollo de CHC

Fig. 65-1. Hígado de necropsia que muestra la presencia de múltiples nodulos que corresponden a un carcinoma
hepatocelular implantado en un hígado cirrótico. (Cortesía de la Dra. Vega.)
Capítulo 65 • Cáncer del hígado 415

Fig. 65-2. Tejido hepático no tumoral que muestra la presencia del AgHBs en el citoplasma de los hepatocitos;
el tejido, teñido con orceína, pertenece a un paciente con carcinoma hepatocelular secundario a la infección por
este virus. (Cortesía del Dr. Aguirre.)

se ha identificado en pacientes con hepatitis plasia nodular focal. El desarrollo de carcino-


crónica C observados por largo tiempo. Por lo ma primario del hígado en mujeres que em-
general esto ocurre después de 20 años, pero plean anticonceptivos no ha quedado bien es-
algunas veces puede suceder antes. Hasta el tablecido, por lo que en la actualidad se descar-
momento no se ha demostrado que el geno- ta una relación causal; la aparición del carcino-
ma del virus C se integre al genoma del hepa- ma primario de hígado en mujeres que ingie-
tocito, como sucede con el virus B de la he- ren anticonceptivos hormonales parece sólo una
patitis. Lo que sí se ha demostrado es que hay coincidencia.
algunos factores que pueden interactuar con el Anabólicos esferoides. Existe apoyo experi-
HCV, por ejemplo la coexistencia de infección mental para considerar una vinculación bien
con el HBV o bien la ingestión crónica de al- fundamentada entre el uso de esteroides ana-
cohol. bólicos androgénicos y el desarrollo de carcino-
ma primario del hígado.
Sustancias químicas Thorotrast. En la década de los 30 se utilizó
esta sustancia como medio de contraste para
Existen diversas sustancias que actúan como estudios angiográficos. El Thorotrast se deposi-
carcinógenos hepáticos. ta en el sistema fagocítico mononuclear del
Micotoxinas. Aspergillus flavus y Aspergi- hígado, bazo y médula ósea; tiene una vida
llus parasiticus son dos variedades que con- media prolongada y emite radiaciones alfa, lo
taminan alimentos; en modelos experimen- cual provoca fibrosis en el hígado y después
tales se ha demostrado claramente la induc- transformación maligna.
ción de CHC en animales que reciben alimen-
tos contaminados con aflatoxina. La demostra-
ción de causalidad directa en seres humanos se Otros factores
ha inferido, pero no está claramente estableci-
da; al parecer, la exposición en forma cróni- Existen otras condiciones clínicas que pueden
ca es condición sirte qua non para la carcinogé- originar carcinomas hepatocelulares, como la
nesis. hemocromatosis y la cirrosis biliar primaria, tras-
Anticonceptivos. Se sabe que el uso de anti- tornos ambos que tienen como común deno-
conceptivos hormonales se relaciona con el minador la regeneración, considerada como
desarrollo de adenomas hepáticos y con hiper- elemento de inducción neoplásica.
416 Enfermedades de hígado y páncreas

ANATOMÍA PATOLÓGICA PATOGENIA


El CHC está integrado por células muy simila- Guarda relación con el mecanismo de hepato-
res a los hepatocitos normales, razón por la cual carcinogénesis. Como en otros tipos de cáncer,
muestra un patrón muy variable de diferencia- se ha tratado de identificar un oncogén hepa-
ción. Cuando el tejido tumoral no está muy bien tocelular y su activación en el mecanismo de
diferenciado la distribución en trabéculas de las malignización, aunque sin éxito. El modelo de
células endoteliales puede tener un patrón si- estudio en pacientes portadores del antígeno
nusoidal, aunque en ocasiones las células can- de superficie del HBV ha permitido identificar
cerosas se disponen en forma acinar (fig. 65-3). algunos aspectos de interés respecto de los
En las formas moderadamente diferenciadas se mecanismos moleculares de la enfermedad. La
pueden encontrar células multinucleadas y en presencia del antígeno de superficie del virus B
la variedad anaplásica la estructura está muy (AgHBs) en el citoplasma de los hepatocitos
alterada. Las células tumorales contienen a determina su inclusión genética en el tejido (el
menudo cuerpos de inclusión citoplásmica del DNA de las células tumorales contiene el HBV
tipo hialino de Mallory o pueden evidenciar un integrado). El genoma viral incluye una secuen-
patrón ovoide. cia promotora entre los genes S y X; esta inte-
En el contenido tumoral puede advertirse gración parece ser uno de los fenómenos más
una mayor cantidad de tejido fibroso que separa importantes en la carcinogénesis.
las células cancerosas; estos carcinomas se co- Como ya se mencionó, aún no se sabe por
nocen como esclerosantes o escirrosos y se pue- qué el virus C promueve la carcinogénesis he-
den confundir con colangiocarcinomas debido pática.
a la baja frecuencia de su relación con cirrosis.
Otra variedad es el carcinoma fibrolaminar CUADRO CLÍNICO
en el que las células neoplásicas presentan eo-
sinofilia marcada y láminas de tejido fibroso que Las manifestaciones clínicas incluyen dolor ab-
las separa; su importancia clínica radica en que dominal, masa palpable, ictericia y fiebre, ade-
posee un comportamiento menos agresivo que más de malestar general, sensación de plenitud
el carcinoma hepatocelular tradicional; se pre- posprandial, anorexia, náusea, pérdida ponde-
senta en edades menores, no se vincula con ral, ascitis, edema periférico, hematemesis o
cirrosis, su delimitación en el hígado lo hace melena. En un paciente cirrótico que muestra
más fácil de resecar y tiene, por tanto, una so- datos de descompensación debe considerarse
brevida mayor. la posibilidad de un carcinoma hepatocelular.

Fig. 65-3. Tejido hepático tumoral obtenido de hepatectomía del lóbulo derecho; se aprecia tejido tumoral con
tendencia a la formación de acinos. (Cortesía del Dr. Aguirre.)
Capítulo 65 • Cáncer del hígado 417

A la exploración física puede palparse he- ras vasculares y ductales, la presencia de ascitis
patomegalia de superficie nodular y consisten- y los órganos adyacentes; además, puede usarse
cia muy aumentada, que puede ser dolorosa. como guía para practicar biopsia.
Se debe auscultar el hígado, ya que algunas veces La tomografía axil computadorizada tiene
se puede escuchar un soplo sistolico que revela una sensibilidad mayor que el ultrasonido, cer-
la hipervascularidad de la lesión. cana al 90%, aunque puede elevarse aún más si
Se pueden encontrar diversos signos y sín- se emplea la tomografía dinámica (fig. 65-4).
tomas paraneoplásicos que pueden anteceder Otro método que puede ser útil es la resonan-
a las manifestaciones clínicas del tumor. De éstos cia magnética, si bien tiene como limitante su
los más frecuentes son hipoglucemia o hiper- elevado costo y su poca accesibilidad en este
calcemia, hipercolesterolemia, porfiria cutánea país. Se recurre a la arteriografía cuando se
tarda, feminización, síndrome carcinoide, os- desea conocer la extensión tumoral para pla-
teoartropatía hipertrófica, hipertensión arterial, near una resección.
hipertiroidismo, osteoporosis, vitíligo y trombo-
flebitis.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
DIAGNOSTICO El más frecuente es carcinoma metastásico,
colangiocarcinoma, angiosarcoma o lesiones
El diagnóstico se establece por la combinación benignas como hemangioma, adenomas, hiper-
de manifestaciones clínicas, exámenes de labo- plasia nodular focal y abscesos; estas afecciones
ratorio y métodos histológicos y de imagen. se establecen en el contexto clínico, con estu-
Dentro de las alteraciones de laboratorio la que dios de imágenes, punción y biopsia.
más ayuda es la elevación de la fetoproteína alfa,
que es una proteína embrionaria con una sen-
sibilidad del 50 a 90%, sobre todo cuando se TRATAMIENTO
eleva por arriba de 400 ng/ml; debe utilizarse
como prueba de escrutinio en las poblaciones El tratamiento debe ser quirúrgico: resección o
de alto riesgo. En cuanto a los métodos de imá- trasplante. Los factores que influyen en la pri-
genes el más empleado en la actualidad es el mera son metástasis, extensión del tumor en el
ultrasonido de tiempo real, ya que no es invasi- parénquima y proximidad con estructuras del
vo, no es costoso y permite evaluar las estructu- hilio hepático; la cirrosis no contraindica la

Fig. 65-4. Tomografía axil computadorizada del hígado que muestra un hepatocarcinoma que abarca iodo eí ¡ó!
derecho.
418 Enfermedades de hígado y páncreas

resección, aunque el enfermo debe tener una BIBLIOGRAFÍA


función hepática aceptable.
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tualidad una vacuna comercial que previene la Ramos E, González A, Castillo G y col. Carcinoma
infección de este virus y por lo tanto el desarro- primario del hígado. Rev Invest Clin (Méx) 1982;
llo de carcinoma. Aún no circula en el mercado 34:133-143.
una vacuna para el virus C, pero puede evitarse Sherloch S. Viruses and hepatocellular carcinoma. Gut
su infección utilizando sangre segura y limitan- 1994; 35:828-832.
do las transfusiones sanguíneas. Es posible que Shiina S, Tagawa K, Nivva Y y col. Percutaneous ethanol
el tratamiento con interferón en los sujetos con injection therapy for hepatocellular carcinoma: re-
hepatitis crónica viral y cirrosis pueda prevenir sults in 146 patients. Am J Roentg 1993; 160:1023-
el desarrollo del carcinoma hepatocelular. 1028.
Tumores benignos
del hígado
Dra. Linda Elsa Muñoz Espinosa
Dr. Francisco Javier Martínez
Dra. Irma Elvira Calderón Lozano

INTRODUCCIÓN en mujeres fecundas, durante la tercera o cuar-


ta décadas de la vida. La hiperplasia nodular
Estas malformaciones son masas ocupativas del focal (HNF) puede presentarse en cualquier
tejido hepático que se originan en las estructu- edad, pero la mayoría de los casos se diagnosti-
ras propias de este órgano por determinación ca entre el tercer y quinto decenio de la vida,
genética, estímulos locales y factores de creci- generalmente como hallazgo de una laparoto-
miento (a veces yatrógenos). Pueden producir mía o en necropsia, y predomina en el sexo
síntomas clínicos y son identificados por medios femenino (2:1). Se ha descrito una relación de
quirúrgicos, imagenológicos o en necropsia; casi hemangiomas con HNF en pacientes adultos en
todos se tratan quirúrgicamente. hasta un 20 por ciento.
Estos tumores son por lo regular únicos y En niños el 13% de los tumores primarios
se desarrollan en personas sin daño hepático corresponde a tumores vasculares benignos. El
previo. Pueden presentarse en cualquier épo- 10% de los casos con HNF se correlaciona con
ca de la vida, aunque la edad media es la de casos pediátricos cuyas características son muy
mayor frecuencia. Varios tipos de tumores se similares a las que presentan los adultos; tam-
han relacionado con el uso de anticonceptivos bién se observa un predominio del sexo feme-
orales (ACÓ). Estas neoplasias pueden originar- nino. La incidencia del hemangioendotelioma
se en cualquiera de las estructuras y tejidos del infantil es desconocida. Estos tumores sólo se
hígado, por lo general en células hepáticas, diagnostican cuando son grandes, lo cual ocu-
epitelio de los conductos y vasos sanguíneos. rre durante los primeros seis meses de vida. El
Habitualmente se detectan como hallazgo ra- hamartoma mesenquimatoso se presenta duran-
diológico, durante una laparotomía o en la te la infancia y ocasionalmente se descubre
necropsia. durante la adolescencia; predomina en el sexo
Su incidencia es de 3 a 4 por cada 100 000 masculino en una relación de 2:1.
habitantes. Los varones muestran una tasa de Aunque las diversas estructuras del hígado
5:1 en relación con las mujeres. Se ha calcula- originan tumoraciones de estirpe benigna (cua-
do que la incidencia de tumores en mujeres que dro 66-1), un grupo internacional ha unificado
toman ACÓ es de 1 por cada 2 000 casos. El la nomenclatura de las lesiones nodulares he-
hemangioma es el tumor benigno más frecuen- patocelulares. Sin embargo, los nuevos térmi-
te; en series de necropsia se ha informado una nos incluyen lesiones de estirpe maligna, como
frecuencia de 2 a 5%, en ambos sexos, aunque el carcinoma hepatocelular y las displasias y, al
existe un ligero predominio en las mujeres. Los mismo tiempo, excluyen el hamartoma, el he-
adenomas hepáticos se ven casi exclusivamente patoblastoma y otras neoplasias. Se utiliza la cla-
419
420 Enfermedades de hígado y páncreas

Cuadro 66-1. Tumores benignos del hígado ANATOMÍA PATOLÓGICA


Parenquimatosos Mesenquimatosos
Hemangioma
Adenoma hepatocelular Hemangioma
La forma más común (cavernosa de 2 cm de
Colangioma Hemangioendotelioma
(infantil) diámetro) presenta a nivel macroscópico color
Cistadenoma Hamartoma mesenquima-
rojo oscuro uniforme. Al microscopio se apre-
toso cia una gran cantidad de espacios capilares con
Hiperplasia nodular focal Teratoma células endoteliales separados por tabiques de
Hiperplasia nodular difusa Fibroma
tejido conectivo de aspecto mixomatoso. En
ocasiones existen espacios vasculares de mayor
tamaño. Esta lesión puede relacionarse con te-
langiectasia familiar múltiple.

sificación adoptada por la OMS ya que es com- Adenoma hepatocelular


pleta y tiene correlación clínica.
Por lo general el tumor es único y se halla cir-
CAUSAS cunscrito por una cápsula de tejido conectivo
de espesor variable (fig. 66-1). La localización
Más de la mitad de las pacientes adultas que es subcapsular (cápsula de Glisson) y mide en-
padecen tumores benignos de hígado ha con- tre 5 y 15 cm de diámetro, aunque puede llegar
sumido ACÓ durante más de cinco años. Las hasta 40 cm con un peso aproximado de 3 kg
tumoraciones han aparecido tan tempranamen- (los más grandes). Hay hemorragia y necrosis
te como seis a 12 meses o tan tardíamente como en el centro del tumor. La superficie de corte
seis a l0 años después de suspender los ACÓ. muestra una masa bien demarcada, sólida, co-
El riesgo depende de la edad, duración de la lor amarillo pálido, lobulada. Al microscopio los
ingestión y dosis de los componentes de estró- hepatocitos neoplásicos semejan su contrapar-
genos y progesterona. El consumo de ACÓ tie- te normal; sin embargo, aunque su disposición
ne una fuerte vinculación con las causas del es laminar, no forman una estructura lobulillar,
adenoma hepatocelular; en el caso de la HFN por lo cual los espacios porta y las venas centro-
los ACÓ parecen tener un efecto trópico. lobulillares están ausentes. Las células pueden

Fig. 6 6 - 1 . Sección de hígado con tejido preservado y nodulo circunscrito y encapsulado de adenoma hepato­
celular. La superficie de corte del tumor es homogénea y alterna con sitios de hemorragia. Paciente masculino de
79 años de edad que falleció por hemorragia del tumor.
Capítulo 66 • Tumores benignos del hígado 421

ser muy grandes, con citoplasma claro que con- infarto, que pueden llevar a cicatrización y cal-
tiene glucógeno, grasa o bilis cuando se agru- cificación.
pan en ácinos. Al microscopio electrónico se ob-
servan megamitocondrias y cuerpos hialinos de
Mallory. En general, el aspecto de los hepatoci- Hamartoma mesenquimatoso
tos neoplásicos se describe con apariencia "sim- Es una neoplasia única de 5 a 15 cm de diáme-
plificada". tro que contiene seudoquistes; su peso en espe-
címenes obtenidos en operación es de 325 a
Hiperplasia nodular focal 7 000 g. El tumor está bien demarcado pero no
encapsulado y es parcialmente quístico al cor-
Es una masa hepática nodular cuyo tamaño varía te. Al microscopio se compone por una mezcla
de 5 a 15 cm de diámetro y puede pesar hasta de tejido conectivo laxo, edematoso y la acu-
700 g. A veces protruye y puede ser peduncula- mulación de mucopolisacáridos lleva a la for-
da. Al corte la porción central presenta una mación de espacios grandes con líquido (fig.
cicatriz fibrosa característica a partir de la cual 66-2). Se observan vasos, colágena y conductos
se irradian tabiques fibrosos. A nivel microscó- biliares esparcidos, ramificados y tortuosos. Hay
pico las porciones nodulares se encuentran cir- islotes de hepatocitos sin formar lobulillos y sólo
cunscritas por los tabiques fibrosos y contienen rara vez se aprecian focos de hemopoyesis ex-
gran cantidad de conductos biliares tortuosos e tramedular.
infiltrado inflamatorio mononuclear. No hay
estructura lobulillar hepática en el interior de
los nodulos. En los tabiques de tejido conectivo Colangioma
se aprecian arteriolas y vénulas, sin hemorra-
gia. La lesión no es encapsulada, aunque los Son adenomas de conductos biliares intrahepá-
límites se hallan bien demarcados. ticos y su frecuencia es muy rara. Son únicos y
miden hasta 2.0 cm. Se componen de peque-
ños conductos que se alojan en un estroma fi-
Hiperplasia nodular difusa broso y el diagnóstico diferencial se establece
Esta lesión se presenta en hígados no cirróticos con adenocarcinoma bien diferenciado.
y se distingue por nodulos pequeños hiperplá-
sicos sin fibrosis. Puede presentarse en cualquier Cistadenoma
parte del hígado o con predominio parcial en
el hilio. Los hepatocitos se disponen en lámi- Son tumores poco comunes en pacientes del
nas de dos o tres células de espesor y compri- sexo femenino. Por lo regular son solitarios o
men el parénquima adyacente. Puede vincular- multiloculados y contienen líquido mucoide.
se ocasionalmente con displasia y clínicamente Pueden medir entre 3.5 y 25 cm. Se encuen-
con hipertensión portal no cirrótica. No se con- tran revestidos por células cuboidales o colum-
sidera una lesión premaligna. nares en disposición simple y sólo algunas ve-
ces son polipoides o papilares. El estroma adya-
cente semeja estroma ovárico compacto. Pue-
Hemangioendotelioma infantil den observarse macrófagos con lípido en su
Estos tumores pueden ser solitarios o múltiples; citoplasma.
sus márgenes están bien demarcados y son agre-
sivos a nivel local. Macroscópicamente presen- Teratomas
tan aspecto esponjoso, café rojizo, y con frecuen-
cia su porción central contiene un centro fibro- Son únicos, de diverso tamaño y consistencia
so. Al microscopio el tumor está constituido por variable. Su contenido es epitelial, óseo, conec-
numerosos canales intercomunicados y por ca- tivo, muscular y cartilaginoso.
nales y espacios vasculares revestidos por célu- Existe una gran variedad de otros tumores
las endoteliales que pueden formar capas sim- benignos de origen mesenquimatoso: fibromas,
ples o múltiples o presentar proyecciones intra- lipomas, mielolipomas y angiolipomas, leiomio-
canaliculares a manera de pedúnculos. Los mas, mesoteliomas, mesenquimomas, mixomas
núcleos pueden variar individualmente en ta- y tumores de células granulares; todos ellos son
maño y forma, pero sólo en ocasiones se advier- muy raros, al igual que las heterotopias de glán-
ten figuras de mitosis. Puede haber trombosis e dula suprarrenal y del páncreas.
422 Enfermedades de hígado y páncreas

Fig. 66-2. A, pared de quiste biliar con tejido conectivo y vasos en hamartoma de tejido hepático (10 x). B, tejido
mixoide laxo y vascularizado en hamartoma hepático (40 x). C, sección de adenoma hepatocelular (10 x). D, área
de hipoplasia en tejido hepático (10 x). Paciente femenina de 19 años.

PATOGENIA los ACÓ con dosis bajas de etinilestradiol, lo que


al parecer redujo ya a tres veces el riesgo de
Para algunas de estas lesiones el estímulo ini- desarrollar adenomas, en comparación con 34
cial puede ser la anomalía congénita o adquiri- veces de los estudios iniciales.
da del aporte sanguíneo en un área determina- Se han descrito varios mecanismos que
da del hígado, lo cual conduce a una hiperper- pudieran participar en la patogenia de la HNF;
fusión focal del parénquima. También puede entre ellos figuran las anormalidades vascula-
ser de importancia el estímulo de factores de res o las trombosis vasculares de repetición que
crecimiento y hormonas. Así, la presencia de resultan en daño focal y reparación. Se ha su-
nodulos de regeneración es el resultado de una gerido que la trombosis vascular de repetición
proliferación localizada de hepatocitos y de su puede ocasionar estrechamiento vascular con
estroma circundante. La mayoría de estos sitios daño endotelial progresivo.
con nodulos de regeneración se relaciona con
la obliteración de venas e isquemia, con y sin
congestión.
CUADRO CLÍNICO
Mientras que para la mayoría de estas lesio-
nes no existe una vinculación clara con el con- Una proporción importante de pacientes con
sumo de hormonas, casi todos los ejemplos de tumores benignos de hígado puede cursar asin-
adenoma se presentan en circunstancias de tomática y seguir así si no presenta complica-
estimulación hepatocelular con anticonceptivos ciones. El cuadro clínico se manifiesta por masa
orales, esteroides anabólicos o metabolismo abdominal palpable, dolor abdominal intermi-
anormal de los carbohidratos, como en la dia- tente y hepatomegalia. Con respecto al adeno-
betes mellitus familiar, en la enfermedad por ma hepático, éste aparece en mujeres de 15 a
almacenamiento de glucógeno tipo la y en la 45 años; en las pacientes que consumen ACÓ
galactosemia. Algunos casos pueden involucio- la presencia de complicaciones como hemope-
nar al suspender el tratamiento. La disponibili- ritoneo o hemorragia dentro del tumor es ma-
dad de ACÓ con altas dosis de etinilestradiol, yor y tienden a presentar tumores de mayor
hasta antes de la década de los 80, favoreció el tamaño (> 5 cm); además, puede haber trans-
aumento de la frecuencia de adenomas hepáti- formación maligna. El síndrome de Kasabach-
cos; en años más recientes se han introducido Merrit ocurre cuando los hemangiomas de gran
Capítulo 66 • Tumores benignos del hígado 423

tamaño se acompañan de coagulación intravas- elevados debe descartarse la presencia de carci-


cular diseminada o trombocitopenia e hipofi- noma hepatocelular. Al presentarse el cuadro
brinogenemia. Las lesiones múltiples se ven en clínico que establece la sospecha de un tumor
27% de los casos. en el hígado el primer estudio de gabinete que
Aproximadamente tres cuartas partes de los se debe realizar es el ultrasonido (US) de abdo-
pacientes con HNF no muestran síntomas. Una men. Aunque el US no es el estudio más sensi-
tercera parte presenta lesiones múltiples. En ble para diagnosticar los tumores benignos, sí
edad pediátrica la HNF se puede relacionar con es un excelente estudio de tamizaje que por su
otras anormalidades, como telangiectasias múl- costo accesible debe ser el primero en practi-
tiples, hipospadias, sindactilia, hidrocele, enfer- carse. Este permite diferenciar masas sólidas de
medad por almacenamiento de glucógeno tipo quísticas y abscesos; estos últimos, por su fre-
I, y otras. El síndrome de HNF múltiple se pre- cuencia en forma de absceso hepático amibia-
senta si hay por lo menos dos lesiones y una o no (AHA), deben incluirse siempre en el diag-
más de las siguientes: hemangioma, defectos nóstico diferencial de las masas ocupativas he-
estructurales arteriales, malformaciones vascu- páticas. Cuando se ha identificado ya el tumor
lares del sistema nervioso central, meningioma hepático, entonces está indicado solicitar otros
o astrocitoma. estudios de imagen, como ultrasonido Doppler,
Los hemangiomas suelen ser pequeños (me- tomografía axil computadorizada, imagen por
nos de 4 cm), generalmente son únicos (90%) resonancia magnética, gammagrafía o arterio-
y permanecen asintomáticos; habitualmente no grafía. La importancia de establecer el diagnós-
crecen, sólo lo hacen en algunas ocasiones en tico de la tumoración por estudios de imagen
el curso de un tratamiento estrogénico o du- radica en que, en el caso de tumores hipervascu-
rante el embarazo. lares, está contraindicada la biopsia hepática por
El hemangioendotelioma casi siempre se el riesgo de ocasionar hemorragia.
acompaña de hemangiomas en la piel y, aun El hemangioma hepático se observa en el
cuando la lesión sea solitaria, ésta puede ser tan US como una tumoración hipoecoica bien de-
grande o estar activamente perfundida que finida; en la TAC sin contraste se ve como una
produce insuficiencia cardiaca con alto gasto lesión hipodensa (fig. 66-3) y en la modalidad
cardiaco (debido a una alteración hemodiná- dinámica resalta primero la periferia y luego el
mica similar a una anastomosis arteriovenosa).
Hasta en un 85% se encuentra tumoración ab-
dominal acompañada o no de vómitos, anorexia,
crecimiento retardado, compromiso respirato-
rio, fiebre o letargía. Rara vez el cuadro clínico
inicia con ictericia hemolítica, trombocitopenia,
leucocitosis, hemoperitoneo o coagulación in-
travascular diseminada.
El hamartoma puede abrir el cuadro clíni-
co con dolor abdominal, hepatomegalia y habi-
tualmente se diagnostica antes de los dos años
de edad.

DIAGNOSTICO
Por lo general los pacientes con este tipo de
tumores no tienen antecedente de hepatopa-
tía. Las pruebas de funcionamiento hepático en
pocas ocasiones se alteran con la presencia de
tumores benignos, a menos que el tumor sea
muy grande y produzca, por ejemplo, obstruc-
ción de la vía biliar; en tal caso las enzimas como Fig. 66-3. TAC que muestra hemangioma hepático
la gammaglutamiltransferasa y la fosfatasa alca- sin medio de contraste. Se observan lesiones hipodensas
lina se elevan junto con la bilirrubina directa. de 57 x 74 mm con bordes bien delimitados, localiza-
Los niveles séricos de fetoproteína alfa (AFP) das en el segmento posterior del lóbulo derecho (pa-
por lo general son normales y cuando están ciente femenino de 22 años de edad).
424 Enfermedades de hígado y páncreas

centro. La técnica más específica es la gamma- El centro estrellado se ve hipointenso en Ti e


grafía con glóbulos rojos humanos marcados hiperintenso en T2; en el estudio con contraste
con tecnecio99m. En la arteriografía el patrón el gadolinio se acumula en la zona central en
característico es el desarrollo de una masa capi- las imágenes tardías en Ti. La arteriografía, por
lar por más de 12 segundos. su parte, muestra un tumor hipervascular, con
En el adenoma hepático el US refleja la el aporte vascular en el centro y proporciona
presencia de un tumor sólido y pueden verse una imagen de "rayo de rueda". En el US Dop-
imágenes sugestivas de hemorragia intratumoral pler se ven imágenes arteriales dentro del tu-
o necrosis; esto último eleva la sospecha de mor. El gammagrama con ácido trimetil-bro-
adenoma. El TAC muestra reforzamiento arte- moimidoacético (TBIDA) muestra hiperfijación
rial, áreas hiperdensas (sin contraste) debidas tardía en el área del tumor.
a hemorragia, o bien áreas hipodensas por ne- Los hemangioendoteliomas de gran tama-
crosis o grasa. La IRM sin contraste revela áreas ño pueden estar hipervascularizados y muestran
hiperintensas en Ti y T2 causadas por hemo- signos radiológicos similares a los tumores he-
rragia; la necrosis se observa como áreas hipo- páticos malignos, como aumento del diámetro
intensas en Ti que corresponden a áreas hiper- de las arterias aferentes, numerosos lagos san-
intensas en T2. Cuando se administra un agen- guíneos y en algunas ocasiones retorno venoso
te de contraste como el gadolinio se aprecia masivo. Durante la fase venosa de la arteriogra-
reforzamiento arterial, sin acumulación del fía las ramas portales están desplazadas cerca
material dentro del tumor. La arteriografía del tumor, pero no se ven amputaciones de
muestra que es un tumor hipervascular, con estructuras vasculares. En el hamartoma quísti-
aporte sanguíneo vascular periférico y dentro co mesenquimatoso se advierten en la TAC] áreas
del tumor se ven señales de circulación venosa. sólidas y quísticas dentro del tumor (fig. 66-4).
En la HNF los estudios de imagen revelan
un centro estrellado que difiere del resto de la DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
lesión y hay evidencia de aumento de la vascu-
laridad. En la TAC el centro estrellado se obser- El adenoma hepatocelular debe diferenciarse
va hipodenso, muestra reforzamiento arterial y de la HNF; por lo regular el primero es único y
rara vez se ven zonas de necrosis. Con la IRM se la HNF puede mostrar lesiones múltiples (en
determina el diagnóstico en 70% de los casos; ambos puede existir el antecedente de consu-
la prueba revela imágenes isointensas o hipoin- mo de ACÓ). Los nodulos múltiples de la HNF
tensas en Ti, ligeramente hiperintensas en T2. pueden confundirse con nodulos de regenera-

Fig. 66-4. Hamartoma quístico mesenquimatoso en la paciente de la figura 66-2; el hígado se ve con densidad
alterada prácticamente en su totalidad y se observan dos zonas quísticas; en el segmento del lóbulo derecho la
densidad disminuida corresponde a hígado hipoplásico.
Capítulo 66 ' Tumores benignos del hígado 425

ción, como en los casos del síndrome de Budd- TAC e IRM es muy útil ya que demuestra las
Chiari o en la enfermedad de Osler-Weber- lesiones vascularizadas.
Rendu. Las metástasis hepáticas también pueden
Es muy importante excluir el carcinoma confundirse con tumores benignos, sobre todo
hepatocelular (CHC), que en México es más si son únicas. Por lo general son lesiones múlti-
frecuente que los tumores benignos; puede ples sólidas en el US, TAC e IRM. Cuando son
confundirse con adenomas o HNF, aunque esta muy abundantes pueden producir inclusive
última tiene un aspecto característico en la IRM datos de insuficiencia hepática. La historia clí-
(véase antes). En todo paciente con tumor he- nica es de mucho valor para sospechar el posi-
pático deben determinarse los niveles séricos ble sitio de origen del tumor. Los tumores ma-
de AFP; cuando están elevados pero por debajo lignos que más a menudo provocan metástasis
de 500 ng/ml es inespecíñco (valor normal 0- hepáticas son mama, pulmón, estómago, pán-
20 ng/ml). Otras neoplasias malignas dentro o creas y colon.
fuera del tubo digestivo pueden generar estos
niveles, así como otras condiciones, como el
embarazo. Sin embargo, cuando exceden los TRATAMIENTO
500 ng/ml aumenta la probabilidad de CHC; La mayoría de los hemangiomas son pequeños
por arriba de 5 000 ng/ml se asume definitiva- y asintomáticos y si el diagnóstico es seguro
mente CHC, mientras no se demuestre lo con- deben mantenerse en observación; la incapaci-
trario. La variedad de CHC fibrolamelar, no dad de establecer un diagnóstico inequívoco es
obstante, no muestra elevaciones de la fetopro- una de las razones para llevar a cabo una resec-
teína alfa. ción quirúrgica y con ello confirmar el diagnós-
En el CHC las lesiones pueden ser únicas o tico; téngase en cuenta que están contraindica-
múltiples y en México casi siempre se relacio- das las biopsias hepáticas por el riesgo de pro-
nan con hepatopatía previa (hepatitis crónicas vocar una hemorragia. Cuando no puede des-
virales o cirrosis hepática). En el US y la TAC se cartarse tumoración maligna por los estudios de
observan una o varias lesiones sólidas y pueden imagen, laboratorio e historia clínica está indi-
evidenciar datos de necrosis central. En la IRM cada la operación.
con contraste el tumor resalta por la concen- Si el hemangioma es sintomático debe re-
tración de éste. La arteriografía se indica cuan- secarse, a menos que la condición sistémica del
do el paciente será sometido a tratamiento paciente o las consideraciones anatómicas lo
quirúrgico para delimitar bien el tumor y ob- impidan. La mortalidad y la morbilidad duran-
servar la invasión a otras estructuras como los te el procedimiento quirúrgico son bajas. Hay
vasos sanguíneos; en este estudio se muestra el pocajustificación para practicar intervenciones
típico moteado tumoral en la fase venosa diag- paliativas mediante la ligadura de la arteria
nóstico de carcinoma hepatocelular. hepática o radioterapia en aquellos pacientes
Los tumores que proporcionan imágenes cuya lesión es resecable. La HNF es por lo ge-
hipoecoicas en el US o hipodensas en la TAC, neral asintomática, por lo que no requiere tra-
como el hemangioma, deben diferenciarse del tamiento; en pacientes con datos clínicos, bio-
AHA, que puede incluso generar imágenes su- químicos o de imagen no característicos está
gestivas de tumor sólido cuando se encuentra indicado el diagnóstico histológico para excluir
en las fases iniciales de licuefacción. Desde lue- adenoma o alguna lesión maligna. Las pacien-
go, la serameba por técnicas altamente sensi- tes con adenoma hepático, con y sin síntomas,
bles, como hemaglutinación indirecta, contra- deben suspender la ingestión de anticoncepti-
inmunoelectroforesis, ELISA o Western Blott, vos y tratarse quirúrgicamente por la posibili-
es positiva en más del 95% de los casos con AHA. dad de ocasionar hemorragias. En el hemangio-
Con una serameba positiva puede intentarse la endotelioma infantil el tratamiento es quirúr-
punción guiada por US que extrae el caracte- gico y también se utiliza la radiación; algunos
rístico "pus achocolatado" de esta entidad. El individuos con insuficiencia cardiaca han reac-
cuadro clínico muestra claramente un proceso cionado a los corticosteroides.
infeccioso con dolor agudo en el cuadrante
superior derecho de hasta dos semanas de evo-
lución en 75% de los pacientes con AHA (fie- COMPLICACIONES
bre y leucocitosis prácticamente en el 100% de Las más comunes son crecimiento (hemangio-
los casos). El uso de material de contraste en la mas), obstrucción de las vías biliares (heman-
426 Enfermedades de hígado y páncreas

giomas, hemangioendoteliomas) y hemorragia with clinical, radiological, and pathological correla-


(hemangioma, adenoma). La HNF probable- tions. Hepatology 1995; 22:1674-1681.
mente no cause complicaciones. Rara vez, cuan- CraigJR, Peters RL, Edmonson HA. Tumors of the liver
do las lesiones son grandes y pedunculadas, and intrahepatic bile ducts (fascicle 26, 2nd series).
pueden ocurrir torsiones, infartos, rotura o Washington DC: Armed Forccs Institute of Pathol-
hemorragia. Cuando el hemangioendotelioma ogy 1989.
es de gran tamaño puede producir insuficien- De Sousa IMM, Portmann B, Williams R. Nodular re-
cia cardiaca. El hamartoma quístico puede oca- generative hyperplasia of the liver and the Budd-
sionar hemorragia o fístulas biliares. Chiari syndrome: case report, review of the litera-
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PRONOSTICO Flejou JK, BargeJ, Menú Y y col. Liver adenomatosis:
No hay evidencia de que la HFN se convierta an entity disünct from liver adenoma?. Gastroenter-
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carcinoma hepatocelular; el curso clínico casi Flejou JF, Pignon JP, Le MG y col. Liver cell adenoma,
siempre es excelente y rara vez se presentan focal nodular hyperplasia and oral contraceptive use:
necrosis hemorrágica o rotura. Por el contra- a french case-control study in young women. Hepa-
tology 1994; 20:280(Abstract)
rio, el adenoma hepatocelular muestra con fre-
cuencia necrosis hemorrágica y rotura (30-50%) García-Compeán D, Guzmán-de la Garza FJ, Muñoz-
y hay algunos estudios, incluso, que informan Espinosa LE y col. Cáncer hepático primario. Carac-
terísticas epidemiológicas, clínicas y bioquímicas.
transformación maligna. Ciertos tumores, como
Rev Gastroenterol Mex 1994; 59:17-22.
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Coleástopatías
Dra. Rosa María Vázquez Enríquez

INTRODUCCIÓN Frecuencia

Colecistopatías es el t é r m i n o que se aplica en Su distribución m u n d i a l varía de m a n e r a nota-


general a las enfermedades de la vesícula biliar. ble. En los países orientales y africanos es p o c o
Las afecciones vesiculares son un p r o b l e m a fre- frecuente (se ha informado que e n t r e la tribu
c u e n t e q u e enfrenta el médico en la práctica masai de África Oriental es prácticamente des-
diaria; p o r esa razón son indispensables el co- conocida).
n o c i m i e n t o , diagnóstico y tratamiento de estos Por el contrario, en los países industrializa-
trastornos para poder brindar una atención dos de Occidente su prevalencia es del 10%,
a d e c u a d a y o p o r t u n a ; de esa m a n e r a mejorará cifra q u e contrasta con el 30% registrado en la
su pronóstico. tribu Pima.
Es i m p o r t a n t e m e n c i o n a r q u e más del 9 0 % En México la prevalencia global de litiasis
de los casos de las enfermedades vesiculares se biliar es del 14.3%, ligeramente mayor a la ob-
relaciona con litiasis biliar y p o r eso las colecis- servada en países desarrollados c o m o J a p ó n y
topatías se clasifican en anomalías congénitas, Estados Unidos, p e r o inferior a Chile, q u e tie-
colecistolitiasis, colecistitis alitiásica y cáncer de ne la más alta incidencia de litiasis biliar en el
vesícula biliar. m u n d o (cerca del 44% de las mujeres y 2 5 % de
los varones mayores de 20 a ñ o s ) .
Se p r e s e n t a con mayor frecuencia en la
ANOMALÍAS CONGÉNITAS mujer (relación de 2:1). Se han propuesto como
factores condicionantes la edad mayor de 40
En 2 0 % de la p o b l a c i ó n p u e d e n detectarse años, la obesidad y la multiparidad. La preva-
anomalías vesiculares (en n ú m e r o , t a m a ñ o y lencia se i n c r e m e n t a después de los 60 años; 10
forma), c o m o agenesia vesicular, duplicación, a 15% de varones y 20 a 4 0 % de mujeres desa-
esbozos vesiculares, vesícula gigante y diver- rrollan cálculos vesiculares. Asimismo, el con-
tículos. El "gorro frigio" es la existencia de un sumo excesivo de carbohidratos, las dietas de
tabique o un pliegue parcial o completo que reducción bajas en calorías y las ricas en grasas
separa el fondo del c u e r p o vesicular. Las altera- y colesterol facilitan la formación de bilis lito-
ciones de posición p u e d e n ser vesícula intrahe- génica.
pática, izquierda o posterior. La vesícula "flo- La litiasis vesicular se relaciona con varios
t a n t e " p u e d e ocasionar vólvulo o h e r n i a c i ó n trastornos clínicos, c o m o obesidad, d i a b e t e s
vesicular p o r un trastorno de fijación. mellitus, intervención quirúrgica gástrica, resec-
ción o derivación ileal y c o n s u m o de anticon-
ceptivos orales.
COLECISTOUTIASIS
Causas
Definición
Los cálculos vesiculares están compuestos prin-
Es la presencia de cálculos en la vesícula biliar. cipalmente p o r colesterol, bilirrubina y sales de
427
428 Enfermedades de hígado y páncreas

calcio, con pequeñas cantidades de proteína y rior está revestido de mucosa aterciopelada que
otros materiales. En 85% de los casos los cálcu- interviene en la resorción de agua y iones, así
los son formaciones de colesterol; el 15% res- como en la producción de moco y secreción de
tante lo integran cálculos de pigmento. hidrogeniones (la bilis vesicular es más espesa y
Las formaciones de colesterol tienen un acida que la bilis hepática).
80% de este elemento, así como la glucoproteí- Se considera que la inflamación de la pa-
na mucina. Los cálculos pigmentarios pueden red vesicular es secundaria a los brotes repeti-
ser negros o cafés; los primeros contienen polí- dos de cólico vesicular. En la colecistitis aguda
meros de bilirrubina y grandes cantidades de los cambios inflamatorios varían, desde engra-
glucoproteína mucina; los segundos están for- samiento por edema y congestión de la pared
mados por bilirrubina no conjudada, sales de hasta necrosis, gangrena y perforación. Asimis-
calcio, proteínas y colesterol. Los cálculos pig- mo, la mucosa vesicular sufre cambios inflama-
mentarios negros son más comunes en pacien- torios caracterizados por engrosamiento de los
tes cirróticos y se relacionan con condiciones pliegues por edema de la mucosa; el contenido
hemolíticas crónicas, como anemia de células vesicular (además de cálculos) puede estar
falciformes y talasemia (en las cuales aumenta constituido por "lodo biliar", moco o empiema
la excreción de bilirrubina). franco.
El colesterol es insoluble en soluciones La irritación mecánica crónica, ocasionada
acuosas, pero en la bilis se solubiliza por la re- por la presencia de cálculos, evoluciona desde
lación con sales biliares y fosfolípidos en forma fibrosis de la pared hasta esclerosis y atrofia de
de micelas y vesículas. De un modo simplifica- la misma.
do puede decirse que los cálculos de colesterol
se forman cuando la concentración de coleste-
rol en bilis excede la capacidad de ésta para Patogenia
mantenerlo en solución y da lugar, por una
parte, a la precipitación de cristales de coleste- La vesícula biliar tiene la función de regular la
rol y, por otra, por aposición de los mismos y cantidad de bilis y el momento en que pasa
aglomeración con proteína y mucina, a la for- al duodeno para que pueda formarse una mez-
mación de cálculos. Las proporciones de coles- cla adecuada con el quimo y se facilite la diges-
terol, fosfolípidos y sales biliares se concentran tión. Excepcionalmente, en virtud de su tama-
en las coordenadas del triángulo de Admirand ño, los cálculos pequeños pueden desaparecer
y Small. de modo espontáneo de la vesícula debido a que
logran migrar hacia colédoco y duodeno.
La alteración de la motilidad vesicular es
La contracción vesicular brusca provoca la
un factor contribuyente en la formación de
impacción de cálculos a nivel del antro vesicu-
cálculos; en teoría, los cristales microscópicos
lar o del conducto cístico en un intento por
de colesterol pueden ser eliminados de la vesí-
expulsarlos, lo cual origina dolor de tipo visce-
cula si las contracciones son suficientemente
ral, transmitido por fibras simpáticas. Cuando
efectivas.
los cálculos no logran ser arrojados fuera de la
La evidencia de que la estasis vesicular cau- vesícula pueden impactarse repetidamente en
sa la formación de cálculos es circunstancial en el conducto cístico, causando cólico vesicular y
la mayoría de los casos, ya que la composición obstrucción parcial o completa del cístico, que
de la bilis también está alterada. El embarazo, a su vez da lugar a la proliferación bacteriana
nutrición parenteral prolongada, desnutrición, en la bilis y a la inflamación de la pared vesicular.
pérdida rápida de peso, lesión alta de la médu-
la espinal y uso de somatostatina son algunos
factores que ocasionan estasis biliar. Cuadro clínico

Anatomía patológica La mayoría de los pacientes con cálculos vesi-


culares cursa asintomática; los cálculos sólo se
La vesícula biliar es una bolsa muscular en la encuentran durante el estudio de otra enfer-
que se almacena bilis; su pared tiene dos capas medad. Es posible también que los cálculos
ele músculo liso dispuestas en forma circular generen síntomas al obstruir el conducto císti-
(interna) y longitudinal (externa) y comunica co, lo cual eleva la presión intraluminal y causa
al resto de la vía biliar a través del conducto distensión de la vesícula. El signo específico de
cístico, que desemboca en el colédoco. Su inte- la enfermedad vesicular es el "cólico vesicular".
Capítulo 67 ' Colecistopatías 429

Lo característico es que el dolor visceral ten- modifica con los cambios de posición, pero que
ga un comienzo brusco, intenso y opresivo; se no produce sombra acústica (esto lo diferencia
localiza en el epigastrio o en el hipocondrio dere- de los cálculos vesiculares). Sonográficamente
cho, es recurrente y se propaga con frecuencia la pared vesicular normal debe medir 3 mm o
hacia la zona interescapular, a la escápula dere- menos; una pared mayor de 3 mm indica un
cha o al hombro. Puede persistir con gran inten- proceso agudo y un ultrasonografista experimen-
sidad varias horas y al cesar deja una sensación tado puede determinar la presencia de pólipos
de adolorimiento en el hipocondrio derecho (fig. 67-2) o neoplasia en la pared vesicular. Otro
que suele durar hasta 24 horas. El cólico vesicu- dato importante que se debe confirmar es la
lar puede acompañarse de náuseas y vómitos de relación porta-colédoco existente, que normal-
contenido biliar. El cólico vesicular puede pre- mente es de 2:1; un diámetro mayor del colédo-
cipitarse por una comida rica en grasas, abun- co debe hacer sospechar litiasis del colédoco.
dante o después de un periodo prolongado de La placa simple de abdomen puede mos-
ayuno e incluso por una comida normal. trar cálculos sólo en 10 a 15% de los casos (fig.
A la exploración física se encuentra resis- 67-3), cuando los cálculos poseen suficiente
tencia muscular voluntaria y signo de Murphy calcio (radiopacos); la placa simple es también
positivo. útil para apreciar la vesícula "en porcelana", íleo
biliar y colecistitis enfisematosa.
Diagnóstico En la colecistografía oral se administra
medio de contraste yodado (ácido yopanoico)
Se elabora mediante la anamnesis completa y un día antes del estudio; éste se absorbe en el
exploración física integral del paciente; en la tubo digestivo, se elimina en la bilis y se con-
actualidad el estudio de elección para corrobo- centra en la vesícula. Se observan con este estu-
rar el diagnóstico es el ultrasonido de vesícula dio cálculos en la vesícula (fig. 67-4), pólipos,
y vías biliares, que es un método no invasivo y lodo biliar o también "vesícula excluida" (ya que
proporciona una certeza diagnóstica del 97%. el material de contraste puede absorberse por
Con este estudio se puede apreciar la forma y la pared vesicular inflamada o porque el con-
tamaño de la vesícula biliar y la presencia de ducto cístico está obstruido). En ocasiones no
"sombra acústica", que indica la existencia de se puede apreciar la normalidad de una vesícu-
cálculos (fig. 67-1). El "lodo biliar" es un mate- la por problemas técnicos, como obstrucción
rial que produce menos ecos y forma un estrato gástrica o pobre absorción intestinal del medio
en la zona más declive de la vesícula, que se de contraste.

Fig. 67-1. Ultrasonido de vesícula que muestra sombra Fig. 67-2. Ultrasonido de vesícula con pólipo en su inte-
acústica por litiasis vesicular. rior que no produce sombra acústica.
430 Enfermedades de hígado y páncreas

Fig. 67-3. Cálculos de colesterol y pigmentos bilia-


res con calcificación central que son radiolúcidos en la
placa simple de abdomen.

El ultrasonido ha relegado la colecistogra-


fía a segundo plano; esto se debe, entre otras
razones, a que genera datos falsonegativos cuan-
do los cálculos son muy pequeños y a que re-
Fig. 67-4. Colecistografía oral que muestra cálculos en
quiere, para que sea útil, tránsito intestinal
el interior de la vesícula.
adecuado, sin alteraciones de la excreción he-
pática. Además, está contraindicada en pacien-
tes con antecedentes de alergia al medio de
contraste yodado y durante el embarazo. Posee pancreatitis crónica, colon irritable, pielonefri-
utilidad todavía en sujetos con sospecha de afec- tis, urolitiasis derecha y angina de pecho. Para
ción vesicular en los que el ultrasonido es nega- ello se recurre al análisis semiológico exhausti-
tivo; en tal caso se aplica la prueba de Boyden, vo, aun cuando se tenga el hallazgo imagenoló-
que consiste en suministrar al paciente una gico de litiasis vesicular.
comida rica en alimentos colecistocinéticos para
después observar radiológicamente el vacia-
miento vesicular. Tratamiento
La colangiografía endovenosa no consigue Existe controversia en relación con el tratamien-
visualizar la vesícula, pero sí las vías biliares; to quirúrgico de la litiasis biliar asintomática.
necesita para su realización cifras de bilirrubi- Se recomienda en sectores específicos de la
na menores de 3 miligramos. población, como los niños y grupos de alto ries-
Otros estudios, como la colecistocentelleo- go para cáncer de vesícula, o en padecimientos
grafía nuclear, evalúan rápidamente la función como la anemia de células falciformes. El ries-
vesicular y pueden detectar obstrucción del go quirúrgico de cada paciente debe valorarse
conducto cístico, pero no proporcionan infor- en forma individual antes de decidir la opera-
mación anatómica y no pueden identificar cál- ción definitiva en la colelitiasis asintomática.
culos en la vesícula biliar. Los cuadros vesiculares dolorosos reaccio-
nan al tratamiento médico en 75 a 90% de los
Diagnóstico diferencial casos; la terapéutica debe incluir ayuno, sonda
nasogástrica, cuidado del desequilibrio hidro-
Debe establecerse respecto de la gastritis, en- electrolítico y acidobásico, así como la adminis-
fermedad acidopéptica, esofagitis por reflujo, tración de antiespasmódicos y antibióticos.
Capítulo 67 • Colecistopatías 431

Los episodios recurrentes de dolor abdomi- Complicaciones


nal en los cuadrantes superiores son la indica-
ción más frecuente de colecistectomía, que es La colecistitis aguda secundaria al bloqueo del
una de las operaciones más comunes (sólo su- conducto cístico es resultado de litiasis vesicu-
perada en frecuencia por la apendicectomía y lar en 97% de los casos; la inflamación de la
la plastia de pared). Se considera el estándar pared vesicular causa dolor abdominal grave,
de oro para el tratamiento de la litiasis vesicu- sobre todo en el hipocondrio derecho, y se
lar; sus principales ventajas son las siguientes: acompaña de náusea, vómito, fiebre y leucoci-
es una intervención segura, suprime los sínto- tosis; estos síntomas pueden desaparecer con
mas, evita la progresión de la enfermedad calcu- tratamiento médico o progresar hacia peores
losa y, por tanto, sus complicaciones, y tiene una complicaciones.
mortalidad menor del 1 por ciento. El bloqueo del conducto cístico también
La colecistectomía puede practicarse por vía puede producir dilatación vesicular, absorción
abierta o laparoscópica. En el caso de esta últi- de bilis y secreción de moco por la pared vesi-
ma la recuperación es temprana y evita el dolor cular que provoca el característico aspecto blan-
secundario a la incisión habitual, además de co espeso del contenido vesicular, alteración
tener mejores efectos cosméticos. En cualquier conocida como hidrocolecisto.
caso, el cirujano debe ser capaz de efectuar tanto Si se prolonga la distensión vesicular, la bilis
la colecistectomía abierta como la modalidad acumulada y la reducción del flujo sanguíneo
laparoscópica y resolver las complicaciones po- propician la colonización bacteriana (E. coli
sibles. es la bacteria cultivada más a menudo). Si el
Estudios de investigación clínica han demos- cuadro inflamatorio continúa, los factores quí-
trado la disolución de cálculos vesiculares de micos, isquémicos y bacterianos se conjuntan
colesterol con instilación de metil-terbutil-éter; para provocar piocolecisto, que se distingue por
para esta técnica se requiere un catéter nasobi- gangrena y necrosis de la pared vesicular, con
liar guiado endoscópicamente o un catéter perforación de la misma hacia la cavidad peri-
hepático percutáneo. Los efectos colaterales toneal. Esto puede ocasionar peritonitis o pe-
informados son cambios inflamatorios agudos netración a órganos vecinos, como duodeno,
a nivel de la mucosa vesicular, contacto con la estómago y colon, y dar lugar a una fístula
mucosa duodenal que ocasiona irritación grave colecistoentérica. En el tubo digestivo algunos
y absorción del fármaco que puede causar se- de estos cálculos, dependiendo de su tamaño,
dación. pueden ser expulsados con la materia fecal;
Con el uso de sales biliares por vía oral la otros, los de gran tamaño y los que no logran
recurrencia de la litiasis es todavía un problema atravesar la válvula ileocecal, originan un cua-
y a menudo es necesario repetir el tratamiento. dro de obstrucción intestinal conocido como
La litotripsia extracorpórea de los cálculos íleo biliar.
vesiculares utiliza ondas sónicas de alta ampli- La coledocolitiasis ocurre al pasar un cál-
tud que fragmentan los cálculos; sin embargo, culo a través del cístico hacia el colédoco, sin
es necesario un buen funcionamiento vesicular alcanzar el duodeno, y al quedar alojado en la
para eliminar los cálculos fragmentados a tra- vía biliar; esto provoca estasis, dilatación del
vés del colédoco hacia el intestino y los frag- colédoco, dolor, síndrome ictérico obstructivo,
mentos pueden producir síntomas si son mayo- elevación de las bilirrubinas a expensas de la
res de 3 mm. Las ondas de choque pueden le- bilirrubina directa y elevación de la fosfatasa
sionar los tejidos blandos del pulmón y riñon y alcalina. La persistencia de la coledocolitiasis es
ocasionar hematuria macroscópica. una alteración que puede llegar a producir
La litotripsia tiene limitaciones importan- colestasis intrahepática y cirrosis biliar secun-
tes ya que es poco útil en cálculos densamente daria, a largo plazo.
calcificados, se requiere una cantidad mínima La colangitis constituye una de las compli-
de cálculos y vesícula funcional y no deben es- caciones más graves; se trata de una afección
tar presentes enfermedades concomitantes, secundaria a coledocolitiasis, ya que es un pro-
como pancreatitis, obstrucción biliar o altera- ceso infeccioso de las vías biliares que puede
ciones de la coagulación. El porcentaje de re- originarse a partir de la vía hematógena o del
currencia es mayor del 11 % y los análisis costo- tubo digestivo en forma de infección ascenden-
beneficio indican eme la litotripsia no reduce te por la vía biliar. La colangitis origina absce-
costos respecto del tratamiento quirúrgico. sos colangiolai es múltiples y se manifiesta clíni-
432 Enfermedades de hígado y páncreas

camente por la tríada de Charcot (ictericia, fie- Clasificación


bre, dolor); en su estadio séptico más avanzado
se distingue por la pentalogía de Reynolds (ic- Se la clasifica en dos grupos: colecistitis aguda
tericia, fiebre, dolor, datos de choque y altera- alitiásica (CAÁ) y colecistitis crónica alitiásica
ciones de la conciencia). Su mortalidad es muy (CCA).
elevada y requiere por tanto un diagnóstico
oportuno y tratamiento inmediato; este último Causas
debe incluir antibióticos potentes contra gram-
negativos, fármacos de amplio espectro contra La CAÁ se observa en pacientes con procesos
anaerobios, con esquemas combinados de ami- sistémicos agudos, como traumatismos o que-
noglucósidos o cefalosporinas de tercera gene- maduras graves, pospartos prolongados y pos-
ración y metronidazoi. Se instituye rápidamen- operatorios de intervenciones ortopédicas. Tam-
te la terapéutica de reposición hidroelectrolítica bién se han mencionado otros factores desen-
y acidobásica y, más importante aún, el drenaje cadenantes: vasculitis, adenocarcinoma vesicu-
quirúrgico de la vía biliar en el menor tiempo lar obstructivo, diabetes mellitus, torsión de
posible. vesícula, infecciones o infestaciones anormales
Es posible encontrar ictericia sin cálculos de la vesícula (p. ej. Salmonella, V. cholerae, Lep-
en el colédoco; a esto se le conoce como sín- tospira); se ha relacionado además con enfer-
drome de Mirizzi y ocurre al impactarse uno o medades sistémicas del tipo de los trastornos
más cálculos en la bolsa de Hartmann o con- cardiovasculares, tuberculosis, sífilis, actinomi-
ducto cístico y al apoyarse sobre el conducto cosis y sarcoidosis.
hepático común. En la CCA la hipomotilidad vesicular causa
estasis biliar y favorece las alteraciones inflama-
torias secundarias a la irritación química de la
Pronóstico mucosa.
Es favorable si se establece un diagnóstico acer-
tado de manera oportuna y si los tratamientos Anatomía patológica
médico y quirúrgico se aplican en forma tem-
prana. En la CAÁ la pared vesicular muestra engrasa-
miento por edema y lesiones ulcerosas de la
mucosa; es prácticamente indistinguible de la
COLECISTITIS ALITIASICA colecistitis aguda litiásica, pero no hay cálculos.
En el estudio histopatológico de la CCA se iden-
Definición tifican datos claros de colecistitis crónica; ade-
más, en la adenomiosis, se observa hiperplasia
Es el proceso inflamatorio agudo o crónico de de la mucosa y muscular y criptas dentro de la
la vesícula biliar sin relación con la litiasis biliar. pared vesicular. En la colesterolosis se advier-
ten en la pared vesicular depósitos de coleste-
Generalidades rol que le dan un aspecto característico. Por
último, la neuromatosis se manifiesta como hi-
Este proceso morboso se puede presentar en perplasia de fibras nerviosas autónomas propias
forma aguda o crónica. La primera es casi in- de la pared vesicular.
distinguible clínicamente de la colecistitis por
cálculos, pero se vincula con procesos sistémi-
cos agudos. En la segunda, a los pacientes que Patogenia
no sufren litiasis biliar (catalogados como por- Los pacientes con enfermedad sistémica aguda
tadores de trastornos funcionales digestivos) se permanecen casi siempre en ayuno por perio-
les deben descartar colesterolosis, adenomiosis, dos prolongados, lo cual causa inmovilidad y
neuromatosis y trastornos de la motilidad vesi- falta de vaciamiento vesiculares; por otra parte,
cular, conocidos como discinesia vesicular. los estados de hipotensión favorecen las altera-
ciones de la irrigación de la pared vesicular, que
a su vez traen como consecuencia isquemia
Frecuencia aguda, necrosis y proliferación bacteriana. Este
Constituye del 5 al 10% de las afecciones vesi- es el mecanismo aceptado de la colecistitis agu-
culares. da alitiásica.
Capítulo 67 • Colecistopatías 433

Además, la hipomotilidad vesicular o la fal- CÁNCER DE VESÍCULA BILIAR


ta de relajación adecuada del esfínter de Oddi
elevan en forma crónica la presión intnxvesicu- Definición
lar y ocasionan dolor.
Son las neoplasias malignas que se originan en
la vesícula biliar.
Cuadro clínico
Generalidades
Es similar a la colecistitis aguda secundaria a
litiasis vesicular y se manifiesta por dolor en El pronóstico de los individuos con cáncer de
epigastrio e hipocondrio derecho, con irradia- vesícula debe llevar a su estudio exhaustivo; el
ción hacia hombro o escápula derecha, náusea objetivo es mejorar la sobrevida de los pacientes.
y vómito de contenido biliar. Por otro lado, sus
signos pueden ser también eructos, plenitud
posprandial, flatulencia, regurgitación (esto Frecuencia
último en caso de alteraciones de la motilidad
vesicular). La incidencia del cáncer de la vesícula biliar en
México es de 8.5 por cada 100 000 mujeres y
ocupa el tercer lugar en frecuencia entre las
neoplasias malignas del tubo digestivo. Al igual
Diagnóstico que la colelitiasis, el carcinoma de vesícula bi-
El cuadro clínico es semejante a la colecistitis liar predomina en mujeres en proporción de
secundaria a litiasis vesicular. Requiere anam- 3:1 y se manifiesta en pacientes mayores de 60
nesis detallada y exploración física integral; para años.
su diagnóstico están disponibles el ultrasonido
de vesícula y vías biliares, la tomografía compu- Clasificación
tadorizada o la colecistocentelleografía, que
muestran una vesícula agrandada, tensa y está- Se clasifica en adenocarcinoma (más del 90%
tica, sin cálculos. En la colecistitis crónica alitiá- de los casos) y carcinoma de células escamosas
sica por discinesia vesicular es de utilidad la (5%).
colecistografía oral con prueba de Boyden, en
la que se advierte un inadecuado vaciamiento Causas
vesicular.
Las causas se desconocen aunque algunos estu-
dios epidemiológicos han demostrado que los
Diagnóstico diferencial cálculos de colesterol son el factor de riesgo más
fuertemente relacionado con esta neoplasia; es
Debe formularse respecto de la enfermedad por probable que el desarrollo de la neoplasia sea
reflujo gastroesofágico, gastritis, enfermedad secundario al factor irritativo crónico de los
acidopéptica y colon irritable. cálculos. El análisis comparativo de la composi-
ción química de la bilis sirve para identificar
sustancias que favorecen el desarrollo de cán-
Tratamiento cer de vesícula: exceso de colesterol en bilis,
ácido litocólico o portadores crónicos de Salmo-
La terapéutica de elección es la colecistectomía nella. Posiblemente algunas sustancias carcino-
por vía abierta o laparoscópica. génicas se forman por acción de las bacterias
sobre las sales biliares.
Pronóstico
Anatomía patológica
En caso de alteraciones sistémicas agudas con-
comitantes el pronóstico depende de la grave- El adenocarcinoma se presenta en 90% de los
dad de la afección subyacente. La colecistitis casos en cualquiera de sus tres variantes: esci-
crónica alitiásica, con diagnóstico y tratamien- rrosopapilar, infiltrativo y coloide. El cáncer de
to oportunos, tiene una mortalidad menor del células escamosas constituye el 5% de las neo-
0.5 por ciento. plasias de vesícula biliar.
434 Enfermedades de hígado y páncreas

Patogenia comiendan hepatectomía parcial con resección


ganglionar, aunque la resección quirúrgica ra-
Las células neoplásicas se originan en el cuello dical no parece mejorar la supervivencia. Los
y fondo vesiculares y sus vías de diseminación intentos de radioterapia o quimioterapia en
pueden ser cuatro: cáncer primario de vesícula han producido re-
sultados desalentadores.
1. Linfática: a través de los ganglios del hilio
2. Invasión directa al hígado y colédoco
3. Contigüidad con órganos vecinos: colon, Pronóstico
duodeno, estómago, yeyuno
4. Vía hematógena: metástasis a hígado y a La mortalidad al cabo de un año en la enferme-
distancia dad no resecable es del 95%; sólo el 5% de los
pacientes consigue sobrevivir cinco años o más
a partir del momento en que se diagnostica.
Cuadro clínico
Se manifiesta por dolor continuo y masa palpa-
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Co ledo co litiasis
Dr. Leopoldo Gutiérrez Rodríguez

INTRODUCCIÓN presentarse ictericia y cuadros de colangitis o


pancreatitis; éstos son padecimientos de extre-
La coledocolitiasis es la presencia de cálculos ma gravedad que ameritan una atención cuida-
en las vías biliares (fig. 68-1). La función de la dosa, oportuna y muchas veces la intervención
vesícula es almacenar y concentrar la bilis (has- de varios especialistas.
ta tres a cuatro veces su volumen); se forman En México cerca del 8% de la población
cálculos cuando la bilis es litogénica, es decir, adulta tiene cálculos en la vesícula biliar, con
cuando sus tres principales componentes (co- predominio de 3:1 en favor del sexo femenino.
lesterol, lecitina y sales biliares) alteran su con- Tan sólo en el Instituto Mexicano del Seguro
centración. Al pasar a la vía biliar los cálculos Social, que atiende a prácticamente la mitad de
vesiculares dan lugar a la coledocolitiasis, com- la población mexicana, se practican más de
plicación que afortunadamente no es frecuen- 31 000 colecistectomías al año. De estos casos,
te, pero que requiere un diagnóstico y trata- el 8% padece coledocolitiasis, porcentaje que
miento adecuados. Una vez que los cálculos puede llegar hasta 20% en diferentes estadís-
pasan de la vesícula a las vías biliares pueden ticas, especialmente en los pacientes con afec-

Fig. 68-1. El colédoco y la vesícula biliar muestran múltiples cálculos.


436 Enfermedades de hígado y páncreas

ción litiásica vesicular de 20 o más años de evo- caso originan un cuadro de ictericia, con pig-
lución. mentación amarilla de piel y mucosas, coluria y
Pueden hacerse cuatro distinciones, con acolia. Cuando se infecta la bilis se desencade-
fines terapéuticos, para clasificar la coledocoli- na un cuadro de colangitis, trastorno de grave-
tiasis: dad importante, en particular en los pacientes
mayores de 65 años con enfermedades agrega-
1. Dependiendo del sitio de formación de los das, como la diabetes mellitus o anormalidades
cálculos la coledocolitiasis puede ser prima- cardiopulmonares. Si ocurre esto último la
ria o secundaria. En la primera se forman mortalidad puede ser mayor de 50% y al cua-
cálculos en los conductos biliares; se trata dro ictérico se agregan dolor, fiebre y leucoci-
de una anormalidad poco frecuente, pero tosis.
que puede necesitar intervenciones quirúr- Los cálculos en las vías biliares pueden oca-
gicas múltiples o tratamientos especiales en- sionar dilalación y engrosamienlo de los con-
doscópicos o radiológicos. En la segunda los ductos, algunas veces por la continuidad anató-
cálculos que se forman en la vesícula pasan mica de los conductos biliares y pancreáticos,
a las vías biliares. que pueden complicarse con cuadros de pan-
2. Según sea la posibilidad de aplicar un tra- creatitis de origen biliar.
tamiento endoscópico, que depende a su Cuando existe obstrucción prolongada de
vez del tamaño de los cálculos: sólo si son la vía biliar se puede producir daño hepático
menores de 2.5 cm pueden extraerse me- y cirrosis hepática, conocida esta última como
diante esfinterotomía endoscópica. cirrosis biliar secundaria.
3. Si existen antecedentes de operación pre-
via de la vesícula la coledocolitiasis puede PATOGENIA
tener dos variantes: a) vesícula en su sitio y
b) vesícula ya extirpada (coledocolitiasis La coledocolitiasis es la causa más frecuente de
residual o cálculos olvidados). ictericia obstructiva, seguida de cerca por el
4. Si causa obstrucción al drenaje de la bilis la cáncer de la encrucijada biliopancreatoduode-
coledocolitiasis puede ser obstructiva o no nal, es decir, tumores de la cabeza del páncreas,
obstructiva; esta última se observa cuando papila de Vater, colédoco y duodeno (los más
un cálculo enclavado en la papila de Vater frecuentes son los del páncreas y extraordina-
impide el paso de la bilis al duodeno, oca- riamente raros los de duodeno).
sionando, además de ictericia, colangitis, La estasis biliar y el conducto común pan-
pancreatitis e incluso cirrosis. creático y biliar por actividad enzimática pue-
den conducir a un cuadro de pancreatitis.
CAUSAS
CUADRO CLÍNICO
En la mayor parte de los casos se trata de cole-
docolitiasis secundaria a litiasis vesicular, esto Los síntomas principales son cólico en hipocon-
es, los cálculos pasan de la vesícula a los con- drio derecho, irradiado a espalda o a epigastrio
ductos biliares. Los cálculos tienen habitualmen- y relacionado con alimentos colecistocinéticos
te una forma facetada o esferoide; los prima- ingeridos dos horas antes, seguido de náuseas
rios, que se localizan en la vías biliares y que o vómitos, o ambos, que pueden atenuar el
adquieren un contorno cilindrico, se pueden dolor.
formar por la presencia de cuerpos extraños. Otros síntomas son ictericia, liebre y dolor
Se han extraído cálculos cuyo núcleo está cons- (tríada de Charcot), que son los signos de un
tituido por material de sutura, como la seda cuadro grave de colangitis que exige tratamien-
utilizada en una colecistectomía anterior con to adecuado e inmediato.
exploración previa de las vías biliares.
DIAGNOSTICO
ANATOMÍA PATOLÓGICA
En todo paciente con litiasis vesicular debe
Los cálculos pueden ser únicos o múltiples, descartarse coledocolitiasis; como va se mencio-
primarios o secundarios. Lo más relevante es nó, aproximadamente 8% de todos los sujetos
que pueden, sobre lodo, provocar obstrucción portadores de litiasis vesicular puede padecer
(leí paso de la bilis hacia el duodeno y en tal coledocolitiasis v, a medida que se incrcmen-
Capítulo 68 • Coledocolitiasis 437

tan los años de evolución, este porcentaje tam- 4. Colangiografía transoperatoria. Se realiza
bién aumenta; algunos autores informan hasta durante la extirpación quirúrgica de la ve-
un 20% de frecuencia. sícula, procedimiento obligado ante la sos-
La coledocolitiasis debe sospecharse cuan- pecha de litiasis de las vías biliares.
do el cuadro clínico sea sugestivo; se emplean
con ese fin exámenes de laboratorio: aumento Otros procedimientos también son útiles
de las bilirrubinas, sobre todo la directa, y au- ante la sospecha de coledocolitiasis; la cente-
mento de la fosfatasa alcalina. En los pacientes lleografía con HIDA posee utilidad en pacien-
con antecedente de colecistectomía que mues- tes con bilirrubinas totales de 6 a 8 mg/100 cm 3 ,
tren dolor en el cuadrante superior derecho, lo mismo que la tomografía computadorizada,
malestar general, fiebre e ictericia se debe sos- sobre todo en el diagnóstico diferencial respec-
pechar coledocolitiasis residual. to del cáncer.
Entre los estudios de gabinete más impor-
tantes destacan el ultrasonido y la colangiogra- DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
fía. El primero señala el diámetro de la vía bi-
liar extrahepática (el diámetro normal del co- El diagnóstico diferencial debe realizarse en
lédoco es hasta de 7 mm); cuando es mayor relación con todas las causas de ictericia, pero
de 11 mm la probabilidad de sufrir coledocoli- en especial con las de origen maligno (neopla-
tiasis es superior al 10%. Con el ultrasonido es sias de cabeza del páncreas, ámpula de Vater,
difícil identificar la presencia de cálculos; sólo vía biliar extrahepática y duodeno, en orden de
tiene utilidad para precisar el diámetro de las frecuencia); para estos casos se recurre a tres
vías biliares. procedimientos diagnósticos:
La colangiografía es el mejor procedimien-
to de diagnóstico para la coledocolitiasis y tie- 1. Colangiografía endoscópica. Además de
ne cuatro modalidades: visualizar las vías biliares permite observar
el duodeno y el ámpula de Vater, con posi-
1. Colangiografía endovenosa. Consiste en bilidad de tomar biopsia para descartar o
aplicar medio de contraste intravenoso que, confirmar el diagnóstico de tumores; tam-
al eliminarse, opacifica la vía biliar; no es bién es posible opacificar la vía pancreática
un procedimiento de alta definición y tie- y descartar trastornos del páncreas.
ne limitaciones ante niveles de bilirrubina 2. Tomografía computadorizada. Es útil para
mayores de 3 mg/100 cm 3 . definir origen, crecimiento, metástasis y
2. Colangiografía percutánea transhepática. estadio de la enfermedad tumoral.
Es un procedimiento que utiliza una aguja 3. Colangiografía percutánea. Posee utilidad
larga y delgada calibre 22 o 23 o de Chiba particular en la ictericia obstructiva.
para puncionar el hígado a través de la piel;
luego, bajo control fluoroscópico, se busca TRATAMIENTO
una vía biliar intrahepática y se inyecta me-
dio de contraste. Cuando las vías biliares Son tres las formas de abordar y resolver la co-
están dilatadas se logra un éxito mayor de ledocolitiasis: tratamiento quirúrgico, endosco-
95 por ciento. pia intervencionista y técnicas radiológicas.
3. Colangiografía endoscópica. Mediante un
endoscopio de visión lateral, que se intro- Tratamiento quirúrgico
duce a través de la boca hasta la segunda
porción duodenal, se visualiza el ámpula de Es el método más utilizado y definitivo, espe-
Vater; luego se cateteriza introduciendo una cialmente en los pacientes sin antecedentes
cánula y se toman radiografías bajo control quirúrgicos de la vesícula y vías biliares. Ade-
fluoroscópico. En manos de endoscopistas más de extirpar la vesícula se toma una colan-
experimentados se tiene un éxito superior giografía para determinar las características
al 95%. Una ventaja adicional de esta téc- anatómicas de las vías biliares y precisar tama-
nica es que puede emplearse como proce- ño, número y situación de los cálculos. Después
dimiento terapéutico, ya que se puede rea- de resecar la vesícula se incide el colédoco, se
lizar un corte en la papila de Vater y ex- extraen los cálculos y se deja tina sonda en for-
traer los cálculos de las vías biliares median- ma de T con la rama horizontal en el colédoco
te canastillas o globos especiales. y la rama larga hacia la pared abdominal. La
438 Enfermedades de hígado y páncreas

sonda se retira, previo control radiográfico, en res de 65 años y padecen enfermedades agre-
un lapso promedio de dos semanas. gadas y colangitis la mortalidad alcanza cifras
superiores incluso al 35%. Por esta razón la
Endoscopia intervencionista esfinterotomia endoscópica mejora en tales
casos el pronóstico; es un método paliativo y
Se introduce un fibroscopio lateral por vía bu- temporal que proporciona mejoría a las condi-
cal hasta el duodeno y se observa la papila de ciones generales del paciente y difiere más tiem-
Vater; se practica un corte para ampliar el ori- po la intervención.
ficio papilar y luego se extraen los cálculos con
canastillas especiales o pequeños globos. Este PROFILAXIS
método está indicado en los pacientes ya ope-
rados de colecistectomía que padecen litiasis de El diagnóstico y tratamiento oportuno de la li-
las vías biliares; también se utiliza en individuos tiasis vesicular (intervención quirúrgica tempra-
que muestran malas condiciones generales o en na) reduce la frecuencia de la coledocolitiasis y
los que tienen un riesgo quirúrgico elevado y sus complicaciones graves (colangitis y pancrea-
colangitis. En estos pacientes debe drenarse la titis). En la actualidad la cirugía laparoscópica
bilis y se los opera cuando las condiciones me- ofrece mejores resultados en relación con la
joran. técnica abierta; disminuye la morbimortalidad,
Con el desarrollo de la cirugía laparoscópi- las molestias posoperatorias, la morbilidad car-
ca o de mínima invasión se ha extendido la diopulmonar y además facilita la pronta recu-
esfinterotomia endoscópica para la coledocoli- peración posoperatoria (siete a 10 días en com-
tiasis (la técnica laparoscópica se emplea para paración con las cuatro semanas de la opera-
extirpar la vesícula). En el procedimiento lapa- ción tradicional).
roscópico se introducen, a través de tres o cua-
tro puertos colocados en el cuadrante superior BIBLIOGRAFÍA
derecho del abdomen, un telescopio que trans-
mite la imagen a un monitor (para visualizar Charles K, McSherry MD. Cholecystectomy: the gold
adecuadamente la zona quirúrgica) y los instru- standard. AmJ Surg 1989; 158:174-178.
mentos necesarios para la extirpación de la Cotton PB. Endoscopio management ofbilc duct stones
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Técnicas radiológicas GaneyJB, Johnson PA, Prillaman PE y col. Cholecystec-
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También se utilizan en los pacientes ya opera- Surg 1986; 151:352-357.
dos de colecistectomía; se practica una fístula Gutiérrez R. Colecisteclomía por laparoscopia. Informe
percutánea intrahepática a vías biliares y se del primer caso realizado en México. Endoscopia
manipulan los cálculos residuales. Este proce- 1990; 1:99-102.
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El pronóstico es bueno si el tratamiento es opor- ences with 1,261 casos of acute and chronic chole-
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el caso de colecistectomía simple, aunque este Morgenstern L, Wong L, Berci G. Twelve hundred open
porcentaje aumenta dos a tres veces cuando el cholecystectomies before the laparoscopic era. A
paciente requiere exploración de la vía biliar standard for comparison. Arch Surg 1992; 127:400-
por coledocolitiasis. Si los pacientes son mayo- 403.
Neoplasias de vesícula
y vías biliares
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN Existen diversas clasificaciones de los tumo-


res de vesícula biliar. Las de importancia pro-
Son las minoraciones malignas ubicadas en la nóstica se basan en la estirpe histológica y pro-
vesícula biliar o en el conducto hepatocolédoco. fundidad de la invasión de las paredes de la ve-
En los últimos dos decenios se ha apoyado en sícula. Otras clasificaciones con valor pronósti-
países desarrollados la decisión de mantener en co diferencian el tumor hallado incidentalmen-
observación a algunos pacientes con litiasis vesi- te durante un acto quirúrgico de la neoplasia
cular asintomática; sin embargo, esta medida no diagnosticada a partir de los síntomas; los pri-
es aceptada ya por un gran número de especia- meros tienen una mejor sobrevida.
listas, ya que el cáncer de la vesícula biliar ocu- Los tumores de vías biliares extrahepáticas
pa el quinto lugar entre los tumores malignos pueden encontrarse en el hilio hepático, la parte
del aparato digestivo y sus causas están relacio- media del conducto hepatocolédoco, la porción
nadas con la litiasis vesicular, además de que este distal y otros más son difusos. Los primeros son
padecimiento puede ocasionar otras complica- los más comunes y constituyen el 50% de los
ciones graves, como pancreatitis. Por ese moti- casos; los difusos representan el 10 por ciento.
vo muchos médicos consideran peligrosa la ac-
titud contemplativa; es peligrosa en países con
escasa infraestructura médica y deficiente edu-
cación para la salud. CAUSAS
Las neoplasias malignas de la vesícula su- La causa de los tumores es aún desconocida; en
man entre 2 y 4% de los cánceres del aparato la vesícula biliar se vinculan con litiasis y la pre-
digestivo; tienen una prevalencia notablemen- sencia crónica de los cálculos provoca cambios
te inclinada hacia las mujeres hasta de 4:1. La morfológicos en la mucosa, a veces premalignos.
edad promedio es de 70 años, pero la frecuen- Dos puntos apoyan este factor etiológico: pri-
cia se incrementa con la edad. Su mayor inci- mero, los cálculos mayores de 2.5 cm tienen más
dencia se observa en América del Sur (Chile y riesgo de relacionarse con cáncer y, segundo,
Bolivia), norte de Europa, Estados Unidos y las neoplasias malignas son más comunes en el
México; muestra pues una variación geográfi- sexo femenino, lo cual concuerda con la eleva-
ca, aunque también étnica: en Estados Unidos da incidencia de litiasis vesicular en mujeres.
son más frecuentes en indios americanos que Otros factores considerados premalignos
en blancos o negros. son los adenomas, los cambios displásicos de la
Los tumores de vías biliares son relativamen- mucosa, así como la vesícula calcificada, cono-
te raros y casi todos malignos. En Estados Uni- cida como vesícula en porcelana, que se obser-
dos se identifican en 3% de las necropsias y va en placas de abdomen sin medio de contras-
predominan en el sexo masculino, especialmen- te (fig. 69-1).
te entre la sexta y séptima décadas de la vida (el Tampoco se conoce la causa de las neopla-
20% aparece en menores de 45 años). sias de conductos biliares, si bien el 50% se re-
439
440 Enfermedades de hígado y páncreas

neras: palpando las paredes gruesas adheridas


firmemente al lecho hepático, que por lo gene-
ral son signo de tumor avanzado, y tocando una
lesión polipoide dentro de la vesícula. El 25%
de los casos padece metástasis ganglionares al
momento de la colecistectomía.
Los tumores de vías biliares son pequeños,
planos, fibrosos o escirrosos; envuelven el con-
ducto y tienden a invadir zonas cercanas, inclu-
yendo el hígado o el ligamento hepatoduode-
nal; crecen de manera concéntrica a lo largo
del hepatocolédoco y son difíciles de palpar.

PATOGENIA
Los tumores de vesícula se diseminan por con-
tigüidad al hígado y conduelo colédoco; produ-
cen ictericia por obstrucción, con insuficiencia
hepática, y también pueden invadir duodeno,
estómago o colon (con posible oclusión). Otras
vías de diseminación son la de los conductos
linfáticos hacia los ganglios regionales o la he-
matógena a hígado o pulmón, que origina en-
fermedad neoplásica sistémica.
Los cánceres de conductos biliares extrahe-
páticos ocluyen el paso de la bilis y provocan
ictericia temprana y manifestaciones de insufi-
ciencia hepática.
Fig. 69-1. Placa simple de abdomen enfocada al hi-
pocondrio derecho; se observa vesícula calcificada, CUADRO CLÍNICO
conocida como vesícula en porcelana, que tiene alta
frecuencia de cáncer. En las fases iniciales el carcinoma de vesícula es
asintomático, lo cual puede generar bajos índi-
ces de curación. Los síntomas son similares a
laciona con colelitiasis, aunque no hay eviden- los de la enfermedad benigna y se manifiestan
cias de que los cálculos tengan alguna función como dolor en el cuadrante superior derecho
en el desarrollo del tumor. Otros padecimientos del abdomen, poca tolerancia a las grasas, dis-
que pueden originar cáncer son colangitis escle- tensión abdominal por gases, náusea y vómito;
rosante, colitis ulcerosa, parasitosis por Clonorchis al agudizarse aparece fiebre y más adelante
sinensis y Giardia lamblia, pero la conexión etio- anorexia, pérdida de peso, ictericia y prurito. A
lógica tiene por lo pronto carácter especulativo. la exploración física se advierte dolor, masa
palpable, hepatomegalia, ictericia y ascitis.
ANATOMÍA PATOLÓGICA Los tumores de vías biliares no originan
síntomas mientras no ocluyan la luz del conduc-
Más del 90% de los tumores de vesícula y vías to, pero al cerrarla aparecen ictericia, acolia y
biliares corresponde a adenocarcinomas. En la coluria sin dolor; en pocos días o semanas la
vesícula las estirpes histológicas menos comu- insuficiencia hepática se agrava, con ataque al
nes son carcinoma de células escamosas, tumo- estado general que se manifiesta por astenia,
res mixtos de componente glandular y escamo- pérdida de peso, náusea, vómito y prurito.
so y adenoacantoma. El rasgo distintivo de las
neoplasias de vías biliares es su buena diferen-
DIAGNOSTICO
ciación, aun en las menos frecuentes, como
sarcomas y cistoadenocarcinomas. La ultrasonografía puede mostrar engrasamien-
Los tumores de vesícula biliar se reconocen to de las paredes vesiculares, así como ganglios
durante la intervención quirúrgica de dos ma- linfáticos crecidos. La tomografía axil compu-
Capítulo 69 ' Neoplasias de vesícula y vías biliares 441

tadorizada (TAC) es útil para identificar la di- menos equivocaciones se presentan respecto de
seminación del proceso: invasión directa al hí- la hepatitis por virus o la cirrosis hepática, que
gado o vena porta y metástasis hepáticas o a también producen síndrome ictérico. Para dis-
ganglios cercanos. En tumores de conductos tinguir entre ellos es necesaria la agudeza clíni-
biliares es decisiva la colangiografía transhepá- ca, además de las pruebas de función hepática
tica por punción percutánea y también la co- y los estudios de gabinete, como la colangiogra-
langiografía endoscópica. En neoplasias de ve- fía percutánea o endoscópica, para identificar
sícula los estudios de laboratorio no son preci- con exactitud el sitio ocluido; la TAC es de uti-
sos; al principio suelen ser normales, pero en lidad para precisar la diseminación a estructu-
los tumores de vías biliares, al obstruirse, se al- ras adyacentes y la invasión a páncreas.
teran las pruebas de función hepática, se incre-
menta la bilirrubina directa y la fosí'atasa alcali- TRATAMIENTO
na; además, no son específicos pues aparecen
en padecimientos benignos como la coledoco- El único tratamiento con posibilidades de cura-
litiasis. Otros datos de laboratorio son descenso ción es la resección quirúrgica de la vesícula
de hemoglobina, aumento de los leucocitos, biliar y los tejidos contiguos. Es importante el
sedimentación acelerada, albúmina baja, eleva- reconocimiento de la neoplasia y la disemina-
ción de transaminasas y bajo porcentaje de pro- ción regional; esto sienta las bases para realizar
trombina. la colecistectomía con extirpación linfática re-
gional y resección de tejido hepático cercano.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL También se recomienda una operación más
radical aunque supone mayor morbimortalidad.
El cáncer de vesícula puede confundirse con Suscita controversia la conducta que debe
padecimientos benignos, aun durante la opera- seguirse en los pacientes con diagnóstico de
ción; por ello se requiere la biopsia transopera- cáncer de vesícula. Se considera suficiente la
toria y la apropiada valoración de la pieza qui- colecistectomía simple en estadio 1, cuando el
rúrgica. tumor sólo invade la mucosa, pero se sugiere la
Los tumores de vías biliares se confunden reintervención si el tumor llega a la submucosa
con los de cabeza del páncreas (fig. 69-2), del o a la serosa, la extirpación linfática y la resec-
ámpula de Vater y con la litiasis del colédoco; ción de bordes hepáticos. En neoformaciones

Fig. 69-2. Colangiografía en la que se observa obstrucción del colédoco por un tumor en la cabeza del páncreas;
el medio de contraste no pasa al duodeno.
442 Enfermedades de hígado y páncreas

del conducto biliar el objetivo de la terapéutica cho mejor en tumores descubiertos en forma
es resecar la tumoración y resolver la ictericia incidental durante una colecistectomía, parti-
por obstrucción, que sólo se consigue median- cularmente en lesiones papilares bien diferen-
te procedimientos quirúrgicos. Cuando la alter- ciadas cuya invasión no exceda el límite de la
nativa es únicamente paliativa se pueden utili- mucosa.
zar las técnicas radiológicas intervencionistas o El cáncer de colédoco distal tiene sobrevi-
la descompresión por endoscopia para hacer da hasta de 30%, pero los tumores cercanos al
fluir la bilis hacia el duodeno. hilio tienen mal pronóstico.
La resección quirúrgica solamente es posi-
ble en la cuarta parte de los casos: se elimina la PROFILAXIS
tumoración y después se reconecta con anasto-
mosis el conducto hepático con el yeyuno. Como La prevención consiste en tratar a los pacientes
estas neoplasias son relativamente pequeñas, a con litiasis vesicular mediante colecistectomía,
menudo se obtienen buenos resultados con este con o sin síntomas.
tipo de intervención. En los grandes hospitales
se efectúan a veces operaciones complejas por BIBLIOGRAFÍA
otros procedimientos, en lesiones grandes no
resecables, como hepatectomía y trasplante Akosa AB, Barker F, Desa L y col. Oytologic diagnosis in
hepático. Los tratamientos paliativos se dirigen the management of gallbladder carcinoma. Act Cytol
a aliviar la ictericia, sin pretender la curación; 1995; 39:494-498.
se obtienen buenos resultados ya que estos tu- Arcixabala X, Brooks DC. Laparoscopic cholccystec-
mores son de crecimiento lento. Las técnicas tomy and gallbladder cáncer. Surgery 1995; 117:479-
radiológicas intervencionistas tienen varias al- 480.
ternativas. Una es derivar la bilis al exterior Chijiiwa K, Tanaka M. Carcinoma of the gallbladder:
mediante un catéter; otra posibilidad es la deri- an appraisal of surgical rcsection. Surgery 1994;
vación interna: se introduce un catéter a través 115:751-756.
de la piel para alcanzar un conducto biliar in- Cortés T, Hurtado II, Ibarra I y col. Carcinoma de la
trahepático, se continúa por él hasta llegar al vesícula biliar y litiasis vesicular en material de au-
tumor en la vía biliar principal y se atraviesa para topsia. Estudio de 25 años. Cir Ciruj 1992; 59:
derivar la bilis al duodeno. 88-92.
La endoscopia es otra opción y su finalidad Henson DE, Albores-Saavedra |, Corle D. Carcino-
es colocar una prótesis. En este procedimiento ma of the gallbladder Histologic lypes, stage of dis-
se llega a la vía biliar a través del ámpula de ease, grade, and survival ratas. Cancel' 1992; 70:1493-
Vater para dejar un tubo; el objetivo es comuni- 1497.
car el duodeno con la porción sana por arriba Johnstone AK, Zuch RI I, Andéis KlI. Oat cell carcinoma
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Pancreatitis aguda
Dr. Humberto Hurtado-Andrade

INTRODUCCIÓN parenquimatosa y puede estar presente o no ia


necrosis peripancreática.
La pancreatitis aguda es un proceso inflamato- La pancreatitis aguda grave se relaciona con
rio del páncreas, con afección variable de otros insuficiencia orgánica o complicaciones locales
tejidos regionales o de órganos a distancia. A (o ambas), tales como necrosis, abscesos o seu-
nivel clínico puede variar desde las formas dis- doquistes. Clínicamente se presentan datos de
creías, que pueden ser autolimitadas, hasta las abdomen agudo y puede palparse una masa
graves, que pueden tener curso fulminante y epigástrica o existir equimosis en los flancos
causar la muerte en unas cuantas horas. (signo de Grey-Turner) o periumbilical (signo
La pancreatitis aguda es un padecimiento de Cullen). Se distingue por la presencia de tres
frecuente, relacionado más veces con litiasis o más signos de Ranson o por ocho o más pun-
biliar o alcoholismo, que puede tener un curso tos de APACHE II. Ilabitualmente es la expre-
benigno o, por el contrario, muy desfavorable; sión clínica de necrosis pancreática y con me-
se puede manifestar por insuficiencia orgáni- nos frecuencia de pancreatitis edematosa inters-
ca múltiple y complicaciones graves potencial- ticial.
mente mortales y requiere un tratamiento mé-
dico-quirúrgico multidisciplinario muy com-
plejo. CAUSAS
No se conoce con precisión la incidencia
de este trastorno, aunque se calcula que consti- Las causas de la pancreatitis son múltiples (cua-
tuye alrededor del 5% de los casos de dolor dro 70-1). Una de las más comunes es la litiasis
abdominal agudo que ingresan a un servicio de biliar. Algunos pacientes con cálculos desarro-
urgencias. En la mayoría de los casos se trata de llan pancreatitis aguda junto con síntomas de
pancreatitis edematosas y en 10 a 15% de los colecistitis aguda o bien de coledocolitiasis; otros
enfermos de pancreatitis necróticas. en cambio padecen la enfermedad sin datos
De acuerdo con la clasificación de Atlanta clínicos de litiasis.
de 1992, la pancreatitis aguda se divide en El alcoholismo es otra causa frecuente de
modelada y grave. pancreatitis aguda; el primer brote de la enfer-
La pancreatitis aguda moderada se vincula medad se presenta por lo regular varios años
con insuficiencia orgánica mínima; la recupe- después de iniciar la ingestión abundante de
ración es adecuada y no tiene los signos de la alcohol.
pancreatitis aguda grave. Reacciona adecuada- Las hiperlipidemias que se vinculan más a
mente a la reposición de líquidos (la falta de menudo con pancreatitis aguda son las de tipo
respuesta debe hacer sospechar complicacio- 1, 4 y 5 de la clasificación de Fredrickson. El
nes). Kl parénquima pancreático es por lo hiperparatiroidismo relacionado con adenoma,
general normal en la lomografía axil computa- carcinoma o hipe; plasia puede también ocasio-
dorizada (TAC) dinámica. La característica nar pancreatitis aguda y otras alteraciones, como
histológica predominante es el edema intersti- anormalidades de las vías biliares, malformacio-
cial; es menos frecuente el hallazgo de necrosis nes congénitas (páncreas anular o páncreas
444
Capítulo 70 • Pancreatitis aguda 445

Cuadro 70-1. Factores etiológicos


de !a pancreatitis aguda

1. Enfermedades de árganos adyacentes Causas Patogenia


a. Enfermedades biliares
b. Enfermedades duodenales Alcoholismo Obstrucción ductal por
2. Alcoholismo proteínas, estimulación de
secreción, disminución de
3. Obstrucción de conductos pancreáticos proteína de cálculo
4. Enfermedad vascular pancreático, obstrucción-
5. Infecciones hipersecreción, reflujo
duodena!, efecto tóxico
6. Alteraciones endocrinas y metabólicas directo
7. Factores nerviosos Obstrucción ductal Daño por secreción contra
8. Alergia, factores ínmunológicos obstrucción
9. Fármacos, toxinas Obstrucción ductal Reflujo duodenal
10. Pancreatitis hereditaria parcial
11. Traumatismo, intervención quirúrgica Enfermedad vascular Daño celular por isquemia
Infección Daño celular
Hipercalcemia Cálculos obstructivos,
activación enzimática
Hiperlipidemia Daño vascular por ácidos
grasos
divisum), divertículos duodenales, colangiogra-
Embarazo Cálculos biliares
fía retrógrada endoscópica, obstrucción de asa
aferente, cáncer, enfermedad de Crohn duode- Desnutrición proteica Desconocida
nal, insuficiencia vascular, traumatismo, infec- Fármacos Desconocida
ciones, fármacos, estado posoperatorio y otras Traumatismo Lesión directa
más, así como pancreatitis aguda. Factores posoperatorios Traumatismo, desconocida

ANATOMÍA PATOLÓGICA
Las formas leves de pancreatitis aguda se carac-
terizan por edema intersticial y exudado infla- pancreático puede delimitarse a la lesión ini-
matorio de leucocitos polimorfonucleares o lin- cial y cesar espontáneamente, pero puede tam-
focitos. El tejido acinar y los conductos de la bién provocar la activación de otras enzimas y
glándula permanecen intactos. Puede haber generar una perpetuación de autodigestión
cierta fibrosis intersticial o necrosis grasa. pancreática, con hemorragia y necrosis grasa y
En las pancreatitis necróticas se presenta parenquimatosa típicas.
hemorragia acentuada y necrosis del parénqui- En las células del ácino pancreático las
ma y de los vasos pancreáticos, con infiltración proenzimas son sintetizadas por los microsomas
de células inflamatorias en zonas circunvecinas del retículo endoplásmico rugoso y pasan al
(fig. 70-1, color) y necrosis grasa que puede aparato de Golgi. El granulo de zimógeno in-
afectar zonas en parche o extenderse masiva- tacto se mueve hacia la membrana celular api-
mente a grandes áreas peripancreáticas. Desde cal y deja la célula por un proceso de exocitosis.
el punto de vista macroscópico la glándula y los La tripsina es capaz de activar todos los
tejidos peripancreáticos pueden tener un color zimógenos y sólo la lipasa ya sintetizada en for-
rojo oscuro, por la presencia de hemorragia y ma activa es independiente de la tripsina. Esta
necrosis, y su consistencia es francamente fria- última produce necrosis, proteólisis, edema y
ble (fig. 70-2, color). hemorragia. La quimotripsina causa cambios
cualitativamente similares a los de la tripsina
PATOGENIA (proteólisis, activación de proenzimas, edema,
hemorragia y necrosis). La elastasa tiene efecto
Se han formulado diversas teorías sobre los fac- proteolítico específico y la capacidad de disol-
tores etiológicos que pueden desencadenar la ver las fibras elásticas. La calicreína, la calidina
pancreatitis aguda (cuadro 70-2). y la bradicinina ocasionan vasodilatación, au-
El paso patogénico inicial es un aconteci- mento de permeabilidad vascular, edema y cho-
miento que induce lesión celular acinar. El daño que. La fosfolipasa A destruye las membranas
446 Enfermedades de hígado y páncreas

celulares y provoca necrosis y lesiones paren- DIAGNOSTICO


quimatosas en diferentes órganos, entre ellos
el pulmón. La lipasa produce necrosis grasa y Los estudios de laboratorio pueden mostrar
libera ácidos grasos libres. datos variables. En la mayoría de los enfermos
En condiciones normales el páncreas está se observa leucocitosis, usualmente 10 000 a
protegido contra su propias enzimas por dife- 25 000/mm 3 ; el hematócrito puede estar eleva-
rentes mecanismos: a) las enzimas almacenadas do en las etapas iniciales de la enfermedad
en los granulos de zimógeno se aislan por una debido a hemoconcentración y la anemia pue-
membrana fosfolipídica en la célula acinar; b) de presentarse más tardíamente. La hiperglu-
las enzimas son sintetizadas como zimógenos y cemia es también frecuente; en los casos graves
se activan mediante la división de una cadena pueden asimismo observarse aumento de la urea
peptídica. A este grupo pertenecen las enzi- y de la creatinina, alteraciones de los electróli-
mas proteolíticas del páncreas. Las otras en- tos, hipoxemia, hipoalbuminemia, hipertrigli-
zimas digestivas (amilasa, lipasa, nucleasa) se ceridemia transitoria y alteración en las prue-
sintetizan en forma activa; c) inhibidores de bas de funcionamiento hepático. El estudio de
tripsina, y d) antiproteasas plasmáticas. mayor utilidad es la determinación de amilasa
La aplicación de los conocimientos patogé- sérica y urinaria, aunque su elevación no es
nicos de la pancreatitis aguda ha sido desafor- patognomónica y sti normalidad no descarta la
tunadamente frustrante en el campo de la tera- presencia de pancreatitis aguda. Otros marca-
péutica y, aunque se han utilizado numerosos dores séricos de pancreatitis, como lipasa, trip-
recursos, como aspiración nasogástrica, cimeti- sinógeno, elastasa, fosfolipasa, ribonucleasa,
dina, atropina, glucagon, calcitonina, somatos- metahemalbúmina e interleucina pueden ser de
tatina, aprotinina, etc., los beneficios no han utilidad, pero todos tienen limitaciones.
sido los esperados. En el estudio inicial del enfermo deben
tomarse rutinariamente estudios radiológicos de
CUADRO CLÍNICO tórax y abdomen. Los hallazgos pueden ser muy
variables; la radiografía de tórax puede ser nor-
La historia clínica cuidadosa es de gran valor. mal o mostrar datos de atelectasias o derrame-
El interrogatorio de los antecedentes puede pleural (fig. 70-3) y la de abdomen puede evi-
identificar el dato de uno o más cuadros pre- denciar íleo funcional, opacificación en el área
vios de pancreatitis aguda, alcoholismo cróni- pancreática, calcificaciones en los enfermos que
co, ataques previos de cólico vesicular o de litia- sufren ya una pancreatitis crónica subyacente,
sis biliar comprobada, traumatismo y otros. o bien pueden presentarse complicaciones,
El dolor es el síntoma sobresaliente, pre- como abscesos o seudoquistes (fig. 70-4).
sente casi en 100% de los casos. Puede aumen- La ultrasonografía es un estudio de utilidad
tar rápidamente en cuestión de minutos o de y puede ayudar a confirmar la sospecha clínica.
horas; por lo general es de duración mucho más Como estudio de seguimiento es un buen indi-
larga, horas o días, y de mayor intensidad que cador de la resolución del proceso inflamatorio
en otras enfermedades, como la úlcera péptica o de la aparición de complicaciones (fig. 70-5);
o la colecistitis. Puede ser epigástrico, lumbar en vías biliares puede mostrar dilatación por
en barra, o difuso en todo el abdomen; rara vez obstrucción o litiasis como posible factor cau-
se presenta solamente en el abdomen inferior sal. Sin embargo, puede tener limitaciones im-
por escurrimiento de exudados y en las pancrea- portantes en el paciente distendido por gas
titis discretas puede ser leve y confundirse con intestinal.
gastritis. La TAC posee mayor sensibilidad que la
La mayoría de los enfermos padece náuseas ultrasonografía y es el estudio de mayor utili-
y vómitos y pueden presentarse fiebre, taquicar- dad para el diagnóstico morfológico de esta
dia o ictericia. La exploración del tórax puede enfermedad. En la tomografía se puede obser-
ser normal o revelar datos variables, tales como var crecimiento del páncreas, necrosis glandu-
estertores, hipoventilación o signos de derrame lar o peripancrcática, complicaciones (seudo-
pleural. En la exploración abdominal son habi- quistes y abscesos), dilatación ductal o cálculos
tuales los datos de abdomen agudo, con manifes- intraductales y es también altamente sensible
taciones de irritación peritoneal franca, íleo, ma- en el seguimiento de estos pacientes (fig. 70-6).
sa palpable, o aun signos de Cullen o de Turner El diagnóstico depende en gran medida de
en las variedades hemorragiconecróticas. una historia clínica cuidadosa, con interrogato-
Capítulo 70 • Pancreatitis aguda 447

Fig. 70-3. Telerradiografía de tórax con imagen de derrame pleural basal izquierdo secundario a pancreatitis aguda.

rio y exploración física precisos. Los estudios


de laboratorio son de gran ayuda; algunos de
ellos, como la determinación de amilasa y lipa-
sa sérica, pueden apoyar firmemente el diag-
nóstico, aunque su normalidad no lo descarta.
Otros estudios de laboratorio son también de
gran valor debido a que pueden orientar en caso
de repercusiones sistémicas o de complicacio-
nes locales de la pancreatitis. Deben practicar-
se estudios radiológicos de tórax y abdomen y
pruebas ultrasonográficas; si estas últimas no son
definitivas o si el paciente está grave y se sospe-
chan complicaciones, es conveniente realizar
una TAC u otros estudios complementarios.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Debido a que los síntomas y signos de la pan-
creatitis aguda no son patognomónicos, debe
establecerse el diagnóstico diferencial respecto
de algunos padecimientos que también provo-
can dolor abdominal agudo. Es el caso de la
úlcera perforada, en la que el dolor aumenta
en forma súbita y los datos de irritación perito-
neal se generalizan rápidamente (el paciente
se inmoviliza ya que el dolor se acentúa con
Fig. 70-4. Radiografía simple de abdomen con ima- cualquier movimiento); los estudios radiológicos
gen de absceso pancreático entre estómago y colon pueden demostrar la presencia de aire libre.
y distensión de asas de intestino delgado por íleo fun-
cional.
La colecistitis aguda puede también confun-
dirse con una pancreatitis aguda debido a que
puede haber hiperamilasemia concomitante. En
tales circunstancias los datos clínicos y los estu-
448 Enfermedades de hígado y páncreas

Fig. 70-5. Ultrasonografía de páncreas que muestra imagen ecolúcida a nivel de la cabeza de la glándula pancreá-
tica que corresponde a seudoquiste.

dios de imagen son de gran utilidad para el dio, envenenamiento por plomo, porfiria inter-
diagnóstico diferencial. mitente aguda, púrpura de Henoch, y otros.
Otros trastornos agudos que pueden asimis-
mo confundirse con pancreatitis son los acci- TRATAMIENTO
dentes vasculares mesentéricos, aneurisma di-
secante de aorta abdominal, cólico renal, em- Cuando se determina el diagnóstico de pan-
barazo ectópico roto, infarto agudo del miocar- creatids aguda el tratamiento inicial debe ser

Fig. 70-6. TAC de abdomen que muestra aumento de volumen del páncreas, con irregularidad de sus bordes,
zonas de menor densidad en el parénquima pancreático c infiltrado peripancreático y perirrenal por pancreatitis
necrótica.
Capítulo 70 • Pancreatitis aguda 449

médico c intrahospitalario, independientemen- za del páncreas (complicadas con necrosis del


te de su gravedad. Debe suspenderse la vía oral, duodeno o del colédoco) y en lesiones compli-
instalarse aspiración nasogástrica y administrar- cadas con hemorragia incontrolable y otros
se por vía endovenosa los líquidos y electróli- procedimientos. Estas situaciones son raras y
tos necesarios, con un control hemodinámico ocurren en pacientes desesperadamente graves
muy rigtiroso. Deben vigilarse el estado de con- en los que otra alternativa más conservadora
ciencia, tensión arterial, pulso, presión venosa sería fatal; su mortalidad es superior al 30%
central, diuresis horaria, llenado capilar, tem- y, por tanto, no se recomienda este procedi-
peratura, hemoglobina y hematócrito, gasome- miento.
trías, electrólitos, nitrógeno ureico y creatini- En otras ocasiones, sin embargo, existen
na. El dolor se combate con analgésicos que zonas de necrosis centrales o áreas masivas de
no produzcan hipertonía del esfínter de Oddi. necrosis en la cola o en la porción proximal del
Es recomendable neutralizar la acidez gástrica cuerpo del páncreas que obligan a practicar una
con antagonistas de receptores H2 u omepra- pancreatectomía; son casos en los que convie-
zol por vía endovenosa para reducir el riesgo ne retrasar la operación para realizar una pan-
de hemorragia digestiva alta por úlceras agu- createctomía diferida con preservación de la
das. Los antimicrobianos se indican en casos glándula viable.
de pancreatitis graves y en las pancreatitis bi- En casos de necrosis pancreática otros au-
liares. tores prefieren realizar una necrosectomía. Esta
Todos los enfermos con pancreatitis graves consiste en la resección del tejido pancreático y
deben atenderse en una unidad de cuidados tejido graso retroperitoneal necróticos, con
intensivos y recibir un tratamiento multidisci- preservación del tejido viable para evitar la in-
plinario; en los casos graves se suministra nu- suficiencia pancreática endocrina y exocrina.
trición parenteral en cuanto se logra la estabi- Esta intervención debe realizarse a fines de la
lización hemodinámica, así como lavado peri- primera semana de evolución o más tardíamen-
toneal durante 48 a 96 horas. Este último, aun- te, aunque entonces se corre el riesgo de en-
que supone el riesgo de algunas complicacio- contrar fístulas pancreáticas posoperatorias. En
nes, puede permitir que la necrosis se delimite todos los casos deben dejarse canalizaciones
y que el paciente pueda someterse a una inter- para lavado local y drenaje de las cavidades in-
vención quirúrgica diferida (con menor riesgo fectadas durante varias semanas, hasta que se
quirúrgico y con mejores posibilidades de eli- elimine completamente el tejido desvitalizado.
minar el tejido necrótico sin sacrificar páncreas Uno de los problemas con la necrosectomía es
viable). la frecuente aparición de complicaciones pos-
Las indicaciones generales de intervención operatorias, en particular abscesos residuales
quirúrgica son la duda diagnóstica, deterioro que requieren reintervenciones y que aumen-
progresivo a pesar de los cuidados intensivos, tan la morbimortalidad.
sospecha de complicaciones agudas de resolu- En los enfermos con necrosis pancreática
ción quirúrgica (p. ej., infarto intestinal), en- no infectada la operación temprana no está
fermedad biliar y aparición de complicaciones indicada y podría incluso resultar nociva. Por
(abscesos, seudoquistes). el contrario, en la necrosis infectada los resul-
En términos generales no se recomienda la tados de la intervención mejoran cuando se
laparotomía temprana. Cuando se realiza una puede identificar oportunamente la infección
intervención temprana de urgencia en una (mediante punción y aspiración percutánea
pancreatitis hemorragiconec rótica la operación guiada por TAC, cultivo, tinción de Gram, o
debe limitarse a la colocación de un catéter para ambos).
lavado peritoneal posoperatorio. El tratamiento de las pancreatitis biliares
Entre los procedimientos radicales utiliza- ha sido motivo de grandes controversias. Al-
dos como tratamiento de la pancreatitis necró- gunos autores han recomendado la papiloto-
tica se puede mencionar la pancreatectomía mía endoscópica de urgencia, otros han suge-
temprana, la pancreatectomía diferida y la rido el tratamiento quirúrgico temprano y otros
necrosectomía. más señalan que la operación biliar temprana
La pancreatectomía temprana, que se rea- puede realizarse en los pacientes con pancrea-
liza en las primeras 48 horas, se recomienda en titis moderada. En los individuos que padecen
lesiones necróticas centrales o masivas distales pancreatitis grave, como ocurre en la mayoría
del páncreas, en lesiones necróticas de la cabe- de las pancreatitis necróticas, la intervención
450 Enfermedades de hígado y páncreas

definitiva t e m p r a n a es peligrosa y d e b e di- Cuadro 70-3. Signos objetivos tempranos


para evaluar la gravedad de la pancreatitis
ferirse, si es posible, hasta después del sépti-
m o día.
Al ingreso
C u a n d o se e n c u e n t r a litiasis biliar en la Edad mayor de 55 años
intervención quirúrgica, el procedimiento in- Cuenta de glóbulos blancos mayor de 16 0 0 0 / m m !
dicado d e p e n d e de varios factores: hallazgos en Glucosa sanguínea mayor de 200 mg/dl
las vías biliares, condiciones locales de la pan- Deshidrogenasa láctica mayor de 350 U l / t
Transaminasa glutamicooxaloacética mayor de 250 U
creatitis, condiciones generales del enfermo y Sigma-Frankel
experiencia y juicio del cirujano. Durante /as 48 horas iniciales
La mayoría de los sujetos con pancreatitis Disminución del hematócrito mayor de 10%
aguda biliar se r e c u p e r a en a p r o x i m a d a m e n t e Aumento del nitrógeno de urea sanguíneo mayor de 5
u n a semana con el tratamiento médico conven- mg%
Calcio sérico menor de 8 mg%
cional; d e b e n entonces someterse a operación pC>2 arterial menor de 60 mmHg
en el mismo p e r i o d o de hospitalización para Déficit de base mayor de 4 meq/L
suprimir la afección biliar subyacente y evitar Secuestro de líquidos mayor de 6 000 mi
u n a segunda hospitalización y la recurrencia dé-
la pancreatitis, que ocurre en 20 a 60% de los
enfermos.
PROFILAXIS
COMPLICACIONES
Algunas de las medidas r e c o m e n d a b l e s para
Las complicaciones sistémicas que p u e d e oca- prevenir la aparición de la pancreatitis aguda
sionar la pancreatitis agtida son muy variadas; son sobre todo el tratamiento quirúrgico de la
las más importantes son hipocalcemia, hiperli- litiasis biliar y la supresión del alcohol. La ope-
pidemia, hiperglucemia, cetoacidosis diabética ración cuidadosa gástrica y biliar, la prevención
o coma diabético no acidótico, trastornos de del traumatismo pancreático, las precauciones
coagulación, afecciones respiratorias y cardio- de una colangiopancreatografía retrógrada
vasculares, insuficiencia renal aguda, artritis, endoscópica y la corrección de otros padeci-
lesiones óseas o cutáneas, retinopatía angiopá- mientos p u e d e n también evitar la aparición de
tica de Purtscher y encefalopatía pancreática. la pancreatitis aguda.
En la pancreatitis a g u d a p u e d e n presentarse
t a m b i é n c o m p l i c a c i o n e s locales, tales c o m o
BIBLIOGRAFÍA
necrosis glandular y peripancreática, acumula-
ciones de líquidos peripancreáticos, que fre- Balthazar FJ, Frecnv PC, Sonnenberg E. Imaging and
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versas clasificaciones han resultado útiles para 590.
este fin, si bien la de mayor aceptación es la Burch JM, Feliciano DV, Mattox Kl. y rol. Gallstonc
p r o p u e s t a p o r Ranson y colaboradores. Esta pancreatitis; the question of time. Arch Surg 1990;
clasificación considera leve o m o d e r a d a la pan- 125:853.
creatitis q u e muestra m e n o s de tres parámetros Fórmela L|, Galloway SW, Kingsnorth AN. Inllamnia-
positivos y c o m o grave a la que presenta tres o toiy mediators in acute pancreatitis. Br J Surg 1995:
más (cuadro 70-3). Sin embargo, tal clasifica- 82:6-13.
ción no siempre diferencia confiablemente las Hurtado-Andrade II, Manzano-Sosa B. Pancreati-
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Capitulo 70 ' Pancreatitis aguda 451

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Pancreatitis crónica
I)r. Alberto Villazón Sahagún
Dr. Antonio Calinda Nava

INTRODUCCIÓN pleta en la que fijaron el término de pancreati-


tis crónica. Este término acabó de aceptarse en
En los simposios de Marsella de 1963 y 1984, el trigesimocuarto Congreso Francés de Ciru-
dedicados a los procesos inflamatorios del pán- gía de ese mismo año; en esa ocasión Brocq y
creas, se estableció que la pancreatitis crónica Miginiac compilaron en una ponencia toda la
es una enfermedad casi siempre irreversible, información relacionada hasta ese momento
caracterizada por pérdida del aspecto histoló- con la pancreatitis crónica.
gico normal y sustitución del parénquima por En el Simposio de Marsella se establecie-
fibrosis y células inflamatorias y focos de necro- ron cuatro tipos de pancreatitis, según su cua-
sis. Puede o no mostrar dilatación del conduc- dro de presentación: pancreatitis aguda, pan-
to de Wirsung, pero se acompaña de pérdida creatitis aguda recidivante, pancreatitis crónica
progresiva de la función exógena y dolor abdo- recidivante y pancreatitis crónica. Sin embargo,
minal crónico y recurrente. Su origen no siem- hoy en día se considera únicamente a la pan-
pre se relaciona con un cuadro único de pan- creatitis aguda y a la crónica como entidades
creatitis aguda. definidas. La crónica incluye a su vez procesos
Cuando Riedel describió en 1896 la tumo- de agudización que aumentan los cambios his-
ración de la cabeza del páncreas, con carácter tológicos y las alteraciones funcionales del pro-
inflamatorio crónico, constituida principalmen- ceso crónico. Este incremento de alteración
te por tejido de esclerosis, se refería a enfer- parenquimatosa disminuye la intensidad del
mos con diagnóstico de cáncer en esa localiza- próximo brote o lo inhibe.
ción. El estudio histológico demostró luego el La frecuencia de la pancreatitis crónica es
carácter inflamatorio crónico de la lesión: se muy difícil de precisar en ausencia de explora-
trataba de una esclerosis de la cabeza del pán- ción quirúrgica o necropsia. Aun así la varie-
creas (de una pancreatitis crónica). En resu- dad de los cambios anatómicos modifica la apre-
men, se estableció el diagnóstico de la enfer- ciación respecto de si existe o no un proceso de
medad a partir de un hallazgo anatomopatoló- pancreatitis crónica.
gico. Cabe mencionar que el primer trabajo La frecuencia oscila entre 3 y 4 por cada
sobre pancreatitis crónica, aunque llamada ori- 1 000 habitantes (datos de necropsia) en Fran-
ginalmente pancreatopatía crónica, data de cia, Estados Unidos y Brasil. Otros países con
1865 y en él Krauss describió la afección como alta incidencia se encuentran en regiones tro-
complicación de una úlcera duodenal. Posterior- picales de Asia y África; la frecuencia más alta
mente, Klebs en 1876 y Fitz en 1881 la relacio- (50 por cada 1 000) se ha encontrado en el
naron con colecistitis y gastroduodenitis, respec- sureste de India. En algunos estudios de necrop-
tivamente, y sólo hasta 1890 Mayo Robson rea- sia la frecuencia varía de 2.4 a 50 por 1 000
lizó en Estados Unidos el primer intento de habitantes.
tratamiento quirúrgico. En 1930, en la escuela Existen dos formas morfológicas principa-
quirúrgica de Lyon, Francia, los doctores Ber- les que se presentan en los enfermos con pan-
nard y Mallet Guy realizaron una tesis muy com- creatitis crónica. La pancreatitis crónica calcifi-
452
Capítulo 71 • Pancreatitis crónica 453

cante, que es por mucho la más frecuente (70 sis de la papila accesoria puede producirse una
a 90%) y la pancreatitis crónica obstructiva (2 a pancreatitis crónica obstructiva.
4%). Existe también otra forma especial que
quizás sea variante de la pancreatitis crónica
calcificante: la pancreatitis crónica en racimos ANATOMÍA PATOLÓGICA
o quística, que se localiza en la cabeza del pán-
creas. La localización del padecimiento es por lo ge-
La pancreatitis crónica calcificante se dis- neral difusa en todo el páncreas; sin embargo,
tingue por fibrosis periductal y periacinar. La en algunos enfermos predomina en la cabeza.
pancreatitis crónica obstructiva, en cambio, se El aspecto macroscópico varía en función del
produce por obstrucción del conducto pancreá- estadio evolutivo. Al principio se aprecia endu-
tico por diversas causas y muestra lesiones con- recimiento de la glándula a la palpación; des-
finadas en el territorio obstruido. pués aparecen zonas de esclerosis y un endure-
cimiento más notable con mayor fibrosis y re-
CAUSAS tracción. Los cambios microscópicos iniciales
muestran zonas de infiltrado inflamatorio de
Pancreatitis crónica calcificante (PCC) neutrófilos con zonas de microhemorragia y
micronecrosis, las cuales alternan con esclero-
La causa más frecuente de PCC es el alcoholis- sis intralobular.
mo. El consumo de 150 a 200 mi al día de eta- Conforme avanza la enfermedad aparece
nol por un periodo de cinco a 10 años puede un mayor número de zonas de esclerosis intra-
originar este trastorno. Es más frecuente si, lobular que se extienden en forma reticular y
además del alcoholismo, el paciente ingiere una modifican la estructura histológica normal.
dieta con alto contenido de grasas y proteínas. Aparece infiltrado linfocitario y de macrófagos;
La cirrosis hepática no es muy evidente en los se observan trombos intravasculares y degene-
alcohólicos que padecen pancreatitis crónica. ración adiposa intracelular, aunque es más co-
En el sur de India la desnutrición y la in- mún encontrar degeneración hialina. En el
gestión de determinadas raíces produce un tipo inicio se observa descamación epitelial de los
de pancreatitis crónica llamada tropical. conductos con infiltrado inflamatorio agudo de
Pancreatitis crónica por hiperparatiroidismo. La neutrófilos; posteriormente el infiltrado es de
causa es la precipitación de calcio dentro de los linfocitos y monocitos, con zonas de epitelio
conductos por la hipercalcemia que ocasiona ductal denudadas y depósitos de carbonato de
el aumento de la parathormona. Su incidencia calcio.
ha disminuido notablemente debido al diagnós- Las lesiones son menores a medida que
tico más temprano del hiperparatiroidismo (gra- avanza el tiempo y persiste la enfermedad; el
cias a los nuevos métodos bioquímicos y de ra- tejido pancreático es sustituido por degenera-
dioinmunoanálisis). ciones hialina y adiposa. Debe mencionarse que
Pancreatitis crónica idiopática. Ocupa el 20 a los islotes de Langerhans conservan por mayor
30% de las PCC; su frecuencia es mayor entre tiempo su estructura normal y sólo cuando exis-
los 25 y los 65 años de edad. te una esclerosis intensa y difusa sufren lesio-
nes: degeneración hialina y desintegración de
Pancreatitis crónica obstructiva (PCO) sus elementos celulares que pueden desapare-
cer por completo.
La obstrucción puede ser ocasionada por pro- En la PCO las lesiones histológicas están
cesos neoplásicos (primarios o metastásicos), confinadas en el territorio obstruido, con posi-
quistes del colédoco o duplicación intestinal. Es ble atrofia del tejido acinar y fibrosis debidas al
importante resaltar la controversia sobre la co- aumento de presión del jugo pancreático.
ledocolitiasis como factor etiológico. Algunos En 25% de los enfermos con pancreatitis
autores la consideran como causa hasta en 50% crónica se presentan seudoquistes pequeños e
de los casos de este tipo de pancreatitis; sin intrapancreáticos que pueden ser causa de do-
embargo, la mayoría de los especialistas consi- lor, obstrucción biliar u obstrucción duodenal.
dera que la litiasis del colédoco es una causa Fístulas pancreáticas internas. El derrame
mucho más frecuente de pancreatitis aguda. pleural o la ascitis pancreática ocurren muy rara
En 9% de la población se presenta "páncreas vez en esta enfermedad, aunque es más frecuen-
divisum"; cuando éste se acompaña de esteno- te en la pancreatitis aguda. Cuando se presen-
454 Enfermedades de hígado y páncreas

tan se relacionan habitualmente con la rotura disposición genética relacionada tal vez con el
espontánea de seudoquistes. tipo de PPP que produce un enfermo particu-
lar. También se ha correlacionado la antigua
PATOGENIA regla según la cual los alcohólicos crónicos que
consumen dietas ricas en grasas y proteínas
Se sabe que el jugo pancreático está sobresatu- desarrollan pancreatitis, en oposición a los al-
rado de carbonato de calcio; por lo tanto, el cohólicos crónicos desnutridos que desarrollan
problema no es saber por qué algunos pacien- cirrosis hepática.
tes desarrollan cálculos pancreáticos, sino más
bien cómo la población normal está protegida CUADRO CLÍNICO
contra la precipitación de este carbonato. Se
han descubierto varias moléculas fosforiladas, El dolor recurrente es el síntoma cardinal; se
ricas en aspartato y glutamato, llamadas cada localiza en la zona periumbilical o en el hemi-
una "piedra proteica pancreática" (PPP). Se han abdomen superior y se irradia al hombro izquier-
propuesto dos vías para la formación de los do o al ángulo costolumbar izquierdo; la inten-
cálculos pancreáticos, que pueden sucederse sidad y duración pueden variar. En las etapas
simultáneamente y ser dependientes o indepen- iniciales tiende a ser continuo con aumento
dientes. Primero, una concentración excesiva progresivo de su intensidad; en otros enfermos
de carbonato de calcio que rebase los niveles puede presentarse en periodos variables.
de PPP puede llevar a la formación de cálculos, En la PCO el dolor provocado por la altera-
o bien una disminución de la producción o una ción pancreática se confunde fácilmente con el
producción defectuosa de PPP. Segundo, encon- dolor que ocasiona la obstrucción. Sin embar-
trar un 0.5% en la mayoría de los cálculos pan- go, el médico debe identificar y correlacionar
creáticos de la PPP o sus residuos puede indicar este dolor con un diagnóstico probable de pan-
que la degradación de esta proteína en los con- creatitis crónica. En el transcurso de la enfer-
ductos pancreáticos puede generar matriz para medad el paciente puede desarrollar aclicción
la ulterior formación de cálculos pancreáticos. a los analgésicos narcóticos, como meperidina
Una vez formado, el cálculo destruye por y nalbuílna; esto exige la atención del médico
erosión el epitelio ductal y se desplaza hacia la para que sé)lo los administre en caso de dolor y
luz de los conductos de calcio, lo cual crea un no por los efectos de bienestar que producen
círculo vicioso junto con las proteínas destrui- en el sujeto.
das de ese epitelio, que actúan como matriz de Un tercio de los enfermos, sobre todo en
nuevos cálculos. Por otro lado, los tóxicos como etapas tardías, padece insuficiencia pancreáti-
el alcohol alteran el adecuado funcionamiento ca endocrina y por tanto diabetes; esto dificulta
de los lisosomas dentro del citoplasma de las el tratamiento por la pérdida de glucagon. Otra
células aduares; ello activa las enzimas pancreá- tercera parte de los pacientes desarrolla intole-
licas dentro de eslas células con su consecuente rancia a la glucosa.
destrucción y creación de otro círculo vicioso. Los síntomas indirectos pueden deberse a
También la posible estimulación de recep- compresión de los órganos vecinos, que causa
tores de la coleciskx inina-paucreozimina por ictericia o estenosis piloroduodcnal. En un 30%
el alcohol o radicales del mismo puede alterar el dolor puede acompañarse de obstrucción
la composición acuosa del jugo pancreático; de- biliar. En las PCX) la ictericia puede ser el pri-
esa manera se produce un jugo más espeso y mer síntoma junto con signos de colangitis.
con ello se forman cálculos pancreáticos. Por
último, el consumo de alcohol modifica los re- DIAGNOSTICO
ceptores de membrana de las células aduares,
que reaccionan de manera incorrecta a los estí- Eos antecedentes de alcoholismo, hiperlipide-
mulos de las hormonas secretina y acetilcolina; mia, litiasis biliar e hiperparatiroidismo deben
por tanto, se libera jugo pancreático pero con hacer pensar en una pancreatitis crónica, más
alteración de enzimas proteolíticas (tripsina, aún si existe dolor abdominal persistente o re-
quimotripsina, carboxipeptidasas, y otras) y de cidivante.
su inhibidor (inhibidor de la tripsina). Sin Es importante destacar que en la pancrea-
embargo, puesto que sólo un determinado nú- titis alcohólica el alcoholismo es la enfermedad
mero de alcohólicos crónicos desarrolla pan- principal y la pancreatitis sólo una de sus com-
creatitis crónica, es posible que exista una pre- plicaciones.
Capítulo 71 • Pancreatitis crónica 455

La exploración del abdomen no suele iden- fluoresceína que, luego de ser degradadas por
tificar signos de importancia; incluso en indivi- enzimas pancreáticas, se absorben por el intes-
duos delgados es muy difícil apreciar el endu- tino y se eliminan por la orina.
recimiento del páncreas. Los quistes y cistadenomas del páncreas
La elevación de la amilasa no es muy fre- pueden confundirse en las radiografías simples
cuente y tiene poco valor. La radiografía simple de abdomen con las imágenes de calcificaciones
de abdomen puede mostrar calcificaciones en intraductales de la pancreatitis crónica, aunque
el hipocondrio izquierdo y epigastrio en casos éstas siguen un trayecto característico (el trayec-
avanzados. El ultrasonido es de poca utilidad. to longitudinal, horizontal y ascendente hacia
La tomografía computadorizada de abdomen la izquierda del conducto principal de Wirsung).
puede mostrar menor tamaño de la glándula, Deben también tenerse en cuenta otras
irregularidades de sus contornos, disminución afecciones que pueden ocasionar calcificaciones
de su radio, textura, dilatación del conducto de en la zona del hipocondrio izquierdo y epigas-
Wirsung, calcificaciones, así como acumulación trio, como litiasis renal, aneurismas estables de
líquida o seudoquistes. aorta abdominal y, rara vez, cáncer de páncreas.
En la actualidad la colangiopancreatografía
retrógrada endoscópica es el estudio de mayor TRATAMIENTO
sensibilidad para el diagnóstico de esta enfer-
medad y de las alteraciones biliopancreáticas Se divide en tres tipos: médico, quirúrgico y
presentes. endoscópico. Su objetivo principal es aliviar el
dolor y mejorar las alteraciones de las funcio-
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL nes exocrina y endocrina. El dolor puede mejo-
rar si se suprime el alcohol y mediante control
Debe establecerse respecto de otras anormali- farmacológico con diversos analgésicos. El efec-
dades, como ictericia, esteatorrea y tumor pal- to de las dosis altas de enzimas pancreáticas y
pable. La primera puede deberse a litiasis biliar del octreótido de somatostatina no ha sido muy
o a cáncer de la cabeza del páncreas. En la litia- satisfactorio.
sis biliar el dolor suele originarse en el hipo- La insuficiencia pancreática exocrina pue-
condrio derecho, se acompaña de fiebre y es de contrarrestarse con la administración oral de
más común la leucocitosis. En la litiasis biliar el enzimas sustitutivas y una dieta baja en grasas y
ultrasonido tiene gran sensibilidad. Vale la pena proteínas; la insuficiencia endocrina, con el
recordar que la colecistocolangiografía intrave- suministro de insulina.
nosa posee gran valor cuando desaparece la La operación está indicada en enfermos con
ictericia. En cuanto al cáncer de páncreas debe pancreatitis crónica relacionada con lesión bi-
considerarse el signo de Curvoisier-Terrier (ve- liar. La intervención quirúrgica biliar detiene
sícula palpable por dilatación) que es casi patog- por lo regular la evolución de la pancreatitis
nomónico; la TAC puede establecer el diagnós- crónica. Las dos alternativas quirúrgicas para
tico preciso, aunque en ocasiones es necesaria reducir el dolor son el drenaje del conducto
una exploración quirúrgica con toma de biop- pancreático y la resección del tejido alterado
sias para precisar el diagnóstico. Cabe mencio- (fig. 71-1).
nar asimismo que ante una masa pequeña de la El drenaje está indicado cuando hay dilata-
cabeza del páncreas, causante de obstrucción ción del conducto de Wirsung o bien obstruc-
de la vía biliar, puede practicarse una resección ción del ámpula de Vater. Algunas de las técni-
pancreatoduodenal, aun cuando dos o más biop- cas derivativas son los procedimientos de Duval
sias hayan resultado negativas para cáncer. (sección de la porción más distal de la cola del
Por lo que toca a la esteatorrea, el síndro- páncreas y anastomosis del intestino delgado) y
me de malabsorción intestinal puede confun- los de Puestow (resección longitudinal del con-
dirse con pancreatitis crónica, ya que cursa con ducto de Wirsung, extracción de los cálculos y
aumento de la excreción fecal de grasa; sin anastomosis del intestino delgado). Cuando sólo
embargo, al suministrar enzimas pancreáticas y existe obstrucción en el ámpula de Vater debi-
observar la disminución de la excreción fecal da a fibrosis (odditis) está indicada la esfintero-
de grasa se establece el diagnóstico de pancrea- plastia (resección y ampliación del orificio del
titis crónica. La prueba de Pancreo-Lauril tam- ámpula).
bién define el diagnóstico diferencial; ésta con- La resección está indicada cuando existe
siste en administrar sustancias marcadas con dolor persistente que no se controla con medi-
456 Enfermedades de hígado y páncreas

Fig. 71-1. Diversas técnicas quirúrgicas. A, pancreatectomía subtotal con preservación del duodeno y píloro. B,
drenaje tipo Puestow; la flecha muestra el paso del jugo pancreático. C, esfinteroplastia en el ámpula de Vater; la
flecha muestra el mejoramiento del paso del jugo pancreático.

camentos y no hay dilatación del conducto. En fibrosis de la cabeza del páncreas, seudoquis-
los años 60 se empezó a practicar la pancreatec- tes, trombosis de la vena esplénica que puede
tomía subtotal con preservación del duodeno y causar hipertensión de las venas del fondo gás-
píloro (con resultados satisfactorios). En muy trico y varices fúndicas (que pueden ser hemo-
pocos casos (p. cj., en los que la laparotomía rrágicas) y también, aunque en raras ocasiones,
mostró franca alteración del páncreas izquier- formación espontánea de fístulas pancreáticas
do) se realizó pancreatectomía distal. Sin em- anteriores, que originan aseitis, o posteriores,
bargo, en los años 70 se observó una franca que provocan derrame pleural izquierdo.
disminución de los procedimientos quirúrgicos
para pancreatitis crónica.
PRONOSTICO
En fecha reciente se describió el uso de
cndoprótesis muy delgadas, colocadas median- Estos pacientes sufren pérdida progresiva de la
te colangiopancreatografía endoscópica en el función exocrina y endocrina del páncreas, con
conducto de Wirsung, con adecuado control del aumento del dolor, que los orilla a situaciones
dolor; sin embargo, se requiere recambio cada desesperadas y con frecuencia a la dependen-
cuatro a seis meses debido a la acumulación cia farmacológica.
progresiva de detritos celulares descamados en Debe recordarse que el alcoholismo es la
su interior que pueden ocluir la luz de la endo- causa más común de la pancreatitis crónica y
prótesis. Es por ello que no es recomendable que el tratamiento inicial debe enfocarse en él,
para periodos prolongados. más aún si se considera que los enfermos con
Algunos enfermos que muestran un brote pancreatitis crónica tratados exitosamente (mé-
agudo intenso pueden desarrollar necrosis pe- dica, endoscópica o quirúrgicamente) pueden
ripancreática con repercusión sistémica grave. fallecer por problemas derivados del alcoholis-
Esta necrosis es retroperitoneal y se trata con mo, como broncoaspiración, suicidio, acciden-
amplio drenaje por vía translumbar sin abrir la tes o complicaciones por toxicomanía.
cavidad peritoneal.
PROFILAXIS
COMPLICACIONES
l)t ] n : ¡ile de la causa que provoque la pancrea-
Como ya se ha mencionado, las complicaciones titis crónica. Cuando su origen es alcohólico, el
son obstrucción biliar o duodenal (o ambas) por tratamiento adecuado y el apoyo familiar pue-
Capítulo 71 " Pancreatitis crónica 457

den disminuir el grado de alcoholismo, o inclu- Prinz RA, Greenle HB. Pancreatic duct drainage in
so suprimirlo. Si la causa son la coledocolitiasis pancreatitis. Hepalo Gastroenterol 1990; 37:295-
y la colelitiasis, y pese a la inclinación actual por 301.
la terapéutica conservadora, se sugiere, en con- Sarles H. Eüopathogenesis and definition of chronic
diciones electivas, la colecistectomía y la revi- pancreatitis. Dig Dis Sci 1986; 31:91s-107s.
sión radiológica de la vía biliar. Este procedi- Thomas PG, Augustina P, Ramesh H y col. Obsei vation
miento tiene nula morbimortalidad respecto de in surgical management of pancreatitis in Kerala,
la operación y el tratamiento de enfermos con southeast India. WJ Surg 1990; 14:32-40.
pancreatitis crónica. Además cabe mencionar Villazón SA. La exploración quirúrgica en la pancreati-
que la coledocolitiasis puede provocar pancrea- tis crónica. Rev Gastroenterol Mex 1963; 168:509-
titis aguda, que posee más morbimortalidad que 525.
la colecistectomía electiva. Villazón SA. Tratamiento quirúrgico de la pancreatitis
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perlipidemia, el diagnóstico oportuno de estas Villazón SA, Villazón DO, Tenazas EF y col. Retroperi-
entidades y su control metabólico evita que surja toneal drainage in the nianagement of septic lase
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Seudoquiste pancreático
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN catalogados de acuerdo con su causa v en rela-


ción con la anatomía patológica.
Esta anormalidad es una colección de líquido
con alta concentración de enzimas, localizada
dentro del parénquima pancreático o en zonas CAUSAS
adyacentes, que forma una cavidad cuyas pare-
des son el peritoneo y los órganos vecinos, sin Las principales causas son las pancreatitis agu-
cubierta epitelial propia. da y crónica y el traumatismo, si bien existe otro
Los seudoquistes suponen grandes retos en número considerable de casos que aparece sin
el diagnóstico y terapéutica; tienen por carac- motivo demostrable. La pancreatitis aguda pue-
terística distintiva que el tratamiento no quirúr- de ser consecuencia de alcohol, colelitiasis, fac-
gico puede ser eficaz para algunos pacientes, tores posoperatorios y causas idiopáticas; por su
aunque, en caso necesario, debe indicarse y parte, la pancreatitis crónica es resultado del
escogerse el momento más apropiado para una consumo de alcohol, factores familiares y cau-
intervención quirúrgica. sas idiopáticas.
Es la más común de todas las complicacio-
nes de la pancreatitis; puede ocurrir después ANATOMÍA PATOLÓGICA
de traumatismo y representa el 90% de todas
las lesiones quísticas del páncreas. Aparece en Los seudoquistes son colecciones de líquido con
10% de pacientes con pancreatitis aguda por alto contenido de enzimas pancreáticas, mate-
ingestión de alcohol; predomina en el sexo rial necrótico y detritos, sin pared epitelial de-
masculino en proporción de 2 a 1, con prome- finida, rodeados de tejido fibroso, material ne-
dio de edad de 45 años. crótico, peritoneo y visceras contiguas. Miden
Se detectan en 25 a 60% de pacientes con habitualmente entre 5 y 10 cm de diámetro
pancreatitis crónica, aunque aveces pueden con- (pocos alcanzan 15 cm); casi todos son únicos
fundirse con simples colecciones líquidas peri- pues sólo el 8% es múltiple; 70 a 80% de las
pancreáticas que remiten en forma espontánea. veces se ubican en cuerpo y cola, el resto en la
Existen varias formas de clasificar los seu- cabeza del páncreas; el 75% desplaza alguna
doquistes; lo más práctico es dividirlos en agu- parte del tubo digestivo (p. ej., el estómago es
dos y crónicos para elegir mejor el tratamiento. empujado hacia adelante, el colon hacia abajo
Los seudoquistes agudos suelen aparecer des- y el duodeno hacia la derecha). Por lo común
pués de cuadros de pancreatitis aguda, aunque se sitúan en la parte media o en el cuadrante
también pueden desarrollarse por una exacer- superior izquierdo del abdomen, o bien se pro-
bación de pancreatitis crónica; en cambio, los yectan hacia la trascavidad de los epiplones; sólo
seudoquistes crónicos son comunes en pancrea- rara vez se localizan detrás del páncreas o en el
titis crónica y rara vez surgen después de un epi- epiplón mayor y casi minea llegan al mediastino.
sodio agudo. La cavidad del seudoquiste no comunica
Otra clasificación los agrupa en intrapan- con los conductos y contiene líquido seroso
creáticosy extrapancreáticos; también han sido turbio, sin bacterias. Las paredes carecen de
458
Capítulo 72 • Seudoquiste pancreático 459

revestimiento epitelial y se observa una reacción alimentos grasos incrementan las molestias y
inflamatoria intensa; se advierten pigmentos puede existir derrame pleural y atelectasia en
hemáticos, coágulos en organización, precipi- la base del pulmón izquierdo.
tados de calcio y cristales de colesterol. El dolor se localiza en el epigastrio o cua-
drante superior izquierdo, con irradiación a la
PATOGENIA espalda. La tumoración duele al palparla y
muestra mínima movilidad; en días diferentes
Se han invocado dos mecanismos patogénicos. cambia de tamaño o de forma por el drenaje
El primero ocurre en la pancreatitis aguda o en hacia los conductos del páncreas. La curación
la agudización de la crónica por autodigestión espontánea ocurre dentro de las primeras seis
del tejido glandular causada por las enzimas; se semanas. Otros síntomas son dorsalgia, náusea,
vierten secreciones fuera de la glándula con vómito, ascitis, anorexia, fiebre, escalofrío, ic-
restos de tejido y se forman acumulaciones de tericia, derrame pleural y signos del aparato
liquido. A esta variedad se le denomina seudo- respiratorio.
quiste posnecrótico.
El segundo mecanismo lo origina la obstruc-
ción ductal, ya sea por estenosis, traumatismo o DIAGNOSTICO
por un cálculo. Esto eleva la presión dentro de
los conductos y ocasiona la rotura de alguno, La tomografía axil computadorizada (TAC) es
con extravasación del jugo pancreático y for- el estudio que posee mayor precisión, más que
mación de una colección de líquido. A esta va- el ultrasonido, y puede revelar la presencia de
riedad se le conoce como seudoquiste de reten- una colección redonda u oval, con cápsula pe-
ción. ripancreática apenas perceptible (fig. 72-1). La
TAC es de mayor utilidad para la evaluación
El seudoquiste, al aumentar de tamaño, se inicial; su desventaja es el costo elevado y la
abre paso a través del espacio gastrocólico, des- exposición a radiaciones ionizantes. La ultraso-
plaza el estómago hacia arriba y el colon hacia nografía puede fallar por el gas intraintestinal,
abajo y emerge en el epigastrio, donde puede obesidad o desplazamiento de visceras por el
palparse. Cuando erosiona un vaso sanguíneo tumor, aunque es de gran ayuda para controles
causa hemorragia repentina con inminente posteriores durante el seguimiento del paciente.
peligro para la vida. El contenido suele ser esté-
ril, pero al infectarse da origen a un absceso, La colangiopancreatografía proporciona
que requiere medidas quirúrgicas por su alta buena información morfológica del seudoquis-
mortalidad. La acumulación líquida puede rom- te, pero no se emplea de rutina porque requie-
perse hacia la cavidad peritoneal o a los tejidos re instrumental y personal muy especializado.
vecinos y ocasionar enorme daño. Entre la mi- Se recomienda durante las 24 horas previas a la
tad y las dos terceras partes de los seudoquistes operación.
se solucionan en forma espontánea, sin trata- El examen radiológico con material barita-
miento quirúrgico. do en estómago también tiene utilidad (fig.
72-2) y es relativamente fácil y poco costoso, aun-
que no tiene mucha precisión; sólo es útil en
CUADRO CLÍNICO seudoquistes grandes que desplazan el estóma-
go, pero puede ser una alternativa en hospita-
Se sospecha cuando el paciente no se recupera les con pocos recursos (fig. 72-3).
de un cuadro de pancreatitis después de cinco
a siete días de tratamiento correcto o si se pre-
senta una recaída luego de un periodo de me- DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
joría. En la pancreatitis crónica se exacerban
los síntomas y después se manifiesta la tumo- Se confunde con neoplasias quísticas y quistes
ración (o aparece sin ningún periodo de agudi- verdaderos del páncreas; para diferenciarlos se
zación). revisan minuciosamente los antecedentes fami-
Esta complicación es poco dolorosa; sus sig- liares, ya que pueden padecerlos otros miem-
nos son sensación de cuerpo extraño, náusea, bros de la familia. En el paciente se buscan le-
vómito y pérdida de peso como reflejo de la siones quísticas del riñon o hígado con ayuda
obstrucción gástrica o duodenal. La ictericia se de la TAC o, en caso de practicar intervención
manifiesta en 10% de los casos y es provocada quirúrgica, se realiza una biopsia de quistes en
por la compresión de la vía biliar principal; los otra ubicación. También puede confundirse con
460 Enfermedades de hígado y páncreas

Fig. 72-1. TomograLd axil computadorizada que muestra una masa ocupativa con contenido líquido.

absceso hepático o con neoplasias del hemiab-


domen superior, en particular del páncreas.

TRATAMIENTO
Los seudoquistes secundarios a pancreatitis
aguda tienen más de 50% de posibilidades de
desaparecer en forma espontánea (aunque
puede ser de ayuda la somatostatina), en espe-
cial los menores de 5 cm de diámetro; en cam-
bio, los mayores de 10 cm difícilmente involu-
cionan. Por el contrario, es poco probable que
remitan los seudoquistes por pancreatitis cró-
nica. El tratamiento no operatorio es apropia-
do en ausencia de complicaciones y se requiere
TAC o ultrasonograíía cada dos a cuatro sema-
nas hasta corroborar la curación.
Las indicaciones primarias para interven-
ción quirúrgica son: persistencia de los sínto-
mas, incremento de tamaño de la lesión, sepsis,
falla del drenaje por métodos no quirúrgicos y
obstrucción biliar. Los procedimientos opera-
torios son: drenaje interno, drenaje externo y
resección. La operación electiva reqtiiere cua-
tro a seis semanas de espera, hasta que la pared
del seudoquiste esté madura.
Se denomina drenaje interno a la anasto-
mosis del seudoquiste al estómago, yeyuno o
Fig. 72-2. Seudoquiste pancreático; se observa el duodeno, que está indicado en colecciones
estómago rechazado. El medio de contraste baritado ubicadas detrás del estómago. El drenaje exter-
dentro del estómago está separado de la columna verte- no consiste en abrir la colección para que fluya
bral por el seudoquiste. hacia el exterior y se indica cuando las paredes
Capítulo 72 • Seudoquiste pancreático 461

peritoneal, que produce cuadro abdominal


agudo y que amerita operación urgente con
irrigación amplia de la cavidad y drenaje del
quiste al exterior, y en tercer lugar la infección.
Otras complicaciones son abertura a cavi-
dad pleural, mediastino o retroperitoneo, for-
mación de fístula entérica y laceración de órga-
nos vecinos.

PRONOSTICO
Recurre en el 10%; en ocasiones se forman
nuevas colecciones líquidas posteriores a pan-
creatitis recurrente. Después del drenaje exter-
no reaparece en 20% de los enfermos. Algunas
personas permanecen con dolor crónico luego
de la resolución del cuadro.

PROFILAXIS
Evitar el alcohol (causa frecuente de pancreati-
tis) y tratar a tiempo las enfermedades de la
vesícula biliar, también causa común de afec-
ciones del páncreas.

BIBLIOGRAFÍA

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Cáncer de páncreas
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Jorge M. López López

INTRODUCCIÓN ma de células acinares), islotes (insulinoma,


gastrinoma, vipoma, glucagonoma y otras tumo-
Es el tumor maligno primario de la glándula raciones malignas) (fig. 73-1, color) y células
pancreática y una de las malformaciones con no epiteliales (fibrosarcoma, leiomiosarcoma,
peor tasa de sobrevida, aun en los mejores cen- hemangiopericitoma, histiocitoma, linfoma).
tros hospitalarios del mundo: menos del 20%
de los pacientes sobrevive al primer año y me-
nos del 8% al segundo. Los avances tecnológi- CAUSAS
cos en el diagnóstico y tratamiento definitivo
no han logrado mejorar considerablemente el Aunque las causas del cáncer de páncreas se
pronóstico de estos individuos; es por tanto un desconocen todavía, se han encontrado diver-
problema mayor de salud pública y un desafío sos factores epidemiológicos relacionados, tales
para todo clínico. como el tabaquismo y una dieta rica en grasas y
En Estados Unidos el cáncer de páncreas carne; además, se ha notado que una dieta abun-
ocupa el cuarto y quinto lugares como causa de dante en frutas y vegetales frescos tiene un efec-
muerte por cáncer en varones y mujeres, res- to protector. Estudios recientes informaron una
pectivamente. Su frecuencia se ha mantenido incidencia hasta seis veces mayor en pacientes
sin cambios durante las últimas décadas en la diabéticos de más de tres años de evolución
mayor parte del mundo; las tasas máximas de respecto de la población general, aunque esto
incidencia se registran en los países occidenta- podría interpretarse como una manifestación
les e industrializados, mientras que las más ba- clínica de la enfermedad y no como un factor
jas en India, Kuwait y Singapur. Alrededor del de riesgo. Los pacientes sometidos a operación
80% de los casos se presenta entre los 60 y 80 para aliviar la enfermedad acidopéptica y los
años de edad; son muy raros los que se diagnos- sujetos con niveles altos de colecistocinina en
tican antes de los 40. La incidencia es mayor en sangre, como los colecistectomizados, poseen
sujetos de raza negra y en judíos y es más fre- mayor riesgo que la población general. Por el
cuente en varones que en mujeres con una re- contrario, la amigdalectomía parece ser un fac-
lación de 1.3:1. tor protector.
Las neoplasias pancreáticas abarcan un Pese a que el carcinoma pancreático pue-
amplio espectro de tumores exocrinos y endo- de originarse en forma espontánea, se ha podi-
crinos, que pueden ser benignos o malignos. do observar cierta tendencia familiar. Estudios
Según sea el tipo de célula que da origen a la estadísticos han demostrado que hasta 7.8% de
tumoración (exocrina y maligna), el cáncer de los pacientes con cáncer de páncreas tiene an-
páncreas puede formarse en el epitelio ductal tecedentes familiares de la enfermedad, en
(adenoma, carcinoma de células gigantes, car- contraste con sólo 0.6% de los controles. Lo
cinoma adenoescamoso, carcinoma mucinoso, anterior, así como la relación de las neoplasias
cistadenocarcinoma), células acinares (carcino- malignas de páncreas con enfermedades here-
463
464 Enfermedades de hígado y páncreas

ditarias, como la pancreatitis hereditaria y la ámpula de Vater. A menudo se extienden hasta


ataxia-telangiectasia, sugiere que existen anor- la pared duodenal, que también invaden, y oca-
malidades genéticas en estos casos. Las investi- sionan ulceraciones u obstrucción duodenal.
gaciones citogenéticas más recientes han logra- Como resultado de la obstrucción biliar los
do detectar anormalidades cromosómicas exten- pacientes presentan colestasis intensa que pue-
sas en los locus que contienen los genes supre- de provocar daño hepático grave. En cambio,
sores tumorales p53, DCCyMTSl, y también el los tumores localizados en el cuerpo o la cola
oncogén K-ras. Si bien el conocimiento sobre crecen de forma silenciosa por más tiempo y se
la genética del cáncer de páncreas es aún limi- hacen manifiestos cuando tienen un gran ta-
tado, cabe esperar que en un futuro cercano maño, ya sea por invasión a estructuras adya-
los estudios proporcionen información útil en centes, como columna vertebral, órganos ret.ro-
la identificación temprana de esta enfermedad, peritoneales, colon, estómago, y otros, o por sus
así como en el diseño de nuevos y mejores tra- metástasis. Aunque ambos son un mismo tipo
tamientos. de tumor, su curso clínico y sus signos clínicos
son muy diferentes.
ANATOMÍA PATOLÓGICA La diseminación linfática del cáncer de
páncreas ocurre hacia los ganglios peripancreá-
Las neoplasias malignas del páncreas pueden ticos, portales, gástricos y mesentéricos. Su di-
originarse en el parénquima exocrino o en las seminación hematógena más común es hacia
células endocrinas de los islotes de Langerhans, el hígado, seguida del peritoneo, y son los pul-
aunque las primeras son las más frecuentes. El mones el sitio más habitual de metástasis fuera
adenocarcinoma ductal comprende entre 75 y del abdomen.
92% de todas las neoplasias pancreáticas y es
dos veces más frecuente en la cabeza que en el CUADRO CLÍNICO
cuerpo o la cola. Al momento de realizar el
diagnóstico, menos del 10% de los tumores se El cáncer de páncreas, incluso el de la cabeza,
encuentra confinado en la glándula, 40% mues- es una lesión insidiosa que sin lugar a dudas ha
tra ya invasión local y 50% diseminación a dis- evolucionado por meses o incluso años antes
tancia. de causar síntomas. La pérdida de peso, la ano-
Las neoplasias malignas quísticas, como el rexia, la debilidad y el mal estado general son
cistadenocarcinoma, aunque muy raras, deben quizá las manifestaciones clínicas más comunes,
mencionarse ya que son lesiones generalmente independientemente de la localización del tu-
de gran tamaño, localizadas con mayor frecuen- mor. El dolor abdominal es frecuente, por lo
cia en el cuerpo y la cola; su comportamiento regular situado en el epigastrio, con irradiación
es más benigno y si bien pueden invadir estruc- a espalda y de intensidad variable. Este es un
turas adyacentes, esto sólo ocurre en forma tar- síntoma más tardío y por tanto se relaciona con
día y rara vez metastizan; su resección es casi un peor pronóstico; puede deberse a distensión
siempre curativa y tienen mucho mejor pronós- de la cápsula pancreática o a invasión perineu-
tico. ral de los plexos esplácnico y celiaco. Como ya
El páncreas puede ser también sitio de se mencionó, la localización del tumor es de
metástasis de tumores primarios de otros órga- gran importancia clínica, ya que puede origi-
nos (con más frecuencia de la mama o el pul- nar presentaciones diferentes.
món) o consecuencia del melanoma cutáneo. Las lesiones en cuerpo y cola evolucionan
Estudios de necropsia han revelado que por de manera silenciosa por más tiempo y, en con-
cada cáncer primario de páncreas se encuen- secuencia, se diagnostican casi siempre en eta-
tran cuatro de origen metastásico. pas muy avanzadas. Cuando el tumor se locali-
za en la cabeza puede generar signos más tem-
PATOGENIA pranos por la obstrucción de los conductos bi-
liares extrahepáticos. Esta produce colestasis.
Los tumores de la cabeza del páncreas están ictericia y distensión lenta, progresiva e indolo-
situados muy cerca del colédoco, ámpula de ra de la vesícula biliar, la cual se hace palpable.
Vater y duodeno y por ello generan manifesta- Este síndrome, conocido como ley de Cotir-
ciones clínicas más tempranas. De modo carac- voisier, no es de ninguna manera infalible; en
terístico, las lesiones tienen márgenes mal defi- algunos casos de colecistitis crónica la vesícula
nidos, infiltrantes v estenosan el colédoco y la se rodea de tejido inflamatorio y fibroso que
Capítulo 73 • Cáncer de páncreas 4 6 5

impide su distensión, por lo que no es posible casos. Aunque el páncreas no posee normalmen-
palparla. Además, el mismo proceso inflamato- te células productoras de gastrina, la mayoría
rio puede hacerla dolorosa a la palpación, en de los gastrinomas se origina en el páncreas.
cuyo caso no formaría parte de dicho síndro- Sus síntomas principales son enfermedad aci-
me. Sin embargo, la ictericia puede ser progre- dopéptica grave y refractaria a tratamiento
siva; en ocasiones existe necrosis tumoral y es- médico y diarrea por lesiones de la mucosa
íacelación que permite el paso de bilis en for- gástrica, secundarias a la hiperacidez, y también
ma transitoria, por lo que pueden advertirse por malabsorción de grasas. Por último, los
fluctuaciones muy considerables de los niveles somastatinomas se distinguen por diabetes me-
séricos de bilirrubinas. La ictericia acompaña llitus, malabsorción, diarrea y cálculos biliares.
al 80 a 90% de las tumoraciones localizadas en
la cabeza, en comparación con el 6% de los que
se encuentran en el cuerpo o la cola. Otras DIAGNOSTICO
manifestaciones menos comunes son náusea, Debido a que las manifestaciones clínicas del
vómitos, tromboflebitis migratorias y ascitis (por cáncer pancreático son muy inespecíficas al
la presencia de implantes tumorales en la cavi- inicio de la enfermedad, su identificación opor-
dad peritoneal). tuna sólo puede lograrse con un alto índice de
La diabetes mellitus de inicio súbito, acom- sospecha y una historia clínica minuciosa. Pese
pañada de síntomas gastrointestinales vagos en a que en la mayoría de los casos esta última no
el paciente anciano, debe hacer sospechar la es suficiente para establecer un diagnóstico
posibilidad de un tumor pancreático. La linfa- certero, es indispensable identificar, con base
denopatía supraclavicular o ganglio de Virchow, en los síntomas y signos ya descritos, a los indi-
nodulo periumbilical metastásico o nodulo de viduos con alto riesgo y practicar los siguientes
la hermana María José, así como los nodulos estudios complementarios.
palpables en el tabique rectovaginal o vesicova-
ginal (o signo del escudo de Blumer) son todas Ultrasonografía (US)
manifestaciones muy sugestivas pero infortuna-
damente tardías de la enfermedad. Se acepta su utilidad como estudio inicial en
Los síntomas del cáncer pancreático son pacientes con sospecha de enfermedad pancreá-
inespecífícos de modo característico, o ausen- tica, ya que no es invasiva, no implica la exposi-
tes en etapas tempranas, pero rápidamente ción a radiaciones y es barata. Puede detectar
progresivos: tan sólo ocho o nueve meses en pro- dilatación de vías biliares intrahepáticas y ex-
medio entre su inicio y la muerte del paciente. trahepáticas y es muy útil para diagnosticar una
En el caso de los tumores malignos de los ictericia de causa obstructiva y la dilatación del
islotes de Langerhans, los síntomas son ocasio- conducto pancreático. También se emplea para
nados por la hipersecreción de las células que detectar ascitis y metástasis hepáticas. Su sensi-
dan origen al tumor y de las metástasis, cuando bilidad para cáncer de páncreas es cercana al
las hay. El más frecuente de ellos es el insulino- 75% y su especificidad del 95%, con variacio-
ma, tumor de células beta que es maligno en nes que dependen del radiólogo que la realiza.
15% de los casos y que produce la tríada típica Se dispone en la actualidad de transductores
de Whipple: a) episodios de hipoglucemia con en miniatura que se alojan en la punta de un
manifestaciones relacionadas con el sistema endoscopio y que permiten realizar la llamada
nervioso central, como confusión o pérdida de ultrasonografía endoscópica. Esta se encuentra
la conciencia; b) glucemia menor de 50 mg/dl, en una etapa incipiente, por lo que sólo está
y c) alivio de los síntomas con la administración disponible en forma experimental y su utilidad
oral o parenteral de glucosa. aún no se ha establecido; se espera que pueda
Otro tumor más raro es el vipoma, produc- identificar lesiones menores de 1 centímetro.
tor de polipéptido intestinal vasoactivo que cau-
sa el síndrome WDHA (siglas en inglés de dia- Tomografía axil computadorizada (TAC)
rrea acuosa, hipopotasemia y aclorhidria gástri-
ca). Es maligno en 50% de los casos. Los gluca- Además de confirmar las alteraciones observa-
gonomas se originan en las células alfa de los das mediante US, es capaz de detectar lesiones
islotes y provocan eritema migratorio necrolíti- pancreáticas muy pequeñas, hasta de 2 a 3 cm,
co, diabetes, glositis, anemia, pérdida de peso y aun en sitios difíciles de explorar con US, como
trombosis venosas. Es maligno en 75% de los el cuerpo y la cola. Con la administración de
466 Enfermedades de hígado y páncreas

material de contraste por vía oral y endovenoso Laparoscopia


puede determinar el grado de extensión tumo-
ral a grandes vasos, ganglios linfáticos y órga- Es un método mínimamente invasivo que pue-
nos adyacentes, por lo que es indispensable para de identificar metástasis en hígado, epiplón o
evaluar la resecabilidad del tumor. Tiene una peritoneo (por visualización directa o median-
sensibilidad para cáncer de páncreas de aproxi- te lavado peritoneal) que pasan inadvertidas en
madamente 80%, con especificidad del 95 por los estudios anteriores.
ciento.
Marcadores tumorales
Resonancia magnética (RM)
Se ha evaluado, con fines diagnósticos, de esta-
No tiene ninguna ventaja sobre la tomografía. dificación y pronósticos, una serie de antígenos,
hormonas, enzimas e inmunoglobulinas relacio-
nadas con los tumores pancreáticos; el de ma-
Colangiopancreatografía retrógrada yor utilidad es el denominado CA 19-9. Tiene
endoscópica (CPRE) una sensibilidad aproximada del 90%, pero su
Es la prueba diagnóstica más sensible para cán- especificidad es de sólo 75% puesto que se ele-
cer pancreático. Permite la visualización direc- va también en otras enfermedades pancreáti-
ta del duodeno y el ámpula de Vater, la visuali- cas, biliares, hepáticas, y otras. Actualmente se
zación radiológica de los conductos biliares y usa como factor pronóstico, ya que una eleva-
pancreático y la obtención de muestras de su ción posoperatoria se relaciona con pobre so-
contenido para examen citológico. La obstruc- brevida.
ción del colédoco y del conducto de Wirsung,
llamada signo del doble conducto, es el hallaz- Estadificación del tumor
go más característico. Además de su utilidad
diagnóstica, la CPRE tiene fines terapéuticos, Los objetivos de evaluar el grado de invasión
ya que permite la colocación de férulas dentro local o sistémica de un tumor son los de garan-
de los conductos biliares que evitan su esteno- tizar que cada paciente reciba el tratamiento
sis por invasión tumoral. más apropiado, según su caso en particular. En
condiciones ideales esto debe hacerse siguien-
do una secuencia adecuada de estudios: prime-
Angiografía ro los menos invasivos y al final los más invasi-
Es un estudio invasivo que sólo puede practicar vos. El problema principal radica en que mu-
un radiólogo experimentado, capaz de canular chos casos no pueden ser correctamente esta-
las arterias celiaca y mesentérica superior, y se dificados hasta después de realizar una explo-
requiere además un equipo muy complejo. ración quirúrgica minuciosa. En el cuadro 73-1
Permite identificar malformaciones pancreáti- se puede ver la clasificación proptiesta por el
cas que por lo general se observan como zonas American Joint Committee for Cáncer que uti-
de menor vascularidad y detecta la invasión a liza el sistema T (tamaño del tumor), N (afec-
grandes vasos, lo cual indica casi siempre irre- ción de ganglios linfáticos), M (presencia de
secabilidad. En la actualidad esto último puede metástasis).
lograrse también con la TAC y por tanto la an-
giografía sólo se realiza en casos seleccionados.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

Biopsia por aspiración con aguja fina Cuando la presentación clínica es únicamente
(B.AAF) como síndrome de desgaste, las posibilidades
diagnósticas son muchas, pero siempre debe
Se realiza mediante control con TAC o US y considerarse la posibilidad de un cáncer ocul-
permite un diagnóstico citológico de la lesión. to. Cuando se presenta ictericia deben descar-
Se utiliza con mayor frecuencia en casos de tarse todas las causas no obstructivas y después
tumores irresecables, que no son candidatos a considerar como diagnóstico diferencial la ic-
laparotomía, para confirmar el diagnóstico y tericia obstructiva benigna, por lo regular se-
tiene una sensibilidad cercana al 85% con es- cundaria a cálculos en la vía biliar, a estenosis
pecificidad de prácticamente el 100 por ciento. posoperatoria o a pancreatitis crónica. Cuando
Capítulo 73 • Cáncer de páncreas 467

Cuadro 73-1. Clasificación de las neoplasias liativo adecuado, cuyos objetivos fundamen-
pancreáticas de acuerdo con su origen celular
tales son aliviar los síntomas y proporcionar
Origen Tipo de tumor la mejor calidad de vida posible. Esto se logra
resolviendo tres poblemas fundamentales: ic-
Epitelio duclal Adenocarcinoma, carcinoma de célu­ tericia obstructiva, obstrucción duodenal y
las gigantes, carcinoma adenoes- dolor.
camoso, carcinoma mucinoso, cis-
toadenocarcinoma
La obstrucción biliar se puede resolver qui-
rúrgicamente mediante las denominadas deri-
Células acinares Carcinoma de células acinares
vaciones biliointestinales, que consisten en
Islotes Insulinoma, gastrinoma, vipoma, glu-
anastomosar los conductos biliares por arriba
cagonoma y otros malignos
de la obstrucción con un segmento intestinal.
No epiteliales Hbrosarcoma, leiomiosarcoma, he-
mangiopericitoma, histiocitoma, lin-
Más recientemente se idearon las férulas que
foma se introducen mediante CPRE o por punción
percutánea dentro de la vía biliar y a través de
la obstrucción, manteniendo los conductos
permeables.
La obstrucción duodenal provoca a menu-
do incapacidad para reponer los requerimien-
se piensa en una ictericia obstructiva maligna, tos hídricos y calóricos por la vía oral en estos
ésta puede ser secundaria a un tumor primario pacientes. La técnica quirúrgica más utilizada
de páncreas, ámpula de Vater, vías biliares o para aliviarla es la gastroyeyunoanastomosis,
duodeno. Todos estos tumores tienen una pre- aunque se diseñan en la actualidad métodos
sentación clínica similar y por ello se conocen endoscópicos para la colocación de férulas duo-
en conjunto como tumores periampulares; su denales que resuelvan la obstrucción de mane-
diagnóstico diferencial es con frecuencia muy ra similar a las biliares.
difícil de establecer. Finalmente, aunque el alivio del dolor se
puede lograr mediante analgésicos potentes, en
TRATAMIENTO los pacientes que son sometidos a laparotomía
puede realizarse neurólisis química transopera-
La resección quirúrgica del páncreas es la úni- toria de los plexos esplácnico y celiaco. Cuando
ca posibilidad de curación en este trastorno, los pacientes no son laparotomizados y pade-
pero sólo debe practicarse cuando se conside- cen dolor de difícil control, la neurólisis quími-
re posible dejar al paciente libre por completo ca puede efectuarse en forma percutánea con
de todo tejido tumoral. La técnica utilizada control radiológico.
es la pancreatoduodenectomía u operación
de Whipple, que ha sido modificada de diver- COMPLICACIONES
sas maneras desde su descripción original hace
más de 60 años. La mortalidad posoperatoria Como todos los tumores malignos, el cáncer de
hasta la década de los 80 era superior al 20% páncreas conduce a un deterioro progresivo del
en las manos más experimentadas; sin embar- paciente. El sujeto sufre pérdida de peso y esta-
go, ésta ha logrado reducirse considerablemen- dos carenciales que le impiden reaccionar de
te a menos del 2% en hospitales de concen- forma más efectiva ante el proceso patológico.
tración. (Alando se ha podido realizar la ex- La obstrucción duodenal contribuye en buena
tirpación completa del tumor, el paciente es medida a agravar dichas carencias y dificulta la
candidato a recibir tratamiento coadyuvante, reposición hidroelectrolítica y calórica adecua-
ya que la tasa de supervivencia de estos indi- das; esto obliga a utilizar métodos invasivos e
viduos libres de enfermedad es menor del incapacitantes para satisfacer dichas necesida-
20%. El tratamiento que parece más eficaz en des.
la actualidad para prolongar la sobrevida es la Son complicaciones frecuentes de los tumo-
quimioterapia con 5-fluorouracilo y radiotera- res de páncreas, que cursan con ictericia obs-
pia combinadas. tructiva, el daño hepático progresivo por coles-
Dado que menos del 15% de los tumores tasis, la insuficiencia hepática y los trastornos
malignos de páncreas es resecable al momento de la coagulación, que pueden contraindicar los
de su diagnóstico, es de gran importancia para procedimientos diagnósticos y terapéuticos in-
la mayoría de los pacientes tin tratamiento pa- vasivos.
468 Enfermedades de hígado y páncreas

PRONOSTICO carcinoma. Ultrasound, computed tomography,


magnetic resonance imaging and angiography. En-
A pesar de los adelantos logrados en el desarro- doscopy 1993; 25(l):58-68.
llo de mejores métodos de diagnóstico y en los Jeekel J. Surgery for pancreatic cáncer. Ann Oncol 1994;
aspectos epidemiológicos y terapéuticos, no se 5(3):73-74.
ha logrado modificar de forma considerable la Kauffman SL. Percutaneous palliation of unresectable
sobrevida de estos pacientes. Aunque 95% de pancreatic cáncer. Surg Clin North Am 1995;
ellos muere a causa de esta enfermedad en un 75(5):989-999.
promedio de 18 a 20 meses, en los pacientes en LumadueJA, Griffin CA. Familia] pancreal'C cáncer and
los que se puede realizar una resección quirúr- the genetics of pancreatic cáncer. Surg Clin North
gica completa sin afección de ganglios linfáti- Am 1995; 75(5):845-855.
cos regionales y sin evidencias de metástasis se Lichtenstein DR, Carr L. Endoscopio palliation for
han informado índices de sobrevida a cinco años unresectable pancreatic carcinoma. Surg Clin North
del 10 al 35 por ciento. Am 1995; 75(5):969-988.
Moossa AR, Gamagami RA. Diagnosis and slaging of
PROFILAXIS pancreatic neoplasms. Surg Clin North Am 1995;
75(5):871-89().
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Tumores benignos
de páncreas
Dr. Luis Humberto Ortega León
Dr. Alejandro Rodríguez Báez
Dr. Jorge M. López López

INTRODUCCIÓN células endocrinas de otras partes del organis-


mo, se originaban en el neurectodermo de la
Las tumoraciones benignas del páncreas son el cresta neural y luego migraban al páncreas
crecimiento autónomo de células de alguna durante el desarrollo embriológico; estudios más
estructura de la glándula, por lo general con recientes han mostrado que esas células provie-
buen pronóstico y reacción al tratamiento. nen de un tronco de origen endodérmico.
Estos cánceres pueden originarse en las En el estudio de un paciente en el que se
células endocrinas o exocrinas de la glándula y sospecha o está probada la existencia de un
se detectan cada vez con mayor frecuencia, tumor endocrino pancreático se debe estable-
probablemente por los avances de las técnicas cer si el tumor es benigno o maligno; cuando
de diagnóstico; tanto estas últimas como los se presentan los síntomas, aproximadamente el
tratamiento recientes deben ser conocidos por 50% de las tumoraciones de los islotes corres-
el especialista. ponde a cánceres malignos; los insulinomas
Se ha dado mayor importancia al estudio constituyen la excepción ya que sólo el 15% de
de los tumores del tejido pancreático endocri- ellos es maligno.
no en virtud de que la preocupación inicial que Se desconoce con certeza la frecuencia de
producen los tumores insulares se relaciona con aparición de los tumores benignos del páncreas,
la multitud de síndromes clínicos que pueden pero son raros. Sin embargo, en las últimas
depender de un tumor de esa naturaleza; el décadas se ha hecho más frecuente el diagnós-
hecho de que varios síndromes puedan ser tico de estos tumores gracias al avance tecnoló-
encontrados en un mismo paciente que pade- gico y por tanto se han identificado de modo
ce un tumor de islotes refleja la capacidad po- más oportuno. Se conoce también que el tumor
tencial de las células de origen endocrino para benigno más común procedente de las células
segregar péptidos y aminas. Sin embargo, en y de los islotes pancreáticos es el insulinoma;
términos generales, el síndrome clínico de pre- por su parte, el tumor benigno más frecuente
sentación resulta casi siempre de la sobrepro- del páncreas exocrino es el cistadenoma seroso.
ducción de un péptido hormonal simple en un La clasificación de estas malformaciones
momento determinado. depende de las células que las origina, que
Se cree que los tumores de células insula- pueden ser exocrinas o endocrinas (en el caso
res pancreáticas proceden del sistema de célu- de estas últimas el tumor puede ser benigno o
las APUD. El concepto de la captación de ami- maligno). La mayoría de los cánceres de los
nas precursoras y de ladescarboxilación (amine- islotes son malignos en el momento en que los
/recursor wptake and cfecarboxylation, APUD) síntomas hacen su aparición; se cree que más
fue propuesto por Pearse en 1966; este investi- del 50% de todos los casos tiene ese comporta-
gador sugirió que esas células, junto con otras miento con excepción del insulinoma, cuya

469
470 Enfermedades de hígado y páncreas

evolución en más del 90% de los casos es benig- de la secreción resultante; son raros en este tipo
na al momento del diagnóstico. de tumores los síntomas por compresión ya que
por lo regular son pequeños y únicos en la
CAUSAS mayoría de los casos.

Se desconocen.
CUADRO CLÍNICO
ANATOMÍA PATOLÓGICA
Guarda relación con el tipo de tumor; se men-
Los tumores benignos provenientes de las célu- cionan a continuación los principales.
las exocrinas son el cistadenoma seroso (fig. Cistadenoma seroso. Provoca síntomas por
74-1, color) y los quistes simples. Las tumora- compresión, preferentemente ejercida sobre al
ciones benignas originadas en las células endo- árbol biliar extrahepático y duodeno. Su com-
crinas son el insulinoma (85%), síndrome de portamiento es benigno.
Zollinger-Ellison (gastrinoma) (40%), glucago- Insulinoma. Se origina en las células beta
noraa (25%), vipoma (síndrome de diarrea del páncreas; 85% de las veces es benigno y
acuosa, síndrome de Verner-Morrison) (50%), solitario en 80% de los casos; habitualmente es
síndrome carcinoide, síndrome de la ACTH ec- menor de 1 cm de diámetro y la mayoría provo-
tópica, síndrome de hiperpigmentación y soma- ca síntomas neuropsiquiátricos por agotamien-
tostatinoma (50%) (entre paréntesis figura el to cerebral de glucosa. Se sospecha por la tría-
porcentaje de tumores benignos al momento da de Whipple: síntomas provocados por el ayu-
del diagnóstico). no, niveles sanguíneos de glucosa inferiores a
Todos los tumores de células endocrinas 50 mg% y desaparición de los síntomas con la
pueden tener un comportamiento benigno o administración de glucosa.
maligno; el único que en el 85% de los casos es Gastrinoma. Tiene su origen en células no
benigno es el insulinoma (cuadro 74-1). La beta del páncreas; por lo general son lesiones
mayoría de los casos de tumores endocrinos del múltiples y el 40% es benigno. Se manifiesta por
páncreas son insulinoma, gastrinoma o gluca- hipersecreción acida gástrica causada por un
gonoma (85% del total). tumor productor de gas trina. Se caracteriza por
la presencia de úlcera péptica, diarrea y estea-
PATOGENIA torrea ocasional; las cifras de gastrina se encuen-
tran por arriba de 500 pg/ml.
Los síntomas dependen del tipo celular que da VIP-oma. También conocido com síndrome
origen al tumor; en caso de tumores de origen de Verner-Morrison o cólera pancreático; se
exocrino se observan sobre todo síntomas de distingue por la producción excesiva de pépti-
compresión a estructuras vecinas u obstrucción do intestinal vasoactivo (VIP) y por diarrea acuo-
biliar o duodenal, y se desarrolla un cuadro de sa abundante (2 a 5 L al día), como en el cóle-
ictericia obstructiva en la mayoría de los casos. ra; existe además hipoclorhidria o aclorhidria e
Se ban informado crecimientos enormes que hipopotasemia. Es producido por un tumor de
pueden incluso desplazar otras visceras abdo- células no beta. El 80% corresponde a tumores
minales, aunque no es lo común. solitarios y el 50% es benigno.
En cuanto a los tumores benignos de ori- Glucagonoma. Se origina de las células alfa^
gen celular endocrino los síntomas dependen de los islotes; sólo el 25% de ellos es benigno.
Capítulo 74 • Tumores benignos de páncreas 471

Son lesiones de 3 cm de diámetro en promedio oportunidad de curar a muchos pacientes que


y se caracterizan por presentar dermatitis ne- en el pasado habrían sido tratados con procedi-
crolítica migratoria, pérdida de peso, estomati- mientos paliativos o con quimioterapia.
tis, anemia y diabetes mellitus leve. Es más co-
mún en mujeres.
Somatostatinoma. Suele ser maligno; se dis- COMPLICACIONES
tingue por la producción alta de somatostatina Dependen del tipo y extensión del procedimien-
por un tumor de las células alfa] o delta del to realizado.
páncreas. Se caracteriza por diabetes mellitus,
diarrea, malabsorción y colecistitis; son tumo-
res grandes. PRONOSTICO
Cuando se detectan a tiempo el pronóstico es
DIAGNOSTICO bueno, pero aun hoy en más de la mitad de los
Para el diagnóstico de cada uno de ellos la clí- casos los tumores endocrinos del páncreas se
nica desempeña una función importante. Sin detectan cuando ya han metastizado. En el caso
embargo, el empleo de técnicas modernas de de los tumores originados en células exocrinas
ultrasonido, tomografía axil computadorizada, el pronóstico es mucho mejor.
angiografía, así como los estudios de laborato-
rio específicos para detectar las hormonas debe BIBLIOGRAFÍA
definir el diagnóstico. Los mejores resultados
se observan en los pacientes con tumores fun- Doherty GM, Doppman JL, Shawker TH y col. Results
cionantes de los islotes que han presentado sín- of a prospective strategy to diagnose, localize, and
dromes reconocibles; la posibilidad de que ello resect insulinomas. Surgery 1991; 110(6):989-997.
suceda depende en particular de la utilización Fraker DL, NortonJA. Controversies in surgical therapy
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Séptima
parte

SIDA
Manifestaciones del SIDA
en el aparato digestivo
Dr. Armando Vargas Domínguez

INTRODUCCIÓN 2. Enfermedades guía con diagnóstico segu-


ro y exámenes de laboratorio que muestran
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida HIV positivo.
(SIDA) es el conjunto de padecimientos causa- • Todas las anteriores
dos por los virus HIV-1 y HIV-2, retrovirus que • Coccidioidomicosis diseminada
se integran al DNA de la célula invadida y que • Histoplasmosis diseminada
por tanto se duplican en cada división celular y • Infecciones por estreptococo, hemófilos
pasan a todas las células descendientes. u otras bacterias piógenas recurrentes en
Las manifestaciones del SIDA en el aparato mayores de 13 años
digestivo comprenden todos los síntomas y sig- • Isosporiasis que se manifiesta por diarrea
nos provocados por la infección del virus de la de más de un mes
inmunodeficiencia humana HIV en el sistema • Septicemia causada por Salmonella
digestivo. • Linfoma no Hodgkin, de células B
Los Centers for Disease Control (CDC) de • Tuberculosis extrapulmonar
Estados Unidos, con ciertas modificaciones para 3. Enfermedades guía con diagnóstico de pre-
los objetivos de este capítulo, señalan que los sunción y exámenes de laboratorio positi-
casos de SIDA que requieren vigilarse son: vos de HIV.
• Candidiasis del esófago
1. Enfermedades guía, diagnosticadas en for- • Sarcoma de Kaposi
ma fehaciente, en ausencia de otras causas • Enfermedad diseminada por micobacte-
de inmunodeficiencia, pero sin exámenes rias
de laboratorio de HIV. 4. Enfermedades guía con diagnóstico confir-
• Candidiasis esofágica mado y exámenes de HIV negativos.
• Criptococosis manifestada por diarrea • Todas las relacionadas en el apartado 1,
que dura más de un mes con recuento de linfocitos T CD4+ me-
• Criptococosis extrapulmonar nores a 400 por microlitro
• Citomegalovirus en cualquier órgano, en
personas mayores de un mes de edad, con Los primeros casos de SIDA se descubrie-
infección que no incluya ganglios linfáti- ron en 1981 en varones homosexuales con neu-
cos, bazo o hígado monía por Pneumocystis carinii; pocas semanas
• Sarcoma de Kaposi en pacientes meno- después también se detectó en mujeres y varo-
res de 60 años de edad nes que habían recibido transfusiones sanguí-
• Herpes simple por más de un mes (inclu- neas y en toxicómanos que compartían jerin-
ye esófago) gas o agujas. Posteriormente se conoció mejor
• Infección diseminada por Micobacterium el comportamiento epidemiológico de esta en-
avium fermedad al identificar la transmisión a hetero-
475
476 SIDA

sexuales. En el año 1983 se aisló el virus y en menos virulento (se ha detectado en África
1985 se dio a conoeer la prueba diagnóstica en Occidental, Canadá, Estados Unidos, Europa y
sangre denominada ELISA. América del Sur).
Luego de cinco años quedó claro que la La principal peculiaridad del virus es po-
epidemia adquiría proporciones mundiales; a seer la denominada transcripción inversa; por
principios de la década de los 90 se hizo indis- esa razón el genoma del virus se incorpora de
pensable que todos los médicos generales y es- manera permanente a la célula infectada y se
pecialistas conocieran bien el padecimiento reproducen ambos al mismo tiempo.
dado el enorme volumen de pacientes.
Las curas de hoy pierden vigencia en unos ANATOMÍA PATOLÓGICA
cuantos meses. En marzo de 1993 se notifica-
ron en México 11 250 casos de SIDA en adul- El SIDA es un padecimiento infeccioso del sis-
tos, pero en septiembre de 1996, sumando los tema inmunitario; los ganglios linfáticos son el
casos diagnosticados más los probables se cal- principal sitio anatómico donde se instala la
cularon 240 000. A finales de 1993 se estima- infección, aunque también en el tejido linfá-
ban 13 millones de personas con HIV positivo tico del intestino y bazo. Un porcentaje alto de
en todo el planeta; para el año 2020, en caso de casos tiene linfadenopatía generalizada, pero
no descubrirse un tratamiento efectivo o vacu- en otros casos sólo se afectan pocos ganglios
na, la cifra en todo el mundo podría alcanzar en forma transitoria. En esto desempeña una
1 500 millones de personas seropositivas. función importante la vía de penetración; cuan-
En Estados Unidos el SIDA es la causa de do el virus entra por transfusión pasa de la
muerte número uno en la población de 25 a 44 circulación a numerosos ganglios linfáticos
años de edad (ambos sexos) en diversas ciu- por conducto de las células dendríticas foli-
dades. culares, ubicadas en los centros germinales de
Se considera que la epidemia de SIDA no los ganglios linfáticos, que transportan los vi-
es ni será uniforme en todas las regiones del rus del torrente sanguíneo a los tejidos y a otros
mundo; puede devastar países con mala educa- ganglios.
ción para la salud y ser moderada en naciones Conforme avanza el mal se altera la estruc-
con mayor cultura médica. No puede soslayarse tura de los centros germinales y disminuye la
que las cifras notificadas hasta finales del siglo capacidad de los ganglios para atrapar virus; las
XX no reflejan la verdad, ya que la mayoría de células dendríticas foliculares se dañan y mue-
las naciones subdesarrolladas no contabilizan ren al necrosarse; con ello desaparecen las fun-
con exactitud todos los casos. ciones del ganglio linfático y los virus se liberan
De acuerdo con los Centers for Disease hacia la circulación. En la enfermedad avanza-
Control las enfermedades por HIV se clasifican da se reduce el número de linfocitos T, subpo-
en cuatro grupos: blación CD4+, también conocidos como células
T colaboradoras o inductoras.
Grupo I. Síndrome agudo Los principales daños en la boca (fig. 75-1,
Grupo II. Infección asintomática color) son úlceras aftosas o la leucoplasia vello-
Grupo III. Linfadenopatía generalizada sa, que es una lesión filamentosa blanca sobre
Grupo IV. Aparición de enfermedades agrega- los bordes laterales de la lengua causada por el
das virus de Epstein-Barr; otra lesión es el llamado
• Subgrupo A: constitucionales algodoncillo por Candida albicans, que se mues-
• Subgrupo B: neurológicas tra como exudado caseoso de color blanco so-
• Subgrupo C: infecciosas bre la mucosa bucal o bordes gingivales (fig.
• Subgrupo D: neoplásicas 75-2, color).
• Subgrupo E: otras El sarcoma de Kaposi se origina en el siste-
ma reticuloendotelial; en 50% de los casos in-
CAUSAS volucra visceras, piel, ganglios linfáticos, tubo
digestivo, hígado, bazo y pulmones. Afecta des-
El HFV pertenece a la familia Retrovirm, subfa- de la bucofaringe hasta el recto; el sitio más co-
milia Lentivirus. Los retrovirus humanos que mún es el duodeno y en él se desarrollan pápu-
producen inmunodeficiencia son el HIV-1 y las violáceas, nodulos de 5 a 15 mm de diáme-
HIV-2; el primero es el más común en el mun- tro, alteraciones vasculares y hemorragia; en
do, mientras que el HIV-2 es menos frecuente y estados más avanzados hay invasión más profun-
Capítulo 75 • Manifestaciones del SIDA en el aparato digestivo 477

da en la mucosa, que alcanza incluso la capa dernos métodos de exclusión de donantes, ex-
muscular, y se observan masas polipoides; se tendidos a los portadores de hepatitis por virus
presentan además hepatomegalia y esplenome- B, C y sífilis; las posibilidades de contraer el vi-
galia. rus se han reducido a 1 por cada 61 000 trans-
El linfoma tiene aspecto de pliegues grue- fusiones. La propagación en toxicómanos se re-
sos en el estómago o intestino, con afección laciona con la periodicidad de administración
linfomatosa de hígado o bazo. En la candidiasis del fármaco, las veces que comparten agujas y
del esófago existe edema de la submucosa y la prevalencia del SIDA en el grupo.
tejidos cercanos, con placas blancas; las úlceras El virus ingresa al organismo, pasa a los
son más profundas en mucosa friable y erite- ganglios linfáticos regionales y se disemina a
matosa; en la candidiasis sistémica se observan otros órganos con tejido linfático como intesti-
microabscesos del hígado. no o bazo. Se infectan las células mononuclea-
Las principales lesiones de hígado y vías res, el virus transita por la sangre y ocurre vire-
biliares son producidas por tuberculosis y he- mia. Otros virus quedan atrapados en ganglios,
patitis granulomatosa; también se ha descrito se observa hiperplasia de los centros germina-
inflamación de vesícula y vías biliares, sin cálcu- les ganglionares que bloquean la viremia y des-
los, en infecciones por Criptosporidiumy citome- encadenan la reacción inmunitaria contra el
galovirus, con engrosamiento de las paredes HIV. En estas condiciones pasa a la fase de la-
vesiculares e inflamación pericolecistítica. Las tencia clínica, pero persiste la reproducción de
micosis pueden ocasionar lesiones focales múl- los virus; con el tiempo se desintegran las célu-
tiples, microabscesos o calcificaciones. las dendríticas foliculares, ubicadas en los cen-
En el páncreas el daño se manifiesta como tros germinales del ganglio linfático, y se des-
pancreatitis y abscesos focales, causados por truye el ganglio. Se liberan virus a la circula-
infecciones oportunistas por citomegalovirus, ción, continúa la replicación activa de los virus
Toxoplasma gondii, tuberculosis o Candida. y se infectan los linfocitos T; disminuye la res-
puesta inmunitaria del organismo, se acelera la
viremia y la enfermedad pasa al estado avanza-
do. Sobrevienen entonces las infecciones por
PATOGENIA gérmenes oportunistas y el paciente fallece. El
El contagio ocurre por relaciones heterosexua- periodo que va desde el contagio hasta el dece-
les y homosexuales, por sangre o derivados o so se mide en años.
porque la madre transmite el virus al niño en el
momento del parto o después, por la leche
materna. CUADRO CLÍNICO
El contagio por contacto heterosexual es la
modalidad más común; el contagio homosexual En los primeros días de la infección puede pre-
ha tenido y seguirá teniendo importancia aun- sentarse un cuadro agudo por varios días; des-
que es menos frecuente que el heterosexual. El pués pasa a una fase asintomática que se pro-
HIV se ha identificado en el semen y secrecio- longa durante años, al término de la cual apa-
nes vaginales y también en el líquido seminal rece la enfermedad avanzada.
del varón, con mayor constancia cuando hay Los síntomas del periodo agudo ocurren en
uretritis o epididimitis. El sexo anal tiene ma- 50 a 70% de los pacientes; inician 20 a 40 días
yores posibilidades de transmisión ya que la después del contagio y permanecen por 10 a 15
mucosa rectal es más frágil y se traumatiza con días. Se caracterizan por anorexia, pérdida de
mayor facilidad. En la relación vaginal la mujer peso, fiebre, cefalalgia, dolores musculares y
tiene 20 veces más posibilidades de contagio que articulares, dolor faríngeo, náusea, vómito y
el varón. Se consideran cofactores de la trans- diarrea; puede haber manifestaciones dérmicas,
misión cualquier erosión o ulceración provoca- como exantema eritematoso en cara, tronco y
das por Chlamydia, Neisseria u otros gérmenes. brazos, así como ulceraciones mucocutáneas y
La oral es la relación sexual con menores posi- linfadenopatías en dos terceras partes de los
bilidades de transmitir el virus. casos. Son raros los síntomas del sistema ner-
La transmisión por sangre o sus derivados vioso causados por meningitis o encefalitis.
es la más eficaz e incluye plasma, concentrados Después la infección pasa a la fase asintomática
de hematíes, plaquetas o leucocitos. Se ha dis- que dura en promedio diez años, aunque es más
minuido el número de contagios con los mo- corta en toxicómanos; en este periodo el enfer-
478 SIDA

mo no sufre molestias, si bien algunos padecen desnutrición, neoplasia o toxicidad por fárma-
linfadenopatía generalizada. cos; del 10 al 20% padece hepatitis por virus B
Los síntomas aparecen al disminuir los lin- y otro grupo menor hepatitis por virus C.
focitos T GD4+ por abajo de 500/ml, como Algunos pacientes tienen colecistitis alitiá-
consecuencia de la invasión de microorganis- sica con dolor en el cuadrante superior dere-
mos oportunistas o por la infección por HIV; cho del abdomen, náusea y vómito con alimen-
esta fase se conoce como complejo relacionado tos grasos; otros tienen deficiente absorción por
con el SIDA o pre-SIDA. Por lo regular se pre- insuficiencia pancreática exocrina debida a fár-
senta linfadenopatía generalizada, que se ma- macos, infección o neoplasia.
nifiesta por ganglios mayores de 1 cm, despla-
zables, no adheridos a planos profundos, en dos
o más regiones fuera de la zona inguinal; des-
pués de un tiempo los ganglios se destruyen,
DIAGNOSTICO
desaparecen y liberan el virus, con aumento de
la gravedad del padecimiento.
Infección por HIV
El SIDA es un grupo de enfermedades rela- Se establece al demostrar anticuerpos anti-HIV
cionadas con la infección del virus HIV que o al identificar el virus. En el primer caso la
afectan diferentes aparatos y sistemas del orga- prueba ELISA (ensayo ligado a enzimas de
nismo (en este capítulo sólo se describen las inmunoadsorción) tiene sensibilidad de 99.5%
manifestaciones clínicas en el aparato digesti- y detecta HIV-1 y IIIV-2; puede interpretarse
vo). La candidiasis produce úlceras añosas en como positiva, negativa o indeterminada, aun-
boca y leucoplasia (expresadas por dolor), sen- que la especificidad es reducida. Por esa razón,
sación ardorosa con el alimento (que impide la cuando la prueba resulta positiva o indetermi-
ingestión oral), exudado caseoso en la pared nada es indispensable realizar otra prueba de-
posterior de la faringe con dolor y odinofagia. nominada Western Blot. Cuando este último
El HIV invade directamente el tubo digestivo y examen es negativo se confirma que el pacien-
ocasiona diarrea sin el concurso de otros agen- te no padece la enfermedad, pero cuando es
tes infecciosos. Por otra parte, Entamoeba histo- positivo se corrobora por completo la infección
lytica y Giardia lamblia suelen exacerbar sus ac- por HIV.
ciones patógenas y lo mismo puede decirse de El Western Blot es un buen método para
infecciones por gérmenes entéricos, como Shi- confirmar o descartar un caso con ELISA posi-
gella o Salmonella, manifestadas por diarrea, fie- tivo o indeterminado, aunque no conviene
bre, anorexia y astenia. emplearlo como primer examen. (Atando la
Los citomegalovirus causan esofagitis y co- prueba ELISA resulta indeterminada se repite
litis, con dolor retroesternal, odinofagia, dolor cuatro a seis semanas después y si aún perma-
abdominal y diarrea. Criptosporidium es un pro- nece así se vuelve a efectuar cada dos meses.
tozoario que provoca enteritis crónica y cuyos Existen otros exámenes de laboratorio para
signos son diarrea de grandes volúmenes, do- detectar el HIV, pero no se describen en este
lor abdominal, deshidratación y desequilibrio capítulo por razones de espacio.
hidroelectrolítico; al invadir el colon produce
erosiones y úlceras rectales, con diarrea, dolor,
anorexia y pérdida de peso. Pruebas para demostrar la progresión
El sarcoma de Kaposi es el tumor más fre- de la infección por HIV
cuentemente relacionado con el SIDA; lo pa-
dece la tercera parte de los casos y ataca en El recuento de las células T CD4+ es la más
particular a homosexuales o bisexuales. Las aceptada: cifras por debajo de 500/ml son indi-
manifestaciones cutáneas preceden por lo re- cación de tratamiento antiviral; por abajo de 200
gular a las gastrointestinales; puede lesionarse el paciente tiene alto riesgo de infección por
gran parte del tubo digestivo, desde la bucofa- Pneumocyslis cariniiy requiere algún tipo de pro-
ringe hasta el recto, pero sobre todo el duode- filaxis; cifras menores de 100 señalan gran po-
no. En la faringe ocasiona odinofagia y disfa- sibilidad de citomegalovirus.
gia, en intestino diarrea y hemorragia y en hí- Otra prueba la representa la demostración
gado y bazo crecimiento. El linfoma genera sín- de la carga viral, que mide la cantidad de virus
tomas del esófago y estómago. Gran número de HIV que se encuentra en circulación en el plas-
casos tiene crecimiento del hígado y el bazo por ma y otros líquidos corporales.
Capítulo 75 • Manifestaciones del SIDA en el aparato digestivo 479

Diagnóstico de invasión leucemia, poliposis múltiple, metástasis hema-


del aparato digestivo tógenas de hígado, microabscesos hepáticos por
micosis, infecciones por micobacterias o para-
Se define mediante endoscopia; el esófago se sitosis intestinal masiva. Ante la sospecha clíni-
observa con manchas blancas algodonosas, pro- ca se solicita en primer término la prueba de
pias de la candidiasis. Otras veces se aprecian ELISA y después se indica el esquema arriba ex-
úlceras solitarias o múltiples, mayores de 2 cm puesto para confirmar o descartar la infección
de diámetro, poco profundas, bien definidas, por HIV.
rodeadas de mucosa normal, y no es posible
identificar gérmenes oportunistas por cultivo,
biopsia o cepillado. Las biopsias del borde de la TRATAMIENTO
úlcera examinada con microscopio electrónico Es muy complejo y requiere amplio conocimien-
han mostrado virus sugestivos de HIV. to de la enfermedad; se divide en varias áreas:
En el sarcoma de Kaposi con invasión de profilaxis, terapéutica antiviral específica, anti-
esófago, estómago o duodeno se advierten le- microbianos, terapéutica dirigida a las compli-
siones múltiples nodulares o polipoides, que a caciones y otros.
veces se unen para producir coalescencia; la Es indispensable educar al enfermo sobre
biopsia confirma el diagnóstico. la historia natural de la enfermedad, el riesgo
Los estudios baritados con doble contraste de contagiar a otras personas, las prácticas sexua-
de tubo digestivo alto y colon también mues- les, el empleo de agujas en los toxicómanos, así
tran estas lesiones, aunque menos definidas que como escuchar preguntas y reducir los temo-
la endoscopia; se emplean porque son menos res. El especialista debe dirigirse a la familia,
molestos para el paciente. en particular a la persona responsable si el pa-
La TAC revela adenopatías y engrosamien- ciente no puede tomar decisiones.
to nodular segmentario de paredes de cualquier En el tratamiento viral específico contra el
parte del tubo digestivo; por lo general se apre- HIV es esencial evitar la replicación del virus
cia hepatomegalia y esplenomegalia, con nodu- para prolongar y mejorar la calidad de vida; no
los de 5 a 12 mm, que también pueden detectar- existe esquema único que pueda resolver todas
se con ultrasonido. La TAC toracoabdominal las interrogantes del tratamiento (p. ej., cuán-
explora en forma apropiada todos los órganos do iniciarlo, en qué momento cambiarlo, cuál
del aparato digestivo en el enfermo con SIDA. medicamento se emplea como sustituto). El
Los exámenes de las heces pueden identi- primer fármaco utilizado fue el AZT o zidovu-
ficar criptosporidiosis intestinal, amibiasis, giar- dina; su acción consiste en incrementar el nú-
diasis y otros parásitos. Dos terceras partes de mero de células T CD4+ para evitar nuevas in-
los pacientes con SIDA tienen alteraciones de fecciones oportunistas y reducir el número de
las pruebas de funcionamiento hepático a con- fallecimientos. El tratamiento se indica en per-
secuencia de hepatitis por virus B, C o D, fár- sonas con menos de 500 células T CD4+/ml, a
macos hepatotóxicos, abuso de fármacos y alco- dosis de 500 mg al día, repartidas en cinco to-
holismo; también se alteran por diseminación mas. Los efectos indeseables son muchos; en los
de infecciones oportunistas que involucran al primeros días hay cefalalgia, náusea, astenia, y
hígado por Micobacterium avium, Micobacteriumdespués desaparecen; la toxicidad más grave
tuberculosis, candidiasis, histoplasmosis y otras ocurre en la médula ósea con anemia microcí-
enfermedades micóticas. tica; otros son atrofia muscular, cardiopatía y
Más de la mitad de los pacientes muestra aparición de linfoma.
elevación de la amilasa sérica, una tercera par- Otro medicamento es la didanosina, que se
te originada en glándulas salivales; el resto es usa a dosis de 100 mg, dos veces al día, en per-
de origen pancreático por gérmenes oportunis- sonas con menos de 60 kg de peso, y 200 mg
tas o pancreatitis aguda. Otros estudios útiles dos veces al día en pacientes mayores de ese
son la radiografía de tórax, perfiles bioquími- peso.
cos, VDRL y prueba cutánea de PPD. La zalcitabina se administra combinada con
la zidovudina a dosis de 0.75 mg/kg tres dosis
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL al día. La estavudina se emplea cuando no se
toleran los medicamentos anteriores.
Puede establecerse respecto de una larga lista El tratamiento de las infecciones secunda-
de padecimientos, como neoplasias, linfoma, rias es muy amplio; se describen a continuación
480 SIDA

las infecciones más comunes y sus tratamientos recurso es emplear condón di" látex, aunque no
referidos al aparato digestivo. son 100% eficaces para proteger. Entre toxicó-
Diarrea por Giardia lamblia. Metronidazol, manos no deben compartirse agujas o jeringas.
tinidazol (véase capítulo 33). Amilriasis. Metro- Otras medidas ríe protección son impedir la
nidazol, diyodohidroxiquinoleínas (véase capí- lactancia en madres infectadas, así como limi-
tulo 38). Diarrea por Isospora belli. Trimetropin tar el contagio por' sangre o sus derivados me-
sulfametoxazol 10 mg/kg/día, por 10 días, des- diante análisis para detectar HIV en donantes.
pués 5 mg/kg/día por tres meses. En los trabajadores de la salud el riesgo es pe-
Ksofagilis y colitis por átomegalovirus. Gangi- queño cuando se siguen las normas de higiene
clovir 5 mg/kg dos veces al día, por dos semanas, apropiadas. Los pinchazos por agujas huecas
después a media dosis en forma indefinida. transmiten la enfermedad en 0.3% y en las agu-
Lesiones peribucales, esofagilisy úlceras perirrec- jas de sutura este porcentaje es todavía menor.
Ifilas por herpes simple. Aciclovir, 200 a 400 mg En el profesional de la salud la herida acciden-
cuatro a cinco veces al día hasta la remisión. tal requiere limpieza inmediata y aplicación de
Esopigitis por Candida albicans. Es efectivo antiséptico; se ha recomendado la aplicación de
el fiuconazol; se utiliza más la anfotericina B zidovudina, pero no se ha demostrado su utili-
para la candidiasis diseminada, que también dad en forma fehaciente; la decisión de pres-
sirve para el tratamiento contra Histoplasma cribirla es individual, dictada por el médico y
capsulatum. de acuerdo con la persona herida (la primera
l'/n terilis porMicrospondmm. Se tratan con dosis debe administrarse dentro de las prime-
metronidazol o albendazol. Escherichia coli ras cuatro horas).
enteropalógena. Trimetoprin sulfametoxazol. Shi- Los principales lincamientos a seguir son:
gelln. Son mejores las quinolonas. Salmonelosis.
Ampicilina, ceftriaxona o quinolonas. Sarcoma • Tomar precauciones con cualquier paciente
tle Kaposi. En lesiones de número limitado ra- • Esterilizar todo material reutilizable
diación, crioterapia, vinblastina. Enfermedad di- • No tocar a los pacientes si padecen alguna
seminada no grave. Inferieron alfa y quimiotera- lesión dermatológica
pia. Padecimientos graves. Radiación más quimio- • Utilizar guantes para extraer sangre
terapia. • Emplear guantes ante la posibilidad de
entrar en contacto con heridas, sangre o
COMPLICACIONES derivados
• Desinfectar cualquier mueble o instrumen-
Las complicaciones relacionadas con el apara- tal con sangre
to digestivo son las infecciones secundarias por • Disponer de recipientes apropiados para
Pneumocyslis carinii, Isospora belli, Taxoplasma desechar instrumentos contaminados
gondii, Criptosporidium, Candida albicans, citome- • Encapuchar todas las agujas usadas
galovirus, herpes simple, parásitos intestinales,
enterobacterias, linfoma y sarcoma de Kaposi.
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índice alfabético

Nota: los números de página seguidos de c y f indican cuadros y figuras, respectivamente.

Abdomen agudo no quirúrgico, 348-354 obstructivo, 331, 332f


anatomía patológica, 349 vascular, 331, 332f
causas, 349, 349c complicaciones, 335
clasificación, 349, 349c desequilibrio hidroelectrolítico, 335
complicaciones, 353 infarto del miocardio, 335
cuadro clínico, 350 cuadro clínico, 333
dolor abdominal, causas, 350 deshidratación, 333
lesiones herpéticas, 350 dolor, 333
vómito, 350 fenómenos acompañantes, 333
diagnóstico, 351, 352c intensidad del, 333
anamnesis, 351 hiperestesia, 333
examen ginecológico, 351 taquicardia, 333
exploración física, 351 diagnóstico, 333-334
palpación, 351 amilasa y lipasa séricas, 334
peritoneoscopia, 351 biometría hemática, 333, 334
pruebas de laboratorio, 351 examen general de orina, 334
estudios radiográficos, 351 placa simple de abdomen y tórax, 334, 335f
perfil bioquímico, 351 TAC, 333, 334
diagnóstico diferencial, 352 ultrasonido, 333, 334
algoritmo para evaluación, 352, 353f diagnóstico diferencial, 335
frecuencia, 349 abdomen agudo no quirúrgico, 335
patogenia, 349-350 infarto del miocardio, 335
tipos de dolor, 349-350 neuropatía diabética, 335
cólico saturnino, 350 frecuencia, 331
parietal, 350 morbimortalidad, 331
púrpura de Henoch-Schónlein, 350 patogenia, 332-333
proceso leucocitoclástico, 350 daño del mesotelio, 332
referido, 350 íleo paralítico, 332
visceral, s;gnos neurovegetativos, 349 translocación bacteriana, 332
profilaxis, 354 profilaxis, 336. Véase también fig. 53-8, color,
pronóstico, resolución espontánea, 353 pronóstico, 335
tratamiento, específico, 352 tratamiento, 335
Abdomen agudo quirúrgico, 331-336 antibióticos, prescripción, 335
anatomía patológica, 332 meropenem, 335
epiplón, 332. Véase, laminen fig. 53-4, color, preoperatorio, 335
serosa peritoneal, 332 quirúrgico, 335
causas, 331-332 Absceso rectal y fístula perianal, 286-290
apendicitis aguda, 331 anatomía patológica, 287
divertículo de Meckel, 332. Véase también fig. 53-4, origen criptoglandular, 287
color. causas, 287
hernia umbilical estrangulada, 332 glándulas de Morgagni, 287
úlcera péptica perforada, 332 clasificación, 287, 287f
vólvulo de sigmoide, 332 complicaciones, 289
clasificación, 331 fasciítis necrosante, 289
inflamatorio, 331 posoperatorias, 289

483
484 índice alfabético

cuadro clínico, 288 enteroglucagón, insulina y, 82


dolor perianal, 288 factor de crecimiento epidérmico-urogastrona,
fasciítis necrosante, 288 82
signos de inflamación, 288 galanina, crecimiento de clonas, 83-84
diagnóstico, 288-289 gastrina, formas moleculares, 81
cultivos, 289 motilina, complejo motor migratorio, 82
exploración física, 288. Véase, laminen fig. 46-4, neuropéptido Y, efecto vasoconstrictor, 83
color. neurotensina, 82
ley de Goodsall, 288, 289f péptido
rectosigmoidoscopia, 289 inhibitorio gástrico, 82
diagnóstico diferencial, 289 intestinal vasoactivo, neui opéptido, 83
absceso periuretral, 289 liberador de gastrina, 83
enfermedad de Fournier, 289 relacionado con gen de calcitonina, 83
glándula de Bartholin, 289 1 semejante al glucagón, 82
espacios virtuales, 286-287, 286f freno ileal, 82
frecuencia, 287 YY, 82
patogenia, 287-288 polipéptido pancreático, 82
fosa isquiorrectal, 287, 288f inhibición de secreciones, 82
profilaxis, 290 secretina, 81
pronóstico, 289 células S, 81
tratamiento, 289 estimulación de secreción pacreática. 81
drenaje, procedimiento, 289 somatostatina, agentes terapéuticos, 81-82
fistulostomía, 289 sustancia P, 83
Acalasia, 37-39, 57-62 Acetaminofeno, 178
anatomía patológica, 38, 57 Acetilsalicílico, ácido, 85
células ganglionares, 37 Aciclovir, 367, 480
ausencia de, 57 Aclorhidria, 98
dilatación del esófago, 57 Adenocarcinoma vesicular obstructivo, 432
causas, 37, 57 Adenoma hepatocelular, 420-421
disminución de neuronas, 57 S-Adenosil-metionina, 384
enfermedad de Chagas, 57 Admirand y Small, triángulo de, 428
clasificación, 38 Adrenalina, 297
complicaciones, 62 Agranulocitosis, 3
carcinoma, 39, 62 Albendazol, 150, 185, 189, 197, 201, 206, 210, 211, 213,
cuadro clínico, 38, 58 219, 480
disfagia, 38, 58 Alcaloides del opio, 240
dolor torácico, 38 Alcohol, 297
manifestaciones esofágicas y extraesofágicas, 58, 58c Alcoholismo, 444
regurgitación, 58 Alginatos, 26
diagnóstico, 38, 58-59 Alprazolam. 235
esofagograma con contraste, 58-59, 59f-60f Amanila phalloides, 174
esofagoscopia, 59 Ameboma del colon, 225, 225f
inanometría, 38 Amibiasis hepática, 406-412
esofágica, hallazgos típicos, 59 anatomía patológica, 406-407
radiografía, con bario, 38 aspecto microscópico, 406-407, 407f
de tórax, 59 lóbulo derecho del hígado, 406, 407f
diagnóstico diferencial, 38-39, 59-61, 61f microabscesos, 406
enfermedad de Chagas, 38, 61 necrosis del tejido hepático, 406
posvagotomía, 61 causas, Entamoeba histulytica, 406
seudoquiste pancreático, 39 clasificación, 406
trastornos de motilidad, 60 complicaciones, abertura a cavidad pleural, 410-412,
tumores y estenosis por reflujo, 60 411f
frecuencia, 38, 57 cuadro clínico, 407-408
patogenia, aperistaltismo, 38, 57-58 anorexia, 408
profilaxis, 62 distensión abdominal, 407
pronóstico, 62 dolor, 407
tratamiento, 39, 61-62, 61f edema de la piel, 408
dilataciones, intraluminales neumáticas, 61-62 fiebre, 407
médico, fármacos bloqueadores, 39, 61 hepatomegalia, 407
quirúrgico, miotomía esofágica, 39, 62 diagnóstico, 408
Acciones de las hormonas gastrointestinales, 81-84 biometría hemática, 408
bombesina, inhibidor de vaciamiento gástrico, 83 fosfatasa alcalina, 408
colecistocinina, 83 gammagrafía hepática, 408
efecto de saciedad, 83 hemoaglutinación y floculación de látex, 408
estimulación de contracción vesicular, 83 placas simples de abdomen, 408, 410
encefalinas y endorfinas, 83 radiografías con bario, 408, 410f
contracción pilórica, 83 ultrasonido, 408, 410f
índice alfabético 485

diagnóstico diferencial, 408 apendicitis amibiana, 226. Víase, tamliién fig. 34-4, color,
abscesos piógenos, 408 colitis amibiana, 226
colecistopatías, 408 cuadro clínico, 226
quiste hidatídico, 408 diagnóstico, 226
patogenia, 407 diagnóstico diferencial, peritonitis grave, 226
crecimiento de la glándula, 407 patogenia, 223-224
íleo paralítico, 407 acción del jugo gástrico, 223
lisis del tejido, 407 ameboma, 223
prevalencia, 406 fase metaquística, 223
profilaxis, 412 formas graves, 223
pronóstico, mortalidad, 412 profilaxis, medidas de higiene, 227
tratamiento, 409-410 pronóstico, 227
médico, 409 tratamiento. Vétise Tratamiento de la amibiasis
antieméticos, 410 intestinal.
cioroquina, 409 Amiloidosis tipo III, 93
dehidroemetina, 409 5-AminosaliciIato, 246
metronidazol, 409 p-AminosalicíHco, ácido, 167
punción evacuadora, 410 Amoxicilina, 88, 97, 132, 170
tinidazol, 409 Ampicilina, 145, 157, 178, 480
quirúrgico, indicaciones, 410 Anabólicos esteroides, 415
Amibiasis intestinal, 221-228 Analgésicos, 240, 455, 467
anatomía patológica, 222-223 Anastomosis gastroyeyunal en Y de Roux, 121, 124
proceso de invasión, 222 Anatomía patológica de la intoxicación por alimentos,
úlceras, 222, 222f 174-176
aspecto microscópico, 222 Bacillus cernís, 175
formas crónicas, 223 Campylobacter, 174, 175
perforación colónica, 223 Clostridium botulmum, 174, 175
proceso de invasión, 223 Clostridium perfringens, 174-175
causas, 221-222 dinoflagelados, 175
Enlamoeha hvitolytica, 221 Enlamoeha histolytica, 174, 175
fuente de diseminación, 222 Escherichia coli, 174, 175
clasificación, 221 Giardin lamblia, 174, 175-176
complicaciones, 227 glutamato, 176
Enlamocba hislolytica, virulencia, 221 metales, 176
íotma.s agudas, 222-224 rotavirus, mortalidad elevada, 176
cuadro clínico, 224 salmonelas, 175
disentería, 224 shigella, especies de bacilos gramnegativos, 175
fiebre, 224 solanine, 176
diagnóstico, 224 Staphilococus aureus, 174
inmunoelectroforesis, 224 Vibrio cholerae, 174, 175
rectoscopia, 224 Vibrio parahaemolyticus, 174, 175
rectosigmoidoscopia, 224 Yersinia enterocolitica, 175
diagnóstico diferencial, 224 Anatomía patológica de tumores del ano, 271-272
colitis ulcerosa, 224 conducto anal, 271, 272c
diarreas bacterianas, 224 carcinoma cloacógeno, 271
formas crónicas, 223-224 melanoma, 271
cuadro clínico, 224 epitelio del conducto anal, 271
cefaleas, 224 margen anal, 271, 272c
diarrea y estreñimiento, 224 aspecto microscópico, 271
meteorismo, 224 carcinoma de células básales, 271
diagnóstico, 224 enfermedad de Bowen, 271
colon por enema, 224 enfermedad de Paget, 271, 272
examen coproparasitoscópico, 224 Ancylostrima duodenale, 199
rectosigmoidoscopia, 224 Anemia, 3
diagnóstico diferencial, 224 Anfotericina B, 480
cáncer de colon, 224 Ano, tumores del. Véase Tumores del ano.
colopatías, 224 Anomalías de la boca, 6-11
frecuencia, 221 anatomía patológica, 6
invasora grave, 224-227 leucoplasia de la mucosa, 6
anieboma del colon, 225, 225f aplasia de las glándulas salivales, 9
diagnóstico, 225 aposición de los tejidos dentales duros, 9-10
colonoscopia, 225 amelogénesis imperfecta, 10
sospecha clínica, 225 hipoplasia del esmalte, causas, 9-10. Véase también
diagnóstico diferencial, 225 fig. 1-28, color,
cáncer de colon, 225 calcificación de tejidos dentales duros, 10
enfermedad de Crohn, 225 hipocalcificación, 10
signos clínicos, 225 causas, hereditarias y congénitas, 6
486 índice alfabético

clasificación, 3 tratamiento, 322-323


complicaciones, 10 antibiótico, metronidazol, 322
cuadro clínico. Véase Cuadro clínico de anomalías apendicectomía, 323
de la boca, cirugía laparoscópica, 323
diagnóstico, 10 Apendicitis amibiana. Véase, también fig. 34-4, color.
diferencial, 10 Arabinósido de adenima, 367
radiografías simples, 10 Asa aferente, síndrome de, 123-125
erupción dental, maloclusión, 10. Véase también anatomía patológica, 123
fig. 1-29, color. contaminación bacteriana, 123
gérmenes dentales. Véase Gérmenes dentales, tortuosidad, 123
profilaxis, 11 causas, 123
pronóstico, 10 anastomosis, 123
trastornos de la lengua. Véase Lengua, trastornos ulceración estenosante, 123
de la. complicaciones, 124
tratamiento, 10 cuadro clínico, 123-124
lincamientos generales, 10 anemia, 123
Ansiolíticos, 235 dolor en abdomen superior, 123
Antagonistas H 2 , 91, 131, 132, 449 edemas, 123
Antiácidos, 131 vómito, 123
Antibióticos, 185, 240, 246, 317, 335, 346, 432 definición, 123, 123f
Anticolinérgicos, 235 diagnóstico, 124
Anticonceptivos orales, 391, 415, 420 endoscopia, 124
Antidepresivos tricíclicos, 156, 235 radiografía con medio de contraste, 124
Antidiarreicos, 117, 246 diagnóstico diferencial, 124
Antieméticos, 410 gastritis alcalina, 124
Antiespasmódicos, 117 síndrome de vaciamiento rápido, 124
Antiinflamatorios no esteroides (AINE), 93, 131, 293 frecuencia, 123
Antimicrobianos, 449 patogenia, 123
Antirreumáticos, 85 desconjugación de sales biliares, 123
Antisecretores, 131 formas aguda y crónica, 123
Antitiroideos, 376 profilaxis, 125
Antitoxina botulínica tipo ABE, 179 pronóstico, 124-125
Apendicitis aguda, 162, 320-324 tratamiento quirúrgico, 124
anatomía patológica, 320 anastomosis gastroyeyunal en Y de Roux, 124
cultivo de gérmenes, 320 Ascariasis, 183-186
necrosis mesentéricas, 320 anatomía patológica, 184
causas, 320 larvas destructoras, 184
oclusión por fecalitos, 320. Véase también fig. 51-1, exudado seroso, 184
color. causas, 183
complicaciones, 323 ciclo vital, 183
absceso residual, 323 embriogénesis, 183
sepsis, 323 geohelmintiasis, 183
cuadro clínico, 321 neumonitis (síndrome de Loeffler), 183
anorexia, 321 complicaciones, 185
dolor abdominal, 321 oclusión intestinal, 185, 185f
en niños, 321 pancreatitis aguda, 185. Véase también fig. 26-4, color,
hallazgos en exploración física, 321 cuadro clínico, 184
hiperbaralgesia, 321 astenia, 184
vómito, 321 dolor abdominal difuso, 184
diagnóstico, 321-322, 322f tos seca, estrías sanguinolentas, 184
examen general de orina, 321 diagnóstico, 184
leucocitosis, 321 estudios con bario, 184
placas simples de abdomen, 322, 322f, 323f examen coproparasitoscópico, 184
radiografía de tórax, 322 pruebas inmunológicas, 184
ultrasonografía, 322 diagnóstico diferencial, 184
diagnóstico diferencial, 322 enfermedad acidopéptica, 184
colitis, 322 Strongyloides stercoralis, 184
diverticulitis de Meckel, 322 frecuencia, 183
padecimientos ginecológicos, 322 patogenia, 184
patogenia, 320-321 áscaris en el yeyuno, 184
luz apendicular, 320-321 deficiencia digestiva, 184
aumento de peristalsis, 321 lesiones inflamatorias, 184
multiplicación bacteriana, 321 profilaxis, educación para la salud, 185
proceso inflamatorio, 321 pronóstico, 185
prevalencia, 320 tratamiento médico, 185
profilaxis, 323 albendazol, 185
pronóstico, 323 mebendazol, 185
índice alfabético 487

pamoato de pirantel, 185 diagnóstico diferencial, 261


piperacina, 185 amibiasis, 261
Ascítico, síndrome. Véase Síndrome ascítico. colitis ulcerosa, 261
Ascitis pancreática, 396 enfermedad diverticular, 261
Ascórbico, ácido, 6 frecuencia, 258
Atropina, 179 mortalidad, 258
Auerbach, plexo de, 38, 57 patogenia, 260
Azatioprina, 162, 162c, 243, 246, 369 vías de diseminación, 260
AZT, 479 hematógena, 260
linfática a ganglios regionales, 260
Hat.dlus rrreus, 174, 175 perineural, 260
Bacterias cansantes de gastroenteritis, 142 profilaxis, exámenes anuales, 262
Barret, esófago de, 15, 41, 63 pronóstico, 262
Bartholin, glándula de, 289 tratamiento, 261-262
Benzoato de sodio, 384 quimioterapia, levamisol, 262
Bicarbonato de sodio, 179 radioterapia, 262
Bismuto, 96 técnica quirúrgica, 262
Bloqueadores Ha, 115 hemicolectomía, 262
Bloqueadores beta, 298 resección, 262
Bloqueadores de los canales del calcio, 235 Cáncer de esófago, 63-69
Boca, 3-11 anatomía patológica, 63-64
anomalías. Véase Anomalías de la boca. epitelio pavimentoso estratificado, 64
aspecto normal, 3 mucosa gástrica ectópica, 64, 65f
avitaminosis, 3 causas, 63
clasificación de enfermedades de la, 3, 4c nitrosaminas, 63
enfermedades. Véase Enfermedades de la boca. papilomavirus humano, 63
padecimientos bucales, frecuencia, 3 síndrome de Plummer-Vinson, 63
Booerhave, síndrome de, 26 clasificación, 63
Bowen, enfermedad de, 271, 272c, 273 complicaciones, 68
Brucelosis, 170 hemorragia, 68
Budd-Chiari, síndrome de, 396, 401, 425 perforación del tumor, 68
Buspirona, 235 predisposición a infecciones, 68
cuadro clínico, 64-65
Calcio, gluconato de, 385 disfagia, 64
C.ampylobacter, 175 disfonía, 64
Cáncer de colon, 258-263 emaciación, 65
anatomía patológica, 259-260 diagnóstico, 65-67
aspecto macroscópico, 259 cromoscopia, 67
perspectiva microscópica, 260 endoscopia, 66
porción sigmoidea del colon, 259. Véase también estudios radiológicos, 65, 66
fig. 41-1 color, baritados, 66
causas, 259 marcadores tumorales, 67
bacterias anaerobias, 259 resonancia magnética, 66
colitis ulcerosa, 259 tomografía computadorizada, 66
pólipos adenomatosos, 259 toracoscopia, 67
predisposición genética, 259 ultrasonografía endoscópica, 66
síndrome de Gardner, 259 diagnóstico diferencial, 67
clasificación de Dukes, 258-259 acalasia, 67
supervivencia, 259 tumores benignos, 67
complicaciones, 262 frecuencia, 63
cuadro clínico, 260-261 incidencia, 63
colon derecho, 260. Véase, también fig. 14-2, color, mortalidad, 63
dolor abdominal, 260 patogenia, 64
síndrome anémico, 260 profilaxis, 68
colon izquierdo, 260 pronóstico, 68
alteraciones del hábito intestinal, 260 tratamiento, 67-68
hemorragia, 260 agentes quimioterapéuticos, 67
cáncer de recto, 260 cisplatino, 67
rectorragias, 260 paclitaxel, 67
tenesmo rectal, 260-261 esofagectomía, 67
diagnóstico, 261 férulas intraesofágicas, 67
antígeno carcinoembrionario, 261 quimiorradioterapia, 67, 68
examen rectal, 261 Cáncer de páncreas, 463-468
fibrocolonoscopia, 261 anatomía patológica, 464
radiografía con enema de bario, 261, 261f parénquima exocrino, 464
TAC, 261 causas, 463-464
urografía excretora, 261 pancreatitis hereditarias, 463-464
488 índice alfabético

sujetos colecistectomizados, 463 anatomía patológica, 416


tabaquismo, 463 carcinoma fibrolaminar, 416
clasificación, 463. Véase también fíg. 73-1, color, cuerpos de inclusión citoplásmica, 416
complicaciones, 467 forma acinar de células, 416, 416f
obstrucción duodenal, 467 causas, 414-415
cuadro clínico, 464-465 otros factores, 415
anorexia, 464 cirrosis biliar, 415
colestasis, 464 hemocromatosis, 415
diabetes mellitus, 465 sustancias químicas, 415
dolor abdominal, 464 anabólicos esteroides, 415
ictericia, 465 anticonceptivos, 415
nodulos palpables, 465 micotoxinas, 415
síndrome de Courvoisier, 464 thorotrast, 415
síndrome WDHA, 465 virus, 414-415
triada de Whipple, 465 HBV, 414, 415f
diagnóstico, 465-466 HCV, 414, 415
angiografía, 466 clasificación macroscópica, 414
biopsia por aspiración con aguja fina, 466 diminuto, 414
colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, diseminado, 414
466 expansivo, 414
estadificación del tumor, 466, 467c multifocal, 414, 414f
historia clínica, 465 cuadro clínico, 416-417
laparoscopia, 466 anorexia, 416
marcadores tumorales, CA 19-9, 466 dolor abdominal, 416
resonancia magnética, 466 hematemesis, 416
TAC, 465-466 hepatomegalia, 417
ultrasonografía, 465 hipertensión arterial, 417
diagnóstico diferencial, 466-467 hipoglucemia, 417
ictericia obstructiva benigna, 466 pérdida ponderal, 416
frecuencia, 463 diagnóstico, 417
patogenia, sitios de diseminación, 464 artel iografía, 417
profilaxis, 467 fetoproteína alfa, 417
pronóstico, sobrevida, 467 TAC, tomografía dinámica, 417, 417f
sobrevida, 463 ultrasonido, 417
tratamiento, 467 diagnóstico diferencial, 417
paliativo, 467 carcinoma metastásico, 417
analgésicos, 467 hiperplasia nodular focal, 417
derivaciones biliointestinales, 467 frecuencia, 413
gastroyeyunoanastomosis, 467 patogenia, 416
quimiorradioterapia, 467 profilaxis, vacuna, 418
resección quirúrgica, técnica, 467 pronóstico, 418
Cáncer de vesícula biliar, 433-434 tratamiento quirúrgico, 417-418
anatomía patológica, 433 resección, 417, 418
causas, 433 trasplante hepático, 418
cálculos de colesterol, 433 Cáncer gástrico, 98-104
portadores de Salmonella, 433 anatomía patológica, 99
clasificación, 433 aspecto macroscópico, 99
cuadro clínico, 434 región prepilórica, 99
dolor hipocondrial, 434 vías de diseminación, 99
fiebre, 434 hematógena, 99
ictericia, 434 invasión directa, órganos contiguos, 99
diagnóstico, 434 linfáticas, 99
colecistografía bucal, 434 aspecto microscópico, 99-100
historia clínica, 434 protrusivo, 99
serie esofagogastroduodenal, 434 superficial, 99-100
ultrasonido, 434 ulcerado, 100
diagnóstico diferencial, 434 causas, 98-99
cáncer de ámpula de Vater, 434 aclorhidria, 98
coledocolitiasis, 434 estómago operado, 99
frecuencia, 434 gastritis crónica, 98-99
patogenia, vías de diseminación, 434 pólipos gástricos, 99
pronóstico, mortalidad, 434 relación con Ileticobacter pylori, 99
tratamiento, 434 clasificación, 98
colecistectomía, 434 complicaciones, 104
hepatectomía parcial, 434 cuadro clínico, 100
quimioterapia, 434 disfagia, 100
Cáncer del hígado, 413-418 dolor epigástrico, 100
índice alfabético 489

pérdida de peso, 100 antecedentes, 381


regurgitación, 100 inicial, 381-382
diagnóstico, 100-103 desnutrición, 381
biopsia transendoscópica, 102 encefalopatía hepática, 382
endoscopia, 101-102 falsos neurotransmisores, 382
estudios radiológicos, 100-101 hepatomegalia, 381
serie esofagogastroduodenal, 100, lOlf hiperdinamia circulatoria, 382
TAC, 101 hiperestrogenismo, 382
técnicas de doble contraste, 101 hipertensión portal, 382
exámenes de laboratorio, 102-103 obstrucción biliar, 382
fotografía intragástrica, 102 tendencia hemorragípara, 382
frecuencia, 98 síntomas generales, 381
patogenia, 100 anorexia, 381
factores etiológicos, 100 hemorragia gastrointestinal, 381
pérdida hemática, 100 diagnóstico y diagnóstico diferencial. Véase Diagnós-
profilaxis, 104 tico y diagnóstico diferencial de la cirrosis
pronóstico, 104 hepática,
tratamiento, 103-104 mortalidad, 378
hemigastrectomía, 103 patogenia, 380-381
omentectomía, 103 cortocircuitos portosistémicos, 381
rayos láser, 104 hiperesplenismo, 381
resección gástrica, 103 pérdida de estructura hepática, 380
Candida alJticans, 5, 30 retención de sales biliares, 380
Candidiasis, 91 síndrome hepatorrenal, 381
Caolín, 144, 178 profilaxis, 386
Capreomicina, 167 pronóstico, 386
Carbenoxolona sódica, 119 tratamiento, 384-386
Carcinomatosis peritoneal, 396 ascitis, 386
Casoni, intradermorreacción de, 213 dextrán, 386
Causas de estenosis pilórica, 134 espironolactona, 386
compresión extrínseca, 134 restricción de líquidos, 386
bridas o adherencias, 134 válvula de Silastic, 386
obstrucción por vesícula biliar, 134, 137f derivaciones portosistémicas, 379c, 385
páncreas anular, 134 dieta, 384
intraluminales, 134 encefalopatía hepática, 386
cuerpos extraños, 134 dieta hipoproteínica, 386
fitobezoar, 134 neomicina, 386
tricobezoar, 134 farmacológico, 384
de la pared, 134 colchicina, 384
cáncer del canal pilórico, 134, 136f interferón, 384
estenosis cicatrizal por úlcera péptica, 134 prostaglandinas, 384
hipertrofia, congénita del píloro, 134 shosaikoto, 384
pilórica del adulto, 134 hipertensión portal, 385
pólipo gástrico, 134 medicamentos. Véase fármaco especifico, por
tuberculosis gástrica, 134 ejemplo, Propranolol; Somatostatina.
Cefalosporinas de tercera generación, 432 reducción del flujo de varices esofágicas,
Ceftriaxona, 170, 480 385
Cianidanol, 367 sondas de balones, 385
Cicloserina, 167 trasplante hepático, 385
Ciclosporina, 246 Cirugía gástrica, síndromes debidos a. Véase
Cimetidina, 13, 26, 34, 96, 131 Síndromes debidos a cirugía gástrica.
Ciprofloxacina, 145, 170, 178 Cisaprida, 17, 26, 34, 119, 156, 235
Ciproheptadina, 120 Cisplatino, 67
Cirrosis biliar, 415 Cistadenoma, 421
Cirrosis hepática, 378-387, 396 seroso, 974. Véase también fig. 74-1, color.
anatomía patológica, 379-380 Cisticercosis, 209-210. Véase también Teniasis solium.
cirrosis afecciones en el SNC, 208f, 209
alcohólica nutricional, 379 complicación de Taenia solium, 209
biliar, 380 diagnóstico, 209-210
cardiaca, 380 pruebas serológicas, 210
posnecrótica, 379-380 resonancia magnética nuclear, 209
destrucción de celdilla hepática, 379 sospecha clínica, 209
causas, 378c, 379 TAC, 209
clasificación, 378, 379f mecanismos de infección, 209
criterios de Child, 378,379. Véase laminen fig. 60-1, color, patogenia, 209
complicaciones, 386 oclusión de agujeros de Luschka, 209
cuadro clínico, 381-382, 382c síntomas, 209
490 índice alfabético

tratamiento, 210 cuadro clínico, 428-429


mebendazol, 210 asintomático, 428
prazicuantel, 210 cólico vesicular, 428
quirúrgico, indicaciones, 210 signo de Murphy, 429
Citomegalovirus, 93 diagnóstico, 429-430
Citrato de bismuto, 88 anamnesis completa, 429
Claritromicina, 132 colangiografía endovenosa, 429
Clefamida, 226, 227 colecistografía oral, 429, 430f
Cloranfenicol, 170 prueba de Boyden, 430
Clordiacepóxido, 235, 376 placa simple de abdomen, 429, 430f
Clorhídrico, ácido, 12, 88 ultrasonido, 429, 429f, 430
Cloroquina, 226, 227, 409 diagnóstico diferencial, 430
Clorosalicilamida, 211 angina de pecho, 430
Clo.stridium botulinum, 174, 175 gastritis, 430
Clostridium perfringens, 174-175 pancreatitis crónica, 430
Colangioma, 421 frecuencia, 427
Colchicina, 376, 384 patogenia, 428
Colecistitis aguda, 447 impacción de cálculos, 428
Colecistitis alitiásica, 432-433 pronóstico, 432
anatomía patológica, 432 tratamiento, 430-431
engrosamiento por edema, 432 colecistectomía, 431
hiperplasia de fibras nerviosas, 432 instilación de metil-terbutil-éter, 431
causas, 432 litotripsia extracorpórea, 431
adenocarcinoma vesicular obstructivo, Colecistopatías, 427-434. Véase también tipo específico, por
432 ejemplct, Colecistolitiasis.
diabetes mellitus, 432 anomalías congénitas, 427
hipomotilidad, 432 Coledocolitiasis, 435-438, 435f
traumatismos, 432 anatomía patológica, 436
clasificación, 432 causas, 436
cuadro clínico, 433 litiasis vesicular, 436
dolor epigástrico, 433 clasificación, 436
plenitud posprandial, 433 cuadro clínico, 436
regurgitación, 433 cólico hipocondrial, 436
diagnóstico, 433 triada de Charcot, 436
anamnesis, 433 diagnóstico, 436-437
colecistografía oral, prueba de Boyden, centelleografía con HIDA, 437
433 colangiografía, modalidades, 437
TAC, 433 exámenes de laboratorio, 437
ultrasonido, 433 ultrasonido, 437
diagnóstico diferencial, 433 diagnóstico diferencial, 437
colon irritable, 433 causas de ictericia, 437
reflujo gastroesofágico, 433 frecuencia, 435
frecuencia, 432 patogenia, 436
generalidades, 432 encrucijada biliopancreatoduodenal, 436
patogenia, 432-433 ictericia obstructiva, 436
estados de hipotensión, 432 profilaxis, 438
hipomotilidad vesicular, 433 pronóstico, 438
pronóstico, 433 tratamiento, 437-438
tratamiento, colecistectomía, 433 endoscopia intervencionista, 438
Colecistolitiasis, 427-432 quirúrgico, 437-438
anatomía patológica, 428 técnicas radiológicas, 438
bolsa muscular, 428 Colesterol, 427-428
colédoco, 428 Colestiramina, 117, 162, 384
causas, 427-428 Colimicina, 178
cálculos de pigmento, 428 Colitis amibiana, 226
colesterol, 427-428 Colitis ulcerosa, 162, 243-247
desnutrición, 428 anatomía patológica, 244
embarazo, 428 aspecto macroscópico, 244
somatostatina, 428 seudopólipos, 244, 244f
complicaciones, 431-432 displasia, 244
cirrosis biliar, 431 nivel microscópico, 244
colangitis, 431-432 ileítis por reflujo, 244
tratamiento, 432. Véase también fármaco específico, causas, 243
por ejemplo, Metronidazol. genéticas, 243
colonización bacteriana, 431 infectológicas, 243
dilatación vesicular, 431 inmunológicas, 243
íleo biliar, 431 psicológicas, 243
índice alfabético 491

clasificación, 243 endometriosis, 234


complicaciones, 247 enfermedad de Hirschsprung, 234
manifestaciones extraintestinales, 247 lupus eritematoso sistémico, 234
cuadro clínico, 244-245 neuropatías, 234
anemia, 244 frecuencia, 231
artritis, 244 patogenia, 232-233
cólico intenso, 244 actividad contráctil, 232
deficiencia del crecimiento, 245 contracciones colónicas, 232
diarreas frecuentes, 244 función primaria del anorrecto, 233
fiebre, 244 mecanismos viscerales aferentes, 233
megacolon tóxico, mortalidad, 245 trastornos funcionales, 231
signos extraintestinales, 245 tratamiento, 234-235
variedades del padecimiento, 245 dieta adecuada, 234-235
diagnóstico, 245 medicamentos, 235. Véase también fármacos
antecedentes de diarrea, 245 específicos, por ejemplo, Trimebutina;
biopsia de la mucosa colónica, 245 Octreótido.
colonoscopia, 245 anticolinérgicos, 235
rectosigmoidoscopia, 245 antidepresivos y ansiolíticos. Véase fármaco
diagnóstico diferencial, 245-246 específico, por ejemplo, Diacepam;
enfermedad de Crohn, 246 Buspirona.
neoplasias malignas, 245 hormona liberadora de gonadotropina, 235
síndrome disentérico, 245 Cooley, anemia de, 4
frecuencia, 243 Corticoides, 162, 163, 185, 243, 246
patogenia, 244 Cortisona, 7
erosión con hemorragia, 244 CREST, síndrome de, 41
grados de anemia, 244 Crigler-Najjar, síndrome de, 390
inflamación de la mucosa, 244 Crohn, enfermedad de, 96, 167, 225, 234, 244, 246,
inhibidores de la motilidad, 244 273, 281, 284, 287. Véase también Enteritis
profilaxis, 247 regional.
pronóstico, 247 Crouzon, enfermedad de, 7
tratamiento, 246-247 Cruveilhier-Baumgarten, síndrome de, 399
médico, 246 Cuadro clínico de anomalías de la boca, 6-8
antibióticos, 246 disostosis
corticoides, prednisona, 246 cleidocraneal, 6
inmunosupresores, azatioprina, 246 craneofacial, 7
mesalamina, 246 mandibulofacial, 7
sulfasalacina, 246 fibromatosis gingival, 8. Véase también fig. 1-8,
quirúrgico, 247 color.
indicaciones, 247 hemiatrofia facial, 7
proctocolectomía, 247 hiperplasia epitelial focal, 8
Colon, cáncer de. Víase, Cáncer de colon. hipertrofia hemifacial, 7
tumores benignos del. Véase Tumores benignos hoyos, fístulas congénitas de labios y comisuras, 7.
del colon. Véase también fig. 1-16, color,
Colon irritable, 231-236 labio, doble, 4. Véase también fig. 1-17, color.
anatomía patológica, 232 leporino, agentes causales, 7
causas, 271-232 paladar hendido, 7-8
aspecto nutricional, 232 causas, 7
factores, endocrinos, 232 efectos físicos y psicológicos, 8
psicológicos, 232 puntos de Fordyce, 8
funciones motoras del tracto gastrointestinal, Cuerpos extraños en esófago, 43-48
231 anatomía patológica, 45
síntomas de disfunción intestinal, 232 esfínter cricofaríngeo, 45, 46f
cuadro clínico, 233 causas, 43-45
dolor abdominal, 233 estenosis péptica, 44
estreñimiento con diarrea, 233 prótesis dentarias, 43, 45f
síntomas crónicos, 233 clasificación, 43
sudación 233 huesos de pollo, 43, 44f
diagnóstico, 233-234 monedas, 43, 44f
criterios, de Manning, 233 paquetes de cocaína, 43
de Rome, 233 complicaciones, 47
exploración física, 234 broncoaspiración, 47
historia clínica, 233 perforación, 47
pruebas coproparasitoscópicas, 234 cuadro clínico, 45-46
videocolonoscopia, 234, 234f odinofagia, 45
diagnóstico diferencial, 234 sialorrea, 45
cáncer de colon, 234 diagnóstico, 46
diabetes mellitus, 234 endoscopia, 46
492 índice alfabético

esofagogi ama, 46, 47f diagnóstico, 150


placas simples, 46 citología heinática, 150
patogenia, 45 exámenes coproparasitoscópicos, 150
profilaxis, 47-48 pruebas de malabsorción, 150
pronóstico, 47 rectosignoidoscopia, 150
tratamiento, 46-47 diagnóstico diferencial, 150
extracción, con endoscopio, 46, 47 glucagonoma, 150
sonda de Foley, 47 síndrome de Zollmger-Ellison, 150
Cullen, signos de, 446 frecuencia, 147
Curvoisier-Terrier, signo de, 455 inicio y evolución, 149-150
("hagas, enfermedad de, 37, 38, 57, 61, 156, 252 características de las heces, 149
Cliai-cot, triada de. 432, 436 exploración física, 150
Chenv, síndrome de, 31 morbimortalidad, 147
patogenia, 149
Dehidroemetma, 227, 409 anomalías de contacto, 149
Delorme, procedimiento penneal de, 256 exudados, 149
Dexametasona, 178 retención osmótica, 149
Dextrán, 305, 386 secreción de agua y solutos, 149
Diabetes mellitus, 153, 432 profilaxis, 150
Diacepam, 235 pronóstico, 150
Diagnóstico de cirrosis hepática, 382-384 tratamiento, 150
amilasa, 383 albendazol, 150
bilirrubinas en suero, 383 difenoxilato, 150
biometría hemática, 383 extirpación quirúrgica, 150
biopsia hepática, aguja de Thrucut, 384 loperamida, 150
colangiogiafía percutánea, 384 metronidazol, 150
colesterol disminuido, 383 pruebas terapéuticas, 150
depuración de la lidocaína, 383 Diarrea posvagotomía, 116-117
electroforesis de proteínas, 383 causas, sección de nervios vagos, 116
electrólitos séricos, 383 complicaciones, desnutrición, 117
estudio coprológico, 383 cuadro clínico, 117
examen general de orina, 383 evacuaciones periódicas, 117
factor de regeneración hepática, 383 diagnóstico, 117
fosfatasa alcalina, 383 estudios coproparasitoscópicos, 117
gaminagrama hepatoesplénico, 384 tránsito intestinal, 117
glucosa en sangre, 383 diagnóstico diferencial, 117
paiK'ndoscopia, 384 gastroileostomía, 117
paracentesis diagnóstica, 384 lüpergastnneinia, 117
placa simple de abdomen, 383-384 frecuencia, 116
proteínas plasmáticas, 383 patogenia, 117
pruebas de funcionamiento hepático, 383 incapacidad intestinal, 117
tiempo de protrombina, 383 intolerancia a la lactosa, 117
serie esofagogastroduodenal, 384 profilaxis, 117
TAC y RM,"384 pronóstico, 117
telerradiografía de tórax, 384 tratamiento, 117
ultrasonografía, 384 antidiarreicos (difenoxilato), 117
urea, amoniaco, NNP y creatinina, 383 colesiiramina, 117
Diarrea crónica, 147-151 dieta fraccionada, 117
anatomía patológica, 148-149 quirúrgico, asa peristáltica, 117, 117f
colitis amibiana, 149 Diclorofeno, 206
lesiones ulcerosas, 149 Didanosina, 479
nivel microscópico, 149 Dideoxinudeótidos, 367
enfermedad celiaca, 148 Dieulafoy, lesión de, 294
aspecto macroscópico, 148 Difenoxilato, 117, 144, 150, 235, 244, 246
lesiones en duodeno y yeyuno, 148 con atropina, 178
enfermedad de Crohn, 148 Difentano, 206
aspecto macroscópico y microscópico, Difilobolriasis, 211-212
148 aspectos epidemiológicos, 211
intestino irritable, 149 causa, DiphyUfibü/hnuni laluin, 21 1
clasificación y causas, 147-148 ciclo vital, 211, 212f
amibiasis, 147 autofecundación, 211
de Powell, 147, 148c cuadro clínico, 211
complicaciones, 150 anemia, 211
cuadro clínico, 149 dolor abdominal, 211
parasitosis, 149 diagnóstico, 211
síndrome de intestino irritable, 149 diferencial, 211
definición, 147 otras helmintiasis, 211
índice alfabético 493

profilaxis, 211-212 diagnóstico, 239


evitar pescado mal cocido o crudo, 211-212 colon con doble medio de contraste, 239
tratamiento, 211 colon por enema, 239, 240f
albendazol, 211 TAC, 239
quinacrina, 211 ultrasonido, 239
Diphyllubolhrium latum, 211 diagnóstico diferencial, 239
Divertículos esofágicos, 49-56. Véase también tipo carcinoma de colon, 238
espíuifii o. par ejemplo, Hipofaríngeos, frecuencia, 277
diverlículos. localización, 237
causas, 49 patogenia, 238
clasificación, 49 profilaxis, dieta rica en fibra, 241
frecuencia, 49 pronóstico, 241
Diyodoclorohidroxiquinoleína, 227 tratamiento. Víase Tratamiento de la enfermedad
Diyodoclorooxiquinoleína, 227, 480 diverticular.
Domperidona, 17, 26, 34 Enfermedad hemorroidal, 276-280
Dormía, cesta de, 46 anatomía patológica, 277
Doxicilina, 145 hemorroides trombosadas, 277
Dubin-Johnson, síndrome de, 391 ulceración de la mucosa, 277
causas, 277
Echtnococeus ípanulusus, 212 agentes hormonales, 277
Erhinococcus multiloeularis, 212 diarrea, 277
Eder-Puestow, dilatadores de, 27 estreñimiento, 277
Ekehorn, procedimiento de, 256 herencia, 277
Embarazo ectópico roto, 448 hipertensión portal, 277
Emetina, 226, 227 clasificación, 276, 276f
clorhidrato de, 227 complicaciones, trombosis hemorroidal, 279
Enfermedad de Menetrier, 90-91 cuadro clínico, 277-278
anatomía patológica, 90 dolor, 277
infiltración inflamatoria de la mucosa, 90 hemorragia, 277-278
causas, 90 prolapso hemorroidal, 278
complicaciones, neoplasias malignas, 91 prurito anal, 278
cuadro clínico, 91 sensación de cuerpo extraño, 278
dolor epigástrico, 91 diagnóstico, 278
edema en miembros inferiores, 91 examen proctológico, 278
diagnóstico, 91 anoscopio, 278, 279f
endoscopia, 91 posición genupectoral, 278, 278f
diagnóstico diferencial, adenocaremoma, 91 rectosigmoidoscopia, 278
patogenia, aumento de células secretoras, diagnóstico diferencial, 279
90-91 condilomas acuminados, 279
profilaxis, 91 prolapso rectal, 279
pronóstico, morbimortalidad elevada, 91 tumores anales o rectales, 279
tratamiento, 91 frecuencia, 276
antagonistas H<¿, 91 masas de vénulas dilatadas, 276
dieta blanda, 91 patogenia, 277
gastrectomía total, 91 profilaxis, 279
Enfermedad diverticular, 237-242 pronóstico, 279
anatomía patológica, 238 tratamiento, 279
aspecto macroscópico, 238 médico, 279
nivel microscópico, 238 antiinflamatorios, 279
causas, tipo de alimentación, 237 sediluvios, 279
clasificación, 237 quirúrgico, 279
complicaciones múltiples, 241 criocirugía, 279
diverticulitis aguda, 241 hemorroidectomía, 279
fasciítis necrosante, 241 ligadura de paquetes hemorroidales, 279
hemorragia, 241 Enfermedades de la boca, 3-6
neumopileflebitis. 241 clasificación, 3, 4c
cuadro clínico, 238 hematológicas. Véase Hematológicas, enfermedades
diverticulitis aguda, 238 de la boca.
diverticulitis complicada. 238 infecciosas. Véase Infecciosas, enfermedades de la boca,
absceso, metastásico, 238 nutricionales. Véase Nutricionales, enfermedades
pericolónico, 238 de la boca.
fístula, 238 Enoxacina, 178
hemorragia, 238 Kntamoeba hislolylua, 174, 175, 406
perforación y peritonitis, 238 Enteritis regional, 160-164
diverticulitis crónica, 238 anatomía patológica, 160-161
diverticulosis, asintomática, 238 aspecto macroscópico, finamente granuloso, 160
sintomática, 238 linfangitis, 161
494 índice alfabético

causas, 160 definición, 41


complicaciones, intraabdominales, 163-164 síndrome de CREST, 41
cuadro clínico, 161-162, 162c diagnóstico, 41
alteraciones nutricionales, 161 endoscopia, 41
diarrea acuosa, otras causas, 161 esofagograma de bario, 41
dolor abdominal, 161 manometría, 41
fiebre, 161 diagnóstico diferencial, 42
otras manifestaciones, 162 trastornos motores, 42
afección del colon, 162 frecuencia, 41
espondilitis anquilosante, 162 patogenia, 41
diagnóstico, estudio baritado, 162, 162c disfunción neural, 41
diagnóstico diferencial, 162 pérdida de capa muscular, 41
apendicitis aguda, 162 tratamiento, 42
colitis ulcerosa, 162 antiácidos, 42
frecuencia, 160 higiene dietética, 42
patogenia, 161, 161c Esofagitis, 29-36
fibromas, 161 anatomía patológica, 30
fístulas y abscesos, 161 coiiocitos, 30
inflamación granulomatosa, 161 hipertrofia, 30
profilaxis, 164 necrosis focal, 30
pronóstico, 164 ulceración, 30
tratamiento, 162-163 causas, 30
médico, 162, 162c cáusticos, alcalinos y ácidos, 30
azatioprina, 162, 162c citomegalovirus, 30
colestiramina, 162 reflujo gastroesofágico, 30, 63
dieta equilibrada, 162 clasificación, 29-30
preparación, 163 quemaduras, leves, 30
corticoides, 163 moderadas, 30
urografía excretora, 163 con perforación, 30
quirúrgico, 162-163, 163f de Savary-Miller, grados, 29
indicaciones, 163 complicaciones, 35
mortalidad, 163 estenosis, 35
normas esenciales, 163 cuadro clínico, 31-32
Enterobius vermuularís, 187 abdomen agudo grave, 31
Epifrénicos o intradiafragmáticos, divertículos, 54-55 dificultad respiratoria, 31
anatomía patológica, 55 disfagia, 31, 32
causas, 54-55 odinofagia, 31, 32
genéticas, 55 pirosis, 31
motilidad esofágica, 54 síndrome de Cherry, 31
complicaciones, 55 diagnóstico, 32
bezoares, 55 biopsias, 32
septicemia, 55 endoscopias, 32, 33f
cuadro clínico, 55 radiografías con bario, 32, 33f
halitosis, 55 diagnóstico diferencial, 33-34
regurgitación nocturna, 55 cáncer del esófago, 34
diagnóstico, 55 pancreatitis crónica, 33
endoscopia, 55 frecuencia, 29
estudios radiológicos, 55 patogenia, 30-31
diagnóstico diferencial, 55 estenosis cicatrizal, 31, 31c
acalasia, 55 factores defensivos y agresivos, 30, 31,
espasmo esofágico difuso, 55 31c
ulceraciones, 55 profilaxis, 35
frecuencia, 54 pronóstico, 35
patogenia, 55 enfermedad subyacente, 35
pronóstico, 55 tratamiento, 34-35
tratamiento, 55 cuarta etapa, cirugía de antirrefiujo,
cardiomiotomía de Heller, 55 34
médico, 55 etapa aguda, 34-35
balones de dilatación, 55 antibióticos, 34
nifedipina, 55 corticosteroides, 34
Epslein-Barr, virus de, 476 fase tardía, 35
Eritromicina, 82, 85 antimicóticos, 35
Escheruhia rali, 174, 175 dilataciones del esófago, 35
Esclerodermia, 41-42 primera etapa, 34
clasificación, 41 medidas generales, 34
cviadro clínico, 41 fármacos. Véase fármaco específico, por ejemplo,
síndrome de reflujo gastroesofágico, 41 Metoclopí amida.
índice alfabético 495

segunda etapa, bloqueadores H2, 34. Véase complicaciones, caquexia, 140


también como fármaco específico, por ejemplo, cuadro clínico, 136
Omeprazol. chapaleo gástrico, 136
tercera etapa, 34 halitosis, 136
Esófago vómitos de retención, 136
cáncer de. Véase Cáncer de esófago. diagnóstico, 137-138
cuerpos extraños en. Véase Cuerpos extraños en endoscopia, 137
esófago, historia clínica, 137
tratornos motores del. Véase Trastornos motores del laparotomía, 137
esófago. serie esofagogastroduodenal baritada, 137, 138f
Espasmo esofágico difuso, 39-41 ultrasonografía, 138
causa, 39 frecuencia, 134
clasificación, 39, 39f-40f patogenia, catabolia proteínica, 131-137
cuadro clínico, 40 profilaxis, 140
disfagia, 40 pronóstico, 140
dolor torácico, 40 tratamiento quirúrgico, 138-140
definición, 39 aspiración gástrica continua, 138
diagnóstico, 40-41 resección gástrica amplia, 140
esofagograma baritado, 40, 40f vagotomía, 139f, 140, 140f
manometría, 40-41 Estómago operado, 99
endoscópica, 41 Estómago pequeño, síndrome de, 121-123
monitorización ambulatoria, 41 anatomía patológica, 121
prueba de distensión, 41 causas, lesiones altas, 121
tránsito esofágico con radionúclidos, 41 complicaciones, 121
diagnóstico diferencial, 41 cuadro clínico, 121
reflujo gastroesofágico, 41 edemas por hipoproteinemia, 121
frecuencia, 39 plenitud epigástrica, 121
patogenia, 40 diagnóstico, diferencial, asa aferente, 121
tratamiento, 41 radiografía baritada, 121, 122f
dilatación, 41 frecuencia, 121
fármacos, 41 patogenia, resecciones gástricas, 121
Espironolactona, 386, 397 profilaxis, 123
Estavudina, 479 pronóstico, 123
Esteatohepatitis no alcohólica, 370-371 tratamiento, 121
anatomía patológica, 371 dieta fraccionada, 121
cuerpos de Mallory, 371 doble bolsa yeyunal, 121, 122f
fibrosis, 371 Estreñimiento, 248-251
macrovesicular, 371 anatomía patológica, 248
causas y patogenia, 371 causas, 248, 249c, 250f
clasificación, 371 clasificación, 248
cuadro clínico, 371 complicaciones, 251
asintomáticos, 371 hemorroides, 251
elevaciones de aminotransferasas, 371 neumonía por lípidos, 251
diagnóstico, 371 cuadro clínico, 249
biopsia hepática, 371 anorexia, 249
tomografía computadorizada, 371 dolor lumbar, 249
ultrasonido, 371 fisura anal, 249
diagnóstico diferencial, 371 hemorroides, 249
hepatitis alcohólica, 371 impacción fecal, 249
frecuencia, 370 diagnóstico, 249-250
generalidades, 370 balón de látex transanal, 249-250
pronóstico, 371 sensación y capacidad rectal, 250
tratamiento, 371 defecografía, 250
ácido ursodesoxicólico, 371 electromiografía, 250
reducción de peso, 371 gammagrafía rectal, 250
Esteatorrea, 455 historia clínica, 249
Estenosis dentaria, 44, 45 colon por enema, 249
Estenosis pilórica, 134-141 colonoscopia, 249
anatomía patológica, 134 rectosigmoidoscopia, 249
contaminación bacteriana, 134 manometría rectal, 249
obstrucción de luz, 134 tránsito de colon con marcadores radiopacos, 249
causas, 134. Véase también Causas de estenosis diagnóstico diferencial, 250
pilórica. enfermedad diverticular, 250
compresión extrínseca, 134 megacolon, 250
intraluminales, 134 frecuencia, 248
de la pared, 134 patogenia, 248-249
clasificación, 134, 136f alteración de mecanismos fisiológicos, 248
496 índice alfabético

bolo fecal escaso, 248 mebendazol, 193


disminución de motiliclad del colon, 248 tiabendazol, 193
flacidez de músculos abdominales, 248 Etambutol, 167
profilaxis, alimentación rica en fibra, 251 Etionamida, 167
pronóstico, 251 Etofamida, 226, 227
tratamiento, 250-251
alteraciones en piso pélvico, 250 Famotidina, 26, 34, 96, 131
operación, 250 Fenilbutirato, 384
técnicas de biorretroalhnentación, 250 Fenobarbital, 393
laxantes, 251 Ferreira, método de, 211
metilcelulosa, 251 Fiebre tifoidea, 169-172
salvado, 251 anatomía patológica. 169
motiliclad lenta, 250 infiltración inflamatoria en el hígado,
resección parcial, 250 169
motilidad normal, 250 lesiones en íleon terminal, 169. Vmse laminen
cisaprida, 250 fig. 24-1, color,
dieta adecuada, 250 causas, 169
quirúrgico, 251 alimentos transmisores, 169
Estreptomicina, 167 Salmtmdla fiaralyplu, 169
Estrogiloidosis, 190-194 SalmonrUa lyphi munum, 169
anatomía patológica, 191 Salmimulla typhi, 169
(ansas, 190-191 complicaciones, 171
ciclo vital, 190 hemorragia, 171
formas libre y parasitaria, 190 perforación intestinal, 171, 17If
penetración de las larvas, 190 cuadro clínico, 170. Véase laminen fig. 24-1, color,
reinfección interna, 190, 1911 estupor y coma, 170
Slrinii^loiilrs sli'nnralis, 190 fiebre vespertina, 170
complicaciones, 193 periodo de incubación, 170
coagulación intravascular diseminada, roseóla, 170
193 diagnóstico, 170
deshidratación, 193 cultivos, 170
íleo paralítico, 193 medición de anticuerpos IgG e IgM, 170
cuadro clínico, 192c prueba de Widal, 170
aparato digestivo, 192 diagnóstico diferencial, 170
diarrea,"l92 brucelosis, 170
dolor epigástrico, 192 tuberculosis, 170
náuseas, 192 frecuencia, 169
astenia. 192 patogenia, 169-170
hígado y vías biliares, 192 antígeno somático, 170
colecistitis, 192 dosis infectante, 169
hepatitis, 192 vías de penetración, 170
hipertensión portal, 192 profilaxis, 171
miocarditis, 192 medidas higiénicas, 171
piel, pápulas, 192 vacunas, 171
pulmones. 192 pronóstico, 171
síndrome de Loeífler, 192 tratamiento, 170-171
los seca o productiva, 192 farmacológico, 170. Vransí' lambihi oíros
urticaria, 192 farmacos, por ejempla, Amoxicilina;
diagnóstico, 192-193 Ceítriaxona.
anticuerpos específicos, 193 cloranfenicol, 170, dosis
cápsula "enterotest", 193 Fisiología gástrica, 73-77
colonoscopia, 193 barrera mucosa, 76
diagnóstico diferencial, 193 células epiteliales superficiales, 76
dermatitis, 193 citoprotección, 76
enfermedad acidopeptica, 193 factor de crecimiento alterado, 76
neumonía bacteriana, 193 función endocrina, 75
frecuencia, 190 gastrina, 75
patogenia, 191-192 función exocrina, 75-76
infección bacteriana, 192 secreción de ácido, 75-76, 76f
inmunidad parcial, 191 células parietales, 75
reacción inmunológica, 191 fases de, 75
reputación del Slnwgytoidr.s, 191 neuronas efectoras gástricas, 75
secreción mucosa, 192 función inmunológica, 77
profilaxis, hábitos higiénicos, 193-194 diarrea, 77
pronóstico, 193 función motora, 73-74
tratamiento, 193, 193c complejo motor migratorio, fases, 73-71
albendazol, 193 estómago proximal y distal, 74
índice alfabético 497

factores nerviosos, 74 Gastritis aguda, 85-88


motilidad gástrica, 74 erosiva, 85-87
otras hormonas, 774 anatomía patológica, 85, 87f
frecuencia de ondas lentas, 73, 74f causas, 85
marcapaso, potenciales, 72 alcohol, 85
Fisura anal, 281-285 ingestión de fármacos, 85. Véase también
anatomía patológica, 282 fármaco específico, por ejemplo,
formas de presentación, 282 Eritromicina.
localización, 282, 282f complicaciones, hemorragia masiva, 87
causas, 281-282 cuadro clínico, 85-86
desgarros, 282 anemia leve, 85
diarrea explosiva, 281-282 hemorragia masiva, 85
dilatación excesiva del ano, 281 diagnóstico diferencial, 86
clasificación, 281 cáncer gástrico, 86
complicaciones, 284 reflujo gastroesofágico, 86
cuadro clínico, 282-283 diagnóstico, endoscopia, 86
dolor intenso, 282-283 patogenia, 85
estreñimiento voluntario, 283 profilaxis, 87
hemorragia, 283 pronóstico, 87
diagnóstico, 283 tratamiento, 86-87
colon por enema, 283 instilación de Pitressín, 87
exploración proctológica, 283, 283f omeprazol, 87
manometría de esfínter, 283 sonda nasogástrica, 86-87
VDRL, 283 relacionada con Helicobacter pylon, 87-88
diagnóstico diferencial, 283-284 anatomía patológica, 87
absceso perianal, 284 infiltración del epitelio, 87
cáncer anal, 283 causas, 87
chancro sifilítico, 284 complicaciones, 88
condilomas acuminados, 284 cuadro clínico, 88
enfermedad de Crohn, 284 anorexia, 88
frecuencia, 281 dolor epigástrico, 88
localización, 281, 281f diagnóstico, 88
patogenia, distensión del esfínter anal, prueba de ureasa, 88
282 diagnóstico diferencial, 88
profilaxis, 284 úlcera péptica, 88
pronóstico, 284 patogenia, ureasa, 87-88
tratamiento, 284 profilaxis, 88
fisura aguda, 284 pronóstico, 88
dieta adecuada, 284 tratamiento, 88
sediluvios, 284 amoxicilina, 88
semillas de psyllium, 284 citrato de bismuto, 88
fisura crónica, 284 metronidazol, 88
esfinterotomía subcutánea lateral, Gastritis alcalina, 117-119
284 anatomía patológica, 118
toxina botulínica, 284 causas, retorno de secreciones, 118
Flavaspídico, ácido, 390 complicaciones, hemorragia masiva, 119
Flubendazol, 197 cuadro clínico, 118
Fluconazol, 480 dolor epigástrico, 118
5-Fluoruracilo, 67, 262 pérdida de peso, 118
Foley, sonda de, 316 diagnóstico, 118
Fótico, ácido, 259 endoscopia, 118
Fordyce, enfermedad de, 8 gammagrafía con tecnecio 118
Foscarnet, 367 diagnóstico diferencial, 118-119
Fournier, enfermedad de, 289 bezoar gástrico, 118-119
Franceschetti, síndrome de, 7 síndrome de asa aferente, 118
Furazolidona, 178, 219 frecuencia, 117
Furosemida, 386, 398 patogenia, atonía y estasis, 118
profilaxis, 119
Ganciclovir, 480 pronóstico, 119
Gardner, síndrome de, 9, 259, 265 tratamiento, 119
Gástrico, cáncer. Véase Cáncer gástrico. medicamentos, 119. Véase también fármaco
Gastrinoma, 470 específico, por ejemplo, Carbenoxolona;
Gastritis, 85-92. Véase también tipo específico, por qemplo. Metoclopramída.
Gastritis aguda; Gastritis crónica. vagotomía troncular, 119, 119f
clasificación, 85, 86f, 86c Gastritis crónica, 88-91, 98-99
frecuencia, 85 enfermedad de Menetrier. Véase Enfermedad de
inflamación de la mucosa gástrica, 85 Menetrier.
498 índice alfabético

eosinofílica, 91 pruebas coproparasitoscópicas, 144


síntomas, 91 radioinmunoanálisis, 144
tratamiento, glucocorticoides, 91 diagnóstico diferencial, 144
granulomatosa, 91 diarreas por tóxicos, 144
causas, 91 hipertiroidismo, 144
enfermedad de Crohn, 91 SIDA, 144
sífilis, 91 frecuencia, 142
diagnóstico, biopsia, 91 mortalidad, 142
síntomas, 91 patogenia, 143
tipo A, 88-89 destrucción de células de vellosidades, 143
anatomía patológica, 88 invasión de paredes intestinales, 143
metaplasia intestinal, 88, 89f profilaxis, medidas higiénicas, 145
causas, 88 pronóstico, 145
vitamina Bj2, 88 tratamiento, 144-14
complicaciones, pólipos gástricos, 89 del cólera, 145
cuadro clínico, 88 ciprofloxacina, 145
anemia perniciosa, 88 hidratación, 145
ataxia, 88 tetraciclina, 145
diagnóstico, endoscopia, 88-89 hidratación oral, 144
diagnóstico diferencial, 89 contraindicaciones, 144
hepatopatías, 89 fórmula casera, dosis, 144
neoplasias malignas, 89 fórmula de la OMS, 144
patogenia, 89 shigellosis, antimicrobianos, 145. Véase lambihi
profilaxis, 89 ¡ármalo específico, por ejemplo,
pronóstico, 89 Ampicilina.
tratamiento, vitamina B12, 89 sintomático, 144
tipo B, 89-90 Gastroileostomía, 117
anatomía patológica, 89-90 Gastroileostomía accidental, 125-126
antro gástrico, 89 anatomía patológica, 125
causas, 89 causas, 125
Heluobacter pylori, 89 complicaciones, caquexia, 126
jugo pancreático, 89 cuadro clínico, 125
complicaciones, displasia, 90 diarrea, 125
cuadro clínico, anorexia, 90 peristaltismo, 125
diagnóstico, 90 diagnóstico, 125
biopsia, 90 serie gastroileal, 125
tinción de Giemsa, 90 diferencial, 125
diagnóstico diferencial, 90 fístula gastroyeyunocólica, 125
cáncer gástrico, 90 frecuencia, 125
patogenia, liberación de gastrina, 90 patogenia, 125
profilaxis, 90 profilaxis, 126
pronóstico, malo, 90 pronóstico, 126
tratamiento, 90 tratamiento, quirúrgico, 125
endoscopias periódicas, 90 Genisteína, 259
Gastroenteritis infecciosa, 142-146 Gérmenes dentales, 9
anatomía patológica, 142-143 anodoncia parcial, 9. Véase también fig. 1-23, color,
hiperplasia de las criptas, 143 concrescencia, 9. Véase también fig. 1-26, color.
inflamación de la mucosa, 142 dens in dens, 9. Véase también fig. 1-27, color,
causas, 142 dientes accesorios o supernumerarios, 9.
bacterias más comunes, 142 Véase, también fig. 1-24, color,
Esrherichia culi, 142 displasia ectodérmica, 9
salmonelas, 142 fusión, 9. Véase también fig. 1-25, color,
shigellas, 142 geminación, 9
parásitos, (iiardia lamblia, 142 Ciardia lamblia, 174, 175-176, 217
rotavirus, 142 Giardiasis, 217-220
virus Norwalk, 142 anatomía patológica, 217-218
clasificación, 142 causas, 217
complicaciones, 145 aspecto del parásito, 217, 217f
desequilibrio electrolítico, 145 complicaciones, retraso del desarrollo somático,
taquicardia, 145 219
cuadro clínico, 143 cuadro clínico, 219
desequilibrio electrolítico, 143 diarrea, 219
deshidratación, 143 flatulenria, 219
evacuaciones líquidas, 143 náusea, 219
diagnóstico, 143-144 diagnóstico, 219
cultivos, 144 biopsia perbucal, 219
ELISA, 144 examen de materia fecal, 219
índice alfabético 499

diagnóstico diferencial, 219 esferoides, 4


síndrome de malabsorción intestinal, 219 quimioterapia, 4
úlcera duodenal, 219 Hemocromatosis, 415
frecuencia, 217 Hemorragia del tubo digestivo alto, 293-299
patogenia, 218-219 anatomía patológica, 294
ciclo vital, 218-219, 218f gastritis, 294
mecanismos de producción, 218 síndrome de Mallory-Weiss, 294
vía de transmisión, 218 úlcera péptica, 294
profilaxis, 219-220 várices esofágicas, 294
lactancia materna, 220 causas, 293-294, 294c
medidas higiénicas, 219 gastritis erosiva, 293
pronóstico, reinfección, 219 hemobilia, 294
tratamiento, 219. Véanse también oíros ¡armaros, par lesión de Dieulaíoy, 294
ejemplo, Quinacrina. síndrome de Mallory-Weiss, 293
albendazol, 219 telangiectasia hereditaria hemorrágica, 294
metronidazol, 219 úlcera péptica, 293
tinidazol, 219 clasificación, 293
Gieinsa, tinción de, 90 complicaciones, 298
Gilberi, síndrome de, 391 cirrosis hepática, 298
Cupresina, 385 síndrome anémico, 298
Glisson, cápsula de, 420 cuadro clínico, 295
Glucagonoma, 470-471 anemia normocítica normocrómica, 295
Glutamato, 176 dolor epigástrico, 295
Goodsall, ley de, 288, 289f hematemesis, 295
Graham, prueba de, 188, 189f hipovolemia, 295
Guanidina, clorhidrato de, 179 melena, 295
Guéneau de Mussy, signo de, 327 diagnóstico, 295-296
angiografía abdominal, 296
Hamartoma mesenquimatoso, 419, 421 antecedentes, 295
Hanot, cirrosis de, 379 endoscopia, 296
Hartmann, bolsa de, 432 clasificación de Forrest, 296, 296c
operación de, 241 estudio baritado, 296
Heck, enfermedad de, 8 exámenes de laboratorio, 295-296
Helicobacler pylon, 87, 89, 99, 127-129, 131-133 exploración física, 295
diagnóstico, 129-130 lavado gástrico, 295
cultivo, 129 tacto rectal, 295
estudio histológico, 129 diagnóstico diferencial, 296
medición de secreción acida, 130 frecuencia, 293
prueba de la ureasa, 129 mortalidad, 293
tratamiento, 132 patogenia, 294-295
amoxicilina, 132 gastritis, 294
metronidazol, 132 hipertensión portal, 294-295
subcitrato de bismuto, 131, 132 síndrome de Mallory-Weiss, 295
Heller, cardiomiotomía de, 55 úlcera, duodenal, 294
Hemangioendotelioma infantil, 419, 421 gástrica, 294
Hemangioma, 419, 420 profilaxis, 298
Hematológicas, enfermedades de la boca, 3-4 hipertensión portal hemorrágica, 298
anatomía patológica, 3-4 bloqueadores beta, 298
anemia microcítica hipocrómica, 3-4. propranolol, 298
Véase también figs. 1-5 y 1-6, color, úlcera péptica, evitar recurrencia, 298
leucemia, 3. Véase también figs. 1-1, 1-2 y 1-3, color, úlceras gástricas agudas, sucralfato, 298
púrpura trombocitopénica, 4. Véase, también figs. pronóstico, 298
1-7 y 1-8, color, tratamiento, 296-298, 297c
causas, 3 endoscópico, 297
agranulocitosis, 3 fotocoagulación con láser, 297
anemia, 3 sonda calórica, 297
complicaciones, hemorragias, 4 técnica de inyección, procedimiento, 297
cuadro clínico, síndrome de Plummer-Vinson, farmacológico, 297
4 somatostatina, 297
diagnóstico, 4 vasopresina, 297
biometría hemática, 4 quirúrgico, indicaciones, 297-298
biopsia de médula ósea, 4 sonda de balón, 297
diagnóstico diferencial, leucemia, 4 Hemorragia del tubo digestivo bajo, 300-306
profilaxis, 4 anatomía patológica, 301
pronóstico, 4 adenoma mixto tubulovelloso, 301. Véase también fig.
tratamiento, 4 48-2, color,
antibióticos, 4 rotura de saco diverticular, 301. Véase Uiml/ién fig. 48-1, color.
500 índice alfabético

causas, 300-301, 301c tratamiento, 375-376


angiodisplasia, 301 agentes terapéuticos. Véanle fármacos especi/iros, por
diverticulosis colónica, 301 ejemplo, D-penicilimina; Piroxicán.
hemorroides y fisuras, 300 rehabilitación personal, 376
clasificación, 300 revertir deshidratación, 376
complicaciones, 300 clordiacepóxido, 376
cuadro clínico, 300-302 sodio-potasio, 376
hallazgos clínicos, 302, 302c soluciones glucosadas, 376
hematemesis, 300, 301 supresión de alcohol, 375
lieinatoquezia, 300, 301 Hepatitis crónica autoininunitaria, 368-369
hemorragia oculta, 300 anatomía patológica, 368
melena, 300, 301 causas, 368
rectorragia, 300, 301 clasificación, 368
diagnóstico, 302-305 complicaciones, 369
angiograíía, 303, 304f cuadro clínico, 368
anoscopia y rectosigmoidoscopia, 303 elevación de aminotransferasas séricas, 368
colonoscopia, 303 similar a hepatitis aguda viral, 368
historia clínica, 302-303 tipos elevado de autoanticuerpos, 368
laboratorio, biometría hemática, 305 diagnóstico, criterios para, 368-369
radiografía con contraste, 303-304 autoanticuerpos elevados, 368
radioisótopos, 304-305, 304f-305f bioquímicos, 368
tacto rectal, 303 histológicos, 368
diagnóstico diferencial, 305 marcadores virales, 368
frecuencia, 300, 301c diagnóstico diferencial, 369
mortalidad, 300 enfermedad de Wilson, 369
patogenia, cambios hemodinámicos, 301 hepatitis virales, 369
profilaxis, 306 frecuencia, 368
tratamiento, 305-306 generalidades, 368
medidas iniciales, 305 patogenia, 368
perfusión de cristaloides, 305, 306 profilaxis, 369
sonda nasogástrica, 306 pronóstico, 3G9
transfusión de sangre, 306 tratamiento, 369
Hrnoí h-Schónlein, púrpura de, 305, 358, 448 azatioprina, 369
Hepatitis alcohólica, 372-377 prednisona, 369
anatomía patológica, 373 Hepatitis crónica criptogénica, 370
abombamiento de hepatocitos, 373 Hepatitis crónica por medicamentos y agentes
cuerpos hiahnoalcohólicos, 373 químicos, 369-370
causas, ingestión de alcohol, 372-373 anatomía patológica, 369, 369c
complicaciones, cirrosis, 376 causas, 369
cuadro clínico, 374 clasificación, 369
anorexia, 374 complicaciones y pronóstico, 370
fiebre, 374 cuadro clínico, 370
hepatomegalia, 374 semejante a hepatitis autoinmunitaria, 370
hipertensión portal, 374 signos de cirrosis, 370
ictericia, 374 diagnóstico, 370
diagnóstico, 375 biopsia del hígado, 370
biometría hemática, 375 pruebas de función hepática, 370
biopsia, 375 frecuencia, 369
dosificación de bilirrubina, 375 generalidades, 369
gammaglutamiltranspeptidasa, 375 patogenia, 370
tiempo de protrombina, 375 tratamiento, suspensión del fármaco, 370
diagnóstico diferencial, 375 Hepatitis crónica viral, 365-368
hepatitis A, B y C, 375 anatomía patológica, 366
ictericias obstructivas, 375 causas, 365-366
patogenia, 373-374 virus B, C y D, 365
acetaldehído, 374 complicaciones, 367
cambio histológico, 373 cuadro clínico, 366-367
citosol de los hepatocitos, 373 fatiga intermitente, 366
dinucleólido de la adenín-nicotinamida, 373 hipertensión portal, 367
estado r.utricional, 374 hiporexia, 366
radicales libres de oxígeno, 373 insuficiencia hepática, 367
vénula hepática terminal, 374 diagnóstico, 367
engrosamiento de la submucosa, 374 historia clínica, 367
fibrosis, 374 marcadores serológicos, 367, 367f
profilaxis, 376 diagnóstico diferencial, 367
pronóstico, evitar bebidas alcohólicas, 376 causas no virales, 367
reacciones al consumo de alcohol, 372 frecuencia, 366, 366f
índice alfabético 501

generalidades, 365 obesidad, 23


patogenia, 366 presión intraabdominal, 24
profilaxis, 368 profilaxis, 27
pronóstico, 367-368 medidas higiénicas y dietéticas, 27
tratamiento, 367 supresión de cafeína, 27
antivirales, 367 pronóstico, 27
inmnnomoduladores, 367 reflujo gastroesofágico y, 20
nucleósidos sintéticos. Véase, fármaco específico, tratamiento, 26-27
por ejemplo, Aciclovir; Foscarnet. médico, 26
Hepatitis crónicas, 365-371. Véase también tipo específico, bloqueadores H-¿, 26. Véase, también fármaco
por ejemplo, Hepatitis crónica viral; específico, por ejemplo, Cimetidina.
Hepatitis crónica autoinmunitaria. cisaprida, 26
clasificación, 365, 365c citoprotectores, 26
Hepatitis viral, 357-364. Véase también Upo específico, por sucralfato, 26
ejemplo, Virus A de la hepatitis; Virus E de domperidona, 26
la hepatitis. lanzoprazol, 26
características, 357, 357c metoclopramida, 55
clasificación, 357 sustancias exógenas, 27
cuadro clínico, 357-358, 358c quirúrgico, indicaciones, 27
hepatitis inaparente, 357 Hexilresorcinol, 197
periodos de hepatitis aguda sintomática, 357-358 Hidatidosis, 212-213
convalecencia, 358 aspectos epidemiológicos, 212
astenia, 358 zonas ganaderas, 212
intolerancia a las grasa, 358 causa, Echinococcus granulosus, 212
de estado, 358 ciclo vital, 212
colestasis con prurito, 358 quiste hidatídico, localizador!, 212
diátesis hemorrágica, 358 cuadro clínico, 212-213
encefalopatía, 358 asintomático, 213
hepatomegalia, 358 tumoración hepática, 212
ictericia, 358 diagnóstico, 213
incubación, 358 inmunoelectoforesis, 213
prodrómico, 358 ¡ntradermorreacción de Casoni, 213
artralgias, 358 sospecha clínica, 213
cefalea, 358 diagnóstico diferencial, 213
coluria, 358 absceso hepático amibiano, 213
febrícula, 358 hepatomas, 213
púrpura de Henoch-Schónlein, 358 profilaxis, 213
síntomas gastrointestinales, 358 tratamiento, 213
Hernia hiatal, 20-28 albendazol, 213
anatomía patológica, 22-23 quirúrgico, 213
ángulo de His, 23 Hidrocloruro de quinacrina, 206
esófago intiaabdominal, 22 Hidrocortisona, 7
hiato esofágico, 22 Hidróxido de
ligamento frenoesofágico, 22, 23f aluminio, 34, 131
clasificación, 20-22, 21f-22f magnesio, 235
complicaciones, 27 sodio, 30
cuadro clínico, 24 Hierro, 201
anemia ferropénica, 24 Hígado, cáncer del. Véase. Cáncer del hígado.
dolor torácico retroesternal, 24 tumores benignos del. Véase Tumores benignos del
pirosis, 24 hígado.
diagnóstico, 24-25 Himenolepiasis, 210-211
endoscópico, 24-25 aspectos epidemiológicos, 211
maniobra de retroflexión, 25 causa, Hymenolepis nana, 210
radiológico, 24 ciclo vital, 210-211, 210f
anillo de Schatzki, 24, 25f huéspedes, 210
diagnóstico diferencial, 25-26 cuadro clínico, 211
disección de la aorta, 25-26 asintomático, 211
embolismo pulmonar masivo, 26 dolor abdominal, 211
espondilitis y fibrositis. 26 diagnóstico, 211
infarto del miocardio, 25 estudios coproparasitoscópicos, 211
tnediastinitis aguda, 26 método de Ferreira, 211
neumotorax agudo espontáneo, 26 diagnóstico diferencial, 211
peí u arditis y píenritis aguda, 26 Hymenolepis diminuta, 211
síndrome de Tietze, 26 profilaxis, 211
patogenia, 23-24 tratamiento, 211
ascitis, 23 clorosalicilamida, 211
disminución del EEI, 23 niclosamida, 211
502 índice alfabético

Hipergastrinemia, 117 Hormonas gastrointestinales, 78-84


Hiperlipidemias, 444 acciones de las. Víase Acciones de las hormonas
Hiperparatiroidismo, 444 gastrointestinales.
Hiperplasia nodular, difusa, 421 hallazgos clínicos de la secreción de, 80
focal, 419, 421 hiperfunción de las células G, 80
Hipersecreción acidopéptica, 93 hipergastrinemia, 80
Hipertensión portal, 399-405 síndrome de Verner-Morrison, 80
anatomía patológica, 400-401 síndrome de Zollinger-Ellison, 80
sitios de obstrucción, 400 mecanismos de acción hormonal, 80-81
características, 399, 400f complejo hormona-receptor, 80
causas, 399, 400c neuroectodermo, 81
clasificación, 399, 400c opioides endógenos, 81
complicaciones, 404 paracrinia, 80
cuadro clínico, 401 polipéptidos y aminas, 81
choque hipovolémico, 401 péptidos hormonales del aparato digestivo,
hemorragia, 401 79-80
retención de líquidos, 401 células endocrinas, 79, 79c
telangiectasias, 401 crecimiento y diferenciación celular, 79, 79c
diagnóstico, 401-402 lincamientos fisiológicos, 79
anamnesis completa, 402 neuropéptidos, 79, 79c
estudios de laboratorio y gabinete, 402 sistemas de regulación, 78-79
endoscopia, 402 digestión y metabolismo, 79
pruebas de función hepática, 402 hormonas, lipofílicas, 78
serie esofagogastroduodenal, 402, hidrofílicas, 78
402f usos diagnósticos y terapéuticos, 84
diagnóstico diferencial, 402 insulina, 84
carcinomatosis peritoneal, 402 vasopresina, 84
esplenomegalias, 402 Hutchinson, dientes de, 10
incidencia, 399 HymenoLe.pis nana, 210
patogenia, 401
acumulación de líquido de ascitis, 401 Ictericia, 455
infestación con Schistosoma mansuni, 401 Ictérico, síndrome. Véase Síndrome ictérico.
obstrucción intrahepática, 401 Impacción fecal, 252-253
profilaxis, 404 anatomía patológica, 252
tratamiento, 402-404 causas, 252
escleroterapia endoscópica, 403 clasificación, 252
médico, 403 farmacológica, 252
metoclopramida, 403 funcional, 252
propranolol, 403 orgánica, 252
sonda Sengstaken-Blakemore, 403 complicaciones, perforación del colon, 253
vasopresina, 403 cuadro clínico, 252-253
quirúrgico, 403-404 distensión abdominal, 252
gastrogastroanastomosis, 404 esfínter hipotónico, 253
trasplante hepático, 404 sensación de cuerpo extraño en recto, 252
Hipei tiroidismo, 144 diagnóstico, 253
Hipofaríngeos, divertículos, 49-53 exploración proctológica, 253
anatomía patológica, 50-51 rectosigmoidoscopia, 253
mucosa y submucosa, 50, 50f diagnóstico diferencial, 253
causas, 49-50 tumor de ano, 253
interacción del músculo constrictor, frecuencia, 252
49 patogenia, 252
complicaciones, 52 profilaxis, 253
hemorragia, 52 pronóstico, 253
mediastinitis, 52 tratamiento, 253
cuadro clínico, 51 enemas, 253
estadios asintomáticos, 51 extracción, bajo anestesia, 253
tumoración en el cuello, 51 con el dedo, 253
diagnóstico, 51 Infarto agudo del miocardio, 448
endoscopia, 51 Infecciosas, enfermedades de la boca, 5-6
estudio radiológico baritado, 51, 52f anatomía patológica, 5
diagnóstico diferencial, 51 estomatitis herpética, 5
carcinoma de hipofaringe, 51 sífilis, 5
patogenia, 51 causas, virus del herpes, 5
pronóstico, 52 complicaciones, 6
tratamiento, quirúrgico, 51 cardiovasculares, 6
Hirschsprung, enfermedad de, 234, 252 cuadro clínico, 5-6
Histoplasmosis, 91 hialitosis, 5
índice alfabético 503

manchas blancas, 5 metronidazol, 178


roseóla sifilítica, 6 quinolonas, ciprofloxacina, 178
diagnóstico, VDRL, 6 sulfato de atropina, 178
diagnóstico diferencial, 6 medidas generales, 176-177
neoplasias malignas, 6. Véase, también figs. Intramurales, divertículos, 53-54
1-12, 1-13, 1-14 y 1-15, color, anatomía patológica, 54
varicela, 6 causas, 54
profilaxis, 6 complicaciones, 54
pronóstico, 6 cuadro clínico, 54
tratamiento, 6 disfagia, 54
ácido ascórbico, 6 impacción de alimento, 54
nistatina, 6 diagnóstico, 54
penicilina, 6 endoscopia, 54
Inhibidores de la bomba de protones, 131 imagen radiológica, 54
Insulina, 82, 84, 455 diagnóstico diferencial, 54
Insulinoma, 469, 470 moniliasis, 54
Interferón, alfa, 480 patogenia, 54
recombinante, 384 presión intraluminal, 54
Interferones, 367 pronóstico, 54
Intoxicación por alimentos, 173-180 tratamiento, 54
anatomía patológica. Véase Anatomía patológica de pr igrama de dilataciones, 54
la intoxicación por alimentos, Isoflavona, 259
causas, 174 Isoniacida, 167
biológicas, 174 Isosorbide, 55
Amanita phalloides, 174 Isquemia mesentérica, 344-347
E. culi, 174 anatomía patológica, 345. Véase también fig. 55-3,
E. histolytica, 174 color.
hepatitis A, 174 necrosis no transmural, 345
rotavirus, 174 manchas eritematosas, 345
.V. aureus, 174 nivel microscópico, 345
shigella, 174 segmentos ulcerados. 345
tetradotoxina, 174 necrosis transmural, 345
V. chálente, 174 aspecto microscópico, 345
químicos, 174 color violáceo oscuro, 345
arsénico, 174 exudado fibrinopurulento, 345
glutamato monosódico, 174 causas, 344. Véase también fig. 55-2, color,
metanol, 174 afecciones renales, 344
clasificación 173-174 enfermedades de válvulas del corazón, 314
complicaciones, deshidratación, 174 fibrilación posinfarto del miocardio, 344
cuadro clínico, 176, 177c insuficiencia cardiaca congestiva, 344
diagnóstico, 176 vasoconstricción de arterias, 345
cultivo, 176, 178c clasificación, 344. Véase laminen fig. 55-1, color,
periodo de incubación, 176 complicaciones, 346
prueba bacteriana sobre heces y alimentos, hemorragia posoperatoria, 346
176, 178c hipotensión arterial, 346
rastreo de DNA, 176 cuadro clínico, 345-346
tipo de alimento, 176 datos de choque, 345
diagnóstico diferencial, 176 dolor, abdominal, 346
identificación del agente causal, 176, 178c periumbilical, 345, 346
frecuencia, 173, 174c hemorragia leve, 345
mortalidad, 173 hipotensión, 345
patogenia, 176 diagnóstico, 346
aumento de AMP cíclico, 176 angiografía, 346
bloqueo de acetilcolina, 176 radiografías simples, 346
hipersecreción intestinal, 176 tomografía computadorizada, 346
profilaxis, 179 ultrasonido, 346
reglas de oro de la OMS, 179 diagnóstico diferencial. 346
pronóstico, 179 enfermos hipotensos, 346
tratamiento, 176-179 pancreatitis, 346
para deshidratación, suero oral, 178 frecuencia, 344
evitar antidiarreicos, 178 mortalidad, 344
mantener estado nutricional, 178 patogenia, 345
farmacológico, 178-179 aperistaltismo, 345
acetaminof'eno, 178 hipoxia, 345
ácido tióctico, 178 sustancias vasoactivas, 345
ampicilina, 178 profilaxis, 347
fuiazolidona, 178 pronóstico, mortalidad, 346
504 índice alfabético

tratamiento, 346 profilaxis, 114


antibióticos, 346 pronóstico, 114
laparotomía, 346 tratamiento, 113-114
papaverina, 346 antidiarreicos, 114
preparación preoperatoria, 346 dieta hiperproteica, 113
vasodilatadores intraarteriales, 346 quirúrgico, 114
tolazolina, 346 Malabsorción intestinal, síndrome de. Véase. Síndrome
Ivermectina, 193 de malabsorción intestinal.
Malloney, sonda de, 35
Kaposi, sarcoma de, 156, 476, 480 Mallory, cuerpos de, 371
Kasabach-Merrit, síndrome de, 422 Mallory-Weiss, síndrome de, 293, 295, 297, 298
Kauffman-White, salmonelas de, 169 Manifestaciones del SIDA en el aparato digestivo,
Klebsiella, 174 475-481
Kupffer, células de, 359, 374 anatomía patológica, 476-477
algodoncillo por Candida albicans, 476. Véase
Labio leporino, agentes causales, 7 también fig. 75-2, color,
Laennec, cirrosis de, 379 daños en la boca, Véase también fig. 75-1,
Langerhans, islotes de, 453, 464 color.
Lanzoprazol, 26, 34, 96, 97, 131 ganglios linfáticos, 476
Laxantes, 235 sarcoma de Kaposi, 476
Leiomioma, aspecto macroscópico, 106 causas, Retrovirus, 476
Lengua, trastornos de la, 8-9 clasificación, 476
anquiloglosia, 8 complicaciones, infecciones secundarias, 480
fisurada, 8. Véase también fig. 1-20, color. cuadro clínico, 475-477
glositis media romboidea, 8. Véase también anorexia, 477, 478
fig. 1-21, color. asintomático, 477
glositis migratoria benigna, causa, 8-9. diarrea, 478
Véasf, también fig. 1-22, color. esofagitis, 478
hendida o bífida, 8. Véase también fig. 1-19, color. exantema, 477
macroglosia, 8 linfadenopatías, 477
microglosia, 8 odinofagia, 478
pilosa, 9 pérdida de peso, 477
causas, 9 ulceraciones mucocutáneas, 477
Leoprólido, acetato de, 235 diagnóstico, 478-479
Lerner y Katz, síndrome de, 52 infección por HFV, 478
Leucemia, 3 prueba ELISA, 478
Leucoplaquia, 63 Western Blot, 478
Levamisol, 262 invasión del aparato digestivo, 479
Linfomas, 153 amilasa sérica, 479
Lipomas, 106 biopsia, 479
Litiasis, biliar, 444 endoscopia, 479
vesicular, 444 estudios baritados, 479
Loeffer, síndrome de, 183, 184 exámenes de heces, 479
Loperamida, 144, 150, 178, 235, 244, 246 TAC, 479
Loracepam, 235 pruebas para progresión del HIV, 478
carga viral, 478
Malabsorción, síndrome de, 111-114 recuento de células T, 478
anatomía patológica, resección del estómago, 112 diagnóstico diferencial, 49
causas, 112 leucemia, 479
complicaciones, 114 neoplasias, 479
cuadro clínico, 113 parasitosis intestinal, 479
anemia, 113 frecuencia, 476
flatulencia, 113 mortalidad, 476
hipoproteinemia, 113 patogenia, 477
diagnóstico, 113 contacto heterosexual. 477
endoscopia, 113 sexo anal, 477
estudios radiográficos, 113 transmisión por sangre, 477
diagnóstico diferencial, 113 profilaxis, 480
anastomosis accidental, 113, 114f educación para la salud, 480
parasitosis, 113 herida accidental, lincamientos, 480
frecuencia, 112 una sola pareja sexual, 480
patogenia, 112 pronóstico, sobrevida, 480
absorción de proteínas, 112 tratamiento, 479-480
caso clínico, 112, 113f farmacológico, 479
hidratos de carbono, 112 AZT, 479
insuficiencia pancreática exógena, 112 didanosma, 479
vitaminas liposotubles, 112 zalcitabina, 479
índice alfabético 505

para infecciones secundarias. Véase fármaco endoscopia, 442


especifico, por ejemplo, Metronidazol; hepatectomía, 442
Aciclovir; Ceftriaxona. resección quirúrgica, 442
profilaxis, 479 técnicas radiológicas intervencionistas, 442
Manning, criterios de, 233 Niclosamida, 206, 211
María José, nodulo de la hermana, 465 Nifedipina, 55, 61
Mebendazol, 185, 188, 193, 197, 201, 210, 216, 384 Nistatina, 6
Mebeverina, 235 Nitroglicerina, 403
Meckel, divertículo de, 322, 332. Véase también Nitroimidazoles, 226
fig. 53-4, color. Nizatidina, 26, 34, 96, 131
Melkersson-Rosenthal, síndrome de, 8 no Hodgkin, linfoma, 52
Menetrier, enfermedad de. Véase Enfermedad de Norfloxacina, 178
Menetrier. Norwalk, virus, 142
Mepacrina, 206, 211 Nutricionales, enfermedades de la boca, 5
Meperidina, 240, 454 anatomía patológica, 5
Meropenem, 335 deficiencia de ácido nicotínico, 5. Véase
Mesalamina, 248 también fig. 1-10, color.
Metil-terbutil-éter, instilación de, 431 causas, 5. Véase también fig. 1-9, color.
Metiloltinona, 384 complicaciones, 5
Metoclopramida, 17, 26, 34, 119 cuadro clínico, 5
Metronidazol, 88, 97, 132, 148, 150, 157, 178, 219, dolor en encías, 5
226, 227, 322, 386, 409, 432, 479 hemorragias submucosas, 5
Micotoxinas, 415 diagnóstico, diferencial, leucemia, 5
Mintezol, 216 prueba terapéutica, 5
Mirizzi, síndrome de, 432 profilaxis, 5
Misoprostol, 119, 131, 132 pronóstico, 5
Mitomicina, 67 tratamiento, vitaminas, 5
Morgagni, glándulas de, 286, 287
Mucosa gástrica ectópica, 63 Obstrucción intestinal, 313-319
Murphy, signo de, 429 anatomía patológica, 315
asas edematosas, 315
Nalfubina, 454 aspecto microscópico, 315
Naproxeno, 94 petequias, 315
Nerator americanus, 199 causas, 314-315
Neomicina, 386 clasificación, 315
Neoplasias de vesícula y vías biliares, 439-443 extraluminales, 315
anatomía patológica, 440 intraluminales, 315
adenocarcinomas, 440 parietales, 315
metástasis ganglionares, 440 encarcelación en espacio confinado, 314
causas, 439-440 intususcepción secundaria, 315
adenomas, 439 obstrucción en segmento intestinal, 314-315
litiasis, 439 vólvulo con torsión, 314
parasitosis, 440 clasificación, 314, 314f
vesícula calcificada, 439, 440f complicaciones, 317
clasificaciones, 439 desequilibrio electrolítico, 317
complicaciones, 442 perforación intestinal, 317
cuadro clínico, 440 cuadro clínico, 315-316
anorexia, 440 distensión abdominal, 315, 316
distensión abdominal, 440 dolor abdominal, 315
dolor, 440 irritación peritoneal, 316
fiebre, 440 ruidos peristálticos, 316
ictericia, 440 vómito, 315
diagnóstico, 440-441 diagnóstico, 316
colangiografía, 441 biometría hemática, 316
TAC, 440-441 medio de contraste con gastografina, 316
ultrasonografía, 440 placa simple de abdomen, 316, 317f
diagnóstico diferencial, 441 diagnóstico diferencial, 316
litiasis del colédoco, 441 adicción a fármacos, 316
tumores de cabeza del pácreas, 441, 441f seudooclusión (síndrome de Ogilvie),
frecuencia, 439 316
localización, 439 frecuencia, 313
patogenia, 440 patogenia, 315
vías de diseminación, 440 absorción intestinal, 315
profilaxis, colecistectomía, 440 distensión del asa intestinal, 315
pronóstico, 442 efectos sistémicos, 315
tratamiento, 441-442 irrigación arterial, 315
colecistectomía, 441 resorción de secreciones, 315
506 índice alfabético

profilaxis, 318 cuadro clínico, 446


pronóstico, 317 abdomen agudo, 446
tratamiento, 316-317 irritación peritoneal franca, 446
médico, 316-317 signo de Turner, 446
descompresión del tracto gastrointestinal, dolor, 446
317 náuseas, 446
sonda de Miller-Abbot, 317, 318f signos de derrame pleural, 446
restitución de líquidos, 316 diagnóstico, 446-447
quirúrgico, procedimientos, 316 estudios radiográficos, 446, 447f
Octreótido, 120, 235 historia clínica, 446-447
cíclico, 385 marcadores séricos, 446
Oddi, esfínter de, 83, 433, 449 TAC, 446, 448f
Ofloxacina, 170, 178, 384 ultrasonografía, 446, 448f
Ogilvie, síndrome de, 234, 316 diagnóstico diferencial, 447-448
Omeprazol, 13, 17, 26, 34, 87, 96, 97, 115, 120, 131, colecistitis aguda, 447
132, 449 embarazo ectópico roto, 448
Ornidazol, 226 púrpura de Henoch, 448
Osler-Weber-Rendu, enfermedad de, 425 úlcera perforada, 447
Oxacepam, 235 incidencia, 444
Oxiuriasis, 187-189 patogenia, 445-446, 445c
anatomía patológica, 187 intentos terapéuticos, 446
causas, 187 lesión celular acinar, 446
ciclo vital, 187, 188f mecanismos protectores, 446
Enterobius vermicularis, 187 profilaxis, 450
habitat habituales, 187 pronóstico, 450, 450c
larvas infecciosas, 187 tratamiento, 448-450
complicaciones, 189 médico, 448-449
cuadro clínico, 188 antagonistas de receptores H'¿, 449
prurito, 188 medidas generales, 449
infección piógena, 188 nutrición parenteral, 449
secreción vaginal, 188 omeprazol, 449
diagnóstico, 188 papilotomía endoscópica, 449
prueba de Graham, 188, 189f quirúrgico, 449-450
frecuencia, 187 indicaciones, 449
patogenia, 187-188 nccrosectomía, 449
infección secundaria, 187 pancreatectomía, 449
salpingitis, 187 recurrencia, 450
profilaxis, 189 Pancreatitis crónica, 452-457
pronóstico, 189 anatomía patológica, 453-454
tratamiento, 188-189 aspecto macroscópico, 453
albendazol, 189 cabeza del páncreas, 453
mebendazol, 188 cambios microscópicos, 453
pamoato de pirantel, 188 esclerosis intralobular, 453
fístulas pancreáticas internas, 453
lesiones en islotes de Langerhans, 453
Paclitaxel, 67 causas, 453
Paget, enfermedad de, 271, 272, 272c, 273 hiperparatiroidismo, 453
Paladar hendido, 7-8 pancreatitis crónica calcificante, 453
Pamoato de pirantel, 185, 188, 201 alcoholismo, 453
Páncreas, cáncer de. Véase Cáncer de páncreas, pancreatitis crónica obstructiva, 453
tumores benignos de. Véase. Tumores benignos coledocolitiasis, 453
de páncreas. clasificación, 452
Pancreatitis aguda, 444-451 complicaciones, 456
anatomía patológica, 445 obstrucción biliar o duodenal, 456
edema intersticial, 445 cuadro clínico, 454
necrosis y hemorragia, 445. Veáse también colangitis, 454
fig. 70-1, color, diabetes, 454
causas, 444-445, 445c dolor recurrente, 454
alcoholismo, 444 adicción a analgésicos, 454. Véase
hiperlipidemias, 444 también /ármaro esperijici), par ejemplo,
hiperparatiroidismo, 444 Nalfubina.
litiasis biliar, 444 ictericia, 454
clasificación, 444 diagnóstico, 454-455
complicaciones, 450 antecedentes, 454
artritis, 450 colangiopancreatografía, 455
hipocalcemia, 450 elevación de la amilasa, 455
reunopatía angiopática, 450 TAC, 455
índice alfabético 507

diagnóslico diferencial, 455 tratamiento, 329


csteatorrea, 455 antibióticos, 329
ictericia, 455 quirúrgico, 329
litiasis renal, 455 Peritonitis tuberculosa, 396
tumor palpable, 455 Peritonitis y abdomen agudo, 307-312
frecuencia, 452 anatomía patológica, 307-308
patogenia, 454 peritoneo visceral y parietal, 307
alteración de enzimas proteolíticas, 454 causas, 307
alteración del jugo pancreático, 454 clasificación de Bockus, 307, 308c
piedra proteica pancreática, 454 complicaciones, 311
profilaxis, 456-457 hipovolemia, 311
pronóstico, 450 malnutrición grave, 311
tratamiento, 455-456 cuadro clínico, 309-310
rolangiopancreatografía endoscópica, 456 evolución del dolor, 309, 309f, 310f
médico, 455 exploración física, 309
analgésicos, 455 fiebre, 309
insulina, 455 vómito, 309
supresión de alcohol, 455 diagnóstico, 310
quirúrgico, técnicas, 455-456, 456f estudios radiológicos, 310
Pancreo-Lauri!, prueba de, 455 exámenes de laboratorio, 310
Pantoprazol, 17, 26, 34, 96, 97, 131 impresión clínica, 310
Papaverina, 346 punción abdominal, 310
Papilomavirus humano, 63 reacciones febriles, 310
Paracetamol, 391 ultrasonograma, 310
Parásitos causantes de gastroenteritis, 142 diagnóstico diferencial, 310-311
Parasitosis intestinal, 153 anomalías ¡ntraabdominales, 310, 31 lf
Pectina, 144, 178 frecuencia, 307
D-penicilamina, 376 mortalidad, 307
Penirilamina, 384 patogenia, 308-309
Penicilina, 6, 157, 178 reacciones, 308-309
Pentazocina, 239 hemodinámica, 308
Perforación de viscera hueca, 325-330 metabólica, 308
anatomía patológica, 325 neuroendocrina, 308-309
causas, 325, 326c peritoneal, 308, 309f
complicaciones, 329 tipos de dolor, 308
desequilibrio hidioelectrolítico, 329 referido, 308
insuficiencia orgánica múltiple, 329 somático, 308
cuadro clínico, 326-327 visceral, 308
disnea, 327 profilaxis, 312
dolor abdominal, 326 pronóstico, variable, 311
dolor retroesterna!, 326 tratamiento, 311
forma silente, 327 normas generales, 311
irritación peritoneal, 326 antibióticos, uso racional de, 311
sed intensa, 327 apoyo nutricional, 311
diagnóslico, 327-328 asistencia respiratoria, 311
anamnesis, 327 cateterismo vesical, 311
examen físico, 327 Peutz-Jeghers, síndrome de, 106, 266
signo de Guéneau de Mussy, 327 Piperacina, 185
gabinete, 327-328 Piracinamida, 167
gastrografma, 328 Piroxicán, 376
neumoperitoneo, 328, 329c Pitressín, instilación de, 87
placa simple de abdomen, 327-328, 328 Plummer-Vinson, síndrome de, 4, 63
prueba con material de contraste, 328 Polidocanol, 297
telerradiografía de tórax, 327 Pólipos gástricos, 99
laboratorio, 327 Poliposis juvenil, síndrome de, 106
diagnóstico diferencial, 328-329 Posgastrectomía, síndrome, 153
apendicitis aguda, 328 Prazicuantel, 210, 219
pancreatitis aguda, 328 P.ednisona, 216, 246, 369
síndrome de Chilaiditi, 329 Presión intraesofágica, 49
trastorno vesicular, 328 Procinéticos, 235
incidencia, 325 Prolapso rectal, 254-257
patogenia, 325-326 anatomía patológica, 254
proceso neoplásico, 326 hipotonía del esfínter anal, 254
síndrome de Boerhaave, 326 procesos infiltrativos, 254
sustancias endógenas, 325 causas, 254
profilaxis, 329 fijación inadecuada del recto, 254
pronóslico, 329 hemorroides internas, 254
508 índice alfabético

clasificación, 254 diagnóstico diferencial, 16


complicaciones, ulceración, 256 cáncer, 16
cuadro clínico, 255, 255f-256f estenosis pilórica, 16
incontinencia esfinteriana, 255 padecimiento crónico, 12
masa anal durante defecación, 255 patogenia, 13
diagnóstico, 255 fibrosis pulmonar, 13
anoscopia, 255 reflujo fisiológico, 13
inspección física, 255 prevalencia, 12
diagnóstico diferencial, 255-256 profilaxis, 18
hemorroides internas, 255 pronóstico, 18
síndrome de úlcera rectal, 256 pruebas diagnósticas. Véase. Pruebas
frecuencia, 254 diagnósticas de reflujo
patogenia, 254-255 esofágico,
baja presión del esfínter anal, 255 tratamiento, 16-18
estreñimiento, 255 médico, 16-17
profilaxis, hábitos de defecación, 256 antiácidos, 16
pronóstico, 256 bloqueadores Ha, 17
tratamiento, 256 cisaprida, 17
dietas adecuadas, 256 omeprazol, 17
procedimientos de reparación, 256 quirúrgico, 17-18
de Ekehorn, 256 gastroplastia, 18
perineal de Delorme, 256 indicaciones, 17
vía abdominal de Ripstein, 256 esófago de Barret, 17, 17f
Propranolol, 298, 385, 403 neumonía recurrente, 17
Prostaglandinas, 131, 384 piloroplastia, 18
Pruebas diagnósticas de reflujo gastroesofágico, 14-16 vagotomia superselectiva, 18
anormalidades del esófago, 14-15 Retzius, venas de, 399
endoscopia más biopsia, 14-15, 15f Reynolds, pentalogía de, 432
radiografía con bario, 14 Rifampicina, 167, 384
exposición excesiva al jugo gástrico, 15 Ripstein, vía abdominal de, 256
centelleografía, 15 Romberg, síndrome de, 7
ph de 24 horas, 15 Rome, criterios de, 233
radiografía, 15 Rotavirus, 142, 176
fallas funcionales del esófago, 15 Rotor, síndrome de, 391
manometría esofágica, 15 Roxaditina, 26
videocine-radiografía, 15
funciones duodenogástricas, 16 Sainton, enfermedad de, 6
análisis del jugo gástrico, 16 Salmonelas, 175
pH gástrico, 16 Salmtmella paralyphi, 169
radiografía con medio de contraste, 16, 16f Salmonella (yphi, 169
síntomas esofágicos, 15-16 Sahmme.lla typhi murium, 169
perfusión de ácido, 15 Savary, dilatadores de, 27
prueba de Tensilon, desventajas, 15-16 Savary-Guilliard, sonda de, 35
Púrpura trombocitopénica, 3 Schatzki, anillo de, 24
Purischer, retinopatía angiopática de, 450 Sengstaken-Blakemore, sonda, 403
Seudoquiste pancreático, 458-462
Quinacrina, 211, 219 anatomía patológica, 458-459
Quinolonas, 170, 178, 480 causas, 458
pancreatitis aguda y crónica, 458
Ranitidma, 13, 26, 34, 87, 96, 119, 120, 131 traumatismo, 458
Raynaud, fenómeno de, 41 clasificación, 458
Reflujo gastroesofágico, 12-19 complicaciones, hemorragia, 461
anatomía patológica, 13 cuadro clínico, 459
esófago de Barret, 13 dolor epigástrico, 459
úlcera esofágica, 13, 14f dorsalgia, 459
causas, 12-13 ictericia, 459
aclaramiento insuficiente, 12-13 tumoración, 459
falla del esfínter esofágico inferior. 12 diagnóstico, 459
falla del reservorio gástrico, 13 colangiopancreatografía, 459
complicaciones, 18 examen radiológico baritado, 459, 460f,
esofagitis, 18 461f
fibrosis pulmonar, 18 TAC, 459, 460f
cuadro clínico, 13-14 ultrasonografía, 459
agruras, 13 diagnóstico diferencial, 459-460
eructos, 14 neoplasias quísticas, 459
pirosis, 13 quistes verdaderos del páncreas, 459
tos crónica, 14 frecuencia, 458
índice alfabético 509

patogenia, 459 digestión inadecuada, 153


obstrucción ductal, 459 linfomas, 153
pancreatitis aguda, 459 parasitosis intestinal, 153
profilaxis, supresión de alcohol, 461 SIDA, 153
pronóstico, recurrencia, 461 síndrome posgastrectomía, 153
tratamiento, 460-461 clasificación, 153, 153c
cistogastrostoniía endoscópica, 461 complicaciones, 158
drenaje percutáneo, 461 esteatosis hepática, 158
quirúrgico, 460 fracturas patológicas, 158
indicaciones, 460 diagnóstico, 154
procedimientos, 460 antecedentes quirúrgicos, 154
somatostatina, 460 historia clínica, 154
Shigella, 174, 175 pruebas de laboratorio específicas, 154, 155c
Shosaikoto, 384 trastornos fisiopatológicos, 154
SIDA, 144, 153, 156 diagnóstico diferencial, 155-156
manifestaciones de, en el aparato digestivo. diabetes mellitus, 156
Véase Manifestaciones del SIDA en el enteropatía perdedora de proteína, 156
aparato digestivo. esprue tropical, 156
Sífilis, 91 malabsorción posgastrectomía, 155
Silastic, válvula de, 386 problemas de digestión, 155
Síndrome ascítico, 396-398 seudoobstrucción intestinal crónica, 156
anatomía patológica, 396 SIDA, 156
causas, 396 síndrome de intestino corto, 156
cirrosis hepática, 396 mecanismos de transporte activos y pasivos, 152
pericarditis, 396 endocitosis, 152
peritonitis tuberculosa, 396 patogenia y cuadro clínico, 154
síndrome de Budd-Chiari, 396 amenorrea, 154
clasificación, 396 diarrea, 154
complicaciones, 397 hiperazoemia, 154
cuadro clínico, 396 malnutrición, 154
distensión abdominal, 397. Véase también fig. 62-1, tendencia hemorrágica, 154
color. profilaxis, 158
matidez cambiante, 397 pronóstico, 158
diagnóstico, 397 Síndrome ictérico, 388-395
concentración de proteínas, 397 anatomía patológica, 389-390
identificación del líquido, 397 destrucción ele glóbulos rojos, 389
diagnóstico diferencial, 397 causas, 389, 390c
ascitis pancreática, 397 ciclo de las bilirrubinas, 388, 389f
cirrosis, 397 clasificación, 388
nefropatía, 397 complicaciones, 393
frecuencia, 396 cuadro clínico, 391, 392c
patogenia, 396-397 diagnóstico, 391-393
dilatación arteriolar, .397 biometría hemática, 391
pérdida de sodio, 397 biopsia hepática, 393
presión oncótica del plasma, 397 elevación de transaminasas, 392
profilaxis, 398 estudio de bilirrubinas, 391, 392
evitar alcoholismo, 398 estudios de gabinete, 393
vacuna, 398 fosfatasa alcalina, 392
pronóstico, 398 gammaglutamiltranspeptidasa, 392
tratamiento, 397-398 diagnóstico diferencial. 393, 394c
médico, 397-398 frecuencia, 388
espironolac tona, 397 grupo hem y globina 388, 389f
furosemida, 398 patogenia, 390-391
restricción de sodio, 397 aumento de bilirrubina conjugada, 391
transfusión de albúmina, 398 hepatitis por virus, 391
quirúrgico, 398 ictericia del embarazo, 391
derivación, peritoneovenosa, 398 oclusión de vías biliares, 391
portocava, 398 síndrome de Diibin-fohnson, 391
Síndrome de malabsorción intestinal, 152-159 síndrome de Rotor, 391
anatomía patológica, 153-154 aumento de bilirrubina no conjugada, 390-391
agammaglobulineinia, 153 deficiencia de la conjugación, 390
carencia de ácido fólico, 154 hemolisis, 390
enfermedad de Wlúpple, 153 intoxicación por ácido Havaspídico, 390
esprue tropical, 154 síndrome de Cr igleí-Najjar, 390
síndromes de sobrepoblación bacteriana, 154 síndrome de Gilben, 391
causas, 153 profilaxis, 393
diabetes niellitus, 153 pronóstico, 393, 394c
510 índice alfabético

tratamiento, 393 Teniasis solium, 207-209. Véase también Cisticercosis.


fenobarbital, 393 aspectos epidemiológicos, 207
fototerapia, 393 frecuencia de parasitosis, 207
quirúrgico, 393 causas, Taenia solium, 207
Síndromes gástricos posquirurgicos. Véase tipo específico, ciclo vital, 207, 208f
por ejemplo, Malabsorción, síndrome de; huéspedes intermedios, 207
Ulcera recidivante, localización de cisticcrcos, 207, 208f
clasificación, 111, l i l e cuadro clínico, 207
gastrectomías de Billroth, 110 cefalea, 207
operaciones gástricas, tipos de, 110, HOf dolor epigástrico, 207
Solanine, 384 eosinofilia, 207
Somatostatina, 297, 298, 385, 403, 428, 460, 470, diagnóstico, 207, 209
471 ELISA, 209
Staphilococus aureus, 174 estudios coproparasitoscópicos, 207
Strongyloides slercoralis, 184, 190 diagnóstico diferencial, 209
Subcarbonato de bismuto, 179 otras tenias, 209
Subcitrato de bismuto, 96, 131, 132 protozoarios, 209
Sucralfato, 26, 96, 119, 131-132, 298 nivel macroscópico, 206f, 207
Sulfametoxazol, 15, 170, 178 profilaxis, 209
Sulfapiridina, 246 cerdo mal cocido o crudo, 209
Sulfasalacina, 246 educación higiénica, 209
Sulfato de atropina, 178 tratamiento, 209
Sulfato de zinc, 384 difentano, 209
Swan-Ganz, catéter de, 316 Taenia saginata y, 209
Teratomas, 421
¡nenia saginala, 204, 207 Tercio medio o torácicos, divertículos, 52-53
Taenia solium, 207 anatomía patológica, 53
Teniasis, 203-213. Véase también parasitosis específica, causas, 52-53
por ejemplo, Teniasis saginata; linfoma no Hodgkin, 52
Cisticercosis. síndrome cié Lerncr y Katz, 52
anatomía patológica, 204 tuberculosis, 52
hidátides, 204 complicaciones, 53
surcos de sujeción, 204 infección crónica, 53
causas, cestodos, 203-204 cuadro clínico, halitosis, 53
clasificación, 203, 203c diagnóstico, 53
frecuencia, 203 endoscopia, 53
patogenia, 204 estudio radiológico, 53
ciclo vital, 204 diagnóstico diferencial, 53
metabolismo anaerobio, 204 patogenia, 53
vías de transmisión, 204 alteraciones manometricas, 53
Teniasis saginata, 204-207 pronóstico, 53
aspectos epidemiológicos, 205 tratamiento, miotomía, 53
causas, Taenia saginata, 204 Terlipresina-nitroglicerina, 385
ciclo vital, 204-205, 205f Tetraciclina, 88, 97, 132, 391
etapa infectante, 205 Tetracloniro de carbono, 376
huéspedes intermediarios, 204 Thorotrast, 415
complicaciones, colecistitis, 207 Thrucul, aguja de, 384
cuadro clínico, 205 Tiabendazol, 193, 197, 216
cansancio, 205 Tietze, síndrome de, 26
diarrea, 205 Tinidazol, 219, 226, 227, 409, 480
irritación de la mucosa, 205 Tióctico, ácido, 178
leucopenia, 205 Tolazolina, 346
diagnóstico, 205-206 Trastornos motores del esófago. Véase trastorno
estudio coproparasitoscópico, 205 específico, por ejemplo, Acalasia;
ELISA, 205 Esclei odermia.
técnica de Graham, 205 clasificación, 37
diagnóstico diferencial, 206 diabetes sacarina y, 42
helmintiasis, 206 disfagia burofaríngea, 37
otras teniasis, 206 seudoobstrucción idiopátira y, 42
profilaxis, 207 signos esofágicos, 37
higiene adecuada, 207 Tratamiento de la amibiasis intestinal, 226-227
res mal cocida o cruda, 207 médico, 226-227
pronóstico, 207 antiamibianos, clasificación, 226
tratamiento, 206-207 formas agudas, 227
dulorofeno, 206 etofamida, 227
¡nebendazol, 206 mehonidazol, 227
niclosamida, 206 yodoclorooxiquinoleína, 227
índice alfabético 511

formas crónicas, 227 antibióticos, penicilina, 157


clefamida, 227 supresión de leche y gluten, 157
metronidazol, 227 grupo III, 157
ornidazol, 227 dieta hipercalórica e hiperproteínica, 157
invasora grave, 227 procedimientos quirúrgicos, 157
cloroquina, 227 grupo IV, metronidazol, 157
dehidroemetina, 227 grupo V, resección del íleon, 157
metronidazol, 227 nutrición parenteral, 157
quirúrgico, indicaciones, 227 grupo VI, 157
mortalidad, 227 insulina, 157
Tratamiento de la enfermedad diverticular, tratamiento restitutivo de tiroides, 157
239-241 grupo VII, 157-158
absceso pericolónico, 241 ácidos grasos de cadena corta, 158
colostomía y drenaje, 241 alimentación enteral, 157-158
diverticulitis aguda, 240 arginina, 158
antibióticos, 240 glutamina, 158
aspiración gástrica, 240 nutrición parenteral, 157
dieta baja en grasas, 240 supresión o cambio de medicamento, 157
meperidina, 240 Traumatismo abdominal, 337-343
diverticulosis asintomática, 239 anatomía patológica, 338
dieta alta en fibra, 239 abdomen, inferior, 338
diverticulosis sintomática, 239 superior, 338
dieta rica en fibra, 239 órganos dañados, 338, 338c
pentazocina, 239 pelvis, 338
escisión electiva, indicaciones, 240-241 retroperitoneo, 338
fístulas secundarias, 241 causas, 337
resección del órgano, 241 armas blancas, 337
hemorragia, 241 atropellamientos, 337
arteriografía, 241 caídas, 337
vasopresina, 241 frío, 337
colotomías, 241 proyectiles de armas de fuego, 337
escisión de segmento, 241 clasificación, 337
hipertonía de fibras musculares, 241 complicaciones, 343
miotomía, 241 cuadro clínico, 339
Tratamiento de la úlcera duodenal, 131-132 choque hipovolémico, 339
contra Hdicubaclerfjylori, 132 descompresión, 339
amoxicilina, 132 dolor abdominal, 339
metronidazol, 132 estudios de laboratorio, 339
subcitrato de bismuto, 131, 132 exposición de visceras, 339
de mantenimiento, 132 información del accidente, 339
bloqueadores Ha, 132 radiografías, 339
sucralfato, 132 diagnóstico y diagnóstico diferencial, 339-341
médico, 131-132, 131c alto índice de sospecha, 341
antiácidos, 131 angiografía, 341
hidróxido de aluminio, 131 área genitourinaria, 340
antisecretores, 131 diafragma, 339
cimetidina, 131 duodeno, 339
famotidina, 131 estudios con contrastre hidrosoluble, 339
inhibidores de la bomba de protones, 131 gammagrafía con HIDA, 341
omeprazol, 131 laparoscopia diagnóstica, 341
prostaglandinas, 131 lavado peritoneal diagnóstico, 340
misoprostol, 131 contraindicaciones, 340
subcitrato de bismuto, 131 páncreas, tomografía computadorizada, 339-340
sucralfato, 131-132 paracentesis, 340
quirúrgico, indicaciones, 132 resonancia magnética, 341
antrectomía, 132 tomografía computadorizada abdominal, 340-341
vagotomía, 132 ultrasonido abdominal, 340
Tratamiento del síndrome de malabsorción intestinal, visceras huecas, 340
156-158 raxos X, 340
grupo I, 156-157 frecuencia, 337
bloqueadores H;>, 157 mortalidad, 337
enzimas pancreáticas, 156 patogenia, 338-339
insulina, 157 daño proporcional a intensidad, 338
terapéutica quirúrgica, 156 lesiones abdominales, rotura de visceras, 338
vitaminas liposolubles, 157 trumatismo torácico, 338
grupo II, 157 lesión de visceras intraabdominales, 338
alimentación parenteral, 157 profilaxis, campañas educativas, 343
512 índice alfabético

pronóstico, 343 patogenia, 214-215


tratamiento, 341-343 ciclo vital, 214, 215f
antibióticos, 342 producción larvaria, 214
indicaciones del ATLS, 341 profilaxis, 216
laparotomía, indicaciones, 342 pronóstico, 216
nutrición, 342 tratamiento, 216
Traumatismos, 432, 458 mebendazol, 216
Treacher-Collins, síndrome de, 7 prednisona, 216
Treitz, ángulo de, 117 tiabendazol, 216
Tricocefalosis, 195-198 Tuberculosis, 35, 53, 91, 170
anatomía patológica, 196 Tuberculosis intestinal, 165-168
apendicitis, 196 anatomía patológica, 166
infiltrado eosinófilo, 196 engrasamiento de tejidos, 166
úlceras puntiformes, 196 ulceración, 166. Véase también fig. 23-1, color,
causas, 195-196 causas, Mycobacterium tuberculosis, 165-166
ciclo biológico, 195-196, 196f clasificación, 165
ciego, habitat, 196 complicaciones, 167
fomites contaminados, 195 cuadro clínico, 166
tapones mucosos, 195, 196f dolor abdominal, 166
tricocéfalo, 195 obstrucción, 166
complicaciones, 197 pérdida de peso, 166
apendicitis, 197 úlceras segmentarias, 166
prolapso rectal, 197 diagnóstico, 166
cuadro clínico, 197 colonoscopia, 166
anorexia, 197 fármacos antifímicos, 166
diarrea mucosanguinolenta crónica, 197 pruebas ELISA y SAFA, 167
flatulencia, 197 telerradiografía de tórax, 166
diagnóstico, 197 ultrasonografía, 167
examen coproparasitoscópico, 197 diagnóstico diferencial, 167
rectosigmoidoscopia, 197 amibiasis intestinal, 167
diagnóstico diferencial, 197 enfermedad de Crohn, 167
disentería amibiana, 197 frecuencia, 165
uncinariasis, 197 mortalidad, 165
frecuencia, 197 patogenia, 166
patogenia, 197 deglución de esputo infectado, 166
anemia, 197 diseminación por vía hematógena, 166
irritación mecánica y química, 197 ingestión de leche contaminada, 166
pujo y tenesmo, 197 profilaxis, 167
profilaxis, 197-198 pronóstico, 167
pronóstico, 197 SIDA y, 167
tratamiento, 197 tratamiento, 167
albendazol, 197 farmacológico, 167. Véase también fármacos
flubendazol, 197 específicos, por ejemplo, Isoniacida;
mebendazol, 197 Etionamida; Viomicina.
Trimebutina, 235 esquema terapéutico, 167
Trimetoprim, 145, 170, 178, 480 quirúrgico, indicaciones, 167
Triquinosis, 214-216 Tumores benignos de páncreas, 469-471
anatomía patológica, 214 anatomía patológica, 470, 410c .Véase también fig.74-1,
edema facial y periorbitario, 214 color.
reacción inflamatoria, 214 catisas, 470
causas, 214 clasificación, 469-470
larvas de Trichinella spiralis, 214 complicaciones, 471
complicaciones, neuropatía periférica, 216 cuadro clínico, 470-471
cuadro clínico, 215 cistadenoma seroso, 470
diaforesis, 215 gastrinoma, 470
eosinofilia, 215 diarrea, 470
insuficiencia cardiaca, 215 hipersecrecion acida gástrica, 470
síntomas intestinales, 215 glucagonoma, 470-471
diagnóstico, 215-216 dermatitis necrolítica migratoria, 471
inmunodiagnosis, 216 diabetes mellitus leve, 471
pruebas de^ELISA, 216 insulinoma, triada de Whipple, 470
diagnóstico diferencial, 216 somatostatinoma, 471
anomalías parasitarias, 216 colecistitis, 471
leucemia eosinofílica, 216 diabetes mellitus, 471
padecimientos iniminológicos, 216 VIP-oma, 470
frecuencia, 214 diarrea acuosa, 470
huéspedes, 214 hipoclorhidria, 470
índice alfabético 513

diagnóstico, 471 causas, anticonceptivos orales, 420


estudios de laboratorio, 471 clasificación, 419, 420f
sospecha clínica, 471 complicaciones, 425-426
ultrasonido, 471 cuadro clínico, 422-423
diagnóstico diferencial, 471 dolor abdominal, 422, 423
ámpula de Vater, 471 hepatomegalia, 422, 423
adenocarcinoma, 471 insuficiencia cardiaca, 423
patogenia, 470 lesiones múltiples, 423
obstrucción biliar o duodenal, 470 letargía, 423
secreción resultante, 470 síndrome de Kasabach-Merrit, 422
pronóstico, 471 diagnóstico, 423-424
sistema de células APUD, 469 arteriografía, 423, 424
tratamiento, quirúrgico, 471 gammagrafía, 423
Tumores benignos del colon, 264-268 gammagrama con ácido trimetil-bromoimi-
anatomía patológica, 265 doacético, 424
adenoma velloso, 265, 266f imagen por resonancia magnética, 423,
tamaño de los pólipos, 265 424
causas, 265 TAC sin contraste, 423, 423f, 424
factores dietéticos, 265 ultrasonido, de abdomen, 423
genéticas, 265 Doppler, 423, 424
clasificación, 265, 265c diagnóstico diferencial, 424-425
complicaciones, malignización, 267 absceso hepático amibiano, 425
cuadro clínico, 265-266 carcinoma hepatocelular, 425
adenomas vellosos, secreción mucosa, 265 hiperplasia nodular focal, 424
cambios intestinales, 265 metástasis hepáticas, 425
hemorragia, 265 incidencia, 419
poliposis juvenil, 266 patogenia, 422
obstrucción intestinal, 266 hiperperfusión focal del parénquúna, 422
síndrome de Peutz-Jeghers, 266. Véase también fig. nodulos de regeneración, 422
42-3, color. trombosis vasculares, 422
pigmentación mucocutánea, 266 profilaxis, contraindicación de ACÓ, 426
diagnóstico, 266-267 pronóstico, 426
anticuerpos monoclonales, 267 tratamiento, 425
colonoscopia, 266 corticosteroides, 425
rectosigmoidoscopia, 266 quirúrgico, indicaciones, 425
TAC, 266 radiación, 425
tomografía por emisión de positrones, 266 Tumores del ano, 269-275
ultrasonido transrectal, 266-267 anatomía patológica. Véase Anatomía patológica
diagnóstico diferencial, 267 de tumores del ano.
tumor benigno del maligno, 267 causas, 270-271
factores de trascendencia, 264 lesiones inflamatorias crónicas, 270
frecuencia, 264 malos hábitos higiénicos, 270
patogenia, 265 sexo anal, 270-271
criptas glandulares, 265 clasificación, 269f, 270, 270c
manifestaciones extraintestinales, 265 complicaciones, 274
profilaxis, 267 alopecia, 274
pronóstico, 267 diarrea, 274
tratamiento, 267 estenosis anal, 274
conducta expectante, 267 radionecrosis, 274
extirpación endoscópica, 267 toxicidad hematológica, 274
resección quirúrgica, 267. Véase, también fig. 42-4, conducto anal, 269-270, 269f
color. ubicación, 269-270
Tumores benignos del hígado, 419-426. Véase, también cuadro clínico, 273
roma tumor específico, por ejemplo, conducto anal, 273
Hemangioma; Cistadenoma. absceso perianal, 273
anatomía patológica, 420-421 dolor progresivo, 273
adenoma hepatocelular, 420, 420f hemorragia, 273
aspecto microscópico, 420 margen anal, asintomáticos, 273
cápsula de Glisson, 420 diagnóstico, 273
cistadenoma, 421 examen proctoscópico, 273
colangioma, 421 exploración digital anorrectal, 273
hamartoma mesenquimatoso, 421, 422f sospecha clínica, 273
hemangicendotehoma infantil, 421 ultrasonido endonectal, 273
hemangioma, 420 diagnóstico diferencial, 273
hiperplasia nodular, difusa, 421 enfermedades venéreas, 273
focal, 421 hemorroides prolapsadas, 273
teratomas, 421 frecuencia, 270
514 Inaice alfabético

patogenia, 272-273 diagnóstico diferencial, 130-131


conducto anal, comportamiento agresivo, 270c, cáncer gástrico, 130
273 parásitos intestinales, 130
margen anal, evolución lenta, 270c, 273 frecuencia, 127
profilaxis, información adecuada, 275 patogenia, 28
pronóstico, sobrevida, 270c, 274-275 liberación de citocinas, 128
tratamiento, 273-274 secreción de prostaglandinas endógenas, 128
conducto anal, 273-274 profilaxis, suspensión de los AINE, 133
escisión local, 273 pronóstico, 133
quimiorradiación, 274, 274c tratamiento. Vease Tratamiento de la úlcera
radioterapia sola o combinada, 274 duodenal.
resección abdominoperineal, 274 Ulcera gástrica, 93-97
margen anal, 274 anatomía patológica, 94
escisión local, 274 capas microscópicas, 94, 94f
extirpación abdominoperineal, 270c, 274 causas, 93
Tumores gástricos benignos, 105-109 amiloidosis tipo III, 93
anatomía patológica, 106 citomegalovirus, 93
leiomioma, aspecto macroscópico, 106 clasificación, 93
lipomas, 106 complicaciones, hemorragia, 97
pólipos gástricos, 106 cuadro clínico, 95
patrón histológico, 106 dolor epigástrico urente, 95
síndrome de Peutz-Jeghers, 106 síntomas dispépticos, 95
síndrome de poliposis juvenil, 106 defecto de la mucosa gástrica, 93
tumores neurógenos, 106 diagnóstico, 95-96
clasificación, 105-106, 105c endoscopia, 95
complicaciones, 108 serie gastroduodenal, 95, 96f
malignización, 108 diagnóstico diferencial, 96
obstrucción pilórica, 108 carcinoma gástrico, 96
cuadro clínico, 107 dispepsia, 96
hemorragia gastrointestinal, 107 frecuencia, 93
palidez de mucosas y tegumentos, 107 patogenia, 94-95
plenitud posprandial, 107 antiinflamatorios no esferoides, 94
diagnóstico, 107 naproxeno, 94
biopsia profunda, 107 factores agresores y mecanismos de defensa, 94,
endoscopia, 107 95c
Papanicolaou de contenido gástrico, 107 gastritis y Helicobacter pylori, 94
diagnóstico diferencial, 107-108 isquemia, marea alcalina, 95
neoplasias malignas, 108 tabaquismo, 94-95
frecuencia, 105 trastornos de la motilidad, 94
patogenia, 107 esfínter pilórico insuficiente, 94
profilaxis, 108 vaciamiento gástrico retardado, 94
pronóstico, 108 profilaxis, 97
tratamiento, 108 prostaglandinas, 97
polipectomía transendoscópica, 108 supresión de agentes agresores, 97
resección gástrica, 108 pronóstico, 97
Turcot, síndrome de, 266 tratamiento, 96-97
Turner, signo de, 446 farmacológico, 96. Véase también fármaco específico,
pin ejemplo, Cimetidina; Omeprazol; etc.
Ulcera duodenal, 127-133 agentes antisecretores, 96
anatomía patológica, 128 bloqueadores de la ATP-asa de H-K, 96
metaplasia gástrica, 128 bloqueadores H2, 96
causas, 127-128, 127c Helicobacier pylori, 96-97
factores agresores y protectores, 127 bismuto, metronidazol y amoxicilina, 97
Helicnbacter pylori, 127-128 medidas higiénicas y dietéticas, 96
complicaciones, recurrencia, 132-133 panendoscopia de control, 96-97
cviadro clínico, 128-129 Ulcera perforada, 447
anemia aguda, 128 Ulcera recidivante, 114-116
chapaleo gástrico, 129 anatomía patológica, boca anastomótica, 114
dolor epigástrico, 128 causas, síndrome de Zollinger-Ellison, 114
diagnóstico, 129-130 complicaciones, fístula gastroyeyunocólica, 115
endoscopia, 129 cuadro clínico, 115
para Helicobacter pylori, 129-130 dolor periódico, 115
cultivo, 129 fístula gastroyeyunocólica, 115, 115f
estudio histológico, 129 diagnóstico, 115
medición de secreción acida, 130 endoscopia, 115
prueba de la ureasa, 129 gastrina sérica, 115
radiografía con bario y doble contraste, 129, 129f radiografía con bario, 115, 116f
índice alfabético 515

diagnóstico diferencial, 115 Vasopresina, 241, 297, 385, 403


colitis, 115 Vater, ámpula de, 390, 455, 466
hemangioma de yeyuno, 115 Verapamil, 61, 385
frecuencia, 114 Verner-Morrison, síndrome de, 80, 83, 150, 470
patogenia, acidez excesiva, 114-115 Vesícula biliar, cáncer de. Véase Cáncer de vesícula
profilaxis, 115 biliar.
pronóstico, 115-11G Vibrio f]i.ohíae, 174, 175
tratamiento, 115 Vibrio parahfiemolyl.it tis, 175
bloqueadores H2, 115 Vinblastina, 480
gastrectomía, 115 Vindesina, 67
Uncinaiiasis, 199-202 Viomicina, 167
anatomía patológica, 199 VIP-oma, 470
eritema, 199 Virchow, ganglio de, 99, 465
inflamación de bronquios, 119 Virus A de la hepatitis (HAV), 358-359
causas, 199 características, 359
Ancylostomn duodenal, 199 cuadro clínico, 359
Necator a.mericanus, 199 faringoamigdalitis, 359
complicaciones, anemia grave, 201 gastroenteritis, 359
cuadro clínico, 200-201 ictericia, 359
astenia, 201 diagnóstico serológico, 359
descenso de hemoglobina, 201 anticuerpos anti-HAV, 359
dolor abdominal, 201 patogenia, 359
prurito, 200 aumento de enzimas hepáticas, 359
diagnóstico, 201 células de Kupffer, 359
biometría hemática, 201 etapa de viremia, 359
examen coproparasitoscópico, 201 prevención, 359
diagnóstico diferencial, 201 inmunoglobulina sérica, 359
frecuencia, 199 vacuna, 359
patogenia, 199-200, 200f Virus B de la hepatitis (HBV), 359-360
ciclo vital, 199 características, 359-360
larva filariforme, 199 determinantes antigénicas, 360
eosinofilia, 200 doble cadena de DNA, 360
profilaxis, 201 localización, 360
pronóstico, 201 regiones codificadoras, 360
tratamiento, 201 cuadro clínico, 360
hierro, 201 anictérico, 360
mebendazol, 201. Véanse, también otros fármacos, por clonas citotóxicas, 360
ejempbi, Albendazol. diagnóstico serológico, 360
transfusión de hemoglobina, 201 anticuerpo IgM anti-HBc, 360
Ursodesoxicólico, ácido, 371, 384 identificación de antígenos, 360
patogenia, 360. Véase también fig. 57-1, color.
Vaciamiento rápido, síndrome de, 119-121 clonas de células T, 360
anatomía patológica, 120 prevención, vacuna, 360
causas, pérdida del píloro, 119 Virus C de la hepatitis (HCV), 360-362
clasificación, 119 características, 361
cuadro clínico, 120 diversidad viral, 361
astenia, 120 genoma RNA, 361
confusión mental, 120 cuadro clínico, 361-362
manifestaciones vasculares, 120 asintomático, 361
plenitud epigástrica, 120 carcinoma hepatocelular, 362
diagnóstico, 120 cirrosis, 361
diferencial, 120 ictericia, 361
diarrea posvagotomía, 120 diagnóstico serológico, 361
gastritis alcalina, 120 reacción en cadena de polimerasa, 361
historia clínica, 120 técnica de ELISA, 361
frecuencia, 119 patogenia, 361
patogenia, 120 molécula de RNA, 361
osmolaridad elevada, 120 variabilidad genética, 361
profilaxis, evaluación psiquiátrica, 121 vías de transmisión, 361
pronóstico, 121 prevención, 362
tratamiento, 120-121 Virus D de la hepatitis (HDV), 362-363
anastomosis gastroyeyunal en Y de Roux, agente delta, 362
121 características, 362
ciproheptadina, 120 mecanismo de replicación, 362
dieta fraccionada, 120 cuadro clínico, 362
octreótido, 120 carcinoma hepatocelular, 362
Vasculitis, 432 elevación bifásica de transaminasas, 362
516 índice alfabético

diagnóstico serológico, 362 cuadro clínico, 364


maleadores de anticuerpos, 362 grave ataque al estado general, 364
IgG. 362 ictericia, 364
patogenia, lisis hepatocelular, 362 diagnóstico serológico, 364
]>ievención, 363 ausencia de marcadores, 364
Vnus E de la hepatitis (HEV), 363 patogenia, 364
características, Calicwirus, 363 prevención, 364
cuadro clínico, 363 Vitamina B12, 88, 89, 157
asintomálico, 363 Vitamina K, 178, 383, 384
similar a HVA aguda, 363 Vitaminas liposolubles, 157
diagnóstico serológico, 363
microscopía electrónica, 363
reacción en cadena de polimerasa, 363 Western-blot, técnica, 363
técnica Western Blot, 363 WHDA, síndrome, 465
palogenia, acumulación de virones, 363 Whipple, enfermedad de, 153, 157
prevención, 363 Whipple, triada de, 465, 470
Virus F de la hepatitis (HFV), 363-364 Wilson, enfermedad de, 365, 369, 400
características, 363 Wirsung, conducto de, 205, 452, 455, 456, 466
valíante imitante de HBV, 363
cuadro clínico, 364 Yersinia mlemcolitica, 175
relación con hepatitis aguda y crónica, 364 Yodoclorooxiqviinoleína, 227
diagnóstico serológico, 364 Yodooxiquinoleína, 226
técnicas de PCR, 364
patogenia, 363-364
prevención, 364 Zalcitabina, 479
Virus G de la hepatitis (HGV), 364 Zenker, divertículo de, 49-52
características, 364 Zidovudina, 479, 480
genoma de RNA, 364 Zollinger-EIlison, síndrome de, 80, 81, 114, 115, 116,
Paramixovirus, 364 150, 470
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